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La cocaína es un polvo blanco. Se puede inhalar por la nariz o mezclarse con agua e
inyectarse con una aguja. La cocaína también se puede convertir en pequeñas rocas blancas,
llamada crack. El crack se fuma en una pipa de vidrio pequeña.
La cocaína acelera todo su cuerpo. Usted puede sentirse lleno de energía, feliz y emocionado.
Pero luego su estado de ánimo puede cambiar. Usted puede sentirse enojado, nervioso y
temeroso de que alguien está tratando de hacerle daño. Usted puede hacer cosas que no
tienen sentido. Después de acabarse la sensación de excitación tras consumir cocaína, se
puede "estrellar" y sentirse cansado y triste por días. También causa un fuerte deseo de tomar
la droga de nuevo para tratar de sentirse mejor.
No importa cómo se consuma la cocaína, es peligrosa. Algunos de los problemas graves más
comunes incluyen ataque cardiaco y accidente cerebrovascular. Usted también está en riesgo
de contraer VIH/SIDA y hepatitis al compartir agujas o tener relaciones sexuales sin
protección. La cocaína es más peligrosa cuando se combina con otras drogas o alcohol.
En las hojas de coca, planta que se cultiva en América del Sur, se encuentra un principio
activo llamado cocaína.
En nuestro país está aumentando su consumo de año en año por diferentes sectores de la
población. La cocaína es consumida también, junto con la heroína, como segunda o tercera
droga en algunos drogodependientes.
Efectos inmediatos
También es frecuente que produzca inquietud y angustia. Este primer efecto euforizante va
seguido de un efecto rebote, caracterizado por cansancio, apatía y angustia, así como una
conducta impulsiva y agresiva.
A nivel físico se produce una aceleración del ritmo cardíaco y un aumento de la temperatura del
cuerpo, además del efecto anestésico local. Sus efectos dependerán, en general, de la cantidad
y la vía de administración. Dosis elevadas pueden producir temblores, tics, movimientos
convulsivos y alucinaciones.
Son similares a los de las anfetaminas. Presentan una mayor gravedad, aunque siempre
dependiendo del consumo que se realice de unas y otras.
Destacan también los efectos sobre el feto durante el embarazo y en el neonato: elevada
mortalidad perinatal, aborto espontáneo y alteraciones nerviosas en el recién nacido.
Es importante llamar la atención sobre la posible aparición, como en el caso de las anfetaminas,
de un síndrome psicótico caracterizado por la aparición de delirios, trastornos confusionales y
alucinaciones.
La muerte por consumo de cocaína se produce, principalmente, por una hemorragia cerebral o
fallo cardíaco.
Dependencia Psicosocial 4
Adicción 3
Tolerancia 2
Síndrome de abstinencia
FASE 3. Extinción
Repuesta hedónica normal, eutimia, craving condicionado.
Infarto de miocardio
Arritmias cardíacas
Accidentes cardiovasculares
Convulsiones
Diaforesis
Hipertermia
Midriasis
Malnutrición generalizada
El consumo de base libre (fumada) se asocia a múltiples complicaciones pulmonares, sobre todo
bronquitis y neumonía, así como parálisis respiratoria mortal.
Psicopatología:
Síndrome de Mangan (microzoopsias). Cuadro alucinatorio táctil, casi específico de las psicosis
cocaínicas. El paciente siente pequeños animales (lombrices, hormigas, piojos, etc.) en la piel de
las manos y sobre todo del cuerpo.
Farmacológica
En una fase inicial del tratamiento, se suelen apoyar las terapias con ayuda de fármacos, que
disminuyen la ansiedad por consumo de cocaína.
Estos medicamentos tienen que estar recetados y controlados por un médico especializado, ya
que cada caso, precisará un tratamiento farmacológico adecuado y una posología igualmente
adecuada al paciente.
Si no hay un rechazo explícito por parte del paciente, son terapias que pueden ayudar mucho a
recuperar la autoestima y a sentoirse acompañado en el camino personal de recuperación, tanto
de la adicción como de la reestructuración psicológica.
La cocaína puede:
Causar un "antojo" o deseo intenso por la droga, que puede llevar a un comportamiento
compulsivo de consumo de la misma y que a menudo también es la causa de las recaídas
cuando se está tratando de evitar su consumo.
Causar "tolerancia", lo que significa que la persona que usa la droga necesita dosis cada
vez más altas de la misma para sentir un efecto igual o parecido al que sintió las primeras
veces que usó la cocaína. Eventualmente el usuario también puede llegar a necesitar la
droga sólo para sentirse normal o para evitar sentirse irritable o deprimido.
Contraer los vasos sanguíneos, lo que hace que el corazón trabaje y lata más fuerte.
Causar espasmos musculares, dolor de pecho, embolias o derrames cerebrales, o puede
acelerar el latido del corazón y causar un ritmo irregular, lo que puede provocar la muerte
súbita.
La cocaína puede acelerar el latido del corazón y causar un ritmo
irregular, lo que puede provocar la muerte súbita.
¿Qué es la cocaína?
La cocaína pura era extraída originalmente de la hoja del arbusto de la coca del
género Erythroxylum, que crecía principalmente en Perú y Bolivia. En la década de los
noventa, y después de varios esfuerzos para reducir el cultivo en esos países, Colombia se
convirtió en el país con mayor cultivo de coca. Hoy en día, la cocaína es una droga clasificada
bajo la Lista II (“Schedule II”) de la Ley sobre Sustancias Controladas, lo que significa que se
considera que tiene un gran potencial para ser abusada, pero que puede ser administrada por
un doctor para usos médicos legítimos, por ejemplo, como anestesia local en ciertos tipos de
cirugías de los ojos, oídos y garganta.
La cocaína usualmente se vende en la calle en forma de un polvo blanco, fino y cristalino que
se conoce en español como “coca”, “nieve”, “dama blanca” o “talco”. Algunos de sus nombres
en inglés son “coke”, “C”, “snow”, “flake” y “blow”. Los traficantes generalmente mezclan la
cocaína con otras sustancias inertes, tales como la maicena, el talco o el azúcar; o con ciertas
drogas activas como la procaína (una anestesia local de composición química parecida) u
otros estimulantes, como las anfetaminas. Algunos consumidores combinan la cocaína con la
heroína en lo que suelen llamar un “speedball” (en español también se conoce como
“revuelto”, “rebujo”, “francés” o “café con leche”).
Hay dos formas químicas de la cocaína que suelen consumirse: la sal de clorhidrato (que es
soluble en agua) y los cristales de cocaína o base, conocida en inglés como “freebase” (que
no son solubles en agua). La sal de clorhidrato, o la forma en polvo de la cocaína, se consume
de forma inyectada o inhalada (“snorting”). Los cristales de cocaína o freebase han sido
procesados con amoniaco o bicarbonato sódico y agua y luego calentados para eliminar el
clorhidrato y producir una sustancia que se puede fumar. El término “crack”, el nombre de la
calle para los cristales o base de cocaína, se refiere al sonido crujiente que se oye al fumar
esta mezcla.
Cocaína en polvo
Las principales vías de administración de la cocaína son oral, nasal, intravenosa y pulmonar.
La forma de administración nasal, conocida como “esnifar” o “snorting”, es el proceso de
inhalar la cocaína en polvo por la nariz, de donde pasa directamente a la sangre a través de
las membranas nasales. También se puede aplicar la droga directamente sobre las mucosas.
La inyección o la administración intravenosa transporta la droga directamente a la sangre
aumentando así la intensidad de su efecto. Al fumar, se inhala el vapor o el humo de la
cocaína a los pulmones, donde la sangre lo absorbe a la misma velocidad que cuando se
inyecta. El efecto eufórico resultante es casi inmediato, y es la razón por la cual la popularidad
del crack aumentó enormemente a mediados de los años ochenta.
Cristales de cocaína
Efecto de la cocaína en el cerebro: Dentro del proceso normal de la comunicación, las neuronas
liberan la dopamina dentro de la sinapsis, donde se une a los receptores de dopamina en las neuronas
adyacentes. Normalmente, una proteína especializada llamada transportadora de dopamina recicla la
dopamina devolviéndola a la neurona transmisora. Cuando se ha consumido cocaína, ésta se adhiere a
la proteína transportadora de dopamina y bloquea el proceso normal de reciclaje, resultando en una
acumulación de dopamina en la sinapsis, lo que magnifica o exagera los efectos placenteros de la
cocaína.
La forma en que se administra la cocaína determina el tiempo que dura el efecto inmediato de
euforia. Mientras más rápida es la absorción, más intenso es el “high” o euforia que resulta;
pero al mismo tiempo, cuanto más rápida es la absorción, menor es la duración del efecto de
la droga. El “high” que se produce al inhalar la droga se demora en llegar pero puede durar de
15 a 30 minutos. En contraste, los efectos que se obtienen fumando la cocaína pueden durar
de 5 a 10 minutos.
Los efectos fisiológicos a corto plazo que resultan del consumo de cocaína incluyen
contracción de los vasos sanguíneos, dilatación de las pupilas y aumentos en la temperatura
corporal, la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Si se usan cantidades mayores se puede
intensificar el “high” del usuario, pero también puede llevar a un comportamiento más
extravagante, errático y violento. Algunas personas que consumen cocaína han reportado
desasosiego, irritabilidad y ansiedad. También pueden tener temblores, vértigos, espasmos
musculares o paranoia. Además, puede haber graves complicaciones médicas asociadas con
el abuso de la cocaína. Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran algunos
efectos cardiovasculares como alteraciones en el ritmo cardiaco y ataques al corazón; algunos
efectos neurológicos incluyendo ataques cerebrovasculares, convulsiones, dolores de cabeza
y hasta coma; y complicaciones gastrointestinales, como dolor abdominal y náusea. En raras
ocasiones, puede ocurrir la muerte súbita la primera vez que se prueba la cocaína o de forma
inesperada al consumirla subsiguientemente. Las muertes ocasionadas por la cocaína suelen
ser el resultado de un paro cardiaco o de convulsiones seguidas por un paro respiratorio.
Las reacciones adversas que resultan del consumo de cocaína varían dependiendo de cómo
se administra. Por ejemplo, la inhalación regular puede causar una pérdida del sentido del
olfato, hemorragias nasales, problemas al tragar, ronquera y una irritación general del tabique
nasal, lo que puede producir una condición crónica de irritación y salida de secreción por la
nariz. Cuando se ingiere, la cocaína puede causar gangrena grave en los intestinos porque
reduce el flujo sanguíneo. Además, las personas que la inyectan tienen marcas de pinchazos
y trayectos venenosos conocidos como “tracks”, usualmente en los antebrazos. Los usuarios
intravenosos también pueden experimentar reacciones alérgicas, ya sea a la droga o a
algunos de los aditivos que se agregan a la cocaína en la calle y, en los casos más severos,
estas reacciones pueden provocar la muerte. El uso crónico causa pérdida del apetito
haciendo que muchos consumidores tengan una pérdida significativa de peso y sufran de
malnutrición.
Glosario
Ácido gamma-aminobutírico (GABA, por sus siglas en inglés): El principal
neurotransmisor inhibitorio en el sistema nervioso central, que proporciona el contrapeso
necesario a las acciones de otros sistemas, particularmente a las del neurotransmisor
excitatorio glutamato.
Adicción: Una enfermedad crónica con recaídas caracterizada por la búsqueda y el consumo
compulsivo de la droga, así como por cambios neuroquímicos y moleculares en el cerebro.
Anestésico: Un agente que causa pérdida de sensación en alguna parte del cuerpo.
Coca: La planta del género “Erythroxylum”, de la cual se obtiene la cocaína.
Corteza frontal: La parte frontal del cerebro que está involucrada en el razonamiento, la
planificación, la solución de problemas y otras funciones cognitivas complejas.
“Crack” o “crac”: El término de jerga usado para la forma de cocaína que se fuma.
“Craving”: Un deseo o antojo vehemente y a menudo incontrolable por las drogas.
Cristales de coca o “freebase”: La forma sólida de la cocaína, que es insoluble en agua y
que se puede fumar. Se produce cuando se procesa su forma de sal de clorhidrato con
amoníaco o bicarbonato sódico, y agua, y luego se calienta para eliminar el clorhidrato (véase
también “crack”).
Dependencia física: Un estado en el que el cuerpo se adapta a una droga y donde el
síndrome de abstinencia sucede si se deja de usar la droga repentinamente. La dependencia
física puede ocurrir con el uso crónico, y hasta apropiado, de muchas drogas, y en sí no
constituye una adicción.
Dopamina: Un neurotransmisor presente en las regiones del cerebro que regulan el
movimiento, la emoción, la motivación y las sensaciones de placer.
Estimulantes: Una clase de drogas que aumenta la actividad de las monoaminas (como la
dopamina) en el cerebro. Los estimulantes causan un aumento en la libido, la frecuencia
cardiaca, la presión arterial y la respiración, y disminuyen el apetito. Incluyen algunos
medicamentos utilizados para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (por
ejemplo, el metilfenidato y las anfetaminas), así como la cocaína y la metanfetamina.
Etileno de cocaína: Un estimulante poderoso que se forma en el cuerpo cuando se consume
la cocaína junto con el alcohol.
Euforia o “rush”: La oleada de placer inmediato después de administrarse ciertas drogas.
Glutamato: Un neurotransmisor excitador que se encuentra por todo el cerebro, que influye
en el sistema de gratificación y está involucrado, entre otras funciones, en el aprendizaje y la
memoria.
Neurona: Una de las células del sistema nervioso.
Núcleo accumbens: Una región del cerebro involucrada en la motivación y la gratificación.
Casi todas las drogas de abuso aumentan directa o indirectamente la dopamina en el núcleo
accumbens, contribuyendo así a sus propiedades adictivas.
Politoxicómano: Una persona que abusa de más de una droga.
Sal de clorhidrato de cocaína: La forma de cocaína en polvo, que es soluble en agua y se
puede inyectar o inhalar (“esnifar”).
Tolerancia: Cuando el cuerpo requiere que se administren dosis cada vez mayores de una
droga para poder obtener el mismo efecto que cuando se usó por primera vez.
Vértigo: Sensación de mareo.
Efectos agudos
El consumo de cocaína aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial, y puede
conllevar a un ritmo cardiaco anormal y ataques cardíacos mortales, incluso en
gente joven y saludable. La cocaína también puede provocar convulsiones y
derrames cerebrales.
El crack o piedra es una forma de cocaína que se fuma y que se prepara a partir
del polvo de cocaína. El crack es relativamente barato. El fumar crack incrementa
no sólo la rapidez y la intensidad del estímulo de la cocaína, sino también el riesgo
de adicción.