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INFORME DE LABORATORIO NO 2
INTEGRANTES:
GRUPO: # 4
Quito – Ecuador
27-11-2018
OBJETIVOS
Objetivo General:
Objetivos Específicos:
MATERIALES
- Por laboratorio: Simulador de alta fidelidad.
- Por el estudiante: Gorro, mascarilla, guantes y hoja de indicaciones.
PROCEDIMIENTOS
En base a la observación y exploración del paciente, así como la discusión en equipo se tiene
como hipótesis diagnóstica una posible intoxicación por benzodiacepinas.
Con esto se logra la estabilización del paciente pero es necesario monitorizar constantemente
en caso del aparecimiento de otra posible crisis convulsiva.
MARCO TEÓRICO
Las benzodiacepinas son fármacos utilizados en la práctica clínica como sedantes,
ansiolíticos, hipnóticos, relajantes y anticonvulsivantes. Existen una gama variada de
benzodiacepinas disponibles en el campo de la terapéutica. Las benzodiacepinas más
frecuentemente prescritas en el ámbito extrahospitalario (más del 90% del total de consumo)
son loracepam, clonacepam, oxacepam, alprazolam, diacepam y temacepam. Con fines
terapéuticos, consumen más benzodiacepinas las mujeres (12,2%) que los hombres (7,1%).
Desde el punto de vista toxicológico, es la intoxicación aguda más prevalente, dado que se
emplea frecuentemente en intentos de suicidio (muchos psicofármacos la contienen junto a
otros principios activos) y por consiguiente habitualmente atendemos casos de intoxicaciones
graves mixtas o plurifarmacológicas (4).
PRONÓSTICO
Presentan un bajo riesgo de muerte (< 0,1%) por coma profundo y parada respiratoria
secundaria, excepto en caso de asociación con otros depresores del SNC como alcohol,
opiáceos u otros psicofármacos. Las intoxicaciones más graves por benzodiacepinas solas son
por triazolam, alprazolam y midazolam. El diagnóstico de exposición a benzodiacepinas, que
no el de intoxicación, se realiza fácilmente mediante el screening toxicológico de rutina
disponible en cualquier laboratorio de urgencias hospitalaria. Es un análisis cualitativo no
cuantitativo y en casos de supuesta intoxicación por benzodiacepinas solas en un paciente en
coma deben descartarse otras causas: trauma craneal, isquemia/hematoma cerebral,
hipotiroidismo, fallo hepático, meningitis, status epiléptico (5).
TRATAMIENTO
Son útiles el lavado gástrico y la administración de carbón activado a dosis única si el nivel
de conciencia lo permite. Resulta imperativo asegurar la protección de la vía aérea en caso de
coma. El flumazenilo es una imidazobenzodiacepina con una estructura química similar a la
benzodiacepina y es el antídoto específico en las intoxicaciones por benzodiacepinas. Es un
antagonista competitivo de los receptores específicos de las benzodiacepinas y actúa
desplazando de dichos receptores a las benzodiacepinas por su mayor afinidad (2). Bloquea
por completo los efectos depresor, sedante e hipnótico de cualquier benzodiacepina sobre el
SNC. El flumazenilo es útil para revertir de forma rápida y completa la sedación y el coma
que se produce en caso de intoxicación aguda, sobredosificación o con fines anestésicos en
cirugía menor o pruebas diagnósticas invasivas (endoscopia). Junto a la naloxona, vitamina
B1 y la glucosa constituyen lo que se conoce como “kit anti-coma”. Su empleo es seguro,
aunque se debe evitar su uso en aquellos pacientes con umbral epileptógeno disminuido o
cuando la intoxicación asocia otros fármacos o drogas con efecto convulsivante tales como
antidepresivos tricíclicos o cocaína. El flumazenilo comienza su acción al cabo de 1-2
minutos de su administración por vía i.v. La semivida de distribución es de 5 minutos con una
semivida de eliminación de 40-80 minutos. La dosis es de 0,25 mg por vía i.v. lenta, a pasar
en 30 seg. (cada ampolla contiene 0,5 mg en 5 ml). Al cabo de 1 minuto valoraremos el nivel
de conciencia. Si el paciente no lo ha recuperado y mantiene un Glasgow < 12 repetiremos
sucesivamente dosis de 0,25 mg evaluando cada minuto el nivel de conciencia alcanzado (el
Glasgow debe ser > 12) hasta alcanzar un total de 3-3,5 mg. Por encima de esta dosis es de
suponer que si el paciente sigue en coma es por otra causa, o bien, están implicados en la
intoxicación otros fármacos o agentes químicos sobre los que flumazenilo no ejerce ningún
efecto. Dada la semivida corta del flumazenilo es posible que el paciente precise, tras la
recuperación del nivel de conciencia, su administración en bomba de perfusión continua a
dosis de 1 mg en un suero salino al 0.9% a pasar en 8-12 horas (entre 0.1- 0.5 mg/h) (6). La
administración de flumacenilo está contraindicada en aquellos pacientes que simultáneamente
han ingerido fármacos o compuestos proconvulsivantes (tricíclicos, cocaína), o tienen
antecedentes de epilepsia dado que en estos casos existe una reducción del umbral
epileptógeno y la administración del antídoto puede desencadenar un status epiléptico. No
son útiles en este tipo de intoxicación las maniobras de depuración renal o extrarrenal (por la
elevada unión a proteínas plasmáticas, semivida prolongada y elevada liposolubilidad)(4).
Ante un coma profundo de etiología incierta o de posible origen exógeno (intoxicación), pero
sin identificación inicial del agente o tóxico, se utilizará flumazenil incluso antes de
conocerse el resultado toxicológico. La acción de este antídoto es específica ya que su
administración servirá como diagnóstico diferencial al igual que hacen la glucosa y la
naloxona en el estado de coma de etiología incierta.
RESULTADOS
● Con un temprano y correcto diagnóstico por medio de signos y síntomas como una
progresiva disminución del nivel de conciencia, la somnolencia, la obnubilación, el
estupor, miosis, depresión respiratoria además de los antecedentes presentados en la
historia clínica llevaba a una un posible cuadro de intoxicación aguda por
benzodiacepinas donde el tratamiento es la aplicación IV de flumazenilo además de
una asistencia respiratoria externa con mascarilla de oxígeno que consiguió aliviar los
síntomas y por ende las consecuencias características de esta intoxicación.
DISCUSIÓN:
El uso de dosis tóxicas de las BZD varía según el tipo, la más baja para los BZD de vida
media corta, como es el caso de la triazolam: >5 mg en comparación con los BZD de vida
media larga como lo es el diazepam > 50 mg.
Las BZD aplican su efecto tóxico sobre el sistema nervioso central, antagonizan una proteína
que inhibe la unión de (GABA) a su receptor, dando como resultados una estimulación en el
efecto neuroinhibidor del GABA o en palabras más simple existirá un descenso en las
funciones del sistema nervioso central.
Se debe tomar en cuenta que durante el período de administración del medicamento, mejora
significativamente el estado de conciencia, por lo que se suspende su administración y se
seguiría observando al paciente durante un período mínimo de 6 horas. Si al cabo de un cierto
tiempo (15-120 habitualmente), se observará una nueva disminución del nivel de conciencia,
se iniciaría una perfusión continua de flumazenil: 2 mg disueltos en 500 ml de suero
glucosado al 5% a pasar en 4 horas, aunque la velocidad de infusión se regularía en función
del estado de conciencia (más rápida si el enfermo se deprimiera, más lenta si se agitara).
Finalizada esta primera perfusión se analizará la evolución del enfermo y si de nuevo
recayera en coma, se instaura otra perfusión análoga y así sucesivamente durante el tiempo
necesario (24 o 48 horas).
Las reacciones adversas del flumazenilo más observados ha sido la agitación, que en caso de
ser intensa es obligatorio suspender el tratamiento además también se han presentado crisis
epilépticas y síndromes de abstinencia en adictos a las benzodiazepinas, también es necesario
mencionar las contraindicaciones: como son evitar utilizar flumazenilo en pacientes menores
de 18 años, depresiones leves del nivel de conciencia, embarazadas excepto cuando la
intoxicación sea muy grave, coronariopatías en fase aguda angor inestable, infarto),
hipersensibilidad conocida a las benzodiacepinas, ante síntomas anticolinérgicos,
alteraciones motoras o cardiovasculares típicas de intoxicación grave por antidepresivos
tricíclicos o tetracíclicos.
CONCLUSIONES
El flumazenilo es un fármaco de uso relativamente fácil, seguro y eficaz para tratar la
sobredosis de benzodiacepinas debido a que este posee mayor afinidad a sus receptores por
lo que logra desplazar a las benzodiacepinas de este modo logra bloquear completamente los
efectos de cualquier benzodiazepina sobre el Sistema Nervioso Central además se debe tomar
en cuenta que se encuentra contraindicado en intoxicaciones mixtas con benzodiacepinas y
antidepresivos tricíclicos.
El uso de flumazenil en conjunto con otros medios de soporte vital como mecanismos
AMBU, además de una correcta interpretación de signos vitales y en el caso que el paciente
se encuentre consciente un adecuado manejo e interacción del médico con esté permitirán un
tratamiento adecuado y mejorado al paciente.
Pudimos concluir que al existir una intoxicación por BZD debemos tomar en cuenta diversos
parámetros para poder actuar de manera inmediata evitando de esta manera que el paciente
llegue a caer en un cuadro fatídico llevándolo incluso a la muerte ya que no se puede realizar
el mismo procedimiento para las diversas formas en las que se pudo administrar el fármaco
es decir no existirá un resultado favorable si realizamos un lavado gástrico cuando se
administró por vía intravenosa, al igual que debemos tener énfasis en las dosis del fármaco
para poder proceder de una manera adecuada.
Es fundamental el prestar atención a los antecedentes personales del paciente, pues esto
orientará en el diagnóstico y por ende se aplicará correctamente el antídoto, caso contrario,
este último no tendrá ningún efecto en el paciente.
Se debe tomar en cuenta que el Flumazenil ayuda a mejorar las condiciones del paciente
mejorando su estado de conciencia y actuando contra la intoxicación, su administración
siempre debe ser de acuerdo al tiempo de vida del fármaco que ocasionó la intoxicación; con
la administración de una dosis inicial de flumazenil, no se cumple el tiempo de vida media
del mismo en relación al tiempo de vida media de las benzodiacepinas, por lo que el paciente
volverá a tener una recaída, y es necesaria de una segunda dosis inicial o una dosis continua
para lograr estabilizar al paciente.
Cabe recalcar que para una buena evolución del paciente en urgencias, se debe realizar de
forma adecuada e inmediata las técnicas o medidas terapéuticas, es decir el soporte vital del
paciente (evaluación y control de función respiratoria y circulatoria), así como la interrupción
de la absorción del tóxico, para así lograr consecuentemente la eliminación del mismo.
BIBLIOGRAFÍA.
1. Goodman & Gilman (eds). Las bases farmacológicas de la terapéutica. 10ª ed. Chap. 17,
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3. Bramness JG, Skurtveit S, Gulliksen M, Breilid H, Steen VM, Morland J. The CYP2C19
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6. Rust GS, Hatch R, Gums JG. Carisoprodol as a drug of abuse. Arch Fam Med
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