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REALIDADES DE LA DETECCIÓN LUMINOMÉTRICA DE BIOCARGA EN

AMBIENTES HOSPITALARIOS

Jhon Henry Galvis García


Biólogo, M. Sc. Química
Miembro Comité de Tecnovigilancia
INVIMA

Las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS) que se presentan después


de 48 horas, sin evidencia de infección previa, afectaron durante el año 2013 a cerca
del 5% de los pacientes hospitalizados en Estados Unidos (Allegranzi et al. 2011,
Ávila-Figueroa et al. 1999). Se reportaron 88000 desenlaces mortales, con un costo
aproximado de 4,5 billones de dólares (Ayliffe 1991).

En países en vía de desarrollo se ha reportado una incidencia acumulada de cinco


IAAS por cada 100 procedimientos quirúrgicos (Ávila-Figueroa et al. 1999). La
mayoría están relacionadas, entre otras causas, con flora bacteriana propia del
paciente y el microambiente en los quirófanos (corrientes de aire en la sala de
cirugía o contaminación en paredes, pisos, otras superficies o instrumental
quirúrgico) (Petroudi 2009). Es por esto que el seguimiento a las prácticas de
limpieza en los centros hospitalarios es considerado un componente importante del
control de infecciones, asociadas principalmente a microorganismos como
Clostridium difficile, Staphylococcus aureus y Enterococos gram negativos
(Donskey 2013).

Las superficies ambientales susceptibles de contaminación suelen ser clasificadas


según la potencial contaminación con biocarga (Materia orgánica y
microorganismos) y el nivel de desinfección requerido, siendo así clasificadas en
superficies críticas y semicríticas, que entran en contacto con tejido estéril del
paciente y con membranas mucosas (respectivamente) y, en consecuencia,
requieren desinfección de alto nivel y, superficies no críticas, que entran en contacto
con piel. Su bajo riesgo de infección justifica la desinfección de bajo nivel (Rutala &
Weber 2013).

La forma comúnmente empleada para evaluar la calidad de la desinfección en


superficies hospitalarias ha sido siempre la inspección visual, lo cual da un carácter
subjetivo a la evaluación del nivel de desinfección. Recientemente, se ha
desarrollado un método más objetivo que evalúa, mediante un equipo llamado
luminómetro, el nivel de bioluminiscencia o fotoluminometría de Adenosín Trifosfato
(ATP) en los elementos y superficies los cuales fueron sometidos a procesos de
limpieza y desinfección. El ATP reacciona con el complejo enzimático Luciferin-
Luciderasa, produciendo un nivel de intensidad de luz, por lo que la concentración
de ATP en la superficie es directamente proporcional a la intensidad de la luz
producida, expresada en unidades relativas de luz (URL) (Dávila-Ramírez et al.
2014, Rutala & Weber 2013).
El nivel de bioluminiscencia de ATP corresponde, entonces, a la carga biológica
presente en una superficie o elemento, con capacidad de permitir el crecimiento de
microorganismos (Costa et al. 2004). Diversas investigaciones han evaluado los
métodos de bioluminiscencia del ATP para monitorear la limpieza en los hospitales
(Malik et al. 2003, Griffith et al. 2000, Lewis et al. 2008).

Boyce et al. (2009), llevaron a cabo un estudio de intervención prospectivo de dos


fases sobre la utilidad de un ensayo de bioluminiscencia de ATP para evaluar la
adecuación de los procedimientos de limpieza hospitalarios de rutina. Los
resultados obtenidos evidenciaron que las lecturas de ATP, por métodos
luminométricos, proporcionaron evidencia cuantitativa de una limpieza mejorada de
las superficies de alto contacto después de la implementación de un programa de
intervención.

Adicionalmente, se han reportado niveles óptimos de limpieza en superficies


hospitalarias, con un punto de corte entre 250 y 300 URL (Wu et al. 2005). Otros
han reportado como adecuada la desinfección en materiales de re-uso y
reutilizables, con niveles inferiores a este punto de corte (< 250 URL) (Boyce et al.
2009).

Investigaciones realizadas por Cortés et al. (2017a), evidencian, por técnicas


luminométricas, la eliminación de microorganismos en diferentes ambientes
veterinarios (consulta externa, hospitalización, cirugía, laboratorio, guardería y
peluquería), donde se recolectaron hisopos de mesones, áreas de alimentación
(bebederos y comederos) e instrumentos quirúrgicos, reportando valores iniciales
de 3855 URL (previo al uso de los productos) y 28 URL al final del tratamiento
(después de la aplicación de los productos, sin el tiempo de contacto mínimo).

Cortés & Galvis 2017, por medio de diferentes técnicas, incluida la luminometría de
ATP, evidenciaron la presencia de biocarga en las muestras tratadas bajo
procedimientos de esterilización, lo cual conllevó a la detección de microorganismos
de interés patológico como Bacillus subtilis, Clostridium difficile y Mycobacterium
tuberculosis y su posterior tratamiento.

Adicionalmente, se han utilizado técnicas luminométricas con el fin de determinar la


efectividad de las enzimas presentes en detergentes enzimáticos comercializados
a nivel nacional. Dicha investigación reveló que, gracias a las técnicas
luminométricas, la mayoría de las muestras obtenidas en clínicas y hospitales de
Bogotá tenían una menor concentración de ATP (unidades de luz relativa dentro de
una escala de 0 a 2500) con un comportamiento disperso (Cortés et al. (2017b). Por
el contrario, la mayoría de las muestras de obtenidas en la ciudad de Barranquilla
mostraron una mayor concentración de URL’s (escala de 7500 a 10000), lo que
refleja una mayor dispersión de datos relacionados con los productos en la ciudad
de Bogotá (Cortés et al. (2017b).
De acuerdo con lo anterior, es indudable el avance tecnológico en relación a la
detección de contaminantes, específicamente, biocarga en diferentes ambientes,
mediante técnicas luminométricas, las cuales permiten detectar y prevenir la
incidencia de enfermedades asociadas a microorganismos presentes en áreas y
superficies, debido a la ocurrencia de biocarga en estos lugares.

Referencias

Allegranzi B., Bagheri-Nejad S., Combescure C., Graafmans W., Attar H. &
Donaldson L. 2011. Burden of Endemic Health-Care-Associated Infection in
Developing Countries: Systematic Review and Meta-Analysis. Lancet 377:
228-41.
Ávila-Figueroa C., Cashat-Cruz M., Aranda-Patrón E., León A. R., Justiniani N. &
Pérez-Ricárdez L. 1999. Prevalencia de infecciones nosocomiales en niños:
encuesta de 21 hospitales en México. Salud Pública Mex. 41 (S1).
Ayliffe G. A. 1991. Role of the Environment of the Operating Suite in Surgical Wound
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Boyce J. M., Havill N. L., Dumigan D. G., Golebiewski M. & Balogun O. 2009.
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Cortés A. M., Jaramillo M. T. & Galvis J. H. 2017a. In vitro and in situ evaluation of
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Cortés A. M., Jaramillo M. T. & Galvis J. H. 2017b. Effectiveness of enzyme
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Cortés A. M. & Galvis J. H. 2017. Comparison of the biological activity of High-Level
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Costa P. D., Andrade N. J, Passos F. J. V., Brandao S. C. C. & Rodrigues C. G. F.
2004. ATP - Bioluminescence as a Technique to Evaluate the Microbiological
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Dávila-Ramírez F. A., Díaz-Villamil N. T., Fajardo-Granados D. & Jiménez-Cruz C.
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