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EL SER Y DEBER SER DEL ABOGADO

El abogado debe ser consiente de cual es el ser y deber ser de un abogado dentro
del campo laboral, y la justicia, honradez, lealtad y conocimiento como principales
herramientas para ser un buen abogado que proteja la fortuna, honra y en algunos
casos la vida de una persona.

Sin embargo, muchos creen que es difícil el deber el deber ser, porque es la teoría
de lo que un buen abogado debe ser; sin embargo, el ser es lo más difícil, ya que
dentro del ser se encuentran los valores, es el cómo es su persona, los principios
que tiene realmente en el campo laboral y con su cliente, es decir, el ser se refiere
a la axiología de un abogado para y con su alrededor, teniendo como principales
herramientas su conocimiento, la justicia y sus valores. Un buen abogado debe
hacer uso de todas estas herramientas en todo momento y en todo lugar.

“La conducta moral es la primera condición para ejercer la abogacía… nuestra


profesión es ante todo ética… el abogado debe ser derecho, pero sobre todo ser un
hombre recto.” -Jiménez Asúa1

Un abogado, esta obligado a saber cuál es el ser y deber ser del derecho y de su
misma profesión, pues, son conceptos que se enseñan en muchas materias de la
carrera de derecho, como son: Introducción al Estudio del Derecho, Ética
profesional, entre otras. Sin embargo, el conocerlo no significa ser consiente de ello,
eso es algo que se obtendrá con los valores puestos en práctica, y no como un
abogado sino como una persona; por ejemplo, en Morelos existe un código de
Deontología Jurídica de la Barra Mexicana de Abogados, “en donde los estudiantes,
al estar a punto de ejercer como abogados hacen un juramento en el que menciona
el deber que tienen como abogados, además se citan ciertos artículos y hablan del
deber ser como abogado, por lo que es muy fácil conocer el deber ser de un
abogado, mientras que el ser de un abogado dependerá de como sea el alumno o

1
Fernández del Castillo, Bernardo. (1997). “Deontología Jurídica, La Ética del abogado”. México: Porrúa.
Pág. 153
el futuro abogado, a base de sus valores, principios y sus acciones.” 2, pues Víctor
Manuel Pérez Valera (1997, pág. 152) nos menciona que “el ser de un abogado se
encuentra en su forma de ser, su idiosincrasia, su religión y sus actos”.

El ser y deber ser de un abogado están estrechamente unidos a pesar de que son
diferentes, su relación es representada en la fórmula jurídica de Hans Kelsen: “Si
A es, debe ser B”3. Esta fórmula abarca mucho, pues A= ser y B= deber ser; y
quiere decir que están ligados, el abogado debe de acercar su ser a lo más parecido
que lo marqué el deber ser, es decir, convertir el deber ser en ser.

La ética de un abogado según Aristóteles, “no es otra cosa que la práctica de las
virtudes que van a estar al servicio de la sociedad, mismas que se adquirirán a
través del conocimiento y que en última instancia llevan al exudémonos o felicidad”.4
Esta ética es el como se supone que debería ser o el deber ser del abogado, sin
embargo hay que recordar que eso no tiene gran relevancia, pues no es lo que un
abogado tiene que ser, sino lo que es. Es decir, el abogado debe de cumplir con los
requerimientos que el deber ser le imponga para que esté sea un “buen” abogado,
hablando relativamente, pues no siempre el deber ser es lo correcto. Sin embargo,
debemos darle más importancia a la realidad, a lo que de verdad es el abogado y
no lo que se supone que debería de ser o lo que él mismo quiere ser. Incluso Álvaro
Guadarrama nos confirma una gran división entre la moral (el ser) y el derecho (el
deber ser); “la moral es el ser y se basa en la individualidad y la conciencia de los
actos, mientras que el derecho se basa en la coercibilidad y la exterioridad” (pág.
2003, pág. 77)5. Es decir, es recto y no se doblega ante ninguna circunstancia, es
como si habláramos de un robot o de alguien sin humanidad, y es preferible alguien
humano que alguien que sólo haga su trabajo sin ver más allá de sus acciones.

El deber ser de cualquier campo busca un “supuesto”, es como si buscará al


abogado perfecto que hace su trabajo con todas la leyes a pesar de que las mismas
puedan llegar a ser injustas y privar de derechos a los demás, pues como sabemos

2
Óp., cit. Obra citada, pág. 132
3
García Máynez, Eduardo. (2002). “Introducción al Estudio del Derecho”. México: Porrúa. Pág. 13
4
Guadarrama González, Álvaro. (2003). “La Axiología Jurídica”. México: Porrúa. Pág. 13
5
Ibidem, pág. 77
la ley no es perfecta, y si nos enfocamos en tener abogados que accionen esas
leyes imperfectas, lejos de ayudar estarían perjudicando, es decir, el deber ser
busca lo que es relativamente bueno, pero el accionar de eso bueno o malo
depende de las acciones del abogado, depende de como es él, no de como debería
de ser, así lo ejemplifica Mario Álvarez Ledesma:
“¿El derecho debe ser justo? Esta pregunta recibió la siguiente respuesta: el
derecho no debe ser justo para ser derecho, pero sí debería serlo para gozar de
plena validez moral o fuerza obligatoria”6. Esto quiere decir que no importa la ley,
no importa el como debería de ser un abogado, sino en como es el abogado y como
hace su labor, lo que importa es el cómo es, la realidad.

Aquiles Méndez, en su libro de “Ética profesional”, nos menciona 4 de las carreras


más importantes para el hombre, las cuales son: matemáticas, ciencias, medicina y
derecho. Por lo que, el derecho como una de las profesiones más importantes,
necesita de profesionistas que sean éticos, morales, consientes, humanos, además
de que tengan las herramientas necesarias para ejercer esa profesión, al menos el
deber ser dentro de la abogacía, nos dice que debemos ser éticos y respetar y
siempre seguir a la ley, lo cuál es algo contradictorio, ya que a veces la ley pasa por
encima de otras personas, y si seguimos a la ley y pasamos por encima de esas
personas, ya no seríamos éticos. Es por eso que el ser, es lo más importante, ya
que de ese ser depende como se aplicaran las leyes, buscar una verdadera justicia
según las circunstancias que están y respetar a la ley. Y justicia “en el lenguaje
ordinario, usamos ‘justicia’ como sinónimo de ‘igualdad’: igualdad de trato, de
medida, de retribución, de exigencias. ‘Igualdad’ se toma entonces en el sentido de
‘equidad’. Justicia es la equidad referida a las conductas y relaciones morales.”7
Con esto quiero decir que, el abogado debe de ser, por su naturaleza y por su ser,
justo, y tener principios y valores que lo lleven a realizar acciones consientes en
busca de la verdad y la justicia, velando por su cliente y buscando realizar su labor,
“no sé trata de que el abogado sea como el caballero andante, un perpeto derrotado.

6
Álvarez Ledesma, Mario. Op. Cit. Pág. 310
7
Villoro, Luis. “El poder y el valor. Fundamentos de una ética política”. Fondo de Cultura Económica. México.
1999. Pág. 271
El abogado debe de triunfar olvidando las derrotas y las heridas que son parte de la
vida”8. Con esto nos referimos a que el ser de un abogado es humano, es sobre las
acciones, actitudes, pensamientos y valores de la persona a la que llamamos
abogado, además de las previas herramientas que debe de tener para ejercer la
profesión, sin embargo el deber ser no busca humanidad, y lo que se necesita ahora
es eso.

Don Quijote mencionaba “hacer justicia y desfacer entuertos, defender a los


menesterosos, consagrar la vida a que triunfe la verdad, la libertad, la justicia y el
derecho, luchando sin desmayar, con un valor a toda prueba que jamás
desfallezca.”9 Con esto quiere decir, que la persona, en este caso el abogado, debe
de pelear y realizar su labor a toda costa, pero para que se realice esa acción es
necesario que el abogado sepa quién es, pues el ser es la esencia del hombre, es
como el alma, y debe de conocerla para saber si es capaz de hacer o no hacer
ciertas cosas, es decir, la labor de un abogado también es conocerse, saber sus
fortalezas y sus debilidades, porque si él no sabe quién es, ¿cómo pretende ser el
deber ser?, o incluso ¿cómo pretende ayudar cuando no sabe si esta en su
capacidad poder ayudar?. Es decir, la ética o el ser del abogado esta más arraigado
al derecho que el deber ser del abogado, pues como ya lo hemos mencionado, el
deber ser es un supuesto teórico y el ser es una realidad, a diferencia de lo que dice
Abelardo de la Aspriella “La ética no tiene nada que ver con el derecho”, pero cabe
destacar que la ética esta involucrada con los valores, y el espíritu de la ley, siempre
será la justicia, la justicia es un valor, por lo que el espíritu de la ley esta involucrada
con la ética, es un ciclo, por lo que descarto la antítesis de Aspriella, pues la ética
está muy arraigada al derecho, por medio de los abogados que accionan el espíritu
de la ley, dependiendo de su ser.

Un buen abogado, es aquel que tiene valores y principios, que hace uso de sus
herramientas para un bien, que busca la justicia aunque la ley no la busque siempre,
este tipo de abogado se forma desde casa, los valores que le enseñan, que hace

8
Fernández del Castillo, Bernard. (1997). “Deontología Jurídica. La Ética del Abogado”. México: Porrúa. Pág.
151
9
Miguel de Cervantes. “El quijote”, II, XVIII
valer, se refuerzan con la escuela y con varias experiencias de la vida, es decir, es
consiente y sabe actuar, pues el ser que forman poco a poco se acopla a un deber
ser, que no es totalmente perfecto pero que cumple con el requerimiento de buscar
siempre la justicia, bien lo menciona Bernard Loriegan “el hombre a la luz de los
valores que le presenta la razón, delibera, evalúa, decide y actúa”, es decir, actúa
conforme a su ser, ya sin tomarle importancia al como debería ser; pues el ser se
basa en “ser libre, tener la facultad de autodeterminarse, ser responsable de sus
actos, el hombre construye su existencia por sus propios actos”. 10

Incluso si el abogado no cumple con todos los requisitos que pide el deber ser para
ser un buen abogado, no significa que el sujeto será un mal abogado, pues lo que
realmente importa es quién es ese abogado. Piaget lo comprueba con los niños,
pues decía que “no todos los niños obedecen las normas que se les impone, pero
no significa que nieguen su validez”11. Con esto quiere decir que no importa si el
abogado no cumple con todos los requisitos del deber ser, él sabe que son
importantes, pero sabe que a veces no se pueden cumplir por diversas
circunstancias, lo que realmente es importante es como sea él y que busque realizar
el espíritu de la ley.

El deber ser del abogado lo podemos ver de muchas maneras, desde lo que dicen
los filósofos, la sociedad, la ley, incluso existen ciertos mandamientos que un buen
abogado debería de seguir, pero como ya lo he mencionado antes, sólo es un “debe
ser”, más no un ser, esos mandamientos son los de Couture, en los que menciona
el estudiar diario para no dejar de ser abogados, Tolerar, ser leal, trabajar, pensar,
entre otros, (para más información consulta la página
https://www.juristasunam.com/algo-mas-sobre-los-mandamientos-
del...couture/12264), sí un abogado cumpliera estos mandamientos sería algo
perfecto, pero eso depende de cómo sea el abogado, pues tiene diferente forma de
pensar, tiene otras capacidades y discapacidades, puede y no puede, le gusta y no
le gusta. Es decir, un buen abogado es aquel que siempre luchará por el espíritu de

10
Fernández del Castillo, Bernardo. (1997). “Deontología Jurídica. La Ética del Abogado”. México: Porrúa.
Pág. 88
11
Op. Cit. Obra Citada. Pág. 88
la ley, la justicia, tendrá valores y más que nada, será el mismo, debe de tener las
herramientas necesarias para defender y ayudar, y cumplir con lo que él pueda.

En conclusión, el deber ser es muy importante, pues nos da una idea de cómo debe
ser un abogado y en que nos puede ayudar, pero es más importante saber quien es
realmente, saber que no siempre habrá un deber ser perfecto, ya que existen
muchas circunstancias que cambian al deber ser, además de que la ley no siempre
es justa. Lo importante es que el abogado siempre busque la justicia y haga práctica
de sus valores en todo momento, a pesar de que la ley este equivocada, él debe de
luchar por la justicia. “El abogado que se conduce con ética, es capaz de destruir
cualquier sostenimiento que implique la renuncia a algún ideal, le convierte en un
ser humano libre, soñador, un buen profesionista distinguido por su valor, por su
amor a la justicia y otras buenas cualidades que sólo pueden ser consecuencia de
una educación basada en valores y principios.” 12. Hay que recordar que la ética y
la moral, es lo que nos hace humanos, y de nada sirve un profesionista que sepa y
memorice todo a uno que sea humano y busque el bien para todos. El ser de un
abogado, para que sea bueno debe de tener conocimiento, tener valores como la
lealtad, justicia y honestidad, haciendo uso de estas como herramienta principal
para cualquier espacio y en cualquier tiempo, además de que busqué hacer su labor
en donde defienda y proteja legalmente a su cliente, velando por su honra, fortuna
e incluso su vida.

“La verdad es que los fenómenos del derecho no solo obedecen a las leyes lógicas,
psicológicas, biológicas y económicas, sino también, y sobre todo, a las leyes
éticas”. -Francesco Carnelutti

12
Carmona Sánchez, Belén. (2007). “La ética en la práctica del abogado”. Disponible: https://revistas-
colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/rev-facultad-derecho-mx/article/view/30167/27235. Fecha de
consulta: 19 de Noviembre de 2018

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