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En la Novela Familiar del Neurótico Freud nos habla acerca de lo doloroso que puede
ser la inevitable pérdida de la unidad que implica liberarse de la autoridad de los padres, esa
separación del Otro. Esa separación no es algo que suceda puntualmente en un momento
proceso que se realiza, se repite, toda la vida, reactualizándose en cada nueva vuelta,
habrá un resto, un malestar. De todos modos, esto no quiere decir que no se pueda trabajar
respecto a qué malestar, y a cómo habitar ese malestar, hay mucho para ser dicho respecto a
ese asunto. Por otro lado, si la liberación respecto de la autoridad de los padres, siempre, es
no toda, lo mismo vale para la alienación. En cualquier momento puede precipitar el sujeto,
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claro que para que esto acontezca1 deben suceder, antes, ciertos movimientos, deben
Antes de hacer algunos comentarios sobre La Casa de las Flores, dejo planteada una
comentario en este punto: cuando hablamos, hablamos como hijos, como hijas,
en la genealogía familiar, madre, padre, abuela, etc. En tal sentido es que, en este ejercicio
de lectura, podemos interrogar los dichos de Virginia respecto a qué de su liberación respecto
a qué padres.
miembros de la familia se van introduciendo en la escena de a uno por vez: aparece Ernesto,
un padre, un esposo, luego Paulina, una hija, después Julian, un hijo, le sigue Elena, una hija,
a continuación Bruno, un nieto, y por último, resignificando la escena, aparece Virginia, una
muestran a los demás, la vemos abocada a sostener la imagen de familia unida y perfecta.
imagen de su negocio, La Casa de las Flores. Pero a medida que la novela nos va
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La noción de acontecimiento de Alain Badiou bien puede ponerse en resonancia con la noción de
precipitación del sujeto lacaniano.
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introduciendo en la trama nos vamos dando cuenta que esa preocupación por la imagen de
unidad va más allá de su negocio, o en todo caso, deberíamos preguntar ¿cuál es su negocio
en todo esto?
En todo esto, la foto familiar aparece como representante del asunto de la imagen de
unidad que se muestra a los otros, y al Otro. La foto familiar es un significante que atraviesa
toda la trama desde el capítulo primero, hasta el último. Es interesante en relación a esto, el
personaje del fotógrafo, que lo vemos aparecer ya en el primer capítulo, cuando Virginia le
aparece a Virginia como un desconocido, como un extranjero, como una amenaza2, hay un
primer extrañamiento en ese punto. A la fiesta que Virginia realiza en su casa ha entrado un
extraño, ya no es el fotógrafo conocido de siempre con el que se podía realizar la misma foto
dicho, el ojo de la cámara, que ya no es familiar, es por donde eso mira. Y esa mirada ya no
cronopio, a Virgina, el mundo se le desplazó del golpe. La unidad, o mejor dicho, la imagen
de unidad que tenía para ofrecer a la mirada del Otro, pues, ya no la tiene.
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En este punto, si a Virginia el extranjero se le aparece como una amenaza es porque no se está pudiendo
poner en escena algo del orden de la hospitalidad derridiana, algo de esa apertura al Otro propia de la
asunción de una posición de falta.
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En este punto me parece interesante subrayar lo siguiente. La pérdida de la unidad en el
mundo de Virgina, pienso que podemos pensar, que pasa menos por la unidad efectiva real
de su familia en tanto vínculos, afectos, relaciones, que por la imagen de unidad, de familia
perfecta que ella tenía para mostrar. Lo que se conmueve a partir de la entrada de los extraños,
de lo extraño, de los extranjeros, es la imagen de familia unida. Por eso, lo primero que
intenta hacer Virginia, más allá de la infidelidad, más allá del suicidio, es reestablecer la
imagen de unidad que tenía para mostrar para sus afueras, independientemente si para los
adentros esa unidad no es tal. En tal sentido la escuchamos decir al resto de su familia:
“bueno, ya está, ya pasó, esta es mi casa, quiero pedirles que este secreto se lo lleven a la
tumba”, o sino, también cuando le dice a su esposo: “Tú no te vas a ningún lado, la gente
dice que somos la familia perfecta, eso es lo que quieren ver, y eso es lo que les daremos”.
Es como si lo que le preocupase a Virginia fuera la imagen de unidad que pueda tener para
ofrecer a la mirada del Otro, mirada que está interpretada por el ojo de la cámara extraña. Es
como si la unidad de Virginia estuviera atada a la unidad que le devuelve la mirada del Otro.
Después de todo, como nos ha enseñado Lacan, a propósito del estadio del espejo, la primera
Para terminar, digamos algo, en todo esto, sobre la transferencia. Para eso voy a
Analizando los dichos de Virginia a su hija Paulina promediando el final del primer
capítulo, “yo nunca lo hubiera permitido, no soy como tú, hija de judas”, “claro que es tu
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Acá no sé si la noción de la transferencia como un tomar al otro por otro es de Lacan, o tuya Guillermo. Si
es de Lacan ¿me podrás decir en donde lo dice?. Si es tuya, ¿puedo utilizarla y comentar que es una noción
tuya?
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culpa, bien pudiste evitarlo” podemos leer en éstos que Virginia toma a Paulina por otra. La
Culpable de la unidad en tanto la toma(ba) por la heredera de su casa de las flores, como
aquella otra que le aseguraba la continuidad de su negocio, sea cual fuera su negocio.
Culpable de la pérdida en tanto Paulina, siguiendo el hilo de los dichos de Virginia, traicionó
esa herencia, esa continuidad del negocio, culpable, así, de la pérdida de ese negocio, de la
perdida de esa unidad, de esa imagen de unidad que Virginia tenia para ofrecer a los otros.
¿cuándo decís “bien pudiste evitarlo” qué es lo que se hubiera podido evitar?¿qué es lo que
había que evitar?¿la pérdida? ¿la unidad? ¿la pérdida de la unidad perdida? ¿se puede evitar