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Un enfoque que dirige su mirada al un sujeto ; para entender lo que singulariza al sujeto de los
demás.
Este enfoque, tiene como dimensión básica, reconocer la existencia de fenómeno inconscientes y
por lo tanto de la transferencia “…el ejemplo más perfecto de un enfoque clínico, es el enfoque
psicoanalítico” : la relacion entre e paciente y el terapeuta.
Claudine Blanchard Laville dice: “enfoque clínico se trata de preocuparse de los procesos
inconscientes, para aprender como aprehender estos problemas ya que por definición actúan a
pesar de sujeto”. “hoy cuando se habla de enfoque clínico en ciencias humanas, no se habla de
patología. Sin embargo parece que en la sociedad esto todavía se piensa”. “Es necesario terminar
con este mal entendido y saber que se ha salido del estudio de la patología; lo que no quiere decir
que no interesa el sufrimiento de los sujetos…”
El adjetivo clínica , hace referencia a una postura, una ética, un modo de leer las situaciones y de
intervenir sin interferir.
Un enfoque clínico se preocupa por entender un sujeto o un tema singular . La palabra remite a
dos cosas: una escucha particular de lo que siente un sujeto , la posibilidad de teorizar de manera
suficiente a partir de lo que se conoce y lo que se comprende de los sujetos.
Construcción teórica
Entiendo a la teoría como una red que nos permite ser libres en la creación de nuevos modos de
intervención en la práctica.
En disciplinas como la nuestra, la cuestión teórica pasa a ser más importante que en las llamadas
ciencias duras. Porque nosotros creamos el objeto con el que vamos a trabajar. Tal objeto surge de
la construcción teórica. La teoría tiene que ver con momentos en que nos detenemos para
reconocer aquello que estamos produciendo.
Hacer pensable nuestra práctica es un propósito común a toda construcción teórica , además
coincide con el propio objeto de la intervención psicopedagógica. La PSP tiene como propósito
abrir espacios objetivos y subjetivos de autoría de pensamiento.
La teorización se da en un lugar que a su vez también está en construcción, lugar “entre”, que se
relaciona con el espacio transicional conceptualizado por winnicott, cómo es espacio de
creatividad y del jugar. Ese “entre” hace referencia a la objetividad y a la subjetividad. Es el lugar
de trabajo de la PSP. “entre” también quiere decir entre certeza y duda, de acá la importancia de
la pregunta. La riqueza de la pregunta, tiene que ver con la posibilidad de preguntarse, está se da
en la posición “entre” : entre lo que se conoce y aquello que no se conoce.
La palabra intervenir: inter-venir, venir entre ¿Entre que? Entre quien interviene y el otro.
Analizando desde que posición estamos interviniendo, conseguiremos herramientas para producir
nuevas intervenciones, en cuanto cambiemos de lugar.
La conducción teórica va surgiendo espontánea y trabajosamente, con alegría y con angustia. Los
participantes consiguen realizar descubrimientos en relación a su propia práctica.
Tener un sustrato teórico permite descubrir, crear, decidir y elegir cuáles son las técnicas que van
a usar.
¿Cuáles son los problemas que ocupan a los PSP? Se trata de la intervención clínica con niños y
adolescentes con problemas de aprendizaje escolar.
Un problema de aprendizaje está siempre referido a una representación del aprendizaje. Los
problemas lo son en función de una conceptualización del aprendizaje.
El concepto de aprendizaje que manejemos podría convertirse en el instrumento que nos permita
evaluar la pertinencia tanto como la necesidad de reformular conceptos de otras disciplinas en
relación con los problemas que nuestra práctica plantea.
Ciertas teorías del aprendizaje “necesitan” un sujeto incorporador-pasivo, mientras que otras
reclaman actividades, creación de novedades y autonomía.
El niño presenta conductas estas deben ser “observables”: observación e intervención que se
encuentran atravesadas por la conceptualización del aprendizaje.
Se piensa que la regularidad de las formas de conocimiento es absoluta y así , por lo tanto, el psp
no puede advertir ninguna novedad en la producción de un niño sino solo la medida del déficit que
lo aleja de “El Observable”. A la misma vez que se supone que el objeto es uno, al sujeto se lo debe
pensar de la misma manera, como uno.
Las investigaciones clínicas deben entonces dirigirse a intenta reconstruir el proceso de interacción
entre un sujeto y un objeto de conocimiento a partir del supuesto constructivista de la
insociabilidad sujeto-objeto.
EL otro termino del que hablamos es interacción, es suponer alguna existencia en la realidad,
suponer que lo real interviene en el conocimiento.
Un psicopedagogo no puede concluir un diagnostico y no saber que le pasa al niño con la lengua
escrita o con las matemáticas; no puede concluido un diagnostico sin haber visto al niño en
interacción con los números o las letras.
Otro termino que se utiliza es apropiación, en el sentido de tomar para si algo del otro: la
apropiación carecería de todo sentido si no hubiese otros, pero al mismo tiempo decimos que se
trata de la apropiación de lo que él mismo construyó. Pensar que hay un proceso de apropiación
del conocimiento nos permite ubicar que hay otros que han ubicado a ese niño posición de
construir lo que el otro le ofrece y que esa construcción que el sujeto lleva a cabo se articulara con
la oferta y la excederá.
Otro termino es haciendo referencia a las particulares del objeto, del cual la definición también
habla, estas son consideradas como constitutivas del conocimiento.
Frente a la relacion sujeto-objeto los psicopedagogos suelen profundizar en las vicisitudes del
sujeto dejando de lado al objeto y abandonando así sin saberlo las tesis constructivistas e
interaccionistas que dicen sostener.
Otro termino es interacción social: esta no es pensada como marco, como entorno, como
exterioridad, sino como parte constitutiva y esencial del proceso de aprendizaje. Esto implica que
el diagnóstico incluirá necesariamente información acerca de las características del grupo de pares
del que el niño forma parte, así como de la institución escolar a la que asiste.
Pensar en la interacción social como necesaria supone, de alguna manera, sostener que el
aprendizaje es un proceso mediatizado, es decir, que no hay aprendizaje inmediato a partir de la
experiencia.
Se acumula información bajo el supuesto de que en un hipotético final, toda ella poder ser
“articulada” en una “sintesis”.
Si afirmamos que el niño construye los conocimientos en los dominios específicos de un el modelo
de la equilibración, entonces un proceso diagnostico deberá poder decirnos algo acerca de las
formas peculiares que ella adopta, por ej, en los niños psicóticos en general y en cada niño
psicótico en particular. El proceso de equilibración es presentado por la psicología genética a partir
de sus rasgos as generales.
La clinica psp no es un lugar de aplicación de conocimientos, puesto que desde una posición
semejante perdemos toda posibilidad de oír y ver a un sujeto que quedara inevitablemente oculto
tras las descripciones propuestas por los resultados de las investigaciones de base.
Tercer problema: dejar lugar para lo que no se sabe. Las relaciones con el psicoanálisis
La psicología genética consiste en dejar actuar al niño en completa autonomía o que la relacion
efectiva y concreta entre el adulto y el niño haya sido borrada de los protocolo piagetianos no
impide de ninguna manera que afirmemos que el acto cognitivo implica siempre por lo meno tres
términos: sujeto, objeto, el otro.
El aprendizaje escolar se reduce a una relacion bipolar de un sujeto indeterminado con un objeto
x.
No existe un sujeto que aprende en quien “lo emocional” interfiere como desde afuera. No existe
una posibilidad de aprender al margen de la subjetividad; desde el principio, desde las
precondiciones que inauguran la posibilidad de aprender de un sujeto, esta el Otro.
No podemos dejar fuera en ningún momento la posición subjetiva del niño que aprende.
La posición psíquica del niño no ejerce su influencia desde una supuesta exterioridad sino desde el
interior mismo del proceso de aprendizaje.
Cuarto problema: el cuerpo del niño no puede quedar fuera. La posición del psp frente a la falla en
la estructura biológica.
Quinto problema: los contenidos del aprendizaje escolar. La legalidad propia de los objetos de
conocimiento. Génesis de las hipótesis infantiles en los dominios específicos.
Ya sea que ayudemos a un niño en su situacion escolar, ya sea que juguemos al bowling o a la
vendedora o a la carrera de autos, en todo momento se harán presentes situaciones que tendrán
que ver con la lectura, con la escritura o con las matemáticas porque ello nos ocurre así, a todos,
en cualquier lugar y durante toda nuestra vida, y que llegado el momento tenemos la obligación
de conocer acerca de como intervenir de manera de favorecer en el niño la construcción de
hipótesis sobre los objetos de conocimiento de cuya transmisión se encarga la escuela.
La intervención en la escuela, con el equipo del gabinete escolar, con la docente a cargo del año o
la sala o con la maestra integradora puede tomar formas absolutamente diferentes según las
necesidades y posibilidades de cada uno de ellos.
Psicopedagogía e interdisciplina: la posibilidad de abandonar certezas para que surja una verdad
El trabajo interdisciplinario implica en si mismo una puesta en cuestión del propio cuerpo teorico-
clinico que guía la intervención en el transcurso del tratamiento.
Hay una discusión sobre el estado del yo en los primeros meses de la infancia. Las experiencias
atribuidas al bebe dependerán del cuadro que se tenga de su yo en cada etapa.
Según Melanie Klein hay suficiente yo al nacer como para sentir ansiedad, utilizar mecanismos de
defensa y establecer primitivas relaciones objetales en la fantasía y en la realidad.
En las primeras etapas del desarrollo el yo es lábil, se halla en estado de constante fluencia, su
grado de integración varia día a día, y hasta de un momento a otro.
El yo inmaduro del bebe está expuesta desde el nacimiento a la ansiedad provocada por la innata
polaridad de los instintos. Cuando se ve enfrentado con la ansiedad que le produce el instinto de
muerte, el yo lo deflexiona. Esta deflexión del instinto de muerte, descrita por Freud, consiste
según Melanie Klein, en parte en una proyección, en parte en la conversión del instinto de muerte
en agresión.
Lo mismo que pasa con el instinto de muerte para con la libido. El yo proyecta parte de ella fuera,
y la restante la utiliza para establecer una relacion libidinal con ese objeto ideal. El yo tiene
relacion con dos objetos: el objeto primario, el pecho, esta en etapa disociado en dos partes, el
pecho ideal y el persecutorio. La fantasía del objeto ideal se fusiona con experiencias
gratificadoras de ser amado y amamantado por la madre externa real. En forma similar la fantasía
de persecución se fusiona con experiencias reales de privación y dolor, atribuidas por el bebe a los
objetos persecutorios.
A su vez la privación se convierte no solo en falta de gratificación, sino también en amenaza de ser
aniquilado por los perseguidores. -el objetivo del bebe se trata de adquirir y guardar dentro de si
al objeto ideal, e identificarse con ese, que es para el quien le da vida y lo protege, y mantener
fuera el objeto malo y las partes del yo que contienen el instinto de muerte-.
La escisión se vincula con la idealización del objeto ideal, cuyo propósito es mantenerlo bien
alejado del objeto persecutorio y hacerlo invulnerable. Esta idealización extrema se vincula con la
negación, cuando la persecución es intolerable se la puede negar completamente. Esta negación
se basa en la fantasía de total aniquilación de los perseguidores. A veces el yo se identifica con
este objeto pseudo-ideal.
La identificación proyectiva tiene muchos propósitos: se la puede dirigir hacia el objeto ideal para
evitar la separación, o hacia el objeto malo para obtener control de la fuente de peligro. Se
pueden proyectar varias partes del yo con diversos propósitos: se pueden proyectar partes malas
del yo tanto para liberare de ellas como para atacar y destruir el objeto; se pueden proyectar
partes buenas para evitar la separación o para mantenerla a salvo de la maldad interna, o para
mejorar al objeto externo.
La identificación proyectiva origina diversas ansiedades. Las mas importantes son: el miedo de que
el objeto atado proyecte soobre uno en retaliación, y la ansiedad de tener partes de uno mismo
aprisionadas y controladas por el objeto en el que se las ha proyectado.
Mecanismos esquizoides: escisión del objeto y del yo en una parte buena y en una mala; la
idealización del objeto bueno y la escisión de la parte mala del yo en pequeños fragmentos; la
proyeccion de partes malas en el objeto con la sensación resultante de ser perseguido por
multitud de objetos malos.
El bebe normal no pasa la mayor parte del tiempo en estado de ansiedad. Por el contrario, en
circunstancias favorables para la mayor parte del tiempo durmiendo, mamando, disfrutando, de
placeres reales o alucinados, y de este modo asimilando gradualmente su objeto ideal e
integrando su yo. Pero todos los bebes tienen periodos de ansiedad, y las ansiedades y defensas
que constituyen el núcleo de la posicion esquizo-paranoide son parte normal del desarrollo
humano.
Además, en una personalidad bien integrada, todas las etapas del desarrollo quedan incluidas.
La escisión es la base de la represión. (Si la escisión temprana es excesiva y rígida, la represión será
probablemente excesiva rigidez neurótica. Cuando la escisión temprana ha sido menos severa, la
represión lesionara menos al sujeto, y el Icc estará en mejor comunicación con la mente
consciente.
También la identificación proyectiva tiene sus aspectos valiosos. Es la forma más temprana de
empatía, y la capacidad para “ponerse en el lugar del otro” se basa tanto en la identificación
proyectiva como introyectiva. Al proyectar partes de si en el objeto e identificar partes del objeto
con partes del yo, el yo forma sus primeros y más primitivos símbolos.
Debemos considerar, también, que los mecanismos de defensa de la posición esquizo-paranoide,
como una etapa progresivas del desarrollo.
Cuando las experiencias buenas predominan obre las malas, el yo llega a creer que el objeto ideal
prevalece sobre los objetos persecutorios y que su propio instinto de vida predomina sobre su
propio instinto de muerte.
A medida que el yo se siente mas fuerte y con mayor afluencia de la libido, va disminuyendo la
escisión dentro del yo.
El yo se prepara para integrar sus objetos, para integrarse el mismo y, por la disminución de los
mecanismos proyectivos, distingue cada vez mejor entre lo que es Yo y lo que es objeto. De este
modo se prepara el terreno para la posicion depresiva. Pero la situaciones muy diferente cuando
las experiencias malas predominan sobre las buenas, situacion que describiré al tratar la
psicopatología de la posicion esquizo-paranoide.
A medida que los proceso de escisión, proyeccion e introyección le ayudan a ordenar sus
percepciones y emociones y a separar lo bueno de lo malo, el bebé se encuentra ante dos objetos
: un objeto idea y un objeto malo. Ama al objeto ideal, trata de adueñarse de el , de conservarlo y
de identificarse con el. En el objeto malo ha proyectado sus impulsos agresivos y lo siente como
una amenaza para sí mismo y para su objeto ideal.
Si el desarrollo se efectúa en condiciones favorables, se puede identificar cada vez mas con su
objeto ideal, y gracias a esta identificación y al crecimiento y desarrollo fisiológico de su o, siente
que este se va fortaleciendo y capacitando para defenderse a si mismo y al objeto ideal.
El bebe tolera mejor el instinto de muerte dentro de si y decrecen sus temores paranoides;
disminuyen la escisión y la proyeccion y gradualmente puede predominar el impulso a la
integración del yo y del objeto.
Pero cuando los procesos integradores se hacen mas estables y continuos surge una nueva fase
del desarrollo: la posicion depresiva.
Melanie Klein definió la posicion depresiva como la fase del desarrollo en que el bebe reconoce un
objeto total y se relaciona con dicho objeto.
Comienza a percatarse de que sus experiencias buenas y malas no proceden de un echo o madre
buena y de un pecho o madre mala, sino de la misma madre que es a la vez la fuente de los bueno
y lo malo.
Este cambio en la percepción del objeto se acompaña de un cambio fundamental en el yo, pues a
medida que la madre se convierte en objeto total, el yo del bebe se convierte en un yo total,
escindiéndose cada vez menos en sus componentes buenos y malos. La integración del yo y del
objeto prosiguen simultaneamente.
Al percibir a la madre como objeto tota, el bebe puede recordarla, o sea, recordar gratificaciones
anteriores en momentos en que la madre parece frustrarlo, y anteriores experiencias de
frustración mientras ella lo esta gratificando.
Como este objeto interno bueno forma de núcleo del yo y del mundo interno del bebe, surge en el
bebe la ansiedad de poder ser él mismo el autor de la completa destrucción de su mundo interno.
El bebe bien integrado, puede evocar y conservar su amor por el objeto bueno, incluso mientras lo
odia, esta expuesto a nuevos sentimientos durante la posicion esquizo-paranoide: el duelo, la
nostalgia por el objeto bueno al que se siente perdido y destruido, y la culpa, una experiencia
depresiva típica provocada por el sentimiento de que perdido a su objeto bueno por su propia
destructividad.
El bebe descubre su propia realidad. Advierte su propia existencia, y la de sus objetos como seres
distintos y separados de él. Advierte sus propios impulsos y fantasías, y comienza a distinguir entre
fantasía y realidad externa.
El bebe descubre gradualmente tanto los limites de su odio como los de su amor, y a medida que
su yo crece y se desarrolla encuentra cada vez mas recursos para influir realmente sobre la
realidad externa.
Una vez alcanzado este momento del desarrollo, el bebe ha establecido su relacion con la realidad.
El punto de fijación de las enfermedades psicoticas yace en la posicion esquizo-paranoide y en los
comienzos de la posicion depresiva. Cuando se produce una regresión a estos puntos tempranos
del desarrollo, el sentido de realidad se pierde y el individuo se psicotiza.
Con la progresiva elaboración de la posicion depresiva cambia totalmente la relacion con los
objetos. El bebe adquiere la capacidad de amar y respetar a las personas como seres separados ,
diferenciados. Puede ahora reconocer como propios sus impulsos, responsabilizarse por ellos y
tolerar la culpa. Esto lo estimula a aprender gradualmente a controlar sus impulsos.
A medida que se aproximan entre si el objeto ideal y el objeto persecutorio durante la posicion
depresiva, el superyo se integra mas y es vivenciado como un objeto interno total, amado con
ambivalencia.
El superyo no es solo la fuente de los sentimientos de cup sino también un objeto de amor, y es
además un objeto que lo ayuda en su lucha contra los impulsos destructivos.
En este punto se puede ver la génesis de la formación de símbolos. Los procesos de sublimación y
de formación de símbolos están estrechamente vinculados con conflictos y ansiedades de la
posicion depresiva, y son una consecuencia de estos.
A medida que el bebe pasa por repetidas experiencias de duelo y reparación, de perdida y
recuperación, su yo se enriquece con los objetos que ha debido recrear en su interior y que ahora
se hacen parte de él.
La organización de las defensas maniacas durante la posicion depresiva incluye mecanismos que
ya se manifestarían durante la posicion esquizo-paranoide: escisión, idealización, identificación
proyectiva, negación, etc.
Las defensas maniacas por estas destinadas primordialmente a impedir que se experiencie la
realidad psíquica, combaten el propósito mismo del proceso analítico, en la medida en que este
propósito es procurar que se experiencie plenamente la realidad psíquica y se adquiera insight de
ella.
La relacion maniaca con los objetos se caracteriza por una triada de sentimientos: control, triunfo
y desprecio.
Controlar el objeto es una manera de negar la propia dependencia de el, pero al mismo tiempo
una manera de obligarlo a satisfacer una necesidad de dependencia. El sentimiento de triunfo se
incrementa como parte de las defensas maniacas porque sirven para mantener a raya los
sentimientos depresivos que de otro modo surgirían, tales como sentir nostalgia del objeto,
extrañarlo y echarlo de menos. Despreciar el objeto es también negar directamente cuanto se lo
valora.
A veces se puede preservar en parte cierta preocupación por el objeto, y los mecanismos
maniacos se pueden utilizar también en forma reparatoria, presentando la reparación maniaca un
problema propio muy especial.
“el sujeto es sano en cuanto aprehende la realidad en una perspectiva integradora y tiene
capacidad para transformar esa realidad, transformarse a la vez el mismo.
La concepción del hombre, de la naturaleza, del orden social e histórico y de sus interrelaciones se
constituye como lugar teórico y de sus interrelaciones se constituye como lugar teórico, explicito o
implícito desde donde e plantea el problema del sujeto y su comportamiento.
Se sitúa, en tanto ser social, desde el interior de un sistema social de representaciones, que iene
sus condiciones de producción, de emergencia en el complejo de relaciones sociales, culturales,
económicas que sustituyen el escenario (contexto)
El conocimiento humano, los sistemas sociales de representación de lo real tiene una historia
social.
La concepción del sujeto en el pensamiento de Pichon Riviere, mi intensión es mostrar como este,
fundamenta una psicología y la define como social, a partir de su concepción del sujeto, como
social e históricamente determinado, como configurándose en un interjuego con un contexto que
se le da siempre entretejido de vínculos y relaciones sociales.
A partir de la concepción del hombre y el mundo de la tarea terapéutica que revelan la estructura
dialectica de la subjetividad, es que Pichon Riviere plantea “una nueva problemática”
la concepción pichoniana del sujeto lo define como emergente configurado en un sistema vincular
a partir del interjuego fundante entre necesidades y satisfaccion, interjuego que remite a su vez a
una dialectica intersubjetiva.
Pichon Riviere conceptualiza en términos de dialectica entre necesidad y satisfacción, entre sujeto
y trama vincular en las que las necesidades del sujeto cumplen su destino vincular de gratificación
o frustración, causas internas y condiciones externas que operan en la constitución del sujeto.
Desde las primeras experiencias las necesidades del sujeto se transforman, cambian de calidad a
partir de l incorporacion del sujeto.
El objeto se inscribe en el sujeto configurando su interioridad.
Sujeto en el contexto interaccional (familiar) que opera como el conjunto de sus condiciones de
producción: que aun lo fantasmática manifiesta, remite, no solo a la presencia sino a la acción
concreta del Otro, del objeto, que se mueve hacia la gratificación a la frustración.