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FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL
“FUERZAS ARMADAS Y POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ”
Curso:
Defensa Nacional Y Derechos Humanos
Docente:
Muñoz Oyarce Bruce Eugenio
Alumnos:
Chilon Abanto, Luz Clarita
Julon Caruajulca, Dany
Teran Ayay, Kevin
Villanueva Rodriguez, Jhon Kenedy
Cajamarca-2018
INTRODUCCION
La seguridad de la nación es competencia esencial y responsabilidad del Estado. Y está
fundamentada en el desarrollo integral y en la corresponsabilidad entre el Estado y sociedad civil,
condiciones que promueven el goce y ejercicio de los derechos y garantías en los ámbitos
económicos, social, político, cultural, geográfico, ambiental y militar, correspondiéndole a las
Fuerza Armada Nacional como expresión militar del poder nacional en Perú, garantizar la
independencia, soberanía nacional y el respeto a los más sublimes y valores expresados en el
preámbulo y texto de la Constitución de la Republica Peruana.
El presente trabajo titulado fuerzas armadas y policía nacional del Perú, tiene como objetivo,
desarrollar la importancia que poseen estas instituciones en la seguridad interna de nuestro país.
Asimismo, analizar la historia, dar a conocer las funciones que cumplen.
De tal forma que los lectores puedan tener conocimiento acerca de la importancia de estas
instituciones en nuestro país y tener una idea clara de las funciones que estas tiene para con la
ciudadanía.
Aunque la historia bélica del Perú tiene antecedentes desde los orígenes del imperio incaico, su
actual origen, organización y diversificación se dio en la década de los años 1950. El Perú obtuvo
la experiencia de la Segunda Guerra Mundial y decidió organizar su poderío bélico y de seguridad
en el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Perú no envió tropas a Europa o África (como lo
hizo Brasil), más bien tuvo la misión de proteger la refinería de Talara, centro de vital importancia
para los Aliados, ya que proveía de gas para las naves, a su vez sirvió como base aérea. Esta
defensa estuvo a cargo de la Marina de Guerra del Perú.
Las fuerzas armadas del Perú habituadas y entrenadas en operaciones bélicas por décadas
de terrorismo y narcotráfico, enfrentaron un conflicto armado con Ecuador durante el gobierno
de Alberto Fujimori en 1995, que dio como resultado un breve pero intenso enfrentamiento que
finalizó con el Acuerdo de Paz de Itamaraty, apoyado por numerosos países y organizaciones
internacionales. Debido a la lucha contra el narcoterrorismo, Perú es uno de los países
de Latinoamérica con mayor inversión en implementación de material bélico, pero sin llegar al
armamentismo.
Durante los últimos años se ha visto la necesidad de modernizar y adquirir armamento moderno,
con el fin de mantener un poder disuasivo frente a amenazas externas o internas. Dentro de las
modernizaciones y actualizaciones efectuadas en la década de los 70 y 80 del siglo pasado se
encuentran los submarinos tipo 209 de origen alemán, tanques T-55 rusos y aviones
cazabombarderos Mirage 2000 de origen francés, asimismo los aviones Su-25 y MiG-29, ambos
rusos a finales del siglo.
En cuanto a adquisiciones se encuentran dos buques tanques y cuatro fragatas Clase Lupo de
origen italiano, siendo las últimas adquisiciones, el próximo reemplazo por baja de dos unidades
navales más y se evalúa la compra de aviones cazabombarderos Su-30 rusos, dos fragatas clase
maestrales y helicópteros de ataque y transporte, posiblemente Kamov Ka-50 y tanques T-
90rusos, también se adquirió sistemas antitanque Spike y Kornet.
1.2 MISION
Las fuerzas armadas de la República del Perú están encargadas de defender la soberanía
del Estado y "la seguridad de los peruanos". Planean, preparan y coordinan la dirección y
conducción de las operaciones militares conjuntas de las Instituciones Armadas en el cumplimiento
de los objetivos de la política de Defensa Nacional, asegurando su máxima eficacia en
concordancia con los recursos logísticos y presupuestales asignados, y en observancia de los
principios de interoperabilidad, eficiencia y accionar conjunto.
El Día de las Fuerzas Armadas del Perú fue instituido el 24 de septiembre de 1977, mediante el
Decreto Supremo Nº 003-77- CCFF publicado el 10 de enero de 1977; con ocasión de la
consagración de la Virgen de La Merced, Patrona de los Institutos Armados y Gran Mariscala del
Perú.
La Constitución señala que las Fuerzas Armadas existen para defensa de la patria, son esenciales
para la seguridad nacional y garantizar el orden institucional de la República (art. 90, inc. 2º).
El precepto alude a la defensa en el campo bélico, pues se parte de la base que todos "los chilenos
tienen el deber fundamental de honrar a la patria, de defender su soberanía y de contribuir la
seguridad nacional y los valores esenciales de la tradición chilena" ( art. 22, inc. 2º).
En actas, se dejó constancia que Carabineros de Chile, aun cuando no tiene por función habitual
o específica la defensa de la patria, podría por su capacidad y permanencia incorporarse a ella.
Aun cuando la doctrina de la seguridad nacional, en su concepción actual, puede ser cuestionada
como misión de las Fuerzas Armadas, su inclusión en el texto constitucional obedeció a una clara
aceptación de ella por el constituyente.
En efecto, su informe señala: "La Seguridad Nacional, en sus términos modernos, tiene una amplia
y profunda significación ya que no sólo comprende la defensa de la patria, de la integridad territorial
de la Nación y de la soberanía del Estado, sino que involucra también el concepto de un desarrollo
integral que capacite al país para lograr el cumplimiento de los grandes objetivos nacionales y
precaver o superar con éxito las situaciones de emergencia que pongan en peligro el cumplimiento
de esos objetivos" (Informe de la Comisión de Estudios, p. 274)
Cabe señalar que existe una estrecha relación entre el precepto constitucional que consagra que
las Fuerzas Armadas son esenciales para la seguridad nacional, y el que les encomienda la
facultad genérica y amplia de expresar sus puntos de vista en todas aquellas materias que las
comprometen (art. 96, letra b) (Sesión Nº 379 p. 2736)
Las Fuerzas Armadas -según se infiere de las actas- no sólo deben respetar el orden institucional
y someterse a él, sino, además, garantizarlo.
Se sostiene que cuando han fallado todos los demás recursos y mecanismos constitucionales, la
defensa del orden institucional queda entregada en último término a las Fuerzas Armadas y
Carabineros.
La Comisión propuso consagrar en el texto el carácter de "garantía última" que en este ámbito les
corresponderá a las Fuerzas Armadas, atendido que "el orden institucional de la República" lo
garantizan todas las instituciones consignadas en la Constitución, Presidente de la República,
Congreso Nacional, Tribunal Constitucional, Tribunales de Justicia, Contraloría General de la
República, entre otras instituciones.
La expresión "última" se establecería para limitar la intervención de las Fuerzas Armadas sólo al
final del proceso, después de que hubieran actuado ineficazmente los restantes órganos o
autoridades encargados de garantizar y defender la institucionalidad. Prevalece, en definitiva, la
idea de la defensa permanente que las Fuerzas Armadas deben hacer del orden institucional, por
lo cual de consagrarse el adjetivo "última" podría verse debilitado.
Las Fuerzas Armadas y Carabineros, como cuerpos armados, son esencialmente obedientes y no
deliberantes. Las Fuerzas dependientes del Ministerio encargado de la Defensa Nacional son
además profesionales, jerarquizadas y disciplinadas (art. 90, inc.4º)
En general se estima que un cuerpo armado está constituido por un potencial humano preparado
en un aspecto específico de la ciencia militar, estructurado en unidades o cuadros que tienen
"poder de fuego", con la consecuente capacidad de acción y reacción armada.
Bajo este concepto sólo se considera a las Fuerzas Armadas -Ejército, Armada y Fuerza Aérea- y
Carabineros, que reúne dichas características, excluyéndose aInvestigaciones, no obstante su
dependencia del Ministerio encargado de la Defensa Nacional, y a pesar de que su ley orgánica
faculta a sus efectivos para usar armas.
Reviste dos aspectos, por un lado, su sometimiento al orden institucional de la República, el cual
además deben garantizar, y, por el otro lado, la obediencia jerárquica, que se deriva de la
estructura piramidal bajo la cual están organizadas.
Si las Fuerzas Armadas y Carabineros, en su estructura y acción, deben encuadrarse en la
Constitución y la ley, quedan en ese sentido sometidas a las autoridades y órganos que allí se
establecen. Y especialmente al Presidente de la República, al que el constituyente le confiere un
conjunto de atribuciones de carácter militar.
El deber de obediencia no es ilimitado, pues se trata de una "obediencia reflexiva", lo que significa
que el subalterno tiene la facultad de "discernir", pudiendo representar al superior la ilegalidad y
deberes de cada institución, en todo lo que diga relación con su función específica.
La expresión "no deliberantes", que empleaba también la Constitución de 1925, no resulta del todo
adecuada, y su consagración en el nuevo texto mereció dudas a algunos comisionados. En efecto,
sus miembros -se dijo- deliberarán permanentemente, desde luego, sobre los problemas de la
seguridad nacional que les atañen de manera directa. Incluso, se dijo que con mayor razón
deberán hacerlo en el futuro, ya que integrarán diversos organismos en los cuales, para poder
resolver, necesariamente tendrán que deliberar. (Sesión Nº 379 p. 2773)
Siempre se ha entendido, y así además se infiere de las actas, que el sentido de la norma fue
excluir las "deliberaciones de tipo partidista".
En nuestro país, tradicionalmente se ha estimado que las Fuerzas Armadas y Carabineros, como
integrantes de la "fuerza pública", no pueden, como cuerpo, emitir o asumir actitudes de política
contingente, reafirmando la absoluta prescindencia política de esas instituciones, pues, de
aceptarse estas conductas, se llegaría a la destrucción de los principios básicos sobre los cuales
descansan la organización militar y el sometimiento al poder civil.
En otras palabras, no pueden someterse a debate, como instituciones, las órdenes de la autoridad
civil. Individualmente, sus integrantes pueden representar las órdenes que estimen ilegítimas, pero
si el superior insiste, ellas deben ser cumplidas en los términos que reglamenta del Código de
Justicia Militar.
Si la no deliberación implica la prescindencia política como instituciones, ello no significa que sus
miembros no puedan individualmente sustentar ideas políticas.
Empero, lo que no pueden hacer es adoptar actitudes políticas o someter su vida y carrera militares
a posiciones o ideas partidistas.
Que sean no deliberantes quiere decir que les queda vedado el pronunciarse acerca de materias
o asuntos que no guarden relación directa con su función específica.
En todo caso, dado el carácter jerárquico y disciplinario de los reglamentos internos no podrán
autorizar deliberaciones que impliquen quebrar su organización jerárquica y disciplinaria. (Sesión
392, pp. 2990 y ss.)
La LOC Nº 18.948 de las Fuerzas Armadas en su art. 2º establece, "el Ejército, la Armada y la
Fuerza Aérea, como cuerpos armados, son esencialmente obedientes, no deliberantes,
profesionales, jerarquizados y disciplinados".
Por su parte, la LOC Nº 18.603 de los Partidos Políticos en su artículo 18 expresa: "No podrá
afiliarse a partido político alguno el personal de las Fuerzas Armadas y el de las de Orden y
Seguridad Pública"...
La misma disposición en su inciso final prescribe: "Los ciudadanos, mientras cumplan el servicio
militar obligatorio no podrán afiliarse a partido político alguno. Si quienes ingresaren al Servicio se
vieren afiliados con anterioridad, se suspenderán durante el período de conscripción los derechos
y obligaciones emanados de su afiliación.
Tanto el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y Carabineros, y hoy también Investigaciones, son
instituciones "profesionales" atendida la especialización que han logrado alcanzar, debido
fundamentalmente a los avances obtenidos por la ciencia militar y policial. Asimismo, porque su
personal es esencialmente técnico, y se halla sometido a un entrenamiento constante y
permanente, que requiere dedicación exclusiva. Los grados no sólo se adquieren en razón de
antigüedad, sino también de los méritos. Sus miembros siguen una carrera, con promociones y
grados que se alcanzan de acuerdo con la Constitución, la ley y los reglamentos internos de dichas
instituciones. (DEFENSA, 2018)
2.1 HISTORIA
Luego de la Proclamación de la Independencia del Perú en 1821 por José de San Martín
se creó la Guardia Cívica, teniendo como Inspector General de todas las Guardias Cívicas
a José Bernardo de Tagle. El Libertador Simón Bolívar, mediante decreto del 7 de enero
de 1825, dispone, en el Artículo 1°. del mismo, que: «en cada capital de los departamentos
de la República se levantará una fuerza de infantería y caballería con la denominación de
Milicia Cívica», cuyos objetivos fueron los indicados en los artículos de la Constitución
desde el 168 hasta el 172, ambos inclusive, del Capítulo 2 Sección 3. Esta Milicia Cívica,
formada sobre la base de personal licenciado del ejército y organizada bajo un sistema
castrense, constituyó también la reserva del Ejército del Perú y fue parte de las fuerzas
armadas
En 1845, Ramón Castilla, durante su primer gobierno, dispuso de una nueva organización
de la Guardia Nacional, distribuyéndola en todos los departamentos, dictó nuevas normas
y una reglamentación encaminada a delimitar funciones de las autoridades Políticas y de
la Inspección General de la expresada Fuerza. En 1851, José Rufino Echenique
reorganizó las Fuerzas de Policía en un solo Cuerpo y creó la Gendarmería Nacional del
Perú. (WIKIPEDIA, 2015)
El decreto legislativo Nº 371 Ley de Bases de las Fuerzas Policiales sentó los pilares para
la creación definitiva de la Policía Nacional del Perú. La citada ley estableció un comando
único (esto es la Dirección General de las Fuerzas Policiales) y la formación también de
un solo centro de estudios para la preparación de los oficiales policías (denominado
Escuela de Oficiales de las Fuerzas Policiales con sede en el antiguo Centro de Instrucción
de la Guardia Civil Mariano Santos del distrito de Chorrillos) y de una escuela nacional
para los guardias y agentes (denominada Escuela Nacional de Policía con sede en el
antiguo Centro de Instrucción de la Guardia Republicana del distrito de Puente Piedra).
El ser humano para el logro de sus fines y poder satisfacer las necesidades de su
existencia se relaciona con los demás individuos, estableciéndose de esta manera un
conjunto de comunicaciones de diverso tipo. Así, al agruparse de manera natural o
pactada se establece una unidad distinta en cada uno de sus individuos, con el fin de
cumplir mediante la mutua cooperación, con todos o alguno de los fines de la vida, que
para lograrse requieren de cierta normatividad entre sus integrantes y así puedan vivir de
forma pacífica y segura.
Para que estas relaciones puedan desarrollarse de esa manera óptima, resulta necesario
que existan normas y sobre todo quien haga cumplir estas normas: "La Policía", cuya
función específica es hacer cumplir las leyes de un Estado. Se rige de normas de distinta
naturaleza para regular la actividad humana, por un lado están las normas de carácter
social, que establecen un determinado comportamiento para ser aceptado
recíprocamente, y de otro lado se dan, las reglas impuestas bajo coerción por una
autoridad. Pero, como la policía es una creación humana, no es una creación perfecta,
estos no pueden imaginar, ni prever, todos los posibles actos y circunstancias de la
conducta humana.
Como consecuencia de todo lo dicho, creo que es posible afirmar que la función policial
resulta ser la herramienta más adecuada para resolver los conflictos que pudieran
suscitarse en el desarrollo de las actividades sociales. Humberto Ugolotti (1963, p.103),
sostuvo que: "La policía como función policial es el corolario del instinto de conservación.
No basta al hombre satisfacer las necesidades materiales de la vida; es necesario también
para conservarse, ejercitar actividades protectoras que lo preserven del peligro y
atentados. En este sentido la función policial aparece como una actividad del hombre, en
la infancia de la humanidad"
En América del Sur, esta actividad se desarrolla de manera más notoria desde la época
incaica ya que el Inca Pachacútec, para mantener el desarrollo social del imperio, así como
la armonía de sus súbditos, contaba con la participación plena y activa de los Tucuyrrycus
(que todo lo ven y todo lo oyen), que tenían a cargo la supervigilancia del orden público y
el cumplimiento de las leyes del Inca
La Policía Nacional del Perú es una institución del Estado creada para garantizar el orden
interno, el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas y el normal
desarrollo de las actividades ciudadanas. Es profesional y jerarquizada. Sus integrantes
representan la ley, el orden y la seguridad en toda la República y tienen competencia para
intervenir en todos los asuntos que se relacionan con el cumplimiento de sus funciones
Con un grupo de efectivos policiales más numeroso, con mayores funciones que cumplir,
debido al aumento poblacional en las ciudades, y el mayor flujo comercial realizado por
las explotaciones guaneras permitió el ingresos de capitales extranjeros, que como era de
esperar, las actividades delincuenciales habían entrado también en aumento; en las partes
habitadas de la costa como Lima, Chorrillos, Ancón, Cañete, Callao, Trujillo, existía
incursiones realizadas en su mayoría por esclavos cimarrones o fugitivos, negros libres,
zambos o mulatos y ocasionalmente blancos a quienes se les denominaba
"MONTONEROS", que aparte de participar en diferentes fechorías, en el desarrollo de
guerras civiles se identificaban con una facción, participando como vigías, exploradores,
mensajeros, o como fuerzas de hostigamiento, hacían necesaria la utilización de nuevas
estrategias para enfrentar de manera adecuada los problemas policiales de esa época
el reglamento de policía y moralidad para Lima y su provincia expedido en 1839 rigió hasta
1877, con enmiendas hechas de acuerdo con la evolución de los usos y costumbres y
desarrollo urbano, cuando se pretendió aplicarlo en 1893, las fuerzas policiales ya tenían
influencias con los gobiernos de turno y en algunos casos se utilizaban como medio para
lograr propósitos o en su defecto para disolver los mismos, como los ocurridos en el
Congreso de 1893, que aprobó un proyecto sobre registro cívico que trató de evitar la
intervención oficial en las elecciones y creo una junta suprema central con facultades
revisoras. Así pues Valcárcel, cuya candidatura a la Presidencia de la República ya se
insinuaba iba a formar parte de esa junta como Presidente de la Cámara de Diputados, el
ejecutivo observó la Ley; pero el Congreso la Promulgó el 24 de Octubre de 1893. A pocos
días antes de esta promulgación, se extendió la resolución legislativa del 14 de Octubre
que declaró ilegal e insubsistente el reglamento de policía y moralidad pública y policía
correccional, con el que a mediados de ese mismo año de 1893, había pretendido el
gobierno combatir a los "eventuales" de oposición. (DEFENSA, 2018)
2.12 PARTICIPACIÓN POLICIAL EN LA GUERRA DE LA CONFEDERACIÓN PERÚ
-BOLIVIANA Y GUERRA DEL PACIFICO
La fuerza policial integrada por esa época, la guardia nacional, la guardia cívica, los
serenos, la gendarmería, cumplían una doble misión: el orden local en tiempo de paz y
acción militar en la guerra; intervino en diferentes conflictos internos y externos como
fuerza de choque, que permitió la defensa del territorio patrio en estos procesos bélicos.
3. ANÁLISIS CRÍTICO
Por otro lado, en cuanto a las fuerzas armadas se tiene una opinión y aceptación
considerablemente distinta a la de los policías, confiando así más en las ffaa que en la policía
nacional, confianza que muchas veces han sugerido que estos ayuden a la policía nacional a
cuidar el orden en las calles, y pues por cierto las ffaa es una de las instituciones más confiables
y aceptadas en nuestro país; a pesar de que fue responsable de masacres inhumanas e
infundamentadas contra la población peruana durante los años de 1980 y 1992.
4. CONCLUSIONES
La Policía Nacional del Perú (PNP) y las Fuerzas Armadas (FFAA) son dos instituciones
del gobierno peruano pertenecientes al Ministerio del Interior y Ministerio de Defensa las
cuales tienen como función primordial el de velar por la seguridad interna y externa de
nuestro país.
El jefe supremo de las fuerzas armadas y de la policía nacional del Perú es el presidente
de la república.
La igualdad de derechos también los encontramos con la participación de las mujeres
tanto en la policía nacional del Perú (PNP) como en las FFAA.
5. BIBLIOGRAFÍA