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Seminsr Recht

STUDI
IN ONORE DI

EMILIO BETTI
VOLUME QUINTO

L - n r v r ' ; , .i il i . ; i i r : i , i , ' , r r : l
Semirrrr íiii lìòg.,:drr: iìi.ulrtund
VerglcidrcndcIì echu gcedricb te

,,til 3

M I L A N O . D O T T . A . G I U F F R È . E DI T O R E - 1 9 6 2
INDICE DEL SUINTO VOLUME

?&c.
Aùrelio CANDr,1N, Enissiaúe di .rzíani Pti\ilegiale neL loto, àelibetuziane irlxpu-
B D d b , l ? t, a t ! n u t l a . I

Enrico ,{LLoRro, Due .ontuib1ttì ( clinici r .rU'inlerfrctazia, e del diritto triblttarrc

Gjacinto AuRrrr, Plecisazíalli sul cancetta di eíica.ia MPplesentati a nella uetr


dtla coalto datiMt.Ili

GiìrÌio B{rr,rclrNr, Candizioni e terrn xi mell'atta d.i qkeleld

Eugenio CÀNNAD,I BARîoLr, Pt lecipaz,ione d,i .anulri a coklitati di rl.ilitto


pt:loto <?,,.op?,,arolirà € ut r . ù 7l
\icola D'AM-{rr, Il contlibuta di Enlilio Bttti al cotrcettod,i (.tqsa ìtnpasilíanis . 85
Rodol{o Dt Nov.r, fl caso (ín rc trIúyshrLILr e i d,i/ít|ì dí successiaw del lìglio
aàottì a el diyitta ìnler azíanale Pti úto ìnglese 97
Francesco Maria. Do,vrNroò, Lo fúblic.;rà nautíca e il dilì|to nlnwle r09
Giuseppe FIRRI, Autanotnia Ptindl.a e flarncsse mìl'itcr.Lli 127

Pietro GÀspARRr, Incapdcità e mca?Dfatíbílità. lel.atìI)e úlle.rllitht: fo.ttamelùat i


.A.nteo GENovEsE, Casi Pdrti.alati d.i applimtiatÌe dd frincipìa tegdc dell.t
, o ' t t ì u ; t à d e l lo \ . t . t , , . n / t a t ?

Alessandro GroRDANo, InPrcstl sac;ale e sco.padi ltlcto

ìIassiÌno SeÌero Gr,\NNiNr, .S?rlgirzrr b dtll.L Ll..)ltuìrladelle rcspansabilìtà c.)n-


l.tb,li r83
Iliclrele GToRGTAN\r, La ! dísr,ib1tziotrc t) delt't e.L labtui.al)ìle Ír& ì con(lani 1
d.l ')ól!

Demetdùs Gocos, Benerhnryek zLtm Recltt dey aúerrcE Hatudclsgesellschalt, des


(code d.e canlrnerceù, ( de lege fereùda t 2t9
Roberto GoLDscHnITD'r, La Prctecció tuidi,:.t, de ta Lid,a f/ì1)dda 235
Arturo Carlo JEMoLo, 1l gíud,ì.e dti (tíì.ìfii ed 1l giltdi.e (legl'ìnteresst 257

Peter LrvER, Dìe Auîhcbuxg u1d, Ablós1ory rcn Senitute irl s,:hueizùìschen

Antonio MAl-rN:roppr, La deliinitaríane della zor r d,i lesca yiselxata nella. legi-
slar:at'P útatittiùtd ttot ot t

Luigi MtNGoNr, L'abblìea d.! inÙutazi.ane dei f.gli ratwalt ex .rrt 738, comm.L
Jorî 3r7
Roepnro Gor-oscnlrror
ProfssÒre nella UnivèÉrtad Central de Yenezuela

]-A PROTECCIÓNJURIDICA DE LA VIDA PRIVADA


Su[raRro: L Protección de Ia esfera individual y Constitución - II proteccrón ]e_
gislativa de la personalidad III Limites de Ia tùteta jììddica de ta persona-
lidad. - IV. Intrmidad de la vida privada y prensa V. Exposrción iticita de
Ìa vida p vada al público y otras vjota.ciones det derecho a ta vida Drivada. _
VL Derecho a. la publicidad. - VtL Protección de ta esfera privada àe personas
fallecrdas. VIIL Conclusiones.

I. Las constituciones del mundo occidental suelen proteger


determinados derechos individuales Irente a1 Estado. No obstante,
actualmente, se evidencia la necessidadde ampararlos,incluso, contra
los conciudadanosque intervienen en la esferaindividual de otro abu-
sando, en algunos casos,de su luerza, en general organizada, econó-
mica o numéricamentemayor, o sirviéndose,en otros, de las modernas
conquistas técnicas que facilitan las intromisiones. En la prrmera
hipótesis, por no resultar siempre suficienteslos recursosdel derecho
justicial material civil, se ha planteado la cuestión de si contra esas
violaciones procede, asimismo, la protección constitucional consr-
srstente en el recurso de amparo, probÌema resuelto, por mayoría de
votos, en sentido afirmativo, en un îallo reciente de la Corte Suprema
de la Nación Argentina (1). Para proteger al individuo en los casos
mencionados en la segunda hipótesis, la jurisprudencia, en la Re-
pública Federal de Alemania, ha decidido que el reconocimíento
constìtucìonaÌ de un derecho general de la personalidad (arts. ro
y zo, Ley Fundamental de Bonn) repercute sobre el derecho privado
en el sentido de que ese derecho de Ia personalidad existe aún frente
a los conciudadanosl2).

II. Sin perjuicio de1 aspecto constitucional, a partir del g 16,


C.C. austríaco (3),algunos códigoshan Ìegisladoacerca de un derecho

(r) iteproducido ei lutisprLtde cia 11ry. lina, de y


4 5 noviembre de r95S, Nos.
;rsr-2 Se trató de la proteccrón de ta propie.tad
)r de ta tìbertad de trabajo en contra
de la ocupación de una fé,b ca por los rrabajadores.
(,) Cf, recientemeùte, p. ej., Corte Federal, eD
Jurtste zeitung 1959, ou y
sigls
(3) Ci. XRùrrNJo---\or-DÈ-WoLrF, Tníté dc Droit Conparé, z, r95o, n
45r.
{

o1R Robeùo Coldschm,idt

generalo, per lo menos,de algunosderechosparticulares de 1apersona-


lidad (a),así, sobre todo, los Códigossuizos,arts. 28, C.C., 1' 49, C.
Obl. (6). Ciertos derechoscomo aquellos sobre la correspondenciay
la propia imagen se encuentran, a vecesr en los textos legales sobre
derecho de autor (6). La tendencia moderna que puede comprobarse
al menos en algunos paises, de ampliar la protección existente (?),
se explica por un fenómeno sociológico comrin; en efecto, en este
período de las masas, a pesar de Ìas conocidas Declaracionesde las
Naciones Unidas de rg4g y las de algunasorganizacionesregionales,
el respeto de la personalidadhumana y, por consiguiente,el de la vida
privada, expresamente garantizado en tales Declaraciones (8), desa-
narecepaulatinamente.

(a) Uno de los derechos de la. personalidad que ha llamado especíaÌnente La alen-
ción det tcgislador es el derecho sobre €l nombre: ver g rz BGB y ahora arts. 6 a 9,
C.C. itaÌiano y respecto de ellos, DE Cuprs,Il dìti+o all'identità Personale. r.Il dìlitto al
name. L II nome citil,e, 1949. Un reciente proyecto venezolano se reflere aÌ nombre
y a la protección de la personalidad, a sabei, en delecto de disposiciones exhaus-
tiwa.s deÌ Código Civll, conrprende no sólo el derecho sobr€ eI nombre sino taÌnbièn
las rìormas relativas al apellido y nombre de pila qre las distintas personas debenlleva.r
(hijos legítimos y naturales; adoptados o de padres desconocidosj muj€r casada,viuda,
diyorciada y separada de cuerpos) así como también los préceptos concernientes al
cambio del nombre civii.
(6) Sobre la influencia internacional de la legjslación suìza, p ej , r'especto de los
proyectos hírngaros (SSroi-rog), CC de la Clìina Ìrrecomunista"(arts 16-19), Có,
cligo Briego (arts 5; ) sigis), cf. -{ ScH$,1R2, ,as Sclúeízerische Zí-ùilgeseÍzbltclî.
i d e t a k s l t i l L d i s c h e )R1e c h l s t n t a i c k l ú | 9 , r y 5 a , 3 9
(0) sí, p ej , en \-enezuela: Ley de Propiedad lntelectual de r928, alts. rl,
Ì 6 8 a r 7 o - E n A l e m a n i a , a u n Ì o s p r o y e c t o s d e 1 9 5 4 , S S8 5 a 9 0 , c o n s i d e r a b a n e s o s d e -
reclìos como afines al derecho de autor. En relación a los arts 83 y 96, Ley italiana de
r g . + r , s o b r e d e r e c h o d e a u t o r , c f . G r . À ] l l p r c c o L o ,e r \ S c r i t t i C a l a l n a n d l e i , 1 9 5 3 , 5 , . + 3 5
y sigts , e1 cual, lo misÌno qre F- C-{RNELùrrr, iui, r, Ío. tl, r5r, discùtcn el problema
de si se puede Jundar en tales disposiciones así cono en algunas otras dc los códigos
civil y lenal, el reconocimiento de un derecho írnico de la personalidad o de un de-
recho a la wida pnwada prot€gido, asimismo, en supuestos de hecho no previstos
por el legislador, ver, tambien, DE Cuprs, .f d.ilitti dell& fercanalitii, r95o, rzo y si8is.,
y la Exposición de l{otivos det Proyecto alemàn de una Ley concemient
dena.miento nuevo de la. proteccióD jùsciwilista de la personaiidad y del honor, 1958,
14. No obstante, esa tesis no ha sido a.cogida. por Ìa Corte de Casación; vel crAÀr-
PrccoLo, aP, crt,,431,
(') En relación al dereclìo venezola.no, cI., desde este punto de vista, también,
las disposiciones det Código Fenal relatìvas a la. violación del domiciho (art. r84) J'
de secretos (arts 186 y sigis, en particular, r88)
(s) Declaración Universal cle Derechos del Hombre, art. r-r: ( Nadie serà obleto
de ingerencras albitrarias en su vida privada, su familia, sù domicilio o sù coúespon-
La protección1ur'itlica d.ela aida priaada 239

No obstante, desde el punto de vista jurldico, Ias cuestìonesque


sepÌantean en los diversospaíses,no tienen, necesariamente,el mismo
carícter. Así, en Alemania donde se había rechazado,durante mucho
tiempo, un derccho general de la personalidad, se llegó, despuésde
la segundagucrra nrundial, por obra de la jurisprudencia que se funda
en los nuevos principios constitucionales, a su reconocimiento y,
luego, a la indemnización del dafro moral en caso de su violación lel.
Una vez resueltosambos problemas, la tarea del legislador queda re_
tìucida a regular los principales supuestosde hecho que interesen en
Ìa actualidad concibiendo la protección otorgada como emanación
de un precepto general y sefialando los límites de la tutela (ro). En
\''enezuela,por el contrario, donde la disposición general en materia
de hechos ilícitos protege, asimismo, interesesideaÌes, incluso contra
actos abusivosde dcrechosy libertades, y estí aseguradala incìemni-
zación del daflo rnoral (n), el legislador, ademàs de orientar la rurr-

dencia, ni de a.tiíques a su honra o a su reputación To.la persona ticne clerecho a la. pro
tección de la ley contra ta.les ingereùcias o ataques. , Er el mismo seDtrdo, art.
5,
Declaración de Bogotó, de 1948: ( loda person:L riene aterecho a t?LproteccjóD dc ta
ley conha los ataques abusivos a. su honra, .r su repùtación
], a su vida prirada y la._
miliar '.
(0) Cf Corte !ìderal, en Ju/ístenzeihtltg 1958,
57r; ver, ademàs, CorNG. j?i, 558
y sigts La Corte Federal ha extendido por analogía el
S 847 BGB, a ta viotación .tel
derecho de la personalidad, decjsion metódicarnente muy interessante ante ta dispo_
sición del S 253, del mismo código, se8írn et cuat podrà peatirse la jndemnización del
daio innìaterial sólo en los casos determinaalos por la ley. El proyecto alenlé.n, seiia
iado aÍiba en la nota.6, acogienalo la. sotución de la jurrspruclencia en una nueva re_
daccìón dcl S 847, excluye, sin embargo, la indemniza.ción det daio morat no sólo
cuando una restitución natura.l, p. cj una re\-oca.ción, sea. posibÌe y sufìcieùtc sino
ta.mbién cuando el a.utor haya dado al Ìesionado satisfaccior distinta al pago de dìnero,
vgr , pidiendo excusa. Sc puede discutir si este texto, demasia.to timi.lo, en nìi concepto,
€s útil o si, por el contrario, resutta. preieribÌe .lejar campo hbrc a ta jodspru.lencra;
vcr, también, la nota siguicnte y la nora rr
\\a) Cî. Er,osi.ión de f,Iotiaas del P,oytcto dd r95S, 5, y, asin[sno, IìDÌ\HAÌ{Dr,
eî luùstenzeitung rg59, 4r y sigts., et cuat, en razón del desaÍollo ateta jurÉprudencia,
duda acerca de la necesldad de una ilÌtervención ciel legislarlor aunquc reconoce qDe
oftecerla cicrtas ventajast en i8uat scnLido, er oca.sión de ta discùsión ctet
2royecto
deflnitivo de 1959 en el Concejo Federat, los represeDtantes de varìos estaclos parti_
c]ularcs \Ldnder). ver Boletìn de ta Oficina cte preDsa. e lnforÌnac1ón del cobierro
Federal, de 14 de julio de 1959 A favor dc la inrerverción (Ìel tesìstador et :\,linistro
trederaÌ de Jústicia, iaí,y La.rcnz, erÌ el mrsrno LotetiD, rLc fectra dc jutio cte 1959,
3
en relación a este úÌtimo proyecto, pùblicado después dc ÌÌaberse entregaalo este tra-
bajo a los organizadores deÌ Honìenaje, et cuat contjene atSunas modìficaciones dcl
proyecto de 1958, véase K1DEEL, en
Jtuistenzeìtung r95q, !s. 5r3 y sigts.
( u ) A r t s r r 8 5 , r 1 9 6 , C . C . E l a r t r 1 9 6 , r e l : l t ì v o a t : ì .ì n d e r r n i z a c r ó n , i n c h r s o , c l e t
240 RobertoColdsckmidt

sprudencia (1'z),debe establecer,sobre todo, la acción de supresión


de un estado de hecho illcito y la acción de abstención, Por negar, en
relación a los derechoslatinos, una opinión muy difundida el recono-
cimiento de un principio general que las admita (rs).

daio moral co esponde al art 85, lìoyecto de Códi8o {ranco-italiano de obligaciones


'fvNc,
y contratos; c[ acerca ale é1,fI y I- ÀI.\ZEAùD-'\ Tftìté théotique et Praîique de
la lesiansabilitt cixíte délictuetle et rontrachrcIles, r, Ì957, n os r93, 3ol' 3?r y, €n rela-
ciór al derecho francés, los rl'lis1Ììos,ob. .il , esPecialtrìente, no 3r8 Por el contrarìo
elr razón del art 2059CC., similar al art 28 àParte íìnico, CC' suizoyS253B(ìB
(cf., desde et punto de vista comparativo, Scr\l'ARz, oò. cit, +o r),la indemnrzación
del daffo 1ìo patrimonial sólo Procede en la lriPótcsis de un dehto Penat (arts r85,
aparte ún1co, r37, r98 cp), sin peluicio del caso particùl:Ìr del a):t iig aparLe ú-
que
nico, c p.c: cf- Gr^ìlPlccol-o, ab cit , 137S Por otra parte, en el supuesto de
no se revoÌ\,iere en sentido afirnìativo el probtema de la analogizr irlt'i's, nld1càdo en la
nota 6, la protección de la es{era ìndividuat encontrarí eÌì el derecÌro italiano scrios

obsteculos a causa. ale las pocas slmpatías con que cuenta allí la teoria del abùso 'le de-
recho y de las lrbertades: cf lloN-csl_Iln\r,ccr, Larcs|onsabililà ciuile,ryi 5 r" roo
'e,) La intervenciór del legislador para odentar la lurisprudencia no es ne'esària
y, en tÙi concepto, ni siquiera recomenrlatle en 1os Países en qlre los ju€ces se mDestrÀn
capaces de aplicar Principios generales,vgr 'el deÌ abuso de dereclìo Por el contrario,
de
ella es indjspensable en aquetlos eù q c les falte tal capacidad Desde otro PDnto
(lebe
vista, del reconocimiento expreso de algunos derechos de la Personalidad, no
(gr', en ve-
concluirse que la es{eraPcrsonal, Por Ìo demas no sea aÙìparada; ìo es,
neztela en virtùd del art rr85 C C
tesis aÌ respecto Pri-
er) En trabalos anteriores, desde 1935, hc sostenido dos
mero, la aùtíjùridicidacl objetrva q e ?resuponen textos comoelart 1332 C-C francés,
por toda violacrón de la ley y de las buenas costuìnbres (o si se prefiere
esta constituida
Jórmula .]e los pnnciPios de la bùena fè) aun cuando el acto causador de daio
otra
n o 1 , i o l e u n c l e r e c h os u b j e t i v o d e o t r o ( c f l a s c i t a s e n E s t u d ì o s d e d e r e c h oc o ) t t P a t a d o '
1958, 539, n. 46, 54r, n. 54 y 5++, n 69, donde se seiala, asimismo, la concePcrÓn
sustancialmenie idéntica de Asc-{RELLr, Probletnas deLs saciedades altdtrìnas 1946'

2 3 3 , n 4 8 ; S a g g i g i \ f l ì d i a , 1 9 4 9 , 4 r r , n 4 8 ) S e g u n d o , d e d ì s p o s i c i o n e sù r o d e l a d a s
là de rc-
sobre el art. r38z C C francés, deriva una obliEacrón Ìegal, preexistente a'
paración que presuPone ùn a.cto no sólo objetivamente antijuddico sino también
in
doloso o cuiposo, cle no danar a otro viol:LncÌo un prlDcipio del derecho objetivo'
que se funda la teoria del abuso de
cl so aquetlos preceptos ale caracter Eenelal en
(ver tri, ps 6) Partjenclo de tales ìdcas he afirmado que tanto la acción
derecho 565
caracter
de supresión de un estado de hecho ilícito coÌno la acción de absiención de
preventiro siempre procedcn aùD en de{ecto de cuÌpabilidad y aun cuando el bien Pro-
tegìdo no constituya un derecho absoìrto (\'er por írltimo, La rc'ió frexerti'a
Po clll,ras I'enezalarlas àavn el I' Congrcso lùznrqcio al de Derc'ho Cotnparado, Bn'
selas 1958, 22) No obstante, pese a que Puede cilarsc en sentldo similar' esPeclal-
sciala-
menre, a BAR,\ssI, Teoria generale delte obbliga,'ìotti' r, 660, las concelciones
alas no corresponalen a la doctriLra dominante y han encoutrado, aùn recientemente'
a los
Ia oposición dle l{lcHELI que, en el CoDgreso de Bruselas, adrmtía, en relación
derechos {rancés e italiano, esas acciorìes sólo eù los casos eù qre estén expresamente
La protecciónjwridica d.ela aida priztada 24r

Desde otro punto de vista, la necesidad de una intervención le_


gislativa en materia de derecho civil serí menor respecto de aquellos
bienes jurídicos para los cuales existc una protección suficiente de
derccho penal y, en particular, cuando el hecho configurado como
delito origina, ademé.sde la responsabilidarìcivil, dcter}inadas me-
didas de confiscacióny de supresión o la publicación de la sentencra,
proveimientos tendìentes a reaccionar contra una violación ya rea
lizada, pcro que sirven también para prevenir nuevos perjuicios. Así,
puedeocurrir.-- pero no sucedenecesariamente en lo relativo a la
protección del honor (ra). Cuando tal protección no baste del todo,
podrí sel preferible, ptra evitar una doble legislación, reformar la
ley penal, en vez de dictar normas de derechocivil (1b),

IIl. Por parte de muchos se considera característicode los dere_


chos privados -absolutossu protección contra cualquier ataque el cual,
pt,r lo tanto, es objetivamente antijuricìíco a menos que intervenga
urì:rcausade justificación,p. ej., lcgítima defensa(16).Se sueleevi_
tai, por el contrario, cl concepto de derecho absoluto cuancloun bien
sóio esti tutelado contra determinadosataques,indicaclospor Ìa ley
o desaprobadosen razón cleun criterio elístico: buena fe, buentrs co-
stumbres.nsoshonestos,orden pribiico,etc. (1?).Desdeestepunto rle

pr.vistas por ìa ley (ver sù Rafpart Générct, 15 y sigts., 25 y sigts


) De todos modos,
d€sde el aspecto pràctico, dichas accioÌrcs, sólanente tendrj.n ciìcacia. pleDa si eÌ legisla-
dor pone a disposición de los jueces los medios para imponer las sentencias correspon_
dientes o si los jucces se a.uogan tal poder ponencit1,1c., 22, nota
lcî. n\i 5r, y, en re_
l^cióltr a"\as astleínles del clerccho francés en
larticùtar, Lstl.tdios Ltertere.ha confando,
r;3 y sigts ). El Congreso de llrusetas, con ta apr.obacrór ircluso ctet pouente general
[[rcHELr ha rcsùelto: r Es deseabte que en cada pais exista Ia posibllidad de recurrir
a los trrburaÌes, o só1o en caso de violación.va cfectuada de ùn clerecho o ale un inte_
rés jrlrídico, sino taúÌbièr, con 1as gîrantías corvenrentes, cuanato sc tlate ate preveni!
tal fiolación, en caso de amcnaza. objeti\.a y aciùal t
( r a ) A r E s 1 + 4 z L4 5 2 C P v e n e z o Ì a n o .
( 1 5 )D e s d e o t r o a s p e c t o , o n c a s o d c d i c t a r s e r o r r n a s d c d e r € c t ì o o r v i t , p o d r à n e s t a ,
bleccrse, sinìllliilÌc.r"mcnie, adcnìós, disposicìoncs
Penates para protegcr aún mós
efica2mente los de.echos dc la personatidad cstruciurados por ct tegislactor civiÌ Así,
proccde eÌ 1)royccto verìezolano indjcado su.pra ei ta nota
4, en retación a vioiacrones
doÌosas conninando, sin embargo, en gerìerat, sólo coD Ìà pcrì:L de mutta
( ! ) C l D ì i s L s t ù d . i o s d e d e r c c h oc o l l t p a l a d o c i t ,
556, en retación a ta.concepcrón
o p u e s t a s e 8 ú n l a c r i a l l a a i r i ù u c i ó n d e u n d e r e c h o a b s o t u L on o d e p e n d e d a t g r a d o d e
tntensdad de la protccción otorgada siùo de sr dirección ergq. oÌrnes
{ri) (li, vgl, rccienterìrcirte, R. HELLI, Dù Sch tz d.e/ lelsònlichen Ithre wú
A.: ì ttschaltii.hen ltr|es tn P|tudtrctht, 1957,
4 y sigrs , et cuai, en ta póg 5, expresa.

I Srr,l! i, o,arc dì E. B. ì \.t. \..


242 Roberto Coldscltmidt

partida, se ha negado,frecuentemente,que la. personalidad o el honor


puedenser el objeto de un derechoabsoìuto(18).No obstantc,el Pro-
yecto alemón de 1958, al formular nuevas normas de derecho civil
sobre la protección de la personalidad y del honor, aun cuando no em-
plea el término derecho general de la personalidad, Ìo reconoce, sin
embargo, en el sentido acogidopor ìa jurisprudencia, o sea, como de-
recho absoluto u < otro derecho rr, de acuerdo con la terminología
del $ 823, I, BGB. (19. Pero cntonces,deben admitirse, asimismo, nu-
merosas causas de justificación, mós allí de 1as clósicas como lcgi-
tima defensa,estado de necesidady autoayuda. Dl Proyecto alemón
excluye la antijuridicidad de la intervención en la es{erapersonalcuan-
do, conforme a una apreciaciónrazonable,debetolerórseÌao e1lesionir
do la consienteo estó permitida por otros motivos. Puede dudarse,sin
embargo, si se trata, en todos estos casos,de la exclusión de la alti
juridicidad o si, en ciertas hipótesis, el hecho ya no cabe dentro del
supuestolegal y si, en otras, por el contrario, só1ofalta la culpabilidad
del autor del hecho lao).
De todos modos, una disposiciónque establezcaun derechogeneral
de la personalidadtendrí necesariamentecarícter impreciso en lo quc

este pensamiento como sigue: ( No es decisiva la circùnstancia de que el pertwbador


lntervenga en el bien jurídìco tutelado sino Ia manera en que lo hasa D.
(rs) Incluso respecto al art. 28, C C. suizo, que ?rotege contra toda wìolaciór ilí-
cita de las relacrones personales, se ha observado que éste tampoco otorga un derecho
absoluto de la personalidad en el sentido de que toda lesión de bierìes personales sea
antijìrrídica sÌno que sólo le da al Juez un poder en blanco para establecer, erì el caso
concreto, Ios límites dentro de Ìos cuales considera amparada la esfera personal c
ícrta su violación :c{. EccER, ItonnrcnLar zu t SchL'eizeùschen zìuilgesetzbuch. Dis
Persanewechl',art 28, n. 53, 54 y 70, KoEuDL, Juristenzeilung \959, 277. Por
Io ta.nto, el Jùez suizo tieìe que serwirse de clltedos parecidos a los empleados por cL
Juez alemón en relación al S 826, BGB, disposición aplicada con anterioridad al re-
conoclmiento de ùn der€cho general de la personalidad, en el sentido det l 823, I, BGB,
o por el Juez {rancés en 10 r'eÌativo a los arts 1382-3, C C Igualmente, acerca del ,'i(/,}
ol Prioacy ]]ofteamericano (ver irlla nota 22), W. L PRossER, Rabels Zeiisch/., 2î,
ry56, +\7, llega a la conclusior de qùe los tribunales juzgan según su aprccid-
ción, lo qùe corresponde a las buenas costuÌnbres y a la conciencia pública-
(i) Cf. E,r|osición de Motiros cit.,15; en sentido orítico, wer KoEBnL, ob. oit 2;t)
Una er/olución simrlar de la jurisprudencia alemana se ha. rnanilestado en materia de
protección de 1a lìaclenda comercial: c{ EsttLd.ias d.e derecha colirpara.do +93, en parri-
cula., nota ,+9
(s0) Cf. RETNHARDî, I c 42. La. Etr|asición d,eMotí1)os, 15 y sigts., d$cute, aDlplia
mente, la excÌusrón de la artijìrddicidad eù razóÌr de intereses prevalecieùtes de otros
dignos de protecció o por motivo de una conducta socialmente adecuada, causa de
La protección|wriclica d,ela titla priaada 243

se refiere a la esferaprotegida y asimismoen lo relativo a los intereses


opuestosdignos de protección que pueden justificar exceptionalmente
ìa intervención en dicha eslera, siempre que se quisiera mencionarlos
en el texto legal, contrariamentea 1o que sucedecn el art. z8 C.C.
suizo. Por esto, fucra de Suiza y Alemania, país en cl cual, a causa deì
desarrollo de Ìa jurisprudencia, resulta inewitable el reconocimrento
de aquel derecho, parcce preferible prescindir de un precepto general,
arîn cuando fuere ejempÌificado lucgo, como ocurre en el Proyecto
aÌemón, y legislar sólo acerca de determinados derechosde ìa perso-
naÌidad cuya protección en el ambiente de que se trate sea oportuna.
No obstante, incluso cn tal caso, Ìos límites de la tutela, en razón de
intereses opuestos igualmente meritorios de amparo, apenas podràn
ser circunscritos netamente. Por otra parte, sin embargo, en 1o que
ataie a la protección de la vida pdvada contra su exposición ante el
público, la cual sólo constituye un aspectode la tutela de la personali-
dad, podri ser conveniente completar las disposicionesrelativas a 1a
protección de Ìa imagen, corlespondenciay escritos privados, palabra
hablada,etc.,medianteuna clóusuÌageneralde caràctcrsubsidiario(rr;.
Así, procede el Proyecto venezolano el cuaÌ hace cesar la protección
cuando existe un interés legitimo superior que justifica ta exposición
de la vida privada ante el priblico (rr).

justilicación seffalada por la Corte Federal, en J risterzzeitung 1957, 543, pero resistida
por graú parte de la. doctrina, vgr., por .SroLL, iux, rg5a, r3j, BrNDoKAr., r.,Ì,
533,
BóIIMER, en ùIonatsschlilt l. Delatsches Recht \g58,
745.
('zr) El Proyecto alemàn, por el contrario, considera como ù a de las vìolacioúes
del derecho general de la personalidad tas aiirnìaciones hechas o dilundidas prîbtica-
mente de sucesos de la vida familiar o priwada, a saber, estabtece una disposición pa-
ralela a. las reÌa.tivas a Ìa proiección de la imagen, corÌespondencla, etc, to que parece
discutibl€, especialmente, por separa.r el Proyecto esa.sdisDosiciorìes mediante ur pre
cepto concerniente al honor. Sobre la. necesidad de distinguir erìtrc el derecho alhonor
y el derecho a.la vida. privada, cf. DÈ. Crprc, I d,ìyitti d.ctta ierso a!i!à c:tt. rcs
(3t) La clàusula general subsrdia a det l,royecto venezotano tiene cierta a.finidad
coî el right ol Pliua.ay, aunque no comprende todos los supuestos d€ hecho ell quc, ex
Estados Unldos, se admite una violación de dicho clerecho. En efecto, los tribunales
consideraD como delìto crvil en iiai sentrcìo: r) hrùpción motcsta en ta soledact o en ta.
ljda retjrada. de una persona, p. ej , mùar a ta vcntana o enrrar ùn hombre en el baio
de seioras: ?) Empleo de un cle ento dc la persona.tidad ajena, ante todo, det nombrc
o de la imagen para 1ìnes comerciales; 3) Pùbticacrolles de particutares sobre la vija
plivada de rìna pcrsoDa, I'gr, publicàción cle Ìa fotografla de una c a.tura deJorme,
nluerta, o dc la fotogralía hecÌÌa clan.lestinanrcnte dc ùna pemona que €stà. en una
clinica corr rna enlermcdad hunilla.ntc, o aun Ia pubticación del tìecho de que atguierr
ro pa"8a sus dcudas personales; a) DeslìSumción de una persona en la opinión púbtica,
244 Roberto Coldschmid.t

IV. La protección de la intimidad de la vida privada,y mós arln,


del honor por lrcdio de disposicionesde derechocit'il no es del agrado
de la prensa la qual, especialmenteen la República Federal de Ale-
mania, ha atacado lo textos proyectados como violatorios de ias li-
bcrtades de expresión de1 pensamiento y dc la prensa. lmportantes
diarios han ido tan lejos que se han negado a publicar las explicacio-
nes del Minìsterio competente ('3). Pero tales criticas no son
acertadas. \''erdad es que se acostumbra a interpretar la libertad
de expresar su pensamiento en un sentido amplio que comprenda
no sólo la libertad de opinar sino también la de informar; de allí
que se considere, en general, la libertad dc prensa como una ema-
nación de la libertad de expresión ('za).No obstante aun desde
este punto de vista, tal libertad no es ilimitatada ('5). Las 'rnts-

p. ej., pubÌicación del nombre de ùna persona como firmante de un manifiesto


oùe Do firmó, o la ilustración de un artícùlo sobre la maÌdad de Ìos taxistas ediantc
{otograllas de otras personas o la de un a.rtículo sobre Ia imprùdencià de Los niios en
Ias calles mediante lafotografirl deunlliffolesionado dos afros antes sin suculpa en u ac_
cidente de triùsito. El grupo ba.jo 3, Io Ìnismo qùe la clíusula genera.l del Proyecto
venezoìano comprenden, tambiér, el muy discùtido caso de que, en una novela se de-
scriba determnada pelsona de manera susceptible de ídentificalla (cÎ Cason, u
B a s h i . 1 r ,r 5 5 F l a . r 9 8 , 2 0 S o . 2 d 2 4 3 , 1 9 1 4 , c í | . p o r P R o s s E R , l . , i t , 4 2 3 ' t ) . S e g u n e l
crtado ensayo de Prosser, se leconoce el righr of Priracy er\ AÌabalna, Alasca, Arizona,
Calilorma, Distrito de Columbia, Florida, Georgia, Illirois, Trdian:r, Xansas, IteDtucky,
Luisisìana, X{ichigan, tr[issoùi, Montana, Nevada, New Jcrse]', \ortÌr Ca.Ìohìa, Oregon
y South Carolina. En otros Estados, Colorado, ]Iaryland, llassachùsetts, Minnesota,
Missisippi, Ohio, OklahoDra, Pennsl'lvania ]' \Vashinstoù, existen indicios de que,
probablemente, serii reconocido. Se Ìo rechazan \ebraskrl, Rlìodc Island, Iexas-y
Írìsconsin y lo limrtan à Ia protecclón contra cì empleo conercial de ur nombre o ùna
imagetr Nelv York, Utah y Virgrnia.
{zs) Cf. Declaración de los miembros de 1a ConisiórÌ asesora.del Ministerio de Ju-
sticia y el artíc1rlo de ERDSICK, Boletín de ta OfLtna de Ptensa.e I lotnación de!
G o b ì e t n o F e d . e r a . lr,9 5 8 , N o s . r 9 8 y ? 3 3 , r 9 6 6 y 2 3 r 5
(:t) Cf. aÌ respeclo v MANGoT-DT-LÌ'rBsoLz, Das Danner Gtltndgesclz, art. 5,
n 4. La Ley lundamental de Bomr, a pesar de seguir la misma orientación (ver la
redacción del ari. rg), garartiza, sin embargo, aun expresaÌneùLe, la Ìibertad de prensa
y la información por radio y ci e (art 5, encabezamiento, 24. dìsp.). l-a reciente Ley
de Emisión del Pcnsamrento de Honduras, de 1958, art. 2, encabezanierÌto, declar.a
que las llbcrtades de expresión del pcnsamicnto e infornación son nÌwiolables Este
derecho jncluye el de no ser molestado a causa de sus opnliones, el de investigar y
iecibir informacioùes y el de traÌìsmiiirlas y dilundirÌas por cuaÌiluier medio dc

( z r ) \ r e r , t a m b i é n , C A R N E L ù r T 1 ,L c i l , L 1 8 , r 5 r 2 , ' e l c u a l s i n c m b a r g o t r a t a , e n
nuestro entender, sólo aspectos parciales del problema. Garàntizar la liberiad de ma'
nifestar el propio pensaDiento signilìca, según é1, que nadie esté obÌlgado a decir lo
La proteccìónjurid.ica d.eIa aida priuada 245

mas constituciones cuando la garantizan prevén, casi siempre,


determinados límites, vgr., los que establecen las leyes (16)o tas
disposicionesde las lcyes generales(2?)mencionóndose como límite,
a veces, asimismo, el derecho del honor personal (2s).Dentro de

que no piensa, pero no imptica que cada ùDo pueda decir todo lo qùe piensa pone de
releve que dentro de la vida sociat oratenada no es admisibte que atgunos hablen y
los otros deban callar. \.er, ademàs, W. GoLDscHMrDr, L& Cie .ia de Ia
JLsficìa (D|
Aologia), ry58, 382, quien afrrma que ta libertad ale pensamiento iùptica tambien
la libertad de sjlenciar sus pensamientos.
(,6) El art. 37, n 5, Constitìrción Venezotana de 1953, qùe actùa.tmente slJ
reforma", garantiza la expresión del pensa.miento con las limrtaciones que establezcan
Ìas leyes. El art. 37, de la. Constitución de r9,17, garantizaba ta tibertad de pensamiento,
manifestado de palabra., por escrito, por med_iode la imprenta, por Ìa raalio u otros si
stemas de pùblicidad, sin que pueda. establecerse censura prevra; pcro quedan sìr-
jcta.s a pena, conforme a. Ia.s prescripciones Ìegales, las exptesiores qùe
constituyan
oferìsa. a la morat públ1ca, injuria., dilamación, desacato o instìga€ión a delinquir.
(!r) Así, la Ley Fundamentat de Bonn. Se entielìde por teyes gercrales todas aquet_
las que amparan aÌgún bien jul.ídico sin consìderación deuna opirìion determinaala: cf v
M a N G o L D T - L E r B H o r - 2 /, r . D e s a l e c s t e p u n t o d e p a f t i d a s o D
lerfectamente colst ù
ciolla.les leyes protectoras de la personalidad, ìas cuales rtgen para todos e inclÌrso
para la prensa; cf. S 2, de Ia Ley de Hcsse sobre libertad y derecÌìo de Ìa prensa, cil.
por REINIÀRDT, Lil ,44,
(r3) ,{si, et art. 5. pdmer apaúe, L"try Fundamentat ate Bonn. En et proyect,r
alemàn, en lo relativo a. la. p.otección det honor, se contempta, especiaÌmenre, ra a_
nrmación de hechos perjudiciales at honor o crédiÈo comerciat cuya verda.l no puede
probarse. El 5 18, pllmct aparte, declar:l, en tal caso, lícita.la afirmación o su alifusion
si el autor sin neghgcncia.la considera. veridica y exrste un intcrés prevaleciente digno
de protección en la afirmacrón o dilusióD; tat interés segúù ta ExposiciótN de Motit)os,
15, puede ser un lnterés colcctlvo cuyo wocero sc hace l:L prensa por otro lado, el $
824, BGB, reformado, excluye, en tas rnisÌrìas crrcunstancias, la obligación de itrdemni
zar aun cua.ndo el aùtor-tìaya obrado con ncgligencia. No obstante, quedarón a salvo,
eùtonces, ìas acciones de sùpresrór de ùù estado de hecho ilícito y de abstención, mien
tras qùe, en la hipóiesis del S r8, primer aparte, sóto existirà Ia obtigación de supre,
srón si la alirmación res ltare no verí.ìrca.
Iìn Yenez ela, en nÌatcd:L penal, el ú1tinìo proyecto ile reiorma clel Instituto de
Codificacióo y J uÌispl udencia., ademó.s de irtroducir otras mo.li{icaciones del Código
Yigente, especraÌmente en lo concernrente a. t.L ctetimitacrón entre injuria. y difamacrón,
deja abjerta.la !rucb:r de ta vcrdad de hechos inju osos o difamzlto os etr toalo caso en
que el autor lìubrere procedrdo maDifiestamente movido
lor un interés prlblico (art
227, n 2) Por otra parte, eI art 228, aparte único, alel proyecto, establece la agrà
vante de 1:Lpubticidad y prevé la responsabilidad sùbsidraria del órga.no de publici_
cidad eD caso de no encontrarse el autor dc Ia publicaclóll alel hecho alifamatorro
A veces, periodjstas venezolanos alìrmar que las disposiciones del Códig, penaÌ
contra difamación e ìnjùria leslonan ta" tibertad de prens:L y haccn posible 1a deteÈ,
ción de cualquier reportero. Pero to critica.bte no es ta protección DeÀaj det horor su,o
2+6 Roberto Caldschmidt

estos límites, el legislador podrí restringir la libertad de expre-


sión ('9o).
I'ero aun abstracción hecha de tales reservas constitucionalesex-
presas,la facultad dei legislador de proteger la eslera privada, incluso
cuando la protección otorgada tenga por efecto una limitación de la
libertad de expresión y, en particular, de la de informar, resulta de
consideracionesde carícter general. La Ìibertad de informar, distinta
de la de informarse (30),no estó garantizada para que cada uno sepa
todo de los demís sino para que cada uno sepa dc los demós lo
necesarioque le permita opinar acerca de los asuntos que le afecterr
como ciudadano o miembro de la colectividad. Dn otros términos,
aun cuando la Corrstitución lo lo diga explícitamente (fl), la libertad
de informar sólo csti garantizada en cuanto la información se reflere

el régimen del Código dc linjuicianìiento Criminal, actùalÌnerìte objeto de estudios de


reforma, qùe, en vez de distinguir entre auto de sometimiento a juicio y auto de de-
tención, que sólo debeía dictarse en casos de excepcrón,en particùlar, cuando haya so_
pecho de fuga o de ocultaniento de pruebas relevantes para Ia instrucción h'er re.ièn'
tenente la Conclusrones de la Comisión Internacronal de Jùristas eù Nueva Delhi,
rg5g, eA Noultellss de Ia misma, rgjg, r\. 6, 4-5, bajo l\r), est:Ìblece, lor eI contratio,
en relación a los hechos que merezcan pena corporal, genédcane te, la detención del
indiciado (alt. r82) y admite la ltbertad pro\.jsional o bajo îanza sólo después del acto
de cargos (art 3?o, n r) En Ia ConstitÌrción de 1947, art 3(), n 2, se habia
excluldo la detencrón prcventiva. en los delitos de inju a, difamación, desacato u ofensa
a. personas o a crcl.pos judìcìales, políticos o administrativos, investidos de autoridad
pùblica.
(,r) A veces, así en la citada Le] de Horìduras, se enuncia que no se aprobarà
ley alguna que restrinja las libertades de eriPresión del Pensaniento e inlornación
Pero, en tal caso, la n]is a Ìey determìna las responsabilìdaales eD que incurran los
que abusaren de tales libertades en perjuicio de la honra, repLrtacióD o intereses de Per-
sonas o entidades (art z, aparte úmco) El art- 8, de la ley hondureia, redactado, en
nuestro entender, de rnanera no sufrcientemente protectora de la vida privada, dispone
que sotr pumbles de confor-nidad con esta ley las inJracciones conìetidas en eI ejercrcio
de la libertad de expresiór por cual.lrier:L de los mcdios de difusión que se contemplen,
cuando {alten al respeto de la uda pdvada,cuando se refieran en Jornìa denigrante a la
vida. exclùsivamente de hogar o la condùcta social de las personas y les causen dano en
su reputación, cn sus iniereses o en sus relaciones familiares-
(30) La Lcy Fundanental de Bonr y la citada ley lìondureíia nenciona , expresa-
nente, a esa últrna libertad; cl v. trIaNGoLDr-LErBEoLz, ob til., n. 3; W GoLD-
scHMrDî, Ia Cien.ia d.e la J sli.)ú cit., 38\
(31) Respecto de l:L Ley Irundamental de Bonr se habia proycctado decir en el
tcxto correspondiente que la preDsa,la radio y et cine tienen el dercclìo de in{ormar, sin
ser molestados por la censura, conlorme a Ìa verdad, acerca de los asurtos de rnterés
general, y de olinar acerca de ellos Sirl embargo, esta disPosición fùé, luego, eiilllinada
por dejar aI Ìegislador y a la adDimstración, en particr.rlar a la poLcía, demasiadas Po
La prolección iuriclica d.e la aid.a priaada

a asuntos de intcrés general o colectivo. l)e esto resuÌta que el legisla-


dor ordinario puede dictar leyes que excluyan la información sobre
asuntos que no presenten tal interés.
Acaso se opondrí que esta formulación genérica del principio se
preste a abusos por parte del legislador lra que las opiniones acerca
de lo que es de interés general o no pueden diferir. No obstarte, ar
menos en los paísesen que existe un control judicial de la constitucio
nalidad de las le5.s5,podría plantearse la inconstitucionalidad de una
ley que exclul.era la información sobre asuntos de manifiesto inte-
rés colectivo. Por otra parte, las leyes que prohiben la información
sobre asuntos, en principio, sin interés general, deben permitirla para
ìos casosde cxcepciónen que un sucesoconsideradopor el legisìador
sin interés colectivo lo adquiere, sin embargo, en concreto. Mi{s aún,
se dlrí que incluso cuando eÌ legislaclorno establezcaexpresamentetal
restricción de la prohibición, se la considera sobreentenclicla
De ahí la conclusión dc que aun en los palsesen que el texto cons-
titucional garantice la libertad de expresión sin scfraÌarningrln límite
resulta, plcnamente,admisibleuna legìslacióntendientea protegerla
intimidad de la vida privada contra su exposición ante el público
siempre que 1ainformación r-espectoa sucesosde la vida privada quede
lícita en caso de que los hechos objeto de la información lleguen a
ser de interés para la colectividad (3r).Pero, dado que esto constituye
la excepción, la información sólo se justificard. cuando el interés co-
lectivo tenga un grado de intcnsidad srÌfiiientemente {uerte para que
pueda considerarseprevalecienteen rcìación al interés de mantener la
intimidad de Ìa vìda privada (34).

sibilidades de intervención; pero tat supresión no sigDilìca ta auscncia ate ta obtigaciór


dc informa-r de manera veridica.
(3'z)En et derecho anglo aDÌerican en que los tribùnales estableceD una re8Ìa
jìrddica en ocasión de ùn caso someiido a su decisrón, y esto sucede inclùso cuan{lo se
trata. de Ìa interyretación de un slat,rtr (c{ ,{RrrrNrNJo.--\or_DE ]\-oLFrì, Tftìté ctt,
n 567, 683), la tarea consiste en frjar tos lírnites frera. dc tos cÌrates existe un abuso ale
la libertacl constitùcional de expresión det pensamiento. En esi:e sent o, ilice fRos
sER, 1. ril , 4f2, en relaciór al, ríghr .)f ?ril)acr-: ( En generat, en los casos en quc los
trjbuDales con]probaron u.a transgresión de la tibertad de Ìa prcnsa, se lraró de casos
muy crasos vrolatorios del sentimiento noraÌ del ciudadano 1nedio ,. Una sìtùación
anàloga se presentà en Ìos países de derecho continenta.l donde no ha], norDas sobre
la pl:oteccìón de la pe.sona.lidad pero sc reconocc, en materÌa de heclìos ìtícitos, el pr.irì-
crpio del abuso de derecho y de tas tibertades. ver, tamblén, s,Lrpn nr rs
f3) A weces, pùe.1e justificarse ta in{ormacióu sobrc un hecho de ta. vida privada.
irente a determrnado Srupo cie personas, wgr., un gremio pro{esionat, qn€dando iIí
248 RobevtoGoldschmidt

IJesdeotro punto de vista, cuando exista eseinterés prevaìeciente


que justiflque Ìa publicidad dada a un acto destinado por eì interesado
para la esfera particular (*), podrà inlormarse acerca de dicho acto
no sólo por medio de la prensa sino por cualquicr medio, vgr., en un
d.iscursoen una asamblea popular, y por parte d'eqwitis ex fl|ulo.
En efecto, en un Estado democrítico, pese a Ìa gran transcendencia
que tengan en la vida moderna la prensa y los otros medios organiza-
dos de información como cine, radio y teÌevision, no existe, desde
este aspecto, privilegio alguno para los periodistas, reporteros u otras
personasque informen al público a través de aquellos Lo que se pro-
tege es el interés de la colectividad de ser informada, el cual no se
identifica con determinados intereses profesionales
LIn interés legítimo de la colectividad en conocerhechosde la vida
privad.a existe, en particuìar, cuando de tales hechos pueden sacarse
conclusionesrelevantes acerca de la actuación de la persona en la
esfera pública (*); vgr., ciertos sucesosde la vida privada de un po-
lítico pueden originar dudas respecto a su idoneidad o moralidad para
obrar en la vida púbtica. No obstante, también el polltico tiene un
derecho a. la vida privada y hechosno relacionadoscon su actuación
pública no deben ser expuestos ante eI público. Consideracionesa.nà-
logasrigen para el delincuente (36).Sin embargo,como muestran recien-
tes medidas tomadas en Francia, aunque dirigìdas inmediatamente
contra los iuncionarios judiciales, hasta hechos presuntamente delic-
tuosos pueden set'excluídosde la publìcidad mientras dura el sumarro,
para que una campafla de prensano haga aparecerculpable a posibles
inocentes137).

cita, sin embargo, Ia in{ormación diriSida indistintamente al público En efeclo, elrire


a vida plivada y la vida púbtica exister aún es{eras intermedias.
(!') C{. CT.RNELUTîr, L ci|., i46.
(,5) Cl. RETNITARDî, l. rdl , 44
{3c) CARNELuTTI, 1., , seia.la la costumbre actual de wer en el político ùr'a les Pú
blica o er e-l delincuente una /rs ,Jil;s cuya vida puede ser llevada ante et público sin
l{mites y reservas; o bserva qùe tat incljnacrón no corresPonde a las concepciones del de'
recho y que se trata. de degeneraciones y ro del desarrollo flsiolóBico de la costÙmbre
En Estados Unidos de -Àmérica, tos tribuùales justilìcan, a menudo, la pubÌicación
de noticias scnsacìonales sobre ta vida pdvada dlclendo q e el público quiere tales cosas
y qne la prensa, salvo en casos especìalmente chocantes (c{. s Pra nt 32), cst^ an-
tori.zaóa para cumpliÌ: con tal deseo: cf PRossER, l .;l ,4r2 y sigts No obstantc,
demasiaalo {àcilmente se con{undcn causa. y efecto, a s:Lber, no son tantos los deseos
del público que originan 1as pììblicaciones relativàs a Lt vida privada sino una prensa
inescrupùIosa que despierta y alienta tales apetrlos del púbÌico.
(
f') Art. rr, CPP., en la redacción del 23 diciembre de 1958: Salvo los casos
La proteccióniuritlica de la úda pritada 219

V. La protecciónde la intimidad dc la vida privada consiste,fun-


damentalmente, en la prohibición de exponerla ante el público. No
obstante, en ciertos supuestosde hecho,las ley.'eso provectos van mis
lejos en la tutela. Así, el $ r4 del Proyectoalemón,contrariamenteal
derechovigente, consideracomo violación del der-echode la personali_
dad no sóìo la publicación de un retrato ajeno sino 1'a su confección,
la cual lleva consigo el peligro del abuso del retrato hecho. I_o mismo
rige, de acucrdo con el $ 15, para la grabación cìela paÌabra hablada,
soluciónacogida,también, por el art. 18, del pro-vector-enezolano,
y para el Ìogro dc conocimientosmediante aparatos auditivos u otros
mediosde declaraciones de otros no destinadaspara el ovente o de
h o c h o so s u c e s odsc J a r , . i d af a r n i l i a r . op r i v a d aa j e n a i $ r 6 1 .
La solución seflalada, relativa al retrato muestra quc la del art.
ro C.C. jnterpretado, recientemente,por Carnelutti (i8), no es la
tTnica posible. Mís aún, no sólo la confección de un retrato srno
ìncluso, el llamado por Carnelutti goce estético del cuerpo ajcno
otenido con la contemplación inmediata podrla ser, en ciertas circun-
stancias,ilícito. Piénseseen cl cuento de Herodoto, argumento del
drama de Hebbel; Gige y su anillo, cuando el amigo d.etmariclo mira
clandestinamente, aunque con el consentimiento e incluso por la
iniciativa del esposo,el cuerpo desnudo de la mujer de este (3s).
La eventual protección otorgada ya contra la confección del re-

en que la ley disponga de otr:r maDera y sin perjuicio de tos derechos cle ta defensa,
el procedimiento durante ta avenguaciór y tzl instruccrón es secreto
'Ioda
persoDa que interviene en este proce.jimicnto estú obÌiga.la a manrercr et
s e c r e t o p r o f e s i o n a l c r l a s c o r ì d i c i o n e sy b a j o t a s p e n a s . l e t a r t í c u t o
37S, del Código

Àccrca de l.r influencia. nefasta de una prensa scnsacionaÌjst:l solrrc la jùsrtcra pe_
nal podrà verse, vgr , Ia reciente peÌicula nortea erjcana: I 1(,ant to liwc
(3\ L a|t., r4o; cî., también, DE Cuprs, I d.ìriui d.Lta perconalità cit, rro_r
Las obscrvaciones de ambos tendientes a denìostrar ta. inapticabitidad ctet a.rticuto
a la mera conlccción det retrato mùestran las dificuttacles que en ltalia debeù a.un
sùperarse antes de llegar a. una extensrón de ta dÌsposiciones vigeútes por via de a_
nalogia: ver sL|r.t, r\f 6 Hay qùe recordar clue el mismo CARNET-urrr, ob cit., t5r,
}labla. de a.n&lagm trl,ts màs qùe (1e atlatagia l.gts, de modo que ta limitación det ar
liculo a la exposición o pùblicación (let retrato no justifrca negar, mediante et empleo
del argumento e co Ítaùo, al menos en detcrnìinadas circunstancias, rna wioÌación
del derecho a la" vida privada erÌ ra.zón .le ta sola coDfección del rcirato
(3'g)De rìrodo que no se ptante:r ta cuestiór de una cvcntuat l,iotación .tel domici_
ljo; cf , por otro lado, la segunda escena det scgunato acto alc ta obú .ìe Shakcspeare,
Cimbelino, en donde lo:Lchimo se introducc en et dormiLorìo de Imoeena
RobertoGoldsthmidt

trato o contra la grabación de la voz hablada no excluye que, en la


misma clisposiciónlegal, se ampare, asimismo, contra la pubìicación
dei retrato o de Ia grabación hechasllcitamente, en particular, con el
consentimiento del retratado o del que habla. En efecto, se trata de
dos actos distintos lo que se evidencia cuando fueren reaÌizados por

considera violado eI derecho de 1a personalidad cuando alguien em-


pleando medios técnicos grabe la palabra hablada de otro o la haga
accesibleaI prlblico directamente o por medio de un portador de soni-
d.os.La Exposicion de X{otivos sefialaentre ìas causasde justificación
la grabación de una conversación telefónica de relaciones comer-
ciales (41).

VI. Se puede oponer al derecho a la vida privada un derecho a


la publicidad que corresponde,con carócter excluyente del primero, a
la colectividad y podrií ser ejercido por cada integrante de la misma'
Su existencia,por haber en estospalsesdisposicioneslegalesal respecto,
ha sido discutida en Alemania e Italia, especialmente,en relación al
derechosobre la propria imagen. Inspirado en esosantecedentestam-
bién el Proyecto venezolano,en su art. 13, enumera los casosen los
cuales no es necessatioel consentimiento de1interesado para que se
haga accesiblesu imagen al público; existe, sin embargo, la reserva
expresa de que, aun en tales supuestos de hecho, Ìa publicación no
debe lesionar un interés legítimo de 1a personarespectiva' Estos casos

l{o) Cf_ RltrNsARDî, ob- cit, 44-5.


f) P. ,9. No obstante, en taÌ lìipótesis, a rnenuclo, laltaró ya la tipicidadi cf'
súbta eI ferlo a Ìa nota 20. Así, vgr', al menos en general,cuando se gmbar ' en vez de
taquigralìarlas, órdenes teÌefónicas o Precios buÉàtiles comunicados Por teléfoùoi
ver Corte Fedetal en lutístenzeihmg, 1959, 6l En et caso resuelto por' Ia CoÎte' 'l c '
la uler del rùédico demandaalo, por iniciativa. del ma do, había lecho 8labar clan
éste
destina.mente una. conversación realizada en el domicilio del demandado entle
y el demandante, un luncionario público El demandado fué condenado a 'lestrufr

la e.abación
La proteccióniuridica de la uida privad'a 25r

imógenes de actos, sucesos,ceremonias de iuterés prlblico o que se


hayan desarrollado en pirblico; imhgenes que no hayan sido hechas
por encargo de la persona correspondicnte,en la medida en que elìe
sirva a fines superioresdel arte o de la ciencia;imígenes publicadas por
las autoridades o a pedido de éstas, a los fines de la justicia y segu-
ridad pública (4'z).
Entre estos hechos, e1 mós característico y mís discutido es eL
primero. La noción de la persona notoria por cualquier concePto es
muy amplia. La notoriedad puede vincularse a la vida poìltica, mili-
tar, deportiva, cientifica, artistica y, también, a la delictual. Iln las
mismas ideas se fundan los tribunales norteamericanosal resolver la
cuestión general, r.rolimitada a los retratos únicartente, relativa a la
medida de ínformación que la- colectividad puede pretender sobre
personas índividuales aun cuando éstas no hayan consentido en la
información.
En Estados Unidos se distinguen entre personas de la vida pti-
beica y personasde la vida privada considerÉ.ndose como personasde la
vida púbtica a todas aquellas que conscientemente secxponen a la pu-
blicidad corno actores, investigadores, boxeadores pro{esionales,mú-
sicos, inventores, funcionarios, etc. Todos elÌos se han hecho objeto
de un interés colectivo legitimo y estón sometidos, por lo tanto, al
derecho de la colectividad de ser informada-y al derecho de la prensa
de dar la inJormación (a3).Pero, de manera parecida a lo que ocurre
en las leyes y proyectos de derechocontinental sefialados,asimismolos
tribunales norteamericanos aIìrman que aun una publicación en
principio lícita no debe lesionar un interés legltimo, vgr', la excluyen

({,) Contrarì:LuÌente a la concePción reinante en Alemania (cf Ètlasicìón de


),Ia!ruas del Prcyeato de rg58, 2q, el Proyecto venezolano, en sù art. ro, primer aparte,
ro considera como publicación de Ia imagerì la rcpresentación de ùna persona en na
lbra de espectàculo público por medio cle un intér'prete. No obstante, este caso po-
ìría caber dentro de la rorn]a subsidiario dirigida contra la exPosición de la iutimrdad
.e La vi.l?L pdvada (àrt. r9). CI ai resPecto tanbién DE CvPÉ, I dílìttL della Persana-
i;i, cit rr2i llussMtNN, In/own Paru el 42o Cor7esso de J /istas Alemanes, t95?'
r: En un litigro norteamericano, se ha resuelto que un héroe de guera no ?ùede opr
..rse a una pelícùla en qùe un actor lo represente, pero qùe Ia película. no debe exten-
:-ise a particulares de su l,ida Privada, o relacionados con s carrera militar: cf
::ùssÈR, oó. ,i1., 4ro.
{3) \si, una persona de l:t vida pública no puede oponerse a que sù retrato sea
: :xcado en libros o artícutos sobre su actividad púb1ica, vgr, el de un rompehuelga
=. :n trabajo sobre rompehuelgas o el de un mago hindír en ur artículo sobre eqùili-
: : . . : a r e n Ì a c u e r d a : c f P R o s s E R ,I c i l , 1 r o , n t 5 2 .
252 Robeúo Goltlschmidt

para un empleo commercial no autorizado o en un magazrn porno


grifico.
La notoriedad o el caricter de personasde la vida pública puedcn
ser transitorios; asl ocurre con 1aspersonasque intervienen como de-
lincuentes, victimas o testigos en un proceso penal o las que estàn
relacionadascon un suicidio o un divorcio sensacional Los tribunales
nortean.rericanospermiten, sin embargo, refrescar la memoria del
público, incluso despuésde muchos af,os y aun cuando la gente hal a
olvidado el caso de que se trate. No obstante, excepcionalmente, en
lazón de la reservaindicada, tal conducta constituirí una violación ilel
right ol pritacy, p. ej., cuando se saca del olvido, revelando la identi-
clad de la protagonista,la historia de una prostituta acusada en eì pa-
sado por homicidio pero absuelta y viviendo actualmente bajo nuevo
nombre una vida honesta(a).

VII. Llno de los problemas que se plantea al legislador en esta


materia es e1 de la protección de la esfera privada de personasfal-
lecidas. En Esta.dosUnidos de América, se sostiene, en general (16),
qtle el right ol priamy, por tener caràcter Personaì,se extingue con la
muerte de la persona. No obstante, recientesleyes y proyectos cortl-
nentales establecenreglas distintas (ao) Así, también e1 Proyecto ve-
nezolano exige para la publicación de la imagen, escritos confidencia-
, a r al a e x P o s i -
t e s .g r a b a c ì o n edse l a p a l r b r a h a b l a d av , e n g e n e r a lP
ción ante cl púbÌico de la vida privada de una personafaÌlecida, dentro
de los treinta afros siguientesa la muerte, el consentimìento del con-
yuge sobreviviente y de los hijos 1', gn defecto de éstos' de ambos
padreso, en su caso,del adoptanteo de los cónyugesadoptantes(art'
rr, 14, aparte único, 15, aparte único, r8, aparte único, y r9, apar-
te único).
Se discute la construcción dogmàtica de este derecho (a?)' Po-
dría acaso, sostencrseque la vida privada de1 difunto sea parte in-

( a { ) C f . P R o s s E R ,t r . c i t + o 5 , 4 r 7 , 4 1 4 .
(16) Con excepción de Utalì: ver PRossr:R, oò .|tr 4a7,lft.33.
({6) C{, desde el punto de \.ista comparativo, IfùssMANN, oh ail' 66'
(a?) Cf. las citas en BussMANN, ob. cit 64 y sigts
La proteccióniwridica de I,a aidu priuada

distinguen entre la esfera privada del difunto y Ia de los familiares


aunque, en ciertos casos, algunos hechos pertenecientesa la esfera
del difunto pueden formar parte, también, de la esfera de los fami
liares (a8)-El plazo fijado para la protección no es la vida de los fa-
miliaressino, exceptuadoel régimenitaliano,un número determinado
de afros a contar desde el fallecimiento de la persona protegida. La
posición de los familiares se asemejaa Ìa de un albaceao ficìuciario(ae).

VIII. La defensa de la esfera privada correspondea uno de los


postuÌados del liberalismo que asigna a cada individuo un dominio
reservado (50).Las referidas disposicioneslegales tienen a evitar su
absorción total por la colectividad. De lo expuesto en este trabajo
se desprende que tanto el establecimiento de esas normas corno su
aplicación se enfrentan en la actualidad con grandes dificultades a

(43) En este sentido, de acueido con el g 12, segundo :Lparte, proyectc alemàn
de r9j8, la acción lesi1-a està. dirigida contra. el difunto y et consentimiento que puede
excluir su antijuddicidad debe ser dado por l:L persona destina.da. por a.quét y, er su
defecto, por determinados parientes, cf. EtposlaiórL d.e Motiros,23,4. Así, KoHLriR,
Galld ,4/ch 47, r,+8, cit por IlussMÀNN, oò. oit. 64, sostiene qìre ( ùn residuo del de_
reclÌo nìdiwidual det nùerto le sobrevive aún d rante atgún tiempo, residuo que, sin
enìba"rgo, no podrà delender él mrsmo sino sólo sus parientes r.
({0) EI art 3(), del Proyecto venczolano sobre et DerecÌro de Autor, prevé que
éste puede constrtulr por acto de ìiltima voluntad un ideicomiso sobre et derecho
de autor, en el sentido de la I-e)' venezolana de Fideicomisos de 1956: cf R. coLDScH-
rIlDî, L& reÍolma del d.eleahode alatol en Ve ez e[a, ry58. 28-29; ID., La Ley de Fi_
deicornisos de 1956, rg57 No obstante, ese Froyecto no distingue ell lo rclativo a.
la lraùsÍerencia. fiollìs 6drsd entre la del lÌa.mado derecho moral y la de Ìas facultailes
patrlmonìales y considera objeto de la herencia et derecho de autor como unidad, por lo
por lo cual no resìrlta Írt la comparación cor et derecho de la persoùalidad c1ue,al
menos en p ncipio, salvo disposrciones legales cspeciaÌes, terrnina con la muertc:
ver BussMANN, Òb. .ìt , 65 Desde otro I)unto de vista, en mateda. penal, conforme al
art 45r, CP venezolano, en Ìahipótesisde un delito cortctido contro la memoria de una.
persona nluerta, corresponde la facultad de promover la acusación o querella, no sólo
a los ascendienies, descendientes, Ììermanos o hermanas, sobrinos, annes en Ìínea dL
rcct:r srno ademís a los herederos i redìatos; ci CHrossoNE, eîla Exlosicìón de Mo,
lilD del Pl'ayecto sefalado er Ìa nota 2€r,.2r? No obstante, su justificación de ta disposi-
crón no nos l)arece convincente En eJecto, sr se tratase de una accióí ìure suc.esronrs,
debcría coresponder únicamente a los here.teros, incluso Ìos testamentarios: at con_
cedélsela también a ciertos parieùtes cercanos, se establece una acción iure
?to?lo
con la cual los titula.res de1ìenden, sin cmbargo, ùn iDterés ajeno_ D, Lege
lercnd.a, Ftrete_
:lrianos atribuirsela sólo a los pa entes màs próximos de di{unto
{ ; r r ) C l { \ \ r G o L D s c H \ t r D î , L , . LC ì e n c r r l d e l a J s t i c i a , c r t , r 9 4 ; v e r , a d e m à s ,S c H w A R z
ì ttt 38.
Roberto Goldscknidt

causa de las corrientes muy n.rarcadaesde restringir eì campo de la


vida privada y de ampliar el alcance de la vida pública. Voceros de
estas tendelcias son, desde eì aspecto que aqul interesa, especial-
mente, la prensa y los otros medios modernos de información (61).
De ahí que se ha podido hablar, especialmenteen Alemania, de un
conflicto entre dos derechos fundamentales, ambos respeta-blesen
un Estado democrótico, sea que uno, u otro, o ambos estén especial-
mente garantizados por la constitución, el del individuo al libre de-
sarrollo de su personalidad y el de la prensa.de informar libremente.
No obstantc, por ser la prensa mós fuerte que el particular, fó-
cilmente abusaró de su poderlo, lo que la misma prensaadmite cuando
propugna, vgr., la redacción de codigos de ética profesional (6').
Se ha seflalado a1 conienzo de este trabajo que se afirma hoy la apli-
cación del recurso especial de amparo en defensa de los derechosga-
rantizados por la Constitución, no sólo contra el Estado sino también
contra grupos de personasorganizados;desde este punto de partida,
no puede excluirse la posibilidad de que pronto sea.discutida la pro-
cedenciade ese amparo para proteger el derecho al libre desarrollo
de la personalidadcontra las empresasperiodlsticas, de radio, televi-
sión, etc. Aun recientementese ha dicho que es un lugar comrln enun-
ciar que una colectividad libre estí amenazadacuando se viola la li-
bertad de prensa,pero que el ejercicio abusivo de esta libertad produce
consecuenciasno menos chocantesque aquella violación (B).
En rigor, en lo relativo a la libertad de la prensa, hay que dis-
tinguir dos aspectos. Por un lado, su eventual protección constitu-
cional implica una garantía institucional, en el sentido de que se
ampara su existencia y funcionamiento; la iegislación ordinaria de-
terminaró las normas correspondientes relativas a la constitución
de las empresasperiodisticas, exclusión de monopolio, admisión a la

(tr) No obstante, a menudo los ÌrÌismos particulares cooperan en el adelanto de


tal proceso busca.do Ìa publìcidad mediante ( Remitidos D o inserciones parecidas
con qùe exponen al púbLco slrcesos de escaso o ningÌin interés colectrvo.
\5') CÌ BltlleLin de la Cammislon Internatianale d,e .Julisles,8, 1958, 32-
e3) Cr B llelilr cit, 33. A veces, se habla, inctuso, de la decadencì:L de Ia prensa
como órgano de la oplnión pírblica indicando como razones, entre otras, la transforma-
cjón de la prensa en ùna enìpresa commercial, la cùal sostituye aÌ periodísta por vo-
cación por el periodista. profesional, y la transformaciór de sù público, por ser Ia lec-
tora de la prensa. de hoy la. masa mieDtras que los tectores del siglo pasado €ran una'
{ élite t, que tenían Ia comprensión de ìos principios: cf. C. Cossro, e\ La Ley, de 3o
de abríI de 1957.
La proteccióniuridica de la ùda friaad,a 255

actividad profesional de editor y de redactor, sus responsabilidades,


procedencia y aplicación de medidas de confiscación o prohibición
de productos de prensa, etc. Por otro ìado, la garanfia constitucional
de la libertad de opinar y, sobre todo, de inÍormar tiene un alcance
general y su transcendenciapara la prensa no se funda en una enun-
ciación especialde dicha libertad adaptada a sus necesidadesparticula-
res sino en el hecho de que la prensa representaincluso hoy, el medio
de información mós importante (fl). Por esto, tampoco rigen reglas
especialesrespecto a los límites de la libertad de informar en rela-
ción a la prensa. Cuando el legislador o el juez hayan establecidotales
límites éstosse aplicarón también a ella (6).

(6r) La prohibición constituciotral de la. censura previa puede tener caràcter ge-
:reral, e saber, ser tefedda a toda expresión del pensamieDto. pero, a veces, concrerne
sólo a la expresión del peNamiento por determinados medios de ditusión o auo sola-
:îeDte a la informacióa por tales medios.
($) Ver srrra bajo IV,

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