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Introducción
PRIMERA PARTE:
LOS FOTOGRAMAS INVISIBLES
La Observación
El Pensamiento y el Tiempo
Los Fotogramas Invisibles
La energía en distorsión: cargas
Un armónico funcionamiento de la mente
¿Cómo observamos?
¿Quién observa? Jueces del proceso
La fuerza de las creencias
El fin de la autoexigencia
El buscador de errores
El juez del imperativo moral
De la “moral artificial” a los principios de vida Originales
El Conflicto
SEGUNDA PARTE:
LA ECONOMÍA EN CONVERGENCIA
La Economía en Convergencia: la relación con “el entorno”
Al revés, o al vesre, que diría Cortázar
La parte por el todo
El dinero y los “personajes internos”
Mi relación con el sistema
Donde pongo mi dinero sostengo mi distorsión, o abro la lógica
El dinero como herramienta
Del susurro de la inseguridad al abrazo de la plenitud
Las barreras al propósito
La resolución no tiene solución
Opinión, competencia y convergencia
Escuchar al error
El ahorro y el dispendio/ El pedir divergente y la aceptación
convergente
Actitud receptiva no es “espera”: el “fluir de la vida”
¿Qué es una acción genuina?
El negocio convergente
El observador “con intención” y la observación “sin intención”
El ojo de Sauron no existe
El Pensamiento y el Tiempo
Muchas, muchísimas, han sido y son las técnicas, corrientes
psicológicas, religiones y filosofías que se han dedicado a tratar
el tema de cómo abordar la forma que tenemos los humanos de
pensar. Sabemos que nuestro pensamiento puede ser nuestra
mayor “arma” de sufrimiento, y nos hemos interesado en
intentar controlarlo, en buscar eliminarlo, en resignarnos, en
tener pensamientos positivos...etc. Pero parece que ninguna de
estas fórmulas ha tenido mucho éxito. Lo que todos tenemos
claro es que, por voluntad propia, no podemos dejar de pensar y,
por tanto, dejar de sufrir.
Pero para poder ser libres de ello tenemos que ver cómo
funciona, las ramificaciones y entramados que están en esto. Si
tratamos de pararlo, se mueve más; si tratamos de controlarlo,
hacemos más esfuerzo; si no hacemos nada, simplemente nos
arrastra a sus deseos, le creemos.
¿Qué podemos hacer entonces?
Para ello, vamos a empezar por ver cuáles son los “pilares” en
los que se sustenta la vida del ser humano que, sencillamente,
vive adaptándose a las circunstancias y tratando de hacer lo
mejor posible para sí mismo. Estos pilares son las etapas
evolutivas que el doctor Ryke Geerd Hamer nos descubrió con
mucho acierto.
Una lógica vendría a ser una forma de unir las cosas que veo de
forma que tengan sentido; es decir, una forma de unir Preguntas
con Respuestas. A la pregunta “¿por qué me regaña mi jefe?”, le
encuentro la respuesta: “porque me equivoqué en el trabajo”, y
ya tengo una lógica. Sin embargo, a la pregunta: “¿por qué tuve
un accidente?”, puedo responder con esa misma lógica: “porque
se me cruzó un vehículo”, pero no tengo una Respuesta mayor
que ésa. Lo que nosotros estamos aprendiendo a ver, es que
existe una lógica mucho más integradora, que ofrece un sentido
mucho más amplio, que incluye el sentido de todas las cosas que
nos suceden en la vida, su propósito; pero que nada tiene que ver
con la lógica a la que estamos acostumbrados, que pertenece a
instancias muy superficiales y cuya función es dividir lo que en
aquella otra instancia más amplia, siempre estuvo unido.
Imagen 1
organizar la logística, a pedir ladrillos y tejas... etc., requiere
tiempo. Vamos a decir que el planteo de hacerse una casa es la
Pregunta, y la casa construida es la Respuesta. Y entre Pregunta
y Respuesta, tenemos TIEMPO. En la imagen podremos verlo
con claridad.