ACTITUD DE UN HOMBRE DE DIOS

Texto: Habacuc 3: 1-19

INTRODUCCION: Preguntar, para tener una mejor interacción con la gente que
piensan sobre: ¿Cómo definimos a un hombre y una mujer de Dios? ¿Cómo sé que
soy un hombre de Dios?

1. LA PRIMERA ACTITUD DE UN HOMBRE DE DIOS ES ORAR Y RESALTAR

LA SOBERANÍA DE DIOS

1.1. En la oración el profeta resalta ña grandeza de Dios en todo tiempo.

V. 2-3
Rta. Un hombre Dios debe aprender a reconocer y exaltar la grandeza
de Dios en todo tiempo, no solamente en los momentos de tranquilidad,
sino también, en la adversidad, tal y como lo hizo el profeta Habacuc,
que a pesar de la situación tan difícil que estaba atravesando el pueblo
de Israel, el alabo y glorifico el nombre de Israel en todo tiempo.

1.2. En la oración el profeta ve el poder de Dios sobre el pueblo de

Israel, como Dios lo había defendido de los enemigos. V. 4-7
Rta. Aquí se puede poner el ejemplo de como Dios saca a su pueblo de
Egipto.
Luego de reconocer el poder de Dios es que el hombre ve como Dios
actúa en favor de él, y lo defiende de sus enemigos, lo ayuda en las
adversidades, y es con la mano de Dios y su gracia que el hombre
vence los obstáculos.

1.3. En la oración el profeta ve a los enemigos de Israel destruidos. V.

8-13
Rta. Dios no solamente ayuda a sus hijos, ¡sino que también los
defiende! Y destruye a los enemigos de sus hijos.

1.4. La oración debe estar nutrida de todo lo grande y poderoso que es

Dios. Por eso hay que leer y conocer al Dios de la Biblia; el cual es
nuestro Dios.
Rta. Dios no actúa en favor del hombre si este n o le glorifica y exalta
su nombre, si no lee la Biblia y pone interés en conocer mejor a Dios;
no podemos reconocer y exaltar la grandeza de un Dios que no
conocemos, por eso es que es importante leer la Biblia.
2. LA SEGUNDA ACTITUD DE UN HOMBRE DE DIOS ES ORAR CON
DETERMINACION

2.1. ¿Qué es orar con determinación?

Rta. Se le pregunta a la gente que piensa que es orar con
determinación; luego se les responde que orar con determinación es
orar con la certeza de que seguimos a Dios, no por lo que hace o por lo
que da, sino por lo que Él es.

2.2. El profeta oye a Dios y le cree. V. 16

Rta. Ya escuchamos la de Dios de que él nos va a ayudar, ahora hay
que esperar en fe a que Dios actúe, nos levante y castigue a quienes
nos atacan.

2.3. El profeta promete seguir a Dios en cualquiera que sea la

circunstancia. V. 17-19
Rta. Sin importar la adversidad, que no tengamos nada, siempre,
nuestros labios deben exaltar y glorificar la grandeza de Dios.