Curso
práctico
Zlotnik
M.I. Boris Zlotnik
Fotos: Archivo PDR
01. Los factores que determinan
el éxito en el ajedrez
L AJEDREZ es un modelo de la bata-
E lla militar y por lo tanto es interesante
comparar el pensamiento del jefe
militar con el del ajedrecista. Como
escribiera el eminente psicólogo ruso,
B.Teplov: "La capacidad de captar lo que es real-
mente importante, así como una constante evalua-
ción del material son los más importantes factores
que permiten unificar análisis y síntesis, el auténti-
co equilibrio entre los aspectos de la actividad inte-
lectual, los que distinguen el trabajo cerebral de un
buen comandante." (del libro La mentalidad del
jefe militar).
En esta frase llaman la atención las velocidades
del pensamiento: la captación, lo que supone
un proceso rápido y la evaluación permanen-
te, lo que es reflexión durante toda la batalla.
En esa misma monografía viene una conclu-
sión llamativa: "El auténtico genio militar es a la
vez el genio del conjunto y de los detalles."
Traduciendo eso al lenguaje ajedrecístico,
vemos la similitud con la estrategia y la táctica.
Para aclarar el contenido de la lucha ajedrecís-
tica el autor de estas líneas hace unos 30 años
elaboró un esquema de selección de las juga-
das que permite además definir las cualidades
que esta lucha exige al jugador.
Sin duda, el ajedrez es un proceso creativo y
artístico y por tanto cualquier esquematización
es relativa. Pero al mismo tiempo, este juego es
un deporte intelectual y será útil para cual-
quier jugador de ajedrez tener una idea de las
cualidades y capacidades que se deberían
desarrollar y cómo dichas cualidades se rela-
cionan e interaccionan, y como el proceso
puede visualizarse y representarse.
La capacidad de calcular variantes y la capaci-
dad de evaluar posiciones se consideran deci-
sivas para tener éxito en ajedrez. En la actuali-
dad, los términos como la visión combinativa,
sentido de la posición, y maestría en el juego
combinativo y posicional etc. se usan a menu-
do en la literatura ajedrecística. Los jugadores
y los psicólogos que se ocupan de nuestro
juego tienen por costumbre utilizar etiquetas
tales como: rápida comprensión de la posición,
y sentido intuitivo de la situación (A.
Alekhine); principios convencionales que el
ajedrecista utiliza conscientemente o incons-
cientemente al escoger las jugadas (R.Reti); el
sentido de la posición (I.Diakov, V.Petrovsky,
P.Rudik); la capacidad de ver inmediatamente
la idea principal de cualquier posición y enten-
der los enlaces importantes de sus elementos
(V.Pushkin).
Para entrar al meollo del tema, consideremos
el esquema basado en la diferenciación de dos
aspectos del ajedrez: juego combinativo y
juego posicional, en otras palabras, la táctica y
la estrategia. Tal como se puede apreciar en el
esquema, el juego combinativo conduce a un
resultado basado en la visión combinativa que
se relaciona con el cálculo de variantes. El
juego posicional implica la elección de algún
 Aperturas
Curso práctico
¿Y por
dequé
Boris
noZlotnik
ésta? 2

EL JUEGO COMBINATIVO
CÁLCULO DE REALIZACIÓN
LA VISTA
VARIANTES DE LA
COMBINATIVA
FORZADAS COMBINACIÓN
ELECCIÓN
PENSAMIENTO INTUITIVO
(RÁPIDO)
PENSAMIENTO LÓGICO
(PROFUNDO) DE LA
JUGADA
CÁLCULO DE EVALUACIÓN
EL SENTIDO
VARIANTES DE LA
POSICIONAL
NO FORZADAS POSICIÓN

EL JUEGO POSICIONAL

plan en un momento determi-
nado, y a veces coincidiendo
con la evaluación de una posi-
ción dada, es decir que se basa
en el sentido posicional, tanto
como en el cálculo de varian-
tes. Puesto que en el juego
práctico interaccionan ambos
aspectos, es importante por
un lado especificar lo que tie-
nen en común, y por otro
lado, que es lo que los hace
diferentes.
Tal como se ve en el esquema,
tanto el juego combinativo,
como el juego posicional com-
parten al menos un elemento:
el cálculo de variantes que
tiene, sin embargo, un matiz
diferente, según que se ejerza
en uno u otro caso. Además
comparten de forma oculta
una parte común de la visión
combinativa y el sentido posi-
cional. En el fondo de las dos,
subyace la capacidad de
dominio intuitivo de la situa-
ción en el tablero. En otras
palabras, una rápida com-
prensión de la idea principal
de la posición sin el cálculo de
variantes. Fue precisamente
esta cualidad la que los que
ajedrecistas y psicólogos des-
cubrieron como la característi-
ca esencial del jugador de aje-
drez. Es curioso comparar lo
que decía de su genio militar
Napoleón: "Con una mirada
rápida yo captaba todas las difi-
cultades del asunto, y a la vez los
recursos necesarios para superar
estas dificultades; en ello radicaba
mi superioridad sobre los demás."
Dos ejemplos ilustran respec-
tivamente la visión combinati-
va y el sentido posicional.
RUS
pKaspárov, G
RUS
pVladimirov, E
Tallin, 1981
En esta posición siguió:
1.¤xc6! ¥xc6 2.¤c3 ¤ec7 3.¥f4!
Y las blancas ganan al menos
un peón. Es destacable que el
golpe combinativo se dio en
una partida de blitz. Como
testigo presencial, les puedo
asegurar que el futuro campe-
ón del mundo no tardó más
de unos segundos en calcular
esta brillante idea que tampo-
co era tan obvia.
Las soluciones que descubre
el sentido posicional habitual-
mente no llevan a la pérdida
material, pero si provocan los
cambios de la situación que
determinan el desarrollo pos-
terior de la partida.
USA
pDlugy, M
RUS
pMorozevich, A
Internet Chess Club, 2000
Las negras tienen dos peones
de más pero tras la evidente
1...¤e4? 2.¤xe4 dxe4 3.£xd8+
¢xd8 4.¤g5 las blancas recu-
peran su pérdida material
obteniendo además una posi-
ción favorable. Por ello Moro-
zevich, uno de los más origi-
nales jugadores en la actuali-
dad, entrega pieza con el obje-
tivo de obtener en cambio un
potente centro de peones.
1...c6!? 2.exf6 ¤xf6 3.¥e3 ¥d6
4.£d2
Como indicó Morozevich, tras
4.¥e2 0-0 5.0-0 ¦e8 6.£d2 b5
7.a3 b5 8.¥d4 ¥b7 9.¦ae1 b4
10.¤b1 ¤e4 el negro tendría
una posición fuerte.
4...0-0 5.0-0-0 b5 6.¤e5 b4 7.¤e2
£a5 8.¢b1
No era nada claro 8.¤xc4 dxc4
9.£xd6 £xa2 10.£xb4 ¤d5.
8...¥xe5!
Elimina la pieza más avanza-
da del rival, y empezando con
este cambio el asalto final.
9.fxe5 ¤e4 10.£e1 c3!
Demostrando la fuerza de
peones.
11.b3
Tampoco salvaba 11.¤d4 cxb2
12.¤xc6 £c7.
11...c2+ 12.¢xc2 £xa2+ 13.¢c1
Los grandes jugadores, como Alexander
Morozevich, poseen una gran rapidez
en su visión táctica e intuición en
la valoración posicional.
£a3+ 14.¢c2 ¥f5 15.¤d4 ¤c5+
16.¤xf5 £a2+ 0-1
Es curioso que como en el caso
de la vista combinativa la par-
tida se había jugada en la
modalidad de partidas rápi-
das en el club de Internet.
Cualidades del Ajedrecista
Puesto que en la literatura aje-
drecística no existen definicio-
nes estándar de las cualidades
específicas del ajedrecista
intentaremos sugerir algunas
aquí:
La visión combinativa es la
cualidad que le permite al
jugador encontrar ideas tácti-
cas, generalmente conectadas
con un sacrificio, es decir una
secuencia que modificará la
habitual correlación de los
valores de piezas.
El sentido posicional es una
cualidad que le permite al
jugador encontrar la idea
estratégica principal de la
posición, que sugiere la mejor
situación de las piezas de un
bando, teniendo en cuenta las
acciones del adversario y cre-
ando así las condiciones pre-
vias para una adecuada eva-
luación posicional y, en la con-
secuencia, la selección de un
plan.
En este artículo nos limitare-
mos a hablar solamente del
pensamiento rápido, dejando
otros elementos de este esque-
ma para los artículos posterio-
res. Y para concluir hay que
decir que en el ajedrez actual
el valor del juego rápido, que
básicamente tiene dos modali-
dades: blitz (habitualmente 3
o 5 minutos con el incremento
entre 3 y 5 segundos por juga-
da) y semirrápido (habitual-
mente entre 15 y 30 minutos a
menudo con el mismo incre-
mento como en blitz), que está
creciendo en popularidad.
Actualmente, se organizan
numerosos campeonatos,
incluso mundiales de estas
dos modalidades con ELO
especifico para ambas, y tam-
bién el ajedrez rápido ha
penetrado en el ajedrez clásico
lento como forma de decidir
en el caso de desempate.
Por mis observaciones duran-
te muchos años, he sacado la
conclusión que en el juego
rápido se nota mucho la dife-
rencia entre un titulado y los
aficionados. Naturalmente,
aparte de la más rápida y pro-
funda captación de posición,
hay otros factores: sobre todo,
la mayor «base de datos» de
un experto que incluye no
solamente el mayor conoci-
miento de aperturas, finales y
las posiciones típicas del
medio de juego, sino también
el mejor dominio de varias
situaciones ajedrecístico-psi-
cológicas que supone la lucha
sobre el tablero.
Por supuesto, los jugadores
titulados -incluso los más
fuertes al ser mortales- come-
ten también unos errores gra-
ves, como por ejemplo en la
siguiente partida:
pNakamura, H USA 2772
pAronian, L ARM 2813
Copa Sinquefield, 2013
Ahora tras 30...£c6 los rivales
seguramente acordarían
tablas. Sin embargo en la par-
tida siguió:
30...£b5?? 31.£xb5 axb5
32.¤d7
Ganando la calidad por
31...¦fe8 32.¤f6+
Aronian: «Estas cosas enseñan a
los principiantes: si ves una
variante forzada, comprueba si
no te dejas algo en la primera
jugada. Yo mismo lo recomenda-
ba a mis amigos. Me da vergüen-
za mi jugada». Se puede supo-
ner que el error de Aronian
tuvo su raíz en la relajación
que a menudo acompaña al
ser humano en las situaciones
cuando parece "cantado" el
resultado.
Hikaru Nakamura es famoso por la
extraordinaria rapidez y habilidad tácti-
ca de su juego en las partidas rápidas.
Como sabe cualquier jugador,
especialmente dolorosas son
las derrotas en posiciones
ganadas, como en la siguiente.
pEstremera, S
pLópez, J
Open de Groningen, 2013
39.£e5??
Hasta este momento el experi-
mentado MI, que llevaba blan-
cas, conducía bien la partida.
Sin embargo, su última jugada
es un error fatal, ya que el
negro, que parece estar muer-
to en la posición, tiene un
recurso inesperado.
Ganaba 39.¦b7! ¢g8 40.£b8+
¢g7 41.£e5+ ¢g8 42.¦b8+
39...¤g7! 40.¤h4
Si 40.¦b7 ¤f5+ 41.¢g4 h5 mate.
40...¦e1 41.£xd5 ¤h5+ 0-1
Sin embargo los errores tácti-
cos de este tipo son mucho
más frecuentes en el juego de
aficionados.
pAficionada ESP
pAficionada ESP
Apertura Peón de Rey [C50]
1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¥e7
4.d4 exd4 5.c3 dxc3 6.£d5
ESP 2365
ESP 2179
Fuí testigo de una partida en
el Campeonato de España
femenino de 1994 donde la
jugadora de las negras aban-
donó en esta posición. Sin
embargo, la posición es per-
fectamente jugable para este
bando: 6...¤h6! 7.¥xh6 0-0
8.¥xg7 [8.¥c1? ¤b4∓ 9.£h5
(9.£d1 c2) 9...d5 10.exd5
(10.¥xd5? cxb2) 10...¤c2+]
8...¢xg7 9.¤xc3 d6 con una
posición más que aceptable.
Los fallos posicionales en el
juego de los titulados son rela-
tivamente pocos ya que su
experiencia, conocimientos y
el tacto crean un cinturón de
seguridad específico que limi-
ta el número de posibilidades
y permite profundizar más en
72 Curso práctico de Boris Zlotnik
lo elegido. Por otro lado mi
experiencia dice que la dife-
rencia visible entre los jugado-
res de distintos niveles está
ante todo en la selección de
jugadas del corte posicional
(aunque eso sí, ¡la partida
decide por el juego concreto!).
La siguiente partida entre dos
jugadores con ELO de unos
1800 explica esta visión.
pGonzález, J ESP 1810
pDe la Fuente, M ESP 1790
Defensa India de Rey [E93]
1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 d6 4.e4
¥g7 5.¥e2 0-0 6.¤f3 e5 7.d5
¤bd7 8.¥g5 h6 9.¥h4 a5
10.a3?!
Con esta jugada blanca
comienza una cadena de
imprecisiones posicionales
mutuas. Era mejor 10.¤d2
¤c5 11.0-0 ¥d7 12.b3 (12.£c2!?
£e8 (12...c6!?) 13.b3 ¤h7 14.a3
f5 15.f3 f4 16.b4 con ventaja.
10...b6?! 10...a4! 11.b4?! 11.¤d2
11...axb4?! 11...g5! 12.¥g3 ¤xe4!
13.¤xe4 f5 14.¤fd2 fxe4
15.¤xe4 ¤f6 con igualdad.
12.axb4 ¥b7
De nuevo era posible la
misma idea: 12...¦xa1 13.£xa1
g5! 14.¥g3 ¤xe4! 15.¤xe4 f5
16.¤fd2 fxe4 17.¤xe4 ¤f6.
13.¦b1 £c8 14.0-0 79 14...g5
15.¥g3 ¤h5 16.¤d2 64
16...¤xg3
16...¤f4 17.¥g4 £d8.
17.fxg3! ¤f6 18.g4
18.£b3! c6 19.dxc6 ¥xc6
20.¤d5 ¥xd5 21.cxd5.
18...c6 19.dxc6 ¥xc6 20.¤d5
¤xd5?!
En la mayoría de posiciones el
alfil es más fuerte que el caba-
llo ¡¡¡pero no en todas!!!
20...¥xd5! 21.cxd5 (21.exd5 e4
22.¤b3 ¦a2 23.¤c1 ¦a3)
21...£c3 22.¤c4 ¤xe4 23.¦f3
£d4+ 24.£xd4 exd4 25.¤xb6
¤d2 26.¤xa8 ¤xb1 27.¤c7
¦b8, con una ligera ventaja del
negro.
21.cxd5?!
21.exd5! ¥a4 22.£c1 f5 23.gxf5
¦xf5 24.¤e4
21...¥a4 22.£c1 £d7 23.£b2
23.¤c4! ¥b5 (23...b5 24.¤a5)
24.£e3 ¥xc4 25.¥xc4 £xg4
26.¥e2 £d7 27.£xb6, con lige-
ra ventaja.
23...¦fc8 24.¦fc1 b5 25.¤f1
£a7+ 26.¢h1 £f2
[26...£d4!]
27.¤g3 [27.¦c6!²]
27...£f4?
Metiendo su dama a una posi-
ción muy pasiva sin necesidad
alguna. 27...£d4! luchando
por la columna "c". 28.h3 £xb2
29.¦xc8+ ¦xc8 30.¦xb2 ¦c1+
31.¢h2 ¥f8 32.¤f5 ¦c3 33.¢g1
¥c2 34.¤g3 (34.¥xb5 ¥xe4
35.¥c6 ¥xf5 36.gxf5 ¥g7 37.b5
e4 38.¦b4 e3).
28.¥f3 28.¦c6!?±
28...¦c4 29.¦xc4 bxc4 30.¤f5
La posición negra con la dama
fuera de juego y vulnerable es
mala y el siguiente error sola-
mente acelera la derrota inevi-
table.
30...¦c8??
30...¥b3 31.£c3 ¦a2 (31...¦b8??
32.g3 ganando la dama) 32.b5
(32.g3? £d2 (32...¦c2 33.gxf4
¦xc3 34.b5 ¥c2 35.¦b2±)
33.£xd2 ¦xd2 34.b5 ¥a2
35.¦c1 ¥f8=) 32...¦c2 33.£e1
ganando.
31.¤e7+ ¢h7 32.¤xc8 £e3
33.¤xd6 c3 34.£c1 £xc1+
35.¦xc1 c2 36.¤f5 ¥f6 37.¥e2
¥d8 38.¥d3 1-0
EJERCICIOS
Para el entrenamiento en el juego
rápido se ofrece una tanda de
ejercicios donde los 6 primeros
son de la visión combinativa y los
6 restantes del sentido posicional.
El tiempo de resolución para
cada ejercicio es de 5 minutos. El
resultado alto es de 9-10 solucio-
nes correctas, 7-8 el medio, 5-6 el
bajo y menos es el malo.
(Soluciones en la pág. 93)
PRÓXIMA ENTREGA
PDR 114 Entrenamiento en
el juego táctico.
 Curso práctico de Boris Zlotnik 73

01. Blancas juegan y ganan 02. Negras juegan y ganan 03. Negras juegan y ganan

04. Negras juegan y ganan 05. Blancas juegan y ganan 06. Negras juegan y ganan

07. Blancas juegan y ganan 08. Negras obtienen ventaja 09. Blancas obtienen ventaja

10. Negras obtienen ventaja 11. Negras obtienen ventaja 12. Blancas obtienen ventaja

Latvian corr 1995) 8...¤xe5 9.£e2
£e7 10.¥f4 ¤g6 11.£xe7+ ¥xe7
12.¥xc7 ¢d7 13.d6 ¥xd6 14.0-0-0!
¢xc7 15.¤b5+ ¢b8 16.¤xd6 Las
negras han recuperado el peón,
pero las blancas mantienen una
clara ventaja. Zumpe,G-
Leisebein,P DDR-ch corr 1984]
7.d4 ¥e6 8.¥e2 ¥b4 (8...c5!?)
9.¥d2 £h4 (9...¤b6!?) 10.¤xd5
¥xd2+ 11.£xd2 cxd5 12.0-0 0-0-0
13.c3± Melchor,A-Oren,I WK1
Latvian corr 1994.
6.£e2 Una alternativa sólida, sin
definir el avance o la captura.
6...¥e7 7.e5 (7.d3 0-0 y las blancas
aún deben completar su desarro-
llo) 7...¤d5 8.¤xd5 (8.d4 c5!
¡Reacción central justo a tiempo!
(8...¥e6 9.f4 £d7 10.¤xd5 £xd5
11.£f2 £e4+ 12.¥e2 ¥c4 13.¥e3
¥h4 14.£xh4 £xe3 15.£f2 £e4
16.c3 ¥xe2 17.£xe2 £xf4 18.¦f1
Ej. 1 - Gaasland - Carlsen
23...¤e3! 24.¦xd8+ [24.£xe6
¦xd1#; 24.¥xe3 £xc4+-+]
24...¦xd8 25.£e2 £c4+!
[25...£c4+ 26.¢b1 ¦d1+-+] 0-1
Ej. 2 - Carlsen - Harestad
34.e5! [La colaboración del alfil de
c2 es clave] 34...dxe5 [34...fxe5
35.¥xg5+-] 35.¤h5+! gxh5
[Tampoco funcionan: 35...¢xh6
36.¤xf6+ ¢g7 37.¥xg5 ¥xf6
38.¥xf6+ ¢g8 39.¥xg6+-;
35...¢h8 36.¥xg5 fxg5 37.£g3+-]
36.£xg5+!! fxg5 37.¦f7+ ¢xh6
38.¦xh7# 1-0
Ej. 3 - Carlsen - Anand
De acuerdo que es una partida
rápida pero los grandes jugadores
quieren ganar hasta a las canicas.
Las cuatro piezas del blanco se
coordinan perfectamente y además
el enroque negro está debilitado
por lo que es natural que haya una
combinación.
Aperturas ¿Y por qué no ésta?
£g5² Forner-Menendez cr E 1988)
9.¤xd5 £xd5 10.dxc5 ¥xc5
11.¥g5 ¥e6 12.¦d1 £c6²) 8...cxd5
(8...£xd5!? 9.b3!? (9.f4 ¥e6©; 9.c3
¥e6 10.d4 c5÷) 9...¥e6 10.¥b2 0-
0!? 11.£c4 £e4+ 12.£xe4 fxe4„)
9.d4± Malmstrom,J-Petersen,H
ICCF corr 1994.
6...¥xf5 7.d4 £d7
El plan más simple para las
negras que buscan el 0-0-0.
SOLUCIONES “HABLA CON TUS PIEZAS” Y “CURSO ZLOTNIK”
19.¤f6+ ¢h8 20.¤e8+! [La parti−
da continuó 20.c3 ¤c6 y sólo ahora
21.¤e8+!] 20...¢g8 21.£h8+!!
¢xh8 22.¦xf8# [¡Un ejemplo bru−
tal de comunicación con las piezas
para determinar casillas de origen
y destino!] 1-0
Soluciones Curso Zlotnik
(1) 1.¦c2 £xc2 2.£f6+ ¢g8
3.¥e6+ ¢h7 4.¥f5+
(2) 1...¦xg2+! 2.¦xg2 ¦xh3
(3) 1...¤h1+! 2.¦xh1 ¦df2
(4) 1...¦xg5! [1...¤b6? 2.¥f6+ ¢h6
3.¦d8+-] 2.hxg5 ¤b6 3.£b3 c4
4.¦xc4 ¤xc4 5.£xc4 b3
(5) 1.£d8+ ¢g7 2.¦xg5+ hxg5
3.h6+ ¢xh6 4.£h8+ ¦h7
5.£xh7#
(6) 1...£g1+! 2.¢xg1 f2+ 3.¢h1
fxe1£
(7) 1.¥xf6 gxf6 2.¦d1 [Ganando
este final por la ruptura g4-g5]
(8) 1...d5! [Abriendo la posición
para la pareja de alfiles] 2.exd5
93
8.¥d3 0-0-0 9.¤e2?!
9.¥e3!? Parece muy lógico, bus-
cando la opción de enrocar largo.
9...¤g4 (9...¥d6!?; 9...¥b4!?)
10.£d2 (10.¥xf5 £xf5 11.£d3
£xd3 12.cxd3 ¦e8 13.¢d2 ¥d6
14.h3 ¤f6 15.¦he1² Hingst,T-
Schirmer,M Theme corr 1991)
10...¥d6 11.0-0-0 ¥xd3 12.£xd3
£f7 (12...¦hf8!?) 13.¢b1 ¦he8
14.¤e4± Pape,J vs. Schirmer,M
Theme corr 1991.
9...¥d6 10.¥g5 c5! 11.¥xf6
11.d5? ¥e7!³ Las negras "tocan"
d5 y toman la iniciativa.
11...gxf6 12.c3 cxd4 13.¥xf5 £xf5
14.¤xd4 ¦he8+³ 15.¢f1 £g6
16.£f3 ¥c5 17.¦d1 ¥xd4 18.cxd4
£c2 19.b3 £xa2 20.g3 £b2
0-1
[2.¤xd5 ¥xd5 3.exd5 ¦xc2 4.b4
e4 5.g4 ¦a2] 2...e4! [Un comple−
mento necesario] 3.¤xe4 ¥xb2∓
(9) 1.¤d2! [Eliminando el peón
pasado negro con la perspectiva de
aprovechar debilidades en el flanco
de rey.] 1...£xd4 2.¤xc4²
(10) 1...¥xc3! [Este cambio del
alfil habitualmente muy valioso
debilita la cadena blanca y parece
incluso que inclina la balanza a
favor del negro] [1...¦fe8 2.¦c2²]
2.bxc3 f6 3.¥d2 ¦fb8
(11) 1...¥xe4! [Esta jugada y la
tercera desvelan el secreto de esta
posición: el ¤d6 no estará nada
seguro] [1...f5 2.¤xa5 fxe4 3.¤xc6
bxc6 4.¦c4] 2.fxe4 ¤c6 3.¤d6 b6!
[Amenazando 4...¤xd4! 5. ¢xd4
bxc5+].
(12) 1.g4! [Aprovechando la posi−
ción expuesta del ¤h5] 1...¤f6
[1...¤g3 2.£f4 f6 3.£xg3 fxe5
4.¤xe5] 2.g5 hxg5 3.¤xg5 ¦f8
4.£d3± [4.¦g2]
 Curso
práctico
Zlotnik
Fotos: Archivo PDR y C.C.
02. Entrenamiento en el juego táctico (parte 1)
Según el esquema del primer
artículo, la visión combinativa y
el cálculo de variantes forzadas
son los dos componentes del
juego combinativo.
EL JUEGO CONCRETO
Sin embargo, parece que el térmi-
no juego concreto abarca un terre-
no más amplio, incluyendo posi-
ciones sin sacrificios, y en la rea-
lidad es lo que comúnmente se
entiende por el juego táctico.
Hay que decir que durante los
últimos años han aparecido
varios libros buenos sobre el
tema. En este artículo intentaré
exponer mi punto de vista sobre
el juego concreto y dar algunos
consejos prácticos para el nivel
del jugador de club. Observará
que además de los textos explica-
tivos, iré alternando diferentes
ejemplos y ejercicios para su
resolución, señalados convenien-
temente en el texto.
Propongo comenzar con un ejer-
cicio sencillo pero que sin embar-
go hacen correctamente pocos
jugadores en la primera tentativa.
N Ejercicio Espejo
Mirando al tablero solamen-
te con las piezas blancas,
responder haciendo todo
mentalmente.
¿Cuántas jugadas mínimas
son necesarias para que el
bando blanco ocupara las
casillas negras vacías en
forma de espejo, es decir,
con peones blancos en la
séptima fila, la dama blanca
en d8, etc.?
Si usted lo consiguió en 60 juga-
das, entonces se habrá dado
cuenta de la forma en que cada
torre llega en 3 jugadas, que es lo
único que puede causar proble-
mas. Creo que este ejercicio artifi-
cial refleja bien la naturaleza del
ajedrez, por lo menos de su parte
concreta: hay que dominar el
tablero, moviendo piezas en la
mente, demostrar cierta creativi-
dad y ser bueno en el cálculo,
aunque este caso concreto sea
realmente mecánico.
El valor del juego concreto refleja
bien lo que ha dicho el noveno
campeón del mundo T. Petrosian
antes de su segundo match por el
título mundial contra B. Spassky
(Moscú,1969): “Ni la estrategia ni
la infinidad de sutilezas en la apertu-
ra serán lo más importante. El desti-
no del match lo decidirá sobre todo
nuestros reflejos en el cálculo de
variantes, es decir, va a tener éxito él
que se oriente mejor en el tú mueves
aquí y yo muevo allá”.
Hay que decir que al contrario de
T. Petrosian, quien en palabras de
su entrenador GM Suetin, "nunca
utilizaba ejercicios de entrenamien-
to", B. Spassky entrenaba en el
juego concreto resolviendo ejerci-
cios especiales, estudios artísticos
e incluso problemas. La siguiente
posición, es una de las favoritas
del décimo campeón del mundo,
y en cierto modo la prueba final
de sus habilidades antes del
match contra T. Petrosian, en el
que ganó la corona mundial, la
resolvió en 20 minutos.

Grigoriev, N - 1932
1.¢f5
No vale 1.a4 por 1...¢e4 y el rey
negro detiene el peón pasado
blanco.
1...¢e3 2.¢e5
Y aquí el negro tiene una defensa
muy fina:
2...c6!
Minando la casilla d5. Perdían
2...c5 3.¢d5 y 2...¢d3 3.¢d5 ¢c3
4.¢c5 seguido de 5.a4.
3.a4 ¢d3
Una jugada con los dos objetivos:
detener el peón pasado enemigo
y apoyar el avance del peón c6.
4.a5 c5 5.a6 c4 6.a7 c3 7.a8£ c2
El éxito en los finales de Dama
vs. peón de alfil en la penúltima
fila depende de la posición de rey
del bando fuerte.
Boris Spassky se proclamó 10ª
campeón mundial de ajedrez al
derrotar 12½–10½ a Tigran
Petrosian en Moscú, 1969.
8.£d5+!!
La clave: las blancas ganan un
tiempo decisivo. Aquí no da nada
8.£e4+ ¢d2 (8...¢c3? 9.£d4+ ¢b3
10.£a1+–) 9.£d4+ ¢e2 (o 9...¢c1!
10.¢d5 ¢b1) 10.£c3 ¢d1
11.£d3+ ¢c1 12.¢d4 ¢b2
13.£c3+ ¢b1 14.£b3+ (14.¢d3
c1£) 14...¢a1.
8...¢e2
O 8...¢e3 9.£g2!!
9.£a2 ¢d1 10.¢d4 c1£ 11.¢d3 1-0
Cuando B. Spassky ofreció este
estudio a R. Fischer. Éste le llamó
el día siguiente exclamando:
£g2!! (NdR: en la variante 8...¢e3 -
ver diagrama siguiente).
Aperturas ¿Y por qué no ésta?
DOMINIO DEL TABLERO
Tradicionalmente, la escuela
soviética/rusa de ajedrez incluía
el juego a la ciega como un com-
ponente necesario del entrena-
miento en el juego combinativo.
Más de una vez yo mismo fui tes-
tigo de la capacidad asombrosa
de M. Botvinnik leyendo el texto
de una partida para inmediata-
mente encontrar los errores que
cometían jugadores incluso de un
nivel muy alto. Es curioso que M.
Tal, según sus propias palabras,
entrenaba su capacidad del cál-
culo leyendo las partidas de los
torneos femeninos (en aquel
entonces el nivel de juego feme-
nino era muy inferior al de
ahora) y la abundancia de errores
exigía mucha concentración al
mago de Riga.
El juego a la ciega, gracias a la ten-
sión que genera, puede cumplir
el mismo papel que el cinturón
metálico que los baloncestistas
emplean en los entrenamientos
para mejorar su capacidad de
salto. Lo curioso es que B.
Spassky antes de su match de
Candidatos contra M. Tal (Tbilisi
1965), ofreció una sesión de
simultáneas a la ciega contra ocho
tableros de primera categoría. Él
lo explicó así: “Habitualmente, yo
juego mal las primeras partidas del
encuentro y para evitarlo en una
importantísima prueba quise asegu-
rarme mediante una sobrecarga”.
Entre los ejemplos más recientes,
se puede mencionar la experien-
cia de la ex campeona del mundo
y GM rusa A. Kosteniuk, en su
libro How I became Grandmaster at
age 14 dice lo siguiente sobre sus
años de formación: "Mi padre dic-
taba una posición y luego apuntaba
en su cuaderno el tiempo de resolu-
ción".
70 Curso práctico de Boris Zlotnik
Las 8 Etapas del
Entrenamiento “A la ciega”
1 Notación del tablero.
2 Memorización del movi-
miento de las piezas.
3 Resolución de posiciones
con pocas piezas con/sin la
ayuda de un tablero vacío.
4 A partir de la posición inicial
hacer unas jugadas y resol-
ver a la ciega una posición
final con/sin ayuda del
tablero con las piezas en la
posición inicial.
5 Reproducción de la posición
final leyendo el texto de una
partida, primero de una
posición dada, y luego la
partida desde la posición
inicial.
6 Partida contra un rival
mirando el tablero vacío,
pero situando piezas cada
vez que realizan el primer
movimiento (acentuando así
la relación entre el juego a
la ciega y el normal).
7 Partida contra un rival, ayu-
dándose del tablero vacío y
de la notación.
8 Partida a la ciega con un
límite de tiempo hasta el de
A continuación, muestro tres
ejemplos de dicho libro (NdR:
trate de resolverlos "a la ciega".
N Ejercicios Kosteniuk
I.Jespersen, 1880
Blancas: ¢f4, £f3, ¦h5
Negras: ¢g6. Mate en dos.
Tiempo 30 seg.
W.Speckman, 1975
Blancas: ¢d3, £h3, ¦b3
Negras: ¢a6, ¦a7, §b7.
Mate en dos. Tiempo 3 min.
S.Loyd, 1880
Blancas: ¢e4, £g4, ¦c8,
¤d5 Negras: ¢d6, §g5.
Mate en dos Tiempo 1 hora.
A continuación, vienen los ejerci-
cios que corresponden a las pri-
meras 5 etapas de entrenamiento.
N Ejercicios Etapa 1
Notación del Tablero
1 Recitar todas las casillas de
la diagonal a8–h1.
2 ¿En qué casilla se cruzan las
diagonales a4–e8 y a8–h1.
3 Dividir el tablero en 4 cua-
drados iguales.
4 Nombrar todas las diago-
nales del tablero con una
longitud de tres casillas.
5 Nombrar todas las diago-
nales del tablero con una
longitud de cinco casillas.
N Ejercicios Etapa 2
Memorización del
movimiento de las piezas
1 ¿Cuál es la ruta del §a2 que
con cada jugada come algo
y corona en la casilla c8?
2 ¿Cómo se puede llegar con
el alfil desde la casilla a1
hasta la casilla h8 en 5
movimientos si las casillas
c1, c3, d4 y e7 están ocupa-
das?
3 ¿Cómo se puede colocar
cuatro damas sin atacar
entre sí en el cuadrado e1-
e4-h4-h1?
4 Indicar la ruta del caballo a1
que tiene que recorrer todas
las casillas de la primera
horizontal.
5 ¿Cuántos alfiles se puede
colocar sin atacar entre sí en
el rectángulo a1-a6-h6-h1?
N Ejercicios Etapa 3
Resolución de posiciones
con pocas piezas con/sin
ayuda del tablero vacío
▪ Blancas: ¢f1 y ¤e3.
Negras: ¢h1 y §h3.
1.? Mate en dos.
▪ Blancas: ¢f6 y §h2.
Negras: ¢d3 y §h3.
1...? ¿Cómo ganar?
▪ Blancas: ¢c6, ¦b1 y §b6.
Negras: ¢c8, ¦b8.
1...? ¿Cómo entablar?
▪ Blancas: ¢a2, £h4 y ¥b4.
Negras: ¢a4, ¥d2 y §a5,
§b5. 1.? Mate en dos.
▪ Blancas: ¢c3, ¦h2, ¦h4 y
¥e8. Negras: ¢a3, ¦a5 y
§a4. 1.? Mate en tres.
N Ejercicios Etapa 4
Reproducir mentalmente las
jugadas y resolver la posición
final. Puede usar el tablero y
piezas en la posición inicial.
▪ 1.e4 e5 2.f4 exf4 3.¤f3 ¤f6
4.e5 ¤h5 5.£e2 d5
▪ 1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤d2 c5
4.exd5 exd5 5.dxc5 ¥xc5
6.¤e2
▪ 1.d4 ¤f6 2.¤f3 g6 3.¥g5
¥g7 4.e3 0–0 5.¤bd2 d6
6.¥c4 c5 7.c3 b6
▪ 1.e4 c6 2.d4 d5 3.e5 ¥f5
4.¥d3 ¥xd3 5.£xd3 e6
6.¤e2 c5 7.c3 ¤e7 8.£b5+
£d7 9.£xc5
▪ 1.e4 e6 2.d4 d5 3.e5 c5
4.c3 ¤c6 5.¤f3 £b6 6.¥e2
¤ge7 7.dxc5 £c7 8.¤d4
¤xe5
 En mayo de 2005, en el marco de las jornadas “El espectáculo de la inteligencia” en CosmoCaixa Barcelona,
el GM Sergey Karjakin realizó una exhibición “a la ciega” frente a 4 jugadores. federados
El resultado de 1-3 en contra, pone de manifiesto la dificultad de la modalidad.
N Ejercicios Etapa 5
Visualizar la posición final,
leyendo el texto de una par-
tida, primero desde una
posición dada y luego desde
la posición inicial.
Ejercicio 5.1
55...f4 56.gxf4 ¦h7 57.¥d2 ¤xd2
58.¢xd2 ¦h3 59.f3 gxf3 60.¦f2 ¢f5
61.¢e3 ¢g4 62.b4 ¦h1 63.f5 ¦e1+
64.¢d3 ¦e4 0-1
Ejercicio 5.2
21.¦d6 ¥c6 22.¦fd1 ¤f7 23.¥xf7
£xf7 24.e6 £e7 25.£xc5 ¦ad8
26.¥e5 a6 27.b4 ¦de8 28.¦1d3 ¢g8
29.¦g3 g6 30.¥d4 ¦f6 31.¦xc6 1-0
Ejercicio 5.3
Fischer-Fine Nueva York, 1963
1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¥c5 4.b4
¥xb4 5.c3 ¥a5 6.d4 exd4 7.0-0 dxc3
8.£b3 £e7 9.¤xc3 ¤f6 10.¤d5
¤xd5 11.exd5 ¤e5 12.¤xe5 £xe5
13.¥b2 £g5 14.h4 £xh4 15.¥xg7
¦g8 16.¦fe1+ ¢d8 17.£g3 1-0
Ejercicio 5.4
Byrne,R-Fischer Cto. USA, 1963
1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.g3 c6 4.¥g2 d5
5.cxd5 cxd5 6.¤c3 ¥g7 7.e3 0-0
8.¤ge2 ¤c6 9.0-0 b6 10.b3 ¥a6
11.¥a3 ¦e8 12.£d2 e5 13.dxe5
¤xe5 14.¦fd1 ¤d3 15.£c2 ¤xf2
16.¢xf2 ¤g4+ 17.¢g1 ¤xe3 18.£d2
¤xg2 19.¢xg2 d4 20.¤xd4 ¥b7+
21.¢f1 £d7 0-1
Ejercicio 5.5
Fischer-Benko Yugoslavia, 1959
1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 3.d4 cxd4 4.¤xd4
¤f6 5.¤c3 d6 6.¥c4 £b6 7.¤de2
e6 8.0-0 ¥e7 9.¥b3 0-0 10.¢h1 ¤a5
11.¥g5 £c5 12.f4 b5 13.¤g3 b4
14.e5 dxe5 15.¥xf6 gxf6 16.¤ce4
£d4 17.£h5 ¤xb3 18.£h6 exf4
19.¤h5 f5 20.¦ad1 £e5 21.¤ef6+
¥xf6 22.¤xf6+ £xf6 23.£xf6 ¤c5
24.£g5+ ¢h8 25.£e7 ¥a6 26.£xc5
¥xf1 27.¦xf1 1-0
VISIÓN COMBINATIVA
Parece que la visión táctica sirve
de linterna en el juego combinati-
vo ampliando el número de posi-
bilidades iniciales, es decir, juga-
das candidatas y además, indi-
cando las jugadas ocultas ya en el
proceso del cálculo.
No cabe duda que la visión com-
binativa es un muy importante
indicador de la fuerza práctica
del jugador. Me acuerdo de
Fabiano Caruana, cuando tenía
12 años y participó en su primer
torneo en España (San Sebastian
de los Reyes, diciembre de 2004).
Allí sorprendió a sus oponentes,
indicando en los análisis jugadas
que ni siquiera alcanzaron a ver
algunos maestros rivales.
Es evidente que la tensión de una
partida de competición acompa-
ñada a menudo de los apuros de
tiempo, como en el siguiente
ejemplo, afecta incluso a jugado-
res muy fuertes, que no ven a
veces jugadas decisivas.

Fabiano Caruana batió todos los récords ganando la Copa
Sinquefield 2014 en St. Louis, ¡con 8,5/10 y 3097 Elo!
pNakamura, H USA 2787
pCaruana, F ITA 2801
St. Louis, 2014
44...¢g8
Ganaba de forma rápida y con-
tundente 44...¥h4! 45.¥xh4 ¦8c3!
46.£e2 ¦3c2.
Cuando un comentarista armado
con un ordenador preguntó a
Caruana: “¿Cómo no vió 44...¥h4!
con la idea de atrapar la dama cuan-
do el módulo lo detectó inmediata-
mente?" Fabiano contestó educa-
damente: "Es una táctica poco habi-
tual y por ello esa idea no llegó a mi
cabeza."
POSICIONES DIDÁCTICAS
¿Qué consejos se puede dar para
entrenar la visión combinativa, o
en otras palabras, nuestra creati-
vidad ajedrecística?
En primer lugar en este fenóme-
no está presente el conocimiento
y por ello, dedicar tiempo a la
resolución de ejercicios adecua-
dos, por si mismo aumenta la
base de datos interna, lo que
transforma las ideas originales ya
aprendidas en conocimiento.
1.¥h7+ ¢h8 2.¥xh6 ¥xh3 3.¥xg7+
¢xg7 4.£g6+ ¢h8
5.¥g8!!
Es evidente que la clave es la
quinta jugada que bloquea la
salida del rey negro.
pNery, J BRA 2080
pPereira, D BRA 1609
Curitiba, 2013
1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤d2 ¤f6 4.e5 ¤fd7
5.¥d3 c5 6.c3 ¤c6 7.¤e2 £b6
8.¤f3 ¥e7 9.0-0 0-0 10.¤g3 f5
11.exf6 ¥xf6 12.¤h5 ¥e7 13.£c2
cxd4 14.¥xh7+ ¢h8 15.£g6 ¥f6
Y ahora el blanco usará el mismo
tema táctico anterior.
16.¥h6! gxh6 17.¥g8!!
No lo puedo asegurar, pero con-
sidero probable que el jugador
blanco conociera la idea de ¥g8!!
anteriormente.
1-0
 Curso práctico de Boris Zlotnik 73

pRazuvaev, Y RUS
pKupreichik, V RUS
Dubna, 1970
1.c4 e5 2.¤c3 ¤c6 3.¤f3 f5 4.d4 e4
5.¥g5 ¤f6 6.d5 exf3 7.dxc6 fxg2
8.cxd7+?
Esta jugada tan evidente pierde
en el acto. El mal menor era
8.¥xg2 dxc6.

El famoso problemista estadounidense, Samuel Loyd (1841-1911)

No cabe duda que los problemas Un criterio acertado es valorar la

8...¤xd7!! 9.¥xd8 gxh1£
Solamente un estado de shock
puede explicar que continuase
seis jugadas más en esta posición
con torre de menos.
10.¥xc7 £c6 11.¥g3 ¥b4 12.£b3
¥xc3+ 13.£xc3 0-0 14.e3 ¤f6
15.¥e5 ¥e6
0-1
N Ejercicio 1
Samuel Loyd, 1891
Mate en dos
y los estudios artísticos, por su
naturaleza, nos ofrecen más posi-
bilidades de encontrar lo original
y nos sirven para entrenar nues-
tra visión combinativa.
Creo que es lógico solucionar
problemas más cercanos al juego
práctico, como los que podemos
encontrar, por ejemplo, en el
libro de R.Mayer “Problemas para
gente sin problemas”.
N Ejercicio 2
Samuel Loyd, 1856
Mate en tres
facilidad para resolver problemas
de mate en dos, aunque excepcio-
nalmente algunos de ellos, son
difíciles incluso para los GMs.
Hay que decir que entre los pro-
blemistas que tienen una creativi-
dad especial destaca Samuel
Loyd, autor de estudios artísticos
de gran calidad y dificultad,
conocido también por sus rompe-
cabezas matemáticos.
N Ejercicio 3
A. Wotawa, 1935
Blancas juegan y ganan

PRÓXIMA ENTREGA

PDR 115 Entrenamiento en el juego táctico.

(segunda parte)
74 Soluciones Curso de Boris Zlotnik
Ejercicio Espejo
8x4 (§) + 2x2 (¥) + 2x4 (¤) +
7 (¢) + 3 (£) + 2x3 (¦a1: a3-
h3-h8 tras el avance a2-a4; ¦
h1: h5-a5-a8 tras h2-h4-h5-h6)
en total 60 jugadas.
Ejercicio Kosteniuk 1
1.£b7 ¢xh5 [1...¢f6 2.¦h6#]
2.£h7# 1-0
Ejercicio Kosteniuk 2
1.£d7 b6 [1...b5 2.£xb5#;
1...¢a5 2.£b5#; 1...¦a8
2.£a4#] 2.¦a3# 1-0
Ejercicio Kosteniuk 3
1.¢f5! ¢xd5 2.£d1# 1-0
Ejercicio Etapa 2
1) a2xb3xc4xd5xe6xd7xc8.
2) ¥a1-b2-a3-d6-e5-h8.
3) e2, f4, h3 y g1.
4) ¤a1-c2-a3-b1-c3-a2-c1-e2-
c3-d1-f2-d3-e1-g2-e3-f1-h2-f3-
g1-h3-f2-h1.
5) De a1 hasta a6 y desde h1
hasta h6 en total 12.
Ejercicio Etapa 3.1
1.¤g4 h2 2.¤f2# 1-0
Ejercicio Etapa 3.2
1...¢e4! 2.¢e6 ¢f3! 3.¢e5
¢g2 0-1
Ejercicio Etapa 3.3
1...¦b7! 2.¦h1 ¦c7+! 3.¢b5
¦c2 ½-½
Ejercicio Etapa 3.4
1.£d8!! ¥c3 [1...axb4 2.£a8#;
1...¥xb4 2.£d1#; 1...¢xb4
2.£d4#] 2.£xa5# 1-0
Ejercicio Etapa 3.5
1.¥b5!! ¦xb5 [1...¦a8 2.¥c4
¦c8 3.¦a2#] 2.¦xa4+ ¢xa4
3.¦a2# 1-0
Ejercicio Etapa 4.1
1.e4 e5 2.f4 exf4 3.¤f3 ¤f6
4.e5 ¤h5 5.£e2 d5?
6.exd6+ ¥e6 7.£b5+ c6
8.£xh5 1-0

Ejercicio Etapa 4.2
1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤d2 c5
4.exd5 exd5 5.dxc5 ¥xc5
6.¤e2?
6...£b6! 0-1
Ejercicio Etapa 4.3
1.d4 ¤f6 2.¤f3 g6 3.¥g5 ¥g7
4.e3 0-0 5.¤bd2 d6 6.¥c4 c5
7.c3 b6?
8.¥xf6 ¥xf6 9.¥d5 1-0
Ejercicio Etapa 4.4
1.e4 c6 2.d4 d5 3.e5 ¥f5 4.¥d3
¥xd3 5.£xd3 e6 6.¤e2 c5 7.c3
¤e7 8.£b5+ £d7 9.£xc5?
9...¤f5 10.£a5 b6 0-1
Soluciones Curso de Boris Zlotnik 75
Ejercicio Etapa 4.5 Ejercicios Etapa 5.2 a 5.4
1.e4 e6 2.d4 d5 3.e5 c5 4.c3
¤c6 5.¤f3 £b6 6.¥e2 ¤ge7
7.dxc5 £c7 8.¤d4 ¤xe5?
9.¤b5 £xc5 10.£d4! £xd4
11.cxd4 ¤5c6 12.¤c7+ con
clara ventaja.
Ejercicio 1 - Samuel Loyd
1.¥e5! ¢xe3 [1...¢g3 2.¤d3#;
1...¢e1 2.¦xe2#; 1...¢g1
2.¤h3#] 2.¦xe2# 1-0
Ejercicio 2 - Samuel Loyd
1.£d6! ¢e8 [1...¢g7 2.e8£
¢h7 3.£dg6#; 1...¢g8 2.£g6+
¢h8 3.e8£#] 2.£e5 ¢d7
[2...¢f7 3.e8£#] 3.e8£# 1-0
Ejercicio 3 - A. Wotawa
1.¦xe6! fxe6 2.£g7!! [2.£e7
¢h6! 3.£g5+ ¢g7 4.£e7+
¢h6=] 2...£xg7 [2...£e3
3.£xh8] 3.g4+ ¢h6 4.g5+ ¢h5
5.g4# 1-0
Ejercicio Etapa 5.1 Ejercicio Etapa 5.5
 Fotos: Nationaal Archief CC
E l CÁLC U LO D E VARIANTES
Bl
N EL AÑO 1 970, EL GM
ruso Alexander Kotov
publicó en Moscú el libro
"Secretos del pensamiento ajedre­
cístico" en el que, de forma since­
ra y amena, explicó su visión
sobre el tema del perfecciona­
miento en el aj edrez. El núcleo de
este libro es el cálculo de varian­
tes y el método que recomienda
A. Kotov estaba basado en su pro­
pia experiencia, que le permitió
dar un gran salto en apenas dos
años, y pasar desde la primera
categoría s oviética de aquellos
años (equivalente a un fuerte pre­
ferente de hoy) hasta el subcam­
peonato en el campeonato de la
URSS, 1 939 (primero, por cierto,
fue el mítico M. Botvinnik -el pri­
mer campeón del mundo soviéti­
co y fundador de la famosa escue­
la de aj edrez de este p aís) .
Hay que decir que e l libro men­
cionado fue más tarde ampliado y
editado b aj o el título "Piense
como un gran maes tro", Moscú
02 . Entrena miento en el juego táctico (parte 2)
. .
• Tras la muerte de A. Kotov y
• 1 1yo mismo redactor del
• 1 original, pude constatar que
estél' segunda edición perdió algu­
no§ matices importantes, aunque
aparentemente se hablara de más
o menos lo mismo ... Tengo enten­
dido que precisamente esta
segunda versión fue traducida y
publicada en varios idiomas,
incluido el castellano.
A. Kotov presentó el modelo de
cálculo en la forma de árbol, en el
que las diferentes variantes for­
man el tro n co y las ramas.
Además, e stableció dos reglas
principales:
1 Antes de comenzar a calcular
uno debe determinar todas las
posibles jugadas apropiadas,
denominadas jugadas-candi­
datas. Después de fij arlas y
enumerarlas, se han de anali­
zar una por una.
2 Las variantes que resultan se
han de estudiar una s ola vez.
Estas reglas tienen un cierto valor
p ara la organización del proceso
de pensamiento de los aj edrecis­
tas, pero se puede aplicar solo en
casos bastante claros. Y su limita­
da naturaleza se manifiesta sobre
todo en situaciones difíciles. Esta
es la razón por la que su autor me
p ermitió hacer las s iguientes
sugerencias al redactar el libro de
A. Kotov de 1 985:
1 No es posible determinar inme­
diatamente todas las jugadas­
candidatas en posiciones com­
plicadas, sobre todo al comen­
zar a considerarlas. En realidad,
aparecen a medida que vamos
penetrando en la posición.
2 En o casiones, en el cálculo de
las variantes, la jugada correc­
ta de una variante o una idea
nueva aparece durante el cál­
culo de otra, como si el proceso
de investigación funcionase
"en p aralelo" en la mente del
jugador. Por lo tanto, en las
situaciones intrincadas es
inevitable volver a calcular.

3 Un importante indicador en la
técnica del cálculo es su econo­
mía, lo cual presupone limitar
el número de jugadas-candida­
tas y calcular detalladamente
solamente las variantes necesa­
rias. En este proceso en p arti­
cular, es importante comparar
las ramas del cálculo entre sí.
Déj enme ilustrar cada sugerencia
con algunos ej emplos.
J U GADAS CAN D I DATAS
.t. Sveshnikov, E RUS
Moscú, 1 973
!: .t .�: •
'iV i .t i i i
' ' '
¿j 4l¡
ttJ j,
j,
¿j ¿j � ¿j
.: � ,:,�
A simple vista, se podría intuir
que el blanco puede realizar una
combinación típica con la entrega
de dos alfiles, siguiendo el mode­
lo táctico de la famosa partida
Lasker-Bauer, Amsterdam 1 889.
Sin emb argo, al calcular la
variante 1 6.lhh7+ ®xh7
1 7 :i�th 5 + ®g8 1 8 .ilxg7 ®xg7
1 9:{¡ltg4+ ®h7 20 ..§f3 descubrimos
que el negro tiene una defensa
suficiente: 20 ... 4Jxf4! 2 1 . .§xf4 fS
22.ti'h5+ ®g6 23.l'�g3+ ilgS. S e
percibe claramente que la clave
de la defensa negra es el 4Jd5, lo
que induce la idea de distraerlo.
En la partida siguió:
16 . tt:Jb6! tt:Jxb6
Tamp oco s alvab a 1 6 . . . f1b8
1 7.4Jxd5 cxdS 1 8 .ilxh7+ ®xh7
1 9.ti'h5+ ®g8 20 . .\lxg? ti'xc S +
Curso de Ajedrez de Zlotnik
2 1 .®h l ®xg7 22 .ti'g4+ ®h8
23 . .§f3 ti'c2 24.f5 ! ti'xfS 2S.§xf5
exfs 26.ti'h3+ ®g7 27.ti'g3+ ®h7
28.ti'xb8.
17. .txh7+ �xh7 18. 'ii'h5+ 'it>g8
19 . .txg7 �xg7 20 . 'ii'g4+ �h7
21.l:tf3 1-0
En la partida anterior, era obvio
que sin realizar el cálculo previo
que comienza con la evidente
1 6.Axh7 no está claro por qué
1 6.4Jb6 podría incluirse en la lista
de jugadas-candidatas.
Por lo tanto, en la práctica el
jugador primero hace un cálculo
de una idea que había visto con
antelación durante el desarrollo
de la p artida y solo entonces, si
no está satisfecho, aumenta el
número de jugadas-candidatas.
Veamos otro ej emplo.
.t. Tal, M
RUS
Erevan, 1 962
"En m i cálcu lo previo considera­
ba que lo mejor aquí era 22 ... J1c6
23. flg5 l!e7 24. flxe4 'firh4 25.�d5
J1xd5 26.l!xd5 J1xb2 con una lige­
ra ventaja negra."
(... ) "Pensaba además sobre la
arriesgada 22... i1b5, pero tras
23. flg5 J1xfl 24. 4:Jxf7 \t?f8, el blan­
co puede elegir entre la tranquila
25.l!xfl con u n a compensación
s uficien te por la calidad y la
63
aguda 25. flg5 iiYxf5 26. 'firc5+ l!e7
27. 'fird5! 'i!le8 ten iendo las tablas
aseguradas y con posibilidades de
encon trar u n a ta q u e decis ivo.
Segu í profundizando en la posi­
ción, súbitamente encontré que el
negro tiene una p osibilidad adi­
cional" -M. Tal.
22 . ...l:i.e7!?
Houdini corrige la variante de M.
Tal: 22 ... .\lc6 23.4Jgs .§e? 24.4::l xe4
ti'h4 25.ild5? (25.f6! gxf6 26.J1d5
J1xd5 27.l!xd5 J1c7 28.l!d4 l!ae8
[Pero no 28... i1b6? 29. 4:Jxf6+ iiYxf6
30. 'firg3+ 'firg6 31.l!g4+-) 29. 'firc3
�eS 30. 4:Jxf6+ �xf6 31.l!xh4 �xc3
32. bxc3 Ee4=] 25 ... .\lxdS 26.§xd5
Jlc7 27.f1d4 Ab6+
23.tt:Jc5 'ifb6!?
Si 23 . . . ilc6 24.4Jxe4 ti'h4 2 S . f6
gxf6 26 . .\ldS.
24.'ii'g5!?
Una jugada ingeniosa, con la idea
de responder a 24 ... ti'xc5? con
25.f6!
24 . . . .tt6 25. tt:Jxd7 l!xd7
S egún M. Tal, la posición blanca
es claramente inferior por los tres
motivo s siguientes: el potente
peón pasado e4, la pasividad del
Ab3 y la presencia de los alfiles de
distinto color, lo que favorece al
b ando atacante en el medio juego.
Y el desarrollo de la partida con­
firmó esta valoración.

Este ej emplo demuestra que las
nuevas ideas habitualmente lle­
gan a nuestra mente durante un
estudio profundo de la posición y,
cómo se nos aparece "de repente"
ilustrando el famoso proceso en
psicología denominado "ilumina­
ción" ( insight en inglés) .
Amsterdam, 1 964
La resolución de esta posición
ilustra una de las exigencias más
relevantes del cálculo: la econo­
mía gracias a la comparación.
Ahora las negras tienen dos posi­
bilidades p ara aprovecharse de la
expuesta situación del rey blanco
38 ... f5+ y 38 ... h5+. En la p artida
M. Tal ganó después de:
38 . ..f5+!
Si 38 ... h5+? 39.gxh6 f5+ 40.�xf5
'lfYf3 + 4 1 .�g5 'lfYf6+ 42.'lfYxf6 gxf6+
43.�xf6 .§.xb8.
D iagrama de análisis
La posición es similar a la p artida
con 38 . . .f5 pero con un peón blan­
co adicional en h6, lo que llevaría
a las tablas tras 44. h7+! �xh7
45.d6 .§.f8 + 46.�e7 .§.f2 47.d7 .§.e2+
48.�f8 l"!.d2 49.�e7 l"!.e2+ etc.
Tras la precisa jugada de Tal, las
negras consiguen una versión
ganadora del final.
39.gxf6 h5+ 40.�xh5 'ii'f3+ 41.�g5
'ii'xf6+ 42.'ii'xf6 gxf6+ 43.�xf6
.l:txb8 44.d6 �f8 45.h5 .l:Ib7 46.�e6
.l:Ih7 47 5Jid5 �e8 48.�c6 �d8 0-1
E L MÉTO DO DE EXCLUS I Ó N
Otra forma d e economía en e l cál­
culo e s reducir el número de
jugadas-candidatas utilizando el
método de exclusión. L a idea
básica está relacionada con uno
de los secretos de aj edrez: habi­
tualmente e s mucho más fácil
indicar jugadas malas que definir
cuál es la buena. De esta manera,
se elige una jugada porque todas
las demás son malas.
Hay que decir que en la mayoría
de casos tenemos que elegir entre
dos o tres jugadas. Así por ej em­
plo, si tenemos tres y una de ellas
es claramente mala, entonces nos
podemos concentrar en las dos
restantes. Este método es espe­
cialmente útil cuando estamos
apurados de tiempo y debemos
eliminar rápidamente una jugada
mala.
El famo s o entrenador M.
Dvoretsky, fue e l primero en lla­
mar la atención s obre este aspec­
to en la literatura didáctica. A
continuación, les muestro un
ej emplo de su alumno más avan­
zado.
i JU88Upow,A GER
Baden Baden 1 996
"Las negras tienen dos posibilida­
des y sólo unos pocos segundos en
el reloj. Pero comp robé que
60... 'ittf1 + p ierde por 61. �e3 'itte 1 +
62. rJ!?f3 'ittfl + 63. �g3 'itte 1 + 64.
�h2. Así que debía dar el o tro
jaque antes de cayera mi bande­
ra" -A. Jussupow.
60.. .'ii'g3+! 61.�c4 'ii'f4+ 62. �b5
'iff1 + 63.�b6 'iif 2+ 64.�c7
Como explica A. Jussupow, el pro­
blema princip al p ara el blanco es
que su dama y su torre no pueden
abandonar las casillas donde se
encuentran: 64.'lfYc5 'lfYb2 +
65.�c7?? (65.'lfYb5 'lfYxg2 66.'lfYb4
'lfYf2 + = ) 65 . . . 'lfYxb 8 + 66.�xb8
�d7 + ganando.
64.. . 'i'a7+ 65 .'Jic6 'ifa4+ 66 .'iitb6
'ii'b3+ 67 . <;t>as 'iYa2+ 68. <;t>b4
'ifb2+ 69 . 'iit a 4 'ii' c 2+ 70 . <;t>bs
'ife2+ 71.Wb6 'ii'f2+ Y2-Y2
E L ÁRBOL DE VARIANTES
A. Kotov resumió en la figura de
un árbol lo esencial de su teoría.
Siguiendo con la analogía, las
variantes y subvariantes s e repre­
sentan mediante ramas y tallos.
Asimismo, el GM ruso s eñaló los
siguientes casos específicos en el
árbol de las variantes:
Un " tronco", es decir el cálculo
•
de una sola línea pero larga.
• Un "matorraf', es decir el cál­
culo de numerosas variantes
cortas.
• Una "jungla", es decir el cálcu­
lo de muchas variantes largas e
intrincadas.
Consideremos pues, desde el
punto de vista de los j ugadores
prácticos, qué rasgos significati­
vos caracterizan a cada una de
ellas.
El Tronco
Este tipo de variantes se caracte­
riza por la presencia de una idea
dominante, es decir está claro
adónde ir. Como demuestra la
práctica, al encontrar una idea
interesante, p ara muchos jugado­
res es muy difícil esperar un poco
y buscar una j ugada intermedia
que refuerce la idea principal.
Muchas veces he o frecido la
siguiente posición como ej ercicio
a j ugadores de distinto nivel y, a
pesar de que la mayoría captaba
la idea rápidamente, muy p o cos
lo resolvían correctamente.
Sin embargo, la solución correcta
RUS
está relacionada con la maniobra
i Averbakh. Y intermedia blanca antes del sacri­
Riga 1 961
ficio, lo que lleva a una posición
totalmente ganada. Eso fue preci­
samente lo que sucedió en la p ar­
tida, de la mano del "Mago de
Riga".
21. lbxf6+! .txf6
Tras 2 1 . . .'(;Jxf6 22.'(;Jxf6 .ilxf6
23.<tlf3 y debido a la amenaza
doble a los peones eS y h6, las
blancas ganaban uno de ellos. No
obstante, según M. Tal, eso era el
mal menor.
Llama atención la siguiente
variante: 2 1..íbc5 '(;JxcS 22.<tlxf6+ 22. l:.ad1! 'ii'e7 23 . .txc5! l:.xd1
.ilxf6 23.'(;Jxf6 hxgS 24 . .ilb3 y p are­ Tampoco sirve 23 ... '(;Jxc5 24.'(;Jxf6
ce que las blancas tienen un ata­ hxgS 25 . .§xd8+ <tlxd8 26.'(;Jxd8+
que fuerte por la pieza sacrifica­ ®g7 27 . .§d l ganando.
da. Pero tras 24 ... .§b7 {24 ... ®h7!?)
las negras tienen recursos defen­ 24. l:.xd1 'ifxc5 25 . 'ifxf6 hxg5
s ivo s suficientes , p o r ej emplo 26 . .tb3
2S.'(;Jxg6+ ®f8 26.'(;Jxg5 .§d6.
Es sintomático que la mayoría,
incluido los maestros a los que
ofrecí esta posición, indicaban la
variante hasta 24 . .ilb3 sin dar
mucha importancia a las posibili­
dades defensivas negras, expli­
cando que en la p artida práctica
jugarían así, ya que por la pieza
entregada obtendrían como poco
la compensación de tres peones.
 Curso d e Ajedrez d e Zlotnik
66

Al contrario de la variante con Por lo visto, el negro solamente Así que queda solamente ...
2 1 ..\lxcS?! aquí la defensa del contaba con la evidente 27.�e2
peón f7 con la torre pierde, ya que .§f2+ 28.�xf2 .llxf2 29.�xf2 �xh2 1 .�g7! h5
la .§dl es una pieza más en el ata­ 30.�f3 �xb2. Sin embargo, la Si l ...�d3 2.�xh7 �e4 3.�g6!
que del blanco. siguiente jugada intermedia des­
truye su idea. 2.�g6 h4 3 . �g5 h3 4 .�g4 �d3
26 . . J 1b7 27.'iVxg6+ �f8 28. 'iVh6+ 5.�xh3 �e4 6 .�g4 �e5 7. �g5
Y las negras abandonaron, en 27 . ..txh7+! 'iVxh7 28.'iVxe3 'iVc2+ �e6 8.�g6 �e7 9.�g7 ganando.
vista de la variante 2 8 . . . �e7 29.'iVd2 !
29 . .§d5! �b6 30 ..§d6 .§c7 3 l .�f6+ Pero no 29 . .§d2? �c4! 30.�d3
Mikhalchishin, A
�e8 32 . .§d8+! <tlxd8 33.�xb6. �xa2.
i García, G CUB

1 -0 29 . . . 'iVe4+ 30.�g1 d4 31 .l:te1 'iVd5 ___ _,C

"" fu""e,w,'--'1-"-'98,_,1�---
ie'-'-'
n:J-"
32 .tbc1 tbxe5 3 3 . l:txe5 'iVxe5
34 . ..txd4

i Speelman, J ENG
Y las blancas realizaron su venta­
�
,.
ja material.
Linares 1 992 ttJ ..t ' -*-
Los Matorra les 4l\ '
' !. �
La dificultad en este tipo de cál­
culo es habitualmente mayor que
� �
en el cálculo de tipo "tronco" y : �
viene determinada por la búsque­
da de todas las jugadas posibles y
el orden del cálculo. Veremos pri­ Es evidente que el peón pasado
mero un estudio donde las juga­ en d7 da ventaj a al blanco. El
das-candidatas son evidentes. negro tiene varias opciones, pero
parece que ninguna le salva, por
ej emplo: 43 ... �f8 44 . .\lds �e7
Las negras están mejor y ahora
� Grigoriev, N · Estudio, 1938
4S . .§c8 <tlxd7 46 . .§c7 ganando
podrían haber aumentado su ven­ material. Y s i 43 ... .§d6 44.<tlc4!
taja por ejemplo con la natural <tlxc4 4 5.bxc4! �f6 46.c5 .§d4
24 ... d4. En cambio, introducen 47 . .\lbS b3 48 . .§b2 ganando. Sin
una combinación que puede refu­ embargo, el jugador cubano
tarse. encontró un recurso fantástico:

24 . . . ..txf3+? 25.l:txf3 l:txf3 26.'iVxf3 43 . . . �h8 ! !

l:U8 Esta jugada produjo un shock en
el jugador de blancas, que ofreció
1
tablas al ver que tras la continua­
ción agresiva 44 . .§c5 .§d2+ 45.�fl
.§dl + 46.�g2 .§d2+ 47.�h3 <tlg4 él
El blanco tiene tres posibilidades mismo estaría obligado a hacer
que tienen lógica: l .�gS, l .h4 y tablas por medio de 48 . .§c2 .§xc2
l .�g7. Por sentido común, la 49.d8�+ �h7 SO.ilg2 <tlf2+
mayoría de nosotros continuaría 5 1 .�h2 <tlg4 con j aque perpetuo.
con la primera, pero el negro con­
sigue tablas: l .�gS? �d3 2.�h6 En situaciones como esta, la
�e4 3.�xh7 �fS=. Tampo co gana orden interior "Busca hasta que
l .h4? �d3 2.h5 �e4 3.�g7 (3.h6 lo encuentres" puede convertirse
�dS=) �fs 4.�xh7 �f6 s.h6 �f7. en un enérgico estímulo para dar
con las jugadas-candidatas res­
tantes. Esto hace que se desarrolle
una gran habilidad en el cálculo,
aún en jugadores muy fuertes.
La Jungla
Este tipo de cálculo es el más
complicado de todos, ya que
p arece mezclar peculiaridades de
los anteriores, caracterizándose
por la profundidad y la ramifica­
ción. El ser humano no es una
máquina calculadora perfecta, y
esta es la causa por la que en este
tipo de cálculo, a menudo se toma
una decisión intuitiva. D e ella
proceden no sólo descubrimien­
tos originales, sino también fra­
casos por errores inevitables.
RUS
i Geller, E
Mon te Carla, 1 967
E b) 20.i.td l ®d7 2 U 'l f7 + ®c6
.i.
i 26.i.th4=
Como comentó E. Geller, obj eti­
vamente es poco probable que el
rey negro pueda sobrevivir baj o
e l fuego de l a s cuatro piezas ene­
migas. Sin embargo, s obre el
tablero encontrar un camino
único es muy difícil.
En esta posición, R. Fischer debía
elegir entre 20.l"!f3 , 20 . .ild l ,
2 0. .ilf3 , 20.�c2 y l a que jugó la
p artida. Siguió ...
20 . .tg4?
El volumen del cálculo hecho por
la máquina da una idea de su
complejidad, e incluso p ara una
mente aj edrecística privilegiada
como la de R. Fischer, la tarea era
muy difícil. Veamos algunas
variantes de esta j ungla:
a) 20.l"!f3 �b4 2 l .�c2 (21 . �xb4
ihb4 22.l"'b3 aS 23. a3 h 6
24.l!e3 d 4 2S.l!gl JJ.c6 26. axb4
axb4 27. J"'xb4 J"'a2 28.l!f3
\!?d7+) 2 l ... e4 22.1"1fl .ilc6+
2 2 . cxd5 + exdS 2 3 .i.tb 3 d4
24.�e l ®b6 2 5 .�xe5 �b4
e) 20.i.tf3 i.te7 (20... e4? 21 .l!xe4
dxe4 22. �f4+ -; 20 ... �b4 ?
21. �c2 e 4 22.iJ.hS+ g6 23.l"'b l
�as 24. �b2+-) 2 l . cxd5 l"!d8
22 . .ilg4 .ilxdS 23 .�f2 ®d7
24.�a7+ ®e8 25.�f2=
d) 20.�c2! indicado por el propio
R. Fischer como la mej o r.
20 . . . e4 (20... JJ.e7? 21 .iJ.hS+ g6
22.JJ.xg6+ hxg6 23. �xg6+ \!?d7
24.J!xe7 �xe7 2S.J"'f7 J"'fB
26.l"'xe7+ \!?xe7 27. h4!+-;
20...g6? 21 .l!g4 l!e7 22. �f2!+-)
2 l .i.tg4 i.te7 22.�f2 con ataque
decisivo, como se comprobó en
la p artida Tal - B ogdanovic,
Budva 1 967. Huelga decir que
esta partida fue posterior a la
de Geller-Fischer.
20 . .. dxc4 21 . .txe6
Era más resistente 2 l .�c2 �d3
(21 ... iJ.dS? 22.JJ.xe6!! Proba­
blemente a R. Físcher le escapó
este golpe 22... J!xe6 23. �e4 J"'cB
24. �xeS l"'c6 2S. �bB+ J"'cB 26. �es
J"'c6=) 22.�a4+ �d7 23.�xd7+
®xd7 24.1"1f7+ ®c8 25 . .ilxe6+ ®b8
26.i.txc4 l"!a7 y el negro no tiene
fácil realizar su peón de más.
21 . . .' ti'd3 22 .'ife1 ..te4! 23 . .tg4
l:tb8 24 ..td1 '.t>d7 25 . .l:tf7+ '.t>e6 0-1
LA I NTU I C I Ó N
Es curioso que en e l mismo año,
R. Fischer de nuevo perdió contra
el mismo rival en una posición
obj etivamente ganada, y que tam­
bién exigía un cálculo dificilísi­
mo. Los interesados pueden verla
comentada en la megabase.

68
El p apel de la intuición en el cál­
culo se ilustra muy bien con la
siguiente posición tomada de una
famosa p artida.
.1. Smyslov, V RUS
Zúrich, 1 953
"Pensé durante bastante tiempo"
-precisó V. Smyslov- "Quería
capturar la torre, porque no veía
como ganaban las blancas... "
Y he aquí lo que D. Bronstein
escribió sobre la jugada correcta
que eligieron las negras:
19...dxc4!
"La intuición de Smyslov no le
h izo fracasar. jugó lo mejor, como
se demostró en los análisis. Pero
¿cómo llegó a esta determinación?
... Por supuesto la jugada parecía
implicar un profundo estudio de
la posición.
Para empezar, las negras abrieron
la diagonal a su alfil creando así la
amenaza 20...gxh5 21. '{(yxh5 .tie4.
En segundo lugar, la columna "d"
también se abrió y por ello apare­
ció la posibilidad de llevar la dama
a d5 (en caso de que las circunstan­
cia se lo permitiesen) para presio­
nar sobre el peón d4. En tercer
lugar, y durante un momento, apa­
reció un peón pasado en la colum­
na "e " , con lo cual debería colocar-
Curso de Ajedrez de Zlotnik
se una pieza en c3 y bloquear la
diagonal del peligroso alfil blanco".
El peligro de tomar la torre blan­
ca lo ilustran las variantes
siguientes: 19 ... gxh5 20.�xh5 l"re8
2 l .a4!! Por lo visto, a Smyslov le
escapó esta jugada con la idea de
22.�a3. 2 1 . . .dxc4 (21 . . . '{(yd6!
22.!'1f3! .tig7 [22 ... '{(ye7 23.!'1g3 +
.tig7 24 . .tic 1 '{!yf6 25. .l2,d3 '{(yg6
26. .tixg6±] 23. '{(yxf7+ r:!lhB
24. '{(yxb 7 '{(yc6 25. '{!yxa6 l'!aB
26. '{(yb5 '{(yxb5 27. cxb5 l'!acB
28. .l2,c3±) 22.�xh7+ �f8 23.�a3+
l"re7 24.l"rg3 �e8 2 5 .l"rg8+ �d7
26.l"rxd8+ ganando.
20.l:!.xh7?!
Resistía más 20.�g4 c3! (20... cxb3?
2 1 . !'1xh7 '{(yc7 [21...!'1c2? 22. '{!yf4]
22.!'1h8+ J:!xhB 23. '{(yh4 r:!lg7 24.f4
'{(yc2 25. '{(yh6+ r:!Jf6 26. '{(yg5+ r:!lg7
27. '{(yh6+=) 2 Ulxc3 aS+
20...c3 21.'i'c1 'i'xd4 22.'i'h6
1:11d8
Y las negras ganaron.
E RRO RES MÁS PS ICOLÓGICOS
Q U E AJ E D RECÍSTICOS
En la práctica del juego de aficio­
nados se puede detectar a menu­
do, la falta de concentración y de
atención al juego del rival, lo que
es la causa principal en la mayo­
ría de las derrotas. Es decir, pocas
veces se procede a un cálculo dis­
ciplinado con búsqueda de juga­
das-candidatas, etc.
Sin embargo, algo p arecido ocu­
rre de vez en cuando, y con gran­
des maestros inclusive, ya que
estos errores están relacionadas,
más con nuestra naturaleza
humana, que con el nivel de
juego.
ARM 2511
La Roda, 2004 1!!.061_ _
1.e4 d6 2.d4 g6 3.lt:Jc3 .tg7 4.i..e3
c6 5.'i'd2 b5 6.13 lt:Jd7 7.i..d3 a6
8.g4 c5 9.i..e2 i..b7 10.h4 h6 11.0-
0-0 �es 12.lt:Jh3 'i'a5 13.<iitb1 b4
14.lLld5 e6 15.lLld14 cxd4 16.i.l2
lt:Je7 17.lt:Jd3 lLlc6 18.h5 g5 19.14
gxl4 20.lt:Jhxl4 lt:Jc5 21.lt:Jxc5 dxc5
22.i..c4 lt:Je5 23.'i'e2 .tc6 24. .l:í.h3
.tb5 25. .txb5+ axb5 26.lt:Jd3 lt:Jc4
27. 'ifl3 .l:.a8 28. lLlc1 lt:Jxb2
29.<iitxb2 d3+ 30.<iitb1
D esde la apertura, el negro man­
tuvo una clara ventaj a y aunque
pudo decidir la p artida antes,
ahora también tiene po sición
ganadora. Quizá por ese desarro­
llo tan favorable de la partida, el
GM no halló la concentración
necesaria p ara elegir la única
j ugada que ganab a inmediata­
mente ... y cometió un error fatal.
30....tc3?
Lo correcto era 30 ... b3! 3 1 .l"rxd3
bxa2+ 32.<�Jxa2 �xa2+ 33.�c l c4
34.l"rd7 0-0 con ventaj a decisiva.
31Jbd3 c4
Tamp o co s alvab a 3 1 . . .�a3
32.l"rxc3 bxc3 3 3 .�xc3 �xc3
34.l"rxc3.
32.l:txc3 bxc3 33.'1'16 'i'b4+
34.lLlb3 0-0 35.i.d4 1-0

i Péres, JM ESP 2238
Madrid, 2003 [BSI]
Como a menudo sucede en la vida
cotidiana, la suerte acompaña a
los jugadores que arriesgan. En la
siguiente p artida, una valiente
entrega - aunque no del todo
correcta- llevó a una espectacu­
lar victoria.
1.e4 c5 2.tt::lf3 d6 3.d4 cxd4 4.tt::lxd4
tt::lf6 5.tt::lc3 e6 6.g4 tt::lc6 7.g5 tt::ld7
8.i.e3 i.e7 9.h4 0-0 1 O. 'ii'h5 a6
11.0-0-0 tt::lxd4 12.i.xd4 b5 13 J 1g1
b4 14.tt::ld5!?
Obj etivamente, esta audaz entre­
ga, siguiendo el mo delo de la
famosa p artida Tal-Larsen (mi l O)
de 1 965 que decidió el resultado
del match de Candidatos, es erró­
nea. Sin embargo, dado que llevó
a la victoria en sólo 6 jugadas, es
difícil juzgarla de forma severa.
14...exd5 15.14 .l:!.e8 16.15 g6
17.'ii'g4 i.f8 18.h5 .l:txe4 19.hxg6
19.. . fxg6?
Ganaba 19 ...hxg6 20.'éltg3 (20.'élth3
�es 2 1 .1"\h l 'éltxg5+ 22.�b l Jlg7)
20 �e5 2 l .fxg6 �xg6 22.Jlf6
•.•
'éltb6 23.1"\hl 'élte3+ con ventaj a
decisiva.
El negro ha omitido completa­
mente el fulminante des enlace
que acontece.
Curso de Ajedrez de Zlotnik
20. 'ii'xe4! 1-0
EJ E RC I C IOS PRÁCTICOS
Como el propio A. Kotov recono­
ce, su cap acidad del cálculo mej o ­
ró notablemente trabaj ando con
p artidas de carácter táctico bien
analizadas, intentando imitar el
ambiente de la comp etición
poniendo el reloj y jugando por
un bando que tiene que tomar
varias decisiones. Con el tiempo,
la diferencia entre lo que apunta­
ba él en su cuaderno y lo que
decían los comentarios a dichas
p artidas en los libros, siguió dis­
minuyendo.
Hoy en día, el trabaj o de este tipo
es más fácil ya que la máquina
puede controlar la precisión de
nuestro cálculo mej or que cual­
quier libro. Es decir, cargando
una p artida desde una base de
p artidas y activando el modo de
entrenamiento, podemos progre­
sar en ella apuntando nuestro cál­
culo, de tal manera que lo poda­
mos comparar con el desarrollo
real de la p artida. Todavía sería
mejor hacerlo con las partidas
previamente analizadas por un
colega o entrenador.
Como un ej emplo de este tipo de
entrenamiento, he seleccionado
una p artida propia e incluido 9
preguntas clave.
69
Es curioso recordar que hace ya
1 3 años ofrecí esta p artida, con el
mismo cuestionario, a dos jóve­
nes jugadores holandeses de nivel
preferente. Ambos respondieron
con cierta facilidad a las pregun­
tas ... sin mirar al tablero. Por ello,
no me sorprendió mucho cuando
apenas cuatro años más tarde,
ambos jugaron dignamente en el
famoso torneo de Wijk aan Zee
(grupo B) ... ya con el título de
gran maestro y más de 2600 Elo.
Ofre cemos primero la p artida
íntegra, sin comentarios. En la
página siguiente encontrará las
nueve preguntas del cuestionario,
en forma de Test numerado.
i Sokolov, S RUS
Moscú, 1 976_ ____
1.c4 c6 2.e4 d5 3.exd5 cxd5 4.d4
tt::lf6 5.tt::lc3 e6 6.tt::lf3 i.e7 7.cxd5
tt::l xd5 8.i.d3 0-0 9.0-0 tt::l c6
10.l:te1 tt::lf6 11.i.g5 b6 12.'ife2
i.b7 13. .l:!.ad1 tt::l b4 14.i.b1 l:tc8
15 . tt::l e 5 tt::l bd5 16. 'iVd3 tt::lxc3
17.bxc3 g6 18.'ii'h3 i.d5 19.i.h6
.l:!.e8 20.i.c2 "f/c7 21..l:!.e3 i.xa2
22.i.a4 ,l;¡ed8 23.tt::lc6 .l:!.d5 24J :!.xe6
.id8 25.l:Ide1 fxe6 26.'ii'xe6+ �h8
27.tt::l x d8 'ii'xd8 28. 'ii' f7 tt::l h5
29.l:te8+ 'ii' xe8 30. ..txe8 J::!. f5
31.'ii'xa2 .l:!.xe8 32.g4
Y aquí cayó la bandera de las
negras. 1-0
 Próximo: Entrenamiento en el ¡uego posicional
PDR-116

� Pregunta n° 1 � Pregunta n° 7

I •
• "iV ..t.. • •
j. llJ · � · iL
I
iL �
� :: 'iV
..t.. � � �
:: �
Tras 1 0 ... b6 ¿Cómo obtienen las En una partida de Petrosian, tras ¿Cómo seguir atacando?
blancas clara ventaj a? 16.§d3? �a6 1 7.-tlxdS <tlxdS? 18.�e7
'(J;Jxe7 1 9.l"lh3 �e2 20 ..ilxh7+ ®h8
fueron tablas por perpetuo. ¿Qué no
había visto el campeón mundial?

¿Qué movimiento es mej or: la

Tras las jugadas 10 . . . �d7 1 1 .-tlxdS toma en d8 o el j aque en eS?
exdS 1 2 .-tleS <tlxeS 1 3 .§xe5 �e6
¿Cómo ganar?
¿Por qué 1 7 '(J;Jds I S.'(J;Jh3 §xc3
.••

da ventaj a al blanco?

�
I "iV I <é
' ..t.. . •
�
-- • 1 ·�·
-=- ..t.. llJ iL
- �
� 'iV ¿Qué jugada es la mej or?
� � � �
Indicar la línea ganadora tras
1 2 ... -tld4.
iL :: � (So luciones en la pág. 30)

¿Es buena 1 9.c4?


30
� Así se jugó en Wijk aan Zee
( 1 ) Radj abov, T-Ding Liren
33 ... c3!-+ [ 3 3 .. :-lhds 34.l"l.xd5
.§.xb 2 + 3 S . � c l .§.axa2 36.�d8+
(36.l'fa5!? l'fxe2 37.l'fxa2 l'fxa2
38. lftfxj5±) 36 . . . �h7 3 7.�h4 + = ;
3 3 . . . �f8 34.ihc4 .§. c 6 3 S .�b3oo]
34.�c4 [34.<tlxc3 .§.c6! (34... l'fab6+
35.1ldl !) 3 S.<tld5 (35.l'fc2 lft!J6- +)
35 . . . �xd5 ! 36 . .§.xd5 .§.xb 2 + - + ;
34.�xa6 cxd2 35.�xd2 .§.xb 2 + ]
3 4 cxd2 35.<tlf6+ �fs 36.<tlh7+
•••
�eS! 37.�xf7+ �xf7 3S.�xf5+
�gS 39.�c2 .§.xb2+ 40.�dl
.§.b l+! [40 ... .§.b l + 4 1 .�xd2 .§.xa2+
42.�e3 .§.e l + 43.�f4 .§.xf2 + ] 0- 1
(2) Wesley So-Hou Yifan
57 .§.h4!= (57 . . . a4 5 8.l"l.h2 �g8
• ••
59.l"l.g2+! �h8 60.e7 .§.e4 6 1 .�f7+­
] 5S .§.d2 .§.h6+ 59.�e5 l"l.hl
• (9) Wojtaszek, R-Ding Liren
60.�d6 �es 61 .l"l.g2 .§.di+! 62.�e5
.§.hl ! 63.l"l.g6 �e7 64.l"l.g7+ �es
65.�f6 .§.h6+ 66.�e5 .§.h l Y2-Y2
(3) Giri, A-Jobava, B
36.�f3!+- [36.l"l.h8+ �g7 37 . .§.xb8
�xe4+ 38.�gl .§.xg3 + ! ! 39.fxg3
�e3+! 40.�h2 �e2 + ! (40... lftfj2+
4 1 . lftfg2+-) 4 1 .�g2? (41 . �h l
lftfel +=) 4 1 ...f3 ! ! ; 36.<tld7 �xe4+=;
36.�fl �g7 !oo; 36.�f3 fxg3
(36... l'fg5 37.l'fh8+ �g7 38.l'fxb8)
37.�xg4 �xg4+ 3 8 .�xg4 g2
39.l"l.g5 + ! ] 1 -0
(4) Saric, 1-Vachier Lagrave, M
3 1 .l"l.d2?? [ 3 1 .�c l ! = ] 3 1 . axb2+
••
32.�b l �a2+! [ 3 2 . . . �a2+
33.�xa2 b l �+ 34.�a3 �b3#] 0- 1
(5) Ding Liren-Saric, 1
27.<tlxd5!+ - �xdS [ 2 7 . . . .§.xb 3
28.<tlxe7+ �f8 29.<tlxc6] 2S.�xh3
�e4 29.l"l.acl �gs 30.l"l.c3 iH4
3 1 .�d3 �ds 32.�f5 �xeS 33 .§.cS • 53.<tle5 �xaS 54.g6 �f8 SS.d6 <tlcS
f6 34.l"l.dc l 1 -0
(6) Saric, 1-Van Wely, L
S9 �g2?! [ 8 9 . . . �h3 ! - + 90.�f2
•••
(90.l'fh6+ l'fh4! 91.l'fg6 g4 92. (:Pf2
l'fhB 93. �gl l'faB) 90 ... .§.g2+ 9 1 .�fl
g4 92.l"l.h6+ (92.l'fa6 l'fb2 93.l'fa l
Soluciones
�h2!; 92.l'fg8 l'fa2 93. �gl �g3!)
92 . . . �g3 93 .l"l.a6 .§.b2 94.l"l.a3+
�h2 ! ] 90 .§.g7 .§.g3+? [90 ... �h3 !­
• 57.a6 <tlc6 58.d7+-] 55.g6 �e6
+ ] 9 1 .�e4!= g4 92.l"l.g5! [92.�f4?
.§.f3 + ! 93.�xg4 .§.g3+ ] Yl-Yl
(7) Caruana, F-Hou Yifan
45 <tlxh4+!= 46.gxh4 (46.�h2?
•••
fxg3 + 47.fxg3 <tlfS - + ] 46 f3+ •••
47.�g3 �d6+! 4S.iH4 �g6+!
49.�g5 �d6+ Yl - Yl
(S) Vachier Lagrave, M­
Wojtaszek, R
20.�xd7+!= �xd7 2 1 .<tlxe5+
�xeS 22.�xf5+ �e7 23 .§.d7+ •
�es 24.�xg4 .§.dS 25.f4 .§.xd7
26.�xd7+ �xd7 27.fxe5 l"l.h7
2S.c5 �e6 29.l"l.g4 �xeS 30 .§.a4 a6
• 1 S.�xg6! [ 1 8 . .§.e5!?]
3 1 .cxb6 cxb6 32.�xb6 Yl - Yl
62 b5!!-+ [ 62 . . . .§.d4? 63 .�a6oo]
•••
63.cxb5 c4 64.�e4 c3 65.�f4 .§.d2
0- 1
( 1 0) Wesley So, W-Saric, 1
24.g4!+- [24.�xd5 .§.xeS 2S . .§.xe5
�xeS 26.�xf7+ <tlxf7 27.�xb4±]
24 �f6 25.�xd5 <tlxdS 26.�xdS
•••
<tlc6 27.<tlf3 .§.dS 2S.�e4 1 -0
( 1 1 ) Wesley So-Van Wely, L
27.�b3!+- [ 2 7.<tld5 !
(27... lftfxd5 28. lftfxd5 flxdS
29. .tlxg7+; 27... fle8 28 . .t!h5)
28 . .§.xg7 .§.xg7 29.�xf6; 27.l"l.xg7?
�xg7] 27 �e6
••• [ 2 7 . . . �xb3
28 . .§.xg7! �xg7 29.�g5 + �h8
30.�xf6 + .§.xf6 3 1 .�xf6+ �g8
32.l"l.e l + - ] 2S.�xe6 �xe6 29 .§.e l ! •
[29.<tldS ! + - l 2 9 � f7 30.<tlds <tlhs
•••
3 1 .�xg7+ <tlxg7 32.l"l.e7 1 -0
( 1 2) Jobava, B-Radjabov, T
5 1 . ..�e7? [ S l ...�e8 52.<tlxg6 �c3±
56.f5 �g7 57.�e3 <tlb 7! 5 8 . d7
�d8 ! = ; S l . . .�xe S ! ? 52.fxe5 <tlcS
5 3 .�e3 �e7! 54.�e2! �d7
SS.�d l ! <tla6!! 56.�d2 <tlb4 57.d6
<tlc6 5 8 . a6 <tlxeS 59.a7 <tlc4+
60.�d3 <tlb6 las negras logran
tablas de milagro ] 52.<tlxg6+ �d6
53.<tle5! �xeS 54.fxe5+ �xdS
[54 ... �xe5 SS.g6 �f6 56.d6 <tlb8
56.�g4 <tlc7 57.�h5 �xeS 5S.g7
<tleS 59.gS� <tlf6+ 60.�g5
[60.�g5 <tlxg8 6 1 .a6+- ] 1 -0
� Curso práctico de Zlotnik
[Pregunta 1] l l .<tlxdS �xdS [No
cambia mucho l l ...exdS 1 2.�xh7+
�xh7 1 3 .�c2+ �g8 1 4.�xc6 con
peón de más] 12.�e4 �d6 1 3.<tle5
�b7 1 4.�{4! Y el negro como
mínimo pierde calidad .
[Pregunta 2] 14.�h5 g6 1 5.�h6
�f6 I6.l"l.h5 .§.eS 17.�xh7+ �fs
[Pregunta 3] 12 <tlxd4? 1 3.<tlxd4
•••
�xd4 14 .§.adl �eS 1 5.�xf6 �xf6
•
16.�e4
[Pregunta 4] 16 .§.d3 �a6 17.<tlxd5
•
exdS! 1 S.�xf6 �xf6 19 .§.h3 �xe2 •
20.�xh7+ �hS 21 .�f5+ �h4!-+
Esta fue la jugada que se le escapó
a T. Petrosian.
[Pregunta 5] 17 �d5 I S.�h3 •.•
.§.xc3 1 9.{3!! h6 20.�xf6 �xf6
2 1 .�e4 �xe4 22 .§.xe4 �xe4 •
.§.g8 23.<tld7±
[Pregunta 6] No funciona 1 9.c4
�xc4 20.<tlxc4 .§.xc4 21 .l"l.xe6 por
2I . .§.xd4
••
[ Pregunta 7] 1 9 .§.xe6 �dS •
20 .§.e7! [ Según Houdini, la más
•
fuerte] 20 .§.d7 ••• [20 . . . �xe7?
2 1 .�xc8+ �xc8 22.<tlxe7+ �h8
23.<tlxc8 ] 2 1 .l"l.e3 �d6 22 .§.del +- •
[Pregunta S] 27.<tlxdS! [Un grave
error sería 27.�e8+?? <tlg8 ! - + ]
2 7... �xh2+! 2S.�xh2 [28.�fl ??
�c4+] 2S .§.h5+ 29.�h3 l"l.xh3+
•••
30.�xh3 .§.xdS 3 1 .l"l.e7±
[Pregunta 9] 3 1 .�d7! [ 3 1 .�e7!;
3 1 .�xa2?!] 3 1 .§.xc3 32.g4+-
•••
 Fotos: Vladimir Barsky
I NTRO DU CCIÓN
----
S 1 COMPARAMOS el aje­
drez con la pintura,
entonces podemos afir­
mar que en el juego concreto, tác­
tico, se utilizan básicamente dos
colores que corresponden respec­
tivamente a lo correcto y lo erró­
neo, mientras que en el juego
posicional la variedad de colores
y sobre todo los matices es mucho
más amplia.
Curiosamente, la definición más
precisa de lo que es el ajedrez
posicional la percibí en la Escuela
Superior de Pin tores de Moscú
donde a finales de los años 80 fui
invitado p ara dar una charla
sobre nuestro juego. A mi pregun­
ta ingenua y en cierto modo pro­
vocativa: "¿Por qué un cuadro de
composición compleja o abstrac­
ta, aunque esté muy bien hecho,
tiene menos valor artís tico -al ojo
de un visitante normal y corrien te
de galería del arte- que un cuadro
conocido clásico y que a menudo
con el tiempo incluso pierde su
ND arch iv CC
03 . Entrena miento en el j uego posicional (1)
colorido original?'' La respuesta
me sorprendió por su similitud
con el ajedrez: " Una de las dife­
re ncias q u e exis te e n tre u n a
buena pintura y una pintura clá­
sica es que los matices cromáticos
marcan la diferencia entre ambas,
es decir cuanto más experto es el
observador, más capacidad tiene
para distingu ir los matices. ¡Un
pintor ve, digamos, dos matices
del color negro y otro 20!".
El famoso jugador y didacta de la
primera mitad del siglo pasado R.
Spielmann escribió así sobre la
capacidad de distinguir los mati­
ces ajedrecísticos: "La aplicación
del conocimiento teórico al juego
práctico se basa en la habilidad
permanente de cap tar y valorar la
esencia de la posición, lo que se
asocia con el sentido o tacto posi­
cional.
El tacto posicional es más impor­
tante que cualquier conocimiento
exacto; sirve de columna verte­
bral de la fuerza ajedrecística y
los matices de ella al fin y al cabo,
son los matices del tacto posicio­
nal. El tacto posicional sirve como
una base de todos los planes y los
cálculos. Ello indica al jugador
q u e tie n e q u e hacer: inte n tar
ganar o entablar, atacar o defen­
derse. Este tacto determina tam­
bién la probabilidad de éxito de
una com b inación o de u n a
m a n io b ra. De es ta m a n e ra, la
tarea del cálcu lo se simplifica
enormemente ya que el ajedrecis­
ta va a buscar su suerte solamente
donde hay más chances y no va a
gastar sus esfuerzos inú tilmente.
¡El sentido posicional es el talis­
mán del ajedrecista y su fuerza
práctica es la fuerza de su capaci­
dad de evaluación!".
Más adelante, Spielmann dice que
el tacto posicional es una cuali­
dad innata, una forma del talento
natural que es muy difícil des­
arrollar. Entonces, ¿qué se puede
recomendar a un jugador aficio­
nado que quiere mejorar su juego
posicional?
En primer lugar creo que como
en cualquier actividad humana,
incluido el aj edrez, el conoci­
miento es el primer paso para
conseguir una habilidad práctica.
El segundo paso es la interioriza­
ción, es decir, guardar en la base
interna de conocimiento la esen­
cia de cada ejemplo, subrayando
siempre cuál es el motivo lógico
de cada uno. El tercer paso es,
como siempre en ajedrez, la reso­
lución de ejercicios y el juego
práctico en las posiciones de
corte posicional.
CONOCIMI ENTO
Como es bien sabido, el primero
en llamar la atención sobre los
temas p o sicionales fue A. D.
Philidor con su tesis proverbial:
"Los peones son el alma del aje­
drez". Más adelante, ya en el siglo
XIX, el primer campeón del
mundo W. Steinitz elaboró la pri­
mera teoría científica de ajedrez.
Su tesis básica reza así: "Todo
plan que se elabore debe ser con­
gruente con el carácter de la posi­
ción". Sin embargo, antes de for­
jar un plan es preciso hacer el
recuento de los signos o indicios
que permiten evaluar la posición.
Steinitz definió por sí mismo
estos elementos; tales como
columnas y diagonales abiertas,
estructura de peones, casillas
débiles, disposición de las piezas,
centro, seguridad del rey, etc.
El desarrollo posterior de ajedrez
en el siglo pasado y en el actual
da mucha importancia a los ele­
mentos dinámicos del juego posi­
cional que se interrelacionan con
elementos estáticos. Y para un
jugador contemporáneo es evi­
dente, por ejemplo, que no siem­
pre son malos los peonés dobla­
dos e incluso aislados, como ocu­
rre por ej emplo en 'el orden l .e4
d6 2.d4 <t:lf6 3. -4Jc3 eS!? 4. dxeS
dxeS S. t:Yxd8+ ®xd8 6. .ll c 4
.ll e 6!? 7 .llxe6 fxe6. Aparecieron
• 1 1 . .ia6 ! ? .id3 1 2 . .ib7 i.xf1
varios gambitos desconocidos,
como el Valga, donde a primera
vista el negro entrega peón por
nada: l.d4 <t:lf6 2.c4 eS 3.dS bS!?
4.cxbS a6 S.bxa6 d6, etc.
La teoría moderna del juego posi­
cional habla de elementos ya
mencionados por W. Steinitz y de
otros elementos más modernos y
concretos, además de tratar las
posiciones típicas del medio
juego. Unos y otros van apare­
ciendo constantemente, enrique­
ciendo con nuevos matices la
moderna teoría del juego posicio­
nal. Hay incluso p artidas enteras
donde domina un elemento (tema
estratégico) como por ejemplo el
cambio.
Una buena muestra de ello es la
siguiente partida.
j. Kovacevic, V
J. Kozul, Z
Cto. Yugoslavia, 1 989
1 . d4 tl'lf6 2 . tl'lf3 g6 3 . .ig5 .ig7 4 . e3
0-0 5 . .ie2 c5 6 . tl'lbd2 d6 7 . dxc5
dxc5 8 . 0-0 tl'lc6
A primera vista las blancas no
tienen nada. Como se puede ver
pronto su idea es limitar el .ll g 7 y
crear juego en el flanco de dama.
9 . c3 ! .if5 1 0 . a 4 b6
No es muy lógico mover b7-b6
sin colocar el .ll c 8 en b7.
1 3 . .txa8 'ii'x a8 1 4 . 'ifxf1 .:da
'iV .i. •
i i .t. i
i
... .. .. ...
i i.,
�
� � th
� tD � � �
.: ¡y �
El juego llegó a una posición, en
la que la dama blanca controla la
diagonal fl -a6 y el <t:ld2 puede
entrar en c4. El único defecto de
su posición es que el .llg 5 está
fuera de juego. Desde este punto
de vista, la siguiente jugada blan­
ca es muy lógica ya que el cambio
en f6 además deja al bando negro
con el alfil pasivo.
1 5 . i.xf6 ! i.xf6 1 6 . tl'lc4 'ifb7 1 7 . e4
YUG
'ii' d 7 1 8 . 'ii' e 2 'ife6
YUG
Al fijarse en este diagrama se ve
que las blancas pueden obtener
un mejor final, en el que el <t:lc4 es
más activo que el .ll f6. Para quitar
la presión negra por la columna
"d" es necesario cambiar las
torres. Precisamente por eso, el
rey blanco empieza, con la
siguiente jugada, su marcha hacia
la casilla e l .
1 9 . '�f1 ! .ie5 2 0 . �e1 a6 21 .kld1
.l:.xd 1 + 22 . �xd1 i.c7 23 .tl'lcd2 tl'lb8
24. '�c2 'i!Vc6 25. 'ifc4 e6

72
Las negras están preparadas para
mover b6-b5. Por eso hay que
crear un nuevo punto de tensión
aprovechando el defecto de la
jugada anterior negra.
26 . e5 ! 4:'ld7 27 . "i:Vxa6 Si.xe5
28. 'ifc4 <iÍtg7 29 . h3 i.c7 3 0 . 4:'ld4
'it'd5 31 .4:'lb5 Si.b8? !
Era mucho mejor 3 1 ...�d8!
.t
La transformación de una ventaj a
es uno de los problemas más
complicados en una partida de
aj edrez. Aquí las blancas, cam­
biando las damas, transforman
su ventaj a en el peón p asado ale­
j ado "a".
32 . �xd5 exd5 33 . b4 <it>f6? !
Era mej or 33 ... �e5 34.a5 bxaS
35.bxa5 �b8.
34. 4:'lf3 <it>e7 ? !
Era preferible 3 4. . .�e5.
35. a5± bxa5 3 6 . bxa5 16 '3 7 . <it>b3
- ganar la batalla estratégica hay
i.d6 38. <it>a4 4:'lb8
Curso de Ajedrez de Zlotnik
Según M. Botvinnik, el final de
caballos es una primera aproxi­
mación al final de peones. Por
esta razón, el negro no debería
haber permitido el cambio de su
alfil, pues permite el acceso inme­
diato al rey blanco, para apoyar el
peón pasado de aS.
3 9 . 4Jxd6 ! <iitx d6 40. <iÍtb5 4Jc6 41 . a 6
d4 42 . c4 <it> c 7 43 .<it>xc5
La captura de este peón significa
el fin de la partida.
43 . . . d3 44.4:'ld2 h5 45 .<it>d5 <it>b6
46 . <it>e6 \txa6 47 . <iÍtxf6 <it>a5
48 . <it>xg6 \tb4 49. \tt5 <it>c3 5 0 . 4:'lf1
\txc4 51 . <it>e4 4:'ld4 52. 4:'le3+ <it>c3
53 .4:'ld1 + Wc2 54. Wxd4
1 -0
La partida que acabamos de ver,
con un desarrollo lento y poco
agresivo; · no es típica del aj edrez
moderno actual, donde p ara
que utilizar armas mucho más
sofisticadas, como podemos com­
probar en la siguiente partida.
.i Gelfa nd, B 2733 ISR
i Grischuk, A 2747 RUS
Candidatos, Kazan 2_.� 1
0 1� __
1 . d4 4:'lf6 2 . c4 g6 3 . 4:'lf3 i.g7 4 . g3
d5 5 . cxd5 4Jxd5 6 . Si.g2 4:'lb6 7 .4Jc3
4Jc6 8 . e3 0-0 9 . 0-0 .l:te8 1 0 .�e1 a5
1 1 . 'ife2 i.g4 1 2 . h3 i.e6 1 3 . b3 ! ?
Como dice B . Gelfand, esta jugada
fue una novedad preparada espe­
cialmente para esta partida deci­
siva del match final de candida­
tos.
1 3 . . . a4 1 4 . .l:tb1
Precisamente, en esta j ugada
radica la idea del blanco: dar al
negro la columna "a" donde sin
embargo no hay casillas de inva­
sión ( ! ) y además limitar el �e6
con los peones de b3 y h3.
1 4 . . . axb3 1 5 . axb3 'ifc8 1 6 . <it> h2
l:ta5 ! ?
E n este momento Grischuk deci­
de aprovechar la columna para
trasladar su torre al flanco de rey.
Hay que decir que esta idea no es
habitual en las posiciones con
casi todas las piezas sobre el
tablero.
1 7 . .l:td1 !
Después de una larga pensada,
Gelfand encontró un plan para­
dójico que desarma la idea del
negro.

1 7 . . J:th5 1 8 .lL\h4! .tf6 1 9 . f4 !
Las dos últimas jugadas blancas
desvelan su idea.
La posición es muy complicada y
había otra posibilidad que condu­
cía a un juego incierto: 1 9.Af3
.§.xh4!? ( 1 9 . . . .§.aS 20.<tlg2 ! J.txh3
(20 ... .tlf5 2 1 . b4 l"faB 22. b5) 2 l .b4
.§aS 22.<tlf4 (22.g4!? .t!xg2
23. 'i!lxg2�) 22 ... 1.tfS!? 23.bS <tlxd4
(23... <Da5 24. e4 .tld7 25. <Dfd5)
24.exd4 J.txb l 2S.<tlxb l ) 20.gxh4
l.txh3!?. Y también 1 9.d5 J.txc3
20.dxe6 �xe6 2 1 .e4 .§aS.
1 9 . . . I:f.d8
Si 19 . . . Axh4? 20.gxh4 .§.xh4?
2 l .<;!tg3! .§.hS 22.d.S.. J.txh3 23.1.l.f3
ganando.
WAX
08 2
2 0 . 'ii' f 2
Es una posición crítica de esta
p artida donde p arece que el
negro tiene un buen juego.
20 . . . .txh4?
Realizando esta jugada, Grischuk
seguramente tenía ya en mente la
e ntrega p o s icional de calidad,
pero pasó por alto que el blanco
no está obligado a aceptarla.
Era preferible 20 ... .§.aS 2 l .g4!? (o
2 1 . b4 l"faB 22. b5 <Das 23. e4 .tlb3
24.l"fd2 ittd 7 25. <Df3 e6 26. <De5)
2 l � .. <tlb4 22.�g3 <tla2 23 .<tle4±.
También merecía consideración
20 ... <tldS!? 2 1 .<tlxdS (21 . <De2 .tl.xh4
22.gxh4 f5 23 . .tlf3 l"fh6 24. ittg2)
2 l .. . .§.hxdS 22.1.l.b2 (22. .t!xd5 .t!xd5
23. <Df3 itte 6 con p lena compensa­
ción por calidad. O bien 22. itte2
.t!xh4 23.gxh4 f5) 22 ... .§.bS 23.�e2
.§.hS 24.1.l.f3 .§aS 2 S .l.tc3 .§aS
26.Ag2± Por último, si 20 ... <tlb4
2 l . e4 eS 22 .<tle2 (22. .tle3 cxd4
23.l"fxd4 .t!xd4 24 . .tlxd4 <Dd3
25. itte 3 l"fxd4 26. ittx d4 <Dxf4)
22 . . . cxd4 23 .<tlxd4 <tlc6 24.1.l.e3
<tlxd4 2 S .l.txd4 .§.xd4 26 . .§.xd4
J.txd4 27.�xd4±
21 . gxh4 lL\d5 22 .lL\xd5 �hxd5
Si 22 ... 1.txdS? 23.e4.
23 . .tb2 !
Esta jugada se le escapó a
Grischuk y refuta el plan negro.
Era peor 23.1.txdS? AxdS tomando
el control de las casillas blancas.

74
23 . . . �b5?
Era necesaria 23 .. .f5!? con la idea
de organizar el bloqueo por las
casillas blancas aunque el blanco
mantenía un ataque fuerte tras
24.h5! ®f7 25.lH3 �d7 26.�h4
El.g8 27.El.g 1 ®e8 28.El.a l !
24. 'ii e 2 .l:!.h5
Si 24 ... El.xb3? 25.d5.
25 . e4 .ltxb3 2 6 . �dc1 ltla5 27 . d 5
La ventaj a posicional blanca e s
abrumadora y compensa con cre­
ces el peón entregado.
27 . . . b6 28 . .lte5 c5 2 9 . dxc6 16
30 . .lta1 �c5 31 . �xc5 bxc5 32 . 'iVb5
"flic7 33 Jbb3 ltlxc6 34 . e5 ltld4
35 . 'ifc4+
1 -0
Los dos siguientes ej emplos pose­
en el mismo tema estrat-égico: el
cambio de alfil activo por un
caballo a primera vista pasivo.
Curiosamente, aparecen en el
mismo número 1 1 2 de PdR.
Curso de Aiedrez de Zlotnik
i Abal, L 2137 ESP
i Suárez, J 2303 ESP
Cto. España sub- 1 8, 2014
El campeón de España sub - 1 8 se
decide por un cambio de un alfil
ap arentemente bueno, por un
caballo algo pasivo.
Es posible que el joven jugador
gallego ya tuviera en mente la
imagen de un conocido final de
caballo contra alfil con los peones
bloqueados d4-d5, y que por pri­
mera vez llamó atención al públi­
co en general en la partida Saidy­
Fischer, USA 1 964. Por lo menos,
el plan que Julio llevó a cabo en el
final de esta partida es muy pare­
cido al realizado por R. Fischer.
1 7 . . . .ltxh2+! 1 8 . <it>xh2 Vi'd6+ 1 9 . g3
�xe2 2 0 . Vi'xe2 l:te8 21 . 'ii' l3 �d8
22 . ne 1 .l:txe1 23 . jLxe1 'ii b 6
24 . ltlxd5 ltlxd5 2 5 . 'ifl5 'ii' d 8
26 . .t a 5 b6 2 7 . .ltc3 ltlc7 28. �e5
ltld5 2 9 :it>g2 � d 7 3 0 . <;Íth2 16
31 . 'ife2 ltlc7 32 . 'iVe4 'iVe6
33. 'ii14 'ii d 7 34. 'ii e 4 ltle6 35 . Vi'l5
'ifd5 36 . 'ifxd5 cxd5 37 .c¡t>g2 c¡t>17
38. h4 g5 39. hxg5 hxg5 40.<it>l3 15
41 . <it>e3 c¡t>15 42 . .ltb4
Como demostró R. Fischer, y lo
repite aquí J. Suárez, el plan negro
está relacionado con el avance de
los peones del flanco de rey, segui­
do del cerco de su rey al peón d4 y
su posterior eliminación.
42 . . . 14+ 43 . gx14 ltlx14 44 . .ltd6 ltle6
45 . 13 ltld8 46 . b4 b5 47 . .ltc5 a6
48 . .ltb6 ltle6 49 . .ta5 <¡t>15 50 . .ltb6
g4! 51 .1xg4+ c¡t>xg4 52 . .ltc5 ltlg7
53 . .ltl8 ltl15+ 54 . c¡t>d3 <iit13 55. jLc5
ltle3 56 . .te7 ltlg4 57 . a 4 ltl12+
58. <iit c 3 <iit e 4 59. axb5 axb5 60. <it>d2
ltlh3 61 . i.. l 6 ltl14 62 . i.. h8 ltle6
63 . <it>c3 <it>e3 64 . .tl6 ltl14
65 . .tg5 <it>e4 66. <it>d2 ltle6 67 . .te3
ltlxd4-+ 68 . .ltl2 ltl13+ 69. <it>e2 d4
70 . .tg3 d3+ 71 . c¡t>d1 c¡t>d4 72 . .td6
c¡t>c3 73 . .ltl8 <iit c 4 74 . .lte7 ltld4
75. <¡t>d2 ltl15 76 . .ltc5 ltlg3 77. <iit e 3
c¡t>c3
0-1
 Próxima: E ntrenamiento juego posicional (11}
PDR-117

.l Illescas, M 2607 ESP � Ejercicio n ° 1

.l Gonzalez, B 2458 ESP

Op_en de Benasque, 2014

.E .E •
i i .t i
"" i i
i ¿j i,¡)
¿j
, 8 t'¡j ..t ¿j
Jt ¿j ¿j
: : � ¿Cuál es mejor: l ... c4 o l ... .Q.g4?

El GM M. Illescas explica los

motivos de su siguiente jugada � Ejercicio n° 2
así: "Al profundizar en la posición
he llegado a una conclusión sor­
prenden te: debía cam b iar m i
orgu lloso y activo alfil d e e2 por
su es túp ido caba llo de a6. La
razón es bien clara: una vez insta­
lado en b4 su caballo dejaría de
ser estúpido, pasando a controlar
un montón de importantes casi­
llas blancas".

La partida continuó:
¿Cuál es mejor: 1 ... 4Jxd3 o l ... lfe7?
29 . .ltxa 6 ! l:1.xa6 3 0 .l2Je4 l:taa8
31 . l2Jc5 b6 32 . lDb7
� Ejercicio n° 3
Con mejor juego blanco.
1. ..
�'
Hay que decir que, en general, el .E 'iV .. . h6 7 . j
tema del cambio de alfil por caba­
i i i i i
llo tiene un montón de matices y La V a
por supuesto una rica historia, .t i ' ' ""
S\dO \l
plena de momentos estelares en "" de\ !l1
la práctica al más alto nivel.
¡¡ ¿j ¿j l a.rT '

EJ E RCI CIOS ¿j ¿j Jt ¿j t'¡j

S.
A continuación, ofrezco tres ¿j ¿j ¿j o

ej emplos didácticos, basados en

las partidas de una j ovencísima
: ..t : �
Sabrina Vega en el mundial sub­ ¿Cuál es mejor: l ... d5 o 1 ... �d7?
l O, celebrado en Cannes . '1 997.

(Soluciones en la página 96).

r:;

(1
 (7) Marrero López- Arabidze
� Así se jugo en Sochi 20 §d l + 2 I .<i!tf2 �e4!-+ 22.�xfS+ [22.i.th6
•••

( 1 ) Ozturk - Khotenashvili �e l #] 22 <i!txfS 23.ilh6+ <i!teS 24.§xdl �h4+

•••

29 .'�a7! [29 ... §xb2 30:{¡j"xd6=; 29 . . . §b6 30.�c4

•• 25.§g3 �xh6- + [0- 1 jug. 34] 0- 1
�xb2 3 1 .hS� ] 30.�d3 [ 30.�fl ? §xg3 + - + ;
30.�xd6? §b6!- +] 3 0 §xb2 3 1 .�f4? [ 3 1 .ilc2
••• (S) Javakhishvili - Tan Zhongyi
�eS 32.§c l hS+] 31 §xf2! 32.�xf2 ild4 [ (0- 1
.•• 52 § d l ?? [S2 ... §xf6! S3.gxf6 a l � 54.f7+ <i!tf8
•••

jug. 42) ] 0- 1 S S .g7+ �xg7+ - + ] 5 3 .§e5! § d6? [ 5 3 . . . 4:Je7!

S4.§c7!±] 54.§el ! § e 6 SS.§h l ! 1 -0
(2) Khurtsidze - Kovalevskaya
l l ... �b6! [ l l . . . d4 1 2 .�xf6 �xf6 (12... dxc3 (9) Ushenina - Sebag
13 ..ti.xc3) 1 3 .4:Je4 �fs 1 4.a3! �xe4 1 S. axb4 �b6 44 §d5+! 45.<i!txa6 §fS! 46.§xf5 <i!txf5 47.e4+!
•••

1 6.ilg2 = ] 1 2.e3 4:Je4! -+ 1 3.4:Jxe4 [ 1 3.�c l 4:JxgS
1 4.4:JxgS �g6!; 1 3 .�e2 4:Jd3 + ! 1 4.�xd3 �xb2
l S .§b l �xf2 + 1 6. <i!t d l �xf3 + - + ] 1 3 dxe4 •••
1 4.§d l [ 1 4.4:Jd4 4:Jd3+ 1 S.i.txd3 �b4; 1 4.4:JeS
4:Jc2+ 1 S.�xc2 �b4+ 1 6.<i!te2 �bS + ! 1 7.�c4
ilg4+ 1 8. f3 �xc4+ 1 9 .4:Jxc4 ilxf3 + 20.<i!tf2
ilxh l -+ ] 14 4:Jd3 + 1 5.i.txd3 �b4-+ 1 6.�xe4
•••
�xd2+ 1 7.§xd2 �e6 I S.§d4 0-0 1 9.0-0 i.txe4
20.§xe4 �e6 2 I .§f4 f6 22.4:Jd4 �d7 0- 1
<i!teS! [47 ... <i!txe4? 48.<i!tb6] 4S.<i!tb6 h4 49.a5 h3
50.a6 h2 5 1 .a7 h l � 52.aS� �xe4 53.�eS+ <i!tfs
54.�d7+ <i!teS 55.�b5+ �d5! 56.f3 �xb5+
57.<i!txb5 <i!td4 5S.<i!te6 <i!te3 59.f4 gxf4 60.gxf4
<i!txf4 V2-V2
( 1 0) Muzyehuk- Koneru
26.�d2!! §fS [26 ... §xd2 27.§e8#] 27.ild5+ �xd5
2S.�xd5+ <i!thS 29. �f7! 1 -0

(3) Cori- Lei Tingj ie ( 1 1 ) Zhao Xue - Pogonina

1 5 4:Jxd4! 1 6.exd4 §xd4 1 7.§e4 §xe4 I S.ilxe4
•.•
i.td7! 1 9.4:Je5 [ 1 9.i.tb3 §c8 20.0-0 �xa4 2 1 .ilxa4
§c4+ ] 1 9 §eS! 20.4:Jxd7 §xe4 2 1 .ilg5 §e7!
•••
22.4:JbS §eS 23.4:Jd7 ild4! 24.ilf4 f6 25.<i!te2 §dS
26.4:Jxf6+ [26.§d l §xd7 27.i.te3 eS-+] 26...�xf6+
[(0- 1 jug. 68) ] 0- 1
41 §b l ! 42.�a5 [42.§xb l �xe4+
••• 43 .<i!th3
�xb l - + ] 42 �d38 43.<i!th3 §b2
••• 44.�e7
[44.�a7 §e2! 4S.§xe2 �xe2 46.�e3 �fl + !
47.<i!th4 �g2! 48.h3 h6! 49.<i!tg4 h S + SO.<i!th4 f6
S l .g4 hxg4 52.hxg4 �h2+ S3.�h3 gS+ 54.<i!thS
�xh3#; 44.<i!tg2 �d4- + ] 44 §xf2 45.�xd6 �e3
•••

46.§b l �eS+ 0- 1
(4) Zhukova- Gaponenko
27.4:Jfl ? [27.ilf4!!+- gxf4 (27... �g6 28.!Jfh2 gxf4 ( 1 2) Koneru - Muzyehuk
29.!Jh6+ 'r!lf7 30.g5+-) 28.g5 f3 (28...fxe3 29.gxf6+ 35 4:Jd3!-+ [35 ... 4:Jxd7? 36.§f2 §xe l + 37.�xe l +­
•••

!Jxf6 30.!Jg2+) 2 9 .�xf3 exf3 30.4:Jxf3 ! 4:JcS ] 36.ildS!? [36.§xd3 �xg2#] 36 §xe l + 37.�xe l
•••

3 1 .gxf6 + �xf6 3 2 .§g2+ <i!tf7 3 3 .§h7+ <i!te8 �eS+ 3S.<i!tfl 4:Jxe l 39.<i!txe l � e l + 40.<i!te2
34.�xf6 §xf6 3 S .§g8+ §f8 36.§xf8 + <i!txf8 �a6+ 4I .<i!te3 �e l + 0- 1
37.§h8 + + - ] 27 <i!tg6oo [0- 1 jug. 49]
•••

� Ejercicios C urso Zlotnik

(5) Muzyehuk- Yuan Yuanling
1 S.�g6! [ 1 8.�f7 �xf7 1 9.4:Jxf7+ <i!tg7 20.gxfS±; (1) Ej ercicio no 1
1 8.4:Jf7+ <i!tg8 1 9 .4:Jh6+ <i!tf8 20.4:Jxf5±] I S §xg5
••• l ••• ilg4! [ con idea de doblar peones en f3, dej an­
1 9.�xg5! �g7 20.ild3 [20.�h4! i.td7 2 1 .g5 4:Jg8 do fuera de j uego al �g3 ] .
22 .ild3 + - ] 20 ild7? [ 2 0 . . . e S ! 2 1 . dxeS dxeS
•••

22.�xg7+ <i!txg7 23 .4:Jxe 5 ± ] 2 1 .�xg7+ <i!txg7 (2) Ej ercicio no 2

22.g5 1 -0 l . ..§e7! [manteniendo la posición cerrada. La
toma en d3 lleva a un final perdido ] .
(6) Shen Yang - Kosteniuk
23 4:Je5! 24.dxe5 [ 24.�xb4 4::l <J 3+ ] 24 ilxd2+
••• ••• ( 1 9) Ej ercicio no 3
25.<i!txd2 �xe5 26.<i!tcl d4!- + 27.exd4 §xd4 l . ..�d7! [ l ...dS? 2.4:JeS ! ] .
2S.<i!tb l §d2 29.h5 gS 30.h6 <i!tbS 3 I .§dl §dxf2
32.§he 1 <i!teS 33.a3 §_e S ' 34. �l>4 e3 35. � d4
� Concurso PDR
�xd4 36.§xd4 §f4 37.§d3 ·e2 3S.<i!te2 §xg4
39.<i!td2 §ge4 40.§g3 §dS+ 4 1 .<i!te2 §dS 0- 1 El Caballo está visto desde la base del mismo, y
s olo se aprecia el perfil de la cresta y el morro.
Curso práctico de Zlotnik
Lucha Caballo vs Alfil (II)
Es muy didáctico recordar aquí
dos partidas de T. Petrosian. La
primera de ellas es su única victo-
ria en el match semifinal de
Candidatos que le permitió retar
a R. Fischer en el match final. Y la
segunda es precisamente el
Waterloo de Petrosian, lo que
abrió camino a R. Fischer para
conquistar la corona mundial.
p Petrosian, T URSS
p Kortschnoj, V
URSS
Match Candidatos, Moscú 1971
-?lTr-Tr-Mk
Zpp?-Wq-?p
-?n?-Sn-?
Vl-Zp-Zpp?-
-?PZp-?-SN
ZPP?P?-ZP-
R?-SN-ZPLZP
?-VLQTR-MK-
Esta posición jugó un papel deci-
sivo en el match de aspirantes al
título mundial disputado entre
estos dos grandes jugadores.
 MI Boris Zlotnik
 ND Archiv CC
03. Entrenamiento en el juego posicional (II)
Se diría que la rígida formación
de las piezas blancas y la ventaja
espacial de las negras conceden
mejores chances al último bando.
Pero la sutil evaluación posicio-
nal de Petrosian le permitió
hallar un plan original, como
resultado del cual la posición
blanca se hizo más flexible, con-
virtiendo a la negra en una nube
de humo. Siguió:
12.B4! CXB4 13.¤B3 ¥B6
Si 13...¥c7, es bueno, sencilla-
mente, 14.axb4.
14.¥XC6!
-?lTr-Tr-Mk
Zpp?-Wq-?p
-VlL?-Sn-?
?-?-Zpp?-
-ZpPZp-?-SN
ZPN?P?-ZP-
R?-?-ZP-ZP
?-VLQTR-MK-
Un eslabón importante en el plan
blanco, ya que este inusual cam-
bio debilita el peón e5.
14...BXC6 15.AXB4 A6 16.¤F3 E4
17.C5 ¥C7 18.¤FXD4 £F7
-?lTr-Tr-Mk
?-Vl-?q?p
p?p?-Sn-?
?-ZP-?p?-
-ZP-SNp?-?
?N?P?-ZP-
R?-?-ZP-ZP
?-VLQTR-MK-
Parece que a pesar del peón de
menos el negro tiene cierta com-
pensación por la presión sobre la
columna "d" y la pareja de alfiles.
Sin embargo, las dos siguientes
jugadas de Petrosian aclaran la
posición.
19.¦D2! ¥D7 20.¥B2!
Las blancas neutralizaron la pre-
sión sobre la columna "d" y apun-
tando al rey negro ganan un
tiempo valioso.
20...¢G8 21.¤A5
Eliminando la pareja de alfiles
negra por la amenaza al peón c6.
 BORIS ZLOTNIK

-?-Tr-Trk? G6 19.CXB5 AXB5 20.¥B2 ¤B6
?-Vll?q?p 21.¤EF3 ¦A8 22.A3 ¤A5 23.£D1
£F7 24.A4 BXA4 25.BXA4 C4 26.DXC4
p?p?-Sn-? ¤BXC4 27.¤XC4 ¤XC4 28.£E2
SN-ZP-?p?- ¤XB2 29.£XB2 ¦FB8 30.£A2 ¥B4
-ZP-SNp?-? 31.£XF7+ ¢XF7 32.¦C7+ ¢E6
33.G4 ¥C3 34.¦A2 ¦C8 35.¦XC8
?-?P?-ZP- ¦XC8 36.A5 ¦A8 37.A6 ¦A7 38.¢F1
-VL-TR-ZP-ZP G5 39.¢E2 ¢D6 40.¢D3 ¢C5
?-?QTR-MK- 41.¤G1 ¢B5
21...¥XA5 22.BXA5 ¦B8 23.¥A1 -?-?-?-?
¦FE8 24.¦DE2 £H5 25.£D2 ¢F7 Tr-?-?-?p
26.H4 EXD3 27.£XD3 F4 28.¤F3
¦XE2 29.¦XE2 £XC5 30.¤E5+ ¢F8
P?-?-Zp-?
contra el alfil limitado por sus
propios peones compensa la pér-
dida del peón a6. Así se lo comen-
taron al excampeón del mundo,
añadiendo que iban a concretar
detalles por la mañana. Sin
embargo, aquella noche T.
Petrosian no pudo dormir bien
analizando la posición a la ciega y
de vez en cuando colocando pie-
zas sobre el tablero. Su famoso
fino tacto posicional le descubrió
la verdad: ¡hacer tablas, si es posi-
ble (!) era muy, muy difícil!

31.¤XD7+ ?k?-Zp-Zp- 42.¤E2

1–0
Yugoslavia,
p 1988
Petrosian, T
p Fischer, R
Final Candidatos, Buenos Aires 1971
1.¤F3 C5 2.B3 D5 3.¥B2 F6 4.C4 D4
5.D3 E5 6.E3 ¤E7 7.¥E2 ¤EC6
8.¤BD2 ¥E7 9.0–0 0–0 10.E4 A6
11.¤E1 B5 12.¥G4 ¥XG4 13.£XG4
£C8 14.£E2 ¤D7 15.¤C2 ¦B8
16.¦FC1 £E8 17.¥A3 ¥D6 18.¤E1
-?-ZpP?P?
?-VlK?-?-
R?-?-ZP-ZP
?-?-?-SN-
URSS
USA
En esta posición, Petrosian tuvo
que dejar su jugada secreta. Sus
analistas, los GM Y. Averbakh (un
conocido experto en finales) y A.
Suetin, tras salir de la sala de
juego le aseguraron que la posi-
ción era de tablas, ya que en esta
posición bloqueada el caballo
Según análisis posteriores (impo-
sibles de realizar sin la ayuda del
ordenador), el blanco podía obte-
ner buenas posibilidades de sal-
vación mediante 42.f4!! gxf4
(42...exf4? 43.¤f3 ¦xa6 44.¦xa6
¢xa6 45.e5 fxe5 46.¤xg5) 43.g5
fxg5 44.¤f3 g4 45.¤xe5 h5
46.¤g6 f3 47.e5.
42...¥A5 43.¦B2+ ¢XA6 44.¦B1
¦C7 45.¦B2 ¥E1 46.F3 ¢A5 47.¦C2
¦B7 48.¦A2+ ¢B5 49.¦B2+ ¥B4
50.¦A2 ¦C7 51.¦A1 ¦C8 52.¦A7

Momento de la reanudación de la sexta partida de la histórica Final de Candidatos de 1971, celebrada en

Buenos Aires entre Petrosian y Fischer. Tras esta derrota, el excampeón mundial soviético sucumbió por 6,5 a 2,5.

ENTRENAMIENTO EN EL JUEGO POSICIONAL (II) 71

BORIS ZLOTNIK
52...¥A5
-?r?-?-?
TR-?-?-?p
-?-?-Zp-?
Vlk?-Zp-Zp-
-?-ZpP?P?
?-?K?P?-
-?-?N?-ZP
?-?-?-?-
53.¦D7 ¥B6 54.¦D5+ ¥C5 55.¤C1
¢A4 56.¦D7 ¥B4 57.¤E2 ¢B3
58.¦B7 ¦A8 59.¦XH7 ¦A1
60.¤XD4+ EXD4 61.¢XD4 ¦D1+
62.¢E3 ¥C5+ 63.¢E2 ¦H1 64.H4
¢C4 65.H5 ¦H2+ 66.¢E1 ¢D3
0–1
El hecho de ver derrotado uno de
sus conceptos posicionales favo-
ritos, tuvo nefastas consecuencias
en el juego posterior de T.
Petrosian en el match, perdiendo
las tres siguientes partidas ense-
guida. Este desenlace demuestra
que la dificultad de los problemas
posicionales puede ser tan alta,
que incluso las mejores mentes
de nuestro mundillo no son capa-
ces de valorarlas adecuadamente.
En este sentido, es muy llamativo
el siguiente comentario de G.
Kaspárov sobre la jugada 14... c4?!
en la famosa partida Botvinnik-
Capablanca, AVRO 1938: "La deci-
sión de Capablanca tiene una
clara razón histórica: a lo largo de
toda su carrera, el excampeón
mundial (de 50 años) nunca se
había enfrentado al concepto
"factores dinámicos latentes", y su
intuición única y rica experiencia
no le bastaron para detectar la
existencia del peligro derivado de
la posición resultante".
72
SENTIDO COMÚN Y LÓGICA
La utilización de la lógica en la
toma de decisiones posicionales
ya la hemos visto en la partida
Illescas-González (PDR-116 pág.
75). Siguiendo este tema, quiero
enseñar al lector dos posiciones
que ofrecí para su solución en el
año 1993 al joven Boris Gelfand,
quien al mes siguiente tenía que
participar en el torneo Interzonal
en Biel.
Yugoslavia,
p 1988
Filipowicz, A
p Zlotnik, B
Varsovia, 1980
1.E4 E6 2.D4 D5 3.¤C3 ¥B4 4.¤GE2
DXE4 5.A3 ¥E7 6.¤XE4 ¤F6
7.¤2G3 ¤C6 8.C3 0–0 9.F4
r?lWq-Trk?
ZppZp-VlpZpp
-?n?pSn-?
?-?-?-?-
-?-ZPNZP-?
ZP-ZP-?-SN-
-ZP-?-?PZP
TR-VLQMKL?R
Precisamente, esta fue la primera
posición que ofrecí a B. Gelfand.
Recuerdo muy vivamente que al
realizar rápidamente esta jugada
mi rival se levantó con un aspecto
triunfante. Al volver a Moscú
comprendí por qué: en uno de los
últimos Informadores yugoslavos
(¡la biblia de aquellos años!) esta-
ba publicada su partida con 9.f4
donde él ganó demostrando las
ventajas de la posición blanca. A
primera vista, el negro está mal
ya que no tiene ni ...e5 ni ...c5. Hay
que decir que en aquellos años
estaba escribiendo mi primer
libro sobre la Defensa Francesa,
lo que subrayó mi disgusto con-
migo mismo.
CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ
Sin embargo, al reflexionar un
poco sobre la posición, me asaltó
la primera duda: yo no había
hecho nada malo para quedar tan
pasivo. Eso me llevó al siguiente
paso, para pensar ya en detalle
sobre lo ocurrido. Valorando lo
positivo de la maniobra ¥f8–b4–
e7, que en principio parece la pér-
dida de un tiempo, comprendí
que la compensación está en la
debilidad de la casilla b3 (!) y la
única pieza que puede llegar allí
es el ¤c6. Siguiendo este razona-
miento, encontré la solución de
POL
esta posición.
RUS
9...¤XE4!
9...b6 10.¥d3 ¥b7 11.0–0 £d5
12.¤xf6+ ¥xf6 13.¥e4 £d7
14.£f3 ¦ab8 15.¥e3 ¤a5 16.¥xb7
¤xb7 17.f5 ¤d6 18.fxe6 fxe6
19.£g4 ¤c4 20.¥h6 ¢h8 21.¤h5
¥xd4+ 22.£xd4 £xd4+ 23.cxd4
gxh6 24.¦fc1 ¤e3 25.¦xc7 ¦bd8
26.¦e1 ¦xd4 27.h3 ¤d5 28.¦xa7
¦g8 29.¦xe6 ¦d2 30.g4 ¦c8 31.¦e1
¦d8 32.¦d7 ¦f8 33.¤f6 ¤xf6
34.¦xd2 ¢g7 35.¦e7+ ¢g6 36.¦d6
h5 37.¦xb6 hxg4 38.¦ee6 h5
39.¦xf6+ ¦xf6 40.¦xf6+ ¢xf6
41.hxg4 hxg4 42.¢g2 1–0
Filipowicz-Rajna, Warsaw 1978.
10.¤XE4 £D5 11.£F3
Es importante ver que no valía
11.¥d3 por 11...f5.
11...¤A5! 12.¥D3 ¤B3 13.¦B1
¤XC1 14.¦XC1
r?l?-Trk?
ZppZp-VlpZpp
-?-?p?-?
?-?q?-?-
-?-ZPNZP-?
ZP-ZPL?Q?-
-ZP-?-?PZP
?-TR-MK-?R
Con posición igualada.
La partida pronto acabó en tablas mente gana quien inventa más.
en el match Varsovia-Moscú. Pero Hay que añadir además que...
entre bambalinas, quedó lo que ¡gracias a este paradójico movi-
podría haber sucedido: miento encontré 4 jugadas más
tarde la jugada ganadora!
14...B6!? 15.¤F6+ ¥XF6 16.¥E4
£A2 17.¥XA8 ¥A6 9...G6 10.¤C3 D6 11.¥F4 £G7
12.¤D5 F6
L?-?-Trk?
Zp-Zp-?pZpp r?l?kVl-Tr
lZp-?pVl-? ZppZp-?-Wqp
?-?-?-?- -?-Zp-Zpp?
-?-ZP-ZP-? ?-SnN?-?-
ZP-ZP-?Q?- -?P?-VL-?
qZP-?-?PZP ?-?-?-ZP-
?-TR-MK-?R PZP-?PZPLZP
TR-?QMK-?R
Debido a los problemas del blan-
co para enrocar y la caída inevita- No cabe duda de que el blanco
ble del peón b2, la posición negra está mejor, pero imaginar que se
parece muy prometedora. Hay puede ganar en una sola jugada
que decir que una posición pare- (!) parece una exageración, pero
cida tuvo lugar en la partida así es:
Shirasi-Jussupow, Saint John,
1989 que se analiza en uno de 13.¥D2!!
libros publicados por Arthur con Y la partida no duró mucho, ya
M. Dvoretsky. que el negro inevitablemente
pierde material, pues se amenaza
Yugoslavia,
p 1988 tanto 13.¤xf6+! £xf6 14.¥c3,
Zlotnik, B RUS
p López de Turiso, J como la inmediata 13.¥c3.
ESP

Open de Oviedo, 1991 En cambio no funcionaba

1.D4 ¤F6 2.C4 E5 3.DXE5 ¤E4 4.¤F3
¤C6 5.G3 £E7 6.¥G2 ¤XE5
7.¤BD2 ¤C5 8.¤XE5 £XE5
9.¤B1!?
13.£d4? ¤e6 14.£c3 (14.£xf6?!
c6 15.£xg7 ¥xg7 16.¤c3 ¤xf4
17.gxf4 ¥e6) 14...¤xf4 15.¤xf4
(15.gxf4 c6 16.£e3+ ¢d8 17.¤c3
g5) 15...f5.

r?l?kVl-Tr Es evidente que, en ambos casos,

ZppZpp?pZpp la decisión posicional acertada
-?-?-?-? tiene relación con el desarrollo de
las dos últimas partidas, aunque
?-Sn-Wq-?- la búsqueda de esta decisión fue
-?P?-?-? bastante distinta.
?-?-?-ZP-
PZP-?PZPLZP
TRNVLQMK-?R Gelfand resolvió
Puede que no sea la mejor pero los dos ejercicios
en una partida práctica habitual- con gran facilidad,
mostrando su
buena forma.
BORIS ZLOTNIK
En el primer caso fue una refle-
xión lógica y en el segundo, una
mezcla de un flash y la repetición
de un movimiento hacia atrás
como 9.¤b1!?
Hay que decir que B. Gelfand
resolvió estos dos ejercicios con
gran facilidad y especialmente me
sorprendió en el primer ejercicio,
ya que Boris no es jugador de
Francesa. Quizás estas soluciones
demostraron su buena forma y en
particular su fino tacto posicio-
nal, lo que le permitió al cabo de
unas semanas ganar el Torneo
Interzonal.
A menudo, los jugadores aficio-
nados me preguntan si se puede
valorar la posición en base a algu-
nos indicios determinados. En mi
opinión creo que no.
Sin embargo, puedo dar un par de
recomendaciones:
1 La primera es para los princi-
piantes, aunque es igualmente
válido para jugadores más
avanzados: habitualmente hay
que atacar el peón o la pieza
más avanzada del rival y si no
puedes hacerlo directamente,
Gran aficionado a las variantes del ajedrez clásico, Donner enseña
un “ajedrez tridimensional” a unos sonrientes Smyslov y Portisch,
en presencia de un jovencísimo Timman (Wijk aan Zee, 1972).
entonces hay que atacar su
base de apoyo. Curiosamente y
según mi experiencia, este con-
sejo muy simple sirve en
muchos casos.
2 La segunda recomendación, ya
para los jugadores consolida-
dos, es incluir en su reflexión -
antes de tomar una decisión- la
pregunta: ¿qué quiere mi rival?
En un principio es una pregun-
ta muy lógica, pues se supone
que ya sabemos lo que quere-
mos hacer para nuestro bando.
Ignorar las intenciones del
rival se castiga muy severa-
mente en ajedrez.
p Smyslov, V
p Kortschnoj, V
Riga, 1975
-?-?-Vlk?
?p?qSnl?p
-?-?-?p?
?P?-?p?-
-?-VL-?-?
?-WQ-?-ZPP
r?-?NZPLMK
?-?-TR-?-
29.£E3!
Esta jugada no solamente preten-
de crear el famoso tren £+¥ por
la diagonal a1–h8 sino también
impidir la toma en b5 por 30.¤c3.
29...¥D5 30.¤C3 ¥XG2 31.¢XG2
¦A8 32.£E5 ¢F7 33.£H8
Era más contundente 33.£f6+!
¢e8 34.£h8 ¦d8 35.¥c5 ganando.
33...£D6 34.£XH7+ ¢E8
Y sin prisa, V. Smyslov realizó su
ventaja.
35.¥E5
35.¥h8! era decisiva.
r?-?kVl-?
URSS ?p?-Sn-?Q
URSS -?-Wq-?p?
?P?-VLp?-
-?-?-?-?
?-SN-?-ZPP
-?-?-ZPK?
?-?-TR-?-
35...£E6 36.¦E3 £F7 37.£H4 ¦D8
38.¥F6 ¦D6 39.¥XE7 ¥XE7
40.£H8+ £F8 41.£E5 ¢F7
42.¤D5 ¥D8 43.H4 ¢G8 44.H5
1–0
EJERCICIOS
Como colofón, les ofrezco nueve
posiciones tomadas de la práctica
magistral de los campeones del
mundo. Tómese el tiempo que
necesite e intente resolverlas.
(Soluciones en la página 96).
 BORIS ZLOTNIK

¶ Ejercicio nº 1 ¶ Ejercicio nº 2 ¶ Ejercicio nº 3

r?-?-Trn? r?-?r?k? r?-?-Trk?

Zpp?-?pMkp ZplZp-?-Zpn Zpp?-?pZpp
-?-Wqp?p? -Zp-Zp-Wq-Zp -SnnTR-?-?
?l?nSN-?- ?-?-?p?P ?-?-Zp-?-
-?-ZPL?-? -?P?-?PSn -?-?P?l?
?-?-?N?- ZP-ZPPZpPWQN ?PSN-?NZP-
PZP-WQ-ZPPZP -VL-?P?-? P?-TR-ZPLZP
?-TR-TR-MK- TR-?-?RMKL ?-?-?-MK-
Las blancas juegan Las blancas juegan Las blancas juegan
y obtienen ventaja. y obtienen ventaja. y obtienen ventaja.

¶ Ejercicio nº 4 ¶ Ejercicio nº 5 ¶ Ejercicio nº 6

-?r?-Snk? r?-Wq-Trk? r?-Tr-?k?

?pTr-Wql?p ?pSn-?pVl- ?q?pVl-Zpp
p?p?-Zpp? -?n?l?-Zp p?l?pSn-?
?-SNp?-?- Zp-Zp-Zp-ZpP ?p?-?-VL-
PZP-ZP-?-? P?NZpP?-? -?P?-?-?
?-TRLZP-ZP- ?-ZPP?-ZP- ?-SN-?P?-
-?Q?-ZPP? -ZP-SNLZP-? PZPLWQ-?PZP
?-TR-?-MK- TR-VLQTR-MK- ?K?RTR-?-
Las blancas juegan Las blancas juegan Las blancas juegan
y obtienen ventaja. y obtienen ventaja. y obtienen ventaja.

¶ Ejercicio nº 7 ¶ Ejercicio nº 8 ¶ Ejercicio nº 9

-?kTrr?-? -?-?-?rMk r?-Wqr?k?

ZppWqn?p?- TR-?-?-Vlp ?pZp-?-Vlp
-?p?l?-Zp -?-?-?-? p?n?l?p?
?-?-?-?- ?p?-Tr-Wq- ?-Zp-Zp-?-
-?N?-Zp-ZP -?-?-Zp-? -?-?P?-?
?-?L?Q?- ?-ZP-ZpP?Q ?PZPPSNN?-
PZPP?-ZPP? -ZP-?L?PZP PVL-?-?PZP
?K?RTR-?- ?-?R?-MK- TR-?-WQR?K
Las blancas juegan Las negras juegan Las negras juegan
y obtienen ventaja. y obtienen ventaja. y obtienen mejores perspectivas.

ENTRENAMIENTO EN EL JUEGO POSICIONAL (II) 75

SOLUCIONES
¶ Test de Táctica
(1) Estudio de Troitsky
1.a8¦! [1.a8¤ b6=] 1...b6 2.¦a5!
bxa5 3.b6 a4 4.b7 a3 5.b8£ a2
6.£b7#
(2) Gurvich - Pampin
1.£xd8+! ¢xd8 2.0–0–0+ ¢e8
3.¤xb5 1–0
(3) Alekhine - Reshevsky
1.¦xb8+! [1.£xe5?? £xg2#]
1...¢xb8 2.£xe5+ fxe5 [2...¢a8
3.¦a1+; 2...¢c8 3.£c7#] 3.¦f8+ 1–0
(4) Fernández García - Illescas
33...¤h3! [33...¥g3 34.¤e5 g6μ;
33...¤d3?! 34.¦xd6!] 34.¥xh3
[34.£e3 ¤f4+ 35.¢f1 ¤xe6
36.£xe6 £h1+ 37.¢e2 ¥f4–+]
34...£g3+ 35.¢f1 £xh3+ 36.¢f2
£xe6 0–1
(5) Ejercicio de Kotov
1.£xb5! [1.c4?! ¤d4±] 1...£xb5
2.c4! £d7 3.¦xg7+ ¢h8 4.¦g8+!
[4.¦xf7++–] 4...¢xg8 5.¦g1+ £g4
6.¦xg4# 1–0
(6) NN - Nardus
1...£xf1+! [1...¤f6μ] 2.¢xf1
¤d2+! [2...¦d1+ 3.¢e2 ¤g3+
(3...¤c3+ 4.¢f3) 4.¢xd1 ¤xf5]
3.¢g1 ¦e1+ 4.¢h2 ¤f1+ 5.¢g1
¤g3+ 6.¢h2 ¤xf5 0–1
(7) Ejercicio de Savin
1.¤d7+! [1.¥d7 ¦d8 2.¥xe6
fxe6±] 1...¥xd7 2.£xc8+! ¥xc8
3.¦e8# 1–0
(8) Ejercicio de Savin
2.¤f6+! gxf6 [2...¢h8 3.£xh7#]
3.¦g1+ ¢h8 4.£xh7+! [4.¦h5 f5
5.£c3+ f6 6.¦xh7+ ¢xh7 7.£h3#]
4...¢xh7 5.¦h5# 1–0
(9) Illescas - Urday
37.¦xe6! ¦xe6 38.£d5 £f7
[38...¢f7 39.¦e3 £d7 40.¦xe6 £xe6
(40...¦c5 41.¥xc5!) 41.£xc6+–;
38...£d7 39.¦e3] 39.£xc6+– 1–0
96
(10) Granberg - Gubnitsky
1.¤d7!! [1.¤f7+ ¦xf7 2.gxf7 g5!
3.¦xf6 ¢g7÷] 1...¥xd7 [1...¦axd7
2.¦xh3#] 2.¦f3! [2.b6 ¥e6! 3.bxa7
¥xd5 4.¦xh3+ ¢g8 5.¦d3! ¤c6
6.¦f5! ¥e4 7.¦xd8+ ¤xd8
8.¦xc5+–] 2...¥e6 3.¦fxh3+ ¥xh3
[3...¢g8 4.¦h8#] 4.¦xh3#
(11) Estudio de Prokes
1.¥d1!! [1.¥a4? b5; 1.d6 b5 2.¥g8
h5μ] 1...¥xd1 [1...¢b5 2.¥xg4
¢c5 3.¥f3+–; 1...¥d7 2.b4+ ¢b5
3.¥e2#] 2.f5! [2.d6? ¥g4] 2...gxf5
[2...¥f3 3.d6 ¥c6 4.f6+–] 3.d6 ¥a4
4.b4+ ¢b5 5.d7+– 1–0
(12) Kaspárov - Short
35.¤xh6! ¥f6 [35...¤xh6 36.£g5+
¢h7 37.¥c2! f6 38.£g6+ ¢h8
39.£xh6+ ¢g8 40.¦e4] 36.¥xf7!
[36.¥xf7 ¤xh6 (36...¦xf7 37.£g6+)
37.£g6+ ¢h8 38.£xh6#] 1–0
(13) Estudio de Antov
1.¥c8! [1.¦b7 ¦xb7 2.¥xb7 ¥f7
3.¥d5 ¥g6 4.e6 ¢f6=] 1...¥xc8
2.e6+ ¢g6 3.¦g5+!! ¢f6 4.¦f5+!
¢xf5 5.exf7 1–0
(14) Gil González - Illescas
21...¤b8! [21...¥a6 22.¥xc6 ¥xf1
23.¥xa8 ¥d3=] 22.¥c4 [22.£xa8
¥b7 23.£a7 ¥d5–+] 22...¦aa7!
[22...£c7?? 23.f5!±] 23.f5?!
[23.£xe4 ¢g7 24.¥xf7 ¦xf7μ]
23...gxf5–+ 24.¦ad1 [24.¦ab1
¥a6–+] 24...¢g7 25.£d2 ¦f6
26.£g5+ ¢h8 0–1
(15) Ejercicio de Illescas
1.¥f8!! [1.¦f3 ¦e1+ (1...f4 2.g4?
¦e1+ (2...¦e3=) 3.¢f2 ¦e2+!)
2.¢f2 ¦e2+!? 3.¢f1! (3.¢xe2 £e6+
4.¢f2 £g6! 5.¦h3+ ¢g7! 6.¥e5+
f6–+) 3...¦e1+ 4.¢f2!=; 1.£h5+
¢g7 2.£g5+ ¢h7 3.£h5+=]
1...¦xf8 2.¦f3 f4 3.g4!! [3.¦h3+??
£xh3 4.gxh3 ¦g8] 3...fxg3
[3...£xg4+ 4.£xg4 ¦g8 5.¦h3#]
4.¦xg3! [4.£h5+? ¢g7 5.¦xg3+
¢f6] 4...¤f4 5.£g7# 1–0
GM MIGUEL ILLESCAS
¶ Curso Zlotnik
(1) Capablanca – Alekhine
(Moscú, 1913)
1.¥xd5! exd5 2.£a5 a6 3.£c7 con
clara ventaja blanca.
(2) Botvinnik – Smyslov
(Moscú, 1964)
1.f4! ¥xh1 2.g5 hxg5 3.fxg5 £e5
4.£xh4 ¥c6 5.¦f4 con clara ven-
taja blanca.
(3) Smyslov – Aronin
(Moscú, 1966)
1.¦xc6! bxc6 2.¤xe5 ¥e6
3.¤xc6± ¦fe8? [Resistía más
3...¥d7!?] 4.¤b5 ganando.
(4) Tal – Savon
(Baku, 1972)
1.¤xb7! ¦xb7 2.¥xa6 ¦a8 3.¥xb7
£xb7 4.£b3 con clara ventaja
blanca.
(5) Petrosian - Van den Berg
(Wijk aan Zee, 1971)
1.¥g4!! dxc3 2.bxc3 £xd3 3.¥xe6
¤xe6 4.¦e3 £d8 5.¦b1 ¦b8
6.£e2 con clara ventaja blanca.
(6) Kárpov – Adams
(Dos Hermanas, 1993)
1.¤d5! ¥xd5 2.cxd5 ¤xd5 3.¥e4!
¥xg5 4.£xg5 £b6 5.¥xd5±
(7) Kaspárov – Anand
(Linares, 1998)
1.¥f5! ¤f8 2.£h5 con clara ven-
taja blanca.
(8) Leko – Krámnik
(Linares, 2004)
1...£g6! 2.¦ad7? [2.¥d3? e2;
2.¢h1! ¦h5 3.¦a6 ¦xh3 4.¦xg6
hxg6 5.gxh3 ¦b8³] 2...¦h5 3.¦7d6
£c2–+
(9) McShane – Carlsen
(Moscú, 2012)
1...a5! [1...£xd3? 2.¦d1 £b5
(2...£xe4?? 3.¤g5) 3.¤g5±] 2.¦d1
a4 con ligera ventaja negra.
Curso práctico de Zlotnik
4. Creatividad ajedrecística
D E LAS MUCHAS defini-
ciones del término crea-
tividad que existen po-
demos sacar dos conclusiones
principales:
1 La creatividad tiene como
resultado algo nuevo.
2 Todo el mundo tiene esta cuali-
dad, pero en una manera y
medida diferente.
Aplicando el término creatividad
a nuestro juego podemos decir
que la propia naturaleza del aje-
drez, donde las excepciones son
muy frecuentes y parecen mucho
más abundantes que en otras acti-
vidades humanas, constituye un
campo natural de entrenamiento
de esta faceta.
Siguiendo con las conclusiones ya
indicadas se puede ver que cada
jugador, independientemente de
su nivel, puede ser creativo en
mayor o menor medida. Esto
explica lo atractivo y didáctica-
mente valioso que es nuestro
juego. No cabe duda de que la
creatividad tiene una relación
muy estrecha con la belleza.
 MI Boris Zlotnik
 ND Archiv CC
En el ajedrez esta belleza radica
en la contradicción entre lo habi-
tual y lo inesperado. Un final
artístico, o estudio, es la expresión
máxima de la belleza en el ajedrez
por sus finos secretos.
La capacidad de sorprender tiene
varias caras. Supongo que a
muchos amantes del ajedrez les
causaría muy fuerte impresión el
famoso estudio de R. Réti:
-?-?-?-MK
?-?-?-?-
k?P?-?-?
?-?-?-?p
-?-?-?-?
?-?-?-?-
-?-?-?-?
?-?-?-?-
Donde el rey blanco hace la espec-
tacular ruta ¢h8-g7-f6-e5, demos-
trando que en ajedrez se pueden
matar dos pájaros de un tiro. Es
curioso que, seis años más tarde,
R. Réti lo modificó para darnos
una sorpresa todavía mayor:
¶ Réti, R. (1928)
-?-?-?-?
?-?-?-Zp-
k?P?-Zp-Zp
?-?-?-?K
-?-?-?-?
?-?-?-?-
-?-?-?-?
?-?-?-?-
El sentido común protesta contra
el enunciado “Blancas juegan y
hacen tablas”. Sin embargo, utili-
zando el mismo método que en el
estudio anterior, el rey blanco
hace un milagro. Evidentemente
la paradoja de la salvación reside
en la peculiar geometría del table-
ro de ajedrez donde, para el rey,
¡la ruta diagonal es igual que la
línea recta!
1.¢G6 ¢B6 2.¢XG7 H5 3.¢XF6 H4
4.¢E5 H3 5.¢D6 H2 6.C7 H1£
7.C8£=

¶ Réti, R. (1929)
-?-?-?-?
?-?-MK-?-
-?-?-?-?
?-?pMk-?-
-?-TR-?-?
?-?-?-?-
-?-?-?-?
?-?-?-?-
Si en el estudio anterior la belleza
paradójica radicaba en la geome-
tría del tablero, en este caso la
idea es otra. Para ganar, el blanco
ha de perder tiempo (!), lo que no
es nada evidente. Basta decir que,
cuando Réti publicó este estudio,
el famoso GM Spielmann1 excla-
mó que ningún maestro sería
capaz de encontrar esta solución
durante una partida viva.
1.¦D2!!
Gana también 1.¦d3!! Sin embar-
go, la evidente 1.¦d1? d4 2.¢d7
¢d5! 3.¢c7 ¢c5 4.¢b7 (o 4.¦d2
¢c4 5.¢c6 d3) 4...¢c4 5.¦c1+ ¢b3
lleva a tablas.
1...D4 2.¦D1 ¢D5 3.¢D7
¡La clave! Hay que mantener la
oposición de los reyes. El monarca
blanco espera adónde va su opo-
nente para dirigirse al lado opues-
to:
3...¢C4
3...¢e4 4.¢c6 ¢e3 5.¢c5 d3 6.¢c4
d2 7.¢c3
4.¢E6 ¢C3 5.¢E5 D3 6.¢E4 D2
7.¢E3+–
El siguiente estudio nos muestra
otra clase de sorpresa. Se trata de
una posición final de Troitzky2
donde... ¡dama y peón no pueden
ganar contra solamente un caba-
llo y dos peones! Y, además, ¡en su
turno de juego!
¶ Troitzky, A. (1910)
-SN-?-?-?
Vl-?-?-?-
-?-?-?-?
?-?-?-?p
-?-Zp-?-Mk
?-?-?P?-
-?-?-?PMK
?-?-?-?-
1.¤C6!!
1.¤d7? d3 2.¤f6 ¥b8+! (2...d2?
3.g3+ ¢g5 4.¤e4+) 3.¢g1 d2–+
1...D3 2.¤XA7 D2 3.¤B5 D1£
4.¤C3 £D6+ 5.¢H1
Y, tras la inevitable ¤e4, el blanco
crea una fortaleza inexpugnable.
La figura de R. Réti es muy intere-
sante, ya que su extraordinaria
creatividad en los estudios se
manifestaba también en el juego
práctico. Como es conocido, fue
uno de los creadores del hipermo-
dernismo en ajedrez y su apertura
1.¤f3 d5 2.g3/c4 es un modelo de
nuevas ideas sobre el concepto de
centro.
Afortunadamente siempre había
(y hoy en día también hay) juga-
dores que buscan algo más que
ganar un punto. Sabemos perfec-
tamente que son pocos y, ¡ojo, no
son los más fuertes!, pero precisa-
mente ellos dan brillo a nuestro
juego. Entre los jugadores con un
estilo original del pasado, aunque
no demasiado lejano, destaca la
figura de Rashid Nezhmetdinov3,
que era poco conocido en Occi-
dente porque casi no jugaba fuera
de la U.R.S.S.
Los jugadores con un estilo origi-
nal a menudo lo son también en la
vida cotidiana. Y Nezhmetdinov
era precisamente uno de ellos:
varias veces campeón de Rusia de
CREATIVIDAD AJEDRECÍSTICA
BORIS ZLOTNIK
ajedrez y, además, subcampeón
de Rusia de damas (!), profesor de
matemáticas y poseedor de una
memoria fotográfica: era capaz de
reproducir al detalle una página
que acabase de leer. Además fue
reconocido como entrenador
emérito de la U.R.S.S.
Rashid fue autor de la entrega de
dos piezas menores por dama. Por
ejemplo, en la famosa partida
Bobotsov - Tal, 1958, el futuro
campeón del mundo se valió
como modelo de una partida que
Nezhmetdinov jugó dos años
antes.
En la partida Nezhmetdinov -
Chernikov, 1962, Rashid demostró
este tipo de sacrificio en la varian-
te del Dragón Acelerado de la
Siciliana.
Hay que decir que el resultado
particular entre Tal y Nezhmet-
dinov fue de 3 a 1 a favor de
Rashid, pero resulta más llamati-
vo aún que sus tres victorias...
¡obtuvieron el Premio de Belleza!
Es más, a la siguiente partida, una
de las más brillantes en toda la
historia del ajedrez, le fue dedica-
do un tríptico de cuadros (!) de la
pintora soviética G. Satonina.
Rashid Nezhmetdinov (1912-1974)
65
BORIS ZLOTNIK

p Polugaevsky, L URSS
p Nezhmetdinov, R URSS

Campeonato de la URSS, Sochi 1958

1.D4 ¤F6 2.C4 D6 3.¤C3 E5 4.E4

La jugada habitual es 4.¤f3. Sin
embargo la textual tiene sus parti-
darios, ya que lleva a una especie
de estructura Maróczy, aunque
con el peón negro en c7 en vez de
en e7. El defecto principal de este
orden de jugadas es la pérdida de
tiempo, lo que se demuestra con
la respuesta negra.

4...EXD4 5.£XD4 ¤C6 6.£D2 G6

7.B3 ¥G7 8.¥B2 0–0 9.¥D3 ¤G4
Tríptico de Galina Satonina con el que fue premiado Nezhmetdinov.
r?lWq-Trk?
ZppZp-?pVlp 10...¤ge5?! 11.¥e2 seguido de f2– £xg3 con jaque perpetuo. Sin
-?nZp-?p? f4 remarcaría el peso de la ventaja
de espacio blanca.
embargo, como indicó Nunn,
mediante 22.¢h1 £h4+ 23.¢g1
?-?-?-?- ¥h3! 24.£e1 £xe1 25.¦fxe1 ¤xd3
-?P?P?n? 11.¤G3 ¤GE5 las negras podrían obtener un
?PSNL?-?- 11...f5!? mejor final.

PVL-WQ-ZPPZP 12.0–0 F5 17...FXG3 18.HXG3 £H3 19.F4 ¥E6!!

TR-?-MK-SNR En el caso de 12...¤g4 13.h3 ¤xf2
14.£xf2 ¥d4 L. Polugaevsky pla-
Esta jugada subraya la ventaja neaba el sacrificio de dama por
negra de desarrollo e indica que
las casillas negras son el área de
dos piezas menores, en el estilo de
Nezhmetdinov: 15.£xd4! ¤xd4
su dominio. 16.¤d5 £xg3 17.¥xd4 f5 18.¦f3÷
10.¤GE2 13.F3 ¥H6 14.£D1 F4 15.¤GE2 G5
10.¤f3 ¤ge5 11.¥e2 ¤xf3+ 16.¤D5 G4 17.G3
12.¥xf3 ¤d4 13.¥d1 f5 14.0–0.
r?l?-Trk?
10...£H4! ZppZp-?-?p
Esta salida temprana de la dama
negra corresponde al estilo diná-
-?nZp-?-Vl
mico de Nezhmetdinov y, por ?-?NSn-?-
supuesto, tiene razones concretas: -?P?PZppWq
?P?L?PZP-
PVL-?N?-ZP
Casi desconoci-
TR-?Q?RMK-
do en Occidente, La única defensa, ya que 17.¤xc7
pierde por 17...g3 18.h3 ¥xh3!
Nezhmetdinov fue Nezhmetdinov rechazó ahora
uno de los jugado- 17...£h3 por 18.¤exf4 ¥xf4
res más brillantes 19.¤xf4 ¦xf4 20.gxf4 g3 21.hxg3
del siglo XX.
CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ
r?-?-Trk?
ZppZp-?-?p
-?nZpl?-Vl
?-?NSn-?-
-?P?PZPp?
?P?L?-ZPq
PVL-?N?-?
TR-?Q?RMK-
Tras la obvia 19...¤f3+ 20.¢f2
£h2+ 21.¢e3 el rey blanco escapa-
ría. La textual es un ejemplo de
entrega intuitiva aunque, evidente-
mente, Nezhmetdinov calculaba en
este momento muchas variantes.
20.¥C2?
Probablemente una jugada perde-
dora. Demuestra la complejidad
extrema de la posición la siguien-
te variante: 20.¥b1!? ¥xd5 21.cxd5
¤e7 22.¢f2 ¦xf4!! 23. gxf4 ¤7g6! y,
a pesar de tener una torre de más,

es poco probable que el blanco
pueda aguantar. Por ello es mejor
21.£xd5!? ¦f7 22.¥c3 ¦e8 23.¥c2
aunque en este caso también las
negras tienen buenas posibilida-
des de ataque.
20...¦F7 21.¢F2 £H2+ 22.¢E3
¥XD5 23.CXD5 ¤B4 24.¦H1
r?-?-?k?
ZppZp-?r?p
-?-Zp-?-Vl
?-?PSn-?-
-Sn-?PZPp?
?P?-MK-ZP-
PVLL?N?-Wq
TR-?Q?-?R
A primera vista las blancas ganan
pieza, pero Nezhmetdinov la tenía
en mente cuando jugó 19...¥e6!!
24...¦XF4!! 25.¦XH2
Tras una larga reflexión,
Polugaevsky llega a la conclusión
de que su posición ya está perdida
y que la partida será conocida
para todo el mundo ajedrecístico.
La variante 25.¤xf4 ¤xc2+ subra-
yaría las carencias de 20.¥c2?
25...¦F3+ 26.¢D4 ¥G7 27.A4
Defendiéndose de la amenaza
27...b5 seguido de 28...¤c4+
27...C5+ 28.DXC6 BXC6 29.¥D3
¤EXD3+ 30.¢C4 D5+ 31.EXD5 CXD5+
32.¢B5 ¦B8+ 33.¢A5 ¤C6+
-Tr-?-?k?
Zp-?-?-Vlp
-?n?-?-?
MK-?p?-?-
P?-?-?p?
?P?n?rZP-
-VL-?N?-TR
TR-?Q?-?-
BORIS ZLOTNIK
Tras 34.¢a6 las negras pueden r?lWqk?nTr
dar mate con tres jugadas diferen- ZppZp-?pVlp
tes.
-?-?-?p?
0–1 ?-?-?-?-
-?pZP-?-?
Otro representante del estilo crea-
tivo y poco habitual hoy en día es
?P?-ZP-?-
el GM ruso K. Chernyshov. En la P?-?L?PZP
vida cotidiana es también muy TRNVLQ?RMK-
original. Por ejemplo, escribía
cuentos para sus hijos y los rega- ¡A partir de aquí en el tablero
laba a sus amigos, daba clases de
ajedrez gratis en su ciudad natal
reina la magia! Si 10.¥xc4 ¤h6
11.¤c3 0–0! 12.£f3 ¤f5=
de Voronezh y entró en el partido
comunista (que en la Rusia de hoy 10...¤H6
no está bien visto). 10...cxb3 11.£xb3 f5 12.¥c4 ¤h6
13.¤c3ƒ; 10...¤e7!?
Aunque últimamente juega poco,
pues dedica más tiempo al trabajo 11.¥A3
de entrenador, sigue compitiendo. De repente el blanco tiene un ata-
Y, cuando lo hace, lucha en cada que fuerte al rey enemigo, lo que
partida diciendo que, para él, el seguramente fue una sorpresa
ajedrez es una forma de autoex- para V. Epishin.
presión artística. ¡Se enfada
muchísimo con las partidas ama- 11...£G5
ñadas! Veamos dos de sus parti- 11...¤f5 12.¥xc4 ¥e6 13.¥xe6 fxe6
das, donde se impuso de una 14.£f3 £d5 15.¤c3 £xf3 16.¦xf3
manera poco habitual a dos GMs ¤xe3 17.¦xe3 ¥xd4 18.¢f2÷
de primera fila.
12.¦F4 ¤F5
p Chernyshov, K 12...cxb3? 13.£xb3 f5 (13...£xf4?!
RUS 2536
p Epishin, V 14.exf4 ¥xd4+ 15.¢h1 ¥xa1
RUS 2579
16.¤c3±) 14.¥a6 bxa6 15.£d5 ¦b8
Campeonato de Rusia, Elistá 2001 16.¦e4+ fxe4 17.£xg5±
1.F4!?
No es una jugada habitual para el Konstantin Chernyshov (2001)
nivel del Campeonato de Rusia.
1...D5 2.¤F3 G6 3.E3 ¥G7 4.¥E2
¤D7 5.0–0 E5
V. Epishin era en aquellos años el
analista de A. Kárpov. Juega la
apertura con mucha precisión,
avanzando rápidamente en el cen-
tro y parece que poniendo en
duda la primera jugada blanca.
6.FXE5 ¤XE5 7.¤XE5 ¥XE5 8.D4
¥G7 9.C4 DXC4 10.B3!!
CREATIVIDAD AJEDRECÍSTICA 67
BORIS ZLOTNIK

13.H4!? La posición final, con la dama Parece que las piezas blancas sean
Aumentando la tensión y asu- negra cazada y el rey en el centro, conducidas por un jugador prin-
miendo aún más riesgo. Pero era es muy pintoresca. cipiante...
mejor 13.£d2!
1–0 7...¤A6 8.£A3
13...¤XH4?
La máquina aconseja 13...£g3! p Chernyshov, K
r?lWqk?-Tr
ZppZp-?pVlp
RUS 2536
14.¥f3 ¥e6 15.£d2 ¥h6 con ven- p Beliavsky, A SLO 2638
taja negra, pero no somos ordena-
dores y jugamos de otra manera. Campeonato de Europa, Ohrid 2001
n?-?-?p?
?N?p?p?-
1.D4 ¤F6 2.¤C3!? -?-ZP-?-?
14.£F1 ¤F5?!
14...cxb3 15.axb3 ¥e6 16.£f2 ¤f5
De nuevo una apertura poco
común.
WQ-?-?-?-
17.¤c3 0–0–0÷ PZPP?PZPPZP
2...D5 3.¥G5 G6 4.¥XF6 EXF6 TR-?-MKLSNR
15.£F3 C6 16.¤D2 ¢D8? 5.£D3!?
Error, pero ya en una posición A primera vista es una jugada de ¡Increíble! Tres jugadas con dama
difícil. Era necesario 16...cxb3 truco barato: 5...¥f5? 6.£b5+ de las ocho realizadas. El deseo de
17.axb3 (17.¤e4!? £d8 18.¦xf5 castigar el juego del blanco es evi-
(18.axb3 ¤xd4!–+) 18...b2 19.¦f1 5...F5!? dente, pero la pregunta es: ¿cómo?
¥xf5 20.¤d6+ £xd6 21.¥xd6 b1£
22.¦xb1 ¥xb1 23.¥a6 ¦d8 24.¥c5 rSnlWqkVl-Tr 8...C5?!
bxa6 25.£xc6+ ¦d7= 26.£a8+ ZppZp-?p?p Parece que con esta jugada A.
¦d8 27.£b7±) 17...¥f8.
-?-?-?p? Beliavsky sobrevalora su posi-
ción. Era preferible 8...£e7!? 9.e3
17.¤E4 £H6 ?-?p?p?- £f8 (9...£xa3 10.¤xa3 f4!?). O
17...£h5 18.£f2 £h6 19.g4± -?-ZP-?-? bien 8...f4!?; 8...¥f8! jugada que

18.G4! ¤XD4
?-SNQ?-?- recomienda K. Chernyshov.

18...¤h4 19.£g3 f6 20.g5 fxg5 PZPP?PZPPZP 9.DXC5 0–0 10.E3 £E7 11.¤D6!
21.¦f7+– TR-?-MKLSNR ¡La clave! El ¤d6 apoyado por c5
es muy fuerte y el negro tiene que
19.¦D1 F5 ¿Qué jugada hacer ahora? A mí continuar la lucha táctica lo que,
19...¥xg4 20.£xg4 f5 21.£g3 ¥e5 difícilmente se me ocurriría la sin embargo, lleva a un final ven-
22.¥xc4 fxe4 23.¦f8+! ¦xf8 siguiente jugada de K. tajoso para el blanco.
24.¦xd4++– Chernyshov, especialmente jugan-
do contra el gran A. Beliavsky, 11...¤XC5
20.G5 £H5 cuatro veces campeón de la 11...d4?! 12.¥xa6 bxa6 13.0–0–0
20...fxe4 21.gxh6 exf3 22.hxg7+– U.R.S.S. dxe3 14.£xe3 ¥e6 15.¤f3 ¦ab8
16.¤d4±
21.£G2 Una alternativa era 5...¥g7 6.e4
dxe4 7.£xe4+ ¢f8 (7...£e7 12.£XC5 ¦D8
r?lMk-?-Tr 8.£xe7+ ¢xe7 9.0–0–0). 12...¥e5? 13.¤e4
Zpp?-?-Vlp
6.£G3!? ¥G7 13.0–0–0
-?p?-?p? 6...¥d6?! 7.£e3+ ¥e7 8.£e5 0–0 13.¤xb7? £xb7
?-?-?pZPq 9.¤xd5 ¥d6 10.£e3²
-?pSnNTR-? 13...£XD6
7.¤B5!?
VLP?-ZP-?- Como comentaba el propio K.
13...¦xd6? 14.¦xd5 ¥f8 15.¦xd6
£xd6 16.£xd6 ¥xd6 17.¤f3±;
P?-?L?Q? Chernyshov, tras esta jugada la 13...£f6! 14.c3 ¦xd6÷
?-?R?-MK- cara de A. Beliavsky fue un
poema.

68 CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ


14.£XD6 ¦XD6 15.¤F3
r?l?-?k?
Zpp?-?pVlp
-?-Tr-?p?
?-?p?p?-
-?-?-?-?
?-?-ZPN?-
PZPP?-ZPPZP
?-MKR?L?R
La situación se ha estabilizado y
las blancas tienen ventaja posicio-
nal por los defectos en la cadena
de peones del rival.
15...B5!? 16.¤D4
16.¥xb5? ¦b6 17.¦xd5 ¥e6.
16...B4 17.¥E2 ¥E6 18.¦D3 A5
19.¦HD1 A4 20.¥F3 ¦A5?!
20...a3!? 21.bxa3 ¦xa3 22.¦xa3
bxa3 23.¦d3 ¦a6 24.¦b3²
21.A3!
Forzando el cambio en a3, lo que
crea otra debilidad tocable en a4.
La del texto es superior a 21.¤e2
a3 22.b3.
21...BXA3 22.¦XA3 ¦B6 23.C3
¥F8?!
23...¦aa6 24.¥e2
24.B4! ¦A8 25.¢D2
25.¤xe6? fxe6 26.¦xd5 ¦c8!
25...F4 26.¦DA1 FXE3+ 27.FXE3 ¥D7
28.¥XD5+–
Un peón de más y el potente ¥d5
no dejan esperanza a las negras.
28...¦E8 29.¦F1 ¦E7 30.¢D3 ¥G7
31.E4 ¥E8 32.¦A2 ¦C7 33.¦B1 ¥F8
34.B5 A3 35.C4 ¥C5 36.¤C2 ¦A7
37.¦BA1 ¢G7 38.¦XA3! ¥XA3
39.¦XA3 ¦C7 40.¤D4 ¦B8 41.¦A6
¢F8 42.B6 ¦C5 43.¢C3
1–0
BORIS ZLOTNIK
En el ajedrez moderno varias 11.£C3 C5 12.¤E4?!
novedades en la apertura nacen
con la participación del ordena- r?-WqkVl-Tr
dor y la siguiente partida muestra Zp-?p?pZp-
una de ellas. El GM I. Kovalenko,
que acabó de ganar el Memorial
lZp-?p?-Sn
Najdorf en Varsovia superando Sn-ZpPZP-?-
por primera vez la barrera de -?P?-?-Zp
2.700 puntos de Elo, es también
partidario de buscar caminos
?-WQ-?NZPL
nuevos en la apertura, dispuesto PZP-SN-ZP-ZP
asumir un riesgo elevado en sus TR-VL-MK-?R
partidas. Es curioso que, en este
torneo, jugó dos veces un orden La posición es irracional y, por
poco habitual contra la Siciliana: ello, no es sorprendente que el
1.e4 c5 2.¥e2!?, ganando en ambas blanco cometa un error. Lo
ocasiones. correcto era 12.¤xh4 ¥b7
(12...¥e7 13.¤hf3 0–0 14.d6 ¥g5
p Sunilduth, N 15.¥g2 ¥xd2+ 16.¥xd2 ¤f5 17.b3
IND 2475
p Kovalenko, I ¥b7 18.0–0±) 13.£d3 b5 14.b3
LAT 2682
bxc4 15.bxc4 ¥e7 16.¤hf3 exd5
Memorial Najdorf, Varsovia 2015 17.cxd5 c4 18.£e4±
1.D4 ¤F6 2.C4 E6 3.¤F3 B6 4.G3 12...¥XC4 13.¥G5 £C8 14.¤D6+
¥A6 5.£B3 ¤C6 6.¤BD2 H5! ¥XD6 15.EXD6 ¢F8?
15...0–0! 16.dxe6 ¥xe6 17.¥xh6
r?-WqkVl-Tr gxh6 18.¥xe6 £e8 19.0–0 fxe6
Zp-Zpp?pZp- 20.¤xh4 £f7=
lZpn?pSn-? 16.GXH4 ¤G8 17.¦G1 F6 18.¤E5
?-?-?-?p £E8 19.0–0–0 ¥XA2 20.DXE6 ¤B3+
-?PZP-?-? 21.¢C2 ¤D4+ 22.¦XD4 CXD4
?Q?-?NZP- r?-?qMknTr
PZP-SNPZP-ZP Zp-?p?-Zp-
TR-VL-MKL?R -Zp-ZPPZp-?
¡Una jugada increíble! Su autor, el ?-?-SN-VL-
GM D. Navara, explica así su naci- -?-Zp-?-ZP
miento: “¡No es mi idea, lo descu-
brió Houdini4 3! Comentando la
?-WQ-?-?L
partida Navara - Mareco, de la lZPK?-ZP-ZP
Copa del Mundo 2013, me fijé en ?-?-?-TR-
que el módulo dudaba entre 6...h5
7.¥g2 h4 y 6...¤a5 7.£a4 £c8 8.e4 Esta lucha tan inusual parece que
£b7 como si estuviera diciéndo- agotó a ambos rivales pero, como
nos: ¡bienvenidos al ajedrez post- decía S. Tartakower, gana la parti-
moderno!” da quien comete el penúltimo
error.
7.E4 H4 8.E5 ¤G4 9.¥H3 ¤H6?!
9...f5! 23.E7+?
Ganaba 23.¥xf6! ¤xf6 24.e7+ ¢g8
10.D5 ¤A5? 25.¦xg7+ ¢xg7 26.£g3+
10...exd5 11.cxd5 ¤b4
CREATIVIDAD AJEDRECÍSTICA 69
BORIS ZLOTNIK
23...¤XE7 24.DXE7+? £XE7
25.¤G6+ ¢F7 26.¤XH8+ ¦XH8
27.£F3
-?-?-?-Tr
Zp-?pWqkZp-
-Zp-?-Zp-?
?-?-?-VL-
-?-Zp-?-ZP
?-?-?Q?L
lZPK?-ZP-ZP
?-?-?-TR-
Probablemente N. Sunilduth, en
sus cálculos, pensaba que pieza de
más asegura por lo menos el equi-
librio, pero la realidad es diferente:
el negro tiene un ataque decisivo.
27...£C5+ 28.¢D1 ¥D5 29.£D3
¥C4 30.£F3 £B5 31.¥F5 £B3+
32.£XB3 ¥XB3+ 33.¢D2 FXG5
34.HXG5 ¦XH2 35.¦F1 ¥C4 36.¥D3
D5 37.¢E2 ¦H3 38.¥XC4 DXC4
39.¦A1 ¦B3 40.¦XA7+ ¢G6 41.¦C7
B5 0–1
Por supuesto el juego creativo y,
en particular en la apertura, no es
ninguna prerrogativa de los juga-
dores titulados. Entre los jugado-
res de cualquier nivel están tam-
bién los que intentan inventar
nuevos caminos.
p Piay, D ESP 2270
p Durán, M ESP 2165
Campeonato de Galicia, 2015
1.H3!?
Esta jugada, en el estilo del “Curso
de Desarrollo de Pensamiento
Lateral” que dirige en Santiago de
Compostela J. L. Veiga Goy (él
ofrece a los niños jugar aperturas
de su propia cosecha, por ej. 1.g4!?
d5 2.¥g2 ¥xg4 3.c4!), me parece
muy llamativa y te pone a pensar
en un problema eterno: ¿por qué y
para qué la gente juega al ajedrez?
70
Está claro que para Diego Piay
(digo eso al observar varias de sus
partidas), el ajedrez no es sola-
mente un juego en el que el obje-
tivo es ganar, como para la mayo-
ría de los mortales, sino también
una forma de expresión personal
que busca algo más que un punto.
Con todo ello creo que la idea de
la primera jugada de Diego era
jugar con colores invertidos su
favorita defensa escandinava con
1.e4 d5 2.exd5 ¤f6.
1...E5 2.D4 EXD4 3.¤F3
La máquina valora esta posición a
favor del negro.
3...D5
3...c5 4.c3 ¤f6 (4...£a5 5.e4 dxe3
6.¥c4!?) 5.cxd4 d5 6.¤c3.
4.¤XD4 C5 5.¤B5 £A5+ 6.¤1C3
rSnl?kVlnTr
Zpp?-?pZpp
-?-?-?-?
WqNZpp?-?-
-?-?-?-?
?-SN-?-?P
PZPP?PZPP?
TR-VLQMKL?R
Una posición muy original que es
imposible encontrar ni en ningu-
no de los manuales de nuestro
juego ni en las bases de datos con
más de 6.000.000 partidas.
A primera vista las negras ya
ganan por 6...d4. Sin embargo,
tras 7.b4!, no está claro ni 7...cxb4
8.¤d5, ni 7...£xb4 8. ¤c7+ ¢d8 9.
¤xa8 £xc3 10.¥d2.
6...A6 7.¤A3 D4 8.¤C4 £B4?
9.B3!?
D. Piay encuentra la posibilidad
que, aunque no sea la más fuerte,
es interesante. Lo natural era 9.e4!
CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ
9...¥F5?
rSn-?kVlnTr
?p?-?pZpp
p?-?-?-?
?-Zp-?l?-
-WqNZp-?-?
?PSN-?-?P
P?P?PZPP?
TR-VLQMKL?R
Esta evidente jugada que parece
ganar una pieza entera es, sin
embargo, un serio error. Como
indicó D. Bronstein en su famoso
libro “El ajedrez de torneo”5, si un
rival juega original el otro tam-
bién tiene que jugar de una mane-
ra poco convencional, ilustrándo-
lo con el ejemplo siguiente: “1.g4
e5 2.f3 £h4#; no se recomienda
jugar la dama en las primeras
jugadas, sin embargo 2... £h4# no
es mala”.
Lo correcto era 9...b5! 10.a3
£xc3+ 11.¥d2 £xa1 12.£xa1
bxc4 entregando la dama, pero
por un precio muy elevado.
10.E4! ¥XE4 11.¥D2 DXC3 12.¥G5
rSn-?kVlnTr
?p?-?pZpp
p?-?-?-?
?-Zp-?-VL-
-WqN?l?-?
?PZp-?-?P
P?P?-ZPP?
TR-?QMKL?R
Como en partidas de los maestros
del siglo XIX, en la fase temprana
se ha creado la amenaza de mate
en una. La amenaza principal
blanca se muestra en la variante
12...¤c6 13.a3 £b5 14.¤d6+ ¥xd6
15.¥xb5 axb5 16.£xd6.

Tal vez 12...f6 era más resistente
que la respuesta de la partida,
pero la posición negra, de todas
maneras, ya parece perdida.
12...¥E7 13.¥XE7 ¤XE7 14.A3
Ganando la dama y la partida.
14...£XC4 15.¥XC4 B5 16.¥D3
¥XG2 17.¦G1 ¥D5 18.£G4 ¤D7
19.0–0–0 0–0–0 20.£XG7 ¥F3
21.¦DE1 ¤D5 22.£G3 ¥H5
23.£D6 ¤7B6 24.£C6+ ¢B8
25.¦E7 ¤XE7 26.£XB6+ ¢C8
27.£XC5+ ¢B8 28.£XH5 ¦HG8
29.£E5+ ¢C8 30.£XC3+ 1–0
Evidentemente la creatividad aje-
drecística se manifiesta en todas
las fases de la partida y no solo en
la apertura, como en la mayoría
de ejemplos de este artículo.
Veamos, por ejemplo, una deci-
sión estratégica arriesgada lleva-
da a cabo por una de las promesas
más firmes del ajedrez actual.
p Yi Wei
CHN 2706
p González, Y
CUB 2557
Mundial equipos, Tsakhkadzor 2015
-?-Tr-?-?
?-?n?-Mk-
-?pTr-Zp-Zp
Zp-?-Zp-ZpP
PSnL?P?-?
?-?-TRNZP-
-ZP-?-ZPK?
?-TR-?-?-
Como dice el propio jugador
chino, el lector puede elegir entre
los signos ? y !? para su siguiente
jugada, con la que comienza una
ruta espectacular pero muy
arriesgada del rey blanco.
29.¢H3 ¤C5 30.¢G4 ¤XA4 31.¦A3
¤C5
31...¤xb2! 32.¦xa5 f5+μ
BORIS ZLOTNIK
32.¦XA5 ¤XE4 33.¢F5 ¤XF2 Al obtener cierta ventaja ya en la
34.¥E6 E4? apertura presionaba a mi rival de
34...¢h8! 35.¦a7 ¤d5 36.¦ca1 una manera algo mecánica y, al
¤e4μ llegar a esta posición, me di cuen-
ta de que estaba en peligro por la
35.¦A7+ ¢H8 amenaza 1...¥xf4. Y esta sensa-
35...¢f8! ción por lo visto movilizó mi
atención y, de pronto, en mi
36.¤D4 ¤BD3?? mente se formó una imagen de la
36...¤fd3 37.¢g6 ¤e5+ 38.¢xh6 Cruz de Malta. Siguió:
¤g4+! 39.¥xg4 f5+=
1.¦H1! ¥XF4 2.¦H4!! £XG5+ 3.¦G4
37.¦XC6 ¦XC6 38.¤XC6 ¦F8 Y después de perder una pieza las
39.¢G6! negras se rindieron. Esta posición
le parecería bastante familiar a un
-?-?-Tr-Mk jugador de ajedrez práctico, pero
TR-?-?-?- solucionarla requiere bastante
-?N?LZpKZp originalidad porque la idea de la
transición de la torre por la ruta
?-?-?-ZpP c1–h1–h4–g4, con doble clavada,
-?-?p?-? es de lo más inusual.
?-?n?-ZP- 1–0
-ZP-?-Sn-?
?-?-?-?- NOTAS
1–0 1 Rudolf Spielmann, 1883–1942.
Abanderado del ajedrez
La tensión de una partida viva, romántico.
especialmente en situaciones difí- 2 Alexey Troitzky, 1866–1942.
ciles, estimula la búsqueda de Uno de los más grandes com-
soluciones originales, lo que voy a positores de problemas.
ilustrar con un ejemplo de mi pro- 3 Rashid Nezmetdinov, 1912–
pia práctica. 1974. “Sus partidas revelan la
belleza del ajedrez y te hace
enamorarte del ajedrez, no
p Zlotnik, B URSS
p Kikiani, T tanto por los puntos y los pri-
URSS
meros lugares, sino por la
Kiev, 1976 maravillosa armonía y elegan-
cia de este mundo en particu-
-?-Tr-?k? lar”. Mijaíl Tal.
Zp-?-?pZp- 4 NdR: Houdini. Motor de aje-
-ZpRVl-?-? drez escrito por el belga Robert
Houdart en 2012.
?-?p?qZP- 5 David Bronstein. El ajedrez de
-?-VLrZP-? torneo. Ed. Fundamentos, 1984.
?P?-ZPQ?- 541 p. ISBN 978-84-245-0397-0.
P?-?-?K?
?-TR-?-?-
CREATIVIDAD AJEDRECÍSTICA 71
SOLUCIONES EN PÁG. 93

¶ Ejercicio nº 1 ¶ Ejercicio nº 2 ¶ Ejercicio nº 3

-?l?-?K? rSnlWq-Trk? rSnlWqkVlnTr

?-?-?-?- ZppZp-ZppVlp Zpp?p?pZpp
-?-?PMkp? -?-?-?p? -?-?p?-?
?-?-?-?- ?-?-?-?- ?-?-?-?-
-?-?-?-? -?-?-?-? -?-ZpP?-?
?-?-?-?P ?-ZP-?-ZP- ?-?-?N?-
-?-?-?-? P?-ZPPZPLZP PZPP?-ZPPZP
?-?-?-?- ?RVLQMK-SNR TRNVLQMKL?R
Juegan las blancas y hacen tablas Juegan blancas y obtienen ventaja ¿Hay algo más que las habituales
4.¤xd4 y 4.c3?

¶ Ejercicio nº 4 ¶ Ejercicio nº 5 ¶ Ejercicio nº 6

r?-Wqk?nTr -?r?k?-? -?rWq-Tr-?

ZppZp-?-Zpp ?-?l?-?- ?-?l?P?k
-?nZp-?-? -?-?-?-Zp -?-Zp-SnNVl
?-Vl-Zpl?- ?-ZpK?-?- ?p?-?-?-
-?-?-?-? -?-?-TRL? p?-ZpP?-?
?-?-?NZP- ?-?-?-?- ?L?-?P?-
PZPPZP-ZPLZP -?-?-?-? PZPPWQ-?P?
TRNVLQ?RMK- ?-?-?-?- ?-MK-?-?R
Juegan las blancas. ¿Hay alguna Juegan las blancas y ganan Juegan las negras y ganan
idea original en esta posición?

¶ Ejercicio nº 7 ¶ Ejercicio nº 8 ¶ Ejercicio nº 9

r?lWqk?-Tr -?-Vl-Tr-Mk -Tr-?k?nTr

?-Zp-VlpZpp ?-?-?qZpp ?p?-Zp-?-
p?nZp-Sn-? -?-Zp-?-? p?-ZpNVlp?
?-?-Zp-?- Zp-?NZp-?- ?-ZpP?q?p
PZpQ?P?-? -?P?R?-? P?-?-ZP-?
?LZP-?N?- ?P?-?rZP- ?-?-?-?-
-ZP-ZP-ZPPZP R?Q?-ZP-ZP -ZPP?Q?PZP
TRNVL-MK-?R ?-?-?-MK- TR-VL-?RMK-
Juegan las negras. Carlsen, con negras, encontró un Juegan las blancas. ¡Sigue como
¿Hay salvación? plan magnífico. ¿Cuál? Carlsen y obtén ventaja!

72 CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ


¶ Así se jugó en Noruega
(1) Giri, A - Carlsen, M
44...¦xf2+! [en la partida se jugó
44...gxf5? 45.¦c5 ¦xc5 46.bxc5 y
acabó en tablas] 45.¢xf2 c2 [con
fácil victoria.] ½–½
(2) Topalov, V - Caruana, F
49...£b2+ 50.¢h3 ¥g1! [50...£a1?
51.£f3; 50...£c1? 51.£e4] 0–1
(3) Grischuk, A - Anand, V
26...e3! [también buena, pero
mucha más lenta 26...¤e5!? 27.¦c7
¤d3 comiendo uno por uno dos
peones importantes blancos]
27.¦c7 [En la variante 27.fxe3
¤xe3 amenazando la torre y mate
¦g2 se ve claramente como perju-
dica a las blancas el caballo en h1;
27.f3 e2 28.¦e1 ¤e5 con la idea
¤d3] 27...exf2+ [también gana
27...e2 28.¦e1 ¤e5 29.¦b7 ¤d3]
28.¤xf2 ¤xf2 29.¦f1 ¤e4 30.¦fxf7
¦c1+ [30...¦c1+ 31.¦f1 ¦xc5] 0–1
(4) Carlsen, M - Vachier-L., M
42...¢b2!–+ [Δ ¦d5+] [En la par-
tida se jugó 42...g5 43.hxg5 hxg5
44.¢c1! [Con igualdad, aunque el
negro acabó ganando] 43.¦xg6
[43.¦c7 ¦d5+ 44.¢e2 ¢xc2–+]
43...¦xf2 44.¦xh6 ¦xc2 45.h5
¢xb3 46.¦c6 c4 47.h6 ¦h2 0–1
(5) Vachier-L., M - Hammer, J
30.¤g8+! ¢h5 31.¦e7!! [la única
que gana] 31...¦xf2 [31...¦xe7
32.¥f3#] 32.¥h3! h6 33.¦h7 [con
mate imparable] 1–0
(6) Giri, A - Grischuk, A
27.¤fg5! [con las ideas ¤e4–f6 y
¤g5–h7!] [27.¦a1? £b4 28.¤f6+
¤xf6 29.£xf6 ¥e6; 27.¦e3 £b4
28.¤f6+ ¤xf6 29.£xf6 ¦xe3
30.fxe3 ¥e6] 27...¦f8 [27...h6
28.¤f6+ ¤xf6 29.£xf6; 27...£b3
28.¤xh7! ¢xh7 29.¤g5+] 28.¤f6+
¤xf6 29.£xf6 £a2 30.¦e7
[30.¤xh7! ¢xh7 31.¦e4!+–]
30...¥f5 31.¤xf7! £xf7 32.¦xf7
¦xf7 33.£d8+ ¢g7 34.£xa5 ¥d7
35.£c5 ¦f5 36.£a7 ¦f7 37.g4 ¢f6
38.f4 ¢g7 39.¢g3 ¢g8 40.£e3
¢g7 41.h4 ¢g8 42.£e5 1–0
(7) Carlsen, M - Grischuk, A
41.£xe8+ ¥xe8 42.¥xf7! ¥c6+
[42...f3+ 43.¢xf3 ¥d7 44.¢e4 con
la idea ¢e5, ¥e6] 43.¢f2 fxg3+
[43...¥d7 44.gxf4 ¢h7 45.f5 ¥xf5
46.¥g6+ ¥xg6 47.hxg6+ ¢xg6
48.d7; 43...f3 44.¥e6] 44.¢xg3
¥d7 45.¥g6 [El rey blanco viene a
c7 y las negras no pueden hacer
nada positivo, por ejemplo]
45...¢g8 46.¢f4 ¢f8 47.¢e5 ¥e8
48.¥xe8 ¢xe8 49.¢e6 ¢d8 50.d7
1–0
(8) Anand, V - Vachier-L-,M
23.g6! [la única que gana!]
[23.¦xg3 ¤xg3+ 24.¢g1 ¥c5+
25.¢h2 ¤xf1+ 26.¥xf1 ¥d6+
27.¢g2 exf5=; 23.£xh5? £e5!
(23...£xg5 24.£xg5+ ¥xg5
25.¦g3=) 24.f6?? ¥d6–+; 23.f6
¥xf6 24.¦xf6 £h4! 25.¢h2 dxe4!
26.g6 ¤xf6! 27.£xh4 exd3=]
23...fxg6 24.fxg6 ¦xf1+ 25.¥xf1
25...¤f6 [25...¥f6 26.£h7+ ¢f8
27.£f7#; 25...¤g7 26.£h7+ ¢f8
27.£h8#] 26.¦xg3 dxe4 27.¥e2
e3+ 28.¢g1 ¥c5 29.¢f1 1–0
(9) Topalov, V - Caruana, F
38.¤e6+!= [Mucho más flojo sería
poner su caballo en una mala
casilla: 38.¤h3? b5! (38...£c5
39.£a1!) 39.£c6 ¤b6 40.d6 ¥c8
41.£xb5 £xd6μ con peón de más
limpio] 38...fxe6 39.£c7+ ¢f6
40.£d8+ ¢f7 [40...¢f5?? 41.£f8+
¢g4 42.£f3#] 41.£d7+ ¢f8
42.£d8+ ¢f7 43.£d7+ ¢f8
44.£d8+ ½–½
(10) Carlsen, M- Aronian, L
38.¤e1! [Supongo que esta jugada
escapó a la vista de Levon. Porque
es la única que detiene todas las
amenazas. Otras son mucho más
flojas, ¡algunas incluso pierden!]
[38.¤g5+ hxg5 39.gxf5 ¦d4!
40.£h1™ £xh1+ 41.¢xh1 exf5=;
38.¤h4? ¦d1 39.¦g3 ¦e1!–+;
38.¤g1? ¦d4! 39.¦e1! ¦xe4 40.¦xf1
¦b5μ] 38...¤h5 39.gxf5 exf5
40.£c4 [Magnus aún estaba a
tiempo de equivocarse con una
jugada natural 40.£xf5+?? ¦g6!]
1–0
ASÍ SE JUGÓ EN NORUEGA y CURSO ZLOTNIK
SOLUCIONES
(11) Anand, V - Hammer, J
34.¥xg6! £xg6 35.£xe5+ ¢g8
36.£xc5 1–0
(12) Aronian, L - Nakamura, H
21...¤e5! [Más fuerte que
21...£f5!? 22.£c2; Sería ilógica
21...£xe2+? 22.¢xe2²] 22.£xh5
¤d3+! [Este jaque intermedio es
la clave] 23.¢e2 [Si 23.¢f1 ¦xh5
24.¦c2 ¥xe3! 25.fxe3 ¦f5+ 26.¢e2
(26.¢g1 ¦df6!) 26...¦f2+ 27.¢d1
¤xb4+ etc.] 23...¤xc1+ 24.¦xc1
¦xh5–+ [ganando poco después]
0–1
¶ Curso de Zlotnik
(1) Kubbel, 1904
1.e7 ¢xe7 2.¢g7 ¥f5 3.h4 ¢e6
4.¢h6 ¢f6 5.h5.
(2) Korchnoi - Jiménez
1.¦xb7!± El negro, por lo visto,
contaba solamente con 1.¥xb7...
(3) Cepo - Korchnoi
4.¥g5!? £a5+ [4...£b6 5.£xd4
£xd4 6.¤xd4 a6 7.¤d2!?²; 4...f6
5.¥c1!?÷] 5.c3 ¤c6 6.b4°
(4) Zvjaginsev - Bok
1.b4!? ¥xb4 [1...¤xb4 2.d4 ¤xc2
3.dxc5 ¤xa1 4.¥b2²] 2.d4÷
(5) Chepukaitis, 2010
1.¥xd7+ ¢xd7 2.¦f7+ ¢e8 3.¦h7
c4 4.¢d6!+–
(6) Aagaard, 2010
1...¦xc2+!! 2.¥xc2 ¢xg6 3.£xh6+
¢xf7 4.g4 £c7μ
(7) Barsky, 2014
1...d5! 2.£xc6+ ¥d7 3.£b7 ¥c5!!
4.¤xe5 ¦a7 5.¤c6 ¦xb7³
(8) Smith - Carlsen
1...h5! 2.¦e2 h4 3.¦b2 g6 4.¢g2?
hxg3 5.hxg3 ¦xg3+ 6.¢f1 £f3–+
(9) Carlsen - Topálov
1.¦a3! ¤h6 2.¦g3 ¢d7 3.¦g5!?
¥xg5 4.fxg5 £xd5 5.¤f4 £d4+
6.¥e3±
93
Curso práctico de Zlotnik

 MI Boris Zlotnik
 ND Archiv CC y SLCC, St. Louis

5. El Estudio de los Finales

L A FAMOSA FRASE de R.
Spielmann “Se debe jugar
la apertura como un
p Kasparian, G
p Botvinnik, M
URSS
URSS
Creo que la dificultad de las entre-
gas de este tipo es sobre todo psi-
cológica: al tener la ventaja mate-
libro, el medio juego como un Moscú, 1931 rial y la posicional no es fácil cam-
mago y el final como una máqui- biar el rumbo del juego confiando
na”, pretende marcar las diferen- -?-?-?-? solamente en el cálculo, pues se
cias entre las tres partes principa- Zp-?-?k?p tiene la confianza de progresar
les de la partida de ajedrez.
-Zp-?-?-? paulatinamente.

La realidad, por supuesto, es muy ?-ZpR?-?- Sin embargo, a menudo el bando

diferente a lo que describe esa
frase casi poética, y el objetivo de
este artículo es mostrar que jugar
el final como una máquina es
muy, muy difícil. Hace unos 30
años me sorprendió una respues-
ta categórica del mítico M.
Botvinnik a una pregunta de un
alumno mío del Departamento de
ajedrez en Moscú: “Nunca utiliza-
ba ninguna regla en los finales,
siempre calculaba y, si había tiem-
po en el reloj calculaba dos veces”.
Veamos ahora dos ejemplos que
lo confirman.
-?P?-?-?
ZP-ZP-?-Tr-
-?-MK-?-?
?-?-?-?-
Este final es un ejemplo muy
didáctico que ilustra una de las
formas importantes de realiza-
ción de ventaja en los finales: la
transición del juego de maniobras
a una línea forzada relacionada
con la entrega de material.
37...¢G6!!
Los signos de admiración los
pone el propio M. Botvinnik, y
comenta: “Las negras consienten
en ceder los dos peones del flanco
de dama, para avanzar el peón "h"
hasta convertirlo en dama”.
inferior encuentra posibilidades
escondidas y las partidas acaban
en tablas. Aquí también las blan-
cas, en caso de un juego tranquilo,
tendrían la ruptura a3–a4–a5,
complicando mucho la tarea
negra.
38.¦D7 H5 39.¦XA7 H4 40.¦B7
Si 40.¦a8 ¢f5.
40...H3 41.¦XB6+ ¢G5 42.¦B1
O bien 42.¦b8 ¦g4 43.¦g8+ ¢f4
44.¦h8 ¢g3.
42...¢G4 43.¢C2 H2 44.¦H1 ¢H3
45.A4 ¦G1 46.¦XH2+ ¢XH2 47.¢D3
¦E1
0–1
 BORIS ZLOTNIK

p Botvinnik, M 48...GXH5 49.GXH5 A5 50.¢F5 AXB4 p Geller, E

URSS URSS
51.¢XF6 ¢XD5 52.¢G6 ¢E6
p Flohr, S CSK p Stein, L URSS
53.¢XH6 ¢F6 54.B3!
Moscú, 1944 Moscú, 1964
-?-?-?-?
-?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-?
?p?-?kZp- -Zp-?-Mk-MK ?-?-?-?p
p?-?-TrpZp ?-?-?-?P -?-?kZp-?
?-?P?-?- -Zp-?-?-? ?p?-?-?P
-ZP-?-?-? ?P?-?-?- -?-?-MKP?
?-?-MK-?P -?-?-?-? ZP-?-?-?-
-ZP-?-?P? ?-?-?-?- -?-?-?-?
?-?-?R?- ?-?-?-?-
Esta jugada es obligatoria y M.
El juego creativo y bien calculado Botvinnik debería haberla visto al En esta posición el gran jugador,
de Botvinnik (por cierto, una de mover 44...¢xf6!! Si ahora tres veces campeón de la URSS
sus definiciones de ajedrez era "El 54.¢h7? b3! con igualdad. comete un error llamativo basado
Ajedrez es arte y cálculo") ilumina probablemente en la famosa regla
los secretos de esta posición. 54...¢F7 55.¢G5 ¢G7 56.¢F5 de oposición.
¢H6 57.¢E5 ¢XH5 58.¢D5 ¢G5
44.¦XF6+!! 59.¢C6 ¢F5 60.¢XB6 ¢E6 67...¢E7??
¡Una sorpresa! A pesar de que el 61.¢C5 ¢D7 62.¢XB4 ¢C6 Lo correcto era actuar "contra la
negro puede desdoblar sus peo- 63.¢A5 regla" con 67...¢f7! 68.¢f5 ¢e7
nes y además bloquear con facili- (68...h6 69.¢f4 ¢e7 70.¢f3 ¢d6
dad el peón pasado “d5”, la posi- 1–0 71.¢e4 ¢e6 72.¢d4 ¢d6=) 69.g5
ción blanca está ganada por la fxg5 70.¢xg5 ¢f7 71.¢f5 ¢g7 y
posibilidad de frenar con sus dos tablas.
peones la mayoría negra en el
flanco de rey.
Flohr, Euwe y Botvinnik, en la estación central de Amsterdam (1963).

44...GXF6 45.G4!
¡La clave! La minoría blanca va a
avanzar en el flanco de rey con la
idea de crearle acceso a su rey al
campo enemigo.

45...¢E7 46.H4 ¢D6 47.¢E4 B6

48.H5!

-?-?-?-?
?-?-?-?-
pZp-Mk-ZppZp
?-?P?-?P
-ZP-?K?P?
?-?-?-?-
-ZP-?-?-?
?-?-?-?-
Creando un agujero en la defensa
negra.
 Más que cálculo, en
los finales es nece-
sario un duro tra-
bajo para conocer Lo correcto era colocar su torre ¡La clave! Entregando el peón
lateralmente, lo que mantenía el para aprovechar el del rival como
las posiciones equilibrio: 54...h2! 55.¦h4 ¦g2 abrigo para el monarca blanco, lo
básicas. 56.f7 ¦xa2 57.¢e6 ¦f2 58.¦xh2 que decide la partida. Las jugadas
¦f1 59.¦h8 (59.¢e7 ¢xb4 60.f8£ anteriores de Miguel que repiten
¦xf8 61.¢xf8 ¢b3 62.¢e7 a2 la posición habían sido hechas
63.¦h1 c5 64.¢d6 d4 65.e4 d3 66.e5 para ganar tiempo en el reloj.
68.¢F5 ¢F7 69.G5 FXG5 ¢b2 67.¦h2+ ¢b3 68.¦h1 ¢b2=)
70.¢XG5 ¢G7 71.H6+ 59...a2 60.¦a8 ¦f3 61.¦xa2 ¦xe3+ 68...DXE4 69.¢E8 ¦H8+ 70.F8£
62.¢d7 ¦f3 63.¢e7 ¢xb4 y tablas. ¦XF8+ 71.¢XF8 ¢XB4 72.¢E7 ¢C5
-?-?-?-? Si 72...¢c3 73.¦xh2 e3 74.¢d6
?-?-?-Mkp 55.¦D1 H2 56.¦H1 ¦H3? ¢d3 75.¢c5 e2 76.¦h1 ¢d2
-?-?-?-ZP -?-?-?-?
77.¢b4 e1£ 78.¦xe1 ¢xe1
79.¢xa3 ¢d2 80.¢b4 ganando.
?p?-?-MK- ?-?-?-?-
-?-?-?-? -?p?-ZP-? 73.¦XH2 E3 74.¢D7 ¢D5 75.¦H5+
¢D4 76.¢XC6 ¢C3 77.¢B5 1–0
ZP-?-?-?- ?k?p?K?-
-?-?-?-? -ZP-?-?-? Evidentemente, con estos ejem-
?-?-?-?- Zp-?-ZP-?r plos no quiero decir que el cono-
cimiento de los métodos típicos
1–0 P?-?-?-Zp de juego en los finales no tiene
?-?-?-?R valor. Todo lo contrario, ya que la
p Illescas, M falta de este conocimiento puede
ESP 2555
p Bareev, E Solo llevaba a tablas una jugada dañar incluso a los más fuertes,
RUS 2635
de estudio: 56...d4!! 57.exd4 (57.e4 como en el ejemplo siguiente.
Linares, 1992 d3 58.e5 d2 59.e6 ¦h5+ 60.¢g6
¦d5 61.¦d1 ¦e5 62.f7 ¦xe6+ p Tal, M
-?-?-?r? 63.¢g5 ¦e1 64.f8£ h1£ 65.£c5+ p Zaitsev, I
URSS

?-?-?-?- ¢a6 66.b5+! cxb5 67.£d6+ ¢b7

URSS

-?p?-ZP-? 68.£d7+ ¢b6 69.£d4+=) 57...¦h3

58.f7 ¦f3+ 59.¢e6 ¦e3+ 60.¢d6
Riga, 1968

?k?p?K?- ¦f3 61.¢e7 ¦e3+ 62.¢f8 ¦e2 -?-?-?-?

-ZP-TR-?-? 63.¢g7 ¦g2+. Pero prever todo ?-?-?-?-
Zp-?-ZP-?p ello sobre el tablero era una tarea
sobrehumana.
-?-?-?pMk
P?-?-?-? ?R?-?-?-
?-?-?-?- 57.F7 ¦F3+ 58.¢G6 ¦G3+ 59.¢H6 -?-?r?-?
¦F3 60.¢G7 ¦G3+ 61.¢H7 ¦F3
En el momento que muestra el 62.¢G8 ¦G3+ 63.¢H8 ¦F3 64.¢G7
?-MK-?-?-
diagrama, se me acercó S. ¦G3+ 65.¢H7 ¦F3 66.¢G8 ¦G3+ -?-?-?-?
Janovsky ‒analista de Bareev‒ y 67.¢F8 ¦H3 68.E4! ?-?-?-?-
me dijo que Miguel ‒a quien yo
ayudaba en aquel torneo‒ proba- -?-?-MK-? Mínima ventaja negra. Además, las
blemente perdería este final, al no ?-?-?P?- piezas blancas las conduce uno de
haber pasado por la escuela sovié-
tica de finales, como su rival...
-?p?-?-? los más brillantes jugadores de la
historia del ajedrez. Sin embargo...
?k?p?-?-
54...¦H8?! -ZP-?P?-? 73.¢D3??
Una jugada hecha según una de
las reglas básicas del final de
Zp-?-?-?r Un error fatal. Lo correcto era
73.¦b1! g5 74.¢d3 ¦e5 75.¦h1+
torres: colocar la torre por detrás P?-?-?-Zp ¢g6 76.¢d4 ¦e8 77.¦g1 ¢f5
del peón pasado. ?-?-?-?R 78.¦f1+ ¢g4 79.¦g1+ ¢h4
80.¦h1+ ¢g3 81.¦g1+ con tablas.

82 CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ

73...¦E1!
Y Tal abandonó a la vista de la
variante 74.¢d2 ¦e6 75.¦b1 g5
76.¦h1+ ¢g6 77.¦g1 ¦e5.

-?-?-?-?
?-?-?-?-
-?-?-?k?
?-?-Tr-Zp-
-?-?-?-?
?-?-?-?-
-?-MK-?-? Mijail Tal, con su “eterno cigarrillo”, en el torneo de Beverwijk (1968).

?-?-?-TR-
Evidentemente, con el control de
Aquí se nota la diferencia con tiempo moderno, los finales en
73.¦b1!: el rey blanco no puede general, y este tipo en particular,
atacar la torre negra, que está se juegan ya solamente con los
situada idealmente. 78.¢d3 ¢f5 segundos añadidos, lo que com-
79.¦f1+ ¢g4 80.¦g1+ ¢f3 81.¢d4 plica, y mucho, la tarea de ganar
¦a5 y el avance del peón g5 decide dentro de las 50 jugadas regla-
la partida. mentarias. En este caso, según las
tablas de Nalimov, el blanco gana
0–1 en 28 jugadas.
Incluso en un nivel muy alto, tene- 72.£C8 ¦D5 73.¢E6 ¦D4 74.¢E5
¦D3 75.£C2 ¦D8 76.£B3+ ¢C5
mos casos donde no se ganaron
las posiciones de dama contra 77.£C3+ ¢B5 78.¢E6 ¢B6
torre, sin peones. 79.£C4 ¦G8 80.£D4+ ¢C6
81.£C3+
p Morozevich, A RUS 2747
-?-?-?r?
p Jakovenko, D
RUS 2671
?-?-?-?-
Pamplona, 2006
-?k?K?-?
-?-?-?Q? ?-?-?-?-
?-?-MK-?- -?-?-?-?
-?-?-?-? ?-WQ-?-?-
?k?-?-?- -?-?-?-?
-?-Tr-?-? ?-?-?-?-
?-?-?-?- Los jaques en este tipo de posicio-
-?-?-?-? nes, limitando al rey enemigo, no
?-?-?-?- son lo más preciso y lo mejor era
81.¢e7!, lo que hizo A. Moro-
En ningún libro conocido se ana- zevich, pero... ¡20 jugadas más
liza con detalle este tipo de final, tarde!
habitualmente limitándolo a una
posición donde el bando fuerte, 81...¢B5 82.¢D6 ¦G6+ 83.¢C7
con su rey avanzado, gana ¦G4 84.£C6+ ¢B4 85.£D6+ ¢C3
mediante un zugzwang. 86.¢C6 ¦D4 87.£A3+ ¢D2
88.¢C5 ¦E4 89.¢D5 ¦G4 90.£F3
¦B4 91.¢C5 ¦A4 92.£F6 ¢D3
93.£D6+ ¢E3 94.£G3+ ¢E2
95.£C3 ¦F4 96.¢D5 ¦G4 97.¢E5
¦H4 98.¢F5 ¢F2 99.£D3 ¦H7
100.£D4+ ¢F3 101.¢G5 ¦H2
102.£F4+ ¢G2 103.¢G4 ¢G1
104.£D4+ ¢G2 105.£D3 ¢G1
106.£E3+ ¢F1 107.£C1+ ¢F2
108.£D2+ ¢G1 109.£E1+ ¢G2
-?-?-?-?
?-?-?-?-
-?-?-?-?
?-?-?-?-
-?-?-?K?
?-?-?-?-
-?-?-?kTr
?-?-WQ-?-
“Esta posición es la última línea
de defensa del bando débil en
estos finales. Sin embargo, su
importancia no está subrayada en
ninguno de los libros importantes
de finales. Y por ello, incluso los
top GMs no tienen ni idea de cómo
destruir aquí la defensa negra. ¡Y
bajo la presión del reloj menos
todavía!” (M. Krasenkov).
110.£G3+
110.£e5 ganaba fácil 110...¢g1
111.¢g3 ¦g2+ 112.¢h3. También
ganaba 110.£a1 ¢f2 111.£d1
¦g2+ 112.¢f4 ¦h2 113.£d2+ ¢g1
114.£e1+ ¢g2 115.¢g4.

EL ESTUDIO DE LOS FINALES 83

BORIS ZLOTNIK

110...¢H1 111.¢F3?? 24.F4 ¦D5! 36.¦E5?

Planeando el avance c6–c5 y libe-
-?-?-?-? rando la casilla para su rey. -?-?-?-?
?-?-?-?- ?-Zp-Mk-?-
25.¦E4 ¢E7 26.G4 ¢D7 27.¢G2 C5
-?-?-?-? 28.DXC5
-Zpr?p?p?
?-?-?-?- Parece que era preferible 28.¢g3!? ?-Tr-TR-?-
-?-?-?-? cxd4 29.cxd4 ¦a5 30.¦1e2 ¦a4 P?-?-ZPPMK
?-?-?KWQ- 31.g5 ¦f7 32.¢g4, aunque la tex-
tual es perfectamente jugable.
?-ZP-TR-?-
-?-?-?-Tr -?-?-?-?
?-?-?-?k 28...¦XC5 29.¦1E3 ¦F8! ?-?-?-?-
De nuevo poniendo a la rival ante
Cansado y probablemente humi- la siempre difícil tarea de elegir. Únicamente entregando el peón
llado al no encontrar el método c3 se mantenían posibilidades de
ganador, Morozevich comete un 30.¢G3 entablar: 36.¦e2! ¦xc3 (36...¢f6!?
error típico para este tipo de fina- 30.¦xe6!? ¦xf4 31.¦e7+ ¢c6 37.¦d4 ¦c4 38.g5+ ¢e7 39.¢g4
les. Aun ganaba 111.£e5. 32.¢g3 ¦fc4 33.¦xh7 g5 34.h4 ¦xc3 40.¦h2) 37.¢g5 ¢f7 38.¦h2
¦xc3 35.¦he7 y el blanco mantiene ¦3c5+ 39.¦e5 ¢g7 40.¦h6.
111...¦F2+! 112.¢E3 ¦E2+ el equilibrio.
113.¢D3 ¦D2+ 114.¢XD2 ½–½ 36...¢F6 37.¦5E4
30...¦C6 31.A4 ¦A8! 37.g5+ ¢e7 38.¢g4 ¦xe5 39.¦xe5
Como es bien sabido, la diferencia ¦xc3μ
en la fuerza práctica se manifiesta r?-?-?-?
a menudo en los finales. Y aparte ?-Zpk?-?p 37...¦C4 38.G5+?
del cálculo y del conocimiento de
métodos y maniobras típicas, hay
-Zpr?p?p? Era más resistente 38.¦d4 ¦xc3
39.¦xc3 ¦xc3 40.¦d7,
también otros factores: el tacto ?-?-?-?-
posicional y la persistencia, lo que P?-?RZPP? 38...¢F5 39.¦XC4 ¦XC4 40.¢G3
¦XF4 41.¦XE6 ¦G4+ 42.¢F3 ¢XE6
demuestra el siguiente ejemplo.
?-ZP-TR-MK- 43.¢XG4 ¢E5 44.C4 C5 0–1
p Saduakassova, D
-?-?-?-ZP
?-?-?-?-
KAZ 2335
p Vázquez,R Cualquier torneo de jugadores afi-
ESP 2602
cionados, sobre todo los jóvenes
Jakarta, 2013 Apuntando al peón a4 y dirigién- con poca experiencia, proporcio-
dose a c5 para atacar el peón c3. na abundante material para el
-?-Tr-?-? tema de errores en los finales.
?-Zp-?k?p 32.H4?! Como en la siguiente posición.
-Zpp?pTrp? Era más lógico acercar el rey a los
peones débiles del flanco de dama
?-?-?-?- p Sanchez, L ESP 1518
con 32.¢f3! ¦a5 33.¢e2 ¦ac5 p Maz, A
-?-ZP-?-? 34.¢d2.
ESP 1961

?-ZP-?-?- 32...¦A5 33.H5 ¦AC5

Almansa, 2007

P?-?RZPPZP Peor era 33...gxh5?! 34.g5 ¦ac5 -?-?-?-?

?-?-TR-MK- 35.¢h4 ¦xc3 36.¢xh5 ¦xe3 Zp-?-?kVlp
Es interesante ver cómo, en esta
37.¦xe3 ¦c4 38.¢h6 ¦xf4 39.¢xh7
y el peón pasado blanco no deja
-Zp-?-?p?
posición igualada, el jugador más ninguna posibilidad de ganar al ?-?-?-ZP-
fuerte permanentemente busca rival. -?-SNP?-?
progresar y de esta manera man-
tener la tensión, lo que finalmente 34.HXG6 HXG6 35.¢H4 ¢E7
?-?-MK-?-
provoca un error de su rival. Si 35...¦xc3?! 36.¦xe6! P?-?-?PZP
?-?-?-?-
84 CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ
Después de 16 jugadas teóricas (!)
en la variante Sevilla de la
Defensa Grunfeld, la joven juga-
dora que conduce blancas tiene
ventaja decisiva pero...

26.A4?
El plan correcto requería cierta
paciencia, pero la conductora de
las piezas blancas por lo visto no
quiso esperar una mejora paulati-
na de su posición con la idea de Gesto de concentración característico de Caruana (Copa Sinquefield 2015).
cambiar su peón doblado g5 por
uno de los negros del flanco de
dama. 26.¤c6! a5 (conducía a lo 28...A6 29.H4 B5 p Kahn, E HUN 2293
mismo 26...a6 27.e5 ¥f8 28.¤b8 p Caruana, F
¢e6 29.¢e4 a5 30.¤c6 ¥c5 31.a4) -?-?-?-? ITA 2255

27.e5 ¥f8 28.¢e4 ¥c5 29.a4 ¥g1 ?-?-?-?p Budapest, 2005

30.h3 ¢e6 31.¤d4+ ¢e7 32.¤f3
¥f2 33.¢d5 ¥e3 34.g4 ¥f2
p?-?k?p? -?-?-?-?
35.¤d2 ¥e3 36.¤c4 ¥xg5. ?p?-?-ZP- ?p?-?p?-
P?-MKP?PZP -?nZP-?-?
26...¥XD4+!
El jugador de las negras, con
?-?-?-?- ?-?-Zp-Mkp
mayor experiencia, comprendió la -?-?-?-? p?N?-?-?
sutileza de esta posición: por un ?-?-?-?- ?-ZP-?-ZP-
lado el peón doblado blanco no es
el de más y, por el otro, el negro... En esta posición, donde parece -ZP-?-?-ZP
¡Puede crear peón pasado alejado decide el peón pasado alejado o ?-?K?-?-
en el flanco de dama! protegido, no valen ya las jugadas
evidentes. Sin embargo existía 37...¢G4?
27.¢XD4 ¢E6 una posibilidad no tan difícil de 37...¢f6 38.¤b6 ¢e6 39.d7 ¢d6=
entablar.
-?-?-?-? 38.D7 F6?!
Zp-?-?-?p 30.AXB5?? 38...¢f5! 39.¤d6+ ¢e6 40.¤xb7
-Zp-?k?p? Hacía tablas 30.a5! ¢d6 31.¢d3
¢c5 32.¢c3 ¢c6 (32...b4+??
¢xd7 41.¤c5+ ¢d6 42.¤xa4 e4.

?-?-?-ZP- 33.¢b3) 33.¢d4 ¢d6. 39.¤D6 ¤D8 40.C4 B6

P?-MKP?-? Lo que se le escapó en el cálculo a
30...AXB5 31.H5 B4 32.HXG6 HXG6
?-?-?-?- 33.¢C4 ¢E5 34.¢XB4 ¢XE4
Fabiano fue 40...¢h3.

-?-?-?PZP 35.¢C4 ¢F4 36.¢D3 ¢XG4 -?-Sn-?-?

?-?-?-?- 37.¢E4 ¢XG5 38.¢F3 ¢H4 39.¢F4 ?p?P?-?-
G5+ 40.¢F3 ¢H3 41.¢F2 G4 -?-SN-Zp-?
28.G4?! 42.¢F1 ¢H2 0–1 ?-?-Zp-?p
La textual todavía no pierde pero p?P?-?-?
complica la tarea blanca. A tablas Como decía Paul Keres: “Nadie ?-?-?-ZPk
evidentes llevaba 28.¢c4 a6 nace maestro”. Y el crecimiento de -ZP-?-?-ZP
29.¢d4 b5 30.axb5 axb5 31.¢c5 un talento en ajedrez requiere su ?-?K?-?-
¢e5 32.¢xb5 ¢xe4 33.¢c6 ¢e3 tiempo. Veamos aquí dos ejem-
34.¢d5 ¢f2 35.¢e6 ¢xg2 36.¢f6 plos del juego de F. Caruana a los Y ahora 41.c5 ¢xh2 42.¤xb7!
¢h3 37.¢g7 ¢h4. 13 y 14 años, respectivamente.
41.¢E2 ¢H3 42.¢F2 ¢XH2
43.¤E8 F5 44.¤G7 1–0

EL ESTUDIO DE LOS FINALES 85

p Caruana, F 27...¢D6 28.¤B2 ¢E6 29.¤D3 (Probablemente este mismo libro
ITA 2474
p Hernandez, H O bien 29.f3 ¢d6 30.¤d1 ¢e6 en inglés se llama “Essential
USA 2524
31.¤f2 ¥b1 32.¢e3 ¢e7 33.g4 ¥c2 Knowledge”). Aunque a primera
Alcalá de Henares, 2006 y tablas. vista parece un libro elemental,
contiene todos los finales básicos
-?-?-?-? 29...¥XD3 30.¢XD3 ¢D6 31.¢E4 con algunos ejercicios. Además,
?-?-Mk-Zp- ¢E6 32.F3 G6 33.¢D3 las posiciones que vienen en el
-?pTr-?-? -?-?-?-?
libro como teóricas, con sus expli-
caciones correspondientes, Carua-
?-Zp-Zpl?p ?-?-?-?- na las tuvo que resolver tanto
-?P?-?-ZP -?p?k?p? como los ejercicios. Para el entre-
?PSN-?-ZP- ?-Zp-Zp-?p
namiento de habilidades prácticas
como libro principal nos sirvió
-?-?-ZP-? -?P?-?-ZP “Vasili Smyslov: el virtuoso de los
?-MKR?-?- ?P?K?PZP- finales”.

25.¦XD6?? -?-?-?-? Hoy en día, aparte de estos dos

Un ejemplo típico de error cuan-
do somos intransigentes con las
reglas. Fabiano pensó que tras el
cambio de piezas menores el final
de peones resultante debía de
estar ganado... Los dos signos de
interrogación los pone él mismo.
Ganaba 25.¦e1! ¦d3 (25...¢f6
26.¤a4 ¦d3 27.¦e3) 26.¦xe5+ ¢f6
27.¦e3 ¦xe3 28.fxe3.
25...¢XD6 26.¢D2 ¢E6 27.¤A4
-?-?-?-?
?-?-?-Zp-
-?p?k?-?
?-Zp-Zpl?p
N?P?-?-ZP
?P?-?-ZP-
-?-MK-ZP-?
?-?-?-?-
?-?-?-?-
Es importante comprender que
no valía 33.g4 por 33...g5!
(33...¢f6?? 34.gxh5 gxh5 35.f4+–)
34.hxg5 h4 35.¢e3 (35.f4? h3
36.f5+ ¢f7 37.¢f3 e4+) 35...¢f7
36.¢f2 ¢g6 37.¢g2 ¢xg5 38.¢h3
¢f4 39.¢xh4 ¢xf3 40.g5 e4 y
tablas.
33...¢F5 34.¢E3 ¢F6 35.G4 ¢F7
36.GXH5 GXH5 37.¢E4 ¢E6 ½–½
En mis clases con Fabiano, para
ampliar su conocimiento de méto-
dos y maniobras típicas, utilizaba
sobre todo el libro de Y. Averbakh
“Escuela de finales” (Moscú 2001).
PDR TEMARIO DEL CURSO PRÁCTICO DE ZLOTNIK
PDR-113 1. Factores que determinan el éxito en ajedrez
libros, se pueden recomendar
“Manual de finales de Dvoretsky” y
“Los 100 finales que hay que
saber”, del GM español Jesús de la
Villa.
El final es una ciencia dura y hay
que invertir bastante esfuerzo
para dominar esta parte del juego.
Además, al contrario que un exa-
men del tipo "aprobar y olvidar",
éste requiere conocimientos y
habilidades permanentes.

Al percatarse de que el final que
había planeado son tablas tras
27.¢e3 ¥c2 28.¤e4 ¥xe4 29.¢xe4
¢f6, Fabiano busca otro camino.
Un libro muy reco-
mendable es “Los
100 finales que hay
que saber”, del GM
Jesús De la Villa.
PDR-114 2.1 Entrenamiento en el juego Táctico (parte 1)
PDR-115 2.2 Entrenamiento en el juego Táctico (parte 2)
PDR-116 3.1 Entrenamiento en el juego posicional (parte 1)
PDR-117 3.2 Entrenamiento en el juego posicional (parte 2)
PDR-118 4. La creatividad ajedrecística
PDR-119 5. Estudio de los Finales
PDR-120 6. Estudio de las Aperturas
PDR-121 7. Resistencia del ajedrecista y situaciones prácticas
CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ
 SOLUCIONES EN LA PÁG. 96

Los seis primeros ejercicios son los que resolvió en su momento Fabiano Caruana

¶ EJERCICIO nº 1 ¶ EJERCICIO nº 2 ¶ EJERCICIO nº 3

k?-?-?-? -?-?rMk-? -?-?k?-?

?-MK-?-?- ?-?-?-?- ?-?-?-TR-
-?-?-?-? R?-?-?K? -?-?K?-?
?-SN-?-?- ?-?-?N?- ?-?-VL-?-
-?-?-?-? -?-?-?-? -?-?-?-?
?-Zp-?-?- ?-?-?-?- ?-?-?-?-
-?N?-?-? -?-?-?-? -?-?-?-?
?-?-?-?- ?-?-?-?- ?-?-?r?-
Se gana fácil con el turno de las Blancas juegan y ganan Blancas juegan y ganan
negras, pero, ¿cómo hacerlo
si mueven blancas?

¶ EJERCICIO nº 4 ¶ EJERCICIO nº 5 ¶ EJERCICIO nº 6

-?-?-?-? -?-?-?-? -?-?-?-?

?L?k?-?p ?-?-?-?- ?p?-?-?p
pVL-?p?p? -?-?-?-? -?pZp-?p?
?-?-?p?- ?-?-?-Zp- Zp-Mk-?r?-
PVl-?-ZP-? -?-?-Zpk? -?PVl-?-?
?n?-ZP-?- ?-TR-?-?- ZPP?-?L?P
-?-?-ZP-ZP -Tr-?-?-ZP -?R?PZPK?
?-?-?K?- ?-?-?-MK- ?-?-?-?-
Negras juegan y ganan Juegan las negras, ¿ganan o no? ¿Cuál es el mejor plan
para las negras?

¶ EJERCICIO nº 7 ¶ EJERCICIO nº 8 ¶ EJERCICIO nº 9

-?-?-?-? -?-?-?-? K?-?-?-?

?-?k?-?- ?-?-?-?- ?-?-?-?-
-TR-Zp-?p? -?-?-?-? -?-?-?-?
?-?P?p?p ?P?-?-?- ?-?-?pZp-
-Zp-?-ZP-ZP -?-?-?-Vl -?k?-SN-?
?-?-ZPKZP- ?-?-?-?k ?-?-?-?-
-Tr-?-?-? -?-?-?-VL -?-?-?-?
?-?-?-?- ?-?-?-?K ?-?-?-?-
Juegan blancas. Blancas juegan y ganan Blancas juegan y hacen tablas
¿Pueden mantener el equilibrio?

EL ESTUDIO DE LOS FINALES 87

SOLUCIONES
¶ Soluciones
(1) Duckstein - Johansson
1.¤f6+! [1.¥h6 ¤g6; 1.¥d4 ¤g6]
1...¢f7 2.£xg7+! ¢xg7 3.¤e8+
1–0
(2) Rotstein - Katalimov
1.¦xh6+!! ¥xh6 2.g7+! ¢xg7
[2...¥xg7 3.£h4+ ¥h6 4.£xh6#]
3.£g6+ ¢h8 4.£xh6# 1–0
(3) Kapengut - Vaganian
21...¦xb2! [21...¦b7μ; 21...¦b3μ;
21...£b6μ; 21...¥xc3? 22.bxc3
£xc3 23.¦d3] 22.¢xb2 £xc3+
23.¢c1 ¦b8! [ b1+!-b2#] 0–1
(4) Kengis - Vitolins
1...¥xg2! 2.¦xg2 £xe3+!! 3.¦xe3
¦d1+ [3...¦d1+ 4.£f1 ¦dxf1#] 0–1
(5) Olsson - Buskenstrom
1...¤xf2+! [1...¥d3? 2.¤e5!;
1...¥h3? 2.¤e7+] 2.¦xf2 ¥g2+!
3.¦xg2 [3.¢g1 ¦e1+] 3...¦e1+
4.¦g1 ¦exg1# 0–1
(6) Reshko - Kaminsky
1.a8¥! [1.a8£? £f7+!=; 1.a8¦?
£f7+!=; 1.a8¤ £a7! 2.g5 hxg5
3.hxg5 fxg5 4.£g6+ ¢h8 5.£c6
¢h7! 6.£h1 (6.¤c7 £f2!=; 6.¤b6
£b8!!=) 6...£f2 7.¢xg5+ ¢g8
8.£d5+ ¢h7²] 1...£b3 2.£d7
£g8 3.¥d5 1–0
(7) Hallier - Herman
1.¤e7+! ¤xe7 [1...¦xe7 2.¦xf2
¦e1+ 3.¦f1+–] 2.£g3+! £xg3
[2...¤g6 3.£xf2+–] 3.¥xf7# 1–0
(8) Morphy - Brian
1.h4! [1.£b4+ ¢e8 2.h4 a5
3.£xb6] 1...£g4 2.£a3+! ¢g8
[2...¢e8 3.£e7#] 3.¤e7+ ¢f8
4.¤g6+ ¢g8 5.£f8+! ¦xf8
6.¤e7# 1–0
(9) Ejercicio de táctica
45...£g4!! [45...£d1+ 46.¢h2!
£g4!] 46.hxg4 [46.¦g3 £xg3!–+]
46...gxf6–+ 0–1
96
(10) Brink - Littlewood
1...£xd6! [1...¥d4+! 2.¢h1 ¦e1?
(2...£xd6!; 2...¤f2+? 3.¦xf2 £xd6
4.£xf5! ¦e1+ 5.¦f1) 3.¦xe1 ¤f2+
4.£xf2!! ¥xf2 5.¦e8+ ¢g7
6.¤gxf7=; 1...¥e5!? 2.£xf5 ¥d4+
3.¢h1 £xf5 4.¤xf5 ¤f2+ 5.¢g1
¤h3+ 6.¢h1 ¤xg5–+] 2.£xd6
¥d4+ 3.¢h1 ¤f2+ [3...¤f2+
4.¢g1 ¤e4+ 5.¢h1 ¤xd6–+] 0–1
(11) Tkhelidze - Gutkin
1.¦xf7! ¦xf7 [1...¦d8 2.¦xd8+
£xd8 3.¦f8+ £xf8 4.¥xe6+ ¢h8
5.£xf8#; 1...¦c8 2.¦xg7+ ¢xg7
3.¦d7+ ¢g6 4.£f7+ ¢g5 5.h4+
¢xh4 6.£f6+ ¢g4 7.¦g7+ ¢h5
8.£g5#] 2.¥xe6! £xe6 [2...£xf2+
3.£xf2 ¦bxf2 4.¦d8#] 3.¦d8+ ¦f8
4.£xf8# 1–0
(12) Urday – Illescas
33...¥xe4! 34.¤xe4 ¦xb2 35.¥c2
[35.¦xb2 ¦xb2 36.¥c2 £xd2+
37.¤xd2 ¦xc2–+] 35...£xe4! 0–1
(13) Fedorov - Adianto
33...¤ed2+! [33...¤cd2+? 34.¢c1
¤b3+ (34...£e3 35.£xb7#)
35.£xb3] 34.¢c1 [34.¢a2 £a5#]
34...¤b3+!! [34...¤b3+ 35.¢b1
(35.cxb3 ¤e3+; 35.¢d1 ¤e3+)
35...¤cd2+ 36.¢a2 £a5#] 0–1
(14) Moldoyarov - Samochanov
1.¦g6! [1.¢e3!?± ¢g3 2.¦g6+!;
1.¦xa5 ¢g3 2.¦a8 ¢xg2 3.¦h8
¥e2 4.¢e3 ¥g4 5.¦b8 h4 6.¦xb5
h3=] 1...a4 2.¢e3 a3 3.¢f4 a2
4.¦g3 ¥e6 5.¦h3+! ¥xh3 6.g3# 1–
0 ¢g4 4.¢g2 ¢f5 5.¥g3 ¢e4=]
(15) Selezniev, 1920
1.¢g6! ¥f4 [1...c3 2.¢xh6 c2 3.f7
c1£+ 4.¢g7=] 2.¥f7! [2.¢f5 c3!
3.¢xf4 c2 4.f7 c1£+ 5.¢e5 £h6]
2...¢b4 3.¥xc4!! ¢xc4 4.¢f5!
¥d6 5.¢e6! ¥f8 6.¢f7! ¥h6
7.¢g6= 1–0
SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS
¶ Curso de Zlotnik
Ejercicio 1
1.¢b6 ¢b8 2.¤b7 ¢c8 3.¢c6
¢b8 4.¤d6! ¢a7 5.¢b5 ¢b8
6.¢b6 ¢a8 7.¢c7 ¢a7 8.¤b4 c2
9.¤c8+ ¢a8 10.¤c6 c1£ 11.¤b6#
Ejercicio 2
1.¦f6+ ¢g8 2.¤h6+ ¢h8 3.¢f7!
¦a8 4.¤f5 ¦a7+ 5.¢g6 ¦a8 6.¢h6
¦b8 7.¤e7 ¦a8 8.¦f7 ¦a6+
9.¤g6+ ganando.
Ejercicio 3
1.¥g3! ¦f3 2.¥d6 ¦e3+ 3.¥e5 ¦f3
4.¦e7+ ¢f8 5.¦c7 ¢g8 6.¦g7+
¢f8 7.¦g4 ¢e8 8.¥f4! ganando.
Ejercicio 4
1...¥c5! 2.a5 ¥xb6 3.axb6 a5
4.¥a6 ¢c6 [4...¤c5!] 5.¥c8 a4!
6.¥xe6 ¤c1 7.¢e1 a3 8.¢d2 a2
Ejercicio 5
1...¦e2! 2.¦a3 ¦e3 3.¦a8 ¢f3
4.¦a1 ¦d3 5.¢f1? 5...g4–+ 6.¦b1
¦a3 7.¦c1 g3 8.hxg3 ¢xg3! 9.¢g1
¦a2 10.¦b1 f3 11.¦c1 ¦g2+ 0–1
Ejercicio 6
1...¦f8! 2.e3 ¥f6 3.¥e4 ¦a8 4.¥f3
¦a6! 5.¦d2 ¦b6 6.¥d1 a4 7.b4+
¢xc4 8.¦xd6 ¥b2 9.¥xa4 ¥xa3
Ejercicio 7
56.¦b7+! 56...¢c8 57.¦b6 ¢c7
58.¦b5 b3 59.¦b4 ¦b1 60.¦b5 b2
61.¢g2=
Ejercicio 8
1.b6 ¥f2 2.b7 ¥a7 3.¥g1 [3.¥e5?
3...¥b8 4.¥f2 ¥h2 5.¥e1 ¥c7
6.¢g1 ¥b6+ 7.¢f1 ¥a7 [7...¥c7
8.¢f2 ¢g4 9.¢e3 ¢f5 10.¢d4
etc.] 8.¢e2 ¢g4 9.¢d3 ¢f5
10.¢c4 ¢e6 11.¥g3 ¢d7 12.¢b5
¢e7 13.¢a6 ganando.
Ejercicio 9
1.¤e6 g4 2.¤g7! f4 3.¤h5 f3 4.¤f6
g3 5.¤e4=
Curso práctico de Zlotnik

 MI Boris Zlotnik
 ND Archiv CC

6. El Estudio de las Aperturas

A PESAR de más de 500

años de historia del aje-
drez moderno, el desa-
En la siguiente partida, entre el
futuro quinto campeón del
mundo M. Botvinnik y E. Lasker,
p Botvinnik, M
p Lasker, E
URSS
GER

rrollo de la teoría de aperturas es ya excampeón y que dominó el Moscú, 1936

un proceso relativamente recien-
te. Tanto como los mayores logros
científico-técnicos en el siglo
pasado surgieron varias apertu-
ras desconocidas anteriormente
como la Defensa India de Rey, la
Grunfeld, la Nimzoindia, la aper-
tura Reti etc.
Basta recordar que en los dos pri-
meros matches del siglo XX por el
título de Campeón Mundial se
empleaban poquísimas aperturas.
En el match Lasker - Capablanca,
La Habana 1921, solamente se uti-
lizaron dos aperturas: el Gambito
de Dama rehusado y la Defensa
Steinitz contra la Apertura
Española. En el match entre
Capablanca y Alekhine, Buenos
Aires 1927, de las 34 partidas dis-
putadas se empleó el Gambito de
Dama rehusado en 32 (!) de ellas y
como excepción en las otras dos
una Defensa Francesa y una India
de Dama.
mundillo del ajedrez durante 27
años, se puede ver una situación
típica cuando un jugador joven
está al corriente de lo nuevo en
aperturas y su rival de más edad
tiene que inventar sobre el tablero
en una posición desconocida.
En estas situaciones, no siempre
funciona el tacto posicional, ni el
cálculo. Aun realizando un gran
esfuerzo e igualando la posición,
el tiempo y la energía consumidos
generalmente deciden la partida a
favor del jugador mejor prepara-
do en la apertura.
1.¤F3 D5 2.C4 E6 3.G3
Esperando su habitual Gambito
de Dama, el gran campeón se
enfrenta por primera vez contra la
Apertura Catalana, que antes
nunca había jugado.
3...¤F6 4.¥G2 ¥E7 5.0–0 0–0 6.D4
rSnlWq-Trk?
ZppZp-VlpZpp
-?-?pSn-?
?-?p?-?-
-?PZP-?-?
?-?-?NZP-
PZP-?PZPLZP
TRNVLQ?RMK-
6...¤BD7
La primera línea, según la mega-
base, es 6...dxc4 7.£c2 (7.¤c3
¤c6!) 7...a6 8.£xc4 b5 9.£c2 ¥b7
10.¥d2 ¥e4 11.£c1 ¥b7 12.¥f4
¥d6.
 BORIS ZLOTNIK

7.¤C3 DXC4 p Novikov, I 34.¢F2 E4 35.¥C6 ¢E5 36.H4!

Ahora esta toma no es tan buena.
Es preferible 7...c6!?
8.E4 C6 9.A4
Es mejor 9.¥f4! b5 10.d5ƒ
r?lWq-Trk?
Zpp?nVlpZpp
-?p?pSn-?
?-?-?-?-
P?pZPP?-?
?-SN-?NZP-
-ZP-?-ZPLZP
TR-VLQ?RMK-
9...A5?!
Se nota el desconocimiento de la
apertura. Hoy en día, se considera
obligatorio 9...e5! 10.dxe5 ¤g4
11.¥f4 £a5 12.e6 fxe6 13.£e2
¤ge5 14.¤xe5 ¤xe5.
10.£E2² ¤B6
Una alternativa es 10...b6!? 11.¦d1
¥a6 12.¥f4 ¦e8.
11.¦D1 ¥B4 12.¤E5
Es superior 12.¥f4! h6 13.¤d2
£xd4?? 14.¤f3 £c5 15.¥e3 £e7
16.¥xb6.
12...£E7 13.¥E3 ¥D7 14.¤XC4
¤XC4 15.£XC4 B5?
Omitiendo 15...e5!
16.£E2 ¦AB8
O bien 16...bxa4 17.¤xa4±
17.AXB5 CXB5 18.E5 ¤E8 19.D5 EXD5
20.¤XD5 £XE5 21.¤XB4
1–0
A principios de los años 80 del
siglo pasado, los análisis profun-
dos de apertura fueron una excep-
ción. La siguiente partida es un
ejemplo bastante conocido.
URSS
p Tukmakov, V ¡En esta posición tan avanzada se
URSS
produce la novedad de I. Novikov!
Lvov, 1984
36...H6 37.G3 G5 38.H5
1.D4 ¤F6 2.¤F3 G6 3.C4 ¥G7 4.¤C3 Una jugada necesaria para evitar
D5 5.CXD5 ¤XD5 6.E4 ¤XC3 7.BXC3 la simplificación en el flanco de
C5 8.¦B1 0–0 9.¥E2 ¤C6 10.D5 rey.
¤E5 11.¤XE5 ¥XE5 12.£D2 E6
13.F4 ¥G7 14.C4 ¦E8 15.E5 F6 16.D6 38...¢F5 39.A4!
FXE5 17.¥B2 EXF4 18.¥XG7 ¢XG7 Evitando 39.¢e2 a6 40.¥b7 b5!
19.0–0 ¦F8 20.¦XF4 ¦XF4 21.£XF4 41.¥xa6 b4 y el control negro
£F6 22.£E4 ¦B8 23.¦F1 £D4+ sobre la casilla c3 impide la acti-
24.£XD4+ CXD4 25.¦B1 ¥D7
26.¥F3 B6 27.C5 ¦C8 28.C6 ¥XC6
vación del rey blanco. 42.¢d2 ¢e5
43.¢c2?! d3+! seguido de 44...
29.¦C1 ¥D7 30.¦XC8 ¥XC8 31.¥C6 ¢d4.
¢F6 32.D7 ¥XD7 33.¥XD7
39...¢E5 40.¥B7 ¢F5 41.¥C8+
-?-?-?-? ¢E5 42.¢E2 ¢D5 43.¥B7+ ¢E5
Zp-?L?-?p 44.¢D2 ¢F5 45.¥C8+ ¢E5
46.¢C2
-Zp-?pMkp? Amenazando ¢b3–c4.
?-?-?-?-
-?-Zp-?-? 46...D3+ 47.¢C3 ¢D5 48.¥A6
¢E5 49.¥B7 ¢F5 50.¢D2
?-?-?-?-
P?-?-?PZP -?-?-?-?
?-?-?-MK- ZpL?-?-?-
En esta posición poco habitual,
-Zp-?-?-Zp
todavía no se acabó el análisis ?-?-?kZpP
casero del joven maestro ucrania- P?-?p?-?
no. Para Tukmakov, en cambio, la
posición resultó totalmente nueva
?-?p?-ZP-
y no es sorprendente que no -?-MK-?-?
supiera manejarla. 25 (!) años más ?-?-?-?-
tarde el GM M. Marin mejoró la
defensa negra. La partida está decidida y la
siguiente jugada negra es el últi-
33...E5 mo intento desesperado de con-
La mejora de Marin es 33...¢e5!? trajuego.
34.¢f2 ¢d5 35.¢e2 e5 36.¥c8 b5
37.¥b7+ ¢c4 38.¢d2 a5 39.¥e4 50...¢G4 51.¥XE4 ¢XG3 52.¥XD3
¢b4 40.h4 ¢a3 41.g4 ¢xa2 42.h5 G4 53.¥F5 ¢F3 54.¢E1 ¢F4
b4 43.hxg6? (43.¥xg6!) 43...hxg6 55.¥C8 ¢G5 56.¢F2 ¢XH5
44.¥xg6 b3 45.g5 a4 46.¥f7 ¢a1 57.¢G3 ¢G5 58.¥XG4 A6 59.¥E2
47.g6 b2 48.g7 b1£ 49.g8£ e4 B5 60.¥XB5
50.£e8 a3 51.£a4 £b2+ 52.¢e1
e3 53.£d1+ £b1 54.¢e2 £xd1+ 1–0
55.¢xd1 ¢b2 0–1 Shulman, Y.
(2.639) - Marin, M. (2.556).
Reykjavik, 2009/CBM 129 Extra.

6. EL ESTUDIO DE LAS APERTURAS 73

BORIS ZLOTNIK
Evidentemente, ahora con los
módulos de análisis más y más
potentes, el conocimiento preciso
y, sobre todo, de las líneas forza-
das de aperturas es un factor casi
decisivo a nivel profesional. Como
decía el GM A. Grischuk, hay sola-
mente un caso claro de suerte en
ajedrez: cuando repites la prepa-
ración de casa en la partida de
torneo que juegas el mismo día.
p Nakamura, H
USA
p Karjakin, S RUS
Zúrich, 2015
1.¤F3 ¤F6 2.C4 C5 3.¤C3 ¤C6 4.D4
CXD4 5.¤XD4 E6 6.G3 £B6 7.¤DB5
¤E5 8.¥F4 ¤FG4 9.£A4
r?l?kVl-Tr
Zpp?p?pZpp
-Wq-?p?-?
?N?-Sn-?-
Q?P?-VLn?
?-SN-?-ZP-
PZP-?PZP-ZP
TR-?-MKL?R
9...G5
No es fácil entender por qué el
blanco provoca la toma en f2 y por
qué el negro no lo acepta. La res-
puesta hay que buscarla en parti-
das por correspondencia que se
adelantan a la teoría de torneos.
Tras 9...£xf2+ 10.¢d2 pierde
10...£b6 (10...£c5!? 11.¤e4 £c6
12.¥g2 ¢d8; 10...g5!? 11.¤c7+
¢d8 12.¥xe5 ¤xe5 13.¤xa8
£d4+) 11.h3 g5 12.¥xg5 ¤f2
13.¦h2 ¥c5 14.¥f6! Sin embargo,
el negro tiene dos alternativas en
la décima jugada donde Houdini
no ve ventaja blanca...
10.¥XE5 £XF2+ 11.¢D1 ¤XE5
12.¤C7+ ¢D8 13.¤XA8 £D4+
14.¢C2 ¤XC4 15.E4!?
Se había jugado 15.¢b3 ¤d2+
16.¢c2 ¤c4 con igualdad.
74
Nakamura es bien conocido por
sus heterodoxas aperturas.
N?lMk-Vl-Tr
Zpp?p?p?p
-?-?p?-?
?-?-?-Zp-
Q?nWqP?-?
?-SN-?-ZP-
PZPK?-?-ZP
TR-?-?L?R
15...¤E3+?
Como confesó Karjakin, él simple-
mente olvidó su análisis e intentó
calcular sobre el tablero. Eviden-
temente, no pudo prever el cálcu-
lo de variantes con varias jugadas
únicas. 15...£d2+ 16.¢b3 £xb2+
17.¢xc4 ¥g7! (como explicó
Nakamura, solamente esta jugada
igualaba la posición, mientras que
una jugada "humana" 17...d5+ lle-
vaba a la ventaja blanca tras
18.¢d3 ¥g7 19.¤e2 £xa1 20.¥g2
£e5 21.£xa7 dxe4+ 22.¢e3)
18.£a5+! (18.£b3? £xa1 19.¥g2
£xc3+ 20.£xc3 b5+ 21.¢b3 ¥xc3
22.¢xc3 b4+! 23.¢xb4 ¥b7μ)
18...b6 19.£xg5+ f6 20.£b5! ¥a6
21.£xa6 f5!=
16.¢B3 £D2 17.A3 £C2+ 18.¢A2
£XA4 19.¤XA4 ¤XF1 20.¦HXF1 B5
Pero no 20...b6? 21.¦ac1 ¥b7
22.¤c7.
CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ
21.¤4B6 AXB6 22.¤XB6 ¥B7
23.¦XF7 ¥C6 24.¦D1 ¥E7 25.¦F3!
¢C7 26.¤XD7 ¦D8 27.¦C3 1-0
-?-Tr-?-?
?-MkNVl-?p
-?l?p?-?
?p?-?-Zp-
-?-?P?-?
ZP-TR-?-ZP-
KZP-?-?-ZP
?-?R?-?-
Las negras abandonaron por 27...
¦xd7 28. ¦dc1 ¦d6 29.e5.
Es comprensible que incluso los
jugadores de élite estén ya cansa-
dos de la necesidad de repasar
durante unas horas las líneas,
antes de una partida de competi-
ción. Por ello, últimamente se ve
la tendencia a evitar las líneas tri-
lladas y salir de ellas lo antes posi-
ble. La siguiente partida de
Krámnik, conocido por su prepa-
ración teórica, es sintomática.
p Kramnik, V RUS
p Nepomniachtchi, I RUS
Skopje, 2015
1.D4 ¤F6 2.¤F3 G6 3.G3 ¥G7 4.¥G2
D5 5.0–0 0–0
rSnlWq-Trk?
ZppZp-ZppVlp
-?-?-Snp?
?-?p?-?-
-?-ZP-?-?
?-?-?NZP-
PZPP?PZPLZP
TRNVLQ?RMK-
La siguiente jugada de Kramnik,
quien suele entrar en las líneas
principales, seguramente fue una
sorpresa para su rival.

6.C3!? B6 7.C4!?
Una jugada original que permite
crear en el tablero una posición
fresca muy temprano.
7...C6 8.¤E5 ¥B7 9.¤C3 ¤BD7
10.£A4 ¤XE5 11.DXE5 ¤E4?!
12.¤XE4 DXE4 13.¥F4 E3 14.¥XE3
¥XE5 15.¦AD1 £C7 16.C5!
r?-?-Trk?
ZplWq-Zpp?p
-Zpp?-?p?
?-ZP-Vl-?-
Q?-?-?-?
?-?-VL-ZP-
PZP-?PZPLZP
?-?R?RMK-
Esta jugada inclina la balanza a
favor de las blancas.
16...¥XB2 17.£B3 ¥F6 18.CXB6
AXB6 19.¥XB6 £C8 20.¦C1
Aún más fuerte era 20.¦d2!
20...£G4 21.¦C2 ¦A6 22.¥F3 £A4
23.£XA4 ¦XA4 24.¦D1
Todavía mejor era 24.¦b1!
24...¥A8 25.¥C5 ¦B8
lTr-?-?k?
?-?-Zpp?p
-?p?-Vlp?
?-VL-?-?-
r?-?-?-?
?-?-?LZP-
P?R?PZP-ZP
?-?R?-MK-
Una posición perfecta para el esti-
lo de Kramnik, quien realiza su
pequeña ventaja con su maestría
habitual.
26.A3!² E5 27.E3 E4 28.¥E2 ¦B7?
Era mejor 28...¦a5.
Vladimir Krámnik siempre ha
hecho gala de una excelente
preparación en aperturas.
29.¦C4 ¦XC4 30.¥XC4± ¢G7 31.A4
¥E7 32.¥XE7 ¦XE7 33.A5 F5
34.¦D8 ¦A7 35.A6 ¢F6 36.¦E8 C5
37.¢F1 ¢G7 38.¢E2 ¥C6 39.¦C8
¥D7 40.¦G8+ ¢H6 41.¦B8 ¥C6
42.¦B6 ¥A8 43.¥B5 ¦C7 44.¢D2
¦C8 45.¢C3 ¢G5 46.H3 H5 47.¢C4
H4 48.¦E6 HXG3 49.FXG3
1–0
El tema de aperturas a nivel de
jugadores aficionados es bastante
diferente y creo que sería un error
imitar a los jugadores profesiona-
les, intentando conseguir el
mismo volumen de conocimiento
de líneas concretas. Supongo que
para los aficionados sigue en
vigor la famosa frase de S.
Tartakower, que "entre la apertura
y el final, los dioses inventaron el
medio juego".
Evidentemente, en la lucha sobre
el tablero, aparte de sus conoci-
mientos y habilidades ajedrecísti-
cas, siguen en vigor varias cuali-
dades del jugador como deportis-
ta: la fuerza de voluntad, la
paciencia, la resistencia en posi-
ciones inferiores, etc. Para los
jugadores aficionados el conoci-
miento de aperturas se divide en
dos partes: el conocimiento con-
creto y las ideas relacionadas
6. EL ESTUDIO DE LAS APERTURAS
BORIS ZLOTNIK
tanto con la propia apertura como
con el medio juego. La siguiente
partida jugada entre mis dos ami-
gos y exalumnos es bastante sig-
nificativa en este sentido.
p Villena, F ESP
p Piera, J ESP
Menorca, 1998
Esta partida, disputada en la últi-
ma ronda del torneo, tenía mucha
importancia para el conductor de
las piezas blancas, mientras que
su rival ya no tenía ninguna posi-
bilidad de conseguir una buena
clasificación.
Por ello, el primero preparó la
apertura durante varias horas, en
tanto que el segundo no miró
nada. Y hay que decir que el tra-
bajo casero dio sus frutos en la
primera parte de la partida.
1.D4 ¤F6 2.C4 G6 3.¤C3 ¥G7 4.E4
D6 5.¤F3 0–0 6.H3
Este sistema fue ideado por el
destacado maestro sovietico V.
Makogonov, quien ya a una muy
avanzada edad impartió clases al
joven G. Kaspárov. Al contrario
del sistema Saemisch con 5.f3,
aquí el ¤g1 ocupa la casilla ideal
de su desarrollo en f3.
6...E5 7.D5 ¤H5 8.¤H2 ¤F4?!
rSnlWq-Trk?
ZppZp-?pVlp
-?-Zp-?p?
?-?PZp-?-
-?P?PSn-?
?-SN-?-?P
PZP-?-ZPPSN
TR-VLQMKL?R
Pierde un tiempo y permite a las
blancas realizar plenamente la
idea de la variante. Eran mejores
8... £e8 o 8... ¤a6.
75
 Además de las
variantes concretas,
es fundamental
conocer los planes r?-Wq-Trk? 28.¥H6 ¦FC8 29.¥XG7 ¢XG7
típicos del medio ?p?l?-Vl- 30.¢B1 ¤A4 31.¤XA4 ¦XA4
32.¥D1 ¦D4
juego y final. -?-Zp-Snp?
Zp-SnPZp-?- -?r?-?-?
-?-?P?-? ?p?l?-Mk-
?-SN-VL-SN- -Wq-Zp-?p?
9.G3 PZP-?LZP-? ?-?PZp-?-
TR-?QMK-?R -?-TrPSn-?
rSnlWq-Trk? Zp-?-?PSN-
ZppZp-?pVlp 21.£D2?
PZP-WQ-?-?
-?-Zp-?p? El blanco podía ahora recoger la
cosecha de su preparación, pero ?K?L?-TRR
?-?PZp-?- en su arsenal de métodos posicio-
-?P?PSn-? nales no entraba el cambio de un El completo dominio de las piezas
?-SN-?-ZPP alfil valioso en la India de Rey por
el caballo. Lo apropiado era
negras es un merecido castigo,
por la falta de decisión del juga-
PZP-?-ZP-SN 21.¥xc5! dxc5 22.¥c4. dor blanco.
TR-VLQMKL?R
21...¤G4 22.¥G5? 33.£H2 £XB2+ 34.£XB2 AXB2
9...¤H5 De nuevo, era muy fuerte 22.¥xc5 35.¢XB2 ¤D3+ 36.¢A3 ¦B4
Aunque la captura en h3 no pierde dxc5 23.f3 ¤f6 24.¥c4. 37.¤F5+ ¥XF5 38.EXF5 ¦A8+ 0–1
pieza, conduce a una clara ventaja
posicional blanca. Tras 9...¤xh3? 22...£B6 23.F3 ¤F2! En la siguiente partida, conviene
10.¤f3 g5 11.¥xh3 (11.¦xh3!? g4 Por supuesto. Si uno pierde la ini- destacar que el cambio en c5 es
12.¦h5 gxf3 13.£xf3) 11...g4 ciativa, el otro la coge. bastante típico en este tipo de
12.¤h4 gxh3 13.¤f5 ¥xf5 14.exf5 posiciones, tal como nos muestra
¤d7 15.£h5 ¤f6 16.£xh3. 24.¦F1 ¤H3 de forma magistral el excampeón
Pero no 24...£xb2?? 25.¢xf2. mundial T. Petrosian.
10.¥E2 ¤F6 11.¤F1
Mejor que 11.g4 c6. 25.0–0–0 ¤F4 26.¦H1 A4 p Petrosian, T URSS

r?-?-Trk? p Schweber, S ARG

11...¤A6 12.G4 ¤C5 13.¤G3 A5
14.H4 ?p?l?-Vl- Interzonal Estocolmo, 1962
Las blancas tienen una posición
superior debido a su ventaja de
-Wq-Zp-?p? 1.D4 ¤F6 2.C4 G6 3.¤C3 ¥G7 4.E4
espacio y, además, el típico con- ?-SnPZp-VL- D6 5.¥E2 0–0 6.¥G5 H6 7.¥E3 E5
trajuego con el avance f7–f5 no p?-?PSn-? 8.D5 C6 9.H4 CXD5 10.CXD5 ¤BD7
11.H5 G5 12.F3 A6 13.G4 B5 14.A4 B4
resuelve los problemas de las
negras.
?-SN-?PSN- 15.¤B1 A5 16.¤D2 ¤C5
PZP-WQL?-?
14...C6 15.G5 ¤E8 16.¥E3 CXD5 ?-MKR?-?R r?lWq-Trk?
17.CXD5 F5 ?-?-?pVl-
Por fin, las negras realizaron el
avance deseado, pero el otro
Con la columna "c" abierta y con
el peón "a" negro móvil, el rey
-?-Zp-Sn-Zp
bando debilita con sus siguientes blanco está indefenso. Zp-SnPZp-ZpP
jugadas la defensa del rey negro. PZp-?P?P?
27.¦DG1 A3
18.GXF6 ¤XF6 19.H5 ¥D7 20.HXG6 Era más fuerte 27...¤b3+! 28.axb3
?-?-VLP?-
HXG6 axb3 29.¥d3 ¤xd3+ 30.£xd3 -ZP-SNL?-?
¦a1+ 31.¤b1 ¦c8+ 32.¢d2 ¦c2+ TR-?QMK-SNR

76 CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ

Llama la atención el dominio
posicional blanco. El noveno
Campeón del Mundo nos enseña
de una manera elegante cómo hay
que tratar las posiciones de este
tipo.

17.¥XC5! DXC5 18.¥B5 ¥B7

O bien 18...¥d7 19.¤c4.

19.¤E2 ¤E8 20.¥XE8! Petrosian dominó como nadie los planes estratégicos tras la apertura.
Eliminando el caballo que inten-
taba ocupar la casilla bloqueado- 6...0–0 11.A4 £B4 12.0–0!
ra d6.
rSnlWq-Trk? rSnl?-Trk?
20...¦XE8 21.¤C4 ¥A6 22.£B3± Zpp?-ZppVlp Zp-?-ZppVlp
£F6 23.¦C1 ¥F8 24.¤G3 ¥C8
25.0–0 ¦D8 26.¢G2 ¦A7 27.¦F2
-?-Zp-Snp? -?-Zp-?p?
¢H7 28.¦FC2 £A6? ?-ZpP?-?- ?-ZpP?-?-
Era más resistente 28...¥d7 -?-?PZP-? PWq-?-ZP-?
29.¤e3 ¦aa8 30.¤gf5.
?-SN-?N?- ?-?-?N?-
29.¤XE5 ¦C7 30.¤C4 ¥G7 31.£D3 PZPP?-?PZP -ZPPSN-?PZP
¢G8 32.¦D2 ¦E7 33.E5 ¥XE5 TR-VLQMKL?R TR-VLQ?RMK-
34.¤XE5 ¦XE5 35.£XA6 ¥XA6
36.¦XC5 ¥C8 37.¦XA5 F5 38.GXF5 7.¥C4? 12...¥XB2?!
¥XF5 39.¤XF5 ¦XF5 40.¦B5 ¦DF8 Un error por desconocimiento de Por lo visto aquí falló el cálculo
41.D6 ¦XB5 42.AXB5 ¢F7 43.D7 1–0 esta posición. 7.¥d3 e6 (7...b5 del jugador de las negras. Lo
8.¤xb5 c4 (8...¤xe4?? 9.¥xe4 correcto era 12...£xf4! 13.£e2
En la siguiente partida el jugador £a5+ 10.¤c3+–) 9.¥xc4 ¤xe4 (13.¦e1!? £f5 14.¤c4 ¥a6 15.¤e3;
de las negras, a pesar de una clara 10.0–0 £b6+ 11.¤bd4 ¥g4 12.c3 y 13.c4!?) 13...¥a6 14.£xe7?! (14.c4!
ventaja en la apertura, perdió la el negro no tiene compensación ¤d7 15.£xe7 ¤e5) 14...¥xf1
partida por varios errores de cál- suficiente por peón.) 8.dxe6. 15.¤xf1 £f5 16.£xd6 £xc2
culo. 17.¤e3 £d3 18.¤g4 ¥d4+–+
7...B5! 8.¥XB5 ¤XE4 9.¤XE4
p Rodríguez, C £A5+ 10.¤ED2 £XB5µ 13.¥XB2 £XB2 14.¦E1 £B7
ESP
15.¤C4³ £C7 16.£D3
p Ramírez, J ESP rSnl?-Trk? Era mejor 16.¦a3!
Ciudad Real, 2015 Zp-?-ZppVlp
16...¦E8 17.¤G5 ¤D7 18.F5
1.E4 D6 2.D4 ¤F6 3.¤C3 G6 4.F4
-?-Zp-?p?
¥G7 5.¤F3 C5 6.D5 ?qZpP?-?- r?l?r?k?
El conductor de las blancas cono- -?-?-ZP-? Zp-WqnZpp?p
cía un poco la línea principal
6.¥b5+ así como la celada 6.dxc5
?-?-?N?- -?-Zp-?p?
£a5 7.£d3 ¤xe4?? 8.£b5+! Sin PZPPSN-?PZP ?-ZpP?PSN-
embargo, al presentarse realmen- TR-VLQMK-?R P?N?-?-?
te esta posición por primera vez
en una partida, prefirió una juga- La ventaja posicional negra es evi-
?-?Q?-?-
da “de sentido común”, que no dente y a partir de aquí Carlos -?P?-?PZP
crea problemas para el negro. arranca su máquina ajedrecística. TR-?-TR-MK-
18...¤E5?!

6. EL ESTUDIO DE LAS APERTURAS 77

La tensión sube y eso provoca el Un error decisivo. Ofrecía más
siguiente fallo del cálculo de las resistencia 22...exd6! 23.£xa8
negras. Se imponía 18...¤f6! (23.¤e4 ¥b7 24.¤xf6+ ¢g7
19.fxg6 hxg6 20.¤e6 £d7 25.¤xe8+ ¦xe8) 23...fxg5.
(20...£b7 21.¦ab1 £xd5 22.¤c7
£xd3 23.cxd3 ¥f5 24.¤xe8 ¦xe8 23.D7!+– £XD7 24.£XA8 ¥B7
25.¦b3=; 20...fxe6? 21.£xg6+ ¢h8 Si 24...fxg5 25.¦ad1 £xa4
22.¦e4!! (22.¦f1! ¥b7) 22...¤xe4 26.£d5+ e6 27.£xc5 ¥b7 28.£c7
23.£xe8+ ¢g7 24.dxe6 ¥xe6 ¥xg2 29.¦d7.
25.£xa8±) 21.¦e3, con ataque.
25.£XA7 £C6
19.¤XE5 DXE5? O bien 25...fxg5 26.£xc5 ¥xg2
El tercer error del cálculo. Era 27.£xe5 ¥h3 28.¦e3.
necesario 19...¥xf5! 20.£f3
(20.¤exf7!? ¥xd3 21.¤h6+ ¢h8 26.¤E4+– F5 27.£XC5 FXE4
22.¤e6 £b7 23.¤f7+ ¢g8 28.£XC6 ¥XC6 29.A5 ¢F7 30.A6
24.¤h6+=) 20...dxe5 21.g4 f6! ¢E6 31.A7 ¢D6 32.¦EB1 ¢C7
22.gxf5 fxg5 23.fxg6 hxg6= 33.¦B8 ¦XB8 34.AXB8£+ ¢XB8
35.¦A5 1–0
20.FXG6 HXG6 21.£F3
21.£e4! f5 22.£h4 e6 23.¦xe5! El principal consejo que puedo
dar a un jugador aficionado es
21...F6 22.D6 buscar un equilibrio entre el
conocimiento concreto de las
r?l?r?k? líneas de apertura y las ideas típi-
Zp-Wq-Zp-?- cas. Además, en el estudio de una
-?-ZP-Zpp? u otra apertura, es útil tener como
modelo a un jugador del nivel
?-Zp-Zp-SN- aproximadamente entre 2500 y
P?-?-?-? 2600 en activo, que sea un experto
?-?-?Q?- en la variante/apertura que plane-
amos jugar. De sus partidas pode-
-?P?-?PZP mos recibir respuestas concretas a
TR-?-TR-MK- las dudas que tenemos y además
aprender métodos comunes para
22...£B7? esta variante, tanto en el medio
juego como en el final.

PDR TEMARIO DEL CURSO PRÁCTICO DE ZLOTNIK

PDR-113 1. Factores que determinan el éxito en ajedrez
PDR-114 2.1 Entrenamiento en el juego Táctico (parte 1)
PDR-115 2.2 Entrenamiento en el juego Táctico (parte 2)
PDR-116 3.1 Entrenamiento en el juego posicional (parte 1)
PDR-117 3.2 Entrenamiento en el juego posicional (parte 2)
PDR-118 4. La creatividad ajedrecística
PDR-119 5. Estudio de los Finales
PDR-120 6. Estudio de las Aperturas
PDR-121 7. Resistencia del ajedrecista y situaciones prácticas
 SOLUCIONES EN LA PÁG. 96

¶ EJERCICIO nº 1 ¶ EJERCICIO nº 2 ¶ EJERCICIO nº 3

rSnlWqk?-Tr r?l?r?k? -Trl?k?-Tr

Zp-?-?pZpp Zpp?-WqpZpp VL-?-Zpp?p
-?p?p?-? -?p?-?n? n?-?-?pVl
?p?-SN-?- ?-?p?-?- ?p?-ZP-?-
PVlpZPn?-? -?-ZP-?n? -?p?-ZP-?
?-SN-?P?- ZP-SNLZP-?- ?-ZP-?LSnP
-ZP-?-?PZP -ZPQ?NZPPZP PZP-?-?PTR
TR-VLQMKL?R TR-?-?RMK- TRN?-MK-SN-
El negro acaba de entregar en e4, Valorar 14. ¤g3 Tras 16. ¥e3? ¤f5 17. ¢f2 ¤xe3
¿es correcto? 18. ¢xe3 g5, el negro quedó
mejor y ganó la partida. ¿Cómo
debería haber jugado el blanco?

¶ EJERCICIO nº 4 ¶ EJERCICIO nº 5 ¶ EJERCICIO nº 6

r?lWq-Trk? r?lWqkVl-Tr rSnlWq-Trk?

Zpp?-ZppVlp ?p?-Zpp?p ?-?-ZppVlp
-?-Zp-Snp? p?nZp-Snp? p?-Zp-Snp?
?-?-Sn-?- ?-?-?-?- ?PZpP?-VL-
-?-SNP?P? -?-?P?-? -?-?P?-?
?-SN-VL-?P ?-SN-VLN?- ?-SN-?-?P
PZPP?QZPL? PZPPWQ-ZPPZP PZP-?-ZPP?
TR-?-MK-?R TR-?-MKL?R TR-?QMKLSNR
Valorar 10...¥e6 Elegir entre 10.h3 y 10.e5 Elegir entre 10.bxa6 y 10.a4

¶ EJERCICIO nº 7 ¶ EJERCICIO nº 8 ¶ EJERCICIO nº 9

rSnl?-Trk? -?kTr-Vl-Tr rSn-Wq-Trk?

Zpp?-?pZpp ?lWqn?pZpp ZppZp-?pVlp
-?-?p?-? p?-Zpp?-? -?-?-Snp?
?-?-ZP-?- ?pSn-?-ZP- ?-?-Zp-?-
-VlpWqL?-? -ZP-SNP?-? -?LZPP?l?
?-SN-?-?- ?-?-VL-SNP ?-SN-VLN?-
PZPQ?-ZPPZP P?P?-ZPL? PZP-?-ZPPZP
TR-VL-MK-?R TR-?Q?RMK- TR-?Q?RMK-
Elegir entre 11.¥xh7+ y 11.¥f4 ¿Es factible ¤b6? Refutar 9...e5

6. EL ESTUDIO DE LAS APERTURAS 79

SOLUCIONES
¶ Visión de Mate
(1) Daulyte - Socko
57.b6# [La partida acabó de
forma trágica: 57.£a5+?? £xa5
0–1]
(2) Sveshnikov - Despotovic
38...¦a1+! [La partida siguió
38...£c1+?? apuros de tiempo
39.¥g1 ¥c5 40.£g3 y fue tablas
más tarde] 39.¥g1 £xg1#
(3) Szabo - Reshevsky
21.£xg6+! [Szabo había calcula-
do el mate en dos antes, pero
luego simplemente ¡se olvidó!
21.¥xf6?? ¥xd5 22.cxd5 £d6
23.£c3 £xd5 24.¦fd1 £f5 25.e4
£e6 26.¥g7 b6 27.¥xf8 ¢xf8
tablas] 21...¥g7 22.£xg7#
(4) Kogan - Benjamin
39...£xh3+! [La partida siguió
39...¥d5?? 40.£e7?? (40.¦xf6! ¥xf7
41.¦xh6+ ¢xh6 42.b4²)
40...£xh3+! 41.¢xh3 ¦h1#]
40.¢xh3 ¦h1#
(5) Shimanov - Kamsky
20...£xh2+!! [Se jugó 20...¤g3??
21.¤f3 £g4 22.hxg3 £h5 23.¢f1
fxg3 24.¦c2 y las blancas
acabaron ganando] 21.¢xh2
¤g3+ 22.¢g1 ¦h1#
(6) Wojtaszek - Nikolic
35.¦1xc5+! [Lo mismo da
35.¦7xc5+; En la partida el blanco
siguió con 35.bxc5?? ¦ee2
36.¤e7+ ¦xe7 37.¦xe7 bxc5 y
acabó más tarde en tablas]
35...bxc5 36.¦xc5#
(7) Khurtsidze - Soumya
38.£h3+ [El juego siguió 38.¦e4??
£g7 39.¦h4+ ¢g8 40.¦h7 £e5 y
fue tablas] 38...¢g8 39.£h7#
(8) Sieglen - Gawehns
Las negras se rindieron ¡en lugar
de dar mate forzado! 29...£b1+
30.¢g2 £h1+!! [Solo da tablas
30...¥f3+? 31.¢xf3 £h1+ 32.¢g4
£d1+] 31.¢h3 [31.¢xh1 ¥f3+
32.¢g1 ¦d1+ 33.¦e1 ¦xe1#]
31...£f1+ 32.¢h4 g5+ 33.¢xh5
£h3#
96
(9) Kovalev - Edouard
34...¦h1+ [Mucho más rápido era
dar mate en dos con 34...£xh3+!!
35.¢xh3 (35.¦xh3 ¤g4#)
35...¦h1#] 35.¢xh1 £d1+ 36.¢h2
¤f1+ 37.¢h1 ¤xg3+ 38.¢h2
£h1+ 39.¢xg3 £g2+ 40.¢f4
£h2+ 41.¢xf3 £xb8 [0–1]
(10) Maiwald - Markowski
24.¦h8+! [En lugar de 24.¦h7??
¤g4 y acabó en tablas.] 24...¢xh8
25.£h2+ ¢g8 26.£h7+ ¢f8
27.£xg7#
(11) Eingorn - Kharlov
33.£c6+! [En vez de esto, el blan-
co erró con 33.¥xc4+? ¢d8 y
ganaron las negras.] 33...¢e7
34.£d7+ ¢f6 35.£f7+ ¢g5
36.£xg7+ ¢f4 37.£f6+ ¢e4
38.£f5#
(12) Meins - Reschke
57...¢c6! [Preparando el mate
con f6. La partida siguió
57...¦e6+?? 58.¢d5 ¢a6 59.¦a3 h4
60.gxh4 ¦e4 61.¢d6 ¦xf4 62.¢e7
¦xh4 63.¢xf7 g5 64.¢g6 g4
65.hxg4 fxg4 66.¦g3 tablas]
58.¦c1+ ¢d7 [y no hay defensa]
(13) Sermek - Mohr
27.¦c1?? [Una bonita red de mate
se lograba con 27.£xa5+!! bxa5
28.¦a6+ ¢b7 29.¤c5+ ¢c8
30.¦a8#] 27...£xd5 28.¥g3 ¦c8
29.¦f1 ¦hd8 30.£a4 £c4
31.£xc4 ¦xc4 32.¤e5 ¤xe5
33.¥xe5 ¦dc8 +–
(14) Furman - Kholmov
El gran entrenador Semen
Furman soñó por la noche con la
secuencia que llevaba al mate,
que no fue capaz de hallar en la
partida. 30.¦xh6+! [En lugar de
30.£g4? g6 31.£h4 ¤xe3 32.£f6
¤f5 33.¥e5 £f8 34.f4 h5 35.¢h2
h4 36.¦a5 £d8 tablas] 30...gxh6
31.£f5+ ¢g8 32.£g4+ ¢f8
33.£g7+ ¢e7 34.£e5+ ¢f8
[34...¢d8 35.£b8+ ¢e7 36.¥c5+
ganando] 35.¥c5+ ¦e7 36.£h8#
(15) Skembris - Mikhalchishin
20...¦xe2+! [¡Aquí era yo quien
podía haber dado mate! La parti-
da fue tablas tras 20...¥xe2?
21.¥xe2 £xg2 22.¦f1 ¦xe2+
VISIÓN DE MATE & CURSO ZLOTNIK
23.¢xe2 ¦e8+ 24.¢d3 £f3+
25.¢c2 ¦c8+ 26.¥c3 £e2+
27.¢b3] 21.¥xe2 £xg2 22.¦f1
¦e8 23.£c2 [23.¦d2 ¥xd2+
24.¢xd2 ¦xe2+ 25.¢c3 £c6+!
etc.] 23...¥xe2 24.£xe2 ¦xe2+
25.¢xe2 £e4#
¶ Curso de Zlotnik
(Ejercicio 1) 9.fxe4 £h4+ 10.¢e2
(10.¢d2? £f2+) 10...¥xc3 11.bxc3
£xe4+ 12.¢d2+–
(Ejercicio 2) 14.¤g3? £h4 15.h3
¤xe3 16.fxe3 £xg3. Ganando un
peón.
(Ejercicio 3) 16.a4! bxa4 (16...b4
17.¥xb8 ¤xb8 18.¤e2 ¤xe2
19.¢xe2 ¥xf4 20.¦h1 ¥xe5
21.cxb4 ¥xb2 22.¦a2 c3 23.¤xc3!)
17.¥xb8 ¤xb8 18.¦xa4 ¥e6
19.¤e2 ¤xe2 20.¢xe2 ¥xf4
21.¦h1 0–0 22.¤a3+–
(Ejercicio 4) 10...¥e6? [10...¤fd7
11.f4 (11.0–0–0 ¤b6) 11...¤c6
12.0–0–0 ¤xd4 13.¥xd4 e5]
11.¤xe6 fxe6 12.f4 ¤c6 13.£c4±
(Ejercicio 5) 8.e5? (8.h3²) 8...dxe5
9.£xd8+ ¢xd8 10.0–0–0+ ¢e8,
sin compensación suficiente.
(Ejercicio 6) 9.a4! (9.bxa6?! £a5!
10.¥d2 ¤bd7 11.¤f3 ¥xa6=)
9...£a5 10.¥d2! £b4 11.£c2
(Ejercicio 7) 11.¥f4! (11.¥xh7+?!
¢h8 12.¥e4 £xe5 13.0–0 f5 14.¥f3
¤c6!) 11...h6 12.0–0 ¥xc3
[12...¤c6!? 13.¤e2 £b6 (13...£c5??
14.a3 ¥a5 15.b4) 14.£xc4²]
13.¦ad1 £c5 14.£xc3±
(Ejercicio 8) 14...¤b6! (14...¤a4?
15.c4! ¤b2 16.£e2 ¤xc4 17.¦fc1
d5 18.exd5 exd5 19.a4±; 14...¤e5!?)
15.bxc5 dxc5 16.c3 ¤c4=
(Ejercicio 9) 10.dxe5 (10.d5?
¤bd7) 10...£xd1 11.¦fxd1 ¤fd7
12.e6! ¥xe6 13.¥xe6 fxe6
14.¤b5+–
Curso práctico de Zlotnik

 MI Boris Zlotnik
 ND Archiv CC

7.1 Resistencia del ajedrecista y situaciones prácticas

E N 1967, un año antes de

adquirir el título de
Maestro de la URSS, pre-
p Botvinnik, M
p Bronstein, D
URSS
URSS
19.¤C3
19.b4!?

gunté al famoso GM D. Bronstein: Moscú, 1951 19...£XB3 20.¦XA6?!

—“¿Cuál es la diferencia principal QSn-?-Trk? QSn-?-Trk?

entre un maestro y otro que no
tiene este título?” Tengo que con-
fesar que la respuesta me sor-
prendió, al ser un tanto abstracta:
—“Obviamente, un maestro cal-
cula algo mejor y sabe más del aje-
drez. Sin embargo, la diferencia
principal es otra: ¡el maestro sabe
cómo luchar contra otro ser huma-
no!”.
Ciertamente, él mismo sabía muy
bien cómo luchar contra otra per-
sona en el tablero de ajedrez. En la
herencia que nos dejó el gran
David Bronstein, hay varios ejem-
plos de este tipo y sin duda el más
conocido e impresionante es el
siguiente.
?-Zp-?-Zpp ?-Zp-?-Zpp
pVl-Zp-Sn-? RVl-Zp-Sn-?
?q?PZpp?- ?-?PZpp?-
-?-?-?-? -?-?-?-?
?P?-ZPPZP- ?qSN-ZPPZP-
-ZP-VLN?LZP -ZP-VL-?LZP
TR-?-MK-?R ?-?-MK-?R
Parece que era totalmente desca- Botvinnik decide devolver parte
bellado seguir aquí con torre de de su enorme ventaja material
menos jugando contra el mítico para simplificar la posición cam-
M.Botvinnik, el indiscutible cam- biando damas y quedando con
peón del mundo de aquel enton- una pieza de más. Sin embargo
ces. Como dicen los testigos, el era más fuerte 20.¦a3! £xb2
desarrollo de esta partida causó 21.¦a2 £b3 22.0–0 ¥xe3+ 23.¥xe3
una muy fuerte impresión a £xc3 24.¥f2.
muchos espectadores entre los
cuales había personas muy cono- 20...¤XA6 21.£XA6 ¤XD5
cidas e inteligentes, con impor- 22.£A4?!
tantes títulos académicos –que 22.f4 ¤xc3 23.bxc3 e4 24.0–0 y la
saltaban de sus sillas como niños pieza de más debe decidir.
y gritando– que proponían juga-
das para ambos bandos.
 A través de ejemplos
en situaciones difíciles,
vamos a demostrar la
importancia de valores
como la voluntad, la
combatividad, el
aguante y la valentía.
22...£XA4 23.¤XA4 ¥XE3
24.¥F1 ¦A8 25.B3?!
25.¥b5!
25...¥XD2+ 26.¢XD2 ¢F8 27.¥D3
G6 28.¦C1 ¦B8 29.¤C3 ¤B4
-Tr-?-Mk-?
?-Zp-?-?p
-?-Zp-?p?
?-?-Zpp?-
-Sn-?-?-?
?PSNL?PZP-
-?-MK-?-ZP
?-TR-?-?-
30.¥E2
La serie de jugadas secundarias
de Botvinnik llevó a esta posición,
donde no se ve ningún camino
claro para realizar la ventaja
material blanca. 30.¦a1 ¤xd3
31.¢xd3 ¦xb3 32.¦a7 ¦b2 33.¦xc7
¦xh2 34.¤d5 ¦f2 35.¢e3 ¦h2
36.¦d7 ¦h3 37.¢f2 ¦h2+ 38.¢f1
¦h1+ 39.¢g2 ¦d1 40.¤f6 h5 y
parece que el negro aguanta.
30...¦A8 31.¤A4 C6 32.¦C4 ¦B8
33.¥D1 ¢E7 34.¤B2 D5 35.¦H4 H5
36.G4 HXG4 37.FXG4 F4 38.G5 ¦F8
39.¦H7+ ¢D6 40.¦G7 E4 41.¦XG6+
¢E5 ½–½
El objetivo de este artículo es
demostrar varias situaciones difí-
ciles donde el aguante, la volun-
tad, la combatividad y la valentía,
se expresan en su grado máximo.
Se pueden dividir estas situacio-
nes en tres tipos principales:
7.1 RESISTENCIA DEL AJEDRECISTA Y SITUACIONES PRÁCTICAS
1 El cambio radical de rumbo de
partida, en una situación estra-
tégicamente difícil, mediante
un sacrificio.
2 Una defensa, aparentemente
pasiva, que exige mucha
paciencia en espera del mo-
mento en el que el rival agota
su energía, a la vez que se busca
permanentemente la oportuni-
dad.
3 Una situación cuando al come-
ter un error garrafal intenta-
mos seguir peleando o por lo
menos morir "con las botas
puestas".
El cambio radical de rumbo
de partida
p Averbakh, Y
p Spassky, B
Leningrado, 1956
rSnq?-Trk?
?pSn-?-Vlp
p?-Zp-?p?
?-ZpPZp-ZPP
P?P?PZp-?
?-SN-?N?-
-ZP-VL-ZP-?
TR-?QMK-?R
En esta posición, el futuro campe-
ón del mundo hace una de las
jugadas más impresionantes de
toda la historia del ajedrez
16...¤C6!?
Como se puede ver, esta jugada
fantástica es realmente más que el
sacrificio de una pieza, ya que el
blanco además podía, mediante el
avance h5–h6, cerrar para siem-
pre el ¥g7.
17.DXC6 BXC6 18.¤H4 £E8 19.HXG6
HXG6 20.£G4 ¦B8 21.¤D1 ¤E6
22.¦A3 ¤D4 23.¦AH3 £F7 24.¥C3
BORIS ZLOTNIK
24...¦FE8 25.¦3H2
-Tr-?r?k?
?-?-?qVl-
p?pZp-?p?
?-Zp-Zp-ZP-
P?PSnPZpQSN
?-VL-?-?-
-ZP-?-ZP-TR
?-?NMK-?R
Aquí, la valoración de Houdini es
solamente +1,35, sin indicar una
línea ganadora muy clara. Spassky
captura el peón pero abre su for-
taleza, mientras que la máquina
propone una defensa pasiva con
25...d5!? o 25...¦bd8.
URSS
25...£XC4? 26.¤XG6 ¦E6
URSS
-Tr-?-?k?
?-?-?-Vl-
p?pZpr?N?
?-Zp-Zp-ZP-
P?qSnPZpQ?
?-VL-?-?-
-ZP-?-ZP-TR
?-?NMK-?R
27.¥XD4?!
Es comprensible que Averbakh,
teniendo pieza de más, no quisie-
ra calcular una variante larga que,
además, incluía la amenaza de
mate a su rey. En su lugar, la juga-
da en la partida fuerza el cambio
de damas, tan deseado cuando
tenemos la ventaja material...
27.¦h8+! ¥xh8 28.¦xh8+ ¢f7
29.¦xb8 f3 30.¤xe5+ dxe5
31.£h5+ ¦g6 32.¦b7+ ¢f8
33.£h8+ ganando.
27...¦XG6 28.£F5 £E6 29.£XE6+
¦XE6 30.¥C3 D5 31.F3 ¦B3 32.¦H3
C4 33.¢D2 ¦G6 34.¦G1 D4 35.¥A5
¥F8 36.¦G4 ¦D6 37.¢C2 ¦D7
38.G6 ¦DB7 39.¥E1 C5 40.¦GH4
75
BORIS ZLOTNIK

40...¥G7 60.¢D5 ¦D1+ 61.¢E4 Evidentemente, en la práctica, las

-?-?-?k?
?r?-?-Vl-
p?-?-?P?
?-Zp-Zp-?-
P?pZpPZp-TR
?r?-?P?R
-ZPK?-?-?
?-?NVL-?-
El blanco formalmente mantiene
una ventaja suficiente para ganar,
pero el negro sigue peleando, lo
que fue objetivo de la decisión
extraordinaria de Spassky. En este
momento, probablemente ya muy
cansado de esta partida loca,
Averbakh, al pasar ya el control de
tiempo, comete un error que igua-
la la posición.
41.¥A5?
41.¥d2±
41...C3!= 42.BXC3 ¦A3 43.CXD4 EXD4
44.¦XF4 ¦A2+ 45.¢D3 ¦B1 46.¦H1
¦XA4 47.¢C2 ¦B5 48.E5?
48.¥c7 c4 49.¦f5 ¦a2+ 50.¢c1 c3
51.¦xb5 axb5 52.¦h2=
48...D3+?!
48...¥xe5!
49.¢XD3 ¦XF4 50.¥C3?
50.¢e3!
50...¦XF3+ 51.¢E4 ¦G3 52.¢F4
¦XG6 53.¤E3 ¦B8
53...¦h6!? 54.¦d1 ¦h3.
54.¤F5 ¦F8
54...¥f8.
55.¦H5 ¦E8 56.¢E4 ¦G1 57.¦H3
¥F8 58.¢D5 ¦D1+ 59.¢E4 ¦C1
-?-?rVlk?
?-?-?-?-
p?-?-?-?
?-Zp-ZPN?-
-?-?K?-?
?-VL-?-?R
-?-?-?-?
?-?r?-?-
Los papeles se han invertido y
ahora el negro es quien puede
ganar. Sin embargo, la posición
sigue siendo algo especial, con
una considerable ventaja material
negra y, a la vez, ausencia de un
camino claro de su realización. En
este momento llega el turno de
Spassky, quien comete un error
que conduce a las tablas.
61...¦D7?
61...¦g1 62.¤h6+ ¢g7 63.¤f5+
¢f7.
62.¤H6+ ¥XH6
La textual era obligada por
62...¢g7 63.¤g4 ¦d1 64.¤f6.
63.¦XH6 ¦H7 64.¦G6+ ¢F7 65.¦F6+
¢E7 66.¦C6 ¢D7 67.¦XC5 ¦H6
68.¢D5 ¦B6 69.¥A5 ¦B5 70.¦XB5
AXB5 71.E6+ ¦XE6 72.¢C5 ¦E5+
73.¢B6 ½–½
Unos 30 años después, al viajar
con Y. Averbakh en el mismo
coche, no pude resistir la tenta-
ción de preguntarle sobre esta
partida. Me sorprendió su reac-
ción, siempre muy comedido y
sobre todo muy lógico en sus afir-
maciones. De repente se puso algo
nervioso, diciendo que en este
match entre los tres ganadores del
Cto. soviético (además M.
Taimanov) pasaron "varias cosas
extrañas" (?). Al buscar y ver las
partidas de este certamen, no he
encontrado nada especial salvo la
partida en cuestión...
entregas de pieza por un solo
peón no son una cosa común. Más
habitual es la entrega de peón o de
calidad. El siguiente ejemplo es
solamente uno de los varios que
realizó el noveno campeón del
mundo en su carrera. Y por ello,
se conoce en la teoría de ajedrez
con el nombre “la entrega posicio-
nal de calidad petrosiana”.
p Portisch, L HUN
p Petrosian, T URSS
San Antonio, 1972
1.C4 C5 2.¤C3 ¤C6 3.¤F3 G6 4.E3
¥G7 5.D4 D6 6.¥E2 CXD4 7.EXD4
¤F6 8.D5 ¤B8 9.0–0 0–0 10.¥E3
¤A6 11.¤B5 B6 12.¤FD4 ¥B7
13.¥F3 ¤D7 14.£D2 ¤E5 15.¥E2
£C8 16.¦AC1 ¤C5 17.B4 ¤E4
18.£D1 A6 19.¤A3 A5 20.B5 £C7
21.¤C6 ¦AE8 22.¤B1 ¤D7 23.¥F3
¤EC5 24.¥G5
Tras una apertura jugada sin pre-
cisión, el negro está en una situa-
ción estratégicamente difícil.
24...E5!
-?-?rTrk?
?lWqn?pVlp
-ZpNZp-?p?
ZpPSnPZp-VL-
-?P?-?-?
?-?-?L?-
P?-?-ZPPZP
?NTRQ?RMK-
Como decía el propio Petrosian,
"...la dificultad más importante en
las posiciones de sacrificio de cali-
dad es la predisposición psicoló-
gica para llegar a entregar una
torre por una pieza ligera. La
segunda dificultad reside en
entregar la calidad cuando no
estamos obligados a esta circuns-
tancia".

76 CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ

25.¥E7 F5 26.¥XF8 ¤XF8
Como indicó Petrosian, ha ocurri-
do un cambio brusco de la posi-
ción, donde a pesar de la calidad
de más, el blanco no tiene ningún
juego activo, ya que no hay
columnas abiertas para sus torres.
Además, el ¤c6 está fuera de
juego.
27.¥E2 ¥H6 28.¦C2 ¥C8 29.¤C3
¤FD7 30.¦E1 ¤F6 31.¥F1 F4
31...e4!?
32.¦CE2 ¦F8 33.¤A4 ¤XA4
34.£XA4
-?l?-Trk?
?-Wq-?-?p
-ZpNZp-SnpVl
ZpP?PZp-?-
Q?P?-Zp-?
?-?-?-?-
P?-?RZPPZP
?-?-TRLMK-
34...¤D7
Por lo visto, la entrega de peón le
pareció demasiado a Petrosian,
aunque como indica Houdini, la
mayor actividad de piezas negras
compensaba la pérdida material.
34...f3!? 35.¦b2 (35.gxf3 ¤d7
36.¤e7+ ¢g7 37.¤xc8 ¤c5 38.£c2
£xc8) 35...fxg2 36.¥xg2 ¥f4.
35.¤E7+ ¢H8 36.¤XC8 £XC8
37.£A3 ¤C5 38.£F3 £F5 39.H3
½–½
Sin embargo, no todos y no siem-
pre, están dispuestos a cambiar
radicalmente el rumbo de una
partida. Las razones más comu-
nes aquí son las dos siguientes: al
estar bajo presión durante
muchas jugadas nos parece poco
viable una entrega a la desespera-
da y, además, a menudo simple-
mente pasamos por alto este
momento crucial.
7.1 RESISTENCIA DEL AJEDRECISTA Y SITUACIONES PRÁCTICAS
p Petrosian, T URSS
p Gligoric, S YUG
Zurich, 1953
-?-Wq-?-Mk
?-Zp-?-?p
-?-Sn-?l?
Tr-?PZp-?-
-?-TrPZp-ZP
?-SN-?P?-
PZPR?-WQ-?
?KTR-?L?-
La actividad negra está agotada y El GM yugoslavo,
los dos peones de más deberían Svetozar Gligoric (1963)
decidir la partida. Sin embargo,
bajo la presión del reloj siguió… Es evidente que, en el nivel de
jugadores no titulados, tomar la
37.¤E2? ¦DA4? decisión de entregar una pieza –
Todos los comentaristas decían incluso al ser la última chance en
que era sorprendente que un
jugador tan experimentado como
una posición desesperada– es
todavía más difícil.
el GM Gligoric no aprovechara su
oportunidad, prefiriendo seguir p Hernández J.C. ESP
en una posición desesperada en p Redondo A.C. ESP
vez de entregar la torre en e4,
incluso si esta entrega no era sufi- Jaén, 2015
ciente. Creo que aquí podía influir
la inercia de nuestro pensamiento r?-?k?-?
humano: la entrega de torre ente- Zp-?r?-?p
ra por unos peones es muy poco
usual. 37...¦xe4!! 38.fxe4? (38.h5!
-?-?-Zp-?
¥f5 39.¥h3 ¦ea4 40.¤c3 ¥xc2+ VLNTR-Zp-?-
41.¦xc2) 38...¤xe4 39.£e1 £xd5 -?-?pSnn?
40.a3 (40.b3? ¤d2+ 41.¢b2 ¦xa2+
42.¢xa2 £xb3+ 43.¢a1 £a3+
?-ZP-?-?P
44.¦a2 ¤b3#) 40...¤d2+ 41.¢a1 -?P?-ZPP?
¤b3+ 42.¢b1 ¤xc1 43.¢xc1 ?R?-?K?-
¥xc2 44.¤c3 £b3 45.¥b5 ¦xb5
46.¤xb5 £xb5 47.¢xc2 £c4+μ De una manera similar a la parti-
da anterior de alto nivel, el blanco
38.¤C3 ¦D4 39.B3 –que tenía el caballo en d4– en
Sin dar ya la posibilidad del sacri- lugar de jugar 33.¤f5, con ventaja
ficio en e4. decisiva, lo colocó en b5, lo que
dio al negro una ocasión de oro.
39...£B8 40.H5 ¥XH5 41.£H4
Y las negras abandonaron. 33...¤E6?
33...¤xf2!! 34.¢xf2 (La variante
1-0 principal es 34.¤c7+ ¢f7 35.¤xa8
¦d2 36.¦c7+ ¢g6 (ver diagrama)
77
BORIS ZLOTNIK
Diagrama de análisis
N?-?-?-?
Zp-TR-?-?p
-?-?-Zpk?
VL-?-Zp-?-
-?-?pSn-?
?-ZP-?-?P
-?PTr-SnP?
?R?-?K?-
A pesar de la torre de menos sin
damas (!) el negro tiene muy buen
contrajuego, por ejemplo: 37.g3
¤4xh3 38.c4 ¦xc2 39.¦xa7 e3
40.¦e1 ¤g4 41.¦e2 ¤h2+ 42.¦xh2
¦xh2 43.¥b6 e2+ 44.¢e1 ¤g5=)
34...¦d2+ 35.¢f1 (35.¢e3?? ¦e2#)
35...e3 36.¤c7+ ¢f7 37.¤xa8
¦xg2 38.¦e1 e2+ 39.¦xe2 ¦xe2
40.¦c7+ ¢g6.
Diagrama de análisis
N?-?-?-?
Zp-TR-?-?p
-?-?-Zpk?
VL-?-Zp-?-
-?-?-Sn-?
?-ZP-?-?P
-?P?r?-?
?-?-?K?-
Y las peculiaridades de esta posi-
ción, el ¤a8 alejado y la vulnera-
bilidad de los peones c2 y h3, por
un lado, y dos peones pasados y
ligados negros, por el otro, com-
pensan la pieza.
34.¦C6+– ¤D8 35.¥XD8 ¦AXD8
36.HXG4 ¦D2 37.¤A3 A5 38.¦XF6
¢E7 39.G5... 1-0
La defensa pasiva
Una situación que ocurre con fre-
cuencia, por lo que quiero comen-
zar con una partida del joven
Caruana de 13 años contra el GM
M. Illescas –quien en nuestra con-
versación telefónica después de
esta partida– no ahorró elogios a
la resistencia de su rival.
78
p Illescas, M Pero el joven Fabiano aguanta
ESP
p Caruana, F bien esta difícil situación.
ITA
Dos Hermanas, 2006 40...¢D8 41.A5 H6 42.B6 ¢C8
43.¢F5 ¢B8 44.¢G4
r?-?r?k? Si 44.g4 ¥c3 45.h4 ¦d5+ 46.¢g6
Zp-?-WqpVlp ¥e1 47.¦h7 ¥d2.
-?R?-?p?
44...¥C3 45.¢H5 ¦D5+ 46.¢XH6
?-?L?P?- ¥XA5 47.G4 ¥XB6 48.¦G7 ¥E3+
-?-?-?-? 49.G5 ¦D4 50.¢H5 ¥F2 51.¦H7
¢C8 52.¢G6 ¢D8 53.¢F6 ¥H4
ZP-?-?-ZP- 54.¢F5 ¢E8 ½–½
-ZP-WQ-?-ZP
?-?-?RMK- CONCLUSIONES
27...GXF5 28.¦XF5 £E1+ 29.£XE1 Para concluir, déjeme darle algu-
¦XE1+ 30.¢F2 ¦E7 31.B4 ¦D8 nas recomendaciones:
32.¢F3 ¥E5 33.¦C5 ¥B2 34.¦A5 1 Después de meterse en una
¦D6 35.B5 ¦ED7 36.¢E4 ¢G7 posición difícil, no tenga prisa
37.¦XF7+ ¦XF7 38.¥XF7 ¢XF7 en rendirse –nunca es demasia-
39.¦XA7+ ¢E8 40.A4 do tarde. Manténgase firme y
mire fijamente y canalice su
-?-?k?-? energía hacia el trabajo mental
TR-?-?-?p positivo.
-?-Tr-?-? 2 No escatime el tiempo: es nece-
sario buscar la idea y sobrevi-
?P?-?-?- vir.
P?-?K?-? 3 Luche de modo selectivo y haga
?-?-?-ZP- uso obstinadamente de cual-
-Vl-?-?-ZP
quier chance que se le presente,
incluso de una posibilidad
?-?-?-?- inesperada. Recuerde que su
contrincante tiende a relajarse
No es fácil mantener la calma con cuando espera la victoria; aquí
el rey cortado en la última fila, está su ventaja psicológica.
máxime cuando los peones ene-
migos avanzan por ambos lados. A continuación, les dejo con unos
ejercicios de entrenamiento.
PDR TEMARIO DEL CURSO PRÁCTICO DE ZLOTNIK
PDR-113 1. Factores que determinan el éxito en ajedrez
PDR-114 2.1 Entrenamiento en el juego Táctico
PDR-115 2.2 Entrenamiento en el juego Táctico
PDR-116 3.1 Entrenamiento en el juego posicional
PDR-117 3.2 Entrenamiento en el juego posicional
PDR-118 4. La creatividad ajedrecística
PDR-119 5. Estudio de los Finales
PDR-120 6. Estudio de las Aperturas
PDR-121 7.1 Resistencia del ajedrecista y situaciones prácticas
PDR-122 7.2 Resistencia del ajedrecista y situaciones prácticas
 SOLUCIONES EN LA PÁG. 96

NdR: Cuando juega el negro, el diagrama se ve desde el punto de vista de las negras.

¶ EJERCICIO nº 1 ¶ EJERCICIO nº 2 ¶ EJERCICIO nº 3

r?-?k?-Tr -MKR?-?-TR -MKR?R?-?

Zpp?-ZppVlp ZPPZP-VLPZPP ZPPZP-?-?P
-?p?-?p? -?-?L?-? -?-?-?-?
?-?-ZP-?- ?-?-ZP-?- ?-SN-?-?-
-?-?-?-? Q?-SNp?-? -WQ-ZPp?L?
?-ZPn?-?- ?-Zp-Wqp?- VLp?-?nZp-
PZP-ZP-ZPPZP pZp-?n?pZp p?p?q?lZp
TRNVLK?-?R ?kSnr?l?r Vlk?-Tr-?r
Juegan las blancas. Juegan las negras. Juegan las negras.
El mítico Fischer quedó mal en la El bando negro sufre un fuerte ¿Cómo cambiar el rumbo de la
apertura. ¿Puede sobrevivir? ataque. ¿Qué haría usted? partida?

¶ EJERCICIO nº 4 ¶ EJERCICIO nº 5 ¶ EJERCICIO nº 6

-?-?r?-? q?-?rSn-Mk l?-?-Tr-Mk

?KZP-?-VL- ?-WQR?-?- Zp-Zp-?-Vlp
-?-?-?-ZP pZp-?pZp-? -Zp-?-?p?
?-?p?-?- ?-?-?-?- ?-?-Zp-Wq-
-Zp-WQq?P? P?P?-?-? -ZP-?-?-ZP
Zp-?-?R?- ?P?-?-SN- ?QZP-ZP-Zp-
k?p?-?-? -?-?-?n? P?-TRLZP-?
?-?-?-?- ?-?-?-MK- ?-?-TR-MK-
Juegan las negras. Juegan las blancas. Juegan las blancas.
Tras el grave error 38.£e5??, Csom jugó 49...¤h7-f8?? y Kárpov El ataque negro parece irresisti-
llega el milagro... remata de forma elegante. ble. ¿Cómo refutarlo?

¶ EJERCICIO nº 7 ¶ EJERCICIO nº 8 ¶ EJERCICIO nº 9

R?-?RMKN? -?-VL-?-? -MK-?-?-?

?P?-WQ-?P ?-?-?-?- ZPP?-?PZP-
-SNPVL-?p? -?-?-?-? -?-?Q?-?
?-?P?-?- ?-?-?P?- ?-?-?-?L
-?-ZpP?LSn -?-?p?pZp -?-?pZp-?
?p?-Zp-?p ?-Zp-MK-ZP- VL-Zp-?-?-
pVl-?nZp-? -?-?-?k? p?pSnl?-TR
?kTr-Wql?- ?-?-?-?- ?k?rWq-?-
Juegan las negras. Juegan las blancas. Juegan las negras.
G. Kaspárov tiene torre de menos. Con su avance 86...h4, Carlsen Parece que el rey negro está inde-
¿Cómo seguir peleando? busca la salvación. fenso. Demuestre que no es así.

7.1 RESISTENCIA DEL AJEDRECISTA Y SITUACIONES PRÁCTICAS 79

SOLUCIONES
¶ Soluciones
(1) Donner - Keres
1...¥xf5! [1...d3? 2.£xd3; 1...£f6?!
2.£xh5] 2.¥xf5 ¦xg3+!
[2...£xh4?? 3.¥xc8 d3 4.¦xd3
¦xg3+ 5.¦xg3 £xg3+ 6.¢h1
£h4+ 7.¢g2 £g5+ 8.¢h3] 3.fxg3
[3.¢h2 £xh4+] 3...d3+ [ganando
la dama.] 0–1
(2) Kofman - Filatov
1.¤xc6! bxc6 [1...£c7 2.£xe6+
fxe6 3.¥g6#] 2.£xe6+! [2.£xe6+!
fxe6 3.¥g6#] 1–0
(3) Nilsson - Chiacheli
1...¦xd1! [También gana 1...¦d2!–
+] 2.¦xd1 ¦xh4+! 3.gxh4 £xh4+
4.£h3 [4.¢g1 £h1#] 4...£xf2+
[4...£xf2+ 5.£g2 £xg2#] 0–1
(4) Bartolici - Atkin
1.£f6+! ¢g8 2.£g7+!! ¢xg7
3.h6+ [y tablas por ahogado] ½–½
(5) Riviera - Fischer
1...£c6! 2.f3 £b5! [ganando
pieza.] 0–1
(6) Greco,Gioacchino
1...¦a1+! 2.¦f1 ¦xf1+ 3.¢xf1
¥h3!! 4.gxh3 [4.¢f2 ¥xg2 lleva a
lo mismo] 4...¢h6 [y las negras
colocan su rey en el rincón, y
hacen tablas.] ½–½
(7) Teschner, - Portisch
29...£f2!! [En la partida se jugó
29...£a6 30.¤g3 ¦ed8 y acabó en
tablas; No es tan fuerte 29...¦ed8
30.¦xd8 £xd8! 31.£b1 ¥d2!
32.¤g7!] 30.¤g3 [30.£xc8+ ¦xc8
31.¦xf2 ¦c1+; 30.¦xf2 ¦e1+;
30.¦de5 £f1#] 30...£e1+! [con
mate] –+
(8) Lipski - Pieprowski
1.g3! [1.e6? f6! 2.e7 g5! 3.¢e6 (3.g3
gxh4 4.gxh4 f5=) 3...gxh4 4.¢xf6
h3! 5.gxh3 h4!=] 1...¢f8 [1...¢d8
2.e6! f6 3.e7+ ¢e8 4.¢e6 g5
5.¢xf6 gxh4 6.gxh4 ¢d7 7.¢f7]
96
2.¢d7! [2.e6? fxe6 3.¢xe6 ¢g7=]
2...¢g8 3.¢e8! ¢g7 4.¢e7 ¢g8
5.¢f6! ¢f8 6.e6 fxe6 7.¢xg6 e5
8.¢xh5 1–0
(9) Hamman - Brink
1...¥xg2! [También 1...b5 2.£d1
(2.£xb5 £xb5 3.¤xb5 ¤c2)
2...¦ad8] 2.¢xg2 ¥xc3! 3.bxc3
¤d5! [3...¤d5! 4.£xc4 ¤xe3+
5.¢f2 ¤xc4–+] 0–1
(10) Ermenkov - Sachs
1.£xf3! [1.£a1+ ¢h7] 1...¦c1+
2.£d1!! ¦xd1+ 3.¢e2 y las blan-
cas acabaron imponiéndose,
puesto que tras 3...¦b1 4.d8£
d1£+ 5.£xd1 ¦xd1 6.¢xd1 1–0
El final de peones está fácilmente
ganado.
(11) Estudio de Troitsky
1.¦d3+! ¢xd3 [1...¢c4 2.¦d1]
2.¢f3! g1¤+ [2...g1£ ahogado]
3.¢g2 ½–½
(12) Guldin - Bogdatev
1.£b4! [1.£c1! no es tan brillante
pero también gana tras 1...£a6
2.¦c6! £b7 3.¦cd6!] 1...¦d8
[1...¦xb4 2.¦c8+; 1...¦b3 2.£xb3!]
2.¦cd5! ¦xd5 3.£b8+ £d8
4.£xd8+ ¦xd8 5.¦xd8# 1–0
(13) Zhuravliev - Zhuravliev
1.¦h4! £a3 [1...£e7 2.£xe7 ¦xe7
3.¦xa4+–] 2.£xg7+!! ¢xg7
3.h8£+! ¦xh8 4.¦g4+ ¢h6
5.¦h1# 1–0
(14) Vogt - Alexander
1...c4! [1...¦d4 2.¤e7+] 2.bxc4
[2.£d1 £xd5!–+ 3.£xd5 ¦f1+
4.¦xf1 ¦xf1#] 2...£a3! 3.£d1
[3.£xa3 ¦f1+] 3...£xc1! 4.£xc1
¦f1+ 5.£xf1 ¦xf1# 0–1
(15) Estudio de Pogosiants
1.¦e4+ ¢g5 2.¦e5+! ¢h6
[2...¤xe5 3.¤e4+; 2...£xe5
3.¤f7+] 3.¦h5+!! ¢xh5 [3...¢g7
4.¤e8+] 4.g4+! ¢h6 [4...¢g5
5.¤e4+] 5.g5+! ¢xg5 [5...£xg5
6.¤f7+] 6.¤e4+ ½–½
SOLUCIONES TEST DE TÁCTICA Y CURSO ZLOTNIK
¶ Curso de Zlotnik
(1) Fischer - Matulovic
15.f4!! ¥h6?! (15...¤f2+ 16.¢e2
¤xh1 17.d4 f6 18.¥e3) 16.¢c2
¤xc1 17.¦e1! ¥xf4 18.g3 ¥h6
19.¢xc1=
(2) Larsen - Petrosian
14...¦xe5 15.dxe5 fxe5 16.¦fe1?!
e4 17.¥f1 ¤f6 18.£h4 ¥f5°
(3) Filip - Kortschnoj
20...¥xe5!! (20...£e7? 21.¤xd5
£xg5 22.¥xg5) 21.¥xc6 ¥xf4
22.£f6 ¥xh6 23.¥xd7 ¦xd7÷
24.¦fe1 ¥f8! 25.h4 ¦ad8 26.h5?
(26.¦d4™) 26...d4 27.hxg6 hxg6
28.¦d3 ¥a6 29.¦ed1 ¥xd3
30.¦xd3 ¦c8μ
(4) Smyslov - Tal
38...¦g1+! 39.¢h2 (Si 39.¢xg1
£d1+ 40.¢g2 £f3+, etc.) ¦h1+
40.¢g2 ¦g1+ con jaque continuo.
(5) Kárpov - Csom
50.¤f5!! 1–0 Ya que tras 50...¤xd7
51.£h2+! y mate en dos.
(6) Oberst - Koster
27.£g8+!! ¢xg8 28.¥c4+ ¢h8
29.hxg5±
(7) Timman - Kaspárov
17...c5!? 18.dxc6 axb5 19.£d5+?!
¦f7 20.axb3 ¤f8! 21.£xd6 £e8
22.£d8 £xc6+ 23.¢b2 £a8!
24.¦c1 ¤c4+! 25.bxc4 ¦d7. Y al
final, Kaspárov consiguió tablas.
(8) Caruana - Carlsen
87.gxh4! (87.¥xh4?? c2 88.¢d2
e3+ 89.¢xc2 e2 90.¢d2 ¢f2–+;
87.f6 h3 88.f7 h2 89.f8£ h1£
90.£f2+ ¢h3=) 87...g3 88.f6 c2
89.¢d2 e3+ 90.¢xc2 e2 91.¥a5 y
las blancas ganan.
(9) Svidler - Caruana
24...¥xa4 25.¦xe7 ¥xc2!!
26.¦xe8+ £xe8 27.£g3+ ¥g6
28.h4 £e5³
Curso práctico de Zlotnik

 MI Boris Zlotnik

7.2 Resistencia del ajedrecista y situaciones prácticas

C ONTINUAMOS con el
último tema de este
curso práctico, cuya
Todo apunta a que el negro tiene
una ventaja suficiente para ganar.
58.¦f8+ ¢g3 59.¦e8 ¢f2
60.¦xe2+ ¢xe2 61.¢b4 ¦a1
62.¢b5 ¢d3 63.a5 ¢d4 64.a6
importancia se pone de manifies- 50...E5 ¢d5 65.¢b6 ¢d6 66.¢b7 ¢d7
to en las tensas e igualadas pug- 50...h4!? 67.a7 ¦b1+ 68.¢a6 ¢c7.
nas que las jóvenes generaciones
mantienen en la actualidad. 51.¦A8 E4 52.¢E3! ¦C3+ 53.¢D4 56.¦A8 ¦H1
¦D3+ 54.¢C4 ¢F4 55.¦XA5 ¦XH3? Tampoco ganaba 56...¦a3 57.¢b4
Para ilustrarlo, demos paso a una ¦a1 58.¦f8+ ¢e3 59.¦h8.
partida entre dos jóvenes candi- -?-?-?-?
datos al título mundial. ?-?-?-?- 57.A5 H4 58.A6 ¦A1 59.A7 ¢E3
60.¢B5!
-?-?-?-?
p Giri, A NED
TR-?-?-?p R?-?-?-?
p Caruana, F USA
P?K?pMk-? ZP-?-?-?-
Wijk aan Zee, 2016
?-?-?-?r -?-?-?-?
-?-?-?-? -?-?-?-? ?K?-?-?-
?-?-?-?- ?-?-?-?- -?-?p?-Zp
R?-?p?-? La evidente textual pierde posibi-
?-?-Mk-?-
Zp-Tr-?k?p lidades de ganar. -?-?-?-?
P?-?-?-? Tr-?-?-?-
?-?-?-?P Lo correcto, pero nada fácil, era
encontrar sobre el tablero La clave: el rey apoya el peón
-?-?-MK-? 55...¦a3! apuntando el peón que pasado.
?-?-?-?- va a salvar la partida 56.¦xh5
(56.¢b4 ¦xh3 57.¦a8 e3 58.¦e8 60...H3
Casi desde el inicio, A. Giri tuvo ¢f3 59.a5 e2 60.a6 ¦h1 61.a7 ¦a1) 60...¢e2 61.¦e8.
que soportar la presión de 56...e3 (o más fácil 56...¦xa4+
Fabiano, quien le sorprendió en la 57.¢c3 ¢e3 58.¢c2 ¦a2+ 59.¢d1 61.¢B6 ¦B1+ 62.¢C6 ¦A1 63.¢B6
apertura. ¦a1+ 60.¢c2 ¢e2) 57.¦h8 e2 ½–½

82 CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ

 BORIS ZLOTNIK
En el juego de las
jóvenes generacio-
nes actuales, desta-
ca la importancia 57.¢G3 £G1+ 58.¤G2 A5?? 28.FXE4 ¤XE4 29.¤F1 ¤XC3
30.¤XC3 ¦G5 31.¤E4
de la resistencia y -?-?-?-?
el pragmatismo. ?-?-?-?- -?l?-Trk?
-?-?-?-? ?-Zp-?-Wq-
Zpp?p?-Mk- -Zp-Zp-?-?
-?-?-?P? Zp-?P?-Tr-
?-?-TR-MKP -?P?NZp-?
Como se sabe, en las posiciones -?-?-?N? ZPP?-Zp-?P
con mucha ventaja –ganadas con ?-?-?-Wq- -?-?L?P?
frecuencia– se produce un ?-?-TRNTRK
“bajón” en la concentración, que Un error garrafal que deja al rey
en gran medida es un hecho fisio- negro en la red de mate. Se puede Intentando romper el bloqueo por
lógico: el organismo humano sim- suponer que esta jugada se había las casillas blancas el negro, con su
plemente pasa al régimen de aho- hecho en un estado de relajación, siguiente jugada, entra en un cami-
rro de energía. Debido a ello, la pensando que la partida se gana no equivocado, confirmando una
práctica de nuestro juego es proli- sola. La posición negra evidente- vez más una máxima ajedrecística:
ja en ejemplos de castigo. mente sigue estando ganada, pero incluso en una posición ganada
demandaba ante todo estar atento hay que jugar con precisión.
La siguiente partida de V. Topálov a las amenazas del rival. Ganaba
–con 16 años– es muy llamativa. por ejemplo: 58...¢f6 59.h4 b4 31...F3?
60.¦f3+ ¢g7 61.g5 a5 62.h5 £c1 31...¦g6 32.¥h5 ¦h6 33.¥f3 ¥f5
p Topálov, V 63.h6+ ¢g6. 34.¤h2 ¦e8 35.¤d2.
BUL
p Glavina, P ARG
59.¦E6 1–0 32.¥XF3 ¦XF3?!
Sant Cugat del Vallès, 1992 En este golpe se basaba la idea del
p Zlotnik, B negro. Si 32...¦g6 33.¥h5 ¦h6
-?-?-?-? p Moreno Carnero, J
RUS
34.¦xe3.
?-?-?-?- ESP

33.¤XG5 ¦XF1 34.¦GXF1 £XG5

p?-?-?k? Madrid, 2004
35.¦F3
?p?p?-?N -?l?-Trk?
-?-?-?P? ?-Zp-?-Wq- -?l?-?k?
Wq-?-TRK?P -Zp-Zp-Sn-? ?-Zp-?-?-
-?-?-?-? ZpN?PTr-?- -Zp-Zp-?-?
?-?-?-?- -?P?nZp-? Zp-?P?-Wq-
ZPPWQ-ZpP?P -?P?-?-?
Durante las últimas 20 jugadas,
Veselin tuvo que defender una -?-?L?PSN ZPP?-ZpR?P
posición difícil, esperando con ?-?-TR-TRK -?-?-?P?
paciencia su oportunidad. ?-?-TR-?K
La posición blanca –en esta parti-
55...£A1–+ da semirápida– por supuesto está Ahora es evidente que, a pesar de
55...b4! perdida. Sin embargo, como suele la ventaja material negra, ganar es
decirse, la esperanza es lo último muy difícil.
56.¤F4+ ¢G5?! que se pierde...
56...¢f7 57.g5 b4 58.g6+ ¢f6. 35...¥F5 36.¦EXE3³ ¢H7 37.A4
¥C2 38.¢H2 ¢H6 39.G4=
La posición está igualada, pero es
es más fácil jugar con blancas.

7.2 RESISTENCIA Y SITUACIONES PRÁCTICAS (2) 83

BORIS ZLOTNIK
39...£G7 40.¢G3 £B2 41.¦E6+
¢G7 42.H4 £D4 43.H5 ¥D1?
-?-?-?-?
?-Zp-?-Mk-
-Zp-ZpR?-?
Zp-?P?-?P
P?PWq-?P?
?P?-?RMK-
-?-?-?-?
?-?l?-?-
Era necesario forzar tablas
mediante 43...£g1+ 44.¢h4 £h2+
45.¢g5 £d2+ 46.¦f4 ¥xb3
47.¦e7+ ¢h8 48.¦e8+ ¢g7
49.¦e7+
44.¦F4 £D2 45.¦E7+ ¢G8 46.H6
¥C2 47.¦G7+ 1–0
Morir “con las botas puestas". El
tercer tipo de situación, que ocu-
rre habitualmente tras un fallo
garrafal pide, del bando defensor,
tanto fuerza de voluntad, como a
veces auténtica valentía. El gana-
dor de la siguiente partida subió
su Elo durante solamente un mes
en 200 puntos (!). Como se puede
deducir de esta partida –bastante
típica para él– sus cualidades
deportivas aportaron mucho a
esta subida.
p Rodríguez, M
ESP
p Sánchez, E
ESP
Benasque, 2015
Una singular partida: el blanco se
dejó una pieza entera (!) en la
apertura y jugó, como si no pasa-
ra nada. Y encima, ¡¡¡gana la par-
tida contra un jugador con 200
puntos de Elo más!!!
1.D4 ¤F6 2.¤F3 G6 3.¥F4 D6 4.C4 C6
5.¤C3 ¥G7 6.E3 0–0 7.¥E2 ¤BD7
8.0–0 ¦E8 9.¦C1 ¤H5 10.¥G5 £A5
84
11.¤D2?? 24.£XA7 £H4?!
24...e4! 25.£b7 ¤e5 26.£xb6 ¤d3
r?l?r?k? 27.¦f1 ¤g4 28.h3 ¤gxf2 29.¦xf2
Zpp?nZppVlp ¤xf2 30.¢xf2 ¥e5.
-?pZp-?p? 25.A3 ¥H6 26.¦C6 ¤G4?
Wq-?-?-VLn
-?PZP-?-? -?-?-Trk?
?-SN-ZP-?- WQ-?n?p?p
PZP-SNLZPPZP -ZpRZp-?pVl
?-TRQ?RMK- ?-?PZp-?-
-ZP-?-?nWq
¡Regalando la pieza!
ZP-?-ZP-SN-
11...£XG5–+ 12.¤DE4 £H6? -?-?NZPPZP
13.£B3? ?-?-?-MK-
Parece que el regalo inesperado
ha puesto al jugador de las negras Por lo visto, al estar harto del
en un estado de shock, lo que per- tenaz y tranquilo juego de las
mitía al blanco recuperar pieza blancas, el negro decide jugar al
inmediatamente con 13.g4!, aun- azar... (26...¦b8 27.¦c7 ¦d8).
que al precio de un peón. 27.£XD7 ¤XE3?
27...¥xe3 28.fxe3 £xh2+ 29.¢f1
Sin embargo, el estado de su rival ¤xe3+ 30.¢f2 ¤d1+ 31.¢e1 ¤e3
contagió también a Miguel. 32.£xd6 ¤xg2+ 33.¢d2 £h6+
34.¢d1²
13...¤HF6 14.¤G3 E5 15.D5
A partir de aquí, el blanco juega 28.FXE3 ¥XE3+ 29.¢F1
como si no hubiera pasado nada.
-?-?-Trk?
15...¤C5 16.£B4 ¥G4 17.¦FD1 ?-?Q?p?p
¥XE2 18.¤CXE2 CXD5 19.CXD5 ¦EC8
20.£B5 B6 21.B4 ¤CD7 22.£A6
-ZpRZp-?p?
¦XC1 23.¦XC1 ¦F8? ?-?PZp-?-
-?-?-Trk? -ZP-?-?-Wq
ZP-?-Vl-SN-
Zp-?n?pVlp
-?-?N?PZP
QZp-Zp-SnpWq
?-?-?K?-
?-?PZp-?-
-ZP-?-?-? El ataque negro es más aparente
?-?-ZP-SN- que real, ya que los dos caballos
defienden muy bien a su rey.
P?-?NZPPZP
?-TR-?-MK- 29...£XH2 30.£XD6 E4 31.£E5+–
¦A8 32.£XE4 £H6 33.£E5 B5
Hasta aquí el negro jugó razona- 34.D6 ¥G5 35.D7 ¦F8 36.¦C8 ¥D8
blemente bien simplificando la 37.£E8 £G5 38.£E4 £F6+
posición. Sin embargo, esperando 39.¢G1 H5 40.£D4
desesperadamente la rendición 40.¤d4!? £d6 41.¦xd8 ¦xd8
del rival, a partir de aquí comien- 42.£e8+! £f8 43.¤e4.
za a jugar nervioso. Ganaba fácil-
mente 23...¦d8 24.£xa7 ¤xd5.
CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ
 BORIS ZLOTNIK

40...¥B6 41.¦C5 £XD4+ 42.¤XD4 32.¤D6 £G6 33.¤XE8 ¦D3 39...£H6+!

¦D8 43.¦D5 ¢F8 44.¢F1 ¥XD4 34.£B1? ¥XH2+!! 39...d4? 40.¤g4.
45.¦XD4 ¢E7 46.¢E2 ¦XD7
47.¦XD7+ ¢XD7 48.¢D3 F5 49.¤E2 -?-?NSn-Mk 40.¤H5+ D4!
H4 50.¤D4 ¢D6 51.¢E3 ¢E5 Zp-?-?-Zpp 40...¢g8? 41.£xd3 £xh5+ 42.¢g1
52.¤F3+ 1–0
-?-?-Zpq? £h2+ 43.¢f1 £h1+ 44.¢e2
£xg2+ 45.¢d1 £xb2 46.£xg3+
Hay jugadores que tienen un esti- ?-ZPp?-?- La diferencia con la partida es que
lo muy agresivo y creativo (!) y -?-?-?-? con el rey en g8 el ¥g3 se captura
que no pierden el ánimo, incluso
en las posiciones muy difíciles,
ZPP?r?-?- con jaque. 46...¤g6 47.¦c1+–

por lo que son capaces de encon- -VL-?-?PVl 41.£XD3 £XH5+ 42.¢G1 £H2+
trar recursos inesperados. TRQ?-?RMK- 43.¢F1 £H1+ 44.¢E2 £XG2+
Veamos desde esta óptica, ejem- 45.¢D1 £XB2 46.¦C1 ¥F4 47.¦C4
plos de juego de dos campeones ¡Increible! Teniendo una posición ¥E3 48.¦C2 £B1+ 49.¢E2 ¤E6
rusos: nacional femenino 2014 y desastrosa, el negro se lanza al 50.£F5 ¤F4+ 51.¢F3 £F1+
del mundo juvenil 2015. ataque… ¡con torre de menos! 52.¢E4 £H1+ 53.¢E5 £D5+
54.¢F6 ¤H5+ 0-1
p Galliamova, A 35.¢H1
RUS
p Gunina, V 35.¢xh2?? £g3+ 36.¢h1 ¦d2 Es interesante indicar que V.
RUS
37.¦g1 £h4# Gunina comenzó este torneo per-
Kazan, 2014 diendo en las dos primeras ron-
35...¥G3 das, para después ganar las 7 par-
-?-?rSn-Mk 35...£h5 36.¦f5! £xf5 37.¢xh2 tidas restantes, demostrando un
Zp-Vl-?-Zpp £f4+ 38.¢h1 ¦d2 39.¥xf6! gxf6 carácter de auténtica campeona.
-?p?-Zp-? 40.£g1.

?pZPP?q?- p Antipov, M RUS

36.¢G1 £H6 37.¦XF6! £E3+
p Shimanov, A
-?-?-ZP-? 38.¢H1 GXF6 39.¤XF6?
RUS

ZPPSN-Tr-?- -?-?-Sn-Mk
Moscú, 2015

-VL-?-?PZP Zp-?-?-?p -?-Trq?k?

TR-?Q?RMK- -?-?-SN-? ?p?-Vl-Zp-
Una tensa posición que ocurrió ?-ZPp?-?- -?-?p?-?
en la última ronda del Cam- -?-?-?-? WQNZp-ZP-?p
peonato ruso femenino, en el que
ZPP?rWq-Vl- -?-?-ZP-?
ambas rivales compartían la pri-
mera posición. Aprovechando su -VL-?-?P? ?-?nVL-?P
turno de juego, el negro podía TRQ?-?-?K -?-?-?P?
inclinar la balanza a su favor, pero ?-?-?RMK-
en vez de ello comete dos errores Evidentemente, en el ardiente
seguidos. ambiente de esta decisiva partida, El blanco tiene peón de menos,
no era nada fácil calcular la pero no pierde el ánimo y se lanza
30...CXD5? variante salvadora: 39.¥xf6+! al ataque.
30...¥xf4! 31.g3 (31.£d4 ¤g6) ¢g8 40.¥g5! £xg5 41.£xd3
31...¦d3 32.£b1 ¦ee3. £h5+ 42.¢g1 £h2+ 43.¢f1 28.F5 EXF5 29.¦XF5 £C6 30.¤D6
£h1+ 44.¢e2 £xg2+ 45.¢d1 £D5 31.£C7
31.¤XB5 ¥XF4? £g1+ 46.¢e2 (46.¢c2? £xc5+ Objetivamente, no es una buena
Confirmando un famoso prover- 47.¢b1 ¥e5) 46...£f2+ con jaque jugada. Sin embargo, el blanco
bio que dice: una jugada buena perpetuo. juega según el principio "todo
hecha tarde, ya es una jugada hacia delante, nada para atrás".
mala.

7.2 RESISTENCIA Y SITUACIONES PRÁCTICAS (2) 85

BORIS ZLOTNIK
31...£E6? Esta posición se produjo en la
31...¤e1! 32.¦f2 £xe5 33.¥xc5 última ronda del campeonato
¦xd6 34.¥xd6 ¥xd6 35.£c8+ ¢h7 mundial juvenil. La desastrosa
y no está claro si el blanco puede posición del rey blanco parece
aguantar. que no deja ninguna esperanza de
sobrevivir, ya que aquí gana casi
32.¥G5 £D7 33.£B6 ¤XE5? cualquier jugada. Sin embargo, el
talentoso jugador italiano –que
-?-Tr-?k? durante cinco años subió su ELO
?p?qVl-Zp- desde 0 hasta 2550 (!)– pierde los
-WQ-SN-?-? nervios y comete dos errores
seguidos.
?-Zp-SnRVLp
-?-?-?-? 32...D4?
?-?-?-?P 32...£h5 33.¢g1 ¦xg3+ 34.fxg3
¤f3+–+; 32...¤f5 33.¥f4 ¤d4
-?-?-?P? 34.£e7 ¦3xf4–+; 32...¦e8–+
?-?-?-MK- 33.¦a3 ¤f5.
Parece que el blanco se ha asusta- 33.¥F4 ¦XF2+?
do por el ataque desesperado,
pero violento del rival, y comete -?k?-Tr-?
varios errores, lo que decide la Zpp?-?-?-
partida. 33...¥xd6=
-?p?-?-?
34.¥XE7 £XE7 35.¦XE5 £F6? ?-ZP-?-?-
A pesar de la pieza de menos, el PZP-Zp-VLqSn
negro salvaba la partida mediante
35...£xe5 36.£xd8+ ¢h7
?-?-?-ZP-
37.£h8+ ¢g6 38.£e8+ £xe8 -?P?QTr-MK
39.¤xe8 b5 40.¢f2 b4. TR-?-TR-?-
36.£B3+ ¢H7 37.¦XH5+ ¢G6 En la siguiente variante, que pare-
38.£D3+ ¢XH5 39.£H7+ £H6 ce que gana fácilmente, Antipov
40.G4+ ¢H4 41.¤F5+ 1–0 tenía preoparada una jugada ines-
perada de rey: 33...¦3xf4
p Antipov, M 34.£xg4+ ¦xg4 35.¢h3! Sin
RUS
p Rambaldi, F embargo, jugando 33...¤g6!
ITA
34.£e6+ £xe6 35.¦xe6 ¦xf2+
Khanty Mansiysk, 2015 36.¢g1 ¤xf4 37.gxf4 ¦xc2 el negro
mantenía posibilidades de ganar
-?k?-Tr-? este final.
Zpp?-?-?-
34.£XF2 ¤F3+ 35.¢G2 ¦XF4
-?p?-?-? Aunque esta posición parece que
?-ZPp?-?- sigue siendo peligrosa para el
PZP-?-?qSn blanco, el jugador ruso –con gran
?-?-VLrZP- precisión y sin prejuicios– rompe
la resistencia del rival.
-?P?QZP-MK
TR-?-TR-?-
86 CURSO PRÁCTICO DE AJEDREZ
36.¦E8+ ¢D7 37.¦AE1 ¤XE1+
La única posibilidad de resistir
era 37...¦f7!! 38.¦1e7+ ¦xe7
39.¦xe7+ ¢xe7 40.£xf3 £e6
41.¢f2.
38.£XE1 ¦F7
-?-?R?-?
Zpp?k?r?-
-?p?-?-?
?-ZP-?-?-
PZP-Zp-?q?
?-?-?-ZP-
-?P?-?K?
?-?-WQ-?-
Parece que el rey blanco es más
vulnerable que el de su oponente,
pero no es más que una ilusión
óptica.
39.¦B8!+– £F3+ 40.¢G1 ¦F8
41.¦XB7+ ¢C8 42.¦XA7 ¢B8
43.¦E7 ¦D8 44.B5 D3 45.£E5+
¢A8 46.¦A7+! ¢XA7 47.£C7+
¢A8 48.£XD8+ ¢B7 49.£D7+
¢B8 50.£XD3 1–0
Conscientes de ser valientes y
combativos, algunos jugadores
hacen pruebas para sí mismos
fuera del tablero de ajedrez. Por
ejemplo, el futuro GM A. Suetin
para entrenar su valentía antes
del importante torneo de Moscú
1964 –donde conquistó su desea-
do título– bajaba por las colinas
nevadas esquiando de espaldas.
Con el mismo objetivo, saltó
desde una altura de 233 metros el
campeón mundial juvenil 2012
GM A. Ipatov. Y creo que este salto
tiene mucho que ver con la jugada
de B. Spassky 17...¤c6!!? que apa-
reció en la primera parte de este
artículo. (Ver PdR-121, pág. 75).
A continuación, les presento
nueve posiciones para su entrena-
miento. (Soluciones en la pág. 96).
 Ejercicios
¶ EJERCICIO nº 1 ¶ EJERCICIO nº 2 ¶ EJERCICIO nº 3

-?R?R?K? -?-?-?-? -MKR?LVLR?

ZPP?n?PZP- ?-?-MK-?- ?P?-?r?-
Q?-?-?-ZP -?-?-?-Tr PWQ-?P?-?
VL-?-?q?- ?P?-?-?- ?-ZPNZpp?-
-?-Sn-?p? -TR-SN-?-ZP -?-ZP-?p?
ZpL?NZp-?p ?-ZP-?-?- ?-?p?-?-
-?pVl-?l? p?-?-?-? pZpp?nWqp?
?-?k?-?r ?-Mk-?l?- Tr-Vlk?-Sn-
Juegan las negras. Juegan las negras. Juegan las negras.
¿Cuál es la más resistente: ¿Cómo salvar la partida? ¿Cuál es la mejor: 16...cxd3,
21...£xh4, 21...¤xg6 o 21...¥c8? 16...¦xc1 o 16...¦a2?

¶ EJERCICIO nº 4 ¶ EJERCICIO nº 5 ¶ EJERCICIO nº 6

-MK-?-?R? -?-?-Tr-Mk -?k?-?-?

?P?-?-?r ?-?-Wq-?- ?-?-?R?-
PWQ-?P?-? p?-?-VlPZp -?PVl-?-?
?L?-Zpp?- ?-?Q?P?N ?KSnL?-?-
-VL-SnN?p? -ZppZp-?-ZP -?-?-?-?
?-?PWq-?- ?l?-?-?- ?-?-?-?-
p?-?-?p? -ZP-?-?P? -?-?-?-Zp
Tr-Vl-?kSn- ?-?-?R?K ?-?-?-?-
Juegan las negras. Juegan las blancas. Juegan las blancas.
¿23...¥g7 o 23...¤xg4? ¿Hay alguna esperanza? El blanco erró y entabló.
¿Cómo ganaba?

¶ EJERCICIO nº 7 ¶ EJERCICIO nº 8 ¶ EJERCICIO nº 9

-MK-TRR?-? -?K?R?-? -?-?r?k?

ZPPZP-?-ZP- WqP?-?-WQ- ?p?-?pZPp
-?N?-?-ZP -SNP?-?-ZP -?-?-?q?
?-VL-?Q?- ?-?-TR-?p ?-ZpPZpNZP-
p?-?-?-? -?p?-Sn-? p?n?P?-?
?p?-?nZp- Zp-?-ZP-?- ZP-?-?-?Q
-Mk-Vl-WqlZp -?pTr-?p? -?-?-?-TR
?-?r?r?- ?k?r?-?- MK-?-?-?-
Juegan las negras. Juegan las negras. Juegan las blancas.
El ataque blanco parece decisivo ¿Cómo ganar a G. Kaspárov aquí? ¿Cómo ganar a M. Carlsen aquí?
pero hay una salvación, ¿cómo?

SOLUCIONES EN PÁG. 96 87

Epílogo
E STE CURSO estaba dirigido a los jugado-
res con ELO entre 1600 y 2200 puntos,
aproximadamente. Los jugadores aficiona-
dos de este nivel se pueden ver en cualquier torneo
abierto tanto en España como en cualquier otro país.
Entre estos jugadores se pueden encontrar exitosos
abogados, médicos, empresarios, profesores univer-
sitarios, etc. Entre ellos hay por supuesto también
jugadores jóvenes, a veces de muy alto nivel intelec-
tual. Hace tres años, al jugar el torneo del centro
comercial Arturo Soria en Madrid, conocí a una
chica con un ELO de unos 1800 puntos y con un
cociente intelectual de 149 (!).
Hay que decir que el amor al ajedrez de los jugadores
aficionados con frecuencia supera al de los jugado-
res profesionales. Es curioso recordar en este senti-
do la respuesta del vicepresidente en el último
gobierno de M. Gorbachov, el académico y famoso
economista L. Abalkin, quien era a la vez presidente
de la federación rusa de ajedrez.
88 EPÍLOGO CURSO PRÁCTICO DE BORIS ZLOTNIK
Al ser preguntado por una corresponsal
de la TV soviética: —“¿Cómo es posible
que usted, ocupando este cargo tan
importante, tenga tiempo para el aje-
drez?” Él respondió así: —“Es cierto que
estoy muy ocupado durante todo el día,
sin embargo, a partir de las doce de la
noche es mi tiempo para el ajedrez. Es
como si te gustara una mujer - siempre
encontrarás tiempo para verla. Es decir, el
ajedrez para mí es esta mujer”. En España
es muy reconocida la aportación de Don
Luis Rentero para el ajedrez español, y
mundial también, ya que sus torneos de
Linares fueron durante muchos años los
más importantes del mundo.
Ahora voy a comentar brevemente el con-
tenido de mis siete artículos publicados
en esta revista. El núcleo del primer artí-
culo es el esquema de selección de juga-
das en ajedrez, que está basado, por un
lado en la división habitual del contenido
del ajedrez en dos partes: la táctica y el
juego posicional; y por otro lado, según la
velocidad de pensamiento: lo rápido y lo
lento. Fue un placer para mí descubrir el
libro del premio Nobel de Economía de
2002, D. Kahneman, por su aportación al
tema de la toma de decisiones en la esfera
financiera. Es muy llamativo el título del
libro, traducido a varios idiomas, “Pensar rápido,
pensar lento”. Creo que la coincidencia entre mi
esquema, que era una base teórica de mi tesis docto-
ral hace más de 30 años, y las ideas de Kahneman no
es casual: el pensamiento humano funciona de una
manera igual en varias esferas, incluido el ajedrez.
Creo que tanto el libro en general, como las referen-
cias específicas que hace el Nobel sobre nuestro
juego, merecen la atención de cualquier ajedrecista.
En el segundo artículo sobre el juego táctico, mi
idea fue, ante todo, llamar la atención al juego de
memoria, es decir, sin mirar al tablero. En la táctica
hay dos grupos principales de situaciones: la bús-
queda de jugadas candidatas y el cálculo. Y creo que
cualquier jugador sabe incluso por su propia expe-
riencia que la búsqueda de jugadas, (a donde ir) es
más complicada que el cálculo (cómo ir). Y el juego
de memoria ayuda mejorar la visión del tablero y,
como consecuencia, a ver más jugadas candidatas.
Hoy en día hay muchos buenos artículos y libros
dedicados a la técnica del cálculo, por ejemplo, los
de J. Aagard.
 PDR ÍNDICE DEL CURSO PRÁCTICO DE ZLOTNIK
PDR-113 1. Factores que determinan el éxito en ajedrez

Para el tema del tercer artículo PDR-114 2.1 Entrenamiento en el juego Táctico (parte 1)
sobre el juego posicional, vale la PDR-115 2.2 Entrenamiento en el juego Táctico (parte 2)
pena recordar a un famoso mate-
mático francés - H. Poincaré -, PDR-116 3.1 Entrenamiento en el juego posicional (parte 1)
que afirmaba no tener ni una
PDR-117 3.2 Entrenamiento en el juego posicional (parte 2)
memoria excepcional, ni ser un
calculador demasiado bueno y PDR-118 4. La creatividad ajedrecística
por ello probablemente ser un
jugador de ajedrez malo (!?). Sus PDR-119 5. Estudio de los Finales
logros en ciencias los explicaba
PDR-120 6. Estudio de las Aperturas
por su filtro innato, que le permi-
tía buscar solamente donde había PDR-121 7.1 Resistencia del ajedrecista y situaciones prácticas (parte 1)
algo digno de investigar. Se
puede suponer que el tacto posi- PDR-123 7.2 Resistencia del ajedrecista y situaciones prácticas (parte 2)
cional tiene la misma naturaleza
que el mencionado filtro. Y para mejorar este filtro Y lo demostró una vez más el reciente Torneo de
hay que estudiar no solamente las partidas de los Candidatos de Moscú, donde la preparación en la
grandes jugadores, sino también varios temas posi- apertura no fue un factor decisivo. En fin, al menos
cionales en relación con lo ocurrido en nuestras pro- en el nivel de aficionados, la apertura por supuesto
pias partidas. Y precisamente en el artículo mencio- influye, pero de ninguna manera decide el resultado.
nado se trata uno de los temas del juego posicional:
el cambio de alfil por caballo. Creo que la resistencia del jugador, que es el tema
del séptimo y último artículo, es mucho más
El cuarto artículo está dedicado a la creatividad. Y importante que el espacio que le suelen dedicar las
parece que precisamente en ella radica lo atractivo revistas y los libros sobre nuestro juego. En el ya
del ajedrez: “No todos pueden componer una pieza mencionado Torneo de Candidatos se demostró con
musical inspirada o construir un puente; sin embar- claridad la importancia de este factor. El GM S.
go, en ajedrez todo el mundo es intelectualmente Kariakin manifestó ya su dureza extrema en el
productivo y, por consiguiente, toda persona que lo match final de la Copa del Mundo del año pasado
practica puede experimentar una satisfacción” (S. contra el GM P. Svídler, que fue clasificatorio para
Tarrasch). Creo que un criterio para una buena par- ellos dos para el torneo de Moscú. En este match
tida debe ser la presencia de al menos una idea de Sergey, más de una vez, se levantó después de una
cosecha propia. derrota respondiendo con una victoria. La corres-
ponsal rusa y WGM M. Monákova ha hecho videos
El tema del quinto artículo son los finales. Creo que de todos los jugadores antes del comienzo de la últi-
un jugador aficionado tiene que tener una especie ma ronda del Torneo de Candidatos y dijo que nunca
del cinturón de seguridad conociendo cierto número antes había visto una concentración como la de
mínimo de posiciones. Y, aunque creo que el libro Kariakin. Por otro lado, el GM F. Caruana, su rival
del GM J. De la Villa “Los 100 finales que hay que principal en este torneo, y específicamente en su
saber” supera este mínimo para un jugador aficiona- última y decisiva ronda, ya daba algunos síntomas
do, también considero que cada uno puede elegir lo de falta de seguridad, tanto antes - por ejemplo en el
necesario para sí, en base a este mismo libro. final de su partida contra Giri, incluida en mi artícu-
lo -, como en el mismo Torneo de Candidatos donde,
Hay muchos jugadores aficionados que temen la pre- más de una vez, no aprovechaba su ventaja en algu-
paración del rival en apertura, ya que las bases de nas partidas, y hasta aceptaba tablas en posiciones
datos y los módulos de análisis modernos pueden con una clara ventaja.
asustar a cualquiera. Sin embargo, la realidad no es
tan negativa, tal y como he intentado demostrar en El problema es que no hay, que yo sepa, ningún
el sexto artículo. En primer lugar, el tema de la pre- método verificado para mejorar la resistencia del
paración de aperturas tiene la misma larga historia jugador y algunos métodos extremos, como por
que el ajedrez mismo, es decir, no es un tema nuevo. ejemplo el baño en el mar del Norte del GM
Además, la memoria humana tiene sus límites y nin- A.Motylev, que comenzó mal la competición y que le
gún jugador es capaz de memorizar todo. salió muy bien al ganar el torneo Wijk aan Zee B hace
unos años, igualmente podrían resultar negativos.

EPÍLOGO CURSO PRÁCTICO DE BORIS ZLOTNIK 89

SOLUCIONES
¶ Soluciones
(1) Korchnoi - Pomar
1.¤c6! ¤c3 [1...¦xc8 2.¤xe7++–;
1...¦e8 2.¦xd1+–] 2.¤xd8 ¥xd8
3.¥xa6+– 1–0
(2) Korchnoi - Kraidman
41.¦xg5+! [Eliminando la protec-
ción del rey negro, lo que fuerza el
mate en 4. También gana 41.£xe6]
41...hxg5 [Forzada, porque si
41...¢h4 42.g3#] 42.£h7+ ¦h6
43.g4+ ¢h4 44.£xh6# 1–0
(3) Korchnoi - Franklin
1.¤xg6! ¤xg6 [1...¥xd2
2.¤xe7++–] 2.£xh6+– 1–0
(4) Krutikhin - Korchnoi
1...¦xf2+! [1...b1£? 2.¦g7+] 2.£xf2
£xh3+ 3.¢g1 b1£+ 4.£e1 £xe1#
0–1
(5) Pfleger - Korchnoi
1...¤xf4+ 2.¦xf4 [2.¢h1 ¤xd5–+]
2...£xg3+! 3.¢f1 £xf4–+ 0–1
(6) Byrne - Korchnoi
1...¦a1+!+– 2.¤xa1 ¥a2# 0–1
(7) Khodzhibekov - Korchnoi
1...£a2+! [1...¦xb4! 2.¦xb4 £a3+
3.¢b1 £a1#] 2.¢c3 ¦c8+ 3.¤c5
¦xc5+ 4.bxc5 £a5+ 5.¢b2 £xe1
0–1
(8) Korchnoi - Petersons
32.£xe7+! [32...¢xe7 33.¦g7+ ¢e8
34.¤f6#] 1–0
(9) Korchnoi - Portisch
1.¦xg7+! [Sería malo 1.£e6+ ¢h7
2.£f7? ¥b4+ y son las negras las
que ganan] 1...¢xg7 2.¥d4+ ¢g8
[Conduce aI mismo mate, aunque
de modo más rápido 2...¢h7
3.£f7+ ¥g7 4.£xg7#] 3.£e6+ ¢h7
4.£f7+ ¥g7 5.£xg7# 1–0
(10) Hug - Korchnoi
24...£xe2!–+ [Ahora el alfil blanco,
que protegía la gran diagonal,
queda sin protección]
96
25.¥xe2 [25.¥g2 No hay elección,
puesto que si 25...¤xg3+ 26.hxg3
£xg2# mate.; 25.£xc6 £f1#]
25...¤xg3+ 26.¢g1 ¤xe2+–+ 0–1
(11) Korchnoi - Timman
1.f7+! [1.£g5 £f7!] 1...£xf7™
[1...¦xf7 2.¦h8+ ¦f8 3.¦xf8#;
1...¢xf7 2.¦xh7++–] 2.£c2!! £d7
[2...¦xh6 3.£xc8#] 3.¦xh7 1–0
(12) Korchnoi - Chekhover
24.¦d8+! [24.¢xb2? ¦g2+;
24.£xg6? £xc3+; 24.¦xc7+ £xc7=]
24...¢b7 [24...¢xd8 25.¦f8+]
25.¦xc7+! £xc7 26.¦d7 [Y las
negras se rindieron, pues pierden
mucho material] 1–0
(13) Fuchs - Korchnoi
Yerevan, 1966
1...¥d3!–+ [Espectacular jugada de
obstrucción. Si 1...¦e1+ 2.¥f1]
2.¥xd3 [2.¦2xd3 ¦e1+ seguido de
mate 3.£f1 ¦xf1#; 2.¦6xd3 ¦e1+
3.£f1 ¦xf1#] 2...£xd6–+ 0–1
(14) Averbakh - Korchnoi
1...¦c4+! [1...h2 2.¦b1 ¦xa2+ 3.¢b3
(3.¤b2 a5 4.¦h1 a4) 3...¦xe2 4.¦h1
¤f6 5.¦xh2 ¤xg4μ] 2.¢d2 ¦c1!!
[2...¦c1! 3.¢xc1 h2] 0–1
(15) Korchnoi - Balashov
16.b4! £xb4 17.a5!± [La dama
negra ha quedado sin retirada y
ante la amenaza Rfb1, las negras
deben perder material] 17...¥h6 [Si
17...¤b3 18.£b2 con la amenaza
¦a4, ganando la dama. O bien
17...¤xd3 18.£xd3 b5 19.axb6 a5
20.¦a4! ¥a6 21.£d2 £b3 22.¦b1+–
y también se gana la dama. Y si
17...¥d7 18.¦fb1 ¤b3 19.£b2 ¦fc8
20.¤ge2 ganando pieza] 18.¥xh6
¤b3 [18...£d4+ 19.¢h1 £xd3
20.£xd3 ¤xd3 21.¥xf8+– es tam-
bién desesperado] 19.£b2 £d4+
20.¦f2 ¤xa1 21.¥xf8 h4 22.¤ge2
[Y las negras se rindieron ante
22...£xd3 23.¥xd6 ¤c2 24.¤c1
ganando] 1–0
SOLUCIONES
¶ Curso Zlotnik
(1) Bannik - Petrosian
21...¥c8? [21...¤xg6! 22.¤g7+ ¢f8
23.¥xe7+ ¢xg7 24.¥f6+ ¢h7
25.¥g5! ¦h8] 22.¤g7+ ¢f8
23.¥xe7+ ¢xg7 24.¥f5 ... 1–0
(2) Szabo - Botvinnik
51...¦xa5!! 52.¤d7+ ¥xd7 53.¦xa5
¥xg4 54.¢e3 ¥e6 55.¢f4 ¥c4
56.¦a7 h5 57.¢g5 h4 58.¢xh4 ¥b3
con tablas teóricas.
(3) Spassky - Reshko
16...¦a2? [16...¦xc1! 17.¦xc1 c3 18.f5
£xe5 19.fxe6 fxe6μ] 17.f5! ¤xe5
[17...£xe5 18.¥f4±] 18.fxe6±
(4) Spassky - Reshko
23...¤xg4?? [23...¥g7! 24.¤e7+ ¢c7
25.¤f5 £a3 26.¤xg7 ¤bc6 27.¥f4
¢b6 28.¥xe5 c3³] 24.e7! ¥xe7
25.£xg4+ ganando.
(5) Tal - Bannik
43.¤xf6 [43.g4? c3 44.£c6 £e5–+]
43...£xf6? [43...¦xf6 44.£xd4 ¥a4
45.¦f2 ¢g7μ] 44.£b7 £g7
45.£xb4= ¢g8 46.h5 £d7? [46...d3
47.£d6 ¦f6 48.£d8+ £f8 49.£d7
£g7=] 47.f6+– ... 1–0
(6) Browne - Fischer
88.c7? [88.¦h7! ¤d3 (88...¢d8
89.c7+!) 89.¥e6+ ¢d8 90.¦d7+ ¢e8
91.¥f7+ ¢f8 92.¥d5] 88...¤d7!
89.¢c6 h1£!! ... ½–½
(7) Portisch - Kárpov
23...¥a6! [23...b5? 24.£c1! £b6
25.¦d7+–] 24.£c3+ ¥f6 25.¥xc7
¥xc3 26.¦xe8 ¦xe8² ½–½
(8) Kaspárov - Sax
34...¦e3? [34...¦e6!! 35.£f2 35...h5
36.d7 ¤xd7 37.¦xd7 h4–+] 35.¢f2=
... 1–0
(9) Nakamura - Carlsen
37.d6? [37.£f1! b5 38.¦xh7!! £xh7
(38...¢xh7 39.£h3+ ¢g8 40.£h8#)
39.¤h6+ ¢xg7 40.£xf7++–]
37...¤xd6™ 38.¤xd6 ¦d8!÷ 0–1