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Introducción a la Lógica

para alumnos de Teología


(Apuntes)

Pablo Cobreros
Departamento de Filosofía
Universidad de Navarra
pcobreros@unav.es
m,

Índice

Índice iii

1 Lógica tradicional 7
1.1 La naturaleza de la lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.1.1 Lógica natural, ars logica y ciencia de la lógica . . . . . . . . . 7
1.1.2 El objeto de la lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.1.3 Relación de la lógica con otras partes de la Filosofía . . . . . . 13
1.2 El concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.2.1 Concepto formal y concepto objetivo . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.2.2 El universal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.2.3 Los predicables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.3 El juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.3.1 Juicio psíquico y juicio lógico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.3.2 Estructura y fundamento de la relación predicativa . . . . . . . 26
1.3.3 La proposición y sus especies . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

2 Consecuencia lógica y lógica clásica 31


2.1 Consecuencia lógica: necesidad y forma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
2.2 El lenguaje proposicional clásico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.3 Semántica y consecuencia lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.4 Tableaux . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
2.5 Contra-modelos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
2.6 Corrección y completud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
2.7 Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

3 El sistema básico de la lógica modal 45


3.1 Introducción: origen e interés filosófico de la lógica modal . . . . . . . 45
3.2 El lenguaje de la lógica modal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
3.3 Semántica y consecuencia lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
3.4 Tableaux . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
3.5 Contra-modelos y diagramas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
3.6 Corrección y completud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
3.7 Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

iii
Í

4 Sistemas normales de lógica modal 61


4.1 Introducción: variedad de sistemas lógicos . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4.2 Consecuencia lógica en D, T , B y S4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
4.3 Tableaux para D, T , B y S4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
4.4 Tablas infinitas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
4.5 El sistema S5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.6 Colapso en LP: Triv y Ver . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
4.7 Lecturas informales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
4.8 Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76

Bibliografía 79

Bibliografía 79

iv
Introducción

A primera vista puede parecer que la asignatura de lógica no tiene


mucho que ver con los estudios de Teología. En algunas ramas del
conocimiento, la contrastación experimental y otros procedimientos em-
píricos son la piedra de toque de la corrección de una teoría. En el
caso de la Filosofía y de buena parte de la Teología, es el razonamiento
correcto, los argumentos buenos y convincentes, los que constituyen
esa piedra de toque. En esta introducción argumentamos por qué el
conocimiento de la lógica resulta esencial al teólogo.

La importancia de la inferencia en nuestro


conocimiento
0.0.1 El conocimiento humano es en su mayor parte mediato. La ex-
periencia, los datos que aportan los sentidos, constituyen un tipo de
conocimiento inmediato, quizá el único tipo de conocimiento inmedi-
ato.1 SIn embargo, la mayor parte de las cosas que conocemos, no
las conocemos por experiencia directa. Conocemos, por ejemplo, en
un sentido estricto de la palabra ‘conocer’ que Cristo fue un person-
aje histórico. Sin embargo, este conocimiento lo obtenemos a través
del testimonio de diversos escritos, determinadas tradiciones, estudios
históricos etc.
1
La tradición empirista mantiene que la experiencia es la única forma de
conocimiento inmediato. La tradición racionalista (opuesta al empirismo) admite típi-
camente algún tipo de intuición racional (conocimiento racional inmediato) además
de la experiencia (y a menudo otorga a la experiencia un papel secundario en el
conocimiento).

1
Í

0.0.2 Un modo típicamente humano de obtener conocimientos es a


través de la inferencia. Inferimos conocimientos a partir de otros
conocimientos empleando reglas de inferencia que consideramos cor-
rectas. Por ejemplo, yo puedo saber que siempre que Juan baja a la
Facultad, aparca su bicicleta frente a la entrada. Si un día llego a la
Facultad y la bicicleta de Juan no está aparacada frente a la entrada
infiero (correctamente, por cierto) que Juan no ha bajado.
0.0.3 Un ejemplo claro de conocimiento inferido es el conocimiento de
la existencia de Dios; como apunta San Juan, a Dios nadie lo ha visto
nunca. Sin embargo, aunque no tengamos una “visión” (conocimiento
inmediato o intuición) de Dios, esto no significa que no podamos cono-
cer que existe; podemos conocer que Dios existe razonando a partir de
otros conocimientos que son más evidentes para nosotros. Por ejemplo,
sabemos que el mundo existe; que la existencia del mundo es contin-
gente; que todo lo que existe contingentemente tiene una causa y que no
nos podemos remontar infinitamente en el número de causas. De modo
que si conocemos que Dios existe (dejando a un lado el conocimiento de
la Fe), es porque lo inferimos de otros conocimientos. Parte del objeto
de la lógica es, precisamente, el estudio de las inferencias correctas.

El interés de la lógica como arte


0.0.4 Podemos distinguir entre un conocimiento teórico (o proposi-
cional) y un conocimiento práctico. El conocimiento teórico viene expre-
sado típicamente como ‘saber que...’ Por ejemplo, sabemos que España
ganó la Eurocopa de 2008 y sabemos que no es físicamente posible vi-
ajar a una velocidad superior a la velocidad de la luz. El conocimiento
práctico, por contraste, es un tipo de ‘saber cómo’ y expresa una cierta
pericia para realizar algo. Por ejemplo, podemos saber (cómo) montar
en bicicleta o podemos saber (cómo) tocar el piano. A menudo, no es
necesario tener conocimiento teórico para tener conocimiento práctico.
Por ejemplo, el ciclista no tiene necesidad de conocer la anatomía hu-
mana o los impulsos eléctricos que desencadenan el movimiento de las
piernas como tampoco necesita saber el pianista cosas análogas.
0.0.5 La lógica además de un conocimiento teórico es un tipo de
conocimiento práctico. El estudiante de teología que conoce bien la
lógica adquiere además una cierta pericia para distinguir las formas
de razonamiento correcto de las que no lo son. Estos hábitos pueden

2
Índice

resultar de gran importancia a la hora de considerar cuestiones tan


importantes como considera la teología.
0.0.6 El siguiente argumento pretende demostrar la imposibilidad de
conocer que Dios existe (es decir, el agnosticismo sobre la existencia de
Dios):
(1) En Dios la esencia se identifica con la existencia
(2) Si conocemos la existencia de Dios, entonces, conocemos la esencia
(3) Pero no conocemos la esencia de Dios
Por tanto, (conclusión) tampoco conocemos su existencia
El argumento resulta un poco impresionante por su pulcritud lógica.
La premisa (1) es doctrina teológica comúnmente aceptada: dado que
Dios es perfectamente simple esencia y existencia se identifican real-
mente. La premisa (2) parece seguirse de la premisa (1): si esencia y
existencia se identifican realmente, si conocemos uno debemos conocer
lo otro ya que son la misma cosa. La premisa (3) está avalada por el he-
cho de que la contemplación de la esencia de Dios está reservada para
aquellos que disfrutan de la visión beatífica. La conclusión se sigue
de (2) y (3) por una regla de inferencia muy aceptada conocida como
modus tollens (la misma, por cierto, empleada en el ejemplo anterior de
Juan y la bicicleta).
Sin embargo, el argumento es falaz. La falacia estriba en una equiv-
ocación sobre la expresión ‘conocimiento de la existencia de Dios’. Típi-
camente, cuando empleamos expresiones del tipo ‘conocemos que...’ en
una frase, la frase puede entenderse en dos sentidos distintos. Por
ejemplo ‘Conocemos que alguien ha estado en el aula’ se puede entender
como conocimiento de que alguien en particular (Fulano o Mengano)
ha estado en el aula o conocemos que el enunciado ‘alguien ha estado
en el aula’ es verdadero aunque no sepamos quién ha estado en partic-
ular. La primera interpretación se llama de re (es decir, acerca de la
cosa), la segunda de dicto (acerca de lo dicho). Cuando decimos que
es posible conocer la existencia de Dios, queremos decir que es posi-
ble conocer que el enunciado ‘Dios existe’ es verdadero; es decir, que
podemos tener un conocimiento de dicto, pero no que conozcamos la
existencia de Dios en sí misma (conocimiento de re). Pero el enunciado
(2) es verdadero sólo si entendemos que ‘conocemos la existencia de
Dios’ es interpretado de re.
0.0.7 El ejemplo anterior muestra que poseer el arte de la lógica, tener
cierta destreza al analizar argumentos, puede resultar muy importante

3
Í

para el teólogo. Este hábito se consigue, al menos en parte, a través del


estudio de la lógica.

Sobre el modo de entender la lógica en la


historia
0.0.8 Dentro de la historia de la lógica se pueden distinguir dos hitos
fundamentales. El primero, la obra lógica de Aristóteles que fue tra-
bajada y desarrollada desde la antiguedad. El segundo es la obra de
Gottlob Frege a finales del siglo XIX, que aportó un nuevo modo de
proceder en lógica. La lógica de Aristóteles y su desarrollo posterior
se conoce como ‘lógica tradicional’. La lógica de Frege se puede lla-
mar ‘lógica matemática’. Dentro de la tradición lógica contemporánea
(que sigue a Frege) se emplea el término ‘lógica clásica’ para hablar
de la lógica de Frege (no la de Aristóteles) por contraposición a otras
lógicas también matemáticas pero distintas (como la lógica modal, in-
tuicionista, de condicionales, de la relevancia y muchas otras).
0.0.9 Los filósofos en la tradición de Aristóteles (medievales sobre todo)
entendían por lógica algo mucho más amplio que su significado contem-
poráneo. La lógica consistía, de modo general, en el estudio del modo
de proceder del entendimiento en cuanto éste se ordena a la verdad
(al conocimiento de la realidad). Además de tratar de identificar las
inferencias válidas, la lógica se ocupaba de los actos del entendimiento
dirigidos al conocimiento de la realidad (tales como el concepto y el
juicio) y las “propiedades” que adquieren las cosas en el entendimiento.
0.0.10 A finales del siglo XIX, sobre todo a partir de la obra de Frege,
comienza la nueva etapa de la lógica como lógica matemática. La lógica
matemática se centra fundamentalmente en el estudio de la inferen-
cia válida y aplica procedimientos matemáticos a lenguajes artificiales
(lenguajes formales) para tal estudio. Actualmente se dedican a la lógica
(en el sentido actual) fundamentalmente gente de informática teórica,
matemáticos y algunos filósofos. Muchas de las cuestiones tratadas por
la lógica tradicional caen ahora dentro de las disciplinas de Filosofía
del lenguaje, Lógica filosófica y Filosofía de la lógica.
0.0.11 En este curso trataremos algunas de las cuestiones más funda-
mentales de la lógica tradicional anterior a Frege y haremos una breve
introducción a la lógica (matemática) de enunciados. Si queda tiempo

4
Índice

quizá veamos incluso un poco más.

5
1
Lógica tradicional

1.1 La naturaleza de la lógica

1.1.1 Lógica natural, ars logica y ciencia de la lógica

Cuando hablamos de lógica podemos referirnos, al menos, a tres cues-


tiones distintas aunque relacionadas: la lógica natural, el arte de la
lógica y la ciencia de la lógica.
1.1.1 Como comentamos en la introducción, el conocimiento humano
puede ser mediato o inmediato. EL conocimiento inmediato está asoci-
ado a algún tipo de intuición; por ejemplo, el conocimiento de la expe-
riencia es un conocimiento inmediato, asociado a la intuitción sensible.
Si existen otro(s) tipo(s) de conocimiento inmediato es algo controver-
tido [empirismo Vs racionalismo]. La mayor parte de los conocimientos
que poseemos son conocimientos mediatos. Una manera estándar de
obtener este tipo de conocimiento es a través de inferencias. No es
necesario estudiar lógica para realizar este tipo de inferencias, sino que
de modo natural el hombre realiza inferencias.
La ciencia es un cuerpo ordenado de conocimientos. Dentro de la
ciencia algunas proposiciones son más próximas a la experiencia, otras
son más lejanas, otras son inferidas a partir de conocimientos más
evidentes. La actividad científica presupone la existencia de una lógica
natural: una capacidad natural del hombre de inferir unas verdades a
partir de otras y, en general, de ordenar el conocimiento.
En la introducción vimos un ejemplo de inferencia:
(1) Si Juan va a la Facultad, aparca su bici en la entrada

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. L

(2) La bici no está en la entrada


Por tanto:
(3) Juan no ha venido a la Facultad
Para realizar esta inferencia no es necesario conocer las reglas de la
inferencia correcta; realizamos inferencias de este estilo casi constan-
temente de modo espontáneo. Análogamente en el caso de la ciencia,
el científico realiza inferencias y ordena el conocimiento gracias al uso
espontáneo de la lógica natural.
1.1.2 Sin embargo, este poder de inferir de la razón es falible, de modo
que a veces podemos realizar inferencias que no son correctas.
(1) Si Juan va a la Facultad, aparca su bici en la entrada
(2*) Juan no ha venido a la Facultad
Por tanto:
(3*) La bici no está en la entrada
El argumento anterior no es propiamente correcto. De ahí que para
hacer más riguroso el conocimiento científico sea necesario un arte de
la lógica; un tipo de conocimiento práctico (en el sentido explicado ante-
riormente) acerca del uso correcto de la razón. En cuanto instrumento
del conocimiento y de la ciencia en particular, la lógica es un arte o
técnica (o hábito o virtud) en el sentido de que capacita al científico
para ejercer su ciencia con mayor perfección.
1.1.3 En último lugar, podemos hablar de la lógica como de una ciencia:
un conocimiento teórico (y no meramente práctico). Como cada ciencia
se diversifica por su objeto, el mejor modo de entender qué es la lógica
como ciencia (‘lógica’ a secas, en adelante) es entender cuál es su objeto.

1.1.2 El objeto de la lógica

1.1.4 La lógica natural es la capacidad natural que poseemos de inferir


unas verdades de otras. El arte de la lógica es un perfeccionamiento
del hábito de inferir que asegura que esas inferencias se realicen cor- aparecerá en
rectamente, es decir, se dirijan hacia lo verdadero. De modo general se examen!!!
puede decir que la lógica tiene por objeto la razón en cuanto ésta está
ordenada a la verdad.
1.1.5 La razón, la capacidad de inferir, juega un papel importante en
nuestro conocimiento del mundo. Sin esta capacidad, no conoceríamos
más que lo puramente inmediato. Ahora bien, la razón no pone nada

8
1.1. La naturaleza de la lógica

real en el conocimiento; por pensar que la razón pone algo en el


conocimiento surge el problema kantiano de la representación. Por
ejemplo, de acuerdo con Kant, la intuición sensible tiene un compo-
nente material y un componente formal. El componente material es lo
dado a los sentidos; el formal la forma a priori de la sensibilidad (el
espacio en los sentidos externos y el tiempo en los internos). Dado que
el sujeto “pone” parte de lo que constituye la intuición sensible, no es
posible preguntarse por las cosas en sí mismas consideradas. Cono-
cemos representaciones de las cosas, pero no las cosas mismas. Si la
razón (la subjetividad en general) pone algo (real) en el conocimiento,
es muy difícil salir del problema kantiano de la representación.
1.1.6 Lo que la razón pone en la ciencia es sólo la ordenación de los
conocimientos, una ordenación que no es arbitraria sino según el modo
de ser de las cosas. Algo de esto veremos más adelante.
***
1.1.7 Las ciencias estudian, habitualmente, ciertos objetos del mundo.
Por ejemplo, la biología estudia los seres en cuanto son seres vivos.
Aunque todas las ciencias ordenan los conocimientos sobre su objeto,
no estudian este orden. Éste es precisamente el objeto de la lógica: el
orden que la razón introduce en los conocimientos.
1.1.8 Sin embargo, el objeto de la lógica tiene una peculiaridad im-
portante: se trata de algo que no es real sino puramente ideal. El
psicologismo es la (falsa) doctrina que no diferencia este punto. De
acuerdo con el psicologismo, la lógica consiste en el estudio de los ob-
jetos psicológicos (y, por tanto, reales) que se desarrollan en el proceso
del conocimiento. Con un ejemplo: podemos diferenciar entre las reglas
del ajedrez y los movimientos particulares de las piezas sobre el tablero.
Los movimientos de las fichas, los materiales con los que están hechos
etc. son particulares y regidos por las leyes físicas, pero no tienen nada
que ver con las reglas del juego.

La distinción entre propiedades lógicas y propiedades reales

***
Antes de responder a la cuestión sobre la distinción entre
propiedades lógicas y propiedades reales conviene hacer un pequeño
inciso sobre la noción de ente.

9
. L

1.1.9 La palabra ‘ente’ viene del latín ‘ens -tis’, participio de presente del
verbo ‘sum’. Etimológicamente significa algo así como lo que es.
1.1.10 La noción de ente es peculiar; no es un concepto entre otros con-
ceptos (como la categoría máximamente general). Todo concepto tiene
una extensión (el conjunto de objetos de los que es verdadero) y una
intensión = significado intensión (las notas en la definición del concepto). Hay una relación de
proporción inversa entre extensión e intensión en un concepto: cuanto
mayor es la extensión de un concepto, menor es su intensión y a la
inversa. Por ejemplo, los conceptos, Hombre - Animal - Viviente están
ordenados de menor a mayor extensión y de mayor a menor intensión.
Si la noción de ente fuese una categoría máximamente general tendría
la mayor extensión posible, pero también la menor intensión posible (es
decir, vacío de significado). [Por cierto, Hegel identifica el concepto de
ser con la nada; quizá tiene conexión con esto] Conclusión: la noción
de ente no es un concepto que se obtenga por la línea de generalización
de otros conceptos.
1.1.11 Como dice Aristóteles, ‘el ente se dice de muchas maneras’; es
decir, que la noción de ente es análoga. Un término es usado de man-
unívoca = era unívoca en ocasiones distintas cuando es usado con un significado
unambiguous; tiene un completamente idéntico en ambas ocasiones. Por ejemplo, cuando dec-
solo sentido imos que Juan es hombre y que Pedro es hombre, empleamos unívoca-
mente el término ‘hombre’. Un término es usado de manera equívoca
en ocasiones distintas cuando es empleado en cada ocasión con signifi-
cados completamente distintos; por ejemplo, cuando digo que Marta y
María son judías y cuando digo que hoy hay para comer judías, em-
pleo el término ‘judía’ equívocamente. Un término es usado de manera
análoga en distintas ocasiones cuando es usado en cada ocasión con un
significado en parte igual y en parte distinto. En este sentido, los usos
análogos de un término se sitúan a medio camino entre la univocidad
y la equivocidad. Por ejemplo, en el siguiente ejemplo,
1) Dios es santo
2) El Evangelio es santo
empleamos el término ‘santo’ análogamente. Es evidente que en
ambos caso empleamos el término ‘santo’ con sentidos relacionados;
pero no se puede entender que el sentido sea completamente el mismo,
puesto que sólo Dios es propiamente santo, y si llamamos a un libro
santo es por su relación con Dios. La analogía fue estudiada en pro-
fundidad por los medievales (ver, por ejemplo, García-López, Lecciones
de Metafísica Tomista, ‘La analogía del ente’). Ellos hacían muchas

10
1.1. La naturaleza de la lógica

distinciones interesantes que no son ahora al caso. Basta con retener


la idea de ‘analogado principal’ y ‘analogado secundario’. El analogado
principal es aquello de lo que el término análogo se dice con mayor
propiedad; el analogado(s) secundario(s) aquello de lo que se dice de
modo derivado y por su relación con el analogado principal. En el
ejemplo anterior, ‘santo’ se dice con propiedad sólo de Dios, aunque
podemos decir también que cierto libro es santo por que es inspirado.
Otro ejemplo:
El analogado principal
3) El aceite de oliva es sano 4) Este animal está sano
El término ‘sano’ se dice propiamente del animal, pero se puede decir
del alimento porque es causa de la salud del animal. También podemos
decir que cierto color de piel es sano porque es síntoma de la salud del
animal etc.
1.1.12 En el caso del ente, Aristóteles señala que ‘ente’ se dice propia-
mente de lo que tiene subsistencia en sí mismo, es decir, de la sustancia.
Es decir, la sustancia es el analogado principal del ente. Sin embargo,
‘ente’ se dice también de los accidentes que, aunque no tienen subsisten-
cia en sí mismos, son entes entes por su relación a la sustancia (aunque
el accidente no tiene subsistencia en sí mismo, tiene subsistencia en la
sustancia).
1.1.13 En realidad hay mucho más sobre la metafísica de Aristóteles y
de sus comentadores que no se trata aquí. Cabe señalar rápidamente
una cuestión importante. La noción de ente Aristotélica no es la noción
plana de existencia fáctica. De acuerdo con esta segunda, todo lo que
hay (todo aquello de lo que se puede decir que es un algo o todo valor
de una variable de primer orden) existe de igual manera. Esta no parece
ser la noción de ente aristotélica. Por el contrario, distintas cosas son,
pero no de igual manera. Las cosas artificiales son, pero de un modo
menos real, por así decir, de lo que son las cosas naturales. Dentro de
las cosas naturales también hay algunas que son, en un sentido más
propio, que otras. Esta discusión guarda una estrecha relación con la
discusión presocrática sobre lo real; por un lado los parmenídeos y por
otro los filósofos naturales como Empedocles y atomistas (Demócrito).
Guarda relación también con la metafísica analítica contemporánea
que se distingue entre filósofos que admiten que todo lo cuantificable
es real y aquellos que identifican únicamente como real las objetos sin
composición.
***

11
. L

1.1.14 Consideramos el siguiente par de enunciados:


1) El hombre es animal racional
2) El hombre es sujeto de la proposición 1)
Ambos enunciados parecen verdaderos, sin embargo existe una difer-
encia fundamental. Lo que se dice del hombre en el enunciado 1) es
algo que el hombre realmente es; sin embargo, lo que se dice del hom-
bre en el enunciado 2) no es algo que el hombre sea realmente. Si
entendiésemos el enunciado 2) con la misma intención con que enten-
demos el enunciado 1) (como si expresase algo real) entonces 2) sería
falso.
La expresión ‘el hombre’ no está en idéntica posición en los enun-
ciados 1) y 2). En 1) la expresión refiere al hombre considerado en sí
mismo, mientras que en 2) se refiere al hombre, pero de modo reflejo,
según una situación que le es exrínseca; estar siendo objeto de un juicio.
De acuerdo a las observaciones precedentes podemos distinguir
dos tipos de propiedades. Las propiedades reales que son las que
pertenecen a las cosas por su propia naturaleza y las propiedades lóg-
icas que son las que pertenecen a las cosas sólo en cuanto conocidas.
1.1.15 El conocimiento se dirige de modo primario al mundo. De modo
habitual, cuando hablamos de las cosas, no hablamos de ellas en cuanto
son conocidas. El entendimiento se dirige a las cosas y sólo en un se-
gundo acto reflejo las considera en cuanto son conocidas. Para eliminar
propiedades la posible ambigüedad que pueda surgir de este hecho, llamaremos ob-
lógicas jeto [de ob-iectum: lo que está frente a alguien] a las cosas en cuanto
son conocidas y reservamos el término cosa a las cosas consideradas
en sí mismas. La distinción anterior entre propiedades reales / lógicas
se puede reformular diciendo que las primeras son propiedades de cosas
y las segundas propiedades de objetos.
1.1.16 Se llama también a las propiedades lógicas ‘segundas intenciones’
y ‘ente de razón de segunda intención’. El conocimiento es intencional
[ de in-tendere: tender hacia] en el sentido de que se dirige hacia algo
distinto de sí mismo. Se dirige en primer lugar a las cosas tal cual son
y sólo en segundo lugar a las cosas en cuanto conocidas. De ahí lo de
‘segunda intención’.
De las propiedades lógicas se dice que son entes de razón en el
sentido de que no son reales. El ‘ente’, como vimos más arriba, se dice
primeramente de la sustancia, es decir, de lo que tiene subsistencia en

12
1.1. La naturaleza de la lógica

sí mismo. El ente real es aquél que tiene subsistencia al margen del


entendimiento; que no se agota en ser objeto del entendimiento. El
ente de razón tiene un ser que se agota en ser objeto del entendimiento.
Si un objeto tiene una cierta propiedad, esa propiedad perdura con
independencia de una mente que la considere; en el caso del ente de
razón, éste subsiste sólo mientras hay una mente que lo considera.
Aunque al ente real (el ente sin más) no se le opone nada (pues,
como dice Parménides, el ser es y el no ser no es); sí se le opone en
cierto sentido el ente de razón. El ente de razón no es un ente posible.
El ente real es el que tiene capacidad de ser con independencia del
entendimiento; si ejercita tal capacidad es un ente real actual, si no lo
hace es un ente real posible (por ejemplo, el que yo pueda estar sentado
es algo posible en mí, pero real). El ente de razón, por contraste, es la
imposibilidad de ser con independencia del pensamiento.
1.1.17 El objeto de la lógica son algunas de las propiedades que las cosas
adquieren al ser objeto de conocimiento; por ejemplo, la oredenación de
enunciados en un cuerpo de conocimientos o la relación de validez en
los argumentos correctos. El objeto de la lógica es, por tanto, peculiar,
puesto que la lógica no estudia nada real (sino un tipo de ente de razón).

1.1.3 Relación de la lógica con otras partes de la


Filosofía

La psicología, la gnoseología y la ontología son disciplinas que tienen


alguna afinidad con la lógica.
1.1.18 A la lógica le interesa parte de la psicología pues conocer los actos
del entendimiento revela algo acerca del objeto de la lógica, del orden
que la razón introduce en el conocimiento. Sin embargo, la lógica y
la psicología estudian objetos distintos; los de la primera son entes de
razón, los de la segunda (los actos de la razón) son entes reales.
El psicologismo confunde los entes de razón de la lógica con los
actos psicológicos (reales) requeridos por ellos. El psicologismo es en
realidad una forma de relativismo que afirma que nuestras inferencias
son válidas por nuestra constitución psicológica, pero no de modo abso-
luto (podría haber marcianos que razonaran correctamente de acuerdo
a su propia psicología). Esta posición desliga la lógica de la verdad,
en el sentido de que un razonamiento es correcto, no de modo objetivo

13
. L

sino sólo relativo a cierta psicología.


Aunque los actos psicológicos de la razón son necesarios para que
haya entes de razón, los últimos no se identifican con los primeros.
Con una analogía, para jugar al ajedrez es necesario una serie de in-
strumentos reales (un tablero, fichas etc) pero el juego no se identifica
con el tablero ni con las fichas.
1.1.19 La teoría del conocimiento se ocupa de las condiciones de posibil-
idad del conocimiento humano en general. Trata de resolver cuestiones
como las siguientes: ¿puede el entendimiento alcanzar el conocimiento
científico?¿cuáles son los límites del conocimiento (Kant / Wittgen-
stein)? La teoría del conocimiento se distingue de la lógica porque la
primera estudia más la conexión entre nuestros juicios y el mundo; la
segunda la conexión entre los distintos juicios dentro del conocimiento.
1.1.20 La ontología es la ciencia del ente en cuanto ente; del ente en
general. La lógica estudia un tipo de ente particular, las propiedades
lógicas. Además, la ontología no se ocupa propiamente del ente de
razón; sólo lo estudia en cuanto se contrapone al ente real.
Existe una similaridad entre la ontología y la lógica en cuanto a
la universalidad de su objeto. Todo lo que tiene algún tipo de ser
es objeto de la ontología, pero todo lo que es puede además llegar a
ser conocido y, por tanto, revestir propiedades lógicas. La tradición
idealista inspirada por Hegel identifica la lógica y la ontología: ‘lo
mismo es el pensar y el ser’.

1.2 El concepto

1.2.1 Concepto formal y concepto objetivo

1.2.1 Los conceptos son los ladrillos de cualquier cuerpo de conocimien-


tos. El juicio está constituído por conceptos y los razonamientos por
juicios. Con el término ‘concepto’ designamos el factor más sencillo de
cuantos intervienen en el pensamiento y en la ciencia. Por ejemplo, el
juicio ‘este papel es blanco’ consta de dos conceptos, ‘blanco’ y ‘papel’.
1.2.2 La simple aprehensión es el acto (psicológico: real) por el cual se
concibe el concepto. La simple aprehensión no afirma ni niega nada.
En este sentido es un acto representativo y puramente neutral. Por

14
1.2. El concepto

este motivo, la simple aprehensión no da lugar a nada propiamente


verdadero o falso (los conceptos no son ni verdaderos ni falsos, la
verdad se da propiamente en el juicio).
1.2.3 El objeto de la simple aprehensión es algo indivisible, de ahí que
Aristóteles llame a este acto ‘intelección de los indivisibles’. Cuando
la simple aprehensión da lugar al concepto éste constituye una unidad
indivisible, no en el sentido de que el concepto no pueda tener algún tipo
de estructuración [como es el caso, por ejemplo, del concepto ‘animal
racional’] sino en el sentido de que tal estructuración, si la tiene, no es
un tipo de composición de conceptos. La composición de conceptos, a
través de la afirmación o la negación, es propia del juicio. Es distinto
el concepto ‘animal racional’, donde no se afirma ni se niega nada; que
el juicio ‘hay animales que son racionales’.
1.2.4 Por su parte, el acto de la simple aprehensión es enteramente
simple; no es un proceso con partes, es indivisible: o se da o no se da.
Distinción entre práxis teleia y poiesis. Los dos constituyen un tipo de
actividad, pero mientras que la primera es un tipo de acto, la segunda
es más bien un proceso. En la primera el fin es inmanente al acto de
modo que no es posible realizar el acto sin obtener el fin. Además, es
posible permanecer en el fin. Un ejemplo, cuando pienso el concepto de
hombre, si pienso el concepto, el acto alcanza su objeto y puedo seguir
pensando [otro ejemplo, la visión, que es un tipo de conocimiento]. La
poiesis es más bien un proceso, como por ejemplo el de construir una
casa. El fin es externo al proceso y queda descrito con más propiedad
como término; puesto que mientras dura el proceso no se alcanza el fin
y en el momento en el que el fin es alcanzado cesa el proceso.
1.2.5 El concepto formal es (de acuerdo con Millán) lo subjetivo del acto Cuales son las diferencias
de concebir, mientras que el concepto objetivo es lo que propiamente entre el concepto formal y
llamamos concepto, es decir, lo que aprehendemos en el acto de conce- el concepto objetivo?
bir. Mientras que el concepto formal es algo real que se da como un
accidente en el sujeto que piensa, el concepto objetivo es el contenido,
lo concebido en el acto, el ob-iectum: lo que está frente al sujeto. Var-
ios sujetos pueden concebir lo mismo, de modo que tienen su respectivo
concepto formal y un mismo concepto objetivo. Con una analogía, Luis
y Pedro pueden decir la misma frase: ‘Mañana me pondré a estudiar’.
Las ondas de sonido emitidas por cada uno son distintas, pero la frase,
aquello que se dice, es la misma.
1.2.6 El concepto objetivo es lo que interesa a la lógica y no el concepto
formal (que Millán identifica con el acto y, por tanto, es objeto de la

15
. L

psicología). Ahora bien, a la lógica le interesan las propiedades lógicas


del concepto objetivo en general. La teoría del concepto objetivo estudia
las propiedades lógicas (y por tanto, no reales) que las cosas adquieren
al ser objeto de la simple aprehensión.

1.2.2 El universal

1.2.7 (Términos universales) Las cosas con las que podemos tratar
habitualmente son singulares. Sin embargo, hay términos que tienen
cierta intención universal. Por ejemplo, el término ‘hombre’ tiene una
intención universal en el sentido de que no se refiere a un único hombre,
sino al conjunto de todos ellos (por contraste a, digamos, ‘Pedro’ que
es un término singular). Aristóteles define lo universal como ‘algo uno
relativo a muchos’ (Met. VIII, c.13).
1.2.8 La palabra ‘hombre’ es en cierto sentido algo particular. [ Mati-
zación: el lenguaje es simultáneamente particular y abstracto: podemos
distinguir entre tipo e instancia. La palabra ‘hombre’ como tipo es
una única palabra del castellano; sin embargo, esta palabra puede tener
muchas instancias numéricamente distintas (cuando la pronuncia Juan,
cuando la escribe Pedro etc.) Cuando hablamos de palabras, por ejem-
plo, solemos hablar de tipos más que de instancias. Millán no considera
en su libro este tipo de universalidad] Aunque la palabra ‘hombre’ es en
cierto sentido particular, tiene algo en virtud de lo cual puede referirse
a muchos, puesto que la palabra se aplica tanto a Juan como a Pedro,
como a cualquiera de los hombres. Aquello por virtud de lo cual un
término puede ser referido a muchos no puede poseerlo el término de
suyo (ya que éste es particular): no puede ser ninguna propiedad real
del término, ya sea éste entendido como tipo o como instancia.
1.2.9 Los términos llamados universales, como ‘hombre’, no son en sí
mismos universales. Su universalidad es una propiedad lógica, es de-
cir, una propiedad que el término adquiere sólo cuando es concebido
por la mente. A esta propiedad de los términos universales se le llama
significación universal, de manera que los términos universales son en-
titativamente singulares y significativamente universales.

Cuál es la definición de 1.2.10 Apunte: sobre la significación lógica y natural. No toda signifi-
"signo"? cación es puramente lógica; existen además los signos naturales. Los
signos naturales son aquellos que guardan una relación real con su sig-
nificado. Un signo es aquello que nos lleva a algo distinto de sí mismo.

16
1.2. El concepto

Por ejemplo, el término ‘hombre’ es un significa la naturaleza humana


(algo distinto del término). En el caso de algunos signos, la relación
de significación, de llevarnos a algo distinto del signo, está basada en
cierta relación real entre el signo y lo significado. Por ejemplo, el humo
es signo del fuego, puesto que si vemos humo, esto nos indica que hay
un fuego. Sin embargo, esa relación de significación está basada en
cierta relación real entre el signo y lo significado: el hecho de que el
humo es causa del fuego.
La significación universal de los términos es siempre significación
lógica. El término universal no mantiene ninguna relación real con
lo significado; por ejemplo, no hay nada en el término hombre que
signifique la naturaleza humana (no hay nada en los sonidos que pro-
ducen la palabra ni en los trazos formados al escribirla que se relacione
realmente con la naturaleza humana). El lenguaje es, en este sen-
tido, convencional. Los términos universales son signos arbitrarios (por
oposición a los signos naturales) del universal; la significación uni-
versal es puramente lógica en el sentido de que el término universal
significa un universal sólo mientras es conocido (de alguna manera,
los signos naturales no dejan de se signos mientras no son conocidos
puesto que la relación que los hace signos es real y se mantiene al
margen de nuestro conocimiento).
1.2.11 Cuña de Filosofía del Lenguaje del siglo XX: Wittgenstein
mantiene en la primera etapa de su filosofía (en el Tractatus), una
teoría de la significación como una especie de pintura. Un enunciado
significaría un determinado estado de cosas porque existe una relación
de similaridad de cierto tipo entre ambos. De algún modo, esta teoria
trata de asimilar la significación en general del lenguaje a la signifi-
cación natural: existe cierta relación (real) entre el lenguaje y el mundo
que hace que determinada parte del lenguaje signifique determinada
parte del mundo. En el fondo, me parece a mí, éste es un intento de
naturalizar el significado.
1.2.12 (El concepto formal como signo) El concepto formal es un signo
natural del concepto objetivo. El acto de pensar trae consigo siempre el
objeto (es perfecto en el sentido explicado anteriormente) de modo que
el acto nos lleva al objeto: es un signo del objeto. Como la relación
entre el concepto formal y el concepto objetivo es una relación de causa-
efecto (aunque no propiamente), se trata de una relación real de modo
que el concepto formal es un signo natural del concepto objetivo.
1.2.13 Peculiaridad del concepto formal como signo. El concepto formal

17
. L

cumple con más perfección que cualquier otro objeto la misión de signo.
Como hemos comentado más arriba, el signo es algo que nos lleva a
algo distinto de sí mismo. En el caso de los signos habituales hay
que reparar en primer lugar en el signo y sólo en un segundo lugar
somos llevados a lo significado: para que el humo nos lleve al fuego
hay que reparar en primer lugar en el humo; del mismo modo, para que
la palabra nos lleve a la cosa hay que reparar en primer lugar en la
palabra. El caso del concepto formal es distinto; presenta lo significado
sin imponer su propia realidad. Como dice Millán, ‘puedo pensar el
hombre sin pensar el acto por el que lo pienso’.
1.2.14 Representación universal del concepto formal. El concepto formal
en cuanto acto real es singular y concreto. Sin embargo, en cuanto
representativo de algo ‘distributivamente predicable de una pluralidad
de seres’ (el concepto objetivo) consituye un universal in repraesentando.
Así las cosas:

singulares universales
Términos universales en sí mismos significativamente
Conceptos formales en sí mismos representativamente

Tenemos, por tanto, dos clases de universal, aunque ninguno es


en sí mismo universal sino por significación o por representación. La
siguiente pregunta concierne si hay algo que sea en sí mismo universal.
1.2.15 Argumento para la existencia de universales. Existen, al
menos, dos grandes tipos de juicio: los juicios de identidad y las pred-
icaciones. Los juicios de identidad son del tipo ‘Juan es el alumno
sentado en la primera fila’, mientras que las predicaciones son juicios
del tipo ‘Juan es hombre’. En cierto sentido ambos juicios comparten
una misma estructura:
‘Término1 ’ es ‘Término2 ’
Sin embargo, los juicios de identidad y las predicaciones establecen
cosas distintas. En un juicio de identidad se establece la identidad
entre los objetos nombrados por los terminos a cada lado de la cópula
‘es’. Por ejemplo, en ‘Juan es el alumno sentado en la primera fila’ se
establece que el objeto nombrado por ‘Juan’ es el mismo que el objeto
nombrado por ‘el alumno sentado en la primera fila’. Las predicaciones,
sin embargo, no se pueden entender en este sentido. Cuando digo ‘Juan
es hombre’ no digo que el objeto nombrado por ‘Juan’ se identifique con
el objeto nombrado por ‘hombre’ (no digo que Juan se identifique con la

18
1.2. El concepto

humanidad); del mismo modo que cuando digo que Sócrates es blanco,
no afirmo que Sócrates y la blancura sean la misma cosa. Dado que los
juicios de identidad y las predicaciones son iguales en su estructura, la
diferencia entre ambos debe venir por el tipo de términos involucrados
en tales juicios. Lo más razonable es pensar que en el caso de los juicios
de identidad los términos que aparecen a ambos lados de la cópula son
términos singulares, mientras que en el caso de las predicaciones, o bien
el segundo término o bien ambos son términos universales. Es decir,
lo que hace que ‘Juan es el alumno sentado en la primera fila’ sea un
juicio de identidad es el hecho de que ‘Juan’ y ‘el alumno sentado en la
primera fila’ son términos singulares, mientras que ‘Juan es hombre’ es
una predicación porque ‘hombre’ es un término universal.
Ahora bien, para que ‘hombre’ sea un término universal, debe sig-
nificar algo universal. Si lo significado por ‘hombre’ fuese algo singular
y concreto, entonces ‘Juan’ y ‘hombre’ no podrían pertenecer a categorías
distintas: ambos nombrarían algo singular. Por tanto, debe haber algo
en sí mismo universal que es lo significado por los términos universales.
1.2.16 El concepto objetivo es universal in essendo. Como acabamos de
ver, es necesario que haya universales para que haya auténticas pred-
icaciones y no sólo juicios de identidad. Cuando decimos de alguien
que es hombre, lo que se predica no es ni el término ni el concepto
formal sino aquello que es en sí mismo universal: el concepto objetivo.
Cuando decimos que Pedro es hombre, establecemos cierta relación
entre Pedro y el concepto objetivo hombre. Si resulta que la predicación
es verdadera, de algún modo la humanidad está presente en Pedro;
de hecho la humanidad está presente en cada objeto que cae bajo la
extensión del concepto hombre, aunque no del mismo modo en que está
en el concepto.

El problema de los universales Cuando empleamos el término ‘hom-


bre’ parece que hablamos de algo real compartido por muchos individ-
uos. Sin embargo, si ponemos el ojo en el mundo nos damos cuenta de
que todo lo que existe es singular y concreto. De modo que tenemos
dos afirmaciones aparentemente irreconciliables:
1. En el mundo sólo hay cosas singulares y concretas
2. Hay algo que es lo mismo, común a los miembros de una misma
especie.

19
. L

El problema de los universales reside en la dificultad de reconciliar


estas dos tesis. Existen distintas posturas acerca de este problema:
1.2.17 El nominalismo acepta la afirmación 1 y niega la afirmación 2.
En concreto niega la realidad de las naturalezas universales. Lo único
universal son los términos, en el sentido de que empleamos un mismo
término (o nombre, de ahí lo de ‘nominalista’) para un mismo conjunto
de individuos, pero no hay nada que sea lo mismo en cada individuo
y que fundamente nuestro uso del término. El uso de un mismo tér-
mino para muchos individuos es una cuestión puramente convencional
que tiene como único fundamento cierta similaridad entre esos indi-
viduos. El nominalista más célebre de la Historia de la Filosofía es,
probablemente, Guillermo de Ockham.
El nominalismo tiene problemas. En primer lugar las similaridades
pueden ser muy arbitrarias y no explican algunas relaciones reales que
se pueden dar entre miembros de una especie. Por ejemplo, puede haber
un perro que sea más parecido a una rata que a otro perro, pero el cruce
entre especies no es fértil. En segundo lugar, tiene el problema de la
fundamentación de cuestiones morales; si no hay naturaleza humana
universal, no está claro por qué algunas conductas no son moralmente
aceptables para los hombres.
1.2.18 El realismo exagerado o platonismo acepta la afirmación 2 y niega
la afirmación 1. La idea es que las naturalezas universales existen real-
mente y con independencia de la mente del mismo modo que los árboles
o las personas. Quizá no interactúan con las entidades particulares del
mismo modo que los particulares interactúan entre ellos; por eso suele
suponerse que las naturalezas universales forman un mundo que en
cierto modo ‘está a parte’ (un mundo de las ideas etc). Entre los re-
alistas de este tipo Platón es el más célebre. Pero hay autores más
contemporáneos que han mantenido una opinión de este tipo como
Frege.
El primer problema del realismo exagerado es que resulta intuitiva-
mente poco aceptable. El sentido común nos dice que todo aquello que
existe y con lo que tenemos una relación cotidiana es particular. El
platonismo supone para muchos un compromiso ontológico inaceptable
(la famosa navaja de Ockham tiene que ver con esto). En segundo
lugar (quizá más importante), el realismo (sea exagerado o no) debe
aportar una explicación de cómo es posible que lo mismo esté presente
en individuos numéricamente distintos. La noción de participación es
un intento en esta línea. Sin embargo, no parece que sea una noción

20
1.2. El concepto

clarificadora; lo mejor que puede hacer el realista es tomar esta relación


como primtiva (es decir, como algo que no se puede explicar en términos
más básicos).
1.2.19 El realismo moderado trata de reconciliar las afirmaciones en 1 y
2. Según esta posición, la incompatibilidad entre estas dos afirmaciones
es en realidad aparente. En las afirmaciones 1 y 2 más arriba la palabra
‘hay’ es ambigua; se puede entender como ‘existe’ o como ‘es real’. Es
cierto que [1] en la realidad sólo existen las cosas singulares, pero esto
no implica que las naturalezas universales no sean reales [la negación
de 2].
Es necesario distinguir entre naturaleza universal y universalidad de
esa naturaleza. Las naturalezas universales son reales, lo que no es
real es la universalidad de las naturalezas, es decir, el modo abstracto
o separado en que esa naturaleza se da en el concepto objetivo. Las
naturalezas universales pueden existir realemente (esto es, con indepen-
dencia de la mente) en tanto que se dan en el individuo, en contra de lo
que mantienen los nominalistas. Sin embargo, la universalidad de esas
naturalezas es una propiedad lógica del concepto objetivo, de modo que
las naturalezas universales no existen de modo separado, en contra de
lo que opinan los realistas.
El realismo moderado está más bien del lado de los realistas que
del lado de los nominalistas, puesto que admite que en lo mismo puede
darse en cosas numéricamente distintas. El realismo moderado trata
de aliviar la tensión entre las afirmaciones 1 y 2 distinguiendo las nat-
uralezas universales como algo que se da en un individuo y el modo
abstracto en que esas naturalezas se dan en el concepto objetivo. Lo
primero es real; lo segundo propiedad lógica. De este modo, al menos
aparentemente, el realismo moderado evita la crítica de mantener com-
promisos ontológicos inaceptables. Sin embargo, el realismo moderado
no deja de tener sus problemas. En particular, al ser realista, debería
aportar algún tipo de explicación de cómo es posible que lo mismo esté
presente en objetos distintos. En mi opinión éste es el problema crucial
de los universales (más que la existencia abstracta o no del universal)
y respecto a este problema, el realismo moderado se encuentra en la
misma situación que el realismo ingenuo. Parece que la presencia del
universal en el individuo debe tomarse como algo primitivo sin posibil-
idad de análisis.

21
. L

1.2.3 Los predicables

En el estudio de la simple aprehensión han surgido dos clases de


propiedades lógicas: la significación de los términos universales y la
universalidad de los conceptos objetivos. En este apartado nos cen-
tramos en una propiedad lógica que se deriva de la universalidad del
concepto objetivo: la predicabilidad del concepto objetivo (y de los tér-
minos universales).
1.2.20 La predicabilidad es la propiedad del concepto objetivo (y,
derivadamente, de los términos universales) en virtud de la cual el
concepto es atribuíble a una pluralidad de objetos. La universalidad
propiamente se refiere a la múltiple realización de una misma natu-
raleza en multitud de seres; con base en esta universalidad el concepto
objetivo se hace predicable. Los medievales hablaban del universal
como algo ‘in multis et de multis’; ‘in multis’ en el sentido de que lo
mismo puede estar presente en múltiples cosas (sentido metafísico); ‘de
multis’ en el sentido de que se puede decir de muchos (predicabilidad).
La universalidad (en sentido metafísico) fundamenta la predicabilidad.
La universalidad hace posible la existencia de juicios de predicación,
por oposición a los jucios de identidad. Como se ha apuntado anterior-
mente, si no hubiera términos con significación universal, sólo habría
juicios de identidad.
1.2.21 Modos de los predicables. Del mismo modo en que la univer-
salidad fundamenta la predicabilidad, los modos de la universalidad
fundamentan los modos de la predicabilidad. El universal puede estar
realizado en una sustancia de distintas maneras; cada modo de estar el
universal en la sustancia fundamenta un tipo de predicación.
Modos de estar Ejemplo Tipos de predicación
Por const. esencia totalidad hombre especie P. Esencial
parte potencial animal género
parte actual racional diferencia
Por adv. realmente necesariamente risible propio P. Accidental
contingentemente estar sentado accidente

Predicabilidad esencial:

• Especie: Designa de modo abstracto toda la esencia de un indi-


viduo.

• Parte de la esencia:

22
1.3. El juicio

– Género: designa la parte potencial de la esencia; pues aunque


designa sólo parte de la esencia, puede designarla completa-
mente con ayuda de una determinación.
– Diferencia: designa la parte actual de la esencia; pues designa
la parte de la esencia que puede actualizar el género para
expresar la esencia en su totalidad.

Predicabilidad accidental:

• Propio o propiedad: naturaleza universal que se relaciona con


la esencia de modo necesario; fluye de la propia estructura de
la esencia. Por ejemplo, el ser risible respecto al hombre es un
propio. También la facultad de razonar, aunque no se identifica
con la esencia se sigue necesariamente de la esencia.

• Accidente: naturaleza universal que se relaciona con la esencia


de modo contingente: no fluye de la estructura de la esencia. Por
ejemplo, el estar sentado puede ser verdadero de este hombre en
particular, pero sólo contingentemente.

1.3 El juicio

1.3.1 Juicio psíquico y juicio lógico

Del mismo modo que distinguimos un acto por el cual se capta el


concepto y lo concebido en ese acto; en el caso del juicio podemos
distinguir entre el acto u operación de juzgar y el jucio lógico; aquello
a lo que da lugar la operación.
1.3.1 Necesidad de la operación de juzgar. La necesidad de la operación
de juzgar surge de la imperfección del entendimiento: de la parcialidad
del conocimiento aportado por la simple aprehensión. Si a través de
la simple aprehensión captáramos la totalidad de lo que una cosa es,
no necesitaríamos la operación de juzgar. Lo cierto es que a través
de la simple aprehensión captamos sólo aspectos inteligibles de una
cosa; de modo que la simple aprehensión va captando en una multitud
de conceptos objetivos lo que en la realidad constituye una unidad.
Por tanto, el entendimiento necesita una operación a través de la cual

23
. L

se reúnen los distintos aspectos inteligibles de las cosas. Éstas es la


operación de juzgar.
1.3.2 Unificación de conceptos y unificación real. Gracias al juicio unifi-
camos lo que el entendimiento había separado a través de la simple
aprehensión y que en la realidad estába unido. Por ejemplo, una misma
cosa puede ser hombre, estar sentado, medir cierta estatura, ser buena
persona... Nosotros captamos cada uno de esos aspectos inteligibles y
podemos reunificarlos através del juicio diciendo de esa cosa que es
hombre, está sentada, mide cierta estatura, es buena persona...
Juzgar consiste en unir o separar conceptos objetivos. Según
Aristóteles, el juicio es ‘cierta composición de conceptos como cosas
que son algo uno’ (De Anima III, 6). La unidad resultante del juicio,
a pesar de ser de naturaleza distinta a la real (dado que, por ejemplo,
el modo abstracto en que las naturalezas se dan en el juicio no es el
modo en que las naturalezas se dan en la realidad); se fundamenta en
la unidad real. Qué quiere decir aquí que se fundamenta? ‘Funda-
mentación’ tiene aquí un sentido finalista: la unidad del juicio tiende
a la unidad real (de modo que el juicio está dirigido a la verdad).
Aunque la unidad del juicio está fundamentada en la unidad real,
en el sentido de que el juicio tiende a la verdad, la unidad que las cosas
tienen en el juicio es distinta que la unidad que tienen las cosas en la
realidad. La unidad que las cosas tienen en el juicio es una relación de
razón que el entendimiento, a través de la operación del juicio, establece
entre los conceptos involucrados en el juicio.
1.3.3 distinción juicio psíquico y juicio lógico. El juicio psíquico se refiere
al acto de juzgar que es real, de modo análogo a como el acto de la
simple aprehensión era real. El juicio lógico es la unidad (relación de
razón) de los conceptos objetivos fruto del acto de juzgar.
Diferencias entre el juicio psíquico y el juicio lógico. En primer
lugar el juicio psíquico es simple; es una práxis teleia en el sentido
explicado anteriormente y, por tanto, no tiene partes. El juicio lógico,
sin embargo, no es simple; tiene una estructura del tipo: Concepto-
Relación-Concepto que tiene su reflejo en la expresión lingüística del
juicio. En segundo lugar, como se ha apuntado, mientras que el juicio
psíquico es real, el juicio lógico es un ente de razón: la unidad del
juicio es una relación de razón que depende del acto de juzgar para
darse.
El juicio psíquico puede definirse como el acto por el cual el en-

24
1.3. El juicio

tendimiento compone o divide, afirmando o negando. El juicio lógico


es el resultado del acto, de acuerdo con el cual los conceptos involu-
crados en el juicio aparecen como algo unido o algo dividido.
1.3.4 Verdad y falsedad. El juicio unifica aspectos inteligibles captados
por la simple aprehensión. Ahora bien, puede suceder que el juicio
unifique lo que en la realidad no está unido. Por ejemplo, si digo que
‘Pedro está de pie’ digo algo falso ya que la unidad expresada en el
juicio no tiene contrapartida real. Según Aristóteles , ‘lo verdadero es
decir de lo que es que es y de lo que no es que no es, mientras que decir
de lo que es que no es o de lo que no es que es es lo falso’ (Metafísica).
Hay tres cuestiones características en la definición de Aristóteles.
Primera, la verdad y la falsedad se dan en el juicio, ya que es en el
juicio en donde se da el tipo de unificación a la que alude Aristóteles.
Segundo, la verdad y la falsedad están conectadas con la unidad / sepa-
ración real de lo que se une o separa en el juicio (nótese que Aristóteles
se centra en la cópula). Tercera, los juicios básicos que son los que
Aristóteles tiene en mente al dar la definición pueden ser de dos tipos:
afirmativos o negativos. Este tercer punto contrasta notablemente con
la concepción habitual contemporánea sobre la negación que entiende
que los juicios básicos son los meramente afirmativos.
1.3.5 [Inciso: sobre cierta visión contemporánea sobre la negación]. La
tradición analítica está marcada en sus orígenes por una fuerte oposi-
ción al idealismo prediminante en Cambridge (Russell, Moore). Esta
oposición al idealismo les llevó a plantear una noción realista de ver-
dad; tratar de explicar la verdad como una forma de correspondencia
entre los enunciados y el mundo:
Un enunciado A es verdadero ssi A se corresponde con X
Qué sea X es una cuestión controvertida, pero la suposición a
primera vista más natural es la de que X es un hecho. Un primer
problema consiste en que A no debe ser un enunciado cualquiera, no
puede ser, por ejemplo, un enunciado disyuntivo pues eso nos compro-
metería con hechos disyuntivos. Lo natural es suponer que el esquema
anterior se refiere exclusivamente a los enunciados simples o atómicos.
La verdad del resto de enunciados se explica mediante relaciones lóg-
icas entre los enunciados simples y los complejos. Ahora bien, ¿los
enunciados negativos son simples o complejos?
La tradición analítica ha situado los enunciados negativos entre los
complejos. Hay dos motivos fundamentales: primero, que si los enunci-

25
. L

ados negativos son simples, el esquema anterior nos comprometería con


enunciados negativos (puag!); segundo, que en los lenguajes lógicos (for-
males) la negación se introduce en el paso inductivo de la gramática lo
cual significa que la negación pertenece a la misma categoría gramatical
que la disyunción o la implicación.
[fin del inciso]

1.3.2 Estructura y fundamento de la relación


predicativa

1.3.6 Como siempre, lo que interesa a la lógica no es el juicio psíquico


sino el juicio lógico (la relación de razón que se establece entre con-
ceptos objetivos). La predicabilidad es la posibilidad de atribución
que poseen los conceptos objetivos en virtud de su universalidad. La
relación predicativa es la relación que se establece entre los conceptos
de un juicio.
1.3.7 En todo juicio advertimos un sujeto y un predicado. El sujeto es
aquello a lo que se atribuye, el predicado lo que se atribuye. Dentro
del juicio podemos distinguir entre materia y forma total y materia y
forma parcial:

Total Parcial
Materia Suj / Pred Suj
Forma Cópula Pred

La relación entre forma y materia es la relación entre lo determi-


nante y lo determinado o entre lo actual y lo potencial. Tomando el
juicio en su totalidad, la cópula es lo que determina la relación predica-
tiva: es lo que hace que la predicación sea predicación. Sin embargo, si
miramos a las partes del juicio, el predicado actúa como lo determinante
del sujeto.
1.3.8 La cópula expresa la relación que el juicio establece entre el sujeto
y el predicado. Como se ha apuntado anteriormente, esta relación es de
razón y no real. La cópula puede expresar la unificación de conceptos
o la separación según sea afirmativa o negativa. La cópula expresa la
realización o no realización de la naturaleza universal; ‘el ‘es’ manifiesta
al modo de la mente la real unidad de los aspectos inteligibles de una
cosa’ (Sto. Tomás).

26
1.3. El juicio

1.3.3 La proposición y sus especies

Del mismo modo que el término es un signo (arbitrario) del concepto,


la proposición es un signo (arbitrario) del juicio. La proposición es
la expresión lingüística del juicio. [Inciso: aquí la terminología ha
cambiado. En Filosofía del Lenguaje contemporánea por ‘proposición’
se entiende lo significado por el enunciado y no la entidad lingüística.]
Sin ánimo de ser exhaustivos las oraciones se puede clasificar de esta
manera:

1. Enunciativa: declara los hechos; puede ser verdadera o falsa.

2. Ordenativa: El sujeto recaba del oyente...

• atención (vocativa)
• contestar (interrogativa)
• realizar una acción
– superioridad del hablante (imperativa)
– inferioridad del hablante (deprecativa)

Las oraciones ordenativas no son ni verdaderas ni falsas ya que


no afirman ni niegan nada acerca del mundo. En este sentido, las
oraciones que interesan a la lógica son las enunciativas o proposiciones.
1.3.9 División de la proposición. Atendiendo a la esencia o forma del
juicio, que es la cópula, existen tres tipos de divisiones:
1. Según la clase de cópula: proposición simple / compuesta. Las
proposiciones simples son aquellas cuya cópula es ‘es’ o ‘no es’. Son sim-
ples en el sentido de que la cópula no une proposiciones. Son categóri-
cas en el sentido de que su verdad o falsedad depende directamente
del mundo. Las proposiciones compuestas son aquellas en las que la
cópula une otras proposiciones. Pueden ser disyuntivas, copulativas o
condicionales. [Explicar tabla de verdad]. Son hipotéticas en el sentido
de que su verdad depende del valor de verdad de las proposiciones que
la componen.
2. Dentro de las proposiciones simples, podemos distinguir entre
afirmativa o negativa según sea la forma de la cópula compositiva o
divisiva.

27
. L

3. Dentro de las proposiciones simples, podemos distinguir además,


atendiendo al modo de la composición de la cópula entre atributivas
(se limitan a atribuir: como ‘Pedro es hombre’) o modales. La proposi-
ción modal se divide teniendo en cuenta los distintos modos en que el
universal puede estar en el sujeto (según los modos de los predicables).
Existen cuatro modos:

1. Necesario: cuando el predicado constituye la esencia, parte de la


esencia o un propio.

2. Imposible: cuando el predicado es incompatible con la esencia.

3. Posible: el predicado es meramente compatible con la esencia.

4. Contingente: el predicado se da en el sujeto pero no de modo


necesario.

Ejemplos:

1. El hombre es necesariamente racional.

2. El hombre no puede ser árbol.

3. Pedro puede estar sentado.

4. Es contingente que Pedro esté sentado.

1.3.10 En lógica modal contemporánea las expresiones modales ‘nece-


sariamente’ y ‘posiblemente’ son expresiones duales en el sentido de
que ‘necesariamente p’ es equivalente a ‘no es posible que no p’. La
notación convencional es ‘2’ para ‘necesariamente’, ‘3’ para ‘posible-
mente’ y ‘¬’ para ‘no’. La equivalencia lógica se suele expresar con ‘⌘’.
De modo que 2p ⌘ ¬3¬p. Podemos definir cualquiera de las nociones
anteriores empleando sólo un operador modal y la negación:

1. Necesariamente p: 2p (equivalente a ¬3¬p).

2. Es imposible que p: 2¬p (equivalente a ¬3p).

3. Posiblemente p: ¬2¬p (equivalente a 3p).

4. Es contingente que p: p y ¬2p (equivalente a p y 3¬p)

28
1.3. El juicio

De modo que para definir cualquier noción modal sólo es necesario


una de las dos nociones ‘necesariamente’ o ‘posiblemente’ más la ne-
gación.

29
2
Consecuencia lógica y lógica clásica

2.1 Consecuencia lógica: necesidad y forma


2.1.1 El objeto de la lógica es la relación de consecuencia lógica. La afir-
mación ‘Sócrates es mortal’ es una consecuencia lógica de las afirma-
ciones ‘Sócrates es hombre’ y ‘todo hombre es mortal’ ¿En qué consiste
este tipo de relación?
2.1.2 La relación de consecuencia lógica está ligada a un modo partic-
ular de necesidad. Si aceptamos que Sócrates es hombre y que todo
hombre es mortal no podemos rechazar que Sócrates es mortal. En una
primer aproximación la relación de consecuencia lógica consiste en la
necesaria preservación de la verdad de un argumento: necesariamente,
si las premisas son verdaderas, la conclusión es verdadera. En otras
palabras, un argumento es válido cuando es imposible que sus premisas
sean verdaderas y su conclusión falsa.
Sin embargo, esta caracterización resulta insuficiente. La noción
de necesidad es en sí misma más difícil y oscura que la noción de
consecuencia lógica. Un análisis iluminador de la segunda requiere
aclarar qué se entiende por necesidad en este contexto.
Existe una cierta necesidad física. Por ejemplo, de acuerdo con la
teoría de la relatividad es imposible viajar a una velocidad mayor que
la velocidad de la luz. La necesidad se puede entender también en un
sentido metafísico, matemático e incluso moral (‘es necesario buscar el
bien y evitar el mal’). Sin embargo, ninguno de los sentidos menciona-
dos parece corresponderse con el sentido de necesidad involucrado en
la noción de consecuencia lógica. Aunque el enunciado ‘el hombre es
un bípedo implume’ exprese una verdad metafísica, el enunciado ‘Luis

31
. C

es un bípedo implume’ no parece una consecuencia lógica de ‘Luis es


hombre’ aunque sea metafísicamente imposible que la premisa sea ver-
dadera y la conclusión falsa. De modo análogo, ‘4+4 8’ no es una
consecuencia lógica de ‘Luis es español’ aunque la falsedad de ‘4+4 8’
sea matemáticamente imposible (por tanto, matemáticamente imposible
que la premisa sea verdadera y la conclusión falsa).
En expresión de Kant, un enunciado es analíticamente verdadero
cuando lo expresado por el predicado está incluído en lo significado
por el sujeto. Por ejemplo ‘Todo soltero es un hombre no casado’ es
verdadero porque ser un hombre no casado es al menos parte del sig-
nificado de ‘soltero’. La intuición detrás de la existencia de este tipo de
enunciados es la siguiente. Un enunciado es verdadero porque el mundo
es tal y como dice el enunciado; por ejemplo, ‘Bruto mató a César’ es
verdadero porque efectivamente Bruto mató a César. Sin embargo, el
enunciado es verdadero también porque las expresiones que aparecen
en el enunciado significan lo que significan (el enunciado sería falso si
‘mató’ significase lo que significa ‘procreó’). Los enunciados analíticos
serían un caso límite en el que cómo sea el mundo no juega ningún
papel en la verdad del enunciado. Estos enunciados serían verdaderos
en virtud de los significados. ‘Todo soltero es un hombre no casado’ es
verdadero en virtud de los significados de ‘soltero’, ‘casado’ y las otras
expresiones que aparecen en el enunciado.
La necesidad lógica se puede entender como un caso particular de
necesidad analítica. Un enunciado lógicamente necesario es un enun-
ciado verdadero en virtud de los significados de una clase especial de
expresiones: las expresiones lógicas. Por ejemplo, el enunciado ‘Si Juan
es hombre entonces Juan es hombre’ es verdadero exclusivamente por el
significado de la expresión ‘Si... entonces’. De modo análogo, el enun-
ciado ‘Sócrates es mortal’ es una consecuencia lógica de ‘Si Sócrates es
hombre entonces Sócrates es mortal’ y ‘Sócrates es hombre’ porque es
imposible que, dado el significado de la expresión ‘Si... entonces’, las
premisas sean verdaderas y su conclusión falsa.
2.1.3 Desde el nacimiento de la lógica, la validez de un argumento se
ha considerado ligada a la forma de ese argumento. En la lógica de
Aristóteles, los argumentos correctos son aquellos cuya forma se corre-
sponde con la forma de un silogismo. Pero ¿cómo podemos identificar
la forma de un argumento? Para establecer la forma de un argumento
debemos identificar el vocabulario lógico y el vocabulario no lógico.
El vocabulario lógico tiene un significado fijo, mientras que el vocab-

32
2.1. Consecuencia lógica: necesidad y forma

ulario no lógico se sustitye por variables (que especifican la categoría


gramatical de la expresión por la que deben ser sustituídas para volver
a obtener un argumento). Por ejemplo, el argumento,
Todo hombre es mortal
Sócrates es hombre
Por lo tanto, Sócrates es mortal
tiene la siguiente forma,
Todo A es B
a es A
Por lo tanto, a es B
(donde A y B son variables para términos generales y a una variable
para términos singulares)
Este modo de ver la consecuencia lógica ha sido recogida por la
tradición lógica contemporánea en los siguientes términos: un argu-
mento es válido cuando, para toda interpretación del vocabulario no-
lógico, si las premisas son verdaderas en tal interpretación, entonces
la conclusión es verdadera en tal interpretación. En otras palabras, un
argumento es válido cuando no hay ninguna interpretación de su vocab-
ulario no lógico en la que las premisas sean verdaderas y la conclusión
falsa. Este modo de ver la relación de consecuencia lógica se suele
identificar como la visión de Bolzano-Tarski [citas]. De hecho, desde el
trabajo de Tarski en los años treinta, este modo de definir la relación
de consecuencia lógica ha pasado a ser uso común en los manuales de
lógica.[quizá señalar que existen detractores como Etchemendy].
2.1.4 Una gran aportación de la lógica contemporánea sobre la noción
de consecuencia lógica consiste proporcionar un análisis preciso de los
lenguajes lógicos y una definición igualmente precisa de interpretación
adecuada a cada lenguaje. Esto supone definir de modo preciso en qué
consiste la necesidad involucrada en la noción de consecuencia lógica.
Además la conecuencia lógica queda ligada a la forma de un argu-
mento: la consecuencia lógica es la preservación de la verdad en toda
interpretación del vocabulario no lógico, de modo que si un argumento
es válido también lo será todo argumento con la misma forma.
2.1.5 La lógica clásica identifica un vocabulario lógico particular con
un significado determinado. La relación de consecuencia lógica es la
preservación de la verdad en toda interpretación de vocabulario no-
lógico. Las siguientes secciones de este capítulo explicitan este punto.

33
. C

2.2 El lenguaje proposicional clásico


2.2.1 El lenguaje de la lógica proposicional clásica incluye en su vocab-
ulario:
a) Un número infinito de variables proposicionales: p, q, r . . .
b) Un conjunto de operadores lógicos como la conjunción ‘^’, la disyun-
ción ‘_’, el condicional ‘!’ y la negación ‘¬’.
c) Un paréntesis izquierdo ‘(’ y uno derecho ‘)’.
2.2.2 La gramática define inductivamente el conjunto de secuencias de
signos del vocabulario que tendrán una interpretación a partir de una
interpretación del vocabulario no lógico. Las expresiones gramtaical-
mente correctas se suelen llamar fórmulas bien formadas:
a) Toda variable proposicional es una fórmula bien formada.
b) Si A y B son fórmulas bien formadas, (A ^ B), (A _ B), (A ! B) y
¬A son fórmulas bien formadas.
c) Nada más es una fórmula bien formada.
Por ejemplo, las siguientes expresiones son fórmulas bien formadas:
p
((p ^ q) _ (p ! s))
(p ! ¬q)
¬¬¬¬¬¬p
Las fórmulas de nuestro lenguaje son unívocamente legibles. Esto
quiere decir que hay un único modo de construir una fórmula compleja
a partir de sus fórmulas componentes de acuerdo con las reglas de la
gramática. Aunque bastante evidente, este hecho es importante porque
nos permite definir recursivamente la manera en que una interpretación
para las variables proposicionales (el vocabulario no lógico) se extiende
para cualquier fórmula del lenguaje.
2.2.3 Para ahorrar tinta en adelante omitiremos los paréntesis externos
de cualquier fórmula bien formada, si es que los tiene. Por ejemplo,
escribiremos (p ^ q) _ (p ! s) en lugar de ((p ^ q) _ (p ! s)) y p ! ¬q
en lugar de (p ! ¬q) (pero no ¬p ! q en lugar de ¬(p ! q)!) El
lenguaje así descrito sigue siendo unívocamente legible.

34
2.3. Semántica y consecuencia lógica

2.3 Semántica y consecuencia lógica


2.3.1 Una interpretación para una fórmula del lenguaje proposicional
clásico es una función que asigna valores de verdad (1 como ‘verdadero’
o 0 como ‘falso’) a cada variable proposicional en la fórmula. Por ejem-
plo, una interpretación I para (p _ q) ! p es una función que asigna a
p el valor 0 y a q el valor 1 (escribiremos, I(p) = 0 y I(q) = 1). Una in-
terpretación clásica debe asignar un valor a todas las variables proposi-
cionales (debe ser completa) y sólo uno (debe ser consistente). Distintas
ocurrencias de la misma variable proposicional reciben el mismo valor
en una interpretación.
Una interprepretación para un argumento consiste en una inter-
pretación para todas las variables proposicionales en el argumento. El
número de interpretaciones para una fórmula o argumento depende de
el número de variables proposicionales que aparezcan en la fórmula o
argumento. Para una fórmula con variables p y q el número de in-
terpretaciones es cuatro (aquella en que ambas son verdaderas, aquella
en que ambas son falsas, aquella en que la primera es verdadera y la
segunda falsa y aquella en que la primera es falsa y la segunda ver-
dadera). Más en general, para una fórmula o argumento con n variables
proposicionales, el número de interpretaciones es 2n .
2.3.2 Una vez que asignamos valores de verdad a las variables proposi-
cionales en una fórmula, ésta interpretación tiene una única extensión
para esa fórmula de acuerdo con las siguientes cláusulas:
I(¬A) = 1 si y sólo si I(¬A) = 0
I(A ^ B) = 1 si y sólo si I(A) = 1 y I(B) = 1
I(A _ B) = 1 si y sólo si I(A) = 1 o I(B) = 1
I(A ! B) = 1 si y sólo si I(A) = 0 o I(B) = 1

Por ejemplo, la interpretación I(p) = 0 y I(q) = 1 para (p _ q) ! p


asigna a esta fórmula el valor 0, ya que I(p _ q) = 1 y I(p) = 0.
2.3.3 Una fórmula A es una consecuencia lógica de un conjunto de
fórmulas , escrito ✏ A, ssi: para toda interpretación I si I asigna 1
a todas las fórmulas en entonces I asigna el valor 1 a A. En otras
palabras, ✏ A justo cuando no hay ninguna interpretación en la que
todos los miembros de tomen el valor 1 y A tome el valor 0. Nótese
que esta definición recoge la idea desarrollada en la primera sección
sobre la necesidad lógica.

35
. C

Otra noción semántica vinculada a la noción de consecuencia lógica


es la satisfacibilidad. Un conjunto de fórmulas es satisfacible ssi hay
al menos una interpretación en la que todos los miembros de toman
el valor 1. Se sigue de las definiciones anteriores que ✏ A ssi [ {¬A}
no es satisfacible:

Prueba. Supongamos: ✏ A
m (definición de consecuencia lógica)
no hay una interpretación I tal que: I( ) = 1 para todo 2 y I(A) = 0
m (definición de ‘¬’)
no hay una interpretación I tal que: I( ) = 1 para todo 2 y I(¬A) = 1
m (definición de satisfacibilidad)
[ {¬A} no es satisfacible.

Este hecho juega un importante papel en el sistema deductivo que


plantearemos en la siguiente sección.
2.3.4 Dos fórmulas A y B son lógicamente equivalentes, escrito A ⌦ B,
si y sólo si para toda interpretación I, I(A) = I(B).

2.4 Tableaux
2.4.1 Las definiciones de la sección anterior del lenguaje, la semántica y
la consecuencia lógica definen la lógica proposicional clásica. Podemos
determinar si un enunciado es consecuencia lógica de un conjunto de
enunciados analizando cada posible interpretación. Sin embargo, este
procedimiento puede resultar bastante penoso a partir de un número
razonable de variables proposicionales. Por ejemplo, el número de in-
terpretaciones para un argumento con ocho variables proposicionales es
256 (28 ).
Un sistema deductivo es un conjunto de reglas que permiten con-
struir una prueba para establecer si un enunciado es consecuencia de
un conjunto de premisas. Las reglas de un sistema deductivo atienden
sólo a la forma de las fórmulas en el argumento, no a las interpreta-
ciones. La relación de consecuencia aportada por un sistema deductivo
es, en este sentido, sintáctica.
2.4.2 El sistema de tableaux consta de un conjunto de reglas para de-
scomponer las fórmulas en un argumento dando lugar a un árbol. Un

36
2.4. Tableaux

árbol es una estructura con esta forma:1

⇧ ⇧

⇧ ⇧ ⇧

El método de tableaux explota la conexión entre consecuencia lógica


y satisfacibilidad mencionada en la sección anterior: ✏ A ssi [ {¬A}
no es satisfacible. Para decidir si A es una consecuencia lógica de
situamos en el punto inicial del árbol todos los elementos de seguidos
de ¬A:
B1
B2
..
.
Bn
¬A

A continuación aplicaremos las reglas para cada fórmula en esta


lista atendiendo al tipo de fórmula. Las reglas tienen este aspecto:
a) Reglas para fórmulas que no abren ramas:
(A ^ B) ¬(A _ B) ¬(A ! B) ¬¬A
A ¬A A A
B ¬B ¬B
b) Reglas para fórmulas que abren ramas:
¬(A ^ B) (A _ B) (A ! B)
¬A ¬B A B ¬A B
Una rama cerrada es una rama de una tabla en la aparecen una
fórmula y su negación. Cuando esto no ocurre diremos que la rama
está abierta. (Conviene señalar cuándo una rama está cerrada situando
1
Aunque la idea en el texto es suficiente, más precisamente un árbol es un conjunto
parcialmente ordenado con un elemento máximo x0 tal que para todo xn hay una
única cadena finita de elementos xn  . . .  x0 .

37
. C

un asterisco después de su último nodo). Una rama completa es una


rama que o bien está cerrada, o bien hemos aplicado todas las reglas
que podíamos aplicar a las fórmulas que hay en la rama. Una tabla
cerrada es una tabla en la que todas las ramas están cerradas. Una
tabla completa es una tabla en la que todas las ramas están completas.
El método de tablas analíticas es una búsqueda sistemática de una
interpretación que haga verdaderas las fórmulas en la lista inicial. Una
tabla cerrada significa que tal interpretación no existe. Dada la conex-
ión entre consecuencia lógica y satisfacibilidad, una tabla cerrada para
[ {¬A} muestra que ✏ A.
2.4.3 Diremos que A es una consecuencia deductiva de , escrito
` A, justo cuando exista un árbol cerrado para [ {¬A}.
Ejemplo: ` (((p ! r) ^ (q ! ¬s)) ! ((p _ q) ! (r _ ¬s)))
1 ¬(((p ! r) ^ (q ! ¬s)) ! ((p _ q) ! (r _ ¬s))) (inicio)
2 ((p ! r) ^ (q ! ¬s)) (de 1)
3 ¬((p _ q) ! (r _ ¬s)) (de 1)
4 ((p ! r) (de 2)
5 (q ! ¬s) (de 2)
6 (p _ q) (de 3)
7 ¬(r _ ¬s) (de 3)
8 ¬r (de 7)
9 ¬¬s (de 7)
10 ¬p r (de 4)
11 ¬q ¬s ⇤ (de 5)
12 p q ⇤ (de 6)
⇤ ⇤

2.5 Contra-modelos
2.5.1 Un contra-modelo para un argumento de premisas y conclusión
A es una interpretación que muestra 2 A. Una tabla abierta para
[{¬A} indica que existe una interpretación que satisface la lista inicial
de fórmulas. Podemos seguir las indicaciones mostradas por una rama
abierta de la tabla para encontrar un contra-modelo que muestre que
2 A.
2.5.2 El procedimiento es simple: para cada variable proposicional p, si
p aparece en la rama, I(p) = 1 y si ¬p aparece en la rama I(p) = 0 (en

38
2.6. Corrección y completud

cualquier otro caso la interpretación puede asignar a p cualquier valor).


Ejemplo: {((p ^ q) ! r), ¬r} 0 ¬p.
((p ^ q) ! r)
¬r
¬¬p
p
¬(p ^ q) r
¬p ¬q ⇤
⇤ "
De acuerdo con el procedimiento anterior la interpretación I asigna:
I(q) = 0, I(p) = 1, I(r) = 0. Es fácil comprobar que esta interpretación
hace verdaderas las fórmulas de la lista inicial y, por tanto, muestra
que {((p ^ q) ! r), ¬r} 2 ¬p.

2.6 Corrección y completud


2.6.1 Un sistema deductivo adecuado para una relación de consecuencia
lógica dada es aquél que nos permite deducir A de si y sólo si A es
una consecuencia lógica de .
La dirección de izquierda a derecha del bicondicional se llama cor-
rección2 : un sistema deductivo correcto sólo nos permite deducir conse-
cuencias lógicas. La corrección es una condición mínima de un sistema
deductivo; la idea es que aquello que podemos deducir en un sistema
deductivo efectivamente es una consecuencia lógica.
La dirección de derecha a izquierda del bicondicional se llama com-
pletud: un sistema deductivo completo nos permite deducir todas las
consecuencias lógicas. La completud es una característica deseable de
sistemas deductivos. Todas las lógicas que veremos en este libro tienen
sistemas deductivos completos. La lógica de primer orden (permite
cuantificar sobre la posición de un nombre), más potente que cualquiera
de los sistemas en este libro, es comlpleta. La lógica de segundo orden
[con interpretación estándar] (permite cuantificar sobre la posición de
un predicado), no es completa.
En esta sección veremos las pruebas de corrección y completud de
los tableaux para la lógica proposicional clásica.
2
A veces también consistencia.

39
. C

2.6.2 DEFINICIÓN: Para cualquier interpretación I y cualquier rama de


una tabla b, diremos que I es fiel a b exactamente cuando para toda
fórmula A en b, I(A) = 1.
2.6.3 LEMA DE LA CORRECCIÓN: Si I es fiel a una rama b de una
tabla, y a b se le aplica alguna de las reglas de nuestro sistema deduc-
tivo, entonces I es fiel a al menos una de las ramas generadas.

Prueba. La prueba del lema se realiza examinando por casos cada una
de las reglas. Supongamos que I es fiel a b y que aplicamos a una fbf
A en b una de las reglas:
a) Para !:
a. i) Si A es de la forma ¬(B ! C) y aplicamos la regla correspondi-
ente, entonces sólo se da lugar a una nueva rama, la compuesta por b
añadiéndole B y ¬C. Como I es fiel a b, I(¬(B ! C)) = 1; pero esto
es así si y sólo si I(B) = 1 y I(¬C) = 1. Esto quiere decir que I es
fiel a la rama generada por la aplicación de la regla correspondiente a
¬(B ! C) en b, puesto que es fiel a b y hace verdaderas B y ¬C.
a. ii) Si A es de la forma B ! C y aplicamos la regla correspondiente,
obtenemos dos nuevas ramas, la compuesta por b añadiéndole ¬B y la
compuesta por b añadiéndole C. Como I es fiel a b, I(B ! C) = 1. Por
tanto, o bien I(C) = 0, en cuyo caso I(¬B) = 1, o bien I(C) = 1. Esto
quiere decir que I es fiel a al menos una de las dos ramas generadas
por la aplicación de la regla correspondiente a (B ! C) en b, puesto
que es fiel a b y o bien hace verdadera a ¬B o bien hace verdadera a
C (o a ambas).
El resto de casos se dejan al lector como ejercicio.

2.6.4 Teorema de la corrección Para cualquier conjunto finito de


fórmulas y cualquier fórmula A, si ` A, entonces ✏ A.

Prueba. Supongamos que 2 A. Por tanto, hay una interpretación I


que asigna a todos los miembros de y a ¬A el valor 1, de modo que I
es fiel a la rama formada por la lista de fórmulas del conjunto [ {¬A}.
Por el lema de la corrección sabemos que cualquier tabla completa para
[ {¬A} contendrá al menos una rama b, tal que I es fiel a b. Para que
A sea deducible de tendría que haber al menos una tabla completa
para [ {¬A} que estuviera cerrada. Pero esto es imposible ya que
implicaría que todas las ramas de la tabla estarían cerradas, esto es,

40
2.6. Corrección y completud

tendrían alguna fórmula B y su negación: ¬B, en cuyo caso I no podría


ser fiel a ninguna de esas ramas pues tendría que asignar a B y ¬B
el valor 1. En suma, como I es fiel a al menos una de las ramas de
cualquiera de las tablas completas para [ {¬↵} sabemos que cualquiera
de estas tablas tiene al menos una rama abierta. Por lo tanto, 0 ↵.

2.6.5 DEFINICIÓN: Sea b una rama abierta completa. La interpretación


inducida por b es cualquier interpretación I que asigna a toda variable
proposicional p: si p está en b, I(p) = 1, y si ¬p está en b I(p) = 0 (en
cualquier otro caso I asigna a p cualquier valor).
2.6.6 LEMA DE LA COMPLETUD: Sea b una rama abierta completa.
La interpretación I inducida por b es tal que, para cualquier fórmula A
en b,
Si A está en b, I(A) = 1
Si ¬A está en b, I(A) = 0
El lema se prueba por inducción sobre el conjunto de fórmulas.

Prueba. Caso base: Supongamos que A es una variable proposicional.


El lema se cumple por la definición de ‘interpretación inducida por b’.
Paso de inducción:
Hipótesis de inducción: Sean B y C fórmulas tales que: si B está en b
entonces I(B) = 1 y si ¬B está en b, entonces I( ) = 0; si C está en b
entonces I(C) = 1 y si ¬C está en b, entonces I(C) = 0.
i.) Para el caso en que A es de la forma (B ! C):
Si (B ! C) está en b, entonces (como la rama es completa), o bien ¬B
o bien C está en b. Si ¬B está en b, por la hipótesis de inducción,
I(B) = 0. Si C está en b, entonces, por hipótesis de inducción I(C) = 1.
En cualquiera de los dos casos I(B ! A) = 1.
Si ¬(B ! C) está en b, entonces (como la rama es completa) tanto B
como ¬C están en b. Por hipótesis de inducción I(B) = 1 y I(C) = 0,
en cuyo caso I(B ! C) = 0.
ii) Para el caso en que A es de la forma ¬B.
Si ¬B está en b, entonces (por hipótesis de inducción), I( ) = 0. Por
tanto, I(¬ ) = 1.
Si ¬¬B está en b, entonces (como la tabla es completa) también está B.
Por hipótesis de inducción, I(B) = 1, de modo que I(¬¬B) = 1.
El resto de casos se dejan al lector como ejercicio.

41
. C

2.6.7 Teorema de completud Para cualquier conjunto finito de fór-


mulas bien formadas y cualquier fórmula A, si ✏ A, entonces ` A.

Prueba. Supongamos que 0 A. Esto quiere decir que hay una tabla
completa para el conjunto [ {¬A} que tiene alguna rama, b abierta.
Por el lema de completud, la interpretación I inducida por b asigna a
todos los miembros de el valor 1 y a A el valor 0. Esta interpretación
es un contra-modelo que muestra que 2 A.

2.7 Ejercicios
1. Responda a las siguientes preguntas

a) Explique la diferencia entre un argumento válido y uno “de-


mostrativo”.
b) ¿Qué quiere decir, en términos generales, que un argumento
es válido?
c) Cuál es el lenguaje de la lógica proposicional clásica.
d) Qué es una interpretación para el lenguaje proposicional
clásico y cuál es su conexión con la idea intuitiva de in-
terpretación.
e) Explique cómo, dada una interpretación para el lenguaje
proposicional clásico, ésta se extiende a todas las fórmulas
del lenguaje.
f) ¿Qué quiere decir que el lenguaje es unívocamente legible?
g) ¿Qué quiere decir que un conjunto de fórmulas es satisfaci-
ble?
h) Explique cómo funciona el método de tablas analíticas.
i) ¿Qué significa que un sistema deductivo es correcto y com-
pleto?

2. Formalice los siguientes argumentos:

a) Si dos rectas son paralelas, entonces no tienen ningún punto


en común. Por lo tanto si dos rectas tienen un punto en
común entonces no son paralelas.

42
2.7. Ejercicios

b) Si Hume rechaza la causalidad y pone en entredicho la ex-


istencia del mundo exterior, entonces, es contado entre los
filósofos escépticos. Pero Hume no es contado entre los filó-
sofos escépticos. Por lo tanto o bien Hume no rechaza la
causalidad o no pone en entredicho la existencia del mundo
exterior.
c) Si los filósofos callasen entonces la nieve quemaría y los
círculos serían cuadrados. Si los círculos fuesen cuadrados,
entonces los matemáticos se dedicarían a cazar brujas y las
abejas a fabricar acero. Ni los matemáticos se dedican a
cazar brujas ni las abejas a fabricar acero. Por lo tanto, los
filósofos no callarán.

3. Se dice que una fórmula no es satisfacible cuando no hay ninguna


interpretación que la haga verdadera. Por ejemplo, p ^ ¬p no es
satisfacible. Un conjunto de fórmulas ⌃ no es satisfacible cuando
no hay interpretación donde todas las fórmulas en ⌃ son ver-
daderas.

a) Suponga que una fórmula A en ⌃ no es satisfacible; ¿es ⌃


satisfacible?
b) Suponga que ⌃ no es satisfacible; ¿se sigue que hay un A en
⌃ que no es satisfacible?
c) Muestre que para cualquier fórmula A y conjunto de fórmulas
⌃, ⌃ ✏ A si y sólo si ⌃ [ {¬A} no es satisfacible.

4. Demuestre si los argumentos del ejercicio 2 son válidos empleando


el método de tablas analíticas.

5. Demuestre las siguientes afirmaciones empleando el método de


tablas analíticas:

a) {A ! B} ` ¬B ! ¬A
b) {¬B ! ¬A} ` A ! B
c) ` ¬(¬A ^ A)
d) ` (A ! (¬A ! B))
e) ` (((A ! B) ! A) ! A)
f) (p ! q) ^ (r ! s) ` (p ! s) _ (r ! q)
g) ¬(p ! q) ` p

43
. C

h) q ` p ! q
i) ¬p ` p ! q
j) (p ^ q) ! r ` (p ! r) _ (q ! r)

6. Demuestre las siguientes afirmaciones empleando el método de


tablas analíticas. Mirando alguna de las ramas abiertas en el
árbol construya el correspondiente contramodelo.

a) (p ! q) _ (r ! q) 0 (p _ q) ! r
b) (p ! (q ! r)), (p _ q) 0 r

7. Lema de la paridad de paréntesis: Toda fórmula tiene el mismo


número de paréntesis izquierdos y derechos (por inducción sobre
fórmulas).

8. Sustitutividad de equivalentes: Sea A[B/C] el resultado de


sustituir cada ocurrencia de B en A por C (por ejemplo, si
A = (p ^ q), B = p y C = q, entonces A[B/C] = (q ^ q). Muestre
que si ✏ B ⌘ C entonces ✏ A ⌘ A[B/C].

9. La definición de consecuencia lógica explicada en este capítulo


puede generalizarse a conclusiones múltiples del siguiente modo:

Definition 1 (Consecuencia lógica: conclusiones múltiples). ✏


si y sólo si no hay interpretación I tal que: I(B) = 1 para todo B
en y I(A) = 0 para todo A en

a) Demuestre que ✏ si y sólo si el conjunto [¬ no es


satisfacible (donde ¬ = {¬B | B 2 })
b) Explique cómo aplicar el método de tableaux de acuerdo con
esta nueva definición de consecuencia lógica.

Un conjunto no es satisfacible cuando no hay ninguna inter-


pretación que haga verdaderos a todos los elementos del conjunto.
Note que, de acuerdo con la definición anterior, que un conjunto
no es satisfacible significa que ✏ ;.

a) De acuerdo con lo que acabamos de decir explique qué sig-


nifica que ; ✏ .

44
2.7. Ejercicios

10. Demuestre que (i) si un árbol para un conjunto está cerrado,


entonces todo árbol completo está cerrado y que si un árbol com-
pleto para un conjunto está abierto, entonces todo árbol está
abierto (puede emplear las propiedades de completud y corrección
de nuestros árboles).

45
3
El sistema básico de la lógica modal

3.1 Introducción: origen e interés filosófico


de la lógica modal
3.1.1 La lógica modal es tan antigua como la lógica de Aristóteles. Sin
embargo, su historia reciente se remonta a C. I. Lewis y su crítica del
condicional clásico. En su artículo de 19?? Lewis argumenta que el
condicional presentado por Russell y Whitehead en sus Principia Math-
ematica no es adecuado para representar el significado del condicional
del lenguaje ordinario [mirar paper de Lewis]. En esta obra, creo, y en
el Survey, Lewis desarrolla un condicional distinto conocido como im-
plicación estricta. La lógica modal tuvo mala prensa durante bastante
tiempo. Esto se debe quizá a las críticas de Quine sobre la lógica modal
y al hecho de que los sistemas de lógica modal permanecieron sin una
semántica adecuada hasta el trabajo de Kripke en los años 60 [mirar
papers y citar].
3.1.2 La lógica clásica es característicamente extensional. Esto quiere
decir, en términos generales, que las expresiones de la lógica clásica y
sus inferencias son sensibles únicamente a las extensiones del vocab-
ulario no-lógico: la referencia en el caso de términos singulares y la
extensión en el caso de predicados. Sin embargo, la extensión es sóla-
mente una parte del significado de una expresión: ‘animal con riñónes’
y ‘animal con corazón’ son expresiones con idéntica extensión, aunque
no signifiquen exactamente lo mismo.
Una marca característica de contextos extensionales es la validez de
la inferencia de sustitución de términos con la misma referencia:

47
. E

{'[t/x], t = u} ✏ '[u/x]
La regla permite sustituir toda ocurrencia de un término singular
t por otro término singular u bajo el supuesto de que t y u tienen la
misma referencia [ésta es una regla válida de la lógica clásica de primer
orden con identidad, salvando que no haya conflicto de variables, imag-
ino]. Por ejemplo, del enunciado,
1) Giorgione era un pintor italiano
podemos inferir válidamente,
1*) Barbarelli era un pintor italiano
puesto que ambos términos, ‘Giorgione’ y ‘Barbarelli’, refieren a la
misma persona.
3.1.3 Sin embargo, existen multitud de contextos en los que términos
singulares con la misma referencia no son válidamente sustituíbles.
Por ejemplo, mientras que el enunciado,
2) Giorgione fue llamado así por su estatura
es verdadero, el resultado de sustituir por un término con igual refer-
encia,
2*) Barbarelli fue llamado así por su estatura
es falso. El motivo por el que no podemos sustituir en 2) es claro: el
enunciado tiene el mismo significado que,
2**) Giorgione fue llamado ‘Giorgione’ por su estatura
de modo que en 2) el término ‘Giorgione’ cumple la doble misión de
referir al pintor y al nombre del pintor.
3.1.4 En muchos otros casos, el fallo de la regla de sustitución no parece
estar basado en una ambigüedad tan clara como en el caso de 2). Por
ejemplo, asumiendo que Felipe no sepa demasiada geografía el siguiente
enunciado podría ser verdadero,
3) Felipe cree que Tegucigalpa está en Nicaragua
Sin embargo, por falsa que sea la creencia de Felipe, parece que no
podemos atribuirle la siguiente creencia,
3*) Felipe cree que la capital de Honduras está en Nicaragua
Un caso paradigmático de este tipo de contextos es el de los contex-

48
3.1. Introducción: origen e interés filosófico de la lógica modal

tos modales. Por ejemplo,


4) Necesariamente ocho es mayor que siete
es verdadero, sin embargo,
4*) Necesariamente el número de los planetas es mayor que siete
es falso, aunque la referencia de ‘ocho’ y ‘el número de los planetas’ sea
la misma.
La lógica y semántica modal proporciona modelos formales que re-
producen este tipo de contextos, que explican por qué falla la regla de
sustitución y que, en definitiva, han impulsado la investigación en el
estudio de expresiones que generan contextos de este tipo.
3.1.5 Aunque en este libro no entraremos en la lógica modal de primer
orden, el caracter intensional de la lógica modal tiene también su reflejo
en la lógica modal de proposiciones. En la lógica proposicional clásica
el valor de verdad de un enunciado complejo depende directamente
del valor de verdad de sus enunciados componentes. Por ejemplo, el
enunciado
5) Si Luis es soltero entonces Luis no está casado
es verdadero porque si el antecedente es verdadero, el consecuente
es verdadero. Supongamos que Luis no es soltero (de modo que el
antecedente es falso). Podemos sustituir el antecedente por cualquier
enunciado enunciado falso y el condicional resultante será verdadero.
Por ejemplo, el enunciado
5*) Si el número de los planetas es siete, entonces Luis no está casado
sigue siendo verdadero. Esto no es así en el caso modal. El enunciado,
6) Necesariamente si Luis es soltero entonces Luis no está casado,
es verdadero, pero el resultado de sustituir el antecedente,
6*) Necesariamente si el número de los planetas es siete, entonces Luis
no está casado
es falso, dado que es perfectamente posible que el número de los plan-
etas sea siete y que Luis esté casado.
En las siguientes secciones presentaremos el sistema básico de la
lógica modal: el lenguaje, la semántica y la definición de consecuencia
lógica, junto con el sistema de Tableaux correspondiente.

49
. E

3.2 El lenguaje de la lógica modal


3.2.1 El lenguaje de la lógica modal incluye en su vocabulario las mis-
mas expresiones que el lenguaje clásico más dos nuevos operadores: ‘2’
y ‘3’ cuya lectura intuitiva es ‘necesariamente’ y ‘posiblemente’.
3.2.2 La gramática definirá de nuevo inductivamente las secuencias
de signos que pueden recibir una interpretación a partir de una in-
terpretación del vocabulario no lógico. Además de las fórmulas bien
formadas del lenguaje proposicional clásico, incluímos aquellas que se
forman empleando los operadores modales:
Si A es una fórmula bien formada, también lo son 2A y 3A.
Como en el caso proposicional clásico, el lenguaje así descrito es
unívocamente legible. Además, también omitiremos os paréntesis exter-
nos de cualqueir fórmula (si es que los tiene). Las fórmulas del lenguaje
modal que incluyan operadores modales tendrán este aspecto,
22p ! 2p
3p ! 23p
2(p _ q) ! (2p _ 2q)
2p ! 3p
¬(p ! 2p)
2(p ! p)

3.3 Semántica y consecuencia lógica


3.3.1 Una interpretación para el lenguaje proposicional clásico consistía
en una asignación de valores de verdad a las variables proposicionales.
En el lenguaje modal las asignaciones de valores de verdad son relativas
a ‘mundos posibles’. Intuitivamente, el enunciado ‘El número de los
planetas es siete’ podría ser verdadero, en cuyo caso hay un ‘mundo
posible’ en el que el enunciado recibe el valor verdadero.
3.3.2 Una interpretación = para el lenguaje modal es un conjunto or-
denado de tres elementos hW, R, ⌫i, en el que W es un conjunto de
objetos, R una relación en W y ⌫ una función que asigna valores de
verdad a pares hp, wi en los que p es cualquier variable proposicional
y w cualquier objeto en W .
Intuitivamente, los objetos en W son mundos posibles. La misma

50
3.3. Semántica y consecuencia lógica

variable proposicional puede ser verdadera en un mundo posible y falsa


en otro mundo posible. En cada mundo posible cada variable proposi-
cional del lenguaje recive un valor de verdad entre 1 y 0 y sólo uno. Esto
significa que, formalmente, un mundo posible es exactamente idéntico
a una interpretación clásica.
La relación R expresa, intuitivamente, una posibilidad relativa entre
mundos. Las leyes de la física pueden ser necesarias en nuestro mundo,
de modo que las leyes de la física son verificadas en todo mundo posi-
ble relativo a nuestro mundo. Sin embargo, podemos pensar que las
leyes de la física son contingentemente verdaderas en alguno de los
mundos posibles relativos a nuestro mundo (es decir, hay algún mundo
accesible desde uno de esos mundos donde las leyes de la física no son
verificadas). En tal caso, las leyes de la física son necesarias en nue-
stro mundo, aunque la afirmación ‘las leyes de la física son necesarias’
es contingente. Para capturar la idea de enunciados contigentemente
necesarios necesitamos la relación R de posibilidad relativa. Leemos
que w0 Rw1 diciendo que w1 es acesible desde w0 .
⌫ es una función que asigna valores de verdad a pares hp, wi en
los que p es cualquier variable proposicional y w cualquier objeto en
W ; es decir, para cada variable proposicional p y para cada mundo
posible w, ⌫ asigna a p un único valor de verdad en ese mundo posible.
Escribiremos ⌫w (p) = 1 para decir que ⌫ asigna a p el valor 1 en w.
3.3.3 Una interpretación hW, R, ⌫i para las variables proposicionales
tiene un único modo de extenderse a todas las fórmulas del lenguaje
de acuerdo a las siguientes cláusulas:
⌫w (¬A) = 1 ssi ⌫w (A) = 0
⌫w (A ! B) = 1 ssi ⌫w (A) = 0 o ⌫w (B) = 1
⌫w (2A) = 1 ssi para todo mundo posible w⇤ tal que wRw⇤, ⌫w⇤ (A) = 1
⌫w (3A) = 1 ssi para algún mundo posible w⇤ tal que wRw⇤ y ⌫w⇤ (A) =
1.
Las definiciones para los operadores clásicos son idénticas excepto
que la asignación de valores es relativa a mundos posibles. Los mundos
posibles juegan un papel esencial en el significado de los operadores
modales. 2A será verdadero en un mundo w cuando A sea verdadero
en todo mundo accesible desde w; 3A será verdadero en w cuando sea
verdadero en al menos un mundo accesible desde w.
3.3.4 ‘2’ y ‘3’ son operadores duales en el sentido de que 2A es equiv-
alente a ¬3¬A y 3A equivalente a ¬2¬A. [Ejercicio: muestre que

51
. E

para cualquier interpretación y w en esa interpretación, ⌫w (2A) =


⌫w (¬3¬A)].
Hay un detalle importante acerca de los operadores modales que
puede no resultar obvio. Un punto ciego es un mundo posible que no
accede a ningún otro mundo (ni siquiera a sí mismo). En los puntos
ciegos todas las fórmulas de la forma 2↵ son verdaderas mientras que
las de la forma 3↵ son falsas. El significado de ‘2’ no requiere la
existencia de un mundo posible, ya que ‘todo mundo posible w⇤ tal que
wRw⇤ ⌫w⇤ (↵) = 1’ es equivalente a ‘no existe un mundo posible tal que
wRw⇤ y ⌫(↵) = 0’. Por otro lado el significado de ‘3’ requiere que haya
un mundo posible accesible y que en ese mundo la fórmula sin ‘3’ sea
verdadera.
3.3.5 La relación de consecuencia lógica para lenguajes modales sigue
la misma motivación que la relación de consecuencia lógica para el
lenguaje proposicional clásico: la consecuencia lógica debe preservar
la verdad en toda interpretación. Como en la semántica, la noción de
verdad es relativa a mundos posibles, la relación de consecuencia lógica
debe preservar la verdad en cada mundo posible.
Un enunciado A es una consecuencia lógica de un conjunto de
enunciados , escrito ✏ A, si y sólo si para toda interpretación = y
todo mundo w en la interpretación, si todo enuncido en es verdadero
en w, entonces A es verdadero en w. En otras palabras, ✏ A si y sólo
si no hay ninguna interpretación = con un mundo w tal que ⌫w (B) = 1
para todo B en y ⌫w (A) = 0.
Una fórmula A es válida justo cuando para toda interpretación = y
todo mundo w en =, ⌫w (A) = 1.
3.3.6 La satisfacibilidad funciona del modo esperado: un conjunto de
fórmulas es satisfacible si y sólo si hay alguna interpretación hW, R, ⌫i
y algún mundo posible w en W , tal que ⌫w (B) = 1, para todo B en .
Del mismo modo que en el caso del lenguaje proposicional clásico,
para cualquier conjunto de fórmulas y cualquier fórmula A, ✏ A si
y sólo si [ {¬A}) no es satisfacible. [Ejercicio: muestre que ✏ A ssi
[ {¬A}] En la siguiente sección presentaremos un sistema de tableaux
para el lenguaje modal en el que este hecho será la base de nuestro
sistema.

52
3.4. Tableaux

3.4 Tableaux
3.4.1 La idea que subyace a las tablas para el lenguaje modal es análoga
a la que subyace a las tablas para el lenguaje proposicional clásico:
las tablas describen un procedimiento sistemático para encontrar una
interpretación que satisfaga un conjunto de fórmulas. Si conseguimos
probar que [ {¬A} no es satisfacible, habremos probado que ✏ A. En
el caso de que una tabla completa para [ {¬A} esté abierta, podremos
construir un contra-modelo siguiendo una de sus ramas abiertas para
mostrar que 2 A.
3.4.2 Las tablas del lenguaje modal son árboles iguales a los presentados
en el capítulo anterior excepto que en cada nodo del árbol tendremos: o
bien un par hA, ii donde A es una fórmula e i un número natural o bien
algo de la forma irj, donde i y j son números naturales. Intuitivamente,
los números naturales designan mundos posibles. En los nodos en los
que aparezca una fórmula y un número, se afirma que la fórmula en
cuestión es verdadera en el mundo nombrado por el número. En los
nodos en los que aparezca algo de la forma irj se afirma que el mundo
nombrado por j es accesible desde el nombrado por i.
Cuando nos pidan probar que ✏ A, situaremos en los nodos de la
lista inicial a cada miembro B de seguido de 0 más ¬A seguido de 0.
Las reglas para los operadores clásicos son iguales que las dadas en el
capítulo anterior excepto que las cosas son relativas a mundos posibles.
Por ejemplo, la regla para la implicación será:
A ! B, i
¬A, i B, i
Y del mismo modo el resto de reglas [Ejercicio].
3.4.3 Hay cuatro nuevas reglas para los operadores modales. Las dos
primeras introducen la negación dentro del operador (están basadas en
la dualidad de los operadores modales):
¬2A, i ¬3A, i
3¬A, i 2¬A, i
[Ejercicio]: Tomando el hecho de que 2 y 3 son duales, mostrar que
¬2A si y sólo si 3¬A y que ¬3A si y sólo si 2¬A.1
1
De hecho hay un resultado mucho más general acerca del intercambio entre ‘3’
y ‘2’, para todos los sistemas modales normales: podemos cambiar toda ocurrencia
de 3 por 2 y viceversa en cualquier secuencia de operadores modales en una fórmula

53
. E

Las otras dos reglas se refieren a la eliminación propiamente dicha


del operador modal:
2A, i 3A, i
irj irj
A, j A, j
(Para todo j) (Para un nuevo j)
Resulta evidente que las reglas siguen las definiciones en 2.3.6 rela-
tivas a la verdad de los operadores modales. Nótese la asimetría entre
2 y 3, relacionada con lo dicho en 2.3.8: mientras que 3 requiere la
existencia de un mundo posible, 2 no lo requiere (la regla para 2 sólo
se desencadena cuando hay un nodo de la forma irj, es decir, supuesto
que haya un mundo accesible).
3.4.4 Diremos que una rama está cerrada cuando para una fórmula
A y un número natural i, tanto A, i como ¬A, i están en la rama (i
debe ser el mismo en ambos casos). De otro modo, la rama estará
abierta. Una rama completa es aquella que, o bien está cerrada, o bien
hemos aplicado todas las reglas que se podían aplicar a las fórmulas
que hay en la rama. Una tabla completa es aquella que tiene todas sus
ramas completas. Una tabla cerrada, aquella que tiene todas sus ramas
cerradas. A es una consecuencia deductiva de , escrito ` A, si y
sólo si hay al menos una tabla cerrada para [ {¬A}.
3.4.5 Ejemplo: 3(p _ q) ` 3p _ 3q
3(p _ q), 0
¬(3p _ 3q), 0
¬3p, 0
¬3q, 0
2¬p, 0
2¬q, 0
0r1
p _ q, 1
p, 1 q, 1
¬p, 1 ¬q, 1
⇤ ⇤
3.4.6 Ejemplo: ` (2(p ! q) ^ 2(q ! s)) ! (2p ! 2s)
introduciendo o quitando una negación a ambos lados de la secuencia. Por ejemplo,
23 puede ser reemplazado por ¬32¬; ¬222 por 333¬; 3223¬ por ¬2332, etc.
Ver [Hughes and Cresswell, 1996, 33].

54
3.5. Contra-modelos y diagramas

¬(2(p ! q) ^ 2(q ! s)) ! (2p ! 2s), 0


(2(p ! q) ^ 2(q ! s)), 0
¬(2p ! 2s), 0
2(p ! q), 0
2(q ! s), 0
2p, 0
¬2s, 0
3¬s, 0
0r 1
¬s, 1
(q ! s), 1
(p ! q), 1
p, 1
¬q, 1 s, 1
¬p, 1 q, 1 ⇤
⇤ ⇤

3.5 Contra-modelos y diagramas


3.5.1 Supongamos que desarrollamos una tabla para [ {¬A} y que la
tabla completa queda abierta. Al igual que en las tablas del lenguaje
proposicional clásico, las tablas del lenguaje modal nos proporcionarán
una guía para construir un contra-modelo para el argumento.
3.5.2 La receta para construir un contra-modelo a partir de una tabla
completa abierta es simple: seleccionamos una rama de la tabla que
esté abierta. Para cada número natural en la rama i, introducimos un
mundo posible wi en W . wi Rwj si y sólo si, en la tabla hay algún nodo
irj. Finalmente, para cada variable proposicional p, si p, i aparece en
la rama ⌫wi (p) = 1 y si ¬p, i aparece en la rama, entonces ⌫wi (p) = 0.
(Cuando ni p, i ni ¬p, i aparecen en la rama, la interpretación asignará
a p un valor arbitrario en i).
3.5.3 Ejemplo: 0 2(p _ q) ! (2p _ 2q)

55
. E

¬(2(p _ q) ! (2p _ 2q)), 0


2(p _ q), 0
¬(2p _ 2q), 0
¬2p, 0
¬2q, 0
3¬p, 0
3¬q, 0
0r 1
¬p, 1
0r 2
¬q, 2
p _ q, 1
p _ q, 2
p, 1 q, 1
⇤ p, 2 q, 2
" ⇤
Construimos el contra-modelo para mostrar que 2 2(p _ q) ! (2p _
2q) de acuerdo a la receta anterior siguiendo la rama abierta (indicada
con la flecha). Tal contra-modelo es una interpretación hW, R, ⌫i donde:
W = {w0 , w1 , w2 }
R : w0 Rw1 y w0 Rw2 ; (R no relaciona más mundos).
⌫ : ⌫w2 (p) = 1, ⌫w2 (q) = 0, ⌫w1 (p) = 0, ⌫w1 (q) = 1; (en otros mundos
posibles, como 0, ⌫ asigna a p y q un valor cualquiera).
En la interpretación, la fórmula 2(p _ q) ! (2p _ 2q) toma valor
0 en w0 .
3.5.4 Una interpretación finita es una interpretación hW, R, ⌫i en la que
W es finito; es decir, una interpretación con un número finito de mun-
dos. Una interpretación finita puede ser representada a través de un
diagrama; el contra-modelo que muestra 2 2(p _ q) ! (2p _ 2q), por
ejemplo, puede ser representado así:

w1 ¬p, q
w0
w2 p, ¬q

Las flechas indican la accesibilidad entre mundos. ‘¬p’ junto a w1


indica que ⌫ asigna a p el valor 0 en w1 ; de modo análogo con el resto.
3.5.5 A través de los diagramas podemos verificar de un modo accesible

56
3.6. Corrección y completud

que una interpretación es efectivamente un contra-modelo de una fór-


mula. En el caso presente la fórmula es un condicional; el condicional
es falso en un mundo posible si su antecedente es verdadero y su con-
secuente falso en ese mismo mundo posible. El diagrama muestra que
el condicional es falso en w0 , ya que 2(p _ q) es verdadero en w0 (en
todo mundo accesible (p _ q) es verdadero) pero (2p _ 2q) es falso
en w0 (ya que los dos miembros de la disyunción son falsos en w0 : es
falso que 2p en w0 ya que hay un mundo accesible en el que ¬p y
análogamente para 2q).
3.5.6 Los diagramas son interesantes para tener una idea de ‘la forma’
que tiene que tener una interpretación para hacer falsa una determinada
fórmula o ser un contra-modelo para un determinado argumento.

3.6 Corrección y completud


3.6.1 Las pruebas de la corrección y completud del sistema deductivo
para el lenguaje modal que hemos introducido en este capítulo son muy
parecidas a las pruebas dadas en el capítulo primero para el lenguaje
proposicional clásico. Para el teorema de corrección mostraremos que
si 2 A, entonces este argumento no puede tener árboles cerrados.
Para el teorema de completud, mostraremos que a partir de cualquier
árbol abierto que muestre 0 A podemos construir un contra-modelo
que muestra 2 A.
3.6.2 DEFINICIÓN: Para cualquier interpretación = = hW, R, ⌫i y
cualquier rama de una tabla b, = es fiel a b si y sólo si hay una función
f de los números naturales a W tal que,
a) Para cada nodo de la forma A, i, A toma valor 1 en f(i) en = y
b) para cada nodo de la forma irj, f(i)Rf(j) en =
Diremos que f muestra que = es fiel a b.
3.6.3 LEMA DE LA CORRECCIÓN: Sean b una rama de una tabla e
= = hW, R, ⌫i una interpretación. Si = es fiel a b y aplicamos una regla
para desarrollar una fórmula en b, entonces = es fiel a al menos una
de las ramas generadas.
La prueba del lema se realiza examinando por casos cada una de las
reglas. El caso de los operadores clásicos es igual al caso proposicional
excepto que las cosas son relativas a mundos. Supongamos que = es

57
. E

fiel a b y que aplicamos a una fbf A en b una de las reglas:


a) Para A = B ! C:
Supongamos que A, i está en b y que aplicamos la regla correspondiente.
La aplicación de la regla da lugar a una nueva rama, la compuesta por
b añadiéndole B, i y ¬C, i. Como = es fiel a b, existe una función f
tal que ⌫f(i) (¬(B ! C)) = 1; pero esto es así si y sólo si ⌫f(i) (B) = 1 y
⌫f(i) (¬C) = 1; en cuyo caso f muestra que = es fiel a la rama generada.
El resto de casos para los operadores clásicos funcionan de manera
análoga.
b) Para A = ¬2B:
Supongamos que A, i está en b y que aplicamos la regla correspondiente.
La aplicación de la regla da lugar a una nueva rama, la compuesta por
b añadiéndole 3¬B, i. Como = es fiel a b, existe una función f tal que
⌫f(i) (¬2B) = 1; pero esto es así si y sólo si hay un mundo accesible
desde f(i) en el que B toma el valor falso, de modo que ⌫f(i) (3¬B) = 1;
en cuyo caso f muestra que = es fiel a la rama generada.
El caso para ¬3 funciona de manera análoga.
c) Para A = 2B:
Supongamos que A, i está en b y que aplicamos la regla correspondiente
para algún irj en la rama. La aplicación de la regla da lugar a una
nueva rama, la compuesta por b añadiéndole B, j. Como = es fiel a b,
existe una función f tal que ⌫f(i) (2B) = 1 y f(i)Rf(j) está en =. Por el
significado de 2, ⌫f(j) (B) = 1 en =. Por tanto, f muestra que = es fiel a
la rama generada.
d) Para A = 3B :
Supongamos que A, i está en b y que aplicamos la regla correspondiente.
La aplicación de la regla da lugar a una nueva rama, la compuesta por
b añadiéndole B, j, para un j nuevo en la tabla. Como = es fiel a b,
existe una función f tal que ⌫f(i) (3B) = 1. Por el significado de 3, hay
al menos un w tal que f(i)Rw y ⌫w (B) = 1. Sea f 0 una función idéntica
a f excepto (quizá) en que f 0 (j) = w. f 0 muestra que = es fiel a la rama
generada.
3.6.4 TEOREMA DE CORRECCIÓN: Para cualquier conjunto finito
de fórmulas y cualquier fórmula A, si ` A, entonces ✏ A.
Supongamos que 2 A. Por tanto, hay una interpretación = y un
mundo w en = tal que ⌫w (B) = 1 para todo B en y ⌫w (¬A) = 1.
Sea f una función tal que f(0) = w; entonces f muestra que = es fiel
a la lista inicial del árbol para [ {¬A}. Si hubiera un árbol cerrado

58
3.6. Corrección y completud

para esta lista, por el lema de corrección, habría también una función
f 0 que mostraría que ⌫f 0 (i) (C) = 1 y ⌫f 0 (i) (¬C) = 1 para alguna fórmula
C y algún número natural i. Como esto último es imposible, todo árbol
para [ {¬A} está abierto, es decir, 0 A.
3.6.5 DEFINICIÓN: Sea b una rama abierta completa. La interpretación
inducida por b es cualquier interpretación = = hW, R, ⌫i definida de igual
modo que en 2.5.2.
3.6.6 LEMA DE LA COMPLETUD: Sea b una rama abierta completa.
La interpretación = inducida por b es tal que, para cualquier fórmula
A
Si A, i está en b, ⌫wi (A) = 1
Si ¬A, i está en b, ⌫wi (A) = 0
(por inducción sobre el conjunto de fórmulas)
Caso base: Supongamos que A es una variable proposicional. El
lema se cumple por la definición de interpretación inducida por b.
Paso de inducción:
Hipótesis de inducción: Sean B y C fórmulas tales que: si B, i está en
b entonces ⌫wi (B) = 1 y si ¬B, i está en b, entonces ⌫wi (B) = 0; si C, i
está en b entonces ⌫wi (C) = 1 y si ¬C, i está en b, entonces ⌫wi (C) = 0.
a) El caso para los operadores clásicos es idéntico al lema de com-
pletud en 1.6.9 excepto por la relatividad a mundos posibles.
b) Para A = 2B
Si 2B, i está en b entonces (dado que la rama es completa) también lo
está B, j para todo j tal que irj esté en la rama. Por la construcción
de la interpretación inducida por b, wi Rwj en = y por la hipótesis de
inducción ⌫wj (B) = 1. Por tanto ⌫wi (2B) = 1 en =.
Si ¬2B, i está en b entonces, tambíen lo está 3¬B, i, así como irj y ¬B, j
para algún j. Por la construcción de interpretación inducida, wi Rwj y
por la hipótesis de inducción: ⌫wj (B) = 0. Por tanto, ⌫wi (2B) = 0.
(El caso para 3 es similar a éste).
3.6.7 TEOREMA DE COMPLETUD: Para cualquier conjunto finito
de fórmulas bien formadas y cualquier fórmula A, si ✏ A, entonces
` A.
Supongamos que 0 A, de modo que todo árbol para [ {¬A} está
abierto. Tomando cualquiera de esos árboles y cualquier rama abierta,
la interpretación inducida es un contra-modelo que muestra 2 A.

59
. E

3.7 Ejercicios
1. Formalice los siguientes argumentos y demuestre que son válidos
(en lógica proposicional clásica). Después explique por qué la
validez de estos argumentos parece problemática.

a) Si hoy es lunes entonces mañana es martes y si hoy es miér-


coles entonces mañana es jueves. Por lo tanto, o bien, si
hoy es lunes entonces mañana es jueves, o bien, si hoy es
miércoles entonces mañana es martes.
b) No es el caso que si Dios existe entonces castigará a los
buenos. Por lo tanto, Dios existe.

2. Explique la distinción entre extensión e intensión.

3. ¿Qué quiere decir que las expresiones modales generan contextos


intensionales? Ponga un ejemplo de otro tipo de expresión que
genere contextos de este tipo.

4. Explique qué es una interpretación para el lenguaje modal.

5. Para cada una de las siguientes fórmulas, construya una inter-


pretación con al menos un mundo posible w0 , de modo que la
fórmula sea verdadera en w0 (emplee gráficos):

a) ¬p ^ 3p
b) p ^ ¬2p
c) ¬p ^ 2p
d) ¬2p ^ ¬2¬p
e) p ! p
f) 2p ! p
g) p ^ q
h) 2(2p ! p)
i) 33p

6. Muestre que para cualquier interpretación y w en esa inter-


pretación, Iw (2A) = Iw (¬3¬A).

7. ¿Por qué, para cualquier A, 2A es verdadero y 3A es falso en


cualquier punto ciego?

60
3.7. Ejercicios

8. Muestre que en el lenguaje modal se cumple la relación: ✏ A ssi


[ {¬A}.

9. Explique la idea fundamental tras el método de tablas analíticas


para el lenguaje modal.

10. Describa las reglas de tablas analíticas para: A ^ B, A _ B,


¬(A ! B), ¬(A _ B), ¬(A ^ B), ¬¬A.

11. Sea A 7! B una abreviación de 2(A ! B). Emplee el método de


tablas analíticas para ver si los siguientes argumentos son válidos
(en caso de no serlo, construya el correspondiente contramodelo):

a) (p 7! q) ^ (r 7! s) ` (p 7! s) _ (r 7! q)
b) ¬(p 7! q) ` p
c) q ` p 7! q
d) ¬p ` p 7! q
e) (p ^ q) 7! r ` (p 7! r) _ (q 7! r)

12. Eche un vistazo a los ejercicios del capítulo 1. Allí se define


la relación de consecuencia lógica entre conjuntos de premisas
y conjuntos de conclusiones. Defina la correspondiente relación
de consecuencia lógica para el lenguaje modal con conclusiones
múltiples. Muestre que, de acuerdo a la definición, ✏ si y sólo
si [ ¬( ) ✏.

61
4
Sistemas normales de lógica modal

4.1 Introducción: variedad de sistemas


lógicos
4.1.1 Existe una gran variedad de sistemas lógicos que caen bajo el ró-
tulo de ‘lógica modal’. El sistema de lógica modal presentado en el
capítulo anterior se conoce como K y es el más básico de una familia
de sistemas lógicos. En este capítulo introduciremos subíndices para
distinguir entre consecuencias en distintos sistemas, por ejemplo, ex-
presaremos que un argumento es K-válido, escribiendo ✏K en lugar de
simplemente ✏.
4.1.2 Un sistema modal B es una extensión de un sistema A si y sólo
si todo argumento A-válido es también B-válido. Es decir, para todo
conjunto de fórmulas y toda fórmula A si ✏A A entonces ✏B A.
Si además hay algún argumento B-válido que no es A-válido se dice
que B es una extensión propia de A o que B es más fuerte que A.
En este capítulo consideraremos varias extensiones de K. Los sis-
temas de lógica modal que son extensiones de K se conocen como
lógicas modales normales (en el capítulo 5 y 6 consideraremos sistemas
‘no-normales’ más débiles que K).
4.1.3 Aunque en este capítulo seguiremos empleando el sistema de
tableaux conviene saber algo relativo al modo tradicional de carac-
terizar la consecuencia deductiva.
Antes del trabajo de Kripke en los años sesenta, no existía una
semántica general para los distintos sistemas de lógica modal conoci-
dos. En la obra de Lewis los sistemas para el condicional estricto son

63
. S

caracterizados a través de sistemas axiomáticos. Un sistema axiomático


es un conjunto de enunciados (los ‘axiomas’) acompañados con una o
varias reglas de inferencia. Los enunciados derivables a través de los
axiomas con ayuda de la(s) regla(s) de inferencia son los teoremas del
sistema. [no está claro lo siguiente] Un sistema axiomático que car-
acteriza de modo completo una lógica fija, a través de los axiomas, el
significado del vocabulario lógico del sistema (determinando el conjunto
de enunciados válidos). Del mismo modo, un sistema axiomático que
incluye operadores modales fija el significado de estas expresiones del
lenguaje.
El sistema axiomático que caracteriza todas las fórmulas válidas del
sistema K tiene este aspecto:
Axiomas:
(LPC) Si A es un axioma de la lógica proposicional clásica, entonces
`A
(K) ` 2(A ! B) ! (2A ! 2B)
Reglas:
(MP) Si ` A y ` A ! B, entonces ` B
(N) Si ` A, entonces ` 2A
La regla (MP) se conoce como Modus Ponens y la regla (N) como
Necesitación. Podemos construir pruebas dentro del sistema a partir de
los axiomas empleando las reglas de inferencia. Este sistema axiomático
es correcto y completo respecto respecto de la semántica y consecuencia
lógica presentada en el capítulo anterior. Un buen numero de sistemas
modales se obtienen simplemente añadiendo axiomas a esta lista de
axiomas. Por ejemplo, el axioma
(T) 2A ! A
no es deducible del sistema anterior, de modo que su adición da lugar a
un nuevo sistema más fuerte (en concreto, como veremos más adelante,
la adición de T da lugar a un sistema que es correcto y completo
respecto de todas las interpretaciones en las que R es una relación
reflexiva).
4.1.4 La variedad de sistemas modales sugiere que cada lógica modal es
una teoría partícular que podemos construir a partir de ciertos axiomas.
La adición de nuevos axiomas da lugar a nuevas teorías siempre que
probemos la independencia del axioma que añadimos. En este sentido,
el uso de sistemas axiomáticos resulta natural en este contexto.

64
4.2. Consecuencia lógica en D, T , B y S4

Sin embargo los sistemas axiomáticos tienen una desventaja impor-


tante: a menudo resulta muy complicado construir una prueba. En
las tablas, a diferencia de los sistemas axiomáticos, la diferencia entre
sistemas deductivos, se traduce en una diferencia en las reglas para la
construcción de los árboles. Estas reglas hacen referencia inmediata a
la semántica, de modo que la diferencia entre sistemas no se establece
en términos de enunciados lenguaje. Iremos indicando, sin embargo,
cuáles son los enunciados característicos de cada sistema.

4.2 Consecuencia lógica en D, T , B y S4


4.2.1 En esta sección presentamos cuatro extensiones distintas del sis-
tema modal básico K. La consecuencia lógica en K preserva la verdad
en todas las interpretaciones. Podemos obtener relaciones de conse-
cuencia más fuertes restringiendo el conjunto de las interpretaciones.
4.2.2 Intuitivamente, puede resultar extraño que una restricción en el
conjunto de las interpretaciones dé lugar a una relación de consecuencia
más fuerte. La idea es que B es al menos tan fuerte como A si y sólo
si para todo A y , si ✏A A entonces ✏B A. Esto último es
equivalente a, para todo A y , si 2B A entonces 2A A. Si el
conjunto de interpretaciones para B es un subconjunto del conjunto de
interpretaciones para A es evidente que si hay un contra-modelo para
mostrar 2B A entonces ése mismo contra-modelo muestra 2A A.
Desde otro punto de vista: se puede entender que la relación de
consecuencia lógica se da cuando no hay contra-modelos. Cuantas más
restricciones pongamos sobre la noción de interpretación, más difícil
será encontrar un contra-modelo (y, por tanto, más fácil que se dé la
relación de consecuencia lógica).
4.2.3 Una relación en un conjunto es serial cuando todo elemento del
conjunto está conectado por la relación con al menos un elemento
del conjunto (sea el mismo elemento u otro). Diremos que una in-
terpretación = = hW, R, ⌫i es serial exactamente cuando la relación de
accesibilidad R en = sea serial. A es una consecuencia lógica de en
D, escrito ✏D A, si y sólo si para toda interpretación serial = y todo
mundo w en =, si todo elemento de es verdadero en w entonces A es
verdadero en w. En otras palabras, ✏D preserva la verdad en todas las
interpretaciones seriales.

65
. S

4.2.4 Una relación en un conjunto es reflexiva cuando todo elemento


del conjunto está conectado por la relación consigo mismo. A es una
consecuencia lógica de en T , escrito ✏T A, si y sólo si para toda
interpretación reflexiva = y todo mundo w en =, si todo elemento de
es verdadero en w entonces A es verdadero en w. En otras palabras,
✏T preserva la verdad en todas las interpretaciones reflexivas.
4.2.5 Una relación R en un conjunto es simétrica cuando para cua-
lesquiera elementos del conjunto a y b si a está conectado por R con
b, b está conectado por R con a. A es una consecuencia lógica de
en B, escrito ✏B A, si y sólo si para toda interpretación reflexiva y
simétrica = y todo mundo w en =, si todo elemento de es verdadero
en w entonces A es verdadero en w. En otras palabras, ✏B preserva la
verdad en todas las interpretaciones reflexivas y simétricas.
4.2.6 Una relación R en un conjunto es transitiva cuando para cua-
lesquiera elementos del conjunto a, b y c si a está conectado por R con
b y b está conectado por R con c entonces a está conectado por R con
c. A es una consecuencia lógica de en S4, escrito ✏S4 A, si y sólo si
para toda interpretación reflexiva y transitiva = y todo mundo w en =,
si todo elemento de es verdadero en w entonces A es verdadero en w.
En otras palabras, ✏S4 preserva la verdad en todas las interpretaciones
reflexivas y transitivas.

4.3 Tableaux para D, T , B y S4


4.3.1 Cada uno de los sistemas lógicos se obtiene considerando diver-
sas restricciones en la relación de accesibilidad. Las reglas para la
construcción de los árboles reflejarán cada una de estas restricciones:
serial reflexiva simétrica transitiva
· · irj irj y jrk
# # # #
irj iri jri irk
(para un j nuevo) para todo i
4.3.2 Los árboles para cada uno de los sistemas definidos en el apartado
anterior deberán incluir las reglas correspondientes a las restricciones
que se introducen en la relación de accesibilidad. Mostramos ahora los
axiomas característicos de cada uno de los sistemas.
4.3.3 (D): `D 2p ! 3p

66
4.3. Tableaux para D, T , B y S4

¬(2p ! 3p), 0
2p, 0
¬3p, 0
2¬p, 0
0r 1
p, 1
¬p, 1

La línea quinta se obtiene a través de la aplicación de la regla
correspondiente a la serialidad de R. La tabla correspondiente para K
hubiera terminado en la cuarta línea y el correspondiente contra-modelo
hubiera tenido esta forma:
w0
Como w0 no accede a ningún mundo, 2p es verdadero allí pero 3p
es falso. Dado que las interpretaciones seriales son un subconjunto de
las interpretaciones para K, este hecho muestra que el sistema D es una
extensión propia de K.
4.3.4 (T): `T 2p ! p
¬(2p ! p), 0
2p, 0
¬p, 0
0r 0
p, 0

La cuarta línea del árbol corresponde a la aplicación de la regla
para interpretaciones reflexivas. Nótese que la serialidad no hubiera
sido suficiente para cerrar la tabla. Una interpretación serial en la que
el axioma es falso tiene esta forma:

w0 ¬p / w1 p

Sin embargo, la regla correspondiente a la reflexividad sí hubiera


sido suficiente para cerrar la tabla para el axioma D (ya que toda inter-
pretación reflexiva es serial). Esto significa que T es tanto una extensión
propia de K como de D.
4.3.5 (B): p ! 23p

67
. S

¬(p ! 23p), 0
p, 0
¬23p, 0
3¬3p, 0
0r 1
¬3p, 0
2¬p, 0
1r 0
¬p, 0

La regla correspondiente a la simetría se emplea en la línea octava.
La consecuencia lógica en B preserva la verdad en todas las interpreta-
ciones reflexivas y simétricas, de modo que B es al menos tan fuerte
como T . La tabla anterior, sin embargo, no se hubiera cerrado em-
pleando únicamente la regla para la reflexividad. Una interpretación
reflexiva en la que el axioma B es falso tiene este aspecto:

y0 p
w /y
w1 ¬p

Esto muestra que B es una extensión estricta de T (y, por lo tanto,


de D y K).
4.3.6 (S4): 2p ! 22p
¬(2p ! 22p), 0
2p, 0
¬22p, 0
3¬2p, 0
0r 1
¬2p, 1
3¬p, 1
1r 2
¬p, 2
0r 2
p, 2

La regla correspondiente a la transitividad se emplea en la línea
décima. La consecuencia lógica en S4 preserva la verdad en todas las
interpretaciones reflexivas y transitivas, de modo que S4 es al menos tan
fuerte como T . La tabla anterior, sin embargo, no se hubiera cerrado

68
4.4. Tablas infinitas

empleando únicamente la regla para la reflexividad. Una interpretación


reflexiva en la que el axioma S4 es falso tiene este aspecto:

y0 p
w /y
w1 p y
/w
2 ¬p

Esto muestra que S4 es una extensión estricta de T (y, por lo tanto,


de D y K). Sin embargo, S4 no es una extensión de B (el diagrama en
3.3.5 es una interpretación reflexiva y transitiva). Tampoco B es una
extensión de S4. Para mostrar este hecho desarrollamos una tabla que
muestre 0B 2p ! 22p y construimos el contra-modelo.
4.3.7 0B 2p ! 22p
¬(2p ! 22p), 0
2p, 0
¬22p, 0
3¬2p, 0
0r 1
¬2p, 1
3¬p, 1
1r 2
¬p, 2
1r 0
2r 1
0r0
1r 1
2r2
p, 0
p, 1
El correspondiente contra-modelo tiene este aspecto:

y0 p o
w /y
w1 p o y
/w
2 ¬p

4.4 Tablas infinitas


4.4.1 En el caso de sistemas modales, algunas tablas pueden ser infini-
tas.

69
. S

El caso más evidente es el correspondiente a la regla de seriali-


dad. La regla nos dice que para cualquier i presente en la tabla in-
troduzcamos un nuevo j y el nodo de la forma irj. Dado que j es
nuevo, debemos aplicar de nuevo la regla para un nuevo k y así in-
definidamente. Si la afirmación de conecuencia que queremos probar es
correcta, aparentemente estamos en una situación en la que una tabla
debería cerrarse pero no se cierra. Sin embargo, nuestro resultado sobre
la completud para D en XXX garantiza que cualquier tabla completa
(finita o infinita) para una afirmación de consecuencia correcta es una
tabla cerrada. Por tanto, si la tabla no se cierra es porque, aunque
infinita, es incompleta. Los tableaux proporcionan un procedimiento
algorítmico, sin embargo cuando los utilice usted emplee la cabeza: no
deje de aplicar otras reglas por aplicar la regla de serialidad.
Podría suceder que una afirmación de consecuencia no sea correcta
y que la tabla correspondiente sea infinita. El caso típico se debe a la
interacción entre 2 y 3 en, por ejemplo, S4 (el caso es análogo a tablas
infinitas en lógica de primer orden por la interacción de 8 y 9). Por
ejemplo, el enunciado ¬(3p ^ 23p) no es S4-válido.
4.4.2 0S4 ¬(3p ^ 23p)
¬¬(3p ^ 23p), 0
3p ^ 23p, 0
3p, 0
23p, 0
0r 1
p, 1
3p, 1
1r 2
p, 2
0r 2
3p, 2
2r 3
p, 3
0r3
3p, 3
..
.
Cada vez que desencadenamos la regla para 3p introducimos un
nuevo mundo que, por la regla de transitividad, es accesible desde 0.
Entonces tenemos que aplicar la regla para 23p volviendo a empezar...

70
4.5. El sistema S5

Una tabla abierta puede ser completa aunque infinita. En tal caso, el
contra-modelo generado por la tabla será también infinito. Por ejemplo,
el contra-modelo generado por la tabla anterior tiene este aspecto:

y0
w /y
w p y
/w p...
1 2

Sin embargo, es posible encontrar un contra-modelo finito que


muestre que ¬(3p ^ 23p) no es S4-válido1 . Por ejemplo:
y0 p
w

4.5 El sistema S5
4.5.1 Una relación R en un conjunto es euclídea cuando para cua-
lesquiera elementos del conjunto a, b y c si a está conectado por R con
b y a está conectado por R con c entonces b está conectado por R con
c. A es una consecuencia lógica de en S5, escrito ✏S5 A, si y sólo si
para toda interpretación reflexiva y euclídea = y todo mundo w en =, si
todo elemento de es verdadero en w entonces A es verdadero en w.
En otras palabras, ✏S5 preserva la verdad en todas las interpretaciones
reflexivas y euclídeas.
Una manera alternativa de caracterizar la relación de consecuencia
en S5 es diciendo que la consecuencia en S5 preserva la verdad en todas
las interpretaciones reflexivas, simétricas y transitivas. La razón de esto
es que, por una parte, toda relación reflexiva y euclídea es simétrica y
transitiva y, por otra parte, toda relación relfexiva, simétrica y transitiva
es euclídea [Dejar como ejercicio].
Los datos anteriores son suficientes para saber que S5 extiende tanto
a B como a S4 (y, al extender a los dos, no siendo ellos extensión del
otro, sabemos que S5 los extiende propiamente). Además, podemos cap-
turar la relación de consecuencia en S5 por medio de las tablas de dos
maneras distintas: o bien empleando la reglas correspondientes a la
reflexividad y a la euclidicidad [Ejercicio: defina la regla correspondi-
ente] o bien empleando las reglas relativas a la reflexividad, simetría y
transitividad.
1
Más aún, para cualquier lógica A que hemos visto, si es A-satisfacible, tiene
un modelo finito. Éste es un resultado que cae fuera del objeto de este libro. Para
más sobre este tema ver [Blackburn et al., 2004, c. 2].

71
. S

El axioma característico de S5, E, tiene este aspecto: 3p ! 23p.


Este axioma añadido a los del sistema T dan lugar a S5. [Ejercicio:
muestre que E se puede probar con las reglas para la transitividad y la
simetría y con la regla para la euclidicidad].
4.5.2 Por todo lo que hemos dicho hasta ahora las tablas para S5 son, en
principio, tablas en las que contamos con las reglas para la reflexividad,
la simetría y la transitividad (o, alternativamente, a la reflexividad y
euclidicidad). Sin embargo, el sistema S5 tiene una peculiaridad.
Una relación R en un conjunto es una relación de equivalencia
cuando R es reflexiva, simétrica y transitiva. La consecuencia lóg-
ica en S5 suele caracterizarse como aquella que preserva la verdad en
toda interpretación en que R es una relación de equivalencia.
Una relación R en un conjunto es la relación universal en ese con-
junto, cuando R conecta a todos los miembros del conjunto con todos
los miembros del conjunto (es decir R es la relación universal en A
cuando R = A ⇥ A). Llamaremos ‘✏u ’ a la relación de consecuencia
lógica que preserva la verdad en todas las interpretaciones de acceso
universal (es decir, aquellas en las que R es una relación universal).
Dentro de las interpretaciones de acceso universal podemos omitir
la mención de la relación de accesibilidad R. Por ejemplo, una fórmula
de la forma 2A es verdadera en un mundo w en una interpretación si
y sólo si A es verdadera en todo mundo accesible desde w. Pero en las
interpretaciones de acceso universal, 2A será verdadera en w si y sólo
si A es verdadera en todo mundo (sin más). De modo análogo 3A será
verdadera en un mundo si y sólo sí es A verdadera en algún mundo
(sin más).
Por este motivo, las tablas para ✏u son simples: a) se omiten nodos
de la forma irj, las fórmulas 3A se aplican para un número nuevo y
las fórmulas 2A para todo número en la tabla.
4.5.3 Ejemplo: ✏u 2A _ ¬2A
¬(2A _ ¬2A), 0
¬2A, 0
¬¬2A, 0
2A, 0
3¬A, 0
¬A, 1
A, 1 ⇤

72
4.5. El sistema S5

La peculiaridad de S5 es que la consecuencia lógica en S5 es equiv-


alente a la consecuencia lógica sobre interpretaciones de acceso univer-
sal. Es evidente que ✏u es al menos tan fuerte como ✏S5 dado que toda
relación de acceso universal es reflexiva, simétrica y transitiva. Sin em-
bargo, no es evidente el hecho de que ✏S5 sea tan fuerte como ✏u puesto
que una interpretación que muestre que 2S5 A no es necesariamente
una interpretación de acceso universal. Este hecho se demuestra en el
siguiente teorema.
4.5.4 Teorema: Si ✏u A entonces ✏S 5 A
Supongamos que 2S5 A, es decir, hay una interpretación = =
hW, R, ⌫i donde R es una relación de equivalencia y en la que hay un
w0 tal que todos los miembros de son verdaderos en w0 y A es falso
en w0 . Sea W 0 el conjunto de mundos accesibles desde w0 (de modo
más formal: W = {w | w0 Rw}). Sean R 0 y ⌫ 0 las restricciones de R y ⌫
a W 0 . Mostramos a) que R 0 es una relación de acceso universal en W 0
y b) ⌫ 0 y ⌫ asignan a todas las fórmulas los mismos valores en W 0 (es
decir, para todo w en W 0 , ⌫w
0
(A) = 1 si y sólo si ⌫w (A) = 1).
a) Sean w y w 0 dos mundos cualesquiera en W 0 . Por la definición
de W 0 , w0 Rw y w0 Rw 0 . Como R es euclídea wRw 0 . Puesto que R 0 es la
restricción de R a W 0 , R 0 es una relación universal en W .
b) Para mostrar que para todo w en W 0 , ⌫w 0
(A) = 1 si y sólo si
⌫w (A) = 1, notamos primero que R y R relacionan los mundos en
0

W 0 exactamente de la misma manera, es decir, (⇤) si w está en W 0


entonces wRw 0 si y sólo si wR 0 w 0 . La razón es simple: dado que R 0
es la restricción de R a W 0 , el único modo en que podrían diferir para
mundos en W 0 es en el caso en que R conecte un w en W 0 con un w 0
fuera de W 0 . Pero esto es imposible, dado que por la transitividad de
R si w está en W 0 (es decir w0 Rw) y wRw 0 entonces w 0 también está
en W 0 (es decir w0 Rw 0 ). Invocaremos el hecho marcado como (⇤) más
adelante. El hecho de que para todo w en W 0 , ⌫w 0
(A) = 1 si y sólo si
⌫w (A) = 1 se prueba por inducción sobre fórmulas:
Caso base: si A es una variable proposicional, para todo mundo w
en W 0 ⌫w0
(A) = 1 si y sólo si ⌫w (A) = 1 dado que ⌫ 0 es la resticción de
⌫aW. 0

Paso de inducción:
a) El caso en que A es de la forma ¬B, B _ C, B ^ C o B ! C es
trivial.

73
. S

b) Si A es de la forma 2B, supongamos que w está en W 0 :


0
⌫w (2B) = 1 ssi para todo w 0 en W 0 tal que wR 0 w 0 , ⌫w
0
0 (B) = 1

ssi para todo w 0 en W 0 tal que wR 0 w 0 , ⌫w 0 (B) = 1 (por hipótesis


de inducción)
ssi para todo w 0 en W 0 tal que wRw 0 ⌫w 0 (B) = 1 (por (⇤))
ssi ⌫w (2B) = 1
El caso en que A es de la forma 3B es análogo a éste. Esto completa
la prueba de que ✏S5 es tan fuerte como ✏u .
4.5.5 La idea intuitiva detrás de esta prueba se puede explicar emple-
ando la noción de clase de equivalencia. Una relación de equivalencia R
en un conjunto A divide el conjunto en clases de equivalencia: subcon-
juntos de A tales que todo miembro del subconjunto está conectado por
R con todo otro miembro y tales que ningún miembro está conectado
por R con ningún miembro fuera de la clase. Por ejemplo, la relación
‘tiene la misma altura que’ divide el conjunto de los hombres en clases
de equivalencia según sus alturas.2 Un contra-modelo para mostrar que
2S5 A contiene un mundo w en el que las premisas son verdaderas
y la conclusión falsa. La prueba muestra que los mundos fuera de la
clase de equivalencia de w no afectan de ninguna manera al valor de
verdad de las fórmulas del lenguaje en mundos dentro de esa clase de
modo que ésta constituye en sí misma un modelo para mostrar que
2u A .

4.6 Colapso en LP: Triv y Ver


Como se ha apuntado al inicio de este capítulo, podemos caracterizar
distintas lógicas modales a través de sistemas axiomáticos. En particu-
lar, podemos obtener nuevas lógicas añadiendo axiomas adicionales al
sistema K o a extensiones de K. Los axiomas A ⌘ 2A y 2A son inde-
pendientes de K (ejercicio encuentre K-interpretaciones en las que sean
falsos); añadiéndolos a K obtenemos dos nuevos sistemas modales in-
dependientes, el sistema trivial (Triv) y el sistema verum (Ver) (llamados
así en [Hughes and Cresswell, 1996, 64-8]).
2
Una caracterización más precisa de la noción de clase de equivalencia se puede
encotnrar en [Zalabardo, 2002, ??]

74
4.7. Lecturas informales

Los sistemas Triv y Ver dan lugar a una lógica equivalente a la


lógica proposicional clásica del capítulo 1, LP, aunque de modo distinto.
El axioma A ⌘ 2A añadido a K vuelve triviales los operadores modales
en el sentido de que, en esta lógica, toda fórmula es equivalente a la
formula resultante de eliminar los operadores. Por ejemplo, 2p ^ ¬3p
es equivalente a p ^ ¬p. En un sentido importante, la lógica Triv
es equivalente a LP. El axioma 2A añadido a K vuelve todas los
enunciados de la forma 2A equivalentes a > y todos los enunciados
de la forma 3A equivalentes a ?. Dado que > y ? son definibles en
LP (como p _ ¬p y p ^ ¬p, por ejemplo, respectivamente), la lógica
resultante es en un sentido equivalente a LP.
También podemos obtener Triv añadiendo p ! 2p a T (por razones
obvias) e incluso añadiéndolo a D (pensar en un argumento semántico
distinto del de Hughes and Cresswell). Por tanto, podemos obtener Triv
añadiendo el axioma a cualquier sistema de los vistos anteriormente
más fuerte que D (incluyendo S5). El resultado es una lógica consis-
tente (argument en Hughes y Cresswell). Triv puede ser caracterizado
semánticamente como preservación de la verdad en todas las interpreta-
ciones reflexivas de un sólo mundo (obviamente estas interpretaciones
son a su vez simétricas y transitivas).
El sistema

4.7 Lecturas informales


[Introducir más adelante en una sección ‘Lectura informal’] Una ven-
taja del uso de sistemas axiomáticos es que los axiomas proporcionan
los enunciados característicos de un sistema modal en términos de su
vocabulario de modo que podemos decidir, sobre la lectura informal del
operador modal, cuál debe ser la lógica correspondiente. Por ejemplo, si
‘2’ se lee informalmente como un operador epistémico (es decir, expre-
sando algo así como ‘es conocido que’) entonces T debe ser un axioma.
Puesto que ‘Si es conocido que p entonces p’ debe ser verdadero para
cualquier sustitución de p (ya que no es posible conocer lo que no es
el caso). Sin embargo, T no debe ser considerado un axioma para la
lectura de ‘2’ como el operador deóntico ‘es obligatorio que’, ya que
algo puede ser obligatorio y no ser el caso (como por desgracia ocurre
con más frecuencia de lo que sería deseable).

75
. S

4.7.1 Formalmente una interpretación para el lenguaje modal es un con-


junto de objetos, con una relación y con una función que asigna valores
de verdad a las variables proposicionales en conexión con los objetos.
Formalmente, 2 es sólo un cuantificador universal sobre los objetos en
W . Nada más.
4.7.2 Esta simple estructura, sin embargo, permite múltiples lecturas
informales y cada lectura informal motivará la adopción de distintos
axiomas.
4.7.3 Lectura modal. La lectura más evidente de las interpretaciones es
la lectura modal. Los objetos en W son mundos posibles y la relación
R permite expresar una noción de posibilidad relativa. En esta lectura
2 y 3 expresan algo así como ‘es necesario que’ y ‘es posible que’.
Intuitivamente ‘es necesario’ significa lo mismo que ‘es imposible que no
sea el caso’, de modo que la dualidad entre 2 y 3 recoge adecuadamente
ciertas intuiciones de su lectura modal informal.
4.7.4 Cuál de los distintos sistemas modales es más adecuado a la lec-
tura informal de la semántica, es una cuestión controvertida. Como se
comentó en el capítulo 1, la noción de necesidad es debatida en sí misma
y muchas veces se emplea con significados análogos no equivalentes.
Quine parece mantener la opinión de que la única forma adecuada de
necesidad, es la necesidad lógica. Si esto es así, S5 es el sistema ade-
cuado de la lógica [estoy convencido de esto, pero tengo que explicar
exactamente por qué. La razón está ligada a que un mundo posible
es una interpretación clásica, pero hay algo más, como si hubiese un
modelo canónico para S5 que tiene todas las interpretaciones clásicas].
4.7.5 Lectura epistémica. Una interpretación representa aquello que es
conocido o cognoscible por un sujeto. Los objetos en W se leen como
alternativas epistémicas: situaciones posibles de acuerdo con aquellas
cosas que el sujeto conoce. Si conozco que la hipótesis del contínuo
es independiente de los axiomas habituales de la teoría de conjuntos,
una situación en la que la hipótesis del contínuo no es independiente
no constituye una alternativa epistémica para mí. La relación R puede
leerse como una cierta relación de indiscriminabilidad: si no sé que la
hipótesis del contínuo es independiente, no discrimino la situación de
que no es independiente de la situación real. 2 significa algo como ‘es
conocido que’ o ‘Un sujeto a conoce que’; si conozco que p entonces
puedo discriminar entre la situación actual y una situación en que ¬p
(de modo que esta segunda situación no es una alternativa epistémica
para mí).

76
4.7. Lecturas informales

4.7.6 Qué sistema es más apropiado para la lectura epistémica de 2


es una cuestión controvertida por la misma razón que en la lectura
modal: existen muchos sentidos diversos en los que decimos que algo es
conocido. Para empezar, en los sistemas presentados en este capítulo 2
está cerrado bajo la consecuencia lógica en el sentido de que si A es una
consecuencia de B1 , . . . Bn , 2A es una consecuencia de 2B1 , . . . 2Bn . Sin
embargo, para los sentido más factualistas de la lectura epistemica esto
es falso ya que yo no conozco, por ejemplo, todas las consecuencias de
S5. Para lecturas menos factualistas (del tipo ‘es cognoscible que’) la
clausura de 2 bajo la consecuencia lógica puede ser aceptado, aunque
no deja de ser una idealización (aunque las consecuencias de una teoría
sean cognoscibles, eso no significa que sea posible llegar a conocerlas
todas, aunque sólo sea por falta de tiempo). El axioma T: 2p ! p parece
un requisito mínimo de cualquier lectura epistémica (a veces se habla
de la factividad del conocimiento): dado que no es posible conocer lo
que es falso, p es una condición necesaria para que p sea cognoscible.
El axioma 4: 2p ! 22p parece una idealización inadecuada sobre
la mayor parte de lecturas epistémicas, pues implica que tenemos una
perfecta introspección positiva: si conocemos que p entonces conocemos
que conocemos que p y conocemos que conocemos que conocemos que p
etc. El axioma E puede ser reescrito como ¬2p ! 2¬2p y significaría
que tenemos una perfecta introspección negativa pues implica que si no
conocemos que p, conocemos que no conocemos que p; esto resulta aún
más increíble que la perfecta introspección positiva.
4.7.7 Lectura moral. Los objetos en W representas situaciones morales.
R es una relación de permisibilidad moral. 2, ‘es obligatorio que’ y 3,
‘es permsible’. De nuevo, la dualidad entre ‘2’ y ‘3’ recoge la dualidad
que intuitivamente se da entre las lecturas informales puesto que ‘es
permisible que p’ parece sinónimo de ‘no es obligatorio que no p’. El
axioma D parece requisito mínimo, pues lo que es obligatorio debe ser
permisible. Sin embargo, no todo lo que es obligatorio es el caso, de
modo que T queda fuera. Ni 4 ni E parecen ser parte de la lectura
moral de la semántica.
4.7.8 Existen otras lecturas informales de la semántica. En el próx-
imo capítulo veremos algunas de ellas conectadas con el problema de
vaguedad.

77
. S

4.8 Ejercicios
1. Explique qué es un sistema axiomático.

2. Sea L un sistema axiomático:

a) ¿Es L una extensión de L?¿Es una extensión propia?


b) L es consistente cuando no hay ninguna fórmula A tal que
L ` A ^ ¬A. Si L 0 A, ¿es L consistente?, y ¿L + ¬A?, y
¿L + A?
c) ¿Puede un sistema inconsistente tener una extensión propia?

3. ¿Qué significa que un sistema es correcto y completo?

4. Argumente por qué el (conjunto de) axioma(s) LC es válido re-


specto del conjunto de interpretaciones para K. Es decir, argu-
mente por qué si A es una oración clásicamente válida, entonces
para cualquier mundo w de cualquier interpretación, Iw (A) = 1.

5. Busque ejemplos de relaciones con las siguientes propiedades: se-


rial, reflexiva, simétrica, transitiva.

6. Decimos que A es KD-válida, ✏KD A, cuando es verdadera en


todo mundo en toda interpretación serial. Explique por qué todas
las oraciones K-válidas son KD-válidas

7. Sea C una clase de interpretaciones y ✏C la relación de consecuen-


cia que preserva la verdad sobre tales interpretaciones. Demuestre
que para cualquier C 0 ✓ C, si ✏C A entonces ✏C 0 A (este
resultado es una generalización del ejercicio anterior).
El ejercicio anterior muestra que si C 0 es un subconjunto de C
entonces ✏C 0 es una extensión de ✏C . Podría parecer que esto es
contraintuitivo (que si C 0 es más pequeño que C, ✏C debería ser
más fuerte que ✏C 0
). Sin embargo, nótese que ✏C A significa que
no hay contramodelos para tal argumento. Por lo tanto, cuanto
más pequeño sea C, más difícil es encontrar contramodelos y, por
tanto, más fácil que un argumento sea válido.

8. Demuestre que si una relación R es...

a) ... serial es reflexiva.


b) ... euclídea y reflexiva es simétrica y transitiva

78
4.8. Ejercicios

c) ... serial, simétrica y transitiva es reflexiva


d) ... euclídea y reflexiva es una relación de equivalencia

9. Demuestre las siguientes afirmaciones:

a) KT4 no es una extensión de KTB


b) KTB no es una extensión de KT4
c) KT5 es una extensión de KT4 y KTB

10. Argumente las siguientes afirmaciones:


a) 2A ! A es válido en interpretaciones reflexivas
b) A ! 23A es válido en interpretaciones simétricas
c) 2A ! 22A es válido en interpretaciones transitivas
d) 3A ! 23A no es válido en interpretaciones reflexivas y
simétricas
e) 3A ! 23A no es válido en interpretaciones reflexivas y
transitivas
f) 3A ! 23A es válido en interpretaciones euclídeas
11. El modo en que hemos definido la relación de consecuencia lógica
(para cada uno de los sistemas) se suele llamar consecuencia local:

✏l A ssi 8M 8w(Iw (B) = 1 8B 2 ! Iw (A) = 1).

Sea la consecuencia global la relación de consecuencia lógica


definida de esta manera:

✏g A ssi 8M(8wIw (B) = 1 8B 2 ! 8wIw (A) = 1).

Demuestre que (para cualquier clase C de interpretaciones):

a) ✏l A =) ✏g A
b) ✏g A =)
6 ✏l A

Para cualquier conjunto de fórmulas , 2! ( ) es el conjunto que


contiene, para cualquier B en : B, 2B, 22B, 222B...

(c) ✏g A =) 2! ( ) ✏l A
(d) 2! ( ) ✏l A =) ✏g A

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Bibliografía

[Blackburn et al., 2004] Blackburn, P., Rijke, M., and Venema, Y.


(2004). Modal Logic. Cambridge University Press.

[Hughes and Cresswell, 1996] Hughes and Cresswell, M. (1996). A new


introduction to modal logic. Routledge: Londres.

[Zalabardo, 2002] Zalabardo, J. L. (2002). Introducción a la teoría de la


lógica. Alianza Editorial, Madrid.

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