que a infantil alcance ¡Oh Divino Niño te rebajas sacro! ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios!
La Sabiduría en Israel nunca puede entenderse como un acerbo de
conocimientos teóricos. Poseer la sabiduría era conocer el orden del mundo. El sabio estaba capacitado para gobernar e impartir justicia, y por lo tanto la sabiduría estaba acompañada de la prudencia.
La sabiduría de Dios se ha encarnado en el niño de Belén. En la espera
amorosa del nacimiento, pedimos a Dios Padre que podamos descubrir, en las enseñanzas de su hijo, la prudencia como don de su sabiduría infinita.