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Primeramente la práctica del Qigong es la práctica del Tao, el camino. Un camino que no
nos abandona a lo largo de toda nuestra vida y que no tiene objetivos. El Tao es también la
disciplina, la práctica, la ganas de progresar en un camino, y en este camino, la progresión
va a convertirse en un proceso de regresión, por supuesto nunca una regresión en sentido
peyorativo, el Tao indica el movimiento de retorno. ¿Hacia dónde es este camino de
regreso?, lo maestros antiguos dicen que es el regreso al niño interior, también podríamos
decir que es un camino de regreso constante a la conciencia del momento presente. Para
la práctica del Qigong necesitamos una cierta serenidad y aunque no seamos seres
perfectos, vamos a ser capaces de tener un balance y equilibrar nuestras imperfecciones.
El Qigong también es un yoga, el yoga taoísta, yoga es unión, unificar todo lo que está
disperso, se dice que el cuerpo y el espíritu están separados, pero no es así.
En una sociedad decadente, los actos de una persona no tienen repercusión, están
separados, pero actualmente se está comprobando que eso no es cierto, cualquier acción
que realizamos tiene repercusión sobre los demás seres que comparten este planeta, este
universo, y el yoga es la conciencia de que todos nuestros actos no están separados de los
demás. La otra idea importante del yoga, es la del yugo, la idea de cargar con una pesada
carga, esta es una idea más sutil, cuando nos damos cuenta de que la práctica ya no es un
bien a consumir, ni un divertimento, surge el compromiso y surge también el esfuerzo de
tirar del yugo, pero muy habitualmente el yoga se contempla solo mediante la idea de que
la práctica me libera de mis condicionamientos, de mis prejuicios, soy libre para hacer todo
lo que desee y se cree falsamente estar liberado de todo, esta es la opción patológica del
yoga. En la verdadera esencia del yoga, el ser embarcado en la búsqueda de la liberación,
no sólo la busca en beneficio propio, sino en el de todos, el bodhisattva busca no sólo la
liberación individual, sino la colectiva, no hay separación del resto.
El Qigong es el yoga de la verticalidad, en el cuerpo existe una gran estructura
fundamental que va a captar y transformar el aliento vital o Qi, esta estructura es la
columna vertebral, bueno no exactamente la columna vertebral pero casi. Podemos
entender la importancia de la verticalización de nuestras estructuras corporales,
recordando nuestra evolución como especie animal, nuestra especie paso de mamífero
moviéndose a cuatro patas, a homo sapiens, caminando erguido y usando herramientas
con las manos, produciéndose una verticalización, que hizo que el cerebro, nuestra
estructura corporal más importante, se agrandara y se desarrollara. Por lo tanto nuestra
columna vertebral es un gran distribuidor y captador del Qi del universo, es lo que los
osteópatas denominan sistema sacro-craneal, este canal central es el eje por el que
evoluciona nuestra especie.
La respiración en Qigong nace en la base de esta estructura vertical, que es el canal central,
la respiración nace en el abdomen y en el sacro, por otro lado el movimiento está
íntimamente unido a la respiración y el Qigong es movimiento con esta conciencia
respiratoria vertical-circular con base en el abdomen y el sacro.
El Qigong es una ciencia extremadamente antigua, pero esta por delante de nuestro
pensamiento y tecnología actual.
El Gong del Qigong es la maestría del Qi, llegar al conocimiento del Qi, es la primera fase
de la práctica, luego sería el dominio del Qi, pero el Qi no se puede controlar, pues solo
podemos ir a su favor y el control es tratar de modificar, para dominar el Qi hay que unirse
a él, trabajar a su favor.