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La (foto)novela familiar del neurótico

Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al


meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que
saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio
se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de
llave encuentra los fósforos, sería horrible que el
mundo se hubiera desplazado de golpe…

(Cortázar J., 1962, La Foto salió movida, en


Historias de cronopios y famas)

Cuando el individuo, a medida de su


crecimiento, libérase de la autoridad de sus padres,
incurre en una de las consecuencias más necesarias,
aunque también una de las más dolorosas que el curso
de su desarrollo le acarrea. Es absolutamente
inevitable que dicha liberación se lleve a cabo

(Freud S., 1908, La Novela Familiar del Neurótico)

En la Novela Familiar del Neurótico Freud nos habla acerca de lo doloroso que puede

ser la inevitable pérdida de la unidad que implica liberarse de la autoridad de los padres, esa

separación del Otro. Esa separación no es algo que suceda puntualmente en un momento

determinado de la primera infancia, de la latencia, de la adolescencia, o de la adultez. Es un

proceso que se realiza, se repite, toda la vida, reactualizándose en cada nueva vuelta,

alienación, separación, alienación, separación.

La liberación respecto de la autoridad de los padres, siempre, es no toda, siempre

habrá un resto, un malestar. De todos modos, esto no quiere decir que no se pueda trabajar

respecto a qué malestar, y a cómo habitar ese malestar, hay mucho para ser dicho respecto a

ese asunto. Por otro lado, si la liberación respecto de la autoridad de los padres, siempre, es

no toda, lo mismo vale para la alienación. En cualquier momento puede precipitar el sujeto,

1
claro que para que esto acontezca1 deben suceder, antes, ciertos movimientos, deben

establecerse un encuadre y una escucha.

Antes de hacer algunos comentarios sobre La Casa de las Flores, dejo planteada una

pregunta ¿Qué es más doloroso, liberarse de la autoridad de los padres, o no liberarse de la

autoridad de los padres?

Respecto al culebrón mexicano, lo que me propongo es hacer un ejercicio de lectura

de algunas de las intervenciones del personaje de la madre, Virginia de La Mora. Un primer

comentario en este punto: cuando hablamos, hablamos como hijos, como hijas,

independientemente de si en la vida real ocupemos en determinados momentos otros lugares

en la genealogía familiar, madre, padre, abuela, etc. En tal sentido es que, en este ejercicio

de lectura, podemos interrogar los dichos de Virginia respecto a qué de su liberación respecto

a qué padres.

La novela comienza con la fiesta de cumpleaños de Ernesto, esposo de Virginia. Los

miembros de la familia se van introduciendo en la escena de a uno por vez: aparece Ernesto,

un padre, un esposo, luego Paulina, una hija, después Julian, un hijo, le sigue Elena, una hija,

a continuación Bruno, un nieto, y por último, resignificando la escena, aparece Virginia, una

madre, una hija.

A Virginia la vemos desde el principio preocupada por la imagen de familia que

muestran a los demás, la vemos abocada a sostener la imagen de familia unida y perfecta.

Seguramente, en parte, por motivos de marketing, la imagen de la familia no deja de ser la

imagen de su negocio, La Casa de las Flores. Pero a medida que la novela nos va

1
La noción de acontecimiento de Alain Badiou bien puede ponerse en resonancia con la noción de
precipitación del sujeto lacaniano.

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introduciendo en la trama nos vamos dando cuenta que esa preocupación por la imagen de

unidad va más allá de su negocio, o en todo caso, deberíamos preguntar ¿cuál es su negocio

en todo esto?

En todo esto, la foto familiar aparece como representante del asunto de la imagen de

unidad que se muestra a los otros, y al Otro. La foto familiar es un significante que atraviesa

toda la trama desde el capítulo primero, hasta el último. Es interesante en relación a esto, el

personaje del fotógrafo, que lo vemos aparecer ya en el primer capítulo, cuando Virginia le

pregunta quién es, y él le responde que es el fotógrafo nuevo de la revista x (Virginia,

podemos suponer, conocía al anterior fotógrafo). Desde un principio el fotógrafo se le

aparece a Virginia como un desconocido, como un extranjero, como una amenaza2, hay un

primer extrañamiento en ese punto. A la fiesta que Virginia realiza en su casa ha entrado un

extraño, ya no es el fotógrafo conocido de siempre con el que se podía realizar la misma foto

familiar de siempre, el fotógrafo ya no es familiar. El fotógrafo es la mirada del Otro, o mejor

dicho, el ojo de la cámara, que ya no es familiar, es por donde eso mira. Y esa mirada ya no

es conocida, ahora es extraña, interpela, amenaza.

La otra extraña es la ahorcada. No porque no la conociera, de hecho sí la conocía,

pero no la conocía en tanto amante de su esposo, ni tampoco en tanto ahorcada. Como al

cronopio, a Virgina, el mundo se le desplazó del golpe. La unidad, o mejor dicho, la imagen

de unidad que tenía para ofrecer a la mirada del Otro, pues, ya no la tiene.

2
En este punto, si a Virginia el extranjero se le aparece como una amenaza es porque no se está pudiendo
poner en escena algo del orden de la hospitalidad derridiana, algo de esa apertura al Otro propia de la
asunción de una posición de falta.

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En este punto me parece interesante subrayar lo siguiente. La pérdida de la unidad en el

mundo de Virgina, pienso que podemos pensar, que pasa menos por la unidad efectiva real

de su familia en tanto vínculos, afectos, relaciones, que por la imagen de unidad, de familia

perfecta que ella tenía para mostrar. Lo que se conmueve a partir de la entrada de los extraños,

de lo extraño, de los extranjeros, es la imagen de familia unida. Por eso, lo primero que

intenta hacer Virginia, más allá de la infidelidad, más allá del suicidio, es reestablecer la

imagen de unidad que tenía para mostrar para sus afueras, independientemente si para los

adentros esa unidad no es tal. En tal sentido la escuchamos decir al resto de su familia:

“bueno, ya está, ya pasó, esta es mi casa, quiero pedirles que este secreto se lo lleven a la

tumba”, o sino, también cuando le dice a su esposo: “Tú no te vas a ningún lado, la gente

dice que somos la familia perfecta, eso es lo que quieren ver, y eso es lo que les daremos”.

Es como si lo que le preocupase a Virginia fuera la imagen de unidad que pueda tener para

ofrecer a la mirada del Otro, mirada que está interpretada por el ojo de la cámara extraña. Es

como si la unidad de Virginia estuviera atada a la unidad que le devuelve la mirada del Otro.

Después de todo, como nos ha enseñado Lacan, a propósito del estadio del espejo, la primera

unidad, nos es dada por la mirada del Otro.

Para terminar, digamos algo, en todo esto, sobre la transferencia. Para eso voy a

orientarme, en la lectura de algunos dichos de Virginia a su hija Paulina, a partir pensar a la

transferencia como un “tomar al otro por otro”3.

Analizando los dichos de Virginia a su hija Paulina promediando el final del primer

capítulo, “yo nunca lo hubiera permitido, no soy como tú, hija de judas”, “claro que es tu

3
Acá no sé si la noción de la transferencia como un tomar al otro por otro es de Lacan, o tuya Guillermo. Si
es de Lacan ¿me podrás decir en donde lo dice?. Si es tuya, ¿puedo utilizarla y comentar que es una noción
tuya?

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culpa, bien pudiste evitarlo” podemos leer en éstos que Virginia toma a Paulina por otra. La

toma por la culpable de la unidad perdida, culpable de la unidad, y culpable de la pérdida.

Culpable de la unidad en tanto la toma(ba) por la heredera de su casa de las flores, como

aquella otra que le aseguraba la continuidad de su negocio, sea cual fuera su negocio.

Culpable de la pérdida en tanto Paulina, siguiendo el hilo de los dichos de Virginia, traicionó

esa herencia, esa continuidad del negocio, culpable, así, de la pérdida de ese negocio, de la

perdida de esa unidad, de esa imagen de unidad que Virginia tenia para ofrecer a los otros.

Si los dichos de Virginia estuvieran en análisis, la analista bien podría preguntar:

¿cuándo decís “bien pudiste evitarlo” qué es lo que se hubiera podido evitar?¿qué es lo que

había que evitar?¿la pérdida? ¿la unidad? ¿la pérdida de la unidad perdida? ¿se puede evitar

perder algo que nunca se tuvo?

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