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MÉXICO?
INTRODUCCIÓN
Por muchos años, el desarrollo del sector energético en México dependió de los requerimientos de
nueva infraestructura de las grandes empresas paraestatales para satisfacer la demanda de energía
del país. En el caso del sector eléctrico, el sector privado no podía participar en mercados abiertos;
su participación se limitaba al desarrollo proyectos para venta de energía exclusivamente a la CFE,
y proyectos de autoabastecimiento de energía para usuarios finales. La reforma energética de 2013-
2014 estableció un nuevo modelo en todo el sector, desde el subsector de hidrocarburos hasta el
eléctrico, para dar cabida a la participación de actores privados. La puesta en marcha del MEM, a
partir de enero de 2016, ha sido uno de los grandes retos de la reforma energética. Ahora, mediante
diferentes modalidades de participación, el sector privado puede competir en los mercados de
generación y distribución de energía eléctrica en el país.
Sistemas fotovoltaicos
En los últimos años, los sistemas y tecnologías que utilizan las celdas fotovoltaicas se han
ido desarrollando y superando muy constantemente, tanto es así que la eficiencia que
tienen las celdas se ha incrementado hasta cinco veces y los costos de producción de los
paneles fotovoltaicos así como los precios en el mercado se han ido ajustando a nuestros
bolsillos haciendo posible que las inversiones en estos sistemas se puedan recuperar en
menos tiempo. Sin embargo, es un mercado que sigue en constante y acelerado desarrollo,
siempre mejorando sus eficiencias y disminuyendo sus costos. En recientes investigaciones
se toma en cuenta la posibilidad de fabricar celdas con eficiencias significativamente más
altas que las de la actualidad de hasta un 40% mayor eficiencia y con precios relativamente
bajos.
¿Cómo funciona un panel fotovoltaico?
Este sistema capta la radiación solar y la transforma de manera directa en energía eléctrica,
esto ocurre cuando los rayos solares inciden sobre las celdas fotovoltaicas y se produce una
diferencia de potencial eléctrico entre ambas caras de la celda, lo que hace que los
electrones se exciten de tal manera que producen una corriente eléctrica.
Sistemas fototérmicos
Como ya expliqué con anterioridad, la energía que contiene la radiación solar se puede
aprovechar para producir energía térmica, este proceso es sencillo, consiste en calentar un
receptor mediante la captación de la radiación solar, ese calor que se dirige al receptor se
transfiere a un fluido que es transportado hasta un punto en el que se le da una aplicación,
que puede ser calentar de manera directa algún proceso o de manera indirecta enfriar un
área u otro fluido. En la actualidad los sistemas fototérmicos se utilizan para calentar agua
o acondicionar espacios en el sector residencial; en el sector industrial se puede utilizar
hasta para calentar un proceso (mediante secadores o mediante colectores solares).
Las aplicaciones de las tecnologías de calor solar son muy similares en los sectores comercial
y residencial en condiciones de temperaturas menores a los 150oC. Para temperaturas
mayores a los 150oC se requiere hacer uso de colectores o concentradores solares más
avanzados como el cilindro parabólico o los reflectores Fresnel lineales ya sean con
seguimiento del sol en uno o en dos ejes. También existen sistemas de refrigeración solar,
entre las más comunes encontramos a los de enfriamiento por absorción, la mayoría de los
enfriadores térmicos en la industria tienen capacidades de refrigeración superiores a los
100kW de potencia y requieren de temperaturas que sobre pasen los 100 oC para poder
trabajar.
Sistemas fotovoltaicos
El aprovechamiento de la energía solar para producir energía eléctrica mediante los
sistemas fotovoltaicos se divide en dos aplicaciones, los proyectos de generación a gran
escala, y los sistemas fotovoltaicos de pequeña y mediana escala. Los proyectos de
generación a gran escala se desarrollan principalmente para suministrar los requerimientos
de energía para empresas de producción como CFE así como los grandes consumidores de
energía. Estos proyectos requieren de un gran periodo de financiamiento, y el costo se
incluye en la planeación de la expansión del SEN. Su contraparte, las aplicaciones a menor
escala son implementadas en el sector de consumo final, es decir, el sector residencial,
comercial así como en pequeñas y medianas empresas, el propósito principal de ello, es el
de abastecer las necesidades de energía en sitio.
A partir de los cambios estructurales para el sector energético en el país, y con la
introducción del nuevo modelo del MEM, en enero de 2016 se inició una dinámica para
generar y adquirir energía eléctrica, lo que fomentó las inversiones de mayor escala en el
sector eléctrico mexicano, gracias a esto, el mercado nacional pudo capitalizar precios
competitivos presentes en otras economías.
En México se cuenta con algunas instituciones que promueven y financian los sistemas
fotovoltaicos para los sectores residenciales, mipymes y agronegocios, entre ellas
encontramos al INFONAVIT, el FIDE, el FIRCO y FIRA. Dichas instituciones cuentan con
padrones de proveedores confiables, que son verificados por terceros o por la propia
institución.
Sistemas fototérmicos
En la actualidad, el sector de la energía fototérmica se encuentra más desarrollado que la
fotovoltaica. En México se han implementado programas para promover la tecnología
fototérmica, sobretodo enfocado al calentamiento de agua a nivel residencial lo que le
sirvió como un despegue al mercado. El aprovechamiento de la energía solar fototérmica
ha mantenido su crecimiento de manera constante en los últimos años. Prueba de ello es
que a finales del año 2014, se contaba con una capacidad instalada de 1979MWt
distribuidos entre CSA tecnología que predomina en su uso de colectores planos y que
ocupaban 1972MWt y calentadores solares que ocupaban 6.6MWt.
En cuanto a su uso para la generación eléctrica a partir de la tecnología CSP ha sido muy
limitado, las condiciones tecnológicas y financieras que experimentaba dicha tecnología en
la década de 1980 influyeron de manera negativa para considerar la incorporación de este
tipo de centrales en la expansión del sector eléctrico del país. Para el año 2006, el Banco
Mundial aprobó el apoyo financiero en condiciones concesionarias para el diseño y
construcción de un campo solar basado en la tecnología CSP acoplado a una central de ciclo
combinado, todo esto para demostrar y promover la vialidad de la tecnología dentro y fuera
de nuestro país como una forma de contribuir a la reducción de emisiones de GEI a nivel
mundial. Así, con la construcción del proyecto Agua Prieta II de la CFE —central hibrida de
ciclo combinado con un campo adyacente de CCP— se ha dado un primer paso para el
aprovechamiento de la energía fototérmica para generación de electricidad en México. Esta
central, ubicada en el estado de Sonora, cuenta con una capacidad instalada de 394 MW y
es la primera central de ciclo combinado de última tecnología en América Latina en contar
con un campo solar integrado.
En 2014, México importo 574 millones de dólares en células fotovoltaicas, principalmente
de China. La importación de este componente, esencial para el ensamble y fabricación de
módulos fotovoltaicos, forman parte de la cadena de suministro global para mantener el
flujo de exportación de módulos fotovoltaicos terminados al mercado estadounidense. En
2014, las exportaciones de México a Estados Unidos de células fotovoltaicas provenientes
de China alcanzaron un valor de 27 millones de dólares. Así, la balanza comercial de este
tipo de componentes fue negativa para México (con un déficit de 547 millones de dólares),
lo que es un indicador de que en México prácticamente no se fabrican los componentes de
mayor valor agregado en la cadena de valor de la tecnología fotovoltaica.