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AUTOESTIMA

La palabra autoestima se encuentra formada por el prefijo griego “αυτος”, “autos”, que
significa “por sí mismo” o, “hacia sí mismo”, adicionado a la palabra estima, que proviene
de latín “aestimar”, que significa “valorar”, “apreciar”. Así, la autoestima no es otra cosa
de la valoración o el aprecio hacia sí mismo.

La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos


y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera
de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En
resumen, es la percepción evaluativa de nosotros mismos.
La importancia de la autoestima esta en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de
ser y al sentido de nuestro valor personal. Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de
estar y actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de
pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.
En la jerarquía de las necesidades humanas, se describe la necesidad de aprecio, que se
divide en dos aspectos, el aprecio que se tiene uno mismo (amor propio, confianza,
pericia, suficiencia, etc.), y el respeto y estimación que se recibe de otras personas
(reconocimiento, aceptación, etc.). La expresión de aprecio más sana es la que se
manifiesta «en el respeto que le merecemos a otros, más que el renombre, la celebridad y
la adulación».
Muchas personas se desprecian y se consideran seres sin valor e indignos de ser amados;
el concepto de autoestima se aborda desde entonces en la escuela humanista como un
derecho inalienable de toda persona, sintetizado en el siguiente «axioma»:
Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto
incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime.
En virtud de este razonamiento, incluso los seres humanos más viles merecen un trato
humano y considerado. Esta actitud, no busca entrar en conflicto con los mecanismos que
la sociedad tenga a su disposición para evitar que unos individuos causen daño a otros sea
del tipo que sea.
El concepto de autoestima varía en función del paradigma psicológico que lo aborde
(psicología humanista, psicoanálisis, o conductismo). Desde el punto de vista del
psicoanálisis, la autoestima está íntimamente relacionada con el desarrollo del ego (el yo);
por otro lado, el conductismo se centra en conceptos tales como «estímulo», «respuesta»,
«refuerzo», «aprendizaje», con lo cual el concepto general de autoestima no tiene sentido.
La autoestima es además un concepto que ha traspasado frecuentemente el ámbito
exclusive lo científico para formar parte del lenguaje popular. El budismo considera al
ego una ilusión de la mente, de tal modo que la autoestima, e incluso el alma, son también
ilusiones; el amor y la compasión hacia todos los seres con sentimientos y la nula
consideración del ego, constituyen la base de la felicidad absoluta. En palabras de Buda,
«no hay un camino hacia la felicidad, la felicidad es el camino».
Fundamentos De La Autoestima
La capacidad de desarrollar una confianza y un respeto saludables por uno mismo es
propia de la naturaleza de los seres humanos, ya que el solo hecho de poder pensar
constituye la base de su suficiencia, y el único hecho de estar vivos es la base de su
derecho a esforzarse por conseguir felicidad. Así pues, el estado natural del ser humano
debería corresponder a una autoestima alta. Sin embargo, la realidad es que existen
muchas personas que, lo reconozcan o no, lo admitan o no, tienen un nivel de autoestima
inferior al teóricamente natural.
Ello se debe a que, a lo largo del desarrollo, y a lo largo de la vida en sí, las personas
tienden a apartarse de la autoconceptualización y conceptualización positivas, o bien a no
acercarse nunca a ellas; los motivos por los que esto ocurre son diversos, y pueden
encontrarse en la influencia negativa de otras personas, en un autocastigo por haber
faltado a los valores propios , o en un déficit de comprensión o de compasión por las
acciones que uno realiza y, por extensión, de las acciones que realizan los demás.

Grados De La Autoestima.
La autoestima es un concepto gradual. En virtud de ello, las personas pueden presentar
en esencia uno de tres estados:
Tener una autoestima alta: Equivale a sentirse confiadamente apto para la vida, o, sentirse
capaz y valioso; sentirse aceptado como persona.
Tener una baja autoestima. Es cuando la persona no se siente en disposición para la vida;
sentirse equivocado como persona.
Tener un término medio de autoestima es oscilar entre los dos estados anteriores, es decir,
sentirse apto e inútil, acertado y equivocado como persona, y manifestar estas
incongruencias en la conducta actuar, unas veces, con sensatez, otras, con irreflexión,
reforzando, así, la inseguridad.
En la práctica, y según la experiencia, todas las personas son capaces de desarrollar la
autoestima positiva, al tiempo que nadie presenta una autoestima totalmente sin
desarrollar. Cuanto más flexible es la persona, tanto mejor resiste todo aquello que, de
otra forma, la haría caer en la derrota o la desesperación.

Escalera De La Autoestima:
Autorreconocimiento: Es reconocerse a sí mismo, reconocer las necesidades, habilidades,
potencialidades y debilidades, cualidades corporales o psicológicas, observar sus
acciones, como actúa, por qué actúa y qué siente.
Autoaceptación: Es la capacidad que tiene el ser humano de aceptarse como realmente
es, en lo físico, psicológico y social; aceptar cómo es su conducta consigo mismo y con
los otros. Es admitir y reconocer todas las partes de sí mismo como un hecho, como forma
de ser y sentir.
Por autoaceptación se entiende:
El reconocimiento responsable, ecuánime y sereno de aquellos rasgos físicos y psíquicos
que nos limitan y empobrecen, así como de aquellas conductas inapropiadas y/o erróneas
de las que somos autores.
La consciencia de nuestra dignidad innata como personas que, por muchos errores o
maldades que perpetremos, nunca dejaremos de ser nada más y nada menos que seres
humanos con errores.
'Autoaceptación' quiere decir que la persona se acepta a sí misma plenamente y sin
condiciones, tanto si se comporta como si no se comporta inteligente, correcta o
competentemente, y tanto si los demás le conceden como si no le conceden su aprobación,
su respeto y su amor.
Autovaloración: Refleja la capacidad de evaluar y valorar las cosas que son buenas de
uno mismo, aquellas que le satisfacen y son enriquecedoras, le hacen sentir bien, le
permiten crecer y aprender. Es buscar y valorar todo aquello que le haga sentirse orgulloso
de sí mismo.
Autorrespeto: Expresar y manejar en forma conveniente sentimientos y emociones, sin
hacerse daño ni culparse. El respeto por sí mismo es la sensación de considerarse
merecedor de la felicidad, es tratarse de la mejor forma posible, no permitir que los demás
lo traten mal; es el convencimiento real de que los deseos y las necesidades de cada uno
son derechos naturales, lo que permitirá poder respetar a los otros con sus propias
individualidades.
Autosuperación: Si la persona se conoce es consciente de sus cambios, crea su propia
escala de valores, desarrolla y fortalece sus capacidades y potencialidades, se acepta y se
respeta; está siempre en constante superación, por lo tanto, tendrá un buen nivel de
autoestima, generando la capacidad para pensar y entender, para generar, elegir y tomar
decisiones y resolver asuntos de la vida cotidiana, escuela, amigos, familia, etc. Es una
suma de pequeños logros diarios.

Indicadores De La Autoestima:
Indicios positivos de autoestima
La persona que se autoestima suficientemente:
-Cree con firmeza en ciertos valores y principios, y está dispuesta a defenderlos incluso
aunque encuentre oposición. Además, se siente lo suficientemente segura de sí misma
como para modificarlos si la experiencia le demuestra que estaba equivocada.
-Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio criterio, y sin sentirse
culpable cuando a otros no les parezca bien su proceder.
-No pierde el tiempo preocupándose en exceso por lo que le haya ocurrido en el pasado
ni por lo que le pueda ocurrir en el futuro. Aprende del pasado y proyecta para el futuro,
pero vive con intensidad el presente.
-Confía plenamente en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse
acobardar fácilmente por fracasos y dificultades. Y, cuando realmente lo necesita, está
dispuesta a pedir la ayuda de otros.
-Como persona, se considera y siente igual que cualquier otro; ni inferior, ni superior;
sencillamente, igual en dignidad; y reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio
profesional o posición económica.
Da por sentado que es interesante y valiosa para otras personas, al menos para aquellos
con los que mantiene amistad.
-No se deja manipular, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y
conveniente.
Reconoce y acepta en sí misma diferentes sentimientos y momentos, tanto positivos como
negativos, y está dispuesta a revelárselos a otra persona, si le parece que vale la pena y
así lo desea.
-Es capaz de disfrutar con una gran variedad de actividades.
-Es sensible a los sentimientos y necesidades de los demás; respeta las normas sensatas
de convivencia generalmente aceptadas, y entiende que no tiene derecho —ni lo desea—
a medrar o divertirse a costa de otros.

Indicios Negativos De La Autoestima:


La persona con autoestima deficiente suele manifestar algunos de los siguientes síntomas:
Autocrítica rigorista, tendente a crear un estado habitual de insatisfacción consigo misma.
Hipersensibilidad a la crítica, que la hace sentirse fácilmente atacada y a experimentar
resentimientos pertinaces contra sus críticos.
Indecisión crónica, no tanto por falta de información, sino por miedo exagerado a
equivocarse.
Deseo excesivo de complacer: no se atreve a decir «no», por temor a desagradar y perder
la benevolencia del peticionario.
Perfeccionismo, o autoexigencia de hacer sin un solo fallo, casi todo cuanto intenta; lo
cual puede llevarla a sentirse muy mal cuando las cosas no salen con la perfección
exigida.
Culpabilidad neurótica: se condena por conductas que no siempre son objetivamente
malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin
llegar a perdonarse por completo
Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aun por cosas
de poca importancia; propia del supercrítico a quien todo le sienta mal, todo le disgusta,
todo le decepciona, nada le satisface.
Tendencias defensivas, un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y,
sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida
misma.

LA INTELIGENCIA
El término inteligencia proviene del latín intelligentia, que a su vez deriva de inteligere.
Esta es una palabra compuesta por otros dos términos: intus (“entre”) y legere
(“escoger”). Por lo tanto, el origen etimológico del concepto de inteligencia hace
referencia a quien sabe elegir: la inteligencia posibilita la selección de las alternativas más
convenientes para la resolución de un problema. De acuerdo a lo descrito en la etimología,
un individuo es inteligente cuando es capaz de de escoger la mejor opción entre las
posibilidades que se presentan a su alcance para resolver un problema.

La inteligencia es la capacidad de elegir, entre varias posibilidades, aquella opción más


acertada para la resolución de un problema. En este sentido, cabe distinguirla de la
sabiduría, en tanto que esta última es tan solo una acumulación de conocimiento, mientras
que la inteligencia implica hacer el mejor uso de un saber previo. No obstante, el modo
para identificar la cualidad de ser inteligente ha sido enormemente debatido.

La inteligencia no es sólo “saber mucho” (ya lo hemos diferenciado en relación a la


sabiduría), si no que se trata de poner en juego nuestros conocimientos y aptitudes en
todas las acciones de nuestra vida cotidiana, y por ello somos capaces los seres humanos
de desafiar obstáculos que pueden ser desde la resolución de un problema matemático,
hablar correctamente en público o realizar operaciones económicas con éxito.

Definición de la inteligencia
No hay una definición unitaria y aceptada de la inteligencia. Una de ellas proviene de
la psicología. Definir qué es la inteligencia ha sido siempre objeto de polémica; ante un
escenario tan diversificado de opiniones, Vernon (1960) sugirió una clasificación de las
principales definiciones.
Ch. Spearman Capacidad unitaria para resolver problemas y crear nuevos contenidos.

H. J. Eysenck Vinculó la inteligencia biológica con el procesamiento neuronal eficiente.

L. G. Humphreys Conjunto de habilidades para adaptarse al entorno.

H. Gardner Capacidad de resolución de problemas y la elaboración de productos que sean


valorados.

L. S. Gottfredson Capacidad mental general que incluye la habilidad de razonar, planificar, resolver
problemas, pensar en abstracto, comprender ideas complejas, aprender rápido y
aprender de la experiencia, que es más que una destreza académica o del aprendizaje
por medio de libros.

Alfred Binet El juicio, también llamado "sentido común", "sentido práctico", "iniciativa", la facultad
de adaptarse a las circunstancias... auto-crítica.

David Wechsler La capacidad agregada o global del individuo de actuar con propósito, de pensar
racionalmente y de manejar eficazmente su entorno.

Cyril Burt Capacidad cognitiva innata.

Linda Gottfredson La capacidad de lidiar con la complejidad cognitiva.

Sternberg y Salter Comportamiento adaptativo dirigido a metas

Reuven Feuerstein La teoría de la modificación cognitiva estructural describe la inteligencia como "la
propensión única de los seres humanos a cambiar o modificar la estructura de su
funcionamiento cognitivo para adaptarse a los cambios de una situación a lo largo de la
vida.

Legg y Hutter "La inteligencia mide la capacidad de un agente para alcanzar los objetivos en una
amplia gama de entornos", que ha sido matemáticamente formalizado"

Alexander Wissner- F=T ∇ Sτ


Gross
Tipos de inteligencia
Globalmente, podemos entender la inteligencia como una capacidad mental (como la
creatividad, por ejemplo) que puede ser entendida de manera diferente, aun estando las
diversas concepciones conectadas entre ellas.
Por un lado, la inteligencia Natural o inteligencia A, es una disposición biológica e
innata del individuo que constituiría el núcleo básico de la inteligencia.
Por otro lado, la inteligencia Social o inteligencia B, cotidiana, observable a partir del
comportamiento.
Finalmente, la tercera concepción haría referencia a una inteligencia Psicométrica o
inteligencia C, investigada a partir de su evaluación con test psicológicos. A esta
medida se le llama QI, se trata de un estimador parcial de la capacidad.
Por lo tanto, podemos visualizar la inteligencia Natural (A) y la Psicométrica (C) como
componentes de la inteligencia Práctica o B, siendo "A" la base disposicional y siendo
la "C" la operativización en términos de rendimiento.

¿Cómo hizo Gardner para definir estas diferentes inteligencias?


Para definir cada ámbito de la inteligencia, Gardner estudió el desarrollo de habilidades
en los niños y la forma en que se descomponían las diferentes capacidades en casos de
daño cerebral.
Además, Gardner observó cómo se manifiestaba cada una de las inteligencias dentro de
la cultura del individuo.
Los 8 tipos de Inteligencia
La inteligencia se puede agrupar en 8 diferentes tipos:
1) Inteligencia lingüística Es considerada una de las más importantes. En general se
utilizan ambos hemisferios del cerebro y es la que caracteriza a los escritores. El uso
amplio del lenguaje ha sido parte esencial para el desarrollo de este tipo de inteligencia.
Aspectos biológicos: un área específica del cerebro llamada “área de Broca” es la
responsable de la producción de oraciones gramaticales. Una persona con esa área
lesionada puede comprender palabras y frases sin problemas, pero tiene dificultades
para construir frases más sencillas. Al mismo tiempo, otros procesos mentales pueden
quedar completamente ilesos.
Capacidades implicadas: capacidad para comprender el orden y el significado de las
palabras en la lectura, la escritura y, también, al hablar y escuchar.
Habilidades relacionadas: hablar y escribir eficazmente.
Perfiles profesionales: líderes políticos o religiosos, poetas, vendedores, escritores, etc.
2) Inteligencia musical También conocida como “buen oído”, es el talento que tienen lo
grandes músicos, cantantes y bailarines. La fuerza de esta inteligencia radica desde el
mismo nacimiento y varía de igual manera de una persona a otra. Un punto importante
en este tipo de inteligencia es que por fuerte que sea, necesita ser estimulada para
desarrollar todo su potencial, ya sea para tocar un instrumento o para escuchar una
melodía con sensibilidad.
Aspectos biológicos: ciertas áreas del cerebro desempeñan papeles importantes en la
percepción y la producción musical. Éstas, situadas por lo general en el hemisferio
derecho, no están localizadas con claridad como sucede con el lenguaje. Sin embargo,
pese a la falta de susceptibilidad concreta respecto a la habilidad musical en caso de
lesiones cerebrales, existe evidencia de “amusia” (pérdida de habilidad musical).
Capacidades implicadas: capacidad para escuchar, cantar, tocar instrumentos.
Habilidades relacionadas: crear y analizar música.
Perfiles profesionales: músicos, compositores, críticos musicales, etc.
3) Inteligencia lógica matemática Quienes pertenecen a este grupo, hacen uso del
hemisferio lógico del cerebro y pueden dedicarse a las ciencias exactas. De los diversos
tipos de inteligencia, éste es el más cercano al concepto tradicional de inteligencia. En
las culturas antiguas se utilizaba éste tipo de inteligencia para formular calendarios,
medir el tiempo y estimar con exactitud cantidades y distancias.

Capacidades implicadas: capacidad para identificar modelos, calcular, formular y


verificar hipótesis, utilizar el método científico y los razonamientos inductivo y
deductivo.
Habilidades relacionadas: capacidad para identificar modelos, calcular, formular y
verificar hipótesis, utilizar el método científico y los razonamientos inductivo y
deductivo.
Perfiles profesionales: economistas, ingenieros, científicos, etc.
4) Inteligencia espacial Esta inteligencia la tienen las personas que puede hacer un
modelo mental en tres dimensiones del mundo o en su defecto extraer un fragmento de
él. Esta inteligencia la tienen profesiones tan diversas como la ingeniería, la cirugía, la
escultura, la marina, la arquitectura, el diseño y la decoración. Por ejemplo, algunos
científicos utilizaron bocetos y modelos para poder visualizar y decodificar la espiral de
una molécula de ADN.
Aspectos biológicos: el hemisferio derecho (en las personas diestras) demuestra ser la
sede más importante del cálculo espacial. Las lesiones en la región posterior derecha
provocan daños en la habilidad para orientarse en un lugar, para reconocer caras o
escenas o para apreciar pequeños detalles.
Los pacientes con daño específico en las regiones del hemisferio derecho, intentarán
compensar su déficit espacial con estrategias lingüísticas: razonarán en voz alta, para
intentar resolver una tarea o bien se inventarán respuestas. Pero las estrategias
lingüísticas no parecen eficientes para resolver tales problemas.
Las personas ciegas proporcionan un claro ejemplo de la distinción entre inteligencia
espacial y perspectiva visual. Un ciego puede reconocer ciertas formas a través de un
método indirecto, pasar la mano a lo largo de un objeto, por ejemplo, construye una
noción diferente a la visual de longitud. Para el invidente, el sistema perceptivo de la
modalidad táctil corre en paralelo a la modalidad visual de una persona visualmente
normal. Por lo tanto, la inteligencia espacial sería independiente de una modalidad
particular de estímulo sensorial.
Capacidades implicadas: capacidad para presentar ideas visualmente, crear imágenes
mentales, percibir detalles visuales, dibujar y confeccionar bocetos.
Habilidades relacionadas: realizar creaciones visuales y visualizar con precisión.
Perfiles profesionales: artistas, fotógrafos, arquitectos, diseñadores, publicistas, etc.
5) Inteligencia corporal – kinestésica Los kinestésicos tienen la capacidad de utilizar su
cuerpo para resolver problemas o realizar actividades. Dentro de este tipo de
inteligencia están los deportistas, cirujanos y bailarines. Una aptitud natural de este tipo
de inteligencia se manifiesta a menudo desde niño.
Aspectos biológicos: el control del movimiento corporal se localiza en la corteza motora
y cada hemisferio domina o controla los movimientos corporales correspondientes al
lado opuesto. En los diestros, el dominio de este movimiento se suele situar en el
hemisferio izquierdo. La habilidad para realizar movimientos voluntarios puede resultar
dañada, incluso en individuos que puedan ejecutar los mismos movimientos de forma
refleja o involuntaria. La existencia de apraxia específica constituye una línea de
evidencia a favor de una inteligencia cinética corporal.
Capacidades implicadas: capacidad para realizar actividades que requieren fuerza,
rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y equilibrio.
Habilidades relacionadas: utilizar las manos para crear o hacer reparaciones, expresarse
a través del cuerpo.
Perfiles profesionales: escultores, cirujanos, actores, modelos, bailarines, etc.
6) Inteligencia intrapersonal Este tipo de inteligencia nos permite formar una imagen
precisa de nosotros mismos; nos permite poder entender nuestras necesidades y
características, así como nuestras cualidades y defectos. Y aunque se dijo que nuestros
sentimientos si deben ayudar a guiar nuestra toma de decisiones, debe existir un límite
en la expresión de estos. Este tipo de inteligencia es funcional para cualquier área de
nuestra vida.
Aspectos biológicos: los lóbulos frontales desempeñan un papel central en el cambio de
la personalidad, los daños en el área inferior de los lóbulos frontales puede producir
irritabilidad o euforia; en cambio, los daños en la parte superior tienden a producir
indiferencia, languidez y apatía (personalidad depresiva).Entre los afásicos que se han
recuperado lo suficiente como para describir sus experiencias se han encontrado
testimonios consistentes: aunque pueda haber existido una disminución del estado
general de alerta y una considerable depresión debido a su estado, el individuo no se
siente a sí mismo una persona distinta, reconoce sus propias necesidades, carencias,
deseos e intenta atenderlos lo mejor posible.
Capacidades implicadas: capacidad para plantearse metas, evaluar habilidades y
desventajas personales y controlar el pensamiento propio.
Habilidades relacionadas: meditar, exhibir disciplina personal, conservar la compostura
y dar lo mejor de sí mismo.
Perfiles profesionales: individuos maduros que tienen un autoconocimiento rico y
profundo.
7) Inteligencia interpersonal Este tipo de inteligencia nos permite entender a los demás.
Esta basada en la capacidad de manejar las relaciones humanas, la empatía con las
personas y el reconocer sus motivaciones, razones y emociones que los mueven. Esta
inteligencia por sí sola es un complemento fundamental de las anteriores, porque
tampoco sirve de nada si obtenemos las mejores calificaciones, pero elegimos mal a
nuestros amigos y en un futuro a nuestra pareja. La mayoría de las actividades que a
diario realizamos dependen de este tipo de inteligencia, ya que están formadas por
grupos de personas con los que debemos relacionarnos. Por eso es indispensable que un
líder tenga este tipo de inteligencia y además haga uso de ella.
Aspectos biológicos: todos los indicios proporcionados por la investigación cerebral
sugieren que los lóbulos frontales desempeñan un papel importante en el conocimiento
interpersonal. Los daños en esta área pueden causar cambios profundos en la
personalidad, aunque otras formas de la resolución de problemas puedan quedar
inalteradas: una persona no es la misma después de la lesión.
La evidencia biológica de la inteligencia interpersonal abarca factores adicionales que, a
menudo, se consideran excluyentes de la especie humana: 1) la prolongada infancia de
los primates, que establece un vínculo estrecho con la madre, favorece el desarrollo
intrapersonal; 2) la importancia de la interacción social entre los humanos que
demandan participación y cooperación. La necesidad de cohesión al grupo, de liderazgo,
de organización y solidaridad, surge como consecuencia de la necesidad de
supervivencia.
Capacidades implicadas: trabajar con gente, ayudar a las personas a identificar y superar
problemas.
Habilidades relacionadas: capacidad para reconocer y responder a los sentimientos y
personalidades de los otros.
Perfiles profesionales: administradores, docentes, psicólogos, terapeutas.
8) Inteligencia naturalista Este tipo de inteligencia es utilizado al observar y estudiar la
naturaleza. Los biólogos son quienes más la han desarrollado. La capacidad de poder
estudiar nuestro alrededor es una forma de estimular este tipo de inteligencia, siempre
fijándonos en los aspectos naturales con los que vivimos.
En 1995, esta inteligencia se añadió. Por lo tanto, antes se hablaba de los 7 tipos de
inteligencia de Gardner.
Cómo determinar qué tipos de inteligencia son más fuertes en ti de forma innata y
cuáles tendrías que desarrollar
PLANEAMIENTO ESTRATÉGICA PERSONAL
La Planeación Estratégica Personal es el camino que une dos posiciones: primero lo que
somos o dónde estamos y segundo el lugar a dónde queremos llegar o lo que deseamos
ser en el futuro. Asimismo nos provee de una serie de elementos para desarrollar nuestras
potencialidades, además de cuidar la calidad y orientación de nuestras realizaciones.
También podemos definir la Planeación estratégica Personal como un instrumento
sistemático que nos permitirá emprender una transición integral, ordenada y motivadora,
entre lo que ahora somos y lo que queremos ser en el futuro, sin perder de vista que en
ese recorrido siempre habrá oportunidades que podemos aprovechar (Picazo, 2000).

Las formas de mirar el futuro


Para iniciar la comprensión de la Planeación Estratégica Personal (PEP) es importante
que comprendas los diferentes enfoques de la manera cómo cada tipo de ser humano
interpreta su futuro. Para ello se clasifican en tres grupos: Hombre tradicional, hombre
creativo y hombre planeador, cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas en esta
vida.
Hombre tradicional. Mira al futuro como algo que no se puede controlar, incierto, y donde
vale más la pena permanecer en el pragmatismo del mundo que ya se conoce y dejar al
tiempo para reaccionar a lo que se tenga que hacer. Este tipo de individuo tiende a ignorar
los cambios, la premisa mental es una preocupación por el hoy y el impacto es que
procede basado en la crisis. El individuo que actúa de esta manera tiene temor a tomar
riesgos y evita tomar decisiones que impliquen incertidumbre.
El hombre creativo. Este tipo de persona tiene la actitud de confiar en la intuición al mirar
el futuro, el impacto que recibe es de incertidumbre y las probabilidades de error; de
cualquier forma, la capacidad de creatividad para el desarrollo de nuevas ideas que van
mas allá de lo convencional lo mantiene a la delantera de su desarrollo. Se necesita
bastante carisma e intolerancia ante la incertidumbre para operar en un ambiente de esa
naturaleza.
El hombre planeador. Este tipo de persona mira el entorno para medir riesgos y
oportunidades, su innovación parte del análisis de las necesidades y de la comprensión
del entorno, la actitud hacia la planeación está guiada por una premisa mental de ajuste a
los cambios y al establecimiento de los sistemas que le brindarán la seguridad. El éxito
está ligado a la flexibilidad interna de los sistemas y procesos y en la capacidad de integrar
los objetivos y recursos en la implementación de estrategias.

La planeación efectiva y su reto


Piensa unos minutos sobre la Planeación Estratégica Personal y verás que no es más que
una película que te muestra dónde estás, a dónde vas, cómo te diriges y por qué. Es un
instrumento que no te muestra las decisiones personales futuras que vas a tomar, sino el
futuro de las decisiones que tomes en el presente mediante la formulación de tu PLAN.

La planeación efectiva convierte tu visión en una realidad, disminuye el riesgo y la


incertidumbre para responder a los cambios de tu entorno. Estimula el desarrollo de ideas
ya que en su proceso se involucran los que te rodean. La planeación se hace efectiva
porque te da vitalidad en la búsqueda de resultados, identificando las interdependencias
que faciliten la implementación, estableciendo las responsabilidades, las mediciones y el
sistema de retribución.
La Planeación Efectiva establece el marco donde el desarrollo integral del hombre tiene
lugar produciendo un proceso de aprendizaje continuo, dándole sentido a su vida.
La Planeación es prestar atención a las realidades que no nos gusta enfrentar y a las
preguntas que no tenemos el valor de formular. El entorno actual está regulado por reglas
específicas aun cuando algunas personas no lo puedan captar. El futuro de todo hombre
ha sido definido de acuerdo a las reglas que dominan el cambio.
Al igual que en las empresas, las personas también pueden planificar el rumbo de sus
vidas para alcanzar determinadas metas en el futuro.

El plan estratégico personal (PEP) es un instrumento que se utiliza para cumplir metas en
el futuro y que, a la vez, provee elementos para el desarrollo de las potencialidades de
una persona. El autor Luis R. Picazo lo define como un instrumento sistemático que
permite emprender una transición integral, ordenada y motivadora hacia lo que se quiere
ser en el futuro, sin perder de vista que en este recorrido habrán oportunidades que
podemos aprovechar.
Entorno externo
Antes de empezar a planificar es necesario tomar en cuenta el lugar donde se vive y el
ambiente donde se interactúa. Los escenarios cambian rápidamente, y por ello es
fundamental conocer la situación actual y las tendencias del entorno externo para tomar
mejores decisiones.
Diagnóstico
Se trata de conocer en qué situación nos encontramos, no solo desde nuestro punto de
vista sino también preguntando a los demás. Para esto se pueden realizar encuestas o
simples conversaciones sinceras con personas que puedan brindar retroalimentación.

Metas
Con el diagnóstico elaborado se establecen las metas, para lo cual se hacen preguntas
básicas como: ¿adónde quiero llegar en mi empresa y en qué plazo?, ¿cuál es mi meta en
cuanto a ingresos y patrimonio, y en qué plazo?, ¿qué quiero para mi familia?, etc.

Proyectos
Para llegar a estas metas es necesario elaborar planes que conduzcan a ellas, tal como
ocurre en las empresas. Es precio tener claro que cada meta requiere dedicación y
esfuerzo. Nada se consigue sin trabajo. Aquí es importante que el individuo elabore una
lista de actividades que le permitan poner en marcha estos proyectos.

Estrategias
Para construir el PEP hay varias técnicas que se pueden utilizar. Una es el análisis FODA
(Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) sobre sí mismo, para detectar los
errores actuales y fortalecer el potencial propio. Un PEP puede ser un elemento inspirador
para los compañeros de trabajo o personas del entorno.

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