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PRINCIPIOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

NEMINEM LAEDERE: deber de no dañar a nadie. Nadie puede perjudicar a otro injustamente.

FAVOR DEBITORIS: no se puede agravar la responsabilidad del deudor. Se trata de una

aplicación extensiva del principio favorable a la parte más débil en cualquier área del

Derecho (“in dubio pro reo”; “in dubio pro operario”). En el Derecho de obligaciones equivale

a decantar favorablemente para el deudor las situaciones dudosas, entre las que se

encuentran las surgidas por el incumplimiento obligacional. La justificación del

incumplimiento obligacional ha de hacerse, no obstante, probando la concurrencia de

circunstancias justificativas y que, como tales, exoneran de responsabilidad obligacional.

RELATIVIDAD DE LOS DERECHOS SUBJETIVOS: no hay derechos absolutos, todos los

derechos subjetivos son relativos (a nosotros). Los derechos deben de ejercerse dentro de la

finalidad que el legislador ha previsto o ha tenido en vista para crearlos, es decir, no han sido

creados para usarlos arbitrariamente, sino para alcanzar ciertos fines.

PACTA SUNT SERVANDA, REBUS SIC STANTIBUS: los pactos o acuerdos son sagrados o

para cumplirse, estando así las cosas. Esto significa que debe respetarse la palabra

empeñada, siempre y cuando no se justifique la modificación o realización de un nuevo pacto

por la variación de las condiciones tenidas en cuenta al momento del mismo (“teoría de la

imprevisión”).

SE RESPONDE POR LOS ACTOS PROPIOS, NO LOS AJENOS: toda persona responde por los

actos que le sean imputables, y si dichos actos dañan a otra persona, aquella queda obligada

a reparar el daño causado. Como excepción a este principio, puede existir “responsabilidad

indirecta o refleja”, que se origina cuando se debe responder por un hecho ajeno dañoso

causado por alguien en posición de dependiente (teoría de la culpa “in eligendo”: atribuye

responsabilidad al principal por el hecho del dependiente por no haber adoptado la debida

diligencia esperable al seleccionarlo y designarlo; teoría del riesgo creado: quien utiliza

dependientes para llevar a cabo determinadas actividades en su propio interés, debe asumir

el riesgo de los eventuales daños que la conducta de éstos pueden ocasionar a terceros, en

el ejercicio o en ocasión de la función encomendada por el principal).


BUENA FE: buena intención. Puede ser subjetiva (“buena fe creencia”: falta de consciencia

de estar infringiendo una norma o un deber de cuidado) u objetiva (“buena fe probidad”:

lealtad, honestidad, honradez e integridad al actuar).

LA OBLIGACIÓN

Para la confección del nuevo CCyCN se decidió conveniente incluir un concepto

normativo de obligación:

● Art. 724 CCyCN − “Definición”: “La obligación es una relación jurídica en virtud de la

cual el acreedor tiene el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a

satisfacer un interés lícito y, ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la

satisfacción de dicho interés”.

ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN

Son componentes esenciales de la obligación: los sujetos; el vínculo; el objeto; la causa

fuente (la causa fin será trascendente en caso de obligaciones nacidas de contratos).

SUJETOS

Son sujetos de la obligación aquellas personas (humanas o jurídicas) que aparecen

vinculadas por este tipo de relación jurídica. Toda obligación supone una relación entre:

● ACREEDOR: (o “titular”) sujeto activo. Es la persona habilitada para exigir al deudor el

comportamiento debido.

● DEUDOR: sujeto pasivo. Es quien debe satisfacer la prestación debida.

En ambos casos, debe tratarse de personas humanas o jurídicas que sean sujetos de

derecho. Según el tipo de obligación involucrada, puede suceder que los sujetos ocupen el

rol de acreedor y deudor, respectivamente (ej: obligación de reparar daño; contrato de

depósito), o bien que presenten las calidades de acreedor y deudor recíprocamente, en una

misma obligación (ej: contrato de compraventa, donde uno debe la cosa y es acreedor del

dinero, mientras que el otro debe el dinero y tiene derecho a recibir la cosa).

Los sujetos pueden estar determinados desde el inicio de la obligación, o bien determinarse

con posterioridad (ej: obligaciones instrumentadas en títulos al portador; promesas de

recompensa y ofertas al público; contratos con estipulaciones a favor de terceros). En

general, la calidad de sujeto de la obligación puede transmitirse, sea entre vivos o “mortis

causa”, a menos que exista una prohibición convencional o que se trate de una obligación en

la que las cualidades del sujeto en cuestión sean determinantes, como las obligaciones
“intuitu personae”.

OBLIGACIONES AMBULATORIAS, CABALGANTES O “PROPTER REM”: además de entre

sujetos, las obligaciones pueden ser entre el sujeto y la cosa. Si se transmite la cosa, la

obligación sigue a dicha cosa pesando sobre el nuevo propietario y liberándose el anterior

titular. Es decir, es inseparable la calidad de acreedor/deudor de la condición de propietario

de la cosa en razón de la cual ha surgido la obligación. La persona del acreedor/deudor no se

determina sino en el momento en que la obligación se hace valer (ej: ABL; patente automotor;

expensas comunes en PH; tasas retributivas de servicios públicos; títulos/cheques al

portador; impuestos inmobiliarios; gastos proporcionales de condominio).

CAPACIDAD: hay 2 categorías relevantes:

● Capacidad de derecho o jurídica: la incapacidad no se establece en beneficio del

incapaz, sino en su contra y para evitar la afectación de los principios de orden

público, moral y buena fe que podría tener lugar en el supuesto de reconocerse

determinados derechos. En ausencia de capacidad de derecho de las partes, se

produce la nulidad absoluta de la obligación (ej: compraventa de bienes entre

cónyuges / padres e hijos / jueces y partes litigantes).

● Capacidad de hecho o de ejercicio: la aptitud de ejercicio de derechos se establece

en protección de los individuos. Si falta, el título constitutivo de la obligación será nulo,

pero relativamente y susceptible de confirmación (ej: plena capacidad de ejercicio a la

mayoría de edad; razones de salud mental que impiden el ejercicio pleno).

VÍNCULO

Se trata del elemento que liga a los sujetos de la obligación y que permite explicar su

dinámica. El vínculo es un elemento complejo que presenta un doble carácter:

● Compele al deudor a cumplir, limitando así su conducta: hay un deber de satisfacer la

prestación que pesa sobre el deudor, lo que supone una presión psicológica sobre

éste y lo empuja al comportamiento debido. Durante esta etapa, existe una legítima

expectativa del acreedor de obtener el cumplimiento espontáneo.


● Proporciona al acreedor el poder de hacer efectivo el cumplimiento, cuando éste no

se materializa espontáneamente: si el deudor quebranta su deber e incumple, esto

permite al acreedor hacer efectivos los medios que le proporciona el ordenamiento

jurídico para ver satisfecho su crédito. Al efecto, podrá agredir el patrimonio del

deudor con el fin de compensar el daño sufrido a causa del incumplimiento, ya sea

mediante el empleo de los medios legales necesarios para que el deudor cumpla, el

cumplimiento por un tercero a su costa, o bien, la indemnización sustitutiva de la

prestación original.

Obligaciones naturales

El nuevo CCyCN las suprimió, al haberse interpretado que no eran verdaderas obligaciones por defecto de exigibilidad,

quedando constituidas como meros “deberes morales” y no jurídicos.

● Art. 728 CCyCN − “Deber moral”: “Lo entregado en cumplimiento de deberes morales

o de conciencia es irrepetible”.

OBJETO

Para definirlo, se ha propuesto que hacen a este elemento:

● Las cosas, los hechos y las abstenciones: que las partes se han comprometido a dar,

hacer o no hacer.

● El comportamiento o conducta humana comprometida: por el deudor, consistente en

dar, hacer o no hacer.

● El bien debido: aquello sobre lo que recae la obligación jurídica que permite satisfacer

el interés del acreedor, con independencia de que sea obtenido por la actividad del

deudor (prestación) o por un sucedáneo (ejecución forzosa; cumplimiento de

terceros).

● El comportamiento debido por del deudor (prestación) y el interés perseguido por el

acreedor: el objeto de la obligación es el plan o proyecto de conducta futura del

deudor para satisfacer un interés del acreedor.

En este último sentido parece pronunciarse el CCyCN:

● Art. 725 CCyCN − “Requisitos”: “La prestación que constituye el objeto de la

obligación debe ser material y jurídicamente posible, lícita, determinada o

determinable, susceptible de valoración económica y debe corresponder a un interés


patrimonial o extrapatrimonial del acreedor”.

REQUISITOS DEL OBJETO: el contenido de la obligación debe ser:

● Posible

● Lícito

● Determinado o determinable

● Valorable patrimonialmente

CAUSA

La causa fuente o fuente de las obligaciones remite a su origen o antecedente. Las

obligaciones pueden tener su fuente en un contrato (constriñendo a un sujeto a dar una cosa,

y al otro a entregar a cambio una suma de dinero), en un delito (pago de indemnización a la

víctima), en una declaración unilateral de voluntad (exteriorización de la voluntad que implica

para su autor la necesidad jurídica de conservarse en aptitud de cumplir, voluntariamente,

una prestación de carácter patrimonial, pecuniario o moral, en favor de una persona existente

o que eventualmente puede llegar a existir, haciendo nacer un derecho a favor de una

persona determinada sin necesidad de que ésta acepte). Según el CCyCN:

● Art. 726 CCyCN − “Causa”: “No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de

algún hecho idóneo para producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico”.

La causa tiene también diversas significaciones ligadas a la finalidad o propósito tenido en

miras por las partes al contraer una obligación contractual o al celebrar un acto jurídico:

CAUSA FIN: reconocida por la doctrina como un requisito expreso y esencial, sin cuya

presencia no podría haber contrato. La mención del interés patrimonial o extrapatrimonial del

acreedor en el CCyCN sólo podría explicarse entendiendo el interés incluido en la causa fin,

pues el objeto está al servicio de satisfacer una finalidad.

● Art. 281 CCyCN − “Causa” [del acto jurídico]: “La causa es el fin inmediato autorizado

por el ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También

integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido

incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas

partes”.

La causa fin sólo interesa a los actos jurídicos, los contratos y las obligaciones derivadas de

actos lícitos, no así a las nacidas de los hechos ilícitos, e incluye a su vez:
Asimismo, se introduce en la ley el principio de presunción de la causa fin (aunque es “iuris

tantum”: admite prueba en contrario):

● Art. 282 CCyCN − “Presunción de causa”: “Aunque la causa no esté expresada en el

acto se presume que existe mientras no se pruebe lo contrario. El acto es válido

aunque la causa expresada sea falsa si se funda en otra causa verdadera”.

FUENTES DE LAS OBLIGACIONES EN EL NUEVO CCYCN

CONTRATO

Acto jurídico mediante el cual 2 o más partes manifiestan su consentimiento para crear,

regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales (Art. 957 CCyCN).

Tiene como principios jurídicos esenciales:

● Art. 958 CCyCN − “Libertad de contratación”: “Las partes son libres para celebrar un

contrato y determinar su contenido, dentro de los límites impuestos por la ley, el

orden público, la moral y las buenas costumbres”.

● Art. 959 CCyCN − “Efecto vinculante”: “Todo contrato válidamente celebrado es

obligatorio para las partes. Su contenido sólo puede ser modificado o extinguido por

acuerdo de partes o en los supuestos en que la ley lo prevé”.

● Art. 961 CCyCN − “Buena fe”: “Los contratos deben celebrarse, interpretarse y

ejecutarse de buena fe. Obligan no sólo a lo que está formalmente expresado, sino a

todas las consecuencias que puedan considerarse comprendidas en ellos, con los

alcances en que razonablemente se habría obligado un contratante cuidadoso y

previsor”.

RESPONSABILIDAD CIVIL

El sistema de la responsabilidad civil tiene

por finalidad el procurar volver al “status quo” antes del daño, tratando de reponer al

damnificado a una situación tan próxima como sea posible a aquélla en la habría estado si el

hecho dañoso no se hubiera producido, o en fijar la indemnización llegando tan cerca como

sea posible a la suma de dinero que pondría a la parte perjudicada en la misma posición en la

que habría estado si no hubiera recibido el daño cuya compensación o reparación está

obteniendo.

● Art. 1710 CCyCN − “Deber de prevención del daño”: “Toda persona tiene el deber, en

cuanto de ella dependa, de: a) evitar causar un daño no justificado; b) adoptar, de

buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables para evitar que se
produzca un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan o disminuyen la

magnitud de un daño del cual un tercero sería responsable, tiene derecho a que éste

le reembolse el valor de los gastos en que incurrió, conforme a las reglas del

enriquecimiento sin causa; c) no agravar el daño, si ya se produjo”.

● Art. 1716 CCyCN − “Deber de reparar”: “La violación del deber de no dañar a otro, o el

incumplimiento de una obligación, da lugar a la reparación del daño causado,

conforme con las disposiciones de este Código”.

PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL:

● Antijuridicidad o incumplimiento: infracción o violación de un deber jurídico específico

o regla de alcance general, o siempre que se realice u omita, por culpa o por

imprudencia, cualquier hecho que ocasione daño a otro (violación del principio

“neminem laedere”). Es un elemento material imprescindible para que nazca

responsabilidad civil.

— Art. 1717 CCyCN − “Antijuridicidad”: “Cualquier acción u omisión que causa un

daño a otro es antijurídica si no está justificada”.

● Daño: resultado de la acción humana antijurídica que ha causado detrimento, perjuicio

o menoscabo en algún bien, sea de valores económicos (daño patrimonial) o con la

lesión al honor, afecciones legítimas o derechos inherentes a la personalidad (daño

extrapatrimonial o moral). Adquiere relevancia cuando es producido por la acción u

omisión de una persona en los bienes de otra. Si la acción a la que nos referimos no

ocasiona daño, no originará responsabilidad.

— Art. 1737 CCyCN − “Concepto de daño”: “Hay daño cuando se lesiona un

derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por

objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva”.

● Relación de causalidad: nexo de unión que necesariamente debe existir entre la

acción y el daño producido. Entre el resultado dañoso y el hecho imputable debe

existir una relación causa-efecto o ha de probarse que el daño proviene a

consecuencia de la acción.

— Art. 1726 CCyCN − “Relación causal”: “Son reparables las consecuencias

dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del

daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias

inmediatas y las mediatas previsibles”.


● Factores de atribución o imputabilidad: fundamento necesario para imputar

responsabilidad civil, ya que para que ésta exista, debe concurrir algún elemento que

la ley repute apto para señalar quién habrá de ser responsable en un caso concreto.

Se clasifican en objetivos y subjetivos, según la relevancia que en cada caso tenga la

culpabilidad del responsable.

— Art. 1721 CCyCN − “Factores de atribución”: “La atribución de un daño al

responsable puede basarse en factores objetivos o subjetivos. En ausencia de

normativa, el factor de atribución es la culpa”.

— Art. 1722 CCyCN − “Factor objetivo”: “El factor de atribución es objetivo

cuando la culpa del agente es irrelevante a los efectos de atribuir

responsabilidad. En tales casos, el responsable se libera demostrando la causa

ajena, excepto disposición legal en contrario”.

— Art. 1723 CCyCN − “Responsabilidad objetiva”: “Cuando de las circunstancias

de la obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe

obtener un resultado determinado, su responsabilidad es objetiva”.

— Art. 1724 CCyCN − “Factores subjetivos”: “Son factores subjetivos de atribución

la culpa y el dolo. La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según

la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el

lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o

profesión. El dolo se configura por la producción de un daño de manera

intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos”.

— Art. 1749 CCyCN − “Sujetos responsables”: “Es responsable directo quien

incumple una obligación u ocasiona un daño injustificado por acción u omisión”.

— Art. 1753 CCyCN − “Responsabilidad del principal por el hecho del

dependiente”: “El principal responde objetivamente por los daños que causen los

que están bajo su dependencia, o las personas de las cuales se sirve para el

cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho dañoso acaece en ejercicio

o con ocasión de las funciones encomendadas. La falta de discernimiento del

dependiente no excusa al principal. La responsabilidad del principal es

concurrente con la del dependiente”.

— Art. 1754 CCyCN − “Hecho de los hijos”: “Los padres son solidariamente

responsables por los daños causados por los hijos que se encuentran bajo su
responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la

responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los hijos”.

LEY

Algunos autores sostuvieron que no crea por sí sola obligación alguna, sino que son los

hechos humanos o naturales los presupuestos indispensables del nacimiento de cada

obligación. Otros señalaron que, en definitiva, la ley es fuente mediata de todas las

obligaciones. Por último, hubo quienes interpretaron que la ley era una fuente residual o

comprensiva de las situaciones o relaciones jurídicas no incluidas en otras fuentes descriptas.

Son obligaciones de fuente legal las derivadas del Derecho de Familia (ej: obligación de

pagar alimentos entre ciertos parientes); las provenientes de las relaciones de vecindad (ej:

derivadas de las restricciones y límites al dominio); y la de abonar tributos, entre otras.

ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA

Tiene lugar cuando se produce un desplazamiento patrimonial de una persona a otra, de tal

modo que esta última incrementa su activo o disminuye su pasivo, y aquélla se empobrece,

sin una causa jurídica. El deber de restituir del enriquecido constituye una obligación, siendo

su causa fuente el enriquecimiento sin causa producido previamente. Se ejerce entonces la

“actio in rem verso” (“volver las cosas al estado anterior”), que puede interponerse por parte

del empobrecido, sus sucesores o incluso los acreedores por vía de acción subrogatoria.

● Art. 1794 CCyCN − “Caracterización”: “Toda persona que sin una causa lícita se

enriquezca a expensas de otro, está obligada, en la medida de su beneficio, a

resarcir el detrimento patrimonial del empobrecido. Si el enriquecimiento consiste en

la incorporación a su patrimonio de un bien determinado, debe restituirlo si subsiste

en su poder al tiempo de la demanda”.

Pago de lo indebido: si el pago efectuado carece de fundamentos, éste no produce efectos

extintivos, ya que no existe obligación antecedente a cumplir. A su vez, quien efectuó el

desembolso tiene derecho al recupero y nace la obligación de restituir a cargo de quien

recibió la prestación. El CCyCN lo regula como una especie de enriquecimiento sin causa.

● Art. 1796 CCyCN − “Casos”: “El pago es repetible, si: a) la causa de deber no existe, o

no subsiste, porque no hay obligación válida; esa causa deja de existir; o es

realizado en consideración a una causa futura, que no se va a producir; b) paga

quien no está obligado, o no lo está en los alcances en que paga, a menos que lo
haga como tercero; c) recibe el pago quien no es acreedor, a menos que se entregue

como liberalidad; d) la causa del pago es ilícita o inmoral; e) el pago es obtenido por

medios ilícitos”.

ABUSO DEL DERECHO

Los derechos subjetivos no pueden ejercerse de manera absoluta, sino que deben respetar

los límites establecidos en las leyes que reconocen su existencia. La figura del abuso de

derecho remite a conductas que significan un exceso en el ejercicio de una prerrogativa, con

daño para terceros.

● Art. 10 CCyCN − “Abuso del derecho”: “El ejercicio regular de un derecho propio o el

cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto. La

ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría

los fines del ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena

fe, la moral y las buenas costumbres. El juez debe ordenar lo necesario para evitar

los efectos del ejercicio abusivo o de la situación jurídica abusiva y, si correspondiere,

procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización”.

DECLARACIÓN UNILATERAL DE LA VOLUNTAD

La voluntad de una persona es apta para crear obligaciones perfectamente válidas y exigibles

a su cargo, aún antes de la concurrencia de la voluntad del acreedor. Es el deudor quien se

crea obligaciones cuyo incumplimiento dará lugar a la responsabilidad civil. La aceptación por

parte del beneficiario de la promesa unilateral dará nacimiento al derecho de crédito, con

efecto retroactivo al día del compromiso o según se pacte (ej: promesa pública de

recompensa; concurso público con premio).

● Art. 1800 CCyCN − “Regla general”: “La declaración unilateral de voluntad causa una

obligación jurídicamente exigible en los casos previstos por la ley o por los usos y

costumbres. Se le aplican subsidiariamente las normas relativas a los contratos”.

GESTIÓN DE NEGOCIOS

Ocasiones en que una persona que no es representante legal de otra, ni está obligada por un

mandato, realiza espontáneamente una gestión útil para esta última. No hay acuerdo de

voluntades ni encargo o autorización para la realización del negocio o de la acción, asumidas


espontáneamente por el gestor (ej: pago de deuda ajena; cuidado de persona desamparada).

● Art. 1781 CCyCN− “Definición”: “Hay gestión de negocios cuando una persona asume

oficiosamente la gestión de un negocio ajeno por un motivo razonable, sin intención

de hacer una liberalidad y sin estar autorizada ni obligada, convencional o

legalmente”.

EMPLEO ÚTIL

Asociado exclusivamente a gastos realizados en dinero y a situaciones en las cuales tales

erogaciones se hacen por razones ajenas al beneficio de quien luego debe el reembolso (ej:

gastos funerarios realizados por una persona no obligada por razones de humanidad).

● Art. 1791 CCyCN− “Caracterización”: “Quien, sin ser gestor de negocios ni mandatario,

realiza un gasto, en interés total o parcialmente ajeno, tiene derecho a que le sea

reembolsado su valor, en cuanto haya resultado de utilidad, aunque después ésta

llegue a cesar. El reembolso incluye los intereses, desde la fecha en que el gasto se

efectúa”.

EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES

Son las distintas consecuencias jurídicas que supone la relación vincular entre acreedor y deudor y que nacen de la
obligación, consistentes en la necesidad de que ésta se cumpla ya sea voluntariamente, o a través de los medios
judiciales que otorga ley. El efecto se traduce en la ejecución de la obligación.

EFECTOS CON RELACIÓN AL ACREEDOR

Por lo general, las obligaciones serán espontáneamente cumplidas por el deudor. Este es el

efecto concreto de las obligaciones, denominado “cumplimiento espontáneo”. Si el deudor

no cumple voluntariamente con la prestación, el acreedor cuenta con diversas vías para

obtener la satisfacción de su crédito:

● Art. 730 CCyCN − “Efectos con relación al acreedor”: “La obligación da derecho al

acreedor a: a) emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a

que se ha obligado; b) hacérselo procurar por otro a costa del deudor; c) obtener del

deudor las indemnizaciones correspondientes (...)”.

CUMPLIMIENTO FORZADO: ante el incumplimiento espontáneo por parte del deudor, el

acreedor tiene derecho al ejercicio de acciones judiciales para obtener la consignación del

pago. Luego del trámite, se dictará una sentencia que de ser favorable al acreedor, le

permitirá contar con el auxilio de la fuerza pública para lograr el cumplimiento de la


obligación. La prestación se ejecutará en especie o de manera exacta. En obligaciones de

dar, sólo será factible si la cosa existe y se encuentra en el patrimonio del deudor. En

obligaciones de hacer y no hacer tienen por límite la violencia en la persona del deudor.

CUMPLIMIENTO POR OTRO: el acreedor puede procurarse la prestación debida por otra

persona, a costa del deudor. Este derecho no podrá ser ejercido cuando la prestación

consista en dar una cosa cierta o específica que esté en patrimonio del deudor. Sí se podrá

optar por esta vía cuando se trate de dar cosas inciertas, fungibles y sumas de dinero, o de

obligaciones de hacer mientras no requieran aptitudes especiales del deudor.

INDEMNIZACIÓN: supuesto de satisfacción del crédito por equivalente, que sustituye la

prestación original. En las obligaciones contractuales, al ser debida una prestación específica,

se produce un desdoblamiento: el acreedor puede procurar tal prestación específica o bien

optar por la indemnización equivalente a la prestación debida ante el incumplimiento del

deudor. En las obligaciones nacidas de los hechos ilícitos, la indemnización es el único

contenido posible.

EFECTOS CON RELACIÓN AL DEUDOR

Ante el pago total y oportuno, se extingue la obligación con todos sus accesorios, quedando

liberado el deudor y adquiriendo entonces el derecho de repeler cualquier acción que el

acreedor pudiere dirigirle en virtud de la obligación extinguida.

● Art. 731 CCyCN − “Efectos con relación al deudor”: “El cumplimiento exacto de la

obligación confiere al deudor el derecho a obtener la liberación y el de rechazar las

acciones del acreedor”.

ASTREINTES O SANCIONES CONMINATORIAS

Son condenaciones conminatorias de carácter pecuniario cuyo objetivo es llevar al sujeto

incumplidor a cumplir. Procuran vencer la resistencia del deudor renuente, que

deliberadamente permanece en situación de incumplimiento, al imponerle estas penas

económicas acumulativas, es decir, sanciones valuadas en dinero contra el deudor que

demora el cumplimiento de una orden judicial y que son requeridas por el juez a razón de

una suma de dinero por cada día, cada semana o cada mes en que se retarda el

cumplimiento de una obligación.


En primer lugar, se notifica a la parte en falta para que cumpla la obligación bajo

apercibimiento de astreintes. El plazo empieza a correr al día siguiente de la notificación.

Vencido el plazo, comienzan a devengarse. El tribunal deberá considerar el caudal

económico del deudor para establecer su monto, ya que se supone que debe afectarlo y

forzarlo a cumplir. Generalmente no son de oficio, sino a pedido de la parte interesada.

Estas sanciones configuran también una obligación accesoria impuesta al deudor, por ello en

principio cesan con la extinción de la obligación principal, sea por pago de la condena o por

otro modo extintivo. Pueden aplicarse para propiciar el cumplimiento de deberes de familia y

de obligaciones de dar, hacer y no hacer.

● Art. 804 CCyCN − “Sanciones conminatorias”: “Los jueces pueden imponer en

beneficio del titular del derecho, condenaciones conminatorias de carácter

pecuniario a quienes no cumplen deberes jurídicos impuestos en una resolución

judicial. Las condenas se deben graduar en proporción al caudal económico de

quien debe satisfacerlas y pueden ser dejadas sin efecto o reajustadas si aquél

desiste de su resistencia y justifica total o parcialmente su proceder (...)”.

RECONOCIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN

Manifestación de la voluntad consistente en admitir o aseverar la existencia de una obligación

civil ya existente o en la constitución de una promesa autónoma de deuda.

● Art. 733 CCyCN − “Reconocimiento de la obligación”: “El reconocimiento consiste en

una manifestación de voluntad, expresa o tácita, por la que el deudor admite estar

obligado al cumplimiento de una prestación”.

● Art. 734 CCyCN − “Reconocimiento y promesa autónoma”: “El reconocimiento puede

referirse a un título o causa anterior; también puede constituir una promesa

autónoma de deuda”.

RECONOCIMIENTO EXPRESO: hay intención de hacer constar la existencia de la obligación, a

través de un instrumento público o privado escrito que la detalla (y es instrumento de

prueba).

RECONOCIMIENTO TÁCITO: surge de la conducta del deudor, si ésta persuade con certeza
acerca de su voluntad de admitir la existencia de la obligación (ej: pago total o parcial;

solicitud de prórroga; defensa de prescripción de cobro; constitución de garantías).

RECONOCIMIENTO ABSTRACTO O AUTÓNOMO: técnicamente no cumple con la idea de

“reconocimiento” en el sentido estricto/jurídico de la palabra, por no poder determinarse

claramente si se trata de una obligación ya existente o la creación de una nueva (pueden

llegar a enunciarse y hacerse valer situaciones no existentes hasta el momento, por no ser

tan estricto en la determinación de la causa, importancia, fecha, etc.).

EFECTOS DEL RECONOCIMIENTO

El reconocimiento de la obligación produce distintos efectos:

● Prueba de la obligación: efecto principal. Ante la negativa del deudor a pagar, si hubo

reconocimiento de la obligación, el acreedor podrá ejercer las acciones legales

correspondientes para el cobro, y acudir a los recursos que le proporciona el

ordenamiento jurídico para ver satisfecho su crédito.

● Interrupción de la prescripción: se considera aniquilado el tiempo corrido con

anterioridad al reconocimiento, reiniciándose el curso de la prescripción por un nuevo

término. La razón de esto es que se presume que con el reconocimiento el deudor se

somete a la relación obligacional, dejando sin efecto la inactividad del acreedor. Si

bien existe una gran discusión doctrinaria con respecto a la obligación ya prescripta,

generalmente se considera que la obligación debe estar vigente.

● Irrevocabilidad del reconocimiento: una vez expresado, el reconocimiento es

irrevocable.

MODOS DE EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES

PAGO

El pago es, específica y técnicamente, el cumplimiento de la prestación debida, es decir,

aquella que constituye el objeto de la obligación. Marca el momento de mayor virtualidad o

eficacia de la obligación, en la medida en que ésta se constituye para pagarse, significando

además la disolución del vínculo. Es, entonces, un acto voluntario lícito que tiene por fin

extinguir la obligación.

● Art. 865 CCyCN − “Definición”: “Pago es el cumplimiento de la prestación que


constituye el objeto de la obligación”.

SUJETOS DEL PAGO: en este momento obligacional de la extinción, los sujetos dejan de

llamarse “acreedor” y “deudor”, para denominarse “accipiens” (receptor del pago) y “solvens”

(pagador). Esto es así ya que no siempre el acreedor y el deudor se identifican con aquel que

realiza o recepciona el pago (ej: por incapacidad).

● Art. 875 CCyCN − “Validez”: “El pago debe ser realizado por persona con capacidad

para disponer”.

● Art. 885 CCyCN − “Pago a persona incapaz o con capacidad restringida y a tercero

no legitimado”: “No es válido el pago realizado a una persona incapaz, ni con

capacidad restringida no autorizada por el juez para recibir pagos, ni a un tercero no

autorizado por el acreedor para recibirlo, excepto que medie ratificación del

acreedor (...)”.

LEGITIMACIÓN ACTIVA PARA EL PAGO: tienen “ius solvendi” o derecho a realizar un pago

válido:

● Deudor: interesado principal en el cumplimiento de la obligación. El pago realizado

por el deudor extingue el crédito y lo libera, cuando satisface el interés del acreedor.

● Representantes del deudor: tanto los representantes legales (padres, tutores,

curadores) como los voluntarios (mandatarios) son legitimados activos en la medida

en que tengan facultades al efecto, salvo en caso de obligaciones “intuitu personae”

(sólo satisfechas por el propio deudor en razón de sus condiciones personales).

● Sucesores: si la deuda se transmite a personas que pasan a ocupar el lugar del

deudor por un negocio jurídico entre vivos, o bien por causa de muerte, tales

personas también quedarán legitimadas.

● Terceros: todo aquel que no es parte de una relación jurídica. Incluye al llamado

“tercero interesado” o aquel que , no siendo deudor, puede sufrir un menoscabo en

un derecho propio/patrimonial de no pagarse la deuda. El tercero

interesado podrá pagar aún con la oposición del deudor o del acreedor. El tercero no

interesado podrá pagar sólo con la autorización del acreedor.

LEGITIMACIÓN PASIVA PARA EL PAGO: será importante determinar quién está legitimado

para recibir un pago válido, por cuanto el pago hecho a una persona no legitimada expone al

“solvens” al riesgo de pagar dos veces (al no desinteresar al acreedor, éste seguirá
legitimado para reclamar su crédito al deudor). Son legitimados pasivos:

● Acreedor, cesionario o subrogante: persona a cuyo favor estuviere constituida la

obligación, sea por sí como por intermedio de sus representantes. También podrán

cobrar válidamente los herederos y cesionarios de un crédito, en su carácter de

sucesores del acreedor.

● Tribunal que dispuso embargo del crédito: cuando en un proceso judicial se hubiere

trabado un embargo sobre el crédito debido, el pago hecho a la orden del juez que

dispuso la medida cautelar tendrá efecto extintivo.

● Tercero indicado para recibir el pago: la ley admite que un tercero esté habilitado para

recibir el pago en todo o en parte. El acreedor tendrá derecho a reclamarle aquello

que haya recibido.

● Poseedor de título de crédito al portador o endosado en blanco: se considera que el

verdadero acreedor es quien porta el título, por lo que se encuentra legitimado para

cobrar, teniendo el pago efecto extintivo.

● Acreedor aparente: aquella persona que a los ojos de los demás goza pacíficamente

de la condición de acreedor y se comporta como tal, con independencia de que lo

sea o no (ej: heredero aparente; cesionario de crédito anulado; legatario de crédito

revocado). Quedará legitimado para el cobro en protección del “solvens” de buena fe.

REQUISITOS O PRINCIPIOS DEL PAGO: el objeto del pago debe reunir los requisitos de:

● Identidad: ¿qué se paga? El acreedor no está obligado a recibir y el deudor no tiene

derecho a cumplir una prestación distinta a la debida, cualquiera sea su valor. El

deudor debe entregar al acreedor la misma cosa a cuya entrega se obligó, sin que

pueda exigirse al “accipiens” que reciba en pago cosas que no correspondieran al

objeto de la obligación.

● Integridad: ¿cuánto se paga? El acreedor no está obligado a recibir pagos parciales,

excepto disposición legal o convencional en contrario. El pago debe ser total y

abarcar el objeto debido de manera integral, aún si fuere divisible.

● Puntualidad: ¿cuándo se paga? Las obligaciones cuentan a su vez con un plazo o

tiempo propio para el pago (exigibilidad inmediata; plazo determinado, en fecha de

vencimiento; plazo tácito, según usos y buena fe; plazo indeterminado, cuando lo fije

el juez), no pudiendo ninguna de las partes exigir ni obligar a la otra a pagar


anticipadamente.

● Localización: ¿dónde se paga? La determinación del lugar de pago tendrá efecto

sobre el derecho aplicable, la competencia judicial, la moneda de pago, etc. Pueden

designarlo las partes, de manera expresa o tácita. De no indicarlo, será en el domicilio

del deudor. En caso de obligación de dar cosas ciertas, será en el lugar en el cual se

encuentra la cosa habitualmente.

EFECTOS DEL PAGO: el pago produce los siguientes efectos:

● Extinción del crédito y liberación del deudor: se extingue la obligación principal y sus

accesorios y se libera al deudor (derecho subjetivo irrevocable que se incorpora en su

patrimonio). Si el “solvens” no es el deudor, la obligación se extingue pero el deudor

no queda liberado hasta que éste cumpla con aquél.

● Reconocimiento de la obligación: el pago significa el reconocimiento tácito de la

obligación, y en consecuencia interrumpe el curso de la prescripción.

PRUEBA DEL PAGO: el pago puede acreditarse por cualquier medio, salvo que los

interesados o la ley hubieren previsto el empleo de uno determinado, o la aplicación de

ciertas formalidades. El medio habitual y más idóneo para la prueba del pago es el recibo,

instrumento público o privado en el que el acreedor reconoce haber recibido el pago de la

prestación debida (deberá contener: fecha de otorgamiento; contenido exacto de lo recibido;

obligación que se cancela; nombre del “solvens”; firma del “accipiens”). El “solvens” tiene

derecho a exigir un recibo como constancia de la liberación correspondiente (en caso de

negativa, podrá constituir en mora al acreedor y consignar judicialmente el pago), así como el

“accipiens” podrá exigir un recibo o contra-recibo que pruebe la recepción (copia del recibo,

debidamente firmada por el “solvens”), que le permitirá hacer valer ciertos efectos del pago

(ej: reconocimiento de la obligación; interrupción de la prescripción).

IMPUTACIÓN DEL PAGO: si entre las partes existen varias obligaciones de la misma

naturaleza (ej: dinerarias), y el pago efectuado por el deudor no alcanza a solventar la

totalidad de lo adeudado, existen reglas de atribución de los pagos, previstas por la ley. En

estos casos será necesario decidir a qué obligación se atribuye dicho importe. Generalmente,

la imputación la hace el deudor pero, de no hacerlo, podrá hacerlo el acreedor. Si ninguna de


las partes imputa el pago, corresponderá imputación legal, la cual se regirá por el principio de

mayor onerosidad (obligación principal + accesorios e intereses). Si el pago no alcanza ni

para cancelar una obligación, la imputación será a prorrata entre todas ellas.

● Art. 900 CCyCN − “Imputación por el deudor”: “Si las obligaciones para con un solo

acreedor tienen por objeto prestaciones de la misma naturaleza, el deudor tiene la

facultad de declarar, al tiempo de hacer el pago, por cuál de ellas debe entenderse

que lo hace. La elección debe recaer sobre deuda líquida y de plazo vencido. Si

adeuda capital e intereses, el pago no puede imputarse a la deuda principal sin

consentimiento del acreedor”.

● Art. 901 CCyCN − “Imputación por el acreedor”: “Si el deudor no imputa el pago, el

acreedor se encuentra facultado a hacerlo en el momento de recibirlo, conforme a

estas reglas: a) debe imputarlo a alguna de las deudas líquidas y exigibles; b) una

vez canceladas totalmente una o varias deudas, puede aplicar el saldo a la

cancelación parcial de cualquiera de las otras”.

● Art. 902 CCyCN − “Imputación legal”: “Si el deudor o el acreedor no hacen

imputación del pago, se lo imputa: a) en primer término, a la obligación de plazo

vencido más onerosa para el deudor; b) cuando las deudas son igualmente

onerosas, el pago se imputa a prorrata”.

● Art. 903 CCyCN − “Pago a cuenta de capital e intereses”: “Si el pago se hace a

cuenta de capital e intereses y no se precisa su orden, se imputa en primer término a

intereses, a no ser que el acreedor dé recibo por cuenta de capital”.

MORA

La mora es una situación específica de incumplimiento o retardo temporal e imputable de la

obligación en donde se afecta el término de cumplimiento, con responsabilidad en el deudor,

y caracterizada por el interés que aún guarda el acreedor en el cumplimiento. Sin embargo,

es también posible que el acreedor incurra en mora, o bien que exista mora recíproca del

acreedor y del deudor. La mora se producirá de forma automática en las obligaciones a plazo

cierto (por vencimiento).

● Art. 886 CCyCN − “Mora del deudor. Principio. Mora automática. Mora del acreedor”:

“La mora del deudor se produce por el solo transcurso del tiempo fijado para el

cumplimiento de la obligación. El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa


una oferta de pago de conformidad con el artículo 867 y se rehúsa injustificadamente

a recibirlo”.

MORA DEL DEUDOR: el deudor, de forma culpable, retrasa el cumplimiento de la obligación.

Elementos esenciales:

● Elemento objetivo: demora o retraso en el cumplimiento. Tiene lugar cuando la

obligación se ha tornado exigible por vencimiento de su plazo o por cumplimiento de

la condición suspensiva, y permanece temporalmente insatisfecha la prestación.

● Elemento subjetivo: la inejecución debe ser imputable a título de culpa o dolo. No

habrá mora si el retardo devino de un supuesto de caso fortuito o fuerza mayor.

● Interés del acreedor en el cumplimiento: si debido a la demora el acreedor ha perdido

todo interés en el cumplimiento de la obligación, no será mora sino incumplimiento

definitivo.

Efectos:

● Indemnización por daños y perjuicios: el retardo en el cumplimiento supone un

perjuicio para el acreedor por el que deberá ser indemnizado (ej: intereses), sin que

ello le impida reclamar el cumplimiento de la prestación.

● Traslado de riesgos de la cosa: el deudor en mora deberá responder por el eventual

deterioro o pérdida de valor de las cosas.

● Cláusula resolutoria implícita: la mora del deudor es requisito indispensable para

reclamar la resolución contractual por incumplimiento.

● Suspensión de la prescripción: la interpelación fehaciente hecha por el titular del

derecho contra el deudor suspende el curso de la prescripción.

INTERPELACIÓN: es un acto jurídico unilateral y recepticio por la cual el acreedor reclama el

cumplimiento de la obligación. Puede realizarse por vía judicial (mediante cédula de

notificación de una demanda o intimación de pago a tramitarse por un oficial de justicia) o por

vía extrajudicial (mediante carta documento, acta notarial, nota recibida y suscripta por

destinatario, etc.). La exigencia de pago deberá ser expresa y categórica, estableciendo un

plazo de pago. Será necesaria en obligaciones a plazo incierto, tácito o indeterminado.

● Art. 887 CCyCN − “Excepciones al principio de la mora automática”: “La regla de la

mora automática no rige respecto de las obligaciones: a) sujetas a plazo tácito; si el


plazo no está expresamente determinado, pero resulta tácitamente de la naturaleza

y circunstancias de la obligación, en la fecha que conforme a los usos y a la buena

fe, debe cumplirse; b) sujetas a plazo indeterminado propiamente dicho; si no hay

plazo, el juez a pedido de parte, lo debe fijar mediante el procedimiento más breve

que prevea la ley local, a menos que el acreedor opte por acumular las acciones de

fijación de plazo y de cumplimiento, en cuyo caso el deudor queda constituido en

mora en la fecha indicada por la sentencia para el cumplimiento de la obligación. En

caso de duda respecto a si el plazo es tácito o indeterminado propiamente dicho, se

considera que es tácito”.

MORA DEL ACREEDOR: si el acreedor se rehúsa injustificadamente a recibir una oferta de

pago que cumple con los requisitos de identidad, integridad, puntualidad y localización. Es

decir, el acreedor, omitiendo cumplir con su deber de colaboración, impide el cumplimiento

oportuno del deudor.

Elementos esenciales:

● Existencia de una obligación válida en estado de efectivización (ej: plazo vencido).

● Necesidad de comportamiento del acreedor para el cumplimiento de la prestación.

● Falta a ese comportamiento por parte del acreedor, no cumpliendo con su deber de

cooperación.

● Existencia de una oferta real de pago por parte del deudor.

EFECTOS:

● El acreedor debe resarcir los daños y perjuicios causados.

● El deudor queda liberado de los riesgos del contrato, que se trasladan al acreedor.

● Cesa el curso de los intereses en supuesto de obligaciones dinerarias.

● Impide la constitución en mora del deudor.

PAGO POR CONSIGNACIÓN

En casos en los cuales el deudor diligente se ve impedido de cumplir, por la oposición

injustificada del acreedor o por dificultades que obstan el pago directo, la ley permite acudir a

una vía de liberación coactiva de la obligación, el pago por consignación.


CONSIGNACIÓN JUDICIAL: procede en caso de demora del acreedor para recibir el pago

(antes deberá haber interpelación del deudor mediante notificación fehaciente en la cual le

requiera el cobro), si hay dudas razonables acerca de quién es titular del crédito al momento

de volverse exigible el pago (ej: fallecimiento del acreedor), o cuando el deudor no pueda

realizar un pago seguro y válido por causas ajenas a éste (ej: pérdida/robo/destrucción de

título que sirve de instrumento y prueba del crédito, no pudiendo entregarse frente al pago;

ausencia del acreedor del lugar donde debe realizarse el pago).

● Art. 904 CCyCN − “Casos en que procede”: “El pago por consignación procede

cuando: a) el acreedor fue constituido en mora; b) existe incertidumbre sobre la

persona del acreedor; c) el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por

causa que no le es imputable”.

● Art. 906 CCyCN − “Forma”: “El pago por consignación se rige por las siguientes

reglas: a) si la prestación consiste en una suma de dinero, se requiere su depósito a

la orden del juez interviniente, en el banco que dispongan las normas procesales; b)

si se debe una cosa indeterminada a elección del acreedor y éste es moroso en

practicar la elección, una vez vencido el término del emplazamiento judicial hecho al

acreedor, el juez autoriza al deudor a realizarla; c) si las cosas debidas no pueden ser

conservadas o su custodia origina gastos excesivos, el juez puede autorizar la venta

en subasta, y ordenar el depósito del precio que se obtenga”.

● Art. 907 CCyCN − “Efectos”: “La consignación judicial, no impugnada por el acreedor,

o declarada válida por reunir los requisitos del pago, extingue la deuda desde el día

en que se notifica la demanda (...)”.

CONSIGNACIÓN EXTRAJUDICIAL: ante la renuencia del acreedor a aceptar el pago, el

deudor o un tercero depositará la suma debida ante un escribano o notario del Registro de la

zona donde deba consignarse el pago. Se admite exclusivamente en caso de obligaciones

dinerarias. El deudor deberá notificar al acreedor de la fecha y hora de consignación del

pago, dándole la posibilidad de que concurra. El escribano tendrá la obligación de notificar al

acreedor dentro de las 48 hs. de realizado el pago.

● Art. 910 CCyCN − “Procedencia y trámite”: “Sin perjuicio de las disposiciones del

Parágrafo 1°, el deudor de una suma de dinero puede optar por el trámite de

consignación extrajudicial. A tal fin, debe depositar la suma adeudada ante un


escribano de registro, a nombre y a disposición del acreedor, cumpliendo los

siguientes recaudos: a) notificar previamente al acreedor, en forma fehaciente, del

día, la hora y el lugar en que será efectuado el depósito; b) efectuar el depósito de la

suma debida con más los intereses devengados hasta el día del depósito; este

depósito debe ser notificado fehacientemente al acreedor por el escribano dentro de

las 48 horas hábiles de realizado; si es imposible practicar la notificación, el deudor

debe consignar judicialmente”.

● Art. 911 CCyCN − “Derechos del acreedor”: “Una vez notificado del depósito, dentro

del quinto día hábil de notificado, el acreedor tiene derecho a: a) aceptar el

procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del deudor el pago de los gastos

y honorarios del escribano; b) rechazar el procedimiento y retirar el depósito, estando

a cargo del acreedor el pago de los gastos y honorarios del escribano; c) rechazar el

procedimiento y el depósito, o no expedirse. En ambos casos el deudor puede

disponer de la suma depositada para consignarla judicialmente”.

● Art. 912 CCyCN − “Derechos del acreedor que retira el depósito”: “Si el acreedor

retira lo depositado y rechaza el pago, puede reclamar judicialmente un importe

mayor o considerarlo insuficiente o exigir la repetición de lo pagado por gastos y

honorarios por considerar que no se encontraba en mora, o ambas cosas. En el

recibo debe hacer reserva de su derecho, caso contrario se considera que el pago es

liberatorio desde el día del depósito. Para demandar tiene un término de caducidad

de treinta días computados a partir del recibo con reserva”.

PAGO POR SUBROGACIÓN

Supone pago y transmisión de obligaciones. “Subrogar” significa sustituir, es decir, colocar a

alguien en lugar de otra persona. El pago por subrogación es aquel efectuado por un tercero,

a quien se le transmiten todos los derechos y acciones del antiguo acreedor, por efecto de

ese pago. Es una institución compleja, que de un lado involucra un pago y consecuente

extinción de la obligación, y de otro la sustitución de una persona por otra en la titularidad o

ejercicio de un derecho, que importa transmisión de ese derecho.

● Art. 914 CCyCN − “Pago por subrogación”: “El pago por subrogación transmite al

tercero que paga todos los derechos y acciones del acreedor. La subrogación puede

ser legal o convencional”.


SUBROGACIÓN LEGAL: surge de la ley, con independencia de la voluntad de las partes.

Opera de pleno derecho, desde el momento en que se efectúa el pago.

● Art. 915 CCyCN − “Subrogación legal”: “La subrogación legal tiene lugar a favor: a)

del que paga una deuda a la que estaba obligado con otros, o por otros; b) del

tercero, interesado o no, que paga con asentimiento del deudor o en su ignorancia; c)

del tercero interesado que paga aun con la oposición del deudor; d) del heredero con

responsabilidad limitada que paga con fondos propios una deuda del causante”.

SUBROGACIÓN CONVENCIONAL: proviene de la voluntad de los interesados, por convenio

con el acreedor o con el deudor. No opera por el solo hecho de efectuarse un pago.

● Art. 916 CCyCN − “Subrogación convencional por el acreedor”: “El acreedor puede

subrogar en sus derechos al tercero que paga”.

● Art. 917 CCyCN − “Subrogación convencional por el deudor”: “El deudor que paga al

acreedor con fondos de terceros puede subrogar al prestamista. Para que tenga los

efectos previstos en estas normas es necesario que: a) tanto el préstamo como el

pago consten en instrumentos con fecha cierta anterior; b) en el recibo conste que los

fondos pertenecen al subrogado; c) en el instrumento del préstamo conste que con

ese dinero se cumplirá la obligación del deudor”.

PAGO A MEJOR FORTUNA

En función del principio de autonomía de la voluntad, en general no hay obstáculo para que

el acreedor acepte el pago de la obligación mediante un objeto diferente, o renuncie a cobrar

un crédito total o parcialmente. En esa medida, el acreedor puede también acordar con su

deudor que éste pague cuando pueda o mejore de fortuna (cuando su patrimonio se lo

permita). Esta figura exige el acuerdo entre partes para la concesión del beneficio, lo que la

diferencia del pago con beneficio de competencia, cuya fuente es legal. Ante la falta de

acuerdo entre partes sobre la fecha de exigibilidad del pago, resolverá el juez, pero su

decisión deberá contemplar si efectivamente el deudor mejoró de fortuna, recayendo la

carga de la prueba sobre el deudor. Si éste acredita que tal mejora no se produjo, la

sentencia deberá como mínimo posponer la exigibilidad del pago. Si se prueba que el deudor

podía pagar, quedará como moroso y correrán los intereses.

● Art. 889 CCyCN − “Principio”: “Las partes pueden acordar que el deudor pague

cuando pueda, o mejore de fortuna; en este supuesto, se aplican las reglas de las
obligaciones a plazo indeterminado”.

● Art. 890 CCyCN − “Carga de la prueba”: “El acreedor puede reclamar el cumplimiento

de la prestación, y corresponde al deudor demostrar que su estado patrimonial le

impide pagar. En caso de condena, el juez puede fijar el pago en cuotas”.

● Art. 891 CCyCN − “Muerte del deudor”: “Se presume que la cláusula de pago a mejor

fortuna se establece en beneficio exclusivo del deudor; la deuda se transmite a los

herederos como obligación pura y simple”.

PAGO CON BENEFICIO DE COMPETENCIA

Al igual que en el pago a mejor fortuna, el deudor se halla autorizado a pagar cuando

“buenamente” pueda, con la diferencia de que en este caso la ley asignará tal derecho a

determinados deudores según sus circunstancias. La figura se funda en razones de

humanidad y tiende a evitar la ruina del deudor ante la posibilidad de agresión de su

patrimonio por los acreedores en circunstancias especiales atinentes a la relación entre los

coobligados. La ley dará esta posibilidad de pago a los ascendientes, descendientes y

colaterales hasta 2º grado, al cónyuge o conviviente, y al donante. La enumeración legal es

taxativa, y las personas comprendidas sólo podrán obtener el beneficio en las situaciones

previstas, al tratarse de un instituto excepcional y de aplicación restrictiva.

● Art. 892 CCyCN − “Definición”: “El beneficio de competencia es un derecho que se

otorga a ciertos deudores, para que paguen lo que buenamente puedan, según las

circunstancias, y hasta que mejoren de fortuna”.

● Art. 893 CCyCN − “Personas incluidas”: “El acreedor debe conceder este beneficio: a)

a sus ascendientes, descendientes y colaterales hasta el segundo grado, si no han

incurrido en alguna causal de indignidad para suceder; b) a su cónyuge o

conviviente; c) al donante en cuanto a hacerle cumplir la donación”.

COMPENSACIÓN

Modo de extinción que supone la neutralización de 2 obligaciones recíprocas. Las partes,

para evitar un doble pago recíproco, extinguen sus mutuas obligaciones mediante el pago

del excedente. Permite evitar un desplazamiento innecesario de bienes, simplificando las

reglas de pago en casos en los cuales los obligados revistan la calidad de acreedor y deudor

en forma recíproca. Ambas obligaciones deben haber comenzado a coexistir en condiciones


de ser compensables en un mismo momento, caso contrario, la cuenta podría resultar

diferente por incidencia de intereses.

● Art. 921 CCyCN − “Definición”: “La compensación de las obligaciones tiene lugar

cuando dos personas, por derecho propio, reúnen la calidad de acreedor y deudor

recíprocamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra deuda. Extingue con

fuerza de pago las dos deudas, hasta el monto de la menor, desde el tiempo en que

ambas obligaciones comenzaron a coexistir en condiciones de ser compensables”.

● Art. 922 CCyCN − “Especies”: “La compensación puede ser legal, convencional,

facultativa o judicial”.

COMPENSACIÓN LEGAL: cuando se cumplen todos los requisitos previstos por la ley.

● Art. 923 CCyCN − “Requisitos de la compensación legal”: “Para que haya

compensación legal: a) ambas partes deben ser deudoras de prestaciones de dar; b)

los objetos comprendidos en las prestaciones deben ser homogéneos entre sí; c) los

créditos deben ser exigibles y disponibles libremente, sin que resulte afectado el

derecho de terceros”.

COMPENSACIÓN CONVENCIONAL: basada en el principio de la autonomía de la voluntad,

surge del acuerdo de acreedores y deudores recíprocos, cuando no se hallan cumplidos los

requisitos para la compensación legal (ej: prestaciones heterogéneas).

COMPENSACIÓN FACULTATIVA: resultado de la facultad de quien cumpliendo con todos los

requisitos para alcanzar la compensación legal, renuncia a exigir algún requisito que le falta a

su coobligado, de tal modo de extinguir la obligación por vía de compensación.

● Art. 927 CCyCN − “Compensación facultativa”: “La compensación facultativa actúa

por la voluntad de una sola de las partes cuando ella renuncia a un requisito faltante

para la compensación legal que juega a favor suyo. Produce sus efectos desde el

momento en que es comunicada a la otra parte”.

COMPENSACIÓN JUDICIAL: compensación decretada por el juez en razón de que, por efecto

de la sentencia, han quedado convertidas en líquidas y exigibles ambas obligaciones.

● Art. 928 CCyCN − “Compensación judicial”: “Cualquiera de las partes tiene derecho a

requerir a un juez la declaración de la compensación que se ha producido. La

pretensión puede ser deducida simultáneamente con las defensas relativas al crédito
de la otra parte o, subsidiariamente, para el caso de que esas defensas no

prosperen”.

CONFUSIÓN

Existe confusión cuando un sujeto reúne en sí mismo la calidad de deudor y acreedor, por

transmisión de obligaciones (ej: “mortis causa”: por sucesión a título universal, cuando el

deudor es heredero del acreedor o viceversa, por sucesión intestada o testamentaria; “inter

vivos”: por cesión de crédito o transferencia de la deuda). La extinción de la obligación se

produce por imposibilidad de cumplimiento, ya que una persona no puede exigirse a sí

misma la satisfacción de una prestación. Desaparece así uno de los elementos esenciales de

la relación obligacional: la existencia de un sujeto acreedor distinto del sujeto deudor.

A diferencia de la compensación, donde acreedor y deudor reúnen recíprocamente la calidad

de acreedor y deudor pero con relación a 2 obligaciones diferentes, la confusión opera

respecto de una obligación única y un único patrimonio, debiendo presentarse aquellas

calidades por derecho propio (no como apoderado o representante del obligado). Puede

haber un pronunciamiento judicial por haberlo percibido el el juez, o la parte puede solicitar la

declaración judicial de que operó la confusión (el pronunciamiento del juez es simplemente

declarativo).

● Art. 931 CCyCN − “Definición”: “La obligación se extingue por confusión cuando las

calidades de acreedor y de deudor se reúnen en una misma persona y en un mismo

patrimonio”.

● Art. 932 CCyCN − “Efectos”: “La obligación queda extinguida, total o parcialmente, en

proporción a la parte de la deuda en que se produce la confusión”.

NOVACIÓN

Existe novación cuando se extingue una obligación por la creación de otra nueva, destinada a

reemplazarla. Supone un convenio de partes por el cual una obligación válida que llega a su

fin, sirve de causa a una nueva obligación. Es requisito esencial de la novación la voluntad de

novar o “animus novandi”, así como la capacidad para contratar de las partes. Si hay duda, la

novación no se presume (interpretación restrictiva), manteniéndose en tal caso la vigencia de

la obligación original. Por esta razón, será preciso que la voluntad de las partes se manifieste

claramente en la nueva convención, o bien que la existencia de la anterior obligación sea


incompatible con la nueva.

● Art. 933 CCyCN − “Definición”: “La novación es la extinción de una obligación por la

creación de otra nueva, destinada a reemplazarla”.

● Art. 934 CCyCN − “Voluntad de novar”: “La voluntad de novar es requisito esencial de

la novación. En caso de duda, se presume que la nueva obligación contraída para

cumplir la anterior no causa su extinción”.

● Art. 935 CCyCN − “Modificaciones que no importan novación”: “La entrega de

documentos suscriptos por el deudor en pago de la deuda y, en general, cualquier

modificación accesoria de la obligación primitiva, no comporta novación”.

● Art. 938 CCyCN − “Circunstancias de la obligación anterior”: “No hay novación, si la

obligación anterior: a) está extinguida, o afectada de nulidad absoluta; cuando se

trata de nulidad relativa, la novación vale, si al mismo tiempo se la confirma; b)

estaba sujeta a condición suspensiva y, después de la novación, el hecho

condicionante fracasa; o a condición resolutoria retroactiva, y el hecho condicionante

se cumple; en estos casos, la nueva obligación produce los efectos que, como tal, le

corresponden, pero no sustituye a la anterior”.

● Art. 939 CCyCN − “Circunstancias de la nueva obligación”: “No hay novación y

subsiste la obligación anterior, si la nueva: a) está afectada de nulidad absoluta, o de

nulidad relativa y no se la confirma ulteriormente; b) está sujeta a condición

suspensiva, y el hecho condicionante fracasa; o a condición resolutoria retroactiva y

el hecho condicionante se cumple”.

● Art. 940 CCyCN − “Efectos”: “La novación extingue la obligación originaria con sus

accesorios. El acreedor puede impedir la extinción de las garantías personales o

reales del antiguo crédito mediante reserva; en tal caso, las garantías pasan a la

nueva obligación sólo si quien las constituyó participó en el acuerdo novatorio”.

DACIÓN EN PAGO

La dación en pago es un modo de extinción de las obligaciones que opera cuando el

acreedor voluntariamente acepta en pago una prestación distinta de la adeudada (ej: en lugar

del servicio debido, el acreedor acepta la entrega de una suma de dinero; en lugar del pago

en moneda, el acreedor acepta la entrega de cosas). Esta figura requiere del cumplimiento

mediante un objeto diferente al originariamente debido, no observándose la identidad propia


del pago. Exige además un acuerdo de partes, ya que el acreedor no se encuentra obligado a

aceptar el cambio en cuestión, ni puede éste imponerse al deudor. A su vez, precisará del

“animus solvendi” (intención de extinguir la obligación y no sustituirla por una nueva). La

dación en pago producirá la extinción de la obligación principal más todos sus intereses, por

más que lo dado en pago sea de inferior valor económico.

● Art. 942 CCyCN − “Definición”: “La obligación se extingue cuando el acreedor

voluntariamente acepta en pago una prestación diversa de la adeudada”.

● Art. 943 CCyCN − “Reglas aplicables”: “La dación en pago se rige por las

disposiciones aplicables al contrato con el que tenga mayor afinidad. El deudor

responde por la evicción y los vicios redhibitorios de lo entregado; estos efectos no

hacen renacer la obligación primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio de

terceros”.

RENUNCIA Y REMISIÓN

Algunos autores los consideran sinónimos, otros entienden que la renuncia constituye un

concepto genérico referido a la resignación de derechos en general, siendo la remisión una

especie referida a la abdicación de un derecho creditorio.

● Art. 944 CCyCN − “Caracteres”: “Toda persona puede renunciar a los derechos

conferidos por la ley cuando la renuncia no está prohibida y sólo afecta intereses

privados. No se admite la renuncia anticipada de las defensas que puedan hacerse

valer en juicio”.

● Art. 946 CCyCN − “Aceptación”: “La aceptación de la renuncia por el beneficiario

causa la extinción del derecho”.

● Art. 947 CCyCN − “Retractación”: “La renuncia puede ser retractada mientras no haya

sido aceptada, quedando a salvo los derechos adquiridos por terceros”.

● Art. 948 CCyCN − “Prueba”: “La voluntad de renunciar no se presume y la

interpretación de los actos que permiten inducirla es restrictiva”.

● Art. 950 CCyCN − “Remisión”: “Se considera remitida la deuda, excepto prueba en

contrario, cuando el acreedor entrega voluntariamente al deudor el documento

original en que consta la deuda. Si el documento es un instrumento protocolizado y

su testimonio o copia se halla en poder del deudor sin anotación del pago o remisión,

y tampoco consta el pago o la remisión en el documento original, el deudor debe


probar que el acreedor le entregó el testimonio de la copia como remisión de la

deuda”.

● Art. 952 CCyCN − “Efectos”: “La remisión de la deuda produce los efectos del pago.

Sin embargo, la remisión en favor del fiador no aprovecha al deudor. La hecha a

favor de uno de varios fiadores no aprovecha a los demás”.

IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIMIENTO

Si bien las obligaciones nacen para ser cumplidas, cuando por una causa ajena sobreviniente

al momento de exigibilidad de la obligación no imputable a él, el deudor se vea imposibilitado

de cumplir, a pesar de obrar de buena fe y en el ejercicio regular de sus derechos, podrá

extinguirse el vínculo jurídico sin responsabilidad para él, siempre que se presenten los

requisitos detallados por la ley (imposibilidad sobreviniente absoluta y objetiva; de carácter

definitivo o excepcionalmente transitorio; por caso fortuito o de fuerza mayor; no imputable al

deudor).

● Art. 955 CCyCN − “Definición”: “La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y

definitiva de la prestación, producida por caso fortuito o fuerza mayor, extingue la

obligación, sin responsabilidad. Si la imposibilidad sobreviene debido a causas

imputables al deudor, la obligación modifica su objeto y se convierte en la de pagar

una indemnización de los daños causados”.

● Art. 956 CCyCN − “Imposibilidad temporaria”: “La imposibilidad sobrevenida,

objetiva, absoluta y temporaria de la prestación tiene efecto extintivo cuando el plazo

es esencial, o cuando su duración frustra el interés del acreedor de modo

irreversible”.

● Art. 1732 CCyCN − “Imposibilidad de cumplimiento”: “El deudor de una obligación

queda eximido del cumplimiento, y no es responsable, si la obligación se ha

extinguido por imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable al

obligado. La existencia de esa imposibilidad debe apreciarse teniendo en cuenta las

exigencias de la buena fe y la prohibición del ejercicio abusivo de los derechos”.

PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA

La prescripción es un medio de adquirir derechos (“prescripción adquisitiva” o usucapión:

Derechos Reales) y de liberarse de obligaciones (“prescripción liberatoria” o extintiva) por el


transcurso del tiempo. La prescripción liberatoria es un modo de extinción del vínculo

obligatorio y liberación del deudor, caracterizado por 2 circunstancias:

● Transcurso del lapso previsto por la ley para el inicio de una acción.

● Inactividad del acreedor.

Esta figura supone siempre una tensión entre valores relevantes: 1) seguridad jurídica y

razonable interés social que exige que las obligaciones no permanezcan vigentes

indefinidamente, al arbitrio de acreedores que podrían decidir reclamar su crédito en

cualquier momento, con deudores que permanecerían siempre sujetos a la presión de

eventuales demandas por un vínculo inacabado; 2) la no satisfacción del interés del acreedor,

ni el cumplimiento de aquello que le es debido, llevando a la pérdida de un derecho.

El plazo de prescripción comienza a correr desde el incumplimiento, es decir, desde que el

crédito resulta exigible. Al haber inactividad del acreedor en poner en movimiento las

acciones legales correspondientes, al prescribir la obligación, su cumplimiento quedará al

arbitrio del deudor, bajo mero deber moral o de conciencia.

● Art. 2534 CCyCN − “Sujetos”: “La prescripción opera a favor y en contra de todas las

personas, excepto disposición legal en contrario. Los acreedores y cualquier

interesado pueden oponer la prescripción, aunque el obligado o propietario no la

invoque o la renuncie”.

● Art. 2538 CCyCN − “Pago espontáneo”: “El pago espontáneo de una obligación

prescripta no es repetible”.

● Art. 2554 CCyCN − “Regla general”: “El transcurso del plazo de prescripción

comienza el día en que la prestación es exigible”.

El curso de la prescripción, entendido como el período de tiempo que va entre el inicio y el fin

del término correspondiente, puede alterarse por su suspensión (ej: interpelación fehaciente;

pedido de mediación. Se sigue el curso desde que se frenó) o por su interrupción (ej:

reconocimiento; petición judicial por titular del derecho; solicitud de arbitraje. Se vuelve a

cero y arranca de nuevo el conteo del plazo).

● Art. 2539 CCyCN − “Efectos”: “La suspensión de la prescripción detiene el cómputo

del tiempo por el lapso que dura pero aprovecha el período transcurrido hasta que

ella comenzó”.

● Art. 2544 CCyCN − “Efectos”: “El efecto de la interrupción de la prescripción es tener


por no sucedido el lapso que la precede e iniciar un nuevo plazo”.

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