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Siempre que se toca el tema de cuestiones metafísicas , este tópico donde

el ser humano ha tratado desde su condición de tal tener una definición de las cosas
mas acertadas, se tiene que tener en cuenta que cada posición es válida, es decir
que toda opinión sobre ciertas cosas es tan válida como otra, sabiendo esto de
antemano y sabiendo también que la felicidad es una cuestión filosófica y
metafísica, claramente el gran problema de felicidad es que es un termino formal,
digamos que todos podríamos estar de acuerdo con que el objetivo de la vida es
alcanzar la felicidad, el problema es que cada uno lo define a su manera , en la
medida en que se defina la felicidad a través de una interpretación esta dejando otro
formato de la felicidad afuera. Cuando el sentido común nos hace visualizar que la
felicidad tiene que ver con cierto bienestar o cierta calidad de vida ya estamos
entramando la idea de felicidad en un tipo de felicidad posible, por ejemplo la
felicidad individual, por ejemplo la felicidad del consumo, pero ese ejemplo es solo
uno de muchos donde la felicidad puede corporizarse no es la única, sin embargo
solemos asociar al concepto de felicidad con una de sus tantas interpretaciones y
entonces negamos el resto. A titulo personal creo que la felicidad es un concepto
formal y vacío que hay que llenarlo con algún contenido, y ese contenido cambia
mucho con el tiempo, las circunstancias, la época, incluso a ciertos cortes de género
de clase ideológica, es decir que la felicidad es relativa. Pero en tanto felicidad,
¿será también relativa?, porque todas las personas, incluso hasta un masoquista
busca la felicidad y eso nos une a todos, el hecho es que cada una de las personas
intenta llegar a la felicidad de maneras diferentes y de maneras que muchas veces
se niegan entre ellas.

Sócrates sostenía que: “El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda


de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos”.(470 a. C. -
399 a. C). Para Sócrates la felicidad no es tener más cosas, sino es tener menos
necesidad de tener cosas, es decir una persona libre es una persona feliz, y uno es
libre mientras menos dependencia tiene, podemos entender dependencia como
necesidad, alguien que no necesita de mucho para vivir no se verá estresada o
deprimida por su incansable deseo de insatisfacción que tienen las personas que
son mas dependientes y buscan la felicidad en las cosas.
Aristóteles afirma que el bien hacia el que convergen todas las acciones de los
hombres, la finalidad última, es el bien supremo. Pero eso es solo una etiqueta, una
denominación sin contenido claro: ¿en qué consiste concretamente el bien
supremo? Aquí Aristóteles acepta lo que parece ser la opinión general : ese bien
supremo es la eudaimonia, que se traduce con frecuencia como “felicidad” aunque
en un sentido diferente al que se le suele dar actualmente al término. No se trata de
cualquier felicidad, sino de una “plenitud”, una felicidad auténtica que es el éxito o
un valor supremo en su vida. Así, lo que espera al final de todas esas sucesiones
de fines, por largas que sean, es la búsqueda de la felicidad. Lo que persigue el
mundo, por muchas vueltas que le dé, es esa vida de plenitud, ese crecimiento como
seres humanos. Como vemos, la eudaimonia, no es exactamente la felicidad tal
como la entendemos hoy (un campeón mundial de ajedrez puede considerarse feliz
en su vida, pero no habar alcanzado eudaimonia), aunque si guarda con ella una
relación indirecta.

Hegel decía : que no se puede ser feliz o libre, si la sociedad en donde vive
no es feliz o libre. Aquí Séneca deja en duda si la felicidad depende de algo o es
algo individual, mas bien para él es algo social, ¿Qué tanto uno puede ser feliz si al
lado tiene miles y miles de personas infelices?

“La felicidad; más que un deseo, alegría o elección, es un deber”. Immanuel


Kant (1724-1804)

La felicidad es uno de tantos deberes del ser humano, un deber último y


supremo que nos obliga a ser dignos de merecerla. La felicidad en el mundo
kantiano no depende del destino ni de los demás, sino de uno mismo, de la persona,
es decir, de su propio comportamiento y carácter.

Como ya habíamos advertido la felicidad puede resultar muy subjetiva según la


apreciación de cada persona y de igual manera todas las posiciones son válidas,
pasarán muchas años y aparecerán ideas diferentes a estas y algunas u otras se
contrapondrán directamente con alguna mencionada. ¿La felicidad estará en las
cosas, o dentro de uno mismo, puede uno ser feliz mientras menos tiene, puede el
ser humano dentro de su naturaleza alcanzar la verdad?. Son preguntas que puede
que no tengan respuesta, tal vez sea lo único que debemos alcanzar, un objetivo
donde estén orientados todos nuestros esfuerzos. La filosofía en su ejercicio, no es
pues darle una definición exacta a las cosas, sino es destruir los ideales que
teníamos previamente hechos sobre las cosas, filosofar finalmente puede significar
una actividad estresante, desilusionadora y desalentadora, pero su ejercicio nos
asegura estar un poco mas cerca a la verdad.

Libros y autores Consultados:

Platon, Apología a Sócrates, Siglo V a.C. Fondo Editorial Cultural Peruana

Aristóteles , Ética a Nicómaco, Siglo IV a. C. Fondo Editorial Cultural Peruano

Hegel , Filosofía de la Lógica, 1817.

Mario Barghomz , “Kant y la Felicidad”, 2012

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