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nota
Hermenéutica e interpretación simbólica del suicidio
serGio JaVier Villaseñor Bayardo en el presente texto abordamos el tema del suicidio desde una pers-
psiquiatra, pectiva filosófica, tratando de dilucidar el aspecto simbólico que éste
doctor en antropología social tiene en ciertas culturas, en concreto la cultura Maya. presentamos un
y etnología. breve análisis hermenéutico para interpretar el suicidio y comprender-
departamento de Clínicas
lo como un asunto socio-cultural. Consideramos que una prevención
Médicas del Centro
universitario de Ciencias
del suicidio, como la misma hermenéutica fáctica lo plantea, debe
de la salud (CuCs). considerar la intencionalidad de dotar de sentido al contexto del ser
presidente del Gladet. a.C. humano. el suicidio no es un asunto personal, es en primera instan-
(Grupo latinoamericano de cia un problema social que nos atañe a todos y cada uno de nosotros.
estudios transculturales). interpretarlo es dotarlo de sentido de modo que nos confronte y se
universidad de Guadalajara, convierta en nuestro problema de tal manera que logremos concebir
México. en el acto de la muerte un motivo para fortalecer el existir.
tumbrado a la muerte si, desde que existe el nada, cada existencia es única en su género;
hombre, ha existido la muerte? ¿Por qué nos la muerte de «x» o «y» es sólo un ejemplo
extraña y nos duele como si siempre se tra- entre otro; algo más que la consecuencia sin-
tase de la primera vez? gular de una propiedad general y abstracta
llamada mortalidad. La propiedad en virtud
En realidad, todos lo que se van muriendo se de la cual somos candidatos para morir, no
nos van presentando como «el primero» en nos dice absolutamente nada de la muerte
morir y es entonces aún más incomprensible personal. Todos sabemos que vamos a morir,
el tratar de responder ¿Por qué quiso morir?, pero no sabemos cómo ni cuándo.
¿Por qué se mató?
Cuando se enfrenta la muerte de un familiar,
La muerte, todos lo saben, es algo que sólo se nos revela que la muerte es algo que tam-
les sucede a los demás. Un ejemplo de esto lo bién nos implica por tanto, nos hacemos
vemos en el inicio de La Muerte de Ivan Ilich: conscientes de que somos mortales y esto
que ya sabíamos, lo comenzamos a interpre-
Gracias a Dios es otro quien ha muerto; y Piotr tar de otro modo, cambiando radicalmente la
Ivanovich se informa con interés sobre las cir- importancia, apreciación y realidad del acon-
cunstancias de esta muerte, como si esta tecimiento. La muerte de un familiar, no nos
muerte fuera la mala suerte personal de Ivan, enseña absolutamente nada que no supiéra-
como si el fallecimiento fuera una desgracia mos ya pero lo que sabemos, lo sabemos de
reservada a otro, como si, por último, fuera la otro modo. ¿Qué se aprende en un luto?
muerte de alguien que no le concerniera en Nada. Pero esta experiencia que no es ni ilu-
absoluto. Ya me llegará a mí el turno. De minada, ni alguna adquisición de conoci-
momento todavía es el turno de Pierre, de
miento, no es más que un descubrimiento de
Elvira, o de la bella Zelanda que tanto he
una profundidad desconocida, la cual nos
amado [5].
lleva a tomarnos en serio a la muerte. Nos
vemos de pronto de cara ante un aconteci-
El escritor ruso sin pretenderlo obviamente,
miento destinado a suceder de verdad sin
nos da un ejemplo claro sobre el pensamiento
duda alguna. Es justo en estos instantes,
heideggeriano acerca de estar aquí frente a la
cuando la voz de Heidegger nos plantea que
muerte. El encuentro consigo mismo del
es precisamente por la conciencia de la
Dasein2 enfrentando a su morir y la revelación
muerte, que podemos situarnos en la exis-
para el moribundo de la existencia auténtica y
tencia misma. Es decir, sólo ante la certeza
la inauténtica. El magistrado Ivan Illich tras
de que morimos, es que hacemos conciencia
haber tenido un pequeño accidente, el estado
de la importancia de nuestra existencia. Y la
de enfermedad aumenta, al grado que se va
muerte, sólo la conoceremos muriendo.
concentrando tanto en ella que se repliega
hacia sí mismo encaminándolo hacia una con-
El hombre lleva a cabo su muerte y la lleva a
ciencia de su soledad. Por tanto, deja de temer
cabo en la angustia cuando comprende que el
a su muerte pues al hacer conciencia de su
último futuro será su presente. En el momento
entorno, hace conciencia de que la muerte es
en el que el mortal ha escuchado el llamado de
lo más auténtico que posee.
la muerte inminente, se convierte en un mori-
bundo a partir de ese momento el hombre com-
La muerte de alguien no se considera nunca
prende que la muerte ya no es una eventuali-
como la aplicación mecánica de una ley uni-
dad abstracta, sino el acontecer que lo llevará a
versal a un caso particular; en primera instan-
otra condición ontológica la de ser cadáver.
cia porque nada es el caso particular de
2 Dasein es el neologismo alemán que utiliza Heidegger Esa es la causa por la que Heidegger consi-
para hablar sobre el ser humano el cual se traduce al dera que la autenticidad del Dasein se da de
castellano como Ser ahí ya que el filósofo Alemán consi- cara a la muerte, pues es en la vida en donde
deraba que el hombre era un ser arrojado al mundo en
podemos proyectarnos, lograr ser lo que
el momento de nacer.
Dicha noticia nos llevó a pensar en el célebre seguir un equilibrio que hace de él un ser ver-
psiquiatra Carl Jung quien nos habla del hom- daderamente humano y verdaderamente
bre y su desarrollo psíquico por medio de los dueño de sí mismo» [2:156].
símbolos, siendo éstos, los que nos llevan a
experiencias en cierto modo dionisíacas. Es Así entonces, se puede comprender que los
de conocimiento general por medio del pensa- símbolos son imágenes arquetípicas que
miento de antropólogos conocidos como encontramos en las sociedades primitivas y
Mircea Eliade, Joseph Campbell, y psiquiatras que hasta el día de hoy pueden trasmitir su
apasionados por el tema, quienes por medio voz de sentido. Es ahí donde habitan las ver-
de sus eruditos estudios nos explican el papel dades eternas diría Mircea Eliade [3]. Los
preponderante que tienen los símbolos con símbolos son como vemos, arquetipos cultu-
respecto a la mente humana. ¿Qué es aquello rales que mantienen su original luminosidad
que los símbolos hacen en la mente humana? o «hechizo». Por lo cual dice Jung:
Visto desde la perspectiva hermenéutica el Nos damos cuenta de que pueden provocar una
símbolo se encarga de dotar de sentido a la profunda emoción en ciertos individuos, y esa
existencia humana. El símbolo tiene un pro- condición psíquica hace que actúen en forma
pósito civilizador o espiritual a pesar de la parecida a los prejuicios. Son un factor con el
violencia de los ritos que se requieran para cual tiene que contar el psicólogo; es tontería
poner en marcha algún proceso ya sea de desdeñarlos, porque, en términos racionales,
iniciación, de trascendencia, etc. Hay símbo- parezcan absurdos o sin importancia de nuestra
los que pertenecen a las más antiguas tradi- condición mental y fuerzas vitales en la forma-
ción de la sociedad humana, y no pueden des-
ciones sagradas conocidas y que están rela-
arraigarse sin grave pérdida [2:90].
cionadas con periodos de transición en la
vida de una persona dice Jung:
Es este uno de los mayores problemas a
Los símbolos señalan hacia la necesidad del nuestro parecer, porque ante esta pérdida de
hombre de liberarse de todo estado del ser simbolismos es que el ser humano se ha tor-
que es demasiado inmaduro, demasiado fijo o nado sin sentido y por ello se ve orillado a bus-
definitivo. En otras palabras, conciernen al car puertas falsas, sedantes de conciencia, es
desligamiento del hombre –o trascendencia– por ello que nos vimos motivados a hacer un
de todo modelo definidor de existencia, cuan- breve análisis de lo que en la cultura maya
do se avanza hacia otra etapa superior o más pueda en un momento dado, influir en la cons-
madura en su desarrollo [2:149]. trucción de la mente del ser humano contem-
poráneo que habita en territorio maya.
Como vemos, el símbolo dentro de una cultu-
ra tiene un papel de definición en la compren- Los mayas, poseían de entre todos sus dio-
sión de la realidad, sin embargo, hoy día ya ses a la diosa Ixtab; dicha diosa es la protec-
no se puede decir que haya tal conciencia, es tora de los suicidas. Curiosamente, es una
decir, que no es como en los orígenes que la diosa de la cual no hay mucha información
realidad numinosa era el fundamento de la quizá por lo escandaloso que puede parecer
existencia humana. El nuevo orden o modo el hecho de que una cultura tuviese una
de vida tan apegado a la razón y a la ciencia diosa del suicidio. Una hipótesis nuestra con
nos ha envuelto de tal modo, que la vida se respecto a esto, es que quizá la falta de nom-
torna sin esta dimensión lo cual ha traído sus bramiento de dicha diosa se deba a la
consecuencias principalmente psíquicas en Conquista; dado que el suicidio dentro del
el desarrollo del ser humano. pensamiento católico es el mayor de los
pecados mortales y por obvias razones se
Es por medio del símbolo ―dice Jung― que decidió borrar de la existencia la imagen de
«el individuo puede reconciliar los elementos esta diosa. Tan es así, que realmente ha sido
en conflicto de su personalidad: puede con- complejo encontrar información al respecto4
pero lo encontrado ha sido suficiente para suicidios colectivos que se produjeron duran-
poder hacer nuestro análisis simbólico y te y después de la Conquista. Un ejemplo
sobre todo tratando de ir más allá de meras conocido de esto fue el suicidio masivo que
estadísticas y «soluciones» prácticas. protagonizaron los Cholultecas quienes des-
pués de verse conquistados, subieron a lo
El suicidio en la cultura Maya en épocas alto de la gran pirámide de Quetzalcóatl y se
ancestrales era aceptado porque se veía como lanzaron al vacío.5
una especie de ritual sin embargo, se sabe que
éste se intensificó durante la conquista espa- Dicha diosa puede verse en el Códice de
ñola debido a que los habitantes preferían Dresde donde aparece pendiente del cielo
morir para salvar su honor, antes que morir en por medio de una cuerda que está enrollada
manos de las tropas de Cortés. Por otro lado, a su cuello. Tiene los ojos cerrados por la
se llevaba a cabo el acto suicida como en un muerte y en sus mejillas un círculo negro que
acto de sacrificio ritual, se consideraba la últi- representa la descomposición de la carne [4].
ma vía para salvar el honor al no soportar la
vergüenza pública o las desgracias. ¿Cuál será la causa del gran número de sui-
cidios en esta zona del país? Especialistas
Ixtab era entonces la protectora de estas per- en el tema han llegado a la afirmación
sonas que decidían suicidarse y los ayudaba siguiente: el suicido está asociado a los pro-
en su trayecto por los distintos niveles del cesos de individualización institucionalizada,
más allá. A esta diosa la vemos representada por la ruptura de los lazos sociales y las para-
como una mujer ahorcada con una liana, col-E dojas de una colectividad de recíproca indivi-
gando del cielo (figura 1). dualización que es reacia a la solidaridad a la
hora de hacer frente a la adversidad genera-
Entre los métodos utilizados para consumar da por las condiciones sociales, como la
el suicidio se encontraba la no ingesta de ali- pobreza extrema. Ante los huracanes la per-
mentos, el ahorcamiento, el envenenamiento cepción del riesgo tiene una dimensión posi-
y el ahogamiento. Se dice que uno de los tiva porque en la medida en que se advierte
hechos más notables fueron los numerosos la adversidad como pasajera y sobre la
colectividad sin distinción, genera la reactiva-
ción permanente de los vínculos de solidari-
dad y reciprocidad. En los contextos sociales
del suicidio el riesgo está en relación con la
incertidumbre y la falta de garantías, así
como con el peligro que genera el semejan-
te. El suicidio es una salida individual que
busca poner fin a lo indeterminado perpetuo,
a una sensación de riesgo generalizada fren-
te a una amenaza que no es temporal sino
permanente. Quizá en esa percepción de la
indeterminación, de impotencia para revertir
los efectos acumulativos y en aumento, de la
adversidad, en todos los resquicios de la vida
social descansen los móviles principales
para la comprensión del aumento del suicidio
4 Cfr. http://www.arqueomex.com/S2N3nDioses_T88.html
página de una revista de las más reconocidas en mate-
ria antropológica y sin embargo, no se menciona la exis-
tencia de la diosa Ixtab. .
Figura 1. representación de Ixtab, diosa del 5 Cfr. http://www.aztlanvirtual.com/aztlan/nueva_aztlan/
en las zonas turísticas de Quintana Roo.6 tener respeto por la cultura, propiciar una
vida digna a todos los que conforman dicha
Es de llamar la atención, que es precisamen- sociedad, culto y respeto por sus creencias
te en esta zona en donde se percibe una sen- esenciales.
sación de conquista constante, de aletarga-
miento existencial en donde la sociedad local Consideramos que la real prevención del sui-
se percibe sin ánimo de generar cosas nue- cidio, no consiste en una práctica de ubicar y
vas. Sí, no es de extrañar que una cultura en orientar al suicida a prácticas terapéuticas y
donde se ha perdido lo más esencial de sus consumo de antidepresivos. Una prevención
orígenes, en donde hay una constante inva- va más allá como la misma hermenéutica
sión de culturas y una falta de identificación fáctica lo plantea: como intencionalidad de
social, las cosas se tornen de modo trágico. dotar de sentido al contexto del ser humano.
Muchos son los grupos que se han gestado Resignificar y volver al origen de sus creen-
para prevención del suicidio en esta parte del cias, de su propia naturaleza desde la cual
país, pero quizá valdría la pena indagar si la surge el ser en su plenitud. El suicidio no es
prevención se limita meramente al momento un asunto personal, es en primera instancia
en que aparece el suicida o se trabaja real- un problema social que nos atañe a todos y
mente en una prevención y lo que todo esto cada uno de nosotros. Interpretar el suicidio
conlleva. Puesto que debe considerarse un es dotarlo de sentido de tal modo, que nos
proceso social de prevención y esto implica; confronte y se convierta en nuestro problema
de tal manera que logremos concebir en el
acto de la muerte un motivo para fortalecer el
6 Cfr: http://www.ub.es/geocrit/-xcol/88.htm existir.
Referencias
1. Heidegger M. Ser y Tiempo. Santiago de Chile: 4. Morley SG. La Civilización Maya. México:
Editorial Universitaria; 2002. Fondo de Cultura Económica; 1998.
2. Jung C. El hombre y sus símbolos. Barcelona: 5. Tolstoi L. La muerte de Ivan Illich, Buenos
Biblioteca Universal Contemporánea; 2002. Aires: Losada, 1953.
3. Mircea E. Aspectos del mito, Madrid: Paidós; 6. Jankelévith V. La muerte. Valencia: Pre-textos,
2000. 2002. p.33.