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PRUEBA DE LA LEY EXTRANJERA

I. BASE LEGAL
 Código Bustamante, Capítulo 11 del Título VII del Libro IV
 El Anteproyecto del Código Civil de 1984, en su art. XVIII del Título
Preliminar.

II. ANTECEDENTES
 El Código Civil de 1936, el cual en sus artículos 11,12 y 13 del Título Preliminar,
nos habla de la aplicación de la Ley Extranjera. Se precisa que las partes pueden
ofrecer las pruebas que consideren pertinentes. El Juez las aprecia
discrecionalmente.

III. COMENTARIOS

 Jorge Basadre Ayulo, sobre la prueba y el conocimiento de la ley extranjera, el


Código Civil peruano (artículo 2052) permite a las partes ofrecer las pruebas que
tengan por conveniente sobre la existencia de la ley extranjera y su sentido. El
juez puede rechazar o restringir los medios probatorios que no considere idóneos.
La norma le da la facultad al juez para rechazar o restringir los medios probatorios
ofrecidos sobre una ley que debe aplicar, pero que, por ser extranjera, puede no
conocer en su verdadero alcance.
En otras palabras, la prueba de la ley extranjera no se debe a que esta no constituye
derecho, sino al desconocimiento que puede tener el juez de una ley que le es
ajena.

 La Dra. Delia Revoredo Marzano, quien argumentó haber preferido una redacción
similar a la utilizada en el art. 2 de la Convención Interamericana sobre Reglas
Generales de Derecho Internacional Privado de 1979, por considerar demasiado
concisa la redacción del art. XVIII del Anteproyecto en mención.

 Tovar Gil esclarece esta discrepancia, por cuanto aclaran que el sentido de la
expresión "prueba" utilizada en el art. citado, no debe tomarse en estricta acepción
procesal. Se trataría más bien como argumentan, del ofrecimiento de elementos
de ilustración que permitan al Juez cumplir con la obligación que le impone el art.
2051 (aplicarse de oficio), lo que aclara el panorama, pues resulta obvio que el
derecho no requiere ser probado.
IV. REGLAS ESPECIALES SOBRE LA PRUEBA DE LEYES
EXTRANJERAS

a) La certificación escrita de dos abogados en ejercicio dentro del país de


cuya legislación se trate, que deberá presentarse debidamente legalizada
(artículo 409).

b) El informe oficial emanado del Estado extranjero sobre el texto, sentido y


vigencia del derecho aplicable (artículo 410). Este informe puede ser
solicitado de oficio por el juez cuando estime que la prueba que se haya
rendido sobre el punto sea insuficiente.

V. CONVENCIÓN INTERAMERÍCANA

Por su parte, la Convención Interamericana sobre Prueba e Información acerca del


Derecho Extranjero, suscrita en 1979 en la ciudad de Montevideo, contempla un
mecanismo que facilita la cooperación internacional en esta materia, y permite,
para ello, utilizar cualquiera de los medios idóneos previstos tanto por la ley del
Estado requirente como por la ley del Estado requerido.

Entre estos medios, la Convención citada señala los siguientes:

a) La prueba documental, consistente en copias certificadas de textos legales


con la indicación de su vigencia o precedentes judiciales.
b) La prueba pericial, consistente en dictámenes de abogados o expertos en
la materia.
c) Los informes del Estado requerido sobre el texto, vigencia, sentido y
alcance legal de sus derechos sobre determinados aspectos.

Existe todavía la posibilidad de que ni el juez ni las partes pueden tomar


conocimiento de la ley extranjera aplicable. El problema es mucho más teórico
que práctico puesto que, en la comunidad internacional, se ha facilitado
enormemente en las relaciones de todo orden, entre los diversos Estados.
Los que consideran la ley extranjera como un hecho de la causa, estiman que, ante
su falta de prueba, el juez no debe aplicarla.

Los que consideran la ley extranjera como un hecho de la causa, estiman que, ante
su falta de prueba, el juez no debe aplicarla. Los autores que consideran la ley
extranjera como verdadero derecho, proponen las siguientes soluciones:

a) Aplicar el derecho análogo más próximo. Así, por ejemplo, si no se conoce


el Derecho anglosajón norteamericano aplicable, podría recurrirse al
Derecho anglosajón inglés que rija la materia.
b) Aplicar la Lex fori, que recupera la plenitud de su competencia. Esta
situaciónes válida también, y aun con mayor propiedad para el caso en que
se falle el factor de conexión, como sería, por ejemplo, si la Lex fori se
remitiera a la ley nacional y el afectado resultara ser apátrida.

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