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GÉNESIS 1,1 – CUANDO LAS PROMESAS SE

VUELVEN DESIERTOS.

Dr. David E. Ramos


Proclamación de la Palabra y Milagros
Jueves 02 de mayo de 2013

Génesis 1,1; 1,31

1 Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. 2 La tierra


era un caos total,las tinieblas cubrían el abismo,y el Espíritu de
Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas. 3 Y dijo Dios:
«¡Que exista la luz!» Y la luz llegó a existir. 4 Dios consideró
que la luz era buena y la separó de las tinieblas. 5 A la luz la
llamó «día», y a las tinieblas, «noche». Y vino la noche, y llegó
la mañana: ése fue el primer día. 31 Dios miró todo lo que
había hecho, y consideró que era muy bueno.
El versículo 1 establece el origen de todas las cosas, pone el punto
de partida de todo cuanto existe pero pareciera que hay cosas que
llegan a existir pero no tienen sentido y nosotros nos preguntamos
¿para qué Dios hace cosas que entran en crisis y parecen estar en
el vacío y la oscuridad?

Dios crea el cielo y la tierra e inmediatamente hay caos, desorden y


oscuridad y viene la pregunta de siempre ¿Por qué Dios me dio
esto que me trajo tanto mal? Aparecen los desánimos al no
entender las acciones divinas, al no discernir los movimientos de
Dios.

Al leer este pasaje debemos de acostumbrarnos a entender el modo


divino de operar en la vida nuestra. Cuando Dios envía a Moisés
ante faraón en ningún momento Dios dice que el pueblo va a pasar
hambre en el desierto. Dios envía a Moisés con una palabra de
liberación pero cuando salen de Egipto y Dios les promete tierra y el
pueblo sale esperanzado y en ese camino se encuentra con
adversidades, primero el desierto y el hambre.

Por eso debemos de entender en este pasaje, en los versículos 1 y


2 que Dios nos muestra su manera de actuar en la vida porque al
no entender esto nos lleva al mismo camino que llevo el pueblo, es
decir, la desesperanza.

Si Dios promete tierra ¿Por qué aparece el desierto? Esta es una de


las preguntas que nos hacemos al haber escuchado una palabra de
Dios ¿Por qué si Dios me ha dado una palabra pasa todo lo
contrario a lo que me ha prometido?

Dios le dice a Abraham: “Te daré tierra y te daré descendencia” así


sale esperanzado Abraham, pero dentro de los próximos 25 años
solo va a encontrar a una mujer estéril y que envejece cada vez
más. No solo será estéril sino que perderá toda capacidad física de
ejercer la maternidad, y Abraham se hace más y más viejo. Este es
el obrar divino, debemos de entenderlo.

No entender todo este obrar divino nos lleva a problemas dentro de


la iglesia. Dios da una promesa y lo que encontramos es tinieblas,
de repente sentimos sensación de abandono. Aquí podemos
acordarnos de Jesús en aquella ocasió sobre la cruz: “Dios mío
¿Por qué me has abandonado?” Dios entrega palabra y promesa y
lo que se viene es la sensación contraria a esa promesa, pero esto
es porque él quiere dejarnos aparentemente a la deriva para ver si
tenemos la capacidad de creer genuinamente esa Palabra.

No es que Dios nos abandone o que se olvide de nosotros porque


aunque la tierra era un caos total allí se andaba moviendo el
Espíritu de Dios. Si hemos recibido una promesa y sentimos que
estamos desamparados no debemos de flaquear porque allí se
anda moviendo el Espíritu.

Es por esto que a las personas que son nuevas en la iglesia no se


les debe de andar chineando porque deben de aprender a amar la
obra de Dios. A las personas se les ha enseñado que solo sirven si
tienen ganas, si hay recursos o si los tratan bien.

Cuando yo entendí mi llamado en mi juventud de parte de Dios


jamás pedí para los pasajes para ir a predicar, lo que hacía era
prestar. Con cinco colones me iba a predicar y así aprendí a amar la
obra de Dios. Es que las personas aprenderán a amar la obra de
Dios cuando cueste, por eso es que Dios da promesas pero él no
facilitará el camino porque él quiere que aprendamos a valorar lo
que él hace y lo que él quiere.
Dios no llevó chineado a Abraham ni a Moisés. Esto es lo que la
gente quiere, no quieren compromisos con Dios, quieren todo fácil y
por eso muchos se desaniman porque no logran entender la
esencia del obrar de Dios. Dios crea la tierra pero de repente viene
la oscuridad pero es que este ha sido por siempre el obrar de Dios y
nunca olvidemos que cuando él da una Palabra la cumple ¿Acaso
creemos que Dios creó la tierra para que quedará en desorden?
Claro que no, pero nosotros queremos que Dios nos dé una Palabra
y que ya la cumpla sin saber que viene el desierto.

Las personas que quieren promesas rápidas y fáciles no se han


metido con el Dios de la biblia, porque él quiere que crezcamos, que
caminemos y nos ganemos el derecho de lo que nos va a dar.

Luego de pasar el momento de la oscuridad y e desorden Dios ve


que todo está buenísimo. El método de obrar divino entre nosotros
es maravilloso cuando lo entendemos porque al final vemos que
todo está perfecto, en el lugar indicado. Esto es al final después de
caminar, después de los desiertos y los desordenes lastimosamente
muchos se desorientan y se pierden en este momento quedando en
el camino postrados.

Desde el principio Dios nos está diciendo como es que él obra. El


da una promesa y nos da un llamado.

Recuerdo cuando fui a la montaña en el 2005 y recibí una promesa


pero lo que se venía inmediatamente al bajar eran dos años de
ataques y difamaciones. Dios me dio una Palabra pero no se
cumplía de inmediato, lo que venia era un largo camino entre la
antigua iglesia y la nueva, pero al final podemos ver como Dios todo
lo ha hecho perfecto.

Hace ocho años se reunían quince personas en este lugar y ese era
el culto, pero para llegar a lo que Dios ha dado hoy se tuvo que
pasar por mucho y muchos se desorientaron en este camino y se
quedaron.

Dios tiene planes perfectos, por eso cuando entendemos este


proceso divino y perseveramos y continuamos llegará un día en que
diremos: “Dios no se equivoca, él es perfecto”

Isaías 45,18-25
18
Porque así dice el Señor el que creó los cielos; el Dios que
formó la tierra, que la hizo y la estableció; que no la creó para
dejarla vacía, sino que la formó para ser habitada: «Yo soy
el Señor y no hay ningún otro. 19
Desde ningún lugar de esta
tierra tenebrosa les he hablado en secreto. Ni he dicho a los
descendientes de Jacob “Búsquenme en el vacío.” Yo,
el Señor, digo lo que es justo, y declaro lo que es
recto 20
»Reúnanse, fugitivos de las naciones; congréguense y
vengan. Ignorantes son los que cargan ídolos de madera y oran
a dioses que no pueden salvar. 21
Declaren y presenten sus
pruebas, deliberen juntos ¿Quién predijo esto hace
tiempo, quién lo declaró desde tiempos antiguos? ¿Acaso no lo
hice yo, el Señor? Fuera de mí no hay otro Dios; Dios justo y
Salvador no hay ningún otro fuera de mí 22
»Vuelvan a mí y
sean salvos, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios,
y no hay ningún otro.23 He jurado por mí mismo, con
integridad he pronunciado una palabra irrevocable: Ante mí se
doblará toda rodilla, y por mí jurará toda lengua. 24
Ellos dirán
de mí: “Sólo en el Señor están la justicia y el poder.” »Todos
los que contra él se enfurecieron ante él comparecerán y
quedarán avergonzados. 25
Pero toda la descendencia de
Israel será vindicada y exaltada en el Señor.
Dios no nos ha llamado para dejarnos allí tirados. El pueblo que se
aferra a esa Palabra irrevocable será exaltado por eso debemos de
aferrarnos a nuestro Dios. No perdamos de vista como obra Dios
porque él no creó la tierra para dejarla desolada sino para habitarla.
Aunque aparentemente hallan desolaciones, tristezas, hambre esa
nos será la última Palabra si él nos ha dado una Promesa él la
cumplirá.

A veces no miramos clara la Palabra que él nos ha dado y entran


las confusiones y el estado de Pánico, muchos quedarán allí pero
para los que perseveran aún sin el camino claro y le dice a Dios
aquí voy Señor, Dios les da una Palabra como en Génesis 1,3 y
todo se empieza a despejar.

Dios pudo hacer las cosas de una sola vez por todas pero él es un
Dios de procesos y no entender esto nos hace caer muchas veces
en berrinches espirituales como los niños con los padres. Cuando
un niño pide algo y el padre no se lo da hacen berrinches y hasta
llegan a decir que ya no lo quieren, así hacemos nosotros.

Cuando Dios ha dado una palabra él espera que sigamos adelante


a pesar de lo que se nos viene, oscuridad, aguas, vacío pero quien
sigue aún con esto debe de saber que allí se anda moviendo el
Espíritu y entonces las aguas empiezan a separarse y todo empieza
a florecer, es que Dios es Dios de procesos.

No entender esto ha hecho que muchos se hayan quedado


parados, des-comprometidos con su Reino.

Isaías 44,21-27

21
«Recuerda estas cosas, Jacob, porque tú eres mi siervo,
Israel. Yo te formé, tú eres mi siervo; Israel, yo no te
olvidaré. 22
He disipado tus transgresiones como el rocío, y tus
pecados como la bruma de la mañana Vuelve a mí, que te he
redimido.» 23
¡Canten de alegría, cielos! que esto lo ha hecho
el Señor! ¡Griten con fuerte voz, profundidades de la
tierra! ¡Prorrumpan en canciones, montañas; y bosques, con
todos sus árboles! Porque el Señor ha redimido a Jacob, Dios
ha manifestado su gloria en Israel. 24
«Así dice el Señor, tu
Redentor, quien te formó en el seno materno: “Yo soy
el Señor, que ha hecho todas las cosas, yo solo desplegué los
cielos y expandí la tierra. ¿Quién estaba conmigo? 25
» ”Yo
frustro las señales de los falsos profetas y ridiculizo a los
adivinos yo hago retroceder a los sabios y convierto su sabiduría
en necedad. 26
Yo confirmo la palabra de mis siervos y cumplo
el consejo de mis mensajeros. Yo digo que Jerusalén será
habitada, que los pueblos de Judá serán reconstruidos; y sus
ruinas las restauraré. 27
Yo mando que se seque lo profundo del
mar y ordeno que se sequen sus corrientes.
Lo que él ordena eso pasará. Es como el centurión romano que dijo:
“di la Palabra y eso bastará”

La religión nos ha mal acostumbrado a las cosas fáciles, a un Dios


que no exige nada, pero Dios nos llevará por desiertos porque
quiere que crezcamos y seamos mejores. Muchos estamos aquí
porque hemos recibido una Palabra de Dios pero debemos de saber
que se vendrán procesos duros, quizá muchos ya avanzaron y se
dieron cuenta que hay oscuridad y que las cosas se ponen más
difíciles pero hay que seguir pase lo que pase porque la Palabra de
Dios es irrevocable y el Espíritu de Dios se sigue moviendo, esta es
la señal de que Dios no nos ha abandonado. Donde se mueva el
Espíritu allí se cumplirá siempre la Palabra de Dios.

Sigamos buscando su Palabra, sigamos sirviendo al Dios del cielo,


sigamos comprometiéndonos con él, porque día tras día irán
apareciendo nuevas cosas. Un día Dios dirá hágase la luz en tu
vida y entonces ya no habrá vacío ni tinieblas, ya no habrá caos y
dentro de un tiempo miraremos para atrás y diremos: “Como es
Dios de perfecto, todo lo ha hecho de gran manera”

Amén.

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