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LA TEORÍA DEL TODO TODO

Una comedia de menos de 15 minutos de duración


para dos actrices

por Marc Egea

Microteatro
La teoría del todo todo, de Marc Egea i

EL FORMATO

Ésta es una obra de microteatro. Requiere una


escenografía básica y muy poco atrezzo. Su duración es
inferior a 15 minutos. Está concebida para ser
representada profesionalmente en espacios de microteatro,
o, de manera aficionada, en escuelas o talleres de
interpretación.

PERSONAJES

VIOLETA Mujer de la limpieza, desenfadada y


habladora.

OLGA Profesora de física cuántica. Vive


para su trabajo docente y de
investigación.

LUGAR

La acción transcurre en el despacho que Olga comparte en


la Facultad de Física con otro profesor.

TIEMPO

Tiempo presente. Primera hora de la tarde.

VESTUARIO

Violeta lleva puesto un uniforme de limpieza. Olga viste


de calle.

SITUACIÓN

Olga utiliza el despacho por las tardes y lo quiere


decorado a su manera. El profesor de las mañanas también
quiere tener el despacho decorado a su manera. Ninguno de
los dos quiere ceder, de modo que le toca a Violeta
adaptar el despacho cada vez que hay un cambio de turno.
La acción comieza en uno de esos cambios de turno, cuando
Olga encuentra a Violeta ordenando el despacho.
La teoría del todo todo, de Marc Egea 1

LA TEORÍA DEL TODO TODO


Una comedia cuántica
Por Marc Egea

Pequeño despacho de profesor universitario.


Destaca, en un rincón del despacho, una gran
pizarra abarrotada de fórmulas científicas.

VIOLETA, la mujer de la limpieza, empuja la


pesada mesa del despacho hasta que consigue hacer
coincidir las patas de la mesa con unas marcas
del suelo (el esfuerzo le deja la espalda
visiblemente dolorida).

Sin tiempo para poder lamentarse, empieza a


transformar la decoración del despacho a toda
prisa, sustituyendo los objetos decorativos por
otros que saca de un pequeño armario. También de
cambia lugar algunos elementos: la lámpara de la
mesa, una silla, un archivador, etc., como si
estuviera recolocando una escenografía teatral.
Retira unas fotografías personales de la mesa y
las cambia por otras fotografías personales. Todo
ello sin dejar de pasar el paño en ningún
momento.

Cierra el armario, se va a la pizarra y empieza a


borrar las fórmulas.

Pero ha olvidado mover una cosa: una planta que


está en lo alto de un estante. Con dificultad –y
peligro-, se sube a la mesa y coge la planta.

VIOLETA
(A la planta)
Qué chuchurría estás. Se nota que no hablan contigo. Que
las plantas también sois persona…

VIOLETA baja al suelo con la planta, y, cuando va


a colocarla en el sitio que le corresponde, se da
cuenta de que… ha olvidado cuál es el sitio en el
que debe ir la planta.

VIOLETA
(A la planta)
¿Y tú dónde ibas, que no me acuerdo?

En ese momento, le vibra el móvil.

VIOLETA
La teoría del todo todo, de Marc Egea 2

(Por el móvil)
¿Me has colgado? ¿Pero dónde estás? ¿Qué son esos gritos,
a quién estás matando? Ah, a tu hija, bueno… (…) Pues lo
que te decía, que eso es muy relativo. Porque, a la modelo
de la foto, el vestido siempre le queda de maravilla pero
luego te lo pones tú y pareces un chorizo. (…) No tú,
mujer, cualquiera, yo misma, cualquiera… Y suerte si te
quedas en chorizo porque, oye, no sé cómo hacen los
tejidos ahora que lo sacas de la lavadora, y no es que
haya encogido es que también ha cambiado de color, el
puñetero…

VIOLETA habla mientras borra la pizarra, pero


está tan inmersa en la conversación que, en lugar
de borrar la pizarra de una sola vez, va borrando
pedacitos aquí y allí.

VIOLETA
Que no, que no, que no pienso volver a comprar por
catálogo, no me líes. Yo necesito probarme la ropa…
(Se interrumpe con un grito)
¡¡Ah!! Un momento.

Ha olvidado cambiar un retrato de la pared.


Descuelga el retrato de la pared y lo sustituye
por un retrato de Einstein que estaba en el
pequeño armario.

VIOLETA
Ya. Bueno, va, que te tengo que dejar: La semana que
viene, qué, ¿vamos al cine a ver la peli esa? ¿El sábado?
Tranquila, mi marido querrá ver el fútbol. Los sábados en
mi casa sólo hay fútbol. Fútbol fútbol fútbol… (…) ¿Pilar?
Se lo decimos a quien quieras. (…) Vale, la llamo yo, pero
dame el número nuevo, que no lo tengo. Dime, que lo grabo.
(Se dispone a apuntar el número en el mismo
móvil pero cambia de opinión)
Espera, no, que si toco algo se cuelga.

Coge el rotulador de la pizarra.

VIOLETA
Dime. (…) Seis seis cinco, veinticuatro, treinta y dos
setenta y tres.
(Lo escribe en la pizarra)
Y el fijo… (…) Nueve cinco uno cuarenta y ocho veintiséis
veinte dos.
(Lo escribe en la pizarra)
Y el de su quiropráctico… ¿Para qué quiero el de su
quiropráctico? (…) Va, bueno, dámelo. (…) Nueve cinco dos,
noventa y cuatro dieciocho.
(Lo escribe en la pizarra)
Vale. ¿Y a qué hora quedamos? A las ocho y media.
(Escribe “20:30” en la pizarra)
¿Y eso dónde cae exactamente? (…) Entre el número 50 y el
60 más o menos…
(Escribe en la pizarra: 50-60 +/-)
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¿Cuánto cuesta el cine? Dímelo, que ésta no se entera y


seguro que trae de menos. (…) Ocho con cincuenta.
(Traza una raya y debajo escribe: 8,50)
Vale, pues la llamo. Y tú llamas a la Trini y a la Mari
Paz. Oye te dejo que me van a pillar, que hace rato que
tenía que estar abajo y aún no he barri…

Se abre la puerta. Entra OLGA, la profesora de


Física Cuántica.

VIOLETA deja el rotulador rápidamente.

VIOLETA
Mira, me han pillado, por tu culpa. Cambio y corto.

OLGA
Ah, perdona, aún no has acabado.

VIOLETA
No, no, pasa, pasa.

OLGA
Gracias.

VIOLETA
Contigo quería hablar.
(Exhibiendo una autoridad que no tiene)
¿Es necesario esto?
(Refiriéndose a la habitación)

OLGA
¿El qué?

VIOLETA
¿Dónde va ahora esta planta?
(Le muestra la planta)

OLGA
Aquí.
(Señalando un lugar, con naturalidad)

VIOLETA
Él la quiere allí.

OLGA
Que la ponga donde quiera.

VIOLETA deja la planta quejándose:

VIOLETA
Ya. Pero es que no la pone él: Soy yo quien la pone allí.
Y luego tú me la haces poner aquí. Y luego él me la
hace poner allí. Y luego tú me la vuelves a hacer poner
aquí. Y luego él me la vuelve a hacer poner allí. Y así
tooodos los días, y eso contando con que vosotros
mismos no os canséis de un sitio y me lo cambiéis por
otro -como me estáis haciendo con esta planta- porque
entonces ya me vuelvo loca del todo. Loca, loca, loca.
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Porque no sólo tengo que mover la planta, también tengo


que mover la silla, y la lámpara, y el archivador, y la
mesa –que pesa un huevo, la mesa-, y tengo que quitar
unas fotos y poner otras, y los chismes estos…

OLGA
Que nos den dos despachos.

OLGA se sienta y empieza a preparar sus cosas.

VIOLETA
¿A mí me lo dices? Qué más querría yo…

OLGA
He estado meses pidiéndolo muy educadamente…

VIOLETA
¿Has probado a pedirlo maleducadamente?

OLGA
Es lo primero que hice.

VIOLETA
Ah, muy inteligente. ¿Y qué te dijeron?

OLGA
“A su debido tiempo”.

VIOLETA
¿Y cuándo es eso?

OLGA
El año que viene.

VIOLETA
¿El año que viene?

OLGA
Cuando en administración te dicen “A su debido tiempo” lo
que te están diciendo es: “No molestes. No hay nada que
hacer”. Así que mejor no lo vuelvo a probar hasta el año
que viene…

VIOLETA
(Tomando la escoba)
El año que viene, Dios mío…

OLGA grita de repente. A VIOLETA se le cae la


escoba del susto.
0LGA
¡Violeta!

VIOLETA
¡Qué!

OLGA ha visto el retrato de Einstein en la pared.

VIOLETA
La teoría del todo todo, de Marc Egea 5

Sí.

OLGA señala con la mirada el retrato de Einstein.


VIOLETA mira a OLGA. OLGA pregunta suavemente:

OLGA
Eso qué es.

VIOLETA
“Esto” es Albert Einstein…
(Imitando a un comentarista deportivo)
…Se le ha lesionado una neurona; tiene que abandonar el
terreno de juego…
(Retira el retrato de Einstein)
…Le sustituye con el número 12…
(Coloca el retrato que había antes)

OLGA
Max Plank.

VIOLETA
(Imitando al comentarista deportivo)
Max Plank. No es tan listo como Einstein pero trabaja
mucho para el equipo…

OLGA
(Ofendida)
Perdona, perdona, es, como mínimo, igual de listo que
Einstein. Lo que pasa es que no es tan mediático.

VIOLETA deja al locutor deportivo y mira a OLGA.

VIOLETA
Perdona. ¿Estás hablando conmigo o tienes una discusión
pendiente con alguien?

OLGA elude la respuesta y va a su sitio.

VIOLETA
Bueno, basta ya de tonterías. Aquí hay dos personas que
necesitan hablar y no somos tú y yo.

OLGA
Si me quieres preparar una cita con Einstein te recuerdo
que está muerto.

VIOLETA
No, con Einstein no. Pero con el que es como Einstein pero
en joven y guapo, sí. ¿Por qué no quedáis y lo habláis
todo de una puñetera vez?

OLGA
No.

VIOLETA
¿Por qué?

OLGA
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Porque no me cae bien, es un borde.

VIOLETA
¿Has hablado alguna vez con él?

OLGA
No.

VIOLETA
¿Entonces cómo sabes que es un borde?

OLGA
Está claro. Lo dejó muy claro.

VIOLETA
Cuándo.

OLGA
El primer día. El primer día, en vez de esperarse y
vernos, me encuentro un mensajito en la pizarra…
(Recita de memoria)
“Hola, compañera: bienvenida. Te agradeceré que no me
transformes demasiado el despacho”.

VIOLETA
A mí me parece educado.

OLGA
Primero: El despacho no es suyo. Ahora es de los dos.
Segundo: No somos compañeros, somos de departamentos
distintos. Muy distintos. Tercero: Lo educado, el primer
día, es saludar en persona y decir algo así como: “Hola,
me llamo Tal, encantado –dos besos-, oye qué putada esto
de compartir despacho, pero tranquila que lo llevaremos
bien, ya verás”. Él, no. Un mensajito.
(A VIOLETA)
¿No crees?

VIOLETA
¿Quieres saber qué pienso?

OLGA
Que es un borde.

VIOLETA
Que te quedaste sin los dos besos y eso te jode.

OLGA
¿Perdona?

VIOLETA
Mira cariño, tendréis muchos títulos de astrofísica
cuántica aeroconcentrada y no sé cuántas cosas más pero en
cuestiones humanas y mundanas sois unos inútiles. ¿No te
das cuenta de que le gustas?

OLGA contesta con la mirada: “¿Ah, sí?”


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VIOLETA
Lo que pasa que es muy tímido.

OLGA
¿Tímido? Venga ya. Pero si da clase en el Aula Magna. Y la
tiene siempre llena. Cómo va a ser tímido.

VIOLETA
Porque ahí está en su salsa. Cuando habla de estas cosas
se viene arriba. Míralo, que entusiasmo, cómo me llena la
pizarra…

Señala la pizarra, repleta de fórmulas.

VIOLETA
Pero ponlo en este despacho, a solas con una mujer, y se
pone nervioso nervioooso. Te lo digo yo, que le pasa
conmigo.

OLGA
A mí también me pones nerviosa.

VIOLETA
Venga, deja ese orgullo en casa. Mañana vienes una hora
antes, te lo encuentras, y habláis.

OLGA
No. Si quiere hablar conmigo, que lo haga. Se queda una
hora más y cuando llegue yo, hablamos. O mira, puede hacer
otra cosa: me puede dejar un mensajito en la pizarra.
“Hola compañera, ¿te apetece que hablemos?”

VIOLETA
Mira a mí me da igual cómo lo hagáis pero hacedlo. Poneos
de acuerdo y dejad ya de buscaros las cosquillas porque me
la estáis encontrando a mí, sabes. Si por mí fuera os
enviaba a cada uno a una punta de la Universidad, pero yo
aquí mando aún menos que tú, mira si soy poca cosa.

Lo que sí sé es que estoy cansada de mover esta puñetera


mesa para nada, arriba y abajo, todos los días –que pesa
un huevo, la mesa, no sé si lo sabes-… Y estoy harta de
hacer equilibrios por ahí arriba, que un día me voy a dar
un hostión y me abriré la cabeza por culpa de vuestras
estúpidas manías… ¿Me estás escuchando?

OLGA, que estaba mirando su ordenador, levanta la


cabeza y dice: “Sí”. Al levantar la cabeza, se
queda petrificada por lo que ve detrás de
VIOLETA, en la pizarra.

VIOLETA
Qué.

OLGA se ha quedado de piedra.

VIOLETA
La teoría del todo todo, de Marc Egea 8

Ah, la pizarra. Ya la borro. Sí, me estás escuchando


mucho…

Se dispone a borrarla.

OLGA
¡¡No la borres!!

VIOLETA
No la borro. ¿Ves cómo me mareáis?

OLGA
¿Qué es esto?

OLGA se levanta y va hacia la pizarra cómo si la


pizarra fuera de repente un tesoro de valor
incalculable.

VIOLETA
¿Qué es qué?

OLGA
(Señalando lo que pone en la pizarra)
Esto.

VIOLETA
¿A mí me lo preguntas?

OLGA
Esto. Esto de aquí.

VIOLETA
Esto el número de teléfono de la Pili, una amiga mía;
espera, que me lo apunto en el móvil -que ahora ya sí
puedo- y lo borro.

Saca el móvil y apunta.

OLGA
¡No lo borres!

VIOLETA
No lo borro.

OLGA
(Ignorando a VIOLETA, para sí misma)
Y esto…

VIOLETA
Esto es el número del quiropráctico de la Pili. No me
preguntes por qué, pero si no te contesta al móvil tienes
que llamarla ahí…

OLGA
¿Te quieres callar?

VIOLETA se calla. OLGA está mirando la pizarra


con absoluta fascinación.
La teoría del todo todo, de Marc Egea 9

OLGA
Esto es… Esto es…
(Razonando)
Genial. Claro. Qué fuerte…
(Admirada, resigue las fórmulas, las
comprueba)
Genial. Sí… Sí… Sí…
(Los tramos escritos por VIOLETA son los
que le producen más excitación)
Genial. Sí… Claro… Sí…
(Admiradísima)
Genial. No me lo puedo creer… Esto es… Esto es…
(Mira a VIOLETA)
Esto… ES.

VIOLETA
¿Es? ¿Es…tás bien?

OLGA
No. Sí. No. Estoy… Estoy… Estoy… Mira:
(Señalando la pizarra)
Si se considera que la curvatura gravitacional sí puede
afectar a las cuerdas cuando se generan atracciones
cercanas a la velocidad de la luz, entonces, el tiempo se
revierte de una forma alterna y hace posible
simultáneamente que puedan darse proyecciones exactas y
proyecciones complejas que son lo que hemos estado tomando
todo este tiempo por manifestaciones aleatorias de los
átomos, cosa que concilia la percepción cuántica dentro de
un entorno relativista.
(Mira a VIOLETA)
¿Entiendes lo que esto significa?

VIOLETA está alucinando con OLGA.

OLGA
(Maravillada)
Esto es la piedra filosofal. La comunidad científica lleva
casi un siglo detrás de esto. Parecía imposible. Ni
Einstein ni Planck supieron llegar a esto. Y ahora… está…
aquí. No puedo creerlo.

OLGA está encendida. Vuelve a la pizarra.

OLGA
(Impresionada por la genialidad de lo que
tiene ante sus ojos)
Así visto, parece sencillo. En realidad, es la formulación
básica de la teoría de la relatividad –la de siempre-,
pero desechando todas las partes que relacionan el
movimiento de las partículas con la fuerza aplicada, y eso
–claro- permite dar entrada al desarrollo de ecuaciones de
función de onda que establecen equilibrios de masa tanto
en situaciones subatómicas como en espacios infinitos. ¡Es
genial!
(Asiente)
La teoría del todo todo, de Marc Egea 10

Se vuelve hacia VIOLETA.

OLGA
Este es un momento histórico.

VIOLETA
Si tú lo dices…

OLGA
Sí, Violeta. Te lo explico, no es difícil.
(Adoptando tono pedagógico)
Las cosas grandes de nuestro mundo y el Universo funcionan
de una manera, según unas normas muy exactas, las de la
Relatividad.

VIOLETA
¿Einstein?

OLGA
Exacto.

OLGA saca el retrato de Einstein y lo muestra.

OLGA
Einstein fue el primero en darse cuenta de eso y lo
teorizó, y luego se ha ido demostrando que tenía razón.
Pero resulta que también se ha demostrado, y fue Max Plank
quien lo hizo…
(Señala el retrato de Max Plank)
…Que las cosas pequeñas, las cosas muy pequeñas, funcionan
con otras leyes completamente distintas: las de la física
cuántica. Y esto es algo que a los relativistas les cuesta
mucho aceptar. Porque estas otras leyes también son
correctas. ¿Entiendes la problemática?

VIOLETA
No.

OLGA
Las cosas grandes, con unas leyes, las cosas pequeñas con
otras leyes: Las dos correctas, las dos simultáneas, pero
incompatibles y en contradicción. Y eso no puede ser
porque todas las cosas están en el mismo universo. Así que
se nos tenía que estar escapando algo. Tenía que haber
algo que hiciera que las dos leyes fueran válidas al mismo
tiempo. Algo que conciliara las teorías de la relatividad
- de las cosas grandes- con las de la física cuántica -de
las cosas pequeñas-…
(Pone el retrato de Einstein y el de Plank
uno junto al otro)
Una teoría del todo.
(Señala la pizarra, con reverencia)
Eureka.

VIOLETA
Una teoría del todo…
(Vislumbrando una nueva lectura de esa
problemática)
La teoría del todo todo, de Marc Egea 11

O sea, a ver si lo entiendo, a ver si lo he entendido: Que


teníamos que en un mismo sitio…
(Abarca con los brazos el espacio de la
habitación)
…Pongamos éste, en vez de estar las cosas de acuerdo, lo
que pasaba es que, por un lado, se hacían de una manera y,
por otro lado, se hacían de otra…

OLGA
(Apasionada)
Sí, y eran maneras completamente distintas, en conflicto…

VIOLETA
Y vuestros inteligentísimos cerebros científicos no daban
con la forma de conseguir que esas dos cosas pudieran
convivir…

OLGA
(Muy apasionada)
Exacto. Más de un siglo tratando de dar con la manera…

VIOLETA
Más de un siglo…

OLGA
(Apasionadísima)
¿Verdad que es impresionante?

VIOLETA
Sí. Impresionante.

OLGA tiene una sonrisa de oreja a oreja.

VIOLETA
¿Y ahora qué?

OLGA
¿Ahora qué? Ahora mismo me voy corriendo a preparar un
informe; hay que explicar esto, tengo que anunciar el
hallazgo a toda la comunidad científica.

VIOLETA
¿Y cambiará algo?

OLGA
¿Qué si cambiará algo? Todo. Todo va a cambiar. Habrá que
reinterpretar todas las teorías y todas las aplicaciones
prácticas de todas las disciplinas científicas: medicina,
biología, ingeniería, informática, botánica, todo.

VIOLETA
Ya, pero ¿a vosotros os van a cambiar de despacho? ¿Os van
a dar uno a cada uno?

OLGA
Ah no, eso no. ¿Por qué lo iban a hacer? Me dijeron: “A su
debido tiempo”…
La teoría del todo todo, de Marc Egea 12

VIOLETA
¡Pues me importa una mierda esto!

OLGA
¿Qué?

VIOLETA
Pues no es ninguna maravilla si no lo cambia todo… todo.

OLGA
Violeta…

VIOLETA
Tú te dedicas sólo a picar teclas y dar clases -vives muy
cómoda-, a mí duele la espalda y ya no me quedan fuerzas
para arrastrar la mesa… Por favor, ahora que se ha puesto
el Universo en paz, te pido que lo intentes, solo una vez.
Es muy fácil: Le dices para quedar –le dejas una notita en
la mesa-, os veis, os decís hola, os dais esos dos besos
que tanto estáis deseando, y se desatará todo: os caeréis
estupendamente, dejaréis de hacerlos la puñeta y dejaréis
de hacérmela a mí.

OLGA
No.

VIOLETA
¿Por qué?

OLGA
Porque no me cae bien, es un borde.

VIOLETA
¿Has hablado alguna vez con él?

OLGA
No.

VIOLETA
¿Entonces cómo sabes que es un borde?

OLGA
Está claro. Lo dejó muy claro con su notita.

VIOLETA
Lo que pasa que es muy tímido. Él te diría de quedar pero
lo da miedo que le digas que no.

OLGA
¿Tímido? Venga ya. Pero si da clase en el Aula Magna. Y la
tiene siempre llena. Cómo va a ser tímido.

VIOLETA
Porque ahí está en su salsa. Cuando habla de sus cosas se
viene arriba…

OLGA
(Interrumpe)
La teoría del todo todo, de Marc Egea 13

Violeta, estamos entrando en bucle.

VIOLETA
Olga, dile para quedar.

OLGA
Violeta: Eso. Ahora. No. Es. Importante.

VIOLETA
Dile para quedar.

OLGA
Antes hay algo muy importante que hacer.
(Señala la pizarra)
Podría haber un incendio o un terremoto o cualquier cosa.
(Emocionándose de nuevo)
Tengo que hacer llegar este descubrimiento a la comunidad
científica. Al mundo entero. Este logro es patrimonio de
la humanidad.

VIOLETA
¿Y no te has parado a pensar en quién lo ha podido
escribir?

OLGA
¿Quién ha escrito esto?

VIOLETA
Eureka.

OLGA
Ostias. ¿Él?

VIOLETA
¡Meeec!
(Sonido de error)
Bueno, él sólo la parte antigua, lo que no tiene mérito.
Lo nuevo, no.

OLGA
Oh. Una alumna.
(Celosa)
¿Se trae alumnas al despacho?

VIOLETA
¿Y eso te preocupa?

OLGA
(Celosa)
¿Se trae alumnas al despacho?

VIOLETA
¿Qué te ha hecho pensar que eso lo ha escrito una chica?

OLGA
Eso es letra de chica.

VIOLETA
La teoría del todo todo, de Marc Egea 14

Y por el tipo de letra ¿sabrías decir si está buena?

Se fija en la letra.

OLGA
(Resignada)
Sí.

VIOLETA
Lo he escrito yo.

OLGA mira a VIOLETA. VIOLETA mira a OLGA.

OLGA
¿Tú has escrito eso?

VIOLETA
Sí.

OLGA alucina. La información es demasiado difícil


de asimilar. Mira a VIOLETA sin saber qué decir.

OLGA
¿Trabajas para él?

VIOLETA
Sí. Y para ti. Por si no te habías dado cuenta.

OLGA
¿Y qué es lo que haces?

VIOLETA
¡Mover vuestras puñeteras cosas todos los días!

OLGA
¿Y aparte de eso?

VIOLETA
¿Te parece poco?

La cabeza de OLGA va muy rápido pero su boca no


tanto.

OLGA
De… De ciencia… ¿estás haciendo algo aquí?

VIOLETA
Oh, sí, soy doctorada en astrofísica cuántica, pero sólo
como hobbie, a mí lo que me gusta es pasar la escoba. No
te jode.

OLGA
¿Y cómo has escrito eso?

VIOLETA
Así.
(Hace el gesto de escribir en el aire)
La teoría del todo todo, de Marc Egea 15

OLGA
¿Pero cómo has llegado a esos números?

VIOLETA
Como llegó el Newton ese a lo de la manzana, de puñetera
suerte.

OLGA procesa la información. Se toma un tiempo.

OLGA
¿Tienes idea de los que has escrito, Violeta, de lo
importante que es?

VIOLETA
Sí. Me lo acabas de decir.

OLGA
Joder.

OLGA mira la pizarra. Luego mira a VIOLETA.

OLGA
Jodeeeeer.

OLGA mira la pizarra.

OLGA
(Alucinando)
Tú has escrito esto…

VIOLETA
Sí. Yo. Y como lo he escrito yo, es mío y lo puedo borrar.
Ale.

VIOLETA coge el borrador para borrar la pizarra.

OLGA
¡Qué haces, asesina! ¡Noooo!

VIOLETA se detiene.

VIOLETA
(Serena de repente)
¿Si lo borro se desordenará el universo?

OLGA
No.

VIOLETA
(Retomando el borrador)
Entonces no pasa nada.

OLGA
(Quitándole el borrador a VIOLETA)
Pero… pero… pero si lo borras, no sabremos por qué el
universo está en orden.

VIOLETA
La teoría del todo todo, de Marc Egea 16

Pues mira, te lo digo yo. El universo está en orden porque


la física relativista y la física cuántica no hacen el
imbécil, y no se dedican a tocar las cosas del otro. ¿Lo
entiendes?

OLGA
Sí.
(Conciliadora)
Ahora…: en ciencia, eso hay que expresarlo con fórmulas
matemáticas.

VIOLETA
Me importa tres narices la Ciencia.

OLGA
(Señala la pizarra)
Violeta, cariño. Esto tiene que publicarse.

VIOLETA
Dame el borrador.

OLGA
Para qué.

VIOLETA
Para hacer mi trabajo. Tienes que encontrarte la pizarra
limpia.

OLGA
Bueno, pues te reprogramo y esa parte del trabajo te la
perdono.

VIOLETA
¿Y lo de cambiar todos los días el despacho también me lo
perdonas?

OLGA
Si él está de acuerdo en una sola decoración, sí.

VIOLETA
¿Y quedaréis para hablarlo?

OLGA
Si él dice de quedar, sí.

VIOLETA
Te he dicho que no se atreve. Que le da miedo que le digas
que no.

OLGA
Entonces…

VIOLETA
Dame el borrador.

OLGA se lo deja en un extremo de la mesa, alejado


de VIOLETA.
La teoría del todo todo, de Marc Egea 17

Cuando VIOLETA va a buscar el borrador, OLGA


encuadra la pizarra con el móvil.

OLGA
Foto.
Comprueba que la foto está bien hecha.

OLGA
(A VIOLETA)
Ahora ya lo puedes borrar si quieres.

OLGA empieza a recoger.

VIOLETA
Ahora no me da la gana.

OLGA
(Conciliadora)
Violeta, te prometo que le diré para quedar y nos
pondremos de acuerdo para que no tengas que moverlo todo
cada vez.
(Sonríe tierna)
¿Vale?

VIOLETA
¿Me lo juras por Dios?

OLGA
Violeta, soy científica.

OLGA termina de recoger sus cosas.

OLGA
(Apresurada)
Me voy corriendo. Tengo que enviar esto.

VIOLETA no parece muy conforme.

OLGA
(Dulce)
Violeta. Cariño, te invito a cenar mañana, venga. Y lo
celebramos todo. Va, a las nueve en el Café Central, tú y
yo, las dos solas. Cena de científicas. ¿Qué te parece?

VIOLETA
¿Cena de científicas?

OLGA
(Señalando la pizarra)
Lo has escrito tú.

VIOLETA
No todo…

OLGA
¿Qué me dices? ¿Cenamos mañana?
La teoría del todo todo, de Marc Egea 18

VIOLETA piensa si le apetece. Finalmente decide


que sí.

VIOLETA
Pagas tú.

OLGA
Por supuesto.

OLGA besa a VIOLETA en la mejilla.

OLGA
Quedamos directamente, que mañana no vendré.
(Repasa)
Café central. A las nueve. Te espero.

OLGA abre la puerta.

OLGA
Vales más que todos los científicos de esta universidad.

VIOLETA
Olga, le llamarás para hablar.

OLGA
A quién.

VIOLETA
A Einstein.

OLGA entiende.

OLGA
Ah. Claro que sí, le llamaré, te lo prometo, a su debido
tiempo.

OLGA lanza a VIOLETA un beso amistoso y sale


corriendo.

VIOLETA
(Para sí, en voz alta)
“A su debido tiempo”…

VIOLETA se ha quedado sola, en medio de un


despacho que va a tener que volver a recolocar.

VIOLETA
(A la planta)
¿Sabes qué significa “A su debido tiempo”?
(Niega con la cabeza)
Seguro que a ti te riegan ‘a su debido tiempo’…
(Le señala el estante)
Anda, sube, ve subiendo…
(la invita a subir de un salto=)
…Que tengo que volver a moverlo todo.

Mira la pizarra.
La teoría del todo todo, de Marc Egea 19

VIOLETA
Pues vaya mierda de Teoría del todo… Si no lo arregla
todo.

Se le ocurre algo.

VIOLETA
Un momento.

Va a la pizarra.
VIOLETA
…Que todo se puede mejorar.

Coge el borrador. Y borra la parte central de la


pizarra.

VIOLETA
¿No dijo el tito Albert…?
(Señala el retrato de Einstein)
¿…que el tiempo era relativo?
(Coge el rotulador)
Pues vamos a contraerlo.

Escribe en la pizarra: “Hola compañero: Ya es


hora de que hablemos. Te invito a cenar mañana a
las 21h en el Café Central. Olga”

Dibuja un emoticón sonriente debajo.

Mira cómo queda. Le gusta.

VIOLETA
(Satisfecha)
Genial.

Fundido.

FIN

La teoría del todo todo


Microteatro
Copyright © Marc Egea
2015 Barcelona - España

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