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EL ESPIRITU EN LOS DISCIPULOS Y EN EL TIEMPO DE LA IGLESIA

San Juan y sus discípulos pertenecen a una iglesia en donde actúa el espíritu, entre ellos el espíritu
suscita el sentimiento de: una comunión en virtud de la cual, están Dios y viceversa. 1Jn. 3,24. La
acción del espíritu consiste en primer lugar, en hacer creer que el Hijo le conozcamos, le confesemos y
esto supone amarle como él amó.
Para ello el espíritu une su testimonio al que Jesús, enviado al Padre a nuestra carne dio y que es
actualizado en la Iglesia y en la eucaristía.
El tiempo de la Iglesia es esencialmente el de la misión del testimonio y del kerigma. El Kerigma debe
llevar la luz en la palabra, y la dimisión social. (E. Gaudium). Es digno de tener en cuenta que todos los
evangelios que envía, con la donación del espíritu santo. En el evangelio de San Juan es esencialmente
con los doce, se trata de todos los discípulos que existirán a lo largo del tiempo de la Iglesia, el espíritu
que los guiará en el conocimiento de la verdad plena, incluso y les comunica lo que vendrá. Jn 16,13.
Mientras los discípulos acompañaban a Jesús le veían y escuchaban su fe iba unida a ella, sobre todo la
falta de inteligencia, el espíritu hará que se presente en primer plano se sus recuerdos las enseñanzas de
Jesús, y madura en ellos un testimonio que no será simplemente una repetición de los hechos en su
materialidad, sino inteligencia y comunicación de sus sentido.
Juan escribía que tiene la unción del espíritu santo y todos con el conocimiento y la unción que
recibieron de él permanece en ustedes y no necesitan que nadie les enseñe, sino tal como su unción le
enseñara todas las cosas tal como le enseñó, permanezcan en el. Jn 2,20-27. Del contexto se desprende
que ésta unción viene de Cristo y consiste en la palabra de Jesús asimilada en la fe bajo la acción del
espíritu, en el apocalipsis el testimonio de Jesús, es calificado como el espíritu de la profecía.
El espíritu no se revela así mismo, sino que aparece totalmente relacionado con Jesús. Comunicado por
este interviene en la Iglesia, para advertirlas y reunirlas en la verdad. El evangelio de San Juan presente
una coherencia, de vigor notable lo que dice del espíritu apunta por completo al testimonio dado
después de Jesús, y este está totalmente volcado hacia al Padre, el pasaje que mejor resume su
ministerio es la meditación que en el evangelista le dio en testimonio de bautista. Jn 3,31-36.
4. HACIA UNA TEOLOGÍA Y UN DOGMA DE LA TERCERA PERSONA
Abundan las historias de conjunto y las monografías, seria presuntuoso e incluso insensato hacer una
presentación valida de pocas páginas del nacimiento y desarrollo y formas sucesivas de una doctrina
complicada. Nosotros presentamos algunos aspectos y reflexión unidos a la experiencia que los
cristianos tienen del espíritu.
-LA PATRÍSTICA
San Gregorio Nacianceno 390
Puso de manifiesto el lento progreso de la revelación del misterio de Dios a lo largo del AT, después en
el NT y en la misma reflexión cristiana. EL AT, predica abiertamente al Padre y de manera más oscura
el Hijo, en el NT ha manifestado al Hijo y ha insinuado la divinidad del Espíritu en la actualidad, el
Espíritu habita en nosotros, y se manifiesta a nosotros con mayor claridad, porque no era seguro cuando
la divinidad del Padre no ha sido confesado aun, predicar abiertamente al Hijo y antes del
reconocimiento de la divinidad del Hijo y por Él sale más al Espíritu Santo.
Pastor de Hermas 148.
El Espíritu Santo es el Hijo de Dios, en San Justino, existe formulas al menos insuficiente el NEUMA
Y EL LOGOS, sin embargo se clarifica mejor cuando se profeso la fe trinitaria en la celebración del
bautismo y se preguntaron cuando se bautizó en el nombre de la santísimo trinidad, ciertamente se dijo
cuándo San Mateo redactaba el Evangelio. Sin embargo, a la afirmación Trinitario era ya patrimonio de
la Iglesia desde san Pablo como fórmula bautismal se encuentra en la DIDAJE con la fórmula que tiene
San Mateo.
San Justino e Irineo
Aparece desarrollada en una confesión de Fe, en la que se expresa una catequesis. En primer lugar, ella
(la fe) recomienda que nos acordemos que hemos recibido el bautismo para la remisión de nuestros
pecados en el nombre de la santísima trinidad. El segundo por esta razón nuestro nuevo nacimiento, el
bautismo se realiza por estos tres artículos, que nos refiere la gracia del nuevo nacimiento en Dios
padre, por medio de su Hijo en el Espíritu Santo. La herejía de macedonio y de los Pnuematómakos.
Tertuliano
Va marcar mucho la, mentalidad occidental año 222, hizo que el vocabulario y los conceptos
empleados en la confesión de la fe Trinitaria, conocieran un progreso decisivo. El conocía la referencia
al bautismo en la que confesamos al espíritu santo como un tercero en solo Dios. De él provienen esas
fórmulas bien conocidas. “Trinidad, tres personas y una sustancia” que el forjo en lugares comunes en
el dogma trinitaria igual que estas otras expresiones, “Dios de Dios y Luz de Luz” en las que
profesamos nuestra fe.
Aparece un grupo llamado los NEOMATÓMACOS, se luchó contra ellos y ese confrontar de ideas
parece haber influido en dos desarrollos litúrgicos. Primero: la EPICLESIS invocación sobre el pan y el
vino, toma mayor relieve en el siglo cuarto y posteriormente asume en la anáfora de SERAPIÓN, SAN
BASILIO, CATEQUESIS DE CIRILO DE JERUSALEN Y LA LLAMADA LITURGIA DE SAN
JUAN CRISOSTOMO. Segundo: primitivamente los cristianos celebran durante los 50 días después
del domingo de resurrección el misterio único de salvación y de la vida nueva ganado y comunicado
por Cristo, pero en el curso del cuarto siglo comenzaron a distinguir las fiestas de la Resurrección de la
Asención y Pentecostés.
Pentecostés jamás fue una fiesta del Espíritu Santo se celebra el misterio del Verbo hecho carne, no se
aíslan las personas divinas, el espíritu co-adorado y co-glorificado con el padre y el Hijo.
Agustín de Hipona (393)
Predica de la fe al símbolo ante un concilio local, dice: Numerosos son los libros de los sabios que han
escrito sobre el Hijo, por contrario, El espíritu santo no ha sido estudiado con tanto abundancia y
cuidado y doctas comentaristas. De tal suerte, que resultara fácilmente comprender su carácter propio,
que hace que no podamos llamarle ni Hijo ni Padre, sino únicamente Espíritu Santo. A partir Agustín
se entregó con intensidad a una teología del Espíritu Santo, con una obra llamada De Trinidad. Propone
una reflexión de una profundidad inigualable del conjunto misterio trinitario, veamos a los que atañe
con el Espíritu Santo.
 Espíritu Santo, asístenos, tú el lazo del padre y el Hijo.
 En reposo, tú eres el Padre en tu procesión el Hijo.
 Uniendo todo en la unidad, eres el espíritu Santo.
Agustín parte del hecho de que determinados atributos al Padre y al Hijo no le opone ni les distingue, a
si la bondad y la santidad, ¿será esto el espíritu Santo? No se atreve afirmarlo, se trata de la propiedad
de la esencia. No arranca de la esencia o de la naturaleza común para ir a las personas, dice esta
afirmación: “El padre no es de más que el Hijo, y el Hijo no es Hijo más que del Padre, pero le Espíritu
es el espíritu de los Dos” Mt 10,20, Rom 8,11, Gal 4,6, Rom 8, 9. “por consiguiente el espíritu sería lo
que siendo distinto es común al padre y al Hijo, su santidad común, su amor, unidad del espíritu por el
lazo de la paz”, Agustín sostiene la unidad de sustancia y por consiguiente en la igualdad de sustancia,
silogismo: “Dios es espíritu, el Padre es espíritu, el Hijo es espíritu, como se aplica a los dos
comúnmente en singular Espíritu” esta palabra a aquel que no es uno de los dos pero en quien se
manifiesta la comunidad de los dos, siendo común a los dos el espíritu, y es este espíritu tiene un
adjetivo y es Santo.
LA PNEUMATOLOGÍA DEL C.V.II
1. El concilio ha mantenido la referencia Cristológica, esta es bíblica es condición indispensable
de la salud de una pneumatología. La pneumatología no es neumacentrismo, el Espíritu es el de
Cristo, se nombra incesantemente al Espíritu Santo como principio de la vida este cuerpo que es
la Iglesia. LG, 21. SE HA RETENIDO porque está bien se anuncia una verdad la idea de que el
Espíritu Santo garantiza la fidelidad de la tradición y la verdad de los pronunciamientos del
magisterio. LG 25, GS, 44.

2. La LG vuelve a tomar la compresión de los aspectos visibles humano y divino de la Iglesia de la


unión de Cristo, y lo hace para contribuir la animación al Espíritu Santo, LG 8. Espíritu que
vivifica. Pero el Espíritu no es una fuerza impersonal, el símbolo lo califica como Señor, pero
sigue siendo el Espíritu de Cristo. El Concilio retoma la idea de Ireneo y la idea de la función
eclesial, como la SC5, LG7, PO2 y PO5.

3. Muchos de los documentos fundamentan su doctrina en una visión trinitaria de la economía de


la creación y de la gracia. Y esto ante todo por lo que se refiere al principio plan del Padre,
misión del Verbo Hijo y misión del espíritu. LG2-4 y la GS40. La Iglesia llamada pueblo de
Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu. PO1. La Iglesia es presentada como el pueblo que
saca su unidad de la unidad de la Santísima Trinidad. LG4. Mejor aún es calificada como un
misterio cuyo modelo supremo y el principio de este misterio, es la unidad de un solo Dios en la
trinidad de personas. En materia de bautismo jamás existió problemas en su comprensión y el
CVII, asume toda la consecuencia escrituristica, en el plano litúrgico sacramental, le da
importancia a la introducción a la epíclesis, plegaria eucarística. La mayoría de las epíclesis
lleva dos momentos epiclético, uno a la consagración de los dones y la otra la consagración de
la comunión.

4. Por lo que respecto al Espíritu Santo, la eclesiología Pneumatologica del Concilio, ha logrado la
gran recuperación de los carismas, LG4 y 7, Ad. Gen. AA 3. Esto significa que la Iglesia no se
constituye únicamente por la vía de los medios instituidos, sino también por la cantidad de
dones, que cada persona tiene derecho y la obligación de ejercitarlos en la Iglesia y en el
mundo, para la edificación de los hombres y en la libertad del Espíritu Santo, que sopla donde
quiere Jn2,8. Los carismas deben ejercerse para utilidad común y para la construcción de la
Iglesia y de esta manera se le da un rostro nuevo de la Iglesia, de esta manera el espíritu hace a
la Iglesia. El Espíritu es un acontecimiento, el Concilio ha reconocido este aspecto. Y aquí
algunas expresiones. LG8. Estructura del servicio. DV8. Actualiza. Suscita la vida religiosa LG
44 y 45. Materia de iniciativas o misioneras. Ad.get.29. en el contexto del AGIORMAMENTO:
se atribuye al Espíritu la constante renovación que necesita la Iglesia para ser fiel a su señor, en
materia de ECUMENISMO; la Iglesia reunida en concilio ha profesado los impulsos que
pueden venir del Espíritu Santo. Reditaio 1.

5. Con la revaloración de los carismas y en plena coherencia con ella, el concilio comprendió una
revaloración de las iglesias locales o particulares. Karl Ranher, la Iglesia local como
realización de una Iglesia una santa y apostólica, esta bella definición aparece en LG 26 Y CD
11. El pueblo de Dios llamado y reunido en el Espíritu Santo, en tales condiciones, si la Iglesia
total aparece en una comunión de Iglesia el Espíritu Santo será el principio de la comunión.
LG13 y 25. AG.19. El #13 de la LG, esboza una teología de la catolicidad, en virtud de esta
catolicidad cada una de sus partes presenta sus dones y las otras partes a toda la Iglesia. De
suerte que el todo y cada uno de sus elementos se enriquezca por su mutua y entre todos y
tienden a la plenitud de la unidad. La LG llega a decir la universalidad de los fieles que tienen la
unción del Santo 1Jn 2,20, No puede fallar en su creencia. LG12.

6. Si la plenitud que debe recapitula en Cristo, se prepara realmente en la Historia tenemos que
decir que el Espíritu Santo esta, en numerosas ocasiones, el concilio evoca. PO2, GS11. Guía el
curso de los tiempos, renueva la faz de la tierra, presente en esta evolución, GS26. Que mueve
el corazón de los hombres, LG 41, hace del cristianismo una nueva creatura.

EL ESPÍRITU SEÑOR Y DADOR DE VIDA


EL ESPÍRITU SANTO ÁNIMA A LA IGLESIA
1. La Iglesia es hecha por el Espíritu Santo, Él es su fundador.
En la confesión de fe encontramos el artículo de la Iglesia unido al del espíritu santo, “Creo en el
Espíritu santo, en la santa Iglesia, la resurrección de la carne”. Tertuliano hablaba de la trinidad que
la salvación tiene por garante y la Iglesia se encuentra adherida necesariamente a ella, porque donde
está la trinidad ahí está también la Iglesia, que es cuerpo de los tres. Tampoco debe extrañarnos que
el concilio de 381, añade el símbolo de Nicea, que dice “y en el espíritu santo”, las palabras “Señor
y dador de vida, que procede del padre, que con el padre y el hijo reciben una misma adoración y
Gloria”.
Y también aporta el artículo que es una santa católica y apostólica. San Agustín no conociendo el
texto del concilio del 381, une siempre la santa madre Iglesia con el espíritu santo, del que ella es
templo. La Iglesia es objeto de fe. La creemos una, santa, católica y apostólica. Pero relacionamos
estos atributos con su causa propiamente divina y en orden de la Gracia, es necesario creer que la
Iglesia es una, santa, católica y apostólica, por lo que se refiere a las tres personas de la trinidad,
creemos en ellas, de tal manera que colocamos nuestra fe en ellas.
De la Iglesia vemos todo lo que está hecho este mundo, los incrédulos, políticos y sociólogos lo
ven. La diferencia es que nosotros creemos actúa en ella con su plan de Gracia. De esta manera,
dicho por Jesús, la Iglesia es realidad terrestre, insertada en la historicidad y a la vez es obra de
Dios, misterio únicamente conocida por la Fe. Pero Dios actúa también en lo que es terreno e
histórico, de manera que la trascendencia se pone de manifiesto en lo visible y se ofrece a la
percepción del hombre racional. La Iglesia es signo y al mismo tiempo medio de la intervención de
Dios en el mundo y en nuestra Historia.
Creer en el Espíritu santo, que hace una santa, católica y apostólica a la Iglesia, es creer en la
realización de la promesa de Dios en la Iglesia, en esta realidad concreta y compleja hecha de un
doble elemento Divino y Humano, del que habla el C.V. II. Efesios, 4,16; Jn 21,17. Podemos decir
entonces que la Iglesia ha nacido y vive de dos misiones y el espíritu es cofundador de la Iglesia.
Gálatas 4,4-5. La plenitud de los tiempos.
La misión del espíritu se manifiesta en el pentecostés. Pablo sostiene que la Iglesia es obra de
espíritu santo. Dos puntos: noción de la misión y las procesiones trinitarias.
Misión: implica una presencia de una persona que envía. (Padre) pero está con ellos una revelación
y una existencia (El verbo), también el espíritu ha estado siempre en el mundo. Que el verbo y el
espíritu vengan, no significa que se desplacen, sino que hace existir una criatura en una relación
nueva con ellos.
Significa que la procesión que les coloca en la eternidad en la uní- trinidad, se termina libre y
eficazmente en un efecto creado.
La Iglesia como órgano de conocimiento y amor, depende totalmente de las misiones, ella es la
fecundidad que se realiza fuera de Dios en la naturaleza de las trinitarias. ¿hay misiones visibles del
espíritu? Se dan signos donde se manifiesta. Viento, paloma, lenguas de fuego, milagros, hablar en
lenguas y todos los relacionado con signos sensibles de la llamada mística. Ahora, no es ese el
espíritu sino son signos de su venida y por consiguiente de su precesión interna.

2. Misiones visibles del Espíritu


Se dan venidas del espíritu acompañados de signos visibles que las manifiestan. Entre ellos están:
viento, lenguas de fuego, paloma, milagros, hablar en lenguas, son fenómenos visibles de la vida
místicas. El espíritu santo no está unida a estas realidades en existencia y sustancialmente son
únicamente signos o manifestaciones de su vanidad, de su acción y por consiguiente de su
procesión eterna.
San Ireneo, expreso poéticamente en la imagen de las dos manos de Dios, la idea de que la Iglesia
viene de Dos misiones la del verbo de Dios y la del soplo. De algún modo aplica la formación del
hombre a Imagen de Dios. Esa formación del hombre representa tan solo el comienzo de una
economía que realiza el padre según su beneplácito por su verbo hijo, y por su espíritu sabiduría. El
mismo San Ireneo, gusta de presentar a los apóstoles instituyendo y fundado la Iglesia al comunicar
a los creyentes el espíritu que ellos habían recibido del Señor, instituyeron y fundador la Iglesia
distribuyendo a los creyentes este espíritu santo que ellos habían recibido del Señor. Esto no quiere
decir que el espíritu viene a animar tan solo una institución totalmente determinada en sus
estructuras, sino que es, verdaderamente co-fundador.
Si se trata de los sacramentos Cristo dio una significación de Gracia a determinadas acciones, pero
la determinación de solos ritos sacramentales ha sido precisada a lo largo de la Historia. La elección
de los 12 seguramente fue con la cooperación del espíritu santo, el testimonio, el espíritu elige y
conoce las capacidades que exige su función, por ejemplo: las ordenaciones son imploraciones y
comunicaciones del Espíritu Santo. Es una unción por él. Sobre todo, si nos referimos a los tres
sacramentos que imprimen carácter.

EL ESPIRITU SANTO HACE UNA A LA IGLESIA, PRINCIPIO DE COMUNIÓN


El espíritu es dado a la Iglesia, fue prometido a los apóstoles, pero con miras al nuevo pueblo a la que
ellos eran primicias, que va más allá del tiempo determinado. Fue dado en primer lugar a los apóstoles,
e inmediatamente a la totalidad de la primera comunidad en el día de pentecostés. Dos términos
significativos: primero: reunidos juntos en el mismo lugar, unánimemente. Segundo: cuando reciben la
fuerza y la luz de lo alto, los jefes de la iglesia naciente no se habían dispersado por diferentes lugares,
sino que se encontraban unidos en un mismo lugar y un mismo corazón.
Constituían una asamblea de hermanos cada discípulo fue llenado de los dones de lo alto porque
formaba una comunidad moral con los discípulos distantes. El espíritu principio de unidad supone una
primera unidad suscitada por el secretamente, la unidad del asentimiento, a estar juntos en el camino
hecho en este sentido. San Agustín: emplea los nombres de: fraternidad, caridad, caridad en unidad,
amor de la paz de la concordia mutua, que es lo opuesto a comunitario y sistemático.
Es preciso entonces estar en el cuerpo de Cristo para tener el espíritu de Cristo, y por parte que se tiene
el espíritu de Cristo y que se vive verdaderamente de Él cuando se está en el cuerpo espíritu, para
formar un solo cuerpo. 1 Co 12,13. El espíritu ha sido dado a la comunidad en la que es recibido el
individuo por el bautismo, pero en consecuencia la Iglesia, es una comunión, fraternidad de personas
por consiguiente a ella se unirán un principio personal y un principio de unidad. La armonización de
ambos es obra del espíritu santo. Nosotros las personas somos la gran riqueza cada uno es un principio
autónomo original de sensibilidad, experiencia, de relaciones de iniciativas, ¿Qué número de
posibilidades tenemos?
El catolicismo, al sobrevalorar la función de la autoridad y como consecuencia de una tendencia
jurídica al relacionar con el orden impuesto a la unidad, ha desafiado al menos en la época moderna las
expresiones del principio personal.
Para llevar a la unidad tantas realidades diversas se requiere nada menos que el espíritu de Dios. Pero
llevar a la unidad respetando, animando su diversidad. Naturalmente no cualquier precio, ciertamente el
espíritu sostiene a la jerarquía pastoral y dirija las comunidades por medio de ella, pero su actuación no
termina ahí. No asegura la unidad bajo precio o reducción sino por la vía más delicada de la comunión,
la Iglesia no es solo redil sino rebaño de ovejas individuales y cada una de las cuales el pastor llama por
su nombre.
Aunque ambos son inseparables, el Hijo fue enviado al mundo el espíritu a los corazones, la comunión
del espíritu con el espíritu humano, es inmediata e indirecta, el que escudriña las profundidades de
Dios, entra también en las profundidades de nuestros hombres anteriores nuestro cuerpo se convierte en
el tabernáculo, pero su presencia escapa a la vista de los más íntimo, entra en contacto incuso en los
deseos no expresados. Así el espíritu único y omnipresente trascendente e interior a todos sutil y
soberano respetuoso de las libertades y poderoso para inspirarlas y poderos para inspirarlas puede
promover el plan de Dios que se expresa en las palabras, comunión, unipolaridad, al final Dios se todo
en todo. Es decir, una vida única animando a una multitud sin profanar la interioridad de nadie como en
el Sinaí, Dios hacia arder la zarza sin consumirla, es espíritu es realidad escatológica es el prometido
cono nosotros esta prenda (arras) es la extrema comunicación de Dios mismo como gracia. Esta
comunicación e interioridad no desembocan en una fusión es una habitación mutua de una en el otros,
el en nosotros en él, sin confusión de personas.
El espíritu logra que todos sean uno y que la unidad sea multitud así él es el principio de la comunión
de los santos y de la comunión sin limitaciones, esta consiste en vivir y comportarse como miembro
consciente de un todo orgánico.
El espíritu es también recuerdo actualiza y hace comprender las acciones y dichos del verbo hecha
carne. Jn 14,26. De esta manera es en la Iglesia el principio de la presencia del estado y de lo
escatológico en el momento actual, es también una manera en que el espíritu hace una a la Iglesia,
según las dimensiones tal como confesamos.
Porque hay diversidad de dones, pero el espíritu es el mismo, y todos estos dones son frutos del espíritu
que lleva a la comunión.
1. ¿La iglesia una persona?
Si tal es el principio de unidad en la Iglesia no podemos evitar de plantearnos la pregunta acerca de la
personalidad de esta.
La persona Iglesia no se reduce a la suma total de los individuos que lo componen, tiene una realidad
propia en que se tiene unas propiedades específicas tales como: unidad, santidad, catolicidad y
apostolicidad. Indefectibilidad, a ella le fue prometido el espíritu santo, que opera precisamente estas
propiedades en ella, nos preguntamos ¿reconocemos a la Iglesia unas personalidades da suprema, su yo
trascendente? Lo admitiremos en un sentido que debemos precisar, si Cristo es el yo de la Iglesia, como
es ella a su esposo, si es el espíritu santo, como es ella en el cuerpo de Cristo.
La unidad propia de la Iglesia tiene su realidad en esta: pero su fundamento en Dios en la Escritura la
relaciona constantemente con la unidad absoluta de Dios, de Cristo del espíritu santo. Aparece
relacionado con la voluntad de Dios, con su plan Rom, 8,28. Su voluntad salvífica. La persona-Iglesia,
es la realidad una total y eficazmente querida o voluntad, el término de su realización, este término,
esta realidad, no es otra cosa que el cuerpo místico de Cristo, fruto de dos misiones. La del verbo hijo y
la del espíritu santo.
Ambas misiones tienen una condición diferente, referente a la mística: el espíritu santo es: el sujeto que
efectúa todo lo que dependa de la Gracia, por el contrario, el hijo verbo de Dios, asume una unidad
consustancial con la nuestra, se une a ella en el ser, en una unión personal y sustancial. La unidad de
Cristo es la causa instrumental no inerte como una cosa sino inteligente y libre es como el voluntario de
la comunicación de Gracia, él da la gracia y el espíritu voluntariamente desde este momento el señor
Jesús y el espíritu santo son conjuntamente los autores del cuerpo, es decir, la iglesia en su unidad,
cuyo cuerpo es Cristo.
2. En la vida concreta y cotidiana en los fieles
La comunión en el sentido en que la hemos expuesto es verdaderamente una realidad, pero muy
sublime, tan sublime que podría permanecer como un ideal situado entre el cielo y la tierra, en vez de
traducirse en la contera cotidianidad, la comunión mística de la que el espíritu es soberano. Requiere
traducción concreta en el plano de las relaciones humanas, personales.
Por más que depende de nosotros el expresar solidaridad, y traducirla al plano de los sentidos no
debemos olvida que, si la caridad es sublime, la que el espíritu santo pone en nuestros corazones que es
muy concreta. 1Co13. El amor tiene por principio el Espíritu Santo de Dios. Los más concreto, lo más
ordinario forma parte de los más sublime.
3. El Espíritu Santo es principio de “catolicidad”.
Al hablar de unidad no hay más remedio que tocar el tema de catolicidad, efectivamente la unidad es la
de numerosas personas según la totalidad y esto mismo es lo que designa la catolicidad de católico,
además la unidad es por vocación de extensión universal, contenido que perteneciera en su tiempo y en
su país, pero no podemos negar a Cristo su valor de luz del mundo y de Señor de todos. Sn Jn 8, 12, 12,
32. La Iglesia tiene en cuenta la diferencia que existe cuando pasa de el a ella, ella guarda su tesoro en
un vaso de terreno, lo que, a pesar de todo, realiza la continuidad del él a ella. Lo que en ella viene de
él como institución palabra, bautismo, eucaristía, y por el espíritu que comunica.
En el momento presente solo gozamos en arras de ese espíritu que debe renovarlo todo, será la plenitud
de la acción por la que hará que Dios en todos, él es el don escatológico sustancialmente presente y
activo en ella. La hace católica tanto en el espacio del ancho del mundo como en la historia del tiempo.
4. La misión en los espacios humanos.
En la existencia terrestre de Jesús, el espíritu reside en él y actuaba en él, inclusive las apariciones
pascuales del Señal comportaron un espíritu misionero y la promesa. Y posteriormente a estos
acontecimientos el don efectivo del espíritu cuya venida es el principio de misión y testimonios
apostólicos. Lc 24,46,49; Hch 6,11, Jn 20,21. Hemos visto que es un tema esencial en los hechos desde
que el Señor subió a los cielos y se encuentra junto al Padre, el espíritu esta como poder y difusión en
la Iglesia y como fe de vida. El hecho de que esta sea precisamente la vocación de un décimo tercer
apóstol que no conoció a Jesús, según la carne pero que fue suscitado por el Señor según el espíritu.
Pablo no solo permitió la entrada de paganos en el pueblo de Dios, sino al paso del mundo griego y al
mundo Greco-romano, judío. Fue la entrada de un pluralismo sociocultural, a partir de aquí so pondría
en contacto con las culturas. El mundo greco-romano o era relativamente homogéneo, pero luego
barbaros, visigodos, Siglo V, aunque después aparecerían los griegos. De parte del mundo latino, es
donde surgen algunas iniciativas de propuestas apostólicas.
Posteriormente se dan los descubrimientos y viajes, acompañadas de implantación misionera de la que
no puede hablarse de manera simple primero que es origen de los países de américa, como también en
Asia y África, y la Iglesia se va catolizando. De todo esto nos interesa el encuentro del pueblo, durante
largos tiempo apena se ha estimado conocido al otro en su alteridad y en la profundidad de los valores
que poseía.
El cristianismo católico, ha entrado con culturas y religiones nuevas desde el momento de su primer
pentecostés, actualmente es llamado a conocer y aceptar esas culturas y religiones de manera nueva.
¿Por qué? Porque las personas mantienen actualmente contactos recíprocos con hechos más intensos
por medio de viajes, intercambio, relatos, televisión, y las redes. Hoy todos estamos presentes en todo,
porque disponemos de mejor medios de conocimientos auténticos de las culturas y religiones y debe
despertar en nosotros medios de intereses, esta sintonía la Iglesia esta llamada actualmente a ser la
Iglesia de los pueblos de una forma nueva.
Pentecostés que lanzo al mundo (Iglesia) lo coloca en él con una vocación de unidad de universalidad,
no mediante la realización en extinción uniforme sino logrando que cada uno comprenda las maravillas
de Dios y las exprese en su propia lengua. Hch 2, 12. Mediante la misión que es un don del Espíritu, la
Iglesia maco universal a la par múltiple y particular. Católica porque es particular teniendo la plenitud
de los dones porque cada uno tiene los suyo, no al estilo de Babel sino iniciando una inculturación del
mismo evangelio y de la misma en suelos culturales o espacios humanos variados y diversos. Ad.
Gentes. (4) En la Iglesia actual se lleva a cabo mediante el mayor realce de dos órdenes de realidades
estrechamente unidas entre sí. (Los carismas y las Iglesias particulares).
LOS CARISMAS: Los talentos de los que goza el Espíritu Santo para la utilidad común, para la
edificación de la comunidad (Iglesia). Ninguna Ley ha sido más firmado ha sido como este y en la
tradición cristiana que la del servicio y de la edificación mutua. Los dones afectan a las personas, pero
estas no son nómadas individualmente autónomas, forman parte de un pueblo, tradición, cultura, de un
medio ambiente concreto a los que son apropiados de alguna manera esos dones. La catolicidad exige
un concurso de estos dones intercambios y aportaciones mutuas entre las partes, responsables todas del
todo y de seguridad. “Koinonia y la Diaconia”.
La práctica de la catolicidad revista a los caracteres a los que ha sido formulada, por ejemplo: LG 13.
LAS IGLESIAS LOCALES Y PARTICULARES
Ni el C.V. II. Ni otros documentos posee un vocabulario fijo por nuestra parte estimamos fundada y
clara la distinción siguiente: “la iglesia local es la iglesia de Dios en un lugar determinado, se aplica a
perfectamente a ella la bella definición de Dioses. Dado por el concilio.” Puede llamarse Iglesia a
aquella que presenta un rasgo particular, por ejemplo. De lengua, de reclutamiento de sus miembros.
Puede ser una Diócesis una parte de ella, o puede estar compuesta por un conjunto de Diócesis, un
patriarcado.
La revalorización de las Iglesias particulares ha sido fruto del Concilio es su aportación más novedosa.
Ranher: el concilio las considera formadas por un pueblo llamado y reunido en el espíritu santo. Por
consiguiente, el espíritu santo es para ellas el principio de unidad, y a la vez, de dones y talentos
propios. Su misión consiste en contener y resolver esta especie de tensión fundado entre lo particular y
la unidad.
EL ESPIRITU SANTO HACE CATÓLICA A LA IGLESIA EN EL DECURSO DEL TIEMPO
Se ha afirmado constantemente que el Espíritu Santo, asegure de manera soberana la fidelidad de la
Iglesia a la fe recibida de los apóstoles. El espíritu santo, es profesada por los mismos apóstoles, el
sacerdocio de Cristo el espíritu santo lo hace real y profética, su realeza profética y sacerdotal. De igual
manera la unidad de la Iglesia es apostólica es Santa y católica, su catolicidad es una y apostólica. Su
santidad es apostólica, católica, pero envuelve su unidad. La Iglesia da su palabra y da testimonio de las
escrituras inspiradas la vida de la Iglesia a lo largo de los siglos, ha sido una meditación de las
escrituras, por eso se dice constantemente de leer la Escritura en el mismo Espíritu y por el mismo
espíritu, bajo cuya influencia fue redactada.
Si no se da lectura adecuada, si no es bajo el movimiento del Espíritu Santo y por el mismo espíritu
bajo la influencia fue redactada dicha lectura hay que hacer bajo el dicho del espíritu. Este es uno de los
puntos donde se manifiesta el lazo riguroso que existe entre el espíritu y el verbo, el paráclito y Cristo,
porque toda la Escritura habla de Cristo.
El misterio cristiano es la auto revelación y auto comunicación de Dios por medio de su Hijo
Jesucristo, en el espíritu Santo, según Irineo esta es la comunicación con Cristo. Este es el sentido
original de Orígenes, esto es lo que el concilio pregunta. ¿Cómo interpretar la Escritura? El concilio
reconoce ante todo la plena historicidad el condicionamiento humano y cultura de los textos humanos,
al considerar la escritura un poco como un sacramento como la Iglesia misma y analógicamente como
la encarnación reivindica ya que la Sagrada escritura debe ser leída e interpretada a la luz del mismo
espíritu que la hizo redactar. Tener el cuidado de ver el contenido de la misma escritura teniendo en
cuenta la tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe.
Si la escritura es pues en cuento su contenido la comunicación del misterio de Cristo (obra del espíritu
santo) se comprende que se haya asimilado a ella la tradición, la eucaristía y la misma Iglesia.
Efectivamente, en resumidas cuentas, se trata del mismo contenido por la intervención del mismo
espíritu.
Partiendo de la letra el espíritu santo actualiza la palabra. Hace que ella hable a cada generación a cada
ambiente cultural teniendo en cuenta la coyuntura de cada momento, asiste a la comunidad cristiana
para que ella capte el sentido la palabra de Dios, ¿no es este el que envió Jesús?, ¿no es este el que
vivieron los primeros testigos, Iglesias? ¿no ha tenido la Iglesia de ello y lo ha afirmado a través de la
tradición? ¿no existe hoy un amplio ecuménico? En determinados momentos la teología de la contra
reforma y la restauración católica, insistió en la garantía que el espíritu da a la Iglesia, entendida como
autoridad y magisterio, para no caer en el error.
Sin ninguna intención de desconocer este aspecto insistimos aquí en la actualización del conocimiento,
en la continuidad y en el hecho de que toda la comunidad (que incluye a sus pastores) se beneficia de la
asistencia del espíritu santo. (Mc16,8)
Esta unción de fe que viene del Esp. Santo se ejerce en el decurso de la Historia, en el tiempo de los
padres hasta la época del concilio de Trento, se designaba la eficacia de esa unción, en la Iglesia
utilizando términos de revelar, inspirar y sugerir. Con todo el interés de la revelación antigua y la actual
se presenta la revelación como un acontecimiento actual que se presenta en una Iglesia en un acto de fe,
es de considerar además la buena costumbre y constante de los usos textos bíblicos, la liturgia lo saca
de su lugar histórico y los sustrae de su sentido estrictamente exegético para convertirlos en una
actualidad de auto revelación y auto comunicación de Dios.
El magisterio de Iglesia y los teólogos proclaman actualmente tanto como en otros tiempos que el
espíritu santo actúa en la Iglesia que la ilumina, que gobierna su vida en conformidad con la promesa
del Señor. A la vista de las críticas protestantes que producen un texto inspirado tenemos que equipar a
la Iglesia a la palabra instauradora y las Iglesias humanas de la ortodoxia afirmada por el mismo
espíritu que habló por la Iglesia.
El cristianismo ha conocido y reconocido siempre inspiraciones interiores e incluso de una vida espíritu
fervorosa, lo cual, San Juna de la Cruz lo llama, “”de aquí no se habla de revelaciones privadas y que
ha llegado en la vida de los santos. También podemos hablar de las formas de actuar de la Iglesia como
lugar teológico. Pensemos por ejemplo en materia sacramental, Santo Tomas se refiere “sensius fides”
pero también habla del “sensius fidelius” y se encuentra por mérito propio en lugares teológico, Dios
utiliza para dar a conocer algo. Se trata de una experiencia del mundo, mundo por y en el que los
cristianos lograrían un acontecimiento nuevo de Dios. Conocimiento en el que estaría implicada la
acción del ES. Distingamos tres momentos:
Los movimientos y grupos eclesiales.
Reflexionar sobre los grupos y de los hechos de lo que ellos viven, y de que seguro, a la luz del
evangelio, y en el espíritu de responder mediante el compromiso. Se percibe en ellos la huella del ES.
No hay pues diferencia, de los hechos del mundo y aquello que puede producir el espíritu santo.
El espíritu y el devenir de la historia.
El espíritu de la “PACES IN TERRIS Y LA GAUDIUM ES SPES” se pone en atención a los signos de
los tiempos se ha implantado claramente en la conciencia que la iglesia tiene de si misma en su relación
con el mundo que es historia. Para lograr este intento es deber en permanente de la Iglesia escrutar a
fundo los signos de la época e interpretarlos a la luz del evangelio. El pueblo de Dios movido por la fe
que impulsa a creer que quien le conduce al señor es el ES. Procure a discernir exigencias y deseos, los
signos de los verdaderos de los planes de Dios. Estos signos de los tiempos no son definidos, pero están
suficientemente descritos su contenido es la coyuntura en la que la Iglesia pueblo de Dios debe ejercer
su misión. Coyuntura que vuelve de alguna manera los designios de Dios y por consiguiente su
conducta, esa coyuntura se hace presente en conjuntos de hechos que son descritos en los numerales del
4 al 10, GS. Rasgo común el demarcar un cambio.
Para interpretar estas indicaciones del mundo no lo haremos desde la sociología sino bajo la guía del
espíritu Santo. Ese mundo puede ir tomando conciencia y puede evocar energía y esperanzas cuando
hay una iluminación verdadera de la palabra de Dios, la palabra será identificada con la economía de
Dios en acto en los acontecimientos si reaccionamos en nombre de la revelación positiva, atestiguada
en las escrituras inspiradas superadas mediante una exegesis, el sentido del “aquí y en el ahora”.
En la actualidad encontramos sacerdotes y catequistas que afirman querer partir no de una
palabra ni de una fe constituidas sino de los hechos y de la vida.
Escuchar a Dios en la vida del mundo, que se dirige a raves de los acontecimientos. Las mediaciones
que nos revelan a Dios son el mundo. El individuo en sus relaciones, la comunidad garante en su
historia. En nuestro mundo contemporáneo creemos cada vez menos en las virtudes y en la
intangibilidad de los dogmas y buscamos en de la significación de las cosas y en las cosas inmediatas,
son citas (heteróclitas) que se separan del ordinario. Tal vez expresan y como tal muy válida, pero
puede ilustrar una tendencia común a dejar de lado al menos por un momento al dato adquirido la
revelación positiva o los datos de un espacio religioso específico para encontrar a Dios en los
acontecimientos y en las relaciones humanas.

EL ESPÍRITU SANTO CONSERVA LA “APOSTOLICIDAD DE LA IGLESIA”


Apostolicidad significa relativo a los apóstoles conforme a los apóstoles. La palabra sugiere una
originalidad, esta idea es totalmente correcta, pero necesita una complementación, diríamos que de
alguna manera una definición presentada encierra solamente la mitad de la verdad. La otra mitad
consiste a la referencia a la escatología. Cristo es el alfa y omega, el que es y el que era y el que ha de
venir. El pantocrátor. La apostolicidad es aquella propiedad que para la Iglesia es a la vez un Don de
Gracia y una responsabilidad. Tarea a realizar entre el alfa y omega, asegurando la continuidad desde
una a la otra, la identidad sustancial del término y del principio, nos hallamos ante una gran verdad que
es objeto de un profundo conceso inclusive ecuménico. Se trata de juntar el alfa y omega de manera
que plan y don permanezcan idénticos a través de la historia. El crecimiento vicisitudes que han
producido y producirán en ella, se trata de mantener la forma de existencia en comunidad mesiánica y
escatológica hasta que el retorne. En palabra de las primeras generaciones cristianas llaman a esta tarea
guarda brillantemente el sello del bautismo. Pero se trata de la Iglesia como tal, los medios de esta
fidelidad fundada de manera inquebrantable de la fidelidad de Dios son:
1. Los elementos esenciales de las instituciones eclesiales instituidos por Jesús, su palabra, los
sacramentos, el ministerio de los 12, y de manera más aun radical, Mc 3,14. Germen del nuevo
pueblo de Dios, y como estuvieron en el principio los 12 estarán al final precisamente para
juzgar de la fidelidad que las tribus del nuevo Israel mantuvieran a sus reglas institucionales.
Velar hasta su retorno. Este aspecto escatológico de la apostolicidad tiene su espacio en el juicio
final, la escritura habla en termino de distinción entre ovejas y cabritos. 1co 3,12ss.

2. La misión dada una vez en total, todas las naciones y está asegurada todos los días hasta la
consumación del tiempo Mt 18,19, la apostolicidad es precisamente la identidad deberíamos
decir incluso, la unicidad de esta misión apostólica a través de los siglos hasta el final. Al
tiempo que las personas que la llevan adelante irán moviendo sucesivamente y serán
remplazados por otros y esta misión es la misma de Cristo.

3. Más radical que la misión de Cristo es el mismo “Cristo como consagrado y enviado”. Jn 20,36.
Con esta referencia queremos insinuar y subrayamos en que Cristo fue enviado y por nosotros,
este Cristo es por su misión de mesías salvador fue ungido por el espíritu en toda su actividad y
de manera especial para su bautismo y su lucha contra el príncipe de este mundo. Finalmente,
de manera decisiva para lo que debía seguir en su resurrección su glorificación y su
entronización como Señor. Su humanidad de servidor obediente hasta la muerte y el abandono
de la Cruz es establecida a partir de ese momento en la plena condición de humanidad como
hijo de Dios, es decir poderosa como cualidad hijo de Dios como su espíritu.

4. Al mismo tiempo de enviados el hijo y el espíritu fueron dados pero el título de don encuadra el
espíritu, el mismo espíritu está en Dios como persona que procede de modo de amor común al
padre y al hijo está también en Cristo hijo encarnado para santificarle y en nosotros en la
Iglesia. De esta manera, el espíritu es el último es decir el supremo y que consuma principios de
identidad de la obra sobrenatural y salvadora de Dios.

Tratándose de la Iglesia expondremos la acción que despeña el espíritu santo para asegura el
lazo de continuidad e incluso entre identidad del alfa y omega en la categoría del testimonio,
pero indispensable entenderla auténticamente bíblica.
a) El verbo “UD” que significa testimoniar expresa la idea de repetición que entraña la afirmación
de compromiso de la voluntad en un sentido determinando y es ahí donde Dios manifiesta su
voluntad. Salmo 119. Desde la mentalidad griega en que fue escrito el N.T., con el sentido que
hemos dado al término mártir que acepta el sufrimiento incluso la muerte, porque se es testigo
por afirmarla sin desfallecer la realidad del querer y de compromiso con Dios realizados en su
alianza en Jesucristo que fue el primer testigo fiel.
Este testimonio cristiano se refiere a la muerte Resurrección y el señorío de Cristo, está siempre
porque más allá de la afirmación de que estas cosas han sucedido proclama su valor salvífico,
su actualidad eficaz para el mundo.

Dios mismo da testimonio con sus testigos él actúa en el testimonio de ellos y a través de él. La
revelación de Dios en su decisiva manifestación ha tenido lugar en Cristo, el testimonio no es
apologético sino apostólico, testifica lo que ha llegado, ve la afirmación dinámica y que apunta
hacia una escatología. En la era mesiánica y escatológica inaugurada por la misión Don de
Jesucristo y ES, el testimonio de los dos valores, el de la memoria y de la atestación de lo que
ha llegado y el de un dinamismo de que afirma la realidad actual, nacida de estos hechos hasta
su consumación escatológica. 1Jn1,2.

b) En el discurso que San Juan presenta como el testimonio de Jesús, este dispone para llevar a
cabo su obra después de él una doble misión, la de los apóstoles y la del paráclito del espíritu de
la verdad. Jn 13,20; 14,16. Ambos conjuntamente darán el testimonio de que hemos visto su
doble componente e indisoluble la testación de lo que ha llegado. Lc 24,48-49. Hch 5,32.
Los hechos y las cartas apostólicas, nos presentan en ejercicio esa asociación entre el espíritu
santo y los enviados de Cristo, los profetas y los doctores de Antioquia imponen las manos para
la misión a Pablo y a Bernabé, pero se dice este también que son enviados en misión por el
espíritu santo. AAP.3-4 de igual manera Pablo instruya a las comunidades cristianas Hch14,3
per cuando se dirige al pueblo particular de Éfeso miren por ustedes mismos y por toda la Grey
en la cual el espíritu Santo los ha constituido inspectores. Ananás y Sáfira creían engañar a los
apóstoles en realidad mintieron al espíritu Santo. Los enviados predican el Kerigma.

1 Pedro 1,12. Su palabra es poderosa por la acción del espíritu Santo, 1 Tes 1,4. Pero antes que
nada ellos mismo han sido fortalecidos por él en la verdad. La apostolicidad debe llevar en sí
misma la veracidad del evangelio. 1 Jn 5,6. La iglesia nace a través de la predicación y gracias
al ES. Hch 6,6-7. El ministerio apostólico es un ministerio del espíritu santo. 2Cor 3,4-18.

Podemos decir que sus actividades derivan de la institución. La palabra y los sacramentos el
servicio de las dos mesas el pan de vida. El espíritu santo actúa con el ministerio con el interior
de las almas lo que se celebra externamente, pero la Iglesia se construye también por medio de
intervenciones inesperadas a veces secretas y sensibles, encuentros, inspiraciones,
acontecimientos. Se trata de una experiencia tan general que es inútil insistir en este punto, sin
embargo, señalaremos tan solo algunas intervenciones en el ministerio de los apóstoles.

El espíritu, por ejemplo, impide a Pablo pasar a Asia, Hch 16,6-7. Sin embargo, empuja para
tomar camino a Macedonia, después ansioso de llegar a Jerusalén, se detiene en Mileto donde
hace discurso de despedida a los ancianos de Éfeso. De igual manera el espíritu de la vida en su
libertad de Señor está unido al apostolado para hacer la obra del evangelio.

c) Pablo exhorta a Timoteo, guarda ese buen deposito con el espíritu Santo, se ha convertido en
tópico en denunciar en las cartas pastorales un primera catolizacion se emplea la palabra
carisma refiriéndola únicamente a Tomoteo,1,6. Jesús había prometido el espíritu santo a sus
discípulos como un exegeta como un maestro vivo y soberano. Vieron como una tradición o
comunicación del espíritu santo asegura la unidad de la fe en la iglesia desaminadas. La
tradición-tradición del espíritu que asegura la Iglesia de su unidad de su fe está ligada a los
obispos. El proceso que se anunciaba en las pastorales esta testimoniadamente claramente al
comienzo durante todo el siglo II. Es necesario escuchar a los obispos que están en la Iglesia
ellos son los sucesores de los apóstoles y con la sucesión episcopado han recibido el carisma de
la verdad según el beneplácito del padre.

d) La tradición-transmisión del espíritu que asegura a la Iglesia la fidelidad y la unidad de su fe,


está ligada a los obispos. El proceso que se anunciaba en las pastorales esta testimoniado
claramente al comienzo y durante todo el siglo II, es necesario escuchar a los presbíteros
(obispos) que están en la IGLESIA ellos son los sucesores de los apóstoles y con la sucesión en
el episcopado han recibido el carisma seguro de la verdad, según el beneplácito del Padres. (LG
28). A partir de entonces podemos recoger decenas de testimonios sobre la conciencia que
tenían la Iglesia de ser asistida e inspirada por el espíritu santo que le fue prometido y dado para
guardar una inquebrantable infidelidad a la fe recibida de los apóstoles. Esto ha sido afirmado
por la Iglesia total, de manera por el espíritu santo, por el gobierno pastoral y de manera
particular por el magisterio del obispo de Roma, todo esto deriva de la apostolicidad de la
Iglesia.
EL ESPIRITU SANTO PRINCIPIO DE SANTIDAD EN LA IGLESIA
Cuando se habla de la Iglesia más bien nos referimos de la santidad de las personas, sin embargo,
hablaremos de la santidad de la Iglesia.
Repetimos una vez más que las propiedades de la Iglesia se cualifican por una interpretación mutua,
por ejemplo: “la unidad es santa”, es algo que los sociólogos no pueden describir, se sitúa en el
plano accesible a la fe. La apostolicidad es santa que comienza en Dios, la catolicidad es santa, no
podemos entender la Iglesia multidisciplinar.
En el NT, no habla de Iglesia santa. La Iglesia como esposa de Cristo. Ef 5. 1Co15,ss. 1Ped. Ef
2,21. El atributo santo es el más antiguo que ha sido atribuido a la Iglesia. San Hipólito formula la
tercera pregunta bautismal. ¿“Creer en el espíritu Santo y la resurrección de la Carne”? toda alma
fiel es esposa dicho formalmente en el NT. 2Co 11,2. 2Tim 1,14. Este concepto también fue
conocido por los padres de la Iglesia.
1. IGLESIA TEMPLO: santo Tomas Aquino, es preciso saber que la Iglesia es lo mismo que
asamblea, así la Iglesia santa es lo mismo que asamblea de fieles, cada cristiano es miembro de
la Iglesia misma, y al explicar el atributo de santidad, describe: “Iglesia de Cristo es santa,
templo de Dios es santo y el templo sois ustedes” de ahí la expresión “iglesia santa” los fieles
de esta asamblea son hechos santos por 4 títulos. PRIMERA: Iglesia lavada materialmente en
su consagración, los fieles son lavados de la sangre de Cristo, Jesús santifica el pueblo por su
propia Sangre. SEGUNDO: por una unción de la misma manera la Iglesia los fieles son
ungidos para ser consagrados por una unción espiritual, de otro modo no serían cristianos
porque Cristo significa Ungido, esta unción es la gracia del Espíritu Santo, 2Co 5,21. 1Co
6,11. TERCERO: por la in-habitación de la trinidad porque ahí donde Dios habita es lugar
santo, Gn 28,13. Slm 92,5. CUARTO: porque Dios es invocado, Jr 14,9. Tu estas entre
nosotros y tu nombre es invocado sobre nosotros. Vigilar para que así santificados no
mancillemos por el pecado nuestra alma que es el templo de Dios.

Estos textos insisten en el culto espiritual y de manera especial acentúa la realidad de que
tenemos acceso junto al Padre 1Jn 1,13. Jesús había declarado llega la hora y es el momento
actual en que los verdaderos adoradores adoraran al Padre en Espíritu y en Verdad. Dios es
espíritu y los que lo adoran tienen que adorarlo en espíritu y en Verdad. Cuando se dice que
Dios es Espíritu no se está enunciando su naturaleza sino se trata de nuestra relación religiosa
que el culto cristiano deba de ser espiritual, no puede ser sensible corporal, significa que debe
de proceder de la fe y expresar la realidad teológica de la fe, la esperanza y de la caridad. Obra
del espíritu Santo. No se puede profesar Jesús es Señor si no es por el espíritu.

La unción que es el efecto y la marcha de espíritu en nosotros es la unción de la fe, se trata de la


originalidad del culto cristiano, es el acto en que la Iglesia es más pura ella misma ella es el
templo santo de Dios donde por la fuerza del agua que es el espíritu santo, es celebrada la fe en
el bautismo y en el amor, (eucaristía). Que bella es la liturgia de la Iglesia que llena el espacio y
el tiempo con la alabanza a Dios, creador y salvador del Padre y el Hijo con el espíritu Santo.
Templo, casa encierran habitación, en el NT, habla de una habitación expresamente del
Espíritu. Jn 14, 15-17; 1Co 3,6; 1Jn 4,12.

2. LA IGLESIA ESPOSA: citemos algunos textos principales y los relacionado con nuestro
tema: Os 2, 4-20: Is 61,10; Slm 45. Sin embargo, cobra relevancia los textos del nuevo
testamento. Ef 5. Tito, 3. Este último texto, no habla de esposo y esposa, pero explica lo que
contiene la carta a los efesios, la función del espíritu ligado a la purificación y regeneración
bautismales y también una referencia explícita de una consumación escatológica. Los padres
contemplaron mucho el misterio de las nupcias entre Cristo y el cordero, la liturgia lo asume y
lo celebra, ella ve este misterio de manera siguiente: una elección de gracia mediante una
selección de llamamiento por medio de un amor antecedente, es la decisión-verbo se despose
con la naturaleza humana por su encarnación.
Los padres subrayan este aspecto de elección poniéndolo en relación con la purificación de su
bautismo y su muerte en la Cruz. Tanto el uno como el otro comunican su espíritu a su Iglesia,
su esposa la nueva Eva, mediante el bautismo el don del espíritu y después la eucaristía en la
que Jesús alimenta con su propio cuerpo espiritualizado, la Iglesia-esposa se convierte en el
cuerpo de Cristo y forma con él espiritual y misteriosamente una sola carne.
Se han celebrado las bodas la Iglesia es esposa, pero no ha alcanzado la pureza del bautismo
inaugura, siente la tentación de unirse a otros esposos, 1Co 6,15ss. La comunión que debe
consumarse según en espíritu es todavía imperfecta es necesario que también la Iglesia viva una
pascua de muerte y resurrección por el poder del espíritu. Sus nupcias solo serán perfectas
escatológicamente la Iglesia espira a ella, posee el espíritu como arras como prenda, los
gemidos que exhala en nosotros esperando por la consumación del designio de Dios. Rom 8,26.
Aspiran a esa consumación esto es lo que expresa los maravillosos textos. Ap 19,6. Ap, 21,2.
Ap 22. Desde el punto de vista bíblico la vedad de las cosas se encuentran al final, pero es
atisbada desde el comienzo lo que se consuma en estos últimos capítulos el Apocalipsis, es la
gran manifestación final.

De manera unánime al menos desde Tertuliano, los padres y los antiguos han visto aquí el
anuncio profético de los esponsales de Cristo Nuevo Adán y la Iglesia Nueva Eva. Cuando
traspasado del costado de Cristo salió agua y Sangre los padres han visto el nacimiento de la
Iglesia del bautismo y la eucaristía, lo que el esposo hace por la esposa.

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