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ASIGNATURA DE ANÁLISIS VI
PROFESORA: Carolina Cerezo Dávila
• Bartok y el folclore 3
• Otras Influencias 4
• Bartok y el piano 9
• Análisis Formal 12
• Conclusión 23
• Bibliografía 24
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BARTOK Y SU ENTORNO SOCIAL
Por otra parte, los estudios etnomusicológicos llevados a cabo por Bartok, le dieron
razones suficientes para considerar que las músicas de los pueblos donde había
estado trabajando, poseían, en verdad, grandes similitudes. Al hacer público este
hecho, le supuso una reacción adversa por parte de la crítica ultranacionalista del
momento.
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Como ejemplo, tenemos esta cita del propio Bartok sacada de una carta de 1931 en la
que, de manera indirecta, responde a las críticas suscitadas por su interés en los cantos
populares non nacionales: "Mi idea fundamental, la que me ocupa totalmente desde
que soy compositor, es la fraternidad de los pueblos contra todas las guerras y contra
todos los conflictos. Esta es la idea que, mientras me lo permitan las fuerzas, trato de
servir con mis composiciones. Por este motivo, no rechazo ninguna influencia, ya sea
eslovaca, rumana, árabe o cualquiera que sea, siempre que dicha fuente sea pura, fresca
y sana".
BARTOK Y EL FOLCLORE
Las primeras investigaciones en la más joven de las ciencias, el folclore musical atrajo la
atención de algunos másicos hacia la música campesina auténtica y con asombro se
percataron de que habían dado con un tesoro de. excepcional abundancia.
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Las melodías que Bartok analiza presentan gran variedad, los compases y ritmos
mantienen variaciones constantes y suelen estar formados por grupos de distinta duración
(binario y ternario). Las frases varían en cuanto a longitud y los tempos fluctúan de
forma libre (de ahí la capacidad de variación de los temas que podemos observar en sus
obras). Para Bartok no solo importa la melodía, sino que dota de gran importancia las
implicaciones armónicas y asume que, en vez de acompañar estas melodías con acordes
de triada, estas melodías deberían ser acompañadas por un nuevo lenguaje armónico que
se estableciera mediante las relaciones interválicas de cada melodía. De ahí, como
veremos más adelante, sus usos frecuentes de cuartas, segundas, e incluso
séptimas. Para Bartok la música folclórica era una creación colectiva de gente sencilla que
respiraba el aire de la naturaleza. Era “música sana”, y por ello, una base firme para
crear una nueva música, enraizada en la tierra y la tradición cultural.
OTRAS INFLUENCIAS
En este apartado podríamos mencionar las obras de compositores vieneses tales como
Schönberg, Berg y Webern, miembros de la corriente contemporánea europea. Eran
los que desarrollaron el nuevo concepto de las relaciones contenidas en el cromatismo
continuo y la equiparación de los doce sonidos.
Asimismo, tiene otras influencias distintas a las de los atonalistas, como es la influencia
de la obra de Debussy, que descubrió cuando se asentó en Budapest tras su
nombramiento como profesor de piano, lo cual le permitió proseguir con sus investigaciones
acerca de la música popular al mismo tiempo que estudiaba la obra de otros compositores,
como es el caso de Claude Debussy. Bartok comienza a relacionar elementos comunes
entre la música occidental y la campesina húngara como son las escalas de tonos y frases
pentatónicas. Mas adelante, tratará la escala pentatónica como base del canto, con una
entidad especial dentro de la música de los pueblos. También las influencias de Scriabin y
Korsakov se hacen patentes en el uso de las propiedades simétricas del acorde de
novena de dominante y escalas simétricas basadas en la alternancia de tonos y semitonos.
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TÉCNICAS COMPOSITIVAS DE BARTOK
Bartok nunca hablo de sus técnicas compositivas, sino que fue el musicólogo Ernö
Lendvai quien se ocupó de estudiar las bases de este sistema. Según Lendvai, gran
parte de la música de Bartok está influenciada por el folclore y podríamos dividirla en
dos bloques distintos, aunque complementarios entre sí. Son el sistema diatónico,
basado en la música folclórica con sus diferentes modos y ritmos, y el sistema
cromático, fundamentado en el sistema axial, la escala acústica y la proporción aurea,
de interés en los aspectos formales, principalmente. Brevemente pasaremos a explicar a
continuación estos últimos.
"Todo arte tiene el derecho de hincar sus raíces en el arte de una era anterior; No solo
tiene el derecho a hacerlo, sino que debe arrancar de él” (cita de Bartok).
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LA SECCION AUREA Y LOS PRINCIPIOS FORMALES
El método de Bartok, en su construcción formal, está estrechamente ligado a las leyes del
Número Áureo. Este constituye un elemento formal que es, al menos, tan significativo
en la música de Bartok, como la cuadratura en el período clásico.
La sección aurea es la división de una distancia de tal manera que la proporción entre la
longitud total y la parte más larga corresponde geométricamente a la proporción entre la
parte más larga y la más corta, o sea, la parte más larga es el medio geométrico del largo
total y la parte más corta.
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El otro ejemplo del uso de la sección aurea en este primer concierto para piano, se encuentra
en el compás 184 (primer movimiento), dividiendo el movimiento en una sección pequeña 1-
184 y otra mayor, hasta el 482. Esta división, a su vez, coincide con la división de ocho
compases en tres y cinco, entre la indicación de Meno vivo y Rallentando sostento.
EL SISTEMA CROMATICO
Al acorde que menciona Lendvai como acorde “alfa” (que, por otra parte, es de donde
surge el acorde mayor-menor), se puede llegar según las relaciones del sistema axial.
Por ejemplo, tomando el acorde en primera inversión de Do. De acuerdo con el sistema
axial, los sonidos Sol y Mi, pertenecientes al mismo eje, podrían ser sustituidos por otros
de su mismo eje (Sol-Mi-Sib-Do#) sin cambiar el carácter tonal de Do. Si en lugar de Sol
y Mi añadimos al Do todo el eje de la dominante, formamos el acorde "beta”, que en
sonoridad nos podría recordar a un acorde de novena (do-mi-sol-sib-reb). Una sustitución
similar podría hacerse manteniendo la nota Sol y reemplazando Do por las de su eje (Mib-
Fa#-La). Tras estas dos formaciones acódicas concluimos que el acorde “alfa” es la
suma de la relación de Do-Sol o Do-Mi-Sol. De ahí que llamemos acorde “alfa” también al
acorde mayor-menor. Ya que se compone de Do con un mi (eje de dominante) y con un
mib (eje de tónica)
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BARTOK Y EL PIANO
No sería de extrañar que con sus vivencias en los pueblos en los que trabajo recopilando
material folclórico junto a su forma de ser, hubieran modificado también su estilo
compositivo enfrentándolo al refinamiento que el piano había adquirido a lo largo del
siglo XIX. El ataque de la tecla se aleja definitivamente de la técnica romántica, buscando
puntos de referencia en la música popular, de aspecto rítmico y sonoro. De hecho, el
compositor fue muy explícito a la hora de explicar que la música culta podría encontrar
en la tradición campesina esa “esencialidad de la expresión que habla perdido la música
europea” (Escritos sobre la música popular).
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Convirtió en puntos de referencia esta declamación sumada a su capacidad para
lograr una sonoridad personal para su cantábile pianístico.
Bartok veía el piano como un medio privilegiado para alcanzar una expresión simple y
sin concesiones. "Desde hace mucho tiempo se ha apreciado el carácter neutro de la
sonoridad del piano. Me parece, no obstante, que solo la tendencia actual de
admitirlo entre los instrumentos de percusión ha permitido valorar adecuadamente esta
peculiaridad". Bartok no fue el único que reivindico la naturaleza del piano como
instrumento de percusión, dejando de lado los experimentos de Debussy, podemos
mencionar a Paul Hindemith, que en su Suite 19-22 sugirió explícitamente considerar
el teclado como una “especie particularmente interesante de batería”, recomendando al
pianista en el pie de página que lo tuviese en cuenta a la hora de la interpretación. Pero
en el caso de Bartok lo realmente relevante es que con el uso percusivo no busca evocar
las láminas de los gongs, ni percusiones afroamericanas, sino los sonidos de su
pueblo.
BELA BARTOK
Nace el 25 de marzo de 1881 en Nagyszentmiklós, Hungría
(hoy Sannieslaul Mare, Rumania)
Muere el 26 de septiembre de 1945 en Nueva York.
Compone en el otoño de 1926 este primer concierto para piano después de un silencio de tres
años. Será estrenado por el mismo Bartok como solista bajo la dirección de Wilheim
Furtwängler, el 1 de Julio de 1927 en el Festival de la Sociedad Internacional para la música
contemporánea celebrado en la ciudad de Frankfurt am Main. Desde el punto de vista
orquestal es una obra sumamente difícil. Ejemplo de ello fue su debut en Nueva York, donde
tuvo algunos tropiezos: Bartok debió tocar su propio Concierto No.1 (compuesto en 1926)
con Mengelberg y la Filarmónica. Todo parece indicar que el célebre director holandés no
apreciaba debidamente el Concierto, además de que lo encontraba muy difícil para
prepararlo en tan poco tiempo. La obra fue cancelada y Bartok tuvo que tocar su Rapsodia
Op.1 para piano y orquesta. La crítica fue favorable para el compositor-pianista, pero
adversa a la orquesta. Tuvo que esperar todavía un tiempo para que este concierto fuese
ofrecido en los EEUU, siendo finalmente la ciudad de Nueva York la elegida con la
Orquesta de Cincinnati bajo la batuta de Frintz Reiner y el autor de solista.
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La obra refleja claramente la esencia del estilo compositivo bartokiano en este
momento de su vida. Se discierne un desarrollo de su inclinación hacia la síntesis. Junto
con sus marcadas características vitalistas, existe una tendencia a combinar el material
sonoro original con ideales y formas clásicas. Por un lado, se aprecia con absoluta claridad
una organización precisa desde cualquier parámetro del lenguaje musical, al mismo tiempo
que adopta una cierta postura objetiva. Por otro lado, sin embargo, se observa una fuerte
evidencia de la existencia de una gran riqueza de sentimientos que se unen con
espontaneidad, energía musical con vitalidad incluso, porque no decirlo, dionisiaca y
calidez propia de la naturaleza humana.
Bartok estaba interesado en la música de Bach y anterior de la que afloran algunos rasgos
propios en este primer concierto para piano, al igual que un fuerte tratamiento motivito
cuyo reflejo en el pasado lo tenemos en la figura de Beethoven. Las características más
evidentes de la composición consisten en la relación entre instrumento solista y dos
secciones principales del conjunto orquestal, los instrumentos de viento y la percusión. De
forma análoga, podemos buscar cierta similitud con un compositor más próximo a él como
es Stravinsky, este paralelismo se podría ver con su Octeto y su Concierto para piano e
instrumentos de viento, especialmente en lo concerniente a la energía rítmica y al sonido
"bruto” (duro, seco). Sin embargo, la música de Bartok se diferencia del neoclasicismo
de Stravinsky ya que carece de las influencias de la música popular urbana, como por
ejemplo el Jazz.
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No obstante, realza de una manera consciente los puntos claros de centralización tonal.
El elemento más poderoso es, sin duda alguna, la fuerza rítmica de una riqueza e
intensidad inusitada, a través de una pulsación fuerte e irregular, con frecuentes cambios
de tempo y variaciones en la estructura de los compases. Todos estos componentes se
combinan para producir una obra de una gran perfección técnica y de rasgos vigorosos.
En el movimiento central se desarrolla un diálogo entre el piano y la percusión (tambor
pequeño, timbales, bombo, platillos, tam-tam), donde el mismo instrumento solista produce
efectos percusios. En los dos movimientos extremos las arquitecturas son duras,
angulosas, ampliamente inspiradas en el ritmo “motorista” que estaba de moda en la
época.
ANALISIS FORMAL
Forma Sonata.
CC. 1-37 Introducción (con dos componentes básicos de toda la obra: el elemento
rítmico del pulso ostento y el elemento melódico de la línea modal de
estrecha amplitud interválica, en sus dos variantes aparecidas en la
trompa y el fagot)
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CC. 163-365 Desarrollo
CC. 463-482 Coda. Basada en elementos del segundo sujeto (465-479) y del
motivo introductorio del desarrollo (480-482).
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INTRODUCCION
ASPECTOS MOTÍVICOS
La presentación del concierto se inicia con el ostinato sobre el Si del timbal (ejemplo 1) y el
apoyo del sí grave del piano. Este motivo de corcheas será el motor de todo el
movimiento, será significativo tanto en la Exposición (en sus dos secciones), como en la
Recapitulación. Únicamente cesará en ciertos momentos durante el Desarrollo de este
primer movimiento.
Las trompas, tras una primera llamada, nos muestran un motivo melódico (ejemplo 2) de
carácter folclórico en “ff’, de estrecho ámbito y variado rítmicamente en sí mismo. Se
encuentra enmarcado en el ámbito de una cuarta justa con el siguiente orden: 2.1.2. Esta
simetría estar patente a lo largo de la obra en los diversos motivos que nacerán a partir de
este, y en ciertos momentos, como, por ejemplo, en el tercer movimiento, seguirán el orden
opuesto 1.2.1. En el compás 22, los fagotes nos muestran otra variante rítmica del mismo
motivo melódico en matiz “p” (ejemplo 3). En este caso, la variación que se produce es en
cuanto al orden de los sonidos. Los últimos ocho compases son un diálogo entre el piano y el
timbal que conducen directamente a la Exposición.
ASPECTOS DE LA INSTRUMENTACION
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ASPECTO FORMAL
Cabe destacar que en las entradas de fagotes y las dos entradas de las trompas son
puntos (refilados en la partitura) que delimitan secciones áureas. Sección larga o
positiva con el tema de las trompas, y la sección negativa, por otro lado, con el de los
fagotes.
La obra estaría ubicada sobre el eje tonal de Mí, pero esta introducción tiene como base
principal el Si (eje de la dominante) por su reiteración continuada y el Sol#, nota primera
de ambos motivos. En cierto modo, es como una gran arsis que espera resolver sobre el
eje de tónica que lo hará contundentemente al final de la primera sección de la
Exposición.
EXPOSICIÓN
ASPECTOS MOTÍVICOS
El piano comienza, octavando en ambas manos sobre el La, con una réplica al
motivo primero del timbal, acompañado por un acorde inicial de tritono más cuarta
justa y séptima esto es el mí y su contrapolo añadiéndole la cuarta y la séptima,
(práctica habitual en esta música) además de usar un ascenso pentatónico de la
cuerda y el viento, hasta llegar a un acorde de Sib, Re y La, donde la verticalidad
estática del piano cesa y pasa a construir una línea horizontal con escalas de
interválica simétrica (ejemplo 4). Las réplicas al movimiento del piano se producen en el
viento. En el compás 45, tenemos otro motivo anacrúsico que será usado a lo largo de la
obra por toda la orquesta como impulso rítmico (ejemplo 5). En los compases siguientes, en
la cuerda, el acompañamiento se ciñe a una línea en contratiempo mediante secuencias de
2:2 o 2:1. Poco más tarde, en el compás 54, el piano elabora un juego rítmico sobre el Re,
en el que le acompaña el viento a modo de eco o juego imitativo (ejemplo 6).
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En el compás 66 se produce una progresión que va desde el Fa hasta el Si, es decir, desde el
contrapolo hasta el polo del eje de la dominante, donde encontramos el primer clímax de
la obra. Es una línea ascendente cuyo movimiento interno es una secuencia por terceras
en el piano. Cada grado de ascenso es introducido por una síntesis de la esencia
anacrúsica del motivo aparecido en el ejemplo número 5. La llegada al clímax está marcada
por el martelato del piano seguido de una línea descendente donde combina un descenso
por tonos de martelato en el piano (ejemplo 7) con motivos simétricos en el viento (ejemplo
8) y una variación del motivo rítmico del CC. 45 en la cuerda (ejemplo 9). Este descenso
con llegada a Mi en el compás 94 cambia su figuración en una escala de Mi frigia ascendente
de tresillos, mientras en trompetas y trombones se inicia una idea que será elaborada en su
totalidad al final de la exposición. Esta sección concluye con los acordes finales (Mi-Si-
Fa#), dejando abierta la expectativa.
El segundo sujeto comienza con el motivo inicial del concierto en la cuerda, sufriendo una
variante que agrupa las corcheas en grupos de 4 6 5 a modo de arranque. El motivo
melódico que inicia el piano (ejemplo 10), es un motivo simétrico en el cual, ordenando los
sonidos, observamos que sería un motivo 2.5.2. El pie rítmico es un compás espondeo y
uno yámbico. Este motivo lo veremos a lo largo de la obra, aunque variando, eso sí, la
interválica central.
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Tras esta breve presentación, la cuerda comienza una serie de hemiolas rítmicas con un
pulso constante de corcheas (de la cual podemos sacar una curiosidad numérica en la qu
los violines, agrupando de dos en dos cada célula, nos dan una progresión 8, 9, 10, 11,12, 13,
14, 15, 15 corches) que sirve de colchón al segundo motivo de esta segunda sección,
donde el piano realiza un encadenado de semicorcheas (ejemplo 11) agrupadas en 5,
4 y 3, la primera frase, 6, 5, 4, 3 en la segunda y por último, 7, 6, 5, 4, 3. En este
descenso progresivo el viento intercala con el piano el motivo anacrusico ya
mencionado (ejemplo 6'). Estos motivos culminan en un crescendo que conduce la obra a
una Recapitulación de la sección primera con el uso del mismo material y los mismos
procesos compositivos y motivitos, produciendo así un efecto de forma ternaria A-B-A
dentro de la Exposición. Cabe destacar el canon en movimiento contrario, desplazado y a
distancia de tritono que realizan trompeta y tromb6n sobre la escala de corte pentat6nica de
previo a los acordes finales.
ASPECTOS DE LA INSTRUMENTACION
La aparición de la batería con el tambor piccolo y las cajas, aporta frescura, ritmo y tensión
en las progresiones hacia los puntos culminantes. La separación de las secciones está
claramente intencionada por los acordes verticales que culminan cada crescendo. Estos
últimos están instrumentados progresivamente encontrando una continuidad uniforme hasta
el clímax.
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Tras la primera sección, se sucede un piano súbito sobre la tónica en la cuerda. Por otra parte,
el viento en esta sección trabaja fundamentalmente con el motivo del ejemplo 6’ octavado,
mientras la cuerda genera un colchón sonoro como ya citamos anteriormente. La aparición
del contrabajo únicamente se hace patente al final de las frases, en momentos culminantes o
en puntos donde lo que realmente interesa es marcar la región tonal.
El final de esta exposición se caracteriza por un crescendo que gana, no solo en intensidad,
sino también en ámbito sonoro, donde con un súbito piano inicia el instrumento solista una
escala ascendente (esta vez, Sol frigio), mientras la orquesta mantiene el pedal sobre Sol y el
trombón realiza la última intervención melódica del movimiento a modo de variación del
motivo de la segunda sección (esquema de variación interválica 2.3.2). La orquesta
concluye con siete acordes verticales.
ASPECTO FORMAL
Como hemos mencionado, la exposición posee una forma tripartita, la cual proviene del eje de
la dominante (arsis) hasta que se manifiesta poco antes de la segunda sección el eje tonal
sobre Mi (mediante seis acordes verticales).
Merece especial atención el hecho de que tras la presentación del ejemplo 10
anteriormente señalado, discurre una transición que se sustenta en la línea descendente por
tonos de la cuerda, hasta culminar con el Tempo primo. Es aquí donde el timbal establece
un Sib y comienza con ello la Recapitulación ya mencionada, devolviendo la música al eje de
tónica, tras la réplica de la exposición (final de la exposición en Sol, que pertenece a la rama
secundaria del eje de tónica).
DESARROLLO
ASPECTOS MOTIVICOS
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En el compás 181, observamos un cambio metonímico. Aquí, el piano queda solo y en
una alternancia de juego de manos basada en acordes en disposición abierta formados
por segundas menores, establece un medio geométrico en la obra (cc.184). A este le
sucede el viento con motivo de tres corcheas que proviene, probablemente, del inicio de
la obra (mencionado ostinato).
A una sucesión de arpegios en la que usa los doce sonidos de la escala, excepto el Fa y
Fa#, le sigue un pasaje fundamentado en la escala de tonos (ejemplo 13)
acompañado de arpegios descendentes sobre Do#, Re y La, lo que es una estructura
simétrica 1.6.1.
En el compás 196 se produce un cambio de tiempo, Allegro moderato, que se inicia con el
motivo primero del desarrollo por parte de los clarinetes y con una pseudoescala de tonos
descendente en el piano que nos lleva a una sección melódica basada en el tema de la
introducción, de ámbito estrecho y con interválica 1.2.1. (ejemplo 14). Este motivo se
sucede igualmente en los compases 209 (ejemplo 14’) y 226 (ejemplo 14"). En este
último, sobre el pedal de la subdominante, se combina con el clarinete (ejemplo 15) -
que mantiene una interválica de 2.1.2- entrando en un dialogo durante el cual va
variando el motivo rítmicamente hasta convertirlo en lo que será el motivo del Allegro del
compás 249 (ejemplo 16). Este está construido por terceras, lo que nos recuerda a las
terceras de la progresión que había entre la primera y segunda sección de la Exposición.
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Este motivo emplea en la mano derecha la escala de La m, en la réplica lo hace a la quita
descendente mientras que, en la mano izquierda, a partir del compás 253, mantiene una
armadura más propia de Mi M.
En el compás 258, las terceras pasan a ser acordes de octava con sexta ampliada
aumentando así el ámbito sonoro y deja la región de La para tomar la de Do. Esto es
visible también en el viento, que mediante el motivo del ejemplo 6, primeramente, afirma el
La y en el cambio, apoya sobre el Do.
Nuevamente, en el compás 270, continua el motivo variándolo ahora con la doble tonalidad
en este caso de la m en la mano derecha con Mib en la izquierda además de introducir el
elemento rítmico de la anacrusa mediante la caja. Poco a poco va agregando una mayor
instrumentación, realizando así una intensificación sonora, mientras el pulso también se ye
modificado partiendo de un Allegro moderato a un Allegro molto.
Las cajas son ahora el motor de la orquesta manteniendo el pulso de corchea hasta llegar a
una pseudo-recapitulación en el compás 333, donde comienza con el motivo inicial de la
exposición (timbal). Las tres primeras intervenciones son en Re (viento), Fa (piano) y Sib
(viento); Las dos siguientes son en Mib y Fa# hasta una última del piano antes de la
Reexposición que se produce sobre un acorde de segundas ordenado por terceras en la
cuerda que está en Sol# (del eje de la dominante Si). En todas estas entradas, el piano
mantiene la idea misma de la exposición, salvo que la cumplimenta con pasajes más
complejos de ejecución y un acompañamiento más denso de la orquesta, que no escatima
en cromatismos, y variaciones por ejemplo cc.342 violín y viento CC. 344. Toda esta
tensión, finalmente en el compás 366, recae sobre el acorde Sib-Mi-Re-La, como en la
exposición.
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Asimismo, podemos vislumbrar el hecho de que estas diferentes versiones del motivo o
tema fuesen fruto de su experiencia cuando recopilaba grabaciones de las gentes de
los pueblos sobre una misma melodía cantada por personas de diversa edad y sexo.
Tras los primeros compases del desarrollo, a partir del compás 201, la orquesta va
surgiendo paulatinamente, y de realizar pedales sobre los grados fundamentales, un solo
del clarinete en el compás 235 y motivos rítmicos que apoyan la estructura, pasa desde la
entrada de la caja en el compás 271 a una progresiva suma orquestal. El bajo rítmico y
armónico lo mantiene toda la cuerda y los fagotes octavando, el viento metal apoya la idea
inicial de la melodía en compas 285, y el viento madera rellena los compases que quedan
entre frase y frase del piano.
En el Piú vivo, la cuerda se ciñe a un bucle o giro melódico en un piano, mientras el piano
desarrolla el tema variado. Toda la orquesta toca por debajo del piano en lo que a dinámica,
tesitura e intensidad se refiere, y que, junto con el motor rítmico de la batería, lleva a la
sección final del Desarrollo, esto es, el Tempo primo. En este último, el material de la
Exposición insta a un dialogo imitativo (tipo canon) entre el viento y el piano, y
posteriormente, la cuerda. De esta manera, con el aumento instrumental y uso de acordes
por segundas, repartiendo los tempos y contratiempos entre el viento y la cuerda junto
con la complejidad de la ejecución pianística, nos lleva a la verdadera Reexposición del
primer movimiento.
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REEXPOSICIÓN
ASPECTOS DE LA INSTRUMENTACION
En esta última sección, los aspectos de orquestación juegan un papel importante ya que,
aunque no deja de ser esto una reexposición, en todo momento, Bartok intenta dar un
nuevo color a las ideas ofrecidas anteriormente. Ya en los primeros compases, el tema
inicial en vez de ser presentado por el piano, lo es por las trompas y trompetas, dando paso
at piano para establecer un diálogo con el viento madera, a modo de eco con el cuarto
compas del motivo inicial. Así se suceden una serie de entradas con las dos frases del
motivo inicial entre el piano y el viento, hasta llegar al compás 388, donde con el motivo
anacrusico, tiene lugar la entrada de la cuerda. En este momento de transición, la
progresión que realizaba ascendiendo diatónicamente desde el Fa hasta el Si, se
produce por terceras, es decir, Re-Fa-La-Do-Mi-Sol-Si, lo que condiciona la sensación
acústica e intensifica con las secuencias de terceras en movimiento contrario un gran
crescendo.
En general, desde esta llegada al compás 401 y como anteriormente dijimos el nuevo
motivo del clarinete y el oboe, la cuerda comienza a tener mayor presencia
desarrollando este último motivo con el material aparecido en otras secciones. La
construcción de los crescendos está estrechamente relacionada con la elaboración y uso
del material motívico, en particular, de secuencias 2.1.2 y del elemento anacrúsico del que
tanto hemos hablado (las dos semicorcheas corchea), el uso de la percusión en los finales
de los crescendos, ampliando la instrumentación y estrechando la distancia entre ellos .
El compás 450, se ciñe al motivo que finalizaba la exposición, en este caso, la trompeta y
las trompas realizan el contrapunto imitativo en movimiento contrario del que antes
hablamos, únicamente acompañado por un pedal en los vientos.
En la Coda, bajo el motor con pulso de corchea en la cuerda y una extensión de acordes
por cuartas en el viento que nace desde el Do# de los fagotes hasta culminar en el final
de la doble barra, a modo de canon en crescendo, es el piano quien lleva el sujeto segundo
estrechándolo en cuanto a figuración conforme se acerca el final.
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ASPECTO FORMAL
CONCLUSIÓN
Después de haber analizado este Concierto para piano de Bela Bartok, puedo decir que
aquello que, sin duda alguna, más me ha sorprendido es, el dominio mostrado en el manejo
contrapuntístico a la hora de hacer uso de un primer material y, posteriormente, desarrollar a
partir del mismo una gran cantidad de motivos. El análisis me ha hecho saber que, para
Bartok, todo elemento e idea motivica parte de las relaciones diatónicas y cromáticas más
elementales. Por poner un ejemplo, encontramos, que manan de cantos populares, motivos
pentatónicos o de un ámbito cerrado de cuarta, poseedores de un gen básico que hace viable
el hecho de modelar y variar su apariencia a lo largo de toda una obra, dotando de cohesión
y coherencia a la composición final. Desde el primer motivo introducido por la trompa y su
primera variación ofrecida compases después por el fagot, podemos buscar similitud con
todos los motivos melódicos que se producen. Muestra de ello, quisiera señalar que el
segundo sujeto del primer movimiento está formado por cuatro notas agrupadas en dos pares
a distancia de cuarta justa, y de tono entre las dos primeras y entre la tercera y la cuarta.
Pues bien, únicamente realizando un cambio en el intervalo central, consigue ofrecer una
misma idea, pero dándole otro color. Esto es lo que, a mi modo de ver las cosas, otorga
unidad a la obra.
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BIBLIOGRAFÍA
Bela Bartok. Un análisis de su música. Erno Lendvai, ed. Idea Book, 2003.
Maestros de la música. Enciclopedia Planeta, 1989.
La música. Enciclopedia Larousse, 1988.
Escritos sobre la música. Ernest Ansermet, ed. Idea Book, 2000.
Bartok. Pierrette Mari, ed. Fspasa Calpe, 1985.
Historia de la técnica pianística. Luca Chiantore, ed. Alianza Música, 2001.
La música de Bela Bartok. Elliott Antokoletz, ed. Idea Book, 2006.
La música del siglo XX. Robert P. Morgan, ed. Akal Música, 1994.
La estética musical. Enrico Fubini, ed. Alianza música, 1976.
MATERIAL DE CONSULTA
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