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SALTARIN, EL CONEJO QUE DESEABA DE MÁS

En una madriguera pequeña, en la cual habitaba una familia de conejos,

Saltarín que era el tercero de los conejos, decidió salir a ver el anochecer.

En ello Saltarín, se recostó en una piedra para que pueda ver la luna llena.

En la cual comenzó a decir:

 Si tuviera una madriguera grande solo para mí… sería feliz.

 Si tuviera más tamaño… sería feliz

 Si mamá y papá me quisieran a mí solo… sería feliz.

Y así seguía hablando el conejo Saltarín. Entonces, se dio cuenta de que

había unos ruidos extraños en el arbusto, y este con gran curiosidad decidió

acercarse; vio que era un cuy y Saltarín le preguntó:

¿ Qué haces aquí en medio de los arbustos ?. En respuesta le dijo el cuy:

Soy un cuy que concede deseos y escuché lo que estabas diciendo, yo puedo

cumplirlos si quieres. Y el conejito Saltarín le dijo:

Excelente, pero … ¿ Cómo ? . En ese instante, el cuy le dio una bolsita y le

dijo que se valla.

El conejo Saltarín, muy confundido abrió la bolsita en plena noche y vio solo

un montón de piedritas. Se sintió muy decepcionado y comenzó a lanzar


una por una de las piedritas en un río, cuando solo le quedaba una decidió

quedársela y la guardó.

Al llegar a su madriguera, su familia le estaba esperando y cuando el conejo

Saltarín sacó la piedra que guardó, ¡ se dio cuenta que esta era un pequeño

diamante muy valioso ¡

Saltarín se echó a llorar porque se imaginaba cuantos diamantes había

tirado en aquel río.

MORALEJA: Cada día es un diamante precioso, depende de ti


aprovecharlo o lanzarlo al río.
TEMA : FABULA: SALTARÍN, EL CONEJO QUE DESEABA DE MÁS.

ALUMNO : DARIANA MARIBEL MALASQUEZ SEGURA.

GRADO :6°

SECCION : “B”

AÑO 2018

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