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Los tres cochinitos y el lobo feroz

Personajes
*Narrador (Herí)
*Cochinito tontín (Héctor)
*Cochinito flojo (Abundio)
*Cochinito trabajador (Rigoberto)
*Lobo feroz (José Ramón)

Guion:
Narrador: Había una vez tres cochinitos que se llamaban Tontín, Flojo y
Trabajador. Un día decidieron vivir independientes de su mamá, y construir su
propia casa.
Narrador: Cuando Trabajador terminó de construir su casa fue a visitar a su
hermanito Tontín…
Trabajador: (Desconcertado) Pero, Tontín… ¿Cómo se te ocurre hacer una casa
de paja? ¡El lobo vendrá y la destruirá!
Tontín: fue fácil y rápido hacerla… además no le temo al lobo feroz.
Trabajador: (enojado) Bueno, tu sabes lo que haces… voy a visitar a mi hermano
Flojo. Adiós.
Tontín: Adiós hermanito.
Narrador: Trabajador fue a visitar a su hermano Flojo y se sorprendió cuando vio
su casa de palitos de madera.
Trabajador: (Regañándolo) Pero Flojo… ¿Cómo se te ocurre hacer una casa de
palitos de madera? ¿¡Que no sabes que el lobo puede venir a derribar tu casa!?
Flojo: (bostezando) ¿Qué tiene de malo? Fue fácil y rápido hacerla… además
¿Quién le teme al lobo feroz? ¡Yo no!
Trabajador: (enojado) Bueno, tu sabes lo que haces… me voy a casa porque ya
está anocheciendo y no me gustaría encontrarme al lobo feroz por un sendero
oscuro ¡Adiós!
Narrador: Trabajador se fue a su casa. Un día Tontín se encontraba tomando una
siesta cuando el lobo toco a la puerta. Tontín se levantó, miró a través de la
ventana y vio que era el lobo.
Lobo: ¡Pequeño cochinito, pequeño cochinito, abre la puerta, que quiero entrar!
Narrador: Tontín se puso muy nervioso y contestó con voz temblorosa…
Tontín: ¡Claro que no! ¡Y vete de aquí que me voy a enojar!
Lobo: ¡Si no abres, de un soplido tú casa caerá! ¡Así que ve quitando el seguro de
la puerta!
Tontín: ¡Estás loco! ¡Mi casa es fuerte, nada podrás hacer!
Narrador: Y el lobo sopló y sopló y la casa del cochinito destruyó. Entonces
Tontín se fue corriendo a la casa de su hermanito Flojo. Al llegar a su casa tocó a
la puerta y ya adentro le contó lo que había sucedido…
Flojo: No te preocupes, mi casa es fuerte, y el lobo no la destruirá.
Narrador: Y tontín se quedo allí a vivir. Algunos días después, el lobo tocó a la
puerta. Los dos cochinitos miraron a través de la ventana y vieron que era el lobo
feroz.
Lobo: ¡Pequeños cochinitos, pequeños cochinitos, abran la puerta, que quiero
entrar!
Tontín y Flojo: ¡Claro que no! ¡Y vete de aquí antes de que nos hagas enojar!
Lobo: ¡Si no abren, de un soplido su casa caerá!
Tontín y Flojo: ¡Soplaras! ¡Soplaras! ¡Pero esta casa no tumbaras!
Narrador: El lobo se puso a pensar y dijo en voz alta:
Lobo: ¡Vaya, estos cochinitos son más listos que yo! Ya regresare otro día…
Narrador: El lobo se dio la vuelta e hizo sonidos de caminata, los cerditos lo
creyeron y se tranquilizaron… pero el lobo regreso al poco rato.
Tontín y Flojo: ¡Eres el lobo, no te dejaremos entrar! ¡Vete!
Narrador: El lobo al oír esto sopló y sopló y la casa de palitos de madera
destruyó.
Tontín y Flojo: ¡Oh no! ¡Vámonos corriendo a casa de trabajador!
Flojo: ¡Sí! Como su casa es de ladrillo nos protegerá.
Tontín: ¡Sí! El lobo no la destruirá.
Narrador: Entonces Tontín y Flojo se fueron corriendo por el bosque a la casa de
su hermanito, Trabajador. Al llegar ahí tocaron la puerta desesperadamente…
Tontín y Flojo: (tocando la puerta) ¡Hermanito, hermanito! Déjanos entrar.
Narrador: Al oír el escándalo Trabajador abrió la puerta y dijo:
Trabajador: ¿Por qué están tan asustados?
Tontín: Es que el lobo destruyo mi casa.
Flojo: También destruyó la mía.
Trabajador: ¡Se los advertí! Pero, pasen, pasen…
Narrador: Tontín y Flojo se quedaron allí a vivir. Algunos días después, el lobo
tocó a la puerta de la casa del tercer cochinito. Ellos miraron a través de la
ventana, y vieron que era otra vez el lobo.
Lobo: ¡Pequeños cochinitos, pequeños cochinitos, abran la puerta que quiero
entrar!
Tontín, Flojo y Trabajador: ¡Claro que no! ¡Y vete de aquí que nos vas hacer
enojar!
Lobo: ¡Si no abren, de un soplido su casa caerá como las otras dos!
Tontín, Flojo y Trabajador: ¿A si? ¡Pues soplaras, soplaras, pero esta casa no
derribaras! ¿Cuándo has visto que el viento se lleve un ladrillo?
Narrador: Y el lobo cada vez más enojado empezó a soplar cada vez más fuerte.
Lobo: ¡Soplare, soplare y su casa destruiré!!
Narrador: El lobo al soplar tan fuerte, se quedó sin aliento hasta caer rendido. Los
siguientes días, siguió intentando, pero sin éxito hasta que se cansó de intentarlo.
Lobo: Ya meda igual, acabo que la carne de puerco hace daño y no es más que
pura grasa, mejor voy a ir a comer ovejas.
Desde ese día los tres cochinitos vivieron en paz y nunca más volvieron a ver al
lobo feroz.

FIN.

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