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Galo Ayora Vela

EL PODER

DEL

DIEZMO

La única y verdadera llave para tu


Prosperidad económica

Bogotá Colombia.
Derechos Reservados.

Primera edición 2.005

C 2.005 por Galo Ayora Vela.

Todos los derechos reservados.


Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, excepto pasajes bíblicos, para reseña,
ni puede ser guardada en un sistema de recuperación o reproducido por medios
mecánicos, fotocopiadora, grabadora o de otras maneras sin permiso del autor.

Citas bíblicas tomadas de Nueva Versión Internacional, 1.999 por la Sociedad Bíblica
Internacional.
DEDICATORIA

Este libro lo dedico con todo mi amor a mi hija Isabella, que


durante su corta estadía con nosotros, nos brindó los mejores
seis meses de nuestras vidas, dejándonos llenos de enseñanzas
y bendiciones; ahora que está con Dios en el cielo como un
angelito, sigue motivando nuestras vidas y lo hará mientras
éstas duren.
Estimado Lector, espero que este corto libro, te sirva para
darte cuenta, que la verdadera bendición sobre tu vida
económica, solo te la puede dar el SEÑOR
TODOPODEROSO, siempre y cuando seas obediente a Su
Palabra.

Debo aclarar que no soy sacerdote ni pastor, soy únicamente


un siervo del Señor, quien me enseñó que la verdadera y única
manera de ser feliz y darle un sentido especial a mi vida era
escuchando, leyendo y obedeciendo su Palabra.
Índice

Prólogo..............................................................

El anhelo de todos............................................

Un vacío permanente......................................

Orígenes del Diezmo………………................

Que es verdaderamente el Diezmo................

Una explicación lógica.....................................

Testimonios de verdadera Fe..........................

Otros Testimonios............................................

Un mandato de Dios para todos......................

Mi propio testimonio…………………………

Administradores de los bienes de Dios...........

Como Diezmar..................................................
PRÓLOGO

Todo ser humano, hombre o mujer, desde que nace, es de


alguna manera programado para convertirse en un ser
económicamente productivo.
Diariamente se gradúan profesionales en Medicina,
Ingeniería, Mecánica, Sistemas, etc.
Por otro lado, un grupo menos privilegiado lucha por
convertirse en seres productivos con actividades menos
técnicas como obreros, meseros, conductores, etc.
Sin embargo todos tenemos un sueño o meta en común,
tener una situación económicamente estable y solvente;
esto incluye una casa, automóvil y el dinero suficiente
para llevar un buen ritmo de vida, por supuesto sin olvidar
el dinero necesario para la educación de nuestros hijos.
En esta lucha diaria para lograr este sueño o meta, nos
encontramos con situaciones complicadas, las mismas que
nos hacen pensar que lograr este objetivo, es solo para
unos pocos privilegiados.
Es duro saber que pese a esos largos años de estudio, no
conseguimos un trabajo económicamente gratificante, y
qué diremos, de los que no tienen ese nivel académico, la
situación se hace aun más difícil; es ahí cuando aparecen
esas raras alternativas para algunas personas, como
brujos, baños de suerte, oraciones y promesas a todos los
santos que supuestamente nos ofrecen prosperidad, y por
qué no, nos tientan hacia los negocios deshonestos, la
droga, la prostitución entre otros.
Todo lo anotado anteriormente, hace parte del diario vivir
de la mayoría de nosotros, cuando de manera increíble, la
única y verdadera fórmula para lograr la prosperidad
económica siempre ha estado en nuestras manos a lo largo
de la historia, y no la hemos reconocido, ya sea por
descuido o ignorancia.
EL ANHELO DE TODOS

La verdad un buen día a mis 36 años de edad me pregunte


una vez más, ¿porque mi situación económica era siempre
tan irregular? ….en unas épocas muy buena y en otras
incierta y hasta muy difícil.

A continuación relacionó una lista de las respuestas más


frecuentes, a la pregunta planteada en el párrafo anterior, y
que como yo, seguramente usted se la ha hecho muchas
veces:

 No gano lo suficiente para ahorrar


 La situación del país es cada vez más difícil
 Es que tengo mala suerte
 No tengo buenas oportunidades
 Nadie me apoya
 Etc……..

Después de largos años de arduo trabajo, empleado por


empresas o trabajando como independiente no lograba
explicarme, el por qué de no haber conseguido una
verdadera estabilidad económica, la misma que le pedía
día a día a Dios, que me concediera; además debo ser muy
honesto y admitir que en muchas ocasiones esta pregunta
me llevó a cuestionarme, si realmente Dios existía, ese
Dios del que por tradición familiar había conocido, porque
realmente yo no sabía más allá de esto, nada. Además no
me preocupaba mucho ese tema, ya que la mayoría de la
gente tenía mi mismo conocimiento, o por qué no decirlo
el mismo grado de ignorancia, pero si Dios existía por qué
no escuchaba y me concedía mis peticiones………

En otros momentos y estando más tranquilo, también


pensaba por qué aquellas personas que yo admiraba, y que
tenían grandes fortunas de dinero, eran en la mayoría
casos tan infelices, que sufrían de enfermedades
incurables, tragedias familiares o simplemente, y para mí,
estaban afrontando una de las peores situaciones de la
vida; sufrían de soledad absoluta, pese a todo el dinero que
tenían. La explicación a este fenómeno la encontré más
adelante leyendo la Biblia, en el Salmo 73 que dice en sus
versículos lo siguiente:

2 Yo estuve a punto de caer,


Y poco me faltó para que resbalara.

3 Sentí envidia de los arrogantes,


Al ver la prosperidad de esos malvados

4 Ellos no tienen ningún problema;


Su cuerpo está fuerte y saludable.

5 Libres están de los afanes de todos


No les afecta los infortunios humanos

6 Por eso lucen su orgullo como un collar,


Y hacen gala de su violencia.

7 Están que revientan de malicia,


y hasta se les ve sus malas intenciones.
8 Son burlones, hablan con doblez,
y arrogantes oprimen y amenazan.
9 Con la boca increpan al cielo,
Con la lengua dominan la tierra.

10 Por eso la gente acude a ellos


Y cree todo lo que afirman.

11 Hasta dicen ¿Cómo puede Dios saberlo?


¿Acaso el Altísimo tiene entendimiento?

12 Así son los impíos;


Sin afanarse, aumentan sus riquezas.

13 En verdad ¿de qué me sirve


Mantener mi corazón limpio
Y mis manos lavadas en la inocencia,

14 Si todo el día me golpean


Y de mañana me castigan?

15 Si hubiera dicho: “ Voy a hablar como ellos”


Habría traicionado tu linaje.

16 Cuando traté de comprender todo esto,


Me resultó una carga insoportable,

17 Hasta que entré en el santuario de Dios;


Allí comprendí cual será el destino de los
Malvados.

18 En verdad, los has puesto en terreno resbaladizo,


Y los empujas a su propia destrucción,
19 ¡En un instante serán destruidos,
Totalmente consumidos por el terror

20 Como quién despierta de un sueño,


Así Señor, cuando tú te levantes,
Desecharás su falsa apariencia.

En este Salmo se explica claramente esa pregunta que


muchos a veces nos hacemos acerca de nuestro prójimo;
¿Por qué le va también a él y no cumple con Dios ni con
nadie, y yo que si creo y cumplo, estoy aquí, tan regular?

Claro que también se de personas, que tienen grandes


fortunas de dinero y son felices, pero que, sin embargo, su
fe es limitada o casi nula.

Luego de está reflexión, y tal vez como una fórmula de


consuelo, pensaba que tener dinero en la vida era
realmente malo, y que por eso DIOS TODOPODEROSO,
Él, que estaba seguro me amaba mucho, me mantenía
dentro de una situación económica ajustada y a veces
apretada y desesperada.

En ese momento de mi vida, mi situación económica era


realmente crítica, pese a que trabajaba incansablemente,
todo el dinero que ganaba se esfumaba en segundos.
Muchas veces hice la relación de gastos convencional,
pues no soy persona que beba, juegue o tenga algún vicio,
más sin embargo el dinero se iba de mis manos en un abrir
y cerrar de ojos, quedando siempre en mi economía
familiar, saldos en rojo.
La cosa se agravó realmente cuando llegó el día en que no
tuve ni para un plato de sopa, situación que me puso en un
estado de depresión tremendo, pensando y tratando de
explicarme que estaba ocurriendo en mi vida, ó si esto era
la vida, y si así era….¿valía la pena vivirla?.
Como toda persona, había cometido una serie de
equivocaciones con mis actos, sobre todo en mi juventud,
¿sería que estaba pagando mis pecados?
En medio de todo esto, todos los días le pedía a Dios que
se acordara de mí….y nada cambiaba mi situación, con
apenas las justas tenía para comer día a día. Desesperado,
me inventaba negocios, ya que estaba desempleado;
vendía bolígrafos y portaminas en la calle, productos de
belleza para mujeres y hacía todo lo que me pudiese dejar
un poco de dinero para sobrevivir, eso si, de manera
honrada, mas esto no alcanzaba. El arriendo, pago de
servicios y otras cuentas, por lo general siempre estaban
atrasadas. Como consecuencia de esto, vivía con
problemas con la gente a la que le debía dinero; a mi casa
a veces no quería llegar temprano, para no encontrarme
con la dueña quien me acosaba por los pagos, y en
ocasiones era hasta grosera…..es decir, cada día era un
tormento.
UN VACÍO PERMANENTE

Paralelamente a todo ésto, algo más le faltaba a mi vida;


sentía un constante vacío y soledad, me preguntaba
muchas veces cual era realmente el verdadero sentido de
la vida y si este existía, donde estaba.

En esos días me visitó, en mi casa, una pareja de amigos


muy queridos, y que hacía algunos años habían pasado por
una situación parecida a la mía, quienes ahora estàn muy
bien. Ellos luego de oírme y ver lo difícil del momento por
el cual atravesaba, me invitaron a ir a la Iglesia en la que
se congregaban los días domingos, para escuchar la
palabra del Señor; yo realmente asistí en esa primera
ocasión como para tener desesperadamente una última
alternativa para ver si mi vida cambiaba, para ver si así
Dios me escuchaba…….

Al salir ese domingo de la iglesia, la verdad tenía una paz


interior que hacía muchos años o tal vez nunca había
sentido, además de forma inexplicable y muy extraña, me
sentía contento.
Pasaron los días y algunas semanas. Seguí asistiendo a la
Iglesia, sin embargo había algo en esas reuniones del día
domingo que me molestaba mucho y a veces me parecía
insoportable, y era el momento en que el pastor pedía el
diezmo o tocaba el tema indirectamente. Yo pensaba
dentro de mí, acerca del buen negocio de este señor; todo
el mundo le da dinero, y el solo tiene que oficiar un culto
el día domingo, para vivir cómodamente.

La verdad sobre el diezmo, yo ya había leído en la Biblia,


y lo que decía sobre éste; el tema no me era muy claro, y
además había averiguado el significado y origen de la
palabra “ Diezmo”; ésta nace de la palabra hebrea
“maaser” o “maasrah”, que traduce “Diezmo”, o una
décima parte. En el griego la palabra que designa esta
“décima parte” es “apodekatoo” y tanto en el hebreo como
en el griego, estos términos significan el “pago o dádiva
de una décima parte o porción”.

Años atrás le había pedido al SEÑOR TODOPODEROSO


que me permitiese ganar un negocio en el que la utilidad
mía fuera alta; me ganaba alrededor de US.$15.000, el
equivalente a unos treinta y cinco millones de pesos, cifra
interesante para cualquier persona, y le había ofrecido que
si ésto sucedía, yo diezmaría lo correspondiente. Muy
pronto, y de una manera increíble, gané el negocio; recibí
el dinero y en ese momento pensé, que darle al pastor o al
sacerdote US.$1.500, unos cuatro millones de pesos, era
mucho, así que decidí darle alrededor de US.$200 unos
Quinientos Mil Pesos. Era una buena suma y no era tan
alta.
Con mi utilidad, en esos días empecé a hacer negocios y
de manera inexplicable, cada negocio salía mal, tenía
dificultades o no se podía culminar exitosamente; al cabo
de dos años había perdido todo ese capital, y debía otro
poco de dinero; además el vacío de siempre se seguía
haciendo presente en mi vida y cada día era más grande,
puesto que había vuelto la crisis económica en mi vida,
pese a que había creído que esta estaba ya superada ¿que
estaba pasando en mi vida? Nada salía bien...
Orígenes del diezmo

Bíblicamente el origen del diezmo data de


la época del rey Melquisedec:

Entonces Melquisedec, rey de Salem,


quien era sacerdote del Dios Altísimo,
sacó pan y vino y bendijo a Abram... y
Abram le dio a El el diezmo de todo".
(Génesis 14:18-20 R.V.A.).

Cuando el patriarca Abram (después


conocido como Abraham) viajaba de
regreso a su hogar con todos los tesoros
conquistados en una batalla con un rey
vecino, se encontró con un alto sacerdote
de la orden de Dios. Este sacerdote era
Melquisedec, y fue en este tiempo que su
sacerdocio se estableció en el planeta.

Cuando Abram vio a Melquisedec, la


sabiduría de su corazón supo que estaba
viendo a alguien que venía en nombre de
Dios. Abram supo intuitivamente que debía
devolver 10 por ciento de todo lo que tenía
en el mundo al representante de Dios, y
así fue como la práctica del diezmo nació.

Cuando a Abram se le bendijo y dio a


Melquisedec un décimo de todo, se
estableció un convenio espiritual para
nuestra era, mediante el cual la
humanidad debe regresar la décima parte
de sus ganancias a Dios.

Por supuesto que Dios siempre está


cumpliendo su parte de todas maneras, de
modo que la pregunta es ¿estamos
cumpliendo con nuestra parte del
convenio?
A veces, la gente se resiste a este proceso
de dar el diezmo. Esto es interesante ya
que en primer lugar, no nos pertenece:
sólo se está devolviendo a su legítimo
dueño, Dios.

Desde siempre la gente ha tendido a creer


en lo material como causa de su éxito, en
vez de confiar en Dios, confían en el dinero
o en las riquezas, así que retienen el
diezmo de modo que puedan sentir que
poseen más éxito.

Esto les ocurrió a los hebreos, quienes en


vez de complacerse en el Señor, a veces
se entregaban a sus propios placeres y
dejaban de dar el diezmo. No pasó mucho
tiempo antes que las cosas empeoraran
como fruto de esto.

Cuando ellos se preguntaban ¿por qué? la


respuesta fue siempre la misma. Habían
renunciado al Señor y que habían roto el
convenio con Dios. Luego, el pueblo
restablecía el pacto y se ponía en orden,
dando el diezmo y comenzaba a florecer
nuevamente, y no hubo más guerras.

¿QUÉ ERA VERDADERAMENTE EL DIEZMO?

Todo esto me llevó a conversar con algunas personas sobre


este tema, para tratar de entender y profundizar más en él.

En esos días y con esta inquietud sobre el “ diezmo “ , una


persona que conocía mucho de la palabra del Señor, me
recomendó leer algunos pasajes de la Biblia, con el fin de
que yo mismo pudiese sacar mis propias conclusiones
sobre tan controvertido tema. Además me sugirió revisar
en el Almanaque mundial, la lista de los principales países,
quienes sobresalen económicamente, y resulta que son
países cuyas comunidades en un altísimo porcentaje
DIEZMAN, y la bendición de Dios se ve claramente en
sus bajos índices de analfabetismo al igual que en su
ingreso anual por habitante.

Observemos la siguiente lista:

Suiza Analfabetismo 0%
Ingreso P. anual por habitante USD. 37.180
Dinamarca Analfabetismo 0%
Ingreso P. anual por habitante USD. 27.970
Noruega Analfabetismo 0%
Ingreso P. anual por habitante USD. 26.480
EEUU Analfabetismo 4.5%
Ingreso anual P. por habitante USD. 25.880
Islandia Analfabetismo 0 %
Ingreso anual P. por habitante USD. 25.680
Suecia Analfabetismo 0 %
Ingreso anual P. por habitante USD. 23.630
Finlandia Analfabetismo 0%
Ingreso anual P. por habitante USD.18.850
Inglaterra Analfabetismo 1.0%
Ingreso anual P. por habitante USD.18.410
Australia Analfabetismo 0 %
Ingreso anual P. por habitante USD. 18.000

 Datos tomados del Almanaque Mundial del año 2.002

Y luego de leer los siguientes versículos:

“Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano


que rindiere tu campo cada día.”

Deuteronomio 14; 22
“Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos
en el año tercero, el año del diezmo, darás también al
levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en
tus aldeas, y se saciarán.”

Deuteronomio 26; 12

“Y bendito sea el Dios altísimo, que entregó tus enemigos


en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.”

Génesis 14; 20

“Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios;


y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.”

Génesis 28; 22

“Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra


como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa
dedicada a Jehová.”

Levítico 27; 30

“Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel


dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel y de
todos los frutos de la tierra; trajeron asimismo en
abundancia los diezmos de todas las cosas.”

2 Crónicas 31; 5

Todos los versículos antes mencionados han estado por


siempre en la Biblia que es el libro guía de nuestras vidas
en el Señor, sin embargo siempre cuestioné también que al
ser escrito éste por humanos, ¿ por que debía creer que era
la palabra de Dios? Empecé a leer y encontré que la Biblia
había sido escrita por 40 escritores diferentes que
pertenecieron a todos los medios económicos
socioculturales, como Moisés, formado en la escuela del
faraón; Josué, militar brillante; Daniel, ministro de varios
gobiernos; Nehemías, copero real; David rey de Israel;
Amós pastor de ovejas; Pedro, un humilde pescador;
Mateo un recaudador de impuestos: Lucas un médico;
además, muchas partes de la Biblia fueron escritas en
extrañas circunstancias: Moisés lo hizo en el desierto,
Daniel en lujosos palacios, Lucas mientras viajaba, Pablo
en la cárcel, y a pesar que 60 generaciones separan al
primero del último autor, la Biblia presenta una unidad
humanamente inexplicable; sus autores, escriben sobre
cientos de temas sin contradecirse, ¿cómo pudo esto
suceder? La única explicación que existe, es que fue
inspirada por un ser definitivamente superior, llamado
Dios, ya no me queda ninguna duda sobre el tema luego de
analizar todo lo anterior, y además entre esos temas está el
DIEZMO en varios capítulos.
UNA EXPLICACIÓN LÓGICA

Por lo anotado en capítulos anteriores, había, descubierto


que toda mi vida, por ignorancia estuve ROBANDOLE A
DIOS, al no diezmar, como lo dice:
Malaquias 3; 8,10

“¿Acaso roba el hombre a Dios?


¡Ustedes me están robando!
Y todavía preguntan:
‘¿En que te robamos?’
En los diezmos y ofrendas

Ustedes la nación entera


Están bajo gran maldición,
Pues es a mí a quien
Están robando.

Traigan integro el diezmo


Para los fondos del templo y
Así habrá alimento en mi casa
Pruébeme en esto
Dice el SEÑOR TODOPODEROSO
Y vean si no abro las compuertas
Del cielo y derramo sobre
Ustedes bendición hasta que
Sobreabunde

Reprenderá también por vosotros al


Devorador, y no os destruirá el fruto
De la tierra, ni vuestra vid en el
Campo
Será estéril, dice Jehová de los
Ejércitos
Y todas las naciones os dirán
Bienaventurados; porque seréis tierra
Deseable, dice Jehová de los
ejércitos.”

Malaquias 3; 8,10
Que cantidad de bendiciones me había estado yo
perdiendo por incrédulo e ignorante, claro que también
debo admitir en esta ocasión, que pese a todo esto que
aclaraba el tema del diezmo, en el cual yo empezaba a
creer, todavía existía en mi una pequeña duda, sobre qué
tan real era esto que el Señor ofrecía, para todo aquel que
cumpliera con este mandato.

Debo anotar que consultando con pastores y teólogos


sobre este pasaje de la Biblia, se encuentra que es el único
texto bíblico en el cual el Señor nos autoriza a que lo
probemos.

“Traigan integro el diezmo


Para los fondos del templo y
Así habrá alimento en mi casa
Pruébeme en esto
Dice el SEÑOR TODOPODEROSO
Y vean si no abro las compuertas
Del cielo y derramo sobre
Ustedes bendición hasta que
Sobreabunde”

(Malaquías 3: 10)
Por otro lado, en esos días yo había puesto mucha atención
sobre la economía de aquellas personas que se
congregaban y diezmaban. Increíblemente comencé a
notar que eran personas económicamente estables y que
además siempre estaban progresando. Todo esto sumado a
una serie de testimonios documentados de otros miembros
de la Iglesia sobre verdaderos milagros en sus finanzas
desde que empezaron a cumplirle a Dios con este
principio, hacia que yo, cada día, me diera cuenta y alejara
mí esas pequeñas dudas sobre EL PODER DEL DIEZMO.

TESTIMONIOS DE VERDADERA FE

Acorde con lo anterior, se suma que el estar en obediencia


con el Señor produce una paz indescriptible lo que se
refleja de forma evidente en sus hogares, pues constituyen
ellos, una familia, llena de amor que goza de buena salud
física y psicológica.

En la mayoría de iglesias encontramos grupos grandes de


personas, que acuden los domingos a escuchar la Palabra
de Dios, y sobre todo a pedirle milagros para sus vidas, las
cuales en la mayoría de casos, sufren problemas de
diferente índole que si los desmenuzamos detalladamente
tienen su origen en la economía familiar o personal, sin
embargo son personas que viven pidiendo consejería a los
pastores, pensando que estos les van a dar la solución para
dichos problemas, diferente a lo que está plasmado en la
Biblia; además solicitan constantemente que los grupos de
oración los tengan en cuenta con sus peticiones, y
finalmente se preguntan porque Dios no los oye.

Ahora yo me pregunto, cómo esa gente le pide algo a


Dios, si están demostrando que son creyentes por
conveniencia o necesidad y no por Fe. Recordemos el
concepto de fe;

“Certeza de lo que se espera, convicción de lo que no se


ve” Hebreos 11:1

Esto lo digo porque de existir verdadera fe, sabrían que al


diezmar, Dios, que es un Dios de promesas, los va a
bendecir económicamente de una manera increíble, claro,
eso sí, esto sucede cuando Dios lo cree conveniente, no
cuando nosotros lo queremos. Esto puede ocurrir de forma
inmediata o mediante un proceso mediante el cual Dios
nos prepara para que sepamos manejar la prosperidad
económica, y ésta no sea el día de mañana una razón para
alejarnos de Él. De otra parte, esta clase de personas, por
falta de conocimiento, interpreta la Biblia erróneamente y
no la aplican como el Señor lo ordena. Muchos dan
“limosnas”. Al respecto te pregunto, ¿eres capaz de
limosnear a Dios, quien es el único dueño de todo lo que
tienes?.
Debo aclarar que existe mucha gente que ha sido estafada,
o que a alguno de sus seres cercanos o conocidos lo han
timado individuos inescrupulosos, que están muy lejos de
ser gente creyente en Dios. A manera de ejemplo, en la
época de mis bisabuelos o abuelos, mucha gente daba
todas sus posesiones a ciertas comunidades religiosas,
creyendo que con esto salvarían su alma, o agradarían a
Dios. No es cierto, el Señor en ningún momento pide tus
posesiones y ni que seas pobre para agradarle. Él pide un
corazón humilde, más no una economía humillada; Él nos
dice que el que cumple con Él, le sobreabundara en todo
incluyendo el área económica.

A continuación detallo algunos testimonios de personas


que han podido ver verdaderos milagros en sus vidas, a
partir de haber comenzado a DIEZMAR, con mucha fe.
Cabe anotar antes, que el DIEZMO significa, dar el 10%
de las utilidades o ganancias obtenidas en un negocio
fuera del capital, o si uno es empleado el 10% del sueldo
que gana; de ninguna manera el diezmo es el 10% de su
patrimonio, como algunas personas lo creen.

Un caso muy conocido es el de Guillermo Colgate.

Colgate un hombre de 16 años que era totalmente pobre,


conoció a un hombre obediente de Dios, el mismo que le
recomendó dar siempre para Dios, la décima parte de lo
que ganara, y le contó la historia de Jacob.
De cómo este cuando era joven y muy pobre y tenía que
dormir debajo de un árbol y una noche soñó que Dios le
prometía ayudarle. Al levantarse por la mañana Jacob le
prometió a Dios dar siempre la décima parte de todo lo
que ganara.

Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y


de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.

(Génesis 28:22)

Jacob llegó a ser él más grande millonario de su nación y


dio siempre el diez por ciento al Señor, y enseñó a sus
hijos que hiciesen lo mismo.

A Colgate le agradó esta historia y se propuso dar siempre


la décima parte de todo lo que ganara. Una noche oyó una
voz que le decía: “Aprenda a fabricar jabones, pero
fabríquelos bien “. Entró de obrero a una fábrica de
jabones y llegó a inventar un jabón y una Crema dental
que lo hicieron famoso.
De su primer dólar ganado, Colgate diezmo
inmediatamente.
Tiempo después los dueños de la fábrica de jabones
murieron y Colgate quedo como dueño de todo. Entonces
Colgate dio la orden a su Departamento de Contabilidad
que la décima parte de las ganancias siempre fuesen
apartadas para cumplir con el diezmo.

El negocio prosperaba y Colgate llegó a poseer una gran


fortuna.
Luego no daba el 10%, daba el 20%, luego el 30% y hasta
el 50%, de las ganancias, y su negocio seguía prosperando
cada día más, hasta que decidió separar una buena suma
de dinero para sus hijos y su vejez, y le dio todo al Señor;
Y sus descendientes se hicieron archimillonarios.

Colgate afirmaba emocionado: “Imagínese lo provechoso


que es llegar a ser socio de Dios.”

Colgate sabía que semejante bendición sobre sus finanzas


se debía únicamente a su obediencia a Dios.

El caso de John Rockefeller.

Este hombre que fue uno de los tres hombres más ricos del
mundo, en 1.860 cuando ganaba apenas cien dólares
mensuales, él diezmaba la quinta parte de este, o sea que
daba a Dios el 20% de sus ingresos.
A Rockefeller lo llamaban “el rey del petróleo”, y llegó a
ganar en un solo año trescientos millones de dólares.
El decía: “entre más diezmo, más ganancias consigo y
más negocios buenos me inspira Dios.”
El también sabía y reconocía la bendición de ser obediente
a Dios con el diezmo.
John Rockefeller además daba muchísimas ofrendas;
enviaba camiones llenos de alimento a India, apoyó en
Colombia la lucha contra la fiebre amarilla, la malaria, el
paludismo.

Observemos en este caso como Rockefeller observaba que


Dios le inspiraba buenos negocios, Dios lo bendijo con
sabiduría para levantar su fortuna, le enseñó el camino
para llegar a la prosperidad.
El caso de R.G. LeTourneau.

Fabricante mundial de maquinaria, se arrepintió de retener


el diezmo para sí. Siendo obediente, la fortuna de
LeTourneau cambió en cuatro años. El y su esposa
establecieron la fundación LeTourneau. Dieron el 90% de
las utilidades de la Corporación y vivieron con el 10%.
Dichas utilidades financiaron diversas obras cristianas
evangélicas alrededor del mundo. En un momento
determinado la fundación llegó a valer 40 millones de
dólares. LeTourneau decía a menudo: “No importa cuanto
dinero yo le de a Dios, sino cuanto del dinero que Dios me
da yo me guardo”.

El caso de la compañía Ball Glass.

Al principio de 1.900, San Francisco fue azotada por uno


de los incendios más devastadores que ocurrieran en una
gran ciudad. La fábrica de la compañía Ball Glass, estaba
ubicada en el centro donde ocurrió el incendio, pero no fue
tocada por el fuego, mientras que los edificios
circundantes fueron completamente demolidos. La
compañía Ball Glass no perdió nada. Ellos atribuyeron el
milagro a Dios y al hecho de que la compañía fue fiel con
diezmos de sus ganancias.
Lo Dijo El Presidente Heber J. Grant

“Reciben prosperidad los que observan la ley del diezmo,


y al decir prosperidad, no estoy pensando sólo en el
sentido del dinero. Lo que yo considero la verdadera
prosperidad....es el crecimiento en el conocimiento de
Dios, en el testimonio y en el poder vivir el Evangelio y
de inspirar a nuestra familia a hacer lo mismo. Esa es la
verdadera prosperidad."

Muchas otras grandes empresas diezman y ofrendan, y ven


bendiciones inmensas, leamos el siguiente párrafo tomado
del libro de la autobiografía de Billy Graham.
“Un día poco después de haber llegado yo, el doctor
Watson convocó a una reunión de todo el instituto para
decirnos que había una crisis económica y que no tenía de
donde sacar fondos. Bajo su liderazgo, pasamos casi todo
el día en oración. Al terminar el día, el doctor Watson
volvió a la reunión para hacer un anuncio especial.
Acababa de recibir un telegrama de un hombre del norte
llamado Kelloggs que dijo que sintió el extraño impulso
de enviar un cheque al instituto.
¡Era por diez mil dólares! Quedamos convencidos de que
nuestras oraciones habían tenido respuesta, como lo
prometían las Escrituras, incluso más de lo que nos
habíamos atrevido a esperar.”
Otros Testimonios.....

Quiero compartir..
La experiencia que mi familia ha tenido desde que
comenzamos a dar el diezmo.
Hace dos años estábamos en bancarrota. Habíamos estado
viviendo en una casa de renta congelada por ocho años y
de repente nos echaron de ahí, dejándonos (a mí, mi
esposa y mis siete hijos) con la tarea de encontrar casa
nueva. Las rentas habían subido mucho y antes apenas nos
alcanzaba. Estábamos desesperados.
Parecía no haber solución. Nadie quería rentarle a una
familia con tantos hijos a ningún precio, así que,
desesperado, le dije a mi esposa: "Hay que comenzar a dar
el diezmo. De todas maneras no nos alcanza para hacer
frente a todas nuestras obligaciones económicas". Nos
habían cortado el teléfono al menos 10 veces en los
últimos dos años por falta de pago y no sé siquiera cuantos
agentes de cobro andaban tras de nosotros.
Bueno, empezamos a diezmar y para acortar un cuento
largo, nos empezó a suceder milagro tras milagro. En
menos de dos años, estamos viviendo en una casa
maravillosa (que es propia) y mi esposa tiene un negocio
nuevo que le da más dinero y le permite tener más tiempo
libre. Antes de diezmar, debíamos miles de dólares.
Ahora estamos libres de deuda y nos sobra bastante. Sentí
que era importante decirle a la gente que el diezmo sí
funciona.
B.M

Mi experiencia con el diezmo.....

Todo comenzó hace como un año, año y medio... Me


encontraba estancado. Sin trabajo, sin auto, sin dinero. Así
que me di la vuelta y le grité a Dios: ¡Socorro!
Se me hizo que debería volver a tomar una vez más el
taller de abundancia. Me subí al autobús y tardé dos horas
en llegar hasta donde era la clase. Decidí entonces que iba
a abordar el taller con una actitud nueva.
Empecé a sembrar. Parecía funcionarme con cosas
pequeñas. Pude arreglar mi auto. Volví a tener un vehículo
que me transportara. Leía las citas de la clase. Comencé a
llevar un diario de gratitud. Empecé a sentirme un poquito
más positivo, con una poquita más de confianza en Dios y
en este proceso. Me empezaron a llegar pequeñas
cantidades de dinero...
En el taller hablamos respecto de tener una intención o
propósito claro. Sí, yo sabía qué quería pero jamás lo
había escrito. Lo hice. Empecé a llevar el registro de mis
siembras. Empecé a hacerlas más específicas. Eso parecía
funcionar. Luego llegó el gran desafío: el DIEZMO.
Por supuesto que lo primero que se me ocurrió fue: "No
me alcanza para dar el 10 por ciento". Empecé a sentirme
muy enojado, excluido, etc. Luego alguien en la clase nos
dijo que había empezado a diezmar el 1 por ciento.
Dijeron que de esa forma, "...al menos siento que aún
estoy en el juego". Algo adentro de mí oyó eso de verdad,
así que comencé dando el 1 por ciento. Si tenía $100 lo
único que tenía que hacer era dar $1.00. Eso sí lo podía
manejar. Me he sentido de la misma forma que cuando era
pequeño y podía dar dinero en la canasta de limosnas de
la iglesia. Estaba emocionadísimo de poder participar.
Al cabo del tiempo, el milagro de verdad comenzó a
suceder. Tenía un empleo repartiendo afiches, volantes,
póster y cupones para eventos teatrales en toda la ciudad.
Ganaba entre $50 a $100 dólares por semana y lo odiaba.
Lo había estado haciendo durante cuatro años, y mi zona o
ruta estaba lentamente muriéndose. Me sentía culpable de
no estarle dando toda mi energía a mi trabajo. Estaba
exhausto. De pronto, una semana me dieron cupones para
que los distribuyese en un teatro grande. Verdaderamente
odiaba hacerlo. Igual me lancé. Entonces me di cuenta de
que esto no tenía que ser difícil. Decidí hacer uso de una
técnica de ventas que yo sabía bien pero que no había
practicado. Consistía en dar por hecha la venta (muy
similar a actuar como si...) Llamé a muchas tiendas
importantes y les dije que tenía cupones especiales,
promocionales para ellos. Vi el trabajo bajo una luz
distinta, de manera que el trabajo me vio de
manera distinta.
Tres días más tarde, el caballero para quien yo
trabajaba me llamó y me dijo: "¿Qué has hecho? Se han
vendido cupones por valor de $1 millón de dólares en los
últimos tres días. Esto jamás había sucedido con los
cupones". Para acortar un cuento largo, el espectáculo que
estaba en el teatro en el que repartí los cupones se
extendió por casi cuatro meses, de manera que todos los
actores tuvieron trabajo y el hombre para quien yo
trabajaba vio como su negocio recobró vida y me pagó
otros $3,000 dólares para entregar los cupones durante las
siguientes seis semanas lo cual me tomó únicamente un
total de quizá 30 horas.
Durante este mismo período de tiempo, mi negocio
actual comenzó a cobrar forma. Tenía otro trabajo de
medio tiempo que consistía en empacar y enviar objetos
pequeños para una compañía. Una compañía grande les
manejaba sus envíos de mayor volumen. Esta compañía
estaba haciendo mal los envíos y tuve que ocuparme de
corregir los errores. Empecé a hacer esto de medio tiempo
en el garaje de un amigo. Ahora tengo mi propia
compañía que hace todos los envíos, tengo un depósito y
varios empleados y se está expandiendo para tomar quizás
otros clientes. ¿Y todo esto a qué viene? El diezmo y la
siembra sí funcionan. He ido incrementando el porcentaje
que diezmo cada mes. Es interesante. Al incrementar el
porcentaje, El Espíritu pareciera participar más conmigo.
Me llega más trabajo, más oportunidades.

El diezmo se me ha tornado en una inversión. Lo que


quiero realmente comunicarle a los que no diezman y
quieren hacerlo es que comiencen en donde estan. Si es
únicamente un dólar a la semana, está bien, por que
sentirán que están participando. Cuando diezmamos,
realmente estamos prestando servicio porque hacemos las
enseñanzas accesibles a más personas y de más maneras.
El mero hecho de girar un cheque de diezmo (sin importar
por cuánto sea) nos hace verdaderamente parte de ello.
K.M., California

He encontrado que el diezmo....

Me aumenta el auto estima. Con


frecuencia, gano más dinero en una
semana que lo que solía ganar en un mes.
A veces todavía me agarra un pánico,
especialmente cuando me encuentro con
una semana lenta. Aún así, dar el diezmo,
sin importar cuan grande o pequeña la
cantidad, me refuerza el hecho de que
Dios es mi fuente de suministro infalible.
Siempre he tenido suficiente para
cubrir mis necesidades. Ahora tengo
suficiente para compartir. Gracias por
esta reveladora y maravillosa oportunidad.
K.V. California

*(Estos testimonios fueron tomados de


www.diezmo.org/anecdotas.php).

UN MANDATO DE DIOS PARA TODOS

Con tanta investigación, lectura y análisis, llegué a la


conclusión que definitivamente quería y tenía, desde ese
momento, que empezar a obedecer y cumplirle al Señor.
Algo que siempre me cuestione, fue el por qué tenía que
darles mi diezmo a los Pastores o Sacerdotes, y con toda
esta investigación, esta claro, que son las personas
autorizadas por Dios, para recibir y administrar los
diezmos.

Además comprendí que el Señor, nos manda a entregar el


diezmo, en el lugar donde nos congregamos y escuchamos
su palabra, en ningún momento, nos autoriza para escoger
o fiscalizar a quien le entregamos nuestro diezmo, eso lo
hace El de manera directa, además la verdad, no quisiera
estar en los zapatos de quien disponga mal, de los
diezmos, ya que deberá rendir cuentas directas sobre esto a
Dios.

Observemos el siguiente versículo:

Hebreos 7; 5 que dice:

“Ciertamente los que de entre los hijos de Levi reciben el


sacerdocio, tienen MANDAMIENTO de tomar del pueblo
los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos,
aunque éstos también hayan salido de los lomos de
Abraham.”

Claramente, Dios autoriza a sus siervos a recibir los


diezmos de sus comunidades.

Ahora estoy convencido que la mayoría de siervos de


Dios hacen lo correcto al recibir los DIEZMOS y
OFRENDAS.
De lo que ellos hagan o dejen de hacer, tendrán que
rendirle cuentas a Dios. Ese no es mi problema.
Mi deber es cumplirle al Señor, no cuestionarlo ni
cuestionar a sus Pastores. Yo cumplo y El me cumple.

Me parece también muy justo y lógico que siendo los


Pastores, personas elegidas por el Señor para ganar almas
para él, tengan una vida cómoda y abundante; ellos
también tienen familias y necesidades como todo ser
humano, además sin ellos ¿quién nos enseñaría la palabra
y el camino hacia Dios?.

Es increíble que muchas personas que buscan


permanentemente la consejería de los Sacerdotes o
Pastores, acuden los domingos al templo para oír la
palabra de Dios por medio de ellos y cuando ven que
éstos empiezan a prosperar económicamente, los tildan de
comerciantes o negociadores. Yo pregunto ¿porqué
queremos Sacerdotes o Pastores pobres; acaso no son
personas escogidas por el Señor para llevar su Palabra?
Dios es su jefe directo; no es esto suficiente para pensar
que Dios los bendice increíblemente en todas sus áreas
incluyendo la económica, pero parece que la mayoría
pensamos que Dios les va a enviar un cheque con su
sueldo mensual firmado por ÉL, porque no pensamos que
ese sueldo al que tienen tanto derecho como cualquier
obrero o presidente de un banco, se los envía con la
autorización respectiva para tomarlo de los diezmos y
ofrendas, que son el único ingreso que ellos ven en el
Templo.
La Palabra dice: “Así también ordenó el Señor a los que
anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.”
1 Corintios 9:14

Pensemos por otro lado, que los Sacerdotes o Pastores


también pagan arriendo, servicios, colegios para sus hijos
y que tienen los mismos gastos y las mismas necesidades
que cualquiera de nosotros.

Por que no nos preguntamos ¿quien tiene un trabajo más


difícil? ¿Un cardiólogo? ¿Un piloto? ¿Un gerente? De
hecho existen varias profesiones que pueden ser
nominadas a las más difíciles; sin embargo un Sacerdote o
Pastor, en cualquier día del año tiene que servir como
psicólogo, como asistente social, como capellán de
hospital, administrador, filósofo y comunicador social y de
eso sí nos olvidamos.

Quitémonos la idea de que quien sirve al Señor tiene que


ser pobre, además en que momento o¿ en que pasaje de la
Biblia el Señor nos autoriza a evaluar o juzgar a los
Sacerdotes o Pastores? Esto como repito solo le compete
al Señor.

Muchas personas dicen que primero se debe buscar la


estabilidad y el poder suplir todas nuestras necesidades, al
igual que darle prioridad a ayudar a nuestra familia o seres
queridos que se encuentren necesitados, cosa que es
totalmente falsa, ya que si hacemos esto, estamos dejando
de poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas, como
El lo ordena, además estamos haciendo una clara
demostración de nuestra falta de fe, ya que si sabemos que
diezmando y obedeciendo a Dios, ÈL suple todo lo que
necesitemos en abundancia, debemos saber que esto nos
permitirá compartir y ayudar a aquellos que no tienen.

Estimado lector deja de buscar pretextos y ponte en orden


con Dios.

Es importante, comprender que el DIEZMO es un


mandato de Dios.
Dios todo lo hace perfecto, por esta razón, el diezmo, es
un medio financiero, tal vez el único fijo y más importante
para poder expandir el Evangelio y de esta manera, lograr
que la palabra de Dios llegue a todos los lugares del
mundo; por otro lado los Pastores y Sacerdotes realizan
muchas obras sociales con esté, por esto, el Señor es tan
celoso con este mandato.

Los Ministros de Dios están en la obligación de enseñar a


diezmar a sus comunidades, ya que de no hacerlo están
quitando bendiciones a sus fieles, y ante el Señor están
fallando como Pastores. Es increíble que ante tan delicado
tema, muchos de ellos temen enseñar esto a sus fieles por
temor a que estos se molesten, cuando son los primeros en
ser llamados a entender que el mandato del diezmo es una
gran bendición para los verdaderos creyentes en el Señor,
y que con el cumplimiento de este se puede extender la
Iglesia.

Algunos Sacerdotes y Pastores increíblemente opinan, que


El tema del Diezmo corresponde únicamente a la época
del Antiguo Testamento, aunque en el nuevo testamento
encontramos textos como San Lucas 11: 42 y San Mateo
23:23.

“ Más; ay de vosotros, fariseos! Que diezmáis la menta, y


la ruda y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el
amor de Dios. Esto os era necesario hacer sin dejar
aquello.”
San Lucas 11: 42

“¡Ay de ustedes, maestros de la ley fariseos, hipócritas!


Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el
comino. Pero han descuidado los asuntos más importantes
de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la
fidelidad. Debían haber practicado todo esto sin descuidar
dar aquello. ¡Guías ciegos! Cuelan el mosquito pero se
tragan el camello.
San Mateo 23:23

MI PROPIO TESTIMONIO

Aprovechando que empezaba a tener algún ingreso de


dinero en esos días, y que estaba por primera vez,
conociendo del Señor, quería entrar en obediencia total
con El. A pesar de todas las deudas y necesidades que
tenía, empecé a diezmar ordenadamente.
Está sucediendo lo que tenía que pasar, mi economía día
a día empieza a mejorar. Es increíble. Solo fui
obediente, haciéndolo y comprobándolo realmente uno
acaba de convencerse de algo tan sencillo y que siempre
ha estado ahí y es que EL PODER DEL DIEZMO es una
verdadera bendición dada del Padre

Debo reconocer que al principio, pese a todo lo anotado


anteriormente, no era fácil, mas aún estando tan mal
económicamente, pues Dios no exonera a nadie de ser
obediente; no importa cual sea su situación económica.

Por otro lado, en esos días pude leer el Best Seller “Padre
Rico Padre Pobre” de Robert T.Kiyosaki, y me llamo la
atención, que en uno de sus capítulos dice lo siguiente:
“Mi Padre rico daba dinero, así como también educación.
Él creía firmemente en esto, “si quieres algo, primero
necesitas dar, decía siempre. Si se hallaba corto de dinero,
él simplemente donaba a su Iglesia o a su organización de
caridad favorita.
Si yo pudiera dejarlo a usted con tan solo una idea, sería
esa idea.”

Notemos claramente que un consejo para lograr obtener


Prosperidad económica, es diezmando, cierto es que
Robert T. Kiyosaki no menciona el término “diezmo”,
pero al decir simplemente, “ donaba a su Iglesia…..”
posiblemente con o sin conocimiento, estaba realizando
donaciones superiores al 10%....
Me sorprendió mucho que un experto en finanzas,
multimillonario, en lugar de darnos algún súper secreto
mágico o una fórmula matemática, nos diga “Si yo pudiera
dejarlo a usted con tan solo una idea, sería esa idea”.
Negocios que antes eran muy complicados, ahora se dan
fácilmente. Empecé a tener una serie de oportunidades que
antes no aparecían por ningún lado, en general todo
mejora día a día, ahora existe mucha prosperidad y
abundancia en mi vida y lo más importante es que siento
que la vida tiene mucho sentido, obedeciendo y
conociendo cada día más al Señor.

He vivido milagros increíbles en mi corto camino de


diezmador fiel. El mayor de ellos fue cuando a los pocos
meses de haber comenzado a diezmar, mi esposa me dio
la gran noticia que íbamos a ser padres, esto me motivó
mucho, sin embargo me preguntaba si estaba realmente en
capacidad de asumir los gastos que esto representaba,
inmediatamente le dije a Dios: “Señor yo sé que tu me has
ofrecido que nada me faltará mientras esté en orden
contigo”. Así que no tuve más pensamientos de temor
sobre el tema económico. En efecto en los meses
venideros siempre nos quedaba de alguna manera un poco
de dinero adicional al mes, para ir comprando poco a poco
todo lo que se necesitaba para la llegada de nuestro primer
hijo. Esto nos llenaba día a día de alegría y entusiasmo;
sin embargo pasaría lo inesperado, llegó el día del
nacimiento de mi hija, y nació con Síndrome de Down. Se
me vino el mundo abajo, por un lado el golpe emocional y
por el otro la pregunta de ¿cómo lo enfrentaríamos
económicamente? A mi hija Isabella, quien fue un ángel
que el Señor nos envío por seis meses, nunca le faltó nada,
sus gastos médicos, medicamentos, chequeos, exámenes,
incluyendo una delicada operación de corazón. Todo, fue
pagado sin deudas, de contado, fueron alrededor de 8.000
USD.; En esos días el Señor tocó nuestros negocios y
llegó todo el dinero necesario sin ningún apretón ni
angustia, yo mismo no lo creía. Isabella murió a los seis
meses de nacida, luego de su operación; sin embargo le
agradecimos a Dios habérnosla prestado; fue un privilegio,
haber tenido un angelito en nuestra casa por ese tiempo.
El Señor había cumplido su palabra, nos dio la fortaleza
suficiente para enfrentar aquel momento tan difícil.

Adicionalmente, recuerdo una experiencia más pequeña


pero igual de importante. Un día tenía que pagar el recibo
del agua, su valor era justo lo que tenía en mi poder en ese
momento, sin embargo no había diezmado aún sobre ese
ingreso; al hacerlo ese dinero ya no alcanzaba para
efectuar el pago de dicho recibo; sin embargo yo le dije al
Señor “Dios tu lo has prometido y estoy seguro que tu no
vas a permitir que me falte el agua en mi casa”. Luego de
orarle esto al Señor, diezmé. Lógicamente no pude pagar
el recibo. Al otro día muy temprano llegó el encargado de
la empresa de agua y me cortó el servicio. Apenas éste
acabo de irse, le dije Señor “¿Donde esta tu promesa?”.
No había acabado de decirlo cuando me asomé a la puerta
de calle de mi casa y vi a un individuo desconocido para
mí, parado ahí. Le pregunté quién era y me respondió que
era el jefe de servicio de la empresa de agua potable para
ese sector. Le expliqué que me habían cortado el servicio
por falta de pago y este de manera increíble me lo conecto
nuevamente en ese mismo momento sin ningún problema,
pidiéndome que cuando tuviera el dinero fuese a cancelar
lo que debía. ¡Dios había cumplido nuevamente conmigo!.
ADMINISTRADORES DE LOS BIENES DE DIOS

Ojalá hubiese conocido mucho antes sobre EL PODER


DEL DIEZMO y sobre la Palabra del Señor, pero estoy
convencido que el Señor me hizo atravesar un desierto tan
grande y difícil como fue esta ultima etapa de mi vida,
para que me diera cuenta que el verdadero camino y único
hacia la felicidad es El.
Por otro lado es bueno que recordemos a diario como lo
dice San Pablo, que los cristianos somos solamente
“administradores de los bienes de Dios”. El problema
surge cuando nos creemos dueños de lo que tenemos sin
reconocer lo anterior, es decir que quien nos da el 100% de
todo lo que tenemos es Dios, y apenas nos pide el 10% de
lo que verdaderamente le corresponde, en un 100% que
es suyo.

Jesús dice en San Lucas 16: 2 que un día el Juez Divino


nos dirá: “Dame cuenta de tu administración”.

Ahora si entiendo porqué, existen algunas personas


creyentes, con mucho dinero que son realmente felices, y
ésto es por que cumplen con el Señor, y Él las llena de
bendiciones.

Yo pienso y estoy seguro que muchas veces el Señor


multiplica nuestros diezmos como El lo ofrece, sin que ni
siquiera nos demos cuenta, de cuantas enfermedades nos
libra, que serían de un costo económico imposible de
cubrir, de cuantos accidentes y de cuantas cosas que El
impide que sucedan para que nuestra economía no entre en
un caos total.
La multiplicación del Diezmo no es solamente en billetes.

Estimado Lector, crea que no existen fórmulas mágicas,


pociones de brujos, loterías, ni baños milagrosos para ser
próspero. No se cuales sean sus creencias, pero le aconsejo
que se interese por conocer la Palabra del Señor y por
serle fiel y obediente, y, con seguridad verá como su vida
adquiere un verdadero sentido, se llena de amor y
esperanza; además se asombrará de todas las bendiciones
que El Señor, único y absoluto dueño de todo, le envía.

No importa cual sea su raza o cual sea su posición


económica, el DIEZMAR, es un mandato del Señor para
todos.
Recuerde algo importante: cuando vaya a DIEZMAR,
hágalo por obediencia hacia Dios, con mucha fe y alegría,
mas nunca lo haga por negocio. Verdaderamente es la
mejor inversión que uno puede realizar en la vida, la
póliza de seguro más efectiva contra la pobreza física,
económica y espiritual.
Busca primero el Reino de Dios y todo lo demás vendrá
por añadidura.

Vale la pena anotar que esas contribuciones u obras de


caridad que uno realiza, como las donaciones, nada tienen
que ver con el DIEZMO, a éstas bíblicamente se les
conoce como ofrendas; el Señor claramente dice, “dejad
el DIEZMO en el Templo....”, no dice repártelo como tu
creas conveniente; claro que toda obra u donación, es
agradable a los ojos del Señor, pero como repito, siempre
y cuando no le ROBES EL DIEZMO AL SEÑOR.
Yo he compartido mi testimonio con muchas personas
cercanas a mi, y es increíble que luego de despejar tantas
dudas como las tuve yo, han entrado en obediencia con
Dios, y el día de hoy sus vidas han cambiado o van por un
proceso de cambio muy favorable, sus matrimonios
mejoran día a día, su carácter, sus relaciones
interpersonales y sobre todo su parte espiritual y
económica, están llenándose de bendiciones.
COMO DIEZMAR

1) Ponga en su corazón la firme intención de Diezmar


alegremente.

2) Entrege su diezmo ordenadamente a la organización


que lo provee y capacita espiritualmente, o sea a la
Iglesia a la cual asiste.
3) Tenga siempre en cuenta que el diezmo es el 10% de
tus ingresos brutos, no de su patrimonio; ciertas
personas diezman sobre sus ingresos netos, cuando
realmente se lo debe hacer sobre el primero.

4) Cuando lo entregue en su Iglesia, bendígalo y


entréguelo con mucha alegría y gratitud, recuerda que
Dios ama al dador alegre.

5) Sea constante y dele siempre el primer lugar en su


vida a Dios y a sus mandatos; no olvide con el paso
de los días el entregar su diezmo, ya que volvería a
salirse del camino de la obediencia al Señor.

6) No se inquietes ni se apresure en querer ver


resultados mágicos, Dios lo bendecirá en el tiempo
de El, no en el suyo. En la mayoría de casos es muy
rápido, pero recuerde que Dios no se queda nunca
con nada pendiente....mas aún si se trata de una
promesa que El a hecho.

7) Disfrute y comparta con otros las muchas


bendiciones que Dios le enviará por ser un dador
alegre.

Pruebe si es verdad o no....solo usted mismo lo puede


averiguar, imagínese todo lo que puede obtener, solo lo
que representa esa paz indescriptible que da Dios
cuando se está en orden con El; además usted no has
buscado estabilidad económica toda su vida?.....
El encontrarla está más cerca de lo que se imagina, pues
seguramente nunca había conocido sobre esta verdad.
Quiero ser claro, de ninguna manera se trata de buscar a
Dios, conocer de ÉL o acercarse a Él por interés
económico, se trata de buscarlo, conocerlo y obedecerle
de corazón y con mucha fe, en todos sus mandamientos
y mandatos para que nos envíe una bendición integral,
dentro de esta, está la bendición económica, tema de
este libro, mediante el mandato del diezmo.

Si su economía es estable, recuerde que debe pedir la


bendición de Dios sobre ella de lo contrarío, será una
persona llena de dinero, con una vida llena de
insatisfacciones y problemas que no se resuelven con
toda esa riqueza que posee; porque siempre faltará la
bendición de Dios sobre su vida y la de los suyos.

Lo primero es estar en orden con Dios y luego te llenarás


de bendiciones en todo.

Recuerda permanentemente que diezmar no te exonera de


trabajar y esforzarte día a día en lo que haces, pues el
Señor manda a que te esfuerces y seas valiente, El te
bendecirá en tu trabajo, empresa o en la actividad que
desarrolles por tu obediencia y fidelidad.

Te pregunto, ¿Acaso conoces a alguien cercano a ti que


este en una difícil situación económica?, Si la conoces por
qué no le hablas sobre este Mandato, estoy seguro que le
estarás dando la mejor y única formula para que supere esa
situación tan difícil.

Diezma y deja que la prosperidad económica te alcance.


Para Ti y todos los Tuyos
MUCHAS BENDICIONES

COMENTARIOS y TESTIMONIOS

Estimado amigo, estoy tratando de publicar la primera edición


impresa de este libro, para que lo puedan leer miles de personas, para
que Dios las llene de bendiciones, personales y económicas, me
encantaría recibir una ofrenda tuya, que ya tienes este libro, no
importa el monto, que sea lo que Dios ponga en tu corazón.
Además algo importantísimo, envíame tres direcciones de personas que
conozcas y que necesitan una bendición económica en sus vidas, para
enviarles por mail este libro.

Envíala a:
Galo Ayora V.
Apartado Aéreo 170009
Bogotá Colombia

Envía tu ofrenda en un sobre, por correo aéreo certificado normal, con


una hoja de papel y dentro de esta un papel de copia negro, para evitar
que el dinero se vea desde afuera.

Que Dios te siga llenando de bendiciones.

Galo Ayora Vela

Envíenos sus preguntas, testimonios y comentarios a


diezmador@yahoo.com

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