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Tratamientos térmicos de los metales

1. TRATAMIENTOS TÉRMICOS
Los tratamientos térmicos más importantes son: temple, recocido, revenido y normalizado.
Con su aplicación se consiguen estructuras más blandas y más mecanizables, con mayor
dureza y resistencia. Otro aspecto que mejoran es la homogeneización de la estructura.

1.1. TEMPLE asdfghjkl

Este tratamiento térmico se caracteriza por enfriamientos rápidos (continuos o

escalonados) en un medio adecuado: agua, aceite o aire, para transformar la


austenita en martensita. Mediante el temple se consigue:

− Aumentar la dureza y la resistencia mecánica.

− Disminuir la tenacidad (aumento de la fragilidad).

− Disminuir el alargamiento unitario.

− Modificar algunas propiedades eléctricas, magnéticas y químicas.

El temple se realiza siguiendo los siguientes pasos:

1. Calentamiento del metal.- Se realiza en horno, siendo lento al hasta los 500ºC y
rápido
hasta la temperatura de temple, por encima de A3 si el acero es hipoeutectoide, y
por encima

de A1 si el acero es eutectoide o hipereutectoide.

2. HOMOGENEIZACIÓN DE LA TEMPERATURA

Se mantiene a la temperatura de temple durante un determinado tiempo a la pieza para


que se homogenice en todo el volumen de la pieza a templar. Este tiempo se estima
experimentalmente para cada pieza, aunque se puede calcular aproximadamente

3. ENFRIAMIENTO

rápido Se saca la pieza del horno y se enfría el material en un fluido denominado medio
de temple a una velocidad superior a la crítica de temple con objeto de obtener una
estructura martensítica, y así mejorar la dureza y resistencia del acero El medio de temple
puede ser:

• Agua: es el medio más económico y antiguo. Se consiguen buenos temples con aceros
al carbono. Las piezas se agitan dentro del agua para eliminar las burbujas de gas.

• Aceite: enfría más lentamente que el agua.

• Aire: se enfrían las piezas con corrientes de aire. Se utiliza para los denominadas aceros

rápidos.

A la hora de realizar un temple, hay que tener en cuenta los siguientes factores:

− El tamaño de la pieza, puesto que cuanto más espesor tenga la pieza más habrá que

aumentar el tiempo de duración del proceso de calentamiento y de enfriamiento.

− La composición química del acero, ya que en general, los aceros aleados son más
fácilmente

templables.

− El tamaño del grano influye principalmente en la velocidad crítica del temple, teniendo
más

templabilidad el de grano grueso.


− El medio de enfriamiento, siendo el más adecuado para templar un acero el que consiga
una

velocidad de temple ligeramente superior a la crítica.

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