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INTRODUCCIÓN:

En el Perú en los últimos 20 años hemos podido ver como la corrupción tomo el
poder, y se hizo sistema, fuimos los testigos de cómo un gobierno corrupto, tenía
todo el poder, y destruyo el sistema democrático. Lo que nos preocupa es que cada
vez más la corrupción, está tomando mucha fuerza y que no es el único país donde
hay corrupción, lo que podría convertirse en un fenómeno de naturaleza
trasnacional, esta situación nos preocupa, porque vivimos en una cultura de
corrupción, una cultura que se ha hecho natural, y es el producto de una sociedad
afectada, por la falta de valores, con malos hábitos, transgresión de leyes, porque
desde el hogar no se sabe direccionar la ética, la moral, y por otro lado el estado,
no hace nada por superar esta demencia de corrupción, los órganos del sistema
nacional de control, no se dan abasto, para tantos casos de corrupción, y en otros
casos, no los atienden; los estilos de vida, están orientados a ilícitos métodos, que
ya son normales, hay estafas, falsificaciones de firmas, de documentos, obras mal
ejecutadas, obras fantasmas, devoluciones de presupuestos, cuando hay tanta
necesidad, y todavía tenemos ciertos grupos que son favorecidos por medio de los
funcionarios corruptos que buscan intereses propios y no de nuestro país. En
conclusión; “la corrupción, es un mal del estado, que no lo sabe enfrentar“ se
entiende como un fenómeno social, como el aprovechamiento indebido de un
patrimonio común, este fenómeno es calificado como delictivo, porque se refiere a
la desviación indebida de recursos y de los fines de la función pública en beneficio
particular; la pregunta que muchos ciudadanos nos hacemos es ¿qué más debe de
ocurrir para que se tome las medidas necesarias y de esta manera acabar con la
corrupción en el Perú?
LA CORRUPCION EN EL PERÚ

Con respecto a los orígenes de la corrupción en el Perú según Enrique Bernales en


su libro "Lucha contra la corrupción en el marco constitucional peruano" dice que:
"El desarrollo de la oligarquía peruana tiene relación con negocios turbios gestados
con la promoción y respaldo del Estado. En esa línea, siguiendo el razonamiento de
Basadre, la formación de la "plutocracia en las distintas etapas de la república, fue
una tarea elaborada por el Estado. Curiosamente, las tesis sociales no envejecen,
sólo cambian de apellido y de denominación. Hernando de Soto llamó "coaliciones
distributivas" a lo que Basadre calificó como grupos plutocráticos. La esencia es la
misma".

De esa manera podemos apreciar que en la historia republicana del Perú la


corrupción ha estado arraigada con la clase política, lo que ha determinado sin lugar
a dudas de manera muy influyente a que seamos un país subdesarrollado y como
ahora del tercer mundo. Todo esto debido que la corrupción no es para beneficio de
las clases pobres o para solucionar el problema del indio como Victor Belaunde
identificaba como principal problema a ser resuelto en el Perú, en su libro "La
Realidad Nacional".

Con respecto a la cultura de la corrupción según Enrique Bernales en su libro "Lucha


contra la corrupción en el marco constitucional peruano", dice:"El problema afecta a
la esencia de las constituciones, pues el modelo político que propone contrasta con
lo que las pautas culturales finalmente logran. Así, detrás de los grandes escándalos
de la vida republicana subyace la corrupción oculta, aquella que nos impide tener
una visión clara de la complejidad y magnitud del fenómeno".

Muchos de los problemas del Perú, en su vida republicana están involucrados con
la corrupción, por ello debido a que este gran problema está más desarrollado en el
día de hoy, es que sería necesario modificar las leyes, especialmente la constitución
peruana para erradicar la corrupción, es decir ver la política y las todas las leyes,
los dispositivos legales, la constitución y los códigos como organismos y sistemas
netamente anticorrupción.

Según Julio Kotler, señala que "Los antiguos civilistas criticaban acerbamente a
Leguía por la corrupción que había generado, la ruptura de las normas legales que
había propiciado, la falta de libertades existentes y la demagogia de la que se valía
para mantener embotada la conciencia cívica de la población. Asimismo se dirigía
a denunciar los acuerdos internacionales suscritos entre Colombia y Chile y de
manera especial la incontrolada expansión del capital norteamericano afectaron al
sector capitalista nacional".

En el gobierno de Alberto Fujimori fue donde se perpetraron actos de corrupción


que no tienen parangón, ni comparación en la historia del país o de la humanidad.

Los fujimoristas tomaron por asalto el Estado desde 1992 controlando todo el poder,
cometiendo actos de corrupción; se instaló un aparato paralelo de gobierno en el
Servicio de Inteligencia Nacional cuyas cabezas visibles eran Alberto Fujimori y
Vladimir Montesinos, y fue el inicio de una cadena de mando que perpetró actos de
corrupción y que le costó al país miles de millones de dólares.

Cuando hablamos de corrupción se nos viene a la mente una multiplicidad de


imágenes de coimas y enormes colas de usuarios esperando acelerar de una u otra
manera sus trámites frente a aquél circunstancial y poderoso funcionario. Ese reflejo
de esta enfermedad nacional, nos lleva a la necesidad de definir la idea o concepto
de corrupción, en el ámbito de la función pública.

La corrupción se ha convertido en un fenómeno político, social y económico que


permea todas las acciones de la sociedad. Las prácticas de corrupción están tanto
en las esferas públicas como privada.

De acuerdo a su etimología, la palabra corrupción proviene del latín corrumpere,


que significa alterar, destruir, depravar, sobornar. Ya Aristóteles hablaba de ella
como una degeneración de las tres formas de Estado ideales: la Monarquía, la
Aristocracia y la República.
Con el paso de los siglos, y ya en la modernidad, se acuñó en el año 1931 una
definición usada hasta hoy, que considera a la corrupción como el abuso de la
función pública en pos de un beneficio privado. No hablamos, por lo tanto, de la
deshonestidad convencional o de los delitos como fraude a los fondos públicos, que
son tratados en la ley penal como todo robo. Estamos ante una conducta individual
y voluntaria, y por lo tanto consciente.
CONCLUSIONES

En primer lugar, debe tratarse de una función pública, para lo cual debemos
distinguir entre esfera pública y privada, y atender a las normas dictadas por los
Estados para regular la administración pública.

En segundo lugar, estamos ante una conducta que sirve a intereses propios o al
beneficio personal. Este interés puede ser de tipo material o inmaterial, ejercido de
manera directa o indirecta, y consistir en un beneficio para la propia persona o para
terceros. Siempre es consciente e intencional.

Un tercer elemento es el abuso, pues estamos hablando de un cargo público basado


en una autoridad soberana, que no es ejercido debidamente, explotándose al
máximo o incluso violando las reglas de conducta establecidas, con el propósito de
llevar a cabo objetivos personales contra la ley. Se produce así una colisión de
intereses entre el interés público y los intereses privados del funcionario corrupto.

Por lo tanto la "CORRUPCIÓN", es un acto ilegal, es el abuso del poder, es el


conjunto de malos comportamientos orientados a la forma irregular, en contra de la
ley, en las diversas instancias del Estado. La alteración o la modificación cualitativa
y/o cuantitativa de las normas y procedimientos, por las cuales el poder político se
manifiesta normalmente.

La corrupción ha sido facilitada por falta de sistemas de control; y como todo acto
ilegal tienes sus causas que nos ayudan a conocer el origen de este tipo de actos
que van en contra de la ley y sus consecuencias que trae consigo realizarlos.

Determinar las causas de este fenómeno seria factible para poner en practica
diversos factores que minoren este problema; para el caso diversos investigadores
han planteado algunos factores que condicionan la aparición y desarrollo de la
corrupción:


BIBLIOGRAFIA

– La ausencia de valores en la sociedad, lo que explica la interesada poca
claridad para determinar lo correcto de lo incorrecto en el ejercicio de la
función pública. Un ejemplo de lo mencionado lo encontramos en las
declaraciones del líder político Luis Bedoya Reyes cuando, respecto del
proceso penal seguido contra su hijo, Bedoya de Vivanco, por complicidad
en delito de peculado realizado por Vladimiro Montesinos, señaló que su hijo
había cometido, en todo caso, un pecado, pero no un delito.

- La distribución política del poder en la administración pública de forma


intolerablemente concentrada, discrecional y sin ejercicio transparente del
mismo. Puede citarse como ilustración los innumerables decretos supremos
secretos emitidos por el gobierno del ex presidente Fujimori, por medio de
los cuales se dispuso transferir fondos de los ministerios de Defensa y del
Interior al Servicio de Inteligencia Nacional. Precisamente, gran parte de
estos fondos sirvieron para “sobornar” a múltiples funcionarios públicos
(congresistas tranfugas, magistrados judiciales y fiscales y oficiales militares)
y empresarios (publicistas y dueños de medios de comunicación) para
mantenerlos adheridos al régimen de turno, abdicando de sus deberes
esenciales de independencia en el ejercicio de sus funciones.

- La coyuntura de una sociedad subdesarrollada que encara un periodo de


crecimiento y de modernización. Esta es la coyuntura que atraviesa
actualmente el Perú, por lo que debe mantenerse mucha atención y no relajar
los sistemas de control sobre el gasto público.

- Factores sociales y políticos de raigambre histórica (esencialmente desde el


Virreinato) en el Perú que han determinado que los funcionarios públicos
perciban al Estado como un botín a conquistar y aprovechable, prescindiendo
de las normas y reglas establecidas.
- Finalmente, se nos presenta un aspecto singular propio del desarrollo político
de nuestro país en la década de los años 90. Me refiero al sistema político
autoritario impuesto por el régimen de ese momento y que engendró un
acentuado nivel de corrupción política sin precedentes en el país. Corrupción
de corte instrumental a efectos de mantener el poder gubernamental sin
posibilidad de control. De ello da cuenta la situación que atravesó el Poder
Judicial, el Ministerio Público, el Congreso de la República, la Academia
Nacional de la Magistratura, el Tribunal Constitucional, la prensa, entre otros
entidades estatales y privadas.

Esa concentración del poder determinó que la corrupción avanzara a niveles


que ninguno de nosotros imaginó. A eso se debe la importancia de un sistema
de administración de justicia independiente en el contexto de un Estado
democrático que necesita consolidarse.

Pues bien, así también este fenómeno lleva consigo efectos sumamente graves en
la vida política, económica y social de un país.

- En el ámbito político, efectivamente, la corrupción influye en la inestabilidad


política de los Estados. Los cambios de régimen, en mayor o en menor
medida, son explicables desde la constatación de factores de corrupción
precedente. Y es que este fenómeno socava brutalmente la confianza de la
ciudadanía en el funcionamiento regular de las instituciones políticas. Esta
desconfianza detiene precisamente el desarrollo de estas instituciones y
encuba situaciones que pueden determinar un explosivo ambiente de
insatisfacción social.
Finalmente, la corrupción también reproduce y consolida la desigualdad
social, consolida el clientelaje político y perpetúa la ineficacia de la burocracia
y, por lo tanto, impide contar con una administración pública eficiente al
servicio de la satisfacción de los derechos de los peruanos.

- Económicamente, los especialistas señalan a la corrupción como un factor


de ineficiencia y desperdicio en el aprovechamiento de los recursos y en la
implementación de las políticas públicas. En efecto, cuando el soborno se
convierte en práctica corriente, los contratos gubernamentales, las
concesiones, las licitaciones, las privatizaciones no son adjudicados a los
postores más eficientes y profesionales, sino a los que tienen mejores
contactos y carecen de escrúpulos. Ello, evidentemente, perjudica los
intereses del Estado y por ende los intereses de todos los ciudadanos.

Igualmente, la corrupción conlleva a que la redistribución de la riqueza se


reasigne a favor de aquellos que detentan alguna forma de poder
monopólico, esto es, de sectores con mayor capacidad adquisitiva, en
perjuicio de las capas menos favorecidas y a las que generalmente van
destinados los fondos públicos.

Así mismo, algunos estudios econométricos nos indican que existe una
“correlación negativa entre crecimiento y altos niveles de corrupción” , lo que
significa que a mayores niveles de corrupción menores serán los índices de
crecimiento económico de un país.

Pero el efecto más grave, es que la corrupción atenta contra una de las
condiciones necesarias de la vida en sociedad: la confianza recíproca entre
los ciudadanos y en la colectividad, debido a lo imprevisible del
comportamiento entre unos y otros. Este sentimiento de desconfianza en las
instituciones y entre los propios conciudadanos quiebra las bases del
contrato social llevándonos a un clima de anomia y desestructuración social.
NARCOINDULTOS: FISCALÍA ANTICORRUPCIÓN ANALIZA EXPEDIENTES DE
CONMUTACIÓN

Miguel Facundo Chinguel, ex presidente de Comisión de Indulto y Derecho de


Gracia por Razones Humanitarias y Conmutación de Pena, en el período 2008 al
2010, está acusado de liderar, mientras estuvo a cargo de esa comisión, una
organización ilícita para cobrar a presos condenados por delitos de narcotráfico y
otros graves ilícitos, a cambio de que el ex presidente Alan García les conmute sus
condenas. La fiscalía señala la existencia de dos niveles funcionales en esta
organización, uno operativo encabezado por Facundo, y un nivel de protección
política.

Monto: indeterminado

Principales implicados:

 Miguel Facundo Chinguel, presidente de la Comisión de Indultos y


Gracias Presidenciales, 2008 al 2010.
 Noelia Gómez Paulet, secretaria de la Comisión. junio de 2005-setiembre
del 2012
 Manuel Carrera Toribio, facilitador de los indultos

COMUNICORE: EL JUICIO SIGUE A RELIMA Y GERENTES MUNICIPALES

A fines del año 2005, la Municipalidad de Lima reconoció y pagó una deuda a favor
de la empresa Relima por 35 millones de soles. Esa acreencia fue inmediatamente
comprada y cobrada en efectivo por Comunicore, que solo abonó 14 millones a
Relima.

Monto afectado: S/. 7 millones

Principales implicados:

 Ángel Pérez Rodas, ex gerente municipal


 Juan Blest García, ex gerente financiero.
 Carlos AsmatDyer, ex gerente de Servicios a la Ciudad
 Odilón Gaspar Amado, ex gerente de Relima
 Miguel Garro Barrera, ex gerente financiero de Relima
 Rafael Ruiz Contreras, ex presidente de Comunicore.
 José Luis Pinillos Broggi, ex director de Comunicore.
 Henry Brachowicz Vela, ex gerente general de Comunicore.

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