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Sentencia de Corte Suprema de

Justicia - Sala Constitucional y Social


Permanente de 20 de Mayo de 2010
(Expediente: 002820-2009)
Fecha de Resolución: 20 de Mayo de 2010

Emisor: Sala Constitucional y Social Permanente

Expediente: 002820-2009

Materia: JERARQUIA NORMATIVA

Procedimiento: APELACION

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RESUMEN

La autonomía municipal no significa autarquía o autosuficiencia, sino que este ejercicio


debe ser compatible con las normas constitucionales que declaran que la administración
financiera del Estado se rige por el Presupuesto General de la República, siendo así el
cuestionado D S N° 025-2007-PCM, que determina como parámetro para fijar las
remuneraciones de los Alcaldes y dietas de los Regidores municipales en proporción
electoral de su cirncuscripción no vulnera la autonomía de las municipalida

CONTENIDO
Lima, veinte de mayo
del dos mil diez:
VISTOS: y
CONSIDERANDO
PRIMERO
Es materia de grado, el recurso de apelación interpuesto por la Procuradora Pública de la
Municipalidad Provincial de Tumbes, contra la sentencia de fojas ciento diez, su fecha
ocho de julio de dos mil nueve, que declara infundada la demanda de acción popular.
SEGUNDO
Con fecha once de mayo del dos mil siete la recurrente interpone proceso de acción
popular contra el Presidente del Consejo de Ministros, a fin que se declare la
inconstitucionalidad e ilegalidad del Decreto Supremo Nº 025-2007, publicado en el Diario
Oficial ?El Peruano? el veintidós de marzo de dos mil siete, al considerar que se ha
usurpado la competencia y las atribuciones de los Consejos Municipales, al haber fijado
los montos de los ingresos que por todo concepto pueden percibir los señores Alcaldes de
las Municipalidades Provinciales y D. del país, así como el monto de las dietas de los
señores R. en clara trasgresión de los artículos 194 de la Constitución Política del Estado y
de los artículos II del Titulo Preliminar, artículo 9 inciso 28, 12 y 21 de la Ley Orgánica de
Municipalidades.
TERCERO
Según lo dispone el artículo 200 inciso 5 de la Constitución Política del Estado, en
concordancia con el artículo 76 del Código Procesal Constitucional, la acción popular
procede por infracción de la Constitución y de la Ley, contra los reglamentos, normas
administrativas y resoluciones y decretos de carácter general, expedidas por el Poder
Ejecutivo, los Gobiernos Regionales y Locales, y demás personas de derecho público.
CUARTO
Estando a lo señalado se advierte que la naturaleza jurídica de la acción popular es la de
ser una acción de control abstracto de constitucionalidad y legalidad de las normas
generales de jerarquía infralegal, que tiene por finalidad la defensa de la Constitución
como una norma jurídica suprema, equiparable a la acción de inconstitucionalidad,
distinguiéndose de aquella en cuanto a su objeto y fondo.
QUINTO
Que, en esta medida, la acción popular, como la de inconstitucionalidad comparten una
doble dimensión: una dimensión objetiva, que se presenta a través de un juicio de
compatibilidad abstracta entre 2 fuentes normativas de distinta jerarquía, por un lado la
Constitución que actúa como parámetro y, por otro, la norma infralegal sometida a ese
control; y, una dimensión subjetiva, que persigue garantizar la finalidad inmediata de
defensa de la supremacía de la Constitución, que consiste en depurar del ordenamiento
aquellas disposiciones que la contravengan a efectos de buscar la vigencia efectiva de los
derechos constitucionales.
SEXTO
En consecuencia, al igual que el proceso de inconstitucionalidad, el de acción popular es
uno de control concentrado y de carácter abstracto de una norma infralegal, en el cual el
Juez Constitucional observará su compatibilidad o incompatibilidad con la Constitución y
sus leyes de desarrollo ?a diferencia del control difuso- con independencia de su
vinculación con un caso particular. Así mismo sus efectos serán erga omnes, esto es,
oponibles a todos, y significarán la exclusión de la norma inconstitucional e ilegal de
nuestro ordenamiento.
SÉPTIMO
En el caso de autos, el demandante invoca la inconstitucionalidad del Decreto Supremo N°
025-2007-PCM -Dictan medidas sobre los ingresos por todo concepto de los Alcaldes,
pues considera que al establecer una serie de disposiciones regulatorias de los ingresos
que por todo concepto deben percibir los Alcaldes Provinciales y D., así como el monto de
las dietas de los Regidores Municipales, en función a la correspondiente población
electoral de la respectiva circunscripción, se vulnera el artículo 194 de la Constitución
Política, reformado por la Ley N° 26780, que consagra la autonomía política, económica y
administrativa de las Municipalidades, en concordancia con lo prescrito por los artículos II
del Titulo Preliminar, 9 inciso 28, 12 y 21 de la Ley N°27972?Ley Orgánica de
Municipalidades, refiere además que el factor de cálculo para determinar del modo más
armónico la remuneración de los Alcaldes y la dieta de los Regidores es en virtud a la real
y tangible capacidad económica del gobierno local.
OCTAVO
Que, conforme lo señala el articulo 1º del Decreto Supremo N° 025-2007-PCM el objeto de
la norma es ?(?) establecer las disposiciones que permitan a los Concejos Municipales
determinar los ingresos por todo concepto de los Alcaldes Provinciales y D., en el marco
de la Ley Nº 28212 modificada por el Decreto de Urgencia Nº 038-2006.?; dispositivo legal
que se emitió en cumplimiento a la Segunda Disposición Final de la Ley N° 28212 que
dispuso que mediante Decreto Supremo, refrendado por el Presidente del Consejo de
Ministros, se establecerá el rango de niveles posibles de remuneración en función de la
población electoral de los Gobiernos Regionales y Locales, dentro de cuyos términos los
Consejos Regionales y Concejos Municipales decidirán la remuneración mensual de sus
Presidentes y Alcaldes; señalando en la citada Ley en su artículo 4 literal e) que los
Alcaldes Provinciales y D. reciben una remuneración mensual, que es fijada por el Concejo
Municipal correspondiente, en proporción a la población electoral de su circunscripción
hasta un máximo de cuatro y un cuarto de la Unidad de Ingreso del Sector Público, por
todo concepto.
NOVENO
Que, mediante sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el proceso de
inconstitucionalidad N° 0038-2004-AI/TC de fecha ocho de marzo del dos mil cinco, se
sometió a control de constitucionalidad la Ley N° 28212 -Ley que regula los ingresos de los
Altos Funcionarios Autoridades del Estado y dicta otras medidas, publicada en el diario
oficial ?El Peruano? el veintisiete de abril del dos mil cuatro, llegando a determinar el
máximo interprete de la Constitución en su fundamento 11 que: ?Si bien la Constitución ha
establecido que los gobiernos locales gozan de la garantía institucional de la autonomía
municipal en materia política, económica y administrativa, y, además, que son
competentes para aprobar su organización interna y su presupuesto, ello no implica que
tales organismos gocen de una irrestricta discrecionalidad en el ejercicio de tales
atribuciones, toda vez que, conforme al principio de unidad de la Constitución, ésta debe
ser interpretada como un todo, como una unidad donde todas sus disposiciones deben ser
entendidas armónicamente.?; así también en el fundamento 14 indica: ?(?) tal autonomía y
competencia no son ilimitadas, pues si bien es cierto que son competentes para aprobar
su presupuesto, gestionando con autonomía los intereses propios de las correspondientes
colectividades, también lo es que tal ejercicio debe ser compatible con normas
constitucionales que declaran que la administración financiera del Estado se rige por el
Presupuesto General de la República que anualmente aprueba el Congreso, o aquella que
establece que los gobiernos locales promueven el desarrollo y su economía en armonía
con las políticas nacionales de desarrollo.?.
DÉCIMO
Estando a lo señalado, es evidente que la alegada autonomía municipal no significa
autarquía o autosuficiencia, y que su facultad es ilimitada, sino que este ejercicio debe ser
compatible con las normas constitucionales que declaran que la administración financiera
del Estado se rige por el Presupuesto General de la República, como ha precisado el
Tribunal Constitucional, siendo así el cuestionado Decreto Supremo N° 025-2007-PCM,
que determina como parámetro para fijar las remuneraciones de los Alcaldes y dietas de
los Regidores municipales, en proporción de la población electoral de su circunscripción,
no vulnera la autonomía política, económica y administrativa de las Municipalidades
Provinciales y D. consagrado por el artículo 194 de la Constitución Política del Estado, así
como por la Ley Orgánica de Municipalidades, sino que se ha emitido teniendo en cuenta
el artículo 39 de la Constitución Política del Estado en lo que se refiere a la jerarquía y
remuneración de los altos funcionarios del Estado, que tiene desarrollo infralegal a través
de la Ley N° 28212, que reguló los ingresos de los Altos Funcionarios y Autoridades del
Estado y creó la Unidad Remunerativa del Sector Público - URSP, que sirve como
referencia para el pago de las remuneraciones, y que en su artículo 4 literal e) ?Los
Alcaldes provinciales y distritales reciben una remuneración mensual, que es fijada por el
Concejo Municipal correspondiente, en proporción a la población electoral de su
circunscripción hasta un máximo de cuatro y un cuarto URSP, por todo concepto.?, en
consecuencia, estando las consideraciones vertidas al no haber restringido el derecho
constitucional invocado por la recurrente, el presente proceso resulta infundado.
Por estas consideraciones: CONFIMARON la sentencia apelada de fecha ocho de julio del
dos mil nieve obrante a fojas ciento diez que declara INFUNDADA la demanda de acción
popular interpuesta la Procuradora Pública de la Municipalidad Provincial de Tumbes, en
los seguidos contra la Presidencia del Consejo de Ministros y otro; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; y los devolvieron:
Vocal Ponente: R.M..-
S.S.
VASQUEZ CORTEZ
TAVARA CORDOVA
RODRIGUEZ MENDOZA
ACEVEDO MENA
MAC RAE THAYS
Jcy/Lca.
Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente
Corte Suprema de Justicia de la Republica
SENTENCIA
A.P. N° 2820-2009
LIMA
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