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1. Humedales de ite
Referido al espacio aéreo donde fueron avistadas las especies de aves volando sobre
el área evaluada. Preferido por las especies de las familias Apodidae y Hirundinidae
para alimentarse, utilizado también por especies rapaces (Pandionidae, Accipitridae
y Falconidae) para observar a sus presas.
Se han registrado también 2 especies de peces (“Gupi” Poecilia sp., “Liza” Mugil
cephalus), 1 especie de anfibios (“Sapo Común de la Costa” Bufo limensis), 5 especies
de reptiles (“Salamanqueja” Phyllodactylus sp., “Lagartija Atigrada” Microlophus tigris –
especie amenazada, “Lagartija Común” Microlophus sp., “Lagartija Peruana” Tropidurus
peruvianus, “Culebra” Tachymenis sp.) y 2 especies de mamíferos (“Zorro Gris de la
Costa” Pseudalopex griseus, “Grisón o Hurón” Galictis cuja).
Tal designación, fue producto de la realización del “Taller Nacional de IBAs” realizado en
la ciudad de Arequipa en octubre del 2003, durante la V Jornada Nacional Ornitológica,
evento en el que se reunieron expertos de todo el país y del extranjero para revisar y
calificar los expedientes de aquellos sitios postulados para ser declarados como IBAs del
Perú.
Las dos caras. La minera despliega una impresionante campaña en la que sostiene que
gastó millones de soles en recuperar la zona afectada por relaves mineros, pero La
República estuvo allí, recogió muestras de agua, arena, restos óseos y plantas. Un
laboratorio de la U. de San Marcos detectó altos índices de contaminación.
Desde humedales de Ite, Tacna
Según los avisos publicados por la empresa en los medios de comunicación, "en 1999
Grupo México (propietaria de la minera) llega al Perú y decide realizar una gran inversión
para poner en marcha un plan integral de mejoramiento ambiental con nuevas
tecnologías en Southern Perú". Y añade: "En la bahía de Ite se transformó una playa de
arenas de relave (desechos mineros) en el mayor humedal de la costa del Perú y el
segundo más grande de Suramérica".
El área afectada por los relaves procedentes de las minas de cobre de Toquepala (Tacna)
y Cuajone (Moquegua) tiene una extensión aproximada de 12 kilómetros de largo por
1.5 kilómetros de ancho y se ubica en el distrito de Ite, en la provincia tacneña de Jorge
Basadre. En ese lugar, que ahora es conocido como los humedales de Ite, y donde según
la compañía minera florece la naturaleza, hay sectores con un alto grado de
contaminación.
La República recorrió la playa de los humedales de Ite y recogió muestras del mar, de
una laguna, vegetación, restos óseos de animales y arena en el área no remediada. Es
decir, donde los relaves están expuestos al medio ambiente. Y llevó las muestras al
Centro de Control Analítico de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
En los resultados de los análisis de arena se encontró alta presencia de cobre: 13010,3
miligramos por kilogramo, cuando el límite máximo permisible es de 500 mg/kg. Y
respecto al agua de laguna, se hallaron 0,356 miligramos de cobre por litro, cuando el
límite máximo permisible es de 0,02 mg./l.
Voceros calificados de Southern cuestionaron los análisis del Centro de Control Analítico
de San Marcos bajo el argumento de que dicho laboratorio no cuenta con el certificado
ISO 17025. También criticaron la eficacia de la metodología empleada para evaluar las
muestras.
Sin embargo, la compañía reconoce que un sector de los humedales de Ite está
pendiente de remediación. "Hay una parte que falta remediar, por supuesto. Toda esta
parte que ustedes han recorrido de la playa falta remediar, sobre todo el delta del río
Locumba. Estimamos que debe terminar de remediarse en unos cinco años,
aproximadamente.", admitió Darío Oviedo.
"¿El cobre es tóxico para el ser humano? No, el ser humano necesita cobre. Nadie va y
come relave. Nadie va (a la zona no remediada) y se mete en los relaves. Nadie hace
eso. Además, esa es un área restringida. No es para bañistas. Si uno va a San Marcos y
le preguntas si eso es tóxico, te va a decir que sí", arguyó Aranda.
Ojos que no ven
Pero los especialistas que hicieron los análisis a las muestras obtenidas en los humedales
de Ite opinaron distinto. Incluso advirtieron sobre el impacto de la contaminación de los
relaves mineros de concentrados de cobre en la zona.
Para Southern, sin embargo, referirse a las zonas no remediadas "es ver el vaso medio
vacío y no el vaso medio lleno", según Carlos Aranda. Es decir, criticó a este diario por
“ver solo el lado malo” del caso.
Para el gerente de Servicios Técnicos de Southern, Carlos Arana: “No estamos mintiendo
con nuestra publicidad porque incluso esas partes que has encontrado, que no están
remediadas, tampoco representan un riesgo.
Una cosa es peligroso, otra cosa es tóxico. ¡Y eso no es tóxico!”. Darío Oviedo, de
Asuntos Ambientales de dicha empresa, concluye: "No hay contaminación".