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1) Salida constante antes del término de la jornada o inasistencia recurrente: Retiro a las
22:00 en vez de las 23:20 hrs. De manera constante. El coordinador académico tiene la
práctica constante de retirarse mucho antes del horario correspondiente al especificado en
su carga horaria. Por lo demás pareciera tener apuro de terminar las clases lo antes posible
para retirarse pues en promedio suele tocar el timbre a las 22:20 hrs. De lunes a jueves, días
en los que él está presente, puesto que el día viernes se realiza el horario de prestación de
servicio de manera normal. Cuando los acuerdos establecidos en reuniones de consejo
previos determinaron que el horario de término es a las 22.:30 hrs. Reduciendo el horario de
atención de la quinta hora de forma dramática puesto que se reduce de 30 mins. a 20 mins.
Generando una reducción semanal de 40 min. Que se traducen en la reducción mensual de
2 hrs 40 min. Mensual transformándose en 9,6 horas de clases que no se realizaron
efectivamente sólo entre Marzo y Junio. Esto ciertamente es un detrimento para un trabajo
de calidad con los estudiantes de la vespertina que independiente de sus situaciones
personales requieren una atención acorde a sus necesidades que son muchas.
3) Falta de trabajo en equipo, poca solidaridad o empatía en la relación con los profesores:
El coordinador académico posee un rol crucial para generar sinergias en el terreno de la
organización de las actividades curriculares sin embargo esto lamentablemente no es
observable en el trabajo cotidiano del coordinador dado que somete el valor del trabajo en
conjunto y empático con los colegas al ejercer un rol que intenta ser eminentemente
fiscalizador y de control en vez de aportar en ideas reales o acciones verdaderamente
concretas que permitan un mejor posicionamiento de la vespertina en la comuna. Respecto
de lo anterior puede decirse que a partir del plan de mejoramiento educativo desarrollado al
final del año escolar 2017 se realizó una serie de acciones conducentes a reflexionar en torno
a la mejora del plan de retención y de altas en la vespertina sin embargo en su rol de
coordinador no ha generado ningún espacio, acción o medida por su parte que permita dar
cuenta de un compromiso en la gestión real de una coordinación académica por lo cual se
nota un vacío de ideas, inhabilidades e incompetencias para ejercer de buena manera el
cargo. En este sentido parece que el cargo ostentado por el ex- inspector y posterior
coordinador es más bien una recompensa por ser un sujeto ajeno al trabajo en equipo que
estuvo preocupado más de vigilar el trabajo en la escuela nocturna ejerciendo un rol
disgregador, disociador y soplonaje al interior del equipo docente vespertino en vez de ser un
verdadero aporte o más bien se desconoce el limitado alcance de sus habilidades duras y
blandas de gestión y ha sido muy hábil a la hora de ocultar su inexperiencia en sus roles de
coordinador y ex- inspector.
Por otra parte se ha constatado que en determinadas circunstancias en que ha tenido que
reemplazar a algún docente durante la jornada de clases le ha hecho expreso énfasis en que
los estudiantes recuerden que el coordinador es quien ha enseñado bien el contenido y no el
profesor al que reemplaza. Tampoco parece apropiado que el coordinador trate temas que
atañen directamente a la vespertina sean manifestados a viva voz delante de otras personas
ajenas al desarrollo de la vespertina. Se hace observación de este punto en tanto que el
coordinador tiene una marcada debilidad por dejar en evidencia a los colegas que trabajan
con él en la nocturna frente a tercero mientras que a él nadie lo ha dejado en evidencia
respecto de sus errores frente a otros por ej. Cuando se equivocó en el llenado de las listas
de estudiantes en los cursos en cuyo caso prefirió escribir los nombres a mano y peor aún
mal, en vez de haber impreso las listas utilizando menos tiempo en esta actividad menor y
dedicar más tiempo en gestionar el proceso educativo en la nocturna. Este tipo de acciones
impiden que el coordinador tenga un mejor ascendiente con los profesores y estudiantes que
se sienten a lo menos perplejos de su conducta observada hasta ahora.
11) Desgano, desidia y mal carácter para abordar problemáticas de los estudiantes.
Respecto de este punto cabe mencionar que llama la atención de que el coordinador parece
no estar a gusto en la vespertina puesto que trata a las personas con mal humor, le disgusta
tener que abrir la puerta cuando llegan estudiantes, no tolera las carencias de herramientas
culturales, académicas o dialógicas de los/as estudiantes y esto significa que se ofusca
fácilmente cuando los estudiantes no responden según lo que él espera impidiendo mejorar
la permanencia y aprendizaje de los/as estudiantes sosteniendo en coherencia un rol de
vigilancia más que de conducción con un liderazgo efectivo o de al menos facilitador de la
inserción social de los estudiantes en mayor riesgo social.