AUDITORIO DE ZARAGOZA

XXIV TEMPORADA
DE GRANDES
CONCIERTOS
DE PRIMAVERA FEBRERO
—
2018 JUNIO

Mahler Chamber Orchestra martes 24 abril

DANIELE GATTI, director 20.00 horas
Mahler Chamber Orchestra (MCO)
© Molina Visuals

Mahler Chamber Orchestra (MCO) se fundó en

1997 con la visión compartida de ser un conjunto
libre e internacional, dedicado a crear y compartir
experiencias excepcionales en la música clásica.
Con 45 miembros que abarcan 20 países diferentes en su
núcleo, la MCO funciona como un colectivo nómada de músicos
apasionados que se unen para giras específicas en Europa y en
todo el mundo. La orquesta está en continuo movimiento: hasta la
fecha, ha actuado en 36 países de los cinco continentes. Se rige
colectivamente por su equipo de gestión y junta de orquesta; las
decisiones se toman democráticamente con la participación de
todos los músicos.
El sonido de la MCO se caracteriza por el estilo de la música de cámara del
conjunto que juega entre sus personalidades musicales independientes.
Su repertorio central, que abarca desde los clásicos vieneses y los
comienzos del Romanticismo hasta obras contemporáneas y estrenos
mundiales, refleja la agilidad de la MCO al cruzar fronteras musicales.
La orquesta recibió sus impulsos artísticos más importantes de su mentor
y fundador, Claudio Abbado, y del Director Laureado Daniel Harding.
La pianista Mitsuko Uchida, la violinista Isabelle Faust y el director de
orquesta Teodor Currentzis son socios artísticos actuales que inspiran y dan
forma a la orquesta durante las colaboraciones a largo plazo.
En 2016, el director Daniele Gatti fue nombrado asesor artístico de la MCO.
El concertino Matthew Truscott dirige la orquesta regularmente en sus
actuaciones de repertorio de orquesta de cámara.
Todos los músicos de MCO comparten un fuerte deseo de profundizar
continuamente en su compromiso con el público. Esto ha inspirado un
número creciente de encuentros y proyectos musicales fuera del escenario
que llevan la música, el aprendizaje y la creatividad a comunidades de todo
el mundo. Feel the Music, el proyecto insignia de educación y extensión
de MCO, ha abierto el mundo de la música a niños sordos e hipoacúsicos
por medio de talleres interactivos en escuelas y salas de conciertos desde
2012. Los músicos de MCO están igualmente comprometidos en compartir
su pasión y experiencia con la próxima generación de músicos: desde 2009,
a través de la Academia MCO, han trabajado con jóvenes músicos para
brindarles una experiencia orquestal de alta calidad y una plataforma única
para el intercambio de contactos e intercambio internacional.
En los últimos años, los principales proyectos de la MCO han incluido el
galardonado Beethoven Journey con el pianista Leif Ove Andsnes, quien
dirigió el ciclo completo de conciertos de Beethoven desde el teclado en
residencias internacionales durante cuatro años, y la producción de ópera
Written on Skin, que la MCO estrenó en el Festival d’Aix en Provence bajo
la batuta del compositor George Benjamin, interpretó en el Festival Mostly
Mozart en Nueva York y llevó en gira, como una producción de conciertos
semiconfigurada, a las principales ciudades europeas. En 2016, la MCO
y Mitsuko Uchida se embarcaron en una sociedad de varias temporadas
centrada en los conciertos para piano de Mozart. Tras la conclusión de un
ciclo completo de sinfonías de Beethoven, el MCO y Daniele Gatti continúan
su enfoque en la obra sinfónica de Robert Schumann.
Mahler Chamber Orchestra afronta una gran variedad de proyectos en
la primavera de 2018, incluidas apariciones en los principales festivales
de todo el mundo. Entre los puntos destacados se incluyen dos giras
dirigidas por el asesor artístico Daniele Gatti que se centra en el repertorio
sinfónico; el lanzamiento de una asociación a largo plazo con Heidelberger
Frühling; la primera residencia de la MCO en los Estados Unidos, en el Ojai
Music Festival, en colaboración con su directora musical de 2018, Patricia
Kopatchinskaja; una actuación de concierto semiescenificada de Written on
Skin de George Benjamín en Holland Festival; y el debut de la MCO en Audi
Sommerkonzerte, donde comparte escenario con el violinista Pekka Kuusisto
en un concierto al aire libre.
Mahler Chamber Orchestra ha sido galardonada con el Premio Especial de
Diseño Alemán 2017 en reconocimiento a su identidad de marca.
DANIELE GATTI, director
© Marco Borggreve

Daniele Gatti se graduó como compositor y director de orquesta en el Conservatorio

Giuseppe Verdi de Milán. Es director principal de la Royal Concertgebouw Orchestra (RCO)
en Ámsterdam desde septiembre de 2016 y asesor artístico de la Mahler Chamber
Orchestra. Ha desempeñado importantes funciones en destacadas instituciones
musicales como Accademia Nazionale di Santa Cecilia, Royal Philarmonic Orchestra,
Orquesta Nacional de Francia, Royal Opera House de Londres, Teatro Comunale di
Bologna y Opernhaus de Zúrich. La Filarmónica de Berlín, Filarmónica de Viena,
Bayerischen Rundfunks y Orquesta Filarmónica de la Scala son solo algunas de las
instituciones sinfónicas de renombre con las que trabaja regularmente.

Algunas de las numerosas e importantes producciones que ha dirigido incluyen

Falstaff presentado por Robert Carsen (en Londres, Milán y Ámsterdam); Parsifal
organizado por Stefan Herheim, que abrió el Bayreuther Festspiele 2008 (uno de los
pocos directores italianos invitados al festival wagneriano); Parsifal con François
Girard en la Metropolitan Opera de Nueva York y cuatro óperas en el Salzburger
Festspiele (Elektra, La bohème, Die Meistersinger von Nürnberg, Il trovatore).

Para celebrar el aniversario de Verdi, en 2013 dirigió La traviata en la apertura de la

temporada del Teatro alla Scala, donde también abrió la temporada 2008 con Don
Carlo y realizó otros títulos como Lohengrin, Lulu, Die Meistersinger von Nürnberg,
Falstaff y Wozzeck .
Algunos de sus compromisos más recientes incluyen Pelléas et Mélisande en Maggio
Musicale Fiorentino, Tristan und Isolde en Théâtre des Champs-Élysées en París y la
apertura del Teatro dell’Opera di Roma donde dirigió la misma ópera wagneriana.

En el año 2016 comenzó un ciclo de conciertos de tres años llamado “RCO meets
Europe”. Involucra a 28 estados miembros de la Unión Europea e incluye el proyecto
“Side by Side”, un proyecto que permite a músicos de orquestas juveniles locales
realizar el primer número musical del programa junto a los miembros de la Orquesta
Royal Concertgebouw dirigida por el Maestro Gatti, fomentando así un intercambio
humano y musical increíblemente fructífero. La cita italiana tuvo lugar en Turín en el
auditorio del edificio Lingotto.

En junio de 2017 dirigió a RCO en una producción de ópera, por primera vez desde su
nombramiento como director en jefe: Salomé en la Nationale Opera de Ámsterdam.

En la temporada 2017/2018 dirige a la Filarmónica de Berlín en la Philharmonie Berlin,

Orquesta y Coro del Teatro alla Scala en Milán interpretando la Segunda Sinfonía de Mahler
y Orquesta Royal Concertgebouw en Europa, Corea del Sur, Japón y el Carnegie Hall de
Nueva York; todos los eventos se suman a la temporada tradicional de Ámsterdam. Otros
compromisos incluyen la apertura de la nueva temporada del Teatro dell’Opera di Roma
con La damnation de Faust, una gira con Mahler Chamber Orchestra y más actuaciones
con la Accademia Nazionale di Santa Cecilia en Roma, Symphonieorchester des
Bayerischen Rundfunks en Munich y Orquesta Philharmonia en Londres.

A final de 2018 dirigirá Rigoletto en la apertura de temporada del Teatro dell’Opera en

Roma y en 2019 se subirá al podio de la Filarmónica de Berlín para dirigir Otello de Verdi
en Festspielhaus Baden-Baden.

Daniele Gatti fue galardonado con el Premio Franco Abbiati de críticos musicales italianos
como el mejor director de orquesta en 2015, y en 2016 fue galardonado con el Chevalier
de la Legión de Honor de la República Francesa por su trabajo como director musical de
la Orquesta Nacional de Francia.

Con Sony Classical ha grabado obras de Debussy y Stravinsky con la Orquesta Nacional
de Francia y un DVD de Parsifal en la Metropolitan Opera de Nueva York. Con RCO Live ha
grabado recientemente Symphonie fantastique de Berlioz, Segunda Sinfonía de Mahler y
un DVD de Le sacre du printemps de Stravinsky junto con Prélude à l’après-midi d’un
faune y La mer de Debussy.
COMENTARIOS AL PROGRAMA

ALEGRÍAS SINFÓNICAS
La sinfonía es sin duda una de las formas centrales de la
música europea de los últimos siglos y es en pleno siglo XIX
cuando su desarrollo es mayor coincidiendo con el
Romanticismo en todo su apogeo.
La sinfonía como tal es la mayor forma de música pura,
sin referente en la realidad o en la literatura (o al menos no
siempre) y ese carácter puro alejado de la materialidad o la
imitación hace que los románticos encuentren en ella un
vehículo adecuado para su expresión libre que por otro lado
no supone ruptura sino desarrollo de la forma clásica. En este
concierto oiremos dos importantes sinfonías que partiendo
del respeto a esa forma clásica la desarrollan dentro del
Romanticismo y además ambas son muestras del lado más
jubiloso de la creación de sus respectivos compositores.
En resumen, una velada sinfónica de mucho interés por el
repertorio que además viene servida por una de las orquestas
y director de primer nivel en el escalafón mundial.

Auto- La primera sinfonía de Schumann es fruto del período de

biografía felicidad que siguió a su matrimonio con Clara Wieck en 1840.
de un Unos años antes, Schumann había oído en Viena una obra
momento
que significó para él una auténtica revelación: la Sinfonía
feliz
en do mayor, “Grande”, de Schubert. Por su innovadora
orquestación y amplitud de sus estructuras formales, esta
sinfonía simbolizó para Schumann el ideal de sinfonía
romántica. La impresión que esta partitura provocó en el
músico sajón hizo que se replanteara su inicial renuncia a
cualquier proyecto sinfónico.
“Siento la tentación de aplastar mi piano; se ha vuelto
demasiado estrecho para contener mis ideas. Realmente
tengo bien poca experiencia respecto a la música orquestal,
pero no desespero de llegar a adquirirla.” El propio Schumann
expresa así la necesidad de dirigir, hacia el terreno sinfónico,
una inspiración desbordante que, en este caso, tiene una
declarada inspiración en un verso del poeta Adolph Böttger:
“Im Thale blüht der Frühling auf” (En el valle florece la
primavera). La creatividad estaba para Schumann a flor de
piel ya que el esbozo de la sinfonía surgió entre el 23 y el 26
de enero de 1841 y la instrumentación le ocupó tan sólo tres
semanas más. “La sinfonía me ha proporcionado muchas
 horas felices —escribía el compositor el 14 de febrero—, y ya
está casi terminada”. El estreno, que además supuso un éxito
importante, se produjo el 31 de marzo, con la dirección de su
amigo y gran compositor Felix Mendelssohn al frente de la ya
entonces mítica Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig.
En una primera presentación, la sinfonía que aún hoy
recibe el nombre de “Primavera”, encerraba referencias
programáticas de origen poético explicitadas en los títulos
—más tarde suprimidos por su autor— de cada uno de sus
movimientos: Despertar de primavera, Noche, Juegos
alegres, Plenitud primaveral. La sinfonía se abre de modo
muy similar a la citada “grande” de Schubert. Schumann
abre la obra con una llamada de las trompetas que podría
aludir al verso de Böttger y, según el compositor, debía sonar
“como si viniera de las alturas”. Esta fanfarria contiene el
germen del primer tema del movimiento inicial, de la amplia
melodía del segundo y de la coda del cuarto, otorgando así
una profunda cohesión a toda la obra. El Andante un poco
maestoso inicial conduce a un Allegro molto vivace, expresión
jubilosa de esa eclosión primaveral que expresaba el título
original. Sin embargo, el Larghetto se nos presenta sumido
en una atmósfera como de ensoñación nocturna de acentos
sombríos sólo animados en su sección central. Un solemne
motivo en los trombones y fagotes prepara sin pausa la
transición al Scherzo (Molto vivace), de rítmicas y dinámicas
muy contrastadas, que inaugura una original estructura
con dos tríos independientes. Brillante y desenfadado, el
Allegro animato e grazioso recupera la atmósfera radiante del
primer movimiento. Una disimulada pero clara autocita de la
última pieza de la Kreisleriana desvela, sin sombra de duda, el
componente autobiográfico de una partitura que dejó claro
ya en su momento el papel central de Schumann entre los
compositores románticos y ya no sólo como compositor de
obras de pequeño formato.

La séptima La de Beethoven fue la primera gran Séptima Sinfonía

por y hoy quizás, junto a la de Bruckner, lo sigue siendo (sin
excelencia menospreciar ninguna otra séptima). Si hoy valoramos a
Beethoven bajo el paradigma romántico que inauguró, por
su genio, fascinante poder de comunicación y deslumbrante
solidez de conceptos, la importancia y centralidad de su obra
crece especialmente al enfrentarnos al torrente de felicidad
y vitalidad rítmica que dan forma a su Séptima Sinfonía,
quizás el punto de máximo equilibrio en las capacidades
creadoras de Beethoven; en todas y cada una de las notas,
dinámicas y texturas que la conforman, habitan, como
nunca en la totalidad de su creación, perfección, balance y
elegancia.
Beethoven comenzó a trabajar en su Séptima Sinfonía
desde 1807, para concluirla en esos citados años de plenitud
artística; su estreno tuvo lugar en Viena el 8 de diciembre
de 1813 con la dirección del propio autor. Beethoven
incluyó en su orquesta a algunos de sus amigos y colegas
cercanos, como los señores Louis Spohr, Ignaz Moscheles,
Giacomo Meyerbeer, Johann Nepomuk Hummel, Andreas
Romberg, Domenico Dragonetti e incluso Antonio Salieri.
Toda una constelación de compositores e instrumentistas
que en esos años daban sentido a la música europea, y a
la escena vienesa en particular, en un ejército de generales
comandado por Beethoven. La crónica que relató Spohr
en su autobiografía es de gran impacto, pues afirmó que
debido a la sordera de Beethoven, este hombre comenzó a
angustiarse especialmente en los pasajes delicados pues no
podía percibir ninguna vibración de la orquesta; sin embargo,
al perder camino en ciertos pasajes, los músicos salvaron
milagrosamente la interpretación gracias a Salieri, quien se
encontraba tras bambalinas marcando el tempo correcto sin
que Beethoven se diera cuenta.
El trabajo de Beethoven en esta partitura es, quizá, una
de las más titánicas que llevó a cabo en su vida, como un
verdadero acto de amor artístico y de valentía frente a su
condición fisiológica. Y lo que escuchamos en esta música es
precisamente eso: sonidos gallardos, inmaculados, vibrantes,
seductores y hasta misteriosos.
La alegría de vivir está fielmente representada en el Vivace
del primer movimiento, con todo su poderío rítmico y melodías
fragantes y plenas de frescura; mientras que en el Allegretto
somos testigos de una de las secciones más visionarias en la
música de Beethoven y probablemente de toda la literatura
sinfónica en el siglo XIX, con su carácter fuerte, paso decidido
y emocionante clímax. Para hablar del tercer movimiento
es interesante revisar el comentario que, al referirse a esta
sección, emitió Kleinburg: “…el tercer movimiento, con su
exultante y triunfal aire popular y dancístico nacional, entre
saltarello italiano y son mexicano” (no se olvide que hay
quien afirma que -en efecto- se trata de un aire popular
mexicano importado al imperio por von Humboldt y recogido
por Beethoven). Y del movimiento final, no existe mejor
acercamiento a su intenso dinamismo y obvia emotividad
que el de Gustav Mahler, quien después de dirigir la Séptima
de Beethoven en 1899 declaró: “El último movimiento de la
Sinfonía tuvo un efecto dionisíaco sobre el público. Todos
salieron de la sala de conciertos como embriagados, y así
debe ser.”
Para cerrar el círculo sobre esta obra habría que recordar
por qué Wagner señaló: “La Séptima sinfonía de Beethoven
es la alegría, que con una omnipotencia orgiástica nos lleva
a través de todos los espacios de la naturaleza, de todas las
corrientes y los océanos de la vida, dando voces de alegría
y consciencia, por donde caminamos al ritmo audaz de esta
danza humana de las esferas. Esta Sinfonía es la apoteosis
de la danza, la mejor realización de los movimientos
corporales en forma ideal.”

Juan Carlos Galtier

MAHLER CHAMBER ORCHESTRA (MCO)
FLAUTAS
Chiara Tonelli (Italia)
Julia Gállego (España)
OBOES
Mizuho Yoshii-Smith (Japón)
Julian Scott (Gran Bretaña)
CLARINETES
Vicente Alberola (España)
Mariafrancesca Latella (Italia)
FAGOTES
Higinio Arrué (España)
Miriam Kofler (Italia)
TROMPAS
José Vicente Castelló
(España)
Tobias Heimann (Alemania)
José Miguel Asensi (España)
Jonathan Wegloop (Países
Bajos/Alemania)
TROMPETAS
Luis González (España)
Noémi Makkos (Hungría)
TROMBONES
Andreas Klein (Alemania)
Iñaki Ducun (España)
Mark Hampson
(Gran Bretaña)
TIMBALES VIOLAS
Martin Piechotta (Alemania) Beatrice Muthelet* (Francia)
Maite Abasolo (España)
PERCUSIÓN Justin Caulley
Emi Shimada (Japón) (Estados Unidos)
Yannick Dondelinger
VIOLINES I (Gran Bretaña)
Raphael Christ** (Alemania) Lia Previtali (Italia)
Cindy Albracht (Países Bajos) Delphine Tissot (Francia)
Annette zu Castell
(Alemania) VIOLONCHELOS
Elvira van Groningen François Thirault* (Francia)
(Países Bajos) Michal Beck (Israel)
Anna Matz (Alemania) Stefan Faludi (Alemania)
Hildegard Niebuhr (Alemania) Zoé Karlikow (Francia)
Alexandra Preucil Christophe Morin (Francia)
(Estados Unidos)
Pekko Pulakka (Finlandia) CONTRABAJOS
Geoffroy Schied (Francia) Hugh Kluger* (Australia)
Hayley Wolfe
Rodrigo Moro Martín (España)
(Estados Unidos)
Piotr Zimnik (Polonia)
VIOLINES II
Irina Simon-Renes*
(Alemania) ** concertino
Michiel Commandeur * principal
(Países Bajos)
Julija Hartig (Países Bajos)
Christian Heubes (Alemania)
Paulien Holthuis
(Países Bajos)
Thierry Koehl (Francia)
Jana Lebrova
(República Checa)
Anna Paatz (Alemania)
PROGRAMA

PRIMERA PARTE
Duración aproximada: 35 min

R. SCHUMANN
Sinfonía n.º 1 en Si bemol, Op. 38, “Primavera”
Andante un poco maestoso – Allegro molto vivace
Larghetto
Scherzo: Molto vivace
Allegro animato e grazioso

SEGUNDA PARTE
Duración aproximada: 40 min

L. V. BEETHOVEN
Sinfonía n.º 7 en La, Op. 92
Poco sostenuto – Vivace
Allegretto
Presto
Allegro con brio

MAHLER CHAMBER ORCHESTRA (MCO)

DANIELE GATTI, director
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