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Enero 2019
ÍNDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN......................................................................................................2
DESARROLLO.........................................................................................................4
CONCLUSIONES.....................................................................................................7
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.........................................................................8
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INTRODUCCIÓN
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DESARROLLO
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o cese del crecimiento humano y social. En esta etapa se mantiene la capacidad
para crear o sobreponerse a experiencias adversas provenientes de los distintos
ámbitos que le rodean, biopsicosocial. Por lo tanto, la respuesta para comprender
la actitud de los mayores ante los cambios que se producen en la vejez debe
indagarse en la personalidad previa a este momento de cada uno de los sujetos"; y
la sugerencia a partir de la misma es que la persona se mantenga en continua
actividad, que pueda seguir creando, sintiéndose útil y capaz.
Uno de los aspectos Psicosociales influyentes en la aceptación de la vejez
es las creencias. Según la investigación de Sordo, es muy distinta la vejez para las
culturas orientales que para las occidentales. Los orientales al creer en la
reencarnación, no ven la vejez como el final de la vida sino como un ciclo más para
avanzar, lo que además les hace apreciarle como la verdadera sabiduría adquirida
que les hará lograr mejor vida.
Sin embargo para los occidentales, muy a pesar de la creencia religiosa de
que existe la Vida Eterna al morir, no muestran a través de los mismos rituales
alrededor de la muerte, un gozo por alcanzarle; mas bien se observa como las
perdidas van ocasionando duelos que afectan emocionalmente al anciano quien
debe enfrentar a su edad muchas perdidas.
Vale la pena además, acotar que según Ericsson (1986) "en la vejez la
persona pasa por la crisis final de integridad contra desesperación, la cual finaliza
con la virtud de la sabiduría. Constituye la culminación de la resolución triunfante de
las siete crisis previas. Consiste en la aceptación de la cercanía de la propia muerte
como fin inevitable de la existencia de la vida. Los adultos mayores necesitan
aceptar sus vidas y su proximidad a la muerte; si fracasan, se sentirán abrumados
al comprender que el tiempo es demasiado corto para comenzar otra vida y, por
tanto, serán incapaces de aceptar la muerte"
En este orden de ideas, Sordo consigue a través de su investigación que
varias personas manifestaban "estar muy en paz frente a la muerte porque habían
logrado dar lo mejor de sí durante sus vidas", y esto también tiene que ver con sus
criterios individuales para enfrentar lo que socialmente han aprendido.
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Merchan y Cifuentes (2014) afirman que "el proceso de envejecimiento debe
ser pensado desde la individualidad de la persona que envejece ya que no existe
un patrón prototipo de vejez feliz. De esta manera, puede afirmarse que cada
persona envejece y muere como ha vivido", a través de ésta afirmación no solo se
aprecia el hecho de que se vive en la vejez según patrones previos sino que
interviene mucho el sistema de creencias, estructuras cognitivas, cómo influencias
culturales aprendidas y asimiladas por la persona.
Sordo concluye, al observar a través de su investigación que la vejez es vista
como la perdida de juventud y no como la consolidación de la vida, la plenitud y
sabiduría de los años vividos; sugiriendo que se viva la vejez consciente de la
historia, aprendiendo y agradeciendo lo vivido. Esto sería una verdadera etapa de
consolidación de metas y de los afectos de toda la vida.
Para Marín (2003), "Se debe entender la vejez como una fase más de nuestro
ciclo vital, con sus características propias, unas más agradables y otras menos, que
se irán presentando de forma progresiva, en función de factores intrínsecos
individuales, actitudes personales y circunstancias que han rodeado nuestra vida.
Tiene, por tanto, mucho de verdad, la frase que dice que se envejece tal y como se
vive".
Particularmente, la autora ha podido constatar a través de su trabajo con
grupos de la Tercera edad, como definitivamente influye la personalidad previa en
la experiencia de la vejez, sin embargo, cabe destacar que no es imposible lograr a
través de una continua formación y psicoeducación, que el Adulto Mayor pueda
incorporar nuevas maneras de "vivir a su vida". Incluso uno de los beneficios del
grupo es poder escuchar de otros participantes, sus experiencias y sus maneras de
afrontamiento en la vida, que les permitan ampliar su abanico de recursos internos
y externos.
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CONCLUSIONES
Es la vejez una etapa más de nuestro ciclo vital, sin embargo, a pesar de
esto, debido a ciertos factores psicosociales el individuo lo vive en su mayoría con
mayor desesperanza, al no darle el valor de plenitud que debería tener como legado
de años de historia.
Cada vez más, la ciencia sigue trabajado no sólo para agregar años de vida
sino vida a los años, es así que vale la pena crear espacios de educación, formación,
atención y distracción que ayuden a éste grupo etario a vivir al máximo y a plenitud
su experiencia presente y puedan llegar a vivir con dignidad su vejez.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Sordo, Pilar (2017). No quiero Envejecer: Las Claves para Vivir Plenamente y
Disfrutar del Paso de los Años. Editorial Océano, México. Disponible en:
https://issuu.com/editorialocanodemxicosadecv/docs/13953c. (Consulta: Enero
2019)