Sie sind auf Seite 1von 10

La Entrevista Psicológica

La entrevista es una conversación y/o relación interpersonal entre dos o más personas, con unos
objetivos determinados, es decir, con una finalidad, en la que alguien solicita ayuda y otro la
ofrece. Se deja ver una relación asimétrica, puesto que uno es el experto, el profesional, y el otro
el que necesita ayuda. Se trata de una evaluación que se realiza a través de una conversación con
una finalidad. Está destinado a recoger datos mediante el auto informe del sujeto evaluado, y a
recabar información de un tercero.

Etapas de las entrevistas

Durante el desarrollo de las entrevistas psicológicas podemos hacer referencia a tres apartados
básicos presentes, por un lado, la pre-entrevista, por otro la entrevista, y por último la post-
entrevista. En cada etapa se realizan tareas diferentes y características de casa una.

Pre-entrevista

En esta etapa se deberá recoger información sobre el paciente, el motivo de consulta, y se


anotará textualmente lo que dice y cómo lo dice. Y, por último, se anotará el referente (si viene
derivado o por su propia iniciativa).

Entrevista

En esta etapa podemos distinguir diferentes subetapas:

 Fase de conocimiento básico: en ésta hay que tener tres aspectos en cuenta; el contacto
físico, los saludos sociales y las tentativas de mutuo conocimiento. No existe una manera
estipulada para recibir al paciente, se aconseja cuidar la actitud empática y cálida con
esmero, así como la comunicación no verbal. Se abre la entrevista clarificando los
objetivos que se persiguen con la evaluación, el tiempo de intervención y el
conocimiento que tenemos de su demanda.
 Fase de exploración e identificación del problema: es el cuerpo de la entrevista y dura 40
minutos aproximadamente. Se lleva a cabo un análisis de las demandas, quejas y metas
del paciente. El psicólogo debe dejar claro cuál es su rol, guiar al entrevistado y utilizar
sus conocimientos y experiencias para comprender el problema, elaborar hipótesis,
analizar los antecedentes y consecuentes, y explorar las soluciones previas. Antes de
pasar a la siguiente fase el psicólogo deberá hacer una síntesis de los problemas
planteados y se formulará un resumen al paciente de lo que hemos obtenido con la
entrevista, a fin de obtener un feedback de devolución de su parte.
 Fase de despedida: en esta fase se despide al paciente. Previamente se clarificará el
método de trabajo a seguir en las próximas sesiones y se concretará una nueva cita. Hay
pacientes que cuando llegan esta fase se resisten a irse, lloran o se sienten mal porque
se acaban de acordar de algo importante que tenían que comunicarle … En estos casos
se le dirá al paciente que podrán comentarlo en la siguiente sesión, que no se preocupe.

Post entrevista

En esta fase el psicólogo completará notas que haya tomado durante la entrevista, anotará sus
impresiones y formulará un mapa sobre los problemas que le han consultado.

Tipos de entrevistas

Existen multitud de entrevistas diferentes. A continuación se expondrán distintas clasificaciones


según la estructuración, finalidad, temporalidad y edad.

Según la estructuración

 Estructurada o cerrada: cuenta con un guion establecido y generalmente estandarizado,


que no puede ser alterada por el entrevistador. Dos modalidades: la mecanizada, en la
que el paciente se sitúa frente a un ordenador para responder a unas preguntas y el
cuestionario guiado por el examinador, donde el paciente responde al interrogatorio del
examinador, o bien responde por sí mismo.

 Semi-estructurada: guion previo que se puede ir alterando durante la entrevista


(alterando el orden, la formulación). En una entrevista semi-estructurada, el
entrevistador puede cambiar las preguntas en cualquier momento y hacer preguntas de
seguimiento a las respuestas del entrevistado. Es una entrevista flexible, donde puede
adaptar y cambiar las preguntas en función de las respuestas de los encuestados, donde
no existen respuestas correctas o incorrectas, de acuerdo a las respuestas el
entrevistador tomará nota de ciertos aspectos del individuo.

 Libre o abierta: en ella se permite hablar al entrevistado en función de sus necesidades,


a través de múltiples preguntas abiertas, posibilitan una investigación más amplia y
profunda de la personalidad, así mismo hay una mayor libertad por parte del
entrevistador.
Según la finalidad

 Diagnóstica: suele ir posteriormente acompañada de otros instrumentos que permiten


contrastar lo recogido en la entrevista.
 Consultiva: intenta dar respuesta a un tema específico, el objetivo final no va destinado
a proseguir con un trabajo clínico posterior.
 De orientación vocacional: su objetivo es orientar a las personas en relación a qué
estudios elegir o cuál es el ámbito profesional idóneo.
 Terapéutica y de consejo: tienen como objetivo un cambio acordado para ambas partes.
 De investigación: determinar en función de criterios previamente definidos la adscripción
o no de un sujeto a la propia investigación.

Según la temporalidad

 Inicial: abre el proceso relacional e identifica el objeto y objetivos.


 Entrevista de información complementaria: útil para conocer más datos (familiares,
profesionales externos…).
 Entrevistas biográfica o anamnesis: utilizada en psicología infantil y es imprescindible para
el diagnóstico. Se recorren los hitos evolutivos, el desarrollo temprano, la autonomía, la
adquisición de funciones básicas (se hacen preguntas sobre el embarazo, el parto, si tuvo
problemas para comer, cuando comenzó a hablar…).
 Entrevista de devolución: el psicólogo ofrece información sobre el diagnóstico, pronóstico
y estrategias terapéuticas plateadas. Se pone en juego la comprensión del problema,
motivación para el cambio y adaptación de las estrategias propuestas. A esta entrevista
se le conoce también como informe verbal.
 Entrevista de alta clínica, despedida física y administrativa: útil para despedir física y
administrativamente al paciente y cerrar el caso, finaliza porque se ha cumplido el
objetivo, o porque ha habido una respuesta exitosa al problema.

Según la edad

 Entrevista a niños y adolescentes: en general no piden ayuda por sí mismos (sólo un 5%


lo hacen), sino que la demanda proviene de los adultos, y éstos suelen ser parte implicada
en el problema y la resolución. Se debe hacer una adaptación muy personalizada y el
conocimiento de las características evolutivas es imprescindible.
 Entrevista a adultos: las entrevistas con ancianos y personas con deterioro requieren un
entrenamiento especial para el tipo de relación, el lenguaje, el modo de preguntar, los
objetivos del cambio, los apoyos económicos, sociales y emocionales.

Según el número de personas

 Entrevista individual: Este es el tipo de entrevista más frecuente, utilizada para recopilar
información en diferentes ámbitos. En esta entrevista se encuentran dos personas,
donde una de ellas será el entrevistado y la otra parte será el entrevistador. La forma más
común en la que se realizan las entrevistas individuales es con el método “cara a cara”.
Este método es usualmente utilizado en entrevistas laborales, o en entrevistas de
comportamiento. En una entrevista psicológica el psicoanalista puede optar por la opción
“cara a cara” o la opción del diván, donde el terapeuta y el paciente no realizan contacto
visual dentro de lo que dura la entrevista; éste último método no se da comúnmente en
las primeras entrevistas o entrevistas de recepción.
 Entrevista grupal: En las entrevistas grupales la función del entrevistador es asegurarse
de que el grupo interactúe entre sí y no se desvíe del tema. Las entrevistas en grupo
aportan datos cualitativos. Los entrevistados se relacionan entre si e intercambian
opiniones. Las entrevistas en grupo a veces pueden carecer de validez, ya que los
participantes pueden dar falsas respuestas para impresionar a los otros miembros del
grupo
En cuanto a las etapas, diría que son fundamentalmente tres. Hay una pre entrevista, donde en
general se toma el paciente a la demanda, lo que le ocurre, el problema, se toman sus datos, etc.;
el desarrollo de la entrevista, donde se expone toda la problemática, y a su vez esta parte tiene
tres etapas bien configuradas; y una post-entrevista, donde al paciente se le indica cuál ha sido
el motivo principal por el que ha venido, se acuerda con él las próximas sesiones, se le explica de
forma clara y determinada cual va a ser el funcionamiento consecuente a esa entrevista y se le
da una cita posterior para seguir trabajando con él en el proceso de diagnóstico psicológico.
Momentos de la entrevista Ulloa (1986) distingue diferentes momentos en el curso de una
entrevista, y cada uno de ellos implica un manejo técnico particular.

a. Pre entrevista
b. Apertura
c. Acontecer propiamente dicho
d. Cierre
e. Pos entrevista
La pre entrevista es el primer contacto con la persona. Este puede ser directo (con la persona
interesada) o indirecto (por intermedio de un derivante: un profesional, un familiar, por ejemplo)
a su vez puede ser personal, telefónico o por correo electrónico. Siempre es un momento breve
pero debe ser aprovechado para recabar la mayor cantidad de información posible acerca del
consultante. Desde datos simples como nombre, edad, hasta observaciones sutiles como su
postura corporal, vestimenta, tono de voz, escritura, deben ser tomados en consideración.
También resultan valiosos los aportes indirectos, comentarios y observaciones realizadas por un
familiar o derivante.
Vale decir, en la pre entrevista se debe considerar la existencia o no de derivante, el tipo de
derivante, la vía elegida para el pedido de la entrevista, quien la pide (el mismo o un tercero),
modalidad del pedido (urgencia, especificidad y claridad del pedido, aceptación o no de las
primeras indicaciones).
Estas referencias preliminares nos permiten comenzar a trabajar, con un mínimo conocimiento
del sujeto. Desde el primer contacto directo con él podemos pensar en algunas hipótesis que son
probadas durante todo el transcurso de nuestro trabajo para ser confirmadas o desechadas,
revisadas o modificadas.
Apertura. Una vez que el interesado ha llegado, comienza la fase de apertura de la entrevista,
que incluye dos elementos fundamentales: el establecimiento del encuadre y la instalación del
rapport.
El encuadre significa el mantenimiento de ciertas constantes durante el proceso: ámbito físico,
tiempo, duración, honorarios, rol del profesional y rol del consultante.
Establecer un buen rapport significa lograr un adecuado clima de trabajo, cálido, amable y ameno,
respetando los estilos personales. Significa lograr un clima emocional relajado y distendido,
donde el entrevistado pueda expresarse libremente, confiando en la comprensión y pericia del
profesional. El consultante debe sentirse cómodo y comprendido por alguien que tiene una cierta
autoridad, especialización e idoneidad.
En el momento de la apertura es donde aparecen intensas ansiedades, tanto en el entrevistador
como en el entrevistado. En este momento el profesional debe controlar su ansiedad y lograr que
el entrevistador confíe en él para aliviar su ansiedad.
La entrevista propiamente dicha puede darse a partir de la consigna del entrevistador "¿Qué te
trae por acá?" o "¿En qué puedo ayudarte?".
Toda entrevista produce en los participantes una serie de expectativas explícitas e implícitas que
configuran un campo especial dentro del cual se va desarrollando el proceso. Parte de estas
expectativas estarían incluidas dentro del fenómeno transferencial - contratransferencia. Estos
conceptos, introducidos por el Psicoanálisis hacen referencia a lo que sucede en los actores de la
entrevista, vale decir, en los sentimientos que se despiertan en el entrevistador y en el
entrevistado. Por transferencia entendemos los sentimientos que surgen en el entrevistado con
respecto al terapeuta. Así, un paciente puede sentir confianza, admiración, cariño, como también,
bronca, celos, enojo, etc. Sin embargo estos sentimientos no se refieren estrictamente hacia el
psicólogo, sino que los extrae de sus vínculos pasados. Es decir, "transfiere", saca de otro lugar, y
deposita en él sentimientos que originalmente corresponden a otro vínculo.
Por su parte, el Terapeuta también experimenta ciertos sentimientos hacia su paciente. Lo mismo
que lo que ocurre en el consultante, estos sentimientos del profesional corresponden a sus
experiencias pasadas, a situaciones de su vida personal y los deposita en el paciente.
La entrevista psicológica debe entenderse como un campo con determinadas características:
Entre los participantes se estructura un vínculo del que depende todo lo que acontezca ella
entrevista.
El campo debe configurarse especialmente por las variables que dependen del entrevistado.
El entrevistador controla la entrevista, pero quien la dirige es el entrevistado.
Debe tener un encuadre fijo.
El campo de la entrevista es dinámico, está sujeto a un permanente cambio.
Cada situación humana es siempre original y única, por lo tanto la entrevista también lo es.

El cierre se llevará a cabo según cómo se haya desarrollado la entrevista, es el momento de


finalización del encuentro. En general se realiza una síntesis de lo trabajado y se dejan abiertos
algunos temas para que continúen operando como puntos claves para ser analizados.

La pos entrevista. En este momento el profesional organiza el análisis del material obtenido
durante la entrevista. Puede formular nuevas hipótesis y programar cómo continuara trabajando.

Entrevista Laboral

La función es evaluar la experiencia, el posible desempeño, las capacidades o la confiabilidad que


un individuo muestra de acuerdo con la misión y visión de una organización. El entrevistador se
enfocará en tratar de obtener la mayor información mediante metodologías y técnicas, mientras
que el entrevistado tratará de transmitir todas aquellas características personales que lo
convierten en un candidato idóneo para el puesto con el fin de persuadir al entrevistador.

Entrevista Clínica

También llamada psicológica, es una técnica de evaluación donde la comunicación verbal, escrita
y gestual es fundamental para obtener información y, de esta forma, analizar e interpretar con
fines de asesoramiento, de diagnóstico y terapéuticos para la toma de decisiones y proponer una
posible solución al problema y mejorar la calidad de vida del individuo.

Ambas entrevistas tienen como principal objetivo conseguir información, pero cada una con una
meta distinta, por lo que saber diferenciar una de la otra será fundamental para alcanzar el
objetivo que se requiere y no caer en el error de realizar un diagnóstico cuando no es necesario
ni ético.
La alianza terapéutica es el punto de encuentro entre el paciente y el terapeuta. Es un vínculo
único que se establece en la terapia y sobre el que se basa la confianza y el entendimiento
necesarios para abordar el proceso de cambio en el que el paciente se halla inmerso.

Es más, la alianza terapéutica es tan importante que predice el éxito de la terapia y explica su
fracaso. Esto es así porque trata la integración entre las necesidades, miedos y el universo del
paciente, junto con los conocimientos, las técnicas y la empatía del propio terapeuta.

Para que la alianza terapéutica sea buena, tanto el terapeuta como el paciente deben aunar su
experiencia y conocimientos, ser capaces de adoptar distintos puntos de vista, entenderlos y
aceptarlos, además de estar predispuestos al cambio. Ambos deben de aceptar que en la vida lo
más común no siempre es lo más saludable y que ser diferente puede ser la mejor opción.
La alianza terapéutica comienza a establecerse desde el primer contacto con el terapeuta. Desde
el principio se busca que en la terapia haya un clima de confianza, de cercanía, en el que el
paciente se sienta cómodo y pueda abrirse para exponer sus miedos o necesidades.
Entonces, si la alianza terapéutica es tan importante, ¿qué es lo que sabemos de ella? Según
Bordin, la alianza terapéutica tiene esencialmente tres componentes:

La relación que se establece con el paciente: cuya base se establece mediante lo que Rogers llama
“la aceptación incondicional del paciente”. También entendida como la aceptación positiva
incondicional, en la que el terapeuta tiene una actitud total de respeto y aceptación de las
vivencias y sentimientos del paciente.
Grado de acuerdo de los objetivos a conseguir entre paciente y terapeuta: una tarea muy
importante es que el terapeuta ayude al paciente a definir los objetivos que se pretenden
conseguir en la terapia y a alcanzar con él un acuerdo para conseguirlos.
Grado de acuerdo con los medios o las tareas para conseguir dichos objetivos: es bueno que,
antes de empezar, el terapeuta explique al paciente las técnicas que va a utilizar y lo que pretende
con ellas. Si tiene alguna duda, el inicio de la terapia es un buen momento para resolverla, la
implicación del paciente en la terapia, despejadas estas dudas, será mayor.
Contrato terapéutico

El contrato es uno de los puntos principales a establecer al inicio del trabajo terapéutico; es
necesario considerar que desde la primer sesión, como terapeutas es indispensable dedicar unos
minutos a explicar al paciente, los detalles importantes que tienen que ver con el proceso
terapéutico y todo lo que ello conlleva. De la forma en cómo se establezca el contrato, dependerá
la relación entre paciente y terapeuta.

Un contrato es un acuerdo, en consentimiento entre el terapeuta y su paciente, cuya misión es


facilitarle herramientas que sean útiles a fin de propiciar en el paciente, el “darse cuenta” de sus
capacidades y facultades que posee, con el propósito de que alcance un desarrollo óptimo siendo
él mismo, en su mejor versión. En tanto que es acuerdo, ha de estar expreso (verbal o escrito) y
referido a los objetivos, etapas y condiciones del tratamiento.

La finalidad del contrato, es especificar las condiciones generales de trabajo así como esclarecer
cualquier duda que el paciente pueda traer consigo respecto a la terapia.
Hay que entender que terapeuta y cliente trabajan conjuntamente en el marco de una relación
terapéutica bien entendida para conseguir una mejora y / o cambio en el paciente. No es lo mismo
la relación terapéutica que la amistad o cualquier otro tipo de relación interpersonal que pueda
tener el cliente.

Una relación terapéutica adecuada tiene unas características que la hacen única y la distinguen y
que vamos a describir a continuación.

Características de la relación terapéutica

La asimetría

La relación terapéutica se centra en los problemas y las necesidades del cliente a partir de su
demanda. Para el terapeuta es una actividad profesional reglada.

El encuadre terapéutico

El término encuadre terapéutico designa el conjunto de reglas que permiten hacer viable la
psicoterapia. Se trata de elementos tanto de carácter externo como interno (actitudes del
terapeuta).

 El encuadre terapéutico externo engloba los siguientes aspectos: lugar donde se hace
la terapia, duración y frecuencia de las sesiones, honorarios, etc. Por otra parte,
resulta muy recomendable que el terapeuta no mantenga otro tipo de relación
(personal, comercial o profesional) con el cliente fuera de las sesiones terapéuticas.
Esto incluye no tratar familiares o amigos, con los que ya se mantiene una relación
previa.
 El encuadre terapéutico interno se refiere a las actitudes del terapeuta necesarias
para una relación que favorezca el proceso de cambio. Los diversos modelos teóricos
(psicoanalítico, conductual, cognitivo, experiencial y sistémico) presentan algunas
diferencias en cuanto a qué actitudes del terapeuta son adecuadas según las
diferentes concepciones de la relación terapéutica. En el siguiente cuadro se
presentan brevemente estas características:

Modelos Relación terapéutica Actitud terapéutica


Principal elemento curativo: permite
Psicoanalítico el insight en el cliente por medio de Reservada, pasiva y distanciada.
la relación de transferencia.

Marco en que se desarrollan los


procesos de aprendizaje del cliente y Segura, actúa como modelo
Conductual
se implantan las técnicas reforzador social.
conductuales.

Relación cooperativa, un esfuerzo de


Cognitivo colaboración mutua para resolver la Activa y lógica.
problemática del cliente.

Contexto facilitador para el Auténtica, empática, cálida


Experiencial
desarrollo personal aceptación incondicional del cliente

La visión de la relación terapéutica se


desmarca de los otros modelos, dado
que entra en juego “el sistema” y su
causalidad circular. El terapeuta y su
Sistémico Observadora participante.
equipo se acoplan al sistema familiar
con el fin de alterar los patrones de
interacción, pero con el riesgo de
entrar a formar parte de su dinámica.

La alianza terapéutica

Bordin (1979) propone el concepto de alianza terapéutica como un elemento indispensable en


psicoterapia. Tiene su origen en el modelo psicoanalítico, pero en la actualidad se ha convertido
en un concepto común a todos los modelos teóricos. Se refiere a tres componentes que se
interrelacionan entre ellos: el vínculo terapeuta-cliente, los objetivos y las tareas de la terapia.

¿Qué es la transferencia en el psicoanálisis?

Según las teorías de Freud, cada vez que experimentamos nuevas sensaciones estamos evocando
parte de las experiencias pasadas que dejaron una marca en nuestro inconsciente. La
transferencia es, justamente, el modo en el que las ideas y sentimientos acerca de vínculos con
personas con las que nos hemos relacionado antes son proyectados hacia otra persona, aunque
sea la primera vez que la veamos.
Por lo tanto, la transferencia es el modo en el que la mente humana revive ciertas experiencias
relacionadas con vínculos (que han quedado fijadas en nuestro inconsciente) al interactuar con
alguien en el presente, según Freud.
Partiendo de las ideas de Sigmund Freud, las transferencias están muy relacionadas con los
vínculos más tempranos y emocionalmente relevantes para las personas, que en la mayoría de los
casos son las relaciones con las figuras parentales y maternales. La interacción con los padres y
madres (o sus substitutos, según Sigmund Freud) dejaría marcas muy importantes en lo
inconsciente, y estas podrían manifestarse en transferencias futuras.

La transferencia durante la psicoterapia

Aunque teóricamente la transferencia es un fenómeno generalizado que se produce en nuestro


día a día, Sigmund Freud puso especial énfasis en la necesidad de considerar el efecto que la
transferencia tiene durante las sesiones de psicoanálisis. A fin de cuentas, creía Freud, el contexto
en el que se realiza la terapia no anula automáticamente el funcionamiento del inconsciente, y
este sigue rigiéndose según sus normas.
Por tanto, durante las sesiones puede ocurrir la transferencia, que significaría que el paciente
proyecta en el analista contenidos de su inconsciente y revive vínculos afectivos del pasado. De
este modo, según Freud el paciente verá cómo su relación con el psicoanalista tendrá
reminiscencias de relaciones ya vividas, por muy ilógico que parezca. Podrá enamorarse y
desenamorarse del analista, sentir aversión por él, odiarlo como se odió a una figura importante
del pasado, etc.

La contratransferencia

La contratransferencia tiene que ver con los sentimientos e ideas que el propio analista proyecta
sobre los pacientes a partir de sus experiencias pasadas, de manera inconsciente.
Para Sigmund Freud era muy importante que cada psicoanalista supiera detectar los efectos que
la contratransferencia tenían sobre su modo de relacionarse con los pacientes y sobre sus
motivaciones a la hora de tratar con ellos. A fin de cuentas, creía, los analistas no dejan de ser
seres humanos por el hecho de tener una profesión concreta y unos conocimientos sobre teoría
psicoanalítica, y su propio inconsciente puede tomar las riendas de la relación terapéutica para
mal.
Por ejemplo, durante la asociación libre es normal que el propio psicoanalista, a partir de su
propia subjetividad y la red de significados, recuerdos y creencias inconscientes, utilice su propio
punto de vista para reorganizar el discurso del paciente en un todo con sentido que expresa cuál
es la raíz de la dolencia. De este modo, la contratransferencia puede ser entendida como uno de
los procesos que intervienen en la cotidianidad terapéutica.
Sin embargo, algunos autores han decidido utilizar una definición más restringida para referirse
a lo que significa el término "contratransferencia". De este modo, la contratransferencia pasa a
ser el modo en el que el psicoanalista reacciona ante las transferencias del paciente. La utilización
de estos dos significados puede llegar a causar confusión, porque son muy diferentes: uno se
aplica a momentos puntuales, mientras que el otro engloba todo el proceso terapéutico en
psicoanálisis.

Das könnte Ihnen auch gefallen