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Poder

constituyente y
supremacía
constitucional

Instituciones
Políticas y
Gubernamentales

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Poder constituyente
Introducción
La constitución de un Estado, es el conjunto de sus reglas fundamentales de
organización y convivencia.

Veremos a lo largo de esta lectura, su fuerza generadora, los órganos que


instituye, y su posición en la cima de la escala normativa.

El poder constituyente
La constitución nace evientemente de la voluntad de alguien. Si nos
preguntáramos qué es esa fuerza creadora, entonces responderíamos: es el
poder constituyente.

Si fuéramos más allá y nos interrogáramos quién tiene esa fuerza generadora
de la constitución, diríamos que sólo la tiene el pueblo.

No obstante, como siempre pasa con las atribuciones puestas en manos de


una gran cantidad de personas, se hace difícil que cada individuo pueda
palpar la porción de poder constituyente que le toca; y es necesario que se
den en la sociedad muchos factores de consenso para permitir su ejercicio.

Si finalmente nos preguntáramos qué hace el poder constituyente,


responderíamos sin dudar: crea o reforma la constitución.

Si nos preguntáramos qué es la fuerza creadora de la constitución, entonces


responderíamos: es el poder constituyente.

La constitución

Visto lo anterior, la constitución se nos aparece como el fruto del ejercicio


del poder constituyente, el resultado de la voluntad del pueblo de darse una
norma fundamental.

La constitución es ínsita de los regímenes republicanos, pues responde a su


postulado fundamental de tener un gobierno de las leyes y no de los
hombres.

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Para lograr la tan ansiada limitación del poder, y siguiendo al precepto
republicano, la constitución realiza una clara división de las funciones de
gobierno ―en de hacer las leyes, de administrar, y de resolver conflictos―,
y crea los órganos que deben llevar a cabo el ejercicio de cada una de ellas.

Los poderes constituidos

De acuerdo con el desarrollo anterior, si el poder constituyente crea la


constitución, y ésta luego constituye los órganos competentes para
desarrollar las distintas funciones en que se divide el ejercicio del poder;
entonces los poderes constituidos son estos órganos creados por la
constitución, que tienen a su cargo el ejercicio de cada función de gobierno.

Clásicamente los estados republicanos han dividido el ejercicio del poder en


funciones legislativa, ejecutiva y judicial; con lo cual las constituciones han
constituido tres principales órganos, para el desempeño de cada una de tales
funciones: el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, y el Poder Judicial.

Los poderes constituidos son los órganos creados por la constitución, que
tienen a su cargo el ejercicio de cada función de gobierno.

Visto así, los poderes constituidos son las creaturas de la constitución, y


como tales en su funcionamiento nunca podrán válidamente contradecir a
su fuerza creadora, pues la facultad de modificar la carta magna sólo reside
en el poder constituyente.

Figura 1: Poder constituyente y poderes constituidos

Poder constituyente
del pueblo

Órgano Legislativo
Poderes
CONSTITUCIÓN Órgano Ejecutivo constituidos
de gobierno
Órgano Judicial

Fuente: elaboración propia.

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La reforma de la Constitución

La propia Constitución Nacional, establece el modo en que puede ejercerse


el poder constituyente reformador (Constitución Nacional, artículo 30).

Este procedimiento es diferente y mucho más gravoso que el previsto para


la sanción de las leyes normales, por ello decimos que nuestra carta magna
es rígida.

Para que se opere la reforma, es necesario el tránsito de tres etapas a cargo


de tres órganos diferentes.

La primera etapa llamada preconstituyente está a cargo del Poder


Legislativo, quien debe sancionar una ley especial con mayoría agravada,
que declara la necesidad de la reforma.

En la segunda etapa denominada electoral, mediante el voto popular se


eligen los convencionales que integrarán el cuerpo colegiado encargado de
llevar adelante la reforma.

Finalmente, la mencionada Convención Nacional Constituyente protagoniza


la tercera etapa, en la cual corresponde que delibere y efectúe la reforma
constitucional.

Supremacía constitucional

Introducción

Como una derivación lógica del origen de los poderes constituidos, éstos son
creados por la constitución, y por tanto se ubican en un rango de inferioridad
con relación a ella.

La supremacía constitucional

En el sistema republicano de gobierno, la Constitución es la norma


fundacional que crea a los poderes constituidos, y el pilar fundamental sobre
el que se edifican todos los actos emanados de éstos.

De tal modo, todo lo que realizan los poderes constituidos ―las leyes del
órgano legislativo, los decretos del órgano ejecutivo, y las sentencias del
órgano judicial― deben estar sometidas a la Constitución Nacional.

El principio de supremacía de la Constitución otorga validez a toda norma o


acto de gobierno que se le adecúe; y al mismo tiempo implica que cualquiera

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de éstos que contradigan los fundamentos de la carta magna, deben ser
quitados del orden normativo.

Nuestra Constitución Nacional establece este principio en su artículo 31,


según el cual se declara que ella es la ley suprema del Estado, y las
autoridades constituidas deben conformarse a ella.

A partir de la reforma constitucional del año 1994, se incorporó como parte


de la norma fundamental ―y por tanto con el mismo carácter de ley
suprema― a los principales tratados internacionales sobre derechos
humanos, en una clara recepción de la tendencia de globalizalización que
existe en la materia.

El control de constitucionalidad

Como corolario propio de la supremacía constitucional, es necesario que


cada vez que los actos de los poderes constituidos contradigan los principios
de la norma fundamental, aquéllos puedan declararse inválidos, esto es que
no puedan ejecutarse por el gobierno ni aplicarse en la resolución de las
contiendas.

Esto nos presenta la función del control de constitucionalidad, que son los
mecanismos que emplea el Estado para examinar la conformidad de los
actos de gobierno con la ley suprema; y en caso de que dicho examen
descubra una contradicción entre ambos, privar de efectos al acto inferior
de los órganos constituidos.

Así, el control de constitucionalidad es el conjunto de procedimientos


institucionales que garantizan la vigencia de la Constitución, frente a los
actos de gobierno que pudieren contradecirla.

En nuestro sistema, el control de constitucionalidad es realizado


principalmente por el Poder Judicial, más precisamente por todos los jueces
de todos los fueros y lugares, por eso decimos que es un sistema difuso.

Cuando un magistrado realiza el control y advierte que una norma inferior


contradice a la ley suprema, declara la inconstitucionalidad de aquélla, y la
priva de efectos para ese caso planteado.

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Referencias
Constitución de la Nación Argentina. (1853-1994). Artículo 30. Recuperado de
enlace http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-
4999/804/norma.htm

Sabsay, D. (2015). Manual de Derecho Constitucional. Buenos Aires: Ed. La Ley.

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