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Seminario de

Iacqrres-Alain Miller
Clínica Diferencial
de las Psicosis

Cuaderno de Resúmenes
Enero 7987 Marzo 1988

Traducción: Irene Agoff


Revisión: Ricardo Nepomiachi

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I

I.S.B.N.950-992U- 4. I

@ f991 Asociación de Psicoanálisis Simposio del Campo Freuüano


Huergo 239 (1.426) Buenos Ai¡es - Argentina -Te1.772-2504

Registro de la hopiedad Inteleetual en trámite


Hecho el depósito que marca la L,ey 11J23
Derechos reseryados
Impreso en Argentina - hinted in Argentina

hoducciéu gráfica: Susana Appel


INDTCE

.E de Enero de 1987 I
Estudio del texto de Freud, "La pérdida de la realidad en la Neurosis y la Psicosis"
. 15 de Enero de 1987 4
[¿cturas de las Cartas 22 y 25 dc Freud a Jung a propósito de la Clínica Diferencial
.22de Enero de 1987 6
Exposición sobre Lacan y Jaspers
.29 de Enero de 1987 l0
Exposición sobre Lacan y Jaspers (conünuación)
. 5 de Febrero de I9t7 11
Exposición sobre Lacan y Jaspers ( a propósito del Caso Aimée)
. 12 de Febrero de 19E7 14
Exposición sobre Lacan y Jaspers: (La tesis de [¡can como jaspcrsiana. La relación de comprensión).
. 5 de Marzo de l9E7 15
Sobre el Caso Aimee o la paranoia de autocastigo.
.12 de Marzo de 1987 17
Propuesta de trabajo para los participantcs dcl Seminario.
. 2 de Abril de 1987 19
Cuestiones actuales en el abordaje dc las psicosis.
. 16 de Abril de 1987 22
Experiencia de Gelb - l¿can y Sarre - Alucinación en Merlcau Ponty.
Comenlario de las págs. 532-533 de Ecrits.
. 30 de Abril de 19E7 25
[¿s Psicosis en "Los Complejos Familiares", L¿can 1938.
.7 de Mayo de l9E7 2E
Las Psicosis en "Los Complejos Familiares". L¿can 1938 (continuación)
. 14 de Mayo de l9E7 30
Comentario de los Ecrits hasta ... "De una cuestión preliminar"... y dc los Seminarios I, II y III.
.21de Mayo de 1987 32
Interlocución delirante. Examen de "Vengo de la fiambrería..." ¡Manana!
. 2E de Mayo de l9t7 35
Continuación del comentario de "Vengo dc la fiambrería"...
. 4 de Junio de 1987 38
Lectura de "De una cuestión preliminar a todo rammiento posible de la psicosis".
.11 de Junio de 1987 ,10
Sobre I-acan, Merleau Pont¡ a propósito dc la alucinación.
. 25 de Junio de 1987 42
Lectura de "Ds una cuestión prcliminar"... (conünuación)
. 2 de Julio de 1987 4E
l¡ctura de "De una cuestión preliminar"... (continuación)
. 9 de Julio de 19E7 Sz
l¿ctura de "De una cuestión preliminar"... (continuación)
. lt de Octubre de 1987 56
Sobre Rousseau y la Paranoia
. t
de Octubre de 1987 60
Sobre el concepto significación personal. La Holofrase.
. 15 de Octubre de 19E7 ó5
El Estatuto del niño psicótico.
.22 de Octubre de 1987 69
Sobre Topología y psicosis
.29 de Octubre de l9t7 74
Sínoma y Nombre del Padre. Suplencia. Nudo borromeo"
. 5 de Noviembre de 19t? 76
Pregunus a los expositores.
. 12 de Noviembre de 1987 79
De las neurosis y psicosis frcudianas a las neurosis y psicosis lacanianas"
.19 de Noviembre de 1987 82
Comentrrio sobre la R.F.P dcdicaü a la psicosis.
. 26 de Noviembre de 1987 t3
Conünuación
. 3 de Diciembre de l9t7 85
Empleo del concepo de forclusión por [:can
. l0de Diciembre de 1987 89
El Hombre de los Lobos: la cuestión diagnóstica.
. 17 de Diciembre de 1987 93 ,

El Hombre de los Lobos: Difercncia entre forclusión de la castración y forclusión del Nombre del Padre)
.7 de Enero de 1988 95
El Hombre de los Lobos. Paranoia de Transfcrencia"
.14 de Enero de 1987 98
El Hombre de los Lobos: La cura con R. Mack Brunswick
. 2I de Enero de 1988 t00
El Hombre de los Lobos: Reconsideración dcl caso.
.4 de Febrero de 1988 105
El Hombre de los Lobos (continuación)
.18 de Febrero de 1988 lt3
El Hombre de los Lobos: en el Seminario XI
. 25 de Febrero de 1988 lt8
El Hombre de los Lobos (erotismo anal y castración, Cap. VII).
.3 de Marzo de 1988 ll9
El Hombre dc los Lobos (continuación)
. l0 de Marzo de 1988 l2l
El Hombre de los Lobos (continuación)
. 17 de Marzo de 1988 123
El Hombre de los Lobos (continuación)
. 24 de Marzo de 1988 130
El Hombre de los Lobos: dcsde la 2! Tópica (1926)
PRESENTACION

Crcado en 1968 y rcnovado en 1974 por Jacqucs Lacan, e[ Dcparta-


mcnto dc Psicoanálisis dc la Univcrsicla<I de Paris VIII, ticnc una nrisión de
enscñanza supcrior y de invcstigación. Su vocación cs la dc tranmritir un
sabcr sobrc cl psicoanálisis, vocación que sc soslicnc en cl principio dc que
lo propio dc esc sabcr licudiano cs que es incductiblc a un "corpus"
doctrinario ccrraclo y dctinitivanrcntc constituitlo.
Es en el nrarco tle cstc Dcpartamcnto que se crca en 1975 el D.E.A.
(Diplome d'Etudes Approfondie-s) y el Doctorat de 3¿" cycle rJcpsicoaná-
lisis por iniciativa y bajo la reqronsabilitlad cicntilica de Jacqucs Lacan.
El D.E.A. y la Tcsis dc Psicoanálisis sancionan un trabajo de invcsti-
gación rel'c¡iclo al Canrpo Frct¡diano.
Bajo la rubrica de "Matcn¡as e Historia clcl psicoaniilisis", Jacqucs-Alain
Miller rcunía, scnranalnrcntc en la Rue Huymrans, scde dc la Ecole de la
Cat¡se Frcudicnne, a un gn{o de analistas y no analistas en un Scminario
dondc un trabajo activo dc cstutlio, invcstigación y dcbatc se realizaba en el
marco tlcl D.E.A.
Habicndo sido gcntilnrcnte invitados a concurrir, nos parcció que tcnía
gun valor podcr hacer público algo dc ese trabajo a través clcl documcnto
inaprcciable que constituye este "Cuadcrno de Restimcncs" en el que
encontramos una rcsci-la, scsión úas scsión de lo allí elaboraclo.
Este "Cuadcrno" rccogc cl trabajo rcalizado entre principios de
enero de 1987 y lincs dc nrarzo cle 1988, dcdicado a lo que abordaría el
V' Encucntro Intcrnacional de la Fundación dcl Campo Frcudiano en
julio de 1988 cn Bucnos Aires: "La Clínica Di,fcrencial de las Psicosis".
Se podrá lccr el tcstimonio dc un cstt¡dio y dcbate lhndamcntal dcl
tcnra a partir de los tcxtos «Je Freud y la enscñanzade Lacan, pcro tambión
considcrar producciones de la I-P.A.
Es do dcstacar el tratanricnto quc a lo largo de los mescs de dicienrbre,
enero, t'cbrcro y marzo se hizo en particular dcl historial clínico de Freud:
"El Hombre de los Lobos"; paradigna en la expcricncia ticucliana, de una
cuestión diagnóstica abierta al dcbate.
Esta publicación se rcaliza no sin haber tcnido que sortear serios
obstáculos, en primcr lugar un rasgo de heterogencitlad ya que como se
advertirá cada rcst¡men cs hccho por un participante del scminario dit'crcnte
en cada ocasión lo que hace intposible encontrar una unidad de estilo. Pcro
tanrbión, se sumó al eslberzo de traducción, la transcripción de los manus-
critos que por nromentos exigié un descilianüento de los rasgos propios de
la escritura, letra por letra.
Hemos deci«lido mantener las citas de l¿can y Freud en su ubicación
en la edición tiancesa.
Esperanros qr¡e e[ lector advertido sepa disculpat las diticultades
inmlvables en nombre de reconocer e[ valor de docunrento original que se
da a la difusión.
Nuest¡a Sociedad Psicoanalítica Simposio dcl Campo Frcudiano así lo
entendió apoyando esta publicación.
hohrndamente agradecidos a Jacques-Alain Miller por haber accedi-
do a nucstra solicitud, así como a todos los participantes del Seminario que
aprobaron la decisión"
R"N.
Septiembre l99l
I de enero de 1987 truccción de la realidad. En lo referido a las relaciones
del sujeto con Io real, Freud descarta la categoría de
mundo interior, de vivencia. Cuando pone a trabajar el
CoW inlroducción, se recuerda la jornadafranco-
tema de la retracción de Ia libido, lo hace en nombre de
iaponesa que tendrá lugar el domingo en la Escuela"
una reformulación del fantasma.
El programa de este mes sutre una ligera variación
en razón de la presencia del señor Sasaki.
Dderentes fechas:
l5 de enero: referencias freudianas.
22 de enero: Frangois Leguil, Lacany laspers. Formulaciones sobre los dos principios, ar-
-1911:
t,ículo escrito contra Janet: tesis de una perturbación de
29 de enero: programa del año.
lo real en la neurosis, efecto de astenia. Para Freud, la
§erge Cottet: desconexión de la realidad exterior es un efecto de la re-
presión. Las variaciones de la percepción son las conse-
Estudio del texto de Freud: Pérdida de la realidad
cuencias del deseo.
en la neurosis y en la psicosis.
1911: El fantasma es el punto débil de
Este tema clínico no es específicarnente freudiano. -También
esta organización que puede sustituir a una insatisfac-
Es un lugar común de la psiquiatría y de la psicolo-
ción, tomar el lugar de la satisfacción de la pulsión, del
gía de comienzos de siglo y se inscribe en r¡na t¡adición:
goce en el sentido freudiano. Freud habfa hecho notar a
repliegue del sujeto sobre sí mismo, coexistencia de la
Jung que ta introversión de la libido no es un concepto
locura y las quimeras o alusión al tema romántico del re-
correcto. La líbido, o bien se apega a un objeto real, o
pliegue interior. En este sentido, el sueño sirve de para-
bien se asienta en el fantasma. La oposición no es entre
digma a la estructura de la psicosis. El texto de 1924
neurosis y psicosis, sino entre ncurosis y normalidad. En
constituye una tcntativa de Freud por desprenderse de
la psicosis hay fracaso del socorro que el neurótico en-
este topos, arreglar cuentas con viejas formulaciones, en
cuentra en el fantasma, y el cuerpo propio ocupa este lu-
especial acerca de la confusión de ciertas psicosis con el
gar del objeto faltante.
sueño. Freud no carece de medios para subvertir este
Tesis de la lchlibido. Esta oposición en-
punto de vista: hay una realidad psíquica. El deseo es el -1914:
cuentra su fundamento en Ia siguiente monstruosidad te-
motor de la realidad psíquica. El punto de vista ultra¡re-
órica: goce narcisista, éstasis de la lchlibida. Freud de-
alista de Freud lo conducirá a recusar la existencia de un
termina dos modos de goce que corresponden a los dos
mundo interior: hay predominio de la realidad psíquica
mecanismos: rechazo en la psicosis, represión en la neu-
sobre la realidad material. Nunca se debe introducir en
rosis. Estos dos modos vienen a suplir una insuficiencia
las formaciones psíquicas el patrón de Ia realidad (For-
para hallar en la realidad exterior el objeto de satisfac-
mulaciones sobre los dos principios).
ción de la pulsión.
Esto permite hacer una selección entre las acepcio-
Pegan a un niño. Nueva teoría de la per-
nes del conccpto. Esa realidad se inscribe en la estruc¡u- -1919:
cepción.
ra del deseot consecuencia del principio de placer. El
Freud aporta finalmente una precisión con
principio de realidad permite una rect¡ficación de la ilu- -1927;
respecto al pedazo de realidad, con la teoría de la castra-
sión alucinatoria, que sólo debe su eficacia al deseo de
ción del Otro; hay un fragmento de realidad que domina:
prolongar la satisfacción.
la ausencia del pene materno.
En un primer t¡empo, Freud considera que el fantas-
con la teoría del fetichismo queda Freud en
ma no demanda más que realizarse. Freud introduce la -Sólo de establecer tres mecanismos de defensa:
condiciones
distinción entre repliegue interior, sueños diurnos y una
represión, renegación, rechazo.
estruclura del fantasma que exige la realización. Lo .que
Mientras que en este texto (1924) todavía se habla
aparece como frustración, con la consecuencia del re-
de renegación para la psicosis, Freud se muestra indeci-
pliegue, va a ser corregido por nuevos aportes relativos
so respecto de la noción de escotomización (Lafforgue)
al fantasma.
para este modo de ausentamiento de la realidad.
El texto de 1924 es la culminación de aquel vector
que no opone fantasma y realidad.
Dctalle dcl texlo:
En lo que respecta a la psicosis: el psicótico no se
encuentra en un mundo interior. Por el contrario, en la En Ia primera línea: rectificación en relación con un
fase final, una restitución de la realidad, superposición artículo precedente, Neurosis y psicosis (Névrose,
de la nueva realidad, viene a duplicar el mundo exterior. prychose et perversion, pá9,223). Freud reconsidera los
El camino se recorre en sentido inverso: va de la psico- conceptos de neurosis y psicosis a la luz de la segunda
sis a la neurosis para demostrar en qué forma el desape- tópica: conflicto entre el yo y el ello. Psicosis: conflicto
go del neurótico en relación con el mundo exterior no del ello y el mundo exterior, una de las dos instancias va
impide una restitución del valor de reatidad por medio a ser sacrificada; el mundo exterior en la psicosis, el ello
del fantasma. Por lo tanto, se trata de un aporte de la en la neurosis. Pero Freud se consagra después a la resti-
psicosis a la puesta a punto de la doctrina del fantasma tución de lo que está perdido. En el primer texto lo que
en la neurosis" vale para la ncu¡osis es la noción de conflicto, de com-
El fantasma no es refugio imaginario ante una reali- promiso" Se trata de una posición e§tructuralista terna-
dad decepcionante, sino principio activo de una cons- ria: "¡o, ello, mundo exterior, cambio caleidoscópico se-
I de enero de 1987 truccción de la realidad. En lo referido a las relaciones
del sujeto con lo real, Freud descarta la categorfa de
mundo interior, de vivencia. Cuando pone a trabajar el
Como inlroducción, se recuerda la jornadafranco-
tema de la retracción de la libido, lo hace en nombre de
iaponesa que tendrá lugar el domingo en la Escuela.
una reformulación del fantasma.
El programa de este mes sulre una ligera variación
en razón de la presencia del señor Sasaki.
Diferentcs fechas:
I5 de enero: referencias freudianas.
22 de enero: Frangois Leguil, Lacany Jaspers. Formulaciones sobre los dos principios, ar-
29 de enero: programa del año"
-l9ll:
tículo escrito contra Janet: tesis de una perturbación de
lo real en la neurosis, efecto de astenia. Pa¡a Freud, la
Serge Cottet: desconexión de la realidad exterior es un efecto de Ia re-
presión" Las variaciones de la percepción son las conse-
Estudio del texto de Freud: Pérdida de la realidad
cuencias del deseo.
en la neurosisy en la psicosis.
Este tema clínico no es específicamente freudiano.
l9l1: El fantasma es el punto débil de
-También
esta organización que puede sustituir a una insatisfac-
Es un lugar común de la psiquiatrfa y de la psicolo-
gía de comienzos de siglo y se inscribe en una t¡adición:
ción, tomar el lugar de la satisfacción de la pulsión, del
goce en el sentido freudiano. Freud habfa hecho notar a
repliegue del sujeto sobre sí mismo, coexistencia de la
Jung que la introversión de la libido no es un concepto
locura y las quimeras o alusión al tema romántico del re-
pliegue interior. En este sentido, el sueño sirve de para- correcto. La libido, o bicn se apega a un objeto real, o
bien se asienta en el fantasma. La oposición no es entre
digma a la estructura de la psicosis. El texto de 1924
neurosis y psicosis, sino entre ncurosis y normalidad. En
constituye una tentativa de Freud por desprenderse de
este topos, arreglar cuentas con viejas formulaciones, en
la psicosis hay fracaso del socorro que el neurótico en-
cucntra en el fantasma, y el cuerpo propio ocupa este lu-
especial acerca de la confusión de ciertas psicosis con el
gar del objeto faltante.
sueño. Freud no carece de medios para subvertir este
Tesis de la lchlibido. Esta oposición en-
punto de vista: hay una realidad psfquica. El deseo es el -1914:
cuentra su fundamento en la siguiente monstruosidad te-
motor de la realidad psíquica. El punto de vista ultrarre-
órica: goce narcisista, éstasis de la lchlibido. Freud de-
alista de Freud lo conducirá a recusar Ia existencia de un
termina dos modos de goce que corresponden a los dos
mundo interior: hay predominio de la realidad psíquica
mecanismos: rechazo en la psicosis, represión en la neu-
sobre la realidad material. Nunca se debe introducir en
las formaciones psíquicas el patrón de la realidad (For-
rosis. Estos dos modos vienen a suplir una insuficiencia
para hallar en la realidad exterior el objeto de satisfac-
mulaciones sobre los dos principios).
ción de la pulsión.
Esto permite hacer una selección entre Ias acepcio-
Pegan a un niño. Nueva teoría de la per-
nes del concepto. Esa realidad sc inscribe en la estructu- -l9l9t
cepción.
ra del deseo, co¡¡secuencia del principio de placer. El
principio de realidad permite una rectificación de la ilu- Freud aporta finalmente una precisión con
-1927t
respecto al pedazo de realidad, con la teoría de la castra-
sión alucinatoria, que sólo debe su eficacia al deseo de
prolongar la satisfacción. ción del Otro; hay un fragmento de realidad que domina:
la ausencia del pene materno.
En un primer tiempo, Freud considera que el fantas-
con la teoría del fetichismo queda Freud en
ma no demanda más que realizarse. Freud introduce la -Sólo de establecer tres mecanismos de defensa:
condiciones
distinción entre repliegue interior, sueños diurnos y una
represión, renegación, rechazo.
estructura del fantasma que exige la realización. Lo que
Mientras que en este texto (1924) todavía se habla
apÍuece como frustración, con la consecuencia del re-
pliegue, va a ser corregido por nuevos aportes relativos de renegación para la psicosis, Freud se muestra indeci-
so respecto de la noción de escotomización (Lafforgue)
al fantasma.
para este modo de ausentamiento de la realidad.
EI texto de 1924 es Ia culminación de aquel vector
que no opone fantasma y realidad.
En lo que respecta a Ia psicosis: el psicótico no se
Debllc del terto:
encuentra en un mundo interior. Por el contrario, en la En Ia primera línea: rectificación en relación con un
fase final, una restitución de la realidad, superposición artfculo precedente, Neurosis y psicosis (Névrose,
de la nueva realidad, viene a duplicar el mundo exterior. prychose et perversion, pá9,223).Freud reconsidera los
El camino se recorre en sentido inverso: va de la psico- conceptos de neurosis y psicosis a la luz de la segunda
sis a la neurosis para demostrar en qué forma el desape- tópica: conflicto entre el yo y el ello. Psicosis: conflicto
go del neurótico en relación con el mundo exterior uo del ello y el mundo exterior, una de las dos instancias va
impide una restitución del valor de reatidad por medio a ser sacrificada; el mundo exterior en la psicosis, el ello
del fantasma. Por lo tanto, se trata de un aporte de la en la neurosis. Pero Freud se consagra después a la resti-
psicosis a la puesfa a punto de la doctrina del fantasma tución de lo que está perdido" En el primer texto lo gue
en la neurosis. vde para la neurosis es la noción de conflicto, de com-
El fantasma no es refugio imaginario ante una reali- promiso. Se trata de una posición estructuralista terna-
dad decepcionante, sino principio activo de una cons- ria: 7o, ello, mundo exterior, cambio caleidoscópico se-
T

gún la esEuctura" Pero aquí Freud toma a la neurosis por busca analogías a nivel de los fenómenos. La analogía:
modelo. Su definición de Ia eriología es débil: concep- según el mecanismo de fuga, no querer saber nada de la
ción unita¡ia según la cual al sobrevenir la frustración, demanda pulsional; y la renegación: como si eso no
el individuo enferma. existiera.
En el primer texto (Neurosis y psicosis): la construc-
Sobre la restitución:
ción de la neurosis y de la psicosis se produce en dos
tiempos, que presentan analogía y a la vez se encabal- . El retorno de lo reprimido en la neurosis. El ello
gan. Ya no se puede decir que la etiología sea común. no se hace olvidar. Freud indica un cambio de valor (uti-
Texto de 1924. Para la psicosis, Schreber: cre- lizado en lchspaltung): desplazamiento del valor fálico
púsculo del mundo, Tiempo .1, momento patógeno. que produce efectos de Unheimlicá, valor designado por
Tiempo 2: reconstrucción del mundo, tentativa de cura- la impresión de un sentido secreto dado a los objetos de
ción, psicosis. interés del neurótico, fenómenos de desrrealización, un
En lo que respecta a la neurosis: en un primer tiem- recubrimiento del mundo exterior por el análogo de un
po lo que se sacrifica es el ello y no la realidad. En el delirio.
segundo tiempo hay fracaso en la represión, retorno de Ejemplo: trastorno de memoria en Ia Acrópolis; se
la reprimido. No es ésta la posición de los janerianos: está ahí pero no se cree en ello. Desdoblamiento de la
aislamiento del neurótico que rasca las paredes; hay un realidad regulado por el complejo parerno (culpabili-
efecto de retorno de la reivindicación pulsional. Aquí las dad con relación al padre). El que da el sentimiento de
categorías de realidad pierden su consistencia: retorno realidad es el complejo de Edipo. Para un punto de
de lo reprimido como un real, Io que vuelve sin parar al perturbación de la posición en el Edipo --rcorrelativa-
mismo lugar con su carácter demoníaco. Freud utiliza la menle, perturbación del sentimiento de la realidad del
prueba de realidad en un sentido nuevo. mundo.
Asimismo, Io poco de realidad, el fenómeno de ex-
Hay dos conceptos de esta prueba: trañeza que puede hacer pensar en la psicosis. Esto es lo
que Freud llama sentido simbólico prestado a las cosas;
que permite distinguir internolexterno, percep-
-lo
ción/alucinación;
finalmente es el efecto perturbador de Io imaginario en
la relación con la percepción.
prueba que lo real nos envía, de insatisfac-
ción.-una
La realidad se rehúsa al deseo. Ejemplo del duelo; . En la psicosis. Freud se sirve de un concepto res-
ejemplo que Freud loma de los Estudios sobre la histe- tringido de psicosis: un defecto en la relación con el
ria (Señorita R.), la estn¡ctura de esta paciente es la de mundo exterior y el recubrimiento por un delirio confor-
un diagnóstico diferencial. Freud constata que no se me con el ello. si no hay que cambiar nada en la exigen-
puede hablar de escena traumática. Lacan lo articula de cia de goce, se cambia toda la realidad para sustiruirla
otra manera. Freud considera que la paciente está ena- por otra. En Ia urgencia, guerra sin cuartel. Ejemplo de
morada de su cuñado. Su hermana muere. Surge la idea: la pérdida real de un hijo que es objeto de una renega-
él es libre. Es más un pensamiento que un trauma debido ción: no hay duelo. La dama acuna un pedazo de made-
a una Versagung, el renunciamiento es subjetivo. Freud ra. La confusión alucinatoria de Meynert es su ejemplo.
hace funcionar la ley de "a posteriori". Lo que retorna Esto se haría más claro en Schreber: crepúsculo del
en lo real en forma de conversión histérica no es el mundo y luego aceptación; compromiso con el goce que
acontecimiento producido en la realidad sino el recuerdo tiene en cuenta un indicio de deformación.
reprimido del pensamiento de casarse con é1. Aquí el es- El punto de vista de Freud es estructural a pesar de
guema de la insatisfacción real no funciona. Es más bien la imprecisión en cuanto a las analogías. Lo que cuenta
el de los que fracasan al triunfar. Una falta en lo real en Ia psicosis es el tiempo 2, enla neurosis el tiempo l.
nr¡nca es la causa de una neurosis. Lo que la desencade- Un cuasi fantasma en la psicosis viene a vestir una reali-
na es el renunciamiento, la suspensión del deseo. El dad. Término de ersatz, de sustituto. El término de lugar
diagnóstico diferencial de Freud es el siguiente: imagi- es determinante en cuanto al diagnóstico. Es Io que hace
nemos gue un sujeto no tenga en cuenta este real; enton- las veces de real.
ces, no tiene que reprimir una pulsión culpable. Este
modo de razonamiento es constante en Freud. Conclusión: en los últimos tres textos de Freud so-
Con respecto al diagnóstico diferencial de histeria y bre esta cuestión (Fetichismo, 1927, Escisión del yo,
esquizofrenia, ejemplo de Tausk del girador de ojos: Ie han 1938, Compendio de psicoanálisis) el punto pivote es la
dado vuelta los ojos, la cabeza. Freud dice: si hubiera sido castración (que no está indicada en el texto de 1924).
histérica, los ojos se le hubieran dado welta realmente.
Jacques-Alain Miller.
Comparación de las dos fases,la primera de la neu-
rosis y la primera de la psicosis. Formula una pregunta a quienes tienen el alemán
Neu¡osis y psicosis se distinguen mucho más clara- por lengua materna.
TeJtte en la primera reacción que en Ia fase de repara-
ción quc sigue. Hay una dificultad de lectura, pues F. Kaltenbeck.
Freud.comie_nza separando y tuego se dice: se las puede El término Schonung (en la conclusión) debe ser
aproximar. Comienza por una diferencia de estructura y traducido por reserva. Se Io traduce por almacén"
J. -A. Miller. N l) R+ E- --) 2) R- E+
Es el término que Lacan destaca en la "Cuestión P l)R- E+ -) 2) R+ E-
preliminar" a propósito de pérdida de realidad, como
punto en el que radicaría la diferencia ent¡e la teoría de PodrÍamos esper¡n que al nacimiento de la psicosis
Freud y quienes consideran que el almacén de acceso- se produzca algo análogo al de la neurosis, pero la ana-
rios está en el interior. Página 542 de los Ecrits, nota de logía es formal. Aquí se sacrifica al ello, se va hacia la
Lacan sobre Pérdida de la realidad. Artículo incisivo, realidad. Freud intenta la analogía. Lo gufa su matema
tajante. Lacan explica que el asunto no es la pérdida de implícito, saca esta fórmula por analogía y aquí hace la
la realidad sino lo que la sustituye (es la conclusión del observación de que no se advierte E- en la psicosis: no
afículo de Freud). Enlaza el título del texto con Ia frase hay sacrificio del lado del ello. Por lo tanto aquí, en de
de conclusión. finitiva, un E+ que es misterioso. Esto no se produce al
He propuesto este texto al Campo Freudiano camo precio de una restricción del ello. No hay E- como hay
punto de referencia en clínica diferencial de la psicosis. un R-. La psicosis toma una vía más autocrática. Por eso
Se trata de un paralelo muy insistente entre neurosis y el R+ cambia de sentido, pasa a ser específico de la psi-
psicosis a Ia manera de Corneille y Racine. Acentuaré la cosis, un R', una nueva realidad, diferencia entre repre-
palabra "diferencial", QUe es propia del significante. En sión y renegación en el sentido psicótico. ¿Qué es lo que
esta clínica, los puntos de referencia son A, (a), el bina- diferencia al E+ en la neurosis del E+ en la psicosis?
rio, sujeto-falo. La clínica clásica está ordenada en fun- Freud lo dice al final: en la neurosis la investidura de la
ción del desarrollo: texto de referencia de Abraham, "El realidad por el ello está siempre localizada. Se asienta,
desarrollo de la libido", que ordena segrún el desarrollo como el juego del niño, en un fragmento de realidad. En
una clínica diferencial de la psicosis. Nosotros podemos la psicosis, la refundición de la realidad implica que en
ordenarla según la estructura, en la medida en que se este aspecto carece de límite. Por lo tanto, dos modos de
t¡ata del lenguaje. inserción del ello en Ia realidad, o sea de goce, uno loca-
lizado y el otro no. EI pivote secreto es, de todos modos,
Algunas conclusiones sobre el Yo no si necesario. Ia castración.
"Conciencia sin ciencia no es más que complicidad de ¿Cuál es esa realidad en Freud? Con Lacan diferen-
ignorancia" ¿Intentamos estar nosotros en complicidad ciamos la realidad simbólica de la realidad común. Aquí
de saber? No, nosotros introducimos un Yo no sá. No el se pueden ver las afinidades de esta realidad con lo sim-
del analizante sino lo no sabido que constituye el marco bólico normalizado bajo la férula del Nombre del Padre.
del saber. Esto indica una determinación en forma de Oposición un tanto endeble del ello y el mundo ex-
esquema. terior.
En el texto de Freud, los dos términos neurosis y Lo que puede servir de punto de referencia, lo que
psicosis, ello y mundo exterior, están puestos en parale- propongo como esquema de la Etica del psicoanálisis:
lo. Psicosis: pérdida de la realidad bajo el látigo del ello. un espacio en cuyo centro está la Cosa negra que forma
agujero. La Cosa éxtima está opuesta a algo de un solo
Neurosis: sacrificio a la realidad - pérdida del ello.
bloque: simbólico e imaginario = el mundo fundamen-
talmente estructurado como el lenguaje, S I están del
PR.E+ Primer paralelo mismo lado en la Etica para poner de relieve la expe-
NR+E- riencia de la Cosa.
Aquí la realidad de la que Freud habla la leeré a par-
tir de estos Vorstelung freudianos tales como en la Etica.
En el segundo parágrafo aparece una corrección: He aquí a qué título se puede apoyÍ¡r esta determinación
hay una pérdida de realidad en las dos. Lo cual conduce estructural binaria.
a Freud a una ordenación temporal: l"' tiempo / 2do
tiempo " Estructuras desplegadas temporalmente.
Versión de Gisele Chaboudez
te Schreber, donde además Freud criticará la noción de
L5 de enero de 1987 proyección como proyección de algo refrenado por den-
tro, hacia el exterior. Lo que queda abolido dentro, un
I-a sesión fue dedicada a una leclura de las cartas agujero, vuelve del exterior,
de Freud a Jung, en especial la carla ne22 y la carta nq
Serge Cottet resume este examen mediante un es-
25, centradas en la cueslión de una clínica diferencial
quema:
cuyos primeros elementos se pueden extraer aquí.
+ el afecto = pulsión, como em-
Serge Cottet
-lapujerepresentación
interno (el montante de afecto ligado a la re-
presentación permite al sujeto saber gue se trata de
En su estudio de la carta ne 22, Serge Cottelhaceno-
su deseo);
tar que ya en 1907 Freud tuvo la preocupación de precisar
representación - el afecto = percepción (externa).
la relación de lo simbólico con lo real a partir de la para- -la
noia" relación que será objeto de textos ulteriores. En la Se tienen, pues, los dos tiempos de la paranoia:
paranoia se trata de un real que es efecto de vna proyec- l. Libidol - afecto = percepción, con indiferencia deI
ción, mecanismo cuya estructura en relación con la repre- sujeto.
sión Freud intenta establecer. A diferencia de Bleuler, 2. El afecto personal retoma: Libido2 + percepción =
quien aplicó pura y simplemente el esquema de la neuro- delirio; es la creencia.
sis a la demencia precoz, Freud procura dar cuenta del es-
tatuto diferente de lo real al precio de una torsión efectua- La carta ne 22 contiene los elementos de una clí-
da en el esquema del capítulo VII de laTraumdewung. nica diferencial, entre paranoia y duelo y entre histe-
En el fondo, el problema es explicar de qué modo una re- ria y esquizofrenia. Freud menciona asimismo una
presentación de deseo puede aparecer como procedente oposición entre hipocondría y paranoia análoga a la
del exterior, como algo percibido, desprovisto de afecto, que existe entre neurosis de angustia e histeria. En la
pero caracterizado, con el despliegue del delirio, por una carta ne 25 aparece un complemento a esta clínica: en
nota de hostilidad. Tenemos, pues, dos tiempos. ella Freud dice, además, que el concepto adecuado
Primer tiempo: hay un deseo, la libido se desprende para la psicosis es "paranoia" y no "demencia pre-
y el resultado de esta sustracción son las palabras "ellos coz". En efecto, la paranoia es una forma completa y
dicen que... " La representación no culmina en la motri- desarrollada porque incluye el retorno en lo real,
cidad, sino que retorna en el polo de la percepción sin mientras gue en la demencia precoz sólo está en juego
los auxilios de una teoría de la represión y de la censura el cuerpo propio. Entre las dos, hay una forma mixta
en el sueño. En el sueño, el deseo se hace representar en la que el centro del delirio está ocupado por los ór-
sobre Otra escena, aquí retorna en lo real percibido y es- ganos del cuerpo (dimensión paranoide de la demen-
pecialmente en palabras. cia precoz).
El segundo tiempo es el de la lucha de[ensiva contra En 1907, Freud se interesa en la confrontación de
ese real exterior gue se manifiesta en voces. los mecanismos del sueño y del destino de la pulsión. Se
Asf pues, el problema es la diferenciación entre la interesa en lo que es simbolizable. Sólo en 1924, des-
alucinación clínica y el sueño, la proyección y la regre- pués de la introducción del na¡cisismo, se manifestará el
sión, la investidura de palabra y la figurabilidad. interés por el yo.
Esta distinción tiene su culminación en la cárta ne
25, donde queda claramente afirmada: en lo que concier- Agnés Aflalo
ne a la psicosis y a la proyección, no se puede hablar de Evoca un pasaje de las Minutas, la sesión del27 de
regresión. Hace falta otro modelo que suponga una ine- febrero de 1907, donde se despliega la misma oposición
xistencia de simbolización y un no-trabajo del incons- entre lo interno como acompañado de afecto y lo exter-
ciente. no como percepción. Basta que un fenómeno sea "exter-
Aquí también Freud distingue dos tiempos. "Dicen no" para que sea objeto de una creencia.
de mí que me gusta el coito": primer tiempo, la libido
abandona la representación de objeto, lo que queda
abolido es el "yo pienso", una posición del sujeto sobre Eric Laurent
el goce; dicho de otra manera, el sujeto no toma partido, Subraya la importancia del período l9M-l9ll que
no hay represión de un deseo del que el sujeto no quisie- siguió al encuentro con Bleuler y sus discípulos, perío-
ra saber nada. do sumamente fecundo. Freud se opone al grupo esta-
Segundo tiempo, el retomo en forma del enunciado blecido por Bleuler bajo el concepto de "demencia pre-
"a ella le gusta el coito", recibido con frialdad, sin afec- coz" por efectuarse sobre una base defici¡aria. El
to. Aquí la representación no conoce el destino normal término "paranoia", en cambio, valoriza los fenómenos
de una pulsión, no es tratada en lo inconsciente. Des- productivos.
pués de la fría acogida, el afecto retorna con inversión Estima que el término "Verwerfung" (de la carta nq
de signo en forma de hostilidad. 22) que S. Cottet considera desprovista aquí de estatuto
No se trata de la proyección de un odio pregenital. conceptual, no deja de tener cierto alcance, pues Freud
Esto será tratado más bien en el texto sobre el presiden- ya lo había utilizado antes.
Jacques-Alain Miller. J.- A. Miller propone representar esto en un esque-
Agrega algunas observaciones. ma.
l. Si nosotros abordamos la cuestión de las psicosis
por los textos, es porque ellos contienen los elementos M=yo O = Objeto
de una clínica freudiana diferencial, y ésto ya en 1907,
mientras que en Lacan el punto no aparece inmediata- Una vez desinvestido, el
mente. objeto pasa automática-
2. Yalorización de la oposición luminosa entre una mente a la clase de la de-
recha, en lo exterior,
cllnica deficitaria y una clínica productiva. "Produc-
ción" es un término alavez freudiano y lacaniano. Una
oposición operatoria nos da una regla general para el
abordaje de los fenómenos.
3. Al comienzo del Seminario III, Lacan evoca la
disimetría entre esquizofrenia y paranoia. Esto coincide
con la posición de Freud en su respuesta al envío por
¿Cuál es el destino de la libido desinvestida?:
Jung de un libro sobre Ia demencia precoz y más tarde
en la carta no 70: "Escribo paranoia y no demencia pre- a) o bien, una vez que el objeto fue proyectado, la li-
coz... " etc.). Se apunta así al meollo del problema. bido queda confrontada con un objeto que se ha
4. Se trata de una correspondencia, o sea de textos tornado profundamente hostil, como si fuera el ne-
dirigidos a una persona concreta. Freud toma en consi- gativo del objeto desinvestido y formara pafe de la
deración la tesis de Jung sobre el autoerotismo como realidad: paranoia;
esencia de la demencia precoz, y responde a esta tesis b)o bien la libido desinvestida se traslada sobre el
reencuadrando el autoerotismo en relación con la repre- Yo: autoerotismo, demencia precoz.
sión. Entre ambas posibilidades se sitúa la demencia pa-
5. Por último, J-.A Miller vuelve sobre el texto y ranoide (cf. carta no 25), donde sólo una pa¡te de la libi-
propone reexaminar su articulación con un esquema ba- do se dirige, en el delirio, contra el objeto, y éste es el
sado en la bipartición simple que hallamos en su base. caso de Schreber.
Lo interior se opone a lo exterior como lo caliente a En la demencia precoz, todo refluye, sin remisión,
lo frío. Para Freud, la realidad es lo "frío", lo que se sobre el Yo: las representaciones de objeto pierden todo
percibe tal como es. Lo interior es el dominio de la libi- interés.
do, que puede despla?-arse y es "cuantilativa". (Claro es-
tá que en 1924la realidad es otra cosa, más compleja). Dos indicaciones:
Se trata de da¡ cuenta de algo que se oye en el exte- construcción de Lacan, con simbólico y real, si-
rior y que los otros no oyen; ¿qué es lo que ha sucedido -La
gue una línea de continuidad con este esquema. To-
en lo "caliente" para que vuelva al exterior "enfriado" mada en cuenta la castración, esto nos da, para la
como un enunciado percibido? libido, la escritura -,Q'pero funciona como la libido
1. Primero hay una investidura libidinal de una repre- freudiana, r¡nas veces bajo el sujeto y otras bajo el
sentación de objeto. objeto.
forclusión puede ser considerada como un tipo
2. Después, desinvestidura libidinal. -La
de represión. En la neu¡osis hay retorno en lo sim-
3. ftoyección (no bien aquéllo pierde la cualidad de
"caliente", se torna exterior). bólico y no en lo real; en la psicosis, retomo en lo
4. Puede deducirse que habrá hostilidad respecto de real y no en lo simbólico.
ese objeto. traducción de una desinvestidura libidi- En resumen, el sujeto de la psicosis también está di-
nal. vidido en el lenguaje. No porque haya forclusión está
Lo que complica esta sumaria bipartición es la du- menos presente la división del sujeto.
plicidad de la sede más profunda de la libido: yo y ob-
jeto. Versién de Alfredo Zenoni
grafía, sólo ciu a Jaspers una vez, y lo hace para decir
22 de enero de L987 que Jaspers estaba "marcado", en el sentido futbolístico,
por Pfister, el cu¡a del equipo.
J. -A. Miller Este debate que construimos entre Jaspers y Lacan
Hoy no lrabajaremos en continuidad directa con la hace de contrapunto a otros dos: el de Lacan y Ey entre
sesión precedente, pues vamos a escuchar una exposi' 1932 y 1936, y el que se despliega en el a¡tículo de los
ción de Frangois ltguil sobre Lacan y laspers. Trans' Escritos, "Acerca de la causalidad psíquica". El debate
currida una hora de exposición, haremos una pausa Jaspers-Lacan se cierra en 1938.
para discutir sobre lo que Leguil haya aporlado. El segundo jalón de este debate es la tesis de Lacan,
pieza esencial de la psicopatología, "De la Psychose Pa-
Frangois Leguil ranoiaque".. . 1937.

Ha¡é una pequeña introducción pues anoche di una


charla en un círculo junguiano al que pertenece un viejo Tres lectu¡as del debate Jaspers-Lacan en la literatura:
amigo mío, el señor Michel Cuzenave. Así que diré unas l. La tectura de E. Roudinesco. En el Libro I de su
palabras sobre, digamos, Lacan y Jung. Tanto Jung co- historia del psicoanálisis francés, E. Roudinesco men'
mo Jaspers fueron referencias que estuvieron muy pre- ciona a la señora Minkowska como la jaspersiana de la
sentes para Lacan y que para nosotros lo est¿ín mucho época, siendo que el jaspersiano de Ia época es J. Lacan.
menos. En lo que nos atañe, diré sólo esto, que al fin y Segun la tesis de E. Roudinesco, Lacan se sirvió de la
al cabo en 1955 Lacan no empleó otro término para cali- psicogénesis para hallar una contrapartida al doctor de
ficar el rechazo de Jung por Freud que el de "excomu- Clérambault, lo cual no es falso pero sí insuficiente. La
nión" (1955) y, a la postre, no es otro el que, en 1964, va señora Minkowska no es jaspersiana sino constituciona-
a aplicar a su propio caso. Esto constituye una comuni' lista. El punto que dividía entonces a Lacan y Loewens-
dad en la excomunión, quedando claro que así como tein era el organicismo.
Jung decidió hacerse junguiano, Lacan no decidió hacer- Lacan no opone una psicogénesis a una organogéne-
se lacaniano. Diré también que el retorno de Lacan a sis, sino que sustituye a ambas por una psicogenia en la
Freud va a la par con una referencia a Jung que aparece se privilegia la estructura mental y se relega la organici-
en puntos muy específicos de los Escriros. dad a un segundo plano aunque sin eliminarla.

Exposición de Franqois Leguil 2. La tectura cóctel (Paul Bercherie). Bercherie hace


un buen resumen de Jaspers en Fundamenlos de la clí'
La referencia a Jaspers interviene en el punto en que nica, pág.233. Considera que Lacan apeló a Jaspers pa'
se abre la cuestión de las psicosis. He llamado al debate ra desprenderse del mecanicismo biológico freudiano.
"Karl Jaspers - Jacques Lacan" por antífrasis, pues no Tampoco es posible confundir a Polil.zer con Jaspers,
hay debate Jaspers - Lacan dado que nunca polemizaron. pues para Politzer la psicología debe sellar la muerte de
De manera que ese debate hay que construirlo. ¿Por la vivencia y de la interioridad. En l-os compleios fami-
qué? Alegaré cuatro razones. liares, cuando menos jaspersiano es Lacan es allí donde
De 1955 a 1958, Lacan va desplegando sutilmente muestra acentos Pol itzerianos.
una diatriba contra Jaspers, diatriba que llegará a tocÍuse 3. La lectura de Lantéri-Laura. Se trata de su artícu-
con la injuria. lo en L'évolution psychiatrique, 1984, n0 4, pág- 975.
Después de 1933, pasado un año de su tesis, Lacan Para este autor, el secreto del psicoanálisis es que no
no volvió a hablar de Jaspers, siendo que entre 1932 y hay psicogénesis.
1933 lo había hecho con profusión por haber sido Jas-
pers el primero que le proporcionó una clínica diferen- Podríamos proponer una cuarta lectura. Proponiendo
cial de las psicosis; la siguiente ocasión fue la de los una transposición terminológica de "Proceso", al co-
complejos familiares, de 1938, y luego el final de mienzo de la tesis ésto corresponde a "proceso", y al fi-
"Acerca de la causalidad psíquica". El título más anti- nal a "tendencia concreta". En 1938 Lacan decía'Juego
jaspersiano de los Escritos es "Acerca de la causalidad formal del complejo"; en 1946, "modo imaginario". En
psíquica", pues según Jaspers una causalidad no puede 1955, Lacan dice "El proceso es la relación del sujeto
ser psíquica. con el significdnte." En 1958, mencionando a Jaspers,
En el conjunto de la psicopatología podemos distin- decía: "la estructura como máquina original sería lo que
guir tres nombres; el de lanet, con la noción de síntesis pone en escena al sujeto". Esta es una lectura burda,
y la tensión psicológica, el de Adolph Meyer, apreciado pues Lacan no toma a Jaspers como inspirador.
por Lacan en 1932, y el de Jaspers. En 1955, el 16 de setiembre (no el 16 de noviem-
Adolph Meyer funda la psiquiatría norteamericana e bre), Lacan habla de Jaspers: "La referencia primera a la
impide a Kraepelin cruzar el AtLántico. Algunos, como comprensibilidad sirve para determinar aquéllo que jus-
T. Lidz piensan que A. Meyer facilitó de este modo la tamente produce una ruptura y se presenta como incom'
penetración del psicoanálisis en los Estados Unidos. No prensible."
hubo debate Jaspers-Freud, pese a que Jaspers interviene La tesis de Jaspers consiste en oponer lo que es
en la psicopatología a partir de 1913. Jones" en su bio- comprensible a lo que no es comprensible.

6
Lacan, por su parte, hace una distinción entre sen- Para Jaspers, la comprensibilidad es el hecho de
tido y comprensión" Para Lacan, la "relación de com- aprehender las motivaciones de otro. La "relación de
prensión" de Jaspers sería la simple idea de que hay comprensión" es la relación con otro definido como su-
cosas que tienen un carácter obvio. Lacan pone el jeto de wta Weltanschauung. Heidegger dice que para
ejemplo de la bofetada que se da a un niño, y opone de Jaspers la cuestión del ser se le plantea al hombre en una
entrada la comprensión a algo que ha de ser descifrado situación límite de su existencia, idea que Lacan hace
en el mensaje del Otro (la bofetada). La relación de íntegramente suya" Critica a Jaspers, entre otras cosas,
comprensión de Jaspers se evoca tan sólo como "una por no comprender nada de los tiempos y haber hecho
relación siempre en el límite". Límite inasible entre lo sobre el cogilo un estudio atropellado.
comprensible y lo incomprensible. Hay un artículo de T. Lorand, filósofo de Bordeaux,
A menudo se identifica la psicogénesis con la rela' sobre el debate Jaspers-Heidegger entre 1928 y 1964.
ción de comprensión; para Lacan, el gran secreto del De 1928 a 1964, una parte del Diario de Jaspers está de-
psicoanáIisis es que no hay psicogénesis. dicada a "Nota sobre M. Heidegger". En 1925, dice que
Dicho esto, si se toma toda la frase, hay que subra- el S¿i¿ undkit es un camino de perdición para el pen-
yar que Lacan sólo fue psicogenetista en un aspecto me- samiento filosófico.
todológico. Por ejemplo, dice: "Descafes es un psicoge- En 1937, Heidegger escribe en Subietividad y tras-
netista de genio"; esto lo dice en "Acerca de la cendencia: "la que me preocupa no es la cuestión de Ia
causalidad psíquica".0 bien, "de Clérambault es un psi- existencia del hombre, sino la del ser en su conjunto co-
cogenetista". En "La cosa freudiana", contemporánea mo tal; Jaspers la pasa totalmente por alto."
del Seminario III, Lacan dice "lo que da a la obra de és- Jaspers llegará a Francia después de 1945 en la mis-
te Uaspersl su estilo, como da su peso a su estatua de di- ma oleada que Heidegger. Este escribe a Beaufret, en las
rector de conciencia en vaciado y de maestro del pensa- cartas sobre el humanismo: "ve usted que mi pensamien-
miento de hojalata" (pág.424, Ecrits). to y el de Jaspers están separados por un abismo", lo que
En "Situación del psicoanálisis en 1956": "Lo repe- hará decir a Beaufret que el nexo Jaspers-Heidegger está
timos a nuestros discípulos: ¡Cuidaos de comprender! y tan justificado como Reaumur-Sebastopol.
dejad esta nauseosa categoría a los señores Jaspers y Tras haberla propiciado, Jaspers perderá toda espe-
consortes". (Ecr its, pág. a7 l). ranza de reconciliación. Heidegger escribe en 1955
Lacan opone comprensión a desciframiento. Über die Linie, donde dice que "es de un grotesco difí-
En "La direccción de la cura", pág. 635, habla de la cilmente emulable proclamar que mi tentativa de pensar
ilusión corriente de la "comprensión en el sentido nefas- es la demolición de la metafísica, y mantenerse al mis-
to en que obtuvo de Jaspers su cotización". mo tiempo, gracias a esa tentativa, en caminos de pensa-
De igual manera, en la pág.65 l, "Observación sobre mientos con representaciones prestadas... "
el informe de Daniel Lagache", Lacan menciona a Jaspers Heidegger reprocha a Jaspers haberle usado sus con-
como uno de los culpables ocultos de la psicología del ceptos desde 1925.
Yo. El jaspersiano de la historia del psicoanálisis es Laga- Para Jaspers, la Antinomia descansa en el hecho
che: "Y negará incluso Lagache la influencia nefasta de la de que la captación del ser que él describe como lo
a¡ltinomia de Jaspers, en esa jugada de trilis con gue se englobante (Dasein) no puede concebirse sino en la
pretende deslumbramos, haciendo espejear el lustre de la escisión sujeto/objeto que aparece en las situaciones
fisiología sobre la puerta del desván de que nos sacan... " límites: muerte, enfermedad, locura. Jaspers pregona
¿A qué responde esta diatriba contra Jaspers? La- una filosofía de la racionalidad como alumbrado de
can no está quemando lo que adoró. En 1955 Jaspers la existencia, con los dobletes libertad/trascendencia
escribe un libro, De la psicolerapia, que es un libelo con frases asombrosas: "Hay una adhesión de la li-
contra el psicoanálisis. Así pues, Lacan es violento con bertad a la trascendencia, no hay claridad sin objeti-
Jaspers porque es preciso serlo. En ese libro, Jaspers vación; la Antinomia está en que en momentos lími-
alega retomar simplemente las tesis de su Allgemeine tes el sujeto queda dividido del objeto por algo que
psychologie. es la captación de la finitud de la situación y al mis-
¿Quién es Jaspers? Nacido a finales del siglo XIX mo tiempo necesitado de leer los signos del ser y de
en Alemania, hijo de comerciantes mayoristas, cursa es- la trascendencia."
tudios de derecho y luego de medicina. Es asistente de El período 1933- 1945 fue horroroso píIra Jaspers de'
la cátedra de psiquiatría en Heidelberg y tiempo des- bido a que su esposa era judía. El convoy que debía lle-
pués pasa a la filosofía, transformando su cátedra en cá- var a Jaspers al campo de la muerte estaba previsto para
tedra de esta última ciencia. Padece una severa dolencia el I4 de abril de 1945. En este año, Jaspers se va de Ale-
de dilatación bronquial por la que le pronostican que mania, afectado por la escasa repercusión de su libro La
morirá a los 30 años que es la edad en que escribirá su culpa alemana.
Psicopatologla generaL.. En 1910 vive un encuentro En 1950 declara nuevamente la guerra al psicoanáli-
importantísimo: el encuentro con Heidegger, propiciado sis en una conferencia titulada "Zur Kritik der Psycho-
por su maestro Husserl. Aquí comienza un debate Jas- analyse". Reprocha al psicoanálisis el crimen de haber
pers-Heidegger. pensado que la causalidad pueda no ser extraña al senti-
Hay un elogio de Heidegger en el'libro de Jaspers do. La causalidad es extraña al sentido, se la aprehende
gie der Wel tans chauunge n.
P sycholo desde fuera, en el exterior de uno mismo.
I

En "La cosa freudiana", Lacan responde que la cau- se lo engaña" En el proceso, el estado precedente falta.
salidad no es externa sino heterogénea. Cuando no se comprende, se leen los signos. Lo ar¡imal
es lo incomprensible.
"Proceso" se distingue de la disgregación de la con-
J.-A. Miller
ciencia de natu¡aleza neurológica. Con el proceso queda
En la página 651 de Ecrits, cuando Lacan evoca la afectada la noción de responsabilidad del sujeto, así co-
nefasta influencia de la antinomia de Jaspers, lo que se mo se pierde la introspección.
evoca es algo de este orden, la oposición enl¡e causali- Así pues, Jaspers comprendió lo que constituía el pe-
dad y sentido, ya que en la línea anterior menciona la so del sinsentido; esto es lo que retiene Ey en 1962, en
carta forzada de la concepción causal. un artículo sobre la noción de proceso en psicopatología.
"Proceso" daría cuenta del sinsentido en el sentido.
F. Leguil
La antinomia es un término que aparece de otra ma' J.-A. Miller
nera. ¿Por qué es preciso que la causalidad sea exterior
Se ha hecho un paralelo entre Jaspers y Heidegger, y
al sentido? Porque ella permite actuar desde afuera, esto
esto podría ser vinculado con la malriz común, que es
remite a la expresión "dirección de conciencia en vacia-
Husserl. Jaspers intenta aborda¡ la psicopatología a par-
do". La comprensión no pretende ser tan eficaz, ella
apela a la libertad, dice Jaspers. La confusión entre sen-
tir de la fenomenología.Hay una filiación que lleva otra
vez de Husserl a Brentano, a quien Freud conoció.
tido y causalidad constituye para él un crimen de lesa li-
Las oposiciones "explicación" // comprensión" y
bertad, que es reificada. Todo lo que le ocurre al hombre
"sentido // causalidad", proceden de la fenomenología.
tiene un sentido: éste es el error del psicoanálisis
Lacan critica la comprensión en el Libro l,pág.253
(ed. francesa, Les écrits thecniques de Freud), a propó- "Más allá del principio de realidad" es un intento de
Lacan de conslruir una fenomenología del psicoanálisis.
sito del paciente de Balint que le cuenta bolazos. Balint
Hay utilización del método fenomenológico. Pero Lacan
no comprende. "Cuando ustedes no comprenden una
se dio cuenta de que así iba desencaminado.
historia, no se acusen sin más; díganse 'debe tener un
sentido, que yo no comprenda".
La Antinomia de Jaspers juega con las oposiciones
Las cosas que el paciente le cucnta a Balint no for- ll cosa reificada en el dominio de
Experiencia Exterior
lo causal.
man un todo, no son un conjunto, términos estos dos que
En el sentido: comprensibilidad lllibertad subjetiva.
en Jaspers son sinónimos de comprensión. Lacan Ie indi-
En Lagache esto produce, en 1950: "en amplia me-
ca que esta faceta comprensible podría apuntar a una or-
ganicidad, con lo que la tesis de Jaspers queda reducida: dida, la significación fue sacrificada a la causalidad .
En 1957: después de "El psicoanálisis y su enseñan-
en los límites de la comprensión, el cuerpo interviene.
El objeto dela Psicopatología general, de 1913, es za" una de las grandes direcciones del pensamiento de
Lacan, dice Lagache, es una crítica del naturalismo cau-
lo que Jaspers denomina la actividad psíquica y cons-
ciente. "Actividad" es un término que Lacan utiliza con- sal; Lagache reprocha a Lacan hacer una t¡ascendencia
del lenguaje".
tra Henri Ey.
Para Jaspers no hay enfermedad psíquica. Lacan se-
Naturalismo causal y materialidad se oponen a sen-
ñala la relación del trabajo de Jaspers sobre la compren- tido y comprensión.
Este binario no recubre para Jaspers la división físi-
sión con la invención de la esquizofrenia. Abordar la
psicosis por la esquizofrenia es aborda¡la por Jaspers. co y psíquico.
Hartmann, Kris y Loewenstein, como teóricos de la
Jaspers busca un concepto unificador de lo mórbido.
P. Tatossian, en su libro Antropología comprensiva, dice
"ego psychology", se sirven de la misma antinomia.
que hay en Jaspers un eidetismo latente. Cuando la relación de comprensión no conduce a nada,
esto acaba reduciéndose a la causalidad. Lacan, por su
Con la comprensión, Jaspers dice algo que le sirve
parte, trasciende al debate, pues el uso de la cadena sig'
para situar todo lo guc no se comprende del lado de una
nificante deshace la oposición jaspersiana.
esencia patológica, del proceso. Retoma la tesis de Dilt-
Esta oposición Ciencia/tnterpretación viene de Dilt-
hey: en lo que se comprende hay un punto, una génesis
hey. Jaspers reprocha a Heidegger no haber comprendi-
posible en el paso de un estado a otro.
do nada de la ciencia.
A la psicología comprensiva se le opone la psicolo-
gía explicativa, que da cuenta de las causas. Proceso: es
F. Leguit
lo que se opone a lo que se comprende. El proceso es un
concepto forjado en el límite entre comprensión y expli- Cuando uno ya no comprende, interpreta los signos
cación. que el sujeto emite a su pesar. Cuanto menos compren-
Cuando ya no se comprende al Otro, cuando hay demos, más debemos interPretar.
discontinuidad en el sentido, ya no se apela a la psicogé- En cuanto a la esquizofrenia en el sentido de Bleu-
nesis sino a la explicación fisiológica. ler, cuando ya no se comprende el sentido, se interpretan
En la clínica se localiza un proceso, en un corte. El los signos del proceso primario.
pr(rceso pone una barrera a la noción de desarrollo de la La comprensión es limitada, mient¡as que la causali'
personalidad" Los celos, sea el estado de creencia de que dad, la explicación causal, es infinita.

8
f.-A. Miller Lacan retomó esto: no puede haber sentido más que
para un sujeto.
El problema de la intersubjetividad. El cogito cañe- La relación de comprensión es una relación entre el
iano se plantea a t¡avés de una cierta ascesis del sujeto, sujeto y el signiñcado. En este sentido sitúa Ey a Lacan
rs la duda hiperbólica. El problema es distinguir a los como jaspersiano.
,eres hablantes por rasgos que le seari particulares. El aporte de Lévi-Strauss y Jakobson permitirá a
Este problema de distinción de los seres hablantes Lacan tratar de una manera muy diferente la cuestión, el
lntre los entes mundanos fue renovado por Husserl: re- fenómeno del sentido en su relación con el sujeto, muy
)onozco que hay otro sujeto cuando hay un sentido que diferente y más científica.
ro comprendo. Versión de Phitippe La Sagna
29 de enero de 1987 Sin embargo, esta lectura de Ey por Lacan pone en
evidencia que el fenómeno del automatismo mental, en
el punto de cruce de las dos series, apareoe como deter-
Continuación de la exposición de F.I*guil sobre minado en relación con la causalidad orgánica, y como
Jaspen fortuito en relación con la causalidad psicógena com-
prensiva: se trata, pues, de la intrusión de un fenómeno
causal en la sucesión de ideas.
Tratando esta vez de la relación de Lacan con Jas- Esta oposición reaparecerá, en Lacan, con la oposi-
pers, F. Leguil formula la tesis siguiente: "De la caución ción tyche-automaton.
concreta a la oferta de una discontinuidad". Plantea que Se puede considerar que la raíz de la oposición La-
Jaspers integra el circuito por el que Lacan va de de can-Ey reside en la diferente postura respecto de la li-
Clérambault a de Clérambault, o sea que permite a La- betad, libertad que Ey define en función del proceso
can, en el momento de escribir su tesis, una crítica de de causal.
Clérambault que posteriormente, en "Acerca de la cau- Pero allí donde se hablaba en términos de límite de
salidad psíquica", le hará posible retornar a é1. Esta crí- la comprensión, Lacan habla¡á de intrusión significante,
tica de de Clérambault se ejerce en nombre del sentido, lo cual subraya la seriedad con que tomó las infrusiones
por el enfoque fenomenológico, y el retorno a de Clé- alegadas por Jaspers. Pero el inconsciente está estructu-
rambault se efectúa por el significante; de este modo, la rado como un lenguaje y no como un organismo.
xenopatfa de de Clérambault es retomada en el concepto
del Otro. J.-A. Miller
Así pues, el abordaje de la psicosis a partir del sig- El punto que nos interesa es el del fondo sobre el
nificante está precedida por una dialécrica entre el ob- cual aparece la forclusión, lo cual supone que, al desper-
jetivismo de de Clérambault y el semantismo de Jas-
tar estos textos de los comienzos, tanto la referencia a
pers. Desde esta perspectiva, Lacan pone de manifiesto
Freud de 1906-l9l I como los inicios del Lacan psiquia-
el interés teórico del concepto de proceso oponiéndolo tra en la década del treinta, haríamos extraño nuestro
al de comprensión: del lado de ésra, la conciencia, la contexto. Respecto del Lacan de los comienzos, Ia cues-
continuidad, el sentido; del lado del proceso, la solu- tión de la psicosis está en primer plano, es para él una
ción de continuidad, la causalidad inconsciente, el cuestión profesional.
azar,la mutación subjetiva irreductible. El proceso psí- Lacan está en busca de su senda y la encuentra en el
quico se opone al desarrollo: entre ambos, el concepto
fenómeno: asi en "Más allá del principio de realidad",
de reacción. parte de la descripción fenomenológica de la experiencia
[¿ lectura que Lacan hace de Henry Ey se sitria en analítica y de dos puntos que conservan un peso singu-
esta oposición. El fenómeno de automatismo mental es lar: el lenguaje ocupa la experiencia analítica y el oyen-
situado en el cruce de dos series causales: la causalidad te tiene en ella un lugar distintivo. Lacan no escribirá la
orgllnica y la causalidad psíquica. segunda parte prevista, pero ha sido hallada una senda.
En este punto tienen lugar, entre F. Leguil y J.- A.
Miller, un debate sobre esta lectura de Ey por Lacan. Versión de Marie Héléne Brousse

l0
5 de febrero de 1987 Hace explícita su diferenciación de los psicogenetis-
tas: "... si nuestra teoría tiende a despojar a la interpreta-
ción de su ca¡ácter razonante, no por ello anula su alcan-
Frangois l*guil
ce psicógeno, sino que solamente la hace retroceder
Hoy me referiré a la segunda pÍrte de la Tesis de sobre unas modificaciones atípicas, más o menos larva-
Lacan. das, de las estructuras perceptivas" (pág. 210).
La propia sucesión de los tres capítulos dedicados Aimée padece de un síndrome neurasténico: ésta es
específicamente al caso pone en evidencia la influencia la primera clave. La segunda clave es el conflicto vital
de Jaspers. en el plano de las relaciones sociales.
En el primer capítulo Lacan le rinde homenaje: Leguil destaca la sinonimia: vital/moraUsocial/psi-
a) "Proceso" es el concepto capital. castenia.
b) El método de Ia comprensión es el método sano. "La personalidad anterior del sujeto está marcada
c) Fenómenos elementales. ante todo por un inacabamiento de las conductas vitales"
La segunda parte de la tesis está dedicada al examen
@áes.268-269)).
clínico del caso. Los capítulos tratan la siguiente serie: Lacan elimina la hipótesis organicista.
1. Examen clínico del caso- La ilusión de la memoria: "trastorno consisl.ente en
2. ¿Representa la psicosis de nuestro caso un "pro- una insuficiencia de la rememoración, que permite que
ceso" orgánico-psíquico. una imagen-fantasma (evocada a su vez por las asociacio-
3. ¿Representa la psicosis de nuest¡o caso r¡na reac- nes de una percepción, de un sueño o de un complejo de-
ción a un conflicto vital y a traumas afectivos de- lirante) se transformen en imagen-recuerdo" (pág. 213).
terminados? Lacan agrupará seguidamente los fenómenos ele-
4. La anomalía de estructura y la fijación de desaro- mentales bajo cuatro encabezarnientos:
llo de la personalidad de Aimée son las causas a) estados oniroides, coloreados a menudo de ansiedad,
primeras de la psicosis. b) trastornos de "incompletud" de la percepción,
Los tres primeros títulos responden a un método jas- c) interpretaciones propiamente dichas,
persiano. Se destacan dos puntos: a) ¿es posible locali- d) ilusiones de la memoria (pág. 216).
zar el "proceso" en la experiencia clínica?, b) quid de
reacción' Los grupos b, c y d: "dependen de mecanismos psi-
conflicto vital casténicos, es decir que se presentan como trastornos de
Desplazamiento lacanian , ¿ la percepción y de la rememoración, ligados electiva-
rauma afecrivo mente a las relaciones sociales" (pág. 216).
(operado sobre Jaspers) >¡. determinado
¿Es posible definir la psicosis de Aimée como un
proceso?: "Es ésta una pregunta a la cual no podemos
En el título del capítulo 4, Lacan deja de ser jasper-
contestar sino después de haber estudiado las relaciones
siano. Se separa de Jaspers sin decirlo.
del delirio con la historia y con el carácter de la enfer-
Sobre el final de su tesis, y sin citar a Jaspers, La-
ma, con lo que vamos a intentar conocer su personali-
can explica el por qué del método llamado comprensivo.
dad." (pág.217).
En suma, hay que encontrar criterios puramente objeti-
vos 'aptos para proteger [a determinación de un hecho F. Leguil sostiene que Lacan, en el capítulo 2, da un
giro decisivo. El acontecimiento da cuenta de lo que or-
dadol de toda contaminación con las ilusiones, detecta-
ganizaría a la psicosis
das a su vez, de la proyección afectiva." (pág. 310).
Lacan intenta proponer una definición de la perso- l. El acontecimiento da cuenta no de lo que desen-
cadenaría la psicosis sino de lo que Ia organiza.
nalidad que le permita desprenderse del organicismo y
2. El acontecimiento revela el conflicto vital subyacen-
conservar un método de observación objetiva.
te. El acontecimiento nos permite ir del uauma al conflicto.
Lacan es el único francés que saca consecuencias de
las tesis de Jaspers en su propia clínica.
Lacan lrae a colación el "carácter sensitivo" de
Kretschmer. Lo cita en las págs. 93, 100, y 226, donde
Su apuesta consiste en llamar "fenómeno elemental" a
considera a Aimée como una "intrigante refinada".
síntomas en los que se expresan los factores determinantes
Kretschmer le permitirá asom¿¡rse a la cuestión de
de la psicosis. Su ambicién es alcanza¡ una patognomía,
es decir, tratar de arribar al diagnóstico mediante la detec-
conflicto moral, de conflicto vital.
Lacan nos dice que el delirio se organiza en torna
ción de un solo signo que daría su sello a la enfermedad.
Los fenómenos elementales expresarían el mecanismo. del trauma (pá,9.233).
Lo que preocupa a Lacan es determinar en la clínica
aquéllo que, habida cuenta de la historia del paciente, es
Los complejos familiares
nuevo y heterogéneo" En la página 85, Lacan señala que "Queda por esta-
Proceso: lo que excede a los límites de la compren- blecer si los complejos que cumplen tales funciones de
sión. Este eoncepto de proceso permite escapar a Ia hi- motivación y tema en los síntomas de la psicosis, de-
pótesis neurológica. sempeñan también un papel de causa en su determinis-
Interpretación; (págs. 210 y 2ll): Lacan rompe con mo, y esta cuestión es oscura" (pág. 85).
una posición jaspersiana: "el contenido no carece de re- Añade: '.." si bien pretendíamos comprender sínto-
lación con el mecanismo". mas por una psicogénesis, lejos estamos de haber pensa-

ll
do en reducir a ésta el determinismo de la enfermedad. sent¡do. Noción de estado de conciencia.
Muy por el contrario, al demostrar en la paranoia que su . F. Leguil estima que et capftulo en cuestión es más
fase fecunda entraña un estado hipnoico-confusional, abrahamiano que jaspersiano.
onírico o crepuscular-, subrayamos la necesidad de al-
grín resorte orgánico para la subducción mental con la J.-4. Miller
que el sujeto se inicia en el delirio".
La tesis de l¿can es jaspersiana.
Y un poco más adelante, en la pág.87: "El aborto de
El criterio adoptado por Lacan fue el de pretender
la realidad en las psicosis, aparte de deberse en última
insertar la relación de comprensión en la psicopatologfa
instancia a una deficiencia biológica de la libido, revela
de su época. Este es el aporte de Lacan: relaciones de
también una derivación de la sublimación donde el pa-
comprensión.
pel cumplido por el complejo familiar se ve corroborado
Advierte así la forma en que la inserción de este
por el concurso de numerosos hechos clínicos".
único elemento modifica las teorfas en juego.
EI propio Freud aparece no de otro modo que en co-
Relorno a la tcsis
nexión con la relación de comprensión.
En la página 233 (rercer capftulo de la parte II), La- El punto sobre el que gira el debate es éste: el ele-
can sitúa el desencadenamiento de la psicosis de Aimée mento desencadenante es la relación de comprensión.
en forma de sfntomas oniroides e interpretativo de ca- No todo Jaspers es relación de comprensión.
rácter difuso y asistemático. Pero sólo con el trauma La palanca mediante la cual operó Lacan en la clíni-
moral "aparece en Aimée la primera sistematización del ca de su época es, cabalmente. la relación de compren-
delirio en torno a una persona a la cual le son imputadas sión.
todas las persecuciones que la enferma sufre." (40 párra- La originalidad del estudio estriba en que nos per-
fo,pá9.233). mite entender por qué Lacan no quiso publicar su tesis
Y un poco más adelante: "Todos los rasgos que, en durante tanto tiempo. Esta reticencia venía provocada
nuestra enferma, podrían relacionarse con los caracteres sobre todo por el énfasis puesto en la relación de com-
atribuidos a la constitución llamada paranoica prensión. Concepto que él va a critica¡ en el Seminario
-sobres-
timación megalomaníaca, desconfianza, hostilidad al sobre L¿s psicosis, donde dirá, en paflicula¡:
medio, errores de juicio, autodidactismo, acusación de "Observemos sin temor de comprender demasia-
plagio, reivindicaciones sociales-, aparecen en ella só- do"."Cuídense de comprender demasiado".
lo secunda¡iamente a la eclosión delirante" (pág. Za3). En la página 320 de su resis, lo que queda en evi-
¿En qué se ha progresado? En considerar que lo que dencia es el método de la doctrina.
se considera moral es tan sólo secundario. El ..proceso" "Esto basta para establecer que nuestro método, fun-
no nos explicita la lijación ni Ia sistematización. dado en las relaciones de comprensión inmediatamente
¿Cuál es el quid de la elección de la psicosis? Este captables en los fenómenos, se abstiene en principio de
es el interrogante gue cierra el capítulo: ...¿por qué unos utilizar dichas relaciones simbólicas" (pág. 320).
(los procesos hipnoides) y otros (los traumatismos psí- Es decir que las relaciones de comprensión surgen
quicos que constituyen la trama de toda vida humana) de los fenómenos mismos.
determinan en un caso dado una psicosis, y una psicosis En la observación se ponen los prejuicios entre pa-
paranoica, y no algún otro pr(rceso neurótico o algrin de- réntesis y los fenómenos se manifiestan con el sentido
sarrollo reaccional? (pá9. 2aq. que llevan consigo.
Así es como Lacan concluirá el capítulo: planteando Nosotros hemos definido el método como com-
que la causa primera de la enfermedad de Aimée no debe prensivo.
ser sit¡rada en el proceso sino más bien en el desarrolto. Lacan dirá: "Hagamos constar aquf que en el trabajo
Ahora el capítulo 4, que trata sobre las ..relaciones de Jaspers es donde hemos encontrado el primer modelo
de comprensión": de la utilización analítica de esas relaciones de com-
"EsLas funciones vitales sociales, que, desde el pun- prensión con las cuales hemos constituido el fundamen-
to de vista de la comunidad humana, caracterizan a di- to de nuestro método y de nuestra doct¡ina." (pág. 335,
rectas relaciones de comprensión, y que en la represen- segundo prírrafo.)
tación del sujeto esrán polarizadas entre el ideal En la IIIa. parte del trabajo es todavía más claro. La-
subjetivo del yo y el juicio social de los demás, son can es el primero que aplicó el método de comprensión.
aquellas mismas que hemos definido como funciones de Concepto de personalidad: se trata del individuo
la personalid ad" (pág. 247), captado a partir de la relación de comprensión. "El indi-
I4can presenta el método del capítulo: se trata del viduo captado, como sujeto del sentido" (J.-A. Miller).
método semiológico. Cuando la personalidad como tal tiene un valor
l. Método semiológico comprensivo y su desarrollo es dialéctico, efectuándose
2. Método histórico en relación con lo social. He aquf, pues, esos tres ele-
3, Método consistente en asociar la herencia a las mentos:
teorías reactivas. a) esa personalidad presenta una significación
Reacción: todo acontecimiento que asegure el retor- comprensiva
no a la homeostasis. Reacción asociada al retorno del b) hay progreso dialéctico y no simple desarrollo

t2
c) apertura a la dimensión social en función de las Leguil pasa a definirnos lo que constituye la preocu-
relaciones de sentido, el individuo articulado pación, la ambición y la apuesta de Lacan.
con su Unwelt. La preocupaciá¿ consistirá en proponer una defini-
¿Cuál es el esfuerzo de LacanT Demostrar de qué ción de la personalidad que le permita desprenderse del
modo las psicosis son fenómenos de la personatidad. organicismo y conservar un método de observación ob-
Esto nos explica por qué eligió la psicosis paranoi- jetiva. Leguil hace notar que Lacan es el rinico francés
ca. Son las más accesibles a la comprensión. que saca consecuencias en su práctica de las tesis "jas-
Lacan ordenará las psicosis segrÍn el eje de la com- persianas".
prensión (pá9.323). La apuesla de Lacan en este momento consiste en
¿Qué cosa es susceptible para nosotros de vectoria- denominar fenómeno elemental a slntomas en los que se
lizar la clínica diferencial de la psicosis? expresan los factores determinantes de la psicosis.
Para realizar su primera demostración, Lacan elige La ambición es alcanzar r¡na patognomía, es decir,
aquellas psicosis en que el mecanismo orgánico se
tratar de llegar al diagnóstico mediante la localización
muestra menos convincente, y que podemos enfocar par- de un solo signo que da¡ía su sello a la enfermedad.
tiendo de la psicologfa. A continuación, examina el caso Aimée. Para res-
En 1932, el psicoanálisis se deñne por su eminente ponder al interrogante de si la psicosis de Aimée es un
apertura psicológica, que, radicaliza el método de ta proceso, Lacan estudia antes las relaciones existentes
comprensión. entre el delirio y la historia y carácter de la enferma.
Lacan intenta captar el sentido en la objetividad. F. Leguil formará una serie con los conceptos de
Aspira a captar el sentido a paflir de un punto de vista acontecimiento, desencadenamiento, organización del
científico y no afectivo. delirio, trauma y conflicto. Después precisará las refe-
Nos dirá que " ...por ilusorio que sea, este sentido, rencias a Kretschmer en que Lacan se apoya.
al igual que cualquier otro fenómeno, no carece de ley. El capítulo 3 se cierra con la cuestión de la elección
(pág.Z4i,párrafo 2). de la psicosis. Lacan plantea que la causa primera de la
Lacan hace apelación a una ciencia fundada en la enfermedad de Aimée no debe ser situada en el proceso
objetividad en lo que respecra al sentido. sino más bien en el desarrollo.
Lacan es neo-jaspersiano, radicaliza la retación de En el capítulo 4 trata de las relaciones de compren-
comprensión. sión. El método es semiolégico. Nuestro comentador es-
Lacan aplica ta relación de comprensión al ámbito timará que este capítulo es "abrahamiano" antes que
de las psicosis y se aboca a ello partiendo de la ciencia. "jaspersiano".
Freud demuestra el determinismo de los fenómenos
de la vida psíquica. Se exponen ahora los ocho puntos que hemos extrai-
Tendencia concreta de Lacan: no tiene nada de orgá- do de la intervención de J.-A. Miller:
nica. La tendencia autopunitiva es un fenómeno signifi- l. La tesis de Lacan es'Jaspersiana".
cativo, está inmersa en el sentido. En cuanto a la libido, 2. El procedimiento de Lacan consistió en tratar de
Lacan trata este concepto como energético. En la pág. inserta¡ la relación de comprensión en la psicopatología
320 utilizará el concepto de "energía psíquica". de su época.
Lacan siempre se sitúa en confrontación con la cau- 3. El aporte de Lacan es Ia relación de comprensión,
salidad orgánica. como palanca que opera sobre las teorías de su tiempo.
Dimensión actual: hay lesiones, etc., pero de una ma- 4. La originalidad reside en que podemos entender
nera u otra Ia personalidad forja un senüdo para ésto, aun por qué razón Lacan fue reticente a la publicación de su
si la causa es orgánica. El sujeto tendrá que implicarse. tesis: énfasis puesto en las relaciones de comprensión.
Lacan define el síntoma psicógeno: "un síntoma 5. Lacan es el primero que aplicó el método com-
o mental- cuyas causas se expresan en función prensivo. Define la personalidad como el individuo
-físico
de los mecanismos complejos de la personalidad" (pág. aprehendido a partir de la relación de comprensión. El
45). A partir de la personalidad, las causas acaban dota- individuo aprehendido como sujeto del sentido.
das de sent¡do. 6. El esfucrm de Lacan es caphr el sentido a partir de
-------> eso es causal tan sólo en función del un punto de vista científico. Hace apelación a una ciencia
sentido que el sujeto le ha dado. fundada en la objetividad" Es "neo-jaspersiano", radicaliza
El punto impor[ante sigue siendo el de la implica- la relación de comprensión.
ción del sujeto en estos fenómenos. 7. I¿ "tendencia concreta" de I-acan no tiene nada de
orgiánica; es un fenómeno inmerso en el sentido.
Resumen 8. Lacan siempre se sitúa en confrontación con la
causalidad orgánica. J"-A. Miller subraya que, aun si la
Después de haber situado los tres primeros capftulos
causa orgárica existe, el sujeto tendrá que implicarse.
de la segunda parte de la tesis de Lacan como 'jasper-
sianos', Frangois Leguil nos dirá que en el cuarto capí-
tulo Lacan se separa de Jaspers sin decirlo. Versión de Luis Solano

l3
sis, pág" 77). Kretschmer, por su pafe, modula esta re-
12 de febrero de 1987 acción en función del carácter, del acontecimiento vivi-
do y del medio. Otros tantos elementos que entran en el
marco de las "relaciones de comprensión". Esto es lo
S. Zizek y H" Schulz que Lacan integra en su psicogenismo. Para Lacan, es
Efectúan sendas puntualizaciones que siguen una psicogénico todo síntoma "cuyas causas se expresan en
misma dirección: el psicoanálisis y el tema de la com- función de los mecanismos complejos de la personali-
prensión. Señalan las diferentes reapropiaciones del psi- dad... y de su desarrollo" (id., pág.45).
coanálisis por parte de la filosofía. Queda por realizar Pero dentro del ma¡co general de las relaciones de
un estudio sobre el tema de la comprensión, de Brentano comprensión , Lacan se detiene, lo mismo que Jaspers,
a Husserl. ante lo que éste denominó "proceso psfquico", para él
incomprensible. En efecto, este proceso introduce en la
J. -A. Miller personalidad un elemento nuevo, heterogéneo, irreducti-
ble a toda comprensión y que no depende de organicis-
Se refiere seguidamente al jaspersianismo de Lacan
mo alguno, ya sea lesional o tóxico, ni de ninguna cons-
tal como queda de manifiesto en la primer parte de su
titución.
tesis. El debate psicopatológico en el que Lacan se ins-
Los "sentimientos intelectuales" analizados por Ja-
cribe es el que se suscita a partir del tratado de Kraepe-
net y las "interpretaciones zafias" descriptas por Meyer-
lin de 1899. Se oponen dos tesis:
son y Quercy, constituyen en cierto modo el paradigma
A) El psicogenismo, con un doble componente: de este proceso. Detrás de lo cual Lacan ubicará todo
l. Las teorías de la constitución (escuela francesa) aquéllo que se denominará "fenómeno elemental" en
2. Las teorías de la reacción (escuela alemana) una psicosis.
B) El organicismo, también con un doble compo-
La conclusión que se desprende es que Lacan, en su
nente:
tesis, fue enteramenle jaspersiano. De un modo positivo,
l. Organicismo puro porque las relaciones de comprensión se ajustaban per-
2. Proceso psíquico de Jaspers. fectamente a su teoría de la personalidad; de un modo
negativo, en la medida en que Lacan reserva una suerte
La originalidad de la tesis de Lacan radica en apoyar- particular a aquello que escapa a la comprensión y que
se en parte sobre las teorías de la reacción psicogénica, y queda interesado en el proceso psíquico.
en parte sobre el proceso psíquico, es decir, organicista. Tal vez se pueda agregar que el Lacan que vendrá a
Oponiéndose a los defensores de la teoría de la denunciar las relaciones de comprensión se inscribe en
constitución, innata y hereditaria (Sérieux, Capgras), este debate de Lacan contra Lacan
Bleuler encuentra la explicación de la enfermedad en
"las reacciones del sujeto ante situaciones vitales" (te- Versión de Jo Attié

t4

I
5 de marzo de 1987 comenzaron diez años antes, durante un emba¡azo que
culminó en el alumbramiento de un niño muerto. Por
otra parte, la amenaza de muerte sobre el hijo se enlaza
Exposición de Jacques-Alain Miller sobre la se-
gunda parte de laTesis("El caso Aimée o la paranoia con un suceso traumático producido en la generación
de autocastigo" )
anterior: el mayor de los hijos muere estando la madre
de Aimée encinLa (el niño cae por la abertura de un hor-
no encendido).
D os obse rvacione s preliminarc s :
l.Problema de la monografía: el método prototípi- El Otro de Aimée: los enemigos.
co tal como Lacan lo establece, es decir, no una síntesis Cuando da a luz un niño muerto, imputa esta des-
descriptiva sino una "descripción concreta", es nuevo. gracia a sus enemigos y concentra la responsabilidad
Contamos con muchas monografías de Janet, Flournoy, de esta muerte en su mejor amiga. La "cristalización
Azam, pero son excepciones. En cambio, en el campo hostil", como la llama Lacan, tiene lugar a raíz de una
propiamente psiquiátrico existe una tradición monográ- llamada telefónica de esta amiga, poco después del
fica sobre hombres famosos, en particular autores. En parto. El punto de inseminación va a cristalizar y pre-
cierto sentido, Aimée se halla a medio camino entre esta cipitarse en el atentado contra la señora Z. Lacan po-
tradición y la monograffa puramente clínica, puesto que ne de relieve la serie de reduplicaciones de esta figura
sus escritos eran apreciados por los surrealistas. inicial. La señorita C. de la N., su amiga, es la posta
hacia la señora Z.: gracias a su amiga oyó hablar de
2. Comprensión: la comprensión aparece como un
ella por primera vez (véase pá9.226, pág. 165). Antes
criterio clfnico de discriminación, según se expresa en la
de ser su enemiga, la señorita C. de la N. había sedu-
definición de la página 309: "dar su sentido humano a
las conductas y fenómenos mentales presenl.ados por los ,
cido a Aimée: homología de la serie persecución-se-
ducción. En la página 226, Lacan clasifica a esta ami-
enfermos". Véase también el artículo de Lacan en "Le
ga dentro del tipo que se opone al sujeto "a la manera
Minotaure", con apoyo en J. J. Rousseau, que coincide
como se opone al objeto su imagen invertida en el es-
con la posición tomada por los surrealistas en cuanto a
pejo" (cita de Kretschmer). Matriz de la serie: la ma-
la dignidad humana de la locu¡a.
dre y la hermana mayor. La hermana mayor, "Ruth de
A los ojos de Lacan, el riesgo de proyección que la
un Booz tendero" que se había visto defraudada en su
comprensión puede representar es "sofleable por criterios
necesidad de ser madre (pág. 230), va a vivir a la casa
objetivos": las relaciones de comprensión "brotan de los
propios hechos", no vacila en afirmar en la página 310.
de Aimée ocho meses después de la boda. La confe-
sión de la oposición a la hermana se abre paso tras la
admiración de pura fachada, cuando su atención recae
J. -A. Miller pasa seguidamente al examen porrne-
en otra cosa. (Observación de Colette Soler: el méto-
norizado del caso propiamente dicho.
do es herencia de de Clérambault, para quien es preci-
Relectura del primer párrafo de la pág. 153 ("El
so manejar a estos pacientes, conmoverlos y entonces,
atentado"), con su sabroso estilo de pastiche periodísti-
sin darse cuenta, hablan).
co. (Hugo Freda nos señala de paso un trabajo de Male-
En la página 147, Lacan evoca, en lo relativo a este
val, "Recherche exhaustive sur l'événcmenl,", centrado
punto, ta enseñanza de Westerterp sobre las experiencias
en una compilación de los diarios de la época.)
iniciales que determinaron el delirio.
Tomada de frente, Aimée opone una reacción de de-
El nombre de Aimée: el retrato de Aimée se conden-
negación a toda sospecha referida a su hermana mayor.
sa en el nombre que ella misma se pone en un escrito y
que Lacan le otorga a su vez como insignia de su eroto-
Reproche mayor que sislematiza el delirio.'reproche
manía. Su nombre es por sí solo un diagnósticu, el nom-
a la hermana de haber raptado al niño, pero desviado so-
bre de su posición erotomaníaca.*
bre un sustituto: la amiga envidiada, la enemiga más ín-
Aun cuando Lacan no aporte en su informe ninguna
coordenada transferencial, de lodos modos señala, en la
tima desconocida. Desconocimiento que se desplazará
hacia la señoraZ.
página 158, que "sus relaciones con su médico no están
En el abordaje de cste caso se aísla, pues, unafun-
indemnes de un eretismo imaginativo vagamente eroto-
ción, un lugar:
maníaco" Aimée se cree amada".

El objeto
de Aimée. Objeto princeps: su hijo. "Uni- F(x) = función del ldeal
co objeto de su inquietud". La postura de Aimée es la de
(x) = a su turno - Sarah Bernard
Andrómaca ("Unico objeto de mi resentimiento"), y se - la amiga
la describe en forma general como de una gran dignidad - la señora Z"
(págs" 157, 158). "Hice eso porque querían ' la mujer que ella quisiera ser.
matar a mi hijo" (pá9. 159). -dice-
Los trastornos de Aimée
La noción de autocasliga, que resume todos los ele-
Nota de traducclón: (4-3-87) mentos! aplasta un poco el relieve del abordaje detallado
* El nomb,re propio Aimée corresponde al participio del verbo del caso. El autocastigo pone de manifiesto que Aimée
aittu,r
"'
" NmaÍ'". Aim& si gnifica, pues "amada". se agredió a sí mism4 pero nos reduce demasiado rápi-

15
damente al 'auto". Los elementos dispersos que consti- Por otra parte, las referencias a Guiraud (pá9.237)
tuyen al Otro (y ¿ la función del Ideal) merecen por sl meurtres immotivés"-, al enemigo interior en
mismos atención.
-"lss
el que se objetiva la enfermedad, y al "kakon" que el su-
jeto quiere matar (pá9. 301) nos acercan extrañamente a
Ia noción del pequeño a coma éxtimo. Pero aquf también
Lugar de la literatura erotomanfaca de Aimée: debe
la notación clínica del autocastigo impide a Lacan com-
ser puesto en relación con un desfallecimiento simbóli-
prender en todo su alcance el estadio del espejo y la es-
co; necesidad de un socorro benévolo (el Príncipe de
cisión del Yo (la alienación). El autocastigo nos devuel-
Gales) en esta erotomanía.
ve al "yo mismo" como tal.
Erotomanfa = retorno de la forclusión.
A través de este caso I-acan se pregunta si se trata
devrr procesa o de wta reacción.
La sopladura del delirio (expresión re tomada
en 1966). Respuesta: ni lo uno ni Io otro (respuesta basada en
Los temas del delirio quedan completamente reduci-
el concepto de personalidad). De un lado y de otro La-
can demuestra lo mismo: todo está ligado alas relacio-
dos a su admisión, pero ningrin alivio sucede al acto pro-
piamente dicho. Todo cae de un solo golpe (pág. 250), nes sociales, esto es, al Otro (A).
pero, a diferencia de los delirios pasionales, después de
El pulido de la clfnica es aquí patente, aungue em-
la agresión no se produce nada semejante: Aimée "se cu-
brionario. Asimismo, Lacan hace de los cuatro fenóme-
nos elementates por él distinguidos --estados oniroides,
ra" estando en prisión durante el tiempo del castigo. La
sedación se produce cuando el acto recibe castigo. Esto
incompletud de la personalidad, interpretación, ilusio-
nes de la memoria- otros tantos trastornos de la per-
es lo que justifica el término de autocastigo.
cepción y de la rememoración ligados a las relaciones
Eslatuto de los elementos quc aparecen en el lugar sociales, otros tantos trastornos en la relación con el
(x) Otro simbólico.
de en F(x): en el fondo, Lacan ha descubierto ya el
En el fondo, mientras que a la entrada de la tesis la
estadio del espejo en el caso Aimée, en la noción misma
que nivela en una línea a.a'.a"... = yo (hallando su nú- clave es Ia relación de comprensión, a la salida tenemos
la relación social.
cleo en el complejo fraterno, pág. 261). Véase también
la calificación de imagen invertida en el espejo, referida
a la amiga. Versién de Yves Depelsenaire

16
4" David Yemal y Hugo Freda: Las psicosis en el psi-
12 de marzo de 1987 coanálisis argentino.

Jacqucs-Alain Miller hace una lista de propueslas


4. Clínicaz
de trabajo para los parlicipantes del seminario sobre
cllnica dderencial de la psicosis. Ie formales :
-Diferencias
Propone clasificarlos en cinco categorlas: Freud, a) Trayectos en un caso clínico
Lacan, Ílistoria de la Clínica, Clínica, Práctica.
l. Frangoise Koehler: Del autismo a la paranoia, pre-
cisión de este pasaje en una cura iniciada cuando
1. Freud
el paciente tenía 4 años y que se prosigue desde
l. Anne Lysy: La pérdida de la realidad en la neurosis y hace 18.
la psicosis en diferentes textos frendianos.
2. Micháel Turnheim: Sobre Otto Gross. 2. Franz Kaltenbeck: Sobre un trabajo de Adolf
3. Marc Strauss: El delirio del Hombre de los Lobos. Wólfli, "Von der Wiege bis zum Fraab" ("De la cu-
na a la tumba").
2. Itcan: b) Formas de psicosis
le
- Hasta la "Cucslión preliminar...' l. Nancy Beaufils: La psicosis puerperal.
1. Silvia Tendlarz: Antecedentes de Lacan. 2. Christian Vereecken: t¿ melancolía.
2" Marianne Rouveaux: Primeros escritos sobre la pa- 3. Alain Grosrichard: J. J. Rousseau, Ia paranoia y su
ranoia y la cuestión del estilo. posición de fascinación social.
3. Dimitris Vergetis: Cambio de una lingüística de la 4. Estela Solano: El autismo.
palabra a una lingüística de la palabra a una lin-
güística del significante, del Seminario III a los 2e estruclura psicótica
-La
Escritos. a) Elementoscaracterísticos
4. Claude Léger: La pasión (delirio pasional) en Lacan, l. Angel Enciso: A propósito de los neologismos
de Clérambault y otros, tomando como base el escri- 2. Philippe Hellebois: la increencia.
to de Lacan "Acerca de la causalidad Psfquica".
b) Desencadenamiento
2e-4e 1955 a 1975 l. Jean-Jacques Gorog y Piene Naveau: La coyuntura
Pa¡tiendo de las dos notas
de desencadenamiento, referencias del Seminario
de Lacan a Jenny Aubry
(Omicar? 37), nuevos apor- III, Katan y Westertep.
l. Alexandre Stevens
2. Antonio Di Ciaccia tes a la cuestión de la psi-
cosis durante el período c) Estatuto de diferentes conceptos y del fenómeno psi-
1955-t975. cosomático
l. Charles Schreiber: Fenómeno psicosomático y psi-
cosis. Referencia a Ida Macalpine.

3e -4 parfir de 1975, es decir, del Seminario Le sint- 2. Ceneviéve Morel: Sublimación y psicosis; en el ca-
home so de Joyce, Lacan habla de sinthome y no de subli-
mación; exarnen del punto en lo referente a la cien-
l. Marc Strauss: Relaciones entre las formaciones
cia.
imaginarias y las suplencias.
2. Sol Aparicio: El sinthome, ¿cambio de estatuto del 3. Frangoise Schreiber: Fantasma y psicosis. ¿El objeti-
Nombre del Padre? vo de la cura es producir un axioma?: por ejemplo,
un fantasma de dimensión asintótica segrún la escri-
4e
-1.
J" Bouquier: Topología y psicosis (¿punto de en- tura propuesta por Eric Laurent: I '& (a).
lace FreudlLacan?) 4" Giséle Chaboudez: La cuestión del deseo en el psi-
cótico. Asumir el deseo de la madre, congelación
3. Historia de la clínica: del deseo (R.S.I.), tener el objeto (a) a su disposi-
l. Zizek: la influencia de Schelling (eshtuto ético del ción (Lacan 1967, "Psicoanálisis y formación del
mal) sobre la noción de psicosis en Kraepelin. psiquiatra").
(Propone igualmente un trabajo sobre la ley del co- 5. Jean-Piene Klotz: Muerte del sujeto en la psicosis
razón, el delirio de presunción y el alma bella en y muerte del Otro en Ia neurosis.
Hegel, pero Jacques-Alain Miller le sugiere limiu¡-
se a Schelling.)
d) La cuestión del Padre
2. F" Garrigues: La folie d deux en la historia de la
clfnica" 1. Claude Duprat: Ia forclusión en relación con la es-
3. Roberto Derbez: los borderline, desde Ia génesis tructura que incluye a (a).
del término en los autores anglosajones. 2" Annie Staricki: Incidencias del Padre real.

t7
3. Maxime Legros: El poder parental en una familia nivel histórico, Abraham, que echó los fundamen-
rusa.
-atos de la clínica diferencial de las psicosis entre sí,
y la cuestión de si puede hallársela en otros auto-
res.
e) Clfnica diferencial psicosis/neurosis
---el estudio del estatuto del objeto (a) en las diferen-
l. Philippe La Sagna: Lectura del Hombre de las Ra- tes psicosis.
tas con Schreber
2. Frangois Balmés: Puntos de clÍnica. Alain Grosrichard

5. Práctica: propone trabajar sobre Roussearl citado por Lacan en


la tesis y en "El problema del estilo y la concepción psi-
Jo Attié: la transferencia en la cura.
quiátrica de las formas paranoicas de la experiencia".
Rousseau, paradigma del paranoico y de sus efecto de fas-
Las falus: cinación social (ya previsto en el apartado "Clfnica').
Realizada esta vista de conjunto, se apuntfuon una
serie de faltas: Versión de Rachel Fajerstajn

l8
2 de abril de 1987 locado?" ¿Qué sucede con el fenómeno transferencial ge-
nerado por la entrada del psicótico en el discurso analíti-
co? Fuera de la t¡ansferencia, empuje a la mujer; dentro
Cuestiones actuales en el abordaje dc las psicosis, de la t¡ansferencia, erotomanía. Ello habla de la interro-
gación, de Ia prudencia necesa¡ias para la interpretación y
Exponen Serge Cotlet y Eric Laurent.
para el fenómeno mismo del encuentro, articulado espe-
cialmente con la transferencia en Ia psicosis.
Serge Cottet
Ya en abril de 1976 Lacan en la apertura de la Sec- 5.'¡ La forclusión y la cuestión de Ia suplencia a la
ción clínica se refería a las Memorias del Presidente así llamada ca¡encia paterna. Eric Laurent a propósito
Scfueber utilizando las categorías que estructuran a los de Joyce, imaginario de seguridad, ego fabricado del
cuirtro discursos (cf . OrnicarT ne 9). Es decir, hacer tra- psicótico.
bajar S¡, 52l ylaien las psicosis, como para ponerlas a El tema de las suplencias es delicado, no se puede
prueba. No retroceder ante la psicosis no implica forzo- reparar la psicosis inflando lo imaginario (mención de
samente "psicoanalizar" al psicótico. Son de destacar una discusión con Serge André en Gand).
cinco puntos:
l. Hay un trabajo de disolución de la clínica psi- Jacques-Alain Miller
quiátrica; ésta es objeto de una disolución por parte del Comenta a este respecto la página 551 de Ecrits,re-
DSM'III, que barre, diluye, borra las estructuras clíni- cordando que si no existieran los términos simbólicos,
cas. A diferencia de este discurso, la clínica lacaniana los términos imaginarios se aplastarían unos sobre otros.
pone un ma¡cado interés en los fenómenos elementales, Leer al primer Lacan a partir del último no signiñca mo-
rasgos específicos a paflir de los cuales se puede esta- dificarle los términos.
blecer un diagnóstico y poner al desnudo Ia estructura.
S. Cottet
2. La vieja clínica aguanta. Por el hecho mismo de
esa disolución, muchos trabajos toman por objeto la ¿Cuáles son las consecuencias terapéuticas de esta
frontera entre neurosis y psicosis. Crítica del borderline. referencia (suplencia)? ¿Curación espontánea fuera del
Concepto de despersonalización. El tema principal sigue análisis? ¿Ayuda la transferencia a esos momentos de
siendo la clínica diferencial esquizofrenia/paranoia. Se pacificación, o impide sus efectos? ¿Hay un savoir
acentúa la asimetría, se indaga en el "fuera del discu¡so" faire?
del dicho esguizofrénico. A veces, ello permite pregun-
tarse por la posibilidad de histerización del psicótico es-
quizofrénico. Díscusión
La categoría lacaniana de empuje a la mujer, o de
goce, son muy utilizadas. En cuanto a la psicosis manía-
E. Solano
co-depresiva, ¿constituye ésta un punto tope? En lo que
atañe a la psicosis maníaco-depresiva, no hay disolu- Recuerda que con el autismo no es tan fácil. La reti-
ción. Aquí aparece una discrepancia. cencia del psicoanálisis es mayor con adultos psicóticos
que con niños. En las cu¡as de niños, la dimensión de
llamada al Otro es más marcada.
I J. ¿ra
3. qué Lau¿u¡
¿A qus Lacan auus¡mosl Al uttlmol
acudimos? At último: las categort-
categorí-
las
fundamentales utilizadas en las exposiciones de Gand
lson el goce, la relación del psicótico con el Otro goce. F. Kohler

I H"y una tendencia genlral a sep¡uarse de la ..cues- Sólo se habla de curas exitosas. Lugar del saber a
Itión preliminar";
oreliminar": se ¡tsu¡q
¡¡rs¡ , rv nncn
hahta poco
habla ¡le lnc
de
PUvu ug Moanrin¡ Ae
las /r¡
tatD Memorias de ocupaf por un"yo sé".
'Schreber y las concepciones lacanianas de la psicosis
llueOan * t-to desprendidas de sus orígenes. §e habla C. §oler
lmucho del seminario sobre Joyce y de las dos notas so- El psicoanalista no puede ocupar el lugar del saber,
ibre el niño de la carta de Lacan a Jenny Aubry.
I
pues recibe desmentidas de este "yo sé". Con el niño au-
I tista, la única desmentida viene de los colegas.
I 4. La cu¡a del psicótico plantea probternas, menos la
lde niños que la de adultos. En el niáo todo parece mos- E" Solano
lrarse como si el objeto (a) estuviese presente ahí en la
experiencia. Es un primer tiempo, petrificado el niño en un signi-
La cura del psicótico plantea el problema de la ficante solo y único, hay un "yo soy" del analista. Una
lransferencia y de su manejo en la psicosis. vez que el niño queda afectado por el lenguaje, la posi-
ción del analista debe cambiar.
R. nroca
H. Freda
"Si el psicótico está en el lugar del objeto (a), ¿en
qué lugar debe colocarse el analista? No hay ran sólo un manejo diferente de la transfe-
¿En qué lugar es co-
rencia o un efecto de moral, no se trata sólo del lugar

t9

t
¿il!
del Otro, sino también del desanollo y de quién hace la las psicosis pasionales y la serie desplegada erotomanía,
demanda" megalomanía, del concepto vasto de esquizofrenia.

F. Josselyn
En 1956, Seminario sobre la psicosis y "Cuestión
Ot¡a diferencia es que el dibujo precede a la palabra. preliminar... ": el acento recae sobre el desencadenamien-
to, la psicosis en sus co)runturas, en srxs rupturas. Con la
H. Freda dificultad siguiente: en este momento no hay indicación
sobre la psicosis infantil, con lo que hubo más desarrollos
¿No hay lugar en el niño para la sugestión, y enton-
ces un lugar de otro que sabe? Un conocimiento de la por parte de los discfpulos. Serge Leclaire; Frangoise
topología del sujeto proyectada en los dibujos demanda- Dolto: déficit simbótico y refuerzo de lo imaginario. Aquf
dos por el Ouo. Niño-objeto, utilizable por el analista el desencadenamiento es un punto problemático.
que lo encuadra partiendo del saber.
En 1964, respondiendo al libro de Mannoni (Enfan-
A. Zenoni ce alienée),Lacan dice que "aquí se int¡oduce ta dimen-
sión psicótica en esta niña débil". Eric Lau¡ent destaca-
Pone el acento en la aporía de la cu¡a posible con el
adulto. Efectos terapéuticos producidos por el signifi- ba la diferencia entre "se introduce" y el tema del
cante desconectado de 52. Estos efectos deben ser aisla- desencadenamiento. Lo mismo en la carta a Jenny
dos y mantenidos en su virtualidad. Lugar de una cura Aubry: "Resulta de ello que en la medida misma de lo
en otro espacio diferente del campo social de t¡atamien- que presenüa de real, estará expuesto a un mayor sobor-
to del psicótico, de ahí una parcialización de la erotoma- no en el fantasma."
nía y una desconexión de los dos lugares del discurso
(agente y Otro). En 1966, en torno a la presentación de lu Menw-
¿Freud, Lacan? ¿Qué se ha hecho hoy de la noción rias, cuestionamiento del goce como aquello ante lo
de delirio como tentativa de curación? Si lo toma en otra cual retroceden los psicoanalistas.
forma, distinta de la curación. El delirio permitiría una
pacificación de los aportes al significante a título de En 1976: remiendo del ego; imaginario de seguridad
aceptación de un nuevo modo de goce (reconciliación y elección del yo son otras tantas cuestiones de los fenó-
sch¡eberiana, con el empuje a la mujer. ¿Se debe insistir menos clínicos (más relacionados con los desencadena-
en esta verriente?). mientos tardíos).

C. Soler En la clínica anglosajona, después de cierto entu-


A propósito de Schreber, evoca Ia figura desdoblada siasmo hacia 1956, no hubo nada más. Sólo algunos ca-
del dios Jano. Amo supremo del Universo y Amo supre- sos de Winnicott, aislado en su enseñanza en Londres.
mo en maldad. El analista llega a figurar este lugar de Las publicaciones recientes no abundan en las librerías,
garante del Universo. Hay pacificación a través del mo- sólo hay algunas reediciones, ensayos de Tustin raros y
vimiento de la cura, reducción de la metáfora delirante, marginales en el movimiento psicoanalítico. En cambio
desinflamiento de sus efectos imaginario, dejando como cobran mayor peso los autores norteamericanos. Publi-
nódulo una convicción delirante, suerte de modus viven- cación reciente de 42 vidas en tratamien¡o (42 personas
di. ¿Hay una finalización y una separación posibles? observadas durante 30 años. Estudio de la Menninger
Una finalización, sí, pero ¿una separación? El psicoana- Clinic en tramos de 15 años. O., Kernenberg). Ha cam-
lista queda como garante (referente). biado el gusto frente a la cuestión que la psicosis plantea
al analista.
E. Laurent
Cómo reactivar al interés sobre los límites de la psi-
Las cuestiones que la psicosis plantea a los psicoa- cosis: Lacan no consideró la psicosis como r¡na topolo-
nalistas varían según los momentos. Si nos referimos a gía de lugar con un límite, sino la psicosis misma como
la enseñanza de Lacan, debemos constatar que produjo límite, "locura como límite de la libertad". Retomado en
cuestiones diferentes. Se observa en su enseñanza una 1956, función del fantasma en la psicosis, caso Schreber
cierta periodicidad. Cada diez años se produce una rede- y su modo asintótico de alcanza¡ el goce. En 1976, Joy-
finición del abordaje de las psicosis.
ce, límite por anudamiento y ajuste en una nueva con-
1946:"Acerca de la causalidad psfquica" cepción del tema mismo del límite.
1956:Seminario III y "Cuestión preliminar... " Este interés parece basarse en un hecho empírico: la
1966:Sobre la presentación de las Memori¿s del clínica de las psicosis cambia porque cambia el discurso
Presidente Schreber del Amo"
1976;loyce. . Los encuentros de psicóticos con analistas, §on ca-
En l946, "Acerca de la causalidad psíquica": se tra- davez más frecuentes.
ta de la clínica diferencial de las psicosis. Lacan hace . Los niños analizados crecen (aquí se plantea la
emerger el grupo de las paranoias (cf. de Clérambault), cuestión del desencadenamiento)

20
Los practicantes, en cambio, dicen que las psicosis tico" Cuando esto se produce, sorpresa del psicoanalis-
están disminuyendo (hay menos catatonías, alucinacio- ta; no se trata de yugular la sorpresa sino de reavivarla,
nes, etc... ), que los neurolépticos las hacen desaparecer. investigar y restituir toda su importancia y todo su pe-
Somos la primera generación que vive con eso y con la so a los fenómenos elementales, aun en sus pequeñas
parcelación clfnica. Y lo que se veriñca es que el trata- singularidades: neologismo, mensaje que no viene del
miento quimioterapéutico es, a largo plazo, ineficaz. Se Otro sino del propio. ¡Pues bien!: todo el resto puede
consignan los resultados de Bleuler hijo;25% de cura- continuar.
ción espontánex., 50% de estabilización. 2. Estabilización delirante observada en un perlodo
Se incorpora a la enseñanza el concepto de border-li-
de larga duración: describir corectamente lo que suce-
ne; se mencionan, eventualmente, los resultados atípicos de. Hacer nombre para un sujeto, empuje a la mujer y
del tratamiento... diferentes estabilizaciones del sujeto, que se ubica como
excepción.
De ahf el interés por tres órdenes de prioridades:
3. El psicótico no es un anarquista. Lo que él pro-
1. La eclosión de la psicosis en la cura de un neuró- mueve es la cuestión del garante del Universo.

2t
11 de abril de 1987 modalidades de la conciencia. Recuerda que Husserl de-
mostró que la conciencia es fundamentalmente concien-
cia de algo. Ella no es "conlenido", sino actividad posi-
cional frente al mundo. Su intencionalidad apunta a un
Jacques-Alain Miller objeto mundano. Sartre da un paso más y destaca que to-
Reanuda su comentario de la lectura de la experien- da conciencia como mira intencional de un objeto es,
cia de Gelb por Lacan. ante todo, conciencia de sí misma. Pero la conciencia
El verdadero sentido de esta lectura surge sobre el posicional de la conciencia produce un desdoblamiento
fondo de la polémica de Lacan con el existencialismo, de conciencia que una nueva reflexión consciente será
en particular con Sartre y Merleau-Ponty. llamada a suturar, ocupando un sitio exterior al desdo-
Para empezar, Miller describe la temporalidad de la blamiento intencional. Por lo tanto, si se trata a la con-
experiencia según el modo en que Lacan la reordena. En ciencia como objeto al que se apunta, se reintroduce en
un primer tiempo, hay investidu¡a del perceptum,lo que el centro de ella misma la partición objeto-sujeto que se
ocasiona un trastorno a nivel de su percepción. En un reitera en cada paso de recubrimiento efectuado por una
segundo tiempo, el perceptum queda desinveslido, lo actividad de conciencia. Para yugular este juego de rei-
que hace posible una visión clara. Podemos generalizar: teración intencional, sólo queda postular a la conciencia
el espectáculo del mundo sólo se instau¡a con cla¡idad a de sí como no reductible a un objeto, y como inmediata
partir de una operación de desinvestidu¡a. Esta proble- a la conciencia. La conciencia de sí se agota en su pre-
mática resr¡rge en Lacan bajo la forma de la extracción sencia en la conciencia. Como ninguna distancia la sepa-
del objeto (a). ra de ésta, se presenta como no posicional. De ahí que el
Seguidamente, Miller se aplica a demostra¡ que el elemenlo "de" sea puesto entre paréntesis. Al final de
uso que hace Lacan del términos percipiens, perceptun\ este recorrido, Sañre hace de la conciencia (de) sí una
es indicio de una polémica discreta con Sartre. Estos tér- conciencia prerreflexiva que él distingue de la concien-
minos tienen, sin duda, un origen escolástico, y la tesis cia reflexiva, sede de una actividad posicional.
de Lacan es que, opuestamente a las ciencias de la natu- Otra Iínea de contacto entre las posiciones de Lacan
raleza, la psicología nunca cortó su cordón umbilical y la problemática sartreana está dada por la concepción
con la escolástica. Pero el recurso de Lacan a esta termi- del lenguaje expuesta en El ser y la nada. Indudable-
nología puede interpretarse como un eco del lugar que mente, el lenguaje de Sartre no es ni la palabra articula-
se concede a estos términos en la Introducción de El ser da ni la cadena significante. Se presenta como un fenó-
y la nada. Sa¡tre los utiliza para introducir lo que él lla- meno de expresión que se nutre de significaciones
ma "ontología fenomenológica", expresión que encierra tomadas de una capa de existencia prerreflexiva. No es
una ambigüedad, toda vez que la ontología remite at ser. un fenómeno secundario sino que "es en su origen la
En el fondo, se trata de elaborar una doct.rina del ser prueba que un para-sí puedc hacer de su ser-para-otro".
pariiendo del fenómcno. Pcro lo que se debe destacar es que, en Sartre, el
Sartre señala que la filosofía moderna avanza en el análisis del lenguaje implica una cierta versión de la in-
sentido de un monismo que encuentra su fundamento en tersubjetividad. El sentido de toda actividad subjetiva se
la noción de fenómeno. Ella tiende resueltamente a re- constituye afuera, en la relación con el otro, pues al su-
ducir lo existente al despliegue diversificado e infinito jeto se le escapa el sentido de sus actos, que se juega a
de sus apariciones, apartándose de cualquier suposición nivel de la libertad del otro de conferirles uno. Así pues,
de una esencia, de un núcleo de scr en el meollo de las el sujeto no es arno del sentido, ya que el sentido se re-
apariciones, cuyo juego éste presidiría. La clásica oposi- vela por mediación del otro. En Lacan encontramos algo
ción del ser al aparecer ya no tiene pertinencia. Con una equivalente en la re[erencia al poder discrecional del
orientación inversa a la de Kant, la filosofÍa postula la oyente.
equivalencia del ser al aparecer, re[undidos ambos en la Otro punto interesante es la idea de la psicosis ex-
noción de fenómeno, e invalida la oposición kantiana fe- puesta aquí por Sartre. Este considera que el robo de
nómeno-nóumeno. Husserl desempeñó, en esta nlutación pensamiento, lejos de ser una particularidad de la aliena-
de la filosofía, un papel capital. ción mental, es algo inherente al fenómeno de la expre-
Para exponer su propia posición, Sartre se extiende sión. El robo de pensamiento pone al descubieno la es-
en el comentario crítico de una célebre fórmula de Ber- tructura de la relación intersubjetiva, pues ésta se
keley: "esse est percipi", "ser es ser percibido". Y se polariza en torno al poder del otro de colocar el sentido
pregunta acerca del estatuto del ser del aparecer. ¿Es le- bajo la dependencia de su libertad alienante. El loco, de-
gítimo considerar que el ser del fenómeno se reduce al clara Sartre, no hace más que realizar a su manera la
juego fenoménico de sus apariciones, como Berkelcy no condición humana. Fórmula que no deja de evocar lo
vacila en afirmar? Sartre recusa la idea de que el perci- enunciado por Lacan en "Causalidad psíquica", en cuan-
pi agotaría al ser. El ser de la aparición no se deja reab- [o a la proximidad de la locura con el ser del hombre.
sorber en la serie de las apariencias fenoménicas. Este Lacan abrevé también en la concepción del maso-
ser corresponde a un registro transfenoménico. La fun- quismo formulada por Sartre en El ser y la nada.La ac'
ción del percipiens encarna este registro de transfeno- titud masoquista consiste en que el sujeto se desembara-
menidad. El percipienJ es un nombre de la conciencia za de su subjetividad para reducirse a su ser de sí. La
como conciencia de sí. Sartre distingue, en efecto, dos actitud masoquista es descripta como anonadamiento de

22
la subjetividad, unilateralizada del lado del otro" En el 1. o bien el cono sólido blancuzco se encÍuna en una
fondo, ésto es lo que Lacan formaliza con la escritura opacidad de luz,
(a) eor otra parte, Lacan se sirve del término 2. o bien lo que aparece son las formas iluminadas.
"en -->/"
sí" para calificar la posición del objeto. De esto se puede deducir un sujeto alternante, con es-
tructura de pulsación en eclipse. En lugar de un sujeto
A continuación, J.-A. Miller pasa a comentar la po- unificante, tenemos un sujeto cuyas posiciones se man-
sición de la alucinación en Merleau-Ponty. Tres puntos fiestan alternándose. Este aniálisis permite a Lacan des-
referidos a su estatuto merecen señalarse: cafar aquella solución que consistiría la partición inter-
l" La alucinación no es un fenómeno sensorial. na del fenómeno y su repercusión en el sujeto a un
2. Tampoco perlenece al orden del juicio. problema de acomodación del percipiens. La misma lí-
3. At lado de la percepción verdadera, es una moda- nea de lectura adopta Lacan en lo referente a la alucina-
lidad de una posición primordial que consiste en la ad- ción verbal. En el fondo, lo que él define es un nuevo
hesión antepredicativa del sujeto al espectáculo del estatuto del sujeto, un estatuto funcional, en el sentido
mundo. Su condición radical está en lo que Merleau- de que el sujeto toma un valor distinto en función de la
Ponty denomina "tolerancia antepredicativa del mundo". estn¡ctura del fenómeno, del perceplum.
Para referirse a ella, Merleau-Ponty utiliza la expresión
"impostura alucinatoria", señalando que ap:uece en otfa sujeto como percipiens
, r del sentido
escena, diferente de la del mundo, el cual es percibido rr rr del sonido
como sobreimpreso. Puesto que su fundamento es de or- t (percePtum) -- rr r de la visión
den antepredicativo, la alucinación está miís acá de las rr Í de la mirada
operaciones de duda y demostración. Esta concepción
permite, entre otras cosas, desmontar tanto la argumen-
tación del empirismo como la del intelectualismo. La misma lógica preside el análisis del cuadro Los
Merleau-Ponty destaca también el hecho de que to- embajadores.' hay un tiempo en que no se ve de qué se
da alucinación es alucinación del cuerpo, expresando un trata, y h¡ego un tiempo en que la forma del objeto apa-
trastorno del esquema corporal. Indica así la existencia rece. Lo mismo en la experiencia de Gelb: un tiempo en
de cierto nivel, que Lacan llama imagina¡io, donde el que reina la indeterminación de las formas, y luego un
cuerpo y el mundo se corresponden. tiempo de transparencia. Al cono sólido de la luz le co-
En cuanto a la concepción de Merleau-Ponty en lo rresponde la calavera fálica del cuadro. En el primer caso,
referente a la palabra, ha de apuntarse su distin' en- lo que tenemos es la extracción del objeto, que se opera
ue palabra hablada y palabra hablante. con la interposición del cuadrado blanco; en el segundo,
El centro organizador de la fenomenología de la la inclusión del (-d.El término "opacidad" rubrica aquí,
percepción es la rehabilitación del sujeto unificante, afi- como es de regla en Lacan, la presencia del objeto. El co-
nado a partir de la crítica del empirismo y del intelectua- no se presenta como un objeto extraño que hace frente al
lismo y dotado de un fundamento antepredicativo. Mer- sujeto y perturba su acuerdo con el mundo. Captamos
leau-Ponty afirma una posición de existencia sin aquí la mirada en su antinomia con la visión. La visión no
división, fundado en la "presencia en-por-a uavés del se establece sino en el tiempo dos, donde emerge el per-
cuerpo"; como dice Lacan, ésto es el Dasein, versión cipierc. Pero en el campo de la visión hay algo que no se
Merleau-Ponty" El pedestal dc su fenomenología es el ve. El afista nos permite alcanzarlo. El tiempo dos es
lugar del Uno, al que Lacan opone el lugar del Otro, cu' aquel en que la visión se hace posible. El precio a pagar
ya función pone de relieve reordenando los datos de la para ello es una elisión. Lo que da su estructura a esa per-
experiencia de Gelb. Para Merleau-Ponty, el sujeto está cepción es un rechazo, término esencial para el análisis
presupuesto, lo que puede agregarse a lo prerreflexivo y de la alucinación "marrana". También aquí lo que estruc-
a la percepción para formar un signo de su empresa tura a la cadena es un rechazo. El fenómeno alucinatorio
comparable al sujeto supuesto saber, ppp - sss. auditivo quita toda legitimidad a la tentación de reducir la
Lacan no vacila en transponer el punto inicial de su estructura de estos fenómenos a una cuestión de acomo-
lectu¡a al campo del fenómeno" Propone pafir del fenó- dación. La alucinación auditiva obliga a hacer una distin.
meno y tratar de inscribir en él al sujeto. Partir del fenó- ción enl.re las subjetividades interesadas en el fenómeno,
meno y conforma¡ al sujeto sobre su eslructura es en La- pues ellas se reparten por el propio sujeto entre su propia
can una constante metodológica. Esto le permite postular subjetividad y la otra. La atribución subjetiva implica per-
al sujeto como suposición, pero no como presuposición. sonajes distintos.
Su posición estií condicionada por la estructura. Así pues,
no se asigna al sujeto ninguna función de substrato. La Seguidamente, J.-A" Miller inicia el comentario de
primacíaes conferida al perceplum. El sujeto, en cuanto las páginas 532-533 de Ecrits. Lacan se aplica a elabo-
percipiens, no cumple un papel constituyente, no es la rar una fenomenología del significante auditivo' Para
condición ni del percipi ni del perceptum. Esto queda evita¡ la palabra "audición", que introduce en escena al
ilustrado en la experiencia de Celb, donde Laca¡r descu- sensorium, prefiere la expresión "acto de oír". Aclara
bre una antinomia que define las posiciones del sujeto. que oír el sentido u oír el sonido no son lo mismo: aquí
tenemos de nuevo una estructura de altemancia. O bien
La forma de esta antinomia es la siguiente: nos determinamos por el sentido, con lo que tendremos

23
cielo 'Í¡po de sujeto, o bien nos determinamos por el los efectos de la palabra:
sonido, y tendremos otro tipo diferente. Precisa gue el
sentido se cristaliza en un doble movimiento de retroac-
ción y de anticipación. Señala que estas precisiones de-
l. Los efectos de la palabra recibida por el otro:
esencialmente, efectos de sugestión.
berían basta¡ para poner en evidencia las subjeiividades
implicadas en la mira del perceptum. Pero podría ele- 2. El sujeto se divide entre la emisión de su propia
varse una objeción, consistente en la tentativa de dedu- palabra y su escucha.
cir estas diferentes subjetividades de la objetivación 3. Aparición de la alucinación mot¡iz verbal al fi-
nal de esta escala de división.
operada en el percipien.r. Objeción a la que Lacan res-
ponde poniendo de manifiesto las paradojas que carac-
terizan a cada una de las tres relaciones del sujeto con Versión de Dimitris Vergetis

24
30 de abril de 1987 lo consagrado al complejo de intrusión, presenta su teo-
ría del estadio del espejo y de las relaciones entre este
estadio y las psicosis. Lacan ftenciona los celos infanti-
J.-A. Miller les y luego los celos amorosos, subrayando el interés del
J.-I. Gorog nos hablaró hoy det abordaje de las sujeto por la imagen del rival, interés que confunde
psicosis en "Los complejos familiares" , texto escrito identificación con amor. F.n las formas psicóticas de la
por el doctor Lacan en 1938, seis años después de su pasión, la negación de este interés es origen de la agre-
fesis" sividad, que no tiene su resorte en la rivalidad. Si el ce-
loso delirante niega su interés por el rival, es porque en
J. J. Gorog este psicótico la identificación no está instalada; se trata
de un problema de identificación. Al final de este capí-
Ya en la primera pffie, y concretamente en el capÉ
tulo y del que trata de las psicosis (cf. págs.49 y 88), el
tulo 2, titulado "El complejo de intrusión". Lacan men-
doctor Lacan pone especial énfasis en las folies á deux :
ciona el problema de las psicosis. Pero donde presenta
Aimée, las hermanas Papin y la paranoica de "Vengo de
su punto de vista sobre las psicosis es principalmente en
la fiambrería" son ejemplos de estas formas clínicas que
la segunda palte, "Los complejos familiares en patolo-
Lacan menciona con frecuencia; formas que siempre
gía", capítulo l, "Las psicosis de tema familiar"
aparecen en grupos familiares descompletados, reduci-
dos a la mad¡e y los hermanos, donde el padre falta.
J.-A. Miller
La lectura de "Los complejos familiares" difiere J-A. Miller
mucho de la que exlge la tesis de 1932; eneste texto ob- Conviene distinguir dos cosas en el texto:
servamos una mutación en el estilo de Lacan.
1. Una presentación de la doctrina general. "Los
complejos familiares" son el primer gran es-
J. J. Gorog
crito psicoanalítico de Lacan, Ia primera
Podemos decir incluso que la lectura de "Los com- muestra de una aprehensión del psicoanálisis
plejos familiares" es sumamente difícil. como totalidad.
2. Una segunda parte que trata de los complejos
J.-A. Miller familia¡es en patología, primero en las psicosis
Mientras que la tesis no ofrece mayores dificultades y luego en las neurosis. La lectura ha de cen-
en cuanto a la comprensión inmediata, otra cosa sucede trarse en las páginas77 a 88, consagradas a las
con "Los complejos... " Este texto nos plantea proble- psicosis.
mas de lectura, aunque no tengan la dimensión de los Existe una relación de independencia entre estas dos
que hallamos en los Escritos. Puede ser difícil captar el partes; la que trata de las psicosis puede ser leída por sí
sentido de un párrafo cuando se desconoce el esfuerzo misma.
de precisión lógica que da a cada término una importan-
cia específica. J. J. Gorog
En "Los complejos familiares", cuando Lacan (ice
Al comenzar, Lacan hace referencia a su tesis sobre
"los psicoanalistas" (pág. 83), aún no se cuenta a sí mis-
la relación entre personalidad y paranoia de autocastigo.
mo como elemento de este conjunto: está situado en una
posición mediadora entre psiquiatrla y psicoanálisis. A
J.-A. Miller
diferencia de la tesis, señala el aporte del punto de vista
analítico a los psiquiatras, pero sin colocar al psicoanáli- . Lacan nos presenta una clinica diferencial de un
sis en situación de exterioridad. Lacan habrá comenzado modo a la vez simple y opaco. Los complejos familiares,
a ejercer el psicoanálisis en 1938. dice, desempeñan en las neu¡osis una función formal y
En la parte consagrada a las psicosis Lacan hace su- en las psicosis una función causal. En este texto hay un
yo el cuadro de Abraham, cuadro que ya estaba presente exceso y casi una locura clasificatoros. Demos un senti-
en su tesis; esta parte constituye una variación respecto do a esta oposición entre lo formal y lo causal. En las
del cuadro, un comentario de lo que se podría represen- psicosis, el tema familia¡ aparece en el delirio, donde se
tar como un cuadro; esto constituye un prematema, pre- manifiesta en forma abierta. Esta es la razón por la que
matema fundado en la clasificación. El cuadro de Abra- Lacan, en "Los complejos... ", deja a la esquizofrenia
ham era ya un esfuerzo hacia el matema y ofrece un como locu¡a aparte. La morfología del complejo es legi-
gran interés para el enfoque de una clínica diferencial de ble en las psicosis, mientras que como tal no es mani-
las psicosis, clínica que supone una previa ordenación. fiesta en las neurosis. La familia no aparece explícita-
mente a nivel del síntoma neurótico, pero interviene en
la determinación causal de la enfermedad. Observemos
J. J. Gorog que Lacan abre un punto de interrogación en cuanto a la
A mi juicio, "Los complejos familiares" es el más causa de la psicosis. Pese a que al final del capítulo se-
completo de los textos sobre clínica diferencial de las ñala una causa familia¡, Lacan refiere el determinismo
psícosis, Lacan parte del estadio del espejo; en el capítu- de las psicosis (cf. pág. 85) más a una tara biolégica de

25
la libido que a una psicogénesis. En lo que respecta a la
J.-A. Mitler
forma, distingue el tema saber, aquello de que se ha-
bla- del motivo, o sea el -a
objeto puesto en cuestión en Lacan presenta aquí su nueva teoría de las psicosis:
el delirio, y esto posibilita una clasificación. De manera 1. La psicosis es una detención del desarrollo del yo.
más general, Lacan opone entre sí forma, causa y fuente. 2. El yo se desarrolla en una sucesión de estaáios
con correlación del yo y el objeto.
J. J. Gorog 3" En la psicosis, la relación con la realidad es na¡ci-
sística y se traduce en las formas del objeto. El yo psicó-
Lacan deja de lado la esquizofrenia y la psicosis
tico es un yo narcisista y esto se t¡aduce a nivel del ob-
manfaco-depresiva. jeto, de las formas del objeto.
4. Lacan reemplaza el concepto de personalidad por
j.-A. Miller
el concepto pseudo-dialéctico de un desarrollo regulado
Lacan pone el acento en tres tipos de psicóticos: l) por crisis.
el reivindicador, 2) el paranoico, 3) el parafrénico. Toma 5. Las formas del delirio se corresponden con las
en cuenta otras dos psicosis que se intercalan: el detirio formas de detención de este desarrollo.
de relación y la psicosis alucinatoria. 6. En todo desencadenamiento de una psicosis hay
un punto tope y luego vuelta atrás.
J. J. Gorog
Vuelve sobre el caso Aimée con una crítica embrio- desarrollo normal
^
naria pero conservando Ia denominación de .paranoia de
autocastigo".
re.. Edipo
.F'-"' punto tope y vuelta
J.-A. Miller l-------------..-v atrás en las psicosis
Sí, Lacan critica la validez de su concepto de perso-
nalidad. Le parece muy discutible que sea válido hablar
de personalidad en las psicosis. La paranoia de autocas-
tigo no excluye la existencia de la personalidad, pero
Lacan articula "el límite de la realidad del objeto
Lacan considera que en las otras psicosis hay ausencia
en la psicosis", "el punto de vuelta atrás de Ia subli-
de verdadera personalidad. En 1938, su concepto de la
mación", con la erección del objeto correspondiente al
personalidad ha variado; ahora entiende que p¿ua que la
aura de la realización edípica (cf, pág. 79). Mucho
personalidad se constituya hace falta el complejo de
más tarde, en los Escritos, a propósito de la fidelidad a
klipo. Al concepto de personalidad Ie opone la-segunda
tópica freudiana, haciendo hincapié en el yo. Concibe la
la envoltura formal del síntoma, evocará (pág. 66)
"ese límite donde ella se vuelve atrás en efectos de
psicosis como una detención del desarrolto det yo. La-
creación". En "Los complejos familiares", Lacan
can postula el principio de un desarrollo normal del yo y
hace un uso generalizado del con-
en cada estadio de su desarrollo, el yo tiene correlación -subrayémoslo-
cepto de sublimación, y el Edipo queda situado como
con un objeto.
momento de sublimación por excelencia (cf. pág. 59).
'Lo.que él llarna "sublimación" es el momento.eri que
Christian Julien
el yo cesa de ser correlativo al objeto. Antes del Edipo
La introducción redactada por H. Wallon para el to- hay una correlación en espejo ent¡e el yo y el objeio;
mo VIII de la Enciclopedia Francesa encierra una críti- es el Edipo el que permite una independencia del yo y
ca del concepto de personalidad. del objeto. En el fondo, la psicosis es la sublimación
imposible; más tarde Lacan designará ese punto de re-
J. J. Gorog al con el término "forclusión', forclusión del Nombre
Tomemos el final de la página 79 y el principio de del Padre. En este texto de 1938 Lacan ve la esencia
la 80: "El límite de la realidad... el na¡cisismo de su re- de la psicosis en el estancamiento de la subtimación.
lación con la realidad." Aquí Lacan articula el estadio Subrayemos que esa vuelta atrás de la sublimación in-
del espejo con la erección del objeto. En el psicóüco, el terviene a partir del punto tope del Edipo, aún si, en la
conformismo es el semblante imaginario que no ha inte- psicosis, el proceso de desarrollo se detiene antes del
grado al objeto como medio para la satisfacción del de- Edipo propiamente dicho. En realidad, la fase fecunda
seo. En este capítulo Lacan establece una distinción €ntraña una reproducción paródica del Edipo, repre-
esencial entre el ser y el tener, la imagen y el objeto. senta un equivalente paródico del Edipo.
Cuando la imagen del padre edípico está presente, ei ob- Lo que Lacan llama "erección del objeto,' es la
jeto se sitúa en el Edipo. En la psicosis, a falta de esra, emergencia del objeto edípico. El Edipo culmina en
el objeto queda transformado por una extrañeza inefa- que en lo sucesivo hay un sujeto y no ya un objeto co-
ble, se revela como choque, enigma, significación. La- mo correlativo al yo. El padre es el prototipo de ese
can pone en primer plano, como una constante en las objeto, él es ese objeto que ya no tiene correlación con
psicosis, la fase fecunda del delirio, noción ya presenrg el yo. El padre integra el principio de la sublimación y
en su tesis. el Edipo abre al sujeto el mundo de la realidad y de la
sublimación (cf. pág. 59). Este objeto extraño, este ob-
26
jeto Otro *con mayúscula- es lo que surge en la fase J.-A. Miller
fecunda al comienzo en cada psicosis. Lo que Lacan
Este estancamiento de la sublimación constituye lo
distingue aquf no se lee en Freud. Ulteriormente, La-
can formulará de otra manera esta determinación esen- esencial de la doctrina de Lacan sobre la psicosis en
cial, enunciando que el encuentro con un padre hace al "Los complejos.." ". Al no estar instalado el padre, el
principio del desencadenamiento de la psicosis. pode- Edipo, la sublimación no se consuma en la psicosis, es
derivada. En lugar de la extrañeza de la figura del pa-
mos decir que hay una homologfa de estructura entre la
dre, aparece la del objeto'del encuentro. Lo que está en
fase fecunda y el Edipo. La fase fecunda es una falsa
cuestión en el goce psicótico es que no ha podido con-
crisis edfpica" En la psicosis hay una derivación de la
sumarse una evacuación del goce. El vacío de la subli-
sublimación, una sublimación derivada. Para el sujeto
mación no se produce en las psicosis. Sin embargo, pe-
psicótico el conformismo imaginario forma suplencia;
se al estancamiento de la sublimación, hay efectos de
señalemos como dato capital que el estatuto profundo
creación de los que es preciso dar cuenta y que se opo-
del yo psicótico es un yo na¡cisista. Hallamos una serie
nen a tal imposibilidad de sublimación . En la psicosis
regresiva en. el núcleo de esta clínica.diferencial que,
el goce no está negativizado, y por ello se hacen nece-
implícitamente, prevée las relaciones del sujeto con el
gran Otro. sarios canales de evacuación que son los de la subli-
'mación.
Frangoise Schreiber ,Vamos a desarrollar ahora con el cuadro siguiente,
la clasificación que organiza esta clínica diferencial de
En su novela "El detractor", Aimée se pregunta: "¿a las psicosis.
quién amar?" y responde "a é1" (cf. tesis, pág. 189"), al
tiempo que señala que la redacción de este pasaje la tu- J.-A. Miller
vo largo tiempo "embotellada". Posteriorrnente, sus es- Teniendo que presidir el coloquio del C.N.R.S., no
critos erotomaníacos se dirigirán a un "é1" que vendrá al podrá esrar presente el jueves 7 de mayo, J. J. Gorog y
lugar de la forclusión. S. Cottet coordinarán la próxima reunión.

Yersión de Claude Duprat

astatuto delobieto
afirmación entidades segunda +o-derealidad distancia del delirio
clínicas tópica +'o - de

teorfa delirio de obieto contingerrcias de


alfrente comuhicati- reivindicack5n inhomogé- el obieto familiar los reproches
va neo

delirio de elideal
símultáneo relacil5n de yo
(Kretschmer) es exlerno

I I

ü t t t
más acá intención delirio dE el superyó sustituto de los alcance existencial
demostrativa persecución que está objetos ásto concierne agudamente
de no reprimido familiares al sujeto
interpr¡tación
I I

i ,.Y
tV
orsgregacron
t
la psicosis del yo
alucinaloría arcaioo

Y Y V
discordancia la parafrenia megalomanla identificacién
delobjeto delirante

27
cientes. Si bien los complejos son latentes en las neuro-
7 de mayo de L987 sis, que es donde se los descubrió, y patentes en las psi-
cosis, de todas formas es posible reconocer los comple-
Presentación de J.-J, Gorog jos en las psicosis.
Mientras que en su tesis Lacan era hostil a de Clé-
(l) El delirio de reivindicación (al frente) presen- rambault, en 'nl-os complejos familiares" procura justifi-
ta una dificultad clínica, El sujeto afronta el Edipo car su interés por é1.
gue induce la fase segunda, y a partir de la crisis pro- Opuestamente a Sérieux y Capgras, Lacan hace una
duce algo así como si la situación edípica estuviese cla¡a diferencia entre el delirio de filiación y el delirio
digerida y se atrapara al objcto, irreductible a una de filiación animal, que revela una estructura más arcai-
equivalencia. El sujeto coftsigue obtener el objeto que ca de la psicosis. Se la puede localizar en el esquema li-
reclama, objeto hallado en su lugar más allá. Kretsch- neal si se agrega hacia atrás la estructura arcaica de la
mer. El objeto conmemora ese momento (de identifi- psicosis, la parafrenia.
cación), la censura omnipresenle evoca al superyó Lacan mantiene lo dicho en su tesis a propósito de
freudiano, del que la conciencia moral y el (ll) deli- la piscogénesis, no se interesa en "la herencia psicológi-
rio de relación son anticipaciones. El superyó deja ca", se limita "al examen de los factores propiamente fa-
atrás la clínica de Kretschmer. Delirio con conciencia. miliares". Ataca a de Clérambault en materia de automa-
En este punto hay estabilización. Lacan lo señala y se tismo mental (función orgánica), ataca el automatismo y
ocupa de otras cosas. la vertientc de la comprensión. Refuta las dos cosas.
En el esquema lineal de punto tope y ma¡cha atrás Se puede ligar la tara biológica de la libido por el
de las psicosis, Gorog propone la paranoia como f,ema déficit de la libido, que está organizacla como una falta.
general, con tres retroccsos; el esquema no se corres- El sujeto tomado de sorpresa por el desasosiego del
ponde con el de Abraham. (Más acá). destcte sigue el camino de la regresión y de la psicosis
(Ill) Síndrome de persecución interpretativa. Hay hipocondríaca. En el conjunto de las paranoias, Lacan
homosexualidad latente reducida a -1. hace un abordaje por las fantasías en Ia forma de las fan-
(IV) En las psicosis alucinatorias crónicas, el con- tasías de la madre fálica.
cepto de automatismo mental es una referencia esencial.
Lo que aparece son cosas fragmentarias: el doblc con el S. Cottet
que el sujeto se identifica está fragmentado. Alucinacio-
nes. Hay una referencia al superyó o mejor dicho al fra- Señala que es "divertido" que la misma causalidad,
en un régimen de más o menos, produzca la perversión o
caso de este agente. El doble con quien el sujeto se iden-
Ia psicosis (régimcn del empuje de Ia pulsión sexual).
tifica no tiene el mismo scntido que la identificación
implicada en el Edipo. Esta identificación se manifiesta En la referencia a la madre fálica, Lacan opera un
en formas auditivas verbales de la alucinación "cuyos recorte semejante al de Abraham. La homosexualidad
contenidos autodifamadorcs señalan la afinidad evoluti- latente es enfocada a partir dc la madre fálica.
va con la represión moral... como fantasma [[ant6me] La mujer retoma bajo la forma de la madre fálica.
especular del cuerpo".
La libido es la energía para engancharse al espejo y des-
prender el significante, se escribe -g (menos phi).
Schilder. Ectoscopía. Alucinaciones especulares, el
sujeto doble al crepúsculo, con variaciones del doble, lo
La tara es el dóficit orgánico. Tara y goce. Tara "en las
propias fuentes de la vitalidad dcl sujeto... ;nás radical".
irreal de Ia expericncia.
Goethe, M¡upassant y otros dan ejemplo de esto. No
Hay un nexo entre la tara y el goce. Lacan dice "y
creemos reconocer un signo peculiar cie ello en el des-
es sólo asunto de psicosis. El miembro fantasma
garramiento inefable". Se puede asocia¡ la tara con la
[fant6me] no es una alucinación. En Ia clínica, hallamos
la función del doble en el automatismo mcntal, en la au- función fálica, que está ausente. El goce del psicótico
toscopía y en las parafrenias. Estructuras megalomanía- está ligado al hecho de que no hay función fálica. Un
cas. A través del objeto en su estructura "antropomórfi-
punto central es que el goce está más allá de la com-
ca y organomórfica", del objeto conformado por la prensión. Lo real separa los órdenes imaginario y sim-
relación familiar: a) en función paulatinamente decre- bólico.
ciente, lejos de la familia con respecro a la rcalidad de En "Los complejos... ", el ideal del yo está formado
por el hermano semejante. El objeto paterno o el padre
los allegados, el objeto son los allegados; b) distancia.
del sujeto rcspecto de su delirio, Que disminuye en el dc- como objeto (Collet) es radicalmente otro.
lirio reivindicador; c) decrecimiento de la distancia de la El objeto del hermano vira la libido destinada al
Edipo a la imago de la homosexualidad primitiva. La es-
certeza, que va en aumento; d) disminución de la afir-
mación del yo. tructura edípica está instalada.
Por la "discordancia desconcertante entre la creen-
cia y la conducta" (del parafrénico), la discrepancia J. J. Gorog
mueve al sujeto a no amoscarse. Hay una disminución (Yl)ParanoialParafrenia: Hay una constante en la
del peligro" Lacan tropieza con una paradoja: los psicoa- familia del paranoico, sancionada por la designación ha-
nalistas dicen que en las psicosis los complcjos son bitual de "nidos de paranoicos"" Frecuencia de la para-
conscientes, mientras que en las ncurósis son incons- noia en línea familiar directa" a mcnudo con agravación

28
de la forma hacia la parafrenia y "precesión temporal", J.-J. Gorog
que quiere decir que el hijo y la hija desencadenan Ia La concepción de superyó se precisa sobre el Edipo"
psicosis antes de que se desencadene la psicosis de la El superyó no reprimido es una forma de pensarlo. En
madre. Esto es contra¡io a la percepción americana de 1932 Lacan traduce de Freud Sobre algunos mecanis-
que la madre loca desencadena la grilla psicótica- mos neuróticos en los celos, la paranoia y la homose-
En los delirios " deux" hay que distinguir Ia "folie a xualidad", de1922.
deux", Lacan explica en su tesis que los dos sujetos son
psicóticos, lo mismo que en la locura simultánea, cuan-
S. Cottet
do aun separados los dos siguen delirando cada uno por
su lado, a diferencia del delirio inducido por uno al otro Se pregunta de qué Freud se sirve Lacan: ciertamen-
(falsa locura). No se puede reabsorber Ia figura de la te, más del Freud de la etapa del na¡cisismo que del
madre, que tiene una función especular pára la hija. El Freud de El yo y el ello.
lugar imaginario madre-hija es un lugar de catástrofe, y Sublimación, fin del na¡cisismo, fase de idealiza-
es el caso de los celos femeninos en Freud. ción a través del ideal del yo, paso de la libido narcisista
a libido de objeto"
J.-J. Gorog
A. Aflalo
Termina la presentación hablando de la esquizofre-
nia, término de Pichot, como entidad cuya fórmula más Entre el superyó y el ideal del yo hay una diferencia
clara es la que dio Lacan: "Introversión de la personali- radical.
dad por subducción narcisista de Ia libido". lntroversión
que se expresa como un estancamiento regresivo a paflir J.-J. Gorog
del destete.
Puede demostrarse lo contrario.
La discusión es presidida por S. Cottet
A. Aflalo
M. Strauss Insiste en que para Lacan la formación del Edipo, a
justifica el uso del cuadro? diferencia de Freud, se constituye con dos vertientes,
¿Qué es lo que
una punitiva del superyó y otra del amor del ideal del
J.-J. Gorog yo. No se podría hablar del Edipo sin las dos, es difícil
hablar del ideal del yo sin el Edipo.
El punto importante es que con el automatismo
mental se hace difÍcil distinguir las diferentes manifesta-
J.-J. Gorog
ciones clínicas. El sujeto quiere recuperar el objeto per-
dido lo mismo que el neurótico, pero falta la instalación La diferencia se hace a partir de las dos funciones
del Fdipo, aun si el estatuto del objeto no es el mismo. del Padre al mismo tiempo.
El superyó no es muy operador en el texto. El con-
cepto de superyó no reprimido es no freudiano" tiene C. Duprat
que ver con el ideal del yo. Así como , según la tesis, el autocastigo ocupa un
primer plano en las psicosis, en "Los complejos familia-
C. Duprat res" Lacan evoca la neurosis de autocastigo.
En su tesis, Lacan clasifica la paranoia de autocasti-
go como una psicosis del superyó. Versién de Roberto Derbez

29
Para Vergetis, la cuestión del sentido es una deuda
L4 de mayo L987 de Lacan con Jaspers (apertura del Seminario I).

Exposición de Dimitris Vergetis J. -A. Miller


¿--\ Los conceptos de los que Lacan no disponía en su
La Lógica Gq) tesis para hacer del psicoanálisis una ciencia del senti-
do, los redescubre en la demostración de Lévi-Strauss
cronología (la lingüística es una ciencia del sentido).
acmé
D. Vergetis
En el comienzo, se aporta una precisión en lo refe- Freud situó la palabra como asociada a los efectos
rente a la relación con el objeto de los delirios. de §entido: Lacan orecisa oue se trata de la nalabra en
tanio anióÍlaú.-etta ¿; la iínea eéiiüótular-q'üe reio.rrg
él Semina¡io II.
J.-A. Miller ' Con el lnforme de Roma, el sentido pasa a estar
Recuerda que los estadios que definen Ia relación sujeto a la jurisdicción de la palabra.
con el objeto están ordenados conforme el tiempo de Hasta aquí, la solida¡idad entre el sentido y la pa-
retroacción del Edipo. Iabra implica una solidaridad entre el Seminario y los
Escritos.
J. J. Gorog A partir del escrito "La agresividad en psicoanáli-
Retoma las conclusiones de su exposición prece- sis", el sujeto del sentido es una respuesta al atolladero
den¿e acerca del.' de la agresividad del yo y de la servidumbre imagina-
de reivindicación: en este delirio el lugar del ria ejercida por la imago (en "Los complejos familia-
-delirio
objeto es el del objeto perdido (el sujeto lo quiere); res"). El sujeto se distingue del yo pues el sentido le da
por lo tanto, la psicosis es la que mejor conserva un -su estatuto. !, aunque enlazado a las imágenes, es el
lenguaje el que da al sujeto su estatuto.
tipo de relación con la realidad.
En consecuencia, Lacan retomará su concepción de
de vigilancia: este delirio es un lírnite de la Ia cura analítica en su relación con la ética, en "Más
-delirio
locura en su relación con la conciencia. Aquí, el su- allá del principio de realidad". Pero,.para Vergetis,
peryó hace surgir el objeto en el acmé de la crisis. subsiste un punto de fuga: la psicosis.

A continuación, se formula una apreciación gene- J.-A. Miller


ral sobre el coloquio del C.N.R.S. (F. Leguil, P. Nave- Recuerda que el esquema L es el rasero del abor-
au, C. Soler): habrá que retener un enunciado, el de M.
daje de la psicosis tanto en la "Cuesüón preliminar... "
tort: "e[ analista lacaniano no retrocede ante la psico- como en el Seminario.
sis pues está ausente", y u[ tema que funciona arnqüe
no diga n ada: "las funciones del padre".
D. Vergetis
D. Yergetis Hay un desfasaje entre el Escríto y el Seminario
III. Et esquema L figura en la "cuestión preliminar.., "
Propone un recorrido de los Escritos hasta la pero como simplificado, a causa de la disyunción que
"Cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la
habrá efectuado Lacan en el Seminario I[, entre el in-
psicoils", y paralelamente de los Seminarios I, II y III.
consciente y el Otro. Aquí se trata de un sujeto distinto
Estos recorridos muestran
al de la dialéctica intersubjetiva; en consecuencia, La-
en que el uso de la lingüística por parte
-lade forma
Lacan repercute en la teorización de su aborda-
can modifica la definición del Otro.
Estas modificaciones del sujeto y del Otro decidi-
je de la psicosis. rán a Lacan a aborda¡ ciertos aspectos de la psicosis.
desfasaje entre los Semina¡ios y los Escriras
-yenuncuanto a la relación conjunta del sujeto y del
Ot¡o. J.-A. Miller
Puesto que Lacan no toma prestados los conceptos ia clave de la psicosis es el narcisismo, después de
de que se sirve, sino que los forja o los vuelve a forjar, que haya habido fracaso del Edipo. Pero, pregunta: 20
Vergetis adopta para su exposición el siguiente princi- años después, ¿cuál es la clave?
pio rector: Ia noción de sujeto en tanto instancia deri- Para Lacan, el esquema L es evolutivo. La letra ca-
vada, que lo separa irreductiblemente de los lingüis- pital A aparece al final del Sernina¡io II. Su interé-s por
tas. Por otra parte, esta noción no es idéntica eñ los la psicosis modifica y justifica el estatuto de A: en el
Escritos y en los Seminarios. Pero, en ambos, el punto Otro existe el discurso, y el discurso funciona fuera del
de referencia es siempre el esquema L ("La carta roba- sujeto; ésto se demuestra en la psicosis.
da", Seminarios I y Il¡. Pero si el sujeto es contempo- El problema es saber cómo un sujeto no está siem-
ráneo del esquema L, hay que perseguir su surgimien- pre transido por el Otro. La psicosis, Ia paranoia, es un
to en la cuestión del sentido. ("La agresividad en estado nativo del sujeto puesto en radical concordancia
psicoanálisis"). con el lugar del Otro,

30
En el Seminario [I[, Lacan trata sobre la psicosis tará a sí mismo con este axioma: no hay Otro del Oro.
partiendo de la promoción del Otro y de su enganche Para el psicótico está excluido el significante del
en la intersubjetividad. Así pues, no hay separación Ot¡o det Otro, es decir, el Otro del lenguaje como Otro
entre su elaboración teorica y su interés clínico.
-de la ley.
El l< implica que haya sido modificada la defini-
ción de la fsicosis.
D. Yergetis " El A del A es una fóqmula que lo cambia todo en
Con el ejemplo "Vengo de la fiambrería" se define serie.
el sujeto del sentido a partir de la intención significati- El A del lenguaje es llamado A previo en "Subver-
va del lenguaje. El sujeto sigue apegado todavía a lo sión del sujeto... ".
Imaginario, por la intención. En el Seminario [I[, el sujeto está reducido a las
En 1954, la noción de verdad separa al sujeto del sombras de unos ot¡os hechos a la ligera
senüdo. La nueva noción clave para la psicosis es entonces
En consecuencia, cuando el mensaje vuelve del un punto de estructura: es el Otro como Nombre del
Ot¡o, el sujeto sufre una nueva división. P"áitrE, c6ñóTumo-de, al m oh ad il lado.
Cuando el mensaje no es mediatizado por el Otro,
el sujeto recibe su propio mensaje y hay entonces ex- D. Vergettis
clusión del Otro (Seminario III, pág.64).
Se pregunta cuál es la estructura delirante de "Ven-
J.-A. Miller go de la fiambrería".
El Otro está excluido. No hay verdad última. La
Recuerda que esta exclusión del Otro pasará a ser respuesta es la alocución.
Ia forclusión del Nombre del Padre. La exclusión del
Otro es una función de comunicación que subyace al
esquema L. ***
Lacan deniega al Otro la función de clave de bóve-
da, áünque el psicótico hable, hasta no haber hecho la
dístiñción lógica entre el Otro del lenguaje.y e! Oro de La semana próxima: cu.eslión preliminar... "
iá lefl(al final de "Cuestión preliminar... ").
-"14 III ("Marrana" )
4 del Seminario
-Capítulo
--.Su paralelo con "Los complejos familiares"
este punto Lacan se contesta: no hay Otro del
-Eri
Otrd Hay Ot¡o de la ley, que es el Otro del Otro del
"

tiiri§uaje. Luego, en este punto de purificación, se refu- Versión de Yasmine Grasser

Exposición de Dimitris Vergetis

El caso clínico comentado por Lacan es un delirio "a deux". la pareja apresada en este delirio se compone de una hija
y su madre. Lacan articula las características fenomenológicas de esta pareja sobre el fondo de la relación que ambas mujeres
mantienen principalmente con su vecina implicada en el deseo de que es víctima la enferma, dice Lacan- y
secundariamente con su amante.
-muy
El peculiu acento de esta relación estri dado por un sentimiento de intrusión que anima y orienta las reacciones de la
pareja madre-hija, confrontada con las imrpciones de la vecina. En suma, Lacan pone de relieve el sentimiento de intrusión,
minimiza el alcance de otros aspecúos fenomenológicos del caso, por ejemplo la erotomanía, y recusa la Pertinencia de una
série de con_ceptpg; p¡oyección, defensa, homosexualidad. Sin descartar por completo su aplicación, constata que no son
aptos para explicar e-l núcleo mismo del caso, a, saber, que la palabra "marrana" fue oída en lo real. Contra este punto
irieduórible seestrella igualmente la explicación porla injuria, como modo de defensainstalado en un cifcuito deproyección.
A fin de explicar el mencionado hecho de que la palabra fue oída en lo real, Lacan evoca dos órdenes de diferencias,
la del pequeño otro con el gran Oro y la de la palabra y el lenguaje"
Et gran Otro es aprehendido a partir del reconocimiqn¡o como vi¡tualidad abierta por la palabra y como
proceso
rgcirproco. El reconocimiento es recíproco por lo mismo que la palabra, en sus formas elecüvas, refiere siempre el sujeto
aun Otro qujeto, del que recibe su ¡¡eñsaje en forma inverfida. Si bien laenferma recibe su propiapalabra de otro, no la recibe
inverüda. La palabra no es recibida al final de un trayecto que implique al Otro e implique su consagración, esencial para
el reconocimiento del sujeto. La conclusión que Lacan exEae es que hay exclusión del gran Otro y, correlativamente,
hundimiento del sujeto en el yo.
Esta exclusión tiene dos consecuencias:
el modo de comunicación del sujeto no puede ser el de la palabra verdadera sino el de la alusión.
ié prriduce una suerte de retomo a la tópica del espejo, reactivándose la fantasmagoría de fragmentacién.

Mient¡as que, en el Seminario, Lacan pone de relieve, con respecto la interlocución delirante, la inversión temporal
a
entre Ia alocución y la respuesta, al retomarel caso en los Escritos moviliza ot¡o aparato lingüístico inspirado en Jakobson"
Considera a "marrana" cómo respuesta en lo red que viene a completar el mens4ie "vengo de la fiambrería" poniendo fin
a la indeterminación del Yo (Ie).

3l
2L de mayo de 1987 realidad narcisfstica trae aparejada una exclusión del
Otro, pero deja subsistente una relación con el otro"
En el delirio, Lacan enfatiza la relación "á deux":
Exposición de Jacques-Alain Miller "la paranoia es un delirio del pasillo, del foro y de la fe-
Esta proposición preliminar: "en la psicosis hay ex- ria". Se aborda la psicosis por la relación con el pequeño
clusión del Otro", es la forma aproximada de la forclu- otro. En el caso Aimée, la relación con la madre, la her-
sión. mana y los diferentes sustitutos; en el de las hermanas
Papin, la relación con la hermana; en "Los complejos fa-
§e desprende de "Los complejos familia¡es": miliares" Lacan produce una escala de clasificación de
l. Si en la psicosis la relación con la realidad es nar- esos otros con los que el psicótico tiene que vérselas
(inealización cada vez mayor del objeto).
cisística, se plantea el problema de la entrada en una re-
alidad desnarcisizada, objetiva, común, científica inclu- Lacan recoge en la fenomenología lo que atañe a la
sive. Lacan hace funcionar la sublimación corno efecto relación:
del paso por el Edipo, momento en que se consuma la --€s un caso de delirio "a deux": la interlocución
emergencia de un objeto no narcisístico, en el resplan- delirante es una relación narcisística con la realidad, la
dor del asombro. paciente está prisionera de la relación dual, no dispone
de la mediación del Otro.
En los Escrilos,la paciente suelta su "marrano", pe-
2. Si el narcisismo se traduce en la forma de un ob-
ro aquí Lacan ya no quiere escuchar una proyección, co-
jeto que pasa de una realidad a un imaginario cada vez
mo en el Seminario.
más importante, y que va del delirio de reivindicación a
la parafrenia (cuadro del 30 de abril) el objeto edípico
marca una ruptura con el del narcisismo. La crisis edípi-
cochino m¿urana

ca permite la emergencia de un objeto que ya no es es-


Esta suposición de un cochino dirigido al otro y de
pejo del sujeto, gue es diferente del yo, y que ya no rie-
su retorno por reflexión, esta respuesta del pastor a la
ne Ia misma función. El resultado del Edipo es que
pastora no lo satisface en su propósito de captar la aluci-
ahora hay no sólo un yo correlativo a un objeto, sino un
nación, pues implica un dual simét¡ico, una equivalencia
sujeto. El padre es este objeto particular, no correlativo
entre los términos. Cuando uno introduce el lenguaje ya
ál yo; él hace posibles para el sujeto el principio de ta
no se conforma con el dual, el lenguaje introduce una
sublimación y el mundo de la realidad.
asimet¡ía, hace pasar de lo simbólico a lo real.
En este pasaje están obrando una doct¡ina y un corte
Aquf está el punto crucial del examen del caso: este
epistemológico relativos al fundamento del sujeto del
paso de lo simbólico a lo real, a partir del desequilibrio
saber. A partir de esta ruptura con el narcisismo, de la
entre
que emerge una realidad despojada de esa investidura,
se torna manipulable la extensión partes extra partes de
"Vengo de la fiambrería" y "marrqna"'
Descartes.
pesde el momento en gue Lacan tiene esta orienta-
decirse ¿¿f oír.á
ción, la de que la relación simbólica viene a encuadrar a
La cuestión a plantearse es la siguiente: ¿Cómo es-
lo imaginario dándole sus cimientos, no puede sino sa-
tructurar la relación dual, de la madre con la hija?
car la conclusidn de que si lo que prevalece es la rela-
ción imaginaria, entonces ha habido exclusión de la re-
Nada se puede comprender del caso sino se advierte
lación simbólica.
que la enferma responde a una situación que la rebasa.
¿Cómo interviene el lenguaje?
Si bien la exclusión es una proposición necesaria, ¿Qué es lo que la rebasa de la situación? Encontra¡se
pronto resulta¡á inadecuada, y traerá como consecuencia con alguien en el pasillo no es de por sí perturbador; la
otras diferenciaciones y elaboraciones, en particular el paciente no está escuchando injurias todo el tiempo. Es
Otro del lenguaje y el Otro de la ley. preciso, pues, que se encuentre ahf presente un término
Si bien la invención, la construcción teórica no es- gue exceda a la relación dual. Es preciso aislar ese tér-
tán, no van en línea recta, de todas formas hacen falta mino antinómico a Ia situación pero convocado por ella.
proposiciones, donde el paso siguiente viene a desmentir Ahí no está la arlesiana, la cantante calva que motiva la
el paso anterior para poder decir: no era eso. palabra; es la vecina del piso, no nombrada, el término a
El progreso de los Escritos sobre el Seminario es el cuyo alrededor la cosa se estructura. En esta situación el
proceso de un decir sobre el otfo que lo hace "no ser hombre sólo está de manera indirecta, la intrusa es la ve-
más eso". Si el esquema L pone de manifiesto la interfe- cina, ella es la que convoca la exclusión. Esa vecina im-
rarcia I - S, el grafo sitúa el encuadramiento de lo Ima- portuna, primordialmente invasora, es el objeto indeci-
ginario por lo Simbólico, donde ya están trabajando dos ble; el objeto es esa ausente, la vecinita, mientras que su
redondeles. amigo es el un-padre de la situación. Esta situación ine-
De hecho, se trata¡á de elabora¡ conjuntamente: la basable crea un delirio de vigilancia.

32
alusión (yo la) MnnnENn,
<-- intrusión de una vecina invasora respuesta de lo real
en la ma¡ioneta que
tiene frente a sí, en
la cual resuena su
propio mensaje

proceso de exclusión MrRn¿,ue

La realidad narcisística pone el acento en la proyec- "Vengo de la fiambrería": alocución del yo en


ción, la forma dbl objeto traduce el narcisismo, revancha tanto que siempre un otro habla por alusión.
cochino-marrana. Si uno está prisionero de Ia rclación
dual, es que hay un término cuya evocación y cuya in- Resumen
trusión son inencuadrablcs" Ese objeto que hacc efrac- El tema final de la sesión fue el análisis lingüístico
ción en la intimidad es el objeto del horror quc no se de la interlocución delirante. Esta se opone a Ia interlo-
puede sino rechazar: el objeto que no tiene nombre, ob-
jeto sin-nombre. cución de la palabra verdadera. La exclusión del Otro
trae aparejada la indeterminación del sujeto en el signi-
ficante, lo quc se traduce en la alusión y en la imposibi-
a hija lidad de la palabra verdadera.
Previam'ente, D. Vergctis marcó en su exposición
ciertos puntos de relcrencia.
En torno dc la proposición preliminar: "en la psico-
sis hay exclusión del Oro" (como forma aproximada de
la forclusión del Nombrc del Padrc), J.-A. Millcr resituó
madre a veclna
la evolución de Lacan respccto de "Los complejos fami-
liares"
¿Qué soy? un ser del sujeto faltante en el mar del Si, en la psicosis, la relación con la realidad es nar-
nombre propio encuentra ahí su nombre de marrana
cisística, se plantca el problema de la entrada en una re-
alidad objctiva. Lacan hace funcionar la sublimación co-
Lo que ahí se aisla es el Lucan DEL cocE.
mo efccto del paso por el Edipo, momento de
emcrgcncia de un objeto, el Padre, como no correlativo
Esta es la anticipación dc Lacan al objeto indecible.
al yo.
A este forzamiento de la intrusión responde, del la- Esta ruptura con el narcisismo está indicando una
do del sujeto, la expulsión, el rechazo de la cosa bajo las doctrina y un corte epistemológico en lo referente al
especies dc la mala vecina. La intención de rechazo es fundamento del sujcto del saber. Provisto de esta nueva
,
importante para descomponer el enunciatlo lingüístico. orientación, la de que lo simbólico estructura a lo imagi-
"Marrana" no es simplemente un qucrer dccir, sino un nario, Lacan puede postular que, al prevalecer en la psi-
rechazar. cosis la relación narcisística, el Otro cstá excluido.
Esta proposición mostrará ser insuficiente y exigirá
Análisis lingüÍstico: la interlocución delirante diferenciar entre el Otro del lenguaje y el Otro de la ley.
De hecho, se tratará de elaborar conjuntamente que
Por no poder injuriarlo, "eres un cochino"
"la realidad narcisista excluye al Otro, pero conserva
ella recibe la injuria en lo real una relación con el otro". Lacan recoge una serie de da-
"MARRANA"'
tos fenomenológicos atinentes a la relación, pero para
preguntarse: ¿Cómo sc estructura la relación dual?
En la palabra verdadera "tú eres mi maestro"
EI desfasaje, claramcnte señalado por Vergetis, en-
se inviste al Otro y, de rebote, se recibe su estatuto: la
tre'el Scminario y los Escritos, proviene de un cambio
alocución precede a la respuesta.
de registro de Lacan y procedería de una anticipación
Fn la interlocución delirante, la respucsta de lo real
teórica a Io real y al objeto indecible. La interferencia
viene primero, y la alocución simbólica después: del lenguaje sobre lo imaginario produce real. El punto
crucial dcl caso es este paso de lo simbólico a lo real, a
(Yo,la) Manne¡¡e vengo de Ia fiambrería pa¡tir de la asimetría entre:

La asignación subjetiva es indeterminada, el enun- decir: "Vengo de Ia fiambrería" y oÍr: "Marrana".


ciado "vengo de la fiambrería" es equívoco, no se sabe a
dónde apunta ni quién es el yo Uel*.MnRR¡,¡ln es una Es un mensajc interrumpido subjetivamente y no
alocución que le está dirigida, ella está segura de eso: es gramaticalmente.
la alucinación" De rebote, la indeterminación del yo En los Escritos, Lacan ya no se satisface con la expli-
[Je] queda fijada: es ella" La identidad subjetiva queda cación por la proyección y busca el punto de exceso que
fijada corno un índice de plus-de-gozar. La injuria es el da a la situación un carácter de irrebasable para la pacien-
modo primordial del diálogo, apunta al Otro en su punto te: cste punto es la vecina, intrusa que incita a la exclu-
más íntimo" sión, objeto inencuadrable que es preciso rechazar, objeto

33
sin nombre del que la injuria traduce el lugar del goce. Nota de traducción
Volviendo al análisis de la interlocución delirante:
en la palabra verdadera hay institución de dos sujetos * Téngase presentc que, cn francés, el pronombre personal
que se reconocen por mediación del Otro. precede siempre al verbo ("Vengo de la fiambrería" traduce ¡ ",I¿
La interlocución delirante apunta a la indetermina- viens de chez le charcutier"). En castellano, la desinencia verbal re-
ción del sujeto como punto de goce, por la mediación presenta al pronombre y lo hace en general innecesario. [N. del T.]
injuriante de la marioneta.
La paciente habla a partir del otro pcqueño a que es
ella misma, su reflejo en el espejo; la palabra se expresa
Versién de F. Labridy
en lo real de la marioneta, se indica a sí misma en un
más allá de lo que dice. La injuria apunta a lo que hay
de objeto en el sujeto.

34
28 de mayo de 1987 presupuesüa por la alocución ("Vengo de la fiambrería").
Hay una inversión correlativa del Otro que responde al
otro como alocutario. Estando el Otro excluido, Io que el
Continuación del comentario de "Vengo de la fian- sujeto dice lallega como alocución real del pequeño otro.
brerla" (Seminario III, págs. 59-64 y Esuitos, págs.
534-s35)" II. Schulz-Keil
Señala el valor de la alusión como "un decir mal",
J.-A. Miller
como una comunicación que no tiene lugr pero que qui-
Hay dos abordajes de la interlocución "¡Marrana!" zá no por ello es indecible.
l. Se la puede pensar como fenómeno de comuni-
cación (si la paciente oye "¡Marrana!", ¿qué es lo que P. G. Gueguen
formuló ella? "¡Cochino!"). Lo que aquí se entiende co- En la misma línea, se refiere a un paciente que está
mo psicótico es que la respuesta aparece antes que la seguro que se le ha dicho algo por alusión, pero es inca-
alocución. Es el esquema de la proyección. paz de decir qué.
2, En su escrito, Lacan, "poco inclinado a recono-
cer en ello la retorsión de un "¡Cochino!... " (pág. 534),
J.-A. Miller
utiliza el esquema de la forclusión; ya no se trata de lo
que va del sujeto al otro sino de pasaje, de transferencia Hay que distinguir "¡Marrana!"r QU€ no es alusivo, de
de lo Simbólico a lo Real (esquema que podemos gene- lo que sí es alusivo: "Vengo de la fiambrería". La alusión
raliza¡ al síntoma). como tal no es patológica; la frase "Tú eres mi mujer" es
alusiva, desigrra indirectamente el estatuto del sujeto.
Se enfatiza entonces la verdadera estructura de la si-
Se trata del carácter fundamentalmente alusivo de
tuación, la madre y la hija, donde la función determinan-
toda cadena significante, que sólo se estabiliza en su es-
te es la intrusa, la vecina "primordialmente invasora". El
tatuto referencial cuando el sujeto sabe cuál es el objeto
hombre, el amigo de la vecina, es el Un-padre; él evoca
investido. De lo que se trata es de poder aislar el térmi-
ese goce intruso"
no investido. ¿Dónde está el objeto de la frase? Para
La "malvada vecina", reverso de "tu vecino" (la Da-
"Vengo de la fiambrería", es "¡Marrana!"; la verdadera
ma) del amor cortés.
referencia estrí separada del resto de la frase, ésta es alu-
Hay un esbozo de:
siva porque no se sabe a quién apunta, hay equívoco.
Un
Señala un punto no inmediatamente claro de la pá-
gina 535 (Escritos)z lo equívoco y lo alusivo se reúnen
a' en el Yo pel . ¿Por qué distingue Lacan al sujeto hablan-
te del sujeto de la frase? Pa¡a los lingüistas, el Yo Uel
designa a todo sujeto hablante que lo formule, no
o equívoco.
es

El objeto (a) "Marrana", es la palabra de lo que no


tiene nombre, o sea S(A), lo que resuena en lo Real de
G. Vereecken
lo que no tiene nombre.
El *Yo" üel es equívoco en el estilo indirecto.
D. Vergetis
R. Fqiersztqin
Hace notar que la mención del matrimonio de la pa-
Señala que esto se puede compÍu¿lr con las frases in-
ciente no es idéntica en la pág. 61 del Semina¡io y en el
terrumpidas de Schreber.
escrito, donde se trata de la "convicción" de la paciente
acerca de que su marido y su familia política se proponí-
A. Aflalo
an despedazarla (pág. 53a).
Hace una observación sobre el "tú", que designa a la
A. AfIaIo tercera persona. Véase el final del §emina¡io III.

Pregunta por qué dice Lacan que "¡Marrana!" es el


J.-A. Miller
"'propio mensaje del sujeto" (pág.62). *Yo" pel es una palabra inequívoca por excelencia,
pero aquí estamos en la interlocución delirante. En esta
J.-4" Miller frase ya presente, ¿de qué modo van a distinguirse las
En el Seminario Lacan está en aprietos. Conviene voces, lo uqe le viene del otro y lo que Ia paciente se di-
más detenerse en el último pánafo de la página 62, don- ce? Ese es el asunto.
de Lacan establece un orden cronológico de la comuni- "Vengo de la fiambrería" permanece en salpenso has-
cación: para poder hacerse reconocer por el Otro, "prim- ta el momento de llegar a "¡Marrana!": aquí es donde se
ro" tiene que ser reconocido el Otro" efectúa la intención de rechazo, "marrara" es atribuida al
En el penúltimo párrafo de la página 64, señala que, otro (que aquí tiene función de un-padre). La frase perma-
en !a posición la respuesa ("Marrana") está supuesta nece, pues, en suspenso, permanece a nivel del codigo y

3s
sólo se vuelve mensaje al precio de la forclusión de Estos dos fragmentos de frase, "Vengo de ta fiam-
"¡Marrana!". Sólo entonces el sujeto dice: "Yo dije ésto"" brería" y "Marrana", constituyen un modo patente de di-
Esto nos conduce a un tiempo cero de la cadena sig- visión del sujeto.
nifica¡te (sin me;rsaje), donde un "Yo" /.Ie/ iircula que
no es asumido por el sujeto sino después de rechazar G. Clastres
"¡Marrana!".
Hace nota¡ que se trata de dos registros diferentes
o (...)
/ H. Schultz-Keil
Punto capital que muestra a la cadena significante no
tomada aún en la significación. Se trata de un estado pre- "Marrana" es una injuria corriente en alemán.
discursivo del significante: antes de ser tomado en la atri-
bución sujetiva de las voces, el significante ya estaba ahí. V. Gaumont
Recuerda, a propósito de una exposición reciente,
V. Gaumont
un grabado de Rembrandt donde se ve una marrana ten-
Plantea una cuestión retomando una observación dida y durmiendo ( ... ).
precedente sobre el valor de alucinación del "Vengo... ',.
J.-A. Miller
J.-A. Miller En Scfueber la frase hubiera sido "Vengo de".
Lacan hace hincapié en la injuria y en lo que pudo
hacer decir a la paciente lo que ella se había dicho. In- R Schreiber
tenta pensar la correlación entre las dos frases. ¿por qué
En las injurias que Aimée dirige a las otras muje-
se ha rechazado una parte del sintagma?
res aparece "hocico de manana". Aquf no hay incerti-
"¡Marrana!" es el objeto de una intención de recha-
dumbre.
zo y, correlativamente, la paciente puede atribuirse el
resto de la frase.
A. Enciso
Las frases interrumpidas de Schreber se detienen en
los s&y'ters (cf. Ecrits, pág. 540), pero aquí el shifter Hace notar que "marrana" [truie] tiene una colora-
viene del Otro, llega el sujeto del exterior. ción neológica ( ... ).
Esto pone enjuego el S y el (a).
J.-A. Miller
//o
la La paciente oye un "Tú eres ésto"; alcanra. el límite
extático de su ser. En este sentido la alucinación realiza
C. Soler un atravesamiento del fantasma "ser despedazada por su
familia política".
A propósito del pasaje de la página 535: "Esta in-
certidumbre tocó a su fin ( ... ) con la oposición de la
P. G. Gueguen
palabra "marrana" ( ... )" lo llamativo es que los dos
fragmentos de frase permanecen en suspenso para la pa- En relación con la dificultad de atribución subjetiva,
ciente en cuanto a su significación. No mueven a inte- evoca la intromisión de los sujetos.
rrogación como sucedería en la neurosis.
C. Soler
G. Clastrm
Pregunta de dónde saca Lacan las palabras que cita
El rechazo de "marrana" a lo real, ¿permite hablar como jaculaciones del amor: . "Bombón" y "Ratoncito"
de un sujeto banado o de un sujeto no banado? ("Choce y Rat" ) (pág. 535).

J.-A. Mitler J.-A. Miller


Hagamos un poco de clínica-ficción. EI ejemplo es Esto hace referencia a lo indecible del Otro. Hay un
excelente porque permite aprehender la forclusión a ni- esfuerzo de Lacan, al igual que en el Seminario II[, por
vel de un segmento. ¿Y si fuera represión? Actuando la hallar una palabra que designa al objeto (a). Aqul dice
función del síntoma Isobre "¡Marranal", podría dar "falto de significante", es decir, S(A). Se t¡ata de lo mis-
otras formas de transferencia a lo real. mo que en U étourdif, cuando dice que la injuria es la
En la histeria, por ejemplo: "¡Todos los hombres primera y la última palabra.
son unos cochinos!"
En la neurosis obsesiva: "IJna mujer es una marra- M. H. Brousse
na, uno termina por serlo".
El conjunto de la frase estaría reprimido y habría in- Formula una pregunta acerca del nivel cero de la ca-
certidumbre en cuanto al "yo" [fe]. dena.

36
J.-A. Miller 3" "¡Marrana!"
Todavía no hay satisfacción de Ia referencia. Para 4. transición - la relación del sujeto con el signifi-
cante.
estar representado por el significante es preciso que a
5. el texto de las alucinaciones.
ser rechazado.
I y 2: Hay una crítica de la perspectiva clásica del
M. H. Brousse sujeto unificante, incapaz de dar cuenta de las relaciones
No hay efecto de significacién, ¿entonces? del sujeto con el significante, como lo demuestran el
ejemplo de "¡Marrana!" y las alucinaciones (cf. puntos 3
J.-A. Miller v 5).
El significante divide al sujeto; lejos de ser "unifi-
Hay: Iq un sentido textual; 2e una "desambiguación" cante", el sujeto es pasión del significante.
del yo [yo]: 3o el ca¡ácter alusivo subsiste después de Otra lectura posible: Lacan contra Lacan, cont¡a el
ser rechazada la referencia. sujeto constituyente del Informe de Roma y de "Varian-
tes de la cura tipo".
J. L. Gault (... ) Detrás de la polémica con la psicologfa hay un cam-
bio de perspectiva; el estatuto propio del sujeto es el de
J. -A. Miller un sujeto constituido (hablado) y no ya constituyente; Ia
cadena significante, con su estructura, preexiste a la ins-
Metonimia en "Vengo ... " y metáfora en "¡Marra-
cripción subjetiva.
na! "
La alucinación muestra que el perceptum,lo percibi-
do, no se relaciona con el sensorium, con los sentidos, si-
Lo importante ahora es resitua¡ este ejemplo en el
no con lo real, y que éste tiene ya su estructura (pág. 537).
conjunto de la "Cuestión preliminar".
Resumen
Esquema de las cína partes del texto:
I. Mención de los dos abordajes del ejemplo de inter-
tr. Después de Freud
locución delirante "¡Marrana!"; 1. SegrÍn el esquema de
la proyecciót, y 2. Según el esquema de la forclusión, lo
El aporte de Freud (una gramática, la introducción que permite aislarla como nombre del objeto indecible"
del na¡cisismo, un armazón que posibilita ocuparse de
las psicosis: el falo, la castración y el padre) fue tergi- II. Lo alusivo y lo equfvoco.
versado por los posfreudianos" Necesitamos "referencia l.Estatuto alusivo de toda cadena significante, cuyo
metódica al Edipo" (páe. 5a6). estatuto referencial sólo se estabiliza cuando el sujeto
sabe cuál es el objeto investido.
III con Freud 2. El "yo" Pel, fundamentalmente inequívoco, es
Es decir, Lacan . Estructuración de los aportes de equívoco en la interlocución delirante: el sujeto de la
Freud: A, esquema L y esquema R" frase "deja en suspenso la designación del sujeto ha-
blante".
IY. Del lado de Schreber 3. "Vengo de la fiambrería": frase en suspenso, per-
manece a nivel del código y no se hace mensaje sino al
Aplicación de estos aportes al caso Schreber. Esque- precio de la forclusión de " ¡Truie!". Sólo después de re-
ma I. chazar este punto en el otro puede el sujeto asumir el
"yo" pel y atribuirse el resto de la frase.
V.Post-scriptum (parte no desarrollada en el Seminario)
A este respecto, distinguimos un tiempo cero de la ca-
la hipótesis de Lacan, el Nombre del Padre, el Un-padre.
dena significante donde circula un "yo" Uel no asumido
(todavía) por el sujeto. La cadena no está tomada en la co-
I. Hacia Freud munrcación. Se trata de un estado prediscursivo del signi-
No es necesario estar ahí para captar montones de ficante que precede a la atribución subjetiva de las voces.
cosas. Hay que partir del fenómeno (lo que es posible III. El ejemplo es resituado en el conjunto de la
cuando se vuelve de Freud). "Cuestión preliminar": cf. la página precedente.
El punto nodal es la relación del sujeto con el signi-
ficante. Descubierto por Lacan en psiquiatría, él lo con- Versién de Sol Aparicio
duce a Freud.

Psiquiatría t--) Freud Not¡ de traductlón


---.7 * En la versión castellana de los Escritos,'bombón" y "raton-
cito", traducción no literal debido, precisamente. a que cl uso de cs-
tos términos en la frase es "jaculatorio", Cabe añadir, de pasó, que
Los cinco puntos de esta parte I: hemos traducido 'jaculatations'" por'jaculations" (a diferencir de la
l.l partes históricas mencionada versión castellana) en el afán de respetar la expresi&r dc
2.f centradas en el sujeto Lacan, quien aquí se aparta del estricto francés, [N. de T.l"

37
4 de junio de 1987 constituye, crea el estatuto del Otro. En "Cuestión preli-
minar", Lacan negará la función constiluyente del suje-
to. Página 536: el sujeto undicante va a ser descalifica-
Lectura del artículo de los Escritos, " De una cues'
do. Lacan se orienta hacia el suieto dividido.
tión preliminar a todo tratamiento posible de la psico'
JiJ"
Teoría de la percepción: percipiens perceptum
Jacques.Alain Miller sujeto significante

La primera parte constituye una suerte de fresco Referencia a la Fenomenología de la percepción


epistemológico. No es especialmente freudiana, se trata (1945), de Merleau-Ponty. La primera parte, titulada
más bien de una polémica polftica. Su estatuto con rela-
"Los prejuicios clásicos", habla de las facultades del su-
ción al resto. El inconsciente aparece agregado en un se- jeto: la sensación, la asociación de ideas, la atención, el
gundo tiempo del artículo. (Partes II y III: doctrina psi-
juicio. Husserl efectuaba "un retorno" a las cosas mis-
coanalftica; IV: caso Schreber; post-scriptum: mas"; Merleau-Ponty efectúa un "retorno a los fenóme-
consecuencias a nivel de la lógica del significante.)
nos". ¡Lacan retorna, únicanrente, a Freud!
Se observa aquí el mismo movimiento de construc-
lntelectualismo y empirismo: los mismos prejuicios,
ción que el de "Instancia de la letra". Fundamento teóri-
el mismo concepto de sensación Son dos ca¡as del mis-
co de este método: el lenguaje es la condición del
mo prejuicio.
inconsciente. Por lo tanto, primero se puede hacer abs-
La tesis de Lacan es que la estructu¡a de [a palabra ya
tracción del inconsciente y t:razat la esEuctura del len-
está presente en el perceplum. El pedazo de cera que M.
guaje; hablar de la estructura como tal sin alusión a la
Merleau-Ponty toma de Descartes: Merleau-Ponty vuelve
experiencia. Lacan se sitúa aquí en el rango del filósofo
a los fenómenos, color, olor, etc.; para la percepción,
o del psicólogo.
cuando las percepciones desaparecen, ya no hay cera"
Estos primeros párrafos destacan un punto episte-
Merleau-Ponty pone el acento en la comruricación entre
mológico clave: en ellos, Lacan opone la física a la psi-
los diferentes compartimentos de percepción de percep-
cología. Mientras que la física conoció el corte galileo,
ción: el color anuncia el ruido que haría la cera al ser gol-
la psicología se muestra en continuidad con los prejui-
peada, etc. La percepción es predicativa; pero el mundo
cios más viejos de la escolástica y de Aristóteles.
de los fenómenos puros es antepredicativo. Según Merle-
En esta parte del artículo, el sentido del sujeto será
au-Ponty, el nivel de los predicados (de su atribución) im-
el de ser sujeto del significante: el acento cae sobre la
plica ya una forma de estructura significante, mientras
relación entre el sujeto y el significante.
que el sentk puro se dirige más bien a la verdad. El juicio
Primera frase del texto: el problema de la psicosis
está ligado con la práctica, no con la verdad.
existía antes de Freud.
Lacan, por el contrario, reintroducirá el significante
Dos primeros prírrafos: estatuto del sujeto. La natu-
en el fenómeno.
raleza de la ffsica moderna ya no es la misma que antes.
lvliás adelante, en otro pasaje del libro, Merleau-Ponty
La psicología tomista (santo Tomás de Aquino); teoría
se refiere a la dimensión constitutiva: en lo profundo de la
de la abstracción; facultades del sujeto en santo Tomás.
naturaleza hay un sentido, una conciencia no tética que no
postula cosas, que no posee nada... Pa¡a Merleau-Pont¡ es-
Eric Laurent
tos fenómenos (y por lo tanto la verdad) son incomprensi-
Noción de la facultad perceptiva; esta concepción bles para el pensamiento objetivo (cf. pág.61).
prescinde de los efectos subjetivos. Encontramos en L¿s tenips modernes (1961), un tex-
to de Lacan sobre Merleau-Ponty en el que se refiere a
J. -A. Miller "De una cuestión preliminar... ". Aquf demuestra que el
Psicología intelectualista; el empirismo (Locke) significante ya está en Ia percepción, el significante es
lo es también" Se Ia intenta corregir añadiéndole lo afec- previo en toda constitución del sujeto.
tivo. Hiato entre conocer y sentir/experimentar/percibir. Merleau-Ponty da el ejemplo de un disco negro ha-
Dominación del conocer sobre el sentimiento, Teoría llado en Ia oscu¡idad, pero débilmente iluminado. Cuan-
abstracta de las facultades del sujeto. Peticiones senti- 'do
se introduce un cuadrado blanco, se introduce efecti-
mentalistas "corrigen" esta abstracción. vamente un elemento diferencial que toma el carácter
Locke: noción de tabula rasa. Su proyecto es expli- del significante. El cuadrado blanco pasa a ser el 52 que
car cómo es posible tener ideas" Platón, como excepción hace advenir al disco negro como 51. En este nivel, el
a lo que dice Lacan aQuÍ, da cuenta del conocimiento sin inconsciente está casi constituido.
abstracción, por participación. Platón debía explicar, En un primer tiempo: el sujeto es como el disco ne-
dadas ciertas ideas, de qué modo participan en la expe- gro, que está disuelto en la luz.
riencia, en una percepción singular. En un segundo tiempo: se reprime lo percibido, el
En cuanto a la psicología fenomenológica, lo que sujeto queda petrificado por el significante.
Lacan dice aquí es en referencia a Merleau-Ponty. Para
éste, la aportación de sentido es efectuada por un sujeto A [t:e
activo, y Laca¡, en la época del Discurso de Roma,.ha- [§
bla del sujeto de la palabra que" en el acto de la palabra,

38
Lo percibido se hace normal/fijo a condición de que su libro Fenomenología de la percepción" para Merleau-
haya abstraccién; hay rechazo del Ot¡o encarnado en Ponty, se da con el sujeto partiendo de los fenómenos, y
una opacidad de luz. puede uno plantearse la perspectiva de un sujeto unifi-
La entrada en escena de un significante distinguido cante; el Lacan del Discurso de Roma habla de una suje-
(como la discusión de la forma y el fondo en el Semina- to constituyente de la palabra, de un sujeto que se cons-
rio XI) conduce a un rechazo del Otro y a una represión tituye en el acto de la palabra. Pero, en este texto, Lacan
del sujeto. rcchaza este punto de vista, orientándose hacia su con-
El cuadrado blanco se sirúa en oposición, introduc- cepto del sujeto dividido.
ción del significante en el campo de la percepción. La Mientras que Merleau-Ponty pretende establecer un
sustracción de un elemento significante de la percepción nivel de percepción situado más acá de lo simbólico,
lleva al pánico. Lacan mostra¡á de qué modo la percepción
los fenómenos a los que alude Merleau-Ponty- -a nivel de
está ya
Resumen estructurado por el significante. (El sujeto habrá de ser
Lectura de "De una cuestión preliminar... " buscado entonces no como efecto de las percepciones,
La primera parte, al igual que la primera parte de como una decantación de un individuo a partir de un
"La instancia de la letra en el inconsciente", se inicia conjunto de sensaciones, sino más a bien a ras del sig-
con una dimensión que no es estrictamente psicoanalíti- nificante.)
ca y donde Lacan trata de la estructura como tal, sin re- Miller hace referencia al texto de Lacan sobre Mer-
curir tanto a la experiencia. leau-Ponty publicado en "Les temps modernes", 1961,
Comienza por una especie de fresco epistemológico donde examina los ejemplos del pedazo de cera de
donde constata que, a diferencia de la física, la psicolo- Desca¡tes y del disco negro iluminado en una habita-
gía todavía no ha pasado por tur corte epistemológico; ción a oscuras; el disco gira en redondo hasta que se
sigue estando en continuidad con los prejuicios escolás- introduce un cuadrado blanco de papel. Para Lacan, el
ticos e incluso aristotélicos. cuadrado blanco introduce la diferencia, un elemento
Lacan se propone situar al sujeto en su relación con diferencial que determina al disco como polo de una
el significante; el sentido del sujeto será ser el sujeto del oposición binaria, de un par de significantes 51, 52
significante y no el sujeto de la percepción. (como en el ejemplo sobre la forma y el fondo del Se-
Su elaboración epistemológica denuncia a la psico- minario XI). Este ejemplo tomado de la fenomenología
logía intelectualista, caracterizada por teorías abst¡actas de la percepción sirve a Lacan de trampolín para situar
de las facultades del sujeto y en la que aparece un hiato al sujeto.
insoslayable entre el sentir y el conocer. J.-A. Miller ha- En un primer tiempo, se dirá que el sujeto está, al
ce noiar que, a semejanza de Merleau-Ponty, las psico- igual que el disco negro, disuelto en la luz; en un segun-
logías empiristas (como la de Locke) se sirven del mis- do tiempo, en el momento de yuxtaponerse el cuadrado
mo concepto de sensación, y que entre los empiristas el blanco, el sujeto queda reprimido. Antes de que advenga
conocimiento priva siempre sobre el sentimiento, sobre el significante, el sujeto no está; después, no está sino en
el afecto. tanto reprimido: se lo identifica a nivel de lo percibido
Lacan pasa luego a la crítica de la fenomenología, reprimido. La introducción del cuadrado blanco da lu-
especialmente de la elaboración por Merleau-Ponty en gar, al mismo tiempo, a un rechazo del Otro.

39
11 de junio de 1987 I I I. M odelo "lacaniano"

Jacques-Alain Miller t] -_-+ Aso¡.,o


Reanuda el examen del debate acerca de la aluci-
nación, que opone discrelamente a Lacan con Merleau- @squemas propuestos por J.-A. Miller)
Ponry.
Para establecer las llneas de fuerza de este debate y En la segunda parte, J.-A. Miller sitúa la posición
las ctustio¡us en jtugo, trae a colación el lotrunaje ren- fenomenológica de Merleau-Ponty mediante el comenta-
üfu por l¿can a Merleau-Ponty, donde qucdan al dcscu- rio del capítulo "La cosa y el mundo natu¡al"
bierto el sentido y la intención crítica de ciertas lesis so- El punto de partida de Merleau-Ponty es la crítica a
bre la alrcinación expucstas en la "Cuestión prelimitut ' . aquellas teorfas que en la captación de la percepción
omiten un tiempo, el de su emergencia originaria en el
Los desarrollos efectuados por J.-A. Miller pueden fenómeno, para subordina¡ su estatuto a la potencia for-
ser divididos en cuatro partes. mativa del juicio. Merleau-Ponty, por su parte, se orien-
En la primera, Miller introduce la cuestión de la alu- ta a delimitar la percepción ajustándose al nivel radical
cinación, resaltando la audacia teórica de Lacan, quien en que el horizonte de la objetividad no está aún temati-
sella la originalidad de su abordaje de las alucinaciones zada por una concienci4 y donde la individualidad del
mediante un reproche generalizado, dirigido a cuanta
objeto como cosa no se ha disuelto todavla en un con-
posición se haya expuesto sobre el tema. junto de determinaciones de orden predicativo.
Meter en la misma bolsa todas estas posiciones, a El problema que insiste en este capítulo es el de
pesar de su disparidad, y recusar su pertinencia, consti-
saber cómo se constituye la unidad de esa cosa, más
tuye un movimiento de demostración que no carece de acá de su reconstrucción por una conciencia tética y
afinidades con la operación cartesiana, la cual funda el por un saber científico que se apoderarían de ella a ni-
cogito en la evacuación de todos los saberes sedimenta- vel del juicio.
dos. Lacan reitera en este caso r¡na operación de barrido,
El problema se plantea debido a que las contingen-
una operación de limpieza cuyo modelo es el estadio del
cias de la experiencia no quitan a la cosa su estilo per-
gspejo.
ceptivo, estabilizado en tomo a una constante.
Lacan recuerda que el axioma fundamental de todo
El aspecto contingente de la experiencia está esen-
enfoque de Ia alucinación se resume en la fórmula si-
cialmente ligado a la noción de incompletud, donde toda
guiente: "una alucinación es un percipiens sin objeto".
captación actual del objeto, por depender de un punto de
Así pues, el sujeto de la percepción es llamado a dar ra-
vista localizado, está sentenciada.
zón de este percepfura desprovisto de objetividad, así
Opuestamente a Ia captación abstracta y global de
como de su adhesión a su existencia, carente de todo las idealidades matemáticas, la inclusión del punto de
fundamento sensorial.
vista en toda percepción del objeto descompleta su for-
En la estructura normal de la percepción, el percep-
ma. Esta se encarna fundamentalmente en siluetas par-
tum y el percipiens, términos de origen escolástico, de-
ciales, las Abschaltungen de Husserl, sucesivamente da-
penden de una referencia a la realidad. Se entiende que
das en un flujo temporal y obedeciendo a puntos de
el percipiew, cuando su percepción se ajusta a vn per-
vista localizados.
ceptum lleno de realidad, permanece a nivel de la objeti-
Esta problemática se resume en la siguiente frase de
vidad. A su vez, cuando la realidad no está implicada en
Merleau-Ponty: "La percepción del mundo no es más
el perceptum, la aparición de éste, calificada de alucina-
que una dilatación de mi campo de presencia".
toria, es imputada al percipiens.
Asi tras la doble recusación de la conciencia como
Lacan invierte la perspectiva y reconoce al actividad del pensamiento y del objeto como "en sí" im-
perceptum un alcance causal, cuyos efectos de división
penetrable, Merleau-Ponty intenta circunscribir la uni-
recaen no sobre un percipiens sino sobre un sujeto.
dad antepredicativa del objeto partiendo de la adhesión
En suma, se pueden articular tres modelos que ilus-
equívoca del sujeto al espectáculo del fenómeno. El
tran las distinciones que acabamos de establecer:
operador de esta adhesión es el cuerpo, que abre un
I. Percepcirín normal campo de presencia en el mundo.
Se advierten aquf las razones de su crftica a Kant,
x---------->E- quien condena al sujeto a pensar su percepción y su ver-
dad, puesto que las vistas perspectivas sobre el objeto
Realidad Perceptum estarían coordinadas con el sistema objetivo del mundo
Percipiens
y no subordinadas a un campo de presencia.
II.- Percepción alucinatoria Trata Miller seguidamente la cuestión de la constan-

tt-
Perceptum Percipiens
cia a nivel del color, integrado en la est¡uctu¡a ilumina-
ción-objeto iluminado.
Aborda después la tercera parte, dedicada a la
reevaluación de la expericncia de Gelb descripta por
alucinatorio

40
Merleau-Ponty, según la lectura que hizo de ella La- El primer tiempo puede ser calificado de alucina-
can" No incluimos aquí la descripción de la experiencia ción experimental. El perceptum emerge sólo en el se-
citada. gundo tiempo, cuando el sujeto como percipiezs se ins-
Señala Miller que Lac,an, al proponer su rearticula- tala en el lugar que le prepara la represión:
ción, resaltó el hecho de que" lejos de ofrecernos el pa-
radigma de una captación perceptiva, unificante del ob- Percipiens
jeto en un nivel primordial interpredicativo, esta ,f
experiencia se presenta escindida en dos tiempos"
Miller destaca en el propio texto de Merleau-Ponty Por último, J.- A. Miller señala que el Oro, encar-
el esbozo de un movimiento incumplido hacia una tal nado en una opacidad de luz, se presenta como una figu-
lectura de la experiencia en cuestión. En efecto, acaba ración de la Cosa; y justifica la homologación de la ilu-
aislando una lógica de la iluminación "que bien puede minación con el Otro, evocando lo que el propio
--dice- explicitarse en proposiciones disyuntivas". Merleau-Ponty afirma al respecto cuando declara que la
Este "o bien, o bien" traduce Ia relación de incom- iluminación, a semejanza del señor de una casa, sabe y
patibilidad y exclusión recíproca en que quedan apresa- ve el objeto.
das la visión del cono blancuzco solidificado en la inde-
terminación del espectáculo, y la visión del papel Esquema recapituWvo propuesto por J,-A. Millen
iluminado en el campo reorganizado.

En la cuarta parte, y a la luz de los resultados de la - tiempo:


que precede se intenta restituir la ordenación de la lectu-
ra efectuada por Lacan. emergencia del
Miller subraya que ella aísla dos tiempos en el fenó- perceptwfl
meno, siendo el segundo más complejo e incluyendo Percipiens que se
dos dimensiones. afinna en un
E[ primero es aquél en que el Otro inviste al sujeto perceptwt unfvoco.
"con su consistencia lechosa".
El segundo se inicia con la introducción del papel I
blanco, que establece en el campo del fenómeno una ar-
ticulación que podemos escribir: St Sz. La Cosa St S"
- como reprimído,
El sujeto como tal se constituye
pero, a raíz de su represión, puede erigirse como sujeto
$)
que percibe, como percipiens afirmado en un percep-
lsr[ unívoco" Versión de Dimitris Vergetis

41
25 de junio de 1987 ración con la sfntesis subjetiva que constitufa frente a
ese Otro que le habla. La única manera de mantenerse
en este lugar supone que el sujeto suponga que aquél
que se dirige a él no es más que ui portayoz de un dis-
Angel Enciso Bergé curso que no es de él: el sujeto debe introducir, pues, un
lntroduce la discusión de las páginas 532y 533 del elemento, del mismo modo que en la experiencia del co-
lexto "De una cuestión preliminar a ,odo lratamienlo no de luz blancuzca hay,que agregar un elemento, el
posible de la psicosis" . cuad¡ado blanco, para deshacer la luz blancuzca que te-
nfa al sujeto cautivo, y reencontrar al significante en
Estas páginas constituyen una manera nueva de ejercicio.
abordar la cuestión de los objetos, y particularmente del La interposición del lugar del portavoz es semejante
objeto voz, en el mismo momento en que la cadena sig- a la del cuadrado blanco. En Ia misma forma, los efectos
nificante alcanza máxima importancia para la cuestión mencionados (escucha, sugestión, obediencia) pueden
del sujeto. reflejar los efectos de atracción del sujeto, de pregnan-
Ya en 1950 Lacan hace pública su posición con res- cia del sujeto en la sombra del cono luminoso.
pecto a Jakobson, recordando el uso del fonema, punto El sujeto se defiende, pero esto es lo que evoca
esencial para comprender el texto si se quieren evitar los cuando concede cierto lugar preciso a quien se dirige a
pasos en falso. él como portavoz. Logra introducir asf cierta diferencia,
cierta distancia.
Tenemos aquí un doble Eayecto:
El portavoz tiene algo que ver con la voz, esa voz
l. Hacia el perceptum partiendo del sensorium, con que se dirije a él con efectos diferentes: sugestión, obe-
una síntesis del percipie¿§, trayecto que contrasta diencia, etc.
con: Al intenta¡ poner al portqvoz a distancia, lo que se
2. Del percipiens hacia el perceptum (algo aparece en desprende es, en la voz,la parte física que toma el signi-
el lugar del sensorium'¡. ficante.
Desde el punto de vista del objeto voz, se puede
Lo que en el campo auditivo pone al sensorium en considerar que lo que el portavoz representa ---+se dis-
entredicho no es tanto el que nos sea imposible escuchar curso en el campo delaphoné- ocupa un lugar particu-
e[ sentido y el sonido simultáneamente. Hay aquf sin du- lar que es ocultado por los otros efectos. Sin embargo,
da una división, pero en lo que se refiere a nuestra prác- esta puesta a distancia deja ver que la manera de prote-
tica, las respuestas dadas hasta ahora no se sostienen. gerse de lavoz es hacer que la palabra quede en concor-
Lacan rompe con esta tradición filosófica, a la que pone dancia con el portavoz, para que, en la diferencia signi-
en entredicho. ficante captada por el fonema en su discurso, algo de la
Tomemos el ejemplo de la phoné de A¡istóteles. La phoné pueda extinguirse, situarse de otra manera.
phoné es símbolo de las pasiones del alma. Esta defini- Queda evocada asíla división del sujeto, y con ello,
ción del alma admite cierta síntesis subjetiva y es casi algo de la voz resulta suficientemente apresado en la di-
una alusión a la Escuela. La concepción aristotélica pro- ferencia entre los significantes pam que pueda yo apar-
dujo una síntesis ideal que permite plantear la cuestión tar, frente al portavoz, todos los otros efectos de la voz
de la modulación sonora, que puede formar parte, no que dificultaban al comienzo de relación.
obstante, del sentido. Después se descubrirá Ia impor- Este aspecto discriminativo del significante me per-
tancia de la voz en el tratamiento de los afectos, entra- mitiría interpretar:
ñando una síntesis de la voz sobre la base de una subje-
tivación propia del objeto. La subjetividad está . Página 53J.' "Pero más notable aún es la relación
involucrada en la mira del perceptum. !. Lacan reconoce del sujeto con su propia palabra, donde lo importante es-
aquf diferentes formas de subjetividad, es decir, un as- tá más bien enmascarado por el hecho puramente acústi-
pecto desintegrado de la subjetividad en el sensorium. co de que no podría hablar sin oírse." Hay aquí una
Los esquemas de déficit y compensación llegaron a suerte de espejismo: cuando uno se oye, cree que la voz
suministrar medios de análisis para los pacientes afecta- le pertenece; como si el hecho de ofrnos a nosotros mis-
dos por alucinaciones. mos nos garantizara que, cuando eso hablaba, hablaba
Tomemos esta síntesis subjetiva y tratemos de con- en Ia voz.
trastarla con un punto que no debería serle extraño, al
. Página 533: "Que no pueda oírse sin dividirse es
cont¡ario: nos referimos al punto en que la palabra Ie es- cosa que tampoco tiene nada de privilegiado en los com-
tá más dirigida que nunca (al sujeto), esto es, a su pleno portamientos de la conciencia." Efectivamente, escuchar
sentido de palabra. Esta palabra de pleno sentido se da no es algo exclusivo del sensorium,
cuando el Otro se dirige directamente a él diciéndole: . Pdgina 53J.' "Los clínicos han dado un paso mejor
"117" ,Momento crucial. al descubrir la alucinación mot¡iz verbal por detección
Se producen entonces comprobados efectos de suje- de movimientos fonatorios esbozados." Es decir que, al
ción por parte de este sujeto frente a ese Otro que se di- mismo tiempo que había alucinación verbal, la persona
rige a él: obediencia, puesta en guardia, sugestión. En esbozaba movimientos fonatorios. ¿Podemos decirnos
cierto modo, este sujeto queda desubjetivado, en compa- que se trata del intento de dar voz cuando, por el signifi-

42
canter la voz te es rehusada al sujeto? De aquí Lacan A. Aflalo
puede deducir: Con respecto a "la realidad proporcional al tiempo",
. Página 53.r.'".,. dado que el sensorium es indife-
entiende que designa la actitud de escucha de los pa-
rente en la producción de una cadena significante: 10 cientes alucinados (se detienen... ); esta "realidad pro-
ésta se impone por sl misma al sujeto en su dimensión porcional al tiempo" designaría el vector de reuoacción
de voz" Quiere decir que la que se oye es Ia cara fónica de la cadena significante.
del significante; la phoné apresada por el significante
depende de la cadena significante misma, y no del oí- F. Sauvagnat
do; asf, en el puro significante, la cara fónica puede
Respecto de la alucinación verbal motriz, Séglas de-
imponerse.
, Página 53i: "2e toma como tal una realidad pro- mostró que los alucinados se hablaban y esto fue lo más
porcional al tiempo, perfectamente observable en la importante de la tesis de Lagache de los a¡1os '30. Había
alucinación... disolución de la personalidad. Lacan indi-
experiencia, que implica su atribución subjetiva". Es-
ca que es éste un buen camino, pero que no alcanza para
te punto, en la cadena significante misma, concierne a
dar cuenta de la alucinación.
la atribución de la voz tal como el significante la
apresa er.la phoné; quiere decir que si al sujeto no se
C. §oler
le garantiza este lugar, algo de la cara sonora le es re-
husado. Respecto de la división del sujeto cuando se escu-
. Página 53J.' "3e su estructura propia en cuanto cha, señala que en el campo del "observarse a sf mismo"
significante es determinante en esta atribución, que, tendríamos una división del mismo tipo.
por regla, es distributiva, es decir con va¡ias voces, y
que pon€ pues, como tal, al percipieas, pretendidamen- J.-A.Miller
te unificante, como equívoco." Entendemos que el fun- Refiriéndose a Valéry, al estadio del espejo y al Se-
cionamiento de la ca¡a fónica pueda desfallecer en de- minario X[, señala que el término "división", entera-
terminado momento (alucinación verbal), pero ¿por rnente general, es incluso más patente en el campo de la
qué varias voces? ¿Querrá decir que enla phoné de ca- visión que en el campo auditivo.
da uno le está dada la posibilidad de tener la propia?
En cuanto tal, el percipiens se presenta en la cadena F. Sauvagnat
significante como equívoco, porque la cadena es esen-
cial para la atribución subjetiva; pero esta atribución Se pregunta si Lacan hace aquf referencia a textos
subjetiva es relativa en la cadena significante. Esta ca- precisos; por ejemplo, tratando del reflejo acústico,
dena significante no puede ser tomada sino a partir del menciona los trabajos efectuados a partir de 1900, en los
rechazo del Otro, rechazo producido por la aparición que se hace ofr a los bebés un ruido desacostumbrado
del signiñcante en su campo. para comprobar si son sordos o no.

G. Clastres J.-A. Miller


Este pasaje, al menos su primera pde, á no es un de- Una experiencia consistente en reenviar al sujeto su
sa¡rollo signiñcante del esquema L? Porque en él se sepa- propia voz, con un ligero desfasaje (con un casco), per-
ran, radicalmente, el discurso en el lugar del Otro de la re- mite constatar que ésto reproduce alteraciones en Ia pa-
lación de palabra entre dos figtras a a'. ¿Cómo comprender labra (sobre estas experiencias, véase L'oreille, editorial
la alucinación motriz verbal? ¿Es un intento del sujeto alu- Du Seuil).
cinado de dar a la alucinación u¡r soporte motor?
A. Bergé
A. Bergé En la colección Point, de editorial Du Seuil, consul'
Podemos intentar comprenderlo con el ejemplo de ta¡ las experiencias de Tomatis, para ver de qué modo
"marra¡Ia". ¿Qué es lo que se esboza en ese momento? ajustar el sonido con el sentido en una síntesis imagina'
ria.
¿"Vengo de la fiambrerfa" o "marrana"? Son palabras de
una cadena que no pertenece al que dice "Yo" [Je]2 ¿O
estamos ante un movimiento inverso donde aquéllo que, M. Strauss
en la palabra alucinada, es escrito por el significante, in- Una experiencia, comunicada a de Clérambault,
tenta ser recibido? En este punto sería más bien una puede ayudar incluso al diagnóstico. Se trata de hacer un
suerte de esbozo de lo que no consigue decirse (en la ruidito rítmico durante la entrevista. El sujeto alucinado
alucinación verbal). adopta entonces una actitud de escucha. El ruido puede
desencadena¡ alucinac iones.
G. Clastres
A. Bergé
El "movimiento fonatorio esbozado", ¿sería la tenta-
tiva del sujeto de apropiarse, de atríbuirse lo que se im- En estos casos hay que conseguir cierto acuerdo entre
pone sobre él? el ritmo y el significante. Esto no se toca en el texto. Ca-
be preguntarse qué otra cosa hace el psicótico con la

43
phoné, es decir que algo dela phoné puede ser tomado en E. Solano
el campo del neologismo. En el neologismo,las modifica- La observación de un lactante que ya ha pasado el
ciones verbales pueden estar atestiguando un manejo par- estadio del espejo, pone de manifiesto la andadura tem-
tict¡Iar del significante en lo relativo a su faz sonora. poral de la atribución subjetiva. Si acercamos el contes-
tador telefónico a su oÍdo, observamos.:
C. Soler Tiempol:Perplejidad ante la voz que sale del contesta-
1. En lo que respecta al tiempo "observable en Ia ex- dor.
periencia, que implica su atribución subjetiva", el " Z:El niño se vuelve hacia la persona que Io lleva
p¿rra ver si el emisor es esta persona.
ejemplo comentado: "Vengo de... ", "marrana", es
una ilustración, con la incertidumbre que acaba pa- " 3:Se vuelva hacia la habitación buscando al emi-
sado un tiempo. sor.
2. ¿Podríamos hallar ejemplos precisos de lo que La- " 4:Comprende que la voz es ernitida por el aparato
can llama (pág. 533) "deletreo alucinatorio no audi- y esboza entonces movimientos fonatorios.
tivo", que probarían que el sensorium es indiferente " S:Esto concluye con la a¡ticulación de ciertos fo-
para la producción de la cadena significante? Por- nemas.
que encontramos alucinaciones auditivas y hasta
táctiles, pero hay deletreo. J.-A. Miller
Algunas observaciones sobre el mismo fragmento.
J.-A. Miller
1. El conjunto de esüa primera parte del rexto está
"Mené, tegel ufarsin". Está escrito (Daniel,5, 25).
dirigido a explicar de una manera N¿eva la alucinación
yerbal. Encontramos la historia de la psicologfa y de la
A. Bergé
filosofía, luego una controversia latente con la fenome-
Podríamos tomar el ejemplo de una paciente que en- nología y un debate con los prejuicios clásicos, ya gesta-
cuentra palabras obscenas dirigidas a ella, en la vidriera dos en Aristóteles, que pasaron a la escolástica y luego
de su negocio. Por supuesto, cuando se las va a mirar, ya se impregnaron de psicología moderna; pero todo esto
no estáfi. apunta a la alucinación verbal: ¿cómo tratarla teórica-
mente? E[ texto apunta a ella, pues tendrá como pivote
C. Soler las alucinaciones de Sch¡eber.
Habría que estar seguros de que no es un tiempo se-
2. Para realizar este tratamiento teórico, Lacan toma
gundo de una alucinación auditiva.
la cuestión de la percepción en toda su amplitud y for-
mula el abordaje habitual de la alucinación como gober-
A. Aflalo
nada por el cuestionamiento del sujeto percibiente a sa-
En el caso de los sordomudos, no es en absoluto un ber: pedirle que dé razón de la alucinación. De ahí el
sensorium, estudio de las deficiencias del sujeto percibiente con
vistas a elaborar una doctrina de la alucinación. Es una
S. Cottet orientación, pues, hacia el cuestionamiento del sujeto
Acerca del ejemplo de Séglas. ¿Cómo interpretar los percibiente y de sus eventuales déficits para efectuar
movimientos fonatorios esbozados? ¿Habría algo más una síntesis satisfactoria de las informaciones sensoria-
que la cara fónica del significante, siendo ya un ejemplo les. A ésto, Lacan le opone un abordaje completamente
de la voz como objeto, en tanto materialización afónica distinto, abordaje que no consiste en pedir razón al per-
y afonética de la voz como objeto? cipiens del perceptuln en general y del perceptum ilegíti-
mo (alucinatorio), sino, por el contrario, en pedirle ra-
A. Grosrichard zón al perceptum, es decir, en someter a examen la
En este pasaje hay una progresión de Lacan, o sea, estructura del perceptum y, et el caso presente, Ia es-
tres etapas: tructura lingúística del perceptum.
l. Hablar y oírse. Aquí hay phoné del lado del emi- 3. Con robusta simplicidad, Lacan se propone de-
sor y del lado del receptor mostrar que la noción de un sujeto invariable de la per-
2. Movimientos fonatorios esbozados. Esto parece- cepción es insostenible, que esta noción es un prejuicio,
ría neutraliz a,r la phoné del lado del sujeto. De ahf no sa- mientras que la estructura del percepturn, en cambio, no
le ningún ruido que haga deducir que algo es escuchado es un prejuicio. Cuando se trata de una alucinación, te-
frente al sujeto. Lavoz no está en e! sujeto. nemos el perceplum como un dato. Nuestro dato es el
3. Alucinación de los dos lados, sensorium neutrali- testimonio del sujeto. Se trata, pues, de una invitación a
zado de los dos lados. En resumen:
arrancar de lo conocido para ir a lo desconocido. Lacan
1. Ruido a la derecha y a la izquierda;
explica que a este sujeto invariable, que es un prejuicio,
2. Ruido a la derecha;
se Io define a pafir de prejuicios de realidad inva¡iable,
3. Ruido ni a la derecha ni a la izquierda. Síntesis
en relación con la cual hay percipiens. Realidad y per-
a su alcance.
cipiens se reencuentran en el perceptum producido por

44
la realidad, pero a ésto el percipiens le da su unidad, Lo sacude primero como percipi¿ns orientado a un
pues se t¡ata de informaciones múltiples. perceptum, y en este §entido demuestra que el acto de
oír se diferencia, y que.la posición del sujeto resulta dis-
Realidad ---------> perceptum <- percipiens tinta según que este sujeio apunte al sentido o al sonido.
Señala de este modo que el ejemplo del acto de oír está
De ahf la alucinación como perceptum sin objeto, indicando una diferenciación del percipiens segtin sea
sin correlato de realidad. aquéllo a que apunta.
Perceptum percryrcns Lo sacude después, en una segunda parte, y desde
alucinatorio un punto de vista inverso, el del sujeto paciente del per-
ceptum lo cual explica que, con toda naturalidad, co-
El psiquiatra puede decirse que se halla en Ia misma mencemos por:
realidad que el paciente, el cual, en un momento dado, lcun sujeto que no habla, que escucha al otro que ha-
oye algo. Vuelve uno entonces hacia el sujeto que tiene bla; es decir, por el punto en que su paciencia es
el perceptum, quien debe da¡ razón de lo que oye siendo más manifiesta: cuando debe sufrir la palabra del
que nosotros no oimos nada. ot¡o. Este es el primer punto;
El enfoque distinto de Lacan consiste en partir de 2ade qué modo sufre su propia palabra al reconocerla
ese perceplurT¡, aunque no lenga objeto. Aunque el suje- como suya;
to sea el único que da testimonio de é1, no tenemos que 3ede qué modo sufre su propia palabra sin reconocer-
ponerlo en tela de juicio. Se trata, pues, de validar este la como suya. Este es el punto al que queríamos
perceptum sin objeto y de reconocerle una objetividad, llegar. Hay aquf una lógica estricta que comienza
aunque sólo sea la del testimonio. En ese momento se por el afuera.
habla del perceptum vaz y desde ahí se recorre el camino
inverso. Es decir, no se arrÍmca de un percipiens wrift- Estos tres puntosrse reunen de hecho como rúbricas
canté que constituye al perceptum, sino, por el contrario, de una percepción singular: percepción de la palabra y
de wr sujeto relalivo al perceptum. no solamente audición. Esto puede ser desarrollado en
La conversión teórica a Ia que Lacan invita es admi- una suerte de fenomenología de la palabra (cf. Merleau-
tir una primariedad del perceptum en la percepción, de Ponty). Y esta fenomenología permite ya decir: las alu-
la misma manera que admitimos perfectamente la prima- cinaciones verbales no son sensoriales.
riedad del significante en un sujeto efecto del signiñcan- El estudio de la estructura del perceptum nos permi-
te. Y así es: el perceptum, ya se trate de alucinación ver- tirá precisar esta problemática.
bal o de audición de Ia palabra, está fundamentalmente
estructurado como un lenguaje. Se trata cabalmente de lo En lo que respecta al primer punto, Lacan pone
una conversión teórica, pues el paso que da Lacan es de relieve el efecto de sugestión, que da fe de una ¿b-
considerar que la.teorfa clásica está equivocada, y él va
sorción en la palabra del otro, de una intrusión de Ia pa-
labra del otro en la conciencia del sujeto. Hay que some-
a demost¡ar cómo. Es decir que lo gue ponemos en pri-
mer plano siempre puede hallar una respuesta a nivel de ter a examen la maniobra por la que el sujeto intenta
ponerse a distancia de esa captación, considerando que
la teoría clásica, trabajando sobre el percipiens. Aun con
hay un otro que habla, un "portavoz" de un discurso que
el ejemplo de "marrana", Lacan tiene el cuidado de pre-
no es de él o de una intención que mantiene en él reser-
cisar:"Por supuesto todo ésto puede ser considerado co-
va" (pág. 533). Puede tratarse de una suspensión, de una
mo efectos del espejismo en la perspectiva clásica del
sujeto unificante". (Pág. 536). desconlianza que impone cierta lejanía e impide hacer lo
que el otro dice.
Por Io tanto, el sujelo uni{icanfe es un prejuicio, un
prejuicio antepuesto a cualquier demostración, y hay ra- 20 La relación del sujeto con su propia palabra. En-
zones para elegir otro punto de partida, especialrnente contraremos los términos sobre el final, cuando todo es-
en lo que atañe a la alucinación verbal. to se precipita:
"Pero más notable aún es la relación del sujeto con
4. Esta primariedad del perceptum está enteramente in- su propia palabra, donde lo importante está más bien en-
dicada por Lacan en la página 533l- " ...donde el sujeto mascarado por el hecho puramente acústico de que no
muestra todas las paradojas de las que es paciente en esa podría hablar sin oírse" (pág. 533).
percepción singular". En efecto, si se parte del perceptwn, Este hecho de que no es posible habla¡ sin oírse, La-
el sujeto es fundamentalmente paciente. Es un sujeto no ac- can lo trae como tapadera, como másca¡a de lo que im-
tivo si¿a que padcce los efectos de la esffuctwa ful per- poffi, y esto aparece al final:
ceptwt. Esto es lo que Lacan quiere mostrar, que el sujeto "Pero no por ello flos clínicos] han articulado dónde
sufre dcl perceptun\ el cual parece servnperceptr¿n auditi- reside el punto crucial: es que, dado que el sensorium es
vo pero en rigor es perceptumdel significante. indiferente en la producción de una cadena significan-
Hay una progresión que va del acto de otr, en que el te.." "(pág.533).
sujeto aparece como activo, a la paciencia de atr. Se trata de rur análisis de la autoaudición. En rigor,
Laean sacude progresivamente el estatuto de unidad esto nos llevaría otra vez al sensorium, a las propiedades
del percipiens. del s e ns oriurn auditivo"

45
Esto de que el sujeto no podría escucha¡se sin divi- F. teguil
dirse es una conu¡bucién a la unidad del percipien.r, pe- Habla¡ de voz fonológica elimina cualquier cuestión
ro hay aquí un fenómeno general de autorreflexión (ver- de pronunciación.
se, tocarse, pensarse uno mismo = )o ñ0 pienso
pensando). Hay aquf cierto número de paradojas. Este J.-A. Miller
segundo punto tiene, pues, dos caras, una en la que con-
Podemos decir que lavoz fonológica es áfona. Aquf
tribuye a destruir los prejuicios de la unidad, y otra que
se enfatiza el ca¡áctet' impersonal de la voz. Por ejem-
le sirve para ocultar lo importante.
plo, "el cielo es azul" se impone en su dimensión de
3q "Los clínicos han dado un paso mejor al descu-
voz. Esto significa que no se la aborda como objeto voz
brir la alucinación motriz verbal por detección de movi-
sino con voz del Ot¡o (cf. grafo del deseo):
mientos fonatorios esbozados". (Pág. 533). Es la obser-
vación de que, en las alucinaciones verbales, el sujeto
habla sin saberlo.
Tenemos, pues, ,r¿J modalidades de división del
sujeto:
al mismo tiempo el sujeto
-Elquesujeto
que habla es
se oye.
sujeto que se escucha se divide.
-El sujeto que habla sin saberlo (alucinación verbal). 2. "toma como tal una realidad proporcional al tiem-
-El po, perfectamente observable en la experiencia, que im-
La última modalidad enfatiza la dimensión de alteri- plica su atribución subjetiva" (pág. 533). Es impresionan-
dad de la palabra, que antes estaba camuflada. Ahora te la experiencia de Lacan de que estas voces que no son
bien, el hecho central es que quien estaba camuflado era audibles ocupan cierto tiempo para el paciente alucinado,
el sujeto paciente de la percepción de la palabra. llevándolo a intemrmpirse, con el oído aguzado. No es un
Lacan acuña este hecho crucial en tres fórmulas que tiempo psicológico, es un tiempo intrfnseco, ligado a la
son los puntos cruciales (tres últimos pánafos de la pá- propia sucesión de la cadena significante. Precisamente
gina 533). porque ésta es lineal, y porque sus elementos se presentan
Sólo dejando de ser psicólogo se puede abordar es- con un ca¡ácter sucesivo, hay una función tiempo ligada a
te hecho crucial, es decir cuando deja uno de evocar las toda cadena significante. La voz, que es ahí un percep-
pequeñas experimentaciones, o sea cierto savoir faire, tum sin objeto, se inscribe en la realidad por el tiempo,
y de poner en primer plano los comportamientos de la no por la audición, puesto que no se la oye. A nosotros,
conciencia y hasta la observación de los datos. Enume- es lo único que nos la hace asequible. Esto no concierne
rarlos sólo es posible mirando del lado del sujeto que rinicamente a la alucinación verbal, sino también al acto
percibe, esto es, del lado de la estructura del percep- leer. Se trata de un adiestramiento al que el sujeto puede
tum de la palabra, y hasta decimos, de la estructura de no tener acCeso, leer sin pronunciar, o en silencio, o más
la cadena significante. La psicologfa de la palabra es rápido de lo que hablaría.
aquí un tiempo hacia atrás, y los tres puntos que Lacan
3. "Su estructura propia en cuanto significante es
ordena se deducen supuestamente de la estructu¡a de la
determinante en esta atribución que, por regla, es distri-
cadena significante, no sólo auditiva sino también de lo
que se lee. Lacan deduce tres nociones invariables y butiva, es decir con varias voces, y que pone pues, como
que no aluden a ninguna posición subjetiva, que no tal, al percipiens, pretendidamente unificante, como
equívoco" (pág. 533). Es bastante singular decir "por re-
conciernen a las actitudes subjetivas. En efecto, toda
gla", decir que para toda cadena significante, "por re-
cadena significante lleva incluidas tres funciones, ine-
gla", la atribución subjetiva es¡á distribuida. Esto es al-
liminables:
go difícil de entender, pues puedo pensÍu que, cuando
l.L¡voz hablo, yo mismo distribuyo la cadena significante. Aho-
2. E¡" rreMPo ra bien, no sé si este "por regla" estaba tan claro en la
3. Le o¡srn¡BucroN lingüística de la época. Jakobson lo habfa intuido. ¿Por
qué tendría la cadena significante esta atribución distri-
l. "ésta se impone por sí misma al sujeto en su di- butiva y no unitaria? Continuaremos con este punto la
mensión de voz" (pág. 533). El "por sí misma" subraya próxima vez.
la autonomía del perceptum.En el campo determinado,
el acento recae sobre las propiedades de la estructu¡a. Resumen
Aquí uos hallamos sin duda por delante de la lingüÍsti-
ca, estamos en la lingüisterta, es decir en otra forma de Angel Enciso Bergé introduce la lectu¡a de las pági-
empleo de la lengua" Esto para que no se confunda la nas 532-533 de la "Cuestión preliminar".
voz con el acento, con la tonalidad. Es una voz que no En este texto Lacan enfoca de un modo nuevo la
tiene nada que ver con la modulación sonora, una voz cuestión de los objetos y, en particular, la del objeto voz.
vacía, pur¿rmente ajustada a la cadena significante co- En el momento crucial en que el Otro se dirige di-
mo tal. Por eso hablé de voz "áfona", "afonológica",No rectamente al sujeto, éste queda desubjetivado. Para res-
se la debe confund'.r con ningún sensorium. tablecerse en el lugar del sujeto, va a suponer al otro

46
Wrtavoz de un discurso que no es de é1. Los efectos de Considerando aI sujeto paciente del perceptum, La-
la adición de esta suposición pueden ser comparados can examina, sucesiva y lógicamente, tres modalidades
con la adición del cuadrado blanco en la experiencia de de división del sujeto:
Gelb descripta por Merleau-Ponty. l. Un sujeto que sufre de la palabra del otro.
Esta puesta a distancia del Otro como portavoz per- 2. Un sujeto que sufre su propia palabra reconocién-
mite deslindar, en la voz, la parte física tomada por el dola como suya"
significante, es decir la diferencia significante captada 3. Un sujeto que sufre su propia palabra sin recono-
por el fonema. Desde entonces algo de la voz resulta su- cerla como suya"
ficientemente tomado ent¡e los significados como para
que el sujeto dividido pueda, frente al portavoz, hacer a Si bietr la fenomenología permite ya establecer que
un lado los otros efectos de la voz (sugestión, etc.). las alucinaciones verbales no son sensoriales, sólo el es-
Tras intercambia¡ los presentes una serie de obser- tudio de Ia estructura del perceptunr permitirá delimitar
vaciones, J.-A. Miller pasa a comentar el texto. esta problemática de la percepción de la palabra.
Las páginas 532-533 apuntan a dar una explicación Lacan pone asf en evidencia:
nueva de la alucinación verbal. Para ello, Lacan consi-
dera el conjunto de la cuestión de la percepción y co-
l. el efecto de sugestión en el primer sujeto, quien
se defiende de la absorción en la palabra del otro con la
mienza por poner en tela de juicio la unidad del sujeto
suposición de un otro del otro,
que percibe, del percipiens, por el cual es costumbre
2. la división, no específica del sensorium, evidente
abordar la alucinación verbal. Lacan opone un aborda-
en el segundo sujeto,
je distinto consistente en pedir razón de la alucinación
3. la dimensión de alteridad de la palabra en el ter-
verbal al perceptu¡n mismo, a la estructura lingüística
cer sujeto, que es el hecho crucial, por cuanto se trata
del perceptura. En efecto, mientras que la noción de un
del sujeto paciente de la percepción de la palabra. Es un
sujeto invariable de la percepción es un prejuicio, la
hecho crucial acuñado por Lacan en tres fórmulas que
estructura del perceptum et cambio, es un dato, aun
tratan sobre las tres funciones ineliminables de toda ca-
cuando el perceptum cüezca de objeto. Lacan invita,
dena significante:
pues, a arrancar de nuestro único dato, el testimonio
del sujeto. 1. La voz como voz vacía, que nada tiene que ver con
En lo sucesivo habla¡emos de un perceptum voz y la modulación sonora; r¡na voz áfona, afonológica.
de un sujeto relativo a este perceptum. 2. El tiempo, tiempo intrínseco ligado a la linealidad
Lacan invita aquí a una conversión teórica, la de de la cadena y por el cual la voz, perceptum sin ob-
admitir la primariedad del perceptum, de la percep- jeto, se inscribe en la realidad.
ción. Avanza, en su demostración, desde el acto de 3. La dist¡ibutividad de la atribución, donde la men-
oír, donde el sujeto ap¿uece como activo, hacia la pa- ción "por regla" plantea un problema.
ciencia de oír, donde es pasivo, y sacude, en cada una
de estas dos posiciones, el estatuto de unidad del
percipiens. Versión de J. J. Bouquier

47
2 d,ejutio de 1987 l. La voz: toda cadena signiñcante se impone en su
dimensión de voz que no pertenece al sensorium (áfona)
y la psicosis abreva en este filón.
Jacques-Alain Miller 2. El tiempo: el soporte de la cadena significante no
es el fonema. Lacan terminó por disolver toda materiali-
Comienza señalando lres puntos desarrollados an-
dad de la cadena significante. La única materialidad que
teriormente:
le queda es el tiempo. Ejempto: las actitudes de escucha
del alucinado, la detinción del psicótico en la escucha
un perceplum voz, y un sujeto relativo a este
- perceptum
de esa voz que no es fónica.
3. El tercer elemento se reñere a la estructu¡a como
la paciencia ofr
- el lugar del Adedel A, del portavoz.
tal de la cadena significante, "que por regla es distributi-
-
1. Lo que orienta Ia búsqueda de Lacan en estas pági-
va" en la cadena subjetiva.
nas es la cuestión de la alucinación a través de las Llama la'atención este "por regla", ya que equivale
alucinaciones de Schreber. a un "no lo es forzosamente en todos los casos". ¿Y a
2. La alucinación remite a la cuestión de la percepción. qué se debe que, por regla, toda cadena significante sea
3. La percepción remite al percipiens, a quien se le pi- distributiva?
de razón (Merleau-Ponty habla de impostura aluci-
natoria). Abren Ia discusidn:
Progresivamente, Lacan nos lleva a admitir una in- Angel Enciso Bergé y Guy Clastres.
versión de perspectiva: partir de lo percibido para coor-
dina¡ desde ahl al percipiens y, partiendo del percipiens,
llegar al perceptum. A. Bergé
Es más que evidente, en efecto, que no es lo mismo Piensa cont¡a¡iarnente a J.-A. Mi[er, que esta regla
cargar al sujeto con el peso de la alucinación (¿cree éste es sumamente precisa. Equipara esta frase con un silo-
en ella?... ) que interrogarse sobre la estructura de un gismo cuyo ténnino medio debe ser utilizado de manera
dato del perceptum que se descuida cuando se considera distributiva.
el punto del lado del sujeto.
No hay que perderse en el camino: saber que se va G. Clastres
hacia la boca del lobo que Lacan denomina vfa crucial.
Plantea la cuestión de la producción de una cadena
EI punto crucial eslaverdadera alucinaciónverbal, que significante, producción en la que el sensorium es indi-
no es la gue se cree. Lacan invierte los lugares: nos hace
ferente.
entender que el sujeto es paciente.
El sujeto sufre de la percepción de diversas maneras: J.-A. Miller
1. El A habla: efecto de sugestión
2. El sujeto habla reconociendo su palabra como su- ¿Cuá es la causalidad de una cadena significante?
ya, pero esto no dice de qué se trata Las cadenas significantes se encaman en w sensorium o
3. El sujeto habla creyendo que el que habla es el A: varios, que pueden concurrir a la producción.
alucinación verbal Lacan nos incita a prescindir del sensorium.La ca-
4. El cuarto punto es el punto crucial: la verdadera dena significante como tal se abstrae del sensorium co-
alucinación verbal es que quien habla es siempre el A; mo tal. Atribuye la voz a la cadena significante como
nosotros nos reapropiamos de una palabra que no es tal, es decir, abstrafda de toda materialidad.
nuestra. Este cuarto punto aparece acuñado en el cuarto
párrafo de la página 533. Al final de esus páginas Lacan G. Clastres
no descubre la alucinación verbal, descubre un punto Interroga la referencia de Lacan a la lingüística: el
crucial: el significante del percepturn como tal. La doc- "análisis distribucional" de los lingüistas fragmenta la
t¡ina es válida para toda cadena significante y su estruc- cadena en unidades distintas. La distribución se resume
tura. Está destinada a mostrar de qué modo la alucina- en el énfasis sobre la posibilidad de segmentar la lengua
ción verüal fluye por sÍ misma a partir de la cadena en unidades distintas. En la psicosis, a causa de la distri-
significante: no es, por tanto, una impostura, "análisis bución de la cadena significante, ella se impone al suje-
de est¡uctura" que toca a la relación entre el significante to de un modo igualmente distributivo, es decir, a varias
y el sujeto como tal. voces, y donde cada voz responde a un fragmento,
(El análisis distribucional de Ha¡ris, de Bloomfield).
El prnto crucial de la estructura de la cadena signi-
ficante es que toda cadena significante es del A. J.-A. Miller
Jacques-Alain Miller recuerda los tres elementos: la La lingüística norteamericara, que sufrió los asaltos
voz, el tiempo y la distribución; tres elementos precisa-
de la lingüistica esructural europea, remontó la pen-
dos como estructurales en toda cadena significante (aná-
diente con Chomsky, quien desprecia a lakobson. Según
lisis de estructura como tal): el lenguaje es la at¡ibución
Bloomfield, es posible describir una lengua sin ocuparse
de lo inconsciente.
del sentimiento (traducción automática).

48
En este sentido, la dist¡ibución parte de una unidad El término medio es el pivote del silogismo" "Todos
englobante. El acento recae sobre la estructura de la ca- los hombres son mortales": esta propiedad de mortalidad
dena significante, pero no hay unidad de voz. Pluralidad se distribuye en forma equitativa"
*Algunos hombres son griegos": cuantificación di-
dist¡ibutiva impuesta al psicótico.
La lingüística distribucional no supone nlnguna dis- ferente.
tribución de las voces. ¿Por qué raz6nla atribución sub- primera proposición es distributiva,
jedva es dist¡ibutiva a varias voces? -la segunda no lo es.
La tesis distribucional se interesa en la estructura, -la
Al menos una de las proposiciones debe ser dist¡i-
pero referida al tocutor. Esta disuibución no pone en en-
butiva (¿distributivs = ggneral?).
t¡edicho al locutor unificante. ¿Cómo se puede deducir
que la cadena significante es distributiva en las voces?
A. Enciso Bergé insiste en considerar la frase "la
La expresión "por regla" nos obliga a fundir todo
atribución que por regla es distributiva, es decir, a va-
esto en la estructura de la cadena, a fi¡ndar la alucina-
rias voces" como un silogismo con sus tres elementos:
ción verbal en la estructura de la cadena significante.
la voz, el sujeto, la cadena significante. El que va a ser
distribuido en la cadena significante es el sujeto: para
H. \ilachsberger esta cadena significante, sujeto del significante.
Instalar la distribución subjetiva como la propia La voz no se distribuye en Ia cadena significante.
condición de la distribución significante. Esto invierte la Puesto que la voz no puede ser distribuida como el suje-
dependencia del sujeto al significante. La distribución to, Lacan considerará la voz como resto.
subjetiva es primera con relación a la discreción signifi-
cante. J..A. Miller
Pone en duda que esta frase sea un silogismo. El "es
A- Aflalo
decir" establece una equivalencia entre la atribución
Recuerda las dos etapas del grafo, la del enunciado subjetiva dist¡ibutiva y el "a varias voces". Lacan hace
y la de la enunciación. solidarios, as( el sujeto y la voz.
Estamos habituados a considerar la voz como obje-
J. L. Gault to; entonces, ¿qué quiere decir "atribución subjetiva"?
Las cuatro etapas del grafo son como cuatro penta- En el ejemplo de la alucinación verbal "Iruie", una par-
gramar, cuat¡o voces, y el circuito significante imprime te de la voz va a la paciente y otra a un personaje que
cuatro circuitos diferentes. En su Seminario, Lacan dis- está frente a ella. Es un ejemplo de distribución, una ca-
tingue al menos dos subjetividades, la que aparece a ni- dena significante, por dos.
vel del yo y la que aparece a nivel del deseo. Esta equivalencia del sujeto y la voz desba¡ata el ar-
gumento de A. Enciso Bergé del silogismo gue represen-
J.-.A. Miller ta una no equivalencia del sujeto y la voz.

Lacan sigue el mismo plan, el mismo axioma: el ser


de la letra y la letra del inconsciente. P. La Sagna
En cuanto se habla de efecto de sentido, hay distri-
P. La Sagna bución subjetiva. Esto está presente en todo equívoco.
Señala el problema del shifter. El recurso al fenó-
meno del Yo Uel es no inherente a la estructura. El paso J.-A. Miller
de varias voces a una sola se cumple a partir de la feno- La aribución subjetiva de una cadena significante,
menologfa y no de la lingüfstica. ¿es a una o a varias voces? ¿Lacan se equivoca o no al
utilizar "distributiva"? La cuestión planteada dio lugar
F. Kaltenbeck aquí a cierto número de teorías lingüísticas.
Recuerda el ejemplo de Lacan de la página 805, "el
perro hace miau... ", como ejemplo de distributivo. de Clastres-Wachesberger clasificación que
parte-La
de la discreción significante y concibe la relación
A. Enciso Bergé ent¡e la discreción significante y la distribución subjeti-
va. La distribución sería primera en relación con la atri-
Siempre en relación con el silogismo, señala que
bución distributiva. (Schreiber piensa, como Wachesber-
ciertos lógicos se sirven de la distributividad y otros no.
ger, que hay una pluralidad de seres hablantes y, por lo
El término común a la primera y a la segunda premisa
tanto, varias cadenas significantes).
debe estar distribuido:
de La Sagna. Desde el punto de vista de la
M (término medio)
-La
estrucl,ura en estado puro, no hay enunciación. La
eventual pluralidad de voces demanda complententar la
P ¡d_ estructura: no hay enunciación como tal. Contraria-
S P mente a Ia tesis de Wachesberger, donde la voz es la

49
condición del significante, para La Sagna el significan- Se podría proyectar una clínica de la enunciación:
te es la condición de la estructura. . clivaje de Ia enunciación diferente en el neu¡ótico
de La SagnalAflalolLaurent Laurent trae a co- obsesivo (pensamientos obsesivos) y el psicótico
-La
lación la teorfa lingüística de las personas: pluralidad de (palabras impuestas);
personas en Ia lengua. A. Aflalo menciona las dos eta-
. en la psicosis hay oscilación de la atribución al
pas del enunciado y de la enunciación. ¡.-A. Miller no shifter que comporta la cadena significante. Ej.: la
estií tan segtlro de que no haya enunciación y en lo refe- palabra marrana'("lruie" ) se repite y elYo pel
rente a la cuestión de las personas. vuelve sobre la paciente;
. en cuanto al neurótico obsesivo, ésto puede hallarse
relación del Yo y
-La GaultlKaltenbeck. Gault:
de a nivel del fantasma; distribución de la atribución
el Otro; Kaltenbeck: intercambio atributivo entre gato y subjetiva: el lireto de la pantomima distribuye los
perro. "f.-4. Miller: estas dos hipótesis retoman la distri- role§;
bución bajo la especie de la intercambiabilidad. . el sueño;
. la perversión: exigencia de que el A diga lo que
-La de H. Shutskill. No hay cadena significante sin
materialidad de la cadena significante: este enfoque po- conviene; vale para la estructura misma del fantas-
ne en entredicho la raíz misma del trabajo de Lacan. ma: es preciso ofrselo decir.
. rur ejemplo de distribución subjetiva es el psicoaná-
-La de lleyassofflMiller,pone el acento en el tér-
mino "equívoco". Este término tiene una relación con la
lisis mismo: una cadena significante se elabora pa-
ra ser distribuida (reticencia, alusión en Ia histéri-
voz (vocare). Véase página 532, lo unívoco, que respon- ca; el sujeto prefiere que lo diga el analista).
de a Ia última palabra de la página 533; ¿por qué se en-
cuentra la atribución en la regla distributiva, es decir La distribución subjetiva está por todas partes.
que es a va¡ias voces? ¿A cuántas voces es,la cadena ¿Qué es lo que forma la unidad de la cadena signifi-
significante? En todos los casos hay al menos una voz cante? Esto se juzga por la teoría de la alucinación ver-
(la cadena significante se impone en su dimensión de bal. La lingüística verificó la polifonfa básica de la ca-
voz). Por impersonal que se la conciba, no hay cadena dena significante.
significante sin voz.
Resumen
La oposición esencial reside en: ¿una o varias vo-
ces? ¿Cómo es que esta cadena significante, hablada se- Primeramente, J.-A. Miller recordará, respecto de
ría a varias voces? Salvo que nos percatáramos del fenó- las páginas 532y 533:
meno de la cita. Ejemplo: Wachesberger dijo que no hay
significante sin voz; hay dos voces: el enunciado y la l, vuclco teórico de la percepcidn operado por
enunciación. Por lo tanto, desde el momento en que hay Lacan -El
a partir de las alucinaciones verbales de Schreber.
cita, hay distribución enunciativa. Advertimos que otros Lacan sacude el estatuto unificante del percipiens al pe-
fenómenos ma¡ifiestan también esta plurivocalidad. dir razón no ya al percipiens del perceptur¡, sino al per-
Toda frase negativa sale de esta estructura plurivocal. ceptum-voz, aun si carece de objeto. La inversión de La-
negación: él no sabe, can consiste en partir del perceptum Wra coordinar,
-una afirmación: desde ahí, al percipiens.
él sabe.
-una
Lo que está primero es sl cuando ha hablado el A,
cuando el sujeto no es el portavoz de un Otro. Conside-
ll. -Ja paciencia de oír. Lacan pasa del acto de oír
ramos como primera la afirmación, y como secundaria
(activo) a la paciencia de oír (pasivo); el sujeto sufre en
la enunciación: el no, en "no es mi madre" es "lo que
diversas formas del perceptum;
está primero es mi madre".
ya sea que sufra de la palabra del A con sus
La negación justifica por sí sola el "es la regla". - de sugestidn,
efectos
Ejemplo: "sinceramente no puedo hacer nada" entraña
ya sea que sufra de su propia palabra reconocién-
dola-como suya,
una doble enr¡nciación:
un hecho: no puedo hacer nada. ya sea que sufra de su propia palabra sin recono-
-de
-sinceramente. cerla- como suya: caso de la alucinación verbal. Pero el
Los fenómenos de cita son más numerosos de lo que punto crucial consiste en que la verdadera alucinación
se cree: desenganche lingüístico, verbal es que el que habla es siempre el A. Conraria-
proverbios: la enunciación ya está uasladada al mente a lo que dice Merleau Ponty, no hay impostura
-los
portavoz de un discurso que no es del sujeto;
alucinatoria: la alucinación verbal fluye por sí misma a
ironías: uno se desengancha de la enunciación, partir de la cadena significante. El punto crucial de la
-las
"ah, si será inteligente... !" estructura de la cadena significante es que toda cadena
significante es del A.
La polifonía intrfnseca del lenguaje reaparece en es-
tos fenómenos de cita; el "por regla" es a va¡ias voces.
Por lo tanto: no se puede articular la cadena significante III. otra parte, J.-A" Miller recuerda que toda
sin hacerlo a varias voces, cadena
-Por
gnifi cante ent¡aña
si tres func iones estructural e s.

50
l. La voz. De toda cadena significante pende una ñala la cuestión de la teoría lingüfstica, de la pluralidad
voz áfona que no pertenece al sensorium" de personas en la lengua recordada por E. Laurent"
Miller enlaza las hipótesis de Gault y de
2" El tiempo. El tiempo es la única materialidad que Kaltenbeck, que retoman la distribución bajo la especie
le resta a la cadena significante: el alucinado está a la de la intercambiabilidad. Termina poniendo el acento,
escucha de una voz que no es fónica. junto con ileyassoff, sobre el término "equívoco" y su
relación con la voz. En todos los casos hay al menos una
3, La dis¡ribución, El debate de la ciencia va a reca- voz, puesto que la cadena significante se impone en su
er sobre la siguiente cuestión: la atribución subjetiva, dimensión de voz. ¿Por qué se encuentra la cadena sig-
¿es a una o a varias voces? Se abrirá una discusión sobre nificante en la regla dist¡ibutiva, es decir, a varias vo-
la expresión "por regla". J.-A. Miller hace notar que el ces? Es aquf donde reside la oposición esencial: a una o
"es decir" hace solidarios al sujeto y lavoz, desba¡atan- varias voces.
do el argumento de A. Enciso Bergé sobre el silogismo No se puede articular Ia cadena significante sin ha-
que le representa una no equivalencia del sujeto y la cerlo a varias voces. Lo prueban los fenómenos que ma-
voz. nifiestan la plurivocalidad, como los fenómenos de ciüa,
Al lado de la teorfa lógica de Enciso Bergé, Guy la negación (que por sí sola justifica el "por regla", co-
Clast¡es indaga en la referencia de Lacan al análisis dis- mo a varias voces), los proverbios, las ironías.
tribucional de los lingüistas. Tras efectua¡ una breve clínica de la enunciación en
las diferentes estructuras y también en el sueño, y hasu en
J.-A. Miller ha¡á la síntesis de las diferentes teorías el propio psicoaruilisis como ejemplo de dist¡ibución sub-
lingüísticas surgidas en la discusión general entablada a jetiva, J.-A. Miller concluye con la teoría de la alucinación
continuación. como constituyente de Ia unidad de la cadena significante.
No está tan seguro de que no haya enunciación, co-
mo sugiere La Sagna en oposición a la tesis de Waches-
berger de que la voz es la condición del significante. Se- Versión de Frangoise Josselin

5r
9 de julio de 1987 más nos habla. [...]. Hemos llegado al límite en que el dis-
cu¡so, si desemboca en algo más allá de la significación,
es en el significante en lo real." Este ejemplo de "la paz
Aru¿ncio del semesffe próximo, qu¿ comcnzard el 17
del atardecer" muestra que se Eata de una regla común pa-
de setiembre. Las inlervenciones strcesivas estarán a car-
ra el ser hablante, pero que en este mismo punto Schreber
go fu
Colette Soler, Philippe Sauvagnat, Alexandre Ste-
despliega sus alucinaciones explorando ese límite de lo
vens Antonio Di Ciaccia, Marc Straws y §oI Aparicio,
y
simbo,lico. Cuanto más escapa el significante, más se pre-
iean lacqtus Bouquier.
senta como rma franja de fenómeno de discu¡so: será, para
Schreber, el milagro del alarido.
Lcctura dc las Partes 4 y 6 del "Tratamicnto posible
ilc la Psiosis", Ecrits, póes, 535-541, por Guy Clastres.
Está claro que Lacan analiza aquf la relación del sujeto
con la cadena significante, sin pasar por las estructuras
Dos palabras nus sobre la Parte 3, págs. 534-535.
freudianas.

Lacan vuelve a referirse a la presentación de paciente


Frase de pdg.536;
del Seminario Itr. En 1955-56, donde nuás ponía el acento
era en las estructuras freudianas que sostienen el delirio; a- 'Aqú palpamos también ese efecto que üene todo sig-
quí, lo que se acentúa son las relaciones de polifonía en la nificante una vez percibido, de suscita¡ en el percipi€ff un
cadena sigrrificante. asenümiento hecho del despertar de la duplicidad oculta
"Marrana" viene después de una enunciación alusiva. del segundo por la ambigiiedad manifiesta del primero".
El juego dei "Vengo de la fiambrería" recubre la intención
de rechazo del discurso en la alucinación, rechazo que Aquíhay una oposición.
encuentra su realización en la palabra "marrana".
l. Lo que está manifiesto en el significante es su arn-
bigüedad, el hecho de que autoriza una oscilación.
Parte 4, págirus 53 5-537 2. Lo que esuá oculto ea el percipi¿r¡s es su duplici-
. dad, anunciiándose aquí lo que Lacan llamará "suje-
Hay una puntualización en la que Lacan evoca su tesis to dividido". Distinguimos esta duplicidad en
"Vengo de la fiambreia" y en la alucinación "ma-
"De la psicosis paranoica en sus relaciones con la persona-
rrana".
lidad', donde se había situado del lado de Jaspers para cul-
minar en la interpretacióir freudiana. A partir de Freud, re- Esta duplicidad del percipiens se revela con el
perceptltm una vez percibido, que produce efecto
torna a un punto de visU estructu¡alista.
de equívoco.
Frase de pdg.535:
SÍntesis de Jacques-Alain Miller:
"Este ejemplo no es promovido aquí sino para
que se aprecie en su meollo que la función de inealización La cuarta parte sucede al ejemplo de la alucinación
no lo es todo en el símbolo". verbal "marrana". Lacan presenta dos veces la función de
este ejemplo
En articulación con "Vengo de la fiambrería", se evoca
ut símbolo, "nlarrana", que retorna en lo real, realizando
I . Al comienzo d¿ la tercera parte. Ecrits, pág. 534.
así la creencia en la fragmentación del cuerpo. Para la pa-
ciente, ésto toca a un imposible de subjetivar que retoma
en lo real.
El ejemplo funciona como ilustración del hecho de
que esa cadena significante
Encontramos una referencia a ésto en la pág. 847
("Posición del inconsciente'), "la inealización" coincide a. se impone al sujeto en su dimensíóndevoz.
con lo ineal definido en este texto: "lo ineal no es lo ima- b. adopta como tal una realidad proporcional al tiempo.
ginario y precede a lo subjetivo al que condiciona" por es- c. tiene una atribución distributiva que plantea al
percip iens como equívoco.
t¿r en contacto directo con lo real". Lo importante es el
punto de intimidad entre S y R, que permite el efecto del S
en el R. Esto es también Io que Lacan indica cuando dice
parte. Ecrits, ptig. 536.
2. Al conienzo d¿ la cuarta
que basta con que el símbolo retorne en lo real en forma El ejemplo es presentado para que se aprecie en su
de cadena rota. Con "la paz del ata¡decer", experiencia meollo que la función de inealización no lo es todo en el
subjetiva de l¿can descripta en el Sem. IlI, págs. 155-156, slrnbolo.
demuest¡a que la cadena significante rota tiene valor de Entre estas dos ccnclusiones hay un desfasaje descon-
símbolo debido a que se impone por sí misma. "Esta for- certante pero sin embargo comprensible. Tenemos una o-
mulación... nos llega como un murmullo del exterior, ma- posición antinómica entre símbolo irrealiz¿do y lo simbó-
nifestación del discu¡so en cuanto nos pertenece apenas, I lico que pasa a lo real. De hecho, ésto impide establecer un
... I llega como un eco a lo que hay de golpe de significan- nexo con el término "irreal" invocado en el texto "Posi-
te para nosotros en esa presencia, articulación que no sabe- ción del inconsciente", Ecrits, pá9.847 .
mos si viene de fuera o de dent¡o ( .." ) cuanto menos lo imaginario debe ser distinguido de lo irreal que
articulamos [el significante. ..1. cr¡anto menos hablamos, -Lo
está en confacto directo con lo real. Podemos deducir

52
que lo irreal es equivalente a lo simbélico. Ej.: La paz del Ejemplos:
ata¡decer. . el temor de Dios = punto de almohadillado en la l¡ es-
irrealizaciín impuesta de lo simbólico es la ma- cena de Atalfa (Raciae, Sem. lll,pá9.297).
-I.a
nera en que se aborda lo simbólico en tanto se engancha . alguien grita: "¡fuego, fuego!"
con lo real. . el silencio de los espacios infinitos.
. "el alba del dÍa" (Sem. III, págs. 68, 169, 188, 233:
En cuanto al término irrealización, hallamos en los día)
Ecrils unareferencia, pdg. 134, en "Funciones del psicoa- . en Ia exclamación "tú", "yo" resuena el Oglcooc,
niílisis en criminología". para designar la cosa que ha sido objeto de una larguí-
"El psicoanálisis en su aprehensíón de los crímenes sima búsqueda .
determinados por el superyó, tiene, pues, el efecto de irre-
alizarlos. En lo cual concuerda con un oscuro reconoci- Alain Grosrichard
miento que se imponía desde hace largo tiempo a los me-
jores de aquéllos a quienes les está reservada la aplicación ¿Qué es, exactamente, la cadena significante rota?
de la ley. [...J ¿Dcbcmos tomar esta expresión a nivel dc la sinuxis? Es
Pág. 135: "Al mismo tiempo el psicoanálisis resuelve cierto que esta expresión coincidiría con la aprehensión
un dilema de la teorfa criminológica: al irrealízar el del lenguaje poérico en el período de [¿can.
crimen, no deshumaniza al criminal. Más aún, por el
resorte de Ia t¡ansferencia, proporciona esa entrada en el J.-A. Miller
mundo imaginario del criminal que pucde ser para él la
puerta abierta a lo real." Contesto tu pregunta considcrando que lo simbólico
no tiene contacto directo con Io real cuando no se presenta
Así pues, el crimen se irrealiza con ser un acto simbó- en forma de cadena rota. Esto quiere decir que la frase no
lico" Observen la analogía con el blasón: lo que en él está tienen verbo ni sujeto. Como Io indica Roman Jakobson,
representado, al mismo tiempo está irrealizado. La irreali- cuando formamos frases, empleamos palabras autónimas.
zación es simétrica a la imtpción en lo real. Lo mismo su- Es decir que estas palabras hablan por sí mismas.
cede con la forclusión: el Nombre del Padre no simboliza-
do surge en lo real. R. Jakobson.: "Dssais de lingüistiqw générale: les
Esto se formula igualmente en "La significación del fondaments du langage, tomo I, pá9. 178:
falo", Ecrits, págs. 692 y 694. "Un mensaje que remite al código corresponde a
lo que en lógica llaman'rnodo autónimo' del discurso.
"Todas estas afirmaciones no hacen más que velar el Cuando digo: el cachorro es un animal cariñoso, la pa-
hecho de que [el falo] sólo velado puede dcsempeñar su Iabra 'cariñoso' designa a un pcrro joven (... ) la pala-
papel, es decir, como signo él mismo de la latencia que a- bra 'cachorro' --diremos con Camap- esuí empleada
fecta a todo significable, desde el momento en que se lo e- como su propia designación. Toda interpretación que
leva(aufgehoben) a la función del significante. [...] Diga- tcnga por objeto la elucidación de las palabras y frases
mos que estas relaciones [entre los sexos] girarrín en torno sea intralingual (circunlocuciones, sinónimos) o
a u:¡ ser y a un tencr gue, por referirse a un significante, el -ya
interlingual (traducción)- es un mensaje que remite al
falo, producen el efecto contra¡iado de dar por una pafle código. El género de la hipóstasis señala
realidad al sujeto en este significante, y por la otra de irre- Bloomfield- 'está
-como
est¡echamente ligado a la cita, a la
alizar las relaciones a sigaificar." repetición del discurso', y cumple rxr papcl vital en la
adquisición y el uso del lenguaje."
Quiere decir que cualquier cosa que pueda ser signifi-
cada pasa a ser una cosa transformada en significante, y Acá vemos la analogía con lo que Lacan llama "pala-
entonces esa cosa pierde su detalle de realidad. En el im- bra vacía". En este curso yo puedo forrnar frases relativas
presionismo, por ejemplo, para saber que ahí hay un árbol, al bien, como en los diálogos de Platón. Formaré frases
se presupone que conoccmos el código. que contcndriín elementos de autonimia, autoneferencias.
Esto nos permite concluir en una tesis general sobre el Digo esto para mostrar que tu pregunta se reflrere a los sig-
significante. Lacan muestra que la alucinación verbal tiene nificante§ mismos y no a las referencias.
la estructu¡a de la cadena significante. Es el encuentro del Supongamos que en el curso en que formo estrs fra-
significante en lo real. La alucinación verbal se sitúa no le- ses, Annie Staricky imrmpa súbitamcnte gritando: "iAler-
jos de los fenómenos normales, y ésto es lo que Lacan in- ta, una bomba!" Nadie preguntaría nada. Nadie preguntarí-
dica al decir: "basta con que se presente, como es común, a: "¿qué está diciendo?", y sin embargo, nadie verÍa la
en forma de cadena rota". La analogía entre el fenómeno bomba más de lo que vería Io que yo digo en mis frases.
normal y la alucinación queda ya demostrada en la crono- Aun así, es cierto que su frase nos pondría en movimiento
Iogía: después del ejemplo de "la paz del atardecer", tene- y mucho más que un timbre que se pusiera a sonar solo.
mos la introducción del milagro del alarido (Seminario III, Nadie se quedaría sentado diciendo: "Examinemos, pues,
pág. 156-157). Un enunciado cualquiera siempre puede ser este enunciado: alcrta, una bomba". "Estos ejemplos per-
representado por una cadena rota. miten captar hasta qué punto la forma verbal de cadena
significante rota pasa a lo real de una manera sensacional,

53
y cómo tiene un efecto convincente para todos. Esto "¿Qué es S (frJ sino la imposibilidad de decir todo lo
justifica lo que l¿can denomina "lugar común". [¿ enun- verdadcro de lo (ue hablé hace un momento? Finalmente,
ciación es más intensa porque es anónima. Hay ausencia lo simbólico, al dirigirse hacia lo real, nos demuestra la
del sujeto de la frase, en todo caso del "ys't [je] . En los te- verdadcra naturaleza del objeto (a)" Si hace un momento lo
oremas matemáticos, por ejemplo, no figura el "yo pienso califiqué de semblante de ser, es porgue parece damos el
que". Lo que domina es el teorema, y el yo [je],"embra- soporte del ser" (Sem. XX, pág. 87).
gue" cuya significación sólo se define por refercncia al
mensaje (cf. Jakobson) aquí no tiene razón de scr. La conexión directa de lo simbólico a lo real supone la
existencia de este encadenamiento. El Ot¡o no se alcanza
A. Grosrichard sino poniéndose en concordancia con el objeto (a). Del
S (Al no queda más que ese significante completamente
¿Por qué llamamos "roüa" a esta cadena? soló que lleva en sí mismo toda la alteridad del Otro.
Volvamos al ejemplo de cadena rota: "tú". En la plenitud
J.-A. Miller
de tu ser, eres tú. Tú cómo significante único. ldem en
Porque es un condensado de experiencia producido
cuanto a"lapaz del atardecer", que no existe en la reali-
como contacto directo del significante en lo real. "Ah, la
paz del ata¡decer..." dad y no se deduce de Ia expcriencia. Hay un absoluto de
este significante. Esa paz existe a paÍir de de este signifi-
A. Grosrichard cante absoluto. Lo vivido esuí condicionado por la existen-
Me parece que tus ejemplos no alcanzan a lo que dice cia de ese significante. Cuando se formula, me viene como
Guy Clastres; habría que tomar ejemplos más neutros que del exterior. El significante viene a ponerse en concordan-
ilustren lo que formula Lacan: para que la imrpción del cia con la pulsación misma de mi sentimiento. Lacan en-
símbolo en lo real sea indudable, basta con que se presen- laza ésto a la alucinación verbal: la conexión de un signi-
te, como es común, en forma de cadena rota (pág. 535). ficante con una experiencia vivida que estremece al
hombre en lo que tiene de más profundo. Por eso señala,
J.-A. Miller justo después, el "milagro del ala¡ido". Cuando todo tien-
Pues bien, tomemos otros ejemplos. Basta tomar fina- de a desaparecer, se elcva entonces este significante.
les de frases o incluso frases de Schreber. ¡Para tener una Puedo acudir a un ejemplo análogo: el encuentro de
cadena rota, basla con quitar el sujeto o el verbo! Lacan con el señor X, Lacan no recordaba nada de este en-
cuentro, contrariamente a X, que se podía pasar una hora
A. Enciso contando anécdotas. En el momento de dcspedirse de mí,
Obsérvese que la cadena rota no siempre está fijada X. enuncia, tras un instante de silencio... "un gran hom-
por una puntuación. A "fuego, fuego" le podemos agregar brg".
los puntos de admiración, ¡Fuego, fuego! Pero con la"paz A modo de ejemplo, Yo me interrogaba sobre la inten-
del atardecer" no sucede lo mismo.
ción de Alexandrowitsj de llevar el psicoanálisis a Polonia.
Comprendí cuando me dijo: "Traté de interesa¡ a Lacan en
J.-A. Miller
Polonia." Aquí había autenticidad, él había captado el plus
No se t¡ata de puntuación sino de que la cadena rota
de goce de Lacan.
tiene un tono, rma vocalización particular. Una frase se
forma en el registro de significación, y siempre remite a o-
tra significación. La significación es metonímica. El dis-
Ultimo ejemplo, Lacan evoca "ser una chica rubia y
popular que alegra el ambiente", la cosa termina en los o-
curso se detiene en el nivel del ser. Vcmos aquí el anuncio
de lo que Lacan llama¡á después: objeto (a). breros de St. Denis. Si lo simbólico puede imrmpir en lo
En el Seminario XX, Encore, pág. 83-85, Lacan ins- real a t¡avés de la cadena rota, con el fantasma no sucede
cribe el objeto (a) sobre el tmyecto de lo simbólico a lo re- lo mismo. La irrupción en Io real no es la ley del fantasma,
al. Por lo tanto, el contacto directo con lo real se prrduce a en él la irrealización es mucho más manifiesta.
partir de lo simbólico. Comprobamos ésto en el neurótico por su relación con
I el fa¡ltasma. Si éste interrumpe en lo real, es problemático
para el sujeto. Esta conexión en forma de cadena rota no
s (/() o realidad puede efcctua¡se más que por lo simbólico y lo real. Los
verdadero títulos de lo§ libros obedecen a que representan un t¡aslado
dc lo simbólico a lo real.

A. Grosrichard

A partir de Mallarmé (1842-1898) hay un esfuerzo por


R
dar muerte a la retórica, se codifican los lugares donde mo
puede o no cortar, romper. Es lo que sucede en la locu¡a de
a Orestes de Racine. Aquí la locura se traduce en rotu¡a de
semblante cadena.

54
A. Enciso - J.-A. Milter J.-A. Miller

En las frases completas el acento está puesto en las sig- A nivel de la cadena significante que prosigue, una
nificaciones y no en las referencias. El efecto de rotura ali- fractura permite que un segmento venga a golpear lo real.

;f.,lo.Iasignificaciónparaprecipitarloenlareferen.#/l-
Lo vivido no está condicionado solamente por lo que
sucede, sino también por el significante que emerge. Lo vi-
vido es dependiente de una emergencia del significante. El Sl 52
/ queda así captado por el significante y es imposible a-
rranca¡lo de ese significante. objeto c
¿No podríamos ver un ejemplo en el hecho de que de
los discursos políticos emergen islógans?: "la fuerza t¡an- Versión de Katty Dumoulin
quila".

55
ls de octubre de 1987 Esta ausencia de culpabilidad no es generalizable a
todas las psicosis, existen psicóticos que formulan un
discurso explícito de culpabilidad.
Jacques-Alain Miller
Frangoise Josselin
Propone una discusión sobre la exposición realiza-
da por Colette Soler en las dos reuniones precedenles A propósito de esa "verdad escrita" de Rousseau:
"Rousseauy la paranoia" . ¿habló él de sus sueños? Es una cuestión referida a la
transparencia, al hecho de que, en la psicosis, Ios pa-
Anne Lysy cientes creen que se les lee el pensamiento. Por ejemplo,
en el caso Aimée, con respecto al sueño tenido antes de
Destaca los términos de forclusión metódica y for-
serle anunciada la muerte de su hijo y donde caza con el
clusión de estructura, que relacionan un pasaje de la príncipe de Gales, cuando despierta, se lee en sus ojos
obra con el autor. Puesto que la obra es ampliamente un
que ha estado cazando con el príncipe de Gales.
testimonio autobiográfico, ¿gué valor tiene esa distin-
ción, que en rigor parecería tener que utiliza¡se para una
C. Soler
obra más de ficción?
Rousseau casi no habla de sueños; pero evoca uno
Colette Soler tenido la noche en que le anuncian que van a detenerlo,
y este sueño concierne a la función del Iuez Suprerno.
Esta distinción, problemática en efecto, debería no
Lo que se menciona respecto de Aimée abre un inte-
obstante mantenerse. Mientras que una parte de la obra
rrogante: parece que los psicóticos sueñan, sus relatos
de Rousseau es profundamente autobiográfica, hay otra
de sueños como iales no son diferentes de los del neu¡ó-
que no se presenta asf, ni para él ni para sus lectores,
tico. Lo que difiere es la manera en que el psicótico trata
contemporáneos o actuales: es Ia obra de un pensador
al sueño, al que toma no como mensaje de su incons-
del siglo XVilI.
ciente, sino corno alucinación: un Otro habla en é1, el
Estamos ante el problema siguiente: ¿de qué modo,
sueño le es enviado. El mensaje del sueño del psicotico
Ieyéndolo, podremos encontrar la persona de Rousseau
lo coloca en el delirio en relación con el Otro que lo
en su obra teórica?
acosa con mensajes.
Podríamos criticar esta distinción, pues ¿hay razo-
nes para busca¡ al sujeto en su obra teórica?
J.-A. Miller
Pero se autoriza uno para hacerlo ya que encuentra
homologías de construcción, homologías semánticas (ri- Recuerda la mención del fastidio de leer a Joyce, del
tomelos). placer de leer a Rousseau: estas manifestaciones en fa-
Cuando Rousseau construye la ficción del hombre vor de Rousseau, ¿los joyceanos las desaprueban?
original, del niño "natu¡al" el caso de Emilio-,
-es y es que lo que está
hay algo que nos llama la atención, Jean-Guy Godin

-el mal- vuelve


forcluido del origen para Rousseau Hay un paralelo entre Joyce y Rousseau: a propósito
en lo real de la sociedad. Se trata de una homolcgía de de la función sintomática de la escritu¡a de Rousseau,
estructura. Por otro lado, sería abusivo mantener esa dis- Colette Soler señaló que ella apunta a sustraer al Otro
tinción: Rousseau hace funcionar una estructura de for- una parte de goce. Este punto, que Lacan enfatiza, ten-
clusión en su estructura de pensamiento, pero de ella ex- drfa que ser desarrollado.
trae una obra. En cuanto a Ia comparación entre la escena de la pa-
Hay asf una distancia entre Rousseau como sujeto liza (Joyce) y de la azotaina (Rousseau), si esta escena
psicótico y una obra que vale como tal" de la azotaina se presenta como un trozo de fantasma,
Con Descartes, por ejemplo, no hacemos de la duda ¿cuál es el estatuto del fantasma perverso en la psicosis?
sistemática, que es su método de pensamiento, un rasgo de Habría que oponer, en el plano de la est¡¡ctura, por
estructura obsesiva, no nos preguntamos si Descartes era una parte el hecho de que det lado Joyce hay una rela-
obsesivo.Incluso con Freud, si tomamos Tótemy nbú... ción con el cuerpo en que la paliza, que no lo hace go-
zar, no entra en función de su síntomar y por otra parte
Claude Duprat otra figura de [a psicosis donde ésto entra en función co-
Recuerda lo que se dijo del postulado de Rousseau mo un fantasma en la psicosis. Esto plantea la cuestión
"pase lo que pase, soy inocente": estando forcluida la del fantasma en la psicosis.
culpabilidad, la acusación vuelve desde afuera. Señala
que en la clínica de las psicosis la culpabilidad suele es- Guy Clastres
tar ausente en los dichos de los psicóticos, y pide se pre-
No es un fantasma, es un real, pero Rousseau y
cise :l término de "culpabilidad forcluida".
Joyce obtuvieron con él una parte de goce diferente"
Para Rousseau es un goce masoquista, elevado co-
C. Soler mo ideal. Para Joyce, se manifiesta en una expresión de
Esa posición de "rectitud" es consta¡lte en Rousseau: extrañeza al cuerpo propio que coloca a Joyce en ula re-
él es bueno e inocente, como evidencia primera. lación esquizofrénica, extraña, con el goce del cuerpo.

56
¿Acaso p¡ua Rousseau, la relación con el otro sexo Este es también un rasgo de época; en su época,
supone padecer algo que le recuerda esa azotaina deli- Joyce no es el único que lo hace. Pero quizás existan
ciosa? aquí elementos diferenciales: una psicosis que atenta
contra la sintaxis (Joyce) y una psicosis que magnifica
la lengua (Rousseau).
J,-G. Godin
Más evidente es que Rousseau sería "Rousseau el
Lacan dice que Joyce no es un verdadero perverso. fantasma", en el sentido imaginario del fantasma. Para
Lo mismo se puede decir de Rousseau. Pero ¿cuál sería é1, es un recurso: escapar tle los hombres, quedarse solo,
esa perversión, que no es verdadera, en la psicosis? contarse historias; es una práctica de la imaginación
donde se representa en un mundo "poblado de seres se-
C. Soler gún su corazón".
Podemos oponer Joyce y Rousseau, pero lo que am- En cuanto al gusto por Joyce o por Rousseau, yo
bos tienen en común es que no son verdaderos perver- tendería a compartir el gusto de Colette Soler: no es fá-
sos. cil leer a Joyce.
¿Cuál es la función de este símil de fantasma per-
ys¡56J (l)
J.-G. Godin
Hay para Rousseau una parte de goce en correlación
Hay diferentes escrituras en Joyce, esto no lo encon-
con la imagen de su cuerpo y con el Otro.
Esto üene una función análoga a lo que encontra- tramos en Rousseau. Ulircs hace el puente entre sus dos
mos en el libreto transexual de Schreber, al final de su tipos de escritura. Es una lectura que suscita no un fasti-
delirio: Sch¡eber se mira en el espejo. y gozai es éste un dio, sino un "es suficiente""
goce localizado, en correlación con la imagen, con la
mirada del Otro. Esto no hace un sujeto perverso" J. -A. Miller
No hay muchos instrumentos para hablar del gusto y
de las relaciones subjetivas con la escritura.
J.-A. Miller
Hay una cuestión: ¿dónde se inscribe, en la obra de
Nos estamos salteando la cuestión del gusto por Rousseau, la paranoia? De hecho parece, tal como La-
Joyce o por Rousseau... can considera a Rousseau en su artículo sobre los pro-
No sabemos que Joyce se las haya dado de exhibi- blemas de estilo, Lacan indica hasta qué punto esa for-
cionista, mientras que Rousseáu tuvo sus prácticas exhi- ma clínica es susceptible de entrar en resonancia con la
bicionistas, que él refiere en sus Contesiones; es uno de época y con los problemas más actuales de ese momen-
los escándalos de las Confesion¿s. Pero exhibfa las nal- to. Rousseau evoca sus trastornos en relación con el se-
gas, no el pene. mejante (inhibición, malestar, etc.) ejemplo, la fi-
gura del paseante -por
solitario-; correlativamente, es
C. Léger legislador y pedagogo.
Sabemos que regularmente se hacía traer revistas Existen conexiones estrechas entre este Eastomo de
pornográficas... la relación con el semejante y la actividad de repensar,
La primera persona que dio a conocer su fastidio de de reformular el lazo social: al respecto, Rousseau no
Ieer a Joyce fue Jung, quien fue uno de los psiquiatras tiene en absoluto un abordaje espontáneo, nativo. En su
que Eató a la hija de Joyce" obra se consagra a inventar, a elaborar al Otro, en la
misma medida en que este Otro no se sostiene para él: lo
J.-A. Miller que vale para é1, más que para el neurótico, es la incon-
sistencia del Otro. Por eso la paranoia entra en resonan-
¿Podemos decir "Rousseau el sfntoma"? Yo sería
cia con los períodos de crisis: se trata para todos de rein-
muy contrario. Lacan, en efecto, insiste en lo siguiente:
ventar al Otro.
que Joyce no conmueve en nada al inconsciente, mien-
tras que Rousseau sabe conmover a toda su época.
Agnes Aflalo
C. Soier También es el caso de Reich y de la Sexpol.
Existe también un fastidio con Rousseau...
J. -A. Mitler
J. -A. Miller Muchas de las elaboraciones de Rousseau están hoy
en el sentido común.
Rousseau especula con la emoción, la valoriza,
Rousseau no está en absoluto en la corriente de tole-
mientras que Lacan atrapó a Joyce por "eso no conmue-
rancia del siglo de las luces. Esta¡ía más bien en una co-
ve al inconsciente""
rriente caracterizada por la intolerancia.
Se lo ve en la escritura. Joyce hace salta¡ la lengua,
El Conlrato Social es el colmo de la democracia,
la deshace por "l'elang¡l¿g" (2), atenta contra el léxico
pero de una democracia totalitariai crea un Otro idéntico
y contra la sintaxis. Rousseau está del lado de la retéri-
a la voluntad general, que supone la desaparición de to-
ca: es la escritura más bella, más a¡moniosa, más musi-
dos los cuerpos intermedios, una atomización social; es
cal"

57
una sociedad donde se proscriben todos los partidos, to- mente, Ia visión de una persona que pasa por la calle le
das las solida¡idades locales en provecho de una solida- suscita una cadena de recuerdos, a partir de Io cual se
ridad total; es la elaboración de un Ot¡o feroz gue anula funda la idea de complot.
todas lCI particularidades.
Hay otro rasgo particular en Rousseau que lo distin-
J. -A. Miller
gue de Nietzsche o de Reich. Nietzsche se coloca a sí
mismo fuera de la gran t¡adición fundamental de la filo- Esto va contra el axioma de Michel Foucault: "don-
sofía, mientras que Rousseau, por su parte, se coloca en de hay locura, no hay obra".
la lfnea capital de la filosofía occidenral, desde Platón. Los primeros documentos son su correspondencia;
¿Por qué emerge ésto de la pluma de rur paranoico? en ella podemos seguir el avance del mal, carta por
Es un interrogante a la tradición platónica de la filoso- carta: L¿s obras de Rousseau pertenecen más al registro
ffa: ¿qué tiene ella de paranoica? de la imaginación escrita, Ia obra es diferente de la co-
rrespondencia. Una palabra sobre su infancia, sobre su
Philippe La Sagna posición inicial: la madre murió a su nacimiento, y él
ocupa un lugar enteramente singular junto a su padre
Freud observa que, en cuando a Schreber, la patolo- (cf . Confesiones)."Mi nacimiento, primero de mis infor-
gfa propia está en la reconstrucción del mundo. Rousse-
tunios", "mi madre [ ... ] mi padre crefa volver a verla
au reconstruye el mundo mient¡as que, para foyce, esuí
en mf". "Mi madre había dejado unas novelas
ausente. En Rousseau hay no sólo pérdida de la realidad,
sino que además lo que se reconstituye es la ciudad ide-
[ ... ] nosotros la lefamos, mi padre y yo"
-valorización
aI. .de la escritwá-, "mi padre me dice: vamos a acostar-
nos, yo soy más niño que tú""
Rousseau describe en unas pocas frases una situa-
C. Soler
ción familiar donde él ocupa el lugar de la mujer de su
En su construcción, Schreber está solo. Rousseau, padre, y donde su padre está empequeñecido: él y J. J.
por su p¡ute, está en contacto con la realidad, arrastra Rousseau son dos niños.
multitudes.
C. Soler
G. Clastres:
Al final de su vida, Rousseau se viste de mujer ---es
La sociedad del siglo XVII vacila sobre los punros
un ropaje armenio, un Iargo vestido-, se sienta con las
de referencia del lazo social tradicional. Rousseau se si-
mujeres y trenza cintas con ellas.
túa en este punto preciso, propone una reinterpretación.

Y. Gaumont
J. -A. Miller
Es muy diferente del empuje-a-la-mujer de Sch¡e-
El paranoico Rousseau que ayuda a reconstruir, a ber. Cuando Lacan habló de Rousseau como paranoico
reinventar un lazo social, está en el mismo tono que su
típico, todavfa no había elaborado el no-todo. ¿Por qué
tiempo.
no decir de Rousseau que él era este no-todo, dejando en
suspenso la paranoia.
C. Soler
Y a veces está complet¿rmente solo: en relación con C. Soler
el desast¡e de Lisboa de tierra- que pone
-el temblor
en cuestión a la Providencia, Rousseau es el único que
El empuje-aJa-mujer en Sch¡eber describe una rela-
ción sexual con Dios. En Rousseau es muy diferente.
le contesta a Voltaire alegando que los hombres se lo
han merecido; aquí es disonante con su tiempo.
V. Gaumont
J.- A. Miller Habría que oponer Schreber y Rousseau. Rousseau
es puesto en ese lugar desde que nace.
En [o que respecta a la biografía de Rousseau y a las
i¡dicaciones que tenemos sobre su patología, está el fo-
G. Clastres
gonazo de su iluminación de Vincennes, por sf solo no
concluyente. Esto se hace patente en su estancia en casa La subversión del sujeto, que se mairifiesta en
de Hume; aquf la idea de complot es patente, con la difi- Schreber de manera muy crítica, se t¡aduce en Rousseau
cultad de que Rousseau es a la vez un perseguido psicó- de manera puntual y repetitiva. Cada modificación de
tico y de que su posición lo lleva a una persecución esta subversión da lugar a una experiencia litera¡ia a fin
Efectiva. de reorganiza¡ la realidad. No es que Rousseau haga
obra de su experiencia subjetiva, al contrario de Schre-
ber para quien la obra es idéntica a su locura.
C. Soler
Está el retrato de un fenómeno elemental, relativo a J. -A. Miller
una carte en que el Mariscal de Luxemburgo le envía
¿Cuánto hay de despistamiento en ese cifrado pro-
ciertos papeles, pero hay algunos que faltan. Seguida-

58
puesto al lector en Joyce? El lector de Joyce es el uni- Finnegan's Wake fue escrito al dictado, Joyce estaba
versitario gue va a tratar de descifra¡lo. Tenemos en Joy- casi ciego, fue Beckett el que lo escribió al dictado.
ce elementos de un goce de extraviar, de despistar al lec- También está la dimensión de goce que Joyce encontra-
tor, dejando una cifra oculta. ¿Hay aquí un valor ba en eso, en la voz...
diferente de lo que sería simplemente dar trabajo a los
universita¡ios? ¿Qué imagina Joyce sobre la recepción
de su obra, y sobre los lectores?
J" -A. Miller
Ch. Vereecken Ahora pasaremos a la exposición de Frangois Sau-
vagnat sobre el concepto de significación personal en la
El dijo que el lector ideal es el que está animado por
psicosis.
un insomnio ideal...
Frangois §auvagnat
J.- G. Godin
Sobre este concepto de significación personal en las
Si tomamos a Joyce del lado del fantasma, el lector psicosis hallamos como referencias de Lacan en su tesis,
ideal es una mujer, una virgen, mujer de letras, y mujer referencias que él acla¡a en los Escriros, en la "Cuestión
fácil. Esta destinación a una mujer sitúa al lugarteniente preliminar".
de un fantasma para Joyce, que se refiere a un modo de
"significación personal" es un término pafticular de
unión muy particular, por la confesión de un goce. Asf,
Lacan, al menos la traducción que hace de él como fenó-
lo que le pide a su mujer cuando está lejos de ella: Ie es-
meno elemental. Este uso se inspira en de Clérambault,
cribe que esté cada vez más sucia, que se masturbe le-
con la diferencia de que en de Clérambault siempré está
yendo su carta, etc.
en plural, hay una retahfla de fenómenos elementales,
Esto los instala, a él y a una mujer, en una exigencia
mientras que por el contrario, en Lacan, se Eata del fe'
mutua de confesarse faltas que los ensucien recíproca-
nómeno elemental.
mente.
Se puede plantear que si hay una forclusión del
Aquí hay conexión del síntoma y el fantasma"
Nombre-del-Padre, es en la medida en que hay un fenó-
Serfa una lectura a leer a escondidas por r¡na mujer
meno elemental.
que sea ensuciada por esa lectura.
En cuanto al codificado, en Ulises, es una destina- ¿Es ésto una invención de Lacan, o sigue el sentido
de una tradición?
ción a un sentido mítico, los universitarios trabajan so-
Existe una tradición. Lacan sale al encuentro de esta
bre eso. Pero lo gue escapa a esa codificación son las
tradición en su tesis, a propósito de la interpreución pa-
homofonías, que existen ya en el texto de Joyce.
ranoica. Ya cuando habla de las teorfas de la paranoia
como emanada de trastomos totalmente psíquicos, toma
J.-A. Miller sus referencias partiendo de Janet y de Neisser (cf. su
Es una llamada a gue, para cada elemento, uno reen- tesis, págs. 139-1.40, 292).
cuentre su origen. Lo que Lacan Eaduce por significación personal es,
en alemán, Eigenbeziehung. Bezieht¿ng, que volveremos
a halla¡ en el Beziehungszwang de Kretschmer, designa
J. -G. Godin la relación.
Esto nunca lo va a cubrir un diccionario, o totalmen- El acento recae sobre "eigen" (lo que es particular a
te reconstituible. Es la construcción de un delirio. alguien, pero también extraño), a diferencia de " selb§t"
(que indica uta autodesignación).
C. Soler Janet se acerca a esto en lo que él llama "sentimien-
En Rousseau es exactamente eso, o tal o cual "Paseo". tos personales". Keraval utiliza "kranke Eigenbezie'
hung" , traducido por: "relación mórbida del yo".
J.-A. Miller En realidad, el término surge con Westphal y es re-
tomado por Neisser (cf. la tesis de Lacan, págs. 139-
Esto plantea la cuestión de la patologfa universitari4
140).
es decir lo que se hace sobre Joyce, Stendhal, etc., ctrando
Freud utiliza este término en el manuscrito H; Ber-
quedan unos pequeños criptogramas, cuando se ha dejado
mann lo tradujo por "relación consigo mismo".
algo para que lo descifre el lector. ¿Pero, cuál es la dispo-
Neisser particulariza el término.
sición propia de Joyce? Es diferente de dejar un pequeño
mensaje codificado ---€omo en los Escri¡os, al final de la
J. -A. Milter
"Instancia de la letra", una línea de letras que abre cierto
misterio-; eso es del mismo orden que Stendhal. ¿Cuando el término surge, qué es lo que designa,
para Westphal y Neisser? Lacan lo presenta en su tesis
Monique Liart como signo de que existe verdaderamente un proceso
psicótico para Jaspers, contra Kraepelin, para quien no
Ellmann señala que Joyce no se tomó tan en serio el
existe momento de ruPtura.
trabajo que da a los universitarios.

59
F. Sauvagnat fenómenos hipocondríacos, quien ofrece esto como sig-
Neisser plantea la cuestión: ¿cuá es el proceso que
nificación personal: la certeza de que está muerto, de
gue es Dios, cuando se aplacan sus trastornos sensoria-
determina la const¡ucción delirante? ¿Cuál es el momen-
les. Para Neisser, la significación personal es una re-
to en gue eso se desencadena, en que el sujeto capta una
representación que guardaría una relación particular con construcción lógica.
Lacan no dice que habría primero fenómenos ele-
su personalidad propia?
mentales, y después... término alemán pone el
acento en Beziehung,
-el
rélación, ¿relación del sujeto con-
J.-A. Miller sigo mismo?-. Lacan cita el caso de un sujeto perse-
Se trata de una concepción discontinuista de la psi- guido; cuando la cosa se apacigua, aparece un fenómeno
cosis. Por lo que respecta a Lacan, él está del lado dis- elemental en forma de frase: "todo eso es salvaje". Esto
continuista. lo t¡astorna, esto le concierne, pero, ¿acaso apunu a él?
También lo indica Westerterp, citado en la tesis, y Hay que hacer una diferencia enue eigen, algo que
corresponde al tipo de interrogatorio lacaniano: precisar concierne, que esrá en lo particular, y el ¡¿lbst, que es
el momento en que esa significación se instala (cf. pág. uno mismo.
147 de la tesis). Westerterp aconseja este tipo de interro-
gatorio: ¿cuál es la experiencia inicial que determinó el F, Kaltenbeck
delirio? Eigen es relación propia, que concierne, relación
consigo.
F. Sauvagnat
Cuando Lacan acepta la doctrina de de Clérambault M. Turnheim
es a través, bajo la condición de esa significación perso- Egoísmo se dice Eigensinn
nal, propia del fenómeno elemental. En Neisser, la Ei-
genbeziehung es el síntoma cardinal de la paranoia.
Westerterp, en oposición a Kraepelin, se focaliza en el J.-A. Milter
surgimiento del fenómeno. Lo que queda acentuado es ésto: que hay algo que
viene hacia el sujeto.
J.-A. Miller
Pierre Theves
Tomembs la iluminación de Rousseau en Vincennes.
Es un momento de discontinuidad, hay un antes y un Esta relación propia, ¿no indica la relación con el
después, Rousseau es fulminado por una significación escrito como de entrada?
muy particular.
por la for- F. Sauvagnat
A la pregunta de la Academia
-preguntaa la felici-
ma: ¿las ciencias y las artes, contribuyen Lacan va a enlaza¡ la palabra faltante con uno de los
dad?- la respuesta que se le ocurre a Rousseau es "no". dos tipos de alucinaciones de Schreber.
Pero en Rousseau ésto no es enigmático ni indetermina-
do; toma una forma retórica (la prosopopeya) articulada.
J.-A. Miller
Aquf, pues, en Ia iluminación, la significación adop-
ta una forma articulada, no se detiene en ese momento Es algo recogido en el mundo, algo esencial, ele-
de apabullamiento. mental.

A. Aflalo F. Sauvagnat

Sumersión en el tiempo, detención del tiempo, son ¿Hay que excluir de esto las alucinaciones? Pienso
rasgos del fenómeno elemental. que no. Lacan tenderá a incluir aquf las alucinaciones.

A. Aflalo
J.-A. Miller
Para de Clérambault, las alucinaciones son fenóme-
Si nos remitimos a la carta a Malesherbes, donde nos elementales.
Rousseau relata la iluminación, no es un fenómeno
elemental clásico. F. Sauvagnat
Para Neisser, esa significación personal es el sínto-
F. Sauvagnat ma cardinal de la paranoia. Pero su duración es variable,
No hay fenómeno elemental clásico. Los autores ci- de unas horas a unos meses. Por ejemplo, en el caso de
tados, Neisser, etc,, están muy contrariados. la paranoia aguda, no hay formación de delirio organiza-
Margulies se pregunta si la significación personal es do. Neisser no sabe qué hacer con esto. En 1894, par-
primaria o no. Para é1, existen casos donde se da inme- tiendo del aporte de Cramer, Neisser funda la paranoia
diatamente esa significación. sobre esta Eigenbeziehung, pero quizá no sea un fené-
Neisser cita el caso de un matemático que presenta meno primitivo... y cita la autofilia de Bahl (?), Mar-

60
gulies aborda el sentido primario de los afectos en los ra Rousseau" J.-A. Miller propone ver aquf un rasgo
estadios de la paranoia. Se interesa en el papel de los diferencial entre una psicosis que atenta contra la
afectos- lo que había sido descartado por Westphal, sintaxis (Joyce) y una psicosis que magnifica la
para quien se trataba de trastornos de la razón- al lengua (Rousseau)"
comienzo de la paranoia, basándose en Neisser, Miller destaca igualmente la forma en que
Wernicke, etc. -J.-A.
Rousseau, como paranoico, entra en resonancia con
En cuanto al oscuro problema del desencadenamien- su tiempo. Rousseau da testimonio, con sus trastor-
to de la paranoia, la observación de Westphal pone obs- nos, de la relación con el semejante. Lo que vale
táculo a la observación clínica. Margulies, en cambio, para é1, más que para el neurótico, es la inconsis-
subraya que en los primeros tiempos hay afectos, inde- tencia del Otro. Se trata de reinventar, de recons-
terminados. f¡uir al Otro: es aquí donde la paranoia entra en re-
Al igual que Janet, considera que hay "sentimien- sonancia con los perlodos de crisis, cuando se trata
tos" parangonables con el punto de almohadillado laca- para todos de reinventar al Otro. Y para Rousseau,
niano. Estos tipos de sentimientos pueden ser parango- es un Otro feroz, que anula todas las particularida'
nados con significaciones. des, como lo patentiza esa suerte de democracia to-
Hay un afecto primario que es primero la descon- talitaria que él propone en el Contrato Social.
fianza, y luego afectos variados, que irán a confluir. J.-A. Miller señala que Rousseau se inscribe en la
Margulies cita el caso de un sujeto inquieto, que se línea capital de la filosofía occidental desde Platón:
hace reproches y tiene impresiones corporales desagra' con él se interroga a esta filosofía, sobre lo que tie'
dables, y deslinda Ees tipos de afectos: la perplejidad; el ne de paranoica.
sentimiento de una desgracia inminente: una angustia se abordan los elementos de la biografía
difusa. -Después
de Rousseau que constituirían un fenómeno ele'
mental localizable (iluminación de Vincennes, la
idea de un complot, el episodio vinculado con la
Resumen carta del Mariscal de Luxemburgo, y los elementos
que determinan su posición inicial: él está en el lu-
. La primera parte de la sesión es una discusión so- gar de la mujer de su padre, y la figura paterna que-
bre las precedentes exposiclones de Colette Soler, da empequeñecida. Pero el caso de Rousseau es
sobre Rousseau y la paranoia. completamente distinto del empuje-a-la-mujer en
Schreber.
primera cuestión, referida a los términos de for-
-La la interrogación de J.-A. Miller sobre el goce
clusión metódica y forclusión de estructura recor- -Ante
de Joyce de despistar, de ext¡aviar al lector dejando
dados por Anne Lysy, es saber en qué medida es
una cifra oculta, y más generalmente sobre la ma-
posible busca¡ al sujeto en su obra teórica. Hay sin
nera en que apunta al lector, Godin presenta lo que
duda una distancia entre Rousseau como sujeto psi-
sería un fantasma de lector ideal para Joyce: se tra-
cótico y su obra, pero el carácter autobiográfico y
tarfa de una lectura para ser hecha a escondidas,
las homologías de estructura que en ella se obser-
por una mujer que serfa ensuciada por esta lectura
van autorizan, en este caso" este paso de la obra a
en una suerte de reciprocidad con el autor.
la persona.
se evoca, a propósito del codificado inj
abordan después las cuestiones de la culpabili- -Finalmente
-Se troducido por Joyce, la patología universitaria a la
dad en la psicosis, de los sueños en la psicosis,
gue su obra induce.
ya que no es en su enunciado, sino en la manera
en que el psicótico trata los sueños, como mensa-
jes del Otro donde se sitúa la diferencia con la . Seguidamente, Frangois Sauvagnat presenta una
neurosis. primera parte de su exposición sobre el concepto de
cuanto a lo que acerca y diferencia a Joyce y iignificación personal en la psicosis.
-En
Rousseau, Clastres y Godin proponen la cuestión surge con Westphal; tomado por Neis'
del estatuto del fa¡tasma 1o que aparece como
-Elser,término
éste lo convierte en el síntoma cardinal de la
un fantasma perverso- -de en la psicosis (paliza de paranoia. Freud lo utiliza en el Manuscrito H"
Joyce y azotaina de Rousseau). Es un símil de fan- Lacan, es lo que caracleriza al fenómeno ele-
tasma perverso que determina en Rousseau
-Para
mental. El concepto de origen es Eigenbeziehung,
-co- que Lacan traduce por "significación personal".
mo en Schreber-, urta parte de goce en correla'
ción con la imagen de su cuerpo y con el Otro. Para propone el acento en eigen, propio, a di-
Rousseau, el fantasma, en el sentido imaginario, es -sauvagnat
ferencia de selbst. En efecto, la significación perso'
un recurso: es el mundo poblado de seres segrin su nal concierne al sujeto pero pare@ apuntar a é1, ve-
corazón. nir hacia él del exterior.
mencionan después el fastidio ligado a la escri- Lacan se sitúa con ello en la lfnea de una tradi'
-Se
tura de Joyce en cuanto no conmueve al incons-
-Si
ción, J.-A. Miller precisa que es la que toma apoyo
ciente, opuesto a la valorizacién de la emoción pa' en una concepción discontinuista de la psicosis:

6l
existe un momento de ruptura localizable. Es una que pueden confluir para fundar algo del orden de
concepción que se opone a la de Kraepelin. esa significación personal.
evoca el debate acerca del carácter pri-
-Sauvagnat
(posición Yersién de Pierre §kriabine
mario de Margulies) o de reconstrucci6n
lógica (posición de Neisser) de la significación
personal.
Not¡s de l¡ tr¡ducclón
las posiciones de Neisser quien, si bien fun-
-Indica l. En francés, similifantasne. No tienc cquivalente cx¡cto en c8ste-
da la paranoia en esa Eigenbeziehung, en el fondo
llano; cl término sdarrli, aplicado a un sustantivo, dcsigna un crrlctcr
parece en dificultades con este concepto, y de Mar- rnifical, dc imi¡aci6n. En este sentido ha de enrenderse la versión
gulies, quien pone el acento en los afectos, en los por'símil dc ".
senümientos ligados al comienzo de la paranoia,
2. Form¡ utiliz¡d¡ por [:can cn su Semin¡rio L¿ siathom¿.

62
8 de octubre de 1987 Exposición de Alexandre Stevens sobre la Holofrsse
En el Seminario XI (págs. 215-216), Lacan formula
que se trata de una solidificación del primer par de sig-
Exposicün de Frangois Sauvagnü sobre el oncepto de nificantes St - Sz.
signifieacián persotul Alexandre Stevens va a insistir sobre tres puntos:

Pa¡a Lacan se trata de un fenómeno elemental, bien 1. Solidificación S1 - S2.,


diferenciado de la persecución. 2.El proceso de alienacidn-separación en las psicosis.
Jaspers hace desaparecer el aspecto de significación 3. Efecto psicosomático.
en beneficio de la noción de proceso. El niño
Margulies considera que al comienzo de la paranoia La paranoia
hay una coloración particular del afecto, wu expresión
de inquietud difusa que puede ser el fundamento de un La lingüística deñne la holofrase como palabra-fra-
cuad¡o mórbido. Hay una especie de inversión que La- se. Es una transición entre lo Imaginario y lo Simbólico.
can llama "transmutación del afecto". Ciertos casos de
paranoia pueden quedar en este punto. Ej.: de la para- 1.- §l - 52 solidificados
noia abortiva.
Las concepciones de la tesis de Lacan están sacadas . El par se reduce a S¡ solo.
de de Clérambault, pero Lacan retoma sus ideas, las crí* . El sujeto no sufre la afánisis.
ticas, las 'retraduce". Hay en Lacan, igualmente, un
vuelco en relaci6n con Jaspers. Un fenómeno elemental El sujeto de la psicosis está petrificado en este S1.
suscita en algrin grado la adhesión del sujeto. Ej. de la En el Seminario sobre "El deseo y su interpretación",
dupla paradójica entre ceÍ¡e?a y perplejidad. lección del 3-12-58, Lacan señala que el sujeto es mo-
La hipótesis estructu¡al de Lacan es la siguiente: el nolftico.
Otro está excluido a nivel significante, pero está podero- A. Stevens trae el ejemplo de la interjección: "¡So-
samente presente a nivel imaginario. corro!".

Discusión improviufu on Gabrieb Roth sobre h no- Ser Sentido


ción dc automatismo mental de de Clérambault
Descripto en 1909, el automatismo mental es una li-
beración; es tm funcionamiento independiente y mecríni-
co. En los paranoicos, el automatismo mental es tsn ras-
go esencial, pero varias psicosis pueden tener su
comienzo en é1.
Lacan va a adoptar otra acepción del automatismo
I
mental: en el sentido de automaton, lo que se instala so-
lo en el lugar del lenguaje habla solo en la psicosis.
En la holofrase, el sujeto no §e cuenta; la holofrase
lo designa de un modo suficiente. Hay un sujeto que no
Para de Clérambault, el automatismo mental es:
es nad4 y viene a inscribirse en el campo del Otro por
. ext¡año al zujeto
S¡ Que designa al sujeto y lo petrifica en el campo del
. exterior al sujeto
Otro. Ante la aparición del segundo significante, el suje-
. anideico
to aparece como falta. Cuando hay holofrase, hay deten-
ción en el tiempo lógico de la alienación; el sujeto no
Para é1, el delirio es secundario. Lacan se situará en
opera como falta. El significante es el monolito del suje-
contra de ésto.
to. En los E¡critos, "Subversión del sujeto y dialéctica
Para de Clérambault, la idea esencial del delirio es
del deseo", pág. 806-807,Lacan enuncia que el sujeto
importante. Es el núcleo cent¡al del delirio.
no se constituye en el lugar del Otro sino sustrayéndose
a él para tener gue contarse en él y sólo hacer en él fun-
Igual importancia del desencadenamiento
ción de falta.
de escuchar al enfermo
de leer sus escritos"
El sujeto de la psicosis es aquél que se basta con el
Otro previo. Es el 51. El primer par holofraseado es 51,
En de Clérambault, no hay concepto de significa- que escribe al S no barrado del sujeto.
ción personal.
Para Lacan, el valor de los fenómenos elementales
2. Ausencia de intemalo entre S7 32; el par está
ha de ser tomado en la estructura.
solidificado.
La evoluciórt histórica y la genealogía de los fenó- Es el proceso de la separación; ésto designa la falta
menos elementales son difíciles de precisar.
en el Otro. EI sujeto viene a responder con su falta.
Volveremos sobre este problema más adelante"

63
3. Existen toda una serie de etapas (fenómeno psi- ces legítimo escribir un §. Pero se puede escribir un ce-
cosomático,la paranoia, el niño débil mental) que Lacan ro. EJ et sentido matado'* .l momento queda fijado.
hace funcionar segrín el mismo modelo, pero el suieto Como no hay §; un encadünamiento S'l S"l S"' queda
no ocupa allí el mismo lugar cada vez. abrochado a un cero. No habrá relación entre un sujeto
sensible al significante y el objeto (a). Esto Pone en
. El niño débil mental: cuestión el estatuto del fantasma $0a. Aquf, el §ujeto es
x osr estrictamente dependiente de (a).
oss's's'' Si (a, a', a"... )
S2 Resumen:
En esta sesión del 8 de octubre escuchamos una ex-
En este cuadro, el niño débil mental se sitúa abajo, a posición de Frangois Sauvagnat sobre el concepto de
la derecha. significación personal, y otra de Alexandre Stevens so-
bre la holofrase.
Lacan, al tiempo que rinde homenaje al libro de Franqois Sauvagnat, sin hacer estrictamente ttna ge-
Mannoni, conige los dos puntos siguientes: "todos los nealogía de los fenómenos elementales' nos precisó el
débiles mentales pertenecen a la psicosis", "el niño débil sentido de la significación personal en Lacan, Jaspers,
mental y su madre se confunden en uno solo". Margulies. En la hipótesis estructural de Lacan, el Otro
Lacan añade: "en la medida en que él ocupe este lu- está excluido a nivel significante, pero e§tá poderosa-
gar en el deseo oscuro de la madre, son psicóticos. La mente presente a nivel imaginario.
mad¡e y el niño tiene un solo significante. Se suscitó una discusión improvisada con Gabriela
Roth acerca del automatismo mental de de Clérambault,
. La psicosis: descripto en 1909. Este automatismo mental es extraño
En la psicosis se manifiesta algo del mismo orden. al sujeto, exterior al sujeto, anideico.
Lacan opone el caso de la paranoia y el de Casanova. Pa¡a Lacan, el valor de los fenómenos elementales
ha de ser tomado en la estructura.
. En el fondo de la paranoia reina un fenémeno de
unglauben, Hay ausencia del segundo término de la
creencia; es la eliminación del no creer en ello.
. En Casanova (Mémoires, Vol. [, pá9. 523), no hay En el cu¡so de su exposición sobre la HoLorResr,
A. Stevens insistirá en tres puntos:
creencia plena y entera.

l. La solidificación det par 51 52 Que se reduce en-


Se inicia entonces una discusión acerca del estatuto
tonces a S¡ solo. El sujeto de la psicosis está petrificado
del significante S1 aislado. En el 51 de la holofrase, para
en este S1. Este sujeto que no es nada viene a inscribirse
Lacan, el sujeto se encuentra suspendido en una relación
en el campo del Otro por 51, que designa al sujeto y a la
especular con el Otro.
vez lo petrifica en el campo del Otro. En la holofrase,
hay detención en el tiempo lógico de la alienación.
Conclusión:
2. Cuando no hay intervalo enue 51 y 52, el par se
J.-A. Miller solidifica. Es el proceso de separación que designa la
Subraya que S1S2 quiere decir que un significante falta en el Otro. El sujeto viene a responder con su falta"
es siempre interpretable, es decir que,una vez planteado
como un significante S¡, siempre es posible darle otro 3. Por último, Stevens menciona la serie de etapas

sentido a partir de un 52; salvo en la interjección (soco- que Lacan hace funcionar así, pero el sujeto no ocupa en
no), donde hay que pasar a la acción sin que sea cue§- ella cada vez el mismo lugar: el niño débil mental, el fe'
tión de un acting out. nómeno psicosomático, la psicosis.
En la holofrase, hay efectivamente una cronologfa
mftica, Es este 51 solo que Lacan llama X; no es enton- Versién de Nancy Katan.Beaufils

64
15 de octubre de L987 I (objeto)
x
o
Exposición fu Antonio Di Ciaccia sobre el estatuto
del niño psicótico en relación con el deseo de la madre.
La cuestión se examita partiendo del signilicante Sl ho- A
lofrástico tal como Lacan lo teoriza en el Seminario XL T
-§r
$ s (/0
Reseña de la exposición propiamente dicha:
La cuestión es la siguiente: ¿cómo anudar la repre- l<¡t
sión y el objeto perdido? Dos indicaciones de Lacan: el (a) Ello
discu¡so de cierre de las Jornadas sobre las psicosis en
el niño (22 de octubre de 1967) y las notas a Jenny
Aubry (octubre de 1969).
Antes de aborda¡ el comentario de estas dos res-
puestas improvisadas de Lacan, y a modo de inEoduc-
ción, A. Di Ciaccia se propone problematizar la escritu-
ra del sujeto psicótico holofraseado, S no barrado, con la
existencia al parecer de un punto tope en "La cuestión
preliminar" de los Escritos: mientras que Lacan habla
de la causa estructu¡al de la psicosis y muestra que el
significante no representa al sujeto en la psicosis, Ia- sr (sr (sr (sd))
ca,n no evoca al niño psicótico sino al niño perverso -§r
$
identificado con el objeto imaginario del dcseo de la
madre en tanto ésta lo simboliza en el falo (cf . Ecrits,
pág. 554: "Todo el problema de las perversiones consis-
te en concebir de qué modo el niño, en su relación con I (A) s (r()
la madre, relación constituida en el análisis no por su
dependencia vital sino por su dependencia de su amor,
a=S 0 J(
es decir, por el deseo de su deseo, se identifica con el
objeto imaginario de este deseo en cuanto la madre mis-
ma lo simboliza en el falo").

Por lo tanto, Lacan no habla de lo que strcede en el


niño psicótico @o . La alienación se sitúa en la línea del inconsciente, la
Hay un uabajo teórico para pasar del niño identifi-
separación se sitúa en la línea del Ello[9a]. I

El paso de tp a (a) se efectúa por el de la alienación


cado con el falo imaginario al niño que tiene estatuto de
a la separación, como lo demuestra Lacan en "Posición
objeto real en la psicosis, tal como Lacan lo formula¡á
del inconsciente" (" ...parte tomada de la falu a la falu
posteriormente.
por la cual el sujeto viene a reencontrar en el deseo del
A. Di Ciaccia, a fin de aclarar el estatuto del niño en Otro su equivalencia a lo que él es como sujeto del in-
la psicosis con relación al deseo de la madre, insiste so- consciente". Ecrits, págs. 842-843).
bre la necesidad de despsicologizar la noción de deseo La separación se sitúa en el nivel del intervalo sig-
de la madre, situando al niño como S no barrado en re- nificante. En la holofrase, por el contrario, hay una geli-
lación al Otro, Esta relación del sujeto con el A es trata- ficación de S¡-S2. Por lo ,anto, en la psicosis,la cws-
da de manera lógica por Lacan a partir de las operacio- tión es articular al sujeto no barrado S con el deseo de
nes de causación del sujeto que son Alienación y la ¡nadre.
Separación.
¿Por qué Lacan, en "Cuestión Preliminar", no teori-
En la alienación hay ciertamente una inscripción del za la posición del niño psicótico en relación con el de-
sujeto en el lugar del Otro, pero también una confronta- seo de la madre y prefiere habla¡ de la posición del niño
ción del sujeto con el discu¡so del Otro que lo somete a perverso?
la vacilación del sentido y del sinsentido. EI sujeto está Las dos respuestas de Lacan, tal como figuran en las
dividido en relación con el A no barrado: $ (A). notas a Jenny Aubry y en el discurso de cierre de las
En el proceso de separación: si el sujeto está desjun- Jornadas sobre las psicosis (Ornicar? 37 y L'enfance
tado del Ot¡o en cuanto discurso, lo que hace que pueda aliénée) acla¡an este paso de g a Ello.
escribirse S no barrado, no está desjuntado, por el con- EI primer "texto" es de apariencia simple pero de
tra¡io, del Ot¡o-en cuanto deseo: S ({$. lectura más difícil que el segundo, que pruece más com-
plejo pero mejor organizado.

65
. El texto publicado en L'enfance aliénée Respwsb d¿ Ili Ciaccia:
Aquf Lacan parte del axioma "El inconsciente está Dejemos a Schreber lo que es de Sch¡eber. En "La
estructurado como un lenglnje" no sólo para responder cuestión preliminar", el niño no es objeto real; "lo que
a los no lacanianos sino también a los lacanianos, por- le falta al sujeto masculino" (cf. notas a J. Aubry) es di-
que no todo se reduce'al significante. El pur¡to pivote no ferente del "empuje-a-l a-mujer".
es el falo sino el sexo ligado a la presencia del analista.
El sexo está en correlación con el inconsciente y con el Estela Solano:
goce: "Toda formación humana tiene por esencia y no La colusión entre ldeal del yo y objeto (a), ¿no tiene
por accidente, refrenar el goce." "El valor del psicoaná- valor de holofrasización en la psicosis?
lisis es operru sobre el fantasma" y ésto es aplicable tan-
to en la psicosis como en las otras estructuras. Marc §traus:
tlay aquí un paso más en Lacan con relación a su
formulacióu sobre el niño psicótico holofraseado en la Las variaciones del sobomo [subornatbn] en el fan-
psicosis (libro XI). Aquf el niño ya no está reducido a tasma ¿introducen a una clínica diferencial de las psicosis?
rm solo significante que lo r¡ne a su madre, sino que apa-
Respuesta de Di Ciaccia:
rece como un objeto transicional para la mad¡e.
Hay que logicizar el deseo de la madre y situarlo en
. Las nolas a ledny Aubry relación con Ia mediación ejercida por la fiurción pater'
Desarrollando esta precedente orientación, Lacan na. El Otro = deseo de la madre. Dos individuos pueden
aborda el estatuto del niño a partir del síntoma y de su
participar del mismo fanüasma, el sujeto es diferente del
posición de objeto en el fantasma de la madre. individuo.

a. Del lado del síntoma; ObserYaciones ile J.-A, Miller


El niño es metáfora de la pareja parental, es sfntoma
Este año, en lugar de una lectura renglón por ren-
de la verdad de esta pareja; "éste es el caso más complejo
pero también el más abierto a nuestras intervenciones".
glón, se opera un banido de diferentes pasajes de la en-
señanza de Lacan gue se refieren a las psicosis. Las no-
b. Del lado del fantasma:
Si la distancia entre la Identificación con el Ideal tás a Jenny Aubry fueron bosquejadas rápidamente en
del Yo y la parte tomada en el deseo de la madre no tie- ocasión de un control, no tienen consistencia de texto
(como tampoco la alocución gue figura en Enfance
ne mediación por la metáfora paterna, el niño queda en
correlación con el fantasma de la madre y se convierte aliénée). Hay que inveriir el orden de estas dos notas,
pues Ia nota 2 prefigura a la primera.
en su objeto. El niño no tiene otra función que la de re-
velar la verdad de ese objeto. La cuestión planteada por Di Ciaccia es capital: la
articulación del desarrollo de Lacan a partir del signifi-
Sea cual fuere la estructura del deseo de la madre,
cante holofraseado y del deseo de la madre.
el niño satura, sustituyéndose al objeto en el fantasma,
el modo de falta en que se especifica el deseo (de la Hat que ser prudentes y retomar los fundamentos
que condicionan el abordaje de la psicosis en el niño.
mad¡e).
El punto de partida de Lacan es el Eüpo, complejo que
"El niño aliena en él todo acceso posible a su propia sitúa a Padre, Madre, hijo y un 4q término: el falo. La
verdad dándole cuerpo". El máximo de esta alienación psicosis es equivalentg a la modificación de esta estruc'
está dado por el síntoma somático. "El niño en la rela' iura terna¡ia mfnima #H. f" psicosis se sitrfu en la ver-
ción dual con la madre le da, como inmediatamente ac- tiente de la forclusióttel Nombre del Padre y sobre Ia
cesible, aquéllo que le falta al sujeto masculino... De es- prevalencia de la relación dual Madre-hijo (M = H).
to resulta que en la medida misma de lo que presenta de La relación úul Madre-hiio normal en la crta de
real, queda expuesto a un gran sobornamiento en el fan- hombre no se cotdunde con la relación tnadre'hiio dual
tasma" (este término "sobornamiento" [subornement] a amputada de la función paterna. En la psicosis hay una
propósito del fantasma, está en "Posición del lncons- estructura truncada debido a la ausencia de mediación
ciente", pág. 835). paterna, la psicosis es a-dialéctic¿. Vemos aquí el punto
de unión con las consideraciones sobre el significante
completamente solo. La dialécticar por el contrario, es
Discusión Sr-Sz. 52 introduce la dialéctica (Ej. de la creencia en
AgnS Aflalo: Casanova). Se puede conectar forclusión del Nombre
del Padre, prevalencia de la relación dual Madre-hijo a-
Objeta que en Ia psicosis el sujeto pueda no estar re- dialéctica y problemática de la holofrase.
presentado por el significante. En este aspecto, el esquema R es instructivo:
En lo que concierne a la eventualidad del QlLacan
propone dos respuestas: la del perverso que se identifi-
ca con el falo, pero umbién la de Schreber, quien, no
pudiendo ser el falo, será la mujer que falta a los hom-
bres. I
66
Tenemos el ternano eolpico y et laio. Sr. Julien
El padre es un significante, el falo es la significa-
ción que con él se produce. Si se pone en relieve a 52, s€ lo reinstala en función de
La ausencia de dialéctica torna problemático en S¡.
la psicosis el uso de 8. Por el contra¡io, la dialéctica es J.-A. Miller:
historia. La dialéctica parte del nada [rien] y de la na- En el fin de frase hay r-ur sentido imperativo, pleno.
da [néantl, "La nada es aquello de lo que él resulta", En cuanto al estatuto no.dialéctico de la psicosis, ésto
Hegel. El nada es Q . Habfa nad,a [rien] pero si hay al- conduce a Lacan ya desde el Informe de Roma a oponer
go el nada es ya un resultado. En la psicosis estamos el sujeto normal al sujeto psicótico. El sujeto psicótico
en una problemática de presentación y no de represen- es actuado por la palabra; no es activor pues la palabra
tación. es dialéctica. La Metófora paterna es la reformula-
¿Podemos drticular holofrase y frases interrumpi- ción tingütstica de la función dialécticaD{.La nota a
das ? ¿ H ay contradicción? Jenny Aubry responde a la estructu¡a de"la metáfora
paterna. Hay dos estatutos del niño: 1) él da la verdad
de la pareja parental, 2) él da la verdad del objeto de
Respue stas procedente s del auditorio : la madre.
Sr. Julien
La holofrase viene a llenar los puntos suspensivos, NDP Dti
Ia frase intemrmpida gravita alrededor.
DN x significado=síntoma

A. Aflalo: Esta metráfora paterna es un mixto del deseo de la


madre y de la función patema. Si la función paterna no
Hay una relación de conjunción y disyunción alre- está instalada, se tiene una confrontación directa con el
dedor del objeto. deseo de la madre.
En todos los casos el síntoma del vínculo con la ma-
Sra. Wartel dre está siempre presente, la cuestión se plantea cuando
Cita una frase ofda por un paciente que padece una el síntoma viene a domina¡.
enfermedad de la piel y pronunciada por un médico:
"Dentro de tres años... "

A. Merlet
La frase interrumpida tiene valor de holofrase
tanto palabra impuesta. Superyoica, goce impuesto.
en
17\
I
Sr. Stevens
El significante está fijado. Remitámonos al esquema R
-p.o
E. Laurent M
Lo que constituye holofrase es que todo Io que defi-
ne al sujeto a partir del significante es tomado en masa,

h
el sujeto está compactificado en su ser de goce. La holo-
frase sutu¡a los dos términos del fantasma.

J.-A. Miller I
La frase interrumpida no contradice el estatuto ho-
lofrástico, Un S¡ llama a un 52, pero no hay ninguna li-
bertad de elección para 52. No hay apertura dialéctica
desde el momento en que 52 está determinado Sr.... (Sd.
En caso de la forclusión del Nombre del Padre, M e

La frase interrumpida unilateraliza todos los términos I giran alrededor del punto Po
con valor de shifter en el código que designan al sujeto.
Tenemos una suerte de shifter holofrástico. Con S¡ te-
El lugar P está ocupado por I (Schreber recuerda a
nemos.$-' el significante no representa pero bloquea al
Dios el orden del mundo). En el delirio, I se coloca en el
sujeto.
lugar de la ley, I se desplaza en P al lugar vacante de la
¿Hry que valorizar el suplemento significativo o ley. El Otro es identificado en M. En el deseo de la ma-
bien es en el bloque holofrásico donde se halla lo inde-
dre hay un dejar caer del sujeto"
cible del lenguaje? El valor primordial se sitúa del lado
donde eso se dice (Ej.: Marrana). La injuria "marrana" Con relación a la cuestión preliminar, en las notas a
viene al lugar del objeto indecible. J. Aubry Lacan aborda 9# ., la psicosis no sólo como

67
(a) imaginario sino como real. Io qu¿ distinguz a una objeto respectivamente en relación con la verdad de la
mujcr es quc prcde disponer del objeto en lo real: en lo parejaparental y del deseo de la madre.
cual para ella, a diferencia del hombre, la verdad del ob- Sea cual fuere la estructurq el niño pr0sentifica en
jeto surge en lo real. Hay aquf una evocación ent¡e lí- lo real para la madre "lo gue le falta al sujeto masculi-
neas de una forclusión femenina. la Métafora paterna no". Si el deseo de la madre no es mediatizado por la
aparta a la madre de esa fascinación de e,contrar la función paterna, el niño queda directamente en conela-
-_verdad de saobjeto en su hijo. ción con el fantasma de,la madre, y se encuentra asf so-
bornado completamente --€n el far¡tasma- donde él es
9S f,. de ser siiuado ent¡e iascinación y psicosis. en tanto objeto real.
Hay que oponer donde -g represen[a la incidencia
de la metáfora patema en el deseo de la madre y donde Seguidamente a esta exposicidn, se entabló una dis-
(a) no contienen a -e cusión sobre la legitimidad de mantener la escritura S no
-g intro útce la dialéc t ic a. ba¡rado en lo que respecta al sujeto psicótico.
Si no hay -gse puede tener tanto psicosis, perver- Otra cuestión planteada: ¿el empuje-a-la-mujer
sión o fobia. Hay gue poner en serie el objeto imagina- sch¡eberiano, es análogo a "lo que le falta al sujeto mas-
rio del deseo de la madre y el objeto real de su fanrasma. culino" Di Ciaccia responde por la negaüva.
Hay aquf un principio de clfnica diferencial. I.-4. Miller interviene para recordar los funda-
mentos que condicionan el abordaje de la psicosis en
Resumen la teorfa de Lacan. El punto de partida es el ternario
edípico en correlación con el falo. La función de la
Antonio Di Ciaccia se propuso examina¡ el estatuto metáfora paterna produce la significación fálica de va-
del niño en relación con el deseo de la madre en tanto lor dialéctico. La forclusión del Nombre del Padre t¡ae
forma el anudamiento entre represión y objeto perdido. aparejada la prevalencia de la relación dual, madre-hi-
Su intervención comprendió dos partes: la primera hacía jo, que debe ser radicalmente diferenciada de la rela-
las veces de prólogo que permitirfa problematizar la for- ción dual normal dialectizada. La psicosis es, por tan-
ma en que Lacan sitria al niño --+n el síntoma y el fan- to, a-dialéctica, lo gue se enlaza con la posición del
tasma- en 1967 y 1969 a través de las indicaciones del sujeto psicótico no barrrado presentado y no represen-
discurso de cierre de las Jomadas sobre las psicosis en tado por S¡, holofraseado.
el niño y las notas dirigidas a Jenny Aubry. Se plantea entonces la cuestión de las frases inte-
En primer lugar, A. Di Ciaccia constató que Lacan, rrumpidas en la psicosis. ¿Si son intemrmpidas, se pue-
en "La cuestión preliminar", al escribir la fórmula de la de hablar todavía de holofrase?
metáfora del Nombre-del-Padre, se limitó a situa¡ al ni- Este punto da lugar a una discusión (donde Eric
ño en el esquema R en el punto I y prefirió, al parecer, Laurent pone el acento en la holofrase como fijando el
situa¡ la posición del niño perverso identificado con el ser de goce del sujeto y suturando los dos términos del
falo imagina¡io de la madre más que precisar el lugar fantasma).
del niño psicótico. Para J.-.A Miller, la frase interrumpida no contradi-
Basado en la escritura S del sujeto psicótico tal co- ce el estatuto holofrástico del sujeto. S¡ llama a 52pero
mo figura en el esquema I, Di Ciaccia relacionó esta po- no hay libertad de elección para 52. El significante blo-
sición del sujeto psicótico con aquélla que teoriza Lacan caliza al sujeto. La frase interrumpidarcaliza una suerte
en el Seminario XI: del sujeto fijado en el deseo de la de shifter holofrásrico.
madre reducido a no ser más que un S, holofraseado. Por último, J.-A. Miller termina respondiendo a la
Los procesos de causación del sujeto, alienación y cuestión planteada inicialmente por Di Ciaccia (¿Qué
separación, no permiten dar cuenta de lo que se plantea sucede si Po para el niño psicótico?). En las notas a
en la psicosis, donde el sujeto está inducido pero envis- Jenny Aubry, Lacan formula lo que sucede cuando el
cado por el deseo del Otro. Sin embargo, el paso de la síntoma dependiendo del deseo de la madre viene a do-
alienación a la separación es también el paso del incons- minar a causa de Po. Como lo ilustra el esquema I, M e I
ciente al Ello y del falo al objeto (a). giran alrededor de Po. Lo que distingue a una mujer de
Si se despsicologiza el deseo de la rnadre reducién- un hombre es que ella pueda disponer del objeto en lo
dolo al efecto del deseo del Otro, ¿cómo poner en corre- real. Aquí se tiene el principio de una forclusión ferneni-
lación el estatuto del niño psicótico con el Otro? na generalizada.
La función de la met¿ifora patemal aparta a la madre
¿Qué sucede con el niño en caso de Po?
Todo ésto para introducir las dos respuestas que da de esa fascinación por su objeto, e introduce la signifi-
Lac¿n en 1967 y 1969. cación fálica y por lo tanto una dialéctica -$ Sil¿) no
En su discr.¡¡so de 1967, el punto pivote no es el falo incluye a -gse puede observar la producciór de una psi-
sino el fantasma en tanto abordado en relación con el se- cosis pero también de una perversión y de una fobia.
xo, es decir, la castraci6n. El niño no es abordado sola-
mente en su estatuto de significante holofraseado, sino Versión de Alain Merlet
en su posición de objeto en el fa¡tasma materno (... una
posición de objeto transicional).
Las notas a lenny Aubry desa¡rollan esta orienta-
ción teórica, colocando al niño como síntoma y como

68
22 de octubre de 1987 preciso. Existe una transformación topológica de la ca¡-
la 52 de Freud al esquema R y L de Lacan. El esquema
Exposición de Jean lacques Bouquier sobre Topologfa R resuelve las dificultades freudianas para situar percep-
y psicosis ción (P) y Conciencia (Cs)"
Hipótesis: con el esquema R, Lacan rcaliza lo que
En las Jornadas de otoño de 1982, J.-J. Bouquier Freud siempre buscó, escribir en um mismo esquema la
habló de la cura del pequeño Jacques-Gabriel. Esta cu- primera y la segunda tópicas.
ra se acerca hoy a los diez años y le permite distinguir "En el Proyecto de 1895 está la clave de las cons-
dos períodos: lrucciones ulteriores": Jacques Lacan. Hay una barrera
leTodos los años, para Navidad, se produce un "perí- del goce. Segrín los procesos primarios, la reaparición
odo onírico", o sea un acceso delirante. del estado de tensión del aparato psíquico produce una
20De 1983 a 1987, período de estabilización con la imagen mnémica.
depresión en primer plano: el sujeto sitrúa al analis- De un objeto que satisface (el pecho) y de la desca¡-
ta como barrera que le impide alcanza¡ un objeto ga consiguiente, esta reactivación produce algo equiva-
que le serfa fatal. Escrito por Lacan como .Impo- lente a la percepción: una alucinación. Luego se presen-
tencia", de Real, responde. De este modo, la clínica ta una decepción: para evitar el displacer de esta
de la psicosis podría ser la clínica de las respuestas decepción se produce algo equivalente a la barrera.
de lo Real. Freud dice que la percepción mnémica inhibe los proce-
sos primarios. Se produce una retrogradación de las neu-
Plan: ronas hacia el psiquismo. Esto se replantea cotidiana-
. Situa¡ la lmpotencia y lo Imposible en los matemas mente en los sueños con los procesos oníricos: hay un
de los discursos. retorno a los procesos primarios: presencia o ausencia
. ¿Qué pasa con esto en Freud? de una barrera.
. Transformación topológica det esquema de la carta Jacques Lacan lo compara con un sistema tapón: fa-
de Freud a Fliess de 1881 cilitación de las bareras de contacto. Al producirse esta
. Inscripción en el esquema R e I. facilitación hay constitución de una cadena equivalente
a una cadena significante. Aquf está la construcción
1. La Impotencia y lo Imposible en los matemas freudiana del f lacaniano.
E[ término "psiconeurosis" abarca las neurosis de
En "Radiofonfa", la Impotencia está definida por la transferencia y las neurosis na¡cisistas (término más am-
barrera del goce como disyunción, g 0a. En esta fórmul4 plio que la psicosis). La neurona oxendría a ocupar la
lo que escribe esta impotencia es el losange 0. posiciónentregyV
' barrera
El esquema de la tríada es equivalente
a éste.

Lacan no habla de barrera entre $ y el goce sino de Hay una relación precisa entre el es-
barrera del goce, donde (a) que incluye el -g de la cas- quema L y los esquemas eléctricos.
tración constituye barrera. Esta impotencia es correlati- o-
va de un imposible entre el agente (aniba a la izquier-
da) y el otro (arriba a la derecha). El 52 nunca podrá Lacan comenta el Proyecto en los Seminarios II y VII.
ser reprimido entre los significantes identificatorios S El Yo: núcleo del sistema y
¡
del sujeto. Pa¡a Freud se trata de construirlo todo según las
Jacques Lacan: "Su causa, el psicótico Ia tiene en su construcciones energéticas. Freud quiso eliminar el sis-
bolsillo". A falta de significante 52, hay un significante tema de la conciencia, pero al final vuelve a traerlo, y
holofraseado porque 52 se vuelca sobre 51 y (a) sobre reforzado. Este sistema es, sin embargo, insuficiente:
:
S (Do se vuelca sobre Po. La impotencia y lo imposi- aún cuando la suma de estas facilitaciones constituye un
ble no tienen el mismo valor en la neurosis y en la psi- modelo de lo Imaginario, todavía es preciso que el suje-
cosis. to viva un cierto acoplamiento.
"Lo que le falta a Freud es la teorfa del narcisismo,
2. ¿Dónde localiz¿r en Frrud esta barrera det goce? aun cuando haya advertido la función del semejante""
(Jacques Lacan).
Con su aparato psfquico, Freud nunca renunció a
conciliar sus dos tópicas" . Distinción en el dominio del otro.
a) Ics - Pcs - Ci l-E.qu"*a del ojo de 1921 . Transición entre el Proyecto y el capítulo 7. Pasaje
b) Ello, Yo, Superyó de l93t de la Percepción (P) a la Percepción signo (Ps) -»
[-€onferencia al Inconsciente (Ics) -+ al Preconsciente (Psc) +al
Consciente (Cs).
En 1938, en el Compc¡tdio, Freud superponía estas
dos tépicas en una forma que Lacan indica de un modo P Ps Ics' Pcs Cs

69
Si el registro normal no se efectúa, entonces se pro- En el proceso psíquico: despertar de la fuerza psf-
duce el derrame y ésta es la nueva traducción que hará quica. Ca¡ácter progrediente del aparato.
ba¡rera al sistema precedente. Pcs es la función primera Carácter alucinatorio del sueño: hace retomar las
que sigue siendo hipotética, por cuanto nada de ella lle- imágenes a la percepción: la excitación sigue la vía re-
ga al sujeto. En este nivel, Lacan subraya que no hay trógrada; es el ca¡ácter regrediente de estos sueños. (Du-
inscripción. Para Freud, aquf es donde se enlazan las rante la vigilia puede haber retomo pero nunca más allá
neuronas, donde se enlaza el inconsciente. Pa¡a Lacan la de las imágenes mnémicas, y ésto nunca tiene un poder
percepción está ligada a la conciencia, que es rechazada alucinatorio.)
a la extremidad opuesta: primer registro de las percep- ¿Las imágenes mnémicas retoman a nivel de P o del
ciones inaccesibles a la consciencia. En esta simultanei- Ps? Puede ser a nivel del P. Esto es lo que sucede en las
dad hay un agrupamiento para tres de los símbolos (en alucinaciones de la histérica.
"La carta robada" Lacan también agrupará de a tres los
signos + y los signos -). Pensamientos f -+n los paranoicos
"Coloca¡ juntos grupos de tres es instau¡arlos en la transformados I -+n las visiones de los
simultaneidad. El nacimiento del sigrrificante es la simul- en imágenes t normales.
taneidad... " (f . Lacan, Seminario III, pág. 2O4). Elección
del lfder: algo que constituye signo y que es del orden de Es necesario detener la regresión para que no supere
la escritura. Este campo de inscripción primordial es el la imagen recuerdo: prueba de realidad. Aquf habrfa un
lugar de la Verwerfung (forclusión). primer nivel de barrera en el goce que impide la regresión.
Después, el significante constituido se ordena según En el capítulo 7, la barrera a nivel del Pcs va a impedir un
otra cosa que es el significado. Aquf, sólo la Vorste' paso hacia la acción motriz si el objeto no está ahí.
Ilung puede ser reprimida. Segunda ba¡rera: aquélla que, entre el Ics y Cs, im-
El Preconscienle es el tercer registrado. Para Lacan, pide la descarga motriz mient¡as el sujeto no esté adver-
el preconsciente está ligado a la experiencia alucinatoria tido de la presencia del objeto en la realidad.
de las representaciones verbales.
El neu¡ótico no presta atención a esta frase que se En la psicosis estas dos barreras no se prodtrcen
formula, y el psicótico no puede hacerlo. La cadena que
va del Ics más arcaico a Ia palabra articulada del sujeto lo. Pasaje al acto hacia la motilidad.
pasa enüe el Pcs y el Cs. Lo cual da lugar a una topolo- 2e. Las excitaciones, por vfa retrógrada, retornan al
gfa subjetiva. nivel Percepción. En la página 146 del Seminario II te-
J. Lacan, Seminario III, página 177: "(Freud) se re- nemos la aparición de un modelo lógico. Este aparato
ñere a una deficiencia, a un agujero de lo simbólico, arin psíquico primitivo que funcionarfa según este esquema
cuando en el texto alemán el término empleado es reali- del aparato reflejo se habría sustentado soñando.
dad." Todo ésto tiene relación con la carta52. La barrera
Seminario II, página 169: "La manera en que el es'
está en la ausencia de traducción de un sistema a otro.
quema está construido tiene la singularidad de represen-
Lo que forma ba¡rera es la inscripción en sí misma. La tar como disociados, en los dos puntos terminales de la
inscripción ulterior va a impedir que la inscripción pase
circulación orientada de la elaboración psíquica, el revés
por la inscripción precedente. En la psicosis, es una ins- y e[ derecho de una misma función; a saber, la percep'
cripción que no se efectúa.
ción y la conciencia." Esto tiene que suceder al mismo
P es la realidad bruta: ninguna inscripción.
tiempo del mismo lado y del lado opuesto. De la carta
P signo: primer registrado del significante primor-
52 al esquema R: una misma superficie.
dial. En la psicosis sucede algo en el Ps que impide los
otros registrados; si hay segundo registrado inconscien-
J. -A. Miller
te, eso ya no pasa por el primero sino por el segundo. Si
hay un defecto en el Ps, eso no pasa al segundo. En el Lacan comen[a este esquema de Freud, P y Cs en
capftulo 7 Freud adopta una perspectiva que después los dos extremos. Después, Lacan comenta las dificulta-
abandona. des que Freud enconuó para situar P y Cs en los dos ex'
Si el Ps se inscribe, entonces el segundo regisuado tremos. Y concluye que P y Cs van juntos, lo que está
puede realiza¡se con la represión y luego el tercero del confirmado por la propia reflexión de Freud acerca del
Pcs también puede efectuarse. Cuando el primero se ha asunto (lo que está ligado en la segunda tópica). De atrl,
cumplido, se cuenta 1 a partir de 2. Entonces la excita- " ... revés y derecho de una misma función... ": muy
ción no podrá volver al registro precedente: no puede simple y demostrativo. Muestra que los esquemas meca'
regresar, Puede pasa¡, pero no retornar. Por lo tanto, el nicistas no pueden responder a lo que Freud pone en
movimiento regrediente no puede efectuarse. juego, mientras que los esquemas topológicos resuelven
los problemas lineales y cronológicos.
En el capítulo 7:
PSI52 J. -J. Bouquier
rlrll I --\ Esta transformación es muy simple. Trabajo de Vap'
,'f pereau en "Cahiers de lectu¡es freudiennes" nq 5: basta

70
pasar de este grafo al lineógrafo donde cada punto
convierte en un segmento en una a¡ista. Si hay equivalencia: sumersión del plano en nuestro
espacio, de lo contra¡io hay pasaje a la cuarta dimen-
rP Ps lcs Pcs Csl sión. No se puede hacer gue un punto corresponda a un
aASa' punto y a uno solo para encontrar, en nuestro espacio de
tres dimensiones,la imposibilidad de representa¡ la rela-
En el esquema L, el lcs se inscribe entre A y S. ción del sujeto con el o§eto.

Esquema L Imposibilidad de representar al sujeto por un signi


ficante
a'Cs S

'E
S Pcs Pcs
Cross-cap
Línea de seudopenetración

Ps PsA El sujeto; "...


Pequeño ser infini-
Pasqie aI esquema R tamente pla-
no que se
Pcs pasea por la
superFrcie".
I. Lacan

Si el pequeño
ser está en el fren-
te de esta figura,
va a pasar adentro y al frente de la superficie posterior.

J.-A. Miller
Ps Este esquema da El punto que usted quiere destaca¡ en cada fórmula
cuenta de las dificultades de superficie topológica es la dificultad que presenta el
que tuvo Freud para situar el paso de P a Cs. cross-cap. En cuanto al plano proyectivo hay una resis-
¿Pueden ser localizados esta impotencia y lo impo- tencia a representar todos los pasajes de los que se trata
sible en los esquemas L e I? en el espacio de t¡es dimensiones. Parecería que usted
. La impotencia sobre el esquema L. quiere destacar que el esquema R es el despliegue de un
. Lo imposible sobre el esquema [. plano proyectivo y que por lo tanto hay un imposible de
representar, porque no estamos en la proyección del
El esquema R despliega un plano proyectivo gue es cross-cap.
una figura unilátera. En el sujeto normal hay un imposible.
En la psicosis ya no hay imposible.
J. -A. Miller En el esquema R: imposible y, por lo tanto, es-
tructura neurótica.
Esto es general en todos los geómetras que inscri- En el esquema I: ausencia de imposible y, por
bieron Ia representación del plano proyectivo en tres di- lo tanto, psicosis.
mensiones.
J.-J. Bouquier
J.-J. Bouquier
Esta construcción del cross-cap se obtiene por corte
1. A un punto del plano proyectivo debe correspon- del borde de la ba¡da de Moebius con un disco.
derle un punto y sólo uno del plano de tres.
2. A dos puntos vecinos... Por el contrario, si se hace este corte, se obdiene una

7l
cap agujereado dos Yeces.

ba¡rda de Moebius simple del sujeto en su relación con


su decir y un disco que es una superficie unilátera.

Lo Simbólico y lo Imaginario están radicalmente se-


parados, del mismo modo que la escritura
Hay aquj una ausencia de imposible de representar.
S + Simbólico El sujeto (§) y el objeto están del mismo lado. Jacques
s jlmaglnario. Lacan dice''en 1967: "El loco tiene su causa en el bolsi-
Ilo... " (moebiana... y agujereada).
del mismo modo en que están separados en los dis-
cursos los matemas que figuran por encima y por debajo Pregunta: ¿La demanda no es moebiana sino ci¡cular?
de la barra. Si se hace el recorte, aparece una banda de Moebius
Impotencia: imposibilidad para el sujeto de alcanza¡ reducida a sus borde, hueca: el sujeto está reducido a un
su objeto. borde moebiano.
E,nl^ LeÍtre 27 de la EFp, de 1979, Jacques-Alain Los agujeros Po y «Do ponen en continuidad lo Ima-
Miller habló del pasaje del esquema R al esquema I. ginario y lo Simbólico.
J. Lacan: "... el sentimiento de que el sujeto es lle-
Si volvemos al esquema L: vado al borde del agujero".
Un sujeto es llevado al borde del significante cuan-
do la falta se hace sentir como tal.

Esquema de Yappereau

Hay rura diferencia de acento en Lacan antes y des-

\
rl
corte que no
se efectúa en la psicosis: imposibilidad, en la psicosis ,
de tener que vérselas con un gran Otro. Escribir Po esta
no inscripción sobre el cross-cap: hay un Po que se
vuelca sobre Oo.
Segundo agujero, que es que el primer extrario no se
inscribe. Ya se puede representar el pasaje del cross-cap
que el esquema R despliega, a la estructu¡a del esquema
I, donde va a haber dos agujeros.

Vappereau parte del esquema I:

pasa a una banda de Moebius. pués de Ia topologfa.


-Se
De la banda de Moebius agujereada se pasa al cross- El esquema antes de la topología: en la "Cuestión

72
El esquema antes de Ia topología: en la "Cuestión El punto de partida de sus elucubraciones es la nota
preliminar" hay una simple visualización conceptual: de 1966, cuando Lacan está leios de las motivaciones
esquema R. que lo condujeron a este esquema, por cuanto pasó de
En el esquema I: hay un relanzamiento dialéctico de lo métrico a lo topológico. Finalmente, adviertan que a
la distorsión de las letfas. Estos esquemas no son más despecho del aspecto métrico de este esquema hay ya un
que ayudas para el pensamiento: simples construccio' elemento topológico: esto corrige el aspecto métrico del
nes concepluales. esquema.
En la banda de Moebius no hay nada mensurable
Con la topología, es "la cosa misma" . que esté presente en su estructur4 y en cambio en R está
En psicoanálisis hay que esperar resultados de una lo mensurable. Esta nota indica que se t¡ata de un plano
investigación no de Ia topologla. proyectivo desPlegado.
Vemos que Lacan transforma estos esquemas de una La parte esférica del plano proyectivo en 1966:
dimensión a otra. El esquema I viene del esquema R y R
viene del esquema L.
at

a A

El esquema simplificado arrancó, al comienzo, de


un simple trayecto contradictorio que sin embargo es La banda de Moebius corresponde al sujeto: l.
una superficie, un cuadrado e incluso métrico. I y S corresponden al objeto (a): mitad de esfera.

5ia' J.-A. Miller


Lacan señala, a propósito de su álgebra de los dis-
cursos, que no había ningrÍn automatismo.
Berna¡d This dio el ejemplo de un funcionamiento
automático de este álgebra, lo cual no fue aceptado por
Lacan.
Lacan dice: " ...Si olvidan ustedes lo que sostiene
estos esquemas, más vale olvidarlos." (Véase "Subver-
sión del sujeto").
A
1. Hay, por Io tanto, una cuestión de derecho.
Z.Hay también una cuestión pragmática: ¿cuál es su
Partiendo de la correlación ent¡e el Pad¡e y el Falo,
utilidad? Hay diferentes acentos: antes de la topologí4
entre el complejo de Edipo que puso de relieve la fun-
él los presenta con precauciones infinitas. Por ejemplo
ción del Padre y el complejo de Castración. con el esquema R: "...simple visualización conceptual".
Esto ha de ser apreciado en el uso de relanzamiento
P (S)
dialéctico.
o (A)
Después de la topología, dice: "es la cosa misrna".

En la psicosis, Ia forclusión del Nombre del Padre


es correlativa de la forclusión de la significación fálica. Versión de Viviane Marini-Gaumont

73
29 deoctubre de I9S7 Las caracterfsticas que alegan en favor de la psicosis:
1. El vínculo con Nora y con sus hijos;
Lo esencial de la reunión estará dedicado a las ex- 2. Su convicción de que su hija esquizofrénica es
posiciones de Sol Aparicio, Marc Strauss y pierre telépata;
Skriabine. 3. La real carencia de su padre.

Joyce quiere, indiseutiblemente, hacerse un nombre"


Al comenzar el DEA, el Sr. OkawcJara propone, di-
bujos mediante, una explicitación topológica de la trans- Quiere valorizar ese nombre que le es propio, podemos
decir, a expensas del Pad¡e.
formación del esquema R en esquema I, en base a la no-
Pero el término "suplencia" no apareció en la época
tade Lacan de 1966.
de los seminarios borromeos, pues ya se lo encuentra en
la "Cuestión preliminar".
Expsición dc Sol Apricio:
Los desarrollos que Lacan le da en esa época.permi-
Sitúa su trabajo bajo el título: Síntoma y Nombre ten plantear; que el Nombre del Padre es lo que suple a
del Padre. Del Seminario de las Psicosis y de Ia ..Cues- la relación sexual faltante.
tión Preliminar" al Semina¡io Joyce Le sinthome, hay un
cambio de estatuto del Nombre del Padre. En el Seminarb RSI:
Lo establecido por la "Cuestión preliminar" puede
Lacan pone rm acento nuevo sobre la nominación,
resumirse en tres puntos:
que permite establecer una distinción entre el Padre co-
1. El Nombre del Padre es tur significante, y su lugar mo Nombre §ombre del Padre), y el Padre como nomi-
preponderante es revelado por la estructum psicóüca. nador. De esie modo podrfa desprenderse, partiendo de
2. El concepto de "forclusión" aparece como insepa- la distinción imposible de hacer entre los t¡es redondeles
rable de la carencia de este significante particular, el de hilo, el efecto de nominacidn. R.S.I., tres formas de
Nombre del Padre. Nombre del Padre.
3. El desencadenamiento de la psicosis está ligado a
Lo Imaginario del Otro Real
esta forclusión.
Lo Simbólico del Otro Real
Este nexo entre Nombre del Padre, forclusión y desen- Lo Real del Otro Real.
cadenamiento, queda roto en el Semina¡io Le sinthome.
Lo simbólico muestra entonces no tener ya el privi-
Asi se puede habla¡: legio del Nombre del Padre.
l. de una forclusión sin desencadenamiento;
2. considerar una suerte de forclusión leve de Joyce. Con la exposición de Piene Skriabínc:
Con el comentario sobre Joyce, se introduce la di- Se produce una reintroducción activa de Ia topolo-
mensión de la suplencia. Con el trabajo sobre Joyce se gía, del nudo borromeo, presentada a t¡avés de esque-
introduce una suerte de inversión: si hay sinthome, no m:rs que esta reseña no reproduce.
hay desencadenamiento. Skriabine nos propone sostener topológicamente es-
El sinthome queda planteado como diferente del ta cuestión de la suplencia.
sfntoma. Hay una comtín medida en los tres registros: R.S.I.
Si se define el sinthome como cuarto término del Esta comrin medida se expresa en el anudamiento de los
nudo borromeo, el Nombre del Padre cesa de ser un tres redondeles, ya gue es borromeo; desde aquf, Skria-
significante, bine propone considerar la particularidad del anuda-
La función del Nombre del Padre es suplementaria; miento como una función cuarla, aun cuando el nudo
puede prescindirse de ella. El sinthome anuda el RSI, en sea de lres.
ausencia del Nombre del Padre. A partir de R.S.I., la función del cuarto redondel es
la de un Nombre del Padre, se esclarece que el síntoma
Expsición dc Marc §tr¿¿ss..
como 40, es solida¡io de una función Nombre del Padre.
Pero, ¿lodo slntoma puede suplir a lafurción del Padre?
Vuelve a tomar la problemáüca de la suplencia, bus-
cando referencias en el Semina¡io Le sinthome, por su- Lo que hay que retener, nos dice Sk¡iabine, es que
puesto, pero también en la retranscripción de las confe- Lacan plantea al Padre como una función de excepción.
rencias pronunciadas en Estados Unidos (scilicet nq 6-7).
M. Strauss plantea de este modo cierto número de Obscnaciones de l,-A, Miller:
cuestiones que apuntan, en su totalidad, a determinar lo Tras expresar su admiración por la facilidad con que
que está puesto en juego por la suplencia. Skriabine nos resumió, en menos de media hora, dos
Respecto de Joyce: su sfntoma muestra ser un sínto- años de Seminario de Lacan, J.-A. Miller insiste sobre
ma inanalizable; pero ¿es Joyce loco por ello? los puntos siguientes.
Es indudable que se tomaba por un redentor, palabra 1. Lo que Lacan elabora en su desplazamiento, con-
que aparece en el análisis del caso Schreber por Lacan signado por Sol Aparicio, son forclusiones suplidas: hay
(posición redentora)" un nudo entre desencadenamiento y suplencia.

74
2. Se podrfa decir que hay una psicosis de base: La pluralización de los Nombres del Padre es
suerte de forclusión generalizada: ¿dónde se plantea la correlativa a S,/r.
cuestión? ¿Cómo designar el estado nativo del sujeto: Básicamente, el Nombre del Padre es algo que está
Histeria o Pa¡anoia? Se puede postular el estadio del es- en más.
pejo como la Paranoia. Con el nudo borromeo, se parte de un cuarto implí-
3. La psicosis tiene un estatuto no dialéctico. En la cito (el anudamiento borromeo): es el -l del anuda-
ex-sistencia humana, Ia dialéctica es introducida por la miento, que puede representar a la forclusión.
función del Padre. Correlativamente al carácter no dia- Para Lacan, lo que habita el retorno a Freud es un
léctico de Ia psicosis, hay que subrayar su carácter lógi- retorno a Kant con el postulado de que la realidad está
co. Hay una suerte de lógica extremista de la psicosis. básicamente condicionada: la estructura de condicio-
Es Io que Lacan llama su intento de rigor. Lo dialéctico, namiento de la realidad es el complejo de Edipo de
es la neurosis: la denegación es profundamente dialécti- Freud. Lo que va a cambiar en el desplazamiento de
c4 plantea una afirmación por una negación. Lacan, es que el nudo borromeo viene al lugar del es-
querna R. En el esquema R, la experiencia de la reali-
La forclusión es un cierto no hay, absoluto. dad está condicionada por el Nombre del Padre. Pero
En el desplazamiento de Lacan, lo que cambid es Ia
el que constituye la estructura del Otro es el nudo bo-
concepción misma del estatuto del Oro.
rromeo.
Cuando el OEo tiene la esructuta de un catálogo
que no se contiene a sf mismo, sale S,¡l de ello se infie-
re como posible que todo "el mundo es delirante". Versión de Guy Clastres

75
5 de noviembre de 1987 ción perfecta del nudo borromeo; en el otro, chapucerfa
improvisada que deja ura huella, la falla original que vol-
En ausencia de t.-A. Miller, dirige esta sesión Ser- vemos a encontra¡ en el nudo.
ge Cottet. Como introducción, Serge Cottet subraya el
éxito de las últimas Jornadas de la Escuela de la Causa Jean-I¿uis Gault
Freudiana consagradas a la experiencia psicoanalítica A Sol Aparicio. ¿Cómo concebir el estatuto de la
de las psicosis: el número y la dsiduidad de los partici- metáfora paterna en la fobia? A pesar de una concepción
pantes prwban el interés por las nuevas cu¿stiones. Si unitaria del Nombre del Padre en los arlos del Seminario
el psicoatulista no retrocede ante la psicosis, es mani- III, ¿no hay ya a Eavés de las diferentes carencias que
fiesto que el psicótico no retrocede ante el psicoanáli- afectan al padre, una pluralización de las funciones del
sis. La transferencia en la psicosis no descmbocaforzo- padre tal como aparece en seminarios mucho más tardíos?
samente en la persecución o erolomanla, ya qte esta
propensión puede ser morigerada por la dirección de la S. Cottet
cura. Si la estrtrctura psicótica se ha imptusto en detri- En una primera época de la enseñanza de Lacan,
mento de una cllnica diferencial, el privilegio acordado hay carencia de la función paterna a través de una visión
a la paranoia permite asimismo interrogarse sobre la familiarista de la relación de objeto, y luego en la psico-
manlay la nulancolía. sis una carencia de lo simbólico, ura ca¡encia del signi-
Se formulan en la sesión una serie de iúerrogan-
ficante mismo.
tes dirigidos a Sol Aparicio, Shin'ya Ogasawara, Pierre
Skriabine y Marc Strauss, derivadas de sus exposicio-
nes de la sesión precedente. Guy Clastres
Si hay ur padre no carente, es el de Juanito. A ésto
Serge Cottet se consagra Lacan. Es un padre que tiene una preocupa-
El uso, el actualmente acentuado, del término "su- ción por este chico. Mient¡as que el padre de Joyce es
plencia" para designar el síntoma psicótico, no debe ha- carente realmente, el de Juanito no. ¿Cómo comprender
a Joyce desabonado al inconsciente? ¿Qué relación exis-
cer olvidar la función de suplencia a la carencia simbóli-
ca constituida por el sfntoma del neurótico, aun si lo que te entre esta constatación y esa desinvestidura del cuer-
con más frecuencia se tiene en cuenta es el polo de goce po que se observa y que se manifiesta en ocasión de la
del síntoma. Lacan lo enfatiza sobre todo en relación paliza? Hay una oposición de circunstancia con Juanito,
con luanito. ¿Qué precaución de uso se podría tomar? en quien el goce del cuerpo se manifiesta de manera
enigmática; Juanito se ve afligido por su erección y se
establece una relación con r¡n significante de la realidad
Sol Aparicio
en su síntoma, lo cual no se produce en Joyce.
¿Podría desanollar Pierre Skriabine la cuestión si-
guiente?i¿es que todo síntoma puede ser elevado a Ia
P. Skriabine
función de un Nombre de Padre? ¿Cómo lee usted los
dos nudos que üaza Lacan para la psicosis? Lacan rela- En lo referente al cuarto redondel, Lacan multiplica
ciona la paranoia con el nudo del trébol, mientras que, estas figuraciones para hacer jugar lo que es de estructu-
en cuar¡to a Joyce, conserva el nudo de tres redondeles ra y no de la imagen.
con el redondel suplementario, siendo que se supone es- Yo he entendido el lugar del sfntoma como ligado a
tamos en la paranoia. una concepción del Otro al que le faltarfa fundamental-
mente algo, en su estatuto de incompletud e inconsisten-
Pierrc Skriabine cia. Si se tuviera un simbólico completo, el nudo borro-
meo sería el modo de anudamiento. No prueban ahf
He intentado demostrar que el sfntom4 cuarto ele- estructura porque habrá siempre un significante faltante.
mento, consütuye un falso agujero con lo simbólico don- Lacan introduce de manera generalizada que siempre ha-
de se anudan en forma bonomea lo imaginario y lo real. bría algo heterogéneo a lo simbólico en forma de una le-
Tenemos una segunda acepción con una cara "letra", la tra, que funciona en un discu¡so. Hay que tomar el nudo
del sfntoma, y una cara discurso, que se escribe S en estos borromeo con un desdoblamiento estructural de Io sim-
esquemas. Hay una complementariedad, se puede consi- bólico entre el síntoma y el discurso. En lo que respecta
derar este bina¡io como r¡n nuevo simbólico. Al final del a la clínica diferencial en la psicosis, lo que hay en el
Semina¡io sobre Joyce, el efecto de la paliza, la pérdida sinthome es indicativo. Lo que Lacan propone en cuanto
de la relación con el cuerpo propio dan lugar a un desliza- a Joyce se va a parecer mucho al nudo borromeo, a partir
miento de lo imaginario. Sobre el nudo Lacan propone el de la suplencia del sinthome. Joyce no va a quedar fuera
ego como sostén de lo imaginario, y redobla un enlaza- de esta realidad indicada por el nudo bonomeo.
miento entre lo simbólico y lo real bajo un modo diferen-
te. Ya no se da la aparente circulación ent¡e el sinthome y Charles Schreiber
Io simbólico, el movimiento queda atascado. De un lado, A propósito de fobia y psicosis, ¿no procedería dis-
algo que calca d nudo borromeo como tal e imita la solu- tinguir entre el Otro de la ley y el Otro del significante?

76
Marc Strauss rios de Lacan, ¿no debemos revisar nuestra crítica sim-
Acerca de la articulación de los matemas y la clí- ple del uso de los borderline por la I.P.A., que atribufa-
nica. Todas las fórmulas que da Lacan en los semina- mos a su insuficiente conceptualización de la clfnica de
rios que mencionó Skriabine conciernen a una psicosis las neurosis? Por otra parte, ¿en qué se convierte este
de base, la función simbólica es nombrada en ellos co- basamento de la metáfora delirante cuando se evocan es-
mo agujero (en R.S.I., la madre, el nombre). ¿No hay tas elaboraciones sobre el sinthome? ¿Qué relación exis-
aquf algo que no se referiría solamente a la psicosis si- te entre construcción del belirio y sinthome?
no también a la clínica analítica? En los Seminarios
R.S.I. y Joyce, hay una dificultad porque se trata en Jean-Jacques Gorog
ellos de la forclusión generalizada y de la forclusión
Vuelvo al tema de la manfaco-depresiva. Hay un
para Joyce. A causa de ésto, Lacan se ve obligado a
debate sobre la clínica, y además ¿qué estatuto dar a to-
redefinir 0¡cf. Ornicar? ,9, páes. 36 y 39).
do ésto? ¿Hay que hablar de psicosis sin perjuicio de in-
¿Podría volver Pierre Skriabine sobre los fracasos
vocar las suplencias? En cuanto a la identificación pri-
del nudo borromeo?
mordial, sigue en su sitio. Lacan, pese a la identificación
P. Skriabine con el rasgo unario vuelve a ésto en los términos de
Freud.
La manera neurótica es que los nudos se separan,
hay de entrada dos complicaciones. En cuanto a Joyce,
F. Leguil
hay una sola complicación que interesa a la función del
padre y deja a S y R enlazados, mientras que lo imagina- En ciertos pacientes comprobamos que no hay
rio se desliza. Es redoblando en el punto en que se pro- ningún médium con el Otro. Tenemos melancolfas a
dujo'la falla como se podrá mantener el anudamiento; mínima. En ellas no es posible articular nada de lo que
ésta es la fr¡nción del ego. es deseo en la neurosis. No hay clínica del Nombre del
Padre, hay una clínica de la identificación y una clfnica
Frangoise Josselin del ideal.
El término identificación, cuyos tres modos ha re-
cordado Marc St¡auss, ¿no ha llegado para la psicosis? A. Aflalo
Se puede proponer ésto? La segunda identificación sigue el modo de la pri-
mera. Todo lo simbólico o nada en el modo del rasgo.
Giséle Chaboudez Ella falta en la psicosis pero hay identificación con el
La identificación con el rasgo no se realiza en la ideal.
psicosis.
G. Chaboudez
Agnés Aflalo
¿Cómo concebir identificación con el ideal sin con-
Hay identificaciones en la psicosis aun si las iden- cebir el rasgo?
tificaciones son del registro simbólico.
Philtipe La Sagna
S. Cottet
Freud es muy prudente en lo tocante al padre. Hay
La primera identificación freudiana es una guía se- identificación con el Otro en tanto que éste sería real.
gr¡ra en la psicosis.
Para Lacan, hay incorporación de [a estructu¡a, la psico-
sis es la estructura. En la neurosis hay reconstrucción, se
Alain Merkt observa que el rasgo. l.S¡c/. En la psicosis el sujeto se
A Piene Skriabine: ¿cómo interpretas, a partir de identifica con el Otro como real y no como rasgo.
los nudos, "Joyce está enraizado en su padre al tiempo
que lo reniega"? M. Strauss
A P. Skriabine: partiendo de lo que Laean dice en
P. §kriabine R.S.t. (pág. 54), podrías situa¡ al padre como nombre y
Si podemos definir el sfntoma de Joyce como el de al padre como nombrante?
estar enraizado en su padre, y su sinthome como su arte,
el sinthome viene a redobla¡ al sfntoma. Si se considera P. Skriabine
que el en¡aizamiento en el padre resulta de un primer de-
fecto del anudamiento, ésto sólo se puede comprender re- Partiendo de R.S.I. y de lo que dice Lacan acerca
doblando la falla del padre entre R y S en el mismo nivel. de la nominación de lo real, se puede situar al padre que
nombra como función de padre y al padre en cuanto
Frangois l*guit nombre como un significante. Si el significante no está
en su lugar, es Ia función Ia que viene a complementarlo
A la luz de los desarrollos de los últimos semina- bajo las especies del sfntoma"

77
Frangoise Silvestre A. Enciso Bergé
En el esquema I, Lacan coloca la creación y el arte La reducción del delirio de Schreber no es ejem-
de Joyce alrededor de Po, lo que recuerda las criaturas plar. ¿No pagó demasiado cara la sentencia que obtuvo?
del delirio alrededor del agujero iDo Joyce salió adelante La reducción del delirio fue tan extrema hasta la carta
por no haber más que un solo agujero, Su arte palió la abierta a Fleschig, que no conoció más que una ausencia
carencia del padre y la presentación fálica. absoluta de respuesta.

Frangoise Leguil Yves Kauffman


Cuanto más avanzamos, más se opacifica lo que es Muchos psicóticos que elaboran una construcción
un delirio. Estamos en r¡n proceso inverso al de los psi- delirante conocen una reducción en el goce y en la desti-
quiatras de los años 40, para los cuales el conocimiento nación. Ciertos psiquiatras llama¡on a esto "parafreniza-
del delirio y de las alucinaciones permitía acercarse a lo ción". Hay una separación del A de la destinación y del
que era un loco. En el Libro III, hay importantes escla- Otro del goce.
recimientos sobre el delirio. Por otra parte, Colette Soler
habló de los esfuerzos del paciente por crear algo, y La- Resumen
can habla de rma creación por el delirio. Tras mencionar Serge Cottet el interés suscitado
por las últimas Jornadas de la E.C.F., Ia sesión fue ocu-
Guy Clastres pada por numerosas preguntas, respuestas y señalamien-
Hay que ser un psicótico especial para crear. ¿Se tos: la suplencia en Ia psicosis y la neurosis, las diferen-
podría esperar de un lazo t¡ansferencial entre un sujeto cias de nudo en la paranoia y en Joyce, Ias distinciones
psicótico y un analista la disipación de su creencia deli- entre el sinthome de Joyce y el síntoma de Juanito. La
rante? ¿Qué operación se puede esperar? ¿Se trata de in- carencia paterna y la carencia simbólica, la forclusión
ducirlo a una depuración de lo imaginario del delirio? generalizada y la forclusión en Joyce. La cuestión de la
¿Para poder vivir con él? En Lacan, su punto de vista identificación en la psicosis fue tema de debate y dio lu-
terminal en cuanto al esfuerzo del psicoanálisis sobre su gar a consideraciones sobre una clínica de la identifica-
síntoma es que no desemboca en tal disipación. ción y una clínica del ideal. La distinción enre el padre
como nombre y el padre como nombrante fue intenoga-
Jean Pierre Klotz da. Luego se abordó la cuestión de Ia creación y la dife-
En el caso de Colette Soler, la construcción era la rencia entre creación del delirio y creación de objetos
reducción a algo que traía aparejada la fijación del go- concretos, con vistas al fin de la cura con un psicótico.
ce según tres registros ([a obra, el delirio, el goce). Es- ¿Se llega a la disipación de la creencia delirante? ¿Qué
te desenlace es muy diferente de lo que sucedió con se puede esperar de la reducción del delirio con relación
Schreber. a la metiífora delirante?
Queda, pues, en evidencia que los Seminarios de
Frangois Josselin Lacan de los años 70 vienen a trastornar y renovar un
enfoque de las psicosis muy marcado por Ia "Cuestión
El punto común de las exposiciones de Colette So- preliminar". Las cu¡as de psicóticos relatadas en las Jor-
Ier y Eric Lau¡ent era la creación de un objeto. El sujeto nadas relanzaron igualmente numerosas cuestiones.
tendría que hacerse representÍr por un objeto ante al-
guien. En Schrebel con su escritura, se tiene solamente
un intento de chapucería. Versión de Jean Daniele Matet

78
L2 de noviembre de 1987 ría misma. Miller recusa también la práctica del analista
inspirada en esta categorla y que estimula al uralista pa-
Esta sesión es una discusión qu¿ tomtt por objeto el ra sustituirse como sujeto al analizante.
contenido del debate de la sesión del 5-11-87.
F. Leguil
J..A. Miller
Observa que esta recusación es efectuada por Lacan
Distingue tres orientaciones en ese debate del5-11-87. junio de 1959.
a fines de
cuestión de las identificaciones en la psicosis.
-La tema referido a fobia y psicosis y a las insufi-
-Un J.-A. Miller
ciencias en nuestro uso del término "carencia".
problemática del agujero y de Ia disyunción. La categorfa del "borderline", sobre todo utilizada
-Una por los anglosajones, es una categorfa mal conformada
Además, observa que durante las Jornadas de la frente a la necesidad de establecer un diagnóstico dife-
ECF (t-11-87), no se hizo mención de las cuestiones rencial (Neurosis - Psicosis - Perversión).
preliminares al tratamiento (lo que fue señalado por
¿Mantenemos nosotros esta partición diferencial?
S. Cottet en su int¡oducción), sino de una unidad de la
estructura de la psicosis. F. Leguil
Una intervención de F. Leguil en la sesión del 5-11-
87 cobra el carácter de una autocrftica colectiva en Dos volúmenes de la Revue Frangaise de Psycha-
cuanto a la psicosis. "Hay no pocas cosas que son un po-' nalyse, recientemente editados y que tratan de la clfnica
co nuevas para nosotros, lo que hace que sea realmente de las psicosis, revelan una diferencia: contrariamente a
cierto que no la entendamos demasiado." (Leguil). lo que se estilaba en los años 70, los analistas del l¡rsti-
Un lfmite entre psicosis y neurosis se plantea a par- tuto ya no hablan del "borderline". Plantean que la psi-
tir de la categorfa de los borderline. Esta categoría, ¿es cosis es totalmente distinta de la neurosis.
el precio que paga la I.P.A. por su incapacidad de hacer
trabajar a las histéricas? La Sección clínica de los años M. Strauss
80 respondió afirmativamente a esta pregunta al tratar Los puntos de pasaje entre neurosis y psicosis remi-
sobre la incapacidad de la I.P.A. para conceptualizar la ten a formulaciones sorprendentes de Lacan.
clínica de las neurosis. Ciertos casos de neurosis han tomado ura consisten-
A partir de los a¡ios 70, Lacan desarrolla una clínica cia tal que ya no hay metonimia deseante (la histeria su-
de los discursos que invita a abordar las psicosis "de perada, según Israél), ciertos puntos ya no son dialecti-
muy distinta manera". Invita a reconsiderar el problema zables. Esto plantea interrogantes en cuanto a la
del diagnósüco de otro modo que desde un punto de vis- analizabilidad de estos sujetos.
ta psiquiátrico (Diagnósticos de exclusión: inexistencia
de delirio, de fenómenos elementales... ). En Lacan hay C. Soler
constantes señalamientos fenomenológicos que él sitúa
Aconseja tomar las cosas al revés.
en los límites de la neurosis (cf. el paciente del dialecto
En ciertos sujetos se puede diagnosticar una neuro-
corso 3 del Seminario- y el caso de neurosis
-Libro
obsesiva donde las vfas de acceso al Otro están imposi-
sis, en otros no. Entre aquellos en los que no se diagnos-
tica neurosis, hay psicosis probadas, desencadenadas.
bilitadas, al final del Seminario XD.
En cierto número de casos, no se hallan signos de psico-
Con este nuevo enfoque de Lacan de los fenómenos
sis ni de neurosis.
de la psicosis, ¿qué se hace de los que eran nuestros ba-
"Cuando rma neurosis no está probada, dejo un pun-
samentos hasta entonces?, interroga F. Leguil.
to de interrogación sobre cómo voy a llamar a la perso-
na que tengo delante."
F. Leguil
En los arlos 80, en la Sección Clínica, el rechazo de J..J. Gorog
la noción de *borderline" apuntaba a rectificar la impre-
En los c,asos en que resulta trabajoso habla¡ positi-
cisión de ciertos diagnósticos.
vamente de psicosis, se puede preguntar uno por lo que
efectúa suplencia.
J.-A. Miller
Apunta la necesidad de reanudar un debate sobre la J.-A. Miller
utilización más precisa que se debe hacer del térrnino
Invita a reconsidera¡ a los borderline en términos de
"bordedine""
categoría. No se trata de reducir Ia categoría de los bor-
Asf como Lacan hizo del "deseo del analista" el nú-
derline a la histeria, como casos refracta¡ios al discurso
cleo de verdad de Ia teoría de la contratra¡sferencia,
analítico.
conviene indagar en lo que podría ser el núcleo de ver-
dad de la teoría del "borderline".
B. L. i I --
En lo que atañe a la teoría de la cont¡atransferencia, tlt_!!
el deseo del analista induce una recusación de la catego- --.>

79
fero Convlene constclerar que una pfir[e de es[a cate- canianos: existen diferentes modos discursivos de movi-
gorfa pasa a otro registro, lo que deja cierto número de liza¡, llena¡, explotar una falta. Este S(,10 puede decli-
otfos casos. ' narse por "no hay relación sexual", relación prometida
por la metáfora paterna. Los discursos están presentes
como modos de suplencia de la no relación sexual.
"otfos casos" B.L. El psicótico, directamente confrontado con S(/§,
r>---}l'
puede ser llamado por Lacan, irónicamente, un "verda-
dero" normal.
Se puede distinguir la suplencia ner¡¡ótica como dis-
Una de las exigencias de la presentación de enfer- cursiva, de la suplencia psicótica como no discursiva.
mos de Lacan era obtener una discriminación ent¡e neu-
rosis y psicosis. El agregaba que en ciertos casos ésto no
G. Clastres
era posible. ¿Debemos considera¡ que la neurosis es el
núcleo duro del espacio de la clínica? ¿Que el comple- ¿El neurótico se aloja en un discu¡so únicamente pa-
mentario de esta categoría es la no neurosis, donde uno ra entrar en un lazo social, o entra en la dialéctica mis-
"pesca" a los borderline? ma del discurso?
[I.-A. Miller desea aportar una corrección a una de
sus afirmaciones sobre el carácter no dialéctico de Ia J.-A. Miller
psicosis. Lacan no siempre sostuvo este punto de vista. La oposición dialéctico/no dialéctico rebota como
En su tesis, habla de "la historia de Ia psicosis con sus la oposición del discurso y del fuera del discurso.
modificaciones dialécticas." Lacan, impregnado de'Jas- La neu¡osis corresponde a uno de los cuatro discursos"
persianismo", reintroduce el sentido en la psicosis, de El paranoico está habilitado para funcionar en el
rn¿mera diferencial. La paranoia es la psicosis más se- discurso del Amo, fero no en el lugar conforme que es
mántica, más dialéctica.l el del esclavo. El paranoico se pone en el lugar del
La neurosis como núcleo duro de la clínica plantea Amo,lo que no constituye lazo social (cf. Hegel y la im-
la exigencia de reconocer en ella el Edipo. Correlativa- posibilidad de formar una sociedad de los Amos). El
mente a la neurosis freudiana, está la psicosis freudiana. Amo no se encuentra en una relación social. De ahí la
Ejemplo: Schreber. Es una psicosis neoedípica, que for- proposición de Lacan: el psicótico es el amo en la socie-
ma sentido con el Edipo. Releer "[Jn caso de posesión dad de los discursos. Es el hombre libre, está sustraído a
demoníaca en el siglo XVII" (Freud, 1923)- la humanización por el trabajo y el lazo social.
Freud hace aquí una relectu¡a del caso Schreber a la Es necesario guiarse por el punto del sujeto en el
luz del Edipo y del complejo de castración. discurso y no por otro punto (Sr, Sz, a); de lo contrario,
Esto desma¡ca una psicosis lacaniana cuyo diagnós- no hay equivalencia entre dialéctica y discurso.
tico se establece sob¡e la base de los trastornos del len-
guaje, del automatismo mental (de Clérambault), pero X:
también ur¡a neurosis lacaniana. La cuestión de las vías
de pasaje entre la neurosis freudiana y la psicosis freu- ¿Plantea el borderline un problema de pasaje? La
diana no quiere decir nada. noción de pasaje se enlaza sobre todo con la corriente
En el marco de la neurosis y de la psicosis freudiana, kleiniana. Nada hay de tal noción en quienes sostuvie-
hay en el Otro tomado como lugar del significante (As), ron esa categoría, para los cuales los borderlines consti-
un significantedel Otro'como Otro de la Ley.S (At¡. tuyen una tercera categoría de pleno ejercicio.

As l--16'I ]
F.Leguil
El concepto de borderline es psiquiátrico y aparece
El s(AL es el nombre del Padre. en 1870 ent¡e los alemanes como categoría intermedia
La fórmula correlativa de la forclusión es que el entre las demencias y la normalidad. El término aparece
punto S(AL) está vacfo. en los ingleses en 1883. Reaparece con K. Abratram en
los años 30.

H. Freda
Es diferente de la noción de carencia. No hay que blvidar las perversiones, donde hay pun-
En este esquema de referencia (esquema lacaniano tos dialectizables para el sujeto y otros que no lo son.
de la neurosis y de la psicosis freudiana), no hay vías de Ejemplo: la homosexualidad.
pasaje. Esto implica que haya un Otro del Ouo. Cuando,
en Lacan, este punto pivote cambia y pasa a ser "no hay
J'A. Miller
Otro del Otro", esto se engancha al S(.10. Conviene en-
tonces saber qué es lo gue, en todos los casos, viene a El "núcleo psicótico" podría tener un parentesco con
ocupar el lugar del S(/§, ya que hay cuestionamiento del
S(,90. En la categoría de los borderline está la idea de
estatuto de la metáfora paterna.
una psicosis no desencadenada en la que no se reconoce
El punto S(.f$ se articula con los cuatro discu¡sos la-

80
una psicosis no desencadenada en la que no se reconoce Los cuatro discu¡sos reflejan y sitrian la barera del
una neurosis freudiana y que sin embargo no produce goce. ¿Podemos hacer girar las categorías clínicas con el
una psicosi§ freudiana. mismo rigor que en los discursos, alrededor de una falta
¿Podemos reconocer tal vez en los borderline las central?
psicosis lacanianas, es decir, un cierto nú.mero de su- Lacan buscó algo semejante con los nudos y las di-
plencias (arte, alcoholismo... )? ferentes mrrneras de enganchar las consistencias.
La neurosis freudiana serfa una neu¡osis lacaniana
donde el sinthome toma figura de padre" En la neurosis Resumen
lacaniana, el síntoma no tiene francamente el aspecto de El semina¡io del 12 de noviembre de 1987 es una
padre. discusión que reanuda el debate que siguió a las exposi-
ciones de Sol Aparicio, Marc Strauss y Piene Skriabine.
J..J. Gorog Lo esencial de la discusión apunta a los principios
En la I.P.A. existe una corriente que trata a los bor- requeridos por una clínica diferencial de las neurosis y
derline a panir de la perversión (cf. Nicolas Abraham). de las psicosis. La categoría de los borderline da ocasión
para reconsidera¡ el problema de las vfas de pasaje de la
D.Miller una a la otra. Con este fin, conviene distinguir las neuro-
sis y psicosis freudianas llamadas por su apoyo en
Lacan trata de la fobia como suplencia.
el Edipo y en el complejo-asíde cast¡ación- de las neuro-
sis y psicosis lacanianas, para las cuales el recurso a su-
J.-A. Miller
plencias constituye un recuestionamiento de la impor-
Para Lacan, la fobia es un concepto clínico. Es un tancia y estatuto de la metáfora paterna.
dedo fndice dirigido hacia la ca¡encia paterna o la caren- En cuanto a las primeras, la solución de una vfa de
cia de la metáfora. La fobia es una suplencia, un síntoma pasaje está fuera de consideración. En esta problemáti-
transitorio que toma del lugar del padre elementos ma- ca el Otro es planteado como el lugar del significante
ternos. Es lo contra¡io de Schreber quien toma, del lugar y comporta el significante del Otro de la Ley ts(er¡1.
de la madre, elementos paternos. Esto implica la existencia de un Otro del Otro, En la
psicosis freudiana, la forclusión es la del significante
D. Miller del Otro de Ia Ley, que no es otro que el Nombre del
¿Cuál es la salida de la fobia de Juanito? Esre, ¿en Padre.
qué neurosis se inscribe? Por el contrario, cuando Lacan reconsidera y cambia
de punto pivote enunciando "que no hay Otro del Otro",
J.-4. Miller pone en primer plano el S(l$, significante de la falta en
el Otro, e introduce al mismo tiempo la cuestión de lo
La cuestién de las vfas de pasaje se plantea a partir
que, en todos los casos viene a hacer suplencia en é1. Es-
de S(O, que suministra una clínica unificada por la falta
tamos entonces en el ma¡co de ias neurosis y psicosis la-
central, lo que reaparece en los cuatro discursos.
canianas.
En la época de la "Cuestión preliminar", el esque-
Si se retoma esta cuestión partiendo de la enseñan-
ma R es el de la metáfora paterna donde, en relación
za de Lacan en los años 70, se demuestra que los dis-
con un eje, el Nombre del Padre encuentra al falo co-
cursos pueden constituir modos de suplencia a la no
mo garante.
relación sexual. De este modo, podría entrar en consi-
El esquema I es el del fracaso de la metiífora pa-
deración una nueva clínica diferencial segrÍn la cual la
terna. Todo esto es diferente de una clínica centrada
suplencia neurótica esencialmente discursiva se distin-
en torno a una falta donde vienen a disponerse las su-
guiría de una suplencia psicótica no discursiva.
plencias. Es una gravitación de la clínica mucho más
igualitaria que conduce a Lacan a enuncia¡ "Todo el
mundo es delirante". Versién de Bernard Lecouer

81
trata de una descarga de baterfa y no de un pa-
L9 de noviembre de L987 -se
ciente trabajo de persuasión. También éste tiene su lugar
(cf. Serge Cottet en el último número de L'ane, sobre un
Preludio a¡tículo de la misma publicación N-R.P.);
olvida¡ que la N.R.P. es r¡na literatu¡a que pro-
A) ¿Dónde estuvo l.-A. Miller hace quince días? -no
duce sus efectos: en el ambiente clínico institucional
En la fundación Saint-Simon, invitado por I.P. Chan- gusta a personas guetienen influencia. Gusta por el tinte
geu,x, (El Hombre Neuronal), para debatir con él ante
religioso que subyace bajo esta literatura: uno puede
el empresariado francés sobre neurobiologta y psicoa- contradecirse a cada momento, puede decir una cosa y
ruilisis. su contra¡io, puede despreciar la cosa escrita.
Changeaux persevera: la revolución molecular estd
en marcha. Changeaux busca la neurona de la palabra Se podrá leer el texto de F. Leguil en Ornicar? y
sin excluir ninguna de sus potencialidades, enlre ellas más abajo retomaremos la grilla de lectura propuesta por
el advenimiento del sentido. I.-A. Miller. Por lo tanto, no incluimos aquí un resumen
I.-A. Miller apunta a la grieta: conlra el mecani- del texto y pasamos directamente a la discusión.*
cismo, el organicismo, trae a colación el dualismo car- Durante ésta hubo, en efecto, casi unanimidad en el
tesiano, hace valer la consistencia propia de la causali- sentido de que el texto aparczca, Pero al mismo tiempo
dad semántica, las leyes del sentido. Con insistencia, se suscitaron cuestiones importantes, relativas ante todo
*tono pasional":
pero sinesperanzas. al "nosotros" y al
El empresariado se mantiene prudente. Las forma- nos imputa un "nosotros": los lacanianos, por
-Se
ejemplo. Aceptemos el "nosotros".
ciones del inconsciente podrlan ser parte de la forma-
ción profesional de las secretarias y barrenderos desde lugar abrir al "nosotros" en el discurso ana-
-¿Qué
lítico?
una perspectiva futurológica: atención a las desaten-
tono sube, ¿el "nosotros" pierde su lugar?
ciones. P roductividad obliga. -Si el
¡'¡s19"
[on] serfa lo mismo que "nosoEos"....
Neuronas, palabras y directivos de empresa con- -§[
currieron seguidamente a la cena ofrecida por la a un polemista de talento contra "no-
-Esperamos
sotros"
Fundación.
He aqul, pues, la clave de una escapada por cierlo quién se dirige el texto? ¿Por qué no buscar
valerosa, pero sin misterio,
-¿A
un soporte de información de más amplia difusión?
-Si Ia crítica de la incoherencia como defecto
hace
B) La sesión fue dedicada prácticamente en su to-
subir el "tono", ¿qué encubre éste cuando toma la forma
talidad a la lectura y discusión de una recensión de (voltaireana de "aplastemos al infame"?
Frangois Leguil. El texto se refiere a un reciente volu-
también forma parte de la interpretación.
men de l¿ Nouvelle Revue de Psychanalyse consagrado -El tonoque medir las implicaciones de un tono nuevo.
a las psicosis y debería aparecer próximamente en el -Hay
"Cabinet de lecture" de Ornicu? Estas son algunas puntas de una discusión improvi-
sada, en vivo.
J.-A. Miller
Hace notar que la redacción de Ornicar? se pregun- J.-A.MiUer
ta si el "tono" de la recensión no es demasiado virulen- Pa¡a concluir, nos propone establecer un nexo entre
to, demasiado polémico. el "tono" y el "fondo".
La cuestión üene hoy, según Miller, un alcance más Nos presenta una elaboración del texto de F. Leguil
general. Cabe esperar que se produzca una refonnulación en cuatro puntos:
de los cbnllictos en el seno del Movimiento psicoanallti- l. Retórica (1) "Captatio": nuestra condescendencia
co internacional. La IP.A. intenta ajustarse a nuest¡a exis- proverbial y bien conocida encuentra no obstante ciertos
tencia con, aquf y allá, modificaciones nada superfluas. límites: la tontería. Un florilegio bruto para confirmarlo.
En Estados Unidos y Argentina la I.P.A., por ejemplo, in- 2. Fondo (1). Hay una contradicción en la "ego
cluye a los psicólogos en la Asociación con mi¡as a con- psychology" frente al tema de las psicosis: ¿Cómo hacer
trarrestar los efectos del lacanismo. La reformulación de valer exigencias y localizaciones narcisistas frente a la
sus ataques podría apuntar, por ejemplo, a las "sesiones "auta¡cía narcisística" (según ellos) del psicótico?
cortas". El "tono" de la polémica debe tener en cuenta, 3. Fondo (2). Desquiciamiento La contratransferen-
pues, este contexto. Pero é[, J.-A.Miller, se pronuncia por cia como guía clínica de la cura adopta aquí la forma del
la publicación del texto, al tiempo que manifiesta su inte- cómo protegerse contra aquel que me vuelve loco. Cómo
rés por obtener hoy una opinión más amplia. Un "noso- precaverse de los esfuerzos del Otro para volverme loco.
tros" que, novedad, sostendrfa la publicación. 4. Retórica (2). Banquete final. El capitrán Maddock
mejor se hubiera quedado en su casa. Subir el tono im-
Frangois Leguil plica subir el fondo a la cualidad. Por lo tanto, es preci-
so que retomemos las dos cuestiones de fondo.
Hace una precisión acerca del tono, en tres puntos:
Versión de Angel Enciso Bergé
---él deseaba recuperar un "antiguo tono". El de
* "La Psicosis del [nstirum" en Ornicar? Ne 43
Vincennes. Responder así a u¡ efecto de nostalgia;

82
26 de noviembre de 1987 me de F. Leguil, quien opuestamente y a semejanza de
Lacan en "La dirección de la cura", ha tomado los dos
volúmenes como obra de un único autor, como una
Al igwl que la se¡ruMa pasada,la sesión se conEa-
enunciación colectiva, sin citar los nombres. Este crite-
gra a la leclura de dos volú¡nenes de laRevue Frangaise
rio de Lacan en "La dirección de la cu¡a" se justifigaba
de Psychanalyse dedicados a la psicosis (ne 5: septiem-
porque en esa época tenía que vérselas con un manifies-
bre-octubre de 1986, na 6: noviembre-diciembre de
to de la I.P.A., post-escisión del 53, manifiesto con el
1986). Esta vez la lectura es propuesta por J.-A. Millen
Retoma éste la distinción entre "tono" y "fondo" a cual los signatarios se comprometían, respondfan a tur
partir de la cual habla propuesto interrogar, hace ocho plan de conjunto" Este no es el mismo caso, piensa J.-A.
días, el informc de F. I*guil para aplicarla hoy a los Miller.
dos volúmenes de la R. F. P.
F. Leguil

J.-A. Miller Al intervenir mantiene, no obstante, su posición: de-


bemos tomar los dos vohimenes como una enunciación
Del lado dcl tono. colectiva, pues hay puntos comunes.
Distingue en estos dos volúmenes:
posición de enunciación común a la mayoría J.-A. Miller
-Una
de los autores, posición que puede ser aprehendida en un Prosigue según su criterio y pasa revista a varios au-
rasgo estilfstico común: el de la acumulación. Su estilo tores de los dos vohimenes.
es acumulativo: es el de una sr¡erte de disciplina "símil
de la "autarcía", J.-A. Miller entiende
científica", que progresa por relación sucesiva; se está
que -Respecto
no debe pensarse (cf. Leguil) que en estos autores
en el horizonte de la interminable búsqueda analítica,
haya una teoría general de la psicosis basada en este
del aporte ulterior de los colegas. De este modo, si sus
concepto. La "auta¡cía" es solamente una manera de tra-
textos proponen muchas referencias y citas de colegas,
ducir el deseo de omnipotencia obrante en la depresión
se cuentan en ellos, por el contrario, muy pocos infor-
melancólica, y ésto en el texto de Sylvie Faure.
mes de casos, muy pocas citas explícitas del paciente,
contrariamente al abordaje de Freud y al nuestro. Esta
Miller distingue los textos de la escuela lio-
posición "citacionista" hace que prácticamente tdos los nesa-J.-A.
(Bergeret y Achaindre) que parecen salirse del
molde. Bergeret y Achaindre comienzan su artlculo con
artfculos estén escritos finalmente, según el modo de la
autocita: "yo digo gu€... ", "a mi juicio, la psicosis es... "
un inventario de sandeces: antes de pasar a otra cosa
ironizan, ridiculizan diversas metáforas, advierten la fu-
Se tiene la sensación de leer el resumen de sus a¡tfculos
escritos por alguien distinto; éstos no hacen más que un
tilidad de cierto número de construcciones. Deben de
aporte ulterior a un aporte precedente que han hecho tener alguna cuenta pendiente, toman posición contra
Racamier.
ellos mismos. Esto confiere a sus textos un matiz indi-
recto, una vivencia de desorientación; lo contrario de Sus grandes antecesores son Racamier, Gillibert"
nue§tros textos, que parecen más frescos, son más es- Lebovici.
pontáneos, marcados por el corte, y donde uno aparece
abre los dos volúmenes:no hay grandes
en presente. -Racamier
aportes.
parte, su lenguaje lleva el sello de la in-
-Por otra
coherencia: para dar cuenta de los fenómenos que se les -4illibert debe ser considerado aparte. Médico y fi-
Iósofo de alma, encontramos en é1, por lo general, un pa-
plantean (cf, el fondo), no disponen de la gran carretera
norama de varias bibliotecas. Sin duda también ciertos
lacaniana, de esa tabla de orientación que nos alivia de
gestos de humor ("La psicosis implota ..., una máquina
lo que a ellos los emba¡aza; ellos se mueven por los pe-
explota"), cierto desahogo. Su discurso marcha visible-
queños senderos transversales. Piden prestado al voca-
mente más rápido que é[, su estilo conüasta con el de los
bulario, a las traducciones del vocabula¡io freudiano. Se
demás, no muestra ninguna prudencia. Resulta divertido.
tiene la impresión de abrir un armario del siglo XIX.
Por cierto que no hay que ponerlo en la misma bolsa que
-Por último su estilo, podemos decir, es global-
mente obsesivo, al menos en la enu¡nereción...
las construcciones teóricas de la escuela lionésa.

Delldo delfondo --4arcla Badaracco merece ser trahdo con respeto.


Sitúa su reflexión en relación con Lacan, y es el rinico
A la comunidad de tono J.-A. Miller opone, del lado que lo hace. Su punto de partida es "la identificación y
del fondo, un estallido, un desparramamiento generali- sus vicisitudes en las psicosis". Coloca a la identifica-
zado; estamos frente a un amontonamiento de trabajos ción en el centro del asunto, como el primer vfnculo es-
de diferentes procedencias, no hay organización siste- tructurante del individuo con su semejante. Habría en la
mática del campo de las psicosis. Piensa entonces Miller psicosis rebajamiento de la a¡ticulación del sujeto con el
que hay que considerar cada contribución en sf misma. otro. Esta articulacidn está allí, y así es posible com-
Sobre este punto recae en lo esencial su crítica del infor- prender lo que García Bada¡acco quiere decir. Tenemos

83
aquf un tipo de referencia opuesto al punto de vista clá- Este debate da una idea de lo que está en juego en la
sico, fundador de la I.P.A., opuesto a la "ego psycho- posición actual de la I.P.A. El problema que se les plan-
logy". Pero, una vez que ha formulado su punto de par- tea es el siguiente: ¿cómo acomodar las referencias me-
tapsicológicas de Freud a otra corriente que no se inte-
tida, por desgracia olvida lo que ella supone, vuelve
gra bien con Freud? ¿Cómo hacer entrar la relación con
insípido el aporte de Lacan, lo tergiversa. Esto se degra-
el otro en la metapsicología freudiana? Para hacerlo, uti-
da en términos como "desamparo","dependencia", hasta lizan el lenguaje metapsicológico de Freud con nociones
el punto de caer en el error, en la contradicción. Haría tomadas a la escueld británica de la relación de objeto.
falta un análisis crítico de este artículo para aprehender ¿Hasta dónde piensan llegar por este camino? En reali-
e[ "cómg" de este desabrimiento. dad, no hay unificación doct¡inaria que responda a este
interrogante, ya despejado por Lacan en el caso Aimée.
Py, por su parte, se refiere a Lacan por
-Claude
conducto de Dolto, a quien cita: "el padre debe servir
Hay unidad de estánda¡ds, no hay unidad doctrina¡ia. La
clave que tienen para salir de este atolladero es la preo-
para prevenir el incesto".
cupación por lo "interpersonal".
Raclot es un lacaniano camuflado, ya que
-Marcelpara él:
. el soll ich werden es cabalmente, en cuanto al A continuación, J.-A. Miller somete la siguiente
cuestión: ¿ünde reconocen ellos lo nuevo?
esquizofrénico, la mira de la cura;
. en lapsicosis hay falta, desde el origen, de un -Evelyn
Kestemberg habla de la "fobia del funcio-
significante organizador de lo real; en la psico- namiento mental". Hay aquf un concepto nuevo que
sis, lo causal es el defecto precoz de estructura- responde a la definición siguiente: s€ trata de una mo-
ción del yo, falta un significante fundamental, dalidad especffica de angustia suscitada en el sujeto
hay forclusión; por su producción psfquica propia: "tengo miedo de
. la cura es una integración de la historia del suje- pensar lo que pienso... " Esta modalidad especlfica de
to: angustia está presente, dice la autora, en todo el mun-
. Raclot critica a quienes implican el papel pató- do. Es por lo tanto un concepto no diferencial, apunta
geno de la madre en la psicosis, sin referencia al J.-A. Miller. Por otra parte, dice la autora, esta modali-
papel patógeno del padre. dad puede tomar dos direcciones extremas que ella de-
fine como sigue:
Pero señala F. Leguil, nunca cita a Lacan.
. Recamier, en su repertorio sobre los uabajos re- . se trátá, por una parte, del pensamiento esquizo-
feridos a la psicosis, cita a Lacan y a Ornicar? frénico
. por la otr4 de un estado de desposesión, en el
Ana idea de lo que estd en juego interesado, de su propio pensamiento, como se
El artículo de Jacques Chazaud es instructivo en lo puede observar en muchos delirios... las vías
vienen de otra parte. Al respecto la autora no
cuanto nos da una idea de lo que está en juego en la po-
habla de automatismo mental, ¡sino que remite
sición actual de la I.P.A. Jacques Chazaud critica el ar-
a Racamier (1968)!
tículo de Milton Klein y David Tribich, quienes a su vez
pot su lado, habla del "trabajo de
critican un artículo de Kernberg sobre la teoría de las re-
laciones de objeto.
-8. Rosenberg,
melancolía". Encuentra que se trata de un concepto freu-
J. Chazaud defiende a Kernberg. Este es acusado diano en cuyo horizonte está la teoría general del trabajo
por los dos norteamericanos "ortodoxos", M. Klein y D. psíquico. La teoría freudiana sobre el duelo es que el
Tribich, de no subordinar la relación de objeto a la teo- trabajo del duelo sirve para desprenderse del objeto.
ría freudiana de las pulsiones. Para Freud, en efecto, el A partir de aquf, Rosenberg inventa el concepto de
instinto es innato, el objeto se limita a facilitar su desen- "desprendibilidad", ¡desde el cual define el trabajo de
cadenamiento, no hay primordialidad de la relación con melancolía!
el otro, Ia relación con el objeto depende de la evolución Mientras que en el uabajo de duelo se trata de reali-
del instinto: ésto es precisamente lo que Kernberg des- zu el desprendimiento del objeto perdido, en el trabajo
conoce. Este apela, por el contrario, a la "motivación" de melancolía se trata, antes de que el desprendimiento
para reemplazar la fuerza del instinto, una fuerza incon- sea posible, de "asumir la desprendibilidad".
cebible, según é1, fuera de las relaciones de objeto inter-
Serge Lebovici lo nuevo, son, del lado de
nalizadas y de las funciones cognitivas. -Para
los posk leinianos, Tustin y Meltzer...
Jacques Chazaud se enoja: ya es suficiente, no hay
que molestarse en presentar este punto de vista de los último, Raymond Cahn habla de la comple-
"ortodoxos" como un retorno a Freud. Aquí está en jue-
-Por
mentariedad entre los fantasmas parentales y los sínto-
go, más bien, el fantasma originario: ¡los psicoanalistas mas del niño: hay "transmisión transgeneracional".
no se atreven a matar al padre Freud! Hay que atreverse
a reformular la teoría freudiana, no quedar prisioneros
de los lfmites de la ortodoxia. Puede que la "ego Versién de Monique Kusmenek
psychology" no sea freudiana: ¡qué se Ie va a hacer!

84
3 de diciembre de 1987 Se trata de desmantelar la tesis lacaniana segrín la
cual la forclusi6n sería el mecanismo específico de la
psicosis.
Resumen l. La alucinación del Hombre de los Lobos no sería
La sesión comprende tres partes: psicótica: tend¡ía que ver con el apartamiento de la cas-
1. Puntualización sobre la exposición de F. Leguil tración por el principio de placer. (El Hombre de los Lo-
acerca de los dos volúmenes de la Nouvelle Revue de bos sería freudiano, no lacaniano).
Psychanalyse (R.F.P.) dedicados a la psicosis. r¡na puesta en serie Verwerfung -como recu-
2. Discusión sobre el empleo del concepto de for- -Habría
sación- con represión (serfa una actitud vinculada
clusión por Lacan--en referencia al Hombre de los Lo- con u.n tiempo preliminar a la represión).
bos-, a partir de dos artículos de lacques Chazaud re- un "como si", una actitud.
sumidos por Y. Kaufman. -Es mucho más patente en el plano del afecto.
Se decide: exposición de A. Aflalo el l0 de diciem- -Sería recusación tampoco es un juicio: "el Hombre
bre, sobre las cinco menciones (entre 1953 y 1958) de -Esta
de los Lobos... no tiene un pito que hacer con su di-
esta cue§tión en Lacan. ferencia sexual".
3. Aprorimación al concepto de borderline, Rápido Hombre de los Lobos es paranoico,
panoratru, "hislórico" d cargo de Leopoldo Bleger: su -Conclusió¿.'el
.en el sentido de Ruth Mack Brunswick; nada que
empleo a) como suslanlivo, b) como adjetivo. Princi- ver con forclusión, pues la alucinación se precipitó
palmente: por la reactivación de su castración.
E.E.U.U. A. Stern, 193E, sobre las neurosis
-en
borderliney 1945. 2. La forclusión en sus relaciones con la renegación
R. Knight, 1953, sobre las psicosis border-line (es- y la escisión-retorno a las fuentes freudianas -1894- Psi-
quizo) cosis histérica.
---¿n Francia: 1974 (N.R.F.P.) sobre la neurosis ob- Ia forclusión no habría ninguna falta de signifi-
sesiva. -En
cante, sino rechazo de un afecto de displacer. Es,
Quedan en el programa: por lo tanto, una elección y no una estructura en
le) Dos textos para comentar trnto que ausente.
de Lebovici (en N.R.P.) conduce a wt abandono del concepto de tor-
-artfculo -Esto
clusión: todas las psicosis provienen de una frustra-
esctula lionesa
-y
2a) Exposición de E. Laurent (sobre concepto bor- ción (y no de un elemento de la estructura). Por
derline). ejemplo, en la esquizofrenia: retiro de investidu¡a
inconsciente.
--{hazaud describe el mecanismo de la renegación
como secundario a la admisión de [a castración.
1.- Jacques-Alain Miller
Las dos últimas sesiones han sido importantes. El La represión recae sobre el afecto, la renegación lo
trabajo de F. Leguil dio ocasión para reflexiona¡ sobre hace sobre la representación.
una puntualización de denuncia respecto de los trabajos Chazaud, Freud identifica rechazo con rene-
actuales de la I.P.A, y para una reactualización de nues- -Segun
gación (en el Compendio).
tra posición. No estamos frente a un corpus unificado si- factor más importante que el
no atravesado por contradicciones. El trabajo de F. Le- -Elsignificadoeconómico
faltante.
sería

guil no debe caer en el olvido, como tampoco su (No menciona el trabajo de Freud sobre Schreber).
esfuerzo por leer estos textos de una manera cuyo estilo -4onclusión: aun cuando el obsesivo rechace una re-
todo el mundo ha sabido apreciar. (Al propio J.-A. Mi- presentación, no por ello es psicótico. Según Cha-
ller le llevó varias horas...). Todo ésto debe aparecer en zaud, Lacan habría desvirtuado el sen¡ido de la
la revista para la que fue elaborado (Ornicar?) Verwerfung, significante "flotante" en Freud.
Es conveniente reexamina¡ la tercera pute del texto,
crftica leórica, construida sobre una doble afirmación J-A. Miller
contradictoria. Hacer una revista de autores que se con-
sagrarfa a cada uno sin dar sus nombres sino más bien el
Estima que al hojear este texto caracterizado por
objetivo de cada artículo (más fácil que una síntesis). una organización vulgar, vale la pena recorrerlo punto
por punto: con todo, es una crítica teórica del concepto
2.- Yves Kaufman de forclusión en Lacan y brinda ocasión para reexaminar
las ideas que consideramos establecidas. Hay aquí una
§u exposición gira en tomo de las cabriolas publica- crítica del empleo del término Verwerfung en el Hombre
das en forma de dos artículos en L' informalion de los Lobos. Chazaud no admite la amplitud que Lacan
prychiatriqrc, por ,acques Chazaud: "Para una crítica otorgó al término, Habría un abuso, un "¡Freud nunca
de la forclusión, como concepto puro y práctico" (octu- dijo eso!" Está claro que Lacan explotó un término de
bre de 1985, no 6t)" Freud, no tematizado por Freud"

85
En el texto ha de valorarse el pasaje en que sitúa la A partir de 1924, en relación con la denegación (cf.
Verwerfung como "la cosa más común" (por ejemplo en fetichismo), intenta situa¡ al Hombre de los Lobos con-
los niños). Cf. Deffieux (de Brodeaux) y su tratamiento forme el patrón de Schreber. Compara la Verwerfung
del Hombre de los Lobos como la cosa más común del con la renegación perversa.
murdo.
J.-A. Miller
Agnés Aflalo En este texto, Chazaud se basa en el Hombre de los
Considera gue este texto (el de Chazaud) no es es-
Lobos para decir que el término Verwerfung no está
puesto en primer plano, y su anáIisis cae o se sostiene si
candaloso si se refiere al Lacan anterior al Informe de
Roma. La Veruerfung es tomada primero en el sentido se acepüa el reto: saber si hay o no abuso por parte de
ueurótico (cuestión de la represión. ¿Pr.ede ser éso sim- Lacan. Miller no recuerda en absoluto que en el texto se
puede banalizar y decir "asf es en todos los niños". No
bolizado?).
El 10 de febrero de 1954 emerge algo que va a con- tiene perdón decir ésto en 1985, pu.)s ya estaba el artfcu-
figurar una ruptura y que terminará siendo la clave es- lo de Sol Aparicio ea L'Ane, sobre la historia del con-
tructural de la psicosis. cepto de forclusión de Freud a Lacan.

G. Clastres
J.-A. Miller
Es cierto que Freud no hace su interpretación en tor-
Con este rechazo, con esta forclusión de la castra- no aVerwerfung. Para é1, lo esencial es establecer la se-
ción, se permanece en la teoría sexual del coito anal. Cf. xualidad infantil, la relación con el padre, la neurosis in-
Freud: no se pronuncia ningún juicio sobre su existen-
fantil, y saber qué diagnóstico pronunciar.
cia, como si ella jamás hubiera existido.
Se mencionó a Harold Blu¡ri: artículo sobre el [Iom-
bre de los Lobos. Blum rechaza las tesis de Freud. Lo
J.- L. Gautt critica: Freud se equivocó... pues no tenfa el concepto de
Aquf se olvida una consideración clínica esencial: el borderline a su disposición. En cuanto a Lacan, tomó
problema de saber por qué se'trata. posiciones variadas, él puede decir: es un borderline.
l. en ciertos casos, de una alucinación o de un delirio
2. en otros, de un sfntoma obsesivo o histérico. A. Aflalo
Cf. correspondencia con Fliess, a propósito de Nada de eso. Después de 1953, dice que Freud forzó
Schreber: "¿por qué es wt delirio?" la resistencia del Hombre de los Lobos: desencadena-
Esto justifica el proceder de Lacan y quita fuerza al miento de la psicosis (sobre la cuestión del dinero). Des-
comentario de Chazaud. pués, ya no modifica la idea de que el Hombre de los
Lobos es psicótico. En cuanto a la cuestión de la neuro-
E. Laurent sis infantil, los síntomas del Hombre de los Lobos no
corresponden a la neurosis habitual, aquí la castración
Es muy difícil banalizar al Hombre de los Lobos en no es reconocida.
la obra de Freud (después de haber admitido los estadios
de organización infantil de la sexualidad después de
1920). D. Silvestre
Freud asienta la obsesionalidad en la religiosidad.
S. Cottet
C. Yerecken
§í, 1913: organización infantil de la sexualidad.
1915: páginas a¡ladidas a los Tres ensryos, Lacan trata de borderline al Hombre de los Lobos en
1920: apoyo sobre el Flombre de los Lobos con re- La angustia, o sea después de 1953.
conocimiento de la organización oral del Hombre de los
Lobos (trastornos del apetito). L. Bleger
Organización completa de la sexualidad. Tentativa de Freud de busca¡ ut mecanismo propio
En el horizonte, la comida totémica: el niño coine al de la psicosis. En el texto de Schreber hdy tres tiempos
padre. Vincular los trastornos del apetito a una comida de la represión. En el Hombre de los Lobos: mecanismo
totémica (es diferente del niño mamando a su madre). diferente. Neurosis obsesiva: a partir de la tentativa de
No hay ninguna banalización de Ia sexualidad infantil, la madre de introducirlo en la religión.
al contrario: oral, anal y reorganización de la sexualidad
en torno de eso. La Verwerfu¿Ei colrespondería a la no F. La Sagna
existencia de la primacía genital.
Por lo tanto, represión en las tres neurosis, y recha' A nivel histórico, en Freud el concepto de represión
zo (Verwerfung) ea la psicosis. se elabora a partir de la neurosis obsesiva (otra cosa que
En carta a Jung: empleo del término Verwerfung pa- regresión). Pero represión no es igual a forclusión" En el
ra Schreber, y no Verdrdngung. Hombre de las Ratas enfoca a Schreber de otro modo.

86
C. DuPrat 2. La primera vez que se emplea el término para de-
signar una clasificación es en un texto de 1938, de
Lacan dio un seminario privado sobre el Hombre
A dolph .§lern ('Investigación psicoanalítica sobre ta te-
de los Lobos (antes de su enseñanza). Distingue una
rapia en el grupo borderline de las neurosis").
neurosis obsesiva, un rrúcleo paranoico, y hace refe'
La segunda, en un texto de 1945 ("Terapia psicoana-
rencia a la existencia del padre simbólico. En el Semi-
lítica de las neurosis borderline").
nario III" se aborda la alucinación y el concepto de
Se refiere a la dificultad que se presenta con ciertos
forclusión como causa estructural de las psicosis a
pacientes a los que no es posible tratar con la técnica es-
partir del caso Schreber y de los trastornos en el orden
tándar: con ellos se requiere un tiempo de preparación
del le¡rguaje.
para hacer después un análisis estánda¡.
El término es utilizado también por Horacio Etche'
J.-A. Miller goyen (Argentina), en "Los fundamentos de la técnica
Le parece muy bien que el caso del Hombre de los psicoanalítica").
Lobos reapüezca, como la serpiente de mar, con su mis- En 1952, Kernberg utiliza el término como nueva
terio. La próxima vez volveremos sobre el Hombre de entidad clínica: el borderline ya no es el desván de los
los Lobos con Agnés Aflalo. trastos inclasifi cables; hay uta "organización borderline
de la personalidad".
A. Aftalo En 1953 tenemos la posición de Robert Knight (de
Lacan habla cinco veces entre 1953 y 1958, y da .
la Menninger Clinique) con respecto a los "casos difíci-
cinco versiones diferentes. les" (esquizofrenia, seudoneuróticos, etc.). Esto en fun-
ción del lugar tomado por la esquizofrenia a partir de
J.-A. Miller Bleuler (1911) en la psiquiatría de Estados Unidos.
El primer texto de Knight de 1952 es una tenLativa
Propone quince minutos para cada versión. Se ten-
de crear una entidad nueva.
drá asf un cuadro de las cinco versiones del Hombre de
los Lobos para Lacan, y también para Freud.
J.-A. Miller
Entonces habría que oponer
3.- Exposición de Leopoldo Bleger sobre cl "@ncepto"
dc borderline Stern y Knight
neurosisborderlirre esquizo borderline
Expresa su temor de que el tema de borderltne nos
haga volver atrás en este seminario"
L. Bleger
J.-A. Miller Hay dos corrientes, la vienesa y la húngara.
¿Recusamos acaso esla categorfa para situar los ca- Knight hace referencia explfcita a la "ego psychology",
sos diffciles? acepta la dirección de una clínica psicoanalítica, alude
a David Rapaport: el concepto de borderline se elabora
L. Bleger en el interior de ese movimiento (psicología del Yo),
Lamenta no haber podido leer el pre-informe de D. de esta clínica.
Miller y M. H. Brousse para el Encuentro de Buenos ¿De qué hablan estos autores con este término de
Aires (casos límites: despersonalización, depresión, an- borderline?
siedad). ca¡ácter na¡cisista
No va a encarar una bibliografía sobre este concepto
-de
--de hipersensibilidad
de borderline, sería pretencioso intentar recorrerla, sólo --de tendencias depresivas.
hará al gunas puntualizaciones :

1. "Borderline" es un término de la lengua inglesa


que se puede traducir como "línea de demarcación". lJn caso: se trata de una estudiante de 18 años que
Como adjetivo, sería: algo que es diffcil de clasificar. sufre una"enojosa descompensación"; la natu¡aleza del
estrés no está clara, pues su desempeño en el trabajo si'
Et L'évolution psychiatrique de 1971 seÚaduce el tér' gue siendo bueno; la joven duerme mal, tiene experien-
mino por "estados límites" (el vocablo existe desde
cias semialucinatorias (unos hombres entran para tortu-
1884).
rarla... ), siente odio hacia sus padres, etc. La internan, y
Hugues Scharbach (1983) emplea el término de
"estados límites": enfoque comprensivo en el adulto y el médico trae una cuidadora para la noche. La directo'
el niño" ra, que practica la psicología no directiva, la recibe en
Pero encontramos también la utilización como adje- frecuentes entrevistas. Las demandas son cada vez más
tivo en textos analíticos: exigentes (salir por la noche, los fines de semana), usar
Melanie Klein (1934) en "Psicogénesis de los esta- el coche de la directora, su cama, ...sus rodillas. Sólo
dos manfaco-depresivos ". cuando pide mamar a la directora recibe una negativa

87
sobre este punto y es derivada a la clínica de Knight, delo analizable", con textos de Fairbairn, Guillaume,
donde se la clasifica como "esquizofrénica borderline". Winnicott, A. Segal, Ioyce Mac Dougall, Green. Es una
Sólo que, al decírsele que la comunicación debe ser ver- tentativa más francesa de referirse a este término.
bal, se instala perfectamente en este nuevo "manage- Se trata¡ía de indica¡ asf el momento en que, en una
ment" (¡y expresa r¡na grar hostilidad hacia la directora, neurosis obsesiva, cae ula primera organización: el su'
que la dej6 avanzar en sus exigencias).
jeto entra en un estado de angustia ("de hundimiento"),
Esto lleva a preguntarse cuiíntas mujeres histéricas
y ésto eil una cura. Por lo tanto, el término no sólo se
reciben el rótulo de "esquizofrénicas" en los Estados emplea con la histeria.
Unidos...
L. Bleger cita además: en 1974, la Nouvelle Revue
de Psychanalyse, en Francia, consagrada a "los límites Versión de Franqoise Schreiber

88
L0 de diciembre de L987 1929 a 1930: Ruth Mack Brunswick
L948 a L979: Muriel Cardiner, K. Eissler Yfeil,
W. Sohns, x...
La sesión estuvo dedicada a la exposición de Agnés
Aflalo acerca de los diferentes diagnósticos aportados Diagnósticos
sobre el Hombre de los Lobos, y de las versiones que
dio de é1, Iacques Lacan, La discusién se centró en Ia l. Neurosis: N. Fóbica (S.F.)
ddicuüad de pronunciarse por un diagnóstico de psico- N. Histeria de convérsión (S.F.)
sis. facques-Alain Miller sostuvo Íinalmen¡e que se tra- N. Obsesiva (s.F.) (M.G.) (R.M.B.) (K.E.) (w.s.) (J.L.)
turla de un caso borderline. 2. Psicos is : Ps icosis maníaco -depres iva (Kraepelin)
Pa¡anoia (S.F.) (R.M.B.) (J.L.)
J.-A. Miller 3. Perversión fetichista (S.F.)
Recuerda que será preciso reconsidera¡ la bibliogra- 4. Caso límite con tendencia al acting out (x)
fía existente sobre el borderline, como también la crítica
de la teoría de Kernberg, en la cual queda de ma¡ifiesto Esta serie es reductible a, la oposición neurosis in-
su esfuerzo por renovar la "ego psychology" con la rela- fantil: obsesiva, y patología adulta: paranoia.
ción de objeto. Ello permite visualizar los signos de una
crisis en la I.P.A., por haber rechazado el aggiomamento El problema planteado a Freud es el de la paradoja
de posguerra de Jacques Lacan. de la castracién, a la vez reconocida y no reconocida. En
veinte años, Freud toma en cinco ocasiones los datos del
Agnés Aflalo problema, intentando articular conjuntamente tres pun-
tos: 1. cuestión del padre; 2. una modalidad de la repre-
Nos aporta los diagnósticos producidos sobre el
sión; y 3. una modalidad de la negación.
Hornbre de los Lobos por pafle de Freud, de la psiquia-
Entre 1953 y 1956, Jacques Lacan propone seis ver-
t¡ía de la época, del movimiento psicoanalftico y de Jac-
siones del caso clínico. Cada una de ellas (exceptuada la
ques Lacan. El Hombre de los Lobos tuvo, durante 70
segunda) da una solución lógica a este problema me-
años de análisis, aproximadamente diez analistas y diez
diante una lectura, modificada cada vez, del artículo de
diagnósticos diferentes.
Freud: Die Verneinung.
Fechas:
Y es en 1956 cuando resuelve el problema plantea-
do por la psicosis, enlazando la cuestión del padre con
1908: Kraepelin
una nueva modalidad de la represión y con una nueva
1910 a 1914: Freud
modalidad de la negación, referidas al caso Schreber.
1920 a 1926: Freud
1920 a 1927: Ruth Mack Brunswick A. Aflalo resume estas versiones lógicas en el cuadro:

+
1953 Paradoja lógica 3g Bejehung y iC Verneinung S >I NEGACION
(l) síntonna y fant¡sm¡
+
t954 Paradoja lógica 3C Vcrdrángung y fc Verwerfung S ., S
(3) como si slntome y alucinación REPRESION

Paradoja tógica 39 Alucinación y 3C Vcrwerfung FORCLUSION


1954 Refutación fl Bcjahung y { Vemeingung NEGACION
(4) 4".¡"t ung O BIEN r vcrwerfung RSI REPRESION
le
Implicaci&r lógica
i.I".or#u.,g - C Alucinad¡ s{
Lo no ¡imboliz¡do rparece cn forma como si y I+R
de Verwerfung Realidad Edipo
castración'
+
1954 Implicación lógica 3qVenrrerfung EX-sistenci¡ C S *n FORCLUSION

(5) como si Sobre no todo lo


SIMBOLICO
1958 Compl. de Edipo Compl. de cas[ración FORCLUSION
NP Forcluido --r no hay signilicación tD de T0DO lo
NE dM -§P(A) SIMBOLICO
dMx r0

89
Las cinco versiones de J. Lacan: diez años antes, pero señalando una identificación inme-
diata del Hombre de los Lobos con su madre, y en cuan-
(1) 1953 - pág.264Informe de Roma to a ese punto Freud es reticente, e'sto es insuficiente, le
(2) págs. 310-312Informe de Roma falüa caracterizarla relación con el padre; cosa que efec-
(3) Sem. I, cap. IV - págs. 53-55 túa Lacan en 1956. Con respecto al franqueamiento,
(4) Sem. I.cap.V, l0-II-1954 A. Aflalo indica que aquf hay más bien desencadena-
(5) Escritos. "Respuesta a J. Hyppolite". 10-II-1954,
miento, como dice Lacan.
publicada en 1955.
M. H. Brousse
J.-A. Miller
Demanda precisiones sobre la segunda alucinación.
Señala que ha escuchado con sumo interés la expo-
sición de A. Aflalo, donde se resalta algo importante. El
cuadro le ha parecido perfecto. A. Aftato
El Hombre de los Lobos corrige la alucinación: la
C.Iluprat sangre mana del árbol. Lacan ha tomado en cuenta esta
Recuerda que J. Lacan, en su primer seminario pri- puntuación. El Hombre de los Lobos fue a ver a Freud
vado, planteó un punto paradójico con respecto al Hom- porque no se podla moverr no podfa defecar; ésto enEe
bre de los Lobos;no realización del complejo de &tipo y 1908 y 1910. Siempre iba acompañado por un hombre
complejo de Edipo invertido se refieren también a la de su confianza y un médico. En cuanto a la paranoia
neurosis infantil, a un núcleo histérico, a la neurosis ob- como franqueamiento..., le importa señalar otros dos su-
sesiva y a la psicosis como estructura paranoica de la cesos. Muriel Ga¡diner habla de neu¡osis obsesiva pero
personalidad. con ideas obsesivas de persecución y no de una persecu-
ción psicótica, a causa de la invasión de los rusos; pero
A. Aflalo sin embargo ésto duró doce años después de la retirada
de los rusos.
Para Freud, la discusión diagnóstica recae sobre: l)
Posición masculina: elección compulsiva de los objetos
amorosos; 2) Posición femenina: castración no reconoci- Okawasara
da. Otros diagnósticos: fobia, rechazada por Freud en ¿Es una proposición indecidible?
1926; Freud opone la fobia de Juanito por el caballo,
sustituto paterno a nivel del significante, a la del Hom- A. Aflalo
bre de los Lobos, que es de ot¡o orden pues indica una
En 1938, Freud señala que en este tipo de mecanis-
regresión a nivel del Ello; o sea, no hay angustia de cas-
mo interviene una negación. El no reconocimiento de la
tracidn sino de devoración respecto al padre; 3) Estruc-
realidad es psicóticor p€ro... negación... perverca:. Ver-
tura paranoica de la personalidad: J. Lacan se refiere al
leugnung. Freud no ha explicado la castración con la
conocimiento de lo imaginario del yo. Desde 1936, pa-
Vernteinung sino sobre la renegación perversa. Fundó
sando por 1946 y ann entonces, el conocimiento es para-
esta negación en la elección compulsiva: signo de que
noico. Es decir un dato imaginario primario y negado.
ahí reside la renegación de la castración. Es el mismo
Pero a partir del Informe de Roma, lo simbólico pasa a punto sobre el que fundó la neurosis obsesiva en 1918.
un primer término y supera a lo imaginario.
Okawasara
A. Stariky
En lo simbólico los dos, es decir proposición indeci-
Señala que J. Lacan no tuvo en análisis al Hombre
dible en lo simbólico.
de los Lobos y que se puede leer el episodio paranoico
como un momento de franqueamiento en la cura. Hay
A. Aflalo
ausencia de conclusión sobre lo que pertenece a la es-
tructura. En 1977, se abre otra puerta de entrada para in- El modo del significante ser o no ser: neu¡osis. La
terrogar el fenómeno. abolición simbólica en lo real es: él ex-siste.

A. Aflalo J. Deffieux
En 1918, Freud explica la posición femenina del Dice que tiene dificultad para ver al Hombre de los
Hombre de los Lobos como la misma del presidente Lobos como psicótico. Freud elaboró el caso clínico pa-
Schreber. Evoca a Schreber y no al Hombre de las Ra- ra asegurar la existencia de la neurosis infantil. En la
tas. La identificación con Cristo implica amar al padre "Cuestión preliminar", J. Lacan no retoma el Hombre de
en una posición femenina. Hay que tener pre§ente la pri- los Lobos.
mera sesión del Hombre de los Lobos con Freud. En
1937, el Hombre de los Lobos sigue presentando aún A. Aftalo
una neu¡osis obsesiva infantil, pero con accesos de para- Este punto me sorprendió. Tampoco hay referencia a
noia. Freud dirá que arin espera de Ruth Mack Bruns- Merleau Ponty sobre la alucinación, y las referencias a
wick la publicación del caso. Ella ya lo había escrito la alucinación y a la Werwerfung que faltan en 1958 las

90
encontrarnos coniuntamente en 1954 en la "Respuesta a artículo sobre el falso reconocimiento, el rechazo de la
J. Hyppolite". Neurosis.infantil: debate con Jung, Adler castración remite al pasaje del coito anal. El lo rechazó:
y Rank. En 1918, ruptura con Jung: caso para refutarlo" "no saber nada en el sentido de la represión", como si
En 1926: datar la neu¡osis infantil. Rank lo discute. nunca hubiera existido. De aquf tomó J" Lacanla Ver-
werfung. Castración reconocida como un hecho. Enton-
F. JocelYn ces tenemos:
En cuanto a la psicosis desencadenada, está la histo- l) Verwerfung de la cast¡ación '+ forclusión
ria del dinero y la del tiempo. El dinero ocupa un lugar 2) Posición del Hombre de los lobos: reconocimiento
preponderante en la vida del Hombre de los Lobos. Es- de la realidad de la castración, pero con dos modalidades:
taba arruinado. Í.VerwerfunE { analidad

D. Cremmiter II. Reconocimiento


- \\ * Resistir (abominada,
Cuestión de suplencia. modalidad es¡iecial)
\ Cedet (analidad)
A. Aflato
Es decir, dos corrientes, pero detrás una más vieja y
Sin embargo, ¿cómo pudo el Hombre de los Lobos
más profund a; la Verwerfung @paz todavía de entrar en
sostenerse tanto tiempo? Con el sostén real de los psico-
actividad. Sigue habiendo neu¡osis infantil y adult4 pe-
analistas: ésta es la verdadera cuestión, como dice Guy
ro hay una resistencia masculina (en el sentido de Adler)
Clasues.
a la cast¡ación. Hay adopción de una posición femenina,
pero detrás algo que siempre podía ponerse en ma¡cha.
J.J. Gorog
Importancia de la escena, gue produce la convic'
Lacan es más moderado eu cuanto al dinero, y en ción de la realidad de la c¿stración, es una posición sub-
cuanto al tiempo su punto de vista es más firme. jetiva. Es la neurosis infantit la que precede a la neuro-
sis adulta.
J.-A. Miller El problema teórico planteado por Freud en su cons-
trucción es el punto de ambigüedad: laVerwerfung dela
Todo el catálogo hecho sobre el Hombre de los Lo-
castración, Freud la descubre en la teorfa anal, pero tam-
bos son va¡iaciones de sus analistas y comentadores. A.
bién en la otra. Entonces el problema teórico es:
AJlalo-Lebovitz intentó poner cierto orden. Uxoeuruxc
(reinterpretación) es la palabra que reaparece a menudo
a propósito del Hombre de los Lobos. Están los escritos ¿Cómo ligar Verwerfung y reconocimiento? ¿Cómo
al rnismo tiempo se los reparte? ¿En qué nivel están lo
polémicos entre Freud y Jung, y Adler, El caso mismo
uno o lo otro?
es una reinterpretación de una neurosis infantil produci-
J. Lacan reparte las cosas entre simbólico e imagi-
da quince años a¡tes. Este caso, ¿refuta sf o no las malé-
nario:
volas reinterpretaciones gue se formularon? Seguimos
teniendo ahf la paradoja de la UNoeuruNc. No es el mis-
l: yo Imoi], captura feminizante: identificación con
la madre
mo estilo de Freud con relación al Hombre de las Ratas.
S: identificación con el padre.
Es como si se tuviera el caso apresado en la reinterpreta-
"Yo no estoy castrado" "+ Simbólico (posición sub-
ción, la neurosis ulterior informa sobre la precedente. jetiva en lo simbólico, elección de objeto heterosexual)
Freud recoge y junta en este caso: 1) la tonalidad de la
fijación, 2) la ambivalencia y 3) una constn¡cción arcai-
Lado femenino "+ Imaginario
ca: el caleidoscopio de la organización pregenital. Cier-
tas variaciones diagnósticas se han basado en los dife-
Posición masculina compatible con "yo no estoy
rentes vfnculos libidinales.
castrado". El abomina de Ia castración. En Freud ésto es
compatible con la posición masculina.
Lacan marca un rnomento diferente de elaboración,
..."Me gustan las criadas en cuatro patas"... Distan-
pero que se ordena sobre las diferentes relaciones libidi-
cia [écart]; instalación de lo Simbólico y lo Imaginario.
nales coexistentes" El las ordena repartiéndolas, estrati-
La cuestión fundamental es la repartición I y S.
ficá¡rdolas, jerarquizándolas, y los diferentes diagnósti-
cos dependen de esta ordenación. Todo el mundo s S- Verwerfung
reconoció el problema de la cast¡ación. Lacan introduce
la forclusión del Nombre del Padre. Freud es cla¡o en (
t1 ---_>Suplencia
Primero o.rp,r¿r(
cuanto a la castración. Todo ésto son intentos de solu-
ci6n de un problema freudiano que A. Aflalo ha sabido \,\ I I-AR
puntualizar. En la "Respuesta a J" Hyppolite", Lacan se-
ñala: 1) que el Hombre de los Lobos nunca reconoció la
castración, 2) la reconoció y saca sus debidas conse- En la "Cuestión preliminar" no hay referencias al
cueneias" En el capftulo VII Freud remite al lector a su Hombre de los Lobos. Pero sí las hay cuando Lacan dis-

9l
tingue la forclusión del Nombre del Padre y la elisión pues el Hombre de los Lobos no es psrcotlco, porque no
hay forclusión del Nombre del Padre, y al Eismo tiempo
del (D.
Hay que ver si O cero es solamente consecuencia de no es un neurótico como los otros pues 3x <Dx.
la forclusión del Nombre del Padre o si es un mecanis-
mo especial. Entonces hay que distinguir: ligazón con la M. Strauss
madre. Del lado I: el yo [moiJ lleva de nuevo al control Hay que leer el último renglón de "La dirección de
imaginario de la escena primitiva. La dificultad está en la cura".
la fecha en gue repartió eL I y S en este lugar. Hay una
"t
noción: lCVerdrdngung SCVerweriung. No hay parado- J..A. Miller
ja, sino solución al distinguir Verwerfung y reconoci- La dificultad propia del caso para nosotros y para
miento. Desde el punto de vista lógico, hay más bien quienes nos han precedido, es que Freud, al plantear un
continuidad que contradicción. La escansión está en la límite a la cura, quiso producir un 3x 0 x.
"Respuesta a J. Hyppolite", donde se aísla la Verwer-
fung en oposición ala Bejahung.
J.-A. Miller señala que desde el punto de vista de la
estructura nos hallaríamos frente a un caso borderline, Yersión de Gabriela Roth

92
L7 de diciembre de 1987 ma la armonfa entre la satisfación singular y la satisfac-
ción de la humanidad. Es el reverso de "Kant con Sade".
Continuación de la discusión sobre el Hombre de
El Nombre del Padre como forcluido plantea la noción
los l-obos
de una mediación imposible.

J.-A. Miller
Reanudación dcl ilcbate sobre cl llombre de los Lobos
Recuerda el diagnóstico de Freud: el reconocimien-
Sr. Okawazara
to de la castración, dividido entre abominación y acepta-
ción, deja reactivable su ignorancia completa, o sea la Para situar a ciertos "borderline" del tipo del Hom-
corriente I en el cuadro siguiente: bre de los Lobos, propone la fórmula siguiente: un suje-
to que no se decide a decirle sí o no a la castración.
I concepción anal
2 concepción genital C.Iluprat
Destaca en las notas (inéditas) del semina¡io de La-
verwerfung 3 can sobre el Hombre de los Lobos, el énfasis de Lacan
reconocimiento en su condición de hombre rico como obstáculo mayor a
I abominación su análisis, al menos en su primera parte. Destaca el én-
2. aceptación fasis puesto por Lacan en la depresión narcisista del
Hombre de los Lobos, depresión na¡cisista gue repercute
A. Aflalo en toda su existencia. En lo relativo al episodio psicóti-
Haciendo referencia a la clase de ayer de J.-A. Mi- co ulterior, Lacan habla de "delirio narcisista".
ller, subraya la diferencia de estatuto de la reconstruc-
ción del "yo no estoy castrado" según el Informe de Ro- A. Stevens
ma o segrin la Respuesta a Hyppolite: Verneinung en el Hace nota¡ que Jones forzó singularmente las cosas
primer texto y Verwerlung en el segundo. en su relato de la primera entrevista del paciente con
Freud (cf. Masson).
J.-A. Milter
Observa que, en efecto, el concepto de forclusión es J.-A. Miller
impensable en el contexto del Informe de Roma, que Señala las rectificaciones efectuadas al respecto
postula la fundamental homología de lo dicho y lo he- por el Hombre de los lobos en las entrevistas con K"
cho, y subraya el carácter secundario e hipotético de la Obolzer.
teorfa de las pulsiones. J.-4. Miller se explaya particularmente sobre el ca-
pítulo 7, "Erotismo anal y castración".
Ex-cursus o cste rcspecto: Freud nos describe a un Hombre de los Lobos divi-
dido entre dos corrientes:
El esfuerzo de Lacan en 1953 se dirige a reescribir
1. Una compulsión viril en su vida amorosa
la teorfa supuesüamente instintual de una manera que
2. Una posición de captura homosexual pasiva
sea compatible con Ia relación con el Otro. Pero sub-
(identificación con la madre).
siste el problema de lo exterior al significante, del fue-
El primer estatuto del erotismo anal es el de la zona
ra del sentido.
donde van a expresarse sur preguntas sobre la sexualidad.
En Freud existfa ya la misma oposición entre la bús-
En esta époc4 Freud considera la castración simple-
queda de la causa a nivel de la pulsión y la interpreta-
mente como la noción del "no hay pene". AsÍ pues, esta
ción de las formaciones del inconsciente: Freud renuncia
noción es condición esencial de la feminidad. La elec-
a su "Neu¡ótica" en el mismo momento de publicar la
ción del Hombre de los Lobos puede resumirse en:
Traumdeutung.
el intestino o Ia vagina
Pero la otra corriente sale nuevamente a la luz con
el ano o la castración
los Ires ensayos,
Con la represión (Verdrdngung) y la Verneinung, to-
El sueño de los lobos es el testimonio.de su acceso
do puede circula¡ en el circuito del sentido" La noción al estadio de la castración. Freud distingue (pá9.236)
de Verwerlung presupone que un elemento significante
una primera actitud, la de la relación sexual por el ano,
haya sido sustraído al circuito. Asimismo, en el Informe
y una segunda actitud que pone en duda a la primera pe-
de Roma, el síntoma es el significante de un significado
ro que no se sostiene. La alucinación del dedo cortado
reprimido.
es presentada como una reactivación de lo que nunca se
El punto de origen de la tesis del goce en las psico- admitió de la castración" Del mismo modo, la "para-
noia" ulterior del Hombre de los Lobos puede entender-
sis implica reconocer la forclusión en su radicalidad, o
se como una reactivación de esta corriente más antigua
sea la existencia de un elemento no reabsorbible en la
(desplazamiento del órgano genital hacia la nariz).
palabra. El más (plus) de gozar no puede pasar a lo uni-
"Siempre tuve mala pata con mi pene", dirá más ta¡de a
versal. Ahora bien, el final del Informe de Roma procla-
K. Obolzer. Este es, en suma, el punto débil disposicio-

93
nal en torno al cual se reactivan sus temores. (Segrún di- (F Schrciber)
ce, se habrfa librado de sus ideas fijas mirándose al es-
Po-?
pejo hasta convencerse de que no tenía nada, en protesta
P-? o
Estas cuatro fórmulas son la matriz de una clínica
contra el diagnóstico de Ruth Mack Brunswick... )
diferencial subsumida por la forclusión del Nombre del
La conclusión de Freud es que el narcisismo es cau-
Padre.
sa de la represión (castración = atentado al cuerpo). La
virilidad no saltó vencedora en el Hombre de los Lobos.
E. Laurent
Su actitud conquistadora hacia las mujeres va acompa-
ñada de una complicidad dependiente respecto de sus Si tomamos el caso del Hombre de los Lobos a tra-
conquistas. vés del fenómeno elemental, reconstruimos r¡n P que es
ya una prótesis. El atentado al órgano es una preocupa-
Proble¡na principal: diferencia entre Íorclusión de
ción típica de la psicosis que se traduce en sfntomas hi-
la castracióny forclusión del Nombre del Padre
pocondríacos. Por lo demás, el Hombre de los Lobos ex-
perimentó graves trastornos en su estado de ánimo,
El Hombre de los Lobos recogió la idea del padre
trastornos gue se pueden considerar como equivalentes a
castrador de su descubrimiento de la historia sagrada.
fenómenos elementales o a actitudes respecto de la Co-
De este modo, ciertos sujetos pueden sostenerse en la
sa. Podemos aisla¡ también en él un delirio de reivindi-
neu¡osis'a partir de la localización simbólica (p), pero
cación. En su caso, la función de suplencia fue desempe-
hay problema en go.
ñada por la comunidad analítica entera.
Podemos separÍu (¿pero hasta qué punto?) metáfora
patema y elisión del falo. La relación de causalidad que
C. Soler
iría del padre como causa a la cast¡ación como efecto,
no estarfa desarrollada en el caso del Hombre de los Lo- Los fenómenos hipocondríacos del Hombre de los
bos (retorno al narcisismo). Lobos parecen singularmente impregnados de sentido,
En "Cuestión preliminar", Lacan desconecta la rela- lo cual dista mucho de ser la regla en la hipocondría
ción directa entre Nombre del Padre y castración. En el psicótica.
caso del Hombre de los Lobos, el Nombre del padre de-
be ser concebido como una causa cuyo efecto está rete- G. Clastres
nido. En el Hombre de los Lobos no hay elisión del falo El rinico fenómeno elemental seguro del Hombre de
en el mismo sentido que en Schreber. los Lobos es la alucinación del dedo cortado. pero
Las coyunturas de desencadenamiento localizables Freud, por su misma posición, no es ajeno a la produc-
en el Hombre de los Lobos se presentan cuando algo ción de este episodio ligado a un goce de la mirada.
afecta a su órgano. Asf pues, más que a B et atentado De ahí una cuestión central: los fenómenos de orden
esag psicótico surgidos en el caso del Hombre de los Lobos,
Las lagunas de nuestras series clínicas podrían re-
¿pueden ser situados en una línea diferente de la forclu-
solverse én base a estas cuatro fórmulas: sión del Nombre del Padre?
P1
Po-? o
Versión de Yves Depelsenaire

%
7 de enero de 1988 "
"..Ia mayéutica analítica adopta un rodeo
que
equivale en §uma a inducir en el sujeto una paranoia
dirigida""
De acuerdo con la propuesta efectuada en la sesión Esta noción de "paranoia dirigida" es lo que se reto-
precedente, Guy Clastres sostiene la hipótesis, relativa ma bajo la "paranoia de transferencia".
al Hombre de los Lobos, de una "paranoia" de transfe'
La noción de "psicosis de transferencia" fue
rencia. Ia argumenta con el pre'informe redactado pa- - abordada por otros teóricos del psicoanálisis:
ra el Encuentro Internacional de Buenos Aires.
y
H. Rosenfeld O.Kernberg.
Retorno al caso del Hombre de los Lobos.
Guy Clastres.
Introducci6n Los fenómenos clínicos observados en el Hombre de
El caso del Hombre de los Lobos y sus dificultades los Lobos pueden ser referidos a lo que J.-A. Miller de-
tocan a la cuestión de la transmisión en psicoanálisis. nominó una clínica bajo transferencia.
. Lo que se designó como episodio psicótico se pre-
La publicación de este caso pone sobre el tapete
senta después de ser interrumpido el análisis, como §e
la dificultad de transmisión de Freud a sus
sabe, por Freud. Lo que sucede du¡ante este episodio
alumnos (Jung; Adler... ).
. puede ser considerado como efectos no analizados y
Es la respuesta de Freud a Jung en cuanto a lo
desconocidos por el ProPio Freud.
que, de la libido, se transmite del niño al adulto.
. La queja principal del sujeto gira en torno de un
Función de lo que se transmite del padre, del
atentado insoportable a la integridad de la imagen espe'
Nombre del Padre en el interior del psicoanáli-
cula¡. Si es sabido que el despliegue imaginario parece
sis.
. resumir. la fenomenología de la psicosis, sin embargo
Lo que se transmite del analizante al analista y
faltan los "fenómenos elementales" necesa¡ios para pro'
a la inversa (o sea, lo que para Lacan se funda
nunciar terminantemente el diagnóstico de psicosis.
como interrogación centrada en el deseo del psi-
Por otra parte, la supuestá paranoia del Hombre de
coanalista).
los Lobos no le impide reinstalar la función del sujeto
supuesto saber en la transferencia. El "delirio" del
¿Qué fue del Hombre de los Lobos, del ser del Hombre de los Lobos podría resumirse en esta fórmula:
Hombre de los Lobos como efecto del análisis?
Al comienzo, la historia lo condena a la posición de el sujeto ya no se reconoce. Está en la búsqueda com-
pulsiva de la huella dejada por la acción de Freud. La ci-
caducidad, de producto degenerado del discu¡so del
catriz obsesionante que marca a su imagen especular in'
Amo, posición de objeto (a) inerte (hijo de una familia
dica lo que la intervención freudiana zanjó en forma
de terratenientes venida a meno§ a causa de la revolu-
incomplet4: el corte significante no operó la separación
ción). No bien se convierte en objeto de estudio, ya no
respecto de la identificación con el significante primor-
es posible limitar su ser a lo que era antes.
dial; el deseo de Freud se mantuvo activo por la vertien-
En los "cuidados" de que lo rodean durante treinta
te de la idealización propia de la transfe¡encia. El "deli-
años, los analistas de la I.P.A. dan fe de una búsqueda,
de un afán por verificar algo del ser de Freud, en tanto
rio" que se desarrolla es la respue§ta sintomática al
proceso de desubjetivación propio de la cu¡a. Y, si se va
que este analizante encarnaba sus efectos por obra de su
más allá, ¿no traduce este síntoma un fa¡tasma freudia-
encuentro con el plus de goce de Freud. Estos analistas
no del "todo significante"? ¿No es un cuestionamiento
persiguen las huellas de lo que era para Freud un acto
de esta creencia lo que el Hombre de los Lobos plantea
analítico.
con su síntoma?
Esta forma de abordar el "problema" del Hombre de
Propuesta de escritura de la posición subjetiva
los Lobos reduce el alcance de la cuestión diagnóstica. -
del Hombre de los Lobos:

"Paranoid" ile tran sfe re ncia


i(a)+(A)
-Si
por un lado el despliegue neurótico del síntoma -l;B-
en la cu¡a revela su formación según las leyes del signi'
ficante, los efectos pasionales de amor y odio hacen re- Los fenómenos de despersonalización pertenecen
sonar lo imaginario y su tinte paranoico. Ponen en evi- al -
proceso desubjetivante del fin de cura, y deben ser
dencia la estructura paranoica del yo sustentada por la destacados como otros tantos signos de franqueamiento.
transferencia.
Véase: Freud, carta a Ferenczi del 6 de octubre de A. Aflalo
1910
¿Cómo se puede hablar de despersonalización en
"Yo he triunfado donde el paranoico fracasa" ausencia de la significación fáLica?
El análisis desanuda aquéllo de lo que el paranoico Véase: Freud, pá9.249 (M. Gardiner).
no se desprende.
En el sentimiento de crepúsculo distinguimos más
Lacan, "la agresividad en psicoanálisis", EcrifJ, un fenómeno de psicosis que de despersonalización"
pág" 109.

95
A" Quinet ¿Qué valor otorgar a "ser una mujer"
Freud da dos interpretaciones del velo que Ie oculta
el mundo: I empuje-a-la-mujer?

- fantasma del retorno al cuerpo materno. ¿Es? { sexuación inconsciente?


El sujeto est¡á envuelto (cubierto lcoWl\ [ ¿e orden imaginario?
con la madre. El velo se desgarra
- identificación
a rafz de una lavativa aplicada por un hombre. Si seguimos a Freud, las cuestiones se centran en
la castración (erotismo'anal y castración). Lo que no
J.-A. Miller está en cuestión es la relación con el padre. En este ca-
so, la relación con el padre parece constituida. En el
Las dos interpretaciones no son excluyentes. propio episodio psicótico hay distribución de la fun-
La primera es significante (recae sobre la pala-
- bra "cofia" [cofu]),
ción paterna.
¿Podemos disociar la relación de causalidad estable-
La segunda es del registro del objeto. cida por Lacan entre el padre y la significación fálica?
-
El sentimiento de crepúsculo es interpretado, arti- l. P-. 6
culado. Freud no Io considera como un fenómeno lfmi- 2. Schreber: Po y iDe
te, opaco, sino articulado según el Edipo (cf. págs.
248-249).
3. ¿Podemos tener P y {f
4. ¿e incluso Po y O I

A. Aflato A. Aflalo
En el Hombre de los Lobos, la castración no está re- Cita a Lacan en 1977, Ornicar? nq 14, pág.7:
conocida. Para Freud, el reconocimiento de la castración " ...elucubraciones sobre el Hombre de los Lobos, a
se funda tan sólo en la alucinación del dedo cortado. propósito del cual hablé de forclusión del Nombre del
Ahora bien, justamente en este sentido se trata de Ver- Padre... "
werfuig, Hay aquí una contradicción.
J.-A. Miller
J.-A. Miller
Para el Hombre de los Lobos no hay autoridad de
Hay que saber dónde se pone este reconocimiento. cosa juzgada.
Repaso de las tres tendencias del Hombre de los Lobos:
E. Laurent
(1)
-forclusión aceptación (2)
Si se admite que el episodio es un producto del aná-
I lisis resultante de las prácticas freudianas que consistie-
-reconocimiento ron en fijar un término al análisis y dar dinero, debe ob-
de la castración \-. serva¡se que éstas no erar prácticas excepcionales (O.
rechazo (3)
Rank también fue ayudado). Para el Hombre de los
Lobos, la posición paterna de Freud se presentó en opo-
Cada fenómeno puede ser imputado a una de estas sición simbólica a este respecto,mientras que en otros
tres corrientes, lo cual se complica particularmente esto suscita más bien resentimiento.
cuando se trata del rechazo: (l) o (3). En (3) se sitúa el ¿Tendríamos aquf un elemento de que habla
fantasma homosexual: mejor ser una mujer. Po?
Posición de"yo sé" del Hombre de los Lobos
A. Aflalo que le permite hablar indefinidamente de lo
que le sucedió.
Reconocer la castración, aborreciéndola, hace pen-
sÍ¡r en Sch¡eber; para éste, hay aquí una condición: que
el partenaire sea divino. C. Soler
l."Paranoia de transferencia" es una expresión
J.-A. Miller oportuna que elimina el diagnóstico terminante.
El conmutador que permite pasar a Schreber es el
2.Si nos centramos en las elaboraciones de Lacan
'"ser una mujer". Se trata de un fenómeno importante en
hasta "Subversión del sujeto", tenemos lo que se
numerosos casos que presentan todo el aspecto del ero- precisa para hablar de paranoia de t¡ansferencia"
tismo anal. El neurótico tiene una hipétesis sobre el goce
Para Lacan, el caso del Hombre de los Lobos parece del Otro: él quiere su castración para gozar de
convincente en cu4nto a ilustra¡ la distinción yo-in- ella. El neurótico se anda entonces con mucho
consciente. En lo inconsciente, él es una mujer, para el cuidado, sin perjuicio de engatusar sacando a la
Yo es un hombre (la virilidad hasta agresiva del Hombre luz , su castración imaginaria en forma de mu-
de los Lobos es del registro imaginario). tilación na¡cisfstica.

96
3. Acerca de la condición de desencadenamiento: J.-J. Bouquié

a) Fue mucho después de haberse separa,do de ¿No habría que proponer una quinu fórmula para
psicosis no desencadenadas o que se §o§tienen con una
Freud"
suplencia?
D) Entre tanto, recibe dinero: el regalo es propi-
cio para taponar la ambivalencia afectiva.
c) Soñaba que Freud estaba enfermo, y pensaba
que pronto iba a morir.
P' Q.cuando no se dqsencadena.
Po «D:suplencia.
Freud, que obraba en efecto como padre, se le
aparece pues con las insignias de la castración
imaginaria. El desencadenamiento es de orden
Versión de Marie Frangoise De Munck
neurótico, ante la castración imaginaria del padre.

97
frecuentemente en la realidad. Plantea entonces la pre-
L4 enero de 1988 grmta de "qué padre" ¿padre castrado o padre castrador?
Otra p.eg*ta: si en el Hombre de los Lobos hay efecti-
,a*"nte figuras paternas, ¿el Padre simbólico está insta-
G. Chaboudez
lado? A. Quinet compara al Hombre de los Lobos con el
Interviene sobre el caso del Hombre de los Lobos y Hombre de las Ratas, quien por su paÍe no cree haber
sobre el conjunto de la discusión. A sujuicio, no se trata sufrido menoscabo, y paga su deuda con significantes y
de un caso de paranoia, pero la discusión aporta elemen- no con pedazos de su cirerpo. Tras evoca¡ la cuestión, no
tos nuevos sobre el trabajo de Lacan, sobre su confron- resuelta, de la identificación con el padre en el Hombre
tación con Freud; él elabora r¡n concepto de psicosis a de los Lobos, A. Quinet plantea la de la identiñcación
partir de r¡n caso de neurosis. G. Chaboudez pide igual- de éste con la mujer, con la madre, y para ello lo compa-
mente que la Escuela profundice Ia cuestión, todavía en ra con Sch¡eber. A. Quinet saca §us conclusiones: para
estudio, de la clfnica de las suplencias, a partir del Semi- é1, el don de dinero funcionó en el Hombre de los Lobos
nario sobre loyce. como una llamada al Nombre del Padre forcluido. El
Hombre de los Lobos, con este don, va a instaurar a
Freud como un Otro que no falta' sino que da: es el en-
J.-A. Milter
cuentro con un padre que da. Para A. Quinet, incluso
Interviene sobre el valor de la discusión. El estilo tras la resolución de la hipocondría, persisten en el
teórico analftico está por lo general, como el acto psico- Hombre de los Lobos ideas no dialectizables por ejem-
analítico, del tado de la certeza. Sabemos qué erores de plo, la de ser el analizante preferido de Freud, ensambla-
lectura llegó a provocar ese estilo en algunos lectores de da con la de que el don de dinero le es debido.
Lacan: se tomó lo que decía Lacan como siempre indu-
bitable, sin tener en cuenta el afinamiento del pensa- J.-A. Miller
miento. Entre la duda y la certeza,la mostración de lo
Subraya que los puntos de referencia de A. Quinet
verdadero, existe un tercer camino que permite §ofneter
son los de Lacan:el padre de un lado, el falo del otro'
a interrogacidn sintagmas coagulados, "significación fá-
Con respecto a la serie de padres que quieren su pérdida
lica", por ejemplo.
a partir del sueño de los lobos: la castración tiene aquf
significación de devoración. ¿Cómo ordenar esta serie
A. Quinet
de padres? Talvez hay diferentes series, ordenadas a lo
Presenta una exposición sobre el episodio psicótico real, a lo simbólico y a lo imaginario.
del Hombre de los Lobos. Recuerda las circunstancias
de la cura del Hombre tle los Lobos con Ruth Mack A. Quinet
Bnmswick, la biografía de ésta (ver Ia obra de Roazen),
Pregunta dónde está el padre simbólico en este caso'
sus publicaciones (poco numerosas, ocho artículos), y
las apreciaciones de Freud sobre su trabajo, sobre todo
en las Nu¿vas conferencias. Para A. Quinet, Ruth Mack C. Soler
Brunswick no habría respondido del todo a lo que Freud Señala que hay sin dudas diferentes figuas de pa-
esperaba de ella en lo relativo al Hombre de los Lobos. dres. Observa que para el Hombre de los Lobos, un pa'
dre al menos funcionó como no gozador y no amenaza-
M.C. Hamon dor: Freud, quien desde la entrada misma en análisis del
Propone otra interpretación de las notas de Freud Hombre de los Lobos aprobó inmediatamente su inclina-
acerca de Ruth Mack Brunswick. En esa época, ella era ción por Teresa "brecha hacia la mujer"- y §e pre'
-la
sentó como un padre que bendice el deseo. Esta era
la analista que mejor entendía a Freud. Piensa nueva-
mente el Edipo, y hace un sitio a las tesis de Melanie cuando menos una coyuntura desencadenante, y el Hom-
Klein, que Freud nr¡nca rechazó. bre de los Lobos no se puso a delirar.

A. Quinet J.-A. Miller


Propone la tesis segrin la cual, tanto para Ruth Mack A propósito del padre, destaca la posición de Freud
Brunswick como para Freud, la hipocondría se emparen- para quien en el Hombre de los Lobos el Edipo está
ta con la psicosis. Para hacerlo, examina minuciosamen- constituido. La etapa de las ideas religiosas es una etapa
te et episodio hipocondríaco del Hombre de los Lobos, francamente obsesiva: el padre presenta una amenaza de
desde la idea fija hasta el delirio de persecución, lo que castración. El filogenetismo freudi¿¡16 -"1¿ herencia
ya plantea la cuestión de las relaciones del Hombre de puede más que el incidente ss¿5is¡¿1"- es lo estructu-
los Lobos con sus médicos, dentistas' dermatólogos." y ial de Lacan. Existen de todas formas, por [o menos, dos
psicoanalistas. A. Quinet repasa exhaustivamente las no- series de padres para el Hombre de los Lobos'él padre
tas de Freud sobre la hiPocondría. castrador (los sastres, los médicos) y el padre castrado
Examina a continuación los detalles de la cura del (su propio padre enfermo en el sanatorio, Freud enfer-
Hombre de los Lobos con Ruü Mack Brunswick' insis- mo, los-inválidos y los mendigos' que son evidentes sus'
tiendo en la técnica analftica de ésta: la de intervenir titutos patemos).

98
Ante Io avanzado de la hora, se resuelve proseguir el padre en el Hombre de los Lobos y de identificación
la discusión en la próxima sesión. con la mujer, con la mad¡e. Las conclusiones de Quinet
son las siguientes: en este caso, el don de dinero funcio-
Resumen nó como una llamada al Nombre del Pad¡e forcluido, e
Abre la sesión Giséle Chaboudez: para ella, éste re- instaur6 a Freud como un Otro que no falta, sino que
torno al Hombre de los Lobos nos enseña, por una parte, da. Por otra parte, aun después de resuelta la hipocon-
que Lacan elabora un concepto de psicosis a partir de un drfa, en el Hombre de,los Lobos habrfan persistido ide-
caso de neurosis, y, por la otra, constituye una invitación as no dialectizables" Se pregunta si el Padre simbólico
a profundizar el estudio de Ia clfnica de las suplencias. está instalado.
J.-4. Miller sitúa seguidamente el estado actual del J.'4. Miller subraya que los referentes de Antonio
seminario. Entre la discusión considerada como t¡ra vir- Quinet son los de Lacan: el padre de un lado y el falo
tud y el estilo apofiintico habitual de los escritos anatíti- del otro. Se pregunta si no serfa posible ordenar la serie
cos, existe una tercera ví4 que permite someter a inte- de padres en el Hombre de los Lobos según las categorf-
nogación los sintagmas coagulados. as de lo real, lo simbólico y lo imaginario. Colette Soler
Antonio Quinet presenta una exposición sobre et observa que por lo menos un padre funcionó para el
episodio psicótico del Hombre de los Lobos y examina Hombre de los Lobos como no gozador y no amenaza-
con detalles la cura de éste con Ruth Mack Brunswick, dor, Freud aprobó su inclinación por Teresa y se presen-
cuya biografía recuerda. Para Quinet, Mack Brunswick tó, pues, como un padre que bendice el deseo. Esta era
no respondió quizá del todo a lo que Freud esperaba de cuando menos una coyuntura desencadenante, y el Hom-
ella en lo relativo al Hombre de los Lobos. Marie-Chris- bre de los Lobos no se puso a delirar. J.-A. Miller desta-
tine Hamon propone otra interpretación de las notas de ca que el filogenetismo freudiano es lo estructural de
Freud al respecto. Para ella, Mack Brunswick era en esa Lacan y precisa que, para Freud, en el Hombre de los
época la alumna de Freud que mejor lo entendía. Lobos el Edipo está constituido. Pa¡a Miller, aparecen al
rnenos dos series de padres en el Hombre de los Lobos:
Quinet presenta la tesis siguiente: tanto para Mack
Brunswick como para Freud, la hipocondría se empa- el padre castrador (los sastres, los médicos) y el padre
rentarla con la psicosis. Toma en su apoyo los artículos castrado (su propio padre, Freud enfermo, los inválidos
de Mack Brunswick y refiere exhaustivamente las ob- y los mendigos).
servaciones de Freud respecto de la hipocondrfa. Quinet
plantea la cuestión, no resuelta, de la identificación con Yersión de Marianne Ronvaux

99
21 enero de 1988 forclusión del significante. En el punto donde, ya veremos
cómo, es llamado el Nombre del Padre, puede pues res-
ponder en el Ot¡o un puro y simple agujero, el cual por la
Se anuncian dos tiempos. El primero es el comenta-
rio, por Colette Soler, de un pasaje de la "Cuestión carencia del efecto metafdrico provocará un agujero co-
rrespondiente en el lugar de la significación fiálica". Se tra-
preliminar", El segundo, la reconsideración, por lac-
ques-Alain Miller, del caso del Hombre de los Lobos. ta, por tanto, de la tesis Oo = defecto de Po, o Po implica
Qo, tesis que Colette Solgr se propone examinar.
Colette Soler A continuación, propone su análisis en cuatro puntos.
Algunas puntualizaciones y observaciones acerca de Primer pun¡o: una implicación entre Po y rDo. Se
un pasaje de la "Cuestión prelimir.ar", Ecrils, página trata entonces de una primera tesis, la de la solidaridad
57t" entre Po y (Do (véase pág. 556 de Ecrits).
En primer lugar, Colette Soler aborda ciertas cues- Segundo punto: el efecto de esta tesis es la interpre-
tiones referidas a las sugerencias de J.-A. Miller, con la tación por Lacan del fenómeno del asesinato de almas,
siguiente preocupación: en lo que respecta al Hombre de que comienza en la página 558. Asesinato de almas co-
los Lobos, cómo halla¡ referentes teóricos más comple- mentado en la expresión que C. Soler retoma y que su-
jos que la dicotomía masiva "o pura psicosis, o pura cede inmediatamente a este párrafo: "un desorden pro-
neurosis". Dicho de otra manera, la propia comptejidad vocado en la juntura más fntima del sentimiento de la
del caso induce la problemática de poder encontrar refe- vida en el sujeto", en el sentido de que, segrún C. Soler,
rentes teóricos más adecuados. el sentimiento de la vida supone una pérdida de goce.
El punto que hoy va a desarrollar se centra en la re- Tercer punto: al oponer aquí el asesinato de almas
lectura precisa y atenta de un párrafo de la página 571 como manifestación del fenómeno "Po implica Qo", La-
de Ecrits, situado en la seccidn 8, cuarta parte, del teKto can pondría su tesis en cuestión. Constnrye el esquema I
de Lacan: ¿se podría considerar que hay una disociación y dibuja el agujero donde se sitúa (Do, aquel en que el
posible entre Po y (Do? Se relee el pánafo: "Este otro asesinato de almas instala la muerte. Escritura en (Do, en
abismo, ¿se formó por e[ simple efecto en lo imaginario el esquema I, que está del lado de la modificación del
del llamado vano hecho en lo simbólico a la metáfora triángulo imaginario. Aquí es donde, según, según C.
paterna? ¿O tendremos gue concebirlo como producido Soler, se plantearía la cuestión del primer pánafo de la
en un segundo grado por la elisión del falo, que el sujeto página 571 ("Este otro abismo... estadio del espejo?").
se remitiría para resolverla a la hiancia mortífera del es- O sea, una cuestión muy simple: le) ¿Es que este abis-
tadio del espejo?". mo es obra de Po? (Véanse las dos primeras líneas,
Segunda puntuación. Colette Soler resitria este pasa- donde Lacan habla de un llarnado vano a la metáfora
je de la "Cuestión preliminar", cuyo tema, según indica, paterna, con lo que el abismo se entendería como el
es una interrogación muy precisa de Lacan acerca de la asesinato de almas). ¿O bien habría que concebirlo en
causa estructural de un fenómeno de la psicosis atesti- un segundo grado como producido por la elisión del fa-
guado por Schreber, el asesinato de almas, tema que en- lo, tDo? Dicho de otra manerar ¿es el abismo un efecto
contramos en la página 570 de Ecrits. Colette Soler re- de Po o ese abismo es un afecto de (Do? Lacan introdu-
cuerda las cuatro partes en que se divide la "Cuestión ciría aquf una disyunción entre Po y Qo, al plantear el
preliminar": p¡ute I, intitulada Hacia Freud; parte II, siguiente interrogante: ¿Cuál es la causa del asesinato
Después de Freud; parte III, Con Freud, en la que apa- de almas? Con la idea de que podría haber un efecto di-
rece la construcción del esquema R, estructura del no- ferencial de Po y (Do, o sea que Lacan no pone en cues-
psicótico, y por último parte IV, Por el lado de Schre- tión su solidaridad estructural sino que introduce la idea
ber, donde Lacan opone al esquema R del normal, de un efecto diferencial.
transformándolo, algo así como un esquema de la estabi- Cuarto punÍo: se trata del comentario que habría
lización de Schreber. Recuerda igualmente la construc- que reservar para el final de Ia frase (pág.571), donde
ción de la parte IV, en la que estií incluido el pasaje que Lacan habla de una hiancia mortífera del estadio del es-
comenta. Parte IV compuesta de hecho por nueve sec- pejo. Aquí habría introducción de una idea suplementa-
ciones, cuyo desarrollo C. Soler repasa. ria según la cual ese abismo producido por la elisión del
En la sección I se plantea la tesis sobre la psicosis falo también es producido por la solución inv'entada por
(pág. 557): el defecto de metiífora paterna y el fenómeno el sujeto, o sea una regresión al estadio del espejo. En
de la Ve r* erfung (pág. 55 8). este final de párrafo Lacan no introduciría el narcisismo
Las secciones 2, 3 y 4 están referidas a la solución como suplencia, sino más bien como solución, en el sen-
del defecto psicótico. Lacan expone la reconstrucción tido de que hay agravación de esta hiancia.
del sujeto en lo simbólico. Las secciones 5, 6, 7, y 8 Colette Soler efectúa aquí una reconsideración de
consisten en Ia explicación de lo que ocunió correlativa- estos diferentes puntos recordando en primer lugar qtrc
mente en lo imagina¡io; a saber, la resolución de la hian- el abordaje de la psicosis por parte de Lacan se efectúa a
cia simbólica. partir del Edipo, igual que en Freud; para Freud, el caso
Los comenta¡ios de la página 571 deben ser puestos en Schreber es la prueba del Edipo; recordando, en segun-
relación con la sección I de la parte IV (Euits, pág. 558): do lugar, que Lacan realiza, igual que Freud, un aborda-
"La Verwerfung será pues considerada por nosotros como je de la psicosis a partir de Ia conjunción entre el padre

100
y el complejo de castración" En tercer lugar, Lacan, plencias a la identificación fálica. La primera apargce en
buscando una estructura simple que explique la relación la página 565 de Ecrits. Es una identificación en la etapa
y la articulación entre estos dos términos, parece consi- del predesencadenamiento, o sea el hecho de ser un sig-
derar apropiado para ello el esquema de la metáfora. En nificante del deseo de la madre. La segunda identifica-
cuarto lugar,Lacan recurre al mismo tiempo al causalis- ción es una identificación na¡cisista la que encoÍtramos
mo; la metáfora del Nombre del Padre es un camino de en la página 568, donde se trata del "cadáver leproso",
causalidad, asf como la metonimia es otro. O sea, una expresión construida corno i(a), o sea mortaja de la ima-
relación orientada de un término'al otro y la dominación gen que envuelve, dice Colette Soler, el ser de la vida.
del uno sobre el otro. El padre como significante es la
La tercera identificación, que da una identidad al sujeto,
caus4 el falo como significado es el efecto. O sea la po-
es la resolución al delirio: ser la mujer de Dios.
sición siguiente: P implica Q. A partir de aquf se obtie-
Para la segunda pregunta: ¿Cómo presenta Lacan al
ne una doctrina de la psicosis que responde a Po, o sea
falo en este texto?, Colette Soler dice que dará ura res-
Po implica Oo.
puesta que ella formula en estos términos: Lacan no po-
Se trata de lo que C. Soler define como una rela-
ne en cuestión la solidez causal entre Po y @o, sino que
ción de causalidad simple entre términos desnivela-
en este pasaje disocia los efectos de uno y de otro, Po y
dos: uno está en el irivel simbólico y el otro en el nivel (Do. Y Lacan añade aquf el narcisismo, lo cual introduce
imaginario.
una suerte de doble piso. La causalidad, dice, en Oo tan-
Se pasa seguidamente a los interrogantes que ésto to como, por otra parte, en el narcisismo.
plantea.
1. ¿En qué nivel podría introducirse una disyun- Jacques-Alain Miller
ción? A partir de lo que él distinguió como distorsión Antes de retoma¡ el comentario del Hombre de los
simbólica en Schreber, relacionada con el padre, Lacan Lobos propone algunas observaciones sobre ciertos pun-
se ocupará de lo que se puede observa¡ como rasgo ima- tos, otros tantos desplazamientos o proposiciones res-
ginario. De este modo, el asesinato de almas sería corre- pecto de la argumentación de Colette Soler sobre el pa-
lativo a Po, cosa que Lacan indica¡fa tras examinar la saje de Ecrits por ella comentados, es decir, de la página
cuesti6n de las identificaciones narcisistas. Sólo una vez 57r.
abordadas las distorsiones imaginarias y las reestructu- En primer lugar, M,iller ¡ecuerda que la finalidad
raciones del mismo orden, arriba Lacan al asesinato de misma de estos comentarios de Colette Soler es lleva¡-
almas. Y en este punto se preguntará si es suficiente con nos al Hombre de los Lobos. Y saber si a su respecto
destacar la relación de causalidad "Po implica Qo", que podemos explotar una disyunción entre Po y O. Se opo-
sería ur modelo de efecto simple. Ahora bien, habría un ne a ello, primeramente, el hecho de que Po implique Q.
modelo de causalidad complicada, de causalidad a doble Dicho de ot¡a manera, nos preguntamos: ¿hay una rela-
gatillo. Po produce una elisión del falo, OoLacan dice: ción causal que sostener entre los dos, o bien este pána-
"se supone un segundo tiempo", esto es, que, para resol- fo nos autoriza a soltailos? En otras palabras, ¿nos per-
verse, la elisión del falo produce efectos de asesinato de mite este texto, verdaderamente, separar esos dos
almas. Lo que aparece como solución final es este mis- términos? ¿Lacan autoriza ésto o no lo autoriza? Ello
mo asesinato de almas. Las identificaciones imaginarias siempre y cuando nos basemos en Lacan, es decir, en la
aprovechan el estadio del espejo pero no su hiancia ima- idea que él se hizo del Hombre de los Lobos.
ginaria. Lo que Lacan llama resolución es la resolución En segundo lugar,lo referido al asesinato de almas.
de la elisión del falo, que adopta en Sch¡eber la forma Aquf se retoman en contrapunto las cuestiones suscita-
del asesinato de almas. Lacan no marca una disyunción das por Colette Soler: el asesinato de almas es la solu-
de los términos sino más bien un margen: hay Po y Oo, ción sch¡eberiana y este párrafo no hace más que abrir-
y diferentes maneras de resolver esta elisión del falo. nos un margen de resolución de la elisión del falo.
2. ¿Cómo presenta Lacan al falo en este texto? Lo En tercer lugar, lo que atañe a la pregunta que se
presenta como significante de la vida más que como sig- formula Lacan: "Este otro abismo, ¿se formó por el sim-
nificante de la castración, con una significación que él ple efecto ( ... ) o tendremos que concebirlo como produ-
precisa (véase pág" 558): se trata de permitir que el suje- cido en un segundo grado por la elisión del falo ( ... )?"
to se identifique con su ser de viviente. Lacan presenta (siempre en la pág. 571).
la metáfora fálica de lo que él llama un sujeto, pero un La pregunta §urge porque Lacan generaliza Ia cues-
sujeto no dividido; se trata más bien de lo que él llama tión de la forclusión del Nombre del Padre en la psico-
su inefable y estúpida existencia, es decir q En este sis, forclusión que no es simple, que no puede sino com-
plicarse, mientras gue, y aquí está toda la diferenci4 se
texto de Lacan, el significante fálico sería el sorgnificante
debe tener en cuenta, por el contrario, la experiencia de
que dice al sujeto lo que él es para el Ouo en su erec-
los fenómenos imaginarios. Así pues, Lacan no dice que
cién.de viviente; la consecuencia es que si el significan-
toda psicosis derive en el asesinato de almas. Más arin,
te fálico permite al sujeto identificarse en él con su ser
habría aquf en Lacan u¡a elección de otra vfa que podrí-
de viViente, las suplencias deben ser pensadas como su-
amos llamar efecto de doble gatillo. ¿Por qué efecto de
plencias de identificación. Lacan distingüe t¡es identifi- doble gatillo? Porque el primer efecto sería una elisión
caciones en este texto, tres identificaciones que son su- del falo, y el segundo sería un efecto contingente, según

101
la vfa de resolución elegida por el sujeto para resolver la cuya paradoja es preciso subrayar. Una paradoja que él
elisión del falo" De este modo, la solución de Schreber enuncia así: disyunción entre la neurosis anterior y el
serfa el asesinato de almas, solución que puede ser una estado actual, análisis de una neurosis obsesiva quince
catástrofe psicológica, pero que es una solución. arlos después, mostrándose así lo esencial de la neu¡osis;
Cturto punto, que concierne al narcisismo y a la es la ventaja que Freud dice advertir de una manera que
restauración imaginaria del sujeto. Si hay un diferente no engaña; certeza de Freud sobre el núcleo infantil de
na¡cisismo, de recomposición, de distorsión, es porque la neurosis: que aquf lós caracteres de la neurosis obse-
no hay un Oto que sea de resolución. El hecho de que siva no engañan y que lo que aparece después no es más
Lacan generalice la forclusión,laVerwerfung, pero no el que una secuela. Desde que comenzó el trabajo sobre el
asesinato de almas, convierte a éste en un efecto segun-
Hombre de los Lobos en este seminario, se subrayó el
do, efecto de causalidad de doble gatillo, y puede tener
tema de la reinterpretación, en el que Miller insiste.
interés para el caso que nos ocupa, el del Hombre de los
Lobos. a. Se trata de un episodio muy antiguo, reinterpreta-
Hay prácticas múltiples para llegar a una restaura- do va¡ias veces por el sujeto;
ción del sujeto imaginario: transexualismo, criaturas al b. hay reinterpretación del propio Freud;
infinito, etc. Sí, en este párrafo, ó. tiene una significa- c. reinterpretación en el psicoanálisis sobre el fondo
ción de muerte, se trata de una significación gue no de este caso, por Jung y Adler;
siempre tiene, y ésto es lo que el párrafo da a entender. d. reinterpretación del caso por los analistas en ge-
En Schreber, la significación fálica es reemplazada neral;
por la significación de la muerte, pero en otros psicóti- e. reinterpretación, una vez más, por los adversarios
cos la significación fálica puede estar acompañada por del anáisis;
la significación vital. Dicho de otra manera, la evoca- f. reinterpretación del caso por Lacan, y de una ma-
ción del velo de la vida sería, no r¡¡ra identificación con nera completamente distinta de la de Freud, no sólo por-
su ser de viviente, sino más bien con su ser de muerto que Lacan interpreta a partir del episodio comunicado
vivo. Lo que se debe entender es que hay diferentes le- por Ruth Mack Brunswick, el de 1926'1927, sino tam-
siones al sentimiento de la vida, pero que no [egan al bién porque Lacan opera un nuevo cuestionamiento de
sentimiento de la muerte. los ca¡acteres de la neurosis obsesiva que no engañan.
Quinto punto, a propósito del abismo producido co- Para Lacan, lo decisivo no son las formaciones ima-
mo en segundo grado. Acerca de este punto hay varias ginarias sino las estructuras simbólicas. Pero éstas no
cuestiones posibles. Segun J.-A. Miller, lo que significa tienen el mismo estatuto que las primeras, no son tan pa-
es que ese abismo lleva de nuevo al estadio del espejo, tentes. Hay un texto de Lacan enteramente consagrado
en su parte hiancia mortffera. O sea, una instancia espe- al Hombre de los Lobos, recuerda J.-A. Miller, y se Eata
cial de éste. de la primera parte del Informe de Roma.
Se aborda entonces la construeción del texto, que
C. Soler tiene la siguiente particularidad: la historizaciú¡ prime-
ra, la fijación a[ estadio anal, el camino retroactivo, son
Plantea la sugerencia siguiente: la solución iDodel
otras tantas formulaciones sobre el fondo de este caso.
estadio del espejo también se da en la conversión en mu-
Camino retroactivo del presente hacia el futuro para dar
jer, o sea que si retomamos el esquema de J.-4. Miller,
un nuevo sentido al pasado, que se encuentra con el fu-
hay que poner una flecha más.
turo de este caso clínico. La lectura misma del texto res-
tituye el efecto de "a posteriori" presente dn la cura. El
J.-A. Miller
texto en este sentido imita al caso. La cuestión de las
Reconsideración del caso del Hombre de los Lobos, tres dimensiones aparece enunciada por Freud varias ve-
ces en lo que concieme al modo de presentación. (véase
Pesa sobre nosotros una gran dependencia respecto la pág. 265 de ed. Gallima¡d). Percibimos una reformu-
de la elección de Freud. Sólo contamos con un extracto lación de las calificaciones del mismo episodio, un cam-
del caso, tratándose de entrada de un enfoque parcial. bio de perspectiva. Por ejemplo, el comentario de la fase
Además, es un enfoque centrado sobre un momento muy de la maldad, indicada luego en el capftulo III como fase
antiguo de este caso, momento que parece patente: una sádica, y luego referida, en el capítulo IV, a la época
neurosis obsesiva a los cuatro años, que comienza con anal. Por lo tanto, para Freud este caso encierra un enig-
una fobia a los animales y que se convierte en una neu- ma, enigma centrado en el tiempo original de la infan-
rosis obsesiva de ca¡ácter religioso. Se trata de una se' cia. Ahora bien, hay asimismo necesidad para Freud de
lección en la historia del paciente, de un momento de su una explicación causal en relación con la secuencia an-
historia entre los cuatro y diez años. Selección tanto más gustia, fobia, perversidad y neurosis obsesiva. Neu¡osis
sorprendente cuanto que Freud menciona la enfermedad obsesiva que podemos decir es descifrada por Freud se-
actual del paciente, la gonorrea, anunciando a la vez una gún la grilla del Edipo, segrín el esquema filogenético.
Pasa luego Miller al examen de la versión de Freud.
imposibte conexión enre la enfermedad anterior y Ia en-
fennedad actual" Cargamos con nosotros, dice I.-A. Mi-
Lo que parece orientar a éste en primer término es eI
ller, un diagnóstico freudiano pronunciado en un texto diagnóstico de homosexualidad inconsciente. En este
sentido Freud distingue una pasividad intrínseca, no sólo

rcz
a causa del trauma de seducción, sino ya cuando el suje- uación. Todo lo que el sujeto vive adoptará en adelante
to se hallaba en posición de espectador de la escena ori- una sigrrificación genital. De este modo, la pasividad será
ginaria. O sea, un retroceso en la cronología que indica- interpretada como homosexualidad en el sentido genital,
rfa una suerte de elección fundamental hacia la o sea una relación con lo genital (nosotros traduciríamos
pasividad, y esta elección fundamental apa¡ece recibien- genital por significación fálica), relacidn con lo genital
do significaciones nuevas en el curso del desa¡rollo. que modifica la posición más fundamental del sujeto.
¿Cómo se orienta Freud?: a través de trna discontinuidad La conexión ent¡e el,padre y la angustia de castra-
o de una serie de discontinuidades. Cita el cambio de ca- ción oblig4 desde el momento en que está implicada la
rácter entre los tres y los tres años y medio, y el sueño. pasividad, a su represión, y en el sueño hay contradic-
Lo que Freud busca por este lado es la causa, asf como la ción ent¡e la pasividad interpretada en el contexto geni-
secuencia en la que, más allá, comienza la neurosis obse- tal, y el valor que el sujeto atribuye a sus órganos geni-
siva. La segunda discontinuidad, aquélla que determina- tales. A partir de aquí hay represión de la
rla en el sueño, remite a un período anterior al primer homosexualidad inconsciente, y lo que Freud se pregun-
corte, entre el episodio que constituye el corte primero ta es por qué el sujeto no se hizo homosexual. En este
del cambio de carácter y el sueño, que Freud considera sentido, Freud busca la instancia represora. En estg caso,
como segundo corte en el trauma. fui la causa del cam- el motor de la represión residiría en el valor que el
bio de ca¡ácter es buscada por Freud en un accidente se- Hombre de los Lobos otorga a los órganos genitales, al
xual real. Viene la evocación, primero, de la institutriz narcisismo a ellos ligado. Este sería, en suma, el modus
inglesa, y en segundo lugar la seducción por la hermana. operandi de la represión para Freud. Y si hay desenca-
Freud los retiene como acontecimientos a los que atribu- denarniento en este paciente y si es ésto lo que que
ye una eficacia decisiva en lo que atañe a la sexualidad cuenta, por ejemplo la gonorrea a los 19 años o más tar-
del sujeto. La causa produce el efecto, es decir una posi- de el episodio de los agujeros sobre la nariz, se trata ca-
ción pasiva, ser tocado en los órganos genitales. da vez de un primer atentado al narcisismo, provocando
La agresividad es presentada primero como reacción el desencadenamiento. Por lo tanto, si quisiéramos ha-
a esa pasividad frurdamental y como agresividad de fa- llar en este caso una coyuntura de desencadenamiento,
chada. Abonando ésto de entrada la idea de que Ia virili- no sería por el lado de Un padre donde deberfamos bus-
dad del Hornbre de los Lobos es una virilidad de pura carla; se trata, por el contrario, de una coyuntura de de-
apariencia, hasta el punto de que,.cuando lleguemos al sencadenamiento que pone en primer plano no la fun-
episodio de Gruscha, estaremos preparados para admitir ción del Pad¡e, del Nombre del Pad¡e, sino la función
esta virilidad de pura apariencia, a los dos años y medio. f¡ílica. Tendríamos aquí una suerte de modelo de coyun-
Si la pasividad constituye un leit motiv del abordaje tura de desencadenamiento por el sesgo fálico, más bien
freudiano del caso, pasividad tanto en lo referido a las que por el sesgo patemo, y ésto es lo que podrfamos es-
mujeres como respecto del padre, otro punto notable es cribir como g¿Por qué? Porque el desencadenamiento se
la relación constante con el padre en toda la observa- produce cada vez que un signo menos,-(p, avanza sobre
ción. Relación tan acentuada que Freud se ve llevado a el falo imaginaiib.
aplicarle las categorfas de la neurosis obsesiva, con difi- Lo que nos obliga a afinar nuestro análisis es gue te-
cultades: Io que opera en este sujeto como la identifica- nemos la significación fálica. En efecto, es nuestra cos-
ción con el padre vira a la elección de objeto. Se trata de tumbre referirnos a Ia significación fálica como idéntica
ser amado por el padre. a la castración; pero lo que se índica aquf en el sujeto,
El primer abordaje de la cast¡ación por el paciente concretamente e¡ el Hombre de los Lobos, es una rela-
se efectuó por el sesgo de la seducción. Consecuencia de ción con el falo que parece soportar muy mal la nega-
la atención prestada al miembro sexual. Y hay dos ma- ción. Toda aproximación a una negación o a un menor
neras de interpretar la maldad. Primeramente, se trata¡ía ser produce en él una ;.rofunda tlesestabilización. La
de una virilidad de reacción, supongamos que a la pasi- cuestión que se plantea es la siguiente: ¿Las referencias
vidad; en segundo lugar, podría ser una llamada al casti- imaginarias de la función del padre convergen hacia al-
Bo, gu€ no hace más que reflejar y autentificar una pasi- go del orden de lo simbólico? Entonces, ¿por qué todas
vidad fundamental. Bajo este sadismo, dice Freud, se las intersecciones imagina¡ias, identificación con el pa-
esconde un masoquismo. Freud ha encontrado una cau- dre o elección del padre como objeto, todas estas inter-
sa, el incidente sexual con la hermana, y puede sacar de secciones acredita¡on una relación entre P y Qfero esto
ello cierto número de consecuencias que le explican la no alcanza. ¿Dónde tenemos otras exigencias? ¿La masi-
pasividad. La búsqueda de una significación del maso- vidad de la relación con el padre, es suficiente para ase-
quismo puede expresarse en tanto virilidad. De este mo- gurarnos de que hay una relación simbólica con el pa-
do, Freud puede quedarse satisfecho, al parecer, con dre? Aquél que es el inventor del padre sirnbólico, como
aquella primera discontinuidad que mencionábamos, la dice Lacan, pÍuece no encontrar al padre simbólico en el
del cambio de ca¡ácter. Hombre de los Lobos.
La segunda discontinuidad que podemos señalar es-
tá referida al sueño. El sueño, pues, ese segundo trauma
que expresa la convicción de Freud de que detrás se es- Resumen
conde la razón de la neurosis infantil. Es un sueño de La sesión comprende dos tiempos, uno dedicado al
angustia que él interpreta de entrada como sueño de cas- comentario por Colette Soler de un pasaje de "Cuestión

103
preliminar" y a la prosecución del mismo comenta¡io pregunta de tacan en cuanto a la causa del mismo, y
por Jacques-Alain Miller, y el otro reservado a la relec- otra sobre el efecto de doble gatillo propuesto por C. So-
tura, propuesta por I.-A Miller, del caso del Hombre de ler para explicar la expresión "en un segundo grado".
los Lobos, a partir de la cuestión misma objeto del semi- Para Miller, el primer efecto sería la elisión del falo; el
nario, esto es, la pertinencia de un diagnóstico diferen- segundo, contingente, sería una solución del sujeto. Una
cial aplicado a este caso clínico. última observación de Miller apunta al narcisismo y a la
En un primer tiempo, C. Soler apoya su plantea- significación de la,muerte, gue en Sch¡eber sustituye a
miento en un comentario minucioso y argumentado del la significación fálica. Diferentes lesiones al sentimiento
siguiente pasaje de los Escritos (fr., pág. 571) "Este otro de la vida, dice J.-A. Miller, pueden modula¡se de dife-
abismo, ¿se formó por el simple efecto en lo imaginario rentes maneras.
del llamado vano hecho en lo simbólico a la metáfora . En un segundo tiempo de esta sesión, J.-4. Miller
paterna? ¿O tendremos que concebirlo como producido procede a Ia reconsideráción del caso del Hombre de los
en un segundo grado por la elisión del falo, que el sujeto Lobos.
remitirfa para resolverla a la hiancia mortífera del esta- En primer lugar, señala una particularidad en la
dio del espejo?" constn¡cción del texto: la exposición del caso obedece-
El comenta¡io de C. Soler recae sobre la disociación ría al mismo camino retroactivo seguido por la cura.
posible de Po y (D, disociación que sería posible leer en Destaca al mismo tiempo la elección, es decir, elpartido
el pasaje uanscripto. Con la preocupación a que toma Freud en cuanto a la exposición de este frag-
lo complejo del caso en el que se centra el -adecuada
seminario, el mento de neu¡osis, y las paradojas gue de ello resultan.
de Hombre de los Lobos- de encontra¡ pautas teóricas Tenemos así ura disyunción entre la neurosis ante-
más complejas inclusive que la amplia dicotomía "pura rior y la paradoja actual, es decir, la certidumbre de
neurosis o pura psicosis". Tras evocar la construcción Freud en cuanto a los rasgos de la neurosis obsesiva.
del conjunto del texto, y luego la de la parte IV en la Después de plantear que el caso aparece guiado por
que figura esa octava sección que contiene el pasaje en una búsqueda relativa a la causalidad, se pregunta por
examen, C. Soler se aboca a un pormenorizado análisis lo que parece orientar a Freud en este análisis: el diag-
de lo que en este puntoz se le aparece como un cuestio- nóstico de homosexualidad inconsciente es una de
namiento de Lacan en Io que respecta a la solidaridad de estas orientaciones. Profunda pasividad del Hombre de
Po y (D.' los Lobos, cuya cronología Freud consigue recons-
En efecto, junto con la interrogación sobre la causa truir, y ello hasta el punto de considerarla como una
del abismo, aquf el asesinato de almas, Lacan introduce, elección fundamental.
a juicio de C. Soler, una disyunción entre Po y <D.,dis- La localización de ciertas discontinuidades sería
yunción que parece poner en entredicho la solidaiidad ot¡a de las orientaciones inicialmente perceptibles. El
de ambos términos y que darfa cuenta de un efecto dife- primer corte esta¡fa dado por el cambio de ca¡ácter entre
rencial. Basada en esta lectura, destaca la oposición que los tres y los tres años y medio. EI segundo habrfa sido
resultarfa entre un modelo de causalidad simple y un operado por el sueño, como segundo trar¡ma que llevaría
modelo de causalidad complicado, o de doble gatillo. de nuevo a un período anterior.
Más que de una disyunción, se trata tal vez de rm mar- Por último, J.-A. Miller plantea la cuestión de una
gen entre los térmiños. Aparte de que, según C. Soler, el configuración de desencadenamiento en e[ sujeto. En
narcisismo que aquÍ agrega Lacan permitiría suponer un primer plano estaría, no la función del padre, sino la
doble piso en lo que respecta a la causalidad. función fálica. En el Hombre de los Lobos habría efecti-
Jacques-Alain Miller efectúa, en forma de contra- vamente una relación con el falo, salvo que todos los
punto, varias observaciones a este comenta¡io. Una ob- signos de negación aplicados a éste, -gprovocarían una
servación referida a la solida¡idad de Po y Q^: el pasaje desestabilización profunda. Además, la referencia masi-
citado, ¿autorizaría por sí sólo un aflojamientó de tal so- va al padre o a Ia serie de padres no nos certificaría en
lida¡idad? Otra observación acerca del asesinato de al- absoluto una referencia simbólica al padre.
masr que aquf sería una solución pero que no es genera-
lizable. Otra observación más relativa al por qué de la Versión de Marie-Christine Hamon

104
4 de febrero de 1988 Va¡ias son las razones por que C. Vereecken no uti-
liza el término forclusión; forclusión implica la condi-
ción de la irreversibilidad, mientras que Freud dice que
Jacques-Alain Miller se trata de una situación inestable. La segunda razón es
Invita a C. Vereecken a efecttnr algunas considera- que no recae sobre el Nombre del Padre, y la tercera que
ciones sobre el Hombre de los l¿bos. no §e trata de un significante sino de una pequeña cade-
na significante.
C. Vereecken
Interviene sobre el modo en que Freud rechazó el J.-A. Miller
diagnóstico dq melancolía o de psicosis manfaco-depre- Usted centra el interés en la naturaleza de la falta
siva, en alemán "manfa depresiva de rechazo". Se trata correspondiente a laVerwerfung, al esquema de la priva-
de un diagnóstico kraepeliniano. Precisa, a partir de su ci6n, al estafuto de la falta en la privacidn. Apunta us-
concepción de la melancolía, la cuestión del padre real ted que la falta real tiene dos aspectos: el niño privado
en el Hombre de los Lobos. El diagnóstico es de Krae- de la madre y la mujer privada de pene, y quiere utilizar
pelin y Freud lo rechaza, cosa que sabemos por las Me- este esquema para tratar sobre laVerwerfung.
¡norias del paciente. Kraepelin ejerció cierta influencia
en la vida de este hombre, pues era el médico en quien
su padre confiaba. Por otra parte, el Hombre de los C. Vereecken
Lobos, Freud y Kraepelin coincidían en afirmar que este Es para distinguir esta instancia de la Verwerfung en
padre era maníaco-depresivo. Asf pues, la cuestión de el Hombre de los Lobos,'de la que caracteriza a la me-
este diagnóstico se entremezcla con la del padre del lancolía.
Hombre de los Lobos.
Freud utilizé dos tipos de argumentos en su refuta-
ción, argumentos que no poseen el mismo valor. El pri- J.-A. Miller
mero es que durante el análisis no observó ningrín cam-
Su consideración está orientada por lo que se debe
bio notable en el estado de ánimo del paciente, pese a
oponer a este diagnóstico.
que antes de analizarse con Freud había atravesado va-
rios episodios depresivos. Por otra parte, esta clase de
C. Yereecken
trastornos no constituyen para Freud rasgos pettinentes
de una clínica; este argumento se sitúa más bien en el te- Este doble aspecto de la privación es responsable de
rreno del adversario. Es una respuesta a Kraepelin en los lo que sucede en el plano clínico: es el mornento en que
términos de Kraepelin. se puede constituir una fobia, pero también un fetiche.
El segundo es más freudiano, y es una de las pocas El fetiche está en la vertiente "mujer privada de pene".
cosas que nos haya dicho Freud sobre la enfermedad del Lo que produce la perversión es la renegación de esto.
Hombre de los Lobos adulto: que se trata¡ía de una hue- Se puede pasar de un objeto fóbico a un objeto feti-
lla dejada pot la curación de la neurosis obsesiva. Los che, pero no a la inversa. Se puede pasar de la fobia a la
trastornos del Hombre de los Lobos adulto serían las homosexualidad.
huellas dejadas por la curación de la neurosis obsesivq La fobia, el fetiche, la homosexualidad, la melanco-
de la neurosis infantil. Freud emplea la palabra alemana lía, son cosas que corresponden a cristalizaciones.
Defekt, que significa defecto, falta, agujero. Esto es
enigmático, pues no se advierte con claridad qué tipo de
defecto puede dejar una neurosis curada, asf fuese obse-
J.-A. Miller
siva. Cabe preguntarse si no se trata de la huella de lo Usted toma en serio el hecho de que la fobia sería
que nosotros distinguimos como Verwerfung. una placa giratoria; que, paftiendo de la fobia, se abrirí-
Siguen algunas consideraciones sobre la manera en an diferentes direcciones. Cuando estamos en el terreno
que conviene rechazar este diagnóstico. de una fobia pueden constituirse, y eventualmente esta-
bilizarse, formas clínicas diversas.
Cuadro
C. Vereecken
Frustración Privación Castración
Naturaleza
ili;r,il I R s Un neurótico que ha tenido una fobia no pasa nece-
sariamente por un estadio melancólico" En el Hombre de
Se trata de considera¡ la naturaleza de la falta a ni- los Lobos, la instancia de la Verwerfung se sitúa un
vel de lo Imaginario, de lo Real y de lo Simbélico" tiempo antes del momento en que puede desarrolluse
A nivel de la privación, la falta tiene dos aspectos: una estructura melancólica; no se trata de una melanco-
lq el niño es privado de la madre, 2q las mujeres están lía, pero no obstante hay aquí algo que es un accidente
privadas del pene. Lo que está verworÍen en el Hombre en la manera en que este hombre atravesó el Edipo. Esto
de los Lobos es que las mujeres están privadas de pene. es lo que Freud nos cuenta. En el ori¿en de una estructu-

r05
ra melancólica habría otra cosa. Lo que se produce en el Nombre del Padre tiene que ser verificado. El Nombre
tercer tiempo, y a causa del padre real, es una repulsa del Pad¡e interviene en el proceso de pacificaci6n, pero
del don del falo. Una observación sobre la cuestión de la no sobre la operación del padre real; ¡ sin la precesión
función paterna en el Hombre de los Lobos, y de la fun- lógica del Nombre del Padre, no se puede hablar del
ción paterna en la melancolía, para oponerlas un poco. padre imaginario. Hay que postular el Nombre del Pa-
Si lo que eslá verworfen es que las mujeres estiín dre como algo que precede a todo el proceso del Edi-
privadas del falo, de todos modos en el Hombre de los po.El padre imaginário no se concibe sin el padre sim-
Lobos la función del padre imaginario no se ve afectada bólico, y el padre real no se concibe sin el padre
por la Verwerfung. Existe cabalmente cierta operación imaginario; hay una sucesión lógica en Ia que no es po-
del padre imaginario consistente en privar al niño de la sible saltarse un tiempo. Lo que podría ocurrir acciden-
madre. La función del padre imaginario se ejerce, y es la
talmente en el tercer tiempo es, precisamente, la me-
de operar la amenaza de castración; pero en el Hombre
lancolía, por repulsa del don del falo del padre real o
de los Lobos es incompleta, pues uno de los puntos so-
de la identificación con la insignia del padre. Hay que
bre los que recae no ha sido admitido.
poner el énfasis en la función del padre real, que es a la
vez el padre mítico --el que coge a la madre- y el
J.-A. Miller
buen hombre padre; el personaje llevado a encarna¡ la
Este esquema no está hecho para permitir rura inme- función paterna.
diata ubicación de laVerwerfung. Usted le agrega algo. Lo que podría estar verworfen en el melancólico es
algo que se sitúa del lado delafunción del agente
C. Vereecken dre real-; a saber: el don del falo. En el Hombre de -pa-
los
Lo que está verworfen es que las mujeres están pri- Lobos, la funcidn del padre real está mermada. Esto tie-
ne una consecuencia porque la operación del padre ima-
vadas de pene, se trata de ver qué tiene que ver esto con
la fiurción paterna.
ginario se ve parcialmente impedida a causa de la Ver-
wedung. Para el Hombre de los Lobos hay un problema
en cuanto a la constitución del rol del padre real.
J.-A. Miller Como es cuestión de la religión, en el Hombre de
los Lobos, cabría tomrir un paradigma religioso para ex-
Usted se sirve de la privación püa tratar de situar la
plicar que el rol del padre real como donador del falo no
Verwerfung como rechazo de una de las dos yersiones
se concibe sin la eficacia de la amenaza de castracíón.
de lafalta real.
Schreber está totalmente del otro lado, y todas las psico-
sis irreversibles, para tomar el término de Kraepelin, es-
C. Vereecken
tán del lado preedípico.
La figura del padre imaginario está conservada, pero
Una observación a propósito del paradigma religio-
su operación es incompleta a causa delaVerwerfung. EI
so: en la religión no se ama a Dios antes de temerlo, el
Hombre de los Lobos no cree verdaderanente en la amor a Dios siempre se instala sobre ur fondo sagrado.
arnerl,aza de castración, salvo que las cosas tomen un ca-
Lo que Freud llama neu¡osis obsesiva en el Hombre
riz real.
de los Lobos incluye el tiempo en que se constituye rma
melancolía, pero lo desborda. En la melancolía, el padre
J.-A. Miller real tenderá a ser asimilado al buen hombre pa-
pá-; como el padre es apartado de su lugar de -al
donador
Usted hace una distinción entre la Verwerfung del del falo, veremos que las relaciones con el padre se dis-
Hombre de los Lobos y la de Schreber. tinguen poco de las relaciones con los otros hombres"
No existirán relaciones privilegiadas con el padre como
C. Vereecken tal. El padre real aparece muy poco en el caso del Hom-
Eso es lo que indican las coordenadas del caso: que bre de los Lobos y está separado de la serie de los pa-
lo que no está admitido en lo simbólico es que las muje- dres imaginarios. No hay lazo entre el padre real y esta
res están privadas del pene. La forclusión ichreberiana serie de padres imaginarios. Según las Memorias del
tiene que ser pensada un tiempo antes y no ¡m tiempo Hombre de los Lobos, parece que las relaciones con su
después. padre no fueron particularmente conflictivas, fueron más
bien relaciones de buena vecindad. Es un parecido que
J.-A. Miller tiene con los melancólicos.

¿Qué tiempo antes?


J.-A. Miller
C. Vereecken
Referencia al cuadro de Lacan. Una cuestión respec-
to de la fobia. Pa¡a hacer funcionar el conjunto de este
El tiempo de la frusuación o incluso el tiempo antes cuadro hay que considera¡ que el sujeto, en todos los ca-
de la frust¡ación. El rol pacificador del significante del sos, tiene acceso a la significación fálica.

106
C. Yereecken las cosas son más difíciles, hay una voluntad de simetrfa
y completud en el cuadro, y tal vez ahf está su debilidad.
Toma el cuadro no en un orden cronológico sino en
un orden de sucesión. No se puede concebir al padre
imaginario en el padre simbólico sin que lo preceda ló- C. Yereecken
gicamente la función del padre simbólico,y no se puede
Es preciso concebir que hay una forma de privación
tomar la función del padre real sin que lo preceda lógi-
previa. Hay un momento de retorno.
camente la función del padre imaginario. Se t¡ata de un
orden lógico.
G. Clastres
A. Grosrichard
Recordaba yo la afirmación de Lacan de que en
Examinar la cuestión de la naturaleza de la falta. análisis nunca estamos ante otra cosa que ante el padre
imaginario, y que al padre simbólico hay que suponer-
C. Yereticken lo, construirlo y pensarlo. El padre simbólico es un
efecto del pensamiento del psicoanalista. Yo no estoy
La gran originalidad de este cuadro está en que nos
tan seguro como usted de que sea obligatoria la presen-
recuerda que la naturaleza de la falta y la naturalezadel
cia del padre imaginario para suponer la función del
objeto de la falta son diferentes y pertenecen a órdenes
padre simbólico.
opuestos.
A nivel de la frustración, se trata de la falt¿ imagi- En Schreber, el estatuto de Dios durante un tiempo,
naria de un objeto real. ¿no es del registro de la función imaginaria? Sin perjui-
cio de que este padre se tome después real en la perse-
cución que parece sufrir por parte de Dios. En el Hom-
J.-A. Miller bre de los Lobos tenemos la fobia y la neurosis
obsesiva. Podemos preguntarnos: constituida la neurosis
, Hay que considerar la base del esquema. Lacan se-
obsesiva, ¿no es la respuesta la que viene a abrir en el
ñala el uso del término frustración, que él intenta des-
sujeto la pregunta de la fobia, es decir, el padre? La lla-
prender del de castración; y para reencontrar las catego-
mada al padre. Y, en el segundo tiempo, el niño respon-
rías de lo Real, de lo Imaginario y de lo Simbólico, puso
de a ella con la estructura de la neurosis obsesiva. Pare-
la privación, lo que es la base del esguema:
ce que Lacan se inclinaría por esta hipótesis. Es decir, la
. Frustración -+ Imaginario neurosis obsesiva como respuesta neu¡ótica a la pregun-
. Privación + Real ta planteada por la fobia. Hay un tercer punto. En su
. Castración -+ Simbólica conferencia de Estados Unidos, Lacan dice: nada más
importante que lo real del padre. En el Hombre de los
Falta Lobos, lo real del padre es la psicosis manfaco -depresi-
Objeto va. Respuesta simbólica en relación con la morbidez del
Agente de la castración padre.

C. Yereecken
C. Vereecken
Hay una pequeña dificultad de vocabulario, pues
Freud suele llamar castración a lo que en este esquema Lacan presenta la fobia como una carencia del pa-
nosotros llamaríamos privación; es decir que si llama- dre, como ru¡a distancia demasiado grande entre el per-
mos castración a lo que Lacan llama privación, hay que sonaje y su función. La estructura mínima de la neurosis
llama¡ asunción de la castración a lo que Lacan llama se obtiene con la fobia. Una adaraja para la neurosis.
castración. La diferencia entre la privación y la castra- ¿Cuál es la función del padre imaginario en la psi-
ción es algo que existe indudablemente en Freud, pero cosis? No creo gue en la psicosis exista padre imagina-
que no siempre está indicado con cla¡idad suficiente. rio en tanto agente de la amenaza de castración. Que hay
tentativas imaginarias en la forclusión del Nombre del
J.-A. Milter Padre, ésto es indudable. Se trata de distinguir cuidado-
§amente la diferencia.
Este esquema presentado por Lacan, ¿en qué medida
se lo puede tener por definitivamente es[ablecido? El es- Los episodios delirantes del Hombre de los Lobos
quema destaca que la privación tiene algo de primario. pueden concebirse como una regresión al tiempo de la
No puede haber falta real en lo real sino a partir de lo frustración. Aquf hay algo que corresponde al orden
simbólico. El esquema destaca la función del significan- imaginario, con una falta que al menos es supuesta co-
t0, que abre agujeros en lo real. Este es un punto impor- mo real.
knte, pues lo que aparece como objeto en juego en la ¿Qué papel cumple la enfermedad del padre? He
castración es el falo imaginario, negativizado. ¿Tienen visto sujetos neuróticos que tenían un progenitor me-
todos los otros términos la misma importancia? Funcio- lancólico. No es una cuestión superflua, evidentemen-
na bastante con la frustración, que es imaginaria porque te. El caso más simple es que el propio niño sea me-
el objeto real está o no está. En el plano de los agentes híncolico" No sé si en el caso del padre del Hombre de

r07
los Lobos hay que dar a este aspecto una gran impor- Lo que el sujeto encuentra en este vector es la ame-
tancia, pues para Freud es algo que interviene bastante naza de castración, supuestamente hecha explícita por la
tardfamente. Chacha. Ella lo amenazó explícitamente: "A los niños
que hacían eso les quedaba en aquel sitio una 'hefida"'.
Freud refiere el paso de la posición pasiva a la acütud
J.-A. Milter
agresiva a este vector del desa¡rollo libidinal, en tal for-
Propone volver al texto del Hombre de los Lobos y ma que la amenaza de cast¡ación remite al sujeto al esta-
avanzar en la formalización del caso, Propone retomar la dio sádico-anal. La seducción que coloca al sujeto en
discusión partiendo de la cronología fundamental, con una posición pasiva se ve compensada por una actitud
las t¡es discontinuidades establecidas por Freud: agresiva. Tenemos ya el esbozo de una escisión: la pasi-
1. La seducción; vidad profunda que se presenta como agresividad en el
2. El
sueño; aunque este sueño se refiere a r¡na es- período de las maldades. El motor es el sentimiento
cena anterior, actúa en el presente, como Freud viril de sí, y se lo puede situar bajo el signo del falo
hace notar; y imaginario. Tenemos un doble comentario de este pro-
3. La religión, objeto de educación por parte de la ceso que responde a una escisión entre dos planos:
madre e influencia desencadenante que durará 1) la posición pasiva que es la homosexualidad re-
hasta que, a los diez años, el preceptor alemán primida, en relación con la actitud de este sujeto en la
influya lo suficiente como para que esta referen- vida;
cia desaparezca. 2) en el plano del desa¡rollo, relación con la ame-
Hay tres discontinuidades que Freud, al comienzo naza de castración productora de una regresión. Se po-
del capítulo 6, sitúa como tales en el mismo plano. dría oponer este esquema de inversión y aquí un es-
La seducción es Eatada en el capítulo 3, el sueño en quema de regresión.
el capftulo 4 y la neurosis obsesiva y la religión en el ca- Hemos aislado una constante: la pasividad; hemos
pftulo 6. En el capítulo 5 encontramos consideraciones aislado una variable: el agente deseado de la seducción.
intermedias. En el primer período del caso, el análisis El agente es en primer término la hermana; el sujeto
del sueño lleva a la escena originaria, y en el capftulo 8 opera un desplazamiento hacia la Chacha (Freud lo dice
surgirá la importante escena con Gruscha. Todo esto tie- con todas las letras). Tercer personaje: el padre; éste
ne sus fechas: la seducción es a los tres a¡ios y medio, el ocupa el lugar de lá tercera variable: es el último objeti-
sueño a los cuatro y la religión a los cuatro y medio. Lo vo sexual del Hombre de los Lobos; se inscribe la no-
central del caso se da en el año tenible del Hombre de ción de seducción del padre y de un deseo referido a és-
los Lobos. La escena originaria es al año y medio y te. Entrelazamiento de la inversión y la regresión. No
Gruscha a los dos años y medio. Esta es la cronología. hay correlación entre el padre y la castración. La castra-
El capítulo sobre Ia seducción ofrece una suerte de mi- ción es promovida por la smenaza de la mujer, y Freud
niatu¡a del enfoque freudiano del caso. Freud otorga a la sólo menciona al padre en la serie de la pasividad y por
seducción t¡aumática una función causal en el desarrollo lo tanto del deseo de orden sexual respecto de tres obje-
libidinal; es decir, considera que, a partir de la seduc- tos. No hay correlación entre la casuación y el padre,
ción, el Hombre de los Lobos queda en una posicidn cosa incluso muy singular pues, en ¡elación con la Cha-
fundamentalmente pasiva, y al final del texto, donde cha, sfhay correlación: el padre sólo aparece situado co-
tendremos la escena con Gruscha, en la que por el con- mo objeto sexual. "Tenemos la impresión de que la se-
tra¡io se presentará como activo, tendremos in extemis ducción por la hermana lo impulsó al rol pasivo y le dio
un welco de la perspectiva. Tentativa de seducción don- un fin sexual pasivo. " ...persistente influencia de esta
de el sujeto exhibiendo el órgano, se mostrará en una experiencia en la que ahora describía el camino que iba
posición viril. de la hermana al padre pasando por la Chacha, de la ac-
La seduccién instala al sujeto en una posición pasi- tividad pasiva frente a la mujer a la actitud pasiva frente
va que produce, en otro nivel, un efecto inverso. Apari- al hombre". Es aquí donde se evoca la relación entre el
ción de una conducta esencialmente inversa, pasividad objeto de identificación y el objeto sexual en los térmi-
profunda y actitud inversa a la primera. Lo que aparece nos exactos que Lacan retomará posterionnente. Hace
como rnotor de esta inversidn es el sentimiento viril de falta el sueño en el tiempo siguiente para que el padre y
sí del paciente. la castración se combinen; ésto es inclubo lo que marca
Para Freud, el tiempo de la seducción estará rela- para Freud la operación propia del sueño: esta vez, com-
cionado con una arnenaza de castración procedente de binar el padre y Ia castración.
la Chacha, sobre quien el sujeto ha desplazado su pasi- Vamos a retomar la comparación entre estos dos
vidad respecto de la hermana. En esta pura y simple tiempos, el tiempo de la seducción de castra-
-amenaza
cronologfa del caso podemos establecer una segunda ción- y el tiempo del sueño, ya que Freud los sitúa en
cronología: forma enteramente simétrica.
Vamos a ver de qué modo se modifican estos dos es-
quemas en función de esta presencia del sueño.
Primeramente, es en el sueño donde se combinan el
-+K padre y la castración. En el episodio de la seducción, el

108
padre, en este aspecto, no ocupa en absoluto la misma terpretación en términos de masoquismo de la relacién
posición que la Chacha. con el padre.
En segundo lugar, Freud observa a partir del sueño La cast¡ación 2 es,'por cuenta y riesgo del sujeto,
una modificación del propio estatuto de la castración" una interpretación génital de la pasividad respecto del
Podemos trazar este esquema: tenemos la casUación 1. - padre. El ser castigado o castrado por el padre se trans-
la castración por las mujeres- y tenemos, con claridad
forma en ser castrado como una mujer. Quiere decir que
en Freud, una castración 2, que está ligada al padre:
la actitud femenina para con el hombre pasa a ser una
constante desde el momento en que el padre es alcanza-
do; esta actitud femenina encuentra la significacidn de
la homosexualidad. No bien estamos en Ia castración 2,
Esta modificación del estatuto de la castración apa- tenemos una interpretación genital de ésta.
rece, si se acuerdan de la última vez, en el momento de Por una pafe, Freud pone en primer plano esta pre-
la seducción. Freud nos presenta una castración muy gunta: ¿se traduce esta nueva interpretación de la pasivi-
singular: hay efectivamente arnenaza de cast¡ación, hay dad en términos de regresión? Lo que primero aparece
efectivamente interés del sujeto en el hecho de que las es que se traduce no en términos de regresión sino en
niñas no son como los niños, hay interés por las baritas términos de represión.
de ca¡amelo, las seqpientes, etc. Pero, dice Freud, hay Freud t¡ata el sueño, alavez, como la reviviscencia
pensamiento, Gedanke, no hay creenci4 Glaube. de esta escen4 como la acreditación ante el sujeto de la
Es cla¡amente una escisión. En la castración t hay interpretación genital, y al mismo tiempo como algo que
escisión enlre Gedanke y Glaube. Freud la registra como consuma una represión. El efecto de esta interpretación
complejo de castración pero indicando una escisión en- genital es el hecho de que la pasividad hacia'él padre
tre Gedanke y Glaube. Por el contrario, la cast¡ación 2 queda transformada en su contrario, invertida en agresi-
cambia el estatuto de la castración, pues ahora el sujeto vidad: esta vez, queda reprimida. Freud habla de la re-
adquiere la convicción de la realidad de la castración y, presión de la homosexualidad hiperintensa realizada du-
retrospectivamente antes sdlo había pensa- rante el sueño de angustia. Considera que en el sueño
-dice-,
miento de la posibilidad de Ia castración. Hay una esci- mismo se curnple Ia represión de aquella pasividad, que
sión entre posibilidad y realidad de la castración. La ha tomado el sentido de una homosexualidad.
castración I es posible, la castraci6n 2 es real. Yo doy ¿Qué es to que aparece como fuerza motora de esta
valor a estos señalamientos porque pensamos que una de represión? Antes tenfamos el sentimiento viril de sf,
las vías de salida para la conceptualización del caso es ahora tenemos la libido genital na¡cisista. Aquf reencon-
Ia distinción de registro o de orden. Pensamos que hay tramos una serie que yo ya había colocado bajo el regis-
que distinguir el estatuto imaginario del estatuto simbó- tro del falo imaginario, la observación de que, a conse-
lico. En Freud tenemos un trabajo sobre escisiones o so- cuencia del narcisismo amenazado, el sujeto creó la
bre estratos. La castración misma, si continúa llamándo- virilidad. Lo cual nos indica que la represión no debe ser
se castración a lo largo de todo el texto, es por lo menos puesta en el mismo plano que la regresión, sino que es la
castración 1 y castraciói2, y no estamos forzando nada. nueva versión de la inversión. Ahora, en lugar de esta
Más adelante se vuelve a tocar el asunto: ¿qué efecto inversión tenemos una represión, y lo que era simple pa-
produce este sueño,gué aporta a la problemática de ta sividad toma el sentido de la homosexualidad.
castración? Vemos que todos los términos se transforman suce-
Freud sintetiza: "Durante el proceso del sueño, el sivamente: la misma inspiración estructuralista en la lec-
sujeto comprendió que la müjer estaba castrada, que en tura que la del gran esquema simétrico de Lacan. ¿Cuá-
el lugar del miembro viril tenía una herida." Por lo tan- les son las funciones que vemos transforma¡se?
to, el estatuto de la castración se ha modificado. En ter-
cer lugar, y correlativamente, el desplazamiento de la Pasividad agresividad
seducción aI sueño se traduce en una transformación de
la relación con el padre o de la interpretación misma de Homosexualidad Virilidad
la relación con el padre. Es decir, una t¡ansformación de
la interpretación de Io que quiere decir la pasividad con Padre
respecto al padre. Y Io que Freud nos indica, ya en el
capítulo de Ia seducción, la relación de pasividad con
respecto al padre como tercer objeto, esta pasividad de- Y podemos decir que esta pasividad se transforma
be ser interpretada según el régimen del estadio anal. en homosexualidad; lo que Freud llamaba sentimiento
Hay primero una interpretación sádico-anal de la rela- viril de sí, ahora lo llama libido genital narcisista; lo que
ción con el padre. Vemos de qué modo los estadios freu- era conducta agresiva del sujeto, es virilidad que se ha
dianos funcionan como cadenas de interpretación. Es creado; y lo que era inversión es, estrictamente hablan-
decir: tenemos una pasividad respecto del padre, y ésto do, una represión.
va a subsistir; y la primera interpretación de esta pasivi- Freud siempre considera esta fuerza motora en el
dad es una interpretación sádico-anal. Es decir, ser pega- mismo sentido, ya que luego hablará de virilidad narci-
do, ser castrado, ser castigado por el padre, o sea una in- sista. Tenemos un operador constante que efectúa en el

109
primer tiempo una inversión y esta inversión pasa a ser tinguir y hallar una solución ya preparada al conflicto
libido geniul narcisista.¿Qué sucede, correlativamente, precedente. No parece que el uso que hace el Hombre de
en el plano del desarrollo libidinal? Esto continria por los Lobos tenga un efecto pacificador sobre su historia,
partida doble. al cortra¡io. En la duda de si Cristo tenía un trasero se
transparenta la actitud homosexual reprimida. Los pro-
ñ
,/ \ *, blemas del lugar anterior siguen estaqlo presentes en la

*.1 *"1
--.*r fase ulterior. Este intento de sublimación fracasa porque
está continuamente hablado en los términos de la fase
anterior. Ello hasta el punto de que ese Dios que lo re-
Estamos en un esquema del desarrollo libidinal; la
chazaba era Cristo, el padre era Dios, pero el Dios que
castración 2, segr[n Freud, produce una regresión a una
la religión le imponía no era un sustituto correcto de su
etapa todavía más primitiva del desarrollo, una regresión
padre, al que el sujeto había amado y gue no quería de-
al estadio oral. Es simétrico; todo el mundo conoce bien
jarse quiur. Al igual que en las fases precedentes, su ob-
lo oral y lo anal; pero lo que no se conoce tan bien son
jeto sexual sigue siendo el padre; en cambio, el objeto
las dos castraciones en Freud. Hay un esquema de "a
posteriori" de la castración que recogemos a flor de tex- de la sublimación religiosa es muy diferente, porque im-
to y que es necesa¡io para la simetrfa, para la coherencia plicaría procurarse los medios, eventualmente por las vf-
de este esquema. Este es reproducido y calcado en el es- as del amor, pero medios pÍua una ubicación propiamen-
quema del desarrollo libidinal: lo que era agresividad y te simbólica. Ahora bien, aquí lo que se señala es que el
aparece en el comportamiento del sujeto entre la seduc- padre sigue siendo para él un objeto sexual, el amor por
ción y el sueño, es lo que encontramos como actitud este padre le dio su perspicacia crític4 el sujeto resistió
propia del estadio anal. La agresividad es lo que corres- a Dios para poder continuar ligado a su padre. Aquf se
ponde al estadio anal, y ésto es observable en la conduc- traduce el fracaso de la sublimación del tercer tiempo.
ta del sujeto. Si Freud se pone a hablar del estadio oral. "Defendió al antiguo padre confta el nuevo... "Aprecia-
es porque ent¡e el sueño y la religión se observa la fobia ción considerada recurrente en este caso: la del rechazo
a los animales, la angustia de ser devorado, y ésto lo lle- de lo nuevo por apego a lo viejo.
va a concluir que hay una regresión al estadio oral. Con la religión tenemos al mismo tiempo, bajo las
He situado en la cronologfa tres niveles que se esca- especies de la sublimación,una llamada al padre de la
lonan; los que se observan son modificaciones del ele- pacificación simbólica. Freud insiste continuamente en
mento de la existencia y lo que se observa como modifi-. las marcas que muestrari al sujeto apegado a Ia proble-
cación del comportamiento en r¡na fecha dada. El sujeto mática anterior, y ello hasta el punto de que, con toda
comienza a tener miedo a los animales y Freud traduce lógica, el capítulo 7 se llama "erotismo anal y castra-
ésto como regresión al estadio oral: al mismo tiempo, ción". Se llama asf porqué aquel vector que yo llevaba
cabe suponer que hay cierta conexión entre esta verdad de K3 a lo genital no aparece fundamentado, pero lo que
de pasaje y esta verdad creada. aprirece fundamentado es que no se abandonó la referen-
Tal vez podamos ubicar la neu¡osis obsesiva. cia privilegiada a la analidad. Cuando Freud habla de la
Lo que allí tendrfamos que distinguir es una castración, ¿de dónde viene el efecto de agujero? Pues
castración 3, pues veríamos que la castración 2 vuelve a bien, lo que sucede es que el punto sigue estando indis-
llevar al sujeto a la fase oral. Sólo con una fobia logra criminado entre K2 y K3.
resolver éste la castración 2. Tenemos, para decirlo en términos de teorfa de
conjuntos, dos aplicaciones K2 y K3 sobre el misnto
punto. El sujeto defiende al antiguo padre contra el
nuevo y ésto explica que lejos de poder desarrollar en
forma convincente el acceso del sujeto al estadio geni-
oral anal genital tal, se vuelve al erotismo anal. No se ha salido de la
fobia masoquismo problemática anal.
Esto es lo que vamos a examina¡ en el capítulo 7.
Freud señalarála importancia de los t¡astornos in-
A este tercer corte debería corresponderle una cas- testinales del sujeto y nos presentará sobre todo una ga'
tración 3, que tendría que alcanzar al estadio genital. ma realmente extraordinaria de las difeientes significa-
Las lfneas retroactivas son regresiones. Se podrfa ciones det objeto anal. Se comprende por qué podía
esperar una correlación entre este franqueamiento y el tomar Lacan al objeto como significante: ahí tenemos la
desdibujamiento de la personalidad del sujeto. En la pá- escisión del significante y el significado, las heces como
gina220 de la edición francesa, Freud escribe: "El cono- significante, y vemos cómo este mismo significante pue'
cimiento de la historia sagrada le dio la posibilidad de de recibir, en diferentes momentos del desanollo libidi'
nal, diferentes sentidos.
sublimar la actitud masoquista predominante respecto
Esto no zania en absoluto el problema del diagnósti-
del padre." Fijémonos en el término sublimación. Subli-
co, pues la dificultad entre K2 y K3 es la conexión con
mar es aprender algo transindividual, transfamiliar, algo
el estadio anal; por eso a lo sumo se puede hablar de una
que es transecular y con respecto a lo.cual se puede dis-
neurosis obsesiva. Este es el capítulo donde diferencia'

110
y Verdrllngutzg, y es el capítulo de
rnos entre V.er,yerÍung to de la enfermedad.
la alucinación del dedo cortado: en él se rerÍnen los as- P. La §agna
pectos fundamentales del caso.
¿No habrfa que considerar esencial el que la madre
apelara a la religión? En lugar de pacificarlo con el pa-
J. Adam dre real, en el sentido de su compañero, apela al padre
celestial... ¿No cumplirá esto un papel esencial en el
, ¿No son Kt y K¡ los que convergen en lo anal?
destino del Hombre de los Lobos? Se hace jugar un pa-
K1 dre real en el sentido de Dios como padre real; pero no
K2 \
-_> anal es en absoluto el padre edípico, es un padre del mito, un
K3 padre de Ia historia.
-'
J.-4. Miller
J..A Miller Aquí las relaciones de causalidad son diffciles de
Los tres convergen en lo anal. Si hacemos funciona¡ establecer.
el esquema de "a posteriori", eso va de K2, gue es un re-
torno sobre K1, porque lo que en ese momento la Cha- P. La Sagna
cha presentó de manera enigmática y que el sujeto no En la transferencia con Freud, el Hombre de los
comprendió, sólo lo comprenderá a partir del sueño, y Lobos adoptará una posición donde se reproducirá la
debido a gue este sueño es el retorno a r¡na cosa antigua. cuestión del padre mítico, tal como ésta obró en la re-
Aún no hemos puesto en juego lo que precede a esta se- ligión.
ducción y el papel que va a desempeñar para Freud lógi-
camente la escena con Gruscha, donde se redondea el
J.-A. Miller
caso.
El relato religioso se presta a múltiples interpreta-
A. Aflalo ciones; es una oferta simbólica pero donde tend¡fan ca-
bida muchas cosas, incluso la perversión.
Todos los puntos convergen en lo anal, pero el me-
canismo más importante es la regresión al estadio anal.
Freud lo establece a partir del padre y de la regresión aI A. Quinet
estadio anal, y todas las resubjetivaciones producidas en
En lo que respecta a lo oral, Freud señala un período
el "a posteriori", Gruscha, la seducción, el sueño, co- de inapetencia, es decir que lo oral no se reduce sola-
bran su sentido a partir de este punto preciso.
mente a la cuestión de la fobia sino también a trastornos
de la necesidad. La angustia de ser devorado por el pa-
J.-A. Miller dre aparece articulada en términos de regresión.

Procura seguir el texto. Cuando se llega al capftu- J.-A. Miller


lo sobre el erotismo anal y la castración, uno advierte Vemos que los estadios emergen a partir de la regre-
que la castración es secreta y continuamente acompa- sión. Freud dice que ahí el sujeto regresa, lo que no im-
ñada por su interpretación anal. Señala que entre los pide que el desarrollo prosiga hasta un punto que remite
tres años y medio y los cuatro y medio, a uno y otro a lo oral.-se puede aprehender lo oral y lo anal desde una
lado del sueño de angustia, hacerse en los calzones co- perspectiva que no es la de la regresión. Pero esto se or-
bra otro sentido para el sujeto. En la época de la se- dena retroactivamente en función de la castración.
ducción tiene un valor agresivo de desafío; a los cua-
tro años y medio Io deja avergonzado. por eso Lacan A. Quinet
puede decir: estas historias de estadio son páginas de
Lo que Freud recuerda, la angustia de ser devorado
gloria o páginas de vergüenza; y está aludiendo a este
por el padre q.ue debemos traducir por angustia de ser
pasaje de Freud. Vemos que, a uno y otro lado del sue-
penetrado por el padre.
ño, la angustia de castración se precipita; en opinión
de Freud, se realiza una represión. Vemos que lo anal J.-A. Miller
cambia de valor; aun cuando Freud haga un sitio a lo
oral, vemos en este caso que lo anal cambia de valor, EI texto mismo está inscripto en términos de traduc-
como fndice de lo que se ha producido. Es en la rela- ción, entre seducción y sueño. Vemos que la pasividad
ción del sujeto con el objeto anal donde él localiza Ia se traduce primero en ser pegado por el padre, y que
posición del sujeto. Este es el valor del síntoma y de después se traduce en ser penetrado por é1. Lo que Freud
su queja: "Hasta que no descargo el intestino, el mun- llama "lo genital" funciona¡ía como dador de significa-
do se me hace envuelto por un velo... " En esta cons- ción. A partir del momento en que Lacan hace del signi-
tancia de la referencia anal se puede reinscribir el tex- ficante Ia causa del significado, a partir del pasaje en

lll
que Lacan hace del falo un significado entre otros, que
terminará llamando (p , Lacan va a ordenar el padre y la que llamará 0, término a término, es una oposición, pe-
castración: El Nombre del Padre y el falo como signifi- ro @ resume la relación enre el Nombre del Padre y el
cado. Hay una oposición entre esto y el momento en que falo imaginario. Las formulaciones cambian, pero @ re-
hace del falo un significante simbólico. En úlrima ins- sume y condensa la met¡ifora paterna, que será transfor-
tancia, aquf lo postula como significante imaginario. Lo mada en función.

Versión de Frangoise Koenter

tt2
L8 de febrero de 1988 "Se capta así, en sentido propio, la dialéctica del de-
seo del sujeto en tanto se constituye con el deseo del
I- Et llombre de los Lobos en el Seminario XI Otro. Recuerden la aventura del padre, de la hermana, de
Exposicién de Frangoise Schreiber - la madre, de Gruscha la sirvienüa. Son todos tiempos que
vienen a enriquecer el'deseo inconsciente del sujeto con
F. Sch¡eiber distinguió va¡ios pasajes del Seminario algo que, como significación constituida en la relación
XI en los que Lacan se refiere al Hombre de los Lobos. con el deseo del Otro, debe ponerse en el numerador."
Estas referencias arrojarán una nueva luz y destacarán la
Página 228. "Y ocuffe que el ser conquistados por
importancia de la pulsión escópica en este caso.
algo que no se conoce tiene a veces consecuencias temi-
Recuerda F. Schreiber que, desde los dos años ante-
bles, y entre ellas la primera es la confusión."
riores, el hilo conductor de Lacan concierne al fantasma
F. Schreiber se pregunta si este episodio llamado
y al objeto (a) a lo real más allá del fantasma. En los psicótico no representa¡la una confusión de este orden
semina¡ios sobre L¿ identificación y La angustia, Lacan
ligada a Ia transferencia. El objeto en tanto real, la mira-
aborda el lugar de (a) cubierto por el fantasma.
da, no habría sido suficientemente trabajado. Ahora
bien, el objeto mirada es, precisamente, lo que el sujeto
Scminario XI: Los cuatro @nceptos fundamentales
es. Habría aquí una relación escópica primordialmente
del psiaanólisis
sustraída, en el sentido en que Lacan habla, a propósito
Página 54. Lacan evoca aquel "accidente ta¡dío" de del caso relatado por Kris, de una "relación oral primor-
la psicosis y su enlace con la preocupación de Freud dialmente sustraída" que produjo un efecto de acting out
acerca de la función del fantasma y del encuentro prime- . (cf. el Hombre de los Sesos Frescos). Hay aquf una insu-
ro de lo real que podemos afirmar det¡ás del fantasma. rrección del objeto (a) que surje en la escena y donde
"A través de todo este análisis, vemos que ese real arras- podrfa tratarse de hacerse y¿r. Esto se corrobora en el
tra al sujeto consigo, y casi lo fuerza, dirigiendo de tal episodio de la nariz y los dermatólogos, en el hecho de
modo Ia búsqueda que, después de todo, podemos ahora mirarse en el espejo, en sus recriminaciones contra los
preguntarnos si esa fiebre, esa presencia, ese deseo de dentistas y los sastres, en el hecho de mostra¡se a toda
Freud no condicionó, en su enfermo, el accidente tardío esa serie de analistas. En el Semina¡io sobre La angus-
de su psicosis." tia, Lacan habla de'¡:aranoia de transferencia, de una
transferencia eternizada en un psicoanátisis infinito.
Pdgina 41.Hay un real que el fanrasma protege. La conlusió¿ se caracteriza aquf como un retorno
¿De qué real se trata? "Tomemos el ejemplo de El Hom- pulsional no producido.
bre de los Lobos. La importancia excepcional de esta En el caso del paciente de Kris, este retorno pulsio-
observación en la obra de Freud, estriba en que muestra nal se efectúa en lo simbólico, pues de lo que se trata es
que el plano del fantasma funciona en relación con lo re- de leer menús.
al. Lo real es soporte del fantasma, el fantasma protege En el caso del Hombre de los Lobos, el retorno tiene
a lo real." lugar en lo imaginario: i(a) prosigue revistiendo a (a).
F. Sch¡eiber destaca en este sentido una primera in- Pero no reaparece en lo real, como sucede con Miche-
dicación que aparece en el Semina¡io sobre La identifi- langelo, quien acude indefinidamente a los cirujanos pa-
cación, clase n0 25, página 12, en 'referencia al sueño ra rehacerse la nariz (cf. el caso de Marie Lise Mayer,
donde "él se hace cinco lobos mirando". Esta noche se Le¡tre Mensuel nq 66) E.C.F.
produce un retorno de lo que el sujeto es en su fantasma En cuanto al Hombre de los Lobos, dicho retorno no
fundamental. se cumple en lo real; la mirada se presenta con el (-Sde
la castración. El retorno pulsional está en corelación
Páginas 226-227. Refiriéndose a la interpretación, con la castración.
Lacan habla nuevamente del Hombre de los Lobos. La
Página 67.Lacan se pregunta por qué razón es siem,
interpretación no está abierta a todos los sentidos, es una
pre tan t¡aumática la escena primaria. Lo es
interpretaóión significativa, pero'no obstante, esta sig- -responde-
a causa de su carácter facticio, y da el ejemplo, en la ex-
nificación no es lo esencial para el advenimiento del su-
j9to" es esencial que el sujeto ve4 más allá de esta sig- periencia del Hombre de los Lobos, de lo exraña al suje-
to que es la desaparición y reaparición del pene.
nificación, a qué significante -sin-sentido, ineductiblé,
traumático- está sujeto como sujeto." Pdgina T3.Enlazado con la escena primaria: el te-
En el caso del Hombre de los Lobos, "la aparición nor fóbico por los aleteos de Ia mariposa. " ...pulsación
brusca de los lobos en la ventana del sueño desempeña de la causación, del rayado primitivo que marca su ser
la función de J, en tanto representante de ta pérdida del alcanzado por primera vez por la red del deseo."
sujeto"" Aquí se trata de ver la aparición y desaparición del
"...La mirada fascinada de éstos [los lobos] es el pene: ¿signo de que (a) y ($están en correlación ?
propio sujeto." Desde este punto, desde este "significan- F. Schreiber propone forma¡ una serie con los ele-
te original" ligado a la mirada, se puede considerar la mentos siguientes, todos los cuales tienden a poner en
serie de reestn¡cturaciones como otras tantas conquistas evidencia la primacía de la pulsión escópica y su corre-
subjetivas. lación con el padre y la castración. Estos elementos ten-

113
derían a probar que el episodio psicótico del Hombre de 2.Eslá, en efecto, el hecho de que va a hacerse ver.
los Lobos no serfa estructural, sino inducido por la Existe en el sujeto la pulsión de hacerse ver. Y es
transferencia. brilla¡te construir esta pulsión profunda del sujeto, en la
confuso episodio con los sastres, donde se trata que convergen diversos episodios relatados por Mack
-El"hacerse
de un ver" pulsional ma¡cado por su correla- Brunswick. Nos inclinamos a otorgar a esta pulsión un
ción con el padre. lugar capital; se trata de un referente capital.
que miran asociados al cuento del
-Los lobos
abuelo (cf. pág. 194 de L'Homme aux loups par ses J.-A. Miller tienf más dificultad para seguir la se-
psychanalystes et par lui-méme).El cuento trata de un grurda parte de la exposición: se pregunta por qué hay
viejo lobo (la madre castrada) sobre el que se trepan retorno en lo imaginario más bien que en lo real, por qué
otros lobos (el padre). no se realiza esta castración en lo real de su cuelpo.

-El objeto fóbico es el sustituto del padre. La cas-


t¡ación es reconocida en la madre (pág.2a2). F. Schreiber
(pág. 199). En
-El profesor de latfn se llama Wolf
una de las versiones, el Hombre de los Lobos comete un
Recuerda que el episodio del sastre es asociado a la
escena primaria por mediación del cuento nanado por el
lapsus y traduce/iliru al francés y no al ruso. Esta con- abuelo. El sueño calca esta historia al revés. El sujeto
fusión indicaría que el lobo siguió siendo un sustituto ha¡á su acting out con su sastre. Esto guarda conexión
paterno al que se teme, que habría filiación con el padre con la castración, ya que en el cuento hay un sastre que
simMlico. le corta la cola al lobo.
F. Schreiber llega asf a la conclusión,'que preferirfa En lo que respecta a Wolf, el profesor de latfn,
no fuese demasiado radical, de que el tope encontrado Freud insiste en el miedo a todos los sustitutos paternos.
por el análisis es efectivamente la angustia de castra- Freud cree en el reconocimiento de la castración de
ción. Hay sin duda una causa fálica, pero la causa real la madre:
no surgió, el fantasma quedó sin atravesa¡. Pero sigue una parte, el tema de la herida de la que su
abierta una pregunta: ¿es esto suficiente para producir -por
madre se quejaba,
efectos psicóticos en el Hombre de los Lobos? Ia otra, el sujeto contrajo la fobia en el rno-
-por
mento de reconocer la castración.
II y reacciones onsecativas
-Observaciones
a la exposición
¿Cómo articular fobia y psicosis? ¿Puede haber
J.-A. Mitler fobia en los casos en que el padre es completamente
carente?
Su relectu¡a del texto de Freud se sitúa en un plano
más tópico. Dicho esto, destaca dos puntos:
C. Soler
l.La elaboración de Lacan no sólo puede ser re-
Reconociendo que nos hallamos ante una rnontaña
tomada en su examen del Hombre de los Lobos. No
de datos, quiere hacer dos observaciones:
sólo en el Hombre de los Lobos aparece destacado el
objeto escópico. Pero el capítulo del sueño se relacio-
l. La única sublimación del Hombre de los Lobos
con algtrna consistencia es la pintura
na con é1, y Lacan lo rata en estos pasajes del Semi-
2. Hay una cuestión mucho más general: la del ne-
nario de Los cualro conceptos. Hay aquí algo central:
xo entre aquella noción de una pulsión sustrafda y el
en el exergo a este semina¡io Lacan alude a la función
problema que introducen los fenómenos seudopsicóti-
de la mirada en el Hombre de los Lobos, punto que
cos en la neurosis. Es la cuestión de ur núcleo no ela-
había escapado a Freud. La posición de espectador del
borado de goce en un sujeto no psicótico, y del modo
sujeto confirma la pasividad profunda que primero se
de presencia de este goce que induce fenómenos muy
da ante la seducción por la hermana y que va a retra-
cercanos a los de la psicosis. Lo que denominamos
ducirse en homosexualidad. Hay por Io menos dos
"brotes delirantes" en Ia neurosis sigue constituyendo
menciones de Freud a que esta pasividad está ya pre-
un problema
sente en la posición del Hombre de los Lobos en la
escena primaria, donde el sujeto ocupa la posición de
A. Aftalo
espectador.
Propone arrancar de la hipótesis dé que se trataría
Escena primaria Gruscha Seducción de una neu¡osis. Pero en tal caso, ¿cuál sería esa neuro-
posición pasiva acüva pasiva sis? Ciertos puntos se mostrariín incompatibles con la
neurosis.
En el texto de 1918, el padre está en correlación
Activo en la época de Gruschi(él orina delantc de con la castración y el Hombre de los Lobos ha recono-
ella), después, en el episodio de la seducción, tiene una cido la castración de la madre. Pero en 1926 (Inhibi-
posición pasiva. Pero Freud dice que 1al vez esta pasivi- ción, §tntomL y angustia), ya no apafece nada de este
dad ya era originaria en la escena primitiva. El sujeto es orden. El padre no está en correlación con la castra-
el que mira. ción. En 1938, en el texto Escisión del yo en los pro-

114
cesos de defensa, Freud plantea el problema del reco- lo real de los hechos. Nos faltan algunos eslabones:
nocimiento o no de Ia castración, y de la relación del ¿por qué vía se llega a este concepro de real? A Freud
sujeto con la realidad. Con relación a la realidad, se se le escapa la función de la mirada en el sueño. Pa¡a
debe decir que es psicótico. Con relación a la castra- tener acceso a ella es necesa¡io una elaboración de lo
ción, es perverso (fetichista). ¿Cuál es el fetiche? Una simb6lico previa que a Freud se le escapa. De ahf estas
parte del cuerpo mismo de la mujer. La mujer en cuatro
dificultades en lo referente a la castración: el sujeto la
aborrece y la acepta, la acepta y la aborrece, pero la re-
patas.
A. Aflalo menciona el trabajo de Sol Aparicio sobre chaza.,.
En el texto de 1918 hallamos una estratificación de
laVerleugnung,
Lo que preocupaba a Freud era cómo podría ser la los niveles de la cast¡ación, pero es distinta de las cate-
gorfas de lo real, lo imaginario y lo simbólico, de las
cast¡ación alavez reconocida y no reconocida, pues no
que Freud cÍuece.
se trata de una denegación.
Hay adherencias ent¡e la Verleugnung y la Verwer- Este es el camino que tenemos que seguir en la an-
dadura misma del psicoanálisis.
fung.
De 1913 a 1938, el problema para Freud es siempre Nosot¡os ya no nos dedicamos, como Freud, a la re-
mismo: cómo resolver la paradoja lógica de que la construcción de los hechos. Lo real anterior al fantasma
el
procede indudablemente de esta apasionada reconstruc-
castración puede ser reconocida y no reconocida a [a
vez, sin ser una denegación.
ción de los hechos.
En el texto de 1918 se detiene ante este problema y
especifica entonces la Verwerfung. Lacan va a retomar IILExamen del anólisis ile Freud por l.-A. Miller .
este pasaje hasta hallarle una implicación lógica. Capítulo 7: Erotismo anal y amplejo dc castración
La fobia es un punto crucial. En el capítulo IV de
Inhibición, shtoma y angustia, Freud se pregunta acerca Hemos distinguido tres castraciones:
de Juanito y del Hombre de los Lobos. Los dos casos
son estructuralmente antitéticos. En el del Hombre de K1 la seducción
los Lobos, la fobia toma como referente un animal de lá- K2la que corresponde al sueño
mina, que no promueve ninguna inhibición. K3 instalación de la sublimación religiosa.
Se trata de un "amo a papá, y no acepto las
consecuencias de este amor". El padre, la negación y la
represión deben considerarse juntas"

J.-4. Miller
oral anal K1 K2 K3
Recuerda que la forma en que Lacan introduce el
objeto mirada es tributaria de una elaboración que va Las dos primeras dan lugar a una regresión en el
más allá de la lectura que estamos haciendo. En Las Hombre de los Lobos: la primera al estadio anal, la se-
cuato concepfos, lo que Lacan introduce con referencia gunda al estadio oral.
al Hombre de los Lobos es un cambio de estatuto de lo La tercera pone supuestamente los relojes a la hora
real. Pa¡a Freud, lo real en cuestión, lo real que él persi- de lo genital.
Bue, es el de los hechos y el de los hechos de la primera El esquema de las regresiones se articula, pues, con
infancia. Lo real que Lacan resalta en Los cuatro con- la barrera de la castración, que el sujeto no aborda.
ceptos es el objeto (a) como real, aunque todavía no ha- En K1 hay pensamiento (Gedanke) de la castración,
ya precisado dicho estatuto del objeto (a). de la distinción de sexos, pero no creencia (Glaube).
Para Freud, existe lo real de la escena primaria. En K2: en la reactualización de la escena primaria
En Lacan, el fantasma está articulado con Io real: hay convicción de Ia realidad de la castración. Es decir,
es una cosa distinta de la vinculación entre el sueño y Gedanke + Glaube,

Posición Mecanismo Oposición Compor- Acütud


de J delsuieto de regresiór tam¡ento
(1' t.
Gedanke ¡osibilidad pasividad inversión Selbst? sádico masoquista oral
-Glaube Imagrnano üril
t2 Gedanke ]onvicción real homo- represión libido ger lóbico masoquismo anal
+Glaube Je la ¡ealidad IE sexualidad narcisista femenino
(3
rsunción de simbólico
o simbólico o

Unter Einstellung
durucken (en relEción con
la pdsüiórtde J
Goce)

1r5
El indicio de que el tercer registro no está tan cons- Hay una lengua que el sujeto no tiene a su disposi-
tituido en el Hombre de los Lobos nos lo aporta el hecho ción. En lugar de la lengua de la identificación con el
de que necesita el dinero del padre, en cuya obtención se padre, hallamos la lengua de la identificación con el ob-
empeña compulsivamente. No hay ningún orden asegu- jeto del padre.
rado por la convicción de ser su hijo. Este dinero tiene Este capítulo 7, "erotismo anal y complejo de cas-
valor de hijo del padre. Recibir el dinero del padre es un tración", se presenta en primer término como la suce-
apoyo indispensable que el sujeto reclama de manera sión de las significaciones del objeto anal. Se trata al
compulsiva, al no tener seguridad constituida de una objeto anal como trn significante que recibe diferentes
promesa. ¿Cuál es el término que introduce una pertur- significaciones; el propio estatuto real del objeto no
bación en este esquematismo simétrico? La dificultad de ocupa el primer plano.
mantenerlo hasta el final atañe a la problemática de la Lacan construyó un esquema (Esquema l, Ecrits,
identificación, término cent¡al que promoverá algunas pág. 571) para el texto de Freud sobre Schreber, donde
dificultades. se parte del carácter "asintóüco" del Presidente Schreber
Dos grandes tiempos de identificación distinguidos indicado por Freud. Si quisiéramos hacer lo mismo con
por Freud: el Hombre de los Lobos, podrfamos partir del capítulo 7.
La indicación geométrica es aquf más compleja. Freud
l. Identificación con el padre, dominada, condicio- dice que ese trabajo de reconstrucción encuentra un lí-
nada por la relación con el padre, conforme los dos mo- mite real, tratándose de una "superficie pluridimensio-
dos siguientes: nal". Es un problema de geometría en el espacio, y hasta
---en los primeros capítulos: el sujeto es hijo del pa- de topología. Pero tal punto de llamada está presente en
dre, él es "como el padre"; Freud, tanto en el caso de Schreber como en éste.
recupera al final de la neurosis infantil, con to- ¿Cómo se desa¡rolla este capítulo?
-la
do el tiempo que pasará representándose milita¡es, desfi- Freud nos habitúa a la noción de que el objeto anal ,

les, etc. Ser "una copia del padre" (p. 2a$. tiene significaciones, de y que el punto central de lal
Freud considera la escena con Gruscha como una cuestión es el estatuto del dinero. Este punto de partida i

identificación con el padre y como un signo de virilidad


(páe.255). ---+l dinero volverá a aparecer más tarde. r

papel esencial en las relaciones de filiación: se


2. Identificación con el objeto del padre, y ya no
trata-su
de recibir algo del padre,
con el padre.
acredita de entrada la noción de que el objeto
Estas dos identificaciones se contrarfan. En el capí- -esto
anal tiene un significaciín(pág.227). ,

tulo sobre la neurosis obsesiva, Freud afirma que hay en


el sujeto varias corrientes. "A partir del sueño se hizo La equivalencia heces = dinero figura como preiím-
homosexual en lo inconsciente".
bulo necesario para introducir Ia existencia de los tras-
tornos intestinales. Estos trastomos intestinales tienen
una significación, pero no la del dinero.
rcS homosexuat ser peneuado I

il.{ oral
neu¡osis ser comido
acdtud masoquista ser pegado I
I lbn Vater
Las heces son como un significante, hay que encon-'
trar el significado.
¿Cuál es la significación de los trastomos intestinales?
Para hallarla, Lacan retrocede respecto de la signifi-
cación moneta¡ia del dinero:
La progresión no se orienta en el sentido de comple-
tar el esquema de las castraciones. Pero el cenEo de gra-
l. Las heces son susceptibles de tener una significa-
ción
vedad del capftulo 7 es la identificación. Lo que orienta
2. Puesto que el sujeto padece de Eastomos intesti-
a Freud es ta identificación que el sujeto mantiene res-
nales, ¿cuál es su significación?
pecto del padre, con los términos que remiten a la iden-
tificación con el padre ("serás un hombre, hijo mío").
Los trastornos aparecieron en edad muy temprana. I

Freud se orienta por una discontinuidad: el cambio de


Lo que surge en este lugar, y en posición dominante,
es la identificación con el objeto del padre
actitud del sujeto, siendo pequeño, respecto de la incon-
El capftulo 7 cambia completamente el valor de la tinencia anal. Discontinuidad entre el desafío y la ver-¡
güenza (cf. en el Informe de Roma, "página de gloria" o
analidad en lo relativo a las fases de la regresión. Se trata
"pági na de vergüenz a", E c r it s o págs. 261 -262),
aquíde "la lengua del erotismo anal" (pág.250). La ana-
lidad realza la circunstancia siguiente: que es ella la que En el intervalo, algo ha cambiado. El sujeto dicer
servirá al sujeto para hablar la sexualidad, su relación que "ya no podía vivir así", queja que iba a proferir re-
con el padre, su identificación con el objeto del padre. Es petidamente y que significa una identificación con la
la lengua en la que se habla, en la que se establece la madre.
identificación con el padre. El erotismo anal ocupa el lu- Esto configr¡ra un punto de viraje: ya no se trata de
gar de la castración, que debería ser lo que permite al su- ser "como el padre" sino "como la madre", y hasta "co'
jeto hablar la identificación con el padre. La castración mo rma mujer".
es la lengua normal de Ia identificación con el padre, y Hay, por lo tanto, una escisión decisiva: "ser como
con todos sus efectos, que pueden ser muy diversos. el padre" / "ser como una mujer".

116
Podemos hacer una relectura del caso y comprobar le) el de Ia confusión que caracteriza a un retorno
que el "como una mujer" es constanfe y dominante. El pulsional no producido, no reconocido en la palabra del
nódulo del capftulo 7, es la identificación con la madre, sujeto. En el Hombre de los Lobos, se hace claramente
síendo el erotismo anal Ia lengua en la que para el sujeto manifiesto que se trata de un "hacerse ver", no dilucida-
se habla la identificación con la madre. Si se trata¡a de do en el análisis;
una posición normal, habría identificación con el padre, 2e) el de la paranoia de fransferencia. F. Schreiber
hablada en la lengua genital. Nosotros nos ocupamos del propone enlaza¡ el episodio psicótico del Hombre de los
retorno de lo reprimido, que es Ia homosexualidad. Lobos con el hecho de que el objeto escópico no fue su-
¿Qué debía significar, pues la identificación con la ficientemente uabajado en el análisis, lo que posibilitó
mad¡e? su retorno en forma de fenómenos psicóticos. Plantea
Entre Ia osada utilización de la incontinencia y la igualmente el problema de la fobia, ¿Puede haber fobia
utilización vergonzante de los cuatro años y medio, se en una verdadera psicosis?
sitúan el sueño y la significación del rol de la mujer en 2.- Respondiendo a la exposición de F. Schreiber,
el acto sexual. J.-A. Miller señala que, efectivamente, la pulsión escó-
¿Cómo se rep¿ute esto entre el sujeto y el yo? Aquí pica es un punto central en el que Freud no llegó a repa-
pivotea el problema de la castración. ¿Cómo se explica rar. Con todo, por Io menos en dos ocasiones, éste retro-
que la posici6n femenina del sujeto se hable en la lengua
trae la pasividad manifestada desde la escena de
anal y no en la lengua genital? El sujeto sabe, presunta- seducción, a una pasividad del tiempo de Ia escena pri-
mente, que la mujer está castrada, y, sin embargo, la maria, tiempo en el que el sujeto era espectador pasivo
identificación tiene lugar en el plano anal. de la escena. C. Soler subraya la importancia de Ia cues-
¿Cómo se compadece el reconocimiento de ta vagi- tión de un núcleo de goce no elaborado en una neurosis,
na con el erotismo anal ? ¿Cómo entender esta identifi- y que puede inducir fenómenos de brote delirante.
cación intestinal anal? J.-A. Miller recuerda que el tipo de lectura que efec-
La convicción de la realidad de la casuación no bas- tuamos no toma todavía en cuenta la elaboración laca-
ta para valldar la castración. Aquf está la ruíz de nuestra niana del objeto (a). En Los cuatro conceptos, Lacan in-
necesidad de lo simbdlico.
troduce un cambio en el estatuto de lo real. Para Freud,
Hay un purto de Ia realidad que parece sumamente lo real es el de los hechos, el de la escena primaria. Para
complejo: el sujeto puede verla por todas partes, pero no Lacan, lo real es el objeto ocultado recubierto por el
cree en ella.
fantasma. F. Schreiber precisó justamente, punto por
A los dos esiatutos de la castración: punto, que en el caso del Hombre de los Lobos el objeto
Gedanke - Glaube (K¡) así recubierto es el objeto mirada.
Gedanke + Glaube (K2\
3.- Reanudación de la lectura del capftulo 7: "erotis-
Hay que añadirle un tercer nivel donde esla convic- mo anal y complejo de castración".
ción resistirfa incluso con sus consecuencias. En el K¡ la seducciúr.(Gedanke - Glaube)
Hombre de los Lobos, tal convicción cede ante una K2la que corresponde al sueño (Gedan*e + Glaube)
identificación con Ia madre gue no toma en cuenta el re- K3 instalación de la sublimación religiosa.
conocimiento paralelo de su castración. Falta algo.
Hay un término que va más allá de los términos que Este esquema simétrico se hace difícil de mantener,
Freud emplea, y que lo llevarfa a saca¡ las debidas con- pues lo que ocupa una posición central en este capítulo
secuencias de esta convicción y a ser serio en sus con- es el problema de la identificación con la madre, es de-
vicciones. cir, la identificación con el objeto del padre, que sucede
En este preciso punto tenemos que articula¡ repre- a una primera identificación con el padre mismo.
sión y forclusión. Es un problema estar alavez en la lí- ¿En qué lengua es hablada esta identificación con la
nea de la identificación con el objeto del padre, y de la mujer? En la lengua del erotismo anal, y no en la lengua
identificación con el padre. genital.
El problema está aquí, pues si hubo no sólo pensa-
Resumcn miento sino también convicción en crurnto a la castra-
La sesión se desarrolló en tres partes. Hubo primero ción de la mujer, ¿por qué se cumple la identificación en
lna exposición de Franqoise Schreiber acerca del Hom- la lengua anal y no en la lengua genital?
lre de los Lobos en el Seminario XI. Siguieron las ob- La convicción de la castración no basta para validar
¡ervaciones y comentarios suscitados por la exposición la castración.
t por último, Jacques-Alain Miller reanudó la lectu¡a Aquf estrá laraíz de nuest¡a necesidad de lo simbólico.
lel análisis del Hombre de los Lobos por Freud. Hay un término gue va más allá de los términos que
l. - F. Schreiber precisó los puntos del Seminario XI Freud emplea, y que lo llevaría a sacar las debidas con-
n que Lacan habla del Hombre de los Lobos. Estas re- secuencias de esta convicción.
erencias arrojarán una nueva luz y subrayarán la impor- En este punto es preciso articular represión y forclu-
ancia de la pulsión escópica en el caso. sión.

Retuve fundamentalmente dos puntos: Versién de Natalie Charraud

tt7
25 de febrero de 1988 es uno de los estatutos, se puede considerar que la repre-
sión se efectúa aquí por afecto de la protesta viril narci-
sfstica. La incidencia propia del momento edfpico con-
El Ilombre de los Lobos
siste , pues, en colocar al sujeto ante dos posibilidades.
CapttubVll: Erotismo anal y castración Ya sea la de una mujer sufriendo el acoplamiento, y que
(o,nünuación) el Hombre de los Lobos va a reprimir, ya sea la de ser
un hombre como su padre,
Jacques-Alain Miller Lo que Freud llama castración es la constitución
I¿ sesión fue dedicada a la diferenciación de la re- misma de esta elección, y ella lo llevará a considerar la
presión y la forclusión en el Hombre de los Lobos. Arti- paranoia como el mejor ejemplo de la Wirklichkeit.Et
culación necesa¡ia para dar razón de puntos de fracaso efecto, en términos freudianos, la psicosis se sitúa en es-
de la castración simbólica (K¡), y especialmente del mo- te nivel en la primera corriente, es decir, elegir o aceptar
do particular de identificación con la madre, que se renuncia¡ a la virilidad y tomar la feminidad como susti-
efectúa en la lengua del erotismo anal y no en la del ge- tuto. Lo cual implica que pÍua Freud psicosis y homose-
nital. En efecto, el mecanismo de regresión instaurado xualidad se ligan del mismo lado de la elección, o sea,
por K3, o sea la sublimación religiosa, no modificó fun- ser una mujer. Se constata asf la solidaridad y corres-
damentalmente la posición de goce del sujeto. pondencia que existe entre los capftulos VII y VIII: el
Freud sittia la represión a paflir del sueño de los lo- primero muestra de qué modo el sujeto sigue identifica-
bos, pues ella se articula sobre una discontinuidad en la do en lo imaginario con la mujer como Yo, y el segundo
actitud afectiva del sujeto. Este pasa de la satisfacción, indica en qué sentido, en lo simbólico, se coloca del la-
es decir dé la anticipación gozosa de los regalos, a la an- do del hombre, en tanto sujeto.
gustia. Transformación cuyas razones Freud indaga y de El problema del capítulo VI[, donde Freud demues-
la que da cuenta con la represión. Constata así una lagu- tra que los síntomas intestinales confirman una identifi-
na en el sueño, que no proporciona la causa de esta cación con la madre en el plano anal y no en el genital,
transformación y que hasta la oculta. Asf pues, se puede es por tanto el de si la castración es operatoria. Freud se-
habla¡ de causa oculta que será preciso encontrar y reu- ñala la coexistencia en el inconsciente de dos conientes
bicar en su sitio en la laguna del sueño. El razonamiento contradictorias, por un lado la convicción de la realidad
de Freud, cuyo estilo es mucho más etiológico que inter- de la castración (U.W.K.), y por el oEo la teorla cloacal
pretativo, puede articularse en cuatro tiempos: efecto de una Verwerfung. Articulación que Freud cons-
truye sobre tres puntos:
l. Freud observa esa transformación de la satisfac-
ción en angustia e indaga en sus razones. l. aceptación de la homosexualidad
2. Encuentra dos estatutos diferentes de la satisfac- 2. rechazo de ésta por protesta viril na¡cisística
ción: la primera, aparente, ligada a los regalos del árbol 3. regresión de etapa y retorno del sujeto a K¡
de Navidad, y la otra, latente, que es la satisfacción se-
xual recibida del padre. Colette Soler
3. Señala luego el viraje de esta satisfacción sexual
recibida del padre, a la angustia. Al respecto se pregunta por qué motivo esa regre-
4. Plantea finalmente la cuestión del factor que ha- sión a Kl va acompatlada del mantenimiento de angus- '

bría podido consumar esta transformación. El término tia, dado gue en este lugar hay solamente pensamiento I

"factor" es importante porque permite comprender por (Gedanke) de la castración, sin convicción (Glaube).
j

qué habla Freud de la castración como un Wirklichkeit,


es decir como una realidad en tanto es operatoria. Por lo J.-A. Miller I
tanto, la castración es lo que permitirá dar cuenta de Concluye su exposición abordando el episodio de la
aquella transformación. Castración que debe entenderse alucinación del dedo cortado. Señala en primer término
como una realidad que puede tocar a la integridad mis- que para Freud no es un testimonio de la Verwerfung de I
ma del cuerpo y cuyo operador es este viraje, inscribién- está, al contrario del ca¡ácter operatorio de la castración.
dose la de la escena primaria en el lugar de un signifi- Señala además que de todas formas esto no zanja la di- .
|
cantet que es el lugar de la causa oculta. Así pues, la ferencia entre neurosis y psicosis, dado que en esta últi-
escena primaria sólo produce sus efectos a posteriori, a ma hay efectivamente convicción de la realidad de la
través del sueño tenido dos años después. castración. Para Freud, no es la Verwerfung lo que signa ,

Este es el contexto en el que Freud introduce el tér- a la psicosis, sino por el contra¡io, ante la castración, la '
mino de represión, cuyo operador es el falo mismo (a di- eleccidn a semejanza de Schreber, de la feminidad. i
ferencia.de Lacan, para quien el operador es.el Nombre
del Padre). Y si de este falo la libido genital narcisista Versión de P. Hellebois

118
3 de marzo de L988 ---La represión del fin sexual femenino
En lugar de la pasividad, que habría debido producir
una posición homosexual normal, aparece la fobia aI lobo
Problema a resolver: identiiicació,n con la muier en la elección del
-ta
intestino es la forma bajo la cual reaparece lo que fue
1" Cómo comprender la frase de Freud de página rechazado a causa de Ia angustia de castración, es decir,
232:, "üna represión (Verdrdngung) es otra cosa que un el problema sexual planteado por el nuevo conocimiento
)."
r echazo (Ve rw e rfun g
(uwK).
2. Siendo que, para Freud, ella resuelve una contra' 2. El segundo circuilo se construye a partir de las
dicción entre dos concepciones heterogéneas. págs.232,237.
a, La comprensión de la relación sexual adquirida Para conservar sus órganos genitales, en la angustia
por el sujeto. En efecto, el sueño de los lobos, de castración, el sujeto rechaza la convicción de la reali-
efecto de la represión, indica que ha habido ac- dad de la castración (UWK). Su identificación con la
ceso a la convicción de la realidad de la castra- mujer en la elección del intestino constituye el retorno
ción (UWK), y el sujeto sabe que la mujer está de lá posición pasiva reprimida.
castrada.
b. La elección por el sujeto del orificio intestinal
como lugar de la relación sexual tiene lugar de-
bido al rechazo del problenia de la castración IIWK
(páss"232y 237).
3. Jacques Lacan formuló la cuestión en términos de
clivaje: comportamiento / el inconsciente.
Conclusién
Dos observaciones situarán el maro del problema: 1. Para Freud:
1. De P. Naveau(partiendo de los Escritos) fin sexual femenino
---es reprimido el
a) ¿Cómo situar la vuelta atrás del camino, de la rechazada Ia convicción (UWK) que decide so-
-es
bre él problema sexual.
zona genital a la zona anal? (Ecrits, pág. 386).
b) Dado que a la castración le es negada la exis- 2. P ara J.-A. I\{i IIe r: subsisten dos corrientes.
tencia, la forclusión del Nombre del Padre debe ser si- ---una admite, según la ley de la coexistencia, dos
tuada entre el juicio de atribución y el juicio de existen- elementos:
cia (Ecrits,págs. 386-9, 558). .Subsiste, en efecto, el aborrecimiento de la castra-
2, De J.-4. Miller: una cuestión de método, que ción y la aceptación de la feminidad como sustituto.
propone la suspensión de nuestras categorÍas di'agnósti- Lo reprimido se articula con la represión.
cas para aprender, segrin el texto mismo de Freud, qué otra obedece a la ley del todo o nada, es decir,
es la neurosis y qué es la psicosis.
-la
a la ley del significante:
La convicción rechazada es el índice de una posi-
Respucsta o solución del problema: ción subjetiva, es un saber sobre el sexo que se articula
Existen dos circuitos distintos centrados por la an- como pregunta en el significante rechazado.
gustia de castración (KA) que dan cuenta: La elección del intestino como lugar de la relación
de la represión, partiendo de su causa situa- sexual, escapa al rechazo. Esta elección es incompatible
-unor
da en la convicción de la realidad de la castración con el retorno de la posición femenina reprimida (fin
(uwK) pasivo).
otro, de la autosupresión de esta convicción co- Et conflicto ha producido una incompatibilidad ent¡e:
-el
mo causa. efecto Wirkung rePrimido
-unsu retorno como supresión de su propia causa
l.El primer circuito se construye sobre la base del -y
sueño coraa efecto dela represión.
(rechazo).
Este circuito resulta de un clivaje entre: Versién de Yasmine Grasser

UWK . Pnzv 'I Ver&iingung Wolfsphobie


NGL
--- -----+[Et I -->
(Corfiicto)
No rgr¡ucia¡
(Proúrcto ---- I

I
I
I
I
al miembro Causa)
viril + Y
produco
etnuevo- I efecto de una
final
conociiníento
---causa activá
t fr.,".r" I

Y
eñbaz La fuerza agota su efecto en comportamientrr
-ñrerza la represión sin influir en la o pantomima del fantasma
decisión del problema sexual

ll9
L0 de marzo de 1988 bos se coloca en el lugar del "objeto del padre", pero
hay dos posibilidades:
Puede estar castrado o no:
El Hombre de los Lobos - Capítulo Vil (continua- . o bien se debe tomar esto en su significación geni-
ción) tal (UWK - reconocimiento de la eficacia de la cas-
tración)
Exposición ile Colefre Soler . o bien se lo debe tomar al margen de toda significa-
Retoma el examen del síntoma intestinal del Hom- ción genital: el objgto del padre es el objeto gue co-
rresponde a la teoría de la cloaca donde el goce pa-
bre de los Lobos, comenzando por la página232.
sa por las funciones intestinales"
Freud introduce la idea de que los síntomas intesti-
nales del Hombre de los Lobos, aunque alcanzados por
Sin embargo, en cierto modo Freud puede decir que
el reconocimiento de la castración, funcionan también
sí: ha tomado en cuenta que se trata de un objeto castrado.
sobre otro eje: el de la Verwerfung, el del no reconoci-
De aquí se desprenden el eje de la represión y a tér-
miento de la castración.
En la página 23i Freud se aboca a 'wra articulación mino el síntoma fóbico. Los trastomos intestinales tam-
de la significación de las heces para el Hombre de los bién se encuentran sobre este eje: la lengua anal sería la
de la castración como retorno de lo reprimido.
Lobos: los síntomas intestinales fueron muy precoces y
Pero, ¿por qué se ve obligado a Freud a insistir en el
se mantuvieron sin cambios desde la infancia hasta la
edad adulta"
ótro eje, el de la teoría cloacal, el de la Verwerfung de la
casración?
. Existe una primera discontinuidad a nivel de estos
síntomas en la infancia. J.-A. Miller
. Existe una segunda discontinuidad en la etapa del
Señala que hallamos identificaciones con la mujer
análisis.
hombres- en la neurosis, y eventualmente por el
-en
sesgo del intestino. Pero aquí existe un suplemento freu-
Freud considera que sólo con el análisis de los sín-
tomas intestinales logró conmover la duda o más bien la
diano. Freud ha dicho que ese trataba de histeria, pero
esta respuesta no lo satisface por completo. Es aquí don-
cortés indiferencia del Hombre de los Lobos para con
las elaboraciones de su propia cura. de se introduce el plano del "Problema sexual". Freud
añade otro nivel a la histerización, nivel donde se Lrata
Estos síntomas representan para Freud (cf. pág.229)
de lo antiguo y de lo nuevo, de la nueva Aufkldrung.
la "pequeña parte de histeria" que encontramos en la ba-
Cuando Lacan recuerda que ninguna formación ima-
se de toda neurosis obsesiva".
ginaria es específicd, que ninguna es determinante en la
Esta "porción de histeria" permite la reaparición de
la feminidad reprimida: "el intestino se comporta... co- estructura, sigue estrechamente a Freud: es preciso po-
mo un órgano histéricamente afectado" (pág.260). der recurrir a lo simbólico. El doblete entre 1) el fin se-
xual 2) el Problema sexual, se refleja en Lacan en Ia dis-
En la pdgina 230,Freud habÍa establecido la signifi-
cación del síntoma intestinal como identificación con Ia tinción entre lo Imaginario y lo Simbólico.
madre (¿por un rasgo unario?).
F. Schreiber
En la págiru 2j I , precisa que se trata de una identifi-
cación con la madre en su rol sexual: identificación con la La identificación con la madre tiene lugar por el
madre como objeto del padre a partir de la escena orgina- sesgo de una frase de la madre: "Esto no puede seguir
ria. Es aquf donde surge la angustia: hasta que no tiene el así" ¿No se trata aquf del registro simbólico?
sueño, los trastomos intestinales no lo angustian.
J.-A. Miller
Síntomas intestinales Sueño versüenza = anpustia La identificación con la mujer como tal no basta
para inferir un rechazo del reconocimiento de la cas-
tración.
.Por lo tanto, la angustia aparece aquí como indicio
¿Tiene o no toda identificación imaginaria un en-
de la castración sobre el síntoma intestinal. ganche con el rasgo?
A mitad de la pdgina 2.7/, Freud señala que la an-
gustia C. Soler
l.Es la prueba de que el sujeto se ha colocado en el
lugar de la madre en la relación con el padre. Freud insiste en el hecho de que de todos modos hay
2. Trajo aparejada la negativa a identificarse con la otro plano gue se diferencia del de la represión. Pero en-
madre o mejor dicho la represión de esta noción femenina. tonces no debería haber angustia. La aparición de la an-
gustia es en sí una contradicción.
Freud termina la pógina 232 afirmando que en el
Síntoma intestinal = moción femenina = objeto del padre
sueño se conservan los dos puntos de vista: o sea, an-
gustia de castración y Ia identificación con la mujer por
No hay ninguna duda de que el Hombre de los Lo- el sesgo del intestino.

r20
Aborda¡á entonces el cambio de significación de aborrecer o de aceptar y del otro hay una diferencia de
bs heces (Páe.233). registro.
Se trata de saber si la Bedeutung d,e las heces es la o reconocer?: se trata del saber ins-
Bedeutung fálica" -¿Rechazar
cripto por el sujeto,lo que él consiente saber.
l. En la página 233, Freud da a las deposiciones
-¿Aborrecer
o aceptar?: se trata de la posición to-
que responden a la escena primaria la "Bedeutung
de re- mada con respecto a este saber.
galo". Se trata de una creación propia del niño y no de ¿Quién es este "é1" que responde con un rechazo o
u¡¿ impresión venida del exterior. Freud identifica las con un reconocimiento? Hasta aquí se había insistido en
deposiciones con una posición pasiva, pero al darle la el fundamento libidinal de esta respuesta (libido genital
significación de regalo se pregunta quizá si esto no co- narci sística).
rresponde a cierta actividad.
Enlapágina 258, Freudprecisa y aclaraeste punto:
2. En la página 234, del regalo se pasa aI niño: con el sujeto se ve amenazado no sólo en su órgano sino
esta significación aparece una nueva corriente sexual" también porlos estragos de la aspiración libidinal (mie-
Estamos ante el deslizamiento de significaciones: do de perderse en ella íntegramente).
reSalo E;nla página 259 , Freud nombra a ese "é1" que res-
ü ponde: "el 'Yo', que ha modificado completámente su
niño posición respecto de la sexualidad". Después del sueño,
* el Yo queda en una posición de repulsa histérica.
dinero
La represión opera siempre enrre libido de objeto y
libido del Yo.
El recibir uná satisfacción sexual a"t puar" es con-
Aquí, el Yo se apoya en la libido viril.
cebido aquí en términos de ánaliáad.
Volvamos ala página 237 :
Se describe aquí una relación con el'padre en la
cual la castráción no'interviene. La significación del
t. Verwefung (fuera de Bejahung)
falo no está movilizada: se trata de la interpretación de
la relación de objeto con el padre en términos de obje- _ aborrecer--) angustia
2. Reconocimiento -Represión
<' aceptar j
to parcial. "rp-irrr"
eüi
3. En la página 236, wa nueva significación de las
heces nos abre el camino hacia la discusión del comple-
jo de castración: las heces como precursoras del peng:
HabrÍa que dejarlo con este pánafo de los Ecrits Aquf es donde Freud introduce la alucinación del
(nota al pie): " ...a restituir... la función del objeto par- dedo cortado. No la toma como un retorno en lo real de
cial... no hemos podido extenderlo hasta este punto... lo que está forcluido, sino como el signo de que el sujeto
saber, el objeto (-6 ) ha entrado en la fase del reconocimiento de la castración.
Para Freud, la alucinación del dedo cortado es conelativa
J.-A. Miller de Ia puesta en ejercicio de la figura de un padre casrra-
dor, lo que équivale al reconocimiento de la castración.
Evoca la inclusión del (-g) en el objeto (a):
Esto difiere de los términos de Lacan, para quien
hay: t) retorno en lo Real; 2) figura del padre castrador
opuesta a la figura pacificante sostenida por el Nombre
(a),Ér éfecto refioactivo de (<p ),
del Padre.
@rá escribirse --a
-9 Freud no se sorprende de la figura del Padre castra-
. o bien las heces intervienen incluyendo la castración dor sino más bien de hallar una figura de padre castrado
.ono. (desaparición del pene en el coito). Aquf tenemos el eje
de la iderÍtificación narcisista con el padre castrado y el
Para Freud suceden las dos cosas: hay una dimen- origen de la compasión.
sión diacrónica y una dimensión sincrónica.
L. Verwerfung.' encuentro de la castración ..+ ¡ssh¿2s R. Fajersztein
primero del juicio de existencia, como si la castración lnsiste en la importancia de la reconstrucción en
no existiera. Freud.
2. UWK: reconocimiento de la castración en su efi-
ciencia, D. Silvestre
. el sujeto la aborrecet angustia
"En otros casos se observaría una evacuación de
.la acepta y hasta aspira a ella" orina": aquí Freud habría dado una significación fálica.
Las tres corrientes subsisten sincrénicamente juntas" Freud subraya la evacuación por el intestino como ca-
Entre rechazar o reconocer, de un lado se trata de rácter de reconstitución sexual no genital.

tzt
Se trata de dos puntos de vista, separados por ún es-
C. Soler tadio de represión.
La solución es una estratificaci6n.
¿Qué se puede decir de esta llamada a la constitu- inicial? ¡)
ción? Hay aquí algo de sustraído a la incidencia de lo ¿Qué introduce la cuestión
estar a nivel genital, es decir a nivel de
simbólico. -Creemos
la castración reconocida.
volvemos a encontrarnos con la analidad"
C. Düprat -Peroes el valor de este retomo a lo anal?
¿Cuál
Cita el seminario sobre La dngustia (19 de mayo).
La defecación es situada como respuesta del Hombre de K
los Lobos a la iscena traumática. El sujeto se perifica. A
En esta catatonía se trata de: 1) ser el falo, 2) estar bajo
la mirada de los lobos, 3) ser la mirada misma. Como Primera respuesta: el sujeto ha rechazado K.
res¡iuesta, hay cesión. Cuando está en A, el sujeto cree (Glaube) en la teo-
ría de la cloaca. El sujeto ¡echaza lá creencia genital (K)
V. Gaumont por la creencia anal.
Pero es forzoso constatar que están las dos cosas
Hace la hipótesis del dedo cortado como del orden juntas.
de lo siniestro y no como algo rechazado (lo siniestro en
El problema es forzoso constatar que están las dos
el empalme enue S e I).
cosas juntas.
El problema clínico es la sincronfa de estos dos pun-
J.-A. Mil¡er
tos. Es aquí donde aparece la frase "una represión es
Propone entonces volver a partir del comienzo para otra cosa que un iechazo". Esto significa que Freud pasa
reinterrogar el lugar que Freild olorga a la Verwerfung. de la hipótesis de la Vettterfung a la hipótesis de la re-
El motor de este examen es una contradicción a re- presión. Tram asf la contradicción aceptándola, y no ex-
solver: al principio, Freud considera como apática la cluiéndbla.
identiJicáción con la mujer por el intestino. ¿Cómo se El inconsciente trabaja no por Verwerfung sino por
compatibiliza esto con'UWK" (el reconocimiento de la represión, donde dos términos contradictorios son com-
realidad de la castración es respónder a la pregunta: patibles. Se üata aquí de wta elaboración del conceplo
¿qué es una mujer?, es un estar castrado). de represión.
E;nla página 232, Freud responde poniendo en pri- El conjunto de este razonamiento es la primera res-
mer plano las diferencias Inconsciente/Consciente, e In- puesta de Freud.
conscienieflógica. El trabajo del Inconsciente se efectúa
a través de la contradicción. Segunda respuesta: examinemos la analidad con
Página 231: ¿c6mo se condice el reconocimiento de más detenimiento; ¿es realmente tan incompatible bon la
la vagina con la eleccidn del intestino? castración? Una mierda no es una mierda: es ta¡nbién el
falo. Asf pues, Ios dos elementos son tanto más compati-
l. Hay una contradicción cuyos dos términos son in- bles cuanto que lo anal puede tomar el sentido genital.
conciliables. Se esperarfa entónces una evacüación de laVervier-
2. Sin embárgo, el trabajo del inconsciente los hace fung,pero a¡riba de la página 237 nos encontramos con
coirciliables una mala sorpresa: Freud integralaVerwerfung. La inte-
gra como un estadio de de aquella historia de iepresión.
. Sólo el concepto de represión permite pensar como Un estadio mantenido bon todos sus títulos.
cónciliable lo que en apariehcia es inconciliable. Hay Hay paialelamente un curioso cambio en el texto:
una conéxión entre contradicción y represión. cuando Freud se pone a hablar en este rnomento de la
¿Cuál es el vaior de la frase "una represión es ot¡a realidad de la castracíón, ya no habla de "Wirklich,keit"
cosa'que un rechazo"? sino de "Realitdf'. Es otro tipo de realidad que es la re-
alidad operátoria (páe. 237).

Versién de A. M. Kaúfmañ

t22
17 de marzo 1988 este pasaje central de la contradicción puede ser dividi-
do en cinco momentos.

Jacques-AIain Miller 1. Posición de la contradiccién: hay incompatibili-


dad enre la identificación con la mujer por medio del
Siempre a propósito del Hombre de los Lobos, pro- intestino (IMW) y el conocimiento de la castración.
pone de nuevo una pequeña retrospectiva sobre el capí- 2. Solución de la contradicción: ha habido Verwer-
tulo VI[, "el erotismo anal y el complejo de castración"
fung de la Aufkltirung de Ia castración (de las "luces cas-
que nos acerque una vez más al modo en que la inspira- trativas") y esto explica la lógica de la identificación
ción de Freud da nacimiento a esta arquitectura, ya que con la mujer.
es posible intentar una distinción entre la arquitectura de 3. Objeción: pero la Aufkliirung de la castración tu-
un texto y lo que constituye su inspiración fundamental. vo cabalmente efectos de represión y hubo angustia de
Para cena¡ el capítulo VII, al menos provisoriamen- castración.
te y antes de pasar sobre todo al capítulo VIII: Freud re- 4. Por lo tanto: hay sin duda contradicción entre la
servó la cuestión que él llama "del erotismo anal" du- identificación con Ia mujer y la angustia de castración.
rante toda la exposición de su texto dice 5. Solución definitiva: los dos puntos de vista están
explícitamente- para agregarla en el momento -lodel capí-
separados por un estadio de la represión; ésto es lo que
tulo VII; es decir que en realidad nos presentó primero hallamos en el párrafo inmediatamente siguiente.
una sucesión cronológica, clásica, en tres etapas: seduc-
ción sueño religión y la neurosis obsesiva que la No es abusivo concebir esto de manera lógica pues
-
acompaña; en -cuanto al capítulo VII, Freud reservó la el propio Freud razona de manera lógica, remitiéndose a
consideración de un plano de experiencia que atraviesa la Lógica cuando intenta definir en relación con ella el
esos tres momentos: "Todo lo que concierne al erotismo
trabajo del inconsciente; podemos decir que la lógica del
anal --dice- fue dejado intencionalmente de lado y se trabajo del inconsciente no tiene las mismas leyes que la
lo debe reunir y añadir aquí". De hecho, podemos supo- lógica consciente.
ner que aquel erotismo anal que de todos modos vimos Este pánafo constituye claramente un testimonio de
aparecer aquí y allá en el curso de la cronología clínica, la articulación lógica propia de Freud, articulación que
Freud lo captó con un carácter "transepocal", atravesan- él elabora en forma de tiempos de trabajo del incons-
do los diferentes momentos. Se trata, pues, del cuarto ciente.
rnomento, enteramente específico. En el fondo, podemos presentar esto de manera es-
El aspecto que presenta el conjunto del capítulo VII quematizada. A saber, si hay K escribiendo
-abrevio,
así la Aufkldrung de la castración-, entonces hay repre-
es absolutamente notable, ya que su pivote es la cuestión
de la identificación con la madre la cual ya nos sión de la identificación con la mujer y en consecuencia
hemos extendido-, y es interesantc -sobre
advertir que las co- puede haber Wolfsphobie, fobia al lobo. ahora bien, hay
sas no comienzan de ent¡ada por la identificación con la
identificación con la mujer: por lo tanto, aungue sólo
madre: curiosamente, Freud comienza primero por el di- fuese porque lo verdadero no permite aplicar lo falso, es
nero, expliciíndonos que el dinero está ligado a las he- preciso colocar sobre K una negación. Esta negación es
ces. Es decir que comienza por hacernos valer la idea de
lo que Freud llarna Verwerfung.Su objeción es la si-
que las heces tienen una significación; lo hace aludiendo
guiente: "Ahora bien, hay efectivamente K, puesto que
a lo que ya pudo probar el saber analítico, en fin, el sa-
hay fobia al lobo"; lo cual significa que es obligado
plantear conjuntamente que hay K, e identificación con
ber comrin de los analistas. Así pues, Freud acredita pri-
mera esta noción de que las heces deben tener una signi- la mujer.
ficación, y sólo en un segundo tiempo aniba, como él ¿Cuál es su solución definitiva, lógica?
dice, "a una época en que estas heces no podían tener la Lo que ocurrees que, de un lado, está la castración:
significación del dinero", pünto en el que Freud rehace entonces habrá represión de la identificación con la mu-
jer y fobia al lobo.
la historia al revés: la identificación con la madre es el
término final" Por otra parte tenemos esa Verwerfung de la castra-
Este es el fragmento central, la construcción de la ción cuya consecuencia es el mantenimiento de la iden-
contradicción: el nudo de este capítulo es en efecto la tificación con la mujer: es aquí donde aparece la frase:
contradicción existente enEe lo que supuestamente se "una represión es otra cosa que una forclusión". ¿Cuál
es el sentido preciso de esta frase?
adquirió antes en el curso de esta historia, es decir, el
acceso al estadio genital, y la noción de que "quizá no
Lo más notable de la oposición es que están obrando
dos tipos de negaciones:
es tan así"': aquí tenemos Ia cuestión central del caso.
Se había supuesto que toda la historia convergía en l. Die Verdrdngung
la asunción de la significación genital, y a causa de 2. DieVerwerfung
aquella identificación persistente con la madre por me- Tenemos aquí un clivaje, una distinción de funcio-
dio del intestino, y con la mujer por medio del intestino" nes donde la simple noción de negación no bastaría para
se supone que la historia a lo mejor no llegó a su térmi- construir el cuadro"
no; en cualquier caso, que no llegó de manera normal a ¿Cómo es que la represión es otra cosa que una for-
este término" Tenemos aquí, entonces, la contradicción y clusión?

r23
Para Freud, la forclusión es una negación absoluta; cordancia con la línea de la forclusión, ! ésto es lo que
es algo que expulsa, que borra, haciendo que haya algo Freud mantiene. Lo cual no impide que por otra parte se
que. ni siquiera está constituido; por otra parte, Freud
pueda interpretar los trastornos intestinales como un re-
utiliza la negación de la represión para decir ,.que, en torno de lo reprimido, como una realización regresiva.
efecto, éso es negado, pero al mismo tiempo se lo man-
tiene". Esto sorprende al propio Freud, y en la página
257, cuando habla de lo reprimido, dice: "Lo que se ha
Más allá de Ia distinción represiónforclusión en
reprimido es la actitud homosexual en el sentido geni-
función del tipo de negación gue representan, un segun-
tal, que se formó bajo la influencia del conocimiento. do punto consiste en precisar sobre qué recae represión
Sin embargo, para lo inconsciente se mantiene". Esto y forclusión.
quiere decir que en esta época Freud siente Ia necesidad
La forclusión recae sobre la Aufkldrung y sobre to-
de decir: "cuando en mi propio lenguaje surge mi idio- dos los términos de saber, sobre algo del significante;
lecto Verdriingung, quiere decir que sin embargo éso es
vale a nivel del problema sexual.
mantenido".
En cuanto a [a represión, Freud tiene una iesis cons-
Cuando hay Verwerfung, se lo niega como si nunca
tante que en este texto se ve reafirmada y es que (págs.
hubiese sido; cuando hay Verdrdng¿¿¿g, se lo niega pero
257-258) "las represiones se dirigen contra investidu¡as
sigue estando: hay, pues, dos usos del término. Como el
tibidinales de objeto".
problema de Freud es demosrar que estos dos estados se
Entre las dos hay por Io tanto una diferencia de
mantienen, aplica el término represión a la relación en-
mecanismo (la negación no funciona en absoluto de la
tre estos dos estados para explicar que uno y otro de los
misma manera en los dos casos), pero hay también una
dos estados se mantienen.
diferencia de puntos de aplicación de cada una de estas
Hay, pues, dos usos del término represión: dos negaciones: una recae sobre el saber, y la otra so-
1. La represión en tanto opera sobre la identifica- bre lo que él llama investiduras libidinales de objeto,
ción con la mujer, y su consecuencia es laWolfsphobie. situadas en el conflicto general del yo y la libido; di-
2. La represión en tanto cae enre las dos líneas: cho de otro modo, se trata de represiones de libido: lo
aguf es donde surge la frase pivote, que quiere decir: que sg produce en Ia represión son transferencias libi-
"atención, la línea de la forclusión no está forcluida, es- dinales de lugar a lugar; no es abusivo juzgar de qué
tá reprimida porque se mantiene". Este es exactamente modo, en el texto de Freud, se trata de lo que podemos
el sentido de la frase al término de este descortezamien- llamar el metabolismo del goce, y este término lacania-
to, exigiendo distinguir la represión en tanto figura en el no es una retranscripción de la libido freudiana, con las
cuadro, de la represión en tanto es la clave del cuadro: acomodaciones que ciertamente podemos distinguir en
entre estas dos líneas no se debe decir "todo eso no exis- ella. Entre Verwerfung y Verdrdngung hay una oposi-
te más"; la línea de la forclusión queda reprimida, vale ción que equivale exactamente a la que mantienen Ia
decir que se mantiene. "Ahora el conjunto del proceso dimensión del significante y la del goce; se trata de
es más bien característico de la manera de trabajar del descubrir a dónde se transfiere este goce, qué objetos
inconsciente": Freud aplica el concepto de represión al hacen de soporte de sus investiduras; ésto es, sin em-
conjunto del proceso: entre los términos represión y for- bargo, lo que da su articulación al punto de vista de
clusión hay una relación de represión y no de forclusión: Freud. En este preciso nivel vemos que los síntomas se
si hubiera una relación de forclusión, el nivel de la for- relevan unos a otros.
clusión desaparecería por completo, él mismo estaría En cuanto a la represión de Ia libido, ella determi-
forcluido. na represiones de actitud (Einstellung); vemos diferen-
Una vez comprendida esta pequeña frase destacada ciarse en Freud la noción del cambio posible de actitu-
por Lacan, no es injustificado servirse de ella para defi- des, es decir pasar de la seguridad a Ia fobia, de la
nir la represión en relación con la forclusión: cordialidad a la maldad: pero Freud siempre dice que
En la lfnea de la forclusión tenemos los tras- la actitud pasiva se mantiene hasta el final, o sea que
tornos intestinales. Esto es lo que dice Freud: cuando de un lado hay un metabolismo de esta actitud y hasta
estudiábamos la génesis de Ia fobia al lobo, seguíamos modos de goce, pero habiendo de todas formas un goce
el efecto del nuevo conocimiento del acto sexual (la profundo que permanece inerte y sin ser tocado por el
Wirkung del conocimiento); ahora que estamos exami- conjunto de este metabolismo: incluso cuando habla de
nando los trastornos de la actividad intestinal, nos Einstellung hay dos niveles, uno donde la cosa se
hallamos en los umbrales de la vieja teoría de la cloa- transforma y donde el sujeto, según las discontinuida-
ca, que está reprimida y no forcluida, aun si implica des de su historia, reformula esta actitud y la transfor-
una forclusión: la forclusión no está forcluida, está re- ma; de todos modos hay un nivel fundamental donde
primida. "las cosas no cambian": hay un modo de goce que per-
En un segundo tiempo, los trastornos intesti- manece absolutamente constante a través de todos es-
nales pueden resultar situados en la línea de la repre- tos avatares. El texto es crucial por un doble motivo:
sión, es decir que podrían ser interpretados como retor- por mostramos en qué forma construía Freud sus tex-
no de Io reprimido; pero hay un nivel básico de los tos, y por enseñarnos cómo construyó Lacan sus cate-
trastornos intestinales donde éstos son puestos en con- gorías sobre este texto.

r24
Examen de dos pasqies del Seminario I: 2. Página 70: En cuanto al Hombre de los Lobos,
l. Página 53: "A quienes asistieron a mi comenta¡io " ...no hubo para él Behajung, realización del plano ge-
sobre EI Hombre de los Lobos ya tan lejano, ha- nital. No hay en el registro simbólico huella de este pla-
-ahora algunos puntos
ce ya año y medio- quisiera recordarles no" La única huella que tenemos es la emergencia, no en
particularmente impactantes de este texto. En el momen- su historia, sino realmente en el mundo exterior de una
to en que aborda la cuestión del complejo de castración pequeña alucinación. La castración, que es precisamente
en su paciente ---cuestión que ocupa una función suma- lo que no ha existido para é1, se manifiesta en la forma
mente peculiar en la estructuración.de este sujeto- que él se imagina... " (Aquí se añade un tercer texto de
Freud formula el siguiente problema. Cuando, para este Freud, el del caso Schreber): lo que está excluido reapa-
sujeto, se halla en juego el temor a la castración apare- rece: " ...e1 sujeto no es en absoluto psicótico. Sólo tiene
cen síntomas gue se sitúan en el plano que comúnmente una alucinación. Podrá ser psicótico más adelante, pero
llamamos anal, pues son manifestaciones intestinales. no lo es en el momento en que tiene esa vivencia abso-
Ahora bien, interpretamos todos estos síntomas en el re- lutamente limitada, nodal, extraña a las vivencias de su
gistro de la concepción anal de las relaciones sexuales, y infancia, totalmente desintegrada. En ese momento de su
consideramos gue testimonian cierh etapa de la teoría infancia nada permite clasificarlo como r¡n esquizofréni-
sexual infantil. ¿Con qué derecho lo hacemos? ¿La mis- co ¡ sin embargo, se trata en efecto de un fenómeno de
ma entrada en juego de la castración, no implica acaso psicosis".
que el sujeto ha alcanzado un nivel genital de la estruc- Tenemos una indicación muy precisa de la posición
tura? ¿Cuál es la explicación de Freud?" de Lacan en este momento, posición que no se opone
punto por punto al diagnóstico freudiano de neurosis ob-
Es notable la forma en que Lacan aborda esa contra- sesiva, que no plantea un diagnóstico de psicosis, pero
dicción indicada por Freud: "Dice Freud: cuando el su- que sí ve reunidas las condiciones para la psicosis del
jeto habfa llegado a una primera maduración o premadu-
adulto. Al respecto debemos recordar la posición de La-
ración infantil, y estaba preparado para realizar, aunque can en 1945 ("Acerca de la causalidad psíquica"), posi-
sólo fuera parcialmente, una estructuración más especf- ción que no ha cambiado mucho en 1953-1954. Es la po-
ficamente genital de la relación de sus padres, rehusó Ia sición de Lacan al evocar "el inasible consentimiento de
posición homosexual, que es la suya en esa relación, no la libertad", y el hecho de que "la locu¡a sólo se mani-
realizó la situación edípica, rehusó y rechazó
no alemáu es verwirft- todo lo que pertenece -elal térmi-
plano
fiesta en el hombre y con posterioridad a la 'edad de la
razón', y de que aquf se verifica la intuición pascaliana
de la realización genital. Retornó a su verificación ante- de que 'el niño no es un hombre'."
rior de esa relación afectiva, se replegó tras las posicio- En esta época, Lacan piensa que "sólo hay psicosis
nes de la teorfa anal de la sexualidad. Ni siquiera se trata del adulto". Además, no cree que la existencia de un fe-
de una represión, en el sentido de un elemento que se nómeno de psicosis baste para establecer un diagnóstico
habría realizado en cierto plano y que sería luego repeli- de psicosis; piensa que la psicosis exige algo más: ella
do. La represión, dice Freud 111-, es otra co- apela al consentimiento de la libertad, que demanda que
sat "Eine Verdrdngung ist etwas-página
anderes als eine Ver- se tenga la razón, y hasta la edad de razón. Tampoco se
werfung." trata de desplazar el problema diagnóstico cargándolo
Esta Ver.*,erfung de la realización genital es un mo- sobre las espaldas del psicoanálisis de niños.
mento particular que Freud mismo diferencia de todos
los demás. F. Leguil
Lo cierto es que Lacan aclara este pasaje, considera-
blemente dificultoso, mediante la referencia al texto sobre Recuerda que para de de Clérambault, la psicosis
la denegación; en este último resulta mucho más clara la del niño nunca alcanzaun punto de sistematización.
noción de dos planos del juicio, y es propio del genio de
Lacan el haber relacionado aquel fragmento de El Hom- F. Josselin
bre de los Lobos con el artfculo sobre la denegación. Recuerda que en el Seminario I, Lacan considera al
Desde el punto de vista de la inspiración se hace niño lobo como paranoico.
preciso relacionar esos dos textos, y de la explicación
del uno por el otro surge la conceptualización estableci- J.-A. Miller
da por Lacan.
Lacan habla de aquel texto en los términos de la de- Sintetiza diciendo que ésto plantea lo que se debe
negación: seguidamente, esto permite referirse al caso exigir para hablar de psicosis; una vez despejados los
del Hombre de los Lobos en los términos del trabajo so- axiomas con los que se va a funcionar, lo más importan-
bre la denegación. Se habla¡á entonces en términos de te es dominar el campo de posibilidades teóricas, es de-
Behajung, dando su debido valor al deVerwerfung en su cir, la cartografía conceptual.
oposición al de Behajung.
Se trata pues de una construcción de Lacan apoyada Exposición de Serge Conet
en la inspiración de Freud; lo nuevo nunca surge del de- Esta exposición versa sobre la elección de objeto en
talle de las construcciones, lo nuevo sólo aparece por el Hombre de los Lobos; el problema es un tanto exterior
confrontación de las construcciones y la inspiración. al conjunto de los que ya se trataron aquf. sin embargo,

125
es un problema que atraviesa toda la observacién. pero también a las alemanas. Aunque tenga sus prefe-
La elección de objeto del Hombre de los Lobos se rencias, en el momento es siempre la misma; es una cosa
caracteriza por rasgos pertenecientes a la estructura de no adquirida, lo cual contrasta con el hecho de que la li-
su neurosis: se trata de una elección típica de objeto. bido vuela en pedazos tras la escena del sueño. Aquí
Estos rasgos generales se combinan con otros gue hay, por el contrario, reunión de todas estas tendencias
no tienen su fuente en la neurosis infantil, y también con en un objeto, con lo que la cosa es sin embargo rnenos
otros que son productos del azar y la fortuna. Esta com- simple de lo que parece. No es una simple copia o repro-
binación de! aulomaton de la neurosis y de la ryché enla ducción de la escena primaria.
elección de. objeto, es lo que Freud construye y expone Intentafemos enumerar estas diferentes corrientes.
en el capftulo VIII, páginas 242 y 243; el desarrolló se Como es sabido, las fuentes pulsionales son dobles:
había anticipado en la página 184 con una óptica ligera- 1) pulsión de ver, 2) pulsión anal.
mente diferente, e igualmente en la página 200. El objeto gue satisface cada una de e§tas pulsiones a
Comenza¡é por lo típico (páginas. 200-201). su turno las hace entrar en la sincronía; se trata de las
diferentes elecciones de objeto que el niño va a efectua¡
a) Lo que en este caso tiene de típico es que se trata durante su infancia, hasta que la elección se fija sobre
de una elección heterosexual: el objeto es la mujer; en un objeto definido. Esto es lo que se expone en el capí-
relación con este objeto, el Hombre de los Lobos tiene tulo VIII.
una actitud activa y hasta conquistadora, sobre todo des- Estos diferentes objetos van a intercambiar sus luga-
pués de la escena con Gruscha: es una actitud típica de res por transferencia, van a transfe¡ir su interés de unos
lo genital. a otros, y al mismo tiempo cada uno tomará los rasgos
b) Lo característico de su neurosis infantil, especial- de los demás. Primero la madre, después Gruscha, des-
mente de su neurosis obsesiva, es el rebajamiento, el re- pués la hermana, después una transferencia de la herma-
bajamiento de que es objeto la mujer. na sobre la Chacha; después, justo pasada la pubertad,
El rebajamiento del objeto de amor es rma primera de nuevo la hermana pero con tendencia de signos inver-
generalidad establecida ya desde hace mucho tiempo tidos (ya no de rechazo sino de conquista); después,
atrás en la historia del psicoanálisis. La conexión entre transferencia sobre el significante "matrona" y, por últi-
rebajamiento del objeto y neurosis obsesiva es para mo, sobre una campesina: aquí el objeto queda definiti-
Freud tan evidente, que hasta llegará a asignarle (en la vamente fijado y ya no habrá de cambiar.
pág. 200) un origen filogenético sobre una base consti- En cierto sentido, entre estos objetos existe una re-
tucional. lación metonímica; en otro, ellos metaforizanla escena
c) El tercer punto que caracteriza más propiamente a primaria, con los índices de deformación que Freud nos
este objeto o a la relación del sujeto con este objeto es detalla de manera fatalmente precisa.
su compulsión amorosa, el Liebeszwang. El modelo que domin4, el modelo para el goce y que
La compulsión específica es el amor; este rasgo ya constituye una verdadera Prdgung a la manera etológi-
lo particulariza: quiere decir que la condición necesaria ca, es el coito por detrás, no anal sino a la manera de los
y suficiente para provocar su deseo sexual es una mujer, animales: coito ¿ tergo, more ferrarum. Este modelo no
y de determinada posición social, una posición en el está dado sólo por la escena primaria, pues el que de-
sentido metafórico del término; una mujer igualmente en sempeña el papel motor es el "a posteriori" de esta esce-
determinada posición, pero en el sentido no metafórico na; la razón esencial de este "a posteriori" es una identi-
del término, sino físico. Estas condiciones nos son pre- ficación, la identificación con el padre; lo que Freud
sentadas por Freud como una suerte de artificio, a la ma- introduce aquí (y que teorizará nuevamente en El Yo y
nera de un disparador inmediato del deseo, y aun de un el Ello) es que la elección de objeto depende de una
reflejo condicionado. identificación. En la observación del Hombre de los Lo-
Aquí tenemos ya una especifidad en relación con la bos es manifiesto que las diferentes elecciones de objeto
elección de objeto en el hombre, que encontramos desa- corresponden a mutaciones de la identificación. Ya
rrollada en el clásico artículo de 1910, donde la mujer hemos visto que el objeto en cuestión tiene siempre una
degradada que se desea está en oposición a la mujer referencia al padre, toda vez gue no es otro que el objeto
idealizada que se ama: el objeto de la pasión no es el ob- del padre; por consiguiente, el objeto fue elegido en es-
jeto genital, y ala inversa. Por supuesto --dice Freud en ta posición por su relación con el goce paterno. Así se
la página 200- de entrada se debe hacer una conexión explica la actitud activa, e ineluso la posición sádica del
entre esta elección de objeto y la escena primaria, toda Hombre de los Lobos con respecto a su padre: en el sa-
vez que la escena primaria es la que fija el destino de la dismo mantenía la identificación con el padre, y en el
libido de objeto. Cuando Freud habla aquí de elección masoquismo elegía al padre como objeto sexual (pág.
de objeto parece que estuviesen confundidas todas las 2r9).
corrientes. Hay una suerte de focalización de varias co- La escena con Gruscha mediatiza por primera vez
rrientes sobre un tipo de objeto, que en el fondo es una esta elección de objeto; Gruscha está en cuclillas con su
especie de éxito; el deseo sexual no ha volado en varios
cubo y su escoba, otros tantos elementos significantes
pedazos: no es el deseo donjuanesco o mozartiano, don-
que el Hombre de los Lobos va a disponer a su manera y
de Don Juan ama a las gordas, pero también a las flacas,
que para él son otros tantos lazos simbólicos con el su-
a las viejas pero también a las jóvenes, a las españolas

126
plicio de Jean Hüss en otros relatos: sentimiento acom- elección de objeto sexual conforme al objeto del padre,
pañado de la conexión simbólica entre el fuego y la ori- y conforme, no sólo al objeto sexual del padre, sino, po-
na. (Mucho después, en L932, Freud le dará explicación demos decirlo, al ideal del padre: en efecto, el padre ide-
en su artículo sobre el mito de prometeo, esto es, la alizaba a la hermana. Aquí es donde interviene ese ele-
ecuación Fuegd = Falo, y el hecho de que en ciertos mi- mento intelectual, ese elemento de saber que es el único
tos, en particular mongoles, esté prohibido apagar fuego en explicar el que la hermana vuelva a ser, en la puber-
con orina). tad, objeto de amor para nuestro sujeto.
A esta concepción refleja, a este estilo ruso, pavlo- E;nlapágina /84, Freud dice que, en efecto, en esta
viano, hay que sumar ahora otro tipo de mediación con- época el Hombre de los Lobos intenta un acercamiento
sistente en lo que Jacques-Alain Miller deslindó como corporal íntimo y es ella la que lo rechaza; es la escena
"el problema sexual", es decir, un elemento exterior a de seducción al revés, en la época de la pubertad. Es lo
esa Prdgung que no puede reabsorberse en la acción di- que Freud llama "tempestad de la pubertad", a la que él
ferida. Existe una mediación simbólica que se interpone añade indiscutiblemente ese elemento de saber, y hasta
en esta identificación con el padre (es decir, hacár el de sujeto de supuesto saber, no sólo porque ella es supe-
amor como papá). A esta mediación, llamémosla simple- rior a él intelectualmente, ya que a esa eclad él tenía los
mente "factor intelectual", el cual está afectado aquí, mismos gustos litera¡ios que ella, sino porque el padre
podemos decir, por el signo "-", erl la elección de la aprecia enormemente su talento de poeta. Este elemento
mujer rebajada como objeto femenino: la mujer rebajada de saber impide buscar exclusivamente en la escena pri-
es una intelectual afectada por un signo menos, en el maria el prototipo que constituye este amor por la her-
sentido de las magnitudes negativas de Kant. Esta mujer mana, así como impide busca¡lo en la inversión automá-
es su hermana. La mediación esencial que se sobreimpo- tica de la escena de seducción. Llamemos a este amor
ne al rebajamiento (Prdgung) es el hecho de que su her- por la hermana "amor de transferencia" y en todos los
mana lo dominara intelectualmente. La superioridad in- sentidos del término, ya que precisamente a partir de es-
telectual de su hermana, dos años mayor que é1, cumplió ta hermana se transfiere a una serie de otras mujeres,
su papel decisivo en esta función (pág. 184): si todos que presentan rasgos exactamente contrarios en el plano
esos objetos de amor eran sustitutos de la hermana, que intelectual, su amor por ella. El grado en que esta com-
le estaba negada, no se puede descartaf gue una tenden- pulsión depende del deseo del padre, o sea del complejo
cia al rebajamiento de la hermana, a sobrepasar su supe- de Edipo, está indicado por el hecho (pág. 185) de que
rioridad intelectual, que en oro tiempo lo había abruma- el padre comparaba además sus poemas con los de Ler-
do, recibió de este modo el poder de decidir su elección montov; sabrán ustedes gue, por desplazamiento, el
de objeto. Hombre de los Lobos, después de morir su padre, e\vez
Aquí se trata de la hermana en un período muy dife- de ir a la tumba de éste va a la de Lermontov.
rente, en aquel momento en que se reconcilió con ella, El Hombre de los Lobos superó la rivalidad y los
tras ese oEo de torsión motivado en parte por la rivali- celos, lo cual no impidió Freud- que la hermana
dad en el amor de los padres, y en parte por el hecho de fuese "el miembro más amado-dicede su familia" (pág. 184).
que en la époea de la seducción él la rechazót incluso Por lo tanto, lo menos que se puede decir es que esta
podemos pensar que su hermana constituiría más bien, elección dc objeto está sobredeterminada: el sujeto ama
en su elección de objeto, una mujer sin encantos, y que a esta hermana a condición del rebajamiento, i las mu-
en ningrin caso podía ocupar el lugar que Freud le asig- chachas que le gustan (sirvientas, campesinas) constitu-
na, lugar de catalizador de todas sus relaciones con el yen una hermana rebajada: Freud considera que la supe-
objeto femenino: la hermana no le agradiba como objeto rioridad intelectual de ésta lo había aplastado.
sexual probablemente porque su relación con ella, añade A continuación, Freud intenta combinar este factor
Freud, estaba ya detenninada en un sentido negativo por despótico, esta dominación intelectual, este elemento de
la rivalidad en el amor de los padres; la hermana es la saber, con el factor propiamente erótico; intenta combi-
hija de la madre y él es el hijo de su padre. Esta hosrili- nar el elemento simbólico con el elemento imaginario.
dad hacia la hermana hace que el Hornbre de los Lobos Por Io tanto, ya no podemos preguntarnos simplemente
dirija explícitamente su elección sobre otra persona, ld si esta elección de objeto constituye un sustituto de la
Chacha, que además era un modelo para la hermana, el madre o de la hermana: vemos de qué modo Freud las
ideal del yo de la hermana. combina a las dos, a la vez lógicamente, por la opera-
Luego la antenaza de castración reactiva su identifi- ción de la negación, e históricamente, para sobredeter-
cación femenina y entonces se produce la regresión a Ia minar esta elección de objeto.
fase anal: Ia seducción por la hermana lo desvió final- Así pues, no debemos dejarnos arrastrar por una re-
mente de las mujeres, tras un breve intento de seducción lación de comprensión entre el objeto de la pulsión (la
activa con la Chacha. grupa de la mujer) y el rebajamiento, toda vez que se
Por último se presenta el sueño, desencadenando la trata, justamente, de dos orígenes diferentes. El objeto,
fobia al lobo; luego la represión de la pasividad respecto en el sentido parcial de la palabra (nalgas prominentes),
del padre, que es la satisfacción sexual por el padre. Se tiene su fuente en la escena primaria, y la inversión del
podría pensar que con la hermana todo terminó, pero no despotismo intelectual en su contrario. El resultado es
hay nada de eso. Todavía se plantea la cuestión de Ia una metáfora, la mujer envilecida y arrodillada, con la

127
posición social metaforizando la posición sexual. mos donde está la mujer rebajada, la dama de sus pensa-
Podemos deslinda¡ ahora tres órdenes de causalidad mientos.
que convergen sobre este objeto que llamaremos, por b) La reacción contra la hermana (pág.zaq dene un
comodidad, objeto (a), las nalgas prominentes de una motivo puramente erótico,
mujer en cuclillas, objeto (a) que causa el deseo y que c) La lectura de la página 258 muestra que en este
desempeña todas las funciones del objeto del fantasma, caso no hay culpabilidad, ¡o hay conflicto entre las ten-
haciendo caet enfading al Hombre de los Lobos: dencias morales del yo y la sexualidad.
l" Origen imaginario: identificación con esa d) ¿Cuál es el quid de la pasividad con las mujeres?
Prdgung de obrar igual que papá.
2. Origen real: se trata del factor transhistórico evo- Respuesta ile S. Cottet
cado la vez pasada por Colette Soler (pág. 201), el coito . Todo
depende de Io que se entienda por pasividad:
por atrás, que no es necesario hacer derivar de una im- con Gruscha, el Hombre de los Lobos es activo, y Freud
presión particular del período infantil. habla de acceso, "no sin audacia", a la genitalidad.
3. Origen simbólico: el elemento de saber sobrea- . En cuanto a los motivos eróticos, el tamiz de la es-
gregado. tructura, del elemento de saber, constituye un mixto en-
Estas tres fuentes están gobemadas por el complejo tre otros, caros a Freud; cada vez que intenta determinar
de castración. los ingredientes que componen el objeto, el elemento
Se añade un cuarto plano: erótico se reduce al objeto (a) (parle no simbólica que
preside la elección de este objeto).
4. El fetichismo: Freud habría sido más preciso de . La Dama idealizada es, apafle de la serie de cria-
evocar este rasgo de perversión en la iida sexual del
das que él eligió como rebajadas, la (serie) de la herma-
Hombre de los Lobos.
na, de Muriel Gardiner, que constituyen compromisos
En el trabajo de Serge Leclaire que lleva por título
razonables.
Desenmascarar lo real, el autor cree que el objeto (a)
(nalgas prominentes) vela el sexo castrado. Ahora bien,
3. Eric lturent
la función del fetiche es el desplazamiento del valor fá-
lico sobre el objeto que vela la castración. Observemos Es una suerte que no se hayan perdido los textos del
la reticencia de Leclaire a denominar "a" a esla Hombre de las Ratas pues, desde Freud, constituyen lo
Prdgung, obnubilado como estaba por la letra (objeción que sabemos sobre la neurosis obsesiva.
de Lacan, con la puesta en relación de Wespe y S.P., ini- Es diferente elegir, como el Hombre de los Lobos,
ciales del Hombre de los Lobos). Freud, en 1938, sitúa una mujer rebajada, que elegir como el Hombre de las
el velo perverso del sexo castrado, que representa el go- Ratas, una mujer a quien uno le puede dar la lata con sus
ce fetichista, muy cerca de la psicosis. problemas, haciéndose la idea compulsivamente de que
esto podría causarle la muerte.
Preguntas
4. Jean-Jacques Gorog
l. Colette Soler
El punto mortífero está inscripto del lado de las que
¿Entre los diferentes estatutos de la causalidad, tienen esa relación con el saber, por ejemplo la muerte
Freud establece una jerarquía o una ordenación?
de la hermana: en estos casos no hay cornpulsión sino
más bien un dejar a un lado.
Respuesta de S. Cottet
La causalidad es, en último análisis, estructural: da 5. Antonio Quinet
menos importancia a los factores fortuitos de la historia
En cuanto al elemento simbólico de saber sobrea-
y más a los de la constitución, con restablecimiento del
gregado, este elemento sería una reactivación de la
Edipo invertido en la estruqura. En las páginas 184 a
Prdgung fijada en la escena de Gruscha.
243 hay variantes al lugar de la hermana; en la página
242, el rebajamiento es tratado como un "a posteriori"
Respuesta ile S. Cottet
de la escena primaria, y sigue siendo directamente domi-
nante. Hay una relación dominante entre la escena pri- Ya he respondido a la pregunta con dos'elementos
maria y la compulsión amorosa, que se ha tornado deci- heterogéneos: transferencia en el sentido lacaniano de
siva para su destino. La escena primaria es lo que sujeto supuesto saber que sobredetermina el amor por la
determina la U rfantas i¿ (fantasma primario). hermana.

2. Agnés Aflalo Jacques-Alain Miller


Fórmula su pregunta en cuatro partes: Seguidamente, interviene, efectuando las siguientes
puntualizaciones:
a) La vida sexual del Hombre de los Lobos admite -La elección de objeto tiene las características si-
guientes:
un desencadenante; y lo prueba el estado hipomaníaco
del sujeto cuando ve a la mujer en aquella posición: ve- . desencadenamiento automático,

128
. univocidad que contrasta con laVerwerfung, que si tomamos el nivel 1, el de la castra-
. su estallido: masoquista, canibalístico, homose- ción.
xual; ésto acentúa los clivajes: el sujeto rechaza lo nue- Tomemos el aislamiento simbólico del "no estoy
vo, conserva lo antiguo y vuelve a tomÍu lo nuevo,
castrado", donde se sitúa su compulsión amorosa: "ser
un hombre " tiene que jugarse en el nivel simbólico de
capftulo VIII vuelve a tratar sobre la cuestión
de la-El
la decisión sexual; en carnbio, la fórmula misma "no es-
elección de objeto. Aquf prevalecen los rasgos de
toy castrado" se ubica en el nivel delaVerwerfung de la
claridad y simplicidad; es diferente del estilo "egipcio"
castración.
del razonamiento del inconsciente.
elección de objeto está sobredeterminada por
En Freud (pág. 205), el Hombre de los Lobos va
-La primaria;
la escena retoma además cierto nrímero de en-
creando su virilidad en los términos siguientes:
cuentros y de acontecimientos de la vida real del sujeto: con la madre, y con el padre.
-Identificación
Si retomamos la serie: escena primaria - Gruscha -
hay aquí un efecto de "a posteriori", y la elección, se va
enriqueciendo siempre sobre una base primera. seducción - sueño - seducción, el erotismo anal tiene su
Al comienzo del capítulo VIII Freud se explica del punto de partida en la escena primaria, y se ve reacen-
siguiente modo: "He aquí las cosas que permitieron de- tuado por la escena con Cruscha, por la escena de seduc-
sentrañar el caso en torno a la elección de objeto". Es ción con la hermana, viniendo el sueño a reactiva¡ la es-
decir que Freud da a este capítulo un estatuto clave: cena primaria.
identificación con la mujer (el "como una elección de objeto: Freud habla de ella en tér-
-Hay
mujer" del sujeto); pero la elección de objeto no es fe- minos-Lade condición, condición de amor, o de elección de
menina: el sujeto actúa "como un hombre". Hay, pues, objeto. Esta condición es el producto de una historia ori-
confl icto de identifi caciones: ginaria, sobre el fondo de Ia ausencia de la relación se-
xual; existen pues condiciones para esa elección, que
L identificación con la madre de la escena primaria, permiten reconocer al compañero sexual (págs. 243 y
2. el tema contrastado de la elección de objeto es el 244: elecciín del objeto y condición de amor).
"como el padre".
¿Cómo articula Freud ambas cosas? En este capítulo
Ia identificación masculina esuí en primer plano; luego
El sujeto se ubicó en la escena primaria según la Freud prosigue, aclarando que Ia posición fundamental
madre, de ahí su actitud fundamentalmente pasiva y ho-
del sujeto es la identificación con la mujer (un hombre
mosexual (su modo de goce).
le aplica una lavativa, desempeñando este hombre el pa-
Existe, por el contrario, un registro donde su modo
pel del padre).
de goce se muestra viril, decidido, compulsivo. Al final
En Ia página 254 hallamos un paralelo entre posi-
del "Informe de Roma, Lacan enfatiza la oposición ho-
ción viril de la elección heterosexual y posición femini-
mosexualidad-virilidad en el registro de la compulsión.
zada fundamental de goce, donde la posición masculina
es ser un hombre, para él? Es obvio que la representa un enclave en relación con el modo de goce
-¿Qué
respuesta no será la misma si tomamos el nivel 2, el de fundamental del sujeto.

129
24 d,e marzo de 1"988 mente de una sustitución...?"). Lo cierto es que esta
regresión desemboca en la fase sádico-anal, en la
agresividad, y que es entonces cuando el cambio de ca-
Al iniciarse esta sesión del Seminario en la que se rácter preanuncia Ia instalación de la neurosis obsesiva,
iban a escuchar habrían debido escuchar- dos Agnés Aflalo finaliza en lo concerniente a las obser-
-se
exposiciones, una de Agnés Aflalo sobre la reelabora- vaciones de Freud sobre el Hombre ile los Lobos en
ción det caso del llombre de los Lobos en Inhibición, I.S.A., con la constatación.de la página27:"Es también
síntoma y angustia, y la otra de Marc Strauss sobre la un triunfo completo de la represión la ausencia en el
Ichspaltung, Jacques-Alain Miller anunció el tema del contenido literal de la fobia de la menor alusión a la cas-
sexto encuentro del Campo Freudiano, que tendrd lu' tración".
gar en París, en 1990: "Las perversiones en las estruc' Si bien en los dos casos tomados'por Freud la an-
turas clínicas" . Propone tomar el D. E. A. de Patrick gustia es la causa de la represión, en Juanito sigue sien-
Valas sobre "La perversión en Freud' , como apoyo pa- do angustia de castración, mientras que en el Hombre de
ra el avance de las cuesliones que se han de abrir en el los Lobos se transforma en angustia de devoración,
Seminario, análoga de la precedente.
A modo de conclusión de esta fase del Seminario Por lo demás,la inhibición, como efecto de la repre-
dedicada al Hombre de los Lobos, y qué habrla podido sión, es extrema en Juanito y en cambio inexistente en
hacer las veces de exergo, J.-A. Miller nos propone es' S. P.
ta cita del capítulo VII de Inhibición, síntoma y angustia Así pues, Agnés Aflalo llega a la conclusión de que,
(r.s.A.). en el caso de Juanito, el padre está en correlación con la
castración, es un padre simbólico; en cambio, para el
"Es casi vergonzoso que al cabo de un trabajo tan Hombre de los Lobos, el padre no está en correlación
prolongado, sigamos teniendo dificultades para concebir con la casuación, es un padre preedípico con valor su-
los datos más fundamentales (pero nos hemos prometido peryoico pero sin culpabilidad.
no simplifica¡ nada y no dejar nada en la sombra)".
En este efecto de "casi vergüenza" se aglutina la
dignidad misma del trabajo analítico y la necesidad, im- Por último, propone dos hipótesis de trabajo:
puesta por sus dificultades, de producir matemas. Esta 1. En 1914 hay una contradicción en Freud entre
frase de Freud remite precisamente al tema de la castra- identificación con la mujer y angustia de castración. Es-
ción, ya que ésta es un dato fundamental de la teoría ta contradicción se resuelve en 1976, cuando Freud sos-
freudiana pero también una "dificultad para concebir". tiene que ya no se trata de angustia de castración: se tra-
Es esto lo que también puede aplicarse a los rasgos de ta de una angustia de aniquilamiento.
perversión en las estructuras clínicas. 2. Freud demostró la neurosis infantil, fóbica, por
el mero hecho del desplazamiento del padre al animal
Agnés Aflalo fobígeno. En realidad, en un caso se trata de un sínto-
Retoma pues el caso del Hombre de los Lobos en el ma,en correlación con la castración; en el otro, de un
contexto de 1926, el de la segunda tópica, mientrris que síntoma no relacionado con ella. ¿No deberíamos ha-
en 1914 Freud había tratado el caso a la luz de los lres blar entonces de Sinthome? Sinthome como suplencia
ensayos y de la Introducción del narcisisr¡a, es decir, en el lugar de Nombre del Padre (cf. J. Joyce).
desde el ángulo de la pulsión y de la identificación.
Intentará mostrar entonces de qué modo, en el Hom' J.-A. Miller
bre de los Lobos, la angustia puede ser tomada en su co-
¡Es un trabajo verdaderamente original!
rrelación con un padre anterior a la represión y anterior
a toda elección de objeto.
[Nadie más destacará después la audacia de designar
este modo de suplencia aplicado a aquel que Lacan defi-
El paralelo que Freud estableció entre la fobia a los
lobos de Serguei Pankejeff, y la fobia al caballo de Jua-
nía como "desabonado del inconsciente", a ese "accio-
nista del psicoanálisis" que fue el ruso, alias Sergue'Í
nito, muestra a estas dos fobias como antitéticas. Se tra-
Pankejeffl.
ta sin duda de dos neurosis infantiles, y estas fobias
constituyen pasajes obligados de ellas, pcro ¿cuiíl es la
clave de su correlación con el padre? P. La Sagna
Más allá de los puntos comunes a estas dos fobias, Señala que, después de Freud, la cuestión del com'
resulta claro que en Io que respecta al Hombre de los plejo de castración fue reducida a la del objeto parcial.
Lobos el padre no está en correlación con la castración y Se pregunta si el objeto parcial que juega en la regresión
que la fobia corresponde a una fase preedípica; temor a simboliza la castración (a l-tp) o si la regresión es real,
una devoración, da cuenta de un mecanismo diferente de no siendo símbolo de nada (a).
la represión, esto es, una regresión.
Se trata entonces de preguntarse si esta regresión C. Soler
se efectúa en el nivel significante o si se trata de una
regresión real (cf. l.S.A., pág. 24: "¿ ...se trata única- Hace notar a su vez que ya en el texto de 1914

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Freud afirma que la angustia no tiene por origen el I.-A. Miller repasa seguidamente la forma en que
proceso de represión, sino el elemento que reprime, en Freud trata la formación del síntoma y el destino de Ia
el sentido de que es el yo quien opera la represidn. pulsión después de la represión, donde puede aparecer la
dimensión del goce. Demuestra en qué forma la articula-
ción en LSJA., por parte de Freud, de lo Unlus, con la
J.-A. Miller
angustiá y de las relaciones del yo con el ello, funda una
rlonsidera que en 1926 Freud se muestra apresuraüo teoría del síntoma como goce,
respecto de la relación entre represión y regresión, ya que De este modo, represión y retorno de lo reprimido
en realidad el sadismo anal deriva de la seducción y no del deben leerse tanto a nivel significante como del goce; lo
sueño, el cual trae aparejada la fobia y una regresión oral. cual es plenamente válido para el síntoma fóbico.
I.§á" cotoca a la castración en el primer plano de Retomandó las distinciones entre lá fobia de Jua-
la metapsicología, y en este sentido, el Hombre de los nito y la del Hombre de los Lobos en sus correlaciones
Lobos es capital al mostrar que la angustia de castración edípicas, y particularmente en lo relativo a la madre,
es motor de la represión. Con este caso, Freud invierte y J.-A. Miller resume entonces la teoría de la señal de
reorganiza los datos de ta teoría edípica. Y la homología angusria (capítulo VII) y destaca la función del objeto
entie esta teoría y la metapsicología dará origen a la en la fobia.
concepóidn del goce para Lacan. Mientras que en l9l4 Concluye Ia sesión señalando la forma en que Lacan
(y hasta en l917) hay discordancia entre metapsicología trata la observación del Hombre de los Lobos a partir de
y clínica, Freud, con I.,§r4., "vuelve a poner los relojes la castración y colocando a I -g ea posición de puntua-
en hora": el caso se había anticipado á la teoría. ción para determina¡ su lugar.

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