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GUÍA DE PRODUCTOS

FITOSANITARIOS
Para la República Argentina

Edición 2017/2019

Productos A-Z

Reconquista 661 - 1er. piso - Of. A - (C1003AAD) Buenos Aires.


Tel.: (011) 4893-7772/3
www.casafe.org - casafe@casafe.org
Primera edición 1975 Segunda edición 1978

Tercera edición 1981 Cuarta edición 1984

Quinta edición 1988 Sexta edición 1993

Séptima edición 1995 Octava edición 1997

Novena edición 1999 Décima edición 2001

Undécima edición 2003 Duodécima edición 2005

Decimotercera edición 2007 Decimocuarta edición 2009

Decimoquinta edición 2011 Decimosexta edición 2013

Decimoséptima edición 2015

Decimoctava edición 2017/2019

Editada por: Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE)

ADVERTENCIA
Las recomendaciones de uso y las dosis de producto a utilizar en cada caso surgen de la información
que las respectivas empresas suministraron a CASAFE y/o de los marbetes oficiales de los productos
fitosanitarios registrados en el SENASA.
CASAFE no se responsabiliza por eventuales cambios o ampliaciones de uso o restricciones de
productos que ocurran con posterioridad al cierre de la presente edición. Los datos consignados en
esta Guía son meramente informativos.
Para la aplicación de cualquiera de los productos para la protección de cultivos lea atentamente el
marbete oficial y realice el tratamiento siguiendo esas recomendaciones, siempre asesorado
por un profesional agrónomo matriculado.

Reservados todos los derechos para todos los países.


Ninguna parte de este libro puede ser reproducida total o parcialmente por ningún método gráfico,
electrónico, mecánico o cualquier otro, incluyendo los sistemas de fotocopia o fotoduplicación,
registro magnetofónico o de alimentación de datos, sin previo y expreso consentimiento de CASAFE.
ADVERTENCIA: la información contenida en esta guía tiene carácter de confidencial y, está
protegida por derechos de Propiedad Intelectual bajo el N°5211893.
Acepto las condiciones y consecuencias de las regulaciones que protegen la información
confidencial, Ley 24.766 y otras, a la cual estoy accediendo a través de esta lectura

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CONTENIDO

Prólogo 4

Comisión directiva 5

Nómina de empresas asociadas 6

La industria de la protección y la ciencia de los cultivos 9

Conceptos básicos 11

Seguridad de los productos fitosanitarios 13

Introducción a la toxicología 19

El mercado de fitosanitarios 22

Uso seguro y responsable de productos fitosanitarios 24

Programas de responsabilidad social y ambiental 35

Biotecnología - cultivos genéticamente modificados 48

Productos herbicidas 49

Productos insecticidas y acaricidas 54

Productos fungicidas 59

Productos inoculantes 62

Productos fertilizantes 64

Productos varios 70

Fitosanitarios prohibidos y/o restringidos 74

Instrucciones para el uso de esta guía 75

Listado de abreviaturas y siglas relacionadas a los productos fitosanitarios 81


Manual sobre elaboración y empleo de las especificaciones de la FAO y de la
82
OMS para plaguicidas
Glosario 85

Productos fitosanitarios A - Z 101

Índice de principios activos 1031

Índice de marcas comerciales 1036

Índice de adversidades por nombre científico 1046

Índice de cultivos y adversidades por producto 1058

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PRÓLOGO

LOS PRODUCTOS FITOSANITARIOS Y LA SUSTENTABILIDAD

por Gustavo Portis


Presidente de CASAFE

Es un placer para nosotros presentarles la Guía Fitosanitaria 2017/19. Como podrán


apreciar, en cada edición se va completando con más información, y por qué no decirlo
más innovación. Como parte esencial de la cadena de producción agrícola, sabemos de los
desafíos y asumimos nuestra responsabilidad. La población mundial continúa creciendo a
pasos agigantados y, conjuntamente con la mejora en la calidad de vida, aumentan la
necesidad de producir más alimentos, accesibles para todos los estratos sociales y con
extrema calidad. Afrontar esta demanda de la sociedad, y hacerlo de forma sustentable,
solo se podrá conseguir a través de la innovación tecnológica, que nos permita aumentar
los rendimientos y la calidad, con el menor uso de los recursos naturales y dentro de un
marco de respeto a la sociedad actual y las generaciones futuras. Para nosotros, las
empresas que conformamos CASAFE, la innovación está en nuestro ADN, y es,
conjuntamente con la sustentabilidad, un compromiso con la sociedad.
Y si hablamos de sustentabilidad, me gustaría recordarles a todos los lectores y usuarios
de esta Guía, que el éxito de cumplir con este desafío se logrará, si todos trabajamos
dentro del marco de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Este material, de consulta,
fuente de información, debe ser acompañada del conocimiento general de la producción
agrícola bajo BPA. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura), estas “…consisten en la aplicación del conocimiento
disponible a la utilización sostenible de los recursos naturales básicos para la producción
agrícola, de productos alimentarios y no alimentarios inocuos y saludables, que ofrezca
viabilidad económica y estabilidad social…”.
Desde CASAFE, esperamos que este material sea de utilidad y contribuya a que Argentina
siga siendo una referencia mundial en la producción de alimentos, de forma sustentable;
los invito a sumarse a este desafío.

-4-
COMISIÓN DIRECTIVA
2017/2019
Presidente Gustavo Portis
Vicepresidente 1° Fabián Quiroga
Vicepresidente 2° Patricio Naveyra
Vicepresidente 3° Juan Farinati
Vicepresidente 4° José Ignacio Adriani
Vicepresidente 5° Eduardo Pérez
Secretario Hernán Bagliero
Tesorero Ulrik Ekonen
Protesorero Juan Carlos Gariglio
Vocal titular 1° Ricardo Yapur
Vocal titular 2° Daniel Stante
Vocal titular 3° Marcelo Pucci
Vocal titular 4° Javier De La Rua
Revisor de cuentas titular Eduardo Maier

Staff
Director Ejecutivo Federico Raúl Landgraf
Coordinador Técnico Federico Martín Elorza
Coordinador Administrativo Gustavo García Gossweiler
Coordinador Programa Depósito OK Ernesto Aldo Sato
Coordinadora Comunicaciones Magalí López Manetto
Asistente Técnico Carolina Canteros
Asistente Administrativo Nicolás Dongarra Coronel
Secretaria Lucía Gervan Varaona

Líder de proyecto y Dirección Técnica Federico Martín Elorza


Producción General Ariel Claudio Fernández
Producción Técnica Rafael Abal y Federico Elorza.

Diseño de Tapa: Estudio SOMA

Agradecemos a todos los técnicos de las empresas asociadas por su invalorable


colaboración en la realización de esta guía.

-5-
NÓMINA DE EMPRESAS ASOCIADASA A CASAFE

ADAMA ARGENTINA S.A.


Cerrito 1186 - 8º piso
(C1010AAX) - CABA
Tel.: (011) 4813-6040
Fax: (011) 4813-6082

AGROSERVICIOS PAMPEANOS S.A.


Dardo Rocha 3278 - 2º piso
(B1640FTX) - Martínez - Buenos Aires.
Tel.: (011) 4717-4555
Fax: (011) 4717-4888

ARYSTA LIFESCIENCE ARG. S.A.


Enciso 1463 - 1º A
(1648) - Tigre - Buenos Aires.
Cel.: 15-6964-7935
Tel.: (011) 4506-9063

BASF ARGENTINA S.A.


Tucumán 1 - 18º piso
(1049) - CABA
Tel.: (011) 4317-9600 / 9763 / 9789
Fax: (011) 4317-9966

BAYER S.A.
Ricardo Gutiérrez 3652
(B1605EHD) - Munro - Buenos Aires.
Tel.: (011) 4762-7000
Fax: (011) 4762-7467

DOW AGROSCIENCES ARGENTINA S.A.


Boulevard Cecilia Grierson 355 - 25º piso
(C1001ADD) - CABA
Tel.: (011) 4510-8600
Fax: (011) 4510-8652

DUPONT ARGENTINA S.R.L.


Edificio Nordlink - Av. Madres de Plaza 25 de Mayo 3020
11o piso - (S2013SWJ) - Rosario - Santa Fe.
Tel.: (0341) 525-3100
Edificio Laminar - Ing. Enrique Butty 240 - 10º piso
(C1001AFB) - CABA
Tel.: (011) 4021-4700

-6-
FARM CHEMICALS ARGENTINA S.R.L
Catamarca 1695
(C1246AAI) - CABA
Tel. / Fax: (011) 4331-7300

F.M.C. LATINOAMERICANA S.A.


Av. Real 9191, Country Golf Rosario
(2000) - Rosario - Santa Fe.
Tel.: (0341) 5030-7800

INDUSTRIAS QUÍMICAS OLEOSOL S.A.


Bazurco 3445
(C1419FLK) - CABA
Tel.: (011) 4574-2600
Fax: (011) 4573-1227

INSUMOS AGROQUÍMICOS S.A. (INSUAGRO)


Av. Santa Fe 1731, 3er piso “10”
(C1060ABD) - CABA
Tel./ Fax: (011) 4815-9469 / 4812-4982 / 4811-7210

ISK ARGENTINA BRANCH OFFICE


Reconquista 656 - 9º piso
(C1003ABN) - CABA
Tel.: (011) 4312-7877
Fax: (011) 4311-1756 / 4312-7910

MICROQUIM S.A.
Av. Triunvirato 3447
(1427) - CABA
Tel.: (011) 4554-1415
Fax: (011) 4554-1415

MONSANTO ARGENTINA S.A.


Maipú 1210 - 11º piso
C1006ACT - CABA
Tel.: (011) 4316-2429
Fax: (011) 4313-2447

NUFARM S.A.
Edificio Intecons
Arias 3751, 20º piso
C1430CRG - CABA
Tel.: (011) 3220-0000

-7-
RIZOBACTER ARGENTINA S.A.
Ruta 32, Km 1,5 - Parque Industrial
(B2702HDA) - Pergamino - Buenos Aires.
Tel.: (02477) - 40-9400
Fax: (02477) 43-2893

ROTAM DE ARG. AGROQUÍMICA S.R.L.


Santa Fe 1363
(2000) - Rosario - Santa Fe.
Tel.: (0341) 424-0612
Fax: (0341) 424-0612

SUMMIT AGRO ARGENTINA S.A.


Cerrito 1186 - 12º piso
(C1010AAX) - CABA
Tel.: (011) 4811-2484
Fax: (011) 4811-5410

SPEEDAGRO S.A.
Ruta Nac. N 11 - Parque Industrial Lote N 2
(3017) - Sauce Viejo - Santa Fe.
Tel/Fax: (0342) 499-6100

SYNGENTA AGRO S.A.


Av. Del Libertador 1855
B1638BGE - Vicente López - Buenos Aires.
Tel.: (011) 4837-6500
Fax: (011) 4796-4663

-8-
LA INDUSTRIA DE LA PROTECCIÓN Y LA CIENCIA DE LOS CULTIVOS

La Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE) es una asociación empresaria que representa a la Industria de la Ciencia
de los Cultivos (creación, desarrollo, protección y nutrición de cultivos) y de sus afiliados (empresas nacionales e internacionales).
Atiende los requerimientos de la industria dentro del marco legal nacional e internacional en temas tales como uso responsable de
productos fitosanitarios, biotecnología, rentabilidad e imagen. Esto lo logramos fijando criterios, objetivos y estrategias; protegiendo y
defendiendo la correcta implementación de la tecnología; comunicando los beneficios de las nuevas tecnologías; promoviendo la
sustentabilidad del sector.
Esta definición de la industria representada por CASAFE, refleja una evolución de conceptos. Pasamos de una definición de la industria
como orientada a la protección o nutrición de cultivos, con productos fitosanitarios y fertilizantes (químicos o biológicos), hacia otra más
amplia, que integra y supera la tradicional.
Nuestra industria se define ahora como la de la ciencia de los cultivos. Ciencia que abarca, además de la protección química o biológica,
a la genética y la biotecnología. En un contexto más amplio, se integran a lo que ofrece nuestra industria, como el manejo, la informática,
la tecnología satelital, la comunicación e información meteorológica y de mercados, etc.
Este paquete tecnológico es aquel en el que se sustenta la agricultura de la era del conocimiento. Una característica de esta agricultura
es la sustitución del concepto productivista por el de la sustentabilidad, que apunta a un paradigma que equilibra los aspectos
económicos (rentabilidad, producción, costos, etc.) con los ambientales (aseguramiento de la productividad a largo plazo, minimización
del impacto ambiental, alta selectividad en la plaga objetivo, uso preciso de insumos, etc.) y con los sociales (derechos laborales,
impacto en las poblaciones cercanas, derechos humanos, responsabilidad social y ambiental de las empresas, etc.).
En este esquema, la ciencia y la tecnología tienen un rol central, dada la necesidad de herramientas innovadoras que aseguren la
posibilidad de que la agricultura, en este paradigma, crezca constantemente en su capacidad de producir en forma más eficiente los
alimentos que la población mundial necesita consumir, y que nuestro país necesita producir para asegurar su viabilidad económica.
El paradigma del desarrollo sustentable tiene al ser humano y su promoción como centro de sus prioridades. La industria a la que
CASAFE representa ha hecho suyos estos conceptos.
La asociación mundial CropLife International, de la que CASAFE es miembro, ha adherido formalmente a la declaración de Río sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo, llamada comúnmente Agenda 21, reafirmada por la Conferencia de Johannesburgo en 2002
(vulgarmente llamada “Río + 10”). CropLife ha adherido también al Código de Conducta de la FAO (Food and Agriculture Organization)
para el uso y distribución de pesticidas. Muchas de nuestras principales empresas asociadas han suscripto el llamado Pacto Global de
las Naciones Unidas, un acuerdo global que contempla aspectos vinculados con el respeto y promoción de los derechos laborales, el
medio ambiente, los derechos humanos y el rechazo a la corrupción.
CASAFE fue fundada el 6 de junio de 1949 y está integrada por 20 empresas que investigan, desarrollan y producen productos
fitosanitarios, líderes en el área de la protección y ciencia de los cultivos que basan su actividad en proveer a la agricultura argentina de
las herramientas tecnológicas que permiten su competitividad y eficiencia, dan base al aumento de las exportaciones y aseguran, con
sus productos y servicios, la adecuada provisión de alimentos a una población mundial que cada vez los demanda en mayor cantidad y
calidad.

CASAFE y su inserción institucional


CASAFE forma parte de la asociación mundial denominada CropLife International, a través de su pertenencia a CropLife Latin America,
compartiendo la visión general de la Industria de la ciencia de los cultivos: “Mediante el uso de la ciencia y las tecnologías modernas, la
industria busca asegurar una agricultura eficiente y sustentable, para la alimentación de una creciente población mundial, con
consideración responsable del medio ambiente”.
Asimismo, y de acuerdo con CropLife International, CASAFE y sus empresas asociadas asignan una elevada prioridad a comunicar su
misión y sus contribuciones a la producción global de alimentos a sus clientes, los productores agropecuarios, y a la sociedad y los
consumidores en general. En nuestra visión, los avances tecnológicos deben ser bien comprendidos por la sociedad en general, y los
sistemas regulatorios deben actuar inspirados en el interés público, basados en la ciencia y libres de interferencias políticas. El debate
basado en información seria y de base científica debe alcanzar el adecuado balance entre el riesgo y el beneficio, como base para las
decisiones regulatorias en materia de nuevas tecnologías.
CASAFE comparte las prioridades estratégicas de CropLife, que pueden resumirse en:

Regulación y propiedad intelectual: propiciamos una regulación objetiva caracterizada por decisiones basadas en información
científica. Buscamos que las innovaciones técnicas y científicas, así como la información que las respalda, estén protegidas por las
legislaciones nacionales, en el marco de los tratados internacionales.
Agricultura sustentable: promovemos las buenas prácticas agrícolas, a través del uso responsable de los productos para la
protección de cultivos, a favor de una agricultura sustentable para beneficio de los agricultores, los consumidores y el medio
ambiente.

-9-
Comunicación y difusión del conocimiento: suministramos información y comunicamos nuestras contribuciones para atender a los
grupos interesados en la Industria de la Ciencia de los Cultivos. Promovemos el diálogo entre nuestra industria y la sociedad.
Agricultura y biotecnología: respaldamos los importantes beneficios que la biotecnología ofrece a la sociedad.

A través de su pertenencia a esta asociación mundial, CASAFE se encuentra relacionada con importantes organizaciones
internacionales, como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, en sus siglas en castellano), la
Organización Mundial de la Salud (OMS o WHO, por sus siglas en inglés), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(UNEP), el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OEDC), entre otras.
Debe destacarse aquí la fundamental importancia que posee para nuestra industria el Código Internacional de Conducta para la
Distribución y Utilización de Plaguicidas de la FAO cuya última versión revisada (noviembre de 2006), las Directrices de la FAO (enero
2013) y el Código Internacional de Conducta para la Gestión de Plaguicidas de la FAO/OMS (2015), las cuales han sido suscriptas por
CropLife International, y por varios gobiernos, entre ellos el argentino. Estos documentos de adhesión voluntaria crean el marco esencial
de referencia para una política de seguridad ambiental, sanitaria y alimenticia de productos fitosanitarios.
En conjunto con otros grupos empresarios orientados a la provisión de soluciones tecnológicas al productor rural, CASAFE se ha
integrado en una federación, fundada a fines de 1998, denominada ACTA (Asociación de Cámaras de Tecnología Agropecuaria). Junto
con CASAFE integran esta entidad ASA (Asociación Semilleros Argentinos) y CAPROVE (Cámara Argentina de la Industria de Productos
Veterinarios). La formación de ACTA ha sido un importante paso para que la industria generadora y difusora de innovación tecnológica y
de insumos para el productor agropecuario, posea una voz unificada frente a la comunidad y sus principales representantes. La
extraordinaria respuesta que el productor agropecuario argentino ha dado en materia de incorporación de tecnología en los últimos años,
justifica ampliamente la creación de esta entidad.
CASAFE integra, asimismo, la Red de Buenas Prácticas Agrícolas (RedBPA) que es el resultado de un proceso de diálogo
interinstitucional entre las principales entidades públicas y privadas de Argentina que desarrollan diversas actividades en relación a las
BPA.
Los 53 integrantes de la Red entienden que las BPA constituyen un instrumento estratégico para atender adecuadamente los desafíos del
crecimiento cuantitativo y cualitativo de la demanda nacional y mundial de los productos de la agroindustria, que implica la integración de
la disponibilidad, la calidad e inocuidad de los alimentos y la sustentabilidad de la producción agroindustrial.
De esta manera, la Red ha estado trabajando en hacer llegar herramientas para la implementación de estas prácticas a campo, mediante
una serie de documentos, que están publicados en su página web (www.redbpa.org.ar).

La Responsabilidad Social Empresaria se encuentra en el centro del pensamiento de las empresas que integran CASAFE. Son
innumerables las acciones que éstas desarrollan en esta línea.

CASAFE, el marco legislativo-jurídico y sus programas de responsabilidad social


El hecho de que las empresas de CASAFE basen su accionar en la investigación y el desarrollo, hace necesario un marco legislativo y
reglamentario de respeto a la propiedad intelectual. Esto implica el requisito de proteger de toda competencia comercial desleal a la
información que se presenta con fines de registro. En otras palabras, que un trabajo presentado para registrar un producto fitosanitario no
pueda ser utilizado para el registro de otro, presuntamente “similar”, sin el consentimiento del propietario del trabajo. Como lo expresamos
más arriba, el aliento a la inversión en capital intelectual y tecnología hace imprescindible un entorno de seguridad jurídica, que aliente y
proteja a quienes han destinado importantes recursos en desarrollar los conocimientos científicos, y haga posible que los productores
agropecuarios dispongan de las más recientes herramientas tecnológicas, y poder así competir con éxito en un mercado mundial cada
vez más exigente. La Argentina ha firmado importantes tratados internacionales que garantizan el respeto a la propiedad intelectual y los
ha incorporado a su legislación.
De especial mención es el Tratado TRIP’s - ADPIC (Tratado sobre aspectos de los derechos de propiedad intelectual en relación con el
comercio, constituido en la ley 24.425). Otro caso es la ley 24.766, de Confidencialidad de la Información, sancionada en 1996 que, con
deficiencias, permitió un avance en el tema en su momento. La propia Constitución Nacional sancionada en 1994, en su artículo 17 tiene
importantes definiciones en la materia. Sin embargo, y como lo dijimos, es mucho el camino que falta aún recorrer. La ausencia de
adecuados decretos reglamentarios de las leyes mencionadas hace prácticamente nula la efectiva vigencia de los derechos de propiedad
intelectual de los estudios presentados para fines de registro.
Sigue siendo largamente postergada la sanción de una ley federal de productos fitosanitarios, que establezca con la debida jerarquía
normativa la necesidad de un adecuado registro, uso y control en el mercado de estos productos. Varios proyectos se siguen discutiendo
en el Congreso de la Nación desde hace muchos años, habiéndose producido la aprobación de sólo uno de ellos, la ley nacional de
envases vacíos de productos fitosanitarios, ley Nº 27.279, aún sin reglamentar a la salida de esta edición.

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CONCEPTOS BÁSICOS

¿Qué son los productos fitosanitarios?


Desde los inicios de la historia de la agricultura el hombre trató de librarse del efecto de las plagas que afectaban a sus cultivos. Los
primeros productos utilizados eran minerales obtenidos de la naturaleza como el azufre, el arsénico (actualmente prohibido su uso) o
compuestos de cobre. Otros fueron de origen vegetal como la nicotina o el piretro. Sin embargo, el gran cambio en la especificidad de los
fitosanitarios se dio con la síntesis química de productos a principios del siglo XX.
A lo largo del tiempo se ha denominado a estos productos con distintos nombres como plaguicidas y agroquímicos, entre otros. Hoy en
día se prefiere hablar de productos para protección de cultivos o productos fitosanitarios, es decir productos que protegen la sanidad de
las plantas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se denomina fitosanitario a “cualquier sustancia o mezcla de sustancias
destinadas a prevenir, destruir o controlar cualquier plaga: insectos, ácaros, moluscos, roedores, hongos, malas hierbas, bacterias y otras
formas de vida animal o vegetal perjudiciales para la agricultura” durante la producción, el almacenamiento, el transporte, la distribución y
la elaboración de productos agrícolas y sus derivados.

¿Para qué sirven?


Los fitosanitarios son productos utilizados para minimizar o impedir el daño que las plagas puedan causar a los cultivos y, por lo tanto,
afectar el rendimiento y calidad de la producción.
Según la plaga que controlen pueden ser acaricidas, fungicidas, insecticidas y herbicidas, según controlen ácaros, hongos, insectos o
malezas, respectivamente.
El empleo de fitosanitarios es necesario por razones económicas y técnicas para lograr alcanzar la producción de alimentos que el mundo
necesita.

¿Cuál es su origen?
Los fitosanitarios son productos que pueden ser de origen natural (minerales o vegetales), biológicos o de síntesis química.
Entre los minerales se pueden mencionar algunos productos químicos inorgánicos obtenidos de la naturaleza, como el azufre o
compuestos de cobre.
Dentro de los de origen vegetal existen productos como la nicotina o el piretro, que ya no se usan, debido a su muy baja eficiencia en el
control de adversidades.
Entre los productos biológicos están los constituidos por microorganismos muy específicos que controlan insectos lepidópteros como el
Bacillus thuringiensis. También pueden ser sustancias producidas por microorganismos como la abamectina, acaricida e insecticida
derivado de la bacteria del suelo Streptomyces avermitiles y usado en los hogares para el control de hormigas o el spinosad, derivado de
la bacteria del suelo Saccharopolyspora spinosa que controla ácaros, piojos y larvas de mosquitos
La gran mayoría de los productos fitosanitarios usados en la actualidad son productos obtenidos por síntesis química, habiendo una
amplia gama, de acuerdo al grupo químico y el modo de acción.

¿Por qué los necesitamos?


El planeta Tierra tiene aproximadamente 51.000 millones de hectáreas de las cuales 1.500 millones (3%) son cultivables. Este es, por lo
tanto, un recurso limitado.
La población mundial sigue creciendo en forma sostenida y se estima que en 2050 llegue a los 9.200 millones de habitantes, un 50% más
que en la actualidad.
El incremento constante de la población requiere de más cantidad y calidad de alimentos, pero los recursos naturales que se disponen
para su producción (áreas cultivables, agua) son limitados.
Resulta fundamental entonces la utilización de tecnologías que ayuden a potenciar e incrementar la cantidad de alimentos disponibles
para el consumo humano. Por ejemplo, optimización del uso del agua, mejoramiento vegetal (cultivos resistentes a plagas y a condiciones
climáticas adversas), fertilización y protección de la productividad de los cultivos. Se estima que sin la aplicación de fitosanitarios la
producción mundial de frutas y hortalizas, forrajes y fibras caería entre 30 y 40% por acción de las plagas.
Para el caso de los cultivos arroz, maíz, trigo y soja, se estima que sin la aplicación de fitosanitarios los rendimientos caerían en un 40%
para el trigo y un 170% en el arroz, como podemos ver en la siguiente figura.
En la Argentina, estas pérdidas potenciales que podrían sufrir los tres cultivos más importantes, soja, maíz y trigo, por la no aplicación de
productos fitosanitarios podría ser del 26,4%; 31,3% y 28,2%, respectivamente, como expresa Oerke en su publicación de 2006, “Crop
Losses to pests”. Aplicando el cálculo de daño para estos cultivos y usando los valores del año 2011, vemos el potencial impacto
económico en la producción al no usar productos para la protección de cultivos.

- 11 -
Fuente: CropLife Latin America

Estimación de pérdidas potenciales en trigo, soja y maíz, sin uso de fitosanitarios, a valores 2011, basado en Oerke 2006.

¿Cómo se usan los productos fitosanitarios?


Los productos fitosanitarios se aplican en distintos momentos del ciclo de los cultivos. Algunos se aplican a las semillas para proteger a
las plantas desde la siembra y en sus estadios tempranos de crecimiento.
Otros se utilizan preventivamente para evitar la aparición de la plaga. Por ejemplo, ciertos fungicidas se aplican antes de que los hongos
se instalen y causen daño, especialmente cuando están dadas las condiciones de temperatura y humedad para que se desarrollen.
Los herbicidas e insecticidas, por ejemplo, se aplican luego de la aparición de la plaga y antes de que se generen pérdidas en el cultivo.
En cultivos anuales pueden ser utilizados desde el inicio, como tratamiento de semillas, y luego de la emergencia del cultivo hasta cerca
del momento de cosecha. También hay productos que se utilizan luego de la cosecha para tratar los granos almacenados.
En el caso de cultivos frutales, los tratamientos son en general desde que las plantas brotan/florecen hasta la recolección de los frutos
(manzanas, peras, cítricos). Los frutos pueden tratarse con productos de post-cosecha para prevenir el ataque de hongos y asegurar su
calidad.
Según el momento del ciclo, la aplicación se hace de distinta manera y con diferente equipamiento.
En el caso de tratamiento de semillas en cultivos como maíz, girasol y soja (en algunos casos), la semilla es comercializada con el
tratamiento incorporado por los semilleros que utilizan equipos especiales para la dosificación de precisión y el secado de las semillas.
En otros casos, la semilla es tratada en centros de tratamiento de semillas por distribuidores que venden los productos específicos para
ello o son tratadas por el productor en el campo, como es el caso del trigo y la soja.
En el caso de cultivos extensivos, luego de la germinación se pueden hacer aplicaciones terrestres o aéreas de herbicidas, insecticidas o
fungicidas, siempre por empresas especializadas o por los propios productores.
En el caso de cultivos perennes, como los frutales (perales, manzanos, citrus, vid, olivos, entre otros) las aplicaciones son realizadas con
pulverizadoras terrestres de alto volumen. También se hacen tratamientos de la fruta en post-cosecha mediante pulverización o baño de
inmersión y secado.
En todos los casos, es importante que se haga un uso responsable de los fitosanitarios siguiendo las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA)
que permiten que los productos sean aplicados eficientemente y que lleguen al objetivo (suelo, follaje, frutos, etc.) sin causar derivas
hacia zonas o lugares “no objetivo”.
Se debe destacar que en la mayoría de las provincias donde se realiza agricultura extensiva se ha implementado el sistema de receta
agronómica que exige, previo a la aplicación de un producto en el campo, que intervenga un Ingeniero Agrónomo matriculado para indicar
el producto a utilizar, la dosis y el modo adecuado de aplicación. A modo de ejemplo para su comprensión, y salvando las distancias, es
como cuando un médico realiza una receta para la compra de un medicamente, luego de haber diagnosticado a su paciente,
mencionando también la dosis de medicamento recetado y el modo de aplicación.

- 12 -
SEGURIDAD DE LOS PRODUCTOS FITOSANITARIOS

¿Cómo se investigan y obtienen nuevos productos?


Las principales compañías del mundo que trabajan en la obtención de nuevos productos realizan trabajos de laboratorio y de campo en el
que intervienen científicos de distintas disciplinas.
La búsqueda de nuevos compuestos es costosa y prolongada. Una de cada 140.000 moléculas investigadas pasa de la etapa de
desarrollo del laboratorio, donde se verifica su utilidad como fitosanitario, a la etapa comercial y de utilización en el campo.
A su vez, más de 120 estudios se realizan con cada producto para generar la información de caracterización y propiedades desde el
punto de vista agrícola, ambiental y de salud de las personas que se requieren para su registro. Estos estudios tienen un costo estimado
de 270 millones de dólares por cada producto que llega a la etapa comercial.
El tiempo que se requiere desde la síntesis inicial hasta la aprobación para uso de un producto fitosanitario es de aproximadamente 10
años.

Etapas de desarrollo de un producto fitosanitario

Registro de productos fitosanitarios


En la Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) es el organismo responsable de autorizar el
registro para el uso de los productos para el control de plagas de la agricultura.
Consistente con la importancia del país como proveedor de alimentos en el mundo, la Argentina tiene requisitos para el registro y la
autorización de uso de productos fitosanitarios similares a los de Europa, Estados Unidos y otros países de relevancia agrícola en el
mundo, siendo la norma que regula este proceso la Resolución N° 302/12, la cual se basa en las normas de registro de la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
Los cereales, frutas, hortalizas y productos derivados que exportamos tienen requerimientos muy exigentes en cuanto a los fitosanitarios
que se pueden utilizar durante su cultivo. Por ejemplo: manzanas, peras, mostos, cereales y derivados (aceites, harinas, etc.), vinos,
aceitunas, ajo y otros productos vegetales.
No se pueden usar en cultivos ni en adversidades productos que no estén aprobados por el SENASA. Además, la producción no puede
contener niveles de residuos superiores a los establecidos por este organismo (ver apartado “Límites Máximos de Residuos”).

¿Cómo se prueba la seguridad de un producto fitosanitario?


Como mencionábamos más arriba, en la Argentina los productos fitosanitarios tienen un marco regulatorio para su experimentación,
aprobación y uso.
Cuando una compañía tiene un producto nuevo, con potencial de uso para la Argentina, debe pedir al SENASA el permiso experimental
para iniciar las pruebas biológicas en nuestro país.
Para eso, las regulaciones exigen que se presenten estudios toxicológicos (toxicidad aguda oral, dermal e inhalatoria y toxicidad
subcrónica para las mismas vías) y el potencial de mutagénesis del compuesto. También, si se dispone, información de propiedades
físico -químicas del producto. La información de toxicología debe ser revisada y avalada por expertos toxicólogos argentinos autorizados
por SENASA, que verifican las conclusiones de los estudios.
Finalizado este proceso y aprobado el “permiso experimental”, se debe presentar un plan de ensayos que indiquen el cultivo, localidades
donde se realizarán, superficie que abarcarán, entre otros requisitos.

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Para un producto experimental se permite hacer ensayos en una superficie máxima de 20 hectáreas/año en el cultivo autorizado y la
producción que resulte de estos ensayos debe ser destruida.
Para la inscripción definitiva, la legislación argentina requiere la presentación de información toxicológica adicional del principio activo a la
ya presentada para obtener el permiso experimental: toxicidad crónica (estudio de 2 años), teratogénesis (estudio de producción de
malformaciones), carcinogénesis (efecto de producción de cáncer), efectos en la reproducción, efectos sobre el ADN (ácido
desoxirribonucleico, que contiene la información de transmisión genética), metabolismo (absorción, distribución, excreción) y
neurotoxicidad.
Se deben presentar también estudios de ecotoxicología e impacto en el medio ambiente (toxicidad en aves, peces, abejas y organismos
benéficos, comportamiento de la sustancia en el suelo, en el agua subterránea y superficial, en distintos tipos de suelo, vida media, etc.).
Todos los estudios que se presentan de toxicología, ecotoxicología, metabolismo, propiedades físico-químicas, de residuos y otras, deben
ser generados por instituciones u organismos nacionales o extranjeros, siempre reconocidos e inscriptos en el SENASA.
Las pruebas de eficacia biológica deben ser realizadas en el país y el requerimiento para la inscripción definitiva es la presentación de los
resultados de ensayos de por lo menos dos campañas en tres zonas ecológicas distintas de la Argentina para cada plaga que se quiera
registrar.
Además, se deben presentar estudios de residuos determinados en la producción (granos, frutos, forraje) provenientes de ensayos
realizados en el país durante dos campañas. Basado en estos datos y en los niveles internacionalmente aceptados, el SENASA establece
lo que se conoce como tolerancia de residuos para la producción de cada cultivo o “Límite Máximo de Residuos” (LMR).
Asimismo, establece el “Período o Tiempo de Carencia” y el “Período o Tiempo de reingreso” al campo tratado.

Tiempo de carencia
La aplicación de productos para la protección de los cultivos implica que en las plantas queden residuos de los fitosanitarios
utilizados.
Cada uno de esos residuos tiene un tiempo de degradación natural, diferente, que varía en función del tipo de compuesto químico de
que se trate y las condiciones climáticas. En algunos casos los residuos de ciertos principios activos son tan bajos que se encuentran
por debajo de los sistemas de detección.
Parte de los requisitos exigidos por el SENASA para la inscripción de los productos fitosanitarios y/o ampliaciones de uso para
nuevos cultivos o adversidades es el análisis de los tiempos de degradación (curvas de degradación) de esos residuos en la
naturaleza.
Del citado análisis, surgen los denominados Tiempos de Carencia, detallados en la etiqueta si correspondiere, que se definen como
“la cantidad de días que debe transcurrir entre la última aplicación de un producto fitosanitario y la cosecha o el pastoreo de
animales”. En el caso de aplicaciones poscosecha se refiere al “intervalo entre la última aplicación y el consumo del producto
vegetal”.
Es de fundamental importancia respetar escrupulosamente los Tiempos de Carencia explicitados en el marbete de cada producto,
acorde al cultivo de que se trate. Esto posibilita la obtención de cosechas que cumplan con los requisitos de inocuidad establecidos
para su consumo, a la vez que previene contra eventuales rechazos de exportaciones por incumplimiento de los límites de residuos
exigidos internacionalmente. El respetar el tiempo de carencia correspondiente es parte de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
Cuando el Tiempo de Carencia se establezca como “sin restricciones”, se aplicará generalmente a productos de reconocida labilidad
y/o inocuidad, ya sea por sus características químicas, el momento de aplicación o la forma. Como ejemplo se pueden citar algunos
herbicidas pre-emergentes o productos para el tratamiento de semillas.
La resolución 256/2003 del SENASA fija los límites máximos de residuos de productos fitosanitarios (LMR). Dicha resolución se basa
en los ensayos de residuos realizados en el territorio nacional. Hasta 1988 se establecían adoptando los establecidos por el Codex
Alimentarius, que se fijan en base a canastas alimentarias regionales que abarcan grupos de países con dietas y prácticas agrícolas
aproximadamente similares, por lo cual no considera las particularidades de los hábitos alimentarios y prácticas específicas de cada
país.

Reingreso a cultivos tratados o Período de reingreso


Es la cantidad de días que deben transcurrir entre la aplicación de un producto fitosanitario y el momento en que se puede
reingresar al cultivo.
Este tiempo es importante observarlo para evitar el contacto con productos que podrían llegar a producir daño, o ser potencialmente
peligrosos. Es importante considerar las vías de ingreso más frecuentes al organismo de un producto aplicado, cuando se reingresa
al lote tratado. El más común es el contacto vía dermal, pero también se da la inhalación de pequeñas partículas. Por ello, el
reingreso a un cultivo debe evitarse hasta que el citado período haya concluido, o bien, cuando fuera estrictamente necesario, deberá
realizarse considerando los riesgos y acotando las posibilidades de exponerse al producto aplicado. Para ello se utilizarán los
elementos o equipos de protección personal (EPP) indicados en el marbete o en la hoja de seguridad para la manipulación de dicho
producto. Recordar siempre que dadas las particularidades del trabajo a campo, no es conveniente realizar este tipo de operaciones
de manera solitaria.
Citaremos también el tiempo de espera para el reingreso de animales a una pastura para evitar perjuicios a la sanidad animal como
residuos indeseables en la carne de consumo.
Es fundamental respetar estas recomendaciones explicitadas en su correspondiente marbete, el cual también parte de las BPA.

Seguridad ambiental y humana


Los cambios en el mercado de fitosanitarios se han dado no sólo en los volúmenes, sino también en las categorías toxicológicas de los
productos usados y su persistencia en los cultivos y el ambiente.
Cada producto fitosanitario tiene una toxicidad aguda que se mide por la DL50 (dosis letal media), que expresa en miligramos por kg
vivo/ratas (de uso experimental) la cantidad del producto fitosanitario que causa la muerte del 50% de esa población, estableciendo un
valor único para cada producto.

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Así, el SENASA, a través de la Resolución 302/2012, adoptó la clasificación toxicológica para productos fitosanitarios formulados de la
OMS (2010), cuyo Anexo 1 se transcribe en la Tabla 1 que actualiza la anteriormente vigente.
Nuevos requerimientos regulatorios de la comunidad y de los consumidores han ido generando demandas respecto a los productos
utilizados, por eso las empresas dedicadas al desarrollo de estas tecnologías han impulsado productos de menor toxicidad y de menor
impacto en el medio ambiente.
Si analizamos la cantidad de productos disponibles en 2005, comparados con los registrados en 2013, vemos que hubo un incremento
considerable de productos registrados, en particular los productos llamados “Banda Verde” que corresponden a la Clase Toxicológica IV
(de menor riesgo para las personas), como puede observarse en el Gráfico 1.
Este crecimiento en la cantidad de productos Clase IV registrados se produjo debido al aumento de la superficie de soja en casi 7
millones de hectáreas durante este período, siendo el 90% de la superficie producida bajo siembra directa.
Si bien también aumentó la cantidad de productos registrados de la Clase Toxicológica II, su utilización, en volumen de productos, de una
banda respecto a la otra, es mayor en favor de la Banda Verde o Clase IV. Esto se explica en gran parte por el uso de herbicidas, sobre
todo el glifosato, y como consecuencia de la introducción al mercado nacional de nuevas moléculas registradas de acuerdo a normativas
más exigentes, especialmente en los aspectos ecotoxicológicos (ver evolución de mercado, más adelante).
Esto último se refleja en la evolución del tiempo de carencia de los productos que indica el lapso de tiempo, en días, necesario hasta la
cosecha luego de la aplicación de un producto fitosanitario. Este tiempo se indica en las etiquetas de todos los productos, el cual ha
disminuido un 60%, aproximadamente, como consecuencia de que los productos son cada vez menos tóxicos y más amigables con el
medio ambiente, camino que está tomando la industria de fitosanitarios.

Clasificación toxicológica de Productos Fitosanitarios Formulados, según riesgos y valores de las


correspondientes DL50 (Anexo 1, Res. 302/12 - SENASA).

Fuente: SENASA (Anexo 1, Res. 302/12)

Cantidad de Productos fitosanitarios registrados, por clase toxicológica. Comparación 2005-2015.

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Fuente: Elaboración propia en base al informe de productos formulados publicado por el SENASA (Dic. 2015)

Pictogramas para productos fitosanitarios


La Global Crop Protection Federation (GCPF), en colaboración con la FAO, ha elaborado una serie de pictogramas para ser incluidos en
las etiquetas de los productos fitosanitarios. Estos símbolos están destinados a comunicar informaciones claves de seguridad o
advertencias a los usuarios en forma visual, sin usar palabras. GCPF-FAO han desarrollado algunas ilustraciones o pictogramas
considerados esenciales y que son un complemento de la información impresa en las etiquetas.
Estos pictogramas se dividen en cuatro categorías: almacenamiento, manipuleo y aplicación, recomendaciones de seguridad e higiene y
advertencias sobre riesgos ambientales, tal como puede observarse en la siguiente figura.
Nota: dichos pictogramas sufren modificaciones o se incorporan nuevos, actualizándose continuamente.

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Etiquetado
En la República Argentina existe una disposición legal que obliga a las empresas que producen o importan productos fitosanitarios a
comercializarlos con sus etiquetas correspondientes. Las mismas deben estar escritas en el idioma oficial argentino que es el castellano.
La etiqueta provee información muy importante. Por ello su lectura atenta y detenida es imprescindible.
La distribución de la información contenida en los marbetes o etiquetas está reglamentada, siguiendo normas internacionales,
diferenciándose tres cuerpos o sectores.
Tomando como ejemplo una etiqueta de tres (3) cuerpos, en el cuerpo derecho (C) de la misma se mencionan las instrucciones y
recomendaciones de uso (cultivos a tratar, dosis y momento oportuno de aplicación) y las restricciones de uso para evitar la presencia de
residuos objetables. Es decir que este sector de la etiqueta o marbete le brindará sólo la información agronómica del producto.
En la parte superior izquierda de la etiqueta (B) constará, entre otros datos, la marca comercial, la composición química del producto, la
fecha de vencimiento, la empresa productora o importadora y el número de inscripción en el SENASA. En este sector se podrá corroborar
que se trata de un producto que cumple con las normas.

Y en el sector o cuerpo inferior izquierdo (A), se mencionan todas las precauciones para el manipuleo de estos productos, las
recomendaciones para el almacenamiento, los primeros auxilios en el caso de accidente; los antídotos; las advertencias para el médico
interviniente; la clase toxicológica y si contiene solventes orgánicos en su formulación, vinculados con los riesgos del producto. También,
los teléfonos de los centros toxicológicos y los riesgos ambientales. La presencia de pictogramas generalmente grafica las precauciones
particulares del producto, los cuales ya fueron explicados más arriba y se ubican en la base de la Etiqueta, debajo de la banda
toxicológica.
Todas las etiquetas deben tener en su parte inferior (D) una banda de color (rojo, amarillo, azul o verde) que identifica la categoría
toxicológica del producto fitosanitario, basándose en la clasificación descripta en la resolución 302/2012 y explicada más arriba.
A su vez, en las etiquetas figurará también los datos o valores ecotoxicológicos del producto, los cuales estarán ubicados en alguna de
las bandas antes descriptas según si el estudio se realice en aves, peces y/o abejas.

CLASIFICACIÓN INHALATORIA EN RATAS:

Clase Inhalación (CL 50 mg/l)


I < = 0,2
II 0,2 a 2
III 2 a 20
IV > a 20

CLASIFICACIÓN ECOTOXICOLÓGICA DE PRODUCTOS FORMULADOS Y PRINCIPIOS ACTIVOS

Toxicidad en organismos acuáticos:

Valor CL 50 (ppm) Categoría


> a 100 Prácticamente no tóxico
10 a 100 Ligeramente tóxico
1,0 a 10 Moderadamente tóxico
0,1 a 1,0 Muy tóxico
< a 0,1 Extremadamente tóxico

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Toxicidad en aves:

Valor CL 50 dietaria Valor DL 50 oral Dosis única


Categoría
(ppm) (mg/kg)
> a 5000 > a 2000 Prácticamente no tóxico

1001 a 5000 501 a 2000 Ligeramente tóxico

501 a 1000 51 a 501 Moderadamente tóxico

51 a 500 10 a 50 Muy tóxico

< a 50 < a 10 Extremadamente tóxico

Toxicidad en abejas.

Valor DL 50 (ug/abeja) Categoría

<a1 Altamente tóxico

1 a 10 Moderadamente tóxico

10 a 100 Ligeramente tóxico

> a 100 Virtualmente no tóxico

Los residuos que quedan en los alimentos


La presencia de residuos de agroquímicos en los alimentos está tomando una importancia creciente, hasta el punto que puede decirse
que se ha convertido en una preocupación.
A fines de los 80, una encuesta realizada en EE.UU. estableció que, de los encuestados, el 77% se preocupaban por los residuos de
plaguicidas en los alimentos, en orden de importancia le seguían el colesterol (45%), la sal (37%), aditivos y conservantes (32%), azúcar
(31%) y colorantes artificiales (26%).
Actualmente continúa ocupando uno de los primeros lugares de discusión a nivel mundial dado que afectan la comercialización libre de
alimentos tanto entre países como dentro de sus propios límites, por entidades oficiales y privadas.
Algunas situaciones comerciales se han basado exclusivamente en el uso de los residuos como barrera paraarancelaria, pero el
conocimiento globalizado de los mismos ha dejado este punto como secundario.
La capacidad de la persona, individualmente considerada, para enfrentarse al problema del control de residuos en alimentos es limitada.
La sensibilización al tema es tal que, en caso de denuncias de carácter sensacionalista, las reacciones han sido dramáticas.
Existen dos grandes actores en este escenario:
el consumidor, del que debe protegerse su salud, y
los integrantes de la cadena de producción y comercialización.
Cabe destacar que la lucha química ocupa un lugar importante debido a su eficacia, rapidez de acción, seguridad y en muchos casos,
economía.
En definitiva, debemos tratar de racionalizar la protección de los cultivos contra las plagas y enfermedades, utilizando todos los recursos
necesarios y cuando no exista alternativa, recurrir al control químico, aplicando los tiempos de carencia correspondientes para cada
producto y cultivo y las BPA.
La posible presencia de residuos en los alimentos (tanto en plantas, en animales o en los alimentos que derivan de ellos) es uno de los
aspectos que se tienen en cuenta cuando se autoriza el uso de un determinado producto fitosanitario. En la Argentina, el Servicio
Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), después de ensayos regulados y evaluaciones exhaustivas, determina la
cantidad máxima que se puede tolerar de un producto fitosanitario en los alimentos para que no causen ningún daño a la salud. Esa
cantidad máxima se regula por norma y se conoce como Límite Máximo de Residuo (LMR).
El LMR es la cantidad máxima de residuo permitida en un alimento y se establece para cada combinación alimento/producto fitosanitario
dentro de márgenes seguros para la salud humana. Esto quiere decir que una persona puede consumir un alimento durante toda su vida
con un nivel de residuos igual o menor a los LMR establecidos y no le producirá ningún daño a la salud.
Todos los países tienen establecidos los LMR en forma individual o basado exclusivamente en las recomendaciones del codex
alimentarius, organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (Se pueden consultar los LMR por cultivo y producto, para
Argentina, en la página web del Instituto de Sanidad y calidad agropecuaria de Mendoza – ISCAMEN -
http://www.iscamen.com.ar/rojo/lmr.asp).
El LMR se determina tomando en cuenta tres aspectos fundamentales: la práctica agrícola con la cual se emplea el producto fitosanitario,
su toxicidad (indica el peligro) y la ingesta del alimento que puede contener el residuo (determina la exposición). Para eso se cuenta con
información de toxicidad aguda, estudios de alimentación a corto y largo plazo y estudios bioquímicos que indican cómo se absorbe, se
distribuye en el cuerpo, se elimina, cuánto tiempo persiste en el organismo y en el ambiente, cómo se metaboliza, entre otros. Además, se
necesitan estudios sobre efectos específicos, como carcinogenicidad, reproducción, teratogenicidad y, para algunos compuestos,
neurotoxicidad.
Los LMR basados en las Buenas Prácticas Agrícolas son inferiores a los que derivan de datos toxicológicos, para lograr un nivel de
protección mayor al consumidor. Debido al amplio margen de seguridad que se toma para el establecimiento de un LMR, la superación de
estos en la mayoría de los casos no constituye riesgo para la inocuidad alimentaria.
Los LMR establecidos en la Argentina se encuentran en la Resolución SENASA N° 256/2003 y en la Resolución ex SAGPyA N° 507/08.

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Un aspecto importante es qué laboratorios realizan los análisis para determinar la presencia de residuos de productos fitosanitarios. Para
que un resultado analítico sea confiable debe cumplir con requisitos y normas de calidad de nivel y reconocimiento internacional que en
nuestro país son auditadas y acreditadas por el Organismo Argentino de Acreditación (OAA). El SENASA cuenta con un laboratorio que
cumple con las normas de calidad internacional y, a su vez, administra y audita la Red Nacional de Laboratorios enmarcados en los
mismos conceptos de calidad citados (Fuente: http://www.senasa.gov.ar).

INTRODUCCIÓN A LA TOXICOLOGÍA
Información aportada por la Médica Toxicóloga, Dra. Mirta Elena Ryczel

La toxicología es la ciencia que se dedica al estudio de los venenos y/o los tóxicos. El término de veneno o tóxico se aplica a toda aquella
sustancia que causa un efecto dañino a los organismos vivos; por lo tanto, ante esta definición podemos decir que cualquier sustancia en
cantidad suficiente puede causar efectos nocivos (oxigeno, sal, agua).
Se entiende por toxicidad a la capacidad que tiene una sustancia de producir efectos deletéreos en un organismo vivo.
Actualmente la Toxicología ha alcanzado un gran desarrollo; su incumbencia alcanza no solo el ámbito médico de la emergencia, sino
que ha avanzado no solo en la relación de los tóxicos con los seres humanos, sino también con el medio ambiente. Se entiende por
riesgo a la probabilidad de que un efecto tóxico aparezca de acuerdo a las condiciones de empleo de las sustancias.
Por lo tanto, es necesario conocer no sólo la toxicidad intrínseca de una sustancia sino también las condiciones de uso, las medidas de
seguridad (límites estándar, rango de toxicidad, dosis máximas) establecidas para cada sustancia.
Dentro del ámbito de los productos fitosanitarios es imprescindible recordar que, si bien se trabaja con productos que no son inocuos,
estos son usados en dosis muy pequeñas, altamente diluidas, y que siempre y cuando se respeten las buenas prácticas agrícolas, es
factible eliminar el riesgo que conlleva el uso de estos productos (ver apartado Uso Seguro y Responsable de Productos Fitosanitarios).
Actualmente la Toxicología ha alcanzado un gran desarrollo; su incumbencia alcanza no solo el ámbito médico de la emergencia sino
también el ámbito forense, la práctica clínica, la medicina laboral, el medio ambiente, analítico, genético e inmunotoxicología.
Estudia no sólo los tóxicos en su relación con los seres humanos sino también con el medio ambiente.
Una rama de la toxicología, que se encarga de estudiar a los pacientes intoxicados, tanto en exposiciones agudas como en las crónicas,
ya sea en el diagnóstico como en el tratamiento, es la Toxicología clínica. La misma realiza Programas de Prevención Primaria a través
de Docencia en Salud para prevenir intoxicaciones accidentales.
Por otro lado, la Toxicología Analítica, a través de una serie de estudios, permite determinar con certeza, la causa de muertes en casos
dudosos donde se crea, esté involucrado un químico. Es de gran importancia para determinar qué grado de exposición a sustancias
tóxicas tiene una persona en razón de su oficio o profesión, controlando no solamente al individuo sino también al medio ambiente.
Un aspecto importante que se relaciona con el uso de los fitosanitarios, lo constituye la Toxicología Industrial o Laboral la cual se ocupa
de la identificación, el análisis, mecanismos de acción, metabolismo e interacciones entre las sustancias químicas, diagnóstico de
intoxicaciones, el tratamiento y la prevención de los efectos tóxicos que puedan generar su uso. El fin último de esta rama de la
toxicología es esencialmente prevenir el desarrollo de lesiones tóxicas mediante la aplicación del conocimiento de las relaciones
cuantitativas entre la intensidad de la exposición (dosis-efecto y dosis-respuesta) y el riesgo de la alteración de la salud. El conocimiento
de estas relaciones permite definir los niveles tolerables de exposición y las medidas de prevención necesarias.
La exposición puede determinarse cualitativamente, o cuantitativamente (dosificación atmosférica) del ambiente en el puesto de trabajo,
muestreo en el personal (determinación de las concentraciones cercanas al individuo), determinación de cantidad de toxico absorbido
(vigilancia biológica).
La acción del tóxico puede manifestarse como una enfermedad clínica, trastornos funcionales, modificaciones biológicas críticas
predictivas de una alteración de la salud, si las condiciones persisten o se repiten.
El fin último de la toxicología, junto con sus diferentes ramas, se centra en definir la capacidad de las sustancias tóxicas para producir
efectos perjudiciales (toxicidad), medir y analizar las dosis con las cuales se presenta su toxicidad (relación Dosis-Respuesta) y valorar la
probabilidad de que la lesión se presente bajo condiciones específicas de trabajo (valoración de PELIGRO y RIESGO).
A partir del estudio de la relación que existe entre la dosis contactada por un organismo, y la magnitud de la respuesta tóxica, se llega a la
estimación de los índices toxicológicos, los cuales son una medida de la peligrosidad de una sustancia. Este parámetro es el que se usa
para estimar los riesgos en la población expuesta a los tóxicos, presentes en los distintos medios que constituyen el ambiente de una
determinada población.

Objetivo de la toxicología
Definir la capacidad de las sustancias tóxicas para producir efectos perjudiciales (toxicidad), medir y analizar las dosis con las cuales se
presenta toxicidad (relación Dosis-Respuesta) y valorar la probabilidad de que la lesión se presente bajo condiciones específicas
(valoración de PELIGRO y EXPOSICIÖN, para poder evaluar el RIESGO).

Vías de Intoxicación
Cuando el tóxico llega al organismo, dependiendo de la vía de exposición, entra en contacto con las superficies epiteliales del tracto
digestivo, del aparato respiratorio o de la piel y/o las mucosas. Cuando cruza esas membranas y alcanza el torrente sanguíneo, se
considera que el tóxico penetró al organismo.
La sangre lo transporta a los distintos órganos y en uno o en varios de ellos puede llegar a causar un daño permanente.
En los casos accidentales la vía más frecuente de intoxicación es la ORAL, seguida por la INHALATORIA y la CUTANEA. Menos
frecuente son las vías Subcutáneas y la Endovenosa.

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En los ambientes laborales y o ambientales la vía más importante de ingreso de los tóxicos es la INHALATORIA; en determinados tóxicos
puede ser la CUTANEA la más importante. La vía oral (digestiva) si bien tiene importancia, no lo es tanto como en las intoxicaciones
agudas intencionales o accidentales.
Para estudiar el transporte, modificaciones y destino de los tóxicos dentro del organismo es necesario determinar la concentración de las
especies químicas que producen los daños, así como medir la magnitud de esos daños.
El xenobiótico (sustancia tóxica) es transportado por la sangre a los distintos órganos del cuerpo en los que se distribuye y en algunos de
ellos puede llegar a producir un daño.
Desde el momento en que el tóxico penetra en el organismo empieza a ser transformado por las distintas enzimas del organismo de las
que pueden ser substrato.
Al conjunto de reacciones que convierten los tóxicos en especies químicas distintas, que pueden ser más o menos dañinas que el tóxico
original, se le da el nombre de Biotransformación. Si los convierten en sustancias más dañinas se dice que el proceso fue una
bioactivación y si lo convierten en sustancias menos peligrosas se dice que el proceso fue una detoxificación.
Los procesos de detoxificación normalmente consisten en incrementar la polaridad de los xenobióticos lo cual los hace menos difusibles a
través de las membranas biológicas, y más solubles en el agua, lo cual facilita su excreción en forma de solución acuosa (orina) Estos
procesos reducen la cantidad de tóxico que penetra al tejido blanco, así como el tiempo de permanencia del tóxico dentro del organismo,
y por lo tanto, reducen la magnitud del daño probable a las células del tejido blanco.
Además la concentración y el tiempo de contacto entre el tóxico y el tejido blanco, también influyen en la magnitud del daño la toxicidad
del agente y el estado del receptor. Los efectos producidos pueden ser reversibles de acuerdo a que las células tengan capacidad de
reparar los daños que sufran, o bien pueden ser irreversibles y producir una transformación permanente (incluyendo la muerte celular) en
cuyo caso se dice que se produjo una respuesta tóxica.
A partir del estudio de la relación que existe entre la dosis contactada por un organismo, y la magnitud de la respuesta tóxica, se llega a la
estimación de los índices toxicológicos, los cuales son una medida de la peligrosidad de una sustancia. Este parámetro es el que se usa
para estimar los riesgos en la población expuesta a los tóxicos, presentes en los distintos medios que constituyen el ambiente de una
determinada población que, habita, trabaja o hace otros usos de un sitio contaminado.

Toxicodinámica
En el medio ambiente la biota (organismos vivos) está rodeada permanentemente de una gran cantidad de substancias con las cuales
interacciona en todas sus actividades vitales. Aunque todos los compuestos con los que está en contacto, incluyendo el agua, pueden ser
tóxicos en determinadas dosis, es evidente que un gran número de especies han tolerado esta situación.
Para que un tóxico cause un daño, en primer lugar, se debe estar expuesto a él, y en segundo lugar el tóxico tiene que vencer las
defensas del organismo que tratan de impedirle que llegue al tejido blanco en forma activa. Las defensas consisten fundamentalmente
en mecanismos que restringen la movilidad y disminuyen el período de exposición del tejido blanco. Esto lo puede hacer el organismo
poniendo barreras a su desplazamiento hacia determinados tejidos, disminuyendo su difusibilidad a través de las membranas celulares
y/o facilitando su excreción.
El efecto producido por una dosis, depende de la cantidad de tóxico que llegue en estado activo al sitio de acción y del tiempo que se le
permita actuar allí.
Dentro del ambiente, un producto fitosanitario, bien aplicado, presenta numerosas barreras naturales que impiden que el mismo pueda
generar efectos sobre la salud humana o ambiental como, por ejemplo, los propios organismos blancos o target, las plantas y su propio
sistema de detoxificación así como la matriz del suelo, la cual, por ejemplo en el caso del glifosato es inmovilizado y posteriormente
degradado por los microorganismos hasta compuestos naturales.

Formas de intoxicación
Puede clasificárselas dependiendo de:
1. RAPIDEZ DE APARICION DE LOS SÍNTOMAS
Intoxicación aguda: Exposición corta, masiva y/o absorción rápida - Dosis única o múltiple en un período no mayor de 24 horas
Intoxicación subaguda: Exposiciones frecuentes y/o repetidas en varios días o semanas
Intoxicación crónica: Exposiciones repetidas durante largo período de tiempo. Los síntomas son debidos a:
 Acumulación del tóxico con cada exposición (Pb – plomo - en huesos)
 Efectos sumatorios de repetidas exposiciones aun cuando el tóxico no se acumule (Monóxido de Carbono)
2. GRAVEDAD Y DURACIÓN DE LOS SINTOMAS
Asintomática (subclínica)
Leve
Moderada
Grave
3. RAPIDEZ DE ABSORCIÓN DE LA SUSTANCIA
4. POR EL EFECTO:
Agudo: los síntomas se presentan de inmediato.
Crónico y/o Tardío: los síntomas pueden aparecer luego de un período variable
5. TIPO DE ACCION:
Local: Los efectos se verán en piel; mucosas; vías respiratorias (en el sitio de contacto).
General: Acción en sitios alejados del contacto inicial. Los factores que favorecen la acción en determinados órganos son:
 Grado de perfusión del órgano
 Composición química del órgano (contenido en lípidos)

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 Situación con respecto a la vía de absorción y/o transporte:
 Inhalatoria: pulmones;
 Oral: Hígado (llega antes al sistema portal que a la circulación general)
 Características bioquímicas del órgano:
 Mitosis numerosas (eritropoyesis)
 Capacidad de acumular la sustancia, o de metabolizarla a un compuesto más tóxico
 Necesidades metabólicas del órgano afectado
Personales:
 Debe tenerse en cuenta factores tales como:
 Raza
 Genéticos
 Edad (extremos de la vida - edad fértil)
 Sexo
 Nutrición - Peso corporal
 Estado inmunitario (Enfermedades inmunosupresoras)
 Estado hormonal (Embarazo / lactancia)
 Hábitos (Higiénicos - tabaquismo – alcoholismo)
 Enfermedades concomitantes
 Estilo de vida
 Stress
 Escolaridad

Clasificación de las sustancias tóxicas


Se las puede clasificar por:
a) Su estado físico: Los diferentes estados físicos de las sustancias, tienen importancia en cuanto al posible efecto en los seres
humanos. Las principales formas a tener en cuenta son:
particuladas (polvos – fibrogénicos – fibras – humos);
gases y vapores;
líquidos
sólidos
b) Estructura química.
c) Aditivos, contaminantes, etc.
d) Medio en el que encuentre la sustancia: el medio en que una sustancia se encuentre determina, de alguna manera la población
expuesta, al riesgo. Así, existen sustancias que se vehiculizan en medios específicos tales como:
Aire (óxido de nitrógeno de los escapes de los automotores);
Agua (Tríalometanos derivados de la clorinación del agua - Arsénico);
Suelos (contaminación natural o antropogénica)
Alimentos (nitrosaminas derivadas de los nitritos - contaminantes)
e) Sitio de la lesión.
Hígado: hepatotóxico
Riñón: nefrotóxico
Piel: cáustico, mutagénico, etc.
Sistema nervioso central y periférico: neurotóxico
f) Mecanismo de acción:
Asfixiantes simples (gases inertes)
Asfixiantes químicos (monóxido de carbono – Cianuro)
Corrosivos (álcalis y ácidos)
etc.
g) Efecto clínico:
Inicio de los efectos:
 Inmediato (gases irritantes)
 Retardados (Carcinogénesis)
Reversibilidad del efecto: Depende de la capacidad del tejido para reparar células dañadas (El SNC tiene menor capacidad de
reparar sus células dañadas, mientras que la piel o el músculo tienen mayor posibilidad de regenerarse luego de una lesión)

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Diagnóstico de efectos tóxicos
Una sustancia puede determinar manifestaciones:
Agudas: clínica muy florida (ej.: Organofosforados, Organoclorados, Plomo, Arsénico, Benceno).
Crónicas y/o tardías, las cuales son por lo general con:
 Clínica mal definida;
 Otras manifestaciones: Ca, Anemia Aplástica, Polineuropatías.
Por lo tanto,
1. Realizar una historia clínica completa, confeccionar una lista de posibles tóxicos con los cuales pueda estar en contacto en su
vida habitual, relacionados o no con su trabajo, sin descartar otros debidos a actividades ocasionales, entretenimientos, y/o
medicaciones crónicas.
2. Realizar pruebas diagnósticas para descartar otras causas.
3. Realizar pruebas específicas de tóxicos. Estas deben determinarse para cada caso; no siempre disponibles en todos los centros
hospitalarios ni en todos los horarios. Algunas deben ser realizadas por médicos de otras especialidades como, por ejemplo:
reacciones alérgicas (Cromo - Níquel).

Clasificación toxicológica
La investigación de nuevas drogas o productos, requieren estudios de toxicidad aguda, subaguda y crónica, de DL50 (dosis letal 50),
riesgos mutagénicos, carcinogénicos y teratogénicos, los cuales pertenecen a la rama de la toxicología experimental.
La Categoría Toxicológica de los productos fitosanitarios ha sido determinada sobre la base de la DL50 aguda, oral o dermal, según sea
el producto formulado comercializado en forma sólida o líquida, tal como se explicara más arriba.
Todas las etiquetas poseen en su parte inferior una banda de color que identifica la Categoría Toxicológica del producto fitosanitario
basándose la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

EL MERCADO DE FITOSANITARIOS

¿Quiénes venden y avalan los productos fitosanitarios?


Los productos autorizados por el SENASA son vendidos a través de cadenas de comercios locales que representan a las distintas
empresas fabricantes o formuladoras habilitadas en la Argentina.
Las empresas y productos activos o formulados (forma comercial en que se venden), son nacionales o importados.
El fabricante y/o formulador y/o importador es quien garantiza la calidad y el funcionamiento apropiado del producto a las dosis y las
recomendaciones indicadas en las etiquetas, aprobadas por SENASA. De no ser utilizado de esta manera, el fabricante deja de tener
responsabilidad por los parámetros antes indicados, pasando esta al usuario.
Los productos deben ser usados de acuerdo a las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), es decir, a las dosis y los momentos indicados en
las etiquetas, con las condiciones ambientales apropiadas (dirección e intensidad del viento, humedad y temperatura) para que el
producto llegue a su objetivo, la plaga (sea esta maleza, insecto o enfermedad).
También deben ser aplicados hasta el tiempo indicado como período de carencia para no superar los niveles de residuos establecidos
legalmente para cada cultivo, como se explicó anteriormente, evitando así generar inconvenientes para los consumidores.
La aplicación debe ser hecha por personal idóneo, con conocimiento en el manejo de los productos fitosanitarios, y adecuadamente
protegido según el producto a utilizar (guantes, botas, máscara, equipo de protección personal, etc.). Esta información está indicada en
las etiquetas o marbetes de los productos y varía según el tipo, formulación y clase toxicológica de cada producto.
Los cambios tecnológicos en la agricultura argentina, como los nuevos sistemas de labranza, la rotación de cultivos y los nuevos
materiales (híbridos y variedades de los principales cultivos) que han permitido la incorporación de nuevas áreas a la agricultura, además
de normativas más exigentes para el registro de productos, especialmente en los aspectos ecotoxicológicos y los cambios en la dinámica
de plagas, han ido generando requerimientos de nuevos productos. Todo ello provocó cambios significativos en el mercado de
fitosanitarios en la última década y media.
El mercado de protección de cultivos creció en forma sostenida a partir de mediados de los 90, producto del ingreso a la agricultura de
una gran cantidad de hectáreas, debido principalmente a la mayor adopción de tecnología, siendo la más importante la de Siembra
Directa.
Históricamente, el segmento más importante dentro del mercado argentino fue el de herbicidas. Esta tendencia se ha mantenido igual en
los últimos 20 años. La cantidad de herbicidas utilizados en volumen aumentó dos veces y media, mientras que el de insecticidas se
duplicó y el de fungicidas aumentó una vez y media en ese lapso.

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Representación porcentual de los productos fitosanitarios por segmento y por cultivo del mercado argentino de 2016.

Fuente: Relevamiento del mercado realizado por Pampas Group, para CASAFE

En cuanto a la toxicidad de los productos que se comercializan en la Argentina, podemos remarcar que la misma ha disminuido
paulatinamente como consecuencia de la introducción al mercado nacional de nuevas moléculas, con mayor tecnología y menor
toxicidad.

Evolución de la toxicidad de los productos fitosanitarios en el mercado argentino al año 2016.

Fuente: Informe anual del mercado argentino de productos fitosanitarios. Extraído de los trabajos realizados por Kleffmann Group y Pampas Group
para CASAFE

Como se puede observar en las figuras anteriores, los productos han disminuido hasta 75 veces la dosis letal (DL50), marcando un claro
esfuerzo de la industria en desarrollar productos de protección de cultivos que cumplen con exigencias cada vez mayores para registrar
nuevas moléculas, no solo de los consumidores, sino que también de los reguladores, o sea el SENASA.

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USO SEGURO Y RESPONSABLE DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS

CASAFE impulsa varios programas de uso seguro y responsable de productos fitosanitarios. En conjunto con la mayor parte de las
compañías fabricantes y vendedoras de fitosanitarios, trabaja permanentemente en la difusión y educación de usuarios de productos
fitosanitarios para que los mismos se utilicen y manejen adecuadamente.
A todo este proceso se lo conoce como Cuidado de Producto, Gestión Responsable de Productos y Tecnologías o Uso Seguro de los
productos fitosanitarios. Mediante el mismo, se busca identificar y reducir los riesgos en seguridad, salud y medio ambiente en cada etapa
del ciclo de vida de un producto, teniendo en cuenta consideraciones de interés para los usuarios, la comunidad y la sociedad.
La gestión responsable es una labor principalmente formativa de los participantes de la cadena de uso, tendiente a lograr un manejo
seguro y efectivo de los productos para la protección de los cultivos. Para ello se desarrollan un conjunto de acciones con los usuarios
(autoridades, comercios, distribuidores, aplicadores, productores, docentes, médicos y trabajadores rurales) y lineamientos para reforzar
los conceptos tendientes a minimizar los riesgos asociados al uso de los productos fitosanitarios:
Con la puesta en práctica de todas estas recomendaciones, la aplicación de un producto no debe tener efectos indeseados para
quien lo usa o para quien consume alimentos que hayan sido expuestos a productos para la protección de cultivos, ya que
sabemos que no existen productos fitosanitarios seguros, sino formas seguras de utilizarlos.

Buenas Prácticas Agrícolas en el manejo de fitosanitarios


La gestión responsable de fitosanitarios tiene como objetivo lograr el manejo y uso responsable de los productos fitosanitarios durante
todo su ciclo de vida, desde su descubrimiento y desarrollo, ciclo comercial y uso en el campo, hasta su eliminación por el uso.

Fuente: CropLife Latin America

En todas estas etapas se aplica el programa de Cuidado Responsable del Medio Ambiente que apunta a reducir el efecto invernadero, a
generar una menor cantidad de residuos, a minimizar la frecuencia de ocurrencia de accidentes de trabajo y a optimizar el uso de la
energía y el agua.
Durante la etapa de investigación y desarrollo se realizan estudios toxicológicos y ecotoxicológicos que son considerados por los
organismos reguladores gubernamentales (por ejemplo, el SENASA en Argentina) para su aprobación.
En la etapa de manufactura se aplican las Buenas Prácticas de Manufactura a fin de evitar siniestros que afecten a las personas, las
instalaciones y el medio ambiente.
El transporte de productos fitosanitarios se ajusta a las normativas específicas vigentes para este tipo de productos.
Para la etapa de almacenamiento, CASAFE tiene en marcha el programa Depósito Ok de certificación y mejora continua de los depósitos,
con más de 550 distribuidores certificados y con cursos de capacitación realizados de manera periódica.
Para la distribución, se sigue el Código internacional de conducta para la distribución y utilización de fitosanitarios (FAO).

Aplicación Responsable
El manejo responsable en la etapa de aplicación de fitosanitarios es de suma importancia porque se produce la liberación al ambiente del
producto y aumenta el riesgo de contacto con el operador y las poblaciones rurales. En este punto es que se hace de suma importancia la
función del Ingeniero Agrónomo, quien debe asegurar que el riesgo químico se disminuya lo más posible, evitando así cualquier tipo de
problemas al trabajador rural, al ambiente y/o a la sociedad en su conjunto.
El concepto de Riesgo Químico es la interacción entre la Toxicidad intrínseca de los productos para la protección de cultivos, establecidos
por el SENASA a través de su clase toxicológica, y el Nivel de Exposición a ese producto fitosanitario.

Riesgo= Toxicidad x Exposición

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Donde Riesgo químico es la probabilidad de que una sustancia química produzca un daño en condiciones específicas de uso o manejo;
Toxicidad es la cantidad inherente de una sustancia de causar daño a un organismo vivo; y Nivel de Exposición es el contacto efectivo de
la sustancia con el organismo.
La toxicidad es un parámetro que no varía, a menos que cambiemos el producto a utilizar, siendo el nivel de exposición el parámetro que
más afecta al nivel del riego.
Las buenas prácticas agrícolas, a través del Uso responsable de productos, es quien asegura que el nivel de exposición sea lo
suficientemente bajo como para que el Riesgo sea mínimo.
Para ello es que se utilizan una serie de recomendaciones para asegurar la mínima exposición a los productos fitosanitarios, las cuales
son:
Lectura de las etiquetas y hojas de seguridad de los productos, en donde figuran los cuidados que se deben tener en el manejo
del producto.
Uso de Equipo de Protección Personal (EPP), mediante el cual se disminuye considerablemente el nivel de exposición a los
productos.
Realizar el tratamiento adecuado de los envases vacíos de fitosanitarios. En este punto cobra vital importancia la técnica de
triple lavado o lavado a presión de los envases de plástico rígido de fitosanitarios y posterior perforado de los mismos para
evitar su reutilización, tal como lo establece la norma IRAM N° 12.069. Mediante este procedimiento se procede a la eliminación
de 99,999% del producto adherido o absorbido en el envase.
Al momento de la aplicación efectiva de los productos tener presente las condiciones ambientales optimas de aplicación
(intensidad y dirección del viento, humedad relativa y temperatura) y la calibración adecuada de la pulverizadora para lograr el
número de gotas por cm2 y diámetro promedio de gotas adecuado. Estos parámetros están establecidos en las Buenas
Prácticas de Aplicación y bajo los cuales el nivel de exposición tiende a cero.
Luego de la aplicación, lavar el EPP separado de la ropa de uso diario y entregar los envases vacíos, lavados e inutilizados, en
un centro de acopio transitorio, para su posterior reciclado.

Recomendaciones para el uso responsable y eficaz de productos fitosanitarios


Elección del producto fitosanitario
La decisión de aplicar un producto fitosanitario para controlar una plaga, maleza o enfermedad, debe tomarse sobre la base de un prolijo
análisis de la situación. Hay circunstancias en las cuales el empleo de un producto fitosanitario no sería aconsejable, como por ejemplo
cuando una adversidad se encuentra por debajo del umbral de daño económico o cuando existen métodos de control cultural o biológico
más efectivos. Sin embargo, también hay circunstancias en las que un producto fitosanitario puede salvar el cultivo. Por lo cual, en todo el
mundo, la utilización de estas sustancias se ha convertido en una herramienta imprescindible para la producción estable y económica de
alimentos.
Conocer con antelación las características del producto le significará un mayor aprovechamiento de sus bondades.

Fundamentos para el manejo de plagas


La decisión de realizar un control químico requiere de un estudio previo donde se valoren las diferentes alternativas posibles para su
manejo, así como también los aspectos económicos y medioambientales. Tanto es así que uno de los pilares más importantes del manejo
de plagas es el concepto de Nivel de Daño Económico (NDE). Éste puede definirse como el nivel mínimo de abundancia de una plaga
que ocasionará un perjuicio económico, de otra manera, podemos decir que el NDE es aquel daño que justifica un costo adicional de
aplicar una medida de control.
Por otra parte, el concepto de Umbral Económico (UE) se ha empleado de diversas maneras. Por ejemplo, en una concepción subjetiva,
el Umbral Económico se ha referido a valores de abundancia de adversidades que derivan de experiencias de campo circunstanciales.
Estos valores son fijos y cuando son propuestos no se adjunta un método para adaptarlos a diferentes condiciones.
Otro modo de establecer un Umbral Económico es fijando un porcentaje respecto del Nivel de Daño Económico (NDE). Precisamente
porque el NDE es el nivel de abundancia que provoca un perjuicio económico, y se requiere evitar que la abundancia de las adversidades
llegue a tal nivel. Entonces, se suele establecer un nivel de abundancia, el UE, ante el cual se debería aplicar una medida de control para
evitar que la adversidad llegue al NDE. Ese porcentaje se fija dependiendo de las características de la adversidad. Si ésta se caracteriza
por tener una elevada tasa de crecimiento, el UE se fija en porcentajes del NDE tan bajos como 50%. Por el contrario, si la adversidad
presente en el cultivo no se caracteriza por crecer velozmente, el UE suele fijarse hasta en 80% del NDE. Esta forma de calcular el UE
contempla la demora que generalmente hay desde el momento de realizar un muestreo en el cultivo y la efectiva aplicación de la medida
terapéutica.
Otras formas de concebir el UE requieren contar con un mayor conocimiento de la biología del agente biótico y las relaciones con otras
especies en el agro-ecosistema. Por ejemplo, conocer el impacto de los enemigos naturales sobre la plaga puede contribuir a optimizar su
manejo, ya que el tiempo entre el UE y el NDE puede representar una oportunidad significativa para que los enemigos naturales actúen.
En otras palabras, establecer el UE puede depender del impacto de los enemigos naturales, independientemente del NDE que se haya
calculado.
Para determinar cuándo es necesario el empleo de un producto fitosanitario se debe tener en cuenta entonces:
1) Correcta identificación de la adversidad o del problema.
2) Determinación de los productos recomendados y dónde se los puede adquirir.
3) Verificación de la información correspondiente a dosis, formulación y momento oportuno de aplicación.
4) Determinación del método de aplicación más adecuado.
5) Cálculo del costo por unidad de superficie.
6) Conocer y respetar las restricciones de uso del producto en cuestión.

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Ante cualquier duda, solicite el asesoramiento técnico a un profesional de su confianza o a los profesionales competentes en los
organismos oficiales, tanto nacionales como provinciales o a los “Departamentos Técnicos” de las empresas proveedoras de estos
insumos.
En la aplicación de productos fitosanitarios nunca se debe actuar con imprudencia o improvisadamente. En esto radica su seguridad, la
de las demás personas y se evitan daños ambientales.
La concientización y adecuada capacitación para identificar y limitar los riesgos permitirá el uso seguro y eficaz de los productos
fitosanitarios.
Esta “Guía de Productos Fitosanitarios”, que periódicamente actualiza y edita CASAFE, proporciona una información general y
recomendaciones de uso responsable de una parte de los productos existentes en el mercado argentino, y las precauciones específicas
que deben adoptar quienes manipulan, almacenan, comercializan, transportan, aplican o están en contacto con estos productos.

Compra de productos fitosanitarios


Conviene abastecerse con antelación de todos los insumos que se necesitarán en la campaña de aplicación, incluyendo los equipos y
sus repuestos. También deberá asegurarse que los mismos sean los productos adecuados y que estén listos para ser usados en el
momento oportuno. Esto es muy importante, sobre todo, en zonas alejadas, en donde el transporte puede retrasarse por condiciones
climáticas adversas o durante ataques masivos de plagas.
Confirmar que el producto fitosanitario adquirido sea el recomendado. En todo caso, recurra a su asesor técnico. Una aplicación
segura y eficaz, realizada con los productos adecuados, le permitirá obtener excelentes y económicos resultados.
Todos los envases deben estar legalmente etiquetados, con las instrucciones de uso en idioma castellano e indicando claramente la
empresa elaboradora, el nombre comercial y los nombres comunes de los principios activos, de acuerdo a las normas vigentes.
Controle que el número de lote del producto que recibe coincida con lo indicado en la factura/remito de compraventa y que la fecha de
vencimiento del producto esté vigente.
Se deben examinar con todo cuidado los envases y rechazarse aquellos que estén abiertos, deteriorados, con pérdidas, con fechas de
uso vencidas, con deficiencias de etiquetado y con precintos de seguridad rotos o ausentes.
Se deberán adquirir sólo envases originales y no aceptar o solicitar al comerciante el fraccionamiento en envases menores o el re-
envasado.
Las empresas asociadas a CASAFE garantizan la calidad de los productos fitosanitarios. No obstante, siempre es necesario revisar
los precintos de seguridad de los envases, que evitan la adulteración de su contenido.

Transporte de productos fitosanitarios


Para el transporte de estas mercaderías en las zonas rurales se deben respetar las siguientes precauciones mínimas:
Solamente deben transportarse envases cerrados.
Los productos fitosanitarios nunca deben transportarse junto con personas, animales, ropa o alimentos para el consumo humano o
animal. Tampoco deben llevarse productos en la cabina de los vehículos.
Está prohibido el transporte de mercancías peligrosas en vehículos destinados al transporte colectivo de pasajeros conforme al
artículo 14 de la ley 24.449, Anexo S. El transporte de productos fitosanitarios debe realizarse siempre y de manera obligatoria con la
correspondiente “Ficha de Intervención” (documentación adicional a la Hoja de Seguridad o MSDS) asegurándose que contenga la
identificación del producto, clasificación y rótulo de riesgo para el transporte carretero con la protección personal sugerida y los
procedimientos a realizar frente a distintos tipos de emergencias, los primeros auxilios y los teléfonos de emergencia.
Sería conveniente, en aquellos vehículos abiertos, tener previsto poder cubrir los envases de productos fitosanitarios con una lona
para no exponerlos a variaciones extremas del clima.
La carga y descarga de estas mercaderías debe realizarse con sumo cuidado, evitando golpes y caídas. No empujar los tambores o
baldes pesados desde la plataforma del vehículo directamente al suelo.
Las personas encargadas de las operaciones de carga, acomodamiento y descarga de envases deben utilizar los elementos de
protección personal adecuados (delantal impermeable, camisa de mangas largas, cascos si se almacena en altura, guantes, botas o
botines impermeables con puntera de acero).
Antes de realizar una carga, verificar el buen estado de los pallets, que no haya clavos, astillas, tornillos o perfiles de hierro que
puedan perforar los envases y producir deterioros o derrames.
Lea atentamente las indicaciones de almacenamiento que traen los contenedores de productos, respetando la altura de estibas, para
evitar sobrepesos en los contenedores de productos que puedan provocar aplastamiento y rotura o caídas.
No fumar, comer y/o beber, sin antes lavarse las manos con abundante agua y jabón.
Realizada la carga, comprobar la correcta distribución y sujeción de la misma.

Procedimientos para el caso de derrames


1) Pérdidas o vaciamiento de carga en vehículos
Cuando, por accidente, se produzca alguna pérdida o derrame, mantener alejadas a las personas y animales.
Usar ropa protectora durante la operación de control de derrames.
Dar aviso a las autoridades locales (Bomberos, Policía, etc.).
No fume ni use fuentes de luz que puedan producir chispas. Muchas sustancias son de alta inflamabilidad, siendo necesaria la
ausencia de llamas libres para evitar el riesgo de incendios.

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Retirar los envases dañados y colocarlos en el suelo en posición tal que evite que continúen vaciándose, en un lugar donde el terreno
pueda absorber la pérdida, siempre que sea alejado de cursos de agua. En caso de envases menores, procurar volcarlos dentro de
contenedores mayores, por ejemplo, tambores.
Emplear tierra, arena (en lo posible NO utilizar materiales absorbentes combustibles) para circunscribir el derrame y absorber el líquido
derramado, barrer cuidadosamente y colocarlos en envases predeterminados para su posterior destrucción.
Lavar bien todas las partes contaminadas del vehículo.

2) Contaminación de personas
Cuando ocurra contaminación de personas por salpicaduras o derrame de productos se deberá:
De inmediato, quitar todas las ropas, y lavar todas las partes del cuerpo expuestas con agua y jabón. Si es posible una posterior
descontaminación debe realizarse con una solución de hipoclorito de sodio al 0,5% (1 parte de cloro doméstico en 9 partes de agua).
La ropa contaminada deberá ser lavada cuidadosamente con agua y jabón, separada de cualquier otro tipo de ropa no contaminada,
de uso cotidiano.
En caso de dudas respecto de una posible intoxicación, consulte con un médico o telefónicamente recurra al Centro de Toxicología
TAS 0800-888-TOXICO (8694) que es un centro de asistencia toxicológica de urgencia que los 365 días del año, durante las 24 horas
del día, mantiene una guardia que permite evacuar todas las consultas en forma gratuita. También puede dar aviso al centro de
atención sanitario más próximo. Tome en cuenta la importancia de brindar información acerca del producto que pudo causar la
intoxicación, que tendrá disponible en la Hoja de Seguridad de Producto.

3) Contaminación de alimentos
En el caso de contaminación de alimentos para seres humanos y/o para el ganado, entiérrelos de acuerdo a las recomendaciones
sugeridas en el capítulo de Límite Máximo de Residuos.

Consejos que deben tomarse en cuenta ante la ocurrencia de accidentes durante el transporte
Tomado conocimiento del problema, la brigada o grupo de emergencia debe concurrir de inmediato al lugar del suceso. En el equipo de
emergencias debe existir un mínimo de elementos, con los cuales se actuará en primera instancia.
Enumeramos los mismos:
Ropas protectoras (trajes nivel A, B y C, equipos respiratorios, guantes, botas, delantal, antiparras, máscara multiuso).
Pala, escoba o cepillo, bolsas contenedoras, tierra absorbente (o aserrín), vermiculita, ducha de descontaminación portátil, bomba de
trasvase para líquidos inflamables, solución alcalina para neutralizar.
Señaladores para desvío del tránsito.
Códigos de Riesgo y número de ONU.
Botiquín de primeros auxilios (gasas, vendas, desinfectantes, carbón activado, sulfato de atropina).

Los pasos lógicos a seguir en el lugar del accidente son:


Comunicarse con el centro de atención de la salud si existieran víctimas. Estas deberán ser atendidas únicamente por personal
capacitado.
Evite entrar en la zona del accidente. Mantenerse lo más alejado posible del derrame ante riesgo de inhalación. Colóquese de
espaldas al viento y si tuviera que acercarse al derrame, siempre hágalo a favor del viento.
Dar aviso a la Policía y Bomberos. Existen en la Argentina Brigadas de Riesgos Especiales, con la formación y el equipamiento
capaces de contener emergencias con riesgo químico o materiales peligrosos.
Identificar los riesgos, carteles, etiquetas, documentos de embarque, Hojas de Seguridad, pueden servir a personas conocedoras
Identificar cuáles son los productos que han sufrido daño y pérdidas.
Desviar el tránsito y mantener alejadas a las personas no autorizadas a permanecer en el lugar.
Salvo caso de fuerza mayor, NO ARROJAR AGUA.
Contener los derrames utilizando métodos acordes con la magnitud del mismo.
Controlar las pérdidas en envases dañados y colocarlos en las bolsas plásticas o tambores de sobreempaque.
Efectuar la recolección de los materiales absorbentes utilizados y restos de envases u otros elementos contaminados, colocarlos en
bolsas plásticas y posteriormente proceder a su destrucción utilizando métodos adecuados.
Normalizada la situación, permitir la apertura de la ruta.

Recuerde que siempre debe utilizar ropas protectoras. Si por cualquier causa se hubiera salpicado con el producto, quítese de inmediato
sus prendas de vestir y lávese con abundante agua y jabón las partes del cuerpo expuestas.

Carga del equipo: Compatibilidad de plaguicidas en el tanque de la pulverizadora


Fuente: Ing. Agr. Alicia Cavallo, Ing. Agr. Ricardo Novo, Ing. Agr. Clara Cragnolini, Ing. Agr. Danilo Da Riva, Ing. Agr. Raúl Nóbile, Ing. Agr. Luís Rindertsma
(2012): Buenas prácticas en la aplicación de plaguicidas en la provincia de Córdoba. Córdoba, SIMA Editora. Págs. 85-87.

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En numerosas ocasiones se realizan aplicaciones de fitosanitarios utilizando varios productos químicos con diferente finalidad, ya sea
porque hay varias especies de malezas que no pueden ser controladas por un solo herbicida, o porque se quiere aprovechar el
tratamiento para el control de más de un tipo de plaga. Esto se justifica sólo en algunas ocasiones, y es cuando coincide el momento
oportuno de control para ambas plagas.
Sin embargo, últimamente se observa una frecuencia demasiado alta de aplicaciones con mezclas de plaguicidas. Si bien se comprende
que es necesario reducir los costos de la empresa agropecuaria, se debe tener bien claro que la aplicación de plaguicidas debe realizarse
solamente cuando es la oportunidad de hacerlo, o sea, cuando la plaga, maleza o enfermedad estén en el momento adecuado para
asegurar la eficiencia del tratamiento. Estos momentos oportunos son muy precisos y es necesario respetarlos, por lo que las mezclas,
aun cuando la elección de los productos sea la adecuada, la mayoría de las veces se realizan en momentos inadecuados, lo que impide
la obtención de los efectos biológicos esperados y colabora a causar efectos indeseables tales como la resistencia de las plagas a los
plaguicidas.
Desde el punto de vista químico, las aplicaciones con varios productos químicos dentro del tanque son más difíciles de manejar que
cuando se aplica un producto solo. Al mezclar más de un producto se pueden producir interacciones químicas que pueden dar lugar a la
formación de precipitados o sobrenadantes que complican severamente las operaciones y pueden dañar los equipos pulverizadores. En
general puede decirse que la compatibilidad no depende tanto del principio activo sino de la formulación de los plaguicidas que participan
en la mezcla.
Aunque se pueden enunciar algunas reglas generales, siempre es conveniente realizar una prueba de compatibilidad antes de efectuar la
aplicación, a menos que en la etiqueta del producto esté indicada la compatibilidad específica de ese producto. Esta recomendación, que
se realiza en base a ensayos, indica con qué otros productos comerciales puede ser mezclado el producto en cuestión.
Como reglas generales, se deben considerar algunos aspectos básicos, y respetar un orden de carga de tanque:
No mezclar productos puros entre sí.
No mezclar dos productos formulados como concentrados emulsionables, a menos que esté señalado en la etiqueta.
Conocer el pH de los productos a utilizar para no mezclar nunca los productos alcalinos con el resto de los plaguicidas, especialmente
los insecticidas fosforados, ya que estos se degradan en medios alcalinos y pierden su efecto.
Conocer por ensayos la eficacia biológica de las mezclas antes de decidir su aplicación
Preparar las mezclas en el momento antes de aplicarlas.
No diluir plaguicidas en solventes que no estén indicados.
Respetar las dosis y el volumen de agua por hectárea recomendado en las etiquetas para cada uno de los tratamientos.

Orden de carga del tanque


Existen varias indicaciones que aconsejan un determinado orden para cargar los productos en el tanque de la pulverizadora, aunque
muchas veces se contraponen entre sí.
Debido a que no existen recomendaciones oficiales, lo conveniente es seguir las recomendaciones de la bibliografía internacional que
indican lo siguiente:

ORDEN Tipo de formulaciones


1 Bolsas hidrosolubles
Gránulos dispersables (WG). Esperar hasta que se produzca la dispersión completa de los gránulos antes
2
de agregar otro producto.
Polvos mojables (WP). No colocar los polvos directamente en el tanque. Se los debe hidratar con poca
3
agua, evitando la formación de grumos y luego agregarlos al tanque.
4 Suspensiones de encapsulados (CF)
5 Suspensiones concentradas (SC)
6 Emulsiones acuosas (EW)
7 Líquidos solubles (SL)
8 Emulsiones concentradas (EC)

Como ya se mencionó, lo adecuado es seguir las indicaciones de los fabricantes; sin embargo, si es necesario realizar aplicaciones para
las cuales no hay especificaciones lo más conveniente es realizar previamente una prueba de compatibilidad de los productos.
La solución que se obtenga de los ensayos de compatibilidad será válida solamente para cuando se vuelva a utilizar plaguicidas de la
misma marca comercial, ya que los coadyuvantes y las concentraciones de los principios activos difieren entre las marcas comerciales del
mismo principio activo y utilizando agua de la misma calidad como diluyente.
Es conveniente llenar el tanque hasta la mitad con agua, agregar los productos y posteriormente completar el volumen con agua.

Prueba de compatibilidad
De acuerdo a la cantidad de componentes que vaya a tener la mezcla de tanque se deberá disponer de una batería de frascos o botellas
de vidrio transparente llenos con una cantidad uniforme del agua que se utilice para hacer la pulverización, con los correspondientes
correctores en caso que se haya determinado que fuera necesario. Se deberá proceder a agregar un plaguicida por cada uno de los
frascos, respetando las proporciones del caldo final, en forma individual y en combinaciones de a dos, de a tres y así sucesivamente
hasta lograr la combinación deseada de la mezcla de tanque. Agitar los frascos y luego dejarlos en reposo. Observar el comportamiento

- 28 -
de la mezcla: si esta no es uniforme y se observa la formación de un sobrenadante o de un precipitado o separación de fases, significa
que ha ocurrido incompatibilidad entre los componentes de la mezcla.
Este ensayo debe realizarse en las condiciones ambientales de campo para reproducir las condiciones reales de preparación de los
caldos de aplicación.

Compatibilidad biológica
Aparte de la compatibilidad química, se debe tener en cuenta el efecto de los plaguicidas sobre la o las plagas a controlar. Para esto es
necesario conocer el modo de acción de cada uno de los componentes de la mezcla y el modo de acción resultante de la combinación
aplicada.
Este es uno de los aspectos más desatendidos del proceso que puede traer graves inconvenientes si no se le presta la debida atención.
Reiteramos que el ingeniero agrónomo responsable de la aplicación de plaguicidas es el profesional que debe evaluar todos estos
aspectos antes de indicar una aplicación.

Aplicación Terrestre
La calibración de la máquina pulverizadora
Autores: Ing. Agr. Ramiro Esteban Cid e Ing. Agr. Gerardo Maciá - INTA Castelar – Instituto de Ingeniería Rural.

Para calibrar la máquina pulverizadora hay que tener en cuenta que pueden existir dos posibilidades: que el equipo posea una
controladora de aplicación (computadora) o bien que esto no sea así y que haya que hacer una calibración manual. Para comprender
mejor el proceso, comenzaremos por la segunda opción.

a) Pulverizadoras sin controladora de aplicación: calibración “manual”


En este caso, el equipo aplicador debe trabajar siempre a velocidad constante, ya que variaciones en la velocidad necesariamente se
traducen en variaciones en el caudal y, por lo tanto, distribución irregular del Producto Fitosanitario.
Toda la calibración parte de la denominada “Fórmula Básica para Calibración de Pulverizadoras”.

Normalmente, el volumen de aplicación (litros por hectárea) es un dato conocido, ya sea por recomendación del fabricante del producto a
aplicar o por experiencia previa del aplicador.
La distancia entre picos es un dato constante para cada pulverizadora, salvo que para determinadas aplicaciones se decida utilizar pico
de por medio. La distancia más frecuente en las pulverizadoras nacionales es de 0,35 m entre picos. Pero, en algunos casos, se
disponen de bajadas para fertilizantes cada 0,50 o 0,52 m.
En cuanto a la velocidad (Vel), normalmente se dispone de un velocímetro que la mide. De no ser así, dado que:

la misma puede ser calculada midiendo el tiempo (T) que se tarda en recorrer una distancia (E) determinada. La siguiente tabla, también,
puede ser utilizada para definir a la velocidad en kilómetros por hora.

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Fuente: Catálogo TeeJet.

Para el caso de pulverizadoras de arrastre o de tres puntos, puede ser conveniente, de no poseer un velocímetro confiable, calcular la
velocidad para cada una de las marchas del tractor trabajando a régimen máximo, para luego poder optar por una de ellas.
En función de lo expuesto anteriormente, normalmente es el caudal de la pastilla el dato que debemos calcular.
Con todos los datos conocidos y usando la Fórmula Básica, mediante simples pasajes de términos, podemos calcular el caudal de las
pastillas que vamos a necesitar.

Es muy importante que en esta fórmula se respeten las unidades de cada uno de los componentes.
Definido este dato y teniendo en cuenta el tipo de gota que necesitamos producir según el tipo de tratamiento (muy fina, fina, media,
gruesa, muy gruesa, excesivamente gruesa), ya podremos definir el tipo de la pastilla.
Si la pastilla elegida no produce exactamente el caudal requerido, podemos llegar al mismo utilizando la fórmula de ajuste del caudal por
variación de la presión.

Donde V1 es el caudal que figura en Catálogo, P1 es la presión de Catálogo para ese caudal y V2 es el caudal por pastilla al que
necesitamos llegar según surge del cálculo que realizamos al aplicar la Fórmula Básica. P2 será la nueva presión de trabajo.
Ejemplo: Queremos realizar una aplicación con un volumen de 80 litros por hectárea. Para ello se trabajará a una velocidad de 16 km
por hora. Los picos se encuentran a 35 cm de distancia.

Caudal de un pico (l/min) = 60l/ha x 16km/h x 0,35 = 0,75 l/min.


600

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Dado que se quieren aplicar gotas gruesas, decido usar una pastilla tipo anti-deriva. Consultado el Catálogo del Fabricante, se presentan
las siguientes opciones:

Pastilla Presión Caudal (l/min)

11001 6 bares 0,55


110015 2 bares 0,48
110015 3 bares 0,59
11002 1 bares 0,46

Por lo que se decide utilizar la pastilla de menor caudal, que además utiliza la menor presión. Con esta opción se lograrán las gotas más
gruesas. Pero debo ajustar el caudal en función de la presión:
Caudal 1 = 0,46
Presión 1 = 1 bar
Caudal 2 = 0,56 litros/minuto (es lo calculado mediante la Fórmula Básica)
Presión 2 = 1,48 bares.
O sea que se usarán pastillas 11002 a 1,48 bares. Siempre se debe tener en cuenta que se debe trabajar a una presión acorde con el
rango recomendado por el fabricante para cada pastilla.
Para aplicaciones en banda, el criterio es casi el mismo. Es decir que se parte de la fórmula básica, pero la distancia entre pastillas será
reemplazada por un valor que llamaremos “W”.
Cuando se utiliza una sola pastilla por banda, el valor es W = ancho de la banda (en metros).
Cuando se utiliza más de una pastilla por banda, el valor es W = distancia entre bandas (metros) dividido por el número de pastillas por
banda.
Para el resto de los pasos se siguen exactamente los mismos criterios.

b) Pulverizadoras con controladora de aplicación (computadora): calibración automática


Se presenta, en la figura inferior, un esquema general del funcionamiento de estos sistemas.

La batería alimenta a la controladora y a los diferentes componentes electrónicos. Los mismos son: sensor de velocidad, caudalímetro (o
flujómetro), transductor de presión, y las válvulas de apertura y cierre (general y para cada sector del botalón) y reguladora de presión.
Normalmente el sistema posee o caudalímetro o transductor de presión, pero muy raramente ambos. Y de ser así, se le debe indicar a la
controladora a partir de cuál de los dos elementos debe tomar la información.
Dentro de su programación, la controladora maneja la Fórmula Básica de Calibración, así como también la que estima la variación de
caudales ante la variación de la presión.
El sistema funciona de la siguiente manera: ante una disminución de la velocidad, detectada por el sensor correspondiente e informada
al controlador, el mismo hace disminuir la presión mediante la válvula reguladora, con lo que se disminuye el flujo de líquido
(caudalímetro), hasta lograr el caudal por hectárea programado. De igual manera, ante un aumento de la velocidad, con la consiguiente
demanda de mayor flujo, se aumenta la presión hasta lograr nuevamente el punto de equilibrio.
Este proceso de ajuste es constante, ya que la emisión de impulsos o señales desde los sensores es permanente, mientras duren las
tareas de aplicación.
El controlador, para poder funcionar, necesita dos fases de suministro de información:
Fase de programación.

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Fase de usuario.
En la primera de ellas se le deben incorporar los siguientes datos:
sistema de unidades a utilizar (sistema internacional, sistema americano, etc.),
tipo y pulsos para cada uno de los sensores,
distancia entre pastillas,
número de pastillas para cada sector del botalón,
capacidad del tanque,
modo de funcionamiento (en base a caudalímetro o en base a flujómetro)
capacidad del tanque.

En cuanto a la información de los pulsos para cada uno de los sensores, normalmente es un dato suministrado por el fabricante, pero se
debe constatar su adecuada calibración, ya que, de no ser así, la calibración será ineficiente.
En la fase de usuario se debe informar a la controladora los datos correspondientes a litros a aplicar por hectárea y velocidad de trabajo.
El equipo indicará el caudal de las pastillas a utilizar.
La controladora regulará automáticamente la presión en función de la velocidad de trabajo, manteniendo constante el caudal de
aplicación.

Aplicación aérea
La aviación agrícola. Procedimientos para vuelos de regulación y calibración
REGULACIÓN

• Preparación de la aeronave
Consiste en preparar y montar el equipamiento con el tipo y número de unidades atomizadoras especificadas en los cálculos de
determinación del volumen de aplicación.

• Verificación del funcionamiento del equipo


Consiste en verificar las condiciones de funcionamiento del equipamiento (pastillas, flujo, taponamiento, etc.). Estas verificaciones
pueden ser realizadas no sólo en aeronaves dotadas de bombas accionadas hidráulicamente o en forma eléctrica, sino también en
aquellas aeronaves en las que las bombas son accionadas por paletas que enfrentan el flujo de aire del avance del avión. En este caso
deberán ser realizadas en vuelo.

• Regulación de la presión de trabajo


Se debe hacer en vuelo a la velocidad normal de aplicación y en posición recta y nivelada, no importando en este caso la altura de
vuelo.

TASA DE APLICACIÓN DEL EQUIPO AGROAÉREO

Por último, se determina la tasa o volumen de aplicación que responde a la ecuación:


Tasa de aplicación = Flujo equipo (l / min.) = l / ha
Área tratada (ha/min.)

Los dos valores principales considerados en los cálculos de la tasa de aplicación (área tratada y flujo del equipo) deben ser
determinados en los denominados “vuelos de calibración”:

a) Determinación del área tratada

• Método por área:


Consiste en sobrevolar un área conocida. El empleo del avión utiliza la aerodinámica del mismo para desarrollar un ancho de trabajo
que resulte el máximo posible de la pulverización respetando factores básicos como cobertura y uniformidad, se deberán efectuar
pruebas para ver el efecto completo del arreglo de la regulación del equipo bajo condiciones de funcionamiento; es en este sentido que
deberá determinarse el ancho efectivo de trabajo previamente en forma experimental (existe una normativa que establece el modo de
determinarlo: la ASAE S382.2).
Una vez establecido el ancho efectivo de trabajo, sólo resta volar una distancia determinada (entre dos puntos bien visibles y de una
separación perfectamente medida). Esa distancia no debe ser menor a 500 m a fin de disminuir el margen de error al abrir y cerrar el
sistema de aspersión.

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Una recomendación importante a tener en cuenta es el número de pasadas sobre el área: siempre deberán ser número pares de
pasadas, evitándose así posibles influencias de viento de frente y de cola que pueden hacer variar la velocidad resultante de la
aeronave (en la aplicación práctica, el viento siempre deberá provenir lateralmente).
El área total será obtenida multiplicando el área por pasada por el número de pasadas efectuadas.

b) Determinación del flujo del equipo


En el vuelo de calibración se determina el volumen consumido que surge por la diferencia entre el volumen inicial y el volumen final
verificado en la tolva o tanque del equipo aéreo.

• Por diferencia de nivel:


Normalmente las tolvas de los aviones agrícolas poseen marcas de nivel de líquido (habitualmente hay dos escalas: una corresponde
al avión en vuelo, es la ubicada a la derecha del piloto, y la otra al avión posado en tierra, generalmente a la izquierda del piloto). Se
debe tomar la precaución de verificar cuál es el nivel mínimo de lectura, a fin de que permanezca en el tanque un volumen que permita
una determinación segura.
Consiste en colocar dentro de la tolva un volumen de líquido considerado como inicial (el sistema de aplicación, circuitos y barras
deben estar llenos). El nivel de volumen inicial debe ser verificado con el avión estacionado en una superficie plana y se deberá marcar
en el piso las posiciones de las ruedas a efectos de, en pasos posteriores, volver a estacionar el avión en idéntica posición.
Una consideración importante a efectuar respecto del consumo de agua durante el vuelo de calibración, es que ese volumen debe ser
tal que posibilite una lectura con escaso margen de error.
Como en general las marcas en las tolvas son cada 20 litros o cada galón (1 galón = 3,785 litros), deberá consumirse un volumen de
por lo menos tres marcas de nivel. Otra forma de medir la cantidad de líquido utilizado es llenando nuevamente el tanque hasta el nivel
inicial.
Si el sistema de dispersión líquido pudiera ser operado normalmente con el avión en tierra (bomba accionada eléctricamente), se podrá
llevar a cabo la prueba sin volarlo realmente.

• Por agotamiento del agua de la tolva:


Otra forma para determinar el volumen consumido por el método por tiempo consiste en colocar un volumen conocido de agua en el
tanque, volar con el equipo funcionando hasta agotar el agua cronometrando el tiempo que permanece abierta la aspersión del líquido.
Para este procedimiento, se recomienda realizar un vuelo previamente hasta agotar un volumen no medido de agua a fin de:
1) Regular la presión de trabajo.

2) Lograr que todo el circuito de aplicación quede lleno de agua. Para estos fines se coloca una cantidad de agua en la tolva del avión y
se comienza a pulverizar hasta verificar el agotamiento del agua mediante la observación de caída de presión manifestado por la
aguja del manómetro. En cuanto comienza a oscilar la aguja, significa que el tanque quedó vacío y toda la línea de pulverización
llena de líquido.

a. Se llena el depósito hasta un nivel determinado.


b. El piloto acciona el mecanismo de pulverización durante un intervalo cronometrado (30 a 60 segundos) mientras vuela en línea
recta y a nivel a la velocidad que se adoptará en las operaciones reales.
c. Después del aterrizaje, se sitúa el aeroplano en posición idéntica a la utilizada para llenar el depósito (en 1) y se mide el
volumen necesario para reponer el líquido gastado.
d. Se calcula así el gasto en litros por minuto.

Deberá repetirse la operatoria del vuelo dos o tres veces, no debiendo variar los resultados más de un 3 por ciento.

CALIBRACIÓN
Vuelo de calibración
Se debe verificar en la práctica si los valores teóricos empleados en la “regulación” se cumplen; para ello se realiza un vuelo de
calibración.
Los dos valores principales considerados en los cálculos de la tasa de aplicación (área tratada y flujo del equipo) deben ser
determinados precisamente en el vuelo de calibración (ya descriptos anteriormente).

DETERMINACIÓN DE LA CALIDAD DE APLICACIÓN

2
1. Cobertura: Se entiende por cobertura al número de gotas/cm .
2. Distribución: Se refiere a la uniformidad de distribución de las gotas en el lote tratado y se expresa como un porcentaje
(coeficiente de variabilidad) que refleja la variación en torno de la media (de la Densidad de Gotas o del Volumen de
Aplicación), en porcentaje. Cuanto menor el CV, mayor es la uniformidad de distribución de las gotas.

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DETERMINACIÓN DE COBERTURA Y DISTRIBUCIÓN

Será necesario verificar el tamaño de gota empleada, verificar la cobertura lograda y analizar la uniformidad de su distribución en el
campo.
Comúnmente se utilizan tarjetas de papel sensibles al agua o aceites, de acuerdo al vehículo que se esté usando. Este papel sensible al
agua o aceite queda marcado con diferente coloración en forma de manchas que reflejan el impacto de las gotas que reciben.

A nivel de campo:
• Se colocan en el campo bases de captura (soportes con platinas que sujetan a las tarjetas de papel sensible horizontalmente) a 30
cm de altura o en el cultivo a la altura deseada según el objetivo de estudio en una cantidad promedio de 50 soportes por base de
captura.
• La distancia entre los soportes-platina es de un metro o más, según grado de detalle buscado.
• La dirección que debe llevar las bases de captura es siempre perpendicular a la pasada de la aeronave, la cual debe venir
aplicando desde unos 100 m antes de pasar por la base de captura y deberá prolongar la aplicación hasta no menos de 100 m
posteriores a la base de captura.
• Se retiran las tarjetas, luego de un minuto como mínimo de la pasada de la máquina, permitiendo así la deposición de la totalidad
de gotas, evitando el contacto con el lado sensible.

Procedimiento de lectura de tarjetas a nivel de laboratorio:


Se procederá a las lecturas de números de gotas de cada tarjeta (cinco lecturas por tarjeta siguiendo un diagrama de lectura en “V”)
mediante el auxilio de una lupa de no menos de 15 aumentos. Se obtendrá más tarde el valor promedio por tarjeta y se procesarán los
resultados para obtener el coeficiente de variabilidad, indicador de la uniformidad de distribución.
Teniendo en cuenta las dificultades de los métodos convencionales y la facilidad que aporta la informática, se han creado a nivel
internacional diferentes softwares que permiten agilizar el análisis de la deposición de gotas y corregir en función a parámetros que definen
la calidad de una pulverización.
De contar con un programa especializado, se dispondrán las tarjetas de acuerdo al orden de pasada de la aeronave, se escanean en el
programa y completado el mismo, se procesan. En líneas generales se obtiene la siguiente información:
1. Para cada tarjeta: diámetro medio volumétrico; amplitud relativa; coeficiente de variación de diámetro; diámetro medio
numérico; cobertura; tasa de aplicación (l/ha), probabilidad de riesgo de deriva para gotas < de 150 micras, etc., entre otros.
2. Para el total del muestreo: ídem se obtiene la misma información que en el literal anterior más gráficos comparativos indicando
variación en los parámetros medidos. También evalúa el desvío y establece los Coeficientes de Variación (CV), entre otros.

Recomendaciones para el manejo de las tarjetas sensibles al agua:


• Abrir el sobre en el momento previo a su utilización.
• Nunca tocar la cara sensible de la tarjeta.
2
• Marcar sobre una esquina, utilizando un máximo de 1 cm .
• El orden de las tarjetas se establece de la siguiente manera:

o
N 1 = extremo izquierdo del equipo aplicador y en el sentido de la aplicación. Letra C = punto
donde pasó el centro del equipo aplicador.
o
Último N = extremo derecho del equipo aplicador y en el sentido de la aplicación. Recogerlas en forma
ordenada y todas en un mismo sentido.

IMPORTANTE
En el manejo de las tarjetas hidrosensibles se deberá tener muy en cuenta:
1. Factor limitante que impide los estudios: HR superior a 60%.
2. No exponer las tarjetas en ambientes con HR superiores al 60%.

Conclusión
Estos valores nos permiten conocer la expresión del comportamiento de las gotas que conforman una pulverización, siendo de utilidad
tanto para estudio de calibración como a nivel de chacra.
Como consideración especial, recordar que el viento es hasta cierto límite un necesario aliado en las aspersiones, y que tan perjudiciales
resultan los vientos excesivos como la ausencia de viento.
Por último, recordar que las alturas de vuelo, dependiendo de las diferentes aeronaves y al tamaño de gotas asperjadas, oscilan de 2,5 a
3,5 m para aviones pequeños y de 3 a 5 metros para aviones grandes, sobre canopeo de cultivo.
Lo hasta aquí expuesto constituyen conceptos básicos de calibración, debiéndose tener muy presente que una correcta regulación y
calibración del equipo agroaéreo exige permanentes ajustes y un trabajo continuo a efectos de lograr el preciado objetivo de una “correcta

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aplicación” de los productos fitosanitarios; teniendo presente que más allá de la eficiencia de los productos agroquímicos, si éstos no son
bien aplicados la respuesta adecuada no se manifiesta.

PROGRAMAS DE RESPONSABILIDAD SOCIAL Y AMBIENTAL

CASAFE ha desarrollado programas en conjunto con entidades públicas y privadas que tienen como objetivo la capacitación y
profesionalización en esta etapa.
La difusión de recomendaciones de seguridad en el uso de los productos para la protección de los cultivos y la disposición final de los
envases vacíos son motivo de trabajo permanente para CASAFE, que da cumplimiento de esta manera efectiva a los compromisos del
Código de Conducta FAO.
Para cumplir con este objetivo, se han implementado cuatro programas de Responsabilidad Social y ambiental, los cuales son de alcance
nacional, sustentados en las buenas prácticas agrícolas. Estos son:
Uso Seguro y Responsable de Productos Fitosanitarios: Programa de difusión de las Buenas Prácticas agrícolas.
Capacitaciones: en 2016 se llegó a 27.500 productores, aplicadores, asesores técnicos, trabajadores rurales, profesionales de
la Salud, estudiantes, autoridades y público general, a través de 473 cursos de capacitación en todo el país.
AgroLimpio: programa destinado a concientizar y colaborar en la elaboración de un sistema de recolección y transformación de
envases vacíos de plástico rígido de productos fitosanitarios, triplemente lavados o lavados a presión (según la Norma IRAM
12.069) y perforados para su inutilización. Producto de la salida de la nueva ley nacional de envases vacíos Nº 27.279/16, este
programa pasó a manos de la Fundación CampoLimpio, la cual encabezará las acciones de recolección y reciclado de todos los
tipos de envases que se vuelcn al mercado, a través de un sistema de gestión diseñado para tal fin.
Depósito Ok: programa de certificación voluntaria y mejora continua de los depósitos de productos fitosanitarios.

Programa de Uso Responsable de Productos Fitosanitarios


El objetivo de este Programa es lograr una amplia difusión y adopción, por parte de los usuarios, de las recomendaciones de seguridad
en el transporte, almacenamiento y aplicación de los productos fitosanitarios y en la descontaminación de los envases vacíos mediante
las técnicas de Lavado de envases.
Para lograr este objetivo se han elaborado una serie de materiales técnicos de divulgación:
Esta “Guía de Productos Fitosanitarios” (18a edición), que la Cámara edita desde 1975.
La “Guía de Productos Domisanitarios”, que reúne y describe a los principios activos usados en el control de plagas urbanas y
hogareñas.
El “Manual de Uso Responsable de Productos Fitosanitarios” que desarrolla todas las recomendaciones nacionales e
internacionales relacionadas con el uso y aplicación segura y eficaz de estos productos.
El “Manual de Almacenamiento Seguro de Productos Fitosanitarios” compendia todas las recomendaciones que deben tenerse
en cuenta a la hora de diseñar, adecuar y/u operar un depósito de agroquímicos y es la base del “Programa de Certificación de
Seguridad en Depósitos de Productos Fitosanitarios y Fertilizantes” que, a partir del año 2003, las empresas de CASAFE han
implementado para toda la cadena comercial.
El “Manual para el operador de depósitos de fitosanitarios”, orientado al personal y operarios de depósitos.
Una amplia variedad de folletos, posters, stickers y videos referidos a distintos aspectos de esta problemática.

Por otra parte, CASAFE ha firmado varios convenios de cooperación con entidades privadas y oficiales, entre los que merece destacarse
los firmados hace ya varios años con el INTA, con SENASA, con el ISCAMen (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza),

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con la Provincia de Córdoba, con la Comisión Técnica del Tabaco de la Provincia de Misiones (CoTTaProM), con UATRE, con la OPDS,
etc.
Desde el año 2014, se han concretado convenios con UATRE para la capacitación de los trabajadores rurales, convenio que ha sido
declarado de interés nacional por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. Por otro lado, se ha firmado un convenio con el
OPDS, para la instalación de Centros de Acopio Transitorios (CAT) de envases vacíos de productos fitosanitarios. A su vez, trabajamos
en conjunto con gobiernos provinciales y municipios. De esta forma, se difunden e implementan en forma conjunta las recomendaciones
de uso adecuado de productos fitosanitarios y recuperación y reciclado de los envases vacíos.
CASAFE también participa de la Red de Buenas Prácticas Agrícolas (Red BPA), donde es miembro fundador de la Red. Tambien forma
parte de IRAM, en donde se concretó el trabajo y la publicación conjunta con otra sintituciones publicas y privadas, de la norma IRAM
14.130 que es la norma de Buenas Prácticas para Labores Agrícolas. Sumado a esto, CASAFE es miembro de la Comisión Nacional de
Bioinsumos de Uso Agropecuario (CABUA, comisión que se lleva adelante en el ministerio de Agroindustria de la Nación y donde se
tratan temas relacionados a los productos biológicos.
Los usuarios también se pueden comunicar a CASAFE con el responsable del Programa, el Ing. Agr. Federico Martín Elorza, a los
números telefónicos (011) 4893-7772/3.

Programa de capacitación en buenas prácticas agrícolas


Desde CASAFE se viene trabajando en la transferencia de conocimiento a los usuarios de los productos para la protección de cultivos
hace ya muchos años en conceptos que hacen a las BPA en el empleo de los productos fitosanitarios, comprendiendo desde las
estructuras químicas de los mismos, sus mecanismos de acción, estudios exigidos por SENASA para su aprobación y comercialización
en el país referidos a toxicología, ecotoxicología, modos de uso, aproximación a las modernas técnicas de aplicación incluyendo prácticas
de campo, manejo de envases y con especial interés analizar los aspectos legales y regulatorios –del país y del mundo– de los productos
fitosanitarios.
Muy pronto, se fue dando no sólo la presencia de productores y aplicadores, sino también de Ingenieros agrónomos asesores,
trabajadores rurales, autoridades, dirigentes y otros agentes del sector como se señalará más adelante logrando de esta forma, capacitar
y educar a los usuarios para poner en práctica y responder de manera fundamentada y responsable a las inquietudes respecto al uso de
los productos, así como también que sean ellos eficaces difusores de esas buenas prácticas en las zonas del país donde desarrollan sus
tareas productivas.
Por otro lado, también se trabaja fuertemente en la concientización sobre los productos fitosanitarios, llegando con los mensajes clave de
la cámara al público general, a médicos, bomberos, policías, periodistas, docentes, alumnos de distintos niveles, etc. Personas que a
priori no serían el público objetivo de CASAFE, pero se han transformado en el principal público para esta cámara.
En el 2016 se ha logrado llegar a unas 27.500 personas en 473 cursos dictados alrededor del país, teniendo participación en 214
localidades de 15 provincias.
En la misma línea de adhesión a la difusión y capacitación en las BPA, se sumaron varias disertaciones y reuniones como la del
Seminario Internacional sobre BPA, audiencias públicas desarrolladas en el Congreso de la Nación y en llamados provinciales y
municipales, todas ellas con el soporte de información científico-técnica tanto propia –local e internacional– como del valioso aporte de
instituciones como ser: Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, Ministerio de Salud de la Nación, Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca de la Nación, ministerios de Agricultura provinciales (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe), CODEMA (Medio Ambiente
de la Provincia de Río Negro), ISCAMEN (Instituto de Seguridad y Calidad Alimentaria de Mendoza), Federación Argentina de
Aeroaplicadores, Facultad de Agronomía de la UBA, Facultad de Agronomía de la Universidad de Rosario, AACREA (Asociación
Argentina de Consorcios de Experimentación Agropecuaria), AAPRESID (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa), ASA
(Asociación de Semilleros Argentinos), INTA, ATA (Asociación Toxicológica Argentina), TAS (Instituto de Toxicología Asesoramiento y
Servicios), FEDIA (Federación de Distribuidores de Insumos Agropecuarios) y muchas otras Instituciones que por una razón de espacio
se nos hace imposible enumerar pero para las cuales va también nuestro agradecimiento y compromiso por seguir trabajando juntos en la
difusión de las BPA.
Considerando el período de los dos años (2015-2016) transcurridos entre la salida de Impresión de esta Guía, 18a edición, y su versión
anterior, 17a edición, sumando todos los eventos de ambos años arriba mencionados y después de un gran esfuerzo por parte de todos
los que formamos parte de CASAFE, podemos decir con orgullo que más de 44.730 conciudadanos en más de 672 jornadas de
capacitación, difusión y concientización, a lo largo y a lo ancho del extenso territorio argentino fueron capacitados en BPA, con el
propósito en primer lugar que lo puedan hacer por la seguridad de ellos mismos (en el caso de operarios, productores, aplicadores, etc.),
pero más importante aún que puedan colaborar en la formación de nuevos capacitadores para de esta manera multiplicar la difusión de
las BPA.
También es importante resaltar la gran cantidad de notas técnicas en medios de difusión masiva, gráfica, radial, televisiva, Facebook y
Twitter, que se generó gracias a la importancia que le dieron los medios periodísticos a la difusión de todas estas acciones generadas
desde la Cámara.
Desde CASAFE estamos totalmente convencidos de la importancia de seguir trabajando en los programas de capacitación en BPA, para
poder llevar tranquilidad no solamente al productor/operario y a sus familias sino a toda la población una vez más que los productos
fitosanitarios usados correctamente (o sea, de manera responsable bajo las buenas prácticas agrícolas –BPA–) según lo indica la etiqueta
de los mismos no causan daño ni a la salud del operario, ni a la salud de la población, ni al ambiente, y de ese modo contribuyen a una
producción de alimentos sustentable para la Argentina y el mundo.
Una de las acciones mas importantes, mas significativas y que mas repercusión le han dado a CASAFE son las Jornadas de
demostración de aplicación bajo las BPA.

Jornadas a campo de buenas prácticas en la aplicación de Productos Fitosanitarios


El Ministerio de Agroindustria de la Nación desarrolló, en conjunto con otras entidades, públicas y privadas, un documento denominado
“Pautas de aplicación de productos fitosanitarios en áreas periurbanas”. Este documento promueve el manejo responsable de los
productos fitosanitarios mediante la adopción de las buenas prácticas agrícolas, y recomienda distancias para establecer zonas de
amortiguamiento en áreas periurbanas. Estas distancias, contadas a partir del límite externo de la zona urbana, son de 100 metros
para aplicaciones terrestres y de 200 metros en aplicaciones aéreas.
¿Es lo mismo zona de amortiguamiento que zona de exclusión?

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No. La zona de exclusión establece una superficie dentro de la cual no se puede aplicar ningún producto fitosanitario, a diferencia de la
zona de amortiguamiento, donde esto sí es posible. La zona de amortiguamiento es la superficie adyacente a determinadas áreas
sensibles (por ejemplo, un poblado, una escuela, o cursos de agua) que, por su naturaleza y ubicación, al momento de aplicar un
producto fitosanitario requiere un tratamiento especial para garantizar la conservación del espacio protegido, permitiendo las actividades
productivas que allí se desarrollen y simultáneamente minimizar los riesgos para el ambiente y la salud.
Para corroborar este documento, se llevaron a cabo 23 demostraciones a campo de pulverizaciones terrestres y aéreas, con agua, en
distintos puntos del país, y se registró con tarjetas hidrosensibles hasta dónde llegaba la deriva bajo diferentes condiciones climáticas,
favorables y desfavorables. Los resultados para las aplicaciones terrestres fueron como promedio de todas las jornadas de 12 metros,
sumamente inferiores a los 100 mts que se recomiendan en el documento de pautas, mientras que el promedio en las aplicaciones
aéreas fue de 45 metros, marcando también una distancia significativamente inferios a la establecida en dicho documento (200 mts),
estableciéndose distancias lo suficientemente seguras como para aplicar productos fitosanitarios sin generar inconvenientes ni a las
personas ni al ambiente.

Metodología Jornadas a campo de buenas prácticas de aplicación de fitosanitarios


Todas las jornadas realizadas hasta la fecha se llevaron a cabo utilizando una misma metodología a fin de lograr uniformidad de los datos
obtenidos.
El objetivo de éstas es demostrar hasta dónde llegan las gotas que no caen al cultivo objetivo (deriva). Las demostraciones de
aplicaciones se realizaron sin tomar en consideración las condiciones climáticas imperantes (excepto que lloviera), aun cuando éstas no
fueran las ideales, y en algunos casos ni siquiera aptas para operar (excesivo viento, como ocurrio en Mar del Plata). En todas las
ocasiones, las aplicaciones se realizaron con agua, sin el agregado de productos fitosanitarios ni coadyuvantes.
La deriva se evaluó mediante el uso de tarjetas hidrosensibles dispuestas a 0, 10, 20, 40, 60, 80, 100, 120, 150 y 200 metros desde la
zona de aplicación (extremo del botalón del equipo durante la primera pasada). Las mismas se colocaron previo a la aplicación y luego
fueron recogidas y analizadas por veedores voluntarios de entre el público presente, con el objetivo de corroborar la distancia máxima a la
que se trasladaron las gotas.
Previo a la aplicación, las maquinarias, tanto terrestre como aérea, son calibradas teniendo en cuenta las condiciones climáticas
imperantes. En la evaluación se consideran entre otros parámetros, la altura de vuelo del avión en el caso de la aplicación aérea, así
como la altura del botalón del equipo en el caso de la aplicación terrestre. El tamaño y la cantidad de gotas registradas, es también otro
de los parámetros analizados, bajo el control de un Ing. Agrónomo.

Ejemplos de Desarrollo de las Jornadas: Trenque Lauquen (Buenos Aires)


En la jornada realizada en Trenque Lauquen, los veedores fueron alumnos de la Escuela Agro-Técnica local. La misma se llevó a cabo el
17 de marzo de 2015 con un público de 365 personas, entre ellos políticos, estudiantes, profesionales, productores y médicos. Las
aplicaciones se realizaron con una velocidad del viento promedio de 15 km/h y ráfagas de 25km/h, una humedad relativa del 68% y una
temperatura de 27°C. Los resultados de la medición de la deriva para la aplicación terrestre fueron de 20 mts, y de 40 mts para la
aplicación aérea.
Cabe destacar que las condiciones climáticas para aplicar correctamente los productos fitosanitarios, suponen una velocidad del viento de
15 km/h como máximo, una humedad relativa superior al 50% y una temperatura inferior a 25 °C. Por lo cual, observamos que, pese a
que las condiciones climáticas imperantes al momento de la aplicación no eran aptas para aplicaciones de este tipo, los registros de la
distancia de la deriva obtenidos resultaron muy inferiores a las distancias recomendadas como zonas de amortiguamiento por el
Ministerio en el documento de “Pautas”.
Luego de las demostraciones a campo, se realizaron charlas sobre buenas prácticas agrícolas, tecnologías de aplicación, toxicología y
salud a cargo de médicos especialistas toxicólogos, en donde se pudieron evacuar distintas dudas planteadas por el público presente,
presentando los resultados de las demostraciones de aplicación, como cierre de la jornada.

Ejemplos de Desarrollo de las Jornadas: Saladillo (Buenos Aires)


En la jornada realizada en Saladillo, los veedores fueron el Secretario de Producción del Municipio, la secretaria de Medio ambiente,
concejales, alumnos de una Escuela Agropecuaria, un productor agropecuario de la zona, una maestra, un aplicador terrestre y un Ing.
Agrónomo matriculado.
La jornada se llevó a cabo el miércoles 21 de octubre de 2015 con un público de más de 150 personas, entre ellos políticos, estudiantes,
profesionales, productores y médicos. Las aplicaciones se realizaron con un viento promedio de 8,4 km/h y ráfagas de 10 km/h, una
humedad relativa del 69% y una temperatura de 21°C. Los resultados de la medición de la deriva para la aplicación terrestre fueron de 10
mts, y de 40 mts para la aplicación aérea.
Cabe destacar que para aplicar correctamente los productos fitosanitarios el viento debe ser como máximo de 15 km/h promedio, una
humedad relativa de 50% y una temperatura inferior a 25 °C. Por lo cual, observamos que las condiciones climáticas imperantes al
momento de la aplicación fueron óptimas para la aplicación, y los resultados son sumamente inferiores a las distancias recomendadas por
el Ministerio en el documento anteriormente citado.
Luego de las demostraciones a campo, se realizaron charlas sobre buenas prácticas agrícolas, tecnologías de aplicación, toxicología y
salud (panel compuesto por médicos especialistas del Ministerio de Salud de la Nación y de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Buenos Aires) en donde se pudieron evacuar distintas dudas planteadas por el público presente.
Como cierre de la jornada, se presentaron los resultados de las demostraciones de aplicación, y se abrió la etapa de preguntas y
respuestas y discusión entre el público asistente, produciéndose una muy rica discusión

Resultados de todas las jornadas realizadas


Hasta el momento se realizaron, en total, 23 demostraciones en distintas regiones del país, recabando los siguientes resultados:

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* No se pudo aplicar producto de que se largó a llover al momento de realizar las aplicaciones. Solo se realizaron las disertaciones.

Realizadas 23 jornadas de demostración a campo de aplicaciones terrestres y aéreas en distintas zonas con diversas condiciones
climáticas concluimos que:
Siguiendo las Buenas Prácticas agrícolas, protegemos los cultivos sin afectar la salud de las personas y del ambiente.
Las recomendaciones establecidas en el documento de pautas son coherentes y seguras.
Existe la tecnología y conocimientos necesarios para poder realizar una aplicación de fitosanitarios efectiva, eficiente y segura,
tanto para el cultivo, como para el operario, el ambiente y la sociedad en su conjunto.
Es fundamental la intervención de un profesional Agrónomo y la capacitación de los operarios, siguiendo puntualmente los
protocolos establecidos para una segura y correcta aplicación de productos fitosanitarios (BPA).
Con este desempeño queda demostrado en forma práctica, que las distancias sugeridas como zonas de amortiguamiento, de
100 metros para aplicaciones terrestres y de 200 metros para aplicaciones aéreas, según el Documento “Pautas sobre
Aplicación de Fitosanitarios en Áreas Periurbanas” publicado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación y realizado
conjuntamente con otras 14 instituciones públicas y privadas; proveen un margen de seguridad suficiente para evitar la deriva.
Se entiende por zona de amortiguamiento a una zona donde se pueden realizar aplicaciones de productos fitosanitarios bajo
ciertas condiciones, las cuales son
o Asesores Fitosanitarios presentes en el momento de la aplicación, o sea un profesional de las ciencias agropecuarias
con sus registros al día, para poder aplicar en esta zona.
o Respetar las condiciones ambientales adecuadas al momento de la aplicación, y asegurarse que la dirección del
viento sea contraria a la zona sensible.
o Certificación de empresas de pulverización (por ejemplo, mediante la Norma IRAM 14130).
o Que los aplicadores que trabajen en esta zona cuenten con el registro al día, con curso y examen aprobado.
o Registro y matriculación de las Pulverizadoras.
o Equipos de pulverización con las matrículas visibles.
o Señalética a campo (sobre todo para escuelas).
o Centrales meteorológicas (visualización on line a través de una página web creada al efecto en el municipio).
o Caja Negra en la máquina aplicadora (posibilidad de registro de la aplicación).
o Respeto por las normativas vigentes.
Los usuarios se pueden comunicar a CASAFE con el responsable del Programa, el Ing. Agr. Federico Martín Elorza, a los números
telefónicos (011) 4893-7772/3.

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Programa de recolección y transformación de los envases vacíos de productos fitosanitarios
Nueva ley nacional de envases 27.279/2016

CASAFE fomenta el reciclaje seguro de los envases usados de productos fitosanitarios, por eso implementa el programa de
Responsabilidad social y ambiental AGROLIMPIO, destinado a concientizar y colaborar en la elaboración de un sistema de recolección y
transformación de envases vacíos en conjunto con entidades civiles, públicas y privadas, del sector agropecuario.
Tiene como objetivo reciclar eficientemente el plástico de los envases rígidos vacíos de productos fitosanitarios con triple lavado o lavado
a presión, según la Norma IRAM N° 12.069, y perforados para su inutilización, transformándolos en insumos para la elaboración de
artículos útiles para la sociedad en una forma ambientalmente segura y sustentable.
La problemática de la recolección y transformación de los envases vacíos de productos fitosanitarios constituye un desafío ambiental para
nuestro país, por lo que CASAFE, asociada a CropLife Latinoamérica, ha concebido este programa, cuyo objetivo primario es la
recolección y transformación de los envases vacíos de productos fitosanitarios.
Problemática de los envases vacíos de productos fitosanitarios
En Argentina se liberan al mercado un total de 275 mil toneladas de plásticos de todo tipo (sillas, mesas, carcazas de computadoras,
peines, envases vacíos, etc.). De esa cantidad, solo el 5% corresponde a envases de plástico rígido de fitosanitarios (14.5 mil toneladas),
llegándose a recolectar un total de 4.140 Toneladas (29%) a través de este programa. Estos valores hacen que Argentina sea hoy el
cuarto país a nivel mundial en recolección de envases de fitosanitarios, detrás de Brasil.
Actualmente el volumen anual de envases despachados al mercado argentino de productos fitosanitarios asciende a 14.500 toneladas
sólo de materiales plásticos y, si a esto sumamos envases y sobreenvases de otros materiales (metal, papel, cartón, etc.), esa cifra
asciende a 19.000 toneladas anuales.

Los envases de productos fitosanitarios se encuentran dispersos en aproximadamente 35.000.000 de hectáreas en producción
agropecuaria de nuestro país.
Si bien la cifra que surge de prorratear la cantidad de envases por hectárea no es relevante, deben tenerse en cuenta algunos aspectos:
Estos envases contuvieron productos químicos que son potencialmente peligrosos si se utilizan indebidamente y para fines que no
sean los especificados en su etiqueta.
En la medida en que los residuos comienzan a ser segregados y clasificados, adquieren un valor para el reciclado, y los envases
en el campo no escapan a este hecho, entrando en un circuito informal, sin conocimiento del manejo seguro, el tratamiento
específico y el reciclado en artículos autorizados por la correspondiente autoridad de aplicación.
Por consiguiente, cualquier sistema de recolección y transformación de envases vacíos no puede dejar de considerar estas
premisas para tener éxito. Es así que el Programa Agrolimpio intenta dar respuesta a la problemática sabiendo que cada sector
productivo o economía regional tienen sus propias características y factores que se deben considerar en la implementación del
mismo.

Contaminación de los envases


Los envases que contuvieron productos fitosanitarios son considerados como Residuos Peligrosos a nivel nacional y en algunas
provincias, mientras que en otras son considerados como residuos especiales, de gestión condicionada o directamente como residuos no
peligrosos. Esta circunstancia motiva que estos envases deban ser tratados de acuerdo a los requisitos que la norma correspondiente
impone y, obviamente, no deben ser comercializados de ninguna manera.
Desde el inicio del Programa Agrolimpio se ha trabajado en algunas provincias en el cambio de la figura de “residuo peligroso” por
“residuo no peligroso”, a partir del reconocimiento de la práctica del Triple Lavado o del Lavado a Presión como técnica que elimina la casi
totalidad del producto de los envases, tal como ocurre en Brasil, Uruguay, EE.UU., en numerosos países de Latinoamérica y en la
mayoría de los europeos.
Así, las Provincias que consideran a los envases de esta manera son:

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MENDOZA: Res.217/2005
SAN JUAN: Res. 12/2006
TUCUMAN: Res. 400/2006
RIO NEGRO: Res. 20/2010
NEUQUEN: Ley 2774/2011
CHUBUT: Res. Min. de Ambiente y Producción 110/2012 y 048/2012
LA RIOJA: Res. 225/2012
SALTA: Res. 585/2007 – Res. 331/ 2013
LA PAMPA: Disposición 289/2013
CORDOBA: Ley 9164/2004 en su art. 62 (descontaminación por TL)
BUENOS AIRES: Res. 40/2014.

Es necesario tener presente que un envase de productos fitosanitarios, luego de agotar su contenido, si se lo deja en reposo retiene en
su interior volúmenes de entre 1% hasta un 2,5% del producto contenido, dependiendo este de las características del mismo. Estos
remanentes de productos químicos si no son debidamente tratados, pueden transformarse en elementos potencialmente peligrosos tanto
para el ser humano y los animales domésticos, como para el ambiente.

Formas de descontaminación de los envases vacíos de productos fitosanitarios


La técnica del Triple Lavado o del Lavado a Presión nos ofrece una oportunidad sencilla, rápida y económica de solucionar este
problema, ya que la correcta ejecución de cualquiera de estas dos técnicas permite remover el 99,999% de los residuos presentes en el
envase.
Esto significa:
Seguridad social: en lo que respecta al manipuleo y disposición posterior de los envases, utilizando siempre el Equipo de
Protección Personal (EPP).
Sustentabilidad ambiental: al permitir el reciclado de los envases, minimizando los efectos adversos sobre el ambiente.
Económico: ya que permite aprovechar el total del producto haciendo un uso eficiente del mismo.
El IRAM (Instituto de Normalización y Certificación de la República Argentina) ha desarrollado y promulgado en diciembre de 2003 la
norma IRAM 12.069 que estandariza la realización de la técnica del Triple Lavado y su equivalencia con el Lavado con equipos de
inyección de agua a presión, llamada comúnmente Lavado a Presión. Esta norma fue revisada desde 2013 concluyerndose esta revisión
en 2016, no modificándose la escencia de la Norma, por lo que se mantienen las reocmendaciones de esta para las técnicas de lavado
que especifica.

Norma IRAM 12.069


Los envases vacíos deben estar totalmente escurridos en el momento de agotar su contenido. Para ello deberán mantenerse en posición
de descarga no menos de 30 segundos hasta agotar totalmente el contenido, situación ésta fácilmente evidenciable por un goteo
espaciado.
Es muy importante conocer que esta técnica solo se puede realizar en envases de plástico rígido de productos fitosanitarios.

Triple Lavado
Para proceder al Triple Lavado, se deberá llenar el envase vacío con agua limpia, aproximadamente una cuarta parte de su volumen
total (Primer paso), se ajustará el tapón y se agitará enérgicamente (Segundo paso).
El agua de enjuague de esta limpieza se agregará al tanque de la pulverizadora para ser utilizado en la tarea de aplicación prevista
(Tercer paso).
Esta operación deberá repetirse por lo menos dos veces más, especialmente con aquellos envases que contuvieron un producto de
naturaleza viscosa.
Asegúrese que el agua utilizada para realizar este procedimiento provenga de un depósito de agua limpia, separado del caldo de
pulverización.
Nunca se colocarán o sumergirán los envases en acequias, cursos de agua o lagunas para su lavado, ya que estas fuentes de agua
quedarían contaminadas.
Una vez finalizada la tarea de aplicación en el campo, los envases vacíos deberán ser inutilizados, haciéndoles varias perforaciones
en el fondo con un elemento punzante y se los llevará a un depósito transitorio; éste deberá estar ubicado en un sector aislado del
campo, muy bien delimitado e identificado, cubierto, bien ventilado y al resguardo de factores climáticos. Solamente deberá tener
acceso el personal capacitado, no pudiendo hacerlo niños ni animales domésticos. No deben almacenarse envases vacíos en pozos o
basureros abiertos, ya que son una fuente potencial de contaminación ambiental y evita que personas o animales estén en contacto
con estos residuos.
Los envases vacíos e inutilizados, fuera de sus cajas o embalajes originales, es conveniente colocarlos en bolsas contenedoras o
envases especiales perfectamente identificables, clasificados según naturaleza y tamaño.

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Lavado a Presión
Existen en el mercado distintas alternativas de equipos para el lavado a presión de los envases vacíos de productos fitosanitarios.
Por un lado las máquinas más modernas para la aplicación de productos fitosanitarios vienen provistas de sistemas de lavado
automático de envases, con recupero del agua utilizada y por otra parte, también se comercializan equipos pequeños, portátiles,
provistos de un tambor de 200 litros de capacidad, una bomba de presión y picos aspersores rotativos que realizan una muy eficiente
y rápida limpieza de los envases con un resultado similar al del obtenido mediante el uso de la técnica del Triple Lavado.
Para realizarlo sólo basta con poner el aspersor dentro del envase y accionar el pulsador durante 30 segundos. Esto hace que se
asperje agua a presión, lográndose una limpieza rápida y efectiva. El agua del enjuague de los envases es recirculada, en forma
automática, al tanque de la máquina pulverizadora.

Como se puede verificar, esta técnica es mucho más sencilla y práctica de llevar a cabo, no demorando más de 5 a 7 minutos por
cargada de tanque para limpiar los envases, con un mínimo esfuerzo.

Todas las tareas de manipuleo de los productos fitosanitarios y de sus envases se deben realizar utilizando las ropas de protección y
elementos de seguridad necesarios (botas de goma o zapatos de seguridad, delantal, guantes, mascarillas, protectores oculares).

DISPERSIÓN GEOGRÁFICA Y ÁREA DE COBERTURA


El desarrollo e implementación de estrategias de recolección y acopio es uno de los mayores desafíos que hasta el momento ha realizado
el programa AgroLimpio. Una superficie de producción agropecuaria de alrededor de 35 millones de hectáreas, muy heterogénea,
economías regionales con alta concentración de envases, una infraestructura vial sumamente deficitaria, y diferencias culturales,
económicas y productivas muy marcadas en cada región del país hacen que la organización de la logística de estos programas deba ser
muy flexible, diseñada para cada situación en particular.
Implementar este tipo de iniciativas requiere vencer una costumbre muy arraigada en el hombre de campo, quien, para “solucionar” este
problema, opta por abandonar los envases, quemarlos en el campo o bien, como se mencionó anteriormente, venderlos al mercado
informal sin ningún tipo de control y sin trazabilidad.
Estas prácticas presentan problemas ya que en el caso del abandono en el campo es común encontrar en los rincones de los potreros,
cerca de las aguadas, verdaderos cementerios de envases que crecen año tras año. Pero no sólo crece la “montaña” de envases, sino
que además esa concentración de envases sin lavar provoca un creciente foco de contaminación tanto de la tierra adyacente como de las
napas de agua.

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Esta supuesta solución lo único que logra es generar contaminación y trasladar el problema para más adelante.
En el caso de la quema en el campo, actitud adoptada por una gran cantidad de productores, sus consecuencias pueden ser peores ya
que las combustiones de los materiales plásticos a bajas temperaturas, como es en este caso, generan gases tóxicos y contaminantes
que afectan a la salud humana. Al presente se encuentra prohibida, al igual que el enterramiento.
La otra modalidad más común es la venta desprejuiciada, en la cual un “recolector” visita el campo comprando envases (estos
legalmente son residuos peligrosos, por lo tanto, no es posible comercializarlos), los que serán destinados al “reciclado” pero sin
una precisión de su destino final, esto quiere decir que pueden terminar transformados en elementos de uso cotidiano, obviamente sin
ningún control del estado de limpieza ni de los procesos que sigue el “reciclador”.
CASAFE, consciente de la necesidad de mitigar o solucionar este problema, ha lanzado hace unos años el Programa Agrolimpio, para
gestionar la recolección y transformación de los envases vacíos de productos fitosanitarios, buscando generar acciones conjuntas y
creativas en beneficio de toda la sociedad y del ambiente, asegurando la trazabilidad y la inocuidad de los productos finales.
El objetivo del programa es reciclar eficientemente el plástico proveniente de los envases rígidos vacíos de productos fitosanitarios con
triple lavado o lavado a presión, según la NORMA IRAM 12.069, y perforados para su inutilización, transformándolos en insumos para la
elaboración de artículos útiles para la sociedad en una forma ambientalmente segura y sustentable.
El Programa Agrolimpio tiene una cobertura nacional a partir de una implementación que permite realizar acciones criteriosas,
consensuadas con los distintos actores de la cadena de producción agropecuaria.

Fases del Programa


Fase de recolección y acopio
Para implementar la fase de recolección y acopio, el Programa Agrolimpio busca generar alianzas estratégicas con los principales
actores de la cadena de producción agropecuaria para que, entre todos, podamos disponer de la mejor manera de acercar los
envases a los Centros de Acopio Transitorios y/o Principales (CAT y CAP).
En esta fase la intervención consciente de usuarios, productores agropecuarios, aplicadores, aeroaplicadores, contratistas, entre
otros, juega un rol protagónico en este Programa, ya que son ellos los primeros poseedores del envase vacío y quienes tienen la
responsabilidad de efectuar el Lavado y perforado de los envases, trasladando los envases al centro de acopio transitorio más
cercano.
En los CAP o CAT se procederá en primer lugar a verificar el Triple Lavado o Lavado a presión, acumular los envases recibidos en
estas condiciones y separarlos por tipos de materiales (COEX, HDPE, PP, PET), y también por color.

Fase de reciclado
Para cumplimentar con esta fase se seleccionan contratistas recicladores habilitados por autoridad ambiental, quienes realizarán el
tratamiento y procesamiento de todos los materiales acopiados en los Centros de Acopio.
A los contratistas recicladores seleccionados se les exigirá cumplir con todas las normativas administrativas, legales y ambientales,
así como también con los requisitos municipales vigentes.

Alianzas estratégicas
Poner en funcionamiento este Programa supone un esfuerzo compartido por una serie de instituciones, las que aliadas pueden reunir las
fuerzas y los recursos, humanos y materiales, necesarios para lograr un resultado exitoso. Si bien la idea original partió de CASAFE, se
han sumado a esta iniciativa distintas y variadas instituciones del sector agropecuario como AACREA, AAPRESID, CRA, etc.
Se buscó también acercar a los organismos oficiales nacionales y provinciales, la MAGPyA de la Nación, los ministerios de Asuntos
Agrarios y Ambientales de las provincias.
Se estableció un sistema de control de gestión que permita conocer la cantidad de los materiales recolectados. También incluye la
constatación de los niveles de residuos remanentes que contienen estos envases, llevado a cabo por laboratorios oficiales y el destino
final que se le dará a cada partida.
Según el material de que se trate, se pueden elaborar varillas, postes, conos viales, reductores de velocidad, cajas para baterías, caños
cloacales, bolsas de residuos, entre otros artículos ambientalmente seguros.

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Campaña educativa
Es lógico que un programa de esta magnitud cuente con el soporte de una campaña de educación muy fuerte, la cual es llevada adelante
por el Programa de Capacitación de CASAFE. En este sentido se viene realizando desde hace muchos años una fuerte campaña de
concientización al usuario de los productos fitosanitarios para que, en el momento en que termina de vaciar el envase, le realice el Triple
Lavado o lavado a presión, lo inutilice perforándole el fondo y, en esas condiciones, lo devuelva al Programa, acercándolo al CAT más
cercano.
Lograr este cambio de actitud por parte del usuario requiere de una campaña educativa permanente que no debe agotarse allí, sino debe
ser más abarcativa alcanzando a las familias de los usuarios, a los niños en edad escolar y a las amas de casa.
Los usuarios también se pueden comunicar a CASAFE con el responsable del Programa, el Ing. Agr. Federico Martín Elorza, a los
números telefónicos (011) 4893-7772/3.

Nueva ley nacional de envases 27.279/2016


Todo este esfuerzo que la industria ha realizado de manera voluntaria durante sus 13 años de vida, desde el ano 2003, han servido para
sentar las bases para lograr una legislación a nivel nacional que ayude a transformar un programa voluntario, como es AgroLimpio, en un
sistema de gestión de envases obligatorio que asegure un destino final adecuado para cada uno de los envases vacíos de productos
fitosnaitarios que se liberan al mercado.
De esta manera, se logro la promulgación de la nueva ley nacional de envases vacíos de productos fitosanitarios en Argentina, la ley
27.279/16, la cual se publicó en el boletín oficial el 11 de octubre de 2016. A la fecha de publicación de esta guía, no había salido el
decreto reglamentario para poner en funcionamiento el sistema de gestión de envases, el cual se denominará Fundación CampoLimpio.
El Modelo de Gestión de envases vacíos de la Fundación CampoLimpio está definido de la siguiente manera:

El sistema de gestión contará con la participación de todos los actores de la cadena, y tendrá en cuenta la localización de los CAT y de
los CRP, el numero de centros necesarios para asegurar la recolección de la totalidad de los envases, lo cual variará de provincia a
provincia, el funcionamiento y los aspectos constructivos de los mismos, el flujo de información, la logística necesaria, la cual será a
través de fletes inversos, el destino final de los envases, dependiendo del tipo que corresponda (Tipo A o Tipo B). Tambien, la Fundación
CampoLimpio llevará adelante un programa de comunicación, concientización y capacitación sobre lavado y devolución de los envases
vacíos de fitosanitarios.

ALMACENAMIENTO SEGURO DE FITOSANITARIOS - DEPÓSITO OK


Dentro de las Buenas Prácticas Agrícolas, éste es un -capítulo relevante, constituyéndose - en uno de los temas de mayor importancia y
trascendencia, no sólo a nivel de la industria, sino dentro del canal de distribución del sector. CASAFE viene trabajando hace -14 años en
esta materia-, con asistencia a autoridades provinciales, municipales y colegios profesionales, con cursos,de almacenamiento y
transporte responsable, asesoramiento a empresas y a la red de distribuidores y contando con un programa de gestión para la mejora
continua - - que permite realizar una Gestión Integral de la Seguridad de los depósitos de productos fitosanitarios, apoyándose en las
normas nacionales y provinciales vigentes en el país, en el Código Internacional de Conducta de la FAO y en otras -disposiciones que
regulan esta actividad en el mundo.
Fue así como nació el Programa de Certificación de Seguridad en Depósitos de Agroquímicos, llamado Programa Depósito OK, que
desde el año 2003 ha logrado cambiar los conceptos del “galpón” de los agroquímicos, hacia El Depósito, que implica - el análisis de

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riesgo de la ubicación, –la evaluación de la estructura -y la auditoría de la gestión -para minimizar incidentes, optimizar los tiempos
operativos, bajar los costos y evitar siniestros que afecten vidas humanas, propiedades y el ambiente circundante.
El programa enfoca la inserción del depósito en la comunidad en que se ubica y asegura que todos los aspectos de seguridad y
ambientales sean contemplados.
Los principales riesgos que deben contemplarse son el desconocimiento por parte del operario del tipo de material que se manipula, no
sólo por su potencial riesgo, - la ocurrencia de derrames, la contaminación ambiental, las intoxicaciones accidentales y la inflamabilidad
de algunos productos.
Se destaca la figura del Asesor de Seguridad e Higiene, ya que además de ser un requerimiento legal indicado en la ley 19.587 /72 de
(Higiene y Seguridad en el Trabajo) y reglamentado en el decreto 1.338/96, resulta una de las figuras clave en –la eficaz implementación
de las medias de seguridad que un depósito de productos fitosanitarios requiere.
Las siguientes recomendaciones expresan medidas generales a adoptar para manejar y reducir los potenciales riesgos. Si bien las
mismas surgen del Programa de Certificación de Seguridad en Depósitos de Productos Fitosanitarios, no son de cumplimiento
obligatorio, pero expresan normas o prácticas de comprobada eficacia y son complementarios de las legislaciones vigentes, salvo en el
caso de las condiciones de protección contra incendios que están previstas en el capítulo 18 del decreto 351 de la ley 19.587.
Es bien conocido que cualquier legislación y proceso de fiscalización no brinda los beneficios esperados cuando no existe una tarea
educativa que concientice a los usuarios sobre las ventajas de realizar un manejo y almacenamiento seguro de los productos
fitosanitarios.
El principal objetivo del programa es que los depósitos salgan de la zona de riesgo o alta exposición.
En muchos casos esto se puede lograr con concientización, conocimientos y relativamente baja inversión.

CONCIENCIA DE UN ALMACENAMIENTO CUIDADOSO


a) Seguridad personal
Si bien se explicó que el manejo cuidadoso disminuye los potenciales riesgos de un producto fitosanitario, muchas veces la
“familiaridad” que un operario llega a tener con un producto, por el simple hecho de estar todos los días trabajando en contacto
conel, hace que los riesgos de un principio activo sean desestimados. De aquí surge la importancia de la concientización y
capacitación por parte del personal, y la estricta prohibición de ser manipulados por personas no entrenadas o niños.
No trasvasar restos de productos fitosanitarios a envases vacíos de bebidas o comestibles, ya que esto puede inducir a
equívocos peligrosos. Mantener los restos de productos en sus envases originales, cerrados, fuera del alcance de cualquier
extraño y con la indicación de que se trata de productos abiertos.
Hay que prevenir la contaminación de alimentos, forrajes, semillas y/o aguas, producida por los derrames o vapores de los
productos agroquímicos.

b) Características del producto


La conservación de las características de los productos, tomando en cuenta las propiedades de algunos componentes como la
inflamabilidad, la toxicidad, entre otras, es sumamente importante para la manipulación segura ya que de nuestra ética y
comportamiento depende muchas veces el mantenimiento de la calidad del ambiente y la sociedad circundante.

c) Mantenimiento de la calidad del producto


Los productos fitosanitarios almacenados bajo condiciones de baja temperatura ambiente y baja humedad atmosférica no se
deterioran tan rápidamente como aquellos expuestos a condiciones meteorológicas más severas. Además, es importante el
conocimiento de la vida útil de un producto, que tiene una fecha prevista de vencimiento, a partir de la cual, el mismo no debe
ser utilizado, ya sea por la pérdida de eficacia, o bien por la peligrosidad que podría implicar la degradación del principio activo
con el paso del tiempo estipulado como seguro.
Se deben prevenir errores o confusiones en el uso de los productos manteniendo muy ordenado y controlado el almacenamiento
para poder conocer en forma permanente el stock de productos disponibles.

d) Riesgo
Siempre existe el riesgo de que el material almacenado sea usado en forma desaprensiva, por delincuentes, en contra de las
personas, el ganado o del ambiente.

CARACTERÍSTICAS QUE DEBEN OBSERVARSE PARA LA CONSTRUCCIÓN DE DEPÓSITOS


1) Ubicación
Deben situarse alejados al menos 100 metros de viviendas, centros de salud, escuelas, estaciones de servicio, plantas de
fraccionamiento de gas en garrafas, zonas urbanizadas en general, y de terrenos sujetos a inundaciones, así como de plantas
de procesamiento de alimentos, granos y forrajes.
Se tendrá la precaución de que la zona sea de fácil acceso para la entrega y despacho de mercaderías y para los bomberos en
caso de un siniestro; sería ideal que hubiere un perímetro libre de por lo menos diez metros, alrededor del depósito.
Se prohíbe la carga y descarga de vehículos con productos fitosanitarios en la vía pública.

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2) Construcción
Los depósitos deberán construirse con materiales no combustibles y en las condiciones para que su interior se encuentre
protegido de las temperaturas exteriores extremas y de la humedad. Las paredes externas deberían contar con una resistencia
mínima al fuego de 90 minutos.
Los pisos deben ser impermeables, lisos y sin rajaduras, de manera que permitan una fácil limpieza. No deben utilizarse
materiales absorbentes para la construcción de los pisos (tierra, maderas, materiales asfálticos, PVC o cubiertas rústicas).
Resulta útil prever en la construcción que el propio depósito pueda servir de contenedor para la eventualidad de tener que
contener pérdida de líquidos y de agua contaminada en caso de haberse combatido un incendio. Esto puede lograrse haciendo
un peldaño perimetral de unos 10 cm a 15 cm, y con rampas de acceso en desnivel para el paso de los autoelevadores. A su vez
este peldaño permitirá prevenir el ingreso al depósito de agua de escurrimiento superficial proveniente de lluvias o desbordes
(inundaciones). Las paredes deberán ser preferentemente de ladrillos o de bloques de cemento con rejillas de ventilación a 20
cm de altura desde el nivel del piso (tomar en cuenta el peldaño) y también en altura cerca del techo. Es fundamental lograr una
buena ventilación en forma permanente, para eliminar o mantener por debajo de niveles peligrosos los olores o vapores que los
productos agroquímicos puedan producir. Considerar mecanismos de extracción de aire como ser los aereadores eólicos.
El techo deberá ser diseñado con cierta pendiente, protegido con pararrayos.
Los recolectores de agua de lluvia deben estar en condiciones de buen funcionamiento y libres de taponamientos. Siempre la
descarga debe salir al exterior del depósito.
Los portones deberán ser preferentemente de chapa de hierro de espesor adecuado, con un efectivo sistema de cerraduras.
Las ventanas (de existir) deberán permitir el ingreso de una cantidad de luz suficiente como para poder leer las etiquetas de los
productos almacenados. Estarán provistas de rejas. Las áreas de carga y descarga preferentemente deberán estar cubiertas
para proteger los productos contra la lluvia.
No deberá haber oficinas, baños, vestuarios, comedores, etc., como parte integral del depósito, pero si así fuera, deberán estar
separados por paredes, teniendo además accesos y ventilación independientes.

3) Saneamiento
El personal deberá tener acceso inmediato a una ducha y lavaojos de diseño adecuado para poder efectuar un lavaje completo
con abundante agua.

4) Almacenaje
Los depósitos de productos fitosanitarios deben destinarse sólo a ese fin. Se deberán tener previstos otros sitios de
almacenamiento para materiales destinados a otros usos. Los productos fitosanitarios siempre deben almacenarse bajo llave,
para evitar el acceso de los niños y de personas no autorizadas. Las operaciones de carga y descarga y áreas de preparación de
pedidos deben realizarse en zonas delimitadas para tal fin, con sumo cuidado, evitando golpes y caídas.
Toda la mercadería, en el momento de su llegada o salida, debe estar legalmente etiquetada y con los correspondientes
precintos. Verificar los números de lote y las fechas de vencimiento disponiendo de procedimientos escritos, que se implementen
en casos de recepción de envases rotos o deteriorados. No deben almacenarse envases abiertos, deteriorados o con pérdidas.
Los productos almacenados deberán utilizarse según la norma “los primeros que vencen serán los primeros en salir”, para evitar
mantener en depósito productos vencidos.
Todos los productos fitosanitarios deberían estar almacenados bajo techo.
Los productos más inflamables deben ser almacenados en la sección más segura del depósito (mejor ventilada y disponibilidad
cercana de extintores) y en caso de producirse un derrame, se seguirán los procedimientos adecuados, tratando de mantener los
niveles máximos de protección y seguridad personal. La separación de los productos líquidos de los sólidos facilitará, en caso de
incendio o derrame, el tratamiento diferencial para el control del siniestro.
Procedimiento para el caso de derrame
 Todas las pérdidas o derrames deben controlarse inmediatamente. La tendencia actual es la solidificación del derrame.
Esto dependerá por supuesto del volumen derramado, pero lo aconsejable es disponer de materiales absorbentes para
contener la emergencia.
 Retirar los envases dañados y emplear preferentemente tierra, arena o vermiculita para circunscribir el derrame y absorber
el líquido derramado; barrer cuidadosamente, guardar los desechos en bolsas plásticas identificadas y proceder a eliminar
los desechos de manera segura.
 Cuando se trata de pérdidas de productos en polvo, emplear tierra ligeramente humedecida y barrer cuidadosamente
evitando levantar polvo.
 En el caso de envases menores, procurar ubicarlos dentro de contenedores mayores.
Responsabilidades
 El encargado de un depósito de productos fitosanitarios no sólo debe atender la operatoria de carga, descarga, estibado y
otros menesteres operativos del almacén, sino que debe responsabilizarse de:
a) la higiene industrial y seguridad del depósito;
b) la salud ocupacional propia y de los empleados, tanto
permanentescomo temporarios;
c) la protección del ambiente.

5) Elementos de seguridad (véase Nociones básicas sobre prevención de incendios)

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Seguridad del depósito
 Los extintores de incendio, mantas contra el fuego, mangueras, baldes con arena y demás implementos de lucha contra el
fuego, deberán ubicarse en lugares visibles y de fácil acceso, preferentemente cerca de las puertas de entrada y salida.
Seguridad del personal
 Se deberá leer siempre la etiqueta del producto para determinar qué equipamiento protector es requerido en caso de una
emergencia. Deberán establecerse los elementos de protección personal necesarios tanto para el trabajo rutinario como
para atender una emergencia (derrame).
 El depósito deberá contar con un botiquín de primeros auxilios que contenga elementos para realizar curaciones de
emergencia: carbón activado, cuchara, gasas, enjuague ocular, vendas, cinta adhesiva, desinfectantes, jarra y vaso plástico
y un jabón. Además, como mínimo, dependiendo de las recomendaciones de cada producto, sería conveniente disponer de
antídotos, jeringas, agujas descartables, alcohol/agua oxigenada de 10 volúmenes y algodón.
 El depósito deberá contar con instalaciones sanitarias con elementos para la higiene personal y de un sistema
lavaojos/ducha de emergencia para el personal que pudiese contaminarse accidentalmente.
 Se recomienda tener una señalización gráfica adecuada, a través de símbolos, figuras o pictogramas, sobre precauciones
elementales a tener en cuenta:
 Prohibido fumar.
 No comer ni beber
 No usar aparatos eléctricos dentro del depósito.
 Acceso restringido a personas autorizadas.
 Prohibido el ingreso de niños.
 Disponer en un lugar seguro y de fácil acceso la nómina de:
 Teléfonos de emergencia (bomberos, policía, hospital o sala de primeros auxilios).
 Teléfonos de centros toxicológicos.
 Hojas de Datos de Seguridad de todos los productos almacenados.
 Fichas de intervención en casos de accidente en transportes.

6) Depósitos rurales
Para el almacenamiento de los productos fitosanitarios en las zonas rurales deberán contemplarse las siguientes indicaciones:
 Los productos fitosanitarios siempre deben almacenarse en lugares bajo llave, lejos del alcance de los niños, de personas
no autorizadas, animales, forrajes- y fuentes de agua.
 Mantenerlos almacenados en lugares cubiertos, pero ventilados, cerrados y sobre tarimas.
 Consultar la etiqueta para conocer las instrucciones de almacenamiento. Para la gran mayoría de los productos,
especialmente para las formulaciones del tipo de los líquidos emulsionables, hay que evitar las temperaturas extremas (por
debajo de los 0° C y por encima de los 35° C). Evitar la radiación solar directa sobre los envases.
Programar las compras cuidadosamente para reducir el tiempo de almacenamiento y evitar sobrantes. Comprar aquello que se
va a utilizar.
Los productos almacenados deberán utilizarse según la norma FEFO (First Expire – First Out), o sea “los primeros en vencer
serán los primeros en salir”, para evitar tener en el campo productos vencidos.
Periódicamente se deben revisar los productos almacenados para constatar su estado y poder eliminar envases dañados. Si hay
un deterioro en las etiquetas, proceder a la correcta identificación del producto.

NOCIONES BÁSICAS SOBRE PREVENCIÓN DE INCENDIOS


Consejos prácticos
Cuando se produzca un incendio, cualquiera sea su magnitud, se debe dar aviso de inmediato a los bomberos, en Capital
Federal y la mayoría de los partidos del Gran Buenos Aires, marcando el tel. 100.
En el caso de un incendio no corra, ni se agite, ya que si hay humo lo va a afectar más rápidamente.
En los edificios de varios niveles nunca suba, trate siempre de descender utilizando las salidas convencionales y las de
emergencia. Tenga en cuenta que el humo siempre sube.
Desplácese agachado o gateando en pasillos y ambientes cerrados y utilice pañuelos o algún elemento similar para proteger las
vías respiratorias.
Nunca coloque objetos o muebles delante de los nichos de mangueras o de los matafuegos, estos deben estar al alcance y a la
vista de todos y está prohibido obstruirlos.
En lo posible cuando se produzca un incendio se debe cortar el fluido eléctrico y el gas.
Nunca “pruebe” un matafuego ya que en la mayoría de los casos por más que su utilización sea mínima estos se despresurizan
y quedan inutilizados.
Si el incendio se produce dentro de un edificio y éste no pudo ser controlado con los elementos a disposición, retírese del lugar
cerrando, de ser posible, puertas y ventanas.

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Al retirarse de su puesto de trabajo desenchufe todo (máquinas, herramientas, calefactores, etc.) y verifique, en caso de que
hubiera, el cierre de las llaves de gas.
No acumule elementos inflamables ni combustibles en su puesto de trabajo; tenga sólo los que precisa para realizar la tarea.
No utilice enchufes triples para conectar varios aparatos en el mismo tomacorriente, la sobrecarga de las líneas eléctricas es una
de las principales causas de incendio.
Una de las mejores formas de apagar un incendio de bateas, tambores de aceite, latas de pintura, etc., es colocándole una tapa.
Respete las prohibiciones de NO FUMAR ya que en los lugares donde se encuentran estos carteles existe riesgo de incendio.
Cuando realice tareas de soldadura recuerde llevar al lugar donde va a trabajar por lo menos dos matafuegos de CO2.
Una vez utilizado el matafuego envíelo al centro correspondiente para su recarga.
Luego de utilizar un calentador eléctrico desenchúfelo, no lo deje prendido innecesariamente ya que no es sólo una fuente de
calor sino también una gran sobretensión para la línea.
Si trata de extinguir el incendio, colóquese con el viento a su espalda, tratando de evitar inhalar los humos provenientes de la
combustión.
Evite en lo posible arrojar grandes cantidades de agua. De ser necesario hacerlo, controlar que estas no lleguen a desagües o
cursos naturales.

PROGRAMA DEPÓSITO OK - CERTIFICACIÓN DE SEGURIDAD EN DEPÓSITOS DE PRODUCTOS


FITOSANITARIOS
A partir del año 2003, CASAFE ha implementado un Programa de Certificación de Seguridad en Depósitos de Productos Fitosanitarios
para todas las Empresas y sus Distribuidores que componen la cadena comercial, Ingresando en la página web de la Cámara
www.casafe.org y consultando el ícono Depósito Certificado, se cuenta con una serie de protocolos que describen las medidas de
seguridad relativas a la ubicación de un depósito, a su estructura y a la gestión de seguridad de su operatoria logística.Las empresas
asociadas a CASAFE han asumido voluntariamente este Programa con absoluta responsabilidad, empeñadas en lograr que las
condiciones de almacenamiento de sus productos sean lo suficientemente seguras como para minimizar los riesgos para las personas y
el ambiente, sin descuidar la calidad de los productos.
El Programa Depósito OK contempla la verificación del cumplimiento de Directrices conformadas por una serie de Protocolos que
permiten ingresar al depósito en un sistema de calificación que, en función de los estándares de seguridad alcanzados, le otorgan una
categorización de depósito aprobado (categorías Premium, A y B) o depósito no aprobado (categoría C y D).
Dado que este programa tiende a la mejora continua de los niveles de seguridad, periódicamente y en función de la clase alcanzada, los
depósitos serán recertificados, verificándose en ese momento que hayan cumplido con el plan de mejoras que en la auditoría anterior se
recomendara. Las Directrices de CASAFE para la Certificación de Seguridad de los depósitos de productos fitosanitarios tienden a
verificar el cumplimiento estricto de normas y recomendaciones de seguridad que permitan garantizar que las condiciones de
almacenamiento de los productos fitosanitarios son seguras para las personas, el ambiente y el mantenimiento de la calidad de los
mismos.
Algunas de sus características salientes son:
Uno solo de los protocolos reviste la categoría de OBLIGATORIO y EXCLUYENTE, y corresponde a la habilitación municipal del
depósito.
El resto de los protocolos califican el cumplimiento de las distintas normas y recomendaciones de seguridad, que permiten
valorizar la aptitud del depósito.
Aspectos a verificar por el auditor son:
Ubicación y requerimientos exteriores.
Estructura del depósito.
Operación del depósito.
Entrenamiento del personal.
Documentación.
Conocimientos del empleado.
Respuesta ante emergencias.
Almacenamiento temporario externo.

Importante. En el momento de realizar la Certificación, el profesional certificador debe disponer de:


Documentación completa que se detalla en la página web de CASAFE, correspondiente a los protocolos de Certificación
y el check list para la auditoría.
Estar presente todo el personal que cumple funciones administrativas y operativas en el establecimiento y el asesor del
servicio de higiene y seguridad laboral.
Permitir al certificador acceso a todas las instalaciones, máquinas y equipos que operan en el lugar.

Los usuarios también se pueden comunicar a CASAFE con el responsable del Programa, el Ing. Qco. Ernesto Aldo Sato, a los números
telefónicos (011) 4893-7772/3.

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BIOTECNOLOGÍA
CULTIVOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS
Información tomada de ArgenBio (www.argenbio.org)

La ingeniería genética ha sido utilizada por muchos años para introducir genes en las bacterias con el objetivo de producir medicamentos
y enzimas industriales. Esta tecnología sirve también para incorporar nuevos genes a las plantas con el fin de mejorar los cultivos. El
empleo de la ingeniería genética o transgénesis en el mejoramiento vegetal se denomina agrobiotecnología o biotecnología vegetal. Los
beneficios que brinda a la sociedad son muy importantes para mejorar la cantidad y la calidad de la producción agropecuaria. La
agrobiotecnología puede usarse para mejorar características agronómicas de los cultivos, para introducir cambios relacionados con la
calidad, e incluso para producir biomoléculas de interés industrial:

1) Mejoramiento de rasgos agronómicos (llamados en inglés “input traits”)


 Modificación de las características morfológicas de la planta, como su altura o el tamaño del grano.
 Incorporación de resistencia a insectos plaga y a enfermedades producidas por virus, hongos y bacterias.
 Incorporación de tolerancia a herbicidas para facilitar el control de malezas o de tolerancia a condiciones ambientales adversas
que limitan la producción, como salinidad, heladas y sequía.
Como ejemplo de cultivos que actualmente se comercializan en el mundo: soja tolerante a herbicida, maíz y algodón resistentes a
insectos, papaya resistente a virus.

2) Mejora de características relacionadas con la calidad (llamadas en inglés “output traits”)


 Alimentos más sanos y seguros, como aceite de soja con una composición más saludable de ácidos grasos, maní
hipoalergénico y arroz con niveles aumentados de pro-vitamina A.
 Mejores alimentos para animales, como pasturas más fáciles de digerir y maíz con mayor contenido de aminoácidos esenciales.
 Mejoras de los cultivos para determinadas aplicaciones industriales, como granos con más aceite o con diferente composición
de ácidos grasos, y madera con menos lignina para la fabricación de papel. También pueden incluirse en este grupo las frutas
con maduración retardada.
 Cambios en las propiedades de las plantas para que puedan ser usadas como agentes de fitorremediación (el uso de plantas
para la descontaminación de suelos y aguas).
 Modificaciones en las características decorativas de plantas ornamentales, como color y duración de las flores, calidad del
césped, etc.
Como ejemplo de cultivos que actualmente se comercializan en el mundo: clavel azul y soja con mayor contenido de ácido oleico en su
aceite.

3) Empleo de plantas como fábricas de moléculas de interés industrial (“biofarming” en inglés)


 Producción de anticuerpos, vacunas, enzimas, entre otros productos, utilizando plantas genéticamente modificadas.

Por el momento no se comercializan productos de este tipo, aunque algunos ya se encuentran en etapas avanzadas de desarrollo, como
la quimosina producida en cártamo y anticuerpos monoclonales en plantas de tabaco.

Los cultivos genéticamente modificados en el mundo


Según el informe del ISAAA (Servicio para la Adquisición de Aplicaciones Agro-biotecnológicas), en estos 20 años de comercialización de
cultivos genéticamente modificados (GM) la cantidad de hectáreas sembradas en el mundo aumentaron de 1,7 millones en 1996 a 179,7
millones en 2015.
En 2015, alrededor del 50% de las hectáreas sembradas con cultivos GM correspondió a soja, el 30% a maíz, el 14% a algodón y el 5% a
canola. Estas superficies significaron el 83%, 29%, 75% y 24% de las áreas totales de cada uno de esos cultivos, respectivamente.
También se sembraron, aunque en áreas más pequeñas, variedades transgénicas de alfalfa, papaya, zapallo, álamo, berenjena,
pimiento, tomate, clavel y remolacha azucarera.
En cuanto a las características introducidas, el 57% de la superficie total de cultivos GM se sembró con cultivos tolerantes a herbicida
(soja, maíz, algodón, canola, alfalfa y remolacha azucarera), el 16% con cultivos resistentes a insectos-Bt (maíz, algodón, álamo y
berenjena), y el 27% con cultivos que contenían ambas características acumuladas (maíz, algodón y soja). También se sembraron,
aunque en superficies mucho menores, cultivos resistentes a virus (papaya, zapallo), cultivos con tolerancia a sequía (maíz), color azul
(clavel) o menos pardeamiento (papa).

Los cultivos genéticamente modificados en la Argentina


El primer cultivo transgénico en Argentina fue la soja tolerante a glifosato. Se aprobó en 1996 y desde ese momento el área sembrada
con cultivos GM ha crecido en forma sostenida. Con 24,5 millones de hectáreas en 2015 (casi el 14% de la superficie global), Argentina
es el tercer productor mundial de este tipo de cultivos, después de Estados Unidos y Brasil.
La tasa de adopción de cultivos GM es una de las más altas en cuanto a adopción de nuevas tecnologías en el sector agropecuario
argentino, y supera inclusive a la observada con la incorporación de los híbridos en el cultivo de maíz. Esto indica un alto grado de
satisfacción por parte del agricultor con respecto a los beneficios que provee la biotecnología, que ofrece además de la disminución de

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los costos, otras ventajas, como mayor flexibilidad en el manejo de los cultivos, disminución en el empleo de insecticidas, mayor
rendimiento y mejor calidad de la producción.
Un trabajo realizado por el Dr. Eduardo Trigo, para ArgenBio, concluyó que este proceso de incorporación de nuevas tecnologías tuvo un
profundo impacto de transformación en la agricultura argentina y en la economía nacional. Los beneficios totales generados por los
cultivos GM fueron calculados en más de 127 mil millones de dólares en los primeros 20 años desde su introducción en el mercado
argentino.
En la campaña 2015/16, prácticamente el 100% de la superficie de soja y de algodón fue sembrada con variedades GM, mientras que el
maíz transgénico representó el 96% del total de ese cultivo.
En el caso de la soja, se cultivan variedades tolerantes a glifosato y también variedades que combinan la tolerancia a glifosato con la
resistencia a insectos. Por otro lado, el 90% del algodón transgénico sembrado correspondió a variedades con características
combinadas de tolerancia a glifosato y resistencia a insectos. Para el caso del maíz transgénico, de las hectáreas totales sembradas, más
del 75% fueron híbridos con características combinadas de tolerancia a herbicidas y resistencia a insectos, y una fracción menor fueron
híbridos con tolerancia a herbicida o resistencia a insectos, por separado.
La autorización para la comercialización de un cultivo transgénico está a cargo de las autoridades del Ministerio de Agroindustria, y se
basa en los informes técnicos elaborados por Direcciones y Comisiones Asesoras, las que evalúan los potenciales impactos que podría
tener el cultivo para el agroecosistema, el consumo humano y animal, y los mercados.
En realidad, no es el cultivo el que recibe la autorización, sino el evento de transformación genética, o simplemente “evento”. Un evento
es una recombinación o inserción particular de ADN ocurrida en una célula vegetal a partir de la cual se originó la planta transgénica. La
normativa argentina define evento como “la inserción en el genoma vegetal en forma estable y conjunta, de uno o más genes o
secuencias de ADN que forman parte de una construcción genética definida". Los eventos de transformación son únicos, y difieren en los
elementos y genes insertados, los sitios de inserción en el genoma de la planta, el número de copias del inserto, los patrones y niveles de
expresión de las proteínas de interés, etc. Los eventos pueden además acumularse por cruzamiento convencional, para obtener
fácilmente plantas con varias características combinadas.
Hasta el momento, las autoridades regulatorias han otorgado más de 40 aprobaciones comerciales para eventos individuales o
acumulaciones de eventos (stacks), que están disponibles y se pueden sembrar, consumir y comercializar en Argentina.
Se puede acceder a la lista de aprobaciones en http://www.agroindustria.gob.ar/sitio/areas/biotecnologia/ogm/

Fuentes de información y links de interés:


ArgenBio: www.argenbio.org; PorQué Biotecnología: www.porquebiotecnologia.com.ar; Ministerio de Agroindustria:
http://www.agroindustria.gob.ar/sitio/areas/biotecnologia/index.php; ISAAA: www.isaaa.org.

HERBICIDAS

GENERALIDADES
Por definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los productos fitosanitarios son aquellas sustancias o mezcla de sustancias
destinadas a prevenir la acción de controlar o destruir directamente malezas, insectos, hongos, ácaros, moluscos, bacterias, roedores y
otras formas de vida animal o vegetal que puedan resultar perjudiciales tanto para la salud pública como para la agricultura, donde estas
especies son consideradas plagas durante la producción, el almacenamiento, el transporte, distribución y elaboración de productos
agrícolas y/o sus derivados. También se consideran productos fitosanitarios a aquellos que cumplen una función defoliante y/o
desecante, y a las sustancias reguladoras del crecimiento, o fitorreguladores. La utilización de productos fitosanitarios permite la sanidad
vegetal y el aumento en los rendimientos de producción a niveles que no podrían alcanzarse dada la actual demanda de materias primas
y alimentos tanto para consumo humano como animal.
El crecimiento y desarrollo de la industria alimentaria ha tenido un efecto sobre la alimentación cotidiana actual, diversificando los
alimentos disponibles en la dieta. Este aumento progresivo de la producción ha sido acompañado por vigilancia y leyes alimentarias en
los países, regulando y unificando procesos y productos.
En este sentido, se trabaja también en la restricción o prohibición de algunas sustancias activas que determinan la variación en la
composición de los productos fitosanitarios, para disminuir cada vez más el impacto ecológico o sanitario. Este hecho fomenta además
una gran inversión en investigación y desarrollo por parte de la industria de los fitosanitarios, donde la tendencia indica que el mercado
genera productos cada vez menos tóxicos y persistentes, más eficientes y seguros en su correcta manipulación.
Los herbicidas son productos fitosanitarios utilizados para controlar especies vegetales, no deseadas por su impacto negativo en la
producción y rendimientos. No existe una única clasificación de herbicidas, ya que los mismos pueden ser agrupados según su
naturaleza química, su mecanismo de acción, el momento de aplicación, etc. Cabe aclarar también que un mismo herbicida puede ser
englobado en diversas categorías de clasificación.
No obstante, podemos dividirlos en:
Selectivos: aquellos que controlan un objetivo, preservando el cultivo de interés económico.
Totales: generalmente utilizados para limpieza de terrenos donde se controlan todas las especies existentes, sin
discriminación.
Residuales: persisten en el suelo controlando la nacencia de malezas provenientes de semillas de especies anuales, al
impedir su germinación. Normalmente no son activos sobre especies perennes que rebrotan a partir de rizomas, bulbos o
estolones.
Pre-siembra: son los herbicidas que se aplican antes de la siembra del cultivo.
Pre-emergentes: son herbicidas que se aplican antes de la nacencia del cultivo.

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Pos-emergentes: son herbicidas que se aplican después de la nacencia del cultivo, hasta la cosecha; dentro de esta
clasificación también se encuentran los defoliantes y desecantes.
Sistémicos: se aplican sobre la planta, pero actúan a distancia, al ser traslocado hasta raíz mediante el floema.
De contacto: se aplican sobre la planta actuando localmente en la superficie, sin necesidad de ser traslocado.

Mecanismos de acción de los herbicidas


Una característica en común que pueden tener los herbicidas es que actúan sobre procesos fisiológicos de los vegetales, siendo su
toxicidad, en algunos casos, sobre otras especies muy baja.
Existen cuatro tipos de herbicidas:

1. LOS QUE ACTÚAN SOBRE LA FOTOSÍNTESIS


Se subdividen en cuatro grupos, siendo los tres primeros los que actúan sobre la fase luminosa de la fotosíntesis.
Además, no sólo se usan en agricultura, sino también para limpiar terrenos, vías de ferrocarril, zonas industriales, almacenes (los más
usados son el tipo a).
a) Herbicidas que inhiben la transferencia de electrones inhibiendo la fotosíntesis:
A este grupo de herbicidas corresponden: ureas, uracilos y triazinas. Este tipo de herbicidas son aplicados al suelo y
absorbidos por las raíces, se transportan vía xilema a la parte aérea, llegan a los cloroplastos de las hojas y allí inhiben la fase
luminosa. Cualquier planta puede ser afectada por este tipo de herbicidas.
b) Herbicidas que desacoplan la cadena de transporte de electrones:
Tienen la capacidad de capturar los electrones impidiendo la oxidación y formando radicales libres “superóxidos”, oxidantes
muy potentes, que oxidan los lípidos insaturados de las membranas de los cloroplastos perdiendo estructura y el cloroplasto
deja de funcionar. A este grupo de herbicidas pertenecen los bipiridilos, moléculas con una carga permanente positiva en un
átomo de nitrógeno. Estas moléculas se formulan como bromuros y cloruros, son muy solubles y muy fácilmente absorbibles
por las raíces. En la práctica se deben añadir vía foliar y no edáfica, ya que al tener carga positiva se absorben
irreversiblemente sobre los coloides del suelo, mucho más que cualquier catión metálico, quedándose allí indefinidamente.
c) Herbicidas que impiden la formación de ATP:
A este grupo pertenecen las acilanilidas, hidroxibenzonitrilos, dinitrofenoles, piridazinas, N-fenilcarbamatos. Se aplican de
forma diferente. Los más importantes son los dinitrofenoles, moléculas con anillo aromático hidroxilado y con dos grupos nitro.
Estas moléculas no sólo desacoplan la fosforilación oxidativa de la cadena de transporte fotosintético, sino que también lo
hacen a nivel mitocondrial. Por tanto, pueden presentar una toxicidad importante para animales. De aquí que algunos se
puedan usar como herbicidas y fungicidas.
d) Herbicidas que alteran la biosíntesis de carotenoides:
Actúan en algún punto de la síntesis de licopeno. El más importante es el aminotriazol.

2. LOS QUE ALTERAN LA BIOSÍNTESIS DE METABOLITOS DISTINTOS A LOS CARBOHIDRATOS


Se subdividen en tres grupos:
a) Herbicidas que alteran la biosíntesis de aminoácidos aromáticos:
La síntesis de aminoácidos aromáticos es imprescindible, ya que el trp y el phe son precursores de la lignina y de los
compuestos aromáticos de la planta. Además, estos aminoácidos luego forman parte de proteínas. El herbicida capaz de
inhibir la síntesis de aminoácidos aromáticos es el glifosato. El glifosato en animales puede ser degradado; en el suelo puede
ser inactivado, por lo que medioambientalmente tiene muy buen comportamiento.
b) Herbicidas que alteran la biosíntesis de la glutamina.
c) Herbicidas que inhiben la síntesis de lípidos:
A este grupo pertenecen los tiocarbamatos que inhiben la conversión de ácidos grasos de cadena corta en AG de cadena
larga. Como consecuencia, frenan el crecimiento del vegetal. Estas moléculas se pueden usar en tratamientos al suelo para
semillas que estén germinando; los tiocarbamatos se degradan fácilmente por enzimas y apenas se absorben en el suelo.

3. HERBICIDAS QUE ALTERAN EL CRECIMIENTO VEGETAL


Alteran la elongación y la división celular. Cuando se incorporan a una planta dan lugar a un crecimiento anormal del vegetal y, como
consecuencia, origina deformaciones, falta de funcionalidad y la muerte de la planta.
a) Herbicidas que alteran la elongación celular:
En las células meristemáticas sucede la elongación celular, por acción de las auxinas. Éstas a alta concentración tienen
efectos herbicidas, originan elongación celular desmesurada con malformaciones en los ápices y la muerte del vegetal. A este
grupo de herbicidas pertenecen los ácidos ariloxialcanoicos, de dos tipos, el ácido fenoxiacético y el ácido fenoxibutírico. No se
usan demasiado ya que en su síntesis se liberan dioxinas. Los ácidos benzoicos son derivados halogenados del ácido
benzoico. Su actividad es similar a la de los ácidos fenoxiacético y fenoxibutírico. Son herbicidas foliares de contacto que
actúan en el punto en que caen, no se traslocan. Esto permite que se puedan controlar muchas malezas dicotiledóneas. Esto
se debe a que en muchas dicotiledóneas el ápice de crecimiento está al descubierto, no protegido por algunas hojas, en
cambio en monocotiledóneas el ápice de crecimiento está rodeado de hojas y al aplicar estos productos sobre cultivos el
herbicida moja el ápice de las dicotiledóneas, siendo las monocotiledóneas resistentes al tratamiento, dándole selectividad
morfológica. Esto sólo ocurre en los herbicidas de contacto ya que un herbicida que presente traslocación vía xilema o floema
no puede tener este tipo de selectividad.

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b) Herbicidas que inhiben la síntesis de giberelinas:
Las giberelinas son fitohormonas responsables del crecimiento de la planta, ya que dan lugar a que los entrenudos tengan una
determinada longitud. Si se inhibe la síntesis de giberelinas, la distancia entre nudos se acorta dando lugar al achaparramiento
de la planta y pérdida de funcionalidad, además lo pecíolos se acortan, y aumenta el aparato radicular. Todo esto provoca que
la planta pierda funcionalidad y muera. El clormequat (es una sal de amonio cuaternario) inhibe la síntesis de giberelinas.
c) Herbicidas capaces de inhibir la división celular:
Hay muchos tipos, pero los más importantes son los N-fenilcarbamatos y la hidrazida maleica.
Los N-fenilcarbamatos son moléculas cuya estructura básica deriva del ácido carbámico. Son usados en el suelo y tienen poca
movilidad, alteran la división celular ya que impiden que se produzca la organización correcta de las proteínas que forman
parte de los microtúbulos del huso acromático; esto origina células con núcleos gigantes sin funcionalidad. Estos herbicidas
afectan a células meristemáticas, impidiéndoles el engrosamiento, no hay diferenciación celular, la planta deja de crecer y
muere.
La hidrazida maleica es un isómero del uracilo, se incorpora al ARN de la célula vegetal en lugar del uracilo; como
consecuencia ese ARN carece de funcionalidad y la célula deja de crecer al dejarse de sintetizar proteínas. La planta muere.
Se usa como herbicida y como fitorregulador, ya que a determinada concentración hace que el crecimiento se ralentice, pero
sin que la planta muera. De ahí su uso en césped de campos de golf. La hidrazina maleica evita además la formación de tallos
secundarios y la germinación de yemas en bulbos.

4. HERBICIDAS CON OTROS MECANISMOS DE ACCIÓN


a) Herbicidas que provocan la disrupción de la membrana celular:
Son los llamados “aceites minerales herbicidas”. Son mezclas complejas de CH de cadena larga que provienen de la
destilación fraccionada del petróleo + fracción seca de la hulla. Se originan restos de cadena larga de aspecto aceitoso. Son
sustancias con lípidos muy solubles. Al aplicarlos sobre la planta originan que se disuelva la cutina ya que provocan su
deshidratación y al penetrar en las células disuelven los lípidos de las membranas celulares; como consecuencia la planta
muere. Se usan como herbicidas totales; también se usan como herbicidas selectivos en algunos cultivos cuando los cultivos
resisten a estos aceites y sólo se van a eliminar las malas hierbas. Fueron las primeras sustancias usadas como herbicidas.
b) Herbicidas que actúan sobre pigmentos.
c) Herbicidas con actividad hormonal.

Grupo HRAC Argentina (hrac-argentina.org)

El uso de herbicidas es el principal método de control de malezas y la aparición de malezas resistentes un problema en la agricultura
moderna. La preocupación se basa en que, en un caso extremo de resistencia, los agricultores podrían perder esta importante
herramienta de control.
Sin embargo, los problemas de resistencia se pueden manejar a través del uso integrado de un conjunto de herramientas disponibles y
económicamente viables. Este enfoque, denominado “manejo integrado”, se basa en el empleo de diferentes prácticas agronómicas y
herbicidas para prevenir el desarrollo de resistencia y puede aplicarse a todos los tipos de producción.
En particular, la adopción de cultivos genéticamente modificados tolerantes a herbicidas ha mostrado ser una herramienta eficiente y
simple para el control de las malezas. Con estas tecnologías, la agricultura se ha beneficiado a través de la reducción de los costos de
producción, mejores rendimientos y menor impacto ambiental.
Sin embargo, la aparición de resistencia, el cambio en las especies y el flujo génico a malezas emparentadas, son desafíos que
preocupan tanto a los agricultores como a los proveedores de tecnologías y semillas. Dado los beneficios asociados con el uso de los
cultivos tolerantes a herbicida, el manejo integrado de malezas resulta crucial y estratégico.
Con el fin de ayudar a la comprensión y difusión de los temas relacionados con el manejo de malezas resistentes en un esquema de
manejo integrado de malezas, las empresas socias de CASAFE han decidido conformar el grupo HRAC Argentina, el cual forma parte del
grupo HRAC Global.
Los objetivos de HRAC Argentina son:
 Promover el uso responsable de herbicidas, a través del MIM, el monitoreo constante de los lotes y la rotación de modos o
mecanismos de acción entre aplicaciones.
 Dar soporte y participar en programas de investigación, en conferencias y seminarios que ayuden a incrementar el
conocimiento sobre la resistencia a herbicidas.
 Promover un mejor entendimiento sobre las causas y las consecuencias por resistencia a herbicidas.
 Comunicar las estrategias de manejo de resistencias a herbicidas y apoyar su implementación a través de recomendaciones
técnicas.
 Buscar una activa colaboración con los investigadores públicos y privados, haciendo foco en las áreas de identificación del
problema, ideando e implementando estrategias de manejo.
 Facilitar la comunicación entre representantes de la industria, productores, técnicos asesores e investigadores.

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CLASIFICACIÓN DEL MODO DE ACCIÓN HERBICIDAS
Los códigos (letras y/o números) representan formas diferentes de modo de acción y/o sitio de acción de los productos.
Para controlar una población resistente a un herbicida, será necesario aplicar otro producto efectivo, de diferente número o letra de
grupo. Para los productos en los cuales esta clasificación no es aplicable (ej.: fertilizantes, coadyuvantes, fitorreguladores, inoculantes,
etc.), se especifica “No aplica”.

Grupos de herbicidas basados en el modo de acción y sitio de acción.


Listado basado en la Clasificación de Herbicidas realizada por el Herbicide Resistance Action Committee (HRAC) en cooperación con la
Weed Science Society of America WSSA), coexistiendo ambas clasificaciones; sin embargo, hay ingredientes activos con modos o sitios
de acción desconocidos con clasificaciones no coincidentes.

Grupo Modo de acción (MOA) / Grupo


Familia Química Materia Activa
HRAC Sitio de acción WSSA
Clodinafop-propargil, butil-cyhalofop, metil-diclofop,
Inhibidores de la acetil-CoA- Aryloxifenoxipropionatos etil-P-fenoxaprop, butil-P-fluazifop, metil-R-haloxifop,
A propaquizafop, etil-P-quizalofop 1
carboxilasa (ACCsa)
Cyclohexanodionas Cletodim, setoxidim, profoxidim
Clorsulfuron, iodosulfuron, mesosulfuron, metil-
metsulfuron, nicosulfuron, prosulfuron, triasulfuron,
Sulfonilureas
trifloxisulfuron, etil-clorimuron, metil-sulfometuron,
rimsulfuron, metil-halosulfuron.
Imazamox, imazaquin, imazapir. imazetapir,
Imidazolinonas
imazapic
Inhibición de la acetolactato-
B sintetasa (ALS) (o aceto- Flumetsulam, diclosulam, cloransulam metil, 2
Triazolpirimidinas
hidroxiácido-sintasa [AHAS]) penoxsulam, pyroxsulam.

Pirimidinil tiobenzoatos Bispyribac sódico.

Sulfonilaminocarbonil-
triazolinona Flucarbazone sódico.

Terbutilazina, terbutrina, metribuzin, atrazina,


Triazinas
ametrina, prometrina, simazina
Inhibidores de fotosíntesis a Triazinonas S/R
C1 nivel del sitio “A” del 5
Uracilos Bromacil
Fotosistema II
Piridazinona S/R
Fenil-carbamatos S/R
Inhibidores de fotosíntesis a Ureas Diuron, fluometuron (ver F3), linuron, tebutiuron
C2 nivel del sitio “B” del 7
Fotosistema II Anilida Propanil

Inhibidores de fotosíntesis a Bromoxinil (también grupo M), ioxinil (también grupo


Benzonitrilos
nivel del sitio “A” del M)
C3 6
Fotosistema II con distinto Benzotiadiazol Bentazon
comportamiento de unión Fenil-piridazina S/R
Desviadores del electrón del
D Bipiridilos Dibromuro de diquat, paraquat 22
Fotosistema I
Acifluorfen-Na, aclonifen, oxifluorfen, fomesafen,
Difeniléteres
lactofen
N-fenil-ftalimidas Flumioxazin, flumiclorac-pentil
Inhibidores de la
E protoporfirinogeno-oxidasa Tiadiazoles S/R 14
(PPO) Oxadiazol S/R
Triazolinona Carfentrazone etil, sulfentrazone
Fenilpirazol Piraflufen metil, piraflufen etil
Blanqueo: Inhibidores de la Nicotinanlida Diflufenican
biosíntesis de carotenoides en
F1 12
el paso de la Phytoene Otros Flurocloridona.
desaturasa (PDS)
Triketona S/R
Inhibición de la 4-hidroxi-fenil- Ixosazol Isoxaflutole
F2 piruvato-dioxigenasa (4- 28 y 27
HPPD) / Sitio desconocido Pirazol S/R
Ciclohexanona Mesotrione

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Blanqueo: Inhibidores de la Triazol S/R
biosíntesis de carotenoides Isoxazolidinona Clomazone
F3 (blanco desconocido) e 11 y 13
inhibición de todos los Urea Fluometuron
diterpenos
Inhibidores de la 5-
G enolpiruvilshikimato-3 fosfato Glicinas Glifosato. 9
(EPSP) sintetasa
Inhibidores de la glutamina
H Ácido fosfínico Glufosinato de amonio 10
sintetasa
Inhibición del paso de la
I dihidropteroato sintetasa Carbamato Asulam 18
(DHP)
Dinitroanilinas Pendimetalin, trifluralina, butralin
Inhibidores de ensamblaje de Fosforoamidatos S/R
K1 3
microtúbulos en la mitosis Piridazdina S/R
Ácido benzoico S/R
Inhibidores de la
K2 mitosis/Organización de Carbamatos S/R 23
microtúbulos
Cloroacetamidas Acetoclor, dimetenamida, alaclor, S-metolacloro
Carbamato S/R
Inhibición de VLCFAs (de la
K3 Acetamida S/R 15
división celular) / Desconocido
Benzamida Propizamida = pronamida
Acetanilida Metolacloro
Benzonitrilos S/R
Inhibición del sitio “A” de la
L Benzamida 20
síntesis de la pared celular Indaziflan
Alkylazinas
Disruptores de desacople de
M S/R 24
membrana

Inhibición de la síntesis de Tiocarbamatos S/R


N lípidos, no incluye la inhibición Benzofurano Tricloro 8, 26 y 16
de la ACCasa/ Desconocido Ácido alifático Acetato de sodio
Ácidos fenoxicarboxílicos 2,4-D, 2,4-DB, MCPA.
Ácido benzoico Dicamba
Auxinas sintéticas (acción Ácidos picolínico Fluroxipir, picloram, triclopyr
O 4
como ácido indolacético) Ácidos quinolincarboxílicos Quinclorac
Ácido carboxílico Aminopyralid
Ácido piridincarboxílico Clopyralid
Inhibición en el transporte de
P auxinas/Inhibición de la Ftalamato diflufenzopir S/R 19
acción del ácido indolacético
Modo y sitio de acción
R S/R S/D
desconocido
Modo y sitio de acción
S S/R S/D
desconocido
Ácido arilamino propionico S/R
Modo y sitio de acción 8 y 16 y 17
Z Organoarsenical MSMA
desconocido y 25 y 27
Tiodiazina Dazomet, metam.
Triquetona Topramezone
NC No clasificado Benzamida Saflufenacil NC
Ditocarbamato Metam sodio
S/R: Indica que no hay principios activos registrados en Argentina para el modo de acción.

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INSECTICIDAS Y ACARICIDAS

GENERALIDADES
Un insecticida es un producto fitosanitario utilizado para controlar insectos (Insecta, en latín, literalmente “cortado en medio”, basado en
la observación directa de la simetría bilateral de los mismos), generalmente por la inhibición de enzimas. El origen etimológico de la
palabra insecticida deriva del latín y significa literalmente matar insectos. Es un tipo de biocida. Los biocidas pueden ser sustancias
químicas sintéticas, naturales, de origen biológico o de origen físico que están destinados a destruir, contrarrestar, neutralizar, impedir la
acción o ejercer un control de otro tipo sobre cualquier organismo considerado nocivo para el hombre. Los insecticidas tienen importancia
para el control de plagas de insectos en la agricultura o para eliminar todos aquellos que afectan la salud humana y animal.
Los ácaros no son insectos y pueden ser inmunes a algunos insecticidas, se eliminan con productos específicos, los acaricidas, que son
también productos fitosanitarios que se utilizan para matar o eliminar, controlar, prevenir, repeler o atenuar la presencia o acción de los
ácaros en la agricultura u otros medios.
Durante el siglo XX se dio el desarrollo exponencial de la industria de la síntesis química cuando se comienzan a producir y diseñar
productos insecticidas de síntesis o sintéticos. Hacia fines de este siglo y comienzos del siglo XXI, a causa de la toxicidad inespecífica de
los insecticidas sintéticos comienza el desarrollo de productos menos tóxicos y más específicos.
Características ideales de un insecticida tipo, aunque rara vez se encuentran conjugadas en un solo producto, ellas son:
Gran especificidad. El producto sólo afecta al organismo blanco, sin afectar el resto de los seres vivos y el medio ambiente.
Baja toxicidad en humanos. El producto reviste un riesgo bajo tanto para sufrir intoxicaciones agudas como a exposiciones a
bajas dosis.
Baja dosis letal. El insecticida es efectivo con poca cantidad.
Bajo costo. El producto tiene que ser barato.

MECANISMOS DE ACCIÓN DE LOS INSECTICIDAS


Los insecticidas pueden hacer acción sobre uno o diferentes de los estados de desarrollo del insecto, y se pueden considerar ovicidas,
larvicidas y adulticidas, respectivamente, si eliminan los huevos, las larvas o los imagos o adultos.
La interacción entre el insecticida y el órgano blanco puede darse de diferentes maneras, ya sea por contacto directo del producto, o bien
a través de la alimentación. Lo más común es una forma combinada, más moderna y efectiva de actuación; en caso de plantas, es la
absorción del insecticida en el interior de la planta y a través de los vasos conductores causando así el daño cuando el insecto se
alimenta de esa planta contaminada.
Clasificación según el mecanismo de acción:
1) Insecticidas de ingestión a través de las plantas que han incorporado a su sistema vascular el producto insecticida.
2) Insecticidas de contacto, por acción del insecticida directamente sobre el organismo blanco.
3) Insecticidas combinados de ingestión y contacto, que es la acción sinérgica de los dos anteriores.
4) Insecticida sistémico, que hace contacto directo con el organismo blanco, pero no actúa en el sitio, sino que es traslocado dentro del
cuerpo del insecto, ejerciendo su acción de diversas maneras, interviniendo en alguno de sus metabolismos.
La acción del insecticida sobre el organismo blanco o target puede ser:
la muerte a corto o medio plazo;
el cese de la alimentación con posterior muerte;
impedimento de la metamorfosis del insecto, es decir, del paso de un estado juvenil a otros más adultos del insecto (huevo,
larva, pupa, adulto) que a más largo plazo implica la muerte.

MECANISMOS DE ACCIÓN EN EL METABOLISMO DE LOS INSECTOS


Aspectos generales. Alteración de los impulsos nerviosos. Alteración de la respiración. Alteración del crecimiento de los insectos y de su
organización estructural. Alteración del comportamiento de los insectos.

Aspectos generales
Se pueden establecer dos tipos de insecticidas:
1) los insecticidas convencionales,
2) los insecticidas biorracionales.

1. CONVENCIONALES
Se dividen en cuatro grupos según los procesos fisiológicos sobre los que actúan:
a) Los capaces de alterar la transmisión de impulsos nerviosos; este proceso es general en todos los animales. Al acelerarse la
transmisión del impulso nervioso, los músculos se tensan, se reduce el oxígeno, colapsando los músculos y derivando en un infarto
de miocardio; en cambio, si disminuyen la transmisión del impulso nervioso el organismo se detiene. A este grupo de insecticidas
pertenecen los convencionales organofosforados, carbamatos y piretroides. Antiguamente estaban incorporados también los
organoclorados, que actualmente están prohibidos en su mayoría.
b) Los que forman complejos con metaloenzimas.

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c) Los que bloquean la síntesis de quitina.
d) Los que son capaces de alterar la respiración del organismo, bloqueando enzimas o bien bloqueando la cadena de transporte
electrónico mitocondrial. Actualmente no se usan.

ORGANOCLORADOS
Son los primeros insecticidas de síntesis que se utilizaron en la historia. Son compuestos químicos orgánicos, es decir, cuya estructura
principal está formada por una cadena de átomos de carbono (C), y como grupos sustituyentes el átomo de cloro (Cl). Antiguamente se
utilizaban insecticidas naturales, el azufre, la nicotina, la rotenona (extraída de una planta llamada derris), o el piretro (extraído de las
cabezas florales de los crisantemos). El primer organoclorado que se sintetizó fue el DDT en 1939, actualmente prohibido por los daños
irreversibles causados por su efecto.
Hay cuatro principales familias de derivados organoclorados:
Los derivados del hexaclorociclopentadieno (Aldrin, Dieldrin, Endrin).
Los derivados del 2,2-difeniletano (DDT, Metoxiclor, Dicofol).
Los derivados del ciclohexano (Lindano).
Los de estructura química en forma de caja (Declorane, Clordecone).
En general los derivados organoclorados actúan por contacto, posterior absorción local y acción biocida. Estos insecticidas han sido
prohibidos por su acción tóxica, encontrándose en el mercado solamente algunos derivados cuyo desarrollo tecnológico ha logrado
morigerar los efectos nocivos y ser utilizados efectivamente siempre bajo una manipulación segura para el hombre.

ORGANOFOSFORADOS
Son compuestos químicos orgánicos derivados del ácido fosfórico, aunque un átomo de oxígeno del ácido fosfórico puede ser sustituido
por un átomo de azufre. Así se producen diferentes combinaciones que dan origen a una serie de grupos:
Ésteres fosfóricos, ortofosfatos (Diclorvós) y pirofosfatos (TEPP).
Fosfotionatos (Fenitrotión) y fosfotiolatos (Metasistox).
Ésteres ditiofosfóricos (Malatión).
Amidas del ácido ortofosfórico (Crutomato).
Fosfonatos (Triclorfón).

Los insecticidas organofosforados, por la acción del agua (hidrólisis) se destruyen, por lo que no son persistentes en el medio ambiente,
no dejando residuos evidentes ni de larga duración. Por este motivo los tiempos de carencia de los organofosforados suelen ser más
cortos que los de los organoclorados.
Son neurotóxicos que actúan inhibiendo la enzima colinesterasa. Existen diversos modos de acción, por contacto o sistémicos, siendo
absorbido por las plantas, traslocándose y actuando cuando el insecto ataca ingiriendo la planta.

CARBAMATOS
Luego de los organoclorados y los organofosforados la síntesis de insecticidas evolucionó hacia productos como los carbamatos, familia
de insecticidas orgánicos que contempla derivados carbámicos. Hay diferentes formas de este grupo, con diferentes funciones, como por
ejemplo los ditiocarbamatos que son fungicidas, los fenilcarbamatos que son herbicidas, y los metilcarbamatos que son insecticidas,
confiriendo diferente función a la sustancia (así los fenilcarbamatos son herbicidas, los ditiocarbamatos son fungicidas y los
metilcarbamatos insecticidas).
Dentro de los insecticidas carbámicos se encuentran dos grupos:
Dimetilcarbamatos (Dimetan).
N-metilcarbamatos (Carbaril).
El modo de acción de los insecticidas carbámicos es de neurotóxicos, pero con la diferencia que son menos tóxicos para animales y
seres humanos.
Dentro de este grupo encontramos insecticidas de acción sistémica, que debe ser aprovechada en dosis efectivas.

PIRETRINAS
Son insecticidas naturales, extraídas de una especie vegetal, el Chrysantemum cinaerifolium. Si bien son eficaces en algunas especies,
su uso en la agricultura ha disminuido ya que son fácilmente degradables por la luz solar (fotodegradación), perdiendo rápidamente
efectividad.
Este hecho ha derivado en la investigación y desarrollo de productos químicos de síntesis que no sean fotodegradables. Luego del
desarrollo de algunos compuestos como la aletrina, el tetrametrin, el fenotrin o el neopynamin, que superaban en eficacia a los naturales,
no se lograba todavía un resultado óptimo en cuanto a la fotodegradación, por lo que se aconsejaba aplicarlos en horarios de baja
intensidad lumínica. La investigación siguió avanzando hasta obtener los piretroides más estables a la luz y de una rápida utilización una
vez aplicados, lo que permite un mayor margen de eficiencia y eficacia.
Se pueden resumir en dos grupos:
Los piretroides que conservan el anillo ciclopropano característico de las piretrinas naturales (permetrina, cipermetrina,
deltametrina, fenpropatrin).

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Los piretroides que han perdido el anillo ciclopropano (fenvalerato, fluvalinato).
El modo de acción de los piretroides es la paralización que propina un efecto de volteo o knock-out del insecto, posteriormente
convulsiones y finalmente mueren. Es importante aclarar que puede ocurrir una detoxificación en organismos resistentes por lo que el
volteo no siempre es seguido de la muerte del insecto. Para ello se suelen utilizar sinergizantes (son sustancias auxiliares que actúan
asemejando a catalizadores) como el butóxido de piperonilo, que intensifican la acción del piretroide.
La gran ventaja de las piretrinas es su baja toxicidad en animales mamíferos y seres humanos y muy alta en insectos, a esto se le llama
alto grado de selectividad, pero pueden ser tóxicos en peces, por lo que una medida de manejo importantísima es la protección de
espejos de agua. También tienen un uso hormiguicida cuando se los combina con resina u otros excipientes de origen graso en
tratamiento de suelos, con acción duradera.

2. BIORRACIONALES
Estos insecticidas se caracterizan por tener una acción particular en cada insecto. Gran parte de estos insecticidas no son obtenidos por
síntesis química.
Son los insecticidas que interfieren en los procesos fisiológicos propios del insecto, como, por ejemplo:
mudas de larvas,
crecimiento,
apareamiento de insectos,
puesta de huevos,
alteran la reproducción, • la alimentación del insecto,
la detección olfativa.
Un ejemplo muy conocido es el de la abamectina (obtenida por fermentación de Streptomyces avermectilis), que tiene un uso adicional
como acaricida.
Otro grupo importante son los inhibidores de la formación de quitina o exoesqueleto del insecto, por lo que las larvas de los insectos no
pueden desarrollarse y mudar.
Otros productos evitan la eclosión de los huevos y si alguno llega a buen fin, las larvas recién emergidas sucumben al poco tiempo.
Dentro de este grupo se encuentran las benzoilureas, como el diflubenzurón, clorfluazurón, flufenozurón, hexaflumurón y otros. También
pueden considerarse como insecticidas biorracionales a las feromonas. La ecdisona y la hormona juvenil, que producen los insectos les
permiten regular su desarrollo de larva a pupa. Un producto similar a la hormona juvenil, como por ejemplo el metopropeno, hace que el
estado de larva aumente de tamaño, pero no pueda evolucionar a pupa, con lo que se ve interrumpida la metamorfosis y se impide que
el insecto llegue a ser adulto, que en algunos casos (no en todos) puede ser el estadio que provoque el mayor daño en los cultivos.
Existen otros productos que, sin ser hormonas, actúan de manera similar a las hormonas, como el fenoxicarb (que es en realidad un
carbamato).
Otra característica de algunos de estos productos es el efecto contrario a la hormona juvenil que es muy efectivo también para el control
de insectos, estimulando la muda y produciendo una metamorfosis rápida, con adultos muy jóvenes y pequeños, sexualmente inmaduros
que no dejan descendencia fértil, son por ejemplo los precocenos.
Las feromonas (hormonas) son mensajeros químicos que sintetizan los insectos y que inducen determinadas reacciones de tipo
biológicas. Un caso de este tipo son las feromonas sexuales, que emiten las hembras de los insectos para atraer a los machos. Se usan
para:
1. Cebos masivos (mass-trapping): se preparan cebos con feromonas en lugares no susceptibles de ser atacados por los insectos y al
diluir la plaga sus efectos son menores.
2. Confusión: produce desorientación de los machos por sentir atracción desde diversos puntos y dificulta el apareamiento.
3. Seguir la expansión de la plaga: poniendo trampas con la feromona y siguiendo la evolución de los desplazamientos y poblaciones.

Otro grupo de insecticidas biorracionales son los denominados insecticidas biológicos, también llamados plaguicidas microbianos. El más
conocido es el Bacillus thurigiensis, que ataca ciertas orugas, dípteros o coleópteros. El mecanismo de acción del bacilo es la producción
de una endotoxina que se desdobla en el intestino del insecto al ser ingerido, produciendo parálisis e impidiendo la alimentación.
Hay otros insecticidas biológicos que siguen en experimentación y que se están tratando genéticamente para poder alcanzar una mayor
escala en agricultura extensiva, pero restan años de investigación para conocer cuáles pueden ser sus efectos.
Todos estos insecticidas biológicos además se están tratando de modificar genéticamente mediante ingeniería genética para aplicarlos a
la agricultura extensiva y hacerlos más eficaces, aunque esto está discutiéndose acaloradamente dado que los efectos que pueden
ocasionar se desconocen.

Otros insecticidas
Existen otros productos insecticidas de uso limitado que pueden actuar por ingestión, bloqueando el aparato respiratorio.
Derivados arsenicales (arseniato de plomo, de calcio). Actualmente prohibidos en algunos países.
Compuestos de flúor (fluorsilicato de bario, fluoruro sódico).
Dinitrofenoles (DNOC).
Tiocianatos orgánicos (Thanite, Lethane).
Fumigantes (bromuro de metilo).

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Grupo IRAC Argentina (irac-argentina.org)

El grupo IRAC Argentina es un comité creado por la industria para apoyar el trabajo coordinado, de diferentes grupos, en el manejo de la
resistencia a insecticidas. En Argentina reúne a un grupo de empresas y cámaras del sector interesadas en esta problemática.
Su misión es la de promover la colaboración entre las plataformas de biotecnología y químicas, por un lado, y por el otro la de promover
el uso responsable y la rotación de modos de acción de los insecticidas con el fin de retrasar la aparición de resistencias y, de esa
manera, asegurar la sustentabilidad de las tecnologías para control de insectos.
Los objetivos del grupo IRAC Argentina son:
 Educación/Extensión/Comunicación. Generar información y fomentar la extensión hacia los productores y técnicos.
 Institucional. Relacionarse y colaborar con las entidades de investigación, extensión y gubernamentales.
 Investigación. Estudiar y desarrollar estrategias para el manejo de resistencia a Insecticidas.

CLASIFICACIÓN DEL MODO DE ACCIÓN INSECTICIDAS


Los códigos (letras y/o números) representan formas diferentes de modo de acción y/o sitio de acción de los productos.
Para controlar una población resistente a un producto será necesario aplicar otro producto efectivo, de diferente número o letra de grupo.
Para los productos en los cuales esta clasificación no es aplicable (ej.: fertilizantes, coadyuvantes, fitorreguladores, inoculantes, etc.) se
especifica “No aplica”.

Grupos de insecticidas/acaricidas basados en el modo de acción y sitio de acción


Listado basado en la Clasificación desarrollada por el Comité de Acción de Resistencia a Insecticidas Argentina (IRAC Argentina, por sus
siglas en inglés), basado en las mejores evidencias del modo de acción de los insecticidas.

Grupo Modo de acción (MOA)/Sitio de


Familia Química Materia Activa
IRAC acción
Benfuracarb, carbaryl, carbofuran clorhidrato,
1A Carbamatos carbosulfan, formetanato, metiocarb, metomil,
pirimicarb, thiodicarb.
Inhibidores de la
acetilcolinesterasa/Acción nerviosa Acefato, clorpirifos, clorpirifos metil, DDVP o
diclorvos, dimetoato, fenamifos, fenitrotion,
1B Organofosforados
fosmet, fostiazate malation, metamidofos,
metidation, pirimifos metil, profenofos.
Antagonistas del canal de cloruros
Fenilpirazoles
2 (GAB)/Interfiere con los receptores Fipronil, ethiprole.
(Fiproles).
de GABA de las neuronas
Alfa-cipermetrína, alfametrina, azadiractina,
betacipermetrina, bifentrin, beta-ciflutrin,
Moduladores del canal de cipermetrína, deltametrína, esfenvalerato,
3 sodio/Interfiere sobre el sistema Piretroides, piretrinas fenpropatrina, gammacialotrina,
nervioso central y periférico lambdacialotrina, permetrina, teflutrína,
zetametrina.
Piretrinas.
Agonistas, antagonistas de los Acetamiprid, clotianidina, imidacloprid,
4A Neonicotinoides
receptores de la tiacloprid, tiametoxam.
acetilcolina/Interrumpe la transmisión
4C nerviosa Sulfoximinas Sulfoxaflor
Moduladores de receptores de la
5 Spinosines Spinosad, spinetoram
acetilcolina/Acción nerviosa
Activadores del canal de
Abamectinas
6 cloruros/Interfiere sobre receptores Abamectina, benzoato de emamectina.
milbemectinas
nerviosos de GABA
7B Análogos de hormona juvenil Fenoxicarb. S/R
(reguladores de crecimiento) / Evita
7C la muda del insecto Juvenoide. S/R
8B Cloropicrina. Cloropicrina.
8C Fluoruro de sulfurilo. S/R
Inhibidores no específicos (multisitio)
Generadores de
8F Dazomet, metam.
isotiocianato de metilo
9B Inhibidores alimentarios selectivo en Piridina S/R
homópteros/Sitio de acción
9C desconocido o no específico Nicotinamida Flonicamid
10 A Inhibidores de crecimiento en Clofentezín, hexitiazox Hexitiazox.

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ácaros/Sitio de acción desconocido o
10 B Etoxazol. S/R
no específico
Bacillus thuringiensis o
Disruptores microbianos de las Bacillus thuringiensis subsp. kurstaki, Bacillus
Bacillus sphaericus
membranas del intestino thuringiensis subsp. aizawai, Bacillus
11 y las proteínas
medio/Parálisis del intestino y cese thuringiensis subsp. tenebrionis, Bacillus
insecticidas que
de alimentación subtilis
producen
Inhibidores de la síntesis mitocondrial
12 C del ATP (adenosintrifosfato) / Propinilsulfito Propargite
Energiza el metabolismo
Desacoplador de la fosforilación
oxidativa vía disruptor de la gradiente
13 Pirazol Clorfenapir, sulfluramida.
de protones de H/ Energiza el
metabolismo
Inhibidores del canal de los
14 receptores de la acetilcolina/Acción Tiocarbamato Cartap
nerviosa
Inhibidores de la biosíntesis de Bistriflurón, clorfluazuron, diflubenzurón,
15 quitina-tipo 0 / Regulador de Benzoilureas. flufenoxurón, lufenurón, novalurón,
crecimiento teflubenzurón, triflumurón.
Inhibidores de la biosíntesis de
16 quitina-tipo 1/Regulador de Buprofezín. Buprofezín.
crecimiento en homópteros
Inhibidores de la biosíntesis de
17 quitina-tipo 2/Interruptor de muda en Ciromazina. S/R
dípteros
Agonistas, disruptor de la
18 Diacilhidracinas. Metoxifenocide,
ecdisona/Regulador de crecimiento
Agonistas, antagonistas del receptor
19 Amitraz Amitraz
de octopamine / Acción nerviosa
20 B Inhibidores del transporte de Acequinocyl Acequinocyl
electrones del complejo mitocondrial
20 D III/Energiza el metabolismo Bifenazate Bifenazate
Inhibidores del transporte de
Acaricidas e
21 A electrones del complejo mitocondrial Fenazaquín, fenpiroximato, piridaben.
insecticidas METI.
I/Energiza el metabolismo
22 A Inhibidores del canal de sodio Oxidazinas Indoxacarb.
22 B voltajedependiente/Acción nerviosa Semicarbazonas Metaflumizone
Inhibidores de la acetil-CoA- Derivados de los
23 carboxilasa/Síntesis de lípidos, ácidos tetrónico y Spirodiclofén, spirotetramat.
regulador de crecimiento tetrámico.
Inhibidores del transporte de
24 electrones del complejo mitocondrial Fosfinas. Fosfuro de aluminio
IV/Energiza el metabolismo
Inhibidores del transporte de
25 electrones del complejo mitocondrial - S/R
II/Energiza el metabolismo
Moduladores de los receptores
Clorantraniliprole, cyantraniliprole,
28 ryanodine/Acción nerviosa y Diamidas.
flubendiamide.
muscular
Moduladores de los órganos
29 cordotonales - sin punto de acción Flonicamid Flonicamid
definido
Azadiractín Azadiractina
Bifenazato Bifenazate
Compuestos de Modo de Acción Orgánico Aceite de soja refinado, Aceite de Creosota
UN
desconocido o incierto Azufre Azufre
Polisulfuro de calcio Polisulfuro de calcio
Sulfonamida Sulfluramida
NC No clasificado

S/R: Indica que no hay principios activos registrados en Argentina para el modo de acción.

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FUNGICIDAS

GENERALIDADES
Los fungicidas son productos fitosanitarios que actúan sobre hongos patógenos, organismos parásitos, capaces de producir
enfermedades criptogámicas. Los hongos son microorganismos eucariotas, que se caracterizan por tener pared celular y material
hereditario (núcleo), que son incapaces de fotosintetizar; se reproducen por vía sexual o asexual y en los dos casos van a proliferar en
esporas. Las esporas son entonces células reproductivas que generalmente se desarrollan luego de una etapa de hibernación o latencia
que puede durar mucho tiempo, y por lo cual están preparadas para resistir condiciones climáticas muy adversas, de temperatura y
humedad, y suelen ser transportadas por diferentes vectores a grandes distancias desde donde se originaron. Esto hace que su control y
erradicación sean dificultosos.
Los hongos que subsisten a expensas de organismos vegetales pueden reducir considerablemente los rendimientos agrícolas. En cuanto
al tipo de aplicación que se puede realizar con los fungicidas encontramos:
Tratamiento de suelo: para el control de hongos que parasitan órganos subterráneos y/o semillas en germinación.
Tratamiento de semillas: es un tratamiento preventivo que se realiza a la semilla previo a la siembra para controlar los
hongos presentes en el suelo.
Tratamiento a las plantas: para controlar enfermedades provocadas por hongos que afecten a tallos, hojas, flores y frutos.
En este caso se distinguen dos tipos de fungicidas:
De contacto: actúan en el lugar donde hacen contacto con la planta, y no son capaces de penetrar en el interior del vegetal.
Estos controlan hongos epifitos, es decir, de desarrollo externo, como por ejemplo el Oidium. Se reconocen fácilmente por el
micelio, masa algodonosa externa.
Sistémicos: atraviesan la cutícula y traslocan vía floema hacia otros puntos distantes de la planta. Estos controlan hongos
endofitos, o de crecimiento interno. Si bien pueden producir un micelio, el desarrollo de la enfermedad se da hacia el interior de
la planta, provocando síntomas de clorosis, manchas, moteados, etc., que en muchos casos pueden hasta asimilarse o
confundirse con una deficiencia nutricional.
Las enfermedades causadas por los hongos aparecen siempre de la misma manera, se deposita una espora en la superficie del vegetal
o planta, la cual, bajo condiciones propicias de temperatura y humedad, dará lugar a la germinación y posterior desarrollo del micelio ya
sea en superficie o hacia el interior de la planta.
Los tratamientos fungicidas pueden ser de dos tipos:
Preventivos: previenen la germinación de las esporas y posterior infección. Se utilizan fungicidas de contacto.
Curativos: cuando se debe controlar un micelio ya formado. Se utilizan fungicidas de contacto para epifitos y sistémicos para
endofitos.
La incidencia de un ataque de hongos puede variar drásticamente de un año a otro ya que dependerá de las condiciones del ambiente
en cada estación. Generalmente las infecciones se dan en primavera y otoño para cultivos extensivos o a cielo abierto, mientras que en
cultivos protegidos o de invernadero pueden ocurrir en todas las estaciones. La gran variedad de hongos existente hace que el fungicida
sea un producto fitosanitario muy utilizado y además porque también los hongos van generando resistencia a un fungicida cuanto más
concreto sea el punto de acción.
Mecanismos de acción de los fungicidas
Los fungicidas actúan sobre las funciones vitales de los hongos, y se los puede clasificar de la siguiente manera:
1. Fungicidas que actúan como tóxicos generales
A este grupo pertenecen, por ejemplo:
El azufre elemental, que se aplica como polvo o azufre coloidal, y previene enfermedades de hongos epifitos, sublimándose
como gas y sustituyendo el oxígeno del citoplasma de las esporas provocando su muerte. Se utilizan mucho en fruticultura, en
grandes dosis y como parte del azufre cae al suelo puede ser aprovechado como fertilizante.
Las ftalamidas son derivados del ácido ftálico. Muy utilizados por su eficacia y baja toxicidad para animales. Actúan como
tóxicos generales ya que reaccionan con grupos -tiol desnaturalizando proteínas y provocando la muerte del hongo.
Los fungicidas a base de cobre están desarrollados a partir del sulfato de cobre (CuSO4) que neutralizado con otras
sustancias forman un caldo viscoso que se adhiere a la superficie de las plantas, hojas y frutos. Se utiliza para hongos
endofitos. El ion cúprico (Cu2+) penetra en la espora alterando el metabolismo, sustituyendo metales de metaloenzimas,
inactivándolas. Actualmente se utiliza el caldo bordelés en dosis que no afectan a las plantas.
Los dialquilditiocarbamatos son moléculas que pueden inhibir el sistema enzimático piruvato-descarboxilasa, esencial en la
respiración. Además, se degradan con facilidad y tienen toxicidad muy baja.
Los más usados son los dimetilditiocarbamatos que con presencia de cobre en el medio, lo acomplejan permitiendo la
penetración en el hongo.
Los etilen-bis-ditiocarbamatos son derivados del ácido etilen-bis-ditiocarbámico. Se formulan como: sal sódica (Nabam),
complejo con manganeso (Maneb), complejo con zinc (Zineb), o mezclas de complejos zinc y manganeso (Mancozeb).
También actúan desnaturalizando proteínas del hongo y generando su muerte.
Los monometilditiocarbamatos derivan del ácido monometilditiocarbámico, que también desnaturaliza proteínas
reaccionando con los grupos -tirol de estas. Es utilizado como sal sódica (Metam sodio), en tratamientos de suelo por su gran
volatilidad.

2. Fungicidas que actúan sobre la respiración


Actúan a nivel de la cadena de transporte electrónico mitocondrial. Entre ellos existen:

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Las carboxamidas, las estrobilurinas que tienen la particularidad de actuar sobre hongos externos (oidios) e internos
(mildius). Son muy importantes en hortifruticultura y pueden sustituir tratamientos de azufre y cobre.
Los dinitrofenoles que desacoplan la fosforilación oxidativa, pueden también ser usados como herbicidas.

3. Fungicidas que actúan sobre división celular, la síntesis de ácidos nucleicos y la biosíntesis de proteínas
Los imidazoles alteran la biosíntesis de tubulina impidiendo la división celular.
Los fenilcarbamatos actúan de igual manera, aunque se utilizan más los bencimidazoles, en mayores dosis para evitar
resistencia y debido a que tienen una mayor selectividad.

4. Fungicidas que actúan sobre la integridad de la pared celular


Estos productos alteran la biosíntesis de esteroles, impidiendo que los hongos crezcan, por alteración de la permeabilidad de
la membrana. Suelen actuar en las últimas etapas y son muy selectivos.
Los más importantes son los triazoles, compuestos por un heterociclo con 5 eslabones y 3 átomos de nitrógeno, uno de los
cuales se une a un carbono. Todo esto forma el grupo reactivo, el resto de la molécula sólo influye en la solubilidad del agua.
A este grupo también pertenecen los imidazoles, las pirimidinas complejas, las piperazinas, las morfolinas y las
guanidinas que tienen carácter surfactante, que son moléculas que se pueden repartir en una interfase agua-lípido y
consiguen generar una emulsión alterando la integridad de la membrana afectando su selectividad.

5. Fungicidas sin un mecanismo de acción definido


Las dicarboximidas tienen mucha importancia en fruticultura, dado que controlan el crecimiento de un hongo endofito, el
Botritis cinera; la molécula está formada por un anillo bencénico enlazado a un heterociclo de 5 eslabones con 1 o 2
heteroátomos.

Grupo FRAC Argentina (frac-argentina.org)

El grupo FRAC Argentina es un comité creado por la industria para apoyar el trabajo coordinado, de diferentes grupos, en el manejo de la
resistencia a Fungicidas. En Argentina reúne a un grupo de empresas que producen, desarrollan, investigan productos fitosanitarios
interesadas en esta problemática.
Su misión es la de promover el uso responsable de fungicidas para evitar la aparición de resistencia a estos productos y proporcionar
herramientas de manejo de resistencia con el fin de asegurar la sustentabilidad de las tecnologías para el control de enfermedades
fúngicas que afectan los cultivos.
Los objetivos del grupo FRAC Argentina son:
 Estimular el enlace abierto y la colaboración con universidades, agencias gubernamentales, asesores, extensionistas,
distribuidores y productores.
 Comunicar directrices y proporcionar asesoramiento sobre el uso responsable de fungicidas para reducir el riesgo de desarrollo
de la resistencia y para manejarlo en caso de que ocurra.
 Capacitar sobre el uso responsable de fungicidas, no solo para evitar la aparición de resistencias, sino que para el cuidado de
las personas y el ambiente.
 Identificar los problemas de resistencia existentes y potenciales.
 Reunir información y distribuirla a los involucrados en la investigación, distribución, registro y uso de fungicidas.
 Coordinar esfuerzos de la industria para extender la vida útil de los fungicidas frente a la resistencia, a través de definiciones y
recomendaciones de estrategias técnicas apropiadas.
 Recomendar procedimientos para el uso de fungicidas en estudios de resistencia.

CLASIFICACIÓN DEL MODO DE ACCIÓN FUNGICIDAS


Los códigos (letras y/o números) representan formas diferentes de modo de acción y/o sitio de acción de los productos.
Para controlar una población resistente a un producto será necesario aplicar otro producto efectivo, de diferente número o letra de grupo.
Para los productos en los cuales esta clasificación no es aplicable (ej.: fertilizantes, coadyuvantes, fitorreguladores, inoculantes, etc.) se
especifica “No aplica”.

Grupos de fungicidas/bactericidas basados en el modo de acción y sitio de acción

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Listado basado en la lista de fungicidas compilada por el Comité de Acción de Resistencia a Fungicidas Argentina (FRAC Argentina, por
sus siglas en inglés).

Grupo FRAC Modo de acción (MOA)/Sitio de acción Familia Química Materia Activa
Mitosis y división celular/Inhibición de la formación de Bencimidazoles Carbendazim, tiabendazol, benomil.
1
beta-tubulina Tiofanatos Metil-tiofanato
Transducción de señales/Afecta la división celular, la Iprodione, procimidone.
2 Dicarboximidas
síntesis del ADN, ARN y el metabolismo
Imidazoles Imazalil, procloraz.
Piperazinas Triforine
Piridinas S/R
Pirimidinas S/R
Biosíntesis de esteroles en las membranas/Inhibición Ciproconazole, difenoconazole, epoxiconazole,
3
de la demetilación (DMI) fenbuconazole, flutriafol, myclobutanil,
penconazole, propiconazole, tebuconazole,
Triazoles
tetraconazole, triadimefon, triadimenol,
triticonazole, metconazole, ipconazole,
prothioconazole.
Acilalaninas benalaxil, metalaxil, metalaxil-m.
Síntesis de ácidos nucleicos/Fenilaminas: afectan la
4 Oxazolidinonas S/R
síntesis del ARN
Butyrolactonas S/R
Morfolinas S/R
Biosíntesis de esteroles en las membranas/Inhibición
5 Piperidinas S/R
de una isomerasa
Espiroquetalaminas S/R
Síntesis de lípidos y membrana/Inhibición de la quitina Fosforotiolatos S/R
6
y fosfolípidos Ditiolanes S/R
Respiración/Inhibición al transporte en cadena de la
7 Carboxamidas Boscalid, carboxin, sedaxane, fluxapyroxad.
mitocondria
Síntesis de ácidos nucleicos/Afectan a la adenosin- Hidroxi-pirimidinas
8
deaminasa Tricoloronitrometanos Cloropicrina.
Inhibidores de la síntesis de aminoácidos y
9 Anilino-pirimidinas Cyprodinil, pyrimethanil.
proteínas/Afecta la metionina
Mitosis y división celular/Interferencia de la división
10 N-fenil carbamatos S/R
celular/Ensamblaje de la B tubulina
Metoxiacrylatos Azoxistrobina, picoxistrobin.
Dihidro-dioxazina Fluoxastrobin.
Respiración/Resistencia y acción tipo estrobirulina
11 Metoxicarbamatos Pyraclostrobin.
(ATAR): Inhibición a nivel mitocondrial
Oximino acetatos Kresoxim-metil, trifloxistrobin.
Oximino acetamidas Metominostrobin.
Transducción de señales/Afecta la división celular, la
12 fenilpiroles Fludioxonil.
síntesis del ADN, ARN y el metabolismo
13 Transducción de señales/Mecanismo desconocido Quinolinas Quinoxyfen.
Hidrocarburos
S/R
Síntesis de lípidos y membrana/Peroxidación de aromáticos
14
lípidos (propuesto) Clorofenilo Tolclofos metil.
1,2,4- Tiadizoles S/R
15 Ácidos cinámicos S/R
Isobenzofuranona S/R
Síntesis de la melanina en la pared celular/Inhibidores
16.1 Pirroloquinolinona S/R
por vía de la reductasa
Triazolobenzo, tiazol S/R
Ciclopropanocarbo
Síntesis de la melanina en la pared celular/Inhibidores S/R
16.2 xamida
por vía de la dehidratasa
Propionamida S/R
Biosíntesis de esteroles en las membranas/Inhibición Hidroxianilidas Fenhexamid.
17
metilación reductasa Amino-pirazolinonas S/R
Biosíntesis de esteroles en las membranas/Inhibición Tiocarbamatos S/R
18
de la squalene-epoxidasa Alilaminas S/R
Peptidil pirimidina
19 Síntesis de glucano/Inhibición de síntesis de quitina S/R
nucleosido
20 Mitosis y división celular/División celular (propuesto) Fenilureas S/R
21 Respiración/Inhibición de la quinona interior Cianoimidazole Cyazofamid.
Mitosis y división celular/Inhibición de la formación de
22 Benzamidas S/R
beta-tubulina
Inhibidores de la síntesis de aminoácidos y
23 S/R
proteínas/Síntesis de proteína
Inhibidores de la síntesis de aminoácidos y
24 Antibiótico Kasugamicina.
proteínas/Síntesis de proteína
Inhibidores de la síntesis de aminoácidos y
25 S/R
proteínas/Síntesis de proteína
Síntesis de glucano/Inhibición de biosíntesis de
26 S/R
trehalasa e inositol
Síntesis de lípidos y membrana/Permeabiliza la
28 Carbamatos Propamocarb.
membrana celular y ácidos grasos (propuesto)
Dinitrofenil
Meptyldinocap.
crotonatos
Respiración/Desacopladores de la fosforilación
29 2,6 dinitroanilinas Fluazinam.
oxidativa
Pirimidinona
S/R
hidrazonas

- 61 -
Respiración/Inhibidores de la fosforilación oxidativa y Compuestos tin tri
30 S/R
ATP (adenosintrifosfato) síntesis fenil
Síntesis de ácidos nucleicos/Afectan a topoisomerasa
31 Acidos carboxílicos S/R
tipo II del ADN (gyrase)
Síntesis de ácidos nucleicos/Afectan a síntesis del Isoxazoles S/R
32
ADN/ARN (propuesto) Isotiazolonas S/R
Etil-fosfonatos Fosetil aluminio.
33 No conocido
Benzofenona Metrafenone.
Tiofeno
38 Respiración/Afecta la producción de ATP S/R
Carboxamidas
Respiración/Afecta al complejo I NADH
39 Pirimidinaminas S/R
oxidorreductasa
Síntesis de lípidos y membrana/Afecta la biosíntesis Ácido cinámico. Dimetomorf.
40 de fosfolípidos y la deposición en la pared celular
(propuesto) Mandelamidas Mandipropamid.
Inhibidores de la síntesis de aminoácidos y
41 S/R
proteínas/Síntesis de proteína
Mitosis y división celular/Deslocalización de proteínas
43 benzamidas S/R
como la espectrina
Síntesis de lípidos y membrana/Alteradores
44 microbianos de las membranas celulares de los Bacillus sp. Bacillus subtilis
patógenos
Respiración/Inhibidor de la quinona por la ubiquinona
45 S/R
reductasa
piperidinyl-thiazol-
Transporte o síntesis de lípidos / alteración en función
49 isoxazolinas Oxathiapiprolin.
o integridad de las membranas
Benzo-tiadiazol
P1 S/R
BTH
Benzo-tiadiazol
P2 S/R
Inductores de defensa en la planta huésped/Ruta del BTH
àcido salicilico Thiadiazole-
P3 S/R
carboxamida
P4 polisacàridos S/R
P5 Extracto vegetal S/R
U5, U6, U8, Modo de acción (MOA) desconocido/Sitio de acción
Tiazolocarboxamida Ethaboxam.
U12 desconocido
Oxicloruro de cobre, sulfato de cobre, sulfato de
M1-Inorgánico cobre pentahidratado, hidróxido de cobre. Óxido
cuproso
M2-Ditiocarbamato Mancozeb, metam sodio
M1, M2, M3, M2-Inorgánico Azufre
M4, M5, M6, Actividad multisitio de contacto
M3-Ditiocarbamato Propineb, zineb, ferbam
M7, M8, M9
M3-
Tiram, ziram
Dimetilditiocarbamato
M4-Ftalimida Folpet, captan
M5-Cloronitrilo Clorotalonil

Derivado del petróleo Aceite mineral

Ditiocarbamato Metam sodio

NC No clasificado
Sulfato neutro de oxiquinoleina, orto fenil fenato
de sodio, tribromofenato de sodio, tribromofenol,
sales c.c.a. (cromocuproarsenicales), TCMTB,
sulfato tetracuprico tricálcico, sulfato de cobre
Otros pentahidratado, sulfato de gentamicina, 6-
benciladenina, metam potasio, sulfato tetramino
cúprico, sulfato tribásico de cobre, metam
amonio, oxinato de cobre, arseniato de cobre
cromatado.
S/R: Indica que no hay principios activos registrados en Argentina para el modo de acción.

INOCULANTES

GENERALIDADES
Los inoculantes son productos que contienen bacterias fijadoras del nitrógeno (N2) de la atmósfera con una gran efectividad a través de
una asociación simbiótica con especies leguminosas, principalmente, especies como maíz, trigo, tabaco, arroz, pasturas en forma de
compuestos fácilmente asimilables (NH4). Esto es inocular con bacterias, ya sea en forma directa sobre el suelo o aplicadas sobre la
semilla antes de la siembra, y el proceso de transformación enzimática se denomina fijación biológica de nitrógeno (FBN) y es uno de los
componentes críticos para la producción con altos rendimientos ya que además del agua, el nitrógeno suele ser una limitante en la
producción.

- 62 -
Dentro de los géneros más conocidos de bacterias fijadoras de nitrógeno, o promotores biológicos del crecimiento vegetal, se encuentran
los Rhizobium, Bradyrhizobium, Mesorhizobium, Sinorhizobium, Mycorhizae, Cianobacterias, Pseudomonas, Azospirillium, etc., que
pueden ejercer su acción mediante un modelo simbiótico o no simbiótico con la especie vegetal.
En las especies leguminosas, como soja, maní, alfalfa, poroto, etc., por sus características, se puede aprovechar este modelo de
simbiosis con bacterias para evitar la fertilización química, aprovechar su rendimiento y eficacia, bajo costo, y tiene las ventajas
adicionales de no contaminar el ambiente. No obstante, para obtener el mayor beneficio, hay que conocer el correcto manejo de los
inoculantes ya que la efectividad dependerá en mayor medida que la supervivencia de las bacterias adquiridas en el producto comercial.
El nitrógeno (N2), transformado en NH4 en los nódulos, pasará a las células no infectadas donde se transformará fundamentalmente en
ureidos, y estos hacia los tejidos. Tanto el nitrógeno del suelo como la FBN se complementan para determinar los rendimientos máximos,
y este complemento dependerá en gran medida del nitrógeno del suelo, ya que condicionará la fijación en cuanto la cantidad de nódulos
que se formen, y la actividad enzimática de los mismos. Esta relación de fijación será mayor cuanto más deficitarios estén los suelos en
dicho elemento mineral, lo cual está relacionado con el contenido de materia orgánica.
La capacidad de la planta para alimentar las bacterias también será un condicionante de la fijación, y su capacidad para retirar
permanentemente el nitrógeno de los nódulos evitando acumulación en los nódulos y su inhibición. Por lo general, cada especie
leguminosa es específica en cuanto a la cepa de bacterias con las que simbiotiza.

Tipos de inoculantes en base al soporte


Polvos formulados en base turba: es el más conocido, la turba puede o no estar estéril. El inoculante molido se mezcla y adhiere
a la semilla.
Formulaciones sólidas: en base a dolomita o vermiculita.
Granulado: formulados en base a turba aglomerada en gránulos. Permite aplicar el inoculante dentro del surco de siembra junto
con las semillas.
Líquidos: en base oleosa (suelen tener fungicidas en la formulación) o acuosa. Esta última es la tecnología más avanzada. Se
mezclan con la semilla o se aplican en el surco junto con ella y se logra una adherencia mucho mayor que otras formulaciones
sólidas.

Un buen inoculante debe:


Estar, en la medida de lo posible, libre de contaminantes, para evitar relaciones competitivas de supervivencia por sitio y sustrato en
el recipiente que lo contiene.
Aportar aproximadamente 106 bacterias vivas por cada semilla en el momento de la inoculación para que a pesar de la alta tasa de
muerte que generalmente ocurre durante las primeras horas después de inoculada la semilla, sobreviva una cantidad de bacterias
suficiente como para colonizar las raíces.
Proteger de la desecación a través del soporte ya que esta es la principal causa de muerte del inóculo. La turba es el soporte ideal
por su higroscopicidad y gran superficie específica. El inconveniente de la turba es su dificultad para ser esterilizada. En este
sentido, los inoculantes líquidos acuosos son perfectamente estériles y se conservan hasta un año en el envase a temperaturas
próximas a los 4ºC, pero son más susceptibles a desecación luego de aplicados (véase la etiqueta del producto).
Según la resolución 310/94 del SENASA los inoculantes deben contener no menos de 1.000 millones (109) de rizobios por g o ml de
producto a la fecha de elaboración y no menos de 100 millones (108) por g o ml a la fecha de vencimiento.
Asimismo, existen, además del género Rhizobium (el más ampliamente conocido), otras bacterias utilizadas como inoculantes. Es por
ejemplo el caso del género Azospirillium, que constituye el inoculante más comúnmente utilizado en trigo y maíz. Estos son organismos
fijadores de N de vida libre, que habitan la rizósfera del suelo, estimulan el crecimiento de raíces, aumentan su longitud, densidad y
velocidad de crecimiento. Promueven también la producción de auxinas, lo cual incrementa la tasa de crecimiento aéreo y radicular. Los
efectos de la inoculación con Azospirillium sobre las plantas se producen en los estadios iniciales de crecimiento, las primeras semanas
después de la colonización radicular. Esto puede traducirse en un incremento en los rendimientos desde un 13 a un 33% basado en
experiencias realizadas en la Argentina.
En los últimos años se ha desarrollado también la inoculación con Pseudomonas en el cultivo de trigo. Este es un género integrado por
un grupo muy diverso de bacterias, dentro de las cuales se encuentran especies de vida libre en el suelo que segregan fosfatasas. Estas
bacterias, incorporadas junto a la semilla en forma de inoculantes, favorecen la solubilización del fósforo (P) del suelo y del fertilizante,
con lo que se incrementa la fracción disponible para las plantas. La utilización de Pseudomonas en trigo ha mostrado incrementos de
rendimiento sobre todo en suelos con muy baja disponibilidad de fósforo (P). En estas condiciones, microorganismos que favorezcan la
solubilización y absorción favorecerán la competencia del cultivo con el suelo por dicho nutriente. Una combinación de fertilizante
químico con fertilizante biológico ha mostrado buenos resultados en trigo, siempre tomados como complementos y no como sustitutos,
ya que prescindir del fertilizante químico conduciría inevitablemente a bajos rendimientos.

Inoculadoras
La inoculación debe realizarse mediante máquinas inoculadoras para lograr una dosificación homogénea y un correcto mezclado sin
dañar las semillas. El proceso de inoculación debe realizarse a la sombra y a temperaturas moderadas, no superiores a 25ºC. No es
recomendable mezclar inoculantes con agua corriente con cloro o con alto contenido de arsénico.

Compatibilidad con agroquímicos


Para evitar fallas se recomienda al elegir el fungicida e insecticida seguir las instrucciones del marbete y que transcurran no más de 6
horas desde la aplicación conjunta de inoculante y fungicidas a la siembra.

Almacenamiento y transporte
Deben mantenerse estables la temperatura y humedad.

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Evitar la exposición al sol y el contacto con productos químicos que puedan dañarlo.

A pesar de la gran cantidad de experiencias demostrativas de las ventajas de la inoculación de cultivos y el creciente mercado actual de
inoculantes es necesario realizar mucha investigación sobre aspectos tales como la selección de especies, cepas y formulaciones que
aumenten la estabilidad del inoculante y la supervivencia de los microorganismos introducidos, así como también el aporte de
microelementos y moléculas orgánicas que acentúen el efecto promotor del crecimiento que los caracteriza, para obtener mayores
resultados que los obtenidos hasta el momento.

FERTILIZANTES

1. FERTILIZANTE
Se considera fertilizante a todo producto que incorporado al suelo o aplicado a los vegetales o sus partes, suministre en forma directa o
indirecta sustancias requeridas por aquellos para su nutrición, estimular su crecimiento, aumentar su productividad o mejorar la calidad
de la producción. Estos productos podrán ser de naturaleza inorgánica, orgánica o biológica.
Los de naturaleza inorgánica u orgánica deberán contener principalmente elementos:
1. Nutrientes primarios: nitrógeno, fósforo, potasio.
2. Nutrientes secundarios: calcio, magnesio, azufre.
3. Menores o micronutrientes: boro, zinc, cobre, hierro, molibdeno, manganeso, cloro, etc.

Aquellos fertilizantes que no poseen componentes orgánicos ni biológicos se los denomina vulgarmente como químicos, si bien las
sustancias orgánicas, por ejemplo, como todas aquellas cuyos componentes pueden identificarse, son sustancias químicas, pudiendo
dividirse en sustancias químicas naturales o sustancias químicas de síntesis (elaboradas por el hombre).
Los de naturaleza biológica deberán contener organismos viables que suministren directa o indirectamente nutrientes a la planta o
ejerzan una acción beneficiosa para el desarrollo de los vegetales.
Se considerarán los siguientes tipos de fertilizantes:
a) Simples: son aquellos constituidos por una sola sustancia, aunque ésta posea uno o más elementos nutrientes.
b) Compuestos: se considera a la mezcla de dos (2) o más fertilizantes simples.
c) Biológicos simbióticos: son aquellos que contienen organismos viables que deben asociarse en forma íntima con otros
organismos vivos para ejercer su acción.
d) Biológicos asimbióticos: son los que contienen organismos viables que ejercen su acción sin asociarse a otro organismo vivo.
e) Biológicos mixtos: contienen fertilizantes biológicos, simbióticos y asimbióticos.
f) Foliares: productos que contengan sustancias fertilizantes solubles en agua, susceptibles de ser asimiladas por la parte aérea de
los vegetales.

2. ENMIENDA
Se considera enmienda a toda sustancia o mezcla de sustancias de carácter inorgánico, orgánico o biológico que incorporada al suelo
modifique favorablemente sus caracteres físicos, fisicoquímicos, químicos o biológicos, sin tener en cuenta su valor como fertilizantes. Se
considera dentro de esta definición a los acondicionadores ya sea de acción física o biológica.

Diferencias fundamentales entre los dos grupos


cuando se le suministra una enmienda o acondicionador a la tierra lo que se pretende es modificar la estructura del suelo para
mejorarla.
cuando se suministra fertilizantes se aportan nutrientes exclusivamente, que en un momento dado puede requerir la planta y que
ésta asimila directamente, sin que los productos varíen la cantidad de humus contenido en el suelo.

De todas formas, tanto en el caso de fertilizantes como de abonos, su aplicación debe regirse por el modo de empleo que se detalla en
cada envase o recipiente que lo contenga. Es fundamental seguir estrictamente las instrucciones de uso porque según las marcas, los
componentes que contenga, la función que vayan a desempeñar y el modo de presentación deberán suministrarse a las plantas con la
técnica más apropiada en cada caso.

3. REGISTRO DE FERTILIZANTES
El Registro de Fertilizantes exige contener los siguientes datos (declaración jurada ante organismo regulador):
a) Composición química y/o biológica expresada en porcentaje, en peso y cuando corresponda cantidad de organismos viables de
cada especie por gramo o mililitro de producto.
b) Estado de agregación, cuando corresponda.
c) Especificidad cuando corresponda.

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d) Origen.
e) Instrucciones para su uso.
f) Precauciones y restricciones para su empleo.
g) Lapso de efectividad del producto, cuando corresponda.
En el caso que el producto sea un fertilizante inorgánico u orgánico se indicará, además:
h) contenido de nutrientes expresado en peso,
i) si es neutro, formador de ácido o álcali y su respectivo índice,
j) en fertilizantes formadores de ácido deberá constar el índice de acidez,
k) en los formadores de base o alcalinos, el índice de basicidad,
l) en los fertilizantes biológicos deberá figurar género y especie de los organismos viables que componen el producto, número de
organismos viables por gramo o mililitro de producto, especies vegetales para las cuales está indicado el producto cuando
corresponda y precauciones para su manejo.

Se puede establecer una clasificación de fertilizantes de acuerdo a su estado físico:


Los fertilizantes líquidos pueden clasificarse en:
Soluciones acuosas con uno a más elementos disueltos.
Suspensiones, mantienen en suspensión una concentración de sales saturadas en un líquido.

La clasificación vigente de fertilizantes foliares de acuerdo a su estado de presentación física, siempre y cuando los mismos se apliquen
por aspersión, previa disolución en cantidades adecuada de agua, a saber:
Fertilizantes foliares líquidos.
Fertilizantes foliares pastosos.
Fertilizantes foliares sólidos.

La fertilización foliar puede ser empleada en carácter complementario del suministro de nutrientes vía suelo, es la manera más rápida de
corregir deficiencias particularmente de micronutrientes. La absorción foliar se realiza en tres pasos, luego de la aplicación:
1) penetran la cutícula y las paredes epidérmicas por difusión,
2) son absorbidas por el plasmalema o membrana del plasma y entran al citoplasma, 3) pasan a través de la membrana plasmática y
entran en el citoplasma.

Los fertilizantes sólidos pueden clasificarse en:


a) Polvo. Por lo general no son los más aconsejables debido al manejo, por pérdidas y pueden ocasionar mal funcionamiento de las
máquinas. Esta forma puede ser apropiada cuando la solubilidad en agua es escasa o nula.
b) Granulados. Sólido en partículas de 1 a 4 mm. Esta presentación tiene varias ventajas, como una mejor dosificación, mejor
funcionamiento de la maquinaria y mayor uniformidad de distribución en el suelo.
c) Cristales. Sólido cristalizado, de fácil manipulación y aplicación.
d) Perlados. Sólido con forma de esferas de tamaño considerable.
e) Macrogranulados. Sólido en grandes gránulos, de 1-3 cm de diámetro o más. Tienen una ventaja que es la liberación progresiva
de los nutrientes.

Fertilizantes de liberación lenta y de liberación controlada


Si bien no existe una diferenciación oficial entre ambos, aunque a los productos nitrogenados de descomposición microbiana se los llama
de liberación lenta, mientras que a los productos recubiertos o encapsulados, de liberación controlada, los métodos de aplicación de los
fertilizantes deben favorecer la mayor eficiencia de aprovechamiento de nutrientes por las plantas y en este sentido los fertilizantes de
liberación lenta o controlada retrasan la disponibilidad de nutrientes, disminuyendo las pérdidas de nitrógeno por inmovilización en
residuos, denitrificación, volatilización y lixiviación, disminuye la toxicidad para semillas por alta concentración iónica como puede
suceder con fertilizantes convencionales y por ello permite la aplicación de mayores cantidades, ahorrando trabajo y tiempo.
Dentro de las desventajas que pueden presentar además de algunas características específicas que pueden producir fallas en la
liberación, es el costo de producción mayor que los fertilizantes convencionales y su costo-beneficio que hoy en día explicaría su menor
difusión en el mercado.
El uso de los fertilizantes en la agricultura debe ser parte de un Programa Integrado de Buenas Prácticas Agrícolas, tendiente a mejorar
la producción de los cultivos, incrementar los rendimientos y generar alimentos en cantidad y calidad acorde a la demanda local y
mundial actual. Algunas de las características más importantes de los fertilizantes pueden resumirse en:
Provisión de nutrientes que los cultivos necesitan.
Producción de más alimentos y cultivos comerciales, y de mejor calidad.
Restitución de la baja fertilidad de los suelos que han sido esquilmados por el uso intensivo y continuo para la agricultura. Situación
que engloba también a los suelos que sufren monocultivos.

- 65 -
Es importante considerar todas las fuentes disponibles de nutrientes que pueden ser utilizadas para mejorar la fertilidad y
aprovechamiento de compuestos orgánicos disponibles en los suelos, consecuencia de la rotación de cultivos, rastrojos y productos de
origen animal entre otros materiales orgánicos. El caso de rastrojos o excrementos de animales pueden ser utilizados para su conversión
en abonos orgánicos, para ser descompuestos previo a su aplicación en suelos. La descomposición del material orgánico será fijado
provisionalmente en el suelo (particularmente el nitrógeno), por lo que estarán disponibles por un lapso de tiempo que no alcanzará para
el cultivo posterior. Aunque el contenido de nutrientes del material orgánico sea bajo y variable, debe ser tenido en cuenta ya que mejora
las condiciones de los suelos mediante diversas acciones:
Mejora la estructura del suelo.
Reduce la erosión del suelo.
Tiene efecto regulador en la temperatura del suelo.
Contribuye al almacenamiento de humedad.
Es un alimento necesario para los organismos benéficos del suelo.
El abono orgánico frecuentemente creará una base importante para la exitosa utilización de fertilizantes minerales. La combinación de
abono orgánico (materia orgánica) y fertilizantes minerales aportará las condiciones ambientales ideales para el desarrollo de cultivos ya
que el primero (aunque generalmente disponible en cantidades insuficientes) mejora las propiedades del suelo y el segundo provee de
los nutrientes necesarios para los cultivos.

NUTRIENTES NECESARIOS PARA EL CRECIMIENTO DE LAS PLANTAS


Los elementos esenciales para el crecimiento de las plantas provienen del aire y el suelo. Del aire se obtiene el carbono como dióxido de
carbono. En el suelo, el medio de transporte es la solución del suelo, del cual se obtiene el agua y los nutrientes fertilizantes o abonos
orgánicos como el nitrógeno. Un ejemplo son los cultivos de especies leguminosas que obtienen el nitrógeno del aire con la ayuda de
bacterias que nodulan en las raíces (Rhizobium, Mycorhizae, etc.*). Además, mediante la fertilización se puede disponer de fósforo,
potasio, calcio, magnesio, azufre, hierro, manganeso, zinc, cobre, boro, molibdeno y cloro. Por lo tanto, los abonos o residuos de cultivos
aplicados al suelo y los fertilizantes aumentan la oferta de nutrientes de los cultivos.
* Véase introducción de Inoculantes. CLASIFICACIÓN DE LOS NUTRIENTES
Se pueden establecer dos categorías:
1. Macronutrientes:
primarios (N, P, K),
secundarios (Mg, S, Ca).
2. Micronutrientes o microelementos (Fe, Mn, Zn, Mo, Cu, B, Cl).
Los macronutrientes son necesarios en grandes cantidades, por lo que estas grandes cantidades son aportadas al suelo,
cuando éste es deficiente en alguno o varios de ellos.
Los micronutrientes o microelementos son requeridos en pequeñas cantidades para el crecimiento del cultivo y son
agregados en pequeñas cantidades cuando no puedan ser provistos por el propio suelo.
Puede considerarse que el nitrógeno (N) es el promotor del crecimiento de las plantas y se absorbe en el suelo bajo la forma
de nitrato (NO3), o bien como nitrato de amonio (NH4). El suministro de nitrógeno es importante además para la absorción
de otros nutrientes.
El fósforo (P) es esencial para la fotosíntesis y para otros procesos químico-fisiológicos que hacen a la diferenciación,
crecimiento y desarrollo de los diferentes tejidos. Suele ser un nutriente pobre en los suelos ya que la fijación del mismo
limita la disponibilidad.
El potasio (K) activa enzimas y es vital en la síntesis de carbohidratos y proteínas; entre otros beneficios, el potasio mejora el
régimen hídrico de la planta y aumenta su tolerancia a la salinidad, sequía y heladas.
El magnesio (Mg) es el constituyente central de la clorofila e interviene también en reacciones enzimáticas relacionadas a
transferencia de energía dentro de la planta.
El azufre (S) también constituye proteínas y forma la clorofila.
El calcio (Ca) es esencial para el crecimiento de las raíces y forma membranas. La mayoría de los suelos tienen suficiente
disponibilidad de calcio, por lo cual generalmente su aplicación al suelo se relaciona más con la reducción de la acidez. Por
este motivo, también se lo denomina corrector de suelos.
Los micronutrientes o microelementos son el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el zinc (Zn), el cobre (Cu), el molibdeno (Mo),
el cloro (Cl) y el boro (B). Cumplen funciones claves en el crecimiento de las plantas, aunque son necesarios en pequeñas
cantidades. La disponibilidad de los mismos dependerá fundamentalmente de la reacción del suelo. Haciendo
particularmente la salvedad de que la disponibilidad para el vegetal de los macro y micronutrientes se rige por las leyes del
mínimo (el elemento en menor concentración) y la del máximo (el elemento en mayor concentración) simultáneamente.
Existen además otros nutrientes benéficos como por ejemplo el silicio (Si), el sodio (Na) y el cobalto (Co), fortaleciendo algunas
características de las plantas, en diferentes especies. Sin embargo, no se puede ignorar que algunos microelementos pueden llegar a ser
tóxicos en niveles más elevados que lo necesario. Esto puede ocurrir en casos de suelos muy ácidos.
Finalmente, para simplificar la clasificación de los fertilizantes y enmiendas podemos referirnos a las pautas que establece la declaración
jurada que solicita la legislación como paso previo a la autorización de comercialización del mismo, para describir e interpretar
correctamente las características de los productos:

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1) APTITUD
Fertilizante.
Enmienda.

2) TIPO
Fertilizante de suelo.
Fertirriego o fertilizante foliar.
Simple (un elemento).
Compuesto (dos o más elementos).
Complejo.

3) NATURALEZA
Química.
Orgánica.
Biológica.

4) GRUPO QUÍMICO
Nitrogenado.
Fosfatado.
Potásico.
Microelemento.
Acondicionador.

5) ESTADO FÍSICO
Sólido.
Líquido.

6) COMPOSICIÓN CUALI-CUANTITATIVA
Grado: composición N – P – K.
Grado equivalente: N – P5O2 – K2O.

7) REACCIÓN EN EL SUELO
Índice de acidez.
Neutro.
Índice de basicidad.

8) CONCENTRACIÓN: cuando se trate de micronutrientes, se expresarán en porcentajes (%) fundamentalmente, aunque en sucesivas
ediciones de esta Guía Fitosanitaria, la estandarización se hará expresando los mismos como óxidos.

9) OTROS
Tensión superficial.
pH.
Densidad.
Materia orgánica: % total carbono.
Relación carbono / Nitrógeno.
Solubilidad.

MEZCLAS
Se conoce como mezcla física a la combinación mecánica de dos o más fertilizantes, que no reaccionan químicamente entre sí, o bien
reaccionan mínimamente sin alterar sus propiedades. Los porcentajes de nutrientes que garantiza una mezcla deben estar
uniformemente distribuidos en toda la mezcla física, hasta la aplicación. La homogeneidad química de la mezcla garantizará los
beneficios económicos cuando se realice una aplicación uniforme y precisa.
La gran mayoría de las mezclas físicas siguen siendo:

- 67 -
Para provisión de N y P: el fosfato monoamónico y diamónico,
Para provisión de nitrógeno complementario: la urea, el nitrato de amonio (*) y el sulfato de amonio.
Para provisión de fosfato adicional, el superfosfato triple.
La provisión de potasio deriva principalmente del cloruro de potasio o el sulfato de potasio, o sulfato de potasio y magnesio
cuando se requiere provisión del macronutriente sin cloruros.
Para que estas mezclas puedan realizarse es fundamental la compatibilidad química de los nutrientes, es decir que no reaccionen ni
alteren la composición química ni propiedades físicas de la mezcla. Una incompatibilidad química puede originar calor, humedad o gas,
degradando los gránulos, formando terrones o apelmazamiento y cambios en la composición química.
Otro factor importante a tener en cuenta es la higroscopicidad, es decir, la capacidad de absorber agua de la atmósfera en determinadas
condiciones, haciendo los fertilizantes pegajosos, dificultando su manejo. Observar siempre la humedad crítica (HC, que es la humedad
relativa del material a una dada temperatura, 30ºC) y de las mezclas, para saber cómo se comportarán con relación a la humedad
ambiente.
La humedad relativa del ambiente deberá estar por debajo de la humedad crítica (HC) del/de los materiales, ya que de lo contrario los
nutrientes y mezclas, tenderán a absorber la humedad del ambiente.

DEFICIENCIA DE NUTRIENTES
Hay factores intervinientes en la deficiencia de nutrientes, como pueden ser:
Monocultivo: permanente extracción de los mismos nutrientes en el suelo. La rotación permite que la extracción sea más
equilibrada por los diferentes requerimientos de las diferentes especies.
pH inadecuado: puede provocar tanto deficiencias por insolubilidad como toxicidades. Podría definirse un pH “adecuado” entre
5,5 y 6.
Demasiada agua: un sustrato permanentemente saturado de agua puede producir deficiencias de nutrientes, dado que con el
exceso de agua no se permite la llegada de oxígeno, la disponibilidad de algunos elementos es alterada y el crecimiento de las
raíces se ve limitado.
Bajo contenido total de sales solubles: producen baja conductibilidad en el sustrato del suelo.
Antagonismos minerales: el exceso de un nutriente a veces puede producir la deficiencia de otro.
Temperaturas bajas: pueden hacer que la absorción de nutrientes sea insuficiente.
Enfermedades: en las raíces pueden traducirse en una ineficiencia lógica de absorción.

SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA O EXCESOS


Lo más seguro para conocer la deficiencia de los nutrientes específicos en los cultivos es un diagnóstico de laboratorio mediante el
análisis de una muestra de suelo, o bien el análisis de una muestra de hojas o partes de plantas.

Cuadro de sintomatología

SINTOMATOLOGÍA GENERAL
TIPO DE NUTRIENTE
(para mayor información buscar cultivos específicos)
Deficiente
Hojas más claras de color verde pálido, que va tornándose en amarillo.
El proceso comienza siempre por las hojas más viejas.
Caída de hojas viejas, aspecto raquítico, amarillento.
NITRÓGENO
En exceso
Crecimiento exagerado, plantas verde intenso, débiles y susceptibles a otros agentes perjudiciales.
Floración incompleta.
Gomosis en árboles.
Deficiente
Hojas con un verde oscuro apagado que adquieren luego un color rojizo o púrpura característicos y
llegan a secarse.
Comienza por las hojas más viejas.
FÓSFORO Además, el número de brotes disminuye, formando tallos finos y cortos con hojas pequeñas. Menor
desarrollo radicular, menor floración y menor cuajado de los frutos.
En exceso
No aparenta causar daños.
Deficiente
Típicamente bordes y puntas de las hojas más viejas secas luego de amarillear.
Hojas jóvenes pueden ponerse rojizas.
POTASIO Se reduce la floración, fructificación y desarrollo de toda la planta
En exceso
Normalmente no hay excesos de potasio que provoque toxicidad ya que se necesitarían grandes
cantidades, pero sí puede provocar antagonismo con el magnesio y generar su deficiencia.
Deficiente
En hojas viejas, color amarillento tanto entre las nervaduras como en los bordes, siendo las hojas de
MAGNESIO abajo las más afectadas menos un triángulo verde que queda en la base.
Luego también afecta a las hojas jóvenes.
Finalmente, se produce la caída de hojas.

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Deficiente
Es menos frecuente que otras. Difícil distinguir los síntomas de deficiencia real de calcio de los que
provocan otras carencias.
Frecuentes en suelos ácidos como deficiencia de magnesio, potasio, fósforo, molibdeno, y efectos
CALCIO tóxicos por exceso de manganeso y aluminio.
Los síntomas varían entre especies, pero generalmente se observará necrosis de los ápices y de las
puntas de hojas jóvenes.
Algún tipo de deformación de las hojas, generalmente en gancho hacia abajo cuyos bordes se
encorvan hacia la cara inferior o adoptan una apariencia dentada.
A menudo, clorosis en el nuevo crecimiento.
Deficiente
Es poco frecuente y se presenta como:
AZUFRE Una clorosis general, con hojas más claras hacia la parte superior de la planta.
Los síntomas son muy semejantes a la carencia de nitrógeno y es difícil saber si corresponde a uno u
otro.
Sería necesario un análisis foliar de laboratorio.
Deficiente
No se trata de una clorosis uniforme, en la misma planta puede haber partes muy verdes y partes muy
cloróticas.
HIERRO La clorosis primero en las hojas jóvenes, sin alcanzar nervaduras que permanecen verdes.
Más tarde, quedarán casi totalmente amarillas.
También en las hojas viejas aparecen síntomas de amarilleo.
Después las hojas se arrugan y caen.
Deficiente
Frecuente en árboles frutales.
ZINC Se manifiesta en las hojas más jóvenes, las brotadas en el año.
Los entrenudos se acortan en los brotes, formando rosetas de hojas amarillentas, pequeñas y
estrechas.
Las hojas viejas aparecen bronceadas y se caen fácilmente.
Deficiente
Parecidos a los síntomas de deficiencia de hierro.
MANGANESO Hojas jóvenes amarillas entre las nervaduras que permanecen verdes.
Se puede diferenciar porque en este caso aparece una aureola verde alrededor de las nervaduras. Con
carencias muy fuertes también amarillearán dichas nervaduras.
Deficiente
Provoca un crecimiento lento de los tejidos.
Falta de desarrollo debido a la depresión del punto de crecimiento.
BORO Una clorosis de las hojas jóvenes, o a veces su enrojecimiento, y frecuentemente una alteración de
los frutos, con necrosis internas.
Aparición de brotación lateral a consecuencia de la muerte de los ápices.
Apariencia general de achaparramiento.
Casi todos los frutales son sensibles a las carencias de boro, pero los manzanos, más.
Deficiencia
CLORO Es muy raro el déficit de cloro.
Marchitamiento y clorosis.
Deficiencia
Esta es la carencia más difícil de diagnosticar.
COBRE En hojas jóvenes se aprecian manchas cloróticas (amarillas) poco específicas. Aparecen primero en
las hojas jóvenes y activas.
La tonalidad verde azulada de las hojas constituye el principal síntoma de su carencia, aunque en los
cítricos, se manifiesta por manchas y resquebrajado de corteza de frutos.
Deficiencia
Muy poco frecuente.
MOLIBDENO Síntomas muy parecidos al déficit de nitrógeno.
Clorosis general, empezando por las hojas viejas. La planta de verde claro tira a amarillo.
Puede mostrarse como deformaciones en las hojas nuevas (hojas enrolladas o en cuchara) o como
clorosis entre nervaduras en hojas intermedias o inferiores o como necrosis de bordes.

RIESGOS DE LOS FERTILIZANTES


En cuanto a los riesgos que revisten los fertilizantes, suelen presentar características como la corrosividad e irritación, salvo productos
muy específicos que presenten una alta peligrosidad en su manipuleo. Son ejemplos de productos muy riesgosos el nitrato de amonio (*),
el azufre, dependiendo su formulación que, si bien no son combustibles, las condiciones de confinamiento y aumento de temperatura
pueden producir aumento de la presión con riesgo de estallido.
1) Información toxicológica: ante cualquier incidente producido por la toma de contacto con el producto consultar con Centros de
emergencias toxicológicas.
2) Emergencias con materiales peligrosos: ante cualquier emergencia química, incendio, derrames, consulte al Centro de información
para emergencias químicas y/o materiales peligrosos.
* Nota: nitrato de amonio, se sugiere verificar la legislación vigente sobre precursores, manejo, almacenamiento y las hojas de seguridad
del mismo dado las dificultades que pueden ocasionar su manipulación. Consulte siempre al fabricante proveedor de las medidas de
seguridad necesarios para su manejo. En la hoja del producto Nitrato de Amonio de esta Guía Fitosanitaria (véase página
correspondiente al producto) se pueden encontrar recomendaciones de uso y de manipulación segura a modo de guía. No obstante, no
omita solicitar la información al fabricante/proveedor.

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HIDROPONÍA
Es un método que se utiliza para el cultivo de especies, que utiliza soluciones minerales en lugar de utilizar el suelo agrícola. Consiste en
proporcionar a las raíces una solución nutritiva equilibrada y de base acuosa con los nutrientes químicos esenciales para el desarrollo de
la planta. Pueden crecer también en una solución mineral o un medio inerte del tipo grava, arena, perlita agrícola, fibras de coco, turba,
etc.
El principio de esta práctica reside en que, cuando los nutrientes minerales de la tierra se disuelven en agua, las raíces de la planta son
capaces de absorberlos; por lo tanto, si los minerales son introducidos dentro del suministro de agua de la planta ya no se requiere el
suelo para que la planta prospere.
Así, casi cualquier planta terrestre puede crecer con hidroponía, pero algunas lo harán mejor que otras. La hidroponía es también una
técnica estándar en la investigación biológica.
Esta actividad está tomando mucho auge en los países donde las condiciones para la agricultura resultan adversas; combinando la
hidroponía con un buen manejo de invernadero se llegan a obtener rendimientos muy superiores a los que se obtienen en cultivos a cielo
abierto.
Es una alternativa sencilla de bajo costo, aunque requiere de un cuidado intensivo, con la ventaja de producir plantas de rápido
crecimiento y generalmente ricas en elementos nutritivos.
La hidroponía ha conseguido estándares comerciales y algunos alimentos, plantas ornamentales, etc. Tiene la ventaja del bajo impacto
ambiental.
Tiene también algunas desventajas como:
La ausencia de suelo no brinda el efecto buffer que brinda un suelo agrícola.
Diversos problemas con la oxigenación de las raíces.
Clasificación de los cultivos hidropónicos: tiene formas abiertas o cerradas, dependiendo si vuelca el efluente o se reutiliza la solución
nutritiva como forma de protección ambiental y una mayor economía en su utilización.

Legislación argentina sobre fertilizantes y enmiendas (Listado de referencia)


Ley 20.466/73, Decreto 4.830/73, Decreto 1.624/80, Resolución 244/90, Resolución 138/95, Resolución IVA 0021/05, Ley
26.050/05-Reducción IVA, Resolución 708-SAGYP-Regulación mezclas, Resolución 151/07, Decreto 306/07-Nitrato de amonio,
Resolución 214-IASCAV, Resolución 181-IASCAV, Resolución 338-SAGYP-Nitrato de amonio, Resolución 273-SAGYP-Mezclas,
SAGYP- Fertilizantes complejos, Resolución 310-SAGYP-Fertilizantes biológicos, Resolución 244-SAGYP-Tolerancias.

PRODUCTOS VARIOS

GENERALIDADES
La sanidad y calidad vegetal tiene como finalidad promover y vigilar la observancia de las disposiciones fitosanitarias; diagnosticar y
prevenir la diseminación e introducción de adversidades de los vegetales, sus productos y subproductos; establecer medidas
fitosanitarias, y regular la efectividad biológica, aplicación, uso y manejo de insumos, así como el desarrollo y prestación de actividades y
servicios fitosanitarios.
Las medidas sanitarias serán las necesarias para asegurar el nivel adecuado de protección y calidad fitosanitarias en todo o parte del
territorio nacional, para lo cual tomará en consideración el análisis de riesgo, así como las características de la zona donde se origine el
problema y las zonas a la que se destinen los vegetales.
Dichas medidas también se aplicarán para el manejo de las adversidades que afectan a los recursos y materias primas forestales
maderables y no maderables.
Los problemas fitosanitarios, en su mayoría, se encuentran provocados por distintas adversidades, antes se denominaban plagas,
término que históricamente llevaba a pensar en una batalla, muerte hasta el exterminio. Actualmente se utiliza adversidad, como
contratiempo o problema que, sumado al concepto de manejo o táctica de control para superar esa adversidad, implica un manejo
racional de la producción.
Las distintas adversidades encuentran en la mayoría de los casos grupos de productos que favorecen al productor a utilizar las distintas
estrategias.
Si bien encontramos como principales herramientas a los insecticidas y acaricidas, fungicidas y herbicidas, existen otros tipos de
adversidades.
Dichas adversidades pueden ser causadas por agentes bióticos (hongos, nematodos, ácaros, etc.) y agentes abióticos como las
inclemencias climáticas o daños en el transporte, envasado y/o conservación.
En este capítulo detallamos productos con aptitudes diferentes a los grandes grupos detallados.
A saber, Antibióticos, Antiescaldantes, Antídotos de herbicida, Bactericidas, Coadyuvantes, Curasemillas, Feromonas, Fitorreguladores,
Preservadores de madera, Rodenticidas, Trampas para insectos, Molusquicidas, Crustacicidas.

Antibióticos y bactericidas
Se dice de la sustancia química producida por un ser vivo o fabricada por síntesis, capaz de paralizar el desarrollo de ciertos
microorganismos patógenos, por su acción bacteriostática, o de causar la muerte de ellos, por su acción bactericida. Productos utilizados
para el control de bacterias capaces de inhibir en pequeñas cantidades los procesos vitales de ciertos microorganismos, destruyendo e
impidiendo su desarrollo y reproducción.

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Literalmente la palabra “antibiótico” significa cualquier sustancia antagonista de la vida, pero en terapéutica vegetal este término tiene un
concepto más restringido.

Antiescaldantes
Estos productos denominados antiescaldantes ejercen su acción ante la escaldadura (en inglés, scald) que consiste en el oscurecimiento
de la piel de los frutos, y ocurre cuando la pulpa de la fruta ya manifiesta estados severos de pardeamiento interno. Este síntoma se
observa después de conservaciones excesivamente prolongadas a bajas temperaturas. Este tipo de daño por frío es el único que se
manifiesta externamente y puede reconocerse con mayor facilidad en cultivares que no se cubren completamente de color. (Fuente: Ing.
Agr. Ana Paula Candan INTA.)
La escaldadura superficial es la principal fisiopatía presente en peras y manzanas, si bien puede encontrarse en otros cultivos por las
acciones climáticas y no por el método de conservación. Actualmente el método más efectivo y difundido de control de escaldadura es
mediante el uso de sustancias antioxidantes, o sea control químico.

Antídotos de herbicida
Es un determinado aditivo añadido a los herbicidas que les permite a los principios activos desplegar el efecto deseado: controlar las
malezas y al mismo tiempo no afectar al cultivo. Los antídotos ayudan a las plantas cultivadas a degradar aceleradamente la sustancia
herbicida. La planta cultivada, con ayuda del antídoto, metaboliza el herbicida con mayor rapidez, degradándolo a compuestos carentes
de efecto herbicida. (Fuente: Ing. Agr. Nicasio M. Rodríguez - INTA.)

Coayuvantes o auxiliares de formulación


Cualquier sustancia sólida, líquida o gaseosa que se agrega durante la formulación al producto técnico para permitir su aplicación
(dispersión) en el campo. Aunque no incrementan la toxicidad intrínseca del ingrediente activo pueden influir sobre los niveles de riesgos
para los humanos, flora, fauna y ambiente. Además, se utiliza el término coadyuvante para los productos utilizados en mezcla con los
formulados para mejorar la aplicación y/o eficacia de estos en el tanque de la pulverizadora.
La aplicación de productos fitosanitarios es un sistema por el cual se deposita el producto en el “objetivo”. La teoría indica que cuanta
mayor cantidad de producto se deposite en la superficie a tratar, mayor será la acción que ejerza. De esta manera se representa la
“eficiencia de aplicación”, que es la relación porcentual entre la cantidad de producto depositado en el objetivo y la cantidad de producto
que se aplicó en la pulverización.
Estudios científicos han llegado a determinar que la efectividad de un producto depende aproximadamente de un 70% de la efectividad
de la aplicación, por lo cual resulta absolutamente relevante considerar las variables que pueden interferir en ella.
Así, la técnica para un buen control de adversidades es aquella que coloca la máxima cantidad de producto en el objetivo o blanco, con
la mínima cantidad posible de producto aplicado. De esta manera, esa cantidad de producto que surge de lo aplicado y lo realmente
depositado en el objetivo constituye una pérdida, no sólo de producto, sino en mano de obra, logística, combustible, etc.
Se han tratado en otros capítulos los factores que definen una buena aplicación, por lo que abordamos ahora el uso de coadyuvantes en
la agricultura.
Los coadyuvantes no son productos agroquímicos, ya que no controlan “per se”, malezas, plagas o enfermedades, sino que son
sustancias que interactúan con los fitosanitarios alterando propiedades físicas o químicas de los caldos de pulverización, mejorando la
eficiencia de control de los mismos.
Los coadyuvantes son un grupo de sustancias muy diversas, que abarcan desde moléculas inorgánicas (ej.: ácido fosfórico) hasta
moléculas orgánicas complejas (ej., poliacrilamidas).
Lo que se puede afirmar es que el uso de coadyuvantes brinda beneficios no sólo en lo económico sino en el ambiente, por la posibilidad
de corregir dosis sin alterar la efectividad de los activos.
A pesar del intenso trabajo de investigación en ensayos con coadyuvantes, no existe todavía una descripción precisa que ayude a
entender exactamente cómo actúa un coadyuvante, lo que dificulta a veces su elección.
A grandes rasgos podemos enumerar sustancias como aceites, aditivos siliconados, aceites etoxilados, surfactantes, etc.
Los factores determinantes del tipo de coadyuvante a utilizar son:
el fitosanitario en cuestión;
el cultivo;
el tipo de agua;
la plaga blanco;
las condiciones ambientales.

Los productos fitosanitarios deben atravesar diversas barreras hasta llegar al sitio de acción. Estas barreras pueden ser:
1. Membranas cerosas sobre hojas y tallos (cutícula). Esta primera barrera puede determinar por ejemplo la acción de un herbicida
posemergente, así la presencia de ceras en la cutícula influirá en la retención y posterior penetración de un agroquímico. El grosor y
características propias de las ceras van a afectar la absorción del producto. Las ceras con alto contenido en hidrocarburos no
polares (lipofílicos) de larga cadena de aldehídos y cetonas son menos permeables al agua y herbicida que aquellas cutículas de
alto contenido en componentes cerosos polares (hidrofílicos). Como la composición de la cera de las diversas especies vegetales
sustancialmente, es de esperarse que la permeabilidad de la cutícula para un dado agroquímico o aditivo aplicado difiera entre
especies.
Estos factores alterarán el mojado de la cutícula, la retención en la superficie foliar y posterior penetración, por lo tanto, serán
determinantes de la acción del agroquímico.

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2. La membrana celular es también otra barrera; una vez que la molécula de agroquímico ha logrado moverse a través de la cutícula,
puede penetrar la membrana celular para alcanzar el sitio de acción, constituyendo otra barrera no polar para el transporte de
agroquímicos. Los productos no polares penetran la membrana rápidamente mientras que los no polares como el glifosato tienen su
movimiento más limitado.
3. La naturaleza química del fitosanitario puede tener un impacto sobre la penetración del mismo. Los herbicidas no polares
generalmente penetran la cutícula no polar y la membrana más fácilmente que los herbicidas polares. Por lo tanto es esencial que el
plaguicida polar sea aplicado en combinación con un coadyuvante para mejorar su performance.

La interrelación compleja entre la polaridad o no de los productos puede ser modificada por la adición de un adyuvante. Las propiedades
modificadas por esta adición incluyen la tensión superficial, densidad, volatilidad y solubilidad. Sin embargo, la acción específica de un
coadyuvante es muy compleja, atribuible a diferentes factores que podemos describir:
Aumentar la retención del pulverizado en sitios que favorecen su absorción.
Incrementar el área de contacto de la gota pulverizada con la hoja.
Actuar como un humectante para mantener hidratada las gotas.
Prolongar el tiempo de absorción.
Modificar las barreras de la cutícula foliar permitiendo la doble solubilidad de los componentes lipofílicos e hidrofílicos. Esto
puede ser importante en la penetración desde el exterior de la membrana celular.
Mejorar la vía hidrofílica de entrada por la adición de surfactantes. Ha sido propuesto que las moléculas de surfactantes penetran
las ceras en las terminales hidrofílicas salientes que son capaces de proveer “canales hidrofílicos” para los agroquímicos
solubles en agua a difundir hacia adentro de la pared celular en la región de la epidermis.
Incrementar la permeabilidad de la cutícula foliar y membranas plasmáticas por algunos surfactantes. El mejoramiento de la
actividad de algunos herbicidas se cree, por lo tanto, es el resultado de la inducción del surfactante a romper la regulación de la
permeabilidad de las células epidérmicas. Otros pueden inhibir el flujo protoplasmático.
Interactuar con los activos, los surfactantes y la cutícula, formando un complejo específico.
Producir un incremento del movimiento del principio activo mediante la penetración causada por un surfactante, a lo largo de la
pared celular en la región de la interfase pared/citoplasma por una reducción en la tensión superficial.
Inducir mediante un surfactante el rápido flujo del depósito fitosanitario hacia la cavidad estomática ha mostrado ser promovido
por sustancias surfactantes específicas, en especial los del grupo de los organosiliconados.
Para resumir estas acciones se pueden establecer dos grupos: activadores y utilitarios.

Activadores utilitarios
Mejoran la performance del fitosanitario:
Acondicionadores de agua.
Aceites.
Surfactantes: facilitan propiedades de absorción, dispersión, emulsificación, adherencia, mojabilidad y penetración del activo por
reducción de la tensión superficial del caldo. Usados frecuentemente en herbicidas para mejorar superficie de contacto.
Adherentes-dispersantes.
Sales de fertilizantes.
Reducen problemas de manejo y aplicación:
Agentes antideriva.
Antiespumantes.
Agentes buffer.
Agentes de compatibilidad.

Curasemillas o terápico para tratamiento de semillas


Producto fitosanitario utilizado para la prevención de enfermedades y plagas previo a su siembra.
Tratamiento químico de semillas: consiste en la aplicación de agentes de tipo químico, físico o biológico sobre las semillas para dar a las
mismas, y a las plantas que de ellas se obtienen, protección contra los ataques de insectos, y las enfermedades que pueden afectar al
cultivo, desde el momento de la siembra, hasta las primeras semanas de implantación.
Objetivos del tratamiento de semillas (Fuente: Ing. Agr. Domingo Montaño - LiphaTech L.A. S.A.)
Cultivos sanos.
Cultivos homogéneos.
Rápido desarrollo.
Maximizar el rendimiento potencial.
Colocar el producto en el lugar específico.
Disminuir el impacto al medio ambiente.

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Feromonas
Son productos de secreción de los insectos que actúan sobre individuos de igual especie o de especies afines que la del individuo que
las secreta, pero no actúa sobre el que la produce.
Provocan una reacción específica en un receptor individual de la misma especie. La mayoría de los insectos parecen comunicarse
mediante la liberación de cantidades moleculares de compuestos altamente específicos que se evaporan rápidamente y son detectados
por insectos de la misma especie. Estas moléculas se conocen como feromonas. La palabra feromona viene del griego pherein, “llevar,”
y hormon, “excitar o estimular”.
Las feromonas se clasifican bien sea como de liberación o de información. Las de liberación son de rápida acción y son usadas por los
insectos para atracción sexual, congregación (incluyendo el seguimiento de pistas), dispersión, oviposición y alarma. Las de información
son de acción lenta y causan cambios graduales en el crecimiento y desarrollo, especialmente en insectos sociales al regular las
proporciones entre castas de la colonia.
Las feromonas sintéticas son sustitutos de las naturales. Su principal aplicación es como atractivo en trampas con el fin de detectar la
presencia de una plaga (monitoreo). Algunos ejemplos son el dodecadienol para carpocapsa y el dodecenil acetato para grafolita. Los
últimos estudios han establecido que no se trata de una sola sustancia la que determina la atracción sino un grupo denominado “bouquet
feromonal” que actuando en distintas concentraciones producen el estímulo.

Usos potenciales (Fuente: Ing. Agr. José Luis Barbado - SIR Consultora Agropecuaria S.R.L.)
Determinación de la densidad de la población de una plaga.
Determinación de los momentos precisos para los tratamientos por la emergencia y vuelo de los adultos. Determinación de áreas
realmente infestadas o “puntos calientes”.
Determinación de las épocas más adecuadas de liberación de machos estériles. Control de plagas produciendo confusión sexual. Una
forma habitual de utilización es por medio de trampas.

Fitorreguladores o reguladores del crecimiento vegetal


Regulador del crecimiento: compuesto orgánico, natural o sintético, sin funciones nutritivas, que modifica o controla uno o más procesos
fisiológicos específicos de las plantas.
Regulador del desarrollo de plantas: compuestos orgánicos diferentes de los nutrientes, que en pequeñas cantidades fomentan, inhiben
o modifican de alguna u otra forma cualquier proceso fisiológico vegetal.

Preservadores de madera. Clasificación y definiciones


Preservador para madera: todos los productos fitosanitarios formulados destinados a prevenir, detener o eliminar el ataque de
bacterias, hongos o insectos que afecten las maderas en sus distintas formas.
Preservador decorativo para madera (o embellecedores): es el producto formulado como lacas, barnices, pinturas u otros que
contiene una o más sustancias de carácter bactericida, fungicida y/o insecticida, destinados a prevenir, detener y/o eliminar el
ataque de bacterias, hongos e insectos.
Preservador para madera de uso industrial: son todos aquellos que se aplican con infraestructura específica para tal fin (por los
métodos de inmersión, inyección con presión, baño caliente o frío, y con uso de presión en autoclave).
Preservador para maderas de uso en hogar y/u obra: son todos aquellos preservadores para madera decorativos o no, que para
aplicarse no requieren una infraestructura especifica (métodos de aspersión, pincelado, inyección sin uso de presión e inmersión).
(Fuente: Ing. Agr. Roberto Chiani - ASORA.)

Rodenticidas
Se denominan rodenticidas a aquellas sustancias que tienen como finalidad la destrucción de los roedores, y por extensión, la de todos
los animales vertebrados indeseables. Los roedores son un importante problema de salud pública, debido a que transmiten múltiples
enfermedades y a que son voraces omnívoros.
Los rodenticidas se utilizan ampliamente como plaguicidas en el medio rural. Existe una amplia variedad de materiales que se usan
como rodenticidas.
Los roedores, principalmente las ratas, consumen o contaminan el alimento para 30 millones de personas. El 11% de pérdida de la
producción mundial de alimentos. Cada animal ingiere 10% de su peso en alimentos.
Además de ratas y ratones, provocan daños a la producción las liebres, el conejo autóctono y el europeo, la vizcacha, los cuises y los
tucu-tucu.

Trampas para insectos


Son herramientas útiles en el manejo de plagas, pero su éxito depende de saber exactamente qué atrayente utilizar para un insecto
particular. A menudo, esto significa atrayéndolos con señales químicas tales como feromonas.
Las mismas están realizadas de distintos materiales, se utilizan tanto para el monitoreo como para el control de ciertas plagas. Su
efectividad depende del atrayente que contenga y los cuidados en la colocación respetando las indicaciones de cada fabricante.

Molusquicidas
Son agroquímicos utilizados para controlar los moluscos (caracoles y babosas).

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Si bien los moluscos años atrás solamente eran considerados como plagas de jardín, su daño ha aumentando exponencialmente con la
implementación de la labranza mínima y siembra directa, dado que las condiciones ambientales, como humedad, alimento y refugio,
permitieron su desarrollo a nivel extensivo.

Crustacicidas
Son sustancias utilizadas para evitar el daño de crustáceos. Las mismas condiciones que favorecieron la presencia de moluscos
fitófagos en cultivos extensivos, sirvieron para el desarrollo poblacional de un crustáceo como el “bicho bolita o “bicho munición”; es un
artrópodo perteneciente a esta clase (crustáceos) y es fácil de reconocer porque al ser tocado se arrolla formando, como su nombre
vulgar lo dice, una bolita.

PRINCIPIOS ACTIVOS DE TERAPÉUTICA VEGETAL, PROHIBIDOS Y/O


RESTRINGIDOS EN LA REPÚBLICA ARGENTINA
RESOLUCIÓN SENASA No 256/2003. Actualización: diciembre 2014

1) PROHIBICIÓN TOTAL

2,4,5-T (decreto 2.121/90).


ALDRÍN (decreto 2.121/90).
ARSENIATO DE PLOMO (decreto 2.121/90).
ARSÉNICO (decreto 2.121/90).
CANFECLOR (resolución SAGPyA 750/00).
CAPTAFOL (decreto 2.121/90).
CLORDANO (resolución SAGPyA 513/98).
CLOROBENCILATO (decreto 2.121/90).
DDT (decreto 2.121/90).
DIBROMURO DE ETILENO (decreto 2.121/90).
DIELDRÍN (ley 22.289).
DINOCAP (resolución SAGPyA 750/00).
DISULFOTÓN (resolución 245/2010).
DODECACLORO (resolución SAGPyA 627/99).
ENDRÍN (decreto 2.121/90).
ENDOSULFÁN (Resolución 511/2011)
FENILACETATO DE MERCURIO (resolución SAGPyA 750/00).
H.C.B. (HEXACLOROCICLOBENCENO) (resolución SAGPyA 750/00).
H.C.H. (HEXACLOROCICLOHEXANO) (ley 22.289).
HEPTACLORO (resolución SAGyP 1.030/92).
LINDANO (resolución SAGPyA 513/98).
METOXICLORO (resolución SAGPyA 750/00).
MONOCROTOFOS (resolución SENASA 182/99).
PARATIÓN (ETIL) (resolución SAGyP 606/93).
PARATIÓN (METIL) (resolución SAGyP 606/93).
PENTACLOROFENOL Y SUS DERIVADOS (resolución SAGPyA 750/00).
SULFATO DE ESTRICNINA (decreto 2.121/90).
TALIO (resolución SAGPyA 750/00).

2) RESTRINGIDOS

ALDICARB
 PROHIBIDO: en zonas donde se presenten conjuntamente las siguientes condiciones: dosis superiores a UN KILO
QUINIENTOS GRAMOS (1,500 kg) del principio activo Aldicarb por hectárea, temperatura del suelo inferior a DIEZ GRADOS
CENTIGRADOS (10°C); capacidad de retención de agua del suelo y del subsuelo (capacidad de campo) inferior al QUINCE
POR CIENTO (15%) en volumen; contenido de materia orgánica del suelo inferior a UNO POR CIENTO (1%) en peso en los
TREINTA (30 cm) superiores; subsuelo pH inferior a SEIS (6); precipitación media anual superior a OCHOCIENTOS
MILIMETROS (800 mm) o riego equivalente (decreto 2.121/90).

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AMINOTRIAZOL
 PROHIBIDO: en cultivos de tabaco (disposición SNSV 80/71).
BICLORURO DE MERCURIO (disposición SNSV 80/71).
CARBOFURÁN
 PROHIBIDO: en cultivos de peral y manzano (decreto 2.121/90).
DAMINOZIDE
 SUSPENDIDO: en cultivos para alimentación (decreto 2.121/90).
DISULFOTÓN
 PROHIBIDO: en cultivos de manzano y duraznero (resolución SAGyP 10/91).
ETIL AZINFOS
 PROHIBIDO: en cultivos de hortícolas y frutales en general (resolución SAGyP 10/91).
ETIÓN
 PROHIBIDO: en cultivos de peral y manzano (resolución SAGyP 10/91).
METAMIDOFOS
 PROHIBIDO su uso en frutales de pepita (resolución SAGPyA 127/98).
FENITROTIÓN
 PROHIBIDO el uso y aplicación de productos fitosanitarios en las etapas de poscosecha, transporte, manipuleo,
acondicionamiento y almacenamiento de granos (resolución SAGPYA 171/08).
FOSFURO DE ALUMINIO y OTROS FUMIGANTES
 PROHIBIDO el tratamiento con plaguicidas fumigantes de los granos, productos y subproductos de cereales y oleaginosas
durante la carga de los mismos en camiones o vagones y durante el tránsito de éstos hasta su destino (Disposición General
SENASA N° 3/83).

INSTRUCCIONES PARA EL USO DE ESTA GUÍA

PRINCIPIOS ACTIVOS
Los productos contenidos en esta Guía corresponden a los principios activos y formulaciones oficialmente aceptados en la República
Argentina por el “Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria” (SENASA). Los mismos respetan las reglas ortográficas que la
“Academia Argentina de Letras” establece para el país según la “Real Academia Española”.
La información ha sido ordenada en un (1) tomo, donde se detalla el marco legal, las generalidades sobre la manipulación responsable y
el uso eficaz de los fitosanitarios. Los activos han sido organizados en orden alfabético. En cada uno podrá verificar la/s aptitud/es a
las cuales están destinados como herbicidas, fertilizantes, insecticidas, fungicidas y productos varios. Consta de una introducción
general sobre el tipo de producto. Y capítulos especiales sobre puntos de interés como resistencia, buenas prácticas agrícolas,
manejo integrado de plagas, equipos de protección, etc.

NOMENCLATURA QUÍMICA
La nomenclatura química es el primer dato que identifica al principio activo. Si bien existen diversas maneras de escribir la nomenclatura
de las sustancias químicas, se ha adoptado la más comúnmente utilizada en nuestro país, que generalmente coincide con la establecida
por la “Unión Internacional de Química Pura y Aplicada” (IUPAC). Cuando no sea así, en segundo término aparecerá expresada la
denominación química establecida por esta institución.

CLASIFICACIÓN QUÍMICA
La clasificación química hace referencia a la serie o familia química, origen de cada sustancia, que tienen propiedades físicas y químicas
similares, variando éstas de manera más o menos relevante dentro del grupo. Estas familias han sido delimitadas atendiendo a diferentes
criterios.

MODO DE ACCIÓN Y MECANISMO DE ACCIÓN


El modo y mecanismo de acción de un principio activo dependerá del tipo de producto que se trate, insecticidas, herbicidas, fungicidas,
etc.
Así, se puede describir brevemente, si bien en cada capítulo cuenta con una introducción más detallada:

Insecticidas
Dependiendo de la vía de ingreso podemos establecer los siguientes tipos:
Por contacto (vía dérmica): es aplicado sobre distintos órganos vegetales y las plagas que se encuentran sobre ellos, atacando
sus células y provocando la muerte con mayor o menor rapidez.

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Por ingestión (vía oral): es aplicado sobre distintos órganos vegetales, ingresando a la plaga cuando se alimenta de dicho
órgano. En otros casos, pueden ser directamente consumidos por la plaga, siendo en estos casos usualmente acompañados de
sustancias atractantes (cebos tóxicos).
Por inhalación (vía respiratoria): actúan en fase gaseosa o vapor ingresando a la plaga al ser inhalados.
De acuerdo a las características funcionales de los insecticidas se pueden resumir los siguientes mecanismos de acción:
Tóxicos físicos: producen solamente la asfixia de la plaga (aceites).
Tóxicos respiratorios: interfieren en los procesos de respiración celular (cianuro de hidrógeno).
Tóxicos protoplasmáticos: producen precipitación del protoplasma celular y la destrucción del epitelio del mesenterio, región
media del tubo digestivo donde se produce la absorción de nutrientes (derivados cúpricos, arsenicales, mercuriales y del plomo).
Neurotóxicos: afectan el sistema nervioso central y/o periférico (organoclorados, organofosforados, carbamatos, piretroides,
neonicotinoides, etc.).

Herbicidas
Absorción y movimiento dentro de las plantas. La absorción es el pasaje del herbicida del medio externo al interno de la planta. La misma
puede efectuarse a través del:
Follaje: en este caso el herbicida atraviesa las distintas capas de la epidermis mediante el mecanismo de difusión pasiva (sin gasto
de energía).
Tallos: siendo en este caso menor debido a la menor superficie relativa de los mismos.
Sistema radicular y otros órganos subterráneos (como coleóptiles e hipocótiles): el herbicida va atravesando las distintas capas de la
rizodermis, en un primer momento mediante difusión pasiva (sin gasto de energía) y en una segunda etapa con gasto de energía
celular.
Una vez en el medio interno, los herbicidas pueden actuar donde fueron absorbidos “DE CONTACTO”, movilizarse a otros órganos
vegetales “SISTÉMICOS”, o de ambas maneras.
En el caso de que se trasloquen, pueden utilizar las siguientes vías:
Sistema apoplasto: a través del xilema, motorizados por el flujo transpiratorio.
Sistema simplasto: a través del floema, motorizados por el flujo de los fotosintatos.
Sistema apoplasto - simplasto: utilizan ambas vías simultáneamente.
La velocidad de traslado dentro de la planta diferirá entre herbicidas y entre las distintas especies vegetales (en este último caso, inciden
los mecanismos de detoxificación que pudieran tener las plantas).
De dicha velocidad dependerá el efecto del herbicida, ya que en el caso de los sistémicos deben trasladarse al sitio de acción para
producir la toxicidad en las plantas tratadas.
El modo de acción para los herbicidas se refiere a la secuencia de eventos que culmina provocando algún daño a la maleza, pudiendo
eventualmente ocasionar su muerte.
Dentro del modo se encuentra el mecanismo de acción, es decir, el tipo de interferencia bioquímica o biofísica causada por el herbicida,
que determinará el daño en la planta y tiene lugar en el sitio de acción.
Algunos de estos procesos afectados por los herbicidas pueden ser:
la fotosíntesis,
el metabolismo de carbohidratos, lípidos, proteínas, ácidos nucleicos,
la división celular,
la biosíntesis de la pared celular.
Su ocurrencia interfiere en el metabolismo de las plantas, provocando daños o la muerte de las mismas. Algunos de dichos efectos
producidos por los herbicidas son: procesos de inhibición (de la germinación, división celular, elongación de órganos vegetales), clorosis
foliar, epinastias y destrucción de cloroplastos.

Selectividad de los herbicidas y susceptibilidad de las especies


La capacidad de un herbicida de controlar una especie vegetal (maleza) sin afectar otra especie (cultivo) es el comportamiento diferencial
denominado SELECTIVIDAD que dependerá del correcto uso del herbicida bajo las condiciones ambientales apropiadas.
Por otra parte, esta SELECTIVIDAD estará influenciada por:
Factores propios de las especies vegetales, tales como estado de desarrollo, la morfología, los factores hereditarios, los mecanismos
fisiológicos, bioquímicos y biofísicos.
Propiedades del herbicida: configuración molecular, concentración del activo, formulación, mezclas de tanque con otros herbicidas,
características del tratamiento en sí (selectividad posicional: aplicaciones dirigidas, utilización de antídotos, distribución en
determinada zona del perfil del suelo).
Características del medio ambiente.

Se denomina SUSCEPTIBILIDAD al grado de respuesta de la maleza al herbicida aplicado. Puede variar desde la TOLERANCIA hasta
el CONTROL TOTAL.
La SUSCEPTIBILIDAD de una especie vegetal puede verse influenciada por:

- 76 -
El estado de desarrollo al momento del tratamiento.
La concentración de herbicida absorbido por la planta.
Las características morfológicas y fisiológicas de la planta.
La toxicidad propia del herbicida.
Los factores ambientales.

Fungicidas
El modo de acción de los fungicidas se puede clasificar en:
De contacto: son los que no penetran los tejidos vegetales, formando una película sobre las superficies tratadas (plantas,
semillas u otros órganos) inhibiendo la germinación de esporas. Producen una disrupción generalizada de los procesos celulares
(usualmente poseen múltiples sitios de acción).
Sistémicos: son los que se absorben por los tejidos vegetales y se traslocan en la planta, fundamentalmente por vía apoplástica
motorizados por el flujo respiratorio. Una de las condiciones que deben poseer es el de ser tóxicamente selectivos para evitar
problemas de fitotoxicidad. Producen una disrupción de la membrana celular, de procesos de división celular, inhibición de la
biosíntesis, u otros procesos como alteraciones en la pared celular y de la síntesis de proteínas.

Residualidad de los productos


En el caso de los fungicidas de contacto, los órganos vegetales quedan protegidos durante los estadios en que son vulnerables a la
inoculación de un patógeno mientras dure la persistencia sobre las partes tratadas. Son sensibles a las condiciones ambientales y
exigentes en cuanto al intervalo de repetición del tratamiento. Son eficaces cuando se logra una pulverización uniforme con gotas
pequeñas (150 - 200 micrones).
Los fungicidas sistémicos son menos sensibles a las condiciones ambientales y menos exigentes en cuanto a uniformidad de aplicación.
Su residualidad dependerá de la estabilidad metabólica de la molécula dentro de la planta.

Interacción con enfermedades


Según el tipo de acción de los fungicidas sobre las enfermedades se establecen las siguientes categorías:
Preventivos: previenen el establecimiento de la enfermedad, inhibiendo la germinación de esporas.
Curativos: inhiben el desarrollo de una infección ya establecida que no presenta síntomas.
Erradicantes: inhiben el desarrollo de una infección ya establecida y que presenta síntomas.

USO
Los mencionados productos contenidos en esta Guía, como se mencionó inicialmente en este capítulo, detallan además en cada hoja del
correspondiente principio activo, la utilidad o USO, según la siguiente clasificación:
Acaricida.
Antídoto de herbicida.
Antiescaldante.
Bactericida.
Bioestimulante natural.
Coadyuvante.
Crustacicida.
Curasemillas.
Defoliante.
Desecante.
Enmienda.
Feromona.
Fertilizante.
Fertilizante de aplicación foliar.
Fertirrigación.
Fitorregulador.
Fungicida.
Gorgojicida.
Herbicida.
Hormiguicida.
Inoculante.
Insecticida.

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Molusquicida.
Nematicida.
Preservador de madera.
Rodenticida.
Trampa para insectos.

INTERPRETACIÓN DE LOS CUADROS


La información agronómica de cada principio activo se encuentra organizada en forma de cuadro, para facilitar su interpretación. Así el
lector podrá identificar la información bajo cuatro ítems fundamentales: cultivo; maleza, plaga o enfermedad; dosis; tiempo de carencia
(cuando corresponda), y momento de aplicación.

Cultivo
Hace referencia a la especie de interés agronómico autorizada para ser tratada con el ingrediente activo.

Maleza, plaga o enfermedad


Hacen referencia a las especies que se controlan con el ingrediente activo. Las mismas están descriptas por su nombre común y
científico.

Dosis
Están referidas a la cantidad de ingrediente activo expresado como producto comercial bajo las diferentes alternativas de concentraciones
y formulaciones aprobadas. Las dosis indicadas son el resultado de numerosas experiencias, bajo distintas condiciones climáticas,
edáficas, variadas poblaciones de parásitos y diferentes estados de desarrollo de los cultivos. En cierta medida garantizan un exitoso
resultado cuando se respetan las recomendaciones de uso, momento oportuno del tratamiento y una adecuada aplicación.
No obstante, es imprescindible cotejar los datos contenidos en esta “Guía” con las indicaciones del marbete o etiqueta del
producto.
En caso de existir discrepancia entre las recomendaciones de uso de uno y otro, se deben respetar siempre las del marbete.
La falta de efectividad en el control de las plagas, la mayoría de las veces se debe a fallas en la metodología de aplicación, deficiente
estado de las pulverizadoras usadas, bajo nivel de formación profesional de los operadores de pulverizadoras. Se debe lograr la
aplicación de la DOSIS RECOMENDADA por unidad de superficie cultivada, mejorando la distribución sobre el objetivo que se quiere
proteger. Es incorrecto pensar que una sobredosificación va a solucionar el problema de una deficiencia en el equipo, de una técnica de
aplicación incorrecta, o de condiciones ambientales inadecuadas. Sin embargo, hay algo que sí es totalmente cierto: las bajas
dosificaciones pueden resultar menos eficaces y no controlar satisfactoriamente la plaga en cuestión.
Pueden existir algunos factores que requieran de la utilización de la dosis mayor recomendada en el marbete, y en cuyo caso deben
cotejarse con un asesor agronómico.
Seguidamente se detallan los factores que deben ser tenidos en cuenta para utilizar la dosis más alta indicada para cada producto y que
pueden influir en el control:
a) Estado del cultivo: cuanto mayor densidad y desarrollo del cultivo (o sea, mayor masa vegetativa por hectárea) se emplearán
las dosis mayores. Este aspecto adquiere gran importancia con los productos sistémicos.
b) Plaga: identificación exacta, estado de desarrollo y nivel poblacional.
c) Condiciones ambientales adversas: alta evaporación, temperaturas extremas, baja humedad relativa, rocío, sequía, etc.,
influyen negativamente en los tratamientos. Cuando las condiciones mencionadas no sean totalmente extremas y sea
imprescindible realizar las aplicaciones podrán emplearse las dosis mayores.
d) Vehículo empleado: en aplicaciones de bajo volumen cuando se emplean vehículos volátiles (gasoil), se deberán respetar los
requisitos que significa este tipo de aplicación.
e) Infestaciones poliespecíficas: en este caso es preferible emplear la dosis más alta indicada para las especies en
consideración.

Tiempo de carencia
Este valor se encuentra en el cuadro, a la derecha de la columna “dosis”, identificado como TC. El tiempo de carencia, también conocido
como período de seguridad, es el plazo de tiempo que debe transcurrir (en días) desde la última aplicación de un fitosanitario y el
aprovechamiento del cultivo tratado (cosecha, pastoreo, etc.).
Los tiempos de carencia se han establecido para cada producto, cada cultivo y cada aplicación, basado en estudios de investigación
sobre la acumulación de residuos inmediatamente luego de la aplicación y su posterior degradación en el tiempo, hasta alcanzar los
límites aceptados para consumo y/o comercialización.
Es fundamental respetar cuidadosa y minuciosamente los tiempos de carencia explicitados en el marbete de cada producto, según el
cultivo de que se trate. Esto da lugar a la obtención de cosechas que cumplan con los requisitos de inocuidad establecidos para su
consumo, a la vez que previene contra eventuales rechazos de exportaciones por incumplimiento de los límites máximos de residuos
exigidos internacionalmente.
En determinados casos, como tiempo de carencia se establecerá: “Sin restricciones”. Esto se aplica generalmente a productos de
reconocida labilidad y/o inocuidad, herbicidas de presiembra o preemergencias, curasemillas, etc.

- 78 -
Momento de aplicación
Particularmente cuantas veces ha sido posible se ha indicado cuándo se deben realizar los tratamientos, teniendo en cuenta los niveles
de infestación a partir de los cuales comenzarían a verse afectados los rendimientos. Se busca evitar que se efectúen tratamientos
innecesarios con bajas poblaciones de las plagas y que no pueda producir daño económico. De esta manera, incluso, se darían
posibilidades de desarrollo a los enemigos naturales de la plaga.
Cuando se deban realizar los recuentos de insectos por metro cuadrado o metro lineal del cultivo, los muestreos a realizar serán los
siguientes:
- en lotes de 10 ha se harán determinaciones en 6 puntos diferentes;
- en lotes de 30 ha en 8 puntos y,
- en lotes de 50 ha en 10 puntos diferentes, evitando las cabeceras.
De todos los recuentos realizados en cada lote se obtendrá un promedio.
En caso de emplear la red entomológica se recuerda que por cada 20 golpes de red se cubre una superficie de 10 metros cuadrados (30 -
40 isocas por cada 20 golpes de red equivalen a 3 - 4 isocas por metro cuadrado).

EQUIPOS DE APLICACIÓN
En líneas generales, en los cultivos extensivos (cereales, girasol, lino, maní, praderas, soja, etc.) que deban ser asperjados con cualquier
fitoterápico podrán emplearse equipos terrestres de botalón, provistos de picos pulverizadores para insecticidas y que aseguren un caudal
mínimo por hectárea de 50 litros; generalmente los caudales empleados oscilan entre 40 y 120 litros por hectárea, dependiendo del tipo
de producto, plaga y/o cultivo. También podrán utilizarse equipos terrestres con cabezales rotativos, debiendo respetarse las indicaciones
de los fabricantes.
Mucho más importante que el caudal es considerar el número de gotas por cm2 que pueden depositarse sobre la superficie a tratar.
Existen tarjetas especiales que pueden manifestar el grado de cobertura de una aplicación, existiendo básicamente dos tipos: las
oleosensibles y las hidrosensibles.
Una correcta aplicación deberá garantizar tamaño de gotas entre 150 y 250 micrones y con los siguientes valores de cobertura:
Herbicidas:
2
Sistémicos 20 a 30 gotas por cm
2
De contacto 30 a 40 gotas por cm

Insecticidas y fungicidas:
2
Sistémicos 20 a 30 gotas por cm
2
De contacto 50 a 70 gotas por cm

En aplicaciones aéreas el volumen total recomendado no debe ser inferior a 10 litros por hectárea cuando se use agua como diluyente
o de 3 litros cuando se emplee gasoil. Sin embargo, las aplicaciones aéreas han logrado un desarrollo tecnológico que permiten el
empleo de caudales inferiores con alta eficiencia. Para tener una noción clara de una buena aplicación se debe controlar el número de
gotas por cm2 y el tamaño de estas últimas.
En el tratamiento de cultivos frutales (arbustivos o arbóreos), forestales y ornamentales se emplean equipos de alto volumen, realizando
la pulverización hasta llegar a punto de escurrimiento o punto de goteo. El volumen de agua empleado por hectárea para lograr el
asperjado total de las plantas será muy variable. Este dependerá de la altura de la planta, desarrollo de su copa, cantidad de follaje,
especie vegetal, cantidad de plantas por hectárea y la habilidad del operador para lograr una cobertura uniforme y sin superar el punto
de goteo. En líneas generales, se considera que los volúmenes mínimos para árboles frutales en plena producción y para forestales
son:
Volúmenes mínimos
Tipo de cultivo
(l/ha)
Citrus 3.000
Frutales de carozo 2.000
Forestales 4.000
Manzanos y perales 2.500
Nogales 3.500
Vid 1.000

Los caudales de aplicación por hectárea pueden inferirse a partir del consumo de un ejemplar promedio y referirlo al número de plantas
por hectárea.

INFORMACIÓN GENERAL
Bajo este subtítulo se encontrará información adicional referida al producto, como mecanismos fisiológicos, comportamiento en el
suelo, persistencia, preparación de la mezcla, métodos de aplicación, restricciones de uso, etc.
Además, podrán encontrarse datos como:

- 79 -
Fitotoxicidad en el cultivo tratado, bajo la ocurrencia de ciertas condiciones.
Compatibilidad o incompatibilidad química con otros productos.

Información toxicológica
La toxicidad aguda de los productos se expresa con el valor de la DL 50 (dosis letal media), siendo esta la cantidad de principio activo
medido en mg/kg de peso vivo del animal de laboratorio en consideración. En aplicación única que provoca la muerte del 50% de la
población objeto de ensayo. La DL 50 depende de varios factores y no representa valores absolutos, sino una idea de la magnitud de la
toxicidad.
Además de la toxicidad aguda, ya sea oral o dermal, se hace mención a la toxicidad crónica, que se genera por los efectos de la
ingesta de dosis menores durante un tiempo prolongado. Cuando una cierta concentración del plaguicida no provoca síntomas de
ninguna clase se denomina “Nivel sin efecto tóxico” (NISETO).

Ingesta diaria admisible (IDA)


Es la dosis diaria de una sustancia química que puede ingerir el hombre, sin riesgos apreciables, durante una vida entera. Se expresa
en mg/kg de peso corporal.

Riesgo ambiental
Los riesgos ambientales que se mencionan para cada producto formulado se han establecido de acuerdo a la siguiente clasificación
ecotoxicológica:

1. Toxicidad en abejas

Valor CL 50*
Categoría
(u/abeja)
Altamente tóxico <1
Moderadamente tóxico 1 - 10
Ligeramente tóxico 11 - 100
Virtualmente no tóxico > 101
2. Toxicidad en aves
Valor CL 50
Categoría
(ppm)

Extremadamente tóxico < 50


Muy tóxico 50 - 500
Moderadamente tóxico 500 - 1000
Prácticamente no tóxico > 5000
3. Toxicidad en organismos acuáticos
Valor CL 50
Categoría
(ppm)

Extremadamente tóxico < 0,1


Muy tóxico 0,1 – 1,0
Moderadamente tóxico 1,0 - 10
Ligeramente tóxico 10 - 100
Virtualmente no tóxico > 100

* CL 50: Es la concentración letal media de un producto en agua y/o aire, que elimina el 50% de una población.

FORMULACIONES COMERCIALES
El último cuadro del producto indica:
la marca comercial registrada y la empresa asociada a CASAFE que comercializa el producto,
el número de inscripción otorgado por el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria),
el tipo de formulación de dicho producto,
la concentración del principio activo en porcentaje de droga pura, – C.T.: la Clasificación Toxicológica de cada marca.

- 80 -
LISTADO DE ABREVIATURAS Y SIGLAS RELACIONADAS
A LOS PRODUCTOS FITOSANITARIOS

AOAC: Internacional, inicialmente la Association of Official Analytical Chemists (Asociación de Analistas Químicos Oficiales).
Bt: Bacillus thuringiensis.
CAT: Centro de Almacenamiento Transitorio.
CAS Nº: Chemical Abstracts Service Registry Number.
CCA: Comisión del Codex Alimentarius (de FAO/OMS).
CD: Comité Directivo del COSAVE.
CFC: Clorofluorocarbono.
CITES: Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas CL: Concentración Letal.
CM: Consejo de Ministros del COSAVE.
CNUMAD: Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.
COFI: Comité de Pesca (de la FAO).
COSAVE: Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur. C.T.: Clasificación Toxicológica.
DFID: Departamento para el Desarrollo Internacional (del gobierno del R.U.). D.L.: Dosis Letal.
EPA: Environmental Protection Agency: Agencia Federal de Protección del Ambiente de los EE.UU. Autoridad Federal de regulación,
registro y control de plaguicidas. Aplica la FIFRA.
FAO: Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
FDA: U.S. Food and Drug Administration: Administración Federal de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos de América,
autoridad competente para la regulación y control de estos productos. En materia de plaguicidas, es competente en todo lo relacionado a
sus residuos en alimentos y piensos.
FIFRA: Acta Federal sobre Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas. Su primera versión, que tuvo varias modificaciones, entró en vigencia
el 25 de junio de 1947. Establece la competencia de la EPA en: 1) el registro de todos los plaguicidas que se usan en el territorio de los
EE.UU.; 2) el otorgamiento de licencias a los aplicadores; 3) el re-registro de los plaguicidas; 4) el almacenamiento, transporte,
disposición final y revocación de autorizaciones de plaguicidas. G.E.: Grado Equivalente.
GIFAP: Grupo Internacional de Asociaciones Nacionales de Fabricantes de Agroquímicos Plaguicidas. Desde 2001 se denomina
CropLife International.
GTP-P: Grupo de Trabajo Permanente en Productos Fitosanitarios del COSAVE.
GTP-PF: Grupo de Trabajo Permanente en Productos Fitosanitarios del MERCOSUR.
HACCP: Análisis de Riesgos y Control de Puntos Críticos.
HCFC: Hidroclorofluorocarbono.
HFC: Hidrofluorocarbono (sin contenido de iones cloro o bromo).
ISO: International Standarization Organization: Organización Internacional de Estandarización, la cual publica nombres comunes de
plaguicidas que generalmente han sido elaboradas por la Institución de Estándares Británicos (BSI). Los nombres E-ISO indican la forma
inglesa del nombre y F-ISO indica la forma francesa. Los nombres franceses son identificados como masculino (m) o femenino (f), según
corresponda.
IUPAC: International Union of Pure and Applied Chemistry: Unión Internacional de Química Pura y Aplicada.
JMPR: Reunión Conjunta sobre Residuos de Pesticidas (de FAO/OMS).
LMR: Límite máximo de residuos de plaguicidas.
MERCOSUR: Mercado Común del Cono Sur, integrado por la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
OMC: Organización Mundial del Comercio.
OMS: Organización Mundial de la Salud.
ONG: Organización No Gubernamental. P.C.: Presentación Comercial.
P.F.: Producto Formulado.
PICP: Procedimiento de Consentimiento Informado Previo, para el comercio transfronterizo de productos fitosanitarios prohibidos y/o
seriamente restringidos.
SAGPyA: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación.
SENASA: Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria. Es la autoridad nacional competente para el registro y control de
plaguicidas en la República Argentina. V. decreto 1.585/1996.
TC: Tiempo de Carencia.
ZEE: Zona Económica Exclusiva.

- 81 -
MANUAL SOBRE ELABORACIÓN Y EMPLEO DE LAS
ESPECIFICACIONES DE LA FAO Y DE LA OMS PARA PLAGUICIDAS

Primera edición
Reunión Conjunta FAO/OMS para las Especificaciones de Plaguicidas (JPMS).
Códigos Internacionales de CropLife International para plaguicidas técnicos y formulados.

CÓDIGO DENOMINACIÓN DESCRIPCIÓN


AB Cebo granular Forma especial de cebo.
Formulación contenida en un recipiente, desde el cual es dispersada en forma de finas gotas
AE Aerosol
por el efecto de un agente propelente, liberado por una válvula.
AL Otro líquido Líquido aún no denominado por un código específico para ser aplicado sin dilución previa.
AP Otro polvo Polvo aún no denominado por un código específico, para ser aplicado sin dilución.
BB Cebo en bloques Forma especial de cebo.
BR Briquetas Bloques sólidos, diseñados para la liberación controlada del activo en el agua.
CB Cebo concentrado Cebo sólido o líquido que se utiliza diluido.
Cápsulas en suspensión
Una suspensión estable de cápsulas en un fluido, para ser aplicado a las semillas en forma
CF para tratamientos de
directa o diluida.
semillas
Gránulos que poseen una cobertura para protección o para la liberación controlada de la(s)
CG Granulado encapsulado
sustancia(s) activa(s).
Formulación rodenticida o insecticida en la forma de un líquido/gel, para aplicación directa o
CL Liquido o gel de contacto
después de dilución en caso de gel.
Formulación rodenticida o insecticida en la forma de polvo para aplicación directa.
CP Polvo de contacto
Antiguamente conocida como polvo tracking (TP).
CS Suspensión de encapsulado Suspensión estable de cápsulas en un fluido, para aplicar diluida en agua.
Formulación líquida homogénea para ser aplicado como dispersión sólida, después de
DC Concentrado dispersable ser diluida en agua. (Nota: Existen algunas formulaciones que presentan características
intermedias entre DC y EC.)
DP Polvo seco Polvo de libre flujo adecuado para espolvoreo.
Polvo para tratamiento seco
DS Polvo para aplicar en su estado seco directamente sobre las semillas.
de semillas
Tabletas para aplicación Formulación en forma de tabletas para ser aplicadas individual y directamente en el campo
DT
directa y/o cuerpos de agua, sin preparación de una solución pulverizadora o dispersión.
Formulación líquida homogénea para ser aplicada como emulsión después de la dilución en
EC Concentrado emulsionable
agua.
ED Líquido electroaplicable Formulación líquida especial para aspersión electrostática o electrodinámica.
Formulación granular que puede contener auxiliares de formulación insolubles para ser
EG Gránulos emulsionables aplicada como emulsión aceite en agua del ingrediente activo, después de la
desintegración en agua.
Formulación fluida heterogénea constituida por una solución de plaguicida en agua dispersa
EO Emulsión agua en aceite
como finos glóbulos en fase continua de líquido orgánico.
Una formulación en polvo, que puede contener formulantes insolubles en agua, para ser
EP Polvo emulsionable aplicados como una emulsión aceite en agua del ingrediente activo después de la dispersión
en agua.
Emulsión para tratamiento
ES Emulsión estable para aplicación directa o después de diluida en agua sobre las semillas.
de semillas.
Formulación fluida heterogénea que consiste en una solución de plaguicida en un líquido
EW Emulsión aceite en agua
orgánico disperso como finos glóbulos en una fase continua en agua.
FD Fumígeno en lata Forma especial de generador de humo.
FG Granulado fino Gránulos con rango de tamaño entre 300 y 2.500 m.
FK Fumígeno en vela Forma especial de generador de humo.
FP Fumígeno en cartucho Forma especial de generador de humo.
FR Fumígeno en bastones Forma especial de generador de humo.
Suspensión concentrada
FS (concentrado fluido) para Producto en suspensión estable para aplicar a las semillas directamente o diluido en agua.
tratamiento de semillas
FT Fumígeno en tabletas Forma especial de generador de humo.

- 82 -
Formulación combustible, aplicación de sólida y de diferentes formas, la cual, durante su
FU Fumígeno
aplicación o aplicación, libera la(s) sustancia(s) activa(s) en forma de humo.
Formas especiales de fumígenos
Aplicación en vela FK
Aplicación en cartucho FP
Aplicación en pellets FW
Aplicación en bastones FR
Aplicación en tabletas FT
Aplicación en latas FD
FW Aplicación en pellets Forma especial de generador de humo.
GA Gas Gas envasado herméticamente.
GB Cebo granulado Forma especial de cebo.
Formulación sólida o líquida, para aplicación directa, capaz de liberar gas a través de una
GE Generador de gas
reacción química.
Gel para tratamiento de
GF Formulación gelatinosa homogénea para ser aplicada directamente a la semilla.
semillas
GG Macrogranulado Gránulos con rango de tamaño entre 2.000 y 6.000 m.
GL Gel emulsionable Formulación gelatinosa para ser aplicada como una aplicación en agua.
GP Polvo fluido Forma especial de polvo muy fino, para espolvoreo neumático en invernaderos.
Formulación sólida, de libre flujo, en forma de gránulos con dimensiones bien definidas, para
GR Granulado
aplicación directa.
Formas especiales de gránulos
Granulado encapsulado (Cg) Gránulo con cubierta de protección o de liberación controlada.
Granulado fino (Fg) Rango de tamaño de partículas de 300 a 2.500 m
Macrogranulado (Gg) Rango de tamaño de partículas de 2.000 a 6.000 m
Microgranulado (Mg) Rango de tamaño de partículas de 100 a 600 m
GS Grasa Formulación muy viscosa, sobre la base de aceite o grasa.
GW Gel hidrosoluble Formulación gelatinizada para ser aplicada como solución acuosa.
Formulación específica para aplicación directa o después de la dilución mediante
HN Termonebulizable
nebulización en caliente.
Una formulación sólida y una líquida contenida separadamente en un mismo envase exterior,
KK Combi-pak: sólido - líquido
para aplicación simultánea en una mezcla de tanque.
Dos formulaciones líquidas contenidas separadamente en un mismo envase exterior, para
KL Combi-pak: líquido - líquido
aplicación simultánea en una mezcla de tanque.
Formulación adecuada para aplicación directa o después de la dilución mediante
KN Nebulización en frío
nebulización a temperatura ambiente.
Dos formulaciones sólidas contenidas separadamente en un mismo envase exterior, para
KP Combi-pak: sólido - sólido
aplicación simultánea en una mezcla de tanque.
Formulación líquida, homogénea, a base de solventes, para aplicación directa, en forma de
LA Laca
película sobre el objetivo deseado.
Líquido claro a opalescente para aplicar a las semillas directamente o como solución del
Solución para tratamiento de ingrediente activo disuelto en agua. El líquido puede contener agentes formulantes
LS
semillas insolubles en agua.

Una formulación líquida en un cartucho/ botella, diseñado para adaptar a una unidad de
LV Vaporizador líquido calor adecuada, en la cual la formulación fluye por una mecha caliente y se evapora dentro
de la atmósfera local.
Un coil que arde sin producir una llama y libera el ingrediente activo dentro de una atmósfera
MC Mosquito coil
local como vapor o humo.
Líquido claro a opalescente, conteniendo aceite y agua, para ser aplicado directamente o
ME Microemulsión
diluido en agua, pudiendo formar una microemulsión diluida o una emulsión convencional.
MG Microgranulado Gránulos con rango de tamaño entre 100 y 600 m.
Un capilar elaborado de pulpa u otro material inerte adecuado e impregnado con un
MV Capilar de vaporización ingrediente activo. El capilar está destinado para ser usado en una unidad de
calentamiento diseñada para producir una lenta volatilización del ingrediente activo.
Una suspensión estable de ingrediente(s) activo(s) en un fluido no miscible en agua, que
OD Dispersión oleosa puede contener otro(s) ingrediente(s) activo(s) disuelto(s) destinado(s) para la dilución
con agua antes del uso.

- 83 -
Concentrado fluido miscible
OF en aceite (suspensión Suspensión líquida estable, para aplicar diluida en un líquido orgánico.
miscible en aceite)
OL Líquido miscible en aceite Formulación líquida homogénea para aplicar diluido en un líquido orgánico.
OP Polvo dispersable en aceite Polvo para aplicar como suspensión, luego de ser dispersado en un líquido orgánico.
Producto de base acuosa, para aplicación directa, en forma de película sobre la superficie a
PA Pasta
tratar.
PB Cebo en disco Forma especial de cebo.
PC Gel o pasta concentrada Fórmula sólida para ser aplicada como gel o pasta luego de su dilución en agua.
Solución que se vierte en gran volumen sobre la piel de los animales (normalmente más de
PO Producto vertible
100 ml por animal).
Pequeña varilla, generalmente de pocos centímetros de longitud y algunos milímetros de
PR Varilla vegetal
diámetro, que contiene un ingrediente activo.
Semilla revestida de un
PS Se autodefine.
plaguicida
RB Cebo (listo para el uso) Producto destinado a atraer y ser ingerido por la especie objetivo deseada.
Formas especiales de cebos
Cebo en bloques (Bb)
Cebo en granos (Ab)
Cebo granulado (Gb)
Cebo en disco (Pb)
Cebo en partículas (Sb)
Solución que se aplica en volumen reducido manchando la piel de los animales
SA Mancha
(normalmente menos de 100 ml por animal).
SB Cebo en partículas Forma especial de cebo.
Suspensión concentrada
SC Líquido con el activo en suspensión estable, para aplicar diluido en agua.
(= Concentrado fluido)
Una suspensión estable de ingrediente(s) activo(s) en un fluido para aplicación directa que
Suspensión concentrada
SD puede contener otro(s) ingrediente(s) activo(s) destinados para aplicación directa a arroz,
para aplicación directa
por ejemplo.
Formulación heterogénea fluida consistente de una dispersión estable de sustancias activas
SE Suspo-emulsión
en la forma de partículas sólidas y glóbulos finos en una fase acuosa continua.
Gránulos para aplicación luego de la disolución de la(s) sustancia(s) activa(s) en agua, en
SG Granulado hidrosoluble forma de solución verdadera, pudiendo, sin embargo, contener auxiliares de formulación
insolubles
Líquido claro a opalescente homogéneo para ser aplicado como solución del ingrediente
SL Concentrado soluble
activo después de ser diluido en agua. Puede contener auxiliares de formulación insolubles.
SO Aceite dispersivo Formulación diseñada para formar una película en el objetivo deseado al aplicarse en agua.
Polvo para aplicación luego de la dilución de la(s) sustancia(s) activa(s) en agua, en forma de
SP Polvo soluble
solución verdadera, pudiendo contener auxiliares de formulación insolubles.
Polvo soluble para
SS Polvo para el tratamiento de semillas en dilución acuosa.
tratamiento de semillas
Formulación en forma de tabletas para ser usadas individualmente para formar una solución
ST Tabletas solubles del ingrediente activo después de su desintegración en agua. La formulación puede contener
auxiliares de formulación insolubles.
Suspensión de volumen Suspensión líquida estable, para aplicar directa y específicamente con equipos de volumen
SU
ultrabajo ultrabajo (ULV).
Producto sólido preformado, con tamaño y formas uniformes, usualmente circular, con caras
TB Tabletas
planas o convexas, cuyas distancias entre caras son menores que el diámetro.
Formas especiales de tabletas
Dt - Tabletas para aplicación
directa
St - Tabletas solubles
Wt - Tabletas dispersables
Material resultante del proceso de manufactura que involucra al ingrediente activo junto con
TC Activo grado técnico
sus impurezas asociadas. Éste puede contener pequeñas cantidades de aditivos necesarios.
Material resultante del proceso de manufactura que involucra el ingrediente activo junto con
TK Concentrado técnico sus impurezas asociadas. Éste puede contener pequeñas cantidades de aditivos necesarios
y diluyentes apropiados.
TP Polvo de rastreo Término discontinuado (Refiérase a CP)

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UL Volumen ultrabajo Líquido homogéneo listo para su aplicación directa con equipos volumen ultrabajo (ULV).
Producto a base de activo(s) volátil(es), cuyos vapores se desprenden en el aire. La
VP Evaporable
velocidad de liberación se controla usando formulaciones y/o dispensadores adecuados.
Gránulos para aplicación en forma de suspensión, luego de su desintegración y dispersión
WG Granulado dispersable
en agua.
WP Polvo mojable Polvo para aplicar como suspensión, luego de ser dispersado en agua.
Polvo dispersable para trata-
WS Polvo para ser dispersado a alta concentración en agua, antes de su aplicación a la semilla.
miento de semillas (Slurry)
Formulación en forma de tabletas para ser usadas individualmente para formar una
WT Tabletas dispersables
suspensión del ingrediente activo después de su desintegración en agua.
XX Otras Caracterización temporal para todas las formulaciones no indicadas anteriormente.
Formulación mezclada de Una suspensión fluida estable de cápsulas e ingrediente(s) activo(s), normalmente destinado
ZC
CS y SC para diluirse en agua antes del uso.
Una formulación fluida, heterogénea, que consiste de una dispersión estable de
Formulación mezclada de
ZE ingrediente(s) activo(s) en la forma de cápsulas, partículas sólidas y finos glóbulos en una
CS y SE
fase acuosa continua, normalmente destinada para dilución con agua antes de uso.
Formulación mezclada de Una formulación fluida heterogénea, consistente en una dispersión estable de ingrediente(s)
ZW CS y activo(s) en la forma de cápsulas y finos glóbulos en una fase acuosa continua,
EW normalmente destinada para la dilución con agua antes de su uso.

GLOSARIO DE TÉRMINOS RELATIVOS A LOS


PRODUCTOS FITOSANITARIOS

ACLARACIONES SOBRE ESTE GLOSARIO

Fue confeccionado tomando como base distintas fuentes. La referencia obra citada con un número al finalizar cada definición, y se
identifican en el listado anexo.
Por ejemplo, la fuente citada como Nº 1 es el glosario de términos del COSAVE (Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur). Estándar
regional fitosanitario, aprobado en la IX Reunión del Comité Directivo, marzo de 1995, Montevideo, Uruguay. La Resolución SAGPyA Nº
350/99 “Manual de Procedimientos, Criterios y Alcances para el Registro de Productos Fitosanitarios en la República Argentina”, en su
capítulo 21, define que “...los términos técnicos comprendidos en el…Manual”, se encuentran definidos en dicho documento. En general,
se consigna la definición más común al vocabulario y prácticas que se utilizan en la República Argentina, realizando adaptaciones en
algunos casos.

A
Abono: sinónimo: fertilizante. Cualquier sustancia orgánica o inorgánica, natural o sintética que aporte a las plantas uno o varios de los elementos nutritivos
indispensables para su desarrollo vegetativo normal. (16) Se aplican generalmente al suelo para que se diluyan en la solución y puedan ser ingresados al
sistema vegetal vía raíces; pero también pueden aplicarse de forma líquida vía foliar para ser absorbidos a través de los estomas. (43)
Abono mineral: todo producto desprovisto de materia orgánica que contenga, en forma útil a las plantas, uno o más elementos nutritivos de los reconocidos
como esenciales al crecimiento y desarrollo vegetal. (16)
Abono mineral complejo: producto con un contenido declarable de más de uno de los macroelementos siguientes: nitrógeno, fósforo o potasio. (16)
Abono mineral simple: producto con un contenido declarable en uno solo de los macroelementos siguientes: nitrógeno, fósforo o potasio. (16) Abono
orgánico: el que, procediendo de residuos animales o vegetales, contenga los porcentajes mínimos de materia orgánica y nutrientes. (16)
Abscisión: agente de sustancia o producto que estimula la abscisión (separación, cuando se deshace el estrato que mantiene unidos dos células o dos
órganos) para facilitar la cosecha manual o mecánica de frutos. (1)
Absorción: movimiento de un producto fitosanitario desde el ambiente, a través de una membrana biológica, hacia el interior de un organismo. (1)
Acaricida: sustancia destinada al control de ácaros fitófagos y de productos almacenados pertenecientes a la subclase ACARI, dentro de la clase de los
Arácnidos. (44)
Acción, modo de: manera bioquímica molecular de acción del plaguicida químico; como por ejemplo la inhibición de acetilcolinesterasa, síntesis del
ergosterol, respiración mitocondrial u otros. (9)
Acción de vapor: capacidad de un plaguicida de ejercer su acción terapéutica mediante los vapores que se desprenden luego de su aplicación debido a que
el valor de la tensión de vapor del activo y formulado es lo suficientemente bajo a temperatura ambiente. (53)
Acción de volteo (knock down): propiedad de un plaguicida de provocar la caída en vuelo o desprendimiento de un insecto/ácaro del sustrato, seguida o no
de muerte.
Acción translaminar: propiedad del producto que penetra por el haz foliar, puede quedarse en el parénquima y llegar al envés (atraviesa la lámina de la
hoja desde la parte superior a la inferior). (10)
Aceite: producto de origen mineral, animal o vegetal, fluido a temperatura ordinaria y constituido en los vegetales y animales, por una mezcla de glicerinas.
(11)
Aceite de ruptura lenta: es el aceite mineral que forma una emulsión estable en agua durante varias horas.
Aceite de ruptura rápida: es el aceite mineral que forma una emulsión muy inestable en agua; los componentes que la forman se separan bruscamente.
Acetilcolina: es el neurotransmisor de todas las terminaciones nerviosas autonómicas pregangliónicas (receptores nicotínicos), de todas las terminaciones
parasimpáticas y algunas simpáticas posganglionares (receptores muscarínicos), la placa motora neuromuscular y algunas sinapsis del SNC. (45)
Acetilcolinesterasa: enzima responsable de la destrucción de la acetilcolina una vez que ésta se ha unido al receptor postsináptico nicotínico-colinérgico.
Los inhibidores de la colinesterasa se utilizan para aumentar la semivida de la acetilcolina en aquellos casos en los que existe un déficit de receptores
nicotínico-colinérgico, por ejemplo, en el caso de la miastenia grave o la enfermedad de Alzheimer. (2)
Acetilcolinesterasa (Inhibidor): compuesto o grupo de compuestos (por ejemplo, los organofosforados) con capacidad de bloquear la acción de la enzima
acetilcolinesterasa, interfiriendo la transmisión de los impulsos nerviosos entre las células nerviosas. (5)

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