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Las dinámicas para “romper el hielo” resultan útiles en eventos de team building donde los
asistentes no se conocen porque proporcionan un punto de partida, un comienzo para
empezar a soltarse y que luego sea más cómodo para todos hablar al resto del grupo.
En nuestra estas dinámicas de team building en reuniones, clases de formación, etc.
Pruébalas en tu lugar de trabajo y verás cómo ayuda a los participantes a conocerse
mutuamente e ir calentando el ambiente de la reunión.
Nº 1: En una palabra
Este “rompehielos” ayuda al grupo a profundizar en sus pensamientos respecto a un tema
conocido, y es una gran forma para introducir el tema de la sesión de team building.
Normalmente los participantes quedan maravillados con la variedad de palabras que ellos
mismos han elegido.
Instrucciones:
1. Formar grupos de 4-5 personas aleatoriamente (de ese modo evitarás que las personas que ya
se conocen se pongan juntas)
2. Decir a los grupos que su tarea consiste en pensar durante un minuto qué palabra describe
mejor un tema común relacionado con su trabajo. Ejemplos: cultura organizacional de la
empresa, productividad del departamento, etc.
3. Animarles a que compartan la palabra con el resto del grupo. Surgirá una conversación entre
los participantes de cada equipo que puede dar lugar a un primer acercamiento muy
interesante.
4. Reunir a todos los grupos para la puesta en común de las palabras sugeridas. Para esto lo
habitual es pedir voluntarios a cada grupo: lo bueno es que como solamente son portavoces y
no tienen que “defender” las palabras elegidas, incluso las personas más tímidas no suelen
tener ningún problema en intervenir en este punto.
5. Después de que todos los asistentes hayan escuchado las palabras, se formulan una serie de
preguntas a los grupos sobre el tema elegido para el que propusieron las palabras. En el
ejemplo de la cultura organizacional, se les puede sondear acerca de si creen que es eficaz, si
están cómodos con ella, etc.
6. Puesta en común de las reflexiones surgidas en los equipos con todos los participantes.
Duración: 10-15 minutos (discusión inicial), luego puede alargarse todo lo que desees durante los
puntos 5 y 6.
Nº de participantes: Grupos de 4-5 personas, sin límite máximo de grupos (aunque cuantos más
haya, más se prolongará la puesta en común).
Variantes: Formular las preguntas en relación al propio equipo (“¿Qué palabra usarías para
describir al grupo?”) o respecto a aspectos concretos del mismo (“¿Qué palabra describe mejor la
comunicación en el grupo?”).
Nº2: Encuentra 10 cosas en común
Esta dinámica es rápida, fácil y divertida. Resulta muy útil porque es muy corta y además
da lugar a unas buenas risas cuando los participantes descubren que tienen en común cosas
realmente inesperadas.
Instrucciones:
1. Hacer grupos de 4-5 personas aleatoriamente.
2. Proponer a cada grupo que encuentren diez cosas que tienen en común con cada una de las
personas del equipo con una condición: que no tengan que ver con trabajo, ni anatomía (“todos
tenemos brazos”) ni ropa (“todos llevamos zapatos”).
3. Decir a cada grupo que una persona debe tomar notas y estar preparada para leer la lista
después de que hayan terminado.
4. Puesta en común de las listas de cada grupo. En esta parte suele haber muchas risas y hasta
algún debate, aprovéchalo ; )
Duración: 10-15 minutos. Si ves que los grupos se atascan a la hora de encontrar 10 cosas, no pasa
nada si su lista queda incompleta.
Nº de participantes: Grupos de 4-5 personas, sin límite máximo de grupos
Nº3: Reunión express
Seguro que alguna vez has oído hablar de las “citas rápidas”: los participantes van rotando
y emparejándose en periodos cortos de no más de diez minutos para conocer al máximo
número de personas en el menor tiempo posible. Pues bien, este es el mismo concepto
aplicado al trabajo.
Esta actividad de team building es especialmente apropiada cuando ninguno de los
participantes de la reunión o evento que tienes que dirigir se conoce. También es muy
bueno en grupos en los que hay personas especialmente tímidas, porque les obliga a
participar pero en distancias cortas, evitando así el “miedo escénico”.
Instrucciones:
1. Dividir a los asistentes en dos grupos.
2. Sentarlos por parejas frente a frente por periodos de 2 minutos.
3. Pedir a los participantes que se presenten a la persona que tienen enfrente. Puedes proponer
algunos temas básicos: cómo se llaman, a qué se dedican y por qué han asistido al evento. Es
importante que tus propuestas sean simples porque evidentemente el tiempo no da para mucho.
Puedes escribirlos en una pizarra o entregárselos en tarjetas.
4. Cada 2 minutos, tocar un timbre o dar algún tipo de señal para que roten las parejas.
Duración: variable según el número de participantes.
Nº de participantes: No hay límite, pero si son impares entonces participa tú mismo para que nadie
quede sin pareja.
Variantes: Si los participantes ya se conocen, puedes proponer otros temas como que compartan
algo que creen que la otra persona no sabe o que digan cuál es su programa de televisión favorito y
por qué.
Nº4: Preguntas vigorizantes
Otro sistema son las preguntas para romper el hielo. Se trata de proponer una serie de
interrogantes a los que los participantes tendrán que dar respuesta en grupo. Es interesante
porque estimula la conversación espontánea, dado que no hay ninguna respuesta correcta o
incorrecta, ya que de lo que se trata es de que compartan sus opiniones.
Más abajo os proponemos algunas que podemos llamar “vigorizantes”.
Instrucciones:
1. Dividir a los participantes en grupos de 4-5 personas aleatoriamente.
2. Presentar la “pregunta vigorizante”. Algunos ejemplos de este tipo de preguntas:
¿Qué te motiva?
¿De qué se quejan los empleados de tu organización?
¿Qué es lo que más te preocupa del trabajo este mes?
¿Qué es lo que más valoras en un compañero de trabajo?
¿Qué es lo que más te molesta en un compañero de trabajo?
¿Qué es lo que más te ilusiona de tu trabajo este año?
¿Qué palabra te gustaría oírle decir a tu jefe?
3. Decir a los grupos que cada participante puede tomarse 5 minutos en pensar la respuesta y
después deberán ponerlas en común dentro de su grupo. Subrayar que el propósito de la
pregunta es motivar comentarios y debates.
4. Tras la primera discusión, pide voluntarios para compartir los resultados con todos los
asistentes. Si ninguno se ofrece, les puedes interpelar directamente con la pregunta: “Oye
Carlos, ¿qué es lo que más te molesta en un compañero de trabajo?”
5. A continuación se les pueden exponer más preguntas.
Duración: 15-30 minutos por pregunta.
Nº de participantes: Grupos de 4-5 personas, sin límite.
Variantes: El tipo de preguntas a formular.
Nº 5: Tres momentos cumbre en tu trabajo
Los principales beneficios de esta dinámica de team building consisten en que los
participantes aprenderán a conocer y apreciar las habilidades de sus compañeros. El
objetivo de esta actividad es construir un equipo cohesionado.
1. Hacer grupos de 4 personas numerándolos aleatoriamente.
2. Decir a los grupos que su tarea consiste en repasar mentalmente su vida laboral y encontrar
tres eventos, actividades, logros, colaboraciones o momentos especiales de reconocimiento que
fueron importantes para ellos.
3. Dales unos 10 minutos para pensarlo y ordenar sus ideas antes de pedirles que lo compartan
con su grupo. Si alguno de los participantes es nuevo, puedes proponerle que elija sus
momentos de su periodo de estudiante, en trabajos en prácticas o de voluntariado.
4. Dales un tiempo para ponerlo en común con el resto del grupo. Lo ideal es hacer turnos: se van
tomando la palabra para compartir el “primer momento”, después el segundo y por último el
tercero. De ese modo nadie acapara la conversación. Es bueno proponerles que busquen puntos
que sus experiencias tienen en común.
5. Decir a los grupos que elijan una sola historia de cada participante para que la cuente a todos
los asistentes, si es que se sienten cómodos haciéndolo.
6. Para terminar, pregunta a los participantes cómo se han sentido al contar sus propias historias y
escuchar las de los demás. Y por último, pregúntales si creen que las historias tenían algo en
común, como la temática o cómo se sintieron.
Duración: 60-90 min. con un grupo de aprox. 24 personas
Nº de participantes: no más de 50 personas en grupos de 4.
Variantes: El tipo de preguntas a formular.
En nuestra empresa de coaching trabajamos a diario con metodologías de este tipo en
nuestros programas de coaching y formación, por lo que si tienes cualquier duda sobre
cómo conducir una sesión de este tipo o estás interesado en contratarnos como formadores-
facilitadores para una, no dudes en dejar un comentario o escribirnos un mensaje.
No te pierdas la segunda parte de este post con más dinámicas de trabajo en equipo.
Foto | (CC) Graham Lavender en Flickr
1) «Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro
destino, mira antes de cruzar la calle»
En las sesiones de coaching ejecutivo y de equipos que desarrollamos vemos muchas veces
cómo las personas con las que trabajamos son las que se están imponiendo sus propias
limitaciones. Ante situaciones en las que no están a gusto con cómo han salido las cosas,
frecuentemente surge un «no puedo hacer nada para cambiar esto». Ante esta declaración
siempre debemos preguntarnos si es cierto que no podemos.
El autor de la frase, Stephen Hawking, es un fantástico ejemplo de superación personal
(además de uno de los científicos más brillantes de la historia de la humanidad). La
esclerosis que sufre ha agravado su estado de salud hasta dejarlo prácticamente paralizado,
pero él jamás se ha rendido y ha buscado la manera de seguir viviendo y seguir haciendo
aquello que le motiva. La frase es fantástica porque pone en evidencia muchas de esas
autolimitaciones que a veces nos imponemos y que no tienen fundamento.
«Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada
para cambiar nuestro destino, mira antes de…
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¿De qué sirve aspirar a lo más alto si nunca llegas a terminarlo? Establecer objetivos
realistas y animar a los miembros de un equipo a que den lo mejor de sí mismos para
conseguirlos es importante, pero también lo es hacer las cosas bien. Por eso los directivos
tienen que saber aunar gestión y liderazgo de forma equilibrada.
«Gestión es hacer las cosas bien, liderazgo es hacer las
cosas»
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6) «La mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original»
Las nuevas ideas realmente nos transforman de tal manera que nos aportan una nueva
visión, un nuevo enfoque de las cosas. Por eso nos gusta tanto esta frase que comúnmente
se atribuye a Albert Einstein, que por cierto es el ejemplo perfecto de cómo cambiar la
concepción de la realidad con ideas a través de hipótesis científicas.
Su teoría de la relatividad revolucionó la Física moderna, y también es la que ha inspirado
los grandes temas de la ciencia ficción, como los viajes en el tiempo y los mundos
paralelos. Esta capacidad para tener una visión diferente es una parte importante del
liderazgo, y una cualidad muy interesante en los ejecutivos.
«La mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a
su tamaño original»
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7) «A la cima no se llega superando a los demás, sino superándote a ti mismo.»
De poco sirve compararnos con Nadal cuando queremos mejorar nuestro juego al tenis:
como no podemos alcanzarle, nos desanimaremos y abandonaremos. Del mismo modo, no
sirve de nada comparar nuestras habilidades con las de alguien inexperto. La medida de la
superación personal y profesional siempre ha de ser uno mismo.
«A la cima no se llega superando a los demás, sino
superándote a ti mismo.»
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8) «El que quiere hacer algo conseguirá un medio, el que no, una excusa. »
¡Qué fácil es encontrar una excusa cuando nos vemos obligados a hacer algo que no nos
gusta! En nuestro trabajo es importante que examinemos las dificultades que van surgiendo
a nuestro paso para identificar cuáles son reales y cuáles son creadas por nosotros como
resultado de un intento de evitar nuestras obligaciones.
«El que quiere hacer algo conseguirá un medio, el que
no, una excusa. »
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9) «Las personas exitosas son aquellas que se levantan y buscan las circunstancias
adecuadas. Si no las encuentran, las crean»
10) «La gente no puede descubrir nuevas tierras hasta que tenga el valor de perder de
vista la orilla»
Esta es una frase que nos gusta mucho porque es una forma muy bella de transmitir que el
miedo al cambio es lo que más nos frena. Tenemos que abandonar nuestra “zona de
confort” y asumir nuevos retos si queremos descubrir nuevos horizontes.
Esperamos que estas 10 frases sobre coaching y team building os hayan gustado. ¿Conoces
otras frases? ¡Nos encantaría que nos las dijeses en los comentarios de esta entrada!
También puedes ver nuestra lista de canciones que motivan.