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o. Introducción
U saré el término naso para hacer referencia a la lengua que en estudios previos (por
ejemplo, Constenla Umaña 1981) denominé tiribí. Esta lengua presenta, en Costa Rica, una
variedad llamada térraba, casi extinta (conozco a una sola persona que pueda considerarse
propiamente hablante), y , en Panamá, otra conocida como teribe, con unos 1000 hablante s
(Grimes 1988). El término en cuestión, lo tomo del que usan los teribes para autodenominarse
(lné3Q/), cuyo empleo como designación de la lengua observé en una ocasión a uno de mis
informantes térrabas, en época anterior a la renovación del contacto entre ambos grupos que
ha tenido lugar en los últimos 12 años. En vista de su uso en ambas variedades, me ha
parecido más conveniente que tiribí, que se empleó como designación de los hablantes de
la lengua en Panamá únicamente.
El territorio original de la lengua es el ocupado actualmente por los teribes en el noroeste
de Panamá, en el área recorrida por el Río Teribe, afluente del Río Changuinola, que se
prolongaba en otros tiempos hasta la Bahía de Bocas del Toro (o del Almirante). De allí
fueron trasladados los térrabas a fines del siglo XVII por misioneros franciscanos, que los
habían convertido al catolicismo, a la región situada en la vertiente pacífica del sur de Costa
Rica que se conoce como Valle de Térraba.
En este trabajo, para efectos de la morfosintaxis oracional, emplearé como fuentes mis
propios datos de térraba, obtenidos de los dos hablantes de la variedad que he conocido
(Ricardo Gómez Salazar y María Casiola Ortiz, la segunda ya desaparecida) y los de teribe
contenidos en Koontz y Anderson (1975) y Heinze (1979). En materia de discurso, haré
referencia únicamente al térraba, que es la variedad de la que he analizado textos.
En la variedad teribe, los sufijos de persona son (Koontz y Anderson 1975: 158 y 160;
por 10 que respecta a la 3ª persona, véase 3.1. en este trabajo):
-r '1 ª singular'
-p '2ª singular'
-a '3ª'
-ba '4ª'
-rwa '1 ª plural, exclusiva'
-y '1 ª plural, inclusiva'
-rni '2ª plural'
Los sufijos de persona gramatical se presentan en dos tipos de formas: los pronombres
personales no focalizados y los verbos transitivos.
Estos elementos quedaron documentados en los primeros datos de térraba disponibles,
esto es, los de fray Josef Olavarrieta recogidos en el siglo XVIII (Lehmann 1920: 237 -49),
en formas corno bobeon (actualmente /bo b k6IJ 1) 'para ti' (glosado 'para tu' en Lehmann,
que por ello pensó que era el imperativo del verbo 'parar') y psea (Jzie./) 'corta' (glosado
corno 'cortar').
En naso se presentan dos series de pronombres personales. Cito primero las formas
térrabas y luego las teribes (Heinze 1979: 17):
Térraba
Focalizados No focalizados
Teribe
Focalizados No focalizados
lo oigo me oye
/seJlol réie áúá thui bor keIJ / 'el señor rey me entrega su hija'
señor rey hija entregar mí a
/seJlOl réje tha keIJ áúá thuV 'el señor rey me entrega a mí su hija'
señor rey mí a hija entregar
/tha kogo blÜJ / 'me duele la cabeza'
mi cabeza doler
/'bOl kogo baxy 'la cabeza me duele' (menos frecuente)
mi cabeza doler
/e kogo zéra óba jo/ 'a él le cortaron la cabeza'
su cabeza cortó gente AG
/'ba kogo Z8.ta e ba ;0/ 'le cortaron la cabeza'
su cabeza cortó gente AG
/Z6.re ba kogo óba jo/ 'le cortaron la cabeza'
cortó su cabeza gente AG
3. Verbos transitivos
Hay dos construcciones transitivas equivalentes desde el punto de vista referencial ,pero
diferenciadas por su valor en cuanto al papel pragmático de foco (Cornrie 1981: 56-8).
Estas construcciones pueden denominarse de agente no focalizado y de agente focalizado,
respectivamente.
Ejemplo:
Por lo que respecta a frecuencia, una observación preliminar en tres textos térrabas
presentó el siguiente resultado:
CONSTENLA UMAÑA: Las flexiones de persona gramatical... 251
Aunque la construcción de agente focalizado pareciera haber sido tomada como básica
en el pasado (Koontz y Anderson, 1975: 152, la denominan construcción activa A), su
menor frecuencia textual y el hecho de que el agente esté focalizado justifican más bien que
se la considere como la construcción marcada, esto último de acuerdo con la propuesta
según la cual la información nueva tiende a introducirse universalmente por medio del
único actante del verbo intransitivo o del actante paciente del transitivo (véase, por ejemplo,
Dubois 1990: 477-8). La razón de que se la hubiera considerado básica (de hecho, así
pensaba yo antes de mis reflexiones para escribir este artículo) podría ser que los hablantes
tienden a producirla con mayor frecuencia cuando los datos se obtienen por educción de
oraciones que no tienen otra relación que el tipo de estructura gramatical, caso en que todo,
incluido el agente del verbo transitivo, es naturalmente información nueva.
En esta construcción el verbo se flexiona para la persona del agente. Un ejemplo de tal
flexión es el siguiente paradigma de formas imperfectivas del verbo térraba /zi/ 'cortar':
/zit/ 'corto'
/zi'b/ 'cortas'
/zia/ 'corta(n)'
/zmúá/ 'cortamos (exclusivo)'
/zü/ ,cortamos (inclusivo)'
/zUñi/ 'cortáis'
252 ES11JDIOS DE LINGUISTICA CHIBCHA
que, lo que plantea como flexión de la forma verbal "sin persona" (propia de la activa A)
sea idéntica a la que consideran la forma de tercera persona (propia de la activa B): -c - ~
(cf. 152 y 158). Dráng soc 'lleva el machete' sería tanto una forma flexionada para tercera
persona como una forma sin flexión de persona (véanse los cuadros y las explicaciones en
Koontz y Anderson 1975: 152, 153, 158). En los textos teribes observados, se puede ver,
de todos modos, que la "pasiva" no corresponde a lo que generalmente se entiende por este
término en lenguas como el castellano. Por ejemplo, una narración (Gamarra 1979: 1)
presenta el siguiente título:
Si, de acuerdo con lo que he postulado, la construcción que he llamado transitiva sin
focalización del agente es la básica y no marcada, contra lo que se había supuesto hasta el
momento (Constenla Umaña 1991: 113 y 104-5), el naso sería básicamente una lengua
ergativa (para efectos de los pronombres, la forma que se usa como único actante del verbo
intransitivo o como paciente del transitivo es la misma) y el orden básico de su cláusula
transitiva sería OVS. El caso absolutivo es el que exige en la construcción transitiva sin
focalización o en la intransitiva la presencia de las formas focalizadas de los pronombres
personales. El caso ergativo, el que puede expresarse en la tercera persona por una frase
posposicional.
La focalización del agente produce una escisión de la ergatividad, pues, en este caso,
en materia de pronombres, el agente del verbo transitivo debe ir en forma focalizada,
pasando a coincidir con el único actante del verbo intransitivo; en tanto el paciente del verbo
transitivo adopta la forma no focalizada.
Este sufijo proviene del pronombre protochibchense /*da!, étimo que (unido en algunos
casos a sufijos diversos) ha dado origen a los siguientes pronombres: paya /tas/, rama
/naas/, guatuso /ton!, bocotá /'fa/ , cogui /nas/, damana y atanques /tan~i/, ica /nenl,
chimila /naati/, barí /naj/. También se han originado de este elemento prefijos de primera
persona, como el paya /ta-/, el guatuso /na-/, el rama /n-/ , el ica /ne-/, el cogui na- - -la-
y el chimila /na-/ (posesivo). El resultado /*dI > /nI en los prefijos del rama y del guatuso,
y en el pronombre rama probablemente se deba al añadido del formativo de nasalidad
protochibchense comentado en un trabajo previo (Constenla Umaña 1989: 20-22). Una
diferenciación gramatical como la que se da en guatuso entre /*'da-te/ > /to-n/ y /*da-/ >
/na-/ no es un caso aislado en las lenguas chibchenses. Por ejemplo, en naso, el morfema
perfectivo tiene dos alomorfos /-ro/ (que provendría de /*-dof) cuando siguen los sufijos
de persona y /-no/ (que provendría de < /-do/ cuando sigue el linde de la palabra.
En posición intervocálica, seguida por vocal oral, /*dI inicial de morfema> / t/ en naso
(Constenla Umaña 1981: 226-7). En sílaba inacentuada final precedida por sílaba acentuada,
hubo pérdida de vocales en térraba (ibídem: 169-170,214).
La diferencia entre las dos variedades es aparente. En ambas la oposición entre Ib/ y
/p/ se neutraliza a final de palabra. La realización del archifonema es normalmente Ib/ en
térraba y /p/ en teribe.
En este caso, el étimo se origina en el protochibchense /*ba!, origen de los siguientes
pronombres: paya /Pf2:=/, rama /maa/, guatuso /po:/, bribri /bé'l/, cabécar /be.¡, naso /ta!,
boruca/bá'l/, movere/m.':J/, bocotá/ba!, dorasque ba, muisca/mie/, tunebo /ba! (,vosotros '),
damana y atanques /men~i/, ica /ma/, barí /baj/. Además de este étimo provienen prefijos
de persona como el muisca /m-/ y el chimila /ma-/ (posesivo). Como en el caso anterior,
el resultado /*b/ > /m/ en pronombre rama probablemente se deba al añadido del formativo
de nasalidad protochibchense comentado en un trabajo previo (Constenla Umaña 1989:
20-2).
Tras la caída de la/*a! final, en el caso del sufijo en discusión, quedó la/*b/ en la posición
en que /p/ y Ib/ se neutralizan en naso.
En teribe los verbos cuya raíz termina en /1.1, el grupo más abundante de la lengua,
cambian la vocal en cuestión por /e/ en las formas imperfectivas (en las que las flexiones
de persona se añaden directamente a la raíz); en térraba añaden /-al: teribe le , térraba /r1.8/
'dice'. Mi interpretación es que la secuencia /1.8/ se ha contraído en /e/ en teribe.
Por lo que respecta a la terminación /-jaj, la /j/ se presenta en teribe como reemplazo de
la /-k/ final de verbos como /J8k/ o !kük / cuando se les añade la flexión /-e/: /J8k/,!kük/
+ /-aj = / Jaje/, !küjaj 'oye'. La /j/ en cuestión se ha perdido en térraba, excepto entre dos
/e/: !kük/ + /-e/ = !küe/ 'oye', /J8'Y./+ /-e/ /Jaje/ 'coge'.
El étimo del cual se deriva la flexión en cuestión es /*e/' aquel, él' . Este elemento ha dado
origen a los demostrativos muisca /~si/ (cf. /si-sil 'este') y cuna /a-ti/ 'aquel', a los
pronombres personales damana y atanq ues /anca i/, barí ['la.] e ica /e/ 'él, ella' , al pronombre
relativo guatuso /0:/ 'que' yal prefijo de tercera persona del paya la-l.
En cabécar, el plural de los sustantivos que designan humanos se forma por medio de
un sufijo /-u'Q/, y en paya el pronombre de segunda persona /p§:./ se pluraliza por medio de
/-ve/: /pª,--ve/ 'vosotros'. El elemento que pluraliza a la forma de primera persona singular
(-/tl) para constituir la primera persona piural exclusiva en naso, podría estar relacionado.
La diferencia de nasalidad entre las dos variedades se debería al formativo de nasalidad
protochibchense antes aludido (Constenla Umaña 1989: 20-2).
Este sufijo se deriva del étimo /*bi/ que da origen a diversos pronombres y prefijos de
segunda persona (a veces plurales, a veces singulares), como el paya /pi-I '2ª persona
singular', rama /mi-/ '2ª persona singular', guatuso /mi-/ '2ª persona' (indiferente al
número), boruca /bl'l/ 'os, vuestro', cogui mi- - -bi- '2ª persona singular', ica /mi-/ '2ª
singular', /mivi/ 'vosotros', muisca /mi- / '2ª persona plural'. De nuevo, algunas formas
como los prefijos del guatuso y el rama, y el sufijo naso implican la existencia de una
variante del étimo con añadido del formativo de nasalidad (Constenla Umaña 1989: 20-2).
4.6. No se han determinado los étimos del térraba /-i/, teribe -y '1!!persona plural, incusiva'
ni del teribe -ba '4ª persona' (al parecer, una tercera persona obviativa).
4.7. El hecho de que todos los elementos cuyos étimos se han determinado se presenten en
diversas lenguas chibchenses como pronombres independientes indica que tal era su
condición en protochibchense y que por medio de procesos de enclisis o proclisis llegaron
a dar origen a flexiones sufijadas o prefijadas.
ESTUDIOS DE LINGUISTICA CHIBCHA
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NOTA
BIBLIOGRAFÍA
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CONSTENLA UMAÑA: Las flexiones de persona gramatical ... 257
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