¿LA GRAN GUERRA DIO UNA NUEVA VISIÓN DE BELICIDAD Y CRUELDAD A LA

HUMANIDAD?

POR: Juan Carlos Velasco Peña

Que podemos decir cuando hablamos de la Primera Guerra Mundial, mejor conocida como la “Gran
Guerra”, de cómo evidenciamos ese gran avance de los imperios en la carrera industrial y armamentística
con el único y perverso objetivo de expansión y control total de lo sustancial; de cómo se vivió este
conflicto bélico desde el punto de vista de las víctimas y los victimarios, de cómo gobiernos e imperios
ignorantes derramaron sangre inocente en vano; de como la mentalidad de las personas acerca de lo que
iba a ser estar en el campo de batalla, de pensar que aquel conflicto acabaría en un abrir y cerrar de ojos,
de que compartirían de nuevo con sus familiares la cena navideña, de como aquellas felices promesas se
esfumaron con el primer tronar de las armas, de los cañones, las bombas y los gases. La guerra marcó un
punto y aparte en la sociedad europea, de aquella sociedad que nunca había estado acostumbrada a vivir
momentos así, tanto Europa como el resto del mundo se encontraba marcado por el imperialismo y la
industrialización, todo parecía que andaría bien, pero bajo las alianzas y las secuelas que dejaron aquellas
románticas guerras del siglo XIX, la venganza no se hizo esperar por los imperios Austro-Húngaro y
Alemán. Cuando finalizó la guerra, cuando los combatientes lograron volver a sus vidas, todo cambió,
familias quedaron incompletas, los soldados sufrieron mentalmente para olvidar lo que la sangre y la
destrucción inundaba en sus cabezas, la vida no volvió a ser la misma en el mundo y lo peor estaba por
venir 31 años después.

Cuando se dio inicio a la Gran Guerra en Julio de 1914, según nos lo enmarcaría por ejemplo algunas
visiones cinematográficas acerca de este conflicto bélico como de los textos escritos por aquellos
combatientes que lograron volver a sus vidas para después contar la desgarradora verdad, de esta guerra
que fue inicialmente promovida por las naciones como un claro motivo de proteger la patria de las clases
inferiores, de aquel discurso nacionalista, los soldados marchaban felices a la muerte, de ahí que durante
el conflicto naciera algo en particular y poco visto: el sentimiento de darle importancia a la muerte,
principalmente de como el soldado quería o iba a morir; esta guerra se destacó por dar inicio a
portentosos avances e innovaciones en el campo armamentístico, las espadas o el uso del caballo fueron
dejadas a un lado para cambiarlas con ametralladoras que mataban sin que la víctima pudiera darse
cuenta, de los gases de cloro que nadie en su vida quería respirar, las granadas, los cañones, etc…, en fin,
los soldados en medio de los combates tuvieron dicho pensamiento, de que era mejor morir ametrallado
que intoxicado o por alguna explosión; pero a su vez sus mentes se inundaron de verdades y odios hacia
la guerra, de que matar sin motivos no era nada correcto, contrario a lo que la propaganda quiso recalcar
un sinfín de veces; de cómo los soldados que estaban siendo carcomidos por el frío o las enfermedades
que primaban en la peste de las trincheras podían estar muriendo uno por uno, mientras sus altos mandos
quienes veían en la simplona estrategia de mover fichas en mapas la solución perfecta para lograr la
victoria, de aquellos altos mandos que a la distancia y con seguridad daban ordenes sin sentido, sin saber
las consecuencias, con la ignorancia a un punto tan alto de olvidar cuanta sangre se derramaría para un
plan que nunca saldó con su objetivo, de esos altos mandos que no murieron con honor pero recibieron
cuanta distinción hubiese por las victorias que le dieron sus masacrados batallones; en resumen, la guerra
marcó la perspectiva del soldado acerca de lo manipulables, de las consecuencias, de lo brutal y de lo
injusto que podía llegar a ser un conflicto en el que todo era válido para hacer felices a los más poderosos,
sin importar cuántas vidas se perdieran en ello.

Podemos concluir que la guerra cambió la mentalidad como de los soldados como de aquellos que no
estuvieron en el campo de batalla pero que en su vida o su trabajo reflejaron la pérdida de valores
humanistas, en campos como por ejemplo el arte, en el que lo surrealista cobraría más importancia que lo
imaginario y fantástico de épocas pasadas. De igual manera la Gran Guerra trajo toda una conmoción
psicológica, el mundo ya no podría volver a ser como antes, esto fue especialmente en aquellos soldados
que con suerte regresaron, mucho de ellos aquejados de enfermedades mentales que se sumaban a las
secuelas físicas, esto se debe a las particulares condiciones de las trincheras, las cuales hacía que los
hombres se quebraran en un número muy alto, forzados a quedar encerrados allí, inermes, con la
constante amenaza de aniquilación, y obligados a ser testigos de la mutilación y muerte de sus camaradas,
sin esperanza de salvación, muchos soldados comenzaban a comportarse de manera histéricas;
muchos excombatientes quedaron excluidos de la vida laboral y fueron presa de un profundo desánimo al
considerar que la sociedad los había excluido sin el reconocimiento de su esfuerzo y sacrificio, pero
sobretodo de sufrir ordenes injustas e inhumanas de aquellos que en un principio lo motivaron a luchar
por su patria. La sociedad de la posguerra fue presa de una profunda crisis de conciencia, las secuelas del
conflicto llevaron al cuestionamiento de los modelos político, social y económico imperantes desde
inicios del siglo; los imperios desaparecerían, la revolución rusa, acaecida durante guerra, marcaría el
nacimiento de un estado comunista, que jugaría un papel determinante en la historia del siglo XX, gracias
a que surgiría un peculiar tipo social: el del inadaptado a la paz y nostálgico de la guerra, el cual
constituyó el soporte de estos movimientos nacionalistas revanchistas y radicales que progresaron durante
la guerra así como en el período de entreguerras; la Gran Guerra marcaría el inicio del siglo más cruel de
la humanidad, de aquella sociedad devastada que aún no sabía que el deseo de venganza y expansión que
dio inicio a la primera guerra mundial volvería 31 años después de finalizada esta, pero ahora inmerso en
una sociedad inundada en un mundo más industrializado, mejor armado y más violento que nunca.