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DODECAFONISMO

Arnold Schönberg nació en Viena y es en esta ciudad donde pasó gran parte de su vida (aunque
tuvo pequeñas estancias en Berlín) hasta que emigró en 1933 a los Estados Unidos donde fue
profesor en la Universidad de California hasta 1944. De joven aprendió a tocar el violín y el
violonchelo y estudió composición por su cuenta y por un breve periodo con Alexander von
Zemlinsky. Schönberg fue educado en el contexto del último romanticismo y alcanzó su madurez
musical en los primeros años del siglo XX cuando llevó el cromatismo de finales del siglo XIX a sus
últimas consecuencias, derivando esto en un abandono de los principios tonales y armónicos en
que se basaba la composición musical.

Las primeras obras de Schönberg tienen una indudable influencia de los compositores
Johannes Brahms y Richard Wagner. Podemos poner como ejemplo su cuarteto de cuerda de
1897 (Brahms) y Noche transfigurada, compuesta en 1899 (Wagner). Obra importante en su
evolución y en la búsqueda de un estilo propio en estos primeros años fue el Cuarteto de cuerda
en Re menor (1904/1905), compuesto en un único movimiento aunque en diferentes puntos de la
obra podemos identificar lo que sería un Scherzo, un movimiento lento y un Rondó. Las influencias
que hemos mencionado anteriormente de Brahms y Wagner podemos considerarlas, en este
cuarteto, definitivamente asimiladas. El aspecto melódico es la cualidad más importante de este
cuarteto: a medida que avanza la obra, la melodía se aleja del inicial contexto tonal, la líneas
melódicas "se desarrollan y combinan contrapuntísticamente, dichas melodías pasan a formar lo
que Schönberg denominaba armonías errantes; la música, aunque no muy disonante, pierde su
definición tonal de manera que la estructura no puede ser entendida por entero en términos
tonales." (Neighbour, O.: La segunda escuela de Viena, Muchnik E.)

Schönberg fue alejándose progresivamente de la tonalidad y es en el periodo de 1907 a 1909


cuando se produjo su ruptura final con ésta y se movió hacia el terreno del cromatismo libre con
una serie de composiciones que influenciaron de forma fundamental el curso de la historia de la
música: su segundo Cuarteto de cuerda Op. 10, Tres piezas para piano Op. 11, Dos canciones Op.
14, el ciclo de canciones Das Buch der Hängenden Gärten, Op. 15, Cinco piezas orquestales Op. 16
y Erwartung Op. 19. En ellas desaparece la tonalidad como punto central de referencia, a cambio,
"el trabajo motívico y la tendencia a igualar las dimensiones horizontales y verticales asumen
mayor responsabilidad." (ídem)

Hay dos aspectos fundamentales en la ruptura de Schönberg con la tonalidad según Robert P.
Morgan*: El primero es la importancia que tienen los tonos no-armónicos, que derivará en la
pérdida de la tendencia a la resolución tonal. Schöenberg lo definió como la "emancipación de la
disonancia". La disonancia será libre y con una entidad armónica propia. El segundo aspecto, muy
relacionado con el primero, es el abandono de las funciones tonales: Una única nota, o la tríada
mayor o menor que se construye sobre esta nota no actúa ya como una referencia funcional
constante para el resto de los tonos.*

Tras el fecundo periodo de 1907 a 1909 Schönberg siguió componiendo pero de una forma menos
prolífica hasta el año 1916. Desde ese año hasta 1923 no hay obras nuevas de Schönberg, aunque
no fueron años de inactividad pues trabajó en varios proyectos como Die Jakobsleiter, sus Piezas
para piano Op. 23 que comenzó en 1920, o la Serenata Op. 24. En estas dos últimas obras
aparecen procedimientos seriales. En el año 1921 inició la composición de las piezas para piano
Op. 25 (preludio e intermezzo). Es en este periodo cuando Schönberg desarrolló su idea sobre su
nuevo método de composición que conocemos como "Dodecafonismo", el cual, en palabras del
propio compositor en su libro Estilo e idea, "surgió de una necesidad".

De acuerdo con su principio de Emancipación de la disonancia, Schönberg creyó durante la mayor


parte de su vida que la gente acabaría aceptando la música atonal y dodecafónica, del mismo
modo que había ido adaptándose durante siglos a estilos crecientemente complejos (y disonantes)
desde el punto de vista armónico.

La naturalidad del sistema dodecafónico vendría dada, por tanto:

1. Porque la atonalidad era el resultado final del proceso de “disolución de la tonalidad” producido
por la música poswagneriana e Impresionista.
2. Porque el serialismo era el resultado final de la evolución del contrapunto y el desarrollo motívico,
tal como lo practicaron los grandes maestros de la tradición alemana: Bach, Beethoven, Brahms…
3. [Tal como han señalado teóricos más recientes (como George Perle)] Porque el dodecafonismo
constituye una extensión (y sistematización) del principio Impresionista del acorde-escala a la
escala de la que provienen todas las escalas occidentales: La escala cromática temperada.

La serie dodecafónica

El dodecafonismo se basa en la igualdad entre los doce sonidos de la escala cromática. Para ello, el
primer paso de esta técnica es escoger el orden de esos doce sonidos y obtener lo que se
denomina una serie dodecafónica. Esta serie nos servirá de base para toda la composición. Con
ella, respetando el orden de aparición de las notas (regla básica es que cuando una nota aparece
no puede volver a aparecer hasta que hayan salido todas las demás notas de la serie) tenemos el
material tanto para la melodía como para los acordes, teniendo en cuenta que las series, en
dodecafonismo, indican solamente la sucesión de notas, no indica ni registro ni duración. Debido a
que usar una sola serie limitaría bastante los recursos para la composición, la serie primigenia
elegida puede sufrir diversas variantes: serie retrógrada, serie invertida, serie invertida retrógrada
y serie transportada. En resumen, podríamos trabajar con las siguientes estructuras:

 Una serie original en la que ordenamos los doce sonidos de la escala cromática.
 Una serie retrógrada en la que los doce sonidos son leídos hacia atrás, del número 12 al 1
 Una serie invertida que se obtiene de la serie original cambiando los intervalos
ascendentes en descendentes y viceversa.
 Una serie invertida retrógrada.
Además, estas cuatro formas básicas de la serie pueden transportarse para comenzar en otra nota.

La composición dodecafónica está basada en la utilización en la serie. Existen 12! (≈ 479 millones)
ordenaciones posibles de los doce sonidos, aunque, como veremos, este número debería dividirse
entre 48 si tenemos en cuenta ciertas relaciones de dependencia entre unas series y
otras (transposición, retrogradación, etc.).
Para ilustrarla utilizaremos la Suite op 25

La Suite op. 25 es la más extensa de sus obras para piano. Consta de los siguientes
movimientos: Preludio, Gavota, Musette, Intermezzo, Minueto, Trío, Giga. Como hemos
mencionado antes, el Praeludium y el intermezzo comenzó a componerlos en el año 1921
mientras que el resto se sitúa en el año 1923.

En esta Suite Schönberg utiliza la siguiente serie:

1. Los sonidos inicial (0) y final (11) forman un intervalo de tritono (6 semitonos, la mitad de la
octava).
2. Los intervalos inicial (0-1) y final (10-11) son de un semitono.
3. Los sonidos (2-7) forman una estructura interválica simétrica: el intervalo central es de 3
semitonos, el anterior y el posterior de 5 semitonos y los situados en los extremos de tritono (6
semitonos).
4. Los sonidos (8-11) leídos en sentido inverso en notación alemana forman la palabra B-A-C-H (por
el compositor Johann Sebastian Bach), donde B=Si♭, A=La, C=Do y H=Si♮. Estos cuatro sonidos
constituyen el motivo principal de la obra.

La serie principal y sus doce transposiciones

El sistema dodecafónico permite la utilización de las doce transposiciones de la serie principal. Es


decir, de las series obtenidas al elevar o rebajar toda la serie un determinado número de
semitonos. A las doce series resultantes se las denomina “P” más un número que indica el número
de semitonos que ha sido elevada con respecto a la principal. Así, P0 es la serie principal, P1 la
serie principal elevada un semitono, etc, hasta llegar a P11, que es la serie principal elevada once
semitonos (o lo que es lo mismo, rebajada un semitono.)
La serie P6 guarda una relación especial con la serie P0, pues intercambian sus notas iniciales y
finales (Mi y Si♭). Esto solo ocurre entre dos transposiciones de una misma serie cuando
los sonidos iniciales y final de la serie forman un tritono.

Pero en esta obra Schoenber utiliza ocho series distintas, todas ellas relacionadas por medio de
transportes del tritono característico de la serie original (primera y última nota):

El Preludio (nº1) de la Suite op.25 de Schönberg

Las 12 transposiciones de la serie principal (P0-P11), sus 12 inversiones (I0-I11), más las 24
retrogradaciones de todas ellas (R0-R11 y RI0-RI11) forman las 48 series derivadas que
constituyen la “materia prima” de una obra dodecafónica. Estas 48 series pueden ordenarse de
forma astuta para formar una matriz dodecafónica que contiene todas las series en una única
tabla
En esta matriz encontramos la serie principal (P0) y su retrógrada (R0) en la primera línea (la
retrógrada leyendo de derecha a izquierda), así como la inversión de la serie principal (I0) y su
retrógrada (RI0) en la primera columna (la retrógrada inversa leída de abajo a arriba). Las
transposiciones de estas series están dispuestas de forma que encajen unas con otras como en un
crucigrama.

La Serie puede utilizarse libremente, por lo que es difícil reconocerla auditivamente si se secciona.

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