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REVISTA ARGENTINA DE ANTROPOLOGÍA BIOLÓGICA

Volumen 19, Número 1, Enero-Junio 2017

ANÁLISIS DEL GENOMA MITOCONDRIAL DE DOS INDIVIDUOS


INHUMADOS EN EL SITIO ARQUEOLÓGICO CG14E01 “ISLA
LARGA” (ROCHA, URUGUAY)
Gonzalo Figueiro1*, Leonel Cabrera Pérez2, John Lindo3, Elizabeth K. Mallott4, Amanda Owings4,
Ripan S. Malhi4 y Mónica Sans1

1
Departamento de Antropología Biológica. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad de la República.
Montevideo. Uruguay
2
Departamento de Arqueología. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad de la República. Montevideo.
Uruguay
3
Department of Human Genetics. University of Chicago. Chicago. Estados Unidos
4
Department of Anthropology. University of Illinois at Urbana-Champaign. Urbana-Champaign. Estados Unidos

PALABRAS CLAVE ADN mitocondrial; genética de poblaciones; arqueología

RESUMEN CG14E01 “Isla Larga” es un sitio con estructu- análisis de las modificaciones postmortem del ADN en las
ra monticular (“cerrito de indios”) localizado en el depar- lecturas mapeadas. Ambos individuos pertenecen a un ha-
tamento de Rocha (Uruguay), con una cronología que se plotipo hasta ahora no registrado del haplogrupo fundador
extiende de 3600 años AP al siglo XVII. En este sitio se americano C1b, y comparten las mutaciones 185A, 3116T,
registran evidencias vinculadas con diversos contactos inte- 3203T, 14397G y 14502C. En virtud de consideraciones
rétnicos en la forma de dos urnas Tupiguaraní y cuentas de hechas por otros investigadores a propósito del “cerrito”
vidrio de origen europeo. Asociados a estas evidencias se como marcador territorial, la posibilidad de que la estruc-
recuperaron tres enterramientos primarios, uno masculino y tura haya servido como lugar de inhumación para indivi-
dos femeninos. El objetivo de este trabajo consiste en ana- duos unidos por lazos de parentesco es sugerente. Por otra
lizar el mitogenoma completo de los individuos femeninos, parte, los elementos del contexto y la evidencia de trauma
uno de los cuales presenta trauma perimortem. El ADN de añaden una segunda perspectiva, vinculada con las diná-
los dos individuos fue extraído a partir de piezas dentales y micas interétnicas descriptas en el registro etnohistórico de
su secuencia genómica mitocondrial fue obtenida mediante la región. Rev Arg Antrop Biol 19(1), 2017. doi:10.17139/
secuenciación masiva, verificándose su autenticidad por el raab.2017.0019.01.06

KEY WORDS mitochondrial DNA; population genetics; archaeology


ABSTRACT CG14E01 “Isla Larga” is a site with a mound- was verified through the analysis of postmortem DNA dam-
like structure (cerrito de indios) located in Rocha (Uru- age in the mapped reads. Both individuals were found to
guay), with a chronology spanning the period from 3600 belong to a previously unregistered haplotype of the found-
years BP to the 17th century. Evidence of various intereth- ing American haplogroup C1b, sharing the mutations 185A,
nic interactions has been found at the site, namely, two Tu- 3116T, 3203T, 14397G, and 14502C. In view of the con-
piguarani urns and some European glass beads. Connected siderations made by other researchers about the mounds as
with this evidence, three primary burials, one male and two territorial markers, the possibility that this structure could
female, were recovered. The goal of this paper is to analyze have served as a burial location for individuals related by
the complete mitochondrial genome of the female individu- kinship gains strength. On the other hand, the elements of
als, one of which shows perimortem trauma. The DNA of the context and the evidence of trauma allow a second per-
both individuals was extracted from teeth, and their mito- spective, related to the interethnic dynamics described in the
chondrial genome sequence was obtained by means of high- regional ethnohistorical record. Rev Arg Antrop Biol 19(1),
throughput sequencing. The authenticity of the sequences 2017. doi:10.17139/raab.2017.0019.01.06

Desde 1985 se han desarrollado en el De-


partamento de Rocha, Uruguay, trabajos de
investigación que han permitido el acceso a di- *Correspondencia a: Gonzalo Figueiro. Departamento de
Antropología Biológica. Facultad de Humanidades y Cien-
ferentes aspectos de la prehistoria de la región cias de la Educación. Avenida Uruguay 1695. 11200 Monte-
este del país. Se relevaron cientos de sitios, en video. Uruguay. Email: gfigueiro@fhuce.edu.uy
su mayoría, estructuras monticulares (“cerritos Financiamiento: Agencia Nacional de Investigación e Inno-
de indios”), que muestran complejos procesos vación, proyecto ANII FCE 2011-1-7157.
socioculturales involucrando a las poblaciones
Recibido 15 Octubre 2015; aceptado 14 Mayo 2016
locales desde hace más de 5000 años hasta el
siglo XVII. Las estructuras, que se caracterizan doi:10.17139/raab.2017.0019.01.06

1
G. FIGUEIRO ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

por poseer diámetros de entre 30 y 40m y al- dental de la sierra de San Miguel, en el Depar-
turas variables que pueden alcanzar los 7m, y tamento de Rocha, a aproximadamente 25km de
por presentarse en forma aislada o conformando la ciudad fronteriza de Chuy (Fig. 1). Se extien-
agrupaciones, evidencian una planificada acción de en el sentido del eje de la sierra, aproxima-
que persiguió el acondicionamiento de lugares damente E-O, ocupando el área más elevada de
específicos en el espacio geográfico. la misma, por espacio de más de 200m a ambos
El registro arqueológico del área correspon- lados de la estructura monticular, incluyendo la
de a grupos cazadores-recolectores-pescadores estructura y las áreas circundantes, que mues-
con presencia de horticultura; la función de los tran características típicas de “áreas domésti-
“cerritos” es, sin embargo, sujeta de debate, ha- cas”. El sitio muestra una ocupación recurrente
biéndosele atribuido función de habitación, ri- de más de 3000 años, determinándose un epi-
tual y monumental, entre otros (para revisiones sodio inicial hace 3600 años y alcanzando los
generales, véase López Mazz, 2001; Iriarte et últimos niveles de la construcción en los siglos
al., 2004; Bracco, 2006; Cabrera Pérez, 2007a). XVI a XVII.
Dentro de estas construcciones monumenta- Entre los elementos a destacar del sitio
les es frecuente la presencia de enterramientos CG14E01 se encuentra la presencia de enterra-
humanos, de ambos sexos y diversos grupos de mientos humanos, desde secundarios en urnas
edad, con una amplia variedad de tratamien-
tos incluyendo entierros primarios y secunda-
rios, tanto “en paquete” como parciales (véase
Figueiro, 2014 para una discusión detallada de
las modalidades de entierro). La asociación es-
tratigráfica de los restos humanos en las estruc-
turas monticulares es discutida, observándose
discrepancias entre las dataciones de los esque-
letos y las de las capas de las que fueron recupe-
rados, siendo estas últimas hasta 2000 años más
antiguas (Bracco, 2006). El rango cronológico
de los entierros es de 1610±46 AP (Sans et al.,
2012) a 220±50 AP (Bracco, 2006).
Los restos óseos recuperados en los “cerri-
tos de indios” han sido objeto de diversos estu-
dios destinados a investigar aspectos tales como
dieta (Portas y Sans, 1995; Sans et al., 1997;
Bracco et al., 2000), estatus sanitario (Portas y
Sans, 1995; Sans, 1999; Calabria, 2001), aspec-
tos demográficos (Sans, 1999; Figueiro y Sans,
2011; Moreno et al., 2014), violencia (Pintos
y Bracco, 1999; Cabrera Pérez et al., 2014) y
relaciones genéticas intra e interpoblacionales
(Bertoni et al., 2000, 2004; Sans et al., 2012,
2015). Este trabajo tiene por objetivo ahondar
en este último aspecto, aumentando la resolu-
ción de los análisis de ADN mitocondrial efec-
tuados sobre individuos recuperados del sitio
CG14E01 “Isla Larga”.

El sitio CG14E01

El sitio arqueológico CG14E01 (“Isla Lar-


ga”) se encuentra ubicado en el extremo occi- Fig. 1. Ubicación del sitio CG14E01.

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DOS GENOMAS MITOCONDRIALES ANTIGUOS DE URUGUAY

o en “paquetes” hasta inhumaciones primarias dos urnas antes mencionadas, tres enterramien-
con diversas formas de disposición. Los entie- tos primarios individuales, rotulados como 9, 10
rros comprenden desde niños menores de un año y 13 (Tabla 1). Su contemporaneidad es discu-
hasta adultos de avanzada edad (Cabrera Pérez tible; sólo el individuo 13 cuenta con datación
et al., 2000; Cabrera Pérez y Marozzi, 2001). radiocarbónica que lo ubica en tiempos preco-
A la fecha se han recuperado más de 21 ente- lombinos (605±20 años AP; ISGS-A3485), pero
rramientos humanos, en general en muy buen una de las cuentas venecianas previamente men-
estado de conservación. En el conjunto de los cionadas se encuentra aparentemente asociada
mismos, el sexo femenino aparece representado al entierro 10. Por ende, es posible que los entie-
con menor frecuencia que el masculino (25%), rros correspondan a por lo menos dos eventos de
algo que ha sido observado en otros sitios de inhumación discretos.
la región (Figueiro y Sans, 2011). Este hecho
podría indicar que los individuos enterrados en TABLA 1. Características de los individuos
“cerritos” no representan la totalidad de la po- mencionados en este trabajo
blación, sino que responderían a un segmento
de la misma (Cabrera Pérez, 1999a; Sans, 1999; Nº de Profundidad Sexo Edad al morir
Sans y Femenías, 2000). entierro (cm) (años)

9 44-60 Femenino 39-45


Los indicadores recientes del sitio CG14E01
Dentro de la estructura monticular se han 10 46-70 Masculino 45-50
localizado a la fecha dos urnas que involu- 13 46-83 Femenino 30-35
cran claros elementos diagnósticos asociables
a rasgos Tupiguaraní. La primera de éstas fue
encontrada en forma fortuita en 1975 por un En un análisis anterior que profundiza en
lugareño mientras desarrollaba trabajos agríco- el análisis de los restos del individuo del ente-
las. En su interior se encontraba un individuo rramiento 9, diversos intentos de amplificación
de sexo masculino de entre 39 y 51 años de y secuenciación de la región hipervariable I
edad. La urna se encontraba volcada, habiendo (HVRI) del ADN mitcocondrial (ADNmt) del
caído el cráneo y parte del poscráneo sobre la mismo rindieron resultados inconclusos en lo
tapa, la cual se hallaba fragmentada (Cabrera referente a su ancestría, planteándose incluso
Pérez, 1999b). la posibilidad de que ésta no fuese indígena
La segunda urna, localizada a escasa dis- (Cabrera Pérez et al., 2014). Considerando la
tancia de la anterior, mostraba una alta tasa de probable cronología poscontacto de los indivi-
fragmentación. En su interior se encontraban duos asociados a este conjunto de enterramien-
huesos en muy mal estado de conservación, co- tos, se consideró de especial interés continuar
rrespondientes a dos individuos, un adulto joven con la determinación del haplogrupo mitocon-
y un subadulto. Asociadas a esta urna funeraria drial del individuo 9, así como de los otros
se recuperaron 21 cuentas de vidrio, venecianas individuos. Los objetivos del presente trabajo
de origen europeo. Cronológicamente, dichas consisten en analizar el genoma mitocondrial
cuentas se ubican en la segunda mitad del si- completo de los individuos femeninos de este
glo XVI a primeros años del siglo XVII. Estas conjunto de entierros y relacionar las secuencias
evidencias de contacto interétnico ubican al si- obtenidas con los datos arqueológicos disponi-
tio en el marco de las complejas situaciones de bles para las poblaciones prehistóricas del área.
contactos indígena-indígena e indígena-europeo
registradas para la región en tiempos históricos MATERIAL Y MÉTODOS
(Cabrera Pérez, 2010), haciendo del sitio uno
de los más adecuados para el análisis de tales Muestra
procesos.
En un área de aproximadamente de 12m2 y Los individuos seleccionados para el análisis
en una profundidad coincidente (de 44 a 83cm fueron los correspondientes a los enterramientos
de la superficie) se localizaron, además de las 9 y 13, descriptos brevemente a continuación.

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G. FIGUEIRO ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

Enterramiento 9 de la superficie, orientado noroeste-sudeste y


Consiste en un individuo de sexo femenino, con el rostro mirando al sudoeste (Fig.3). Su
de edad entre 39 y 45 años. Fue hallado a una posición es hiperflexionada. Se caracteriza por
profundidad de entre 44 y 60cm de la superficie, un desgaste dental acentuado con pérdida ante-
en posición hiperflexionada, con orientación sur- mortem de piezas dentales, también observado
norte y el rostro mirando al oeste. En su cavidad -aunque con menor severidad- en el individuo
bucal se encontraba una lasca de riolita (Fig. 2). del enterramiento 9. Si bien en conjunto el en-
Encima del enterramiento se habían depositado terramiento se encuentra en posición anatómica,
piedras, algunas de gran tamaño, que permiten hay huesos desplazados por la existencia de cue-
calcular que la profundidad de la fosa era de no vas de roedores y raíces que distorsionaron la
más de 30cm, apoyándose las rocas prácticamen- distribución de éstos.
te sobre el individuo. Presenta signos de violencia Los individuos seleccionados para el análisis
en el cráneo, consistentes en fracturas perimor- lo fueron por una serie de elementos de interés:
tem producto de tres impactos (para un análisis ambos son individuos adultos del sexo femeni-
detallado, véase Cabrera Pérez et al., 2014). no, que presentan asimismo patrones de fuerte
desgaste de las piezas dentales, conducente a la
Enterramiento 13 pérdida de dientes en vida y a la acentuada re-
Se compone de un individuo de sexo feme- absorción de la arcada dental. Estos elementos
nino, de edad entre 30 y 35 años. Se ubica a sugieren una trayectoria de vida semejante para
poco más de un metro al noroeste del enterra- ambos, aunque el individuo 13 carece de evi-
miento 9, a una profundidad de entre 83 y 46cm dencia de trauma letal.

Fig. 2. Enterramiento 9 (autor de la foto: Leonel Fig. 3. Enterramiento 13 (autor de la foto: Leonel
Cabrera Pérez ). Cabrera Pérez).

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DOS GENOMAS MITOCONDRIALES ANTIGUOS DE URUGUAY

Métodos et al., 1987), tiene 121 o 112pb según porte o


no la deleción de 9pb en la región 8272-8289
Extracción del ADN diagnóstica del haplogrupo B (las posiciones
Las nuevas extracciones de los individuos corresponden a la numeración de la secuencia
descriptos en este trabajo se efectuaron en las de referencia de Andrews et al., 1999). La PCR
instalaciones para ADN antiguo del Laborato- fue realizada en un volumen total de reacción
rio de Antropología Molecular de la Universi- de 20µL, con 3mM de Mg2+, 400µM de dNTP,
dad de Illinois en Urbana-Champaign (UIUC). 375nM de cada cebador, 0,75 unidades de Pla-
Se empleó para la extracción de ADN polvo tinum® Taq polimerasa (Invitrogen/Life Te-
extraído de piezas dentales de los individuos chnologies, Carlsbad, CA, EE.UU.) y 2µL de
seleccionados. Las piezas fueron tratadas pre- extracto de ADN sin diluir. La amplificación
viamente con hipoclorito de sodio 5% por in- fue verificada mediante electroforesis en gel de
mersión e irradiadas con luz ultravioleta (UV) poliacrilamida al 3% (3%T, 3%C) con tinción
hasta su secado completo. El polvo fue extraí- por bromuro de etidio y visualización emplean-
do con un torno de manualidades a baja velo- do luz UV. La amplificación tenía por única fi-
cidad, empleando para cada pieza distinta una nalidad el obtener un diagnóstico inicial de la
fresa esterilizada con hipoclorito de sodio y luz degradación del ADN extraído y de la no con-
UV. El polvo extraído (aproximadamente 0,2g) taminación de los extractos (determinada por
fue incubado con 3,3mg de proteinasa K y 4mL la ausencia de amplificación de los “blancos”),
de EDTA 0,5M pH 8,0 por 24 horas a 37°C, así como una aproximación al grado de frag-
tras lo cual el extracto fue concentrado con un mentación del ADN extraído.
filtro de centrífuga Amicon® 30K (Merck Mi-
llipore, Darmstadt, Alemania) hasta alcanzar Preparación de bibliotecas, enriqueci-
un volumen aproximado de 250uL. La purifica- mien- to y secuenciación masiva
ción del ADN a partir del material digerido se La totalidad del volumen de cada extracto
basó en el uso de un agente caotrópico (Höss y (aproximadamente 50µL) fue empleado para la
Pääbo, 1993) y la posterior captura a través de preparación de bibliotecas para su secuencia-
columnas de sílice en condiciones de pH ácido, ción masiva utilizando el kit NEBNext® Ul-
en base a lo propuesto por Yang et al. (1998). tra para la plataforma Illumina (New England
En este caso, se empleó un kit comercial (QIA- Biolabs, Ipswich, MA, EE.UU.) siguiendo las
quick® PCR purification kit, QIAGEN, Hil- instrucciones del fabricante con la única ex-
den, Alemania), reduciendo notablemente la cepción de que los adaptadores fueron diluidos
manipulación y la preparación de buffers. La al 5% debido a la baja concentración del ADN
elución del ADN capturado se realizó a 37°C presente en los extractos. Asimismo, se omitió
con el buffer provisto por el kit. Todas las ex- la fragmentación ex profeso previa a la prepa-
tracciones se efectuaron por duplicado en lotes ración de bibliotecas de ADN moderno, puesto
diferentes, realizándose además un “blanco” que el ADN antiguo ya se encuentra fragmen-
de extracción sin material óseo que pasó por el tado. El éxito de las bibliotecas y la distribu-
mismo procedimiento que las muestras objeti- ción del tamaño de las mismas fue verificado
vo del análisis. mediante electroforesis en gel de agarosa al
2%, tras lo cual se procedió a la purificación
Control del éxito de la extracción de las mismas empleando el kit MinElute®
Éste se realizó mediante la amplificación (QIAGEN, Hilden, Alemania). El enriqueci-
por reacción en cadena de la polimerasa (PCR) miento del ADNmt humano en las bibliote-
de dos fragmentos de la región codificante. cas se realizó mediante un juego de sondas de
El primero, empleando los cebadores L13232 ARN biotiniladas (MYbaits, Mycroarray, Ann
(Ward et al., 1991) y H13393 (Stone y Sto- Arbor, MI, EE.UU.) diseñado para ADNmt. La
neking, 1998), tiene 208 pares de bases (pb) concentración de las bibliotecas enriquecidas
y porta el sitio polimórfico A13263G diagnós- fue ajustada a 10nM antes de su envío para
tico del haplogrupo C. El segundo, emplean- secuenciación desde un solo extremo (single-
do los cebadores L8215 y H8297 (Wrischnik end) en una plataforma Illumina HiSeq2500

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G. FIGUEIRO ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

en el W.M. Keck Center for Comparative and com). Asimismo, en caso de caracterizarse
Functional Genomics de la UIUC. mutaciones en la región control se efectuó una
búsqueda de secuencias de la región hiperva-
Procesamiento y mapeo de las lecturas riable a través de GenBank, EMPOP (Parson y
de secuenciación masiva Dür, 2007) y la literatura disponible.
Una vez procesadas para eliminar las se-
cuencias de adaptadores flanqueantes, las lec- Evaluación de alteración postmortem
turas obtenidas por la plataforma de secuencia- A fin de verificar la autenticidad de los ex-
ción masiva fueron mapeadas a la secuencia de tractos, se analizó la presencia de alteración
referencia de Cambridge (rCRS - Andrews et postmortem del ADN en las lecturas mapea-
al., 1999) empleando el programa Bowtie2 ver- das, en busca de señales de rotura de hebra y
sión 2.2.3 (Langmead y Salzberg, 2012). Los cambios de base. Este análisis fue efectuado
parámetros empleados fueron los recomenda- mediante el paquete MapDamage 2.0 (Ginol-
dos por defecto para un mapeo “muy sensible” hac et al., 2011).
(“--very-sensitive-local”), admitiendo además
una base no coincidente (mismatch) por semi- Replicación de análisis diagnósticos
lla (seed). Los archivos de alineamiento y ma- Con los extractos duplicados se efectuó la
peo (Sequence Alignment/Map-SAM) genera- amplificación y análisis de la HVRI del ge-
dos por el mapeo fueron convertidos a formato noma mitocondrial en el laboratorio de ADN
binario (BAM) que fueron depuradas mediante antiguo del Departamento de Antropología
su ordenamiento por posición de mapeo a la Biológica (FHCE, Universidad de la Repúbli-
rCRS y posterior eliminación de lecturas dupli- ca, Montevideo). Se emplearon los juegos de
cadas usando Samtools 0.1.19 (Li et al., 2009). cebadores publicados por Raff et al. (2010),
en reacciones de PCR de 50µL con las con-
Detección de variantes, asignación de centraciones de reactivos ya descriptos más
haplogrupo y búsqueda de linajes afines la adición de 0,3µg/µL de albúmina de suero
La búsqueda de variantes [polimorfismos bovino (BSA). La amplificación fue verifica-
de nucleótido simple (SNP), inserciones y de- da mediante electroforesis en gel de agarosa
leciones] con respecto a la rCRS fue efectuada al 2% con tinción por bromuro de etidio. El
mediante el programa SNVer 0.5.3 (Wei et al., producto amplificado remanente fue purifi-
2011), con posterior verificación visual de las cado mediante kits comerciales de columnas
variantes detectadas usando el programa IGV de sílice y eluído en 25µL de agua ultrapura
2.3.34 (Robinson et al., 2011). Para la determi- para biología molecular antes de su envío para
nación del haplogrupo se empleó la versión 17 secuenciación mediante método Sanger en el
de PhyloTree (van Oven y Kayser, 2009). La Institut Pasteur de Montevideo, usando los
búsqueda de linajes afines se realizó en Gen- mismos cebadores empleados en la PCR. Las
Bank mediante BLAST (Altschul et al., 1990), secuencias HVRI obtenidas fueron alineadas
primero por similitud con el genoma mitocon- mediante el programa GeneDoc (Nicholas et
drial completo y luego por exclusión de la re- al., 1997) y su semejanza con la HVRI de las
gión control. Esta última estrategia tenía por secuencias genómicas obtenidas fue analizada
finalidad identificar linajes donde la acumula- visualmente.
ción de mutaciones en regiones hipervariables
pudiera enmascarar la ancestría común con las RESULTADOS
secuencias antiguas obtenidas, enfatizándo-
se las mutaciones en la región codificante, en Extracción del ADN
general más informativas. La reconstrucción La amplificación por PCR de los extractos
de las posibles relaciones filogenéticas entre obtenidos dio resultados negativos en el caso del
las secuencias antiguas y las secuencias afines segmento 13232-13393, indicando la ausencia
se efectuó mediante median-joining networks en el extracto de fragmentos de más de 200pb.
(Bandelt et al., 1999) usando el programa Net- En cambio, el segmento 8215-8297 amplificó
work 4.613 (http://www.fluxus-engineering. para ambas réplicas de los extractos, dando re-

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DOS GENOMAS MITOCONDRIALES ANTIGUOS DE URUGUAY

sultados negativos para el blanco de extracción Secuenciación masiva y mapeo


los dos casos. La amplificación exitosa en au- De las decenas de millones de lecturas
sencia de BSA da cuenta de la buena calidad de obtenidas en la plataforma de secuenciación
los extractos, puesto que no habría compuestos masiva, el número de lecturas que mapearon
inhibidores de la PCR en los mismos. exitosamente a la rCRS se cuenta en los mi-
les (Tabla 2) lo cual implica una eficiencia
Preparación de bibliotecas (calculada como el cociente entre las lectu-
De acuerdo a la electroforesis en gel de ras mapeadas y las obtenidas) en el orden de
agarosa (Fig. 4) las bibliotecas generadas a 10-4. Aun así, y en virtud del pequeño tama-
partir de los extractos de ADN fueron exitosas. ño del genoma mitocondrial, se obtuvo una
Se observa una distribución diferente de los ta- profundidad media (sensu Sims et al., 2014)
maños de las bibliotecas de ambos individuos: de 58.74x en la secuencia mitocondrial del
la biblioteca del individuo 13 tiene fragmen- individuo 9, y de 20.57x en la secuencia del
tos mayores a 200pb, mientras que la biblio- individuo 13.
teca del individuo 9 alcanza tamaños menores
a 200pb. Considerando que la preparación de Detección de variantes, asignación de
las bibliotecas adiciona un total de 120pb (en- haplogrupo y búsqueda de linajes afines
tre adaptadores e índices) a los fragmentos de Los SNPs, inserciones y deleciones presen-
ADN, ello indica que el ADN del individuo 9 tes en la secuencia mitocondrial del individuo
se encuentra más degradado que el ADN del 9 (número de acceso GenBank KT449866)
individuo 13, con un número importante de pudieron establecerse sin ambigüedades. Sin
fragmentos menores a 80 pb. embargo, en virtud de la alta variabilidad en
profundidad, la secuencia del individuo 13
(número de acceso GenBank KT449867) pre-
sentó ambigüedades que debieron resolverse
mediante inspección visual de la alineación,
quedando una mutación sin resolver (Tabla
3). Sobre la base del análisis de las variantes
halladas en las secuencias genómicas con res-
pecto a la rCRS, se estableció que el individuo
9 pertenecía al haplogrupo fundador america-
no C1b, ya que presenta, además de las mu-
taciones diagnósticas del haplogrupo C1, la
mutación 493G. El haplogrupo C1b constitu-
ye aproximadamente un 15.7% de los linajes
maternos americanos y aproximadamente 8%
de los linajes maternos presentes en América
del Sur (Perego et al., 2010). Por otra parte,
ambas secuencias comparten un mínimo de 4
mutaciones: Si atribuimos estas similitudes
a ancestría común, debemos por parsimonia
asignar al individuo 13 al haplogrupo C1b,
aun cuando no presente la mutación 493G que
define al mismo (Fig. 5).
Por otra parte, el linaje identificado en am-
bos individuos no corresponde a ninguno de
los 14 subhaplogrupos registrados en Phylo-
Fig. 4. Distribución de tamaños de las bibliotecas de
Tree. Presenta la mutación 185A en la región
ADN visualizado en un gel de agarosa al 2%. Primer
carril: marcador de peso molecular de ADN. Segundo control y un motivo único en la región codi-
carril: biblioteca del individuo 13. Tercer carril: biblio- ficante (3116T-3203T-14397G-14502C), au-
teca del individuo 9. sente en otras poblaciones americanas.

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G. FIGUEIRO ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

TABLA 2. Resultados de la secuenciación masiva y el mapeo de las lecturas

CG14E01-9 CG14E01-13
Número de lecturas* 61.915.833 38.564.515
Lecturas mapeadas 14.258 (0.023%) 5.128 (0.013%)

Lecturas recortadas** 74.40% 37.80%


Tamaño (mín/má x/medio) (pb) 25 / 100 / 74.51 25 / 100 / 67.4
Cobertura (media±1 DS y CV***) 58.74 ± 15.99 (27.2%) 20.57 ± 9.7 (47.2%)

Datos obtenidos a través de Qualimap 2.0 (García-Alcalde et al., 2012). (*) Estimado de lecturas únicas basado en la tasa de
duplicación por PCR constatada en el archivo BAM. (**) Porcentaje sobre las lecturas mapeadas. (***) DS: desvío estándar;
CV: coeficiente de variabilidad.

TABLA 3. Mutaciones registradas en las secuencias antiguas

Posición rCRS N ind. 9 N ind. 13 Ind. 9 Ind. 13


73 A 45/46 22/23 G G
185 G 38/41 8/9 A* A*
249 A 48/97 10/20 del A del A
263 A 52/56 14/14 G G
290-291 AA 37/84 9/20 del AA del AA
309 9/41 - ins C .
315 16/33 5/12 ins C ins C
489 T 34/35 10/10 C C
493 A 28/31 - G* .
522-523 CA 18/40 5/17 del CA del CA
606 A 9/17 . G*
750 A 56/58 14/14 G G
1438 A 66/66 27/28 G G
2706 A 39/39 7/8 G G
3116 C 55/64 17/22 T* T*
3203 A 58/63 10/13 T* T*
3552 T 36/36 12/12 A A
4715 A 56/59 13/14 G G
4769 A 26/26 9/9 G G
7028 C 62/66 31/39 T T
7196 C 55/56 11/11 A A
8584 G 48/45 9/9 A A
8701 A 37/38 14/15 G G

La posición y las mutaciones se basan en la secuencia mitocondrial de referencia de Cambridge (rCRS; Andrews et al., 1999);
las mutaciones marcadas con asterisco señalan diferencias entre los individuos analizados y el motivo consenso del haplogrupo
C1. Nótese que la mutación 493G, diagnóstica del haplogrupo C1b (en negrita) está ausente en el individuo 13 (ver Discusión).

8
DOS GENOMAS MITOCONDRIALES ANTIGUOS DE URUGUAY

TABLA 3. Mutaciones registradas en las secuencias antiguas (Continuación)

Posición rCRS N ind. 9 N ind. 13 Ind. 9 Ind. 13


8860 A 46/46 20/20 G G
9540 T 24/24 3/3 C G
9545 A 20/21 1/1 C G
10370 T 55/62 - C* .
10398 A 58/60 19/21 G G
10400 C 59/60 20/21 T T
10873 T 68/71 21/22 C C
11719 G 44/44 17/17 A A
11914 G 55/55 23/23 A A
12705 C 70/72 19/19 T T
13263 A 54/60 21/23 G G
14318 T 42/44 19/20 C C
14397 A 37/40 5/10 G* R*
14502 T 28/31 5/9 C* C*
14766 C 53/53 10/10 T T
14783 T 44/49 12/14 C C
15043 G 68/68 29/30 A A
15301 G 54/54 23/23 A A
15326 A 61/62 26/26 G G
15487 A 30/30 8/8 T T
16223 C 47/48 14/14 T T
16298 T 25/25 7/7 C C
16325 T 33/36 8/10 C C
16327 C 36/36 9/9 T T

La posición y las mutaciones se basan en la secuencia mitocondrial de referencia de Cambridge (rCRS; Andrews et al., 1999);
las mutaciones marcadas con asterisco señalan diferencias entre los individuos analizados y el motivo consenso del haplogrupo
C1 (ver Discusión).

Análisis de modificaciones postmortem paso previo a la ruptura del enlace azúcar-fos-


compatibles con ADN antiguo fato conducente a la fragmentación del ADN
Si bien se pueden hallar varios tipos de (Lindahl, 1993), por lo que deja una señal con-
modificación en el ADN antiguo (Mitchell et sistente en el exceso de purinas en la vecindad
al., 2005), dos de estos (depurinación y modi- inmediata (previa y posterior) a las lecturas ma-
ficaciones de bases) son amplificables in vitro. peadas (Briggs et al., 2007). Por otra parte, las
La depurinación generalmente constituye un modificaciones de bases, en particular la desa-

9
G. FIGUEIRO ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

Fig. 5. Filogenia propuesta para las secuencias mitocondriales obtenidas, y su relación con otras secuencias del
haplogrupo C1b (las etiquetas de las secuencias corresponden a su número de acceso de GenBank) Los números
indican la posición de la mutación de acuerdo a la secuencia de referencia de Andrews et al. (1999); todas las
mutaciones son transiciones excepto cuando se explicita la base observada.

TABLA 4. Motivo de secuencia obtenido en las secuencias de las réplicas de extracto


en Montevideo (mutaciones con respecto a la rCRS).

Cebadores P1 P2 P3
Largo (pb) 160 135 157
Extensión secuenciada - 16164-16244 16266-16401
Mutaciones ind. 9 - ninguna ninguna

Mutaciones ind. 13 - 16223T 16298C-16325C-16327T

La nomenclatura de los cebadores corresponde a la publicada por (Raff et al., 2010). El guión (-) indica fracaso en la amplificación.

10
DOS GENOMAS MITOCONDRIALES ANTIGUOS DE URUGUAY

Fig. 6. Frecuencias de bases en el entorno de las lecturas mapeadas (a) y distribución de las transiciones C→T y
G→A en las lecturas mapeadas (b) del individuo 9, graficadas por el paquete MapDamage.

minación de citosinas, son visualizadas como grado de alteración de bases en los fragmentos.
transiciones artefactuales, de C a T en el extre- En consecuencia, fue necesario efectuar nuevos
mo 5’ y de G a A en el extremo 3’ de la lectura. mapeos – donde expresamente se vedara el re-
Los resultados del análisis (Figuras 6 y 7) mues- corte de extremos – antes de aplicar el análisis.
tran ambos tipos de daños en las lecturas de las
secuencias antiguas, siendo por ende evidencia Replicación de análisis diagnósticos
de la autenticidad de las mismas. Debe destacar- Las secuencias HVRI obtenidas (Tabla 4)
se que el programa Bowtie2 admite por defecto se corresponden con la secuencia obtenida por
el soft-clipping o recorte de bases a los extremos la secuenciación masiva sólo en el caso del in-
de las lecturas a fin de mejorar el mapeo. Este dividuo 13, arrojando en el segmento secuen-
procedimiento enmascara las señales de altera- ciado las variantes correspondientes con el
ción postmortem, y fue constatado en una am- haplotipo ancestral del haplogrupo C1. Sin em-
plia proporción de las lecturas mapeadas (Tabla bargo, el segmento secuenciado del individuo
2), lo cual constituye de por sí evidencia de alto 9 no arrojó diferencias con la rCRS.

11
G. FIGUEIRO ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

Fig. 7. Frecuencias de bases en el entorno de las lecturas mapeadas (a) y distribución de las transiciones C→T y
G→A en las lecturas mapeadas (b) del individuo 13, graficadas por el paquete MapDamage.

DISCUSIÓN los fragmentos generados por la biblioteca (Fig.


4) también indica su carácter mayoritariamente
Validez de los extractos y las secuencias antiguo. Por último, la constatación en las lec-
obtenidas turas mapeadas de cambios en las frecuencias
Una serie de elementos a lo largo de la ca- de bases compatibles con alteración postmortem
dena operativa que condujo a las secuencias del ADN aporta importante evidencia a favor de
mitocondriales descriptas en este trabajo respal- su autenticidad.
dan el carácter antiguo y la validez de los datos Llama la atención la reducida fracción de
como provenientes de ADN endógeno de los lecturas mapeadas al genoma mitocondrial, lo
individuos analizados. En primer lugar, el fra- cual puede deberse a la inespecificidad del pro-
caso en los intentos de amplificar por PCR frag- ceso de captura. En un intento de mapeo de las
mentos en el orden de los 200pb indica un grado lecturas al genoma humano completo, el indivi-
de fragmentación del ADN compatible con su duo 9 arrojó cantidades equivalentes de lecturas
carácter antiguo. La distribución de tamaños de mapeadas al genoma nuclear y al mitocondrial,

12
DOS GENOMAS MITOCONDRIALES ANTIGUOS DE URUGUAY

en tanto que el individuo 13 arrojó una fracción discutir esta posibilidad en las secuencias mito-
de lecturas mapeadas al genoma nuclear 20 ve- condriales obtenidas, en especial aquellas mu-
ces mayor que al mitocondrial (L. Spangenberg, taciones únicas que distinguen a los individuos
comunicación personal 2015). Considerando 9 y 13 del haplogrupo C1 y que influyen en su
que la relación de tamaño entre el genoma mi- asignación a un haplogrupo fundador americano
tocondrial y el genoma nuclear es de 5x10-6, como a posibles nuevos subhaplogrupos.
puede concluirse que la captura no es aleatoria, De las mutaciones 185A, 3116T, 3203T,
mostrando ésta preferencia por moléculas de 14397G y 14502C, compartidas por ambos in-
ADNmt. Sin embargo, una fracción importan- dividuos, sólo las mutaciones 185A y 3116T
te del ADN capturado y secuenciado debió ser podrían atribuirse a alteraciones postmortem, ya
exógena, perteneciendo probablemente a ADN que la mutación 3203T es una transversión y la
de microorganismos que fue extraído junto con mutación 14502C es una transición de T a C.
el ADN de los individuos. Sin embargo, la presencia de 185A y 3116T en
Las propias secuencias mitocondriales ob- la amplia mayoría (más del 75%) de las lecturas
tenidas -no correspondientes a la secuencia registradas para estos sitios en ambas secuen-
mitocondrial de ninguno de los investigadores cias son elementos a favor de su autenticidad.
implicados en el análisis- son la prueba última Asimismo, la presencia de estas mutaciones a
de su carácter endógeno. Estas indican la muy lo largo de toda la extensión de las lecturas que
probable pertenencia de los individuos anali- cubren estos sitios indica que la probabilidad de
zados al haplogrupo fundador americano C1b, que sean artefactos es reducida. El sitio 14397
resultando respaldados por la alta profundidad presenta adenina en 5 lecturas y guanina en 5
de cobertura de las variantes detectadas en el lecturas, pero se acepta la presencia de guani-
caso del individuo 9, y por la replicación de las na puesto que algunas de las adeninas presentes
mutaciones detectadas en la HVRI del individuo pueden ser artefactos de secuenciación o pro-
13. El fracaso en la replicación hecha por PCR y ducto de contaminación. Por último y siguien-
secuenciación por método Sanger del individuo do un criterio similar, la transición 14502C está
9 puede explicarse a partir de la degradación de presente en una mayoría estrecha (5/9) de las
su ADN: aun cuando los fragmentos mapeados lecturas del individuo 13, pero se acepta su pre-
de este individuo presentaron un tamaño medio sencia en este individuo ya que la mutación T
mayor que en el individuo 13 (Tabla 2), el con- presente en cuatro lecturas podría ser producto
trol de tamaño de las bibliotecas (Fig. 4) mostró de alteración del ADN o contaminación.
que presentaban una distribución de tamaños Con respecto a las mutaciones halladas en un
menor, lo cual reduciría su probabilidad de am- solo individuo, 493G y 10370C están presentes
plificación. Asimismo, puede constatarse que en una gran mayoría de las lecturas registradas
una mayor proporción de las lecturas mapeadas del individuo 9 (28/31 y 55/62 respectivamen-
del individuo 9 requirieron recorte de extremos, te), dejando fuera de mayor duda su autentici-
lo cual apunta a un mayor daño general al ADN dad. Para finalizar, la aceptación de la mutación
de este individuo. Se presume que el fragmen- 606G en el individuo 13 a pesar de presentarse
to amplificado por PCR y secuenciado forma- en una mayoría estrecha de las lecturas (9/17)
da parte de una fracción de ADN contaminante se basó en el mismo criterio que para 14502C:
-más fácilmente amplificable- presente en el es posible que algunas bases A presentes sean
extracto. Esta degradación también daría cuenta producto de contaminación con ADN exógeno o
de la indeterminación de los análisis previos he- alteraciones postmortem.
chos a este individuo, que rindieron secuencias
poco coherentes y donde fue imposible estable- Asignación de haplogrupo y afinidades
cer con seguridad su ancestría materna indígena geográficas de las secuencias obtenidas
(Cabrera Pérez et al., 2014). El haplogrupo asignado a los individuos 9
Puesto que las modificaciones postmortem y 13, C1b, se define por la mutación 493G, un
al ADN generan artefactos de secuenciación que sitio que carece de evidencia de mutaciones re-
eventualmente podrían interpretarse como poli- currentes (Soares et al., 2009) y que en las se-
morfismos (Briggs et al., 2007), es conveniente cuencias obtenidas se presenta únicamente en

13
G. FIGUEIRO ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

el individuo 9. Por lo tanto, la pertenencia del de Argentina (Cardoso et al., 2013) y en la se-
individuo 13 al mismo haplogrupo se infiere por cuencia mitocondrial completa de un individuo
la ancestría común de los individuos evidente de ascendencia mexicana de EE.UU. (Kumar
en sus 4 mutaciones codificantes compartidas: et al., 2011). Mientras que no tenemos mayor
3116T, 3203T, 14397G y 14502C. En la medi- información con respecto al individuo de Ar-
da en que no es estrictamente posible establecer gentina, el individuo de EE.UU. pertenece al
si la mutación 493G forma parte del haplotipo subhaplogrupo C1b12 puesto que porta la mu-
ancestral del linaje, hay dos escenarios posibles. tación 11025C. Dado que el sitio 185 es reco-
En uno (representado en la figura 5) la mutación nocido como hipermutable en diversos trabajos
está presente en el ancestro común del linaje (Parsons et al., 1997; Meyer et al., 1999; Soares
debido a su pertenencia al haplogrupo C1b, y et al., 2009), es muy probable que la mutación
su ausencia en el individuo 13 se debería a una 185A haya surgido independientemente en este
reversión; en otro, la mutación surge de novo en subhaplogrupo. En síntesis, el linaje descrip-
el individuo 9 a partir de un haplogrupo hasta to en este trabajo se presenta como un nuevo
ahora desconocido derivado de C1. Siguiendo linaje del haplogrupo C1b, restricto al territo-
un principio de parsimonia y evitando en la re- rio uruguayo, asignable por tener la mutación
currencia de mutaciones en sitios carentes de 185A a un nuevo subhaplogrupo (C1b15) y
evidencia de ello, optamos en este trabajo por la definido como un linaje separado por las mu-
primera posibilidad. taciones 3116T, 3203T, 14397G 14502C en la
Por otra parte, y al igual que lo sucedido pre- región codificante.
viamente con el haplogrupo C1d3 (Sans et al.,
2012, 2015), el linaje determinado carece de li- Linajes maternos, hábitos funerarios y los
najes afines en el resto del continente. Como se grupos humanos del este de Uruguay
muestra en la figura 5, el motivo 3116T-3203T- La presencia de dos individuos pertenecien-
14397G-14502C está presente únicamente en tes al mismo linaje e inhumados en el mismo
los individuos antiguos analizados en este tra- sitio repite la situación constatada en el sitio
bajo. Por su parte, la mutación 185A asociado CH2D01-A, donde se observa la presencia de
al haplogrupo C1b está presente en diversos in- dos individuos del haplogrupo C1d3 enterra-
dividuos de América del Sur, fundamentalmente dos en el mismo montículo (Sans et al., 2012).
en la región del Océano Pacífico, concretamente Debe destacarse sin embargo que, mientras en
en tres muestras de Perú (secuencias inéditas, CH2D01-A hay una separación temporal entre
números de acceso JX669192, JX669367 y las inhumaciones que podría alcanzar los 1200
JX669380). Estos individuos comparten, ade- años (Sans et al., 2012), en el caso de CG14E01
más de 185A, las mutaciones 6480A, 16189C la separación temporal sería reducida; si acep-
y 16344T, lo cual permitiría plantear un nuevo tamos la contemporaneidad de los individuos
subhaplogrupo de C1b, que siguiendo la correla- 9 y 10 y su asociación a las cuentas de vidrio
tividad de los subhaplogrupos de la versión 17 de europeas, la separación temporal entre los indi-
PhyloTree (febrero 2016) se denominaría C1b15. viduos 9 y 13 aquí analizados sería de aproxi-
La búsqueda del motivo 185A-16189C-16344T madamente 200 años. Sin embargo, y en virtud
en secuencias de la región hipervariable pertene- de las consideraciones de carácter de marcador
cientes al haplogrupo C1 arrojó su presencia en territorial hechas con respecto a las estructuras
individuos de Bolivia (Afonso Costa et al., 2010; monticulares (López Mazz, 2001;Suárez 2009),
Gayà-Vidal et al., 2011; Taboada-Echalar et al., la posibilidad de que el cerrito haya servido de
2013) y Chile (Moraga et al., 2010). Si bien al no lugar de inhumación a individuos unidos por la-
comprender el sitio 493 no es posible determinar zos de parentesco (en este caso concreto, matri-
en forma concluyente la pertenencia de estas se- lineal) es sugerente.
cuencias al haplogrupo C1b, esto puede conside- Sin embargo, la cronología próxima al
rarse altamente probable. contacto (y posiblemente poscontacto) de los
La mutación 185A en el contexto del ha- individuos analizados y el trauma craneano pe-
plogrupo C1b fue descripta también en una se- rimortem presente en el individuo 9 nos obliga a
cuencia de la región control de un individuo plantear una segunda perspectiva, vinculada con

14
DOS GENOMAS MITOCONDRIALES ANTIGUOS DE URUGUAY

las dinámicas interétnicas descriptas en el regis- mas antiguos de América (Llamas et al., 2016),
tro etnohistórico de la región. En el ámbito de donde se constató que ninguno de los linajes
las crónicas históricas tempranas, sabemos que antiguos obtenidos se encuentra en el acervo
a la llegada del europeo, la región sur de Brasil de mitogenomas nativos de poblaciones ameri-
y este del territorio uruguayo mostraban moda- canas actuales. Esto contrasta con la situación
lidades culturales que se presentan a los ojos observada en el subhaplogrupo C1d3 (Sans et
del conquistador como fuertemente “guaraniza- al., 2012, 2015), en la que el linaje antiguo des-
das”, encontrándose en desarrollo estrategias de cripto se encuentra también representado en la
intercambios comerciales múltiples. Ulterior- población uruguaya moderna, continuidad que
mente, estas redes de intercambio involucraron a la luz de los resultados obtenidos por Llamas
al propio indígena como mercancía mediante la et al. (2016) le otorga al subhaplogrupo C1d3
implementación del sistema de “rescates”, desa- un carácter excepcional. Por otra parte, mien-
rrollado a lo largo de la costa Atlántica (Cabrera tras que la restricción territorial observada para
Pérez, 1999b, 2007b). El término “rescate” en la el subhaplogrupo C1d3 (inicialmente definido
época llegó a tener un uso amplio, designando por su secuencia de HVRI) pudo establecerse
tanto a la “mercancía” misma, su precio, el acto en forma casi inmediata, es necesario aguardar
de vender o comprar, pero “su sentido predilec- a la acumulación de mitogenomas completos en
to en el lenguaje del tiempo, familiar, histórico, regiones vecinas para confirmar que el linaje
jurídico, fue el de comprar indios esclavos a los descripto en este trabajo efectivamente está res-
mismos indios”. (Salaberry 1926: 132). La pre- tricto al territorio uruguayo. Asimismo, la con-
sencia de urnas de tipo tupiguaraní en el sitio, tinuidad de este linaje en poblaciones modernas
junto con elementos europeos y evidencias de del Uruguay debe analizarse, a fin de continuar
violencia, colocaría a los individuos analizados investigando el vínculo genético entre las pobla-
en el medio del escenario planteado por la evi- ciones precolombinas del área y los descendien-
dencia etnohistórica que, al corto plazo, termi- tes de indígenas en el Uruguay actual.
naría por llevar a la desaparición de los grupos
que habían ocupado la región. AGRADECIMIENTOS

CONCLUSIONES A los dos evaluadores anónimos que contri-


buyeron a mejorar sustancialmente este trabajo.
Con las muestras analizadas en este traba-
jo, ascienden a tres los genomas mitocondriales LITERATURA CITADA
completos obtenidos d e individuos enterrados
en “cerritos de indios” en el este de Uruguay. Afonso Costa H, Carvalho M, Lopes V, Balsa F, Bento AM,
Serra A, Andrade L, Anjos MJ, Vide MC, Pantoja S et
Mientras que el primero (Sans et al., 2015) mar- al. 2010. Mitochondrial DNA sequence analysis of a na-
ca la cota máxima de antigüedad registrada has- tive Bolivian population. J Forensic Leg Med 17:247-
ta la fecha para estas inhumaciones (1600 años 253. doi:10.1016/j.jflm.2010.02.011
Altschul SF, Gish W, Miller W, Myers EW, Lipman DJ.
A.P.), los dos individuos analizados se encon- 1990. Basic Local Alignment Search Tool. J Mol Biol
trarían en momentos más recientes, cercanos 215:403-410. doi:10.1016/S0022-2836(05)80360-2
al primer contacto indígena-europeo en el área. Andrews RM, Kubacka I, Chinnery PF, Lightowlers RN,
Turnbull DM, Howell N. 1999. Reanalysis and revision
Debe destacarse que, si bien la primera muestra of the Cambridge reference sequence for human mito-
y las aquí presentadas representan momentos chondrial DNA. Nat Genet 23:147. doi:10.1038/13779
diferentes en la historia de las poblaciones na- Bandelt H-J, Forster P, Röhl A. 1999. Median-joining net-
works for inferring intraspecific phylogenies. Mol Biol
tivas de la región e incluso podrían representar Evol 16:37-48.
poblaciones diferentes, tienen en común ele- Bertoni B, Portas M, Sans M. 2000. Relaciones Morfoló-
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del haplogrupo C1b se encuentra en concordan- C, Merriwether D, Sans M. 2004. Primeras secuencias
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15
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