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Introducción

El Derecho penal es el conjunto de disposiciones jurídicas que


regulan la potestad punitiva del Estado relacionando hechos,
estrictamente determinados por la ley con una pena, medida de
seguridad o corrección como consecuencia de realizar un
determinado acto, su objetivo de asegurar los valores
elementales para la sana convivencia de los individuos de una
sociedad. Este conjunto de normas jurídicas se refiere siempre
al delincuente, al delito y a las penas.
Relación del derecho penal con otras ciencias

Las ciencia Penal. Por su naturaleza, la Ciencia del Derecho


Penal es esencialmente normativa; su objeto lo constituye, de
modo esencial, el estudio del Derecho Penal en forma ordenada,
sistemática y racional; pero al lado de ella existen otras ciencias
diversas en sus objetos y métodos; se trata de disciplinas
causales explicativas conocidas con el nombre genérico de
Ciencias Penales; no intentan guiar la conducta humana, sino
explicar causas, estudiar el nexo entre el delito y los factores
que influyen en su producción. No existe hasta la fecha unidad
de criterio entre los autores respecto a las ciencias propiamente
penales; en general se les incluye en una disciplina más amplia:
la Criminología, que se ocupa, al decir de don Constancio
Bernaldo de Quirós, del estudio del delito considerado como
fenómeno biológico y social, como algo vivo, caliente, palpitante,
sangrante, a la manera de la Historia Natural en toda su
amplitud minuciosa.

La Criminología representa, pues, el término de muchas


Ciencias Penales, entre las cuales destacan la Antropología, la
Sociología, la Endocrinología, la Psicología y la Estadística
criminales. Al lado de estas disciplinas existen otras, conocidas
bajo el nombre de Ciencias Auxiliares del Derecho Penal; entre
ellas sobresalen la Medicina Legal y la Criminalística.
a) La Antropología Criminal tiene por objeto el estudio del
hombre delincuente; investiga las causas biológicas del delito;
se le denomina también Biología Criminal. Esta ciencia, de muy
antigua raigambre, adquirió un enorme desarrollo con los
estudios del positivista italiano César Lombroso, quien en el año
de 1876 publicó el libro titulado "El Hombre Delincuente". Para
este autor, el criminal congénito o nato es un ser atávico, con
regresión al salvaje. La doctrina lombrosiana descansa en tres
puntos fundamentales explicativos de la delincuencia, a saber:
el atavismo, la locura moral y la epilepsia; los delincuentes
natos representan el tipo criminal, tan discutido en nuestro
tiempo.

Las doctrinas de Lombroso han caído en desuso, por haber sido


objeto de incontables rectificaciones que han venido a
demostrar la naturaleza heterogénea del delito, con exclusión de
un solo elemento causal, pues surge como resultante de
múltiples factores. Debe sin embargo reconocerse que merced a
las investigaciones del sabio positivista italiano, se han
desarrollado los estudios del factor personal en la producción
del delito.

b) La Sociología Criminal estudia la delincuencia desde el punto


de vista social, pretende hallar sus causas, más que en el factor
personal, en el medio ambiente. El positivista italiano Enrique
Ferri dio gran impulso a esta ciencia y por eso se le considera el
padre de la Sociología Criminal. No debe olvidarse, sin embargo,
que el creador de la Sociología General fue Augusto Comte.

c) La Endocrinología Criminal propiamente aparece como


ciencia en este siglo, debido a los estudios de Nicolás Pende y de
su discípulo Giuseppe Vidoni. Tal disciplina intenta descubrir el
origen de la delincuencia en el funcionamiento de las glándulas
de secreción interna; trata de demostrar la decisiva influencia
de las hormonas en la etiología y aparición del delito.

Para sus creadores, el desequilibrio de las secreciones


glandulares engendra trastornos en la conducta humana que, a
su vez, motivan el delito. Esta ciencia bien podría formar parte
de la Antropología Criminal.

d) La Psicología Criminal es en realidad una rama de la


Antropología Criminal; estudia al hombre delincuente en sus
caracteres psíquicos. La Psicología Criminal adquiero una
importancia extraordinaria con los estudios del psiquiatra
vienes Segismundo Freud (18.%-1939) y de su discípulo y
después contradictor Alfredo Adler (1870-1937).

Para el primero, el delito es el resultado del "ello"; es decir, del


instinto, que triunfa sobre el "súper yo", o sea la conciencia
moral. Según Bernaldo de Quirós, el "ello" es un vocablo
pintoresco y feliz que no puede sustituirse y sirve de signo a la
energía vital de la carne, con todas sus apetencias. Para Freud
no sólo el delito, sino todos los fenómenos humanos, tienen una
fuente de producción de tipo sexual. Es la freudiana, una
doctrina eminentemente pansexualista. Merced al empleo del
psicoanálisis intenta descubrir los llamados "complejos", o sea
los conflictos entre el "ello" y el "súper yo"; tales conflictos son
siempre de tipo sexual, resultado de actos fallidos o mal
logrados.

Los complejos más comunes son el de Edipo (amor sexual hacia


la madre y hostilidad hacia el padre o a quien lo represente), el
de Narciso (enamoramiento de sí mismo, por exaltación de las
propias cualidades, físicas, o de otra índole), el de Electra (amor
sexual hacia el padre y hostilidad hacia la madre), el de Diana
(relativo a la continencia sexual de las doncellas; recuerda la
leyenda según la cual Diana, en defensa de su castidad, mató a
Orion y transformó a Acteón en ciervo), etc. El psicoanálisis
consiste en escudriñar la subconciencia por medio de las
palabras y de los símbolos que emite el sujeto a estudio.

Generalmente, el psicoanálisis se practica narcotizando


previamente a la persona, para asegurar la espontaneidad de
sus ideas, y entonces se denomina narco-análisis. Adler en su
libro Teoría de la Psicología Individual (1920), expresa que lo
definitivo, el impulso motor en la vida es el sentimiento de la
propia personalidad. Consiguientemente — dice Bernaldo de
Quirós—, en esta nueva concepción, el delito es una resultante
del complejo de inferioridad, adquirido en virtud de
disminuciones de los valores personales, orgánicos y sociales,
que trata de superar la tendencia del hombre al poder, en virtud
de supra compensaciones adecuadas, no sin el cortejo de
conflictos internos y externos consiguientes.

Nótese que tanto el pansexualismo freudiano como la tesis


personalista de Adler, son doctrinas eminentemente positivistas
(como el materialismo histórico, para el cual el delito no es sino
la resultante de las desigualdades económicas), pues aquellas
teorías conciben el crimen como consecuencia.

e) La Estadística Criminal. Al decir de Cuello Calón, nos da a


conocer las relaciones de causalidad existentes entre
determinadas condiciones personales, determinados fenómenos
físicos y sociales y la criminalidad; pone de relieve sus causas,
muestra su aumento o disminución y sus formas de aparición.
Mediante la estadística criminal es posible llegar a
generalizaciones en materia de delitos en una región dada y en
un cierto momento histórico. Las conclusiones de la estadística
criminal, a pesar de su utilidad .indiscutible, deben ser
tomadas en cuenta con ciertas restricciones, porque el delito,
por su carácter complejo, no puede ser manejado
exclusivamente con base en datos estadísticos.

f) Dos son las principales, mas no las únicas. Ciencias


Auxiliares del Derecho Penal: La Medicina Legal y la
Criminalística. La primera tiene por objeto poner al servicio de
la administración de la justicia penal los conocimientos y las
técnicas médico-quirúrgicas. Es sabido que en la investigación
de infinidad de delitos y en el tratamiento de los delincuentes,
se requiere el auxilio de médicos forenses, sobre todo con
relación a los llamados delitos dt sangre, así como en los de tipo
sexual. El médico legista no sólo examina a los sujetos activos,
sino también a las víctimas y procura establecer, dentro de las
posibilidades de la ciencia, el nexo causal entre el autor y el
resultado; ayuda con ello, en forma inestimable, a hacer
realidad la aplicación del Derecho Penal.

La Psiquiatría Médico-Legal es una especialidad dentro de la


medicina legal y tiene por objeto el estudio de los sujetos del
delito en sus funciones psíquicas e indica los tratamientos
adecuados para los que padecen enfermedades o anomalías
mentales. La opinión del psiquiatra forense resulta de gran
utilidad, también, para la determinación de la responsabilidad o
irresponsabilidad de algunos autores de hechos típicos del
Derecho
Penal realizados en condiciones psíquicas especiales.
La Criminalística, según Cuello Calón, está constituida por un
conjunto de conocimientos heterogéneos encaminados al
hallazgo de los delincuentes, al conocimiento del modus
operando del delito y al descubrimiento de las pruebas y de los
procedimientos para utilizarlas.Trátese de diversas ciencias y
artes para investigar los delitos y descubrir a los delincuentes.
No debe darse por terminado este capítulo sin hacer referencia a
la Política Criminal, definida como la ciencia conforme a la cual
el Estado debe realizar la prevención y la represión del delito.
En realidad, esta disciplina no es sino el aprovechamiento
práctico, por parte del Gobierno, de los conocimientos
adquiridos por las ciencias penales, a fin de dictar las
disposiciones pertinentes para el logro de la conservación básica
del orden social.

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