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SALINIDAD DE AGUA Y SUELOS EN FERTIRRIEGO PARA FRUTALES: MANEJO Y


CONTROL

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Jose Delatorre-Herrera
Arturo Prat University
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SALINIDAD DE AGUA Y SUELOS EN FERTIRRIEGO PARA FRUTALES:
MANEJO Y CONTROL

José Delatorre Herrera


Ingeniero Agrónomo, Mg.Cs., Académico
Departamento de Agricultura del Desierto
Universidad Arturo Prat

1. 1. Introducción

Todo el crecimiento y desarrollo de las plantas esta ligada a los diversos


factores que condicionan el medio; como por ejemplo, la radiación solar, el
agua, los minerales y la temperatura, entre otros. Todos estos factores
afectan una serie de procesos como la fotosíntesis, el crecimiento, el
transporte de nutrientes, la respiración y transpiración, por lo que influyen
directamente en la producción vegetal.

Para que un cultivo alcance rendimientos adecuados, cada uno de estos


factores debieran encontrarse en niveles óptimos para cada especie, ya que la
falta o exceso de ellos provocarán algún tipo de crisis afectando el rendimiento
o productividad.

Cuando un vegetal es sometido por primera vez a un factor en niveles


críticos, el organismo crea una reacción de alarma, en que alguna función
metabólica se verá alterada, provocando una respuesta. Posteriormente
aparecerá una fase de resistencia en que la planta se adaptará al factor
estresante, volviendo la función a una normalidad. Sí este factor continua
aumentando en intensidad por un largo tiempo, se llegará a un estado de
agotamiento, en el cual la función puede nuevamente modificarse y llegar a
producir la muerte si la intensidad del factor se mantiene.

De esta forma podemos definir como ambiente estresante aquel en el


cual el potencial del ambiente difiere del potencial del organismo, provocando
una trasferencia de energía o materia hacia o desde el organismo (factor de
estrés), lo que provocaría una activación de alguna función metabólica
generando una respuesta. Estrés entonces, puede ser definido como una
alteración del medio óptimo que reduce o altera el crecimiento y desarrollo de
las plantas.

Los suelos salino/sódicos son abundantes en las zonas desérticas,


áridas y semiáridas del planeta. En Chile, la presencia de estos suelos
incluyen áreas ubicadas entre la I y la VI región, siendo predominantes en las
regiones I, II, III y IV. Este

fenómeno se agudiza en las zonas irrigadas con aguas con altos


contenidos de sales o que presentan problemas de drenaje. En la tabla 1 se
presentan algunos valores químicos de aguas de riego en las cuatro
primeras regiones del país.
Cuadro 1.- Calidad química de aguas entre las regiones I a IV del país.

ANÁLISIS I REGION II REGION III REGION IV REGION


AZAPA LLUTA CANCHO- CALAMA QUILLAGUA SAN Area Copiapó Agua Agua Canal Estero
NES RIO LOA RIO LOA PEDRO El Nantoco subterrá- subterrá- Vicuña Auco
DE Salvador nea nea
ATACAMA (Sector (Sector
Alto) Bodega)
pH 8,78 7,0 8,18 7,15 7,9 7,75 7.3 7.5 7,3 7,1 7.4 6.9.
CE 0,94 3,15 0,87 7,02 12,6 2,93 3.1 1.3 1,87 2,45 0.49 .91
(mS/cm)
Ca. 3,21 5,4 1,80 12,6 19,4 6,60 16.99 5.4 9,0 16,2 2.5 6.15
(meq/l)
Cl (meq/l) 3,98 22,0 3,25 7,32 4,2 3,04 14.7 53 0,3 0,5 0.71 0.2
SO4 2,99 6,5 2,70 5,19 883 19,85 345 109 12,4 18 48 87.3
(meq/l)
BO3 1,25 25,0 0,56 1,49 41 2,21 5.5 1.0 2,1 1,7 0.34 0.18
(ppm)
Na+ 4,17 20,39 6,39 50,31 110,4 20,41 16.86 2.7 6,5 8,4 0.95 1.26
(meq/l)
RAS 2,64 9,4 44,7 23,6 21,4 5.5 1.38 2,6 2,5 0.8 0.63

Fuentes.- Universidad Arturo Prat. Iquique. INIA INTIHUASI


3. La salinidad como un factor operacional negativo

3.1 Efecto de las Sales sobre el Suelo

El agua de lluvia está prácticamente libre de sales, sin embargo todas las aguas de
riego contienen sales. La incorporación de sales al agua de riego dependerá de la
lixiviación que genere ésta durante su paso por diferentes zonas geológicas,
siendo mayor en zonas en cuyos orígenes geológicos existieron grandes
depósitos de sales. El uso de agua de riego con altos contenidos salinos unido a
factores propios del suelo, como textura y drenaje, produce problemas de
salinización de los suelos. Esta situación se agrava cuando los cultivos se
desarrollan en zonas áridas y/o desérticas, dada la falta de precipitaciones y
elevada evaporación, que provoca el ascenso por capilaridad de las sales del
suelo. Desde el punto de vista agrícola, una alta concentración de sal en el suelo
provoca una serie de dificultades en los cultivos, que van desde la reducción de la
disponibilidad de nutrientes esenciales, la alteración metabólica, la reducción de
los rendimientos, hasta la muerte.

Lo anterior no siempre obedece a la misma causa. En la mayoría de los casos los


problemas son provocados por la presencia de sales tanto solubles como
insolubles, dando lugar a la formación a diferentes tipos de suelos tal como se
detallan a continuación.

3.1.1 3.1.1 Suelos salinos

Ø Son aquellos que contienen sales solubles en concentraciones mayores


a 0,15%, las que en el agua se disocian en cationes y aniones. Los cationes
son iones con carga eléctrica positiva, en tanto que los aniones poseen carga
negativa. Los principales aniones y cationes solubles se detallan en el Cuadro
2. Los suelos salinos, también son conocidos como “álcalis-blancos”, por la
presencia de costras blancas en su superficie. Las sales solubles se eliminan
por lavado con agua que posea una menor concentración o se reducen por
aplicación de altas cargas de agua de riego.

Cuadro 2. Principales cationes y aniones de importancia en la


agricultura.
Cationes Símbolo Aniones Símbolo
Sodio Na+ Cloruros Cl-
Potasio K+ Sulfatos SO4=
Calcio Ca++ Bicarbonatos HCO3-
Magnesio Mg++ Carbonatos CO3 =
Hidrógeno H+ Nitratos NO3-
Amonio NH4+ Boratos BO3-
Parámetros que se alteran por la salinidad

Ø Potencial osmótico. La presencia de elementos minerales, provoca una


disminución del potencial osmótico en la solución del suelo, cuando estos se
encuentran por sobre el 0,15% reducirán la disponibilidad del agua, esto se
conoce también como “sequía osmótica”.

Ø Concentración de solutos. Se producirá un incremento de íones


tóxicos por la excesiva disponibilidad y absorción de cloruros (Cl-) y/o sodio
(Na+), lo que incide en una disminución en la productividad y rendimiento de los
cultivos.

Ø Conductividad eléctrica (C.E.). Otra característica de los suelos salinos


es su gran conductividad eléctrica, cuando este parámetro está sobre 4 dS/m,
nos encontramos ante un suelo de tipo salino. Esta variable se mide en el
extracto de saturación de un suelo y tiene una alta correlación con la
concentración de sales.

3.1.2 3.1.2 Suelos sódicos

Contienen más de 15% de sodio intercambiable (PSI), pero menos de 4 dS/m.


Este fenómeno está asociado al proceso de intercambio iónico de los suelos. Los
cationes se adhieren (adsorción) a la superficie de las partículas del suelo (arcilla o
coloides orgánicos), los que poseen cargas negativas, de la misma forma como un
anión puede atraer al catión. Por esta razón las características de los suelos
cambiarán según sea el tipo y la proporción de elementos presentes en la solución
suelo.

Cuando las partículas del suelo son hidratadas se expanden, de manera que
se reduce el volumen de los poros del suelo, lo que se hace más evidente
cuando existe sodio adherido. También la presencia de sodio provoca una
dispersión de las partículas más finas del suelo, bloqueando los poros; en
ambos casos se afectan las propiedades de transmisión del agua o
conductividad hidráulica.

Parámetros que se alteran por la sodicidad

Ø Relación de Adsorción de Sodio (RAS). Los cationes sodio adheridos


al coloide son difíciles de eliminar por lavado. Esto sólo ocurre cuando existen
sales que aportan otros cationes capaces de intercambiarse con el elemento
adsorbido, o por absorción de las plantas. Calcio y magnesio son algunos de
los cationes que se intercambian con el sodio. De aquí que resulte importante
conocer la Relación de Adsorción de Sodio (RAS), parámetro que permite
visualizar la proporción de sodio en función del calcio y magnesio. La Ecuación
2 representa dicha relación:

Na
Ecuación 2. RAS = 1
Ca + Mg 2

Ø Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI): Tal como se mencionó


anteriormente, los suelos sódicos poseen más de 15% de Na+ intercambiable.
Este término se refiere al grado relativo mediante el cual el complejo de
adsorción (arcilla y coloides orgánicos) de un suelo es ocupado por un catión,
como calcio, magnesio u otro, en este caso es el sodio. A esto se le conoce
como el Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI) y es uno de los parámetros
que sirve para caracterizar los suelos sódicos. El PSI se puede calcular según
la Ecuación 3.

Ecuación 3. 100 (0,01475 RAS – 0,0126)


1+ (0,01475 RAS –
PSI =
0,0126)
3.1.3 Suelos Salinos-Sódicos

Son aquellos suelos que poseen ambas características, es decir poseen


salinidad y sodio en las concentraciones ya señaladas (ver cuadro 3),
denominándose suelos salinos-sódicos.

En la Cuadro 3 se resumen las características de los diferentes tipos


de suelos:

Cuadro 3. Características de los suelos salino y/o sódicos.


Presión Presión
C.E P.S.I pH % Osmótica Osmótica
Clase demilimhos/cm % suelo sales Capac. de Punto
suelo del Campo marchitez
suelo MPa* MPa*
Normal <4 < 15 < 8,5 0-0,15 < 0,29 < 0,58
Salino >4 < 15 < 8,5 0,15-0,65 > 0,29 > 0,58
Salino- >4 > 15 > 8,5 0,15-0,65 > 0,29 > 0,58
sódico
Sódico <4 > 15 8,5- 0,01-0,15 < 0,29 < 0,58
10,0

*Megapascal (MPa) = 9,87 Atmósferas=10 Bares. 1mmhos/cm = 1


dS/m

3.2 3.2 El agua de riego como agente salinizante

Como ha sido mencionado, el agua proveniente de las lluvias y la nieve se


considera como muy pura, en particular la que proviene de zonas no
contaminadas.

Las características salinas o sódicas que los suelos pueden adquirir o


desarrollar estarán influenciadas por la calidad del agua, existiendo cuatro
factores importantes que acentuarán dicha condición: a) la concentración
total de sales; b) la proporción relativa del sodio con respecto a otros
cationes; c) la concentración de boro y otros elementos tóxicos y d) la
concentración de bicarbonatos. En función de algunas de las limitantes se
han establecido diversas pautas para clasificar el agua de riego. La
clasificación aquí propuesta corresponde a la desarrollada por el
Laboratorio del Instituto para la Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA),
España, debido a que considera un rango más amplio de sales. Esto
resulta importante para nuestro país, debido a la existencia de zonas con
agua de riego que poseen alta concentración de sales. Esta clasificación ha
sido complementada por el autor con las características que el boro le
confiere al agua de riego, esto último en atención que este elemento
generalmente está asociado a aguas salinas/sódicas (Cuadro 4).
• · La acción de las aguas salinas sobre el suelo es más dañina que
sobre las plantas, debido a que las sales disueltas pueden acumularse
en el suelo volviéndolo improductivo.
Cuadro 4. Clasificación de aguas de riego según riesgo de salinidad,
sodio y Boro.

Fuente: Adaptado de Blasco y De la Rubia (1973).

Un ejemplo para utilizar la clasificación del cuadro 4 se detalla a continuación;

suponga que el análisis de las aguas de riego de su predio arroja las

siguientes características:

ü Salinidad = 2,3 dS/m


ü Sodio, expresado como RAS = 11
ü Boro = 1,5 mg/l

Si busca en el cuadro 4 para cada uno de los valores, encontrará que, tanto
la concentración de sodio como boro se encuentran clasificados como
regular, es decir no causará grandes problemas con un manejo adecuado
del riego. Sin embargo, la salinidad se encuentra en el rango de peligroso.
El hecho que la clasificación para salinidad sea peligroso, significa que sus
aguas salinizarán los suelos cada vez que las utilice. El agua de riego
que tiene corresponde a una clasificación C5S2B2.
4 4 Efecto de las Sales sobre la productividad de las Plantas

4.1 4.1 Efectos fisiológicos

Desde el punto de vista salino las plantas pueden ser clasificadas como aquellas
que requieren altas concentraciones de sales, en cuyo caso se denomina halófitas
o las que no toleran la presencia excesiva de sales, denominadas glicófitas.
Existen categorías intermedias entre ambos grupos (pseudohalófitas), así como
plantas que sin ser halófitas requieren sodio como elemento esencial. La
sensibilidad de las plantas a las sales cambia durante su desarrollo fenológico.
Este puede decrecer o aumentar, dependiendo de la especie, cultivares o
factores ambientales.

Los efectos de la salinidad sobre las plantas pueden resumirse fundamentalmente


en tres tipos:

• · Sequía osmótica. Es provocado por el bajo potencial del agua en el


crecimiento de las plantas. Al igual que en el déficit hídrico, el nivel de Acido
Abscísico (ABA), entrega una señal tanto para el cierre estomático como
también para realizar ajuste osmótico. Ambos mecanismos son importantes
para reducir el efecto del estrés hídrico.
• · Toxicidad debido a la excesiva absorción de cloro y sodio. El
incremento en la absorción de iones como el cloro o sodio, producirá clorosis
marginal de la hoja y con ello una disminución del área fotosintética. Además
la fotosíntesis neta se verá afectada debido al aumento de la respiración en
la zona radicular. El proceso de respiración incrementa los requerimientos de
carbohidratos para la producción de energía, la que es necesaria para la
secreción de iones, compartimentalización de iones o reparación de daños
celulares. También se producirá una disminución en la síntesis de proteínas,
situación que puede ser provocada por un desbalance en la relación
sodio/potasio (Na/K), como consecuencia de que el sodio puede reemplazar al
potasio en el balance iónico, pero no puede hacerlo en la síntesis de proteínas.
• · Desbalance nutricional. Las sales afectan la absorción y el transporte
de otros nutrientes, influyendo de esta manera sobre la disponibilidad de: Zn,
Fe, P, Ca, K, Mg, Mn y Cu entre otros.

4.2 4.2 Mecanismos de Adaptación de las Plantas

Para superar los problemas de toxicidad por sales algunas plantas han
desarrollado una serie de mecanismos de adaptación, los que a continuación se
mencionan:

a) a) Plantas que excluyen o incluyen sales. Las plantas que excluyen sales
requieren de mecanismos para evitar un déficit hídrico interno, en cambio las
que incluyen sales requieren tejidos con capacidad para tolerar las altas
concentraciones de Na+ y Cl-. A pesar de esta clara clasificación, en la realidad
lo que existe son plantas con diferentes grados para excluir o incluir sales al
mismo tiempo. En glicófitas, que son la mayoría de las especies frutales,
existe una relación inversa entre la absorción de sales y la tolerancia. Por esta
razón la principal estrategia es la exclusión de sales. Sin embargo, esta
situación es relativa, ya que finalmente la alta concentración existente a nivel
de la rizósfera provocará el ingreso de sales como el cloro y el sodio al interior
de la planta.

b) b) Distribución de sales en el vástago. En las plantas que incluyen sales


la distribución de ellas en los diversos tejidos y órganos es de vital importancia.
Por ejemplo, las plantas reducen el ingreso de las sales a las hojas jóvenes,
inflorescencias y semillas, como es el caso de maíz y trigo. Esta diferencia se
manifiesta también a nivel celular, ya que las células que tienen relación con la
fotosíntesis (del mesófilo en C3 y de la vaina del Haz en C4) presentan un
menor contenido de Cl- que las células de la epidermis.

c) c) Ajuste osmótico y solutos compatibles. Cuando las plantas son


expuestas a altas concentraciones de sales, se produce primeramente una
pérdida de agua desde las células. Para evitar esta salida de agua, las plantas
tolerantes son capaces de cambiar el potencial osmótico en sus células, lo
que consiguen con un incremento neto en la cantidad de solutos
osmóticamente activos. A este mecanismo se le conoce como ajuste osmótico
u osmorregulación. Los genotipos cuyo principal mecanismo es la exclusión de
sales, son capaces de sintetizar solutos orgánicos que no producen toxicidad,
tal como la glicina betaína, en Chenopodiáceas, Gramíneas y Solanáceas; la
prolina, en Asteráceas y Gramíneas; el D-sorbitol, en Rosáceas y
Plantagináceas; el D-pinitol en Leguminosas y Caryophylláceas. También
pueden incrementar la tasa de absorción de algunos elementos minerales
como: K+, Ca+2 o NO-3. Las especies que poseen estos mecanismos tienen un
mayor costo energético y por ende un mayor requerimiento de fósforo. Los
genotipos cuyo mecanismo de adaptación es la inclusión de sales, son
capaces de producir ajuste osmótico mediante la absorción y acumulación de
sales, principalmente NaCl, en las hojas.

d) d) Compartimentalización. Las plantas que incluyen sales, deben


compartimentalizar las sales a fin de proteger sus sistemas enzimáticos del
citoplasma como de los organelos. Por esta razón este tipo de plantas como
las espinacas, almacenan Cl y Na en las vacuolas de las células.

e) e) Excreción de sales. Las halófitas pueden eliminar sales desde los


tejidos fotosintéticos por diferentes mecanismos: acumulación en tricomas,
secreción por glándulas salinas, caída de hojas viejas, exclusión desde las
raíces y retraslocación a otros órganos.

En la Figura 1 se muestra un resumen de los efectos adversos y los mecanismos


de adaptación a los excesos de sales.
Figura 1. Efectos adversos y mecanismos de adaptación de las plantas a
las sales.

RESPUESTAS

Excluyen Incluyen
sales sales

Efectos adversos Adaptación Adaptación Efectos adversos

Déficit hídrico Evita el déficit Tolerancia de los tejidos Toxicidad por iones
hídrico interno a) Compartamentalización Desbalace iónico
b) Síntesis de solutos
Disminución en: a) síntesis de solutos c) Reemplazo K/Na Toxicidad por Cl
Expansión celular b) Disminución del área Toxicidad por Na
Fijación de CO2 foliar Evita alta concentración Deficiencia de K
Síntesis de proteínas de iones. Deficiencia de Ca
c) Acidificación de
la rizósfera a) Retraslocación en el
Floema
b) Incremento en el contenido
de agua en los tejidos
c) Excreción de sales
d) Caída de Hojas

Fuente: Adaptado de Arschner (1995).

4.3 Tolerancia de los Cultivos a la Salinidad

Existen tres criterios para estimar la tolerancia de un cultivo a suelos salinos:


la habilidad de un cultivo para sobrevivir; el rendimiento neto y el
rendimiento relativo comparado con el rendimiento en suelos no salinos bajo
condiciones similares de desarrollo.
En el cuadro 5, podemos definir la tolerancia que presentan diversos cultivos
a la salinidad, por ejemplo, utilizando la columna 1, podemos apreciar que la
vid soporta 1,5 milimhos/cm sin que su rendimiento se vea afectado. En la
columna 2 se muestran los valores de la C.E necesario para reducir en un
50% el rendimiento, para el caso de la vid esto sucede cuando la conductividad
eléctrica del suelo se incrementa hasta 6,7 milimhos. Por otra parte en la
columna 3 permite pronosticar lo que pasará cuando la C.E se eleve en una
unidad, para el mismo caso de la vid podemos apreciar que cuando la C.E
pasa de 1,5 a 2,5 el rendimiento se reduce en un 12%.
Cuadro 5. Tolerancia relativa de los frutales a la salinidad.

1 2 3
Salinidad C. E a la que se % de
Cultivos máxima (límite) reduce disminución del
Sin que se afecte El 50% del rendimiento por
el rendimiento rendimiento el aumento de 1
(milimhos/cm) milimhos/cm en
(milimhos/cm) el suelo
Cultivos 4-12
tolerantes
Palma datilera 4,0 17,9 3,6
Moderadamente 2-4
sensible
Olivo 2,7 8,4 14,0
Granado 2,7 8,4 14
Sensibles <2
Pomelo 1,8 4,9 16,0
Naranjo y 1,7 4,8 16,0
Limonero
Peral y Manzano 1,7 4,8 21,0
Durazno 1,7 4,1 6,5
Damasco 1,6 3,7 24,0
Ciruelo 1,5 4,3 18,0
Almendro 1,5 4,1 19,0
Vid 1,5 6,7 12,0
Guindos 1,5 22,0
Chirimoya 1,5 22
Palta 1,3 3,7 6,0
Frutillas 1,0 2,5 33,0
Guindos
s/i=sin información
Fuentes: Ayers y Westcot (1976); Maas (1984); Maas (1991); Tanji (1990)
Existen algunas especies que poseen patrones y cultivares que
presentan diversos grados de tolerancia a las sales, en la tabla 6 se
presenta un listado de ellos y su tolerancia a los cloruros.
Cuadro 6.- Tolerancia de patrones o cultivares a las sales.

Especie Patrón o cultivarMáximo permisible de cloruros en


la
solución suelo sin causar daño
en las hojas
Mol/m3 gr/m3
Citrus sp Mandarina Sunki 50 1773
Mandarina
Cleopatra
Lima Rangpur
Citrus sp Tangelo Sampson, 30 1064
Limón Rugoso
Naranja Sour
Manadarina
Ponkan
Citrus sp Troyer citrange 20 709
Persea americana
West Indian 15 532
(palto)
Persea americana
Guatemalteco 12 425
(palto)
Persea americana
Degania 117- 11 400
(palto) Ashdot 17 – Zrifin
99- Najalat 3
Maoz
Persea americana
UC-51 – UC 65 11 400
(palto) UC 68 – UC 43
Persea americana
Mexican 10 355
(palto)
Vitis sp (vid) Salt Creek 80 2836
Vitis sp (vid) 1613-3 80 2836
Vitis sp (vid) Dog ridge 60 2127
Vitis sp (vid) Thompson 40 1418
seedless
Vitis sp (vid) Perlette 40 1418
Vitis sp (vid) 1103-P 34 1200
Vitis sp (vid) 196-17Cl 23 800
Vitis sp (vid) Cardinal 20 709
Vitis sp (vid) Black rose 20 709
Vitis sp (vid) Rupestris de Lot 20 700
Vitis sp (vid)
Prunus Marianna 50 1773
Prunus Lovell - Shalil 20 709
Prunus Yunnan 15 532
Fuente. Adaptado de Tanji ( 1990). Fernández (1988)

En general el palto es extremadamente sensible a la salinidad, sin embargo


existen algunos cultivares relativamente tolerantes, en particular de la raza
antillana, es el caso de Zrifin 67 y Zrifin 99. La raza antillana presenta una
marcada acumulación de cloruros y sodio en raíces y reduce el transporte de
estos elementos hasta las hojas.

En vides regadas con aguas con altas concentraciones de sodio y cloruros, se


presenta un incremento de estos elementos en los órganos vegetativos, lo que a
su vez provoca una disminución del contenido de potasio. Sin embargo los
patrones tolerantes presentan una mayor concentración de potasio en las hojas, lo
que se correlaciona con positivamente con el pH del jugo de frutos. Tanji (1990),
señala que estos patrones regulan la absorción y traslocación de Cl – y Na+
hacia los brotes.

4.3 4.4 El boro y las plantas

El boro fue uno de los primeros elementos minerales descritos como esencial.
Sin embargo el rango entre la deficiencia y la toxicidad es muy estrecho. Al igual
que la salinidad y sodicidad, el boro se asocia a los ambientes áridos o con
problemas de irrigación provocado por aguas contaminada con altos niveles de
boro, por lo que a veces los síntomas se confunden. El boro para las plantas es
liberado desde el suelo, la materia orgánica, los fertilizantes o el agua de riego:
Parte de este permanece en la solución suelo y parte es adsorbido por los
coloides del suelo. Las plantas absorben boro desde la solución suelo, sin
embargo el suelo puede entregar boro a la solución. Los frutales presentan
diversos grados de tolerancia al boro, lo que en general es muy bajo, tal como se
aprecia en la tabla 7.

Cuadro 7. Tolerancia relativa de los frutales a la concentración de boro

en la solución suelo.

Moderadamente Moderadamente Sensible Muy Sensible


tolerante sensible (0,5 –1,0 mg/l) ( menos de
2,0 a 4,0 mg/l (1,0 – 2,0 mg/l) 0,5 mg/l)
Citrus macrophylla Palto Limón
Palma datilera Naranjo, Frambuesas
Pomelo
Duraznos
Damascos
Ciruelos
Vides
Guindos
Frutillas

Fuentes: Leyshon y Jaem. (1993).

Al igual que la salinidad, existe algunos patrones o cultivares con cierto


grado de tolerancia al contenido de boro (ver tabla 8). Es necesario señalar al
respecto, que en la zona norte, dado la alta incidencia de este problema, se han
seleccionado en forma natural algunos cultivares que pueden ser utilizados como
patrones para beneficio de la agricultura, tal es el caso de vides, manzanos,
perales y ciruelos que crecen en diversos valles de la I y II región, lo que deben
ser seleccionados y propagados.
Cuadro 8.- Patrones y cultivares de frutales tolerantes al boro.

Especie Patrón o cultivar

Cítrico (macrofila) Citrus Macrophylla


Cítrico (Gajanimma) C. pennivesiculata
Cítrico (Naranaja china)Severina Buxifolia
Cítrico ( Naranja Sour) Citrus aurantium
Almendra Prunus duclis (almendra)
Ciruelo Myrobalan Prunus cerafisera
Damasco Prunus armeniaca
Ciruelo Marianna Prunus domestica
Durazno Shalil Prunus persica

Fuente. Adaptado de Tanji ( 1990)


5 5 Métodos para el Manejo de Suelos Salinos

Para el manejo de suelos salinos existe una serie de prácticas que ayudan a
controlar el problema de la salinidad. Estas incluyen uso de especies tolerantes,
sistemas de riego adecuados, cambios en el volumen y tiempos de riego,
modificaciones en la rotación de cultivos e instalación de drenajes. La información
acerca de las especies tolerantes ha sido presentada en la sección anterior. En
esta sección nos referiremos principalmente al control de la salinidad mediante el
riego.

Sistemas de riegos adecuados. Se ha logrado importantes avances en el manejo


de la salinidad mediante el uso de sistemas de riegos adecuados,
fundamentalmente goteo y aspersión. Los sistemas de riego tradicionales
generalmente salinizan la zona de cultivo, tal como se aprecia en la Figura 2, en
donde las sales se acumulan en el centro del camellón.

Por esta razón cuando se riega con aguas salinas se deben considerar las
siguientes medidas:

• · Riegos frecuentes con alta carga de agua, para provocar un arrastre


del exceso de sales acumuladas en los horizontes.
• · Utilizar esta agua en suelos con buen drenaje. En caso contrario el
excedente de agua provoca un aumento del nivel freático. Posteriormente,
cuando el agua se evapora, las sales suben por capilaridad, salinizando el
terreno.
• · Construir drenajes para evacuar el exceso de agua.
Figura 2. Modelo de distribución de sales en el suelo mediante el riego
por surcos.

El uso de sistemas de riego presurizados como goteo y aspersión en el


manejo de la salinidad es una de las tantas ventajas de estos. La distribución
de sales en el suelo mediante el uso de estos sistemas se aprecia en la Figura
3.

Figura 3. Modelo de distribución de las sales en el suelo mediante el uso de

sistemas de riego presurizados.

Fuente: Adaptado de Pasternak y de Malach. 1987.


Se recomienda no utilizar riego por aspersión cuando la conductividad eléctrica
(C.E) del agua o solución nutritiva exceda los 2,0 milimhos/cm, debido a que
las hojas se dañan, al secarse y concentrarse las sales.

a) a) Cambios en el volumen y tiempos de riego. La salinidad puede ser


manejada también mediante el uso de altas cargas de agua a fin de mantener
baja la concentración de sales, así como por el tiempo de riego para lixiviar las
sales fuera de la zona de raíces. Para este efecto se debe adicionar a las
tasas de riego una cantidad de agua extra (NL) para producir el lavado de
sales. Para este cálculo se utiliza la siguiente relación:

CEa *
Ecuación 5. NL = 100
CEes

En donde CEa es la conductividad eléctrica del agua de lavado y CEes es la


conductividad eléctrica admisible en el extracto de saturación del suelo, para un
rendimiento mínimo del 50%.

El resultado obtenido (NL) deberá ser utilizado para corregir la tasa de riego,
agregándole este porcentaje al volumen de agua utilizado para regar. Un
ejemplo para el uso de la Ecuación 5 se entrega a continuación:

Supuestos:
CEa : 1,2 milimhos/cm
CEes: : 3,7 milimhos/cm

NL = [1,2/3,7]*100= 32%

Es decir, para obtener un rendimiento adecuado en paltos se necesita


mantener la C.E del extracto del suelo en 3,7 milimhos/cm, por lo que la tasa de
riego debe incrementarse en un 32%.

Otra forma, corresponde a lavados con altas cargas de agua al término de la


temporada en el caso de hortalizas y en el caso de frutales cuando estos entren
en receso. En cada actividad para disminuir las sales del suelo se debe
considerar la textura del suelo, suelos arcillosos requieren un mayor volumen que
los suelos arenosos.

b) Con respecto al aumento de la frecuencia de riego, no existe claro consenso


por parte de los especialistas. Entre cada riego el suelo pierde humedad y las
sales se concentran, aumentando el potencial osmótico y disminuyendo el
mátrico. Mientras más corto sea el intervalo mayor será el potencial total del
agua. Si el agua posee una gran cantidad de sales, el secado del suelo será
más lento. Sin embargo, cuando mayor es la frecuencia de riego mayor será la
carga del suelo con nuevas sales.
5 4 Recuperación de Suelos Sódicos

El manejo de los suelos sódicos requiere de la aplicación de enmiendas o


mejoradores, para provocar el intercambio catiónico entre el calcio y el sodio,
de manera tal que el sodio se libere a la solución y el calcio se adhiera al
coloide o partículas de arcillas. La mayoría de los laboratorios expresan los
resultados de los análisis en miliequivalentes por 100 gramos de suelo
(meq/100 gr). En otros casos los resultados se presentan en partes por millón
(ppm), lo que es igual a miligramos por kilogramo (mg/kg). Por esta razón
resulta útil poder transformar los meq/100gr en ppm, para cuyo efecto en el
Cuadro 9 se presentan las equivalencias.

Cuadro 9. Conversión de meq/100 gr a ppm y viceversa.


De meq/100 gr a ppm
De ppm a meq/100 gr
Ca x 200,4 Ca/200,4
Mg x 121,6 Mg/121,6
Na x 230,0 Na/230,0
K x 391,0 K/391,0
Cl x 354,5 Cl/ 354,5

Antes de elegir las enmiendas o mejoradores se requiere detectar los


problemas específicos del suelo, como por ejemplo, salinidad, presencia de
costras calcáreas y pie de arado, de manera de solucionar previamente estos
problemas. De igual forma hay que tener presente que la aplicación de
mejoradores no entrega respuestas inmediatas y muchas veces requiere de
aplicaciones posteriores. Además hay que considerar que el uso de agua con
alto contenido de sodio, termina sodificando el suelo.

Si el suelo contiene calcio ya sea como carbonato o bicarbonato, se debe


utilizar mejoradores que permitan dejar este elemento disponible. De lo
contrario se deberá utilizar enmiendas que contengan calcio soluble. En el
Cuadro 10 se indican algunos de los compuestos que pueden ser utilizados
como mejoradores en suelos sódicos y su equivalencia con el yeso.
Cuadro 10. Tipos de enmiendas para suelos sódicos y sus equivalencias
con yeso.
Mejoradores para suelos que no tienen Ca Kg equivalentes a 1
solubilizable * kg de yeso
Yeso (CaSO4 . 2H2O) 1,00
Nitrato Cálcico [Ca(NO3)2] 1,00
Polisulfuro de Calcio al 24% (CaS5) 0,78
Caliza (CaCO3) 0,58
Dolomita (CaCO3+ MgCO3) 0,50
Mejoradores para suelos que tienen Ca (en forma
de carbonatos y bicarbonatos)
Sulfato ferroso (FeSO4 . 7H2O) 1,82
Acido sulfúrico (H2SO4) 0,57
Azufre (S) 0,19
* Productos puros.

A un suelo sódico que no posee calcio en forma de carbonato o este es


escaso, necesariamente debe incorporársele alguna enmienda que contenga
calcio. De acuerdo con la literatura, se considera como pobre valores
inferiores a 2.000 mg de cal por kg de suelo. Las reacciones que se producen
en el suelo pasan por la incorporación del calcio a la partícula adsorbente y la
liberación del sodio a la solución. De esta forma si se agrega yeso a un suelo
sódico, el suelo se transformará en cálcico y se formará sulfato de sodio.
Luego debe efectuarse necesariamente un proceso de lavado del suelo para
lixiviar el sodio. En la ecuación 6 se presentan las reacciones que ocurren en
el suelo cuando se incorpora calcio como yeso:

Ecuación 6.- CaSO4 + Na2 CO3 CaCO3 + Na2 SO4

En suelos sódicos que poseen calcio no soluble en cantidades adecuadas


(sobre 2.000 mg/kg), se puede aplicar alguna enmienda que permita dejar
disponible el calcio. Si se aplica ácido sulfúrico, este reaccionará con el calcio
no soluble formando yeso, dióxido de carbono y agua; posteriormente el yeso
seguirá el mismo proceso señalado anteriormente.

Si se desea agregar azufre, éste en cambio requiere de etapas previas a la del


ácido sulfúrico, por cuanto primero debe oxidarse, formar trióxido de azufre
(SO3); este luego se une al agua y se transforma en ácido sulfúrico (ecuación
7) y luego seguir los mismos pasos más arriba señalados.

Ecuación 7.- H2SO4 + Ca CO3 Ca SO4 + CO2 + H2O


(a)

H2SO4 + 2Ca CO3 Ca SO4 + Ca (CO3H) 2 (b)

De acuerdo a estas reacciones 1 mol de azufre libera un mol de calcio que


reemplazará a 2 moles de sodio, tal como se describe en la ecuación 6 a:
Para que ocurra la ecuación 7 b deben existir una mayor cantidad de
humedad y materia orgánica en el suelo.
Para saber en forma práctica si el suelo posee carbonatos o bicarbonatos, se
puede añadir algunas gotas de ácido clorhídrico o sulfúrico a un pequeño
volumen de suelo; si el suelo burbujea estamos ante la presencia de
carbonatos o bicarbonatos, la cantidad real se debe determinar mediante
análisis de suelo.

Los pasos necesarios para disminuir el contenido de sodio de un suelo se


presentan a continuación:

a) Determinar contenido Sodio, mediante un análisis en laboratorio

b) Determinar la cantidad de sodio que se desea que quede en el perfil. Esto


se calcula mediante la siguiente ecuación:

Ecuación 8. Sodio Final (Sf) = Sodio inicial (Si) – Sodio desplazado (Sd)

Ejemplo:

Ø Se posee un suelo cuyo contenido de Na+ es 5 meq/l00g


Ø Se desean desplazar 2 meq de Na+/l00 g de suelo

Por tanto, reemplazando en la Ecuación 8:

. Sf = Si - Sd = 5-2 = 3 meq/l00 gr

c) Relaciones de desplazamiento del sodio:

Para decidir que producto usamos para desplazar el sodio, se deben


conocer una serie de relaciones importantes, según se detalla a
continuación:
2+
Ø 1 meq Ca contenido en el yeso (SO4Ca . 2H20) desplaza 1 meq
de Na+

Ø 1meq de SO4Ca . 2H20 equivalen a 86 miligramos de yeso

Esto se calcula a partir de la suma de los pesos atómicos dividido por la


valencia

1meq de SO4Ca . 2H20 = 32+64+40+36 = 86 mg yeso


2

Ø Si un meq de calcio contenido en el yeso desplaza 1 meq de Na+;


por tanto 86 miligramos de yeso/100 gr suelo desplazan 1 meq de
Sodio/100 g suelo.

Ø Por otra parte también se podría utilizar azufre, si el suelo tuviera


suficiente calcio: 1 meq de azufre (S) desplaza 1 meq de Na.
Ø 1 meq de S-2 equivale a 16 mg de S

1 meq de S = 32 = 16
2
Ø Por tanto : 16 mg de S/100 gr de suelo desplazan 1 meq de
Sodio/100 gr

d) Determinación del peso específico del suelo por hectárea (Pha).

Para determinar el peso del suelo, además del volumen se debe conocer la
densidad aparente del suelo (Da). A modo de referencia en el Cuadro 11 se
presentan algunos valores de peso del suelos, en función de su densidad
aparente.

Cuadro 11. Peso del suelo a 30 cm con diferentes Densidades


Aparentes (Da).
Da (ton/m3) Peso del suelo a 30 cm (ton/ha)
0,80 2.400
1,00 3.000
1,25 3.750
1,50 4.500
1,80 5.400
2,00 6.000

a) e) Cálculo de la cantidad de yeso necesaria por meq que se desea


desplazar

Siguiendo el mismo ejemplo anterior, si desea, desplazar 3 meq/100 gr se


deberá aplicar la siguiente cantidad de yeso:

3 meq/gr * 86 = 258 mg de yeso/100 gr o 2,58 gr de yeso/kg suelo

b) f) Cálculo de la cantidad de yeso (kg/ha)

Utilizando el Cuadro 11 un suelo con Da = 1, tendrá un peso específico de


3.000 ton/ha. por lo que para corregir con yeso se deben aplicar:

0,000258 kg * 3.000.000 kg = 7.740 kg/ha


g) Corrección de la dosis (Cd)

La dosis calculada debe corregirse por la eficiencia de desplazamiento del

yeso, la que alcanza a 75%.

Dosis calculada 7.740


Cd
Factor de = 0,75 = 10.320
= kg/ha
corrección

c) h) Fórmula

Utilizando el ejercicio anterior podemos resumir el cálculo de la dosis de


yeso necesaria para desplazar el sodio en exceso (D):

Ecuación D Y *P
10. = Ef

En donde D es la cantidad de yeso por hectárea que se debe aplicar para


desplazar un determinada cantidad de sodio, Y es la cantidad de yeso
necesario (kg) por meq a desplazar; P es el peso del suelo (kg) y Ef es la
eficiencia de desplazamiento del yeso.

d) i) Tiempo necesario para la rehabilitación

No se debe incorporar más de 5 ton/ha por vez, pues la eficiencia del yeso
disminuye debido a pérdidas por lavado. Por ello un proceso de
rehabilitación debe durar a lo menos 5 años. En consecuencia, siguiendo el
ejemplo anterior:

Dosis anual = 10.320/5 = 2.064 kg/ha/año


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