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Jornadas laborales y salud del trabajador:

Factor de cuidado

Gentileza Codelco
Los sistemas de turnos brindan al trabajador la posibilidad de alternar un
determinado número de días de trabajo con otros de descanso. Entre los
más utilizados por la gran minería, se encuentran: 7×7, 4×3, 5×2 y 10×4.
Los tipos de turnos asignados dependerán de la operación que se ejecute y
de la actividad de los trabajadores (administrativos o en obra), así como de
la distancia a los centros urbanos o la región donde se emplace la faena
minera.
Debido a las extensiones de tiempo (días trabajados por días descansados)
y de los lugares donde se desempeñen, los distintos tipos de turnos
(diurnos o nocturnos) pueden afectar a los trabajadores en cuanto a sus
ciclos de sueño y exposición a hipobaria geográfica, entre otros.
Alfredo Saavedra L.
Periodista Construcción Minera.
Muchos hemos escuchado o leído sobre las distintas modalidades de turnos de
trabajo que existen en el sector minero. Dependiendo de las funciones
desempeñadas (administrativos o en faena), los trabajadores pueden cumplir
jornadas distribuidas en sistemas de turnos de 4×3, 5×2, 7×7, 4×4, 6×2, 9×3,
10×4 y 8×4, lo que se refiere a días de trabajo por días de descanso. Los más
utilizados en el sector son los tres primeros, y si bien, a simple vista parece bastante
cómodo trabajar una semana y descansar la siguiente, la elección de cada turno
responde a distintos factores que revisaremos más adelante.
Este sistema de trabajo ha ayudado a impulsar la explotación de proyectos ubicados
en regiones apartadas y, en términos generales, es respaldado por los trabajadores
que pasan algunos días en los campamentos habilitados por la minera y luego
pueden descansar junto a sus familias.
De acuerdo al Código del Trabajo, en su artículo N°153, “las empresas,
establecimientos, faenas o unidades económicas que ocupen normalmente diez o
más trabajadores permanentes, contados todos los que presten servicios en las
distintas fábricas o secciones, aunque estén situadas en localidades diferentes,
estarán obligadas a confeccionar un reglamento interno de orden, higiene y
seguridad que contenga las obligaciones y prohibiciones a que deben sujetarse los
trabajadores, en relación con sus labores, permanencia y vida en las dependencias
de la respectiva empresa o establecimiento”. Esto es relevante, ya que es
precisamente en ese reglamento interno donde deben estar contenidas las
disposiciones sobre las horas en que empieza y termina el trabajo y las horas de
cada turno. También debe especificar si aquel se efectúa por equipos, así como los
descansos, los diversos tipos de remuneraciones, el lugar, día y hora de pago, las
obligaciones y prohibiciones a que estén sujetos los trabajadores y la designación
de los cargos ejecutivos o dependientes del establecimiento ante quienes los
trabajadores deban plantear sus peticiones, reclamos, consultas y sugerencias. En
el caso de empresas de doscientos trabajadores o más, el artículo N°154 agrega que
se debe llevar un registro que consigne los diversos cargos o funciones en la empresa
y sus características técnicas esenciales.
El Código también menciona en su artículo N°22 que la jornada ordinaria de trabajo
no debe exceder de cuarenta y cinco horas semanales y que el máximo semanal
establecido no podrá distribuirse en más de seis ni en menos de cinco días. En ningún
caso la jornada ordinaria podrá exceder de diez horas por día (artículo N°28).
En la minería, donde es común que la prestación de servicios se realice en lugares
apartados de centros urbanos, tanto empleadores como trabajadores pueden pactar
jornadas ordinarias de trabajo de hasta dos semanas ininterrumpidas, al término de
las cuales deben otorgarse los días de descanso compensatorios de los domingos o
festivos que hayan tenido lugar en dicho período bisemanal, aumentados en uno
(así lo explica el artículo N°39). Eso sí, para que se acuerde dicha jornada especial,
la prestación de servicio debe efectuarse en lugares apartados de centros urbanos
y que el trabajador, por motivos de distancia geográfica, no se encuentre en
condiciones de trasladarse a su lugar de residencia diariamente, debiendo pernoctar
en el lugar de trabajo.
Factores para definir turnos
Los tipos de turnos asignados van a depender específicamente del tipo de operación
que se lleven a cabo, distancias, plazos de ejecución de una actividad para otorgar
continuidad a la operación, número de trabajadores disponibles para la ejecución,
rol a desarrollar en faena, etcétera. Hay otros elementos que influyen como son la
distancia a los centros urbanos o la región donde se emplaza la faena minera.
“Dependiendo de eso también se debe considerar si se cuenta con campamentos
mineros, los tiempos de traslados, la operación y cómo mantener la continuidad de
trabajo respecto a los turnos que se ejecutan”, explica Rodrigo Barahona,
especialista sénior sector Minería de la Asociación Chilena de Seguridad, ACHS. A
modo de ejemplo, el especialista comenta que un profesional/ejecutivo
generalmente está en sistemas de turnos de 4 x 3, es decir, trabaja de lunes a
jueves y ese día “baja” con descanso y retorna a su hogar.
El tema de los traslados ha sido objeto de análisis ya que en el caso de este tipo de
turnos, o del 5 x 2, por ejemplo, las horas gastadas en trayectos no se consideran
dentro de las trabajadas efectivas en turno. Las distancias obligan a los trabajadores
a levantarse muy temprano (4 o 5 de la mañana) acortando así sus horas de sueño
y corriendo el riesgo de experimentar mayor fatiga y acumulación de sueño.
Respecto a la distribución del tiempo de descanso entre dos jornadas, este debe ser
mínimo de 8 horas.
Factores de salud
Debido a la naturaleza de los turnos utilizados en minería, también cuentan con
factores que pueden incidir en la salud y calidad de vida de sus trabajadores,
influyendo de alguna forma en la productividad y costos operacionales de los
proyectos. Los más evidentes se aprecian en las jornadas laborales que deben
realizarse en zonas remotas y/o estadías largas. Sicosocialmente, se ve afectada la
salud mental y el entorno social, por la ausencia de compañía (familia).
Para los turnos nocturnos se hacen recomendaciones ergonómicas, es decir,
entregar mayor confort a los trabajadores, para que de esta forma sea factible
tolerar jornadas de hasta 12 horas.
Y es que en este tipo de jornadas, no hay sobretiempos, pues los límites máximos
permitidos de exposición a riesgos ocupacionales, polvo, ruido y sustancias químicas
deben ser corregidos según la duración de la jornada y los menores tiempos de
desintoxicación.
El trabajo nocturno implica la adaptación del reloj biológico y dentro de sus
principales desventajas está el riesgo de acumular déficits de sueño. Sin embargo,
dentro de sus ventajas, están un cierto sentido de autonomía, una menor
supervisión (por tanto un sentimiento de menor presión), en términos económicos
puede implicar mayores ingresos y alternativas laborales más seguras. Los
especialistas indican que el rendimiento es equivalente al diurno, si la carga de
trabajo está dentro de la capacidad ergonómica de la persona.
Desde el punto de vista de las afecciones, el trabajador que ejecuta labores en
faenas sobre los 3.000 metros de altura, se expone a la hipobaria por altitud
geográfica (disminución de la presión barométrica respecto del nivel del mar),
condición a la que puede acostumbrarse durante las primeras 48 horas, lo que
implica que durante ese periodo, sus niveles de energía y estados de concentración
se pueden ver atenuados. “En un sistema de turno de 7×7 bajo esas condiciones, al
tercer día puede empezar a recuperarse, al quinto ya se encuentra en un estado
funcional, pero es ahí cuando nuevamente debe bajar, entonces el peak de
producción de los trabajadores, puede verse afectado si no se consideran estos
aspectos”, explica Barahona, agregando que el proceso de aclimatación volverá a
partir de cero, una vez que deba regresar otra vez a la obra.
Dentro de las medidas preventivas de lo anterior, el ministerio de Salud (MINSAL)
recomienda a aquellos que desempeñen labores sobre los 3.000 msnm por más de
6 meses con una permanencia mínima de 30% de ese tiempo en sistemas de turnos
rotativos a gran altitud y descanso a baja altitud, una evaluación completa a cargo
de la empresa o de la administración delegada, según corresponda.
Además, el decreto N°28 del MINSAL también indica las características que deben
cumplir los campamentos ubicados sobre la altura ya mencionada, debiendo
disponer de medidas para: la mitigación de la hipobaria, oxigenación, humidificación
o las disponibles por los avances tecnológicos, que simulen condiciones ambientales
bajo los 3.000 msnm. Estas deberán ser aplicadas a todos los trabajadores que
presenten alguna alteración fisiológica aguda o crónica (la administración de oxígeno
deberá ser aplicada por personal de salud).
El Decreto Supremo N°594 en su artículo 9, en tanto, detalla que la empresa debe
proveer a sus trabajadores, dormitorios en los campamentos dotados de una fuente
de energía eléctrica, con pisos, paredes y techos que aíslen de condiciones climáticas
extremas. En las horas en que los trabajadores ocupen las habitaciones, la
temperatura interior, en cualquier instante, no deberá ser menor de 10°C ni mayor
de 30°C. Además, cada dormitorio deberá estar dotado de camas o camarotes
confeccionados de material resistente, complementados con colchón y almohada en
buenas condiciones.
Otros aspectos negativos de turnos muy extensos tienen que ver con la exposición
prolongada a agentes neumoconiógenos como la sílice, factores como el ruido y
otros elementos como la nieve, la falta de luz e incluso un mismo cambio de turno.
“Hay otras condiciones que pueden afectar de manera indirecta la salud de las
personas. Por ejemplo, muchos accidentes de trayecto entre faena y campamento
se producen debido a que los trabajadores que han tenido turnos extensos son presa
de la somnolencia o falta de concentración. Entonces, al identificar esos síntomas es
prudente tomar las precauciones pertinentes o simplemente no bajar”, señala
Barahona.
Así, tanto los factores utilizados para establecer un determinado turno, como el
impacto que estos puedan tener en los trabajadores, son elementos que se deben
sopesar en el desarrollo de un proyecto. De otra forma, la productividad y el costo
asociado, se verán afectados si se tienen que realizar frecuentes rotaciones de
trabajadores o diversos traslados en transporte, entre otras consecuencias.
A favor del sector, juega su constante preocupación por temas de seguridad, lo que
se ve reflejado en los bajos niveles de accidentabilidad que ocurren en la minería. A
esto, se suma que la dirección del trabajo, también fiscaliza tanto a los mandantes
como a los contratistas, verificando el cumplimiento de las condiciones existentes y
contratos. De esta manera, empleadores y trabajadores, solo deben concentrarse
en acordar el turno más conveniente para ambos y así cumplir con los plazos
estipulados y metas acordadas del proyecto.
www.contruccionminera.cl/jornadas-laborales-y-salud-del-trabajo-factor-de-cuida.....

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