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¿Cuál es el propósito de congregarnos?

Dios en Su Palabra nos enseña que no debemos dejar de congregarnos


(Hebreos 10:25), y el propósito de congregarnos es para estimularnos al
amor y a las buenas obras (verso 24) y para exhortarnos unos a otros, y tanto
más cuando vemos que el día del Señor se acerca (verso 25), esto se refiere
al día del regreso del Señor. De acuerdo al contexto, el congregarnos nos
ayuda a hacer firme nuestra profesión de fe, examinarnos a nosotros
mismos y comprobar que realmente somos creyentes porque deseamos ser
edificados, en los versos siguientes habla de quienes retroceden y se apartan
de la fe y cierra el capítulo afirmando la seguridad de que “nosotros” (quien
escribe y quienes reciben sus palabras) no son de los que retroceden para
perdición sino de los que tienen fe para preservación del alma, es decir una
fe autentica. Es evidente que congregarse NO es la prueba determinante de
que una persona sea verdaderamente salva, hay muchos que se congregan
frecuentemente y lo hacen por los motivos equivocados, vanagloria, amor
por las cosas terrenales, esperando que Dios pague su asistencia con
“bendiciones” materiales, religiosidad, etc. La mejor forma de examinarnos
a nosotros mismos es nuestra disposición a obedecer La Palabra de Dios a
pesar de nuestros errores y debilidades y parte de sus mandamientos para
nosotros es congregarnos. También nos congregamos para adorar y
glorificar a Dios junto con otras personas que al igual que nosotros están
agradecidos con Dios por su salvación; Orar a Dios en unidad; para ser
edificados e instruidos por medio de la exposición de la Palabra; y para
poder compartir con familiares y amigos que no conocen al Señor las
buenas nuevas del Evangelio mediante la predicación.

¿DÓNDE DEBEMOS CONGREGARNOS?


¿Debemos congregarnos en templos, en casas o hacer vida comunal?
Si no nos congregáramos con otras personas en una Iglesia ¿en dónde
deberían entonces congregarse los creyentes?, algunas personas afirman que
los creyentes deben congregarse en casas como al principio de la Iglesia,
pero si hubiera tantas congregaciones como casas de creyentes hay, la
pregunta entonces sería ¿quién debería instruirlos?, La Biblia enseña que
Jesucristo dio pastores y maestros a Su Iglesia (Efesios 4:11), y sabemos que
NO todos los creyentes son pastores o maestros (1ª.Corintios 12:29), así que
inevitablemente tendrían que comenzar a congregarse en mayor número
para poder ser enseñados y esto llevaría a tener congregaciones en templos
y no en casas, que es lo que normalmente se hace. Vemos que la Iglesia del
primer siglo se reunía en el templo y en las casas (Hechos 5:42), NO en
todas las casas, sino que alguien daba su casa y allí iniciaban una
congregación, Pablo menciona algunos ejemplos (1ª.Corintios 16:19). Pero
es importante recordar que la Iglesia del primer siglo estaba bajo
persecución, y no tenían libertad para congregarse públicamente en todas
las ciudades, vemos también en las epístolas pastorales y en 1ª.de Corintios,
instrucciones de cómo debían conducirse en la Iglesia, la cual es la casa de
Dios, columna y baluarte de la Verdad (1ª.Timoteo 3:15). También vemos
que la Iglesia de Jerusalén enviaba predicadores y pastores a las nuevas
congregaciones, Pablo inició la Iglesia en Éfeso y luego dejó encargado a
Timoteo.

La Biblia NO enseña que debamos hacer “vida comunal”, lo que si enseña


y que puede confundir a algunos, es que al nacer la Iglesia y quedarse a vivir
en Jerusalén todos los convertidos en el primer sermón de Pedro, (un
mínimo de 3,000 personas) los que habían creído, refiriéndose a los
convertidos en ese sermón, estaban juntos y tenían todas las cosas en
común, y para ayudarles a ellos, quienes tenían propiedades las vendieron
y trajeron el dinero a los apóstoles (Hechos 2:40-45). En cuanto a los demás,
vemos que se reunían en el templo y en las casas, en plural (Hechos 2:46;
5:42), y luego cuando hay desorden al tomar la cena del Señor en Corinto,
Pablo los reprende preguntándoles “¿no tenéis casas en que comáis y
bebáis? (1ª.Corintios 11:20)” vemos que los creyentes vivían en sus casas no
en una sola casa.

¿Debemos buscar realmente una Iglesia?, ¿No podemos ser edificados


solamente por el internet, la televisión y la radio?
Aunque hay predicadores de sana doctrina en estos medios, estos NO
substituyen la congregación, TODO lo que encontramos en una
congregación de creyentes nos ayuda a crecer y mientras que es posible que
aprendamos doctrina sana por medio del internet o la televisión,
necesitamos también que nuestra vida sea confrontada y que nuestro
carácter, paciencia y amor sean trabajados al tratar cara a cara con otras
personas imperfectas, como lo somos nosotros. Ellos también nos necesitan
a nosotros, con nuestros defectos y debilidades, para soportarnos los unos a
los otros y así ser mutuamente edificados. La Iglesia NO se compone
miembros secretos, sino de personas que declaran públicamente su fe. Otro
peligro del internet, la televisión y la radio es que si no conocemos la Palabra
podemos fácilmente ser engañados por falsos maestros, hay millones de
personas que siguen a predicadores que hacen énfasis en milagros,
sanidades y prosperidad material mientras dejan de lado La Palabra de Dios
y cualquier exhortación a la santidad, y lo hacen por falta de conocimiento.

¿Si Dios no habita en Templos hechos por humanos, por qué congregarnos
en un templo?
Alguien me comentaba que NO debemos congregarnos en templos, porque
en Hechos 17:24-25 Pablo afirma que “Dios no habita en templos hechos
por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres”, y este pasaje
podría confundirnos, pero es necesario que tomemos en cuenta el contexto,
Pablo se está dirigiendo a griegos, que como vemos en el pasaje eran muy
religiosos y tenían templos y altares dedicados a un gran número de falsos
dioses, incluso tenían un altar al “dios desconocido” lo que Pablo
aprovecha para presentarles al Dios verdadero, también debemos tomar en
cuenta el contexto general de la Biblia donde nos manda congregarnos, nos
habla de cómo comportarnos en la Iglesia y nos habla de los beneficios de
congregarnos y adorar en compañía de otros hermanos en la fe. Dios NO
habita en templos hechos de manos, pero la Biblia nos manda congregarnos
en templos hechos por manos humanas, NO porque Dios viva allí, Él es
omnipresente, sino por las razones que ya vimos anteriormente. La Biblia
NO se contradice pues el autor de toda la Escritura es Dios El Espíritu
Santo. La omnipresencia de Dios (el que esté en todas partes al mismo
tiempo), debería motivarnos a la santidad y al temor de Dios y NO a evitar
reunirnos con otros creyentes para ser mutuamente edificados.

ARGUMENTOS PARA CONGREGARSE EN CUALQUIER IGLESIA


O NO CONGREGARSE.
“La Iglesia Perfecta No Existe”
Cuando alguien se retira de una congregación debido a malas experiencias,
generalmente las personas le dicen que “no busque una Iglesia perfecta
porque no existe” y eso es cierto: NO debemos buscar una Iglesia perfecta,
debemos buscar una Iglesia Bíblica y esa SI existe, tendrá problemas, tendrá
trigo y cizaña, tendrá debilidades y tendrá fortalezas, pero su distintivo es
que en esa Iglesia JESUCRISTO ES EL SEÑOR, no el pastor. Su manual
de instrucción y autoridad para fe y práctica es La Palabra de Dios y no las
revelaciones personales y privadas del pastor. El pastor cumplirá con los
requisitos Bíblicos y especialmente con el de SER APTO PARA
ENSEÑAR, en este apartado NO bastan las buenas intenciones, las ovejas
NO se alimentan de buenas intenciones, sino de La Palabra de Dios, y
alguien que NO la conoce y no puede enseñarla, no puede alimentarlas. En
una Iglesia Bíblica habrá disciplina para los miembros que persisten en
pecar y seremos confrontados con la Palabra para santificar nuestra vida,
no confrontados con amenazas para “sembrar monetariamente” en el
ministerio del predicador, aprenderemos de la predicación VIDA
PRACTICA que nos confronte, nos incomode y nos duela para
santificarnos, y no un cargamento de “profundidades” que inflen nuestro
ego mientras nuestra vida no muestra ningún cambio ni evidencia de fruto
del Espíritu, tampoco un cargamento de rituales de observancia externa que
consisten en manipulación y el deseo de control de hombres que pretenden
enseñorearse de las ovejas y no en un deseo genuino de guiarlas y
enseñarles. Todo lo que aprendamos en una Iglesia Bíblica podrá ser
verificado en las Escrituras y NO va a contradecir el resto de la Biblia.

“La iglesia está llena de hipócritas, pero hay lugar para uno más”
Otra frase muy utilizada es que, si usted no va a una Iglesia porque está
llena de hipócritas, siempre hay lugar para uno más. Si bien es cierto que
NO vamos a buscar una iglesia de gente perfecta, porque no existe, y todas
las Iglesias están llenas de PECADORES arrepentidos, eso es muy diferente
a decir que todas las Iglesias están llenas de hipócritas (personas que
pretenden ser santos mientras viven habitualmente en pecado), una
verdadera Iglesia va a tener como miembros a pecadores arrepentidos, que
saben quien los rescató y a quien deben acudir en tiempo de prueba,
personas que están batallando con su pecado y que muestren con su vida un
cambio progresivo hacia la santidad, no es instantáneo pero tampoco es
imperceptible o invisible. No nos unimos a un club de personas que
practican habitualmente el pecado y fingen ser santos (estos son hipócritas),
nos unimos a un grupo de personas que tropiezan, caen y buscan cada día
santificarse, se reconocen pecadores, débiles e incapaces, pero saben que
han confiado en un Dios Todo Poderoso que es fiel para guardar su depósito
y para limpiar sus vidas. Es seguro que esto no será el distintivo de todos
los miembros, en toda Iglesia siempre habrá cizaña, pero si el pastor
confronta la vida de los miembros con una correcta exposición de la
Palabra, estará cumpliendo su labor y evitando que sea más la cizaña que
el trigo.

En toda congregación habrá cizaña y por su parecido con el trigo a veces


no podremos distinguirla hasta que nos hayan decepcionado y lastimado,
pero debemos recordar que Dios tiene control de TODO y que TODO nos
ayudará a bien si amamos a Dios y hemos sido llamados conforme a Su
propósito (Romanos 8:28).

¿Para qué congregarse si todas las Iglesias y todos los pastores son iguales?
Un argumento para no congregarse es decir que TODAS las Iglesias y
TODOS los pastores son iguales, pero a menos que usted sea igual a Dios
es decir que sea omnipresente (que esté en todas partes) y que sea
omnisciente (que lo sepa todo), usted NO pude afirmar eso, pues usted NO
conoce todas las congregaciones y No conoce a todos los pastores. Mucha
gente ha sido lastimada, decepcionada y alejada de las congregaciones por
falsos pastores que son una vergüenza para el Evangelio y que como dice
Pablo en Romanos, por causa de ellos el Nombre de Dios es blasfemado
entre los incrédulos, pero la infidelidad de los hombres NO anula la
fidelidad de Dios. Debemos congregarnos para ser edificados, es necesario
buscar una Iglesia fiel, con un pastor fiel a Dios que predique sana doctrina.
No son la mayoría visible, pero aún hay pastores fieles a Dios que no han
doblado su rodilla ante el Baal* de nuestros tiempos y que sirven por amor
a Dios, y no al dinero o a sí mismos. No aprenderemos a leer y estudiar la
Biblia en su contexto por nosotros mismos, sino escuchando a un pastor y
maestro. En una Iglesia Bíblica aprenderemos a conocer la Biblia y a saber
cómo ser capaces de dar razón de lo que creemos y la forma en que debemos
hacerlo, también aprenderemos a conocer a Dios tal y como se revela en Su
Palabra y sabremos más acerca de todo lo malo que hay en nosotros y que
debemos pedir y permitir a Dios que cambie, lo más importante es que
aprenderemos que mientras estemos en este cuerpo y en este mundo,
seguiremos aprendiendo, hasta que El Señor regrese.

*Para el propósito de este artículo, se utiliza la palabra “Baal” en el sentido


amplio de cualquier falso dios contrario al Dios verdadero que se muestra a
nosotros en Su Palabra, en el caso de los falsos maestros modernos, el dios
que adoran es el dinero y/o a un ídolo de sí mismos, generalmente lo uno
y lo otro van estrechamente unidos.

¿Y qué pasa si ya estoy en una Iglesia, pero NO es Bíblica?


Es importante recordar que NO debemos nuestra fidelidad a ningún pastor,
denominación o líder espiritual, sino solamente a Dios, si usted ha
observado en su congregación prácticas que no se encuentran o contradicen
la Palabra de Dios, acérquese al pastor con respeto, para pedirle que se lo
explique, él más que nadie debería conocer 2ª. Timoteo 2:24-26 y ser capaz
de dar razón de sus prácticas y doctrinas a quien lo pida y hacerlo con
mansedumbre y paciencia. Si su pastor no tiene conocimiento, pero es
sincero, y está en el ministerio por Dios y las ovejas y NO por ganancias
deshonestas, trate de ayudarlo y animarlo a que estudien más La Palabra
como congregación, y trate de estudiar usted más y apoyar en todo lo que
pueda, NO abandone a la primera y NO juzgue a la ligera, sino con justo
juicio.
Por otra parte, si su pastor no es capaz de responderle, o si simplemente le
pide que se sujete a su autoridad sin darle bases Bíblicas o si su respuesta
está basada en versos fuera de contexto, en amenazas contra quienes se
rebelan a los ungidos, o en revelaciones privadas y personales, “demasiado
profundas” para que usted pueda entenderlas, recuerde la respuesta de
Pedro y Juan a los líderes religiosos judíos: “es necesario obedecer antes a
Dios que a los hombres” (Hechos 5:29), agradézcale su tiempo y en paz
comience a buscar una congregación sana que predique y viva
verdaderamente la Palabra de Dios.

Dejar una congregación No es fácil, pero congregarse en una Iglesia que


NO practica y predica la Biblia y sentarse a escuchar a alguien que no está
calificado para ser pastor no lo hará crecer, no es la antigüedad, la amistad
o el cariño lo que nos debe hacer permanecer en una Iglesia, sino el ser
edificados y crecer en conocimiento de la Palabra de Dios y santidad.
Podría sonar contradictorio, escribir un post acerca de no dejar de
congregarnos y luego aconsejar a quienes están en una Iglesia que no es
Bíblica a que la dejen, pero realmente NO lo es, la instrucción de no dejar
de congregarnos NO SIGNIFICA que debemos hacerlo NO importa dónde
con tal que lo hagamos, se trata de congregarnos para edificación, para
estimularnos al amor y a las buenas obras y para exhortarnos unos a otros
a santidad aguardando el regreso del Señor. Vemos en la Biblia que
Nicodemo, José de Arimatea, Pablo y otros fariseos, escribas y oficiales de
las sinagogas, dejaron su sistema religioso para seguir la Verdad en
Jesucristo, vemos en la historia los reformadores dejaron el catolicismo para
seguir la Verdad Bíblica, ellos no dejaron solamente sus iglesias, dejaron
privilegios, prestigio, reconocimiento y honores, a veces familiares y
amigos, no es fácil hacerlo, pero es necesario si realmente deseamos agradar
a Dios.

Lo invito a buscar una congregación sana, Dios no abandona a Su pueblo


y aunque las falsas Iglesias con falsos maestros abunden aún hay hombres
fieles, el camino es angosto y pocos lo siguen, la puerta es estrecha y pocos
la hayan. Las Iglesias sanas existen, los pastores temerosos de Dios existen
de otra forma la Biblia sería una mentira, la búsqueda puede ser larga y
difícil, pero vale la pena.

Si usted ha sido lastimado por algún pastor o congregación, ore por ellos y
pida a Dios que los bendiga, aprenda a utilizar las malas experiencias como
ocasiones para practicar el perdón y la misericordia que Dios nos ha
mostrado a nosotros y que nos pide que nosotros mostremos. Lea y estudie
la Biblia para saber qué cualidades debe buscar en una Iglesia Bíblica, para
aprender a discernir y diferenciar la verdad del error, ore a Dios para que
Su Espíritu Santo lo guie y confié en Dios, Él tiene control sobre toda
situación.

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