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El sistema impositivo o de recaudación tributaria es el conjunto de medidas que ordenan

la obtención de ingresos tributarios para financiar el gasto público; esto es, se compone del
conjunto de contribuciones establecidas mediante ley y que se aplican en un país en un
momento determinado.

En México, como en la mayoría de los países, el sistema de recaudación tributaria se


compone de un conjunto de contribuciones, entre éstos, los impuestos.

Las aportaciones de seguridad social son cuotas obrero-patronales que tienen como fin
cubrir los gastos necesarios para el otorgamiento de beneficios de seguridad social, como
asistencia médica, quirúrgica, hospitalaria, seguro de maternidad, indemnización, jubilación,
derechos de vivienda, créditos hipotecarios, centros vacacionales, y apoyos para
capacitación, entre otros.

Las contribuciones de mejoras son contribuciones que establece el Estado a cargo de


algunas personas para costear una obra pública o un servicio que brinda ventajas económicas
o bienestar social a aquellas personas, a su familia o su comunidad, tales como carreteras,
mercados, escuelas, etc.

Los derechos son contribuciones establecidas por el uso o aprovechamiento de los bienes
de dominio público de la Nación, así como por recibir servicios que presta el Estado en
funciones de derecho público, tales como expedición de pasaportes, copias certificadas,
servicios migratorios, servicios de publicación en el Diario Oficial de la Federación, servicios
de apostilla y legalización de documentos, entre otros.

Por último, los impuestos, las contribuciones más comunes, son contribuciones por
exclusión; es decir, son las contribuciones distintas a las ya referidas. Los impuestos se
pueden definir como un pago obligatorio que las personas deben realizar al Estado como
consecuencia de la realización de un hecho previsto en una ley (hecho imponible) que es
gravado. De esta manera, son las prestaciones en dinero o en especie, exigidas por el Estado
a quienes se ubican en las situaciones consideradas por la ley como hechos imponibles.

Ahora bien, como se advierte, el sistema de impuestos es una parte del sistema de
recaudación tributaria, que consiste en el conjunto de impuestos vigentes y que coexisten en
un país, ordenados y coordinados entre ellos según unos principios generales y que persiguen
unos determinados fines.

De esta manera, los elementos de un sistema de impuestos son:

En efecto, en cada país existe una serie de impuestos que de manera conjunta financian
los gastos públicos. Sin embargo, los impuestos también pueden tener otros fines, como, por
ejemplo, la redistribución de la riqueza, incentivar o desalentar el consumo de ciertos bienes
o servicios, así como promover o disuadir determinadas actividades económicas.

La relación jurídico-tributaria tiene las siguientes características:

o Es un vínculo personal entre Estado y contribuyente.


o Tiene su origen en la ley, como acto emanado del poder legislativo (sin ella no puede
existir relación jurídico-tributaria).
o Nace al producirse el presupuesto de hecho (hecho imponible) previsto en ley.
o Trae como consecuencia una serie de derechos y obligaciones.
o La obligación principal a cargo del contribuyente consiste en pagar impuestos o
demás contribuciones

El Impuesto Sobre la Renta (ISR)

El Impuesto sobre la Renta es un impuesto general, personal y directo que grava los
ingresos de las personas físicas y morales. Fue introducido en México en 1925 y se rige por
la Ley del Impuesto sobre la Renta.

El ISR grava los ingresos netos de todo tipo que perciben las personas físicas y morales.
Esto es, grava el resultado de los ingresos brutos menos los gastos que ayudaron al
contribuyente a obtener dichos ingresos. En el caso de las personas físicas, la tasa es
progresiva, mientras que las morales, es fija.

En cuanto a la clasificación, el ISR es general en virtud de que grava todo tipo de ingresos;
es directo porque el impuesto no puede ser trasladado a otra persona; es personal porque tiene
en consideración la especial situación de los contribuyentes, de tal manera que el impuesto
pretende recaer sobre la capacidad contributiva de la persona; y por último, tiene un fiscal
pues con este impuesto el Estado busca obtener ingresos para satisfacer el gasto público.

La legislación aplicable del ISR: 2013, 2014, 2016 y 2017.

Sujetos
Los sujetos del ISR son todas las personas físicas y morales, en los siguientes casos:

o Residentes en México cualquiera que sea la ubicación de la fuente de riqueza,


respecto de todos sus ingresos.
o Residentes en el extranjero que tengan un establecimiento permanente en el país,
respecto de los ingresos atribuibles a dicho establecimiento
o Residentes en el extranjero, respecto de los ingresos procedentes de fuentes de riqueza
situadas en territorio nacional

Como se advierte, los sujetos son las personas que perciben ingresos, ya sea que se trate
de residentes en México; o de residentes en el extranjero, pero con fuente de riqueza en el
país, a través de un establecimiento permanente o no.

Objeto
El objeto del ISR son los ingresos que perciben las personas en efectivo, en especie o en
crédito. En el caso de las personas morales, se trata de los ingresos provenientes de la
realización de actividades comerciales, industriales, agrícolas, ganaderas o de pesca.

En el caso de las personas físicas, son los ingresos provenientes de: salarios y en general
por la prestación de un servicio personal subordinado; actividades empresariales y
profesionales; arrendamiento y en general por otorgar el uso y goce temporal de bienes
inmuebles; enajenación de bienes; enajenación de acciones en bolsa de valores; adquisición
de bienes; obtención de premios; dividendos y en general por las ganancias distribuidas por
personas morales; y demás ingresos que obtengan las personas físicas.

El objeto gravado de este impuesto es:

o Salarios percibidos al prestar un servicio subordinado


o Realizar actividades profesionales
o Arrendamiento o uso de bienes inmuebles
o Intereses que obtenga
o Premios que obtenga
o Dividendos y ganancias que repartan otras personas morales
o Enajenación o adquisición de Bienes

Base
La base del ISR es el resultado de la suma de los ingresos percibidos objeto del impuesto,
menos las deducciones, o cualquier otra figura sustractiva que establezca la ley. Es decir, la
base del ISR no se constituye por los ingresos brutos, sino que se disminuye con las
deducciones que correspondan.
Estas deducciones dependen del régimen fiscal (conjunto de derechos y obligaciones que
surgen del desarrollo de una determinada actividad económica) al que se pertenezca. Así, por
ejemplo, las personas físicas tienen distintas deducciones que las personas morales. De igual
forma, las personas físicas que pagan impuestos bajo el régimen de actividades profesionales
tienen distintas deducciones que las que pagan bajo el régimen de sueldos y salarios.

Tasa
La tasa de ISR para las personas morales es de 30%, mientras que, para las personas
físicas, varía dependiendo del límite inferior en que se ubique la base, que puede ir desde el
1.92% al 35%. Así, la tasa de ISR para las personas físicas es conforme a la siguiente tabla:

Algunas excepciones son la obtención de ingresos de premios de loterías, rifas, sorteos y


concursos, en donde la tasa es del 1% sobre el valor del premio, o de 21% en aquellas
entidades federativas que apliquen un impuesto local a una tasa de más de 6% sobre los
premios; y de enajenación de acciones en bolsa, que tiene una tasa del 10%.

Época de pago

El ISR es un impuesto anual, por lo que se paga por cada ejercicio fiscal. En el caso de
las personas físicas, deben pagar el impuesto mediante declaración anual a más tardar en el
mes de abril siguiente al ejercicio fiscal que se reporta; mientras que, en el caso de las
personas morales, deben pagar mediante declaración a más tardar en marzo del año siguiente
al ejercicio fiscal que se reporta.

Lo anterior sin perjuicio de la obligación de realizar pagos provisionales mensuales a más


tardar el día 17 del mes siguiente al periodo al que corresponda el pago.

Para este impuesto, existen ingresos gravados y exentos; los primeros causan ingresos
acumulados, los segundos no. Asimismo, hay erogaciones deducibles, que se restan del
ingreso gravado.
Las deducciones como bien mencionábamos anteriormente, son excepciones que la ley
permite descontar del ingreso base. Entre ellos, las personas físicas que realicen actividades
empresariales o servicios profesionales, podrán efectuar las deducciones siguientes:

o Devoluciones: las que se reciban o los descuentos o bonificaciones que se hagan.


o Adquisición de mercancías: utilizadas para prestar servicios, para fabricar bienes o
para enajenarlos.
o Gastos.
o Inversiones.

El Impuesto al valor agregado (IVA)

El IVA es un impuesto general e indirecto que se genera cada vez que se compra algún
bien o servicio (con algunas excepciones), y grava todo valor que se agrega a la mercancía
en su proceso de producción.

Esto se hace mediante la figura de la traslación, por la cual el sujeto del impuesto no sufre
pérdida económica en virtud del impuesto, pues lo traslada a quien le presta un servicio o le
vende un bien. Así, quien carga con el impuesto es el consumidor final.

El IVA es un impuesto que recae sobre el consumo de bienes y servicios, por lo que el
impuesto repercute sobre el consumidor final, pese a no ser él, el sujeto obligado del
impuesto. Es decir, quien vende el bien o servicio (sujeto obligado) actúa como intermediario
entre la Administración Tributaria y el consumidor final.

En este sentido, el IVA se causa en todas las etapas económicas, pero sin generar un
incremento de los precios en cascada, ya que permite el acreditamiento del impuesto pagado
en cada una de las etapas de producción. Conforme a lo anterior, el IVA puede ser clasificado
como un impuesto general en virtud de que aplica de manera genérica al consumo de bienes
y servicios; es un impuesto indirecto porque es trasladado al consumidor final; es real porque
grava el consumo de bienes y servicios sin tomar en cuenta a la persona que los consume; y
tiene un fin fiscal, ya que se instituye para obtener ingresos para los gastos públicos.
El IVA se estableció en México en 1980 y se rige por la Ley del Impuesto al Valor
Agregado.

Sujetos
Los sujetos del IVA son las personas físicas y las morales que realicen los actos o
actividades siguientes:

o Enajenación de bienes
o Prestación de servicios independientes
o Arrendamiento de bienes
o Importación de bienes y servicios
Objeto
El objeto del IVA es gravar los actos o actividades arriba señalados; es decir, la
enajenación de bienes, la prestación de servicios independientes, el arrendamiento de bienes
y la importación de bienes y servicios. El objeto material es el valor que se va agregando a
los bienes o servicios en cada etapa de la cadena productiva.

Base
La base del IVA es el valor que la ley señala para las cuatro clases de actos o actividades
que grava. De manera general, la base del IVA es el valor de la operación.

Tasa
La tasa general del IVA es de 16%; asimismo, hay una tasa especial de 0% que se aplica
mayormente a alimentos y medicinas.

Época de pago
El IVA se paga a más tardar el día 17 del mes siguiente al que corresponda el impuesto.
El contribuyente debe pagar la diferencia entre el IVA por él retenido y trasladado (el que él
cobró) y el IVA que él pagó al adquirir bienes y servicios necesarios para el desarrollo de su
actividad.

Por su parte, la tasa del cero 0% se aplica a las siguientes actividades:

Enajenación de:

o Animales y Vegetales.
o Medicinas de patente.
o Hielo y agua no gaseosa ni compuesta.
o Ixtle, palma y lechuguilla.
o Tractores para accionar implementos agrícolas.
o Fertilizantes, plaguicidas, herbicidas y fungicidas.
o Invernaderos hiropónicos y equipos integrados a ellos para producir temperatura y
humedad controladas.
o Oro, joyería, orfebrería, piezas artísticas u ornamentales y lingotes.
o Libros, periódicos y revistas.

Prestación de servicios independientes:

o Directamente a los agricultores y ganaderos.


o De molienda o trituración de maíz o de trigo.
o De pasteurización de leche.
o En invernaderos hidropónicos.
o Despepite de algodón en rama.
o Sacrificio de ganado y aves de corral.
o Reaseguro.
o Suministro de agua para uso doméstico.
El Impuesto al activo

El impuesto al activo es un gravamen complementario al Impuesto sobre la Renta. Esta


contribución garantiza que las empresas que reportan pérdidas por periodos prolongados
cubran al menos este impuesto como un pago mínimo que puede ser recuperado cuando
obtengan utilidades en ejercicios posteriores.

La base de este impuesto son los activos de las empresas y los de cualquier individuo,
residente en el país o en el extranjero, que otorgue el uso y goce temporal de sus bienes, ya
sea en forma gratuita u onerosa, a otros contribuyentes del impuesto.

Con la creación del impuesto al activo resulta más difícil a los sujetos del impuesto sobre
la renta omitir el pago de esa contribución.

El impuesto a pagar, dice el articulo 9° de la Ley del Impuesto al Activo, será el que
resulte después del acreditamiento.

Sujetos
De conformidad con el artículo 1 de la Ley del Impuesto al Activo están obligados al
pago de dicho impuesto los siguientes:

Las personas físicas que realicen actividades empresariales y las personas morales,
residentes en México, están obligadas al pago del impuesto al activo, por el activo que tengan,
cualquiera que sea su ubicación. Las residentes en el extranjero que tenga un establecimiento
permanente en el país, están obligadas al pago del impuesto por el activo atribuible a dicho
establecimiento. las personas distintas a las señaladas en este párrafo, que otorguen el uso o
goce temporal de bienes, incluso de aquellos bienes a que se refieren el capítulo III del título
IV y los artículos 133, fracción XIII, 148, 148-a y 149 de la ley del impuesto sobre la renta,
que se utilicen en la actividad de otro contribuyente de los mencionados en este párrafo, están
obligadas al pago del impuesto, únicamente por esos bienes.

También están obligados al pago de este impuesto, los residentes en el extranjero por los
inventarios que mantengan en territorio nacional para ser transformados o que ya hubieran
sido transformados por algún contribuyente de este impuesto.

Las empresas que componen el sistema financiero están obligadas al pago del impuesto
por su activo no afecto a su intermediación financiera.

Como podemos ver los sujetos del pago del Impuesto al Activo son los siguientes:

o Las personas físicas que realicen actividades empresariales residentes en México.


o Las personas morales residentes en México.
Están obligadas al pago del impuesto por el activo que tengan cualquiera que sea su
ubicación:

o Las residentes en el extranjero que tengan un establecimiento permanente en el país,


están obligadas al pago del impuesto por el activo atribuible a dicho establecimiento.

Las personas que otorguen el uso o goce temporal de bienes, incluso bienes inmuebles.

o De los demás ingresos de las personas físicas: ingresos como condominio o


fideicomisario de un bien inmueble.
o De los residentes en el extranjero con fuente de riqueza ubicada en territorio nacional:
otorgamiento de uso o goce temporal de inmuebles, muebles y servicio turístico de
tiempo completo.

Que se utilicen en la actividad de otro contribuyente de los mencionados, están obligados


al pago del impuesto, únicamente por esos bienes:

o Residentes en el extranjero por los inventarios que mantengan en territorio nacional


para ser transformados o que ya se hubieran transformado por algún contribuyente.
o Las empresas que componen el sistema financiero, por el activo no afecto a su
intermediación financiera.

Objeto
Con respecto al objeto del impuesto, se tomarán en cuenta todos los activos de los
contribuyentes que caen en la hipótesis jurídica, que establece el artículo 1 de esta ley, las
cuales están gravadas y manifiestan una obligación. El objeto del IMPAC conforme el activo
de cada sujeto se encuentra a continuación:

o Las personas físicas y morales residentes en México que realicen actividades


empresariales, el objeto se encuentra en el activo que obtengan. En el caso de
empresas del sistema financiero, únicamente por su activo no afecto a su
intermediación financiera.
o Las personas físicas o morales residentes en el extranjero que tengan establecimiento
permanente en México su objeto se encuentra en los activos del establecimiento.
o Las personas físicas o morales residentes en el extranjero que no tengan un
establecimiento permanente en México, y tengan inventarios en territorio nacional el
objeto lo encontramos en los activos es decir los inventarios.
o Las personas físicas residentes en México que, en carácter de condominio o
fideicomisario, el objeto del impuesto se refiere a los bienes destinados al hospedaje.
o Las personas físicas residentes en México, otorguen el uso o goce temporal de bienes
inmuebles que se utilicen en la actividad de otro contribuyente, por lo cual el objeto
del gravamen son aquellos bienes que se encuentran destinados para arrendamiento.

El objeto es la titularidad de los bienes de explotación empresarial, ya sea que se exploten


por el dueño o el arrendatario (articulo 10).
Base
El articulo 2° indica que la base de este impuesto es el valor de los bienes a que se ha
hecho alusión.

Para determinar la base se hará que saber el valor de los mencionados bienes y para ello
se seguirán las normas contenidas en el mismo articulo 2°; dicho valor deberá actualizarse
con apego al artículo 8°.

Para obtener la base del impuesto se permite deducir de los activos las deudas que haya
contraído el contribuyente titular de los bines cuyo valor se grava, lo que deberá hacerse con
sujeción al artículo 5°.

Tasa
El articulo 2° establece una tasa anual del 2% sobre el valor gravado. Tratándose, como
queda dicho, de un impuesto correlativo o complementario del de la renta, si el contribuyente
tuviese derecho a reducción de éste (articulo 143 de la ley del impuesto sobre la Renta), igual
derecho le asistirá por lo que mira al impuesto al activo (artículo 2° A)

Desde 1989 hasta 1994 la tasa del impuesto al activo era del 2%, es a partir del mes de
enero de 1995 en donde la tasa cambia al 1.8%, conforme lo establece el artículo 2 del
IMPAC.

Artículo 2. El contribuyente determinará el impuesto por ejercicios fiscales aplicando al


valor de su activo en el ejercicio, la tasa del 1.8%.

Impuestos locales y federales

Tanto la Federación, a través del Congreso de la Unión (encargado de formular las leyes
que rigen en todo el país), como los estados a través de los Congresos Estatales, pueden
establecer las contribuciones necesarias para cubrir el gasto público. Es importante
mencionar que las contribuciones que fije el Congreso de la Unión rigen en todo el territorio
nacional, y las contribuciones que establezcan los Congresos Estatales sólo aplican en el
territorio del estado correspondiente al Congreso Estatal. De esta forma podemos distinguir
entre dos tipos de impuestos:

Son impuestos federales los establecidos en Ley por el Congreso de la Unión, por lo que
rigen en todo el territorio nacional. Y son impuestos locales los establecidos por los
Congresos Estatales, y sólo rigen en el territorio del estado al que pertenece el Congreso.
Mientras que los impuestos municipales se determinan en a nivel municipal.

Algunos ejemplos de estos tipos de impuestos:

Federal Local Municipal


o Impuesto Sobre la o Impuesto sobre o Impuesto Predial
Renta (ISR) nómina o Impuesto sobre
o Impuesto al Valor o Impuesto sobre Adquisición de
Agregado (IVA) diversiones y Inmuebles y
o Impuesto Especial espectáculos Transmisión (o
sobre Producción y públicos traslado) de
Servicios (IEPS) o Impuesto por la Dominio
o Impuesto sobre Prestación de o Impuesto para el
Depósitos en Servicios de Fomento Deportivo
Efectivo (IDE) Hospedaje y Educacional
o Impuesto o Tenencia veihicular o Impuesto para el
Empresarial a Tasa Fomento Turístico,
Única (IETU) Desarrollo Integral
de la Familia y
Promoción de la
Cultura
o Impuesto sobre
Asistencia a Juegos
Permitidos y
Espectáculos
Públicos
o Impuesto para el
Mantenimiento y
Conservación de las
Vías Públicas
o Impuesto por
Alumbrado Público

Entre los impuestos federales encontramos los impuestos internos y los de comercio
exterior.

Conocemos como doble tributación, al fenómeno que consiste en que en dos o más
Estados concurren poderes tributarios sobre los mismos hechos generadores de un impuesto.
La carga tributaria combinada a que puede dar lugar la doble tributación representa
normalmente un obstáculo serio a la inversión extranjera tanto activa como pasiva, así como
al desarrollo del comercio de servicios, transferencias de tecnología y la movilidad del
trabajo.

La misma se produce porque hay dos o más Estados o ámbitos de gobierno que
consideran pueden establecer, válidamente, obligaciones a ciertos sujetos que se encuentran
cumpliendo con un hecho generador del tributo y que cuentan con la capacidad contributiva
necesaria para cumplir con la citada obligación; todo ello porque hay criterios que vinculan
al contribuyente, al Estado y las actividades que realiza en éste o la mera residencia.

La doble tributación puede darse en dos niveles: interno e internacional. A fin de atenuar
este fenómeno, el primer nivel suele solucionarse, generalmente, mediante la coordinación
fiscal en el propio Estado. El segundo encuentra cabida a través de dos maneras: las reglas
del acreditamiento (forma unilateral) y/o la firma de convenios entre los Estados, más
conocidos como los tratados internacionales en materia fiscal (forma bilateral).
La coordinación fiscal consiste en armonizar el ejercicio de las facultades tributarias, lo
cual está directamente relacionado con la forma de administración territorial del Estado, en
nuestro caso Federal. Las entidades y la Federación gravan a un mismo sujeto por el mismo
objeto. Su permisión requiere, que las entidades no mantengan gravámenes sobre las fuentes
de riqueza que son objeto de tributación por parte del nivel federal. (art. 73 fracc. VII, y art.
124 constitucional). Aun cuando las autoridades tributarias en los diferentes estados tengan
amplias facultades en esta materia, tienen limitantes y prohibiciones que facilitan y evitan
una mala justicia fiscal en este aspecto.

Por su parte, en cuanto a las soluciones internacionales tenemos en primer lugar a las
reglas del acreditamiento. Estas se refieren a la posibilidad de que un Estado pueda restar, al
impuesto generado en él, en la declaración y ejercicio fiscal correspondiente, el impuesto
pagado por el contribuyente en un Estado extranjero.

Los tratados internacionales, como segunda medida para evitar la doble tributación,
condicionan el poder tributario de los Estados que lo celebran y contienen medidas para evitar
esta situación de doble imposición; así la situación fiscal de los contribuyentes que ejercen
actividades económicas en otros países, estará clarificada, unificada y garantizada.

Según la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, los Convenios son
normas de Derecho Internacional y como tal deben ser interpretados. De igual modo
establece los principios generales de buena fe, de la primacía del texto y de tener en cuenta
el objeto y fin del Tratado. Su estructura tiene fundamento en los modelos que proponen la
OCDE y la ONU, respectivamente. Estos instrumentos jurídicos son tomados en cuenta, de
acuerdo al principio constitucional de jerarquía normativa, mediante el cual, los Estados
atenderán sus normas internas en la materia y luego los tratados internacionales, debiendo
adecuar su legislación conforme hayan suscrito los convenios en cuestión.

En nuestro país, al seguir el Sistema de Renta Mundial, de acuerdo al cual gravamos a


todos nuestros residentes por obtener ingresos de una fuente de riqueza –independientemente
del origen de la misma –, así como a los extranjeros que obtienen ingresos provenientes del
territorio nacional, desechamos el principio de territorialidad, que, de acuerdo a la OCDE,
tiene como fundamento de la potestad tributaria someter a impuesto a aquellos ingresos
generados dentro del territorio de un Estado o considerados de fuente nacional, según la
definición que establezca cada legislación tributaria, con independencia de la nacionalidad,
el domicilio o el lugar de residencia del contribuyente En base a ello, México grava a todos
sus residentes por los ingresos obtenidos sin importar la fuente de riqueza. Los no residentes
son gravados únicamente por lo ingresos que obtengan de una fuente de riqueza situada en
el país de imposición, o sea, el nuestro; así como también por contar con un establecimiento
permanente –o sin tenerlo– pero que obtenga ingresos en el país.

Por ello nuestro Estado, válidamente puede gravar a los sujetos pasivos de los impuestos,
siendo constitucional; pues, aunque la Carta Magna no refiere en su artículo 31 la doble
tributación internacional, tampoco la prohíbe, por ello, lo que la Constitución no impide será
legal a todos los efectos. Lo único que prohíbe el texto constitucional en este artículo, entre
varios supuestos, es que los tributos sean desproporcionados, que no estén establecidos en la
ley o que no se destinen para los gastos públicos, pero no impide la doble tributación.
México tiene hoy en día uno de los sistemas fiscales más modernos a nivel internacional,
en relación con otros sistemas impositivos, y aunque intentemos evitar la doble tributación
por razones de política fiscal, ésta no es inconstitucional, y las soluciones propuestas por el
Estado mexicano son adecuadas y proactivas en aras de proteger al contribuyente.

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