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C OOR D I N AD OR AS
CADR
Asociación de Universidades COMITE ACADÉMICO DE UNIVERSIDAD DEPARTAMENTO DE
GRUPO MONTEVIDEO DESARROLLO REGIONAL NACIONAL DEL SUR GEOGRAFIA Y TURISMO
Universidad
de Chile A
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales: Interrogantes y desafíos en las territorialidades
emergentes / Compilado por Ana Lía Guerrero; Marianela De Batista; María Emilia Estrada;
coordinación general de Ana Lía Guerrero; Marianela De Batista; María Emilia Estrada. 1.a ed. Bahía
Blanca: 2018.
1. Geografía. 2. Desarrollo. 3. Política de Ordenamiento Del Territorio. II. Guerrero, Ana Lía, comp.
III. De Batista, Marianela, comp. IV. Estrada, María Emilia, comp. V. Guerrero, Ana Lía, coord. VI. De
Batista, Marianela, coord. VII. Estrada, María Emilia, coord.
CDD 910.82
3
Comité Científico
Adriana Cerato (UNC – Argentina)
Alejandra Geraldi (UNS - Argentina)
Alejandra Monachesi (UNS - Argentina)
Alessandro Filla Rosaneli (UFPR – Brasil)
Ana Domínguez (UDELAR-Uruguay),
Ana Lía Guerrero (UNS - Argentina)
Andrés Pinassi (UNS - Argentina)
Carlos Henrique Costa da Silva (UFSCar - Brasil)
Carlos Zárate (UNA-Paraguay),
Cecilia Bagnulo (UNS - Argentina),
Edgardo Martínez (UDELAR – Uruguay)
Eduardo Garriz (UNS - Argentina)
Elena Alfonso (UNNE - Argentina)
Erminio Fernandes (UFSCar - Brasil)
Germán Orsini (UNER - Argentina),
Graciela Mantovani (UNL – Argentina)
Guillermina Urriza (UNS - Argentina)
Isabel Martínez de San Vicente (UNR - Argentina)
Jonás Figueroa (Universidad de Santiago de Chile – Chile)
Jorge Gentili (UNS – Argentina)
José Zingoni (UNS - Argentina)
Juan Carlos Etulain (UNLP – Argentina)
Julio Talín (UNL – Argentina).
Licia Ríos (UNLP - Argentina)
Lucila Grand (UNL - Argentina)
Marcel Achkar (UDELAR – Uruguay)
Marco Antonio Verardi Fialho (UFSM – Brasil)
María Amalia Lorda (UNS- Argentina),
María Emilia Estrada (UNS – Argentina)
Maria Julia del Carmen Rocca (UNLP – Argentina)
Mario Barrientos (UNC - Argentina).
Marta Casares (UNT – Argentina)
Marta Panaia (UBA – Argentina)
Mauricio Tubio (UDELAR-Uruguay),
Miguel Rodríguez (UNL – Argentina)
Néstor Domínguez (UNER- Argentina),
Oscar Bragos (UNR – Argentina)
Paulo Rodrigues Soares (UFRGS – Brasil)
Rosa Fittipaldi (UNS - Argentina)
Soledad Gallucci (UNS - Argentina),
Verónica Gil (UNS – Argentina)
Vicente Celestino Pires Silveira (UFSM - Brasil)
4
ÍNDICE GENERAL
PRESENTACIÓN .......................................................................................................... 13
CONFERENCISTAS ...................................................................................................... 16
SALIDA DE CAMPO. LA CIUDAD Y PUERTO DE BAHÍA BLANCA. RECONO-
CIENDO CAMBIOS SOCIO-ESPACIALES...................................................................... 19
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ÍNDICE DE CONTENIDOS POR EJE
CAMBIOS EN LA RURALIDAD PAMPEANA. ORIENTAR LAS POLÍTICAS PARA ATENDER UNA NUE-
VA TERRITORIALIDAD. J. L. Pellegrini, I. M. Raposo............................................................................... 41
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LOS TIPOS EDILICIOS EN LOS PROYECTOS DE VIVIENDA PÚBLICA Y SU INCIDENCIA EN LA SE-
GREGACIÓN RESIDENCIAL EN EL DISTRITO OESTE DE LA CIUDAD DE ROSARIO. M. A. Rostán . 266
HÁBITAT SOCIAL Y ESPACIO PÚBLICO. ESTUDIO DEL USO Y APROPIACIÓN DE ESPACIOS CO-
LECTIVOS EN UN ÁREA DE RECIENTE URBANIZACIÓN EN ROSARIO. M. Salgado, S. Cáceres, L.
Gurría, C. Báncora .................................................................................................................................... 421
7
PERI-URBANO, OCUPACIÓN Y USOS EN ALTO VALLE. O. Reggiani ................................................... 476
Índice Eje 4
TERRITORIALIZACIÓN (DES) DE LOS MODELOS
DE PRODUCCIÓN Y ACUMULACIÓN
8
DINÂMICA TERRITORIAL DA EXTRAÇÃO MINERAL NA AMAZÔNIA BRASILEIRA: ANÁLISE DA COM-
PENSAÇÃO FINANCEIRA DA GIPSITA EM GRAJAÚ/MA. L. R. Penha, M. N. S. Silva, C. F. Almeida....... 647
Índice Eje 5
TRANSFORMACIONES RURALES, CUESTIÓN
AGRARIA Y DESARROLLO TERRITORIAL
9
INNOVACIONES SOCIALES: ¿UNA ESTRATEGIA DE LA PRESENCIA RURAL EN EL MUNDO URBA-
NO?. M. Petrantonio, M. A. Lorda, F. Taulelle , M. Iscaro........................................................................... 860
HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA MARCA COLECTIVA PARA EL ACEITE DE OLIVA DEL SUDOES-
TE BONAERENSE. L. Tedesco ...................................................................................................................... 998
10
LA RESIGNIFICACIÓN PATRIMONIAL Y TURÍSTICA DE LOS PUEBLOS RURALES BONARENSES:
FIESTAS, GASTRONOMÍA Y PARTICIPACIÓN LOCAL. C. Pérez Winter ................................................... 1063
Índice Eje 7
FRONTERAS, PROCESOS DE INTEGRACIÓN
Y FRAGMENTACIÓN TERRITORIAL
GESTIÓN AMBIENTAL
Índice Eje 8 Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES
11
ANÁLISIS DE LA TENDENCIA DE EVENTOS EXTREMOS PLUVIOMÉTRICOS EN EL SUDOESTE BO-
NAERENSE (ARGENTINA). F. Ferrelli, A. S. Brendel, G. M. E. Perillo.......................................................... 1252
LICENÇA SOCIAL: A VILÃ DO TERCEIRO MUNDO?. A. R. Dutra, J. Seabra, L. F. de O. e Paulillo .......... 1337
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Presentación
En sus inicios, los encuentros del Comité fueron anuales entre los años 1992/93 fun-
cionando con talleres en la localidad de Santa Fe y, a partir de la resolución citada, se
realiza el primer congreso en la ciudad de Montevideo (Uruguay) en el año 1994, que
luego se mantuvo de forma anual hasta el año 2000, en que se decide transformarlo
en la actual Bienal de Transformaciones Territoriales que se realiza cada dos años.
A partir del año 2006, se organiza la página oficial y se crea un sitio web en el cual
se asientan las memorias de las actividades que se realizan (http://www.augm-cadr.
org.ar/). Los objetivos que persigue el CADR-AUGM son los siguientes:
13
En este contexto, el Coloquio de Transformaciones Territoriales, se desarrolla a fin
de generar un ámbito en el cual se den cita investigadores, no sólo originarios de
los países miembros de la AUGM (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uru-
guay), sino también de otros países hermanos, trabajando en temáticas referidas a
las transformaciones, al ordenamiento y al desarrollo de territorios en el Mercosur.
En este marco, la Universidad Nacional del Sur (UNS) se postuló como sede de la XII
Bienal del Coloquio de Transformaciones Territoriales, y obtuvo el apoyo tanto de los
integrantes del Comité Académico de Desarrollo Regional (CADR-AUGM), como de la
autoridades de la UNS y del Departamento de Geografía y Turismo, quien tuvo a su
cargo la organización de la XII Bienal entre los días 8, 9 y 10 de agosto del año 2018.
En cuanto a los beneficios esperados del encuentro, se proyectó contribuir al afian-
zamiento y fortalecimiento de los temas tratados, a partir de 8 ejes temáticos, que
buscaron estimular el debate teórico y metodológico, a fin de generar un ambiente
de discusión académica donde se expongan los avances alcanzados.
14
Además, se realizó una salida de campo, acompañada por especialistas de la UNS,
que permitió recorrer la ciudad y conocer las instalaciones de control de tráfico
marítimo del Puerto de Bahía Blanca, que posee una de las instalaciones más moder-
nas de Sudamérica, que permite controlar el acceso al puerto de aguas profundas
más importante del país, junto al recorrido por instalaciones del Polo Petroquímico.
Finalmente, el encuentro se complementó con la exposición de libros y revistas de
distintas editoriales y la presentación de 11 libros, por autores de Argentina y Brasil.
15
Conferencistas
La conferencia inaugural del congreso estuvo a cargo del Dr. Marcelo Enrique Sili. La
misma desarrollo el tema “(Re) pensar el desarrollo y el ordenamiento territorial en
América Latina” y se realizó en las instalaciones de la Avenida Colón 80 de la UNS, el
día 8 de agosto al mediodía, presentada por el Dr. Roberto Busto Cara.
Marcelo Enrique Sili es Geógrafo egresado de la Universidad Nacional del Sur, Doc-
tor en desarrollo rural de la Universidad de Toulouse (Francia), realizo su postdoc-
torado en el INRA (Francia), se especializó en desarrollo regional en CEPAL (Chile), y
en políticas de desarrollo nacional en el Yokohama Center (Japón). Actualmente es
Investigador del CONICET, profesor de la Universidad Nacional del Sur y profesor
en varios posgrados en Argentina, Paraguay y Francia. Ha sido profesor invitado
en varias ocasiones en la Universidad Toulouse (Francia) e Investigador invitado en
la Universidad de Paris La Sorbona. Diseño y dirigió más de 40 estudios, políticas y
planes de desarrollo local, provincial y nacional en América Latina y Europa, entre
ellos el Plan Estratégico territorial de la Argentina, y el Plan Maestro de Desarrollo
territorial del Paraguay. Es consultor Senior del Banco Mundial, del FIDA, FAO, BID,
JICA en proyectos de desarrollo en América Latina y asesor técnico en diferentes
Ministerios y Organismos de la Argentina. Publicó más de 13 libros y capítulos de
libros en Argentina, Italia, Francia, Alemania y más de 70 artículos sobre la problemá-
tica rural y territorial en Argentina, América Latina y Europa. Dirige varios proyectos
de investigación en América Latina, es Director del Centro de Estudios ADETER, y
coordinador del proyecto Geopolítica del Desarrollo en América Latina, África y Asia.
Jorge Blanco disertó sobre el tema “Grandes áreas metropolitanas de América Latina:
disputas por la movilidad, disputas por la ciudad” en las instalaciones de la UNS en
Palihue, el día 8 de agosto a las 18 horas y fue presentado por la Dra. Ana Lía Guerrero.
16
UBA. Consultor de organismos públicos en temas de planificación del transporte e
impacto de la infraestructura de transporte. Sus principales líneas de investigación
se relacionan con el transporte y la reestructuración metropolitana. Ha escrito nume-
rosos libros sobre enseñanza de la Geografía. Actualmente se desempeña como
Director del Instituto de Geografía “Romualdo Ardissone”, UBA.
Maria Encarnação Beltrão Sposito presentó una conferencia sobre el tema “Ciudades
medias, múltiples territorios y articulaciones entre escalas geográficas”. La misma se
realizó en instalaciones de la UNS en Palihue, el día 9 de agosto a las 18 horas y fue
presentado por la Dra. Isabel Martínez de San Vicente.
17
de la agricultura empresarial, las cadenas agroalimentarias y el mercado mundial, la
relación entre recursos localizados y actores globalizados. Realiza estudios sobre la
región América Latina centrados en países del Cono Sur (Argentina, Uruguay, Chile),
Paraguay y Brasil, con enfoques desde la Geografía Rural, Geografía Agraria, Geo-
grafía Económica, Geopolítica y Geoeconomía. Entre sus principales publicaciones
en libros en co-autoría, es posible mencionar: BÜHLER Éve Anne, GUIBERT Martine
e OLIVEIRA Valter L. (éds sc.) (2016), Agriculturas empresariais e espaços rurais na glo-
balização. Abordagens a partir da América do Sul, Porto Alegre, Ed. da UFRGS, 288 p.,
y JEAN Yves et GUIBERT Martine (éds sc.) (2011), Dynamiques des espaces ruraux dans
le monde, Paris, Ed. Colin, Coll. U, 408 p.
18
Salida de Campo
19
Figura 1. Imágenes de la Visita al Puerto de Bahía Blanca
20
Figura 2. La ciudad y puerto de Bahía Blanca: recorrido de la salida de campo
Referencias:
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EJE 1
ORDENAMIENTO
TERRITORIAL
Y POLÍTICAS
PÚBLICAS
Coordinadores
Guillermina Urriza
José Zingoni
Esta mesa tiene por objetivo conocer y debatir las transformaciones territoriales re-
cientes y el surgimiento de un nuevo contexto para el ordenamiento territorial, la pla-
nificación sectorial y las políticas públicas en las dimensiones: urbana, rural, fronteriza
y otras, y en las escalas local, provincial, regional y nacional. Marcos normativos y pro-
cesos institucionales. Grados de articulación y coordinación de las políticas públicas.
Procesos de descentralización, desconcentración y nuevas centralidades. Desafíos del
ordenamiento territorial ante los desequilibrios derivados de las transformaciones
económicas, sociales y físicas y los efectos del cambio climático.
ecolino@unrn.edu.ar
Palabras clave: ciudad intermedia, mercado del suelo, turismo, producción social del espacio.
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 23
BARILOCHE, PLANEAMIENTO URBANO, TURISMO Y TRANSFORMACIONES ESPACIALES DE UNA CIUDAD INTERMEDIA
E. Colino, H. M. Civitaresi, V. D. Medina, E. Cavanagh
Resumen
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, además del dinamismo del sector turístico, Bariloche cumple una serie de
funciones urbanas de intermediación que la posicionan como ciudad cabecera de la región
de los Andes Patagónicos. Este posicionamiento como nodo político-administrativo y de
servicios de media y alta complejidad (educación, salud, científico tecnológicos, intercam-
bio y transporte de bienes y servicios) en la región permiten identificarla como una ciudad
intermedia (Preiss et al, 2012; Bellet Sanfeliu y Llop Torné 2004; Michelini y Davies, 2009).
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 24
BARILOCHE, PLANEAMIENTO URBANO, TURISMO Y TRANSFORMACIONES ESPACIALES DE UNA CIUDAD INTERMEDIA
E. Colino, H. M. Civitaresi, V. D. Medina, E. Cavanagh
Ahora bien, dando por supuesto esto, y teniendo en cuenta las potestades de planeamien-
to urbano arrogadas por los Municipios, las siguientes son algunas de las preguntas que
guían nuestra investigación. ¿En qué medida las políticas de planeamiento y ordenamiento
territorial ensayadas localmente contribuyeron en el escenario urbano actual y en los pro-
cesos de transformación de la ciudad? ¿Pueden acaso estas políticas públicas también co-
rresponderse a la funcionalidad que adquirió Bariloche como ciudad intermedia? ¿De qué
manera? Y, por último, en vista de las características espaciales asociadas a su condición de
ciudad intermedia, ¿en qué medida este modelo de crecimiento urbano puede continuar
siendo sustentable?
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 25
BARILOCHE, PLANEAMIENTO URBANO, TURISMO Y TRANSFORMACIONES ESPACIALES DE UNA CIUDAD INTERMEDIA
E. Colino, H. M. Civitaresi, V. D. Medina, E. Cavanagh
Desde la perspectiva de la producción social del espacio urbano para pensar el proceso de
urbanización y producción de la ciudad de Bariloche, partimos de una concepción relacio-
nal del espacio. Esto significa considerarlo producto y a la vez productor de relaciones so-
ciales que se entablan cotidianamente, y que garantizan la reproducción de la sociedad.
Este enfoque, incorpora al análisis del espacio urbano cuestiones políticas, económicas,
como aspectos que lo atraviesan y lo constituyen (Harvey, 2004); así la materialidad urbana
se vuelve preponderante en la reflexión.
1
La conceptualización de espacio social creada por Lefebvre, y luego tomada como base por
autores como Harvey y Santos, nos lleva a comprender su objetividad (en el sentido de la
materialidad histórica) a partir de las prácticas y los procesos materiales de reproducción
social, que se dan en este caso en la ciudad de Bariloche en un periodo de tiempo. Los
procesos y prácticas sociales, se vinculan directamente a las formas espaciales, ya que ellos
son espaciales; así como las formas espaciales son la materialización de tales procesos y
prácticas.
En este sentido, tanto las representaciones del espacio con su diseño y concepción de sus
usos y formas de apropiación elaboradas por técnicos, especialistas, en base a estudios
atravesados por el rigor de la ciencia; como las prácticas de los diferentes actores y agentes
urbanos con diversos intereses, y las representaciones simbólicas creadas a partir de las
vivencias y experiencias de los sujetos sociales, en relación constante y dialéctica van pro-
duciendo al espacio social. Este espacio se transforma permanentemente, ya que estos
tres elementos del espacio social puestos en juego no solo permiten, sino que son motor
de las transformaciones.
Las políticas de ordenamiento territorial y planificación urbana, son elaboradas por el Es-
tado a través de sus espacios institucionales y la participación de ciertos agentes en la polí-
tica urbana en determinados momentos históricos, configurando una correlación de fuer-
zas, según los intereses de esos agentes urbanos. Esta dinámica que va entretejiéndose,
posibilita la aceptación y/o implementación de políticas que regulan y condicionan, en al-
guna medida, los usos, formas de apropiación, localizaciones posibles para llevar a cabo las
actividades dentro de la ciudad, las funciones urbanas, los mercados, los circuitos produc-
tivos y de circulación de mercancías, en definitiva las prácticas sociales; imponen signos y
códigos de ordenamiento, fragmentación y restricción sobre el suelo y espacialidad mate-
rial de la ciudad.
Ahora bien, no puede dejar de considerarse la conflictividad social que está presente en el
proceso de producción de esa materialidad para entender a las transformaciones espacia-
les. Y cuando se menciona el conflicto, se hace referencia a las disputas y negociaciones de
1
Para Lefebvre (1991, 2008), el espacio cuenta con tres elementos constitutivos: la práctica espacial (espacio per-
cibido, de la experiencia material concreta de la producción y reproducción de las relaciones sociales de pro-
ducción), las representaciones del espacio (espacio concebido, desde el lenguaje de los tecnócratas y expertos y
las políticas públicas de planificación del espacio urbano, desde la ciencia y el urbanismo) y los espacios de re-
presentación (espacio vivido, de las resistencias y de las pasiones, de lo simbólico a partir de la experiencia ma-
terial cotidiana de los sujetos.)
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 26
BARILOCHE, PLANEAMIENTO URBANO, TURISMO Y TRANSFORMACIONES ESPACIALES DE UNA CIUDAD INTERMEDIA
E. Colino, H. M. Civitaresi, V. D. Medina, E. Cavanagh
No existe una definición estándar de ciudades intermedias. Por contraste con una ciudad
grande, en las cuales convergen todo tipo de recursos y cumplen múltiples roles, se podría
decir que las intermedias son aquellas ciudades que parecen desenvolverse con un rol pe-
riférico. Sin embargo, representan el espacio de buena parte de la población urbana mun-
dial. En 2009, el 62,5% de la población vive en centros urbanos de menos de 500 mil habitan-
tes y son las ciudades con mayor tasa de crecimiento poblacional (Bellet Sanfeliu y Llop
Torné, 2004). En la Argentina, por ejemplo, entre los censos de población de 1960 y de 2001,
disminuye el peso del estrato superior de centros urbanos y emerge un estrato de centros
intermedios que ostenta una mayor dinámica de atracción de actividades y población, espe-
cialmente los núcleos intermedios extrapampeanos que son los más dinámicos (Ministerio
de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, 2008). Para la población que habita
fuera del conurbano bonaerense, las ciudades intermedias ofrecen posibilidades de trabajo
en los sectores industriales, comerciales y de servicios y ofertas educativas, deportivas y cul-
turales, actuando como centros de modernización para el espacio rural, promoviendo el in-
tercambio entre la población y la producción (Echeverría y Capuz, 2006). Considerar una ciu-
dad como intermedia depende de su contexto específico que, a su vez, varía en función de su
población, su estructura económica, sus fronteras administrativas (ejido urbano), sus redes
de infraestructura tales como rutas, aeropuertos o ferrocarriles, su infraestructura digital –
acceso a un mayor ancho de banda a Internet o presencia de servicios informáticos- y, tam-
bién, de las características de su contexto institucional (Michelini y Davies, 2009).
Un aspecto relevante a considerar para definir una ciudad intermedia es su área económica
de influencia (movilidad de la población o relaciones comerciales de las empresas), ya que no
pueden ser consideradas como espacios independientes. Su capacidad de atraer y mantener
firmas y trabajadores, de generar empleo, etc. depende no sólo de su propia estructura
económica sino también de sus relaciones con otras ciudades y área de influencia. En este
sentido, las ciudades intermedias pueden ofrecer economías de localización junto con loca-
ciones menos costosas -en relación a grandes urbes- para vivir, trabajar y llevar adelante un
negocio (Hildreth, 2006). Asimismo, son centro de provisión de bienes y servicios para su
población y la de otras áreas rurales o urbanas más pequeños en su área de influencia y
suelen alojar niveles de administración de gobierno provincial o nacional a través de las cua-
les se canalizan necesidades de la población (Bellet Sanfeliu y Llop Torné, 2004).
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 27
BARILOCHE, PLANEAMIENTO URBANO, TURISMO Y TRANSFORMACIONES ESPACIALES DE UNA CIUDAD INTERMEDIA
E. Colino, H. M. Civitaresi, V. D. Medina, E. Cavanagh
excepción del Gran Buenos Aires. Sin embargo, los criterios de cantidad no son útiles a la
hora de definirlas. Es preferible un análisis cualitativo, atendiendo más a su funcionalidad
regional y su rol de intermediación entre las ciudades de mayor rango y los espacios rura-
les (Bellet Sanfeliu y Llop Torné 2004; Michelini y Davies, 2009). De esta manera, Preiss et al
(2012) definen como ciudades intermedias a aquellas con un importante dinamismo de-
mográfico y funcional, dado que ejercen una centralidad en nivel interurbano sobre su
contigüidad territorial y operan como centros de distribución e intermediación en trans-
porte y otros servicios a localidades cercanas y áreas rurales.
La ciudad de Bariloche cuenta no sólo con el centro invernal de ski más importante de La-
tinoamérica, sino también con una diversidad de actividades al aire libre que conforman
una oferta turística atractiva para los amantes de la naturaleza. Anualmente es visitada por
aproximadamente 700 mil turistas (15% son extranjeros) y su arribo presenta una intensa
fluctuación a lo largo del año, encontrando su máximo en enero y julio, y si mínima en abril
y mayo (Echavarría y Stanciu, 2016). Esta fluctuación asociada a la estacionalidad propia de
la ciudad se potencia por el importante efecto multiplicador del turismo sobre el resto de
la economía local que conlleva implícitamente una marcada vulnerabilidad de su estructu-
ra económica a una serie de eventos adversos (fluctuaciones de la tasa de cambio, contin-
gencias propias de la naturaleza) (Kozulj, 2016).
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 28
BARILOCHE, PLANEAMIENTO URBANO, TURISMO Y TRANSFORMACIONES ESPACIALES DE UNA CIUDAD INTERMEDIA
E. Colino, H. M. Civitaresi, V. D. Medina, E. Cavanagh
Junto a la amplia oferta de atractivos naturales, Bariloche también es reconocida por una
variada y exclusiva gastronomía de alta calidad que robustece el peso relativo de la actividad
turística. Ejemplo de ello son los alimentos gourmet como los ahumados, las industrias del
chocolate y de dulces derivados de frutas finas (frambuesa, frutilla, mosqueta, cassis, cereza
y guinda), hongos secos, aromáticas, licores y la vedette del momento, las cervezas artesana-
les. La industria chocolatera (formada por 7 u 8 empresas consolidadas y unos 10-12 peque-
ños establecimientos elaboradores con inferior cuota de mercado) tiene una trayectoria
histórica reconocida entre los visitantes que data de la década del ’40 cuando llegaron las
primeras familias europeas de tradición chocolatera a la localidad y forjaron sus emprendi-
mientos familiares. En general, se han constituido en un complejo productivo maduro que, si
bien no tiene encadenamientos hacia atrás importantes (el cacao es importado), genera un
significativo aporte en términos de puestos de trabajo. El Gráfico 1 muestra la estacionalidad
2
en las ventas del sector chocolatero propio de todo el sector turístico local . Por su parte, la
industria de los dulces, licores, ahumados y demás productos gourmet, está compuesta por
empresas en general más pequeñas y de enfoque familiar. Este tipo de agroindustrias locales
se inserta principalmente en la cadena productivas de la región ofreciendo productos natura-
les y artesanales, con nulo o escaso agregado de químicos en la producción primaria y en la
etapa industrial (Madariaga, 2007). Otro producto que ha logrado ganarse un espacio impor-
tante y creciente en las últimas dos décadas dentro de la oferta turística local son las cerve-
zas artesanales. Se trata de un entramado productivo de unos 40 emprendimientos aproxi-
madamente que se encuentra en una etapa de expansión y dinamismo, respecto del número
de productores y volumen, y también en materia de variedades (Colino, Civitaresi, Capuano,
Winkelman y Quiroga, 2017; Civitaresi, Niembro y Dondo, 2017).
2
Para sortear esta característica las empresas más grandes han optado por abrir nuevos canales de comerciali-
zación por fuera de la ciudad y región.
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BARILOCHE, PLANEAMIENTO URBANO, TURISMO Y TRANSFORMACIONES ESPACIALES DE UNA CIUDAD INTERMEDIA
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El ejido urbano de Bariloche está inserto dentro del territorio delimitado como Parque Na-
cional Nahuel Huapi, rodeado de este Área Natural Protegida (ANP), aunque no forma par-
te de ella. Estas características particulares y su consolidación internacional como destino
turístico de montaña son claves para entender las lógicas de ocupación y transformación
del espacio y los intereses inmobiliarios que tempranamente confluyeron en su territorio.
En general, se trata de una urbanización escasamente planificada, difusa y con baja densi-
dad de ocupación, a excepción del área central y algunos barrios contiguos. Su ejido muni-
cipal es uno de los más extensos del país, pasando de 400 hectáreas en su periodo de con-
3
formación, a las más de 27.000 que hoy lo definen .
En buena medida, estas lógicas permiten entender su ascenso como ciudad intermedia,
pues muchos de los bienes y servicios que se ofrecen y que permiten catalogarla como tal
3
A efectos comparativos, más grande que el de la ciudad de Buenos Aires.
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BARILOCHE, PLANEAMIENTO URBANO, TURISMO Y TRANSFORMACIONES ESPACIALES DE UNA CIUDAD INTERMEDIA
E. Colino, H. M. Civitaresi, V. D. Medina, E. Cavanagh
se vinculan con la expansión suburbana que experimentó esta localidad andina. Así es
como la definición de delegaciones municipales, la localización de centros educativos de
nivel inicial y medio, de salud, polos científico-tecnológicos y académicos, determinados
núcleos comerciales y de servicios turísticos son causa y, a la vez, efecto, de la extensa sub-
urbanización de la ciudad. Los mismos se encuentran atravesados por ejes viales, princi-
palmente longitudinales pero también transversales, que permiten comunicarlos entre sí
(Avenida Bustillo, 12 de Octubre y de los Pioneros, entre las avenidas más importantes,
pero también rutas nacionales y provinciales).
Fuente: Elaboración propia en base a mapa del Municipio de San Carlos de Bariloche
Los primeros loteos que aprobó Parques Nacionales en la década de 1940 y 1950 se locali-
4
zaron hacia el oeste , bordeando la costa del lago Nahuel Huapi, donde se encuentran los
principales atractivos naturales y turísticos de la ciudad. Allí tienden a instalarse los secto-
4
El eje Oeste de Bariloche se extiende sobre la ladera norte del Cerro Otto y hasta el borde del lago en dirección al
norte, continuando la línea de la costa hasta Bahía Lopez, en el actual Circuito Chico (Delegaciones administrati-
vas Cerro Otto y Lago Moreno).
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 31
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Por otro lado, en el casco céntrico de la ciudad se combinan usos residenciales, administra-
tivos, comerciales, servicios vinculados a la salud y educación, y los que se corresponden
con el sector turístico. Además de los atractivos arquitectónicos de las principales calles
turísticas y su centro cívico, en esta área también se encuentra el Hospital Zonal Dr. Ramón
Carrillo que recibe pacientes de toda la región, otros centros de salud privados, institucio-
nes educativas de todos los niveles, la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi y
numerosas oficinas públicas de los estamentos local, provincial, nacional y de seguridad
(Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, Policía de Río Negro, Policía Federal).
5
En términos generales, hacia el sur (Delegación Pampa de Huenuleo ), se asientan los ba-
rrios de los sectores populares de la ciudad. No obstante, es posible identificar una gran
heterogeneidad sociodemográfica y económica en su interior. Su crecimiento poblacional
comienza en los ´70 a partir de diferentes procesos migratorios del vecino país de Chile
(por razones laborales o políticas principalmente), de las zonas rurales de la región Línea
Sur de Río Negro y de otras ciudades del país (Matossian, 2015). La disponibilidad de tie-
rras vacantes, urbanizadas o potencialmente urbanizables y los relativos bajos precios del
suelo facilitaron el acceso y asentamiento en esta zona de la ciudad (Matossian, 2014; Gue-
vara, Medina y Bonilla, 2016; Medina 2016). El uso residencial se combina con usos comer-
ciales y de servicios para los habitantes de la zona, así como centros educativos de nivel
inicial, primario y secundario, un escaso número de centros deportivos y la única escuela
de arte municipal. Sobre la emblemática calle Onelli, caracterizada por su actividad comer-
cial y por ser la principal conectora desde el casco céntrico en dirección a zona sur, se ubica
el Centro Administrativo Provincial donde los vecinos de toda la ciudad acuden a resolver
gran número de trámites administrativos provinciales. La ubicación del mismo resulta es-
tratégica ya que ofrece acceso directo a vecinos de los barrios populares geográficamente
poco beneficiados por las inclemencias climáticas del lugar.
5
Cuyos límites son al norte con la zona centro de la ciudad, al oeste y sudoeste con ladera sur del Cerro Otto, al
este y sureste con arroyo Ñireco y Avda. Circunvalación empalme RN N° 40.
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6
Por su parte, el eje Este de la ciudad tiene una baja densidad de ocupación. Se combinan
principalmente usos del suelo residencial, industrial, científico-técnico (INTA, INVAP), co-
mercial y de conectividad (terminal de buses, estación de trenes y aeropuerto, Avda. Cir-
cunvalación empalme RN N°40). El Este de Bariloche es considerado menos atractivos para
el desarrollo de actividades turísticas por estar alejado de la montaña y del clásico paisaje
asociado a la ciudad (Guevara y Nuñez, 2014; Medina 2017; Guevara, Medina y Bonilla,
2016). Los loteos en esta zona de la ciudad fueron aprobados más tardíamente, principal-
mente aquellos que dieron forma a los barrios Las Victorias y Las Marías. Esta zona ha sido
proyectada por planificadores y urbanistas como un área de pretendida expansión, una
zona residencial industrial y forestal, debido a sus características geomorfológicas y climá-
ticas más amenas, en comparación con otras partes de la ciudad más altas y cercanas a la
montaña (Lolich, 2011; Medina, 2017). Desde las políticas públicas, se ha intentado incenti-
var su crecimiento y urbanización, aunque no siempre ha sido prioritario para el sector
privado. No obstante, actualmente se observan nuevos fraccionamientos privados residen-
ciales, mejoramiento de vías de accesos y circulación, la aprobación de grandes proyectos
urbanos a desarrollarse en la zona como el Polo Tecnológico Industrial, el campus universi-
tario de la UNRN, la Ciudad Judicial y la nueva Terminal de ómnibus de media y larga dis-
tancia. A pesar de resultar deficitarios aún, se han desarrollado también en esta reconfigu-
ración del Este nuevos equipamientos urbanos y redes de servicios públicos (agua, alum-
brado, electricidad y red troncal de gas -aún sin habilitación-).
6
La Delegación El Cóndor, contigua al centro, se extiende desde el arroyo Ñireco y en dirección a la estepa, colin-
dando al norte y noreste con el Lago Nahuel Huapi.
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VALORIZACIÓN DE LA TIERRA
Los atractivos naturales inigualables de la región, que catapultaron a Bariloche como cen-
tro turístico no sólo explican los intereses inmobiliarios y el surgimiento de rentas de suelo
diferenciales respecto de otros centros urbanos, sino que también permiten comprender -
por añadidura- el carácter restrictivo del acceso a la tierra. La marca Bariloche y su carga
simbólica, la infraestructura y capacidad de carga y los servicios de conectividad intensifi-
can más aún la capacidad de atracción de capitales externos a la región que se vuelcan en
el mercado del suelo y su consecuente valorización inmobiliaria.
Así, la expansión de la ciudad se caracterizó por dos tendencias contrapuestas. Por un lado,
a través de procesos de territorialización donde priman las lógicas de mercado, a lo largo
de la parte centro y oeste de Bariloche (“la ciudad turística”), con paisajes vistosos y abun-
dante bosque cordillerano, y en los últimos años algunas zonas del Este. Por el otro, la que
se extendió predominantemente, lógica de necesidad mediante (Abramo, 2003) a lo largo
de la periferia sur y sudoeste, donde se localizan los barrios donde viven los sectores popu-
lares y el precio del suelo es, comparativamente, menor. Aunque en otra escala (menor),
también aquí están presentes las lógicas mercantiles en los procesos de territorialización y
transformaciones del espacio urbano.
Llegados a este punto, conviene introducir una herramienta conceptual para explicar estas
dinámicas de crecimiento y producción de suelo urbano: la renta del suelo. Teniendo en
cuenta que la tierra es un bien finito, inmóvil, e irreproducible y sujeto a la apropiación
privada, la renta es el beneficio que obtiene el propietario en la esfera de la circulación, a
través de un precio que quien quiera usufructuarla debe pagar. Es un pago que exige el
propietario para poder explotarla. Este pago no es constante en todas las tierras. En el
caso urbano, el precio a pagar se fija a partir de las cualidades que presenta la tierra para
producir y consumir espacio construido ( Jaramillo, 2009). En este caso, cobran mayor rele-
vancia las ventajas de localización e infraestructura que presenta la tierra, ya sea para los
usos residenciales como para los industriales y comerciales. Así, no es la misma renta que
se va a pagar en el casco céntrico de las ciudades, donde suelen converger además de la
infraestructura y los servicios urbanos, las principales actividades que se desarrollan en
una ciudad, que la que se paga en áreas más suburbanas o menos desarrolladas desde el
punto de vista urbano. Jaramillo (2009) destaca la importancia que tienen las ventajas de
localización en ciertos tipos de rentas, particularmente las rentas relativas al consumo del
espacio construido, es decir, las rentas secundarias que surgen de los potenciales usos que
puede soportar cada terreno, sean estos residenciales, comerciales y/o de servicios.
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des de infraestructura urbana, lo cual explica el interés inmobiliario localizado y las tenden-
cias a la sub-urbanización que históricamente han caracterizado a la ciudad.
El crecimiento difuso de Bariloche, poco compacto, interrelacionado con sus espacios natu-
rales adyacentes y con tendencia a la sub-urbanización, comenzó a ser problematizado a
mediados de los años setenta del siglo pasado. A partir de políticas de planeamiento que
se implementaron en ese momento, apuntaladas por el Plan director de 1979 y los códigos
de planeamiento y edificación que se aprobaron al año siguiente, se comenzó a cuestionar
el rumbo del crecimiento de la ciudad orientado predominantemente hacia el oeste. Los
fraccionamientos, frutos de la necesidad imperiosa de hacer de la tierra un objeto de valor
y destino de capitales expectantes por su valorización, condicionaban la dirección de la
expansión. En este orden, el Plan director apostaba a contener esta tendencia y el creci-
miento desordenado, difuso e ineficiente que a todas luces deparaba. Particularmente, se
problematizaban los efectos residuales de la actividad turística y la predación y antropiza-
ción del medio ambiente que generaba el crecimiento urbano en esa área, conllevando el
riesgo de acabar con los principales motores naturales de dicha actividad. Paralelamente,
también se buscaba desalentar el crecimiento urbano en otras áreas del sur de la ciudad,
como la denominada “Pampa de Huenuleo”, buscando conservarlas como áreas agrestes y
rurales, y descartarlas como sitios de asentamiento habitacional por sus bajas temperatu-
ras y su elevado relieve. Considerando los contornos territoriales que comenzaba a asumir
la ciudad, estos objetivos apuntaban a contener la mancha urbana apostando a su re di-
reccionamiento.
Sin embargo, prontamente estas intenciones fueron socavadas por diversas modificacio-
nes que sufrió la normativa urbana a través de algunas ordenanzas sancionadas a lo largo
de las décadas de 1980 y 1990, entre las que pueden enumerarse cambios en indicadores
urbanísticos y usos permitidos. En conjunto, esto supuso la reducción y atenuación de res-
tricciones de uso y explotación del suelo que el Plan de 1979 había inaugurado, y conse-
cuentemente, contribuyó en la consolidación de las tendencias de crecimiento que hoy
permiten identificarla como una ciudad dispersa y con baja densidad poblacional (y espa-
cialmente desigual).
Por otra parte, el código urbano que se sancionó luego, en el año 1995, no expresó como
iniciativa regulatoria la modificación de estas tendencias de crecimiento; al contrario, las
dio por hechas y establecidas. El nuevo Código supuso más bien el reconocimiento de la
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fallida aplicación del código anterior, convalidando un orden urbano que originalmente el
Plan director había propuesto modificar. Este nuevo código no fijó objetivos que trascen-
dieran lo inmediato, careciendo de ideales proyectuales que permitieran pensar a la ciudad
en el mediano y largo plazo. La idea de ciudad como totalidad, como hábitat de la sociedad
toda, cedió su espacio a la fragmentación y a la identidad particular de cada área de pla-
neamiento. Lo que en el Plan Director, expresado normativamente en el código de Pla-
neamiento de 1980, atendía a una necesidad primordial de preservar el entorno natural de
la ciudad, localizado en su mayor magnificencia al oeste de la ciudad, el código de 1995
focalizaba en áreas de planeamiento que poco tenían que ver con un orden integral que
imbricara a cada una de ellas en un sustrato común.
REFLEXIONES FINALES
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sajístico. Sin embargo, esto también supuso el acceso desigual a la ciudad (en tanto y en
cuanto no todos pueden pagar las rentas que se exigen para hacer uso del suelo) y la dis-
tribución diferencial de los grupos sociales en el territorio.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
CAMBIOS EN LA RURALIDAD
PAMPEANA. ORIENTAR LAS POLÍTICAS
PARA ATENDER UNA NUEVA
TERRITORIALIDAD
J. L. Pellegrini, I. M. Raposo
Instituto Investigaciones Económicas (IIE), Escuela de Economía, Facultad de Ciencias
Económicas y Estadística, Universidad Nacional de Rosario, Rosario, Argentina
jopelleg@fcecon.unr.edu.ar, raposoisabel1@gmail.com
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 41
CAMBIOS EN LA RURALIDAD PAMPEANA. ORIENTAR LAS POLÍTICAS PARA ATENDER UNA NUEVA TERRITORIALIDAD
J. L. Pellegrini, I. M. Raposo
Resumen
A partir de los datos de los censos agropecuarios y de población, se sostiene aquí que el
panorama en materia de empleo rural y residencia de los trabajadores agrarios en el área
de influencia directa en torno a Rosario no es mera consecuencia de transformaciones
recientes sino un reflejo del alto grado de avance tecnológico que alcanzó un proceso ini-
ciado varias décadas atrás, antes de que la revolución tecnológica tuviera marcados efectos
en la producción agraria regional. El espacio rural en la región marca diferencias en el pe-
riurbano, en proximidades del área metropolitana, donde la ocupación y el empleo urbano
ganan presencia y señala un contraste con los espacios rurales alejados, hoy prácticamente
despoblados, donde domina la agricultura extensiva ganada por las nuevas prácticas agra-
rias. Las políticas vigentes que se aplican bajo el concepto de desarrollo territorial rural no
alcanzarían a revertir la realidad del despoblamiento en la región, particularmente en
aquellas extensiones ganadas claramente por la agricultura extensiva.
INTRODUCCIÓN
La migración campo ciudad y el progresivo despoblamiento del espacio rural han sido, y
aún lo son, una realidad sobre la cual se estructura un nuevo modelo territorial. El mismo
se caracteriza por la atención que se concita en torno a la creciente importancia de la con-
centración poblacional en ciudades, algunas de ellas devenidas con el tiempo en grandes
aglomeraciones urbanas a la par que se genera cierta anomia en torno a las políticas que
deben atender el desarrollo rural entendido a la luz de los profundos cambios producidos
en los últimos tiempos. (Raposo y Pellegrini, 2016)
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J. L. Pellegrini, I. M. Raposo
cia y el lugar de tareas del trabajador, lo que representaba hasta entonces la principal ventaja
de residir en el campo. Paralelamente, la combinación de nuevas tecnologías con formas no-
vedosas de organización empresarial y amplias facilidades para el alquiler de tierra por perío-
dos cortos, permitieron el aumento de la escala de explotación a niveles impensados.
A la luz de estas transformaciones, este trabajo pretende identificar y medir los posibles
cambios producidos en una porción concreta y significativa de la región pampeana, tratan-
do de caracterizar los efectos que ellos han tenido sobre el armado territorial, es decir de-
tectando posibles alteraciones en la estructuración del territorio, en particular sobre la
distribución de la población, su composición y los tipos de empleo (Bober y Naiman, 2013).
Importa ver, además, qué acompañamiento se hizo del proceso desde las políticas públicas
con miras a proponer una actualización del ordenamiento territorial, en particular sobre
los espacios rurales.
El armado del trabajo se estructura en tres partes. En una primera, se presenta una revi-
sión crítica de la literatura al respecto y se cuestiona, aquellas que enfatizan la “novedad”
del tipo de transformaciones descriptas, así como las políticas que acompañan - ya sea por
acción u omisión- el proceso. En una segunda parte, se reconocen las características de la
región Rosario en cuanto al modelo organizacional, las innovaciones tecnológicas y los
efectos del monocultivo (soja).
En tercer lugar, se analizan algunos aspectos relevantes del sector agrario, utilizando in-
formación de distintos cortes censales y se reconoce el acompañamiento que, desde el
plano del ordenamiento territorial – a través de leyes, normas de suelo, incorporación de
mejoras o servicios- se efectivizan sobre las áreas rurales. El resultado permite calificar la
evolución del empleo agrario asociado a diferentes áreas de residencia, diferenciando la
ruralidad profunda de la asociada a la urbanización en inmediaciones de los grandes espa-
cios urbanos. Se trata de indagar en las políticas de desarrollo rural y los efectos asociados
a la región bajo estudio, y evaluar posibles resultados de esa aplicación.
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J. L. Pellegrini, I. M. Raposo
los observados en poblaciones urbanas. En las últimas dos décadas, el enfoque de la “nue-
1
va ruralidad” ha venido a relativizar la concepción original y pese a los cuestionamientos
sobre el término, respecto a que éste sólo refiere a: “una realidad que antes se ignoraba”,
su uso se difundió ampliamente ya que resulta útil como categoría para diferenciar los
cambios en la ruralidad.
Hay tres rasgos característicos en la idea de “nueva ruralidad” que adquirió vigencia:
1) El antiguo lazo entre agro y ruralidad parece diluirse, dando lugar a la aparición de activi-
dades y empleo no agrario en estas áreas, en tanto existe un creciente uso residencial de
tierras rurales por parte de población proveniente de áreas urbanas y/o con ocupación labo-
2
ral en ellas (González, 2015) Esta realidad se sintetiza en la expresión “desagrarización” del
campo (Ruiz Rivera y Delgado Campos, 2008) junto a la de diversificación productiva.
2) Existen cambios en la relación campo-ciudad. Si bien siempre fue difícil establecer crite-
rios definidos para estas categorías, parecía estar claro que las áreas urbanas se diferen-
1
Según Kay (2009), uno de los primeros usos del término data de 1993, en un trabajo de Norma Giarracca, a
quien generalmente se le reconoce por haberlo acuñado. Ruiz Rivera y Delgado Campos (2008) señalan que,
aunque algunos autores ya habían explorado el tema, las primeras elaboraciones sistemáticas se realizaron al-
rededor de 2000 en el contexto de CLACSO, Argentina y en el Instituto Interamericano de Cooperación para la
Agricultura (IICA), en Costa Rica, sumándose aportes de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.
2
En relación con uno de los aspectos más visibles de la desagrarización, el aumento del empleo rural no agrícola
(ERNA), Pellegrini (2008), utilizando datos desagregados para la región de Rosario, Argentina, observó que el ERNA
se concentraba en torno del área urbana en el Aglomerado, sobre la franja costera portuaria-industrial contigua,
mientras que, como proporción del empleo rural total, era mucho menor en distritos relativamente alejados.
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ciaban de las rurales por ausencia de usos agrícolas y cierta continuidad física en la ocupa-
ción del espacio y de población con prácticas culturales diferenciadas.
El crecimiento de la movilidad, a través del avance de los medios de transporte, fue tal vez
el elemento que más favoreció el traslado del hábitat urbano al medio rural, dando así
lugar al fenómeno de los desplazamientos frecuentes al trabajo. Recientemente, se lo aso-
cia también con un cambio cultural, con las nuevas tecnologías de comunicación y la des-
centralización productiva.
Con frecuencia se asocia a la nueva ruralidad con la globalización y las políticas neoliberales,
incluso la explicación de aquella por éstas, tan frecuente en la literatura sin estar acompaña-
da de argumentos que las respalden. Esta afirmación habilita a que se reformule un interro-
gante: ¿globalización y políticas liberales son conceptos abstractos o realidades en la explica-
ción de una ruralidad actual? Tratar de determinar cuánto de los cambios en la ruralidad se
deben específicamente a la globalización y cuánto a otros aspectos históricamente relacio-
nados con ella (no necesariamente asociados) es una cuestión para nada fácil de dilucidar.
3
Se denomina agriculturización en general, al creciente empleo de la tierra para la producción agrícola en sustitu-
ción de usos ganaderos o mixtos (Manuel-Navarrete et al., 2006). Esta práctica conduce a la intensificación del
uso del suelo y el alejamiento de la población rural.
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Si bien los datos de empleo en el sector agropecuario argentino en las últimas décadas son
poco confiables, hay razones para pensar que la ocupación no decayó (ibidem). En efecto,
la última fase del proceso en este caso estuvo acompañada de cambios tecnológicos y or-
ganizacionales que llevaron a la creación de otras tareas remuneradas o bien similares,
aunque diferenciadas de las anteriores.
La soja tuvo un rol fundamental en el desarrollo; sus altos precios durante largos períodos
y la posibilidad de combinar con cereales o legumbres en una doble cosecha anual, convir-
tió al grano en “la pepita de oro” que hizo crecer la rentabilidad tanto de contratistas como
de rentistas. Su cultivo comenzó en la década de 1960 a un pequeño nicho de 50 a 70 km.
hacia el oeste-sudoeste de Rosario, donde las condiciones eran apropiadas para una siem-
bra de segunda.
Para cerrar la explicación del cambio en la región, falta atender un último factor: el modelo
de organización de la producción había llevado en los últimos años de la década de 1960,
al ocaso a la chacra familiar. La reforma de la legislación sobre arrendamientos y aparcer-
ías trajo como efecto casi impensado, la fragmentación de las grandes propiedades rurales,
la compra de tierras por sus anteriores inquilinos y la aparición de un conjunto de peque-
ños propietarios de predios antes alquilados y contratos congelados, a los que les estaba
faltando capital y competencias técnicas.
4
En poco más de una década, la industria local tuvo capacidad de producir buenos equipos adaptados para lograr
su puesta a punto hacia mediados de los años 1990 (Pellegrini, 2007)
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La región propuesta como estudio de caso se define aquí como Región Rosario y es el terri-
torio integrado por seis departamentos del sur de la provincia de Santa Fe sobre los que la
ciudad homónima ejerce una influencia directa indiscutible. El territorio está atravesado
por una densa red vial y ferroviaria centrada en el núcleo urbano principal que abarca
aproximadamente una superficie de 16 mil kilómetros cuadrados, y tenía al año 2010 una
población total de algo más de 1,6 millones de habitantes.
La Región se configura en torno a una ciudad central y su conurbano (el aglomerado Gran
Rosario- AGR), una red de ciudades y pueblos y, un área rural bastante homogénea por sus
características agronómicas, en la que predomina el uso agrícola. Apenas el 1,8% de la po-
blación del área total (poco más de 29 mil personas) vive en el campo, mientras el 76% lo
hace en el AGR. (Tabla 1).
Fuente: Elaborado con datos de INDEC e INDEC-IPEC Santa Fe, Censos 1991, 2001 y 2010
5
El término contratista abarca tanto a los prestadores de servicios como a los arrendatarios y aparceros con con-
tratos formales o informales, en general de poca duración, no residen en los predios alquilados. La misma per-
sona puede actuar simultánea o sucesivamente como prestador de servicios e inquilino
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Figura 1. Región Rosario. Variación en las poblaciones Rural y Urbana entre 1991 y 2010
Fuente: elaboración propia con datos de INDEC e IPEC Santa Fe, Censos 1991 y 2010.
Algunos distritos cuentan con localidades muy pequeñas identificadas como parajes, cuyo
peso demográfico es exiguo. Desde el punto de vista jurídico los centros poblados que
superaron los 10.000 habitantes son municipios y los que no los superaron, pero alcanza-
ron los 500 habitantes, son comunas que, a los fines estadísticos se clasifican en comunas
(sin más aditamento) con una población de 2.000 habitantes o más, y comunas en ámbito
rural si su población es menor.
Algunos distritos dan muestra de cierta estabilidad demográfica y muy pocos exhiben un
leve crecimiento; estos últimos están - casi todos ellos- dispuestos a modo de corona peri-
metral (aunque discontinua) que rodea el espacio del aglomerado urbano.
6
La excepción son Rosario y Villa Gobernador Gálvez, dos territorios totalmente urbanizados.
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J. L. Pellegrini, I. M. Raposo
7
Esta interpretación debe ser revisada dado que el CNA 2008 mantuvo el concepto de explotación agropecuaria
del CNA 1988 como unidad de producción dentro de una (única) provincia. En consecuencia, no pudo captar
aquellas que, como los grandes pools de siembra que estaban en pleno auge en el período censal 2007/08, ex-
plotan predios en varias provincias. Por ello, tal vez escaparon al Censo total o parcialmente.
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CAMBIOS EN LA RURALIDAD PAMPEANA. ORIENTAR LAS POLÍTICAS PARA ATENDER UNA NUEVA TERRITORIALIDAD
J. L. Pellegrini, I. M. Raposo
y el uso de transgénicos. Es significativo que, después de esa fecha no se registra una nue-
va reducción sino una ligera recuperación, tal vez atribuible –al menos en parte– a que los
niveles de empleo agrario asalariado hayan sido excepcionalmente bajos en la campaña
2001/2002 (período de referencia CNA 2001), debido a la grave situación que vivió el sector
del agro desde fines de la década de 1990. (Figura 4.)
En el tiempo de casi dos generaciones, entre el primero y el último de los CNA analizados
(1969 y 2008), el personal permanentemente ocupado en las explotaciones agropecuarias
se redujo a la tercera parte, con una caída notable en el número de trabajadores familiares
cuya participación en la masa laboral resulta casi insignificante.
Muchas de las características del sector agropecuario actual eran ya notorias a finales de
los años 1980; no obstante, el proceso de cambio actual parece estar llevando a un extre-
mo esa tendencia preexistente. Una manifestación evidente de dicha dinámica es la reduc-
ción de la población que vive en el campo hasta llegar a niveles casi insignificantes, fenó-
meno que se combina con el aumento de la población en ciudades y pueblos. Ahora bien,
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 51
CAMBIOS EN LA RURALIDAD PAMPEANA. ORIENTAR LAS POLÍTICAS PARA ATENDER UNA NUEVA TERRITORIALIDAD
J. L. Pellegrini, I. M. Raposo
esta tendencia, no necesariamente se manifiesta en todas partes por igual ni está presente
en todo momento.
Volviendo sobre los datos de población analizados, resulta llamativa la variación en la can-
tidad de personal permanente residente en áreas rurales, si se la compara con el total del
personal ocupado en el sector agropecuario. Los datos permiten inferir que existió una
mudanza del lugar de residencia, del ámbito rural al urbano, según datos de los Censos
Nacionales de Población realizados en 1991, 2001 y 2010. Hasta 2001, la mayor parte de la
población ocupada residente en el campo trabajaba en el sector agropecuario; al año 2010,
los mismos trabajadores en el agro apenas superaban la tercera parte de los ocupados
rurales. (Figura 5)
Figura 5. Personal ocupado con empleo agrario y residencia urbana o rural y con empleo
no agrario y residencia rural. Censos 1991, 2001 y 2010
Por otra parte, pese al importante cambio tecnológico ya instalado, y la reducción significa-
tiva del tiempo de trabajo directo, la población ocupada en actividades agrarias apenas
registra una caída del 17% a lo largo de un período de 20 años, al tiempo que se modifica
significativamente la proporción de rural y urbana de esa población. En 2010, sólo el 11%
de los trabajadores agrarios vivía en el campo.
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Figura 6. Personal ocupado en la Región Rosario con empleo no agrario y residencia rural,
por departamento. Censo 2010
Primeros resultados
El aumento de la población rural en los distritos que integran el aglomerado Gran Rosario
no sólo sería producto de una transformación del mundo, sino una expresión del creci-
miento desordenado de la urbanización metropolitana, en cuyo curso, población que por
lo demás es urbana, establece su residencia en áreas que, a los fines estadísticos o contri-
butivos, siguen estando catalogadas como rurales.
Estos resultados en parte retroalimentan la idea de que: “Los tradicionales pueblos rurales
del sur santafesino no son en realidad estrictamente rurales, lo rural y lo urbano se vincu-
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lan allí en una particular dialéctica dando lugar a una configuración social “nueva” que
comparte rasgos rurales y urbanos. Antes, el pueblo era, de alguna manera, el campo, el
universo absoluto de lo rural, ahora, el pueblo es un insumo para el campo, el soporte so-
bre el que la agricultura industrial se sostiene, pero también una ciudad, un conjunto de
lugares del mundo de vida para los que allí residen (Nogueira, 2016:126)
A finales de los años 80´ y primeros 90´, cambia el enfoque hacia la idea incipiente de Desa-
rrollo Rural, a modo de reacción frente a la posible desaparición de pequeñas explotaciones
producto de una tendencia a la concentración económica en esos años, derivada de fuertes
cambios tecnológicos y, sobre todo, la creciente desregulación económica. (Lattuada, 2014:4,
citado por Fernández, 2016) Hoy se hace referencia mediando la necesaria incorporación de
la dimensión institucional, al desarrollo rural territorial, el que implica: “articular y coordinar a
los actores, sus relaciones y actividades productivas desde la mirada que prioriza las interac-
ciones locales antes que las económico sectoriales”. (Fernández, 2016; 6)
El desarrollo rural va mucho más allá del crecimiento agropecuario: la idea es el desarrollo
equilibrado en lo territorial, con inclusión social y competitividad territorial. Las políticas
orientadas al territorio parecen haber abandonado la problemática del despoblamiento
rural para concentrase en las ciudades. En los últimos tiempos han existido diferentes lla-
mados de atención que hacen pensar en la necesidad y la urgencia de replantear esta línea
de políticas: descontrol del manejo del suelo rural en espacios de la periferia, problemas de
anegamientos y control de escurrimientos superficiales, problemas de seguridad y falta de
actualización de servicios, escasas regulaciones sobre los usos del suelo (ley de suelos, plan
de ordenamiento territorial, planes de conservación de suelos) entre otros temas.
El espacio rural describe distintas situaciones que más allá de las características de cada
lugar y de la actividad desarrollada, deja al descubierto realidades sociales y ambientales
en transformación, complejizando su estructura en proximidad de grandes áreas urbanas
o vaciándose de contenido, en zonas de ruralidad profunda. Cada espacio rural demanda
atención diferenciada desde las políticas. Desde la nación, la agricultura familiar y el desa-
rrollo territorial influyeron en el diseño de programas bajo la propuesta institucional del
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INTA , compartiendo elementos como asistencia técnica y financiera, capacitación, produc-
ción para autoconsumo, etc.
En la actualidad, el sistema de extensión y desarrollo rural del INTA apoya procesos de inter-
cambio de información y conocimientos para generar capacidad e innovación en miembros
de las comunidades rurales, urbanas y periurbanas. Bajo una estrategia de red junto a los
gobiernos provinciales y municipales, impulsa a los productores y sus organizaciones a ser
competitivos, con inclusión y cuidado del ambiente. El Programa Federal de Apoyo al Desa-
rrollo Sustentable (ProFeDer), tienen como eje la transformación y se apoya en instrumentos
de acuerdo con las poblaciones objetivos con las cuales trabajar: Prohuerta, Proyectos para
productores Minifundistas, Proyectos para Productores familiares y Cambio Rural.
La región bajo estudio parece alejada de los beneficios de muchos de los programas men-
cionados. La realidad identificada en el sur provincial indica que es escasa la población
residente y difícil reconstruir la institucionalidad para promover la ocupación: distinta pare-
ce ser la situación en áreas de ruralidad del periurbano, donde algunos programas intentar
avanzar (particularmente en producciones sustentables) con mayor nivel de expectativas.
No obstante, el ordenamiento territorial y la aplicación de políticas específicas parece llegar
8
El Programa Social Integrado (PSA), después Proinder a partir de 1998 y el Prohuerta, el Cambio Rural (1993) y
ProderNEA-NOA (1999).
9
Desde el Ministerio de la Producción se implementan: 1- Programa de producción sustentable de alimentos en
periurbanos, promoviendo alternativas a los sistemas convencionales, considerando y repensando aspectos
ambientales, sociales y económicos; 2- Registro Único de Producciones Primarias (RUPP), que centraliza infor-
mación de quienes tengan relación con la producción primaria en la provincia, reemplazando registros anterio-
res; 3- Financiamiento, junto a la Fundación ArgenINTA y el INTA, constituye una herramienta de ayuda la recon-
versión de productores y apalanca inversiones que agreguen valor a la producción primaria, sumado asistencia
técnica, capacitación y apoyo en la comercialización, en el marco del PAF-Programa Agroindustria Familiar, y
haciendo hincapié en intervenciones previstas en la Dirección de Desarrollo Territorial; y 4- el Programa De mi
tierra Santa FE, fortalece la comercialización, los mercados de proximidad y certificaciones, mediante registro de
marca. Desde otras áreas, como Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado: 5) el Programa Pueblo Mio se
instrumenta para promover el desarrollo económico local de comunas, facilitando la radicación de emprendi-
mientos industriales que permitan establecer nuevos perfiles productivos, con mirada integral y asociativa. Fi-
nalmente, desde el área de Desarrollo Social: 6) el Programa Buenas Prácticas, dirigido a atender problemas de
los gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil, con estrategias de intervención diversificada; y 7) el
Programa Raíces- Red de Arraigo, Inclusión y Cooperación, que se gestiona desde el Gabinete Joven en articula-
ción con otras organizaciones, para la promoción de derechos y la generación de oportunidades en proyectos
de jóvenes residentes rurales.
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J. L. Pellegrini, I. M. Raposo
tarde para atender el desarrollo territorial. El habitante rural está urbanizado en sus de-
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pitesarq@gmail.com, mjirisa@criba.edu.ar
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CENTRALIDADES URBANAS: ALGUNOS APORTES PARA SU LECTURA EN LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA
L. M. Pites, M. J. Irisarri
Resumen
En los ’30, Walter Christaller desarrolló su “teoría de los lugares centrales”. De acuerdo a su
visión, el territorio se organiza a partir de una estructura jerarquizada de centralidades que
tienen la capacidad de atraer personas de otras zonas de la ciudad por el exceso de servi-
cios o bienes que presenta. Tomando sus aportes, desde distintas disciplinas (arquitectura,
geografía, sociología, etc.) y a lo largo del tiempo, se han ido haciendo contribuciones y
críticas a su conceptualización.
INTRODUCCIÓN
Si bien en el pasado era más frecuente encontrar un solo punto que reuniera estas carac-
terísticas, actualmente, por las nuevas dinámicas que adquieren algunas ciudades, se ha
producido una recomposición de las centralidades urbanas. Ramiro Segura (2014: 6) refiere
a la aparición de un sistema reticular complejo y heterogéneo, no reducible a la oposición
centro-periferia, donde aparecen multiplicidad de lugares o nuevas centralidades, diversas
en cuanto a su naturaleza y jerarquías. Asimismo, se desarrollan áreas con mayor riqueza
muy bien abastecidas, centros de ciudad recargados de funciones, y áreas pobres con fuer-
tes déficits de servicios, con sus correspondientes problemas de accesibilidad, contamina-
ción, inseguridad, y falta de servicios básicos.
La intervención de los poderes públicos se hace precisa para favorecer la integración y dis-
minuir las diferencias espaciales, paliar marginalidades y buscar un equilibrio regional y local
sostenible. El desarrollo de distintos espacios dinámicos dentro de una misma urbe con dis-
ponibilidad de servicios (escuelas, comercios, entretenimientos, etc.), diversidad de oferta
habitacional y facilidades de acceso al interior y exterior de los mismos, permite minimizar
los desplazamientos urbanos, vuelve autosuficientes las áreas donde se emplazan, atenúa
los desequilibrios territoriales y mejora la sostenibilidad socio ambiental (BID, 2010: 3).
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L. M. Pites, M. J. Irisarri
Diferentes especialistas han analizado las centralidades de varias ciudades, adaptando esta
conceptualización a las condiciones concretas de cada urbe. Creemos que Bahía Blanca, pre-
senta características específicas en este tema que resultan necesarias desentrañar. En el
presente trabajo nos abocaremos al análisis de las condiciones de centralidad utilizadas por
bibliografía dedicada al tema, para determinar variables e indicadores que permitan su visua-
lización y sus posibilidades de determinación en la ciudad de Bahía Blanca, ampliando los
aportes realizados en un trabajo anterior donde hemos calculado la población flotante de la
ciudad (Pites-Irisarri, 2017), midiendo la centralidad de un sector determinado en función de
la atracción o expulsión de empleo desde y hacia el resto de la estructura urbana.
En este sentido, la socióloga Saskia Sassen sostiene que existe una nueva geografía de la
centralidad (y en consecuencia de la marginalidad) que ya no es sinónimo de centro de la
ciudad o distrito comercial, ya que según su perspectiva, esta zona ha sido profundamente
reconfigurada por el cambio económico y tecnológico. Actualmente la correlación espacial de
la centralidad puede asumir diversas modalidades geográficas: puede tratarse del centro
comercial, o puede extenderse hacia un área metropolitana bajo la forma de una grilla de
nódulos de intensa actividad comercial, articulados por medio de redes digitales constituida
parcialmente en espacio digital, a través de intensas transacciones económicas en la red de
las ciudades globales (Sassen 2001: 187). Lejos de disminuir su importancia, el fenómeno
urbano cobra una nueva dimensión a la luz de las ingentes demandas de la economía global
y de sus ineludibles exigencias de competitividad (Sassen, 2012: 40). De acuerdo a Carlos
Yori, la región cumple también un papel fundamental en este contexto, ya no como un marco
geográfico homogéneo y claramente diferenciado en el cual pasiva y parasitariamente se
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CENTRALIDADES URBANAS: ALGUNOS APORTES PARA SU LECTURA EN LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA
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inscribe la ciudad, sino como el ámbito real que de una u otra forma le da soporte y sentido y
que no se puede subsumir a las tradicionales divisiones político administrativas. Continuan-
do con la visión de este arquitecto colombiano, las regiones hoy en día son instancias de
oportunidad derivadas de la naturaleza flexible de sus alianzas coyunturales, las que de otra
parte dependen de su valor geoestratégico para el desarrollo de una u otra dinámica o rela-
ción. Se pone en práctica lo que la geógrafa Claudia Tomadoni calificó como un “mercado de
los lugares” (Tomadoni, 2016) donde no todos los espacios urbanos o regionales tienen la
misma valoración, modificándose tanto su lugar en el entramado de los Estados-nación y la
región, como las configuraciones socio-espaciales de cada una de ellas (Segura, 2014: 2).
Dentro de las ciudades empiezan a surgir también nuevos centros urbanos o centralidades.
Algunos espacios tienden a concentrar servicios y actividades de diferentes tipos y escalas,
siendo generalmente puntos de acceso y referencia para las zonas que sirven (Hydea Tar-
get Euro, 2008). Van formando un sistema de espacios interconectados, en el que cada
centralidad cumple un papel clave para sus pobladores y la ciudad. Es en estos nuevos
centros donde sus habitantes obtienen gran parte de los servicios que consumen, realizan
la mayoría de sus transacciones y actividades de recreación.
Las centralidades son lugares identificables en la ciudad, que se distinguen con respecto al
resto del tejido urbano como consecuencia de su nivel de accesibilidad, concentración y re-
presentación. Por consecuencia, la ciudad puede tener solamente un número limitado de
centralidades, pero al ser dinámicas, pueden evolucionar en el tiempo en relación a cambios
económicos, sociales o de crecimiento urbano y aparecer otros (BID, 2009: 42). Fernando
Cuenin y Mauricio Silva utilizan ocho variables para identificar el sistema de centralidades en
Quito: localización de la población con elevada densidad; superficie de áreas verdes/suelo
libre; facilidad de acceso; déficit/superávit de servicios; distribución territorial de empresas y
empleos según el sector productivo; sectores generadores o expulsores de población día;
proyectos ejecutados por la alcaldía que tienen fuerte potencial para generar centralidades; y
finalmente, uso del suelo (BID, 2010:21-23). De acuerdo al estudio de las centralidades elabo-
rado por Hydea y Target Euro (2008,117), las centralidades son espacios multifuncionales de
diferentes escalas, con un rol definido, que atraen personas y bienes en donde se producen
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intensos intercambios colectivos. En el marco de esta definición, son sitios de la ciudad que
se distinguen por: a) una alta concentración de servicios y actividades de diferentes escalas
que determinan su grado de atracción de personas; b) buena accesibilidad interna y desde el
resto de la ciudad (suelen tener nodos de transporte); y c) el reconocimiento de la comuni-
dad como el centro de la zona a la que pertenecen, siendo un punto de referencia y de ex-
presión simbólica de las condiciones de vida de sus habitantes. Así se le agregó el valor re-
presentativo que la sociedad le otorga a cada espacio. En esta línea, el arquitecto Jao Ricardo
Licnerski, sostiene que la construcción del significado espacial se establece por la experiencia
directa del lugar urbano y de una valoración del grado de importancia de un espacio frente a
otro. A través de estos dos mecanismos se establece una red de circuitos urbanos en los
cuales se construye una idea de lugar y nuestra permanencia en el espacio que determinan
su importancia con respecto a otras zonas. Resalta como una pérdida de significado colectivo
de un sector, provoca una disminución de los niveles de centralidad urbana (Licnerski. 2006).
La especificidad evolutiva de la configuración urbana Bahiense, que pasa de ser una ciudad
compacta con una estructura de centralidades jerarquizada en las últimas décadas del
siglo XX, a ser una ciudad difusa y fuertemente polarizada en la primera década del siglo
XXI, exige la definición de criterios de desarrollo urbano que generen una mejora en la ac-
cesibilidad urbana, entendida como la capacidad de alcanzar el conjunto de oportunidades
de bienestar que ofrece lo urbano para todos los habitantes de la ciudad.
En esa línea de argumentación, tanto el conjunto de los hogares como de las firmas (em-
presas) mejoran su grado de accesibilidad mejorando la relación entre empleo y consumo,
de modo que la accesibilidad es dependiente de la territorializacion de las políticas de de-
sarrollo (empleo y categoría de empleo) y uso de suelo (vivienda y tipo de vivienda) me-
diante la redistribución de los recursos urbanos (Harvey, 1976: 85). Las actuaciones dirigi-
das a mejorar la relación empleo / vivienda deberán enfocarse en llevar trabajo (y empleo
calificado) a la periferia, y en consecuencia llevar servicios y densidades adecuadas para el
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desarrollo eficaz de dichas actividades. Esto implica la restauración de la red de sub centros
históricos en la periferia y el saneamiento del área central de la ciudad. Con ese objetivo,
realizaremos una lectura del sistema de centralidades en Bahía Blanca, como desarrolla-
remos en el próximo apartado, definiendo y aplicando las variables teóricas polarización,
equidad y estructuración con sus respectivos indicadores.
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1
Esto en términos de recursos urbanos, sean directos o indirectos.
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Polarización
FC = E - (Ha/Hs) * ES
FC: Factor de Centralidad. E: Población empleada del centro (Población flotante). ES: pobla-
ción empleada sistema urbano. HA: Población total centro. HS: Población total sistema
urbano. H es la población radicada (habitantes). Denominaremos Población Radicada a la
que se ubica residencialmente en un sector, para diferenciarla de la población flotante que
es la que desarrolla sus actividades allí, pero no reside en ese lugar. Esta diferenciación es
necesaria para determinar el FC. Cuanto mayor es el valor de FC, más alto será el grado de
centralidad del lugar considerado.
PF. Población flotante PR: población residente PEA: población económicamente activa TE:
tasa de empleo, es la diferencia entre PF y PEA dividido la PR del sector. Puede ser negativa
cuando la oferta laboral es menor a la de la PEA y el sector expulsa el remanente hacia otro
subcentro, o positiva, cuando la oferta laboral supera a la PEA del sector y este es captador
de empleo.
2
“Índices de equilibrio y desequilibrio para el análisis y diagnóstico territorial”, en: Unicamp, vol. 3 nro.2, octubre
2012, p. 36.
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Del cuadro podemos observar que la delegación centro, que a su vez es la más numerosas
en población, atrae aproximadamente el 11% de la PEA del resto del sistema urbano. Por lo
que el 33 % de su PF proviene de otras delegaciones, mientras que las Villas expulsa el 17
% de ella. Esta situación se observa en el resto de las delegaciones.
Equidad
DI.: Tasa de Disimilaridad. Se obtiene restando la población relativa del sector a la superfi-
cie relativa del sector y poniéndolo en relación a los otros sectores del sistema.
Carácter: Es la relación entre población relativa y superficie relativa. Se dan tres casos:
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1. Tendencia a la concentración.
2. Tendencia a la dispersión.
3. Tendencia uniforme.
GRADO: (no medido en este ejemplo) El nivel relativo de Disimilaridad ubica en una escala
desde el 1 (uniforme) yendo en la escala comparativa a valores positivos (Concentración) y
negativos (Dispersión)
Estructuración
La estructuración territorial puede ser leída desde los efectos que generan las mejoras
sobre el uso del suelo y su rentabilidad diferencial de tipo 1. La presencia de mejoras confi-
gura un orden asociado con las practicas socio espaciales que resultan en una morfología
urbana determinada a la que soportan, por lo que, desde los efectos sobre las condiciones
de vida de la población que las consume, esta estructuración puede determinarse en
términos de costo beneficio relacionando superficie y perímetro de la infraestructura con-
siderada con el grado de cobertura de servicio que se conoce como índice de idoneidad.
Cobertura: Porcentaje de cobertura de hogares del sector con inodoro conectado a red
pública. Cobertura relativa: Porcentaje de cobertura de hogares del sector / hogares totales
con inodoro conectado a red pública.
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CONCLUSIONES
Para cumplir con el objetivo 11 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Na-
ciones Unidas para el año 2027, la ciudad tiene que, sobre la morfología difusa heredada,
haber consolidado una red vial jerarquizada que interconecte la estructura de sub centros
de la periferia entre sí y con el sistema binario del macro centro urbano. Sobre esta trama
vial primaria, que contendrá en su trayectoria usos complementarios acordes a su alcance
en la red, se habrán determinado áreas clusterizadas de usos compatibles entre sí, solo
limitados por razones funcionales o de impacto ambiental.
Habiendo logrado ese objetivo, se habrá mejorado la accesibilidad al suelo y la tasa de re-
distribución territorial para población vulnerable y se habrá disminuido la emisión de gases
tóxicos provenientes del tránsito automotor.
Para ello, la ciudad deberá haber revertido la tendencia a la dispersión, y desarrollado una
conurbación poli céntrica, con estructura de sub centros emergente y perímetro urbano
definido, lo que implica una consolidación sin ampliación de la mancha que pueda mante-
nerse por los próximos veinticinco años regresando los indicadores de crecimiento de la
mancha urbana por debajo de los límites de sostenibilidad contemplados por el BID, en
base a Procesos Remediatores aplicados mediante políticas específicas:
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 70
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
CRECIMIENTO URBANO Y
PRODUCCIÓN ESTATAL DE CIUDAD EN
AVELLANEDA, QUILMES Y
BERAZATEGUI ENTRE 2005-20151
G. Marichelara, L. Ríosa
a
Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales, Facultad de Arquitectura y Urbanismo,
Universidad Nacional de La Plata, Argentina
1
Este trabajo se enmarca en una línea de trabajo del Proyecto “Procesos de Expansión Urbana Metropolitana en
el Siglo XXI. Políticas Territoriales, Modos de Producción de Suelo, y Transformaciones Socio espaciales en el
Área Sur de la RMBA (U163/ FAU-UNLP) dirigido por Arq. Maria Julia Rocca. Fue desarrollado con la colaboración
de l@s arquitect@s Eugenia Rodriguez Daneri, Juan Martín Lara, Soledad de la Fuente, y Debora Loglen, del Sr.
Iñaqui Pagalday, y la Srita. Consuelo Estarellas.
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Entre los años 2005-2015, la política habitacional tuvo una intensa actuación a través de una
política de oferta de vivienda, y al finalizar el periodo, entre 2012-2015, a partir de iniciativas
de incentivo a la demanda. Por su parte, la política de ordenamiento territorial a nivel provin-
cial y municipal sufrió un proceso de estancamiento en los procesos de regulación iniciados
en el año 1977 con contadas excepciones entre las que se encuentra algunos procesos de
gestión metropolitana del territorio y la sanción de la Ley de Hábitat que amplió las miradas
a la producción de ciudad que tenía la ley de ordenamiento provincial.
Se plantea como hipótesis de trabajo que los rasgos que de adquieren los instrumentos de
las políticas territoriales, en particular la política habitacional y la regulación del uso y ocupa-
ción del suelo, aportan a la singularidad de las formas de producción de suelo en el sur de la
RMBA, expresando formas de diferenciación socio espacial y desigualdad en términos de
configuración urbana y territorial relacionadas con las posibilidades de acceso a la ciudad.
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En este marco se plantea como objetivo general evaluar las estrategias de crecimiento urba-
no implícitas en las formas de producción de suelo estatal recientes en los municipios de
Avellaneda, Quilmes y Berazategui. La metodología utilizada se basó en el análisis de diver-
sas fuentes documentales relacionadas con las políticas habitacional y de ordenamiento te-
rritorial, su cartografiado y corroboración con la foto lectura satelital.
Desde el punto de las actividades económicas dominantes, los tres coinciden en que la in-
dustria es la que mayor aporte hace a la estructura de su producto bruto geográfico (Ave-
llaneda: 55%), Quilmes (29%), Berazategui (37%). Sin embargo, en las últimas décadas su
territorio tuvo una demanda constante, para el desarrollo de inversiones inmobiliarias de
gran escala (grandes superficies comerciales e industriales, urbanizaciones cerradas, vi-
viendas de segmento premium, oficinas, etc.).
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Las políticas habitacionales materializan la construcción del espacio como resultado de una
relación sociedad-mercado-estado, configurando un proceso socio espacial. Yujnovsky
(1984: 373) reconoce que “el problema de la vivienda es un problema propio de la estructu-
ra social y económica de la argentina y que la provisión de servicios habitacionales en el
mercado privado es solo rentable para una estrecha capa de la población de mayores re-
cursos. Sólo el Estado puede intervenir para hacer que la vivienda esté al alcance de los
otros sectores que componen la mayoría”.
Por otra parte, Clichevsky nos aporta a pensar en el resultado de la política habitacional en
la estructura urbana afirmando que “la configuración espacial es el resultado de la actua-
ción de los agentes insertos en estructura social sobre un medio físico e histórico determi-
nado y a su vez, ésta configuración espacial tiene efectos sobre las clases sociales que la
habitan” (1975:9).
Respecto del “lugar de la vivienda social en la ciudad”, Del Rio concluye que la localización
de la vivienda social en la ciudad es una variable crítica al momento de evaluar los progra-
mas habitacionales (2011: 54), ya que la política habitacional distribuye “renta real” a cada
una de las unidades domesticas que son objeto de la acción pública, que depende entera-
mente de la localización.
Por su parte, Manuel de Sola y Morales i Rubio (1997) en su análisis morfológico del creci-
miento urbano en ciudades españolas también indica que las políticas habitacionales han
contribuido al crecimiento suburbano y en baja densidad de las ciudades, consumiendo
suelo periurbano productivo, o con problemas ambientales. Reese y Catenazzi (2016:297)
manifiestan la precaria integración de las políticas sectoriales, y aclara que “la formulación
de las políticas públicas ha mantenido una visión sectorial y centralizada de los problemas
territoriales y ambientales, expresada en la división institucional y organizativa de la admi-
nistración estatal”. A pesar de la creciente institucionalización de la política urbana en la
agenda nacional, solo se ha implementado de manera puntual algunos instrumentos de
regulación de los mercados de suelo (Reese y Catenazzi, op. cit., 303)
Resulta necesario identificar las particularidades de cada uno de los programas implemen-
tados, en tanto instrumentos de la política habitacional, que inciden de forma diferente en
la configuración de la ciudad metropolitana.
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Podemos evaluar la incidencia en el “comportamiento” del suelo urbano en cada uno de los
programas habitacionales, en los tres partidos de la RMBA seleccionados. Las localizaciones
de los emprendimientos habitacionales son propuestas que emergen desde los gobiernos
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Avellaneda
El Municipio de Avellaneda, el más próximo a la CABA con una ocupación de casi el 100%
del suelo urbano según normativa, nos resulta muy difícil cuantificar el “consumo de suelo”
por la política habitacional. Los programas habitacionales implementados fueron de Urba-
nización de Villas y Asentamientos Precarios y de Mejoramiento Habitacional. Ambos pro-
gramas actuaron en el mejoramiento del hábitat en grandes áreas involucrando la refun-
cionalización de espacios industriales ociosos, o espacios portuarios remanentes, para
transformarlos en áreas residenciales urbanas, transformando la villa en un barrio. El suelo
ya estaba creado y ocupado, pero con otro uso, o en malas condiciones urbano-
ambientales, o sea, podemos identificar la construcción de vivienda nueva, en suelo ocu-
pado, por los que la estrategia urbana fue la de consolidación.
Las intervenciones físicas en villas son dificultadas por el alto grado de ocupación, y en ge-
neral porque son espacios que no han registrado inversiones de la obra pública para el me-
joramiento. Siempre es necesario pensarlo en encadenamiento de etapas. El Subprograma
de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios (SUVyAP) se manifestó de forma flexi-
ble para adecuarse a las necesidades de cada una de las “piezas urbanas” donde se iba a
intervenir. Fue posible pensar en construir viviendas de 1 a 6 dormitorios de acuerdo a las
necesidades de las familias que iban a habitar la vivienda, a veces la trama circulatoria
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también se adaptó a esta “flexibilidad” y se utilizaron diferentes jerarquías de vías para co-
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nectar la vivienda nueva con la ciudad . Las inversiones necesarias para adecuar en térmi-
nos de drenaje, escurrimiento, nivelación, son costosas, y con mucho tiempo de madura-
ción en la elaboración del proyecto y en la búsqueda de financiamiento. Podemos citar en
el caso específico de Villa Tranquila, la implementación de un plan financiado por el BID
por medio del Programa de Mejoramiento de Barrios (Pro.Me.Ba.), que se desarrolló en
forma simultánea a la construcción de viviendas, y habilitó para el uso residencial a un área
mucho más amplia que la circunscripta a Villa Tranquila (Bettatis, 2012: 183)
El análisis de la implementación particular para Villa Tranquila nos permite conocer en pro-
fundidad un proceso muy rico desde la gestión urbana y la planificación donde la política
habitacional es un instrumento, y se utilizaron diferentes instrumentos legales para la ges-
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tión del suelo . Asimismo, la implementación del Programa Mejor Vivir de Mejoramiento a
la vivienda permitió la refuncionalización de edificios y espacios públicos en grandes con-
juntos. Las intervenciones que contemplaron puntualmente la construcción de viviendas,
también actuaron mejorando el hábitat, ya que se dotó de infraestructura no solo a las vi-
viendas nuevas sino al espacio urbano extendido en el barrio, un mejoramiento para toda
la ciudad.
En síntesis, este municipio tuvo una intensa actividad en el marco de la política habitacio-
nal, movilizada a partir de la articulación de gran cantidad de instrumentos, y la estrategia
más usada es la urbanización de villas y asentamientos precarios y la consolidación de con-
juntos habitacionales.
Quilmes
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Es necesario aclarar que la “regularización urbana” involucra procesos sociales complejos, no solamente es
“obra pública” intervención física en el barrio, y regularización dominial, sino que involucra procesos legales,
ambientales, de organización social más complejos, que se extienden en el tiempo.
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Para mayor información véase Mimeo Subrpograma de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios. Sub-
secretaria de Urbanismo y Vivienda MOSP PBA (2007)
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La implementación del PFEH se realiza por cooperativas, a una escala pequeña, y en gene-
ral las viviendas construidas fueron destinados a los mismos constructores, que aportaron
el suelo que habían ocupado 30 años antes (Marichelar, 2011).
En síntesis, este municipio tuvo una intensa actividad en el marco de la política habitacio-
nal, a partir de la construcción de viviendas nuevas para la urbanización de villas y asenta-
mientos precarios. Estudios particulares sobre las formas de producción social en este
municipio, dan cuenta que las organizaciones sociales fueron los principales actores que
traccionaron la gestión de la política habitacional (Jaime, 2018).
Berazategui
Berazategui es un caso muy particular, allí a pesar de las grandes necesidades de mejora-
miento de hábitat, de construcción de viviendas, se registró una escasa manifestación de la
política habitacional. Del total de emprendimientos, se destaca la intervención en un área
de carácter rural donde se construyeron 748 viviendas en un solo emprendimiento, im-
plementando el Plan Federal de Construcción de viviendas Tierra y Proyecto Urbano (TPU).
En un espacio signado por la buena accesibilidad a partir de la Autopista Ruta 2, en la loca-
lidad del Pato. La naturaleza de este programa en la modalidad TPU ha sido analizado co-
mo el programa que construyo viviendas en suelo propiedad de empresas constructoras y
se manifiesta la escasa gestión urbana local para construir suelo urbano bien localizado en
la ciudad. Está en las antípodas al SPUVyAP.
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En síntesis, los resultados del trabajo preliminar sobre los tres municipios seleccionados del
litoral sur metropolitano, permitieron corroborar que en relación a la política habitacional:
En ese sentido, los objetivos de la política de ordenamiento, deberían apuntar a “los máximos
niveles posibles de valor social”, tal como afirma Repetto respecto de los propósitos de las polí-
ticas públicas. Con esto se enfatiza que sus propósitos son sociales, en tanto el fin último de
toda política es el mejoramiento de las condiciones económicas, sociales y ambientales en
forma adecuada a cada realidad territorial (Ríos, op. cit., 44). A nivel municipal, esta política tie-
ne un carácter fundamental, en consideración de la complejidad y especificidad de los proce-
sos territoriales locales y ante el desafío que el ordenamiento se constituya como una política
transversal capaz de articular al conjunto de políticas con impacto territorial (Ríos, op. cit., 43).
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En el Plan Estratégico de Avellaneda de 2005 incluyo entre sus grandes proyectos transformadores diversas ac-
tuaciones de reordenamientos de áreas con grandes problemáticas ambientales y urbanización de villas que
sirvieron de marco a la política habitacional.
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Desde los niveles locales, cada municipio estructuró su política de ordenamiento territorial a
partir de la implementación de normativas que regulan el uso y ocupación del suelo. En los
tres municipios analizados, Avellaneda, Quilmes y Berazategui, la regulación urbana se es-
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tructura a partir de la regulación del uso, ocupación y subdivisión del suelo , y el máximo ins-
trumento es la zonificación según usos, sancionadas en el marco del Decreto Ley Nº 8912/77.
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En Avellaneda, este instrumento fue sancionado por Ordenanza Nº 11451/1997. En Quilmes por Ordenanza Nº
4545/1979 y en Berazategui por Ordenanza Nº884/1979.
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Cuatro de estas modificaciones se realizaron a la normativa vigente en Avellaneda, 18 a la de Quilmes, y 54 a la
de Berazategui.
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Por definición, cada una de estas estrategias implica prever de antemano distintas formas
para el crecimiento urbano, y cierta visión integral e integradora respecto de la totalidad
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urbana . Del análisis del conjunto de estrategias, se visualiza que su utilización es singular
por cada uno de los municipios utilizándose una variedad de figuras con finalidades dife-
rentes. El análisis a nivel cuantitativo también permite visualizar pesos diferenciales en la
incidencia de cada una de las estrategias.
Tabla 3. Regulación del uso y ocupación del suelo: Estrategias previstas para el crecimiento
urbano: configuración y formas de producción dominantes
Fuente: Elaboración propia en base a información suministrada por la Dirección Provincial de Ordenamiento
Urbano y Territorial. Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
En Avellaneda se puede ver que la estrategia que tiene mayor alcance territorial es la ur-
banización de villas y asentamientos precarios, la reestructuración de áreas pericentrales a
partir del aprovechamiento de áreas desafectadas de grandes usos originales, y la creación
de un nuevo núcleo urbano sobre el sector costero.
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En este caso no se incorporó al estudio las figuras urbanísticas que ya tienen vigencia, como son las zonas resi-
denciales urbanas o extraurbanas para tomar en consideración solo los criterios que implican previsiones sobre
el crecimiento a futuro. Tampoco se consideraron las zonas que permiten mayores intensidades de ocupación
que las actualmente aprovechadas.
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Por su parte, en Berazategui la principal estrategia utilizada es la de ampliación del área urbana
y en segundo término la recuperación de sectores inundables para su posterior urbanización.
Sin embargo, es importante destacar que, tanto en Quilmes como en Berazategui, la mayor
parte de los sectores reservados para la ampliación urbana ya se encuentran ocupados.
Figura 2. Regulación del uso y ocupación del suelo: Estrategias previstas para el
crecimiento urbano: configuración y formas de producción dominantes.
Fuente: Elaboración propia en base a información suministrada por la Dirección Provincial de Ordenamiento
Urbano y Territorial. Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Es decir, los criterios establecidos por cada uno de estos tres municipios del eje sur metro-
politano permiten interpretar dos lógicas diferenciales, una que prevalece en Avellaneda,
cuyo criterio dominante es el crecimiento a partir de estrategias que suponen la intensifi-
cación en la ocupación del suelo actual y otro en Quilmes y Berazategui, donde prevalece el
crecimiento por extensión.
Estas lógicas se visualizan con mayor claridad al observar la cantidad de superficie que ca-
da municipio destina a cada estrategia, tal se representa en el gráfico de barras. Aquí pue-
de verse que a nivel general la estrategia que abarca mayor superficie del territorio muni-
cipal es la de recuperación, ya que se destinan 963 hectáreas para recuperar, mediante
obras o acciones, sectores no adecuados por su condición física o ambiental para futuros
usos urbanos. La mayor parte del aporte de suelo destinado a esta estrategia se corres-
ponde con territorio del municipio de Quilmes, y en menor medida Berazategui.
En segundo orden se ubica a estrategia de ampliación, para la que se destinan 452 hectáreas
para la expansión en forma predeterminada en sectores específicos de la ciudad, que solo se
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distribuyen entre los territorios de Quilmes y Berazategui. Cabe aclarar las reservas urbanas
de Quilmes se encuentran ocupadas en su totalidad y en Berazategui en un alto porcentaje.
De lo antes dicho puede inferirse que la superficie destinada en ambos municipios para
recuperación, será en gran medida destinada a la ampliación urbana.
En este caso se observa que, en forma indirecta, la utilización de estrategias para abordar
espacios abiertos o equipamientos por su valor social, ambiental y/o económico producti-
vo, que pueden cumplir un rol importante en la contención del crecimiento urbano. En el
cuadro siguiente se resumen los propósitos de las estrategias que con esta finalidad fueron
identificadas en la regulación del uso y ocupación del suelo en los casos analizados, a sa-
ber: la protección del espacio abierto, la dotación de equipamientos específicos periurba-
nos y la producción primaria periurbana.
Tabla 4. Regulación del uso y ocupación del suelo: Estrategias previstas para la contención
del crecimiento urbano
Fuente: Elaboración propia en base a información suministrada por la Dirección Provincial de Ordenamiento
Urbano y Territorial. Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
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Figura 3. Regulación del uso y ocupación del suelo: Estrategias previstas para la contención
del crecimiento urbano.
Fuente: Elaboración propia en base a información suministrada por la Dirección Provincial de Ordenamiento
Urbano y Territorial. Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Puede verse que este espacio abierto es protegido en casi todo el frente costero de Beraza-
tegui, y en forma discontinua en Avellaneda y Quilmes. Sobre este frente también se desti-
na suelo para la localización de equipamientos específicos de grandes superficies. Por su
parte, la estrategia de protección de la actividad productiva primaria solo se registra en
Berazategui, en coincidencia con el cordón periurbano productivo primario.
A modo de síntesis preliminar, puede afirmarse que, la regulación del uso y ocupación del
suelo, como principal instrumento de la política de ordenamiento territorial, se manifiesta
en relación al crecimiento urbano con:
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Un carácter incompleto, porque atiende solo del uso y ocupación del suelo, ante lo
cual es clave recuperar la la responsabilidad pública sobre esta política responsable
de la articulación en el territorio de gran cantidad de políticas sectoriales.
La atención sectorial a 4 tipos de cuestiones urbanas en relación a la forma de cre-
cimiento: el crecimiento de la ciudad informal; la expansión de la ciudad segregada;
la ciudad suburbanizada; y la ciudad central.
La articulada en forma explícita con instrumentos de la política habitacional en una
sola forma de producción de suelo, la ciudad informal en Avellaneda.
La atención al crecimiento urbano como una cuestión de la política de vivienda y la
política de desarrollo inmobiliario y no de la política de ordenamiento territorial, la
cual deja de tener un rol integrador y coordinador del conjunto de acciones estatales
con implicancias territoriales para sesgar su accionar ante la oferta de vivienda y de
facilitación a las inversiones de grandes desarrollos inmobiliarios.
La deficitaria reserva de suelo accesible para vivienda social, solo se consideró a for-
mas de producción informal de ciudad en Avellaneda, a partir de demandas genera-
das por planes de viviendas.
Las dificultades para generar reservas de suelo para el crecimiento por ampliación
urbana, lo que requiere de la formulación e implementación de estrategias de rees-
tructuración, densificación y consolidación para minimizar los impactos sobre las
áreas inundables.
La falta de cumplimentación de la regulación urbana, cotejada con el contraste entre
los usos normados y los usos reales.
4. Consideraciones preliminares
En este marco, las territorialidades emergentes se destacan por la inexistencia de una polí-
tica territorial para el crecimiento metropolitano y la desarticulación entre instrumentos
(escala, actores, temas, problemas, métodos, categorías conceptuales): programas de cons-
trucción de viviendas y regulación del uso y ocupación del suelo.
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ción, como de producción del espacio construido; mientras que en los segundos su carácter
técnico, en adecuación formal a cambios a las política sectoriales o demandas de actores.
Ante ello, los nuevos desafíos que tienen las políticas urbanas y territoriales, sobre los cuales
invita a reflexionar el congreso, deberán tomar como cuestión de la política el crecimiento
urbano, la política habitacional y la regulación del suelo como cuestiones metropolitanas; la
integración en el territorio de políticas sectoriales; la renovación del bagaje de instrumentos
regulatorios para actuar en el territorio no urbano, formas de producción social de suelo,
vivienda y funcionamiento del mercado de suelo; la consideración del territorio no urbano y
el espacio abierto como espacio activo, no urbanizable o con distintos grados de urbaniza-
ción desde una perspectiva socio ambiental y; el mejoramiento de capacidades para la ges-
tión del territorio.
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G. Marichelar, L. Ríos
Yujnovsky, Oscar. Claves Políticas del Problema Habitacional Argentino (1955-1981). Grupo Editor
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
S. Galluccia, A. L. Guerrerob
a
Departamento de Geografía y Turismo (DGyT), Universidad Nacional del Sur (UNS), Bahía
Blanca, Argentina
b
Departamento de Geografía y Turismo (DGyT), Universidad Nacional del Sur (UNS), Bahía
Blanca, Argentina
gallucci@uns.edu.ar, aguerrero@uns.edu.ar
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 88
DESTINOS TURÍSTICOS COMO TERRITORIOS POLÍTICOS MULTIESCALARES…
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Resumen
Introducción
Dentro del eje temático seleccionado, se considera importante contribuir al debate de las
transformaciones recientes en los destinos turísticos desde una visión del territorio político
multiescalar. En este sentido, dado que el ordenamiento territorial del turismo tiene como
objetivo el desarrollo de espacios turísticos, se resalta la importancia de considerar diferen-
tes contextos estructurales y coyunturales que afectan su desarrollo. Para ello, es necesa-
rio que ante los complejos escenarios que plantea el desarrollo turístico en la actualidad,
las investigaciones en Turismo y, en las Ciencias Sociales en general, generen acercamien-
tos interdisciplinarios que contribuyan a la construcción tanto de marcos teóricos concep-
tuales como marcos metodológicos cualitativos, interpretativos.
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Las perspectivas teóricas desde las cuales se aborda la ponencia se centran en el enfoque
propio de las Ciencias Sociales. En este sentido, se estudian los destinos turísticos como
territorios políticos multiescalares a partir de los aportes que la geografía actual realiza a
través de las nuevas conceptualizaciones de la Geografía Humana en el siglo XXI. Entre
ellas se seleccionan la Nueva Geografía Política, la Nueva Geografía Económica y la Nueva
Geografía Cultural haciendo confluir, también los aportes del Turismo a fin de plantear un
modo de abordaje más complejo e integral del objeto de estudio.
En este marco, la Nueva Geografía Política estudia la dimensión política del territorio me-
diante el análisis del fenómeno del poder, en tanto se interesa por las implicaciones espa-
ciales de los procesos y de los fenómenos políticos a todos los niveles de organización. Es
decir que, si bien el Estado aparece como un agente decisional clave en los procesos de
construcción del territorio, la Geografía Política en las últimas décadas ha ampliado su en-
foque y se aparta de la centralidad del Estado; para llegar tanto al estudio del espacio glo-
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bal como al microespacio de lo personal y subjetivo. De este modo, se interesa por el estu-
dio de toda organización dotada de poder político capaz de inscribirse en el espacio
(Méndez, 1986 citado en Gallucci, 2013); se ha llegado a concebir una geografía del poder
con capacidad de organizar y transformar el territorio a/desde todas las escalas (Sánchez,
1992 citado en Guerrero 2016) (Guerrero, Gallucci, 2016).
De esta manera, como sostiene De Mattos (2010) el capital financiero es el flujo que circula
más fácil en virtud de las políticas de apertura y de la revolución de las tecnologías digitales
de la información. Así, el incremento en los flujos financieros (tanto legales como ilegales)
permite explicar las causas del crecimiento exponencial del sector inmobiliario. En este
sentido, el valor del suelo urbano tiene una doble perspectiva, como valor de uso y como
valor de cambio. El valor de uso se refiere a su utilidad como soporte de distintas activida-
des; el valor de cambio expresa la capacidad de compra de otros bienes que proporciona la
posesión de ese objeto. Así, las inversiones inmobiliarias se convierten en uno de los ele-
mentos más importante en la configuración territorial de la ciudad, pareciendo el valor de
cambio articularse alrededor del proceso de acumulación del capital, en el que predomina
la lógica de obtención de beneficio (Espasa, Fittipaldi, Michalijos, 2010: 170-171).
A su vez se consideran, las tendencias propuestas por la Nueva Geografía Cultural. Este
enfoque fue cambiando a lo largo del tiempo a través de la asociación con otras ciencias;
inicialmente se vinculó con la Antropología, luego tuvo un acercamiento con la Sociología y
en su última etapa se encuentra asociada a la Psicología (Guerrero, Gallucci, 2015). Desde
esta perspectiva, todo lugar -además de sus funciones económicas, históricas y sociales- es
también un espacio psicológico, que detenta una carga de significados subjetivos y condi-
cionados por las múltiples variables tanto internas como externas que afectan al individuo
(Marrón Gaite, 2009).
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DESTINOS TURÍSTICOS COMO TERRITORIOS POLÍTICOS MULTIESCALARES…
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Dado que el ordenamiento territorial del turismo tiene como objetivo el desarrollo de es-
pacios turísticos, se resalta la importancia de considerar los contextos estructurales y co-
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DESTINOS TURÍSTICOS COMO TERRITORIOS POLÍTICOS MULTIESCALARES…
S. Gallucci, A. L. Guerrero
yunturales que afectan su desarrollo. De este modo, aplicando las ideas de Berensztein
(2009) al desarrollo turístico, es necesario que los umbrales institucionales mínimos se
focalicen en la presencia de un Estado eficaz y eficiente con reglas de juego que promue-
van climas favorables para un desarrollo turístico dinámico, con una regulación apropiada
y flexible a fin de incentivar la competencia y prevenir estrategias rentísticas. Asimismo, se
requiere mecanismos de participación efectivos que otorguen poder a la sociedad civil.
Por lo tanto, el análisis de las acciones de políticas públicas en turismo debe considerar
que las problemáticas no se dan de manera aislada sino que responden a un contexto ins-
titucional y político específico. Los destinos turísticos latinoamericanos y Argentina en par-
ticular, se caracterizan por estar insertos en entornos de alta complejidad institucional. Por
ello, es importante analizar las políticas como un proceso en el tiempo, dinámico donde el
rol del Estado es un factor condicionante (Gallucci, 2013) (Habernas en Valenti; Llanos,
2009: 181 citado en Gallucci 2013).
La siguiente figura muestra una propuesta interpretativa realizada por las autoras como
síntesis de los marcos analizados en las distintas investigaciones visibilizando la compleji-
dad de los procesos que conforman los destinos turísticos como territorios políticos multi-
escalares (Figura 1).
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Resultados
Considerando que las características del contexto político institucional son transversales al
desarrollo de las investigaciones en cada momento histórico analizado, se resalta que los
resultados obtenidos permiten aseverar que los actores sociales locales (estatales y no
estatales) ejercen poder generando transformaciones territoriales en los destinos turísticos
analizados. El proceso de las acciones de políticas públicas en turismo se enmarca en una
compleja institucionalidad direccionando el desarrollo territorial del turismo. Tal como se
menciona al inicio, la cuestión institucional vigente condiciona el entramado complejo de
relaciones espacializadas de poder a/desde distintas escalas producidas en los destinos
turísticos a través de los diferentes procesos mencionados.
Históricamente, en general, los principales resortes del Estado han estado capturados por
una élite política y económica con poder para establecer altas barreras de entrada e impe-
dir un funcionamiento efectivo de un sistema de frenos, contrapesos y consensos (falta de
funcionamiento adecuado de la separación de los poderes) entre actores sociales. De este
modo, se evidencia en las últimas décadas que la disfuncionalidad del juego político- insti-
tucional impide el procesamiento de conflictos y la conformación de arreglos perdurables
(Berensztein, 2009).
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social; proceso que refleja una nueva fase de modernización capitalista caracterizado en-
tre otras aristas por inversiones inmobiliarias privadas cada vez más importantes (De Mat-
tos, 2016). En términos generales se observa en los estudios de casos abordados, una
estructura que tiende a reducir y condicionar la libertad de acción de los actores donde
las decisiones vinculadas a la gestión turística en ocasiones se apartan de los marcos
normativos formales.
Los municipios argentinos han tenido tradicionalmente un rol marginal para promover el
desarrollo debido a una esquema institucional centralista que históricamente ha concen-
trado la mayor parte de sus responsabilidades en la esfera administrativa nacional y pro-
vincial, estando las funciones municipales limitadas a la obra pública, a la provisión de ser-
vicios urbanos y a la regulación de la vida comunitaria. (Madoery, O. 2005: 2). Sin embargo,
durante el proceso de ajuste estructural, los municipios argentinos asumen nuevos roles
debiendo enfrentar los retos del desarrollo desde la especificidad de cada territorio siendo
el desarrollo del turismo una función importante para generar recursos. Sin embargo, a
partir de las entrevistas realizadas se destaca que la estructura de poder se concentra prin-
cipalmente en el Poder Ejecutivo ajustándose el proceso decisorio a una estructura pirami-
dal, característica propia del modelo administrativo burocrático. En consecuencia, prevale-
ce un modelo de gestión pública municipal tradicional con escasa cooperación horizontal y
débil articulación intra e intermunicipal.
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DESTINOS TURÍSTICOS COMO TERRITORIOS POLÍTICOS MULTIESCALARES…
S. Gallucci, A. L. Guerrero
A través del proceso de sacralización del espacio, se observa que las creencias y sentimien-
tos se cristalizan en el espacio reavivando la memoria de hechos del pasado mediante la
asignación de un valor sagrado, legitimado culturalmente por la sociedad en ambos espa-
cios y que luego se expresan en el territorio con su carga simbólica e identitaria (Gallucci,
Guerrero, 2010). A partir del trabajo de campo, se observa que el turismo religioso como
dinamizador del territorio, no solo atrae a visitantes con motivaciones espirituales sino
también a visitantes con otras motivaciones vinculadas a sus aspectos culturales (Guerrero,
Gallucci, 2010).
En relación con el Casco Histórico se observa el rol desempeñado por el Municipio que ha
permitido la valorización cultural del Patrimonio Histórico –proceso de patrimonialización-
pero no ha favorecido una valorización turística del mismo que conlleve a un desarrollo
integral del territorio. En este sentido, durante el período que abarcó la investigación
(2006-2010), el gobierno municipal generó acciones de para poner en valor el Casco Histó-
rico. En este proceso intervinieron diferentes actores sociales (pertenecientes a la esfera
pública municipal y provincial, organismos no gubernamentales a diferentes escalas y la
sociedad civil). A fin de alcanzar el cumplimiento de acciones de intervención del gobierno
municipal para la valorización del Casco, se crearon instrumentos de política organizacio-
nales (Comisión de Patrimonio Histórico en 2002, luego ascendida al rango de Subsecretar-
ía), instrumentos programáticos (tales como Plan Estratégico Participativo de Desarrollo
Turístico Sustentable del Partido de Patagones, Plan de Valorización del Centro Histórico y
Patrimonio Cultural de Patagones), instrumentos financieros (promovidos por organización
no gubernamental internacional) e instrumentos normativos (ordenanzas, decretos).
A partir del análisis de los datos relevados, se resalta que transcurrieron veinte años de
inacción entre la primera acción política de delimitación del Casco Histórico en 1984 (que
muestra una intencionalidad política pero no una aprehensión de su valor histórico, cultu-
ral y turístico) y las medidas efectivas de conservación y protección que permiten su puesta
en valor. Estas acciones evidencian en forma clara interacciones multiescalares y transesca-
lares como resultado de relaciones políticas, sociales y económicas con distinto nivel de
complejidad.
Entre los factores limitantes que condicionan el desarrollo turístico- recreativo en el Casco
Histórico, se observa acciones de política tendientes a la valorización turística de los edifi-
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cios históricos, de la imagen urbana y de la línea de ribera, por sobre los elementos intan-
gibles del territorio que pongan énfasis en la valorización simbólica e identitaria de la cul-
tura maragata. Además, si bien se generaron diferentes instrumentos de política para la
valorización del Casco Histórico, se observa una baja densidad en la conformación de re-
des interinstitucional e intrainstitucional a nivel municipal para lograr una conciliación de
intereses entre las partes involucradas. En virtud de ello, la interacción entre actores so-
ciales no es tan compleja observándose una baja presencia de empresarios turísticos;
intervienen propietarios del patrimonio (en su mayoría propietarios de viviendas), el Or-
ganismo Municipal de Turismo y de Patrimonio como representantes de la administración
pública.
Por otra parte, en relación con las Cuevas Maragatas -tanto en las que se ubican dentro del
Casco Histórico como fuera del mismo- se observa que, no sólo ha existido una desvalori-
zación de las mismas a lo largo del tiempo por parte de la comunidad, sino también por
parte de los distintos gobiernos municipales. En la última década, se revalorizó este recur-
so a través de distintas medidas de protección y puesta en valor de la oferta patrimonial y
el desarrollo de una oferta cultural destinada principalmente a la población residente res-
pondiendo más a lógicas de atracción de residentes que de turistas.
Por otra parte, desde el punto de vista de la valorización económica, se genera un proceso
de institucionalización del patrimonio como medio para permitir el desarrollo económico
de la localidad. En relación con las cuevas maragatas, dos Cuevas Maragatas- declaradas
monumento histórico nacional- constituyen los únicos ejemplos en los que se observa un
proceso de valorización turística.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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Por último, a través del marco teórico que brinda la Nueva Geografía Política, el enfoque
escalar y relacionar, los aportes del Turismo junto con la Nueva Geografía Económica, es
posible indagar en el proceso de financiarización del capital en relación con el mercado
inmobiliario. En este sentido, se observa que en términos generales, los procesos de trans-
formación territorial se han desarrollado bajo nuevas tendencias de producción inmobilia-
ria y nueva cultura urbana. En esta nueva fase se valorizan proyectos urbanos localizados
estratégicamente adaptados a los requerimientos de acumulación flexible del capital glo-
balizado (Rodrigues Soares, 2005 citado en Espasa, Fittipaldi, Michalijos, 2015:110).
Si bien la mayoría de la bibliografía resalta los impactos territoriales producidos por proce-
sos de reestructuración del capitalismo global en áreas metropolitanas, las pequeñas loca-
lidades también evidencian los efectos de estos procesos donde el consumo genera nuevas
formas de utilización y aprovechamiento del suelo urbano. Asociada a estas nuevas formas
de consumo, la dinámica territorializadora del turismo residencial profundiza los procesos
de urbanización incorporando nuevas áreas así como rasgos morfológicos relacionados
con nuevas pautas culturales que modifican el paisaje de la ciudad.
En particular, en los destinos turísticos litorales del sudoeste bonaerense, tal es el caso de
Monte Hermoso, se ha generado una estructuración del espacio urbano de acuerdo con
reglas establecidas por el mercado del suelo urbano y agentes inmobiliarios donde se ob-
serva el predominio del valor de cambio sobre el valor de uso del suelo urbano. En este
sentido, la implantación territorial del modelo se vincula tanto a intereses de sectores del
capital inmobiliario, de propietarios de las tierras a urbanizarse, de empresas constructo-
ras, poderes públicos y fracciones de clases (medias, medias-altas, altas) así como de otros
actores sociales que perfilan una estructura morfológica y funcionalmente diferenciada, de
fuertes contrastes dando lugar a una fragmentación del espacio urbano (Espasa, Fittipaldi,
Michalijos, 2015:109- 111).
Es así que la influencia de estos actores sociales con poder, intervienen en la conformación
de los precios del suelo en función de sus intereses. Este comportamiento sigue la lógica
del modelo capitalista en la búsqueda de aumentar su margen de ganancia, al priorizar
ciertos sectores del espacio urbano generando una valorización diferencial del mismo. Por
lo tanto, se observa el riesgo de confundir desarrollo turístico con intensificación del nego-
cio inmobiliario (Fittipaldi, Espasa, Michalijos, 2016), con su consecuente mercantilización
como un proceso de financiarización.
Como resultado de esta selectividad territorial del capital, queda al descubierto la coexis-
tencia de dos ciudades, una acondicionada para el turismo y otra, que no recibe este cau-
dal de inversiones, donde reside la mayor cantidad de población en forma permanente,
ubicadas en los sectores más alejados de la línea de costa (Espasa, Fittipaldi, Michalijos,
2015: 127). Sin embargo, se observa actualmente una especulación de los agentes inmobi-
liarios relacionada con la localización de proyectos inmobiliarios en esta periferia urbana a
fin de disminuir los altos costos de los terrenos centrales (Espasa, Fittipaldi, Michalijos,
2010: 174). De este modo, se resalta que el proceso de construcción del territorio turístico
es un hecho dinámico y complejo que relaciona distintos actores sociales a /y desde dife-
rentes escalas, siendo todos responsables del resultado final.
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Conclusión
Los resultados de los trabajos realizados permiten aseverar que los actores sociales locales
(estatales y no estatales) ejercen poder transformando los destinos turísticos analizados
del sudoeste bonaerense en territorios políticos multiescalares. Se observa que, si bien el
Estado es un agente decisional clave en los procesos de construcción de estos territorios
turísticos, existen otros actores con poder económico, político y social, con capacidad de ac-
ción sobre los mismos. De esta manera, los procesos de políticas públicas en turismo se en-
marcan en una compleja institucionalidad direccionando el desarrollo territorial del turismo
a través del tiempo, a partir de un entramado complejo de relaciones espacializadas de po-
der a/desde distintas escalas, con implicancias sobre los territorios que explican la transfor-
mación y el dinamismo permanente de los mismos a través de los procesos analizados.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 99
DESTINOS TURÍSTICOS COMO TERRITORIOS POLÍTICOS MULTIESCALARES…
S. Gallucci, A. L. Guerrero
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 100
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
EL ACCESO A LA TIERRA Y LA
PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO
INTERGENERACIONAL
E. Gonzáleza, S. Hanga,b, E. Lageyrea
a
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Argentina
b
CONICET, Argentina
gonzalez.edgardo@inta.gob.ar
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EL ACCESO A LA TIERRA Y LA PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO INTERGENERACIONAL
E. González, S. Hang, E. Lageyre
Resumen
A partir del estudio de casos, por medio de entrevistas semiestructuradas realizadas a pro-
ductores e hijos de productores de la zona y a informantes calificados de la región, en este
trabajo se abordará la experiencia desarrollada por productores agropecuarios de los Mu-
nicipios de Adolfo Alsina y Guaminí vinculados a la Agencia de Extensión de Carhué del
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria INTA) en sus estrategias de incorporación de
sus hijos a la explotación agropecuaria.
INTRODUCCIÓN
En la Argentina el rol del estado ha sido central para determinar el acceso a la tierra desde
la conformación del Estado-Nación, donde la predominancia se enmarcó en la no interven-
ción del estado en favor de los sectores populares. En este sentido, es que ha primado el
propio quehacer de los intereses particulares o directamente el estado interviniendo en
favor de los mismos en cuestiones de acceso a la tierra.
1
A partir de ello, cuando los productores familiares acceden a una porción de tierra sucede
en ocasiones que resulta escasa para poder garantizar la continuidad de las generaciones
venideras en la familia.
En este trabajo se aborda la experiencia que se está desarrollando con productores agro-
pecuarios de los Municipios de Adolfo Alsina y Guaminí vinculados a la Agencia de Exten-
sión de Carhué del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en sus estrategias
de incorporación de sus hijos a la explotación agropecuaria.
El trabajo cuenta con un primer apartado en el cual se desarrolla el marco teórico dentro del
cual se engloba la problemática, luego un apartado metodológico que da cuenta de las
herramientas metodológicas utilizadas en la pesquisa que permitió alcanzar resultados pre-
liminares, descriptos en el cuarto apartado. Por último, las conclusiones de la investigación.
1
Denominados tradicionalmente como pequeños y medianos productores.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 102
EL ACCESO A LA TIERRA Y LA PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO INTERGENERACIONAL
E. González, S. Hang, E. Lageyre
MARCO TEÓRICO
2
En la Argentina, tomando como referencia la época de la “organización nacional” , el proce-
so de acceso a la tierra se dio mediante la apropiación de grandes extensiones de tierra en
pocos propietarios, teniendo como pilares fundantes la Constitución Nacional y el Código
3
Civil. El primer instrumento -y principal- establece en su artículo 17 una protección amplia
del derecho de propiedad, y el Código Civil, en su artículo 2513, legislaba de manera pro-
tectoria las tres características fundantes de este derecho:
a. absoluto
b. exclusivo
c. perpetuo
Este cuerpo normativo establecía, en la nota al artículo 2513, que el propietario tenía la
potestad de destruir lo que fuera de su propiedad, otorgando el carácter de peligroso a las
posibles restricciones que pudieran existir en torno a las cosas.
Claramente, esto constituyó una política pública diferenciada. Como sostiene Peretti
(2014:157) siempre es un “concepto ideológico. Para encarar una gestión de gobierno se la
puede usar en cualquier estamento del sector público, nacional, provincial o municipal, el
único requisito es tener voluntad política y convicción para aplicarla”. El sector dominante
fundante lo hizo realidad aplicándolo sistemáticamente por lustros.
En una segunda etapa, que se puede establecer a partir de la sanción de la ley 12.636 de
colonización en el año 1940, el estado toma un rol más activo en post de generar políticas
que permitieran radicarse como propietarios de la tierra a colonos, arrendatarios y aparce-
ros.
Esa época de expansión de propietarios de tierra se vio marcada por el desarrollo políti-
co/territorial del Consejo Agrario Nacional (CAN) que junto a la creación de otros instru-
mentos como los entes reguladores de la comercialización agropecuaria y el cooperativis-
mo, generaron las condiciones necesarias para que una cantidad considerable de peque-
ños y medianos productores logren la propiedad privada de tierras para uso agropecuario.
El sistema de propiedad privada fue el único que se consideró como posible en casi la tota-
4
lidad de tierras entregadas . En este momento, la meta era la entrega de una unidad
económica por y para cada productor, lo que generaba complicaciones unas décadas des-
pués si se contaba en la familia con hijxs que quisieran dedicarse a la producción agrope-
2
En sentido clásico se hace referencia a los primeros pasos en la construcción del Estado-nación.
3
Artículo que se ha mantenido inalterable, salvo el período de vigencia de la Constitución de 1949.
4
Excepción a ello es el caso de las tierras expropiadas por el primer peronismo a la familia Pereyra Iraola, en el
territorio que ocupan actualmente los municipios de Berazategui y La Plata, en lo que se conoce como el Par-
que Pereyra Iraola, donde parte de las tierras se entregaban para producir a familias agropecuarias, pero sin el
traspaso de propiedad a ellas.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 103
EL ACCESO A LA TIERRA Y LA PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO INTERGENERACIONAL
E. González, S. Hang, E. Lageyre
cuaria. Esto surge como consecuencia de que la unidad económica tiene por finalidad
abarcar -en el mejor de los casos- los gastos necesarios para vivir, la mejora de la produc-
ción y cubrir lo necesario de la vida de los integrantes de la familia productora.
Sin la necesaria continuidad de políticas estatales en favor del arraigo de todxs aquellos
que quisieran producir en la actividad agropecuaria, se genera la tensión de tener que ex-
pulsar integrantes del sector productivo. Cabe aclarar que se hace referencia a todos los
sectores que les es dificultoso acceder por condiciones primordialmente económicas, para
lo cual debe limitarse necesariamente el acceso a sectores concentrados.
Una tercera etapa se abre con la decisión gubernamental del año 1968 (reconocida en el
decreto denominado “ley Raggio”) por medio de la cual se termina con el período denomi-
nado de “congelamiento de arrendamientos”. Hasta ese momento los propietarios de
grandes extensiones de tierras tenían limitada su disponibilidad, siendo los arrendatarios
en conjunto con el estado quienes decidían sobre la continuidad en dichas tierras y tam-
bién sobre el canon a abonar.
Con la “ley Raggio” el estado pone fin a esta situación, generando su alejamiento definitivo
en cuestiones de acceso a la tierra y la imposibilidad de permanencia en la tierra de gran
parte de los arrendatarios de la época.
Fue el comienzo del incipiente despoblamiento rural logrado las décadas anteriores, la
vuelta al latifundismo entendido como “el privilegio de grupo, la concentración de poder y
la forma más depurada del subdesarrollo. El latifundismo es un factor limitante, tanto des-
de el punto de vista social como económico” Vivanco (1967:54).
Se entiende que ese período continúa abierto aun en la actualidad, con momentos diferen-
ciados según los distintos gobiernos, que podríamos caracterizarlo en general por el total
retiro del estado de las políticas públicas en materia de acceso a la tierra.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 104
EL ACCESO A LA TIERRA Y LA PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO INTERGENERACIONAL
E. González, S. Hang, E. Lageyre
Esto genera una situación en la que los individuos por sí, o por decisiones familiares, deben
establecer estrategias para poder acceder a la tierra, sin la colaboración del estado.
Este escenario, sin ninguna política pública mediante, genera la re-concentración de los
predios de la agricultura familiar. Por ello si analizamos los datos censales de 1988 y 2002
nos da como resultado esta situación, que significa la desaparición de más de 88.000 ex-
plotaciones agropecuarias y el crecimiento promedio por explotación agropecuaria de la
cantidad de hectáreas, es decir menos productores con mayor cantidad de tierra en su
5
poder.
1960 471.750
1988 378.360
2002 297.425
Esta preocupación de los productores, en el caso particular de los territorios de los munici-
pios de Guaminí y Adolfo Alsina, ha estado acompañada como demanda de trabajo por
parte de la Agencia de extensión rural de INTA Carhué. Por ello se comenzó a trabajar la
temática, que tiene como eje central el poder dar cuenta de estrategias desarrolladas por
productores agropecuarios y sus familias para poder lograr que los descendientes se inser-
5
Esto se complejiza aún más si se toma en cuenta la tierra que se concentra solamente en el uso, mediante pool
de siembra, fondos común de inversión y contratos accidentales. Que daría como resultado una mayor concen-
tración aún.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 105
EL ACCESO A LA TIERRA Y LA PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO INTERGENERACIONAL
E. González, S. Hang, E. Lageyre
También es interesante tener en cuenta aquellas situaciones que han fracasado, ya sea que
desde el inicio no se pudieron implementar o que iniciada la incorporación en algún mo-
mento lleva a la desvinculación productiva. Es de remarcar aquí como las cuestiones vincu-
lares familiares pueden contribuir a que no se generen espacios de construcción en la con-
tinuidad intergeneracional de la explotación agropecuaria.
Estos productores tienen un fuerte arraigo al lugar, es decir tienen una vinculación con el
predio productivo y la localidad/ciudad cercana que los hace participes de la vida local. La
preocupación por lo local excede lo meramente productivo, haciendo que estos sujetos
agrarios se involucren en el quehacer de las poblaciones próximas.
Resulta sumamente interesante para estos casos lo planteado por Albadalejo y Cittadini
(2017: 25) en cuanto a que “Con la tenencia queda bien claro que ellos actúan como pro-
pietarios locales en el sentido que da una autora como Hannah Arendt a este concepto:
son vecinos, o sea, son partícipes de la «ciudad» local (del espacio público). Queda claro
que este estatuto de «ciudadano», en el sentido de miembro del espacio público local, está
dado no sólo por su actividad e importancia económica, sino también porque son propie-
tarios locales”.
Por ello al pensar los predios productivos como continuidad intergeneracional, en la ma-
yoría de los casos, se dan estrategias productivas más amigables con la preservación de los
bienes naturales, que donde solo se utilizan los bienes de manera cortoplacista con la úni-
ca meta de maximizar la renta; es decir que no se dan estrategias de combinación de di-
versas producciones (agrícola-ganadera-aves de corral-etc.), por ende tampoco se observa
la rotación de los predios en producción.
METODOLOGÍA
6
En este trabajo se analizarán solo las entrevistas realizadas a los productores mayores, no a los descendientes.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 106
EL ACCESO A LA TIERRA Y LA PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO INTERGENERACIONAL
E. González, S. Hang, E. Lageyre
unificador es precisamente este último. A su vez, cada uno de ellos, en mayor o menor
medida, tiene una vinculación con la Agencia local de INTA.
En los casos aquí analizados se da la particularidad de que todos los casos han incorpora-
do a la explotación propia total o parcialmente a sus descendientes. Es decir, no se obser-
van casos que los padres planifiquen y establezcan estrategias de continuidad una vez que
ellos se retiran de la actividad agropecuaria.
RESULTADOS PRELIMINARES
Indagar en un grupo de productores sobre cuestiones tan privadas como lo son las estra-
tegias a seguir a futuro (¿qué hacer con los hijos?, ¿cómo integrarlos a la explotación agro-
pecuaria?, ¿cómo se generan y establecen los vínculos patrifamiliares?) posibilita visualizar
someramente cómo se han trazado y planificado las estrategias familiares de integración y
cómo algunas de ellas se han ido reacomodando con el correr de los años.
También poder vislumbrar cómo se modifica el rol del “jefe” de familia con estas nuevas
integraciones y la llegada de nuevos integrantes a la familia (familiares políticos), que nece-
sariamente producen adaptaciones a estas nuevas realidades y también procesos de ten-
sión y conflicto en la reconfiguración de las relaciones.
Más preocupante aún es que la integración de los hijos tiene en vista incorporar a los va-
rones, dejando de lado a las mujeres, “porque no les interesa” o han construido una vida
alejada del campo.
Salvo en uno de los casos, que solo tienen hijas mujeres, en el resto las hijas mujeres no
están integradas a la explotación. Ello no significa que no se las “ayude cuando lo necesi-
tan” o para ocasiones específicas. “Todos colaboramos para que se puede comprar la casa en
la que vive” dicho por uno de los productores con el asentimiento de su esposa es repre-
sentativo del lugar que ocupan las mujeres en la explotación.
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EL ACCESO A LA TIERRA Y LA PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO INTERGENERACIONAL
E. González, S. Hang, E. Lageyre
Por obvio que parezca se debe resaltar estas diferencias notorias en el tratamiento des-
igual que se da a hijos varones y mujeres.
En todos los casos se encuentra un reconocimiento muy marcado hacia la figura paterna,
“mi padre fue un visionario”, “él supo cómo generar las condiciones de continuidad del campo”,
fueron ideas que surgieron en diferentes momentos de las entrevistas. En algunos casos ya
sus padres habían sido “novedosos” en cómo integrar sus hijos a las explotaciones, por lo
que la referencia a los ancestros se acrecentaba aún más. Poniendo de relieve nuevamente
la cuestión de genero claramente.
Una cuestión discutida es el estrato o condición que tienen cada uno de ellos. Podríamos
decir que todos tienen características propias de la agricultura familiar, como lo sería el
arraigo en el lugar, la predominancia del trabajo familiar por sobre el contratado, y en el
reconocimiento de que sus padres “comenzaron bien de abajo”, o “el sacrificio que hizo mi
padre para tener la chacrita” como pequeños o medianos productores.
Además algunos suelen contratar mano de obra extrafamiliar, pero manifiestan su des-
acuerdo sobre eso, en el entendimiento que debe ser la familia quien realice la actividad. Por
ello las contrataciones son para casos muy necesarios y siempre de manera temporaria.
A partir de esto, por sus propios desarrollos de vida, se encuentra claramente que en la
actualidad algunos de ellos tienen un tipo de organización más de corte empresarial y que
han expandido sus unidades productivas. En estos casos siempre amparados en que fue
necesario hacerlo para incorporar a sus hijos a las explotaciones agropecuarias.
En estos productores más de tipo empresarial, sobresale (como en todos los casos) el re-
conocimiento a sus padres, al origen de sacrificio y trabajo denodado, y en una continuidad
más exitosa por parte de ellos mismos, que permite con mayor facilidad incorporar a sus
hijos a las explotaciones.
Se podría decir que hay una auto-construcción de su proceder, que en todos los casos pre-
tenden ser reconocidos por sus sucesores, tal como ellos lo hacen con sus antecesores.
Es de destacar que todos conocen la legislación en materia sucesoria, la “mejora” que pue-
den realizar a algún heredero. Se han informado en la materia de manera pormenorizada.
En particular sobre el traspaso de la tierra, manifiestan que debe hacerse con un criterio
equitativo, no igualitario entre los herederos. “Hacerlo igualitario, seria desfavorecer a los que
más están el en campo”, “son los que más lo necesitan”. En la idea de la equidad, queda claro
que hay que “emparejar al resto de los herederos”, pero ese emparejamiento nunca se da en
la igualdad en la entrega de la tierra.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 108
EL ACCESO A LA TIERRA Y LA PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO INTERGENERACIONAL
E. González, S. Hang, E. Lageyre
En el caso de los hijos varones integrados a la producción, en todos los casos, de manera
dispar, tienen un capital diferenciado propio, que lograron con la ayuda familiar. La síntesis
seria “siempre hay que darles el primer empujoncito” que manifestaron varios de ellos en las
entrevistas.
“El gobierno debe ayudar a los que trabajan” es una frase reiterada en ellos, pero no para el
caso de la compra de tierra. Ninguno de los productores entrevistados prevé la interven-
ción del estado en políticas focalizadas o estructurales para favorecer el acceso a la tierra.
Esa “ayuda” que se manifiesta es abstracta, en sentido general, pero en lo concreto no apa-
recen ejemplos de donde aplicarla.
Pareciera que el acceso a la tierra es lo más difícil de lograr, pero debe ser logro del esfuer-
zo propio y familiar. “Cada día es más difícil comprar tierra”, sostuvieron todos los entrevis-
tados, junto a que los que compran en la actualidad son los “profesionales” o “gente de la
ciudad para inversión”. Pensar esto no es contradictorio, para ellos, en que el estado no
debe intervenir en la materia.
A MODO DE CIERRE
Al mismo tiempo sucede que existen quienes acceden a la tierra y son sujetos locales que,
en principio, generan que la renta quede en el lugar; pero en estos casos se presentan con-
centraciones tales que también traen como consecuencia despoblamiento y desequilibrios
socioterritoriales.
Es decir que las estrategias personales/familiares, por sacrificadas que sean, deben ser el
único mecanismo posible para acceder a la propiedad de la tierra. El retraimiento del esta-
do en políticas públicas diferenciadas es tal, que ninguno de ellos lo ve como necesario.
Reconocen la problemática, ellos la atravesaron como hijos en un inicio y luego como pa-
dres, pero les es imposible vislumbrar alternativas posibles para solucionar este flagelo
para el territorio y el desarrollo de sus propias comunidades.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 109
EL ACCESO A LA TIERRA Y LA PROBLEMÁTICA DEL TRASPASO INTERGENERACIONAL
E. González, S. Hang, E. Lageyre
También es importante mencionar que ellos constituyen casos exitosos, en cuanto han
logrado integrar/garantizar la continuidad generacional en las explotaciones productivas. El
sacrificio aparece siempre en boca de los entrevistados como parámetro para el logro de
sus éxitos. Éxito que no es resaltado, por el contrario siempre aparece mesurado y dicho
con suma cautela.
Referencias bibliográficas
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de los años 1960–70 en la actual copresencia de agriculturas de la región pampeana argentina.
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Ferro, S. (2013). Género y Propiedad Rural. UCAR, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. CABA.
Hernández, V., Fossa Riglos, F. y Muzi, E. (2011). Variaciones en la tenencia y la explotación de la tierra
en la Región Pampeana. Asociación Argentina de Economía Agraria, San Luis, Argentina.
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traspaso y género en explotaciones agropecuarias del Sudoeste bonaerense (19872007).
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Vivanco, A. (1967). Teoría de Derecho Agrario Volumen I. La Plata: Ediciones Librería Jurídica.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 110
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
EL MAPA SOCIO-MIGRATORIO:
HERRAMIENTA PARA LA GESTIÓN
LOCAL DE LA INCLUSIÓN SOCIAL1
S. M. Sassonea, B. Matossiana,b
a
CONICET-IMHICIHU, Buenos Aires, Argentina.
b
UMET, Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.
smsassone@gmail.com, bmatossian@gmail.com
1
Esta ponencia se enmarca en el PICT 3166/15 (2017 -2019) Migraciones, interculturalidad y territorio: cartografías
multiescalares de la inclusión social, financiado por el Ministerio de Innovación, Ciencia y Tecnología. Agencia de
Promoción Científica y Tecnológica ANPCyT / Préstamo BID y radicado en IMHICIHU Instituto Multidisciplinario
de Historia y Ciencias Humanas, Unidad Ejecutora CONICET (Buenos Aires, Argentina).
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 111
EL MAPA SOCIO-MIGRATORIO: HERRAMIENTA PARA LA GESTIÓN LOCAL DE LA INCLUSIÓN SOCIAL
S. M. Sassone, B. Matossian
Resumen
En muchas áreas metropolitanas del mundo, desde los años noventa, las migraciones se
han multiplicado y diversificado. El interés y la necesidad del tema crecen y la explicación
acerca de los modos en que las diferentes corrientes migratorias participan de la metropo-
lización es una tarea esencial a investigar. Dado que el interés sobre la gestión local, se ha
seleccionado para su estudio al partido de La Matanza, que ostenta el mayor porcentaje de
migrantes de toda la Región Metropolitana de Buenos Aires. El objetivo de esta ponencia es
proponer, de modo exploratorio, el diseño metodológico de un mapa socio-migratorio para
la gestión local de la inclusión social. Se trata de analizar la geografía de las migraciones en
aspectos referidos a cuantía, indicadores específicos y composición por país de nacimiento.
Este análisis de indicadores migratorios incluye su tratamiento desde distintas jerarquías
escalares, hasta el nivel de fracciones y radios censales dentro del municipio de La Matan-
za. Este mapeo migratorio sirve como punto de partida, para comprender las diferencia-
ciones microespaciales, de alcance local y los patrones de distribución de los migrantes
según origen como útil herramienta para trabajar en un modelo de gestión local de la in-
clusión social en espacios suburbanos metropolitanos.
INTRODUCCIÓN
En muchas de las áreas metropolitanas del mundo, desde los años noventa, las migracio-
nes se han multiplicado y diversificado. Este fenómeno, que asocia estas específicas movi-
lidades humanas, por lo general, con las ciudades globales, apunta a un nuevo perfil mun-
dial que G. Simon ha denominado “planeta nómade” (cf. Simon, 1998). La cuestión puede
verse en la obra de Saskia Sassen (1991), Peter Taylor (1994), Peter Marcuse y Ronald van
Kempen (2000), Stephen Castles y Mark J. Miller (2004), entre otros, así como en las agen-
das de los organismos internaciones (Banco Mundial, Organización Internacional para las
Migraciones, Foro Económico Mundial). El interés y la necesidad del tema crecen y la expli-
cación acerca de los modos en que las diferentes corrientes migratorias participan de la
metropolización es una tarea esencial para los investigadores (Miret, 2009: 104). Asimismo,
esta presencia creciente no sólo se da en las ciudades globales y en las metrópolis; sino
que hace décadas ya se suma también a las ciudades medias y, en particular, a sus perife-
rias marginalizadas (Sassone, González y Matossian, 2010).
Buenos Aires, en tanto metrópolis, es uno de esos casos globales (Sassone, 2002a y b) y la
literatura especializada comenzó a utilizar el término gateways (Singer, 2008 y 2009; Price y
Benton Short, 2007a y 2007b) para referirse al poder de atracción y al carácter de puertas a
la migración internacional de las grandes urbes. En este tipo de ciudades el impacto, tanto
en áreas centrales como en los suburbios, ha sido grande y las transformaciones sociote-
rritoriales asociadas, directa o indirectamente, con estos procesos ameritan esfuerzos de
investigación. Sin embargo, son más los trabajos concentrados en el área central de la
metrópolis (Sassone, 2007; Mera y Vaccotti, 2013; Mera y Marcos, 2015; Mera, 2018) y más
escasos aquéllos enfocados en los territorios suburbanos (Sassone, 2014a). Es posible re-
conocer la alta atracción ejercida por la metrópolis para la inserción residencial de los mi-
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EL MAPA SOCIO-MIGRATORIO: HERRAMIENTA PARA LA GESTIÓN LOCAL DE LA INCLUSIÓN SOCIAL
S. M. Sassone, B. Matossian
grantes, temática que fue estudiada por Sassone y De Marco (1991 y 1994), Sassone (2002a
y b); más recientemente por Sassone y Cortes (2014) y por Sassone y Matossian (2014). El
último censo realizado en 2010 el 68% de los extranjeros del total del país residía en esta
metrópolis, en alguno de sus partidos o en su área central, la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Nótese que Toronto concentra un 46% de los inmigrantes de Canadá (World Econo-
mic Forum, 2017).
Por su parte, la intervención de los Estados, en los diferentes niveles de gestión para la
gobernabilidad de la complejidad que implican las migraciones internacionales siempre
está presente, implícita o explícitamente, a veces, buscando la integración y otras, acciona-
do restricciones. En el caso de la Argentina, es decisoria la política migratoria a nivel nacio-
nal mientras que a nivel provincial y, sobre todo, de los gobiernos locales, desde los muni-
cipios a otras formas que cuenta cada provincia del país (Sassone, 2006), se advierte escasa
receptividad y hasta una actitud de laissez-faire. Para contribuir al diseño de políticas
públicas de inclusión social para los migrantes en los destinos metropolitanos, es dable
señalar que les cabe un papel primario y destacado a los gobiernos locales; allí se leen las
necesidades. ¿Con qué herramientas cuentan los gobiernos locales para actuar ante los
retos que presentan los migrantes en las metrópolis? ¿Cómo delinear soluciones, desarro-
llar iniciativas y brindar oportunidades? Los desafíos suponen buscar respuestas a los te-
mas de vivienda, empleo, servicios de la salud y de la educación y participación ciudadana
vinculados a los migrantes desde la visión del territorio. En cuanto a las soluciones, iniciati-
vas y oportunidades, los gobiernos locales deben formular estrategias institucionales para
alcanzar la inclusión social territorializada que se puede entender, asimismo, como un ac-
ceso a los derechos de los migrantes y, también, como parte del derecho a la ciudad.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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EL MAPA SOCIO-MIGRATORIO: HERRAMIENTA PARA LA GESTIÓN LOCAL DE LA INCLUSIÓN SOCIAL
S. M. Sassone, B. Matossian
Esta ponencia está organizada en cuatro partes. Primero, una introducción que plantea el
problema de investigación con una aproximación a un marco teórico sobre geografía de las
migraciones internacionales en ciudades metropolitanas globales, con acento en las esca-
las locales. En segundo lugar, se explica la metodología empleada y el uso de las fuentes
censales en sus alcances y limitaciones, con referencia a la escalaridad y a la generación de
cartografía temática. En tercer lugar, los resultados y la discusión nos muestran la aplica-
ción y análisis de indicadores migratorios, a saber: el indicador de migración, central del
estudio geomigratorio, esto es, el porcentaje de extranjeros sobre el total de la población y
un segundo, el índice de migración por origen, utilizado para los cuatro principales oríge-
nes nacionales. Cada uno puede ser empleado en tratamientos de jerarquía escalar, desde
el nivel nacional hasta el nivel microlocal y en este caso se aplica al municipio La Matanza, a
2
nivel de fracciones y radios censales, según las 15 entidades (antes localidades) . La carto-
grafía temática generada es el indicador visual de elecciones residenciales basada en un
complejo de factores interactuantes, muchos de los cuales se relacionan con una visión
2
El INDEC Instituto Nacional de Estadística y Censos, a partir de 2016, con relación al trabajo permanente sobre el
mejoramiento y reformulación de la cartografía censal, ha determinado cambios para el Gran Buenos Aires. Por
un lado, ha ampliado el número de partidos que lo integran y, asimismo, cada municipio del aglomerado urba-
nizado que se subdividía en localidades, ahora continua pero se las denomina entidades. Ello obedece al proce-
so de ajustes en los diseños conceptuales; tenemos una nueva categoría censal para identificar unidades area-
les, dejando el término localidades para aquéllas que no forman aglomerados. En el plano de la administración
municipal, se continúa hablando de localidades, las que debido a sus tamaños demográficos y algunos otros
factores, cuentan con delegaciones municipales que permiten llegar con la atención a los vecinos de manera
descentralizada.
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EL MAPA SOCIO-MIGRATORIO: HERRAMIENTA PARA LA GESTIÓN LOCAL DE LA INCLUSIÓN SOCIAL
S. M. Sassone, B. Matossian
diacrónica, dado que hay evidencias ya de las relocalizaciones de los colectivos migrantes,
realizadas desde estudios empíricos, a veces, no orientados a la cuestión migratoria.
METODOLOGÍA
Es sabido que los censos poseen limitaciones en tanto suponen que, pensando en el caso
particular que nos ocupa, los sujetos migrantes son números, son individuos, simples
agregados atrapados en categorías operativas definidas por las oficinas estadísticas como
“extranjero” o “no nativo”. En este proceso evidentemente se pierde un cúmulo de informa-
ción acerca de estas poblaciones que no puede reconocerse sino es que a partir de estra-
tegias metodológicas cualitativas. Sin embargo, cuentan a su favor, con la disponibilidad de
las coberturas espaciales y temporales que permiten el análisis espacial de la geoinforma-
ción inalcanzable a partir de otras estrategias metodológicas. Aun así, cabe reconocer que
los datos duros contribuyen a la desarticulación de ciertas estrategias discursivas que tien-
den a culpabilizar a las migraciones de distintos problemas sociales, sobredimensionándo-
los. Estas visiones intentan hacer ver que la presencia de migrantes en las ciudades es mu-
cho mayor en términos cuantitativos de lo que realmente es, de allí que las estadísticas
pueden resultar aliadas para cuestionarlas y visibilizar la otra cara de la moneda.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 115
EL MAPA SOCIO-MIGRATORIO: HERRAMIENTA PARA LA GESTIÓN LOCAL DE LA INCLUSIÓN SOCIAL
S. M. Sassone, B. Matossian
tintas escalas, pero sin duda encierra complejas heterogeneidades analizables a través de
las dimensiones internas del hecho migratorio en si y de su indicador clave. Un mapa so-
cio-migratorio, a mayor abundamiento, debe contemplar aspectos tales como: a) el de los
volúmenes/cuantía/tamaño y niveles de los distintos indicadores, en particular, el Índice de
Migración, esto es, el Porcentaje de extranjeros sobre el total de la población, b) el aspecto
interescalar, o sea, aquel que indaga las particularidades de la distribución de la población
“no nativa” (o extranjera) desde la escala global a la escala micro-urbana, en la cual se iden-
tifican distintas áreas donde se concentran en mayor o menor medida los grupos migran-
tes; y c) la composición según los distintos países de nacimiento en una misma unidad es-
pacial de escala mayor como una fracción o radio censal, que contribuyen a discernir los
perfiles de homogeneidad o de heterogeneidad migratoria en atención a los problemas de
copresencia, con inclusión social o con exclusión social. Cabe señalar que conceptos tales
como “no nativo” y “extranjero” son utilizados en esta ponencia en tanto categorías de aná-
lisis retomadas de los propios relevamientos estadísticos, más precisamente de los censos
nacionales de población, para indicar a la población nacida en un país distinto a aquel
donde está siendo censado. Se respeta esta categoría de análisis definida en la informa-
ción censal, aunque con sentido crítico pues su uso no es en términos esencialistas, sino
que es resignificado en el reconocimiento de que estos conceptos son construcciones so-
ciales vinculadas a la conformación de los estados nacionales, que se ven sometidas al
monopolio de los medios legítimos de movilidad y definen criterios de inclusión/exclusión
de los inmigrantes (Gil Araujo, 2016). Su uso, entonces, es de sentido funcional, en tanto
categorías de análisis enmarcadas en el aprovechamiento de las coberturas espaciales y
temporales brindadas por los censos, aún con sus limitaciones y riesgos.
Como última aclaración metodológica, cabe recordar que el uso de la cartografía es siem-
pre intencionado, jamás inocente; este tipo de análisis implican una serie de decisiones
que condicionan de un modo u otro, la presentación de los resultados y el mensaje de es-
tos, definido a partir de las variables escogidas, los indicadores, de los límites de clases, de
la escala cromática, de la información omitida, entre otros.
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RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Dentro de este gran conjunto metropolitano, La Matanza tiene una superficie de 323 kiló-
metros cuadrados sobre un total de 17.396 para toda la Región Metropolitana de Buenos
Aires (RMBA). Respecto a su crecimiento demográfico reciente, ha incrementado su pobla-
ción en los dos últimos períodos intercensales de manera significativa, especialmente entre
2001 y 2010, años entre los cuales aumentó en medio millón de habitantes así como la
densidad de población, de 3.875 habitantes por kilómetro cuadrado a casi 5.500 (Matos-
sian, 2017). La Matanza, a pesar de ser un partido contiguo en su porción noreste con la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no constituye una jurisdicción totalmente aglomerada,
sino que forma parte del conjunto de municipios o partidos “parcialmente aglomerados en
los que la población urbana supera -y en general muy ampliamente- a la rural” (Kralich,
2016:47). Cabe recordar que desde hace años se intenta impulsar desde ciertos grupos
políticos, a través de diferentes proyectos, su división (en general en cuatro partidos) mien-
tras que al mismo tiempo esta iniciativa es resistida por otros sectores. Es el único caso en
el que una misma jurisdicción muestra las características de las tres coronas con las que se
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Fuente: elaboración personal sobre la base de información del Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda
2010, de acuerdo con la base de microdatos espaciales Redatam.
La Tabla 1 muestra, en una rápida lectura, la población total por localidad y su peso de-
mográfico en el total de la población del municipio. En las 15 entidades hay variaciones im-
portantes: cuatro de ellas, que se encuentran resaltadas, poseen más de 150.000 habitantes
y en su conjunto agrupan más de 800.000. Superan los 230.000 Gregorio de Laferrere (que
contiene el 14% de la población matancera), seguido por González Catán con 13,4%. Luego
siguen en orden de importancia Isidro Casanova (10,7%) y Virrey del Pino (9%).
Ahora bien, las columnas a la derecha de la Tabla Nº 1 nos muestran también las localidades,
pero ordenadas según orden decreciente del indicador “porcentaje de población extranjera
en la localidad sobre el total de población extranjera en La Matanza” (% PELoc/PELM). Este
orden responde también a la distribución de población extranjera en términos absolutos
(PE). Así vemos que la localidad con mayor cantidad de población “no nativa” es Villa Madero
donde reside más del 15% de la población extranjera en el partido. Gregorio de Laferrere y
González Catán ocupan el segundo y tercer lugar con 13 y 11% respectivamente. Otra forma
de analizar la presencia extranjera en las localidades es hacerlo con el indicador del “porcen-
taje de población extranjera sobre el total de población dentro de la misma localidad” (PE-
Loc/PTLoc). Así vemos que Tapiales posee el valor relativo más elevado con un 20% de ex-
tranjeros sobre el total de población, aunque cabe indicar que no se trata de una localidad
tan populosa, en relación con el conjunto del partido, ya que posee 23.000 habitantes. Aun
así, es muy significativo el peso que el conjunto de los nacidos en otros países tiene en ese
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EL MAPA SOCIO-MIGRATORIO: HERRAMIENTA PARA LA GESTIÓN LOCAL DE LA INCLUSIÓN SOCIAL
S. M. Sassone, B. Matossian
sector. También se destacan con valores superiores a los del partido (9,67%) los casos de Villa
Madero (10,6%), González Catán (10,5%) y Ciudad Evita (9,7%).
Como sucede en otras ciudades con altos porcentajes de inmigrantes, las transformacio-
nes socioterritoriales también se relacionan con estas presencias de distinto origen. Resul-
ta relevante analizar la migración a partir del territorio y de su temporalidad y son las esca-
las locales, en este caso delimitadas por el partido bonaerense de La Matanza, las que me-
jor hablan de esas transformaciones que justifican el diagnóstico ofrecido por el mapa
socio-migratorio.
En un trabajo previo (Matossian, 2017) se distinguieron los principales orígenes de los mi-
grantes internacionales que residen en el partido para los censos de 2001 y 2010. En am-
bos censos se repitieron los tres primeros lugares en orden de importancia: Paraguay, Boli-
via e Italia aunque han cambiado el protagonismo que cada uno de ellos ostenta. Los naci-
dos en Paraguay han aumentado su importancia no sólo en términos absolutos sino tam-
bién relativos, incrementando su participación en el conjunto de los extranjeros de un 36%
a un 45%. Este último porcentaje marca su protagonismo pues constituyen casi la mitad
del total de los no nativos. En segundo lugar, la población nacida en Bolivia ha duplicado su
cuantía entre 2001 y 2010 y agrupa casi un 28% del total de los extranjeros. Ambos colecti-
vos nacidos en estos países vecinos contienen en sumatoria a casi tres cuartos del total de
migrantes internacionales. Con una tendencia opuesta, para el caso de los nacidos en Ita-
lia, es notable el descenso de su importancia que pasó de representar casi el 20% en 2001
a poco más del 9% en 2010, a causa del envejecimiento de estos colectivos.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
monelsan@hotmail.com
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ESTUDIO DE HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN URBANÍSTICA DE ÁREAS CLAVE PARA LA INTEGRACIÓN URBANA…
M. E. Sánchez, L. I. Repiso, G. D. Mir, N. Brizuela. Colaboradores: F. Herrera, R. Aguirre Moro
Resumen
INTRODUCCIÓN
Una de las competencias claves de los municipios es la gestión y planificación del desarro-
llo local, que debería constituirse en una política pública fundamental. La dimensión terri-
torial es una de las dimensiones clave del desarrollo local, dado que en la misma se plas-
man los diversos procesos socio-económico-culturales y político-institucionales, que se
expresan en la organización físico-espacial-funcional que adopta el ámbito del territorio
municipal, consecuencia de la intervención de múltiples actores sociales. Para que dicha
organización territorial tenga un desarrollo urbanístico integrado y ambientalmente sus-
tentable, es necesario que el Municipio desarrolle procesos de planificación urbanística de
manera tal de orientar las intervenciones tanto públicas como privadas.
El proyecto de investigación se encuadra en los planteos del Plan de Acción Regional para la
Implementación de la Nueva Agenda Urbana en América Latina y el Caribe 2016-2036 (PAR,
1
2018) –que constituye la expresión regional de la Nueva Agenda Urbana 2016 (NAU)– el cual
1
AA.VV. Coordinación CEPAL. Plan de Acción Regional para la implementación de la Nueva Agenda Urbana en
América Latina y el Caribe. 2016-2036. Publicación de las Naciones Unidas. Febrero 2018. Disponible en:
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ESTUDIO DE HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN URBANÍSTICA DE ÁREAS CLAVE PARA LA INTEGRACIÓN URBANA…
M. E. Sánchez, L. I. Repiso, G. D. Mir, N. Brizuela. Colaboradores: F. Herrera, R. Aguirre Moro
http://onuhabitat.org.mx/index.php/plan-de-accion-regional-para-la-implementacion-de-la-nau-en-lac;
http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42144/S1800033_es.pdf
2
Según datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010.
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ESTUDIO DE HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN URBANÍSTICA DE ÁREAS CLAVE PARA LA INTEGRACIÓN URBANA…
M. E. Sánchez, L. I. Repiso, G. D. Mir, N. Brizuela. Colaboradores: F. Herrera, R. Aguirre Moro
METODOLOGÍA
Desde el punto de vista metodológico, las actividades se organizaron según los dos ejes
temáticos de la investigación, tanto en forma sincrónica como diacrónica, según corres-
pondiera. Dichas actividades son las siguientes:
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ESTUDIO DE HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN URBANÍSTICA DE ÁREAS CLAVE PARA LA INTEGRACIÓN URBANA…
M. E. Sánchez, L. I. Repiso, G. D. Mir, N. Brizuela. Colaboradores: F. Herrera, R. Aguirre Moro
Para el marco teórico referencial: análisis bibliográfico y documental respecto de las herra-
mientas de gestión urbanística según sus contenidos, alcances y sus aspectos metodológi-
cos e instrumentales. Se utilizó información bibliográfica y documental de libros impresos,
e-books, informes impresos y digitales.
CONSIDERACIONES TEÓRICO-CONCEPTUALES
Entre las herramientas de planificación, hay una gran variedad de instrumentos. Reese
3
(2011) plantea los siguientes: Plan Estratégico de Desarrollo Local, Plan Urbano; instru-
mentos operativos: planes especiales, planes sectoriales, proyecto urbano de detalles y
evaluación de impacto urbano-ambiental, y normativas de regulación.
4
Por su parte, Etualain (2000) plantea el Plan General con enfoque estratégico, participati-
vo, prospectivo, selectivo, operativo, procesual e integrado, y los Planes Operacionales,
caracterizados como herramientas que se utilizan para una determinada área o sector.
Entre ellos, se destacan los siguientes: en Francia, las ZAC, Zone d’ Amenagement Concertè
3
Reese, Eduardo. Instrumentos de gestión urbana, fortalecimiento del rol del municipio y desarrollo con equidad.
Disponible en: Revista Digital Carajillo de la Ciudad, del Programa Gestión de la Ciudad. Octubre 2011.
http://cafedelasciudades.com.ar/carajillo/10_art4.htm
4
Etualain, Juan Carlos. Innovaciones en la gestión urbanística publica de metrópolis centrales. Aportes teóricos e
instrumentales. Publicación Premio Anual de Arquitectura 2.000 del CAPBA Colegio de Arquitectos de la Provin-
cia de Buenos Aires. No disponible en internet actualmente.
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Del estudio de casos, se señala el de Medellín (Colombia) que determina tres grupos de ins-
5
trumentos de gestión territorial : los de planificación, los de gestión del suelo y los de finan-
ciación. Entre los instrumentos de planificación, están el Plan de Ordenamiento Territorial y
aquellos que actúan en sectores específicos que requieren un proceso adicional de planifica-
ción, es decir, desarrollan las disposiciones adoptadas en los componentes estructural y ge-
neral del Plan de Ordenamiento Territorial para concretarlas en proyectos específicos; se
dividen en: Planes Especiales, Planes Parciales y Actuaciones Urbanas Integrales o Macropro-
yectos Urbanos. Los Planes Especiales, que complementan el POT, se clasifican en: Plan Es-
pecial Temático –de espacio público, equipamientos, patrimonio, movilidad, servicios públi-
cos, vivienda y suelo–, Planes Especiales Territoriales en Suelo Urbano –propuestas de estruc-
turación de grandes porciones del suelo urbano– y Planes Especiales Rurales –para reorde-
nar porciones del territorio rural y fijarles condiciones específicas para su desarrollo–. Los
Planes Parciales son instrumentos de planificación y gestión para el desarrollo y complemen-
to de los POT en áreas determinadas de suelo urbano o de expansión que deben desarro-
llarse mediante unidades de actuación urbanística, macroproyectos u otras operaciones ur-
banas especiales. Las Actuaciones Urbanas Integrales o Macroproyectos son operaciones de
gran escala e impacto en la estructura y la organización espacial urbana, en el crecimiento
general de la ciudad o la región y en la calidad de vida de la población.
5
AA.VV. Estrategias de participación ciudadana en la revisión y ajuste del POT Medellín 2005. Conceptos básicos del Plan
de Ordenamiento Territorial. Cartilla ciudadana de preguntas y respuestas. Disponible en: http://www.academia.edu/
8068972/ESTRATEGIA_DE_PARTICIPACI%C3%93N_CIUDADANA_EN_LA_REVISI%C3%93N_Y_AJUSTE_AL_POT
6
AA. VV. Hagedom, Thomas. Coordinador del Proyecto. Agosto 2015. Guía de Instrumentos Urbanísticos. Secretar-
ía de Asuntos Municipales SAM. Ministerio del Interior y Transporte. Presidencia de la Nación. / Reese, Eduardo.
Octubre 2011. Instrumentos de gestión urbana, fortalecimiento del rol del municipio y desarrollo con equidad.
Revista Digital Carajillo de la Ciudad, del Programa Gestión de la Ciudad. Disponible en
http://cafedelasciudades.com.ar/carajillo/10_art4.htm
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— Empresas, entes y/o sociedades de economía mixta: Son figuras asociativas de capital
público y privado –de empresas privadas que participan en la asociación–. Son bien diversas
las formas de asociación entre la administración pública con entidades privadas orientadas a
proyectos de gestión del suelo o para la gestión indirecta de los servicios públicos. En gene-
ral, estas figuras están destinadas a viabilizar transformaciones urbanísticas y estructurales
en sectores de la ciudad con mayor rapidez de ejecución y menor utilización de recursos
públicos. Se requiere que las propuestas cuenten con un amplio proceso de discusión públi-
ca y con un marco de seguridad jurídica que defina con claridad los parámetros, alcances,
características e impactos de la operación.
— Zonas Especiales de Desarrollo Prioritario: Son sectores o inmuebles que están va-
cantes o subutilizados y serán reparcelados y/o destinados a algún tipo de ocupación con
la finalidad de cumplir las función social de la propiedad urbana.
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RESULTADOS
Fuente: elaboración propia en base a información cartográfica del Municipio de Córdoba y al relevamiento de
información satelital y documental.
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En línea con el enfoque espacial del PAR respecto a la identificación de áreas estratégicas
para la regeneración urbana, se preseleccionaron los siguientes ámbitos espaciales: los
polígonos de actuación determinados en las Bases para el Plan Director de la Ciudad de
Córdoba. Lineamientos y Estrategia General para el Reordenamiento del Territorio. (Municipali-
7
dad de Córdoba, 2008, y conocido como Plan 2020) y áreas seleccionadas en la Investiga-
ción SECyT-UNC/FAUD 2014-2015 (que suman 17 áreas); dos tipos de Áreas Particulares
definidos según la Ord. Municipal Nº 8256/86, modificada por la Ordenanza Nº 12.483/15:
24 Áreas de Promoción Urbana y 16 Áreas Especiales.
En las Bases para el Plan Director se definen los “polígonos de actuación” como “Lugares
donde la política particular permitirá, entre otros objetivos, equilibrar el crecimiento urba-
no mediante relleno de espacios vacíos e inconexos; en su caso, promover la densificación,
solucionar problemas de integración social y espacial, revitalización de entornos barriales
degradados, regularización de dominios, etc…”. Luego se señala que “Representan la opor-
tunidad de cambiar el paradigma en términos de planificación y roles del Estado (…) Con
este propósito se delimitaron áreas, a modo de polígonos de intervención, que hoy revisten
como condición común su falta de integración con la trama urbana…”.
Por su parte, la Ordenanza Nº 12.435/15 caracteriza las “Áreas particulares” como aquellas que
por sus características requieren un tratamiento particularizado. Entre ellas, las Áreas de Pro-
moción Urbana “son áreas que presentan condiciones propicias para acciones de renovación, re-
habilitación, y/o recuperación que promuevan su desarrollo valorando sus características intrínsecas
y las del sector donde se insertan, y sean a su vez receptoras de instrumentos de gestión urbana”. El
art. 74 establece que son áreas susceptibles de estudios urbanísticos y/o planes especiales que
promuevan el desarrollo urbano, mediante el mejoramiento del espacio público, la movilidad e
infraestructura; son áreas receptoras del Certificado de Edificado de Edificabilidad Potencial
8
Transferibles , por lo que se requiere la dotación de obras complementarias infraestructurales
a cargo de los propietarios de inmuebles afectados por el cambio de normas de ocupación que
impliquen mayor aprovechamiento del suelo. A su vez, la Ordenanza define las Áreas Especia-
les a las caracterizadas “por sus condiciones paisajísticas, ambientales, históricas o funcionales,
que requieren un estudio urbanístico especial que posibilite proteger y promover sus valores”.
Los ámbitos espaciales preseleccionados se muestran a continuación.
7
Municipalidad de Córdoba, Secretaría de Desarrollo Urbano-Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de
Arquitectura, Urbanismo y Diseño. (2008). Bases para el Plan Director de la Ciudad de Córdoba. Lineamientos y Es-
trategia General para el Reordenamiento del Territorio. Córdoba. Argentina. Recuperado de
https://www.mininterior.gov.ar/planificacion/pdf/planes-loc/Cordoba/Plan-Director-Cordoba-2020.pdf
8
La Ordenanza Nº 11.202/07 define, caracteriza y reglamenta los CEPT. Pretende compensar el potencial construible que
se limita en inmuebles catalogados como patrimonio urbano, o compensar la reducción de la capacidad edificable de
un inmueble afectado por ordenanzas de ensanches de calles, por lo que se traslada la edificabilidad a lotes/inmuebles
localizados en las denominadas “áreas de promoción urbana” con el objetivo de alentar su reconversión y rehabilita-
ción. El Departamento Ejecutivo Municipal, por Decreto, ad-referéndum del Concejo Deliberante, autoriza la transferen-
cia de edificabilidad potencial de un inmueble a otro mediante la emisión de dicho certificado. Para la emisión del CEPT
debe mediar la firma de un Convenio entre la Municipalidad de Córdoba y el titular dominial del inmueble.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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Fuente: elaboración propia en base a información del Plan 2020, Ordenanza 12.435/15, Proyecto SECyT 2014-2015.
Alrededor de 8 polígonos del Plan 2020 han sido considerados como Áreas de Pro-
moción Urbana en la Ordenanza Nº 12.483/15, y otros forman parte de algunas Áre-
as Especiales.
Respecto a la localización urbana, de las 57 áreas consideradas, 23 se encuentran en
la zona del centro y del pericentro; 35, en la periferia interna de Av. Circunvalación, y
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
GOBERNANZA DE LA POLÍTICA
PÚBLICA URBANA DE TRANSPORTE Y
MOVILIDAD EN LAS CIUDADES DE
CÓRDOBA Y ROSARIO,
ENTRE 2010 Y 2015
M. G. Capdevilaa,b
a
Departamento de Geografía, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional
de Córdoba
b
Instituto de Investigación y Formación en Administración Pública, Facultad de Ciencias
Sociales, Universidad Nacional de Córdoba
m.gabriela.capdevila@gmail.com
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Resumen
Frente a modelos tradicionales de gestión se abre lugar a una nueva forma donde las deci-
siones aparecen como producto de la interacción y las interdependencias entre diversos
actores públicos y privados (Martínez Brouchoud, 2010).
La pretensión final es aportar evidencia empírica en dos esferas temáticas muy discutidas
actualmente: la nueva política urbana pública y el transporte y la movilidad urbana como
componente transversal en esa materia.
INTRODUCCIÓN
Frente a modelos tradicionales de gestión y decisión de los asuntos públicos se abre lugar
a una nueva forma donde las decisiones aparecen como producto de la interacción y las
interdependencias entre diversos actores públicos y privados (Martínez Brouchoud, 2010).
La gobernanza, tal como se la conoce, puede definirse como la interacción entre actores
estratégicos dentro de una arquitectura institucional, interacciones que tienen su funda-
mento último en las reglas de juego que incentivan o restringen el comportamiento de los
actores (Prats, 2003) sea una acción individual u organizativa (Cerrillo I Martínez, 2005). Las
instituciones son las reglas del juego en una sociedad. Douglass North (1990) diferencia las
reglas de juego en dos subtipos: las formales y las de tipo informal (Douglass North, 1990.
En: Prats, 2003). Las primeras son creadas por actores que controlan recursos de poder y
tienen el carácter de normas legales y las segundas “(…) son los códigos de conducta no
escritos que regulan las prácticas sociales cotidianas, prácticas que reconocen un origen y
una determinada profundidad histórica” (Tecco & López, 2003:1). Es importante resaltar
que entre ambos tipos no necesariamente existe una correspondencia.
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Se pretende así aportar evidencia empírica en dos esferas temáticas muy discutidas en la
actualidad. Por un lado, la nueva política urbana pública como alternativa a la tradicional
manera de gestión y, por otro lado, el transporte y la movilidad urbana como componente
transversal en esa materia.
El eje del trabajo se centró en cómo, cuándo y quiénes participaban del proceso y no en las
medidas que fueron adoptadas e implementadas. El artículo se estructura de acuerdo al
esquema planteado. A continuación, se explicita la metodología adoptada para luego pre-
sentar los resultados y las conclusiones a las que se ha arribado. Es importante señalar que
los resultados y conclusiones se organizan en tres grandes grupos. El primero de ellos,
concentra las aproximaciones que permitan arribar a conocer cuál es la política pública
urbana de transporte y movilidad en cada ciudad. El segundo, se centra en el análisis de la
institucionalidad formal e informal en la gobernanza y, el tercero, en la relación que pueda
existir entre gobernanza y gobernabilidad.
METODOLOGÍA
Área de estudio
Se han seleccionado para este trabajo las ciudades de Córdoba y Rosario, los dos centros
urbanos más importantes de sus respectivas provincias y los mayores del interior del país
con características demográficas y económicas similares.
La propuesta toma el período comprendido entre los años 2010 y 2015. Durante ese per-
íodo, en ambas localidades, han tenido lugar procesos licitatorios de los Sistemas de
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Técnicas de análisis
Luego, con el propósito de avanzar sobre las reglas informales se recopiló y analizó infor-
mación suministrada por organismos públicos, investigaciones de diversos actores socia-
les, documentos periodísticos y de difusión; además se buscó participar de encuentros
académicos y encuentros impulsados por organizaciones de la sociedad vinculados a la
movilidad urbana y, principalmente, se puso el foco en la realización de entrevistas semi-
estructuradas a informantes claves.
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RESULTADOS
A partir de los datos obtenidos a través de las diferentes técnicas arriba explicitadas se
procedió a su sistematización. Con la información resultante se arribó a ciertas aproxima-
ciones que permiten, primero, conocer cuál es la política pública urbana de transporte y
movilidad en Córdoba y Rosario. Luego, dar cuenta de la institucionalidad formal e infor-
mal en la gobernanza de cada ciudad y posteriormente, avanzar sobre la relación que pue-
da existir entre gobernanza y gobernabilidad.
Definir la política concreta de transporte o movilidad urbana que tenga uno u otro gobier-
no local no es tarea sencilla. De hecho, no se pretende en este trabajo agotar tal definición
pero sí lograr una aproximación.
En líneas generales se puede concluir que en la ciudad de Córdoba se posee una política de
transporte mientras que en la ciudad de Rosario la política urbana es de movilidad. Se trata
de dos concepciones diferentes que en el ejercicio se distancian. Y esas distancias se hacen
visibles.
El primer punto que da indicio a tal afirmación refiere a las denominaciones que reciben
las unidades de la administración vinculadas a la temática en cada ciudad. En Córdoba,
todas las dependencias, en todos los rangos: dirección, subsecretaría y secretaría incluye-
ron a lo largo del tiempo, inclusive hasta la actualidad, el término de transporte. En cambio,
en la ciudad de Rosario la movilidad aparece ya en las denominaciones de las diferentes
áreas. De hecho, existe un Ente autárquico que durante el período de análisis modificó su
denominación de Ente de Transporte al de Movilidad [EMR] a través de una Ordenanza
municipal en la cual también se ampliaron sus competencias funcionales.
Con esto último se introduce un nuevo punto que da cuenta de la aseveración planteada.
En las atribuciones de las áreas en cuestión se evidencia que en Rosario se amplían sus
funciones con una mirada integral de la temática. Explícitamente, el EMR bajo su compe-
tencia tiene a la movilidad urbana en todos sus modos e incluye en su normativa la consi-
deración de otros servicios conexos a la movilidad. No sucede lo mismo en la ciudad de
Córdoba; así como la movilidad no es incluida en sus denominaciones tampoco se incorpo-
ran funciones que impliquen abordar la temática desde una nueva perspectiva.
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Otro elemento, aunque de tratamiento más complejo, aporta en la misma línea. La articu-
lación temática es parte constitutiva del concepto de movilidad urbana. De acuerdo al
planteo de Gutiérrez (2009 y 2011) se concibe a la movilidad como componente transversal
a la gestión sectorial de políticas públicas. En Córdoba, si bien la vinculación entre áreas
aparece en la normativa, durante el período de análisis los mecanismos previstos no tuvie-
ron existencia. En Rosario pasa a la inversa. Rosario en la práctica lleva adelante procesos
de trabajo articulado entre áreas del gobierno local. Ejemplo de la vinculación sectorial es
el proyecto de reordenamiento urbanístico y de movilidad para el área central.
Entonces, si se tuviese en cuenta la concreción del trabajo conjunto, este punto se convier-
te en otro elemento que hace a la política de movilidad de Rosario. En lo particular del caso
de Córdoba este ítem la aleja no sólo del concepto de movilidad sino también de la forma
en que el transporte es entendido en este trabajo. Blanco (2010) habla de la necesidad de
pensar el transporte en relación con el territorio y Córdoba pareciera concordar más con
las concepciones tradicionales limitada a la relación oferta-demanda.
Una característica más que también hace a esta diferencia es la forma en que se crea la
agenda, se diagnostica y se toman decisiones en uno y otro caso. El Plan de Movilidad [PIM]
de Córdoba se vincula a una visión tecnocrática de gestión. Fue un equipo técnico el que tuvo
a cargo la tarea. En Rosario además de la conformación de ese equipo se abrieron espacios
para la inclusión de nuevas voces. De hecho, es importante para definir la política de la ciu-
dad de Rosario incluir este aspecto. El propio EMR explicita que consideran a la participación
ciudadana como política de gobierno y como herramienta de planificación. Con ello se puede
concluir que la política de Rosario es de movilidad y es también participativa.
1
La Red Ciudadana Nuestra Córdoba surge en el año 2009. Se trata de: “Un espacio plural, no partidario y autó-
nomo de los gobiernos en todos sus niveles al que adhieren y en el que participan más de 200 ciudadanos que
forman parte de 60 organizaciones de la ciudad. (…) Reúne a representantes de organizaciones sociales, univer-
sidades, empresas, centros de investigación, colegios profesionales, centros vecinales, ciudadanos y ciudadanas
de Córdoba (Red Ciudadana Nuestra Córdoba, S/D).
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En el análisis propuesto en este artículo se considera la distinción entre dos tipos de insti-
tuciones: las reglas formales y las informales y se reconoce que entre ellas no necesaria-
mente existe una relación directa. Se presentan aquí ciertos elementos que permiten eva-
luar esa relación para cada uno de los casos. Se puede reconocer así el peso relativo de la
institucionalidad formal e informal. Los resultados se enseñan primero, para cada una de
las dimensiones de la gobernanza y luego, se arriba a conclusiones generales correspon-
dientes a la dinámica de cada ciudad.
En el caso de Rosario existe articulación por ejemplo, entre el gobierno local y la Unidad
Especial de Gestión Ferroviaria dependiente de la provincia pero vinculado a proyectos en
particular y no porque normativamente estén previstos mecanismos específicos. Así como
en Córdoba se destacaba que las relaciones eran más de tipo personal aquí, de acuerdo a
testimonios, pareciera ser el color político compartido entre el nivel provincial y municipal
un elemento de peso.
2
Instituto de Planificación Metropolitana dependiente del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de la
Provincia de Córdoba.
3
Instituto de Planificación Municipal de dependiente de la Municipalidad de Córdoba.
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Entonces, se observa que para el caso de Córdoba existe una institucionalidad formal que
no encuentra su correspondencia en la práctica. Y una institucionalidad informal que tam-
poco parece tener fuerte arraigo y que hace cuestionarse por la continuidad de las articu-
laciones una vez que las personas que ocupan los cargos cambien. En Rosario, las reglas
formales no parecieran crear un marco de articulación aunque en lo informal las vincula-
ciones se dan por proyectos. Queda también la inquietud de la continuidad de esa forma
de trabajo en caso de que el partido político de uno u otro nivel se vea modificado en
próximas elecciones.
En la articulación entre territorios existe en Córdoba reglas formales que posibilitan la vincu-
lación pero son cuestiones de intereses económicos y políticos las que obstaculizan la
puesta en práctica de convenios u otras formas de relación entre municipios contiguos. De
acuerdo a declaraciones del Subsecretario Municipal lo que se requiere para su concreción
es el reconocimiento institucional, en términos formales, del área metropolitana y la crea-
ción de un Ente de gestión que posea autonomía y autoridad para resolver cuestiones en
esa jurisdicción (Taborda, 2016).
Por su parte, en Rosario los convenios entre municipios que la legislación habilita fueron
concretados a fin de extender los recorridos de las líneas de transporte urbano. Además, se
firmó un nuevo convenio entre todos los presidentes comunales e Intendentes a fin de in-
corporar al EMR técnicos de las otras localidades para colaborar en la labor de cada munici-
pio y tratar la problemática a escala metropolitana. Y por otro lado, durante todo el período
de análisis existió una asociación voluntaria de municipios y comunas bajo el nombre de
Ente de Coordinación Metropolitana [ECOM]. En 2016 se sancionó la Ley provincial de Áreas
Metropolitanas por medio de la cual el ECOM se consolidó en un espacio reconocido por la
institucionalidad formal.
De todo ello se puede concluir que en Córdoba a pesar de existir reglas formales que habi-
liten la articulación entre territorios, ésta no tiene lugar. Se plantea además la necesidad de
más normas con mayores precisiones. En Rosario, aquello que la legislación posibilitaba
fue efectivizado y, además, se creó un ente en el marco de la institucionalidad informal
que, finalmente, fue incluido en la normativa provincial.
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está dada porque una misma persona puede estar cubriendo más de un cargo jerárquico
en diversas áreas.
Por todo lo mencionado, en Córdoba se observa que a pesar de una fuerte institucionali-
dad formal el trabajo en articulación entre áreas no se concreta. Y en el caso de Rosario,
por el contrario, a pesar de no estar contemplado en la normativa, la dinámica de trabajo
incluye la vinculación entre áreas.
En Rosario el escenario es distinto. En cantidad son mucho menores los mecanismos inclui-
dos en la normativa, sin embargo, casi que en su totalidad tuvieron existencia y fueron acti-
vados en la política de transporte y movilidad durante los años comprendidos para el presen-
te estudio.
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De acuerdo al planteo de Tecco y López (2003) cuanto mayor sea la permanencia de proce-
dimientos y reglas, mayor será la gobernabilidad. Y esa permanencia estará dada de
acuerdo a la capacidad de tales reglas para contener el conflicto entre actores estratégicos.
Se rescatan aquí algunos planteos que posibilitan analizar la continuidad en las reglas, se-
an formales o informales, en ambas ciudades.
Vale cuestionarse acerca de las razones de tales situaciones. Con seguridad existe para
cada caso un amplio abanico de factores que terminan condicionando tales escenarios. El
propósito del presente trabajo es dar luz a algunos de ellos dentro de los recortes analíti-
cos planteados. Queda a futuro avanzar sobre otros aspectos.
Existen varios indicios que llevan a considerar que la permanencia de las reglas en Rosario
está dada –en parte- por recurrir a estrategias propias de lo que aquí se considera como
gobernanza.
El sistema de representación del Concejo Deliberante se configura como uno de los ele-
mentos que lleva a la necesidad del gobierno local de construir consenso. En Córdoba la
gobernabilidad está garantizada en la medida en que siempre el oficialismo, por norma,
posee mayoría en el Concejo. Esto es que los proyectos elevados por el ejecutivo en gran
parte se aprueban con poca discusión porque tienen las bancas aseguradas en el poder
legislativo, lo que hace que la gobernanza pase a un segundo plano (Tecco & López, 2016).
Sin embargo, el sistema de Rosario en el que las bancas se reparten en proporción de los
votos en elecciones directas por los vecinos, el oficialismo no necesariamente es el bloque
con mayor fuerza en el Concejo. La necesidad de crear consensos en proyectos del ejecuti-
vo demanda la adopción de estrategias propias de la gobernanza.
La composición del directorio del EMR también se configura como otro elemento que hace
a la búsqueda de consensos. El Concejo Municipal nombra al vicepresidente, y éste es un
4
concejal de la bancada opositora. Mónica Alvarado en su exposición daba cuenta de que
esa necesidad: “implica que cada vez que implementamos alguno de los proyectos traba-
4
Directora y Secretaría de Transporte y Movilidad, Rosario.
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jamos con un consenso político que fundamentalmente nos permite sostener la imple-
mentación de los proyectos” (Alvarado, 2014).
Sobre ese panorama, se agregan para el caso de Córdoba los testimonios de los actores de la
sociedad civil entrevistados en los que expresaban su percepción sobre la falta de interés del
gobierno local en una genuina participación ciudadana. Los hechos parecieran correspon-
derse con tales percepciones y entre ellas mismas fueron coincidentes. Al respecto, en el
Petitorio presentado al gobierno local por varios firmantes de la sociedad civil se exponía:
En Rosario, la participación pareciera configurarse no sólo como la forma en que los veci-
nos y demás organizaciones pueden hacer escuchar sus demandas y discutir sus solucio-
nes sino también como una manera de legitimización y, quizás apropiación, de las medidas
adoptadas. De acuerdo a testimonio de miembros del EMR el espíritu de participación es
“la aceptación, el acuerdo y la apropiación de determinados proyectos y acciones que se
hagan, no sólo los proyectos, por parte de los ciudadanos. Y eso es una construcción cultu-
ral. No se puede forzar” (Scialla & Piriz, 2016).
Se consideró oportuno poner sobre la mesa que tanto Córdoba, con el diseño de los reco-
rridos en el nuevo STUMP y el proyecto del Sólo Bus, como Rosario, con proyectos como el
de Carriles Exclusivos, necesitaron de modificaciones o ajustes para su implementación.
Interesante es la forma en que se buscó resolver esa necesidad por parte de los gobiernos
locales. Aquí vuelve a tomar peso en el análisis de la gobernabilidad las instancias partici-
pativas. En Rosario estas instancias posibilitaron que esos ajustes se consigan y se legiti-
men antes de su implementación. En Córdoba, la forma de resolver los cambios de reco-
rridos y la imposibilidad de ejecución del Sólo Bus en la avenida Rafael Núñez a causa de la
movilización ciudadana le implicó, al gobierno municipal, un alto costo en su legitimidad
política.
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No se puede reducir una problemática a una relación directa del tipo causa-efecto. Sin embar-
go, se permite acá cuestionarse para el caso de Córdoba si de haberse incluido la participación
en el proceso de política pública se podría haber ayudado a evitar la conflictividad ex post.
Por otra parte, importante es señalar también que el término gobernanza, con una defini-
ción coincidente con la de este trabajo, es incorporado en la publicación del, en aquel mo-
mento, ETR realizada en 2010 en donde se plantean los fundamentos que sustentan la
necesidad de asumir un cambio de paradigma en la movilidad (ETR, 2010).
CONCLUSIONES
En base a los resultados y a las discusiones que de ellos se derivaron se presentan las con-
clusiones a las que se ha arribado.
El presente artículo se apoya sobre la consideración que tanto el transporte como la movi-
lidad urbana -concebidos como componentes transversales a la gestión sectorial de políti-
cas públicas- pueden convertirse en el ámbito desde donde avanzar hacia el planteo y ejer-
cicio de políticas intersectoriales, de carácter multinivel y multi-actoral con base territorial.
En tal sentido pareciera que la ciudad de Córdoba aún está muy alejada de una forma de
gestión en la que se desarrollen políticas públicas urbanas de nuevo cuño. A diferencia,
Rosario da cuenta de ciertos indicios que la acercan bastante a este planteo.
A fin de cerrar este apartado se hace necesario resaltar que, aunque el análisis de las me-
didas normadas e implementadas no sea tema del presente trabajo, existen estudios en
los que se evidencia que las políticas de ambos casos presentan deficiencias en su conte-
nido. El propósito de este comentario es dar cuenta de que aquí no se pretende presentar
una política ideal, sino que se busca dar cuenta de dos alternativas de procesos de gestión
de los que se puedan retomar sus fortalezas y reconocer sus debilidades.
En términos generales, ambos casos de estudio se configuran como evidencia de que entre
reglas formales e informales no necesariamente existe una relación directa. Una de las
ciudades, cuenta con un amplio marco normativo que no encuentra su correspondencia en
la práctica. Es decir, que el derecho no soluciona ni genera por sí sólo la participación. La
otra ciudad, con una baja institucionalidad formal desarrolló mecanismos de participación
estables y duraderos en el tiempo.
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No es el propósito del trabajo realizar una valoración de las diferentes dinámicas. Tampoco
se pretende -ni se podría- considerar a ninguna de ellas como una “fórmula de éxito”. Sí se
convierte en interesante revisar la tensión entre la formalidad e informalidad de las reglas
de juego a la luz de estos casos.
En una de las entrevistas a miembros del EMR se consultó por si creían importante institu-
cionalizar formalmente los mecanismos de participación. Las respuestas que allí se obtu-
vieron se convierten en interesantes puntos a tener en consideración. Por una parte, Eleo-
5
nora Piriz remarcaba que no lo creen necesario en la medida en que actualmente “no se
piensa un proyecto que no tenga la convalidación” (Scialla & Piriz, 2016). Por otra parte,
6
Marina Scialla hacía notar que para ellos la existencia de una Gerencia específica de Rela-
ciones Ciudadanas “es una forma de institucionalización de la participación ciudadana por-
que es un espacio donde vos ya considerás que todo proyecto tiene ese componente o por
lo menos necesita de la mirada de ese componente que lo atraviesa” (Scialla & Piriz, 2016).
En consonancia con aquello, Eleonora comentaba que a su criterio siempre “lo dejaría
abierto a la innovación” (Scialla & Piriz, 2016). Y un último aspecto que la entrevistada in-
corpora es que:
A priori creo que regular esto por una cuestión de decir “hay que tener esto”
puede tener más contras que beneficios porque creo que es muy sutil la dema-
gogización que se puede hacer de una cosa de este estilo. Decir: “bueno, esta es
una cosa, un compromiso que tengo que cumplir, tengo que cumplir con tantas
actas acuerdo para que el proyecto se dé”. Y en realidad no es el espíritu de la
participación ciudadana eso. (Scialla & Piriz, 2016).
En este último planteo se presenta el temor de que por incorporar los mecanismos a la
legislación local, la participación se vacíe de espíritu y contenido. Efectivamente, ese es uno
de los riesgos, sin embargo, también vale cuestionarse por una situación a la inversa. ¿Qué
pasaría con la forma de trabajo si el color político del gobierno cambiase? ¿La sociedad civil
de Rosario necesitaría la institucionalidad formal para reclamar participación? Estos cues-
tionamientos forman parte de un largo debate al que no se pretendió aquí resolver sino
más bien incorporar elementos que permitan leer las diferentes posibilidades.
5
Gerente de Planificación Integral del EMR.
6
Asistente técnica de la Gerencia de Relaciones Ciudadanas del EMR.
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Por último, es importante tomar el concepto de gobernanza territorial a través del cual se
puede interpretar la forma en que se da el proceso de política de movilidad urbana en Ro-
sario. Entre diferentes niveles y en especial diversos actores locales se busca acordar una
visión compartida para el futuro de la movilidad rosarina. Movilidad que no se puede en-
tender de otra forma que no sea en vinculación al territorio. En consonancia con el planteo
de Farinós Dasí (2008) se evidencia la participación de la ciudadanía en asuntos públicos
con impacto sobre el territorio.
Por el contrario, el caso de Córdoba podría considerarse como una evidencia opuesta al
supuesto que sostiene que los gobiernos a escala local mantienen una relación de tipo
inmediata y cercana con sus ciudadanos lo que lo configuraría como el nivel de gobierno
más apto para la ejecución de mecanismos de participación ciudadana (López, 2011).
Vinculado a estos últimos puntos se pone atención sobre el concepto de poder vinculado a
la los actores estratégicos que participan en la gestión territorial. Indagar sobre la concep-
ción presente en cada gobierno, o bien, en la distribución de poder en cada uno de los
casos es tarea de gran complejidad y excede la presente propuesta. Sin embargo, interesa
hacer algunas consideraciones. En Córdoba la forma en que se plantea el tipo de gestión se
acerca más a un tipo de corte verticalista y jerárquico aunque, existe evidencia que posibili-
ta pensar que la ciudadanía está empoderada o que está en proceso de empoderamiento.
Es decir, que si bien el Estado local no pareciera abrir el juego a otras formas de poder, la
sociedad civil se hace lugar en la escena política a fin de incidir en la movilidad de la ciudad
y con ella en el territorio mismo.
En Rosario el poder parece estar más distribuido en la medida en que se abre juego a nue-
vas voces en la toma de decisión. Sin embargo, es interesante reconocer que, si bien, los
instrumentos participativos -como podría pensarse la mayoría de los mecanismos en Rosa-
rio- tienden a la cogestión se observa siempre la primacía del poder de los representantes
que conservan la legitimidad de su elección popular.
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Entrevistas
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
fernandezsilvana2003@yahoo.com.ar
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Resumen
Nos situamos en un periodo que se suele caracterizar por un desplazamiento de las pre-
guntas sobre la legitimidad de origen de los gobiernos hacia la construcción de legitimida-
des a partir de los procesos de gobernar (Aguilar, 2010), y sobre la representatividad de las
agendas públicas con respecto a las diversas cuestiones que van siendo problematizadas
socialmente. Es en este contexto que las particularidades que asume la constitución de la
esfera pública para la discusión y construcción de consensos en los procesos de formula-
ción e implementación de las políticas públicas pasa a ser el foco de atención (Echavarría y
Díaz, 2015). Por ello se recupera la gobernanza como una de las categorías analíticas prin-
cipales analizar el proceso de definición de la agenda pública gubernamental a nivel local.
INTRODUCCIÓN
Esta presentación recupera los avances de investigación del proyecto “Gobernanza urbana
y construcción de sentidos sobre democracia, política y desarrollo en la Ciudad de Córdo-
ba”, particularmente en lo que se refiere a los diseños institucionales y las prácticas efecti-
vas de gestión transversales, que se suponen intersectoriales e interorganizacionales, y
que se constituirían en el marco de decisiones de las políticas públicas sobre gestión urba-
na. En este sentido el propósito del proyecto de investigación fue analizar áreas de la ges-
tión del gobierno de la Ciudad de Córdoba en lo que refiere a las políticas de desarrollo
urbano y movilidad, haciendo hincapié en las áreas y las redes de actuación públicas, pri-
vadas y sociales en la definición de las agendas públicas.
Se considera que cada área gubernamental enraiza vínculos con la serie de actores destina-
tarios de las políticas sectoriales que le competen, en una articulación con actores extra esta-
tales en el proceso de configuración de políticas, generalmente legitimados desde la convo-
catoria a trabajar para propiciar el desarrollo de la ciudad, de modo explícito o implícito.
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Por ello se recupera la gobernanza como una de las categorías analíticas principales para el
abordaje que pretendemos, advirtiendo su polisemia en el uso gubernamental y académi-
co. Cabe reconocer que la gobernanza es un concepto que emerge como recomendación
de “buenas prácticas” de gobierno por los organismos de financiamiento internacional para
acceso al crédito en el contexto de reestructuración estatal de los ´90. Lea Ivo (2004) carac-
teriza la emergencia de la categoría gobernanza en Latinoamérica entre los procesos histó-
ricos de redemocratización de los países del continente y los procesos de reformas neoli-
berales, explicando las múltiples significaciones y funcionalidades que comprende.
En los ´90, la teoría de la gobernanza adquiere relevancia como categoría que expresa un
nuevo modo de gobernar, nuevo modo basado en una rearticulación de la relación del
estado y la sociedad. Se reconoce un replanteo del modelo burocrático centralizado como
organizador de la vida social a partir de la crisis del Estado de Bienestar. Este modelo bu-
rocrático, racional, estadual pasa a ser interpelado desde redefiniciones de la articulación
social, propiciándose mayor horizontalidad, desdibujándose la jerarquización que se im-
ponía por el imperativo del estado nación, y se revalorizan las instancias subnacionales,
locales, regionales, internacionales y socio comunitarias como espacios políticos de delibe-
raciones con reconocimiento y constitución de nuevos y diversos sujetos políticos.
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Algunos autores sostienen que la gobernanza es una concepto más retórico que riguroso y
que solo es una expresión que permite justificar la privatización de la decisión pública,
haciendo una apelación abusiva a la “sociedad civil” y al supuesto de su participación en las
deliberaciones para proyectar una idea democratizadora de la misma (Estévez Araujo,
2009:23). Otros autores, como Prats, revalorizan su potencialidad y destacan que las mencio-
nadas interacciones, la constitución o emergencia de determinados actores como “estratégi-
cos” y los diferentes tipos de articulaciones, se dan en un marco político institucional que los
posibilita o propicia, y en tal sentido el estudio de la gobernanza refiere también a las “estruc-
turas sociopolíticas que emergen u forjan dichos procesos de interacción…” (Prats, 2003:243).
La gobernanza, entonces, como se entiende aquí “implica comprender las reglas que van
configurando las interacciones entre actores estratégicos en la formulación e implementa-
ción de las políticas”, “conocer cuál es la trama de actores y los acuerdos o decisiones logra-
dos” y, “quiénes y cómo son las operaciones estratégicas de actores claves” (Fernández, 2014:
3). Se considera que ello implica también avanzar en el análisis de los espacios de enuncia-
ción y configuración de dichos actores, de las luchas por las definiciones legítimas de los ob-
jetos y prácticas en la toma de decisiones públicas (Cf. Reguillo, 2007; Barbero, 1997).
Esto se estima que aportará a la reflexividad sobre las estructuras existentes, sus potencia-
lidades y los desafíos posibles de asumir para ampliar la red de actores estratégicos reco-
nocidos y partícipes en la definición de las cuestiones colectivas de la agenda pública y la
visión de desarrollo futuro del territorio de cada comunidad.
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METODOLOGÍA
Esta referencia a la escala en que se circunscribió el análisis en esta instancia implica reco-
nocer un campo mayor de articulaciones en la definición de las políticas públicas, como las
acaecidas entre los diferentes niveles de gobierno (relaciones intergubernamentales), y
también las instancias de discusiones internacionales (y sus preceptos) que hoy inciden en
la configuración de las agendas públicas locales.
1
En cuanto a Córdoba es importante recalcar que es la capital de la Provincia homónima y
la segunda ciudad de la República Argentina en cantidad de habitantes según el último
censo poblacional. Cuenta con una población estimada de alrededor de 1.900.000 habitan-
tes (40% del total de la población provincial) y se constituye en un centro neurálgico políti-
co, económico, social y cultural del interior del país. Su ejido municipal comprende una
2
extensa área de 576 km (24 km por 24 km, uno de los ejidos más extensos de Latinoamé-
rica) con una configuración urbana radio céntrica en torno a su núcleo histórico y comer-
cial, perfil que ya establece ciertos condicionantes para abordar su gestión en cuanto a
extensión y multiplicidad de realidades que comprende.
La selección de las áreas de análisis giró en una primera instancia a identificar las estructu-
ras de la orgánica municipal con competencia específica en el campo del desarrollo urba-
no; análisis que se complementó con la identificación de otras instancias que explicitaban
propósitos de articulación entre diferentes aéreas o sectores municipales para gestionar la
ciudad con visiones transversales. De esta primera indagación surgen tres espacios institu-
cionales priorizados para indagar: la Secretaría de Desarrollo Urbano, el Instituto de Plani-
ficación Municipal y el Plan de Metas. Estas últimas son las instancias que cristalizaron en la
1
En 50 años la población de la Provincia de Córdoba se duplicó, llegando a contabilizar 3.308.876 residentes en el
2010 (Censo 2010), lo que representa un 8.25% de la población del país.
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Dos dimensiones son las abordadas analíticamente, como se enunció con anterioridad:
La estrategia metodológica parte del relevamiento y análisis de las normas que pautan los
diseños institucionales configurados en las dos áreas relevadas como espacios con poten-
cialidad y explícitos propósitos de definir políticas transversales.
Se analizan las ordenanzas que dan origen a estas instituciones, sus fundamentos y explici-
tación de propósitos, y en el caso en que se ha accedido se incluyó en análisis de los deba-
tes en el ámbito deliberativo en el momento de su aprobación.
El análisis de documentos específicos aportan al análisis pretendido de cómo son las ins-
tancias de decisión y regulación sobre la planificación de la ciudad, los procesos decisorios
de las áreas específicas y las potencialidades de profundización de la gobernanza como
desafíos para cada instancia.
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RESULTADOS
Se abordará el análisis del marco regulado y de las rutinas y prácticas reconstruidas a par-
tir de los relevamientos, en cuanto a Plan de Metas e Instituto de Planificación Municipal,
en ese orden según fecha de aprobación. Ambos institutos se aprobaron entre junio de
2011 y marzo de 2012.
Plan de Metas
El Plan de Metas del Gobierno se define como Instrumento de Planificación e Información Ciu-
dadana mediante el cual el Intendente, al iniciar cada período de Gobierno, presenta las metas
su Programa de Gestión, estableciendo las acciones estratégicas, los indicadores y objetivos
cuantitativos y/o cualitativos, para cada área de la Administración Pública Municipal y zona
geográfica de la ciudad, informando anualmente sobre la evolución de los mismos (art. 1°).
En cuanto al contenido mínimo (art. 2°) para su elaboración la normativa establece que
estará integrado por:
Los objetivos, indicadores e índices se presentan al menos en las áreas de obras y servicios
públicos, administración pública, salud, acción social, ambiente, cultura, educación, turis-
mo, participación vecinal y desarrollo económico.
El Plan debe ser presentado por el Intendente entre los 120 y 150 días corridos posteriores
a la asunción de cada período de gobierno ante el Honorable Concejo Deliberante, y
además deberá presentar Informes de cumplimiento anuales. También establece que debe
tener amplia difusión para garantizar el conocimiento, evaluación y control por parte de la
ciudadanía, y el Consejo Deliberante deberá realizar dentro de los 60 días de ocurrida su
presentación una Audiencia Pública informativa con la presencia del titular del Ejecutivo
municipal como miembro informante.
Esta propuesta se convirtió en política normada por la iniciativa presentada por una orga-
nización de la sociedad civil, Red Ciudadana Nuestra Córdoba, que articula a diferentes
entidades sociales, académicas, profesionales y vecinales. En los debates que fundamenta-
ron su aprobación en el seno deliberativo se reconocieron: la trascendencia de la aproba-
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En cuanto a su puesta en marcha cabe aclarar que la primera gestión que lo debió cumplir
abarcó el periodo diciembre 2011-2015 y la segunda el período diciembre 2015-2019, am-
bas encabezadas por el mismo Intendente que resultó electo por un segundo período.
Los desafíos que el equipo responsable de su coordinación enfrenta son: continuar traba-
jando con capacitación en lo conceptual en cada Secretaría, articular con la formulación
presupuestaria asociando cada meta al programa presupuestario y/o fuente de financia-
miento, o sea armonizar ambos instrumentos de planificación, avanzar en la sensibilización
de la ciudadanía para que accedan a la definición de metas a través del portal de datos
abiertos, mayor desarrollo operativo con el propósito de efectivizarlo como instrumento de
participación y control ciudadano.
Se enuncia que tiene como finalidad: elaborar documentos e informes técnicos destinados
a ofrecer fundamentos para la toma de decisiones estratégicas; informes y análisis para
articulación de políticas que involucren diferentes niveles del sistema federal de gobierno;
proponer definiciones e instrumentos que orienten la gestión de políticas municipales es-
tratégicas vinculadas a cooperación internacional, cooperación descentralizada y relaciones
intergubernamentales; transversalizar la perspectiva de género en las diferentes instancias
de las políticas municipales y su institucionalización en la agenda.
2
Las Líneas Estratégicas para el Desarrollo de Córdoba son: Córdoba Sustentable, Córdoba Competitiva, Córdoba
Equitativa e Inclusiva, Córdoba Transparente y Participativa.
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Para la finalidad se establece que generará y procesará información relevante para la for-
mulación de prospectivas y análisis comparados, estudios sobre problemas y la agenda
estratégica de la sociedad con informes técnicos periódicos, elaborar propuestas estratégi-
cas de mediano y largo plazo y alentar la cooperación público- privada y la vinculación
científica técnica con los diversos actores.
EL Consejo Asesor institucional se integra por los Secretarios y titulares de los organismos
de directa dependencia del Departamento Ejecutivo Municipal, pudiendo ser reemplazados
transitoriamente por los funcionarios que designen.
Además establece que el Director Ejecutivo debe presentar ante el Presidente, el Consejo
Consultivo y el Consejo Asesor Institucional un informe trimestral de los trabajos, investi-
gaciones o estudios en curso y el nivel de avances de los mismos. Los informes deberán
girarse al Concejo Deliberante semestralmente.
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3
Sostiene que “es una herramienta de gestión para el mediano y largo plazo que promueve
el desarrollo integral de la ciudad a partir de la generación de estudios de nivel científico y
formulación de propuestas estratégicas sustentadas” y “además, es un espacio que funcio-
na como articulador de ideas, esfuerzos y recursos de las diversas instituciones de la sociedad
civil con las áreas municipales”.
A nuestro entender hay dos o tres improntas que se desdibujan: el propósito de articula-
ción con los diferentes niveles del sistema federal de gobierno, la concepción interescalar
sobre cooperación intermunicipal e internacional y el consenso de una agenda con refe-
rencias territoriales a lo urbano, metropolitano y regional.
También se reconoce que “la metodología de trabajo del iplam ciudad es altamente participa-
tiva y basada en el relacionamiento público-privado. Por ello, su estructura vincula a los fun-
cionarios municipales con profesionales, personalidades destacadas de nuestra sociedad,
personas físicas o jurídicas de reconocida trayectoria, solvencia científica, méritos académi-
cos y/o representación política, institucional, sectorial, cultural y religiosa quienes trabajarán
4
en la investigación de los temas críticos de la Ciudad y propondrán sus posibles soluciones” .
A ello se agrega la instancia del Consejo Asesor Institucional pensado como espacio
que integra a todas las Secretarías.
3
http://www.cordoba.gob.ar/servicios/instituto-de-planificacion-municipal/
4
http://www.cordoba.gob.ar/servicios/instituto-de-planificacion-municipal/
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se informó: “parece que hay una mesa donde se sientan un montón de interlocuto-
res y no es así. El Consejo Asesor lo integran todos pero la relación es más bilateral
que de plenario porque las necesidades de Desarrollo Urbano no son las mismas
que de Economía, no son las mismas que de Educación ni de Salud. Entonces cada
uno va planteando lo que necesita en su área” (Entrevista Informante Clave).
b. relaciones interorganizacionales e interactorales: se reconoce que el Consejo Con-
sultivo son reuniones formales que no llegan a tratar los temas propuestos, y
donde predominan las redes basadas en los vínculos personales, profesionales
que no significan consolidación de redes en torno a agendas y proyectos de traba-
jo consensuados y comprometidos.
DISCUSIÓN
Dice Farinós Dasí (2008: 13) que el “funcionamiento, como en cualquier sistema, no per-
manece invariable sino todo lo contrario, evoluciona a lo largo del tiempo… Las rutinas de
gobierno establecidas se adaptan a los cambios y a las nuevas necesidades, dando lugar a
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la aparición de nuevas prácticas de gobernanza” y que pueden ser radicales o más pragmá-
ticas, progresivas, pero siempre se reconoce la potencialidad de introducir nuevos estilos
de toma de decisiones.
Se reconoce una potencialidad aun a ser desarrollada aunque con ciertas tensiones sobre
la concepción y efectivización de la participación y reconocimiento de sujetos políticas en la
definición.
En cuanto al Iplam ciudad la dinámica a la que se logró acceder en los relevamientos evi-
dencia una menor reflexividad y replanteamiento sobre sus estrategias operativas y meto-
dológicas para la consecución de sus objetivos, y se advertiría que los mismos se ven des-
virtuados en cuanto a la definición de una agenda de trabajo, la cual emerge de emergen-
cia de temas coyunturales, sin la definición de una visión compartida de futuro ni referen-
cia a las territorialidades implicadas. Es un ámbito con alta potencialidad de desarrollo
pero se reconoce con menor impronta política para su replanteamiento.
En cuanto al Plan de Metas, tampoco aparece, aunque no está formulada entre sus propó-
sitos de modo formal, ya que es un instrumento de gestión de definición de metas de la
jurisdicción local. En esto se distingue como un instrumento de políticas más operativas y
urbanas que la instancia de planificación que concibe formalmente el territorio en el que
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Iplam formalmente está constituido por un Consejo Asesor Institucional conformado por
todas las Secretarías pero en la práctica no logra constituirse ni plantear una agenda en
términos multilaterales.
Las metas de gobierno también son definidas por cada Secretaría de gobierno sin articula-
ción entre ellas ni siquiera a partir del desarrollo de los lineamientos estratégicos definidos
para orientar las políticas de gobierno. La visión o enfoque compartimental que impera hace
suponer un planteo de las problemáticas urbanas no integral y sectorializado. Una lógica de
gestión y problematización de las prioridades urbanas arraigada se vería interpelada con la
participación de actores emergentes extra locales, especialmente organizaciones vecinales y
ciudadanas, que pudieran irrumpir en el planteamiento de problemáticas desde las agendas
vivenciales. El enunciado de las cuestiones problemáticas requeriría desafíos de abordajes
articulados desde las dinámicas de participación y gestión colaborativa.
La definición de las metas tampoco contempla una instancia participativa aunque se haya
definido como tal. Entiende a la participación en tanto una ciudadanía con capacidad de con-
tralor de la definición de las metas, pero no de participación en la definición de las mismas.
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Pero ello no marcaría una impronta en entender la complejidad que implica el desarrollo
de una gobernanza territorial, “como la emergencia y puesta en práctica de formas de pla-
nificación y gestión de las dinámicas territoriales innovadoras y compartidas (caracteriza-
das por la relación, negociación y formación de consensos), respaldadas por multiplicidad
de actores que comparten unos objetivos y conocen y asumen cuál debe ser su papel en
su consecución…” (Farinós Dasí, 2008: 14-15).
Las menciones a una agenda consensuada sobre las problematizaciones de la ciudad, su área
metropolitana y su región para Iplam, así como la definición de metas por áreas según zona
geográfica, o ámbitos de actuación territorial o jurisdicciones de los centros de participación
comunitaria se ven desdibujados en los procesos de implementación en ambos casos.
CONCLUSIONES
Cómo y quiénes pueden definir y acordar una visión de futuro compartida de modo legíti-
mo entre diferentes actores reconocidos en diferentes niveles, es el imperativo. Ello implica
desarrollar la descentralización de las decisiones, favorecer la constitución de redes de
actuación y promover la articulación de saberes y la cooperación, mas la capacidad de di-
rimir conflictos.
La pertinente precisión del autor antes citado se rescata al decir que la gobernanza territo-
rial se entiende como “una práctica/proceso de organización de las múltiples relaciones
que caracterizan las interacciones entre actores e intereses diversos presentes en el terri-
torio” (op. cit. 15), entendiendo que el territorio es construido por actores y sus dinámicas
que se deben reconocer como el capital territorial y como los enunciadores del desarrollo
compartido a construir.
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en inglés: “New challengestogovernacetheory” Jean Monet ChairPaper RSC No. 98/50.
Disponible en http://www.iue.it/RSC/Mayntz.htm
REGUILLO, Rosana (2003). Utopías urbanas. La disputa por la ciudad posible. Guadalajara: ITESO.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
marieugeniajaime@gmail.com, mjaime@ungs.edu.ar
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INFORMALIDAD URBANA Y POLÍTICAS DE URBANIZACIÓN. EL DILEMA DE LA CONSTRUCCIÓN DE LOS PROBLEMAS PÚBLICOS…
M. E. Jaime
Resumen
Dicha investigación da cuenta de las articulaciones, los intereses y recursos con los que
cuentan los actores locales para generar acuerdos que se integran a los procesos de trans-
formación urbana en el marco de las políticas públicas. Metodológicamente vincula conte-
nidos (urbanización) con procedimientos (instrumentos y mecanismos) para trascender las
perspectivas fragmentarias que promueven la mirada de los instrumentos dentro del ciclo
de la política y solo referidos a ella.
En esa línea, se adoptó el enfoque de la acción pública territorializada. Desde tal abordaje, con-
sideramos actores de la acción pública, a quienes impelidos por sus intereses y propósitos, los
ponen en práctica interviniendo en el proceso: tanto en el debate como en la ejecución de las
transformaciones urbanas. La identificación de estos actores (pobladores intervinientes, me-
diadores y propulsores) de acciones transformadoras no puede estar separada del tema que
los convoca, en nuestro caso en el proceso de urbanización de villa Monte Matadero.
1
Tesis defendida en DIC de 2017 en el marco del Programa de especialización en Planificación Urbana y Regional,
FADU/UBA https://www.dropbox.com/s/t74vi1whphq1o1t/ACCION%20PUBLICA%20-%20JAIME.pdf?dl=0
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dos. Se trata de mirar lo que si tenemos y a partir de ello identificar acciones que puedan
formar parte de futuras intervenciones para revertir la desigualdad socio espacial vigente.
El objetivo del presente trabajo es destacar los problemas públicos devenidos de la trans-
formación del territorio en el proceso de la urbanización de Villa Monte Matadero. Intenta-
remos identificar los temas y reglas presentados por los actores (básicamente pobladores) y
los modos en que se los incorpora a la agenda pública, cuando esa integración se registra.
1. Breve contextualización
Se entiende la informalidad urbana y a las políticas de urbanización dentro del sistema ur-
bano. De este modo cuando la construcción de los problemas públicos y los instrumentos
de transformación urbana reúnen en un mismo movimiento las acciones transformadoras
podemos identificar los intereses y propósitos que les dieron origen.
La noción de “informalidad urbana” nos lleva al encuentro entre las acciones de transfor-
mación urbana llevadas a cabo por los habitantes de las villas y los asentamientos preca-
rios y los acuerdos que estos generan para ejecutarlas. Este proceso se desarrolla inde-
pendientemente de que existan recursos públicos, de que se inscriban dentro de las reglas
públicas de edificación o de que sean avaladas institucionalmente por las normas jurídicas
que utilizan los organismos de control público.
Para estos habitantes de las villas y los asentamientos precarios las únicas acciones posi-
bles para garantizar el derecho a acceder al suelo urbano son la ocupación y el uso efectivo
del espacio urbano. Ejerciendo su influencia a través de la capacidad de apropiación que
puedan desarrollar cotidianamente sobre él.
2
La informalidad como concepto ideológico y las formas de subsistencia de la sobrepoblación relativa en Améri-
ca Latina. Mercedes Castillo de Herrera Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia; Emilio Pradilla
Cobos Universidad Autónoma Metropolitana, México DF, México
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por hacinamiento, falta de ventilación, mala calidad de los materiales, o la deficitaria distri-
bución del espacio.
Las políticas dirigidas a dar respuesta a esta cuestión de la informalidad urbana han brin-
dado respuestas que oscilan prevalentemente entre la instalación de delegaciones munici-
pales o centros de capacitación, la construcción de viviendas llave en mano, y/o la regulari-
zación dominial de los asentamientos.
Probablemente estas acciones sean necesarias, sin embargo entendemos que este com-
plejo panorama amerita rescatar también las acciones que no están institucionalizadas en
el ciclo de las políticas públicas.
Estas políticas requirieron suelo, y fueron pocos los municipios que dispusieron tierras pa-
ra este fin, por otro lado el reclamo de las organizaciones populares para conseguir mejo-
ras de sus barrios encontró un interlocutor abierto a la escucha. En este marco nació el
Subprograma Federal de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios, en los centros
poblacionales con más fuerte déficit de viviendas, mediante un financiamiento no reinte-
grable por parte del Estado nacional “para la construcción de treinta y tres mil unidades de
viviendas en el ámbito del Gran Buenos Aires”.
3
Programa Federal de construcción de Viviendas, PFCV.
4
Asentamientos localizados en los municipios de Avellaneda (730 viviendas), La Matanza (1333 viviendas y 1771
mejoramientos), La Plata (798 viviendas), Lomas de Zamora (1500 viviendas), Morón (432 viviendas), Quilmes
(3960 viviendas), San Isidro (3248 viviendas), San Martín (2310 viviendas) y Vicente López (1498 viviendas). Se
preveía una inversión de 550 millones de pesos, para la construcción 15.807 viviendas y la generación de más
de 50.000 empleos en los distritos antes mencionados. En Quilmes, los trabajos se repartirían en las villas No-
vak/La Odisea (541 viviendas), Veteranos I (26 viviendas), Veteranos II (42 viviendas), La Matera (1438 viviendas),
Barrio 24 de Marzo (113 viviendas) y Barrio El Monte/Matadero (1800 viviendas).
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Villa Monte Matadero está ubicado en el primer cordón del AMBA, en el Partido de Quil-
mes. Quilmes limita al este-noroeste con el Río de la Plata, al sur con los partidos de Bera-
zategui y Florencio Varela, al oeste con los de Almirante Brown y Lomas de Zamora y al no-
reste con los partidos de Avellaneda y Lanús (imagen 1).
Ocupa una franja de tierra lindera a la Autopista Buenos Aires-La Plata Las características
de la situación habitacional de esta población son el alto nivel de NBI y el alto porcentaje
de desocupación o de ocupación informal.
Villa Monte–Matadero está compuesta por dos villas, una denominada Monte y la otra Matade-
ro, en referencia a sus orígenes a mediados del siglo pasado. Tiene una superficie de aproxi-
madamente 30 hectáreas, de las cuales 17,71 ha corresponden al Monte y 13,1 ha al Matadero.
Entre 2005 y 2013, período en el que se había registrado un aumento significativo de los
asentamientos del Municipio de Quilmes, la villa Monte Matadero pasó de registrar 4991
personas en 2005 a 7254 en 2013. El incremento fue de 2263 personas establecidas, prin-
cipalmente, en el sector del Matadero. El correlato a escala municipal de este fenómeno
fue incremento en un 100% de los asentamientos populares del partido. Estos pasaron de
31 asentamientos y villas registrados a 67, localizados en los sectores periféricos de Quil-
mes, donde se encuentran las peores condiciones habitacionales y socioeconómicas del
partido, según datos del registro realizado en 2010 por el censo social de la de la Dirección
de Tierras Municipal.
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El servicio de transporte público pasaba por las inmediaciones del barrio sin ingresar al
mismo. El servicio de trenes es de fácil acceso y se ubica a 1 km del barrio.
En cuanto al servicio eléctrico, está conformado por un antiguo tendido, numerosas veces
remodelado. No posee medidores individuales y habitualmente tiene caídas de tensión.
Con respecto a la red de agua potable, ambos sectores tienen actualmente una red de
agua provista por las obras del SFUVAP que cubre parcialmente los requerimientos de la
población. No existía red de gas, hecho que provocaba la utilización de gas envasado en
garrafas de 10 kg, tubos de 45 kg y, en algunos casos, el uso de leña. Imagen 2
5
En el ítem “Información Adicional” se detalla lo de las características habitacionales y sociodemográficas obte-
nidas del Censo de población y viviendas realizado en el Barrio durante el año 2005.
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Entre los requerimientos que imponía el subprograma, se preveía que los municipios fueran
los responsables de elevar el proyecto a la Subsecretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda de
6
la provincia de Buenos Aires, a través del Instituto de la Vivienda, para su aprobación .
Desde el punto de vista de los registros normativos que regulan la ocupación del barrio, los
habitantes reconocen tres tipos de regulación que dan lugar a la identificación de tres sec-
tores: El Matadero, la Sociedad de Fomento El Monte y la Cooperativa El Monte. Los pobla-
dores del Matadero tienen un permiso de residencia otorgado por Ordenanza Municipal.
La Sociedad de Fomento El Monte, a partir de las gestiones que se realizaron desde esta
entidad, ha ido regularizando algunas manzanas del sector conforme a la ley 10.830; mien-
tras que la Cooperativa se conformó como tal y logró la compra del macizo a través de una
hipoteca a favor del Municipio de Quilmes.
Villa Monte Matadero es un barrio de Quilmes que surge como producto de un proceso de
urbanización informal que tiene por protagonistas a un territorio vulnerable (de tierras ba-
jas y anegadizas) y a una población de escasos recursos.
Las tierras donde actualmente se alza el barrio Monte Matadero fueron parte del bañado
generado a causa del albardón que corre 2 kilómetros paralelo a la costa, lugar donde des-
embarcaron los ingleses en 1806. Más adelante, en 1818, se realizó el primer plano de
mensura y las tierras del bañado pasaron a tener propietario. Sin embargo, años más tarde
cayeron en manos del Estado por no cumplir con las normas que promovía la merced que
otorgaba el gobierno de la provincia y que comprendían la señalización con cerco, la cons-
trucción de pozo y casa habitación (Agnelli, 2009).
Después de 1860, la zona del Monte Matadero fue forestada con la plantación de eucalip-
tos que sirvió de protección del área de trabajo frente al viento del sudeste. Muchos de
esos ejemplares aún existen y se complementaron con la vegetación del lugar. Quilmes se
fue poblando. Hacia 1880, los terrenos de Villa Monte Matadero conjuntamente con los
terrenos del corralón Municipal, ubicado sobre la calle de la “Circunvalación”, eran conside-
rados los suburbios del pueblo.
6
Para ello debía reunir las siguientes condiciones: Debían ser propuestas integrales, desagregadas en etapas
cuando su magnitud o complejidad lo justificaran; La situación dominial de los terrenos debía estar resuelta o
garantizarse su regularización antes de concluirse las obras.
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Los registros periodísticos y las crónicas de la época describen el asentamiento del monte
como “una población que vivía de los desperdicios que generaba la actividad matarife”. Los
arrieros o abastecedores llevaban allí al ganado que, hasta ser faenado, permanecía en
corrales. Se extendían desde el Corralón hasta lo que, en aquel entonces, era el borde del
bañado donde hoy se levanta el monte. Consecuentemente, en aquel momento, el sector
se denominaba “El Monte del Matadero”.
Los primeros habitantes del barrio se establecieron, originalmente, en un área que com-
prendía las actuales calles Alberdi, Cevallos, Castelli y que se encontraba, aproximadamen-
te, 250 metros hacia el bañado. Este sector luego se extendió hasta la traza de la autopista
Buenos Aires-La Plata.
Las precarias viviendas donde habitaban eran construidas en los terrenos libres que linda-
ban con el bañado. Se caracterizaban por su construcción de barro y paja y la tipología de los
ranchos. Cuando se reglamentó el trabajo de los mataderos (1904), éstas se prohibieron en el
área establecida como ejido urbano. A raíz de esta norma, el matadero del Corralón cerró y
se comenzó a emplear para cuadra del plantel de caballos del municipio y para los carros de
riego y recolectores de basura. Los primeros habitantes permanecieron en la zona empleán-
dose, en gran mayoría, en el corralón municipal y el barrio pasó a denominarse “El Monte”.
Entre 1930 y 1940, en la primera villa de Quilmes. Luego, en 1958, el asentamiento quedó
bajo el agua, producto de la inundación, quedando la villa en esta situación durante varios
días, lo que hizo inminente la realización de obras de infraestructura en toda la zona costera.
Para 1960 se incrementó nuevamente la población del asentamiento a raíz de una fuerte
corriente migratoria que produjo una ocupación mayor de tierras hasta el borde de la traza
de la autopista, completándose la ocupación del predio una década más tarde.
Hacia 1980 se produjo una nueva toma que ampliaba los límites de la villa cuatro hectáreas
llegando a la calle Conesa. Los participantes de ella no corrieron la misma suerte que los an-
teriores. Meses después fueron desalojadas las familias y demolidas las construcciones con
los mecanismos que habitualmente se usaban para estas prácticas. Eran erradicaciones pro-
ducidas por la fuerza con el uso de maquinaria pesada, como topadoras y camiones.
Con la llegada de la democracia (1983), el barrio comenzó a obtener algunas mejoras como
la pavimentación de la avenida Cevallos-Caseros en 1990. Este hecho fue la oportunidad
para los habitantes del barrio de “engancharse a la red de agua potable”, según relatos de
los vecinos más antiguos.
A finales de los 90, un grupo inversor japonés pretendía construir un shopping y oficinas
en las tierras que ocupaba la villa. Para viabilizar su inversión proyectó construir viviendas
en Ezpeleta Oeste, (3 km al sur del barrio) para todas las familias. El proyecto finalmente no
se concretó.
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Se agudizaron las presiones inmobiliarias. Las tierras eran pretendidas, ya sea por familias
de bajos recursos en busca de mejores condiciones de accesibilidad como de grupos em-
presariales que veían en esta localización una oportunidad.
2.2. Normativas de regulación del suelo en Quilmes y su relación con los procesos de
urbanización de barrios informales
En sus fundamentos, la ley 8.912 persiguió la preservación y mejoramiento del medio am-
biente, estableció los instrumentos para la proscripción de las acciones degradantes del
ambiente, y precisó normas para el planeamiento del territorio urbano y rural de la Provin-
cia, que incluyeran la fijación de planes de ordenamiento y zonificación por usos del terri-
torio de cada Partido, de modo de prever y controlar el crecimiento de los núcleos urbanos
y preservar la tierra rural para el destino de explotación que le es propio. La misma co-
menzó a regir en el Municipio de Quilmes según Ordenanza Municipal N° 4545/79 y se
halla vigente aún con más de 15 modificaciones.
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Este marco legal que pretendía superar “la calamitosa situación creada por la falta de ante-
riores previsiones de ordenamiento territorial” no pudo revertir este proceso e incluso, las
restricciones a la producción de loteos populares agravaron la situación.
En el año 1998, la situación deficitaria creció y los instrumentos elaborados para la organi-
zación popular, entre otros factores, dieron lugar a la formación en Quilmes del Consejo
Comunitario de Políticas de Tierra y Vivienda. Este organismo fue un instrumento valioso
de planificación y participación comunitaria. El gran trabajo de organización logró tener
cuerpo de ley: un instrumento que les pertenece a las clases populares y que conforma
una mesa en la que, no solamente participa las organizaciones sociales, sino que se abre al
Consejo de Quilmes.
En línea con este proceso, en el año 2001, el municipio afrontó el desafío de concebir un Plan
de descentralización, que estuvo a cargo del urbanista Eduardo Reese. El estudio que sustentó
dicho plan destacó la compleja situación urbana que se estaba desarrollando en el municipio
con respecto al crecimiento de los asentamientos informales: aproximadamente el 10% de su
población, o más, vivía en villas o en asentamientos (alrededor de 60.000 personas).
Ese mismo año debido a las presiones sociales (los asentamientos de esos años eran re-
primidos con brutal violencia) fue necesario implementar la reglamentación de la ley pro-
vincial 10.830 de “regularización dominial de interés social” que había promulgada en el
boletín oficial de la provincia de Buenos Aires en octubre de 1989. La ley permitía afrontar
el gasto de escrituración a propietarios de vivienda única familiar que no tuvieran recursos
suficientes para hacerlo.
En el año 2004, el Gobierno municipal propició cambios en la regulación de usos del suelo.
Las acciones direccionadas en ese sentido tomaron forma hacia 2006, dando curso a una
Comisión de Rezonificación en el marco del Honorable Concejo Deliberante de Quilmes
(HCD) para promover modificaciones sobre la Ordenanza 4545/79 de Zonificación Según
Usos. Estos cambios producidos en la normativa promovían la intensificación de la cons-
trucción en altura.
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tadero estaba prohibido avanzar en el crecimiento de las viviendas y la ocupación. Las cons-
trucciones realizadas por los pobladores eran demolidas cuando se infringía la norma.
Las primeras articulaciones de las mesas Gestión de Tierras de Quilmes fueron con el Pro-
grama Federal de Emergencia Habitacional (2003), este estaba dirigido a los barrios más
postergados de Quilmes. Se trató de una línea de subsidios para la vivienda y la infraes-
tructura que les permitiría, además, obtener un empleo, conformarse en cooperativas y
capacitarse en oficios. Este fue el antecedente del Subprograma Federal de Urbanización
de Villas y Asentamientos Precarios, cuyo convenio fue firmado en enero de 2005.
Las modificaciones que experimentaron las normativas que regulan los usos del suelo fue-
ron significativas en el período de estudio y tuvieron una fuerte repercusión sobre en el
crecimiento de las urbanizaciones informales.
La nueva normativa zonificación, aprobada por provincia, estuvo vigente hasta agosto de
7
2007 cuando fue suspendida por decreto del intendente Gutiérrez , quien entraba recien-
temente en funciones. En ese mismo año, también se suspendió la ley que reglamentaba el
consejo participativo de tierra y vivienda. La normativa que regía para la construcción en
altura volvió a entrar en vigencia 6 meses después, en cambio, el consejo no volvió a fun-
cionar en el período analizado.
En el año 2010, se realizó un estudio financiado para generar una propuesta de Desarrollo
Urbano que incluía la intervención en áreas centrales, la ampliación del paseo ribereño y la
adecuación de la infraestructura costera. El objetivo trazado en relación con los asenta-
mientos informales fue el mejoramiento del hábitat social, a través de la promoción del
acceso a una vivienda digna de la franja social más vulnerable.
7
Durante el período de estudio 2004-2013 hubo tres gestiones a cargo de dos intendentes diferentes. La primera
de ellas, que duró hasta 2007, estuvo a cargo de Sergio Villordo (2003-2007) y las dos siguientes a cargo de Fran-
cisco Gutiérrez (2007-2015); el primero del partido Justicialista y el segundo del polo social, Frente para la Victoria.
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El Municipio presentó los lineamientos generales del Plan, organizado para dar respuesta a
las necesidades propuestas por la ciudadanía en los ámbitos sociales, productivos, recrea-
tivos y turísticos. Se trató de crear un espacio de discusión sobre puntos como los siguien-
tes: cómo mejorar el tránsito, cuáles son las obras de infraestructura más urgentes, dónde
construir las industrias y qué planes se llevarían adelante para mejorar la ribera, entre
otras. Se pretendía que los proyectos fueran consensuados con todos los actores sociales.
De esta manera, si se proponía un proyecto para un espacio recreativo a escala barrial,
En 2011, continuó la elaboración del Plan Estratégico Quilmes (PEQ). En ese contexto, se
realizó una convocatoria pública en la que se recibieron más de mil propuestas de distinto
tipo para ser incorporadas en el proceso de conformación de este plan. El PEQ tenía por
objetivo alcanzar un verdadero equilibrio territorial para Quilmes, de manera que mejorara
las condiciones del hábitat, infraestructura y servicios, vivienda y salud.
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Hacia 2013, los pobladores de Villa Monte Matadero contaron con procedimientos forma-
les que regularon por normativa los predios del barrio como sectores de vivienda de in-
terés social. A su vez, el barrio Monte y Matadero fue inscripto en el registro de Villas de la
Provincia de Buenos Aires, con miras a la regularización de la tierra en el corto plazo. Este
proceso de regularización debía acompañarse con obras de urbanización. Por último, las
intervenciones del Programa Federal de urbanización de Villas colaboraron con su orde-
namiento.
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Las Mesas son generalmente un instrumento que el Estado ofrece a la población para ga-
rantizar la incidencia en las políticas públicas que las involucran. Son también los espacios
institucionales de representación de la población beneficiaria de una política pública para
la interlocución con el Estado, en los distintos niveles territoriales (municipal, provincial y
nacional), y su fin es la incidencia en la construcción, ejecución y control de las políticas
públicas para la comunidad.
Las Mesas de Participación no son asambleas pero son representativas del conjunto de
vecinos u organizaciones participantes. Dependiendo de los mecanismos de articulación
que promuevan, pueden establecer relaciones multiactorales, multiescalares y multidisci-
plinares.
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Para el caso de este instrumento “mesa” en el análisis realizado encontramos que sus pro-
cedimientos se modificaron según tres etapas que se detectaron en el estudio del proceso
de transformación urbana. Según el propósito la mesa se denomino de tres maneras dife-
rentes: mesa de gestión para la organización barrial (MGOB), mesa participativa de gestión
barrial (MPGB) y, finalmente, mesa de gestión urbana (MGPU).
La mesa de gestión para la organización barrial estuvo muy vinculada a la práctica de ex-
tensión de la UNQui desarrollando un vínculo más débil con la política municipal de urba-
nización, mientras que las otras dos mesas eran claros instrumentos de dicha política. No
obstante todas ellas posibilitaron incorporar a la agenda de la política de urbanización pro-
gramas de acción pública.
Temas de Agenda
Por un lado, en la mesa se impulsó el uso de las calles como espacio de encuentro y reu-
nión para comunicar los avances del proceso de transformación urbana del período. Por el
otro, a raíz de los debates sobre los derechos económicos, sociales y culturales (DESC), la
mesa sirvió como catalizador de los reclamos de los vecinos por el acceso a los servicios de
agua, cloaca y disposición de residuos. Hecho que los llevó a la elaboración de propuestas
para su mejoramiento que llevaron adelante mediante el trabajo cooperativo.
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En una de las reuniones de la mesa organizativa, uno de los vecinos puso a disposición un
plano de Aguas Argentinas donde se podía observar que por debajo del barrio pasaban los
caños de la cloaca máxima del municipio. Esto produjo gran revuelo ya que, ante los recla-
mos, siempre se había manifestado la dificultad de llevar la red. Frente a esta situación, se
hicieron propuestas técnicas sobre la manera de resolver el acceso a esta infraestructura.
Ahora lo que uno tiene que tener es constancia, porque si el mismo barrio no se
organiza, no vamos a tener nada. (Vecina del Matadero, 2005).
La mesa de gestión para la organización barrial, que tuvo un papel central en el desarrollo
de las acciones para la urbanización, se disolvió y se crearon nuevos canales de participa-
ción: la Mesa para la gestión de la Urbanización y la Mesa participativa de gestión Barrial.
Esta mesa surgió como parte de una gestión que el gobierno local definió como integral en
línea con la política anunciada por el intendente a comienzos del 2008. Allí se trataban,
fundamentalmente, problemas sociales, de niñez, género y salud reproductiva.
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Articulaban en este espacio, el equipo técnico de Desarrollo Social del Municipio de Quil-
mes quienes trabajaron conjuntamente con los profesionales de la Cátedra de Investiga-
ción y Estadística Educacional de la Facultad de Ciencias Sociales para conseguir que este
instrumento incorpore la problemática social.
Inicialmente, participaron en esta mesa las organizaciones barriales del sector del Matade-
ro y fue imprescindible la presencia de la Dirección de Viviendas para incorporar los temas
referidos al Proyecto de Urbanización. Hacia la última etapa del proceso, los actores que
participaban se reconfiguran pasando a formar parte esencial de la mesa, el Comedor
"Asociación Un Milagro para los Niños” (Ex Copa de Leche), los vecinos autoconvocados, los
centros culturales de la zona y el equipo técnico de participación Desarrollo Social del mu-
nicipio, con el asesoramiento de la Cátedra de Investigación y Estadística Educacional I de
la UBA.
Durante mucho tiempo fue sede de los encuentros mensuales, la institución del Comedor
del Matadero. En este lugar se producían unos boletines que fueron parte de la difusión
hasta julio de 2011, fecha de la última reunión realizada dentro del barrio en el comedor
antes mencionado. A partir de allí, las reuniones se situaron fuera del límite barrial y se
modificó la composición de los actores que asistían. Este cambio de disposición territorial
estuvo vinculado al de la composición de las organizaciones participantes en la mesa y, por
consiguiente, al de los intereses que los convocaban. Los nuevos participantes fueron es-
cuelas de la zona, los jardines de infantes y las organizaciones sociales con inserción en el
barrio.
Temas de agenda
Este instrumento canalizó los intereses de mejora barrial que se ponían en agenda en cada
encuentro a pesar de no ser este su objetivo específico. Los vecinos con y sin representa-
ción barrial se autoconvocaban para proponer y reclamar acciones en torno al programa
de urbanización de villas que se estaba gestando en el otro extremo del barrio (recorde-
mos que en 2005 se había anunciado la construcción de 1800 viviendas). Estos encuentros
se convirtieron en catalizadores de las propuestas, dudas y malestares del barrio en gene-
ral. En la mesa se dio curso a la presentación de proyectos para los mejoramientos de ve-
redas, red de agua y limpieza de los predios libres, articulando el esfuerzo voluntario de
vecinos con el trabajo de las cooperativas de Argentina Trabaja.
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dos de las reuniones de la mesa, quedó registrada la demanda de una política de vivienda
que dé respuesta a las familias asentadas en zonas del barrio inundables y se solicitó cola-
boración para avanzar con los proyectos de veredas que venían desarrollando los vecinos
voluntariamente.
Acá terminó. Sí. Ya cuando, con esta gestión (Intendente Gutiérrez), te habló por
Quilmes, ahí terminó todo. Ahí terminó todo. Habíamos ido con Daniel a entre-
gar los papeles (del censo). Y bueno, de ahí se durmieron los papeles, después ya
no tuvimos más informes para nada. Después se mete esto de la mesa participa-
tiva. Y ya venía otra gente, ya venían de otro lado. Ya venían de otro lado con
ideas que a mí te digo me interesa muy poco porque si yo no veo el arreglo en
nuestro barrio a mí qué me importan lo que ellos están haciendo, que yo no veo
las cosas que hacen. Yo quería ver acá. Y bueno, así se fue… (Referente barrial,
Monte Matadero, mayo, 2016).
En el último momento de vigencia, en la mesa los temas tratados se relacionaron con el tra-
tamiento cotidiano de los residuos y el uso del arroyo Monteagudo como vertedero de
efluentes cloacales y basura. Las propuestas se desarrollaban alrededor de la acción directa,
como la limpieza y desobstrucción del canal Monteagudo y los zanjones de la autopista, y de
acciones indirectas, tales como la restricción al acceso de camiones con sanción legal.
A pesar de no ser el objetivo de la mesa los temas urbanos cuando ocurrían hechos de es-
te tipo que movilizaban a la población, como en el caso de las tomas de tierras, las ocupa-
ciones o los anegamientos; el ámbito de la mesa volvía a tomar estas cuestiones.
Desde el programa resultaba necesario determinar quiénes serían los receptores de las
obras y, para ello, debían seleccionar un número reducido del total de vecinos que,
además, debían estar localizados en los sectores a demoler para poder continuar con las
acciones pautadas.
Se trabajaba en grupos pequeños para ajustar los temas de los cuales debían ocuparse. El
mecanismo de trabajo se centraba en los aspectos particulares; de esta manera, se lograba
evadir los malestares y, también, tratar el tema de la desorganización del barrio en su con-
junto.
Este instrumento concentró actores del barrio sin representación institucional, a los que
denominó “Delegados por Manzana del Programa de Urbanización”. Algunos de ellos, co-
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La Dirección de Vivienda determinó que las reuniones se localicen en el sector del barrio
donde se ejecutarían las obras, promoviendo la selección de un delegado por manzana.
Temas de Agenda
Tenía temas de agenda ya pautados por las autoridades de la gestión local; estos eran el
control, la evaluación y el seguimiento de la obra y la designación de delegados por man-
zana para garantizar el cuidado de lo realizado y avisar de posibles invasiones.
La mesa de delegados permitía mantener el control sobre la agenda, hecho que se vía afec-
tado cuando la participación en las reuniones era muy numerosa.
Sin embargo la participación de los delegados no era ajena a los intereses de construcción
de la agenda pública.
En el relato del técnico municipal se puede identificar el interés de los delegados y de las
familias participantes por alcanzar una vivienda y la mejora de su barrio prestando colabo-
ración para la concreción de los objetivos de la política pública.
Por otro lado la agenda pública se vio nutrida de problemas emergentes del proceso; tales
como el establecimiento de parámetros para evaluar las prioridades frente a la adjudica-
ción de las viviendas, la certificación de los canjes de viviendas y de un código de conviven-
cia y trabajos menores como la mejora en el almacenamiento de agua para consumo.
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Otros criterios ya establecidos por la política de urbanización fueron aquellos que prioriza-
ban a las familias con hijos menores o con algún miembro del grupo con problemas de dis-
capacidad. En la mesa por la iniciativa de los pobladores se debatió la necesidad de tener
en cuenta a los ancianos y a las personas solas. Fue así que se fueron incorporando a la
agenda pública problemas particulares del territorio construidos con el consenso de los
miembros de la manzana.
Para esto desarrollaron una suerte de inmobiliaria social que permitía canjear una casa de
las nuevas por otra existente en algún sector del barrio; esto teniendo en cuenta los crite-
rios definidos para la adjudicación. El proceso de institucionalización surgido de este modo
8
favoreció la apropiación de los vecinos de las instancias de definición de las acciones.
Un último tema que formó parte de la agenda pública fue la problemática de la comerciali-
zación de drogas. Este se abordó poniendo restricciones al acceso de la vivienda. Se trata
de una propuesta de las madres de jóvenes con adicción. Estas últimas junto a vecinos au-
toconvocados por la problemática que se hacía visible con la apertura de espacios libres y
pasajes más amplios. También participaron los técnicos y coordinadores de la Dirección de
Vivienda que acompañaron la iniciativa barrial.
Entonces aparecieron madres que tienen hijos con adicción y generaron un códi-
go de conducta. Yo cuando fui, digo: “¿Cómo un código de conducta?” Las ma-
dres de alguna forma se encargaron, como viven en el barrio, de identificar a to-
dos los kioscos y a todos los que vendían droga y generaron un código: si no
abandonan su actitud, no pueden ser beneficiarios de vivienda y van a ser expul-
sados del barrio. Con esta fortaleza de la que te digo, con estas palabras que te
digo. Por consecuencia, se empezaron a ir familias enteras, porque estaban muy
comprometidas. (Director de vivienda. Municipio de Quilmes, diciembre, 2015).
8
Tal es el caso de un reclamo que llevaron adelante los delegados a la mesa de gestión a partir de la exclusión
del beneficio de la vivienda a una referente barrial de larga trayectoria. La referente que vivía en la zona de es-
ponjamiento no iba a recibir vivienda ni, tampoco, la opción de canje. Esto motivó a los vecinos, tanto de la
manzana a esponjar en particular como del barrio en general, a generar un petitorio a las autoridades de la Di-
rección de Vivienda y, a partir de esto, lograron obtener también una casa para ella.
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4. Reflexiones iniciales
Hemos analizado como se produce el encuentro entre las reglas de producción popular del
hábitat y las reglas de la autoridad pública para el ordenamiento urbano del territorio a
través del estudio de los instrumentos de participación utilizados en la villa Monte Matade-
ro, en particular las mesas de participación.
En las mesas de participación los actores presentan preocupaciones según sus intereses y
propósitos. Estas son debatidas y en algunos casos se constituyen en temas de orden públi-
co según la correlación de fuerzas que exista en ese momento. Cuando este acuerdo se pro-
duce el tema es incorporado a la agenda pública e integrado al proceso de transformación
urbana en curso, disponiendo de este modo de recursos públicos para su efectivización.
Estos problemas vinculan intereses de la autoridad pública con los intereses de los pobla-
dores, los cuales hacen emerger problemas de la experiencia cotidiana de habitar el terri-
torio. La experiencia remite a las necesidades de los pobladores de llevar adelante la vida
urbana, estudiar, trabajar, abastecerse de productos, pasear, jugar. Hechos que para pro-
ducirse requieren de una determinada cantidad de recursos urbanos.
Los limitados recursos con los que cuentan los pobladores de los barrios informales pue-
den observarse en la dificultad para sostener la educación, seguir tratamientos médicos,
solucionar adecuadamente el volcado de excretas o el abastecimiento de diario de agua y
energía, a la luz de los escasos recursos monetarios para el abastecimiento diario, etc. Es-
tas cuestiones presentadas por los pobladores en las mesas de participación pueden ser
problematizadas y pasar a constituir el temario de la agenda pública. La posibilidad de que
estos asuntos sean problematizados e incorporados en la agenda pública crece en la me-
dida que los actores que median entre los residentes y la autoridad pública viabilizan el
registro público promoviendo su institucionalización como problema colectivo de escala
barrial. De este modo se registran como temas de agenda a la salida de los debates los si-
guientes temas: anegaciones, acumulación de residuos, agua de mala calidad e inestable
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La reducida o nula cantidad de recursos urbanos en los barrios informales traslada los cos-
tos a cada individuo. Se produce una naturalización de la falta de recursos disponibles en
el entorno urbano, cargando cada familia con el costo de los servicios habitacionales de
carácter urbano. Cuando se generan espacios desde la política urbana para la participación
ciudadana estos requerimientos que aparentan ser de orden privado impregnan los deba-
tes de las mesas buscando su satisfacción en el marco de la política urbana.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
LA FORMACIÓN DE NUEVAS
CENTRALIDADES URBANAS
EL PLAN ESPECIAL DE REORDENAMIENTO URBANO
EX BATALLÓN 121, ROSARIO, ARGENTINA
silpontoni@gmail.com
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S. Pontoni, M. L. Fernández, A. Perrone, J. Severini
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
La hipótesis que orienta dicho proyecto es que Rosario-ciudad (provincia de Santa Fe) pre-
senta en la actualidad varios centros o lugares con condiciones de centralidad y que las carac-
terísticas de estas nuevas polaridades urbanas no replican la totalidad de atributos del área
central tradicional (ACT), sino que la recrean de otros modos, planteándose como comple-
mentarias (Pontoni, 2015:10).
En esta oportunidad, se presentan avances sobre una de las grandes intervenciones urba-
nas en ejecución en la ciudad de Rosario, abordando además, el tema de las formas de
reconocimiento social de esa centralidad en particular. Se trata de uno de los más recientes
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casos de reconversión urbana ubicado en áreas internas de la ciudad que se expresa ti-
pológicamente como una “centralidad compleja”: el Centro de Renovación Urbana Predio
del ex Batallón 121, que puede clasificarse como un Gran Proyecto Urbano un tanto sui-
generis, ya que en él la gestión pública tiene fuerte protagonismo, no sólo como agente
decisor de su destino sino, además, como propietario de la tierra y como desarrollador.
El trabajo hace suya la idea de Borja y Muxí (2002:16) referida a que “…los centros urbanos
son lugares polisémicos por excelencia: atractivos para el exterior, integradores para el
interior, multifuncionales y simbólicos. Son la ‘diferencia’ más relevante de cada ciudad, la
parte de la misma que puede proporcionar más ‘sentido’ a la vida urbana”… Plenos de sig-
nificado y cargados de representaciones, albergan el espacio público de mayor jerarquía de
una ciudad (ya sean conectores o redes de movilidad, sitios de reunión y recreación, etc.).
Sin embargo, la noción de centro urbano no alude a un punto en el espacio, sino a un sector
con límites imprecisos, que concentra múltiples actividades y que atrae y es atravesado por
grandes flujos de personas y vehículos. Por ello, creemos apropiado hablar de centralidad
urbana, que apunta más a una condición que a un hecho, es decir, “…a la capacidad de un
lugar de ser centro, de ser reconocido, utilizado o apropiado socialmente como un espacio
de confluencia...”, como claramente plantean Mayorga y Fontana (2012:125 y 127).
Estas condiciones o capacidades de centralidad tienen que ver, entonces, con una serie de
atributos o valores presentes en las ACT, que deben recrearse de algún modo en las nuevas
polaridades urbanas para asegurar su vitalidad, entre los que encontramos la cuestión de
la representatividad, la capacidad icónica (no necesariamente, la monumentalidad), la cali-
dad de su espacio público, la accesibilidad y la multifuncionalidad. Cabe destacar que toda
ciudad de cierta complejidad y escala cuenta, en la actualidad, con un conjunto de espacios
de este tipo, más o menos articulado entre sí, pero diverso en jerarquía, en funciones, en
modos de acceso, en calidad urbana, etc. (Pontoni, 2015:3).
Si bien sería muy extenso desarrollar las líneas de investigación que se abren y tratan de
ser afrontadas, hay una cuestión central que no podemos soslayar. Se trata, por un lado,
de la importancia de indagar en el proceso de anclaje simbólico en un espacio que está
experimentando transformaciones estructurales, que afectan los niveles de significación e
identificación de la población tanto frentista al predio como de aquellos actores que se
referencien de algún modo con el lugar. Interesa aquí, tanto analizar las percepciones de
estos diferentes actores, como analizar las formas en que los hacedores -especialmente el
Estado, pero también la empresa constructora- “piensan el paisaje”, aludiendo a la concep-
ción de Berque (2009:20), es decir, cómo lo diseñan, cómo lo relatan, cómo se crea y cuál
es el nuevo imaginario, en palabras de Nogué (2007:381) o de García Canclini (Lindón,
2007:2) y la forma en que interaccionan o no con los usuarios a fin de incluirlos en las deci-
siones sobre su propio espacio urbano, a fin de crear espacios representativos, cargados
de valores y referencias que integren el pasado y el presente.
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METODOLOGÍA
El área sujeta a reconversión urbana tiene una superficie de 30 Has y se ubica en el Distrito
Sur de la ciudad, en un tejido urbano muy consolidado de mediana densidad y variado
(viviendas unifamiliares entre medianeras, conjuntos habitacionales de principios de los
años ’60, talleres y un gran asentamiento irregular) y con muy buena accesibilidad al resto
de la ciudad. Se trata de un ex predio militar que desde 1927 fue utilizado por el Ejército y
desde el momento de su desafectación funcional, mantuvo sus instalaciones y sus espacios
forestados, vedados al uso público por un muro y un cerco perimetral que fragmentó físi-
camente el área, pero constituyéndose en una pieza estratégica tanto por su dimensión
como por las instalaciones y las características espaciales y paisajísticas que la conforman.
A partir de las intervenciones recientes, se convierte en un sitio de acceso libre y es pasible
de ser territorializado o no por ciudadanos o sujetos.
El proceso de concreción efectiva de esta gran operación urbana se inicia a principios de los
años 2000 con la inauguración de un gran equipamiento, el Centro Municipal de Distrito Sur
y con la adquisición por parte de la Provincia de Santa Fe del resto del predio, pero ha cobra-
do gran impulso en los últimos 4 años: el Polo Tecnológico viene funcionando desde noviem-
bre 2015, en octubre de 2017 se inauguró el Parque Héroes de Malvinas, el Museo del Depor-
te está pronto a ser habilitado y la empresa constructora que efectuará el desarrollo residen-
cial y su comercialización, si bien está retrasada, ya está realizando las obras comprometidas
en el entorno más conflictivo, el Asentamiento del Cordón Ayacucho (Figura 3).
A lo largo de este proceso se suceden varios momentos que resulta necesario considerar
por los objetivos de la investigación (Figura 4):
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Resulta importante dejar enunciadas los interrogantes que se abordan en el presente caso
de estudio:
¿Cuáles son las características o atributos de este sitio en particular? ¿Qué rasgos de
centralidad están presentes? ¿De qué forma se relaciona esta nueva territorialidad
con su entorno urbano inmediato y con otras piezas con condiciones de centralidad
del sistema urbano? ¿Cómo lo hace en el contexto de crecimiento urbano?;
¿Cómo se percibían y perciben los cambios o efectos de esta transformación? ¿cómo
piensan este nuevo paisaje urbano los actores públicos, es decir, los decisores?
¿Cómo lo hacen los vecinos involucrados directamente? ¿Cuál es el debate que se
plantea, sea político o de la sociedad civil y qué papel desempeñan los medios de
comunicación? ¿Cuáles son las estrategias de la gestión local para estimular un pro-
ceso de apropiación urbana?
Por lo tanto, se trabaja en torno a dos ejes fuertemente relacionados, como lo prevé el
proyecto marco citado:
1
Ordenanza N° 9.027/12 y Decreto N° 38.812/12.
2
Es en este momento que se produce un importante cambio de gestión en el gobierno provincial, ya que en di-
ciembre de 2007 culmina su mandato el gobernador que había iniciado el proceso y asume otro de signo políti-
co diferente.
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S. Pontoni, M. L. Fernández, A. Perrone, J. Severini
3
que además aún no ha sido abordado como problema de investigación , encontrándose por
lo tanto la información básica muy dispersa; también es descriptivo porque nos preocupa
analizar cómo es y cómo se manifiesta esta particular forma de centralidad urbana, así como
cuáles son las diferentes percepciones que de este fenómeno tienen los actores de algún
modo involucrados. Precisamente en esta oportunidad haremos énfasis en las primeras
aproximaciones referidas a estas percepciones. Sin embargo, la intención es vincular estas
cuestiones y sentar las bases para una posterior explicación de las razones por las cuales
esta intervención puede ser considerada una “nueva centralidad urbana”.
La investigación combina técnicas cuanti y cualitativas, por lo que se recurre a todo tipo de
fuentes:
Para terminar de recabar la información básica sobre la transformación urbana que se está
produciendo y a efectos de reconocer las percepciones de los diferentes actores respecto del
carácter de la misma, se utilizan 2 tipos de instrumentos cualitativos: entrevistas a informan-
tes clave de carácter individual, semiestructuradas y en profundidad, y encuestas de opinión,
de respuesta cerrada y con dos modos diferentes de captura de los datos, personal y on-line.
En esta ponencia nos detendremos en estos aspectos, como hemos adelantado.
3
Por lo que conocemos, el único trabajo sistemático que ha abordado el caso de estudio es el
nuestro, del que algunos avances se exponen en un artículo publicado recientemente (Pontoni
y Fernández, 2018:72-73 y 75-81).
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sur (para poder contrastar datos) y a un representante de la Comisión Directiva del Polo
Tecnológico, necesarias por tratarse de receptores de las políticas en estudio.
Todos los entrevistados contestan ciertas preguntas comunes y luego hay específicas para
cada uno; también hay preguntas espontáneas. Las consignas se organizan en cuatro pa-
quetes: uno referido al conocimiento previo sobre el sitio y barrio, otro al conocimiento de
lo que está sucediendo actualmente, un tercero a los impactos urbanos que observan y/o
esperan, un cuarto exclusivamente referido a los modos de gestión interactivos y a los re-
chazos o respaldos sociales que conocen, y finalmente, el de las consignas específicas
según tipo de actor que se trate.
La aplicación que se utiliza permite recopilar las encuestas de forma automática y ordena-
da en formularios, con gráficos y datos de las respuestas en tiempo real. También se puede
analizar los datos en más profundidad a partir del volcado en Hojas de cálculo. Pa-
ra contestar la encuesta la entrada era: https://goo.gl/forms/Cbm0AcY1HXgGPlIB2
A partir de los primeros resultados obtenidos, en los que se verifica que era imposible de
asegurar las respuestas de residentes del área/barrio, se toma la decisión de complemen-
tar los resultados efectuándose una cantidad proporcional de encuestas, de exactas carac-
terísticas, pero de manera presencial en el hall del Centro Municipal de Distrito Sur, por
tratarse de un sitio de concurrencia permanente de vecinos, tanto frentistas como de las
inmediaciones, por trámites y convocatorias culturales. Los resultados obtenidos darían
cuenta más directamente de la opinión del barrio, incorporando además, las voces de per-
sonas, muchas mayores de 65 años, que no se encuentran familiarizadas con la utilización
de las redes.
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Con la encuesta se pretendía obtener un primer y somero muestreo del nivel de conocimien-
to que el Proyecto de Reconversión Urbana tiene en la población y de las impresiones sobre
los efectos que se producen o producirán. Para ello, en primer término, se hace una serie de
preguntas para identificar el perfil de los encuestados (edad, lugar de residencia y ocupa-
ción), y en segundo lugar, se indaga sobre el nivel de conocimiento de cada uno de los com-
ponentes del proyecto y la forma en que tomó conocimiento, como así también sobre la opi-
nión acerca del impacto que su ejecución podría generar en el barrio o en la ciudad.
RESULTADOS
Como la investigación que soporta al presente trabajo está en elaboración y las diferentes
tareas abordadas se encuentran en desigual estado de avance, estamos en condiciones de
explicitar resultados provisorios:
Debemos aclarar que más allá de las entrevistas que falta realizar para completar nuestro
análisis, también está efectuándose el relevamiento de las principales opiniones adversas que
fueron jalonando el proceso desde el momento en que el gobierno provincial decide comprar
el predio hasta el momento en que finalmente se aprueba el plan de ordenamiento urbano y
se realiza la segunda audiencia pública, a partir de revisar versiones taquigráficas y actas.
De las seis entrevistas en profundidad concretadas hasta el momento surge, en lo que hace
al conocimiento previo del sitio -es decir, acerca de qué conocían, cuáles era los elementos
históricos significativos, cuáles los conflictos que afectaban el sitio o el entorno-, las aprecia-
ciones son opuestas. De un lado, están las de quienes tienen una imagen positiva del ex Ba-
tallón, incluso en algún caso, afectiva por haber vacacionado allí como familia de militar; del
otro, las de quienes lo asocian con momentos aciagos de su vida y la de muchos rosarinos
que debían concurrir para cumplir con el Servicio Militar y que la asociaban con una cárcel
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(”…hoy lo vemos como patrimonio, pero antes no era así…”), aún antes de ser una prisión
efectiva para presos políticos durante la dictadura. También mencionan que entre los vecinos
hay visiones contrastadas: positivas, en tanto todo el predio se consideraba una barrera que
separaba a su barrio tranquilo de un asentamiento conflictivo, y negativo porque esa misma
condición de isla inspiraba inseguridad (“…sólo el ejército y el paredón…”).
En este sentido, todos coincidieron en afirmar que los impactos son y seguirán siendo más
positivos a medida que avance el proceso de desarrollo urbanístico, no sólo para el barrio
sino también, para la ciudad (“…cierra por todos lados…”). Si bien fue imposible definir una
ponderación de los efectos, fueron planteando reiteradamente cuestiones como: la mayor
accesibilidad (apertura de calles), la mayor densidad edilicia en ciernes (las futuras vivien-
das destinadas a los sectores medios), la multifuncionalidad planificada desde el origen
que prioriza los espacios públicos (recreativos, deportivos, culturales, educativos), la fructí-
fera apuesta por localizar un área de desarrollo tecnológico de alta calidad y de gran alcan-
ce, etc. Por esto es que la consigna sobre si esta transformación constituía la creación de
una nueva centralidad para el barrio y para la ciudad resulta afirmativa en todos los casos.
Sin embargo, en lo que concuerdan quienes arriesgan una opinión más certera sobre lo
que está sucediendo en la dinámica inmobiliaria, aún no se observarían cambios en ningún
sentido, excepto algunas especulaciones sobre alzas de valores de los inmuebles -
frentistas, sobre todo-, porque los vecinos “…son de allí desde siempre…” y no desean mo-
verse de ninguna manera; diferente será, quizás, cuando las nuevas viviendas comiencen a
construirse y se transformen en una realidad.
Respecto por último, de las instancias de interacción entre actores y vecinos, se enumeran
4
algunas: las dos Audiencias Públicas convocadas por el Gobierno provincial, algunas visi-
5 6
tas al Polo Tecnológico y algunas reuniones de los Centros de Convivencia Barrial , todas
4
Se trata de un instrumento dispuesto por la Ley de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Fe. La primera fue reali-
zada durante el gobierno de Obeid, cuando se comenzaba a definir el proyecto de reconversión urbana. La segunda,
ya aprobado el Plan de Ordenamiento, fue efectuada en el CMD Sur el 26 de septiembre 2014, convocada por Resol.
N° 0237/14 de la Secretaría de Medio Ambiente de la Prov. de Santa Fe, durante el gobierno de Bonfatti.
5
Se efectuaron con la presencia de funcionarios municipales y provinciales algunas con vecinos y otras con conce-
jales y organizaciones defensoras de los derechos humanos.
6
Los CCB son centros municipales ubicados en los barrios de mayor vulnerabilidad de la ciudad y allí se desarro-
llan instancias de capacitación, recreación, consultoría legal y de salud, entre otras.
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S. Pontoni, M. L. Fernández, A. Perrone, J. Severini
7
más destinadas a informar y escuchar a la gente, que a proyectar en común . Se interroga,
entonces, sobre los movimientos o casos puntuales de apoyo o de resistencia al proyecto,
que se evidencian en estas instancias o durante el proceso en general, y en cuanto a estos
8
últimos prevalece la idea de que los fuertes reclamos iniciales desaparecieron o se diluye-
ron. Las razones esgrimidas tienen que ver con que se dio algún tipo de respuesta a los
mismos y con que se tomaron ciertas decisiones como la no construcción de viviendas
públicas, sumado al hecho auspicioso de haber iniciado las obras.
Sólo un 67,61% conocen el proyecto o saben que se están concretando obras en ese
sentido, y de estos, es decir, de los encuestados que lo conocen, un 5,63% nunca ha
visitado el predio donde se desarrolla y un 21% no han modificado sus frecuencias
de visitas desde la inauguración del Parque (2017) o del Polo Tecnológico (2013). Ca-
be preguntarse por qué sucede esto último, especialmente en lo que respecta a
quienes residen muy próximos. Una pista podría ser la que proporciona la vecina
frentista entrevistada que mencionamos en párrafos anteriores quien señala que en
clima caluroso la materialidad del parque sería inadecuada “…porque tiene mucho
cemento, poco verde… aunque habría que ver qué sucede ahora en invierno…” y que
el Polo tiene acceso restringido para quien no trabaja allí. Otra posibilidad podría ser
la esgrimida por otros entrevistados respecto de que la obra está inconclusa.
Del 32% que no conocen el proyecto, la mayoría (un 70,58%) son jóvenes y tiene en-
tre 18 y 35 años, pero solamente un 8,33% de ellos respondieron la encuesta en el
CMD Sur, lo que lo hace más comprensible.
Si bien sólo el 31,42% de los encuestados reside en el Distrito Municipal Sur, la ma-
yoría (el 72,72%) de ellos conocen el proyecto, y esta proporción se asemeja, aunque
menos contundentemente, a la de los encuestados que no residen allí, que represen-
tan el 68,57%, ya que la mayoría (el 65,28%) también lo conoce u oyó hablar de él.
Cabe resaltar que en todos los casos, entre los medios de información para tomar
conocimiento de lo que está produciéndose, el modo de voz a voz es muy importante,
ocupando el segundo lugar tanto entre los encuestados por internet o en el CMD
Sur; siendo las redes sociales la fuente principal entre los primeros, y la televisión,
entre los segundos.
7
Otra historia es la tarea que está desarrollando el SPVH en el Cordón Ayacucho con las familias que deben ser
trasladadas para la apertura de calles y el reordenamiento urbano, con quienes la operatoria es compleja y ne-
cesariamente interactiva (“se trata de un trabajo artesanal, muy delicado”… como dice nuestra entrevistada que es
responsable de esa gestión).
8
Provenían de los responsables de los emprendimientos de equino-terapia (Asociación de Equitación Integral de
Rosario ADEIR y de canchas de fútbol (Asociación Civil Balón Sur), así como de organizaciones ecologistas y de
vecinos opositores.
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Con relación a las impresiones que la transformación urbana entraña, de acuerdo a lo releva-
do en estas mismas encuestas de opinión, podría afirmarse que prevalece la visión positiva:
Un solo encuestado de los que conoce el proyecto ha manifestado que las caracterís-
ticas del barrio no se verán modificadas y dos encuestados de los que conocen el
proyecto han remarcado que no brindará ningún beneficio para la ciudad;
Mientras tanto, el 56,33% de los encuestados que conocen el proyecto han acordado
parcial o totalmente que la reconversión del predio del ex Batallón 121 generará una
nueva centralidad urbana en la zona sur. Aunque no se hayan expuesto cuales serían
las condiciones ni los atributos de la centralidad esto nos da un primer acercamiento.
ALGUNAS REFLEXIONES
Nuestra preocupación se asienta sobre la capacidad que presentan ciertos sitios de la ciudad
para concentrar actividades, para atraer flujos de personas y para distinguirse del resto del
territorio urbano y los modos en que se articulan agentes y acciones para la construcción de
esas territorialidades. Nos interesa así reconocer si el nuevo sitio conforma o no una nueva
centralidad (representativo, de calidad, catalizador de múltiples actividades) y en qué sentido
lo hace. Para ello, la reflexión puede darse en el sentido de dos ejes confluyentes.
Por todo esto es que creemos valioso presentar estas primeras aproximaciones a la pro-
blemática de las percepciones de los actores, sabiendo que es un tema inagotable porque
puede haber tantas visiones e imágenes como personas o colectivos existan y porque se
trata de un proyecto en ejecución, que puede ir modificando estas apreciaciones rápida-
mente, tan velozmente como devengan los cambios.
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— Actores públicos
Coordinadora del Área de Desarrollo Urbano del Distrito Sur, Municipalidad de Rosa-
rio - Arq. María Silvia Cortopassi.
— Actores privados
Coordinador General del Grupo PECAM - Arq. Iván Bergallo (Constructora viviendas).
— Actores barriales
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Fuente: Secretaría de Estado del Hábitat de la Provincia de Santa Fe. Dossier año 2014.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
tallerdeurbanismobragos@gmail.com
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Resumen
INTRODUCCIÓN
En este artículo se propone dar cuenta de los resultados de la puesta en marcha de las
1
políticas urbanas formuladas en los últimos veinticinco años en la ciudad de Rosario. Per-
íodo prácticamente coincidente con las distintas administraciones socialistas y frentistas
(Partido socialista Popular, Frente Progresista Cívico y Social) que se sucedieron desde
principios de la década de los ’90 hasta el presente. Interesa en particular,
las políticas que se formulan con el propósito de crear nuevo suelo urbanizado para uso
residencial y de equipamientos y servicios que lo acompañen y, fundamentalmente,
los resultados obtenidos del uso de instrumentos de ordenamiento urbanístico a los
que se recurre para poner en marcha tales políticas.
Ese recorte territorial corresponde al sector de la jurisdicción municipal que en el Plan Direc-
tor de 1991 se dio en llamar “nuevo frente territorial”: un vasto territorio que se extiende
prácticamente en su totalidad desde la Avenida de Circunvalación hasta el límite jurisdiccio-
1
El tema que se aborda en esta ponencia se inscribe en el proyecto de investigación 1ARQ 182 “Paradigmas urba-
nos, políticas e instrumentos de ordenamiento y efectos territoriales. Las transformaciones registradas en las
áreas de nuevo desarrollo urbano en la ciudad de Rosario”, aprobado por la Secretaría de Ciencia y Tecnología
de la Universidad Nacional de Rosario.
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nal con las ciudades colindantes. Como tal, el frente tuvo distintas aproximaciones en cuanto
a su delimitación, presentando en la actualidad dos grandes áreas separadas por la autopista
Rosario - Córdoba: una, el cuadrante norte de uso predominante residencial y otra, el cua-
drante sur, donde se ubica particularmente el uso industrial. Durante el período 1995 – 2017
se ocupan y consolidan 960 hectáreas urbanizadas en el frente territorial, cifra que da cuenta
de la importancia del proceso expansivo de las áreas urbanizadas en la ciudad.
Fuente: elaboración propia con información de imágenes aéreas de Brigada Aérea de Paraná y de Google Earth Pro.
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instrumentos entran en juego, y nuevas morfologías van definiendo las distintas periferias
de la ciudad.
METODOLOGÍA DE ABORDA JE
Para el desarrollo del trabajo se parte de la formulación de una “pregunta central” que se va
a constituir en el hilo conductor y eje articulador de la temática que se propone desarrollar:
¿En qué medida el desarrollo que se registra en las nuevas áreas urbanizadas se correspon-
de con los objetivos de las políticas urbanas desplegadas por el gobierno local y con la pues-
ta en práctica de instrumentos específicos para la creación de nuevo suelo urbanizado?
Una primera etapa que se enfoca en los distintos sitios donde se promovió la expansión
de las áreas urbanizadas, en las políticas urbano-territoriales formuladas desde los dis-
tintos planes de ordenamiento y en los instrumentos de ordenamiento y gestión.
Una segunda etapa, cuyo objetivo es arribar a un reconocimiento del estado de si-
tuación, identificando los momentos de aparición de los instrumentos y sus alcances
y contenidos.
Por último, la tercera etapa, que supone una reflexión sobre los casos estudiados. A
partir del estado de situación se pretende delinear conclusiones que permitan identi-
ficar las articulaciones entre los sitios seleccionados oportunamente para la creación
de nuevo suelo urbanizado; el carácter de la transformación que hoy se registra en
esos lugares de la ciudad; los efectos de esas transformaciones en la población y en
el entorno urbano donde se encuentran; las políticas que orientan la actuación; los
instrumentos adoptados para poner en marcha esas políticas
Los últimos tres planes urbanos formulados para la ciudad de Rosario (1991, 2001, 2008)
plantean una nueva mirada sobre su periferia, que pasa a ser concebida como un frente
(análogo al frente ribereño) y que, por tal condición, se entiende como uno de los proyec-
tos estructurales para sostener y orientar el crecimiento de la ciudad. Progresivamente, en
cada uno de estos planes se va avanzando en la forma que se propone para el frente terri-
torial, desde la definición de la vialidad de soporte de la urbanización hasta la asignación
2
de usos específicos.
2
Se trata de la “Actualización del Plan Regulador y bases documentales para la revisión del Código Urbano” de
1991, conocido como Plan Director ‘91, del “Plan Director Rosario. Bases para el acuerdo” del 2001 y del “Plan
Urbano Rosario 2007 – 2017” del 2008.
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tradas en la ciudad. El equipo a cargo de estos estudios propone un nuevo enfoque para
leer la ciudad desde la perspectiva de pensar un proyecto para ella. La propuesta meto-
dológica para el análisis de la ciudad formulada por la Escuela de Venecia se ajusta para
leer la realidad urbana en una ciudad latinoamericana. De esta manera, al año siguiente, se
avanza en estas definiciones y, por primera vez, se plantea leer la articulación del borde de
la ciudad con el área rural también como un frente, de la misma manera que se lee el bor-
de de la ciudad con el río. El borde de la ciudad con el área rural es donde la ciudad co-
mienza, no donde termina y, por ese mismo motivo, también demanda un proyecto. En-
tendiendo que la ciudad está donde es posible encontrar calidad de vida urbana, el borde
3
con el área rural se convierte en “frente” y este, en un proyecto de carácter estructural.
La idea de frente territorial surge como resultado de constatar el modo en que fue exten-
diéndose la ciudad de acuerdo con el tradicional crecimiento “lote a lote” que ha caracteri-
zado al proceso de crecimiento de muchas ciudades argentinas en determinados momen-
tos de su proceso de construcción. Esta modalidad de crecimiento no ha sido otra cosa que
el resultado de una regulación urbanística básica y elemental que se centraba más en re-
solver la organización funcional de la ciudad y no su organización físico funcional. Regula-
ción que resultó ineficaz a la hora de ordenar las tendencias de crecimiento de la ciudad,
particularmente en la forma en que la ciudad avanza sobre el área rural que la circunda.
Con el plan director del ’91 se instala definitivamente la idea de Frente Territorial como un
proyecto estructural de la ciudad. Frente Territorial y “fijación de la planta urbana” resultan
ser un mismo concepto para definir la idea de formalizar el borde de la ciudad con el área
rural. Una formalización que, en esa oportunidad, no se pronuncia por determinados usos
en particular ni tampoco por densidades de ocupación, sino que se apoya en la definición
de los elementos estructurales (sistema vial particularmente) que habrán de servir de so-
4
porte para la extensión de la urbanización. Por eso, la propuesta para este proyecto es-
tructural consiste particularmente en definir la vialidad jerárquica en cada uno de los sec-
tores que proyectualmente se identifican en el borde de la ciudad.
En el siguiente plan urbano del 2001 se reitera la idea de Frente Territorial como proyecto
estructural para la transformación de la ciudad, de la periferia de la ciudad. En esta opor-
tunidad se avanza en definir los usos que habrán de estimularse para ocupar una parte del
borde de la ciudad: sede de actividades logísticas. Este cambio en cuanto a la idea que se
tiene respecto del Frente Territorial obedece a cambios en la conectividad regional que
impactan fuertemente en Rosario: el inicio de la construcción del puente y conexión vial
Rosario – Victoria y de la autopista Rosario – Córdoba, obras que se completan e inauguran
con posterioridad a la redacción del plan. Obras que permiten interpretar que, en poco
tiempo, Rosario se va a constituir en una encrucijada de la región sur del Mercosur, adju-
dicándole a la ciudad un nuevo rol en la región centro del país.
3
Estas primeras ideas acerca del “frente territorial” se encuentran en el documento “Jornadas de divulgación
sobre ordenamiento urbano y aspectos ferro-portuarios de la ciudad de Rosario”, editado por la Secretaría de
Planeamiento Municipal en mayo de 1987; en particular el artículo de Manuel Fernández de Luco, entonces co-
ordinador de la Dirección General del Plan Director. Estos temas ya han sido tratados en BRAGOS et al (2008).
4
En el plan se afirma que “los nuevos crecimientos no pueden ser prefigurados o “dibujados” de antemano, ya
que se producen como respuesta a demandas y oportunidades de diversa índole y sin continuidad en el tiem-
po, y por lo tanto, poco previsibles.”
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En esta oportunidad, el plan avanza no sólo definiendo usos para el Frente Territorial sino
también ampliando el elenco de componentes estructurales: avenidas (existentes y por
crear), parques regionales (existentes y por proyectar a lo largo de la vialidad estructural),
reservas y parques naturales (a crear en localidades vecinas).
El plan del 2008 continúa manteniendo al Frente Territorial como uno de sus proyectos
estructurales para la ciudad, vinculado con la definición de otro proyecto estructural (los
bordes de los arroyos). En este caso, el proyecto del frente se sustenta en una serie de “ac-
ciones clave”, algunas más precisas (Avenida de la Segunda Ronda); otras más difusas (or-
denamiento y concertación de nuevas urbanizaciones). De todas maneras, y a diferencia de
los planes anteriores, este plan establece claramente el destino del suelo en los distintos
sectores que conforman el borde de la ciudad. Así, se identifican y delimitan zonas para el
desarrollo de actividades logísticas, zonas para el ordenamiento y concertación de nuevas
urbanizaciones, zonas con urbanizaciones ya en curso (públicas y privadas) y zonas de sue-
lo no urbanizable.
Si bien los planes anteriores indicaban instrumentos de aplicación del plan, en este plan
2007 – 2017 se dedica un capítulo específico para presentar un elenco de instrumentos
que habrán de ser utilizados para el ordenamiento urbanístico y la gestión de creación de
nuevo suelo urbanizado. Entre ellos, y por su relación con el ordenamiento del Frente Terri-
torial, se mencionan el Plan Maestro, los Planes Especiales y Planes de Detalle, las Áreas de
Reserva, los Convenios Urbanísticos, las Compensaciones por la “aplicación de indicadores
urbanísticos especiales”. En ese sentido, el plan da cuenta de las áreas de reserva para plan
de detalle y plan especial ya aprobadas. Algunas de ellas, pensadas para el desarrollo de
emprendimientos de vivienda, se ubican en el Frente Territorial: Parque Habitacional Lu-
dueña, Parque Habitacional J. Newbery y Zona Cero). También se indican aquellos que se
5
proponen desde el propio plan: Canal Ibarlucea y Reconversión Nuevo Alberdi.
Luego de la presentación del plan del ’91 ante el Concejo Municipal, el Departamento Eje-
cutivo manifiesta una clara voluntad de poner en marcha esta idea de frente territorial.
Para ello, define medidas tendientes a concretar las acciones propuestas para el frente: en
1993 se sanciona la ordenanza 5.596/93 (localización, proyecto y ejecución de conjuntos
habitacionales en el ejido municipal) por medio de la cual se identifican y definen “áreas y
ejes estructurales de desarrollo” que habrán de ordenar la extensión futura del área urba-
nizada en cuanto a la ubicación de los grandes conjuntos de vivienda. También se avanza
en la definición del trazado oficial para ese sector de la ciudad.
A partir de ese momento, y en una década de crisis económicas continuas que terminan en
la debacle política, económica y social del 2001 - 2002, no se registran demasiadas acciones
en el frente territorial. Es fundamentalmente en la primera década del nuevo siglo en que
5
Estas indicaciones se encuentran en el Anteproyecto de Ordenanza del Plan Urbano Rosario 2007 – 2017 presen-
tado en marzo del 2008 ante el Concejo Municipal (Título Segundo. Los instrumentos del plan y en el Plano Nº
17 Propuesta de Ordenamiento Urbanístico, plano que contiene la aclaración “plano indicativo de carácter tran-
sitorio”). Este anteproyecto de ordenanza se difunde públicamente inmediatamente después de su presenta-
ción al Concejo Municipal en una edición impresa (fotocopiado).
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se registran iniciativas de diverso tipo que se van sucediendo en el tiempo y que le van
otorgando forma al Frente Territorial, más allá que formalizar y ordenar el borde de la ciu-
dad con el área rural no haya sido el objetivo de muchas de estas iniciativas. Estas iniciati-
vas pueden clasificarse en dos grandes grupos:
Políticas y proyectos formuladas desde los tres niveles del estado tendientes a la
creación de nuevo suelo urbanizado (Programa Mi Tierra Mi Casa); urbanización de
asentamientos informales (Plan Rosario Hábitat, Plan Abre); completamiento de ser-
vicios e intervención en el espacio público (Programa de Mejoramiento Barrial); cons-
trucción de nuevas unidades habitacionales (Plan Federal, proyectos de la Dirección
Provincial de la Vivienda y Urbanismo, proyectos del Servicio Público de la Vivienda).
En todos estos casos el actor protagónico es el estado.
Este programa surge en un contexto de profunda crisis económica y social y fue formulado
durante la administración de Hermes Binner (Partido Socialista Popular), quien asume co-
mo intendente en el año 1995. Esta administración se propone desarrollar su trabajo de
acuerdo con tres ejes que son claramente explicitados: modernización y descentralización
municipal, participación ciudadana e inclusión social. Es durante esta administración, y en
un contexto económico y social adverso, que se ponen en marcha políticas innovadoras en
la administración municipal: Plan Estratégico, Programa de Modernización y Descentraliza-
ción Municipal, Rosario Hábitat. El Plan Estratégico, Rosario Hábitat y la preparación del
Plan Urbano tienen una fuerte componente de participación ciudadana. Un municipio mo-
derno, descentralizado, participativo y vinculado con las universidades parece ser la idea
fuerza de la nueva administración. En esta misma línea, el Plan Estratégico sigue la orienta-
ción del CIDEU que propone un método de participación ciudadana para la elaboración y
seguimiento del plan; también el Banco Interamericano de Desarrollo también propone la
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Rosario Hábitat es un programa que consta de cuatro componentes estructurales que po-
nen de manifiesto su condición multidimensional: uno de carácter físico territorial (urbani-
zación integrada), dos de carácter social (atención a niños, adolescentes y familias y gene-
ración de trabajo) y uno de carácter institucional (fortalecimiento de la propia unidad eje-
cutora). En el marco de este programa se intervino en distintos asentamientos: Empalme,
Las Flores, Villa Corrientes, La Lagunita, Villa Itatí y Molino Blanco.
Diez años más tarde, desde el gobierno provincial se formula el “Plan Abre”, que es enten-
dido desde los ámbitos oficiales como el sucesor del Rosario Hábitat. Este Plan aborda la
complejidad del territorio en áreas con altos grados de vulnerabilidad y cuyos índices de
violencia tornan prioritario su abordaje. El objetivo es superar las estrategias ineficientes
que proponen una sumatoria de acciones por parte del estado orientándose hacia un es-
quema de articulación interministerial y con los distintos niveles del estado. El espacio ins-
titucional de consenso y jerarquización y priorización de las acciones que se llevarán a cabo
se da en el marco del funcionamiento del Gabinete Social, creado por Decreto del Poder
Ejecutivo Nº 0063/08.
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hábitat de manera que puedan ser mejoradas sus condiciones y con el objetivo últi-
mo de garantizar sus derechos esenciales. Entre las acciones que se llevan adelante
está las de facilitar el acceso a prestaciones básicas y disminuir la violencia social.
Convivencia y participación. Comprende un diverso y amplio elenco de acciones, en-
tre ellas la inclusión socio-educativa y laboral; la convivencia barrial y seguridad ciu-
dadana y la promoción de derechos.
Infraestructura y Hábitat. Con el propósito de tomar medidas de gestión, operativas y
de acciones directas en sentido de integrar física y socialmente a los barrios vulnera-
bles es que en 2013 se crea el “Programa de Integración de Asentamientos Irregula-
res” (Secretaría de Estado del Hábitat en articulación con la DPVyU), a partir de la cual
se promueve la urbanización y mejora de las condiciones sociales y habitacionales de
familias que están por fuera del mercado formal de tierra y vivienda.
Tramo norte
Tramo oeste
Este programa se pone en marcha desde la Secretaría de Estado del Hábitat, creada en 2011
(Gobernación Antonio Bonfatti, Frente Progresista Cívico y Social). Su propósito es el de ofre-
cer lotes con servicios a precios más bajos que los del mercado. Estos loteos están orienta-
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dos a aquellas familias que se encuentran en dificultades para acceder a la vivienda propia.
Durante la administración posterior (Gobernación Miguel Lifschitz, Frente Progresista Cívico y
Social, a partir de 2015) este programa queda comprendido dentro del Plan Abre.
Este programa se pone en marcha en dos sitios del Frente Territorial, uno en el norte y otro
en el oeste:
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La figura del “parque habitacional integrado” es presentada públicamente por primera vez
6
en el “Plan Urbano Rosario 2007 – 2017”. En este documento se destaca que con la puesta
en marcha de los Parques Habitacionales Integrados (PHI) se llegaron a concretar “em-
prendimientos de carácter emblemático para el progreso de la ciudad”. Aseveración que,
simplemente y a partir de una rápida observación, no se corresponde con la realidad. En el
mismo documento del plan son presentadas las particularidades que distinguen a este tipo
de proyecto de nueva urbanización de carácter residencial, destacándose que “son planifi-
cados por el mismo municipio, mientras que su ejecución queda a cargo del sector privado
o de organismos del sector público (del ámbito nacional o provincial)”. No obstante esta
afirmación, en la práctica no es esta la manera en que se han resuelto.
Del análisis de los tres PHI aprobados en los cuales el actor protagónico ha sido el sector
privado, se tienen dos situaciones diferentes, donde han sido los desarrolladores quienes
presentan la iniciativa de llevar adelante un emprendimiento de nueva urbanización (o
donde la Municipalidad actúa para dar un encuadre normativo a iniciativas de desarrolla-
dores que ya se encontraban en curso):
dos PHI, los primeros en ser aprobados (PHI Ludueña, en 2005, y PHI Wilde y Newbe-
ry, en 2009, revisado en 2013) presentan un plan especial donde se da cuenta del
carácter del proyecto (trazados, espacios públicos, tipos de vivienda, entre las cues-
tiones básicas para su desarrollo);
un PHI, el tercero en ser aprobado (Bouchard, en 2011) presenta sólo unidades de
gestión a partir de las cuales se irán desarrollando los planes de detalle que habrán
7
de dar cuenta de los proyectos de urbanización a desarrollar.
Los dos primeros parques habitacionales en ser aprobados se definen a partir de un ante-
proyecto presentado por los interesados en desarrollar sus respectivos emprendimientos
inmobiliarios sin ningún lineamiento / orientación previa como así tampoco ningún indica-
dor de referencia establecido por la Municipalidad. De la discusión en el ámbito de la Se-
cretaría de Planeamiento, el anteproyecto original se va modificando hasta que ambas
partes (desarrollador – municipalidad) llegan a un acuerdo que se concreta con la firma de
un convenio urbanístico donde, además del compromiso de pago por el mayor aprove-
chamiento urbanístico otorgado, se establecen las obligaciones que asume el desarrolla-
dor y los tiempos establecidos para la ejecución de las responsabilidades contraídas. Este
convenio se anexa al plan especial (el proyecto de urbanización) y toda esta documenta-
ción es enviada luego al Concejo Municipal para su aprobación.
6
El Plan Urbano Rosario 2007 – 2017 tiene dos versiones, una primera versión como (proyecto de) ordenanza, que
el Departamento Ejecutivo termina en diciembre de 2006 y eleva al Concejo Municipal en marzo del 2008 (tal
como se indica en la nota 5), y una segunda versión, en formato “documento” o “libro” que se edita tres años
más tarde, en abril del 2011. En esta última versión, una suerte de balance de gestión, se presentan también los
avances logrados en materia de ordenamiento urbanístico en la ciudad desde el inicio de la nueva administra-
ción local en 2004. En la primera versión (2008), la figura del parque habitacional integrado (PHI) no aparece, si
bien ya existían ordenanzas de aprobación de planes especiales que respondían a esa modalidad.
7
Son cinco los PHI a cargo de desarrolladores inmobiliarios que ya han sido aprobados, pero dos de ellos (Ugarte-
che y Calasanz) aparecen como planes de detalle que se encuentran dentro del primer parque habitacional
aprobado (el PHI Ludueña).
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El plan especial del tercer parque habitacional aprobado sólo indica cinco grandes unidades
de gestión en el sector delimitado para su desarrollo; sector que se califica como “área de
actuación urbanística condicionada”. En estas unidades de gestión se prevé el desarrollo de
“nuevas urbanizaciones residenciales, recreativas y deportivas, con su correspondiente equi-
pamiento institucional y comercial asociado a la construcción de la vivienda” (artículo 1º).
Para cada unidad de gestión se desarrollará su correspondiente plan de detalle que será
enviado al Concejo Municipal para su aprobación (artículo 2º) y, de esta manera, el área de
actuación urbanística condicionada recién será reclasificada como suelo urbanizado.
En este caso, el desarrollo del plan de detalle demanda que los propietarios involucrados
en una unidad de gestión acuerden previamente la conformación de una figura jurídica
que los represente, que será la que se va a hacer cargo de la urbanización y, por lo tanto,
firmará luego el correspondiente convenio urbanístico una vez que se hayan acordado con
la Secretaría de Planeamiento los alcances del emprendimiento a desarrollar y las contra-
prestaciones a realizar. Para el desarrollo del proyecto a presentar como plan de detalle,
pocas son las indicaciones que se dan al urbanizador: sólo referencias a los usos del suelo
y tipos edilicios. No hay indicación alguna acerca de los porcentajes mínimos y/o máximos
de suelo destinado a cada tipo edilicio como así tampoco ninguna indicación respecto de la
intensidad de los usos del suelo. Tal como lo expresa la ordenanza, estas cuestiones (FOT,
FOS, en particular) se definirán en los correspondientes planes de detalle de cada unidad
de gestión. De esta manera, en diciembre de 2011, se aprobó el primer plan de detalle que
corresponde a la “unidad de gestión 1” de este parque habitacional: “Palos Verdes”, un pro-
yecto de urbanización de acuerdo con la modalidad de “club de campo”, que ya se venía
desarrollando con anterioridad a la sanción de la ordenanza por la cual se aprueba el plan
8
especial del Parque Habitacional Bouchard.
Esta modalidad de urbanización está asociada a tres instrumentos que se articulan entre sí
para proceder a la aprobación de un proyecto de nueva urbanización:
8
Se trata del sector residencial abierto Nº 1 de Palos Verdes, un emprendimiento que lleva adelante la empresa
constructora Bauen Pilay y que consiste en catorce bloques de vivienda de 15 metros de altura máxima. Se trata
de 476 unidades habitacionales (424 de dos dormitorios y 52 de un dormitorio) y 481 cocheras. En esta ocasión,
a los requisitos propios del permiso de edificación habitual se le sumó estudio de impacto ambiental he hídrico
con el cálculo de reservorios pluviales.
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RESULTADOS
Los datos de 2015 respecto del estado de situación de los tres parques habitacionales con-
siderados (aprobados en 2005, 2009 /2013 y 2011) dan cuenta de la siguiente situación:
Los plazos acordados para el desarrollo de los emprendimientos parecen ser demasiado
generosos y escasos son los recursos que las mismas ordenanzas le ofrecen a la Municipa-
lidad para actuar en caso de no cumplimiento de los compromisos acordados. Así se tiene
que, por ejemplo, en el caso del PHI Wilde y Newbery, la Ordenanza Nº 9.061/13 (modifica-
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toria de la ordenanza de creación aprobada cuatro años antes), se establecen los siguien-
tes plazos máximos:
Estos generosos plazos otorgados dejan entonces en manos de los grandes emprendedo-
res inmobiliarios el momento de proceder a la creación de nuevo suelo urbanizado. De
esta manera, los emprendedores inmobiliarios no sólo deciden el dónde (los sitios donde
urbanizar) sino también el cuándo (los tiempos para ejecutar sus proyectos de nueva ur-
banización).
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Los procesos propios de una y otra modalidad de consolidación del tejido implican distin-
tos tiempos y gestiones diversas. Esta situación genera grados de definición inequitativos al
interno de los frentes. En las áreas de ordenamiento conviven las obras de apertura de
nuevas calles y la ejecución parcial de redes de infraestructuras básicas y el mejoramiento
de las condiciones en las viviendas existentes. Mientras que en las áreas donde se localizan
aquellas viviendas destinadas a familias con ingresos mínimos demostrables, las mismas
son unidades terminadas que cuentan con trazado de calles definitivo y los servicios bási-
cos instalados. No hay una planificación diferencial o propuesta proyectual observable
orientada a resolver estos puntos de contacto entre las distintas configuraciones espaciales
que caracterizan las distintas áreas y que supere las meras continuidades que generan de
por sí los trazados.
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el frente territorial ahonda más la problemática de la integración social por ausencia del
estado en los primeros momentos del desarrollo del área. Es necesario contar con estos
espacios que apoyen el proceso de construcción del nuevo tejido social. Esta situación de
déficit no sólo pone en evidencia la falta de articulación de las acciones que se llevan a
cabo desde los distintos estamentos del estado (Municipal, Provincial y Nacional), sino
también la complejidad que implica una planificación articulada de forma transversal y
sostenible en el tiempo.
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www.santafe.gob.ar/ms/presente/programa/plan-abre/
www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/view/full/147164
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL
RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO.
REALIDAD Y POSIBILIDADES
M. A. Barretoa,b, E. R. Abildgaarda,b
a Instituto de Investigación para el Desarrollo Territorial y del Hábitat Humano (IIDTHH),
CONICET/UNNE, Resistencia, Argentina
b Cátedra Desarrollo Urbano I. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad Nacional
del Nordeste (FAU-UNNE), Resistencia, Argentina
mabarreto@arnet.com.ar, arq.evelyn.abildgaard@gmail.com
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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Resumen
INTRODUCCIÓN
La producción del espacio bajo el sistema capitalista, sobre todo en su fase neoliberal, es
un medio de apropiación y obtención de plusvalías mediante mecanismos constantes de
acumulación por desposesión, que generan desarrollos geográficos desiguales, con regio-
nes que tienden a enriquecerse mientras otras tienden a empobrecerse, bajo una lógica de
flujos dinámicos de capitales que se reorientan de un lugar a otro (Harvey, 2005). La plani-
ficación del territorio expresa la búsqueda de una racionalidad pública del Estado para
contener las consecuencias caóticas del desarrollo del mercado desregulado. Bajo el libre
albedrío de los intereses de la economía capitalista, que en general actúan con visión de
corto plazo, el territorio se torna con frecuencia un objeto de degradación y agotamiento,
en muchos casos irrecuperables, porque dispone de una capacidad de acogida limitada
para las acciones de estos actores que buscan controlarlo y modificarlo para sus benefi-
cios. Gómez Orea (2004) destaca que cuando un sistema territorial evoluciona según el
libre albedrío de los intereses privados, inexorablemente se torna insatisfactorio, porque
resulta ineficiente e inequitativo.
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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Parnreiter (2018: 98-99) destaca que desde el punto de vista geográfico la región es conce-
bida como un área de tamaño determinado en la superficie de la Tierra, cuyas característi-
cas son lo suficientemente similares para formar un espacio homogéneo y que ellas pue-
den identificarse desde distintas perspectivas, como la regiones naturales o climáticas que
se distinguen por sus características ambientales o las regiones socioeconómicas, cuyo
criterio de definición debe ser, citando a Bassols Batalla, “la integración interna regional,
gracias a los procesos socioeconómicos que han ocurrido a través de la historia”. Si se con-
ceptualiza y si se define la región desde una perspectiva funcional la delimitación de la
región siempre será algo difusa y en constante cambio. Para la geografía económica rela-
cional las regiones son porosas, abiertas y fluidas, y por lo tanto difíciles de definir.
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Metodología
Área de estudio
Técnicas de análisis
Las técnicas de investigación utilizadas han sido el análisis documental, el análisis de pre-
sentaciones de los funcionarios públicos y técnicos que han participado de estos procesos
de planificación, el análisis de datos demográficos provenientes del Instituto Nacional de
Estadística y Censos y de otras fuentes secundarias.
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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RESULTADOS
Durante la década de 1990, bajo el auge del neoliberalismo y los imperativos del Consenso
de Washington, las decisiones en materia de planificación fueron implementadas en base a
iniciativas del sector privado en pos de sus intereses, bajo el supuesto que el libre mercado
generaría un desarrollo territorial equilibrado. Esto no sucedió en Argentina y después de
la profunda crisis económica y política del 2001–2002 que trajo aparejada aquella concep-
ción del desarrollo, Argentina, al igual que otros países de Latinoamérica, implementaron
un nuevo modelo signado por una mayor intervención del Estado con el fin de lograr ma-
yor equilibrio de la sociedad. Este modelo fue caracterizado por muchos autores como
neodesarrollismo (Aranibar y Rodríguez, 2012) donde la planificación territorial fue reto-
mada como política nacional y promovida hacia los gobiernos provinciales y municipales
(Barreto, Ebel, Abildgaard, 2015).
Con este fin, en el año 2003 el nuevo gobierno nacional creó el Ministerio de Planificación
Federal, Inversión Pública y Servicios (MINPLAN), dentro del cual se creó en 2004, mediante
el Decreto 1824, la Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública (SSPTIP)
que elaboró una política y estrategia nacional de desarrollo y ordenamiento territorial, que
quedó plasmada inicialmente en el documento Argentina 2016. Política y Estrategia Nacio-
nal de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (2004), que contó con el Plan Estratégico Terri-
torial (PET) como primera herramienta operativa, cuya metodología se basó en elaborar un
diagnóstico del territorio nacional, organizado en dimensiones (ambiental, social, del me-
dio físico y económica), cuya síntesis espacial quedó expresada en un “Modelo Territorial
Actual”, a partir del cual se elaboraron objetivos de desarrollo y ordenamiento y se formuló
un “Modelo Territorial Deseado” que concluyó con una cartera de iniciativas, programas y
proyectos de infraestructura, funcionales a la construcción de dicho modelo.
En la elaboración del PET participaron equipos técnicos de las áreas específicas de los go-
biernos provinciales y cada uno de ellos, siguiendo la misma metodología, también formu-
laron sus diagnósticos, construyeron sus modelos actuales y deseados provinciales y ela-
boraron sus respectivas carteras de proyectos para ser integradas a la cartera nacional.
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En el caso del NEA, durante este proceso, solamente se realizaron dos talleres regionales,
uno el año 2007 y el otro en el 2011, donde participaron equipos técnicos nacionales y de
las cuatro provincias, en los cuales se bosquejaron modelos deseados. Antes de analizarlos
es necesario realizar una caracterización de esta Región.
La región NEA fue definida como una región de desarrollo en el marco de la planificación
territorial realizada por el Estado nacional en 1967, bajo el gobierno militar del General
Onganía. Fue a través de la Ley N.º 16.964 de 1966 que instituyó el Sistema Nacional de
Planeamiento y Acción para el Desarrollo. Esta ley, en su Artículo 15, señaló que el territorio
nacional será considerado dividido en regiones de desarrollo y que la reglamentación de la
ley fijará el número y el ámbito de tales regiones. El Artículo 16 de dicha ley señalo que en
cada región de desarrollo se establecerá una Junta de Gobernadores integrada por los go-
bernadores de las provincias comprendidas, parcial o totalmente en la región, los cuales
serán responsables, conjuntamente, de formular las políticas y estrategias regionales de
desarrollo, e individualmente, de la ejecución en sus jurisdicciones, de los planes y los pro-
gramas de desarrollo.
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El Decreto N.º 1.907 de 1967 que reglamentó dicha ley estableció en su Artículo 11 que el
territorio nacional se dividirá en ocho regiones de desarrollo, siendo una de ellas la Nores-
te y en el Artículo 17 señaló que esta región quedó comprendida por las provincias de Cha-
co, Formosa, Misiones y Corrientes, y los departamentos de Vera, General Obligado y Nue-
ve de Julio de la provincia de Santa Fe. Sobrevinieron luego otros intentos de regionaliza-
ción, sin embargo, ésta perduró en el tiempo como construcción organizativa del territorio
nacional. Ayudó a esta consolidación, el hecho que haya sido adoptada por el INDEC como
región estadística para el seguimiento de los indicadores de desarrollo en los censos na-
cionales, con la salvedad que quedó redefinida a las cuatros provincias (Chaco. Corrientes,
Formosa y Misiones), quitándose los departamentos del norte de la provincia de Santa Fe
que originalmente la integraban. Es una región con una extensa frontera limítrofe, la mayor
parte fluvial, con los países de Brasil, Uruguay y Paraguay (Mapa 1).
Actualmente esta región abarca una superficie de 289.699 km² y según el Censo del año
2010 contaba con una población de 3.673.578 hab. Lo cual arrojaba una densidad de 12,7
habitantes por km², algo mayor a la de 10,7 habitantes por km² que tenía el país, siendo
Chaco y Corrientes las provincias con superficies y cantidades de población bastante simi-
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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lares entre sí y también con densidades bastantes similares a las del país, en cambio la
provincia de Formosa tenía apenas la mitad de población de las otras tres provincias y una
densidad bastante menor, mientras que Misiones, todo lo contrario, tenía una densidad
casi cuatro veces mayor que ellas, como consecuencia de ser la más poblada y tener me-
nos superficie su territorio (Tabla 1).
Tabla 1. Superficie, Población y densidad del País, la Región NEA y sus provincias
Las cuatro provincias del NEA comparten problemáticas de desarrollo comunes, como con-
secuencia de los modelos de desarrollo periféricos y subordinados nacionales que las afec-
taron durante gran parte de su historia, con la única excepción durante el periodo colonial
(1500-1816), de la etapa de 159 años de las Misiones Jesuíticas (1609-1759), en la que los
actuales territorios del sur de Misiones y el norte de Corrientes tuvieron un desarrollo flo-
reciente y dinámico bajo el modelo colectivista de esa orden religiosa, que en su momento
de esplendor contribuyó de manera gravitacional en la economía y las formas de relacio-
nes interétnicas española–guaraní en la región geográfica de la cuenca del Río de la Plata
(las misiones llegaron a reunir 46.500 habitantes en 1733 y constituía la provincia más po-
blada del actual territorio argentino, superando a Córdoba y a Buenos Aires). Luego, duran-
te los periodos de posindependencia (1816-1920), el de sustitución de importaciones
(1920-1956) y el de concentración y apertura de la economía nacional (1956-2002), el sis-
tema territorial del NEA sufrió una evolución insatisfactoria y en la actualidad, junto al NOA
son las regiones menos desarrolladas del país y las más afectadas por las desigualdades
estructurales.
El porcentaje de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) del NEA es de casi el
doble del total del país, siendo las provincias de Formosa y Chaco las de mayor porcentaje.
Sucede lo mismo con los porcentaje de hogares con hacinamiento crítico y viviendas defici-
tarias. En el caso de los indicadores de viviendas sin disponibilidad de desagüe cloacal y de
agua en red, los porcentajes también son mayores a los del país, pero son Misiones y Cha-
co las más desfavorecidas. Ninguna de las cuatro provincia dispone aún de gas en red,
aunque el gaseoducto del norte se encuentra en ejecución, precisamente como conse-
cuencia de este proceso de planificación territorial. La tasa de actividad es casi 10 puntos
porcentuales menos que la del país y el PBI per cápita es menos de la mitad de el país,
siendo en este caso Chaco y Formosa los de menores ingresos (Tabla 2).
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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Antes de la formación del Estado nacional, el NEA no era una unidad cultural integrada. Los
territorios de Misiones y Corrientes en el pasado colonial estuvieron ocupados por la etnia
tupí–guaraní (de orientación cazadora–horticultora–semisedentaria) que tempranamente fue
controlada por los conquistadores españoles y portugueses (siglo XVI), mientras que los terri-
torios de Chaco y Formosa lo estuvieron por una mayor diversidad étnica, de la familia de los
guaicurúes, predominantemente cazadora–recolectora, que resistió el avance de las corrien-
tes conquistadoras y permaneció en gran parte independiente del proceso de colonización
española, prácticamente hasta la formación del Estado argentino a fines del siglo XIX. La úni-
ca experiencia de integración de la región guaranítica fue las reducciones jesuíticas.
Mapa 2. Pueblos Originarios del norte del actual territorio argentino al siglo XVI
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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Después de la expulsión de los jesuitas, el territorio actual de Misiones atravesó una situa-
ción política complicada a raíz de los particularismos locales que sobrevinieron a la inde-
pendencia, a raíz de las tensiones de los proyectos políticos autónomos de Corrientes,
Asunción y las fuerzas portuguesas respectivamente. Después de la federalización de 1881,
comenzó a recibir inmigración brasileña y paraguaya gracias a una activa política de funda-
ción de pueblos y colonias impulsada por el gobierno nacional, y a partir de 1897, en el
marco de la Ley Nacional de Inmigración de 1876, comenzó a recibir inmigrantes centroeu-
ropeos y ya más adelante, ingleses, japoneses, y otras nacionalidades. Desde mediados del
siglo XX este movimiento se fue moderando y paulatinamente la migración europea fue
remplazada por la de argentinos provenientes de otras provincias y nuevamente inmigran-
tes de países limítrofes.
Corrientes había sido desarrollada tempranamente por los colonizadores españoles y des-
pués del derrumbe de las coronas ibéricas, su ciudad capital constituyó un importante polo
de poder político y económico autónomo dentro de la confederación provincial del Río de
la Plata. Chaco, en cambio, fue ocupada recién después de la Guerra de la Triple Alianza y
tras la violenta conquista militar de ocupación de 1885, también comenzó a recibir la colo-
nización estable de sus territorios. A principios del siglo XX, la explotación del tanino, que
capitales ingleses habían iniciado en territorio santafesino, implantó el ferrocarril en la
selva chaqueña y dio origen a muchos pueblos.
La región NEA tampoco es una unidad ambiental natural, se desenvuelve sobre dos gran-
des regiones ambientales de América del Sur. Las provincias de Chaco y Formosa se en-
cuentran dentro de la región del Gran Chaco; Corrientes y Misiones dentro de la región del
Planalto brasileño. Ambas regiones ambientales están separadas por los grandes ríos Pa-
raná y Paraguay que alimentan una de las cuencas más importante de América, como es la
del Río de La Plata, aunque Corrientes, desde el punto de vista del paisaje natural, presenta
cierta continuidad con la gran cuenca sedimentaria del Gran Chaco, en la que predominan
áreas deprimidas con grandes reservorios de agua, que han condicionado la forma de
ocupación de territorio, caracterizado por grandes extensiones deshabitadas.
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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Más allá de compartir situaciones de desarrollo bastante similar, hacia el interior, la región
NEA presenta una importante heterogeneidad socio territorial. Presenta fuertes desequili-
brios sociales y espaciales, con concentración de población en las capitales provinciales y
grandes áreas poco habitadas, de escaso desarrollo muy afectadas por pobreza estructu-
ral. El noroeste de las provincias de Chaco y Formosa son grandes áreas afectadas por la
pobreza estructural (El impenetrable) que cuenta con muy baja densidad de población,
escasos asentamientos urbanos, alta proporción de población rural y aborigen y muy poca
dotación de redes de infraestructura y dotación de equipamientos sociales. Aunque con
características algo diferentes, similares situaciones se presentan en la zona central de la
provincia de Corrientes (Iberá) y la zona del Alto Uruguay de la provincia de Misiones (Ma-
pas 3, 4 y 5) Un aspecto importante por mencionarse es la inmigración fronteriza que afec-
ta especialmente a las provincias de Misiones y Formosa (Mapa 6).
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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Fuentes: elaboración con colaboración de la Arq. Ivana Foussal a partir de la Base REDATAM y cartografías del INDEC.
Siguiendo la metodología propuesta por el PET nacional, cada provincia realizó el dia-
gnóstico de la situación heredada y propuso modelos deseados en sucesivas etapas, publi-
cadas como Avances I, II y III, en los que fueron profundizándose la regionalización al inter-
ior de cada provincia (micro-regiones) y de manera intercalada se realizaron dos avances
en la escala de la región Nordeste (modelo actual y modelo de prospectiva territorial) en la
Etapa 1 y 3 sucesivamente.
En esta etapa, cada provincia presentó su modelo heredado (denominado Modelo Actual) y
su Modelo Deseado. Paralelamente a los diagnósticos provinciales, se realizaron, entre los
años 2007 y 2008, Talleres Regionales donde Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones pre-
sentaron el Modelo Regional Actual (Diagnóstico Regional) y proyectos de interés común.
Durante el tercer encuentro nacional del “Plan Estratégico Territorial-Argentina 2016: Mo-
delo Territorial Deseado”, convocado por el Ministerio de Planificación Federal, Inversión
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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Las zonas económicamente favorables, situadas sobre el margen costero del río Paraná y
el sur de la provincia de Misiones, el margen costero del río Uruguay, el sur y el noroeste de
la provincia de Corrientes el margen de los ríos Paraguay y Paraná y las zonas centrales de
las provincias de Chaco y Formosa. Los principales ejes viales y navegables por mejorar (la
hidrovía Paraná-Paraguay) para la salida de la producción primaria, los principales nodos
urbanos (capitales provinciales), las áreas naturales del noroeste chaqueño y formoseño, el
humedal Iberá en el centro de Corrientes y la reserva de selva Yabotí en el noreste de Mi-
siones. (Figura 1a).
En este encuentro de trabajo las delegaciones del Nordeste decidieron avanzar juntas en la
definición de proyectos de interés regional con alto impacto estratégico, como el segundo
puente y estación multimodal Corrientes-Chaco, la extensión de la autovía de Ruta Nacional
14 al norte de Paso los Libres, la autovía para la Ruta Nacional 12, el puente Goya Reconquis-
ta, gasoductos, electroductos, estaciones transformadoras y centrales hidroeléctricas.
En esta etapa el PET nacional se centró en la línea de trabajo “Apoyo a Proyectos de Planifi-
cación Urbana y Regional”, con el objetivo de consolidar la planificación territorial como
política pública a través de su ejercicio en recortes geográficos cuyas problemáticas inter-
pelan a gobiernos de distintos niveles. Los propósitos fundamentales fueron: fomentar la
instalación y profundización de los lineamientos del PET dialogando con las distintas esca-
las geográficas en las que se evidencian los conflictos del territorio -locales, metropolitanas,
microrregionales y regionales- y, paralelamente, colaborar con los equipos de gobierno en
la búsqueda de las herramientas de planificación y ordenamiento territorial más adecua-
das para conducir los desafíos a los que se enfrentan. (PET Avance III, pág. 151). En este
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 230
LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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marco, cada provincia presentó una nueva revisión de su Modelo Deseado, desarrollando
proyectos de planificación de carácter urbano y/o rural en distintas escalas, integrando las
microrregiones definidas en la etapa anterior con las áreas de intervención, los corredores
de conectividad y el sistema policéntrico de ciudades definidos como líneas de acción por
el PET nacional.
El escenario que se caracterizó como óptimo fue el escenario de equilibrios dinámicos rea-
lizado para cada una de las regiones del país, que supuso la combinación de un marco ex-
pansivo, a nivel internacional, en el cual la demanda y los precios de los productos argenti-
nos de exportación tienden a crecer a un ritmo sostenido durante más de una década y, a
nivel nacional, una situación caracterizada por una proactividad sistemática de las instan-
cias con capacidad planificadora y decisoria, en la que se van tomando y concatenando
oportunamente conjuntos de medidas orientadoras del desarrollo productivo, social y te-
rritorial. Estos escenarios se presentaron como diversificado, sustentable y favorecedor de
equilibrios sociales y territoriales. En base a ellos se elaboraron las estrategias públicas a
seguir.
Para el caso del NEA, el modelo destacó a las capitales provinciales, como ciudades de je-
rarquía regional o nacional con desarrollo industrial y de servicios de complejidad, las re-
des urbanas en desarrollo, en torno a las vinculaciones viales entre el nodo Resistencia-
Corrientes con las ciudades de Formosa y de Roque Sáenz Peña, y de Posadas con Apósto-
les y Virasoro de Corrientes, así como el grupo de ciudades pequeñas del interior de cada
provincia que se consideran que tienen dinámicas de desarrollo local o microregional.
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Formosa
Chaco
Misiones
Corrientes
Síntesis Gráfica del Taller Región Nordeste, 2007 Síntesis Gráfica del Taller Región Nordeste, 2011
CONCLUSIONES
Gran parte del proceso de del PET nacional y de las provincias fue estructurado a partir del
concepto de región, pero más bien como porción territorial que comparte determinadas
características, asociadas a ciertos factores de desarrollo, especialmente en lo atinente a la
dotación de infraestructura del territorio, sin embargo, en el caso particular de la región
NEA, las instancias de trabajo regional que realizaron los equipos provinciales y nacionales
elaboraron los modelos regionales, sin realizar un estudio en profundidad del funciona-
miento de la región para caracterizar su unidad territorial, sino más bien como sumatorias
de estudios provinciales, en el que en algunas etapas parecen haber habido mayor conver-
gencia respecto a los elementos estructurales del territorio y en otros no.
Durante la reciente etapa desarrollista, la región NEA comenzó a adquirir cierta dinámica
económica y su ubicación volvió a tornarse estratégica en el contexto de las nuevas relacio-
nes internacionales establecidas por los países del MERCOSUR. Sin embargo, presenta una
compleja y heterogénea problemática territorial, que parece cuestionar su posible unidad de
funcionamiento y que requiere ser estudiada con mayor sistematicidad y profundidad para
aportar soluciones que apuntalen un proceso sostenido de desarrollo regional.
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LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL RECIENTE EN EL NORDESTE ARGENTINO. REALIDAD Y POSIBILIDADES
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En este sentido, se considera que se requiere aún estudiar en profundidad este territorio
de manera integral, multidimensionalmente, considerando todos sus factores, ambienta-
les, económicos, sociales, culturales y políticos, para comprender su integridad como sis-
tema territorial y como en ella ocurre la internalización de los procesos externos. Solamen-
te de esta manera podrá conocerse sus reales posibilidades de desarrollo integrado.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
mariarq.isabel@gmail.com
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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LAS TRANSFORMACIONES EN LOS ESPACIOS PERIURBANOS Y EL ROL DE LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL…
M. I. Montañez Parra
Resumen
Este trabajo pretende contribuir al debate sobre las transformaciones territoriales que se
están dando en las áreas periurbanas, el papel en la planificación territorial y los conflictos
que en ellas se generan. El ámbito de estudio es el municipio de Galapa, que forma parte
del Área Metropolitana de Barranquilla (AMB) en el departamento del Atlántico – Colombia.
La identificación de las transformaciones y los conflictos territoriales se centra principal-
mente en el área periurbana adyacente a la carretera La Cordialidad, en el tramo del casco
urbano municipal que conduce hacia Barranquilla.
Luego de realizar la contextualización del municipio y el papel que juega dentro del conjun-
to del AMB, se procede explicar las lógicas de ocupación territorial desde 1950 hasta 2015.
En un tercer momento analizan brevemente los planes y las directrices con incidencia en el
periurbano de Galapa, además de la identificación de los conflictos que se registran entre
estos planes y las presiones por la ocupación del territorio con distintas actividades pro-
ductivas, que han prevalecido sobre la planificación ambiental, llegando a concluir que las
transformaciones territoriales, además de beneficiar el desarrollo económico del munici-
pio, deben lograr la protección y el aprovechamiento sostenible del medio natural.
INTRODUCCIÓN
Aunque esta cita llegase a parecer anticuada por ser del siglo pasado, su contenido es per-
fectamente vigente para hacer referencia a lo que hoy en día sigue pasando en las áreas
periurbanas.
Se decide abordar en este trabajo el estudio de las transformaciones en los espacios periur-
banos y el rol de la planificación territorial en su configuración, seleccionando como ámbito
de estudio el área periurbana del municipio de Galapa perteneciente al departamento del
Atlántico en Colombia. Se pretende dar a conocer cómo se reflejan estas dinámicas en un
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territorio con valores medioambientales por la presencia del Bosque Seco Tropical y donde el
avance de la urbanización está impactando significativamente el medio natural.
El objetivo general que se plantea es analizar el crecimiento urbano del municipio de Gala-
pa identificando los aspectos claves que han influenciado las transformaciones en los es-
pacios periurbanos localizados de forma adyacente a la carretera La Cordialidad, que va
hacia Barranquilla y el rol que ha tenido la planificación territorial en ello.
Identificar los principales hechos que han influenciado las transformaciones territo-
riales en el periurbano de Galapa.
Analizar los planes con incidencia en la ordenación del territorio municipal.
Identificar los conflictos producto de la configuración actual del periurbano de Galapa.
METODOLOGÍA
Las principales fuentes que han servido de soporte a esta investigación son: la consulta de
información estadística emitida por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísti-
cas DANE contenida en el Censo del año 2005 y las proyecciones de población. También se
ha recurrido al análisis de los siguientes documentos de planificación: Plan Básico de Or-
denamiento Territorial (PBOT) y su respectiva cartografía (en formato pdf) suministradas
por la Secretaría de Planeación Municipal año 2002; el Acuerdo Metropolitano y cartografía
suministradas por la Oficina del Área Metropolitana de Barranquilla año 2013; el Plan de
Ordenación y Manejo de Cuenca Hidrográfica de Mallorquín (POMCA), suministrado por la
CRA año 2006, además de las leyes relacionadas con el ordenamiento territorial y los temas
ambientales.
En cuanto al material gráfico se usaron como fuentes: las fotografías aéreas correspon-
dientes a los años de 1971, 1984 y 2004 suministradas por el Instituto Geográfico Agustin
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Codazzi; una Ortofotografía con fecha de 1 de diciembre de 2014 del Sensor RapidEye,
además del shapefile de la Zonificación Ambiental suministrado por la CRA.
1
La Transversal del Caribe (Comúnmente llamada Troncal del Caribe) es un importante corredor vial de la Red
Nacional de Vías de Colombia, planeada para unir las poblaciones de Turbo (Antioquia), cerca de la frontera con
Panamá, y Paraguachón (La Guajira), en la frontera con Venezuela, con posibilidad de conexión con la red vial
de ese país. Tiene una longitud de 841 km, es el corredor vial más importante de la región Caribe de Colombia y
uno de los tres más importantes del país. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Transversal_del_Caribe
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ciona con la intensificación de los desplazamientos forzados por causa del conflicto arma-
do en el país, en el cual Barranquilla fue receptora de mucha población y al llegar al límite
de su capacidad de recepción, empieza a relocalizar esta población desplazada en los mu-
nicipios de su Área Metropolitana.
En este contexto, el municipio de Galapa se ha convertido en una pieza importante dentro del
AMB. La expansión industrial sobre el eje de la vía a Juan Mina la carretera de La Cordialidad
hacia el Distrito de Barranquilla y las perspectivas (no exenta de importantes impactos) aso-
ciadas la construcción de la futura Autopista Metropolitana (circunvalar de la Prosperidad),
además de la disponibilidad de terrenos libres y los incentivos otorgados por la alcaldía muni-
cipal a las empresas, han hecho que en estos últimos años los inversionistas pongan los ojos
en este municipio y se de una creciente localización de parques industriales y zonas francas.
Es así como la suma de todas estas condiciones convierte a Galapa en un territorio comple-
jo y que requiere de especial atención a la hora de llevar a cabo acciones de planificación.
La vía principal que pasa frente a la plaza está relacionada con el rumbo que seguía el antiquí-
simo camino indígena que, desde Galapa, iba hacia la porción final del río Magdalena, pasan-
do antes por los terrenos que hoy son parte de Barranquilla. Se corresponde con el camino
que los indios recorrieron cuando en el trayecto no había sino lomas, arroyos, bosques y más
adelante hacia el norte, caños, ciénagas y pantanos. (Blanco Barros, 1987, pág. 200).
Hay una modificación al trazado de la que, hasta ese entonces, era la vía principal del mu-
nicipio. En la figura Nº 2 se observa como es ampliada hacia el este y pasará a llamarse
carretera La Cordialidad, que fue inaugurada en el año 1982. Consecuente con este hecho,
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se observa que el crecimiento urbano del municipio continúa de forma paralela a la vía y
prácticamente ésta termina constituyéndose en un borde.
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Contiguo al caso urbano aparecen nuevos barrios y de forma más aislada dos proyectos de
Vivienda de Interés Social: el primero es la urbanización Mundo Feliz y el segundo la urbani-
zación Villa Olímpica (en este periodo la mancha que aparece en la imagen corresponde úni-
camente al descapote de terreno y al trazado de las vías), que es la más distante al casco
urbano consolidado del municipio, quedando prácticamente como una isla. Para este perio-
do la población municipal pasó de 14.046 habitantes según el censo de 1985 a 30.918 habi-
tantes en el año 2004, multiplicándose, pues, por más de 2 en un periodo de apenas 20 años.
Los Carruajes
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Periodo 2005-2015
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2
los beneficios en la exención de impuestos a todas las industrias y actividades de servicios
establecidos en el territorio municipal contempladas en el Acuerdo No. 017 de Junio 16 de
2008 (Estatuto de rentas del municipio de Galapa en su artículo 86 y articulo 35).
Ultracem
Galapark
Steckerl
ZOFIA
Jacur
Gecolsa
El desarrollo de los proyectos de Villa Olimpica, Gecolsa, Zona Franca ZOFIA, Cementos
3
Atlantico, Galapark , Jacur y steckerl se realizó a través de Planes Parciales por encontrarse
en suelo clasificado como de expansión urbana.
2
La exención se hará de la siguiente manera: El 100% del pago del Impuesto de Industria y Comercio durante los
primeros 2 años, contados a partir de la fecha de su apertura. El 80%durante los años tecero y cuarto. El 60%)
durante los años cinco y seis. El 40% durante los años siete y ocho. Y finalmente el 20% en los años noveno y
décimo , todos contados a partir de la fecha de su apertura. Adicionalmente en el artículo 35 se hace excepción
del pago del Impuesto Predial Unificado por 10 años a los predios comprendidos en la Zona industrial, suelo de
expansión urbana San José.
3
Los planes parciales son los instrumentos mediante los cuales se desarrollan y complementan las disposiciones
de los planes de ordenamiento, para áreas determinadas del suelo urbano y para las áreas incluidas en el suelo
de expansión urbana, además de las que deban desarrollarse mediante unidades de actuación urbanística, ma-
croproyectos u otras operaciones urbanas especiales, de acuerdo con las autorizaciones emanadas de las nor-
mas urbanísticas generales, en los términos previstos en la ley 388 de 1997 de Desarrollo Territorial.
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1950 36,01
90% 33
1971-1983 64,71
A continuación, se realiza un breve análisis de los distintos planes con afección al municipio
de Galapa, seleccionando de éstos las directrices más representativas que han tenido inci-
dencia en la configuración actual su periurbano y además la identificación algunos conflic-
tos que surgen por la desarticulación en los planes.
El Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) del municipio de Galapa fue adoptado
por el concejo municipal mediante el acuerdo N° 020 de julio de 2002, y en él están con-
templadas las directrices para el ordenamiento del territorio municipal. Como objetivo
principal se planteó que el desarrollo municipal debía apostar por la construcción de un
espacio urbano que cumpla la función de Centro de Servicios del Área Metropolitana de
Barranquilla, y así aprovechar este escenario para propiciar el desarrollo económico del
municipio, buscando que Galapa no llegara a convertirse en un barrio más del AMB y de-
terminar lineamientos para evitar una previsible conurbación con Barranquilla.
Un punto importante por destacar del Plan, es la propuesta de “la creación de una franja
de protección a la conurbación con Barranquilla”, ésta quedó contemplada en el artículo 74
así: “El objeto es la creación de una franja suburbana de freno a la conurbación catalogada
como suelo de protección”, como se observa en la figura Nº 6, el suelo correspondiente a
esta franja no se le asigna la categoría de Protección, si no Rural, para uso “agropecuario y
4
agrosilvo-pastoril , al asignar este uso, está prohibido el desarrollo urbano, con ello se
cumpliría el objetivo de evitar la conurbación.
4
En estas áreas se pueden desarrollar actividades agrícolas, pecuarias y forestales de manera independiente o
combinada.
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Barranquilla
Propuesta de Suelo de
protección a la conurbación
Este plan tiene por objeto “proporcionar los elementos necesarios para hacer la planifica-
ción y el ordenamiento de esta cuenca, así como definir los programas y proyectos de con-
servación, preservación y restauración necesarios, de acuerdo con una zonificación am-
biental, para lograr un adecuado manejo y administración de los recursos naturales reno-
vables, así como su uso sostenible por parte de las poblaciones humanas que allí se asien-
tan”. (Corporación Autónoma Regional del Atlántico et al. 2006, pág. 32)
Hace la identificación de diferentes zonas ambientales y en cada una de ellas estipula los
usos del suelo que se pueden desarrollar o no. Una de esas zonas es la denominada Zona
de Uso Múltiple Restringido (ZUMR): “Son espacios con algún grado de sensibilidad, vulne-
rabilidad o fragilidad ambiental que deberán garantizar la permanencia de sus valores na-
turales a través de prácticas o actividades de bajo impacto y un manejo ambiental riguroso.
Las actividades productivas de algún impacto deben realizarse con niveles de calidad acor-
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En estas zonas se propone como Uso Principal: protección forestal. Uso Compatible: agro-
pecuario, turístico e institucional. Uso Restringido: residencial, minero y comercial y Uso
Prohibido: industrial y portuario.
Cabe destacar que las directrices establecidas en el POMCA, son consideradas por la ley de
Desarrollo Territorial (Ley 388 de 1997) en su artículo 10 como Normas de Superior Jerar-
quía y al momento de hacer la revisión y ajuste al PBOT municipal deben ser adoptadas.
Para la fecha en el municipio aún no se encuentra ninguna área declarada oficialmente como
de reserva y/o de conservación natural. Sin embargo, en el plan se hace la recomendación de
proteger las riberas de los ecosistemas loticos (formados por las aguas corrientes, ríos y
arroyos) que atraviesan el municipio, principalmente el arroyo Grande en una franja de 30
metros de ancho a ambos lados del punto de máximo ascenso del agua, teniendo en cuenta
que a lo largo de esta franja se desarrolla el Bosque Ripario o de Galería que juega un papel
importante en la conservación del ecosistema del Bosque Seco Tropical.
Si se analiza la Revisión del PBOT a la luz de las normas de superior jerarquía, se deduce
que el hecho de que no exista ninguna categoría de suelo de protección ambiental en el
municipio, se debe a que no se ha tenido en cuenta la zonificación ambiental contemplada
en el POMCA Mallorquín, igualmente tampoco se ha tenido en cuenta el proyecto de cons-
trucción de la futura Circunvalar de la Prosperidad, que claramente impactará en la confi-
guración de una nueva zona periurbana contigua a ésta.
El cambio en la clasificación del suelo que en el año 2002 fue asignado como rural (franja
para evitar la conurbación con Barranquilla) y en 2011 pasa a ser suelo de expansión urba-
na de uso industrial, se ha constituido en un hecho muy importante que incide directa-
mente en la configuración actual del periurbano de Galapa, ocasionando que en esta zona
se localicen proyectos de tipo industrial, zona franca y parques industriales.
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En la figura Nº 7 se observa que la mayor parte de las ZUMR están en el margen occidental
de la carretera La Cordialidad y éstas aún no han sido afectadas por construcciones, mien-
tras que en el margen oriental hay un área afectada localizada dentro del predio del plan
parcial zona franca ZOFIA, Allí se llevó a cabo la construcción de la empresa Steckerl Hie-
rros y Aceros S.A en el año 2010.
STECKERL
HIERROS Y ACEROS
S.A
Lo paradójico de este hecho es que el plan parcial zona franca ZOFIA contó con aprobación
de la autoridad ambiental, la CRA, que en la Resolución 475 del 14 de agosto de 2008
aprueba el proyecto: “… teniendo en cuenta que la mayor parte del predio se encuentra en
Zona de Rehabilitación Productiva, no existen incompatibilidades que interfieran con la
implementación del proyecto industrial, sin embargo, la zona de uso múltiple restringido
deberá tener algunas consideraciones especiales en cuanto a manejo ambiental estricto en
donde se garanticen la permanencia de los valores naturales que allí prevalecen”.
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Si bien la CRA deja estipulado en la resolución de aprobación del plan que en la ZUMR se
deben tener consideraciones especiales para garantizar sus valores naturales, no se esta-
blece cuáles son esas consideraciones o qué mecanismos se debían implementar para
garantizar la protección de esta zona.
CONCLUSIONES
Pero debemos resaltar en particular los factores claves que han afectado la configuración
actual del periurbano de Galapa que se resumen en la vinculación del municipio de Galapa
al Área Metropolitana de Barranquilla en el año 1998, los procesos migratorios, las presio-
nes ejercidas por la dinámica económica de Barranquilla como núcleo principal del AMB, la
clasificación y usos del suelo establecidos en el plan básico de ordenamiento territorial
PBOT y los beneficios tributarios a la localización de actividades industriales y de servicios
que, como resultado, han ocasionado que el periurbano de Galapa tenga una primacía de
industrias, una zona franca y parques industriales, que han ocasionado afectaciones al
medio ambiente.
Si bien es cierto que las transformaciones realizadas en el periurbano de Galapa son con-
secuentes con el objetivo planteado en el PBOT (que es el instrumento que orienta el cre-
cimiento y la distribución de los usos del suelo) de convertir al municipio en Centro de Ser-
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Del análisis de los conflictos se deduce que los hechos que inciden en el uso y la ocupación
del territorio presentan un desajuste con las condiciones del entorno natural, amenazando
su sostenibilidad ambiental, a esto se suma una débil implementación de los instrumentos
de planificación territorial, y poca capacidad de control y gestión del territorio en su com-
ponente ambiental por parte de los entes competentes.
En vista de lo anterior se hace necesario hacer un esfuerzo mayor por lograr la coordina-
ción entre los distintos planes que inciden en la ordenación del territorio y que se imple-
menten acciones con el objetivo de hacer que las transformaciones territoriales estén
orientadas de tal manera, que además de beneficiar el desarrollo económico del munici-
pio, consigan la protección y el aprovechamiento sostenible del medio natural.
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LOS CONVENIOS URBANÍSTICOS COMO INSTRUMENTOS DE GESTIÓN TERRITORIAL. UN ANÁLISIS DEL CASO DE TANDIL
J. P. Del Río, R. Coletti , P. Raymundo
Resumen
Introducción
Este trabajo forma parte de un proyecto mayor que se denomina: "Instrumentos de ges-
tión territorial en el marco de los nuevos paradigmas internacionales y su aplicación en la
provincia de Buenos Aires" (LINTA-CIC). Dicho proyecto tiene por objeto estudiar un conjun-
to de experiencias de gestión a nivel municipal con énfasis en la evaluación de los instru-
mentos utilizados, los resultados obtenidos, y el grado de diálogo con las prescripciones
internacionales, en particular aquellas que recientemente han emergido de la Nueva
Agenda Urbana (Hábitat III - ONU, 2016). En la intersección de las estrategias de regulación
del mercado, el fortalecimiento de sistemas fiscales municipales y los lineamientos de polí-
tica urbana, esta agenda internacional promueve -entre otras acciones- que los gobiernos
locales empleen nuevas e idóneas fuentes de ingresos, en especial aquellas vinculadas a la
"captura del valor de la tierra". A nivel nacional el Plan Estratégico Territorial (PET, 2011)
también introduce la preocupación por la regulación de los mercados de suelo y la distri-
bución equitativa de cargas y beneficios en el proceso de urbanización. Asimismo, en Bue-
nos Aires se sancionó la Ley de Acceso Justo al Hábitat (Ley 14.449, 2012), la cual reconfigu-
ra parte de los principios e instrumentos que deben orientar la formulación de la política
urbana y habitacional, introduciendo a la legislación provincial la figura de recuperación de
plusvalías urbanas o "participación municipal en la valorización inmobiliaria" (artículo 46) y
los consorcios y convenios urbanísticos (artículos 55 y 56), aspecto que introduce nuevos
desafíos en el marco de la gestión urbana a nivel local. En el año 2005, el Plan de Desarro-
llo Territorial del municipio de Tandil introduce en la normativa local un conjunto de ins-
trumentos de gestión novedosos en el diseño de la política urbana, los cuales se encuen-
tran reconocidos en las agendas de política urbana antes mencionadas.
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LOS CONVENIOS URBANÍSTICOS COMO INSTRUMENTOS DE GESTIÓN TERRITORIAL. UN ANÁLISIS DEL CASO DE TANDIL
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mientas con potencialidad para recuperar y redistribuir rentas urbanas, financiar el desarro-
llo urbano y dinamizar la planificación territorial, en ocasiones estática. El interés en este
caso de estudio (instrumento - experiencia de gestión) se vincula con dos cuestiones centra-
les. Por un lado, en la provincia de Buenos Aires los convenios urbanísticos han sido uno de
los principales vectores de la difusión de las incipientes políticas de redistribución de renta
urbana. Por otro lado, las formas de urbanización consorciada entre el sector público y pri-
vado suelen ser visitas como una “desviación” de las formas de planeamiento tradicional, en
particular cuando habilitan excepciones al régimen urbanístico establecido por el Decreto-
Ley 8.912. En este sentido, el análisis de las experiencias de gestión urbana a nivel municipal
constituye una referencia ineludible para determinar las posibilidades y limitaciones de la
difusión de esta herramienta en el marco de la política urbana provincial. Para ello, el análisis
de la implementación de los convenios urbanísticos en la ciudad de Tandil es una referencia
obligatoria por estar en el centro de la controversia antes enunciada.
Si bien, ésta experiencia de gestión situada constituye una unidad de análisis de una inves-
tigación mayor, en el caso de Tandil, la hipótesis central es que la implementación de los
convenios urbanísticos en el municipio no constituye simplemente un “mercado de venta
de excepciones urbanísticas”. Por el contrario, se trata de una política urbana institucionali-
zada en un marco normativo denso, que da cuenta de un debate democrático al interior
del proceso de gestión urbana, y con una trayectoria particular cuyo origen se remota una
década y media atrás y que recientemente presenta algunas experiencias de aplicación de
participación municipal en la valorización inmobiliaria. No obstante, vale destacar que la
utilización de la figura de los convenios urbanísticos en los casos analizados constituye
iniciativas puntuales y aisladas, que aún presentan múltiples restricciones para articular los
regímenes de planificación general y los regímenes especiales o las negociaciones urbanís-
ticas ad hoc. Dichas limitaciones se vuelven más significativas al analizar hasta qué punto
los convenios urbanísticos forman parte de una política más amplia de recuperación y re-
distribución de la renta urbana, o hasta qué punto esta característica constituye una orien-
tación central de la política urbana municipal.
En este trabajo se recurre a un enfoque de políticas públicas que asume una lectura dinámi-
ca del Estado y permite analizar cómo se expresan las relaciones de poder y los intereses
en el entramado social que se genera alrededor de las cuestiones problematizadas. Según
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LOS CONVENIOS URBANÍSTICOS COMO INSTRUMENTOS DE GESTIÓN TERRITORIAL. UN ANÁLISIS DEL CASO DE TANDIL
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Oszlak y O’Donnell (1981) toda política pública es una toma de posición del Estado frente a
una cuestión socialmente problematizada en un determinado momento y lugar. La política
púbica forma parte de un proceso social más amplio que incluye múltiples actores, grupos
sociales o clases. En palabras de Torres (2004), la importancia del estudio de las políticas
públicas radica en señalar a quiénes se orienta la acción gubernamental (y a quienes no) y
expone las razones de dicha orientación, mostrando en cada caso una determinada corre-
lación de fuerzas entre distintos actores sociales.
Recurrir a este enfoque implica considerar la perspectiva de los actores sociales involucrados,
ya que su participación es estratégica porque las actividades que realizan responden a visio-
nes, valores e intereses específicos y, al mismo tiempo, su capacidad de incidir en el proceso
político depende de los recursos que administran (Reppeto, 2009). De allí que la literatura
sugiere, por un lado, analizar cómo opera ese entramado en el ámbito institucional durante
el proceso de formulación e implementación de una política pública. Por otro lado (para evi-
tar el riesgo de caer en la indeterminación social del juego político) es importante indagar el
proceso social que comprende el surgimiento, desarrollo y resolución de cuestiones social-
mente problematizadas. Desde esta perspectiva, se considera que la cuestión específica es la
que delimita al proceso y a los actores sociales involucrados y, a su vez, ésta se vuelve so-
cialmente significativa a través del proceso político que la constituye como problema social.
En paralelo los instrumentos de gestión son una dimensión de análisis crítica, como medios a
través de los cuales se evidencia el grado de control que efectivamente tienen los gober-
nantes sobre el problema que intentan gobernar. Desde el punto de vista metodológico,
los instrumentos son categorías ideales que permiten ordenar diferentes iniciativas que
son puestas en marcha por los decisores. Cada categoría de instrumentos responde a una
naturaleza, objetivos y carácter propios, su uso alternativo o simultáneo otorga claves de
análisis para conocer estrategias reales de cada política (Velasco, 2007). Por otra parte,
existe una estrecha relación entre los instrumentos de política pública y la capacidad esta-
tal de intervención eficaz en la sociedad. Traspasar las meras declaraciones retoricas, re-
quiere de un conjunto de instrumentos con los cuales materializar la intervención estatal
frente a los problemas sociales. Por ellos, el análisis de las características de los instrumen-
tos, la forma en la que se construyen o seleccionan y el modo en que configuran son una
pieza clave de la capacidad de intervención estatal (Isuani, 2012).
En el campo de los estudios urbanos existe un consenso amplio respecto a que la recupe-
ración de las plusvalías urbanas constituye una herramienta clave para el financiamiento de
las ciudades. Sea por la vía de instrumentos de carácter fiscal (impuestos o contribuciones),
o por la implementación de herramientas regulatorios (cesiones urbanísticas, normas de
usos del suelo generales o acuerdos ad hoc para permisos especiales o derechos adiciona-
les). Vale aclarar, que según Smolka (2013), la recuperación de plusvalías se entiende como
la movilización de recursos que surgen incremento del valor de la tierra atribuible a los
esfuerzos colectivos (ajenos al esfuerzo del propietario) para convertirlos en recaudación
pública o en mejoramientos en beneficio de los ocupantes y la comunidad en general. Las
plusvalías resultan en general de acciones públicas, sean éstas inversión en obras de infra-
estructura o producto de decisiones regulatorias en materia de usos del suelo. Sin embar-
go, cuando no se produce una intervención pública orientada a la recuperación de plusval-
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LOS CONVENIOS URBANÍSTICOS COMO INSTRUMENTOS DE GESTIÓN TERRITORIAL. UN ANÁLISIS DEL CASO DE TANDIL
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ías, los incrementos del valor de la tierra son apropiados por los propietarios de la tierra
beneficiada con las obras o decisiones públicas.
Si bien, las vías de recuperación de las plusvalías son variadas, en Argentina y en la provincia
de Buenos Aires, la institucionalización de formas de negociación de la normativa urbana con
acuerdos ad hoc ha sido una de las formas más notorias en las cuales ha cobrado forma las
políticas de captura de plusvalías. Si bien no hay una relación lineal entre convenios urbanís-
ticos y recuperación de plusvalía, resulta importante destacar que los mismos constituyen
una instancia privilegiada para analizar el sentido que adquieren estas políticas urbanas.
Los convenios urbanísticos son acuerdos entre un municipio y un particular u otras organiza-
ciones gubernamentales para la realización de estrategias, objetivos, directrices, planes, pro-
yectos y reglamentaciones; existen “convenios de planeamiento” que implican la modifica-
ción de la legislación urbanística y “convenios de ejecución de planeamiento” que sin modifi-
cación de la legislación urbanística vigente se orientan a determinar los términos y las condi-
ciones de gestión y ejecución del planeamiento (Reese, 2011). Estos acuerdos ad hoc consti-
tuyen formas de gestión público-privadas que buscan mediante una asociación multiactoral
otorgarle mayor eficacia a la actuación urbanística, ya que no sólo prescriben la actuación,
sino que también establecen objetivos, metas, plazos, fijan las prestaciones y contrapresta-
ciones entre las partes, formas de control, etc. Desde una perspectiva del derecho urbanísti-
co son instrumentos contingentes de acción concertada que permiten a la administración
ejercitar de forma consensuada sus competencias urbanísticas. Esta técnica contingente,
basada en acuerdos público-privados, se contrapone al ejercicio de actos unilaterales e impe-
rativos (aunque no excluye de estas facultades al poder público) y da cuenta de la crisis de la
“cultura del Plan”, como instrumentos jerárquico, reglamentario y vinculante.
En este marco, distintos autores han dado cuenta de la crisis de la planificación urbana
tradicional y de la técnica del zonning. Green (2005) registra la crisis de la planificación
normativa y de los desplazamientos hacia la planificación estratégica donde la incertidum-
bre adquiere centralidad. Asimismo, América Latina se caracteriza por una larga tradición
de control del uso de los suelos a través de planes maestros, pero con sesgo esteticista y
elitista en el marco regulatorio (Smolka y Ambroski, 2003). Según Rolnik (1999), en los con-
textos latinoamericanos la legislación urbanística no resulta neutra frente a la valorización
inmobiliaria, ya que la política urbana dominante se ha caracterizado por transferir una
inmensa masa de recursos al sector privado y socializar los costos del proceso de urbani-
zación. Al mismo tiempo, algunos de los principios del nuevo urbanismo constituyen ante-
cedentes relevantes que pueden vincularse con la emergencia de nuevas formas de ges-
tión urbana y modelos de urbanización consorciada frente a la figura del plan. En tal senti-
do, Ascher (2004) da cuenta del desplazamiento: de planificación urbana a la gestión es-
tratégica, de la regla de la exigencia a la regla del resultado, del interés general sustancial al
interés genera procedimental, y de la administración a la regulación, entre otros desplaza-
mientos del nuevo urbanismo. Smolka y Ambroski (2003) también advierte acerca de los
riesgos del aumento del poder de los planificadores locales para llevar adelante negocia-
ciones directas con los desarrolladores urbanos de cara a recuperar incrementos del valor
de la tierra, cuando dichos procesos no están contrabalanceados por espacios multiactora-
les, planes o marcos de referencia que establezcan criterios para quienes ejercen el poder
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de negociación en representación del sector público. Asimismo, existen estudios que plan-
tea que los convenios urbanísticos en la ciudad de Tandil son una manifestación del proce-
so de mercantilización urbana y de presión inmobiliaria sobre planificación urbana (Migue-
torena, 2016), o bien formas de gestión urbana que podrían caracterizarse como parte del
“secuestro democrático” (Fernández, 2017).
Tandil es una ciudad media de 120 mil habitantes emplazada en el sistema serrano del
sudeste de la provincia de Buenos Aires, a 350 kilómetros de la capital nacional y provincial.
Posee un producto geográfico significativamente superior a la media provincial y una es-
tructura productiva relativamente diversificada, con una expansión de la actividad turística
importante, tierras agropecuarias de muy alta productividad potencial, una historia me-
talúrgica significativa sobre la cual se montaron industrias afines y minería vinculada a la
extracción del granito. Esta base económica da lugar a un sector terciario dinámico, en el
que se destaca la Universidad Nacional del Centro y un conjunto de iniciativas de desarro-
llo local que apuestan a constituir a la localidad en una suerte de polo emprendedor.
Este Plan buscaba actualizar la zonificación de usos de suelo existente con más de dos
décadas de antigüedad, definir hacia donde hacer crecer la ciudad, y compilar un conjunto
de normativas previas dispersas. A su vez, pretendía atender una agenda urbano-
ambiental mayor, vinculada con dar respuesta a conflictos de usos entre la explotación de
canteras y la preservación del arco serrano, regular las subdivisiones asociadas a proceso
de expansión urbana-turística sobre la sierras, y ganar en autonomía municipal en térmi-
nos urbanísticos frente a la provincia de Buenos Aires.
En este marco, en el año 2005, el concejo deliberante aprobó el PDT que define los principios,
estrategias, programas y proyectos de actuación prioritarios; contempla las normativas re-
glamentarias en materia de clasificación del territorio, zonificación, sistema vial, edificación,
usos del suelo, parcelamiento, zonas de regulación general, zonas especiales, urbanizaciones
especiales, calidad ambiental, preservación del patrimonio construido; define un sistema de
gestión territorial donde se identifica una caja de herramientas con instrumentos comple-
mentarios de planificación, de promoción y desarrollo, de intervención en el mercado de
tierras, de participación ciudadana, evaluación de impacto urbano-ambiental, entre otros.
1
Según consultas realizada a funcionarios y técnicos del Estado provincial.
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El alto nivel de dotación instrumental del PDT es una dato a resaltar en comparación a
otros planes, junto con la incorporación de varios instrumentos con vocación de regular el
mercado de suelo y redistribuir renta como forma de financiar el crecimiento urbano, co-
mo por ejemplo: los convenios urbanísticos, los consorcios urbanísticos, el régimen de mo-
vilización de suelo urbano, el banco de tierra municipal, la participación municipal en las
plusvalías generadas por la acción urbanística, el fondo de desarrollo urbano, entre otros.
no era un plan urbano tradicional […] se le dio una mirada diferente, con obvia-
mente una serie de herramientas metidas adentro del plan que para ese mo-
mento y para nosotros eran innovadoras, nosotros no veníamos del palo, apren-
dimos mucho después… (Entrevista 2, Dic / 2017).
El Plan comenzó a implementarse en el año 2007, una vez concluido el proceso de convali-
dación provincial. La aprobación del PDT implicó tensiones o diferencias de carácter ide-
ológico hacia adentro del gobierno local. No obstante, el grupo promotor logró el apoyo
necesario para su aprobación en el Concejo Deliberante en el año 2005 (ordenanza 9865).
Este proceso sin embargo, no estuvo exento de prácticas asociadas al poder de lobby de
ciertos sectores sobre la normativa urbana, e incluso de la persistencia de canales de in-
fluencia directa sobre la máxima autoridad del Ejecutivo Municipal, que desbordan los
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propios planificadores urbanos y expone el capital social y político que ponen en juego los
propios gestores públicos cuando intentan reconfigurar las reglas de juego.
Si bien, los CU también fueron aplicados (y por su propia definición conceptual está previs-
to que así sea) para realizar excepciones a la norma o al régimen de planificación de carác-
ter general (en este caso el PDT), la incorporación de la figura de las ZEIU dan cuenta de
una estrategia municipal de incorporar un nuevo modelo de gestión urbana que prefigura
formas de crecimiento o expansión urbana que alteran la ecuación tradicional de distribu-
ción de costos y beneficios, donde los costos los asume el colectivo a través de las cargas
públicas y los beneficios el particular vía la capitalización de la renta diferencial asociadas a
cambios normativos. La articulación de la ZEIU y los CU, presuponen conceptualmente la
apertura a una negociación contingente de la normativa urbana de cara a que los benefi-
cios extraordinarios del proceso de urbanización que obtiene el sector privado financien
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los costos, e incluso sean en parte derivados al conjunto de la comunidad a través de fon-
dos de afectación específica.
Otro aspecto a valorar, fue la creación de la Comisión Municipal de Gestión Territorial (CMGT)
como un espacio multiactoral donde se interpretan o dirimen aspectos procedimentales y
normativos vinculados al PDT, y además se llevan adelante el seguimiento, las consultas para
la actualización y el ajuste del Plan. Pese a que las opiniones de los representantes del Ejecu-
tivo, el Concejo Deliberante y los Colegios de Profesionales y Técnicos que participan de este
órgano no son vinculantes, la continuidad de este ámbito consultivo por más de 10 años de
vigencia (y 180 reuniones) prácticamente no tiene precedente en los municipios argentinos.
Tras la iniciativa del municipio para reglamentar el cobro de las plusvalías urbanas, entre
2010 y 2012 se generó un intenso debate a nivel local con una importante oposición en la
prensa y en bloques de los partidos de la oposición, incluso en las filas del mismo oficialismo.
Por aquellos años, algunos funcionarios tomaron la cuestión como una cruzada personal
sensibilizando a propios y ajenos. Con la necesidad de operativizar y reglamentar la figura de
la "participación del estatal en la renta extraordinaria" que figuraba en el PDT, un grupo de
funcionarios impulsó una ordenanza que fue observada en términos procedimentales u ope-
rativos y tildada de altruista, inconstitucional desde el punto de vista tributario, y ambigua
2
jurídicamente. A estos argumentos opositores se sumaron otros de fuerte carácter ideológi-
co que planearon que la gestión municipal buscaba centralmente: “…mercantilizar las excep-
ciones, generar toma y daca para financiar al gobierno” (Entrevista 4, Dic / 2017).
2
"El proyecto de ordenanza que grava la plusvalía urbana afectaría a todos los ciudadanos de Tandil". Diario El Eco
(Tandil, 12/08/2010).
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Más allá del respaldo que implicó la actualización de la legislación urbanística provincial, a
nivel local la readecuación del procedimiento municipal para gestionar los CU fue clave ya
que neutralizó políticamente y absorbió institucionalmente las críticas u observaciones de
los opositores.
En 2011, las ordenanzas 12679 y 12948 definieron cómo el Estado local debían protocolizar
3
los CU , y avanzó en la operacionalización de los principios de transparencia y publicidad
de las negociaciones público-privadas que establecía el PDT. La tramitación de los Conve-
nios involucró en todos los casos la elaboración de un dictamen por parte de la CMGT en-
cargado de dictaminar la oportunidad, mérito o conveniencia del CU propuesto. En casos
específicos se previó la posibilidad de ampliar las consultas o requerimientos de estudios e
informes técnicos a actores externos a la CMGT. Una vez elaborados los dictámenes técni-
cos y el proyecto de Convenio, los mismos se remiten al Concejo Deliberantes para su vali-
dación. En los casos de modificación y/o excepciones vinculadas a la Zona Protegida de las
Sierras de Tandil se exigió aprobación del Concejo Deliberantes por mayoría calificada.
La variación entre una y otra ordenanza respondió a la necesidad de que el CMGT adquiera
un rol más activo en la elaboración de los dictámenes (aunque los mismo fueran no vincu-
lantes) previo tratamiento legislativo de los CU con el conjunto de las fuerzas políticas. El
perfeccionamiento de la herramienta derivó en el proceso en la separación de la evalua-
ción de la razonabilidad técnica (CMGT) de la excepción propuesta respecto del cálculo
económico de la contraprestación fijada en el marco jurídico y, por otro lado, de la decisión
política de la aprobación de la normativa urbana.
Producto del debate público y las críticas, hacia fines del 2012 el municipio creó la Comi-
sión Permanente de Convenios Urbanísticos (CPCU) involucrando a la Secretaría de Pla-
neamiento y Obras Públicas, la Secretaria de Economía y Administración y la Secretaría de
Legal y Técnica en el proceso administrativo de gestión de CU, asignando competencias y
3
Según estas normativa se entienden por Convenios Urbanísticos a los acuerdos entre la Municipalidad con otras
organizaciones gubernamentales o particulares para la realización de las estrategias, objetivos, directrices, pla-
nes, proyectos y reglamentaciones determinados en el PDT. El alcance de las actuaciones de dichos acuerdos
pueden enmarcarse como proyectos de urbanización, reconversión, protección y/o reforma urbana, es decir
modificación de las normas de regulación.
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4
responsabilidades de cada una de las áreas. Al respecto uno los entrevistados detalla el
procedimiento de la siguiente manera:
Tres meses después, el Decreto 239 del 2013 objetivó la participación municipal en las ren-
tas urbanas generadas por la acción urbanística y definió los criterios con los cuales se fijan
las compensaciones económicas para cada hecho generador, es decir las alícuotas de la
5
valorización , la actualización de tasas o porcentaje de tierra que se queda el Estado (según
los casos) producto de cambios de indicadores urbanísticos (mayor edificabilidad, densidad
y altura o reducción de módulos de estacionamiento), establecimiento o modificación del
régimen de uso del suelo, autorizaciones que permitan transformar área urbanas abiertas
en urbanizaciones cerrados, solicitudes de parcelamiento, usos o indicadores en Zonas
Especiales de Interés Urbanístico (ZEIU).
4
Decreto 10726/12.
5
Las mismas varían entre el 5 y 30% según los casos.
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Tras la reglamentación de la Ley 14449, en 2014 el Ejecutivo municipal actualizó por el De-
creto 2964 los hechos generadores que habilitan su participación en la renta generada por
acción urbanística, se sumó así el pasaje de inmuebles clasificados dentro del Área Rural a
Área Complementaria o al Área Urbana, y la incorporación al Área Urbana de inmuebles
clasificados dentro de Área Complementaria. El mismo decreto introduce una modificación
respecto al criterio de fijación de la base imponible: “podrá considerarse como base de cálcu-
lo en la determinación del monto a abonar, el valor referencial de Colegio de Arquitectos de la
Provincia de Buenos Aires o el valor de mercado previa tasación oficial” (artículo 2).
Vale aclara que en 2011 se tomaba como base referencia “la diferencia resultante entre el
valor fiscal de los inmuebles (integrado por el valor de la tierra más el valor de las cons-
trucciones y/o mejoras que contenga) antes de la acción estatal y el valor fiscal que estos
mismos inmuebles adquieran debido al efecto de la acción o acciones urbanísticas con-
6
templadas en el hecho imponible”. Sobre dicha base imponible se fijaba una alícuota del
7
30% en concepto del Tributo por Contribución por Mejora. Pero prácticamente sin haber
tenido aplicación, y probablemente producto de las presiones acontecidas al 2013 la alí-
8
cuota, se redujo al 15%.
La Comisión que tenía que negociar habíamos decidido que esté formada por
profesionales de carrera (no políticos). Estos funcionarios de carrera no querían
saber nada con esta negociación: ‘pero como y este más… y a este menos’. Por-
que es muy difícil. Porque negocias plata. Entonces logramos armar una especie
de Decreto que es un marco referencial donde se mueve el negociador. (Entrevis-
ta 2, Dic / 2017).
En el mismo sentido, otro funcionario señalaba el progresivo desplazamiento que se fue ob-
servando durante el proceso de implementación, producto de los efectos de la institucionali-
zación de la política que trascienden a los individuos y a las susceptibilidades de las partes:
…me parecía como que estaba pidiendo una coima al tipo. Yo trataba de expli-
carle de que le íbamos a cobrar algo, pero en realidad lo que le íbamos a cobrar
era para todos. Era una situación muy difícil. Hoy lo explico y no tengo problema
en decir que le tenía que cobrar, tengo un Decreto que me avala..." (Entrevista 3,
Dic / 2017).
6
Artículo 240 de la Ordenanza Fiscal 12668/2011.
7
Artículo 136 de la Ordenanza Impositiva 2012, Decreto 397.
8
Artículo 136 de la Ordenanza Impositiva 2013, Decreto 199.
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funcionarios en hacer cumplir el PDT, como la oportunidad de tener un hotel con centro de con-
venciones que le permitiría a Tandil ser sede de eventos importantes…” (Entrevista 11, Dic / 2017).
A modo de cierre
Este último registro sin duda configura los límites de una experiencia municipal que tran-
sitó el sinuoso camino del urbanismo contingente, y pone en evidencia que bajo determi-
nadas circunstancias los acuerdos público-privados puede otorgar mayor dinamismo o
flexibilidad al régimen de planificación general, que en ocasiones se vuelven estáticos o
imponen restricciones burocráticas. Sin embargo, lo anterior no implica per se que el dina-
mismo o flexibilidad en materia de política urbana se transforme en sinónimos de discre-
cionalidad urbanística.
Cabe preguntarse hasta qué punto la evidente distancia entre los diversos instrumentos de
regulación del mercado de tierra que propuso el PDT y su implementación, constituye: un
efecto esperable o "normal" en términos de la brecha existente entre la formulación de las
políticas públicas y la acción, una limitación asociada a la capacidades técnicas municipales,
una oportunidad parcial pero a la vez seminal para traicionar proceso de aprendizaje colec-
tivo que repercutan a futuro en políticas urbanas más inclusivas, una manifestación de la
falta de voluntad política que asimila una cultura hegemónica de la propiedad que se niega
a avanzar con las herramientas que impactan de modo directo en intereses inmobiliarios, o
bien, una restricción en términos de correlación de fuerzas intraestatal y en el plano de la
sociedad civil. El modo en que se combinan o articulan esto factores en el marco de esta
experiencia constituye una pregunta clave para determinar la erosión o debilidad del
carácter progresivo de la política urbana propuesta.
El caso de Tandil también habilita una reflexión entre los relación entre los regímenes de
planificación de usos del suelo y ordenamiento territorial y su capacidad de adecuarse a las
dinámicas del proceso de urbanización. Los estudios de diagnóstico y la formulación del
PDT se realizaron a principios de los años 2000, cuando aún la ciudad de Tandil aún no
había recibido el aluvión de inversiones ni experimentado en toda su intensidad el boom
inmobiliario asociado a la recuperación económica post crisis del 2001/02.
En este sentido, vale reflexionar sobre la potencialidad de haber instalado a partir del PDT
un régimen de planificación mixto, que contempla directrices o lineamiento generales en
materia de usos del suelo y, al mismo tiempo, instituye modalidades de gestión asociadas
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Por otra parte, resta indagar en detalle acerca de los aspectos específicos que vinculan los
convenios urbanísticos con la captura de las plusvalías urbanas. Más allá de la cantidad de
convenios suscriptos o el impacto en la matriz de recursos para financiar la ciudad, inter-
esa reflexionar sobre los procedimientos establecidos y las capacidades técnico-políticas
adquiridas en el proceso de debate y gestión de la política de participación municipal en la
valorización inmobiliaria, dado que ambas cuestiones constituyen desafíos imprescindibles
para la ampliación de estas políticas urbanas a nivel provincial y nacional.
Por último, se considera que el análisis en conjunto de estos ejes de interpelación permi-
tirá reconstruir el carácter de política urbana local. Ya que en el debate público por la cap-
turas de plusvalías el posicionamiento del poder público municipal parece ubicarse en una
región del campo de la política urbana. Mientras que respecto a la regulación de la especu-
lación urbana sobre el arco serrano o en relación a la generación de condiciones de acceso
al hábitat para los sectores populares el posicionamiento municipal parece darse en la
región opuesta de este campo. La interpretación de esta contradicción aparente será obje-
to de futuras comunicaciones.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
arqmarostan@gmail.com
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LOS TIPOS EDILICIOS EN LOS PROYECTOS DE VIVIENDA PÚBLICA Y SU INCIDENCIA EN LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL…
M. A. Rostán
Resumen
Este trabajo de investigación se lleva adelante por medio de una Beca de Promoción a la
Iniciación en la Investigación de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Facultad de Ar-
quitectura, Planeamiento y Diseño, y se enmarca dentro del proyecto de investigación “Polí-
ticas públicas y fragmentación social del espacio urbano en el Distrito Oeste de la ciudad
de Rosario”(COD: ARQ133) durante el año 2015-2016.
Sabemos que uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la ciudad contemporánea
es, sin dudas, el fenómeno de la segregación socio-espacial. El Distrito Oeste de Rosario,
precisamente el Área Barrial 6 (AB6), presenta uno de los enclaves de mayor pobreza de la
ciudad, caracterizado por una condición social precaria y una deficitaria situación habita-
cional: un sector donde, por medio de las políticas públicas habitacionales se ha concen-
trado un importante número de proyectos de vivienda pública.
MARCO TEÓRICO
Cuando hablamos de fragmentación del espacio urbano, hacemos referencia a una ciudad
con espacios herméticamente cerrados que establecen relaciones asimétricas entre los sec-
tores donde reside la población de altos ingresos y aquellos donde reside la población de
más bajos ingresos o excluida de toda actividad formal. Una ciudad donde la fragmentación
social del espacio urbano puede ser entendida como: aislamiento, exclusión, separación y
archipielización (Bragos, 2012). Como plantea Prevot Schapira (2001) muchas veces esta no-
ción está asociada al proceso de creación de territorios particulares donde se despliegan
políticas sociales destinadas específicamente a las poblaciones pobres. En palabras de Jordi
Borja “La ciudad fragmentada es una ciudad físicamente segregada, socialmente injusta,
económicamente despilfarradora, culturalmente miserable y políticamente ingobernable”.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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LOS TIPOS EDILICIOS EN LOS PROYECTOS DE VIVIENDA PÚBLICA Y SU INCIDENCIA EN LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL…
M. A. Rostán
Para comprender el concepto de guetización, será importante entender que cuando nos
referimos a un gueto, hablamos de un sector de la población que termina recluyéndose
por circunstancias sociales, económicas, jurídicas, etc. En este caso, haremos referencia a
cualquier área en la que la concentración de un determinado grupo social es excluyente.
También podemos hace referencia a una ciudad contemporánea con importantes niveles
de segregación. Autores como Rodríguez Vignoli (2001), Cravino (2012), del Río (2011), Ma-
rengo (2014), Elorza (2014), entre otros, han realizado numerosos y variados estudios sobre
los alcances del concepto de segregación, que será la base en la que nos apoyaremos para
llevar adelante esta investigación, por lo que parece importante entender sus alcances, y
limitaciones.
Podríamos definir a la segregación territorial como el proceso de división social del espacio
urbano que comprende la segregación urbana y la segregación social, y donde podemos
reconocer tres elementos: la existencia de diferencias y desigualdades sociales en el terri-
torio, una escasa interacción entre los distintos grupos que se establecen y el agrupamien-
to de los sujetos según determinados atributos que los unifican.
Roitman (2003), por su parte, define a la segregación social como las divisiones en el tejido
social y el debilitamiento e incluso desaparición de lazos sociales entre los diversos grupos
socioeconómicos, como así también una escasa movilidad social.
El concepto de segregación residencial, del cual nos ocuparemos, es una modalidad especí-
fica de segregación socio-espacial en la cual la separación entre grupos sociales se mani-
fiesta en su localización geográfica. Distintos autores trabajan este concepto, como es el
caso de Rodríguez Vignoli (2001), que presenta dos tipos de segregación claramente identi-
ficados: en términos sociológicos, una segregación como ausencia de interacción entre
grupos sociales, y en un sentido geográfico, como desigualdad en la distribución de estos
grupos sociales en el espacio físico. En sus estudios, hace referencia al concepto de segre-
gación residencial, definiéndola como la aglomeración geográfica de familias de una misma
condición o categoría social. Identifica en ella tres dimensiones: la tendencia de un grupo a
concentrarse en algunas áreas; la conformación de áreas socialmente homogéneas; y la
percepción subjetiva que tiene la gente de las dimensiones objetivas (las dos anteriores) de
la segregación” (Sabatini en Vignoli, 1999).
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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LOS TIPOS EDILICIOS EN LOS PROYECTOS DE VIVIENDA PÚBLICA Y SU INCIDENCIA EN LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL…
M. A. Rostán
nomina “por exclusión”, se produce cuando hay ausencia de mezcla o interacción de gru-
pos sociales en áreas o barrios de la ciudad; vale decir, que se trata de zonas homogéneas
en las características económicas, sociales y culturales de su población. Finalmente, la ter-
cera dimensión, eminentemente subjetiva, tiene que ver con las representaciones que los
miembros de un grupo social tienen de los lugares que ellos mismos habitan y de los luga-
res que habitan personas pertenecientes a otros grupos sociales.
Por su parte, Duhau (2003) afirma que la segregación residencial comprende la segrega-
ción urbana y social, entendiéndola como un proceso de división social del espacio promo-
vido mediante medidas coercitivas, ya sea a través de políticas o prácticas de exclusión.
Sabattini (2011) lo definirá como el grado de proximidad espacial o de aglomeración terri-
torial de las familias pertenecientes a un mismo grupo social, sea que este se defina en
términos étnicos, etarios, de preferencias religiosas o socioeconómicas, entre otras posibi-
lidades.
Como hemos visto, existen múltiples definiciones sobre este concepto, pero todas tienen
un punto en común: hablar de segregación es hablar de diferencias y desigualdades. La
segregación residencial incide en múltiples dimensiones de la cohesión social. Los sectores
sociales van distanciándose entre sí, lo que redunda en que grupos sociales de tamaño
considerable sientan algún grado de identificación con miembros de su propio conjunto y
creciente distancia respecto de otros (CEPAL, 2007: 22). Esto no hace más que reducir los
ámbitos que hacen posible ese “encuentro”, el aprendizaje de la convivencia en la desigual-
dad, y se determinan escenarios muy dispares en relación a las trayectorias de los indivi-
duos, tanto educativos como laborales, generando diferencias en las oportunidades de
crecimiento y desarrollo de los distintos grupos sociales. Enfrentar estos desafíos que pre-
senta la ciudad contemporánea significa, para los gobiernos locales, responder a deman-
das y presiones, y por lo tanto tomar posición y definición política: es decir, mejorar, con
sus políticas, las condiciones de las personas que habitan los distintos barrios de la ciudad.
El diagnóstico de la ciudad en ese momento, que no difiere mucho de la realidad hoy, re-
conocía una ciudad con “graves desequilibrios económicos y sociales en su territorio”, que
crecía en forma vertiginosa extendiéndose y alejándose del área central, que desbordaba
la infraestructura edilicia y de servicios y que producía un acelerado deterioro de las condi-
ciones ambientales del micro centro. (Registro Único de Postulantes. Descentralización
Municipal, Municipalidad de Rosario)
Partiendo de este diagnóstico, fue que se puso de manifiesto la necesidad de instalar una
nueva forma de gestión pública local que permitiera al Estado “estar más cerca de los veci-
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nos”, de modo que los mismos puedan contar con una manera más directa y cercana para
resolver los problemas cotidianos en cada sector de la ciudad. Para esto se propuso una
transferencia de competencias desde las áreas centrales del Municipio a las nuevas áreas
de gestión descentralizadas: referentes del Estado en cada porción del territorio, como
soporte físico para generar nuevos ámbitos de participación ciudadana, para priorizar la
problemática local y para controlar la eficiencia en la gestión municipal.
Ya han pasado 12 años del comienzo de este proceso de descentralización. Aun hoy, hay
cuestiones que parecen diferir de los objetivos deseados si se tiene en cuenta que se orga-
nizaron los distritos considerando cuatro aspectos: “reorganización funcional y operativa,
reorganización administrativa, redefinición de políticas urbanas y la definición de un nuevo
modelo de gestión”.
En los gráficos a continuación, podemos ver las “peores condiciones” para los indicadores
de NBI, hacinamiento y analfabetismo para la ciudad de Rosario según el Censo 2010. Co-
mo podemos ver, el Distrito Oeste resulta afectado con respecto a los demás distritos.
Fuente: Producción Propia Producción propia en base a información elaborada en el Proyecto de Investigación
“Políticas públicas y fragmen-tación social del espacio urbano en el Distrito Oeste de la ciudad de Rosario”. COD
ARQ 133. FAPyD, UNR. Bragos, Gamba, Guizzo, Procopio, Rostán. Información obtenida a partir de foto aérea en
Google Earth de los distintos períodos.
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Se trata del segundo distrito de la ciudad en cuanto a la superficie que ocupa, 40,42 km2, si
bien la mayor parte de ella permanece aún como suelo rural o suelo vacante, sólo una ter-
cera parte de su superficie se encuentra dentro de las áreas urbanizadas, específicamente
13,03 km2. En el año 2001 contaba con el 13,78% de la población total de la ciudad de Ro-
sario, 125.387 habitantes, un porcentaje que no ha sido alterado sustancialmente de
acuerdo con los datos del Censo Nacional de 2010, donde se identifican 136.748 habitan-
tes, siendo actualmente un 14,28% de la población total de la ciudad de Rosario. Según
datos del Municipio de Rosario, cuenta con 36.532 unidades de vivienda y una densidad
poblacional de 3.351,83 habitantes/km2.
Al interior del Distrito, pueden identificarse sectores con distintos niveles de consolidación
del tejido urbano, y situaciones sociales diferenciadas. Podemos decir que coexisten en él
cinco particularidades (en cuanto a su organización físico–funcional) que lo distinguen cla-
ramente del resto de los distritos de la ciudad:
Extensas áreas destinadas a la actividad rural o vacantes de uso (las dos terceras par-
tes de su superficie total);
Presencia significativa de asentamientos irregulares (42 de los 90 asentamientos irre-
gulares de la ciudad);
Concentración de barrios de vivienda pública (conjuntos de vivienda individual y colectiva);
Uso industrial dominante en los principales ejes de comunicación y crecimiento signifi-
cativo de basurales a cielo abierto.
Se trata de un sector caracterizado por una condición social precaria, una deficitaria situa-
ción habitacional y gran cantidad de asentamientos irregulares. Conflictos de inseguridad y
violencia, gran presencia de bandas juveniles en el territorio, conflictos culturales y niveles
elevados de desocupación. También es un sector con infraestructuras y servicios insuficien-
tes, y una gran presencia del estado municipal (SPV) con políticas públicas habitacionales
concentradas. Su proceso de deterioro ha ido incrementándose en los últimos años, con-
virtiéndose en un “enclave de pobreza de la ciudad”.
Esto puede verse con mayor claridad analizándose las diferencias que se dan a lo largo del
territorio municipal en relación a la situación socio demográfica de los distintos distritos.
En la tabla a continuación, se puede observar los valores para los distintos distritos en rela-
ción a la situación socio demográfica en Rosario.
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MORTALIDAD
4,85 7,17 5,96 10,61 8,32 14,83
INFANTIL
VIVIENDAS
9,12 13,97 1,07 22,67 11,55 11,76
PRECARIAS
Presenta uno de los enclaves de mayor pobreza de la ciudad, caracterizado por una condi-
ción social precaria y una deficitaria situación habitacional. Se ubican en él grandes asen-
tamientos irregulares y es el sector donde, por medio de distintas políticas públicas habita-
cionales, se ha concentrado un importante número de proyectos de vivienda pública pro-
movidos por distintas esferas del Estado (Municipal, Provincial, Nacional) en distintos per-
íodos históricos, como por ejemplo: Barrios Sector 5, Sector 7, Hipotecario, Fonavi Roullión
y Segui, Deliot Sur, Mi Tierra, Mi Casa, Libertad, 3 de Febrero, La Lagunita, entre otros, y
áreas de quintas.
Es un sector que se ha ido transformando notablemente en estos últimos veinte años, con-
figurándose como un ghetto dentro de la ciudad. En un análisis realizado durante el desa-
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Fuente: Producción Propia Producción propia en base a información elaborada en el Proyecto de Investigación
“Políticas públicas y fragmen-tación social del espacio urbano en el Distrito Oeste de la ciudad de Rosario”. COD
ARQ 133. FAPyD, UNR. Bragos, Gamba, Guizzo, Procopio, Rostán. Información obtenida a partir de foto aérea en
Google Earth de los distintos períodos.
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Fuente: Producción Propia Producción propia en base a información elaborada en el Proyecto de Investigación
“Políticas públicas y fragmen-tación social del espacio urbano en el Distrito Oeste de la ciudad de Rosario”. COD
ARQ 133. FAPyD, UNR. Bragos, Gamba, Guizzo, Procopio, Rostán. Información obtenida a partir de foto aérea en
Google Earth de los distintos.
Como puede verse en los gráficos anteriores, hacia 1980 este sector de la ciudad perma-
necía prácticamente en su totalidad en condición de área rural. El 85 % del suelo estaba
ocupado por cultivos y quintas y, en menor medida, eran tierras sin ningún tipo de explota-
ción. La ocupación más significativa del 15 % restante correspondía a porciones del tejido
regular de la ciudad (8 %) y a asentamientos irregulares (7 %). Puede verse como, en 1994,
el suelo dedicado a uso rural, mantiene todavía su condición de uso dominante con un
62% correspondiente a quintas y áreas sin explotación. El sector urbanizado estaba ocupa-
do fundamentalmente por la expansión del tejido regular (14 %), la construcción de nuevos
barrios de vivienda pública (12 %) y asentamientos irregulares (4 %).
Con el correr de los años, es importante ver cómo se da un cambio de uso significativo en
el sector entre áreas vacantes y zonas de quintas, a usos donde predomina, en primera
instancia la vivienda pública y también los asentamientos informales.
Esto puede verse claramente en el año 2011, donde se observa cómo sigue avanzando la
urbanización y, también, el deterioro ambiental. El suelo rural ya representa sólo el 25 %
del total (un 14% de áreas vacantes y un 11% del sector con alguna actividad productiva).
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La decisión del Estado, desde sus distintas esferas (Municipal, provincial, Nacional) frente a
las necesidades incipientes de acceder a la vivienda por parte de gran parte de la pobla-
ción, fue llegar a mayor cantidad de habitantes con un menor costo: producir en serie so-
luciones habitacionales. Para esto, se necesitó contar con grandes extensiones de tierra
disponible, cuya disponibilidad solo sería posible en sectores alejados de los centros urba-
nos, en terrenos poco aptos, que terminarían siendo construidos por un grupo reducido de
empresas, y con una gran dificultad para poder controlar la marcha de las obras. En la ma-
yoría de los casos, se ubicaron sobre tierras de carácter rural, alejados del núcleo urbano
de la ciudad, generando discontinuidad con la trama urbana y desarticulados en relación a
la ciudad, generando grandes inconvenientes con respecto a la provisión de infraestructu-
ras y servicios, sumándose a esto la estigmatización por parte de la sociedad, que tiende a
ver a estos sectores solo como un núcleo de conflicto.
El registro de viviendas públicas construidas en este sector del Distrito Oeste, tanto por el
gobierno municipal como por el gobierno provincial, da cuenta que sólo el 17,7 % del total
de las viviendas construidas tuvo como destinatarios a habitantes de los barrios del Distri-
to. El resto corresponde a población que residía, en forma precaria, en otros lugares de la
ciudad. (Comunidad QOM, asentamientos informales, población que radicaba en sectores
donde se hicieron obras viales, etc.) Más de la mitad de las “soluciones habitacionales” pro-
yectadas y construidas por el Servicio Público de la Vivienda y Hábitat (SPVyH) y la Dirección
Provincial de la Vivienda y Urbanismo (DPVyU) fueron construidas en el Distrito Oeste, y en
gran medida en el AB6.
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espacios comunes. Es decir, surgen a partir de estas iniciativas, gran cantidad de proble-
mas, relacionados a la falta de planificación en los servicios necesarios para la vivienda,
insuficientes tareas de mantenimiento en los espacios públicos, escasez de equipamientos
para el desarrollo de actividades comunitarias, y escasez de infraestructuras y servicios
públicos; agua potable, red cloacal, recolección de residuos.
Uno de los objetivos de esta investigación estuvo vinculado a la obtención de datos de per-
cepción de la población. Así fue como se entrevistaron vecinos y actores clave de los distin-
tos conjuntos habitacionales del AB6, y de las vecinales involucradas, quienes plantearon
que con las políticas públicas habitacionales concurrentes en este sector de la ciudad, el
Estado ha contribuido a la construcción de un gueto, entendido como un sector donde la
concentración de un determinado grupo social es excluyente. Es aquí donde el Estado, a
partir de los años 70´ y por medio de distintos organismos públicos cobra protagonismo
promoviendo políticas públicas habitacionales tanto de carácter individual como colectivo
de diferentes densidades (PB y 1 piso, PB y 3 pisos).
Existe hoy una gran disconformidad por parte de los vecinos por el modo en que se han
construido a lo largo del tiempo estas viviendas, quienes reconocen la falta de planificación
de los servicios necesarios para las nuevas familias que se radican en el sector, y por otro
lado, se manifiesta gran preocupación porque no se brindan soluciones habitacionales
para los vecinos residentes. Los residentes hacen hincapié en los graves conflictos sociales
a los que se enfrentan cotidianamente: algunos sectores se han convertido en “cuna de
bandas juveniles barriales”, en muchos casos en sectores donde se encuentran proyectos
de vivienda pública. Además existen conflictos con las fuerzas públicas de seguridad por
trato inadecuado a jóvenes, y numerosos casos de vandalismo y de violencia familiar. Se
entrecruzan también, niveles elevados de desocupación, y un gran número de jóvenes es-
tudiantes que no tienen la posibilidad de terminar los estudios secundarios. A esto suman
los graves problemas infraestructurales y relacionados a los servicios públicos, donde se
requiere una mayor presencia del estado municipal: insuficientes tareas de mantenimiento
del espacio público, escasez de agua potable, red cloacal, deficiencia en la recolección de
residuos, escasez de equipamientos para el desarrollo de actividades comunitarias.
El Estado, por medio de su intervención directa a partir de las políticas que lleva adelante,
tiene la oportunidad de contrarrestar esta fragmentación del espacio urbano, pero tam-
bién de profundizarla. Las políticas habitacionales específicamente, en muchos casos pro-
mueven una configuración tipológica que fomenta el destramado con el tejido tradicional
de la ciudad, y por tanto, dificulta su integración físico-social. En este sentido, esta propues-
ta de investigación se encuentra orientada a profundizar el estudio de esta problemática,
en el marco del proyecto en el que se inserta: “Políticas públicas y nuevas configuraciones
geográficas en la ciudad de Rosario. El caso del Distrito Oeste”. Así, proponemos indagar
acerca de cómo repercuten las tipologías edilicias fomentadas por las políticas públicas
habitacionales en la fragmentación residencial del espacio urbano, específicamente en este
sector de la ciudad.
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En todos los casos se trabajó por medio de información obtenida de investigaciones ante-
riores, y por medio de entrevistas con actores clave y referentes del territorio: vecinos, re-
ferentes de las vecinales, actores del Estado que han acompañado dichos procesos.
ASPECTOS FÍSICOS
Inserción en el territorio, Tipología edilicia propuesta, FOT (Factor de Ocupación Total), FOS
(Factor de Ocupación de Suelo), Disposición de la edificación en la parcela, entre otros.
ASPECTOS AMBIENTALES
ASPECTOS SOCIALES
Por otro lado, se realizaron entrevistas con actores clave: vecinos, referentes de los distin-
tos conjuntos habitacionales y vecinales, funcionarios públicos que han trabajado en los
proyectos, etc.
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CONSIDERACIONES FINALES
Una vez finalizada esta primera etapa de investigación, y aún en una instancia de desarro-
llo en la que se seguirá profundizando, pudo corroborarse la hipótesis planteada, identifi-
cando que los tipos edilicios promovidos desde distintas esferas del Estado, efectivamente,
en estos casos de estudio, contribuyeron a profundizar este proceso de segregación resi-
dencial en el Área Barrial 6.
En todos los casos estudiados, los conjuntos habitacionales tienen una dificultad en común
en relación a la condición periférica de su emplazamiento, alejados del centro de la ciudad,
y destramados con el tejido tradicional de la misma, lo que muchas veces genera graves
conflictos de conectividad y vinculación con el centro de la ciudad.
Por otro lado, en todos los casos se identifican varios núcleos familiares conviviendo en
una misma vivienda: muchas veces la familia originaria, y sus hijos con sus familias, que
permanecen allí hasta conseguir su propia vivienda.
En este trabajo estaba propuesto el estudio de dos casos de estudio de vivienda colectiva,
pero como se expuso anteriormente, no se pudieron relevar datos acerca del conjunto habi-
tacional promovido por Banco Hipotecario, sobre el que se avanzará en una próxima etapa.
En el caso del conjunto habitacional FONAVI, del cual se pudieron obtener datos tanto
cuantitativos y cualitativos, el mismo se encuentra en un alto grado de deterioro edilicio,
con espacios comunes descuidados, que “son de todos” y a la vez “no son de nadie”, y que
se han convertido en sectores que no son utilizados por los vecinos con frecuencia, donde
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LOS TIPOS EDILICIOS EN LOS PROYECTOS DE VIVIENDA PÚBLICA Y SU INCIDENCIA EN LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL…
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se han desarrollado basurales espontáneos, y que a su vez son identificados como espa-
cios “peligrosos” que se han convertido en el punto de encuentro de bandas juveniles. En
este caso, los vecinos hacen referencia a la necesidad de tener un espacio verde o patio
individual, en detrimento de las grandes extensiones de espacios colectivos que quedan
inutilizadas en la actualidad.
En relación al estado general del conjunto, los vecinos identifican que la mayoría de los
problemas que presenta están relacionados con la inexistencia de consorcios, lo que impi-
de organizarse para mantener y mejorar el estado de conservación de los mismos. Por otro
lado, hacen hincapié en el escaso sentido de pertenencia que en general se tiene en rela-
ción con la vivienda, que evita que muchos vecinos realicen las mejoras pertinentes, y que
indefectiblemente termina afectando a todo el conjunto.
Otro factor a destacar tiene que ver con la existencia de una rotación activa de los inquili-
nos, mucho más que en las viviendas de tipología individual, en la mayoría de los casos,
porque los vecinos no quieren permanecer en estas tipologías, por los graves conflictos de
convivencia ciudadana que se desarrollan y por la existencia de economías delictivas, que
muchas veces convierten a estos conjuntos en espacios propicios para su desarrollo: el
concepto de la vivienda como un lugar transitorio, la compra y venta en el mercado ilegal y
la existencia de varios propietarios a largo del tiempo.
Por el contrario, en los tres casos de conjuntos de vivienda individual, llevados adelante
desde mediados-finales de la década de los 90´ hasta la actualidad, puede identificarse un
mayor sentido de pertenencia de los vecinos para con su vivienda. En todos los casos las
mismas se encuentran con un mejor grado de conservación, con espacios cuidados y lim-
pios, y una escala barrial que propicia el contacto y la convivencia ciudadana.
En estos conjuntos también se identifican los espacios comunes, como por ejemplo las
plazas vinculadas, como espacios que se convierten en sectores peligrosos, muchas veces,
porque quedan “en el medio” de los conflictos que se dan entre distintos barrios. Aquí
también se da una falta de compromiso significativa con lo colectivo.
La lejanía con el centro de la ciudad, y su ubicación periférica hicieron que desde la Subse-
cretaría de Hábitat y Gestión de la provincia de Santa Fe se planteara la necesidad de utili-
zar estos lotes para la construcción de vivienda del prototipo universal de uno y dos dormi-
torios para, de alguna manera acelerar el proceso de ocupación del sector, además de
cumplir con la demanda habitacional actual.
Como plantea Prévôt-Schapira (2001), muchas veces la noción de fragmentación del espa-
cio urbano está asociada al proceso de creación de territorios particulares donde se des-
pliegan políticas sociales destinadas específicamente a las poblaciones pobres.
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LOS TIPOS EDILICIOS EN LOS PROYECTOS DE VIVIENDA PÚBLICA Y SU INCIDENCIA EN LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL…
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Este trabajo permitió, además, poder hacer una lectura acerca de cómo han cambiado las polí-
ticas habitacionales a lo largo del tiempo, por medio del análisis cuantitativo de ciertos indica-
dores, como el valor de superficie total del conjunto, superficie privada y pública, FOS (factor de
ocupación de suelo), FOT (factor de ocupación total), densidad poblacional, entre otros.
En el caso del conjunto habitacional Banco Hipotecario construido durante la década del
80´, el FOS es de 0.74, el FOT de 1.18, teniendo en cuenta que se desarrolla en una superfi-
cie de 4,3has. A modo comparativo, el conjunto habitacional Ex Combatientes, que se cons-
truyó a finales de la década del 90´, con una superficie similar, de 4has, tiene un FOT y FOS
de 0,30. En este último caso, podemos ver cómo el valor del Factor de Ocupación de Suelo
se reduce a más de un 50%, y el Factor de Ocupación total se reduce también de manera
significativa, de 1.18 a 0.30.
También es importante resaltar como incide la densidad poblacional en los distintos casos:
en el conjunto habitacional FONAVI la densidad poblacional es de 300 hab/h, mientras que
en los conjuntos habitacionales de la década del 90´, es de 174 hab/h en Deliot Sur y de 96
hab/ha Ex Combatientes. Esto disminuye considerablemente en el caso de las viviendas
construidas con el prototipo universal en el Loteo Avellaneda oeste, donde la densidad
poblacional es de 76 hab/ha.
De esta manera, podemos ver cómo las políticas habitacionales han ido cambiando a lo
largo del tiempo, y cómo las tipologías adoptadas inciden en la configuración del espacio
público y también en el mantenimiento de la vivienda. En los casos de vivienda individual,
se genera un mayor sentido de pertenencia de los vecinos con su vivienda y se promueve
una escala barrial que genera instancias de convivencia ciudadana. En los casos de vivien-
da colectiva, la propia disposición extensa y su implantación es decisiva para generar espa-
cios públicos que se convierten en “lugares de nadie”, donde los espacios comunes muchas
veces terminan siendo apropiados irregularmente, generando dependencias “privadas”
tales como garages, locales, etc.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
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Resumo
Alguns estudos e reportagens vêm destacando o papel das cidades médias brasileiras na
atualidade, demonstrando o seu crescimento, tanto em número, quanto em população, e sua
importância no processo de desconcentração da urbanização e da população e das atividades
metropolitanas à medida que estas cidades tem crescentemente atraído investimentos de
capital e migrações populacionais. Esta realidade nos faz refletir sobre as transformações
socioespaciais que estas cidades experimentam e a importância dos processos de
planejamento urbano e regional. Este estudo apresenta, portanto, uma análise sobre a
implementação do Estatuto da Cidade (EC), lei Federal 10.257/2001, nas cidades médias do
Rio Grande do Sul, considerando que este é um fundamental marco regulatório da política
urbana brasileira, especialmente por consagrar o direito à cidade no seu ordenamento
jurídico. Assim, foram analisados os dados da Pesquisa Munic do IBGE (Instituto Brasileiro de
Geografia e Estatística), de 2015, quanto à utilização dos instrumentos urbanísticos de
planejamento urbano nos municípios do Rio Grande do Sul com população entre 100 a 500
mil habitantes. Constatou-se uma ampla previsão legal dos instrumentos urbanísticos do
Estatuto da Cidade, no entanto, questiona-se sobre a efetividade da aplicação de tais
instrumentos, contribuindo para a construção de cidades mais justas e igualitárias.
INTRODUÇÃO
O processo de urbanização destas cidades reflete as relações que estas desenvolvem com
suas regiões de influência, bem como interferem nos processos socioeconômicos regionais
(ARRAIS, 2008). As transformações na dinâmica socioespacial que as cidades médias
experimentam tendem a espelhar os processos que já ocorrem nas metrópoles, com
graves consequências, como a crescente desigualdade socioespacial e a perda da
qualidade de vida dos seus habitantes.
Num mundo cada vez mais urbano e articulado em torno das cidades, complexificam-se os
desafios da promoção do desenvolvimento urbano sustentável e igualitário. Esta realidade
nos leva a refletir sobre a importância da pauta do planejamento e da gestão urbana
nestas cidades.
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O DESAFIO BRASILEIRO DA PROMOÇÃO DO DIREITO À CIDADE: A IMPLEMENTAÇÃO DO ESTATUTO…
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este é um fundamental marco regulatório da política urbana brasileira, que vem detalhar os
preceitos da Constituição Federal quanto à função social da propriedade, o direito à cidade, à
democratização da gestão urbana e ao desenvolvimento sustentável. O Estatuto traz uma
série de diretrizes e instrumentos urbanísticos para orientar a política urbana dos municípios
dentro dos princípios constitucionais, que deverão ser previstas em seus Planos Diretores.
Como definição de cidade média, esta tem sido tratada por seu tamanho populacional e por
suas funções de intermediação. Neste estudo será utilizado como critério o porte populacional
do município, ou seja, os que possuem população entre 100 mil a 500mil habitante,
empregando a classificação utilizada pelo Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE).
Lei Federal 0.257 de 2001, denominada Estatuto da Cidade trouxe uma série de
instrumentos urbanísticos para a política urbana a serem utilizados pelos municípios, de
forma a se efetivarem os princípios e direitos da Constituição Federal, referentes à função
social da propriedade e o direito à cidade. Trata-se de uma conquista social dos movimentos
que lutavam pela reforma urbana para enfrentamento dos problemas urbanos e sociais do
país, sobretudo com a intensa urbanização que se deu a partir dos anos 70. Assim, seus
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 285
O DESAFIO BRASILEIRO DA PROMOÇÃO DO DIREITO À CIDADE: A IMPLEMENTAÇÃO DO ESTATUTO…
R. L. Silveira, F. T. Jardim
princípios gerais devem ser introduzidos na política urbana de cada município, respeitando
as realidades locais, e traduzidas em leis municipais, especialmente o plano diretor.
A lei objetiva o desenvolvimento das cidades de forma sustentável e com maior justiça
social, assim como, a democratização da gestão urbana, tornando-a mais participativa
(FERNANDES, 2001). Para concretizar seus objetivos, o Estatuto da Cidade trouxe
inovadores instrumentos de planejamento e gestão urbana para aplicação nos municípios,
mediante a formulação ou revisão de seus Planos Diretores. Diferentes dos típicos
instrumentos urbanísticos, de regulação da densidade e da forma de ocupação do solo,
que se vinculavam, fortemente, a dimensão física do planejamento urbano (zoneamento,
taxa de ocupação, afastamentos, etc), estes novos instrumentos visam induzir – mais do
que normatizar - processos territoriais, além de trazerem a possibilidade de ampliação das
possibilidades de regularização da posse urbana e a participação dos cidadãos nos
processos decisórios (ROLNIK, 2002).
O processo de urbanização brasileiro, intensificado a partir dos anos 70, com o avanço da
industrialização, alcança praticamente todo o território, desdobrando-se em uma ampla
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 286
O DESAFIO BRASILEIRO DA PROMOÇÃO DO DIREITO À CIDADE: A IMPLEMENTAÇÃO DO ESTATUTO…
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rede, que inclui, além das metrópoles nacionais, metrópoles regionais, cidades médias e
núcleos urbanos. O êxodo rural alimentou um crescimento demográfico de inúmeros
núcleos urbanos, configurou um quadro bastante complexo, onde aglomerações de
diferentes tamanhos se somam às metrópoles, que ainda se constituem no elemento
dominante do sistema urbano (BARCELLOS; MAMMARELLA, 2010). Neste período, as
cidades médias despontam como uma alternativa para a difusão do desenvolvimento
econômico do país e dispersão da população, visando à retração do fenômeno
metropolitano, ganhando notoriedade nos programas governamentais e no planejamento
regional. Já nas décadas seguintes há uma retração destas políticas, privilegiando-se o
planejamento setorial (BRANCO, 2007).
1,60%
1,40%
1,60%
1,12% 1,07%
1,20%
0,63%
0,80%
0,40%
0,00%
Menos e 20 mil de20 mil a 50 mil de 50 mil a 100mil de 100 mil a 500 mais de 500 mil
hab em 2010 hab em 2010 hab em 2010 mil hab em 2010 hab em 2010
1
A taxa de urbanização dos municípios brasileiro com população entre 100 a 500 mil habitantes é de 94,5%
(IBGE).
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 287
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R. L. Silveira, F. T. Jardim
Conforme fontes do IBGE (2001-2015), em 2001, 17,63% dos municípios brasileiros tinham
Plano Diretor, percentual que passou para 50,02% em 2015 e os municípios com mais de
2
O prazo era até outubro de 2006, o qual foi prorrogado posteriormente, pela lei 11.673/2008, para junho de
2008.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 288
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A partir dos dados apresentados na figura 2, verificamos que após 2001, o maior acréscimo
no percentual de municípios brasileiros com Plano Diretor foi da faixa populacional de 20
mil à 100 mil habitantes, que era o grupo da faixa obrigatória e que possuíam os menores
índices em 2001. Já os municípios com mais de 100 mil habitantes já tinham percentuais
altos em 2001, chegando a quase totalidade em 2015. Nota-se que após 2008, data limite
para efetuar a aprovação do Plano, os percentuais continuaram a crescer, tanto nas faixas
dos municípios com população entre 20 a 100 mil habitantes, quanto nas faixas que não
possuem a obrigatoriedade, ou seja, abaixo de 20 mil habitantes.
Figura 2. Percentual dos Municípios brasileiro com Plano Diretor, conforme faixa
populacional - 2001, 2008 e 2015
100,0%
Mais de 500 000 hab. 97,3%
100,0%
100,0%
De 100 001 a 500 000 hab. 96,9%
75,3%
86,9%
De 20 001 a 100 000 hab. 77,1%
31,0%
33,7%
De 5 001 a 20 000 hab. 16,6%
11,2%
28,9%
Até 5 000 hab. 10,4%
7,7%
No Rio Grande do Sul, em 2001, o percentual de municípios com Plano Diretor era de
34,27%, passando em 2015 para 57,74%, sendo que para os municípios com mais de
20.000 habitantes, o percentual em 2015 chega à quase 100% (tabela 01).
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 289
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Plano Diretor
Município Tamanho de população Com %
Plano Município
228 1 - Até 5000 94 41,2%
104 2 - 5001 até 10000 48 46,2%
65 3 - 10001 até 20000 46 70,8%
58 4 - 20001 até 50000 57 98,3%
24 5 - 50001 até 100000 24 100,0%
17 6 - 100001 até 500000 17 100,0%
1 7 - Maior que 500000 1 100,0%
Fonte dos dados brutos: IBGE, Pesquisa de Informações Básicas Municipais 2015. Dados da população conforme
censo demográfico 2010 (IBGE).
Comprova-se, portanto, que o Estatuto da Cidade foi efetivo para que os municípios com
mais de 20 mil habitantes tivessem os seus Planos Diretores, tanto a nível nacional, quanto
estadual. No entanto, ressalta-se que o acréscimo quantitativo no número de Planos
Diretores não necessariamente reflete um ganho qualitativo em termos de adesão destes
Planos às diretrizes e instrumentos do Estatuto da Cidade.
A partir dos dados da tabela 02, demonstramos a utilização dos instrumentos urbanísticos por
parte dos municípios do Rio Grande do Sul com mais de 20 mil habitantes e os que possuem
população entre 100 a 500 mil habitantes, sejam estes previstos no Plano Diretor, ou em
legislação específica, conforme dados da Pesquisa Munic do IBGE, referente ao ano 2015.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 290
O DESAFIO BRASILEIRO DA PROMOÇÃO DO DIREITO À CIDADE: A IMPLEMENTAÇÃO DO ESTATUTO…
R. L. Silveira, F. T. Jardim
tais políticas, como legislação sobre regularização fundiária, usucapião especial de imóvel
urbano, concessão de uso especial para fins de moradia e operação urbana consorciada.
Tabela 2. Municípios, com população acima de 20.000 habitantes e com população entre
100.000 a 500.000 habitantes, segundo os instrumentos de planejamento urbano no Rio
Grande do Sul, total e percentual - 2015
Total de Municípios do Rio Grande do Sul 497
Municípios com mais de 20.000 habitantes no Rio Grande do Sul 100
Municípios com população entre 100.000 a 500.00 habitantes no Rio Grande do Sul 17
Entre
Mais de
100.000 à
Total 20.000
Instrumentos de Planejamento Urbano 500.000
RS hab.
hab.
Tot. % Tot. %
Plano diretor - existência 287 99 99% 17 100%
Legislação sobre área e/ou zona especial de interesse social- existência 273 96 96% 17 100%
Legislação sobre zona e/ou área de especial interesse - existência 219 88 88% 17 100%
Lei de perímetro urbano - existência 489 98 98% 17 100%
Legislação sobre parcelamento do solo - existência 426 98 98% 17 100%
Legislação sobre zoneamento ou uso e ocupação do solo - existência 409 99 99% 17 100%
Legislação sobre solo criado ou outorga onerosa do direito de construir - existência 189 73 73% 16 94%
Legislação sobre contribuição de melhoria - existência 444 88 88% 15 88%
Legislação sobre operação urbana consorciada - existência 129 62 62% 16 94%
Legislação sobre estudo de impacto de vizinhança - existência 191 78 78% 16 94%
Código de obras - existência 389 95 95% 17 100%
Legislação sobre zoneamento ambiental ou zoneamento ecológico-econômico 147 53 53% 13 76%
Legislação sobre servidão administrativa 60 16 16% 6 35%
Legislação sobre tombamento 110 46 46% 14 82%
Legislação sobre unidade de conservação 73 31 31% 10 59%
Legislação sobre concessão de uso especial para fins de moradia 114 41 41% 7 41%
Legislação sobre usucapião especial de imóvel urbano 55 17 17% 3 18%
Legislação sobre direito de superfície 89 39 39% 8 47%
Legislação sobre regularização fundiária 130 56 56% 14 82%
Legislação sobre a legitimação de posse 30 9 9% 3 18%
Legislação sobre estudo prévio de impacto ambiental 147 47 47% 7 41%
Fonte dos dados brutos: IBGE, Pesquisa de Informações Básicas Municipais 2015. Dados da população conforme
censo demográfico 2010 (IBGE).
Considerando os municípios de porte médio do Rio Grande do Sul, numa análise mais
detalhada sobre a utilização de cada instrumento (figura 3), verifica-se:
a. Todos os municípios possuem Plano Diretor vigente posterior a 2001, ou seja, após o
Estatuto da Cidade. No entanto, possuem mais de 10 anos de aprovação os Planos
de Bento Gonçalves, Santa Maria e Sapucaia do Sul, necessitando renovação,
conforme previsto em lei;
b. O município de Sapucaia do Sul conta com todos os instrumentos da lista analisada
(12), seguido por Uruguaiana e Cachoeirinha, ambos com 10. Os municípios que
utilizaram menos instrumentos foram: Gravataí (5), Passo Fundo (6), Santa Cruz do
Sul (6), Santa Maria (6) e São Leopoldo (6). Não se identifica uma relação entre a
utilização de maior ou menor número de instrumentos em municípios que
pertencem a Região Metropolitana de Porto Alegre;
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Município A B 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 TOT
ALVORADA* 2000 2010 X X X X X - - X X - X - 8
BAGE 2008 2008 X X X X X X - X - - X X 9
BENTO GONCALVES** 2006 - X X X X X X - X - X X - 9
CACHOEIRINHA* 2007 2011 X X X X X X X X X - X - 10
CANOAS* 2008 2008 X - X X X X X X X - X - 9
CAXIAS DO SUL** 1972 2007 X X X X X X - X - - X - 8
GRAVATAI* 2000 2015 X X X X - - - X - - - - 5
NOVO HAMBURGO* 2004 2010 X X - X - X - X X - X X 8
PASSO FUNDO 2006 2015 X X X X X - - X - - - - 6
PELOTAS 2008 - X - X X X - - X X - X - 7
RIO GRANDE 2008 - X X X X X X X X - - X - 9
SANTA CRUZ DO SUL 1977 2007 - X X X X - X X - - - - 6
SANTA MARIA 2005 - X X X X - - - X - - X - 6
SAO LEOPOLDO* 2006 2008 X X X X - - - X - - X - 6
SAPUCAIA DO SUL* 2006 2006 X X X X X X X X X X X X 12
URUGUAIANA 2014 - X X X - X X X X X X X - 10
VIAMAO* 2013 - X X X X X X X X - - X - 9
TOTAL 16 15 16 16 13 10 7 17 7 3 14 3
Fonte dos dados brutos: IBGE, Pesquisa de Informações Básicas Municipais 2015. Dados da população conforme
censo demográfico 2010 (IBGE).
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 292
O DESAFIO BRASILEIRO DA PROMOÇÃO DO DIREITO À CIDADE: A IMPLEMENTAÇÃO DO ESTATUTO…
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Podemos observar, assim, uma tendência dos municípios do Rio Grande do Sul à
incorporação dos instrumentos do Estatuto da Cidade, o que representa um grande avanço,
no entanto, a pesar da previsão legal, questiona-se se estes instrumentos vêm sendo
aplicados de forma efetiva. Como exemplo, a demarcação de zonas de interesse social nos
Planos Diretores muitas vezes não é acompanhada por políticas que efetivem as demandas
por habitação de interesse social nestes locais. Também verificamos uma tendência à ampla
utilização de instrumentos como a outorga onerosa do direito de construir, que podem ser
utilizados de forma desvirtuada às diretrizes do Estatuto, como forma de potencializar os
índices urbanísticos, levando a uma mercantilização do solo urbano.
CONSIDERAÇÕES FINAIS
Para tanto, é necessário que haja uma convergência de esforços em nível de política
nacional como ocorrida no período da aprovação da lei e posteriormente com as
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 293
O DESAFIO BRASILEIRO DA PROMOÇÃO DO DIREITO À CIDADE: A IMPLEMENTAÇÃO DO ESTATUTO…
R. L. Silveira, F. T. Jardim
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ROLNIK, R. (2002). Estatuto das Cidades: guia para implementação pelos municípios e cidadãos.
Brasília: Câmara dos Deputados, coordenação de publicações.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 294
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
O DIREITO REAL DE LA JE E A
PRODUÇÃO DAS CIDADES BRASILEIRAS:
ENTRE A TEORIA E A PRÁTICA
J. Seabraa, A. R. Dutrab
a
Doutoranda no Programa de Pós-Graduação do Instituto de Arquitetura e Urbanismo da
Universidade de São Paulo (IAU -USP) – São Carlos, São Paulo - Brasil. Arquiteta e Urbanista
(IAU-USP).
b
Mestranda no Programa de Pós-Graduação em Desenvolvimento Territorial e Meio
Ambiente da Universidade de Araraquara (UNIARA) – Araraquara, São Paulo - Brasil;
Especialista em Licitações e Contratos Administrativos (UNISEB/COC); Procuradora Jurídica
do Departamento de Água e Esgoto de Bauru (DAE) – Bauru, São Paulo – Brasil.
jeseabra@gmail.com, arodriguero@gmail.com
295
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 295
O DIREITO REAL DE LA JE E A PRODUÇÃO DAS CIDADES BRASILEIRAS: ENTRE A TEORIA E A PRÁTICA
J. Seabra, A. R. Dutra
Resumen
O presente trabalho discute a e lei brasileira 13.465 de 2017, que instituiu definitivamente
o Direito Real de Laje. Trata-se do direito do proprietário de uma construção-base poder
“ceder a superfície superior ou inferior de sua construção a fim de que o titular da laje
mantenha unidade distinta daquela originalmente construída sobre o solo”. (Art. 1510-A).
Tal prática tem origem em arranjos praticados por moradores de favelas para viabilizar o
acesso a moradia. A partir de um breve panorama acerca do surgimento de políticas
habitacionais brasileiras preocupadas em solucionar o problema da moradia, propõe-se
discutir o Direito Real de Laje à luz da Reforma Urbana, procurando entender em que
medida essa lei aproxima o Direito e a realidade social, contribuindo para a segurança e a
legalidade dos moradores que usufruem do Direito de Laje ou se esta lei serve aos
interesses do capital, procurando reinserir os moradores em um sistema financeiro
organizado, além de abrir caminho para outras formas de mercantilização da moradia.
INTRODUCCIÓN
De acordo com dados do IBGE em seu último CENSO (2010) foram identificados 6.329
1
aglomerados subnormais , em 323 municípios do Brasil. Isso significa que 6% da
população brasileira (11.425.644 pessoas) mora em locais caracterizados por ocupação
clandestina e de baixa renda, precariedade de infraestrutura urbana e de serviços públicos,
ausência de parcelamento formal do solo e de vínculos de propriedade, além de
construções não licenciadas, em desacordo com os padrões legais vigentes; como o grande
exemplo das favelas. Portanto, morar em favela representa uma solução para a
sobrevivência de milhões de brasileiros que experimentam vulnerabilidades sociais,
distantes de uma cidadania plena. O presente trabalho se propôs a discutir o Direito Real
de Laje, instituído pela Lei nº 13.465/2017 em seu artigo 55, e que tem origem em arranjos
praticados pelos moradores de favelas para viabilizar o acesso a moradia, agora
capitaneados pelo ordenamento jurídico. Propõe-se discutir o Direito Real de Laje à luz da
Reforma Urbana, procurando entender em que medida essa lei aproxima o Direito e a
realidade social, contribuindo para a segurança e a legalidade dos moradores que
usufruem do Direito de Laje ou se esta lei serve aos interesses do capital, procurando
reinserir, ou mesmo inserir, os moradores em um sistema financeiro organizado, além de
abrir caminho para outras formas de mercantilização da moradia.
1
São considerados aglomerados subnormais assentamentos irregulares conhecidos como favelas, invasões,
grotas, baixadas, comunidades, vilas, ressacas, mocambos, palafitas, entre outros.
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O DIREITO REAL DE LA JE E A PRODUÇÃO DAS CIDADES BRASILEIRAS: ENTRE A TEORIA E A PRÁTICA
J. Seabra, A. R. Dutra
METODOLOGÍA
RESULTADOS
A Lei de Terras, como ficou conhecida a lei nº601 de 18 de setembro de 1850, foi a primeira
iniciativa no sentido de organizar a propriedade privada no Brasil. A partir desta data
ficaram proibidas as aquisições de terras devolutas por outro título que não o de compra.
A usucapião, obtenção de terras por meio de posse, não seria mais permitida. Aqueles que
já ocupavam algum lote receberam título de proprietário, sendo que a única exigência para
tal era residir e produzir naquela localidade.
Tratava-se de uma lei que buscava impedir que ex-escravos e imigrantes se tornassem
proprietários, fazendo concorrência aos grandes latifúndios monocultores. Promulgada
por D. Pedro II, ela preservava a estrutura fundiária do país que privilegiava os velhos
fazendeiros, de modo que as maiores e melhores terras mantiveram-se concentradas nas
mãos de antigos proprietários, permanecendo com suas famílias através de herança e
assegurando, assim, a exclusão das demais camadas da população desse processo durante
muitos anos.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 297
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Ermínia Maricato observa que esta lei “distingue, pela primeira vez na história do país, o que é
solo público e o que é solo privado” (Maricato, 1997, p.23). Dessa forma, a Lei de Terras se
configura na matriz que tornou possível regulamentar o acesso à terra urbana, definindo
padrões de uso e ocupação que ao longo do tempo serviram para garantir o privilégio das
classes dominantes, como observa João Sette Whitaker Ferreira:
As cidades brasileiras são hoje a expressão urbana de uma sociedade que nunca
conseguiu superar sua herança colonial para construir uma nação que
distribuísse de forma mais eqüitativa suas riquezas e, mais recentemente, viu
sobrepor-se à essa matriz arcaica uma nova roupagem de modernidade “global”
que só fez exacerbar suas dramáticas injustiças. Pesquisas de várias instituições
indicam que as grandes metrópoles brasileiras têm em média entre 40 e 50% de
sua população vivendo na informalidade urbana, das quais de 15 a 20% em
média moram em favelas [...]. E não seria exagero afirmar que a questão do
acesso à propriedade da terra está no cerne dessa enorme desigualdade sócio-
espacial. (Ferreira, 2005: s.p.)
Por outro lado, neste período algumas legislações nacionais trataram do tema da
2
regularização fundiária no Brasil, trazendo o cunho social instaurado em sua
interpretação, ainda que de forma tímida. Cabe citar aquí como exemplo o caso da
2
Em linhas gerais, a Regularização Fundiária Urbana inclui medidas jurídicas, urbanísticas, ambientais e sociais,
com o objetivo de integrar assentamentos irregulares ao contexto legal das cidades. Além de legalizar, visa
também à promoção da cidadania.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 298
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J. Seabra, A. R. Dutra
concessão do Direito Real de Uso, direito este previsto no artigo 1.225, XII do Código Civil e
disciplinado pelo Decreto-Lei nº 271, de 1967. A lei pode ser aplicada em terrenos públicos
ou particulares, remunerada ou gratuita, por tempo certo ou indeterminado, e possui fins
específicos, expressos no caput do artigo mencionado: “de regularização fundiária de
interesse social, urbanização, industrialização, edificação, cultivo da terra, aproveitamento
sustentável das várzeas, preservação das comunidades tradicionais e seus meios de
subsistência ou outras modalidades de interesse social em áreas urbanas” (Redação dada
pela Lei nº 11.481, de 2007, Art. 7º). Esta lei foi passou a ser ferramenta utilizada pela
população de baixa renda, como instrumento de regularização de assentamentos
precários de interesse social por todo o país.
É o que reitera o urbanista Flávio Villaça ao criar o conceito do “Plano Discurso”, uma peça
que tem função ideológica à medida que mascara com um discurso “competente”
interesses conflitantes e uma prática que reafirma a desigualdade (Villaça, 1995).
A década de 1980 viu a falência do SFH, mas o acesso à casa própria foi mantido com
compras legais, ilegal e ocupações, gerando, portanto, o aumento do número de imóveis
próprios, sem, entretanto, melhoria nas condições de moradia. Porém, uma nova
conjuntura política delineava-se no Brasil, marcada pela transição democrática,
reposicionando o tema da reforma urbana junto às reforma política e ao processo de
construção de novas bases federativas do Estado brasileiro por deliberação da
Constituição Federal de 1988
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 299
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J. Seabra, A. R. Dutra
No Brasil, a Constituição de 1988 expressa esse ideário em diversos dispositivos tal como
no artigo 3, que declara que entre os objetivos fundamentais da República Federativa do
Brasil encontram-se: construir uma sociedade livre, justa e solidária; erradicar a pobreza e
a marginalização; reduzir as desigualdades sociais; e promover o bem de todos.
O período que transcorreu de 1988 a 2001, ano da aprovação do Estatuto da Cidade, foi
marcado por experimentações no âmbito municipal que mostraram contradição entre
seus propósitos declarados e sua consumação no real, a exemplo das Zonas Especiais de
Interesse social (ZEIS) e das operações interligadas.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 300
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J. Seabra, A. R. Dutra
Enquanto isso tramitava no Congresso Nacional o Estatuto das Cidades, nome dado a Lei
Federal nº 10.257/2001, e que é hoje o principal instrumento legal e jurídico brasileiro de
regulamentação do acesso à terra urbana e que tem como legado exatamente combater a
3
herança histórica de exclusão social do país, caracterizada pela segregação socioespacial.
Curiosamente, o Estatuto foi aprovado por unanimidade em 2001, o que demonstra que a
conquista deste instrumento jurídico pode ser interpretada de muitas maneiras: para o
MNRU, conquistas em direção à universalização do direito à cidade, para o empresariado
urbano, a possibilidade de obtenção de vantagens advindas dos novos instrumentos.
Neste contexto, “diante da crise do regulative planning e da ascensão das modalidades
francamente mercadófilas de planejamento, a cautela e a crítica parecem ceder mais e
mais terreno à apologia da parceria direta e explícita entre Estado e capital imobiliário”
(Souza, 2002: 287).
3
“Bairros abastados que dispõem de áreas de lazer, equipamentos urbanos modernos
coexistem com imensos bairros periféricos e favelas marcadas pela precariedade ou total
ausência de infraestrutura, irregularidade fundiária, riscos de inundações e escorregamentos de
encostas, vulnerabilidade das edificações e degradação de áreas de interesse ambiental.”
(Fortes; Cobbett, in Estatuto da Cidade: comentado, 2010: 3).
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 301
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A materialização do objetivo e das diretrizes do Estatuto da Cidade pretende ser atingida por
meio de instrumentos de planejamento e de institutos tributários, financeiros, jurídicos e
políticos. Dentre os instrumentos de planejamentos já previstos em lei, mas que careciam de
regulação em lei federal para tornarem-se aplicáveis - tarefa realizada pelo Estatuto da
Cidade – e que são de especial interesse para o presente trabalho, destacam-se:
— plano diretor: obrigatório para cidades com mais de vinte mil habitantes e referência
constitucional para o cumprimento da função social da propriedade, passou a ser exigido
também para cidades integrantes de áreas de especial interesse turístico, para cidades
influenciadas por empreendimentos com impacto ambiental significativo e para as cidades
que pretendiam utilizar os instrumentos do Estatuto. Deve ser elaborado e implementado
democraticamente e seu conteúdo incorporado pela legislação orçamentária;
— gestão democrática: deve ocorrer por meio da ação de conselhos de política urbana,
da iniciativa popular de leis e da realização de debates, audiências, conferências e
consultas públicas;
4
A ocupação do Pinheirinho situava-se na zona sul de São José dos Campos-SP, composta por cerca de 8 mil
pessoas que moraram na ocupação por mais de 8 anos, próximo ao bairro Campos dos Alemães. Os “alemães”
eram quatro irmãos solteiros que foram assassinados na década de 1960, sem deixar herdeiros. A área deveria
ter se tornado herança vacante e tomada pelo Estado. Mas a terra foi grilada. Em 1981, o terreno foi vendido ao
empresário Naji Nahas. A empresa Selecta, de propriedade de Naji Nahas, faliu em 1990, e o terreno, localizado
em zoneamento industrial, permaneceu abandonado. A Selecta é uma off shore com sede num endereço
inexistente na cidade do Panamá.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 302
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J. Seabra, A. R. Dutra
— zonas especiais de interesse social (ZEIS): áreas urbanas em que a legislação pode
permitir padrões diferenciados de uso e ocupação do solo, com vistas a promover a
regularização de ocupações ou a facilitar a oferta de lotes e habitações para a população
de baixa renda, como já explicitado anteriormente neste trabalho.
Por sua vez, dentre o conjunto de novos instrumentos que constam do texto final do
Estatuto da Cidade, estava o direito de superfície, que se configura como o uso de
propriedade alheia por terceiro para exercer atividade de edificação, de forma gratuita ou
onerosa. Voltado para o Direito Imobiliário, ocuparia uma importante posição no
ordenamento jurídico brasileiro, pois ao dissociar o direito de propriedade do terreno e o
direito de propriedade de edificação, flexibilizava a utilização dos terrenos e concorria para
a melhor utilização econômica – no sentido do lucro - e social – ao possibilitar a ocupação,
sob uma nova lógica, de áreas centrais.
O programa tem sofrido criticas devido às suas intensas relações com a esfera do
mercado, dado o protagonismo do setor privado materializado nas construtoras. Nesse
sentido, o programa é movido pela pressão do mercado para aquecê-lo. Nesse contexto,
Lucia Shimbo (2010) demonstra que o Programa promoveu um crescimento exponencial
de um tipo especifico de produção habitacional, que ela denomina de “habitação social de
Em janeiro de 2012 a justiça de São Paulo determinou a retirada das pessoas da Ocupação para devolver as
terras à Selecta. Naji Nahas não pagava impostos há mais de 20 anos. Uma decisão da Justiça Federal mandou
suspender a reintegração de posse, mas a Justiça Estadual manteve a liminar que levou à retirada dos
moradores. A desocupação se constituiu como uma ação violenta do governo do estado e ficou conhecida
como “Massacre do Pinheirinho”. Cf.: Andrade, I. d. de, “A gente já nasce lutando”: a desocupação do
Pinheirinho, a política entre o formal e o informal. Revista de Antropologia, São Paulo, USP, 2013, v. 56 nº 1.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 303
O DIREITO REAL DE LA JE E A PRODUÇÃO DAS CIDADES BRASILEIRAS: ENTRE A TEORIA E A PRÁTICA
J. Seabra, A. R. Dutra
No que concerne à regularização fundiária de assentos informais urbanos, a lei que dispõe
sobre o PMCMV dedica um capítulo inteiro ao assunto. Essa lei alterou o Decreto-Lei no
3.365, de 21 de junho de 1941, as Leis nos 4.380, de 21 de agosto de 1964, 6.015, de 31 de
dezembro de 1973, 8.036, de 11 de maio de 1990, e 10.257, de 10 de julho de 2001, e a
Medida Provisória no 2.197-43, de 24 de agosto de 2001. Desse modo, tal lei foi formulada
para conferir celeridade à resolução de situações que iam de encontro ao programa.
5
Alguns juristas acreditam que o direito de laje seria uma modalidade de direito de superfície, instrumento que
tem previsão na legislação nacional desde 2001, como visto acima neste trabalho. Cf.: Carmona, P. A. C.
Aspectos Urbanísticos, Civis e Registrais do Direito Real de Laje. Revista Brasileira de políticas públicas. Volume
7, nº2, Agosto de 2017. ISSN 2236-1677
6
Claudia Franco Corrêa (2010) demonstra através de um estudo empírico sobre a favela de Rio das Pedras entre a
Barra da Tijuca e Jacarepaguá no Rio de Janeiro, a existência da venda de lajes antes mesmo de serem
edificadas; além de mostrar como opera na favela um sistema cartorário informal, em que uma associação de
moradores detém os registros dos nomes e endereços das propriedades socialmente legitimada na
comunidade.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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O DIREITO REAL DE LA JE E A PRODUÇÃO DAS CIDADES BRASILEIRAS: ENTRE A TEORIA E A PRÁTICA
J. Seabra, A. R. Dutra
contrário, não promoveriam uma adequada regularização fundiária. De acordo com Ligia
Melo (2010: 184-185), um programa de regularização fundiária:
Neste sentido, a regularização fundiária pode ocorrer em stricto sensu, como meramente
registral e de forma plena, envolvendo todos os aspectos assinalados acima, que a tornam
mais difícil de instituir, porém mais sólida e efetiva socialmente. (FERNANDES, 2011)
Dessa forma, a Lei Federal nº 13.465, aprovada em julho de 2017, e costurada inicialmente
no texto da Medida Provisória 759/2016 – e, portanto, sem debate público -, alterou
aspectos essenciais para a regularização fundiária urbana. A nova lei fixou um
entendimento de regularização fundiária urbana como a simples titulação do imóvel,
quando o conceito anterior previa uma série de medidas associadas a condições dignas de
moradia e acesso à infraestrutura adequada. Como exemplo, são cotejados os conceitos
de regulação fundiária no artigo 46 da Lei Federal nº 11.977/2009 – que teve seu Capítulo III
expresamente revogado pela lei nº 13.465/2017 - e no artigo 9º da Lei Federal nº
13.465/2017:
7
Entidades como o Conselho Nacional de Direitos Humanos (CNDH), a Associação Nacional dos Defensores
Públicos (ANADEP), a FNA (Federação Nacional dos Arquitetos e Urbanistas), e o FNRU (Fórum Nacional da
Reforma Urbana) questionaram o conteúdo da medida provisória com notas e recomendações. Após aprovada,
já enquanto lei federal, a Procuradoria Geral da República propôs uma Ação Direta de Inconstitucionalidade
(ADI), seguida de outra proposta pelo Partido dos Trabalhadores e uma terceira pelo Instituto de Arquitetos do
Brasil (IAB). As três tramitam e aguardam julgamento pelo Supremo Tribunal Federal.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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O DIREITO REAL DE LA JE E A PRODUÇÃO DAS CIDADES BRASILEIRAS: ENTRE A TEORIA E A PRÁTICA
J. Seabra, A. R. Dutra
Outra observação relevante é a de que a legislação sobre direito real de laje não abarcou
qualquer filtro social, seja correlata ao valor do imóvel ou da construção, da renda do
interessado, da impossibilidade de o interessado ter outro bem para valer-se do instituto,
etc.. Desse modo, apesar de ter sido festejada pela aparente simplificação cartorial do
processo de regularização fundiária, a legislação foi criticada por trazer um conceito de
regularização estritamente dominial, não voltando-se especificamente para populações de
baixa renda. Nesta lei a possibilidade de titulação se dá independentemente de
urbanização, sem discutir a inserção social das pessoas que vivem à margem e
independentemente de medidas outras que protejam as titulações do mercado
especulativo da terra urbana, numa leitura capitalista da terra urbana como mercadoria
(HARVEY, 2005)
Dessa forma, inicialmente, apesar da possibilidade efetiva de proteção jurídica trazida aos
moradores de lajes nas favelas, o Direito Real de Laje não trouxe qualquer conectivo social
em suas disposições, muito diferente de suas origens. Na verdade foi apropriado pelo
capital, pelas empresas e pelos interesses da especulação imobiliária que estão muito
distantes da realidade e dos problemas enfrentados nas periferias. A lei pode ser utilizada,
portanto, como uma nova ferramenta que abre novos mercados inclusive em regiões ricas
da cidade.
CONCLUSIONES
Após esse breve panorama da reforma urbana no Brasil que buscamos traçar, podemos
concluir que as conquistas públicas de hoje são herdeiras da política e que, a despeito da
transição lenta, gradativa e sob a vigilância do governo militar, a democracia entre nós
chegou pela ação cívica dos movimentos sociais e de grupos organizados segundo o
princípio da publicidade dos interesses da sociedade. A positivação dos direitos, dentro da
qual temos o exemplo paradigmático do Estatuto da Cidade, refletiria assim a coerência
desse ciclo ascendente. (OTA, 2010, p.9)
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 306
O DIREITO REAL DE LA JE E A PRODUÇÃO DAS CIDADES BRASILEIRAS: ENTRE A TEORIA E A PRÁTICA
J. Seabra, A. R. Dutra
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 307
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
vale_perez10@hotmail.com
Palabras clave: políticas de suelo, valorización diferencial del suelo, vulnerabilidad social.
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 309
POLÍTICAS DE SUELO, VALORIZACIÓN DIFERENCIAL DEL SUELO Y EXPANSIÓN URBANA HACIA ÁREAS DE VULNERABILIDAD…
V. Pérez, J. Frediani, B. Sánchez
Resumen
Ante este escenario, no es ilógico hacer alusión a los bajos niveles de efectividad de las
políticas públicas en el plano local, particularmente en relación a un grupo de políticas que
tienen aún menor visibilidad en dicho plano: las políticas de suelo.
INTRODUCCIÓN
La discusión sobre estas temáticas se hace necesaria cuando se observan las nuevas trans-
formaciones urbanas que se desencadenan a partir del nuevo régimen de acumulación,
donde la suburbanización, la segregación residencial y la fragmentación de la estructura
urbana, aparecen como rasgos comunes de la nueva geografía urbana (De Mattos, 2002).
En estas nuevas tendencias y fenómenos en las ciudades tienen decisiva incidencia los
cambios en la gestión urbana, reflejadas en una disminución de la intervención pública,
permitiendo que el capital privado a través de la plusvalía urbana, se ubicara como el pro-
tagonista central del desarrollo urbano.
Por otro lado, la operación del mercado del suelo en las ciudades latinoamericanas tiene
rasgos muy particulares que se plasman en su organización socio-espacial, a diferencia de
otras ciudades capitalistas. Esto se debe a sus condiciones sociales, políticas y económicas
consecuencia del proceso de acumulación propio de las ciudades latinoamericanas, carac-
terizado por bajos salarios, grandes contrastes en las situaciones socio-económicas de la
población, acelerado crecimiento urbano, baja intervención estatal y acentuada heteroge-
neidad en la producción del espacio construido (Jaramillo, 1999).
2
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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POLÍTICAS DE SUELO, VALORIZACIÓN DIFERENCIAL DEL SUELO Y EXPANSIÓN URBANA HACIA ÁREAS DE VULNERABILIDAD…
V. Pérez, J. Frediani, B. Sánchez
Pasando a la región que trata este artículo, el Gran La Plata, es una región que se encuen-
tra conformado por los municipios de La Plata, Berisso y Ensenada. Según el Censo Nacio-
nal de Población, Hogares y Vivienda de 2010, su población consta de 799.523 habitantes,
de los cuales el 80% se concentran en el partido de La Plata, el 10% en Berisso y el 8% en el
municipio de Ensenada.
En las últimas décadas se produjo en esta región una emigración de la población hacia
áreas del peri-urbano, entre áreas urbanas y no urbanas, con un consecuente cambio en
los usos del suelo. Esta situación generó una agravante revalorización del suelo, una gran
especulación por parte del sector inmobiliario, lo que produjo a su vez, un marcado con-
traste en los precios del suelo entre diversas zonas en el interior y en las periferias de las
ciudades (Frediani et al., 2012). En estas circunstancias, la valorización diferencial del suelo
urbano producto de la especulación urbanística genera segregación social, expulsando a
los sectores sociales de bajos recursos hacia áreas anegables, expuestos así una situación
de vulnerabilidad ya que, en definitiva, el funcionamiento del mercado de tierras y las con-
diciones socio-económicas de la población que ocupan el territorio son las que definen sus
posibilidades de poder vivir en un determinado espacio. (Frediani, 2012).
En este contexto, el objetivo general que propone este trabajo de investigación consiste en
contribuir al conocimiento teórico-empírico de las políticas públicas, su incidencia en la
valorización diferencial del suelo, y su relación con el proceso de expansión urbana hacia
áreas de vulnerabilidad social en el Gran La Plata. Este objetivo general deriva en objetivos
específicos, a mencionar:
1
Beca de Entrenamiento en Investigación: Beca Interna de Entrenamiento en Investigación FAU (UNLP): Tema:
“Estado de situación de la Región Capital a partir de la elaboración y formulación del diagnóstico FODA: identifi-
cación de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas en el marco de un desarrollo sostenible.” Becaria:
Arq. Valeria Pérez. Director: D. Delucchi; Codirector: Esp. Arq. María B. Sánchez A.
3
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V. Pérez, J. Frediani, B. Sánchez
Analizar el rol que desempeña el Estado mediante sus intervenciones directas e indi-
rectas en la valorización diferencial del suelo en el Gran La Plata.
Indagar en mecanismos de compensación o recuperación de plusvalías inmobiliarias,
existentes y/o con posibilidades de aplicar en el Gran La Plata, entendidos como
herramienta de gestión territorial y desarrollo urbano.
Evaluar la relación entre la configuración territorial actual de las periferias del Gran La
Plata y las intervenciones realizadas por el Estado.
Elaborar criterios y estrategias que contribuyan al ordenamiento territorial de las perife-
rias urbanas, en particular contemplando la potencialidad de las tierras vacantes para
disminuir y/o revertir los procesos expansión urbana sobre áreas de vulnerabilidad social
en estas áreas del Gran La Plata.
METODOLOGÍA
2
En relación a las etapas y acciones para llevar a cabo la investigación se pueden mencio-
nar las siguientes:
Una primera etapa (Fig.1) cuyo objetivo es la construcción del marco conceptual y meto-
dológico de la investigación. Las actividades se agrupan en dos fases. La primera de ellas,
en la que se enmarca este trabajo, consiste en recopilar material teórico sobre políticas de
suelo y su incidencia en la valorización diferencial del mismo. Asimismo se pretende buscar
antecedentes en donde se hayan implementado políticas de suelo; así sean casos exitosos
o casos donde no se hayan podido implementar. En relación a esto se realizarán ciertas
conclusiones al respecto. Luego se procederá a realizar la segunda fase donde se realiza la
revisión y reformulación definitiva de los objetivos y las hipótesis de trabajo, con el fin de
delimitar el objeto de estudio.
2
Esta investigación se enmarca en los primeros dos meses de las becas de investigación de la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
4
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V. Pérez, J. Frediani, B. Sánchez
La segunda etapa tiene por objetivo realizar un análisis de casos tanto a partir de informa-
ción secundaria como primaria a través de un estudio de campo. Se analizará y sistemati-
zará la información recopilada. Por otro lado, se seleccionarán casos particulares para ana-
lizar y se entrevistará a los actores involucrados. Asimismo se volcarán los datos obtenidos
en cartografías temáticas a través de sistemas de información geográfica.
La tercera etapa se compone de otras tres fases y tiene como objetivo elaborar lineamien-
tos y estrategias que puedan contribuir al ordenamiento territorial de las periferias urba-
nas del Gran La Plata. Primeramente, se analizarán mecanismos de recuperación de la va-
lorización inmobiliaria que puedan ser efectivos en el lugar de estudio como herramienta
de gestión urbana. Luego, se elaborarán estrategias y lineamientos de suelo que permitan
incorporar la tierra vacante al mercado de tierras de la Región. Por último, a modo de cie-
rre de la investigación, se contrastarán las hipótesis de trabajos y se redactará el informe
final de la investigación con las conclusiones correspondientes.
5
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V. Pérez, J. Frediani, B. Sánchez
RESULTADOS
Por un lado, este trabajo se inserta en un proyecto más extenso que investiga sobre la Re-
gión Capital (RC)3 y que viene desarrollándose desde el año 2014 en el Laboratorio de Pla-
nificación y Gestión Estratégica (LPG/E), UNLP. El proyecto de investigación mencionado
4
consta de diferentes fases para su desarrollo . La fase 6 es la que este trabajo presentado
en la Bienal pretende complementar.
Por otro lado, este trabajo pretende mostrar a otros interlocutores de la comunidad cientí-
fica la primera etapa de la investigación que se está realizando en el marco de las becas de
la Universidad Nacional de La Plata. Para esto, como decía Juan Samaja, la validación expo-
sitiva en esta etapa inicial de la investigación, es de suma importancia para poder orientar
las actividades posteriores (Samaja, 2012). Es fundamental poner en discusión las hipótesis
en contraste con otras adversarias así como también sumar interpretaciones del mismo
problema teniendo en cuenta los objetivos de este trabajo.
3
Tema: Formulación de Lineamientos Estratégicos e Ideas Proyecto Para La Región Capital y Sistema de
Indicadores de Desarrollo Sostenible Urbano-Territorial. Director: Dr. Arq. Fernando Alfredo Tauber. Co-
director: Arq. Esp. María Beatriz Sánchez. Sede: Laboratorio de Planificación y Gestión Estratégica
(LPGE), Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de La Plata.
4
Fases del Desarrollo del Proyecto de Investigación en el que se inserta este trabajo: F1- Recopilación-
sistematización-análisis de antecedentes sobre la RC; F2- Relevamiento- análisis de antecedentes de
planes estratégicos; F3- Diagnóstico (FODA) a partir de la IC.; F4- Formulación del diagnóstico (FODA),
sobre la RC; F5- Lineamientos propositivos-árbol estratégico-EIC; F6- Formulación de lineamientos
estratégicos e ideas-proyectos para el desarrollo regional sostenible. ; F7- Sistema de indicadores de
sostenibilidad regional. ; F8- Transferencia de resultados.
6
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V. Pérez, J. Frediani, B. Sánchez
En Colombia la contribución de valorización cuenta con mayor aceptación por parte de los
contribuyentes en relación a otros impuestos ya que en ella se ve de manera más clara la
relación costo-beneficio (el beneficio percibido por el propietario, por el inmueble y el costo de
la obra). Hay una legitimidad ciudadana en aceptar este cobro. Sumado a esto, el ciudadano
también tiene la posibilidad de hacer un seguimiento de las inversiones que pagó, exigiendo
que se inicien los proyectos y puede acceder a un informe final con el gasto de la obra.
Durante la década del 2000 este instrumento fue muy utilizado en Bogotá, Medellín y en la
mayoría de las ciudades con más de 300.000 habitantes en Colombia. Este país cuenta con
una legislación que data de 1921 y con una larga trayectoria en su implementación. En el
caso de Bogotá, se implementó la CV desde 1995 pero tuvo un período de cese y luego volvió
a utilizarse llegando a recaudar cerca de un millón de dólares hasta el 2016 (Figura 2).
El monto que se recaudará tiene como límite la capacidad de pago del contribuyente, in-
dependientemente del costo de la obra, y el método para distribuirlo es el de Factores de
Beneficio. Este método toma en cuenta los siguientes ítems: área de terreno, usos, densifi-
cación (pisos), estratificación (o nivel geoeconómico), grado de beneficio. Dentro de estos
parámetros, para calcular el grado de beneficio, es decir, cómo se revalorizarán los predios
aledaños a la obra de infraestructura, se determinan las zonas de influencia. Este proceso
define los predios sobre quienes se impone el gravamen, lo que depende además de una
decisión técnica, una decisión política ya que se termina de aprobar en el Concejo.
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Montos Recaudados para Obras Públicas Financiados con Contribución de Mejoras en Bogotá.
Período 2000–2013
Año de
Programas Fecha del Cobro Valor (US$)
aprobación
Acuerdo 451 de
Anillo Vial #1 Cobros en 2012 220.000.000
2010 de Poz Norte
Pero lo interesante de este caso es que las autoridades de Trenque Lauquen decidieron
ampliar el hecho imponible de la Contribución por Mejoras, no sólo ante la generación de
infraestructura, sino también para las acciones administrativas que cambien los paráme-
5
Este Plan abarca el período 1995 y 2005 pero se toman los datos desde el 2000 en adelante en relación al marco
temporal de esta investigación.
8
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tros urbanísticos, lo que permitió un mayor aprovechamiento del suelo y poder de esta
manera recuperar una parte de la valorización inmobiliaria.
A partir del 2011, con el nuevo plan de ordenamiento territorial, el municipio amplió el
perímetro urbano y, como producto de los cambios en los usos del suelo (de área rural o
complementaria a área urbana), se generó un importante aumento en los precios del sue-
lo, que fue controlado gracias a la implementación de la CM, a la vez que posibilitó al muni-
cipio de Trenque Lauquen adquirir una gran cantidad de terrenos para la política de desa-
rrollo urbano y la regulación del mercado de suelo. Así, varios casos donde los propietarios
de terrenos rurales realizaron la subdivisión del mismo según el nuevo uso del suelo, le
debían contribuir el 12% de los terrenos al municipio, tanto en forma de lotes como a par-
tir del pago equivalente en infraestructura y servicios.
Fuente: Plan Director de ciudad de Trenque Lauquen. Convenio CIUT – Municipalidad de Trenque Lauquen.
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En el caso del Gran La Plata, la región que abarca esta investigación, el marco legal que rige
allí se basa en la ley provincial Nº 14.449 de Acceso Justo al Hábitat del 2013 y la Ley
8912/77 de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo de la Provincia de Buenos Aires.
6
La Ley 8912/77 en el artículo 2 hace una referencia muy general a la eliminación de exce-
sos especulativos y orientar el proceso de ordenamiento urbano en relación a los intereses
de la comunidad. Sin embargo, no hay un artículo que hable explícitamente de los meca-
nismos para captar la valorización del suelo generadas por el Estado.
Por otro lado, la Ley 14449 de Acceso Justo al Hábitat (LA JH) de la Provincia de Buenos Ai-
res, le aporta un importante papel a los mecanismos de captación de plusvalías, al que
denomina “participación municipal en las valorizaciones inmobiliarias (PMVI)” y define los
hechos generadores de ese sobre-valor. En relación a esto también se publicó una serie de
guías para acompañar la implementación de estos instrumentos en los municipios. Esta ley
exige la contribución no inferior al 10% de la plusvalía que se genera por los grandes pro-
2
yectos de urbanización con tamaños superiores a 5.000 m ; un 50% de aumento del im-
puesto inmobiliario en tierras vacantes; una contribución especial en lotes beneficiados
por cambios en la zonificación; y el instrumento de reajuste de tierras públicas para pro-
gramas de vivienda social.
De los tres municipios que conforman la Región del Gran La Plata sólo La Plata hace refe-
rencia al cobro por plusvalía urbanística en su código tributario:
Tributo por plusvalía urbanística. Artículo 292. Por las actuaciones administrati-
vas, y/o intervenciones municipales, que produzcan una significativa valorización
de los inmuebles, así como las inversiones privadas en infraestructura y equipa-
miento, autorizadas o promovidas por el Municipio, y en aquellos casos en que
la misma sea superior al veinticinco por ciento (25%) del valor original, se abo-
nará hasta el treinta por ciento (30%) de la base imponible descripta de confor-
midad con las previsiones de la Parte Especial del presente Código Tributario, y
de lo que prevea la Autoridad de Aplicación.
En el caso del Municipio de Berisso, el mismo cuenta con la ordenanza 2512/02 de Uso,
Ocupación, Subdivisión y Equipamiento del Suelo, la ordenanza 2759/05 de Patrimonio
6
“Art. 2°.- Son objetivos fundamentales del ordenamiento territorial:
e) La implantación de los mecanismos legales, administrativos y económico-financieros que doten al gobierno mu-
nicipal de los medios que posibiliten la eliminación de los excesos especulativos, a fin de asegurar que el proceso
de ordenamiento y renovación urbana se lleve a cabo salvaguardando los intereses generales de la comunidad.”
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DISCUSIÓN
CONCLUSIONES
Actualmente, la mayoría de los países latinoamericanos cuentan con leyes nacionales que
avalan al sector público recuperar los incrementos de la valorización del suelo consecuencias
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de las inversiones públicas. Sin embargo, el porcentaje que representa el recaudo de este
tipo de instrumentos en las finanzas públicas de los países todavía sigue siendo muy baja.
A partir de lo investigado hasta el momento, se puede observar que existen casos en don-
de la implementación de los mecanismos de captación de plusvalía han sido exitosos. El
caso de Trenque Lauquen es representativo de los cambios importantes ocurridos en el
reconocimiento y en la interpretación del tema de recuperación de plusvalías en las últimas
dos décadas en la Provincia de Buenos Aires.
No obstante, en el caso del Gran La Plata, se nota una fuerte ausencia de la gestión de los
municipios en relación al desarrollo urbano. En el caso del Municipio de La Plata, son explí-
citos los códigos y regulaciones, pero no se llegan a poner en práctica. La gestión urbana
suele ser muy discontinua y no llega a lograr objetivos a largo plazo. En el caso de los Mu-
nicipios de Berisso y Ensenada, ni siquiera cuentan con un marco legal que incentive la
implementación de este tipo de instrumentos.
La utilización de instrumentos para mitigar las imperfecciones del mercado del suelo es
imprescindible para generar ciudades más equitativas, con un desarrollo urbano más
homogéneo donde se vea una intervención significativa desde la gestión urbana más com-
prometida a revertir los procesos de transformación y expansión de las ciudades actuales.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
felipe.comitre@ifpr.edu.br
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F. Comitre
Resumo
INTRODUÇÃO
A violência urbana é, cada vez mais, um tema recorrente nos estudos e análises de
diferentes áreas do conhecimento que buscam revelar sobre o avanço da criminalidade e
as suas consequências para a estrutura urbana e para a população. Apesar de muitos
estudos se direcionarem para a quantificação e distribuição espacial dos crimes, sabe-se
que os aportes teórico-metodológicos da Geografia podem transcender tal modelo.
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de direitos básicos dos cidadãos. Percebe-se, na relação entre novo urbanismo militar e
estado de exceção, que as táticas de se conter a violência geram violações de garantias
básicas de determinada parcela da população.
Escolheu-se como objeto de estudo a cidade de Sorocaba, situada no interior de São Paulo,
há aproximadamente noventa quilômetros da capital. Para associar o processo de
privatização do espaço público com o estado de exceção, decidiu-se analisar a Lei
Municipal nº 6411/00, que “Autoriza o fechamento das vilas e ruas sem saída residenciais
ao tráfego de veículos estranhos aos seus moradores”, o Decreto Municipal nº 13.410/02,
que “Dispõe sobre a regulamentação do uso do Parque Carlos Alberto de Souza e dá
outras providências” e a Lei Ordinária nº10.710/14.
O intuito do artigo consiste em revelar como a violência urbana, mais precisamente a sua
supervalorização, tem sido utilizada para estimular e legitimar a criação de estratégias pelo
poder público e novas possibilidades de lucro ao setor privado a partir de ações voltadas
ao combate dos crimes. Procura-se destacar a imposição do novo urbanismo militar com o
aumento do estado de exceção, especialmente pela negação do direito à cidade e pelo
avanço dos problemas socioeconômicos oriundos, principalmente, da privatização do
espaço público.
METODOLOGIA
1
No mês de fevereiro de 2018 o presidente do Brasil, Michel Temer, assinou um decreto que estabelece a
intervenção federal no estado do Rio de Janeiro. O decreto foi aprovado pelo Senado e, consequentemente, a
questão da segurança pública do estado passou para a esfera federal.
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A escolha das entrevistas não estruturadas, sem uma formatação prévia do entrevistador,
se deu por valorizar a opinião do entrevistado. A liberdade dada para a sequência de falas
do entrevistado contribuiu para a análise da vivência e do cotidiano em que ele está
inserido. A preocupação do entrevistado para não perder o foco da análise foi apenas a de
introduzir com fio condutor da entrevista a questão da violência urbana nas relações
executadas pelo entrevistado.
2
O direito à cidade é aqui entendido segundo a proposta de Lefebvre (2001), que consiste na concepção da
cidade como um bem coletivo, respeitando os direitos sociais e o bem público, isto é que permita o acesso
universal aos bens inerentes ao espaço urbano.
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excluído não está, por causa disto, absolutamente fora de relação com a norma;
ao contrário, esta se mantém em relação com aquela na forma da suspensão. A
norma se aplica à exceção desaplicando-se, retirando-se desta. O estado de
exceção não é, portanto, o caos que precede a ordem, mas a situação que
resulta da sua suspensão. (p. 25)
Vainer (2011) afirma que a cidade de exceção condiz com um novo modelo urbano
caracterizado pelo declínio das atribuições do Estado, sendo que as funções são
transferidas para o setor privado sob o pretexto de se diminuir com o excesso de
burocracia e controle político. Na prática, porém, a mudança possibilita o desrespeito às
leis e normas já estabelecidas.
Gomes (2002) acredita que o retrocesso do espaço público nas cidades, como por exemplo
a sua privatização, é responsável por gerar um decréscimo da cidadania, pois existe “[...]
um confinamento dos terrenos de sociabilidade e diversas formas de nos extrairmos do
espaço público (telefones celulares, fones de ouvido etc.), os modelos de lugares se
redefiniram, shopping centers, ruas fechadas, paredes “cegas”, etc”. (p. 174).
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O parque, que foi criado para adequar a drenagem urbana e evitar enchentes, destinou-se
desde o seu início para o desenvolvimento de atividades esportivas, principalmente a
caminhada. Além disso, o entorno do parque, dotado de bares e casas noturnas estimula o
deslocamento de grande contingente da população sorocabana até esse espaço público.
Logo após a inauguração do parque, era comum a população se deslocar até o local com o
intuito de se divertir, sobretudo no período noturno. A presença de muitos adolescentes e,
principalmente de pessoas de baixo poder aquisitivo, incomodava os moradores das
proximidades do parque Carlos Alberto de Souza. Deste modo, os moradores do Campolim
passaram a se unir para reivindicar frente ao poder público municipal a necessidade de se
adotar normas e ações que impedissem a presença de algumas pessoas no parque,
especialmente nos horários noturnos.
A atuação dos moradores das proximidades do parque Carlos Alberto de Souza revela uma
das quatro estratégias que Gomes (2002) explica ser responsável pelo recuo da cidadania e
do espaço público: a progressão das identidades territoriais.
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Logicamente que os argumentos dos moradores do Campolim, para afastar o pobre, não se
embasavam na questão da classe social dos frequentadores do parque. Utilizavam-se de
discursos como o problema do barulho, da baderna e, sobretudo, da falta de segurança no
local para legitimar ações de impedir a presença massiva de pessoas naquele espaço público.
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A leitura dos artigos citados revela uma aproximação dos termos usados com a formação
da identidade a partir da diferenciação do outro, como foi esclarecido por Gomes (2002).
Pode-se enfatizar o uso do vocábulo “estranhos” para os não moradores das ruas, sendo
que a validação da identidade se concretiza quando se analisa o critério para o fechamento
da rua: ser aceito por 70% dos proprietários dos imóveis.
Melgaço (2010) faz uma análise sobre a ampliação das arquiteturas anti-indesejáveis em
todo o globo, argumentando que na teoria elas se voltam para ampliar a segurança, mas
que na prática se direcionam para o afastamento do indesejável. De acordo com o autor,
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os objetos criados apresentam particularidades de cada país, região e cidade, porém, todos
possuem um objetivo principal: impedir a presença do outro, isto é, do diferente.
A permissão cedida pelo poder público de fechamento de vias viabiliza a concretização dos
quatro fatores, defendidos por Gomes (2002), como responsáveis pelo retrocesso do
público e da perda da cidadania. Primeiramente por possibilitar o processo de apropriação
privada crescente dos espaços comuns:
Outro processo em curso com a imposição da Lei Municipal nº 6144/00, é a expulsão dos
pobres de determinadas ruas devido a sua associação com a violência urbana. O pobre é
visto como o inimigo, o suspeito e o causador do avanço da criminalidade nos bairros
habitados pela elite financeira. Graham (2006) analisa a perseguição do negro e do pobre
devido à associação com a violência por meio do termo proposto por Micek (2006): “o
‘outro’ selvagem e urbano”. A estigmatização do pobre como violento incentiva a
progressão das identidades territoriais, outro fator mencionado por Gomes (2002), pois os
ricos buscam a todo instante se diferenciar do outro.
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Ambas as medidas se voltam aos interesses dos moradores do Campolim, isso porque a
presença massiva de pessoas na Pista de Caminhada, especialmente no horário noturno,
era motivo de inúmeras reclamações que associavam a presença do público com a
baderna e com a insegurança.
Mesmo com todo o respaldo político e econômico inerente aos moradores do Campolim, a
Lei Municipal 6144/00 foi considerada inconstitucional, em março de 2012, pelo Ministério
Público (MP), que alegou a relação da legislação com a negação do direito de ir e vir dos
habitantes de Sorocaba. A decisão do MP foi seguida da Lei Ordinária 10.477, de 17 de
junho de 2013. Esta foi responsável por revogar a Lei 6144/00 e, consequentemente, por
obrigar a retirada das barreiras materiais que impediam a entrada dos automóveis de não
moradores nas ruas e vias sem saída.
3
Entende-se o conceito de enclaves fortificados pela perspectiva de Caldeira (2000), caracterizados por aspectos
comuns que servem para o isolamento de objetos urbanos e, principalmente, das parcelas da população. Para
a autora os enclaves são propriedades privadas de uso coletivo, porém, valorizam o privado em detrimento do
público nas cidades, como é o caso dos condomínios fechados e shopping centers.
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Percebe-se a sobreposição dos interesses privados aos públicos, pois a reivindicação dos
moradores se pauta no egoísmo em detrimento da solidariedade. O que mais chama a
atenção é que os interesses privados, mais precisamente de um grupo que exige
privilégios, foi novamente acatado pelo poder público municipal de Sorocaba, já que em 8
de janeiro de 2014 foi aprovada a Lei Ordinária nº 10.710, que “Autoriza o fechamento das
vilas e ruas sem saída residenciais ao tráfego de veículos estranhos aos seus moradores”.
A visão da elite financeira e política de Sorocaba, porém, impõe-se pela negação do público
e, consequentemente, pela ampliação da privatização do espaço. As leis e decretos
voltados ao ordenamento do uso do espaço em bairros elitizados geram a apropriação
seletiva destes fragmentos pelas classes de melhor poder aquisitivo.
A questão da segurança passa a adquirir cada vez mais uma perspectiva mercadológica, o
que Santos (2012) explica como a associação do consumo ao ópio da sociedade
contemporânea. Acredita-se que a possibilidade se viver com segurança e harmonia só é
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O consumo, que se volta para a esfera da segurança, promove a ilusão de que a solução
para a violência urbana se encontra no avanço das estratégias do novo urbanismo militar,
mas na prática se obtém um efeito reverso, pois se diminui a convivência comunitária ao
mesmo tempo que se instaura um esvaziamento das ruas.
A diminuição do espaço público, via privatização, é seguida de seu abandono. É assim que
os poucos espaços que permitem o uso público nas cidades passam a se destinar quase
que exclusivamente ao pobre, já que não existe um investimento do Estado nesses locais.
Assim, torna-se comum se deparar com parques urbanos e praças abandonados, sem a
presença de condições básicas para a sua ocupação. Gomes (2002) acredita que é assim
que os espaços públicos se transformam em espetáculo da pobreza, caracterizado pela
mendicância, prostituição, uso de drogas e também pelo comércio ambulante.
O receio de se deparar com o outro, indesejável, faz com que as relações sociais sejam
reguladas por interesses específicos, tendo como pano de fundo o tema da (in)segurança.
Consequentemente, o espaço urbano se torna produto, meio e condição da fábula criada
de se conter a criminalidade por meio do isolamento, é assim que se amplia a segregação
socioespacial e da perda do direito à cidade.
CONSIDERAÇÕES FINAIS
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Apesar de a lei permitir a entrada de pedestres nas ruas reguladas pela configuração
securitária, a presença de instrumentos da arquitetura anti-indesejáveis impõe uma
apreensão ao não morador da rua, isto é, a quem não faz parte daquela identidade
territorial, logo, representa um processo de invasão.
Enquanto a segurança pública for tratada como controle dos pobres, a violência tende a se
ampliar e perpetuar no espaço urbano regulado pelo estado de exceção. A militarização da
questão urbana resulta na formação de espaços urbanos amplamente segregados, que
impedem o contato entre a diferença e que, consequentemente, estimulam o preconceito
entre seus habitantes. Formam-se, então, pessoas mais preocupadas em rotular uma
parcela da população do que investir no desenvolvimento da cidadania entre seus
habitantes.
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b
Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales (CIUT), Facultad de Arquitectura y
Urbanismo, Universidad Nacional de La Palta, Argentina
jcetulain@hotmail.com, jcetulain@gmail.com
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RIESGO HÍDRICO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL. CASO: REGIÓN DEL GRAN LA PLATA
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Introducción
Las inundaciones en áreas urbanas producidas por el cambio climático si bien parecen de
carácter excepcional son cada vez más recurrentes y ocasionan víctimas entre la población
(especialmente en los grupos más vulnerables), pero también afectan el funcionamiento de
la ciudad y generan pérdidas económicas por destrucción o deterioro de bienes muebles e
inmuebles.
En la Región del Gran La Plata (en adelante RGLP-Ver Figura N° 1), las inundaciones produ-
cidas el 2 de abril de 2013 con el conocido saldo en materia de pérdidas materiales y
humanas, puso en evidencia la necesidad, en primer término, de comprender que lo suce-
dido registra antecedentes (aunque de menor significación) y que puede repetirse. Ello
impone reflexionar sobre las causalidades y las propuestas de solución. De las primeras,
puede decirse que en las últimas décadas se ha tendido a asignar a los “cambios climáticos
globales” un peso singular en la recurrencia e intensidad de las precipitaciones; mientras
que –por el lado de las soluciones posibles- el diseño y ejecución de infraestructuras de
saneamiento hídrico son visualizadas como el modo de resolverlas.
Sin embargo, es preciso señalar que los procesos de ocupación y uso del suelo realizado -a
lo largo de décadas- han tenido muy baja consideración en la dinámica de los procesos que
deben guiarse y mediarse (especialmente de los arroyos y sus cuencas), ni a puesto a res-
guardo de las inundaciones la población, las actividades y sus bienes materiales que resul-
tarían factores causales principales de los efectos que conllevan las precipitaciones inten-
sas y prolongadas.
1
En 2000 se aprobó la Ordenanza 9231/00 de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo en el Partido de La Plata.
El área urbana incrementa su superficie un 17% y para viviendas en altura un 622%. En 2010, se sanciona la Or-
denanza 10703/10, que vuelve a intensificar los indicadores tantos constructivos como de ocupación del suelo.
Sin embargo las dos solo limitan la ocupación en las parcelas que limitan con los arroyos y no en todas las áreas
de riesgo. (G. Losano; 2011: 74-91).
2
Exigiendo por decreto medidas preventivas que deberían llevarse a cabo por los productores de forma indivi-
dual en cada uno de sus predios. Situación que pone en riesgo la degradación de las tierras del cinturón hortí-
cola platense. R E S O L U C I O N Nº 465 DASG/rcp/2011
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J. C. Etulain, I. López
Las primeras son las obras de drenaje de todo tipo que se necesitan para dirigir el agua de
lluvia ordinaria y que se calculaban con una recurrencias de pocos años, aunque hoy los
nuevos proyectos se están calculando para 25 años.
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J. C. Etulain, I. López
En este marco, el presente trabajo plantea la necesidad de actuar y tomar decisiones desde
el ordenamiento territorial, la planificación y la gestión considerando un abordaje integral.
Se considera imprescindible que cada municipio aborde integradamente los planes muni-
cipales de ordenamiento territorial con los planes municipales de gestión del riesgo (Gus-
tavo Wilches-Chaux, 2007:115) y a su vez integrados como región.
Estos Planes de Ordenamiento que ninguno de los tres municipios cuenta ni ha contado -a
excepción de Berisso que tuvo plan regulador -, necesariamente deben articular las deci-
siones en materia de medidas (estructurales y no estructurales). En La Plata nacen todos
los arroyos, y se despliegan sus cuencas alta y media. Las cuencas bajas, coinciden con los
partidos de Ensenada y Berisso y, los bañados de Maldonado, ya alterados y modificados
por obra del hombre y, canalizados para desaguar en el Río de la Plata.
1. Objetivos
Desde lo conceptual si bien se reconoce la necesidad de aplicar la teoría social del riesgo
para sostener cualquier plan (tanto de ordenamiento como de contingencia), por la escasez
de información y como primera aproximación, se ha utilizado para la modelización de la
situación de riesgos la metodología propuesta por Ribera Masgrau (2004), donde se reem-
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RIESGO HÍDRICO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL. CASO: REGIÓN DEL GRAN LA PLATA
J. C. Etulain, I. López
En este marco, se entiende que la gestión integral del riesgo implica un proceso continuo,
multidimensional, interjurisdiccional, interministerial y sistémico de formulación, adopción e
implementación de políticas, estrategias, planificación, organización, dirección, ejecución y
control, prácticas y acciones orientadas a reducir el riesgo de desastres y sus efectos, así como
también las consecuencias de las actividades relacionadas con el manejo de las emergencias
y/o desastres. Comprende acciones de mitigación (medidas estructurales –obras de hidráuli-
cas- y no estructurales), gestión de la emergencia y recuperación. (DNGIRDRA, 2015: 5 a 6).
3 4
Las primeras de esas medidas, se clasifican en “intensivas ” y “extensivas ”. Si bien muchas
de ellas demandan la intervención prioritaria de especialistas hidráulicos, las acciones vin-
3
Son intensivas cuando se realizan dentro del sistema de drenaje, es decir dentro del curso del arroyo principal y/o
sobre los cursos de agua de menor envergadura. Entre ellas figuran: diques y polders (para grandes ríos y en la pla-
nicie); mejorías del canal con reducción de la rugosidad por desobstrucción y corte de meandro; reservorios y/o la-
gunas, como todos tipos de reservorios (para cuencas intermedias), reservorios con compuertas (proyectos de usos
múltiples) y reservorios para crecidas (restringido al control de crecidas). También con obras de control de escurri-
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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RIESGO HÍDRICO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL. CASO: REGIÓN DEL GRAN LA PLATA
J. C. Etulain, I. López
Los enfoques del ordenamiento territorial como técnica y/o disciplina han tenido y tienen
como guía diferentes paradigmas. Hoy frente el cambio climático los Planes de Ordena-
miento Urbano y Territorial o Plan Director bajo estos preceptos son la herramienta que
debería guiar cualquier política sectorial de transporte, drenaje u otras.
¿Hacia dónde y cómo se ocupará la cuenca? Es parte sustancial de las medidas NO estruc-
turales que deberán planificarse para prevenir, mitigar y adaptar los asentamientos huma-
nos a las inundaciones, acompañadas por medidas estructurales, en sintonía con los pla-
nes de contingencia y los sistemas de alerta temprana, completando la red de seguridad
para las diferentes temporalidades.
3. Resultados
Un primer análisis relacionado con la distribución territorial de los niveles de riesgo más altos
tanto a nivel de la RGLP, se observa que los mismos coinciden con los cauces (aún cuando
estén entubados, como es el caso del Casco de La Plata) y las planicies de inundación que los
delimita con extensiones diferentes al total de los arroyos: Carnaval, Martin, Rodríguez, Don
miento urbano con obras de control “en la fuente” (áreas verdes, pavimentos permeables, pequeños reservorios
domiciliarios en patios y jardines con aplicación a los espacios urbanos y lotes de 300 a 500 m2; obras de control “en
el microdrenaje” que orientan a incrementar la infiltración y el almacenamiento local en paseos, plazas y áreas
públicas con incremento de áreas verdes, con reservorios de amortiguación en plazas, zonas bajas y bañados, en
lotes y áreas de hasta 1 u 2 km.2; y, obras de control “en el macrodrenaje” con reservorios de detención y retención
aplicados a lo urbano en áreas de aporte superior a los 2 km2; también por cambios en el curso de agua sobre el
curso de la crecida y desvíos; el primero para grandes cuencas y el segundo para cuencas medias y grandes.
4
Son extensivas cuando se realizan y actúan en distintas partes de la cuenca hidrográfica. Se trata de medidas
que intentan modificar las relaciones entre la precipitación y el escurrimiento superficial, como ser la alteración
de la cobertura vegetal del suelo, que reduce y retarda los picos de crecidas y controla la erosión de la cuenca.
Entre ellas figuran: la alteración de la cobertura vegetal que reducen el pico de crecida aplicable solo a peque-
ñas cuencas; el control de la pérdida de suelo que reduce la sedimentación y es aplicable a pequeñas cuencas.
(Bertoni, 1997: 76 y 77 – Tucci, 2009: 76 y 77).
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J. C. Etulain, I. López
Carlos, del Gato, Maldonado, del Pescado y otros afluentes menores, en el partido de La Pla-
ta. En las localidades de Ensenada y Berisso se suma la población que se asienta sobre el
albardón costero por debajo de los 5 metros sobre el nivel del mar, expuesto a inundaciones
tanto por sudestadas del Rio de la Plata como por precipitaciones extraordinarias.
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RIESGO HÍDRICO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL. CASO: REGIÓN DEL GRAN LA PLATA
J. C. Etulain, I. López
De éste análisis y síntesis, que fue realizado de modo exploratorio y por aproximaciones
sucesivas, testeando información secundaria y primaria, así como de los estudios sobre
potenciales acciones de adaptación y prevención, las principales recomendaciones o Li-
neamientos de Ordenamiento Urbano Territorial que surgen para orientar el acondiciona-
miento del territorio y el ambiente al riesgo de inundación de mediano y largo plazo son:
a. Considerar cada sub cuenca hidrográfica como una unidad de análisis y planificación
sobre las cuales se desarrolla la urbanización, la ruralidad y los espacios naturales,
asociada al Plan de control de aguas pluviales de cada zona urbana y la región.
b. Establecer la obligatoriedad de realizar planes municipales de ordenamiento urbano-
territorial y ambiental con la incorporación de medidas no estructurales para la re-
ducción del riesgo de inundación a mediano y largo plazo y orientar las medidas es-
tructurales, garantizando la integración regional de ellas, articuladas con los planes
municipales de gestión del riesgo de cada municipio y entre ellos.
c. Tener en cuenta en la formulación de los planes de ordenamiento las relaciones que
deben establecerse entre éste plan y el plan de contingencia de cada municipio,
identificando los riesgos en forma cualitativa y cuantitativa y analizando las lecciones
aprendidas.
a. Incorporar espacios de infiltración (en el total de las áreas urbanizadas y rurales) que
colaboren con el funcionamiento del ciclo del agua (Precipitación = evapotranspira-
ción + escorrentía + infiltración) en el marco de los atributos que tienen las cuencas
hidrográficas como unidades territoriales de planificación y gestión de los recursos
hídricos. Llevar a cabo políticas intensiva y demostrativa de infiltración generalizadas,
para educar a conciudadanos y profesionales.
b. Conservar los bañados, los cauces de los arroyos abiertos y las cañadas que les dan
origen como principales medios de drenaje natural con la divulgación de la necesi-
dad de mantenerlos de esta forma.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 344
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J. C. Etulain, I. López
c. Recuperar áreas urbanas (por normativa) aun no ocupadas, como áreas rurales y es-
pacio de infiltración.
d. Retardar la evacuación del flujo de las aguas pluviales, creando parques inundables
en espacios apropiados a seleccionar, asociados a los cauces de los arroyos y/o
adaptando parques existentes.
e. Adaptar la materialidad de calles, veredas, ramblas u otros espacios públicos con
materiales y diseños procurando el mayor grado de infiltración posible e incrementar
la arborización.
f. Reestructurar los trazados y la subdivisión del suelo que limitan con los arroyos para
prever el espacio público - camino de sirga - que debería crearse en sus márgenes.
g. Gestionar y monitorear el tratamiento de los márgenes de los arroyos, los macro y
micro drenajes que se creen, así como todas las políticas de arborización.
a. Orientar los crecimientos urbanos hacia lugares seguros (con medidas de promo-
ción) programando simultáneamente las acciones y regulaciones.
b. Adaptar la ocupación y el uso del suelo en el área zonificada como de riesgo - producto
de esta investigación - con la participación de la comunidad afectada y programar las
acciones y regulaciones para lograr grados óptimos de infiltración y drenaje.
c. Rever el Código de Edificación y/o Construcción asociado a la zonificación de riesgo y
con la participación de la población de cada zona para orientar la construcción de los
edificios, en cuanto a los aspectos estructurales, hidráulicos, de material y sellados.
Sera obligatorio construir un nivel superior por encima de la crecida probable.
d. Incorporar en el sistema edilicio existente y futuro reguladores/retardadores del
agua de lluvia.
e. Rever el factor de ocupación del suelo (FOS) así como el factor de ocupación total
(FOT) en relación al parcelamiento, su potencialidad y el logro del hidrograma cero.
f. Prohibir la expansión urbana en áreas de extrema vulnerabilidad ambiental, como
los trayectos que acompañan cada curso de cuencas y sub cuencas.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 345
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de estas zonas. Por lo tanto, en algunos casos puede no ser necesario erradicar a los
vecinos de estos lugares sino permitir que vivan en “mayores alturas”, aunque sí de-
biera pensarse en erradicaciones en las vías naturales de escurrimiento. (Por ejem-
plo: cercanos o sobre arroyos entubados)
c. Co-construir entre los tres municipios y la provincia un organismo de gestión de los
asentamientos en la región que compatibilice las prácticas, con la gestión y el segui-
miento conjuntamente y como partes del Comité de Cuencas existente.
CONSERVAR los cauces de los arroyos abiertos como corredores ecológicos y los ca-
minos de sirga como espacios de infiltración y recorrido (áreas urbanas, complemen-
tarias y rurales)
CONSERVAR los humedales que dan origen a los arroyos creando un sistema de áre-
as protegidas municipales.
CONSERVAR el bañado de Maldonado, correspondiente a Ensenada y Berisso como
parque inundable natural y apoyo a la educación ambiental.
CONSERVAR el suelo rural promoviendo la creación de un parque agrario en el cin-
turón fruti-horticola como espacio de de desarrollo económico - productivo y de pro-
tección de los bañados que dan origen a los arroyos.
ADAPTAR Y CONTROLAR la ocupación del suelo con invernaderos para la recupera-
ción del agua de lluvia del predio que ocupan.
RECUPERAR el suelo reservado para urbanizar y actualmente desocupado (área
complementaria) como suelo rural especialmente en las zonas atravesadas por cau-
ces de arroyos.
RETARDAR el flujo de las aguas pluviales creando parques inundables en espacios es-
tratégicos de los cauces de los arroyos y sus planicies de inundación.
ADAPTAR las construcciones delimitadas en la zonificación de riesgo hídrico con la
participación de la comunidad afectada (reviendo Código de Edificación).
ADAPTAR el FOS (Factor de Ocupación del Suelo) actual, limitando la ocupación de
cada parcela.
ADAPTAR parques y plazas existentes como parques inundables.
REDISEÑAR veredas y pavimentos con materiales que permitan la infiltración del
agua pluvial.
PROMOVER la arborización intensiva (árboles de alineación) en áreas urbanizadas y
en los márgenes de los arroyos en áreas rurales y/o complementarias.
INCORPORAR en el sistema edilicio existente y futuro reguladores/retardadores de
excedentes pluviales.
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J. C. Etulain, I. López
4. Conclusiones
Entre las principales conclusiones se puede mencionar que la construcción de los Mapas
de Riesgo –desde lo técnico-, además de posibilitar la cuantificación de la población y la
vivienda con los diferentes grados de riesgo, no existe para la región, por lo tanto constitu-
ye un producto de investigación importante y necesario de ponerlo en consideración de la
población, con el fin de ajustarlo a sus vivencias y experiencia.
Estos problemas son derivados mayoritariamente, de una gestión compleja para el orde-
namiento territorial, que se origina en intereses de grupos sociales y económicos dominan-
tes, de lo que resulta, la no valoración del espacio y la propiedad pública; la permisividad
de las administraciones para con las prácticas especulativas; la ausencia de conciencia so-
cial respecto al caso de estudio perteneciente a un espacio litoral-pampeano, que ejerza la
correspondiente presión sobre la estructura administrativa; el reparto no siempre claro de
competencias, entre los diferentes niveles de la Administración Pública, y la lentitud con
que la misma va asimilando los valores sociales y ambientales, en relación con los paráme-
tros e indicadores de calidad ambiental.
Los resultados como se ha demostrado ante estas condiciones, se revelan en una regulación
inadecuada, a veces inexistente, que no colabora en la gestión de un ordenamiento territorial
que tienda a la sustentabilidad y que se asocie a la gestión del riesgo propiamente dicho.
En este sentido, tanto la construcción del mapa de riesgo desde lo técnico como las estra-
tegias adaptativas de mediano y largo plazo formuladas por la investigación para la cons-
trucción de resiliencia, sirven como base para la formulación de planes, programas y pro-
yectos en el marco la gestión integral del riesgo como ha sido definida en el punto 2.
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Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 348
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Desde esta perspectiva, como hemos mencionado, los enfoques del ordenamiento territo-
rial han tenido y tienen como guía diferentes paradigmas. Hoy la utilización de la cartograf-
ía o Mapas de Riesgo es una necesidad para hacerle frente al cambio climático. En el caso
que nos ocupa los Planes de Ordenamiento Urbano y Territorial o Planes Directores (que
aun no tiene ninguno de los partidos), deberían incorporar este enfoque y realizar asocia-
dos a los anteriores los Planes de Contingencias, como herramientas idóneas que guíen
tanto la política integral como las sectoriales, por ejemplo: la de drenajes, tierra, vivienda y
transporte
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 349
RIESGO HÍDRICO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL. CASO: REGIÓN DEL GRAN LA PLATA
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 350
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
SUBSÍDIOS À CONSTRUÇÃO DE
DIRETRIZES METODOLÓGICAS PARA O
ORDENAMENTO TERRITORIAL DE
BACIAS HIDROGRÁFICAS
E. R. N. Lopesa,b, J. L. Albuquerque Filhob
a
Universidade Estadual Paulista Júlio de Mesquita Filho. Instituto de Ciência e Tecnologia
de Sorocaba. Laboratório de Geoprocessamento e Modelagem Matemática Ambiental.
Instituto de Pesquisas Tecnológicas de São Paulo.
b
Instituto de Pesquisas Tecnológicas de São Paulo. Centro de Tecnológicas Geoambientais.
elfany.lopes@unesp.br
351
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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SUBSÍDIOS À CONSTRUÇÃO DE DIRETRIZES METODOLÓGICAS PARA O ORDENAMENTO TERRITORIAL DE BACIAS HIDROGRÁFICAS…
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Resumo
INTRODUÇÃO
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E. R. N. Lopes, J. L. Albuquerque Filho
Após dez anos de publicação das Diretrizes, o documento pode ser considerado pouco
efetivo e de baixo uso pelas propostas de ZEEs. Nesse período, não houve atualizações e
revisões para avaliar a eficácia do documento e, tampouco, ficou clara a importância destas
na elaboração de propostas de ZEEs..
METODOLOGIA
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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RESULTADOS
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E. R. N. Lopes, J. L. Albuquerque Filho
Quanto ao Eixo Biótico, parâmetros deste setor são os mais escassos nas propostas de
zoneamento de bacias hidrográficas. A vegetação foi incorporada apenas a 41% dos
estudos, sendo influenciada pela realização do mapeamento do uso do solo/uso da terra
que auxilia a inclusão desta análise.
A fauna é o parâmetro de menor abundância dentre os levantados. Esse dado aponta para
a deficiência da manutenção do inventário das espécies de existentes na bacia hidrográfica
e de medidas de conservação e organização do território para considerá-los como
elementos do sitema ecológico-econômico.
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DISCUSSÃO
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E. R. N. Lopes, J. L. Albuquerque Filho
As teses de Bender (1998) e Silva (2005) apresentam a maior distinção em seus processos
metodológicos. Investigando as possíveis dissimilaridades, observou-se que o estudo de
Silva (2005) apresentou uma análise baseada em poucos parâmetros e desconsiderou
aspectos bióticos e socioambientais no processo.
CONCLUSÕES
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
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E. R. N. Lopes, J. L. Albuquerque Filho
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 361
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ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 362
EJE 2
PROCESOS
URBANOS,
SISTEMAS Y REDES
DE CIUDADES
Coordinador
Eduardo Garriz
CAMBIOS TERRITORIALES EN EL
ESPACIO PERIURBANO DEL ÁREA
METROPOLITANA CÓRDOBA. NUEVOS
USOS DEL SUELO, DINÁMICAS Y
CONFLICTOS TERRITORIALES EN EL
SECTOR NORESTE - ESTE DE LA CIUDAD
D. H. Omara, N. Fratinia, A. Martínezb
a
Departamento de Geografía, Facultad Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional
Córdoba
b
Universidad Empresarial Siglo XXI
Palabras clave: espacio periurbano, usos del suelo, dinámicas territoriales, conflictos
territoriales, cinturón verde.
Resumen
En este sector coexisten de manera compleja y contradictoria distintos usos del suelo: el
residencial de baja densidad, la actividad industrial peligrosa (dada por la concentración de
plantas fraccionadoras y envasadoras de gas); espacios recreativos, como clubes deporti-
vos y salones de fiesta; quintas con producción hortícola, viveros, canteras, depósitos in-
dustriales y de materiales de construcción, entre otros.
INTRODUCCIÓN
Analizar las transformaciones territoriales en el sector noreste – este del espacio pe-
riurbano de la ciudad de Córdoba, a partir del reconocimiento de las dinámicas es-
paciales, los cambios en los usos del suelo y los conflictos territoriales
Indagar sobre las dinámicas territoriales en el área de estudio, los cambios y conti-
nuidades en los usos del suelo.
Identificar los usos del suelo en el área de estudio, su heterogeneidad y las posibles
tensiones territoriales.
Analizar la distribución de patrones de uso del suelo en el área de estudio y su co-
rrespondencia con la normativa municipal.
El trabajo se estructura en una primera parte donde se presentan las características del
área de estudio y se especifica la metodología que se ha empleado para poder alcanzar los
objetivos planteados. Posteriormente se recuperan y exponen algunos aportes conceptua-
les que contribuyan a comprender el alcance de los procesos de cambio territorial a anali-
zar. A continuación, se abordan los cambios en los usos del suelo en el sector este de la
ciudad y las implicancias sociales y ambientales que conllevan dichos cambios, y se explici-
tan las dinámicas territoriales que operan en el cuadrante NE de la ciudad de Córdoba. En
el apartado siguiente se focaliza en los conflictos territoriales, latentes o manifiestos, vincu-
lados a las dinámicas y cambios espaciales que se despliegan en el sector NE - E de la ciu-
dad. El trabajo culmina con algunas reflexiones y consideraciones acerca del proceso de
indagación llevado a cabo y con el planteo de líneas de investigación a fin de poder seguir
avanzando en la comprensión de las transformaciones territoriales en el espacio periurba-
no de la ciudad de Córdoba.
METODOLOGÍA
Para poder dar cumplimiento a los objetivos planteados hemos desarrollado una metodo-
logía que incluye el análisis de imágenes satelitales y fotos aéreas del sector, datos estadís-
ticos, documentos y normativa de la Municipalidad de Córdoba. Así como un exhaustivo
trabajo de campo basado en la observación directa en el terreno, registro fotográfico y
entrevistas a informantes clave. Entre ellos, hemos entrevistado a habitantes que residen
en el sector hace más de seis décadas, a miembros de una ONG, a funcionarios municipa-
les, al médico que atiende en el Centro de Atención Primaria del barrio San Ramón, a una
propietaria de un lote en un barrio impulsado por una cooperativa privada.
APROXIMACIONES CONCEPTUALES
los usos del suelo y las formas de vida del campo y de la ciudad” (Zárate Martín, 1991: 142).
Estos espacios poseen límites difusos.
Hernández Puig (2016: 3) define al espacio periurbano como “una franja marginal de tran-
sición urbano-rural, que es asimilada sólo en parte por el proceso de dispersión urbana y
que conserva atributos típicamente rurales”.
Lorda (2008) define a los espacios periurbanos como áreas muy dinámicas, donde se su-
perponen actividades económicas diversas, que originan relaciones conflictivas entre el
núcleo urbano organizador, sus actores y estos espacios, que se manifiestan a través de la
fricción entre usos de suelo no compatibles, la degradación ambiental y el deterioro del
paisaje.
Según Colledge (1960; en Hernández Puig, 2016:4), el espacio periurbano se caracteriza por
una pauta de ocupación del territorio en continuo cambio; explotaciones agrícolas de pe-
queño tamaño (como consecuencia del incremento del valor de la tierra previo a su desa-
rrollo urbano); una producción agrícola intensiva (por tener la demanda asegurada); una
densidad de población moderada o baja; una rápida expansión residencial; una incompleta
dotación de servicios y equipamientos públicos; y frecuentes operaciones especulativas de
edificación.
Dada la heterogeneidad de usos del suelo que caracteriza los espacios periurbanos, Lorda
(2014) afirma que es posible identificar microespacios que funcionan con cierta autonomía,
diferenciando de este modo:
“espacio periurbano de borde” de menor dinamismo donde predomina un uso del suelo
rural, con usos del suelo urbanos intersticiales; una organización del espacio donde
prevalece una lógica productiva.
Barsky (2005) aborda el análisis de los espacios periurbanos como las áreas de producción
intensiva que rodean y abastecen de materias primas alimenticias a las grandes ciudades,
desde un enfoque ligado a la Ecología Urbana.
Para este autor “el periurbano constituye un “territorio de borde” sometido a procesos
económicos relacionados con la valorización capitalista del espacio, como consecuencia de
la incorporación real o potencial de nuevas tierras a la ciudad” (Barsky, 2005:3).
Desde esta perspectiva, y retomando las consideraciones ya formuladas por Capel (1994),
Barsky (2005) llama la atención sobre la fragilidad ecológica que presentan los espacios
periurbanos debido a las actividades intensivas que allí se desarrollan y a la elevada pre-
sión antrópica que implica para los ecosistemas de borde el despliegue del proceso urba-
nizador. En consecuencia, estos espacios se ven afectados por profundas alteraciones
ecológicas y ambientales.
Vinculado a las distintas modalidades que pueden asumir los procesos de periurbaniza-
ción, subyace la discusión entre un modelo de ciudad compacto y otro difuso. Un creci-
miento urbano de carácter disperso conlleva un incremento innecesario de los desplaza-
mientos, un consumo excesivo de suelo agrícola y forestal, y una homogeneidad social y
funcional creciente en las nuevas áreas (Monclús, 1999; en Frediani 2009).
Este sector de la ciudad se caracteriza por una ocupación del suelo de baja densidad e in-
tensidad. Pudimos corroborarlo a través del trabajo de campo realizado y del análisis de
imágenes satelitales correspondientes a distintos años
En cuanto a los usos del suelo, se observa una gran heterogeneidad, ya que coexisten la
función residencial con actividad industrial peligrosa (dada por la concentración de plantas
fraccionadoras y envasadoras de gas en este sector de la ciudad); espacios recreativos,
como clubes deportivos y salones de fiesta; quintas con producción hortícola, viveros, can-
teras, depósitos industriales y de materiales de construcción; entre otros.
Según la mencionada ordenanza, la mayor parte de este sector está catalogada como
patrón V que incluye a las “actividades que deberán necesariamente localizarse en áreas
1
La Ordenanza 8133/85 define como “usos asimilables” al uso del suelo industrial a todos aquellos susceptibles
de provocar conflictos funcionales de significación en el conjunto urbano, en razón de su tamaño, volumen, ru-
bro y/o tipo de procesos utilizados, tales como depósitos (almacenamiento de materias primas necesarias a los
procesos industriales o productos resultantes de los mismos, ya fueren acabados o partes), fraccionamientos,
en los casos en que éste no modifique las características cualitativas del material, reparación, renovación o re-
construcción de productos por medios mecánicos o manuales; prestación o generación de servicios mediante
procesos de tipo industrial, y demás actividades que por sus características sean incluídas en la "Clasificación
Detallada de Actividades Económicas por Patrones"(art. 3ª).
Una superficie menor, que se localiza hacia el sur de este sector, y también en una franja
contigua a la avenida de circunvalación, se encuadra dentro del patrón IV b, que corres-
ponde a “actividades que podrán localizarse en áreas predominantemente industriales e
industriales - rurales, permitiéndose los máximos valores de superficie para todo tipo de
actividad y en donde no se admitirá el uso residencial (...) para algunas actividades se fija
localización específica (ej. curtiembres, fabricación de pasta de papel y destilación y frac-
cionamiento de alcoholes)” (Ordenanza 8133/85, art. 8º, inc. 8.4.2.).
Hacia el norte de este sector se extiende el patrón IAR (Industria Área Rural) que “comprende
a las actividades que están directamente relacionadas con la explotación de los recursos
naturales renovables y no renovables en el cual el suelo, las aguas, la flora y la fauna partici-
pan como elementos de la misma. Se incluyen también en este patrón las actividades que
procesen tales recursos y las que por sus características de tipo, función y/o magnitud pue-
dan o deban asentarse en áreas rurales” (Ordenanza 8133/85, art. 8º, inc. 8.6.).
siguiente manera: 41% rural - industrial, 28,2% industrial, 20,5% industrial peligroso (patrón
V), 3,6% mixto (residencial - industrial) y 6% residencial.
Sin embargo, un análisis de los usos del suelo efectivamente existentes en el área de estu-
dio evidencia una significativa discordancia con lo que estipula la normativa. Un releva-
miento de la Dirección de Planeamiento Urbano (2015) determinó la siguiente distribución
de usos del suelo en el cuadrante NE de la ciudad de Córdoba: 82,8% rural extensivo, 1,5%
rural intensivo, 9,7% industrial, 0,5% industrial explosivo (gas), 2,8 % residencial, 1,3% asen-
tamientos fraudulentos, 0,7% equipamiento (recreativo, educativo, salud); 0,7% tierras va-
cantes.
2
El cinturón verde de la ciudad de Córdoba está conformado por pequeñas unidades pro-
ductivas de 2 a 15 hectáreas que se explotan de forma intensiva bajo riego y abastecen de
alimentos frutihortícolas a la ciudad.
La expansión de los usos residenciales urbanos sobre esta zona, con el consiguiente in-
cremento en el valor de la tierra, sumado a la falta de infraestructura necesaria, han provo-
cado que muchos productores vendieran o arrendaran sus explotaciones para migrar hacia
otra zona productiva o bien optaran por dedicarse a otra actividad.
Según Coppi (2002, citado en Benencia 2012), el 50% de los productores del cinturón hortíco-
la de Córdoba es de origen boliviano.
2
Según las “Bases para el Plan Director de la ciudad de Córdoba”, los usos rurales representan el 29% de la super-
ficie del ejido municipal (Municipalidad de Córdoba, 2008). El cinturón verde abarca, además del cuadrante NE,
el sector sur de la ciudad de Córdoba.
Dentro del sector este del espacio periurbano de la ciudad de Córdoba, focalizamos nues-
tro análisis en la zona de Chacra de la Merced, que ha experimentado significativas trans-
formaciones en las actividades y usos del suelo en los últimos 30 años.
Como parte del cinturón verde de la ciudad, en proceso de retroceso, se encontraba atravesa-
do por canales de riego superficiales, que la Secretaría de Recursos Hídricos administraba,
cobrando un canon de riego por su uso. En la década de 1980 se instala la planta depuradora
de líquidos cloacales Bajo Grande para la ciudad de Córdoba y algunas localidades del área
metropolitana. A finales de 1980, se detectan casos de contaminación en frutas y hortalizas,
razón por la cual la Municipalidad decide prohibir la venta de los alimentos producidos en la
zona de Chacra de la Merced en el Mercado de Abasto de la ciudad. Los canales distribuían el
agua proveniente del río Suquía (que atraviesa la ciudad), sin ningún tipo de tratamiento. Exis-
ten evidencias que, más allá de la presencia de la planta de tratamiento de efluentes cloacales,
la contaminación proviene de aguas arriba. Aún así, debido a que la producción frutihortícola se
vio seriamente comprometida por la contaminación del agua de riego, la mayor parte de los
productores de la zona emigró hacia Río Primero, San Ramón, Villa Esquiú, Montecristo, Colo-
nia Tirolesa, el Quebrachal, paraje La Puerta, y La Dorotea, zonas donde aún subsisten parce-
las del cinturón verde de la ciudad
Los propietarios de los predios dedicados a la actividad frutihortícola que permanecieron en
Chacra de la Merced buscaron agua potable a través de perforaciones. Y al excavar encontra-
ron agua, que también estaba contaminada; así como arena, granza, piedra, en cantidad sufi-
ciente como para iniciar su explotación. En consecuencia, los propietarios de la tierra reconvier-
ten su actividad o venden/arriendan sus terrenos para iniciar canteras. En la zona ya operaban
algunas empresas de extracción de áridos (Calviño, Palmar), pero desde entonces la actividad
se expande aún más. Se generan asimismo algunas industrias subsidiarias a la actividad mine-
ra como talleres mecánicos para máquinas pesadas. Cada cantera terminaba dando origen a
una laguna, ya que al llegar al nivel de la napa freática seguían excavando dado que la calidad
de la arena seguía siendo buena.
Llegó a haber 220 lagunas y lagunitas. Algunas de ellas se convirtieron en basurales irregulares.
Si bien esta zona de la ciudad se encuentra dentro del ejido urbano, la cobertura de servi-
cios básicos resulta insuficiente, y existe escaso control de las actividades que se llevan a
cabo por parte de las autoridades. Tanto la Municipalidad como el gobierno provincial evi-
dencian falencias en cuanto a la regulación de las condiciones sanitarias y ambientales del
sector. Si bien algunas actividades lograron ser frenadas momentáneamente por Policía
Ambiental de la provincia, sería necesario un abordaje más integral y efectivo en lo atinen-
te al ordenamiento territorial.
Se logró frenar el volcamiento de residuos que una empresa de cerámicos realizaba a ins-
tancias de la Municipalidad. Esta empresa vertía el líquido del lavado para homogeneizar
las zonas bajas. Los contaminantes provienen del pulido de las baldosas, para lo cual en
general se utilizan sales. Las familias de Chacra de la Merced recurrían a esta empresa para
que rellenara sus terrenos y homogeneizaran los suelos.
Hasta hace unos 10 años atrás, la provisión de agua potable por red no estaba garantizada
en este sector de la ciudad. Como ya existían evidencias de que el agua se encontraba con-
taminada, se comenzó a traer agua potable en camiones, o bien se adicionaba cloro al
agua de consumo familiar.
En 2007 la ex Dipas, actual Secretaría de Recursos Hídricos, extendió la red de agua pota-
ble. Realizó dos perforaciones, en Villa la Merced y en Ciudad de Mi Esperanza, a 220 me-
tros de profundidad, que permitió acceder a agua de muy buena calidad, e instaló una
bomba central, que permitió impulsar el servicio hasta el km 5,5 de Camino a Chacra de la
Merced. Desde allí se distribuye en dos ramales: uno hacia el oeste y el otro hacia el este,
hasta el límite del ejido municipal.
Fuente: Policía Ambiental. Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, gobierno de la provincia de Córdoba, 2016.
El resto del sector se provee de un caño de uso exclusivo para la planta de Bajo Grande que
se tendió en la década del 80. Muchas familias y empresas se proveen agua de ese caño,
de manera irregular.
Una de las principales dinámicas territoriales que se advierten en el sector está dada por el
acelerado proceso de fraccionamiento del suelo, según testimonio de un funcionario de la
Secretaría de Planeamiento Urbano de la Municipalidad de Córdoba, basado en los trámi-
tes iniciados en su oficina. En la mayor parte de los casos, la subdivisión de la tierra está
motivada por cuestiones de sucesión. Las nuevas generaciones no se dedican a las mismas
actividades productivas que sus antecesores y residen en otros barrios de la ciudad; no
manifiestan interés por seguir viviendo en el área de estudio.
De todos modos, consideramos también que en esta dinámica pueden estar operando
factores vinculados a la valorización de la tierra e inferimos posibles estrategias de especu-
lación inmobiliaria por parte de los propietarios de lotes en este sector de la ciudad.
Una observación minuciosa del área de estudio permite apreciar un proceso de consolida-
ción habitacional al interior de la avenida de circunvalación hacia fines de la década de
1980 y principios de los ´90. En las imágenes se puede observar, además, la presencia de
un cinturón frutihortícola en el área externa adyacente a la circunvalación, que en años
posteriores aloja nuevos usos que conviven con el rural. Una de las actividades catalogada
como uso de suelo peligroso se corresponde con las plantas que realizan el envasado, al-
macenaje y fraccionamiento de gas. Estas plantas surgen en torno al año 2000, confor-
mando con el tiempo verdaderas economías de aglomeración, y conviven con otros usos:
residencial, rural, recreativo (salones de fiesta, clubes de campo) y deportivo.
En Villa Esquiú existe un loteo promovido por una cooperativa privada, orientado a matri-
monios jóvenes. El plan de viviendas está financiado a diez años; la entrega del lote permi-
te la posibilidad de instalarse de manera inmediata. Se loteó hace seis años. El loteo tiene
insuficiente cobertura en cuanto a infraestructura de servicios: el agua, el gas y la luz llegan
hasta el ingreso al barrio (sobre la avenida Capdevila), y el propietario de cada lote se en-
carga de extender la provisión del servicio hasta su vivienda.
Este loteo se ha ido poblando y consolidando de manera progresiva. No existe una tipolog-
ía edilicia definida, sino que cada propietario tiene absoluta libertad para erigir su vivienda,
en cuanto a materiales y modalidad de construcción. Los propietarios han ido mejorando
sus viviendas con el transcurso del tiempo. Este loteo se halla en proximidades de produc-
ciones frutihortícolas, viveros, salones de fiesta y numerosas empresas envasadoras de
gas; lo cual se traduce en una compleja yuxtaposición de usos del suelo, algunos de ellos
no compatibles entre sí, como los espacios residenciales y la actividad industrial peligrosa.
En el sector noreste perviven remanentes del cinturón verde de la ciudad de Córdoba, por
lo cual la actividad hortícola es aún significativa. Razón por la cual resulta de vital impor-
tancia garantizar el acceso al agua para riego en las explotaciones, que se obtiene a partir
de perforaciones y se distribuye mediante canales.
En Villa Esquiú y San Ramón se relocalizaron muchos de los productores hortícolas que no
pudieron continuar desarrollando sus actividades en Chacra de la Merced, debido a la
pérdida de fertilidad del suelo y las crecientes dificultades para obtener agua apta para el
riego de las explotaciones, que los obligó a realizar perforaciones cada vez más profundas,
y por ende costosas (Criado, 2013). Se produjo así un proceso de desplazamiento de los
productores hortícolas bolivianos dentro del cinturón verde de la ciudad (desde el este
hacia el NE de la misma) que implicó además un redireccionamiento de sus prácticas pro-
ductivas y laborales.
El área de estudio se halla expuesta a diversas tensiones y conflictos, muchas veces laten-
tes, otros explícitos.
Una problemática social relevante está dada por las condiciones de trabajo ilegal e insalu-
bre. La manipulación de agroquímicos puede afectar gravemente la salud de los trabajado-
res en las quintas, según nos manifestó el médico del dispensario de Villa Esquiú. Las con-
diciones de vida de los trabajadores también son deficitarias en relación a la vivienda, con-
diciones de higiene y frecuentes situaciones de hacinamiento que se han detectado.
Existe una significativa e inequitativa desproporción entre el pago por la mano de obra
empleada y el precio final de los productos. La concentración de la actividad hortícola en
manos de pocos productores promueve estas inequidades.
A partir de las entrevistas realizadas, pudimos identificar otros conflictos en relación al uso
y apropiación de la tierra vinculados al arribo de población de origen boliviano, que hace
alrededor de 30 años se establecieron primero en Chacra de la Merced y luego en Villa
Esquiú y San Ramón. Aprovecharon inicialmente unos créditos a 30 años de la firma Astori
para acceder a viviendas por medio de hipotecas. La producción hortícola pasó de estar en
manos de los pobladores originarios de ascendencia italiana a productores de origen boli-
viano que pasaron a convertirse en propietarios y lograron tecnificarse.
CONSIDERACIONES FINALES
En principio, por la dificultad que implica el abordaje de los espacios periurbanos, tan
complejos, dinámicos y heterogéneos en cuanto a la configuración territorial, la multiplici-
dad de actividades productivas y de lógicas socioespaciales que operan en estos ámbitos,
que en ocasiones se traducen en conflictos territoriales.
Este trabajo constituye una primera aproximación al análisis de los cambios territoriales en
un sector específico del espacio periurbano de la ciudad de Córdoba, que posee caracterís-
ticas particulares y evidencia procesos de transformación singulares.
A fin de poder comprender mejor las dinámicas territoriales que operan en el área de estu-
dio, estimamos que debemos profundizar en el trabajo de campo, ampliando la red de in-
formantes clave que nos permita acceder a las instituciones que tienen mayor injerencia en
la vida social y comunitaria. Así como avanzar en el análisis e interpretación de imágenes
satelitales correspondientes a distintos cortes temporales, que nos permita identificar con
mayor grado de precisión los principales cambios en los usos del suelo. Y en el conocimiento
de la normativa de uso y ocupación del suelo a fin de cotejar con los procesos de transfor-
mación territorial que que se despliegan en estos espacios tan singulares y cambiantes.
Nos interesa señalar que la decisión de identificar sectores dentro del espacio periurbano
de la ciudad de Córdoba a fin de analizar las dinámicas y transformaciones territoriales que
se producen en él, obedece a la imposibilidad de abordar el espacio periurbano en su con-
junto, dada la heterogeneidad, complejidad y dinamismo que lo caracterizan. Sabemos que
cualquier recorte espacial que hagamos resulta arbitrario, aunque hemos tenido la precau-
ción de tener en cuenta las lógicas que subyacen a los procesos de cambio y transforma-
ción territorial. Cabe destacar asimismo que los diferentes sectores se hallan estrechamen-
te relacionados entre sí y se ven afectados por los mismos procesos, aunque de manera
singular en cada uno de ellos. En el caso de los sectores NE y E, analizados en este trabajo,
se encuentran vinculados por hecho de ser (o haber sido) parte del cinturón verde de la
ciudad, por el desplazamiento de productores hortícolas desde el E hacia el NE de la ciudad
(e incluso otras localidades de la Región Metropolitana Córdoba) y por la relevancia que
reviste el aprovisionamiento de agua de buena calidad, tanto para riego de las quintas co-
mo para consumo familiar.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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construcción del barrio El Porvenir. Transformaciones en el borde urbano de Bogotá, pp. 25 -
40. México D.F., Universidad Nacional Autónoma de México.
CRECIMIENTO URBANO Y
FRAGMENTACIÓN SOCIO-ESPACIAL EN
EL AGLOMERADO GRAN SAN
SALVADOR DE JUJUY (NOROESTE
ARGENTINO)
M. L. Albornoz
Centro de Estudios sobre el Territorio y Hábitat Popular (CETyHaP), Facultad de
Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de Tucumán.
albornozlu@gmail.com
Palabras clave: fragmentación socio-espacial, ciudades intermedias, ríos Grande y Xibi Xibi.
Resumen
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la división social de San Salvador de Jujuy se caracteriza por una segrega-
ción de tipo centro periferia, fuertemente influenciada por el medio físico (Bergesio y Garc-
ía Vargas, 1999). Teniendo en cuenta la presencia de los principales ríos que atraviesan la
ciudad, esta se zonifica, a su vez, en un área central concentrando las actividades adminis-
trativas y comerciales, otra área que se ubica hacia el norte eminentemente residencial y
con elevada calidad ambiental, y una hacia el sur donde predominan las viviendas popula-
res y una calidad ambiental deteriorada (Bergesio y Golovanevsky, 2009; Malizia, Boldrini y
Del Castillo, en prensa). De manera general la distribución de la población se estableció con
los grupos de menores recursos en las márgenes de los ríos y en los límites de las zonas
inundables, mientras que las residencias de la población de mayor poder adquisitivo ocu-
paron la zona oeste y las laderas de las colinas al norte (García Moritán y Echenique 1990).
Así entonces, los ríos Grande y Xibi Xibi son considerados como elementos fuertemente estruc-
turadores del aglomerado, entre ellos queda delimitada el área central conformando una espe-
cie de isla (Bergesio y Golovanevsky, 2014). Su área de confluencia presenta diversos problemas
socio-ambientales y de conectividad entre las zonas que separa. Además, representan barreras
que han sido superadas (físicamente) en sucesivos momentos y por diferentes sectores de la
población mediante la construcción de diversos tipos de infraestructuras (García Moritán, 2001).
Este trabajo se estructura a partir de una breve introducción seguida del marco teórico,
luego se expone la metodología aplicada y la presentación del área de estudio. En otro
apartado se explican los resultados, luego la discusión con sus conclusiones y finalmente
las referencias bibliográficas.
Marco teórico
Por su parte, Borsdorf (2003), caracteriza la transformación urbana, como un cambio desde
la estructura tradicional de la ciudad colonial latinoamericana que fue compacta, segmen-
tada y monocéntrica hacia una estructura segregada y definida por múltiples fragmentos
en dispersión, conectados por las líneas de trasporte. En este sentido, se percibe una es-
tructura reticular de nodos interconectados, que fragmenta la trama urbana constituyendo
sectores excluidos de las redes funcionales de la ciudad. A su vez, esta estructura es causa
y consecuencia de los procesos de fragmentación social, que divide a los diferentes grupos
en territorios segregados y con escasa posibilidad de una urbanidad diversa (Link, 2008).
De este modo, para estudiar la evolución socio-espacial de las ciudades latinoamericanas
se ha recurrido a diferentes modelos de análisis espacio-temporales. Janoschka (2002) ela-
bora un modelo en el que evidencia la transformación gradual de la estructura en cuña
desarrollada previamente en la periferia urbana y su reemplazo por estructuras insulares -
islas de riqueza, producción, consumo y precariedad- que se superponen sobre los ejes
radiales y sectoriales de los modelos anteriores, o bien se desarrollan a partir de ellos.
dos a la inseguridad; por su parte, la escala macro se refiere a un proceso más amplio de
relocalización funcional de espacios en la ciudad a través de la aparición de nuevas zonas
y/o barrios que responden a la lógica de producción del capitalismo en su fase actual y a
los recientes patrones culturales y de consumo (Link, 2008).
METODOLOGÍA
Asimismo, se utilizan los Sistemas de Información Geográfica (SIG) que permiten el análisis
territorial del aglomerado GSSJ en relación con su estructura espacial urbana, lo que posibili-
ta determinar la superficie ocupada, los elementos que lo estructuran y las relaciones entre
jurisdicciones. Se dispone también de datos oficiales de organismos como el Instituto Ge-
ográfico Nacional (IGN), Dirección Provincial de Estadísticas y Censo (DiPEC) y Dirección de
Infraestructuras de Datos Espaciales de la República Argentina (IDERA). Por otra parte, en el
mes de octubre del año 2017 se llevó a cabo el trabajo de campo que permitió conocer las
diferentes voces de los actores y comprender mediante recorridos y visitas los procesos ur-
banos que caracterizan al aglomerado. Durante el mismo se realizó observación con partici-
pación, donde se recorrió por diversos lugares del aglomerado, particularmente en sitios
estratégicos para entender las dinámicas actuales del territorio. Asimismo, se realizó un re-
gistro fotográfico de los recorridos por estos lugares clave para la recopilación de nuevo ma-
terial gráfico del aglomerado. También, se realizaron entrevistas semi estructuras en profun-
didad a representantes del gobierno como funcionarios que desempeñan cargos relaciona-
dos a la gestión de la ciudad, empresarios del sector privado y representantes de movimien-
tos sociales. Esto permite dar cuenta sobre las diferentes posturas de los actores que partici-
pan en la producción de la ciudad y sus perspectivas respecto a las transformaciones espa-
ciales que sufrió el aglomerado. Resultan importantes las relaciones que se establecen entre
los actores ya que actualmente en la producción de la ciudad prevalecen tres lógicas: el mer-
cado vinculado con los procesos de producción privada (actores económicos); la sociedad,
relacionada con los procesos de habitabilidad y consumo (actores sociales) y el Estado rela-
cionado con el proceso de gestión en sus diferentes niveles (actores políticos) (Curtit, 2003).
Área de estudio
El aglomerado Gran San Salvador de Jujuy (Figura 1) se compone por tres municipios: San
Salvador y Yala que pertenecen al departamento Doctor Manuel Belgrano; y Palpalá que es
capital del departamento que lleva el mismo nombre. Cuenta con una población de
336.000 habitantes (EPH, segundo trimestre del 2017). Asimismo, posee cualidades que la
diferencian de otros aglomerados, se trata de una ciudad intermedia pequeña atravesada
por los cauces de sus principales ríos. A su vez, se destaca la presencia de diferentes nive-
les de relieve y una heterogénea composición socio-cultural de sus habitantes. En ese sen-
tido, la topografía del área y la presencia de los principales ríos juegan un papel preponde-
rante para entender los procesos de crecimiento y conformación del aglomerado.
Fuente: elaboración propia sobre la base de información del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
El centro del aglomerado (Figura 2) se encuentra atravesado por dos importantes ríos, el
Grande y el Xibi Xibi, que estructuraron a la ciudad desde su origen y continúan constituyén-
dose como un límite o barrera para ciertos grupos de la población (García Moritán, 2001).
Fuente: elaboración propia sobre información del Instituto Geográfico Nacional (IGN)
Históricamente los sectores populares se asentaron en los márgenes de los ríos para dar
solución a la falta de vivienda mediante la autoconstrucción. Con el tiempo, algunos se
consolidaron en barrios precarios y otros fueron relocalizados en barrios de promoción
pública, generalmente hacia el Sur del aglomerado, donde se concentran las intervencio-
nes estatales.
RESULTADOS
Fuente: Dirección de planeamiento urbano- Municipalidad de San Salvador de Jujuy. Código de Planeamiento
2014. Ord. 6702/14.
Por otra parte, según el Código de Planeamiento Urbano el uso del suelo se define a través
de una clasificación en zonas (Figura 4). Esta se organiza teniendo en cuenta la ubicación de
las actividades y funciones, características físicas, ambientales, posibilidad de infraestructura
intensidad y ocupación del suelo, entre otras características analizadas para su categoriza-
ción. Entre estas zonas se destaca el Área Cívico-Administrativa de Interés Patrimonial
(ACAIP), cuyas características históricas le otorga un valor distintivo. Se trata de un área que
abarca un Conjunto Histórico, validado por una ordenanza, contiene edificios representativos
por su valor simbólico y morfológico. A su vez, esta área coincide con el centro administrativo
y comercial, también llamado Central Business District (Malizia, Boldrini y del Castillo, en pren-
sa). Asimismo, se distinguen las Áreas Especiales Protegidas (AE) que según el texto del códi-
go poseen características particulares con un requerimiento de normativas que apuntan al
resguardo, protección, potenciación, reparación y/o corrección. Incluye áreas para Reservas
Naturales, Parques Naturales, Sectores de Interés Patrimonial, etc. El código dispone para
cada caso el desarrollo de una reglamentación especial de uso de suelo.
Siguiendo esta idea, se observa que tanto los cauces de los principales ríos como las áreas
adyacentes a los mismos no son considerados como Áreas Especiales Protegidas en la carto-
grafía del documento. Las áreas marcadas con esta categoría en el distrito Oeste de la ciudad
corresponden al barrio Los Molinos donde se ubica un Cementerio Privado, complejos de-
portivos y recreativos de distintos gremios de la ciudad y el vivero municipal dependiente de
la Dirección de Espacios Verdes. En el distrito Central la única parcela definida como Área
Especial es la del cementerio El Salvador, que forma parte del patrimonio arquitectónico mu-
nicipal. De igual modo, en el distrito Este es el cementerio del Rosario la única Área Especial
reconocida. Según esta información las superficies que corresponden a las AE generalmente
se refieren a cementerios, dejando de lado las áreas que poseen valor ambiental y/o paisajís-
tico. En este sentido, en una primera aproximación se destaca que no existe una categoría de
zonificación que corresponda a las márgenes de los ríos dentro del Código de Planeamiento,
como un sector que posee cualidades específicas por sus características socio ambientales,
que requieren otros cuidados o especificaciones para su uso y conservación.
Fuente: Dirección de planeamiento urbano- Municipalidad de San Salvador de Jujuy. Código de Planeamiento
2014. Ord. 6702/14.
Por otro lado, los discursos sostenidos por los actores sociales entrevistados permitieron
conocer las preocupaciones, consideraciones y percepciones sobre las dinámicas recientes
del aglomerado y las relaciones que se establecen entre estos diferentes sujetos producto-
res de la ciudad: Estado, mercado y comunidad (Curtit, 2003). Asimismo, los actores forman
parte de los mecanismos del orden social, que para su análisis deben ser comprendidos en
términos de sus interacciones multifacéticas (Streeck & Schmitter, 1985; Faist, 2005).
El sector privado (mercado) representado por el negocio inmobiliario, plantea una grave
preocupación sobre la toma de tierras y la usurpación ilegal de terrenos privados por parte
de las organizaciones sociales y grupos políticamente dirigidos. Esta situación se refiere
principalmente a los hechos ocurridos entre 2011- 2012, en la cual grupos de personas
ocuparon terrenos fiscales y privados en diversos lugares de la provincia de Jujuy moviliza-
dos por la crisis y déficit habitacional. Respecto al crecimiento urbano, el entrevistado sos-
tiene que la tendencia de las clases media y media alta será hacia el suroeste en la Almona,
al noreste en alto la Viña e Higuerillas y hacia el sur en la zona de Forestal en en departa-
mento de Palpalá. Por otro lado, la vivienda de obra pública (realizada por el Instituto de la
Vivienda y Urbanismo de la provincia de Jujuy) tiende a continuar desarrollándose en Alto
1
Comedero y Palpalá, sitios donde el Estado provincial posee tierras. Cabe destacar que la
población de clase media no desea residir en Alto Comedero, resaltando la diferencia y
brecha socio-cultural que existe entre este barrio y el resto de los habitantes de la ciudad
(Entrevista a E. M. 23/10/17). Esta apreciación se reafirma en los estudios realizados por
Bergesio, Golovanevsky y Marcoleri (2009) que sostienen la presencia de una creciente
marginalidad hacia este barrio, conocido como la ciudad de los pobres.
Respecto al papel que tienen los ríos en la estructura de la ciudad, este actor destacó que:
“Los jujeños a las ocho de la mañana nos metemos todos entre los ríos” (E. M., comunicación
personal, 23/10/17). Esta declaración hace referencia a que la mayoría de la población del
aglomerado se traslada hacia el área central, sector delimitado por los principales ríos, para
1
El barrio Alto Comedero tiene su origen en 1986 a partir de un plan de viviendas, está ubicado al Sur de la capital
jujeña. Caracterizado por su acelerado crecimiento e importante concentración poblacional, posee numerosos
problemas habitacionales, ambientales y sociales. Bergesio, Golovanevsky y Marcoleri (2009) realizaron diversos
estudios socio-económicos sobre la población de Alto Comedero.
trabajar y por ende para acceder a los bienes y servicios que dan lugar a esos empleos. Se
podría inferir que los ríos enmarcan la principal área de trabajo del aglomerado y por ello es
un punto importante de concentración de la población en el horario comercial- laboral.
Por su lado, el sector estatal representado por funcionarios provinciales y municipales ac-
tuales que trabajan en el área del ordenamiento territorial y planificación urbana esperan
que el crecimiento urbano se realice en las áreas de ocupación prioritaria y áreas de transi-
ción (Figura 5), explicitadas en el código de planeamiento vigente.
Fuente: Dirección de planeamiento urbano- Municipalidad de San Salvador de Jujuy. Código de Planeamiento
2014. Ord. 6702/14.
Los entrevistados, cuando se les pregunta sobre el rol de ambos ríos en la ciudad, hacen
referencia a las obras públicas recientes que se desarrollan en los mismos como el parque
lineal en el Xibi-Xibi y los puentes nuevos sobre los ríos Xibi Xibi y Grande, que se realizaron
2
dentro del marco del Plan Estratégico Territorial (PET) y el Plan Director de Ordenamiento
y Gestión urbano- ambiental para San Salvador de Jujuy elaborado por la municipalidad en
el 2003. A su vez, afirman que está en marcha el programa nacional Hábitat en Alto Come-
dero, el cual se enfoca en mejorar la situación en los sectores urbanos más vulnerables.
2
Este plan fue delineado por el gobierno nacional en el 2011 con el objetivo de delinear ejes rectores para la
planificación territorial estratégica mediante para construir un país más equitativo, equilibrado y sustentable.
Chingo (ubicados en las márgenes de los ríos) no continuaron su crecimiento porque los
mismos ríos significaron un límite para su expansión. También, hace referencia a la masiva
toma de tierras que inició en el 2011 considerándola una situación complicada ya que el
gobierno de turno no tuvo la capacidad para mitigar y acabar con el conflicto. Establece
que el gobierno provincial anterior implementó el programa Un lote para cada familia jujeña
3
que lo necesite , calificada por la nueva gestión como un fracaso por la falta de control en la
entrega de lotes y la desregularización que ocasionó y que actualmente se intenta revertir.
En este sentido, se refiere a la gestión de gobierno anterior como el actor más informal
incumpliendo con la normativa y otorgando lotes y/o viviendas que no poseen condiciones
de habitabilidad aceptables. A su vez, los entrevistados representados por el sector estatal
sostienen en su discurso que el mercado fomenta la urbanización mediante el loteo priva-
do en sectores que no poseen la infraestructura de servicios básicos y que por el cambio
de uso de suelo rural a urbano elevan considerablemente el valor de los terrenos. En rela-
ción con la urbanización cerrada, se sostiene que es otra cara de la informalidad y que este
tipo de emprendimientos no guardan relación con la gestión urbana de los municipios.
(Entrevista a E. C 22/10/17).
Por su parte, en este caso en particular la comunidad está representada por miembros de
organizaciones sociales cuyas acciones tienen incidencia tanto en el aglomerado Gran San
Salvador de Jujuy como en el resto de la provincia. Las principales problemáticas generales
que reconocen actualmente son la pobreza y la desocupación. Crece la preocupación ante
la imposibilidad de acceso a una vivienda por parte de la comunidad de desocupados.
Asimismo, identifican que las adicciones, la violencia de género y la inseguridad como los
problemas más graves en los barrios. En este sentido, existe una marcada diferencia entre
los barrios denominados oficiales de los no oficiales en San Salvador de Jujuy. Los primeros
aluden a los barrios tradicionales que cuentan con acceso a los servicios básicos urbanos y
son parte de la ciudad formal, es decir producida por el mercado o el Estado; en contrapar-
te, los no oficiales hacen referencia a la ciudad informal, a los sectores excluidos de los
derechos sociales y de las políticas públicas urbanas (Delgadillo, 2016), caracterizadas por
no seguir el modelo formal de la cuadrícula y por la autoconstrucción (García Moritán,
1997). Esto se relaciona con el nivel de identificación y de pertenencia de los habitantes de
los barrios en relación con la ciudad. A su vez, se distingue que los sectores populares po-
seen problemas estructurales y de mayor jerarquía, como los relacionados con la drogadic-
ción y la violencia, por lo tanto son sectores más vulnerables que los barrios residenciales y
tradicionales, cuyos problemas son relacionados a la falta de infraestructura y déficit en la
cobertura de servicios en general.
Cabe destacar que las urbanizaciones irregulares que se ubican en las márgenes de los ríos
4
poseen una dificultad considerable para poder obtener el certificado de vivienda familiar ,
el cual valida el lugar de domicilio de las personas que viven en estos asentamientos y esto
3
El programa Un lote para cada familia jujeña que lo necesite surge por decreto provincial a partir de las tomas de
tierras que ocurrieron en la provincia de Jujuy en el 2011, declarándose la emergencia habitacional y de infraes-
tructura social básica en la Provincia de Jujuy.
4
El certificado de vivienda familiar es un documento que acredita el domicilio ante cualquier autoridad pública,
este certificado lo pueden solicitar las familias que participaron del Relevamiento Nacional de Barrios Populares
(RENABAP) o reclamar que se realice un relevamiento si no está registrado. El mismo fue llevado a cabo por la
Jefatura de Gabinete de Ministros y distintas organizaciones sociales entre agosto de 2016 y mayo de 2017.
Por su parte, los entrevistados que representan a las organizaciones sociales sostienen en
su discurso que el actual gobierno no los apoya, debido a que el trabajo en la construcción
de viviendas sociales ya no forma parte de sus actividades laborales. Recientemente esta
actividad pasó a manos de unas pocas empresas privadas, su última participación activa
como productores de ciudad fue en la construcción del Centro Cultural Éxodo Jujeño y en la
edificación de un Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidad (NIDO) dentro del
programa Hábitat en el sitio denominado como el más pobre de la ciudad, las 150 Hectáre-
as (sector de Alto Comedero que se ubica entre el Río Los Alisos y la ruta provincial 66) (En-
trevista a S. N. 23/10/17).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
del general de la ciudad y a otros que se establecen en las periferias más alejadas del
núcleo central. Asimismo, la población de estos asentamientos debe superar diversos
obstáculos para acceder a un mejor hábitat, y suelen padecer situaciones que el Estado es
incapaz de resolver.
Por otro lado, el trabajo de investigación de García Vargas (2003) refuerza la idea de que los
sectores de la ciudad que no son reconocidos e identificados como parte del aglomerado
son invisibilizados por el discurso hegemónico. En su investigación analiza las formas de
representar la ciudad de San Salvador de Jujuy a partir de variada información gráfica y
argumenta que únicamente es considerada ciudad como tal a la porción que se encuentra
entre los ríos Grande y Xibi-Xibi. Un claro ejemplo de ello es el análisis sobre el logotipo de
la Municipalidad de San Salvador de Jujuy (Figura 6) creado en el año 1991. En él aparecen
unas pocas cuadrículas y dos trazos que representan los ríos que las rodean, fuera de esto
no hay otra representación de otro elemento.
Este logotipo históricamente formó parte del discurso gráfico del Estado y continúa vigente.
Asimismo, esta situación se visibiliza en el Código de Planeamiento puntualmente en la impor-
tancia que tiene el área central (ACAIP) respecto del resto. En estos discursos gráficos también
se perciben las relaciones y el juego de los actores mediante la interpretación que tienen de la
ciudad, validando o desvalorizando las estrategias de ocupación de ciertos sectores.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que el déficit habitacional es una problemá-
tica trascendental en las ciudades latinoamericanas y argentinas. En el aglomerado Gran
San Salvador de Jujuy gran parte de los sectores con menores recursos no ha podido acce-
der a una vivienda mediante mecanismos formales (como los programas habitacionales
estatales, compra de lotes o vivienda, etc.), instalándose principalmente en las áreas pe-
riféricas e intersticios de la ciudad como los márgenes de los ríos, arroyos y barrancas
(Boldrini y Malizia, en prensa). Es decir, en zonas con severos peligros ambientales, como
anegamientos y desprendimientos del suelo, constituyéndose en áreas desarticuladas y
marginadas por la misma ciudad.
El caso del aglomerado Gran San Salvador de Jujuy tal como el resto de las ciudades inter-
medias no se encuentra exenta a los cambios ocasionados por los diferentes procesos
socio- espaciales que suceden en el resto de las aglomeraciones de mayor magnitud. No
obstante, los fenómenos de fragmentación y segregación son complejos, diversos y se dife-
rencian entre sí de acuerdo al contexto local donde se desarrollan. En ello reside la impor-
tancia de estudiar y conocer cada caso con sus respectivas particularidades.
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lucia.diaz@uns.edu.ar
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 395
EL AVANCE DE LA CIUDAD INFORMAL Y EL PROBLEMA DE LA SEGREGACIÓN SOCIO-RESIDENCIAL: EL CASO DE BAHÍA BLANCA
L. A. Díaz
Resumen
El objetivo del siguiente trabajo es realizar una lectura crítica de la realidad del espacio
urbano de la ciudad de Bahía Blanca en términos de informalidad, de segregación socio-
económica y desigualdad; y principalmente analizar las políticas aplicadas en dicho territo-
rio encaminadas a abordar las distintas dimensiones que contempla el tema del hábitat. En
el marco del desarrollo de un nuevo abordaje propuesto por organizaciones internaciona-
les que prioriza la calidad de los asentamientos humanos y a las soluciones habitacionales
integrales, se pretende analizar en qué medida las políticas bahienses en la materia se
acercan o se alejan de este moderno enfoque.
INTRODUCCIÓN
1
http://datos.bancomundial.org/indicador/SP.URB.TOTL.IN.ZS?end=2015&start=1960&view=chart
2
Según la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad (2005), define a la ciudad como el ámbito colectivo de realiza-
ción política, cultural, social y ecológica de todos sus habitantes e implica el “usufructo equitativo de las ciudad
dentro de los principios de sustentabilidad, democracia, equidad y justicia social” www.hic-
al.org/documento.cfm?id_documento=1089
Así, a lo largo de la historia las formas de habitar las ciudades han contribuido a producir y
reproducir la desigualdad tanto social como territorialmente, reflejando un espacio hete-
rogéneo, segregado y con fuertes contrastes que afectan, en definitiva, a la integración,
conexión y dinámica urbana. Esto se verifica, ya que, si bien por un lado, la urbanización
favorece el avance de la economía al concentrar geográficamente la producción y los mer-
cados, proveer infraestructura y servicios básicos, etc.; por el otro, el crecimiento de las
ciudades refleja en sí mismo las desigualdades con que tiene lugar tal desarrollo, con sec-
tores sociales más prósperos que ocupan ciertos sitios de cada localidad y otros grupos
menos favorecidos que tienden a estar marginados de los beneficios de la vida urbana.
En el siguiente trabajo se pretende realizar una lectura crítica de la realidad del espacio
urbano de la ciudad de Bahía Blanca en términos de informalidad, de segregación socio-
económica y desigualdad; en el contexto de las políticas aplicadas en dicho territorio en-
caminadas a abordar las distintas dimensiones que contempla el tema del hábitat. En el
marco del desarrollo de un nuevo abordaje propuesto por organizaciones internacionales
que prioriza la calidad de los asentamientos humanos y a las soluciones habitacionales
integrales, se pretende analizar en qué medida las políticas bahienses en la materia se
acercan o se alejan de este moderno enfoque.
Luego, se analizará los aspectos más relevantes en materia del hábitat de la ciudad de Bah-
ía Blanca, examinando su expansión urbana, como así también, el rol del Estado en su in-
tervención con medidas de política en dicho sentido.
Finalmente, se discutirá si los instrumentos disponibles para abordar el problema del hábi-
tat precario permiten realizar un abordaje integral como el que se expone al principio del
trabajo, detectando los resultados y las debilidades de los mismos, que permitan dejar en
evidencia qué estrategias se podrían seguir en la construcción de medidas de acción que
reviertan tal problemática.
3
http://www.iadb.org/es/temas/desarrollo-urbano/indicador,2858.html
mayor profundidad en las últimas décadas a través del gran crecimiento de los denominados
asentamientos urbanos informales, donde se concentra casi un tercio de los habitantes de las
urbes. En tales asentamientos se superponen una diversidad de privaciones relativas al hábi-
tat urbano, relacionadas con la educación, salud, empleo, seguridad, entre otras tantas.
También, dichos asentamientos acarrean una gran cantidad de problemas sociales: sus
habitantes viven en situación de inseguridad e inestabilidad que potencia los riesgos a los
que están expuestos, aparecen mercados ilegales ante la falta de provisión de infraestruc-
tura y servicios, se acumulan distintas privaciones, violaciones de derechos, y se manifies-
tan contextos de suma violencia que perpetúan la informalidad y pobreza, reproduciendo,
en definitiva, limitaciones en el desarrollo humano y social de la población (Lefevre, C.;
Reese, E. et al, 2016).
4
Se entiende por Marginalidad: la falta de participación de individuos y grupos en aquellas esferas en las que de
acuerdo con determinados criterios les correspondería participar. Por participación se entiende el ejercicio de
roles o papeles concebidos de la manera más amplia: a) Incluyen tanto un actuar, como un no actuar (producir
o consumir), un dar o un recibir, tanto obligaciones o deberes como derechos, b) Se ejercen en distintas institu-
ciones y esferas de la vida individual y colectiva. A cada individuo le corresponde un determinado conjunto de
roles, conjunto que se le atribuye en función de su pertenencia a cierto número de categorías socio-
culturalmente relevantes (sexo, edad, estado civil, etc.) (Germani, 1973)
5
Se entiende por Segregación urbana o residencial: la aglomeración en el espacio de familias de una misma condi-
ción social, más allá de cómo se defina las diferencias sociales. La segregación puede ser según condición étni-
ca, origen migratorio, etaria o socioeconómica, entre otras. En América Latina la atención ha estado centrada en
la segregación socioeconómica.
Asimismo se diferencian tres dimensiones en la segregación: i. El grado de concentración espacial de los grupos
sociales; ii. La homogeneidad social que presentan las distintas áreas internas de las ciudades; y iii. El prestigio
(o desprestigio) social de las distintas áreas o barrios de cada ciudad (Sabatini, 2003)
numerosos efectos sociales negativos que han generado las políticas de ajuste estructural
de corte neoliberal impuestas en los años noventa en la mayoría de la región Latinoameri-
cana, surgen nuevos enfoques de intervención frente a los problemas de la pobreza urba-
na, y del hábitat social informal.
Luego del fracaso de otros esquemas de política en torno al hábitat por parte de los esta-
dos nacionales de la región latinoamericana, a partir de la década de los ochenta, y espe-
cialmente en los noventa, empieza a consolidarse un consenso en torno a un nuevo modo
de abordar el problema habitacional, dejando de lado las políticas implementadas en
década anteriores centradas en programas de financiamiento de la oferta, erradicación de
6
los asentamientos irregulares y la entrega de viviendas “llave en mano” , que no habían
podido alcanzar resultados masivos.
6
“La producción llave en mano de vivienda administrada centralmente desde el Estado persigue un fin de lucro,
conlleva una lógica de desarrollo territorial donde los pasos para la concreción del emprendimiento habitacio-
nal suponen una inversión total sobre un suelo urbanizado y el ciclo productivo finaliza con la entrega (llave en
mano) del producto/vivienda” (Zapata, 2017: 19)
7
Aprobada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III)
celebrada en Quito, Ecuador, el 20 de octubre de 2016
8
Datos obtenidos para el año 2015 en: http://urbandata.unhabitat.org
suelo por las dinámicas del mercado que elevan el precio de la tierra; y en el incremento de
la población que vive en asentamientos considerados informales, que según un releva-
miento elaborado por la ONG TECHO en el año 2016: “1 de cada 10 argentinos vive en
9
asentamientos informales” .
En Argentina son las provincias las que ejercen el dominio originario de los recursos natu-
rales existentes en sus territorios, y por ello es competencia de éstas el dictado de las
normas referentes a la regulación de los mismos, así como también lo relativo al ordena-
miento territorial, ya que constituye una materia no delegada en el Estado Nacional.
Particularmente, en la Provincia de Buenos Aires rige desde el año 1977 el Decreto Ley 8912
sobre Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo, el que debe articularse para su aplicación,
junto con el Código Rural de la Provincia (Decreto Ley 10081/83 y modificatorias), la Ley
10
11723 sobre Medio Ambiente para lograr un adecuado uso, conservación y recuperación de
los suelos, y la normativa municipal correspondiente (Lanfranco Vazquez, 2006)
11
La Ley 8912 fue sancionada el 24 de octubre de 1977, durante el Gobierno de Facto del
General Saint Jean, Gobernador Bonaerense del Proceso de Reorganización Nacional, con
el objetivo de actuar como freno a la explotación indiscriminada de la tierra que en mu-
chos casos adolecían de los servicios básicos indispensables y afectaba en forma directa la
calidad de vida y al medio ambiente. Es decir, se proponía ordenar el territorio, regular el
uso, la ocupación, subdivisión y equipamiento del suelo que hasta por esos años se encon-
traban exentos de norma alguna.
Según el análisis de Calvo (2011), “si bien los objetivos de la ley son válidos y vigentes, la
implementación de los mismos en los municipios han tenido graves falencias”. Principal-
mente se observa que la previsión de un área de planeamiento en cada municipio, de un
rol fundamental para el desarrollo urbanístico (artículo 70° y 74°), en muchos casos, no se
ha implementado adecuadamente. Esto produjo una ineficiencia en los análisis urbano-
territoriales de las ciudades (acarreando, así, un crecimiento desordenado); una incorrecta
aplicación de la normativa vigente a nivel municipal, producto en la mayoría de los casos,
de no efectuar un texto ordenado de la misma; y tampoco se ha incorporado en la practica
la temática ambiental.
En dicho contexto y teniendo en cuenta la insuficiencia de las políticas estatales aisladas co-
mo respuesta al complejo problema de acceso a la tierra y a la vivienda, a fines del año 2012
la Legislatura de la provincia de Buenos Aires aprobó la Ley N°14.449 de “Acceso Justo al Hábi-
tat”, la cual propone fortalecer la capacidad estatal para intervenir junto con otros actores
sociales y económicos, para lograr dar una respuesta integral a la problemática habitacional.
9
http://relevamiento.techo.org.ar/downloads/informe_relevamiento_TECHO_2016.pdf
10
El Capítulo II del Título III: “Del Suelo” de dicha ley se establece principios para el tratamiento e implementación
de políticas de protección y mejoramiento como la unidad de gestión; la elaboración de planes de conservación
y manejo de suelos; la participación de juntas promotoras, asociaciones de productores, universidades y centro
de investigación, organismos públicos y privados en la definición de políticas de manejo del recurso; entre otras
http://www.opds.gba.gov.ar/sites/default/files/Ley%20%2011723.pdf
11
http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-8912.html
mercado de suelo, que busque recuperar y distribuir los beneficios, que controle la expan-
sión urbana y que provea una oferta de tierras accesibles, especialmente a los que carezcan
de una vivienda propia. Asimismo, dicha ley brinda un importante protagonismo a los go-
biernos locales y a las organizaciones civiles, entendiendo que el problema del acceso al
hábitat es una responsabilidad estatal y que para abordarla de manera integral se necesita el
trabajo conjunto con las familias afectadas y las organizaciones que las representan.
Desde el año 2001 hasta la actualidad, Bahía Blanca ha presentado una mezcla de bajo nivel
de crecimiento poblacional con una gran expansión del área urbana. De esta forma, mientras
que entre 2006 y 2010 por cada 1% de incremento poblacional la ciudad se expandió un
1,7%, entre los años 2010 y 2016, por cada 1% de incremento poblacional la ciudad se ex-
pandió 5,4%. Tal crecimiento urbano fue mayormente en dirección norte y sudeste de la ciu-
dad. Asimismo, en cuanto a los usos que explican dicha expansión entre los años 2010 y
2016, se observa un claro predominio de los loteos residenciales que promedian 83% en
todo el período, frente al 17% de las industrias. Los usos residenciales se distribuyeron en
residencial extraurbano (38%), residencial urbano (26%), residencial informal (9%), vivienda
12
de interés social (5%) y urbanizaciones cerradas (5%) (CIPPEC, 2017: 14-15).
12
Residencial urbano, se trata de todos los barrios urbanos abiertos de la ciudad; residencial extraurbano, son aquellos
loteos destinados a vivienda de fin de semana o permanente, en lotes con superficies mayores a 500 m2; loteos
informales, contempla tanto modalidad villa como asentamientos; vivienda de interés social, son aquellos barrios o
conjuntos de vivienda construidos por el Estado o por organizaciones de la sociedad civil (CIPPEC, 2017).
De esta forma, tal ritmo de expansión urbana de Bahía Blanca ha provocado grandes im-
plicancias en las políticas públicas. Ya que una ciudad extensa y difusa demanda una ma-
yor inversión para construir redes de infraestructura de servicios, un mayor gasto para
brindar el equipamiento comunitario, a la vez que dificulta contar con buenos servicios de
transporte público, por ejemplo. Asimismo, este tipo de ciudad dispersa obliga a mayores
desplazamientos, implicando mayores costos también para los ciudadanos (CIPPEC, 2017)
Por otra parte, alentado por la dinámica inmobiliaria, los precios del suelo y la normativa
14
urbana, se percibe una gran diferenciación y segregación socioespacial en el proceso de
13
Según estimaciones realizadas en el 2010, existían aproximadamente 2.150 hectáreas de suelo urbanizable de
propiedad privada, de las cuales 1.350 estaban zonificadas por el Código de planeamiento Urbano para uso re-
sidencial (Urriza, 2016:107)
Tales asentamientos se caracterizan por poseer un alto nivel de hacinamiento, grandes défi-
cit de infraestructura, problemas con el acceso formal a los servicios básicos como la energía
eléctrica y el gas natural, a los cuales tienen acceso formal únicamente la mitad de los ba-
rrios, o el agua potable y la red cloacal, a la cual no tiene acceso casi ningún asentamiento.
También presentan escasez de espacios verdes y recreativos, calles de tierra, problemas de
residuos, pocos espacios comunitarios, limitaciones en el acceso al sistema de transporte
público, de salud, de educación y algunos asentamientos ubicados en la zona sur conviven
con problemáticas ambientales y contaminantes provenientes del área portuario-industrial.
Asimismo, se observa una preocupante falta de regularización dominial y la ocurrencia reite-
rada de intentos de usurpación de terrenos públicos y privados por parte de distintas fami-
lias en busca de una respuesta por parte de las autoridades municipales (Díaz, 2017: 34-38).
14
Entendiendo Diferenciación como acción y efecto de diferenciar, que significa: 1) hacer distinción, conocer la
diversidad de las cosas, dar a cada una su correspondiente y legítimo valor; 2) diferir, distinguirse una cosa de
otra (Prieto, 2011).
15
El artículo 27° de la ley provincial 14.449 de “Acceso Justo al Hábitat” define y distingue las villas de los asenta-
mientos precarios, caracterizando a las primeras como “urbanizaciones o autourbanizaciones informales pro-
ducto de ocupaciones de tierra urbana vacante o de la afectación de tierras fiscales por el Estado para asentar a
familias provisoriamente, cuyas características son que: producen tramas urbanas irregulares, son barrios or-
ganizados en intricados pasillos, las viviendas son construidas con materiales precarios o de desecho, cuentan
con alta densidad poblacional y con escaso o nulo espacio verde e infraestructura auto provista”. Los asenta-
mientos precarios, son “aquellos barrios informales en los que sus trazados tienden a ser regulares y planifica-
dos, generalmente decididos y organizados colectivamente, están ubicados en su mayoría sobre tierra degra-
dada, los ocupantes buscan legitimarse como propietarios, las viviendas tienen algún nivel de firmeza, se han
reservado espacios públicos para plazas y otros equipamientos y se han ido formalizando paulatinamente las
redes de servicios públicos”.
A la luz del nuevo abordaje en materia de política del hábitat, en la ciudad de Bahía Blanca
se han implementado distintos programas en las últimas dos décadas, en pos de una me-
jor calidad habitacional.
En lo que respecta al mercado de suelo urbano, la puesta en marcha del Programa Hábitat y
Banco de Tierras Municipal (Ordenanza N° 15.642, año 2010) y el Programa de Movilidad del
Suelo Urbano Inactivo y Desarrollo Urbanístico (Ordenanza N° 17.515, año 2014) por parte del
Gobierno local, han logrado la incorporación de terrenos públicos como oferta de terrenos
urbanizados y la construcción de conjuntos habitacionales en los mismos, y se ha avanzado
en la movilización del suelo ocioso. A esto último se le suma la incorporación de la Tasa Pro-
gresiva al Baldío y la Contribución de mejoras por acciones estructurales. No obstante, los
resultados obtenidos han sido parciales y las normativas se encuentran desactualizadas en
virtud del cambio de paradigma en la gestión de suelo que plantea la Ley Provincial de Acce-
16
so Justo al Hábitat (Proyecto de Ordenanza para la adhesión a la Ley Provincial 14449) , la
cual insta a los distintos municipios de la provincia a adherirse a la misma.
Por otra parte, en relación a la producción estatal de nueva oferta habitacional, en Bahía
Blanca, el Programa Federal de construcción de Viviendas, implementado a principios de los
2000, junto con el reciente Programa Más Barrios, han permitido que más de mil familias
accedan a un terreno, vivienda y a la infraestructura básica con la ayuda, también, de las
organizaciones comunitarias (Formiga & Gárriz, 2014). Paralelamente, se observan un con-
junto de medidas tendientes a lograr una integración socio urbana de los asentamientos y
17
barrios precarios de la ciudad, como el Programa nacional PROMEBA y el Programa Nacio-
nal Arraigo (fines de 1990) que pudo dar solución a la ocupación de algunas tierras fiscales
por parte de varias familias.
No obstante, se evidencia que las mencionadas acciones estatales no han podido revertir
aún las dificultades que se le presentan a un gran porcentaje de la población bahiense para
acceder al suelo y a la vivienda seguro de manera formal, a la vez se evidencia una escasa
oferta de tierras aptas para el desarrollo residencial, y menos aún para proyectos de vi-
vienda social autogestionada o para los sectores denominados populares. Asimismo, se
percibe un cuadro alarmante en cuanto a la situación de precariedad en la que se encuen-
tran los distintos asentamientos de la periferia.
16
Cuyo autor ha sido la Concejal Paola Ariente
http://hcdbahiablanca.gov.ar/index.php/concejales/proyectos/proyecto/6891/
17
Ejecutado al 100% únicamente en la Villa Rosario, el cual consistió en la reubicación de las viviendas en situa-
ción de riesgo ambiental y la provisión de servicios básicos, espacios públicos e infraestructura.
http://www.promeba.gob.ar/programa.php
En este sentido, la reciente adhesión del Municipio a la Ley Provincial 14.449 de “Acceso
Justo al Hábitat” (Ordenanza N° 18.675) abre una gran oportunidad para revertir estas pro-
blemáticas, con la aplicación de distintos instrumentos en dicho sentido. Tal es el caso, de
la creación del Consejo Local del Hábitat, que tiene como principal objetico impulsar una
participación democrática de la población en la toma decisiones, fomentando la prepro-
ducción autogestionaria del hábitat a través del cooperativismo y de otras formas asociati-
vas. Asimismo, la normativa establece la implementación de distintos programas, como el
de Integración Urbana (artículo 4°), el cual busca fundamentalmente la radicación de la
mayor parte de la población de aquellos barrios que han sido originados a partir de una
toma de tierra, realizando relocalizaciones únicamente en ciertas situaciones críticas (reor-
denamiento urbano, hacinamiento o factores de riesgo), y buscando poner el valor lo ya
construido por los propios vecinos.
valoraciones sean capturadas por el municipio y no por entidades privadas, logrando pro-
ducir fondos para brindar servicios y ejecutar programas en materia habitacional.
Por último, se ordena la creación de una cuenta especial denominada Cuenta de Financia-
miento y Asistencia Técnica para la mejora del Hábitat, que es administrada por la Secretaría
de Infraestructura y está compuesta por los recursos generados por el tributo por plusvalía
urbanística (contribución al desarrollo urbano), por los préstamos del Fondo Fiduciario
“Sistema de Financiamiento y Asistencia Técnica para la Mejora del Hábitat” de la Provincia
de Buenos Aires y por los bienes enunciados en el artículo 9 de la Ordenanza que sean
incorporados al Patrimonio municipal y que tengan como destino acrecentar los recursos
de dicha cuenta.
Los recursos de esta cuenta tienen como “asignación y fin específico la compra de tierras que
tengan como destino ejecutar proyectos de integración socio urbanística de villas y asenta-
mientos y/o desarrollar nuevas áreas residenciales en centros urbanos, mediante la cons-
trucción de conjuntos de viviendas o urbanísticos completos o de desarrollo progresivo.
18
Dándole prioridad a proyectos de Producción Social del Hábitat , es decir, aquellos procesos
generadores de partes o de la totalidad de espacios habitacionales y de espacios y servicios
urbanos que se realizan a través de modalidades de autogestión individual o colectiva”.
En la ciudad de Bahía Blanca existen ejemplos de barrios creados por parte de los propios
vecinos como el barrio Esteban Napal construido con la ayuda de la asociación civil Ser
Comunidad a fines del año 2007, o el barrio Ser Comunidad inaugurado a principios de
marzo de 2017 correspondiente a un proyecto conjunto entre el Ministerio de Planificación
Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación, y Cáritas Argentina, que contó con re-
cursos del Plan Federal y fue puesto en marcha mediante la autoconstrucción, ayuda co-
munitaria y asistencia técnica. Otro caso es el programa vecinal denominado “Que ningún
chico de Villa Caracol duerma en piso de tierra este invierno”, lanzado a principios del 2017
con el objetivo de dotar de suelo de hormigón a las viviendas del mencionado barrio, de
construir divisiones para diferenciar las habitaciones de los adultos y niños, y también sani-
tarios dentro de los hogares, que surgió de la idea de un grupo de trabajadores sociales
que fue aceptada por la Municipalidad. La misma propuso una partida de microcréditos
que permitieron que los vecinos compren buena parte de los materiales, a la vez que apor-
taron ellos mismos la mano de obra, supervisados por las agrupaciones sociales, logrando
de esa forma que a fines de ese año 1300 familias obtengan sus mejoras habitacionales.
Tal fue el éxito de dicho programa que para el 2018 se instaló la idea de ir por más, exten-
diéndose a otros barrios y sumando mejoras en los mismos.
Estos casos comprueban que para lograr una integración adecuada de la ciudad es necesa-
rio que los hacedores de política se involucren con las organizaciones sociales, quienes son
los interlocutores más importantes y los que mejor conocen las necesidades y la realidad
de la población de menores recursos. Se observa, de esta forma, que la participación de la
18
Entendida como “aquellos procesos generadores de espacios habitables, componentes urbanos y viviendas,
que se realizar bajo el control de autoproductores y otros agentes sociales que operan sin fines de lucro” (co-
operativas, asociaciones, mutuales, sindicatos, entre otros), la PSH se trata de un fenómeno que implica capaci-
tación, participación responsable, organización y solidaridad activa de los pobladores, que contribuye a fortale-
cer las prácticas comunitarias, el ejercicio directo de la democracia, y potenciar la economía de los sectores po-
pulares en su conjunto (Ortiz Flores, 2007:31-32
CONCLUSIONES
Entendiendo al espacio urbano como un producto social, definido por el conjunto de rela-
ciones, funciones y materialidades que en él se desarrollan, resulta interesante observar
también las diversas formas de exclusión que se despliegan.
Como ocurre en distintas ciudades de América Latina y en Argentina, Bahía Blanca se ca-
racteriza por tener un proceso de urbanización discontinuo, con una expansión territorial
por encima del crecimiento poblacional, que provocan efectos que repercuten en toda la
población y también en las medidas de política.
Por otra parte, la existencia de más de treinta asentamientos informales en la ciudad, ma-
nifiesta un cuadro alarmante ante la falta de policitas activas referidas a los vacíos urbanos,
a la inexistencia de parámetros tributarios que contribuyan a limitar la especulación, y a la
escasa oferta de tierras aptas para usos residencial o proyectos de vivienda social.
En este sentido, la adhesión a la Ley Provincial 14449 de Acceso Justo al Hábitat por parte
del Municipio Bahiense abre una gran oportunidad para revertir estas problemáticas, con
la aplicación de distintos instrumentos que buscan aportar valiosas herramientas que lo-
gren una gestión eficiente y justa del territorio. Además, se propone otorgar un mayor pro-
tagonismo tanto al gobierno local como a las propias familias afectadas y a las organiza-
ciones civiles que las representan. Es precisamente este último punto lo que distingue a
esta medida, ya que permite un acercamiento más real a las necesidades e inconvenientes
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Argentina.
cecilia.galimberti@conicet.gov.ar
INTRODUCCIÓN
Especialmente desde las últimas décadas del siglo XX, las demandas del mercado, los pro-
cesos productivos, los desarrollos tecnológicos, entre otros factores, plantean a nivel global
nuevas formas de organización y relaciones territoriales. Frente a estos procesos, asocia-
dos mayormente a las dinámicas del capitalismo y de la globalización, se generan nuevas y
aceleradas transformaciones. En este contexto, se producen cambios en las lógicas de las
regiones que conducen hacia una nueva metropolización. Los ámbitos metropolitanos
están sujetos a diversas presiones y dinámicas externas, sin embargo, los condicionantes
locales asumen y transforman, a su vez, los vínculos existentes en cada territorio. Se pro-
ducen así, nuevas relaciones y vínculos (sociales, culturales, económicos, productivos, entre
otros), que requieren ser observados y analizados a fin de interpretar y comprender los
procesos de transformación del territorio metropolitano.
En este contexto, se toma como caso de estudio al Área Metropolitana de Rosario (AMR). Ésta se
posiciona dentro de las tres áreas metropolitanas más pobladas de la Argentina, luego de Bue-
nos Aires y Córdoba. El AMR constituye un ejemplo relevante, un laboratorio de análisis para
analizar y comprender los múltiples procesos complejos de transformación que suceden en las
metrópolis contemporáneas. En los últimos treinta años, las localidades que la conforman expe-
rimentan acelerados cambios en los usos de suelo, dado que cientos de hectáreas rurales son
transformadas para suelo urbano (mayormente para industria y residencia).
METODOLOGÍA
Según datos censales (2010), el AMR tiene una población total de 1.371.285 habitantes, de
los cuales el 69% pertenecen al municipio de Rosario. Asimismo, esta localidad resulta la
única con predominancia de suelo urbano. Sin embargo, a pesar de este desbalance exis-
tente entre la ciudad cabecera y el resto de las localidades, en las últimas décadas existe un
acelerado cambio en las dinámicas poblacionales y en el uso del suelo de los distintos mu-
nicipios y comunas que conforman el área.
Este estudio se realiza mayormente desde una metodología cualitativa, ya que se trata de
captar los elementos claves de la realidad estudiada, sus lógicas y reglas implícitas y explíci-
tas. Las principales fuentes utilizadas son: Censos Nacionales de Población, Hogares y Vi-
viendas 1991, 2001 y 2010 (INDEC); bases georreferenciadas del Servicio de Catastro e In-
formación Territorial de la provincia de Santa Fe; cartografías del período 1980-2010 de los
distintos municipios y comunas analizadas; imágenes satelitales históricas y actuales de
dichas localidades disponibles en Google Earth; ordenanzas de usos del suelo y planes
urbanos locales. La información ha sido confirmada por trabajo de campo llevado a cabo
con la asistencia cualificada de actores locales, a través del cual se tomaron registros fo-
tográficos y cartográficos de los cambios de usos del suelo. Asimismo, se realizaron entre-
vistas semi-estructuradas a distintos referentes de la región (tanto actores institucionales
como ciudadanos).
RESULTADOS
Los avatares sociopolíticos-económicos que suceden tanto a nivel internacional como na-
cional, a partir de la década de 1980, ocasionan numerosas transformaciones para la re-
gión. El AMR se posiciona como polo de exportación de gran relevancia internacional, resul-
tando un nodo estratégico comunicacional y enclave logístico de gran importancia para
Sudamérica. Los cambios que ocurren en las últimas décadas en el Gran Rosario son diver-
sos y abarcan distintos frentes temáticos: producción, sociedad, territorio, economía, entre
otros; sin embargo, en este artículo nos focalizamos a analizar los contrastes existentes en
los paisajes intermedios de esta región, vinculados a los componentes residenciales. El
territorio intermedio de la región del Gran Rosario se transforma vertiginosamente en las
últimas décadas, aumentando en gran medida la ocupación del suelo (cambiando de terri-
torio rústico o rural a urbano). Se registra un notable incremento de población en estos
espacios, a través de diversas tipologías de urbanización.
Si bien ya desde fines de la década de 1960 y durante la década de 1970 en distintas locali-
dades del AMR se aprueban nuevos loteos, muchos de ellos localizados lejos de las plantas
urbanas, con relación a componentes viales (tanto rutas como autopistas) o vinculados a
cursos de agua (ríos Paraná y Carcarañá y arroyos), los mismos no llegan a tener una con-
siderable ocupación ni consolidación durante dicho período. No obstante, en las décadas
siguientes esta situación acarrea nuevos cambios, ya que no solo se tienden a consolidar
aquellos loteos previos, sino a generar nuevas urbanizaciones (muchas de ellas privadas)
transformando en gran medida las dinámicas de la región.
Como vemos en las tablas 2, 3 y 4, entre 1990 y 2010 la ciudad de Rosario desacelera su
crecimiento poblacional, con relación a los períodos anteriores, a diferencia de gran parte
de las localidades del AMR que tienen a aumentan notablemente su población. En especial,
se destaca el municipio de Alvear en el corredor sur, Ricardone en el corredor norte e Ibar-
lucea en el cuadrante oeste.
Fuente: elaboración propia en base a datos de Censos Nacionales 1991, 2001 y 2010 (INDEC).
Fuente: elaboración propia en base a datos de Censos Nacionales 1991, 2001 y 2010 (INDEC).
Fuente: elaboración propia en base a datos de Censos Nacionales 1991, 2001 y 2010 (INDEC).
Por un lado, en el contexto del proceso de suburbanización residencial que ocurre en todo el
mundo desde las últimas décadas del siglo XX, en Argentina se profundiza desde 1990 hasta
la actualidad. Existe un imaginario que vincula la gran ciudad con males asociados a la inse-
guridad, violencia, contaminación, entre otros, por lo cual, se persigue un modo de vida aso-
ciado al campo (no es casual que dichas urbanizaciones se autodenominen country), la vi-
vienda unifamiliar y en barrios cerrados que, además de brindar seguridad, otorgan diversos
amenities (por ejemplo: canchas de tenis, campo de golf, amarras o caletas náuticas, club
house). Estos productos inmobiliarios cerrados manifiestan un notable cambio en la relación
de la ciudad con sus habitantes, ocasionando la fragmentación del tejido urbano y la cristali-
zación de sus fronteras a través de vallas y servicios de seguridad privados:
Por otro lado, muchas de las urbanizaciones llamadas barrios abiertos o loteos residencia-
les se desarrollan debido a la presión de promotores inmobiliarios (movilizados frente a las
cuantiosas plusvalías producto de la conversión de suelo rural a urbano) en localidades
que no suelen tener instrumentos normativos de usos del suelo o planeamiento urbano.
De manera que, frente a la presión de los inversores, aprueban la creación de suelo urbano
sin exigir la provisión de servicios e infraestructuras. El resultado es la generación de cuan-
tiosas hectáreas habilitadas para nuevas residencias, muchas veces alejadas del casco
histórico del poblado y sin servicios ni infraestructuras. Es así, que dicho suelo es notable-
mente de menor valor que el suelo en la ciudad central (provisto de todos los servicios,
cercano a equipamientos y con infraestructuras adecuadas). Entonces, muchas familias
adquieren estos lotes con el fin de poder adquirir una vivienda propia.
También así, las movilidades presentes desde fines de la década de 1990 en el AMR (al
igual que sucede en Argentina y en un importante número de ciudades latinoamericanas),
no solo comprenden las clases medias o altas, sino, también se registran movilidades de
habitantes de otras regiones de Argentina y países limítrofes que migran hacia grandes
ciudades en búsqueda de trabajo o mejores condiciones de vida. Sin embargo, en gran
parte de los casos, no pueden acceder al mercado de suelo formal de la ciudad central, de
Es así, que el paisaje actual del espacio metropolitano se configura a partir de decisiones
individuales e imágenes de grandes componentes productivos industriales, junto a infraes-
tructuras de servicios, cercos con cámaras de seguridad de barrios cerrados, viviendas en
nuevos loteos y viviendas en asentamientos irregulares. Como vemos en las figuras 3 y 4,
las dinámicas de urbanización en el AMR conforman una superposición de imágenes diver-
sas, resultado de imaginarios y deseos autónomos desvinculados entre sí; islas urbanas
con lógicas distintas, carentes tanto de una legibilidad integral como de una construcción
simbólica de apropiación colectiva.
Figura 3. Fotografías aéreas de las dinámicas espaciales del suelo suburbano del AMR.
Figura 4. Fotografías peatonales de las dinámicas espaciales del suelo suburbano del AMR.
Aproximaciones finales
1
da a la segregación residencial , dado que diversos grupos sociales se localizan en las áreas
suburbanas, pero en distintos enclaves (ya sean de riqueza o de pobreza) que, si bien pue-
den encontrarse muy próximos geográficamente, se encuentran totalmente alejados unos
de otros. A su vez, la notable carencia de espacios públicos y equipamientos comunitarios
en el desarrollo de la urbanización de la interfase urbano-rural contribuye a imposibilitar el
encuentro ciudadano, espacio de sociabilización y apropiación colectiva.
Referencias bibliográficas
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EURE (Santiago), Vol. 34 (103), pp. 5-26.
1
Entendemos a la segregación residencial “a la aglomeración en el espacio de familias de una misma condición
social” (Sabatini, 2003). Dicho concepto implica “distanciamiento y separación de grupos de población de una
comunidad” (Clichevsky, 2000:8).
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Tesis
marcelo.salgado3@gmail.com
Palabras clave: vivienda social, espacios públicos, desarrollo urbano, mejoramiento del
hábitat.
Resumen
Los datos analizados indican que el Polideportivo Cristalería es el principal espacio de uso
colectivo del barrio y es valorizado por los vecinos como lugar de encuentro y sociabilidad.
Pero los habitantes señalan deficiencias en cuanto a la escasez de espacios verdes (plazas,
áreas de juegos para niños) y la necesidad de reforzar el equipamiento del barrio, como ins-
tancias que posibiliten el mejoramiento del hábitat de esta zona de reciente urbanización.
INTRODUCCIÓN
El trabajo está enfocado en las condiciones de uso y apropiación de los espacios colectivos
de la vivienda social, considerando el análisis de variables físico-espaciales y sociales en un
área periférica de reciente urbanización, el Parque Habitacional Ibarlucea, ubicado en el
sector denominado “Zona Cero” de Rosario.
Como marco de referencia conceptual se puede señalar que la vivienda producida por el
Estado considera una serie de factores de interés público, económico, tecnológico, etc.,
pero en general el usuario es solamente un receptor de las unidades habitacionales,
quedando al margen del proyecto y gestión de la vivienda. De esta manera, la mayoría de
los habitantes deben adaptarse a una espacialidad física que no siempre responde a sus
necesidades.
Lo mismo ocurre con los espacios públicos, considerados como “el soporte general de
personas y actividades. Estos son fundamentalmente, espacios de inclusión, que no
pueden ser apropiados individualmente porque pertenecen a la sociedad en su conjunto
sin exclusión” (Fernández,1996).
En nuestro trabajo hacemos mención a los espacios públicos y semi-públicos que forman
parte del entorno de los conjuntos de vivienda social (plazas, accesos, áreas verdes comunes,
etc.), que establecen la posibilidad de interacción entre los vecinos, compartiendo un lugar
en común. Consideramos la importancia de la conformación físico-espacial y el uso de los
espacios colectivos como ámbitos de representación, democráticos y participativos, y que de
esta manera contribuyen a la consolidación del medio social del barrio.
Asimismo, para que una comunidad se desarrolle es necesario valorizar el espacio público,
el cual se constituye en su soporte material. Como señalan Greene y Mora (2008): “Los es-
pacios públicos pueden cumplir un rol importante en la construcción de una comunidad
sana, participativa e integrada a su ciudad o a la inversa aumentar la percepción de pobre-
za, desigualdad y segregación común”.
También resultan de importancia las posibles articulaciones entre los espacios públicos y
las instituciones del barrio (educativas, de salud, organizaciones sociales, etc.) que deber-
ían ser apropiadas colectivamente por los vecinos, como lugares para la construcción de
una ciudad inclusiva, en donde se respeten los derechos humanos y los principios de parti-
cipación social.
Asimismo, señalemos que las evaluaciones de la vivienda social a través del tiempo mues-
tran que la gran escala de los conjuntos (FONAVI) es la causa principal del deterioro de los
espacios de uso colectivo, pero puede advertirse que también en conjuntos de mediana y
pequeña escala se observan procesos de degradación de dichos espacios. En general los
espacios públicos de conjuntos habitacionales son percibidos como espacios residuales e
inseguros para el barrio.
2. Identificar los factores que facilitan (o inhiben) las acciones de mejoramiento de los
espacios de uso colectivo: aspectos sociales, técnicos, económicos y otros.
3. Estudiar los factores relativos a la percepción de los habitantes sobre las condiciones
de uso y apropiación de los espacios colectivos que conforman el entorno de la vi-
vienda social.
De esta manera se considera la relevancia del proyecto y las prácticas de apropiación del
espacio público en el contexto del hábitat social y el medioambiente del barrio, configu-
rando un factor de importancia para que los habitantes puedan acceder al derecho a la
ciudad. En este sentido coincidimos con Gehl (2014) que plantea: “la necesidad de reforzar
la función social del espacio público como lugar de encuentro, una herramienta vital en
pos de lograr una sociedad sostenible y una comunidad abierta y democrática”.
METODOLOGÍA
DISCUSIÓN - RESULTADOS
El Plan Urbano Rosario 2007-2017 (Municipalidad de Rosario, 2011) indica que el proyecto
del Parque Habitacional Ibarlucea, incluido en el área “Zona Cero”, surge del interés del
Gobierno de Santa Fe por realizar la urbanización de este sector situado en el Distrito Nor-
te de Rosario, en el marco del Plan Federal de Viviendas.
Se trata de un plan organizado por concertación entre dos organismos, la Dirección Provin-
cial de Vivienda y Urbanismo (DPVyU) y la Secretaría de Planeamiento de la Municipalidad
de Rosario, para el desarrollo de una operatoria de vivienda social con provisión de infraes-
tructuras y equipamientos. La DPVyU financia la construcción de viviendas sociales y está
previsto el aporte de nuevas infraestructuras y servicios para el sector (desagües, agua
potable, equipamientos, etc.).
El trazado vial del proyecto se conforma con un damero con calles principales situadas
cada 400 m. en sentido norte-sur y este-oeste. El tejido urbano está configurado por man-
zanas alargadas con pasajes en el sentido norte-sur y las calles secundarias se plantean
como vinculaciones con los espacios verdes y equipamientos (Figura 1).
En 2012 fue habilitado el Centro de Atención Primaria de Salud “Alicia Moreau de Justo”,
construido por el gobierno provincial. En cuanto a las instituciones educativas, recién en
2016 fue puesta en funcionamiento la Escuela primaria Nº 1400. En la actualidad se en-
cuentra construcción un jardín de infantes y está prevista la licitación para una escuela
secundaria en el barrio. En el periodo 2011-2016 muchas familias continuaron llevando a
sus hijos a las escuelas a las que concurrían anteriormente, ya que las escuelas más cerca-
nas tenían mucha demanda del entorno.
Se puede indicar que algunas líneas de transportes ya circulaban en barrios del entorno
(Barrio Cristalería y Nuevo Alberdi). A partir de 2015 se extendió el recorrido de dichas líne-
as de colectivos y en 2016 comenzó a funcionar el Enlace Ibarlucea, que permite llegar has-
ta el límite del municipio, aunque para utilizar este Enlace los vecinos tienen que caminar
alrededor de ocho cuadras. De esta manera, los habitantes consideran que si bien hay cier-
ta disponibilidad de líneas de colectivos, la accesibilidad al transporte público resulta defici-
taria en el conjunto habitacional.
Si bien el proyecto del conjunto habitacional tenía previsto la provisión de grandes espacios
verdes, señalemos que en la ejecución del barrio estos espacios destinados a áreas verdes
se observan actualmente como grandes superficies abiertas que no tienen tratamiento ni
equipamiento.
Los vecinos indican solamente el uso frecuente de un espacio verde con juegos infantiles
situado en la intersección de calles Nº 1310 y Polledo, aunque se trata de un lugar sin lími-
tes definidos, casi un terreno baldío, sin iluminación ni mantenimiento (Figura 3).
También hay una pequeña plazoleta situada junto al Centro de Salud, pero el resto de los
lugares previstos como espacios recreativos o áreas verdes se encuentran todavía como te-
rrenos baldíos y son percibidos por los habitantes como terrenos baldíos y áreas inseguras.
Figura 3. Espacio verde con juegos infantiles, intersección calles Nº 1310 y Polledo
Asimismo, se les preguntó a los vecinos si podían realizar un croquis indicando sus recorri-
dos frecuentes y señalando lugares que consideran importantes en el barrio. En general no
distinguen recorridos de valor en la zona, pero identificaban como lugares relevantes el
centro de salud, la escuela y las paradas de ómnibus.
Por otra parte, señalan algunos espacios que perciben como inseguros y que prefieren evitar
en sus recorridos habituales, aunque se observa que esos lugares a los que hacen referencia
como riesgosos son aquellos que en el proyecto están indicados como “espacios públicos”.
De esta manera, se puede indicar que si los espacios públicos no se encuentran interveni-
dos y destinados a algún uso específico se convierten en áreas débiles, de escaso mante-
nimiento y con falta de apropiación por parte del vecindario; y en muchos casos se trans-
forman en áreas inseguras, basurales o eventualmente terrenos usurpados.
Considerando esta problemática coincidimos con la propuesta de Gehl (2010), que señala:
“la ciudad que desea atraer flujos de personas debe tener espacios públicos cuidadosa-
mente diseñados, que son la infraestructura sobre la cual se sostiene el proceso que re-
fuerza la vida urbana. El planeamiento y el diseño pueden influir el tipo de actividades al
aire libre que se quieran desarrollar, pero para alentar a la gente a usarlos también hay
que incluir protección, seguridad, y una razonable cantidad de espacio y equipamiento
adecuado que provea un atractivo visual. Las relaciones sociales generadas dentro del es-
pacio urbano aumentan conforme mejor sea la calidad del espacio exterior construido”.
CONCLUSIONES
El caso estudiado permite observar la percepción de los habitantes acerca del uso y apro-
piación de los espacios colectivos en un proyecto de hábitat social de desarrollo reciente
en la periferia de Rosario.
Así también, en un conjunto de vivienda social donde la mayoría de las familias han sido
relocalizadas y se cortan los vínculos con sus antiguos vecinos, es importante reforzar la
integración social y fortalecer las redes sociales en el barrio. Las prácticas de uso y apro-
piación de los espacios colectivos contribuyen a la consolidación de dichas redes sociales.
Comprender las costumbres y necesidades de los habitantes resulta clave para el proyecto
de los espacios públicos, en vinculación con las actividades cotidianas de los vecinos. Se
debe dar especial importancia a la construcción del espacio público como parte del desa-
rrollo habitacional, entendiendo que el mismo también impacta y hace a la calidad del me-
dioambiente del barrio.
Estudiar la escala adecuada y las actividades que desarrollan los vecinos, brindar seguri-
dad, otorgar equipamiento y ofrecer posibles usos de un espacio público pueden contri-
buir a la apropiación y mejoramiento de los espacios colectivos, como ámbitos de repre-
sentación significativos y participativos, y que de esta manera, puedan contribuir a la con-
solidación del medio social del barrio.
Por lo tanto, recuperar la valoración de los espacios de uso colectivo potenciaría los proce-
sos de apropiación en el barrio y reforzaría los vínculos vecinales en articulación con las
instituciones del sector.
Se trata también de luchar contra los procesos de exclusión y los mecanismos de desintegra-
ción social a base de restaurar el intercambio social, de jerarquizar los espacios públicos bus-
cando reforzar la vida social y cultural, de aproximar los servicios y los equipamientos a los
lugares donde viven las poblaciones de menores recursos. Esto implica que la problemática
habitacional debe estar contemplada dentro de la planificación del desarrollo urbano.
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matumalizia@yahoo.com.ar
Palabras clave: centralidad, transformación urbana, barrios populares, Gran San Miguel
de Tucumán.
Resumen
Introducción
y/u omisión) el acceso de ciertos grupos sociales. Asimismo, la localización de las centrali-
dades (cualquiera de sus variantes) en zonas puntuales del aglomerado tampoco satisface
las necesidades de la población circundante, de modo tal que deben continuar trasladán-
dose a la centralidad tradicional para responder a sus demandas.
El rápido proceso de expansión por el que viene atravesando el aglomerado Gran San Mi-
guel de Tucumán en las últimas décadas trajo aparejado el desplazamiento, fundamental-
mente, de actividades comerciales y administrativas, provocando cambios en la centralidad
tradicional y la reconfiguración de distintas áreas. Ello se observa en el surgimiento de
nuevas centralidades (al reconfigurar áreas comerciales locales) o en la concentración de
actividades en ciertos espacios de la ciudad, al mismo tiempo que se observa la persisten-
cia de ciertas áreas que no son alcanzadas por dichas transformaciones. Si bien este pro-
ceso tiene un efecto descentralizador que contribuye a disminuir la presión funcional en el
centro de la ciudad y busca satisfacer las necesidades de los habitantes de las zonas donde
se instalan, en sí mismo resulta insuficiente en tanto aún existen muchos barrios, sobre
todo vulnerables, cuyo acceso a las distintas centralidades es dificultoso.
Para su desarrollo se toma como caso de estudio el barrio 11 de Enero, localizado hacia el no-
roeste del municipio San Miguel de Tucumán (capital provincial). Este barrio forma parte de los
asentamientos informales que se propagaron en el aglomerado Gran San Miguel de Tucumán
1
en las últimas décadas y que contribuyen a su conformación actual . Pese a su localización se
2
encuentra desconectado de la ciudad formal y por ende de las centralidades existentes .
1
Boldrini (en prensa) explica que el acelerado derrotero mediante el cual se propagaron las villas y asentamientos
informales en el aglomerado tuvo como primer motor la migración campo-ciudad derivada del cierre masivo de
los ingenios azucareros que desmanteló la estructura productiva de la provincia durante las décadas del ‘60 y
‘70. El segundo momento se identifica a fines de la década del ‘80 como resultado del predominio de la aplica-
ción de políticas neoliberales que provocaron un significativo aumento espacial y poblacional de los asenta-
mientos informales vinculados, sobre todo, a la migración intraurbana de grupos sociales empobrecidos. Fi-
nalmente, a partir del año 2003 se detectó un tercer momento que se caracteriza por la desaceleración del cre-
cimiento sostenido de los asentamientos informales a expensas del aumento de barrios promovidos desde el
Estado dirigidos a sectores populares. Sin embargo, los grupos relocalizados mantienen problemáticas de pro-
funda vulnerabilidad en su nuevo espacio (Gómez López, Cuozzo y Boldrini, 2015).
2
Este barrio forma parte de los lugares en los que trabaja el Programa Mejora del Hábitat Participativo (Programa
Mhapa) perteneciente al Centro de Estudios sobre Territorio y Hábitat Popular (CETyHaP) de la Facultad de Ar-
quitectura y Urbanismo, de la Universidad Nacional de Tucumán. En el mismo se están desarrollando diversas
experiencias de trabajo donde predomina la organización comunitaria en el proceso de transformación del
hábitat, el acompañamiento técnico tanto institucional como extra-institucional y las transformaciones que con-
templan al espacio público de manera principal.
Marco teórico
Dicho concepto mantiene vigencia precisamente porque el modelo de sociedad actual pro-
fundiza progresivamente las desigualdades socio-espaciales, dificultando cada vez más el
acceso a la ciudad para gran parte de sus habitantes; y en este punto, las desigualdades
constituyen un rasgo que también persiste (Dubet, 2015) por cuestiones como la depen-
dencia económica, la incapacidad de las clases dirigentes, la globalización y el papel de las
elites políticas y económicas (Paolasso, Longhi y Velázquez, en prensa). Implica, por un la-
3
do, la existencia de sociedades conectadas globalmente pero segregadas localmente (Bor-
ja y Castells, 2000); y por el otro, un ordenamiento sociocultural que se manifiesta territo-
rialmente y que reduce las capacidades de la población en lo material y lo simbólico (Ther-
born, 2015; Malizia et. al, en prensa).
Harvey (2009) retoma el concepto del derecho a la ciudad y sostiene -al igual que Lefebvre-
que éste significa transformar la ciudad existente para mejorarla, recuperar los bienes co-
munes y construir alternativas espaciales; lo que lleva a los seres humanos, según Molano
Camargo (2016), a replantear las dinámicas que dominan espacialmente la ciudad, para
reconstruirla desde la práctica.
3
Para Rodríguez Vignoli, segregación significa “desigualdad en la distribución de los grupos sociales en el espacio
físico […] remite a la existencia de diferencias o desigualdades dentro de un colectivo y a la separación de los
sujetos en categorías que tienen cierto grado de distinción jerárquica o valorativa. (Rodríguez Vignoli, 2001: 11).
compromisos y medidas que deben ser asumidos por la sociedad civil, los gobiernos loca-
les y nacionales, parlamentarios y organismos internacionales para que todas las personas
vivan con dignidad en las ciudades. En la misma se enuncian tres ejes fundamentales: el
ejercicio pleno de la ciudadanía, la participación de la sociedad en el gobierno de la ciudad
y el uso socialmente justo y sustentable del espacio urbano, en especial para los grupos
4
vulnerables .
4
Borja (2003) considera que los actores principales de este proceso son los movimientos sociales que se instalan
como un medio de lucha frente a la exclusión, segregación y fragmentación creciente.
5
Entre estos, se pueden mencionar: seguridad jurídica de tenencia de la vivienda; disponibilidad de servicios
(equipamiento e infraestructura), asequibilidad (gastos viables o soportables), accesibilidad (no discriminación),
habitabilidad (espacio suficiente, seguridad, privacidad, iluminación y ventilación adecuada), lugar adecuado
(seguro, ambientalmente sano, accesible al empleo) y adecuación cultural (Ortecho, 2012).
6
Para ampliar el concepto de centralidad y sus atributos ver Castañeda, Malizia y Boldrini (en prensa).
7
La movilidad urbana entendida como el desplazamiento (de personas y mercancías) entre las diferentes áreas
funcionales de la ciudad está ligada a la accesibilidad a bienes, servicios, actividades y destinos que les permiten
obtener ingresos o satisfacer sus necesidades. Asimismo, regula el uso ciudadano del espacio público y ordena
la distribución de la población en la ciudad en un espacio-tiempo (Lizárraga, 2012; Obregón Biosca y Betanzo
Quezada, 2015).
8
La fragmentación se asocia con componentes espaciales (desconexión física, discontinuidades morfológicas),
dimensiones sociales (repliegue comunitario, lógicas exclusivas) y políticas (dispersión de actores y autonomiza-
ción de la gestión y regulación urbana). Refleja la profundización de las desigualdades sociales (Prévot Schapira,
2001) y la división social del espacio urbano en términos de exclusión de grupos y dominación de la producción
del espacio (Duhau, 2013).
Enfoque metodológico
Teniendo en cuenta que el objetivo principal de este estudio radica en el análisis de las
condiciones actuales de movilidad que poseen los habitantes de los barrios vulnerables
para acceder a la centralidad, el enfoque metodológico propuesto se basa en el uso de
técnicas cualitativas de investigación social (Taylor y Bodgan, 1990; Guber, 2009) que se
complementan, en ciertos momentos y dada su pertinencia, con técnicas cuantitativas afi-
nes a las ciencias sociales (Baranger, 1992), y en el desarrollo de talleres participativos
(Boldrini, 2015). La utilización de estas técnicas permite centrar la mirada en la compren-
sión que las personas realizan de la situación en la que se encuentran, en los significados
que atribuyen a sus acciones y en cómo interpretan las relaciones que se establecen de-
ntro de su mundo social particular. De este modo se estudia a las personas insertas en un
contexto determinado, sin descartar la influencia de su historia de vida, y busca la com-
prensión de los fenómenos sociales desde la propia realidad de los sujetos, reconociendo
el lugar desde el cual los actores clasifican el comportamiento y le atribuyen sentido (Ber-
ger y Luckmann, 2006). Las prácticas y representaciones sociales que sostienen las perso-
nas involucradas son heterogéneas, y en ellas se pueden detectar experiencias sociales del
pasado, intentos de transformarlas y construcciones de sentido en relación con lo vivido y
9
con aquello que supone el porvenir (Achilli, 2005).
Los talleres participativos, por su parte, tienen un rol instrumental. Permiten el tratamiento
de aspectos determinados que requieren ser tratados grupalmente, conllevan a la puesta
en común de información, conocimientos y expectativas sobre una problemática específi-
ca; y dan lugar a la definición colectiva de pautas en relación con dicho tema (Boldrini,
9
Las prácticas y representaciones sociales son el resultado de una actividad continua en la que los individuos
ponen en juego destrezas, procedimientos y reglas (Batallán, 2007).
10
La aplicación de la entrevista-encuesta integrada contó con la participación de los alumnos de la materia Prácti-
ca Profesional Asistida “Hábitat Participativo” dictada en el marco del Programa Mhapa (CETyHaP, FAU-UNT).
2015). Durante el año 2017 se llevaron a cabo 5 talleres en los que participaron de manera
alternativa los habitantes del barrio.
12
El aglomerado Gran San Miguel de Tucumán forma parte del Norte Grande Argentino . Lo
territorios que integran esta región son muy diferentes unos de otros y han sido ocupados
de manera diferencial por distintas sociedades a través del tiempo. Esta región presenta
los índices de pobreza más elevados del país y registran los estándares más bajos de cali-
13
dad de vida en gran medida, fruto del proceso de territorialización experimentado a
través de los años (Paolasso, Longhi y Velázquez, en prensa; Bolsi y Paolasso, 2009). El de-
terioro socio-económico de gran parte de sus habitantes y territorios se deriva, sobre todo,
del proceso de concentración de la riqueza propio de la aplicación de las políticas neolibe-
rales (Bolsi y Paolasso, 2009).
11
Buzai (2014) en su libro Mapas sociales urbanos utiliza la geografía cuantitativa para estudiar la realidad. Se
basa en tres aspectos fundamentales: los modelos que permiten un abordaje deductivo, los métodos que per-
miten su comprobación y las aplicaciones que se presentan en diferentes casos de estudio.
12
Esta macroregión incluye las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero (en el noroes-
te) y Formosa, Chaco, Misiones y Corrientes (en el nordeste).
13
En el año 2010 el 13,71% de los hogares tenía al menos un indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas
(Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, año 2010) y el Índice de Bienestar era de 6,33 (Velázquez et
al., 2014).
Los barrios vulnerables del aglomerado se localizan, sobre todo, en las zonas más degra-
dadas de la ciudad, en un entorno que se caracteriza por los elevados índices de informali-
dad, vulnerabilidad y pobreza (Boldrini, en prensa). En este contexto el barrio 11 de Enero
se ubica hacia el noroeste del GSMT, en los límites entre los municipio San Miguel de Tu-
cumán (capital provincial) y Yerba Buena (Figura 1). Se inició mediante la ocupación es-
pontánea e informal de tierras en el año 2004 y, posteriormente, en el año 2007 se relocali-
zaron gran parte de las familias que lo habitaban en otros barrios situados en sus alrede-
dores (San Expedito y Las Talitas), sin embargo, los terrenos desocupados fueron re-
ocupados rápidamente por la llegada de nuevas familias en busca de un lugar donde vivir.
En este sentido, al ahondar en los motivos que explican la decisión de mudarse al barrio
cabría resaltar la independencia familiar, es decir la posibilidad de tener una casa propia
en la cual formar una familia; y las ventajas económicas que la mudanza conlleva puesto
que tener casa propia implica dejar de abonar un alquiler donde se vivía anteriormente
(Cuadro 1).
Motivos Cantidad
Independencia del grupo familiar 17
Ventajas económicas 11
Mudanza del grupo familiar 3
Seguridad y tranquilidad 2
No responde 2
Por otra parte, en la configuración actual del aglomerado GSMT también entran en juego
distintas dinámicas socio-espaciales que inciden en el crecimiento y configuración del terri-
torio relacionado con el proceso de expansión de las centralidades urbanas. En este senti-
do, Castañeda, Malizia y Boldrini (en prensa) explican que el crecimiento del aglomerado en
los últimos años no estuvo acompañado por un adecuando proceso de descentralización
tendiente a cubrir las necesidades de todos sus habitantes. Las centralidades y áreas con
concentración de actividades se localizan en sectores puntuales del aglomerado dejando
sin cobertura a una gran cantidad de áreas residenciales, situación que implica que la ma-
yor parte de la población debe trasladarse a distintas partes de la ciudad -
fundamentalmente al Centro Comercial Administrativo- para adquirir determinados bienes
y servicios. De este modo la amplia brecha y dispersión entre los niveles de cobertura de
servicios (comerciales, administrativos y de transporte) remarcan la vulnerabilidad existen-
te en cuanto al derecho a la centralidad y al uso de la ciudad en general. Finalmente las
14
autoras clasifican a las centralidades del aglomerado y establecen cuatro categorías de
análisis: A. centralidad principal (incluye el Centro Comercial Administrativo y su área de
expansión); B. centralidad secundaria de orden superior; C. centralidad secundaria de or-
den inferior; y D. área con concentración de actividades.
14
Para poder determinar su jerarquía en el contexto del aglomerado se tuvieron en cuenta variables como servicios de
tipo administrativo, cultural, educativo, comercial, sanitario, de bienestar social, transporte público de pasajeros, siste-
mas de actividades, organización espacial (concéntrica o lineal), área de influencia (impacto local o metropolitana), po-
blación objetivo y principal tipología residencial próxima que impulsa el consumo y la prestación de bienes y servicios
(urbanización cerrada, urbanización informal y obra de vivienda pública) (Castañeda, Malizia y Boldrini, en prensa).
Uno de los primeros aspectos considerados fue la procedencia residencial de los habitan-
tes del barrio. La mayoría de los entrevistados mantuvo su residencia dentro de los límites
del aglomerado Gran San Miguel de Tucumán, sin embargo, al analizar la densidad de flu-
jos de movilidad se identificó que muchos de ellos vivían antes en áreas situadas hacia el
oeste como es el caso de las localidades de Yerba Buena, Cevil Redondo y El Manantial, y
los barrios Nicolás Avellaneda, Villa Muñecas y San José (Figura 2). En este sentido es perti-
nente señalar el lugar de origen de estas familias. La mayoría de ellas son oriundas del
aglomerado Gran San Miguel de Tucumán, es decir que se trata de migración intra-urbana
(entre distintas partes del aglomerado), mientras que siete entrevistados explicaron que
sus familias eran del interior de la provincia, lo que ocasiona migración intra-provincial
(entre distintos departamentos de la provincia), y cinco respondieron que provienen de
otras provincias de Argentina, generando migración inter-provincial (Cuadro 2).
Algo similar sucede en relación con el aspecto sanitario. Los entrevistados concurren a
instituciones públicas ubicadas sólo en los municipios ya mencionados, con un mayor flujo
de movilidad en aquellos situados en las cercanías al barrio, como es el caso de los Centros
de Atención Primaria de la Salud San José (Yerba Buena) y Presidente Perón (San Miguel de
Tucumán). Como contraparte se observa una escasa concurrencia a los hospitales públicos
regionales y a otros centros de atención primaria dada su localización en áreas alejadas del
barrio y cuyo acceso implica poner en funcionamiento diversos mecanismos de movilidad
que frecuentemente incluyen un costo más elevado de traslado (Figura 3).
Por otro lado, muchos de los entrevistados explicaron que para realizar trámites (ya sea en
oficinas públicas y/o privadas como la Administración Nacional de la Seguridad Social -
ANSES- o en la Empresa de Energía de Tucumán -EDET-) concurren tanto a las centralidades
de San Miguel de Tucumán (principal Centro Comercial y Administrativo) como a la de Yer-
ba Buena puesto que son las que cuentan con una oferta de servicios más diversificada.
Ambas son consideradas de acuerdo con la clasificación elaborada por Castañeda, Malizia y
Boldrini (en prensa) como la centralidad tradicional y principal del aglomerado y una cen-
tralidad secundaria, respectivamente. La periodicidad con la que asisten a estos centros es
variable. La mayoría mencionó que por lo general se desplaza hacia las mismas cada dos
meses para abonar la factura de la luz (que en Tucumán es bimestral) o bien para presen-
tar documentación relacionada con las asignaciones familiares otorgadas por la ANSES. Por
el contrario, sólo una minoría respondió que concurre en forma semanal y esto posible-
mente se deba a que en el momento en que se realizó la entrevista estaban llevando a
cabo algún tipo de trámite que requería su presencia permanente.
En cuanto a la variable ocio y recreación, los entrevistados mencionaron con mayor fre-
cuencia tres aspectos (Cuadro 3): asistencia a plazas y parque localizadas en distintas par-
tes del aglomerado GSMT; realización de actividades de esparcimiento en el Dique Celesti-
no Gelsi (conocido como El Cadillal y ubicado en las afueras del aglomerado) o en la Sierra
San Javier (ubicado hacia el oeste del aglomerado); y visitas a casas de familiares localiza-
das en distintas partes del aglomerado. En este sentido los lugares mencionados se ubican
mayoritariamente en el municipio San Miguel de Tucumán, seguido por el municipio Yerba
Buena y la comuna rural Cevil Redondo, y en menor medida en otras localidades del inter-
ior de la provincia como Raco o Santa Lucía (Figura 4).
Cuadro 3. Lugares de ocio y recreación mencionados por los entrevistados. Año 2017
Finalmente es importante destacar la conectividad del barrio con las diferentes centralidades
metropolitanas identificadas mediante el uso del transporte público. En este sentido se ob-
serva una elevada vinculación con la centralidad principal de San Miguel de Tucumán y con
las centralidades secundarias ubicadas en Yerba Buena y Tafí Viejo, y en menor medida con
las áreas con concentración de servicios emplazadas en San Miguel de Tucumán (en cruce de
las avenidas Mitre y Belgrano y Av. Mate de Luna) y en la localidad de San Pablo (Figura 5).
Conclusiones
Estos mapas permiten analizar en una escala geográfica micro el reflejo de las desigualdades
sociales en el territorio y su puesta en evidencia resulta fundamental en la investigación ur-
bana actual. Permiten llevar a cabo análisis espaciales cualitativos en tanto buscan compren-
der la realidad socio-espacial desde la propia mirada de los actores sociales involucrados y se
basan en las representaciones sociales que éstos sustentan acerca de la realidad. Los mapas
cualitativos pueden ser utilizados como herramientas claves para apoyar el proceso de toma
de decisiones locales en tanto son productos del diagnóstico participativo, dando lugar al
surgimiento de propuestas que pueden ser implementadas en la gestión de recursos y cola-
borando con el ordenamiento territorial y las diversas formas de usar la ciudad.
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LA TRANSFORMACIÓN DE LOS
ELEMENTOS URBANOS EN LA
PRODUCCION DE LOS BARRIOS
POPULARES. BARRIO UN TECHO PARA
TODOS, LA MATANZA
C. Mansueto
Proyecto Habitar, Proyecto UBACyT “Estrategias proyectuales para el Hábitat Popular” Dir. J.
Fernández Castro, Centro de Hábitat Inclusivo, Instituto de la espacialidad humana, FADU
UBA, CABA, Argentina
claramansueto@gmail.com
Resumen
INTRODUCCIÓN
El barrio “Un Techo Para Todos” es un asentamiento informal del conurbano bonaerense.
Producto de la organización y lucha de varias familias, comienza a gestarse la ocupación de
las tierras en el año 2002, efectivizándose la instalación en el 2004.
En la materialización que este barrio como tantos otros barrios autoconstruidos, podemos
ver, que a pesar de la escasez de políticas públicas eficaces y suficientes para atender la
magnitud de la necesidad (que históricamente sostiene un déficit habitacional urbano), el
territorio es transformado a fuerza de trabajo, disposición de recursos y construcción de
acuerdos por parte la sociedad.
cas de los elementos urbanos, de los usos colectivos, grupales e individuales del suelo y de
las estrategias para su materialización y sostenimiento.
1
Figura 1. Villas y asentamientos del AMBA. Ubicación del barrio Un Techo Para Todos
1
En el mapa se identificaron con negro pleno, las villas y asentamientos precarios según el Registro Público Pro-
vincial de Villas y Asentamientos Precarios en el marco de la ley provincial 14.449.
El barrio Un Techo Para Todos está ubicado en la localidad de Ciudad Evita, La Matanza, a 27
km de la Plaza de Mayo, cercano a la ruta provincial n° 21 Av. Gral. Rojo, a 2 km de la inter-
sección con Camino de Cintura (ruta provincial 4). Forma parte de la cuenca Matanza Ria-
chuelo, lo aleja del lecho del rio Matanza unos 3 kilómetros. Actualmente se encuentra ro-
deado por tres asentamientos informales, el barrio “22 de enero” una urbanización informal
que data de finales de los ´80, y los barrios “Gauchito Gil” y “Tierra y Libertad”, que también
son urbanizaciones informales del 2008 contiguas al barrio. El límite restante es una zona de
bosque que separa el barrio Un Techo Para Todos de Ciudad Evita unos 300 metros.
Según el registro municipal, el sector que comprende la localización del barrio Un Techo
Para Todos, Gauchito Gil, Tierra y Libertad y una parte del 22 de enero, está declarado co-
2
mo Zona a Preservar según la ordenanza n°9430 . Los cuatro barrios se encuentran regis-
trados en el Registro Público Provincial de Villas y Asentamientos Precarios, donde se ex-
pone que en el año 2015 vivían en el barrio Un Techo Para Todos unas 500 familias.
La construcción de un barrio
Entre el año 2002 y la actualidad, el sector de pastizales oculto detrás del bosque para los
habitantes de Ciudad Evita y cotidiano en el juego y el paso para los habitantes del barrio
“22 de enero”, se transformó en otro barrio, en un nuevo barrio. Dicha transformación se
manifiesta físicamente en la configuración de los elementos urbanos construidos durante
los últimos años.
Según el relato aportado por protagonistas de la toma de tierras, el barrio se originó con
un primer intento de asentamiento por parte de 600 familias que fueron desalojadas con
participación de la policía federal en el año 2001. Durante dos años se realizaron reiterados
intentos y sucesivos desalojos, hasta el año 2004, cuando un grupo de 300 personas logra
asentarse y comenzar a construir las viviendas. Parte del mismo proceso fueron los traba-
jos de medición y demarcación de lotes, manzanas y calles que imprimieron en el terreno
la estructura general de la traza que sirvió de guía para la ocupación del 2004 (estos traba-
jos pueden observarse en la imagen satelital del año 2004 de la figura 2).
2
http://www.cdadevita.com.ar/Leyes/CdadEvita-Ord.9430-90.pdf
METODOLOGÍA
En este trabajo nos interesa estudiar la configuración de los elementos urbanos en el pro-
ceso de construcción de Un Techo Para Todos, considerando dicha transformación como
base objetiva de las materializaciones que realizan las personas en el proceso de autocons-
trucción de los barrios. ¿Qué elementos del sistema urbano se modificaron a partir del
proceso de urbanización del barrio? ¿Qué cambió en aquel predio vacante cuyo uso se
reducía al crecimiento de pastizales y recreo de algunos niños traviesos? Estas son las pre-
guntas que nos hicimos previamente al abordaje del re dibujo de los elementos urbanos.
Conocer la configuración morfológica de los elementos urbanos requiere de un estudio
dinámico del territorio. La dimensión morfológica resulta relevante en el estudio del proce-
so urbano, ya que las formas físicas y su disposición dan cuenta de un modo de materiali-
zación particular de las tensiones presentes en su producción (Panerai 1997). Esto implica
observar intencionadamente, realizar aproximaciones consientes del objeto de estudio que
se persiguen mediante el dibujo y re dibujo. Conocer el proceso dinámico del territorio
implica observar con una hipótesis (JAIME, 2016) restituyendo los elementos que configu-
ran el proceso que queremos aprehender, es decir buscando su inscripción en el sistema al
que pertenece.
Se realizaron tareas de redibujo digital de fotografías aéreas en dos escalas, barrial y urba-
na, en tres momentos, definidos según las características del proceso de transformación de
los elementos. Para avanzar con el estudio del registro ordenaremos los dibujos para el
análisis de dos grupos: La edificación y el parcelario y los trazados de la infraestructura.
Partiremos del espacio urbano vivido, utilizando selecciones de fotografías peatonales
agrupadas por elemento, que serán utilizadas para el registro de las características particu-
lares del espacio urbano barrial. Este análisis servirá de guía para el salto de escala que el
análisis profundo requiere.
Edificación y parcelario
Figura 3. Fotografías peatonales del barrio Un Techo Para Todos año 2015
Los materiales que aún no están dispuestos en la construcción también son indicadores
del proceso de transformación barrial que estamos observando. Las losas al descubierto
pronto formarán parte del suelo del nivel superior utilizando la piedra partida y la arena
que vemos en las veredas o dentro de los lotes.
Si bien estas descripciones son relevantes en tanto nos permiten desglosar la imagen ge-
neral del barrio en transformaciones que suceden lote a lote, no profundizaremos en el
proceso productivo de cada edificación, ya que lo que nos interesa aquí es comprender la
relación entre la producción de los elementos con la estructura barrial prefigurada que
sirve de guía. Sobre esta relación resulta pertinente destacar que la disposición de las edifi-
caciones sobre el terreno indica la continuidad de una línea divisoria entre zonas, en algu-
nos casos físicamente materializada con enrejados o cerramientos de chapa, etc. en otros
casos por el hecho de no construir sobre ella. A su vez se identifican relaciones en la dispo-
sición de los elementos que diferencian amplias zonas destinadas al agrupamiento y otras
sin edificación alguna.
¿En qué sistema barrial se inscriben estas zonas de edificaciones diferenciadas? ¿Cuál es la
lógica que guardan las edificaciones entre sí? Con estas preguntas nos acercamos al redi-
bujo de las edificaciones en una escala mayor, barrial. En esta escala se propone un recorte
que contemple la totalidad del barrio Un Techo Para Todos y los barrios contiguos cons-
truidos posteriormente (El Gauchito Gil y Tierra y Libertad) se incluye un sector del Barrio
Ciudad Evita hacia el norte, un sector del barrio 22 de enero hacia el sur, la avenida Gral.
Rojo hacia el este y el arroyo la frontera hacia el oeste (figura 4). El alcance propuesto tiene
por objetivo identificar la relación que guardan la configuración barrial de los elementos
urbanos con el contexto inmediato.
Figura 4. Edificación y demarcación del barrio Un Techo Para Todos hasta el año 2017
que existe una regularidad entre la geometría de las edificaciones, aunque cambiantes en
las proporciones y en las distancias que establecen entre ellas generando una densidad
variable en la manzana. Las edificaciones se disponen en relación a los cuatros lados de la
manzana, es decir que cada edificación aporta su frente a cada uno de los lados.
Trazados
Hacia los lados, acompañando la línea de frente de las manzanas se ubican los dos sende-
ros de circulación peatonal en ocasiones evidente por su materialización en hormigón o
por el simple desgaste del pastizal que junto con un sector de pasto a modo de canteros,
en algunos casos con vegetación ornamental, conforman una vereda de 3 a 4 metros de
espesor.
Figura 8. Fotografías peatonales del barrio Un Techo Para Todos año 2015
Sobre la línea que conforma la vereda se ubican los postes del tendido eléctrico. La dispo-
sición de los cables aéreos sostiene regularmente la línea de la vereda, cruzándose en
aquellos sectores donde se cruzan las vialidades.
El sistema de evacuación de las aguas de lluvia y las aguas grises provenientes del interior
de las manzanas también conforma una línea contenida en el espacio de calle, separando
el sector de circulación de los vehículos y la vereda.
Figura 9. Estructura de trazado del barrio Un Techo Para Todos hasta el año 2017
El recorrido de las vialidades, del tendido eléctrico y de los desagües pluviales comparten
los mismos recorridos lineales. ¿A qué sistema pertenecen? ¿Cómo se configura? Trazando
una recta por el vacío lineal entre los agrupamientos de edificaciones (figura 9) es posible
identificar la estructura vial que acompaña la disposición de las mismas. Dicha estructura
conserva una organización reconocible en una grilla ortogonal que repite la dirección de
las vías del barrio 22 de enero, extendiéndose solo una de ellas dentro del barrio Un Techo
Para Todos. En esa dirección se reconocen 5 vías de diversa extensión y forma. Mientras
que en el sentido transversal las vías son similares y se repiten en paralelas a igual distan-
cia seis veces. La geometría simple de la grilla equiparable a un rectángulo, se insinúa en
algunos sitios, pero se interrumpe en tres de los cuatro lados, guardando mayor continui-
dad con el barrio 22 de enero. Hacia el este se interrumpe por un paredón que limita el
predio de un club deportivo mientras que hacia el oeste y hacia el norte se interrumpe sin
la presencia de un límite físico.
Este análisis en base a la estructura vial nos permite avanzar en la formulación de pregun-
tas que sirvan de sustento material para la elaboración de entrevistas y el estudio de nor-
mativas, planos catastrales y otros registros. ¿A qué razones responden las continuidades y
las rupturas identificadas en la configuración del trazado?
CONCLUSIONES
Hasta aquí podemos decir cómo son algunos de los elementos urbanos, cuáles fueron las
transformaciones, podemos cuantificarlos porque los hemos identificado y hemos caracte-
rizado sus formas. Hemos avanzado en la configuración del sistema al que pertenecen,
estudiando las dimensiones, proporciones y los ritmos que los elementos traen consigo y
las lógicas de asociación que establecen entre ellos. Estos datos de la realidad puede de-
ben convertirse en hipótesis provisorias para seguir indagando en el sistema barrial del
cual forman parte estos y otros elementos urbanos.
Las calles son calles ya que por ese lugar se transita, por allí circulan los camiones que tras-
ladan materiales para la construcción, los carreros que juntan materiales para revender, y
aquellos que salen de sus casas o de su barrio hacia otro sitio, que recorren a pie los sen-
deros, se embarran hasta la rodilla los días de lluvia o se quedan conversando con algún
vecino cuando el día lo amerita. Sobre las calles se abren kioscos, almacenes, talleres de
arreglos o asoman los carteles ofreciendo servicio de fotografía para eventos, souvenirs,
arreglos de ropa, etc. Los elementos forman parte de la materialización de espacios barria-
les para la vida urbana. Si bien el análisis organizado por elementos nos permite observar
objetiva y ordenadamente la configuración de cada uno y de la relación que establecen
entre ellos, no es posible comprender el espacio barrial que allí se ha construido sin refe-
renciar el uso que alberga.
El análisis configurativo requiere constituirse en puntas del ovillo que necesitamos desen-
redar, puntas para indagar incorporando otras metodologías tales como entrevistas, estu-
dios bibliográficos, análisis de documentos históricos, etc para acercarnos a la relación que
existe entre la forma y el contenido que conforman el proyecto barrial en su integralidad.
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(Serie difusión 3).
MIGRACIONES Y TRANSFORMACIONES
TERRITORIALES. PROCESOS DE
DESIGUALDAD URBANA DE MIGRANTES
EN LA LOCALIDAD DE MONTE
HERMOSO (PCIA. BUENOS AIRES,
ARGENTINA)
R. A. Fittipaldi, L. C. Espasa,
A. Mastrandrea, Ma. L. Quevedo
Departamento de Geografía y Turismo, UNS, Bahía Blanca, Argentina
loreana.espasa@uns.edu.ar
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Y POLÍTICAS PÚBLICAS EJE 1 461
MIGRACIONES Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES. PROCESOS DE DESIGUALDAD URBANA DE MIGRANTES…
R. A Fittipaldi, L. C. Espasa, A. Mastrandrea, Ma. L. Quevedo
Resumen
Esta mundialización de los flujos migratorios tiene características distintivas con respecto a
los desplazamientos tradicionales por diferentes motivos. Actualmente se caracteriza por
la diversificación de las áreas de destino y de los lugares de origen de los migrantes. Mu-
chos de ellos llegan a países con los cuales no tenían necesariamente algún lazo anterior
generando una diversificación de perfiles migratorios. Las grandes ciudades ya no son el
ámbito privilegiado para la instalación de los mismos, sino que desempeñan un papel im-
portante las pequeñas localidades como receptoras de población proveniente de una mul-
tiplicad de lugares, tanto del ámbito internacional como interno.
Generalmente los migrantes suelen elegir el espacio urbano como uno de los ámbitos más
favorables para su inserción en la sociedad de acogida. Esto lleva a que las ciudades asistan a
procesos de crecimiento, densificación y expansión de la mancha urbana al ser receptoras de
importantes contingentes de migrantes. Su instalación en determinados sectores del espacio
urbano va transformando la configuración tradicional de los barrios donde se localizan y en
varias ocasiones se generan procesos de desigualdad y segregación socio – territorial.
Esta investigación parte del supuesto de que los modos de habitar, transitar y circular en la
ciudad contribuyen a producir y reproducir la desigualdad socio – urbana. Estos procesos
se sustentan en elementos materiales y simbólicos, históricamente producidos, social y
territorialmente contextualizados, dando lugar a nuevas espacialidades en la medida en
que se modifican las dinámicas sociales.
La espacialidad, según Soja (1993, en Delgado Mahecha 2003:10), “es el espacio socialmen-
te producido por el conjunto de las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales
entre los individuos y los grupos (…) existe en formas concretas de organización social y
como medio propio de la vida social (…). La espacialidad se torna concreta, material y con-
tingente, contradictoria y dialéctica, y se puede describir como el medio y como el resulta-
do de la dinámica de la sociedad”. En el ámbito de estudio, la ciudad de Monte Hermoso,
esta dinámica se dirime entre una ciudad que crece y se desarrolla por efecto del turismo y
la ciudad cotidiana con aumento de población, alto porcentaje de extranjeros y de migran-
tes internos, que construyen su cotidianidad ligada a la distribución de oportunidades tan-
to de localización, como de interacción e integración en el medio receptor.
de las negociaciones inmobiliarias clásicas, la mayor parte del tiempo en zonas no urbanizables
(…) sin infraestructura previa y donde predominan las actividades económicas sin (o con escasa)
regulación estatal”. (Doré, 2008:84).
Monte Hermoso es una localidad balnearia, cabecera del partido homónimo, que se ubica
a unos 120 km al Este de la ciudad de Bahía Blanca. (Figura Nº1).
Es uno de los centros turísticos costeros más importantes de la Costa Atlántica Argentina
en el sector correspondiente a la región del Sudoeste Bonaerense. La modalidad turística
predominante es el turismo sol y playa, con marcada estacionalidad. Desde sus inicios se
caracterizó por el predominio de construcción de segundas residencias y por el turismo
familiar. En las últimas décadas han adquirido auge también otras prácticas turísticas al-
ternativas entre las que se destacan nuevos productos como: turismo de golf, aventura,
actividades deportivas y ecoturismo.
La relación población - espacio urbano se aborda desde un enfoque que centra su atención
en los vínculos que existen entre el lugar de nacimiento de la población y los modos de
territorialización en espacios urbanos receptores de tamaño medio y/o pequeño. Se ha
tomado como unidad de análisis el barrio por considerarlo, en línea con la perspectiva
teórica adoptada por Matossian (2010) como “el marco geográfico privilegiado en el análisis
social de la ciudad por su identidad y por su integración social, como espacio de vida, de inter-
acción y de pertenencia”. El barrio no surge solo de un recorte histórico o administrativo,
sino también de las actividades cotidianas que realizan los ahí residentes y que se articulan
con otros espacios (Caprón y González Arellano, 2006).
En este sentido, es importante destacar la relevancia y utilidad, tanto teórica como meto-
dológica, de la noción de barrio para el tratamiento del patrón de asentamiento de la po-
blación migrante desde una doble mirada: en su relación con los elementos interactuantes
en el proceso de transformación del espacio urbano, y como escala donde se despliegan
sus principales estrategias comunitarias.
Resultados
Los flujos migratorios hacia la localidad de Monte Hermoso fueron modificando el mapa
demográfico local y generaron una heterogeneidad de situaciones que se traducen en una
fragmentación del espacio urbano. El patrón de asentamiento de cada colectivo migrante
en el mismo refleja las particulares formas de inserción en la sociedad receptora.
En una localidad dedicada fundamentalmente a la actividad turística, son escasos los espa-
cios en los que pueden residir los migrantes, muchos de los cuales necesitan una residen-
cia que trascienda los meses de temporada estival. En este sentido, las dificultades de ac-
ceso a la vivienda, ya sea como propietarios o en alquiler, representa uno de los problemas
urbanos más importantes en la localidad, lo cual se asocia con la consolidación de ciertos
espacios marginales. Transcurridos varios años de permanencia de la población migrante
en el lugar, el acceso a la propiedad de la vivienda se transforma en una estrategia de in-
serción en la sociedad receptora. Los datos obtenidos de las encuestas demuestran la im-
portancia que adquiere la vivienda como un elemento que facilita la radicación definitiva
en la localidad. La Figura Nº 3, permite corroborar dicha situación, ya que un 64% de los
encuestados son propietarios de la vivienda que habitan. En cuanto a la forma de acceder
a la propiedad, la Figura Nº4 expresa que el acceso a la misma se produce en un 45% por
esfuerzo personal a través del ahorro. En cuanto al tipo de vivienda en la que residen, (Fi-
gura Nº5) se observa que el 77% de las personas encuestadas reside en casas, cuyos mate-
riales de construcción son predominantemente el ladrillo y la madera, entre otros con me-
nor proporción.
Los procesos de densificación de la trama urbana son un indicador del crecimiento pobla-
cional, en el que la inserción de la población migrante adquiere un peso importante. Para
analizar la distribución espacial de los migrantes en la localidad de Monte Hermoso se ha
realizado una división del espacio en diversos sectores, denominados, en esta investiga-
ción, escenarios urbanos. Éstos son entendidos no solo como aquellas porciones del espa-
cio urbano que cuentan con condiciones similares en cuanto al tipo de vivienda, acceso a
servicios y condiciones sociales de la población, sino que implica además el espacio donde
se cristaliza la vida cotidiana del habitante de la ciudad. (Lindón, 2010).
Tanto las formas espaciales como el movimiento asociado con el uso y apropiación del espa-
cio, resultan mutuamente constituyentes de los escenarios urbanos. En este sentido, una
misma porción del espacio urbano puede ser objeto de diversos usos y apropiaciones de
acuerdo con los sujetos que intervengan en cada momento, sin que ello conlleve necesaria-
mente un cambio en la materialidad misma. Así, las formas espaciales rígidas pueden ser
resignificadas a la luz de las acciones que los actores le imprimen a ese sector del espacio.
De acuerdo con los datos obtenidos a partir de las encuestas y entrevistas, es posible rela-
cionar el concepto de escenario urbano con las significaciones que los migrantes atribuyen a
los barrios en los que residen. Al observar la Figura Nº 8 se visibiliza rápidamente que frente
Frente costero: abarca el frente marino de las manzanas situadas entre calles Dr. Al-
fonsín y Pedro de Mendoza entorno a la Av. Costanera J.D. Perón. Se trata de una de
las porciones del espacio urbano que presentan las mejores condiciones edilicias y
que cuentan con total cobertura de servicios básicos
Área central: entre Pedro Mendoza y Majluf y entre Av. Costanera y San Lorenzo. Co-
incide con el centro comercial de la ciudad y fue el núcleo originario a partir del cual
comenzó a extenderse la mancha urbana.
Barrios Consolidados del Centro tradicional: entre Av. Bahía Blanca y Av. San Martín y
entre Alfonsín y Pedro de Mendoza. Se trata del área de expansión contigua al área
central, consolidada y con alta densidad demográfica.
Barrios planificados: se ubican al norte de Av. San Martin entre Dr. Alfonsín y Pedro
de Mendoza. Se trata de barrios pertenecientes a planes sociales de gestión esta-
tal/municipal.
Barrios de bajos recursos: al norte de Av. Río Juramento, entre Río Gallegos y Río
Asunción. Su identificación en la trama urbana resulta dificultosa, ya que no apare-
cen representados en los planos oficiales.
Fuente: Elaboración propia sobre la base de imagen satelital Google Earth, 2018
Fuente: elaboración propia sobre la base de imagen satelital Google Earth, 2018.
En la comparación de las imágenes 2002 – 2016 (Figuras Nº10 y Nº11), es posible observar en
primer lugar la densificación de la trama urbana más consolidada y en segundo lugar, la ex-
pansión que se produce hacia sectores más alejados de la línea de costa y del área central,
éste último catalogado como el de mayor dinamismo e inversión tanto pública como privada.
Los patrones de asentamiento de la población migrante responden a factores que van más
allá del nivel socioeconómico de los grupos, sino que tienen que ver con el modo en que las
zonas en que se asientan se han ido conformando y con el momento a partir del cual se fue-
ron poblando. La estructura socioespacial y sociohabitacional de Monte Hermoso es produc-
to de un desarrollo histórico en el que diversos factores socioeconómicos, políticos y territo-
riales fueron modificando las condiciones de acceso al suelo y a la vivienda.
Las diversas estrategias desarrolladas por los migrantes y sus familias con el fin de acceder
a la ciudad, la dinámica del mercado inmobiliario y las políticas dirigidas a estos sectores,
Escenarios Transformaciones
2002 2016
urbanos territoriales 2002 - 2016
Se evidencian procesos de
consolidación del barrio.
Presencia de manzanas Se ocupan las manzanas
Dufaur Aún permanecen varios
prácticamente vacías anteriormente vacías
sectores con escasa
ocupación
tes según los datos obtenidos de las encuestas (Figura Nº 12). Dichos barrios se encuentran
ubicados en el interior de la trama urbana, alejados del área central y de la zona costera
más dinámica de la ciudad.
Figura 12. Barrios percibidos por los encuestados como áreas de residencia de migrantes
Entre los cambios más relevantes se señalan: el uso del espacio público, el crecimiento de
la población residente, la construcción de nuevas viviendas, la mejora en los materiales, los
cambios en la composición de la población y el desarrollo de nuevas actividades. Conside-
rar estos cambios percibidos por la población migrante se convierte en un insumo relevan-
te para evaluar las intervenciones públicas y privadas, tendientes a la planificación de los
espacios que ya muestran algún grado de desigualdad y fragmentación en un proceso de
crecimiento y expansión que parece continuar en el tiempo.
Consideraciones finales
La zona céntrica, el frente costero y las nuevas formas de urbanización parecen conformar
la ciudad atractiva para el turismo, junto a ello se desarrollan y consolidan áreas con cierto
grado de informalidad, que expresan la heterogeneidad de situaciones que visualizan la
desigualdad del espacio urbano.
Ambos sectores se retroalimentan entre sí, y a su vez expresan la dualidad del paisaje ur-
bano, caracterizado por la segregación residencial y la consecuente polarización del espa-
cio. Es importante considerar que la segregación no necesariamente implica exclusión sino
que es la expresión de un proceso regular de movilidad de las personas en función de las
oportunidades que brindan los espacios receptores. El acceso diferencial a la ciudad, en
una trama de inclusión - exclusión de acceso al territorio y a los servicios básicos, responde
a las diferentes condiciones en las que se producen los desplazamientos.
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oreggiani@unrn.edu.ar
Resumen
Hace décadas la conformación del espacio urbano determinaba un centro y una periferia,
relacionada exclusivamente a la localización del suelo y sus condiciones de factibilidad
constructiva, esto en cuanto a la no inundablilidad, acceso a servicios de infraestructura,
etc. Esto se ha perdido, para establecer un nuevo sentido espacial que no se ajusta a los
viejos parámetros.
Se observará, también, como el espacio público y el equipamiento urbano pueden ser una
variable de análisis, que nos permita establecer diferencias en las formas de urbanizar
territorio, desde la fragmentación social previamente mencionada.
INTRODUCCIÓN
2
Este trabajo se encuadra en el proyecto de Investigación “Instrumentos para la planifica-
ción ambiental en la Patagonia. Ambiente, paisaje y espacio público como ejes estratégi-
3
cos” y en este sentido hace un aporte al análisis del Sistema Urbano/asentamientos , a
partir de objetivos generales y particulares que intentan dilucidar algunas incógnitas de la
realidad que hoy evidencia el territorio valletano y particularmente del peri-urbano de la
ciudad de General Roca, como primer recorte del área de estudio.
1
“…si bien no resulta del todo falaz hablar de fuerzas tendenciales hacia la inclusión o exclusión, resulta más fértil
relativizar la idea de “polarización” y referirse a la cuestión social en términos de “polarización fragmentada”
(Auyero, 2001), de “esferas de integración diferenciales” (Andrenacci, 2001) o de “sociedad/ciudad fragmentada”
(Prévôt Schapira, 2001).”( Soldano, 2008:40) Vivir en Territorios Desmembrados.
En “Fragmentación Espacial y Social. Conceptos y Realidades”, Prévôt Schapira describe que “el termino se em-
plea para analizar un fenómeno cada vez más frecuente en la gran metrópoli latinoamericana, la proximidad de
ricos y pobres, pero en espacios hermenéuticamente cerrados, lo que establece relaciones asimétricas entre las
dos partes de la ciudad.”, siendo esto el resultado de la “agravación de las desigualdades sociales, de formas no
solidarias y reagrupamientos por afinidad. La idea de fragmentación tan debatida va acompañada a la de una
ciudad dual. Ciertos autores (Sassen, 1991; Mollenkopf y Castells, 1992) hacen de la globalización el paradigma
explicativo de un proceso mayor de dualización de la estructura social y espacial de las grandes ciudades.”
(Prévôt Schapira, 2001:39)
2
Resolución 368 del 7 de Junio de 2016. UNRN.
3
Es el sistema artificial que el hombre utiliza para organizar su territorio, según Definición de sistemas y elemen-
tos. Ph.D Arq. María Andrea Tapia, directora Proyecto Investigación antes mencionado.
Como objetivo general del trabajo se intenta definir el periurbano, como posible área de
4
borde y establecer un diagnóstico, que brinde herramientas necesarias para la planifica-
ción y ordenamiento del territorio.
Para ello el área de estudio primaria se amplía en un segundo recorte, al analizar y estudiar
dos casos específicos– el Club de Campo Viejo Polo y el Barrio Chacramonte-, localizados
en el peri-urbano de la ciudad de General Roca y con marcadas diferencias desde su inser-
ción en el suelo productivo.
Se forjó una mirada profunda sobre los elementos relacionados a las expansiones urbanas
y su incidencia territorial derivados de la baja densidad y la falta de infraestructura. Por
otra parte, elementos vinculados con los asentamientos en el área productiva y el hábitat
de quienes ofician, de mano de obra del sector, sus relaciones y localización referidas a
servicios e infraestructura, entre otras variables.
METODOLOGÍA
Si bien, en la investigación propuesta, el paradigma materialista nos dará una visión con-
creta de la relación sociedad-espacio, no termina de interpretar cuestiones vinculadas a
dimensiones y entramados de relaciones sociales y relaciones de poder .
No puede hablarse de TERRITORIO sin mencionarlo como un producto social, como una
construcción social, escenario histórico de una sociedad. La teoría a construir en la investi-
5
gación puede transformarse día a día , por la realidad de los cambios sociales y por el
cambio de la estructura social de los actores, frente a este proceso transformador.
Por ello y más allá del método o los métodos utilizados para concretar esta investigación, la
6
misma y por ende su autor, adhiere al paradigma interpretativo , aunque está claro que
hay una vinculación de ambos paradigmas, coexistiendo en la cita de autores cuyas visio-
nes paradigmáticas, desde lo epistemológico, no son coincidentes, pero ayudan a los fines
4
“Las áreas fronterizas, espacios de transición y convivencia entre diferentes situaciones, entre la dimensión
ambiental y la urbana, entre los territorios centrales y marginales, que presentan una condición urbana frágil,
se utilizan en los procesos de globalización para presentar objetos urbanos y arquitectónicos que están confi-
gurados como "nuevos fragmentos urbanos". Estos nuevos fragmentos, entendidos como partes "rotas" de un
todo, son legibles solo a escala global. A escala local, aparentemente no generan el mismos efectos o no son
reconocibles como tales, aunque producen una especie de collage de ciudad de piezas conectadas entre sí solo
gracias a los flujos. Palabras clave como globalización, fragmentos y flujos nos permiten reflexionar en la ciudad
y sus áreas fronterizas a partir de un análisis de las relaciones entre fragmentos globales y nuevas formas ur-
banas que deriva de ella (…)”. (Tapia, 2006:134).
5
Recordemos que la teoría critica toma como inmutables estructuras medidas históricamente.
6
“Nace de la propuesta de Weber (1971) de practicar una ciencia de la realidad de la vida que nos rodea y en la
cual estamos inmersos mediante la comprensión, por una parte, del contexto y del significado de sus distintas
manifestaciones en su forma actual y por otra, de las causas que determinaron históricamente que se haya
producido así y no de otra manera.” (Vasilachis de Gialdino, 1992:48)
Es primordial definir al territorio como un sistema complejo, aclarando que, como dice
Edgar Morin en su prólogo de la Introducción al Pensamiento Complejo, “…lo complejo no
puede resumirse en el término complejidad, retrotraerse a una ley de complejidad, redu-
cirse a la idea de complejidad. La complejidad no sería algo definible de manera simple
para tomar el lugar de la simplicidad. La complejidad es una palabra problema y no una
palabra solución” (Morin, 1990a:24).
El territorio visto desde el desconocimiento de sus sistemas cobra solo valor paisajístico y a
esa visión quiero escaparle en este trabajo, una visión que no contribuye a la mirada opor-
tuna que genera la investigación y el estudio de los sistemas y elementos dispuestos en el
espacio-tiempo que nos toca observar.
Entender la complejidad del territorio, sus sistemas y subsistemas no deben ser un enun-
ciado a la hora de posar la mirada frente al paisaje, enfatizando la idea de Berger en cuan-
to a que, llegamos primero con la mirada y luego aparece la palabra “el niño mira y ve an-
tes de hablar” (Berger, 1972:5). Esa mirada es más precisa, cuanta más información po-
seemos de ese complejo al que observamos, por ende cuanto más conocimiento se tiene
del territorio estudiado, menores son las posibilidades de caer en la “inteligencia ciega”
como denomina Morin al “paradigma de la simplificación” (Morin, 1990b:28).
La localización del área de estudio se ponderó, a partir de los análisis del sistema complejo
que muestra el territorio del Alto Valle del rio Negro y describe a General Roca como terri-
torio testigo de otras urbanizaciones con similar complejidades en su peri-urbano, ya que
existe un corredor de ciudades, más o menos cercanas, a lo largo de la Ruta Nacional n°22.
La localidad, con una población urbana de 81.534 habitantes (censo 2010), es cabecera del
departamento provincial que lleva el mismo nombre, General Roca.
La ciudad está comunicada con el resto del país mediante la ruta nacional 22; también, las
rutas provinciales n°6 y n°65, que respectivamente, la unen con la provincia de La Pampa y
la Línea Sur y con otras ciudades del Alto Valle. Geográficamente está situada entre el río
Negro, 6 km. al sur y una meseta árida, a la que se le denomina localmente, “barda” norte.
La línea ferroviaria, de trocha ancha, atraviesa el centro de la ciudad, así como dos canales
de riego que circulan en dirección oeste-este alimentando el área productiva por un siste-
ma de acequias. El Transporte ferroviario posee servicios de carga que unen la ciudad de
Zapala (Neuquén) con el puerto de Buenos Aires, pasando por la ciudad de Bahía Blanca.
El servicio de agua potable cubre unos 350 km atendiendo el 98% de la población urbana y
320 Km de cloacas el 90% de la población de la ciudad, por otro lado podemos establecer
que la longitud de calles pavimentadas es de 180 km y un 95% de la población cuenta con
7
energía eléctrica y otro tanto con servicio de gas.
8
Es una ciudad con una fuerte presencia de chacras en una región dinámica económica y
socialmente, ya que su entorno rural esta predeterminado por la producción fruti-hortícola
que ha sido, desde siempre, un referente en cuanto a desarrollo y generación de empleo.
Luego de la producción de pera y de manzana, las viníferas y frutas de carozo han crecido en
función de este sector productivo. Según datos del Registro Nacional Sanitario de Producto-
9
res Agropecuarios del Senasa de 2010, la producción de manzanas en Río Negro involucra
unas 19.848 hectáreas cultivadas y unas 2.861 de pera. La zona de General Roca concentra
5.044 hectáreas cultivadas de frutas de pepita. La vid es otro cultivo importante para la re-
gión. Según datos del registro estadístico 2009 del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Río
Negro posee 2.636 hectáreas implantadas con viñedos. La industria asociada a este sector
7
Datos propios recabados de fuentes de: Departamento Provincial de Aguas (DPA), empresas prestadoras de los
servicios y el Municipio de General Roca.
8
Consideramos una “chacra” a la parcela rural de producción en el Alto Valle de Rio Negro, cuya superficie mínima
es de 5 ha.
9
SERVICIO NACIONAL DE SANIDAD Y CALIDAD AGROALIMENTARIA.
A partir de la producción primaria de frutas el Alto Valle en general y la ciudad de Gral. Roca en
particular, es receptora de migración interna temporal que, en muchos casos, pasa a ser defini-
tiva (de provincias del norte argentino) y son obreros rurales que se establecen para luego mu-
dar a sus familias. Esta situación se da en el conglomerado de 13 municipios dispuestos en el
Departamento General Roca de la provincia de Rio Negro y 3 Municipios del Departamento
Confluencia de la provincia de Neuquén, de manera que se constituye una ciudad lineal de
alrededor de 120 km de longitud y con una población de más de medio millón de habitantes.
Casos de estudio
Viejo Polo es una urbanización de las definidas como “club de campo” para la legislación
municipal, sustanciada definitivamente en 1996 y es generada a partir de lo que a conti-
nuación se detalla.
La legislación municipal de la ciudad de General Roca sufre un quiebre radical para el terri-
torio y fundamentalmente para el sector productivo de la región, ese hito es: el no cumpli-
miento de la Ordenanza Municipal n° 40/76, la que explícitamente prohíbe el fracciona-
miento de lotes al sur de la ruta nacional n°22.
El diagnóstico (año 2001) de Desarrollo Sustentable para Roca (Plan Estratégico de la ciu-
dad), expresaba: “Frente a estos procesos es necesario completar la actual prohibición de
loteos al Sur de la Ruta Nacional n°22, con un conjunto de otras medidas.”, de este meca-
nismo participativo la única herramienta aprobada por Ordenanza N° 3.641/03, es el Plan
Director del Municipio de General Roca (P. D. R).
La Adecuación de Plan Director de Roca (PDR) –ordenanza aprobada en 2006- establece los
parámetros generales para lo que se denomina "Urbanizaciones Especiales", aquí se inclu-
yen a los CLUBES DE CAMPO y barrios cerrados. Además de la normativa local, estos espa-
cios de urbanización quedan regidos baja el paraguas del Régimen de Propiedad Horizon-
tal –Ley nacional Nº 13.512 y provincial Nº 3.127- y/o el régimen de Consorcio Parcelario –
Ley provincial 3.086-. La reglamentación municipal es clara al indicar –resolución 2766/06
artículo 19- que este tipo de emprendimientos "no podrán ser instalados en ÁREA URBANA,
ni en zona productiva irrigada o no irrigada" y que el 10% de la superficie total del loteo
deberá cederse al Municipio "en carácter de reserva municipal"; También las extensiones
de los loteos se encuentran especificadas: superficie mínima de las parcelas será de 600
metros cuadrados, con un "lado mínimo" de 20 metros, el FOS y FOT varían entre el 30% y
el 50% del total del lote, dependiendo de la cantidad total de metros cuadrados del mismo.
10
Solo dos loteos (Figura 3) del área de estudio, referenciadas en el PDR como “Zona resi-
dencial mixto rural”, poseen características diferenciadas a los mencionados de baja densi-
dad, en primer lugar por la fecha de fundación –ambos casos se manifiestan con mucha
anterioridad a las “urbanizaciones especiales”- y en segundo lugar, son dos parcelamientos
que poseen población vinculada estrechamente a la mano de obra que requiere la fruticul-
tura, familias cuyo hábitat se relaciona de manera directa con la producción frutícola y que
la conformación del espacio habitado dista claramente de los denominados clubes de
campo o urbanizaciones especiales.
Esta barriada se comienza a conformar en 1940, donde los pobladores tuvieron que des-
malezar el monte, de allí su denominación chacra-monte. Recién en 1973 se crea una ley
de expropiación y entrega de títulos de propiedad a los habitantes del Barrio sobre sus
lotes. Durante la dictadura se derogó dicha ley, la que vuelve a “legalizarse” en 1985.
Además de ser un barrio consolidado, alejado del casco urbano de la ciudad como muestra
la Figura 2, el mismo se completa poblacionalmente a partir del inicio de una toma de tie-
rras que data del año 2006, cuando un grupo de vecinos -en su mayoría empleados rurales
de la zona e hijos de los pobladores originales en algún caso-, se reúne para buscar una
solución a su situación habitacional y el 5 de noviembre de 2006, un importante grupo de
trabajadores rurales protagonizó un proceso de ocupación de terrenos abandonados. En
principio se tomaron 10 hectáreas de montes que se encontraban improductivos.
10
Barrio Chacramonte y Barrio Gral. Mosconi.
La gran cantidad de familias sin tierra superaban la cantidad de lotes disponibles, de allí
que la Comisión hizo un pedido a provincia por otras 10 hectáreas que en un principio fue-
ron denegadas aunque, meses después, la legislatura aprobaría la expropiación de 10 ha .
Este logro permitió que 252 familias tengan su lote y que el barrio Chacramonte tenga una
población total, según Censo 2010 del INDEC de 1900 habitantes, pero que estimaciones
propias observan un número, apenas menor de 4.000 habitantes.
RESULTADOS
La tabla 1 muestra datos cuantitativos de los dos asentamientos tomados como casos testi-
gos; las variables y elementos analizados en este trabajo nos permiten ver las formas de
asentamientos existentes en el peri-urbano de la ciudad y que representan claramente dos
maneras de habitar el mismo territorio y que ambos procederes urbanizan suelo productivo.
Los datos primarios obtenidos por el análisis del sistema antrópico, permiten obtener re-
sultados primarios que se complementan con cuestiones referidas a la morfología de los
casos y su estudio.
Los casos analizados están inscriptos en una superficie representada por la figura geomé-
trica del cuadrado, proporcionalmente Viejo Polo se inscribe en el plano de Chacramonte
siete veces y media, como lo muestra la figura 4 donde se representa a los loteos con colo-
res definidos. La superficie de Chacramonte es de 90 ha. (Rojo), mientras que Viejo Polo
(Amarillo) posee un área de 12 ha.
La comunicación de los casos con el ejido de la ciudad de Gral. Roca, demuestra Club de
Campo Viejo Polo se conecta de manera directa con el casco urbano a través de la Calle
Viterbori (rebautizada como “Camino del Bicentenario”), la que fue remodelada con nuevo
asfalto y equipamiento deportivo y recreativo, en el trayecto que une la ruta 22 y los ingre-
sos a los loteos de baja densidad. Se deben transitar cuatro kilómetros, desde Viejo Polo,
para llegar al centro administrativo de la ciudad de General Roca.
Las conexiones de ambos casos de estudio por medio del transporte público de pasajeros son
escasas, ya que la frecuencia de las unidades es muy baja y con una sola línea de servicio.
El trazado de las calles en cada uno de los casos y su entramado viario interno, dibujan un
plano y a partir de ello puede verse el juego de los llenos y vacíos en cada uno de ellos (Fi-
gura 5). La traza que dibujan los llenos puede expresarse, en el caso de Chacramonte, co-
mo una cuadricula con diseño básico tradicional en forma de damero, aunque podemos
notar en su base (sector sur del Barrio) una alteración a la que llamaremos “irregular es-
pontanea”. A diferencia de esto, Viejo Polo se encuadra en un trazado irregular deliberado
proyectado por el desarrollador inmobiliario.
Estado (municipal y provincial) y por último el color azul referencia el subsistema producti-
vo. El uso del suelo es reflejo de las actividades propias de cada uno de los casos y puede
notarse claramente que Viejo Polo solo posee uso residencial, propio a un barrio de los
que llamamos de baja densidad.
Al aumentar el porcentaje del factor de ocupación de suelo (FOS) el “tejido” urbano será ma-
yor o cerrado, al disminuir podrá encontrarse un tejido disperso. Está claro que Chacramonte
posee un FOS de mayor porcentual que Viejo Polo (0,5 y 0,3 respectivamente), por ello vemos
que el tratamiento dado a uno y otro loteo, en materia de regulación residencial, es muy
diferente a pesar que ambos se encuentran localizados en zona productiva.
Los casos analizados y sus formas de parcelar, nadan tienen que ver entre sí; desde su
origen Viejo Polo proyecta el “no amanzanamiento” de damero clásico, lo que permite con-
fluir en un parcelamiento radial del tipo curvilíneo en la mayoría de su trazado, derivando
en lotes que conforman trapecios (circulares en alguna de sus caras) o polígonos irregula-
res. Por su parte Chacramonte posee, en más del 90 % de los casos, parcelas clásicas regu-
lares y con forma rectangular conformando el damero urbano tradicional.
DISCUSIÓN
Las urbanizaciones de baja densidad se establecen como resolución a dos problemas básicos
de quienes las habitan, el primero de ellos (sin establecer prioridad) es construir viviendas y
el segundo brindar seguridad a sus habitantes. Esta forma de habitar, es un estilo de vida
“denominado por los mismo residentes como “el modelo burbuja”, facilita la implementación
de un modelo de socialización caracterizado por la “autonomía hacia adentro”, esto es, una
libertad protegida, garantizada –seguridad privada mediante-“ (Svampa, 2004:62).
A partir de esto es que los espacios públicos de la ciudad son un remanente de quienes
quedan excluidos de esa libertad protegida y los equipamientos urbanos son elementos
usados por un ciudadano, que la ciudad global excluye; esto es un ciudadano de segunda,
con todo ello se establece la categoría de “ciudadanos sin ciudad” y “ciudad sin ciudada-
nos”. La ciudad como construcción social, se autodefine en los espacios conformados en
ella y frente a las categorías de ciudadanos antes expuestas, la ciudad muestra su “físico”
diferenciando lugares para “unos u otros”.
La privatización del espacio público y su apropiación es uno de los efectos más importan-
tes de los barrios cerrados (Thuillier, 2000; Caldeira, 2000). Ella significa no sólo la apropia-
ción de unos pocos de algo que fuera anteriormente de todos (calles, veredas, plazas), im-
pidiendo el libre acceso a ellos, sino además, la pérdida de significación social de los espa-
cios públicos y el desprecio de todo lo que es público en la ciudad abierta (Caldeira, 2000).
Por otra parte, en muchas ocasiones, se localizan en tierra con alta capacidad agrícola, que
sin embargo es destinada a la actividad inmobiliaria por ser esta última más rentable para
los desarrolladores urbanos” (Roitman, 2006:5).
El espacio público, de los casos analizados en este trabajo, responde a las lógicas de cada
asentamiento y en el caso de Chacramonte surge como un proceso “impulsado por inter-
acciones sociales, formas de comunicación y de acción que muestran los mecanismos a
través de los cuales diferentes personas, grupos y clases sociales usan y se apropian de la
ciudad” (Kuri, 2017:40), por ello el equipamiento urbano es utilizado naturalmente y su
existencia es consecuencia de la interacción social mencionada.
Viejo Polo, en cambio, cumple las reglas de una urbanización de baja densidad y expresa
en su proyecto, su conformación espacial y las reglas internas –propias de estos desarro-
llos- espacios verdes residuales marcados por la traza y sin un programa de usos inheren-
tes al urbanismo integrador de la ciudad inclusiva.
CONCLUSIONES
1. El territorio visto como un sistema complejo demuestra en primer lugar que el sistema
antrópico-productivo es invadido por el urbano poblacional, esto significa una superposi-
ción de usos, en un paisaje escasamente preparado para soportar dicha transposición. El
subsistema productivo requiere de subsistemas de infraestructura (riego, comunicaciones
y suelo) preparado para plantación frutícola, que nada tiene de comparable a la requerida
por el subsistema poblacional urbano. Los soportes que ambos subsistemas requieren no
son compatibles.
2. Las urbanizaciones de baja densidad (de las características de Viejo Polo) son proyecta-
das, con el único fin de “resolver” el problema de la vivienda y la seguridad de las unidades
habitacionales allí localizadas y esto se ve, claramente al analizar los espacios públicos,
espacios meramente residuales o en el mejor de los casos, proyectados a partir de la mor-
fología establecida por el desarrollador del loteo en cuestión. En el fraccionamiento priva-
do, lo público no posee un uso y no existe la variable FUNCION en los mencionados espa-
cios formales y/o residuales.
En el caso del Barrio Chacramonte, si bien los espacios públicos no están acondicionados y
mantenidos de forma correcta, estos espacios poseen un uso definido acompañando una
traza que mantiene características de ciudad inclusiva, con equipamiento básico para usos
variados de una población que habita, también, puertas a fuera de las viviendas construi-
das, en síntesis incorpora el concepto de un ciudadano construyendo identidad colectiva.
3. La auto-segregación del hábitat en algunos sectores sociales (clases medias, medias al-
tas), generan competencia por la apropiación de suelo periferiferico, antes captada por los
sectores sociales bajos, hoy expulsados por esta circunstancia y que en el caso del Alto
Valle –en particular- se nutre de población obrera rural.
Podemos afirmar que la alta rentabilidad del suelo deriva en una mirada del hábitat rural
(peri-urbano), que no contempla al paisaje territorial como un sistema complejo y a pesar
de normativa vigente el territorio está librado a los designios del mercado inmobiliario. La
falta de un plan de ordenamiento territorial y una matriz productiva regional, hacen del
peri-urbano “tierra fértil” de la especulación por el suelo.
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APROVECHAMIENTO DE RECURSOS
HIDROCARBURÍFEROS Y
TRANSFORMACIONES TERRITORIALES
EN LA PROVINCIA DE NEUQUÉN
M. S. Villalba
Centro de Estudios Sociales de América Latina (CESAL)-UNICEN, ANPCyT
svillalba@fch.unicen.edu.ar
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
METODOLOGÍA
RESULTADOS
Según el gráfico se puede observar que las localidades de Plaza Huincul y Cutral Có han
incrementado su población durante la década de 1970 y 1980, período de auge de la acti-
vidad en esa región. A partir de la década de 1990 hasta la actualidad, los niveles poblacio-
nales no han mostrado importantes cambios. Por su parte, en Rincón de los Sauces, el au-
mento poblacional se visualiza durante las décadas de 1990 y 2000 cuando la actividad
hidrocarburífera comienza a desarrollarse en el norte de la provincia de Neuquén. Por
último, en Añelo aún no se visualiza el crecimiento demográfico en los datos censales ya
que el impacto de la actividad se dio a partir del año 2011-2012. El próximo censo en 2020
permitirá observar el crecimiento de la localidad, aunque actualmente se conocen datos a
partir de estimaciones realizadas por diversas instituciones (BID, et. al; 2014).
En relación a la población y en conjunto con otras variables como las actividades financie-
ras y comerciales, funciones políticas y judiciales, infraestructura de servicios y conectivi-
dad, desde el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Viviendas, se realiza un indicador de
jerarquización de los nodos urbanos. Dicho indicador se aplica a localidades mayores de
2000 habitantes. Los casos de estudio muestran variaciones en dicho indicador para el
período 2001-2010. Plaza Huincul-Cutral Có paso de considerarse un nodo microrregional
A a un nodo subregional; Rincón de los Sauces de considerarse un nodo microregional B a
un nodo A; y Añelo, de no figurar en el índice paso en 2010 a considerarse un nodo micro-
1
rregional B (Figura Nº 2) .
1
Nodo Subregional: en estos nodos los valores de los atributos que se analizan en general son medios altos (can-
tidad de población, funciones políticas y judiciales, ofertas de superficies comerciales, entidades bancarias, es-
tablecimientos educativos, establecimientos sanitarios, conectividad de transporte y movilidad interregional).
Nodo Microrregional A: en estos nodos la oferta de servicios es media.
Nodo Microrregional B: en estos nodos la oferta de servicios es medio-baja.
http://atlasid.planificacion.gob.ar/indicador.aspx?id=89
El mismo año de su fundación, YPF “faculta el surgimiento del núcleo urbano Plaza Huin-
4
cul , que se origina a partir de la transferencia de tierras que la empresa estatal le hiciera a
tal efecto” (Díaz, et al, 2006: 2). Allí comenzaron a instalarse los trabajadores y técnicos de
la empresa. La localidad se fue estructurando en dos partes: al norte se localizaba la admi-
nistración de la empresa, las oficinas públicas, centro de salud y viviendas de los emplea-
dos; y al sur, la zona comercial (Díaz, et al, 2006).
2
La reserva estatal se delimitó en un radio de 5 km del pozo n°1 (García, A.; 2003).
3
Así surgieron localidades como Comodoro Rivadavia en la provincia de Chubut, Las Heras, Cañadón Seco, Caleta
Olivia en la provincia de Santa Cruz o Plaza Huincul en la provincia de Neuquén (Risuelo, F., 2012).
4
Hasta la década del '60, Plaza Huincul se encontraba sobre tierras pertenecientes al Estado nacional (el Octogo-
no Fiscal). En1965, YPF resuelve la transferencia al Estado provincial de 386 ha. del octógono (García, A.; 2003).
brera Christiansen y Scandizzo 2015: 45). Recién en 1973 se comenzó a construir la actual
refinería de Plaza Huincul, que fue inaugurada tres años después.
El malestar de la sociedad por los impactos de los cambios estructurales dio origen a una
fuerte tensión social con manifestaciones que incluyeron corte de rutas en 1996 y 1997,
inaugurando una nueva modalidad de protesta social en el país. Resulta importante desta-
car que el acuerdo al que se llegó en 1997 incluyó la municipalización del yacimiento hidro-
carburífero El Mangrullo por un período de 99 años. Dicho acuerdo, que se legaliza me-
diante la Ley Provincial n° 2206/97, establece la totalidad de las regalías para ambos muni-
cipios a partir de la creación del Ente Autárquico Intermunicipal (ENIM).
A pesar de los mecanismos para desarrollar nuevos emprendimientos, las actividades vincula-
das a la energía continúan siendo un eje central de desarrollo de este conglomerado. Específi-
camente la localidad de Plaza Huincul cuenta con un complejo industrial muy importante para
el país. Allí, la refinería de YPF produce naftas, gasoil, combustibles para aviones y metanol,
siendo la única planta que lo produce en el país (Villalba, Clementi; 2017). En la década presen-
te esta refinería fue una de las primeras en el país en comenzar a procesar hidrocarburos no
convencionales que se extraen en la provincia (YPF, 2016). Por su parte Cutral Có, desde el año
2008, viene impulsando medidas poniendo a la innovación tecnológica, el desarrollo industrial
y a las energías renovables como las bases de un nuevo desafío local. Así, se creó el Parque
Tecnológico en el cual se instalaron empresas como INVAP S.E. que trabaja en la fabricación de
aerogeneradores y la Plataforma de Ensayos de Aerogeneradores de Baja Potencia del INTI.
En la década de 1960, YPF comienza a instalar los primeros campamentos en el norte de la pro-
vincia, cercano a un paraje habitado por crianceros de ganado caprino y ovino, con el fin de rea-
lizar nuevas exploraciones que resultaron en el descubrimiento del área de Puesto Hernández,
en 1968. Ese paraje de crianceros sumado a los campamentos petroleros que se instalaron en
las cercanías se convirtió oficialmente en 1971 en la localidad de Rincón de los Sauces. Años más
tarde, comenzó a llamarse “Capital Neuquina del Petróleo” (Díaz, Fuentes; 2008) y se transformó
en el nuevo centro de servicios urbanos y de la actividad petrolera en el norte provincial.
La localidad de Rincón de los Sauces fue creciendo a la par de la actividad. Sin embargo, no
presenció el rol central de la empresa YPF como sí lo hizo la comarca petrolera. En esta
localidad, el desembarco de varias empresas petroleras desdibujó el rol central de YPF y
entre todas apoyaron el crecimiento espontáneo de la localidad.
A pesar de su constante crecimiento, Rincón de los Sauces tiene su mayor desarrollo poblacio-
nal entre la década de 1990 y 2000 (Figura Nº1), “cuando la política petrolera nacional transita
hacia un nuevo ordenamiento de la actividad que desemboca en la privatización de YPF y en la
desregulación del mercado petrolero” (Colantuono, 2003: 137). La liberalización económica
generó mayor actividad hidrocarburífera y la región se convirtió en la principal zona productiva
del país (Colantuono, 2003). Del censo 1990 al de 2001, la población aumentó más de 6000
habitantes, y de 2001 a 2010, más de 9000 habitantes, alcanzando el aumento total en el per-
íodo 1991-2010 el 437,9% (Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública;
2016). Se puede observar el aumento de su participación en relación a la población provincial,
siendo del 2% en el censo 2001 y alcanzado el 4% en el último censo (Figura Nº 6).
Este incremento poblacional responde a las oportunidades de empleo que brinda la locali-
dad por el boom relacionado a los hidrocarburos convencionales. Sin embargo el incre-
mento acelerado de población y la expansión del ejido urbano todavía en las últimas déca-
das generan: por un lado, situaciones sociales particulares por los altos índices de masculi-
nidad y los flujos migratorios sostenidos; por otro, dificultan la provisión de servicios, infra-
estructura y equipamientos básicos que brinden condiciones óptimas de desarrollo para la
población (Vives, 2004). Esto plantea la necesidad de ampliar la planta urbana y mejorar la
dotación de infraestructuras y servicios públicos, tanto para la población como para la acti-
vidad económica. Respecto de la población, se ha avanzado en la construcción de escuelas,
centros de salud, planta de tratamientos de efluentes cloacales, terminal de ómnibus, etc.
En relación a las actividades económicas, se han construido parques industriales, estacio-
nes y subestaciones transformadoras, etc. (Gobierno de la Provincia de Neuquén, 2013;
Gobierno de la Provincia de Neuquén, 2012).
A pesar de su corta historia ligada a los hidrocarburos, la localidad avanza también en otras
actividades. El proyecto de la mina de potasio quizás sea el importante para la región ya
que estiman permitiría posicionar al país ente los primeros productores mundiales y gene-
rar nuevas fuentes de empleo. Además se han desarrollado plantaciones de olivos con
producción de aceite, producciones caprinas y turismo paleontológico, con el descubri-
miento de importantes restos fósiles (Más Neuquén; 2017).
Desde fines de la década del 2000 y la década de 2010, la frontera hidrocarburífera vuelve
a moverse, tomando protagonismo el centro provincial con el desembarco de la actividad
no convencional (Figura Nº 7). Argentina se ubica cuarta a nivel mundial en relación a re-
cursos de shale oil, detrás de Rusia, Estados Unidos y China; y segunda en cuanto a shale
gas, detrás de China (EIA, 2013). Las posibilidades que se abrieron de extraer estos recur-
sos del subsuelo con los avances tecnológicos introdujeron nuevas dinámicas a la región
que transforman los territorios locales.
nes de negocios en la región. Con más de una decena de compañías operando los recursos
no convencionales, YPF nuevamente se ha convertido en líder en el sector y opera el área
Loma Campana que cuenta con el mayor desarrollo no convencional de Argentina.
Respecto al déficit de vivienda, se llevaron adelante proyectos tanto públicos como priva-
dos. Desde el ámbito público, el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo ha construido
plateas sobre la meseta, para que los propietarios puedan edificar sus viviendas sobre ellas
al mismo tiempo que se ha avanzado en el desarrollo planes de viviendas sociales con fon-
dos del gobierno provincial y nacional (BID, 2014; Gobierno de la Provincia de Neuquén,
2017). Desde el ámbito privado, algunas multinacionales dedicadas a actividades petrole-
ras han montado barrios de trailers para alojar a sus empleados y el sector privado inmobi-
liario ha desarrollado numerosos proyectos de viviendas privadas incluyendo complejos
residenciales, hoteleros y comerciales.
El ejido urbano de la ciudad se extendió ampliamente por lo que los servicios, infraestruc-
turas y equipamientos públicos también deben adaptarse a las nuevas demandas de una
población que crece velozmente. Al igual que Rincón de los Sauces, Añelo atraviesa ac-
tualmente esas tensiones a las que se le suman las de carácter social. Por la demanda de
mano de obra masculina de la actividad hidrocarburífera, los índices de masculinidad en
estas ciudades suelen ser altos. La soledad de los empleados petroleros con abultados
sueldos suele desencadenar en la ciudad problemáticas relacionadas al juego, drogas, al-
cohol, prostitución y situaciones de violencia (Colantuono; 2003).
Las transformaciones territoriales en Añelo guardan cierta coincidencia con lo que ocurre en
Rincón de los Sauces. La localidad de Añelo, en el departamento homónimo, se ubica
aproximadamente 100 km de la ciudad capital provincial. Las transformaciones que emergen
actualmente se asocian directamente a la exploración de hidrocarburos no convencionales.
CONCLUSIONES
expanden, los flujos que circulan representan un factor clave de transformación territorial
en estos espacios.
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porciento-de-Vaca-Muerta.aspx2008)
CARACTERÍSTICAS DE LOS
PRODUCTORES DE LA ZONA
PERIURBANA EN EL PARTIDO DE TRES
ARROYOS
A. Scavonea,b, M. S. González Ferrínb
a
CONICET
b
Estación Experimental Agropecuaria Integrada INTA Barrow
scavone.andrea@inta.gob.ar
RESUMEN
Para poder llevar adelante planes de manejo y mejora que contribuyan a la calidad de vida
de los habitantes de las franjas periurbanas, resulta importante realizar un diagnóstico so-
bre sus condiciones. El objetivo del trabajo fue caracterizar las producciones periurbanas de
las localidades que conforman el partido de Tres Arroyos (provincia de Buenos Aires, Argen-
tina). En una primera instancia, se geolocalizan todas las producciones de la zona transicio-
nal entre el ejido urbano y los espacios rurales. De la totalidad de las mismas, se optó por
realizar una muestra representativa para llevar a cabo el relevamiento de la información,
mediante encuestas semiestructuradas. Con respecto a la franja periurbana aledaña a la
ciudad de Tres Arroyos, de las personas que respondieron respecto del nivel educativo al-
canzado, el 41.9% posee el primario (completo e incompleto), como contrapartida, un 29.0
% posee nivel educativo de terciario/ universitario. En relación a sus viviendas, el 99.6 % de
los encuestados posee luz eléctrica, utiliza gas envasado y algunos complementan con leña
para calefaccionarse o cocinar. El 75 %, extrae el agua de pozo encamisado y el 91.6 % no
posee servicios de cloacas. Los datos anteriormente mencionados coinciden con las carac-
terísticas de la denominación de anillos periurbanos, como es la falta de algunos servicios
de carácter urbano.
INTRODUCCIÓN
MARCO TEÓRICO
Se visualiza a los productores del área periurbana de Tres Arroyos como potenciales pro-
veedores de productos para consumo tanto local como regional. Es por ello necesario
aproximarse a la noción de agricultura familiar, siendo ésta una descripción que caracteriza
a dicho tipo de productores.
El FoNAF (Foro Nacional de la Agricultura Familiar) define a la agricultura familiar como una
“forma de vida” y una “cuestión cultural”, que tiene como principal objetivo “la reproducción
social de la familia en condiciones dignas”, donde “ la gestión de la unidad productiva y las
inversiones en ellas realizadas es hecha por individuos que mantienen entre sí lazos de
familia, la mayor parte del trabajo es aportada por los miembros de la familia, la propiedad
de los medios de producción (aunque no siempre de la tierra) pertenece a la familia, y es en
su interior que se realiza la transmisión de valores, prácticas y experiencias. (...)”.
La política económica de nuestro país desde los gobiernos militares, estuvo regida según
las demandas del mercado internacional posicionando a la nación como mero proveedor de
materias primas. Acorde a lo indicado por Ana M. Fernández Equiza (2010:301): “El diseño
de políticas económicas al servicio de la atracción de capitales, impulsado desde la dictadu-
ra con la adopción del enfoque monetario de la balanza de pagos, y que continúa hasta el
presente, convierte al país en “tomador” de un modelo determinado exógenamente y que
coloca al territorio nacional como espacio ambiental de los países de origen de las inver-
siones y de la demanda externa”.
producción cerealera, acompañado desde los años 80 con la operación del parque industrial
local asociado a insumos agropecuarios. En el partido se inscriben una serie de actores inter-
relacionados con éstas actividades, diferenciándose entre pequeños y grandes productores,
en los cuales, los primeros quedan un tanto desdibujados dentro de las políticas económicas
llevadas a cabo por ésta región funcionales a las demandas internacionales.
El análisis que implica las áreas de transición entre la zona urbana y rural denominados de
diversas maneras como la periferia urbana, el "rur-urbano", la "ciudad difusa", la "frontera
campo-ciudad", la "ciudad dispersa", "territorios de borde", "borde urbano/periurbano", el
contorno de la ciudad, "extrarradio", "exurbia", etc., pero que en éste caso definiremos co-
mo periurbano, según indica Barsky (2004) espacios definidos por la indefinición, son de
crucial relevancia. En ellos se asientan todo tipo de pequeños productores (apícolas, de
granja y hortícolas) que pueden suministrar diversidad de productos a escala local y regio-
nal, insertándose a la lógica comercial. Ana M. Fernández Equiza (2010:302) señala: “(...) es
un tipo de producción donde la unidad doméstica y la unidad productiva están físicamente
integradas, la agricultura es la principal ocupación y fuente de ingreso del núcleo familiar, la
familia aporta la fracción predominante de la fuerza de trabajo utilizada en la explotación,
y la producción se dirige al autoconsumo y al mercado conjuntamente” (Citado en FoNAF,
2006:9) “Los conflictos derivados del antagonismo entre la agricultura familiar y las activi-
dades extractivas que destruyen su base física, incipientes o manifiestos en el presente,
incluyen crecientemente la consideración del futuro la degradación o pérdida de ecosiste-
mas generará mayor escasez, y esto, además, en ausencia de un rol adecuado del Estado,
podría acelerar los procesos de privatización y mercantilización de la naturaleza. Carencia y
negocio son las dos caras de la escasez en una economía rígida exclusivamente por las
leyes de mercado.”
METODOLOGÍA
El partido está modelado hidrográficamente por el río Quequén Salado, el arroyo Cristiano
Muerto, y los arroyos Orellano, Seco y del Medio quienes le dan el nombre de Tres Arro-
yos al partido y a la ciudad cabecera; confluyendo en el arroyo Claromecó, el cual escurre
hacia el Océano Atlántico y da nombre a la villa balnearia más representativa de la zona.
Una serie de lagunas y espejos de agua complementan el paisaje hidrográfico del área.
Acorde a sus condiciones morfológicas, el partido representa una amplia superficie apta
para el desarrollo de producciones vinculadas al ámbito agropecuario específicamente del
sector agrícola primando por encima de la actividad ganadera. Su localización estratégica
pone énfasis en las aptitudes del lugar ya que tiene acceso a vías de circulación importan-
tes como lo son la ruta nacional Nº3 y a pocos kilómetros de dos puertos destacados como
lo son el de Necochea (150km) y el puerto de Ingeniero White, Bahía Blanca (200km).
Desde el año 2003 al 2016, la planta urbana creció un 19,4%, con lo cual terrenos que antes
eran usados por productores familiares, ahora forman parte de la ciudad.
Fuente: Elaboración propia en base a imágenes satelitales Google Earth (2003- 2016).
Al indagar acerca del Nivel Educativo Alcanzado (NEA), observamos que hay una mayor
tendencia de quienes viven en pequeñas localidades del partido a tener estudios primarios
(57.9%), mientras que un 26.3 % realizó estudios secundarios y un 5.3% no sabe leer ni es-
cribir. En el caso de quienes provienen de ciudades intermedias de Argentina, observamos
que un 27.8% tiene estudios secundarios al igual que estudios terciarios y/o universitarios,
mientras que en un 22.0% posee estudios primarios. El resto no contestó. Para el caso de
quienes provienen de países vecinos, observamos que el 50.0% tiene estudios primarios,
un 25.0% estudios secundarios, mientras que un 12,5% posee estudios tercia-
rios/universitarios. El resto no contestó.
pequeñas
Ciudades intermedias de
localidades del Países vecinos
Argentina
partido
Analfabeto 5.3 0 0
Si 57.9 44.4 75
En relación a los temas de capacitación, las respuestas obtenidas fueron agrupadas en las
siguientes categorías:
Mientras que todos los productores encuestados que quieren capacitarse y provienen de ciu-
dades intermedias de la Argentina, contestaron que desean capacitarse en cuestiones asocia-
das a su producción.
Por último, quienes vienen de países vecinos, manifestaron que quieren capacitarse en
cuestiones asociadas a su producción en un 83.3%, y el resto no sabe en qué temas capaci-
tarse.
En función a ello, se les cuestionó acerca del uso de elementos de protección de su salud y
accidentes. El 92.8% manifestó usar elementos de protección, tales como guantes, másca-
ras, mamelucos, entre otros.
El 54.5% de los productores realiza análisis de suelo del invernáculo. Este porcentaje dismi-
nuye al 30.0% cuando se consulta por la realización de análisis de suelo a campo. Los pro-
ductores que realizan análisis del suelo de los invernáculos el 50.0% lo hace 1 vez al año; el
16.7% cada tanto; el 16.7% cada 3-4 años y el 16.6% restante no sabe. La relevancia del aná-
lisis en suelo y también en el agua que utilizan para consumo, es preponderante a la hora
de pensar en el ordenamiento territorial, ya que si utilizan agroquímicos para mantener sus
producciones y teniendo en cuenta que en general se asientan en las llanuras de inunda-
ción de los arroyos que atraviesan el partido, podrían afectar al resto de la población.
Fuente: elaboración propia en base a los datos relevados con GPS de las producciones periurbanas en el partido
de Tres Arroyos, 2016
Al dar cuenta de las percepciones de las instituciones en relación a las producciones periur-
banas, del total de las instituciones estatales 75.0 % manifestó que su institución No realiza
controles periódicos a las producciones periurbanas. La institución que realiza controles
periódicos lo hace a producciones de aves y cerdos. Se realiza en conjunto con la municipa-
lidad, una recorrida por las producciones, y es de carácter anual. Tampoco existen controles
periódicos en relación a las producciones apícolas, argumentan la falta de RRHH disponibles
para llevarlas a cabo. Al indagar acerca de las percepciones vinculadas a las producciones
periurbanas, las instituciones estatales ponderan la cuestión ambiental y la falta de coordi-
nación entre políticas públicas (entre distintos niveles de gobierno), y la escasez de herra-
mientas para ordenar el territorio, sumado a la escasez de huertas asociadas a la población
inmigrante de mediados del siglo XX.
Las instituciones representativas, manifestaron que se reúnen de manera frecuente con insti-
tuciones públicas y privadas. S i bien el 80 % de las i n s t i t u c i o n e s p a r t i c i p a en el Con-
sejo Local Asesor (ámbito de representación institucional dentro del INTA, formado por re-
presentantes de instituciones vinculadas al sector agropecuario que se reúne mensualmen-
te para abordar temas concernientes a la CEI Barrow, solo el 40% menciona que tiene arti-
culación con INTA, en forma articulada con el Municipio. En un 20.0% aparece la articula-
ción con instituciones educativas y el sector del parque industrial y comercial. En cuanto a
los objetivos de la articulación el 90.0% dijo estar asociados a ese sector en particular. Sólo
un 10.0 % respondió que estaba vinculado al bien común. Mencionan como principal pro-
blemática el factor económico, asociado a la falta de inversión, altos costos de personal e
inestabilidad de los mercados (40%). Luego aparece el factor educativo, en sentido amplio, y
en particular relacionado a la carencia de capacitaciones y capacitadores sobre temas tec-
nológicos (manejo de maquinaria por ejemplo). Por último, mencionan el factor ambiental,
vinculado al avance de la agriculturización con uso de agroquímicos. La mayoría (80%),
manifestó que abordan estas problemáticas mediante capacitaciones.
Las problemáticas que observan las instituciones educativas, son la relación ambiente- co-
munidad (desconocimiento del manejo de la huerta, la contaminación por fumigaciones
cercanas a la comunidad, el mal manejo de residuos, y su impacto sobre la seguridad ali-
mentaria y la sanidad). En cuanto al factor económico, enuncian la falta de planificación e
instalaciones informales por parte de los productores. El 60.0% de las instituciones educati-
vas, comentó que las problemáticas son abordadas desde la institución. Dos tercios de
ellas, lo abordan con los alumnos. Sólo un tercio lo vincula con la comunidad, mediante ca-
pacitaciones, cosecha de aceitunas, entre otras actividades. La utilización de TICs, es consi-
derada importante para tener llegada no solo a la localidad sino a comunidades cercanas.
El análisis de los datos da cuenta de la importancia que reviste el estudio de una zona pecu-
liar como lo es el anillo periurbano de las localidades que componen el partido de Tres
Arroyos, el cual si bien muestra coincidencias con otros partidos, los mismos son interesan-
tes de comprender para poder llevar adelante planes de manejo que contribuyan a la mejo-
ra de calidad de vida de los productores periurbanos y que a su vez generen una dinámica
más activa con la población que reside en la malla urbana, en un contexto de sinergia inter-
institucional.
REFLEXIONES FINALES
La importancia que radica en el estudio de las áreas periurbanas de las localidades que
componen el partido de Tres Arroyos como sector productivo potencial, es de relevancia
para focalizar a través de distintos programas de apoyo y seguimiento que acompañen a
estos actores muchas veces relegados por el ámbito público. El rol de los organismos esta-
tales en el acompañamiento de dichos productores es fundamental, no tan sólo para que
sean reconocidos como actores sociales de gran relevancia en la comunidad, sino también
para atender a las demandas de salud, infraestructura y educación: “La lucha de las organi-
zaciones de la agricultura familiar por lograr constituirse en actores visibles y ser reconocidos
por el Estado refleja la brecha entre su importancia real y el cuasi abandono que sufren por parte
de las políticas públicas.” (Ana M. Fernández Equiza, 2010)
Falta mucho camino por desandar, si se piensa al desarrollo sostenible desde una mirada
compleja, dando cuenta de las transformaciones territoriales generadas por la propia diná-
mica de transformaciones sociales, políticas ambientales y culturales, pero no por eso resul-
ta menos relevante la toma de conciencia de los distintos grupos de instituciones visuali-
zando la cuestión periurbana del partido de Tres Arroyos. Este trabajo pretende poner en
agenda pública y privada la cuestión periurbana del partido de Tres Arroyos como estrate-
gia de promoción del desarrollo sostenible.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Barsky, A; Fernández, L. (2004); ¿Qué diferencias hay entre Gran Buenos Aires, conurbano, Área y
Región Metropolitana?, 19.
Fernández Equiza, A.M. (2010); La sustentabilidad de la agricultura familiar en la Argentina, 297 - 318.
Mikkelsen, C.A. (2012); Debatiendo lo rural y la ruralidad: un aporte desde el sudeste de la provincia
de Buenos Aires; el caso del partido de Tres Arroyos.
ustonell@criba.edu.ar, usbustos@uns.edu.ar
INTRODUCCIÓN
ÁREA DE ESTUDIO
1
La necesidad de reflexionar en la relación entre la construcción del territorio portuario y las diferentes escalas
que en él se articulan surge a partir de comprobar la complejidad de los cambios acontecidos en el puerto obje-
to de la investigación (tesis doctoral). Para ello se abordó con más detalle el marco político ideológico de la
década de 1990, ya que se definen cuestiones centrales que hacen a la construcción territorial en marcha. En
este caso se busca comprender la continuidad del proyecto iniciado en la década de 1990 si bien se identifican
diferentes etapas en el contexto político-ideológico nacional.
METODOLOGÍA
RESULTADOS
Argentina, de acuerdo a Katz, es el país que en la región encabeza el experimentar las mu-
taciones económicas más significativas e identifica la etapa del neoliberalismo extremo de
2
la década de 1990, seguida por una etapa neodesarrollista que no alteró el perfil de una
economía agroexpotadora y que tuvo en la valorización internacional de las agroexporta-
ciones uno de sus motores (Katz, 2015: 225). El puerto, por su parte, muestra continuidad
en el modelo de desarrollo incluso teniendo como contexto actual una etapa de ajuste
gradualista con inserción a nivel internacional.
En el año 1992, a través de un nuevo marco legal, se redefinen aspectos centrales que
hacen a la actividad portuaria del país: el rol principal estará a cargo del capital privado, se
llevará adelante un proceso de descentralización de los puertos administrados por el Esta-
do Nacional y en los principales tendrán participación en su órgano de conducción el sec-
tor público, privado y sindical, los puertos privados contarán con seguridad jurídica y las
tarifas serán un instrumento de cada puerto. En este marco el puerto Bahía Blanca se
constituye en el año 1993 en el primer puerto autónomo del país. Es necesario tener en
cuenta que la reforma portuaria se concreta en el marco de un amplio y profundo proyecto
político de reforma del Estado y de la economía argentina, por lo tanto los primeros años
de la autonomía del puerto se van a dar en un contexto amplio de cambios. De esta mane-
2
El neodesarrollismo presenta una amplia variedad de enfoques. En el presente trabajo no se profundiza en este
“programa de economías medianas afectadas por agroexportaciones (Katz, 2014: 1), sino que se reconoce un
contexto político-ideológico que entre los años 2003 a 2015 es diferente al comprendido entre los años 1990 a
2001 y al actual.
En el año 1993, surge el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (CGPBB) como
Ente Público no Estatal, que integra su directorio con un representante del gobierno muni-
cipal, un representante del gobierno provincial, dos representantes del sector sindical y
cinco del sector privado. En el caso del sector sindical y privado es a través de las asocia-
ciones que los nuclean. Este es un nuevo tipo de autoridad portuaria, que es diferente a las
anteriores y que guarda en su diseño la discusión que había a nivel internacional y nacional
respecto al rol a desempeñar por el Estado y los privados en los puertos. Integra al sector
privado, que es la tendencia internacional y a nivel nacional una necesidad para poder mo-
dernizar los puertos. Al mismo tiempo la relación global-local se gesta en el sentido que
hace falta un tipo de organización que rápidamente pueda dar respuesta a los requeri-
mientos nuevos y antiguos de la actividad, por eso debe ser una organización de escala
local que se autogestione, cuestión en la que coinciden los actores que trabajaron para la
autonomía del puerto. El modelo de autoridad portuaria se aproxima al puerto landlord,
puerto propietario no operador, que tiene como una de sus principales funciones la de
facilitar las tierras para que la iniciativa privada lleve adelante los proyectos y las acciones
se orientan a evolucionar hacia un puerto facilitador de negocios.
Como mencionáramos, en este ente público no estatal, participan los tres sectores: públi-
co, privado y sindical representados a través de los organismos que los nuclean y defien-
den sus intereses. Las entidades que agrupan a los trabajadores, son nacionales contando
con una delegación o repartición local. El representante del gobierno provincial tiene a su
cargo la presidencia del directorio, contando en estos veinticinco años con siete represen-
tantes, de los cuales seis fueron locales y uno regional, y en cuanto a sus trayectorias fue-
ron técnica o política y con experiencia en el sector público o privado.
La reinversión de recursos propios del propio puerto ha estado dirigida en especial a mejo-
rar y mantener las condiciones de profundidad y seguridad de las vías navegables así como
a la construcción de un muelle multipropósito con el objetivo de captar de manera regular
cargas generales y contenedorizadas, inaugurado a fines del año 2005, y en el año 2016
una nueva posta de inflamables. En el marco de la conformación de un programa que per-
sigue dar cuerpo al concepto ciudad puerto, a partir del año 2007 se han ido inaugurando
diferentes obras que están modelando espacios portuarios de uso público destinados a
llevar a cabo diferentes actividades culturales, recreativas, artísticas entre otras. Este pro-
grama tiene asociadas también otras líneas de acción. También se están incorporando
nuevos espacios para el desarrollo de plataformas logísticas que presten servicios a cargas
especiales relacionadas con proyectos actuales en energía eólica (parques eólicos en el
A partir del año 2008 y hasta la actualidad, el gobierno nacional lo considera el puerto es-
tratégico para proyectos que impulsa. Los mismos han implicado el registro de operatorias
históricas como es el caso del ingreso a puerto y en él el proceso de los buques regasificado-
res, o más recientemente la primera operatoria en el puerto de buques ro-ro que transporta
carga rodada para el proyecto Vaca Muerta. En relación a la importación del material necesa-
rio para la producción de energía eólica y explotación de hidrocarburos se habilitó la Subzo-
na Franca Puerto Galván de la Zona Franca Bahía Blanca-Coronel Rosales, constituyéndose
en la primera subzona franca del país, lo cual demandó nivelar, preparar y equipar el terreno
(AFIP, Resolución General N°4241/2018). Por otro lado, en un área próxima se incorporaron
otras 12 ha destinadas principalmente al material importado necesario para los proyectos de
producción de energía eólica y la explotación de hidrocarburos.
El puerto incorporó en estos veinticinco años, siete nuevos muelles, cinco producto de la
inversión privada y dos por parte de la autoridad portuaria. En la siguiente figura se pue-
den apreciar para el año 2017 los muelles, las terminales portuarias y las principales em-
presas radicadas en el ámbito portuario industrial, así como los nuevos espacios incorpo-
rados y la proximidad de la localidad de Ingeniero White.
Un caso especial, por ser un proyecto inconcluso, corresponde a la concesión a una em-
presa multinacional minera, que en el año 2009 adquirió los activos de otra empresa y
anunció una importante inversión en el país en una estructura organizada en tres partes,
una de ellas era una planta de almacenamiento y terminal en el puerto local. Las obras se
iniciaron, pero estas se encuentran paralizadas.
Conclusiones
En el sector marítimo, desde 1991 hasta la actualidad, el puerto alcanzó y mantuvo los 45
pies de calado, ha llevado adelante la modernización del equipamiento y la formación de
los cuerpos técnicos necesarios que le permiten ofrecer buenas condiciones de navegabili-
dad y cuenta con cuatro nuevos muelles producto de la inversión privada y otros dos por
parte de la autoridad portuaria. Estos muelles corresponden a seis nuevas terminales ope-
radas por el sector privado: dos petroquímicas, dos cerealeras, una multipropósito y una
nueva posta de inflamables. También el espacio terrestre portuario se amplió a partir de
Si bien la figura de ente público no estatal es la misma en otros puertos del país, en el caso
de Bahía Blanca la expresión de la misma adquiere particularidades únicas a nivel nacional.
La gestión del puerto, la incorporación de tecnología y la ocupación del espacio han tenido
continuidad en los últimos casi treinta años. Su interrelación permite plantear nuevos in-
terrogantes: ¿Qué territorio construye este ente público no estatal? ¿Cómo incide el contex-
to político-ideológico nacional en el territorio portuario? ¿Cómo se materializan en el puer-
to los intereses convergentes y divergentes de los actores y sus redes? ¿Qué intereses no
han podido objetivarse espacialmente?
Referencias bibliográficas
Bustos Cara, R.N. (1998). Espacio-tiempo y territorio. En R.N. Bustos Cara y M. Cernada de Bulnes
(Comp.). Estudios Regionales Interdisciplinarios (pp. 67-83). Bahía Blanca: EdiUNS.
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Blanca: CGPBB, 52 pp. Recuperado de
https://puertobahiablanca.com/vision_portuaria_2040/files/downloads/Vision_BB_2040.pdf
Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca –CGPBB-. (2017). Estadísticas. Recuperado de
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Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca –CGPBB- (2004). Bahía Blanca de frente al mar.
Puerto en Acción, 2004, año II, n° 8, 4 pp.
Katz, C. ¿Qué es el neodesarrollismo? Una visión crítica. Argentina y Brasil. (2015). Servicio Social &
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Katz, C. (2014). ¿Què es el neo-desarrollismo? I- Una visión crítica. Economía. Página oficial de Claudio
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Silveira, M. (1997). Territorio de las verticalidades y horizontalidades: una propuesta de método. 6to
Encuentro de Geógrafos de América Latina. UBA, Buenos Aires.
Tonellotto, S. (2017). Puerto, actores y territorio. Puerto de Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina).
Globalización y descentralización (Tesis doctoral). Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca.
Urriza, M. (2006). Tablero de comando para una autoridad portuaria descentralizada de la provincia
de Buenos Aires. (Tesis de Magister). Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca.
jdiez@uns.edu.ar
Resumen
La importancia del sector software y servicios informáticos, tanto a nivel mundial como nacio-
nal, promueve el estudio de las capacidades y dinámicas de innovación de las firmas de este
sector. Este tipo de estudios requiere compatibilizar al menos dos tipos de enfoques. Uno
destinado a conocer las características del mercado en el que se desenvuelven las empresas y
otro cuyo objetivo primordial es conocer los rasgos fundamentales de cada una de las firmas
que lo componen. Dicho esfuerzo conceptual supone vincular dos perspectivas teóricas dife-
rentes: el paradigma estructura-conducta-desempeño y el enfoque schumpeteriano de la
firma. El estudio propuesto sobre el sector software y servicios informáticos de Bahía Blanca
pone en evidencia la especialización de las firmas en el diseño de software a medida (solucio-
nes integrales destinadas a la gestión empresarial), productos destinados fundamentalmente
a atender las necesidades de la actividad industrial y del sistema financiero de dicha localidad
y su zona de influencia. En materia de competencias y habilidades, las firmas no evidencian
importantes niveles de innovación, predominando mayoritariamente el análisis de requeri-
mientos de clientes. En lo que respecta a las capacidades relacionales de las firmas estudia-
das, se observa un interesante nivel de articulación entre las firmas estudiadas.
INTRODUCCIÓN
En este contexto general, se ha producido una importante proliferación de firmas del ru-
bro, especializadas en diversas temáticas (Software para el hogar, para el turismo, la salud,
la educación, aplicaciones para celulares o tablets, etc). De este modo, las firmas del sector
pasaron de 1000 en el año 2001 a alrededor de 4100 en el año 2015 (Camio, Rebori et al,
2016). Estas empresas se encuentran distribuidas en distintos puntos neurálgicos del país:
Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Tandil y Bahía Blanca.
En este sentido, la ciudad de Bahía Blanca forma parte del mapa de distribución de la in-
dustria de Software y Servicios Informáticos (SSI) a nivel nacional, aunque ocupando un rol
periférico. Tal como afirman López y Ramos (2008), más de un 80% de las empresas de esta
industria se localiza en la ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana. Para el caso de
la ciudad objeto de estudio, tradicionalmente especializada en la producción de bienes con
bajo valor agregado y commodities industriales, la emergencia de un sector tecnológico
dinámico como el software significa la posibilidad de diversificar su actividad económica,
generando empleo de alta calificación.
MARCO TEÓRICO
Dicho esfuerzo conceptual supone vincular dos perspectivas teóricas diferentes: el paradigma
estructura-conducta-desempeño y el enfoque schumpeteriano de la firma. Si bien, en principio,
ambos enfoques parecen ser de naturaleza antagónica, al momento de explicar la realidad del
El paradigma estructura conducta desempeño fue desarrollado por Bain (1956). Su plan-
teamiento básico es que la estructura de una industria determina su conducta, mientras
que la conducta a su vez arroja un desempeño. La estructura se refiere a la cantidad de
productores en un mercado, su grado de diferenciación, su estructura de costos, el grado
de integración vertical, entre otras cuestiones. Para su análisis también puede ser relevante
estudiar la trayectoria histórica del sector.
Desde esta perspectiva, a partir de una combinación y una utilización adecuada de dichos
recursos, la firma logra desarrollar capacidades que pueden ser clasificadas como de dos
tipos: aquellas de naturaleza intrínseca o de carácter endógeno y aquellas de índole rela-
cional. En términos de Yoguel (2000), se entiende por capacidades endógenas de las firmas
las reacciones de estas tendientes a idear, planificar y conducir actividades productivas,
promover el desarrollo de nuevos productos y procesos o introducir cambios en la organi-
zación, con el propósito de fortalecer la inserción de sus productos en los mercados. Por su
parte, por capacidades relacionales se entiende la habilidad de la firma para desarrollar
vínculos, lazos e interactuar con el medio circundante, de forma tal de obtener conocimien-
tos, información, nuevos recursos y desarrollar nuevas habilidades, activos que la empresa
no estaría en condiciones de generar por sí misma y que coadyuvan a potenciar su per-
formance económica (Diez, 2010).
En contraposición al enfoque anterior, este paradigma supone que son las capacidades de
las empresas las que definen conductas y estas terminan fijando una estructura para el
mercado. Como se sostuvo anteriormente, si bien estos enfoques desde el punto de vista
teórico pueden resultar radicalmente opuestos, en la realidad las capacidades empresaria-
les pueden alterar la estructura de un mercado (cuando por ejemplo generan una innova-
ción disruptiva) pero también numerosas veces es el mercado el que condiciona el tipo de
competencia realizada y termina definiendo las capacidades empresarias.
METODOLOGÍA
Para el cumplimiento del objetivo pautado, se efectuó una encuesta a 26 firmas del rubro.
La construcción de la muestra supuso la colaboración del Polo Tecnológico de esta ciudad,
entidad que nuclea a la mayoría de las firmas del sector.
RESULTADOS
Las 26 empresas que integran la muestra del sector software de la ciudad se dedican, prin-
cipalmente, al desarrollo de software a medida (soluciones integrales) y la venta de produc-
tos propios y servicios asociados. En menor medida, las empresas declaran ofrecer servi-
cios de programación. Por otra parte, una pequeña proporción de empresas se dedican a
la venta de producto de terceros y servicios asociados, soporte técnico, venta de hardware
y otros servicios (capacitaciones, mentoring) (cuadro 1). La mayor parte de las firmas decla-
ran que la industria constituye su principal sector demandante, seguido por el sector fi-
nanciero. El tercer lugar es ocupado por el sector primario, software, administración públi-
ca y consumidores finales (cuadro 2).
Nota: pregunta en la encuesta de respuesta múltiple. Fuente: Elaboración propia en base a encuestas.
Frecuencia %
Nota: * pregunta en la encuesta de respuesta múltiple. Fuente: Elaboración propia en base a encuestas.
Se trata de un sector que concentra sus ventas en el mercado interno: el 66,7% de las fir-
mas de la localidad no exporta (cuadro 3). Si bien no existen datos disponibles en el pre-
sente relevamiento, probablemente, el mercado interno se circunscriba a la ciudad de Bah-
ía Blanca y su región próxima. En el año 2013, las firmas declararon que EE.UU. constituía el
principal país destino de sus exportaciones, seguido por Uruguay, México, Colombia y Es-
paña (cuadro 4). Es preciso indicar que, estos destinos varían año a año: en 2014 las firmas
señalaron a Brasil y Uruguay, mientras que en 2015, a Colombia. Respecto a los principales
productos/servicios de exportación, la mayor parte de las empresas señala al desarrollo de
software a medida (soluciones integrales). El propio sector software constituye el principal
demandante en el extranjero.
Cuadro 3. Porcentaje de las exportaciones sobre la facturación total del año 2015
N° empresas %
0% 16 66,7%
Entre 1% y 50% 4 16,7%
Más del 50% 4 16,7%
Total 24 100,0%
*datos correspondientes al año 2013, fecha en que se registraron mayor número de respuestas. Fuente:
Elaboración propia en base a encuestas.
N° empresas % N° empresas %
N° empresas %
De 0 a 50 22 84,6%
De 51 a 100 2 7,7%
De 101 a 500 1 3,8%
Más de 500 1 3,8%
Total 26 100,0%
Secundario 10 15,6%
Terciario 9 14,1%
Universitario incompleto 14 21,9%
Universitario 21 32,8%
Postgrado 10 15,6%
Total 64 100,0%
En relación a las actividades de innovación realizadas por las firmas durante el período
2013-2015, el análisis de requerimientos de clientes constituye la principal actividad des-
arrollada (cuadro 8). Aquí se destacan dos aspectos: 1) muy pocas firmas declaran realizar
otro tipo de actividades y 2) sólo 3 firmas declaran haber realizado actividades I+D interna.
En lo que respecta a la obtención de resultados innovadores, prácticamente todas las em-
presas de la muestra declararon obtener innovaciones durante el período 2013-2015 (Cua-
dro 10). Sin embargo, al observar el grado de novedad de las innovaciones obtenidas, se
trata de aquellas que resultan novedosas solo para el mercado doméstico. Este resultado
se replica para los distintos tipos de innovación, a excepción de nuevos canales de comer-
cialización y mejoras organizacionales (cuadro 11). Esto indica que se trata de innovaciones
con poco grado de complejidad. Por último, la mayor parte de las empresas locales des-
arrollan productos nuevos o mejorados y nuevas soluciones integrales en base a solucio-
nes desarrolladas y/o comercializadas en el pasado (Cuadro 12 y 13).
N° empresas %
Análisis de requerimientos de clientes 16 66,7%
Investigación y Desarrollo Interna 3 12,5%
Adquisición de Hadware para desarrollar nuevos productos y
2 8,3%
servicios
Adquisición de Software para desarrollar nuevos productos y
1 4,2%
servicios
N° empresas %
Sí 11 42,3%
No 15 57,7%
Total 26 100,0%
Cuadro 11. Grado de novedad por tipo innovación – Período 2013 -2015.
Productos con Nuevas Servicios con Nuevos canales
Nuevos Nuevos Mejoras
mejoras soluciones mejoras de
productos servicios organizacionales
significativas integrales significativas comercialización
N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° %
Nuevo para la
7 0,35 4 25,0% 4 25,0% 8 44,4% 5 33,3% 4 40,0% 8 57,1%
empresa
Nuevo para el
mercado 10 0,5 10 62,5% 11 68,8% 9 50,0% 9 60,0% 4 40,0% 5 35,7%
doméstico
Nuevo para el
mercado 3 0,15 2 12,5% 1 6,3% 1 5,6% 1 6,7% 2 20,0% 1 7,1%
internacional
Cuadro 12. Sus productos nuevos o mejorados, ¿han sido desarrollados sobre la base de
soluciones integrales desarrolladas en el pasado?
N° Empresas %
SI 18 69,2%
NO 8 30,8%
TOTAL 26 100,0%
Cuadro 13. Las nuevas soluciones integrales y productos nuevos, ¿reutilizan códigos
desarrollados para soluciones comercializadas en el pasado?
N° Empresas %
SI 14 53,8%
NO 10 38,5%
NS/NC 2 7,7%
Total 26 100,0%
Cuando se consideran los vínculos asociativos entre firmas de la muestra, el análisis de los
datos recolectados arroja que, sobre el total de 26 firmas encuestadas, 12 (46,15%) manifies-
ta haber desarrollado un producto o servicio en forma conjunta con otra empresa del agru-
pamiento considerado (Cuadro 14). Específicamente se detectaron un total de 7 acciones de
colaboración que supusieron la fabricación de un parquímetro, acciones de consultoría e
ingeniería informática, la elaboración de aplicaciones para celular, el diseño de un sistema de
gestión de reclamos y actividades de hosting. Por su parte, las empresas entrevistadas sos-
tienen mayormente no relacionarse con universidades e instituciones de ciencia y tecnología
a nivel local. En este sentido, sólo 9 (34,62%) demanda asistencia técnica de este tipo de enti-
dades, mientras que 17 (65,38%) no lo hace (Cuadro 15). Cuando se indaga respecto a las
causas de la falta de vinculación entre las firmas que no tienen ningún tipo de relación con
este tipo de entidades, en primer lugar se destaca el hecho de que los productos o servicios
que se efectúan no son de elevada complejidad, por lo que no se requiere asesoramiento
tecnológico (36,36%). Luego aparecen como causas relevantes, la distancia entre las líneas de
investigación de los organismos de ciencia y las necesidades de las empresas (18,18%), el
desconocimiento por parte de las firmas de los campos de investigación de universidades y
centros científicos tecnológicos (18,18%) y la existencia de trabas burocráticas que dificultan
la construcción de lazos fluidos entre la industria y el ámbito científico (18,18%) (Cuadro 16).
Cuadro 14. Desarrollo de productos o servicios conjuntos con otra empresa encuestada
N° empresas %
Sí 12 46,15%
No 14 53,85%
Total 26 100,0%
N° empresas %
Sí 9 34,62%
No 17 65,38%
Total 26 100,0%
Frecuencia %
Distancia entre las líneas de investigación y las necesidades de las empresas 4 18,18%
Desconocimiento sobre los campos de investigación de los centros de cyt 4 18,18%
Procedimientos burocráticos lentos y complejos 4 18,18%
Experiencia previa de vinculación poco exitosa 2 9,09%
Productos o servicios fabricados no requieren asistencia tecnológica 8 36,36%
Total 22 100,0%
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES.
En lo que respecta a las características generales de las empresas bahienses y sus recursos,
la muestra arroja que la mayoría de las firmas son pequeñas (tienen menos de 20 emplea-
dos) y cuentan mayormente con personal de elevada formación (universitaria completa).
Por otro lado, tal y como se sostuvo anteriormente, los productos/ servicios ofrecidos son
mayormente soluciones integrales a medida, que pueden catalogarse como de media-
na/baja complejidad.
vamente para el mercado objetivo que las firmas atienden. Tampoco se observa la presen-
cia de innovaciones disruptivas por parte de las empresas de la muestra, ya que mayorita-
riamente las mismas declaran desarrollar productos nuevos o mejorados en base a códi-
gos fuente o soluciones comercializadas en el pasado. Esto supone tan sólo la presencia de
innovaciones incrementales dentro del universo estudiado, que surgen mediante procesos
de learning by doing (aprender haciendo), learning by using (aprender usando) o learning
by interacting (en este caso aprender interactuando con clientes).
Sin embargo, este nivel de interacción no se replica cuando se considera como contraparte
el caso de los organismos de ciencia y tecnología a nivel local. En este sentido, los entrevis-
tados sostienen que el tipo de productos/servicios fabricados no ameritan la construcción
de lazos fuertes con entidades de esta naturaleza. Desde la óptica de los empresarios, las
necesidades de asistencia técnica pueden satisfacerse a través de contactos forma-
les/informales con colegas (que pueden derivar luego o no en la realización/prestación de
un producto/servicio conjunto). En este sentido, la construcción de vínculos se realiza des-
de una mirada netamente operativa (solución de un problema específico) y no estratégica
de mediano-largo plazo. Es decir, la construcción de lazos fuertes con instituciones de c y t
requiere de una inversión en tiempo y esfuerzo y un nivel de planificación que las empre-
sas no estarían dispuestas asumir.
Por otro lado, existen algunas otras limitaciones que condicionarían este tipo de vínculos,
entre los que se destacan: la distancia entre líneas de investigación científica y los campos
de aplicación de las empresas, el desconocimiento de algunas de áreas de trabajo por par-
te de éstas últimas y, finalmente, la presencia de trabas burocráticas que condicionan el
desarrollo de estos lazos.
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Argentina de Tecnología de Punta: Fate División Electrónica 1969-1976. Buenos Aires: Prosa.
clementiluc@gmail.com
Resumen
INTRODUCCIÓN
En Argentina, la existencia de grandes distancias entre los centros de producción y los cen-
tros de transformación y consumo, más la imposibilidad de almacenar la electricidad pro-
ducida, hacen necesario el desarrollo de una red técnica que permita su circulación (Bene-
detti, 1997). Esto configura un modelo energético nacional centralizado, donde la energía
es transportada desde las plantas de generación hasta los lugares de consumo. Ello inter-
pela sobre la necesidad de introducir cambios en pos de la diversificación a través de la
incorporación de un mayor número de fuentes de generación, no sólo para cubrir los picos
de demanda sino para lograr un suministro más sostenible. El esquema actual podría ser
complementado por uno distribuido, conformado por una multiplicidad de pequeñas plan-
tas de producción eléctrica para satisfacer las demandas in situ. En este contexto, el traba-
jo explora los proyectos de generación distribuida desarrollados en la región pampeana
argentina, a partir de fuentes renovables -entendiendo por tales las enumeradas por la Ley
N°27.191/2015 (Decreto N° 531/2016). Se identifican y analizan las experiencias a través de
las cuales diferentes actores territoriales han puesto en marcha proyectos de aprovisiona-
miento de servicios energéticos basados en la explotación de recursos renovables situados,
orientados a la satisfacción de demandas localizadas. Se propone reflexionar sobre las
oportunidades que se abren frente a los déficits actuales del parque generador y del sis-
tema de distribución energético, en una región que concentra las mayores demandas de
energía a nivel nacional, y que posee un gran potencial para el aprovechamiento de recur-
sos renovables. El trabajo se estructura en 2 partes. La primera, analiza las nuevas posibili-
dades que ofrece la generación distribuida y las trasformaciones que ésta conlleva, y la
segunda, da cuenta de las principales experiencias identificadas de esta nueva modalidad
de generación en la región pampeana argentina.
METODOLOGÍA
RESULTADOS
1
Dentro de ella, las demandas del servicio eléctrico el área metropolitana de Buenos Aires, representan cerca del
40% del consumo a nivel nacional (CAMMESA, 2018).
Asimismo, frente a la amplia superficie del territorio nacional, las bajas densidades, los
altos costos de tendido y de mantenimiento de redes, la GED se posiciona como una alter-
nativa viable hacia un modelo descentralizado y orientado a las demandas localizadas,
tanto para el aprovisionamiento a poblaciones no conectadas, como para las que desean
complementar o sustituir fuentes y/o inyectar a la red. La GED plantea transitar de un mo-
delo energético centralizado como el actual, donde la relación es unidireccional desde las
enormes plantas hasta las empresas distribuidoras y de ellas a los lugares de consumo; a
uno distribuido, conformado por una multiplicidad de pequeñas plantas de generación
eléctrica y flujos de energía bidireccionales (Romero y Barcia, 2013). Éstas pueden localizar-
se en los espacios rurales para el aprovisionamiento a poblaciones alejadas de los tendidos
eléctricos, como en los espacios urbanos, ya sea en edificios, casas, escuelas u otro tipo de
lugares públicos, para generar parte de las demandas y/o volcar excedentes a la red.
Los cambios que involucra la GED, no sólo se dan en el origen de la energía (las fuentes), el
sentido en que circula (los flujos), la escala de los proyectos, sino también en los roles de
los actores. La ciudadanía puede dejar de actuar sólo como consumidor pasivo, para ser
también productor y gestor de su propia energía. Esta posibilidad, denominada prosumidor
(productor-consumidor), implica un cambio radical en la propia cultura de generación y
consumo eléctrico. La generación deja de restringirse a grandes inversores con capacidad
de invertir en centrales de alta potencia, y el universo de generadores del sistema eléctrico
se amplia y diversifica por la incorporación de actores con distintas necesidades, propósi-
tos y ámbitos de acción.
se convirtió en la primera provincia en aprobar que los usuarios conectados a una red de
distribución puedan producir y consumir su propia energía eléctrica. En la misma dirección,
avanzaron provincias como Mendoza (Ley N°7549/2013), Salta (Ley Nº7824/2014), San Luis
(Ley N°IX-0921/2014), Neuquén (Ley Nº3.006/2016), Misiones (Ley XVI N°118/2016), Tu-
cumán (Ley N°255/2016) y Entre Ríos (Decreto 4315/2016). A escala nacional, la ley
N°27.424 “Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable integra-
da a la red eléctrica pública” sancionada a fines del 2017 (aún sin reglamentar), busca dar
curso legal a las experiencias en marcha y a los futuros proyectos para garantizar su efecti-
va aplicación. El artículo N°5: “Todo usuario-generador tiene derecho a generar para autocon-
sumo energía eléctrica a partir de fuentes renovables y a inyectar sus excedentes de energía
eléctrica a la red de distribución reuniendo los requisitos técnicos que establezca la reglamenta-
ción”, deja establecido el derecho de cualquier particular a autoabastecerse e incluso inyec-
tar excedentes a través del libre acceso a la red de distribución eléctrica, marcando el inicio
del cambio del sistema energético verticalista actual por uno más accesible y distribuido.
— Usuarios particulares
Existen en el país diferentes organizaciones civiles sin fines de lucro que buscan brindar
soluciones tecnológicas basadas en energías limpias a los contextos más desfavorecidos
del país, ya sea por escasez de recursos económicos o por falta de infraestructura energé-
tica. Entre ellas, se encuentran por ejemplo Fundación EcoAndina, Fundación Energizar y
500RPM. Esta última, desde el año 2010 se dedica a transmitir conocimientos sobre la fa-
2
bricación de aerogeneradores de baja potencia de auto-construcción a través de cursos
teórico-prácticos y la realización de proyectos educativo-sociales demostrativos en escuelas
o comunidades rurales con necesidades energéticas. Bajo el proyecto “Energía eólica para
escuelas” trabajan con profesores, alumnos y comunidades rurales carentes de electrici-
dad, capacitándolos en el armado de un aerogenerador de baja potencia a partir de mate-
riales y recursos locales. Diferentes escuelas rurales del país están siendo partícipes de
este proyecto generando parte de la energía que demandan sus establecimientos, a partir
de la energía que aportan los equipos instalados (Figura N°3).
Figura 3. Aerogenerador instalado en 2013 en la escuela rural Nuestra Señora del Valle de
Los Gigantes, Córdoba
2
Se basan en el diseño del ingeniero escocés Hugh Piggott, utilizado por más de 20 organizaciones en todo el
mundo para llevar energía a zonas aisladas
— Empresas
Paneles solares, terrazas verdes y luminarias led, son algunos de los cambios que comien-
zan a implementar ciertas empresas buscando mostrar su compromiso con la sustentabili-
dad. Progresivamente crece el número de compañías que invierten en equipos de energías
renovables para alimentar parte de sus demandas como la iluminación. Tanto la alineación
con la estrategia global de disminuir las emisiones de gases efecto invernadero al ambien-
te como la preocupación por los costos de los servicios eléctricos, se convierten en los
principales motivos por los que empresas privadas se inclinan a invertir en este tipo de
iniciativas. Estaciones de servicio, cadenas de supermercados, hoteles y centros comercia-
les son los que hasta el momento reflejan la mayor parte de las experiencias existentes
(Figura N°4 y 5).
Fuente: Sitio web Cooperativa Obrera, 3/10/2016. Fuente: Portal de noticias Surtidores, 30/01/2018.
— A nivel nacional
Figura 6. Instalación fotovoltaica en la Escuela Primaria Nº30 "Paraje San Cala" de Juan N.
Fernández, Necochea, Buenos Aires.
— A nivel provincial
ejecución de proyectos de inversión en GED a partir de fuentes renovables para cubrir o refor-
zar puntos críticos de la red de distribución provincial. Entre los principales proyectos puestos
en marcha se encuentran 7 plantas solares conectados a la red eléctrica de distribución local
(Samborombón 100 Kw, Arribeños 500kW, Ines Indart 400 kW, Espigas 200 kW, Recalde 200 kW,
El Triunfo 500 kW y Cañada Seca 500Kw), un biodigestor en Carlos Tejedor y sistemas modula-
res de generación híbrida (solar/eólica) que representan soluciones de generación aislada de la
red. Estos últimos, se encuentran operando para abastecer la demanda de sistemas de ilumi-
nación, por ejemplo, en el Monumento Religioso “Cristo de las Sierras” (en Tandil), la autopista
Camino del Buen Ayre (Buenos Aires) y en el predio del Parque Industrial Norte (San Nicolás)
(Figura N°7). Asimismo, desde PROINGED recientemente se comenzó a trabajar en el análisis
de generación eléctrica domiciliaria, a partir de una prueba piloto en una residencia de Cha-
padmalal con paneles solares, poniendo a prueba el funcionamiento de medidores bidireccio-
nales. Por su parte, Santa Fe es otra de las provincias en la región pampeana que más avances
presenta en el fomento de las energías renovables. Entre las medidas desarrolladas, el pro-
grama Prosumidores, creado en 2016 por la Secretaría de Estado de Energía, en conjunto con
la Municipalidad de Rosario, busca incentivar a los usuarios domiciliarios a generar energía en
base a fuentes renovables e inyectar a la red. El programa pretende facilitar el repago de las
3
instalaciones renovables a través de una tarifa promocional durante 8 años de $5.5 por cada
KWh suministrado a la red. Por lo tanto, al momento de la facturación el usuario sólo abona la
diferencia entre el gasto y la energía provista a la red de la Empresa Provincial de Energía.
Según el equipo técnico de la Subsecretaría de Energías Renovables de Santa Fe, en 2 años se
registraron aproximadamente 50 usuarios conectados, en su mayoría domiciliarios, aunque
también algunos edificios públicos y empresas. Entre las empresas que se adhirieron al pro-
grama, se encuentra Essen Aluminios S.A. y Plyrap S.A., ambas ubicadas en el Parque Industrial
La Victoria de Venado Tuerto, las cuales montaron plantas de generación fotovoltaica capaces
de alimentar sus instalaciones e inyectar el excedente a la red eléctrica local (Figura N°8).
3
1,5 kW de potencia nominal máxima.
— A nivel Municipal
En diferentes partes del mundo los municipios y entidades locales han sido pioneros en la
transformación hacia las energías renovables. En Argentina el interés es reciente y los mu-
nicipios involucrados en experiencias de GED aún son escasos. Por ejemplo, en la localidad
bonaerense de Tandil, el Municipio impulsa desde el año 2016 el Plan Crece que apunta a
que gradualmente los jardines de infantes utilicen energía eléctrica proveniente de fuentes
renovables. El proyecto prevé además tareas de concientización para los niños y sus fami-
lias. La iniciativa incluyó en su primera etapa a los jardines de infantes N°919, 915, 904,
901, 903 y 917, en los cuales se instalaron paneles solares conectados a la red eléctrica a
través de un Inversor. En cada establecimiento se colocaron 6 paneles solares de 250
watts, que totalizan 1,5 kW de potencia instalada (Figura N°9). Otro ejemplo es el Munici-
pio de Rosario, primero del país en generar e inyectar a la red energía renovable
desde sus dependencias públicas. El año 2015, además de marcar un hito cuando se
colocaron los primeros paneles solares en la Planta de Compostaje y Tratamiento de Resi-
duos de Rosario, impulsó el proyecto de nuevas instalaciones en el Palacio Municipal y dis-
tintos centros distritales, capaces de abastecer parcialmente las demandas e incluso inyec-
tar excedentes a la red de baja tensión de la distribuidora provincial (Figura N°10).
Figura 9. Instalación solar en Jardín de infantes Figura 10.Paneles solares en terraza del
Nº 904 de Tandil, Buenos Aires. Palacio Municipal de Rosario, Santa Fe.
tos científicos con el fin de probar tecnología, realizar ensayos y capacitar recursos huma-
nos. Éstas se llevan a cabo de dos formas:
— Aisladas
— En redes de cooperación
Figura 12. Instalación solar en el Edificio Figura 13. Planta solar intersección de la RN
Tandar del Centro Atómico Constituyentes, N°9 y RP N°15, Amstrong, Santa Fe.
Buenos Aires.
CONCLUSIONES
Ante el actual modelo dominado por las energías fósiles, los proyectos de GED enfrentan
barreras que pueden condicionar su sostenibilidad. Desde el punto de vista técnico, las
iniciativas de GED implican la adopción de innovaciones que ponen en el centro del debate,
la elección de modelos energéticos centralizados-descentralizados e interpelan sobre las
posibilidades de desarrollo de sistemas mixtos. En el plano social, exhortan sobre la forma
e intensidad en que los grupos-objetivo participan de la construcción de los proyectos,
factor fundamental para que las soluciones alcanzadas sean efectivamente apropiadas.
Desde la dimensión política, enfrentan la necesidad de formalizar nuevas modalidades de
intervención, asociación y responsabilidad de los actores participantes, exigiendo estructu-
ras innovadoras de gobernanza sectorial y territorial. La arista financiera es crucial, tanto
cuando se trata de aprovisionar de servicios energéticos con marcado carácter social, como
en el caso de proyectos privados cuya perdurabilidad depende estrictamente de su renta-
bilidad. Pese a estos obstáculos, la generación de energía eléctrica distribuida se vislumbra
como una alternativa viable que comienza a ganar protagonismo en la región pampeana
argentina, abriendo mayores oportunidades de desarrollo productivo, bienestar social y
equidad territorial.
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NOTA: Las leyes y resoluciones mencionadas en el presente trabajo pueden ser consultadas en el
sitio oficial Infoleg http://www.infoleg.gob.ar
Resumo
Este trabalho apresenta uma breve abordagem sobre a gestão da informação territorial, por
parte dos municípios, trazendo uma importante contribuição na área de desenvolvimento de
aplicativos para esta finalidade. Demonstra a possibilidade da utilização das Geotecnologias,
mais especificamente para a elaboração de um Geoportal, por meio da parceria entre vários
municípios vizinhos, organizados e representados política e administrativamente pela
Associação dos Municípios do Pontal do Paranapanema – UNIPONTAL.
INTRODUÇÃO
Atualmente, a Gestão Territorial vem ganhando cada vez mais importância na administração
pública, seja pela necessidade de transparência nos processos administrativos ou mesmo
pela necessidade do ordenamento do território. Sendo assim, surge uma forte demanda
pela informação geográfica que possa caracterizar os imóveis de forma que dê subsídios
para a gestão do território.
Neste sentido, vale ressaltar que o Cadastro Territorial Multifinalitário é reconhecido com um
instrumento de planejamento capaz de sistematizar dados e informações geográficas
referentes aos imóveis, podendo ser amplamente utilizado nos importantes processos
decisórios envolvidos na gestão territorial.
O acesso à informação geográfica tem ficado cada vez mais fácil e comum entre os usuários,
e a principal ferramenta utilizada para tanto é o Geoportal.
Este trabalho mostra os primeiros resultados de um projeto em andamento que tem por
objetivo principal elaborar uma base dados regional, desenvolvendo para tanto um Geoportal
como instrumento de disponibilização de informações geográficas e serviços ao usuário.
Os resultados finais desse projeto devem mostrar como a administração municipal pode
utilizar-se dessas importantes Geotecnologias para aprimorar os processos decisórios e
também o atendimento à população.
METODOLOGIA
Área de estudo
Conhecida como Pontal do Paranapanema, a região oeste do Estado de São Paulo ocupa
cerca de 7,5 % do território desse estado e participa com apenas 0,89 % do Produto Interno
Bruto estadual, com PIB anual de R$ 12,5 bilhões, de acordo com os dados mais recentes de
2012, segundo o PDEPP, 2015.
51ºW 45º
20º W
S
25º
S
100 0 100 200 Km
De acordo com Laudon e Laudon (1999) “um sistema de informações pode ser definido
como um conjunto de componentes inter-relacionados que armazena, recupera, processa e
apresenta informações com a finalidade de facilitar o planejamento, o controle, a análise e o
processo decisório de uma empresa”.
Atualmente, o termo Sistema de Informação Territorial (SIT) tem sido muito difundido,
principalmente depois da promulgação do Decreto Nº 8764/2016, que institui o Sistema
Nacional de Gestão Territorial (SINTER) e regulamenta o disposto no art. 41 da Lei Federal nº
Para que possa atingir seus objetivos, o SIT têm sido alvo de estudos em várias localidades,
sendo necessário considerar dois aspectos importantes para que se possa tornar um SIT
operacional: o estabelecimento do SIT em si e o treinamento de recursos humanos para que
possam lidar com as novas tecnologias de organização e disponibilização das informações
acerca do território (WILLIAMSON, 2002).
O Sistema Cadastral pode ser apoiado por um web site utilizando a linguagem de
programação PHP (Hypertext Preprocessor) em conjunto com a linguagem de manipulação de
banco de dados SQL (Structured Query Language) (AMORIM et al., 2008).
Dessa forma, o cliente faz a requisição de uma representação cartográfica, por meio de um
navegador web e esta requisição é repassada ao servidor web Apache, fazendo o
direcionamento desta para o servidor de mapas, GeoServer. Este servidor, com acesso aos
arquivos de configuração, gera o mapa por meio dos dados armazenados no banco de
dados PostegreSQL, com extensão espacial PostGIS, ligado ao sistema de informações
georreferenciadas QGis. O mapa, por fim, retorna ao navegador web por meio do servidor e
chega como resposta ao usuário (PESSOA et al., 2016).
Além disso, suporta arquivos dos mais variados formatos vetoriais, como shapefile, PostGIS, SQL
Server entre outros. Como formato de saída, disponibiliza uma série de possibilidades, como
JPEG, PDF, Excel e KML, este último permite a conexão entre o GeoServer e o Google Earth.
Ferramentas como o QGis podem ser utilizadas em conjunto com o banco de dados do
PostgresSQL, por proporcionar a visualização espacial dos dados, já que o gerenciador apenas
armazena as informações.
Este trabalho pode ser classificado como uma pesquisa de natureza aplicada, pois
desenvolve uma metodologia que objetiva a solução de um problema em particular.
Método
A primeira etapa se refere a aquisição dos dados, tais como: limites dos municípios que
compõem a UNIPONTAL, levantamentos cadastrais de imóveis rurais disponibilizados pelo
INCRA e dados constantes do Plano de Desenvolvimento Regional e Local dos Municípios do
Pontal do Paranapanema, cedido pela UNIPONTAL.
Na segunda etapa a modelagem do banco de dados PostgreSQL foi definida a partir dos
conceitos do Modelo Relacional.
A terceira etapa consistiu na manipulação dos dados para possibilitar a elaboração de alguns
mapas temáticos para a disponibilização no Geoportal; A quarta etapa consistiu na
publicação dos dados por meio do GeoServer, utilizando o servidor sediado na Unesp e, a
quinta etapa foi a Elaboração do aplicativo web (Geoportal), no qual os dados serão
visualizados em um mapa interativo, de modo que poderão ser escolhidas as camadas de
dados a serem visualizados, seguindo padrões da generalização cartográfica.
Os dados sobre as geometrias (contorno das divisas) dos municípios que constituem a
UNIPONTAL foram obtidos por meio do site do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística -
IBGE, em formato shapefile, sendo visualizados por meio software QGIS.
Os dados que abasteceram o banco de dados, neste início de projeto, foram cedidos pela
UNIPONTAL, parceira neste projeto, que recentemente realizou um importante trabalho
denominado “Plano de Desenvolvimento Regional e Local dos Municípios do Pontal do
Paranapanema”. Esses dados encontram-se organizados em tabelas e gráficos, por
município, com análises de diagnósticos e apontamentos para o desenvolvimento da
referida região para os próximos anos, como mostra a Figura 3.
Fonte: Plano de Desenvolvimento Regional e Local dos Municípios do Pontal do Paranapanema – PDEPP, 2015.
Utilizando-se o software QGis para organizar as tabelas do banco de dados como layers,
(camadas), como pode-se ver pela Figura 4, foi feita a edição para adicionar as informações
de cada setor, que possibilitem a geração de mapas temáticos, como mostram as Figuras 5 e
6 com apenas um exemplo dos vários elaborados.
Os mapas temáticos foram adicionados ao servidor web GeoServer, para serem publicados no
servidor, podendo-se acessar os dados de qualquer lugar que se tenha uma conexão com a
internet. Para publicar esses dados, foi estabelecida uma conexão com o banco de dados do
PostgreSQL e os arquivos referentes aos temas.
Para criar a página na web, foram utilizados comandos na linguagem JavaScript e HTML. Os
arquivos JavaScript contêm os dados das camadas, indicando quais podem ser
disponibilizadas, bem como seus endereços.
Resultados
A interface é constituída pelo mapa, no centro da página, por um menu de camadas, no lado
direito do mapa, no qual podem ser selecionadas as camadas a serem visualizadas, além de
um menu principal, na parte superior da página, no qual podem ser escolhidos os tipos de
mapas temáticos a serem apresentados, como pode ser visto na Figura 7.
Todos os mapas possuem uma opção em comum para a troca das bases cartográficas,
podendo ser um mapa de vetores ou uma imagem de satélite. Ambas as bases são
disponibilizadas pela plataforma Bing (de livre acesso), podendo ser utilizadas mediante um
cadastro do usuário.
Na página inicial podem ser visualizados os limites dos municípios e outras informações de
interesse sobre esses municípios selecionando a opção com o mouse, como mostram as
Figuras 8 e 9.
Considerações Finais
Além disso, a totalização desses dados podem levar a estudos e diagnósticos importantes
para aprimorar o Plano de Desenvolvimento Regional e Local dos Municípios do Pontal do
Paranapanema – PDEPP.
No futuro, este projeto poderá ainda disponibilizar não apenas dados e informações, mas
também serviços que, geralmente, são prestados “in loco” pelas prefeituras municipais.
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f008681@g.unicamp.br, fer_unicamp@yahoo.com.br
RESUMO
INTRODUÇÃO
METODOLOGÍA
A realidade da autoconstrução é fato no Brasil, é muitas vezes vista como uma construção
de má qualidade, ou associada a locais de irregularidades e/ou ocupação de risco ou
indevida (loteamentos clandestinos, áreas de risco, favelas), mas segundo Plano Nacional
de Habitação (2009), estima-se 70% do que foi construído no país, em termos residenciais,
é fruto de autoconstrução, não necessariamente em locais irregulares (áreas de risco,
favelas, etc). Também a que se considerar que o saber adquirido a respeito do assunto
construção é inegável, mas tecnicamente, muitas residências apresentam questões que
poderiam ser resolvidas facilmente com um projeto mais adequado, a aplicação correta
dos materiais, assim como uma técnica melhor aplicada, desde que o cidadão tenha
acesso à orientação adequada. (COELHO, 2017)
Diante desta realidade e tendo conhecimento da cidade de Jundiaí, com seu histórico de
Assistência Técnica para população de baixa renda, desde o início dos anos 80, decidimos
estudar esse processo historicamente, desde os fundamentos, da representação, da
demanda, do atendimento e possivelmente da efetividade do mesmo. O pioneirismo do
poder público em Jundiaí nos remete à legislação em outras esferas, levando em conta
como é viabilizada esta Assistência, quem pode usufruir desse direito, quais critérios são
estabelecidos e mais adiante verificaremos a consonância com as leis estadual e federal de
Assistência Técnica para Habitação de Interesse Social (HIS).
Nosso objetivo principal é caracterizar alternativas para habitação de interesse social fora
dos grandes programas governamentais, caracterizados pela repetição e produção em
massa. Apresentar os desafios enfrentados para promover a Assistência Técnica no
formato de acesso a projetos e assessoria na construção, para famílias proprietárias de
terrenos urbanizados legalizados, mas sem condições de pagar um profissional. Identificar
nessas alternativas boas práticas municipais e as potencialidades de melhoria e ampliação
do atendimento pensando não só em projeto.
De acordo com Pereira (2016) pode-se afirmar que algumas das resoluções do governo do
ex presidente Fernando Henrique Cardoso (FHC) pautaram a legislação para a criação de
órgãos e programas do governo do ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Talvez a mais
importante delas tenha sido a criação do Estatuto da Cidade em 2001. O tecer dessa nova
conformação da Política Habitacional teve muitos termos, e concessões, aos quais muitos
autores não pouparam críticas , a exemplo de Maricato (2011 e 2012) e Shimbo (2010).
O Programa Minha Casa Minha Vida (PMCMV) trouxe muitos impactos às cidades, as
soluções únicas e padronizadas atendiam quase sempre as exigências mínimas da legislação,
e apesar de contemplar muitas unidades habitacionais, e proporcionar a retirada de muitas
famílias de áreas de risco iminente e situações de precariedade extremas, também produzia
expansão de periferias (em muitas cidades os conjuntos habitacionais foram construídos
“fora da cidade”, muito distantes dos centros urbanos. O que obrigou as prefeituras a
levarem até os locais os serviços, ou ao menos o transporte. (MARICATO, 2012).
Embora não tenha sido escrito no contexto dos programas habitacionais atuais, Werna
(2004), explana sobre as diversas formas de se prover a habitação social e atender as
famílias sem necessariamente ser uma providência de entidade pública, assim como
promover a captação de outras fontes de recurso, claramente não se referia à
“financeização” da habitação social como pudemos ver na discussão, mas que soluções
locais também tem seu valor e muitas vezes, o atendimento de algumas particularidades
garante o atendimento da população atendida de maneira mais efetiva e satisfatória.
Seguindo nesse pensamento Bonduki (2000) explana sobre vários exemplos de programas
de produção de habitação na cidade de São Paulo, com a participação efetiva de
associações, comunidades e outros, aos quais a municipalidade apoiou com as questões
burocráticas e de assistência e assessoria técnica, mas a efetivação das construções,
muitas vezes foi feita pelos próprios moradores e/ou terceiros em esquema de mutirão. O
programa, pioneiro no Brasil, funcionava através de convênios e os futuros moradores
participavam das decisões ativamente.
MATERIAIS E MÉTODOS
CDHU 4.108
FUMAS (FHNIS) 69
A justificativa para a escolha da cidade de Jundiaí como estudo de caso se deu devido ao
histórico de Assistência Técnica gratuita pelo poder público, com legislação referente ao
assunto muito anterior às leis federal e estadual. Os atendimentos à população já vem sendo
feitos desde 1981, e com números expressivos de procura em diversos períodos, o que
mostra uma demanda considerável de serviço público para habitação diferente ao que se
imagina ser o mais comum e em maior percentual, que seria o subsídio total da moradia.
O acesso à terra é sim uma dificuldade real, principalmente pelo valor do metro quadrado do
terreno, mesmo em loteamentos populares. Ainda assim, uma parcela da população que
consegue acesso a um lote formal (regularizado), se adequadamente assistida com um
serviço de assistência e assessoria técnica, consegue, utilizando-se de autoconstrução e/ou
auxílio familiares (algumas vezes até de cooperativas) concretizar o sonho de ter uma
moradia digna, e a inserção desta na formalidade da cidade, com projeto e documentação.
(FUMAS, 2016)
Trata-se de demanda especifica que pode e deve ser assumida pelo município, que tem o
conhecimento que envolve os aspectos políticos e burocráticos, além das particularides
locais, sobretudo, o universo de atendimento à população de baixa renda que compreende
diversos níveis, não assumindo apenas a solução do subsidio total de moradia. No cenário
de um município com diversas faixas de vulnerabilidade, seja apens por renda, ou por
constituição familiar, ou ainda questões de saúde enfim o atendimento também tem de se
inteligente e diferenciado. A assistência na elaboração de projeto e construção garante que
a família, que já possui o seu terreno em loteamento formal, seja ele popular ou não, não
se coloque à margem da lei, uma vez que não se correria o risco de a construção estar
inadequada perante a legislação municipal. (FUMAS, 2016)
Jundiaí conta com Legislação conhecida com Planta de Interesse Social, datada de 1983
que assegura o benefício a famílias de baixa renda foi aprovada pelo Governo Federal, mas
Jundiaí oferece as plantas desde 1983 (FUMAS, 2016)
De acordo com Coelho (2016) muitas ONGs enxergaram o que se pode dizer que era um
nicho de mercado nos serviços de melhoria de unidades habitacionais em assentamentos
precários, no entanto com o lançamento do PMCMV, o acesso aos recursos ser voltou
muito mais para a construção de unidades novas e muito para a reurbanização de favelas
e requalificação de unidades habitacionais.
Em 2008 foi criada a Lei Federal referente à Assistência técnica. A Lei nº 11.888 que
assegura às famílias de baixa renda assistência técnica pública e gratuita para o projeto e a
construção de habitação de interesse social, foi sancionada em 24 de dezembro de 2008
contou com 180 dias para que os municípios se adaptassem. (Brasil, 2008). A legislação
contempla a Assistência Técnica a famílias com renda de até 03 salários mínimos. (BRASIL,
2008)
Considerando o estado de São Paulo, a legislação estadual veio no anos seguinte com a sanção
da Lei Estadual 13.895/2009, que altera a Lei n. 12.801, de 2008, que autoriza o Poder
Executivo a adotar medidas visando à participação do Estado no Sistema Nacional de
Habitação de Interesse Social - SNHI, e dá outras providências. A mesma companha a lei
federal também e permite o uso de recursos do Fundo Paulista de Habitação. No caso de São
Paulo, podem ser atendidas famílias com renda de até 05 salários mínimos (SÃO PAULO, 2009).
A justificativa para a escolha da cidade de Jundiaí como estudo de caso se deu devido ao
histórico de Assistência Técnica gratuita pelo poder público, com legislação referente ao
assunto muito anterior às leis federal e estadual. Os atendimentos à população já vem
sendo feitos desde 1981, e com números expressivos de procura em diversos períodos, o
que mostra uma demanda considerável de serviço público para habitação diferente ao que
se imagina ser o mais comum e em maior percentual, que seria o subsídio total da
moradia.
Trata-se de demanda especifica que pode e deve ser assumida pelo município, que tem o
conhecimento que envolve os aspectos políticos e burocráticos, além das particularides
locais, sobretudo, o universo de atendimento à população de baixa renda que compreende
diversos níveis, não assumindo apenas a solução do subsidio total de moradia. No cenário
de um município com diversas faixas de vulnerabilidade, seja apens por renda, ou por
constituição familiar, ou ainda questões de saúde enfim o atendimento também tem de se
inteligente e diferenciado. A assistência na elaboração de projeto e construção garante que
a família, que já possui o seu terreno em loteamento formal, seja ele popular ou não, não
se coloque à margem da lei, uma vez que não se correria o risco de a construção estar
inadequada perante a legislação municipal. (FUMAS, 2016)
Jundiaí conta com Legislação conhecida com Planta de Interesse Social, datada de 1983
que assegura o benefício a famílias de baixa renda foi aprovada pelo Governo Federal, mas
Jundiaí oferece as plantas desde 1983 (FUMAS, 2016)
CONSIDERAÇÕES PRELIMINARES
O setor da habitação explorou novas fontes de recurso com objetivo apenas financeiro,
sem pensar muito em habitação com bem
Instrumentos para que famílias de baixa renda, mas em condições de um pouco mais de
autonomia, possam ser auxiliadas por profissionais técnicos não só em relação ao projeto,
mas também na execução de suas moradias (BRASIL, 2008).
Acesso a um profissional já basta para que o munícipe consiga edificar sua residência de
maneira adequada e em consonância com as leis municipais de uso do solo e também com
relação à salubridade (insolação, ventilação etc), garantia de melhor qualidade e inserção
na cidade formal.
Entendemos que nesse aspecto haja um ponto de melhoria, uma vez que poderia ser
facilitado às pessoas atendidas por este tipo de assistência o acesso também à linhas de
financiamento de material de construção por exemplo, ou ainda à tecnologias mais
modernas e mais rápidas que às tradicionais alvenaria e concreto.
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https://www.al.sp.gov.br/norma/?id=158694> Acesso em 10/11/2017
azulclaro79@gmail.com, martinez.tabare@gmail.com
RESUMEN
La intención de esta ponencia es presentar el valioso aporte que realizan los SIG para la
toma de decisiones en la Atención Primaria de la Salud (APS). Se presentan los resultados
finales de la Práctica Profesional Supervisada (PPS) de la Licenciatura en Geografía llevada a
cabo en el Centro de Salud 67: 16 de Noviembre de la Ciudad de Córdoba entre los meses
1
de octubre de 2016 y septiembre de 2017 .
INTRODUCCIÓN
En este sentido, consideramos a los SIG como un instrumento posibilitante y de gran po-
tencial para el análisis integral de las dimensiones y variables intervinientes. Una de las
ventajas adicionales específicas de estos sistemas, además de su capacidad para integrar
diversos tipos de información de manera simultánea, es que pueden identificar distintos
patrones de distribución espacial.
1
Practicantes: Celeste Comes Brunetto y Tabaré Martínez. Tutora: Lic. Ana Morillo. Director académico: Dr. Ni-
colás Frutos. Co-Directora académica.: Dra. Virginia Monayar.
(2016) “en general, los procesos de salud-enfermedad no son resultado de factores de ries-
go individuales y condiciones biológicas o genéticas, sino que existe una interacción conti-
nua entre éstos y los determinantes sociales y ambientales de la salud y el bienestar de la
población” (p.55). La misma autora plantea que la importancia del uso de las historias clíni-
cas como fuente primaria de datos y la incorporación del domicilio en un SIG permite, en-
tre otras, contextualizar el lugar de residencia de la población atendida para analizar las
relaciones espaciales entre la salud y los determinantes sociales y ambientales.
El Centro de Salud forma parte de la Zona Sanitaria 6, la cual abarca el sector noroeste de
la ciudad, y tiene a su cargo a toda la población que reside dentro del Área Programática
67, aproximadamente unas 8000 personas (Ver Figura 2). Las prestaciones brindadas se
enmarcan dentro de cuatro disciplinas de la Salud: Enfermería, Psicología, Trabajo Social y
Medicina, todas ellas asistidas por un área administrativa.
2
Fuente: Elaboración propia en base a diversas fuentes .
2 Las fuentes para este y el resto de los mapas del trabajo son el Observatorio Urbano de Córdoba (OUC), el
Observatorio de Seguridad Ciudadana y el Portal de Datos Abiertos de la Municipalidad de Córdoba.
ria y área programática. Este proceso envuelve ciertas debilidades, entre las que interesa
mencionar: a) no le permite a los CS conocer las relaciones espaciales al interior de su AP;
b) el tiempo que implica este proceso restringe la posibilidad de actuar con la velocidad
que la APS requiere; y c) se reduce al tratamiento de datos estrictamente epidemiológicos,
mientras que la atención primaria de la salud abarca más aspectos.
En síntesis, un SIG administrado por el propio Centro de Salud se convierte en una herra-
mienta importante y decisiva en la gestión de la salud, incorporando la dimensión espacial
de los diversos aspectos que intervienen en la salud de la población a cargo, lo que permi-
te definir con mayor precisión y complejidad las políticas públicas sanitarias en su territo-
rio. A su vez, brinda la posibilidad de reducir los tiempos entre la de detección de situacio-
nes perjudiciales para la salud de la población y la efectiva intervención.
OBJETIVOS
El objetivo general del trabajo fue analizar la distribución espacial de la población atendida
por el CS 67, entre 2010-2016, a fin de fortalecer la toma de decisiones en torno a la Estra-
tegia de Atención Primaria de la Salud.
Para concretar dicho objetivo, se creó un proyecto de SIG específico para el CS 67 que per-
mite elaborar diagnósticos que incorporan la dimensión espacial de los fenómenos que
intervienen en la salud de la población y, de esta manera, fortalecer las decisiones de ges-
tión de la salud. Por otro lado se exploró, mediante un análisis cualitativo, las posibles cau-
sas de las particularidades de la distribución espacial de la población atendida / no atendi-
da por el CS 67.
METODOLOGÍA
La Práctica supuso un proceso recíproco entre las diferentes instancias del trabajo y el SIG
del CS 67. Por un lado, lo realizado en cada instancia aportó insumos nuevos al SIG, y por el
otro, lo producido en el SIG colaboró en la consecución de las tareas de cada una de las
instancias. Para la construcción del SIG se tuvo en cuenta la información que se disponía o
se podía disponer, la utilidad que se le iba a dar a esa información y que lo producido fuera
accesible para las personas que la iban a utilizar, es decir el equipo de trabajo del CS 67.
Cabe destacar que el abordaje de la PPS se llevó a cabo bajo una lógica interdisciplinaria,
poniendo en diálogo a profesionales y trabajadores de diversas disciplinas, como la Geo-
grafía, el Trabajo Social, la Medicina, la Psicología, la Enfermería, quienes aportaron desde
su saber particular a la construcción de esta experiencia colectiva.
Para la creación del SIG del CS 67 se decidió utilizar el programa QGIS por múltiples razo-
nes, pero principalmente por ser de carácter gratuito y de código abierto (Ver Figura 3).
Esta capa es la más importante del SIG, ya que es sobre la que más trabaja el equipo del
Centro de Salud para realizar sus análisis. Cuenta con la siguiente información por perso-
3
na: Identificación personal , N° de Carpeta Familiar, Nombre y Apellido, Género, Fecha de
nacimiento, Domicilio y Fecha de última atención.
3
A fin de poder identificar individualmente a cada persona, se optó por crear una identifi-
cación personal compuesta por el Nº de carpeta familiar + un número de dos dígitos, en
orden ascendente a partir del 01 y hasta tantos integrantes tuviera la familia.
El resto de las capas temáticas fueron obtenidas de la Municipalidad de Córdoba, del Ob-
servatorio de Seguridad Ciudadana (OSC), del Observatorio Urbano Córdoba (OUC), Direc-
ción de Catastro de la Municipalidad de Córdoba y de informantes claves del Centro de
Salud. A fin de mejorar la funcionalidad del SIG, algunas de estas capas sufrieron leves
transformaciones.
Para indagar las posibles causas de las situaciones particulares de atención/no atención
detectadas en los análisis, se optó por realizar un análisis exploratorio de carácter cualitati-
vo. La herramienta elegida para la recolección de datos fue la encuesta telefónica, la cual
fue aplicada a grupos familiares.
A su vez, resultó importante diferenciar las respuestas de los grupos familiares, partiendo del
supuesto que, según su composición, realizarían un uso diferenciado de los servicios que ofre-
ce el Centro de Salud. A partir de esto se elaboraron 6 tipologías de familia: a) sólo niños/as; b)
niños/as con su madres; c) Niños y, al menos, un adulto varón; d) sólo adultos/as menores de
65 años; e) Sólo adultos/as mayores; y d) Niños/as, adultos/as y adultos/as mayores.
RESULTADOS
A partir de la utilización del SIG CS 67 se logró incorporar a los análisis del equipo de trabajo del
Centro de Salud la dimensión espacial de la información de los fenómenos que intervienen en
la salud de la población que atienden, permitiendo reconocer algunas situaciones que estaban
invisibilidades y corroborar otras que hasta el momento eran simples percepciones.
Durante 2010-2016 se atendieron 4119 personas distintas, de las cuales 2625 eran mujeres
(63,7%), mientras que 1494 eran varones (36,3%) (Ver Figura 4).
Sobre este total, se lograron geolocalizar 3796 personas, lo que representa el 92,2% del
total de la población registrada. No pudieron ser georreferenciadas 323 personas (7,8% del
total), por diversos motivos: no existe barrio, no tiene barrio, no existe numeración, no
tiene numeración, no existe dirección, no tiene dirección o no existe manzana en este ba-
rrio. Todos los datos y análisis que se presentan a continuación se realizaron a partir de la
población geolocalizada, ya que se generaron utilizado el Proyecto SIG del CS 67.
A fin de evaluar qué cantidad de personas viven a menos de 1000m, cuántas entre 1000m
y 2000m, cuántas entre 2000m y 3000m y cuántas a más de 3000m del CS 67, se elaboró
un mapa con la cantidad de personas atendidas en el CS cada mil metros de distancia.
Se observa en el mapa que el 88,7% de la población atendida (3370 personas) reside a me-
nos de 1000m lineales del CS 67. A partir de los estudios de Basoa Rivas y Otero Piume
(1994), se puede decir que este grupo posee una accesibilidad geográfica óptima al CS. Por
su parte, el 8,8% (336 personas) vive entre 1000 y 2000 metros lineales del CS, mientras
que el 1,3% (53 personas) lo hace entre 2000 y 3000 metros. Por último, sólo el 1,2% (38
personas) tiene su casa a más de 3km de distancia del CS 67 (Ver Figura 5).
Figura 5. Mapa de población atendida según zonas de influencia de 1000, 2000 y 3000 m
Resulta interesante mostrar el nivel de desagregación que se puede alcanzar con el Proyecto
de SIG del CS 67. El siguiente mapa refleja la densidad total de población por manzana en una
escala de colores que van del rojo, más cantidad de población, al amarillo, menos cantidad de
población. Las manzanas de color gris representan el valor 0, es decir que en esa manzana no
vive ninguna persona que se haya atendido entre 2010 y 2016 en el CS 67 (Ver Figura 7).
Se detectó una incongruencia entre los datos oficiales de la Municipalidad y los del equipo
de trabajo del Centro de Salud en relación a los límites del Área Programática 67, es decir
su área de trabajo (Ver Figura 8). Para la Municipalidad el Área Programática no incluía a 2
asentamientos que se crearon en 2012, Nueva Esperanza y 12 de Julio, mientras que para
el equipo de trabajo del Centro de Salud sí. Entre ambos asentamientos suman un total de
256 personas distintas que se atendieron entre 2010-2016, lo que representa un gran
número. Esta situación se ve agravada, porque este sector presenta una dinámica de cre-
cimiento poblacional acelerada.
Se realizó un análisis con áreas de influencia (buffers) de 1000m de cada centro de salud de
la zona noroeste de la Ciudad de Córdoba y se observó que existen sectores con superpo-
sición de áreas de influencia y otros sin cobertura (Ver Figura 9).. Esto no implica necesa-
riamente que exista un sobre servicio o falta de servicio en estas áreas, sin embargo son
casos que merecen ser analizados en profundidad en pos de garantizar un acceso óptimo
a la Atención Primaria de la Salud de toda la población.
A raíz del análisis de la distribución espacial de las personas geolocalizadas, se detectaron cinco
situaciones que merecieron particular atención: a) personas que residen en el Área Programática
4 5
62 ; b) personas que viven en Barrio Ciudad Sol Naciente ; c) personas que viven a más de
3000m del CS 67; d) personas que residen en 12 de Julio y Nueva Esperanza; y e) personas que
4
Área Programática que se ubica inmediatamente al Oeste del Área Programática 67 y que en 2012 inauguró su
propio centro de salud.
5
Política habitacional provincial que, además de viviendas, cuenta con equipamientos de salud (Centros de
Atención Primaria de la Salud - CAPS-), educación, seguridad y esparcimiento.
viven a menos de 3000m del CS 67, excluyendo a las de los casos a), b) y d). A su vez, se detectó
una situación particular de no atención, correspondiente a los barrios privados del AP 67, es decir
que ninguna persona que reside en estos barrios se atendió en el Centro de Salud (Ver Figura 10).
En función de las encuestas realizadas a los grupos familiares que componen las situacio-
nes particulares de atención, se logró arribar a las siguientes aproximaciones:
— MOTIVOS DE ATENCIÓN
Con respecto a los motivos por lo que asisten al Centro de Salud 67, una familia que vive a
más de 3000m lo hace sólo para controles, no así cuando alguien está enfermo. El resto de
las familias asisten cuando un miembro de la familia está enfermo, incluso aquella que vive
en Sol Naciente, a 25 cuadras del CS 67 y teniendo a 600m el Centro de Atención Primaria
de Salud (CAPS) de su barrio.
Todas las familias que, a pesar de conocer otro centro de salud más cercano a su domicilio,
asisten el CS 67, lo hacen porque eligen la calidad de los servicios, en especial el vínculo
con los profesionales. Sólo dos familias manifestaron aspectos negativos sobre los centros
de salud que reconocen más cercanos a su domicilio, como uno de los motivos de elección
del CS 67.
Las familias de los barrios Nueva Esperanza y 12 de Julio no conocen otro centro de salud
más cercano a su domicilio, a pesar de pertenecer formalmente a otra área programática.
Se evidencia que desde la creación de estos barrios, los vecinos han tenido como CS de
referencia al 67. A su vez, el Centro de Salud, como lo manifestaron los trabajadores del
mismo, los han considerado parte de su población a cargo.
La mayor parte de los grupos familiares del Área Programática 62 expresaron tener un
vínculo histórico con el CS 67, por lo que a pesar de haberse inaugurado en 2012 el CS 62,
siguen concurriendo al mismo.
— FORMAS DE LLEGAR AL CS 67
Las familias que viven a menos de 10 cuadras, en general asisten caminando al CS 67,
mientras que a partir de esta distancia, la mayoría utiliza otro medio de transporte como la
bicicleta, moto, colectivo, auto particular o taxi/remis. Sólo una familia de Nueva Esperanza,
que registra atención de niños menores de 18 años y su madre, camina 15 cuadras, mien-
tras que una familia que vive a menos de 800m, compuesta por adultos cercanos a los 60
años, concurren en algunas ocasiones en moto.
CONCLUSIÓN
Retomando la pregunta inicial de ¿Qué tiene de espacial la salud? se reconoce que la repre-
sentación cartográfica de elementos y procesos que intervienen en el proceso salud-
enfermedad, colabora en la comprensión de las relaciones espaciales de los determinantes
sociales de la salud. Identificar los patrones de distribución espacial de estos determinan-
tes es fundamental para la toma de decisión en la gestión pública de la salud.
A partir de la utilización del Proyecto SIG CS 67 se pudo incorporar a los análisis del equipo
de trabajo del CS 67 la dimensión espacial de la información interviniente en la salud de su
población a cargo, lo que permitió reconocer algunas situaciones que estaban invisibilizadas:
Ningún vecino de la zona norte del Área Programática 67, que corresponden a los
barrios privados Norte Gama y Comarcas de Allende, se atiende en el CS 67.
A partir del análisis áreas de influencia, se observan sectores con superposición de
áreas de influencia y otros sin cobertura. Esto no implica necesariamente que exista
un sobre servicio o falta de servicio en estas áreas, sin embargo son casos que mere-
cen ser analizados en profundidad en pos de garantizar el acceso a salud de toda la
población.
Los límites del AP 67 incluyen en la práctica a los barrios Nueva Esperanza y 12 de Ju-
lio, sin embargo oficialmente para la Municipalidad esto no es así. Es importante que
se defina formalmente esta situación, a fin de que el CS cuente con los recursos sufi-
cientes para asistir a esta población que presenta una dinámica de crecimiento po-
blacional acelerada.
Se logró identificar la procedencia de la población atendida, tanto por barrio como
por área programática. Esto podría permitir al CS 67, articular con otros CS, a fin de
revisar dichas situaciones.
La clasificación por edad y género de la población geolocalizada, permite repensar las
intervenciones en el territorio en función de las necesidades específicas de cada grupo.
Las situaciones detectadas a partir de los análisis realizados con el Proyecto de SIG CS 67
habilitan pensar nuevas líneas de investigación/intervención vinculadas a la accesibilidad
geográfica a la Atención Primaria de la Salud y a la (re)definición de los límites de las áreas
programáticas. La atención de personas que no viven dentro del área programática invita a
la reflexionar sobre la necesidad de planificación y coordinación a una escala superior a la
de su propia área.
Por último, el uso del Proyecto SIG CS 67, gestionado por los/as mismos/as trabajadores/as
del CS, les permite conocer las relaciones espaciales al interior de su área programática y
actuar con la celeridad que la Atención Primaria de la Salud lo requiere. En términos prácti-
cos, podrán hacer análisis epidemiológicos y sociales a demanda, sin necesidad de recurrir
a otras oficinas municipales. Esto les permitirá identificar situaciones que pudieran estar
perjudicando la salud de su población o el acceso a la misma y dar una respuesta efectiva
que revierta esta condición.
BIBLIOGRAFÍA
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FUENTES CONSULTADAS
PROGRAMAS UTILIZADOS
Webinaria.
Windows Moviemaker.
REGIONES, INNOVACIÓN Y
ORGANIZACIONES DE CONOCIMIENTO
EN ARGENTINA
Carolina Pasciaronia, Andrea Barberoa,b
a
Departamento de Economía. Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Argentina
b
IIESS, UNS-CONICET
pascarolina03@yahoo.com.ar; abarbero@uns.edu.ar
Resumen
INTRODUCCIÓN
Diversos enfoques territoriales de la innovación, surgidos a partir de los años 80s, concep-
tualizan a la innovación como un fenómeno regional que depende de la concurrencia de
recursos materiales (concentración geográfica de firmas, mercados de trabajo especializa-
dos, universidades y centros científico y tecnológicos) y recursos no materiales, tales como
la configuración institucional local y su impacto en la construcción de vínculos y redes de
conocimiento (Crevoisier y Jeannerat, 2008; Camgani, 2005, Moulaert y Sekia, 2003). De
acuerdo a la perspectiva territorial de la innovación, los vínculos entre firmas y diversos
agentes locales depende no sólo de la proximidad física, sino también de la configuración o
dinámica institucional local (ver Moulert y Sekia, 2003). A esto se suman los aportes sobre
concentración geográfica de los spillovers de conocimiento (ver Audretsch y Feldman, 2004).
nuevo conocimiento (Glaeser et. al, 1992; Feldman y Audrestch, 1999; Henderson et. al.,
1
1995) . Es preciso indicar que estudios empíricos muestran que la diversificación producti-
va se incrementa a medida que aumenta el tamaño poblacional urbano (Henderson, 1997;
Duranton y Puga, 2001).
En Argentina, al igual que en el resto de los países de América Latina, la relevancia de las
organizaciones de conocimiento se pone de manifiesto en la concentración del gasto I+D a
nivel nacional en las mismas, y en la consecuente necesidad de incrementar los vínculos
con el sector socio productivo, aunque la evidencia empírica muestra que las empresas
priorizan los vínculos con otras firmas y consultores, vinculándose en menor medida con
universidades y centros de ciencia y tecnología (CyT). Según los últimos datos disponibles,
el ratio gasto I+D/PBI en Argentina ascendió a 0,59% en 2014 y 0,63% en 2015. Este cocien-
te muestra un comportamiento ascendente desde 0,38% en 2002 a un máximo de 0,64%
en 2012. De acuerdo al informe de la UNESCO (2017), la región de América Latina también
presenta un ratio gasto I+D/PBI por debajo del 1% (0,69% en 2013) con un comportamiento
ascendente en los últimos años, destacándose Brasil con un ratio del 1,15% en 2013.
1
Jacobs (1971), en un análisis de corte histórico, sostiene que la innovación entendida como trabajo diversificado
plasmado en tipos de bienes y servicios novedosos, es un fenómeno urbano que luego se traslada al espacio
rural (Jacobs, 1971: 60).
METODOLOGÍA
Caso de estudio. Argentina, al igual que otros países de América Latina, concentra su gasto
I+D en organizaciones públicas de conocimiento: en 2015, el 77% del gasto I+D nacional fue
ejecutado por organizaciones de conocimiento públicas y sólo el 21,02 % por empresas
(MINCYT, 2017a). Se contabilizan más de quinientas entre universidades públicas y privadas
y centros CyT dependientes de universidades, Consejo Nacional de Investigaciones Científi-
cas y Técnicas (CONICET), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y el Insti-
tuto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). La oferta de conocimiento científico y tecnoló-
gico está fuertemente concentrada , tanto en lo institucional (CONICET y la Universidad de
Buenos Aires reúnen la mayor parte de los investigadores) como en términos de localiza-
ción lo que determina un sesgo importante y un fuerte desequilibrio en el sistema; tam-
bién se concentra en las ciencias naturales y humanas con un claro predominio de la inves-
tigación básica y una insuficiente investigación aplicada (Lugones et. al., 2016).
Por otro lado, existe evidencia empírica a partir de investigaciones realizadas para distintos
países que muestran que las tasas de innovación varían entre diferentes tamaños de em-
presas, sectores industriales y de servicios pero también entre regiones, provincias y ciu-
dades, en particular si son áreas geográficas donde se localizan actividades tecnológicas
avanzadas (Audretsch y Feldman, 2004; Acs, 2002, Borello, 2016).
Procedencia y sistematización de datos. Este trabajo se basa, desde el punto de vista me-
todológico, en el análisis de la información estadística sobre ciencia, tecnología e innova-
ción en Argentina. Se trata de datos recientes (años 2008, 2015, 2017) provenientes del
SICYTAR (Sistema de Información de Ciencia y Tecnología) del Ministerio de Ciencia, Tecno-
logía e Innovación Productiva de la Nación (MINCYT); la Encuesta Permanente de Hogares
(EPH) y el Censo Nacional de Población del Instituto Nacional de Estadística y Censos (IN-
DEC) para el año 2010. Para los datos de innovación, se siguió también el trabajo de Borello
(2016) que se basa en información del año 2008 obtenida a partir de una muestra de 10
932 locales que incluye una serie de sectores (manufactura, restaurantes y hoteles, servi-
cios, venta al por menor y al por mayor, y transporte). El marco muestral estuvo formado
por locales con 4 o más personas y hasta un máximo de 250 personas ocupadas, según el
censo económico del 2004. La información estadística se sistematiza por región (Pampea-
na, Patagónica, Noroeste Argentino (NOA), Cuyo, Noreste Argentino (NEA).
RESULTADOS
La tabla 1 sintetiza los resultados encontrados en términos de localización regional de: orga-
nizaciones de conocimiento, firmas pertenecientes a industrias de alta media tecnología, de
firmas de servicios intensivos en conocimiento, inversión en I+D realizada por empresas, de
firmas que realizaron actividades de innovación, proyectos de ciencia, tecnología e innova-
ción discriminados por agente involucrado (organizaciones de conocimiento, firmas o con-
sorcios público-privados).
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información de SICYTAR (Sistema de Información de Ciencia y
Tecnología) del MINCYT (2008, 2015, 2017), INDEC (Encuesta Permanente de Hogares-2017) y Borello (2016). Nota:
Región Pampeana: Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y
Santa Fe. Región Patagónica: Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Región NOA: Catamarca,
Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumán. Región Cuyo: Mendoza, San Juan y San Luis. Región NEA:
Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones.
De la Tabla 1 se deriva un resultado que muestra una mayor profundización del patrón de
concentración de la innovación en la Región Pampeana. Un 90,7% de la inversión en I+D de
las empresas se concentra en esta región, y un 79,1% de las firmas que realizaron activida-
des de innovación. De acuerdo a un reciente informe del MINCYT, sin discriminar por sec-
tor publico/privado o tipo agente, la elevada desigualdad entre la Región Pampeana y el
resto de las Regiones del país también se pone de manifiesto en el hecho de que la Región
Pampeana concentra el 75,7% de la inversión en I+D que se realizó en el país en el año
2015 (MINCYT, 2017b).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Más allá de la limitada información estadística es posible reconocer la centralidad que ejer-
ce la Región Pampeana (principal área económica y poblacional del país) en materia de
ciencia, tecnología e innovación. En particular, dentro de esta Región, se destaca la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y su área metropolitana, que concentra un tercio del total de
población del país.
A modo de resumen final, del análisis descriptivo realizado, se derivan una serie de resul-
tados esperados: 1) la concentración geográfica en una misma región de recursos ligados
tanto a la ciencia y tecnología como a la innovación; 2) la elevada desigualdad en la distri-
bución geográfica de estos recursos y, como contrapartida, 3) la primacía de la Región
Pampeana, principal área económica y poblacional del país. Dado que el sector público no
solo es el principal ejecutor de los gastos de I+D a nivel nacional, sino que además el ratio
gasto I+D/PBI ha venido aumentando en los últimos años, sería importante incentivar y
fortalecer la vinculación y disminuir las disparidades regionales existentes. Aquí es preciso
indicar que, la concentración de organizaciones de conocimiento y firmas pertenecientes a
Referencias bibliográficas
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UNESCO. Summary Report of the 2015 UIS Innovation Data Collection, Montreal, Quebec 2017.
Esta mesa tiene por objetivo identificar y comprender los procesos de acumulación en
distintas escalas y regímenes, sus transformaciones e impactos en la estructura social.
Concentración territorial de la producción, la distribución y el consumo. Acumulación por
desposesión. Procesos de extranjerización de los recursos naturales: rol del Estado y de
la sociedad civil. Impacto en las poblaciones con mayor vulnerabilidad. Distribución terri-
torial de la riqueza, las desigualdades y vulnerabilidades económicas, políticas y sociales
(capital, propiedad, ingresos, calidad del trabajo, acceso a planes sociales, etc.). Conse-
cuencias sobre las condiciones de trabajo. La integración regional, en distintas escalas
y sus tensiones. La formación de la fuerza de trabajo y de las fuerzas productivas en el
contexto global. Innovación, tecnología y demandas de calificación.
lelisfeu@gmail.com
Resumen
El presente artículo pretende realizar una aproximación a los destinos de la tierra que se
visibilizaron como consecuencia del incendio suscitado en la localidad de Cholila, Chubut
durante febrero-marzo del año 2015. Se realizar un planteamiento del problema de investi-
gación en relación a las luchas de poder por la ocupación y apropiación del espacio, sumado
a la apropiación de los recursos naturales y las desigualdades de acceso a los mismos.
En la pulsión de los que más poseen, y los que menos, son los capitales más poderosos los
que adquieren el territorio, aunque ello vaya en desmedro de las poblaciones locales.
Como resultado se encuentra que los actores más poderosos, los que manejan el capital
son quienes se quedan con el territorio, a través de distintos mecanismos, donde las lógi-
cas se transforman, primando las desigualdades y la privatización tanto del espacio como
de los recursos.
Introducción
El incendio que se propagó por los bosques cordilleranos a inicios del año 2015, el que se
considera como uno de los peores incendios forestales de los últimos 50 años, arrasó con
28.960,3 hectáreas según el Programa Integral de Manejo y restauración de las Grandes
áreas afectadas por los incendios forestales de la temporada 2014-2015 en la provincia del
Chubut. Este suceso dejó entrever distintos intereses y disputas por el uso de ese espacio.
Dicho evento generó una serie de discusiones, donde además, surgieron conflictos e inter-
eses de poder en el espacio que no se encontraban en el escenario social inmediato, es
decir que no estaban en consideración mediática, social, o académica.
Encontrándonos en el espacio
Cholila “es una localidad del departamento de Cushamen, ubicada en la zona cordillerana
al noroeste de la provincia del Chubut (ver mapa Nº1); entre Parque Nacional los Alerces y
Comarca del paralelo 42º” (Cameroni, 2013: 8). Cuenta con una población 2228 habitantes
según la Dirección General de Estadísticas y Censos año 2010, donde se ha desarrollado
desde los primeros pobladores, la ganadería bovina principalmente como actividad
económica vital, como consecuencia a los valles productivos en los que se encuentra em-
plazado el asentamiento (Finkelstein et al., 1997).
Compuesta por cuatro valles cuenta con población rural agrupada y dispersa. El valle con
el casco urbano de mayor tamaño, y donde se encuentran las sedes de las instituciones
que tienen asiento en la localidad, se denomina El Rincón, considerado según el Censo
Nacional del 2010 como población rural agrupada (menos de 2000 habitantes), y luego los
tres valles restantes con su población rural dispersa. En la siguiente tabla se pueden obser-
var los valores poblacionales para cada tipo de categorización.
res matices como la informalidad económica” (Figueroa, 2011: 17). Cabe destacar, que es-
tos porcentajes son tomados de los datos del censo 2001.
Así mismo, los espacios cordilleranos se transformaron en lugares propicios para el nego-
cio inmobiliario, ya que se consideran lugares prístinos, de gran belleza paisajística, reser-
vorios de agua, adecuados para emprendimientos turísticos o para viviendas de segundas
residencias. Pero no solamente se encuentran codiciados por estos grupos de poder, sino
que existen otros que también se disputan el espacio: los vinculados al turismo, al sector
ganadero, aquellos que buscan un ahorro inmobiliario, las empresas mineras que poseen
cateos en el lugar, los que buscan conservar el espacio en materia ecológica y los otros
residentes de variadas ocupaciones propias de la complejidad de una pequeña localidad
cordillerana.
1
Los territorios incendiados eran en su mayoría campos destinados a invernadas, por la presencia de bosques y
cañas colihue. Los valles con pastizales disponibles son los que se utilizan en las veranadas. Ahora con el incen-
dio y la desaparición de los bosques y el monte, el espacio presenta mayores pastizales, por lo que su uso se
intensificará a todo el año.
Estos intereses se superponen, según el poder de cada grupo, y como cada uno pueda o
no tener acceso al territorio. Principalmente la disputa por el uso, ocupación y apropiación
del espacio, es económica, ya que en el mercado se le otorga un importante valor por sus
características productivas, de belleza paisajística, de reservorios de recursos naturales,
entre otros. Todo esto genera que el espacio sea codiciado por distintos grupos como se
mencionó con anterioridad.
Las disputas se generan a partir de que se considera al espacio, como plausible de ser pro-
piedad privada. Con espacio no me refiero solamente al sustrato que nos sostiene, sino al
conjunto de este con los recursos naturales y todo lo que en el habita. Esto genera que la
lucha por la apropiación de este, ronde en términos económicos de acceso a la tierra de
manera desigual.
La valorización económica del espacio implica tener que desarrollar varios puntos de análi-
sis. Por un lado se encuentra el valor de la tierra por los recursos naturales, agua, bosque
(madera), existen registros de cateos mineros (oro, plata). Por otro lado se encuentra el
valor inmobiliario ya sea para emprendimientos turísticos exclusivos, o para viviendas de
segundas residencias. La cuestión fundamental con este último punto, es la subdivisión de
los campos, y aquí otro tema que requiere especial atención.
El turismo es una alternativa económica que desde hace algunas décadas se viene desarro-
llando en la localidad, la cual no requiere gran cantidad de territorio, lo que ha promovido
el parcelamiento de terrenos para el emplazamiento de emprendimientos turísticos, o para
la construcción de viviendas de segundas residencias (migración por amenidad). Una de las
cuestiones fundamentales en este contexto, no solamente implica la cuestión administrati-
va de la propiedad privada del territorio, sino la subdivisión con barreras físicas, lo que
impide tanto el paso de ganado que se realiza tradicionalmente de unos espacios a otros
por la ganadería extensiva, sino también el impedimento de acceso a espacios de uso
común para otros turistas o residentes locales, como pueden ser las costas de lagos o ríos.
Así mismo, la apropiación del espacio se superpone con la apropiación de recursos natura-
les que debieran ser de uso común. Cabe destacar que otra discusión que se plantea es la
propiedad privada de estos terrenos de extranjeros o de grandes inversores que adquieren
espacios para desarrollar sus emprendimientos o barrios cerrados como es el caso del
complejo inmobiliario “San Esteban” ubicado en la localidad, conocido por ser segundas
residencias, el cual cuenta con servicios e instalaciones incluso inexistentes en la localidad,
y encontrándose en un espacio considerado en la idiosincrasia del poblador local como
parte de Cholila, pero administrativamente fuera de su ejido municipal.
El acceso a la tierra en la zona cordillerana, resulta una situación particular, por la tardía ocupa-
ción del espacio por parte del Estado, y por las distintas estrategias que los pobladores utiliza-
ron para el acceso a la misma. De esta manera dice Figueroa “Se parte del supuesto de que
mientras la situación de las tierras era indefinida, en tanto el Estado no retomaba la coloniza-
ción, la ocupación de la tierra respondió a diversas estrategias a partir de los vínculos que iban
estableciendo los productores que llegaban con quienes se encontraban ya establecidos en el
lugar” (Figueroa, 2016: 88), es por ello que inclusive hasta hace pocos años atrás la situación
administrativa de los campos se encontraba en tramitación. El cuadro que se muestra a conti-
nuación, resume los puntos más importantes de la Ley 3765, en relación a las tierras fiscales.
Fuente: Tomado de Figueroa Liliana (2016) “Procesos de transformación social a partir de la distribución de tierras
fiscales en Chubut y su impacto sobre prácticas tradicionales: el caso de los invernadores y veranadores de Cholila
(finales del siglo XIX a 2010)”. Tesis Doctoral. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Pp. 229
Aquí se puede ver como se diferencian las formas de ocupación y el acceso a la tierra, y como
estos mecanismos operan a favor de los poderes económicos, y en desmedro de los peque-
ños productores o de los pobladores históricos del lugar. En este sentido, cada tipo de dere-
cho permite o no la venta o el traspaso de la tierra, y su fraccionamiento. Se trata de la consi-
deración del espacio y de los recursos como una simple mercancía loable de otorgarle valor
monetario. Cabe destacar que el Estado también aprovecha la situación para negociar las
tierras fiscales, utilizando como mercancía los recursos naturales principalmente, pasándolos
a manos de dueños únicos, y fomentando la propiedad privada de los recursos.
En este sentido, tanto Estado como los productores fueron propiciando lo que Leff plantea
como “la geopolítica del “desarrollo sostenible” que “generó un proceso de mercantilización
de la naturaleza y sobre-economización del mundo” (Leff, 2008: 2). Es así que “orientados
por el modelo neoliberal de producción, los gobiernos actúan en consecuencia con los
agentes del mercado, interesados en ordenar los territorios a partir de sus necesidades,
lógicas e intereses para la reproducción del capital a partir de una mayor lucratividad de
2
sus negocios y emprendimientos” (traducción propia de Fratucci, 2014: 9). Por lo tanto,
aunque se generen accesos desiguales, actividades que afecten las tradiciones del lugar, o
incluso desalojos y despojo de propiedades (no siempre literales, sino a veces con manejos
administrativos que aprovechan y engañan a los pobladores antiguos), el poder económico
avanza por sobre todo lo dicho anteriormente.
La lucha por la apropiación del espacio data desde varias décadas atrás, aunque en el año
2015, un evento catastrófico puso en el escenario inmediato esta discusión. Cholila, vivió en
dicho año, lo que se considera una de las mayores catástrofes naturales del lugar, un incendios
que arrasó con 28.960,3 hectáreas de bosque en la cordillera (Programa Integral de Manejo y
restauración de las áreas afectadas por los incendios forestales de la temporada 2014-2015 en
la Provincia del Chubut, 2015: 9), siendo el más devastador de la historia de la localidad.
2
“Orientados pelo modo neoliberal de produção, os governos atuam em conluio com os agentes do mercado,
interessados em ordenar os territórios a partir das suas necessidades, lógicas e intereses para a reprodução do
capital a partir de uma maior lucratividade dos seus negócios e empreendimentos”
Mapa 2. Tomado del Programa Integral de Manejo y restauración de las Grandes áreas
afectadas por los incendios forestales de la temporada 2014-2015 en la provincia del
Chubut, 2015: 34.
3
Animal declarado como monumento natural, considerado vulnerable. Nombre científico: Hippocamelus bisulcus.
https://www.parquesnacionales.gob.ar/areas-protegidas/monumentos-naturales/mn-huemul/
4
Especie vulnerable. Nombre científico: pudu puda.
http://www.patrimonionatural.com/HTML/provincias/chubut/losalerces/fauna.asp
El incendio puede considerarse como el evento que sin lugar a dudas, modifica la dinámica
territorial del espacio. A pesar de que según el informe presentado por el Programa Inte-
gral de Manejo y restauración de las Grandes áreas afectadas por los incendios forestales
de la temporada 2014-2015 en la provincia del Chubut, 2015, el incendio de la localidad de
Cholila fue causado por un rayo, es decir un evento natural, existen otras versiones (no
oficiales) que la contradicen. En este sentido, existe en la opinión popular la creencia de
que los espacios con bosque nativo son incendiados para luego poder desmontar lo que
queda y poder construir sin mayores impedimentos legales, o realizar traspasos o ventas
de tierras. No obstante, la dimensión que tomó la catástrofe, posee un resultado negativo
para la naturaleza. Ya que tanto las especies que se ven afectadas, como las actividades
que allí se realizan, modificando tanto la dinámica de las actividades, como el paisaje.
Así mismo, es importante destacar que a partir de la desaparición del bosque nativo, resul-
ta más fácil el parcelamiento y posterior venta de los campos. Esto considerando a demás
que el Estado (en el momento en que se desarrollaba la catástrofe), anunció la creación de
5
un parque interjuridiccional , el cual regularía el espacio a partir de la prohibición de la
venta o traspaso de tierras por 10 años, y fomentaría además la actividad turística, por lo
que resultaba una contradicción en términos de conservación del espacio. Aunque esto
solo quedó en el anuncio y formalmente no llegó a concretarse, una vez más es el Estado
quien promueve o permite el manejo del espacio como material económico.
En este sentido, es importante considerar que hace años estos espacios han sido disputa-
dos, como se viene mencionando con anterioridad, por lo que se cree que el incendio, a
pesar de ser una catástrofe en materia de naturaleza, puede también resultar un beneficio
para cuestiones económicas como apertura de caminos, instalaciones, creación de infraes-
tructura, e incluso construcción de viviendas y/emprendimientos.
“El espacio pasa a ser considerado como un elemento de mercado, gracias al valor diferen-
cial que el Estado, los agentes económicos y las sociedades le atribuyen, además de las
transformaciones relativas del uso de los territorios dominados por el turismo” (traducción
6
propia Baqueiro, 2014: 17) En este caso en particular, el espacio no solamente se encuen-
tra dominado por el turismo, sino por las otras actividades que ya se mencionaron, aunque
el turismo y el negocio inmobiliario son los más influyentes, al menos en un primer acer-
camiento. Nuevamente se destaca que no solamente hablamos del espacio como conte-
nedor, sino que también se puede interpretar como plantea Leff como la comercialización
de los recursos, la propiedad privada no solamente refiere al territorio. “La naturaleza libre
y los bienes comunes (el agua el petróleo), se han venido privatizando, al tiempo que se
establecen mecanismos para dar un precio a la naturaleza”, mecanismos en los cuales el
Estado posee un rol fundamental, propiciando la privatización de los recursos en cualquie-
ra de sus estamentos. En ese caso en particular, no solamente se trata de un acceso res-
tringido y desigual a la tierra, sino también de aquellos recursos comunes a todos, como el
agua, los bosques. Las nacientes de agua que se encuentran en estos territorios son parte
5
http://www.lanacion.com.ar/1776228-tras-los-incendios-que-afectaron-a-chubut-crearan-el-parque-
interjurisdiccional-cholila
6
“O espaço passa a ser considerado como um elemento de mercado, graças ao valor diferencial que o Estado, os
agentes económicos e a sociedade lhe atribuem, além das transformacoes relativas ao uso dos territórios do-
minados pelo turismo”.
de cuencas que abastecen a gran parte de la población del noroeste del Chubut, y que
además genera energía para la represa Futaleufú, la cual provee energía para otros espa-
cios provinciales. Hay que destacar que esta represa también es de propiedad privada, por
lo tanto el uso del mismo genera ganancias a capitales particulares, promoviendo nueva-
mente la mercantilización.
En este sentido, lo que hizo el incendio no fue solamente devastar el espacio en materia de
recursos y de hábitat natural, sino poner en el escenario inmediato de la opinión pública
cuales eran los destinos y los usos de esas tierras, qué pasaba con los pobladores históri-
cos del lugar, y con aquellos nuevos propietarios privados. Así mismo, se visibilizó las insta-
laciones y los accesos con los que cuenta el espacio, a pesar de encontrarse alejado de los
centros urbanos, incluso con servicios exclusivos a los que no tiene acceso la población
local que reside en el valle más poblado. Esto implica que no solamente hablamos de pro-
piedades privadas, y de la mercantilización del espacio, sino también del acceso desigual ya
sea a recursos, servicios, instalaciones, entre otros. Esto también tiene una directa relación
con el poder económico, donde siempre posee más comodidades quienes más poseen,
aunque ello vaya en desmedro de los más desvalidos. Nuevamente es el Estado quién fa-
vorece los accesos desiguales, brindando mayores posibilidades a quienes poseen el capi-
tal económico.
Por otra parte, es importante destacar, una vez que el espacio cordillerano ya no posee el
bosque nativo (incendiado en este caso), resultan más fáciles los permisos de venta y de
fraccionamiento de la tierra en parcelas, por lo que no solamente afecta en relación al
desmonte, sino al fraccionamiento con divisiones físicas lo que también afecta a las rutas
migratorias de las especies endémicas que allí habitan. Así mismo, la apertura de caminos,
la instalación de redes de electricidad, el desmonte para construcción, va en perjuicio de
los sistemas naturales que se encuentran desarrollándose allí. La falta del bosque nativo
también afecta a las cuencas hidrográficas, ya que todas las precipitaciones van río abajo,
sin encontrar la absorción natural por lo que afecta también en inundaciones.
Como se puede denotar, el presente trabajo se realiza a partir de un estudio de caso, loca-
lizado en el espacio de Cholila, donde se produjo la catástrofe natural.
Por otra parte, el método cuantitativo se caracteriza por “representitividad estadística, ope-
racionalización, regularidades/pautas, generalidad.” (Sautu, 2005:56). Los datos numéricos
y estadísticos que se plantea analizar tienen relación con aquellos datos que plantea el
Programa Integral del Manejo y Restauración de las Grandes Áreas afectadas por los in-
cendios forestales de la temporada 2014-2015 en la provincia del Chubut, datos que permi-
tirán tener un primer acercamiento al área, con los datos iniciales no sólo en lo que tiene
relación con la biodiversidad, sino también con una primera aproximación a los efectos del
fuego sobre las actividades productivas. Los datos que allí figuran son principalmente
numéricos en relación a cantidades (especies afectadas, porciones de tierra en hectáreas,
cabezas de ganado, etcétera), por lo que permite un primer panorama de inicio del trabajo,
para luego analizar como esto afecta en las transformaciones socioterritoriales y en los
modelos de ocupación del espacio.
Por otra parte, desde el trabajo, es posible la generación de estadísticas en relación a las
modificaciones en las productividades del espacio, como en relación a ventas de tierras,
precios, cantidad de parcelamientos, compradores, entre otras cuestiones pertinentes a
analizar desde lo que se plantea como problemática de investigación.
Consideraciones finales
El sistema en el cual nos encontramos, implica la acumulación del capital, llámese dinero,
propiedad, mercancía, concesión, u otras maneras de generación de plusvalías, en la que
“la pulsión por “tener”, por “controlar”, por “acumular”, ya es reflejo de una subjetividad
que se ha constituido a partir de la institución de la estructura económica y de la racionali-
dad de la modernidad” (Leff, 2008: 4). Esta acumulación, o generación de dinero en muchas
ocasiones va en desmedro de las poblaciones locales, las cuales ven vulneradas sus activi-
dades tradicionales, por las transformaciones en las dinámicas del uso del espacio y/o por
las nuevas actividades económicas.
El turismo exclusivo y las viviendas de segunda residencia son los destinos de la tierra más
frecuentes, lo que trae aparejado nuevamente el acceso desigual, ya que es exclusivo y por
lo tanto eso provoca la prohibición de tránsito y acceso en otros espacios como pueden ser
costas de lagos o ríos, espacios que se ocupan para estos emprendimientos por su belleza
paisajística, pero que vulnera el derecho de uso para el resto de las poblaciones.
Por otra parte, los accesos e instalaciones que se generaron en el espacio con su ocupa-
ción, resultan inversiones de gran envergadura, por lo que se reconoce que existen inter-
eses particulares, de generación de plusvalía, ya que el espacio era accesible solo a caballo,
y hoy se accede con vehículos de grande y pequeño porte. Esto requiere especial atención
también, considerando que como administrativamente el espacio no es parte del ejido
municipal local, los controles son menos rigurosos y los capitales para desarrollar los servi-
cios básicos son privados, como también la urbanización y accesibilidad. Eso demuestra
también el interés que el espacio genera en inversores privados.
Así mismo, es interesante y queda abierta la posibilidad de análisis, para reconstruir los
mecanismos que llevaron a los pobladores locales a despojarse de sus tierras, y las ventas
de tierras fiscales que también se desarrollaron en el lugar. Cabe destacar que Figueroa
realizó un escrito sobre el destino de las tierras fiscales hasta el año 2010, por lo que conti-
nuar con este trabajo sería una forma no solo de completar ese estudio, sino también de
generar aportes para posteriores planes de gestión del espacio, lo que incluya las activida-
des locales, que en mi opinión, se encuentran vulneradas y transformadas en pos de los
intereses económicos externos que pesan sobre el territorio.
(2015) Programa Integral de Manejo y restauración de las Grandes áreas afectadas por los incendios
forestales de la temporada 2014-2015 en la provincia del Chubut.
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mhiese@fch.unicen.edu.ar
Resumen
Las franquicias, por requerir de un capital elevado para su instalación, por el tipo específico
de tecnología empleada, así como por el nivel de organización que requiere, forman parte
de una modalidad de comercialización impulsada por el circuito superior propiamente
dicho o en estado puro.
INTRODUCCIÓN
La jerarquización y diferenciación del desarrollo de una misma actividad, nos lleva a pensar
en la existencia de divisiones territoriales del trabajo superpuestas, cada una motorizada
por una capacidad de generación de renta distinta. Estas “representan nuevos conjuntos
de relaciones entre actividades en lugares diferentes, nuevos patrones espaciales de orga-
nización social, nuevas dimensiones de desigualdad y nuevas relaciones de dominación y
dependencia” (Massey, 1995: 3). Además de recrearse por el orden local, también adquie-
ren “(…) formas espacialmente diferenciadas y cambian en consonancia con las tendencias
en la economía mundial (…)” (Lois, 2010: 224).
Sólo atendiendo las variables constitutivas del período actual (ciencia, técnica, información,
consumo, finanzas, entre otras), que no son más que los vértices sobre los cuales se cimen-
ta la globalización, podemos identificar el curso de la fragmentación territorial y la des-
igualdad socioespacial que se acentúan (o no) según los diferentes usos del territorio por
parte de las empresas.
En este sentido, el objetivo de este trabajo es presentar al sistema de franquicias como una
forma de expansión de las empresas del circuito superior, caracterizadas por poseer una
marca comercial que les permite expandirse a través de inversiones ajenas a la corpora-
ción. Nos detendremos especialmente en la superposición de las franquicias de indumen-
taria y la superposición de las mismas con la red urbana de la Provincia de Buenos Aires.
Tal como propone Santos (1979), los procesos y sus implicancias en la organización del
espacio a través del tiempo, pueden ser vistos como sucesivas modernizaciones. Éstas, se
generan a partir de transformaciones que redefinen los objetos, las acciones y las normas,
debido a la incorporación de datos centrales que articulan las variables dominantes en un
período histórico dado. Entendidas como creaciones del sistema tecnológico, las moderni-
zaciones están representadas, en gran parte, por las grandes firmas, entre ellas las comer-
ciales, que llegan con diferentes intensidades a los lugares. Entendemos entonces que los
actores hegemónicos del circuito superior han tenido (y tienen) el poder y la capacidad de
dirigir algunas de las principales transformaciones territoriales, que han llevado, general-
mente, a su propio fortalecimiento.
ción, por el tipo específico de tecnología empleada, así como por el nivel de organización
que requiere, forman parte de una modalidad de comercialización impulsada por el circui-
to superior propiamente dicho o en estado puro.
1
La globalización e instalación de un «medio técnico-científico-informacional» necesitan
capitales fijos y constantes, junto a un aumento de flujos y mayor circulación. El sistema de
franquicias, en este sentido, es una estrategia de expansión de las empresas, resultado de
la necesidad de un uso del territorio que, frente al proceso de «especialización de la pro-
2
ducción» (Santos, 2000) garantice instancias de circulación, distribución y de consumo.
Siguiendo a Porto Sales (2014: 1), “como una representación de la capacidad creativa y ve-
loz de acumulación del capital por el estímulo al consumo, las franquicias utilizan la pro-
ductividad espacial de las áreas centrales para obtener beneficios de lucro (…)”.
En la indumentaria, los cambios en los modos de comercialización y consumo que dan paso
a la utilización del franchising, se dan a partir de la consolidación de las formas de producción
modernas. Entre las transformaciones más importantes, es preciso mencionar que, hacia
medados del Siglo XIX, la integración entre la alta costura (basada en la producción de diseño
y a medida) y la confección industrial (basada en la producción en serie y de diseño estanda-
rizado), dio paso al prêt-à-porter (listo para usar), que produjo cambios no sólo en la manera
de producir las prendas, sino también de comercializarlas y de consumirlas.
1
Santos, (2000) propone estudiar la historia del medio geográfico a partir de la identificación de tres etapas en
donde se establece un tipo particular de relación entre la sociedad y la naturaleza, mediada por el trabajo y el
estado de las técnicas: medio natural, medio técnico y medio técnico-científico-informacional.
2
El concepto de especialización de la producción es utilizado por Santos (2000) para reformular la idea de Marx
sobre la «reducción de la arena», que refiere a la multiplicación de la producción en menor tiempo y superficie y
la «ampliación de la arena», que expresa la necesidad del aumento de los espacios de intercambio. Ello conduce
a la profundización de áreas más ventajosas para la producción y, como correlato, una mayor necesidad de cir-
culación.
Fuente: https://www.portsaid.com.ar
Fuente: elaboración propia sobre la base de imágenes seleccionadas de la página web de la empresa,
https://www.cardon.com.ar/
Consideraciones metodológicas
Dada la complejidad y diversidad que presenta el franchising, y para facilitar los objetivos
del trabajo, hemos centrado nuestro análisis en la Provincia de Buenos Aires. Se entiende
que la importancia del recorte propuesto radica en la necesidad de comprender la manera
en que “(...) las articulaciones de la escala intraurbana con las múltiples escalas interurba-
nas (regionales, nacionales e internacionales) favorecen la sobreposición de flujos que se
combinan y se superponen, generando múltiples configuraciones espaciales” (Lan, Linares,
Di Nucci, López Pons, 2010: 31).
Por otro lado, centramos nuestro análisis en aquellas marcas que comercializan ropa de ves-
tir y calzado. Entendemos que detener la mirada sobre un rubro específico permite identifi-
car, con mayor claridad, los elementos y criterios que definen la forma de acción del capital,
su racionalidad hegemónica y estrategias territoriales. Pero, además, la selección del rubro
deviene de la creencia de que en éste se expresa manifiestamente (más que en otros) la des-
igual capacidad de apropiación y uso del territorio entre franquiciado y franquiciante.
3
La distribución territorial de las tiendas relevadas se plasmó en dos mapas (uno de la Región
Metropolitana de Buenos Aires y otro del resto de la provincia de Buenos Aires), con la inten-
ción de analizar la superposición de la topología empresarial con la red urbana pre-existente.
En este sentido, es preciso realizar algunas apreciaciones. El trabajo sobre red urbana Ar-
gentina más distinguido, por su nivel de detalle y análisis teórico-metodológico, es el de
Vapñarsky y Gorojovsky (1990), quienes elaboran una clasificación de la distribución de las
4
aglomeraciones en tres categorías . Sin embargo, ante los cambios en el patrón de distri-
bución de las ciudades en el período 1991-2001-2010 y la reconfiguración de la red urbana
argentina, Di Nucci y Linares (2016) proponen una modificación de las categorías, sintetiza-
da en la Tabla 1.
Categoría I
Población en
aglomeraciones Ciudades grandes Aglomerado del Gran Buenos Aires
de 1.000.000 o
más habitantes
a) ATIs mayores, o grandes
Categoría II ciudades medias (400.000 a La Plata y Mar del Plata
Aglomeraciones 999.999 hab.)
de Tamaño b) ATIs intermedias, o
Intermedio (ATI’s), ciudades medias (100.000 a San Nicolás de los Arroyos, Tandil y Bahía Blanca
de 50.000 hasta 399.999 hab.)
999.999 c) ATIs menores, o ciudades Campana, Zárate, Pergamino, Junín, Luján,
habitantes medias menores (50.000 a Mercedes, Chivilcoy, Olavarría, Azul, Necochea,
99.999 hab.) Punta Alta y Patagones
Arrecifes, Baradero, San Pedro, Colón, Salto,
Lincoln, Chacabuco, Bragado, 9 de Julio, 25 de
Categoría III Mayo, Saladillo, Lobos, Cañuelas, San Miguel del
Población a) Ciudades pequeñas Monte, Chascomús, Las Flores, Dolores, Mar de
dispersa y en (20.000 a 49.999 hab.) Ajó, Pinamar, Villa Gesell, Mar Chiquita, Balcarce,
aglomeraciones Miramar, Tres Arroyos, Coronel Pringles, Coronel
de hasta 49.999 Suárez, Pigüé, Bolívar, Pehuajó y Trenque
habitantes Lauquen
b) Pueblos grandes (2.000 a
19.999 hab.)
Fuente: elaboración personal en base a Di Nucci y Linares (2016) y Linares, Di Nucci y Velázquez (2016).
3
Los mapas elaborados en el presente trabajo han sido realizados tomando los partidos de la Provincia de Bue-
nos Aires como unidades de análisis, ya que son las ciudades cabeceras de los partidos las que poseen “(…) una
correspondencia estrecha con el proceso de conformación de la red urbana provincial” (Linares y Velázquez,
2008: 360), y que han sido las unidades de análisis de las que más información censal se dispone si se desea
realizar alguna comparación de serie histórica.
4
Las categorías que establecen los autores son: I. Población en Aglomeración de 1.000.000 o más habitantes; II.
Población en aglomeraciones de tamaño intermedio (ATIs): de 50.000 hasta 999.999 habitantes; y III. Población
dispersa y en aglomeraciones de hasta 49.999 habitantes.
Siguiendo a Corrêa (1989: 48-49) decimos que la red urbana “se constituye simultáneamen-
te un reflejo de y una condición para la división territorial del trabajo. Es un reflejo en la
medida que, en razón de las ventajas locacionales diferenciadas, se verifica una jerarquía
urbana y una especialización funcional que definen una compleja tipología de centros ur-
banos (…) La red urbana es también una condición para la división territorial del trabajo (…)
a través de ella se torna viable la producción (…) la circulación entre ciudades y áreas, y el
consumo”. Retomando la teoría de los circuitos de la economía urbana, Corrêa (1988) seña-
la que los éstos intervienen tanto en la red de lugares centrales como en los mecanismos
básicos de estructuración de la jerarquía urbana entre por ejemplo la metrópolis, la ciudad
intermediaria y la ciudad local.
El poder que detentan las empresas del circuito superior en el uso y apropiación del espa-
cio, evidencian la configuración de una topología empresarial tutelada por las finanzas, la
información, el consumo y la tecnología, que les permite desplegar estrategias de expan-
sión, de manera tal que las modernizaciones del territorio queden libradas a sus intereses.
Resultado de ello, nos encontramos ante una red urbana que resignifica sus jerarquías,
centralidades e interacciones.
Es preciso señalar que las ciudades presentan una gran capacidad de refuncionalización
(propia de las formaciones espaciales capitalistas), generando un reajuste en la red urbana
que permite la coexistencia de formas y funciones que responden a la combinación de
variables dominantes de diferentes períodos (Corrêa, 2000: 125). En relación con ello,
Beltrão Spósito (2010) nos recuerda que, en el pasaje del sistema fordista al paradigma
flexible, una serie de transformaciones implicaron la redefinición de la configuración de las
redes urbanas “(…) por medio de la ampliación de las posibilidades de establecimiento de
articulaciones entre ciudades de diferentes portes, pertenecientes a redes urbanas que se
conformaron en contextos históricos diferentes entre sí” (Beltrão Spósito, 2010: 52).
Siguiendo estas ideas, podemos decir que las franquicias surgen, como propone Silveira
(2011), como una estrategia de las corporaciones, para ampliar los límites geográficos de
los mercados sin comprometer los costos de ampliación de dicha circulación. Es una de las
formas de uso del territorio del circuito superior que le permite robustecerse de manera
selectiva, principalmente en las ATIS mayores e intermedias. “De allí la densidad técnica,
informacional y normativa a lo largo de la red urbana en las porciones más modernas del
territorio” (Silveira, 2011: 4).
Decimos entonces que a partir de las divisiones territoriales del trabajo de las empresas se
genera un enrejado de topologías corporativas que expresa un uso jerárquico del territorio
sobre la base de la red urbana preexistente. Para el caso de la expansión de las empresas a
través del sistema de franquicias, ellas no son generadoras per sé de un crecimiento de-
mográfico y económico, sino que se instalan en aquellas metrópolis, ATIS mayores, interme-
dias y menores que poseen (o a las que les pueden exigir) una densidad técnica, informacio-
nal y financiera que asegure un patrón de consumo que retroalimente su funcionamiento.
La expansión y uso del territorio por parte de las franquicias puede observarse en el Mapa
1, donde se presentan los locales franquiciados en la Región Metropolitana de Buenos Ai-
res (RMBA), y en el Mapa 2, en el cual se encuentran localizadas las franquicias del interior
de la provincia de Buenos Aires. En éstos puede verse cómo el capital, viabilizado por la
preponderancia del consumo de la marca y el crédito, se difunde a través de una modali-
dad de comercialización que se articula y aprovecha de la red urbana preexistente.
cuenta que la macrocefalia de Buenos Aires y la influencia que ejerce la Región Metropoli-
tana, se explica por “(…) las realidades históricas que han llevado a que se acumulen en
una sola ciudad todos los sectores de actividad económica, social y política, generando
cierta selectividad para las posteriores instalaciones y acumulación del capital” (Linares, Di
Nucci, y Velázquez, 2016: 73).
Sin embargo, notamos que, en este caso, los locales franquiciados del norte de la primera
corona son menores en cantidad a los locales del sur de la misma, o inclusive que los de la
segunda corona.
Al norte de la primera corona encontramos al partido de San Isidro (con 5 locales) y, hacia
el sur, los partidos de La Matanza (9), Lomas de Zamora (8), y Lanús (6). De la misma mane-
ra, en el norte de la segunda corona encontramos al partido de Malvinas Argentinas (5) y al
sur de la misma corona a Ezeiza (8). Es evidente, en estos casos, la concentración de locales
en los Shopping Centers como Unicenter (San Isidro), Portal Lomas (Lomas de Zamora), Tor-
tugas Open Mall y Terrazas de Mayo (Malvinas Argentinas).
Por otro lado, encontramos partidos en los cuales estas marcas no se hacen presentes (bajo
la modalidad de franquicias) o en muy bajo número, inclusive en los partidos de la primera
corona, en General San Martín (que posee 1 sólo local franquiciado de las 18 marcas), o en
Vicente López, Tres de Febrero y Hurlingham, que no poseen locales franquiciados.
En el resto de la provincia de Buenos Aires, la red territorial generada por el recorte de las
marcas seleccionadas, representada en el Mapa 2, coincide con las ATIs más importantes
de la red urbana bonaerense. En este sentido, destacamos a las ATIs mayores de La Plata y
Mar del Plata, con 22 y 25 locales franquiciados respectivamente. Es importante indicar
aquí que Mar del Plata posee tan sólo un 10% de locales franquiciados menos que la CABA.
Porto Sales (2014), quien realizó un estudio sobre las franquicias en tres ciudades medias de
Brasil, Argentina y Chile, entiende que la difusión del franchising evidencia la búsqueda de
lugares productivos por parte de las empresas. Sin embargo, las ciudades medias en las que
se instalan, poseen los criterios mínimos por ellas requeridos (referidas, sobre todo, a la vida
económica e infraestructura) y que derivan de los ajustes espaciales que hacen a los lugares
productivos también en lugares de consumo. Ello implica que hacia el interior de las ciuda-
des en donde se instalan las franquicias, el área central (de gran circulación, en donde se
concentran la mayor cantidad de establecimientos comerciales e instituciones financieras) se
constituyen como áreas predilectas para la reproducción y acumulación de los capitales.
En este sentido, la estrategia de expansión territorial del sistema deriva del conocimiento y
la búsqueda de esos lugares que se constituyen en nodos de generación y repliegue de
ganancias hacia las empresas. Ello puede explicar, en parte, la presencia de las marcas
franquiciantes en las ATIs intermedias de Tandil y Olavarría, en donde encontramos 6 loca-
les franquiciados de las marcas seleccionadas, destacándose entre las aglomeraciones del
centro de la provincia.
Dentro de las ATIs intermedias observamos también a la ciudad de Bahía Blanca (9 locales
franquiciados). Teniendo en cuenta que esta ciudad posee un fuerte peso económico y
comercial (sobre todo por la actividad cerealera y la presencia del puerto), llama la atención
la gran diferencia de cantidad de locales franquiciados en esta ciudad media con los que
encontramos en las ATIs mayores.
En cuanto a los locales franquiciados distribuidos en las ATIs menores, destacamos que, en
la «sub-región» norte, tanto Junín, como Chivilcoy y Luján poseen 3 locales franquiciados,
mientras que Pergamino y Zárate poseen 2. Hacia el centro, observamos una mayor pre-
sencia de locales franquiciados en las ATIs menores de Olavarría (6) y Azul (3). Hacia el sur,
sólo la ciudad media menor de Necochea presenta dos locales franquiciados.
Por un lado, podríamos decir que la presencia de gran cantidad de locales franquiciados en
Pinamar responde a la importancia de esa ciudad en el circuito turístico de alto nivel ad-
quisitivo (principalmente proveniente de la CABA) de la Costa Atlántica. Pero también cabe
aquí retomar la idea de Porto Sales (2014), quien indica que la lógica territorial y económica
del sistema de franquicias expresa una ecuación favorable para la difusión de la marca en
las ciudades pequeñas. En éstas, el mercado de franquiciados es menor en relación con el
tamaño del mercado de consumo, lo que permite verificar que en ellas se propicia la exclu-
sividad territorial otorgada a los franquiciados para comercializar. Agrega que “además, en
el aspecto morfológico, por la baja densidad urbana de sus áreas central, las ciudades me-
dias ofrecen una mayor visibilidad a las marcas: algo valorado por las empresas que las
poseen como principal activo” (Porto Sales, 2014: 16). Se trata, como indica Silveira (2009a:
24) de una racionalización del espacio geográfico “que vuelve eficaces a los lugares para
abrigar la racionalidad instrumental”.
Por último, es preciso señalar también que el uso del territorio por parte de las empresas
del circuito superior a través del sistema de franquicias es diferente según la implicancia
que para la empresa tenga comercializar su marca. Para las grandes marcas representa la
oportunidad de aumentar su capital; para las firmas internacionales, incluso, es la capaci-
dad de internacionalizar su capital y depositar su crecimiento a través de grupos inversores
nacionales, y lo hacen privilegiando, en la mayoría de los casos, la instalación de las fran-
quicias en la metrópolis de Buenos Aires y en las ATIs mayores de la red urbana provincial.
Sin embargo, el sistema de franquicias también es una modalidad de expansión de las em-
presas nacionales o inclusive locales de importancia regional que les permite aumentar su
lucro y competir ante las marcas extranjeras sin implicar su capital.
CONCLUSIONES
Coincidimos con Conte (2013: 57) cuando indica que “se observa que tanto la centralidad
como la intermediación entre escala local y global, pasan por cambios en diferentes intensi-
dades en el contexto del proceso actual de reestructuración económica del capitalismo a
escala mundial, que atribuye también nuevos papeles para las ciudades medias en el proce-
so de reproducción y acumulación del capital”. Al respecto, Klafke (2015) destaca que las mo-
dificaciones que realizan las franquicias en la estructura urbana y en la configuración del
espacio comercial, permiten aseverar que las pequeñas y medianas ciudades ya no constitu-
yen «espacios de resistencia» ante la modernización técnica, científica e informacional del
período actual, sino que deben ser entendidas también como ciudades mundializadas.
Los espacios comerciales de las ciudades se ven atravesado por procesos que le son intrín-
secos al lugar, así como de lógicas externas que han permeado y delineado nuevas carac-
terísticas y dinámicas, tales como la estandarización de la producción, la uniformidad en la
presentación de los productos, y el consumo de los lugares. De esta manera “(…) el lugar se
reproduce y recrea no solo por los rápidos y vertiginosos cambios globales, como por
ejemplo, la ‘llegada’ de grandes superficies comerciales (...), sino que también y especial-
mente por el orden local (…)” (Di Nucci, 2007: 145).
El uso corporativo del territorio por parte del circuito superior revela, como indica Silveira
(2011) un uso privilegiado de los espacios, bienes y servicios públicos, y un uso jerárquico
de los privados, en favor de la revalorización de los capitales que garantizan la acumula-
ción, ya sea por la localización o la tecnología, las finanzas, la información y los elementos
organizacionales. En este sentido, destacamos a las ciudades medias “(…) como centros de
consumo apropiados por la lógica organizativa y operativa del sistema de franquicias, que
es también técnica, financiera y territorial” (Porto Sales, A. 2014: 15).
Así, las firmas tejen un entramado territorial dinámico y selectivo, que responde a los in-
tereses de las empresas de replegar la acumulación del capital a su favor, beneficiándose
de las modernizaciones del territorio (y provocándolas), configurando sus propias divisio-
nes territoriales del trabajo.
De esta manera, las ciudades medias pasan a ser nuevos atractivos de inversión para las
empresas, constituyéndose no sólo como espacios en donde se construye la centralidad,
sino también como espacios reproductores de las lógicas hegemónicas, que son llamados
a tener ciertas características que entran a jugar en contradicción con las lógicas locales.
Ello impacta directamente no sólo en la configuración de las redes y articulaciones entre
los circuitos de la economía, sino también en las formas y funciones urbanas.
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18-36.
penhaluciano@hotmail.com
RESUMO
INTRODUÇÃO
A Amazônia Legal Brasileira nos últimos 40 anos, vem se configurando como exportadora de
minerais tanto do ponto de vista nacional, quanto do ponto vista do mercado mundial. Esse
tipo de investimento, por sua vez, fez e faz com que os espaços geográficos passem a ganhar
novas configurações e dinamismos, aumentando o índice de extração, transformação e
circulação das mercadorias. Por mais que as crises cíclicas do capitalismo neoliberal estejam
em alta, desde o ano de 2008, a economia mineral tem tido o seu “boom”, uma vez que o
estado brasileiro tem realizado parte desses ajustes para as benesses de empresários e para
as empresas em detrimento da compensação financeira com benefícios sociais.
Isso pode ser verificado a partir das pesquisas e resultados com relação à extração e
exportação do ferro, a partir da empresa Vale e os resultados sociais drásticos para a
população do município de Parauapebas, localizado no Sudeste do Estado do Pará, onde a
mina de ferro Carajás está localizada, como também nos municípios ao entorno do referido
município, como é discutido por Palheta da Silva (2013).
O município de Grajaú, situado na porção Centro-Sul do Estado do Maranhão (ver Figura 1),
localiza-se na porção Oriental da Amazônia Brasileira e possui uma população
aproximadamente sessenta e nove mil e duzentos e trinta e dois habitantes (69.232 hab.),
conforme os dados demográficos divulgados em 2017 pelo Instituto Brasileiro de Geografia e
Estatística (BGE). Apresenta-se, como um reservatório de gipsita, logo, escolhido pelo
1
governo do Estado do Maranhão como um dos 14 distritos industriais , considerado um polo
gesseiro. O objetivo deste artigo é analisar de que forma a compensação financeira da
1
“Gipsita: Segundo o DNPM (2015), o Maranhão possui um total de 11 minas. É o segundo estado no ranking
brasileiro com maior número de minas, perdendo apenas para Pernambuco, que possui 55 unidades. No estado, a
gipsita encontra-se abundantemente distribuída na região de Grajaú, onde está localizado o Polo Gesseiro, e em
Codó. É usada, principalmente, na fabricação de: cimento, ácido sulfúrico, giz, vidros, esmaltes, molde para
fundição, desidratante, aglutinante, corretivo de solo (fornecedor de cálcio e enxofre), placas, tijolos e rejunte de
gesso utilizados na construção civil, além de outras aplicações, como na metalurgia”. (MARANHÃO, 2017).
Na primeira parte do artigo, faz-se uma revisão da literatura analisando alguns autores da
Geografia Econômica e uma breve literatura sobre a mineração e alguns de seus efeitos
tributários. Na segunda, analisa-se os dados secundários sobre a situação geográfica de
Grajaú. Na terceira e última parte, apresenta-se algumas conclusões sobre a compensação
financeira em Grajaú.
METODOLOGIA
Ainda como metodologia, fez-se um quadro demonstrativo das fábricas que produzem
placas de gesso, a partir dos dados fornecidos pela Secretaria Municipal de Indústria e
Comércio de Grajaú. Dessa forma, todos os dados acima citados foram cruzados para se
chegar à conclusão deste artigo.
De acordo com Claval (2005), a Geografia Econômica teve seu surgimento na Alemanha no
fim do século XIX, mais precisamente nos anos de 1850, com influência de Carl Ritter. Nesse
período, o método utilizado era o descritivo, e seguindo essa metodologia de estudo e
pesquisa, este fez descrições de muitos lugares diferentes. A partir disso, foi possível que se
fizessem análises das diferenciações existentes entre muitos lugares, possibilitando uma
avaliação das diferenciações entre regiões. Dessa forma, foi possível que se fossem também
distinções entre aqueles locais que no início do processo industrial já haviam entrado nesse
meio, aqueles que não tinham aderido à essa lógica de desenvolvimento industrial, bem
como os que ainda estavam caminhando para essa direção.
Claval (2005), no que se refere à questão de crescimento econômico também traz Smith
(1776), o qual havia em sua época destacado que: “(...) as riquezas das nações resultavam da
vontade dos indivíduos, nas iniciativas dos empreendedores e do livre funcionamento dos
mercados “deixa fazer, deixa passar” (CLAVAL, 2005, p. 12). Isto é, esse autor acreditava que a
mobilização dos indivíduos fosse um dos elementos cruciais, bem como a ação dos
empreendedores, e o livre funcionamento do mercado, o que marcaria o conjunto de fatores
que resultaria no crescimento do capital no mundo.
A forma de exploração desses lugares se dava de acordo com as riquezas encontradas, por
isso Andrade (1987) usa o termo colônia de exploração para caracterizar os principais tipos
de relações que se tornaram ainda mais fortes com a criação do Pacto Colonial que tinha por
objetivo justamente fortalecer esse vínculo.
Então, nessa fase, os fluxos de mercadorias eram bem menores e ocorriam de forma menos
intensa, por isso, Claval (2005) defende que o termo globalização não seria o melhor e mais
adequado, uma vez que globalização abrange algo amplo, e a situação da atualidade não se
difere de certa forma das anteriores o que tem de especial seria essa velocidade e os efeitos
causados por esse crescimento comercial e industrial.
Sposito e Santos (2012, p. 18), citando Marx (1989), também mostram que: “a acumulação de
capital consiste num processo de reaplicação contínua de excedente extraído do trabalho no
processo produtivo, com a finalidade última de gerar um excedente maior”. Ou seja, o
sistema capitalista tem por estratégia a aplicação e a reaplicação desse excedente, como
visto anteriormente, objetivando que esse processo possa se dar de forma contínua, por
isso, falamos na questão de criação e recriação desse sistema, o qual ao se expandir
necessita da conquista de novos espaços, das evoluções das técnicas e também da ciência.
Diante disso, o papel da Geografia Econômica no mundo contemporâneo torna-se cada vez
mais difícil. Egler (1994) teria afirmado que esta se encontra em uma encruzilhada devido ao
grau de complexidade em que o mundo chegou a se encontrar com a economia, a qual por
muito tempo esteve afastada da Geografia Econômica. Esse afastamento diz respeito aos
estudos feitos por cada uma, que somente a partir de 1930 de acordo com Claval (2005)
teriam passado a estudar as mesmas questões. Por isso, Claval (2005) afirma que as mesmas
precisam rever seus papeis e perceber a importância de ambas as ciências nesse novo
contexto.
Após apresentar acerca dessas ciências e analisando o que ocorre de fato na sociedade, esse
mesmo autor chegou à conclusão de que: “(...) as relações entre mudanças no padrão
tecnológico e a estrutura espacial constituem tema preferencial da Geografia Econômica
neste final de século” (CLAVAL, 2005, p. 6).
Para tratarmos da questão espacial, continuaremos com Andrade (1987), o que apresenta a
diferenciação existente entre espaço natural e espaço geográfico, pois tratarmos dessa
questão nos possibilitará uma melhor compreensão acerca dos elementos citados.
Segundo esse autor, o espaço natural: “Resulta de um equilíbrio entre a ação dos elementos
naturais – estrutura geológica, relevo, clima e hidrografia, (...), onde se desenvolve o meio
biológico, a vida vegetal e animal”. (ANDRADE, p. 21). Quando se refere ao espaço geográfico,
este é tido enquanto: “(...) um produto da ação do homem. O homem, sendo um animal
social, naturalmente atua em conjunto, em grupo, (...)”. (ANDRADE, 1987, p.25).
Nos trabalhos de Monteiro (2004), foram discutidos acerca de projetos de implantação e das
consequências disso durante momentos diferentes da história. Na Amazônia Legal, mais
precisamente no Estado do Pará, esse autor expõe que a questão da atração de
investimentos para esse setor na região citada, além de enfatizar a participação das
empresas quanto ao pagamento de tributos para os órgãos públicos, bem como a ação
deste último na aplicação dessas verbas em prol do desenvolvimento regional amazônico e
das mudanças no contexto social.
expansível. Esse sistema cria uma força permanentemente revolucionária, que incessante e
constantemente, reforma o mundo em que vivemos”. Essa expansão faz com que ocorra a
conquista de novas áreas, e com naqueles que já foram conquistados ocorrem
transformações.
Raffestin (1993) afirma que a matéria é caracterizada enquanto elementos dado por estar
disponível na natureza, ou seja, a mesma não depende da ação do homem para se
constituir. Pois, assim como ele mesmo cita: “a matéria é um dado puro, na exata medida em
que resulta de forças que agiram ao longo da história da terra sem nenhuma participação ou
intervenção do homem” (RAFFESTIN, p. 223). Compreende-se com isso que o homem, por
sua vez, apenas se beneficia desses elementos na medida em que descobre uma ou várias
utilidades, tomando-a enquanto recurso.
Da mesma forma nos traz Monteiro (2007) acerca desses recursos enquanto não renováveis
e ofertados pela natureza quando cita que:
(...), recursos naturais são as classes de bens não produtíveis pelos seres
humanos. Recursos minerais são todos os elementos da natureza (minerais,
biológicos) para os quais existe utilidade (necessidade real ou artificialmente
criada), conhecimento científico e tecnologia economicamente viável que
justifiquem sua exploração. (MONTEIRO 2007, p. 31)
Com os avanços que se sucedeu, a extração de matéria tornou-se uma atividade cada vez
mais ampla, diante disso, alguns autores afirmam que essa retirada de forma cada vez mais
acelerada poderá ocasionar na extinção futura dos recursos minerais por serem os mesmos
não renováveis, e podendo deixar de estar à disposição da sociedade. (MONTEIRO, 2004;
SILVA, 2000; ALTVATER, 1995).
Monteiro (2004) cita que as renúncias fiscais para esse tipo de empreendimento como forma
de incentivo são estratégias do Estado Nacional e das Unidades Federadas:
(...) – para incentivar a valorização dos recursos minerais na região – findam por
reduzir a incidência de impostos, taxas, contribuições e tributos de outras
ordens ou mesmo por estabelecer preços públicos e compensações financeiras,
limitando assim a capacidade estatal de capturar parte do valor gerado pela
mineração. (MONTEIRO 2004, p. 160).
Essa prática de redução como estratégia para a implantação de projetos desse tipo, não é
algo unicamente existente na Amazônia Brasileira. Otto (2000) apud Monteiro (2004, p. 165),
mostra que “a redução da incidência tributária nos primeiros anos de um empreendimento
mineiro como forma de compensação pela envergadura dos investimentos é uma prática de
alguns países”, e que alguns investidores a vê como uma forma importante e determinante
para a implantação de iniciativas empresariais voltadas para a exploração mineral. Este
disserta também que muitos governos, com esse intuito, procuram criar algum tipo de
incentivo principalmente no que se refere às minas, quando o produto tende a ser destinado
ao mercado externo.
Nos Anuários Mineral Brasileiro de 2004, 2005 e 2006, no que se refere à categoria de uso
lavrável de gipsita no estado do Maranhão, são apresentadas as cidades de Codó, Grajaú e
2
De acordo com o Anuário Mineral Brasileiro (2010): “Reserva Lavrável - É a reserva “in situ” estabelecida no
perímetro da unidade mineira determinado pelos limites da abertura de exaustão (cava ou flanco para céu
aberto e realces ou câmaras para subsolo), excluindo os pilares de segurança e as zonas de distúrbios geo-
mecânicos. Corresponde à reserva técnica e economicamente aproveitável levando-se em consideração a
recuperação da lavra, a relação estéril/minério e a diluição (contaminação do minério pelo estéril), decorrentes
do método de lavra”.
Balsas enquanto produtoras. Sendo Codó considerada a cidade que mais se destacou na
categoria citada, enquanto Grajaú aparece em segundo e Balsas em terceira colocação.
Grajaú, como sendo um abundante polo industrial, possui 4 empresas de concessão de lavra,
uma média de 52 empresas de produção de gesso e 18 calcinadoras, e não demonstra
aparecer na sociedade local tal riqueza mineral.
Analisando Grajaú (2013), a Lei nº 242/2013, denominada “Sistema Tributário Municipal e sobre
Normas Gerais e Especiais de Direito Tributário e Ambiental Aplicável no município de Grajaú”,
contém nove artigos, no entanto, não há nenhum artigo especial para a tributação mineral, há
apenas “Alvará – taxa de fiscalização e funcionamento, conforme o artigo 3º. Sobre a mineração,
o item 15. 1, expõe que: “Empresa vinculada à extração de produtos minerais de, médio porte,
reduz 40%, pequeno porte, 50% e microempresa 60%, com redutor de 50% por filial. Dessa
forma, conforme Monteiro (2004; 2007) e Coelho (2005), que discutem que não existe
tributação sobre a extração e a venda minerais. Isso também se coaduna com o que Santos
(2011), afirma sobre os polos de desenvolvimento económico que não trazem justiças sociais.
Palheta da Silva (2013, p. 292) ao citar Silveira (2001, p. 60), no que se refere às configurações
do território a partir da atuação de determinadas empresas, destaca que: “cada empresa,
cada ramo da produção produz, paralelamente, uma lógica territorial. Esta é visível por meio
do que se pode considerar uma topologia, isto é, a distribuição no território dos pontos de
interesse para a operação dessa empresa”. Cada empresa ao atuar sobre o espaço faz com
que o mesmo venha a ganhar novas formas, são as chamadas configurações, e tais
configurações dependem das lógicas de cada empreendimento, como no caso do município
de Carajás como destaca Palheta da Silva (2013).
Figura 2. Mapa da situação geográfica da distribuição espacial das fábricas de gesso em Grajaú
Fonte: IBGE/IBAMA.
A gipsita produzida nos estados do Ceará, Maranhão e Pernambuco, nos últimos sete anos
(2010 a 2017), renderam uma arrecadação de CFEM de R$ 8.536.717,64. Somente o estado
do Maranhão arrecadou no mesmo período o valor de R$ 1.187.040,57. Desse valor somente
o município de Grajaú arrecadou sozinho em CFEM o valor de R$ 847.100,17,
correspondendo a 42% da arrecadação total do estado, conforme o Gráfico 6.
De acordo com o DNPM, a produção de gipsita vem rendendo aos cofres públicos de Grajaú,
arrecadações significativas em CFEM. Em 2010 a arrecadação foi de R$ 16.104,87, chegando
o ano de 2017 com arrecadação de R$ 170.564,59, conforme Gráfico 7.
De acordo com o IBGE, o PIB per capita municipal durante o período de 2010 a 2014 (último
ano informado), vem apresentando aumento, mas não chegou a dobrar seu valor. Em 2010 o
valor era de R$ 5.067,57, fechando o ano de 2014 a R$ 8.111,75, apresentando maior
aumento entre os anos de 2010-2011 (R$ 955,94), enquanto o menor foi entre os anos de
2012-2013 (R$ 645,30), conforme o Quadro 1.
Apenas os municípios de Imperatriz, Balsas, Timon, São José do Ribamar e São Luís foram
considerados com o IVS médio, mas nenhum município foi considerado com o IVS baixo ou
muito baixo, conforme Figura 2.
CONCLUSÃO
Tais afirmações se sustentam a partir dos resultados obtidos no presente artigo, coletados e
analisados através dos aparatos metodológicos e científicos que possibilitou um melhor
direcionamento sobre os resultados que se buscava obter, e que foram apresentados
graficamente e ilustradamente acerca dos dados coletados no município de Grajaú.
Observou-se que os recursos advindos da CFEM não são aplicados de forma adequada,
visando aumentar os indicadores socioeconômicos da população de Grajaú, bem como, não
alteram positivamente o IDHM, pelo contrário, os dados se apresentam abaixo dos índices
regional, estadual e nacional, apresentando também elevados índices de desigualdade e
pobreza no município (SANTOS, 2011).
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ALTVATER, E. (1995). O preço da riqueza: pilhagem ambiental e a nova (des)ordem mundial. Paulo: UNESP.
BRASIL. (2017). Departamento Nacional de Produção Mineral. Anuário Mineral Brasileiro. Brasília.
EGLER, C. (1994). Que fazer com a Geografia Econômica neste final de século? São Paulo, pp. 1-8.
GRA JAÚ. (2013). CÂMARA MUNICIPAL DE GRA JAÚ. Lei nº 242/2013 – Sistema Tributário Municipal e
sobre Normas Gerais e Especiais de Direito Tributário e Ambiental Aplicável.
penhaluciano@hotmail.com
RESUMO
INTRODUÇÃO
A Amazônia Legal Brasileira nos últimos 40 anos, vem se configurando como exportadora de
minerais tanto do ponto de vista nacional, quanto do ponto vista do mercado mundial. Esse
tipo de investimento, por sua vez, fez e faz com que os espaços geográficos passem a ganhar
novas configurações e dinamismos, aumentando o índice de extração, transformação e
circulação das mercadorias. Por mais que as crises cíclicas do capitalismo neoliberal estejam
em alta, desde o ano de 2008, a economia mineral tem tido o seu “boom”, uma vez que o
estado brasileiro tem realizado parte desses ajustes para as benesses de empresários e para
as empresas em detrimento da compensação financeira com benefícios sociais.
Isso pode ser verificado a partir das pesquisas e resultados com relação à extração e
exportação do ferro, a partir da empresa Vale e os resultados sociais drásticos para a
população do município de Parauapebas, localizado no Sudeste do Estado do Pará, onde a
mina de ferro Carajás está localizada, como também nos municípios ao entorno do referido
município, como é discutido por Palheta da Silva (2013).
O município de Grajaú, situado na porção Centro-Sul do Estado do Maranhão (ver Figura 1),
localiza-se na porção Oriental da Amazônia Brasileira e possui uma população
aproximadamente sessenta e nove mil e duzentos e trinta e dois habitantes (69.232 hab.),
conforme os dados demográficos divulgados em 2017 pelo Instituto Brasileiro de Geografia e
Estatística (BGE). Apresenta-se, como um reservatório de gipsita, logo, escolhido pelo
1
governo do Estado do Maranhão como um dos 14 distritos industriais , considerado um polo
gesseiro. O objetivo deste artigo é analisar de que forma a compensação financeira da
1
“Gipsita: Segundo o DNPM (2015), o Maranhão possui um total de 11 minas. É o segundo estado no ranking
brasileiro com maior número de minas, perdendo apenas para Pernambuco, que possui 55 unidades. No estado, a
gipsita encontra-se abundantemente distribuída na região de Grajaú, onde está localizado o Polo Gesseiro, e em
Codó. É usada, principalmente, na fabricação de: cimento, ácido sulfúrico, giz, vidros, esmaltes, molde para
fundição, desidratante, aglutinante, corretivo de solo (fornecedor de cálcio e enxofre), placas, tijolos e rejunte de
gesso utilizados na construção civil, além de outras aplicações, como na metalurgia”. (MARANHÃO, 2017).
Na primeira parte do artigo, faz-se uma revisão da literatura analisando alguns autores da
Geografia Econômica e uma breve literatura sobre a mineração e alguns de seus efeitos
tributários. Na segunda, analisa-se os dados secundários sobre a situação geográfica de
Grajaú. Na terceira e última parte, apresenta-se algumas conclusões sobre a compensação
financeira em Grajaú.
METODOLOGIA
Ainda como metodologia, fez-se um quadro demonstrativo das fábricas que produzem
placas de gesso, a partir dos dados fornecidos pela Secretaria Municipal de Indústria e
Comércio de Grajaú. Dessa forma, todos os dados acima citados foram cruzados para se
chegar à conclusão deste artigo.
De acordo com Claval (2005), a Geografia Econômica teve seu surgimento na Alemanha no
fim do século XIX, mais precisamente nos anos de 1850, com influência de Carl Ritter. Nesse
período, o método utilizado era o descritivo, e seguindo essa metodologia de estudo e
pesquisa, este fez descrições de muitos lugares diferentes. A partir disso, foi possível que se
fizessem análises das diferenciações existentes entre muitos lugares, possibilitando uma
avaliação das diferenciações entre regiões. Dessa forma, foi possível que se fossem também
distinções entre aqueles locais que no início do processo industrial já haviam entrado nesse
meio, aqueles que não tinham aderido à essa lógica de desenvolvimento industrial, bem
como os que ainda estavam caminhando para essa direção.
Claval (2005), no que se refere à questão de crescimento econômico também traz Smith
(1776), o qual havia em sua época destacado que: “(...) as riquezas das nações resultavam da
vontade dos indivíduos, nas iniciativas dos empreendedores e do livre funcionamento dos
mercados “deixa fazer, deixa passar” (CLAVAL, 2005, p. 12). Isto é, esse autor acreditava que a
mobilização dos indivíduos fosse um dos elementos cruciais, bem como a ação dos
empreendedores, e o livre funcionamento do mercado, o que marcaria o conjunto de fatores
que resultaria no crescimento do capital no mundo.
A forma de exploração desses lugares se dava de acordo com as riquezas encontradas, por
isso Andrade (1987) usa o termo colônia de exploração para caracterizar os principais tipos
de relações que se tornaram ainda mais fortes com a criação do Pacto Colonial que tinha por
objetivo justamente fortalecer esse vínculo.
Então, nessa fase, os fluxos de mercadorias eram bem menores e ocorriam de forma menos
intensa, por isso, Claval (2005) defende que o termo globalização não seria o melhor e mais
adequado, uma vez que globalização abrange algo amplo, e a situação da atualidade não se
difere de certa forma das anteriores o que tem de especial seria essa velocidade e os efeitos
causados por esse crescimento comercial e industrial.
Sposito e Santos (2012, p. 18), citando Marx (1989), também mostram que: “a acumulação de
capital consiste num processo de reaplicação contínua de excedente extraído do trabalho no
processo produtivo, com a finalidade última de gerar um excedente maior”. Ou seja, o
sistema capitalista tem por estratégia a aplicação e a reaplicação desse excedente, como
visto anteriormente, objetivando que esse processo possa se dar de forma contínua, por
isso, falamos na questão de criação e recriação desse sistema, o qual ao se expandir
necessita da conquista de novos espaços, das evoluções das técnicas e também da ciência.
Diante disso, o papel da Geografia Econômica no mundo contemporâneo torna-se cada vez
mais difícil. Egler (1994) teria afirmado que esta se encontra em uma encruzilhada devido ao
grau de complexidade em que o mundo chegou a se encontrar com a economia, a qual por
muito tempo esteve afastada da Geografia Econômica. Esse afastamento diz respeito aos
estudos feitos por cada uma, que somente a partir de 1930 de acordo com Claval (2005)
teriam passado a estudar as mesmas questões. Por isso, Claval (2005) afirma que as mesmas
precisam rever seus papeis e perceber a importância de ambas as ciências nesse novo
contexto.
Após apresentar acerca dessas ciências e analisando o que ocorre de fato na sociedade, esse
mesmo autor chegou à conclusão de que: “(...) as relações entre mudanças no padrão
tecnológico e a estrutura espacial constituem tema preferencial da Geografia Econômica
neste final de século” (CLAVAL, 2005, p. 6).
Para tratarmos da questão espacial, continuaremos com Andrade (1987), o que apresenta a
diferenciação existente entre espaço natural e espaço geográfico, pois tratarmos dessa
questão nos possibilitará uma melhor compreensão acerca dos elementos citados.
Segundo esse autor, o espaço natural: “Resulta de um equilíbrio entre a ação dos elementos
naturais – estrutura geológica, relevo, clima e hidrografia, (...), onde se desenvolve o meio
biológico, a vida vegetal e animal”. (ANDRADE, p. 21). Quando se refere ao espaço geográfico,
este é tido enquanto: “(...) um produto da ação do homem. O homem, sendo um animal
social, naturalmente atua em conjunto, em grupo, (...)”. (ANDRADE, 1987, p.25).
Nos trabalhos de Monteiro (2004), foram discutidos acerca de projetos de implantação e das
consequências disso durante momentos diferentes da história. Na Amazônia Legal, mais
precisamente no Estado do Pará, esse autor expõe que a questão da atração de
investimentos para esse setor na região citada, além de enfatizar a participação das
empresas quanto ao pagamento de tributos para os órgãos públicos, bem como a ação
deste último na aplicação dessas verbas em prol do desenvolvimento regional amazônico e
das mudanças no contexto social.
expansível. Esse sistema cria uma força permanentemente revolucionária, que incessante e
constantemente, reforma o mundo em que vivemos”. Essa expansão faz com que ocorra a
conquista de novas áreas, e com naqueles que já foram conquistados ocorrem
transformações.
Raffestin (1993) afirma que a matéria é caracterizada enquanto elementos dado por estar
disponível na natureza, ou seja, a mesma não depende da ação do homem para se
constituir. Pois, assim como ele mesmo cita: “a matéria é um dado puro, na exata medida em
que resulta de forças que agiram ao longo da história da terra sem nenhuma participação ou
intervenção do homem” (RAFFESTIN, p. 223). Compreende-se com isso que o homem, por
sua vez, apenas se beneficia desses elementos na medida em que descobre uma ou várias
utilidades, tomando-a enquanto recurso.
Da mesma forma nos traz Monteiro (2007) acerca desses recursos enquanto não renováveis
e ofertados pela natureza quando cita que:
(...), recursos naturais são as classes de bens não produtíveis pelos seres
humanos. Recursos minerais são todos os elementos da natureza (minerais,
biológicos) para os quais existe utilidade (necessidade real ou artificialmente
criada), conhecimento científico e tecnologia economicamente viável que
justifiquem sua exploração. (MONTEIRO 2007, p. 31)
Com os avanços que se sucedeu, a extração de matéria tornou-se uma atividade cada vez
mais ampla, diante disso, alguns autores afirmam que essa retirada de forma cada vez mais
acelerada poderá ocasionar na extinção futura dos recursos minerais por serem os mesmos
não renováveis, e podendo deixar de estar à disposição da sociedade. (MONTEIRO, 2004;
SILVA, 2000; ALTVATER, 1995).
Monteiro (2004) cita que as renúncias fiscais para esse tipo de empreendimento como forma
de incentivo são estratégias do Estado Nacional e das Unidades Federadas:
(...) – para incentivar a valorização dos recursos minerais na região – findam por
reduzir a incidência de impostos, taxas, contribuições e tributos de outras
ordens ou mesmo por estabelecer preços públicos e compensações financeiras,
limitando assim a capacidade estatal de capturar parte do valor gerado pela
mineração. (MONTEIRO 2004, p. 160).
Essa prática de redução como estratégia para a implantação de projetos desse tipo, não é
algo unicamente existente na Amazônia Brasileira. Otto (2000) apud Monteiro (2004, p. 165),
mostra que “a redução da incidência tributária nos primeiros anos de um empreendimento
mineiro como forma de compensação pela envergadura dos investimentos é uma prática de
alguns países”, e que alguns investidores a vê como uma forma importante e determinante
para a implantação de iniciativas empresariais voltadas para a exploração mineral. Este
disserta também que muitos governos, com esse intuito, procuram criar algum tipo de
incentivo principalmente no que se refere às minas, quando o produto tende a ser destinado
ao mercado externo.
Nos Anuários Mineral Brasileiro de 2004, 2005 e 2006, no que se refere à categoria de uso
lavrável de gipsita no estado do Maranhão, são apresentadas as cidades de Codó, Grajaú e
2
De acordo com o Anuário Mineral Brasileiro (2010): “Reserva Lavrável - É a reserva “in situ” estabelecida no
perímetro da unidade mineira determinado pelos limites da abertura de exaustão (cava ou flanco para céu
aberto e realces ou câmaras para subsolo), excluindo os pilares de segurança e as zonas de distúrbios geo-
mecânicos. Corresponde à reserva técnica e economicamente aproveitável levando-se em consideração a
recuperação da lavra, a relação estéril/minério e a diluição (contaminação do minério pelo estéril), decorrentes
do método de lavra”.
Balsas enquanto produtoras. Sendo Codó considerada a cidade que mais se destacou na
categoria citada, enquanto Grajaú aparece em segundo e Balsas em terceira colocação.
Grajaú, como sendo um abundante polo industrial, possui 4 empresas de concessão de lavra,
uma média de 52 empresas de produção de gesso e 18 calcinadoras, e não demonstra
aparecer na sociedade local tal riqueza mineral.
Analisando Grajaú (2013), a Lei nº 242/2013, denominada “Sistema Tributário Municipal e sobre
Normas Gerais e Especiais de Direito Tributário e Ambiental Aplicável no município de Grajaú”,
contém nove artigos, no entanto, não há nenhum artigo especial para a tributação mineral, há
apenas “Alvará – taxa de fiscalização e funcionamento, conforme o artigo 3º. Sobre a mineração,
o item 15. 1, expõe que: “Empresa vinculada à extração de produtos minerais de, médio porte,
reduz 40%, pequeno porte, 50% e microempresa 60%, com redutor de 50% por filial. Dessa
forma, conforme Monteiro (2004; 2007) e Coelho (2005), que discutem que não existe
tributação sobre a extração e a venda minerais. Isso também se coaduna com o que Santos
(2011), afirma sobre os polos de desenvolvimento económico que não trazem justiças sociais.
Palheta da Silva (2013, p. 292) ao citar Silveira (2001, p. 60), no que se refere às configurações
do território a partir da atuação de determinadas empresas, destaca que: “cada empresa,
cada ramo da produção produz, paralelamente, uma lógica territorial. Esta é visível por meio
do que se pode considerar uma topologia, isto é, a distribuição no território dos pontos de
interesse para a operação dessa empresa”. Cada empresa ao atuar sobre o espaço faz com
que o mesmo venha a ganhar novas formas, são as chamadas configurações, e tais
configurações dependem das lógicas de cada empreendimento, como no caso do município
de Carajás como destaca Palheta da Silva (2013).
Figura 2. Mapa da situação geográfica da distribuição espacial das fábricas de gesso em Grajaú
Fonte: IBGE/IBAMA.
A gipsita produzida nos estados do Ceará, Maranhão e Pernambuco, nos últimos sete anos
(2010 a 2017), renderam uma arrecadação de CFEM de R$ 8.536.717,64. Somente o estado
do Maranhão arrecadou no mesmo período o valor de R$ 1.187.040,57. Desse valor somente
o município de Grajaú arrecadou sozinho em CFEM o valor de R$ 847.100,17,
correspondendo a 42% da arrecadação total do estado, conforme o Gráfico 6.
De acordo com o DNPM, a produção de gipsita vem rendendo aos cofres públicos de Grajaú,
arrecadações significativas em CFEM. Em 2010 a arrecadação foi de R$ 16.104,87, chegando
o ano de 2017 com arrecadação de R$ 170.564,59, conforme Gráfico 7.
De acordo com o IBGE, o PIB per capita municipal durante o período de 2010 a 2014 (último
ano informado), vem apresentando aumento, mas não chegou a dobrar seu valor. Em 2010 o
valor era de R$ 5.067,57, fechando o ano de 2014 a R$ 8.111,75, apresentando maior
aumento entre os anos de 2010-2011 (R$ 955,94), enquanto o menor foi entre os anos de
2012-2013 (R$ 645,30), conforme o Quadro 1.
Apenas os municípios de Imperatriz, Balsas, Timon, São José do Ribamar e São Luís foram
considerados com o IVS médio, mas nenhum município foi considerado com o IVS baixo ou
muito baixo, conforme Figura 2.
CONCLUSÃO
Tais afirmações se sustentam a partir dos resultados obtidos no presente artigo, coletados e
analisados através dos aparatos metodológicos e científicos que possibilitou um melhor
direcionamento sobre os resultados que se buscava obter, e que foram apresentados
graficamente e ilustradamente acerca dos dados coletados no município de Grajaú.
Observou-se que os recursos advindos da CFEM não são aplicados de forma adequada,
visando aumentar os indicadores socioeconômicos da população de Grajaú, bem como, não
alteram positivamente o IDHM, pelo contrário, os dados se apresentam abaixo dos índices
regional, estadual e nacional, apresentando também elevados índices de desigualdade e
pobreza no município (SANTOS, 2011).
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DINÁMICAS DE GOVERNANCE EN EL
COMPLEJO APÍCOLA NACIONAL; EL
DESAFÍO DE LAS ESTRATEGIAS
ASOCIATIVAS
M. E. Estradaa,c, E. Tournb,c,d,e
a
Departamento de Economía, Universidad Nacional del Sur (UNS), Bahía Blanca, Argentina
b
Departamento de Agronomía, Universidad Nacional del Sur (UNS), Bahía Blanca, Argentina
c
Laboratorio de Estudios Apícolas (LabEA), Depto. Agronomía, Universidad Nacional del Sur
(UNS), Bahía Blanca, Argentina
d
Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC)
e
Cooperativa de Trabajo Apícola Pampero Ltda., Bahía Blanca, Argentina
mariaemiliaestrada@gmail.com, eliantourn@gmail.com
Resumen
INTRODUCCIÓN
Desde hace varias décadas, la Argentina es el tercer productor de miel del mundo y el se-
gundo exportador. Se estima que en promedio cerca del 95% de la producción nacional de
1
miel se destina a la exportación, más allá de las variaciones interanuales, donde la miel
exportada a granel asciende a más del 99%.
Si bien, el complejo apícola es poco representativo en términos de PBI dado que explica
cerca del 0.5% de las exportaciones de productos primarios más las de manufacturas de
origen agropecuario, para las economías regionales del centro del país, que producen cer-
ca del 70%, el impacto de la actividad es significativo.
Debe tenerse en cuenta que la actividad también resulta relevante en términos sociales,
productivos y ambientales:
1
El mercado nacional es extremadamente acotado para la miel fraccionada (como para otros productos de la
colmena) dado el escaso hábito alimentario del consumidor nacional sumado a una muy escueta poco eficaz
promoción público y privada a escala nacional.
El complejo ha sufrido importantes cambios positivos en los últimos quince años, traccio-
nados por factores de tipo negativo, particularmente por la crisis por la detección de nitro-
4
furanos en miel nacional exportada. Entre las transformaciones más significativas se lis-
tan: la aplicación de la obligatoriedad en la inscripción de los productores apícolas en el
Registro Nacional Apícola (RENAPA), la inscripción y habilitación de salas de extracción; y, la
elaboración del Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA).
Estas acciones fueron motorizadas por los principales exportadores en interacción con el
Estado y las instituciones público-privadas de apoyo al sector. Dichas medidas tuvieron un
alto acatamiento por parte de los apicultores mejorando sustancialmente la calidad del
producto nacional generando una mayor conciencia respecto de la seguridad alimentaria
de los subproductos de la colmena, pero acentuaron las asimetrías en la información y en
el poder de negociación en detrimento de los productores primarios, reforzando la estra-
tegia de producción indiferenciada en desalentando los procesos de descommotización o de
generación de valor agregado vía diversificación de la producción.
2
Se estima que un tercio de los cultivos para alimento que se consume en el mundo depende de la polinización
por abejas para su producción (Bedascarrasbure y otros, 2012). El United States Department of Agriculture (US-
DA) considera que el aporte de las abejas como polinizadoras es diez veces superior a su producción directa.
3
Existen experiencias pilotos nacionales sobre el empleo de la abeja melífera como bioindicador de la contamina-
ción ambiental (Gorza, 2007; Baldi Coronel y otros, 2014). A diferencia de otros países, como Italia, donde este
tipo de prácticas son promovidas desde lo público, en el ámbito nacional se presentan trabas tanto públicas
como privadas para su implementación a mayor escala.
4
Desde septiembre de 2003 hasta principios de mayo de 2004, el servicio de Sanidad Animal Nacional (SENASA)
recibió desde la Autoridad Sanitaria del Reino Unido cinco alertas sanitarias y otros tantos desde Canadá infor-
en controles de rutina realizados por importadores, de ma-
mando el hallazgo en miel nacional,
yores niveles a los tolerados de metabolitos de nitrofuranos, antibiótico utilizado en el manejo
sanitario de las colmenas potencialmente cancerígeno. Compuesto que tiene “tolerancia
cero”. Sin embargo, el “cero” factible de detectar en la práctica depende del instrumental empleado, re-
gistrándose en dicho momento una discrepancia entre la aparatología disponible en el ámbito nacional y la uti-
lizada por los importadores (Estrada, 2014).
5
En diciembre de 2015 se eliminaron las retenciones a las exportaciones, que eran del 10,5% para miel granel y
del 5% para la fraccionada, sin embargo, esto no parece haberse traducido en un mejor posicionamiento
económico de los productores primarios.
La principal articulación vertical del complejo apícola nacional es acotada y está constitui-
da: Productor Primario (apicultor) – Acopiador – Exportador – Importador. Este canal pro-
ductivo/comercial se encuentra consolidado lo que puede ser explicado por las formas de
mercado establecidas históricamente entre los eslabones y por los diversos mecanismos
de articulación/dominación que tienen lugar entre estos (CFI y otros, 2003; Estrada, 2014).
En términos del número de agentes económicos que compone cada eslabón se puede decir
que estos conforman una forma pirámide, con una base productiva primaria atomizada, y
con un pináculo conformado una centena de empresas exportadoras, donde una decena de
estas firmas concentra aproximadamente el 80% de las transacciones (Estrada, 2014).
El RENAPA registró para el año 2005 a 26.311 apicultores y 3.248.901 colmenas, mien-
tras que para el año 2017, registró 21.394 apicultores que declararon 1.774.223 colmenas,
representando una pérdida del 18,7% de los productores primarios y una reducción del
54.6% en las colmenas declaradas (Datos Agroindustriales / Dataset, 2018).
Los rendimientos por colmena presentan una tendencia decreciente más allá de su variabi-
lidad en función de las características agroecológicas y climatológicas de cada región, el
promedio a nivel país en la última década ronda los 30 kilogramos por colmena y por año
(MAA, 2013), mientras que 5 décadas atrás oscilaba los 80 kg. (Real Ortellado, 2004).
Históricamente, la Provincia de Buenos Aires detentaba cerca del 25% de los productores
nacionales, el 40% de las colmenas y explicaba poco más del 40 % de la producción nacio-
nal, actualmente, según el RENAPA el 33,2% (7.103) de los productores reside en esta pro-
vincia, mientras que se localizan el 33.3% de las colmenas (590.343), mostrando un aumen-
to de la participación de los productores bonaerenses en el total nacional y una disminu-
7
ción de las colmenas declaradas en esta provincia (Dataset, 2018).
6
La información sobre el complejo apícola suele abundar en los momentos de auge de la actividad, mientras que
en los períodos crisis sectorial la información es muy escueta y desactualizada.
7
Esto puede explicado por factores estructurales que se van acentuando tales como las producciones agropecua-
rias más intensivas, la mayor competencia por la localización de colmenas en las provincias tradicionalmente
productoras (como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa) donde las zonas favorecidas para la práctica
comienzan a dar señales de saturación; y, un incremento de la trashumancia, en busca de compensar la dismi-
nución de la productividad en las regiones tradicionalmente productoras. También puede ser un efecto de la
subdeclaración de las colmenas.
Figura 1. Expansión espacial de la actividad apícola, comparación 1985, 1995, 2004 y 2008
Referencias
de 1 a 4
más de 4 col./km2 menos de 1 col./km
2
sin registro de col.
col./km 2
Se estima que a nivel nacional cerca del 90% de los productores son no profesionalizados, es
decir, presentan una combinación de las siguientes características: trabajan con una la escala
8
productiva que se ubica por debajo de la mínima rentable , dedicación a la actividad a tiem-
po parcial, y, un limitado bagaje de conocimientos económico/contable (Estrada, 2015a), lo
que se traduce, entre otros aspectos, en la carencia de manejo empresarial (Goslino, 2017).
8
La escala mínima rentable presenta gran variabilidad a nivel nacional y está en función al rendimiento por col-
mena (el que está en función principalmente de la disponibilidad melífera, de factores y climáticos y ambienta-
les), el precio mundial de la miel, los costos, etc.
Trabajar con una escala productiva no rentable implica que la actividad no es desarrollada
en forma exclusiva, sino que forma parte de un menú de actividades producti-
vas/ocupacionales desplegadas, donde además la apicultura para un porcentaje significati-
vo de productores no es la actividad principal. La complementación de los ingresos familia-
res a través de la apicultura es factible dadas las características productivas: la posibilidad
de iniciar con una muy baja inversión inicial, factibilidad de dedicación part time, en gran
parte por la estacionalidad en la producción, y la posibilidad de involucrar mano de obra
familiar subocupada (Estrada, 2014 y 2015a).
Cabe subrayar que la pluriactividad en el ámbito rural reviste de importancia para los pe-
queños productores no sólo como fuente complementaria de ingresos sino también como
necesaria para el mismo funcionamiento de la actividad principal en el sentido de confor-
mar una cartera de trabajo en la que se reduzcan los riesgos inherentes a la actividad
agropecuaria (factores climáticos, mercados globalizados, agudización de la capitalización
en el sector, estacionalidad, etc.). Además de estas razones de orden económico existen
otros aspectos vinculados con la dinámica familiar y de orden cultural y valorativo, tales
como la estrategia familiar de supervivencia, destinada a mantener explotaciones de baja
rentabilidad en el intento de preservar la tradición agrícola/rural familiar y la necesidad de
generar alternativas laborales/ocupacionales para el grupo familiar (Berger, 2003; Craviotti
9
y otros, 2005; González, Román y Tsakoumagnos, 2006; Murmis y Feldman, 2006) .
Estos aspectos son relevantes para entender la racionalidad técnico-económica de los pro-
ductores pequeños y medianos, no solo vinculada a la producción sino también a la co-
mercialización.
9
Desde el punto de vista del desarrollo regional, la pluriactividad es vista también como uno de los principales
factores que posibilita la permanencia poblacional en espacios rurales en un contexto donde las posibilidades
de inserción en la actividad agraria decrecen (Craviotti y otros, 2005; Murmis y Feldman; 2006).
En este contexto, los apicultores pequeños y medianos que comercializan la miel a granel son
precio aceptantes o tomadores de precios dado los pocos demandantes locales/regionales, su
falta de información/conocimiento sobre el estatus sanitario y los atributos de la miel, una
fuerte injerencia discursiva de los acopiadores (portavoces de los exportadores) y la práctica de
la apicultura como parte de la estrategia de supervivencia y la consecuente falta de capacidad
para especular con el momento de venta de la cosecha (Estrada, 2014; Goslino, 2017).
Una de las razones por las cuales este segmento de productores permanece en la actividad
es porque desconocen los costos precisos de producción, esto se debe, en parte, a la no
utilización de sistemas de registro de costos e ingresos (Goslino, 2017), algo frecuente para
las actividades no principales desarrolladas por los actores pequeños y medianos produc-
10
tores pluriactivos.
Respecto de las firmas exportadoras, si bien existen más de un centenar, las cinco prime-
ras empresas del ranking de exportaciones de miel concentran más del 65% de las mismas.
Estas están localizadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en el Área Metro-
politana de Buenos Aires (AMBA).
Las firmas exportadoras deben cumplir con los requisitos de las “3 C”: i) calidad, acorde con
las exigencias del mercado de destino, ii) cantidad, dados la demanda de grandes volúme-
nes destinados a la industria o a grandes importadores, y, iii) continuidad en el abasteci-
miento, dado que deben cumplir los contratos pactados con las firmas importadoras don-
de las cantidades y los precios son acordados con antelación (Estrada, 2014). Además de
liquidez dado los altos costos operativos vinculados a la exportación y a la logística, y rapi-
11
dez en el acopio y colocación del producto aprovechando de la cosecha en contraestación
12
de los principales países importadores .
10
Muestra de ello es que, en el año 2012, los apicultores pertenecientes a la Cámara de Apicultores Pampero
guiados por los técnicos de la Cooperativa de Trabajo Apícola Pampero, calcularon por primera vez, los costos
del servicio de polinización certificado para el girasol semillero, el que posteriormente fue licitado en forma con-
junta, superando de ésta forma una falencia histórica en la prestación de este servicio.
11
concentran entre los meses de febrero y junio, solapándose
Las exportaciones nacionales se
temporalmente con el período de cosecha.
12
El precio internacional depende, casi con exclusividad, del volumen ofertado de los tres principales países pro-
ductores: los Estados Unidos, China y la Argentina.
En este contexto, los pequeños y medianos productores son funcionales a la señal que les
llega desde “aguas arriba”: producción de grandes volúmenes de miel a granel de calidad
aceptable para los países importadores y a precios competitivos, a cambio de un beneficio
(aunque bajo) en el muy corto plazo, desinhibiendo procesos tendientes a la “des-
commotización” (producción orgánica, certificaciones de calidad, sellos identidad territo-
rial), agregado de valor (fraccionamiento), diversificación productiva (obtención de otros
productos de la colmena) y/o el desarrollo de innovaciones de diversa índole que permitan
densificar/complejizar la trama productiva.
Sin embargo, este tipo de estrategia presenta un conjunto de limitaciones propias amplia-
mente estudiadas, en el ámbito nacional principalmente abordadas las de las instituciones
agrarias (Balestri y otros, 2004; Lattuada y Renold, 2004; Carricat, 2012).
13
Durante la denominada crisis de nitrofuranos lideraron el diseño y la implementación de las medidas de impac-
to en la sanidad apícola, articulando con los organismos del sector público. En este proceso lograron fortalecer-
se, socavando aún más el poder de negociación de los eslabones “aguas abajo” (Estrada, 2014).
14
Gianola (2008) pone en evidencia como la mayoría de las instituciones oferentes de formación apícola considera
sólo suficiente el dictado de cursos básicos introductorios a la actividad. Poniendo en evidencia como este dis-
curso ha penetrado en el sistema educativo.
15
El movimiento cooperativo sectorial surge en 1938 con la constitución de la Sociedad Argentina de Apicultores
(S.A.D.A.), quien desde sus inicios cuenta con socios en todo el país.
prácticamente en todas las zonas productivas, lo que está vinculado al alcance espacial de
los servicios de apoyo que brindan que requieren de cierta proximidad física para ser ofre-
cidos de manera rentable (Travadelo y otros, 2012). Sin embargo, las áreas relativamente
acotadas territorialmente de estas asociaciones locales/regionales traba el crecimiento del
número de asociados y consecuentemente su poder de negociación.
Por otro lado, estas estrategias, presentan una alta tasa de rotación, es decir, un número
significativo de creación, pero también de “mortalidad” de las mismas (Estrada, 2005).
La evolución y la consolidación se ve limitada por diversos factores, entre los que se destaca la
conducta individualista de los actores primarios del complejo, factor detectado en numerosos
trabajos (Gorenstein y otros, 2000; IPAC/UNS, 1997ª, 1997b, 1997c) lo que puede ser explicado
según Estrada (2005) por: i) la falta del afectio societatis (Balestri; 1997), es decir de cultura
cooperativa y de conciencia de la necesidad mutua, cooperativa-socio, que se denota en la
baja participación en las Asambleas Generales y Extraordinarias, en el incumplimiento de con-
tratos y en la existencia de prácticas desleales por parte de los asociados (por ejemplo, la co-
mercializaban su producción por fuera de la organización asociativa); ii) la dificultad para ob-
tener consensos, debido a la heterogeneidad dentro de los asociados, dado que conviven en
la organización apicultores con capacidades productivas, de formación, vínculos productivos y
comerciales, estrategias productivas (de subsistencia o de crecimiento) muy distintas, por lo
cual resulta muy difícil que los objetivos propuestos sean compartidos por todos, y, iii) cierta
resistencia del productor a ceder su “soberanía” a las decisiones colegiadas (Estrada, 2005).
Cabe destacarse que, la mayoría de los apicultores se acercaron a las organizaciones aso-
ciativas, durante varios períodos en la historia argentina, traccionados por aspectos negati-
vos tal como la necesidad de subsistencia.
Durante la década del ‘80 los emprendimientos asociativos que se gestaron estuvieron
vinculados a una problemática común: la merma en la producción a causa de problemas
sanitarios (Real Ortellado, 2004). Donde según el Instituto Nacional de Asociativismo y Eco-
nomía Social (INAES), organismo descentralizado en la órbita del Ministerio de Desarrollo
Social sólo una minoría se encontraba registrada formalmente.
Durante la década del ‘90 y hasta la devaluación de la moneda nacional en el año 2002, se
concentra la mayor tasa de emprendimientos asociativos formalizados concebidos como
una alternativa para el productor primario dada la necesidad de subsistencia en la activi-
dad, tanto por el contexto macroeconómico interno como por la poca competitividad del
sector en el ámbito internacional, básicamente por la apreciación del tipo de cambio na-
cional en este período (Estrada, 2014). Persistiendo siempre el objetivo institucional de
prestar servicios básicos al apicultor: proveer el servicio de extracción de miel, adquisición
de insumos de forma grupal y de comercialización conjunta.
Recientemente, con la conformación del Consejo Federal de SADA, integrado por numerosas
16
entidades apícolas de 10 provincias Argentinas , se está trabajando sobre la concientización
de la principal problemática actual identificada en el sector: el modelo agroalimentario na-
cional, con grandes superficies de monocultivos y prácticas agrícolas basadas en organismos
transgénicos y agrotóxicos que afecta de manera drástica a las abejas y a la flora apícola.
Otros objetivos son el aumento de valor agregado en los productos de la colmena y el desa-
rrollo de formas alternativas de comercialización a través de las entidades apícolas.
La siguiente tabla presenta las estrategias asociativas apícolas más destacadas en el ámbi-
to nacional.
16
Las instituciones integrantes del Consejo Federal son: Cooperativa de Productores Apícolas PI – HUE (Pigüe-Bs.As.),
Asociación de Productores Apícolas del Norte de La Pampa (Gral. Pico-La Pampa), Cooperativa Apipatagonia (Gral. Pi-
co-La Pampa), Cooperativa de Apicultores Unidos de Arrecifes (Bs.As.), Asociación Apícola Misionera de 25 de Mayo
(Misiones), Asociación Agraria y Apícola de Comahue (Senillosa-Neuquén), Asociación de Productores Apícolas del
Norte Santafecino (Dpto. de San Cristóbal – Santa Fe), Consorcio Apícola del Chaco (Chaco), Cooperativa de Provisión
Apícola COSAR Ltda. (Santa Fe), Cámara de Apicultores de Tres Arroyos (Bs.As.), Asociación Civil Apícola Forestal de Mi-
siones (Montecarlo – Misiones), Cámara de Apicultores Pampero (Sudoeste – Bs.As.), Cooperativa de Trabajo Apícola
Pampero Ltda. (Sudoeste – Bs.As.), Asociación de Apicultores de Franck (Santa Fe), Cooperativa La Agroapícola (Pilar –
Bs.As.), Federación de Cooperativas Apícolas Entrerrianas (Entre Ríos), COOPSOL (Santiago del Estero).
El objetivo fundacional fue proveer de herramientas a los apicultores para aminorar su vul-
nerabilidad productiva y económica en aumento, producto de la combinación de prolonga-
das sequías en la región y la disminución en la diversidad florística, lo que agudizó los ya fre-
cuentes problemas sanitarios; lo que se tradujo en la disminución de la productividad de las
colmenas, la merma en la rentabilidad y la expulsión de productores de la actividad o una
práctica de la apicultura bajo la modalidad de supervivencia prolongada en el tiempo.
Para ello se pergeñaron diversas acciones en pos de lograr los recursos económicos como
para ayudar significativamente a los apicultores como para sostener el vínculo técnico ren-
tado. Generando así efectos positivos tanto para los productores como para los técnicos,
dada la estabilidad laboral, además del aseguramiento de los recursos humanos para dar
cumplimiento al plan delineado.
El objetivo más ambicioso propuesto fue el desarrollo de un acaecida orgánico para com-
batir la varroasis, producto superador en términos productivos y en costos a los sustitutos
nacionales e internacionales, que en el mediano plazo pudiese solucionar el problema sa-
nitario más importante para los productores nacionales y generar los ingresos necesarios
para solventar los gastos de funcionamiento de las dos estrategias asociativas.
Como se puede observar en la siguiente tabla, los productos CAP presentan una capacidad
productiva subutilizada, como consecuencia del muy reciente desarrollo y los plazos pro-
pios de los trámites requeridos para las habilitaciones para exportar. Se espera que en el
mediano plazo se incremente drásticamente la comercialización de sus productos, princi-
palmente de Aluen CAP. La siguiente tabla muestra en detalle los productos y el tipo de
presentación para cada tipo de producto.
Cabe destacar, que sin lugar a dudas el involucramiento de los productores primarios y el
afianzamiento de vínculo se centra más que en aspectos idiosincráticos o identitarios (si
bien están presentes) en el cumplimiento de los objetivos ambiciosos iniciales planteados
respecto de las mejoras en la productividad, en la sanidad, en la nutrición y en las nuevas
formas de comercialización que afectan positivamente a todos los productores más allá de
su escala productiva. El cumplimiento de estas metas traccionó un círculo virtuoso de con-
fianza y cooperación en un contexto de acelerado desarrollo productivo y organizativo.
En cuanto a las limitantes actuales, las principales son exógenas a la organización y están
vinculadas a viabilidad de la apicultura en el largo plazo dado principalmente el modelo del
sistema productivo agrícola y su impacto en la flora melífera y al deterioro medioambien-
tal, y a las presiones/obstáculos que provienen del esquema dominante de producción y
comercialización que atraviesa a los productores primarios y también a una gran parte de
las instituciones de apoyo.
Fuente: elaboración propia en base a datos suministrados por la Cooperativa de Trabajo Apícola Pampero
Limitada
El análisis del complejo productivo en sentido amplio revela las distintas formas que asu-
men la creación, el traslado y la apropiación del excedente generado en el circuito produc-
tivo/comercial. Este estudio también vislumbra las limitaciones de las estrategias asociati-
vas en el eslabón primario como herramienta para desafiar las restricciones productivas y
comerciales de los productores primarios, a lo que se le añaden las dificultades propias de
estas organizaciones de la ESS.
Por otro lado, el estudio de las limitaciones asociativas y la experiencia la Cámara de Api-
cultores Pampero (CAP), sirvió de base para la elaboración de una encuesta a las organiza-
ciones miembros del Consejo Federal de SADA con el objeto de conocer diversos aspectos
que hacen al desempeño económico y al social: razones que le dieron origen, hitos en la
historia de la cooperativa, perfil del cuerpo directivo y de los asociados, alcance espacial,
articulaciones externas de la cooperativa, organización interna, principales dificultades,
principales logros, entre otros aspectos.
En los próximos trabajos se busca dar respuesta a los siguientes interrogantes: ¿Qué menú
de acciones implementan actualmente las estrategias asociativas para mejorar el posicio-
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HIDROCARBUROS NO
CONVENCIONALES EN LA CUENCA
NEUQUINA. LUCES Y SOMBRAS EN LA
SEGUNDA DÉCADA DEL SIGLO XXI
S. G. Landriscini
Instituto Patagónico de Estudios en Humanidades y Ciencias Sociales (IPEHCS UNCO-
CONICET) y Departamento de Economía FAEA-UNCo,. Neuquén, Argentina
0glandriscini@gmail.com
Resumen
El presente trabajo constituye un avance de una línea de investigación en curso sobre los
complejos productivos y la economía urbana en la Norpatagonia que se lleva adelante en
el Departamento de Economía de la Universidad Nacional del Comahue. Aborda entre
otras temáticas cuestiones de la dinámica económica en la Cuenca Hidrocarburífera Neu-
quina, centrada en el aprovechamiento de los combustibles fósiles y el uso del agua. Refie-
re centralmente a los cambios que se vienen operando en el territorio a partir de la explo-
ración y explotación en pilotos y desarrollos de los reservorios no convencionales de
hidrocarburos, que tienen como protagonistas a YPF S. A. y a un creciente número de ope-
radoras extranjeras, e involucran a consorcios trasnacionales financieros y productivos, y
una cadena de prestaciones de servicios en la que se insertan contratistas nacionales.
INTRODUCCIÓN
A partir de ello, por el Decreto 660/12 el Estado nacional declaró “de Interés Público Nacio-
nal y sujeto a expropiación el 51% del patrimonio de YPF S.A. y de Repsol YPF Gas S. A, y el
logro del autoabastecimiento de hidrocarburos” (Sabbatella & Burgos, 2017; Kozulj, 2016;
Landriscini & Robles, 2016; CEPAL, 2015), lo que fue refrendado por la Ley 26741. Comenzó
entonces la recuperación de la exploración y producción y el diseño y ejecución de un Plan
para el desarrollo técnico e industrial centrado en el fortalecimiento de proveedores nacio-
nales de insumos, servicios y componentes, la participación de centros de investigación
locales, y la puesta en marcha de estudios y proyectos para el desarrollo de reservorios no
convencionales, la recuperación de campos maduros y el avance exploratorio en áreas
offshore del sur del país. En reservorios no convencionales involucró fundamentalmente a
la formación geológica Vaca Muerta, y, progresivamente a otras, localizadas a distintas pro-
fundidades en la Cuenca Neuquina. (Aggio et al, 2017; Kozulj, 2016; Landriscini & Carigna-
no, 2015; Riavitz, et al, 2015; Disbroiavacca, 2013)
Es así que los vaivenes de los modelos económicos e institucionales en la Argentina, convir-
tieron a los hidrocarburos en un recurso que en unas etapas devino en estratégico, y en
otras fue concebido como commodity (Schorr, et al, 2015; Mansilla, 2013), quedando su
evolución al arbitrio de los mercados internacionales, de las decisiones de las corporacio-
nes transnacionales del sector y de los vaivenes en los precios que introduce la especula-
ción en los mercados a futuro. (Manzanelli, 2016, Soto, 2014; Barrera, 2013). Ello vuelve a
signar el actual ciclo energético en la Argentina a partir del régimen económico vigente
centrado en la liberalización financiera, la apertura comercial y la desregulación de merca-
dos, junto al subsidio a la extracción de nuevo gas en precios que duplican los internacio-
nales del fluido y la convergencia del precio interno del crudo con el internacional.
Según los tiempos, los precios y las políticas macro y sectoriales, la actividad en el upstream
forjó núcleos extractivos con mayor o menor grado integración a sus entornos territoriales,
generó ganancias a las compañías y regalías a la provincias, y dio vida en la Norpatagonia a
una economía de fuerte especialización en petróleo y gas. Ella involucra millares de empleos
directos en campo y en funciones de gestión, sumados a los indirectos e inducidos; a la refi-
nación parcial en origen y a la emergencia de proveedores pequeños y medianos de bienes y
servicios de distinta escala, trayectoria e intensidad tecnológica. En los ciclos de baja de pre-
cios, y a partir de la privatización de YPF, se modificó la estructura del eslabón de pequeños y
medianos proveedores, y el retroceso de la exploración con importante caída de reservas
significó un fuerte ajuste del segmento de las firmas de mayor grado de especialización. De
este modo, en un marco internacional de especulación en los mercados de commodities, de
hegemonía de las corporaciones trasnacionales y en una economía caracterizada por la ele-
vada especialización primaria, se va imponiendo -como en otras cuencas y latitudes del con-
tinente- el modelo neo extractivista de uso de los recursos no renovables y la gobernanza
asociada a él. (Altomonte & Sánchez, 2016; Landriscini, 2015; Girón, 2014; Soto, 2014) A partir
de ello, desde mediados de los años 90 se multiplicaron en la región Patagónica los conflictos
económicos, sociales, ambientales e institucionales por el modo de uso de los recursos, la
falta de exploración e industrialización local, y la asimetría de relaciones entre las empresas
núcleo de las tramas y las contratistas de servicios. En ese marco, los movimientos sociales,
sindicatos y agrupaciones políticas pasaron a ser los nuevos protagonistas de la resistencia
en calles y rutas, dando vida a múltiples tensiones y negociaciones en defensa de los recur-
sos, la producción, el empleo y los territorios. Al presente se suman a ellos las representacio-
nes de los pueblos originarios que defienden sus tierras y su estilo de vida, frente al avance
de la actividad extractiva no convencional.
En ese marco, las compañías presentan y ejecutan nuevos proyectos piloto, y relanzan
otros, promoviendo cambios organizacionales y laborales y la construcción de infraestruc-
tura, que intensifican el ritmo de la actividad hidrocarburífera regional. El nuevo escenario
promueve la apertura y expansión de los negocios de las operadoras extranjeras y de los
consorcios trasnacionalizados; y se expanden las actividades de las grandes prestadoras
internacionales de servicios especiales al petróleo y el gas, atraídas por Vaca Muerta, se-
gundo yacimiento no convencional más importante del mundo en gas, y cuarto en petró-
leo. (Landriscini & Carignano, 2015; Disbroiavacca, 2013) Las previsiones en el nuevo esce-
nario movilizan la importación de equipos, insumos y tecnología en la frontera internacio-
nal, el desembarco de proveedores y consultores internacionales y el desarrollo de redes
de proveedores que integran la cadena de valor y de firmas locales de servicios.
En la Cuenca Neuquina, la ocupación del espacio a partir de los proyectos extractivos ac-
tuales y futuros, provoca impactos territoriales múltiples: entre otros, los asociados al mo-
vimiento por transporte, el asentamiento de nueva población en los centros urbanos
próximos a los yacimientos, el déficit de infraestructura económica y social, y la puja por la
posesión de la tierra y el uso en actividades alternativas. (Landriscini, Preiss & Avella, 2017)
Ella involucra a las operadoras y las prestadoras de servicios especiales que despliegan sus
programas de perforación, construcción de instalaciones y extracción de petróleo y gas
acorde a los sistemas técnicos predefinidos; afecta a los pueblos originarios en sus modos
de vida asociados al uso comunitario de los recursos naturales, y a los pobladores y pro-
ductores locales ligados a emprendimientos agrícolas bajo riego y agroindustriales en es-
quemas de propiedad privada. Esa conjunción de intereses, estrategias y comportamientos
disímiles genera múltiples tensiones locales y regionales (Noya, Díaz & Schroeder, 2017). Al
mismo tiempo, la explotación tipo factoría demanda la construcción de nuevas platafor-
mas logísticas y de servicios, de plantas de almacenaje y gasoductos, e impone modifica-
ciones en los procesos de perforación orientadas a elevar la productividad y responder a la
complejidad organizativa y de coordinación en el upstream. Ello genera incertidumbre res-
pecto a los impactos ambientales. (Landriscini, 2017)
En ese esquema, las operadoras y empresas de servicios especiales forzaron con acuerdo
oficial la reorganización del trabajo, la revisión de los convenios colectivos sectoriales y el
establecimiento de un régimen particular aplicable en dichos yacimientos. Después de
conflictivas negociaciones desarrolladas a lo largo de 2016 en el marco del Procedimiento
Preventivo de Crisis, se formalizaron en enero de 2017 nuevas cláusulas en los Convenios
Colectivos oficializadas como “Adenda” para el “Acuerdo de productividad sectorial”. Ella
opera como mecanismo de flexibilización y ajuste laboral e implicó una reducción de un
número cercano a 1.800 puestos de trabajo en el upstream, y la reducción de empleos en
rubros asociados en forma directa e indirecta, afectando la economía regional. Al presente,
los atractivos precios internos dispuestos para el gas en boca de pozo (PIST) de nuevos
proyectos, el aumento de los precios del petróleo crudo a nivel internacional, la liberación
de las operaciones de exportación y de la disponibilidad de divisas, junto con las políticas
provinciales de estímulo a las inversiones privadas, la construcción de infraestructura, y las
nuevas condiciones de trabajo y remuneración, proyectan un relanzamiento de la actividad.
del comercio y una mayor complejidad de los servicios sociales y personales y de las fun-
ciones administrativas, que acompaña el crecimiento demográfico en la zona. Se combinan
las economías de aglomeración y urbanización. En paralelo, emergen y se reproducen
múltiples conflictos ambientales, institucionales y sociales que el proceso de cambio pro-
ductivo y organizativo trae consigo.
El sector neuquino cuenta con los mayores recursos y reservas no probadas técnicamente
recuperables de hidrocarburos de reservorios no convencionales, conocidos como esquis-
tos, los que se obtienen fracturando la roca madre a grandes profundidades. Estos recur-
sos son clasificados en shale oil y shale gas, con origen en arcillas compactas, y tight gas, con
origen en arenas compactas. (Disbroiavacca, 2015, 2013) Corresponden a reservorios que
se localizan en: 1) la formación geológica Vaca Muerta de 30.000 km2 de superficie y locali-
zada a una profundidad de 3.800 mt con gran potencialidad en petróleo y gas; 2) la forma-
ción Los Molles, con una superficie de 15.913 km2, destacada en materia de gas; y 3) y en
el sector norte, la formación Agrio, que abarca un área de 1.000 km2.
Argentina cuenta con recursos por 23 billones de metros cúbicos de gas shale y 27 mil mi-
llones de barriles de petróleo shale no convencional “técnicamente recuperables”, según
datos a 2013 de la Agencia de Información Energética de los Estados Unidos. Sólo China
posee mayores recursos de este gas, mientras que Estados Unidos, Rusia y China superan
al país en el ranking de shale oil. Vaca Muerta es la más importante de las formaciones ge-
ológicas en Argentina, con casi 9 billones de metros cúbicos de shale gas (40% del total) y
16 mil millones de barriles de shale oil (60%). (Disbroiavacca, 2015)
Desde la privatización, los contratos con las unidades externalizadas adoptaron progresi-
vamente una lógica mercantil, y en el marco de la competencia sectorial y el cambio técni-
co una amplia mayoría vieron truncas sus posibilidades de convertirse en proveedores
estables de la compañía, reproduciendo en muchos casos el círculo vicioso del retroceso
tecnológico asociado a la obsolescencia del equipamiento y la limitada capacidad de ges-
tión de sus miembros. El descalce entre los desembolsos y los cobros por los contratos de
servicios, la inflación, y las restricciones propias del sistema bancario, agravadas por la re-
ducción de la exploración y la producción desde los años 2000, y a posteriori por la crisis
económico financiera de 2008, afectaron a un alto porcentaje de las proveedoras locales
conformadas por Ex empleados de YPF dejándolas fuera del mercado y debilitando o des-
truyendo sus capacidades operativas y relacionales. (Landriscini, 2015) Los altos precios del
crudo posteriores al 2008 favorecieron la recuperación de unas firmas proveedoras, y la
emergencia de otras en un marco de políticas activas del Estado, más allá de las limitacio-
nes impuestas por la estrategia rentística de la operadora.
En gas, la fijación de un precio de U$S 7,50 por millón de BTU en boca de pozo para el flui-
do extraído de nuevos proyectos a partir del 1 de enero de 2018 (Resolución E46/2017), la
eliminación de subsidios al consumo con el consecuente aumento de las tarifas para uso
industrial y residencial, y la reestructuración y ajuste de personal del sector producto del
“Acuerdo de Productividad Sectorial” para el trabajo en hidrocarburos de reservorios no
convencionales, sellado en enero de 2017, marcan un nuevo escenario. En respuesta a ello,
un creciente número de compañías anuncian inversiones y presentan y concretan nuevos
proyectos de exploración y extracción de shale gas y tight gas a fin de beneficiarse con el
precio dispuesto que alcanza al doble del vigente en el mercado internacional. YPF, Tecpe-
trol (del grupo Techint), Total, y Pluspetrol, son algunas de las beneficiadas con los precios
dispuestos para el período 2018-2021, y que establecen valores decrecientes año a año
para el nuevo gas a extraer. Once proyectos fueron aprobados por la Secretaría de Energía.
Otros se encuentran a la espera de su aprobación. La nueva etapa del gas, y el aumento del
precio internacional del crudo (hoy en valores cercanos a los 80 U$S), plantean múltiples
interrogantes acerca de la reconfiguración de la Cuenca Neuquina. Los mismos refieren al
modo de desarrollo regional en el marco de las políticas macro y sectoriales y el cambio
técnico y laboral; las relaciones entre agentes de la cadena; las posibilidades y restricciones
en la generación y acumulación de capacidades tecnológicas, relacionales, financieras y
productivas por parte de las subcontratistas locales; la dinámica del sistema institucional y
de innovación en la Cuenca; el modo de apropiación de la renta generada y el impacto en
otras actividades, y en la organización del sistema urbano.
DISCUSIÓN
A partir del régimen político de facto de 1976, que configuró un “nuevo poder económico”
en la Argentina, (Aspiazu et al, 2004), y de la desindustrialización y cambio estructural con
eje en la pérdida de valor agregado y en la primarización de las exportaciones (Mansilla,
2013; 2007) avanzarían los contratos para operaciones en el upstream entre YPF y firmas
nacionales y extranjeras (Barrera, 2013), que impulsarían el desarrollo del gas convencional
en Loma la Lata, cerca de Neuquén capital, y el de los pozos petroleros en Puesto Hernán-
dez en el extremo norte de la Cuenca Neuquina. En los años 80, la política económica y
energética impulsó la progresiva multiplicación de contratos y privatización del sector y el
fomento de las exportaciones de hidrocarburos. Y en los años 90, en el marco de la apertu-
ra y liberalización de la economía y de los ajustes estructurales del Estado, se abandonó la
consideración de los hidrocarburos como recurso estratégico y se impuso la plena desregu-
lación sectorial (Decreto 1212/89). A ello se sumó la desintegración vertical y privatización
de YPF a manos de Repsol, que implicó el abandono de los proyectos de transformación de
los hidrocarburos en origen. El resultado fue la caída de las reservas y de la producción de
petróleo y gas desde 1998 y 2004, respectivamente, la que no se revirtió a pesar de las polí-
ticas de promoción a la exploración y extracción dispuestas en el resto de la década del
2000. (Landriscini, 2015; Kozulj & Lugones, 2007)
A partir de 2016, en concordancia con el nuevo régimen económico y político nacional, las
operadoras impusieron con acuerdo oficial la reorganización del trabajo orientada al au-
mento de productividad, la revisión de los convenios colectivos sectoriales y el estableci-
miento de un régimen laboral particular aplicable a dichos yacimientos. En un escenario de
crecimiento de la inflación y del desempleo, y después de conflictivas negociaciones des-
arrolladas a lo largo del año, en el marco del Procedimiento Preventivo de Crisis homolo-
gado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, se formalizaron tales cambios en los conve-
nios colectivos en enero de 2017 que instalaron la flexibilidad laboral y el ajuste de costos
en las operaciones no convencionales. La Adenda se convirtió en un mecanismo de rees-
tructuración sectorial y de reducción laboral y salarial en las operaciones no convenciona-
les en procura de lograr la convergencia del costo de las perforaciones y logística en los
yacimientos locales con los de las cuencas de los Estados Unidos. Su aplicación implicó una
reducción inicial de un número cercano a 1.800 puestos de trabajo registrados en el ups-
tream. Junto a la vigencia de dinámicas de mejora continua y justo a tiempo en las opera-
ciones en los reservorios no convencionales, impuso la modificación de la integración de
los planteles de trabajadores por actividad, introdujo cambios en la duración de la jornada
de trabajo, estableció el criterio de polivalencia del personal y la rotación funcional, habilitó
el trabajo nocturno, eliminó las horas taxis y redujo las horas extras, reconoció la diferen-
ciación de condiciones laborales y de remuneración entre el personal de funciones centra-
les y periféricas internas y externas, e impuso el no pago de las horas no trabajadas efecti-
vamente. En simultáneo reconoce la necesidad de la calificación del personal en las nuevas
tecnologías, y a partir de ello incorpora el mecanismo de la capacitación orientado al mejo-
ramiento de la productividad. En el marco del ajuste en los empleos directos en las opera-
doras y empresas de servicios especiales, trajo consigo la reducción de puestos en rubros
asociados a las actividades de servicio prestadas por las subcontratistas, y las correspon-
dientes a otros agrupamientos gremiales (construcción, transporte, metalúrgicos, eléctri-
cos, principalmente) y generó cambios en las relaciones contractuales. (Sindicato de Petro-
leros Jerárquicos, y de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, 20 de octu-
bre de 2017). Se impuso en la nueva situación la alternativa del empleo por tiempo deter-
minado asociado a la duración de los proyectos y operaciones. A partir de ello, las condi-
ciones de flexibilidad externa e interna se extienden en la Cuenca dando lugar a la reconfi-
guración de las relaciones salariales siguiendo los modelos de las compañías extranjeras,
en particular de las norteamericanas con trayectoria en los proyectos no convencionales.
Así, las condiciones laborales impuestas por las operadoras marcan el debilitamiento en la
capacidad de negociación de los trabajadores locales en el nuevo escenario, expresión de
la dinámica que despliega el capital a nivel global y nacional y que condiciona el modo de-
sarrollo a distintas escalas.
Como parte del nuevo ciclo de los hidrocarburos no convencionales, desde 2017 la rees-
tructuración sectorial puesta en marcha, los atractivos precios internos dispuestos para el
gas en boca de pozo de nuevos proyectos a partir de 2018, y la liberación de las exporta-
ciones y de la disponibilidad de divisas, junto a la exención impositiva a los Proyectos Públi-
co Privados para financiar la construcción de las obras de infraestructura, configuran un
En ese marco, y como parte de las inversiones de expansión de la frontera extractiva, Tec-
petrol concretó la construcción de una planta de tratamiento de gas de gran capacidad,
construida como parte del proyecto Fortín de Piedra encarado en Vaca Muerta. El proyecto
significa a partir de 2018 un aumento del 20% de la producción de gas en la Cuenca Neu-
quina. Ello lo convierte en un hito extractivo en los desarrollos hidrocarburíferos en la Nor-
patagonia, con perspectivas de abastecimiento al mercado interno y la comercialización
externa. Por su envergadura implicó la contratación de 2.500 trabajadores de la construc-
ción por un período de nueve meses. Asociado con ello, y como parte de la infraestructura
de transporte de la producción no convencional, el consorcio Transportadora Gas del Sur
proyecta la construcción de un gasoducto de captación que ha de derivar la producción de
varias operadoras en la Cuenca hasta los puntos de entrada a los sistemas troncales de
transporte de gas con un recorrido de 92 km. Ello significa una inversión de U$S 800 millo-
nes a desarrollar en un plazo de 22 meses, y 1.200 puestos de trabajo temporarios, pu-
diendo transportar en la primera etapa unos 37 millones de m3 diarios de gas y en una
siguiente los 50 millones de m3 diarios. La inversión se apoya en la desregulación de los
contratos para el transporte de gas establecida por la Resolución 589/17 del Ministerio de
Energía que permite que la propietaria del gasoducto comercialice un porcentaje de la ca-
pacidad del tendido con una empresa productora, pactando un precio libre acordado entre
las partes. El funcionamiento del gasoducto implicará el pago de un canon y de los corres-
pondientes impuestos provinciales por parte de las operadoras, acorde al volumen de gas
transportado a favor de la provincia de Neuquén.
clase mundial. (Katz, 2016) Otros autores, sostienen la existencia de una visible desarticula-
ción entre la macro, la meso y la microeconomía a partir de factores institucionales. (Erbes &
Suárez Comps., 2016; Suárez y Erbes, 2014; Suárez et al, 2013)
Se abre así una etapa de necesaria profundización del estudio de las dinámicas territoriales y
tecnológicas de los complejos productivos basados en recursos naturales y sus vínculos con
los procesos y modos de desarrollo a nivel macro. Esta mirada debe proceder a un análisis
crítico de los resultados alcanzados, en base a la superación de ciertas ideas teóricas que
impulsaron políticas y estrategias en base a la extrapolación lineal de experiencias verificadas
en otros contextos socio-económicos (clusters, desarrollo endógeno, cadenas de valor), los
que lejos estuvieron de alcanzar en América Latina los resultados esperados. (Fernández y
Trevignani, 2015; Fernández y Comba, 2017) Agregado a ello, y desde una perspectiva de
análisis multidimensional que concibe al territorio como una unidad compleja; Campolina
Diniz & Crocco (2006) aseveran que la simple identificación del término región presupone el
reconocimiento del desarrollo desigual en el territorio, el cual deviene de razones históricas,
naturales, culturales, político-institucionales, económicas etc. (Campolina Diniz & Crocco,
2006). En esa línea, siguiendo a David, la combinación de la dimensión histórica proveniente
de la utilización del concepto de path dependence debería unirse a las especificidades locales,
dando lugar a una teoría place dependent de la trayectoria de una ciudad o región (David,
2006; Boschma, 2005), debiendo incorporarse además la consideración de las escalas, acorde
a los significativos aportes de investigadores latinoamericanos como Fernández y Brandao a
la teoría del desarrollo y acerca del papel de los recursos naturales en la última década
(Fernández, et al, 2008, Fernández & Brandao, 2010, 2007).
Otro de los aspectos centrales del análisis vinculados al desenvolvimiento de los complejos
productivos norpatagónicos con base en los recursos naturales, es la vinculación entre los
cambios acaecidos a partir de la globalización y el desarrollo territorial: por caso, la crecien-
te diferenciación en la trayectoria de las regiones económicas, y el rol que adquieren las
ciudades en el nuevo ciclo de desarrollo de los hidrocarburos. Ello por cuanto en el nuevo
contexto económico mundial, el desempeño de una ciudad intermedia está estrechamente
vinculado con su rol en la integración de flujos (personas, empresas, mercancías, etc.) de
diferentes escalas espaciales. (Landriscini, 2015; Gorenstein et al 2012). Una de las impli-
cancias del nuevo ciclo de los hidrocarburos en la Cuenca Neuquina es el impacto que ello
ejerce sobre el sistema urbano regional, cuestión no menor a tener en cuenta en los estu-
dios sobre el desarrollo, en tanto se reconfigura el grado de centralidad que ejercen las
ciudades y sus funciones. Es evidente la presión que el crecimiento demográfico producto
de las novedades en la Cuenca hidrocarburífera genera sobre las tierras del sector rural, a
partir de las sub urbanizaciones y contra urbanizaciones y la producción del hábitat, impul-
sando cambios en la provisión de servicios y en la circulación urbana e interurbana, a lo
que se agregan los desplazamientos cotidianos de población (Landriscini, 2015), y la diver-
sidad de conflictos asociados al uso de la tierra y el agua, y la urbanización en áreas próxi-
mas a los reservorios (Noya, et al, 2017).
Así, retomando la cuestión territorial y el impacto de los cambios en los complejos produc-
tivos con base en la explotación de los recursos naturales en la Norpatagonia sobre las
ciudades, cabe preguntarse entre otros interrogantes: ¿qué tipos de servicios y recursos
humanos calificados se demandan en el territorio norpatagónico y en las ciudades del sis-
tema urbano regional? ¿En qué medida esta demanda explica la composición de esta dota-
ción urbana (recursos calificados, infraestructuras especializadas, servicios avanzados)? ¿Es
posible pensar en procesos económicos e institucionales autónomos, derivados de los
nuevos tipos de intermediación urbano-territorial que motorizan otros flujos y modalida-
des de utilización de las dotaciones urbanas?
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CEPAL.
INFRAESTRUCTURA REGIONAL Y
DISPUTAS ESPACIALES. ESTUDIO DE LAS
TRANSFORMACIONES LOGÍSTICAS EN
EL PARANÁ MEDIO
Á. Álvarez
Instituto de Geografía Historia y Ciencias Sociales. Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
Facultad de Ciencias Humanas.
alvaroa22@yahoo.com.ar
Resumen
En el año 2000 la IIRSA fue anunciada en la Primera Cumbre de Presidentes de América del
Sur, a propuesta de Brasil, como un ambicioso plan de infraestructura a 20 años y a partir
del asesoramiento técnico del BID, la CAF y el FONPLATA. Con casi 600 mega – proyectos y
una inversión estimada en 190.000.000.000 de dólares la iniciativa avanza hoy en la recon-
figuración geoeconómica del territorio regional en 9 ejes denominados “ejes de integración
y desarrollo”.
La Hidrovía Paraguay Paraná es uno de esos ejes que en la actualidad adquiere una impor-
tancia estratégica como articulador de los corredores que atraviesan el continente de
Atlántico al Pacifico buscando la edificación de salidas bioceánicas para las exportaciones
regionales. El Paraná medio es relevante en este contexto dado que en esa porción de la
Hidrovía se emplazan los principales puertos de la región con un gran desarrollo desde la
reprimarización de la economía de la región y el avance de la frontera agroindustrial.
INTRODUCCIÓN
En la expansión del capitalismo a escala planetaria el capital ha ido degradando sus pro-
pias condiciones de reproducción, su vorágine mercantilizadora asume una lógica de expo-
lio y va profundizando y acelerando el proceso de apropiación de la naturaleza y el trabajo
con un fuerte componente destructivo. James O’ Connor (2001) ha llamado a esto como “la
segunda contradicción del capitalismo” que en su fase neoliberal agrega a la contradicción
capital-trabajo la del capital – naturaleza, agotando sus bases materiales y produciendo
una crisis ambiental de dimensiones globales.
Esta expansión del capital sobre aquellos territorios factibles de mercantilización se ex-
presa en América Latina en una reprimarización extractiva. En un nuevo ciclo extractivo
donde al tradicional rol de la región en la economía internacional como abastecedora de
materias primas se le suma una pretensión mercantilizadora sobre bienes naturales que
hasta el momento se mantenían inexplorados o al margen del metabolismo del capital.
Esta expansión territorial del capitalismo, que pone a disposición del mercado internacio-
nal nuevas áreas, nuevos espacios geográficos, necesita de una reconversión de la infraes-
tructura y la logística que se adecue con los actuales patrones extractivos, productivos y
de intercambio.
Este trabajo se desarrolla a partir del estudio de las transformaciones logísticas y de infra-
estructura en una región considerada históricamente como estratégica en Suramérica,
pero que en las últimas décadas adquiere una particular relevancia como consecuencia de
la expansión de la agroindustria: el Paraná Medio como uno de los territorios más dinámi-
cos de la Hidrovía Paraguay Paraná.
Tres autores son centrales en la construcción del marco teórico de este trabajo: James
O`Connor, David Harvey y Milton Santos.
En el sentido de visualizar estas dos contradicciones Marx plantea que “la producción capi-
talista solo sabe desarrollar la técnica y la combinación del proceso social de producción
socavando al mismo tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el hom-
bre” (2000, capítulo XIII). En su expansión planetaria el modo de producción capitalista ne-
cesita destruir las barreras nacionales y culturales pero también y sobre todo geográficas,
pues el capitalismo no admite obstáculos para su reproducción, convirtiéndose en la pri-
mera formación social de escala global. La ampliación incesante del sistema de necesida-
des humano y la expansión sobre la naturaleza entera son inherentes al proceso de pro-
ducción y reproducción capitalista (Marx, 2005).
Harvey (2005) vincula esta expansión del capitalismo con la idea de acumulación por des-
posesión. Para el geógrafo ingles la salida del capitalismo a las múltiples crisis de sobre-
De esta manera Harvey vuelve hacia la acumulación originaria del capital enunciada por
Marx en “el capital” (2000), para explicar que ese proceso se repite de manera omnipresen-
te ante las sucesivas crisis de acumulación. Para que esta expansión sea posible la infraes-
tructura es central dado que permite ampliar las posibilidades de apropiación de recursos
en el espacio geográfico.
La crisis internacional del capitalismo en los años 70 trajo aparejado un doble proceso sobre
los territorios. Por un lado, se profundiza la deslocalización productiva y la internacionaliza-
ción de las grandes empresas, fragmentando territorialmente la producción en múltiples
operaciones de escala regional y global. Por otro lado, en paralelo y directamente relaciona-
do con lo anterior, se amplía la escala de acumulación desarrollando nuevos circuitos espa-
ciales de producción y circulación construyendo nuevas valoraciones y jerarquías entre los
lugares.
La división territorial del trabajo pasará a estar dominada por el medio técnico-científico-
informacional que es un aspecto esencial a la hora de estudiar estas jerarquías entre los
lugares. El medio natural es reemplazado por un sistema de objetos y acciones cada vez
más artificial. Como plantea el propio Santos:
Para Santos los espacios recalificados responden sobre todo a los intereses de los actores
hegemónicos de la economía y de la sociedad y son incorporados a las corrientes de globa-
lización, pero no de manera uniforme sino desigual:
Adscribiendo a estos planteos teóricos de Milton Santos este trabajo abordará el estudio
de las modificaciones espaciales en la región del Paraná medio, como consecuencia del
desarrollo de una infraestructura y una logística extractiva con la implementación de un
medio técnico-científico-informacional dominado por lógicas, actores y dinámicas globales.
En este contexto se intenta revalorizar las vías de interconexión fluvial para adaptarlas a la
lógica del trasporte multimodal y a los nuevos estándares técnicos de navegación. La
Hidrovía Paraguay Paraná (en adelante HPP) se ha transformado en un espacio estratégico,
en tal sentido, como consecuencia, entre otros factores, de la expansión de la frontera
agroindustrial en la región.
La hidrovía presenta dificultades en el calado en sus diversos tramos, que están represen-
tados en el siguiente mapa, y que constituyen, junto con la re adaptación de sus puertos
más importantes a los estándares internacionales, los aspectos esenciales a transformar
desde la intervención técnica en el espacio geográfico:
En América Latina 47 millones de hectáreas de tierra han sido dedicadas al cultivo de soja
posicionándose, el cono sur del continente, como el conglomerado de países con más cul-
tivo transgénico del mundo:
El clúster de procesamiento de soja que se concentra en las terminales portuarias del río
Paraná, ubicadas al sur y al norte de Rosario, desde el 2016 pasó a ser el nodo exportador
que más soja y derivados embarca de todo el mundo, con un volumen de 40 millones de
toneladas. “Los puertos del Gran Rosario suministran el 44% del comercio global de harina de
soja y el 50% del de aceite de soja”, (Calzada y Di Yenno, 2016).
La Cartera de Proyectos del IIRSA-COSIPLAN cuenta con 562 proyectos de integración, por
una inversión estimada de 198.901 millones de dólares, distribuidos en todo el territorio
suramericano. El eje HPP es una de las 9 franjas multinacionales que rediseñan el mapa de
la región en base a criterios geoeconómicos, y con una metodología de transporte multi-
modal, priorizando la dinámica de los flujos actuales y futuros. Como la propia cartera de
proyectos explicita el eje HPP es:
Se prevé para la hidrovía una inversión de 7.534 millones de dólares concentrados mayori-
tariamente en el tramo desde Asunción al Delta del Paraná donde se encuentran los prin-
cipales puertos de exportación extra regional. Entre las obras se destacan: la profundiza-
ción del calado y la mejora de la navegabilidad, la adaptación de los puertos al transporte
multimodal, la mejora de las conexiones ferroviarias con los puertos, mejoras en el trans-
porte vial y aéreo, etc.
De acuerdo a la CEPAL, una plataforma logística se define como “una zona especializada
que cuenta con la infraestructura y los servicios necesarios para facilitar la complementa-
riedad modal y servicios de valor agregado a la carga, donde distintos agentes coordinan
sus acciones en beneficio de la competitividad de los productos que hacen uso de la infra-
estructura.” (2009:2)
En este sentido, existen distintos tipos de plataformas logísticas las cuales pueden definir-
se en función de su complejidad: en primer lugar están los centros de distribución unimo-
dal vinculados en líneas generales al transporte carretero. Pueden participar una o más
empresas, aunque no necesariamente implica integración de sus operaciones. Se dedican
al almacenamiento y a la gestión del flujo de mercancías. Con un grado mayor de comple-
jidad se desarrollan las zonas logísticas, que involucran mayor integración de operaciones.
En las zonas logísticas se vinculan dos modos de transporte. Las opciones logísticas más
desarrolladas y complejas son las plataformas multimodales que enfatizan en la agrega-
ción de valor a la carga y no solo en el modo de transporte utilizado. Comúnmente se las
La zona del Paraná medio se ha transformado en un importante polo logístico con preten-
siones de crecimiento ante la hiperespecialización de la región en la exportación de com-
modities y la tracción del mercado mundial. En tal sentido se desarrolla una infraestructura
acorde a los nuevos requerimientos del comercio internacional, priorizando la multimoda-
lidad y las salidas bi-oceánicas.
El complejo agroexportador del Paraná medio factura anualmente 25.000 millones de dóla-
res, de los 18 puertos que están en el tramo más dinámico de la zona 14 están en manos
extranjeras, 1,2 millones de camiones y 250.000 vagones al año arriban a estos puertos, des-
tacándose las empresas ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus como las principales operadoras.
El Taller Ecologista de Rosario en un informe titulado ““Los dueños del río. La Hidrovía Pa-
raguay – Paraná: el negocio de los recursos en América Latina”” advierte:
Los nombres de Cargill, Bunge, Archer Daniels Midland, Louis Dreyfus —cuatro
de las mayores traders de granos en el mundo— y el de American Commercial
Lines (ACL) International —unidad comercial del holding que domina el servicio
fluvial en el Misisipi—, volverían a aparecer ligados a los proyectos de convertir
ríos en canales industriales a través de sus inversiones en la costa del río Para-
guay o del Paraná, o en las dos. Diseñado de acuerdo a las estrategias transna-
cionales de las corporaciones, en realidad, el proyecto de la hidrovía contempla
destinos específicos para las producciones de cada país, según las características
naturales y las ubicaciones geográficas de sus territorios. El criterio global de los
inversionistas, en cada caso, siempre ha sido el mismo: la mayor explotación de
recursos posible, con el menor costo de comercialización posible, y el más am-
plio control posible sobre el desarrollo a futuro de los territorios (Taller Ecologis-
ta de Rosario, 2004: 31).
El siguiente mapa muestra las arterias más importantes que confluyen en el corredor bi-
oceánico, donde la HPP como la ruta 12 y 14 que la acompañan desempeñan una función
central:
El siguiente mapa muestra las dos obras más importantes proyectadas en la ciudad de
Santa Fe, la re-localización del Puerto y su reconversión multimodal, y el Puente Santa Fe –
Paraná que saldrá a licitación en octubre de 2018 y aspira a ser el puente más grande de la
Argentina con 30 kilómetros de extensión y una inversión estimada de 735 millones de
dólares.
1 Las obras que conforman el proyecto logístico en Santa Fe, como así también el master plan de reforma del
actual puerto de la ciudad, han estado desde su anuncio signadas las irregularidades y tensiones entre inter-
eses políticos y económicos divergentes. En algunas ocasiones contrarios a las perspectivas hegemónicas de
una infraestructura facilitadora de la circulación y en beneficio de actores transnacionales. La licitación del nue-
vo puerto fracasó en múltiples ocasiones, su emplazamiento es un debate no resuelto, en la misma medida que
la traza del puente Santa Fe – Paraná (fundamental en las aspiraciones de lograr una vinculación bioceánica) es
motivo en la actualidad de fuertes resistencias sociales.
Al histórico rol que los actores transnacionales juegan en las economías periféricas y el
proceso de mercantilización profundo y acelerado de los territorios de la región bajo el
domino neoliberal hay que sumar las disputas y relaciones de poder de los actores regio-
nales y locales que tienen un papel central en el rediseño de los territorios, en las últimas
décadas por ejemplo a partir de la revalorización de la tierra y el negocio inmobiliario o la
licitación, construcción y ejecución de la infraestructura.
Existe una doble cara del extractivismo: el que se desarrolla en las zonas y áreas rurales
donde el agronegocio, la minería, la extracción de hidrocarburos, etc., nichos dominantes
de la acumulación por despojo en la región, son los problemas mas visibles; y otra cara en
la ciudad, donde las mega obras, la revalorización de la tierra, etc., generan conflictos por el
uso del espacio. Este fenómeno comienza a ser conceptualizado como “extractivismo urba-
no”, y es una problemática en ascenso en los territorios a los que refiere esta investigación.
Al respecto Ana María Vázquez Duplat plantea (2016):
Vázquez Duplat (2016) afirma que la tierra ha sido mercantilizada (está siendo mercantili-
zada) y esto posibilita la existencia de extractivismo en las ciudades, siendo el suelo urbano
el bien removido en grandes volúmenes por el capital. Generando un modelo de ocupación
territorial que se caracteriza por el desplazamiento de poblaciones, la apropiación de lo
público y la concentración de la riqueza. El suelo es reconvertido a favor de intereses pri-
vados en el marco de proyectos de planificación del territorio definido de manera vertical y
sin consulta a las poblaciones.
4. RESULTADOS y CONCLUSIONES
A partir del desarrollo del trabajo y del análisis de las fuentes y estudios referentes al caso
podemos inferir algunos resultados y conclusiones fundamentales.
Esto genera conflictos por el uso del territorio, por la ocupación de los mismos, los fines
productivos y su preservación/destrucción. Guerrero (1999) considera que en el análisis de
estos conflictos socio-ambientales es necesario ubicar con precisión el conflicto en su
ámbito correspondiente y sobre todo las características contextuales de los mismos, sus
múltiples causas, sus dinámicas, actores, intereses, posiciones, escenarios, escalas, etc.
nocultivos como el pino y el eucaliptus, para la industria pastera, con un gran impacto so-
bre los ecosistemas y las comunidades.
Hace 5 años la Red Agro Forestal Chaco (REDAF) publicaba el tercer informe sobre sobre la
tenencia de la tierra y conflicto social y ambiental en la región del Gran Chaco, el último del
que se dispone, región que se corresponde en gran parte con el territorio de estudio de
este trabajo. El documento plantea que considerando la información de los 248 casos rele-
vados, no hay menos de un millón y medio de personas afectadas por algún tipo de con-
flicto en la Región Chaqueña Argentina: 127.886 personas se encuentran afectadas por
conflictos de tierra y 1.499.952 por conflictos ambientales.
El Informe destaca además que de los 248 casos relevados, 224 se producen por alguna
acción que quebranta los derechos de campesinos y aborígenes con relación a la tenencia
de la tierra y que la mayoría de los conflictos relevados hasta el momento (80%) se inicia-
ron a partir del año 2000. Es decir, en el periodo de expansión de la frontera agroindustrial,
el monocultivo de soja y su infraestructura asociada a la circulación y comercialización (año
en que se anuncia la IIRSA).
En segundo lugar, la frontera agroindustrial se desplazó hacia espacios con una fuerte pre-
sencia de comunidades campesinas e indígenas que desarrollan actividades no vinculadas
a los sectores exportadores y dinámicos de la economía sino a actividades de subsistencia
como la pesca artesanal, la ganadería o la agricultura tradicional.
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b
Grupo de Estudios sobre Acumulación, Conflictos y Hegemonía (GEACH). Universidad
Nacional de Quilmes, Buenos Aires, Argentina.
gonzaloebarriosgarcia@gmail.com
Resumen
Las ciudades del norte de la Patagonia andina en general y San Carlos de Bariloche en par-
ticular, responden por diversos caminos a una territorialización en particular, la ciudad
turística. Desandar su historia se vuelve una tarea necesaria para lograr comprender los
movimientos y desarrollos actuales. En un intento de un abordaje desde la historia social y
cultural, y por medio de la consulta de archivo, imágenes fotográficas, bitácoras, leyes,
producciones audiovisuales y de la revisión de fuentes bibliográfica y periodística, este tra-
bajo se propone analizar cómo fueron mutando las conceptualizaciones sobre San Carlos
de Bariloche, intentando conectar con las conceptualizaciones actuales. En el transcurso
del trabajo vemos como las acciones llevadas adelante por Bustillo marcaron una huella en
el plano simbólico y material de la que el desarrollo local poco pudo o quiso apartarse. Sin
embargo, el proyecto de Bustillo no fue ni es la única respuesta posible ante la cuestión de
Bariloche como representación de la “Suiza argentina”. El desarrollo de este trabajo, com-
plejiza y densifica esta territorialización a través de la inclusión de otros proyectos previos
como también las modificaciones en periodos posteriores.
Introducción
ciones sociales de producción que condicionan la posibilidad de que ciertos actores pre-
dominen en la toma de decisión. En este sentido, en la Argentina de principios del siglo XX,
gobernada por una clase política como la de la generación del 80, con una determinada
idea sobre cómo debería ser la inserción de Argentina en el sistema mundial, con un de-
terminado modelo de desarrollo económico, de participación política, de organización so-
cial, etc., condicionan los recursos disponibles y por lo tanto favorecen la prominencia de
ciertos actores a la hora de resolver ciertas problemáticas y tomar decisiones. Por ejemplo,
la responsabilidad otorgada a Perito Francisco P. Moreno (y sus colaboradores) en materia
de delimitación de los límites entre Argentina y Chile y las acciones llevadas adelante por él
se impusieron a la vida de las personas que residían en los territorios cordilleranos. En
similar medida, el peso de las acciones realizadas por Ezequiel Bustillo incluso antes de ser
el Director de Parques Nacionales, fueron por diversos motivos (que intentaré exponer en
el trabajo) de un peso lo suficientemente consistente como para imponerse aun sobre las
voluntades municipales. Finalmente, cabe aclarar que este trabajo, de algún modo se cons-
tituye como un trabajo contra fáctico, es decir, el recorrido propuesto no es el de identificar
los puntos de fuga en un relato hegemónico, sino en identificar los momentos claves, los
actores, las instituciones, las acciones, etc. que parecieron marcar el camino y por lo tanto
pueden ponerse en contacto con el relato hegemónico actual. Quedará para un posterior
trabajo bucear tras los resquicios que fueron acallados y sus devenires para comprender
de una mejor manera la realidad actual.
Para la realización de este trabajo se consultaron los diversos departamentos del Archivo
General de la Nación; respecto del departamento de Documentos, se consultaron los fondos
documentales de Francisco P. Moreno (6 unidades de conservación que van del 1856 a 1919),
de Ezequiel Bustillo (13 unidades de conservación que van del 1903-1967), y el censo de
1904. A su vez se consultó el departamento de documentos fotográficos, con la intención de
analizar los espacios, lugares y situaciones en la ciudad y sus alrededores, la vida cotidiana
de las personas, como también los comentarios encontrados en el dorso de cada fotografía.
Además, se trabajó en el departamento de documentos de cine, audio y video para relevar
las producciones audiovisuales de entes públicos sobre la localidad, en particular las produc-
ciones de la Secretaría de prensa y difusión de Presidencia de la Nación, que existió durante
los primeros dos gobiernos peronistas y se mantuvo con los gobiernos radicales de la déca-
da del 60’, las del Instituto cinematográfico del Estado durante la década del 40’, y las de la
Bajo el slogan “Bariloche Quiera estar ahí” la página web oficial de la Secretaría de Turismo
y Producción de la Municipalidad de la ciudad presenta un conjunto de imágenes con vistas
a paisajes naturales o actividades al aire libre acompañadas de información respecto de las
posibles actividades a realizar como también a experiencias de contacto con una naturale-
za en estado prístino. En este sentido, para verano dice “¿Qué se puede hacer en Bariloche?
Todo lo que quieras. ¿Querés una playa llena de experiencias y aventuras? ¿Querés lagos
cristalinos y cascadas misteriosas? ¿Querés kitesurf, cabalgatas, canopy, stand up paddle?
Querés Bariloche en Verano. ...”, en invierno dice, “Vení a esquiar, andar en trineo y practi-
car snowboard. ...” y en primavera, “Bariloche es la combinación ideal de aventura, natura-
leza, descanso, nieve de primavera y sol, en un paraíso lleno de experiencias. Un viaje úni-
co, lleno de lugares que te invitan a descubrir, a explorar… Y a volver una y otra vez. ¡No te
la pierdas!”. El conjunto de imágenes y textos evocan principalmente dos ideas, por un la-
do, una amplia gama de actividades y oferta gastronómica y por el otro, espacios naturales
en estados de conservación altos; en general no se ve la ciudad ni actividades productivas
que no estén ligadas al turismo (agricultura, ganadería, industria tecnológica, etc.). Posibili-
tar el proceso de “turistificación” de la Patagonia significó declarar a los lugares en su tota-
lidad como mercancías y por lo tanto privatizar su acceso, como así también explotar sin
límites los recursos naturales; las personas y organizaciones, las calles, plazas, puestos de
mercados artesanales, los centros comerciales, refugios de montaña, senderos, pistas de
esquí, ríos, lagos, las representaciones e imaginarios colectivos, historias y tradiciones ora-
les; todos son incorporados al flujo del capital. Este fue un proceso que se consolidó con el
devenir de los años y requirió la “mejora y el aumento” de su oferta hotelera, gastronómica
y de bienes y servicios en espacios cerrados y al aire libre, para constituirse como el primer
centro invernal de América Latina y generalmente ser considerada entre las principales
preferencias turísticas del país, tanto a nivel nacional como internacional para realizar acti-
vidades de verano o de invierno. Las presiones para que la Argentina post dictadura se
inserte competitivamente en el mercado global aumentaron a costa del deterioro de las
condiciones laborales, del uso cada día más depredador de los recursos naturales de una
estructura de subsidios, beneficios fiscales y políticas de sostén desigualmente asignadas y
de una brecha creciente de distribución de ganancias o de uso y acceso a la naturaleza
(Dimitriu, 2010). Los Parques Nacionales, las reservas de lo "salvaje" y la naturaleza en ge-
Reconstruyendo el relato
Silvia Casini (2000) sostiene que el conocimiento de la Patagonia está unido a un conjunto
de discursos fundadores, es decir que, a través de los testimonios y relatos de los primeros
cronistas, viajeros y científicos que recorrieron la Patagonia se recrearon los espacios a los
que asignaron una adjetivación particular que resultaron ser modelador para las experien-
cias y para los textos que se han ido escribiendo después. Si bien la autora se refiere a los
escritos al momento de la conquista y particularmente sobre la caracterización de los pue-
blos originarios (cuestión que en lo que respecta al imaginario de las fuentes consultadas
en este trabajo se mantuvo mayoritariamente) podríamos extender esta idea a lo propues-
to respecto al desarrollo económico posible en la región. La expansión colonial fue una
expansión económica, territorial, religiosa y cultural. “La mal llamada conquista del desier-
to impidió el reconocimiento del otro. Quienes decidieron ocupar la Patagonia vinieron con
la misma mirada eurocentrista de quienes decidieron la colonización del resto del conti-
nente (...) La región ha sido descripta por el conquistador desde sus matices de margina-
ción, de fronteridad, de soledad, de tierra maldita. Se trata, en este caso, de la mirada de
aquellos que pensaron en la Patagonia como una fuente rápida de riquezas, desde un con-
cepto puramente extractivo” (Casini, 2000:6).
Cuando se indaga sobre los orígenes de la Patagonia es posible encontrar incluso un inten-
to de conformación de un reinado a mediados del siglo XIX por parte del francés Orllie-
Antonine Tounens llamado el “Reino de la Araucanía”. Sin menospreciar este hecho, noso-
tros partiremos desde comienzos del siglo XX, cuando la colonia existente se consolidaba
bajo la actividad agrícola fuertemente orientada al intercambio comercial con las localida-
des al otro lado de la cordillera del lado chileno, (Rodríguez, 2011; Oglietti, 2010). El modo
de desarrollo territorial lejos de deberse al azar es motorizado por medio de políticas que
incentivan determinados modelos de acumulación. En este sentido, la “Suiza Argentina”,
como llamó De Moussy hacia fines del siglo XIX a la región de los lagos andinos, pensada y
definida como una isla de “europeidad” dentro de un territorio “bárbaro y distante” (el de-
sierto) al momento de la consolidación del estado nacional parece que marcó su destino.
De igual modo, esta dicotomía entre lo “civilizado” y lo “primitivo” también sentó las bases y
favoreció un tipo de jerarquía espacial de gran relevancia para interpretar los actuales con-
flictos relacionados al uso de la tierra y una división de tareas que trasciende los límites
nacionales. Por un lado, la parte visible: parques y reservas naturales, turismo, valorización
inmobiliaria y consumo simbólico y, por el otro, lo invisible: el “campo”, los “pobladores
rurales”, las “comarcas”, “Villas”, “Pueblos”, el trabajo manual, los sitios con amenazas de
extracción masiva de recursos naturales o designados como depósito de residuos de cen-
tros industriales (Dimitriu, 2010; Floria, 2008).
En 1917, la periodista y escritora Ada María Elflein publicó Paisajes Cordilleranos, Descrip-
ción de un viaje por los lagos andinos donde relata el viaje realizado en marzo, abril y mayo
de 1916 auspiciado por el Diario la Prensa, acompañada por dos amigas y aconsejada por
F.P. Moreno y el Director de Territorios Nacionales, Isidoro Ruiz Moreno en donde volvemos
a encontrar, en una particular prosa, la exaltación de las bellezas naturales de la región
visitada. “No creíamos que panorama alguno pudiera impresionarnos todavía después de
haber navegado Todos los Santos, la joya de los lagos chilenos, aumentada su esplendoro-
sa belleza por singulares combinaciones de luces, de sol y tormenta, de arco iris y relám-
pagos. Pero el Nahuel Huapi nos produjo la impresión de un nuevo prodigio, tan absolu-
tamente distinto de cuanto habíamos visto hasta entonces, tan soberbio y único, que otra
vez nos sentimos envueltas en un torbellino de poderosas emociones, y tuvimos que dejar
para momentos más serenos la enumeración de detalles” (Elflein, 1917:117) y continúa
más adelante con la comparación de aquel territorio con el europeo, “El Nahuel Huapi es la
gema esplendorosa de esta corona de lagos de nuestro patrimonio argentino. Alguien fren-
te a esta sucesión de paisajes de bosque, montaña, nieve, agua y sol, tuvo la ocurrencia de
llamar a la región de los lagos cordilleranos, «la Suiza Argentina»; pero no sé que se haya
fundado en otra cosa que en el color de la linfa y en el conjunto de bosques y montes ne-
vados. El doctor Moreno dice que Suiza es una reducción habitada de la Patagonia, en esta
fase de los lagos.” (Elflein, 1917:119).
Un año más tarde, en 1917, viajó uno de los fundadores del diario "La Razón", Emilio Mora-
les, que publicó en su periódico y también escribió un libro sobre la región titulado Lagos,
selvas y Cascadas que se constituyó como una de las primeras guía de turismo de la región
de Nahuel Huapi donde detalla excursiones, tiempos y alternativas, haciendo hincapié en
la necesidad de fomentar el turismo interno con altos sentido patriótico en lugar de pro-
mover deslumbrantes viajes al exterior: “A los campos floridos de Murren—por ejemplo—
oponemos los de la costa del Nahuel-Huapi e Isla Victoria, donde hacen derroche de vege-
tación y colores las azucenas, tulipanes, amapolas y margaritas, produciendo sensaciones
que sólo la majestad de cosas sublimes pueden provocar.” y continúa más adelante, “Abri-
go, pues, la convicción, de que mi país posee maravillas, que en Europa dejarían absorto al
turista. Creo, aún más, que ellas pueden ser de gran incentivo para que, en días no lejanos,
se convierta la localidad en el punto obligado de concentración de los amantes a bellezas
naturales y de los rebeldes que sólo conciben las selvas y lagos europeos, como los parajes
más saludables y descollantes del orbe.” (Morales, 1917:8) y finaliza su prólogo nuevamen-
te fomentando el turismo: “Entrego, pues, a la benevolencia pública estas descripciones,
confiado en que sabrá interpretar y prestigiar la idea que persigo, para que el turismo se
encauce hacia la zona más hermosa de la República” (Morales, 1917:9).
En el marco del recientemente solucionado conflicto limítrofe con Chile, es esperable enten-
der que una de las principales preocupaciones de Moreno sea garantizarlo en el largo plazo.
Por este motivo el 6 de noviembre de 1903 envía al Ministro de Agricultura de la Nación, una
carta en la que ofrece en concepto de donación parte de las tierras cedidas a él en forma de
pago, para cumplir una doble función, por un lado, la creación de una reserva natural para el
estudio y progreso de las generaciones futuras, acción que argumenta haciendo referencia a
la creación de otros parques en el mundo y poniendo a Argentina a la par de los mismos; y
por el otro fomentando la creación de este parque en particular dada la posibilidad de su
conexión con uno en territorio chileno, logrando un gran parque binacional que encaminara
una política en común con el país vecino y de este modo se encauce las relaciones políticas.
En palabras de Moreno: “Durante las excursiones que en aquellos años hice en el Sur con los
propósitos que más tarde motivaron dicho nombramiento, admiré lugares excepcionalmente
hermosos y más de una vez enuncié la conveniencia de que la Nación conservara la propie-
dad de algunos para el mejor provecho de las generaciones presentes y de las venidera, si-
guiendo el ejemplo de los Estados Unidos y de otras naciones que poseen soberbios parques
naturales. (...) Vengo por eso, por la presente, invocando los términos de la ley, a solicitar la
ubicación de un área de tres leguas cuadradas (...) en el extremo Oeste del Fjord principal del
lago Nahuel Huapi, con el fin de que sea conservado como parque natural (...) Cada vez que
he visitado esta región me he dicho que convertida en propiedad pública inalienable llegaría
a ser pronto centro de grandes actividades intelectuales y sociales y, por lo tanto, excelente
instrumento de progreso humano. (...) Chile posee tierras fiscales en la vecindad y quizá les
diera este destino. Así, en aquella magnificencia tranquila podrán encontrar sano y adecuado
panorama los habitantes de ambos lados de los Andes, y contribuir, reunidos en comunidad
de ideas durante el descanso y solaz, cada vez más necesarios en la vida activa del día, a re-
solver problemas que no llegarán a solucionar nunca los documentos diplomáticos, y los
visitantes del mundo entero, entremezclando intereses y sentimientos en aquella encrucija-
da internacional, beneficiarán más aún el progreso natural de la influencia que por sus con-
diciones geográficas corresponde a este extremo de América en el hemisferio austral. Al
hacer esta donación emito el deseo de que la fisonomía actual del perímetro que abarca no
sea alterada y que no se hagan más obras que aquellas que faciliten comodidades para la
vida del visitante culto...” (Moreno, 1903). Posteriormente, escribe el 25 de septiembre de
1912 un memorandum dirigido a la Honorable Cámara de Diputados de la Nación en la que
aboga por la creación de una oficina que centralice los estudios sobre el suelo nacional y sus
potencialidades para la doble función de disponibilizar la información geográfica necesaria
garantizar la soberanía y por otro lado las condiciones físico-económicas a desarrollar (Mo-
reno, 1912).
recreos de toda clase. Las penínsulas de San Pedro y de Llao a dos y cuatro leguas al oeste
de Bariloche, en el sud del Lago Nahuel Huapi, se prestarán especialmente para la ubica-
ción de una población veraniega” (Willis, 1914:429). Pero lo novedoso de su trabajo es la
delimitación del uso turístico a solo una parte del territorio mientras que impulsaría una
industrialización del lado oriental que impacte en el desarrollo de todas las localidades
andinas: “De cualquier manera el camino que conduce a la desembocadura del Lago Na-
huel Huapi, donde nace el Río Limay era el sitio escogido para la ciudad industrial del Lago
Nahuel Huapi, y donde debiera llegar la terminal del ferrocarril de San Antonio (pudiendo
extender una estación más hacia el costado occidental más propicio para la actividad turís-
tica y de veraneo camino al lago moreno y la península Llao Llao). En dicha región deberían
concentrarse las principales industrias manufactureras que se desarrollasen para la aplica-
ción de la fuerza hidroeléctrica a la utilización de las materias primas que produce la re-
gión” (Willis, 1914:437). Previendo incluso la posibilidad de una prolongación internacional
a Valdivia en Chile, lo que convertiría a aquel centro turístico y ciudad industrial en centro
de manufactura y de tráfico.
Entre 1916 y 1930, la ciudad de San Carlos de Bariloche atraviesa una crisis local, el incen-
dio en aserradero de Capraro, consumió la carpintería y fábrica de muebles, el molino
harinero, los depósitos, herramientas y viviendas de los trabajadores, lo que alteraró la
actividad económica del sector. Factores naturales climáticos, y las decisiones políticas res-
pecto de la situación internacional y nacional, dificultaron el autoabastecimiento agrícola y
los intercambios comerciales con las ciudades chilenas, que, sumado a la suspensión de las
obras del Ferrocarril y las construcciones del Camino Internacional, generaron un aumento
de la desocupación. Según el Suplemento aniversario del 3 de mayo de 2000, del diario El
cordillerano, una nota titulada “Del pueblo, en la crisis del ‘29” relata la grave situación sa-
nitaria por la presencia de enfermedades infectocontagiosas como la tuberculosis, la escar-
latina; la falta de energía eléctrica y el surgimiento de algunos conflictos entre los habitan-
tes respecto a la participación mayoritaria de extranjeros en los órganos de decisión como
la Comisión de Fomento. Este conjunto de factores, según Floria (2008), llevó a sectores
importantes de la dirigencia barilochense –destacando el caso del ingeniero Emilio Frey-
impulsaran, retomando contenidos del proyecto Ramos Mexía-Willis y de Moreno, la turisti-
ficación de la zona. En este marco, y frente a la esterilidad de la experiencia de la formación
del Parque Nacional de Sud de 1922 (principalmente por falta de presupuesto), Ezequiel
Bustillo, primero como comprador de tierras y luego desde la titularidad de Parques Na-
cionales comienza a marcar su impronta en la región. Nuevamente nos encontramos con la
herencia de los proyectos mencionados, por un lado, la conservación de los espacios natu-
rales para uso y goce de las clases pudientes de Moreno, por otro lado, la colonización de
los territorios y desarrollo de las urbanidades de Willis con ciertas modificaciones, a lo que
este le suma una impronta nacionalista o argentinizadora motorizada principalmente a
través del impulso del turismo como actividad preponderante en la región.
El propio Bustillo sostiene que la función de Parques Nacionales, organismo que ayudó a
crear con la escritura inicial del texto, era preservar las bellezas naturales y ponerlas al al-
cance del pueblo. Sin embargo, también reconoce una función implícita en el texto de ley,
la de afianzar en su área la soberanía territorial, soberanía que había se afianzaría sola-
mente con población argentina ya que no bastaba el fallo arbitral (similar preocupación a
la de Moreno). “Conservar la naturaleza en su estado virgen, preservar las bellezas del pai-
saje y procurar el rápido acceso del pueblo, constituía, sin duda, nuestra función legal; pero
no por ello había que descuidar una soberanía teórica, ejercida con desgano y que, ja-
queada constantemente, se hacía urgente apuntalar, dándole bases más sólidas como
para obtener su arraigo definitivo e inconmovible.” (Bustillo, 1999:14).
(1999:196). Para concluir, exaltando la labor llevada adelante por la dirección de Parques
Nacionales respecto de la promoción de la actividad turística como principal motor de am-
bos movimientos (el de deschilenizar y el de aristocratizar la región). Parques Nacionales
resultó “un verdadero instrumento de colonización: creó las bases de sustentación de-
mográficas y, al fomentar el turismo, preparó el terreno para completar la conquista del
vencedor de Santa Rosa” continúa más adelante: “El turismo como avanzada, acompañado
de una racional conservación de la naturaleza y de un buen y meditado programa de colo-
nización, por elemental que sea, he ahí el camino que la Argentina debe seguir si quiere
algún día y de una vez por todas, ser dueña de toda esa extensión geográfica que con sus
lagos, ríos, bosques, montañas y nieve, reúne condiciones para convertirse, a corto plazo,
en uno de los centros turísticos más atrayentes e importantes del mundo” (Bustillo,
1999:15). Este objetivo implícito en el texto de la ley, pero según el propio Bustillo, refren-
dado políticamente en diversas ocasiones, suponía entonces, la consolidación de la activi-
dad turística por medio de la construcción de una infraestructura material, la imposición de
una estética europeizada y la construcción de la memoria social local, los próceres del rela-
to que intentaba construir. “Es obvio que Bariloche no se le podía dejar librado a un lento y
espontáneo desarrollo. Estaba situado a la entrada del gran Parque Nacional, que se pro-
curaba convertir en el principal centro de turismo (internacional) del país, como los hechos
se han encargado de confirmar (...) Era además cabecera de un ferrocarril en conexión con
todo el país; en el día de mañana -me refiero a 1934 cuando nuestra tarea empezaba- lo
sería de las líneas aéreas (...) Su ubicación no podía ser más estratégica” (Bustillo,
1999:195). Respecto de la estética nuevamente se remite a los discursos mencionados:
“Nuestra ambición era hacer de Bariloche una ciudad de rasgos típicos, con cierta gracia
arquitectónica y con algo de europeo. Una de esas pintorescas ciudades de montaña que
son el encanto de Suiza y del Tirol” (Bustillo, 1999:201). Respecto de la aristocratización
mencionada por Flora, la misma se sostiene a partir de la promoción para la adquisición de
tierras dentro del parque a su círculo de amistades como también con la construcción del
Hotel Llao Llao como primer gran obra pública de la Dirección. Se refiere a la igualación de
Argentina con el “movimiento universal” que tuvo origen en EE. UU. pero que fue seguido
por Canadá, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Europa respecto de la creación de reservas natura-
les. Y como siguiendo el ejemplo del primero, promovía la construcción del Hotel Llao Llao
lo que fomentaría la afluencia del turismo cumpliendo el Estado la obra de “incentivo” para
posteriormente adjudicarlo de manera directa al Plaza Hotel de Buenos Aires para su ex-
plotación. “El mismo servicio del hotel, unido al conjunto de la gran realización (parques,
cancha de golf, puerto pañuelo) lo hacían trasladar a uno a cualquier centro de Europa, no
obstante encontrarnos en el corazón de la solitaria y todavía salvaje cordillera” (Bustillo,
1999:153). Quedando pendientes de realización obras de menor envergadura como la
construcción de campings y de una colonia de vacaciones para turismo proletario que se
proyectaba en la península San Pedro y cuyos planos, casi listos, se vieron “desbaratados”
por el estallido de la guerra (Bustillo, 1999). Finalmente en lo que respecta a la construc-
ción de una memoria, Bustillo reivindicaba a todos los hombres de Estado (incluido él) que
habían hecho algo por la soberanía argentina en la Patagonia, desde Mitre y Roca hasta
Figueroa Alcorta y Ramos Mexía (Floria, 2008), entre las acciones emprendidas, podemos
mencionar el tributo a J. A. Roca, cuya estatua fue levantada en la plaza del Centro Cívico
de la ciudad, la apertura del primer Museo Regional F. P. Moreno (en 1940) y la construc-
ción del Mausoleo en la Isla Centinela a F. P. Moreno.
Cuando afirmamos que la tarea llevada a cabo por E. Bustillo, fue determinante para con-
dicionar el desarrollo local hacia el turismo nos referimos a múltiples y diversos factores,
desde la inversión efectiva en infraestructura entre la que podemos mencionar: los edifi-
cios de intendencias del parque (durante toda su gestión), la iglesia Nuestra Señora del
Nahuel Huapi (1940), el hotel Llao Llao (en 1937 y la reconstrucción en 1939), la capilla San
Eduardo (1938), el hospital regional (1939), el colegio primario N°16, el Centro Cívico, la
Avenida Costanera, la Plaza del Puerto, diversa cantidad de puertos y muelles (en Isla Victo-
ria, Isla Huemul, Villa la Angostura, en Lago Frías, Blest), obtención de embarcaciones (Mo-
desta Victoria), la instalación de la estación de servicio del Automóvil Club Argentino, la
reedificación de la sucursal del Banco Nación, las escalinatas que unen el bajo con el alto
en Bariloche, la extensión de servicios públicos como agua corriente, cloacas, electricidad
subterránea y líneas telegráficas, la apertura de caminos hacia diversas localidades hacia el
sur y el norte, la pavimentación de otros tantos como también el impulso a la villa Angos-
tura, Villa Mascardi, Villa Traful, Villa Tronador, la villa Catedral con su hotel y cable carril, la
construcción de diversos Hoteles: Hotel Isla Victoria, Tunquelen, Laguna Frías, Puerto Blest,
Ruca Malen, la instalación de una estación zoológica para la introducción de especies ex-
tranjeras y reconversión en estación botánica con el mismo fin, la finalización del tramo del
ferrocarril que unía la ciudad con la capital del país (1934), la apertura del aeropuerto in-
ternacional (1940), entre otras obras; hasta los fondos obtenidos para la ejecución de
obras, créditos para la construcción de hoteles y viajes promocionales, a la difusión en me-
dios gráficos tanto nacionales como internacionales de la localidad como destino turístico,
a la promoción de deportes como la caza, la pesca y el esquí, a sus influencias políticas a
nivel nacional determinantes para la obtención de compromisos, a su penetración a nivel
local para obtener simpatías en distintos sectores.
Conclusiones
yecto consistió en una serie de prácticas espaciales desplegadas tanto en el plano simbóli-
co como en el material, de modo que contribuyeron decisivamente a la construcción social
de la región en distintos aspectos y con diferente grado de visibilidad pero todos ellos sig-
nificativos (demográfico, arquitectónico, urbanístico, educativo, ideológico, memorístico-
histórico, político, etc.) orientados hacia la consolidación del Turismo, con miras hacia la
argentinización de la región. Estas, se conjugaron con ideas y pretensiones previas a las de
él, la del parque como reserva natural (Moreno) y la de turismo como motor de un sector
(Willis). Es decir, que de algún modo también logró sintetizar las pretensiones de sus ante-
cesores, las de ciertos sectores de las comunidades locales que vieron en el desarrollo
turístico una posibilidad de desarrollo personal y las de un sector de la dirección política
nacional. Sin embargo, la implementación de este proyecto no estuvo exenta de conflictos
con los actores locales y nacionales, lo que a la larga contribuyó a consolidar el colonialis-
mo interno respecto de la capital, que caracterizó la trayectoria política de los Territorios
Nacionales, al no modificar la percepción de las sociedades patagónicas como inmaduras e
incapaces (Floria, 2008; Piantoni, 2016). Este fenómeno, con el gobierno peronista, queda
de manifiesto, al cambiar la dirección de Parques y con ella, parte del camino iniciado hacia
el fomento de un turismo de elite europeizado por uno de turismo nacional de inclusión
social rechazado incluso por parte de la comunidad local. Sea como sea, el perfil turístico
con diversos adjetivos acabó por consolidarse. Este recorrido vuelve necesario un segundo
trabajo; uno que analice los recorridos que llevaron a la diversificación de la oferta dentro
de la matriz turística, incorporando las nuevas políticas desde los años 60’ hasta la actuali-
dad. De este modo, se podrá completar el cuadro y entender los demás condimentos de la
ciudad turística actual, por ejemplo, la incorporación como destino de turismo estudiantil,
o el aumento del porcentaje relativo de turistas de origen internacional.
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franciscocesiuema@gmail.com
RESUMO
A partir da segunda metade do século XX, implanta-se no Estado do Maranhão, assim como
em boa parte da Amazônia brasileira um verdadeiro (re)ordenamento do seu territorio,
principalmente pela atuação do capital, que tem nos governos militares (1964-1985) papel
significativo para sua consolidação. Esse proceso é visto como sendo um processo articulado
a um projeto nacional de desenvolvimento nacional no sentido de tornar a economia da
amazônia como parte integrante ao mercado global. Algumas áreas do estado do Marahão
presenciaram a instalação de grandes grupos para a exploração de matéria prima, visando a
ampliação dos seus lucros. Como exemplo dessa lógica, temos a Empresa Suzano Papel e
Celulose no município de Imperatriz e as grandes empresas ligadas à mineração no
município de Açailândia. Na Amazônia, todos os grandes projetos de envergadura do capital,
tanto os de mineração quanto os de silvicultura, foram altamente subsidiados pela atuação,
a priori do Estado. O objetivo da produção textual a seguir está centrado em caracterizar os
grandes projetos de envergadura do capital na microrregião sudoeste maranhense e seus
rebatimentos na lógica de organização e produção do espaço do sudoeste do Estado.
INTRODUÇÃO
Dessa forma, as duas frentes que constituíram o povoamento maranhense formaram duas
bases econômicas diferenciadas, sendo uma fincada na agroexportação, principalmente do
algodão, e a outra na pecuária, tendo cada uma, características próprias que foram
significativas para a formação das relações sociais e comportamentos característicos de
cada área.
Para Rocha e Mota (2012) fica claro que essa reflexão está assentada sobretudo na ocupação
do território maranhense desde a época colonial, onde de forma clara podemos perceber ao
longo das leituras que o caráter econômico se apresenta como o viés principal para o
interesse despertado por franceses e portugueses na ocupação do Maranhão e que tem
como consequência a produção de conflitos que foram travados pela posse da terra,
inclusive entre os colonizadores e os indígenas.
Ainda em Rocha e Mota (2012) vemos que a história econômica do Maranhão é caracterizada
por distintas fases. Dentre essas, podemos destacar o cultivo do algodão para abastecer o
mercado externo, implantação de engenhos para o processamento da cana-de-açúcar,
agricultura de subsistência, rizicultura, extração do babaçu e implantação de grandes
projetos, entre eles: a mineração e a silvicultura do eucalipto no sudoeste do Maranhão, aqui
entendidos como objetos de análise da discussão ora apresentada.
Dessa forma, vemos que na segunda metade do século XX algumas áreas do espaço
maranhense começam a sofrer significativas transformações, em parte, devido às ações
governamentais de ocupação da fronteira agrícola (MADEIRA, 2015). Assim, essa dinâmica
nos leva a refletir sobre as relações de poder que se instalaram nas localidade em que os
processos territoriais vinculados ao capital se caracterizam como preponderantes. Nesse
contexto, o sudoeste do Maranhão evidencia um conjunto de novas ações e de novos
objetos técnicos, atores sociais, políticos e econômicos, que fazem uso desses objetos e cria
condições para a sua reprodução.
Assim, podemos afirmar que é através desses grandes projetos que o Maranhão tem se
articulado ao mercado internacional na contemporaneidade e, conseguido propagar o discurso
da modernidade, legitimando as políticas direcionadas para esses setores produtivos.
METODOLOGIA
Área de Estudo
Ainda no cenário dos grandes projetos, faz se mister destacar no tocante à importância da
Rodovia Belém-Brasília o papel que a mesma tem no escoamento dos grãos de soja oriundos
das áreas de Cerrado do Sul do Maranhão, Sul do Piauí e região Central do Tocantins.
Material e métodos
RESULTADOS E DISCUSSÃO
Por tais razões, a produção das novas territorialidades amazônicas no contexto urbano
regional da/na região sudoeste do Maranhão vem nos últimos anos passando por um
processo de reestruturação.
Assim, o ponto central desse estudo é a ação do Estado como agente promotor da entrada
de grandes empresas de mineração e de silvicultura do eucalipto na Amazônia (aqui
espacializando a Amazônia Oriental) em um contexto de reestruturação produtiva e, a
avaliação dos primeiros resultados dessas analise se dá pelas políticas do Estado em
conjunto aos capitais privados para a região.
Ao final da segunda metade do século XX e primera década do século XXI, com a implantação
da empresa Suzano Papel e celulose no municipio de Imperatriz e das empresas ligadas à
mineração em Açailândia, estas passam a ser a principal referência na produção de
comodities para fins eminentemente de exportação para o mercado estrangeiro.
111.339
Açailândia 1981 - - 63.626 88.320 104.047
São Luís
1612 265.486 449.433 696.371 870.028 1.011.943 1.091.868
1
Estimativa populacional para o ano de 2017.
Na tabela 02, apresentamos os dados referentes ao Produto Interno Bruto (PIB) dos
municípios selecionados no estudo, mostrando claramente que a indústria tem papel de
extrema importância no que tange a economia dos mesmos munícipios. Vale ressaltar que
nos referimos a indústria vinculada à mineração e à silvicultura como sendo as principais
ocorrências nos municípios em discussão.
Município Ranking PIB Mil (R$) % do PIB V.A Indústria Mil (R$)
CONCLUSÕES
Nota-se, como resposta a essa nova fase do capital na região sudoeste do Maranhão que, os
municípios de Imperatriz e Açailândia detém os melhores indicadores do Produto Interno
Bruto (PIB) do estado do Maranhão, perdendo apenas para a capital do Estado, São Luís/MA.
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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nacional: o des (re) ordenamento territorial no Sul do Maranhão. In: XXI Encontro de Geografia
Agrária, 2012, Uberlândia-MG. Anais do XXI ENGA, 2012.
1
Este trabajo se enmarca en el Proyecto ECOS A16H01 (2017-2019). Articulaciones socioterritoriales entre ciuda-
des medias y espacios rurales. El desafío de las innovaciones. Perspectivas comparadas entre Francia y la Ar-
gentina, Programa de Cooperación Bilateral. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Ar-
gentina y ECOS Sud Université Paris 13, Francia y el proyecto A329 de la UNLP (2018-2021) “Un desarrollo en
fragmentos: los nuevos roles de los pueblos y de las pequeñas ciudades en la diversidad y copresencia de mo-
delos de desarrollo agropecuario en Argentina”.
Resumen
El objetivo de este trabajo consiste en analizar el rol de las ciudades intermedias localizadas
en el corazón de espacios rurales y agropecuarios, tomando el caso de la ciudad de Rodez,
en la Región Occitania, en el suroeste de Francia, en tanto caso emblemático para luego ge-
nerar una reflexión metodológica en un espacio representativo de lo agropecuario a nivel
mundial: la región pampeana argentina. Nuestra hipótesis es que estas ciudades intermedias
en esos espacios cumplen un papel esencial en la articulación, competencia y dependen-
cia/complementariedad funcional con la actividad agropecuaria en su área de influencia y
aún en otras escalas. Partimos de considerar que no hay espacios rurales dinámicos sin ciu-
dades dinámicas y que este tipo de dupla produce innovaciones sociales, económicas y tec-
nológicas que hacen a un proyecto territorial. Para lograr este objetivo, en este trabajo se
movilizan dos conceptos centrales para aprehender la ciudad y la actividad agropecuaria en
una visión geográfica. Por un lado, el concepto de ciudad intermedia y, por otro, el de copre-
sencia. El análisis demuestra la copresencia de modelos agropecuarios que operan por si-
multaneidad en la ciudad intermedia de Rodez y emerge así un dispositivo para el estudio de
estas problemáticas que se están aplicando en otras ciudades de Francia y de la Argentina.
INTRODUCCIÓN
Desde hace algunos años se generalizaron visiones y enfoques vinculados a estudios rura-
les que indagan las funciones de los espacios rurales más allá de la actividad agropecuaria,
considerándose que esos espacios no son sólo agropecuarios (Diry, 2006). Para la región
pampeana, existen trabajos de investigación sobre la actividad agropecuaria mostrando
que una parte importante de la misma, llamada “empresarial” o a veces “industrial”, es
cada vez más determinada por inversores y operadores de las metrópolis, de las grandes
ciudades, o se ubican en áreas distantes al espacio rural de producción agropecuaria (Gui-
bert et al., 2011; Gras, 2012). Por otra parte, la literatura especializada de América Latina
sobre las “agriculturas familiares” (pampeana, entre otras) indica, desde los años noventa,
que bajo el nombre de “nuevas ruralidades”, se estudia como las unidades económicas
familiares no son sólo estrictamente agropecuarias ni rurales, sino que tienen otras activi-
dades y vínculos fuertes con lo urbano (Giarracca, 2001). Así comenzaron líneas de investi-
gación vinculadas a la pluriactividad de los productores agropecuarios (Gras, 2003; Neiman
y Craviotti, 2005; Bendini et al., 2009). También, en Europa, y en Francia en particular, se
hizo hincapié en la literatura y en las políticas públicas sobre la multifuncionalidad de la
actividad agropecuaria familiar (Hervieu, 2002).
Las ciudades, en particular las intermedias y pequeñas, han sido abordadas desde sus condi-
ciones de centros de comercios y servicios, con relaciones a escala comarcal, regional, nacio-
nal e incluso global. Resulta vacante el desarrollo de investigaciones en la articulación de la
ciudad con la actividad agropecuaria y visceversa. Sin embargo, han emergido los estudios de
las relaciones entre lo rural y lo urbano, pero lo “urbano” se considera en forma general y difu-
sa (Lévy, 2013) o relacionado a grandes ciudades como expresiones localizadas de un urbano
globalizado que se caracteriza en forma no espacífica y territorializada como un “mundo ur-
2
bano” o un “fenómeno urbano” . Reforzando esa tendencia, las ciudades medianas que son
las donde más se puede esperar una permeabilidad con lo rural y lo agropecuario, han sido
olvidadas de los estudios académicos desde hace décadas (Authier et Bidou-Zachariasen,
2017). Y cuando por fín reciendemente se las redescubren, se olvidan los autores reconectar-
las con sus espaciones rurales (Roux, 2018 ; Authier et Bidou-Zachariasen, 2017). Pareciera
que la ciudad intermedia y su área de influencia más próxima no ejercen relaciones de vecin-
dad tan activas, como se podría esperar. De allí el motivo del objetivo de este trabajo.
2
https://umr-innovation.cirad.fr/thematiques/agricites/presentation, página consultada 15 de junio de 2018.
En este sentido, existen aportes desde la investigación, entre los cuales se cita el de Bellet &
Llop (2004). Para el caso argentino, es posible citar los trabajos de S.Sassone (1981, 1998a y b ;
2000) así como él de P.Randle y su equipo, en los que se propone el concepto de “ciudad in-
termedia” con la finalidad de asentar una definición funcional de este tipo de objeto geográfi-
co (Randle et al., 1992). Su idea era que el rol funcional de estas ciudades no se limita al de un
satélite de alguna metrópolis o a la de un eslabón en una jerarquía urbana, o sea, que no se
puede entender una ciudad intermedia sin entender su vínculo orgánico con sus espacios de
alrededor. De ahí que lo rural y lo agropecuario, comienza a tener un interés particular para la
temática. En este sentido, las ciudades intermedias, en Argentina y en la región pampeana en
particular, se encuentran en el centro de un espacio rural, ante todo agropecuario, en el cual
asumen funciones de centralidad y actúan como centros de servicios (económicos, técnicos,
culturales, administrativos, políticos, etc.) para el espacio rural y la actividad agropecuaria, las
empresas y la población. Para el caso francés, la noción de “ciudad intermedia” fue elegida en
los documentos de prospectiva de la DIACT (Delegación interministerial a la competitividad de
los territorios) durante el programa “Francia 2040”. En esta reflexión prospectiva (2009-2013),
entre los ocho sistemas territoriales diferenciados, uno se llamó “ciudades intermedias” (Au-
bert et al., 2012), priorizando esta noción más que la de “ciudad media”, empleada durante
muchos años en Francia (Carrier & Demazières, 2012, Tallec, 2012).
3
Los municipios en Argentina corresponden a las jurisdicciones que ejercen el gobierno local, que hace al sistema
de administración política del Estado Nacional, legislado según la Constitución de la Nación Argentina.
4
La prefectura es la capital de un corte administrativo hecho en 1789 durante la Révolucion francesa con el ámbi-
to de igualdad en el territorio. Es la ciudad principal del Departamento.
La actividad agropecuaria, que había sido “ruralizada” al principio del siglo XX, luego, post
Segunda Guerra mundial “sectorizada” a nivel nacional, desde hace 20 años demuestra una
tendencia a fragmentarse en un número pequeño de “modelos de desarrollo”, cada uno con
una relación específica con el Estado, con los Mercados, con la Ciencia y la Tecnología y con la
Sociedad, por ende, con el Territorio (Albaladejo, 2009 y 2017). De hecho la ruralización de la
Argentina post-colonial había, durante el siglo XVIII y XIX, permitido la emergencia de ciuda-
des con una cierta autonomía en relación a los actores que se encontraron de repente defi-
nidos como “sociedad agraria”. O sea que permitió la emergencia de un mundo urbano con
un cierto poder propio de base agropecuario. Luego, en los años 1960 la actividad agrope-
cuaria, que había sido despegada de las ciudades grandes, se diferenció en parte de las “loca-
lidades agrarias” y de los territorios rurales donde había sido colocada para transformarse en
un mundo socio-económico de nivel nacional y con cierta autonomía (Albaladejo, 2009 y
2017). Si la actividad agropecuaria siempre había sido muy diversa, durante casi tres décadas
ella va a ser impulsada a través de un único modelo de desarrollo: él de la agricultura mo-
derna “clásica”. Desde hace dos décadas, tanto en Francia como en Argentina, se pueden
observar tendencias a una re-localización, o sea, re-territorialización de la actividad agrope-
cuaria. Pero en los dos casos, aunque parezca más obvio para el caso argentino, esa tenden-
cia va junto con la emergencia simultánea de formas de actividad agropecuaria aún menos
ancladas en los territorios locales (agricultura empresarial y agricultura financiera en particu-
lar). Queda claro que están apareciendo diversos modelos de desarrollo en agricultura, con
sus mercados, sus políticas públicas, sus científicos, sus identidades y sus organizaciones.
Cada uno de estos “modelos” tiene su propia forma de articulación con el territorio, proba-
blemente sus propios “centros” en este territorio.
Este segundo pilar del marco teórico permite interrogarnos entonces sobre ¿Cuáles son los
distintos tipos de modelos de agricultura presentes en el territorio y cuáles son los que
toman a la ciudad intermedia como “centro” y para qué? La respuesta nos hablará de las
dinámicas territoriales vigentes y, a la vez, es esencial en vistas a la elaboración de políticas
públicas y acciones de desarrollo “territorializadas” y no sólo destinadas a un sector visto
como “aterritorial” y de escala nacional.
De este modo, en este trabajo se trabajan los conceptos de “ciudad intermedia” y “ copre-
sencia” para lograr reflexionar acerca de estas articulaciones. Se trata, entonces, de identi-
ficar las formas que toman las relaciones entre el espacio urbano intermedio y el espacio
rural próximo. Dicho de otra manera: ¿cómo se evidencian y son asumidas las funciones de
la ruralidad en estas ciudades y cuáles son los elementos o proyectos que constituyen
puentes entre los dos tipos de espacios?
METODOLOGÍA
Para este trabajo se desarrolla una metodología de tipo cualitativa basada en un intenso trabajo
de campo. En primer lugar, se realizó un inventario de los actores sociales, políticos, económicos
y administrativos presentes en la ciudad de Rodez, vinculados a la actividad agropecuaria. Para
esto se entrevistó a informantes calificados (cámara de agricultura, cooperativa, gerente agríco-
la, etc.). Al mismo tiempo se realizó el análisis de archivos de la prensa local y de información
disponible en internet, intentando además reconstruir la historia de sus trayectorias (momento
de creación, asentamiento en la ciudad, fechas claves de los cambios más importantes).
También se elaboró una lista de los eventos vinculados al sector agropecuario, asociados a
esta ciudad (ferias, eventos culturales, manifestaciones, protestas, etc.). Estos acontecimientos
permiten comprender las centralidades de la ciudad y la extensión de su área de influencia.
Tipo de
Funciones Año
actores
Joven productora tambera cerca de proche de Rodez en GAEC avec son père 2016
Productor de terneros, ex consignatario de ganado, fundador de la apelación del
2016
“Ternero del Aveyron”
Productor de quesos, comercializa en el mercado de la Place du Sacré-Cœur.
2017
Representante de la granja “La Borderie de Soulages”
Productor de productos lácteos que comercializa quesos en el mercado de la Place
2017
du Sacré-Cœur
Productora de legumbres y huevos, vende en el mercado de la Place du Bourg.
2017
Agricultores Representante de APAMA, asociación civil de organización de ferias.
Productor caprino, vende carne en el mercado de la Place du Bourg. Reresentante
2017
de la Ferme de Fadiols
Productor de frutas y legumbres, vende en el mercado de la Place du Bourg. Socio
2017
de la Association Pays d'Hérault.
Productor de fresas y frutas secas, vende en el mercado de la Place du Bourg. 2017
Productor de ovejas, vende huevos en el mercado de la Place du Bourg. Fabrica
2017
roquefort.
Productor ganadero de Onet-Le-Chateau. 2017
Empleado de DELPHIEUY. Vendedor de carne en el mercado de la Place du Sacré-
2017
Cœur
Vendedores Productor y vendedor de panificados en el mercado de la Place du Sacré-Cœur 2017
en mercados Empleado vendedor de frutas y legumbres en el mercado de la Place du Sacré-
2017
locales Cœur.
Productor y vendedor de panificados en el mercado de la Place du Bourg. 2017
Cocinero y vendedor de “Platos hechos” en el mercado de la Place du Bourg. 2017
2016
Directora del equipo de 8 técnicos del PETR
Administracio 2017
nes Director de la aglomeración de Rodez (8 comunas) y su brazo derecho 2016
territoriales Referente histórico de la cooperación Internacional con Pigué (Bs As) 2017
locales Concejal, ex intendente de St-Côme-d'Olt. 2017
Representante de cooperación internacional del departamento dÀveyron. 2017
Cámara de Extensionista responsable de la zona próxima a Rodez 2017
Agricultura del Jefa del Servicio de Ordenamiento del Territorio y Urbanismo 2016
Aveyron Extensionista especalizado en animación territorial e instalaciones de los jóvenes 2016
Presidente de la Cooperativa UNICOR 2016
Organizacione
Presidente de una AMAP y administrador de la FRAB Federación Regional de
s de 2016
Agricultura Orgánica
productores
Empleado de cooperativa agrícola de comercialización y consumo. (UNICOR) 2017
Instituciones Administrador de la explotacion del Lycée La Roque 2017
educativas Estudiante del Liceo Agrícola de Rignac 2017
Vendedor de empresa de comercialización de venta de insumos a nivel
Empresas 2017
internacional. (RAGT)
DESARROLLO
5
Rodez pertenece al Departamento del Aveyron y es el centro administrativo del departa-
mento en la región Occitania.Su historia comienza en los siglos XIII-XVI cuando la ciudad se
configura alrededor de la Cathédrale Notre-Dame. La aglomeración cuenta con un total de
49.100 habitantes en 2016 , con un crecimiento absoluto de 800 habitantes entre 2007 y
2012. Comprende las comunas de Rodez, Druelle, Luc-La-Primaube, Onet-le-Château,
Olemps, Sainte-Radegonde, Le Monastère y Sébazac-Concourès. El área urbana tomada
6
por el INSEE incluye un sector rural bajo la influencia de la ciudad y cuenta con 84.100
habitantes, con un crecimiento de 2.800 habitantes entre 2007 y 2012. El proyecto que
anima este trabajo espera dilucidar los ciclos que antecedieron al presente para compren-
der como se reconfigura el proyecto territorial.
El Aveyron cuenta con cuatro polos urbanos estructurantes. Además de Rodez, nos referi-
mos a Millau, Villefranche de Rouergue y Decazeville. Cada ciudad organiza áreas de em-
pleos del espacio rural y cuenta con coronas periurbanas (Figura Nº 1).
5
El proyecto ECOS Sud tiene sies ciudades en estudio: tres en la Argentina y tres en Francia. En la Argentina: Junín
(90.000 h.), Chascomús (42.000 h.) y Tandil (120.000 h.), todas en la Provincia de Buenos Aires. En Francia,
además de Rodez, se trabaja en Auch (22.000 h.) (Departamento del Gers), ambas de la Región Occitania, más la
ciudad de Aubenas (12.000 h.) (Departamento de la Ardèche, Canton de Aubenas) en la Región Auvernia-
Ródano-Alpes.
6
Páginas Web del INSEE. Institut National de la Statistique et des études économiques. Recuperado de :
https://www.insee.fr/fr/accueil
7
En Francia metropolitana la densidad media es de 116 habitantes a km2-
8
La leche de oveja Bio es rica en proteínas y calcio: Contiene tres veces más ácido linolénico (precursor de omega
3) que la leche de vaca http://www.bioaddict.fr/article/c-est-quoi-le-lait-de-brebis-bio-a5840p1.html.
9
Para mayor información, consultar el sitio web de UNICOR: http://www.groupe-unicor.com.
10
SODIAAL es la primera cooperativa lechera de Francia, reúne a 12.500 tambos y es multiespecializada (produce
manteca, leche fluida y en polvo, quesos, crema de leche y postres lácteos)
Fuente: INSEE
11
AOP significa Appellation d’Origine Protégée. El Roquefort es el primer producto en obtener la Appellation
d’Origine Protégée de la agricultura francesa, a principios del siglo XX. Es importante mencionar la recepción de
la leche de ovinos Lacaune para producción del queso Roquefort.
La ciudad de Rodez, como ciudad intermedia, tiene un perfil original. Taulelle (2010) señala
que tiene vínculos funcionales con ciudades menores de los alrededores localizadas “a dos
horas”, como lo señalan los habitantes. En términos de conectividad, la ciudad se beneficia
de la proximidad de la autopista París-Béziers, pasando por la ciudad de Clermont Ferrand
y el famoso viaducto de Millau. Además, se está construyendo la autopiasta entre Toulouse
y Rodez pasando por Albi (otra ciudad intermedia). La ciudad combina una función admi-
nistrativa con actividades del sector agropecuario y también del sector industrial. Por
ejemplo, la empresa Bosch ofrece 1.703 empleos, el hospital cuenta con un número equi-
valente de empleados, existe un centro comercial diversificado con la presencia de grandes
marcas y, como ya se ha indicado, presenta funciones relacionadas con el mundo agrope-
cuario, dada la importancia de este sector en el departamento del Aveyron.
Esta diversidad de la economía local se combina con el desarrollo reciente del turismo cul-
tural vinculado a la creación del museo Soulages. Este pintor oriundo de Rodez, con re-
nombre internacional, donó varias de sus colecciones a cambio de construir un museo en
el diseño del cual participó activamente. La ciudad aprovechó este proyecto para remode-
lar el centro y diseñar nuevos espacios públicos de calidad, en particular un camino une en
la ciudad los tres museos de la ciudad. Como en todas las ciudades con estas característi-
cas, los comercios del centro sufren la competencia de grandes centros comerciales ubica-
dos en la periferia, en particular en la comuna de Onet le Château.
Agricultura convencional
Entre los principales actores de este modelo en Rodez, se encuentra entonces la RAGT
(Empresa de producción de semillas y de comercialización de insumos Rouergue Auvergne
Gévaudan Tarnais). Su sede central se localiza en Rodez y fue fundada en 1919 bajo la for-
ma de una cooperativa por agricultores aveyroneses, que hoy son sus accionistas, pues en
1944 se convirtió en sociedad anónima. Emplea 350 personas que residen en la ciudad de
Rodez. Su estructura actual es global y se organiza en torno a la investigación, la produc-
ción y la comercializaciòn de semillas en y para el mundo entero. Asimismo, cumple un rol
muy importante en el abastecimiento de insumos agropecuarios y en el asesoramiento de
mas de 10.000 agricultores a escala regional. Por otra parte, también la empresa se dedica
a la compra y venta de carne producida por los ganaderos locales.
De modo que para esta forma de agricultura, si bien la escala nacional es esencial para su
organización, Rodez es un centro muy importante donde se concentran actores de nivel
nacional y departamental. Dentro de estos últimos actores no debemos dejar de mencio-
nar la Cámara departamental de Agricultura que, si bien atiende hoy en día otros modelos
a nivel local, como muchas organizaciones del sector, ha tomado su rol estratégico en los
años 1960 con el auge de la agricutura convencional. De hecho, en Rodez, la sigue aten-
diendo en forma muy estrecha.
Agricultura de proximidad
12
Los circuitos cortos pueden desarrollarse sobre distancias muy largas, de hecho hay productores que mandan
productos a París.
son habitantes de Rodez o de pueblos de los alrededores o del espacio rural próximo a
Rodez, en el departamento del Aveyron.
Las dos reglas importantes a ser observadas para la venta de productos alimenticios en los
mercados son: a) el vendedor debe disponer de instalaciones adecuadas para evitar la con-
taminación de los alimentos, y b) deben ser presentados al consumidor debidamente con-
servados a temperaturas apropiadas para evitar su alteración.
Agricultura artesanal
La hemos denominado “artesanal” porque se centra sobre la valorización del “trabajo si-
tuado” del ganadero, situado en una tradición y en un territorio. Si bien notamos relaciones
importantes y complejas, incluso cierta complementariedad con los otros modelos de agri-
cultura, consideramos que hay una tendencia a definir un modelo propio al analizar las
13
cuatro dimensiones. Un ejemplo es la IGP y Label Rojo “Veau de l’Aveyron”, ternero del
Aveyron, pero hay otras producciones de este tipo de modelo como el Boeuf de l’Aubrac,
l’Agneau Fermier des Pays d’Oc, etc. Retomemos las dimensiones de un modelo.
Retomando las dimensiones del modelo, hay una clara diferenciación en los mercados, ya
que buscan Apelaciones de Origen o Labels y también circuitos cortos vendiendo directa-
mente a los minoristas, no a los consumidores. Es el caso de la IGP Veau de l’Aveyron que
14
vende a todo el pais a través de los hipermercados Auchan y también comercializa a
13
Indicación Geográfica Protegida.
14
Nos dijo enfáticamente el principal actor de la IGP Veau de l’Aveyron : « Auchan, es mi gran éxito ! La gran distri-
bución no es obligatoria : es inevitable ! ». Lo que impide la venta de proximidad según ese interlocutor, es que
todos producen el mismo producto; al no estar diversificado el mercado de Rodez quedaría inmediatamente
saturado.
través de otras cadenas como Carrefour. Los circuitos cortos no son locales y, si bien la
imagen que se utiliza es la del Aveyron, la ciudad de Rodez no tiene algún rol. De hecho en
una entrevista de cinco horas que nos dio un actor clave de la IGP Veau de l’Aveyron, no
menciona la ciudad. Hay una fuerte relación con los consumidores urbanos, pero en forma
despersonalizada, por ejemplo los productores se turnan para estar presentes en los
stands de los supermercados (de Montpellier, de París, de Lyon…) y presentar sus produc-
tos a los consumidores. El presidente de la cooperativa UNICOR llama esa forma de comer-
cialización “circuitos cortos colectivos y cooperativos”. Lo “local”, el departamento del Avey-
ron sin resaltar ningún centro urbano en particular, es la “campiña” y el productor que
están en el centro, y no la relación productor-habitante como en el caso de la agricultura
de proximidad.
Esta forma de agricultura está particularmente concernida por las políticas de las apelacio-
nes y de labeles, como productos de terruño. Los signos de calidad son esenciales y las
políticas públicas y acciones que se refieren a ellas.
Finalmente, la relación con el resto de la sociedad está mediada en gran parte por el pro-
ducto labelizado, y eso se hace con el mundo urbano en general, no con la ciudad en parti-
cular como lo es en el caso del modelo anterior. Como hemos mencionado, el contacto
directo con los consumidores se hace en los supermercados de todo el país. También es
común la combinación con el turismo rural, nos dice un interlocutor que contruyó dos ca-
sas de turismo en su explotación y tres piletas: “nadie se realiza en medio de un desierto
Agricultura orgánica
Retomando las cuatro dimensiones de un modelo de desarrollo, podemos decir que esta
forma de agricultura ha logrado ocupar un lugar muy específico en los mercados, con iden-
tificadores muy claros y una fuerte presencia en particular en los hiper y supermercados,
teniendo hasta cadenas específicas de supermercados (dos de ellos en Rodez). También
logró tener esta forma de agricultura sus propias redes y organismos de produccíon de
conocimientos y de innovaciones tecnológicas y en algunos casos una presencia en las
cámaras de agricultura. Diferentes acciones de desarrollo rural ayudan estas formas de
agricutura, como es el caso de los programas de la Union Europea, el Leader, por ejemplo.
La conexión con la sociedad en general es muy fuerte, a través de una acción muy grande
de las asociaciones y de redes de militantes y simpatizantes.
En consecuencia, no se trata de un modelo que requiere una fuerte articulación con Rodez.
Sin embargo, en este caso particular existe una relación particular con Rodez, por una par-
te, por la importancia de esta forma de agricultura en el departamanto y, por otra parte,
debido a la sensibilidad del consumidor de Rodez.
15
Dice el presidente de UNICOR que representan a lo sumo 1000 ganaderos dentro de los 10.000 socios, y muy
pocos son parte de los 2000 socios que hacen el 80% de volumen de venta de la cooperativa.
CONCLUSIONES
Se ha presentado el caso de Rodez para repensar las hipótesis y teorías movilizadas sobre 1)
las ciudades intermedias y 2) la copresencia de modelos de agricultura en el territorio y se
buscará plantear un dispositivo analìtico adaptado al caso argentino, pampeano en particular.
Entre los resultados que ofrece este trabajo está la de mostrar la naturaleza y el sentido de
las relaciones contemporáneas entre los territorios urbanos de las ciudades intermedias y
sus hinterland rurales. También se identifican las innovaciones socio-económicas de los
proyectos en los territorios en interacción que ayudan para un analisis diferencial del rol y
las funciones de las ciudades intermedias.
No sólo las ciudades intermedias provocan la reflexión científica en tanto son los lugares
físicos concretos de muchas instituciones de actividades varias (administraciones, centros
de investigación y de formación, empresas privadas y vendedores, ferias, servicios de ex-
tensión, etc.), sino también y, sobre todo, porque esos lugares y esos actores no están “por
casualidad” en la ciudad, sino que forman redes coherentes y hasta sistemas económico-
institucionales que tienen funciones centrales para la actividad agropecuaria. Por eso es
importante abordar esta problemática de manera relacional.
En los circuitos cortos es lo urbano en general, o sea de manera difusa, que resalta y no la ciu-
dad. Es consecuentemente diferente de los circuitos locales. La agricultura de proximidad es un
modelo que combina los dos tipos de circuitos y que otorga un rol fundamental a Rodez.
También descubirmos con sorpresa que la agricultura convencional hace de Rodez un cen-
tro, que le otorga importancia, y que requiere una conbimación con otros tipos de modelos
para afianzar su articulación con la ciudad (con el modelo artesanal en particular).
Sin embargo, los dos otros modelos, el artesanal y el orgánico, no buscan particularmente
estar articulados con Rodez, no hacen de Rodez un “centro”. Sus mercados son nacionales y
esa dimensión influye fuertemente. Pese a eso, pudimos observar que Rodez, en el caso de
la agricultura orgánica, se presenta como un lugar de referencia. En una etapa histórica de la
emergencia, compleja y hasta confusa, de diversos modelos de desarrollo en agricultura, la
ciudad intermedia consigue articular una mayoría de ellos. Curiosamente el modelo de agri-
cultura que escapa de esta coexistencia con los otros modelos en Rodez (el “artesanal”) es él
que más valora y hace uso de la imagen local, pero de la región (el Aveyron) y no de la ciudad.
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malamo74@gmail.com
Palabras clave: economía social y solidaria, feria de emprendedores, Villa Harding Green.
Resumen
El presente trabajo indaga acerca de las relaciones que se establecen entre los emprende-
dores y feriantes que participan de la feria de Villa Harding Green y como se generan nue-
vas prácticas de producción y comercialización bajo los principios de la economía social y
solidaria (ESS) que vinculan a los emprendedores con el consumidor, concibiendo nuevas
formas de desarrollo local.
El objetivo de este trabajo es analizar el rol que desempeñan los emprendedores y las em-
prendedoras en la localidad de Villa Harding Green en el partido de Bahía Blanca en la ac-
tualidad y como se materializan algunos objetivos vinculados con la ESS.
Por lo antes expuesto, observamos cómo la naturaleza y las tendencias del desarrollo local
impulsado por los actores del territorio, conllevan al fortalecimiento del tejido social co-
munitario. Desde el punto de vista metodológico se han aplicado diversos procedimientos,
entre los cuales se encuentran la recopilación de información bibliográfica y entrevistas a
informantes claves, entre los que se destacan feriantes, emprendedoras, miembros de la Aso-
ciación La Fuente, Agua para el Corazón y representantes de la Delegación Municipal de Villa
Harding Green.
Introducción
El actual modelo económico imperante a nivel mundial guiado por políticas neoliberales
impuestas por los países más desarrollados que fomentan la liberalización del comercio
provoca graves consecuencias y desequilibrios en las economías de los países menos des-
arrollados. Estas políticas impactan directamente en el modelo de producción y en el sis-
tema de comercialización nacional que generan un crecimiento asimétrico entre las distin-
tas economías regionales, que acentúan las fragmentaciones territoriales, las desigualda-
des urbanas y profundizan la pobreza en la Argentina contemporánea.
En este contexto en las últimas dos décadas en nuestro país toman importancia diversas
experiencias de producción, comercialización y de consumo de bienes y servicios enmar-
cadas bajo la consigna de trabajo colectivo, asociativo y autogestivo llevadas a cabo por los
sectores más postergados de la sociedad producto de la crisis económica desatada por las
políticas neoliberales.
Es de destacar que esta crisis fue resultado de un largo proceso de reestructuración capita-
lista que se instauró a partir de la última dictadura militar y se consolidó con las medidas
implementadas desde 1983 por los gobiernos democráticos de Raúl Alfonsín y Carlos Me-
nem. El nuevo proceso de acumulación se sustentó en la valorización financiera que des-
plazo a la industria como motor del proceso económico. Como resultado de esto se redujo
fuertemente el empleo industrial y en los servicios públicos privatizados en favor del em-
pleo en sectores vinculados a los servicios con mayores niveles de precariedad laboral y
1
menores tasas de sindicalización (Feliz y López, 2012) .
1
En Jurado, E (2016): Propuestas analíticas para un estudio espacial de la economía popular y solidaria. Aportes
desde la realidad argentina. Geograficando. Volumen 12. (Número 2). p 4.
Marco teórico
Los actores son pequeños grupos de personas pobres y excluidas que —por
propia iniciativa o por la inducción de promotores mediadores de recursos— se
asocian voluntaria y solidariamente para efectivizar su propio trabajo autoges-
tionado, como vía de (re) inserción en el mercado que los expulsó o nunca los in-
tegró como trabajadores asalariados (2016: 18).
Así también es fundamental el papel que juegan otros actores institucionales en la cons-
trucción de los sujetos que componen la ESS, al respecto Rincón, Gamba señala:
Por lo tanto, es necesario pensar en que otra economía es posible como construcción co-
lectiva y proyecto de los trabajadores que le disputen al capital la capacidad de controlar la
producción y las condiciones de su reproducción, en este sentido las prácticas de la ESS
promueven nuevas formas de acceso a la producción económica y reproducción de la vida
que incluyen alternativas al modelo hegemónico capitalista.
El significado de las ferias debe ser analizado desde el territorio, en este sentido pensamos
al territorio como una construcción colectiva, lo cual implica disponer en una localidad, de
ciertas condiciones que habitualmente se identifican con la expresión capital social. Este
capital se construye a lo largo de la historia de cada territorio y es fruto de la cultura e idio-
sincrasia de cada comunidad.
Los actores sociales y las instituciones se constituyen en promotores directos del proceso
productivo. Las ferias promueven el desarrollo de emprendedores locales, la valorización y el
reconocimiento del patrimonio histórico-cultural a nivel local y regional, ofrecen un atractivo
a las localidades con actividades culturales gratuitas para la familia en su conjunto.
A partir de las ferias de la economía social y solidaria se genera una resignificación del
mercado como espacio público. La experiencia que analizamos interpela los modos
hegemónicos de producción de alimentos, para quiénes se producen, qué tipo de alimen-
tos se consumen y cómo circulan y se comercializan dichos alimentos. Se plantea la posibi-
lidad de construir nuevos modos de producción y comercialización de alimentos que gene-
ren relaciones sociales más justas. Estos principios trascienden el beneficio para un sector,
y problematizan una cuestión socialmente relevante: la cuestión de los modelos de desa-
rrollo y distribución.
Las ferias surgen como un proceso de construcción social, al respecto Caracciolo señala que:
Los mercados de la economía social y solidaria son posibles porque existen ex-
periencias, que se manejan con cierta autonomía de los mercados capitalistas
concentrados y con una lógica propia. Aunque es preciso señalar que los merca-
dos capitalistas son los más hegemónicos y por lo tanto los que fijan en última
instancia los márgenes de posibilidades (2014:223).
Estos espacios son claves para afianzar la soberanía alimentaria, diversificar la comercializa-
ción y aportar al desarrollo de las relaciones urbano-rurales. Es en ellos donde pequeños
productores, huerteros, emprendedores, familias y muchos otros actores, que han sido con-
denados a dejar el espacio rural, cansados de las crisis crónicas en sus economías regionales,
constituyen sujetos protagónicos. Actores que han sido excluidos por el modelo del agrone-
gocio y la agricultura industrial o por el mercado de trabajo formal urbano, se convierten en
sujetos de derecho que no renuncian a su capacidad de construir su identidad.
A fin de abarcar en toda su dimensión la problemática que nos ocupa en la presente inves-
tigación, es preciso caracterizar previamente a la ciudad de Bahía Blanca que se encuentra
ubicada en el partido homónimo. Por sus características económicas y demográficas es el
centro urbano-regional más importante del sur de la provincia de Buenos Aires. El distri-
En este espacio la feria de emprendedores comenzó a funcionar en el año 2015, pero los
procesos organizativos se remontan al año 2010 cuando la asociación civil La fuente, Agua
3
para el corazón implemento el programa nacional de microcrédito del Ministerio de Desa-
rrollo Social de la Nación. Con los fondos que la organización administraba se entregaron
más de 200 microcréditos a emprendedores y emprendedoras de la zona, brindándole
capacitaciones y asesoramiento en el diseño y puesta en marcha de sus emprendimientos.
A medida que los mismos se consolidaban, surge la necesidad de crear espacios de comer-
cialización de los productos. Así es que aparece la idea de comenzar a tener un espacio
propio donde poder comercializar estos productos.
Arrancamos en agosto en el día del niño del 2015, arrancamos enfrente de la De-
legación Municipal por Pilcaniyen, arrancamos ahí porque estaba dispuesto, po-
nemos nuestros puestos y nos animamos el tema de ellas las emprendedoras
4
era presentar sus productos, su venta a sus vecinos a su comunidad .
2
Según el Censo Nacional de Población y Vivienda (INDEC, 2010).
3
La Fuente, Agua para el corazón es una asociación civil con personería jurídica, entre sus objetivos se destaca
promover la creación de comunidades solidarias, económicamente sustentables y ecológicamente viables,
atendiendo en primer lugar las necesidades de la niñez y adolescencia en situación de vulnerabilidad social. La
asociación desarrolla actividades desde el año 2006 en barrios de la periferia de Bahía Blanca, entre los que se
destacan Grunbein, Villa Elena, 12 de Octubre y Villa Harding Green. Desde el año 2008 participa en el progra-
ma nacional de promoción del microcrédito del Ministerio de Desarrollo de la Nación.
4
Entrevista a Asistente Social C, en la localidad de Villa Harding Green, Bahía Blanca, realizada por Matías Álamo,
20 de noviembre de 2018.
La periodicidad es mensual, se realiza el primer sábado de cada mes, entre marzo y di-
ciembre, el horario se establece en función de la época del año-, en la actualidad se desa-
rrolla de 14.00 a 18.00 hs. La difusión de las actividades se realiza en forma personal y di-
recta por parte de los participantes y colaboradores y además se utilizan las redes sociales
para la promoción de las mismas.
Este espacio además promueve la participación de músicos y diversos artistas que ofrecen
distintos intervenciones culturales. Esto genera un espacio de compra y venta más amplio,
qué busca satisfacer tanto sus necesidades alimentarías como complementarias a la vida
humana, promueve la dignificación de las personas mediante el trabajo teniendo en cuen-
ta dimensiones económicas, socioculturales, políticas y medioambientales. Estas acciones
transformadoras generan identidad colectiva y proyectan cambios sociales hacia el interior
de la comunidad.
Las emprendedoras y feriantes entrevistadas destacan que la feria les proporciona el prin-
cipal ingreso, aunque solo funciona una vez por mes, y significa un momento de dignifica-
ción social, las mismas señalan que no sólo es asistir a la feria y vender su producción, sino
también organizarse para un correcto funcionamiento colectivo, capacitarse para mejorar
la calidad de los productos, resolver desafíos diarios en conjunto, y volver a empezar. Cada
día de feria es para ellas un desafío; buscan resolver las necesidades de los consumidores,
atenderlos amablemente y prestar atención a los errores para seguir creciendo. En conjun-
to, significa el desarrollo personal y colectivo tanto desde lo intelectual como en lo social y
económico.
5
Entrevista a emprendedora S, en la localidad de Villa Harding Green, Bahía Blanca, realizada por Matías Álamo,
27 de abril de 2018.
6
Entrevista a representante de la asociación civil La Fuente, agua para el corazón M, en la localidad de Villa Har-
ding Green, Bahía Blanca, realizada por Matías Álamo, 13 de febrero de 2018.
Los beneficios para los participantes son múltiples y de gran importancia, reflejándose en
los aspectos económicos, pero también en lo sociales. Dentro de los beneficios económicos
se encuentran permitir a los emprendedores incrementar sus ingresos económicos para
mantener sus hogares, darle valor agregado al trabajo de sus manos y elegir el precio más
conveniente de sus productos; generando para los consumidores productos de calidad con
un costo igual o menor al que encuentra en los locales comerciales.
Por lo antes expuesto la feria se convierte en el lugar donde las ganancias obtenidas van
directamente a quien las requiere, aumentando las posibilidades de que los emprendedo-
res y sus familias puedan mejorar su situación económica. Esta es una de las razones por la
cual comprar en la feria es beneficioso para la economía local y, principalmente, para la
población local.
Fuente: Alamo, M.
Entre los logros obtenidos por los emprendedores, una de las referentes destaca:
Los logros de los protagonistas desde que comenzó la experiencia se vinculan con
la posibilidad de poder comercializar las producciones propias en el espacio de la
feria, además a lo largo de estos dos años se consolidaron como organización y
7
profundizaron sus conocimientos y prácticas sobre la economía social y solidaria .
En estos espacios las manifestaciones de la cultura son diversas, la preparación de los ali-
mentos que se producen y se comercializan, hasta las expresiones de cultura y arte de los
artesanos. La cultura es, por lo tanto, una forma de vida que abarca la producción, la ali-
mentación y el arte que se despliega en las ferias. En estos espacios, se promueve que los
emprendedores manifiesten y fortalezcan su identidad, se estimula a que vendan sus pro-
ductos y mejoren sus ingresos para contribuir al mejoramiento de sus condiciones de vida.
Desde el punto de vista organizativo, la feria cuenta con una Comisión Organizadora inte-
grada por las emprendedoras con más experiencia y participación, la misma se reúne en
forma quincenal para resolver las cuestiones operativas y de organización. Además se rea-
7
Entrevista a Asistente Social C, en la localidad de Villa Harding Green, Bahía Blanca, realizada por Matías Álamo,
20 de noviembre de 2018.
liza otra reunión mensual de los emprendedores en donde se establecen las acciones a
seguir y las responsabilidades que cada uno tiene.
Otro de los aspectos a destacar es el rol destacado que ocupa la mujer como emprendedo-
ra y en la organización de la feria, en la actualidad de un total de 15 emprendedores, 13
son mujeres.
Por otro lado en cuanto a los obstáculos y las debilidades que presenta en la actualidad la
feria, son la falta de un espacio físico donde funcionar, una adecuada infraestructura para
el desarrollo de las actividades y la lejanía con el centro de la ciudad. En tal sentido una
emprendedora, destaca:
Creo que los principales obstáculos serian la falta de un espacio físico fijo, el hecho
de no tener un espacio fijo, me parece que tiene ahí un freno, claro la electricidad
el uso de los baños, hay que pedir permiso a la escuela, la escuela la verdad que
siempre se ha portado rebien pero también nos genera mucha responsabilidad,
9
por más que siempre estamos pendiente, siempre genera una tensión .
Si con la feria del lago, con economía social con Caritas después participan mu-
cho las chicas de Spurr ellas lograron el tema de la cocina comunitaria Moras
Brix, ellas siempre que pueden vienen a nuestra feria, también participamos en
una feria en el parque noroeste no era de Caritas era de un movimiento social
10
pero no me va a salir ahora pero fueron con las chicas de Spurr .
8
Entrevista a Asistente Social C, en la localidad de Villa Harding Green, Bahía Blanca, realizada por Matías Álamo,
20 de noviembre de 2018.
9
Entrevista a emprendedora N, en la localidad de Villa Harding Green, Bahía Blanca, realizada por Matías Álamo,
23 de febrero de 2018.
10
Entrevista a emprendedora N, en la localidad de Villa Harding Green, Bahía Blanca, realizada por Matías Álamo,
23 de febrero de 2018.
Consideraciones finales
Con el presente trabajo intentamos dar cuenta del rol significativo que adquiere la feria de
emprendedores de Villa Harding Green en el desarrollo de nuevas formas de producción y
comercialización a partir de las prácticas de la economía social y solidaria y como se mate-
rializan en el territorio.
A partir del desarrollo de la feria es posible identificar una diversidad de funciones que
trascienden lo comercial, el fortalecimiento de los principios de solidaridad, el intercambio
de saberes y la construcción de identidades colectivas por parte de los emprendedores y
las emprendedoras que persiguen la implementación paulatina de un nuevo paradigma,
que pueda encontrar respuestas ante las dificultades del modelo económico imperante, y
tenga una mirada más amplia, que englobe factores sociales, económicos y culturales de
forma integral.
Referencias bibliográficas
Alamo, M (2016): Productores familiares y Soberanía alimentaria. El caso de la Feria y Mercado Madre
Tierra de Tres Arroyos en la actualidad. En Lan, Diana, Geografías en dialogo. Aportes para la
reflexión. Tomo I E-Book. Tandil. Universidad Nacional del Centro. pp.145-152.
Caracciolo, M (2014): Economía Social y Solidaria: mercados y valor agregado en actividades rurales y
urbanas. En Rofman, A y Garcia, A Compiladores. Economía Solidaria y cuestión regional en la
argentina de principios del Siglo XXI. Entre procesos de subordinación y prácticas alternativas.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. E- Book. Pp.214-240.
Catalano, J y Gandulfo, A (2010): Prologo En. Golsberg y Dumrauf. Agricultura familiar ferias de la
agricultura familiar en la Argentina. Ediciones INTA. Buenos Aires.
Coraggio, J. L. (2016): Economía Social y Solidaria. Los Polvorines, Provincia de Buenos Aires.
Universidad Nacional de General Sarmiento. Ediciones UNGS.
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). 2010, Censo Nacional de Población, Hogares y
Viviendas.
Jurado, E (2016): Propuestas analíticas para un estudio espacial de la economía popular y solidaria.
Aportes desde la realidad argentina. Geograficando. Volumen 12. (Número 2). pp.1-13.
Rincón Gamba, L (2012): Territorios y sujetos de la economía social y solidaria. Otra Economía
Volumen 6. (Número 10). pp.24-36.
USO CORPORATIVO
DEL TERRITORIO, CIRCUITO SUPERIOR
DE SUPERMERCADOS
Y RED URBANA BONAERENSE
J. Di Nucci
Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales- CONICET/UNCPBA.
dinucci@fch.unicen.edu.ar
Resumen
Se propone estudiar el uso diferencial y jerárquico del territorio por parte de las empresas
comerciales en cadenas que pertenecen al circuito superior de la economía. Los supermer-
cados en Argentina poseen un mercado cada vez más concentrado y oligopolizado resulta-
do del proceso de fusiones y adquisiciones en ese sector y en otros afines. Estas grandes
corporaciones tienen el control de la producción, de los precios, de las ofertas, de la orga-
nización de las ciudades, entre otros aspectos. Intentamos comprender las relaciones,
transformaciones e interacciones existentes entre las topologías y organización de las
grandes cadenas de comercialización presentes en Argentina y la red urbana preexistente
de la provincia de Buenos Aires.
INTRODUCCIÓN
Se propone estudiar el uso diferencial y jerárquico del territorio por parte de las empresas
comerciales en cadenas que pertenecen al circuito superior de la economía. Los supermer-
cados en Argentina poseen un mercado cada vez más concentrado y oligopolizado resulta-
do del proceso de fusiones y adquisiciones en ese sector y en otros afines. Estas grandes
corporaciones tienen el control de la producción, de los precios, de las ofertas, de la orga-
nización de las ciudades, entre otros aspectos. Intentamos comprender las relaciones,
transformaciones e interacciones existentes entre las topologías y organización de las
grandes cadenas de comercialización presentes en Argentina y la red urbana preexistente
de la provincia de Buenos Aires.
Este trabajo está basado en la Teoría de los Circuitos de la Economía (Santos, 1979) que
postula la existencia de dos circuitos, superior e inferior, definidos por el conjunto de acti-
vidades realizadas y por el sector de población que se asocia a ésta, ya sea por la actividad
o por el consumo. El circuito superior de la economía urbana se distingue por el grado de
tecnología, organización y capital, con el cual fabrican, distribuyen y consumen productos y
servicios. Las empresas comerciales en cadena, forman parte de este circuito y poseen un
elevado grado de tecnología, una organización racional y burocrática y una elevada concen-
tración del capital.
El lucro del circuito superior, y en este caso de los supermercados, es acompañado por el
sistema financiero utilizando diferentes tipos de instrumentos como el pago por medio de
tarjetas magnetizadas, las tarjetas propias de supermercados, el cobro de impuestos y
servicios en las cajas de pago y el retiro de dinero en efectivo de las mismas.
Más allá de la división territorial del trabajo y uso del territorio de cada empresa nos interesa
ver aquí la presencia de esas grandes empresas en las ciudades a través de un análisis de los
cambios en el uso corporativo del territorio en la red urbana bonaerense. Para eso presen-
tamos un análisis del crecimiento y expansión de las seis mayores cadenas de supermerca-
dos presentes en Argentina en los últimos diez años, que nos permite ver como se está lle-
vando a cabo la presencia cada vez más extendida de estas grandes corporaciones en la red
urbana bonaerense llegando hasta una gran cantidad de pueblos grandes bonaerenses.
METODOLOGÍA
Se cuenta con datos generales provistos por estas corporaciones en sus sitios web, datos
obtenidos de las Revistas Mercado (2015, 2016 y 2017) y los datos 2012 y 2016 provenien-
tes de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS), Secretaría
de Estudios y Estadísticas.
De esta manera, si bien no podemos comparar porque para el 2007 tomamos 5 cadenas y
para el 2017 seis cadenas, creemos que es relevante mostrar la información en los dos mo-
mentos y el dato actual con el de Supermercado Dia, cadena con una expansión muy impor-
tante en los últimos años en la provincia de Buenos Aires, en cuanto a la cantidad de locales.
1
Si bien indicamos que los datos son para el año 2017 de manera general la base está compuesto por informa-
ción 2016, 2017 y 2018. Así, para Coto, Jumbo Retail, Wal-Mart y La Anónima se utilizan los datos a noviembre
de 2017; para el caso de Carrefour los datos utilizados son de diciembre de 2016 debido a que la empresa no
ha actualizado esa información en su sitio web; y para Dia se utilizan datos de mayo de 2018 porque si bien
contamos con los datos a diciembre de 2017, resulta interesante utilizar el dato actual ya que entre esas fechas
esta cadena se ha expandido a varias localidades.
Trabajamos los datos siguiendo las categorías de la red urbana Argentina y bonaerense en
particular, sobre la base de Vapñasky y Jorojosvsky en su trabajo original de 1990 y de Di
Nucci y Linares (2016) en la cual se han modificado esa categorización. El estudio se realiza
diferenciando la Región Metropolitana de Buenos Aires (incluida la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y 24 partidos) y el resto de la provincia. Se presentará la información en ta-
blas y en mapas a través del uso de sistemas de información geográfica; en ambos casos
de elaboración personal.
En la Revista Mercado (2016 y 2017) figura el “Ranking de las Mil empresas que más venden
en Argentina”. En la tabla 1, se presenta la información provista allí sobre las seis mayores
cadenas de supermercados que actúan en Argentina, ordenadas según la posición que
ocupan entre las primeras cincuenta empresas que más facturan en nuestro país:
Los datos de la tabla 1 muestran que hasta el año 2014 eran cuatro las empresas de su-
permercados que se encontraban entre las primeras cincuenta empresas más grandes de
Argentina (Carrefour, Jumbo Retail, WalMart y Coto), pero a partir de ese año dos empre-
sas, Imp. y Exp. de la Patagonia (Supermercados La Anónima) y Supermercado Dia, aumen-
taron su facturación y pasaron a formar parte de este grupo. En varios sentidos, la inclu-
sión de estas dos cadenas al grupo de las más grandes ha implicado ciertas modificaciones
en la organización corporativa y en la presencia territorial de del supermercadismo argen-
tino. Este circuito superior del comercio argentino está altamente concentrado y transna-
cionalizado ya que son solo dos firmas, entre las seis más grandes, las que continúan sien-
do de capitales nacionales: Coto y La Anónima.
Observamos en Argentina, como en otros países, que las empresas en cadena de super-
mercados se adecúan a las características actuales de la sociedad de consumo en el senti-
Así, “en el año 2007 Walmart adquirió las tres tiendas que la cadena minorista francesa
Auchan poseía en Argentina y, también, algunas de las tiendas que la cadena marplatense
Toledo tenía en esa ciudad y en otras localidades de la provincia de Buenos Aires. También,
en el año 2012 Carrefour compró las tiendas de cercanía de la cadena Eki (iProfesio-
nal.com. 14/6/2012)” (Di Nucci, 2016: 175). De esta manera, si bien las principales empresas
del retail pertenecientes al circuito superior han inaugurado nuevas tiendas en formatos
supermercados e hipermercados y han invertido capital en modernizar, ampliar y agregar
pequeños centros de compra en sus tiendas tipo hipermercado (Coto y Carrefour espe-
cialmente), se observa que en los últimos años centran su lógica de expansión en las Tien-
das de Proximidad o Cercanía, en las Tiendas de Descuento y en las Tiendas Mayoristas, ya
que cada vez es menos común realizar una o dos compras grandes mensuales por parte
de las familias argentinas.
Otro importante incentivo para aumentar las ventas por parte de las grandes cadenas de
supermercados es la comercialización de productos de marcas propias que son una impor-
tante competencia para las marcas comerciales de la industria, primordialmente para las
marcas líderes, porque tienden a maximizar estrategias que facilitan un mejor posiciona-
miento en el mercado. Estos productos se ofrecen a precios menores, tienen buena calidad
y se encuentran constantemente reposicionados.
Las principales marcas supermercadistas que poseen una importante expansión en el forma-
to de Tiendas de Cercanía son: el formato Market para Dia: Vea para la empresa Cencosud;
Changomas para WalMart y Minimercado para Coto. Esta expansión ocurre en detrimento del
autoservicio independiente y del oriental, ya que estas no cuentan con posibilidades de com-
petir con las cadenas en cuanto a comercialización de marcas propias, posibilidades de finan-
ciación, tarjetas de descuentos, pagos de servicios, envíos a domicilio, entre otros aspectos.
Esta información sobre la oligopolización del comercio minorista en Argentina ha sido ac-
tualizada por la misma institución para el año 2016 evidenciando que la concentración y el
crecimiento empresarial han continuado. Se señala que “las 5 primeras empresas poseen
el 74% del total de las bocas de las grandes cadenas. En relación con una estimación de
10.000 bocas en todo el país, estas empresas estarían detentando el 17,75% del total de
bocas” (FAECyS, 2016).
En la Tabla 1 hemos presentado, también, datos sobre la facturación de las seis principales
cadenas de supermercados presentes en el territorio argentino para los años 2013 y 2016.
Si bien no entraremos en este artículo en una discusión económica ni financiera sobre “las
cuentas” de las grandes empresas, cabe indicar el crecimiento de la facturación anual, que
si bien se hace parecer que el sector se encuentra estancado con crecimientos práctica-
mente nulos en su facturación (si se tienen en cuenta estimaciones privadas de valores de
inflación), la realidad demuestra un nivel muy alto de esta y un crecimiento de la misma.
Como venimos señalando, la demostración más categórica del fuerte crecimiento del sec-
tor también se ha dado en las aperturas de bocas de expendio. Según la FAECyS (2016) las
nueve cadenas más grandes en número de bocas mostraron un crecimiento promedio del
56% entre los años 2010 y 2016. Se destaca el caso de Carrefour que fue la que más creció,
en ese período, tanto en facturación como en número de bocas; pasando de tener 200
bocas en 2010 a 590 en el año 2016 lo que implica un crecimiento del 195% (especialmente
relacionado con la compra de las tiendas Eki). El caso de Jumbo Retail es interesante por-
que creció poco en cantidad de bocas, un 2,5% en esos años, debido a que centró su inver-
sión en reconvertir tiendas de marcas Disco a Vea para asegurar las Tiendas de Proximi-
dad. Por otra parte WalMart creció 78,7%; Dia% 51,8% y La Anónima 42%.
En esta estrategia multiformato y de segmentación del mercado una de las primeras medi-
das tomadas por los grupos de distribución fueron las denominadas tiendas de descuento
o hard discount (HD), las cuales son formatos comerciales ubicados en el interior de las
ciudades, que poseen una gama de ítems no muy extensa (alrededor de 1000), ofrecen
pocos servicios, trabajan con marcas propias en numerosos productos y utilizan una políti-
ca de precios muy agresiva. En este tipo de tiendas se combinan la proximidad con los ba-
jos precios. La ganadora neta ha sido la empresa Supermercados Dia que posee origen
español (creada en 1979) pero que ha cambiado de propietarios de manera rápida y hasta
controvertida en los últimos diez años.
Si bien, como indican los datos de la FAECyS (2016), tuvo un fuerte crecimiento entre 2010
y 2016, su explosión fue a partir del año 2014 cuando comienza a actuar como cadena se-
parada de Carrefour, presentando un crecimiento acelerado en su expansión en los últi-
mos dos años, 2016-2018. Esta expansión se debe principalmente a que en su lógica em-
presarial ha logrado combinar; Tiendas de Descuento, Tiendas de Cercanía (Market) y una
gama muy amplia de productos de marcas propias de buena calidad y bajos precios, su-
mado a que es la única cadena de supermercados presente en Argentina que utiliza la mo-
dalidad de franquicia.
Algunos datos que muestran el crecimiento señalado para Dia son que “en Argentina al
cierre del 2013 había 643 tiendas de las cuales 450 eran franquicias; para el cierre del 2014
el total ascendió a 724 de las cuales 486 eran franquicias, lo cual implica una apertura de
81 locales entre esos años (http://www.diacorporate.com/es/negocio/franquicias-dia. Ex-
traído 12/2015)”. Esta empresa en su página web señala que posee en la actualidad 930
tiendas en todo el país de las cuales el 70% son franquicias (http://www.diacorporate.com/
es/compania/dia-en-el-mundo/ Extraído: 5/2018).
A partir de nuestra base de datos, se observa que para fines del año 2015 Dia contaba con
210 tiendas en la provincia de Buenos Aires incluida la RMBA y con 292 tiendas en la Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires; en la actualidad son 329 el número de tiendas en dicha
provincia y 373 en la CABA, lo cual suma un total de 702 locales para el año 2018, valor que
era de 502 solo dos años y media atrás.
Este sintético análisis sobre Dia descuento es central para poder comprender la expansión
de las grandes cadenas en la actualidad porque es esta cadena la responsable de la mayor
cantidad de aperturas y porque explica el uso corporativo del territorio al llegar a cada vez
más cantidad y diversidad de aglomerados urbanos alcanzando incluso pueblos de la pro-
vincia de Buenos Aires.
El circuito superior, en este caso el conformado por las mayores cadenas de supermerca-
dos presentes en Argentina, está cada vez más monopolizado y oligopolizado, tiene la ca-
pacidad de macro-organizar el territorio y sus interrelaciones de todo tipo, incluyendo las
urbanas, se establecen por fuera de la ciudad, de la región e inclusive de la nación. Este
circuito se expande en el territorio, particularmente por la red urbana, y en porciones del
territorio con importante densidad técnica e incesantes demandas de modernización (Sil-
veira, 2014). Pero esa expansión es selectiva transformando los contenidos de la red urba-
na y también de las áreas de producción agropecuaria. Esto significa que el territorio se
vuelve cada vez más fluido, para ello las relaciones con el territorio y, en particular con las
ciudades, son verticales, por lo que usan el territorio de manera cada vez más competitiva
y jerárquica.
Cada vez más el uso corporativo del territorio provoca nuevas jerarquías urbanas según
cada región cuente o no con posibilidades técnicas, organizacionales, informacionales y,
claro, financieras para responder a las necesidades corporativas. De esta manera, una acti-
vidad económica, como el comercio, una de sus ramas específicas o una empresa en parti-
cular produce una lógica territorial cuya manifestación visible es una topología; es decir,
los puntos y áreas que las empresas seleccionan y que conforman su base material de
existencia para la producción, circulación y consumo (Silveira, 2007). Las divisiones territo-
riales del trabajo particulares de las empresas generan articulaciones entre algunos núcle-
os urbanos a partir de la circulación e intercambio de objetos materiales e inmateriales.
De esta manera, el capital con lógicas externas a los lugares, modifica, deshace y recrea las
interacciones espaciales (Corrêa, 1997) entre ciudades y sus antiguas jerarquías, obligando
a los actores regionales y locales y, al propio Estado, a modernizar y adoptar sus territorios
a las necesidades corporativas. Así, se van reforzando las diferenciaciones entre los lugares
de acuerdo a las funciones o papeles urbanos que poseen en dicha red urbana más o me-
nos articulada.
Al estudiar las seis empresas se supermercados más grandes del circuito superior presentes
en la provincia de Buenos Aires y CABA, observamos que, en un principio, tenían presencia y
difusión aprovechando las redes urbanas preexistentes y hasta las jerarquías urbanas here-
dadas. Sin embargo, en la última década, las grandes empresas por sus lógicas espaciales y
el conocimiento preciso y exhaustivo que poseen del territorio, han logrado saltear las jerar-
quías, llegar a ciudades medias de menores dimensiones denominadas aquí ATIS menores,
pero incluso se han expandido a ciudades pequeñas y pueblos grandes de la provincia. Act-
úan como verdaderos tentáculos en cada vez mayor cantidad de puntos del territorio provin-
cial, con una baja inversión fija al ajustar sus formatos comerciales a tiendas de menor escala
y tamaño, las cuales son permitidas por las normas de esas ciudades.
Presentamos en la Tabla 2 los cambios en el uso corporativo del territorio en la red urbana
bonaerense a partir del total de establecimientos por localidades para el año 2007 y para el
año 2017, diferenciado entre el dato comparativo “sin Dia” y el dato real actual de la pre-
sencia de las seis mayores cadenas en la provincia, es decir, “con Dia”.
En la Tabla 2 se diferencian los datos de total de tiendas para el año 2017 “con Dia” y “sin
Dia”; esta última columna nos muestra el peso que tienen las redes verticales particulares
de las empresas, en este caso de los Supermercados Dia, que le imponen su propia organi-
zación a un pedazo del territorio y lo reconfigura, al agregarle nuevos flujos materiales e
inmateriales, nuevos contenidos, no siempre cotejables o visibles. Obsérvese la profunda
diferencia en los totales con un valor de 1401 tiendas incluidas Dia para el año 2017 y 691
sin esa cadena. Esto mismo puede cotejarse para cada aglomerado, particularmente ob-
servable en la RMBA y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fuente: elaboración personal en base a datos de los sitios web de las empresas.
Presentamos a continuación el Mapa 1, con el crecimiento entre 2007 y 2017 de las cadenas
grandes de supermercados en la Región Metropolitana de Buenos Aires (que incluye los 24 parti-
dos de la primera y segunda corona de expansión) y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fuente: elaborado por Lic. Lorena Lamacchia (CIG/IGECHS/CONICET) sobre base de datos propia.
Se observa que si bien la Ciudad como los partidos del conurbano han sido históricamente
los de mayor presencia de supermercados observamos que lejos de tener su mercado sa-
turado se ha dado un importante crecimiento. El mismo se explica principalmente por la
apertura de Tiendas de Cercanía, ya sea nuevas o por compra de otras existentes, como
formato comercial nuevo y en expansión en el interior de las ciudades. Claramente gran
parte de ese crecimiento numérico es a causa de la división territorial del trabajo particular
de las Cadenas Dia y Carrefour Express, tal como venimos mencionándolo.
Mapa 2. Cantidad de tiendas de las cinco grandes cadenas por localidades de la provincia
de Buenos Aires, 2007
Fuente: elaborado por Lic. Lorena Lamacchia (CIG/IGECHS/CONICET) sobre base de datos propia.
Fuente: Elaborado por Lic. Lorena Lamacchia (CIG/IGECHS/CONICET) sobre base de datos propia.
Al observar la Tabla 2 pero especialmente los Mapas 2 y 3, sobresale que en estos diez
últimos años se ha dado una enorme expansión territorial de las grandes cadenas en el
territorio de la provincia de Buenos Aires. En este sentido, se ha más que duplicado la can-
tidad de localidades con tiendas de supermercados de esas empresas, siendo 31 en 2007 y
77 en 2017/2018.
merciales a tiendas de menor escala y tamaño, particularmente las Tiendas de Cercanía, las
cuales son permitidas por las normas de esas ciudades.
Una vez más debemos señalar que esta presencia de las cadenas grandes en la red urbana
bonaerense se explica principalmente por la división territorial del trabajo particular de
Carrefour a través de su formato Express y especialmente de la Cadena Dia que posee en
la actualidad el 70% de sus tiendas en formato franquicia.
REFLEXIÓN FINAL
En Argentina, más de dos tercios del mercado de alimentos estuvo asegurado a los peque-
ños almacenes y despensas de barrios y también a los autoservicios de una sola boca que no
pertenecen a las cadenas de supermercados. Este mercado, que estaba altamente atomiza-
do, comenzó a ser interferido por los Supermercados Chinos y en los últimos años las tien-
das de cercanía y de descuentos de las cadenas de supermercados disputan con esos su-
permercados y con los autoservicios independientes de barrio, lo cual produce y producirá
un fuerte impacto en el espacio de comercialización tradicional. Esta situación traerá apare-
jada enormes implicancias de tipo económico, social y espacial al interior de las ciudades.
Se ha intentando evidenciar en este trabajo el avance del circuito superior en la red urbana
bonaerense y la concentración en la metrópolis de Buenos Aires. Así, las lógicas territoria-
les de la grandes cadenas en Argentina están centradas en tiendas de menores dimensio-
nes lo cual hace que el circuito superior puro llegue cada vez a más lugares como son ATIS
de menos tamaño poblacional, ciudades pequeñas y pueblos grandes. Estas tiendas de las
grandes cadenas compiten con el comercio tradicional, teniendo a su favor una gran canti-
dad de beneficios como son la posibilidad de comprar con tarjetas de crédito comerciales y
de bancos, con tarjetas propias de las cadenas y usando todos los descuentos y promocio-
nes que ofrecen semanalmente las cadenas de supermercados.
No podemos dejar de remarcar que los cambios y consecuencias producto del supermer-
cadismo en los lugares, que han sido estudiados desde hace mucho tiempo en diversos
trabajos, como son la modificación en la organización de las ciudades, la irrupción en la
economía urbana local y en los circuitos espaciales de producción existentes, entre otros,
se ven enormemente agravados en ciudades con escala urbana inferior como ATIS meno-
res, ciudades pequeñas y pueblos grandes, ya que estas cadenas aunque actúan con for-
matos pequeños llegan a los lugares con todas las lógicas globales y empresariales de una
gran corporación, lo cual producirá un quiebre profundo en las economías locales.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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política. Rio de Janeiro: Consequência.
Coordinadoras
Alejandra Monachesi
Cecilia Bagnulo
mgriselda01@gmail.com
Resumen
INTRODUCCIÓN
La agricultura argentina transita desde hace décadas un camino signado por una fuerte
homogenización tecnológica, esta aseveración puede parecer un contrasentido frente a las
continuas innovaciones que se vienen incorporando al sector productivo. Es que esto no
representa una ampliación estricta de las bases referenciales y conceptuales, menos aún
de las ideológicas, que debieran conducir a un desarrollo agropecuario sustentable. Tal
parece que la tendencia del actual modelo de uso de la tierra está lejos de discutirse, y se
alinea progresivamente con la búsqueda de la mayor rentabilidad posible de los grupos
concentrados, los actores más capitalizados y las reglas del mercado.
Para ello, la Facultad debió implementar una política institucional conducente a dos accio-
nes interdependientes: (I) la creación del Sistema Integrado de Producciones Agroecológi-
cas y (II) la articulación con el Programa de Pensamiento Complejo de la Universidad Na-
cional de Rosario.
El SIPA forma parte del Campo Experimental de la FCA-UNR, posee una superficie de 12
hectáreas (Figura Nº1) y está dividido en tres sectores: producción agroecológica extensiva,
ensayos y testeo de prácticas agronómicas, y desarrollo de productos biotecnológicos.
El PPC-UNR tiene como objetivo general crear un espacio de trabajo académico in-
ter/transdisciplinario para el estudio del pensamiento complejo y para el abordaje de pro-
blemáticas actuales desde esa perspectiva. Dicho Programa está radicado en el Centro de
Estudios Interdisciplinarios y fue creado para promover y organizar la generación y el desa-
rrollo de programas interdisciplinarios de formación de postgrado, de investigación y de
extensión y/o transferencia.
METODOLOGÍA
Análisis documental de las normativas legales con relación al ordenamiento del SIPA
y su articulación con el entorno intra y extrainstitucional.
Los procedimientos fueron realizados conforme a los aspectos éticos establecidos por la
institución: pleno conocimiento de los objetivos de la investigación, colaboración volunta-
ria, anonimato de la identidad y confidencialidad de los datos.
La Teoría Fundamentada aplicada a los datos obtenidos integró: muestreo teórico por sa-
turación, identificación de indicios por comparación constante, microanálisis para elabora-
ción de categorías de análisis generales, reconocimiento de propiedades y relaciones para
la codificación (abierta, axial y selectiva) y posterior construcción de categorías núcleo, in-
tegración y síntesis para la elaboración de una categoría central explicativa.
Cabe aclarar que la teoría elaborada, de tipo sustantiva, posibilitó una comprensión más
profunda del problema, pudiendo resultar más o menos generalizable para explicar situa-
ciones problemáticas y/o contextos de características similares.
RESULTADOS
Al analizar los registros de la agenda institucional se observa que a partir del año 2015 do-
centes y autoridades de la FCA comenzaron a reunirse con los integrantes del PPC para ana-
lizar la propuesta institucional y evaluar un plan de trabajo articulado. Los primeros encuen-
tros estuvieron esencialmente centrados en cómo alcanzar el propósito general: lograr for-
mas de gestionar el conocimiento, basadas en la perspectiva de la complejidad, conducentes
a ampliar la formación profesional para dar respuestas renovadas y alternas a las demandas
territoriales; en este marco, se establecieron acuerdos generales sobre la periodicidad, for-
matos y destinatarios de las actividades. Posteriormente, es posible reconocer una consoli-
dación de la articulación a través del registro de reuniones periódicas (semanales) durante
las cuales se fueron concretando diversas actividades estratégicamente orientadas a la in-
corporación de otras organizaciones vinculadas al sector agropecuario: Facultad de Ciencias
Veterinarias de la misma Universidad (FCV-UNR), INTA, Colegios profesionales afines, otras.
se en las opiniones vertidas una elevada satisfacción con respecto a la calidad de las pro-
puestas así como una fuerte preocupación sobre la continuidad de las mismas en el tiem-
po para consolidar los vínculos interinstitucionales y efectivizar actuaciones conjuntas. En
una línea cronológica es posible advertir que el fortalecimiento de los vínculos interinstitu-
cionales fue favoreciendo la concreción del trabajo conjunto para ampliar la formación y
fortalecer el perfil profesional (Figura Nº 3).
Encuentro I Reunión
interinstitucional: Desde Curso: Introducción al II Reunión Taller Transdisciplinario
Transdiciplinaria en pensamiento complejo 2017: Aportes para un
la complejidad, miradas Ciencias Agropecuarias. Transdisciplinaria en
alternativas para para el abordaje de Ciencias Agropecuarias. avance estratégico en la
Septiembre 2016. problemas gestión de los recursos
encontrar-nos. Octubre Septiembre 2017.
2015. agropecuarios. Mayo- hídricos en territorio
junio 2017. santafesino
En todas las actividades observadas para cada una de las dimensiones se destaca la gene-
ración de una interdependencia positiva a partir de la valoración que se hace sobre el SIPA
como propuesta institucional para aportar a la complejidad territorial. Todos los participan-
tes desarrollaron interacciones colaborativas asumiendo la diferencia como un insumo
para el aprendizaje y para el hallazgo de soluciones compartidas a través del reconocimien-
to de las contribuciones individuales.
También se evidencia que, tanto en los encuentros formales como en los informales, los
participantes priorizaron el diálogo y las aportaciones diversas por encima de la imposición
de las relaciones jerárquicas, como habitualmente sucede en una institución tradicional.
Desde el punto de vista educativo, esta transformación del entorno de aprendizaje ha favo-
recido el desarrollo de propuestas de enseñanza orientadas a que los estudiantes prota-
gonicen procesos de construcción de conocimientos más integrales, que incorporan sabe-
res devenidos de otras comunidades y culturas. En síntesis, las observaciones realizadas
corroboran que las dimensiones se interrelacionan entre sí a partir de una efectiva organi-
zación reticular, basada no solo en el conocimiento académico sino también en valores
como la solidaridad y el respeto (Figura Nº 4).
Del análisis de los documentos institucionales que aprueban las propuestas de enseñanza
presentadas por los equipos docentes, surge que las mismas se desarrollarían bajo una
lógica más cercana al modelo educativo tradicional que como efectivamente fueron im-
plementadas. Esta incongruencia entre prescripción-implementación podría explicarse por
Por ello, destacan la relevancia institucional del proceso de formación de redes: Red Regio-
nal de Experiencias Agroecológicas que nuclea a Productores Agroecológicos y Red de In-
genieros Agrónomos para “…mostrar al medio productivo que es posible mantener la ren-
tabilidad introduciendo prácticas que recuperen los suelos y favorezcan un desarrollo terri-
torial sustentable”. Ambas redes son interdependientes entre sí y para con los equipos de
docentes investigadores de otras unidades académicas e institutos de investigación. En
particular se destaca la articulación con el Colegio de Ingenieros Agrónomos de la 2º Cir-
cunscripción y con productores locales que ya vienen desarrollando prácticas de transición
agroecológicas, ya sea por convicciones personales y/o por hallarse en áreas periurbanas.
…es un desafío prioritario para las instituciones agropecuarias, para que el ejer-
cicio profesional de sus graduados cobre más vigencia que nunca, y los profesio-
nales sean revalorizados y requeridos por la misma sociedad que hizo posible su
formación. Más, se pretende vertebrar una sólida estructura que supere la indi-
vidualidad que ofrece el predio para alcanzar la multi-dimensión del territorio y
con ello aportar a la sustentabilidad del desarrollo.
Figura 5. Representación de la conformación reticular del SIPA lograda a través del proceso
integrador interdisciplinario
DISCUSIÓN
Si bien los resultados obtenidos demuestran que en la FCA-UNR ha sido posible impulsar
formas de gestionar el conocimiento superadoras a las tradicionales, no es posible reconocer
con certeza cuáles deberán ser las transformaciones institucionales que deberán sucederse
para lograr afianzar el logro de un perfil profesional enriquecido con los aportes de la Agroe-
cología y del Pensamiento Complejo, al tratarse de enfoques y líneas de pensamiento que
desafían modelos de formación tradicionalmente arraigados en la Universidad Argentina.
En este punto de reflexión es interesante el estudio comparativo realizado por Delgado Díaz
(2016:67-68) sobre diversas estrategias formativas que se han basado en una racionalidad no
clásica. A partir del análisis, el autor identifica aquellas coincidencias que considera son as-
pectos esenciales para incidir en la formación profesional destacando las siguientes: asumen
la perspectiva del Sujeto entendido como observador situado en contexto, reconocen la in-
certidumbre del conocimiento como punto de partida y llegada, asumen críticamente el co-
nocer como dualidad conocimiento/valor, demandan un cambio en el objeto de la ciencia, de
manera que incluya el sujeto contextualizado, y haga posible comprender la responsabilidad
ética de las acciones transformadoras que se emprenden en base a los conocimientos, y
reconocen las posibilidades epistémicas de todos los seres humanos.
Otra cuestión importante que se desprende de los resultados es sí será posible, desde la
transdisciplinariedad e interinstitucionalidad, consensuar la proyección de modelos agro-
pecuarios más sustentables, capaces de articular visiones y decisiones provenientes de
perspectivas y áreas disciplinares cada vez más numerosas y diversas. Este desafío se pone
de manifiesto al indagar sobre las concepciones acuñadas en los participantes sobre, por
ejemplo, “agroecología”, “territorio”, “desarrollo”, “sostenibilidad”, “crecimiento”, entre otros.
Al respecto, Gallopín (2003) señala el carácter histórico de esta dificultad por tratarse de
conceptos ambiguos y/o controvertidos. El autor, luego de examinar y analizar desde un
enfoque sistémico las distintas concepciones y perspectivas teóricas de referencia sobre
“sostenibilidad y desarrollo sostenible” considerando los atributos genéricos subyacentes,
concluye advirtiendo sobre el desafío de conciliar el significado y las implicancias de los
conceptos que se pretenden poner en práctica cuando se trata de sistemas complejos.
Por último, y con la intención de dejar abierta la discusión, emerge otro interrogante: ¿la
estrategia adoptada, servirá para que se visualice la voluntad de transformación que tiene
la institución con relación a escuchar las necesidades del entorno social… cómo deberá
evolucionar para consolidar una trama social que logre acordar soluciones compartidas
con el contexto local y sostener la legitimidad de las organizaciones en el tiempo? porque
lo que perdura en el tiempo es lo que cambia.
CONCLUSIONES
Los resultados expuestos demuestran que las actividades desarrolladas durante el período
2015-2017 presentan un elevado nivel de articulación SIPA-PPC y que son pertinentes con
el propósito institucional: desarrollar una nueva política de gestión del conocimiento capaz
de responder a las necesidades de un territorio complejo e incierto, altamente demandan-
te de alternativas de desarrollo socio-productivo más sustentables.
Por ello, más allá de los interrogantes que pudieran surgir sobre el devenir incierto de una
propuesta que procura aportar nuevas formas de pensar y de pensarse en la realidad agrope-
cuaria, se reconoce el valor que ya tiene la iniciativa al conciliar el hombre con la naturaleza.
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para desarrollar la teoría Fundamentada. 1º Edición en español. Editorial Universidad de
Antioquia. Colombia.
claudiamikkelsen@gmail.com
Palabras clave: bienestar rural, espacio rural, provincia de Buenos Aires, análisis multivariado.
Resumen
Para evaluar el bienestar de la población rural bonaerense, se trabajó con técnicas de aná-
lisis multivariado, que han permitido construir el Índice de Bienestar Rural (IBR). El IBR sin-
tetiza la situación de los indicadores contenidos en las dimensiones: Educación, Sanea-
miento y Salud, Vivienda, Actividad Económica, Comunicación-Conectividad y Ambiente.
INTRODUCCIÓN
A esta cuestión se suma que en Argentina la definición estadística de ‘lo rural’, tal como
establecen Castro y Reboratti (2008), fue adoptada de la delimitación acuñada en Francia
en el siglo XIX a partir de un criterio que lo distingue de lo urbano según la cantidad de
habitantes (umbral demográfico). Para la clasificación censal que establece el INDEC, son
urbanas las aglomeraciones que posean 2.000 habitantes o más, es población rural agru-
pada aquella que resida en localidades que presentan menos de 2.000 habitantes y será
población rural dispersa aquella diseminada en campo abierto.
A los debates teóricos, se agrega que en Argentina hay falencias en las fuentes de datos
oficiales para dar cuenta de las condiciones de vida en ámbitos rurales, dado que las varia-
bles e indicadores están pensados especialmente para lo urbano y no tienen en cuenta las
características de los hábitats rurales, ni las condiciones culturales de las diferentes regio-
nes argentinas. Sobre esta cuestión, Craviotti (2001, citada por Banco Mundial, 2007) sos-
tiene que el indicador más utilizado para evaluar la pobreza (porque se construye a partir
de datos censales) es el de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Sin embargo, apun-
ta que emplear este enfoque en el ámbito rural tiene ciertas limitaciones conceptuales y
operativas, las cuales pueden ser consideradas parte del sesgo urbano presente en la ma-
yoría de los ejercicios de medición de la pobreza hechos con esta perspectiva (Craviotti,
2001, citada por Banco Mundial, 2007). Las investigaciones de Mikkelsen (2010, 2015,
2016), desde el concepto calidad de vida, muestran la necesidad de buscar indicadores
compatibles para lo rural y lo urbano, con el fin de lograr la comparabilidad y así evaluar de
modo riguroso la situación de los territorios rurales.
Para evaluar el bienestar de la población rural bonaerense, se trabajó con técnicas de aná-
lisis multivariado, que han permitido construir el Índice de Bienestar Rural (IBR). Por el en-
foque teórico elegido, se seleccionaron variables de beneficio, es decir aquellas que en sus
puntajes más elevados representan las mejores situaciones.
El IBR sintetiza la situación de los indicadores contenidos en las dimensiones que seleccio-
namos para operacionalizar el concepto bienestar rural, estas son: Educación, Saneamien-
to y Salud, Vivienda, Actividad Económica, Comunicación-Conectividad y Ambiente.
METODOLOGÍA
Área de estudio
La provincia de Buenos Aires se encuentra constituida por 135 municipios definidos como
partidos (Figura 1). Desde el punto de vista físico natural, la provincia tiene un relieve llano
interrumpido por los cordones serranos de Tandilia y Ventania. Tradicionalmente la provin-
cia se divide en: Pampa Deprimida, correspondiente a la cuenca inferior del rio Salado;
Pampa Ondulada al norte, donde las lomadas interrumpen la llanura; Pampa Arenosa al
oeste, en la cual las dunas longitudinales con sentido Noreste-Suroeste dominan; y la
Pampa Interserrana, presente entre ambos sistemas serranos (Chiozza y Figuera, 1981),
estas divisiones internas se relacionan con el relieve, el tipo de suelos, la vegetación y sir-
ven para comprender la dinámica hidrológica.
En gran parte de la Provincia hay variedad de climas templados, mientras que en el sector
sur se encuentran representados los climas semiáridos. Las precipitaciones, aumentan de
Suroeste a Noreste siendo el verano la estación de mayor concentración de lluvias (Chiozza
y Figuera, 1981). Es característica del área la variabilidad climática relacionada a los fenó-
1
menos del ENSO , los cuales tienen una alta correlación con los periodos muy húmedos (El
Niño) y muy secos (La Niña). En cuanto a la hidrografía, Buenos Aires tiene varios aspectos
destacados. En primer lugar, la zona norte está dominada por la cuenca del Paraná-Plata y
el sistema deltaico de la misma cuenca. El área central de la provincia está dominada por la
cuenca del Salado, cuyo río homónimo desemboca en la Bahía de Samborombón en el
extremo Este de la provincia, significando uno de los mayores desafíos para el área debido
a su escasa pendiente, circulación lenta del agua y problemas en periodos muy húmedos.
La zona centro sur, dominada por los sistemas serranos y la pampa interserrana, genera
dos sistemas de drenaje, la cuenca del Río Quequén y el Río Sauce Grande. En el suroeste
de la provincia se encuentra un sistema de desagote endorreico conformado por las Lagu-
nas Encadenadas. Por último, en el sur se localizan las cuencas bajas de los Ríos Negro y
Colorado (Chiozza y Figuera, 1981).
1
Oscilación del sur El Niño, (ENSO por sus siglas en ingles).
La posibilidad de diferenciar entre población urbana y rural a escala del país y de la provin-
cia de Buenos Aires nos muestra incrementos en la población urbana con retrocesos en la
rural a lo largo de los últimos cuatro periodos intercensales. Interesa observar desde el
censo de 1991 hasta el 2010 como en la provincia de Buenos Aires si bien se incrementa la
población urbana y se reduce la rural, en el caso de esta última encontramos que la pobla-
ción rural agrupada muestra valores positivos y en leve crecimiento (Tabla 1).
Tabla 1. Provincia de Buenos Aires. Población urbana y rural censada en 1991, 2001 y 2010
Año
Población urbana y rural
1991 2001 2010
Total 12.594.974 13.827.203 15.625.084
Urbana (1) 11.986.709 (2) 13.324.241 15.190.440
Rural (3) 608.265 502.962 434.644
agrupada 181.185 202.582 225.437
dispersa 427.080 300.380 209.207
(1) Se considera población urbana a la que habita en localidades de 2.000 y más habitantes, y población rural al resto.
(2) Totaliza estrictamente las localidades que al Censo 1991 tenían 2.000 y más habitantes.
(3) Se clasifica como población rural a la que se encuentra agrupada en localidades de menos de 2.000 habitantes
y a la que se encuentra dispersa en campo abierto.
Fuente: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda 1991 y Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas
2001 y 2010.
Técnicas de análisis
Como expresan Diener y Suh (1997), los indicadores sociales objetivos se basan en criterios
cuantitativos, estadísticos y no en percepciones subjetivas, aunque éstas siempre están pre-
sentes en el proceso de investigación de la mano de las decisiones que científicos o grupos
de investigación aplican al seleccionar unas variables y no otras, una dimensión y no otra.
Para evaluar el bienestar de la población rural bonaerense, se trabajó con técnicas de aná-
lisis multivariado, para construir el Índice de Bienestar Rural (IBR). Este sintetiza la situa-
ción, de los indicadores contenidos en las dimensiones Educación, Saneamiento y Salud,
Vivienda, Actividad Económica, Comunicación-Conectividad y Ambiente.
El IBR, se aplica a los partidos de la provincia de Buenos Aires que al año 2010 tenían po-
blación rural (dispersa y agrupada). Para el análisis de las cinco primeras dimensiones la
fuente de datos usada es el Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda de 2010. En
cuanto a la dimensión ambiental se utilizaron modelos digitales de elevación (MDE) proce-
dentes del sensor SRTM con resolución de 90 metros (earthexplorer.usgs.gov) y datos de
precipitaciones mensuales de enero de 1963 a diciembre de 2012 con resolución de 0,5°
(ERSL-NOAA https://www.esrl.noaa.gov/psd/data/gridded/). Por último, esta dimensión inclu-
ye el Índice de contaminación por plaguicidas (Defensor del Pueblo de la Nación, 2010). El
MDE se utilizó para el cálculo de pendientes. Las precipitaciones fueron agrupadas anual-
mente y se calcularon el valor medio y desviación estándar de cada una de las series de
datos. A partir de ello se determinaron años muy húmedos/secos si las precipitaciones
medias eran +/- 2 desvíos estándar, mientras que los años húmedos/secos fueron aquellos
que sólo superaba +/- 1 desvío estándar. Con esto se contabilizaron los años de cada una
de las situaciones y se calculó el período de reincidencia de dichos años.
Por el enfoque teórico elegido, se seleccionaron variables de beneficio, es decir aquellas que
en sus puntajes más elevados representan las mejores situaciones. Con las variables se di-
señó la Matriz de Datos Originales (MdO, 16 indicadores) que luego se transformó en Matriz
de Datos Índice (MdI). La producción de esta matriz como paso previo a la estandarización,
tiene que ver con la heterogeneidad de los partidos en sus características sociodemográficas.
A partir de las MdZ se calculó el IBR por promedio simple entre las variables. Los índices
obtenidos corresponden al total provincial y a cada unidad espacial (partido). Posterior-
mente, se establecieron cinco categorías del IBR por cuantiles.
Tabla 2. Dimensiones, variables e indicadores del IBR de la provincia de Buenos Aires 2010
Dimensión Variable Indicador
Educación Máximo nivel educativo ‒ % de población de 20 a 59 años con nivel
logrado secundario o polimodal completo
‒ % de población de 26 a 59 años con nivel
universitario completo
Saneamiento y Provisión de agua dentro de ‒ % de población en hogares con conexión de
salud la vivienda agua dentro de la vivienda
Cobertura de salud ‒ % de población en hogares con provisión
de agua con bomba a motor
‒ % de población con Obra social
RESULTADOS
El índice sintético final (Figura 2) muestra una distribución territorial en formato de islas, las
que tienen vinculación con los procesos históricos de ocupación del territorio, la extensión de
la urbanización sobre tierras rurales y las actividades económicas agropecuarias, indudable-
mente influidas por las características físico-naturales del área en estudio. Observamos que
el bienestar rural tiene los mejores desempeños en la Pampa interserrana y Pampa surera.
La Pampa ondulada, en especial en cercanía de la RMBA, es un área profusamente urbaniza-
da, pero al mismo tiempo corazón de la producción hortícola-frutícola y florícola, allí las con-
diciones de bienestar Bajas a Extremadamente bajas ganan terreno. Lo mismo se advierte al
norte de esta subregión, área de agricultura extensiva y de ciudades medias que aún no se
han expandido de forma aguda sobre los territorios rurales que las circundan.
Patagones y Villarino, integrantes de la Patagonia bonaerense, con valores entre Muy Bajos
y Medios, son partidos ubicados marginalmente desde el punto de vista rural.
Por último, la Pampa Deprimida, dominada por la cuenca del Río Salado, muestra cifras
que la posicionan en situaciones de bienestar rural Muy Bajo a Medio. Es la zona ganadera
por excelencia, aprovechando aún en la actualidad las pasturas naturales, pero sometida a
constantes amenazas de inundación, sobre todo en los sectores más bajos.
Tanto en la zona noreste como en la sudeste, las ciudades grandes y medias se expanden,
crecen las pequeñas localidades, se instalan urbanizaciones cerradas y, poco a poco, en áreas
de transición lo rural y lo urbano se interpenetran, dando lugar a configuraciones más com-
plejas, movilidades e intercambios variados. Es así que la conectividad y comunicaciones, el
acceso a la educación superior, la posibilidad de acceder a mercados de trabajo extra-rurales,
acarrea ventajas para los pobladores del área, con un mejor bienestar rural.
Finalmente, interesa señalar que del conjunto de indicadores la posibilidad de contar con
aportes jubilatorios, bomba automática para aprovisionar de agua a la población rural, así
como la capacidad de contar con agua en las viviendas, poseer teléfono fijo y celular, deno-
tan las mayores distancias entre los rangos del IBR, con lo cual las dimensiones vivienda y
comunicación son las que primero necesitan intervención y toma de decisiones en procura
de mejorar el bienestar de la población rural.
CONCLUSIONES
Además, nos parece oportuno pensar en las dificultades metodológicas que surgen al tra-
bajar con entornos de ruralidad, tales como la falta de acceso a datos desagregados según
domicilio urbano o rural, por ejemplo con indicadores como la tasa de mortalidad infantil o
la tasa de mortalidad general, fundamentales por ejemplo en la construcción de la dimen-
sión sanidad del IBR. Del mismo modo queremos reflexionar respecto de la potencialidad
de trabajar imbricadamente lo urbano y lo rural, alcanzando un estudio que procure com-
prender ampliamente la realidad de la población rural. Virar el eje problemático desde lo
rural productivo a lo rural vivido, al cotidiano de quienes residen en la ruralidad bonaeren-
se, a pesar de su bajo peso demográfico, es una necesidad dado que, en su experiencia
espacial realizan prácticas territoriales y entretejen una trama de sentidos indispensable,
para entender su territorialidad.
Nuevos interrogantes y posibilidades de trabajo se abren luego de este ejercicio inicial, por
ejemplo, procurar diferenciar con la construcción del IBR el comportamiento de lo rural
agrupado y lo rural disperso. Por último, consideramos que estos primeros resultados son
la base para continuar analizando la pertinencia de las dimensiones e indicadores, así co-
mo la necesidad de profundizar en conocimientos territoriales que debieran ser indispen-
sables a la hora de pensar e instrumentar políticas públicas específicas.
Referencias bibliográficas
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¿CRECIMIENTO O DESARROLLO
TERRITORIAL RURAL? SITUACIÓN DE
LOS TRABA JADORES
J. Romeroa
a
Departamento de Ciencias Sociales (DCS), UDELAR – CENUR LN/, Salto, Uruguay
juanromero69@gmail.com
Resumen
Pero en estas últimas tres décadas esto se ha ido transformando, en las sociedades rurales
latinoamericanas coexisten empresas de alta complejidad tecnológica, empresas que for-
man parte de “grupos económicos” transnacionales provenientes de otros sectores produc-
tivos, empresas del agroturismo, trabajadores rurales no agrarios, con mundos rurales
heterogéneos con campesinos, grupos aborígenes, productores medios, y trabajadores
rurales agrarios segmentados por los procesos de mecanización, y nuevos desocupados.
En relación al mundo rural tales cambios implicó: a) apertura de mercados, se aceleran los
intercambios comerciales y se intensifica la competitividad, teniendo por base poderosas
cadenas agroalimentarias que monopolizan la producción y el comercio mayorista a escala
global, b) emergencia de iniciativas tecnológicas (biotecnología, ingeniería genética) que
cuestionan el padrón dominante; c) se diluyen las diferencias sectoriales y espaciales, lo
rural deja de ser el foco específico de las actividades agrícolas y d) se modifica el papel del
poder público y de las instituciones que actúan en los espacios rurales.
Desde mediados de la primera década del siglo XXI el crecimiento a nivel internacional de
los precios de las materias primas, a raíz de la demanda de energía y alimentos (Rubio, B.
2008), produce un ciclo de expansión productiva y alza de los precios que transforma al
sector agropecuario uruguayo, el cual forma parte de las mutaciones que implican en el
modelo de desarrollo productivo señalado. Un indicador claro de estos cambios es la evo-
lución del precio de la tierra en el país que en esos años aumenta casi ocho veces su valor,
con precios record, alcanzando en los casos de las tierras más fértiles precios similares a
los de la región fronteriza.
Este nuevo contexto está signado por cuatro factores que conjugados entre sí componen el
escenario socio económico actual sobre el cual debe analizarse la estructura agraria con-
temporánea nacional. Ellos son las alteraciones en el uso del suelo, los cambios legales
para la tenencia de la tierra, la extranjerización y el dinamismo del mercado de tierras.
Por lo cual, en la última década la estructura productiva agropecuaria del Uruguay ha teni-
do un aumento en la inversión productiva internacional en cadenas de producción de va-
lor, generando territorios rurales integrantes del mercado global de alimentos. Para ello
tales transformaciones se enmarcan en la reestructuración del proceso capitalista, (inician-
do procesos de mayor flexibilización, descentralización productiva e innovación tecnológi-
ca) y su integración a la producción agropecuaria.
Este trabajo pretende analizar en el mercado de trabajo (como parte de dicho proceso
productivo) las condiciones sociales de los asalariados, para lo cual, se considera las di-
mensiones de análisis de calidad de empleo, niveles de pobreza y características producti-
vas de tales territorios exportadores de alimentos. ¿Cuál ha sido la evolución de la pobreza
de los asalariados rurales? ¿A quiénes impacta más la pobreza rural entre los mismos?
La metodología aplicada fue de diseño cuantitativo, la fuente de datos las Encuestas Conti-
nuas de Hogares entre 2006 y 2016, dado que incorporan los territorios rurales y es el per-
íodo de mayor crecimiento de la producción agroalimentaria, además se sumarán los datos
del último Censo Agropecuario de 2011, el cual posibilita analizar los cambios productivos
a nivel territorial. El análisis empleado con técnicas de análisis exploratorio (estadística
descriptiva univariable), de análisis bivariable con fines descriptivos (descripción del con-
junto de la población observada) y con fines explicativos (analizar posibles relaciones cau-
sales entre dos variables: independiente y dependiente), y, por último, el análisis multiva-
riable (más de dos variables al mismo tiempo), con la cual se procura medir las influencias
y las interrelaciones existentes entre los grupos de variables, especialmente trabajando
con la aplicación del modelo de regresión simple y múltiple.
Durante la primera mitad de la década el crecimiento de asalariados rurales llegó a ser cons-
tante, demanda de fuerza de trabajo dadas las transformaciones en curso, en donde se ca-
racteriza la misma por baja calidad de empleo, diversificando la estructura de ocupaciones
en los territorios de baja densidad poblacional como resultado del proceso de las relaciones
integradas a las demandas del mercado externo e interno, local y/o nacional del territorio.
Dicha diversificación se relaciona a la transformación productiva de los territorios, colocando
de esta manera a los mismos en condiciones de relacionarse con el mercado global. Tales
procesos socioespaciales no resultan ser homogéneos, al considerarse la diversidad de reali-
dades sociales y de relaciones entre aquellos de baja y alta densidad poblacional.
Al analizar los indicadores sociales de los asalariados rurales, se advierten mejoras globales
pero heterogéneas, en primer lugar porque los territorios y los asalariados parten de situa-
ciones de desigualdad social diferentes, en segundo lugar, las transformaciones mencio-
nadas no generaron las mismas dinámicas en los indicadores analizados y tercero, el papel
activo del Estado por medio de diferentes políticas sociales y públicas también influyeron
en tales mejoras.
Se observa que la situación de origen de los territorios tanto en lo productivo como social
tiene su influencia al momento de la generación y apropiación del bienestar, no es exclusi-
vamente porque lleguen inversiones que la misma sucederá sino en qué condiciones so-
cioproductivas se desarrollaran las mismas y su posterior reproducción de la apropiación.
1. Introducción
El presente trabajo plantea analizar de forma comparativa en los últimos 10 años las prin-
cipales características del mercado de empleo rural, condiciones sociales de los asalariados
rurales por medio de las categorías de R. Kaztman y cuatro dimensiones del empleo decen-
te: contexto socioeconómico, oportunidad de empleo, seguridad social e ingresos moneta-
1
rios dicho análisis realizarlo de forma transversal desde el enfoque de generaciones. Estas
condiciones se generan en un marco de debate acerca de las transformaciones producti-
vas-tecnológicas del proceso capitalista agraria y su impacto en los territorios rurales de los
cuales el mercado de trabajo es uno de sus indicadores.
1
Instituto Nacional de Estadísticas – Chile. La medición del empleo decente en Chile. Mayo de 2017.
Este nuevo contexto como se ha mencionado en Riella, A. y Romero. J. (2014) está signado
por cuatro factores que conjugados entre sí componen el escenario socio económico ac-
tual sobre el cual debe analizarse la estructura agraria contemporánea nacional. Ellos son
las alteraciones en el uso del suelo, los cambios legales para la tenencia de la tierra, la ex-
tranjerización y el dinamismo del mercado de tierras.
El primer factor está vinculado a los cambios producidos en el uso del suelo en el país en
los últimos 10 años. Se desarrollan en este período dos tipos fundamentales de produccio-
nes caracterizadas por la dinámica que representan tanto en lo productivo, tecnológico
como su impacto en la estructura agraria; la producción de granos y la forestación.
También otros sectores agrícolas han mostrado un gran dinamismo en la última década,
como el trigo, el arroz, la cebada y el girasol, lo que ha llevado conjuntamente con la soja a
que el área agrícola total del país de 400.000 has. en el año 2000 a 1.200.000 en el año
2011 (Anuario MGAP; 2012).
El otro sector que presento expansión fue la producción forestal, que a partir de una legis-
lación que fomentó su desarrollo en el país en los años ’90 y la instalación de una planta
procesadora de pasta de celulosa en el 2005 impulsó un aumento de la superficie dedicada
a este rubro de casi un millón y medio de hectáreas en el 2012. Esta expansión se dio en
base a empresas transnacionales que se transforman en grandes propietarios de tierra,
llevando la concentración de la propiedad de la tierra a niveles impensados para la escala
uruguaya. Las tres principales empresas forestales tienen en conjunto más de medio
millón de hectáreas de posesión directa (Uruguay XXI, 2013).
La dinámica que imprimen estos dos rubros y la presión que ejercen sobre la tierra por las
sobre ganancias de este período llevan a la reestructuración del resto de los sectores pro-
ductivos agropecuarios del país. La forestación comienza a competir por la tierra con la
ganadería extensiva y la agricultura con la lechería, produciendo un fuerte crecimiento de
los precios de los campos.
Pero como la suba de precios internacionales de los alimentos también impulsó una fuerte
inversión tecnológica y de gestión de la ganadería y la lechería estos aumentaron su efi-
En este sentido la lechería redujo su área en 15,0% pasando de 1 millón en 2000 a 850 mil
hás en el 2011 al tiempo que el número de productores se reduce un 23,0%, pero su produc-
ción aumenta aproximadamente un 55,0%. En la ganadería también se produce una fuerte
intensificación de la producción por hectárea, el nivel de extracción del ganado sobre el ro-
deo pasa de un promedio de 10,0% del período 1974 – 1990, posteriormente a un promedio
de 15,0% durante 1990 a 2000 para un 19,6% al inicio de la década del 2000 a un 20,3% en
2011/12, década esta última que se caracteriza por sostener este coeficiente de extracción en
forma constante y no coyuntural como se observaba en las anteriores muchas veces por
situaciones de liquidación de stock (Murguía, J. 2006). Esto es producto de nuevas tecnologías
de cría y engorde del ganado y la aparición de la alimentación a corral y una fuerte articula-
ción vertical con los frigoríficos que pasan a ser propiedad de capitales brasileños y que tien-
den a tener producción propia comprando establecimientos ganaderos de gran porte.
Un segundo factor son las modificaciones legales que se introdujeron a finales de los ’90
que permitieron la compra de tierras por parte de las Sociedades Anónimas. Esta medida
que buscaba fomentar la inversión en un sector deprimido resultó un incentivo muy im-
portante en el ciclo económico de crecimiento cambiando radicalmente las características
de la tenencia, ya que las personas físicas, propietarios tradicionales de los establecimien-
tos perdieron importancia relativa frente a los inversores nacionales pero fundamental-
mente extranjeros que mediante esta nueva forma jurídica de tenencia ingresaron masi-
vamente al mercado de tierras del país. El último censo, indica que 43% de la superficie
productiva del país está en manos de estas sociedades anónimas, lo que señala la profun-
didad de las transformaciones en el sistema de tenencia de la tierra y la complejidad para
el análisis de la estructura agraria contemporánea del país.
El cuarto factor que combina los anteriores es el comportamiento del mercado de tierras
en el país, que movido por las dinámicas que ya hemos comentado, ha tenido un ascenso
vertiginoso en el número de transacciones y cantidad de hectáreas involucradas en estos
últimos años. Entre el 2000 y el 2011 comercializó casi el 41% del total de la superficie agra-
ria del país. En ese periodo el número de operaciones compra-venta llegaron a 25.000,
significando la comercialización de 6.780.000 (DIEA; 2012). Si se analiza las ventas por esca-
la de superficie, se aprecia que las hectáreas correspondientes al estrato de productores
familiares fueron los que mayor niveles tienen de transacciones, lo que indicaría que este
dinamismo en la compra de tierras tiende a afectar a los predios menores y fomentando el
aumento promedio del tamaño de los predios. También una característica de estas com-
pra-ventas es que la mayoría absoluta (54%) del total de las hectáreas vendidas en este
período, han sido adquiridas por Sociedades Anónimas.
El corolario de todos estos factores ha sido el aumento del precio de la tierra que al inicio
del año 2000 tenía un valor de precio promedio por hectárea vendida de U$S448, pasando
en el 2011 a un valor promedio de U$S3196. En las regiones con mayor aptitud agrícola el
precio promedio superó los U$S5000 a fines del período. Los precios de los arriendos tam-
bién mostraron un aumento importante en el período, pasando de U$S28 promedio en el
año base a U$S152 la hectárea en el 2011, y en los predios agrícolas el precio de arriendo
promedio se ubicó por encima de los U$S300 para ese año. El acceso a la tierra, la demo-
cratización de la estructura agraria y los intentos por reducir su grado de concentración se
han visto detenidos por las dificultades y por el papel de los actores que actúan en ella.
Los impactos territoriales han sido muy heterogéneos dando lugar a una nueva regionali-
zación de las áreas rurales. Lo que plantea la necesidad de pensar lo rural como un espacio
articulado e integrado de forma diferencial, en el cual se intercalan actividades económicas
primarias, secundarias y terciarias, y coordinadas por instituciones y formas de organiza-
ción que operan en el mismo. Por otro lado, se observan cambios generados por las diná-
micas laborales en los grupos etarios que integran el mercado laboral en especial a los
jóvenes, quienes pasan a integrar los mismos de manera precaria e informal, aunque en
porcentajes menores que en el resto del continente.
En el caso del estudio de la juventud rural implica considerar las especificidades de las re-
laciones de dependencia con la vida y el trabajo (dimensión fundamental en dichas rela-
ciones) en los espacios agrarios, como también las redes económicas, políticas y culturales
en las que los/as jóvenes y sus familias se encuentran integrados. Hay condiciones estruc-
turales para que esto ocurra, como la distribución asimétrica del gasto público al interior
de las sociedades, que hace que las oportunidades de educación, empleo y salud sean
desiguales entre jóvenes de distintos territorios. Pero en la naturaleza heterogénea de la
juventud entran en juego otros factores como la subjetividad, el sustrato étnico-cultural, el
género, la pertenencia a un estrato socioeconómico dado y el contexto histórico genera-
cional e intergeneracional de cada joven. Así, por ejemplo, ser joven, y ser un joven del me-
dio rural, es una condición particular, que no viven igual jóvenes rurales inclusive de un
mismo país (Romero, J: 2004).
Por otra parte, al tener en cuenta la dimensión ocupacional, se considera que la juventud
rural es una construcción conceptual de la sociedad industrial, no relacionada a una cues-
tión biológica o vital sino a un constructo socio-cultural, el que se comenzó a configurar a
finales del siglo XIX y se terminó de consolidar a inicios del XX en las sociedades industriali-
zadas. De esta manera, la juventud se plantea como un problema social para dichas socie-
dades en las cuales la industrialización generó nuevas realidades sociales y actores entre
los cuales los/as jóvenes se presentan como estratégicos para la reproducción social de
dicha configuración societal.
Escasos son los estudios acerca de cómo los cambios señalados han o no generado diná-
micas laborales diferenciales en los grupos etarios y sociales que integran el mercado labo-
ral como un todo. Ante ello, en el próximo ítem se plantean las que se consideran tenden-
cias principales del trabajo rural uruguayo, procurando situar sus características e impactos
en las condiciones de los asalariados rurales.
Fuente: OMT – MTSS 2011, 2012, 2013, en base a ECH 2006, 2010, 2011, 2012, 2013 INE.
Ion, L. “Los trabajadores rurales asalariados del sector agropecuario en Uruguay”, ponencia presenta en jornadas
Asalariados Rurales y Agricultura Familiar, organizadas por la Unidad para el Cambio Rural – UCAR – del Ministerio
de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y el Programa FIDAMERCOSUR – CLAEH, 13 y 14 de octubre de
2015, Buenos Aires Argentina, 2015.
Cuando se considera los datos aportados por la Encuesta Continua de Hogares (ECH) en el
período analizado, el porcentaje de ocupados en el sector agropecuario mantuvo una ten-
dencia creciente entre 2006 y 2010, se registra un aumento acumulado de aproximada-
mente 29.000 en estos cuatro años, y una retracción significativa en el año 2016, cuando
dejaron de estar vinculadas con el sector 13.000 personas aproximadamente.
2
En los datos presentados se considera a la totalidad de los ocupados de la Rama 1 “Agricultura, silvicultura y
pesca” (INE), independientemente de la categoría de la ocupación y tipo de tarea que realicen.
Durante el período 2006 – 2016 los ocupados en el sector agropecuario con respecto al
total de los ocupados en el país, oscilaron entre el 10,8, 11,6% y 8,4%. Se observa una dis-
minución en el año 2016 con relación al año base de 2010, en referencia al total de los
ocupados del país, en términos absolutos dicha disminución de los ocupados en el sector
agropecuario en el año 2016 registra 13.000 ocupados menos con respecto al año 2010.
Durante el período a nivel nacional para los jóvenes (en función de los criterios del trabajo de
Araya, F. y Lado, L (2016) el promedio geométrico de la tasa de empleo fue de 35,7% y para
los mayores de 25 años de 61,9%. Es constante que para estos últimos las tasas de empleo
han estado por encima del parámetro nacional y para los jóvenes la situación inversa.
Al considerar la misma evolución en la ruralidad, se aprecia que entre los jóvenes el pro-
medio geométrico es de 41,0% de la tasa de empleo es mayor con relación a sus pares a
nivel nacional pero continua siendo menor con la tasa general de empleo rural y con los
mayores de 25 años, quienes presentan un promedio geométrico de 60,6%, mayor a la tasa
general de empleo rural y un poco menor a sus pares a nivel nacional.
En definitiva, los jóvenes presentan a nivel nacional tasas de empleo menores con relación
a los mayores de 25 años y a nivel nacional en el período 2006 – 2016, pero los jóvenes
rurales presentan tasas mayores de empleo en relación a los jóvenes a nivel nacional pero
menores con respecto a los mayores de 25 años y a la tasa general de empleo rural. Es
decir, aunque en la ruralidad los jóvenes estén más ocupados, en líneas generales los ma-
yores de 25 años prácticamente duplican a los jóvenes los puestos de trabajo ocupados.
Para este cuadro se analiza la situación del desempleo en el período ya mencionado. Los
jóvenes prácticamente duplican la tasa de desempleo con relación a la tasa general y cua-
driplican con respecto a los mayores de 25 años desempleados. Presentan un promedio
geométrico de 17,9% de desempleo, mientras que los mayores de 25 años 4,5%.
La Tabla 4 presenta información sobre algunas dimensiones del trabajo decente, en este
caso se hace énfasis sobre la formalidad del trabajo considerando si por la ocupación des-
arrollada el trabajador aporta a la caja de jubilaciones (cualquiera sea ella) y/o recibe el
pago de aguinaldo por dicha actividad.
En segundo lugar, al analizar por generaciones en términos de tendencia general los asala-
riados más jóvenes durante el período analizado han presentado tasas menores a la gene-
ral y en relación a los adultos tanto en el aporte a caja de jubilaciones como en el cobro de
aguinaldo. Ahora, es de señalar el constante aumento en el aporte a caja de jubilaciones en
ambos grupos generacionales pero con mejoras diferenciales, en el caso de los jóvenes un
aumento del 55% y de los adultos del 15%, pero a pesar de ello los adultos continúan con
mejor cobertura que los jóvenes. Se aprecia que el punto de llegada en la cobertura jubila-
toria de los asalariados jóvenes en el período de estudio (2016), es el punto de partida para
los adultos (2006). Es decir, las desigualdades generacionales se mantienen aunque es de
subrayar su disminución.
En definitiva, las mejoras y precariedades de las condiciones de trabajo no serían para to-
dos por igual ni en el mismo espacio social del trabajo.
Tabla 5. Evolución Salario por Hora de los Ocupados según Edades y Ruralidad. 2006–2010–2016
Fuente: Elaboración propia, en base a ECH 2006, 2010, y 2016, INE y BCU por cotización del cambio.
Se observa en primer lugar la evolución del salario por hora de los ocupados en el país en
el período analizado, el cual ha disminuido un 8% según la mediana de ingreso/hora. Al
analizar por generaciones, los mayores de 25 durante todo el período han estado por en-
cima de la mediana de ingreso/hora nacional, mientras que lo contrario ha sido para la
generación menor a 25 años, quienes han tenido un ingreso/hora promedio geométrico
del 34% por debajo de la mediana nacional durante el período 2006 – 2016.
3
Se tomó como referencia la mediana de la cotización del dólar estadounidense con relación al peso uruguayo en
los años analizados, según Banco Central del Uruguay (BCU). Para el año 2016 el promedio mensual del dólar
estadounidense fue de $U 30,28, para el año 2010 fue de $U 20,06 y para el año 2006 de $U 24,04.
En definitiva, en la ruralidad los asalariados tienden a ganar menos por ingreso/hora pero
aparte los jóvenes asalariados ganan menos que los adultos de la ruralidad e inclusive me-
nos que los jóvenes a nivel nacional.
Tabla 6. Evolución Salario por Hora de los Ocupados como Trabajadores no calificados
según Edades y Ruralidad. 2006–2010–2016
Fuente: Elaboración propia, en base a ECH 2006, 2010, y 2016, INE y BCU por cotización del cambio.
Para este caso se consideró a los asalariados en la misma ocupación, trabajador no califi-
cado. Se aprecia que durante el período analizado hubo una disminución del 9% (2006 –
2016), ahora, los mayores de 25 años presentaron una mediana de ingreso/hora de trabajo
4
Se tomó como referencia la mediana de la cotización del dólar estadounidense con relación al peso uruguayo en
los años analizados, según Banco Central del Uruguay (BCU).
mayor a la nacional, mientras que los menores de 25 años la situación fue la contraria. Al
analizar la evolución por cada generación de asalariados, los mayores de 25 años han teni-
do una depreciación del 9% del ingreso/hora entre 2006 y 2016, en tanto que los jóvenes
han aumentado un 16%. A pesar de ello la desigualdad entre generaciones ha sido de un
promedio geométrico del 24% en el período en la misma ocupación, cabe señalar que ha
disminuido dado que en 2006 era de un 35% y en 2016 fue de un 19%.
En resumen, se observa que el comportamiento del ingreso por hora de trabajo entre los
ocupados como trabajadores no calificados en el período analizado ha tendido a la baja en
un 9%, el comportamiento en tal sentido en la ruralidad es muy similar al del país. Nueva-
mente se aprecian diferencias intergeneracionales, dado que los asalariados mayores de
25 años tienden a ganar más que sus pares menores de 25 años, ahora, dichas desigual-
dades tienden a ser mayores en la ruralidad aunque las mismas se han reducido en mayor
grado en la ruralidad con respecto al país.
Ahora, también se pretende analizar las condiciones sociales desarrolladas durante el per-
íodo de tiempo planteado y aproximarnos al impacto de las condiciones de trabajo, que se
han generado por las transformaciones productivas señaladas en estas generaciones de
asalariados rurales.
El análisis en las condiciones sociales de los asalariados para conocer el peso de la pobre-
za, desde la mirada generacional permitirá distinguir las diferentes condiciones estructura-
les de dichos trabajadores rurales. Para ello se consideró el enfoque de las necesidades
básicas insatisfechas, la cual evalúa los bienes y servicios que disponen los hogares, en
este caso de los asalariados rurales. Para lo cual se selecciona un conjunto de necesidades
consideradas básicas y se determina un umbral mínimo de satisfacción para cada dimen-
sión, en este caso las NBI consideradas fueron: acceso a los servicios de educación, calidad
de la vivienda, hacinamiento, acceso a agua, disponibilidad y tipo de servicio sanitario y
tenencia de refrigerador (Riella, A. y Mascheroni, P.: 2011)
Considerar este enfoque metodológico para conocer la incidencia de la pobreza en las condi-
ciones sociales de los asalariados rurales, implica descubrir la tendencia estructural de las
carencias lo que no sería posible de ser detectado por la mejora circunstancial de los ingre-
sos y que en ciertos casos dependen más de políticas públicas como por ejemplo la educa-
ción, vivienda o acceso a la educación (Vigorito, A: 2005 apud Riella,A. y Mascheroni, P.: 2011).
Por otro lado, la pobreza analizada desde la línea de pobreza implica considerar para su
medición el método del ingreso, para lo cual como señala el Instituto Nacional de Estadísti-
ca: “…es necesario definir una Canasta Básica de Alimentos per cápita (CBA) y una Canasta
Básica Total per cápita (CBT) con las cuales se definan los umbrales, Línea de Indigencia (LI)
y Línea de Pobreza (LP). Si el ingreso per cápita del hogar se encuentra por debajo de la LI o
la LP el hogar se define como indigente o pobre respectivamente” (INE, 2006:11).
Se trata de una situación que sugiere que el déficit de ingreso no ha sido permanente o lo
suficientemente prolongado como para afectar la satisfacción de las necesidades de un
hogar --que cambia más lentamente que el ingreso-- tales como la desnutrición crónica o
las carencias habitacionales; es decir, indica un descenso reciente del nivel de vida de los
hogares. Son hogares que están en riesgo de caer en la pobreza crónica si las oportunida-
des de trabajo no les permiten recuperar su capacidad adquisitiva; pobreza inercial: se
refiere a hogares con necesidades básicas insatisfechas e ingresos (o consumo) sobre la
línea de pobreza. Es una situación que sugiere un proceso de ascenso económico de los
hogares, porque la insatisfacción de necesidades revelaría que fueron pobres en el pasado
pero que no han logrado todavía eliminar sus carencias acumuladas en las necesidades
básicas y por último, integración social: se trata de la población que no es pobre por nin-
guno de los dos criterios; es decir, tiene ingresos por encima de la línea de pobreza y sus
necesidades básicas están satisfechas (SIISE, 2013).
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta Continua de Hogares - INE (ECH) 2006, 2010 y 2016.
ción teniendo en cuenta como jóvenes aquellos entre 14 y 30 años como indica la normati-
va uruguaya y adultos a los mayores de 30 años para observar si existe algún cambio o no
ante la presencia de tal variable.
Para el año 2006 se aprecia en la tabla 8 la situación de los asalariados, se parte de situa-
ciones de desigualdad diferentes entre adultos y jóvenes, estos en peores condiciones en
el 2006 tanto por Línea de Pobreza (LP) como por NBI.
Tabla 8. Asalariados rurales con NBI * Línea de Pobreza según Grupos de Edad 2006
Jóvenes (14 – 30 años)
NBI Índice y NBS Total
Pobre No Pobre
2,3% 6,1% 8,4%
NBS
POBREZA RECIENTE INTEGRADO
38,4% 53,3% 91,7%
NBI
POBREZA ESTRUCTURAL POBREZA INERCIAL
Total 40,7% (3469) 59,3% (2499) 100,0% (n= 5968)
Adultos(>30 años)
NBI Índice y NBS Total
Pobre No Pobre
7,6% 24,1% 31,8%
NBS
POBREZA RECIENTE INTEGRADO
17,4% 50,8% 68,2%
NBI
POBREZA ESTRUCTURAL POBREZA INERCIAL
Total 25,1% (3438) 74,9% (10266) 100,0% (n= 13704)
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta Nacional Ampliada de Hogares - INE (ECH) 2006.
Para el año 2016 la situación mejora para ambos grupos pero en mayor medida para los
jóvenes en ambos indicadores. Estos reducen 37 puntos porcentuales la pobreza según LP
y aumentan 24 puntos porcentuales los jóvenes con NBS, los adultos también mejoran en
ambos indicadores pero en menores proporciones, en definitiva, el énfasis en las mejoras
de las condiciones sociales estaría entre los jóvenes asalariados.
Tabla 9. Asalariados rurales con NBI * Línea de Pobreza según Grupos de Edad 2016
Jóvenes (14 – 30 años)
NBI Índice y NBS Total
Pobre No Pobre
2,0% 27,2% 29,7%
NBS
POBREZA RECIENTE INTEGRADO
5,7% 64,6% 70,3%
NBI
POBREZA ESTRUCTURAL POBREZA INERCIAL
Total 7,7% (50) 92,3% (596) 100,0% (n= 646)
Adultos(>30 años)
NBI Índice y NBS Total
Pobre No Pobre
1,2% 22,2% 23,4%
NBS
POBREZA RECIENTE INTEGRADO
4,8% 71,8% 76,6%
NBI
POBREZA ESTRUCTURAL POBREZA INERCIAL
Total 6,1% (78) 93,9% (1208) 100,0% (n= 1286)
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta Continua de Hogares - INE (ECH) 2016.
Estas mejoras en los indicadores sociales convergen con las mejoras observadas en las
condiciones laborales entre las generaciones de asalariados a nivel país, pero no ocurre lo
mismo en la ruralidad. Por otra parte, las diferencias de desigualdad social y laboral entre
adultos y jóvenes tienden a reducirse en el período analizado, pero se mantienen y siguen
siendo los jóvenes quienes participan en mayor grado de la pobreza y condiciones labora-
les no decentes, y nuevamente en la ruralidad se profundizan.
Conclusiones
Durante la primera mitad de la década el crecimiento de asalariados rurales llegó a ser cons-
tante, demanda de fuerza de trabajo dado las transformaciones en curso, en donde se carac-
teriza la misma por baja calidad de empleo y diversificación de la estructura de ocupaciones.
Dicha diversificación se relaciona a la transformación productiva de los territorios, colocando
de esta manera a los mismos en condiciones de relacionarse con el mercado global.
Como señalan los autores Lima, J. y Carneiro. A (2016): “Asalariamiento formal no significa
trabajo no precario, puesto que se desconsideran las condiciones efectivas de trabajo, las
jornadas, la intensificación y las formas de pago. Así, la vinculación a derechos sociales no
caracteriza la inexistencia de la precarización”, y en el caso uruguayo (uno de los países
más igualitarios del continente) la misma se vuelve difusa transversalmente por la edad.
Finalmente, dicha apropiación estaría relacionada a la calidad del empleo que desarrolla el
asalariado en lo cual para los jóvenes el ingreso al mercado laboral sería por empleos de
baja calidad lo genera bajos ingresos en relación con sus pares adultos, a lo que se suma el
hecho de ser varón o mujer siendo los primeros quienes perciben mayores ingresos, los
años de educación en lo cual para algunos jóvenes implica disminuir la brecha salarial pero
si ingresa a temprana edad a trabajar no podrá continuar con los estudios y profundizara
dicha asimetría en los ingresos y finalmente, estos empleos estarían siendo demandados
para períodos cortos e intensos de trabajo.
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DESDOBRAMENTOS DA QUESTÃO
AGRÁRIA NO SUL DO MARANHÃO,
BRASIL: REFLEXÕES PRELIMINARES DE
UM ESTUDO EM GRA JAÚ
M. N. Santos da Silvaa,b, L. Rocha da Penhab,c, L.
Mendes Bezerrad
a
Universidade Federal do Maranhão, UFMA/FAPEMA, Grajaú-MA, Brasil
b
Curso de Licenciatura em Ciências Humanas/Geografia, Grajaú-MA, Brasil
c
Universidade Federal do Maranhão, UFMA; Universidade Federal do Pará, Belém-PA, Brasil
d
Departamento de Educação, Universidade Estadual do Maranhão, CESBA/UEMA, Balsas-
MA, Brasil
marcos.nicolau@yahoo.com.br
Resumo
Este artigo faz uma breve análise sobre os desdobramentos da questão agrária no
Maranhão, e especificamente no Sul do estado, em Grajaú. A problemática localiza
questões preliminares para pensar e refletir sobre a urgência de se discutir a questão
agrária local, no cenário da Amazônia legal e do Brasil, como um todo. O objetivo do artigo
foi analisar a questão agrária no Sul do Maranhão a partir da luta pela terra e a experiência
dos camponeses dos acampamentos Buriti dos Vaqueiros e Antônio Conselheiro II. A
metodologia espelhou-se na análise documental, principalmente dados do Instituto
Nacional de Colonização e Reforma Agrária – INCRA e da Comissão Pastoral da Terra – CPT,
bem como na pesquisa qualitativa como referencial. Realizaram-se entrevistas livres e
coletivas com acampados e lideranças dos acampamentos em questão. Concluiu-se que,
além de intimidações ocorridas e das preocupações com incêndios locais, os acampados
têm grande demanda pela distribuição de água potável e alimentos, como as principais
dificuldades para se manterem nas ocupações. Faz-se necessário o aceleramento dos
processos para indenização e assentamento das famílias, as quais aguardam o desfecho
do processo após as visitas do INCRA.
INTRODUÇÃO
A questão agrária ainda é uma problemática recorrente nos países da América Latina,
sobretudo no Brasil, onde o colonialismo moderno e as expressões da colonização
contemporânea acirraram as disputas pelo controle e uso da terra. Tipicamente, na
América Latina reproduziu-se uma diversidade de povos cujas identidades estão
associadas direta ou indiretamente ao uso da terra como elemento ambivalente: de um
lado o uso da terra representado pela produção social e econômica; de outro lado emerge
como condição cultural-identitária ou modo de vida. Tais povos compreendem
principalmente camponeses, quilombolas, índios, ribeirinhos, sertanejos, pescadores,
extrativistas, povos da floresta, entre outros.
O fato notório é que todo o território brasileiro reproduz, hoje, marcas de transformações
territoriais as quais, não raras vezes, têm o campo como palco e cenário das repercussões
econômicas e das mazelas sociais, fruto de um modelo historicamente concentrador de
terras, privilegiado por e para as elites econômicas, políticas e o grande capital nacional e
estrangeiro neste país. A retórica sobre a pujança econômica e a força do agronegócio
aponta o país como um dos mais promissores produtores agrícolas, de minérios e outros
produtos primários do mundo.
O estado do Maranhão, por sua vez, denota os casos mais emblemáticos da história e da
geografia (questão) agrária brasileiras, exemplificados pelas grilagens, concessão
privilegiada de terras e outros recursos naturais a grupos e investidores de outros estados
e países, ameaças, perseguição e assassinatos de lideranças e outros sujeitos do campo.
1
Em recente divulgação da mídia , o Brasil foi citado entre os cinco países do mundo em
que mais se vende terras a estrangeiros. Entre outras questões analisadas, a
“financeirização da agricultura”, na qual aponta menos para a valorização da produção e
centra-se mais na especulação das commodities agrícolas, vem demonstrando os
processos em curso no campo. Assim, mudou-se o paradigma de comercialização com a
aposta na valorização financeira engendrada pela produção, que inclui a expectativa de
ganhos reais, e impulsiona a relação especulativo-financeira na produção agropecuária.
Este processo pode ser apontado como uma das principais estratégias do capital no campo
brasileiro, sendo a especulação de terras e a financeirização impulsionadoras da barbárie.
Além disso, a falta de controle político do Estado sobre a economia e o território vem
corroborando para a acentuação dos conflitos no campo.
Azar (2011) afirma que, semelhante ao ocorrido no país, a questão agrária maranhense
remonta ao colonialismo e perdura até hoje sob a faceta contemporânea da globalização. Os
grandes projetos agropecuários, de reflorestamento e a produção mineral exemplificam isso.
Para Silva e Cunha (2012), apoiados em Stedile (2005), a Lei nº 601, conhecida como Lei de
Terras de 1850, foi o marco legal que regulamentou e consolidou o latifúndio no Brasil. Isso
implica para a Amazônia Legal que, segundo os autores, as oligarquias agrárias e os grupos
políticos permanecem donos das terras. Faz-se necessário ressaltar que, nos últimos anos,
muitas terras na Amazônia Oriental, sob o domínio de latifundiários, têm sido arrendadas ou
vendidas para grupos capitalistas ligados ao agronegócio moderno para investir na produção
de commodities (soja, milho, criação de gado) e para reflorestamento com eucalipto. Isso,
pois, reafirma que a terra continua sob o domínio do capital. É o caso do Maranhão atual. Em
outras palavras, percebe-se a mudança no uso da terra e a incorporação de novos atores
axiomáticos – lembrando Raffestin (1993) –, mas as estruturas fundiária e agrária
permanecem praticamente inalteradas.
No século XX, os eventos fundamentais para acirrar a questão agrária e para manter pouco
inalterável a estrutura fundiária na Amazônia Oriental maranhense são evidenciados
1
Sobre a comercialização de terras a estrangeiros, acesse:
<https://brasil.elpais.com/brasil/2018/05/19/actualidad/1526766954_914923.html>. Acesso em: 30 maio 2018.
Grosso modo, pode-se afirmar que esses marcos caracterizam a forma de ocupação das
terras livres e devolutas reinante no Maranhão, bem como abriram as porteiras para
implementar a grilagem e/ou comercialização das terras por preços muito baixos.
Assim sendo, este trabalho objetivou analisar a questão agrária no Sul do Maranhão a
partir da luta pela terra e a experiência dos camponeses dos acampamentos citados. Além
desta introdução contextualizada teórica, histórica e espacialmente, foram apresentados
os procedimentos metodológicos deste estudo. Em seguida, analisaram-se alguns dados
recentes da questão agrária na Amazônia brasileira e no estado do Maranhão, dentre os
quais se revelaram o balanço da conflitualidade no campo e os números de assentamentos
de reforma agrária criados em Grajaú, sendo o último datado de 2008. Por fim, explorou-se
METODOLOGIA
Área de estudo
Material e métodos
RESULTADOS E DISCUSSÃO
Fernandes (2012) mencionou o DATALUTA: Banco de Dados da Luta pela Terra (2011),
analisando-se o período de 1979-2010, quando neste último ano o país registrava o
número de 8.823 assentamentos rurais. Quase a metade (47%) concentrava-se no
Nordeste e o Maranhão foi o estado com os maiores números de assentamentos de
reforma agrária (11,3%) e famílias assentadas (131.390 – 12,9%) na região.
Fonte: INCRA, 01 nov. 2017. (*) A área do PE Boa Vista não foi mencionada. Estimam-se 488 hectares.
Deve-se frisar que os dados divulgados nesta última atualização do INCRA não refletem a
realidade dos PAs existentes no município de Grajaú. Alguns PAs existentes podem não
estar mensurados nos dados oficiais ou as famílias encontram-se listadas nos
assentamentos próximos.
Outra colocação importante a ser destacada é que, embora o último assentamento criado
pelo INCRA no município date de 2008, há movimentos, em curso, reivindicando o
assentamento de novas famílias, a exemplo dos acampamentos em estudo. Isso significa
dizer que o campo em Grajaú está em movimento e os territórios estão em disputas.
Somente na Amazônia Legal, por sua vez, em 2017, registrou-se a quantidade de 980
conflitos no campo, somando-se 98.400 famílias envolvidas e 49 assassinatos. Deve-se
destacar que o total de assassinatos envolvendo conflitos no campo brasileiro foi de 59
vítimas no mesmo ano. Embora seja o terceiro no ranking dos estados que mais geraram
vítimas, após Rondônia e Pará, no ano passado, o Maranhão foi o estado onde houve o
maior número de conflitos no campo (197), na Amazônia Legal, conforme a Figura Nº 2
(CPT’s Amazônia, 2017).
A existência dos acampados Buriti dos Vaqueiros já tem uma década de organização.
Anteriormente, esses sujeitos viviam acampados às margens do rio Mearim, maior curso
d’água do Maranhão. No entanto, a falta de visibilidade do movimento e por não estar
vinculado a movimentos sociais organizados, como o MST, Via Campesina e União Nacional
Camponesa (UNC), tem dificultado o assentamento das famílias. Desse modo, há três anos
os camponeses sem-terra decidiram se deslocar para as margens da rodovia MA-006, a fim
dar maior visibilidade ao movimento e mobilizar autoridades. Atualmente, eles ocupam
terras cujos herdeiros aguardam a decisão de desapropriação e indenização pelo INCRA.
O preconceito dos assentados e fazendeiros da região para com os acampados foi também
outra questão revelada, destacada no discurso dos estudantes não acampados das escolas
do campo, o que merece que seja trabalhado no currículo escolar, a fim de dirimir os
preconceitos. As intimidações por parte de empresários rurais interessados em comprar as
terras onde os acampados estão situados se revelaram nas entrevistas.
CONCLUSÕES
Este artigo procurou evidenciar alguns “nós” da questão agrária presentes no Brasil, e no
Maranhão, destacando os números recentes sobre os conflitos e problemáticas associados
ao campo.
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Federal do Maranhão, São Luís-MA.
EL TURISMO EN EL PROCESO DE
RETERRITORIALIZACIÓN DEL VALLE DE
VIEDMA
F. Eciolazaa,b
a Centro de Investigaciones y Transferencias (CIT), CONICET/UNRN
b Universidad Nacional de Río Negro, Viedma, Argentina
feciolaza@unrn.edu.ar
Resumen
Los espacios rurales han atravesado cambios sociales, culturales, económicos e institucio-
nales enmarcados en el proceso de globalización, que afectaron la vida de la población
rural y sus producciones. El Valle de Viedma debió surcar también con estos cambios su-
mados a los avatares del programa de desarrollo que le dio origen. De esta manera, fueron
surgiendo nuevas estrategias como la actividad turística. A partir de un análisis bibliográfi-
co acerca del desarrollo rural del valle, el objetivo fue conocer, analizar e interpretar las
iniciativas turísticas en el espacio rural del Valle de Viedma. A su vez, se buscó analizar las
transformaciones que las mismas han generado en el periodo de reterritorialización. Los
resultados permiten entender que la aparición de la actividad turística coincide con cam-
bios socioproductivos que se gestaron a partir de la crisis de un proyecto de desarrollo y
como consecuencia la aparición de nuevos actividades y actores que fueron otorgándole
nuevos sentidos al espacio rural.
INTRODUCCIÓN
El territorio puede entenderse como espacio con sentido, una construcción social, es decir,
un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan una identidad y un
sentido de propósitos compartidos por múltiples agentes públicos y privados (Bustos,
1998, 2002; Schejtman y Berdegué, 2003).
Milton Santos (2006) propone el territorio como categoría que permite un conocimiento
sistemático de la realidad. La interacción entre componentes sociales y económicos en su
dimensión espacio/tiempo resultan esenciales para explicar las diferentes trayectorias de
los territorios. El proceso de construcción territorial actual es denominado por Santos de
reterritorialización, es decir, el redescubrimiento del sentido del lugar y de la comunidad.
Es en esta etapa, donde los actores locales desarrollan estrategias innovadoras sustenta-
bles en relación a las que desarrollaban en periodos anteriores. Acciones que no sólo se
encuadran en lo meramente productivo, sino en nuevas formas de gestión, organización y
actividades no agrícolas y/o extraprediales. Estas acciones impactan sobre el territorio y
provocan transformaciones.
En Argentina el turismo experimentó una expansión en las últimas dos décadas, lo que
generó una participación más activa del Estado y una articulación público-privada como
bases de la planificación del sector. La apertura de los hogares rurales a los turistas se
produce como consecuencia de dos factores concurrentes. Por un lado, una crisis sectorial
que motiva a la población rural a iniciar una búsqueda de alternativas y, por el otro, la vi-
sualización de una demanda creciente a partir de un sector dinámico como es el turismo.
Es en éste mismo periodo cuando productores del Valle de Viedma comienzan a abrir las
puertas de sus establecimientos para dar a conocer las actividades que realizan, sus pro-
ducciones, sus historias y su cultura rural.
En cuanto a esta actividad, Meléndez y Catullo (2010) afirman que del desarrollo asociativo
y la fusión de la producción agropecuaria con el área de servicios, de la transversalidad y la
concertación de intereses, el turismo puede erigirse como inicio de un proceso de desarro-
llo. El espacio rural se enfrenta a un nuevo escenario, basado en un carácter territorial que
permite visualizar los asentamientos humanos y sus relaciones en el desarrollo progresivo
de actividades agrícolas no tradicionales y actividades no agrícolas (IICA, 2000).
Ya Carpio (2000) lo anticipaba afirmando que “los pueblos tendrán un futuro digno cuando
las poblaciones, la participación social y los agentes públicos y privados asuman la necesidad
de abandonar los enfoques tradicionales y promover las nuevas tendencias y los nuevos
conceptos y metodologías y sean capaces de percibir, sentir y aprovechar las oportunidades
del mundo rural”. Ante lo expuesto en líneas anteriores, el objetivo del presente estudio es
conocer, analizar e interpretar las iniciativas turísticas en el espacio rural del Valle de Viedma
como actividades tendientes al desarrollo de los espacios rurales. A su vez, se buscó analizar
las transformaciones que las mismas han generado en el periodo de reterritorialización.
METODOLOGÍA
En primer lugar se realizó un análisis bibliográfico para conocer y entender los procesos de
desarrollo rural en el Valle de Viedma. En segundo lugar se realizaron entrevistas a infor-
mantes calificados, integrantes antiguos y actuales de instituciones públicas, a los efectos
de recabar información sobre las iniciativas turísticas de los productores primarios y las
transformaciones que ello ha generado en el territorio.
El proyecto de desarrollo del Valle Inferior del río Negro consistió en poner bajo riego unas
setenta y cinco mil hectáreas de tierra que integran una vasta zona, ubicada entre la mar-
gen sur del río y una elevación natural conocida como “barda” o “cuchilla”. La extensión
entre ambos accidentes naturales es del orden de los 8 km, que forma el ancho del proyec-
to, siendo el largo de 100 km aproximadamente, distancia comprendida entre la boca-toma
del canal principal sobre el río Negro, el paraje conocido como Primera Angostura, en cer-
canías de la localidad de Guardia Mitre, y la desembocadura en el Océano Atlántico.
El clima de la región fue clasificado como semiárido meso termal, el balance hídrico es de-
ficitario y cualquier emprendimiento agropecuario requiere de riego, a excepción de la
ganadería bovina y ovina que se práctica también en el área de secano.
Actualmente este amplio valle irrigado abarca 23.470 ha, de las cuales 18.316 ha están
empadronadas. Existen 524 parcelas (chacras) de tamaños diversos, con superficies que en
su mayoría disponen entre 20 y 30 ha, un segundo grupo de 60 ha y finalmente las más
grandes, ubicadas en las tierras de inferior calidades cuyos tamaños oscilan entre 80 y 120
ha. El destino de las mismas, según el proyecto original era frutíhortícolas en las más pe-
queñas, tamberas para las medianas y ganaderas para las más grandes (Figura Nº 1).
1
La localidad de Viedma, con alrededor de 52.789 habitantes es la capital de la provincia de
Río Negro y cabecera del departamento de Adolfo Alsina. Se emplaza sobre la margen sur
del río Negro a 30 km de su desembocadura en el Océano Atlántico y se constituye como el
principal centro urbano del valle. Además, la zona está integrada por los centros cívicos El
Juncal y San Javier ubicados a 10 y 30 km de Viedma respectivamente y la localidad de
2
Guardia Mitre a 70 km .
RESULTADOS
A principios del siglo XX aparecen las primeras ideas de una infraestructura de riego que
habilite el cultivo en la zona del Valle Inferior del río Negro. A partir de estudios realizados
por organismos específicos, en 1948 comenzó la construcción de una boca-toma sobre el
río, junto con canales principales de riego y de desagüe.
1
INDEC, 2010.
2
La Ley Nº 736 incluye en 1972 el Valle de Guardia Mitre en la jurisdicción del Instituto de Desarrollo del Valle
Inferior del río Negro.
ración financiera: (1) la elaboración de un programa preliminar de desarrollo del Valle Infe-
rior; (2) la cooperación técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultu-
ra y la Alimentación (FAO) para formular el programa definitivo; y (3) la creación de una
institución administradora del programa (Rosso, 2012).
A fin de cubrir estos requisitos, la Provincia solicitó en 1959, a través de un convenio cele-
brado con el Consejo Agrario Nacional (CAN), la realización de un estudio integral del valle
con el fin de realizar un proyecto para el fomento y la colonización agrícola e industrial. El
mismo fue adjudicado a la empresa italiana Italconsult SA., quien entregó en 1960 el “Plan
de Desarrollo Agrícola del Valle de Viedma”, que recomendaba un plan dividido en 8 etapas
de 6 años cada una, y que comenzaba con una superficie de 8.773 ha, llegando a una tota-
lidad de 73.500 ha, con 46.500 ha netas bajo riego.
A los efectos de encarar la ejecución del proyecto, en 1961 la Provincia creó el Instituto de
Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI), a través de la Ley Nº 200, sancionada por la Legislatura
de la Provincia de Río Negro en las sesiones del mes de agosto de 1962. El IDEVI se puso en
marcha en forma definitiva en mayo de 1964, como organismo específico para planificar y
administrar el proyecto de desarrollo para la región.
En sus orígenes el IDEVI tuvo un rol fundamental, pero con el paso del tiempo fue perdien-
do protagonismo, condicionado por el estancamiento del programa, los avatares políticos y
económicos internacionales y nacionales y restringido al presupuesto provincial.
Las obras intra parcelarias variaron según la etapa y época respondiendo a diferentes
momentos económicos y políticos Por ejemplo, las parcelas adjudicadas en la primera eta-
pa contaron con vivienda, canales y caminos internos, terreno nivelado y servicios. Las de
la segunda etapa no incluían la casa y estaba nivelada solo el 30% de la superficie regable y
en la tercera etapa los acondicionamientos intra parcerlarios quedaron a cargo del adjudi-
catario. De esta manera, de acuerdo a uno de los técnicos entrevistados, la primera etapa
fue la más ordenada, la segunda se hizo en una época complicada desde el punto de vista
político y había que repartir, por lo tanto, chacras que deberían ser ganaderas y son fru-
tihortícolas, hoy tienen consecuencias.
En los últimos años se han incorporado inversionistas que van colocando bajo riego nue-
vas y mayores extensiones. Ponen en producción superficies no habilitadas por el sistema
diseñado originariamente, es decir, por un programa que no llegó a concretarse en su tota-
lidad. Esto provocó que aumentaran aproximadamente 3.330 ha la superficie bruta ejecu-
tada para riego llegando a aproximadamente 28.330 (Rosso, 2012).
Uno de los aspectos más importantes al momento de organizar el programa fue la promo-
ción y facilitación de la industrialización y comercialización. Para cada uno de los destinos
de las chacras se asoció una industria y, de esta manera, la década del 70 estuvo marcada
por un crecimiento sostenido e inicio de grandes emprendimientos.
En 1970 se construyó la usina láctea IDELEC y con el correr del tiempo fue pasando de ma-
no en mano sin éxito. En 1971 se constituyó el frigorífico de IDEVI (FRIDEVI) el cual años
más tarde se privatizó a manos de una sociedad anónima, representando en la actualidad
la principal empresa del valle. En 1973 se creó la “Abastecedora Argentina de Alimentos
S.E.” con el fin de comercializar frutas y hortalizas. Esta empresa fue luego liquidada y su
patrimonio fue privatizado a favor de la Cooperativa Hortofrutícola “20-A” Ltda.
En 1975 se construyó la planta procesadora de tomate “Procesadora Río Negro S.A.”, que
en sus comienzos operó en conjunto con los productores y fue entregada en 1977 en co-
modato a un complejo Intercooperativo compuesto por IDEVI, el Hogar Obrero, la Asocia-
ción de Cooperativas Argentinas (ACA), Cooperativa 20 A y Cooperativa Agrícola e Industrial
de Patagones. Durante varios años esta empresa fue la principal industria de la zona, con
importante movilidad de trabajo y recursos monetarios, pero con la caída del Hogar Obrero
en 1988 redujo sus volúmenes de producción en casi un 60%. Finalmente, previa suspen-
sión de actividades, cerró en diciembre de 1991 por pérdida del mercado interno.
Hacia fines de la década del 80, se observan síntomas de agotamiento de esta etapa ya
que la crisis del Estado no permitió continuar con el financiamiento de las actividades pro-
ductivas y las agroindustriales (Viillegas Nigra, 2014).
De acuerdo a este autor los principales cambios registrados y que tuvieron un fuerte im-
pacto en el proceso colonizador fueron “la creación de un consorcio de riego administrado
por los productores, el cierre de la planta procesadora de tomates, la privatización del Ban-
co Provincia de Río Negro, el desmantelamiento de los múltiples servicios que el IDEVI has-
ta entonces brindaba a los productores y el fin del proceso de incorporación de nuevas
tierras bajo riego. Sin dudas, el cambio más importante fue que se paralizo el proceso co-
lonizador y ya nuevas tierras no fueron incorporadas al sistema de riego” (2014: 57).
Los años 90 fueron el marco de nuevas transformaciones para el mundo rural, en el contexto
internacional de la globalización, la hiperinflación y como consecuencia las privatizaciones, la
convertibilidad, la apertura comercial, las desregulaciones y la flexibilización laboral. Para el
valle se tradujo en desindustrialización, endeudamiento, abandono de chacras y especula-
ción de la tierra que paso de mano de productores hacia otros con fines no productivos.
A partir de los ´90 se produce el inicio de un proceso de diversificación productiva que permi-
te a la región afrontar la nueva realidad, dando lugar a un desarrollo endógeno (Rosso, 2012).
Estos cambios producidos en el valle fueron modificando la concepción inicial del territorio.
En los últimos años se produjo una restructuración productiva, en la cual los productores
adoptan diferentes estrategias, incorporando no solo nuevas producciones sino también
agregando valor a las mismas.
Lo mismo ocurrió con la producción de vid, la cual comienza a ser producida por los prime-
ros colonos del valle, sin embargo, en los últimos años se inicia un proceso de tecnificación
con la llegada de dos grandes bodegas que producen vinos de alta gama. Sumado a estas,
emerge otro emprendimiento familiar de 6 ha que se encuentra en crecimiento, con una
escala menor a las anteriores. Otra producción, de menor escala, es la de olivo para aceite,
un proyecto estudiado con intenciones de generar un polo de producción de ese cultivo.
Actualmente, un solo productor lo desarrolla de manera exclusiva aunque muchos produc-
tores lo incorporaron para complementar otras producciones.
Por su parte, la ganadería se mantuvo estable, siendo la actividad que mayor superficie del
valle concentra. Otra de las actividades del valle es la tambera, denominada por los entre-
vistados como “resiliente”, ya es realizada por pequeños emprendimientos que comenza-
ron en los primeros años de la colonia y que aún hoy se mantienen pero sin mayores cre-
cimientos. Por otro lado, en la última década se radicó en el valle un tambo de gran enver-
gadura que vende la producción a una empresa láctea nacional.
Un estudio realizado por Villegas Nigra et al. (2011) estima el valor agregado de la produc-
ción primaria del valle. Los rubros con mayor valor agregado por hectárea son las frutas y
en segundo lugar las hortalizas. Sin embargo, la mayor parte de la superficie se destina a
actividades de tipo extensiva como la producción de fardos o la producción bovina y ovina.
Para estos autores, la elección por parte de los productores de realizar actividades de me-
Esta nueva realidad también incidió en un cambio de políticas de los organismos presentes
en el valle, dando lugar a la profundización de intervenciones conjuntas, con aportes com-
partidos tanto de recursos financieros como técnicos (Rosso, 2012). Surgieron trabajos
integrados que articulan a diferentes organismos, como es el Instituto Nacional de Produc-
ción Agropecuaria (INTA), la Universidad Nacional de Río Negro y la Universidad Nacional
del Comahue que poseen carreras relacionadas al sector agropecuario, la Escuela Secun-
daria de Formación Agraria “ESFA” (CET Nº 11), el Ministerio de Producción y el Ministerio
de Turismo junto con la Municipalidad de Viedma. Recientemente se ha conformado la
Unidad Integrada para la Innovación del Sistema Agroalimentario de la Patagonia Norte
(UIISA), organización que se orienta a impulsar actividades de investigación y desarrollo del
Sistema Agroalimentario.
Por otro lado, los productores se comienzan a reunir en cooperativas de trabajo asociadas
a cada sistema productivo como, por ejemplo, la Cámara de Productores del Valle Inferior y
el Cluster de Frutos Secos de la Norpatagonia, que surge en 2011 quepara acompañar el
crecimiento exponencial que presentan los frutos secos en el valle. Surgen, a su vez, orga-
nizaciones que acompañan a los productores y nuevos espacios para comercializar los
productos. Entre ellos, la Feria Municipal, la ExpoIdevi y la Fiesta Provincial de Frutos Secos.
En este periodo los proyectos de desarrollo rural comienzan a incluir a la actividad turística
como una arista en favor de los espacios rurales a nivel nacional y regional. Cabe mencio-
nar al Proyecto de Desarrollo Rural de la Patagonia (PRODERPA) ejecutado durante los
años 2010-2014, que tuvo como objetivo mejorar las condiciones sociales y económicas de
la población rural pobre. Incluía a las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa
Cruz. El mismo proponía ciertas actividades no agrícolas que podían ser financiadas por el
proyecto, entre las que se destacan ecoturismo, turismo rural y servicios de guías regiona-
Otra de las iniciativas en la provincia, y específicamente en el valle, se ejerce a través del INTA.
El instituto considera al turismo como fuente de desarrollo de los espacios rurales y ha pues-
to en marcha dos proyectos desde el programa Cambio Rural con un enfoque agroturístico.
En el año 2007 surge la primera experiencia organizada de turismo rural a partir del pro-
grama Cambio Rural en la Estación Experimental Valle Inferior, denominada “Asociación
Civil Sabores de la Patagonia Cálida”. Dicha asociación surgió del Programa Saborea Río
Negro, sobre rutas alimentarias implementadas por la provincia, pero es a partir de la in-
tervención del INTA cuando logran fortalecer su trabajo. El mismo estuvo integrado por
establecimientos que ya recibían visitas y tenían una escasa experiencia, junto a otros que
nunca habían experimentado en la actividad. Se caracterizó por la elaboración y venta de
productos gourmet, lo que generó un interés particular en la sociedad realizando visitas a
los respectivos establecimientos.
Figura 2. Folleto del primer grupo de Cambio Rural de turismo del VIRN
La experiencia exitosa del primer grupo generó expectativas en otros establecimientos del
valle. Surgió el segundo grupo de Cambio Rural en el año 2011, denominado “Turismo Ru-
ral en el Valle Inferior”. Estuvo conformado por pequeños productores/as, en su mayoría
vinculados a la actividad ganadera y a la agricultura familiar. Dos establecimientos del gru-
po anterior formaron parte de este nuevo grupo, pero en general los principales integran-
tes fueron productores/as que en sus chacras poseían recursos naturales capaces de con-
vertirse en atractivos turísticos pero con nula experiencia en la actividad turística y con
recursos escasos para generar una oferta competitiva.
Entre los actores principales en este proceso se visualiza a la mujer rural. Lejos del mito de
su papel pasivo abocado a las labores del hogar, las mujeres en estas dos experiencias
grupales demostraron su participación en las tareas de campo, la elaboración de productos
artesanales y de la gastronomía para los visitantes. Sumado a ello, son las encargadas de
realizar las visitas y quienes mayor interés presentan en desarrollar la actividad turística en
sus espacios rurales. En la necesidad por mostrar sus tareas y que se conozca lo que reali-
zan en sus establecimientos, el turismo se convierte en una canal de comunicación y de
valor para estas mujeres.
En el presente uso múltiple del territorio, la actividad turística se conjuga a su vez con mane-
jos más sustentables de la producción y de las formas de vida de los pobladores rurales. Con
el fin de responder a las demandas turísticas actuales, este nuevo enfoque ha transformado
no solo los espacios rurales sino la interpretación que los individuos hacen de ellos.
DISCUSIÓN
Por otro lado, si bien han surgido iniciativas turísticas, muchas de ellas han quedado es-
tancadas. En general, no han podido continuar, en muchos casos, por tener que sortear
problemas de la realidad del sector agropecuario y por la discontinuidad de los programas
que les dieron origen. De esta manera, sería necesario un acompañamiento institucional,
que facilite a la actividad turística poder desarrollarse en un valle diversificado y rico, no
solamente productivo sino también sociocultural.
Siguiendo a Manzanal (2000:32) “se necesita una política de desarrollo rural que sea parte
de una estrategia de desarrollo local y regional y que comprometa y dé participación efec-
tiva a los beneficiarios en sus diferentes instancias”. Por lo tanto, es imprescindible otorgar
a los sujetos beneficiarios de los programas de desarrollo rural la capacidad de decidir
sobre qué relación establecer con el sector turístico, una relación de poder sobre su propio
territorio (Trevi, 2016).
CONCLUSIONES
Los lineamientos del Programa de Desarrollo del Valle de Viedma presentados brevemente
al comienzo del trabajo, no se han cumplido en su gran mayoría. Entre ellos, la comple-
mentación del agro con la industria y el cambio del perfil socio-cultural de la zona. A pesar
de los avatares que atravesó, el programa generó en el valle un desarrollo socioproductivo
a partir del moderno sistema de riego y drenaje.
Las trayectorias del territorio ocurridas con el correr de los años generaron un valle caracte-
rizado por dinámicas diferentes a las que lo crearon, permitiendo entenderlo actualmente
como un espacio multifuncional. Para lograr consolidar los emprendimientos turísticos exis-
tentes e impulsar al valle como destino agroturístico, será necesario y de real importancia
que se ordenen y planifiquen las condiciones básicas para el desarrollo de la actividad.
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EMOCIONES Y ACCIONES EN LA
CONSTRUCCIÓN DE LA AGRICULTURA
FAMILIAR EN PIGÜÉ (ARGENTINA).
ESTUDIO A PARTIR DE UNA PELÍCULA
DE INVESTIGACIÓN
M. A. Lordaa, A. M. Graniéb, J. P. Fontorbesc
a
Departamento de Geografía y Turismo. Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Argentina.
b
UMR CNRS 5193 LISST-Dynamiques Rurales Universidad Jean Jaurès Toulouse 2, Francia.
c
UMR CNRS 5193 LISST-Dynamiques Rurales Universidad Jean Jaurès Toulouse 2, Francia.
Ecole Nationale Supérieure de Formation de l’Enseignement Agricole ENSFEA. Castanet
Tolosan, Francia.
mariaamalial@yahoo.com.ar, anne-marie.granie@educagri.fr,
jean-pascal.fontorbes@educagri.fr
RESUMEN
Esto nos lleva a replantearnos, en los modos en que podemos aumentar la fidelidad sobre
los aspectos de la vida real que documentamos, y descubrimos que uno de las herramien-
tas que nos permite hacerlo es mediante la investigación fílmica y la realización de pelícu-
las de investigación.
En este sentido, nos proponemos analizar los cambios en el territorio rural pampeano a
partir de la localidad de Pigüé, localizada en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires,
donde se construye la identidad de una agricultura familiar con distintos matices, a partir
de diferentes emociones (Goleman, 2012; Manes y Niro, 2014; López Rosetti, 2017), que
impulsan las acciones sobre el territorio. Por un lado, una que muestra el fuerte valor que
tiene la familia en los diferentes proyectos, la relación a la tierra, el arraigo al lugar, que
expresan una forma de resistir frente al avance de la agricultura industrial. Por otro lado,
una ruralidad que pareciera morir, como lo expresan la falta de trabajadores en el territo-
rio rural, los trabajos específicos como las yerras, que tradicionalmente se transformaban
en fiestas que agrupaban a los trabajadores rurales.
INTRODUCCIÓN
En el equipo de trabajo, luego se discute y acuerda los resultados obtenidos, y cuando los
escribimos necesariamente vuelven a ser filtrados, de manera consciente e inconsciente,
hasta llegar al documento final: lo que podríamos llamar desde este encuadre, como una
serie de “distorsiones acumuladas” pero que pueden ser bien consideradas debido a que
nuestros antecedentes como investigadores nos acreditarían para ello.
Esto nos lleva a replantearnos, en los modos en que podemos aumentar la fidelidad sobre
los aspectos de la vida real que documentamos, y descubrimos que una de las herramien-
tas que nos permite hacerlo es mediante la investigación fílmica y la realización de pelícu-
las de investigación.
En este sentido, nos proponemos analizar los cambios en el territorio rural pampeano a
partir de la localidad de Pigüé, localizada en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires,
donde se construye la identidad de una agricultura familiar con distintos matices, a partir
de diferentes emociones (Goleman, 2012; Manes y Niro, 2014; López Rosetti, 2017), que
impulsan las acciones sobre el territorio. Por un lado, una que muestra el fuerte valor que
tiene la familia en los diferentes proyectos, la relación a la tierra, el arraigo al lugar, que
expresan una forma de resistir frente al avance de la agricultura industrial. Por otro lado,
una ruralidad que pareciera morir, como lo expresan la falta de trabajadores en el territo-
rio rural, los trabajos específicos como las yerras, que tradicionalmente se transformaban
en fiestas que agrupaban a los trabajadores rurales.
METODOLOGÍA
Los territorios rurales en Argentina se someten desde los años noventa a profundas trans-
formaciones. Específicamente las pequeñas ciudades activas (Gaignard, 1979; Albaladejo,
2001, Lorda, 2005), atraviesan estos cambios: se resiente el vínculo que históricamente les
diera vida y un perfil singular en el modelo de desarrollo pampeano. Entonces, coexisten
distintos territorios en los cuales se plantean otras formas de vincularse a las localidades.
Uno de los procesos que ocasionó profundas transformaciones fue la introducción de los
OGM en el año 1996. A partir de esto, el proceso de pampeanización (Pengue, 2008) supera
las propias fronteras bioclimáticas, instala un proceso de quiebre en el tejido social rural,
irrumpe una actividad agropecuaria empresarial, de cara a una actividad agropecuaria que
asume distintas posturas de sobrevivencia. Barri (2009) sobre esta perspectiva, afirma que
se instala una nueva geopolítica de la sustentabilidad, en un contexto de globalidad
económica, que en nombre del desarrollo sostenible desarrolla una estrategia apropiativa
para naturalizar la mercantilización de la naturaleza, donde se invisibilizan saberes tradi-
cionales ligados a la agricultura familiar (Barri, 2009).
ta la pobreza rural así como los impactos ambientales como resultado de la instensificación
de la agricultura y una nueva organización socioterritorial (Trotta y Otros, 2015).
Con la película de investigación debemos hacer la complejidad social inteligible. En este senti-
do sociología, la geografía y el cine se combinan muy bien. La cámara obliga a posar la mirada.
La película de investigación no tiene escenario previamente construido; hay que estar prepa-
rado para cualquier cambio de rumbo en función de los acontecimientos y las personas.
Nuestro enfoque consiste en dar una visión de todas las posibilidades científicas que ofre-
cen las imágenes y sonidos e incluir en el campo de la ciencia lo que había sido durante
mucho tiempo excluido, es decir, la emoción como traducción de sensible. Nuestro trabajo
comprende como en la búsqueda clásica, la construcción del objeto, cuestionamientos,
investigaciones documentales, hipótesis, estudio de terreno, entre otros.
La película trata, por una parte, de la transformación de la agricultura (¿qué pasa con el
futuro de la agricultura familiar?) sus incidencias sobre la “agrociudad” de Pigüé y sobre los
estilos de vida de sus habitantes; y por otra parte, de las transformaciones socio espaciales
que suceden principalmente a partir de la llegada de los nuevos residentes como parte del
desarrollo de planes sociales. Especialmente en la segunda película, son abordadas varias
situaciones contextuales, y particulares que hacen parte de ese territorio en archipiélago
que se construye en el territorio pampeano.
Entre los actores que se construye dicho entramado están los testimonios de agentes muni-
cipales a cargo de Planificación Urbana; del área de asistencia social; y del INTA, a través de
distintos funcionarios y extensionistas a cargo de programas específicos de animación ba-
rrial. También fueron documentados los encuentros con actores de las escuelas rurales y
urbanas de Pigüé y Goyena, a alumnos, directivos, y personal docente; la visión de los actores
del campo (chacareros); de comerciantes vinculados al campo; y en una producción ganade-
ra en feed lot. A su vez, entrevistas a habitantes de un nuevo barrio; y en una fábrica local
recuperada y transformada en cooperativa. Además, los cambios histórico contextuales se
ven reflejados en la desaparición de productores, en “estar rodeados por campos cerrados”
como dicen, o expresiones como “nos fueron rodeando extraños”, al referirse a los pools de
siembra que actúan como si fueran enclaves territoriales, al no construir ni desarrollar nin-
guna sociabilidad local. En conjunto reflejan el territorio en mosaico resultado de una socie-
dad que se desgrana a partir de la expansión de las políticas económicas neoliberales.
Abordar el estudio de las emociones no es una tarea sencilla. Sin embargo, es un desafío
que desde nuestra perspectiva enriquece la comprensión de las acciones en el territorio. Si
bien no es reciente el tratamiento de este tema, que nos podría remontar a la obra de
1
Charles Darwin en 1872, es notable en estas dos últimas décadas los nuevos aportes que
se realizan desde distintas disciplinas.
Otro de los autores que aportan interesantes cuestiones es E. Bericat (2010; 2012), quien
aporta la visión de que la naturaleza de las emociones guarda estrecha relación con la na-
turaleza de la situación social en la que las personas sientan. Sostiene que “la emoción es
1
Darwin escribió en 1872 la obra “The Expression of the Emotions in Man and Animals” (La expresión de las emocio-
nes en el hombre y en los animales) .
una conciencia corporal que señala y marca esta relevancia , regulando así las relaciones
que un sujeto concreto mantiene con el mundo” (Bericat, 2012: 2). De este modo, enrique-
ce la persepctiva anterior, incorporando el enfoque que “en todo fenómeno social están
implicados individual y colectivamente sujetos sintientes” (Bericat, 2010: 150-151).
Es dentro de este encuadre, de las emociones como resultado de las distintas interacciones
que las personas viven, que se identificarían el segundo grupo de emociones, llamadas
secundarias, que serían una resultante de la combinación de las primarias, condicionadas
social y culturalmente (Bericat, 2012). En el mismo sentido, Bericat agrega, citando a
Hochschild, que las emociones cumplirían una función de señal, de especie de ‘sexto senti-
do’ que le permitiría al sujeto entender la relevancia de una situación dada.
Es interesante rescatar la visión de E. Morin quien afirma que, haciendo foco en la crisis
que afecta a todos los niveles y repercute en la vida cotidiana de los seres humanos, la
recuperación de la emocionalidad es una oportunidad, que también podría ser considera-
da como una forma de resistencia, porque “sonreír, reir, bromear, jugar, acariciar, abrazar,
es también resistir. Resistir primero a nosotros mismos, nuestras indiferencias y nuestra
falta de atención, nuestro cansancio, nuestro desaliento, nuestros malos impulsos y mez-
quinas obsesiones” (Morin, 1995: 290).
Esta afirmación se refuerza con la perspectiva que sostiene otro autor quien sostiene que
“seguir prescindiendo de las emociones, no solo constituye un lamentable olvido, constitu-
ye un verdadero suicidio, una renuncia deliberada a la legítima aspiración por lograr expli-
caciones completas de la realidad y de los procesos sociales” (Bericat, 2000: 151).
El cine explora las emociones humanas en su variedad. Para comprender una situación,
articulamos el análisis de la acción con el análisis de las emociones. La emoción es a la vez
una relación intelectual y corporal, en contacto con el mundo. Sentir: es estar en relación
con alguien, con algo. En la película, la emoción es inseparable de una actividad tiene signi-
ficados. Por lo tanto es posible afirmar que la emoción es una forma de conocimiento. A su
vez, la emoción se puede analizar en función de las normas sociales, según las culturas.
RESULTADOS
Entre los diferentes actores del territorio rural pampeano, identificamos a Olga, que desde
nuestra perspectiva representa un claro ejemplo de innovaciones discretas (Albaladejo,
2001); de este modo se aborda como caso singular el testimonio de Olga, quien se define
como una productora rural. Su marido, Alfredo, ligado el campo desde su nacimiento, tra-
baja de manera diversificada administrando una explotación en otro sitio, y se ocupa junto
con Olga –quien lleva adelante tareas administrativas además de las propias de la actividad
agropecuaria- de una parte del campo de sus padres, que le comprara a la familia. Respec-
to a la situación actual de su explotación en la región Olga sostiene “nuestra zona es más
marginal, el que hace soja es para subsistir. Por eso en la zona hay muchos campos cerra-
dos, que no se trabajan, no sólo se ha abandonado los campos, sino que no se trabajan los
campos”. Comenta que, al momento de subdividir los campos, cuando los dueños iniciales
fallecían, se daba anteriormente, que los hijos que heredaban una parte del campo, com-
praban más de alrededor, para conseguir convertirse en una unidad rentable económica-
mente. Sin embrago, llegado esos casos, “No se han podido agregar “un pedazo más de
tierra, como hacían los abuelos de Alfredo”. En ese sentido amplia Alfredo, esposo de Olga:
Tienen tres hijos, que residían en el campo hasta que llegó el momento que asistieran a la
escuela. Este cambio de residencia fue acompañado por Olga, y de lunes a viernes vivían
en Pigüé y los fines de semana se volvían al campo. Asimismo, observaban cambios alre-
dedor de su explotación:
En cuanto a los chicos eran chiquitos teníamos mucha gente alrededor (refirién-
dose a vecinos del campo). A medida que fueron creciendo, los hijos de los veci-
nos se fueron yendo, y con todas las crisis económicas que hubo, si uno se para
a mirar quiénes son los vecinos que quedaron? Y … faltan muchos, se han ido
muchos del campo, (….) se ha ido mucho, a las ciudades, a los pueblos , a poner
un kiosco. Andan en un radiotaxi, o en una combi llevando gente, o algunos se
compraron alguna maquinaria y lo hacen ‘par time’ y salen a trabajar afuera, pe-
ro hay muchos campos, muchas chacras abandonadas.
Atravesaron situaciones adversas, que los llevó a contraer deuda para poder continuar con
la explotación familiar; y como resultado de la agudización de la situación económica, y la
imposibilidad de los productores de hacer frente a los intereses de la deuda que se acre-
centaba, comenzaban a ejecutarse las hipotecas, a través del remate de los campos. En ese
contexto, Olga formó parte del movimiento nacional reconocido como Mujeres Agropecua-
2
rias en Lucha (MML),
En la época más crítica fue cuando nos endeudamos mucho, en la década del
’90, cuando tuvimos varios percances productivos, aparte del gobierno, (se son-
ríe) empecé a trabajar en mujeres Agropecuarias. Un grupo de mujeres salimos a
levantar la voz por la crisis que teníamos los pequeños productores agropecua-
rios del país. Fue una etapa nueva, porque yo nunca había salido de casa, y a los
hombres se les reclamaba del gobierno eficiencia y trataban de ser cada día más
eficientes, cada vez mas abocados, cada vez con más cosas y salimos un grupo
de mujeres a decir, ‘NO!; hay algo que no esta bien’. Y así fue como empecé con
las mujeres agropecuarias a levantar la vos, a ir a golpear todas las puertas que
2
Se trata de un movimiento espontáneo que surge en la década del’90, bajo la presidencia de Menem, “que surge
en un mundo rural “pampeano” tradicionalmente masculino: irrumpen con modos de acción novedosos y
transgresores, como por ejemplo impedir una acción judicial. Lo hacen con un discurso que se radicaliza, y que
marca discontinuidades con las acciones de pro- testa social agrarias previas, y establece nuevas alianzas desde
un inicio al incluir- se en el movimiento social de las mujeres” (Giarraca, 2001: 130)
Pero esta pulseada entre el modelo de agronegocio, también denominada fase agroexpor-
tadora neoliberal excluyente (expresión de Rubio, 2003; en Decándico, 2015), y la agricultu-
ra de alimentos, quiebra el tejido social rural pampeano, y específicamente las pequeñas y
medianas explotaciones no pueden sostenerse y empiezan a desaparecer. Es así que Al-
fredo describe cómo es hoy la estructura rural:
Respecto a la situación de sus hijos, con el tiempo, en la etapa universitaria, ellos emigra-
ron a otras ciudades de mayor tamaño para estudiar en la Universidad. Sin embargo Olga y
Alfredo continúan con su explotación, y en las oportunidades que se reúnen porque vienen
sus hijos de visita, se instalan muchas veces en lo que reconocen su “morada”: el campo, ya
que continua siendo el lugar de referencia identitario familiar; todos quieren volver allí,
donde reparten el tiempo entre las labores cotidianas y momentos de descanso.
Olga y Alfredo expresan que su forma de vivir está fuertemente relacionada con el campo,
pero no lo plantean como una opción económica sino, como elección, como forma de vida.
Olga afirma:
Cada planta que uno pone, cada cosa que uno hace, lo hace porque uno se sien-
te del lugar y uno lo puede disfrutar porque realmente se siente el lugar…. Si no
tuviera el arraigo que tengo con este lugar, no estaría haciendo tampoco…. No
puedo dejar de ser productora agropecuaria (…) lo que hemos intentado siem-
pre, es llevar la problemática y la voz de los pequeños productores de esta zona
a todas las mesas donde nos hemos podido sentar. Las mesas partidarias, extra-
partidarias, ante autoridades que hemos podido estar y demás. Yo no dejo nun-
ca de ser productora agropecuaria. Ni pertenecer a este lugar. Yo siempre inten-
to hacer ver la importancia del arraigo, la importancia de que la gente no se vaya
de esta zona, no se vaya a los grandes centros urbanos; acá hay una cultura que
defender, y a mi me parece que es muy importante que permanezca el produc-
tor en esta zona , si no que cada vez quedan en menos manos las explotaciones.
Socialmente para estos pueblos es muy importante eso.
CONCLUSIONES
La investigación nos permite dar testimonio de la fuerte presencia de una agricultura familiar,
con profundos sentimientos de pertenencia y arraigo al lugar: los productores agropecuarios
de Pigüé continúan sus actividades y resisten a los embates de la agricultura empresarial.
A partir del caso de Olga, así como de su familia en el marco de la agricultura familiar que
desarrollan, todos estos procesos son connotados, y particularmente nos permitió obser-
var su forma de vida en los distintos momentos. A través de su relato de vida, pudimos
conocer el desarrollo de otras actitudes, aptitudes y saberes que adquiere, y sienta las ba-
ses de los distintos roles que asume a lo largo del tiempo. Todas estas funciones, las de la
esfera doméstica, las de la esfera pública y profesional se yuxtaponen, y reparte su activi-
dad en el mismo territorio sin abandonar su mayor rol identitario que la define como ‘pro-
ductora familiar’.
Sin duda constituye un caso que singulariza los caracteres de la agricultura familiar, que
puede ser concebida como una forma de resistencia frente al embate de la agricultura em-
presarial que con fuerza produjo y produce cambios profundos en la estructura territorial
en Argentina.
Nuestro enfoque consiste en dar una visión de todas las posibilidades científicas que ofre-
cen las imágenes y sonidos e incluir en el campo de la ciencia lo que había sido durante
mucho tiempo excluido: la emoción y los sentimientos como traducción de lo sensible.
A través de la realización de la película de investigación nos hemos fijado en los cambios y las
resistencias a partir de las prácticas y las experiencias de las personas filmadas. También
hemos constatado distintas estrategias para mantener una agricultura familiar inscripta en la
modernidad. La construcción de la película de investigación permite un viaje de ida y vuelta
entre el trabajo teórico y trabajo de campo. Al ver la película se presenta como el arte del
movimiento, como una forma de pensamiento que relaciona las ideas. La película pone en
relación puntos de vista, en este sentido es a la vez objeto científico y objeto ciudadano.
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INTRODUCCIÓN
Las ciudades en estudio en Argentina están en la región Pampeana y son identificadas por
su rol funcional para el sector agropecuario y para los espacios rurales circundantes, por su
posición en la jerarquía urbana y por un hinterland agrícola extendido. El trabajo que pre-
sentamos, pone en debate las diversas experiencias de innovación social identificadas, que
llevan a una presencia rural en el mundo urbano a partir del análisis en profundidad de la
ciudad de Tandil (Argentina), territorio caracterizado por su diversidad en la actividad
económica y una convivencia con acuerdos y tensiones. Partimos del concepto de “innova-
ción social” para poner en debate la presencia rural en el mundo urbano, a partir de nume-
rosas expresiones individuales o colectivas y entendiendo como de alguna manera ellas
contribuyen al desarrollo del territorio.
1
Libro Abierto de Innovación Social, Murray, Calulier-Grice y Mulgan, marzo de 2010
nas. El acto de la innovación social en un sector está conectado en su mayoría con diversas
disciplinas dentro de la sociedad. La teoría de la innovación social habla de "conectar las
diferencias", haciendo hincapié en tres dimensiones clave: a) Las innovaciones suelen ser
nuevas combinaciones o híbridos de los elementos existentes, en lugar de cosas totalmen-
te nuevas; b) Su práctica consiste en eliminar o disminuir las fronteras organizativas o dis-
ciplinarias; y c) Crean nuevas relaciones de peso entre las personas y grupos que antes
estaban separados.
Sin dudas, el concepto de innovación social se encuentra en fase de construcción, así como
de búsqueda de consenso en cuanto a su definición. Al día de hoy se define más por el sector
en el que se desarrolla que por sus características propias y elementos diferenciales, pero
para comprender realmente lo que es la innovación social, esta no puede desvincularse del
contexto cultural en el que emerge (Echeverría, 2012). Este aspecto tan sustancial sólo ha
sido abordado en la literatura científica. Si asumimos esta perspectiva de análisis, conside-
ramos la innovación social como un proceso cultural producto de una comunidad concreta,
lo cual obliga a objetivar cuáles son las variables de los sistemas culturales y los procesos de
acción social que impulsan el desarrollo de la innovación en un contexto específico. Esta con-
sideración de la innovación social como "producto cultural" requiere identificar el contexto
histórico en el que surge, los valores que se ven proyectados en dichas definiciones y los
elementos estructurantes que se articulan en forma de dimensiones o rasgos.
A partir de aquí, es que el concepto de “desarrollo territorial” se hace necesario incluir para
poder fusionar estas dos ideas teóricas, base de este trabajo en relación con el caso especí-
fico planteado.
Esta conceptualización propuesta por el autor, nos da claros indicios de cómo el Desarrollo
Territorial se relaciona con la Innovación Social, sabiendo que son dos procesos y lógicas
complementarias.
El abordaje del problema de investigación, se lleva a cabo desde una perspectiva meto-
dológica sistémica. A partir de un enfoque cualitativo, se intenta descubrir, construir e in-
terpretar la presencia de diversas expresiones rurales en la ciudad de Tandil.
Tandil se convierte así en un estudio de caso, que nos permite desde la perspectiva teórica
utilizada, definirla como nuestra unidad de análisis.
Para recolectar datos cualitativos se utilizaron fuentes primarias como las entrevistas per-
sonales, periódicos, portales web, documentos oficiales de las instituciones públicas, etc.
Respecto a las entrevistas, las primeras fueron de carácter informal sin estructurar con la
finalidad de comenzar con descripciones y conocimientos generales, para pasar luego al
diseño de entrevistas semi-estructuradas (Marradi y Otros, 2007). Luego se abordó el análi-
sis de las mismas desde la perspectiva etnosociológica. (Bertaux, 1997).
El partido de Tandil es uno de los 132 distritos que constituyen la provincia de Buenos Ai-
res. Está ubicado al sur de los partidos de Rauch y Azul, al oeste de los partidos de Ayacu-
cho y Balcarce, al este del partido Benito Juárez y al norte de Necochea y Lobería. La exten-
sión es de 4935 km² para una población total estimada en 2010 de 123.871 habitantes re-
sidentes. La localidad central de Tandil es la ciudad del mismo nombre que es la más im-
portante con 116.916 habitantes. Alrededor se localizan pueblos rurales en los que distri-
buye una buena parte de la población restante del partido. Estos pueblos rurales tienen
diferencias bastante importantes que llevaron al municipio a establecer una jerarquía entre
los mismos. Los pueblos más importantes demográficamente, pero también los más
dinámicos son considerados "centros de servicio rural de primera clase" porque presentan
características y servicios para satisfacer las necesidades esenciales de la población Solo las
localidades de María Ignacia (o Vela) y Gardey pertenece a esta categoría. El primero, de
lejos, el más importante de las localidades rurales, cuenta con un hospital, un jardín de
infantes, una escuela, conocida como Educación General Básica (EGB), que brinda educa-
ción primaria y secundaria, carreteras pavimentadas, pero también prevé la recolección de
desechos domésticos y el acceso a las diferentes redes de servicios básicos (telecomunica-
ciones, electricidad, agua corriente). Gardey presenta servicios similares (escuelas, algunos
caminos pavimentados), aunque muchos menos, por ejemplo, Gardey no tiene un hospital
sino solo un centro de salud.
Detrás de estas dos localidades vienen los otros pueblos menos importantes que son con-
siderados como "centros de servicios rurales de segunda clase" porque no tienen la misma
capacidad de satisfacer las necesidades de la población local. Entre estos centros secunda-
2
Se denominan centros de primera categoría aquellos que cuentan con por lo menos 2000 habitantes
residentes.
rios rurales de partido de Tandil se puede citar: Fulton, Iraola, Del Canal, La Pastora y Azu-
cena. Estas localidades son menos pobladas que la de María Ignacia y Gardey y tienen
principalmente servicios relacionados con la actividad agrícola. De hecho, no todos ellos
tienen una escuela, un centro de salud, carreteras pavimentadas o acceso a todas las redes
primarias. (Gráfico Nro.1)
Observando el mapa y la distribución de los pueblos rurales, podemos afirmar que más
allá de su tamaño de menos de 2000 habitantes, todos tienen un punto en común: estas
localidades rurales se encuentran en un tramo del ferrocarril que conecta a Tandil con
otras ciudades argentinas. Hoy en día, las estaciones de tren de estas localidades rurales
están fuera de servicio. El automóvil e incluso el transporte público -cuando existen- son la
única forma de llegar a la zona central desde estos pueblos rurales, todos localizados a
más de 20 km. Por lo tanto, la preservación de los servicios en el corazón de estos pueblos
es un problema importante para el municipio de Tandil, para facilitar la residencia de la
población rural más cerca de los principales dominios agrícolas, como también para evitar
el éxodo rural masivo. Fundamentalmente, si se observa la importancia del sector primario
en la estructura económica del partido, tal como se puede observar en el Gráfico Nro. 2.
Además, a pesar de los servicios a veces deficientes, no debe pensarse que la población de
estas diferentes localidades se traslada en masa a la ciudad. De hecho, incluso se puede
señalar que estos pueblos, especialmente los de la primera categoría, han estado ganando
población desde el final de la década noventa. La razón principal de esto puede explicarse
por varias razones: el alto costo de las residencias habitacionales en Tandil, la búsqueda de
un ambiente de vida pacífica en los pueblos, lejos de la inseguridad y la oportunidad de
trabajo en las explotaciones rurales.
Por lo tanto, la gestión y el desarrollo de estos centros rurales es uno de los aspectos más
fuertes para el municipio de Tandil, y por tanto son una prioridad en su Plan de Desarrollo
Territorial.
Esta rápida caracterización del Partido es importante para comprender que el municipio de
Tandil actúa la escala del partido superando la escala urbana; de allí que es un actor impor-
tante en su rol de articulador entre los problemas rurales y urbanos para mantener un equi-
librio y asegurar un funcionamiento del territorio con mayor equilibrio. Para ello, el principal
instrumento que regula su accionar es el Plan de Desarrollo Territorial (PDT), siendo un do-
cumento que otorga gran importancia a las normas y estándares técnicos y propone una
división de la ciudad en diferentes áreas. Este mapa es la herramienta principal del municipio
y sus servicios en la implementación de proyectos urbanos, ya que permite conocer de ma-
nera sencilla las reglas y estándares que se deben respetar para cada zona.
El mapa PDT divide al partido Tandil en 15 zonas diferentes distribuidas en tres grandes
áreas: espacio urbano, espacio complementario y espacio rural. Aquí, solo el espacio urba-
no y el espacio periurbano están representados, ya que el área rural se refiere a los dife-
rentes pueblos que componen el partido. Podríamos agregar otro espacio adicional que se
enumera en el PDT como prioridad (no se muestra en este mapa), es el área protegida co-
rrespondiente a las sierras al este y al sur de la ciudad. Estos espacios se subdividen en
diferentes categorías según los elementos morfológicos (altura de los edificios, factor de
uso de la tierra, tamaño de la parcela), los elementos técnicos en torno a la cuestión de las
redes (agua, electricidad, telecomunicaciones, alcantarillado), pero también utilizando cri-
terios como el número de servicios disponibles en el área (administración, salud, educa-
ción, bancos), el número de comercios y de edificaciones, entre otros.
Por lo tanto, esta distribución presenta a la ciudad de Tandil como estructurada alrededor de
un centro principal que, considerado como "polifuncional", concentra edificios altos, nume-
rosos servicios urbanos y alta densidad (1000 personas / ha). La segunda importante para la
ciudad no corresponde a los vecindarios que rodean la zona central, sino a las calles, a los
grandes corredores que conectan el centro y las áreas circundantes. Estas calles son conside-
radas como los "subcentros" de la ciudad ya que tienen muchas infraestructuras y servicios.
La densidad también es importante en estos corredores urbanos ya que es 600 / ha. Los
barrios alrededor de la zona central -"barrios a densificar"- vienen solo después de los corre-
dores porque los servicios y la densidad (520 hab / km²) son menos importantes. Uno de los
objetivos del municipio es aumentar la densidad de estos barrios. Luego vienen otros ba-
rrios, llamados "barrios consolidados", que también se encuentran en las inmediaciones del
centro de la ciudad. Estos últimos tienen una densidad mucho menor que los "vecindarios a
densificar" mencionados anteriormente con solo 280 hab / km². Sin embargo, estos se con-
sideran consolidados. A pesar de esta diferenciación, entre estos dos vecindarios, con simili-
tudes en los usos y la morfología, es muy poco clara en el PDT y parece difícil de entender
porque se trata de dos áreas en las inmediaciones del centro de Tandil. Esta división de la
ciudad de acuerdo con la densidad y la cantidad de infraestructuras distingue otras zonas en
el espacio urbano que no presentaremos en detalle porque aquí presenta poco interés. Exis-
ten barrios en proceso de consolidación, barrios de uso mixto, barrios "de parques", barrios
esencialmente compuestos de equipos ... En la misma lógica, el espacio complementario se
divide de la misma manera entre tres áreas residenciales áreas extra-urbanas y un área de
servicio fuera del área urbana. Por lo tanto, más allá de la división misma que puede ser am-
pliamente discutida, esta zonificación es interesante porque es perfectamente representativa
de la manera en que el municipio percibe la ciudad y los diferentes espacios que la compo-
nen. De hecho, los criterios para diferenciar una zona de otra son puramente cuantitativos:
¿cuántas infraestructuras y servicios, qué tamaño de parcela construir y qué densidad de
población? El enfoque de la ciudad es, por lo tanto, muy cartesiano y la división resultante no
parece tener en cuenta al habitante sino para el cálculo de la densidad. Por lo tanto, el plan
de desarrollo territorial de Tandil está más cerca de un reglamento de planificación urbana
que regula la construcción de acuerdo con la morfología y el perfil arquitectónico de esta o
aquella área, que un documento de planificación real que presenta la operación urbana de
Tandil y sus problemas.
A partir del análisis de la información secundaria y de las entrevistas realizadas, así como
de la observación participante en diferentes ámbitos del Partido de Tandil, podemos decir
que la presencia del mundo rural en lo urbano se muestra desde diferentes aspectos:
Vinculado al turismo, muchas familias rurales han encontrado en los visitantes que se
acercan a Tandil -identificado como un destino “natural” y de descanso- el desarrollo de
emprendimientos informales que permite dar visibilidad a la ruralidad. A su vez, entre los
productos que hacen parte a la producción local se han podido identificar: la soguería, alfa-
jores, conservas ajo, cebolla, morrones, milanesas de pollo, panificados, miel, dulce de le-
che casero y derivados de la harina como panificados y pastas frescas.
3. Reflexiones e interrogantes
El análisis de las interacciones urbano-rural en la ciudad de Tandil, nos permite hacer foco
en los procesos abordados desde la innovación social, lo cual facilita la comprensión de los
procesos que, de manera individual como colectivamente orientan hoy el desarrollo terri-
torial en este ámbito pampeano.
Desde esta perspectiva, a partir de la movilización del concepto de innovación social facilita
el análisis de las dimensiones que se conjugan en los acuerdos y en las tensiones en el
desarrollo territorial; en donde entender dichos procesos orientan a comprender que la
ruralidad tiene una visibilidad cada vez más notoria y organizadora en el mundo urbano.
Este trabajo permite demostrar que Tandil, como ciudad intermedia que crece en una re-
gión rural, desarrolla un rol esencial de articulación, competencia y complementariedad en
el desarrollo territorial.
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70
LA EDUCACIÓN AGRARIA Y EL
DESARROLLO RURAL. EL CASO DEL
CENTRO EDUCATIVO PARA LA
PRODUCCIÓN TOTAL N° 2 DE SAN
ANDRÉS DE GILES1
G. P. Reposoa
a
Departamento de Tecnología, Universidad Nacional de Luján, Buenos Aires, Argentina
giselareposo@yahoo.com.ar
1
El presente artículo forma parte del trabajo de tesis “La educación agraria y el desarrollo rural. El caso del Centro
para la Producción Total N° 2 de San Andrés de Giles”, correspondiente a la carrera de Maestría en Desarrollo
Rural, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, dirigida por Fernanda González Maras-
chio y co-dirigida por Federico Villarreal.
Resumen
INTRODUCCIÓN
El devenir de los procesos socioeconómicos globales avanza y transforma los territorios sin
detenerse en identificar, ni atender los intereses de los habitantes locales. Los resultados
de estos procesos se expresan en notorios contrastes sociales y económicos, que afectan
diferencialmente a los sectores involucrados. Así, mientras algunos pocos se benefician con
la expansión acelerada de ciertos cultivos muchos otros se perjudican con la pérdida de
diversidad, con la expulsión de familias y productores y con el abandono de actividades
tradicionales (Manzanal y Col., 2011). Es este contexto de concentración y expulsión es
donde resulta interesante analizar estrategias que surgen “desde lo local”, especialmente
aquellas vinculadas con la dimensión educativa.
Bocchicchio y Col. (2006) plantean que las escuelas agropecuarias actúan en la interfaz entre
dos sistemas complejos y heterogéneos: el sistema educativo (subsistema de educación
agropecuaria) y el socioproductivo de base agropecuaria. Ambos sistemas responden a lógi-
cas de desarrollo, objetivos e identidades diferentes; tienen sus propias funciones, compo-
nentes, mecanismos de autorregulación, emergentes, etc., y configuran campos de fuerzas
peculiares. Esto queda en evidencia en las diferentes modalidades de escuelas agrarias que
coexisten (Centros Educativo para la Producción Total -CEPT-, Escuelas de la Familia Agrícolas
-EFA-, Escuelas de Enseñanza Agrarias -EEA-, Centros de Educación agraria -CEA-, Escuela
agro-técnica, etc.) y), que son puestas a prueba por las transformaciones socio-productivas
ocurridas en las últimas décadas en la región pampeana, ya que históricamente se han vin-
culado fuertemente con los saberes del mudo laboral agropecuario (López, 2009).
rrollo comunitario para generar arraigo al medio rural” (Bacalini, 2009, pág. 11). Los Cen-
tros Educativos para la Producción Total tienen como misión “fomentar el desarrollo y el
arraigo de las comunidades rurales a través del protagonismo de los propios actores, or-
ganizados federadamente y construyendo propuestas claras que generen políticas que
favorezcan el desarrollo rural” (Bacalini, 2009, pág. 23). Los componentes filosóficos y me-
todológicos del programa incluyen, entre otros, la pedagogía de alternancia y la producción
total: la pedagogía de alternancia implica la conjunción permanente entre escuela y reali-
dad, y considera que “la educación en su total dimensión es una estrategia para el desarro-
llo rural y no un fin en sí misma”. La producción total se basa en la agricultura familiar y la
economía social.
Considerando que los pilares del programa CEPT, son el arraigo y el desarrollo rural, es
nuestro interés indagar sobre las estrategias educativas que buscan afianzar estos ejes y
analizar con qué limitantes se enfrentan al momento de aplicarlos a la realidad territorial
sujeta a las transformaciones propias de la agriculturización.
MARCO TEÓRICO-METODOLÓGICO
Los procesos presentados, se analizarán a la luz de las formulaciones en torno a tres ejes
teóricos: la educación agropecuaria y sus propuestas pedagógicas, la agriculturización en el
área pampeana y el desarrollo rural. El diálogo entre ellos forma parte de la discusión de
este trabajo.
La instalación de una nueva escuela CEPT surge de la necesidad de las comunidades que se
movilizan y buscan una alternativa de educación para sus hijos. De aquí que surge la nece-
sidad de indagar y repensar el concepto de desarrollo como primer instancia:
Tal como lo indica Villarreal (2015), “el desarrollo rural, representa un calificativo más y tie-
ne sus primeros antecedentes en Argentina en 1976, pero en lo institucional, profesional,
programático y político cobra relevancia a partir de la década de 1990 con la consolidación
del modelo neoliberal durante el periodo democrático”.
Ahora bien, para comprender los orígenes de este concepto en América Latina, es necesa-
rio remitirse entre la década del 20 y 30. La escuela latinoamericana del desarrollo y sub-
desarrollo surge de la mano de las discusiones presentadas entre el revisionismo estructu-
ralista representado por Víctor Raul Haya de la Torre y el marxismo revolucionario de la
mano de José Carlos Mariátegui. Ambas teorías refutan la teoría neoclásica y a la de la mo-
dernización; viendo el subdesarrollo como el resultante del proceso de acumulación capita-
lista mundial, el cual se auto reproduce de manera constante. Las críticas a las teorías neo-
clásica y de la modernización giran alrededor de la idea de que las categorías que le son
propias no son pertinentes para el análisis de los países subdesarrollados; y en caso de
que estos modelos fuesen forzados para la utilización la realidad de dichos países lejos de
mejorar podrían agravarse notoriamente. La diferencia entre estas dos teorías reside en
que el estructuralismo estima que el subdesarrollo se puede superar reformando el siste-
ma capitalismo nacional internacional; mientras que el marxismo cree que solo se super-
ara a través de la revolución. La originalidad del paradigma estructuralista radica en que
tanto el desarrollo como el subdesarrollo son dos caras de una misma moneda dentro de
la economía mundial (Kay, 1991).
Asimismo, Madoery (2012) resalta algunos de los principales aportes del pensamiento lati-
noamericano sobre el desarrollo y en sus consideraciones finales remarca la necesidad del
pensar desde la región para contribuir a su transformación. Hace hincapié en 4 escuelas:
teoría de la dependencia, liberacionismo nacional-popular, pensamiento decolonial y El Buen
Vivir. Escobar (2005) por su parte describe el concepto de postdesarrollo refiriéndose a:
del desarrollo para que puedan transformarse en sujetos y agentes; d) dos ma-
neras especialmente útiles de lograrlo son: primero, enfocarse en las adaptacio-
nes, subversiones y resistencias que localmente la gente efectúa en relación con
las intervenciones del desarrollo; y, segundo, destacar las estrategias alternas
producidas por movimientos sociales al encontrarse con proyectos de desarrollo.
Por su parte, Sevilla Guzman (2010, pág.16) indica que la fase de culminación del proceso
de investigación en agroecología, lo constituye la transformación social: supone dotar a las
“dimensiones productiva y, socioeconómica y cultural” de un contenido sociopolítico. “Lo
investigado” debe ser conductor de sus prácticas económicas, sociales y políticas. La gene-
ración de redes de intercambio y estrategias de acción productivas, de comercialización y
creación de mercados alternativos e infraestructuras organizativas es la práctica más habi-
tual. Creemos que la propuesta educativa presentada, podría esgrimir algunos lineamien-
tos dentro de esta corriente.
RESULTADOS
El CEPT N°2 se localiza en las cercanías del ingreso a la ciudad de SAG, entre la Ruta Nacio-
nal N° 7 y Ruta Provincial N° 41. Creado en el año 1988, en sus inicios se ubicó en un paraje
rural denominado “km 108”. Asisten a esta escuela estudiantes, en su mayoría hijos de
trabajadores rurales, que residen en las explotaciones agropecuarias donde trabajan; el
padre suele ser el empleado formal, la madre realiza con las tareas domésticas de la casa
principal y los hijos pueden o no ayudar a sus padres. El diseño curricular se divide en 4
áreas: Promoción de la producción (Producción Animal, Vegetal, Gestión, Taller y Maquina-
ria), Medio ambiente sustentable (Matemática, Física, Química, Biología), Comunicación
(literatura, inglés, arte, educación física), y Sociales (Geografía, Construcción de la Ciuda-
danía, Filosofía, Geografía, Historia). Sin embargo la propuesta educativa es mucho más
abarcativa, e incluye estrategias específicas que apuntan al desarrollo rural. Asimismo, el
proceso de enseñanza se organiza mediante la modalidad de alternancia, que permite con-
tinuar con los procesos de aprendizaje en el contexto del hogar. A continuación se caracte-
rizan los resultados obtenidos de acuerdo a estos ejes.
a. Estrategias educativas
— Ya en cuarto año desarrollan la Tesis o Abordaje de la problemática del medio rural: los
estudiantes elijen una problemática, plantean hipótesis y salen a investigar. Se realiza
durante todo el año con acompañamiento de tutores. Algunas de las temáticas mencio-
nadas por los estudiantes encuestados fueron: árboles frutales, gallinas, horno de ladri-
llos, cerdos, prolapso uterino en bovinos, apicultura, cerdos, huerta.
— Los espacios curriculares del desarrollo, comienzan en 4° año con Desarrollo Rural Susten-
table. En 5° el espacio se denomina Desarrollo Regional y consiste en el estudio de las
producciones que hay en toda la zona y sus problemáticas, analizando cada semana una
actividad, por ejemplo “triquinosis en cerdos”. En 6° el espacio se denomina Desarrollo
Local y se trabaja con problemáticas de una comunidad puntual. Los estudiantes eligen
una comunidad, se analiza en conjunto la problemática de dicha comunidad y juntos em-
prenden un recorrido para tratar de ayudar en la resolución de la misma. Al momento de
realizar las encuestas, los estudiantes estaban ayudando a uno de los pueblos rurales del
partido a realizar las gestiones ante el municipio a fin de mejorar los accesos.
“Es una feria donde todas las familias de los alumnos y familias de la comunidad
rural pueden llevar todos los productos que elaboran o que producen en su
campo. Ya sea de huerta, sean, productos caseros como pan, facturas, tortas, eh
pastas, dulces, miel, quesos, … , tejidos también, todo lo que sea ropa, tejidos ar-
tesanales, artesanías, todo lo que las familias producen en el campo, que lo pue-
dan traer y venderlo acá sin tener que pagar costos de comercialización.” (Entre-
vista a Docente N°2).
Del espacio de huerta no solo se espera que los estudiantes aprendan cómo llevar ade-
lante la producción, sino que la misma “sea un modo de vida”. Al conducirse de manera
orgánica, tiene como objetivo demostrar que otra forma de producción es posible: mos-
trar una alternativa al sistema productivo agroquímico-dependiente. Esta propuesta
pone en tensión el modelo productivo en expansión, de modo que desde el 2016 un
grupo de docentes lleva adelante un proyecto institucional denominado “Problemáticas
en torno a la utilización de agroquímicos” que tiene el fin de concientizar sobre la utili-
zación de agroquímicos en el partido. Este proyecto nació como resultado de que algu-
nos estudiantes comenzaron a mencionar la presencia creciente de enfermedades res-
piratorias como asma, bronquitis, alergias, tanto en ellos como en algunos de los inte-
grantes de sus familias, quienes manipulan agroquímicos de manera asidua. El proyecto
consiste en charlas de capacitación a los estudiantes sobre consecuencias de los agro-
químicos en la salud, beneficios de la agroecología, buenas prácticas en el manejo de
agroquímicos, análisis de normativas locales. Los alumnos de 5°año elaboraron encues-
tas que se distribuyeron a todos los estudiantes, y con ellas se espera obtener un dia-
gnóstico de situación y publicar un informe en medios locales2.
Si bien el CEPT no es una escuela fumigada, con el proyecto se busca alcanzar a las es-
cuelas rurales del partido y zonas aledañas que sufren esta problemática y compartir,
por ejemplo, un protocolo de denuncia en caso de fumigación (para toda la provincia de
Buenos Aires), elaborado por la Red Federal de Docentes por la Vida, del cual forman
parte algunos docentes del CEPT.
b. La modalidad de alternancia
La pedagogía de la alternancia implica que los estudiantes vivan una semana en la escuela,
lo que se denomina “la semana de permanencia”, y dos semanas en sus hogares, donde
deben cumplir con las tareas dadas por los docentes y ayudar en las labores familiares, ya
que se considera ese espacio como una prolongación del espacio áulico donde el estudian-
te continua aprendiendo desde la práctica. Es durante el transcurso de estas dos semanas
que la familia recibe la visita del o de los docentes.
2
La ordenanza N° 1761/14 establecía una Zona de Amortiguación Ecológicamente protegida, que comprendía un
área de 200 mts alrededor de las escuelas rurales, en las que solo se podía realizar aplicación terrestre de agro-
químicos por fuera del horario escolar. La nueva ordenanza 2047/2017 prohíbe fumigar un radio de 100 mts de
las escuelas rurales, y permite fumigar entre los 100 - 500 mts solo con productos clase III y IV, con un aviso de
48 hs. A partir de los 500 mts se permite la fumigación aérea.
modo que un docente trabaja con el estudiante y el otro intercambia con la familia. La visi-
ta de los profesores a la familia, no solo implica un asesoramiento educativo al estudiante,
sino que también es una colaboración a los aspectos productivos de la familia, y hasta, en
muchos casos excede esas instancias, extendiendo la ayuda a cuestiones familiares, segu-
ramente aprovechando el capital social y cultural de los docentes. Esta modalidad propicia
a que el alumno, no sea un alumno más. Se puede conocer su contexto, toda la realidad:
de dónde viene, cómo se compone su familia, de qué trabaja, cuáles son sus necesidades,
sus carencias. Y esto es un plus que en una escuela de asistencia diaria es muy difícil de
obtener: “Uno conoce desde el plato que come todos los días, hasta el piso, hasta... las
condiciones de vivienda, las condiciones familiares, la relación con su producción.... En ese
sentido es maravilloso el CEPT” (Entrevista a Docente N° 4)
Ellos te reciben muchas veces por ahí con la situación socioeconómica que está
cada una (cada familia), a veces algunos te reciben afuera, por ahí porque no tie-
nen luz, porque no disponen del espacio que ellos creen que es adecuado para
recibirte, pero bueno con el tiempo vos vas ganando ese espacio, vas mostrán-
dole que no es lo más importante el espacio físico donde vos estés, sino que
bueno se comparte la tarea, entonces vos vas generando ese espacio, imagínate
los primeros años, después los otros ya más grande, ya sos parte de... (Entrevista
a Docente N°3).
Este comentario por un lado describe las condiciones de vida de los habitantes del medio
rural. Por otro lado refleja la personalidad de los habitantes del campo, retraídos, quizá
muchas veces avergonzados de su situación, tanto que les cuesta abrir la puerta a los do-
centes. Con el pasar de los años, de los chicos en el colegio, esta situación va cambiando,
en la medida que entran en confianza, y entonces no solo el adolescente que asiste a la
escuela mejora sus capacidades sino que la familia toda, a través del vínculo con la escuela,
se empodera. Sin embargo al indagar entre los estudiantes acerca de la ventaja de la visita
de los docentes a la familia, la totalidad coincide en que la ventaja es que los ayuda a re-
solver las tareas. Solo un pequeño porcentaje dimensiona la importancia de la visita para
las producciones familiares o la familia.
De las entrevistas surge que también hay familias ausentes, que no salen a atender a los docentes,
con lo cual ellos se preguntan: ¿Por qué?... ¿Están trabajando?, ¿No se animan? ¿No los dejan?
Otra observación remarca que años atrás “había como un intercambio (docente-familia) de más
apropiación con las producciones… también había más propietarios...” (Entrevista a Docente N°4)
Otra limitante que enfrentan los docentes para realizar las visitas es la accesibilidad a los
predios: hay casas a las que no se pueden ingresar a realizar las visitas porque la tranquera
está cerrada con candado, familias que no pueden recibir visitas y hasta familias que no les
permiten salir los fines de semana. Es decir, existen hoy en día patrones que no permiten
que las familias reciban a los docentes.
Una herramienta que facilita el seguimiento de las producciones familiares por parte de los
docentes, la constituye el cuaderno de campo, que se implementa para que los estudiantes
lleven un registro de todo lo que ocurre con sus actividades productivas. Se espera que sea
un espacio de intercambio entre el espacio áulico y el hogar, entre los docentes y las fami-
lias. Asimismo se busca que este instrumento ayude productivamente a las familias. Este
es el caso una familia entrevistada. Al ingreso del estudiante al CEPT, el patrón no permitía
tener animales. De a poco ellos fueron criando algunos animales, para que el estudiante
pudiera realizar la actividad productiva que se le pedía en la escuela. Al momento de la
entrevista la familia contaba con diversas producciones animales que le representan un
ingreso extra muy importante. Al apagar el grabador y recorrer las instalaciones, ellos des-
tacaron la importancia del cuaderno de campo, de llevar registro de todo lo que involucra
la producción. Según la familia, marcó una diferencia, permitiendo dimensionar sus ingre-
sos y egresos y de ese modo realizar de forma más eficiente sus actividades productivas.
DISCUSIÓN
Como se planteó al inicio del trabajo, el programa CEPT se sustenta en la promoción del
arraigo y el desarrollo rural local. Hemos indagado en las estrategias educativas que im-
plementa el CEPT N°2 comprobando la búsqueda de la concreción de este proyecto inno-
vador y el compromiso de los docentes cuyas tareas exceden las tradicionales labores áuli-
cas. Estas estrategias tienden a fomentar el arraigo al ámbito rural, a través de la agricultu-
ra familiar y del desarrollo de los pueblos rurales. No obstante, encontramos que estas
nociones son entendidas de diferente manera o encierran diferentes significados según el
docente entrevistado.
Una tercera alternativa, quizá minoritaria entre el plantel docente la representa el siguiente
testimonio: “yo quiero hablar de un arraigo en el que el pibe mejore su calidad de vida, la
que está viviendo en el momento, o en este momento, y donde pueda tener un salario
digno, donde pueda generar una familia y vivir en el campo, y que tenga, no sé, buenas
condiciones de vida, buena vivienda, que pueda ser autónoma, que pueda buscar una veta
de laburo…”(Docente entrevistado N°4).
No hay dudas que el arraigo en uno de los pilares del programa CEPT, que todas las estrate-
gias utilizadas apuntan a que el estudiante y su familia se queden en el campo. Pero algunos
de los entrevistados se cuestionan ¿Para qué? ¿Para vivir en las condiciones que viven?
Respecto del concepto de desarrollo rural, según lo mencionado por un productor “grande”
de la zona, vinculado a la escuela, se basa más en un desarrollo personal del estudiante,
que adquiera conocimientos relacionados a los avances tecnológicos del agro para poder
insertarse rápidamente en el ámbito laboral:
Conozco un chico que ha estado acá, trabaja en el campo, un chico de acá que
cuando egresa puede ir perfectamente a trabajar con un equipo de herramienta
agrícola, sin duda podría hacerlo. Y son los chicos que tienen ganas de hacerlo,
con la preparación que salen, incentivándolos a aprender desde el que toma
como empleado, como hoy por hoy todo lo que es el campo está mucho más in-
formatizado, como estábamos diciendo hoy, y son más habilidosos para esa par-
te, se van.. se pueden desarrollar mejor, y pueden entrar en otro.. y categorizan-
do de otra manera, no solamente que van a ir a trabajar con la pala, pueden
hacer otra cosa, y eso es desarrollo rural.
Sin embargo, a lo largo del trabajo se ha demostrado que la escuela posee diversas herra-
mientas, que la vinculan fuertemente a las familias de los estudiantes y a la comunidad.
Muchas de las estrategias educativas utilizadas apuntan directamente al desarrollo rural
desde la agricultura familiar y el arraigo: los espacios curriculares del desarrollo, pero tam-
bién los proyectos productivos, las capacitaciones, las visitas, que buscan afianzar median-
te el apoyo técnico, los emprendimientos familiares. A su vez, representa una institución de
referencia en el partido, y posee diversos mecanismos de intercambio con la comunidad
local, como la radio, la feria o la incubadora comunitaria.
Otro punto de interés para la discusión, lo constituyen los numerosos obstáculos con los
que se encuentra la escuela, que podemos clasificar en:
Los internos o prediales, vinculados a las limitaciones de las familias en cuanto al ac-
ceso a la tierra, la tenencia precaria, la dependencia de los patrones, las carencias del
hogar rural, entre otras.
Los externos o “de contexto”, relacionados con la sojización y las tensiones existentes
entre este modelo y los usos del suelo relacionados con la agricultura familiar y las
producciones de tradición en el partido (porcinos, avicultura, bovinos).
En el primer grupo, la principal limitante detectada a la hora de implementar todas las es-
trategias, sin lugar a dudas, es el hecho de que las familias no son propietarias de sus tie-
rras, por lo tanto no tienen capacidad de decisión sobre el espacio que habitan. Existen
casos en que los patrones no dejan tener producciones para autoconsumo (ya que “no es
estético”, o no quieren que produzcan lo mismo que el patrón), otros que ni siquiera per-
miten recibir la visita de los profesores:
Si, si porque el planteo es... tienen libertad en cuanto tienen decisiones sobre la tie-
rra, sobre si voy a poner un gallinero, chanchos o voy a hacer la huerta, ehh casi que
Según el docente entrevistado N°3: “El docente está pensado cómo promotor del desarro-
llo local, no está pensado como un docente de aula”. Es así como, los docentes permanen-
temente revisan sus prácticas y sortean las limitaciones realizando contrapropuestas, como
la posibilidad de desarrollar huerta en macetas, mediante pasantías que suplen la falta de
tierra o de producciones en el predio, o asistir durante la semana de alternancia a la escue-
la y atender allí las producciones.
La modalidad de alternancia también representa otra gran fortaleza del CEPT, dado que la
comunidad educativa termina valorando las visitas de los docentes, tanto por el seguimien-
to de los estudiantes como por la asistencia técnica que brindan a las familias. Esto tam-
bién deja en evidencia las necesidades de asistencia técnica y extensión rural que eviden-
temente no es brindada por parte de las instituciones del desarrollo rural en la zona (INTA,
SsAF, etc.), o al menos es insuficiente. Por otra parte la modalidad de alternancia permite
que los estudiantes fortalezcan vínculos entre pares. Otra ventaja, mencionada por los
estudiantes, indica que en muchos casos, constituye un gran alivio en la economía familiar,
ya que el adolescente que asiste a la escuela se alimenta allí, y resuelve el problema de las
grandes distancias a recorrer por caminos rurales que, por lo general están en mal estado.
Por otro lado, la sojización del partido no contribuye a la generación de empleo genuino. Sin
embargo, según los testimonios recogidos, el egresado CEPT cuenta con mayor posibilidad
de inserción en el ámbito rural, que egresados de otras modalidades. A la vez, la sojización
avanza sobre otras producciones de tradición vinculadas a la agricultura de tipo familiar. La
escuela contribuye a la permanencia de estas actividades a partir de los proyectos producti-
vos y generando herramientas para salvar las limitaciones en cuanto a financiamiento o la
comercialización, como el banquito de la buena fe o la feria de la agricultura familiar, o apoyo
técnico a través de capacitaciones, visitas a las familias, incubadora comunitaria, etc.
Sevilla Guzman, y col. (2006) afirman que el diseño de métodos de desarrollo endógeno para
el manejo ecológico de los recursos naturales deben utilizar, en la mayor medida posible, los
elementos de resistencia específicos de cada identidad local. Asimismo proponen que un
plan de desarrollo sustentable para una zona rural, se debe basar en: integralidad, armonía y
CONCLUSIONES
— La escuela lleva a cabo una serie de proyectos que se orientan a las producciones tradi-
cionales del partido asociadas a la agricultura familiar, como por ejemplo: huerta orgá-
nica, producción de cerdos, gallinas ponedoras, incubadora, árboles frutales, plantas
aromáticas. Además de realizar estas producciones en el establecimiento escolar, las
mismas se fomentan en el hogar de los estudiantes y durante el desarrollo de las visitas
de los docentes a las familias, se realiza un asesoramiento para la mejora productiva.
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MERCADOS AGRÍCOLAS Y
DESARROLLO RURAL. EL CASO DEL
PRECIO DE LA SOJA
G. Orsinia, M. Herediaa, N. Domíngueza, G. Weidmanna
a
Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Entre Ríos.
gorsini@fceco.uner.edu.ar
Resumen
En la literatura económica, aun no existe consenso sobre las razones por las cuáles aumen-
tan o disminuyen los precios internacionales de los commodities energéticos y agrícolas. Sin
embargo, las políticas económicas de tipo ortodoxas aplicadas en los últimos años, tales co-
mo la baja de la tasa de interés, elevan la liquidez de capitales e impulsan a la especulación
financiera en los mercados a término con productos básicos. Estas políticas han conducido a
un incremento de la volatilidad de los precios de los granos, fundamentalmente de la soja. La
región del Cono Sur depende fuertemente del cultivo de soja y de agroalimentos conexos, la
volatilidad del precio de este commodity influye en la rentabilidad de su cultivo y dada la red
de actores que integran su trama, los devenires de sus efectos se propagan a una multiplici-
dad de agentes y afectan no solo al sector primario sino a toda una cadena de valor. Es por
ello que mediante esta investigación se propone, por un lado, describir el proceso de sojiza-
ción que se desarrolló en ésta región y por otro lado evaluar empíricamente diferentes de-
terminantes financieros que podrían afectar el precio de la soja, en el periodo 1965-2016.
INTRODUCCIÓN
soja para la determinación del precio, sino que pasan a tener un rol relevante los factores
financieros (futuros, opciones, tasa de interés, etc). Para evaluar empíricamente estos cam-
bios, se utilizó la estimación de un modelo econométrico del precio real de la soja y el test de
1
Chow en periodo 1965-2016 para detectar cambios estructurales de comportamiento.
METODOLOGÍA
Por otro lado, al analizar los mercados agrícolas, se utilizaron métodos econométricos a fin de
evaluar empíricamente un cambio estructural en la relación entre el precio de la soja y diferen-
tes determinantes, tanto de oferta y demanda, como financieros y monetarios en el periodo
1965-2016. Específicamente, se utilizó la estimación de un modelo econométrico del precio real
de la soja y la prueba de Chow. Un cambio estructural se refiere a que los parámetros del mo-
delo no permanecen constantes en todo el periodo bajo análisis. Estos cambios estructurales
obedecen a shocks exógenos, cambios en las políticas, etc. La prueba consiste en estimar el
modelo en los diferentes periodos, antes y después del suceso en cuestión, y analizar si por lo
menos, uno de los parámetros estimados en ambos modelos, es significativamente diferente
en el sentido estadístico. Para ello se utilizaron base de datos de fuentes oficiales de organis-
mos nacionales e internacionales y se procesaron mediante el software estadístico E-views.
La literatura reciente, se ha enfocado en los precios de los commodities, luego del boom
que experimentaron los precios agrícolas a partir de 2003. Anterior a este período, la litera-
tura explicaba los cambios en esta variable a partir de los desequilibrios de oferta y de-
1
El test de Chow es un test estadístico y econométrico que prueba si los coeficientes en dos regresiones linea-
les en dos sets de datos son iguales. El test de Chow fue inventado por el economista Gregory Chow. En eco-
nometría, el test de Chow es normalmente usado en el análisis de series de tiempo para probar la presencia
de un cambio estructural.
manda que ocurrían a nivel global. Estos desequilibrios se podían explicar tanto por con-
tingencias de tipo natural como por el efecto de la naturaleza inelástica de ambas funcio-
nes (Borenztein y Reinhart, 1994). Independientemente del origen del desequilibrio se de-
rivaba un ajuste en los precios de los productos, como consecuencia directa o indirecta.
Sin refutar la anterior asociación, en este nuevo milenio, algunos autores (Naccache, 2010;
Asafu-Adjaye, 2000) explican el aumento de los precios de los commodities por el rápido cre-
cimiento de la demanda mundial, especialmente de países asiáticos tales como China o India.
Sin embargo, también toma fuerza otra corriente que añade a la ecuación de los precios otros
elementos de naturaleza financiera y especulativa. En este sentido, la volatilidad de los precios
de las commodities puede ser explicada por los factores que se detallan a continuación.
Por último, en cuanto a las variables financieras que afectan los precios de los commodi-
ties, se encuentran en valor del dólar, aunque la dirección de causalidad no está muy clara
y ha sido ampliamente debatida. La principal hipótesis acerca de los mecanismos de tras-
misión del precio del dólar a los precios de los commodities, es que cuando el dólar se
aprecia, se encarecen los alimentos para el resto del mundo, cae la demanda de alimentos,
por lo que los precios de los alimentos (como los commodities), se ajustan a la baja. En
este caso, Chen et al (2010) muestra el poder predictivo del tipo de cambio en los precios
internacionales de los commodities.
En esta investigación, todas las variables utilizadas son series de frecuencia anual, corres-
pondientes al periodo 1965-2016. Para medir el precio internacional de la soja real, se tomó
2
el precio del mercado de Chicago , expresado en dólares por tonelada, y se lo deflacto por
IPC de EE.UU., ambos publicados en el banco de datos del Fondo Monetario Internacional.
Como variables regresoras, se tomaron las siguientes: la producción de soja, y los Inventarios
de soja (ending stocks) mundial, publicada por USDA en miles de toneladas; la tasa de interés
de los bonos del tesoro a un año (1-year treasury constant maturity rate), que hace referencia a
la tasa de interés de los bonos del tesoro determinada por la Reserva Federal de Estados
Unidos (FED), obtenidos de la base de datos de la Reserva Federal de Saint Louis. La misma
es una medida mensual expresada como tasa porcentual. Asimismo, se tuvo en cuenta el
Tipo de Cambio nominal efectivo del Dólar (US nominal effective Exchange rate), calculado por
2
Chicago Soybean Futures contract (first contract forward) N°2 yellow and par.
la FED y el stock monetario real M2 de EEUU, el PBI mundial, publicado por el banco mundial,
y el índice Dow Jones, descargado de la página de Dow Jones Indexes.
Fuerte transectorialidad, a través de una gran integración horizontal y vertical, con el rol
de las tramas agroalimentarias que integran los eslabones que componen dichas tramas.
Foco en las necesidades del consumidor global, en referencia al local.
Concentración en el uso del suelo, mayor mecanización de los procesos productivos,
aumento de las economías de escala, con la correspondiente disminución de la ma-
no de obra implicada. Acaparamiento de tierras en un proceso de disputa global.
Mayor relevancia e intensificación del rol del capital, principalmente el financiero, con
una tendencia hacia la agricultura sin rostros.
Innovaciones, principalmente a través de la biotecnología y las TICs, y estandariza-
ción de las tecnologías utilizadas (cuya utilización impacta en las escalas necesarias).
Durante la primera mitad del siglo XX, la producción de soja en el continente americano
estuvo concentrada en los Estados Unidos de América (EEUU). La concentración de la pro-
ducción de soja en los EEUU se dio después de la Segunda Guerra Mundial a raíz de los
derechos casi exclusivos de la producción global y exportación de soja – entre otros culti-
vos oleaginosos – que los EEUU adquirió a través del Plan Marshall y el Acuerdo General
Sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por su sigla en inglés) (Schlesinger, 2008).
Sobre la producción de soja en el MERCOSUR, podemos establecer tres etapas bien marca-
das y diversas características como se aprecia. (Tabla 1)
La gran expansión del cultivo de soja en los últimos 30 años no hubiera sido posible (al
menos a las tasas que se registraron) sin una coyuntura que lo permitiera. Esta principal-
mente se dio por la difusión de nuevos conocimientos técnicos, esencialmente la innova-
ción biotecnológica. El elemento más novedoso de la moderna biotecnología es el desarro-
llo de la ingeniería genética, esto es, un conjunto de técnicas que permiten la modificación
dirigida y controlada de un genoma, agregando, eliminando o modificando alguno de sus
genes (Sztulwark, 2005). Esto se dio con la semilla transgénica de soja RR desarrollada por
la internacional Monsanto que junto con la aplicación de glifosato y el cultivo bajo el méto-
do de siembra directa (tecnología ahorradora de costos), conformaron un nuevo paquete
tecnológico integral que afectó la manera en que se utilizó y gestionó el suelo y produjo la
separación de la propiedad de la tierra de quien desarrolla las actividades, lo que se tradu-
jo en una fuerte contratación de servicios agropecuarios.
Otros factores que cooperaron para la gran diseminación de la soja en el Mercosur fueron: el
surgimiento de oportunidades de mercado para la producción de soja y derivados a altos
precios en el mercado internacional, inclusión de la producción y consumo de soja en dife-
rentes programas agrícolas y de desarrollo, fuertes incentivos económicos que beneficiaron
al sector oleaginoso, por ejemplo: exención de impuestos a la industrialización y el comercio
de la soja, apoyo financiero para el sector privado, y facilidades de crédito, la construcción de
infraestructura para facilitar el transporte de la soja cosechada y sus productos derivados.
Toda esta evolución se materializó gracias a una coyuntura determinada por la configura-
ción de un nuevo modelo de organización de la producción muy relacionado con la con-
formación de un paquete tecnológico; la existencia de programas de mejoramiento genéti-
co establecidos en el sector privado y estatal, que ayudaron a adaptar rápidamente las
nuevas variedades; la rápida respuesta del sector oficial en materia regulatoria y de con-
trol; y por último, gracias al desarrollo desde los años ochenta de una industria de crushing
altamente competitiva a nivel internacional, que demanda de manera creciente la produc-
ción de semillas oleaginosas.
El cultivo de oleaginosas, mayormente el de soja dentro de este grupo, presenta una ten-
dencia clara, aumentando su participación de manera creciente a fines de los 70 en el
MERCOSUR, en cambio los cultivos industriales y el de cereales pierden peso relativo re-
presentando el 33,2% y 3,8% respectivamente en 2017, mostrando claramente el cambio
en la matriz agrícola.
Los cambios es la faz productiva también se observan en las transformaciones que sufrió,
la estructura agropecuaria, como se observa en la tabla 2. En la misma, se puede apreciar
como se produce una disminución en el número de explotaciones agropecuarias y un au-
mento del tamaño medio en los países del MERCOSUR.
A partir de los años 90, con la liberalización financiera, crece aceleradamente el número de
3
países que eliminan el control de la tasa de interés y de los flujos de capitales . Además, se
bajan las barreras que frenaban el ingreso a nuevos actores en el mercado, sobretodo del
sector financiero. En este periodo de liberalización financiera se produce un fuerte creci-
miento de los mercados de capitales, en este sentido vemos que en los 70 había menos de
50 países que tenían bolsas de valores, en contraste en los 90 se cuadriplica ese número y
se llega rápidamente a 200 bolsas en el mundo. En este contexto se generalizo la especula-
ción con productos básicos, incluidos los alimentos, lo que generó importantes problemas
en la alimentación de los países menos desarrollados.
4
La inversión en commodities -atractivos como activos de diversificación al tener una corre-
lación negativa con los activos de renta fija y títulos- sumado a procesos de desregulación
3
En los años de la pos guerra (Miotti, 2014) entre 60 a 90 países controlaban el flujo de capitales, esto cambia
radicalmente ya que a partir de los años 90 más del 95% no controlan los capitales, es decir la gran mayoría del
mundo se liberalizo.
4
Se entiende por commodities a aquellos productos indiferenciados-homogéneos cuyos precios están determina-
dos en el mercado internacional y en cuya producción se agrega escaso valor por el tipo de tecnología emplea-
da en su elaboración y es la que se especializan los países periféricos que es el proceso antitético de la industria
de la en los países centrales que emplean tecnologías radicales.
de los mercados de futuros en los años 90 -cuando la comisión Commodity Futures Trading
Commission (CFTC) permitió a los especuladores el acceso prácticamente sin restricciones al
mercado de futuros- y el ingreso del sistema bancario como financiador de las operacio-
5
nes , habilitaron conductas especulativas. Un ejemplo claro fue el accionar de la empresa
ENRON que fue una de los primeros inversores en operar en el mercado de futuros de
energía con las consecuencias que ello acarreo (Sevares, 2005).
En este sentido, el índice de los precios reales de los alimentos de la FAO muestra dos perio-
dos en las últimas décadas: un primer periodo 2002/2007 o sea hasta la crisis internacional
de 2008 con un aumento del 98% y pos crisis (2009/2011) en el que el índice crece el 70%.
Por ello, el Centro de Economía Internacional (CEI) (2011, pag.1) plantea: “el incremento de los
precios de las materias primas que comienza a registrarse desde 2002 parece haber acompa-
ñado al aumento en la actividad de los mercados de los denominados “productos derivados”
de commodities, canalizados a través de los mercados de comercialización futuros financie-
ros. En este sentido, se aprecia en los últimos años una mayor presencia de inversores finan-
cieros en dichos mercados de futuros que han equiparado a los commodities con cualquier
otro activo financiero en lo que hace a los instrumentos disponibles para su comercialización”.
A estos factores se suma la evolución del precio del petróleo que registro un valor record
de 133.93 dólares el barril de petróleo WTI en junio de 2008. Otro factor preocupante son
las fluctuaciones de los tipos de cambio, que desempeñan una función decisiva en todos
los mercados, y los mercados agrícolas no constituyen una excepción.
RESULTADOS
El modelo de los agronegocios se ha expandido velozmente en los cuatro países del MER-
COSUR con ciertas diferencias cualitativas y cuantitativas en cuanto a la dinámica, sus orí-
5
Incluyéndose de esta forma un riesgo implícito
6
Un fondo indizado es un fondo de inversión que compra y mantiene una cartera de títulos que coinciden con el rendi-
miento de un índice de mercado específico, en la mayoría de los casos la cartera es operada casi por completo por
una computadora que iguala las tenencias del fondo con las del índice de meta. La diferencia con otros fondos radica
en que la automatización reduce los costos salariales del uso de traders, intenta seguir y no superar al mercado, y re-
tarda el pago de impuestos a las ganancias de capital porque mantienen posiciones compradas por largos períodos.
En los otros dos países la explosión de la soja se produjo con mayor dinámica en los años
2000. En ese sentido en Paraguay la producción pasa de 4,2 millones de toneladas en la
campaña 2002/2003 a más que duplicarse con casi 10 millones de toneladas en 2013/2014.
En Uruguay en 22 años la producción paso de 27.600 toneladas a principio de los años 90 a
3 millones de toneladas en la campaña 2013/2014. El modelo de agronegocios además de
ocasionar un creciente aumento de la producción y productividad del suelo, ha generado
cambios profundos en la estructura agraria de los cuatro países del MERCOSUR, destacán-
dose la expulsión de miles de pequeños productores, campesinos, minifundistas de tipo
familiar, el avance de la concentración del uso del suelo y del capital físico (maquinaria) y
financiero, la expulsión de mano de obra de las zonas rurales, la emergencia de nuevos
agentes de escaso arraigo en con las zonas rurales, del aumento del alquiler del suelo, el
aumento del rentismo, entre otras cuestiones.
Al analizar los mercados agrícolas, en particular el de la soja, se observa una tendencia des-
cendente del precio real de la oleaginosa después de la primera crisis del petróleo (1973), y
luego, a partir del 2000 empieza a tener una tendencia aparentemente creciente. Estos mis-
mos comportamientos fueron detectados y analizados por Ahumada y Cornejo (2014).
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
1964
1966
1968
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016
En particular para analizar el comportamiento del precio de la soja, debemos lograr esta-
cionariedad en todas las series, las mismas por ellos se toman en primeras diferencias del
logaritmo. De esta manera, todas las series son I(0). Este resultado fue confirmado con el
Test de Dickey-Fuller Aumentado (DFA), con el fin de detectar raíces unitarias, en cada una
de las series. Finalmente, se estimó el modelo por Minimos Cuadrados Ordinarios (MCO), y
se lo sometió a la prueba de Chow en diferentes años.
Los resultados (tabla 3) indican que hay un cambio estructural en el modelo del precio real
de la soja en el año 2000, tal como se puede inferir del análisis de las nuevas políticas im-
plementadas por los países centrales y del análisis previo.
Donde:
DLNQ : producción mundial de soja
DLNWORLD: PBG mundo
DLNSTOCK(-1): stock soja
DLNINTERES: interés FED
DLNE(-1): tipo de cambio atrasado un periodo
DLNDJ: índice Dow Jones
CONCLUSIONES
Este último resultado, nos condujo a investigar la dinámica de mercado de este commodity.
Para ello se realizó un análisis empírico sobre el precio de la soja que integra tanto los resul-
tados de la literatura reciente acerca del rol de los determinantes financieros, como factores
clásicos de oferta y demanda. En este sentido, se confirmó la hipótesis de un cambio en los
fundamentos que determinan el precio de la soja, al incorporar a partir de los 2000’s compo-
nentes financieros. Esto conduce a un aumento en la volatilidad, y con ello, la fragilidad de
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TRANSFORMACIÓN AGRÍCOLA Y
CAMBIOS EN ESTRUCTURA URBANA Y
OCUPACIONAL. COMPARACIÓN DE LAS
PROVINCIAS DE ENTRE RÍOS Y SANTA FE,
1992-2010
I. T. Truccoa, M. V. Lochera, M. J. Haberkornb
a
Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales – UNL/CONICET
b
Dirección de Estadísticas de la Provincia de Entre Ríos – CIDS, FCYT, UADER
Introducción
Para abordar esta problemática el trabajo se organiza en tres momentos: en primer lugar, se
enumeran los principales conceptos utilizados para llevar adelante este trabajo. Luego, se
presenta una caracterización de la estructura socioeconómica de los departamentos en las
provincias de Entre ríos y Santa Fe, y su evolución en el período bajo análisis. El trabajo con-
cluye estableciendo relaciones hipotéticas entre ambos niveles, que se articulan en una cate-
goría teórica más general que se denominará el sistema político-social del agro argentino.
Por motivos de espacio, en este trabajo no se hará una revisión extensa de la literatura,
que ya se ha hecho en otros trabajos de los autores (Trucco, Locher y Guibert, 2017). En
lugar de ello, se presentan a modo de glosario sintético los principales conceptos moviliza-
dos aquí, los cuales se desprenden, fundamentalmente de los aportes de la Teoría de la
Regulación: el subsistema productivo es una unidad socioeconómica delimitada sectorial,
territorial y temporalmente, en la que pueden articularse productores de distintas mer-
cancías relacionadas, territorialidades y temporalidades. Lo central del subsistema produc-
tivo, es la unidad diferenciada definida por dos planos: un plano institucional, al que se
denominará como régimen regulatorio que tendrá por objetivo regular, contener y dar co-
herencia, a la interacción de diferentes actores productivos que presentan diferencias y
tensiones. Esto da lugar al segundo plano, que es, precisamente, la estructura socio-
productiva en la que se explicitan las diferencias sociales que son el resultado del funcio-
namiento del propio sistema. En definitiva, la estructura socio-productiva, indica la carac-
terística de los diferentes actores que intervienen en el sistema y que son articulados por el
régimen regulatorio.
A partir de los conceptos anteriores es posible indicar que la investigación tiene por objeti-
vo analizar el sub-sistema productivo agrícola argentino, estudiando la evolución de diferen-
tes sub-regímenes regulatorios, así como también las características y evolución de su estruc-
tura socio-productiva en un territorio acotado. En este caso, mientras el régimen regulatorio
presenta una territorialidad centralmente nacional, la estructura socio-productiva se desa-
rrolla en actividades productivas localizadas. En este caso se estudiará la estructura pro-
ductiva a los departamentos de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe. Del análisis conjun-
to de estas dos dimensiones se pretenden establecer hipótesis acerca de la lógica político-
social del sistema agrícola argentino.
Este proceso, puede verificarse en todo el territorio pampeano, pero se extiende además a
otras regiones, tradicionalmente no agrícolas como el Chaco. Sin embargo, en esta expansión
se observan diferentes ritmos e intensidades dependiendo del territorio que se observe.
Así, en este trabajo se analizan los departamentos de dos provincias, Entre Ríos y Santa Fe,
que permiten poner en evidencia los matices de la intensificación. A fin de caracterizar
estas diferencias se considera un indicador sencillo pero elocuente acerca de este proceso:
el incremento de la superficie cosechada de soja
En la provincia de Santa Fe, entre 1994 y 2015, la superficie destinada a este cultivo creció
alrededor del 43 %, es decir más de 900.000 ha.
Esta diferencia se explica principalmente porque, mientras Santa Fe comenzó a producir soja
más tempranamente y a comienzos del período considerado ya contaba con casi 2,5 millo-
nes de hectáreas de este cultivo, la provincia de Entre Ríos muestra una sojización tardía, con
una producción prácticamente nula en 1994, y el avance acelerado de la intensificación.
Gráfico 1. Superficie cosechada de soja en las provincias de Entre Ríos y Santa Fe, por
campaña. Períodos 1994/95 a 2015/16.
4000000
3500000
3000000
2500000
2000000
1500000
1000000
500000
En el caso de Entre Ríos, y tomando los mismos períodos de referencia, también es posible
analizar el “nivel de intensificación - NI” pero, dadas las diferencias en el proceso que se han
mencionado, los criterios y los valores que los determinan son diferentes. Más precisamente,
se identifican tres niveles: Alta (NI > = 100), Media (15 < NI < 100) y Baja (NI < = 15), los cuales se
presentan en la siguiente tabla:
A partir de los conceptos desarrollados previamente y una vez identificados los territorios
afectados por el proceso de intensificación agrícola, es preciso pasar al análisis de la es-
tructura socioproductiva, es decir, el desarrollo de las características socioeconómicas pro-
ducidas por el subsistema productivo. Realizar este análisis de forma desagregada para
todos los departamentos de las provincias implica varias dificultades en lo que concierne a
la información disponible, puesto que mucha de los datos socioeconómicos son relevados
mediante encuestas, aplicadas en los centros urbanos. A pesar de ello, y dado que el per-
íodo de análisis es relativamente prolongado, en este trabajo estudiaremos las característi-
cas fundamentales de la estructura socio territorial analizando la información producida
por los CENSOS 1991, 2001 y 2010, para los distintos departamentos agrupados por su
intensidad en el proceso de intensificación agrícola y por el tamaño de la localidad.
En primer lugar, la estructura poblacional puede ser analizada tomando dos dimensiones:
la población rural y la estructura urbana. En este sentido, es posible indicar las siguientes
observaciones:
Tabla 3. Porcentaje de población rural sobre población total por departamentos agrupados
según NI en Santa Fe.
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
En el caso de Santa Fe, dicha reducción se observa fundamentalmente entre 1991 y 2001.
En la amplia mayoría de los departamentos de la provincia se registran caídas entre 3 y 4
puntos porcentuales, con la única excepción de los de baja intensidad, donde la población
rural se redujo apenas 1 punto porcentual. Entre 2001 y 2010 dicho proceso de expulsión
de población rural se sigue observando, salvo en los departamentos de intensidad baja,
donde dicha población aumentó (recuperando los valores del año 1991).
Tabla 4. Porcentaje de población rural sobre población total por departamentos agrupados
según NI en Entre Ríos.
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
En Entre Ríos, se observa la misma tendencia (una reducción de la población rural) pero el
volumen de dicha reducción es más pronunciado: entre 1991 y 2001, en los departamentos
de baja y alta intensidad se registran caídas de 4 puntos porcentuales mientras que en los
de media intensidad dicha caída asciende a 8 puntos porcentuales. Entre los años 2001 y
2010 se continúa con dicha tendencia en todos los departamentos pero en mayor medida
en los de media intensidad.
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
En la provincia de Entre Ríos también se observa una reconfiguración urbana pero con al-
gunos matices respecto de la santafesina: por un lado, en las ciudades entre 1000 y 5000
habitantes, en los departamentos de alta intensidad se registró una caída en la población
entre 1991 y 2001 para recuperarse hacia el año 2010, mientras que en los de baja intensi-
dad se registró una caída de la población urbana en todo el período. Aquellos departamen-
tos con media intensidad prácticamente no tuvieron cambios en su composición.
Las ciudades entre 10000 y 40000 habitantes de los departamentos de alta intensidad se
mantuvieron sin cambios mientras que en los departamentos de baja intensidad dichas
ciudades expulsaron población y las de media intensidad se incrementaron.
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
En Santa Fe, la intensificación agrícola parece haber consolidado una estructura de centros
urbanos de más de 40 mil habitantes, seguida de poblaciones de 10 mil a 40 mil habitan-
tes, en detrimento de localidades de entre mil y 5 mil. Los habitantes de lo localidades de 5
mil a 10 mil o de menos de mil habitantes no sufrieron modificaciones equivalentes, aun-
que algunos casos se destacan, como, por ejemplo, las localidades de menos de mil habi-
tantes en los departamentos de intensificación agrícola alta que perdieron participación
notablemente.
En Entre Ríos, en cambio, la intensificación agrícola (en los departamentos de alta intensi-
dad) parece haber potenciado las ciudades entre 1000 y 5000 habitantes y aquellas entre
5000 y 10000 habitantes; mientras que en los departamentos de media intensidad se vie-
ron fortalecidas las ciudades más grandes (entre 10000 y 40000 habitantes).
La dinámica de los mercados de trabajo de las poblaciones santafesinas también puede ser
conocida mediante los CENSOS de población y vivienda. En este sentido se observaron las
siguientes tendencias:
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
En Entre Ríos, entre los años 1991 y 2001, la tasa de actividad se mantiene e incluso se con-
trae en algunos casos en la mayoría de las ciudades con excepción de las grandes (más de
40 mil y los dos aglomerados más grandes: Paraná y Concordia). Entre 2001 y 2010 se ob-
serva una recuperación muy importante de la misma en todas las ciudades (independien-
temente de su tamaño y su pertenencia a zonas de baja media o alta intensidad agrícola).
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
2. Por otra parte, es importante notar cómo el impacto de la crisis de 2001/02, que se ob-
serva con particular claridad en la tasa de desempleo, cambia según la intensificación agrí-
cola y el tamaño de las localidades. En términos generales puede observarse que a mayor
intensidad y menor tamaño, menor es el impacto de la crisis en términos de desempleo.
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
En Entre Ríos se registra una situación similar: todas las ciudades se vieron afectadas por la
crisis 2001/2002, siendo más afectadas las más grandes y en general, que se encuentran en
departamentos con mayor intensificación.
Tabla 10. Tasa de desempleo según tipo urbano y nivel de agriculturización de los
departamentos de Entre Ríos.
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
desde valores muy altos, situándose en promedios en torno al 35-40% en 2010. En las loca-
lidades de mayor tamaño la caída es menor y los niveles de informalidad se ubican en
2010 cerca del 30% en promedio.
Tabla 13. Tasa de informalidad laboral según tipo urbano y nivel de agriculturización de los
departamentos de Santa Fe.
Fuente: elaboración propia en base a dotas de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
Por otra parte, puede observarse que, con independencia del tamaño de la localidad y de
la intensidad en el proceso de agriculturización el porcentaje de población con alguna ne-
cesidad básica insatisfecha se redujo significativamente ubicándose de un modo más o
menos homogéneo en torno al 10% de la población en 2010.
Fuente: elaboración propia en base a datos de los CNPV 1991, 2001 y 2010 (INDEC)
Finalmente, en lo que respecta a los hogares con NBI en la provincia de Entre Ríos, se su-
cede una situación similar a la de Santa Fe: independientemente del tamaño de las ciuda-
des y la intensidad del proceso de agriculturización, se observa una caída en los hogares
con necesidades básicas insatisfechas.
Consideraciones finales
En el caso de Santa Fe, se observó el fortalecimiento en dos tipos urbanos: las ciudades de
más de 40 mil habitantes y las ciudades entre 10 mil y 40 mil habitantes, donde las primeras
se constituyeron como los centros urbanos de los territorios de intensificación alta y media,
siendo estos últimos, aquellos departamentos tradicionalmente agrícolas de la provincia.
Las poblaciones de mil a 5 mil habitantes, en cambio, cayeron notablemente, mientras que
aquellas de menos de mil, prácticamente, mantuvieron su participación. Sin embargo, en
aquellos departamentos de intensificación agrícola estas poblaciones tienen un papel des-
tacado, poniendo en evidencia que la transformación socio territorial en relación con la
agriculturización no es lineal.
En esta provincia, la intensificación agrícola ha potenciado las ciudades entre 1000 y 5000
habitantes y aquellas entre 5000 y 10000 habitantes.
En síntesis, la situación en ambas provincias permite afirmar que a la idea de que la agri-
culturización produjo, simplemente, un despoblamiento de la población, se le opone la
idea de una reestructuración urbana en torno a ciudades intermedias.
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noviembre de 2017.
nogarluc@fch.unicen.ar, m.manuelablas@gmail.com
RESUMEN
Esta nueva funcionalidad turística resultante de la nueva demanda urbana que hace uso de
los territorios rurales y de la población rural que se transforma en agente oferente de ser-
vicios y productos turístico, demanda la promoción e instrumentalización de estrategias
participativas, en estrecha vinculación con su entorno y articuladas con otros ámbitos terri-
toriales .El conocimiento y entendimiento de los diferentes factores que configuran los
destinos rurales deben constituirse como un pilar estratégico en el diseño de políticas de
intervención en pos del desarrollo de las comunidades rurales.
Desde fines de la década del 90, se ha constatado un creciente número de iniciativas de los
diversos niveles de gobierno tendientes a favorecer el desarrollo turístico del espacio rural
bonaerense. En el caso de Tandil, la diversificación de la oferta de productos y servicios,
junto a la disposición de recursos patrimoniales naturales y culturales auténticos, así como
de emprendedores interesados en la actividad turística, incentivaron la incorporación de
los asentamientos rurales en la agenda de gobierno municipal sectorial. En el contexto, el
presente trabajo se propone analizar las acciones públicas en materia turística con el doble
propósito de posicionar a Gardey como oferta de turismo rural del destino Tandil.
INTRODUCCIÓN
Durante las últimas décadas los cambios y reestructuraciones por los que transcurren los
espacios rurales (ER) argentinos han estimulado el desarrollo de numerosas investigacio-
nes desde el campo de las Ciencias Sociales, con el objetivo de comprender y explicar la
emergencias de fenómenos y procesos, como así también los nuevos desafíos respecto a
una demanda de cambio social. Diferentes disciplinas comenzaron a transitar un camino
de revisión hacia las formas de re-pensar lo rural, en virtud de que, en la actualidad, lo ru-
ral no equivale exclusivamente a lo agrario, que lo agrario no representa sólo a las produc-
ciones agrícolas y ganaderas, y que las interdependencias urbano-rurales se intensifican
paulatinamente (Tadeo, N: 2010).
En este escenario, a pesar del carácter internacional del turismo es en los espacios locales
en los que en última instancia se materializan las consecuencias positivas o negativas de la
práctica turística, en tanto ámbito en donde se localizan los atractivos motivadores de la
demanda. Razones de cercanía y eficiencia revalorizan el papel de los gobiernos municipa-
les, en sintonía con los retos que plantea el actual escenario de producción posfordista
(Martínez Calderón y Escalona Ulloa, 2012).
El desarrollo de la actividad turística implica asimismo bienes públicos que los Estados ges-
tionan (naturaleza, historia, cultura) y bienes públicos que los Estados producen en una
variedad de sectores de la administración (seguridad, infraestructuras, sistema sanitario)
(Velasco González, 2004), a la vez que el sector privado presiona por el mantenimiento de
los fondos gubernamentales de promoción y desarrollo (Hall, 2010).
vención donde construir colectivamente la atractibilidad. Frente a esta situación, los gobier-
nos locales impulsan modalidades de acción enraizadas en una visión empresarial de la ac-
ción pública (planificación estratégica, desarrollo organizacional, calidad prestación de servi-
cios) y en la integración de los ciudadanos en la gestión local (presupuestos participativos,
asambleas vecinales, consultas populares, etc.). La gestión del territorio se concreta a través
de la construcción de partenariados y fortalecimiento de redes entre grupos locales (socie-
dad civil, empresarios, productores, organizaciones no gubernamentales.
Con diferentes niveles de existo, la acción pública territorial procura incorporar en la agen-
da nuevos temáticas y elaborar respuestas a los desafíos planteados por las actuales
dinámicas rurales en virtud a nuevas dimensiones que involucran las funciones residencia-
les, turísticos-recreativas y ambientales de los ER.
De acuerdo a lo expuesto hasta aquí, en los últimos quince años se ha constatado un cre-
ciente número de iniciativas de los diversos niveles de gobierno tendientes a favorecer el
desarrollo turístico del espacio rural bonaerense. En el caso de Tandil, este proceso fue
paralelo al crecimiento del sector en la ciudad cabecera del Partido, que se reposicionó en
el mercado turístico nacional como centro de permanencia desestacionalizado. La diversifi-
cación de la oferta de productos y servicios, junto a la disposición de recursos patrimonia-
les naturales y culturales auténticos, así como de emprendedores interesados en la activi-
dad turística, incentivaron la incorporación de los asentamientos rurales en la agenda de
gobierno municipal sectorial, a partir de acciones de provisión de infraestructuras básica y
equipamiento recreativo por un lado, y de programas para el desarrollo de este tipo de
modalidad de turismo.
Metodología
RESULTADOS
Desde fines del siglo XIX, el actual espacio rural del Partido de Tandil se fue configurando
como un área agro-ganadera mixta, con un funcionamiento subordinado a los ciclos de
demanda de los mercados nacional e internacional. Las características de las actividades
presentes y las formas de organización de la producción fueron determinando el patrón de
distribución de población y de asentamientos, así como las modalidades de articulación
urbano-rurales (Jacinto, G: 2003). El modelo de poblamiento del Partido fue organizando
un sistema de asentamientos que articuló la cabecera departamental (ciudad de Tandil,
123.000 habitantes en la actualidad), con localidades de rango menor localizadas en el
espacio rural y estructuradas en torno a estaciones ferroviarias, centros de colonización o
ejes viales (Jacinto, G:2012).
1
Los asentamientos de rango menor (ARM) , María Ignacia (Estación Vela) (1800 habitantes
aproximadamente) y Gardey (alrededor de 600 habitantes), son reconocidos como centros
de servicio rural de primera categoría. De la Canal, Iraola, Fulton, Azucena, La Pastora, son
centros de servicio rural de segunda categoría (Municipalidad de Tandil, 2005).Con acceso
asfaltado hasta la RN226, Gardey se localiza a 20 km al sudoeste de la ciudad de Tandil
(Mapa 1). En esta localidad rural, cuenta con delegado municipal, agrupan actividades de
apoyo a la producción rural y un conjunto de servicios de proximidad para las poblaciones
residentes (servicios de salud, escuela primaria y secundaria, servicio de electricidad, agua
corriente, televisión por aire y cable, asfalto, internet, recolección de residuos).
La proximidad a la ciudad de Tandil y el dinamismo alcanzado por el turismo local en los últi-
mos años, ofertando el contacto con la naturaleza y con las poblaciones locales, el goce de
amenidades, las prácticas de turismo alternativo, han impulsado la puesta en valor de recur-
sos locales (naturales, patrimoniales, históricos). En algunos casos, productores rurales que
buscan complementar rentas agrícolas y diversificar ingresos, y otros casos, actores extra-
agrarios que incursionan en el desarrollo de ofertas recreativo-turísticas en el espacio rural y
en los ARM. En esta línea, desde fines de la década de 1990, la valorización de recursos locales
y la emergencia de algunos emprendimientos con fines recreativos, posicionaron a Gardey
como punto de interés, inscribiéndolos en circuitos turísticos de alcance local y regional.
En el contexto de aparición de nuevas formas de consumo del espacio rural, los ARM aco-
gen actividades recreativo-turísticas y emprendimientos de alojamiento de turismo rural.
La posición relativa con respecto a los principales centros urbanos y las zonas de veraneo,
las ventajas de accesibilidad/transporte vial, y la dotación de recursos (naturales, patrimo-
niales, históricos), han convertido a Tandil en un destino atractivo para el desarrollo de
actividades recreativas y turísticas alternativas, que privilegian el goce de amenidades, el
contacto con la naturaleza y con las poblaciones locales.
1
Según Jacinto, G (2010) los asentamientos de rango menor (ARM) los núcleos de menor jerarquía dentro de los
límites administrativos de un Partido, localizados en los espacios rurales, que aglomeran población por fuera de
la cabecera departamental, y cuyo dinamismo es tributario de las lógicas urbano-rurales que animan los terri-
torios donde se inscriben
Desde fines de la década del 90, la puesta en marcha de algunos emprendimientos con
fines recreativos y turísticos en María Ignacia y Gardey, posicionaron a estos asentamientos
como sitios de interés, inscribiéndolos en circuitos turísticos de alcance local, organizados a
partir de experiencias participativas y consensuadas entre las poblaciones locales, el Muni-
cipio y la Universidad (Nogar et al., 2005).
los ARM del Partido, dentro de las cuales podrían inscribirse las vinculadas al turismo rural.
En el marco de la Estrategia de estructuración territorial del Partido se explicita la necesidad
de promover procesos de desarrollo local en los centros poblados del área rural a través de
la articulación de un conjunto de políticas municipales y provinciales (PDTT, Cap. II, inc. II.2).
Las acciones identificadas para llevar adelante este proceso se vinculan con: la puesta en
valor de recursos y productos turísticos relacionados con el alojamiento, la gastronomía y
las actividades recreativas complementarias, apoyo a la difusión del programa por parte
del pueblo, la promoción de los valores recreativo – turísticos, la venta de los productos
locales, mejoramiento de vías de acceso y comunicación, mejoramiento de la infraestructu-
ra básica y de los equipamientos sociales necesarios, institucionalización de herramientas
de participación pública, tales como la audiencia pública, el presupuesto participativo, la
iniciativa popular, entre otras. La Estrategia de Preservación de los Recursos Naturales la
preservación del paisaje y la promoción de usos compatibles con la recreación controlada
de acceso público, la conservación de los recursos y la cultura local, son solidarios con ac-
ciones encaminadas al uso turístico-recreativo de los ARM.(Municipalidad de Tandil, 2005).
Fuente: Conocelaprovincia.com
En esta línea de acciones, desde al año 2010 el Municipio impulsó en Gardey el programa
Presupuesto Participativo, que significó la intervención municipal bajo el nuevo enfoque de
la participación ciudadana. De acuerdo con la información relevada de las entrevistas, dife-
rentes actores públicos y privados coinciden en que es “(…) es un paso trascendental para
todo Tandil, porque se está poniendo en marcha un nuevo modo de diseñar y entender las
políticas públicas, a partir de la participación ciudadana y la interacción con los vecinos”. De
alguna manera este mecanismo deja atrás el modelo tradicional para pasar a un modelo
de gestión asociada, en el que el Estado interacciona permanentemente con la comunidad
en la implementación de las políticas públicas “(…) se trató de inculcar desde el principio a
la comunidad que es un proceso que no termina con la votación, sino que tiene que ver
con la cuestión posterior del contralor de parte de la comunidad y de que se involucren
con el proyecto”, por otra parte “(…) contribuye a la gestión del Delegado y de esta manera
a mejorar la articulación con el municipio (poblador de Gardey).
En esta dinámica propuesta por PP, la población propone un conjunto de proyectos some-
tidos a discusión, seleccionados luego por votación en asamblea ciudadana, para ser eje-
cutados por el gobierno local mediante una partida presupuestaria afectada, la cual se ha
ido incrementando año a año desde su implementación. En término asignación de recur-
sos por parte del ejecutivo para Gardey, paso de $ 150.000 en 2010 a $ 700.000 en 2017.
Los proyectos propuestos responden a una gama de intereses colectivos motivados por
necesidades y prioridades de la comunidad. No obstante ello, los Proyectos de “Recupera-
ción y puesta en valor de la vieja escuela como Centro Cultural (Etapa 1, 2 y 3)” (Figura 6) y
la “Creación de un espacio verde en el predio de la Estación de Ferrocarril”, también pue-
den ser considerados atractivos culturales para los visitantes que llegan al pueblo
2010. Diseñado con el propósito de contar con una herramienta que oriente y guíe el ac-
cionar futuro del destino en materia turística, entre los objetivos se establece diversificar la
oferta turística, integrando a todo el territorio del partido. Desde un abordaje participativo,
se convocaron a distintos actores vinculados directa o indirectamente con el sector turísti-
co entre los que no se evidencia la presencia de delegados o referentes de las localidades
rurales. Se establecieron objetivos estratégicos, con sus correspondientes lineamientos
estratégicos, programas y acciones en relación a los objetivos planteados. Cada una de las
acciones y/o proyectos son jerarquizados con una metodología que pondera la combina-
ción de dos criterios: Importancia y Factibilidad. En este contexto, acciones y programas
involucraron a los pueblos rurales, en relación a la posibilidad de declarar sitios slow a las
comunidades de Vela y Gardey, la creación de un circuito turístico ferroviario entre las loca-
lidades urbanas (Ej. Vela, Gardey, De La Canal, Cerro Leones) entre otras.
El Programa Pueblos Turísticos junto con la inauguración del Tren Turístico (2014) fueron
los dos instrumentos más destacados en relación al estímulo del turismo en Gardey. Sus
diseños responden a una metodología de tipo participativa, otorgándole un lugar central a
la comunidad en tanto rectora de los contenidos, partiendo de un diagnóstico de la oferta
turístico recreativa para luego relanzarla a partir de productos públicos, privados y mixtos.
En el último de ellos el Municipio inscribió su involucramiento en el marco del Plan Estraté-
gico de Turismo Sustentable del Partido de Tandil.
Para incorporarse al PPT el Municipio interesado debe presentar ante el gobierno provin-
cial una solicitud en la que deje constancia de la dicha voluntad. Las condiciones básicas
que deben evaluar los municipios son que el pueblo posea atractivos actuales o potencia-
les susceptibles de ser puestos en valor, que cuente con una población inferior a los 2000
habitantes y que declare la intención de desarrollarse turísticamente desde la perspectiva
comunitaria (Cruz, Corbo, Roldán, Cacciutto y Barbini, 2014).
Gardey se incorporó oficialmente como Pueblo Turístico en agosto de 2014, a partir de las
gestiones emprendidas por un prestador turístico ante las autoridades provinciales, luego
respaldadas por las autoridades municipales [sobre qué beneficios traería aparejado el
hecho de que Gardey sea declarada como un pueblo turístico] “en muchos aspectos, se
pueden producir fuentes de trabajo con toda la gente que fabrica dulces, chacinados, todas
estas cuestiones que el turismo requiere. En este momento, tenemos cabañas y un restau-
rante que tiene de todo, lo único que haría falta es una guía turística”. (Delegado de Gardey.
El Eco de Tandil, versión digital. 25/6/2014). La estrategia contempló asimismo la inaugura-
ción del Tren Turístico para ser integrado a la oferta de la declaratoria. En noviembre de
ese año se desarrolló un encuentro de capacitación provincial, el que por razones de esca-
sa difusión y del cronograma dispuesto (tuvo lugar los días domingo y lunes) contó con
escasa participación de la comunidad. De la diversidad de subsectores vinculados al desa-
rrollo de los destinos turísticos asistieron un reducido número de prestadores turísticos
directa e indirectamente relacionados (incluido el impulsor de la iniciativa), delegado muni-
cipal de ejercicio actual y cumplido, y representantes de la Facultad de Ciencias Humanas
de la UNICEN invitados por la Dirección de Turismo de Tandil. Los avances más destacados
fueron la colocación de cartería y señalética de acuerdo a los estándares del PPT en el in-
greso a la localidad, sus atractivos y equipamiento turísticos. En segundo lugar, su promo-
ción a través de la página web oficial del PPT y de las estrategias de difusión de la Secretar-
ía de Turismo provincial. Esto último fue previo a la labor de relevamiento y de intercambio
con la comunidad, contrariando los principios y metodología del programa.
Las salidas se programaron los días sábados, disponiéndose dos coches de primera clase
con capacidad para 140 pasajeros, quienes mayoritariamente provenían de Tandil (frecuen-
temente establecimientos escolares), Azul, Olavarría y Mar del Plata, entre otras localida-
des del interior provincial.
2
A partir de este mes se dispone de registros.
Enero 115
Febrero 171 -Fiesta de la Frambuesa en Barker (13/2). Formación reforzada.
Marzo 88
2016 Abril 65
-Actividad en el marco de las Jornadas de Investigación
115 Geográfica del CIG-FHC-UNICEN (14/5)
Mayo
-Tren Fotográfico de la Patria (28/5). Formación reforzada.
Junio 30
CONCLUSIONES
En las últimas décadas los espacios rurales evidencian procesos de transformación, no sólo
a partir del surgimiento de actividades productivas no tradicionales, sino también nuevas
funciones vinculadas a nuevas formas de consumo del espacio rural. En este contexto los
ARM, como es el caso de Gardey, acogen actividades recreativo-turísticas y emprendimien-
tos de alojamiento de turismo rural. La relativa cercanía de éstos ámbitos a la ciudad de
Tandil posibilita modalidades innovadoras de interrelación rural-urbana que inciden en la
emergencias de nuevos usos de los espacios rurales, al tiempo que se reposicionan como
espacios de intervención donde construir colectivamente actractibilidad.
El análisis revela las dificultades para generar complementariedades entre las actividades
productivas no tradicionales y preexistentes, e inclusive muestra la emergencia de nuevas
tensiones cuando se fomenta el desarrollo de un perfil turístico para el pueblo. Estas difi-
cultades adquieren mayor relevancia por el hecho que se trata de actividades impulsadas
por diferentes actores, en los cuales la pertenencia local/extralocal se manifiesta como un
aspecto significativo aunque no el único. Por su parte el carácter extra-local de algunos
agentes con capacidad de influir en éstos ámbitos se constituye en factor dinamizador,
pero al mismo tiempo dificulta la emergencia de una representación colectiva compartida
sobre el futuro turístico del pueblo, especialmente en este caso donde existen fuertes dis-
paridades entre los actores. En palabras de Kayser «lo que parece emerger hoy día en este
sector es una profesionalización que sólo concierne de lejos a los rurales tradicionales...
Sus promotores y sus empresarios son urbanitas que se instalan en los pueblos entrañan-
do desequilibrios a veces saludables.» (Kayser, 1990:157)
En la medida en que los Estados no atienden las expectativas de la sociedad se activan las
perspectivas para la organización del empresariado, pero también del sector comunitario,
con vistas en la satisfacción de las necesidades de la población residente (De Paula Censi
Borges, 2014). En el caso de Gardey fue un empresario el encargado de activar los meca-
nismos de su implementación a nivel local, para luego contar con el apoyo municipal. En
este sentido, la mayoría de emprendimientos responden a estrategias individuales, moti-
vadas por demandas y se desarrollaron aisladamente; si bien en un primer momento pu-
dieron tener apoyo institucional, la comunidad como un colectivo no participo de ese des-
envolvimiento. Sin embargo siendo iniciativas potenciadoras, no alcanza para estimular la
dinámica local en lo atinente al desenvolvimiento turístico del asentamiento sino cuentan
con respaldo de políticas públicas que las contenga e insuflen mayor dinamismo.
El análisis permite visualizar la existencias opiniones encontradas entre los residentes del
pueblo respecto a la idea de que turismo impulsaría procesos de diversificación y de reac-
tivación locales a partir del desarrollo de un nuevo tipo de vínculo con las poblaciones ur-
banas. Esto se materializa en el escaso acompañamiento frente a las propuestas generadas
desde el gobierno local para concebir otro modelo productivo en la localidad. Como conse-
cuencia, la participación de la comunidad en los espacios de discusión resultó limitada,
perjudicando en definitiva en el sostenimiento de las acciones a largo plazo y cuestionando
la sustentabilidad del destino.
BIBLIOGRAFÍA
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Wallingre, N. (2007). Historia del Turismo Argentino, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina:
Ediciones Turísticas.
Coordinadores
Andrés Pinassi
Soledad Gallucci
Esta mesa tiene por objetivo poner en evidencia las relaciones entre los procesos de cons-
trucción de la identidad cultural y las transformaciones territoriales. Las políticas públicas
en la configuración de discursos identitarios. El vínculo cultura, identidad y patrimonio.
El patrimonio cultural como recurso para el desarrollo: potencialidades y conflictos. Polí-
ticas culturales y desarrollo territorial. La gestión del patrimonio en la puesta en valor de
componentes naturales y culturales. Visión integral: el territorio como patrimonio.
CULTURA E DESENVOLVIMENTO
REGIONAL: OFICINA DE CRIAÇÃO
LITERÁRIA APOIADO NA ARTE DE
GUIMARÃES ROSA1
E. Rodrigues de Oliveira Filhoa, N. Souza Johnb
a
Doutorando em Desenvolvimento Regional pela UNISC.Mestre em Educação_Políticas
Públicas e Gestão pela UNB.Graduado em Administração. Professor Instituto Federal de
Educação Ciência e Tecnologia do Norte de Minas Gerais.
b
Doutoranda em Desenvolvimento Regional pela UNISC. Mestre em Direito pela Universidade
de Caxias do Sul (UCS). Graduada pelo Centro Universitário Franciscano – UNIFRA. Advogada.
eliasrof@hotmail.com, natachajohn@hotmail.com
1
Ensaio para avaliação da disciplina Sociedade, Cultura e Desenvolvimento Regional do Programa de Pós-Graduação
em Desenvolvimento Regional (PPGDR) da Universidade de Santa Cruz do Sul (UNISC).
Resumo
Abstract
CULTURE AND REGIONAL DEVELOPMENT: Office of literary creation supported in the art of
Guimaraês Rosa
1. INTRODUÇÃO
A importância da cultura para o desenvolvimento regional tem sido cada vez mais
reconhecida pela literatura das ciências sociais.
Stuart Hall (1997), ao tratar da “revolução cultural” ocorrida no século XX, alega que esta se
deu tanto no sentido substantivo, empírico, quanto no sentido material do termo. Ele
acredita que existe um domínio fomentado por ações, instituições e práticas de cultura que
se amplia para além do que se conhece.
Aquele autor prossegue afirmando que os meios produtivos, de circulação e troca cultural,
especialmente, se ampliam por meio de tecnologias e da revolução informática, em
proporções ainda mais amplas de recursos humanos, materiais e tecnológicos de todo tipo.
De modo indireto, as indústrias culturais passaram a se tornar ferramentas de mediação
em diversos outros processos.
Hall (1997) debate ainda sobre a globalização da cultura, cujo impacto da disseminação
cultural em escala e escopo globais passa a movimentar os elementos de democracia e
população dos países, uma vez que no sentido espaço-temporal, as novas tecnologias
passaram a possibilitar e inserir mudanças de consciência popular, já que a sociedade
vivencia mundos múltiplos, de forma crescente. Tal processo de sintetização do espaço-
tempo passa, então, a motivar uma homogeneização cultural, cujo mundo se torna um
lugar único, no sentido espacial e temporal, mas, especialmente, no sentido cultural.
Os resultados são mais incidentes em sociedades cuja cultura em vigor ainda é muito
antiga, ou em casos de sociedades em formação, em emergência, que passam a ser
tolhidas de construir sua própria identidade. Neste sentido, aquele autor acredita que o
ritmo e as irregularidades da mudança cultural global geram, frequentemente, resistências
próprias, que podem ser tanto positivas quanto negativas. Estas últimas ocorrem
Aquele autor explica que é possível reduzir as diversas definições para cultura popular em
dois principais modelos de descrição e interpretação da mesma, quais sejam: 1) a tentativa de
eliminar toda a forma de etnocentrismo cultural, entendendo a cultura popular como um
sistema simbólico que é tanto coerente, quanto autônomo – ideia que certamente vai de
encontro à proposta da homogeneização cultural global, onde seu funcionamento se dá com
base em uma lógica que é irredutível à cultura letrada; e, 2) a tentativa de lembrar a existência
das relações de dominação que foram responsáveis pela organização do mundo social.
Chartier (1995) observa que tais relações tratam de perceber a cultura popular visando tão
somente as suas dependências e carências em relação à cultura dominante. Neste ínterim,
aquele autor explica que se tem, então, a cultura popular que se forma como um mundo
paralelo, encerrando-se em si própria, de forma independente, e a cultura popular
totalmente definida, em relação à distância da legitimidade cultural, sendo dela privada.
Chartier (1995) explica que essa autossuficiência, apesar de simbólica, acarreta em uma
teoria da legitimidade cultural, que sempre gera o risco de encaminhar ao legitimismo que,
em sua forma mais extrema, origina o miserabilismo, culminando em nada além de
descontar, de modo compugnado, as distinções como se fossem deficiências ou, então,
alteridades, como se fossem menos-ser.
Aquele autor acredita que foram os processos de colonização europeia que deram início à
referida eliminação da cultura popular, pois, acredita que, no ano de 1500, por exemplo, a
cultura popular era a cultura de todo o mundo, sendo uma cultura aos sujeitos instruídos,
e a única cultura aos demais sujeitos. E uma vez que, aproximadamente, no ano 1800,
diversas regiões da Europa passaram a se dividir, “[...] o clero, a nobreza, os comerciantes,
os homens de oficio – e suas mulheres – haviam abandonado a cultura popular, da qual
estavam agora separados, como nunca antes, por profundas diferenças de visão de mundo”
(CHARTIER, 1995, p. 181).
Retomando o pensamento de Hall (1997), a revolução cultural que ocorre desde outrora
envolve mudanças na forma de vida da sociedade, de pessoas comuns, isto é, mudanças
culturais na vida cotidiana de todos, quais sejam: declínio do trabalho industrial e
crescimento de outros tipos de serviços, redução de tradicionais idas à igreja e autoridade
dos padrões morais e sociais tradicionais, declínio de uma ética puritana, emergência de
uma ética consumista-hedonista etc.
Aquele autor entende que tais mudanças se relacionam, de algum modo, às situações
sociais, de classe e geográficas. Têm-se aí alguns dos inúmeros deslocamentos culturais
cotidianos, além de mudanças e transformações locais que são precipitadas por uma
determinada cultura. A mudança, conforme Hall (1997), se dá de maneira diferente em
diferentes regiões; porém, raros são os locais fora do alcance das forças da mudança
cultural que desorganiza e desloca.
É quase impossível para o cidadão comum ter uma imagem precisa do passado
histórico sem tê-lo tematizado, no interior de uma ‘cultura herdada’, que inclui
panoramas e costumes de época [...]. Nossa participação na chamada
‘comunidade’ da Internet é sustentada pela promessa de que nos possibilite em
breve assumirmos ciberidentidades - substituindo a necessidade de algo tão
complicado e fisicamente constrangedor como é a interação real. Ao mesmo
tempo, a cultura aprofunda-se na mecânica da própria formação da identidade
(HALL, 1997, p. 23).
Guerra e Silva (2012) debatem sobre as relações entre a cultura e o desenvolvimento – uma
discussão altamente elusiva e ambígua, uma vez que tais termos são polissêmicos,
enquanto seus conceitos são objeto de sua disputa, que pode ser mais ou menos explícita.
Em relação à cultura, aqueles autores afirmam que existe uma hesitação relacionada às
formas gerais recorrentes de sua definição, ou seja, ampla ou antropológica. Aqui, a cultura
Conforme Guerra e Silva (2012), é possível esquematizar tal debate sobre linhas, onde a
retórica sobre essa relação é organizada, buscando o enfrentamento entre o que é
denominado perspectiva hipermodernista e a corrente denominada crítica cultural ao
desenvolvimento. Sobre a primeira linha de debate, aqueles autores explicam que envolve,
em certa medida, discursos que servem de fundamentos para a implantação de políticas
de formação para o empreendedorismo e a inovação.
manter essas práticas. Em geral, porém, nas mudanças globais que tendem a atrelar à
cultura o status de espaço estratégico em propostas de desenvolvimento, revitalização de
urbanidades e outras formas de consumo de bens culturais, aquele autor comenta que o
ordenamento de mudanças políticas nos âmbitos do Estado demanda uma reorganização
de agendas políticas.
Brandão (apud ORTEGA; ALMEIDA, 2007) consoa com tal perspectiva, agregando a
impressão de que o debate sobre o território e sua dimensão no bojo do desenvolvimento
capitalista envolve a questão de cultura, bem como faz desses elementos fundamentais
para a concepção de políticas de desenvolvimento regional. Para tanto, aquele autor
acredita que é preciso fomentar um locus de análise e mediação de relações, visando um
filtro interpretativo sobre as relações que ocorrem em determinado espaço territorial, e
considerando as escalas espaciais distintas.
Brandão (apud ORTEGA; ALMEIDA, 2007) afirma que é necessário encontrar a escala ou,
então, o campo a ser observado, de forma adequada à observação dos fenômenos a que
se deseja lançar procedimentos de cunho teórico-analítico. A escala de espaço deve ser
encarada como um recorte para apreender as determinações e condicionantes dos
fenômenos da sociedade referenciados por meio do território.
Conforme aquele autor, tal como um prisma que possibilita enxergar os processos sociais,
econômicos e territoriais singulares, interpretar um plano escalar determinado pode
demonstrar a natureza de processos socioespaciais de modo mais adequado, uma vez que,
ao considerar um nível de escala, permite a apreensão de dimensões do real concreto, ao
invés de outra perspectiva assimilada.
Para aquele autor, tal espaço será de elucidação de mediações, cujo potencial servirá para
contribuir na hierarquização de determinações do ambiente formulado. A escala tratará de
potencializar um plano de análise de observação privilegiado e passível de revelações de
articulações e mediações entre os cortes local, regional, nacional etc., com base em uma
seleção da escala que parecer mais adequada em relação aos problemas, ofertando
melhores condições de diagnosticá-los e possibilitando a sugestão de coalizões de poder e
decisões estratégias para seu enfrentamento.
Neste ínterim, aquele autor atenta que se busca atribuir a tais esferas uma autonomia
mais sólida para tomar decisões, o que passa a afrouxar a concentração do poder que foi,
historicamente, atribuída à União. Um dos produtos matriciais dessa descentralização é o
partilhamento de competências por instâncias, bem como de receitas tributárias,
conforme determinam os arts. 21 a 24 e 157 a 162 da Carta Magna.
Henrichs (2015), porém, entende que, ao avaliar tais mecanismos, bem como no agregar
da vivência prática no campo da gestão pública, é notável que a União ainda permaneça
detendo poder em quase todas as matérias constitucionais e infraconstitucionais, como,
por exemplo, a centralização das receitas tributárias – uma premissa que vai de encontro,
na prática, ao processo de consolidação das Políticas Públicas, especialmente destinadas
ao atendimento de Estados e Municípios.
Neste sentido, aquele autor aponta que a governança se apresenta como uma resposta
que pode reverter a fragilidade permeada na estrutura federativa, sem que exista uma
necessidade efetiva de modificação do texto constitucional. Considerando o cenário de
forma geral, ele observa que a governança se dá em níveis múltiplos, passando a exercer
papel fundamental de catalisador no processo de desenvolvimento regional. O que
significa que é sua a capacidade de atrair elementos e atores de determinado meio para
transformar seu contexto. Tal transformação ocorre a partir do fluxo de informações, da
comunhão de vontades e das perspectivas de invenção e inovação que rompem com
estruturas centralizadoras, rigorosas e engessadas, visando à otimização das competências
constitucionais e o empreendimento dos recursos públicos para o alcance da finalidade e
razão de ser do Estado.
A governança multinível apontada por Henrichs (2015) trata da tendência de atrair cada vez
mais níveis e vieses, de modo que atua como um imã que, primeiramente, atrai e,
posteriormente, amplia mais ainda a rede de inter-relações, abrindo o caminho para a
efetivação da integração dos territórios. Aquele autor, por fim, afirma que “[...] é possível
assentir que para além de se pensar no desenvolvimento local, [...] é relevante pensar na
escala regional, pois o fortalecimento de cada município, no mais das vezes, depende do
fortalecimento de toda região em seu entorno” (HENRICHS, 2015, p. 133).
Reina et al. (2009), por sua vez, focalizam a questão da descentralização para abordar que
o estudo sobre esta envolve a prestação de serviços públicos, ainda que não se esgote em
tal viés. Aqueles autores apontam que o mecanismo constitucional reparte claramente a
competência de prestação de serviços públicos, de modo que o processo de
descentralização envolve a democratização da sociedade, visando à pluralidade de atores
no formato, na construção e no controle de Políticas Públicas em um modelo de
governança corporativa pública.
O referido projeto, em sua essência, consistiu em uma oficina literária, que tinha por norte
estimular a produção literária, a fim de incitar o pensamento crítico e criativo dos
indivíduos, bem como aproximar a população do seu próprio ambiente de vida.
A obra de Guimarães Rosa retrata, em sua essência, a vida no sertão brasileiro, dando vida
a todos os aspectos que constituem a região. Assim, o projeto PADEM, em uma das suas
fases, buscou ir além da prática escrita da literatura. Em uma de suas fases, ele
estabeleceu um percurso pelo Município de Arinos, Minas Gerais, onde foi desenvolvido, a
fim de aproximar os beneficiários à realidade do sertão, sentindo e observado desde a
biodiversidade local, até a gastronomia. E sua importância consistiu, em parte, no
reconhecimento da necessidade de perceber e viver as manifestações culturais locais, em
todas as suas formas, para reavivar a aproximação entre os sujeitos que ali vivem e os ricos
e próprios aspectos culturais, que não deveriam passar despercebidos diante da
globalização.
Outro aspecto relevante da iniciativa do projeto PADEM que corrobora com a compreensão
da relação cultura-desenvolvimento regional está centrado na promotora do projeto. Sabe-
se que no Brasil, as políticas culturais não incorporam a agenda de atuação e
financiamento privilegiada. O incentivo à cultura está sempre em plano secundário, pois,
entende-se que não acarreta benefícios diretos ao Estado. Na contramão de tal percepção,
5. CONSIDERAÇÕES FINAIS
REFERÊNCIAS
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CULTURA E REPRESENTAÇÃO
SERTANEJA: ELEMENTOS PARA A
COMPREENSÃO DO SER E DO VIVER NO
SERTÃO SUL-MARANHENSE
R. G. Rochaa,b, F. L. Motaa,c, A. C. Nascimentoa,d
a Professora Adjunta da Universidade Federal do Maranhão (UFMA),
rosimary.rocha@ufma.br
Resumo
INTRODUÇÃO
O vínculo com a referência espacial e/ou a região enquanto espaço vivido (FRÉMONT, 1980)
são elementos que possuem uma grande significação para a apreensão das
representações através da análise da relação entre cultura e significado. Por essa
abordagem, entendemos que, nas ações do sujeito, que envolvem o comer, o vestir, o
trabalhar, o gostar, o odiar, o querer e o não querer etc., que se mostram a nós mediante
representações socioespaciais, está inserido o pertencimento cultural a um dado lugar.
Sendo que ao direcionarmos o olhar para a cultura como um elemento não naturalizado,
que não é estática, damos sentido a experiências espaciais, estando essas experiências
marcadas por vínculos referenciais. Portanto, o vínculo simbólico e afetivo abarca as
condições materiais e objetivas que incidem nas cognições sobre valores, crenças, atitudes,
memórias, preferências, significados e concepções acerca do mundo traduzido no
cotidiano. Esses componentes estão relacionados a um processo cultural, traduzido por e
pela representação.
outros locais, fora de sua morada. Além disso, novos desejos surgem, o que denota
mudanças não só materiais, como também nas subjetividades.
Ao nos reportarmos aos escritos sobre os primórdios região Sul do Maranhão, verificamos
que as representações do sertanejo que aí chegou, ainda no século XVIII, estão em seus
modos de vida, que ao longo do tempo não foram apagadas, tão somente formaram, com
as mudanças socioespaciais, novos contornos. Seus jeitos e trejeitos dizem muito sobre si.
Sua linguagem possui, em alguns casos, significados próprios. Sendo que o morar, o vestir,
o comer e o pensar, agora, estão profundamente condicionados ao espaço urbano.
Ademais, o outro é figura presente, sendo que a partir dele (o outro) os sertanejos
conseguem perceber-se e compreender sua condição, sua existência. O outro (o índio, o
sojicultor, o citadino letrado) permitem-lhes o autoconhecimento. Por esse viés, ora o
sertanejo coloca-se como figura superior, ora inferior.
Importante enfatizar, que várias e múltiplas são as representações nos escritos sobre a
categoria sertão. Porém, converge, nos relatos e nas histórias que envolvem esse lugar, a
definição de espaço vazio, não só demograficamente, mas vazio de leis e/ou de normas
civilizatórias. No entanto, esse discurso pensa o espaço segundo uma homogeneidade que
não existe, pois, uma análise mais profunda do Brasil permite verificar claramente as
grandes diversidades do país, de dimensão territorial, com existência de uma pluralidade de
relações políticas, econômicas, sociais e culturais em todo o espaço, em todas as regiões.
A escolha do Sul do Maranhão como espaço a ser priorizado neste trabalho se deve ao fato
de que corresponde à área que atendeu às necessidades dos criadores de gado que aí
chegaram no século XVIII apropriando-se dos campos naturais da região em que, sua
paisagem se configura como elemento geográfico fundamental na caracterização dos
anseios dos vaqueiros e que por ser habitada, somente, pelas comunidades indígenas,
consideradas fator de obstrução, foram energicamente combatidas, nos campos bélico,
econômico, cultural e simbólico (SANTOS, 2012). Para tanto, damos ênfase à construção da
região pelo viés cultural. Entretanto, inferimos que o Sertão pode ser enxergado mediante
várias perspectivas, podendo ser abordado enquanto terra desconhecida e inóspita,
relacionado ao rural, ligado aos fatores identitários, étnico, culturais e raciais, como ainda,
Nesse contexto, objetivamos entendê-lo por meio de elementos culturais, que estão
representados pelos sujeitos que aí vivem. Sendo nosso recorte espacial o Sertão
sulmaranhense. Dessa forma, pensamos ser possível construir uma análise e uma
explicação de como está organizado esse espaço, ao considerarmos o seu contexto
histórico e sociocultural.
METODOLOGIA
RESULTADOS
O Sertão pode ter muitas formas e sentidos, dependendo exclusivamente do olhar, ou seja,
no Sertão há várias geografias, formando, dessa forma, uma totalidade (SAHR, 2009).
Nesse sentido, em seu livro sobre paisagem na geografia cultural, “short Loan: landscape”,
John Wylie esclarece que “vemos as coisas não somente pela função biológica de nossos
olhos. A maneira que vemos as coisas é uma forma cultural; nós vemos o mundo por
perspectivassculturais e particulares, como fomos socializados e educados” (WYLIE, 2007,
p. 6) (tradução nossa). Portanto, “o efeito de “viver aqui ou ali” é mais que a simples questão
de onde estamos, pois inclui como vivemos, onde trabalhamos, com quem nos
relacionamos, como transcorre nosso tempo, como nos sentimos em relação aos outros,
que recursos temos e até com que podemos contar” (GOMÉZ, 2011, p. 28).
Os sertanejos têm suas vidas atreladas ao modo de vida rural, que co-existe nas
sociedades modernas, como um espaço específico e diferenciado. No entanto, segundo
Wanderley (2001, p. 32), “isso não quer dizer a existência de um qualquer universo isolado,
autônomo em relação ao conjunto da sociedade e que tenha lógicas exclusivas de
funcionamento e reprodução”. E acrescenta “que este mundo rural mantém
particularidades históricas, sociais, culturais e ecológicas, que o recortam como uma
realidade própria, da qual fazem parte, inclusive, as próprias formas de inserção na
sociedade que o engloba” (WANDERLEY, p. 32). O rural é visto, então, como lugar de onde
se vê e se vive o mundo. Não podendo mais conferir, imageticamente, para o pensamento
citadino, em espaço longínquo e despovoado, com uma economia agrária e
subdesenvolvida, de associações comunitárias entre seus membros, de pensamentos
míticos e psíquico mais ritualizado, local de vida heroica ou trágica (VICENTINI, 2007).
Seguindo esse pensamento, não concordamos com SAHR (2009) sobre sua compreensão
do Sertão, que, segundo ele, apresenta características geográficas predominantes das
espacialidades do mundo caboclo. Esse autor estabelece que: “o mundo do Sertão é
profundo, intensamente interligado entre as esferas, mas recluso e fechado para fora. Por
O autor utiliza-se do termo caboclo para se referir aos sujeitos e classifica o seu mundo
como fechado e escondido. Entretanto, mesmo nos anos nos quais eram difíceis as
locomoções e o trabalho dependia basicamente da força humana, os sertanejos
conseguiam produzir os bens necessários à vida, mantinham fortes valores familiares e de
sociabilidade. Se no presente o espaço Sertão tem sido reestruturado pela lógica de
ocupação dos espaços “vazios”, se seus próprios sujeitos rejeitam a denominação de
arcaicos e atrasados, se si apropriam dos costumes e objetos citadinos, transparecidos em
suas formas e relações culturais, não é convincente, e sim questionável, a ideia de que esse
lugar transpareceu solidão e não solidariedade.
De tal modo, o Sertão não se reduz a um lugar fechado e delimitado, uma imensidão
espacial à espera de seus ocupantes, o oposto do litoral. Ele está configurado pelo
estabelecimento de estruturas maleáveis, composto por assentamentos agrários,
pequenas e grandes cidades, fazendas, pequenos sítios, uso da energia elétrica, do celular,
da televisão e por estradas de rodagem, que fazem a ligação com as cidades funcionais.
Mello (2014 p. 65) destaca que “o lugar transcende a materialidade, mas não está
dissociado desta, pois aos objetos os homens atribuem significados que são construídos
na vivência individual ou dos grupos”. O que nos leva a entender que a efetivação da
materialidade é intermediada pela imaterialidade, ou seja, pela subjetividade, em que a
cultura tem papel relevante para a construção das representações sertanejas. Por essa
perspectiva, Giménez (2000, p. 639) assegura que “enquanto constructo cultural, a região é
produto do meio ambiente físico, da história e da cultura”. Nesse sentido, a necessidade de
superar o objetivismo positivista e de colocar em relevo a subjetividade dos sujeitos
conduz a se pensar a região como vivida e percebida (FRÉMONT, 1980; GIMÉNEZ, 2000).
Dessa maneira, mesmo com a inserção dos elementos da modernidade, que impõe lógicas
modernas, alguns componentes não se perdem, fazendo com que o espaço sertanejo seja
portador de cargas residuais reinventadas e, até diante do esvaziamento desse espaço, em
consequência da migração por seus habitantes para áreas urbanas próximas, esse lugar
continua sendo lugar de vida, de trabalho, de festas. Os vínculos de pertencimento
continuam a ser na terra. Destarte o Sertão está sendo esvaziado, todavia os sujeitos aí se
reúnem em função do lugar.
Acerca do surgimento do termo “sertão”, Almeida (2003), esclarece que a origem da palavra
sertão seria contemporânea ao descobrimento. “Aos portugueses não passaram
despercebidas as grandes distâncias, as imensas vastidões, a raridade de marcas humanas,
implicando um isolamento físico, psíquico e cultural nos ambientes dos chapadões,
cerrados e caatingas, parecido com os da África” (p. 74). Nesse entrelaçamento entre
natureza, semi-isolamento, relações conflituosas com os indígenas pela posse do território,
criação de gado de forma extensiva e cultivo de roçados, formou-se a base do
patriarcalismo, uma sociedade de homens e mulheres pautada pela forma simples de
viver, embora com desejos carregados de ambição pelo possuir.
Essas lógicas, traduzidas pelas representações, são possíveis de serem enxergadas por
meio da linguagem coloquial, dos objetos domésticos utilizados, pela forma de criar o gado
de forma semi-intensiva, pelos saberes acerca das plantas e dos frutos do Cerrado, na
religiosidade, nas relações de trabalho, de compadrio e solidariedade, no conhecimento da
natureza como um todo, dentre vários outros componentes.
Diante disso, por meio da análise dos fatos, consideramos que esses elementos se
apresentam como representações culturais do sertanejo, dando-lhes sentido, no
concernente ao ser e ao viver. Ao mesmo tempo, que as suas práticas são reinventadas
continuamente, sem, no entanto, haver um corte brusco com o que está posto.
DISCUSSÕES
O Sertão que tratamos aqui tem muito mais do que a conotação de um espaço elaborado
sob os elementos da natureza, que o sublinhou historicamente pelo qualitativo de
“despovoado” quando da ocupação pela migração baiana e pernambucana de criadores de
gado que avançou por parte dos estados nordestinos, chegando até o Sul do Maranhão
ainda no século XVII. A respeito desse acontecimento, embora seja constatado que o
âmbito material tenha sido relevante para a apropriação social da localidade, o que
significou elemento de ação e controle, o simbólico não pode ser desvinculado, pois é
resultado de um conjunto de representações e traduções socioespaciais, que deram/dão,
de certa forma, uma coesão aos sujeitos que aí vivem e re-existem.
Tais fatores se manifestam por meio das narrativas sobre o espaço geográfico, que, por
conta da mobilidade imaginativa perscrutada no âmbito das reelaborações das atuações
dos sujeitos, implicam um constante devir. Ou seja, o imaginário acerca do mundo, dos
episódios, das pessoas, constitui-se em um conjunto de imagens mobilizadas pelos sujeitos
no âmbito de sua atuação e que, portanto, não é estático (BERDOULAY, 2012).
Este trabalho é construído tendo como base a fala dos sujeitos, que, através de suas
histórias de vida e, por conseguinte, de suas experiências, conduzem à análise e
interpretação do território sul-maranhense por meio da Cultura e da Representação
Sertaneja. Dessa feita, ao invés de ficarmos pautados apenas na descrição das estruturas
sociais, padrões culturais e representações, direccionamos aos sertanejos a incumbência
de revelarem acerca do lugar onde vivem, seus imaginários e suas experiências culturais.
Diante disso, reiteramos que as relações culturais do sertanejo e sua representações, são
frutos de suas trajetórias, que se caracterizam pelo se fazer a si próprio enquanto sujeito,
que trabalha, que cria, que crê, que pensa, que deseja, que é, que vive e, assim,
transformam o espaço. Ressalta-se, que condizente com a reestruturação do espaço, da
política, do trabalho, há mudanças nas relações sociais, no tempo, no ver o mundo e,
portanto, a si próprio. Esses fatores não podem ser dissociados da cultura, até porque
advém desta o trabalho, e que é pelo trabalho que se dá a cultura. (ARROYO, 2014).
A maneira como os sertanejos enxergam e lidam com a terra, com os frutos plantados e
colhidos, com a lida com o gado, tem estreita ligação com o gostar do que fazem, indo além do
lucro que podem obter. Pois se engajam no que sabem fazer, mesmo que outras funções
sejam desenvolvidas por esses sujeitos nas cidades. Os que lidam com a terra o fazem por
estarem envolvidos em um universo existencial aprendido desde gerações passadas. Assim,
constroem um território e um lugar de vida, com o qual se identificam e, por isso, permeado de
identidades, simbologias e pertencimento, constituído de sentido resultante das experiências
do tempo, demonstradas pelas narrativas erigidas mediante a consciência histórica.
identidade do sujeito. Esta, por sua vez, apresenta-se plástica, pois é uma construção do
que se dá a todo momento, remodelando o viver.
Como forma de colher as narrativas, foi apresentada uma relação de informações a serem
expostas, contendo elementos reveladores da organização sociocultural no decorrer dos
anos, as modificações sofridas e os eventos que foram sendo alocados e substituídos,
gerando, portanto, para além de uma coesão histórica dos acontecimentos, sua dispersão.
De fato, as imagens da infância, junto aos irmãos, aos pais, aos avós, aos tios e a quem
mais fez parte desse momento da vida, vêm à tona, sempre com um indicativo de
“naqueles tempo” e colocando em relevo como se dava o trabalho e a vida em família.
a lida com o gado era desenvolvido com a utilização de mão de obra do vaqueiro, que recebia
seus pagamentos no fim de cada ano, conforme estabelecido com o dono da fazenda.
Normalmente, esse pagamento se dava por meio do recebimento de um tanto “x” de bezerro.
Ainda evidenciado a questão de gênero, não podemos deixar de interrogar sobre o papel da
mulher, que se apresentava como tendo seu espaço direcionado, principalmente, a casa, ao
trabalho doméstico e aos cuidados com os filhos pequenos. Denota-se que o trabalho com o
gado era particularmente do universo masculino, enquanto o trabalho doméstico era de
responsabilidade da mulher, que envolvia não somente com o cuidar da casa e dos afazeres
da cozinha, como também do tecer, do fiar, de buscar água na fonte e cuidar dos filhos e do
marido. Com base na vida da mulher no Sertão, sua função, ela tinha um papel secundário
diante de uma sociedade em que o homem ocupava o poder central nas decisões.
De acordo com o relatado e fazendo uma analogia com objetos, utensílios e os produtos
utilizados na construção das casas, pode se constatar, na atualidade, um processo de
substituições sucessivas. Ou seja, ao longo do tempo, os utensílios industrializados foram
substituindo aqueles fabricados a partir de materiais retirados diretamente da natureza.
Embora ainda sejam encontrados, nas casas sertanejas, potes, bilhar e armário de
madeira, fogões a lenha e a carvão, tamboretes etc., eles configuram, na verdade,
resquícios de objetos fabricados em outro tempo e que foram repassados de pai para
filho. Caracterizam-se por terem um grande valor sentimental, pois são veículos de
lembranças, são um liame entre os sertanejos e os avós e/ou pais.
Figura 01. Utensílios sertanejos (fogão à lenha, almofada de birros e pote de agua)
Sobre as socializações dos sertanejos, estas ocorriam por intermédio de festas, quase que
todas envolvendo missa, almoço, jantar e festa dançante. Atualmente, ainda acontecem
reuniões nas quais é oferecido almoço para os convidados, principalmente para parentes e
amigos próximos, seguido da celebração de uma missa, em que esporadicamente
acontecem batizados. No entanto, essa prática ocorre com pouca frequência, pois há a
disseminação da religião protestante no espaço sertanejo, bem como o enfraquecimento
dos valores religiosos por grande parte dos sujeitos aí presentes, após o estreitamento do
vínculo com o urbano.
É importante pontuar que, ao trazer para o momento atual as experiências passadas, estas
não se mantêm intactas, pois, no decorrer dos processos de transformações, além do que
é trazido à tona ter sofrido mudanças, tal mudança ocorreu também no sujeito, que agora
rememora os fatos de outrora sob uma outra perspectiva, e, portanto, as imagens
lembranças são alteradas. Mediante essas colocações, faz-se pertinente pensar um sujeito
enquanto uma construção, mediado pelo imaginário (BERDOULAY, 2012).
CONCLUSÕES
Diante disso é importante que consideremos o fato de que o Sertão não morrerá e nunca
estará acabado, porém está em contínua transformação, seja nas multiplicidades das
relações culturais e das representações dos sujeitos, por meio de seus saberes e formas de
vida, dos indígenas, dos negros, dos brancos, dos mestiços, na confluência de seus
conflitos e labutas, seja por meio do imaginário e da memória, que orientam a existência
de identidades específicas e que constroem narrativas em torno de um Ser e de um Viver.
Para tanto, o Sertão tem se tornado, ao longo do tempo, um lugar de expressividade social
e cultural inventado, não apenas com base no real, mas disposto na expressividade
humana calcada em parâmetros criados para dar lugar a configurações ideológicas
moderno x tradicional. Ressaltamos ainda, a necessidade de superação da imagem de
homogeneidade acerca do sertão, eles são vários, cada qual com singularidades próprias.
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gonzalezc.joaquin@inta.gob.ar
Resumen
El presente trabajo es parte de una tesis doctoral en curso que se propone describir y ana-
lizar los procesos de patrimonialización de bienes territoriales en la pre puna y puna de
Catamarca, Argentina. Presentamos aquí una breve descripción del actual proceso de pa-
trimonialización y tomamos un caso de estudio sobre la captura en silvestría y esquila de la
vicuña o chaku como acción de patrimonialziación de un bien territorial que nos permitirá
plantear la hipótesis sobre la capacidad de los dispositivos y acciones de generar espacios
de aprendizaje tanto para la sociedad local como para los técnicos que allí actúan.
INTRODUCCIÓN
Desde el comienzo de la década del 70 comenzaron a crearse a nivel internacional las Re-
servas de la Biosfera promovidas por la Unesco. Se trata de un dispositivo de protección de
ecosistemas que tiene la particularidad de integrar a la población local para comprometer-
la más en el manejo de sus recursos de manera sustentable. Con el antecedente de la
creación de la Reserva Natural Provincial de Laguna Blanca en Catamarca en 1979 se decla-
ra en 1982 en parte de este territorio la segunda Reserva de la Biosfera de la Argentina.
Este dispositivo de protección marcó el inicio de una serie de acciones por parte del Estado
en torno a la patrimonialización de recursos territoriales que continúa en la actualidad. En
esta línea se crea en 1997 el Museo Integral de la Reserva, un museo arqueológico a cielo
1
abierto y participativo que evoca el modelo de Ecomuseo en Europa. En 1995 se suman
intervenciones de organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (IN-
TA) en torno a la producción de alimentos y la organización de ferias de comercialización,
como otras formas de intervención pública. Se inició entonces un proceso de valorización
de recursos, que caracterizamos como un proceso de patrimonialización de varios objetos,
arqueológicos, alimentos, artesanías, paisajes y costumbres diversas. En 2003 la UNESCO
2
crea el sello “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ” que valoriza las culturas,
más que los folklores- entendidos como hechos fijos, normativos-mientras que la cultura
es más dinámica y se re-crea constantemente.
Veremos aquí como este tipo de proceso impulsado por intereses diversos, no solo implica
formalización y valorización de prácticas antiguas o indígenas sino también implica descu-
brimiento y aprendizajes continuos por parte de la población local. Una de las hipótesis de
este texto es que los saberes y las prácticas ligadas a la patrimonialización de los recursos
no refieren obligatoriamente a las mismas categorías culturales. Se refieren a diferentes
1
Ecomuseo: una institución cultural que proporciona, en un territorio determinado, las funciones de investiga-
ción, conservación, presentación y mejora de un conjunto de propiedades naturales y culturales representativas
de un entorno y los estilos de vida que se han sucedido. (La idea de un eco-museo, lanzado por Georges Rivière
en la década de 1950, se probó a partir de 1968 en los parques naturales regionales de Francia, luego en 1971
en Le Creusot).
2
Se entiende por “patrimonio cultural inmaterial” los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técni-
cas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comu-
nidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cul-
tural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constan-
temente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia,
infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la di-
versidad cultural y la creatividad humana.
3
“Las ecorregiones o regiones ecológicas son grandes áreas, relativamente homogéneas, en las que hay diferen-
tes comunidades naturales, que tienen en común un gran número de especies y condiciones ambientales,
siendo evidente en ellas los principales procesos ecológicos que mantienen la biodiversidad y los servicios que
los ecosistemas naturales proporcionan a la gente. El término se origina a partir de las regiones fitogeográficas
o biogeográficas, y de otros valores que van más allá de los biológicos. Son “el gran paisaje” que modela no sólo
las formas en que evoluciona lo viviente, sino también la cultura humana (Brown et al., 2006)” en Palmieri, C;
Carma, M.; Quiroga, A. (2011).
Hasta la apertura de esta ruta se trataba de una comunidad prácticamente aislada con la
excepción de los viajes a mula. Este cambio estructural permitió las primeras incursiones
de la Dirección de Ganadería Provincial en 1978 con el objetivo de solucionar problemas
sanitarios en ovinos, caprinos y llamas. La configuración territorial presentaba en esa épo-
4
ca una distribución de los habitantes dispersa, las casas estaban constituidas por lo que
en la actualidad denominan “puestos” (imagen Nº1) que es la vivienda que actualmente
algunos utilizan en los periodos que se desplazan para cuidar el ganado.
La propiedad de la tierra en Laguna Blanca fue adquirida hacia fines de la década del 70 a
5
partir de la expropiación a una familia que posee gran parte de las tierras y puesta a dispo-
sición de los pobladores que anteriormente habitaban en los puestos. La mayoría vive en
Laguna Blanca y los que poseen animales mantienen el cuidado de su ganado en los puestos
4
En 1981 el sociólogo Floreal Forni observaba: “Actualmente la población reside dispersa (dada la naturaleza pastoril
de su actividad) pero organizada en tres áreas sobre el extenso territorio (Laguna Blanca, Corral Blanco, Aguas Ca-
lientes). Totalizan en cantidades equivalentes unos 90 hogares y entre 450 y 500 personas”. Forni et al. (1993).
5
El acceso a la información sobre la historia de la propiedad de la tierra en Laguna Blanca es restringido y será
profundizado en otra etapa de esta investigación.
en los cuales se establecen algunos días de la semana con este fin. Por la explotación de su
ganado en los puestos deben pagar un derecho de pastaje al dueño de las tierras.
Hasta la década del 50, Laguna Blanca era un importante centro de acopio y tráfico de cue-
ros de vicuña, propias de la región así como de regiones vecinas. Esto permite explicar la
importancia del tejido artesanal del corredor Belén - Antofagasta de la Sierra (Cajal et al.
1998, Hermitte, 1970).
Fue así que la Argentina al adoptar la Convención sobre el Comercio Internacional de Espe-
cies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) reguló la situación a partir de ley N°
4855. En el año 1971 la vicuña se declara en peligro de extinción e ingresa a la Convención
Cites dentro del apéndice 1, es decir es un periodo de protección y recuperación de la es-
6
pecie. Hasta el año 2002 no estuvo permitido practicar la esquila . El avance de la extinción
de esta especie en el departamento de Belén movilizó políticas llevadas a cabo principal-
mente por el área de ganadería de la provincia como por ejemplo el control de la caza fur-
tiva contratando a los hombres de Laguna Blanca como guardafaunas. Esto se da en un
contexto en el que los reclamos de las poblaciones ancestrales como han sugerido diver-
sos autores (Laborde, 2007; Oviedo, 2008; Van Dam 2011 en Carenzo, y Trentino, 2014)
tomaron una acepción conservacionista basada en la garantía de uso del espacio no preda-
torio. Concretamente aquí los pobladores hombres que eventualmente cazaban vicuñas se
transformaron en guardafaunas de la Provincia. Es para nosotros un primer paso de enro-
lamiento (Latour, 2005) para “unir” los cazadores a la “causa” conservacionista de la Reser-
va. Esto abrió también el camino a la posterior declaración de la reserva.
6
En 2002 Catamarca pasa acorde a la mencionada Convención a la categoría Cites 2: este apéndice permite la
esquila en estado de silvestría.
mentos de Belén y Antofagasta de la Sierra con una superficie de 770.000 hectáreas (Altos
Andes 192.500 has y Puna 577.500 has). La Reserva Natural Provincial se compone de una
superficie marcadamente mayor que la Reserva de la Biosfera cuyos límites aunque difu-
sos se trazan en torno a la Laguna Blanca. El manejo de la Reserva de la Biosfera es res-
ponsabilidad de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable
la Provincia de Catamarca.
7
La declaración de la Reserva de la Biosfera y la creación del Museo Integral marcaron el
inicio de una serie de acciones en torno a la patrimonialización de recursos territoriales
que continúa en la actualidad y que bien podríamos enmarcarlas dentro del concepto de
fábrica patrimonial (Heinich, 2009).
METODOLOGÍA
El patrimonio y los recursos del territorio son entendidos aquí como construcciones sociales
de varios actores que podemos descubrir a partir de las concepciones, de los recuerdos de
sus habitantes, también a partir de las acciones (o prácticas) y decisiones que estos toman
para comprometerse en el proceso y a partir de los dispositivos políticos, institucionales de
patrimonialización, llevados por actores externos (Estado, ONGs,..). Partimos de la necesidad
de llevar a cabo una crítica patrimonial que permita exponer las claves ocultas de cualquier
actuación en el campo del patrimonio, Prats (2005). Para el diseño de la recopilación de datos
se consideró principalmente la metodología propuesta por Olivier de Sardan (1995) basada
en el trabajo de campo o investigación etnográfica o investigación socio-antropológica (Gon-
zalez-Cosiorovski et al.2015) .El enfoque antropológico nos permite analizar cómo la gente
piensa, produce o contribuye en la construcción de los patrimonios de diversos tipos y como
al final se reconoce a través ellos. La metodología etnográfica nos permite situar a los actores
como privilegiados que expresan en palabras y prácticas el sentido de su vida, su cotidianei-
dad, sus hechos extraordinarios y su devenir (Guber, 2001), sus conflictos con actores exter-
nos que proponen o imponen nuevos dispositivos y acciones colectivas.
Son las primeras investigaciones en el terreno que revelaron algunos objetos más em-
blemáticos de una problemática de la patrimonialización en la Provincia de Catamarca.
Consideramos aquí que la declaración de la Reserva de la Biosfera (teniendo en cuenta la
previa instalación del servicio ganadero provincial) nos aporta el marco institucional y es-
pacial de nuestra investigación que permitió entender las posteriores intervenciones e
interacciones entre varios actores en torno a la patrimonialización, notablemente las ac-
ciones para la protección de la vicuña.
Se llevaron a cabo entrevistas durante las ferias de venta de productos (Expo Cerros y Pu-
na) en Laguna Blanca, Barranca Larga, Belén y Londres (2014 -2017); en el marco de la ce-
lebración de Pascuas (2016). Se llevaron a cabo observaciones de la fiesta de la pacha ma-
ma en Laguna Blanca (2016 y 2017), participación de diversos talleres y reuniones con pro-
7
Museo Integral es un concepto que surge del movimiento de la Nueva Museología (surgido del Mayo Francés de
1968) y plantea al museo como una institución al servicio de la sociedad, que persigue formar dinámicamente
la conciencia de las sociedades en que se integra a través de la gestión compartida de la institución y del diálo-
go pasado/presente que ésta propicia.
8
ductores en el marco del armado de la marca territorial (2017) , Se llevaron a cabo entrevis-
tas con funcionarios de la Provincia de Catamarca (Áreas Protegidas, ex agentes de la Se-
cretaria de Ganadería, Guardafaunas, etc. 2016); funcionarios nacionales (Ministerio de
Medioambiente 2016) y agentes del INTA (2016 – 2017 y 2018).
Esta situación cambia drásticamente en la época colonial registrada por el cronista Pedro
Cieza de León quien describe la escasez de la vicuña y el guanaco, también cazado por los
españoles por su fibra y carne. Existieron intentos de revertir la situación a partir de un
decreto imperial en el año 1777 declarando ilegal la matanza de la vicuña. Aun así se re-
gistró una exportación de fibras y cuero de vicuña desde el puerto de Buenos Aires hacia
Europa por más de 190 años (año 1663 al año 1853), estimándose una matanza de 1,5 mi-
llones de vicuñas (Yacobaccio 2009).
En el año 1967 quedaban unas 10.000 vicuñas en la región de los Andes. En Argentina se
calcula que solo quedaban para ese año unas 2.000 vicuñas en todo el Altiplano de Jujuy,
Catamarca, Salta, San Juan y La Rioja (Baldo et al 2013).
Esta situación comienza a revertirse entre los años 1967 y 1972 a partir de trabajos de re-
cuperación de la especie en Perú, específicamente con el armado de la Reserva Pampa
Galeras por parte del propio Servicio Forestal de Perú y la colaboración de Peace Corp (Or-
ganismo dependiente del Gobierno de Estados Unidos) y la Agencia Alemana para la Co-
operación Técnica (GTZ por sus siglas en alemán). Los trabajos de recuperación e investiga-
ción en esta región tuvieron influencia en el resto de la región Andina, por ejemplo con “El
Manejo de la Vicuña Silvestre” de Hofmann, Otte, Ponce y Ríos publicado en 1983 por la
GTZ. Otte realizó un viaje de 3 meses a Laguna Blanca con el objetivo de asesorar a los
8
Participación como investigador de Inta en el marco de proyectos de desarrollo territorial y agregado de valor.
9
Los qayqus eran trampas construidas con piedra a donde la vicuña era dirigida por hombres.
ingenieros de la Dirección de Ganadería (Unzaga 2016 com pers). Este equipo de trabajo no
menciona la palabra chaku en sus publicaciones pero si mencionan la antigua técnica de
captura de vicuñas con trampas que se corresponden con lo que Yacobaccio (2009) descri-
be como qayqus.
El actual marco legal de Argentina y de la región Andina se rige por la convención Cites bajo
la cual la Vicuña está protegida desde 1973. Desde el año 1997 la vicuña pasa de Apendice I
a II (es decir se permite la esquila en animal vivo) para el caso de Jujuy, mientras que es-
pecíficamente en Laguna Blanca esta transición se realiza en el año 2002. En este sentido la
legislación no menciona la palabra chaku sino esquila del animal vivo también, llamado
“esquila en silvestría” y definió el destino de la fibra hacia la confección de tejidos.
Argentina cuenta con una población de 132.579 vicuñas (Censo 2006) distribuidas entre las
provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, San Juan y La Rioja. Aproximadamente 1305 son es-
quiladas en Jujuy y Catamarca. La producción anual de fibra de estas provincias alcanza los
499 Kg. El censo de camélidos de 2006 indicó un aumento aproximado de 100.000 anima-
les en 20 años.
El termino chaku en la actualidad no significa caza sino que hace referencia a la técnica de
atrapar a los animales para esquilarlos y soltarlos. Aquello que a grandes rasgos fue la caza
y en algunos casos esquila y liberación del animal en la época incaica, fue progresivamente
reemplazado por la caza del animal que llevó a la especie al borde de la extinción. Recién
durante el Siglo XX a partir de las décadas del 60 y 70 con la intervención internacional (CI-
TES), la prohibición de la caza y el armado de reservas en la región andina comienza a re-
vertirse marcadamente la situación hasta llegar en el Siglo XXI al punto de posibilidad de
esquila en sitios autorizados (Cites).
Los técnicos que tuvieron por objetivo recuperar la especie en Perú fueron quienes recupe-
raron y reconstruyeron las prácticas que hoy llevan el nombre de chaku en referencia a la
práctica incaica. Utilizaron para esto documentos históricos y referencias locales como an-
tiguas construcciones de encierre del animal y técnicas de encierre de grandes animales en
África. El principal texto que generó esta primera instancia de aprendizaje son los dos to-
mos de “El manejo de la vicuña silvestre” de Hofmann, Otte y Ponce publicado por la GTZ
en 1983 (figura Nº3). Existe por parte de los técnicos actuales (INTA) y antiguos técnicos de
la Dirección de Ganadería una misma referencia a este texto así como la visita de uno de
los autores (Otte) a Catamarca durante las primeras intervenciones de la Dirección de Ga-
nadería en la década del 80.
La técnica se basa en el arreo del animal aprovechando la topografía del lugar. Puede ser
hecho hacia una aguada (encierre en aguada) como es el caso en Laguna Blanca o bien
entre montañas, lomas, etc. El objetivo es lograr guiar al animal a un corral donde luego
será esquilado. En Laguna Blanca se realiza un encierre comunitario en el cual participa la
población local y eventualmente turistas armando un “cordón humano” que arrea a los
animales. Existen en esta región otros chakus de carácter privado en el cual los encierres
se realizan con la ayuda adicional de vehículos (motos por ejemplo).
Existió entonces una primera etapa de aprendizaje por parte de los técnicos de la Dirección
de Ganadería entre la década del 80 y 90, etapa en la cual en Catamarca aún no estaba per-
mitida la esquila del animal y las actividades se centraban en aumentar la población de vicu-
ñas. Unos 20 años después, podemos identificar una segunda etapa, marcada por una fecha:
el 30 de Noviembre de 2003 se realiza la primera captura en silvestría en Laguna Blanca. En
esta instancia comienza a practicarse el chaku de manera comunitaria con supervisión de
técnicos del área de fauna de la Provincia de Catamarca que involucra a la población local. La
organización y el evento en sí son instancias de aprendizaje, donde los técnicos forman a la
población en las prácticas que se refieren al libro de Hoffmann et al.1983.
Fuente: El Manejo de La Vicuña Silvestre, Tomo II. Hofmann, Otte, Ponce y Ríos. (GTZ1983).
Esto implicó que la gente tuvo que aprender la técnica de la mano de autoridades de protec-
ción, los técnicos de organismos de intervención como el INTA y el Proyecto de Desarrollo
Rural del Noroeste Argentino (PRODERNOA) así como de la aparición de nuevas publicaciones
didácticas sobre el manejo de la vicuña (Baldo et al 2013). Todos re-inventaron la técnica a
partir de lo que se conoce del chaku por documentos históricos, evidencia física de antiguos
encierres e incluso de prácticas similares en otros continentes. La historia de su renacimiento
nos revela un evento recreado por algunos actores que se puede interpretar como una acción
colectiva en el cruce entre una lógica de conservación (del animal) y una lógica económica (de
valorización de la lana y de las actividades asociadas). Observamos que estos aprendizajes
son rápidamente asumidos por los hombres y mujeres de la comunidad. Dos razones al me-
nos pueden explicar esta adhesión: i/ El chaku es un evento relevante para la población local
porque es un día de organización y de trabajo colectivo, una ocasión de encuentro entre va-
rios lugares de la región de Laguna Blanca; ii/. La práctica del chaku tiene por objetivo la ob-
tención de la lana de vicuña, que en el caso de Laguna Blanca se realiza a partir de la esquila
manual. El vellón obtenido servirá de insumo para confecciones de diversas vestimentas o
artesanías, la más conocida es el poncho pero también los corbatines (similar bufanda), guan-
tes, etc. A modo de ejemplo un poncho de vicuña puede costar unos 2000 dólares.
En 2007 se crea Mesa Local de Laguna Blanca Cooperativa Limitada por iniciativa de PRO-
DERNOA y participación del INTA. Victoria una de sus fundadoras menciona:
Entonces se organizó la gente en la Mesa Local, todas las comisiones de las dis-
tintas instituciones locales, formales o menos formales, pero todas las del lugar
están representados en la mesa local, se encargaba de ver que se hacía con la fi-
bra, hoy en día toda la fibra pasa por la cooperativa (...). En el inicio habría unos 2
socios, los fundadores, después fueron aumentando, actualmente es una perso-
na por familia, aproximadamente.
A diferencia de los chakus llevados a cabo en esta región por empresas privadas, los de
Laguna Blanca son comunitarios y cuentan con una herramienta institucional que es la
cooperativa. La creación de la cooperativa surge como una traducción institucional, que
prolonga el evento del chaku para valorizar de manera económica la vicuña. La lana obte-
nida se reparte equitativamente entre los socios, algunos hilan y tejen las distintas prendas
10
y otros deciden vender su parte . En cada chaku puede llegar a repartirse aproximada-
mente un kilo (sucio) por socio, variando cada año. Cada artesano vende sus productos en
la cooperativa manteniendo la autoría e indicando en la prenda su nombre. Confeccionar
un corbatín puede insumir aproximadamente unos 200 gramos de lana.
El chaku puede entenderse como una expresión social de una lógica de conservación, ca-
racterizada por aprendizajes colectivos de hombres y mujeres. En este marco formal se
construyeron otros aprendizajes diversos y necesarios. Tal es el caso del tejido: las tejedo-
ras jóvenes comenzaron a hilar y tejer con lana de vicuña a partir de la posibilidad de es-
11 12
quila en 2003 y por eso profundizaron y extendieron el manejo de la técnica de tejido .
10
Un kilo bruto de lana puede cotizarse aproximadamente 500 dólares (Rigalt 2018 com. Pers).
11
Si bien la tejeduría con otras lanas no había desaparecido en Laguna Blanca, la incorporación de la vicuña a
Cites I prohibió todo tipo uso, más allá de la existencia de caza furtiva, que aún hoy continúa.
12
En un futuro trabajo de terreno se distinguirá las prácticas según el género.
Surgen además una serie de dispositivos a nivel local que permiten convencer y enrolar a
la población. La contratación de los hombres como guardafaunas junto con las investiga-
ciones por parte de agentes externos en torno a la vicuña en la década del 70 fueron
ejemplos en ese sentido. Esto produjo un cambio mayor, el paso de eventuales cazado-
res/consumidores de este bien territorial al rol de protectores, defensores de este bien
ahora reconocido y protegido internacionalmente.
Los trabajos del equipo se centran en los vestigios arqueológicos de sociedades pasadas,
para entender como fue la ocupación de la región, cuáles fueron las prácticas productivas,
alimentarias, sus desplazamientos, etc. Estos investigadores crearon en el año 1997 el mu-
seo que depende de la dicha universidad. En palabras de quienes trabajan en él y para los
pobladores se trata de un museo “a cielo abierto” y “habitado”, conviven la historia de
quienes habitaron esta región con los habitantes actuales. El museo integral: Los arqueólo-
gos fueron construyendo un fuerte vínculo con la población local especialmente creando el
Museo Integral que tuvo y tiene numerosas implicancias en el rescate y valorización de la
historia de la población local y su territorio. Se trata aquí también de un proceso de apren-
dizaje ya que la población participó junto a investigadores del proceso de decisión sobre
que se mostraría y cómo en el museo. A su vez son los pobladores en primera persona
quienes guían y explican los contenidos del museo.
Otro actor del Estado local: el INTA que interviene en esta región desde 1995 a través de
proyectos de intervención de carácter productivo, de comercialización y la organización de
actores con objetivos de comercialización y desarrollo.
Estas organizaciones intervienen con sus diversos intereses que motivan o explican el
hecho de invertir recursos y estar presentes en este tipo de territorio. Tienen también dis-
cursos específicos, una “retorica” para justificar, explicar, difundir sus inversiones en el (o
los) territorio(s) de la provincia de Catamarca.
En el actual estado de avance podemos decir que las intervenciones a través de los dispositi-
vos mencionados poseen la capacidad de constituirse como actores y espacios de aprendiza-
je para la población local pero también de los técnicos que intervienen. Su construcción y
CONCLUSIONES
Las intervenciones del Estado en torno al manejo de la vicuña a partir de fines de los 70
tuvieron un rol central en la estructuración del proceso de aprendizaje de la población.
Aprendizaje que logró un convencimiento sobre la necesidad de valorizar un recurso casi
perdido (la vicuña) y a partir de esto llevar adelante una serie de acciones que permitieran
la recuperación de la especie.
Este caso de la patrimonialización de la vicuña y del chaku revela también que los saberes
locales que sirven a la fábrica patrimonial son a veces producidos por actores externos y son
localizados por los aprendizajes mismos y por el proceso de “adhesión” de la población a las
actividades nuevas que son propuestas. Durante los aprendizajes, los conocimientos son
necesariamente seleccionados, adaptados, a veces formulados de nuevo, en función de cier-
tos procesos, compromisos y prácticas que conviene describir. Por eso, nos parece más rele-
vante hablar de localización de los saberes más que de saberes localizados o locales, tam-
bién para subrayar la dimensión activa y voluntariosa de la actividad patrimonial, la cual
permite generar un saber colectivo que los actores (ya sean técnicos, productores, turistas,
investigadores) calificaran como local : “No se trata de abordar los saberes como productos
de una cognición, por más situada que fuera, ni de oponer a los actores a sus saberes, y me-
nos de asimilar lo profano a lo local” (Moity-Maizi, 2011:2). Explica entonces que los pasos de
la construcción patrimonial interrogan la especificidad de los saberes incorporados a los
productos o a las actividades calificadas como patrimonio (Moity-Maizi, Bouche, 2011).
La fábrica patrimonial en este caso se desarrolló durante los últimos 20 años. Apoyada no
sobre el saber local sino sobre los recursos vivos locales y sobre la existencia de un merca-
do esencialmente definido por las prácticas turísticas en pleno desarrollo en Argentina.
Podemos considerar de este modo que la construcción patrimonial crea una dinámica te-
rritorial que genera una reflexión en la población sobre la necesidad y el cómo valorizar
otros recursos, como por ejemplo podemos constatar en esta región los alimentarios.
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pimmarinelarena@gmail.com
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo forma parte de las líneas de Investigación del Proyecto “Procesos de
Expansión Urbana Metropolitana en el Siglo XXI. Políticas Territoriales, Modos de Produc-
1
ción de Suelo, y Transformaciones Socio espaciales en el Área Sur de la RMBA” . El propósi-
to es indagar en los procesos de expansión urbana del Área Sur de la RMBA, las transfor-
maciones territoriales y las consecuencias socio espaciales y ambientales, a partir de reco-
nocer los modos de producción de suelo, comprender y explicar las lógicas de los actores
involucrados, así como los vínculos con las políticas sectoriales de tierra, vivienda e infraes-
tructuras y de ordenamiento territorial.
En este marco el patrimonio natural y cultural, se aborda como una oportunidad para es-
tablecer mecanismos de conciliación con los modos y calidad de vida, tales como el des-
arraigo y la pérdida de recursos naturales a la vez que rescata actitudes frente al patrimo-
nio, evitando la obsolescencia, utilizando la valoración de los recursos patrimoniales al
servicio de los problemas locales: locación habitacional, generación de centralidades y con-
solidación comunitaria como estrategia de desarrollo local.
A partir del estudio de valores naturales y culturales combinados sobre la mancha de expan-
sión urbana relevada en el periodo 2004 – 2017, el patrimonio tangible e intangible se inter-
preta en términos de oportunidades y amenazas consolidando una visión de dependencia
del desarrollo local, configurando una nueva visión centro-periferia como instrumento de
intervención para la integración. En esta búsqueda, el instrumento normativo existente no es
suficiente y por esta razón, deberán considerarse otras lecturas del patrimonio desde la par-
ticipación ciudadana y la difusión de sus valores y atractivos como rasgos de una construc-
ción comunitaria. A partir de esta aproximación al tema de estudio surgen nuevos interro-
gantes que nos impulsan a mirar con mayor detenimiento cada caso en particular y proyec-
tar desde la lectura del pasado, las posibilidades futuras de un patrimonio que es testigo de
lo que este territorio quiso ser y es la mira hacia mejores oportunidades.
El Área Sur Metropolitana de Buenos Aires, comprendida por los partidos de Avellaneda,
Quilmes, Berazategui, Florencio Varela, San Vicente, Brandsen, La Plata, Berisso; Ensenada,
Magdalena y Punta Indio, es un rico escenario para comprender los procesos de expansión
urbana. Delimitada por las cuencas del Río de la Plata y Samborombón, se desarrolla en
una planicie pampeana ligeramente ondulada cruzada por arroyos, donde el clima y las
características del suelo, la hacen propicia para el cultivo de maderas blandas, vides y fru-
tales, actividades que han erradicado la flora y fauna original. Desde el siglo XVII el área era
conocida y poblada, y por consiguiente la tierra y el paisaje fueron profundamente modifi-
cados a causa de la actividad agropecuaria. La presencia del Río de la Plata constituye un
componente fundamental, tanto como recurso esencial para la economía, la salud y la re-
creación, así como por su situación estratégica para la navegación y el comercio exterior.
También el área es expresión física de los momentos sociales, políticos y económicos que
1
(Proyectos I+D, U163) acreditado UNLP U163 (2017/2020). Director: Arq. Mg. María Julia Rocca, Codirector: Arq.
Esp. en Planificación Urbana y Regional Miguel Seimandi.
ha transitado nuestro país. “El pago de mayor extensión era el de Magdalena, se extendía
desde el Riachuelo, el Río de la Plata, el Salado y el Pago de La Matanza” (Levene, 1942).
A la llegada de los españoles ya existía un camino hacia el sur, que habían surcado lo Gua-
raníes, y que Garay denominó “El camino Real”, fraccionando esta faja costera desde el
actual Parque Lezama, hasta Magdalena. La suerte de estancias y chacras componían una
2
unidad territorial denominada Pago . Las reducciones indígenas primero, y los estableci-
mientos productivos después, constituyeron el inicio de los asentamientos sobre los que
diversos acontecimientos marcaron las transformaciones territoriales. Desde la coman-
dancia de fronteras, los Fuertes: Barragán y Atalaya (siglo XVIII); los establecimientos Pa-
rroquiales; la actividad comercial ligada al puerto natural de la Ensenada, con los Saladeros
y los Frigoríficos; y hacia 1852 el cordón de Fortificaciones a orillas del Salado. Cada uno de
ellos incidieron en el origen de los núcleos urbanos de Barracas al Sur (Avellaneda), Quil-
2
SALVADORES, Antonio (1930): “Ensayos sobre el Pago de la Magdalena durante el siglo XVIII” Publicaciones del
Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires. Pág. 5 capitulo 2.
mes, Ensenada, Berisso y Magdalena, y sin perder su carácter rural, el territorio fue su-
friendo cambios paisajísticos y de ocupación del suelo.
Pero las transformaciones de mayor impacto inician en el siglo XIX un proceso de urbaniza-
ción con la construcción del Ferrocarril, que promueve y da origen a nuevos núcleos urba-
nos y asentamientos industriales; la fundación de la ciudad de La Plata, como foco de capi-
talidad y de cultura; y la construcción del Puerto, que afianza la radicación de inmigrantes
llegados a mediados del siglo. La consolidación del eje vertebral del área, primero como
camino Real y luego con el Ferrocarril del Sur, tiene vías secundarias, que lo conectan con
el interior de la provincia y afianzan, asimismo, el crecimiento de otros poblados. En térmi-
nos generales, estas transformaciones sostienen el rol agropecuario hasta la primera mitad
del siglo XX. A partir de 1940, el proceso de migraciones internas inicia un proceso de co-
nurbación entre los núcleos urbanos existentes, estableciendo una red de rutas y caminos
que estructuran el área.
Las siguientes décadas, dejan sus huellas en el área de estudio, ya sea por la pérdida de
espacio rural, la declinación de la actividad industrial y la contaminación del agua y el sue-
lo. En menor medida que en el eje norte, la “suburbanización de elites” va creciendo sobre
los corredores viales principales sobre el litoral vinculado a la Autopista La Plata Buenos
Aires, donde conviven con extensa superficies de asentamientos informales, y la Autovia
Ruta 2 donde ya se han constatado esas tendencias en Berazategui, La Plata y Brandsen, y
también en la Ruta 36 en Magdalena y Punta Indio. Si bien los partidos pertenecientes a la
primera y segunda corona, presentan un marcado proceso conurbación también las ten-
dencias de urbanización mantienen un extenso territorio rural con centros urbanos pe-
queños y de crecimiento más lento, condición que le suma a los valores paisajísticos ya
mencionados, el del patrimonio de las estancias y los pueblos rurales. Si bien los partidos
pertenecientes a la primera y segunda corona, presentan un marcado proceso conurbación
también las tendencias de urbanización mantienen un extenso territorio rural con centros
urbanos pequeños y de crecimiento más lento, condición que le suma a los valores pai-
sajísticos ya mencionados, el del patrimonio de las estancias y los pueblos rurales.
METODOLOGÍA
Interpretar las huellas que los procesos de transformación del área de estudio dejan en
el territorio, y reconocer el significado que adquieren en la construcción de la identidad.
Establecer los límites de amortiguación del patrimonio natural en la franja de transi-
ción entre el sistema urbano y rural como factores en la composición de los valores
paisajísticos y la calidad de vida.
Para un análisis más detallado se tomarán muestras con el criterio de “Selección intencio-
nal” (se seleccionan casos paradigmáticos del universo según criterios fijados por un espe-
cialista o conocedor de las variaciones que presenta dicho universo). Los casos particula-
res, se ajustan a la unidad de Administración municipal, para lo cual se tendrá en cuenta un
Partido o Municipio que sea representativo de las situaciones observadas en otras líneas
de trabajo; y un segundo muestreo de situaciones específicas que pongan en relieve la
asociación del recurso patrimonial en los procesos de expansión y particularmente, de
fragmentación y pérdida de calidad de vida.
De una periferia desordenada y precaria, los resultados que se esperan alcanzar parten de
descubrir una diferenciación territorial o alguna identidad cultural que apuntale el arraigo,
posibilite el desarrollo y consolide la integración socio espacial.
MARCO CONCEPTUAL
El patrimonio de los pueblos es “el testimonio vivo de sus tradiciones seculares” (Carta de
Venecia, 1965). Esta primera definición perdura en el proceso de evolución del concepto de
patrimonio. La entidad del patrimonio hoy ya está instalada. Ya en la década del 70 el pa-
trimonio se entiende como parte del proceso de planificación (planificación integrada) en-
tendida como una continuidad histórica en la conformación de los “entornos cotidianos”
incorporando la dimensión humana, la interacción de funciones y la diversidad social y
cultural que definen el carácter de esos entornos. Esta primera idea fue evolucionando
hacia el concepto de “conjuntos históricos” (Nairobi, 1976) y “ciudad histórica” (Washington,
1987). Pero la dimensión social necesitó varias décadas, desde aquellas primeras intencio-
nes, para asentarse en el cuerpo doctrinario, superando el estado propositivo y avanzar en
la formulación de procedimientos, compromisos e incumbencias. En 2003, la Unesco re-
afirmo el concepto de patrimonio inmaterial como elemento de identidad e integración.
El debate sigue abierto, y entre las múltiples dimensiones en que se enfoca hoy el compo-
nente patrimonial, la mirada supera el concepto de monumento para abordar un campo
más amplio y más rico en contenidos, de la mano del concepto de Paisaje cultural. Si bien
la expresión “cultural” se asocia frecuentemente como lo opuesto a lo “natural”, o como el
conjunto diferenciado de hábitos y costumbres de un grupo humano, a los efectos de este
trabajo, se adopta la definición de cultura como “…el conjunto de procesos donde se elabo-
ra la significación de las estructuras sociales, se la reproduce y transforma mediante opera-
ciones simbólicas.” (García Canclini, 1989). Desde esta perspectiva el territorio como espa-
cio apropiado, se explora desde los valores del patrimonio como “ la evolución de la socie-
dad humana y sus asentamientos a lo largo del tiempo, condicionados por las limitaciones
y/o oportunidades físicas que presenta su entorno natural y por las sucesivas fuerzas so-
ciales, económicas y culturales, tanto externas como internas.” (WHC.05/2 2 de febrero de
2005, Art. 47)
Sobre esta base doctrinaria y los conocimientos preliminares del área de estudio, las ob-
servaciones estarán dirigidas según las siguientes dimensiones:
En los procesos de expansión urbana se ponen de manifiesto los cambios más significati-
vos en el proceso de producción, uso y apropiación del suelo. En esta dinámica se forman
asentamientos con una organización comunitaria basada fundamentalmente en valores
familiares o colectivos. Los habitantes pierden identidad, porque emigran de otros contex-
tos y afectan la construcción del patrimonio material, algunos porque no lo poseen; otros
porque lo fundamentan en valores ajenos (grupos privilegiados “autosegregados” en urba-
nizaciones cerradas). La falta de identidad perjudica la cohesión social e inhibe la participa-
ción, en tanto las evidencias físicas del pasado no se interpretan en el marco de un proceso
de desarrollo cultural más integral. En este sentido el patrimonio es una construcción que
integra hábitos o costumbres de las distintas comunidades (patrimonio inmaterial, lugares
/ festividades) con el suelo que habitan (territorio / paisaje).
Desde hace un par de décadas la mayoría de los gobiernos occidentales han comenzado a
incluir a la cultura en sus agendas de desarrollo. A partir de ello, una gran cantidad de es-
tudios se han elaborado con el propósito de investigar las diversas formas en que la cultu-
ra puede contribuir de forma exitosa a confrontar los retos del futuro. Con ello, se intenta
examinar y valorar la contribución de los elementos culturales en las actuales estrategias
de desarrollo social y económico que permitan el progreso de los niveles de calidad de vida
y bienestar social dentro del marco de la sostenibilidad. Así, se intenta reafirmar la dimen-
Estudios previos permiten conocer los rasgos de la in-sustentabilidad del modelo de desa-
rrollo urbano extensivo en Latinoamérica: el crecimiento de la urbanización, la dificultad de
la preservación ambiental, la asignación social desigual del capital natural (De Mattos:
2001, Aguilar, op. cit y Rocca: 2010), y en contextos metropolitanos la evolución de segmen-
tos del territorio a distintas velocidades (Cicolella: 2014). También destacan que bajo ese
modelo de crecimiento las políticas de suelo “urbanizadoras” facilitan la dispersión y la
fragmentación de los tejidos, la ruptura de las continuidades y el aumento de las distancias
(Borja, 2014), en el marco de intensos procesos de desigualdad social y urbana, y del sur-
gimiento de nuevas configuraciones y formas de organización. Borja (op. cit.) plantea que
la ciudad como sistema polivalente e integrador sólo está presente en algunas áreas, y
desde esa visión la fragmentación se expresa entonces en términos sociales, políticos,
económicos y físicos. Es en ese marco que la integración surge como criterio de interven-
ción necesario en áreas de crecimiento expansivo para superar la fragmentación.
3
A partir del Informe Brundtland (ONU, 1987) el concepto de Desarrollo Sustentable se ha
ido incorporando en la agenda internacional y en las agendas locales urbanas, con diferen-
tes connotaciones a lo largo del tiempo: mediciones sobre capacidad de carga, el uso de
indicadores y el concepto de “huella ecológica” para visualizar patrones de producción y
consumo individuales y colectivos; y la revalorización de la gestión local para articular los
principios de este paradigma a nivel urbano. En el mismo sentido, la Ley de Acceso Justo al
Hábitat (Ley 14449/2012) asocia para la Provincia de Buenos Aires el derecho a la ciudad y
la vivienda, a la promoción de condiciones de hábitat adecuado que favorezcan la integra-
ción plena a la vida urbana, a partir del acceso a infraestructuras, equipamientos y servi-
cios; el desenvolvimiento de actividades sociales y económicas; y el usufructo de un hábitat
culturalmente rico y diversificado. (art.11a)
RESULTADOS
3
Plantea el requerimiento de estrategias diferentes para alcanzar el principio de sustentabilidad, de acuerdo al
contexto social, político, económico y ambiental específico de cada país; las inequidades social y económica en-
tre Norte y Sur como aspectos cruciales en la crisis ecológica mundial que impactan directamente en la explota-
ción y degradación de los recursos naturales del planeta; y los nuevos problemas ambientales globales que
demandan la negociación internacional para la búsqueda e implementación de soluciones.
Componentes del patrimonio en el área estudio. Tipos, factores y relaciones con los
procesos de expansión urbana, las políticas sectoriales y de planificación
Patrimonio rural: las estancias, sostienen el rol agropecuario hasta la primera mitad
del siglo XX;
Patrimonio ferroviario: consolida la formación de núcleos urbanos y el asentamiento
industrial;
Patrimonio industrial: a partir de 1930, favorece las migraciones internas y el proceso
de conurbación;
Patrimonio inmaterial: hechos y acontecimientos que guardan la memoria local de
las comunidades.
Una segunda lectura, enfoca los componentes patrimoniales en las manchas de expansión
relevadas en el periodo entre 2004 y 2017, para determinar los casos de estudio más re-
presentativos sobre los roles que asume el patrimonio en los procesos de expansión y su
capacidad de atracción e integración. Si bien la mayoría de los partidos pertenecientes a la
primera y segunda corona, presentan un marcado proceso conurbación, también coexisten
otros partidos, localizados hacia el sur, que conservan un extenso territorio rural con cen-
tros urbanos pequeños y de crecimiento más lento, condición que le suma a los valores
paisajísticos ya mencionados, el del patrimonio de las estancias y los pueblos rurales.
El partido de Berazategui, comparte su historia con el Partido de Quilmes hasta 1960, año
en el que se declara su autonomía. Aun así, ciertos acontecimientos determinan algunas
particularidades en su nacimiento y evolución. Con la llegada del Ferrocarril se potencia la
incipiente actividad industrial de la zona. Un cambio total de la fisonomía lo produce la
llegada de Cristalerías Rigolleau en 1908; el pueblo agrícola y ganadero se pierde en su
nuevo rol. El marcado movimiento industrial de esa época de esplendor, contrasta con la
extensión actual del Parque Provincial Pereyra Iraola, declarado Reserva de Biosfera en el
año 2007 en la categoría Parque Provincial y Reserva de la Biosfera.
Pero, el patrimonio natural desempeña un papel diferente que supera los límites del Parti-
do de Berazategui, actuando como espacio contenedor de la expansión. El Parque Pereira
Iarola, Reserva de Biosfera de Unesco y la Costa de Hudson, decreto 825- 08/10/91- Crea-
ción Reserva de la Selva marginal de Hudson - Ord. 2331; se definen a su vez en el Código
como “reserva por valores naturales y ambientales y paisajísticos s/ord. 1259/85. Protec-
ción de bienes culturales y reservas naturales” y “zona núcleo intangible- zona de reserva
En las regiones metropolitanas, se observa en los límites de la región urbana una vincula-
ción con espacios predominantemente rurales, donde viven personas que trabajan en la
ciudad, los que reciben la denominación de “áreas rururbanas”. En conjunto el área periur-
bana y la rururbana conforman “una red de asentamientos urbanos dispersos que posee
características sociales y económicas propiamente urbanas, y que funcionalmente está
constituida como un espacio unitario”. (Precedo Ledo: 1988) Esta nueva tendencia de urba-
nización, de naturaleza difusa hace referencia a la ausencia de límites físicos y socioe-
conómicos. En ella, los efectos combinados de expansión y dispersión dan lugar a áreas
intermedias donde se mantienen rasgos del espacio rural pero donde se asienta población
que no depende económica ni socialmente del campo. (Proyecto I+D 2017, U163).
Hacia el sur área Metropolitana, El Rincón de Noario frente a Punta Piedras fue el primer
eslabón de una cadena de estancias que consolida el arraigo poblacional al sur de Magda-
lena: Juan Jerónimo, La Verde, Santa Rita, el Destino son algunos de los establecimientos
Los casos de estudio que se han utilizado como prueba metodológica tienen dos atributos
en común. Ambos poseen una Reserva de Biósfera, que desde distintas perspectivas, obtie-
nen un reconocimiento internacional. Estas Reservas exceden la proyección y la acción local,
e involucran el interés y el compromiso científico, productivo y de emprendedores, desde
distintas instituciones y entidades que promueven y difunden los valores que representa.
Berazategui y Punta Indio, asimismo, son partidos relativamente jóvenes que trabajan desde
sus recursos locales en la construcción de una identidad propia, que los diferencie de su pa-
rentesco con Quilmes y Magdalena, respectivamente. Desde la acción cultural y la promoción
turística se reconoce en las páginas web oficiales un trabajo firme y constante que pone en
valor la historia, el carácter y el patrimonio para la construcción de la memoria local.
REFLEXIÓN
Los resultados compartidos en este trabajo, mas allá de encausar el desafío de mirar la di-
mensión patrimonial en entornos complejos como son los resultantes de los procesos de
expansión urbana, abren nuevas interrogantes a medida que nos acercamos a los problemas
específicos de estas áreas y nos alejamos de la visión formal de la valoración del patrimonio.
Esta mesa tiene entre sus objetivos poner en evidencia las relaciones entre los procesos de
construcción de la identidad cultural y las transformaciones territoriales. En este sentido los
procesos de expansión urbana ponen de manifiesto los cambios más significativos en el pro-
ceso de producción, uso y apropiación del suelo, en tanto esta dinámica compromete el pa-
trimonio natural y cultural en términos de puesta en valor, obsolescencia y destrucción.
El universo que hasta este momento hemos podido recortar nos presenta una proyección
promisoria tanto en la cantidad y envergadura de los bienes identificados, como en los ins-
trumentos y organizaciones que directa o indirectamente actúan sobre esos bienes. Los
ejemplos que se han seleccionado como casos de estudio, aportan claridad en la compren-
sión de factores, procesos y consecuencias; que bien podría entenderse como lo que sucede
en el caso de Berazategui y lo que está por suceder, en el caso de Punta Indio. Esta dialéctica
nos compromete a reconocer las reglas del juego, para apuntalar, desde la mirada mediata
de la investigación, la resolución de los problemas emergentes de los órganos de decisión.
Somos conscientes de que se nos han quedado variables en el camino, no menores. Pero
con este primer avance que nos abre tanto material de estudio como inquietudes, espera-
mos poder presentar en el próximo encuentro con mayor claridad, los factores que com-
prometen la fragmentación, y la identidad, desde la articulación del patrimonio cultural con
los procesos de expansión urbana, como una construcción que integra hábitos y saberes
de las distintas comunidades.
Referencias bibliográficas
Artículo impreso
Rish Lerner, Erik M. (2005): El valor de la cultura en los procesos de desarrollo urbano
Ciccolella P. (2014): Metropolis Latinoamericanas: Mas Allá de la Globalización. Buenos Aires: Editorial
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Capítulo de un libro
Rocca, M.J y otros. (2003) “Ordenamiento Territorial de asentamientos urbanos con compromiso
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Tesis
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https://derechoalaciudadflacso.files.wordpress.com/2014/01/jordi-borja-revolucion-urbana-y-
derechos-ciudadanos.pdf
Palabras clave: Bahía Blanca, patrimonio, termalismo, puesta en valor, desarrollo turístico.
Resumen
La ciudad de Bahía Blanca posee patrimonio termal, el cual, puesto en valor a partir del
desarrollo de un centro termal y de prácticas turístico-recreativas relacionadas con esta
temática, permitirá que la localidad sea reconocida como destino, encontrando en el tu-
rismo una nueva actividad productiva y posibilitando una mayor difusión del patrimonio
histórico y de la cultura local. Para que esto pueda ser posible, es necesario que se produz-
ca un proceso de patrimonialización.
Ante lo expuesto, el primordial objetivo del presente estudio consiste en analizar la posible
activación y puesta en valor del patrimonio termal bahiense a fin de que la ciudad de Bahía
Blanca encuentre en esta propuesta una alternativa de desarrollo local, mediante el turis-
mo termal.
INTRODUCCIÓN
Tras la hegemonía del turismo de sol y playa durante la segunda mitad del siglo XX, comenza-
ron a expandirse nuevos tipos de turismo. Actualmente, la valoración altamente positiva de
las opciones ofrecidas por el turismo alternativo, más precisamente el termalismo, continúa
en incremento alrededor del mundo. En este contexto, entran en juego nuevas motivaciones
en el papel de los centros termales, como la búsqueda de mejor calidad de vida, al mismo
tiempo que el usuario no sólo busca mejorar su salud, sino también aumentar las condicio-
nes para la prevención. Las causas explicativas que según manifiesta Martínez Moure (2004)
son por un lado, la existencia de una nueva cultura del ocio presente en la sociedad actual,
que implica una relación de mayor armonía con el ambiente; y por otro lado, las característi-
cas inherentes al producto termal que son la calidad y la novedad del mismo.
Simultáneamente a la importancia del termalismo por parte de los viajeros, debe tenerse
en cuenta la valorización que se realiza sobre el patrimonio que posee un territorio. En la
ciudad de Bahía Blanca el patrimonio termal está presente, el cual, puesto en valor a partir
del desarrollo de un centro termal y de prácticas turístico-recreativas relacionadas con esta
temática, permitirá que la localidad sea reconocida como destino, encontrando en el tu-
rismo una nueva actividad productiva y posibilitando una mayor difusión del patrimonio
histórico y de la cultura local. Para que esto pueda ser posible, es necesario que se produz-
ca un proceso de patrimonialización (Prats: 2005). Esto es importante ya que el patrimonio
sólo existe cuando es activado -el patrimonio es siempre una construcción social- (García
Canclini, 2005: 186-194).
Ante lo expuesto, el primordial objetivo del presente estudio consiste en analizar la posible
activación y puesta en valor del patrimonio termal bahiense a fin de que la ciudad de Bahía
Blanca encuentre en esta propuesta una alternativa de desarrollo local, mediante el turis-
mo termal.
El trabajo consta de tres partes, además de las reflexiones finales; una introducción donde se
plantea el tema de investigación, su interés y el objetivo. Una segunda parte donde se hace
mención a la metodología utilizada, se expone el marco teórico conceptual y se analiza el área
de estudio. Por último se expondrán los resultados y las principales conclusiones obtenidas.
METODOLOGÍA
Se propone realizar una revisión bibliográfica sobre los principales conceptos involucrados
tales como termalismo, patrimonio cultural, proceso de activación y puesta en valor patri-
monial, a fin de analizar el área de estudio, aplicándolos al estudio de caso. Paralelamente
se trabaja en la obtención de información primaria, a través de la realización de entrevis-
1
tas a informantes clave a fin de conocer la concepción que posee la gestión local sobre el
recurso termal. Fueron consultados la Mg. Julia Arocena responsable del área turística y el
Subsecretario de Desarrollo Económico, Sr. Paulo Garat (actualmente desempeña el cargo
de Director de Rentas del municipio).
Marco teórico
El termalismo es, actualmente, una modalidad turística que presenta un elevado crecimien-
to dentro del denominado turismo alternativo, dado que la demanda de los viajeros ha ido
mutando hacia nuevos productos y destinos. Los autores Araújo y Fraiz (2012:3) plantean
que “en pleno siglo XXI los balnearios ya no son únicamente sinónimo de salud, sino tam-
bién de estética y sobre todo ocio, resaltando el componente lúdico de los mismos”. El Mi-
nisterio de Industria, Energía y Turismo de España (2015), asegura que el turismo termal se
relaciona con varias tipologías de turismo sirviendo como nexo de unión a otros subsecto-
res, situándose en el centro de un complejo entramado de motivaciones y servicios; guarda
una estrecha relación en términos de oferta con el Turismo de Salud, el Turismo Médico, el
Turismo de Bienestar y el Turismo Balneario. Asimismo, con el Turismo Social y con el Tu-
rismo Sénior, mantiene especiales asociaciones en términos de demanda.
Se reconoce al Turismo Termal como un sector con una importancia estratégica, por su
capacidad desestacionalizadora; por la desconcentración geográfica de la oferta; por su
contribución a la creación de empleo; y por su sostenibilidad. Por lo tanto, resulta evidente
1
Las preguntas realizadas, pueden visualizarse la figura II, del anexo.
2
El tamaño de la muestra fue determinado mediante la calculado online:
http://www.netquest.com/es/panel/calculadora-muestras/calculadoras-estadisticas.html
el apogeo del sector termal y la potencial contribución que puede aportar al desarrollo
local, como la generación de empleo en la zona o la mejora de las infraestructuras ante la
inminente llegada de turistas. Sumado a todo lo mencionado debe considerarse el compo-
nente social y la medida en que la propia población local hace uso de tales instalaciones.
Por otra parte, resulta importante destacar el valor que los turistas le otorgan al patrimonio y
su relación con el termalismo. El patrimonio cultural consiste en una categoría de clasifica-
ción de objetos socialmente construida; es una construcción social que se materializa a
través de una selección y concentración de bienes culturales (Prats, 1998; Tugores y Planas,
2006; Hernández I. Martí, 2008; Ariño, 2012; García Cuetos, 2012; Davallon, 2014). Su inter-
pretación es dinámica, ya que depende de la construcción social, de la interpretación y de la
definición que hace una sociedad de él en un tiempo y un contexto determinado.
Las aguas son consideradas como “patrimonio” natural y cultural, como parte constitutiva
de un territorio: el autor Haesbaert (2002) lo sostiene cuando alega que son parte de espa-
cios, los cuales además de ser la base económica y política de determinados grupos socia-
les, son fuentes de identificación cultural y referencia simbólica. La concepción patrimonial
de las termas implica al mismo tiempo su entendimiento como recurso, como elemento
“valorizable” en las estrategias de desarrollo territorial (Madariaga Mota, J.M., Azkarate, A.,
Antigüedad, I., Onaindia, M., Díez, J.M., Telleria, K., et al- Euskampus, n.d.).
Asimismo, Prats (2005) realiza una distinción entre patrimonio local y patrimonio localiza-
do. Al referirse al patrimonio local, habla de localidades con referentes patrimoniales con
escaso interés más allá de la comunidad, mientras que la valoración e interpretación del
patrimonio localizado a nivel local no tiene porque coincidir con la de los visitantes. Así, el
interés del patrimonio localizado trasciende su ubicación y es capaz de provocar por sí
mismo flujos de visitantes con relativa independencia de la misma (Prats, 2005:23).
Área de estudio
El último censo arrojó la cantidad de 301.501 habitantes (INDEC, 2010) lo que la convierte
en una ciudad media por su tamaño demográfico, y al constituir un nodo de servicios es-
pecializados, donde se desarrollan actividades portuarias, industriales y comerciales, se
posiciona como un centro regional relevante y un centro urbano de tamaño intermedio.
Gracias a la excelente accesibilidad, se facilita la conexión con las principales ciudades del
país a través de rutas nacionales y provinciales, vías férreas y aéreas caracterizando a la
localidad como centro de escala, recreación y servicios.
En lo que respecta al desarrollo de la actividad turística, Bahía Blanca ofrece una diversa
oferta vinculada a la actividad cultural, a los acontecimientos programados y a los espectá-
culos tanto de índole deportivo como teatral. En los últimos años se está posicionando
como sede de turismo de reuniones gracias a la disponibilidad de equipamiento e infraes-
tructura de calidad, diversidad de atractivos y personal altamente capacitado para cubrir
las necesidades de un mercado altamente exigente.
Acerca del patrimonio termal, Bahía Blanca está emplazada en la cuenca termal del Norte y
según lo afirma Bonorino (1998), cuenta con pozos factibles de ser reutilizados para la ex-
tracción del líquido elemento a altas temperaturas. La cuenca posee aguas bicarbonatadas,
aguas bicarbonatadas cloruradas, aguas cloruradas bicarbonatadas y aguas cloruradas.
Murradás y Coccia (1967) establecen las siguientes características del agua: inodoras, inco-
loras, con presencia de sulfatos, cloruros, calcio, sílice, sodio y flúor.
El acuífero se encuentra entre dos capas: una superior que es permeable, y una inferior
impermeable compuesta por rocas duras (granitos, esquistos y cuarcitas) que proviene de
las afloraciones en las Sierras de la Ventana y otras elevaciones de la zona. La capa imper-
meable en la ciudad de Bahía Blanca, se halla a 650 metros de profundidad, aunque puede
alcanzar los 900 metros en otros sectores. Sobre este basamento existe una capa de de-
pósitos sedimentos cuaternarios. Teniendo en cuenta los análisis fisicoquímicos, el agua
posee las siguientes propiedades terapéuticas: es fortificante, reconstituyente y se puede
utilizar en tratamientos de afecciones reumáticas, articulares y extra-articulares, afecciones
respiratorias y dermatológicas, antiestrés, fibralgias, miorrelajante, estimulación del meta-
bolismo, trastornos musculares y mialgias.
Por todo lo mencionado, la ciudad de Bahía Blanca cuenta con un recurso factible de ser
transformado en un atractivo turístico. Sin embargo, es preciso recalcar que un territorio aun-
que posea sitios naturales o culturales no necesariamente tiene potencial turístico, ya que es
condición que cuenten con características particulares como: conectividad, accesibilidad, in-
fraestructura, entre otros, para que se facilite el desarrollo de planes, proyectos y programas.
RESULTADOS
El turismo es una actividad que está en pleno auge y crecimiento aunque algunos destinos
tradicionales han perdido relevancia por la aparición y demanda de productos alternativos
tal es el caso del turismo de salud y el termalismo.
Los resultados hallados demuestran que actualmente existe nulo aprovechamiento del
recurso natural termal en la localidad de Bahía Blanca, por lo tanto, es imperativo abordar
la puesta en valor del mismo a través del desarrollo de un centro termal como una herra-
mienta para el desarrollo. La conversión del recurso termal en atractivo, es decir la puesta
en valor y la activación del patrimonio termal, cumpliría un doble propósito: uno turístico,
permitiendo el uso de un nuevo espacio para los bahienses y toda la región; y otro terap-
éutico, para la rehabilitación de pacientes con problemas de salud. A su vez, el impulso de
esta actividad traería importantes beneficios desde el punto de vista socioeconómico ya
que generaría empleo directo e indirecto y porque permitiría computar a la misma, en el
producto bruto geográfico (PGB) local. A su vez, el interés que esta modalidad representa
para el desarrollo territorial produciría una diversificación económica, la consolidación de
productos con identidad territorial, la posibilidad de ampliar la oferta de productos y la
generación de oportunidades para nuevos emprendimientos.
Bahía Blanca
Algunas características que pueden desarrollarse con el paso del tiempo promoviendo el
turismo alternativo hacia el desarrollo local mediante la activación del patrimonio termal
bahiense son las siguientes: creación de empleo local de manera directa en el sector servi-
cios; estimulación de la rentabilidad de las industrias domésticas locales; generación de
entrada de divisas en el país e inversiones en la economía local así como su diversificación;
procuración del entendimiento y la toma de decisiones entre todos los colectivos sociales
para su coexistencia con otros recursos; incorporación de una planificación lo cual asegu-
rará un desarrollo turístico adecuado a la capacidad de carga del ecosistema; mejoramien-
to de los transportes locales, las comunicaciones y las infraestructuras básicas; ofrecimien-
to de actividades que pueden ser disfrutadas tanto por la comunidad local como por los
turistas; contribución a la preservación del patrimonio histórico y cultural; y la revaloriza-
ción de su entorno y sus características culturales y manifestación de la importancia de los
recursos naturales y culturales para el bienestar de la comunidad local.
El uso de aguas subterráneas en la ciudad de Bahía Blanca, estuvo supeditado en una pri-
mera etapa al consumo humano debido a que su composición es apta, pero luego de la
apertura del Dique Paso de las Piedras, se dejó de utilizar por el elevado costo de realiza-
ción de los pozos surgentes. En la ciudad de Bahía Blanca existen varios pozos surgentes
sin uso, con posibilidad de acondicionarse para su utilización en un centro termal (Bonori-
no, 1998) de los cuales el ubicado en la intersección de las calles Rojas y Punta Alta, ha sido
seleccionado para la realización de un centro termal “Termas de la bahía” (Gambarota y
Leonardi, 2016). El predio cuenta con algunas instalaciones ya existentes y tiene una di-
2
mensión de 10.000 m . La infraestructura existente consiste en un pozo surgente de 722
metros de profundidad el cual deberá rehabilitarse parcialmente para su funcionamiento,
piletas de material y una vivienda, todo deberá ser acondicionado para su utilización. Este
predio era perteneciente a Obras Sanitarias de Buenos Aires (OSBA) y actualmente está en
manos del gobierno de la provincia de Buenos Aires. El pozo fue cerrado en 1974 debido a
que el dique Paso de las Piedras abastecía de agua a la ciudad y, a partir de allí, sólo se
elaboraron estudios para conocer el estado de conservación del mismo, pero sin reactivar-
lo. La determinación de la localización del centro termal, se realizó teniendo en cuenta las
siguientes cuestiones: existencia de un pozo surgente que pueda ser acondicionado, terre-
no con medidas suficientes para instalar el centro termal; proximidad al mercado; vías de
comunicación y disponibilidad de medios de transporte; servicios públicos como por ejem-
plo luz, agua corriente, etc.; próximo al Hospital Interzonal Dr. José Penna (hospital público
provincial de importante envergadura) y cercanía al centro de la ciudad.
Se puede inferir a partir del análisis de las entrevistas realizadas a los informantes clave,
los siguientes aspectos:
Por otro lado, de las encuestas realizadas a la población residente se puede inferir que:
Ante lo expuesto, se puede determinar que la población residente de Bahía Blanca de-
manda productos referidos al termalismo, pero no posee un registro referido a que en la
ciudad existe el recurso mencionado. Al momento de plantear la posibilidad de la imple-
3
Ordenanza Nº 16.232 (Julio de 2012) que declara de Interés Municipal, la explotación de Aguas Termales para uso
medicinal, recreativo y de consumo humano, como actividad estratégica para el desarrollo del partido de Bahía
Blanca y crea el CONSORCIO BAHIA BLANCA TERMAL (Consorcio de Gestión, Desarrollo y Promoción para la Ex-
plotación de Aguas Termales en el Partido de Bahía Blanca), con el objeto de planificar, impulsar, gestionar y
desarrollar la actividad de explotación de aguas de origen termal.
De esta manera, se puede concluir que desde el gobierno local posee una visión positiva
sobre el recurso y existe un interés en propiciar el desarrollo de la actividad turística termal
en la localidad, aunque actualmente se encuentra limitado en el aspecto financiero.
CONCLUSIONES
Por lo desarrollado en el presente trabajo, se puede concluir que la mera presencia y de-
tección del recurso termal en este caso, en la localidad de Bahía Blanca, no garantiza el
surgimiento de prácticas y motivaciones turísticas en relación al mismo. Sin embargo,
según lo analizado en estudios anteriores (Gambarota y Leonardi, 2016), puede conside-
rarse que existe una mirada turística objetiva (Urry: 1996) al momento de demandar activi-
dades relacionadas al termalismo en su concepción general como producto turístico, aun-
que no se posee un registro de su potencialidad en la localidad. Es decir, los turistas han
configurado sus deseos, necesidades y gustos a través de la construcción de una mirada
turística la cual es definida en función de los grupos sociales, de cada sociedad y de cada
contexto socio-histórico. En la actualidad, la actividad termal constituye uno de los objetos
a mirar y, por lo tanto, provoca el desplazamiento hacia un destino donde sea posible la
realización de actividades relacionadas al mencionado atractivo.
De esta manera, la condición de atractividad del recurso termal bahiense se construye en rela-
ción a dos dimensiones: por un lado, los intereses de los turistas y las formas en que se confi-
guran sus gustos, deseos y necesidades que definen los objetos a mirar; y por el otro, el interés
de los actores que en el lugar de destino definen de algún modo, la atractividad turística.
Las tendencias muestran que la sociedad actual busca cada vez en mayor medida realizar
actividades termales, tanto recreativas como para el cuidado de la salud. Las condiciones
de los turistas que configuran la mirada turística están dadas debido a que la demanda
termal se encuentra en constante crecimiento, no obstante, es necesario que la población
local reconozca y valore la existencia del recurso y requiera su activación. Desde este en-
cuadre resulta fundamental el apoyo de los actores políticos de la localidad, a fin de que se
propicie el desarrollo turístico termal, la creación de un centro termal y se realice la infraes-
tructura turística necesaria para tal fin.
Siguiendo el análisis de Prats (2005), en la ciudad de Bahía Blanca el patrimonio local coin-
cidiría con el patrimonio localizado, debido a que la valoración e interpretación de la pobla-
ción coincide con la de los visitantes. Es decir, el atractivo termal y las actividades que deri-
va, son demandados y valorados positivamente por ambos actores dado que se produce
un consumo del mencionado producto cada vez en mayor cuantía.
De esta manera, el turismo termal surge como una estrategia interesante para la localidad
de Bahía Blanca. La puesta en marcha del proyecto de desarrollo territorial termal junto a
la diversidad de atractivos culturales, deportivos, como centro de turismo de reuniones, su
conectividad, desarrollo comercial y posicionamiento en la región, evidencia un elevado
potencial para el turismo termal.
Considerando una visión a futuro, una vez puesto en funcionamiento el centro termal,
podría configurarse una ruta termal del sudoeste bonaerense junto a las localidades de
Pedro Luro y Médanos, pertenecientes al partido de Villarino a fin de conformar una ima-
gen de marca turística regional en base al termalismo. En este sentido, las rutas turísticas
4
son una estrategia turística que puede reforzar un conjunto de destinos turísticos .
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Urry, J. (1996) O olhar do turista. Lazer e viagens nas sociedades contemporáneas. San Pablo: SESC –
Studio Nobel.
Anexo
Nombre:
Cargo/función que desempeña:
1. ¿Cuál es su opinión sobre la actividad turística en Bahía Blanca?
2. ¿Qué modalidades turísticas se promocionan actualmente desde el área de turismo local?
3. ¿Conoce de la existencia en Bahía Blanca de un sistema hidrotermal profundo extenso que
posee agua potable, surgente, a una temperatura media de entre 55°C y 60°C, el cual podría
ser utilizado con fines turísticos-recreativos?
¿Qué información posee al respecto?
4. ¿Conoce que desde el IIESS – UNS – CONICET se está trabajando en la potencialidad del
recurso termal para convertirse en atractivo turístico?
5. ¿Considera interesante el desarrollo y la conversión del recurso termal en atractivo turístico?
¿Por qué?
6. ¿Cree que el desarrollo del recurso termal para la actividad turístico-recreativa podría traer
importantes beneficios a la ciudad? ¿Cuáles?
7. ¿El Municipio se ha planteado el objetivo de fomentar el uso turístico-recreativo del recurso
termal bahiense?
8. ¿Se está impulsando desde el gobierno local algún proyecto turístico vinculado al
aprovechamiento del recurso termal?
9. ¿Cuáles son las principales dificultades que observa para concretar el desarrollo y la
promoción turística del recurso termal en la ciudad de Bahía Blanca?
10. ¿Desde el Municipio estarían dispuestos a brindar apoyo para el desarrollo de alguna
propuesta en relación a la creación de un centro termal en la localidad de Bahía Blanca?
ltedesco@criba.edu.ar
Resumen
Los alimentos con identidad territorial promueven el desarrollo de la región, contienen el éxo-
do rural, revalorizan la cultura y conectan a la gente del lugar con sus saberes y su historia.
Ello explica que en los últimos años el Estado aliente este tipo de certificaciones en la produc-
ción de alimentos. La hipótesis de este trabajo es que hay limitaciones que están dadas prin-
cipalmente por la heterogeneidad de las producciones y por su grado de informalidad.
La venta es un 90% de aceite extra virgen en forma minorista y dentro de la región. La cali-
dad es excelente por las propiedades que le aportan el suelo y el clima de la región.
La Universidad Nacional del Sur, junto con la Universidad Nacional del Sudoeste y la Uni-
versidad Nacional de Mar del Plata, acompañados por el INTA, están estudiando y aseso-
rando al sector desde hace más de 5 años.
INTRODUCCIÓN
Los alimentos vinculan un espacio rural con la sociedad. De esta manera revalorizan la
cultura, conectan a la población, contienen el éxodo rural y promueven el desarrollo. Por
ello el Estado debe tener un rol activo en la formación de estos procesos.
entre otros. Y lo más importante es que se trata de amalgamar dos tipos de producción
que parecieran ser opuestos: la tecnología para lograr una escala de producción que sea
económicamente rentable y lo artesanal de la producción que es lo que busca rescatar en
este tipo de concepto.
Este proceso implica conseguir que el producto a certificar garantice la inocuidad lo que es
difícil por la marginalidad e informalidad que caracteriza la producción de los mismos y
adaptarlo a las exigencias de un consumidor cada vez más informado y, además, a los
estándares de calidad internacionales que están contemplados en la legislación. Este pro-
ceso, entonces, conlleva repensar la infraestructura y afianzar las relaciones de confianza
entre los integrantes de la cadena de valor.
Por otra parte, se debe garantizar la genuinidad del producto, es decir que no se pierda la
tipicidad por cumplir las normas.
METODOLOGÍA
Área de estudio
A diferencia del restante 75% del territorio provincial que pertenece a la región denomina-
da pampa húmeda, el SOB forma parte de la región semiárida, árida y subhúmeda-seca del
país, poseyendo características climáticas y edáficas que la diferencian del resto de la pro-
vincia en cuanto a sus potencialidades y limitantes productivas primarias.
En virtud de ello, en el año 2007 se creó el Plan de Desarrollo del Sudoeste Bonaerense a
través de la Ley 13647, el cual persigue los siguientes objetivos:
Diferenciar a la Región del Sudoeste del resto de la provincia por sus características
climáticas, edáficas y de potencial productivo, asumiendo su pertenencia a las regio-
nes Subhúmeda seca, Semiárida y árida del territorio nacional.
Apoyar a los sistemas considerados sustentables, a través de políticas tecnológicas,
de transferencia y extensión, de educación y capacitación, financieras, e impositivas.
Integrando al concepto de sustentabilidad condiciones productivas, sociales y
económicas.
Crear el marco legislativo e institucional que le de permanencia a la diferenciación
regional y a las políticas de apoyo.
Técnicas de análisis
El análisis se basó en reuniones grupales con los productores de olivos, proceso que se
desarrolló entre los años 2015 a 2017.
Dada la tendencia decreciente en la asistencia de los mismos a los encuentros que se fue-
ron proponiendo desde la UNS, en el año 2017 se decidió entrevistarlos en forma indivi-
dual concurriendo los investigadores a las fincas. Las entrevistas tuvieron formato libre,
fueron de 40 minutos en promedio y las preguntas se orientaron a indagar acerca del des-
interés por acudir a los encuentros grupales. Ello posibilitó saber que no asistían por creer
que el proyecto de lograr un marca colectiva es un tanto utópico ya que hay mucho recelo
entre los productores de la localidad de Coronel Dorrego (en donde se radica el 85% de las
fincas y que ya tienen mayor experiencia en la producción) y los de Bahía Blanca (localiza-
dos principalmente en Cabildo y compuesto por producciones incipientes y con escaso
volumen de producción).
RESULTADOS
Cabe aclarar que previo a la aplicación de esta metodología de trabajo fue necesario reali-
zar un censo para cuantificar la cantidad de productores de aceite; su perfil socioeconómi-
co; el tamaño de sus fincas; las relaciones entre ellos, sus clientes y sus proveedores; el
volumen de producción; las características del proceso productivo y su comercialización,
entre otros aspectos.
En base a los encuentros grupales con los productores de aceite de oliva virgen extra del
Sudoeste Bonarense y las posteriores entrevistas, se pudieron hallar los siguientes resulta-
dos que constituyen un diagnóstico acerca de la posibilidad de avanzar con éxito en el pro-
ceso de construcción de una marca colectiva (Tabla Nº1):
Tabla 1. Diagnóstico del estado de situación respecto de una marca colectiva para el AOVE
del SOB
*Heterogeneidad de
calidades (en términos
* Buen potencial de
de proceso). *Lograr
calidad comercial dadas
CALIDAD * Desconfianza de los previsibilidad en las
las condiciones edafo-
productores por calidades de todos
climáticas de la región
adulteración con aceites
de otras regiones
* Presencia de la Cámara
* Localismo a la hora de
de Olivicultores del SOB y
imaginar los alcances de
de las cooperativas de
una marca regional: *Generar más
olivicultores de Cabildo-
Dorrego, Cabildo, Puan interrelación entre
Bahía Blanca y Coronel
No hay una visión productores de la
Dorrego.
regional de la actividad región
* Conocimiento por parte
en los productores *Consolidar
INSTITUCIONALIDAD de la Secretaría de
* Heterogeneidad en espacios
Y ORGANIZACION Producción de Coronel
escala de producción y institucionales que
Dorrego de la existencia
en la edad de los abarquen la
de los productores.
productores diversidad (de
* Participación del INTA,
* Visiones encontradas escalas)
la UNS, la UPSO y la
sobre el funcionamiento
UNMdP de proyectos de
de la Cámara de
investigación y extensión
Olivicultores
Del análisis de la tabla puede verse que hay elementos positivos que se centran en la bue-
na calidad del aceite y en su participación creciente más que nada a nivel local pero tam-
bién con una buena proyección fuera de la región ya que una buena parte se produce con
el objetivo de los visitantes a las sierras y a las playas de llevar un recuerdo.
Otro elemento positivo es que existen instituciones conformadas por la Cámara de Olivicul-
tores y dos Cooperativas. Sin embargo, las mismas trabajan como compartimentos estan-
cos y además, no tienen una participación activa en potenciar la producción y venta del
aceite de oliva. Tampoco en realizar encuentros técnicos ni asesoramiento legal entre los
productores. Este rol fue desarrollado por las universidades mencionadas a los largo de
estos años que han estado vinculadas al sector mediante diferentes proyectos que depen-
dieron algunas veces del Ministerio de Agroindustria de la Nación, y otras de la Secretaría
Nacional de Políticas Universitarias.
Otro gran problema que se expone en la tabla es que algunos de los productores mezclan
su aceite con el que compran en la región de cuyo, de manera de cumplir con la demanda.
Esto provoca recelo entre los mismos ya que no lo ven como algo positivo a la hora de aso-
ciarse y encarar juntos el desarrollo de una marca colectiva para todos.
Además, de los 48 productores que se identificaron en el censo, hay una importante canti-
dad que no ha obtenido aún aceite ya que sus plantaciones tienen menos de 4 años de
antigüedad y, por otro lado, hay unos pocos que tienen sus montes fuera de producción
por abandono.
Hay dos grandes desafíos que pasan en primer lugar, por educar a los consumidores en el
uso del aceite de oliva para cocinar e incluso, en otros usos como cosmética y salud. Los
estudios hechos por la UNS y la UPSO demuestran que el consumidor decide en primer
lugar por el precio y ello atenta contra el consumo de este producto que cuesta más del
doble que el obtenido del girasol o del maíz. Y, por otro lado, apoyar a los productores para
lograr que se formalicen e inscriban en los diferentes registros de establecimientos pro-
ductores, de SENASA y en los que establece el Código Alimentario Argentino.
Otro aspecto relevante es que los productores casi no participan en ferias locales y mucho
menos en aquellas como la Exposición Rural de Palermo en donde se pueda expandir el
horizonte del mercado. Ellos venden su producción vía internet, entre los conocidos y
compañeros de trabajo y algunos pocos en puestos que están a la vera de las rutas de en-
trada a la ciudad de Bahía Blanca y en verdulerías o dietéticas de barrio.
Conclusión
El análisis de la Tabla Nº1 permite confirmar la hipótesis planteada acerca de las limitacio-
nes que enfrenta el proceso de formación de una marca colectiva para el aceite de oliva
virgen extra del Sudoeste Bonaerense.
Además, se pudo comprobar que, si bien los productores pertenecen al mismo sector y
obtienen un producto de similares características, vale decir que de excelente calidad en
términos relativos al obtenido en otras regiones del país, no hay una tradición que vincule
a la región con esta actividad y además los volúmenes producidos son escasos.
Referencias bibliográficas
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Chile. Noviembre.
SCHIAVONE, E., (2003), Indicaciones Geográficas, Revista Derechos Intelectuales, volumen 10, Ed. Astrea
HISTORIA E IDENTIDAD EN EL
NOROESTE DE LA PROVINCIA DE
BUENOS AIRES: TRES ETAPAS DE LA
TERRITORIALIZACIÓN NOBA
M. Yulna, S. C. Carrizob,a
a
TEAM UNNOBA Centro de Estudios sobre Territorio, Energía y Ambiente. Universidad
Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, Junín, Argentina
b
investigador CONICET Consejo Nacional de Investigaciones científicas y técnicas. CESAL
Centro de estudios sobre América latina UNICEN Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires, Tandil, Argentina
melinayuln@yahoo.com.ar
Resumen
La región Noroeste bonaerense (NOBA) abarca áreas de poblamiento con diferente grado
de antigüedad y consolidación. Se ubica relativamente equidistante a los puertos de Bue-
nos Aires y Rosario, en el área productiva central de la Argentina. Durante el entresiglos
XIX-XX tuvo lugar el proceso de territorialización del NOBA. En ese proceso se identifican
tres etapas que irán definiendo la construcción regional. El proceso se inicia en un espacio
de frontera, caracterizado por la pugna entre indígenas y nuevos pobladores. Esta frontera
representó la primera etapa de la territorialización NOBA. Una segunda etapa dará lugar a
territorios de transición, caracterizados por una co-construcción entre el Estado y los pobla-
dores. Estos territorios de transición, vinculados por nuevas redes y dinámicas, fueron perfi-
lando el espacio productivo rural y la red urbana. Así se llegará a una tercera etapa de re-
definición del espacio del Noroeste bonaerense, que constituyó una nueva territorialidad. El
objetivo de este trabajo es estudiar esas tres etapas, que darán paso a la emergencia de
una nueva región.
INTRODUCCIÓN
El área pampeana y nor-patagónica fue el gran espacio en disputa del siglo XIX. Este espa-
cio de conflictos entre los indígenas y el avance del poblamiento hispano-criollo, se man-
tenía desde la llegada de los españoles al Río de la Plata. El asentamiento paulatino de
poblaciones en el entorno de Buenos Aires permitió extender el territorio controlado por
los distintos gobiernos de turno. Por su parte, el territorio ocupado por los diversos grupos
indígenas se fue modificando durante los siglos XVII y XVIII, hasta poder sintetizar, durante
el siglo XIX, un esquema de localización en sitios relativamente estables en el sur de la pro-
vincia de Buenos Aires, la actual provincia de la Pampa, las zonas serranas del sur de
Córdoba y San Luis, la zona cordillerana de Mendoza y Neuquén y el área inter-fluvial de
los ríos Colorado y Negro. Estas localizaciones diversas promovían que el espacio pampea-
no fuera transitado por los distintos grupos indígenas, ya fuera movidos por necesidades
económicas, ecológicas o políticas. En la provincia de Buenos Aires el límite de la ocupación
poblacional lo marcaba el río Salado. Durante la primera parte del siglo XIX se comenzaron
a aplicar políticas de expansión, para sobrepasar ese límite y adentrarse en territorio indí-
gena. Los gobiernos apelaban al asentamiento de pueblos y estancias para consolidar el
territorio estatal. De este modo, un mismo espacio era disputado por ambos bandos y allí
surgían los conflictos entre indígenas y gobiernos de turno, desde el colonial hasta los in-
dependientes. Ese lugar conflictivo, inestable y fluctuante del espacio pampeano, represen-
taba a la frontera.
La frontera era un espacio intermedio entre los territorios intervenidos por el Estado y
aquellos habitados por indígenas. A medida que avanzaba el siglo XIX se incrementaron las
políticas y acciones para conocer las fronteras y extender los límites estatales. En la provin-
cia de Buenos Aires los indígenas hostiles fueron desplazados, mientras que los indígenas
“amigos”, es decir aquellos que habían logrado acuerdos económicos y de asentamiento
con el gobierno, se afincaban en la frontera bonaerense. Paralelamente, la multiplicación y
desarrollo de las estancias y pueblos fue marcando el camino hacia una des-
territorialización indígena, ya que a medida que se ocupaba el espacio con fines producti-
vos y poblacionales, disminuía el poder y el control de ese espacio por parte de los grupos
indígenas. Desde la segunda mitad del siglo XIX su territorio se había limitado paulatina-
mente y ya no dominaban las pampas. Hacia finales del siglo, se profundizó la política de
control y expansión de la frontera y las tribus fueron arrinconadas hacia la cordillera y el
área patagónica.
En ese escenario tuvo lugar el proceso de territorialización del Noroeste bonaerense (NO-
BA), durante el entresiglos XIX-XX. Ese proceso desembocará en la emergencia de una nue-
va región. La región NOBA abarca áreas de poblamiento con diferente grado de antigüedad
y consolidación. Se ubica relativamente equidistante a los puertos de Buenos Aires y Rosa-
1
rio, en el área productiva central de la Argentina . En la territorialización se identifican tres
etapas que irán definiendo la construcción regional. El proceso se inicia en un espacio de
frontera, caracterizado por la pugna entre indígenas y nuevos pobladores. Esta frontera
representó la primera etapa de la territorialización NOBA. Una segunda etapa dará lugar a
territorios de transición, caracterizados por una co-construcción entre el Estado y los pobla-
dores. Estos territorios de transición, vinculados por nuevas redes y dinámicas, fueron perfi-
lando el espacio productivo rural y la red urbana. Así se llegará a una tercera etapa de re-
definición del espacio del Noroeste bonaerense, que constituyó una nueva territorialidad.
1
La región NOBA se define a partir de una veintena de partidos del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, a los
cuales se puede integrar el Sur de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Para este trabajo, la región
se ha delimitado en los partidos bonaerenses de Pergamino, Rojas, Salto, Arrecifes, Colón, Gral. Arenales, Lean-
dro N. Alem, Junín, Bragado, Chivilcoy, Alberti, Chacabuco, 9 de Julio, Lincoln, Gral. Viamonte, Gral. Pinto, Ameg-
hino y Gral. Villegas.
dades que suplanten a aquella desaparecida irán modelando una nueva identidad
(Haesbaert, 2011).
El objetivo de este trabajo es estudiar las tres etapas de territorialización de la región NOBA,
entre finales del siglo XIX y principios del XX. Para ello el texto se estructura en tres apartados
dedicados a: 1) la frontera; 2) los territorios de transición; y 3) la nueva territorialidad.
1. La frontera
De esta manera, la frontera -constituida en los territorios que no estaban bajo la esfera de
control estatal- provocó que los diversos gobiernos adoptaran políticas tendientes a regu-
larizar ese espacio en disputa. Esas políticas, ya fueran negociaciones o acciones ofensivas,
tenían costos para el gobierno. Si se optaba por la negociación, implicaba tejer una red
diplomática para relacionarse con los caciques, pero también significaba destinar un pre-
supuesto para la entrega periódica de raciones y regalos. Si se optaba por el avance ofen-
sivo, se debían movilizar ejército, milicias -integradas también por indígenas amigos- y de-
finir las medidas de seguridad para establecer fortines y poblaciones futuras. Al mismo
tiempo, el gobierno se ganaba un enemigo -numeroso y cercano- que podía actuar por sí
mismo o coaccionado por antagonistas políticos de Buenos Aires.
En la frontera se identifican tres etapas, cada una caracterizada por algún rasgo distintivo,
ya fuera de contención, de avance o de espacio amortiguador. Así podemos encontrar una
La etapa que va de 1820 a 1852 se definió por el avance progresivo sobre tierras de indíge-
nas y la ampliación del control provincial. A su vez, dentro del período definido se pueden
identificar dos tipos de políticas de avance bien diferenciadas. Por un lado, la política ins-
trumentada durante la década de 1820, que osciló entre misiones de paz y expediciones
2
ofensivas; y coincidió con el proceso de organización autónoma de las provincias . Por otro
lado, la política implementada por Rosas, basada en el avance territorial, pero en el marco
de una negociación pacífica con grupos indígenas aliados. La expansión territorial no nece-
sariamente implicaba un avance agresivo sobre dominios indígenas, sino que el avance
podía ir acompañado de negociaciones pacíficas. Esta fue la estrategia que le permitió a
3
Rosas poner paz en la frontera durante los años que duró su gobierno , y donde además
se destacó su rol diplomático para pactar con los caciques.
Y finalmente, una frontera como espacio intermedio, entre 1852 y finales de la década de
1870. En esta última etapa el avance y el control del Estado obligaba a los grupos indígenas
asentados en territorio provincial a establecer negociaciones definitivas. La fidelidad de los
caciques aliados a Buenos Aires desapareció junto la caída del gobernador Rosas, en 1852, y
esto tuvo consecuencia para los habitantes de la frontera y las poblaciones cercanas. Las
incursiones de malones se incrementaron y la relativa la paz lograda durante el rosismo no
perduró. Pero a pesar de este estado de conflicto, en esta etapa algunas tribus de “indios
amigos” se asentaron definitivamente en la frontera y aquellas que ya lo habían hecho en la
década de 1830, lograron acuerdos legales para disponer de esas tierras. De esta manera se
generó un espacio intermedio relativamente más estable, sobre todo a partir de 1861, cuan-
do varias parcialidades se avinieron a entablar relaciones con el nuevo gobierno bonaerense.
En 1879 se inició la llamada Campaña del Desierto, dirigida por Roca. Esta fue una incur-
sión ofensiva, al interior del territorio indígena, que significó el final de las relaciones inter-
étnicas y el fin de la frontera como espacio de desestabilización. Los indígenas hostiles
habían sido expulsados definitivamente y el territorio bonaerense se encontraba libre de
amenazas, facilitando el escenario para el poblamiento y para el desarrollo de actividades
2
En 1820, el enfrentamiento entre los caudillos de las provincias del Litoral y Buenos Aires produjo la caída del
gobierno central que intentaba mantener unido a gran parte del ex Virreinato del Río de la Plata. Ante la des-
aparición del poder central, se aceleró un proceso de organización autónoma de las provincias que, en algunos
casos, llegaron a convertirse en estados provinciales (Chiaramonte, 1993).
3
Rosas fue gobernador de Buenos Aires en el periodo 1829-1832, Comandante General de Campaña entre 1833-
34 y nuevamente gobernador a partir de 1835, manteniéndose en el poder hasta 1852, luego de ser vencido
por las tropas de Urquiza.
Luego de 1880, entonces, se identifican distintas formas de radicación para los indígenas de
pampa y nor-patagonia. Esto representó una multiplicidad de soluciones en la política de re-
localización de grupos nativos, es decir, respuestas estatales puntuales a casos particulares
de asentamiento. Así se identifican la figura de las reducciones, que pretendían “civilizar” a
estos grupos; y las colonias pastoriles, en las cuales se asentaban los grupos más adaptados
a la vida criolla. Ambas estrategias se inscribían en la idea de un disciplinamiento del elemen-
to indígena previo a integrarlo de manera “invisible” a la sociedad. Pero estas políticas de
tierra para la re-localización indígena, ensayadas con diversas soluciones, no implicaron la
desaparición de estos grupos del territorio estatal. En medio de las acciones oficiales en esta
materia, algunas experiencias puntuales durante la década de 1860 en la provincia de Bue-
nos Aires resultaron exitosas. La concesión de tierras a grupos de “indios amigos” fue una de
ellas. Esta política buscó incrementar el número de indígenas aliados al gobierno, por medio
del otorgamiento de cargos militares, raciones y permisos de asentamiento en la frontera. En
este período muchos caciques obtuvieron la concesión de las tierras que ocupaban, como
contraparte por los servicios prestados en la frontera.
A la par del conflicto con los indígenas, Buenos Aires mantuvo litigios con el resto de las
provincias, sobre todo con las del litoral, que pretendían lograr el libre comercio de sus
puertos, sin pasar por la intermediación del puerto y la aduana porteña. Estos litigios de
índole comercial, pero con un fuerte sustento político, se sostuvieron durante gran parte
del siglo XIX, generando desestabilización institucional y guerras internas.
4
Primera Junta (mayo-diciembre 1810); Junta Grande (enero-septiembre 1811); Junta Conservadora (septiembre-
noviembre 1811); Primer Triunvirato (septiembre 1811- octubre 1812); Segundo Triunvirato (octubre 1812- ene-
ro 1814); y Directorio (enero 1814- febrero 1820).
5
Liderado por Urquiza (ex-gobernador de Entre Ríos) e integrado por las provincias de Entre Ríos, Corrientes,
Santa Fe, Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago de Estero, Catamarca, La Rioja, Córdoba, San Juan, San Luis y Mendoza.
6
También denominado “Confederación” y compuesto por las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Tu-
cumán, Salta, Jujuy, Santiago de Estero, Catamarca, La Rioja, Córdoba, San Juan, San Luis y Mendoza.
Una vez superado el conflicto con los indígenas y allanado el camino político, Buenos Aires
buscó consolidar los territorios ya ocupados y poblar el espacio de frontera. Se trataba de
un proceso en curso, ya que cada paulatino avance de la frontera significó la apropiación
de miles de hectáreas de tierra. Pero también se necesitaba de un marco legal para orde-
nar no solo la tierra sino las instituciones ligadas a ella. Con la sanción de la Constitución
Nacional de 1853 se inició una etapa normativa cuya finalidad era organizar una sociedad y
un Estado modernos. Así se sucederían el Código Rural de la Provincia de Buenos Aires
(1865), el Código Civil (1870), las Constituciones provinciales y Leyes Federales agrarias.
Bajo esta premisa, las tierras de frontera fueron concebidas como una tabula rasa sobre la
cual se podía “dibujar” el esquema de un nuevo Estado. Durante la segunda mitad del siglo
el compendio de leyes y normas destinadas a organizar las tierras públicas aspiraba a al-
canzar un orden institucional que debía traducirse en el plano material. Ese ordenamiento
se reflejaba desde la regularidad formal; y la grilla -o cuadrícula- resolvía el modo de im-
plementación. Sobre las nuevas tierras disponibles se aplicaba una grilla regular que se
superponía a la topografía, introduciendo un orden aparente y otorgando unidad a los
territorios diversos. La grilla se readaptaba en función de las distintas leyes nacionales y
provinciales, de manera que no había una única cuadrícula sino varias. Estos esquemas
respondían a distintos momentos del avance de la frontera, pero también tenían relación
con el estado de madurez de las instituciones encargadas de controlar y producir un mode-
lo territorial determinado. La grilla sirvió para materializar la voluntad de regularización del
Estado y su territorio.
2. Territorios de transición
El conflicto que enfrentaba a las tribus rebeldes al avance del Estado, con las estancias y
pueblos, limitaba el potencial desarrollo de ese espacio en disputa. Cada avance de la fron-
tera representaba la anexión de miles de hectáreas que pasaban a ser tierras fiscales. Esas
tierras fueron directa o indirectamente privatizadas a corto plazo. Entonces, tanto los asen-
tamientos productivos como los poblacionales encontraban en la frontera una posibilidad
de doble -y riesgoso- juego. Por un lado, representaba la oportunidad de expansión y cre-
cimiento, de multiplicación y replicación de modelos en un espacio en donde se mutaba de
una identidad ligada a lo indígena, a una nueva identidad ligada a lo poblacional y produc-
tivo. Por otro lado, la propia frontera frenaba ese proceso de cambios ya que aparecía co-
mo un escollo en el camino. El desarrollo de nuevas actividades no podía ser completo
mientras existiera un estado de conflicto.
En ese clima de hostilidad, entre indígenas y nuevos pobladores, se daba una situación de
transición. Durante el proceso de des-territorialización indígena, es decir, de la pérdida de
poder y control sobre el espacio pampeano, se fueron conformando territorios de transición,
caracterizados como espacios de consenso. La coexistencia de estancias, indígenas y pue-
blos, en un espacio en donde el Estado ejercía un control acotado, fue modelando esos terri-
torios, en los cuales los intereses individuales se hallaban morigerados. El Estado provincial
buscaba regularizar el espacio pampeano y una de las vías era la negociación con los distin-
tos actores. Se produjo así una co-construcción territorial entre el Estado, las estancias, los
indígenas y los pueblos, atenuando los intereses y aspiraciones de cada uno de ellos:
espacio rural a partir de un rol de avanzada, ya que muchas de ellas se ubicaban fuera de
la línea de fortines, sobre tierras fiscales que se entregaban con la condición –no siempre
cumplida- de ser ocupadas con ganado y con habitantes estables, en un contexto de esca-
sa presencia estatal e institucional. La producción rural no estaba monopolizada por los
grandes hacendados, ya que coexistían pequeños y medianos productores, pero la propie-
dad de la tierra pertenecía mayoritariamente a las estancias. La existencia de pequeños
productores estaba sujeta, principalmente, a las figuras del arrendamiento o la aparcería,
es decir, que contratistas de menor escala realizaban tareas rurales específicas dentro de la
gran estancia. Si bien la provincia mantenía un perfil ganadero que requería la producción
de pasturas artificiales, la agricultura había crecido, de manera que se abastecía el merca-
do local y se disponía de excedentes exportables. En función de la ganadería, se adoptó un
sistema de rotación de cultivos complementado con un régimen de aparcería, en el cual
pequeños agricultores explotaban parcelas reducidas para asegurar mejores rindes. A todo
esto, se sumó un proceso de renovación tecnológica que propició el uso temprano de la
maquinaria agrícola.
Las estancias del NOBA no fueron ajenas a una tendencia que se generalizaba en la provin-
cia y que caracterizaría a la gran estancia ganadera de finales del siglo XIX: la parcelación
de sus tierras, es decir, la fragmentación para un mejor aprovechamiento. Esto implicaba la
reducción de su extensión total; la readecuación como establecimientos medianos que
incorporaban una producción mixta agro-ganadera; y la posibilidad de rédito económico
que significaba el asentamiento de población en colonias.
En este proceso se multiplican las estancias como unidades de producción y afirmación del
modelo de grandes unidades productivas, cuya explotación concomitantemente generó
loteos y conformación de poblados. Eso conllevó a que la estancia se constituyera como un
vector de re-territorialización del Noroeste bonaerense. Es decir, un vehículo a través del
cual se iría generando una nueva territorialidad. Estas estancias modelaron el espacio fron-
terizo, que luego consolidarían como espacio productivo.
La estancia, como vector de re-territorialización del espacio NOBA, presenta tres momen-
tos en su desarrollo: de construcción de la frontera; de asentamiento poblacional; y de
consolidación productiva. La fase inicial de ese proceso de construcción territorial se co-
rresponde con el periodo de frontera, en el cual las estancias adquieren una posición de
avanzada y la posibilidad de acceso a la propiedad de grandes extensiones de tierra. La
fase intermedia corresponde al proceso de poblamiento, luego de la des-territorialización
indígena y una vez que la frontera dejó de ser un factor de riesgo para los pobladores y
para la producción. La última fase se vincula con la consolidación del espacio productivo
hacia finales del siglo XIX, durante el periodo de expansión agraria. Allí se introdujeron me-
joras de calidad para la cría de ganado y también la incorporación de la agricultura, am-
pliando el horizonte económico a través de una producción mixta.
Por su parte, los pueblos se fueron constituyendo en agentes de colonización, ya que die-
ron el marco a la instalación de una población estable. El avance de la frontera permitió la
fundación progresiva de nuevos pueblos y partidos y excepcionalmente de comunidades
de “indios amigos” que conformaron poblados al interior de la frontera, en un espacio que
pasaba a estar bajo control provincial. Estos indígenas tuvieron un doble rol: el de exclui-
dos-partícipes, ya que, si bien se vieron despojados de sus tierras, al mismo tiempo logra-
ron consensuar con los gobiernos de turno para permanecer en dichos asentamientos, de
forma estable. Aún en pocos casos, las tribus que lograron acuerdos con los gobiernos
provinciales se amalgamaron a la introducción de un nuevo ordenamiento territorial.
Este modelo de organización del territorio, basado en el pueblo como núcleo social y pro-
ductivo, no prosperó como iniciativa formal en el NOBA, en donde el asentamiento de los
colonos no fue acompañado por una clara cesión de la tierra. El modelo territorial arraiga-
do era producto de la actividad ganadera, es decir, el resultado de grandes extensiones de
tierra prácticamente despoblada. Para cambiar este paradigma no alcanzaba con desear
un modelo basado en la agricultura familiar, sino que se necesitaba de la intervención ofi-
cial que generara las condiciones adecuadas para tal fin. Pero a pesar de no lograr los re-
sultados esperados, la idea de ocupar el territorio mediante la fundación de pueblos pervi-
vió en pleno siglo XX.
Durante el último tercio del siglo XIX se plantearon nuevas políticas estatales para poblar la
provincia. Todas ellas buscaban fomentar la agricultura, mediante el acceso a pequeños
lotes de tierra y la radicación de inmigrantes, que llegaban al país con esta finalidad. En esa
línea, la ley de colonización (1876) tuvo muy pocas e infructuosas iniciativas y fue sucedida
por la ley provincial de Centros Agrícolas (1887). Esta última promovía la creación de núcle-
os poblados para acoger grupos de labradores inmigrantes y se basaba en la estrecha rela-
ción entre las compañías de colonización y las compañías ferroviarias, ya que la producción
de los Centros agrícolas debía tener salida hacia los puertos por medio del ferrocarril. Pero
estos proyectos tampoco se concretaron; en su mayoría fueron acciones especulativas
tendientes a conseguir créditos hipotecarios. Otro intento para promover la agricultura en
torno a los pueblos fueron los ensanches de ejidos, entre 1880 y mediados del siglo XX. Los
remates de los lotes no tuvieron éxito ya que los gastos administrativos – de expropiación,
mensura, peritos- elevaron el valor de la tierra y en muchos casos estas no eran aptas para
la agricultura, con lo cual el Estado las terminó arrendando. Hacia finales del siglo se gene-
ralizó el modelo del arrendamiento de lotes a chacareros inmigrantes; lotes que pertenec-
ían a tierras de estancias. Esto propiciaba el cultivo de tierras para el pastoreo, con lo cual
se mejoraba la cría de ganado y tenía dos consecuencias directas. Por un lado, el predomi-
nio de la gran estancia ganadera; y por otro, la migración golondrina de trabajadores inmi-
grantes que ya no estaban sujetos a las tierras ejidales en las afueras de un pueblo, lo cual
le otorgaba una nueva movilidad al espacio pampeano.
3. Nueva territorialidad
En medio del proceso de co-construcción territorial entre el Estado provincial, las estancias y
los pueblos, los territorios de transición constituyeron una etapa intermedia en la territoriali-
zación NOBA. En la etapa siguiente, las estancias y pueblos que conformaban estos territo-
rios fueron transformados por nuevas redes y dinámicas que actuaban sobre los espacios
productivos rurales y la red urbana en crecimiento, generando una nueva territorialidad.
El cierre definitivo del conflicto con los indígenas había dado pie a la valoración de las tie-
rras últimamente incorporadas, así como la revalorización de las zonas de antiguo pobla-
miento. El crecimiento poblacional y el desarrollo de la actividad agropecuaria, con una
fuerte base ganadera, lograron posicionar a la economía regional en el mercado mundial.
Esto planteaba un nuevo escenario que traía aparejada la modernización de las técnicas de
producción y la obtención de un valor comercial de la tierra. Conforme avanzaba la territo-
rialización NOBA, los territorios de transición co menzaron a incorporar características de
mayor estabilidad, en lo referente a la producción y el poblamiento.
El Estado provincial tuvo un rol primordial en el salto a esta tercera etapa de territorializa-
ción. Pero si bien el motor de crecimiento económico provenía de la actividad agropecua-
ria, su desarrollo dependía de políticas que generaran un escenario propicio al modelo
agro-exportador. Así, la contribución estatal, sumada al aporte privado, puso en funciona-
miento una serie de mecanismos de transformación territorial que contribuían a la emer-
gencia de una nueva región, en un proceso que involucró actores y políticas nacionales y
provinciales. Las intervenciones estatales se encauzaron sobre tres ejes principales: el or-
denamiento del territorio, las redes de transporte e infraestructura y el equipamiento.
taciones. El crédito agrario era indispensable para el desarrollo de una economía moderna
basada en la actividad primaria y las industrias agropecuarias. El Estado -nacional y provin-
cial- acusó esta necesidad mediante la fundación de instituciones bancarias oficiales.
Hacia el cambio de siglo, con una economía en pleno desarrollo y con el aumento de la
población en los pueblos, se incorpora otra red impulsada por instancias de planificación
de alcance nacional y provincial: la construcción de escuelas. Desde la nación, las escuelas
normales se extendieron desde fines del siglo XIX. Desde la provincia, su incremento se dio
a partir de principios del siglo XX. Este despliegue territorial en materia de equipamiento
educativo –como parte de la modernización del Estado- acompañaba al crecimiento pobla-
cional del NOBA.
De manera que la consolidación de los territorios fue un proceso atravesado por políticas
estatales orientadas a la gestión de la tierra, el desarrollo de la infraestructura y la exten-
sión del equipamiento. En este sentido, se buscó afianzar y extender los núcleos de pobla-
ción. Se fue tejiendo una red urbana que sirvió de base a la expansión de las instituciones
estatales y de las redes e infraestructura, conformando una red político-institucional en la
Provincia. También se orientó la modernización de un territorio preponderantemente rural,
mediante la expansión del transporte y equipamiento. Esto suponía una adaptación a los
cambios que imponía la economía agro-exportadora y a la reconfiguración espacial de los
territorios involucrados.
CONCLUSIONES
La frontera pampeana fue un espacio de complejas relaciones entre algunos grupos indíge-
nas y el avance del poblamiento hispano-criollo. Esas relaciones repercutieron en el planteo
de las políticas estatales, ya que los indígenas fueron actores decisivos de la construcción
Las transformaciones en el espacio de frontera dieron inicio a una serie de etapas que de-
terminarían la conformación de la región NOBA. Temporalmente esas etapas se fueron
solapando, es decir, que determinadas características de desarrollo interno de cada etapa
se superponían en el transcurso. Esas características luego darían paso a instancias más
avanzadas. El grado de madurez y consolidación de una etapa, habilitaba el paso a la si-
guiente (Figura 1).
otros casos, como las múltiples colonias y centros agrícolas proyectados hacia finales del
siglo XIX, el vínculo entre ferrocarril y colonización no tuvo los resultados esperados. El
perfil productivo de la región permitió que cada localidad se desarrollara comercialmente y
que sus industrias adquirieran características y especialidades distintivas. Así se formaron
diversos centros regionales que atenuaban el factor gravitacional de Buenos Aires y los
puertos del litoral sobre las localidades de la región. Esta serie de transformaciones se tra-
ducían en la conformación regional del NOBA, como parte de un proceso que involucró
actores y políticas nacionales y provinciales.
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Palabras clave: desarrollo regional, cultura, industrias culturales, indicadores culturales, Rosario.
Resumen
Es a nivel local donde las relaciones entre cultura y el amplio concepto de desarrollo pue-
den observarse con mayor inmediatez y se recomienda que los responsables de formular
políticas, así como los líderes comunitarios y corporativos, destinen esfuerzos a la medición
de las industrias culturales y creativas (UNESCO, 2013).
Rosario ha hecho de la planificación estratégica una de sus políticas públicas con más con-
tinuidad en el marco de continuas administraciones locales. En los sucesivos planes es-
tratégicos realizados en más de dos décadas se pone de manifiesto la importancia que los
aspectos culturales tienen para el desarrollo, potenciando el perfil histórico de la Ciudad y
las industrias culturales que tienen asiento en el territorio, aspectos determinantes de la
identidad cultural local.
El objetivo del trabajo es analizar diversos indicadores económicos del sector cultural en
Rosario y reflexionar sobre la importancia que las políticas públicas en torno a la cultura
han tenido en el desarrollo, en el periodo 2011-2016.
La estimación del Valor Agregado cultural (bienes y servicios finales culturales) constituye
un desafío a nivel local, pero con potencialidades de comparación con otros niveles ge-
ográficos. Se observa un estancamiento en el producto cultural de la Ciudad entre los años
2011-2016. Se destaca la participación del sector público en el gasto cultural.
INTRODUCCIÓN
UNESCO señala que es a nivel local donde las relaciones entre cultura y el amplio concepto
de desarrollo pueden observarse con mayor inmediatez y recomienda que los responsa-
bles de formular políticas, así como los líderes comunitarios y de organizaciones destinen
esfuerzos a la medición de las industrias culturales y creativas.
El objetivo del trabajo, es analizar diversos indicadores económicos del sector cultural en
Rosario y reflexionar sobre la importancia que las políticas públicas en torno a la cultura
han tenido en el desarrollo, en el periodo 2011-2016.
El sector cultural es uno de los de más reciente estudio en la rama de la ciencia económica
y su importancia radica en ser un impulsor del desarrollo territorial e influir notoriamente
en la calidad de vida de sus habitantes y en el crecimiento económico de una región.
Según señalan Ochoa y Canizales (2015), Horkheimer y Adorno acuñaron en 1947 el térmi-
no industria cultural como una crítica hacia la inherente mercantilización en masa de la
cultura caracterizada por la expansión del mercado cultural y por la aplicación de los prin-
cipios de organización del trabajo a la producción cultural.
Luego, a partir de las teorías que explican el crecimiento a largo plazo en función de las
externalidades derivadas de la acumulación de conocimiento (Romer 1986, Lucas 1988) y el
avance de las nuevas tecnologías y la digitalización que atraviesa todos los sectores, las
actividades creativas y culturales cobran un fuerte protagonismo para el desarrollo, espe-
cialmente en los grandes centros urbanos.
Se estimaba que en 2005 estas industrias creativas significaron el 7% del PIB mundial, y
que entre 2002 y 2011 el intercambio global en productos creativos se duplicó (Ochoa y
Canizales, 2015).
La definición de este sector no es uniforme en las distintas economías y esto se debe a que
aún no existe una clasificación uniforme para su descripción, es por ello que uno de los
principales inconvenientes que tiene es el poder definirlo, y ello se debe también a que
existen distintas definiciones del término cultura.
Castell (1999) define a la Industria Cultural como: “un conjunto de ramas, segmentos y acti-
vidades auxiliares industriales productoras y distribuidoras de mercancías con contenidos
simbólicos, concebidas por un trabajo creativo, organizadas por un capital que se valoriza y
destinadas finalmente a los mercados de consumo con una función de reproducción ide-
ológica y social”.
Para UNESCO (2013) las industrias culturales son “formas de producción y consumo que
tienen en su centro un elemento expresivo o simbólico, la creatividad humana y la innova-
ción a nivel individual y grupal son la clave que las impulsa”.
Los estudios de la contribución económica del sector cultural se inician en la década del 70
con la realización de la Conferencia de la UNESCO de Ministros Europeos de Cultura. En los
80 un grupo de trabajo UNESCO/Comisión Económica para Europa, determinó algunas
consideraciones para el diseño de las estadísticas culturales, surgiendo, como resultado, el
Framework for Cultural Statistics en 1986.
A mediados de los 90, la Comisión Europea, a pedido de los Estados miembros, establece el
Grupo Lider en Estadísticas de Cultura (1997) siendo uno de los objetivos la armonización
de las estadísticas relativas al empleo en el sector cultural, la financiación y las prácticas
culturales, como así también la construcción de indicadores sobre museos, bibliotecas,
artes visuales y teatro.
A fines de los 90 se crea el Convenio Andrés Bello (CAB) que es un organismo internacional
formado por Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, México, Panamá, Paraguay, Pe-
ru, República Dominicana y Venezuela a los que posteriormente se unen la Argentina y Uru-
guay, siendo uno de sus objetivos “ofrecer una propuesta metodológica común para la medi-
ción económica de la cultura, que sea rigurosa en lo técnico y en lo conceptual, que pueda ser
aplicada y que sea la base informativa para la elaboración de políticas culturales” (CAB, 2009).
En el año 2009 la UNESCO presentó una revisión del manual de 1986 para la implementación
de proyectos nacionales que contempla la recolección y análisis de datos estadísticos de las
“industrias culturales” y de las actividades relacionadas a la creatividad en general. Por pri-
mera vez se tienen en cuenta las “nuevas tecnologías” que transforman la cultura y las for-
mas de acceder a ella, los derechos de propiedad intelectual y los efectos de la globalización
sobre el sector que cambia las pautas de producción y difusión de los productos culturales.
Finalmente podemos decir que a raíz de lo arriba expuesto las industrias culturales y creativas
tienen una presencia cada vez mayor en la formulación de las políticas a la vez que se remarca
que éstas son generadoras de innovación y tienen un gran potencial para el desarrollo
económico, generando valor agregado, creando puestos de trabajo, y actuando como elemen-
to cohesivo y de inclusión en la sociedad. En efecto, según UNESCO (2013) “Hay una necesidad
urgente de encontrar nuevos cauces de desarrollo que estimulen la creatividad y la innova-
ción en la búsqueda de un crecimiento y un desarrollo sostenible, equitativos e inclusivos…”.
La medición del sector cultural es para UNESCO uno de los puntos importantes sobre los
cuales los países deben trabajar. A pesar de las dificultades expuestas por Yoya y Zabala
(2017) en la estimación del valor agregado a nivel local, siguiendo los lineamientos y reco-
mendaciones mencionados por la CSC, se procedió a estimar de manera preliminar dicha
variable para el ámbito de la Ciudad de Rosario.
La importancia de contar con la estimación del valor agregado cultural para la ciudad radi-
ca en la posibilidad de realizar comparaciones regionales con diferentes niveles geográficos
(provincia y nación) como con otras localidades del país o del mundo. Además permite
estimar la importancia de las industrias que generan mercancías y servicios finales cultura-
les en el Producto bruto geográfico observando su importancia en la región como poten-
ciadoras del empleo y el crecimiento económico.
En el año 2015 en IIE elaboró una propuesta de medición del sector cultural rosarino en
base a los lineamientos metodológicos de la CSC nacional, constituyendo un desafío ante
1
las limitantes de información . Posteriormente con la actualización de la metodología de la
CSC (en el año 2017) se especificaron aún más las ramas integrantes por sector.
La estimación del VA cultural para el periodo 2011-2016 para la ciudad de Rosario se realizó
siguiendo los lineamientos de la CSC, utilizando el siguiente procedimiento metodológico:
1. Utilizando los valores de facturación corrientes por rama de actividad considerada cul-
tural, se reagruparon de acuerdo a los criterios de la CSC para obtener los sectores cul-
turales. Esta medida de facturación es asimilable al valor bruto de la producción.
2. Aplicando a los valores anteriores la relación VA / VBP que surge de la información
censal (CNE2004/05) expuestos en la metodología de la CSC nacional, se obtuvo el
valor de la variable VA por sector cultural a precios corrientes. Posteriormente estos
valores fueron ajustados por subregistro.
3. Finalmente al VA cultural a precios corrientes se lo deflactó por los Índices de Precios
Implícitos publicados por el INDEC a nivel nacional, para obtener la variable a precios
constantes de 2004.
4. Lo anterior permitió obtener la parte privada del VA. En cuanto a la contribución del
sector público municipal y provincial al VA cultural se tomó la remuneración total al
personal de la Secretaria de cultura y educación y del Ministerio de Innovación y Cul-
tura -estimando la participación del empleo provincial en Rosario- deflactada por un
índice del salario de empleados públicos nacional.
1
El Centro de Información Económica (CIE) de la Municipalidad de Rosario dispone de la serie de facturación- por
rama de actividad económica (según CIIU)- desde el año 2011, siendo esta variable un insumo clave para la es-
timación del VA.
En la ciudad de Rosario las emisoras de radio y televisión y la impresión, edición, distribución y venta de
diarios, periódicos y revistas, se encuentran exentos en la tributación del Derecho de Registro e Inspección.
Para las actividades mencionadas, que pertenecen los sectores audiovisual y de libros y publicaciones, se
encuentra como limite la no disponibilidad de la facturación total para los años considerados. Por tanto el
valor agregado resultante de la estimación se encuentra subestimado para estos sectores. Por otro lado, el
sector contenido digital constituye uno de los sectores más dinámicos y que mayor incremento de volumen
ha tenido en los últimos años a nivel nacional (pasando de una participación en el VA cultural cercana al
3,5% en 2011 al 10,5% en 2016), sin embargo ante la imposibilidad de desagregar los datos de consumo de
la Encuesta Nacional de Consumos Culturales y Entorno Digital del 2013 para la ciudad de Rosario, no hay
certeza sobre qué porción considerar de las ramas que la integran. Para facilitar la comparación a diferentes
niveles geográficos y su comprensión, se decidió no considerar a nivel nacional los sectores audiovisual y
contenido digital, sabiendo que la participación de los restantes sectores sobre el VA cultural total ascendió
al 70% en 2011.
Si bien esta estimación debe considerarse como preliminar, permite hacer comparaciones
de la variable VA cultural con el producto bruto geográfico (PBG) para conocer la importan-
cia relativa del sector.
En el año 2011 la participación del sector cultural en el PBG ascendió a al 1,06% en térmi-
nos reales. Por otra parte, la participación del VA cultural en el Producto Bruto Interno na-
2
cional en el mismo año ascendió al 1,64% .
La definición del sector cultural por parte del OIC presenta algunas diferencias con respec-
to al establecido por el manual de la CSC nacional. Los sectores se agrupan de la siguiente
manera: Editorial, gráfico y fonográfico; Artes visuales y escénicas; Audiovisual y Servicios
3
creativos y culturales conexos. Realizando una reasignación de las ramas de acuerdo a la
CSC (2017), y excluyendo las actividades incluidas en audiovisual y contenido digital, se
obtuvo que el VA cultural de CABA sobre su PBG en 2011 ascendió al 3%.
En tanto la composición por sector cultural para la ciudad de Rosario en el año 2011, consi-
derando los sectores incluidos en la estimación, resultó como muestra el siguiente gráfico.
Figura 2. Composición del Valor Agregado cultural por Sector Cultural. Ciudad de Rosario
año 2011
Nota: multisectorial corresponde a la particiapción del gasto público municipal y provincial en diferentes actividades
relacionadas a la cultura.
Fuente: Estimaciones preliminares del IIE
2
Este valor es el correspondiente a la variable VAB cultural sin considerar audiovisual y contenido digital. Conside-
rando dichas actividades este porcentaje asciende al 2,3%, según SInCA (2017).
3
Estas diferencias implican que la comparabilidad se vea reducida si se incluyeran todas las actividades como
impresión y la venta al por mayor de libros; edición de periódicos, revistas y de publicaciones periódicas; servi-
cios informáticos y actividades conexas y servicios de arquitectura e ingeniería y servicios conexos n.c.p.
Se destaca la participación del Diseño (33,84%) por sobre el resto de los sectores. Le sigue
en importancia el sector Publicidad (13,01%) y Libros y publicaciones (3,65%), en términos
de las actividades privadas en la ciudad. Por otra parte el valor agregado generado en dife-
rentes sectores (multisectorial) por el gasto público tanto municipal como provincial parti-
cipa con aproximadamente 47% del VA cultural rosarino.
Figura 3. Evolución del Valor Agregado cultural a precios corrientes y constantes. Ciudad
de Rosario, años 2011-2016
4
En artículos del IIE se ha trabajado sobre un estancamiento en términos reales de la economía rosarina desde
2011.Como indican Ghilardi y otros (2017) se identifica “un periodo de “estancamiento” (2010-2013) y caída
(2014). La recuperación moderada del VAB de la Industria en la Región Rosario, con respecto al nacional, indica
que a nivel local los efectos de una economía ralentizada por fenómenos como el inflacionario y la desacelera-
ción en los precios internacionales impactó sobre ramas que habían sido pujantes.
Figura 4. Evolución del Valor Agregado cultural por sector de actividad a precios
constantes. Ciudad de Rosario, años 2011-2016
Sectores como artes escénicas y espectáculos artísticos, producción y edición musical mos-
traron claramente un incremento de su valor agregado hasta 2016 y posteriormente caen,
superando este crecimiento al registrado para los mismos sectores a nivel nacional. Diseño y
publicidad descienden durante todo el periodo en la economía rosarina; por su parte a nivel
CABA libros y publicaciones y publicidad son los de mayor crecimiento en términos del VA.
A nivel nacional el sector con mayor crecimiento en el periodo 2011-2016 fue formación
cultural (32,52%) y artes escénicas y espectáculos artísticos (16,08%). Sin embargo los sec-
tores no considerados en la comparación son los que han tenido un comportamiento des-
tacable: el sector de contenido digital creció 156% y el audiovisual un 19,80%, entre puntas.
Por otra parte se observa que en Rosario el valor agregado generado por el sector público
se incrementa los primeros años (2011-2014) y luego se mantiene.
Rosario entiende a la cultura como una actividad que mejora el bienestar físico y psíquico
de la población y es un vector para el desarrollo económico en términos de la creatividad e
innovación. En ese sentido los principios fundamentales de las políticas culturales, son los
siguientes (Cardini 2014):
Llevar a cabo las políticas públicas requiere de un compromiso por parte de las institucio-
nes gubernamentales que tendrá a cargo la ejecución de las mismas. En 1993, la Subsecre-
Por su parte, Rosario posee una importante oferta de servicios culturales provistos desde
el gobierno Municipal y Provincial. Las actividades y espacios culturales han jugado un rol
muy importante desde los inicios de la Planificación Estratégica de Rosario.
Estadio de la música.
Promoción de fiestas y celebraciones populares: festival música urbana.
Preservación del patrimonio urbano y arquitectónico.
Agencia de cultura.
Semana de la creación y el diseño.
Feria del libro.
Creación de carreras universitarias vinculadas al diseño.
Sello discográfico.
Por su parte el Plan Estratégico Rosario Metropolitano (PER+10), finalizado en 2008, esta-
blece como una de sus cinco líneas estratégicas, la línea denominada “Creación e Innova-
ción”, que incluye dentro de sus proyectos varios pertenecientes al ámbito de la Cultura
Por último el Plan Estratégico 2030 es ante todo una suma de acuerdos y en ese sentido en
2017 la Municipalidad de Rosario empezó a trabajar con los representantes de universida-
des, las organizaciones sociales, los colegios profesionales, los sindicatos y las autoridades
religiosas para pensar qué visión se puede construir sobre la cultura, y es así, que surgió el
taller “Rosario, su cultura y su innovación”.
….las Políticas Culturales necesitan resignificar las jerarquías entre cultura y edu-
cación y es por ello que en forma transversal y mancomunada con las áreas de
Desarrollo Social, Salud, Educación, Trabajo, Producción, etc., se constituyen ex-
celentes modos para integrar, incluir y garantizar la igualdad, fortaleciendo lo
simbólico, el aprendizaje de saberes múltiples, la capacitación laboral, el disfrute
del arte y el espectáculo, y en definitiva el rescate y fomento de todas las formas
de construcción de ciudadanía…
dió al 3,81% a precios corrientes. Por su parte la participación del gasto ejecutado por la
Secretaria de Cultura y Educación de Rosario fue 4,10% sobre el gasto total.
REFLEXIONES FINALES
En este sentido, en el Plan Estratégico Rosario (PER) del año 1998 se menciona a la diversi-
dad de la oferta educativa y el alto nivel de sus producciones culturales como fortalezas en
cuanto a que son consideradas parte del capital social urbano que pretenden accionar
contra la pobreza.
Por su parte en el Plan Estratégico Rosario Metropolitana (PER +10), se detectan como for-
talezas su reconocimiento como ciudad con cultura creativa y emprendedora, con capaci-
dad de innovación, como un nodo cultural con infraestructuras y expresiones artísticas y
recreativas de excelente calidad y acceso universal.
Además Rosario se identifica como la cuna de hitos históricos y emblemas nacionales, co-
mo así también de personalidades famosas en diversas actividades culturales (teatro,
música, literatura).
En por ello que resulta trascendente la construcción de una identidad cultural entendida
no solo como un perfil histórico de la ciudad sino también asociada a la promoción de las
industrias culturales por parte de los actores públicos.
Entre las actividades que se destacan a nivel local por su evolución en el periodo 2011-2016
se encuentran artes escénicas y espectáculos artísticos, producción y edición musical, las
cuales no tenían en 2011 una importante participación en el VA, pero que han tenido a
nivel nacional un crecimiento significativo. Por otra parte diseño, publicidad y libros y pu-
blicaciones, las principales en participación, registraron un decrecimiento en dicho periodo.
Referencias bibliográficas
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de Magister en Desarrollo y Gestión Territorial. UNR. Rosario, Argentina.
LA ORGANIZACIÓN DE FIESTAS
POPULARES EN EL SUDOESTE
BONAERENSE (ARGENTINA) COMO
ALTERNATIVA PARA LA DINAMIZACIÓN
DE LAS ECONOMÍAS LOCALES
M. I. Haag, M. C. Martin
Departamento de Geografía y Turismo. Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca,
Argentina
ADETER.
isabel.haag@uns.edu.ar, cecilia.martin@uns.edu.ar
Resumen
Este trabajo ha pretendido, en primer lugar, identificar, sistematizar y clasificar los eventos
realizados en la región, diferenciándolos por generaciones. El análisis propone además,
identificar qué actores han participado de manera activa en la construcción y en la puesta
en marcha de estas iniciativas a lo largo del período histórico.
Finalmente, desde una perspectiva decididamente crítica, nos hemos propuesto reconocer
en qué medida estas iniciativas han sido capaces de movilizar de manera efectiva las eco-
nomías locales y si han logrado construir alternativas genuinas de desarrollo local.
INTRODUCCIÓN
En efecto, el viraje de las políticas públicas hacia modelos más abiertos y descentralizados,
con crisis económicas recurrentes, en un contexto de globalización y cambio tecnológico,
conforma un escenario complejo que altera de manera notable las dinámicas locales, plan-
tean desafíos y abren posibilidades para el desarrollo de nuevas iniciativas económicas. Par-
ticularmente, en la región del sudoeste bonaerense, numerosas localidades se enfrentan a
situaciones críticas que incluyen en muchos casos, un deterioro de sus actividades producti-
vas tradicionales y un creciente desempleo, el envejecimiento progresivo del equipamiento e
infraestructura y un éxodo continuo de su población joven hacia las grandes ciudades con
mayor oferta laboral y educativa. En este contexto, la búsqueda de alternativas generadoras
de cierta dinámica económica, irrumpe como una necesidad vital y, en este marco, el turismo
y la recreación parecen emerger como una posibilidad atractiva y factible.
Sea por un motivo u otro, la generación de fiestas o eventos locales como recurso para el
desarrollo del turismo cobró impulso en todo el mundo en los últimos años. El turismo de
eventos se ha consolidado, por ser un segmento que puede desarrollarse en cualquier
momento y en cualquier lugar, ya que se llevan a cabo independientemente del tiempo y
de la época del año.
Este trabajo ha pretendido, en primer lugar, identificar, sistematizar y clasificar los eventos
realizados en la región, diferenciándolos por generaciones. El análisis propone además,
identificar qué actores han participado de manera activa en la construcción y en la puesta
en marcha de estas iniciativas a lo largo del período histórico.
Finalmente, desde una perspectiva decididamente crítica, nos hemos propuesto reconocer
en qué medida estas iniciativas han sido capaces de movilizar de manera efectiva las eco-
nomías locales y si han logrado construir alternativas genuinas de desarrollo local.
Los productos territoriales han de ser competitivos y generar ingresos, para así
cumplir la función social de mejorar el nivel de vida de los habitantes locales y
han de traspasar las fronteras de forma que se logre explotar la identidad terri-
torial en los mercados globales (Aranda y Camboriza, 2007:368).
En el plano teórico, las teorías de desarrollo endógeno aportaron marcos argumentales que
avalaron estas posibilidades. En la Globalización, son las economías locales y regionales las
que compiten y en este sentido, son las responsables de construir caminos para el desarrollo
mediante la puesta en valor de recursos y capacidades propios, la innovación permanente y
la creación de condiciones de competitividad para insertarse satisfactoriamente en los mer-
cados de bienes y servicios. En este sentido, el desarrollo endógeno es entendido como:
Es en este contexto en el que el turismo recreativo emerge como una posibilidad factible,
en un escenario de demanda creciente y recursos escasos. Aún las localidades que carecen
de atractivos capaces de alentar una actividad turística masiva y sostenida en el tiempo, se
han abocado de manera creciente a identificar y poner en valor activos territoriales suscep-
tibles de constituir atractivos singulares para alentar el turismo local/regional. En este ca-
mino, se advierte una creciente voluntad de hurgar en la historia local, en los saberes y en
Ello ha contribuido además a reforzar las capacidades locales, en particular de las adminis-
traciones municipales, tradicionalmente relegadas a la administración de servicios y a la im-
plementación de políticas diseñadas y financiadas por los gobiernos provinciales y naciona-
les. La descentralización que en el caso argentino, no ha estado orientada a un reparto más
equitativo del poder político y económico a instancias menores de la administración, sino
que por el contrario, ha sido una de las facetas de crisis del Estado Nacional, ha dotado sin
embargo, de un mayor protagonismo a actores públicos, privados y colectivos en los espa-
cios locales, en la búsqueda de alternativas para el desarrollo. Como afirma Alburquerque,
la gestión de las iniciativas de desarrollo local exige, sobre todo, de una nueva
mentalidad alejada de la lógica del subsidio y de la pasiva espera a que los pode-
res públicos, la inversión extranjera y las grandes empresas, el sistema de pro-
tección social o la cooperación internacional, aporten soluciones” (...); se trata, en
definitiva, de “superar la fuerte identificación de las actuaciones de ámbito local
o territorial como políticas asistenciales o marginales (Alburquerque, 2005:38).
Los cambios en los gustos y en las preferencias que se expresan en una diversificación de
la demanda turística, conducen a la conformación de un nuevo escenario en el que la re-
creación y el turismo se consolidan como una práctica habitual para sectores cada vez más
amplios de la sociedad actual.
En este sentido Valls (1996) hace referencia a un nuevo entorno turístico, asociado a las
nuevas características del visitante, sobre todo en relación a la manera de consumir; esto
evidencia una mayor complejidad de las prácticas turísticas y recreativas en relación con las
nuevas motivaciones de los visitantes, crecientemente orientados a la búsqueda de vaca-
Aparecen entonces nuevos hábitos de viajes, entre los que se destaca un mayor interés por
viajes más cortos de fin de semana, así como una fusión excursión/turismo/recreación, que
da lugar a una nueva concepción del tiempo de ocio, con segundas y terceras vacaciones
(Bigné Alcaliz, Font Aulet y Andreu Simo, 2000). La evolución y mejoras en los sistemas de
transporte han contribuido a ello.
También en este contexto, es cada vez más habitual que los residentes de espacios rurales
y urbanos se desplacen durante los fines de semana o días no laborables para realizar acti-
vidades al aire libre y en contacto con la naturaleza. Se trata de una actividad realizada a lo
largo de todo el año, por lo que este tipo de prácticas recreativas permiten en buena me-
dida reducir la estacionalidad y contribuir al desarrollo de dinámicas productivas que bene-
fician a las localidades.
territorio pueden ser activados de modo tal que constituyan atractivos capaces de motivar
el desplazamiento temporal de los viajeros. La globalización pone en valor no sólo lo singu-
lar, lo específico, sino también los atributos simbólicos que están presentes en los bienes y
servicios que se ofrecen. Y en este camino, las identidades territoriales son redescubiertas
y reapropiadas por la comunidad que al mismo tiempo, las reconstruye y las convierte en
un bien de consumo para el turismo. Como advierte Gallicchio (2005), “una identidad colec-
tiva nunca es pasado solamente, no es sólo lo dado, sino que siempre está siendo. La identidad
es una construcción simbólica que significa una apropiación selectiva del pasado, elaborada en
el presente, respondiendo a prioridades y propósitos contemporáneos y políticamente instru-
mental” (Citado por Aranda y Camborizo, 2007:37).
En relación con el caso que nos ocupa, las características propias de la ruralidad bonaeren-
se en cuanto a la diversidad productiva y a los procesos migratorios que se desarrollaron
en estos espacios, generan un gran potencial para el desarrollo de fiestas populares. En
este contexto, la búsqueda de especificidades procura incorporar al mercado ofertas singu-
lares vinculadas a la gastronomía, a ciertas tradiciones, producciones, saberes, creencias
religiosas, que no buscan más que redescubrir y reinventar el pasado. En este contexto es
el turismo un vehículo de reconstrucción de imágenes colectivas hacia dentro y hacia afue-
ra de la comunidad. Como señala Bustos Cara:
Las fiestas populares constituyen de esta manera, un intento por poner en valor elementos
constitutivos del patrimonio material e inmaterial de los lugares. A diferencia de otros mo-
mentos históricos, se observa una valoración creciente del patrimonio intangible que anida
en la cultura y en las tradiciones locales y que se visibiliza en las artes, en las danzas, en la
gastronomía, en los ritos y en las formas de producir. Un gusto por lo auténtico, por lo folcló-
rico y lo tradicional, y en este sentido, se valora particularmente el contenido simbólico que
subyace en los elementos materiales y en las prácticas sociales que se promocionan.
El desarrollo constituye el fin último que en general, persiguen estas iniciativas de activa-
ción patrimonial. Pero como señala Morano, existen otras motivaciones posibles que en
todo caso, buscan revitalizar dinámicas sociales, culturales y económicas que se ven debili-
tadas, especialmente en pequeñas localidades y zonas rurales:
La región del sudoeste bonaerense está integrada por los partidos de Adolfo Alsina, Gua-
miní, Coronel Suárez, Coronel Pringles, Coronel Dorrego, Monte Hermoso, Puan, Saavedra,
Tornquist, Bahía Blanca, Coronel Rosales, Villarino y Patagones (Figura 1), que en conjunto,
integran el 25% de la superficie provincial y el 4% de la población correspondiente a la
misma jurisdicción (INDEC, 2010).
Desde el punto de vista ambiental, forma parte de la región pampeana, aunque con carac-
terísticas diferenciales en relación con el resto de la provincia. En efecto, las condiciones
climáticas revelan un aumento de la aridez que se acentúa hacia el oeste y sur de la región.
Ello supone condicionantes y limitaciones para las actividades agropecuarias que allí se
desarrollan. La agricultura y la ganadería extensivas son, en efecto, la base de la economía
regional, con una progresiva incorporación de producciones no tradicionales, aunque aún
con carácter incipiente.
La red urbana está integrada por un número mayoritario de pequeñas y medianas locali-
dades, entre la que se destaca Bahía Blanca como principal nodo regional y otras ciudades
de menor jerarquía –en general cabeceras de partido- como Punta Alta y Coronel Suárez.
Estos centros urbanos concentran la mayor parte de las actividades industriales, de comer-
cio y de servicios que se desarrollan en la región.
La actividad turística en tanto, presenta una oferta variada, aunque escasamente articula-
da. Los destinos tradicionales están principalmente concentrados en la franja costera del
Mar Argentino, en la que se destacan los balnearios de Monte Hermoso y Pehuen-co, las
localidades ubicadas en la comarca serrana del sistema de Ventania y otros lugares en los
que se desarrollan actividades deportivas –como la pesca en las lagunas-, el turismo rural y
el termalismo, entre otras.
Por otra parte, existe un gran número de festividades y eventos culturales que se desarro-
llan en las localidades y que son generadoras de dinámicas turístico recreativas de crecien-
te importancia. De acuerdo con la información oficial registrada en la Guía de Fiestas Popu-
lares (Buenos Aires Provincia, 2017), se registra un total de 319 fiestas en la provincia,
agrupadas en diferentes categorías como eventos deportivos, fiestas gastronómicas, fies-
tas tradicionales y costumbristas, fiestas productivas, fiestas cívicas, fiestas religiosas, even-
tos culturales, eventos de carnaval y celebraciones religiosas de Semana Santa. En el ámbi-
to del sudoeste bonaerense se desarrollan 55 fiestas que representan el 17,24% en rela-
ción al total provincial. Sin embargo, este número se incrementa si se consideran otros
eventos no registrados en el calendario pero que tienen cierta trayectoria y continuidad en
las localidades y son promocionadas por la Subsecretaría de Turismo de la provincia de
Buenos Aires. En la mayor parte de los municipios se realizan en promedio 5 eventos anua-
les, con máximos de 7 y 8 en los partidos de Puan, Saavedra y Patagones. La mayor parte
de éstos se realizan en las estaciones de verano y primavera.
A partir de los años ’50, comenzaron a gestarse en el sudoeste bonaerense las primeras
fiestas y eventos populares que tenían como objetivo la celebración comunitaria en torno a
una tradición local o a una producción que en general, constituía la principal actividad
económica. Así surgieron la Fiesta Provincial de las Llanuras en Coronel Dorrego en 1953 y
la Fiesta Nacional del Ajo en Médanos (Partido de Villarino) en 1967, entre otras.
De la totalidad de festividades regionales que pudieron ser relevadas, el 56,36% de las fies-
tas y eventos locales, surgieron en las últimas dos décadas (Figura 2). Esto puede asociarse
en primer lugar, a un intento de promover desde las administraciones municipales, políti-
cas activas para el desarrollo local, encontrando en el turismo y la recreación una posibili-
dad concreta de alentar cierta reactivación económica y social en las localidades. Como ya
se ha mencionado, los cambios en las modalidades y en las preferencias en relación con el
turismo, significaron un crecimiento de una demanda potencial que se orienta a opciones
de corta permanencia y destinos cercanos que ofrezcan posibilidades para la recreación.
Fuente: Haag M. I. y Martin, M. C. (2018) sobre la base de: Subsecretaría de Turismo de la Provincia de Buenos
Aires. Fiestas Populares 2018. Buenos Aires.
Del lado de la oferta, se percibe un interés por identificar y poner en valor recursos patri-
moniales que puedan resultar atractivos, explorando opciones que se asocian a elementos
materiales e inmateriales imbuidos de valor simbólico, crecientemente valorados por las
sociedades actuales. De esta manera cobra relevancia la tradición, la gastronomía típica, las
identidades culturales vinculadas a procesos migratorios, las devociones populares, las
producciones no tradicionales, la música, entre otras (Figura 3). En este intento, existe una
voluntad por indagar en el proceso de construcción histórica y social de las localidades
procurando reconocer elementos susceptibles de formar parte de una oferta local diferen-
ciada. Sin embargo, esto no siempre supone una construcción auténtica; en muchos casos,
la celebración puede constituirse a partir de un elemento construido o valorizado ex profe-
so, porque se percibe una demanda potencialmente importante en la sociedad en relación
a ese recurso, o porque simplemente constituye un nicho a ocupar en el marco de la oferta
existente. Ello conlleva un riesgo que puede conspirar con el éxito y la continuidad de la
iniciativa; en primer lugar porque el nuevo perfil de turista reclama precisamente experien-
cias genuinas en los lugares que elige como destino, huyendo de propuestas homogenei-
zadas y artificiales (Fuller, 2015; Jiménez y de San Eugenio Vela, 2009). Y por otra parte,
porque no siempre es posible construir una identidad social compartida en torno a un
elemento que es ajeno a la cultura y al territorio. Sin esta identidad, sin una apropiación
colectiva de los elementos que se ponen en valor, resulta difícil aunar compromisos y vo-
luntades que permitan sostener la iniciativa en el tiempo.
5% 11%
4%
35%
2%
17%
26%
turística. Por otra parte y a diferencia de las primeras celebraciones, existe un intento deli-
berado de generar cierta activación económica a partir de la actividad turístico-recreativa y
en este sentido, las celebraciones son visualizadas como posibles alternativas para el desa-
rrollo local. De allí que el sector público cobra un mayor protagonismo en acuerdo con
algunas instituciones de base gestoras y promotoras de la idea (universidades, cámaras
empresariales, centros de extensión…), procurando luego encolumnar al sector privado y a
la comunidad para lograr apoyo y dotar de legitimidad al proyecto.
Otra diferencia significativa en relación con las primeras fiestas, es que actualmente, en el
conjunto de actividades programadas, los espectáculos musicales y las ferias de ventas de
productos genéricos, adquieren centralidad y a menudo representan el mayor atractivo, en
detrimento de otras actividades que pudieran estar relacionadas con el motivo que repre-
senta la celebración. Así por ejemplo, en las fiestas que evocan algún aspecto de la tradi-
ción local, pierden relevancia progresivamente las prácticas típicas como concursos, juegos
y exposiciones asociadas con la cultura local y con el producto sobre el que se centraba el
evento. En ocasiones, incluso, algunas fiestas se sostienen pese a que elemento central
que motiva la celebración ha ido perdiendo significación en la vida económica y social de
las comunidades, de modo que se debilita progresivamente su relevancia como aspecto
constitutivo de la identidad colectiva. Es el caso de algunas producciones locales como el
ajo en Villarino, que alcanzó una notable expansión a mediados del siglo XX, dando lugar a
la conformación de un espacio productivo especializado que motivó, desde 1967, la orga-
nización de una fiesta popular que alcanzó jerarquía como Fiesta Nacional y la designación
de la ciudad de Médanos como Capital Nacional del Ajo; en las últimas décadas, el evento
cobró nuevo impulso con un fuerte apoyo del sector público, pese a que en la actualidad, la
producción de ajo resulta exigua en relación con otros cultivos zonales.
Esto nos permite reflexionar en torno a la forma en que las identidades locales se recons-
truyen y se resignifican como elementos de atracción turística, aún cuando en este camino,
pierdan parte de su autenticidad y sentido colectivos.
Consideraciones finales
Se percibe en estas iniciativas, un intento deliberado por valorizar ciertos recursos, apelan-
do al contenido simbólico que representan, con una fuerte referencia y asociación al terri-
torio y a las comunidades.
En efecto, a mayor intervención del sector público en la promoción de estos eventos, revela
un interés por alentar a partir de la promoción turística, cierta reactivación económica y
social en las localidades que permita atenuar algunas de las dificultades estructurales que
atraviesan. El turismo y la recreación se vislumbran como posibilidades para alentar activi-
dades alternativas que refuercen las economías locales, con posibilidades de establecer
Pese a estos esfuerzos, aún no es posible reconocer en la región, experiencias que hayan
logrado vertebrar procesos de desarrollo económico de significación. Las fiestas efectiva-
mente contribuyen a posicionar productos y bienes culturales que pueden decantar en la
construcción de marcas territoriales, decisivas en la dinámica económica de los territorios
en el actual proceso de Globalización. Sin embargo, ninguno de los eventos regionales ha
logrado aún este objetivo, ceñidos a una lógica de espectáculo breve, en un contexto en el
que a menudo se pierde el sentido de lo que se celebra, comprometiendo se autenticidad.
Sin embargo, las fiestas populares en el sudoeste bonaerense han logrado movilizar impor-
tantes flujos de personas motivadas por una oferta diversa, concentrada principalmente
en verano y primavera. Ello ha contribuido a generar cierta dinámica territorial que benefi-
cia particularmente a las localidades menores, al tiempo que contribuye a la conformación
y/o consolidación de imágenes identitarias hacia adentro y hacia afuera que pueden abrir
nuevas oportunidades. No menos importante, es la posibilidad que ofrecen las fiestas –en
particular en su fase de organización- de generar procesos participativos que afiancen la
cohesión social y el arraigo.
En todos los casos, las fiestas populares pueden abrir caminos de desarrollo regional, alen-
tando la participación de los sectores públicos, privados y colectivos en torno a nuevas
propuestas que articulen otras actividades productivas. Es necesario avanzar asimismo, en
una articulación regional que permita complementar destinos en el marco de una propues-
ta regional integrada.
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LA ORGANIZACIÓN SOCIO-ESPACIAL DE
LAS COLONIAS ALEMANAS DEL VOLGA
EN EL SUDOESTE BONAERENSE.
IDENTIDAD, PRÁCTICAS SOCIO-
PRODUCTIVAS Y CONFIGURACIÓN
TERRITORIAL
M. B. Nieto, M. Meier
Departamento de Geografía y Turismo. Universidad Nacional del Sur.
mbelen_nieto@hotmail.com meli_meier26@hotmail.com
Palabras clave: territorio, identidad, lugar, alemanes del Volga, sudoeste bonaerense.
RESUMEN
Desde 1880 comenzaron a arribar a nuestro país los primeros contingentes de alemanes
provenientes de la región del Volga y fundaron colonias en el sudoeste bonaerense, entre
las que se destacan Colonia Hinojo (1887), en el partido de Olavarría; San Miguel Arcángel
(1903), en el partido de Adolfo Alsina y las colonias Santa Trinidad (1886), San José (1887) y
Santa María (1887) localizadas en el partido de Coronel Suárez, entre otras. En el presente
trabajo se procura analizar la configuración espacial y las lógicas socio productivas de las
colonias alemanas del Volga en el sudoeste bonaerense, a partir de la incidencia de sus
rasgos culturales e identitarios.
INTRODUCCIÓN
En el siglo XVIII, diversos conflictos políticos y religiosos, como la Guerra de los Treinta
años, la Guerra de la Sucesión Española, devastaron los territorios europeos, entre ellos
regiones de Alemania como Palatinado, Hessen y Renania, las cuales eran zonas de paso
para los ejércitos, por lo que muchas poblaciones rurales decidieron emigrar en búsqueda
de mejores oportunidades de vida. Zarina Catalina II, apodada “La Grande” otorgó ciertos
privilegios a los inmigrantes, permitiéndoles trasladar el estilo alemán a sus aldeas y con-
servar sus costumbres y tradiciones religiosas.
Cuando fallece Zarina Catalina, los beneficios otorgados fueron revocados y en consecuen-
cia, muchos de ellos comenzaron a migrar hacia la “Nueva América”. Además de lo que
sucedía en la región del Volga, internacionalmente se estaba iniciando un nuevo sistema de
producción industrial, basado en la producción y exportación de materias primas hacia
países desarrollados, por lo que en países como Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina,
entre otros; se fomentó la inmigración europea.
En este contexto, hacia 1880 llegaron a Argentina los primeros contingentes de alemanes
provenientes de la región del Volga y fundaron colonias en el sudoeste de la provincia de
Buenos Aires, entre las que se destacan Colonia Hinojo, en el partido de Olavarría; San
Miguel Arcángel, en el partido de Adolfo Alsina y las colonias Santa Trinidad, San José y San-
ta María localizadas en el partido de Coronel Suárez, entre otras. En general, son comuni-
dades que a lo largo del tiempo han logrado mantener una fuerte identidad cultural cen-
trada en tres pilares: Dios, Patria y Familia. Esta identidad se refleja en la configuración es-
pacial de las colonias donde es posible advertir elementos comunes en el paisaje, así como
también en sus prácticas socio-productivas. Considerando que esta ponencia constituye un
primer avance en la investigación, el presente trabajo pretende indagar en este proceso de
organización territorial, partiendo de las siguientes preguntas de investigación:
¿Cómo inciden los rasgos culturales e identitarios de los inmigrantes Alemanes del
Volga en la organización socio espacial de sus colonias?
¿Qué elementos comunes se distinguen en la configuración del paisaje de las colo-
nias del sudoeste bonaerense?
ASPECTOS METODOLÓGICOS
Finalmente, uno de los aspectos centrales del trabajo propuesto, ha estado enfocado en la
búsqueda, sistematización y análisis de cartografía disponible, tanto de las colonias del
sudoeste bonaerense, como de las aldeas de la región del Volga desde donde proceden las
corrientes migratorias que poblaron la Argentina. Del análisis de esta cartografía se ha
pretendido reconocer las regularidades y los aspectos comunes de las diferentes configu-
raciones espaciales y elaborar cartografía síntesis de los procesos observados. La informa-
ción recabada y la contrastación con el marco teórico, permitirán validar las hipótesis plan-
teadas inicialmente y ampliar el conocimiento sobre el tema.
MARCO TEÓRICO
Las personas crean lugares en interacción con los otros; una esquina, una calle se convierten
en lugar, en la medida en que las personas le otorgan significados y sentimientos a través de
sus prácticas cotidianas, hasta sentirlos parte de ellos mismos. “Los lugares a cualquier esca-
la son esenciales para nuestra estabilidad emocional porque nos vinculan a una lógica histó-
rica y porque actúan como un vínculo, como un punto de contacto e interacción entre los
fenómenos globales y la experiencia individual “(Nogué, 2014: 157). En síntesis, un espacio se
convierte en lugar en la medida en que los individuos lo imbuyen de significados, de valores,
de sentimientos, ganados a lo largo del tiempo en un marco de interacción social. El lugar es,
en este sentido, parte de la identidad. La Geografía Crítica también ha puesto su atención en
el estudio de los lugares, aunque no desde una perspectiva existencialista, sino a partir de la
relación dialéctica que se produce entre lo local y lo global, poniendo acento en las lógicas de
contradicción y de conflicto que derivan de esta relación.
De esta manera, el espacio geográfico es una inmensa y apretada red de lugares vividos,
todos ellos diferentes. Yi Fu Tuan considera que los lugares son localizaciones en las que
las personas tienen larga memoria, enriqueciendo, con las indelebles impresiones de su
propia niñez, al sentido común de las generaciones futuras. Se puede sostener que los
ingenieros pueden crear localizaciones, pero que el tiempo es necesario para crear lugares
(Yi Fu Tuan 1996: 455).
También el concepto de territorio enlaza con esta conceptualización. Si bien en este caso se
enfatiza en las acciones de apropiación y ejercicio del poder que realizan los individuos en el
proceso de construcción del espacio, no se trata de un simple soporte físico, sino una cons-
trucción dinámica, producto de la acción social en el espacio. El territorio no es fijo, sino móvil
y mutable, la realidad es cambiante y requiere nuevas formas de organización territorial que
se materializan a partir de la territorialidad. Al reconocer el territorio como construcción
social, la inclusión de los actores es necesaria, ya que son las estrategias (cooperativas o
competitivas) y su organización las cuales van a determinar la construcción de un territorio.
De esta manera, “el territorio es definido como espacio con sentido… el sentido está influido
por las ideologías dominantes en una etapa histórica determinada, en relación a un proyecto
compartido colectivamente o no, pero hegemónico” (Bustos Cara, 1998: 71).
Según Bustos Cara, la identidad cultural está conformada por elementos materiales e in-
materiales, que constituyen referentes para un grupo determinado y le confieren sentido al
mismo; da especificidad a los grupos humanos y es un proceso dinámico, por lo tanto debe
ser construida y reconstruida permanentemente, generando sistemas de normas y valores
comunes (Bustos Cara, 2001). Desde esta argumentación, el territorio equivale, entonces a
un espacio de inscripción de cultura. Todo territorio ha sido marcado por los acontecimien-
tos históricos, por la cultura, y hoy resulta ser “un marco o área de distribución de institucio-
nes, prácticas y significaciones culturales y espacialmente localizadas subjetivamente como obje-
to de representación y de apego efectivo, y sobre todo como símbolo de pertenencia socio terri-
torial” (Giménez, 1996: 14-15).
Anne Buttimer establece una relación entre territorio, lugar e identidad, ya que el sentido
de identidad personal y cultural de la gente está íntimamente unido al de identidad del
lugar. “La pérdida de la tierra natal o la pérdida del lugar de uno, puede con frecuencia
desencadenar una crisis de identidad” (Barros, 2000: 85).
Los seres humanos se relacionan con los lugares mediante relaciones sensoriales, emoti-
vas, afectivas; la pérdida traumática del sentido del lugar debido a un desplazamiento for-
zado, una emigración obligada o la modificación repentina del lugar donde se vive, puede
ocasionar graves consecuencias tanto individuales como colectivas. Como afirma Relph,
una vez que los lugares se vuelven impersonales e irreconocibles, “las personas asisten a
un grave conflicto territorial sencillamente porque el arraigo territorial es una dimensión
fundamental para el desarrollo en armonía entre el espacio vivido y los grupos humanos”.
En la misma línea de argumentación, Vallerani considera que todo conflicto territorial se
traduce en un conflicto psicológico y también social. El lugar representa certezas y
seguridades otorgadas por los límites de lo conocido, y estos límites expresan hasta dónde
se extiende el contenido simbólico de los elementos objetivados, el lugar es una
acumulación de significados (Citado por Lindón, A. 2006: 378)
Desde esta perspectiva teórica, la presente investigación procura articular los conceptos de
territorio, lugar, familia e identidad en el análisis del proceso de construcción socio espacial
de las colonias alemanas del Volga en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
Uno de los objetivos de este trabajo es comprender cómo la construcción territorial en las
colonias alemanas del sudoeste de la Provincia de Buenos Aires, ha estado acompañada
por una apropiación simbólica que se asocia a la idea de lugar; en este sentido la repro-
ducción de los modelos de organización y de distribución de las materialidades en el espa-
cio, busca reconstruir el lugar que dejaron y con ello lograr el arraigo y la apropiación
simbólica del nuevo espacio.
1
Los Kapelles eran las capillas que se encontraban en cada colonia
Sobre la avenida ancha, se encuentran ubicadas las principales instituciones como la Igle-
sia, la delegación y la sociedad de fomento; en la actualidad se desarrollan sobre este eje
los principales eventos sociales y culturales como Kreppel Fest, Kerb y el Aniversario del
pueblo, además de otras actividades sociales. Se observa además la Escuela “Santa Teresa”
ubicada detrás de la Iglesia, en la misma cuadra y el cementerio dentro del perímetro del
pueblo, a escasa distancia de la Iglesia y la avenida. Al indagar acerca de la arquitectura de
2
las casas de Colonia Hinojo, Rosa Estela Steinbach comenta:
El pueblo en 1950 tenía casas con grandes terrenos, para huertas y cría de galli-
nas, patos, cerdos y se carneaba a domicilio, siempre había un horno de barro en
el patio, mamá todos los viernes amasaba, masitas de amoníaco, pan Duneku-
chen o bollos con chicharrones.
Asimismo, este modelo de vivienda se replica en todas las colonias que en un principio
fueron fundadas como colonias agrícolas; en efecto, estos migrantes eran agricultores y
podían autoabastecerse, y son precisamente estas prácticas productivas y cotidianas las
que dan cuenta de los procesos involucrados en la construcción de la espacialidad. Vincu-
lado a este aspecto se observa que el trazado del plano no corresponde al típico damero
español, sino que las manzanas son rectangulares lo que permite mayor amplitud de la
vivienda con fondos de patios más extensos en donde se podía practicar la producción
hortícola y la cría de animales menores.
3
Al indagar sobre el origen de la Colonia Lucía Rodriguez , encargada del Museo de Colonia
Hinojo, explica:
…ellos en un comienzo tenían un paraje en Azul, les dan unas tierras aledañas a
un par de kilómetros, bueno vienen y se instalan en lo que hoy está el monolito a
los fundadores, a orillas del Arroyo Hinojo y por problemas de inundación luego
vienen a lo que es hoy la actual Colonia y fundan y crean las primeras casas en
torno a la calle ancha, la Iglesia, inaugurada 10 años después (…) anteriormente a
la inauguración se reunían a rezar en el mismo lugar.
2
Entrevista realizada por Melina Meier en Enero de 2018 en Colonia Hinojo.
3
Entrevista realizada por Melina Meier en Enero de 2018 en Colonia Hinojo
A comienzos de la década de 1880, Eduardo Casey, formó una compañía con aporte de
capitales ingleses, que adquirió los terrenos que hoy ocupa Coronel Suárez. En ese amplio
territorio, en 1886 inmigrantes procedentes de la aldea Hildman en el Volga, fundaron Co-
lonia Santa Trinidad; un año después, otro grupo originario de la aldea Kamenka, también
en la región del Volga, fundaron Pueblo Santa María, al tiempo que otro contingente pro-
veniente de aldea Dehler, se establecieron en la zona fundando Colonia San José.
Al igual que en Colonia Hinojo, en el plano de Santa Trinidad se puede reconocer la avenida
ancha, con la Iglesia en el centro, la escuela enfrente y el cementerio a pocos metros de
distancia. Las tres cruces rogativas presentes en esta colonia representan la Santísima Tri-
4
nidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Gabriel Weingardt explica que “las rogativas eran para
hacer petición, pedían por la lluvia, cuando faltaba algo hacían las cruces rogativas, des-
pués del día de los muertos, en Noviembre se hace la procesión al igual que en las otras
colonias de Suárez”. Estas materialidades y estas prácticas revelan la fuerte impronta reli-
giosa de estas comunidades y la carga simbólica que aún persiste en el imaginario colecti-
vo. Los ritos, las procesiones, las oraciones de los pobladores especialmente en momentos
de incertidumbre climática que podían afectar sus cosechas, son reveladoras de la fe y la
confianza de estos inmigrantes en la providencia divina.
5
Mirta Pino oriunda de Santa Trinidad, rememora cómo era la Colonia Uno:
4
Entrevista realizada por Melina Meier en Febrero de 2018, en Colonia Santa Trinidad
5
Entrevista realizada por Melina Meier en Febrero de 2018 en Colonia Santa Trinidad
Pueblo San José o también llamada Colonia 2 fue fundada el 5 de abril de 1887, por un
grupo de colonos llegados de la región del Volga, junto con otro contingente proveniente
de Colonia Hinojo. En relación con sus características, Gabriel Weingardt, afirma:
También advierte que las casas eran todas similares, hechas de adobe, la gente construía
6
sus viviendas como podía. En relación a esto, Ofelia Weiman agrega,
mi casa tenía dos piezas y una cocina, el baño afuera y el horno de barro, en to-
das las casas había horno, todos hacíamos pan siempre, fui al colegio Parroquial
con las Hermanas (…) Muy pocas casas eran de ladrillo, hace 80 años atrás, la
mayoría de barro, siempre había una diferencia social, había casas hasta de cha-
pa en la calle matecasse, era el sector de gente humilde, y las casas de ladrillo a
la vista estaban en la avenida de la Iglesia, la avenida ancha ahí vivían los ricos.
En cuanto a la presencia de las tres cruces rogativas, Weingardt explica como se mantienen
y resignifican algunas prácticas como las tradicionales procesiones que se realizaban histó-
ricamente pidiendo por las lluvias en el mes de Noviembre; en la actualidad son los alum-
nos de las escuelas parroquiales junto a los habitantes de las colonias quienes participan
de ellas, dotándolas de nuevos sentidos, aunque manteniendo cierto espíritu devocional.
No obstante afirma:
Ahora no existe eso, porque acá ahora la gente es más sabia, entonces tienen
más estudio, ellos se manejan con el estudio y la tecnología, lo que importa es
eso, pero no se dan cuenta que hay uno arriba que nos está mirando siempre, yo
he pasado mucho y te puedo decir que Dios está”.
Estas cruces están imbuidas de significados, de emociones, y por lo tanto los habitantes le
otorgan una carga simbólica.
6
Entrevista realizada por Melina Meier en Febrero de 2018 en Colonia San José
Todo era diferente a lo que era antes, las callecitas eran todas cortadas, cada tan-
to había una casa y no habían calles pasantes como ahora. Atrás donde vivimos,
para el lado del cementerio eran puras quintas, no había nada, la zelmira weis no
existía. Cada uno tenía una casita y puros baldíos no había calles, solamente es-
taba la calle de Catrulo y la Avenida ancha.
8
Refuerza esta idea, Rosa Hegenreder que afirma “todas las calles eran de tierra, estaba la
calle de catrulo, la 9 de Julio, la kleisscasse la calle paralela a Misiones y habían tres calles en
la Manchuria lo demás eran calles internas, la machcasse es la Belgrano, la shtogcasse pa-
sando la avenida alemanes del Volga, mucha gente vivía acá". Aquí también se observa cómo
la fuerte identidad de esta comunidad alemana del Volga se plasma en el territorio, manifes-
tación de sus costumbres, tradiciones y cultura que se perciben en la organización espacial.
7
Entrevista realizada por Melina Meier en Enero de 2018 en Colonia Santa María
8
Entrevista realizada por Melina Meier en Enero de 2018 en Colonia Santa María
9
Entrevista realizada por Melina Meier en Marzo de 2018 en Colonia Santa María
Cada vez que sopla fuerte el viento tengo que barrer la galería de mi casa porque
todas las hojas se acumulan y me la ensucian, así que hay veces que estoy ba-
rriendo todos los días prácticamente.
Con el paso del tiempo, poco a poco la arquitectura se fue adaptando a las características
de la región. De esta manera la orientación de las casas de volcó preferentemente hacia el
norte, y las cubiertas de los techos se simplificaron pasando de estructuras con caída de
dos o cuatro aguas, a tener una sola, relacionado esto a la cantidad y el tipo de precipita-
ción, claramente diferentes a las condiciones de sus lugares de origen. A su vez se adosó la
galería, espacio tan importante en época estival para la vida social en estas latitudes, así
estos tradicionales espacios de la casa se transformaron en el lugar donde la “rueda del
mate” era una cita obligada para los nuevos pobladores quienes incorporaron rápidamente
esta costumbre local.
Colonia San Miguel Arcángel fue fundada en el año 1902 por un grupo de inmigrantes pro-
venientes de Colonia San José, que se organizaron en grupo y compraron tierras en el par-
tido bonaerense de Adolfo Alsina; precisamente 10.000 hectáreas a la familia Leloir. Una
característica peculiar de las aldeas en el Volga es que no debían sobrepasar cierto número
de habitantes, ya que consideraban que si las localidades crecían, debían fundar nuevas
aldeas para preservar sus costumbres sociales y culturales. Caso similar ocurrió en Argen-
tina, primeramente con las colonias del partido de Coronel Suárez, fundadas por familias
inicialmente residentes en Colonia Hinojo, al igual que lo sucedido en San Miguel Arcángel,
tal como se ha mencionado.
Otro aspecto a destacar es que los Alemanes del Volga fueron agricultores por excelencia,
10
en este sentido, menciona Julio Bahl .
Las familias y sobre todo las mujeres que eran las que sabían más de ornamen-
tación competían con las familias de otras capillitas. La competencia giraba en
torno a ver cuál era la que se veía más linda, con adornos religiosos, estampitas,
crucifijos, flores, estatuas de la Virgen, entre otras. Actualmente la capillita que
sigue en pie y en buenas condiciones, la atendía la familia Kees.
Por otra parte cabe destacar el rol que el ferrocarril cumplió en relación a la organización
espacial de estas colonias, y en referencia a ello Enrique Rau en el libro “Hombres Rubios
en el surco”, explicita:
“…el ferrocarril, junto con algunas ventajas, que se suplen con nuestra proximi-
dad a Gascón (3 leguas, ya que el Ferrocarril llegó casi con nosotros), nos habría
traído inconvenientes, que serían mucho más difícil de vencer que la distancia.
¿Y esas serían?
Para estos migrantes Alemanes del Volga el lugar representa certezas y seguridades
otorgadas por los límites de lo conocido, y estos límites como señala Lindón, “expresan
hasta dónde se extiende el contenido simbólico de los elementos objetivados” (Lindón, A.
10
Entrevista a Julio Bahl en Haucke 2012
11
Entrevista a María Kees en Haucke 2012.
2006: 378); por eso mismo tenían miedo hacia la influencia del ferrocarril ya que
consideraban que sus jóvenes podrían alejarse de sus tradiciones y costumbres.
CONSIDERACIONES FINALES
El análisis del proceso de organización territorial de las colonias de Alemanes del Volga en
el sudoeste bonaerense detallado en las páginas anteriores permite afirmar que los rasgos
identitarios de estos inmigrantes han influido en la configuración espacial. En este análisis
se ha intentado dar cuenta de las profundas vinculaciones presentes entre la religión, las
prácticas productivas y la construcción de la espacialidad. La identidad de estos colonos se
refleja en las construcciones y en la estructura de las colonias, como puede observarse en
el trazado del plano, el estilo arquitectónico de las viviendas, la primacía de la iglesia, los
kapelles, la disposición de las calles, la Avenida principal, y la ubicación de las instituciones;
todo ello respetando un patrón espacial común en todas las colonias de la región,
semejante al de las aldeas de sus lugares de origen.
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LA RESIGNIFICACIÓN PATRIMONIAL Y
TURÍSTICA DE LOS PUEBLOS RURALES
BONAERENSES: FIESTAS, GASTRONOMÍA
Y PARTICIPACIÓN LOCAL
C. Pérez Winter
Instituto de Geografía “Romualdo Ardissone” e Instituto de Ciencias Antropológicas (UBA).
cecipw@gmail.com
Resumen
INTRODUCCIÓN
1
En el primer caso se suelen recibir turistas de alto perfil adquisitivo y en el segundo, generalmente con propósi-
tos educativos, se recepcionan contingentes escolares.
Los pueblos de la provincia de Buenos Aires, como en otras regiones del país, emergieron
como reflejo de diferentes procesos socio-productivos (Hardoy et al., 1988). Las dinámicas
de esos procesos orientados por la implementación de políticas neoliberales durante la
década de 1970-90 afectaron de manera negativa al dejar a muchos de esos poblados ais-
lados y en decadencia económica. Es por ello que los estados municipales, provinciales y
nacionales buscaron estrategias para sobre llevar la crisis económica ocurrida a fines de la
década de 1990. En este marco, el turismo rural comenzó a gestarse gradualmente como
una alternativa que posibilitaría el desarrollo local. El proceso de mercantilización turística
de los pueblos ha sido incentivado desde diversos actores. En estas últimas décadas se han
formulado Programas nacionales impulsados por el Ministerio de Turismo -ej. Pueblos
2 3
Auténticos (2017)- y provinciales como es el caso del Programa Pueblos Turísticos (2008)
creado por la Subsecretaría de Turismo bonaerense. En ellos se observa el interés por po-
ner en valor diferentes elementos significativos, prácticas y lugares locales como recurso
(patrimonial y turístico) para promover alternativas socio-económicas que permitan gene-
rar fuentes de trabajo, fomentar el arraigo, entre otros (Cacciutto et al., 2015; Velázquez
Inoue, 2017). También se han conformado organismos no gubernamentales y/ Asociacio-
nes Civiles con el propósito de contribuir en la revitalización de los pueblos, entre ellas
podemos mencionar Responde, Pueblos que Laten, Proyecto pulpería. Mientras que han
emergido estrategias locales como la creación de cooperativas y otros tipos de emprendi-
mientos comunitarios locales en las cuales el turismo se encuentra presente (Alonso et al.,
2013, Píriz et al., 2001; Ratier, 2009).
2
Este tipo de programa se inspira en modelos aplicados en otros países latinoamericanos como en México (Pueblos
Mágicos) y en Colombia (Pueblos Patrimonio). Actualmente existe el interés desde los estados de países de la re-
gión por fomentar una Red de Pueblos Latinoamericanos (http://www.turismo.gov.ar/noticias/2017/10/30/se-
presento-programa-pueblos-autenticos). Cabe señalar que en la provincia de Salta recientemente se inauguró un
programa de similares características denominado “Lugares Mágicos”.
3
Es un programa de tipo comunitario, en el que se busca fomentar la participación de las comunidades locales en
el desarrollo turístico de sus pueblos a partir de una serie de etapas (Relevar, Capacitar, Desarrollar, Promocio-
nar e Integrar).
MARCO TEÓRICO-METODOLÓGICO
Entendemos que el turismo es una práctica socio-económica vinculada al ocio, que a partir
de un proceso de refuncionalización (material y simbólica) y mercantilización se transforma
un espacio en un lugar turístico. En este proceso de turistificación participan diversos actores
(políticos, agentes de turismo, población local, prestadores de servicios), tanto del lugar de
destino como emisor. Así, se estimula el establecimiento de actividades, eventos, infraestruc-
tura y servicios. Todo esto produce la apropiación y resignificación del espacio, estableciendo
nuevas territorialidades (Bertoncello, 2002; Cammarata, 2006). Nos interesa destacar como
parte de la conformación de atractivos/destinos turísticos, el rol que ocupa la ponderación de
determinados elementos histórico-culturales y naturales. Por medio de diferentes estrategias
–tanto desde el sector público como privado- se seleccionan y promocionan qué lugares y
expresiones serán identificados como turísticos, estableciéndose formas de ver-
los/consumirlos (Hughes, 1992). La conformación y difusión de representaciones turísticas
que se construyen de los atractivos/destinos tienden a estilizar y simplificar las geografías y
los sujetos que las constituyen, invisibilizando conflictos y tensiones del destino en cuestión
(Pereiro, 2007). En orden de configurar la modalidad de turismo rural, elementos vinculados
a “lo rural” -asociados también a la “naturaleza”- son seleccionados a partir de su capacidad
de atracción (Pulido Fernández, 2007; Talavera Santana, 2002). Si bien, diversos actores parti-
cipan, en esta ponencia nos interesa destacar el rol del Estado como el mayor activador turís-
tico mediante la formulación e implementación de acciones y programas.
En la provincia de Buenos Aires nuestras investigaciones (Pérez Winter, 2014, 2015, 2017)
nos llevan a plantear que desde el año 2003 el área de Turismo ha impulsado un proceso
de turistificación de todo su territorio a partir de diferentes estrategias. Entre ellas pode-
mos mencionar la promoción de fiestas populares, la conformación de “rutas gourmet”, la
regionalización turística, la difusión de lugares en radios cercanos a las grandes ciudades
ofreciéndolas como “escapadas de fin de semana” y otros programas y actividades. Conse-
cuentemente, se conformaron como principales atractivos elementos vinculados con el
proceso de construcción nacional ocurrido entre mediados y fines del siglo XIX. Así, se des-
tacan lugares como las estancias -reflejo de formas de organización económica pasadas-
que promocionan representaciones idealizadas de la figura del gaucho (Castro & Zusman,
2016; Morosi, 2008); las prácticas asociadas a la tradición (danzas folklóricas, habilidades
ecuestres, los “usos y costumbres”) (Pérez Winter, 2017; Ratier, 2009); la gastronomía local,
a través de rutas/circuitos o productos con denominación de origen (Castro, 2013; Castro &
Zusman, 2016; Navarro & Schlüter, 2010); los paisajes rurales (Pérez Winter, 2014; Zusman,
2014); los establecimientos agropecuarios (Varisco, 2014). En este marco, los pueblos rura-
les con baja densidad de habitantes se convirtieron en productos potenciales para el desa-
rrollo local mediante la valorización del paisaje, el patrimonio y otros elementos histórico-
culturales y naturales significativos (Pérez Winter, 2017; Velázquez Inoue, 2017).
El turismo rural en provincia de Buenos Aires se configura como una modalidad alternativa,
que promociona vivir experiencias únicas y auténticas, ofreciendo estar en contacto tanto
con los pobladores locales - conocer sus costumbres asociadas a lo rural- y la naturaleza
(Pérez Winter, 2014, 2015). El proceso por el cual un pueblo es configurado de lugar de
residencia a consumo, no es un simple cambio de adjetivación, es decir, de “rural” a “turís-
tico”. Este proceso es acompañado por una serie de implicaciones materiales y simbólicas.
En este marco nos preguntamos: ¿Cómo se seleccionan (bajo qué términos) los pueblos
que serán atractivos/destinos turísticos?, ¿qué variables/intereses influyen y en qué medi-
da?, ¿qué actores participan?, ¿qué es lo que finalmente se mercantiliza?, ¿qué tensio-
nes/conflictos emergen? Por lo tanto, el objetivo de esta ponencia es analizar los procesos
de mercantilización turística de los pueblos rurales para entender las transformaciones
materiales y simbólicas que se generan y los conflictos que allí se producen. En ese senti-
do, nos interesa indagar qué factores inciden en el proceso de selección de pueblos para
ser ofrecidos como atractivos/destinos; qué es lo que se mercantiliza dentro de un pueblo
rural -y cómo-, qué actores se involucran y bajo qué intereses, qué tipo de ruralidad se está
recreando mediante las representaciones turísticas.
Cabe señalar que las informaciones elaboradas y examinadas para esta ponencia se des-
prenden del trabajo de investigación doctoral finalizada (2012-2017) y la posdoctoral en
curso (2017-2019). En ambas se abordaron los procesos de patrimonialización y turistifica-
ción en diferentes municipios de la provincia de Buenos Aires. En este artículo se presentan
los casos de San Antonio de Areco y San Andrés de Giles. En los trabajos de campo se reali-
zación entrevistas semi-estructuradas a funcionarios municipales el área de turismo, ob-
servación con y sin participación y la consulta de documentos (gráficos y escritos) en archi-
vos de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos en la ciudad de
Buenos Aires, la Biblioteca Popular Belgrano en la ciudad de San Antonio de Areco y la Bi-
blioteca Popular Alberti en la ciudad de San Andrés de Giles; además de procurar normati-
vas y códigos de ordenamientos territoriales correspondientes a ambos municipios.
RESULTADOS
San Antonio de Areco. El municipio de San Antonio de Areco se ubica hacia noroeste de la
provincia de Buenos Aires. Está compuesta por su ciudad cabecera homónima y tres pue-
blos denominados Villa Lía, Vagues y Duggan (Figura 1). El municipio linda con San Andrés
de Giles, Carmen de Areco, Capitán Sarmiento, Zárate y Baradero; y cuenta con 23.138
habitantes (INDEC, 2010), en su mayoría concentrados en la ciudad cabecera. Se encuentra
a unos 117 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por rutas de fácil acceso, como la
ruta nacional 8.
histórico de la ciudad de San Antonio de Areco se presentó como el destino turístico del
municipio (Pérez Winter, 2016b).
En esta ponencia nos interesa destacar cómo los procesos de valorización de las áreas ru-
rales como ámbitos turísticos-recreativos incidieron en el desarrollo turístico de San Anto-
nio de Areco, promoviendo la extensión de esa práctica hacia el interior del partido. Así,
entre los años 2001-2011, el turismo comenzó a implementarse en otras localidades del
distrito, que continuó y se consolidó durante el lapso 2011-2015. En este marco es que se
incorporan con mayor relevancia los pueblos del municipio. El primer caso en ser conside-
rado fue el pueblo de Villa Lía, a partir de la promoción –desde la Dirección de Turismo
municipal- de su museo Los Rostros de La Pampa que se estableció en la década de 1980.
Sin embargo, es mediante un trabajo técnico realizado en colaboración con el INTA, duran-
te el 2010, que se buscó evaluar la “potencialidad y viabilidad” de Villa Lía, Duggan y Vagues
mediante la identificación de particularidades para promocionarlos como atractivos com-
4
plementarios y diferenciados de la ciudad cabecera. Estos asentamientos habían quedado
“aislados” tras el cierre del servicio ferroviario, con las problemáticas que ello produjo. Por
lo tanto, el turismo se presentaba como una alternativa de revitalización socio-económica.
Asimismo, en el año 2013 se llevó a cabo el proyecto “Puesta en valor turístico, rural y cul-
tural del casco histórico, la estación Vagues, y la vieja Usina de San Antonio de Areco” (In-
forme Municipal, 2010). La Dirección de Turismo se proponía crear nuevos “productos turís-
ticos” que permitieran articular los “puntos de interés” ya existentes en la ciudad cabecera
con las otras localidades del distrito. Así: i) colocó señalización informativa; ii) emplazó ofi-
cinas de turismo, y iii) estableció el Centro Interpretativo Ferroviario Vagues, en la que se
buscaba poner en valor elementos asociados al “patrimonio industrial”. En Villa Lía se habi-
litó un camping y se organizó una feria de “artesanías urbanas” durante los fines de sema-
na. Gracias a estas acciones, y considerando que allí existía un museo -y que se refunciona-
lizó un almacén de ramos generales en restaurant, en el año 2011 se incorporó al Progra-
ma de la Subsecretaría de Turismo bonaerense, Pueblos Turísticos. Este ofrece capacita-
ción técnica a los pobladores y visibilidad mediante publicidad oficial y participación en
eventos turísticos (ej. Caminos y Sabores, Feria Internacional de Turismo), además de carte-
lería indicativa. Villa Lía se incluyó sin muchos obstáculos al circuito turístico del Municipio.
Mientras que para poder implementar el turismo en Vagues y Duggan fue preciso aplicar
4
La investigación llevada a cabo por los técnicos del INTA propusieron que Duggan podría representar el “pueblo
de los labradores”, Villa Lía colocarse como “pueblo de los inmigrantes”; y Vagues como una “postal detenida en
el tiempo” (Bouvier, 2010).
otras estrategias por la resistencia inicial de sus residentes que querían resguardar la tran-
quilidad y seguridad del lugar.
Figura 2. Mapas turísticos de San Antonio de Areco, antes (A) y después del año 2012-2014
aproximadamente (B)
San Andrés de Giles. El municipio de San Andrés de Giles se localiza en el noroeste de la pro-
vincia de Buenos Aires, a unos 108 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por vías de
fácil acceso, como la ruta nacional 7. El partido cuenta con 23.027 pobladores (INDEC,
2010), está compuesto por la ciudad cabecera homónima y varios pueblos y parajes; y limi-
ta con San Antonio de Areco, Carmen de Areco, Mercedes, Exaltación de la Cruz y Luján. En
cuanto a la activación patrimonial, se observa que desde fines la década de 1980 y 1990 se
han reconocido formalmente –desde el estado municipal- diversos lugares tanto de la ciu-
dad cabecera como del interior del partido (Ordenanza 49/1988, 73/1988, 199/1988; Decre-
to Municipal 154; Ordenanza 20/1993). Actualmente, el área de Turismo es el que está
promoviendo la puesta en valor y protección del patrimonio local como recurso fundamen-
tal para el desarrollo del turismo rural.
5
El turismo en San Andrés de Giles comenzó a implementarse en la década del 2000 . Desde
el estado municipal, mediante la Oficina de Turismo, se buscó destacar los elementos y
lugares vinculados con la ruralidad del partido. De hecho el slogan del municipio fue por
mucho tiempo “San Andrés de Giles, ciudad, pueblos y parajes” y actualmente es “Viví pue-
blos”. Los primeros pueblos en ser incorporados como atractivos turísticos dentro del mu-
nicipio fueron Azcuénaga y Villa Ruiz, posteriormente Cucullú (Figura 1). A partir de talleres
y encuentros -organizados por consultores y funcionarios municipales- con los pobladores
locales se fueron estableciendo propuestas y alternativas para promover el turismo y ex-
6
tender la experiencia hacia otras localidades del municipio . Cabe señalar que Azcuénaga y
Villa Ruíz fueron una de las primeras experiencias del Programa Pueblos Turísticos. Esos
dos asentamientos rurales se vieron beneficiados –al igual que Villa Lía- de ser promocio-
nados desde los espacios de difusión que posee la Subsecretaría de Turismo, además de
participar de las actividades que esta organiza, como fiestas regionales itinerantes (ej. la
Fiesta de la Galleta de Campo).
Desde el trabajo realizado por la Oficina de Turismo de San Andrés de Giles, el proceso de
singularización de los pueblos se buscó mediante la configuración y/o promoción de sus fies-
7
tas populares a través de talleres participativos . Así, en Azcuénaga se destaca su fiesta patro-
nal, en Villa Ruíz –recuperando información histórica que sostiene que por allí pasaba el Ca-
mino Real del Virreinato- se creó la Fiesta del Camino Real, mientras que en Cucullú se puso
en valor la producción de ladrillos y sus hornos de quema, configurando la Fiesta del Hornero
(Figura 3). En San Andrés de Giles también se promueve la venta de productos locales. Uno de
los elementos que se destacan es la manufactura de las panaderías con horno a leña.
A partir de los casos mencionados podemos mencionar algunas similitudes que caracteri-
zan los procesos de mercantilización turística de sus pueblos rurales. Primero, este tipo de
lugares suelen ser ofrecidos a familias, parejas jóvenes y grupos de personas mayores que
residen en grandes urbes y que buscan ámbitos tranquilos en contacto con la “naturaleza”
(Pérez Winter, 2017). Por lo tanto, la distancia (menor a 150 km) y fácil acceso a estos mu-
nicipios –que posibilita estar en menos de dos horas en el destino- se presentan como cua-
lidades positivas y atractivas para la gestión turística. Ello favorece la ponderación de sus
pueblos y parajes –acompañado de narrativas históricas de esos lugares- como atracti-
8
vos/destinos potenciales . Fueron esas mismas características las que contempló la Subse-
cretaría de Turismo de provincia de Buenos Aires para incorporar a estos dos partidos de-
ntro de la modalidad “escapadas de fin de semana” desde la ciudad de Buenos Aires.
5
Uno de los primeros eventos –que emergió desde el sector privado- fue la creación y organización de la Fiesta
del Chancho con Pelo (2000-2006), aprovechando la significativa producción de cría porcina en el partido.
6
Actualmente se promocionan todos sus pueblos y parajes como Villa Espil, Heavy, Don Alberto, entre otros.
7
Es importante señalar que en San Andrés de Giles en 2008 se creó una asociación civil que posibilitó nuclear a
representantes de los diversos pueblos y parajes como un espacio de participación y mediación entre la comu-
nidad y el municipio. Si bien dejó de funcionar existen recientes intentos por recuperar la iniciativa.
8
Incluso teniendo en consideración que para llegar a alguno de ellos se debe atravesar caminos de tierra que son
intransitables cuando llueve.
iglesia fueron elementos que favorecieron su inclusión al Programa. Mientras que en Az-
9
cuénaga y Villa Ruíz se sumó la preservación de sus instalaciones ferroviarias. Asimismo,
se observa que la modalidad “comunitaria” se asocia con la implementación de turismo en
los pueblos y parajes como ocurre en San Andrés de Giles que se busca la participación de
las comunidades locales, o en San Antonio de Areco con la conformación del Centro Inter-
pretativo Vagues y la formulación del Programa Pueblos Turísticos. Por otra parte, el pro-
grama posibilita que los productos locales ingresen a otros mercados a partir de su difu-
sión en eventos de gran envergadura, como los ya mencionados. De esta forma, se entrete-
jen redes de gestión entre diversos actores representantes del ámbito local, municipal,
provincial y nacional además de la colaboración del sector privado con el fin de aunar re-
cursos que permitan el desarrollo turístico en menor escala. En ese sentido, el turismo
posibilita gestionar demandas de las comunidades locales que desde otros organismos y
direcciones estatales no son atendidas (ej. asfaltar caminos internos, mejorar y/o instalar
servicios de comunicación y transporte, mantenimiento de espacios públicos).
El turismo rural suele promocionarse como una modalidad no masiva y/o invasiva, con el
propósito de mantener la tranquilidad y costumbres locales. Los visitantes que llegan ge-
neralmente pasan el día y consumen sus espacios verdes, la gastronomía y los productos
locales, y los eventos que se organizan como las celebraciones populares –en ocasiones
10
superando la capacidad de carga . Y aunque se busca promover actividades durante el
año (durante los fines de semana y algunos días feriados) se genera una cierta estacionali-
dad (marzo-noviembre) que dificulta la llegada de turistas cuando no se presenta buen
tiempo. Además de la presencia de turistas, la promoción de estos pueblos y parajes como
lugares tranquilos, seguros donde persiste la solidaridad entre vecinos genera la instala-
ción de segundas residencias (Bouvier, 2010; Pérez Winter, 2017). En algunos casos, ello
produce ciertas tensiones entre los viejos y nuevos pobladores por la resignifica-
ción/disputas de los espacios y patrimonios, por la legitimación de ciertas prácticas socio-
económicas. En muchos casos los viejos pobladores se sienten “invadidos” por los nuevos
residentes (Pérez Winter, 2017).
DISCUSIÓN
Los casos indagados nos permiten conformar un marco para comenzar a elaborar trayec-
torias de mercantilización turística de los pueblos, parajes y otros tipos de asentamientos
rurales. Estos lugares, tomando un término de Santos [1988], 2014), pasaron por -y/o in-
11
corporaron- diferentes “circuitos espaciales de producción ” (minero, agrario, comercial).
En estas últimas décadas, el turismo rural emerge como una actividad productiva adicional
9
Cabe señalar que en el año 2012 un temporal derribó la estructura del galpón de acopio frente a la estación del
ferrocarril. Actualmente se están evaluando propuesta de intervención para reciclar el espacio en un buffet.
10
La llegada de turismo puede estar recreando la “vitalidad” que tenían esos asentamientos en épocas anteriores
a las crisis económicas y el cese de los servicios ferroviarios. Esta imagen de visitantes consumiendo y viviendo
el lugar es lo que buscan estos programas que se colocan como estrategias de “revitalización”.
11
De esta forma, nos encontramos con pueblos y parajes rurales de la provincia de Buenos Aires que mantienen deter-
minados circuitos de producción, en algunos de ellos cambian, otros adquieren nuevos, mientras que en otros casos
dejan de existir, atravesando un periodo de decadencia, identificado por los medios de comunicación como “pueblos
fantasmas” (https://www.lanacion.com.ar/1992347-pueblos-fantasma-la-argentina-que-desaparece).
A su vez, el pueblo es un espacio, no un objeto, por lo tanto, lo que se termina por mercan-
tilizar son ciertos lugares en los que se ofrecen los servicios gastronómicos, de alojamien-
tos; las edificaciones –y loteos que comienzan a emerger- para segundas residencias y/o
permanentes; los productos locales que allí se manufacturan y las representaciones ideali-
zadas que se construyen sobre esos ámbitos que contribuyen a crear su poder atracción y
singularización. Todos estos elementos son difundidos a partir de lo que denominamos –
recuperando algunas ideas de Kopytoff (1986) sobre las biografías culturales de las mer-
cancías- esferas de promoción turística. Los pueblos y parajes que son incorporados al
circuito turístico comienzan a ser visibilizados como tal. En particular, si ellos son incluidos
en programas provinciales y nacionales como es el caso del Programa Pueblos Turísticos,
consolidando su cambio de estatus (de pueblo rural a turístico). Los pueblos que se inclu-
yen en él luego participan de los medios de promoción de la Subsecretaría de Turismo bo-
naerense (páginas web oficiales, folletería) y logran presencia en eventos como Caminos y
Sabores, Feria Internacional de Turismo.
Asimismo, en el interior de cada poblado se puede apreciar una serie de cambios. Los servi-
cios y otros locales comerciales que anteriormente atendían a sus residentes, empiezan a
considerar un nuevo cliente externo, el turista (Prats, 2004). Ello suele generar –dentro de las
13
posibilidades- que casas antiguas o edificaciones pertenecientes a las empresas ferroviarias
14
sean refuncionalizadas . En los casos propuestos se observó que en esa remodelación exis-
te una búsqueda por adquirir una cierta estética que responda a las expectativas de los nue-
vos consumidores. Se pone a disposición una versión estilizada –en este caso- de lo bucólico,
lo rústico. A su vez, los dueños de estos nuevos emprendimientos, sean antiguos o nuevos
pobladores, tratan de ofrecer un servicio y productos auténticos y de calidad, acompañados
por una atención personalizada y cálida. En este marco, se observa cómo el propietario –o el
encargado- dedica tiempo para contar a los comensales la historia del lugar, del negocio, o al
12
Sin embargo, hay que señalar que Harvey (2007) planteó la paradoja del capitalismo en el proceso de mercanti-
lización, por una parte, tiende a homogeneizar “productos” a la vez que busca particularizarlos.
13
En Azcuénaga (San Andrés de Giles) una antigua sastrería familiar desde el año 2007, aproximadamente, fun-
ciona como restaurante de pastas caseras y en Villa Lía (San Antonio de Areco) un viejo almacén de ramos gene-
rales se refuncionalizó para ofrecer gastronomía local.
14
Así, podemos mencionar en Vagues (San Antonio de Areco) cómo la estación de tren se convirtió en un centro
interpretativo o cómo en Azcuénaga las vieja estructura del galpón de acopio se está por reciclar como buffet.
expresar que algunos platos están efectuados siguiendo recetas familiares. Estas acciones
15
permiten “agregar valor” al servicio y a los productos que ofrecen .
Sin embargo, como menciona Santos ([1988], 2014), un mismo espacio puede cumplir va-
rias funciones y esas funciones no siempre ocurren al mismo tiempo. En el caso de la acti-
vidad turística, aunque todo el pueblo se lo ofrece como destino/atractivo, generalmente
las áreas circundantes a la plaza principal y las estaciones de ferrocarril –si las hubiera- son
las más recorridas por los visitantes, y es allí donde tienden a concentrarse los locales gas-
tronómicos y de alojamiento. A su vez, el pueblo como destino/atractivo turístico ocurre
16
durante los fines de semana y en algunos días feriados . Todo ello promueve lo que San-
tos ([1988], 2014) identifica como mutaciones funcionales del espacio, pero también es-
tructurales, porque el turismo genera una relación entre la estructura socio-económica y la
estructura socio-económica y política. Es decir, se producen alteraciones de viejas formas
para la adecuación de nuevas funciones como el desarrollo turístico. Y en el caso de los
pueblos turísticos se observa la coexistencia de “formas viudas” (que adquieren nuevos
contenidos) con “formas vírgenes” (para complementar las nuevas demandas de la activi-
dad). Estos viejos y nuevos “objetos” –y las relaciones que se establecen entre ellos con los
visitantes y residentes - que se incorporan a los pueblos son los que permiten concretizar
la práctica turística. Por otra parte, estos cambios de estatus (de pueblo rural a turístico)
implican un cambio en su relación entre ciertos lugares del asentamiento y las personas
(comunidad local, políticos, turistas). Los espacios públicos y los refuncionalizados pasan a
ser consumidos o apropiados por diferentes actores. De esta forma, los cambios estructu-
rales y funcionales que genera el turismo, además de la llegada de nuevos residentes,
también incide en cómo los viejos y nuevos pobladores entretejen lazos, resignificaciones y
apropiaciones con el lugar, estableciendo sentimientos de pertenencia diferenciales que
pueden generar disputas y tensiones (Pérez Winter, 2017). Por lo tanto, es relevante que
existe una clara política de participación de las comunidades locales para evitar nuevos
conflictos.
CONCLUSIONES
Como sostiene Santos ([1988], 2014) el espacio es el resultado de la acción de los humanos
sobre el propio espacio, mediados por los objetos naturales y artificiales y la sociedad
siempre se está espacializando. Los pueblos rurales de la provincia de Buenos Aires, como
se puede apreciar con los casos propuestos, pasaron por varios procesos. Las crisis que
fueron impactando en esas localidades en las últimas décadas, como el cierre de los ferro-
carriles, el proceso de sojización y la desregulación de las áreas rurales llevaron a una de-
cadencia de económica de estos ámbitos, llevando a que varios de esos lugares se despo-
blaran gradualmente. Todos estos eventos, junto a la crisis del 2000-2001, han llevado a
varios municipios a buscar otras alternativas como el impulsar el turismo en el interior de
15
Asimismo, la estilización de un producto -o su gourmetización- puede generar un consumo exclusivo a partir de
obtener certificaciones especiales de calidad o de denominación de origen, por ejemplo.
16
Generalmente, el turismo rural promueve un turismo no masivo ni invasivo para no sobre cargar el desti-
no/atractivo y preservar las cualidades que lo tornan atractivo. Además, este tipo de modalidad suele presentar
como una actividad económica complementaria.
sus distritos. Las nuevas ruralidades de la provincia de Buenos Aires muestran que el tu-
rismo forma parte de las actividades productivas (complementaria) que actualmente la
caracterizan. Las iniciativas turísticas que son impulsadas por el Estado (provincial, nacio-
nal) suelen ser elaborados desde una mirada urbana, construyendo una lectura de la rura-
lidad a partir de lo que consideran que un turista de grandes urbes espera de estos ámbi-
tos. Por lo tanto, los programas y las representaciones turísticas que se configuran de esas
áreas tienden, por una parte, a reproducir la dicotomía campo-ciudad en favor de la prime-
ra, colocándolo como un lugar tranquilo, con amplios espacios verdes, donde “el tiempo se
detiene”. Y por otra parte, terminan siendo orientadas tanto para los turistas como para los
pobladores locales cuando estos últimos suponen ser los sujetos destinatarios de esas
políticas públicas.
Cada lugar es singular y combina de forma particular variables que pueden ser comunes a
muchos lugares. Sin embargo, para que un pueblo rural devenga en una mercancía turísti-
ca debe pasar por un proceso de selección bajo ciertos criterios que evaluará su potencia-
lidad. En ese proceso suelen producirse –aunque se fomente la participación local- repre-
sentaciones idealizadas de los ámbitos rurales que maquillan e invisibilizan ciertas histo-
rias y carencias que el turismo no logra resolver.
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LA VALORIZACIÓN PATRIMONIAL DE
LOS CENTROS HISTÓRICOS EN LA
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
(ARGENTINA)
L. A. Enriquea, C. Pérez Wintera
a
Instituto de Geografía “Romualdo Ardissone”, UBA/CONICET, Buenos Aires, Argentina
aylenle@yahoo.com.ar, cecipw@gmail.com
Resumen
INTRODUCCIÓN
Aunque el interés por la valorización patrimonial de los centros históricos existe desde
hace varias décadas en Latinoamérica (ICOMOS, 1987; UNESCO, 1977, 2007, 2014), los pa-
radigmas sobre cómo conservarlos han ido cambiando con el paso del tiempo. Mientras
que a mediados del siglo XX se exaltaban los elementos monumentales y aislados y se
priorizaban aquellos vinculados a los sectores de la elite, desde 1970 se dio importancia a
los conjuntos arquitectónicos y los procesos que los produjeron, en pos de una conserva-
ción integral del área. Es decir, aunque inicialmente eran pensados como museos a cielo
abierto, los centros históricos se concibieron luego como espacios multifuncionales. En
esta segunda etapa, la incorporación de la práctica turística se hizo más evidente como un
instrumento de desarrollo local que, a su vez, contribuía a generar fondos para promover
la conservación de esas áreas (Caraballo Pierichi, 2000; Mutal, 2003).
llamado hasta ese entonces Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Histó-
ricos, se incorporaron las categorías de “Área Urbana Histórica Nacional” y de “Paisaje Cul-
tural”. Durante la década de 1980, la gestión de la CNMLBH a cargo del arquitecto Jorge
Enrique Hardoy (1926-1993) buscó crear un manual para estandarizar la metodología de
patrimonialización de los centros y poblados históricos del país. Para ello, se implementó
un proyecto denominado “Elaboración de propuesta para la conservación y rehabilitación
de pueblos y ciudades históricas”, que se aplicó también en América Latina entre 1986-88.
El mismo contó con el apoyo del Instituto Iberoamericano por el Desarrollo en América
Latina (IIED-AL), enmarcado en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) y la CNMLBH. No obstante, la iniciativa desde la CNMLBH quedó interrumpida con
el fallecimiento de Hardoy en 1993 (Pérez Winter, 2017a).
En esta línea, nos interesa indagar acerca de los procesos de valorización de los centros y
poblados históricos en la provincia de Buenos Aires en relación con el contexto nacional.
Para ello, nos centramos en los casos de Carmen de Patagones (partido de Patagones) y
Capilla del Señor (partido de Exaltación de la Cruz) que han sido protegidos como tales en
diversas instancias legales. Carmen de Patagones se encuentra en el extremo sur de la
provincia de Buenos Aires separada por el río Negro de la ciudad de Viedma, capital de la
provincia de Río Negro, el cual desagua a aproximadamente 30 kilómetros de allí, en el
océano Atlántico. Este caudaloso río propició la instalación temprana de un establecimien-
to español como enclave de avance colonial y punto de partida de un núcleo poblacional
desde 1779, con el denominado Fuerte del Carmen. No obstante, a los pocos meses de
erigido en la margen sur -actual Viedma- el desborde del río y la consecuente inundación
generó que fuera trasladado a la margen norte, más elevada sobre el nivel del mar, donde
con el paso de los años se consolidó la ciudad de Carmen de Patagones. En 1987, tras la
recuperación de la democracia, se sancionó la ley nacional número 23.512 que contempla-
ba el traslado de la capital de Argentina a un futuro distrito federal compuesto por Carmen
de Patagones, Viedma y la zona cercana. Aunque el proyecto no se concretó, dio impulso a
una importante revalorización inmobiliaria, el casco histórico fue protegido a escala provin-
cial declarándolo “centro histórico provincial y polo de desarrollo turístico” en 1986 y, al año
siguiente, mediante una ordenanza municipal se delimitó el área a resguardar. Más tarde,
en 2003, el estado nacional declaró “bien de interés histórico” a la “traza urbana de Carmen
de Patagones (en su calidad de poblado histórico)” (Enrique, 2014).
Por su parte, Capilla del Señor es la ciudad cabecera del partido Exaltación de la Cruz, y se
ubica al norte de la provincia de Buenos Aires a unos 100 km de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires. Existen documentos que describen el asentamiento de Capilla del Señor ya
en el siglo XVIII, formaba parte de los Pagos de la Cañada de la Cruz y Pesquería. La ciudad
es producto del loteamiento de una estancia perteneciente a la familia Casco de Mendoza -
que había sido una de las mercedes repartidas por Garay-, a partir de la construcción de un
oratorio. En el siglo XIX se configuró como una unidad administrativa independiente al se-
pararse de Zárate (1854) y Campana (1855), instaurándose en 1856 el primer gobierno
municipal. Con el transcurso del tiempo, Capilla del Señor creció respetando el trazado
original en damero, con su plaza principal, ubicándose los edificios más importantes frente
a ella y sus alrededores inmediatos (Birocco, 2003). Algunos de ellos hoy forman parte del
patrimonio local. En el año 1994 el centro histórico de Capilla del Señor fue declarado “Bien
de Interés Histórico” municipal (Ordenanza 10/94) primero, y luego nacional (Decreto Na-
cional 1648/1994) por la CNMMLH (Pérez Winter, 2017b).
Proponemos, en primera instancia, analizar las listas indicativas de los bienes declarados a
escala provincial y nacional para identificar y comparar los relativos a los centros históricos.
Asimismo, examinamos las declaratorias patrimoniales (municipales, provinciales y nacio-
nales) a fin de reconocer las categorías mediante las cuales se los protege en los casos de
estudio mencionados teniendo en cuenta las referencias utilizadas para construir asocia-
ciones identitarias y las interrelaciones entre las diversas escalas. Hasta el momento exis-
ten escasas investigaciones sobre los centros históricos que consideren las interrelaciones
entre distintas jurisdicciones estatales en Argentina y carecemos de abordajes comparati-
vos referidos a la provincia de Buenos Aires. De esta manera, el escrito comprende, luego
de la introducción donde presentamos los casos propuestos, un apartado donde expone-
mos los lineamientos teórico-metodológicos a los que nos referimos a lo largo del trabajo.
Posteriormente, planteamos los resultados de nuestra investigación a partir de los docu-
mentos consultados y analizados para ambas localidades en relación con las categorías de
patrimonialización relativas a los “centros históricos”. Por último, discutimos las problemá-
ticas planteadas y ofrecemos una serie de reflexiones a la espera de que puedan resultar
de utilidad en el análisis de otros casos semejantes.
MARCO TEÓRICO-METODOLÓGICO
Como señalamos, los centros históricos han sido y continúan siendo objeto de patrimonia-
lización. Siguiendo a Chateloin (2008), a pesar de la difusión que ha experimentado la no-
ción de “centro histórico”, es preciso estar atentos a las diferencias en su conceptualización.
En este sentido, la autora expone un recorrido histórico del término en el cual parte de la
premisa planteada en la Carta de Atenas (CIAyTMH, 1931) acerca de que las ciudades po-
seen un carácter y una fisonomía que les son propios y que deben ser respetados. La
“Convención para la protección de los Bienes Culturales en caso de conflicto armado”
aprobada en La Haya por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO, 1954) ensayaba, por primera vez, la denominación de “cen-
tros monumentales” para hacer referencia a aquellos “que comprendan un número consi-
derable de bienes culturales”. Asimismo, los efectos de la guerra en las ciudades europeas
condujeron a una renovación urbana que tuvo lugar durante las décadas de 1960 y 1970 y
se ampliaron las intervenciones en áreas históricas en las ciudades (Chateloin, 2008). De
esta forma, la autora destaca que, tras el Congreso de 1960 en Gubbio (Italia), la planifica-
ción y la restauración comenzaron a pensarse de manera conjunta. A su vez, con la Carta
de Venecia (ICOMOS, 1964) se amplió la concepción de los monumentos históricos al valo-
rar también su entorno y con las Normas de Quito (OEA, 1967) se incorporó el punto de
vista latinoamericano. A partir de la década de 1970, la idea de “centro histórico” adquirió
preeminencia en el ámbito internacional y, teniendo en cuenta la Carta de Restauro (Minis-
terio de Educación de Italia, 1972), Chateloin (2008) advierte que la misma no se limitó a los
centros urbanos tradicionales, sino que incluyó también otras zonas menos antiguas y las
transformaciones que pudieran experimentar. En la misma época, la Declaración de Ams-
terdam (ICOMOS, 1975) consideraba al urbanismo histórico en tanto “ciudad histórica, con-
junto urbano antiguo o pueblo tradicional” y resaltaba la conservación del patrimonio ar-
quitectónico como un objetivo básico de la planificación urbana. La “Recomendación relati-
va a la salvaguarda de Conjuntos Históricos y su función en la vida contemporánea”
(UNESCO, 1976) firmada en Nairobi al año siguiente remarcaba la importancia de pensar
en los conjuntos mediante la noción de “conjunto histórico o tradicional”, que aludía a los
asentamientos humanos vivos o no. De manera semejante, en el congreso “La preserva-
ción de los centros históricos ante el crecimiento de las ciudades contemporáneas” realiza-
do en Quito en 1977 se definieron los centros históricos como:
Por último, La “Carta Internacional para la Conservación de las Ciudades Históricas” (ICO-
MOS, 1987) incorporó los términos “ciudad histórica” y “barrios históricos”. De esta manera,
la conservación de los centros históricos concerniría a la calidad de vida de sus habitantes
y no sólo a la recuperación física urbana.
Por otra parte, Chateloin (2008) destaca la relevancia que tuvo J. E. Hardoy en la problemati-
zación del urbanismo patrimonial latinoamericano, en el marco de lo cual distingue cuatro
escalas principales: la ciudad histórica, el pueblo histórico, el centro histórico y los conjuntos
históricos. En esa línea, Hardoy restringía la categoría de “centro histórico” a “aquellas áreas
históricas que poseen hoy centralidad urbana y pertenecen a asentamientos de importancia,
lo que establece diferencias con ambas definiciones apuntadas con anterioridad” (Chateloin
2008: 18). Desde nuestro punto de vista, los lineamientos sobre la protección de esos espa-
cios fomentados por Hardoy en Argentina contribuyeron en promover una ampliación en las
pautas de valorización de la CNMLBH (Pérez Winter, 2017a). En este sentido, la idea de “cen-
tro” le permitía hacer referencia a la concentración de ciertas funciones fundamentales de la
ciudad y utilizaba la adjetivación de “histórico” para resaltar que lugar poseía ciertas particu-
laridades que merecían ser conservadas, las cuales no se definían sólo por la profundidad
temporal del lugar, su monumentalidad o estética, sino también por los procesos históricos,
socio-culturales y económicos que lo conformaron como tal (Hardoy y Gutman, 1991; Hardoy
et al., 1988). Asimismo, el interés por patrimonializar ciertos centros históricos también radi-
caba en la posibilidad de preservar valores y prácticas sociales de sectores socio-culturales
subalternos o dejados de lado en pos de las elites (Hardoy, 1989). En particular, en este tra-
bajo nos interesan los aportes de Hardoy debido a la incidencia que tuvo en el devenir teóri-
co en materia patrimonial en nuestro país.
Podemos sostener que los centros históricos condensan determinados sentidos identita-
rios al vincularse con ciertos idearios de lo nacional, en especial, cuando se trata de locali-
dades que remiten sus comienzos a etapas fundantes de nuestro país (Enrique 2016,
2018). Teniendo en cuenta que concentran edificaciones y sitios significativos del pasado y
del presente, nos interesa analizar la selección y los modos de proteger estos patrimonios
específicos que se promueven desde las órbitas estatales. En relación con esto, hallamos
Para los propósitos de este trabajo, prestamos especial atención a comparar las categorías
de protección utilizadas por el estado en sus diferentes estamentos y sus implicancias para
resguardar los poblados históricos en la provincia de Buenos Aires. Para ello, relevamos la
documentación disponible en la CNMLBH, la biblioteca de la Academia Nacional de Historia
y el archivo del Instituto de Patrimonio de la provincia de Buenos Aires. En cada una de
estos repositorios se encuentran disponibles las listas de bienes patrimonializados por la
nación, en los dos primeros casos, y por la provincia de Buenos Aires, en el tercero. Aquí
consideramos únicamente las que se refieren a Carmen de Patagones y Capilla del Señor.
En relación con esto, planteamos una serie de preguntas que orientan nuestra investiga-
ción: ¿qué elementos han sido seleccionados y puestos en valor en el proceso de patrimo-
nialización de los centros históricos?, ¿qué se ha seleccionado desde los estados nacional y
provincial?, ¿qué condiciona que un centro o poblado histórico sea valorado en determina-
da escala jurisdiccional y no en otra?, ¿cómo se articulan -o no- las políticas de protección y
gestión referidas a las áreas históricas que fueron declaradas patrimonio desde estas dis-
tintas órbitas estatales?
RESULTADOS
1
En sus inicios, la Comisión dependía del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, luego fue
incorporada al Ministerio de Cultura y Educación (1969), posteriormente, a la Secretaría de
Cultura de la Nación (2002) y, actualmente, con la elevación de rango de esta última, al
Ministerio de Cultura de la Nación (2014).
da en el tiempo respecto de lo que se incluía dentro del pasado nacional (Pérez Winter,
2017a). Del total de los patrimonios registrados en la lista indicativa de la CNMLHB, 31 co-
rresponden a centros/poblados históricos y arqueológicos, es decir, un 2,5%. Entre ellos se
encuentran los casos que analizamos en este trabajo: Capilla del Señor (Decreto Nacional
1648/1994) y Carmen de Patagones (Decreto Nacional 491/2003). Ellos fueron reconocidos
durante las décadas de 1990 y 2000, período en el que se declararon la mayor cantidad de
centros históricos y poblados como consecuencia, en parte, de la promoción de la preser-
vación de este tipo de patrimonios promovida por Jorge Hardoy entre los años 1984-1993,
que continuó con la presidencia de Magdalena Faillace (Pérez Winter, 2017a).
El caso de Carmen de Patagones nos resulta de utilidad para observar el cambio en la ca-
tegoría mediante la cual se protege el centro histórico en las diferentes jurisdicciones: co-
mo “centro histórico provincial y polo de desarrollo turístico” por la provincia y en tanto
“bien de interés histórico” a nivel nacional. Además, un año después del reconocimiento a
escala provincial, el municipio lo declaró de “valor histórico”. Cabe destacar que en el caso
de Capilla del Señor, por el contrario, las categorías utilizadas tanto por el municipio como
por la nación coinciden, tal como se observa en la Tabla 1. Esto pone de manifiesto que
existen trayectorias diferenciadas en los modos en que los centros históricos han obtenido
reconocimiento en los distintos estamentos (municipal, provincial y/o nacional). Así, se pre-
sentan diversas posibilidades que ordenamos según la cantidad de jurisdicciones que los
consideran: i) no existe ningún tipo de reconocimiento, ii) se protege sólo en una de las
instancias, iii) dos niveles coinciden en la protección (municipal/provincial; provin-
cial/nacional; municipal/nacional), iv) se protege en las tres escalas administrativas (muni-
cipal, provincial, nacional).
Ciudad
Carmen de Patagones Capilla del Señor
Declaratoria
Por ejemplo, cuando se avanzó con el proyecto de traslado de la capital del país a la zona
de Carmen de Patagones, ante el incremento del valor de la tierra y los inmuebles, desde la
provincia y el municipio se propició la declaración patrimonial del área histórica de la ciu-
dad -y de algunas edificaciones- como una estrategia para evitar el deterioro de bienes
valorados y promover la conservación frente al creciente interés de explotación económica.
Debieron pasar casi dos décadas para que los reconocimientos existentes a escala provin-
cial y municipal fueran también adoptados a nivel nacional, en el marco de la promulgación
del decreto 491/2003 que incluyó también varios inmuebles y sitios relevantes de la ciudad.
En dicha ocasión se resaltó que “Carmen de Patagones fue durante muchos años el último
baluarte austral de la presencia rioplatense en el Atlántico Sur, y como tal defendió los
intereses argentinos en muchas circunstancias”, que “conserva un conjunto de edificios
construidos a partir de fines del siglo XVIII, algunos de los cuales son testimonios memora-
bles del acervo histórico nacional y también muestras significativas de tipologías arqui-
tectónicas particulares”. En particular, nos interesa subrayar cómo se caracteriza el centro
histórico en el decreto:
en cuanto conjunto urbano, mantiene una red de calles con formas adaptadas a
la topografía y un perfil característico de casas bajas escalonadas en la barranca
del río Negro, con las torres del antiguo fuerte y de la iglesia matriz, en el sitio
más alto, generando un paisaje armonioso y original, por lo poco común en
nuestro país.
De esta manera, el caso de Carmen de Patagones nos permite apreciar una inusual con-
cordancia en cuanto a la valoración patrimonial de su centro histórico por parte de los tres
estamentos.
En el caso de Capilla del Señor, las declaratorias municipal y nacional datan del mismo año y
han basado sus fundamentos en los mismos hechos y personajes históricos, situados entre
mediados y fines del siglo XIX, dando cuenta de la relevancia que estos tuvieron a nivel local,
provincial y nacional. En particular, se enfatizó que Capilla del Señor fue uno de los primeros
pueblos de la campaña bonaerense en tener un periódico (el Monitor de la Campaña en 1871)
y la primera escuela pública “de las pampas bonaerenses” con sistema lancasteriano, así como
la visita de políticos de renombre como Domingo Sarmiento, Dardo Rocha y Mariano Saave-
dra durante la década de 1860. Mediante estas referencias se buscaba mostrar que la locali-
dad promovía el “progreso” y la educación, dos valores impulsados desde la élite política libe-
ral de ese momento. A partir de la declaratoria nacional se conformó una comisión de protec-
ción para mantener la fisonomía del área, convirtiéndose en un espacio donde evocar ese
pasado “brillante y cultural” como señalan algunos funcionarios locales (Pérez Winter, 2017b).
Además, Hardoy había propuesto que Capilla del Señor fuera el primer caso piloto del Manual
de Conservación de poblados históricos que se estaba elaborando en la CNMBLH, como re-
sultado del proyecto de “Rehabilitación de poblados históricos” que mencionamos en la intro-
ducción. Así, el área de cultura del municipio de Exaltación de la Cruz trabajó en conjunto con
los técnicos y consultores de la CNMBLH consensuando los elementos a destacar, los criterios
y las categorías patrimoniales a utilizar para la protección del centro histórico de la ciudad.
DISCUSIÓN
Por otra parte, entendemos que el hecho de que el valor histórico de un centro urbano sea
reconocido a escala provincial o nacional no implica directamente una ventaja que repercu-
ta en una mayor protección del mismo, dadas las diferencias en los criterios de gestión de
los distintos organismos, que generan tanto vacíos como superposiciones de injerencias.
Esto puede ocasionar tensiones entre los diversos actores sociales que participan de la
protección del sitio y afectar la elección de las políticas y prácticas a aplicar con respecto a
los centros y poblados históricos, más allá de las particularidades de cada uno de ellos.
En relación con esto, pensamos que tanto la trayectoria de casi un siglo de la CNMLBH co-
mo su alcance nacional han contribuido al desarrollo de categorías y herramientas de pro-
tección que orientan a los poderes ejecutivo y legislativo en la producción de los instru-
mentos legislativos más adecuados para la gestión de las áreas históricas. Sin embargo,
advertimos una importante desarticulación entre las distintas jurisdicciones que no con-
verge en un aprendizaje a partir de casos semejantes, sino que, en gran medida, refuerza
determinados vacíos y silencios en la gestión al tiempo que exhibe un solapamiento de
incumbencias.
CONCLUSIONES
En este trabajo hemos utilizado el término de “centro histórico” en sentido amplio, enten-
diéndolo como el conjunto de edificaciones emplazados en la trama urbana que refleja un
proceso dinámico -aún en configuración- económico, socio-cultural e histórico que le ha
2
De hecho, el área de cultura de la municipalidad de Exaltación de la Cruz tomó la misma
categoría patrimonial que luego utilizó la CNMLBH debido a que carecía de categorías
específicas en ese momento.
dado forma como tal. De esta manera, consideramos no sólo los denominados “centros”
sino también los “cascos”, los “poblados” y los “barrios” históricos, teniendo en cuenta que
siempre es preciso considerar el contexto en el cual se encuentran. En relación con esto,
advertimos que las políticas patrimoniales tienden a cristalizar ciertos elementos de esas
zonas céntricas, creando una aparente estabilidad estética y/o escénica y demarcando los
espacios dominado y dominante que señaló Lefebvre ([1974] 2013). Así, la producción del
espacio patrimonial en los centros históricos recurre a la (re)construcción de una “memoria
colectiva” en la que se seleccionan los valores y sentidos que deben ser preservados, en
gran medida ligados a los grupos hegemónicos.
Por otro lado, como podemos observar, el contexto de producción de las normativas de
protección -y las políticas asociadas a ellas- condiciona no sólo la efectiva declaración pa-
trimonial sino también el tipo de instrumento de gestión que se obtiene. Al parecer, la se-
lección de la categoría utilizada por los diferentes organismos estatales que recomendaron
la protección de los centros históricos de Carmen de Patagones y de Capilla del Señor se
vinculó en mayor medida con los criterios existentes en ese momento en la institución que
con un debate más profundo acerca de las implicancias de recurrir a la denominación de
“casco”, “centro” o “poblado”. Menos aún pareciera haberse considerado un estudio compa-
rativo con respecto a las categorías en uso en otros entes estatales u otros niveles adminis-
trativos. Teniendo en cuenta esto, entendemos que la preferencia por uno u otro término
fue en gran parte arbitraria y producto del contexto en el que se buscaba generar herra-
mientas de protección de los centros urbanos mencionados.
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A. Introducción
Cuenta con bienes de valor patrimonial entre los que se destacan los edificios públicos
como: la Iglesia San Gabriel Arcángel, la Intendencia Municipal, el edificio conocido como
“La Cucaracha” y un vasto repertorio de edilicia doméstica constituido por variadas tipolog-
ías de singular valor histórico, arquitectónico y ambiental que contribuyen a definir una
identidad y matriz formal reconocidas. Destaca entre ellas el caso de la Villa de tradición
romana, típico ejemplo local de la segunda residencia de los sectores sociales más acomo-
dados que se refugian allí en temporadas estivales para escapar a los agobios de la vida
urbana, y de la que sigue en pie un número importante de exponentes de alta calidad.
traen del pasado como un lugar de esparcimiento, ocio, contemplación y reflexión, alejado de
los negocios, del trabajo y de la algarabía de la urbe. Su programa se plantea en las afueras de
la ciudad, como una casa en el campo a la que se le agrega un jardín con una geometría regular
que constituye una extensión de la arquitectura sobre la naturaleza. La ciudad de Florencia es
el paradigma del desarrollo de la Villa durante el Renacimiento, los mapas de esta rica metró-
poli muestran las colinas del Norte sembradas de ellas. (Benévolo, 1972: 19-48)
La tipología estudiada, se mantiene desde entonces a través de los siglos y se propaga por
distintas regiones. Así llega también a nuestro país en el siglo XIX, inspirando buena parte
de las residencias veraniegas de las familias adineradas con participación de arquitectos
provenientes de países europeos o profesionales formados en el exterior.
En la Argentina, la ciudad de Adrogué es en donde se plasma con más claridad este tipo
edilicio, teniendo en su haber alrededor de cincuenta Villas. La mayoría se sitúan fuera del
trazado original de la ciudad, lo que indica que en sus comienzos se busca, como era carac-
terístico de la tipología en cuestión, un emplazamiento alejado de la ciudad y en relación
con la naturaleza. Con el devenir del tiempo, la urbe se extiende por fuera del casco histó-
rico, quedando las Villas contenidas por la trama urbana, e incluso algunas de ellas, en
áreas comerciales consolidadas. Se pueden apreciar entonces, dentro de la abigarrada
ciudad, lotes de amplias dimensiones que son los que las alojan, ubicándose exentas en el
centro del terreno. Rodeadas de verde, están delimitadas sobe la línea municipal por verjas
que permiten contemplar su bella arquitectura desde el espacio público. (Figura N°2)
La mayoría posee planta compacta de un solo nivel, en donde todos los locales están con-
centrados y las circulaciones interiores se restringen al mínimo. Por otro lado, algunos
ejemplos ostentan una planta extendida conformada por bloques y pórticos que se expan-
den en el terreno.
Por último, su materialidad está representada por mampostería de ladrillo con revesti-
miento de símil piedra o revoque blanco, contrastando con el entorno natural. No se ob-
serva, como en las villas de la antigüedad, el característico empleo de materiales costosos
como el mármol o el granito.
El patrimonio está íntimamente ligado a los orígenes del turismo. Su inicio suele relacionarse
con los viajes hechos por los intelectuales y artistas a Italia en el siglo XVIII para admirar y
estudiar las antigüedades romanas. En los últimos tiempos, el patrimonio se ha empezado a
tratar no solo como un objeto exclusivo de interés histórico, paisajístico, estético u otro, para
avanzar en su papel como recurso económico, asumiendo la existencia de un potencial mer-
cado turístico basado en el atractivo que despierta la experiencia cultural. El uso turístico del
patrimonio consiste en incorporar al turismo componentes del patrimonio cultural no acti-
vados o escasamente activados. El turismo cultural es una variante del turismo que ha sido
definida por el Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (ICOMOS) como “un movimien-
to de personas esencialmente por una motivación cultural, tal como el viaje de estudios, re-
presentaciones artísticas, festivales u otros eventos culturales, visitas a lugares y monumen-
tos, folklore, arte o peregrinación”. Es una actividad compleja que incluye aspectos económi-
cos, sociales, culturales y ambientales que, si está debidamente planificada y organizada,
contribuye no solo a la difusión y conservación del patrimonio sino también al desarrollo de
las comunidades involucradas a escala local y regional.
En este marco, con el fin de revalorizar y difundir las Villas de Adrogué creemos propicia la
oportunidad para relacionarlas con el turismo cultural. Sabemos que es un desafío arduo y a
largo plazo, ya que incluye la formulación de planes y políticas concretas de desarrollo con
objetivos mensurables, estrategias para su presentación e interpretación y actividades cultu-
rales para su defensa y conservación. Asimismo requiere del compromiso de las comunida-
des, los propietarios, los operadores turísticos, los responsables políticos y los gestores de los
sitios. En esta línea, La Carta internacional sobre Turismo Cultural adoptada por ICOMOS en
la 12° Asamblea General de México (1999) anima al compromiso entre todos aquellos que
tengan intereses, responsabilidades y obligaciones para acordar en sus objetivos y formular
pautas detalladas que ayuden la implementación de sus principios, de acuerdo a las exigen-
cias y circunstancias particulares planteadas por las comunidades u organizaciones pertinen-
tes. Por otro lado, resulta lógico y necesario efectuar un estudio pormenorizado y serio acer-
ca de las posibilidades de que estas viviendas puedan activarse como recursos turísticos,
hecho que implica constatar si son capaces de despertar interés en la demanda potencial
para ser visitadas y, consecuentemente, desarrollar procesos de aprendizaje, gestión del
conocimiento y mejoras continuas en función de agregar valor a estos recursos iníciales para
convertirlos en autentica ventaja competitiva. (Delgado 2017: 13-36)
Ahora bien, ¿cómo se podrían transformar las casas de veraneo analizadas en un activo cultu-
ral orientado al turismo? La creación de circuitos turísticos, es un recurso utilizado a nivel
mundial, que podría ser fácilmente aplicable a nuestro caso de estudio. Las residencias, pue-
den vincularse mediante recorridos que combinen el patrimonio construido con otros atracti-
vos patrimoniales que resulten de interés para generar un itinerario destinado a mostrar la
historia y la identidad cultural de la ciudad. El objetivo no sería únicamente exponer los in-
muebles en buen estado, sino cumplir con una función didáctica más amplia. A lo largo de los
recorridos se podrían apreciar también las villas que presenten desajustes como intervencio-
nes, contaminación visual, patologías diversas, etc que ponen en riesgo su conservación.
nas (que son las que se establecieron en el trabajo previo desarrollado por el LINTA) a las
que denominamos Área 1, 2 y 3. El Área 1 comprende el casco histórico; el Área 2 tiene sus
límites claramente definidos por la Avenida Espora y las vías del Ferrocarril y finalmente, el
Área 3 se extiende desde las vías ferroviarias hasta la avenida Hipólito Irigoyen o también
denominada Ruta Provincial N°16. Las Áreas 1 y 2 presentan dos recorridos turísticos cada
una mientras que en el Área 3 propusimos un único circuito. Esto se relaciona con la canti-
dad de edificios que, a nuestro juicio, se podían vincular para estructurar paseos atractivos.
En los circuitos del Área 1 predominan otras tipologías edilicias por sobre las villas, ya que
estas, al ser concebidas como casas de veraneo se desarrollan en su mayoría por fuera del
casco histórico. En las demás áreas si bien incorporamos bastantes bienes de distinto tipo
y con distintos grados de valor, las Villas aparecen en mayor cantidad. Por otro lado, bus-
camos que los diferentes recorridos tengan puntos en común para facilitar su uso, por
ejemplo, el sitio donde finaliza un paseo, es el inicio del siguiente.
Metodología Comunicacional
Para expresar gráficamente los circuitos turísticos diseñamos una serie de posters que mues-
tran un recorrido cada uno. Se le asignó a cada área un color a manera de código para identifi-
carlas con facilidad. Se buscó que los colores seleccionados fueran claramente diferenciables
entre sí, para lo cual, dentro de la “Teoría del color” se recurrió a lo colores complementarios
divididos: rojo anaranjado para el Área 1, verde para el Área 2 y azul para el Área 3. Los circuitos
de cada zona se representaron con colores de la misma gama cromática que el asignado al
área correspondiente, por ejemplo en el Área 1 son rojo anaranjado y naranja. (Figura N°3)
hasta la plaza Cerretti, para continuar por la calle homónima en función de reconocer sus
bellos chalets normandos y otra de las imponentes villas estudiadas. Nuestro circuito conclu-
ye en la plaza Esteban Adrogué o también denominada Plaza
Figura 3. Plano de Adrogué con las tres áreas y sus circuitos turísticos.
Espora, que se destaca no solo por su verdor, sino por el Monumento a Esteban Adrogué y
dos de sus inmuebles linderos: La Cucaracha (chalet de dos plantas mandando a construir
por Esteban Adrogué para una de sus hijas, donde hoy funciona el Museo y Archivo Histórico
Municipal) y el Colegio Nacional Almirante Brown del año 1930. Este último está emplazado
donde antiguamente se localizó el Hotel Las Delicias que, demolido en la década del cincuen-
ta, fue refugio de veraneo de ilustres personajes de nuestra historia. Actualmente el único
vestigio de dicho edificio es una escultura denominada la Efigie de Diana, que se puede apre-
ciar en la plazoleta del Pasaje Las Delicias a la vuelta del Colegio Nacional. (Figura N°4)
Circuito 2: Este circuito comienza en la Plaza Espora, lugar donde finaliza el recorrido ante-
rior. Desde allí caminamos por la calle Bynnon en la que nos encontramos con dos villas.
Una, fue la casa de veraneo del por entonces presidente de la Nación Carlos Pellegrini y
actualmente aloja la Escuela Nacional N°16, y la otra, alberga el Jardín de Infantes N°1. Am-
bas se encuentran muy bien conservadas, más allá de las intervenciones efectuadas en
función de la adaptación a las nuevas funciones que acogen. Luego, doblamos a la derecha
por la calle Francisco Drumond para dirigirnos a la Plaza Almirante Brown, la cual ya hemos
descripto, y tomar la calle Juan Toll con el fin de contemplar una magnifica villa en la que
funciona un salón de fiestas. Al seguir la marcha desembocamos en la Plaza Bynnon carac-
terizada por sus árboles añejos y por su envolvente arquitectónico determinado por casas
chorizo y por otra de las villas ya estudiadas. Desde allí continuamos por Toll para apreciar
un abanico de tipologías donde conviven casas chorizo, casas de galería, un petit hotel y
una destacada villa. Doblando hacia la izquierda nos topamos con la calle Bartolomé Mitre
que nos presenta un alineamiento de casas chorizo que guardan sus rasgos originales, una
villa implantada en un terreno que conserva las grandes dimensiones de los lotes de la
época fundacional, un petit hotel de dos niveles y una escuela secundaria de estilo Brutalis-
ta acentuado por el uso de parasoles de hormigón armando típicos de este estilo arqui-
tectónico. Finalmente, nuestro recorrido remata en la plaza donde se inició. (Figura N°5)
ÁREA 2
Circuito 1: En este recorrido junto con el del Área 3, podemos encontrar la mayor cantidad
de villas y chalets normandos, siendo las dos tipologías más representativas y definitorias del
carácter urbano ambiental de Adrogué. Iniciamos el circuito en la Plaza Espora para dirigir-
nos hacia la calle Esteban Adrogué en pos de visualizar el Colegio Nacional. Desde allí to-
mamos la calle Macías y descubrimos primero una villa que ha quedado emplazada en el
corazón comercial de la zona y luego, un distinguido conjunto conformado por otra villa y un
petit hotel. Al doblar a la derecha por la calle De María observamos una magnifica villa y si
tomamos Bartolomé Mitre, nos enfrentamos con un imponente chalet normando rodeado
de generosos jardines. Inmediatamente nos dirigimos a la calle Ferrari para apreciar otro
chalet normando de dimensiones más modestas que el anterior y seguimos hacia la Avenida
Espora para pasar frente a una villa con lenguaje italiano y toparnos con una pintoresca serie
de chalets normandos alineados. Por último, la calle José Sánchez nos ofrece un número
importante de villas de variadas dimensiones, usos y grados de intervención. (Figura N°6)
ÁREA 3
Reflexiones finales
Adrogué cumple un papel significativo en la historia del urbanismo argentino por ser tes-
timonio del modo de construcción del territorio por expansión del ferrocarril, por su traza-
do innovador y por su vocación higienista definida por el abundante verde. En consonancia
con lo planteado surge la Villa en Adrogué, que dada su calidad y cantidad es decisiva en el
Bibliografía
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Amarilla et al. (2006), Municipio de Chascomús: Estrategias para la conservación del patrimonio a
través de un desarrollo turístico sustentable. LINTA – CIC, Municipalidad de Chascomús.
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siglo XV al siglo VVIII). Madrid, Taurus Ediciones, S.A.
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Rivadavia y premisas para la elaboración de una norma de protección. LINTA – CIC,
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casos para la diversificación de la oferta turística. LINTA – CIC, IIT – UNLP.
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En prensa.
Liernur, Jorge (2001), Arquitectura en la Argentina del siglo XX. Buenos Aires. Fondo Nacional de las
Artes.
mcperaltaflores@gmail.com, gm_arq@hotmail.com
Resumen
El Pago de Añapiré ha configurado el límite norte del extenso territorio de la Santa Fe colo-
nial. Aquel núcleo primigenio fundado por la corona con el objetivo de “abrir puertas a la
tierra” en el camino hacia Paraguay y el Alto Perú, finalizó su traslado a la localización ac-
tual en el año 1660, convirtiendo a Añapiré en un espacio fronterizo entre el mundo domi-
nado por las Leyes de india y la naturaleza indomable, un lugar histórico con escasas hue-
llas antrópicas. El área estratégica y funcional de estancias abastecedoras y defensivas de
la ciudad fundada, en la contemporaneidad es percibida como lejana por diversos motivos,
y ha perdido su valor de unidad en relación a la centralidad a partir de la subdivisión en
varias jurisdicciones administrativas que atomizaron la lógica colonial. Solo algunas refe-
rencias geográficas, paisajísticas y documentales lo incluyen hoy en una tradición local casi
desconocida por la población de la región.
INTRODUCCIÓN
Los paisajes culturales se construyen desde su valoración natural y cultural (histórica, pai-
sajística, patrimonial, artística, productiva, entre otras). Es en ese sentido que aquí se abor-
da la lectura e interpretación de un territorio santafesino poco transitado por este tipo de
estudios, entendiendo que la idea de Añapiré como unidad de análisis histórico, merece ser
construida en términos de paisaje y de planificación, desde sus actuales potencialidades.
Lecturas realizadas por el equipo de investigación, acerca de las transformaciones del uso
del suelo rural a urbano registrado en el aglomerado de la expansión de la ciudad de Santa
Fe hacia el norte, han permitido acceder a un recorrido territorial más extenso, impulsando
nuevos interrogantes y nuevas búsquedas. El descubrimiento de este espacio que formaba
parte de las primeras estancias de la estructura colonial, ha interesado como unidad de
análisis a recuperar, reconociendo tanto su condición abastecedora fundamentando la
existencia de la ciudad central, como luego su historicidad y protagonismo en la conforma-
ción del Estado provincial y nacional.
Durante los primeros tres siglos de subsistencia de Santa Fe como poblado, el periurbano
en su extensión hacia el norte presentó una dinámica estable de usos que, si bien estuvo
atravesada por transformaciones sociales, económicas, tecnológicas y políticas, no recono-
ció sino hasta la irrupción del proceso de modernización e inmigración iniciado a mediados
del siglo XIX, las mutaciones mas significativas y la incidencia de nuevas formas en la orga-
nización del territorio. Sin embargo, a través del tiempo, se ha mantenido la estructura
histórica del espacio rural que puede leerse en la macroforma territorial, como secuencia
de lonjas, que persisten de la primera divisoria de tierras que el período colonial hiciera
sobre este territorio. La identidad paisajística se mantuvo vigente a través los usos del sue-
lo dominantes y las unidades parcelarias, consolidando el cordón verde de producción
rural históricamente proveedor tanto de la ciudad central, como de localidades anexas.
Las tendencias expansivas han instalado un proceso de conurbación acelerado a partir del
1
año 2004 , evidenciando nuevas vinculaciones entre la capital y los distritos de Recreo y
Monte Vera, localidades aglomeradas a la ciudad central que han recibido el impacto en la
división de sus suelos, modificando predominantemente los usos productivos a residencia-
les, y en menor medida pero con igual impulso sobre las localidades de Arroyo Aguiar y
Candioti, como segunda corona de extensión, distritos pertenecientes a la demarcación
colonial del pago de Añapiré.
El antiguo Pago de Añapiré, a grandes rasgos se extendía entre la actual Ruta Provincial N°2
al oeste y la continuidad de la línea de ribera que desemboca en la Laguna El Capón-San
Pedro al este; en su limite norte se ubica la Ruta Provincial N°62 que vincula el territorio
con el albardón costero estructurado por la Ruta Provincial N°1 y al sur lo delimita la Ruta
Provincial N°82-S
METODOLOGÍA
Análisis y propuesta consideran la visibilización del código genético del territorio y su utili-
dad en términos funcionales. Trabajo que se ha desarrollado en tres instancias:
1
El Distrito de Santa Fe entre los años 2004-2007 incorporó a su planta urbana 2594 viviendas de gestión pública,
que modificaron aproximadamente 105 ha de suelo productivo (Planes Federales), en los últimos años nuevos
planes de urbanización han continuado con la tendencia de urbanización (2011: Programa Habitacional: Mi tie-
rra tu casa: 12 ha). Mientras que urbanizaciones privadas han sido los factores de mayor incidencia sobre el
suelo productivo del Distrito de Monte Vera: Loteo Las Moras (2008: 33 ha), y los Loteos Praderas 1 (2014: 7 ha),
Praderas 2 (2015: 7 ha) y Praderas 3 (2015: 19 ha).
Las capas de lectura son las siguientes: (1) naturaleza: biodiversidad; (2) proceso de forma-
ción urbano-territorial; (3) piezas del territorio: patrimonio arquitectónico; (4) grandes tra-
zados: infraestructuras y canales; (5) procesos productivos; (6) festejos y celebraciones;
sintetizadas en cuatro temas a los efectos de esta presentación.
Figura 1. Delimitación del Pago de Añapiré según datos históricos (en línea roja), sobre
Plano de la estructura territorial actual con división político administrativa. Los Distritos
incluidos total o parcialmente en el territorio señalado son: (de sur a norte): Arroyo Aguiar,
Laguna Paiva, Campo Andino, Llambi Campbell y Cayastacito (naranja).
El vocablo Añapiré ha formado parte de la toponimia santafesina desde los tiempos funda-
cionales: un Pago, un Camino, un Rincón, un Fortín (Cervera, 1971), aparecen como refe-
rencias bibliográficas de un territorio ubicado sobre el borde oeste del río Saladillo, en una
posición geográfica casi espejada con la primigenia Santa Fe, fundada por Juan de Garay en
1573 sobre el albardón costero de la RPN°1.
Añapiré refiere en primera instancia al territorio de borde de Santa Fe, que el sistema de
reparto y designación de tierras en el periodo colonial estableció a la jurisdicción de la ciu-
dad en su límite noreste, como lugar de abastecimiento y producción, pero que desde su
musicalidad guaraní introduce a percepciones de un paisaje indomable, tras el cual nada
tenía certezas; Añapiré hace alusión al diablo, siendo un posible significado el de: “piel o
cuero del diablo”, deducción de la traducción de los vocablos guaraní “Pire”: piel o cascara,
y “aña”: diablo, aunque según señala Cervera F. (1971) no hay acuerdos acerca la precisión
de esta expresión.
Las variables de periodización seleccionadas refieren a tres momentos del proceso de for-
mación definidos a partir de las modificaciones de los sistemas de movilidad que impacta-
ron y transformaron la estructura territorial en cada etapa.
En 1573 Juan de Garay realiza a orillas del río Quiloazas (hoy San Javier), sobre el albardón
costero, la fundación de la ciudad de Santa Fe, primer poblado al sur de Asunción que vin-
culaba la región del Cuyo, Tucumán y al Alto Perú, con el fin primero de abrir puertas a la
tierra. La ciudad fundada, siguió las leyes de India para su configuración dentro del territo-
rio, fraccionó y ordenó la tierra trazando las áreas para el desarrollo del ejido. La condición
topográfica de este primer asentamiento, espacio longitudinal rodeado de cursos de aguas,
determinó que la distribución del suelo continuara de manera itinerante sobre el territorio.
Si bien la traza urbana respondió al modelo de cuadricula adoptado por la conquista espa-
ñola para sus ciudades, las tierras de labranzas fueron estructuradas a través de una trama
de lonjas, que se distribuían longitudinalmente sobre el albardón costero, con angostos
frentes sobre los cursos de agua, donde la profundidad de estos predios no era un dato
señalado en las escrituras de propiedad que se conservan en los archivos históricos, y
donde solo está determinada la dimensión del frente, de dos a cuatro cuerdas castellanas,
3
medida equivalente a cien varas castellanas , que llevados a la métrica decimal significan
aproximadamente entre 150 y 300 metros lineales (Collado, A. y Soijet, M., 1998: 63).
2
Cabe destacar que la segunda fundación de Buenos Aires, realizada en el año 1580, fue la última fundación de
este tipo de ciudades, si bien Buenos Aires había tenido un intento de fundación en 1536 con Pedro de Mendo-
za, la instalación de fortificaciones no prospero.
3
La vara castellana en el período colonial era el patrón usual de medida, que tiene un equivalente en el sistema
métrico de 0,866 mts, desde esta unidad de medida surgen múltiplos: la cuerda que equivale a 100 varas (86.60
mts), la legua, equivalente a 6000 varas (5.196 mts).
Las áreas fértiles dedicadas a las chacras (producción agrícola) en la primera Santa Fe, se
dividieron en tres Pagos, diferenciados según su posición geográfica en relación al ejido
fundacional: Pagos de Arriba al Norte, el Pago del Medio al Oeste y Pago de Abajo, al Sur de
la ciudad fundada, tierras llamadas comúnmente de pan llevar, por el tipo de cultivo cerea-
lero que se producía en ella, en especial el trigo. Por fuera del albardón y ocupando solo
parcialmente la amplia jurisdicción que había establecido para la ciudad, se repartieron las
estancias (producción ganadera), contiguas a las chacras, que si bien continuaban con la
lonja como unidad de reparto, sus dimensiones eran superiores a esta, llegaban a medir
unas 10 cuerdas castellanas de frente sobre los cursos de agua.
En la región que definimos como Añapiré, Federico Cervera (1971, p. 16) nos señala que se
erigió la primera estancia de la región litoral y pampeana en el tiempo de fundación de la
primitiva ciudad de Santa Fe y que fuera propiedad del Conquistador Juan de Garay. Esta
estancia también fue llamada como “estancia de Vilipo” por referencias documentales que
señalen el asiento del Cacique Vilipulo o Guilipo en el límite de la ex estancia de Garay,
hacia el Oeste de la actual laguna San Pedro. Cervera (1971, p.14) detalla en su escrito que
en el testamento de doña Isabel Becerra y Mendoza -viuda del fundador – da cuenta que la
estancia estuvo poblada de 200 cabezas de ganado y es allí donde se la nombra como la
“estancia de Vilipo. Otro testimonio que prueba el inicio de la labor productiva es el primer
Censo de Estancieros que encomendó el Cabildo en el año 1619, allí 46 santafesinos que-
daron enrolados en esta actividad, con poblamiento de ganados desde 30 años o más a la
fecha citada.
El reparto de tierra tomó nuevamente como unidad de división una medida de 4 cuerdas,
para los de mayor abasto y de 2 cuerdas para los de menor jerarquía (de 300mt y 150 mt
aproximadamente). La distribución de tierras repitió la estructura de frentes angostos, lon-
jas, que fueran la identidad de la primer traza de la vieja ciudad, manteniendo la vincula-
ción de cada fragmento de tierra con los cursos de agua que la rodean, en la nueva posi-
ción de la ciudad, el río Salado se ubicaba al Oeste y la Laguna del río Saladillo (hoy Setú-
bal) hacia el Este, separando las unidades territoriales que iban en un sentido u otro a
través del camino real o loma, que dividía las aguas, convirtiéndose en el eje estructurador
de la división de tierras llamado camino de las lomas al que más tarde se lo denominaría
Ascochinga. Este eje separó el territorio en Pagos de Arriba, con sus cabezas sobre la Lagu-
na, y en Pagos de Abajo con sus frentes sobre el río Salado.
Fuente: Plano izquierda: Cervera, M.M. “Historia de la Ciudad y Provincia de Santa Fe”. Tomo 1. Ediciones UNL
1979. Pág.376. Plano derecha: Reconstrucción gráfica Archivo del Departamento de Estudios Etnográficos. Citado
por de Calvo (2012) en Collado (2012).
El Pago de Añapiré, que aparece nombrado como tal, en el plano de la Compañía de Jesús
(Figura N° 2), como parte de las tierras para estancias que se distribuían dentro del territo-
rio norte de la ciudad de Santa Fe, por métrica y lectura de archivos, podemos llegar a
afirmar que partes del área señalada para Añapiré se superponen con el Pago de Arriba,
4
establecidas por Montiel en el año 1653 .
Las necesarias paradas técnicas de abastecimiento que requería el sistema ferroviario cada
5 o 10 km, incentivan el surgimiento de nuevos poblados, que motivaron la concreción de
experiencias de ocupación territorial basadas en la complementación entre colonias agrí-
colas y actividad ferroviaria, que luego potencia surgen una serie de poblados vinculados a
una cierta especialización productiva de tipo industrial que complejiza las estructuras ur-
banas que van consolidándose
El Ferrocarril Nacional Central Norte fue la última vía en instalarse sobre territorio santafe-
sino, atravesó a Añapiré en toda su extensión, impulsando la formación y consolidación de
poblados a lo largo de su recorrido: Arroyo Aguiar, Constituyentes, Laguna Paiva, Aromos,
Yamandú, Cayastacito, cabe aclarar que esta vía férrea se constituyó en una vía alternativa
a las redes ferroviarias privadas que estaban instaladas en el territorio provincial, con el
4
Se considera por diferentes autores que la actual ubicación de Monte Vera, estaría la Parcela N° 25 del Pago de
Arriba correspondiente al Plano de Montiel (1653), siendo el Arroyo Bernabé López, hoy Arroyo Aguiar, el límite
sur del Pago de Añapiré.
5
Ley Provincial del 12 de agosto de 1857. Provincia de Santa Fe. Registro Oficial, Santa Fe, imp. La Revolución,
1889, Tomo II, 1848-1858, pág. 365.
objetivo final de crear una red homogénea6, que conectara con su traza las regiones más
postergadas del país y las vinculara con los puertos de frente fluvial, con condiciones ope-
rativas sin necesidad de pagar gravámenes a las entidades privadas por trasbordo o uso de
rieles (Salerno: 2002: p.225). Es así como el Ferrocarril Nacional Central Norte vincula las
regiones cuyanas con los grandes centros de consumo pampeanos, he inaugura en 1908 el
trayecto San Cristóbal- Santa Fe, alcanzando el puerto de Santa Fe a través de vías propias.
El Mosaico propuesto para la lectura del paisaje en su estado actual, registra con fotografías
propias un “palimpsesto” (Corboz, 2004) como síntesis de las huellas precedentes, a la vez
que expone las potencialidades actuales. Se organiza a partir de cuatro capas de lectura:
Escuela Rural Primaria Nº 51 “Manuel Belgrano”. Escuela Primaria Nº 33. “Juan María Caferatta”. Campo
Ubicada sobre la Ruta Provincial Nº 82-S. San Pedro Andino. Av. Julio Oroño 170. Ruta N° 82-S. Fotografía
Sur, Distrito Arroyo Aguiar. Fotografía abril 2018. abril 2018.
6
La homogeneidad que se aspiraba tener está vinculada con la existencia de diferentes trochas en la red ferrovia-
ria nacional que condicionaron la unidad y la operatividad del sistema: una trocha ancha (de 1.676 metros), una
trocha media o estándar europea (1,435 m.), la trocha angosta (de 1 m.), y en pocos casos una trocha de 0,75 m.
frecuente en infraestructuras industriales o secundarios,
Estación e Instalaciones ferroviarias en la ciudad de Vivienda domestica para personal jerarquizado del
Laguna Paiva, con via activa. Fotografía noviembre 2007. FFCC. Emplazada en predio Talleres y Almacenes de
Laguna Paiva. Fotografía noviembre 2007.
Puente sobre el arroyo Aguiar. Fotografía abril 2018. Canal que desagua la Laguna Paiva hacia el este, visto
desde puente sobre la Ruta Provincial N°82-S en el acceso a
Campo Andino. Fotografía marzo 2018 (época de sequía).
Cartel que señala la ubicación del Sito de la Memoria Estancia Santo Domingo, construida en la década de
(Centro Clandestino de Detención) en el Campo Militar de 1860 sobre tierras que fueran propiedad de Don Juan
Maniobras San Pedro, emplazado sobre la Ruta Provincial de Garay, dispone de capilla y mangrullo. Se ubica en
Nº 80-S (ripio) que vincula la ciudad de Laguna Paiva hacia el Distrito Laguna Paiva, sobre la Ruta Provincial N°2.
el este con la RPN°82-S. Fotografía marzo 2018. Fotografia mayo 2018.
Intersección de la Ruta Provincial 82-S y Ruta Provincial Cementerio de Campo Andino. Av. Julio Oroño. Ruta
Nº62, vista hacia el Este. Fotografía abril 2018. Provincial 82-S. Fotografía abril 2018.
Vista del arroyo Aguiar desde el Puente Fotografía abril Laguna El Capón. Vista desde el Camping “El Moja”,
2018. ubicado en el Distrito Arroyo Aguiar. Fotografía abril 2018.
Cartel informativo ubicado en el acceso a la localidad de Laguna Añapiré, tierra cuarteada en época de sequía.
Campo Andino, indicador del atractivo turístico emergente: Fotografía de marzo 2018.
avistaje de aves migratorias. Fotografía marzo 2018.
Campos de Trigo sobre la Ruta Provincial 82-S. Producción hortícola vista desde la Ruta Provincial N°2
Fotografía abril 2018. en Distrito Arroyo Aguiar. Fotografía mayo 2018.
Fábrica de Dulce de Leche en Distrito Arroyo Aguiar, Ganadería de la pampa argentina, raza característica
emplazada sobre la Ruta Provincial N°2. de la región. Fotografia oct.2017.
Cicloturismo “El Camino de los Pueblos” Recreo, Monte 8va.Fiesta Provincial del Dulce de Leche, en Arroyo
Vera, Arroyo Aguiar y Candioti (50 kilómetros): 29 de Aguiar.Fuente
abril 2018. Fotografía tomada en el stop realizado en el https://www.facebook.com/fiesta.dulcedeleche.
pueblo de Arroyo Aguiar. Fotografía febrero de 2018.
Instalaciones del Balneario Municipal de Laguna Paiva, Instalaciones privadas del Camping El Moja, ubicado
sobre la laguna homónima. Fotografía octubre 2017. en distrito Arroyo Aguiar. Canal entre la Laguna El
Capón y la Laguna Leyes. Fotografía abril 2018.
RESULTADOS
Primeros resultados: a partir del scouting de sitio se han identificado elementos de interés
que brindan potencialidades para la planificación territorial. Entre ellos, se citan:
1. Memoria. En el Distrito Arroyo Aguiar se destaca el Campo Militar San Pedro (estableci-
miento rural sin instalaciones), una parcela de grandes dimensiones de propiedad nacional
(ejército-campo de maniobras) que se ubica sobre la Ruta 82-S, distante 12 km de Laguna
Paiva y 10 km de Campo Andino. Fue señalizado como “Sitio de la Memoria”7 por la Secre-
taría de Derechos Humanos de la Nación (15/09/2012) y declarado de interés por la Cáma-
ra de Diputados de la prov. de Santa Fe, los Honorables Concejos Municipales de las ciuda-
des de Laguna Paiva, y Santa Fe. Funcionó como centro clandestino de exterminio y ente-
rramiento durante la última dictadura cívico militar argentina, entre 1976 a 1983. Concu-
rrentemente, existe un proyecto de Ley que designa “La Memoria” a la Ruta Provincial 82-
S8 (año 2017).
Otros datos históricos: se conoce que, en épocas de Santa Fe colonial, por Añapiré pasaba
el Camino Real hacia Córdoba y Santiago del Estero. Se estima que en este predio fue em-
plazado el Fortín de Añadiré, en territorio de frontera con los aborígenes.
2-Naturaleza. La hidrografía identifica el paisaje del área completa, sin embargo, recien-
temente, los Distritos Campo Andino y Laguna Paiva se han transformado en territorio de
interés debido a la fauna migratoria que ha elegido este lugar. Existen proyectos de ley
tendientes a declararlo Reserva Natural Protegida9 (año 2017). Campo Andino ofrece sólo
tímidas señalizaciones domésticas, mientras Laguna Paiva dispone las instalaciones del
camping balneario municipal, aunque su acceso por camino de tierra desde la ruta 80-S se
hace intransitable con lluvias y/o crecientes.
7
Secretaría de Derechos Humanos, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Ley Nacional
N°26.690 de Preservación, señalización y difusión de Sitios de Memoria del Terrorismo de Estado (06/2011).
Disponible en: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/180000-184999/184962/norma.htm
“Señalizaron el "Campo San Pedro" como sitio de la memoria”. Disponible en:
http://www.lagunapaivaweb.com.ar/Publicaciones/caravanasanpedro2012/caravanasanpedro2012.htm noticia
septiembre 2012. consulta 07-04-2018
8
Proyecto de Ley. Disponible en: http://diputadossocialistas.org/proyecto/ley-que-designa-como-la-memoria-a-la-
ruta-provincial-82s/ consulta 11-04-2018
9
Proyecto de Ley. Disponible en: http://diputadossocialistas.org/proyecto/ley-que-declara-como-area-natural-
protegida-a-la-laguna-anapire/ consulta 11-04-2018.
http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/134658-buscan-proteger-el-habitat-de-los-flamencos-en-campo-
andino-a-solo-50-kilometros-de-santa-fe noticia agosto 2016. consulta 10-04-2018.
10
Noticias sobre los flamencos en Laguna Paiva, disponibles en:
http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/168293-la-vanguardia-flamenca-aterrizo-en-laguna-paiva-safari-
fotografico-area-metropolitana.html consulta 10-04-2018.
https://www.facebook.com/todosparaunodiario/videos/2088614228039307/ cons.11-04-2018.
3-Huella ferroviaria. Los Distritos Arroyo Aguiar, Laguna Paiva y Cayastacito, son atrave-
sados por la traza ferroviaria que conecta Santa Fe con el norte argentino. Tanto el patri-
monio arquitectónico como las grandes parcelas de dominio público, ofrecen diversas po-
sibilidades para una planificación territorial con énfasis en el desarrollo turístico, producti-
vo, y de la movilidad.
Valores: Sistema ferroviario de estaciones, apeaderos, vías y obras, con algunos edificios
refuncionalizados y otros en estado de obsolescencia; y plantaciones forestales (eucalipta-
les). Actualmente algunas vías están en proceso de recambio.
Paisajes culturales vinculados al turismo: partiendo del reconocimiento del estado del arte
en la región, se proponen dos ejes de trabajo que cruzan transversalmente las capas de
lectura realizadas.
Paisaje Agua
1-El sector más desarrollado del Área Metropolitana es el denominado Corredor de la Cos-
ta, refiriendo al Corredor de la RP1 en la expansión este de la ciudad de Santa Fe y vincula-
do al Río Paraná. Sin embargo, se registran desarrollos más recientes en la RN11 Sur y un
incipiente asociativismo para impulsarlo.
2-La Laguna Setúbal posee playas públicas y algunos emprendimientos privados, princi-
palmente en las costas este y oeste de ciudad de Santa Fe, así como la práctica de diversos
deportes acuáticos. La potencialidad del corredor hacia el norte no está explorada, existen
sólo algunas inversiones aisladas que se localizan en asentamientos costeros como los
parajes de Monte Vera y Arroyo Aguiar. La región oeste de la provincia se moviliza hacia
estas costas principalmente por actividades de pesca y estancias de descanso.
Paisaje Rural/Productivo
11
Cicloturismo. 50K “El Camino de los Pueblos”. Recreo, Candioti, Arroyo Aguiar, Monte Vera. Disponible en:
http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/168437-ciclistas-de-toda-la-region-en-el-camino-de-los-pueblos-ciclo-
turismo-regionales.html noticia abril 2018.
La “Ruta de la Leche”, Gobierno de Santa Fe. Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=111&v=4oYYzgivP1U consulta 02-05-2018
2-La cuestión del paisaje hortícola y agrícola junto a los mercados de cercanía sería otra
línea de trabajo a desarrollar. Al incipiente proyecto Parque Agrario Santa Fe Metropolita-
12
na (Gobierno de Santa Fe, 2017) -que al mes de junio de 2018 involucra a los distritos de
Monte Vera, Recreo, Arroyo Aguiar y Arroyo Leyes-, se puede incorporar la valoración de la
producción en sus aspectos de interés turístico, cosa que por otra parte aportaría a la sos-
teniblilidad de la actividad.
DISCUSIONES
Por otra parte, los proyectos de Ley sobre: Declaración de Reserva Natural Protegida a la
Laguna de Añadiré; y la denominación de Ruta de la Memoria, suman presencia e institu-
cionalidad a la propuesta.
14
En particular, se destaca para el objeto de este trabajo, el proyecto de Ley del Paisaje
(2017) que propone la protección, gestión y ordenamiento de paisajes desde el Estado Pro-
vincial, reconociendo “al paisaje como un bien común, elemento fundamental del ambiente
y cultura, expresión de la diversidad natural y cultural y como fundamento de su identidad,
así como la función que el paisaje cumple en relación a la calidad de vida humana y el de-
sarrollo sustentable”.
CONCLUSIONES
12
“Fue presentado el Parque Agrario Santa Fe Metropolitana”. Disponible en:
http://www.elsantafesino.com/agro/2017/10/04/21572 noticia octubre 2017.
13
Plan estratégico de turismo 2025. Secretaría del sistema de turismo, comercio y servicios. Disponible en:
http://www.santafe.gov.ar/index.php/content/view/full/93665 (publicación 2015).
14
Proyecto Ley del Paisaje (diputado Jorge Henn), consulta 02-05-2018.
https://docs.wixstatic.com/ugd/235fe0_df4d5981b3a04b90a08b384d9b9eb323.pdf
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PATRIMONIO CULTURAL Y
DESARROLLO TURÍSTICO: LA STRUDEL
FEST DEL PUEBLO SANTA MARÍA,
CORONEL SUÁREZ.
M. E. Genaisira, S. Eliasb, V. Leonardib
a
Departamento de Geografía y Turismo, Universidad Nacional del Sur, Bahia Blanca,
Argentina.
b
IIESS (CONICET-UNS). Departamento de Economía, Universidad Nacional del Sur, Bahía
Blanca, Argentina.
INTRODUCCIÓN
Dado que el patrimonio cultural y la cultura viva son dos de los grandes atractivos del tu-
rismo no resulta extraño pensar que existe una gran potencialidad turística en las Colonias
Alemanas de Coronel Suárez. La historia de estos inmigrantes y la repercusión que la mis-
ma ha tenido sobre sus costumbres, lenguaje y gastronomía permiten descubrir una singu-
laridad que abre las puertas al sector turístico para la elaboración de una oferta cultural
que propicie un mayor desarrollo de la región.
La investigación que se llevará a cabo se enmarca dentro del turismo cultural, el cual se
define como aquel tipo de turismo que se realiza con la motivación de conocer y ponerse
en contacto con los aspectos culturales de una comunidad o grupo social. Permite que el
turista vivencie y comprenda todos los elementos que forman parte de la identidad de un
pueblo. Bien gestionado resulta una herramienta para salvaguardar el patrimonio y, al
mismo tiempo, logra dinamizar las economías locales. La clave del equilibrio entre ambos
aspectos resulta del control de la comunidad sobre su patrimonio (Consejo Nacional de la
Cultura y las Artes, s.f.).
Del amplio espectro de actividades que se desprenden del turismo cultural aquí se hace
hincapié fundamentalmente en las fiestas populares, definidas por Pizano Mallarino (2004)
como un “hecho cultural que evoca un ser o un acontecimiento sagrado o profano a través
de ceremonias, rituales, festejos o actos conmemorativos. La fiesta es transmitida por tra-
dición, tiene permanencia y evoluciona en el tiempo, y la sociedad que la celebra la dota de
significados” (Pizano Mallarino, 2004:28)
El presente estudio se centra en la Strudel Fest que se lleva a cabo en la Colonia Santa Mar-
ía del partido de Coronel Suárez desde hace tres años. Si bien es la fiesta más reciente que
se celebra en las Colonias Alemanas, hasta el día de la fecha resulta la de mayor potencia-
lidad ya que la Colonia Santa María no solo es la que más conserva sus tradiciones sino
que también fue declarada “Pueblo Turístico del Interior Bonaerense” en el año 2010 por la
entonces Secretaría de Turismo de la Nación.
En este contexto, el objetivo que persigue el presente trabajo es analizar la Strudel Fest
como patrimonio cultural de los Alemanes del Volga de Coronel Suárez a los fines de pre-
sentar propuestas tendientes a potenciar el desarrollo turístico en la localidad.
METODOLOGÍA
El patrimonio puede clasificarse como natural o cultural. Mientras que el primero hace
referencia a los monumentos naturales construidos por formaciones físicas y biológicas, el
patrimonio cultural hace hincapié fundamental en aquellas producciones humanas que se
conservan y transmiten a través del tiempo. La UNESCO declara en el año 1982:
lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura,
las obras de arte y los archivos y bibliotecas (UNESCO, 1982:.3).
Es este tipo de patrimonio el que sienta las bases para el turismo cultural, el cual, según
Bonet (2005) nace del crecimiento de la clase media urbana que se caracteriza por poseer
un alto nivel de estudios y un evidente interés en un turismo con contenido cultural, que se
diferencie de la oferta del turismo de masas.
Mediante el turismo cultural se busca lograr el desarrollo local del Pueblo Santa María y,
por consiguiente, del partido de Coronel Suárez. Para Cotorruelo (2001)
Las fiestas populares son una muestra característica de la cultura que refleja la identidad
cultural, la valoración, los intereses y la tradición de una comunidad. El valor cultural que
poseen las fiestas populares radica en los significados que le carga la comunidad y en las
tradiciones que representa, más allá de su posible evolución a través de los años. Este tipo
de eventos posibilita y promueve el sentido de pertenencia por parte de los lugareños, a la
vez que preserva y valoriza la identidad local. Cabe destacar la incorporación de las fiestas
al patrimonio inmaterial de un lugar, llevada a cabo durante la “Convención para la salva-
guardia del patrimonio mundial inmaterial” de la UNESCO en el año 2003.
Desde el punto de vista turístico, resultan ser una gran oportunidad para aquellos viajeros
que buscan y gustan conocer y vivenciar diferentes culturas y tradiciones en un marco de
celebración y alegría, pudiendo convertirse en un atractivo turístico en sí mismo.
Este tipo de eventos puede realizar un aporte importante a la economía de una región, ya
que la llegada de turistas representa ingresos para la población local. Estos ingresos están
asociados a las actividades que acompañan al motivo central del evento (venta de artesanías,
comidas, juegos, etc) así como también al sector de alojamiento y restauración del destino.
También llamada Colonia Tres, está ubicada a 15 km. de la ciudad cabecera del partido de Co-
ronel Suárez por la ruta provincial 85 (Figura 1) y cuenta con 1832 habitantes (INDEC, 2010).
Los alemanes dieron inicio a su peregrinación hacia Rusia en el año 1764, originada a partir
del llamado que la princesa Catalina II de Alemania, casada con el Zar Pedro II de Rusia,
hizo a sus compatriotas germanos para poblar las estepas rusas. Así, los colonos europeos
comenzaron su éxodo hacia el Río Wolga, impulsados por las guerras, los elevados impues-
tos y los saqueos constantes que sufrían en su patria. (Dos Santos, 2004)
Si bien las profesiones de los alemanes asentados en el Volga eran diversas, una vez llega-
dos al nuevo territorio fueron obligados a dedicarse por completo a las actividades agríco-
las y ganaderas, y sólo unos pocos pudieron conservar sus empleos originales.
Los Alemanes del Volga cuentan con varias celebraciones donde rinden homenaje sus tra-
diciones y costumbres. Las más tradicionales son conocidas como las Kerb. Estas son las
fiestas patronales que se festejan en cada una de las colonias: en el mes de octubre en
Santa Trinidad, en el mes de mayo en San José y en septiembre en Santa María.
También se llevan a cabo dos fiestas importantes en el Pueblo San Jose: La Fiesta de la Car-
neada en agosto y la Füllsen Fest en noviembre, ambas de características gastronómicas,
siendo la última similar a la Strudel Fest.
Organización y gestión
La Strudel Fest es una celebración de las tradiciones y cultura gastronómica de los Alema-
nes del Volga que se lleva a cabo el primer fin de semana del mes de Marzo.
La tercera edición de la fiesta se llevó a cabo los días 2, 3 y 4 de Marzo de 2018. La primera edi-
ción de la fiesta, en el año 2016 constó de un solo día durante el cual se desarrollaron las acti-
vidades, mientras que la segunda y tercera edición se desarrollaron durante tres días cada una.
EES N°2
Escuela Parroquial
Taller Protegido
Escuela N° 4
Salón Parroquial
Adultos Mayores
Club el Progreso
Jardín de Infantes Rural e Islas de Matrícula Mínima (JIRIMM) N°1
Cada una de estas instituciones participa de la Fiesta con un stand gastronómico que le
permite recaudar fondos.
Cabe destacar que, en su segunda edición, la Strudel Fest fue declarada de interés turístico
provincial y en su tercera edición la declaratoria pasó a ser de nivel Nacional. Estas declara-
ciones, junto con el decreto del año 2010 de la Secretaría de Turismo que nombra a Santa
María Pueblo Turístico, sientan los precedentes para que la fiesta siga creciendo año a año
hasta lograr la declaratoria de Fiesta Provincial.
RESULTADOS
El trabajo de campo se realizó durante los días 2, 3 y 4 de marzo de 2018. Los resultados
que se presentan a continuación reflejan las opiniones tanto de residentes del Pueblo San-
ta María como de los visitantes de la Strudel Fest.
El número total de encuestas realizadas fue de 120, de las cuales 80 se aplicaron a visitan-
tes y 40 a residentes. El tamaño de la muestra se estimó considerando la cantidad de habi-
tantes de la Colonia Santa María y de los asistentes al evento. En relación al número total
de visitantes, la coordinadora del Centro Cultural mencionó durante la entrevista que en el
municipio no tienen este dato exacto ya que no hay ningún control de ingreso al evento.
Los medios de comunicación aseveran que asistieron cerca de 20.000 personas.
— Residentes
La Figura 3 presenta las edades de los residentes participantes del evento. El segmento
más representativo de residentes corresponde al de mayores de 60 años, con un porcenta-
je del 28% seguido del segmento de 40 a 60 años, con un 25%.
5%
20%
28% 10%
12%
25%
60%
25% 15%
espectador organizador
menos de 20 20- 30 30- 40 40-60 más de 60
feriante/ artista colaboradores
Cabe destacar que el segmento “colaboradores” corresponde a aquellas personas que han
brindado alguna ayuda en el armado y/o ambientación pero sin estar a cargo de tareas
organizativas.
— Visitantes
En el caso de los visitantes (Figura 5), el segmento de edad con mayor representación fue el
de 40 a 60 años, llegando a un 43%, seguido del segmento de 30 a 40 años con un 27%
sumando entre ambos un 70%. Por su parte, el segmento de menores de 20 años tiene la
menor representación con solo el 2% de la muestra.
2%
13%
15%
menos de 20
20- 30
30-40
40- 60
27%
43% más de 60
— Residentes
Strudel Fest es considerada como un evento generador de ingresos para los residentes y
para los feriantes que concurren de varias partes del país.
0%
21%
6% 48%
25%
intercambio otro
— Visitantes
Se consultó acerca de los aspectos positivos de la fiesta y sobre aquellas cuestiones que
podían mejorarse. En la Figura 7 se puede apreciar que los aspectos más valorados por los
visitantes son la hospitalidad de los residentes con un 16,4%, seguido por la limpieza de las
calles con un 15,7%. Luego se presentaron opciones de propuestas para dinamizar el even-
to. En la Figura 8 se observa que las opciones con mayor aceptación fueron que la organi-
zación del evento genere más espacios con sombra y que se incorporen bandas conocidas
a nivel nacional, ambas con un 25%. El 20% señalo la importancia de sumar más feriantes.
16,4% 15,7%
20% 15%
14,8% 14,4%
25%
9,3% 25%
14,4%
15,0%
15%
calles seguridad
info. Al turista accesibilidad
señalización sombra
prog. Musical gastronomía
variedad de comida banda conocida
residentes
feria más grande
La Figura 9 presenta el gasto realizado por los visitantes. Se observa que el 42% gastó en
promedio $300 y el 33% realizó un gasto de $500. En la Figura 10 se puede ver que el 40%
de los encuestados destinó sus gastos a gastronomía, mientras que el 6’% restante se divi-
dió en partes iguales entre cerveza artesanal y artesanías.
0%
7%
18%
30%
40%
42%
33%
30%
menos de 200 200- 400 400- 600 más de 600 artesanías cerveza gastronomía otro
La Tabla 1 presenta el gasto total estimado de los participantes. Dicha estimación se realizó
considerando el número total de visitantes que llegaron a la Strudel Fest en su tercera edi-
ción y el gasto promedio realizado por los mismos (figura 9). Se observa que durante los
tres días del evento, los visitantes gastaron $8.120.000 en el total de los rubros considera-
dos, representando este valor un importante ingreso para la colonia Santa María.
La Tabla 2 muestra cómo se divide el gasto total en las tres categorías consideradas. El
cálculo se realizó teniendo en cuenta los porcentajes reflejados en la figura 10.
REFLEXIONES FINALES
La Strudel Fest es un evento de gran importancia para los residentes del Pueblo Santa Mar-
ía que sienten representadas sus tradiciones, su cultura y su gastronomía en el marco de
una celebración que trae alegría, charlas, encuentros y entretenimiento para toda la fami-
lia. Pero no solo es importante para ellos, sino que cuenta con una gran aceptación y aco-
gida por parte de todo el partido de Coronel Suárez y también por habitantes de partidos
aledaños que se suman año a año a una celebración que crece sin parar.
Las declaratorias de la fiesta (de interés municipal, provincial y nacional) junto con el traba-
jo arduo de aquellas personas que trabajan durante meses en su organización hacen que
poco a poco la convocatoria se amplíe a otras ciudades e incluso provincias y que cada vez
más personas se acerquen a conocer y experimentar una cultura y una historia tan rica
como lo es la de los alemanes del Volga.
Los resultados del trabajo de campo arrojan algunas conclusiones interesantes. Respecto
de los residentes se destaca un consenso del 100% en sentirse identificados con la fiesta, lo
cual demuestra que es una celebración que otorga identidad a esta comunidad. Si se anali-
za cuál es la repercusión más importante que tiene la Strudel Fest sobre la misma, los en-
cuestados coincidieron en que es la difusión de la cultura Alemana del Volga, quedando
como segunda en importancia la dinamización de la economía a partir del turismo. Esto
refleja un gran potencial turístico, ya que resulta fundamental una buena percepción del
evento por parte de los residentes para lograr una experiencia positiva para el visitante.
El impacto económico estimado en base al gasto de los visitantes resulta muy importante
para el Pueblo Santa María, ya que permite que las instituciones que participan con stands
puedan recaudar fondos destinados a financiar sus actividades durante el resto del año.
Además, la recaudación que perciben las instituciones participantes se destina a la compra
de insumos necesarios para las próximas ediciones de la Strudel Fest, propiciando su conti-
nuidad y su crecimiento año tras año. En este aspecto sería de ayuda el cobro de una entra-
da de bajo costo para los visitantes, que seguramente no afectaría la afluencia de visitantes.
Esto permitiría no solo generar un ingreso extra, sino que también posibilitaría tener datos
exactos del número de visitantes que recibe cada edición de la fiesta, pudiendo así realizar
estudios de crecimiento año a año y estudios de impacto económico 100% confiables.
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gbortolozzo@gmail.com, alefilla@yahoo.com
RESUMO
Os espaços das cidades são contituídos por disputas constantes de poder em resultado da
produção capitalista que a engendra (CARLOS, 2011). Nesse sentido, diferentes forças
atuam para sua incessante transformação, sejam de caráter hegemônico ou de resistência.
Porém, considera-se que a garantia de um desenvolvimento socialmente justo e igualitário
de uma democracia se deva a diversos sujeitos e grupos sociais atuantes que, dentre
tantos, o presente trabalho ressalta os movimentos de r-existência, aqui compreendidos
como aqueles que lutam pelo próprio ato de existir, viver e produzir por meio de lógicas
diferentes das hegemônicas vigentes (GONÇALVES, 2015), configurando-se em importantes
casos de análise sobre fenômenos de reação nesse cenário.
Como um evento social relativamente novo, o poetry slam (aqui também chamado de slam)
passou a ser popular no Brasil há aproximademente dez anos atrás. Atualmente, se
consolidou como um encontro de poesias livre, que prima pela expressão artística
acessível e horizontal feita por pessoas comuns, mas que sentem necessidades contínuas
de se manifestar politica-sócio-culturamente em espaços abertos e sem restrições ao
debate público.
Dessa forma, o intuito dessas linhas é destacar esse fazer artítico, político e social que se
dá em diversos espaços públicos no Brasil e resulta na composição de espaços mais
democráticos e igualitários, principalmente, para que aqueles que participam diretamente
do evento. Ademais, cabe ressaltar que, na maioria dos casos, essa forma de expressão
traz às ruas das cidades as vozes de populações historicamente silenciadas.
Nas duas partes seguintes, são desenvolvidas questões que apontam para as relações
entre vida pública e a construção das identidades nos espaços sociais. O foco no local
também é tratado nesse momento e, por isso apresenta-se um estudo de caso específico,
a batalha de poesias organizada na Praça Roosevelt em São Paulo, denominada de Slam da
Resistência. Os resultados e a discussão sobre a análise de vídeos feitos por participantes
da competição são tratados na sequência. Por fim, os dados secundários levantados sobre
o local são apresentados e comparados com o objetivo de mostrar uma breve evolução
histórica da praça e suas reformulações e a relação dos seus usuários com esse espaço.
Em tal contexto, os conteúdos das poesias declamadas em praça pública expõem o sentido
do lugar e das escolhas políticas dos poetas e poetisas, pois optam por versar sobre temas
que englobam problemáticas inerentes à organização socioespacial de nossas cidades. Ao
mesmo tempo, demonstram como a poesia – e a ocupação de espaços públicos para esse
fim – são capazes de recriar novos espaços de fala e de esperança à populações
desconsoladas.
São Paulo foi a primeira cidade no Brasil que recebeu, e consequentemente iniciou, o
poetry slam, tendo o maior número de disputas de slams de poesia do país, e acontecem
em diversos bairros da capital paulista (STELLA, 2015). Considerada pelo IBGE (2008) uma
metrópole de “primeira ordem”, classificação que apresenta o nível de influência política,
econômica e – por que não – cultural, sobre todo o território nacional, a capital se tornou
referência para que se entendam fenômenos nacionais e mundiais.
Importante salientar que a investigação fez parte de uma coleta inicial de materiais de
pesquisa de doutorado em andamento. Por esse motivo, configurou-se pela fase inicial da
análise de conteúdo (pré-análise) no processo de formulação de hipóteses e escolha de
objetos sugerido pela sequência do “conjunto de técnicas de análise das comunicações”,
2
proposta por Bardin (1977: 30) . Depois, sobre o material recortado, partiu-se para fase de
exploração, o que levou a um tratamento dos dados coletados no período, que gerou um
gráfico e breve interpretação do mesmo. Assim, o atual artigo é o resultado de parte de
3
uma pesquisa mais ampla , e foi desenvolvido por meio da coleta de dados entre 21 de
fevereiro e 01 de abril de 2017.
No período, as mídias sociais e canais online foram primordiais para o levantamento dos
dados secundários, pois é a partir deles que o conteúdo do poetry slam é registrado e
divulgado. O canal online “Sociedade dos poetas livres” - que em 2018 sofreu modificação
de nomenclatura para “Sociedade dos poetas subversivos” - é um daqueles que concentra
relevante número de vídeos realizados em diversos slams do país. Em razão disso, os
vídeos do “Slam da Resistência” analisados, foram todos coletados desse canal, o qual
4
publicou trinta e três (33) postagens com declamação de diferentes poesias nos eventos .
Ainda sobre essa sequência, ressalva-se que para a “análise dos temas abordados nas
poesias” foram categorizados os assuntos norteadores, apesar de muitas delas tratarem de
diversos outros subtemas específicos. Assim, contabilizou-se a quantidade de citações de
determinado tema base e os tipos de temas mais explorados nos poemas, pois entende-se
que esta repetição se remete a elebaroção de indicadores que afirmam a hipóstese
1
Afirmação feita pelo organizador do evento em 03/05/2018 em entrevista para Gabriel Valery.
2
A “análise de conteúdo” proposta por Bardin é organizada em três fases básicas e hieráquicas: “pré-analise”;
“exploração do material”; “tratamento dos resultados”. A primeira ainda é subdividida em “três missões: a
escolha dos documentos a serem submetidos à análise, a formulação das hipóteses e dos objetivos e a
elaboração de indicadores que fundamentam a interpretação final” dos documentos de análise (1977: 95).
3
É importante ressaltar que esse artigo é parte de uma pesquisa maior – tese de doutoramento da primeira
autora deste artigo, - a qual corresponde a investigação de outros slams poéticos pelo Brasil.
4
Elucida-se que o canal não apresenta os vídeos organizados cronologicamente e nem ao menos uma sequência
lógica entre “batalhas” apresentada em um mesmo dia. Por isso, são poesias aletórias do evento e abarcam
uma grande variedade de temas, poetisas e poetas.
Por fim, sondou-se, por meio de levantamento histórico, dados secundários advindos de
fontes oficiais - sites da prefeitura e órgãos correlatos - utilizados para entender as
modificações físicas da Praça Roosevelt. Paralelamente, incorporou-se a análise de
entrevistas, matérias de jornais e trabalhos acadêmicos, demonstrando distintas
percepções das populações em relação a essa praça ao longo do tempo e, finalmente, o
sentido simbólico da escolha desse espaço para o combate poético.
O poetry slam brasileiro ocorre, primeiramente, em etapas locais e sugere uma disputa de
poesias aberta, onde qualquer pessoa que queira se manifestar por meio da linguagem
poética possa se inscrever e recitar em público. Esse ato, que geralmente se dá em espaços
de livre acesso à população, está intrinsecamente ligado a reprodução da vida pública, que
segundo Jovchelovitch (2000), à exemplo da pólis grega, é um dos principais parâmetros
dessa vivência no passado e na atualidade.
Esse envolvimento dos que participam de todos os estágios do slam remete à filosofia
dialógica de Bakhtin, segundo explicações da linguista Neves (2017). Essa autora esclarece
que a “performance poética” da disputa origina um jogo entre “locutor/falante interativo” e
“interlocutor ouvinte, como leitor ativo” (NEVES, 2017: 101). Os poetas, poetizas e o público
relacionam-se o tempo todo, sendo o texto poético – escrito ou criado pelo (a) artista no
momento da batalha – apenas parte do elemento discursivo do slam, já que ele depende
também da expressão corporal utilizada na performance e das respostas imediatas dos
seus receptores.
Ainda para autora, quando a interação entre falante e ouvinte se encontram no mesmo
grau de igualdade acionados pela linguagem, como ocorre nos poetry slams, têm-se o
dialogismo do qual se refere Bakhtin. O próprio evento, com suas regras e rituais, cria
estratégias que planifica todos os envolvidos, fazendo com que esses sejam extremamente
ativos na troca entre discurso e resposta, o que gera uma confluência de reconhecimentos
entre os participantes. Como aponta Bakhtin:
Com isso, temos a constituição do “nós”. Jovchelovicth (2000) é a autora que, baseada nos
estudos da representação social e de Mead (1977), esclarece o quanto a constituição
pessoal de cada indivíduo é dependente do Outro. Para isso, defende que a formação do
“nós” se dá de forma conjunta, coletiva e, assim, vidas individuais se configuram a partir de
acontecimentos que vem de fora dos seres, em público. Daí a relevância da vida pública e
da existência de espaços que impliquem no convívio social das pessoas.
6
No caso dos slams brasileiros que ocorrem em locais públicos , o que se visualiza é que a
representação social aderida pelo grupo que o pratica é fundado na consolidação de
processos de identificação múltiplos. Composto por maioria jovem, nota-se que o
reconhecimento da diversidade de identidades desses sujeitos é intrínseco à busca de
valorização histórica e social que a maior parte dessas pessoas não possuem.
A partir desses sujeios é que diversas simbologias e signos, passam a ser expostos no
espaço escolhido para o slam. Os símbolos variam desde vestimentas e comportamentos,
à própria linguagem repleta de gírias e metonímias que compõe um cenário montado para
a arena poética. Esse comportamento é igualmente explanado dentro da lógica da
representação social:
5
A tese de doutorado de Moscovi foi defendida em 1961, e posteriormente foi revisada pelo próprio autor em
outros livros (OLIVEIRA, 2004), mas apenas três deles foram traduzidos no Brasil, sendo que para este trabalho
foi usado apenas um deles: Representações sociais: investigações em psicologia social, publicado pela editora
Vozes em 2003.
6
Neste trabalho não foram considerados slams que ocorrem em locais privados, pois o intuito do trabalho era
avaliar a força dessas competições apenas em espaços públicos, onde o embate simbolismos das sociedades se
mostra maior.
Quando tal fenômeno se sucede em um espaço público, o grupo, que aderiu a uma
representação singular, buscou identificação e exprimiu sua existência por meio de sua
presença física no mesmo, consegue provocar, ou ao menos incitar, mudanças nos espaços
sociais – e geográficos - nos quais se exprimem. Isso acontece porque obrigatoriamente
essas “ações públicas” causam entroncamentos com o Outro que não necessariamente
pertence ao mesmo grupo social, pois ao se darem nesses espaços de livre acesso, é
inevitável a presença de diferentes grupos e sujeitos sociais. Esse fato, retoma a essência
democrática da esfera pública por meio do espaço público, que segundo Habermas (2014),
tem o compromisso de promover encontros e debates sobre vida comum.
Nas praças, estações e largos onde se desenrolam os slams nas cidades brasileiras, é
possível ainda verificar um segundo fenômeno: o processo de identificação que ocorre
entre as pessoas participantes desconstrói a “hierarquia das diferenças” das quais nos fala
Serpa (2014: 143-144). Para esse autor, a identificação, é importante enquanto assimilação
das diferenças, mas ela não deve ser “elemento fundante” nas construções estruturais, já
que assim se torna geradora de desigualdades.
Dessa maneira, quando se considera que não existe hierarquia entre as identidades, todas
e diferentes identidades, culturas e ideias, possuem voz e podem contribuir para
estruturas mais justas. Nas disputas de poesias, o espaço público serve justamente para
expressão dessas diferenças identitárias ao mesmo tempo em que há o reconhecimento
dessas expressões.
Serpa (2014:143) é o geógrafo que nos atenta para a importância da criação de espaços
como esses, o que ele chama de “entre-lugar”:
Quando esse autor nos fala sobre hierarquia, ele está se referindo as formas de
dominação do sistema atual. Embasado em Gramsci, relembra que na divisão de classes, a
classe dominante, que na realidade é a minoria, atua sobre as outras por meio de
estratégias de persuasão, dominando principalmente os meios de comunicação para
disseminar sua cultura, sua forma de pensar e existir.
Enfim, têm-se a concretização dos “espaços de representação”, que por sua vez, é
compreendido por Serpa (2014) em suas leituras de Lefebvre (2000), na intersecção dos
espaços concebidos e percebidos pelos sujeitos sociais, sendo assim, o espaço vivido das
populações. Como o filósofo se debruça sobre uma discussão dialética da produção do
espaço nas cidades capitalistas, é importante entender que o espaço concebido é
correspondente àquele planejado, sem vida, e que, portanto, não leva em consideração o
cotidiano das cidades, mas funda-se sobre as estruturas de poder. Já o espaço percebido é
aquele imediatamente notado, interpretado pelos seres que o observam e se deparam com
os objetos e fenômenos nas cidades. Finalmente, o espaço vivido é aquele vivenciado pelos
seus moradores, é o espaço do cotidiano e da reprodução da vida, repleto de representações
simbólicas e contradições, as quais se tornam campo de lutas e resistências.
Portanto, são como “espaços de representação” que os poetry slams emergem no Brasil,
pois diferentes de outros países do mundo, esses slams se constituem como verdadeiros
espaços de luta por meio das representações de identidades múltiplas. Essa insurgência
decorre de um cotidiano urbano saturado de espaços concebidos pela ideologia das
classes de mais alta renda, que cumprem majoritariamente a função de reprodução e
exclusão social. Assim, o poetry slam se manifesta como um alento, espaço permissivo
onde eclodem as narrativas de grupos sociais historicamente silenciados.
Como será possível analisar a seguir, veremos como os espaços concebidos e percebidos
de grandes cidades, a exemplo de São Paulo, podem se transformar em lugares propícios a
r-existências de grupos e populações sem acessos a estruturas de poder, resinificando tais
lugares, por meio de apresentações de slam. Nesse fluxo, verificasse também, a
importância da existência e apropriação dos espaços públicos para o desenvolvimento
desse processo.
A Praça Roosevelt, localizada no centro da cidade de São Paulo possuí uma história marcada
por representações sociais muito características das elites e burguesia paulistana.
Incialmente, ainda na fundação da capital, a praça foi construída no entorno da Igreja Nossa
Senhora da Consolação. Nos anos de 1950 e 1960, quando as indústrias automobilísticas já
estavam instaladas na cidade, a praça se caracterizava apenas por “um imenso calçadão
asfaltado (...) onde durante o dia ficavam estacionados mais de setecentos automóveis
(pertencentes aos negociantes e trabalhadores do centro)” (FERREIRA, 2009: 16).
uma reestruturação, que segundo Ferreira (2009), se deu de forma arbitrária e sem
qualquer tipo de consideração com as funções esperadas pela população local da época.
Por grande parte desses grupos sofrerem preconceito e serem entendidos como marginais
pela elite paulistana, a praça começou a ser percebida como um local violento, fazendo
com que seu entorno fosse desvalorizado. Novas propostas para sua reconstrução se
deram no início dos anos 2000, que após longas discussões com a população e
comerciantes locais, chegaram ao consenso final do projeto o que resultou em obras de
resstruturação iniciadas em 2011 e finalizadas em 2012 (PREFEITURA DE SÃO PAULO: 201?).
7
Ambos os sites não possuem a data de publicação de seus artigos, os quais desenvolvem um breve histórico
sobre a criação e processos de “revitalizações” da Praça Roosevelt, disponíveis nos sites:
http://www.prefeitura.sp.gov.br/cidade/secretarias/upload/infraestrutura/sp_obras/arquivos/praca_roosevelt_2.
pdf ; http://www.cidadedesaopaulo.com/sp/o-que-visitar/atrativos/pontos-turisticos/3861-praca-roosevelt .
marginalizados na sociedade; iii) o espaço vivido foi abarcado pelos usuários que
demonstraram ter criado vínculos tão fortes com o lugar que, mesmo após regimes de
“revitalização” e expulsão, continuram na, ou retornam à praça para praticar suas
atividades costumeiras, como é o caso dos skatistas, movimentos sociais, artistas,
população de rua, profissionais do sexo e boêmios.
No caso da Praça Roosevelt, como foi possível observar ao longo do tempo, populações
subalternizadas como traficantes, prostitutas e travestis se apropriavam desse espaço e
demarcavam territórios de ação, o que, após os projetos de reconstrução local, foram
amenizados pelo poder público. Porém, outros grupos, como os praticantes de skate,
boêmios e estudantes do entorno, continuaram a fazer uso da praça da mesma maneira
como anteriormente, e o local se tornou ponto de encontro de variados grupos identitários.
Somados esses fatores, o local virou um marco para debates políticos e apresentações
artísticas no espaço público paulistano e é nesse contexto que nasceu o “Slam da Resistência”:
Como se vê, Del Chaves, idealizador do “Slam da Resistência”, ao explicar como foi a
construção desta disputa poética na Praça Roosevelt, se refere a percepção de um espaço
que a priori já apresentava características de um lugar de conflitos e lutas. Assim, a escolha
da praça e o nome da batalha de poesias que ali ocorre faz referência a imagem percebida
pelos grupos que a ocupam. Vista como local para se resistir, o aspecto simbólico do
espaço se sobressaiu e batizou esse slam poético.
A partir disso, verificou-se um diferencial com os outros slams da cidade, pois quando são
8
batizados com o mesmo nome dos bairros e locais onde nascem , estes afirmam suas
relações afetivas com os espaços, demonstrando, inclusive, respeito e identificação com o
lugar de onde surgem. Já no caso do Slam da Resistência, a relação com o espaço é de
embate e disputa. Estar no centro da cidade global, declamando poemas de cunho social e
arreigados de crítica política, faz desse slam um verdadeiro ato de r-existir na e ao capital.
Esse fator vai ao encontro da constituição dos “espaços de representação” explanados por
Serpa (2014), ao se embasar em Lefebvre (2000). Para o primeiro, que acredita ser possível
a verificação dessas construções sociais nos espaços concebidos, os espaços públicos são
os locais da cidade em que é possível envolver essas múltiplas interpretações e usos dos
grupos e classes sociais, a exemplo do que se vê atualmente na praça em questão.
Quando o evento slam acontece, verifica-se que o valor do uso dessa praça sobrepõe-se e
qualifica o lugar, porque aprofunda-se nas muitas identidades que ali se apresentam e se
expressam. Poetizas e poetas, por meio da representação social configurada pelos grupos
que os compreendem, levam a esse espaço a legitimação das diferenças e das identidades
culturais. Assim, o slam, por si só, não forma um grupo identitário, mas traz, junto a ele,
todo o processo identificatório dos grupos que cada um dos participantes pertence.
Isso quer dizer que o Slam da Resistência, aglutina representantes de variados grupos, que
neste determinado tempo e espaço, respeitam-se através de uma regularização de
convivência não hierárquica entre identidades. Em meio ao jogo das poesias, falante e
receptores constroem relações outras daquelas impostas hegemonicamente. Isso gera um
ciclo, ao passo em que nessa troca de informações por meio da palavra recitada, gera-se
também um reconhecimento entre os participantes, que a partir de então, passam a se
reconhecer como um coletivo, capazes de, juntos, r-existir no espaço.
Quando se analisam os temas dos poemas retratados pelos slam, contabiliza-se uma
grande variedade de assuntos sendo tratados, ao mesmo tempo em que todos, até mesmo
aqueles que falam sobre poesia, explicitam algum tipo “identidades subalternas”. Estas,
por sua vez, são entendidas por Cruz (2006), como aquelas construídas por sujeitos que
vivenciaram algum tipo de subalternização nos jogos de poder, mas que não se entendem
como meras vítimas do sistema e, sim, agentes ativos que obtém a capacidade de
contestar as identidades hegemônicas. Daí o entendimento de se considerar o slam uma
“arte de guerrilha” conforme as palavras de Chaves (apud FORTES, 2016).
É neste sentido que se entende também a força que esse evento local ganha ao ser
disseminado pela internet e em redes sociais. O que é exposto por essas poesias de
combate, gera novos processos de identificação e reconhecimento que chegam a outros
grupos e sujeitos em cidades do mundo todo. Tece-se aí uma rede de relações que se
amplificam e se espraiam para além dos limites territoriais clássicos, firmando o que os
autores Costa e Gonçalves (2006) vão chamar de “múltiplas territorialidades”, estritamente
ligadas às diferentes construções de identidade no mundo contemporâneo.
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Cabe lembrar que nem todos os slams de São Paulo são nomeados em alusão aos locais que os acolhem, como
é o caso do “Slam da Guilhermina” e o “Slam do 13”. Alguns deles são temáticos, como o “Slam das minas”, e
outros nominados por escolhas aleatórias.
Como exposto na seção metodológica, foram apurados trinta e três (33) vídeos que
posteriormente foram classificados por oito diferentes temas, que possuem como intuito
crual avaliar o grau de identificação e/ou reconhecimento das narrativas com a plateia
presente no momento do evento. A posteriori, também foi verificado seu alcance virtual
por meio das visualizações das poesias no canal referido.
Fonte: Canal do YouTube “Sociedade dos poetas subversivos” elaborado por Bortolozzo, G.
Como não foi realizada qualquer pesquisa relacionada ao perfil dos internautas que
visualizam as performances, não foram feitas análises sobre a identificação dos mesmos
com os temas. Entretanto, não será negada a importância das redes sociais virtuais para
divulgação e disseminação dos slams, não somente da Praça Roosevelt para o restante do
Brasil, mas por todo mundo, ao passo em que o fenômeno ultrapassa os limites espaciais
da praça por meio da divulgação em rede.
Da mesma maneira, é por meio desses dados que se compreende o quão necessário
tornam-se espaços que proporcionam a livre expressão e compartilhamento de ideias na
cidade. Afinal, é a partir deles que se revela os temas que as diferentes populações
citadinas almejam debater. A dupla exposição dessas poesias – tanto em espaço físico
quanto virtual – traz uma demanda recíproca de levar e receber mensagens não abarcadas
pelas mídias tradicionais e em espaços institucionalizados.
Seguindo a lógica do slam de poesias, que promove competições locais mensais de artistas
que expressam suas realidades por meio de poemas, para depois chegar ao âmbito global
representando e promulgando uma poética própria de cada país, é que se optou por se
debruçar sobre um dos slams mais populares do Brasil, o Slam da Resistência. Como um
diagnóstico do fenômeno, na então cidade considerada de escala global, esse evento
ajudou a elencar quais ganhos, funções e análises que podem ser feitas tratando-se de
ações espaciais que emergem da própria sociedade.
Dentre os ganhos, foi inevitável a apreciação sobre a reforço da composição simbólica que
o slam traz para o espaço da cidade, na medida em que se notou que reciprocamente, a
percepção da população da Praça Roosevelt nos dias atuais é muito similar a percepção e
aos signos levados pelos grupos sociais que a utiliza. Para o local, portanto, este fruto se
dá na esfera simbólica, na qual a praça, deixa de ser mero espaço concebido pelo poder
público para se tornar espaço percebido e vivido por diferentes populações paulistanas.
De maneira geral, ainda pode-se reafirmar que o poetry slam apresenta-se como r-
existências nos espaços urbanos brasileiros, porque carrega consigo duplo fortalecimento:
da voz de populações e identidades oprimidas pelo sistema vigente e do papel político
inerente ao espaço público, o que reafirma outras territorialidades. Assim sendo,
apresenta-se por meio de uma linguagem autêntica para mostrar que formas de combate
e reinvindicações populares se perpetuam, mesmo em espaços hegemônicos.
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RESCATE Y VALORIZACIÓN DE LA
GASTRONOMÍA DE CULTURAS
INMIGRANTES EN EL SUDOESTE
BONAERENSE (SOB)
M. Champredondea, L. I. Oustryb, M. A. Rodríguezc,
H. R. Cacciurib
a
INTA AER Pigüé, Universidad Provincial del Sudoeste (UPSO).
b
INTA AER Pigüé.
c
Amicale de Intercambios Pigüé.
Resumen
Por otro lado, crece la búsqueda de alimentos anclados en un “terruño”, es decir en las
tradiciones locales, como también por preparaciones artesanales, basadas en saberes tra-
dicionales (“las recetas de la abuela”), o en innovaciones que confieren al producto un estilo
particular permitiendo de esa manera el reconocimiento social del producto y el productor.
Estos cambios en la demanda de alimentos son percibidos, por diversos actores públicos y
privados, como una oportunidad. Desde el punto de vista económico se lo ve como la po-
sibilidad de valorizar productos locales. Algunos de estos productos han permanecido en la
órbita doméstica, destinados al autoconsumo, otros encuentran un techo muy limitado en
el mercado local y otros están en franca desaparición.
Si bien investigaciones científicas dan cuenta de asentamientos en esta zona desde el pleis-
toceno, la ocupación territorial no presentó grandes cambios hasta el siglo XIX D.C.. En la
segunda mitad del siglo, con el paulatino avance de la cultura occidental, se genera, en esta
zona, una sociedad de frontera, conformada principalmente por mestizos (hijos de españo-
les y aborígenes), mulatos, algunos grupos de aborígenes y algunos descendientes de eu-
ropeos. Esa frontera virtual, es materializada, en la década de 1870, por la instalación de
1
una línea de fortines acompañada de la construcción de la denominada zanja Alsina .
Esta cultura de frontera va a ser radicalmente transformada a partir del año 1879 en el que
se desarrolla la denominada Campaña al Desierto en la que se combatió a la población abo-
1
De los 600 Km. proyectados por el Ministro de Guerra Adolfo Alsina solo se construyeron 374 Km. Los trabajos
eran efectuados por las dotaciones de los regimientos de línea, cuadrillas de peones contratados como zanjea-
dotes y los presos traídos al efecto. El foso tenia 3 metros de ancho por 2 de profundidad se formaba un para-
peto de tosca y tierra, tal es el caso de esta zona, que por tal razón se lo denominaba El Paredón.
rigen. Aquella campaña, incorporó quinientos cincuenta mil kilómetros cuadrados a la Na-
ción. Las tierras “liberadas” del aborigen fueron cedidas a los capitales que financiaron la
campaña del desierto, y en pago a militares que la efectuaron la campaña. El resto fue
vendido o entregado en concesión a empresas privadas.
La instalación de poblaciones en esta región, al compás del avance del ferrocarril o en tor-
no a los antiguos fuertes, se caracterizó por la afluencia de inmigrantes, principalmente
europeos. En el marco de esa dinámica, el Sudoeste Bonaerense (SOB). se caracteriza en-
tonces por la confluencia de la cultura criolla con numerosas culturas inmigrantes.
En las comunidades del sudoeste bonaerense, los procesos de hibridación cultural se fue-
ron desarrollando en forma diferencial en función de la organización de los inmigrantes al
momento de su llegada: por un lado en su gran mayoría los italianos, españoles, paragua-
yos y chilenos llegaron en forma individual. En contraparte, rusos-alemanes, judíos, france-
ses, mallorquines y bolivianos, lo hicieron en forma grupal.
Una particularidad del enfoque es que, al analizar los actores que componen cada SIAL, el
consumidor es considerado como un actor más. Este, contribuye con sus saberes y com-
portamientos, a su transformación preservando su tipicidad o por omisión a la pérdida de
las especificidades del SIAL y del producto.
Una visión consensuada entre autores pioneros del enfoque SIAL los llevó a identificar cua-
tro grandes áreas de temáticas que aborda dicho enfoque: (a) la coordinación de los acto-
res que componen un SIAL y entre estos y otros actores del medio, (b) La calificación de los
productos, (c) Las dinámicas de los saberes y de las competencias de los actores, y (d) la
gestión de los recursos a valorizar (Muchnik J., de Sainte Marie C., 2000).
Como fuera expresado, el enfoque considera a estas cuatro grandes áreas temáticas que
componen los SIAL, no sólo como área de observación, sino también como ámbito de in-
tervención y como objeto de políticas públicas.
Desde nuestra óptica, una de las particularidades que caracterizan al enfoque SIAL es su
carácter de comprensivo. Es decir que no se parte de recetas o paradigmas preestablecidos
II.2. La adaptación del enfoque SIAL a las particularidades del Sudoeste Bonaerense
En primer lugar los trabajos desarrollados en Europa, África y los primeros trabajos de
América Latina consideran a los territorios como unidades “uniculturales”. Así, un producto
resulta de la impronta de la cultura local, a través de sus saberes y prácticas y las interac-
ciones con el medio biofísico. Además las temporalidades de los casos abordados en los
trabajos fundacionales de SIAL se miden generalmente en siglos ¿Cómo abordar el vínculo
producto-territorio en comunidades multiculturales con instalaciones relativamente recien-
tes? ¿Y cómo abordar el vínculo cultura-producto al interior de determinados grupos de
inmigrantes dispersos en diversos territorios como por ejemplo los descendientes de ru-
sos-alemanes?
En segundo lugar, la valorización de los alimentos locales se entiende en gran parte de los
casos como la diferenciación del alimento local mediante sellos de calidad. En ese contexto
las metodologías de investigación e intervención se orientan a generar espacios en los que
los actores locales intercambien y acuerden, tanto sobre los insumos utilizados y sobre las
prácticas de elaboración y consumo, como en las particularidades de dichos alimentos. Es
decir, deben acordar con qué insumos, cómo y con qué se elabora y cómo es el producto
típico local que será diferenciado en el mercado.
Esto supone por un lado que existen productos únicos, cuya calidad específica está vincu-
lada al territorio, y que además tiene una proyección en el mercado que merece el esfuer-
zo de un proceso de diferenciación. ¿Cómo se aborda entonces la valorización de produc-
tos que no son únicos, es decir que no tienen “una” calidad específica vinculada al territo-
rio? Es decir, productos que presentan calidades que existen fuera del territorio, o que sus
características divergen fuertemente al interior del territorio.
Evidentemente, el factor fundamental a considerar es que todas esas localidades del SOB
evolucionaron en el marco de la evolución histórica de la región pampeana en su conjunto,
en la que tanto la gastronomía como las otras expresiones culturales, contaron con un
marco cultural particular en cada etapa histórica. Y esa inmersión en la cultura pampeana
generó que en la actualidad encontremos grandes similitudes en el estilo de vida, hábitos
alimentarios, acento, etc. a lo largo de toda la región.
El acercamiento a la comunidad de San Miguel se dio en los años 2009 y 2010. En ella, la
cultura que presenta aún una amplia predominancia de la cultura ruso-alemana, por haber
sido una comunidad fundada en 1903 por quince familias de ese origen, y haber permane-
cido relativamente “cerrada” hasta los años 1980.
La primera actividad fue un taller con la población local en el que se identificaron todos los
“valores” o atributos locales positivos de la comunidad. Se identificaron así el estilo de vida,
la libertad y seguridad para la crianza de los niños y sobre todo las manifestaciones de la
cultura ruso-alemana tales como juegos, arquitectura, música, celebraciones comunitarias
y gastronomía.
A partir de dicho taller y de encuentros con actores locales se comenzó a postular objetivos
como el posible desarrollo de propuestas turísticas en esta pequeña comunidad, aunque
distante y mal conectada con los principales centros urbanos de la región. Por ejemplo,
dada la relativa proximidad a un centro turístico como Carhué se pensaba en organizar
alguna jornada donde se practicaran juegos típicos practicados décadas atrás y se ofrecie-
ran platos propios a la gastronomía local.
Sin embargo, los numerosos conflictos presentes en la sociedad local dificultaron pronto la
evolución del proyecto. Una de las situaciones conflictivas con fuerte impacto en la pequeña
comunidad de San Miguel es la antinomia planteada entre la escuela religiosa, fundada des-
de la llegada de esta comunidad, frente a la escuela pública, fundada en la década de 1960.
Una parte de la comunidad, con un fuerte apego a la religión católica, consideró a la ense-
ñanza laica como una amenaza que podría debilitar el espíritu religioso de la comunidad.
También se organizó el rescate de recetas típicas de las distintas regiones de las que vinie-
ron inmigrantes italianos, españoles y ruso-alemanes. Estos últimos oriundos de la comu-
nidad de Rivera, situada al igual que San Miguel Arcángel, dentro del partido de Adolfo Al-
sina. La investigación que contribuyó a rescatar diversas recetas se dio a través de la inves-
tigación realizada por una pasante de una Universidad de Francia, la cual efectuó entrevis-
tas en coordinación con diversas asociaciones de Inmigrantes: Asociación Española, Aso-
ciación Italiana y Asociación descendientes de alemanes del Volga.
Como actividades integradoras a nivel del Partido de Adolfo Alsina, se desarrollaron tam-
bién seminarios que organizaron en conjunto el Municipio y el INTA local, en los cuales se
reflexionó sobre la integración de la gastronomía regional a la propuesta turística, predo-
minantemente centrada en las termas de Carhué y la laguna de Epecuen. En estos semina-
rios, a los que se invitaron especialistas de diversas disciplinas asociadas al turismo, parti-
ciparon actores que habían sido movilizados en los distintos trabajos locales.
Para ello, en un primer momento se hizo una entrevista grupal a los miembros más ancia-
nos de esta pequeña localidad (800 habitantes) con el fin de identificar los trazos salientes
de la evolución de la comunidad local, tanto en el centro urbano como en el área rural de
influencia en la que se asentaron los inmigrantes mallorquines. Se constató que en las
últimas generaciones se perdieron gran parte de los saberes sobre las danzas folclóricas,
entretenimientos y la lengua de los inmigrantes.
En ese primer relevamiento se identificó que cuatro alimentos de origen mallorquín habían
conocido un proceso de localización en el territorio, a saber la sobresada (embutido), la
ensaimada (panificado), la coca o pizza mallorquina y la panada (empanada de cordero).
Otro plato como la sopa mallorquina permanecía restringida en ese momento al ámbito de
una sola familia local con su posterior desaparición con el fallecimiento de la cocinera que
lo preparaba.
La actividad principal se centró en la elaboración por parte de los alumnos del chacinado
típico local, la sobresada, lo que aseguró la transmisión del saber hacer a las generaciones
más jóvenes. A partir del tercer año de elaboración, se incorporó también la realización de
un taller de evaluación sensorial e intercambios en la que se convocó a la escuela al resto
de la comunidad de Goyena. Producto de estos intercambios se incorporó a un poblador
local para que acompañara la fabricación y maduración de la sobresada elaborada por los
alumnos al año siguiente.
El segundo objetivo fue contribuir a una mayor integración de la comunidad. Para ello se
implementaron talleres de interculturalidad en la escuela primaria. Las actividades recrea-
tivas implementadas en esta escuela apuntaron a que los niños atribuyan un sentido posi-
tivo a las diferencias culturales y a que tomaran conciencia que en cada plato, somos here-
deros de muchas culturas, las cuales contribuyeron a su evolución en el tiempo. Con el
video “el viaje de la empanada (https://www.youtube.com/watch?v=41NOtbqaJPE&t=46s)
los alumnos comprendieron que al consumir una empanada (tanto criolla como la panada)
eran herederos de culturas que se inician con los persas en el oriente medio y que llegan a
nuestro continente de la mano de los españoles. Al comer empanadas en un asado, repro-
ducimos hábitos alimenticios tanto de los inmigrantes como de nuestros aborígenes.
Producto de los trabajos locales se reeditó las fiestas mallorquinas, las cuales se habían
dejado de organizar en la década de 1960. Esta fiesta organizada los primeros días del mes
de setiembre de cada año constituye una ocasión adecuada para ofrecer los cuatro alimen-
tos típicos identificados al inicio de la investigación y consolidar así su apropiación por par-
te de la comunidad en su conjunto.
Uno de los objetivos que surgió durante la implementación del proyecto fue potenciar la
proyección comercial de la sobresada, producto destinado en algunos casos al mercado
doméstico de Goyena. Sin embargo, la dificultad de cumplir con la normativa sanitaria por
parte de las elaboraciones familiares constituyó la limitante mayor. Un proyecto local
emergió como una solución parcial a este problema, como lo fue la construcción de una
sala de elaboración de alimentos que cumpla con las normas sanitarias, instalada en el
predio, en la escuela agropecuaria. Sin embargo, particularidades en las etapas de termi-
nación de la construcción hizo inviable los proyectos comerciales.
La otra ciudad del partido de Saavedra en la que se implementó este tipo de proyectos fue
la localidad de Pigüé. La misma fue fundada en 1884 por un contingente de inmigrantes de
la región del Aveyron de Francia. Al igual que en la mayoría de las ciudades de la región
pampeana, la comunidad evolucionó en el marco de la cultura pampeana donde la cultura
criolla conoció múltiples hibridaciones con afluencias inmigratorias principalmente euro-
peas y de países limítrofes.
Gran parte de la gastronomía heredada de los inmigrantes del Aveyron permanecía invisi-
ble, excepto la práctica de preparar el ganso en grasa (o confit de ganso), plato conocido
por varios pobladores de Pigüé pero cuya elaboración es escasa desde la década de 1970.
La primera actividad realizada a nivel local fue la compra de gansos y preparación del gan-
so en grasa por parte de un equipo formado por miembros del INTA Pigüé y del Amicale de
2
Intercambio Pigüé .
Para ello se organizó una primera reunión en marzo de 2016, en la que se intercambió sobre
las prácticas cría de los gansos, preparación del plato, método de conservación en grasa y
ocasiones de consumo, relevando las recetas familiares. Se acordó entonces prepara dos
variantes en las que diferían solamente las especias utilizadas en la cocción. Una vez elabo-
rado el ganso en grasa se llamó a vecinos de Pigüé que recordaran o conocieran el plato,
para realizar una evaluación sensorial comparando las dos versiones. Por otra parte, con las
imágenes tomadas durante todo el proceso y los testimonios recogidos luego de la evalua-
ción sensorial se elaboró un video (https://www.youtube.com/watch?v=xmCXpuSIVDQ).
El entusiasmo demostrado por los participantes y el testimonio de que existían otros platos
heredados de los inmigrantes aveyroneses, que podrían ser rescatados y valorizados. Ello
dio lugar a que en 2017 se organizaran talleres para identificar los nombres de distintos
platos que se asocian a dicha inmigración, consensuando la existencia de unos quince.
Al igual que en el caso del ganso en grasa, se organizó luego un taller para identificar las
diversas variantes de un plato y posteriormente se reunió a todo el grupo de participantes
a preparar y degustar las distintas versiones de cada plato. Cada elaboración fue registrada
mediante cámaras o celulares, con el fin de generar registros visuales de los procesos y del
resultado que se debe obtener en cada plato.
2
Esta institución tiene por objetivo promover los intercambios entre Pigüé y Francia, con especial énfasis en la región
del Aveyron, departamento francés del cual provenían la mayoría de los inmigrantes que fundaron Pigüé.
tes. Otros de los logros de este proceso fue que el ganso en grasa fue ofrecido como plato
de la colectividad “francesa” de Pigüé en la fiesta de los inmigrantes en agosto de 2016.
Entre los objetivos planteados por quienes lideran el proceso es , en primer lugar, que las
recetas sean rescatadas y apropiadas por parte de la comunidad local, más allá de los orí-
genes de sus ancestros, transformándose de productos circunscriptos en el anclaje en fa-
milias de inmigrantes, a un anclaje en el territorio, es decir en la comunidad de Pigüé.
El mensaje vehiculizado por los videos, debe tener en cuenta el objetivo central que es la
apropiación de estos elementos patrimoniales para que se constituyan en patrimonio de la
comunidad en su conjunto. Por ello tanto las imágenes como los relatos incorporados en el
mismo, deben poner acento en el origen aveyrones pero sobre todo en la evolución en un
contexto de hibridación cultural a nivel local, lo que lo constituye en un producto único y
propio de la comunidad de Pigüé.
Resultados
En ese sentido, avanzar en una tipología de las comunidades según el perfil cultural, y según
el tipo de recurso gastronómico local, permite comprender mejor el vínculo de la comunidad
local y los elementos de la gastronomía que pueden constituirse en referencias identitarias y
que son pasibles de ser transmitida como patrimonio a las generaciones siguientes. Y desde
el punto de vista de la acción, los objetivos que se pueden plantear en el proceso de valoriza-
ción/patrimonialización y por ende el tipo de metodología a implementar.
En ese sentido debemos destacar que las metodologías de diferenciación por producto
muestran grandes limitantes en función de la proyección actual al mercado de los produc-
tos rescatados. Así, las denominaciones de origen, por ejemplo, se revelan como herra-
mientas poco adecuadas a estas realidades. Productos como la sobresada o eventualmen-
te el confit de ganso, podrían tener mayor proyección en el mercado, en cuyo caso se de-
berá volver a analizar la factibilidad de comunicar marcas colectivas u otras herramientas.
En la ciudad de Carhué, se volvió a festejar la fiesta de San Pedro y San Pablo, ocasión en la
cual las distintas comunidades de inmigrantes ofrecían platos típicos. En la ciudad Pigüé se
rescataron hasta el momento cinco platos típicos, algunos de los cuales fueron ofrecidos
en eventos colectivos y se generó una comunicación visual en torno al primer plato resca-
tado, el confit de ganso o ganso en grasa.
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mmedina@fadu.edu.uy
Palabras clave: paisaje costero, paisaje cultural, costa uruguaya, valoración del paisaje,
paisaje y ordenamiento territorial
Resumen
En la costa Sur uruguaya coexisten múltiples actividades que entran en conflicto con la
conservación de sus características ambientales y paisajísticas y la calidad de vida de las
comunidades.
El objetivo general de esta investigación es, desde el ámbito disciplinar del urbanismo, con-
tribuir a establecer criterios para el ordenamiento y planificación de nuestros territorios
litorales y costeros, incorporando su imagen, y su percepción por parte de la población,
como un dato a la hora de decidir acciones de transformación
Este artículo presenta los avances hasta la fecha: el marco conceptual, los criterios y méto-
dos utilizados para la caracterización de nuestros territorios costeros y para la ponderación
del valor de sus paisajes y su evolución. Se analizan los Instrumentos de Ordenamiento
Territorial en las zonas de focalización y se discuten algunos resultados y conclusiones.
INTRODUCCIÓN
El término paisaje implica un concepto amplio, en el que participa la geografía física que lo
sustenta, en conjunto con las sucesivas intervenciones del hombre y las interpretaciones que
puedan hacerse de las mismas. Tiene, por tanto, una dimensión física explicable desde
aproximaciones científicas y técnicas, una dimensión histórica que narra la relación del hom-
bre con el territorio a través del tiempo y una dimensión simbólica de la que dan cuenta dife-
rentes representaciones desde las artes, la estética, la filosofía, la sociología o la política. So-
bre estas tres dimensiones, el punto de vista del observador cobra particular importancia, ya
que es quien construye y transmite una lectura, siempre intencionada (Medina, 2013).
Desde otra perspectiva, desde los años 70 algunos autores han intentado identificar cuales
paisajes prefieren las personas y si es posible cuantificar el valor y beneficio tienen para la
sociedad. Francis y Hester (1990), Relf (1992), Kaplan y Kaplan (1989) y Ulrich (1983), Altman
y Wohlwill (1983) investigan el poder restaurativo de la naturaleza, integrando la capacidad
de los paisajes naturales en la recuperación de la fatiga atencional y en la disminución del
stress. Estos autores no solo refieren a los ambientes exclusivamente naturales sino que
incluyen la consideración de parques y espacios abiertos, campos y prados, lugares aban-
donados donde prima la naturaleza, así como el arbolado urbano y jardines domésticos
privados, gestionados o descuidados. No contrastan la existencia de naturaleza en contex-
tos urbanos y rurales, sino que proponen identificar los distintos paisajes que conocen las
personas a través de su percepción y experiencia, las sensaciones que les provocan, y la
conveniencia de mantenerlos o modificarlos.
La costa Sur uruguaya se extiende por 680 km sobre el Río de la Plata y el Océano Atlántico.
Alberga del 70 % del PBI nacional y concentra la mayor parte de su población. Es un espa-
cio en el que coexisten múltiples actividades (productivas, turísticas, logísticas, pesca, ur-
banización) experimentando transformaciones cada vez más aceleradas y complejas que
se superponen en el territorio. La mayoría de las veces sus lógicas de implantación no re-
conocen el patrimonio natural y cultural, entrando en conflicto con la conservación de las
características ambientales y paisajísticas y la calidad de vida de las comunidades costeras,
así como el valor de la costa como recurso en el ámbito nacional.
Es necesario ensayar una mirada que dé cuenta de las particularidades de estos territorios,
más aún en el nuevo contexto planificador que instala en 2008, la aprobación de la Ley
18.308 de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible (en adelante LOTDS).
MÉTODO
Área de estudio
Los términos litoral y costa en general se asocian a un espacio geográfico con límites difu-
sos aunque puede identificarse una diferencia conceptual entre ambos. La costa se inter-
preta como el ámbito intermareal y sus inmediaciones, mientras litoral es menos restringi-
do, incorporando el interior continental lo que incluye otros usos y actividades humanas
(Barragán y de Andrés, 2015).
Barragán define como litoralización al proceso en que personas, actividades, grandes in-
fraestructuras y equipamientos se concentran en una franja más o menos estrecha (Ba-
rragán, 1994). En consecuencia el área litoral será la que alberga estas actividades.
La primera consiste en describir y analizar cómo es hoy este territorio. Las estrategias de
investigación se basan en trabajo de interpretación de imágenes aéreas y satelitales, con-
sulta de bases cartográficas y documentales, investigaciones sectoriales, consulta bibliográ-
fica y trabajo de campo. A través de un abordaje multiescalar se analiza la costa Sur y se
identifican tramos con características comunes, seleccionando tres áreas de focalización.
La segunda aproximación construye un método para identificar las características del pai-
saje que deban ser conservadas, defendidas o modificadas, su proceso de transformación
y los componentes del paisaje que las determinan.
Los criterios y métodos para la ponderación del valor del paisaje y su evolución se basan
en las definiciones del Convenio Europeo de Paisaje y del documento borrador del Conve-
nio Latinoamericano del Paisaje. En ambos se vincula el paisaje a la percepción que, del
mismo, tiene la sociedad. El Convenio Europeo en su Art. 1 define que "por 'objetivo de
Varias son las experiencias que han aplicado diversos métodos de consulta a la población
con el objetivo de caracterizar paisajes y valorar sus componentes. En esta investigación se
toman como referentes algunas de España, Italia, Francia e Inglaterra. En base a este análisis
se considera adecuada la aplicación de modelos psicofísicos (más participativos y democráti-
cos), que vinculan las relaciones entre aspectos físicos y los juicios sobre su percepción (Sola-
ri y Cazorla, 2009) Estos métodos revelan las preferencias paisajísticas de la población, con
valores asignados mediante puntuaciones procesadas con procedimientos estadísticos. De
este modo se puede cuantificar el efecto de cada componente del paisaje y proporcionar
datos para su inclusión en el proceso planificador (Marangon y Tempesta, 2009)
Para ello se formula una encuesta, herramienta específica para obtener esta valoración. La
definición de indicadores cuantitativos específicos derivados de los objetivos de calidad
paisajística definidos cualitativamente constituye un nuevo paso que debe involucrar la
opinión de técnicos y expertos en la materia.
Entendiendo que el paisaje constituye un bien público y una vez identificado su carácter,
su conservación y producción debe estar garantizada por el nivel de gobierno que toma las
decisiones sobre el territorio, de allí la necesidad de incluir su consideración en los IOTs. La
tercera aproximación se centra en el análisis de los contenidos con respecto al paisaje de la
LOTDS y los IOTs para el área.
Técnicas de análisis
A lo largo de la costa Sur uruguaya se presentan situaciones diversas. Estas han sido des-
criptas en diversos estudios, desde diferentes perspectivas disciplinares cuyos énfasis se
focalizan en aspectos naturales y antrópicos y que se consideran como antecedentes.
La información (base de datos) sobre cobertura del suelo realizada por el Ministerio
de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, en el período 2000-2011, lo
que permite visualizar el tipo de uso y forma de ocupación del suelo predominante,
La caracterización y diagnóstico del litoral costero realizada por López Laborde en
2003 que brinda información sobre las características geomorfológicas y modifica-
ciones antrópicas sobre la costa
La lectura de imágenes del Google Earth y cartas del Servicio Geográfico Militar que
permiten la visualización de toda la costa Sur uruguaya y una primera aproximación
a la caracterización de la estructura territorial.
Para el ajuste del tramo de focalización se trabaja en una escala intermedia (mesoescala),
tomando como antecedentes dos estudios realizados para toda la costa Sur urugua-
ya:“Diagnóstico y evaluación de infraestructuras en la zona costera uruguaya (Colonia-
Rocha)” (EcoPlata, 2009) y “Programación de la Adaptación Costera al Cambio Climático”
(Convenio MVOTMA-UDELAR, 2014). En ambos casos el foco está puesto en las infraestruc-
turas y estructuras urbanas y aportan información de base, a la vez que incorporan análisis
diferentes: desde la perspectiva territorial en un caso y desde la vulnerabilidad al cambio
climático en el otro. Estos estudios incluyen abordajes al espacio costero realizado desde
varias disciplinas. Se incorporan además nuevas fuentes de información y bases de datos
más detalladas que actualizan y complementan los estudios de base.
Que se incluyan las tres situaciones detectadas en cuanto a cobertura de suelo: pre-
dominio de áreas cultivadas y manejadas, cobertura mixta, predominio de vegeta-
ción natural y seminatural.
Que se consideren situaciones costeras estuarinas y oceánicas con características
geomorfológicas diversas.
Que la estructura territorial sea demostrativa de los diferentes procesos que se han
llevado a cabo sobre la costa Sur.
Una tercera aproximación a las áreas de focalización se realiza observando las modifica-
ciones en la ocupación del suelo en los últimos años, constatables mediante la lectura de
imágenes. Se trabaja con la serie histórica del Google Earth, lo que permite identificar en
período se produce el cambio. Este análisis permite agrupar los cambios en 5 categorías:
logístico-industrial, procesos expansivos urbanos, construcciones en baja densidad (cons-
trucciones con fines no productivos, viviendas en la modalidad club de campo o urbaniza-
ciones cerradas), actividad extractiva y forestación. Los restantes cambios se agrupan en la
categoría "otros". Cabe aclarar que este análisis es indicativo del tipo de transformaciones
y no exhaustivo en cuanto al registro exacto de las mismas, que requeriría trabajar con
otras bases de datos no disponibles al momento de realizar esta etapa.
Para la identificación de las características y componentes del paisaje que deben ser consi-
derados en los IOTs por su relevancia y su posterior monitoreo se formulan dos procedi-
mientos: una consulta abierta a actores del ámbito público y privado y a habitantes y usua-
rios del tramo de costa en estudio y , posteriormente, una consulta a expertos que permita
centrar los asuntos de manejo en materia de paisaje.
Los componentes cuya expresión visual determina el paisaje se agrupan según tres dimen-
siones: una dimensión física que da cuenta de las principales características del soporte
geográfico, una dimensión estructural que sustenta las actividades que se llevan a cabo
(infraestructuras y grandes equipamientos, a modo de ejemplo) y una dimensión funcional,
en la que se reflejan las diversas formas de uso y ocupación del suelo.
Por otro lado, al ser una herramienta tanto cuantitativa como cualitativa, los indicadores
permiten mostrar indicios o señales de una situación, actividad o resultado a través de una
información sintética, permitiendo realizar un seguimiento de procesos en el territorio.
Esto implica además que deben sustentarse en bases de datos accesibles, confiables y
periódicas.
Se propone trabajar con una matriz en la que se identifiquen los problemas y sus dimen-
siones de evaluación, de las que se determinan los criterios. (Contreras et al, 2008) Este
procedimiento permitirá priorizar los componentes del paisaje que deban ser incorpora-
dos en los IOTs y monitoreados en su evolución.
RESULTADOS
El estudio de la cobertura de suelo permite identificar tres grandes tramos en los que el
énfasis está colocado en el interland de la costa. De Oeste a Este las áreas cultivadas y ma-
nejadas van dando lugar al predominio de vegetación natural y semi-natural. La interfase
entre ambas situaciones caracteriza un tramo en que coexisten ambas. El uso urbano tam-
bién atraviesa por tres situaciones coincidentes con las anteriores: localización puntual y
aislada de centros poblados, desarrollo urbano continuo, desarrollo urbano intermitente.
El estudio de Laborde, si bien incorpora paisajes y usos del suelo, focaliza en las caracterís-
ticas geomorfológicas de la costa, componente que permite identificar cuatro tramos,
complementando la información anterior. Una línea de costa estrecha en la que se locali-
zan bañados y dunas con la presencia casi continua de barrancas da paso a una faja are-
nosa bordeada por urbanización y forestación, en la que alternan barrancas, amplios arcos
de arena, campos de dunas y puntas rocosas. La sierra de las Animas y Punta Ballena ca-
racterizan un tercer tramo, mientras que la forestación y el predominio de playas amplias,
bosques naturales y extensos campos de dunas se desarrollan en el cuarto tramo.
Fuente: Elaboración propia sobre información del Atlas de cobertura del suelo de Uruguay-MVOTMA-DINOT,
Estudio de López Laborde, cartografía del Servicio Geográfico Militar y trabajo de campo..
Del análisis a mesoescala se concluye que los cambios o desafíos más significativos para
los objetivos de esta investigación se localizan en los tres tramos cuyas características se
sintetizan en la tabla adjunta.
Carmelo-Colonia Costa estuarina, uso productivo rural Presión urbanizadora por uso turístico
dominante, acceso a la costa por que puede provocar un retroceso de la
caminería rural perpendicular a la actividad productiva y una fuerte
misma, localización de planta de pasta modificación en el paisaje.
de celulosa e infraestructura Cambios en la producción por
portuaria asociada, enclave incremento en la forestación comercial
patrimonial (Conchillas). u otros impactos ocasionados por la
Vulnerabilidad costera fábrica de pasta de celulosa.
predominantemente media y baja,
amortiguación a eventos extremos
predominantemente alta y media.
tual o puede constituirse en el inicio de una tendencia. En el caso de que existan signos de
la transformación en la primer imagen disponible se toma ésta como fecha de inicio. De
este análisis se desprende que, si bien los procesos de expansión urbana se presentan en
los tres tramos, la mayoría de los casos detectados responden a localización de urbaniza-
ción dispersa en primer lugar y de industria y logística en segundo lugar. El territorio recibe
estos usos en forma diferenciada; siendo el tramo de Colonia el más equilibrado en cuanto
a la instalación de nueva industria y logística y de vivienda dispersa, mientras que en el
tramo Canelones predomina la nueva localización de industria y logística sobre otras modi-
ficaciones y en el tramo Maldonado-Rocha las transformaciones se deben mayoritariamen-
te a la emergencia y consolidación del proceso de urbanización dispersa.
Con referencia a las dinámicas costeras, el texto de la Ley destaca dos situaciones: áreas
excluidas del proceso urbanizador (con perfil de sustentabilidad ambiental), y disposicio-
nes específicas sobre territorios costeros en su Art. 50. El comportamiento de los departa-
mentos de Canelones, Colonia, Maldonado y Rocha en la generación de IOTs vinculados a
los territorios costeros en estudio muestra un escenario variado que se sintetizan en la
tabla adjunta.
Canelones reconoce que la costa requiere de instrumentos específicos para áreas de alta
vulnerabilidad ambiental (que incluyen humedales y el sector costero del Rio de la Plata) y
a su vez, crea las categorías de Suelo Suburbano de Vulnerabilidad Ambiental y Suelo Ur-
bano de Fragilidad Ecosistémica. Su territorio costero y metropolitano asume el desafío de
su ordenamiento dando cuenta de esa complejidad a través de los IOTs.
derivada sugerida aparecen varios planes locales de los que solo está vigente el Plan Local
entre Lagunas José Ignacio y Garzón. De los Planes Especiales sugeridos (manejo de cuen-
cas y cursos de agua como uno específico para la “promoción de actividades de protección,
turismo y recreación orientados a la delimitación de paisajes culturales”) no hay ningún IOT
vigente a la fecha.
En el caso de la zona de estudio, entre las lagunas de Rocha y Garzón, bajo el Plan Local de
Lagunas Costeras, la categorización reconoce, más allá de los sectores protegidos, como
suburbano la franja de balnearios entre ruta 10 y el océano y mantiene la condición de
potencialmente transformable de una faja de suelo rural de 5 km desde la ruta 10 hacia el
interior del departamento.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Si bien hasta la fecha no ha sido posible culminar la etapa de consulta pública, la formula-
ción de los métodos de valorización a través de encuestas y consultas se visualizan como
herramientas apropiadas, quedando pendiente su verificación y ajuste en posteriores eta-
pas, así como la formulación de indicadores apropiados.
El estudio del marco jurídico de Ordenamiento Territorial, dado por la Ley 18.308 permite
constatar la inclusión de los paisajes en la elaboración de los IOTs (Art.48), su identificación
(Art.4), valorización (Art.5), protección de sus valores (Art.31), protección de la diversidad
(Art.37), protección frente a los procesos de fragmentación (Art.39) conservación de sus
recursos (Arts.20 y 22). Sin embargo en los instrumentos aprobados de las áreas de focali-
zación estos aspectos no son incorporados de igual manera, como ha quedado de mani-
fiesto en su estudio.
Es de esperar que, el método propuesto sea generalizable a otras situaciones del territorio
nacional, contribuyendo a la elaboración de instrumentos específicos en referencia al paisaje.
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Urbanismo, Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona. Recuperado de www.fadu.edu.uy.
Coordinadora
Ana Lía Guerrero
Esta mesa se propone reflexionar sobre los procesos actuales de integración en América
Latina -en el marco de un escenario globalizado- desde una visión multidimensional y
multiescalar. Asimismo, comprender tanto las disputas en el interior de los bloques y
entre los distintos modelos de integración vigentes y su impacto en el territorio como
el concepto de transfrontera y migraciones transfronterizas. Estos son algunos de los
elementos claves a analizar buscando repensar la integración desde una visión geoeco-
nómica y geopolítica con una perspectiva sudamericana.
ARGENTINA EN EL VAIVÉN DE LA
INTEGRACIÓN ENERGÉTICA
SUDAMERICANA,
ENTRE SIGLOS XX Y XXI
S. C. Carrizo
Investigadora CONICET Consejo Nacional de Investigaciones científicas y técnicas. CESAL
Centro de estudios sobre América latina UNICEN Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires, Tandil, Argentina
Directora TEAM Centro de Estudios sobre territorio, energía y ambiente. Profesora UNNOBA
Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, Junín, Argentina
scarrizo@conicet.gov.ar
Resumen
Grandes proyectos de energía aparecen en Argentina y América del Sur hacia fines del siglo
XX. Empresas y Estados se ligan a ellos, con la visión regional de la Unión de Naciones Su-
ramericanas UNASUR y de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional
Suramericana IIRSA. La evolución de las redes de energía en Argentina muestra ejemplar-
mente fuerzas y resistencias a los procesos de integración regional. Un vaivén se da entre
un momento de extremo dinamismo hidrocarburífero y de interconexión de las redes en
los años 1990; a otro de reveses en la evolución de esos proyectos, que en la primera
década del siglo XXI puso freno al proceso de integración. El artículo presenta una síntesis
analítica de resultados de investigaciones desarrolladas desde 2003. El estudio tiene una
fuerte base empírica, tratando datos recogidos en trabajos de campo en Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, Paraguay y Venezuela. Se apoya luego en la recopilación de bibliografía, do-
cumentos estadísticos y cartografía. El trabajo muestra la falta de sustentabilidad de los
proyectos por falta de planificación e integración regional.
INTRODUCCIÓN
Grandes proyectos de energía aparecen en América del Sur hacia fines del siglo XX. Empre-
sas transnacionales de electricidad, construcción, mineras, petroleras y de tecnología im-
pulsan proyectos. Los Estados encaran otros. La Unión de Naciones Suramericanas UNA-
SUR y la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana IIRSA -
como uno de sus foros técnicos- brindan apoyo a proyectos de transporte, energía y co-
municaciones, trabajando con una visión regional (UNASUR 2009).
En este trabajo se busca analizar los cambios en las redes de energía en Argentina, con el
impulso de grandes proyectos de infraestructura y productivos en un marco de integración
regional y develar las lógicas que priman en su gestión. Se plasma una mirada geopolítica
sobre la organización espacial de las actividades, a la vez que se brindan perspectivas des-
de ángulos locales, para poder registrar las transformaciones en los territorios, en las for-
mas de gobernanza energética y en los procesos de integración regional.
Entre las referencias teóricas, se toma la escuela francesa de geopolítica, con la idea de despe-
jar el entrecruzamiento de las configuraciones espaciales y pensar el espacio en sus diversida-
des y complejidades para que se pueda actuar eficazmente (Lacoste, Giblin 1986). En el análisis
de las redes, influyen planteos que las conciben como sistemas imbricados de infraestructura,
flujos y actores en readaptación permanente (Curien, 1998). Sus cambios afectan la territoriali-
dad que se entiende como la relación con el espacio considerado como propio (Haesbaert,
1997; Brunet, Ferras, Théry, 1998). Influye la geopolítica interna de los Estados y de las regiones,
apoyada en la interpretación del juego de actores a distintos niveles político-económicos (Sub-
ra, 2007). Estudios de geografía sobre el funcionamiento de los territorios sugieren que regio-
nes más pobladas y densas captan mercados y “ganan” (Benko, Lipietz, 1992).
El texto se estructura en tres partes. La primera se refiere al impulso dado a los proyectos
gasíferos, a fines de los años 1990, en Argentina, propiciando la interconexión de las redes
en América del Sur. La segunda parte muestra las dificultades aparecidas en la región para
cubrir las demandas y sostener los intercambios energéticos creados. La tercera da cuenta
de los conflictos que surgen entre los países de la región y los ajustes introducidos, por
cada Estado independientemente, ante las nuevas condiciones en las redes de energía y en
la integración regional.
METODOLOGÍA
RESULTADOS
Entre finales del siglo XX y principios del siglo XXI, se produce un vaivén en el proceso de
integración regional, con el paso de tiempos de extremo dinamismo hidrocarburífero y de
interconexión de las redes nacionales; a tiempos de reveses en los intercambios y en la
evolución de los grandes proyectos.
Hasta los años 1990, Argentina era el único país de América del Sur que contaba con una red
extendida de gas natural. A mediados del siglo XX, comenzó su tendido para diversificar la
matriz energética y reducir la importación de combustibles. 11.500 km de gasoductos fueron
construidos entre 1940 y 1984, por la empresa Gas del Estado –privatizada en 1992- para
1
atender el mercado interno. La malla de gasoductos se estructura sobre cuatro ejes que
1
1) por el litoral Atlántico, con el primer gasoducto nacional (1700km, 1949) y paralelo a él, el gasoducto San
Martín que conecta la cuenca Austral (2400km, 1973); 2) un gasoducto conecta Plaza Huincul (Provincia de Neu-
quén) y General Conesa (Provincia de Río Negro) (450 km, 1956), sumándose luego los gasoductos Neuba I
convergen en Buenos Aires, para conectar la metrópolis a las cuencas: 1) Golfo de San Jorge y
Austral; 2) Neuquina, 3) del Noroeste, conectado a Bolivia en 1968 y 4) Cuyo (Figura N° 1).
Figura 1. Grandes proyectos gasíferos de los años 1990 en América del sur
Fuente: Carrizo
(1200 km, 1972) y Neuba II (1200 km, 1988); 3) el gasoducto Norte (1700 km, 1960) y 4) el gasoducto Centro Oes-
te (1100 km, 1981).
Durante los años 1990, con la creación del Mercosur (1991) cobró impulso la integración
2
regional . Se hicieron fuertes las ideas de abrir los mercados a la libre competencia y de
fomentar la interconexión, como estrategias energéticas. El Estado argentino reformó el
sector, desregulando la actividad, transfiriendo el dominio de los hidrocarburos a las Pro-
vincias y privatizando las empresas de energía (a excepción de las centrales nucleares y las
3
represas binacionales) . Avaló que las empresas explotaran y exportaran libremente los
hidrocarburos y que entre 1997 y 2002, se construyeran una docena de gasoductos de
exportación (3.900 km): 1) a Chile: en, el gasoducto Bandurria (1997) conecta Tierra del
Fuego y otros gasoductos (1999), yacimientos de Santa Cruz, para alimentar la región aus-
tral; el gasoducto Gasandes (1997) desde Mendoza llega a la región Centro y el gasoducto
del Pacífico (1999) liga Neuquén y Concepción; 2) los gasoductos Norandino y Gasandes
(1999) cruzan a la región minera del Norte; 2) a Uruguay: uno atraviesa el Paraná hasta
Paysandú (1999); el de Casablanca, paralelo a aquél; y el Cruz del Sur (1999) conecta Punta
Lara con Colonia y 3) a Brasil, un gasoducto a Uruguaiana (1999).
Otros proyectos pretendían servir las provincias del Noreste argentino y a Paraguay, aun
carentes de gas natural. Se estudiaba prolongar los gasoductos desde Uruguaiana y Mon-
tevideo a Porto Alegre y realizar otras conexiones en la región Centro de Chile. Motivaban
4
estos proyectos , de un lado, el interés de unos por rentabilizar los recursos naturales –gas
y petróleo- y del otro lado, el atractivo que generaba disponer de energía o de materia pri-
ma para la industria, a un precio menor.
Al mismo tiempo, que se extendían regionalmente las redes de gas, se multiplicaban las
interconexiones eléctricas. Se tiende una línea de alta tensión (1999) al Sistema Interconec-
5
tado Norte Grande SING de Chile, separado del SIC Sistema interconectado Central. Se
construyen dos líneas al Sur de Brasil, Garabí I y II (2000), que permitieron reforzar su abas-
tecimiento en años cítricos como el 2000 y 2001. También se construyeron el oleoducto
transandino a Chile y terminales marítimas de exportación.
2
En el Mercosur se elaboraron memorandos en 1998 y en 1999, que alentaban la integración eléctrica y gasífera, y
el libre comercio entre los distintos países (Honty 2006).
3
En Bolivia la reforma implicó desregulación de la actividad y capitalización de la petrolera estatal. Se construye-
ron otros 3.500 km de gasoductos de exportación a Brasil: el Gasbol (1999) une Campo Grande, San Pablo, Río
de Janeiro, Curitiba y termina en Porto Alegre y un gasoducto llega a Cuiabá (2002).
4
Se evaluaba también hacer otros gasoductos desde Bolivia, uno al litoral atlántico brasileño, paralelo al Gasbol y
otro al Pacífico para exportar gas natural licuado GNL
5
En Chile, el SING consume 1/3 de la electricidad, mientras que allí vive 1/17 de la población.
Fuente: Carrizo
Fuente: Carrizo
Fuente: Carrizo
Hacia 2004, la producción de gas comenzaba a no ser suficiente para satisfacer los crecien-
tes niveles de consumo. Aparecieron dificultades para cubrir las necesidades de las resi-
dencias, las industrias, los vehículos y las centrales eléctricas. Luego se procedió a recortar
el abastecimiento a algunos sectores, principalmente a las industrias, primero a aquellas
con contratos interrumpibles y luego también a otras. El gobierno argentino (decretos 180
y 181/2004), para evitar mayor escasez, aumentó las tarifas para usuarios comerciales e
industriales y recategorizó los usuarios residenciales en función de los volúmenes de con-
sumo (Ceppi 2012). Creó fideicomisos destinados a obras de transporte y distribución.
Lanzó el Programa de Racionalización de Exportaciones de Gas y del Uso de la Capacidad
de Transporte (Resolución 265). El programa debía prever un esquema de cortes sobre los
6
Los precios pagados por el gas de Bolivia eran mejores. Por ende la disminución en la oferta podría relacionarse
a una presión ejercida por las empresas -situadas a uno y otro lado de la frontera- para obtener un aumento de
precios (Kozulj 2004, Ceppi 2012).
Por la escasez de gas en Argentina y las medidas instrumentadas por el gobierno nacional,
los gasoductos de exportación e instalaciones construidas para aprovechar el gas queda-
ron prácticamente en desuso hacia el año 2007. Las centrales eléctricas pasaron a utilizar
combustibles alternativos más caros y contaminantes. Las plantas industriales que usaban
el recurso como materia prima vieron aún más comprometida su actividad. Por ejemplo, la
fábrica de metanol Methanex fue establecida en 1985, para valorizar in situ el gas natural
chileno. Luego ante la posibilidad de importar gas argentino construyó tres plantas nuevas
y a principios de siglo XXI, el complejo se convirtió en el mayor del mundo. Sin embargo,
debido a que Argentina suspende las exportaciones de gas, desde 2008 sólo funciona 1 de
las 4 plantas (Figura N° 9). Con el objetivo de aprovechar la capacidad ociosa, apostó a la
exploración de gas en Chile. Invirtió en varios bloques en Magallanes y ofreció contratos
para compra de gas a precios de mercado a largo plazo. Atrajo empresas exploradoras y
aumentó la cantidad de pozos perforados en Magallanes. Methanex a su vez, buscó diver-
sificar la matriz energética con generación eólica, priorizando el abastecimiento de la co-
munidad. Methanex genera 2000 empleos entre directos e indirectos en la región y la baja
en su actividad impacta considerablemente en el lugar (Zahler 2008).
El episodio que se conoció como la Crisis del gas, para Argentina representó complicacio-
nes mayores en las relaciones con Uruguay, Brasil y con Chile. Este país se vio severamente
7
Argentina manifiesta que la crisis económica del país había impactado en las condiciones de la prestación y
expansión de la actividad; y explicita que las premisas de que la satisfacción de la demanda interna condiciona
el comercio exterior, habían sido incorporadas en acuerdos internacionales previos.
afectado por haber volcado su matriz energética hacia el gas y creado una dependencia de
Argentina para su aprovisionamiento. Los déficits en hidrocarburos repercutieron directa-
8
mente en los intercambios eléctricos. Dejó de funcionar la línea eléctrica tendida a Chile .
Las líneas entre Brasil y Argentina comenzaron a funcionar en el sentido opuesto al previs-
to originalmente, para atender momentos críticos o en picos de demanda con electricidad
brasileña, que Argentina pagaba luego con sus excedentes eléctricos.
Salvo por los excedentes de gas natural de Bolivia y los excedentes hidroeléctricos de Para-
guay, las posibilidades de intercambiar recursos energéticos locales habían disminuido.
Bolivia por problemas históricos de disputa por la salida al mar, se negó a exportar a Chile
y encontraba dificultades para ampliar su capacidad de exportación a Argentina. Paraguay -
obligado por los tratados de Itaipú y Yacyretá, a vender la energía a Brasil y Argentina- re-
clamaba soberanía energética, exigía mejores precios y el poder de comercializar los exce-
9
dentes obtenidos en Itaipú y Yacyretá, a terceros países .
Tras el episodio de la Crisis del gas, aunque se dieron situaciones de cooperación, primaron
las tensiones entre los países, en materia energética, con conflictos binacionales y ajustes
que cada gobierno introducía independientemente de las de los países vecinos. Sus pro-
gramas y discursos progresistas -Hugo Chávez (Venezuela 1999-2013), Luiz Inácio Lula da
Silva (Brasil 2003-2010), Néstor Kirchner (Argentina 2003-2007), Tabaré Vázquez (Uruguay
2005-2010) y Evo Morales (Bolivia desde 2006)- hacían prever la convergencia en la integra-
ción regional, que las disputas por la energía no han favorecido.
Argentina, que se había posicionado como exportador de gas, debió reentablar negocia-
ciones para importar ese recurso, en condiciones desventajosas, no sólo por la urgencia,
sino también por la prioridad otorgada por Bolivia a Brasil. En el Convenio de venta de gas
boliviano, firmado en abril 2004, el precio de 1 u$ / MMBTU fue ajustado a 0,98 recono-
ciendo los años que Argentina compró el recurso sin necesidad estructural (Ceppi 2012).
Pero a su vez en ese Convenio, Bolivia estableció una cláusula por la que Argentina no
podría aumentar los volúmenes que en esos momentos, desde la cuenca del Noroeste,
enviaba a Chile, para evitar el aprovisionamiento de este país con el gas de Bolivia. Esto
8
Chile tuvo dificultades para expandir su capacidad de generación, siendo que la población se opuso a los proyec-
tos a carbón, hidráulicos y geotérmicos
9
Uruguay ha importado electricidad Argentina y Brasil, pero esta operación a través un tercero, resulta excepcio-
nal en la región.
10
Por ejemplo, en Brasil desde 2009, las conexiones internacionales serán sujeto de concesiones públicas y de-
berán ser precedidas por un tratado público internacional.
generaría aún más tensión con Chile que presentaba reclamos a Argentina, por el incum-
plimiento del Protocolo gasífero de 1995.
Argentina y Chile comenzaron a reunirse en un grupo de trabajo ad hoc para buscar solucio-
nes a los faltantes de combustible y subas de tarifas. En 2005, Chile propuso la construcción
de un gasoducto de 1.200 km de Pisco (Perú) hasta Tocopilla (Norte de Chile), para proveer
3
gas de Camisea a Chile (30 millones m /d) y desde aquí abastecer también Argentina, Brasil y
Uruguay a través la red existente y otros proyectos: 1) el del Noreste, de Tarija a la Provincia
de Santa Fe (Argentina) con conexión a Asunción y 2) el POA de Uruguaiana a Porto Alegre.
Venezuela, Brasil y Argentina –sin incluir a Uruguay, ni Bolivia, ni Paraguay- lanzaron la idea
de construir el Gasoducto del Sur, de 10.000 km de Puerto Ordaz (Venezuela) a Buenos
Aires. El proyecto resultaba poco factible por la falta de certificación de las reservas venezo-
lanas, el tratarse de reservas de gas asociadas a petróleo –cuya extracción demandaría
vender mayores volúmenes de petróleo a un país sujeto a las cuotas de la OPEP- y espe-
cialmente la distancia que volvía más económico para Brasil y Argentina importar gas por
barco. Surgieron sospechas de que este proyecto intentaba ejercer presión sobre Bolivia,
que buscaba aumentar los precios de su gas.
Por su parte, los socios menores del Mercosur lanzaron el proyecto del gasoducto UruPa-
11
Bol que conectaría Tarija (Bolivia), con Asunción y Montevideo, sin pasar por Argentina . El
estudio de prefactibilidad fue iniciado con financiamiento de la Corporación Andina de
Fomento (CAF) http://www.ssme.gov.py/
En Brasil, en 2009, las empresas operadora del gasoducto y generadora eléctrica en Uru-
12
guaiana , iniciaron una demanda legal por incumplimiento en contratos de suministro de
gas desde Argentina por 1.600 millones de dólares, contra Repsol YPF, ante la Cámara de
Comercio Internacional. La estrategia de defensa del grupo español Repsol se basó en que
los cortes obedecían a órdenes del gobierno argentino, que priorizó el mercado nacional.
La entidad arbitral fallaría en 2013 a favor de las empresas operadoras del gasoducto y de
la central eléctrica, haciendo responsable a YPF –bajo control del Estado argentino desde
2012- por la rescisión de los contratos de exportación de gas y transporte, ocurrida en 2009
(La Nación 26 de mayo de 2013, Clarín 26 de marzo 2014). Si las empresas atribuían la res-
ponsabilidad por los cortes a la exportación, al gobierno argentino que priorizó el mercado
nacional; éste sostenía que la responsabilidad en el incumplimiento de los contratos es de
las empresas privadas por no haber realizado las inversiones necesarias.
11
Argentina y Uruguay también, estaban en conflicto por la instalación de plantas de celulosa sobre el río Uruguay
(Honty 2006)
, TGM Transportadora de Gas del Mercosur -de las empresas argentina Techint, la francesa Total, la malaya
12
Petronas y la estadounidense CMS Energy- y AESU AES Uruguaiana Emprendimentos del grupo estadounidense
AES.
En América del Sur se socavó la confianza en un sistema que creaba dependencias entre
países y que dejaba librado al mercado el sector de la energía. Las políticas regulacionistas
y nacionalistas se vieron reforzadas. Se fijaron subsidios a la energía, regulaciones a la ex-
portación y políticas de control de precio. Los Estados se reposicionaron en el sector y co-
menzaron a brindar incentivos económicos, a fijar obligaciones y a invertir en infraestruc-
tura y en actividad. La energía recobró el carácter estratégico que había poseído histórica-
mente, hasta los años 1990 cuando se la tratara como commodity y se la volvió a asociar a
ideas de autoabastecimiento y soberanía.
Luego cada país recurrió independientemente a la importación de gas natural licuado GNL.
En Argentina, se recibe GNL 1) desde 2008, por un barco regasificador en Puerto Galván
13
(Bahía Blanca) y 2) desde 2011, por instalaciones de regasificación en Escobar (Provincia
de Buenos Aires); en Chile, 1) desde 2009, en las terminales de Quintero y 2) desde 2010,
14
en Mejillones ; en Brasil desde 2009, en el Puerto de Pecem (Estado de Ceara) y en la Bah-
ía de Guanabara (Río de Janeiro). Otros proyectos han sido estudiados o evaluados en Ar-
gentina, Brasil y Uruguay.
Argentina y Brasil pagaban un precio mucho más elevado por el GNL que por el gas que
importan desde Bolivia (Argentina entre 17 y 19 u$s / MMBTU y Brasil entre 11 y 15 u$s /
MMBTU en 2014). De allí su interés en privilegiar las importaciones de gas boliviano y mi-
nimizar las compras de GNL. Progresivamente las exportaciones de gas de Bolivia a Argen-
tina crecieron y estos países consideran necesario fortalecer su interconexión y continuar
ampliando el sistema.
DISCUSIÓN
13
En Puerto Galván, el barco regasificador se conecta por el muelle de la empresa MEGA y a través de un gasoduc-
to de la Compañía Profertil S.A, al gasoducto a Buenos Aires.
14
La terminal de regasificación (inversión cercana a los 750 millones de dólares) es operada por la empresa
GNLM, creada por GDF SUEZ y la cuprífera estatal Chilena CODELCO en 2007, para abastecer el Norte Grande, a
través de los gasoductos NorAndino y GasAtacama y de camiones de GNL, que operan desde 2011 en la distri-
bución (www.gnlm.cl)
15
En Bolivia, en 2006, se concretaría la tercera nacionalización de los hidrocarburos y se refunda la empresa YPFB.
Por su lado, Brasil mantuvo el control de Petrobras –como sociedad anónima que cotiza en bolsa- en conviven-
cia con las empresas privadas, todas controladas por la Agencia Nacional del Petróleo como organismo inde-
pendiente. Bolivia consiguió elevar su producción de gas y Brasil se esfuerza en desarrollar los recursos del Pre-
sal y renueva el interés por las cuencas onshore.
CONCLUSIONES
Referencias bibliográficas
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Resumen
INTRODUCCIÓN
Desde los años 1970, muchos países han procurado reducir su dependencia del petróleo.
Haciendo un uso racional y eficiente de la energía, han disminuido su intensidad energéti-
ca. En paralelo se han ido incorporando otras fuentes de energía. No obstante, en el siglo
XXI, los hidrocarburos continúan siendo, a nivel mundial, la fuente de energía predominan-
te. Esto genera las mayores cantidades de emisiones de dióxido de carbono.
En Argentina, el gas aporta más de la mitad de la energía que requiere el país. Este recurso
ha sido puesto en valor desde mediados del siglo XX, de manera progresiva, en diferentes
sectores y regiones. La promoción de energías renovables se inició en la segunda mitad del
siglo XX. Hacia 1980, se lanzó el programa Alconafta, para utilización de bioetanol de caña
de azúcar, como combustible para el transporte. Los biocombustibles son así, las primeras
energías renovables no convencionales incorporadas a escala comercial, en el país. En
2006, se sancionó la ley que impone la obligatoriedad del corte de los combustibles con
biocombustibles, a partir de 2010. Para la fabricación de bioetanol se utilizan caña y tam-
bién maíz, y para el biodiesel, soja. La generación eólica de baja y media potencia vio a fina-
les del siglo XX, un momento de auge, y la instalación de equipos de alta potencia avanza
en la segunda década del siglo XXI. La energía fotovoltaica se ha expandido desde el año
2000, con el Programa de energías renovables para mercados rurales PERMER y más re-
cientemente con la instalación de grandes parques. Los equipamientos para calentamiento
térmico de agua sanitaria van multiplicándose.
Las ciudades consumen las dos terceras partes de la energía mundial y son responsables
del 70% de las emisiones globales de gases efecto invernadero (Cumbre sobre el Clima,
2014). Teniendo como marco los acuerdos y protocolos ambientales multilaterales, se
constituyeron redes de acción y cooperación para una mejor y efectiva gestión ambiental.
Entre las asociaciones globales se pueden mencionar:
Alianza del Clima. Desde 1990, nuclea 1700 gobiernos locales -desde pequeños pue-
blos a mega-ciudades-, ONGs y organizaciones indígenas. Mientras que los munici-
pios llevan a cabo iniciativas pro-energía renovable procurando reducir las emisiones
de CO2; los pueblos indígenas se enfocan en la protección de sus selvas, evitando la
tala destructiva.
Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático. Creada en 2004, para mantener y
generar diálogos y dar a conocer las prioridades, retos y experiencias en Latinoamé-
rica, en materia de cambio climático; impulsar acciones que fortalezcan y coordinen
mecanismos de acción regional, incluyendo todos los sectores, niveles y actores rele-
vantes; potenciar la educación, conocimiento y sensibilización medioambiental; facili-
tar el acceso a financiamiento.
Iniciativa Clinton por el Clima. Fundada por Bill Clinton, en 2005 para crear y dar a co-
nocer soluciones a problemas ligados al cambio climático. En colaboración con go-
biernos y empresas, promueve: 1) la eficiencia energética en las ciudades; 2) el abas-
tecimiento a gran escala de energía limpia; y 3) medidas para poner fin a la defores-
tación. En 2009, emprendió el Programa de Desarrollo Positivo para el Clima para
apoyar a proyectos en 17 urbes.
Coalición Under2. creada en 2015. Representa a 177 gobiernos subnacionales de 37
países que han firmado el Memorandum de Entendimiento Under2, un compromiso
de colaboración de para lograr la neutralidad del CO2 en 2050. Desarrolla metas a
corto y largo plazo; políticas innovadoras, monitoreo de la acción y cooperación en la
implementación de soluciones sobre el clima y la energía.
La Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático RAMCC tiene su origen en las
Primeras Jornadas Internacionales "Municipios y Cambio Climático" (Corrientes, 2010) reali-
zadas con el fin de construir espacios locales para la socialización de experiencias en temas
referentes al calentamiento global, siguiendo los lineamientos del Protocolo de Kyoto y del
IPPC, Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Las estrategias
incluyen mitigación y adaptación al cambio ambiental, arquitectura, movilidad, gestión sos-
tenible del agua, el suelo y los residuos y energías renovables. A partir de entonces, la red
fue creciendo y en 2018, RAMCC cuenta con 133 municipios y comunas miembros.
Esta red nacional impulsa políticas públicas para la mitigación y adaptación al cambio
climático, coordina acciones locales de sus miembros y evalúa sus resultados. Entre sus
objetivos se encuentran: concientizar y promover la participación ciudadana en coordina-
ción con el Estado, empresas e instituciones de la comunidad, para el desarrollo de estra-
tegias en la lucha contra el cambio climático y la mitigación de sus consecuencias; infor-
mar, sistematizar, divulgar datos, actividades y experiencias en relación al cambio climáti-
co; capacitar, coordinar y formar equipos multidisciplinarios de acción en las localidades
miembros, promocionando la integración y cooperación.
La red brinda apoyo técnico a gobiernos locales, a través de herramientas que promuevan
un desarrollo sostenible. Proporciona asesoramiento virtual personalizado, oportunidades
de financiamiento, becas, capacitaciones y congresos. Recopila y difunde iniciativas y
herramientas locales, nacionales e internacionales exitosas que faciliten la toma de deci-
siones. Colabora en la elaboración de ordenanzas municipales, proyectos o programas y en
la organización de espacios presenciales en los municipios miembros, para intercambio y
capacitación. A través de su página web, informa sobre las obras y noticias, una agenda de
eventos y cursos, así como bibliografía.
Entre los proyectos de la red se destaca el Plan Local de Acción Climática PLAC, que co-
menzó en 2014. Este instrumento de los gobiernos locales favorece la planificación y desa-
rrollo de políticas públicas en materia de cambio climático. A partir del mismo, se estructu-
ra la información disponible y se coordina la puesta en marcha de estrategias para dismi-
nuir la emisión local de gases efecto invernadero. Cada población, integrando a todos los
sectores ciudadanos y guiados por su gobierno local, proyecta y ejecuta el plan en base a
sus problemáticas particulares, buscando las soluciones más viables a estas, paliando sus
consecuencias y desarrollando acciones de protección del medioambiente.
Debido a las iniciativas y programas de la red, en cooperación con otras entidades (Banco de
Desarrollo de América Latina, Corporación Andina de Fomento, Fundación AVINA y Fundación
Friedrich Ebert) varias localidades han realizado inventarios de gases invernaderos y a partir
de allí han planteado metas de reducción de los mismos. En 2017, la RAMCC, la Federación
El Compact of Mayors es una iniciativa del WMCCC, World Mayors Council on Climate Cha-
ge o Consejo Mundial de Alcaldes sobre el Cambio Climático. Esta coalición de líderes de
gobiernos locales comprometidos con la sostenibilidad se establece en 2005, en sintonía
2
con el Protocolo de Kyoto y los Objetivos de Desarrollo del Milenio . Busca una mayor par-
ticipación de autoridades municipales y la representación de las diferentes problemáticas
climáticas. En 2017, 130 municipios argentinos participaban en la red, de los cuales 80 po-
seen un inventario de Gases Efecto Invernadero. La red busca promover políticas para mi-
tigar el cambio climático y la adaptación a sus consecuencias. Fomenta la cooperación in-
ternacional de dirigentes municipales para crear mecanismos multilaterales efectivos de
protección del clima mundial. WMCCC e ICLEI actúan en forma complementaria, para pro-
curar que efectivamente se alcancen las metas locales. Ambas redes se aliaron en 2010,
con la ONG por el cambio climático TckTckTck en la campaña "Making Cities Resilient", ex-
hortando a las autoridades locales a evaluar vulnerabilidades y tomar medidas para lograr
comunidades más resilientes.
1
Asimismo, la Unión Europea, a través del proyecto de Cooperación Urbana Internacional (IUC) en América Latina
y el Caribe (LAC), asistirá a las ciudades integrantes con capacitación y asistencia técnica.
2
Son 8 objetivos que marcan la dirección a seguir en el mundo, tomados por 191 jefes de Estado en la Cumbre del
Milenio de las Naciones Unidas (2000). Permitieron avances en reducción de la pobreza, control de enfermeda-
des y mejoras en escolarización e infraestructura; disponen garantizar la sostenibilidad ambiental y fomentar
una asociación mundial para el desarrollo, para asegurar una mayor responsabilidad ante sus habitantes y un
uso eficiente y racional de sus recursos.
Reducir el uso de combustibles fósiles es clave para limitar la emisión de gases efecto inver-
nadero y mitigar el cambio climático. Luego han surgido múltiples instancias de trabajo pro-
curando modificar las políticas urbanas y promover iniciativas locales sostenibles, que hagan
foco en las energías renovables y la eficiencia energética, con intercambio de experiencias,
transferencia de know-how e implementación de proyectos conjuntos. A continuación, se
mencionan organizaciones relevantes para la promoción de energías renovables. Tienen en
común la voluntad de fomentar la sostenibilidad energética, apoyando, coordinando, super-
visando, financiando e integrando esfuerzos a escala mundial, nacional o local.
3
Argentina lo ratifica mediante la ley 26.769 en 2012.
4
Argentina está representada en la institución con la Fundación Bariloche y académicos de la Universidad de
Buenos Aires y Río Cuarto.
La Red tiene entre sus objetivos la capacitación y formación que permita una correcta utili-
zación de la energía solar y la sensibilización y divulgación a la sociedad acerca de las posi-
bilidades y ventajas de este recurso. También, la generación de normativas y políticas para
establecer un marco jurídico y generar políticas públicas para extender su uso.
ISES es una organización acreditada por las Naciones Unidas, con más de 110 países
miembros, 50 países asociados y el respaldo de casi 100 compañías e instituciones mun-
diales. Surge en 1954, en Estados Unidos, a partir de la inquietud de líderes innovadores
que vislumbraron la necesidad de promover el desarrollo y uso de la energía solar. Se inicia
así, la Asociación para la Energía Solar Aplicada AFASE, que partir de 1971, pasa a llamarse
Sociedad Internacional de Energía Solar. Desde 1989, ISES, con el Programa de Patrocinio,
apadrina países con preocupación por la energía limpia, eficiente y sustentable. En 1995, se
une a la Asociación para la Energía Solar para fomentar la investigación, educación, desa-
rrollo y aplicación en campos relacionados con la energía solar. Junto a la Asociación Mun-
dial de Energía Eólica WWEA y la Asociación Internacional Hidroeléctrica IHA, forman en
2004, la Alianza Internacional de Energías Renovables REN Alliance. Posteriormente, se
5 6
vincula con World Goethermal Association y World Bioenergy Association .
5
Asociación Geotérmica Internacional, fundada en 1988, es una organización científica, educativa y cultural que
opera en todo el mundo. Con miembros de más de 65 países, fomentar la investigación, desarrollo y uso de re-
cursos geotérmicos en el mundo. ONG consultiva para las Naciones Unidas.
6
Asociación Mundial de Bioenergía es una ONG internacional sin fines de lucro que promueve el uso de bioenerg-
ía sostenible. Creada en 2008, con sede en Estocolmo.
ISES otorga información y apoyo para comunidades a través de su sitio web, conferencias,
publicaciones, informes y con la organización del Congreso Solar Mundial. Young ISES, es la
red de jóvenes estudiantes, profesionales e interesados, en pos de la energía solar. Realiza
reuniones, conferencias y eventos sobre energía solar como el Congreso Bienal Solar World.
La sostenibilidad forma parte de las agendas y debates de los Estados, empresas y ciuda-
danos. En ámbitos nacionales e internacionales, los actores locales son considerados clave
para promover la sostenibilidad en los territorios y a nivel global. Múltiples redes se en-
cuentran en búsqueda de nuevas soluciones y estilos de vida que favorezcan la sostenibili-
dad, la resiliencia, la equidad, la calidad de vida y el progreso de las sociedades. Procuran
identificar, definir, desarrollar y aplicar sistemas viables para mejorar las condiciones de
habitabilidad. Los temas que las ocupan son muy diversos: protección y mejora del am-
biente, energías renovables; urbanismo; movilidad sostenible, gestión de residuos, gestión
de riesgos, adaptación y resiliencia, justicia social, participación ciudadana. Entre las redes
más extensas se encuentran:
Local Governments for Sustainability ICLEI. Creada en 1991, asocia 1500 gobiernos loca-
7
les de más de 100 países . Esta red multidisciplinar colabora con ciudades desarro-
llando e implementando herramientas para generar un progreso urbano sustentable,
7
Ha actuado en Latinoamérica desde 1994. En Argentina, El Secretariado para América del Sur reúne más de 50
miembros de 8 países. Por Argentina, participan Buenos Aires, Rosario y La Plata.
a través de programas como Eco Cities, Ciudad Verde, campañas como “Flotas Verdes”,
información, investigación y consultoría, eventos.
United Cities and Local Governments UCLG. Creada en 2004, en 2009, tenía más de
1000 ciudades miembros de 95 países, representando a más de la mitad de la pobla-
ción del mundo. Sus objetivos son apoyar, aumentar el papel de los gobiernos loca-
les y regionales como pilares del sistema mundial, facilitar programas de desarrollo y
la cooperación internacional. En el 2005, con la Campaña Mundial por las Ciudades y
Pueblos del Milenio, apoya la consecución de los Objetivos del Milenio. Contribuye a
definir indicadores de sostenibilidad.
Cities Climate Leadership Group C40. Red de megaciudades, comprometidas con la
implementación de acciones sostenibles, fundada en 2005. Conecta más de 90 ciu-
dades, entre las que se encuentra Buenos Aires, representando a más de 600 millo-
nes de personas y a una cuarta parte de la economía mundial. Tiene como objetivo
ayudar a las ciudades a abordar y adaptarse al cambio climático, uso y promoción de
energías renovables, transporte sostenible, resiliencia, entre otros, mediante la movi-
lización de financiamiento para concretar acciones. Da a los líderes mundiales un lu-
gar para colaborar y discutir experiencias que conduzcan a logros significativos,
mensurables y sostenibles.
Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible SDSN. Lanzada por la ONU en 2012, pa-
ra promover soluciones prácticas para el desarrollo sustentable. Une a líderes de to-
8
das las regiones para que participen en los desafíos de la red, en la implementación
de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y Acuerdo de París, en mutua cooperación.
Ofrecen financiamiento, soluciones a iniciativas regionales, investigación y capacita-
ción para promover un enfoque integrador a los retos sociales y ambientales actua-
les. Trabaja de cerca con agencias de la ONU, instituciones financieras multilaterales,
el sector privado y la sociedad civil.
Entre estas redes desarrollaremos los casos de la Red Argentina por Ciudades Justas, De-
mocráticas y Sustentables; en el orden internacional, 100 Resilient Cities.
La red es un espacio de acción colectiva que establece puentes entre iniciativas cívicas no
gubernamentales, universidades, centros de investigación, colegios profesionales, medios
de comunicación, empresas y habitantes. Consideran que la articulación de un trabajo co-
8
A partir de 2015 la red regional SDSN Andes vincula las redes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Perú y Venezuela.
9
Red de Ciudades “Cómo Vamos” surge con el Proyecto Bogotá, en 1998, para evaluar los cambios en la calidad
de vida de la ciudad, a través del seguimiento del Plan de Desarrollo. Su propósito es generar información con-
fiable, imparcial y comparable. El modelo se expandió en Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Perú.
10
Ordenanza por la cual los municipios deben dar cuenta de los objetivos, metas y actividades que llevarán a
cabo.
San Martin de los Andes, Cómo Vamos: surge en 2011 como un espacio de acción co-
lectiva, democrático, no partidario y autónomo. Convoca organizaciones sociales,
universidades, empresas y ciudadanos a contribuir en una democracia más partici-
pativa, difundiendo el derecho de acceso a la información pública y construyendo in-
dicadores de calidad de vida. Los indicadores se presentan en una plataforma de da-
tos abiertos diseñada por la Red Latinoamericana por Ciudades y Territorios Justos,
Democráticos y Sustentables. A partir de ellos se plantean iniciativas para reducir el
consumo dispendioso y convertir las urbes en lugares más verdes, productivos y sus-
tentables.
100 Resilient Cities creada en 2013 por la Fundación Rockefeller, con su apoyo financiero y
la dirección de Rockefeller Philanthropy Advisors. Ayuda a las ciudades a ser más resilien-
tes a los desafíos físicos, sociales y económicos para que puedan responder con mayor
capacidad a los choques -terremotos, incendios, inundaciones.- y a factores de debilita-
miento -desempleo; transporte ineficiente; violencia endémica; escasez de alimentos, agua
y energía. Proporciona gobernabilidad e infraestructura operacional a sus patrocinados.
Colaboración, Innovación e Impacto son los tres conceptos que representan a la organiza-
ción. Bajo estas premisas y a través de un Director Ejecutivo de Resiliencia; la red propor-
ciona asistencia y recursos para iniciar las estrategias de adaptación a las adversidades y
compartir las mejores prácticas. A través de estas acciones, 100RC favorece a las ciudades-
miembro y facilita la construcción de una práctica global de resiliencia entre los gobiernos,
las ONG, el sector privado y los ciudadanos. Busca canalizar el movimiento global con cua-
tro estrategias:
Acción de la ciudad: por medio de un CRO Chief Revenue Officer -Dirección Comercial-
otorga financiamiento, capacitación y asistencia técnica para ayudar a las ciudades
entender el riesgo y planificar el futuro.
Líderes Locales: busca defensores y expertos de resiliencia, para generar acciones co-
lectivas, apoyar a las partes interesadas y garantizar el éxito, compartiendo mejores
prácticas y resolución de problemas.
Influencia global: busca inspirar e influir en líderes, responsables políticos e instituciones
financieras para incentivar y financiar la construcción de la resiliencia en las ciudades.
Soluciones de Resiliencia: líderes de la industria global y sectores privados, sin fines de
lucro, ofrecen soluciones y colaboran para crear nuevos servicios y herramientas pa-
ra las ciudades.
Los temas que ocupan a 100 Resilient Cities son: envejecimiento de la infraestructura;
cambio climático; fuego, inundaciones, tormentas, sequías y terremotos; degradación am-
biental; mala calidad del aire; desarrollo urbano descontrolado; educación; saneamiento;
transporte público; violencia, crimen y menores, entre otros. 100RC tiene personal y ofici-
nas en Nueva York, Londres y Singapur para apoyar el trabajo en las ciudades de África,
Asia, América, Europa y Oceanía. Por Argentina, participan Buenos Aires y Santa Fe:
Buenos Aires: Se incorporó en 2016, bajo el programa Buenos Aires Resiliente. La ciu-
dad ha comenzado a realizar esfuerzos concretos para volverse más resiliente ante di-
ferentes eventos críticos, desigualdad social y económica; grandes asentamientos in-
formales que albergan a más de 250.000 residentes, desempleo e informalidad. El
marco de trabajo se plantea como una estrategia de desarrollo integral y proactiva en
desafíos como la integración social. Se organizó el taller Buenos Aires Resiliente, para
identificar necesidades, involucrar socios de todos los sectores y procurar herramien-
tas y recursos necesarios. Se procura la co-creación en cada eje estratégico: Ciudad
preparada y segura; Ciudad de oportunidades; Ciudad verde; y Ciudad integrada.
Santa Fe: se sumó a 100 RC en 2017. El impacto de las inundaciones de 2003 y 2007
en la comunidad, mostró la vulnerabilidad de la ciudad. A partir de entonces, la ciu-
dad trabaja para renovar su sistema de gestión del agua, en la prevención de riesgos
y en mejorar la comunicación y educación. “La Estrategia de Resiliencia de Santa Fe”
es un documento que sintetiza las acciones a alcanzar y surge del trabajo y la partici-
pación de diferentes actores de la sociedad, con un consejo público-privado de ex-
pertos del sector académico, gobierno, sociedad civil, privados y gremios profesiona-
les, que asesoraron en distintas etapas del proceso. La estrategia se estructura cua-
tro ejes: 1) mirada al futuro y trabajo a escala metropolitana; 2) crecimiento con
equidad y acceso a servicios básicos; 3) sentido de pertenencia, cohesión social y el
derecho a la ciudad; y 4) conocimiento y nuevas tecnologías para el desarrollo local.
Cada uno de estos pilares cuenta con objetivos específicos divididos en programas,
planes y proyectos, a corto, mediano y largo plazo, con miras de convertir a la ciudad
en una urbe más resiliente.
Comentario final
Las ciudades argentinas implicadas en esas redes están marcando un rumbo y mostrando
que es factible construir un camino hacia la resiliencia y sostenibilidad. Muestran una vi-
sión que excede el punto de vista ambiental, en pos de una administración inteligente, que
gestiona lo que mide y en la que la participación ciudadana es la clave. Esas nuevas iniciati-
vas se presentan como un modelo innovador, de enfoque transversal y multidisciplinar,
con perspectivas de mayor eficacia, para lograr impactos a corto y largo plazo. Crean espe-
cialmente sinergias entre las iniciativas locales y las perspectivas globales, frente a la nece-
sidad de marchar hacia una ciudad resiliente y un mundo sostenible.
Referencias bibliográficas
Energy Cities - Asociación Europea de Autoridades Locales en Transición Energética. < www.energy-
cities.eu/>
Johannesburg World Summit Company 2002. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD)
<http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/unced.html>
REN21 - Renewable Energy Policy Network for the 21 st Centuries. < www.ren21.net>;
<http://www.go100re.net/sobre-nosotros/?lang=es>
GEOPOLÍTICA Y TERRITORIO.
TERRITORIALIDADES MULTIESCALARES
EMERGENTES COMO OBSTÁCULOS A LA
INTEGRACIÓN GASÍFERA
SUDAMERICANA
A. L. Guerrero
Departamento de Geografía y Turismo (DGyT), Universidad Nacional del Sur (UNS). Bahía
Blanca, Argentina
aguerrero@uns.edu.ar
Resumen
Esta ponencia presentan algunos resultados obtenidos en la tesis realizada para alcanzar el
título de Doctora en Geografía sobre la temática Nueva Geopolítica de la Energía en la Re-
gión Sudamericana, enfocada en el recurso gas y en los aspectos relacionados con los
obstáculos a la integración gasífera. La ponencia tiene como objetivo identificar las territo-
rialidades multiescalares emergentes, que actúan como obstáculos a la integración gasífera
sudamericana, producidas a partir de los conflictos de intereses entre Estados en torno al
abastecimiento del recurso gas en la Región Sudamericana durante el período 2004-2017,
desde una visión geopolítica multiescalar. Se parte del marco teórico propuesto por los
enfoques de la Nueva Geografía Política y la Geopolítica de la Energía que suponen visibili-
zar el carácter espacial de los procesos así como entender que los procesos de construc-
ción del territorio son producto de decisiones y acciones tomadas por actores sociales si-
tuados en diferentes espacios. En cuanto a la metodología aplicada, se propone analizar la
problemática de la integración no de forma aislada, sino en sus interacciones con otras
escalas, formulando como nueva perspectiva de análisis una visión geopolítica multiesca-
lar. Se fundamenta en una investigación de carácter empírico, a través de una estrategia
teórico-metodológica cualicuantitativa, que busca ofrecer una visión más completa y com-
pleja del objeto de estudio.
INTRODUCCIÓN
Respondiendo a la propuesta del lema de la XII Bienal, en relación con los interrogantes y
desafíos de las territorialidades emergentes y en particular, con los objetivos de esta mesa
de reflexionar sobre los procesos actuales de integración y fragmentación en América Lati-
na, se presentan algunos resultados de la tesis realizada para alcanzar el grado de Doctor
en Geografía sobre la temática de la Nueva Geopolítica de la Energía en la Región Sudame-
ricana, enfocada en el recurso gas y los aspectos relacionados con los obstáculos a la inte-
gración gasífera, desde una perspectiva situada en la región sudamericana, a través de un
análisis geopolítico multiescalar. Este tema también forma parte de un nuevo proyecto de
investigación denominado “Geopolítica y territorio. Procesos territoriales emergentes en la
articulación local - global en América Latina”.
El marco teórico que sustenta la investigación se aborda, por una parte desde la perspecti-
va de la Nueva Geografía Política, que propone el análisis de la cuestión energética desde
un enfoque multiescalar, el cual postula la necesidad de un estudio integrado y relacional
de los procesos a diferentes escalas y sus efectos sobre el territorio. El análisis desde diver-
sos contextos escalares, todos válidos y ninguno más real que otro puesto que interactúan
simultáneamente, tiene implicaciones estratégicas ya que, considerar sólo una de ella im-
plicaría perder de vista el carácter dinámico y complejo del territorio como una totalidad
(Guerrero, 2016).
Esta interrelación a diferentes escalas permite explicar los obstáculos que se presentan
para alcanzar la integración gasífera en la región sudamericana, analizando los comporta-
mientos de los Estados que muchas veces aparecen condicionados por decisiones y accio-
nes de algunos actores que operan a escala global, dejando entrever en el territorio esta
interacción local-global. En este sentido, el análisis desde una perspectiva sudamericana
permite reconocer la interacción entre aquellos espacios organizados en función de las
lógicas dominantes y los espacios locales/nacionales /regionales cargados de especificida-
des propias con conflictos que se entienden y adquieren significado a partir de la trayecto-
ria histórica de los territorios, que reflejan estas territorialidades emergentes a veces como
resistencia a procesos globales que las impactan, tal el caso de Bahía Blanca.
Por otra parte, el marco teórico se complementa con la perspectiva Geopolítica, coinci-
diendo con la acepción anglosajona del concepto que pone énfasis en la interacción entre
los estudios de la Geografía Política (desde el enfoque de la Nueva Geografía Política, con
su enfoque multiescalar y multidimensional) y de la Geopolítica siguiendo las definiciones
propuestas por Slater (1995), Lorot (1996) o Braden-Shelley, (2000). Estas perspectivas se
complementan y amplían con una perspectiva geopolítica sudamericana, coincidente con
las definiciones de autores como Marini (1985), Toklatián (2004), Meira Mattos (2007), Ba-
rrios (2009) y Preciado Coronado (2011) entre otros.
Por último, en relación con los beneficios que aporta, esta investigación puede resultar
relevante en el proceso de toma de decisiones de los gobiernos involucrados en la cuestión
energética sudamericana puesto que, la consideración de esta perspectiva multiescalar
permite una acercamiento a la realidad sudamericana en su interacción con las escalas
global y local, a la vez que visibiliza tendencias a la integración o a la fragmentación territo-
rial de acuerdo a las decisiones políticas adoptadas.
El artículo se estructura en dos partes, en la primera, se presentan los cambios más impor-
tantes a escala global y regional en relación con la cuestión energética en general, desde
una visión geopolítica multiescalar; en la segunda, se desarrolla la idea del gas como gene-
rador de transformaciones territorialidades multiescalares en relación con los aspectos
que favorecen u obstaculizan la integración gasífera sudamericana, a partir del análisis de
la cadena de valor del gas natural, tomando como estudio de caso la Argentina (escala na-
cional) las relaciones Neuquén-Bahía Blanca y en particular las relaciones local-global con
foco en la ciudad de Bahía Blanca.
Se produce en paralelo un desarrollo lento de las fuentes de energía alternativa. En este sen-
tido, en el año 2004 representaron el 7,4% del consumo energético global y para 2040 se
prevé que representen solo el 18 % (WEO2015). Por otra parte, se producen cambios signifi-
cativos en el mercado de los hidrocarburos en particular en relación con el recurso gas, tanto
desde el punto de vista de las reservas y producción como desde el punto de vista del trans-
porte. En relación con la producción, se destaca el predominio de Estados Unidos en la pro-
ducción de gas quien logró desplazar a Rusia de su primer lugar histórico y alcanzó el auto-
En relación con el transporte, se produce un crecimiento del mercado de gas natural licua-
do (GNL) con la ampliación de un mercado emergente al cual se incorpora la región suda-
mericana a partir del año 2008, con la primera instalación de un barco regasificador en la
ciudad de Bahía Blanca (Argentina), a ello se suma la firma de contratos de corto plazo y la
posibilidad de diversificar los abastecedores del recurso frente a la rigidez de la oferta que
implican los gasoductos, de este modo se disminuye la vulnerabilidad de los países que no
poseen este recurso.
En este marco general, también se producen cambios desde lo político, económico y desde
el punto de vista de las reservas. Desde una mirada global, la Región Sudamericana en la
década 2004-2014 se caracteriza por: a)Estabilidad económica y política (continuidad de
gobiernos caracterizados como populistas, de fuerte contenido ideológico de izquierda y
enfrentados tanto a Estados Unidos como Europa); b)Refuerzan sus alianzas con Rusia,
China e Irán; c) Realizan procesos de nacionalización de los recursos hidrocarburíferos a fin
de recuperar la soberanía energética y d) Incrementan las reservas de la región a partir de
descubrimientos en aguas profundas y ultraprofundas del presal en el caso de Brasil, des-
cubrimiento de yacimientos de recursos no convencionales de escala global en el caso de
la Argentina con las segundas reservas de shale gas y las cuartas de shale oil y por último,
con la certificación de reservas de petróleo de Venezuela por encima de Arabia Saudita y
nuevos descubrimientos en el cinturón Gasífero del Orinoco que se suman a las mayores
reservas de gas convencional de la región existentes en Venezuela, aún no explotadas.
Esta breve síntesis permite visibilizar los cambios en el escenario energético global y regio-
nal del gas, apoyados en cambios en el transporte del recurso así como en la explotación
de nuevos recursos. Ello lleva a afirmar la existencia de una Nueva Geopolítica de la Energ-
ía en general y, en particular, de una Nueva Geopolítica del Gas en el Siglo XXI.
En relación con las reservas de gas natural, se pasa de un escenario de descenso de las
reservas en el año 2004 en los dos principales países exportadores de gas de la región -
Bolivia y Argentina- al reconocimiento que la Argentina (2013) posee las segundas reservas
a escala global de shale gas, junto a un incremento de las inversiones en tareas de explora-
ción en Bolivia (2014). Además, se destaca un incremento de las reservas de gas en países
antes deficitarios como Brasil (2008 descubrimientos en aguas profundas y ultraprofundas
del presal), Colombia y Perú (yacimiento de Camisea). Además, la región tiene el potencial
de incorporar nuevas reservas como los recursos no convencionales de shale gas y shale oil
presentes también en Colombia y Brasil, que se suman a las mayores reservas de gas con-
vencional en Venezuela que aún no han sido explotadas. La suma de estas reservas da a la
región un panorama de abundancia de recursos que permitiría no solo el autoabasteci-
miento y garantizar la seguridad energética regional, sino también posicionarse como futu-
ra oferente de energía a escala global.
En relación con el uso del gas natural, se observa un incremento en el consumo de gas en
Perú, Colombia y Brasil. Se puede afirmar que el gas adquirió mayor peso en la matriz
energética regional. Sin embargo, en Bolivia, a pesar del aumento del consumo interno, la
brecha entre producción y consumo aún continúa siendo muy amplia. En la Argentina, es
donde se observa la mayor brecha entre una oferta estancada frente a un consumo cre-
ciente, motivo por el cual los problemas de abastecimiento al mercado interno y externo se
inician en este país, que durante siete décadas se comportó como un país gasífero sin ser-
lo. Sin embargo, la puesta en producción de recursos no convencionales de shale gas en el
yacimiento Vaca Muerta (Neuquén-Argentina) podría revertir esta situación e incluso, gene-
rar excedentes para exportación (en el año 2018 se pasó de hablar de la instalación de una
planta de regasificación en Bahía Blanca a la instalación de una Planta de Licuefacción para
exportar excedentes).
En relación con el transporte del gas natural, en los países sudamericanos el año 2008
marca un punto de quiebre entre el abastecimiento mediante gasoductos y las posibilida-
des de transporte por vía marítima del GNL. A partir de este año se deja de lado la idea de
construcción de gasoductos de integración, excepto la finalización del GNEA en la Argenti-
na que conectado mediante el gasoducto Juana Azurduy permite recibir mayores volúme-
nes de gas de Bolivia, pero aún su finalización está muy demorada. La tendencia en la re-
gión se afirma hacía la creciente importación por vía marítima de GNL reflejada en el au-
mento del número de plantas regasificadoras construidas y en proyecto en su mayoría
flotantes 2 en Argentina, 3 en Brasil y 2 en Chile que posee plantas en tierra). Aparece tam-
bién de modo incipiente la posibilidad de exportación del recurso en plantas de licuefac-
ción propuestas por Venezuela y Colombia pero, hasta el año 2018, solo funciona una plan-
ta de licuefacción en Perú con la particularidad que no exporta a la región sudamericana,
principalmente por los reclamo de salida al mar de Bolivia a Chile y Perú y los conflictos por
la delimitación del mar territorial entre Chile y Perú.
Por último, en relación con las consecuencias territoriales de los cambios en el transporte y
circulación del gas, la tendencia creciente al consumo de GNL, transportado por vía marí-
tima, provoca que ya no sea necesario poseer el recurso para producirlo porque se puede
traer el gas desde cualquier lugar del mundo, por lo cual desterritorializa al recurso. La
existencia de contratos de corto plazo para la compra del GNL flexibiliza las relaciones en-
tre países frente a los contratos de largo plazo de los gasoductos que fijan al territorio y
favorecen relaciones entre los Estados firmantes de esos acuerdos. Como consecuencia de
la falta de soluciones regionales se favorece el ingreso de actores extraregionales y la re-
gión se incorpora como nuevo mercado emergente consumidor de GNL o potencialmente
como futuro exportador de nuevos recursos que por su volumen podrían abastecer tanto a
la región como generar excedentes para exportación.
En este contexto, las decisiones políticas tomadas por los gobiernos muestran que la ten-
dencia en la región sudamericana se dirige más hacia una geopolítica de la fragmentación
territorial que la búsqueda de soluciones comunes de largo plazo. Cada país busca solu-
cionar sus necesidades en el corto plazo -mediante la inserción en el mercado global de la
energía- dejando de lado soluciones comunes de largo plazo, a partir de las reservas exis-
tentes en la región, que lleven a una geopolítica de la integración que permita alcanzar el
autoabastecimiento y la seguridad energética regional.
La idea principal de este apartado es contribuir a la reflexión sobre las situaciones que
favorecen u obstaculizan el abastecimiento y desarrollo del sector gasífero en la Región
Sudamericana. El análisis realizado en el apartado precedente permite comprender el en-
tramado de relaciones que se producen entre la escala nacional, regional y global.
Asimismo, comprender las causas que provocan conflictos en el Sistema Energético
Regional, a partir de la crisis de abastecimiento de gas que se origina en la Argentina junto
a los cambios que se producen en el contexto global ya las interacciones local-global, que
surgen como obstáculos ala intregación gasífera regional, demostrando así los beneficios
de la visión geopolítica multiescalar.
Continuando con este análisis, se selecciona a la Argentina como estudio de caso entre los
países de la Región Sudamericana por diversos motivos: en primer lugar, por ser uno de
los países a escala global y regional que tiene mayor desarrollo en el uso del recurso gas
natural -con un mercado maduro de siete décadas de desarrollo- además de ocupar el
primer lugar en extensión de gasoductos en Latinoamérica; en segundo lugar, por ser a
escala global uno de los países con mayores reservas de recursos no convencionales, ocu-
pa el segundo puesto en reservas de shale gas y el cuarto en reservas de shale oil; en tercer
lugar, por ser el segundo país fuera de Estados Unidos que avanzó en el desarrollo comer-
cial de recursos no convencionales; por último, por ser el primer país sudamericano en
incorporarse al mercado global del gas natural licuado.
Se puede afirmar sobre la base de la investigación realizada, que el gas es un recurso natu-
ral no renovable que a nivel regional no presenta la variedad de usos que muestra en la
Argentina donde es un recurso de uso múltiple. En los países de la región, en general, el
gas natural tiene un mercado reducido con baja demanda en el uso residencial, ya sea por
falta de infraestructura o por el clima que lo torna innecesario para calefacción y su uso se
centra en la actividad industrial. Mientras que, en la Argentina, la evolución de la industria
del gas acompañó e hizo posible el desarrollo del país durante las últimas décadas lo cual
destaca la madurez del mercado.
La visión propuesta por la investigación procura captar como se articulan estos flujos de
poder, considerándolos en sus aspectos multidimensionales (políticos, sociales, económi-
cos y ambientales) a fin de detectar puntos de conflicto ya sea en la producción, distribu-
ción, consumo o en el marco político institucional que los contiene. Asimismo, siguiendo el
concepto de red, entendido por Raffestin (1980) como aquel instrumento del poder que es
capaz de desapegarse del territorio, pero que a la vez requiere de múltiples redes para
hacer circular el recurso controlado por distintos Estados. Es en este sentido, que la trama
que conforman estas redes -como forma de organización productiva de los espacios- deri-
va tanto de la creciente especialización productiva de los territorios como de la diversifica-
ción de los flujos de intercambio entre espacios distantes.
Esta última expresión, refleja la situación que se produce cuando se pasa del transporte de
gas por gasoducto, al transporte de GNL por vía marítima. En consecuencia, asociada a la
red, surge el concepto de circulación como función del poder que lo mantiene y amplía,
1
Considerado la edición editada en 2013 en castellano por El Colegio de Michoacán. El libro inicialmente fue edi-
tado en francés en 1980 con el título: Pour une géographie du pouvoir por Librairies techniques
generando un entramado donde cada vez más los espacios se articulan a partir de relacio-
nes de interdependencia -ya sea como productores o como consumidores- que solo pue-
den ser comprendidos y explicados a través de una visión holística de la realidad producto
de relaciones multiescalares y multidimensionales.
De este modo, un recurso natural para llegar a satisfacer una necesidad humana necesita
diferentes componentes que integran la cadena de valor: la materia prima, en este caso el
gas natural convencional o no convencional, asociado a las características geológicas de su
localización; las tecnologías necesarias para su exploración, perforación, explotación, dis-
tribución y transformación que lo convierten en un recurso capaz de satisfacer necesida-
des humanas; finalmente, los actores presentes en cada uno de los componentes de la
cadena de valor del gas natural que son capaces de desarrollar y emplear las tecnologías
necesarias hasta que el producto final llega al consumidor. En la Argentina, la cadena de
valor del gas natural presenta dos nodos energéticos estructurantes del territorio muy
marcados Neuquén, relacionado con las actividades del upstream y Bahía Blanca, centrado
en las actividades del downstream. En Neuquén las actividades de upstream incluyen: explo-
ración, desarrollo y producción del recurso. Geológicamente el recurso gas se encuentra
tanto en el yacimiento Loma de La Lata (Formación Sierras Blancas, gas natural convencio-
nal) como en el yacimiento El Orejano, (Formación Vaca Muerta, gas natural no convencio-
nal). El primero inició su explotación en 1977 -concentraba la mitad de las reservas gasífe-
ras del país- y señala el momento a partir del cual el gas fue el centro de la matriz energéti-
ca argentina, mientras que el segundo es de incipiente desarrollo y sus primeros pasos se
dieron en el año 2012. En este extremo de la cadena de valor se producen consecuencias
territoriales producto de la explotación de yacimientos no convencionales que implican un
incremento tanto en términos de extensión como de intensidad, ya que no solo se avanza
sobre territorios que no habían sido explotados antes sino que también se desplazan tie-
rras productivas con actividades agropecuarias, se incrementan la cantidad de pozos per-
forados y se requiere un gran despliegue logístico (aumento del tránsito de camiones) se
producen aguas residuales con restos de compuestos químicos que pueden producir con-
taminación del agua o del suelo ya sea por fallas en la cementación de pozos o en el proce-
so de fracturación hidráulica.
En este sentido, la ciudad y su entorno visibilizan diversos componentes del extremo final
de la cadena de valor del gas natural en cuanto a, procesamiento: la planta de Transporta-
dora de Gas del Sur (TGS) que realiza la separación de los distintos componentes del gas
2
[Enlínea] http://www.petrolnews.net/noticia.php?ID=7ae3dd188b17dfe723693bef37477d67&r=12139 [26 de
mayo de 2015].
que luego envía a la industria; en transporte: llegan dos gasoductos troncales, Neuba I y
Neuba II y, además, desde 2008, también se encuentra una planta regasificadora flotante
que abastece de GNL a través de barcos metaneros procedentes del exterior mediante
diversos proveedores a escala global.
En ese marco, se considera a la ciudad de Bahía Blanca como un nodo energético estructu-
rante a escala nacional que, a través de un proceso de especialización territorial del litoral
marítimo, que lo lleva a convertirse en escenario de cambios significativos a partir de tareas
de dragado que transformaron el territorio y convirtieron al puerto de Bahía Blanca en el
principal puerto de aguas profundas del país, favoreciendo así tanto su vinculación estratégi-
ca con el mundo como complejizando sus funciones a escala local, a partir de decisiones
políticas que reflejan estas relaciones espacializadas de poder y las interacciones local-global.
En el caso del espacio costero del Complejo portuario de Bahía Blanca se observa una
combinación de variables que generan tensiones territoriales entre los distintos actores
puesto que por un lado están los conflictos entre distintas jurisdicciones de gobierno local
y provincial por falta de aplicación de sanciones (por ejemplo en problemas ambientales)
que muestran disfuncionalidades en procesos institucionalizados o por la imposición de
actividades productivas desde la escala nacional. Por otro lado, -aún sin consenso social- se
sigue adelante con la industria gasífera para satisfacer las necesidades de abastecimiento
de gas de la sociedad, ya sea a escala nacional o regional sudamericana, en forma de ex-
tracción de recursos no convencionales en Neuquén o la importación de GNL con la insta-
lación de plantas regasificadoras o mediante la obtención de subproductos del gas trans-
formados por la industria petroquímica, en Bahía Blanca.
Desde una perspectiva territorial, que supere el sesgo económico dominante en el estudio
de la cuestión energética, se analizan los territorios como producto de la sociedad que los
habita y de las relaciones espacializadas de poder que imponen una actividad productiva a
partir de condiciones favorables del territorio. A su vez, se resaltan también aspectos so-
cioeconómicos y socioambientales como reflejo de las tensiones que se producen en el
territorio entre la visión del mercado, que busca valorizar los recursos y que se reflejan en
la palabra de los representantes de la industria y del gobierno que consideran su impacto
como positivo para el crecimiento de la ciudad y la región, frente a la visión de la sociedad
civil -a través de movimientos de vecinos autoconvocados- que critican esta visión “mercan-
tilista” y procuran conservar los espacios naturales así como aquellos elementos que con-
sideran dadores de identidad ajenos a la actual lógica de inserción en el mercado global del
GNL o en el mercado petroquímico regional sudamericano.
De este modo, el análisis desde una perspectiva geopolítica multiescalar permite reconocer
la interacción entre aquellos espacios organizados en función de las lógicas dominantes y
los espacios locales/nacionales /regionales cargados de especificidades propias con conflic-
tos que se entienden y adquieren significado a partir de la trayectoria histórica de los terri-
torios, que reflejan estas territorialidades emergentes a veces como resistencia a procesos
globales que las impactan.
Se produce de este modo un encuentro entre dos espacios distintos, uno que tiende a te-
rritorializar el recurso a partir de vinculaciones fijas como los gasoductos entre dos ciuda-
des puntuales -Neuquén y Bahía Blanca- y otro fragmentado, conectado a través de contra-
tos flexibles de corto plazo con proveedores/consumidores cambiantes en relación con un
contexto global pleno de incertidumbres. Se pasa también, de la situación de espacios sin
uso, a un territorio usado con una especialización productiva ligada a la industria del gas
en diferentes eslabones de su cadena de valor, además de un espacio que actúa como
articulador entre las vinculaciones internas y externas de la actividad.
En la segunda parte desde la escala nacional y local, en relación con la idea del gas como
generador de transformaciones territorialidades multiescalares, a partir del análisis de la
cadena de valor del gas natural, se observa que la importación del recurso gas en forma de
gas natural licuado (GNL), gracias a la flexibilidad que permite el transporte por vía
marítima, aparece como la solución común hallada por los distintos Estados de la Región
Sudamericana, frente a la rigidez de los plazos e inversiones en infraestructura que
Es en este marco donde se visibiliza como los procesos globalizadores imprimen nuevas
lógicas en los espacios locales que deben ser investigados a través de las vinculaciones y
complementariedad de los espacios que van más allá de los límites políticos administrati-
vos establecidos. Como sostiene Sánchez (1981) estos procesos reflejan una geografía del
poder, de un poder económico, ideológico y político capaz de organizar y transformar el
territorio a todas las escalas.
De este modo, el territorio se organiza en función del uso que la sociedad hace del mismo a
través de las acciones implementadas por diversos actores (locales, nacionales y globales)
involucrados en la construcción de su trayectoria histórica. En el año 2018, comienza a
hablarse de la posibilidad de transformar la planta de regasificación en una planta de licue-
facción que exporte los excedentes de la producción de gas de Vaca Muerta. De este modo,
se remarca la importancia del Puerto de Bahía Blanca como nodo energético con una doble
función de conexión y articulación: por un lado a través de gasoductos con el interior del país
y por otro, la vinculación local-global a través del gas licuado recibido (o exportado a futuro) a
diferentes proveedores/consumidores localizados en áreas diversas y distantes del mundo.
Por último se afirma que, a pesar del incremento en la región de las reservas actuales y
potenciales de recursos convencionales y no convencionales de gas natural (con los
conflictos que se generan donde se inició su extracción), emerge una marcada
dependencia del mercado global como consumidor de GNL y se produce una
fragmentación regional con dependencia de distintos proveedores a escala global, que se
inicia en la Argentina en el año 2008 con la instalación del primer barco regasificador en el
puerto de Bahía Blanca.
Se destaca entonces que, los obstáculos que dificultan la integración gasífera a escala
regional, no surgen por la escasez relativa del recurso, ni por falta de tratados o de infraes-
tructura física (casos de Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Brasil) sino porque las decisiones
políticas que definen el uso de los recursos que brinda el territorio, se basan en conflictos
geopolíticos históricos aún irresueltos, que resurgen en la actualidad. Sin embargo, no de-
be dejarse de lado que a estos conflictos se suman también obstáculos que se producen a
escala local en los territorios donde se asienta la explotación, producción y exportación de
los recursos, que surgen como territorialidades multiescalares emergentes.
En este sentido, se afirma que más allá del discurso integracionista presente en la región,
en particular en el período 2004-2014, se observa una ausencia de Políticas Energéticas
Regionales, pensadas como Políticas de Estado que acompañen el desarrollo económico y
definan los intereses nacionales comunes a los países de la región, a fin de diseñar políti-
cas de largo plazo que permitan concretar la integración gasífera regional. Estas activida-
des que utilizan al gas natural como su principal materia prima en sus diversas etapas,
muestran un alto impacto territorial que se reflejan en el estudio de caso analizado en el
espacio costero de la ciudad de Bahía Blanca: tanto en el Complejo Portuario de Bahía
Blanca como en el Complejo de General Daniel Cerri - Puerto Cuatreros. Los territorios
donde se instalan estas actividades en los dos extremos de la cadena de valor del gas natu-
ral - Neuquén y Bahía Blanca- generan territorialidades emergentes producto de relaciones
multiescalares de poder, donde queda en evidencia la necesidad de un anclaje territorial
para su desarrollo y de un puerto que actúe como articulador entre las vinculaciones inter-
nas y externas de la actividad.
De este modo, superar los obstáculos y lograr la integración gasífera regional apunta a un
triple propósito: 1) evitar la dependencia del mercado externo;2) solucionar los problemas
de abastecimiento a partir de relaciones de complementación entre los países de la región,
que favorezcan la interdependencia y la integración energética regional, pero considerando
las territorialidades enmergentes en el espacio local; 3) superar los conflictos geopolíticos
que pesan en las decisiones actuales de suministro a la región. En consecuencia, resulta
innegable la necesidad de diseñar una estrategia regional a efectos de garantizar un abas-
tecimiento energético fluido en la región para que ésta desarrolle su potencial y se posicio-
ne a escala global.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Preciado Coronado, J. (2011), Repensar América Latina y el Caribe desde Sudamérica en el siglo XXI. En
Geopolítica(s), vol.2. pp. 351-365.
Coordinadora
Verónica Gil
Jorge Gentili
Esta mesa tiene como objetivo el abordaje y análisis de los procesos que se desarro-
llan en los sistemas socio-ambientales a diferentes escalas témporo-espaciales y de los
conflictos que emergen de las interacciones en estos sistemas complejos. Se pretende
conocer y comprender la funcionalidad y dinámica de los sistemas ambientales desde
el aporte de los diferentes enfoques de la geografía y desde otras ciencias. Entre los
temas propuestos se encuentran: Análisis climático y su impacto en la sociedad. Efectos
del cambio climático y conflictos socio-ambientales a diferentes escalas. La biogeografía
cultural y su relación con los espacios urbanos. Evaluación y gestión de cuencas y siste-
mas litorales. Riesgos naturales y tecnológicos: conceptualización, evaluación y gestión.
Modelos de desarrollo y conflictos ambientales derivados de las transformaciones del
territorio. Análisis y gestión del paisaje.
AFRONTANDO LA TRANSFORMACIÓN
PRODUCTIVA DE LOS TERRITORIOS
G. Cristiano
Departamento de Economía, Universidad Nacional del Sur
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) (CONICET-UNS)
gcristiano@uns.edu.ar
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1226
AFRONTANDO LA TRANSFORMACIÓN PRODUCTIVA DE LOS TERRITORIOS
G. Cristiano
Resumen
INTRODUCCIÓN
Durante la década del´90, a nivel mundial se ha producido una serie de cambios, los cuales
fueron el resultado de las políticas neoliberales, tales como desregulación, privatizaciones e
integración regional. Esto ha influido en Latinoamérica para repensar a los territorios y anali-
zar a las regiones desde un contexto globalizado. Surgieron así autores que comenzaron a
abocarse al estudio de esta problemática (Shejtman y Berdegué, 2004a). Es en este sentido
cómo el proceso de globalización ha contribuido a revalorizar los espacios territoriales, dan-
do origen a nuevas formas de producción y de relacionar espacios socio-económicos.
Este hecho ha brindado la posibilidad para que cada territorio o región, a los que se les
reconoce su heterogeneidad, desarrollase sus propias capacidades y pudiese integrarse a
nuevos territorios (Manzanal et al, 2007). Es recién a partir de estos acontecimientos histó-
ricos que la literatura económica comienza a incorporar la noción de espacio o territorio
“(…) en torno a la tarea de dilucidar los factores que explican o determinan los procesos de
concentración de actividades productivas y de servicios en determinados espacios (ciuda-
des), como los que conducen a que determinadas localizaciones exhiban un mayor dina-
mismo y capacidad competitiva que otras” (Schejtman y Berdegué, 2006b:48).
Surge así el Desarrollo Territorial Rural (DTR), que se define como un proceso de transfor-
mación que contempla no sólo aspectos tecno-productivos sino que, además, considera el
contexto institucional en un espacio rural específico con el propósito final de reducir la
pobreza rural. Los procesos de transformación territorial en términos productivos tienen
como objetivo generar conexiones entre ese espacio con otros territorios más desarrolla-
dos y dinámicos a los efectos de generar nuevas redes comerciales y de cooperación, in-
crementar la competitividad e involucrar a los agentes intra territorio con otros ajenos al
mismo (Schejtman y Berdegué, 2006c).
Desde este nuevo enfoque del DTR se entiende al territorio no sólo como un espacio físico
o geográfico sino como “una construcción social; es decir, un conjunto de relaciones socia-
les que dan origen y a la vez expresan una identidad y un sentido de propósitos comparti-
dos por múltiples agentes públicos y privados” (Shejtman y Berdegué, 2004d:5). Aparece
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El objetivo del enfoque del DTR es consolidar las redes sociales e institucionales y el siste-
ma económico-productivo local (entendido este como el conjunto de empresas pertene-
cientes a cadenas de valor, cuyos eslabones tienen encadenamientos hacia atrás y hacia
delante) a través del análisis multidimensional del territorio, con el propósito de mejorar la
calidad de vida de la comunidad inmersa en él. El denominado “capital territorial”, que
constituye el potencial de desarrollo de un territorio, está conformado por los distintos
tipos de recursos y tipos de capital que posee una comunidad, ya sean tangibles o no, y
que son plausibles de ser movilizados en pos de una estrategia de desarrollo.
Shejtman y Berdegué sostienen que el DTR es un proceso que incluye diferentes etapas en
las cuales se tienen en cuenta distintos períodos; en él tienen lugar los diversos aconteci-
mientos provenientes de acciones, planificaciones y estrategias que darán origen a deter-
minados resultados. Los procesos que se dan dentro del mismo, más bien de índole pro-
ductiva, se enlazan con cuestiones de carácter institucional para conectar actores sociales
de todos los sectores (sector productor, sector estado y sector científico tecnológico). El
propósito final es el de brindar apoyo por medio de la generación de oportunidades de
negocio e impulsar al territorio hacia un sendero de crecimiento y desarrollo equilibrado.
El rol de los gobiernos locales es fundamental, ya que por medio de políticas públicas, tales
como la promoción de actividades clave, financiamiento y acceso a la información, entre
otras, posibilitan y facilitan las conexiones entre los actores del territorio y entre otras re-
giones. Así, el enfoque del DTR constituye un esquema de análisis de los territorios, cuyo
objetivo final es lograr el crecimiento y desarrollo sostenible de los mismos. En él se consi-
deran cuatro dimensiones estratégicas clave para su estudio: la económica-productiva, la
sociocultural, la política-institucional y la ambiental.
En relación a esta última dimensión, la teoría económica aborda este tema por medio del
estudio de las externalidades negativas de producción (Mas Collel et al, 1995). Por tal moti-
vo resulta menester comprender e incorporar el concepto de “medio ambiente” en el análi-
sis económico. El medio ambiente es un espacio dual en el que los individuos realizan to-
das sus actividades productivas y toman de él los recursos necesarios para transformarlos
en productos finales con mayor o menor grado de valor agregado. Pero, por otro lado, ese
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mismo ambiente es el que recibe todos los residuos que generan tanto los productores
como los consumidores.
Es posible decir entonces que existe una externalidad cuando una determinada actividad,
ya sea de producción o de consumo, produce un efecto indirecto (positivo o negativo) so-
bre otras actividades de producción o consumo que no se refleja a través del sistema de
precios de mercado. En este caso, los precios de mercado no manifiestan completamente
los costos (ó beneficios) asociados a las actividades que realizan los productores o consu-
midores. Estos precios aparecen distorsionados, ya que no incluyen todos los costos o be-
neficios reales para la sociedad, lo que conduce a una inadecuada asignación de recursos.
En presencia de externalidades el mercado falla y se genera una pérdida de bienestar por-
que se tiende a producir en una mayor o menor cuantía de lo que resultaría óptimo (Mas
Colell et al, 1995).
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Coase plantea que el problema de los beneficios y de los costos externos no radica especí-
ficamente en el hecho de que sean externos, sino en los derechos de propiedad - que en
este caso son imprecisos e indeterminados- y en los costos de transacción, que son eleva-
dos. Si estos derechos de propiedad estuvieran claramente definidos, si el número de par-
tes involucradas fuera reducido y los costos de transacción fueran bajos, podría concluirse
que las transacciones son eficientes (Coase, 1960, en Aguilera Klink y Alcántara, 2011d). De
este modo, quedarían internalizadas las externalidades.
Dado que el estudio integral de los territorios conlleva a analizar, entre uno de los aspec-
tos, los impactos ambientales negativos que las actividades productivas que se insertan en
él traen aparejados, el objetivo de este trabajo consiste en presentar una propuesta dife-
rente a las descriptas anteriormente para disminuir las externalidades negativas de la pro-
ducción sobre la base del modelo de la empresa multiproducto (Henderson y Quandt,
1958) aplicado a la región de Corfo-Río Colorado. En este caso en particular se considerará
el tratamiento de los residuos provenientes de la ganadería intensiva (biomasa de estiércol
vacuno) para producir bioenergía y biofertilizante (biogás y biol). Si bien en la actualidad la
mayoría de las empresas produce más de un producto, en este caso se propone emplear
los residuos generados por la actividad productiva principal como insumo en la producción
de otros subproductos, internalizando en gran parte las externalidades negativas que se
generan y mitigando los impactos al medio ambiente. De este modo, la empresa podría ver
incrementado su beneficio a partir del aumento en su ingreso total proveniente de la venta
de sus subproductos (biogás y biofertilizante) o experimentar una disminución de costos
por tratarse de una producción conjunta. Es de esperar que este tratamiento tenga un im-
pacto positivo a nivel territorial, con miras a lograr un desarrollo sostenible.
METODOLOGÍA
En este trabajo se propone como área de estudio a la región de CORFO-Río Colorado, situada
a unos 100 km de la ciudad de Bahía Blanca. Es una unidad territorial que basa su crecimien-
to y desarrollo empleando un recurso clave: las aguas del Río Colorado (Gorenstein, 2007a).
La zona bajo riego comprende las áreas de los partidos de Villarino y Patagones, que se
ubican sobre la margen izquierda y derecha, respectivamente, del Río Colorado (Figura I).
Cabe mencionar que COFO (Corporación de Fomento del Valle Bonaerense del Río Colora-
do) es un organismo autárquico con capacidad de derecho público y privado creado por la
Ley Provincial 6245 el 3 de Febrero de 1960. En este marco institucional se establece que
dicho organismo tiene jurisdicción sobre 530.419 has, correspondiéndole al partido de
Patagones 211.031 has y al partido de Villarino 319.388 has (Gorenstein, 2007b). Sobre este
total, 137.565 has están empadronadas con concesión de riego, (50.570 has en el partido
de Patagones y 86.995 has en el partido de Villarino), regándose en la actualidad el total de
las hectáreas con concesión.
Para realizar el estudio de la zona se llevó a cabo una encuesta por medio de un muestreo
aleatorio estratificado a 211 establecimientos agropecuarios de la región de regadío de
CORFO-Río Colorado. La misma se complementó por medio de la realización de entrevistas
a informantes clave (personas físicas y diversos organismos de la zona).
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RESULTADOS
De acuerdo a las fuentes primarias consultadas, en esta zona, a partir de 2009, se comien-
za a transformar el mapa productivo que la caracteriza, y es en este sentido que cobra im-
portancia la producción de carne en términos intensivos (feedlots). El análisis realizado
permite observar que la cantidad de establecimientos ganaderos que producen carne va-
cuna en forma intensiva ha ido en aumento en los últimos años. Esta situación se explica
porque el precio de la tierra en dicha zona es relativamente más bajo que en la zona
núcleo, lo cual genera un incentivo a los productores a invertir en esta región, agroecológi-
camente también favorable. Esto conlleva a repensar la problemática ambiental que trae
aparejada esta actividad por la gran acumulación de estiércol que genera, con el agravante
de constituirse en una potencial fuente contaminante de los cursos de agua empleados
fundamentalmente para el riego, más allá de los efectos negativos que impactan en el sue-
lo y en el aire. Es de destacar que entre los elementos más contaminantes liberados por el
estiércol hacia la atmósfera se destaca el amoníaco, como así también otros gases de efec-
to invernadero (GEI), los cuales incluyen metano y óxido nitroso. El metano es uno de los
gases de efecto invernadero (GEI) más nocivo, 23 veces más potente que el CO 2. El estiércol
contribuye con el 16 % de las emisiones globales (IPCC, 2006).
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partido es de 13.700 cabezas, correspondiéndole 6.400 a Patagones Norte (zona bajo riego)
y 7.300 a Patagones Sur (zona de secano). Entre ambos totalizan 45.050 cabezas (Tabla 1).
En particular, en la región de Corfo Río Colorado (área de riego), la cantidad de cabezas en
encierre asciende a 30.750.
Marcos Bragachini (Bragachini et al, 2015) estima que este estiércol posee un 20% de mate-
ria seca, lo que equivaldría a 81Tn de materia seca al mes. De acuerdo a la literatura con-
sultada, existen diferencias entre las diferentes proporciones de nutrientes por Tn. de ma-
teria seca. Siguiendo a Pordomingo (Pordomingo, 2014b) una tonelada de excrementos de
bovinos (orina más heces) contiene en promedio 5 kg de Nitrógeno (N), 1 kg de Fósforo (P)
y 4 kg de Potasio (K). Si no se considera la fracción líquida, el excremento resulta en 2,5 kg
de Nitrógeno, 1 kg de Fósforo y 0,8 kg de Potasio.
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Fuente: Elaboración propia en base a datos de Revista Márgenes Agropecuarios. Octubre de 2017.
De acuerdo a estudios realizados (Flotats, 2010; Pordomingo, 2014c), por cada tonelada de
3 3
estiércol fresco bovino es posible obtener en promedio 25m de biogás. A su vez, 1m de
biogás equivale a 5000 Kcal, lo cual representa aproximadamente 1,6 KWh de electricidad.
3
Cabe destacar que, si bien 1m de biogás equivale a 6,06 KWh, por lo general, la eficiencia
se ve afectada al convertirla (de allí su menor rendimiento).
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CONCLUSIONES
La región de CORFO Río Colorado constituye una unidad territorial, y conforma una cuenca
agroalimentaria cuyo desarrollo se basa fundamentalmente en el aprovechamiento de un
recurso natural clave para su crecimiento y desarrollo: el agua del Río Colorado. Esta zona
comprende dos partidos –Villalonga y Carmen de Patagones-, los cuales presentan carac-
terísticas similares en términos políticos e institucionales, y cinco localidades que son las
más representativas en el mapa productivo de la región. La corporación de Fomento del
Valle Bonaerense del Río Colorado (CORFO) es el organismo encargado de atender todos
los aspectos inherentes a la administración de la cuenca hídrica, fomentando el desarrollo
de la zona bajo riego por medio del ordenamiento del sistema de riego.
Aparece entonces una nueva oportunidad en la región para mejorar el desarrollo económi-
co en el sector agropecuario reconvirtiendo a las empresas de monoproductoras a multi-
productoras, empleando sus residuos orgánicos como inputs de otra actividad, contribu-
yendo a mitigar los impactos negativos que estos ocasionan al medio ambiente. Por un
lado, esto se vería plasmado a través del incremento del valor agregado en las cadenas
productivas por medio del tratamiento del estiércol, lo cual da origen a nuevos productos.
Por otro, los establecimientos agropecuarios podrían contar con ese biogás como insumo,
ya que en muchas actividades ganaderas existen etapas de producción que requieren de
combustibles fósiles para generar calor y controlar ciertos procesos industriales, con lo
cual se podría reemplazar dichas fuentes energéticas por este biocombustible y poner a
disposición del sector agropecuario esta fuente de energía renovable.
Referencias bibliográficas
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1235
AFRONTANDO LA TRANSFORMACIÓN PRODUCTIVA DE LOS TERRITORIOS
G. Cristiano
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Banco Interamericano de Desarrollo. Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1236
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
ANÁLISE DO POTENCIAL DE
DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS
HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA
DO RIO. UNA GESTIÓN AMBIENTAL Y
TRANSFORMACIONES TERRITORIALES
J. C. A. Salesa,c, D. C. C. Silvab, J. C. O. Y. Bitarc
a
Universidade Estadual Paulista “Júlio de Mesquita Filho” – UNESP: Campus de Sorocaba.
b
Universidade de Sorocaba – UNISO Sorocaba.
c
Instituto de Pesquisas Tecnológicas – IPT.
jomilc@gmail.com
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1237
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
Resumo
INTRODUÇÃO
A luta para alcançar uma sociedade sustentável não é exclusiva da sociedade moderna.
Sustentabilidade tem sido uma meta desde as primeiras civilizações humanas. Desde a
Revolução Neolítica, cerca de 10.000 anos atrás, quando os seres humanos modificaram
seus hábitos de caçadores-coletores nômades, para agricultores-colonizadores, a
sustentabilidade do estilo de vida local tem sido essencial para evitar o colapso da
sociedade (Diamond, 2010; Hacatoglu. 2015).
A água, como recurso essencial a vida, também é alvo de diversos estudos ligados ao seu
consumo sustentável. Diante da perspectiva e da importância de conhecer o potencial de
degradação exercido pelas atividades antrópicas nos cursos d’água é de extrema
importância a gestão adequada dessas áreas (Teixeira, 2007).
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1238
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
METODOLOGIA
Área de estudo
A área de estudo, denominada Bacia Hidrográfica do Rio Una (BHRU), localiza-se entre a
Latitude 23° 39’23”Sul e Longitude 47°13’21”Oeste, encontra-se no interior do Estado de
São Paulo a aproximadamente 75 km da cidade de São Paulo. Inserida no município de
Ibiúna, faz divisa com Piedade, a bacia pertence a décima Unidade de Gerenciamento de
Recursos Hídricos do Sorocaba e Média Tietê -UGHRI 10.
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1239
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
Todas as variáveis foram analisadas na escala de sub-bacias. Para isso a BHRU foi subdivida
com o auxílio da ferramenta Hidrológica do software ArcGis 10.3, levando em consideração
a declividade do terreno, fluxo do curso d`água e o ponto de exutório ESRI (2011).
Para obter o nível de pressão exercida nas matas ciliares foi utilizado o mapeamento das
áreas de preservação. A delimitação das Áreas de Preservação Permanente (APP’s) foram
criadas a partir de vetores de buffer, referente aos cursos d’água, lagos e nascentes da BHRU.
O tamanho da área do buffer foi estipulado de acordo com a Lei Federal 12.651 de 2012 que
dispõe sobre o tamanho das áreas destinadas a preservação, sendo de 30 metros para cursos
d’água inferiores a 10 metros, 50 metros para cursos d’água que tenham entre 10 e 50 metros,
50 metros para os lagos inferiores a 20 hectares e 50 metros para nascentes (Brasil, 2012).
Desta forma, foi possível calcular o Indicador de Integridade de Matas Ciliares (IIMC),
desenvolvido Isaias (2008) e adaptado por Silva et al (2017).
Silva et al., (2017) atribui valores de 0 a1 para a avaliação das APP’s, quanto menor a
pontuação atribuída, menor a integridade da mata ciliar. A porcentagem que define a
integridade da APP é descrita na Tabela 1.
Como resultado do IIMC, foi obtido um mapa temático, referente a qualidade da mata ciliar
das sub-bacias.
Esgotamento Sanitário
Para obter a pressão exercida pelo esgotamento sanitário foi aplicada a varável básica de
Esgotamento Sanitário ou Índice de Esgotamento Sanitário (IES). Para isso, foram utilizadas
as variáveis das características gerais dos domicílios, disponíveis na base de informações
do censo demográfico de 2010 (IBGE, 2012).
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1240
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
a fossas rudimentares, vala, rio, lago, ou outras formas que não estejam ligadas a rede de
coleta de esgoto.
Os domicílios ligados a fossas sépticas não foram contabilizados, pois de acordo com
Novaes et al (2006) as fossas sépticas são formas alternativas que promovem a reciclagem
de dejetos e evitam a contaminação das águas.
Visto que os dados do Sistema Nacional de Informações sobre Saneamento –SNIS (2015),
afirma que desde 2013, o município de Ibiúna tem 100% de seu esgoto tratado, os
domicílios que tem seu esgoto ligado à rede coletora também foram desconsiderados,
uma vez que seus resíduos são tratados, já não causam impacto aos cursos d’água.
Assim o cálculo de IES para os setores censitários da bacia foi obtido através da Equação 1,
(1)
Onde:
IESi = Índice de Esgotamento Sanitário por setor censitário
Após o cálculo por setor censitário foi calculado o IES para cada sub-bacia por meio da
ponderação dos valores de IES por setor censitário em ralação a área de cada sub-bacia,
conforme Equação 2.
(2)
Onde:
= Índice de Esgotamento Sanitário por sub-bacia hidrográfica;
Ai = Área dos setores censitários dentro dos limites das sub-bacias;
IESi = Indicador de Esgotamento Sanitário por setor censitário;
ASub = Área das sub-bacias.
De acordo com Silva et al (2017), os valores de IES variem entre 0 e 1, sendo que os valores
próximos a 1 representam a melhor condição de esgotamento sanitário, enquanto os valores
próximos a 0 representam as piores condições de esgotamento, de acordo com a Tabela 2.
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1241
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
Abastecimento de Água
Para isso foi utilizado o banco de dados do censo demográfico de 2010, extraindo dados
do arquivo de informações básicas de domicílios. A variável utilizada foi referente ao
número total de domicílios particulares permanentes que extraem água de poços,
nascente ou outras formas de captação que não sejam ligadas a rede geral de distribuição
de águam ou que utilizem águas de chuva ou cisternas (IBGE, 2012).
Os valores de IAA foram calculados inicialmente para cada setor censitário, através da
Equação 3.
(3)
Onde:
= Índice de Abastecimento de Água por setor censitário;
O IAA também foi calculado para cada sub-bacia através da ponderação dos valores
referente aos setores censitários pela área das sub-bacias, conforme Equação 4.
(4)
Onde;
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1242
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
O valor final para o Índice de Potencial Degradação dos Recursos Hídricos (IPDRH) foi
obtido através de uma média aritmética, exposta na Equação (5) para cada Sub-Bacia
Hidrográfica presente na área de estudo.
(5)
RESULTADOS E DISCUSSÕES
Assim, a pressão exercida nos recursos hídricos pelas atividades antrópicas, podem ser
avaliadas de acordo com a conservação da vegetação ripária, resíduos sólidos domiciliares
gerados e abastecimento de água presentes (SILVA et al., 2017).
Para o início das análises de da pressão exercida nos recursos hídricos foi obtido a
segmentação da BHRU em 11 sub-bacias.
Segundo Barrela (2001), as sub-bacias são áreas de drenagem dos tributários do rio principal.
De acordo com Santana (2004), as bacias podem ser desmembradas em unidades menores,
dependendo do ponto de saída, considerado ao longo de seu eixo central. Portanto, cada sub-
bacia se interliga a outras sub-bacias, tornando o termo de relativo. Sendo assim, adotamos o
termo apenas para diferenciar os níveis ou escalas de abrangência das bacias hidrográficas.
Assim, de acordo com Plano Nacional dos Recursos Hídricos, Lei n° 9.433/1997, que define
bacias hidrográficas como unidade de gestão, adotamos as sub-bacias com unidades
independentes para avaliar as suas condições e pressões exercidas em cada uma deslas.
Para calcular a integridade da mata ciliar foi necessário utilizar o resultado do levantamento
dos diferentes tipos de uso da terra em APP’s na BHRU com o mapeamento do uso da terra
do ano de 2016. O Resultado obtido demonstra que 64,1% da área total das APP’s é
composta por áreas naturais, como floresta, campos e áreas alagadas (Tabela 4).
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1243
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
Diversos estudos realizados no que diz respeito ao uso da terra em áreas de APP
obtiveram resultados semelhantes ao encontrado na BHRU. Kauano e Passos (2008)
obtiveram cerca de 40% da área total da Bacia Hidrográfico do Rio da Gama, na cidade de
Tijucas do Sul, Paraná. Lorenzon et al, (2014) obteve resultados semelhantes na Bacia
Hidrográfica do Rio Cabaçal, Mato Grosso. Araújo e Mendes (2014) obtiveram resultado
acima de 50% de áreas naturais em APP na Serra da Aratanha, Ceará e consideram a área
em bom estado de conservação.
Entretanto, levando em consideração a Lei Federal número 12.651 de 2012 essas áreas
deveriam estar 100% protegidas, promovendo a conservação dos recursos hídricos das
bacias hidrográficas (Brasil, 2012).
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1244
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
É possível observar que os valores do IIMC são mais baixos na região sul, oeste e noroeste,
referente às esub-bacias 2, 4, 6 e 10, com valores menores que 0,2, o que signifique que
essas sub-bacias possuem APP’s com áreas de vegetação ripária inferior a 70%. As áreas
em melhores condição de conservação das APP’s são as sub-bacias número3, 7 e 10, com
cobertura vegetal entre 70% e 80%.
De acordo com o código florestal, todas as APP’s deveriam estar vegetadas ou em processo
de regeneração, impedidas para qualquer outro tipo de uso da terra. Entretanto, podemos
atribuir os baixos valores do IIMC ao processo de anistia dos crimes ambientais de
desmatamento e degradação ambiental em APP anteriores a publicação da Lei nº
12.651/201 e ao processo de expansão urbana e agrícola da BHRU, conforme descritos por
Lopes, et al (2016) e Silva et al, (2017).
Esgotamento sanitário
Esgotamento sanitário compreende a coleta de esgoto gerado pela população e seu devido
destino desses resíduos (HELLER, 1998; SOARES et al., 2002).
Portanto, segundo Isaias (2008) e Silva et al, (2017) o IES além de um indicador ambiental é
um indicador de saúde pública. Apresentando o número de residências que não estão
inseridas na rede de tratamento de esgoto como potencial de degradação ao meio ambiente.
A falta de sistema adequado de esgotamento sanitário faz com que a população utilize
meios clandestinos com a ligação de galerias e águas pluviais, promovendo o lançamento
de esgoto doméstico a céu aberto, trazendo sérios problemas a saúde pública e ao meio
ambiente, poluindo mananciais e contaminando cursos d’água (Bay; Silva, 2011).
A Figura 2 mostra o IES das sub-bacias de acordo com o número de residências sem coleta
adequada de esgotamento sanitário, de acordo com a pontuação adotada por Silva et al,
(2017).
De acordo com os mapas de uso e ocupação da terra, esses resultados podem ser
justificados pela área em que as sub-bacias estão inseridas, sendo a unidade 1
compreendida integralmente pela zona urbana do município de Ibiúna e a unidade 2 por
se tratar de uma zona de expansão urbana.
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1245
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
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As demais sub-bacias da região central e sul estão classificadas com a pior condição de
saneamento. As sub-bacias 3, 4 ,5 ,6 e 11 tem até 60% de residências em condições
adequadas de tratamento de esgoto. E por fim as unidades 7, 8, 9 e 10 que apresentam
cerca de até 80% das residências adequadas. De acordo com o uso da terra, essas áreas
são predominantemente agrícolas e tem baixa densidade populacional, entretanto ainda
continuam tendo alto potencial poluidor.
Abastecimento de Água
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1246
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
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Conforme a Figura 3 podemos observar que a única unidade de sub-bacia que apresenta
boa qualidade de IAA é a sub-bacia número 1. Assim como o resultado obtido para o IES, a
unidade 1 está integralmente inserida na zona urbana do município de Ibiúna, o que
justifica o resultado obtido de que mais de 95% das residências do setor consomem água
da rede geral de distribuição.
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1247
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
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As unidades 3 e 4 possuem até 70% das residências das residências com captação de
águas tratadas, e as demais sub-bacias tem a pior condição de IAA da BHRU, com menos
de 60% das residências com água tratada.
De acordo com a média ponderada dos indicadores, IIMC, IES e IAA foi possível obter o
resultado final do IPDRH. A Figura 4 apresenta o valore final da distribuição do índice ao
longo da BHRU.
É possível observar que os valores de IPDHR estão abaixo de 0,7; isto é, abaixo de 70% do
valor máximo admissível para esse índice.
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1248
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
Adotando-se a classificação proposta pelo IGAM (2005) para o IQA, ou seja, ótimo (0,91 a
1,0), bom (0,71 a 0,90), regular (0,51 a 0,70), ruim (0,26 a 0,50) ou péssimo (0,0 a 0,25),
percebe-se que os valores encontrados para o IPDRH podem ser classificados entre regular
e péssimos.
Isto é explicado em parte pelos baixos valores encontrados para a conservação das matas
ciliares e, também, devido as regiões central e sul (sub-bacias hidrográficas 4, 5 ,6, 8 e 10)
apresentarem baixíssimos valores devido à falta de gestão na distribuição das águas para
consumo humano e lançamento de esgotos domésticos.
É possível destacar a região central devido pelos valores mais baixos. De acordo com o
mapeamento do uso da terra, trata-se de uma área de concentração de atividades
agrícolas. As sub-bacias 7, 8 e 10 apresentam aglomerados urbanos, que por possuírem
sistemas de tratamento de água e esgoto elevaram a média final da sub-bacia.
CONCLUSÕES
A partir dos resultados foi possível concluir que as desigualdades sociais com relação ao
acesso de saneamento básico de qualidade estão mais presentes na área rural da área de
estudo, região centro e sul da Bacia Hidrográfica, entretanto, a área urbana do município
tem 100% do seu esgoto tratado, porém, de acordo com o Censo Demográfico de 2010, há
domicílios que não estão ligados à rede pública de coleta de esgoto, o que refletiu nos
valores obtidos para o IPDRH.
Portanto, podemos concluir que o IPDRH é capaz de avaliar a situação da gestão da água e
auxiliar os tomadores de decisão na gestão de bacias hidrográficas, assim como melhorar
a qualidade de vida da população. Visto que o IPDRH pode ser utilizado, não só como
indicador da pressão exercida pala população nos recursos hídricos, mas também como
um indicador de saúde pública.
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1249
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
J. C. A. Sales, D. C. C. Silva, J. C. O. Y. Bitar
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1250
ANÁLISE DO POTENCIAL DE DEGRACAÇÃO DOS RECURSOS HÍDRICOS DA BACIA HIDROGRÁFICA DO RIO…
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1251
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
ANÁLISIS DE LA TENDENCIA DE
EVENTOS EXTREMOS PLUVIOMÉTRICOS
EN EL SUDOESTE BONAERENSE
(ARGENTINA)
F. Ferrellia,b, A. S. Brendela,c, G. M. E. Perilloa,d
a
Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), Universidad Nacional del Sur (UNS)-CONICET,
Bahía Blanca-Argentina. Florida 8000 (Camino La Carrindanga km 7,5) Complejo CCT
CONICET, Edificio E1.
b
Departamento de Geografía y Turismo (DGyT), Universidad Nacional del Sur (UNS), Bahía
Blanca, 12 de Octubre 1198, 4º piso, Argentina.
c
Departamento de Agronomía, Universidad Nacional del Sur (UNS), Bahía Blanca, San
Andrés 800, Argentina.
d
Departamento de Geología, Universidad Nacional del Sur (UNS), Bahía Blanca, Av. Alem
1253, Cuerpo B, 2º piso, Argentina.
fferrelli@criba.edu.ar
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1252
ANÁLISIS DE LA TENDENCIA DE EVENTOS EXTREMOS PLUVIOMÉTRICOS EN EL SUDOESTE BONAERENSE (ARGENTINA)
F. Ferrelli, A. S. Brendel, G. M. E. Perillo
RESUMEN
El Sudoeste de la provincia de Buenos Aires (Argentina) es un área con clima semiárido que
basa su economía principalmente en actividades agropecuarias. En esta región la agricultu-
ra se desarrolla bajo condiciones de secano y el cultivo de trigo es el más importante. Co-
mo consecuencia, la alternancia de eventos secos y húmedos puede generar impactos ne-
gativos sobre su economía regional, por lo que su estudio es altamente relevante para
orientar las políticas públicas destinadas al manejo sustentable del territorio. En este con-
texto, el objetivo de este estudio fue analizar la tendencia y la variación de eventos extre-
mos pluviométricos diarios ocurridos en la región durante el período 1970-2016. Para ello,
se estudiaron series diarias de precipitación de tres estaciones meteorológicas que repre-
sentaron las condiciones del Norte, Centro y Sur. Se calcularon once índices climáticos dia-
rios y se analizó su tendencia a través de regresiones lineales y test de Mann-Kendall. Se
calculó la variación de cada índice durante el período de estudio. Se observó la existencia
de una tendencia positiva en la mayoría de ellos en el Norte y el Sur y una negativa en el
Centro. Los resultados permitieron evidenciar que el Sudoeste Bonaerense presenta una
gran heterogeneidad espacial de las precipitaciones. Los estudios de la precipitación a es-
cala diaria junto con el conocimiento de su tendencia y variaciones en períodos superiores
a 40 años permiten generar información que podría ser necesaria para el manejo susten-
table de los recursos naturales y generar estrategias de adaptación para un área donde
esta variable es un elemento indispensable para el desarrollo socio-económico.
ABSTRACT
Analysis of trends of extreme rainfall events in the Southwest of Buenos Aires prov-
ince (Argentina)
The southwest of Buenos Aires province (Argentina) is an area with a semi-arid climate that
bases its economy mainly on agricultural activities. In this region, rain-fed crops cover the larg-
est area. Therefore, the alternation of dry and wet events could generate negative impacts on
the regional economy, so their study is highly relevant to guide public policies focused on a
sustainable management plan. In this context, the aim of this study was to analyze the trend
and the variation of extreme daily rainfall events that occurred in the region during the period
1970-2016. We studied daily series of precipitation of three meteorological stations that
represented the North, Central and South conditions. Eleven daily climatic indices were calcu-
lated and their trend was analyzed through linear regressions and the Mann-Kendall test. The
variation of each index was calculated during the study period. The existence of a positive trend
was observed in the North and the South and a negative in the Center. The results allowed us
to evidence that the Southwest of Buenos Aires province presents a spatial heterogeneity of
rainfall. The studies of precipitation on a daily scale and the analysis of its tendency and varia-
tions in periods over 40 years permit to generate information that could be necessary for sus-
tainable management of natural resources and generate adaptation strategies for an area
where rainfalls are essentials for socio-economic development.
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1253
ANÁLISIS DE LA TENDENCIA DE EVENTOS EXTREMOS PLUVIOMÉTRICOS EN EL SUDOESTE BONAERENSE (ARGENTINA)
F. Ferrelli, A. S. Brendel, G. M. E. Perillo
INTRODUCCIÓN
Las rápidas modificaciones que el clima está manifestando en todo el mundo son el objeto
de estudio de numerosas investigaciones. En general, las precipitaciones, se han incremen-
tado a escala global, aunque con un patrón espacial más complejo que el observado para
la temperatura (Chen et al., 2017). La temperatura máxima ha aumentado en todo el mun-
do (Brown et al., 2008), mientras que la frecuencia de lluvias intensas y torrenciales tiene
una tendencia positiva pero no es homogénea en todo el planeta (Westra et al., 2013). Esta
situación se sostiene a lo largo de la mayor parte del territorio argentino. La precipitación
durante el período 1960-2010 aumentó, alcanzando valores de hasta 100 mm/año. Con
ello, se está afectando al proceso de agriculturización (Castañeda y Barros 1994; Doyle et
al., 2012) y a las características socio-productivas (Peñalba y Robledo, 2010). Por esta razón,
es relevante realizar estudios pluviométricos a escala regional. El conocimiento de su ten-
dencia y magnitud permite comprender su dinámica espacial y generar información nece-
saria, por ejemplo, para organizar las actividades agrícolas.
El área de estudio de este trabajo fue el Sudoeste de la provincia de Buenos Aires (Argenti-
na) denominado así por la ley provincial 13647 (Figura 1). El fin principal de la ley es promo-
ver el ordenamiento de las políticas públicas y las acciones necesarias para impulsar el
desarrollo de los sistemas agrarios considerando la sustentabilidad climática y productiva.
La variedad de ambientes que hay en esta región le dan importancia relativa dado que
presenta una gran vulnerabilidad antes los efectos de la variabilidad climática. Su clima es
templado y semiárido (Aliaga et al., 2017) con precipitaciones anuales que oscilan entre 800
(al Norte) y 400 mm/año (al Sur). Los eventos extremos pluviométricos son los más inten-
sos de toda la Región Pampeana (Aliaga et al., 2017). La estacionalidad térmica permite
diferenciar veranos de inviernos. Los suelos son aptos para la agricultura y ganadería, aun-
que esta aptitud decrece en relación con el gradiente de isohietas anuales (de noreste a
sudoeste) (Figura 1). En cuanto a la actividad agrícola, el trigo es el principal cultivo de co-
secha. El mismo se desarrolla bajo condiciones de secano lo que permite definir a esta área
como altamente dependiente de las precipitaciones.
Por otro lado, existe evidencia científica de que, durante períodos secos, se han incremen-
tado los procesos de erosión del suelo, las enfermedades infecciosas en la población, se
han perdido cosechas, etc. Mientras que, durante eventos húmedos, se han reducido signi-
ficativamente las áreas cubiertas por bosques nativos por la expansión agrícola. Por lo tan-
to, es sumamente importante conocer el comportamiento de los eventos pluviométricos
extremos en un área tan dependiente de las fluctuaciones meteorológicas a corto y largo
plazo. Por lo expuesto, el objetivo de este estudio fue analizar la tendencia y la variación de
eventos extremos pluviométricos diarios ocurridos en la región durante el período 1970-
2016 con la finalidad de generar información relevante para la preservación de los recursos
naturales y la permanencia de las actividades agropecuarias.
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1254
ANÁLISIS DE LA TENDENCIA DE EVENTOS EXTREMOS PLUVIOMÉTRICOS EN EL SUDOESTE BONAERENSE (ARGENTINA)
F. Ferrelli, A. S. Brendel, G. M. E. Perillo
Figura 1. Localización del área de estudio. Este mapa muestra las unidades administrativas
que conforman el Sudoeste de la provincia de Buenos Aires (Argentina)
METODOLOGÍA
Para analizar los eventos extremos pluviométricos se utilizó información diaria correspon-
diente a tres estaciones meteorológicas distribuidas en el área de estudio: Coronel Suarez
(Norte), Bahía Blanca (Centro) y Viedma (Sur). Esta información pertenece al Servicio Me-
teorológico Nacional (SMN, Argentina) (Figura 1).
Para analizar la tendencia se aplicó el test de Mann-Kendall (Mann 1945; Kendall 1975) con
un α = 0.05. El objetivo de la aplicación de este test fue el de detectar las tendencias de los
diferentes índices pluviométricos y observar si esos cambios fueron estadísticamente signi-
ficativos. Esta metodología ha sido ampliamente utilizada en otros estudios a escala mun-
GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1255
ANÁLISIS DE LA TENDENCIA DE EVENTOS EXTREMOS PLUVIOMÉTRICOS EN EL SUDOESTE BONAERENSE (ARGENTINA)
F. Ferrelli, A. S. Brendel, G. M. E. Perillo
dial (Wang et al., 2013; Chen et al., 2017) y a escala nacional (Brendel et al., 2017; Fernan-
dez-Long et al., 2013). El test de Mann-Kendall para una serie de datos independientes n
supone que la hipótesis nula no debe ser rechazada: H0: no se presenta una tendencia
lineal en la serie y H1: hay una tendencia lineal en la serie. Este test utiliza el estadístico
Tau-b de Kendall. Si el mismo es positivo, entonces la serie de datos tiene una tendencia
positiva y viceversa. Se consideró una tendencia significativa si el valor de p es < 0,05.
Además, para cuantificar la tendencia se utilizó el estimador de pendiente de Sen (1968).
RESULTADOS
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ANÁLISIS DE LA TENDENCIA DE EVENTOS EXTREMOS PLUVIOMÉTRICOS EN EL SUDOESTE BONAERENSE (ARGENTINA)
F. Ferrelli, A. S. Brendel, G. M. E. Perillo
Finalmente, las precipitaciones ocurridas durante 1 y 5 días (Rx1day y Rx5days) fueron me-
nores en el Centro y mayores en el resto de la región y el índice de intensidad diaria (SDII)
presentó una tendencia positiva en todo el área de estudio (Figura 2).
Las lluvias fuertes, muy fuertes y torrenciales no presentaron una variación importante dentro del período
analizado ( 1.5 mm en toda la región). Sin embargo, se registraron cambios en los días húmedos y muy
húmedos. Los primeros se incrementaron en el Sur (16) y fueron menores en el Norte (-24,7) y Centro (-31). Los
segundos aumentaron 22 en el Norte y 1.7 en el Sur y se redujeron 16 en el Centro.
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F. Ferrelli, A. S. Brendel, G. M. E. Perillo
Esta tendencia fue igual al analizar las precipitaciones máximas ocurridas en 1 y 5 días consecutivos. El SDII
presentó variaciones pequeñas en todo el período analizado ( 1.5 mm en toda la región) (Tabla 2).
Tabla 2. Variación de los índices pluviométricos en el Norte, Centro y Sur del área de
estudio durante 1970-2016.
DISCUSIÓN
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F. Ferrelli, A. S. Brendel, G. M. E. Perillo
Prueba et al., 1998) ya que existen evidencias de que en la Región Pampeana los cambios
pluviométricos presentan una cierta linealidad con la ocurrencia de eventos El Niño y La
Niña (Bohn et al., 2016; Aliaga et al., 2017).
Es destacable que los estudios de los eventos pluviométricos extremos tales como las llu-
vias fuertes, torrenciales, la cantidad total de precipitación, los días húmedos, entre otros
tienen un impacto directo sobre las actividades agrícolas de una región (Worku et al., 2018).
La variabilidad climática propia de la región estudiada junto con los cambios observados en
los extremos diarios podrían influenciar a las actividades agropecuarias debido a una ma-
yor exposición a los riesgos de inundación o sequía (Alemayehu y Bewket, 2016). Finalmen-
te, se destaca que el conocimiento de la variabilidad pluviométrica tiene impactos negati-
vos sobre la disponibilidad de agua necesaria para la producción agrícola (Funk et al., 2012;
Worku et al., 2018), sobre todo en aquellas regiones en donde se realizan cultivos de seca-
no. Por lo mencionado, el gradiente pluviométrico que presentó el Sudoeste Bonaerense
debería tenerse en cuenta para lograr un eficaz manejo de los recursos naturales y de las
actividades económicas que allí se desarrollan.
CONCLUSIONES
AGRADECIMIENTOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1259
ANÁLISIS DE LA TENDENCIA DE EVENTOS EXTREMOS PLUVIOMÉTRICOS EN EL SUDOESTE BONAERENSE (ARGENTINA)
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GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1261
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
ANÁLISIS MULTITEMPORAL DE LA
COBERTURA DE AGUA DE LA LAGUNA
SAUCE GRANDE Y SU RELACIÓN CON
LA VARIABILIDAD PLUVIOMÉTRICA
A. S. Brendela,b,d, M. C. Piccoloa,b, G. M. E. Perilloa,c
a
Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), CONICET/UNS, CCT-Bahía Blanca, Argentina.
b
Departamento de Geografía y Turismo. Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Argentina.
c
Departamento de Geología. Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Argentina.
d
Departamento de Agronomía. Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Argentina.
asbrendel@iado-conicet.gob.ar, andrea.brendel@uns.edu.ar
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1262
ANÁLISIS MULTITEMPORAL DE LA COBERTURA DE AGUA DE LA LAGUNA SAUCE GRANDE Y SU RELACIÓN…
A. S. Brendel, M. C. Piccolo, G. M. E. Perillo
Resumen
El objetivo del presente estudio fue analizar la intensidad, duración y frecuencia de los ciclos
secos y húmedos y sus impactos sobre la morfometría de la laguna Sauce Grande (provincia
de Buenos Aires, Argentina) durante el período 1983-2017. La metodología incluyó el análisis
del Índice Estandarizado de Precipitación (en inglés, SPI) y de los montos anuales de precipi-
tación. Para realizar la caracterización morfométrica de la laguna, se procesaron 29 imágenes
satelitales LANDSAT 5 TM, 7 ETM+ y 8 OLI-TIRS. Además, se realizó un análisis de correlación y
regresión entre la variación del área de la laguna y la precipitación anual, con el fin de esti-
mar la importancia de las lluvias sobre las fluctuaciones de la laguna. Como resultado se
obtuvo que el área de estudio presentó alternancia de eventos secos y húmedos con diferen-
te grado de intensidad, magnitud y duración. Además, la precipitación fue el principal factor
en la variación del área de la laguna Sauce Grande. De esta manera, durante años pluviomé-
tricamente extremos, se registraron cambios significativos en su morfometría. Los resultados
generados en esta investigación constituyen una herramienta útil en la gestión de los recur-
sos hídricos no sólo teniendo en cuenta los aspectos climáticos, sino también los usos del
suelo, las actividades agrícolas e industriales, etc.
INTRODUCCIÓN
Los cuerpos de agua superficiales representan la cobertura de la tierra que más sufre los
impactos de la variabilidad pluviométrica. La alternancia de eventos secos y húmedos gene-
ran cambios significativos en gran parte de ellos, modificando su caudal y servicios ecosisté-
micos (Palmer et al., 2008). Como consecuencia, su estudio ha sido objeto de varias investiga-
ciones. En general, se asocia su variación espacio-temporal con la ocurrencia de sequías o
inundaciones y en ciertas situaciones se los relaciona con los fenómenos El Niño y La Niña.
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METODOLOGÍA
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aquellos en los cuales el valor del SPI se encuentra entre -0.99 y 0.99 (Tabla N° 1). Los datos
meteorológicos analizados fueron adquiridos de la estación de Bahía Blanca (Buenos Aires)
dado que presenta una serie completa y homogénea. Tanto el análisis del SPI como el de los
montos de precipitación anual fueron calculados para el período 1983-2017. Los datos co-
rresponden a la base del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y del Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (INTA).
Por otro lado, el cálculo de la variación espacio-temporal del área de la laguna Sauce Gran-
de se realizó con el procesamiento de 29 imágenes satelitales LANDSAT 5 TM, 7 ETM+ y 8
OLI-TIRS, obtenidas del United States Geological Survey (USGS, Estados Unidos) para el perío-
do 1983-2017. Las imágenes corresponden a días despejados y se procesaron las corres-
pondientes al mes de enero ya que durante ese mes hay mayor probabilidad de trabajar
con cielos despejados. Las mismas fueron corregidas geométrica, radiométrica y atmosfé-
ricamente con en el software ENVI 5.1.
El cálculo del área de los cuerpos de agua se estimó utilizando el método Iterative Self-
Organizing Data Analysis Technique Algorithm (ISODATA) (Swain, 1973). Este método ha sido
validado para el cálculo del área de las lagunas en la Región Pampeana (Aliaga et al., 2016).
Además, con la aplicación de este Software y el Sistema de Información Geográfica ArcGIS
10.3, se calcularon distintos parámetros morfométricos. Los mismos se aplicaron para evi-
2
denciar los efectos de distintos ciclos sobre la laguna Sauce Grande. Estos fueron: área (km ),
perímetro (km), longitud máxima total (LMT), orientación de la LMT (OLMT), ancho máximo
(Amax), ancho medio (Amed) y desarrollo de línea de costa (DLC) (Hutchinson, 1957).
SPI Categorías
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RESULTADOS
El análisis del SPI anual se presentó en la Figura N° 2. Los períodos secos fueron más fre-
cuentes pero menos intensos que los húmedos. En el primer caso, la sequía de mayor
magnitud e intensidad se registró durante los años 2008 y 2009 y tuvo una duración de 22
meses. Este evento comenzó en abril de 2008 y finalizó diciembre de 2009 con valores
mensuales de SPI menores a -2 (ciclo extremadamente seco). Por otra parte, se registraron
otros eventos de sequía en el área de estudio, pero de menor intensidad y magnitud (no-
viembre de 1987 a enero de 1988). De acuerdo a los valores de SPI este lapso se caracterizó
como muy seco. Otros eventos muy secos y moderados se registraron durante los años
1995 y 1996 y tuvieron una duración de 7 meses. Por último, en el año 2012 también pre-
dominaron las condiciones de sequía. En este caso este evento tuvo una extensión de 7
meses, al igual que las registradas en 1995 y 1996.
Teniendo en cuenta los períodos húmedos, el de mayor extensión y magnitud ocurrió du-
rante enero de 1997 y mayo de 1998. La duración fue de 17 meses con alternancia de me-
ses muy húmedos y extremadamente húmedos (Figura N° 2). Los años 2001 y 2002 tam-
bién se clasificaron como húmedos y la duración de este ciclo fue de 17 meses con intensi-
dad moderada (SPI entre 1 y 1.49). Finalmente, durante el año 2014 las condiciones fueron
húmedas. Este evento se extendió durante agosto de 2014 a 2015 y los valores de SPI osci-
laron entre 1.55 y 1.99 (muy húmedo) (Figura N° 2).
Figura 2. Índice Estandarizado de Precipitación (SPI) para el área de estudio a escala anual
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1000
Precipitación anual
900
800
(mm)
700
600
500 y = 42.925x - 173.26
400 R² = 0.67
300
13 15 17 19 21 23 25
Area (km2)
Figura 4. Variación areal de la laguna Sauce Grande y la precipitación anual para el período
1983-2017
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DISCUSIÓN
La laguna Sauce Grande tuvo cambios morfométricos que se relacionaron con la variabili-
dad pluviométrica regional. Estos fueron más significativos durante los períodos húmedos
(por ejemplo durante el año 2002). Los más destacables ocurrieron sobre la longitud
máxima total, su orientación y el área. Estos resultados coindicen con lo estudiado por
Ferrelli y Aliaga (2016) y Bohn et al. (2016), quienes analizaron la dinámica espacio-temporal
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1269
ANÁLISIS MULTITEMPORAL DE LA COBERTURA DE AGUA DE LA LAGUNA SAUCE GRANDE Y SU RELACIÓN…
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CONCLUSIÓN
Es importante destacar que también existen ciertos factores antrópicos que afectan la
dinámica de la laguna. En este sentido, se destaca que la cuenca estudiada presenta un
manejo hídrico muy importante dado que en ella se encuentra el dique Paso de las Piedras
(en cuenca media). El caudal que presenta el río homónimo aguas debajo de este embalse,
en ciertas épocas del año, es regulado para mantener el nivel de agua en este reservorio,
por lo que el área de la laguna puede verse comprometido. Además, diversas fuentes pe-
riodísticas y científicas han confirmado que hacia el sur del dique, la extracción de agua
para riego por aspersión es una problemática recurrente (La Nueva Provincia, 2012; Cifuen-
te y Bonzini, 2015). Es por ello, que en algunos años la relación directa entre la cobertura
del agua y la precipitación no se encuentra estrechamente vinculada. Estos resultados de-
berían ser utilizados para generar estrategias sustentables de ordenamiento territorial, no
sólo considerando los aspectos climáticos sino también los usos del suelo, actividades agrí-
colas e industriales, etc.
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ANÁLISIS MULTITEMPORAL DE LA COBERTURA DE AGUA DE LA LAGUNA SAUCE GRANDE Y SU RELACIÓN…
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1271
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
jose.souza@ueg.br
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1272
AVALIAÇÃO SAZONAL COMPARATIVA DO ESTRESSE HÍDRICO E TEMPERATURA SUPERFÍCIE EM FRAGMENTOS…
J. C. Souza, J. A. P. Sousa
Resumo
INTRODUÇÃO
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1273
AVALIAÇÃO SAZONAL COMPARATIVA DO ESTRESSE HÍDRICO E TEMPERATURA SUPERFÍCIE EM FRAGMENTOS…
J. C. Souza, J. A. P. Sousa
METODOLOGIA
Os índices foram calculados para dois períodos distintos, janeiro (período úmido) e agosto
(período seco) do ano de 2015, para possível análise da influência sazonal do clima na
temperatura e umidade da vegetação. As imagens índices foram geradas a partir das
imagens do sensor Landsat 8 (bandas OLI4 - vermelho, OLI5 - Infravermelho próximo e
TIRS10 - Infravermelho termal), datadas de 10/01/2015 (período úmido) e 22/08/2015
(período seco).
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1274
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J. C. Souza, J. A. P. Sousa
O processamento digital das imagens foi realizado no software ArcGis 10.3, utilizando as
seguintes equações:
TVDI=(Ts-Tsmin)/(a+b.NDVI-Tsmin)
RESULTADOS
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1275
AVALIAÇÃO SAZONAL COMPARATIVA DO ESTRESSE HÍDRICO E TEMPERATURA SUPERFÍCIE EM FRAGMENTOS…
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Os valores de TVDI variam de 0 a 1, sendo que quanto mais próximo de 1, menor será a
umidade da superfície e maior o nível de seca. TVDI = [1] indica não haver evaporação do
solo e o fornecimento de umidade é limitada; e TVDI = [0] indica que há evaporação
máxima a partir do solo e o fornecimento de umidade é ilimitado (Martínez; Bart, 2013;
Bai; Yu; Di, 2016). Para Garcia et al. (2007), valores de TVDI entre 0,0 e 0,25 não ocorre
estresse hídrico; entre 0,25 e 0,45 ocorre leve estresse; entre 0,45 e 0,65 o estresse é
moderado; entre 0,65 e 0,85 estresse severo e acima de 0,85 estresse extremo.
Nas Figuras 4 e 5 são apresentadas as imagens índices de Ts e TVDI dos dois fragmentos.
Imagens de TVDI Janeiro (A) e TVDI agosto (B) e Ts Janeiro (C) e agosto (D) do fragmento de
floresta (Figura 4) e imagens de TVDI Janeiro (A) e TVDI agosto (B) e Ts Janeiro (C) e agosto
(D) do fragmento de reflorestamento.
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1276
AVALIAÇÃO SAZONAL COMPARATIVA DO ESTRESSE HÍDRICO E TEMPERATURA SUPERFÍCIE EM FRAGMENTOS…
J. C. Souza, J. A. P. Sousa
Figura 4. Imagens de TVDI Janeiro (A) e TVDI agosto (B) e Ts Janeiro (C) e agosto (D) do
fragmento de floresta
Figura 5. Imagens de TVDI Janeiro (A) e TVDI agosto (B) e Ts Janeiro (C) e agosto (D) do
fragmento de reflorestamento
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1277
AVALIAÇÃO SAZONAL COMPARATIVA DO ESTRESSE HÍDRICO E TEMPERATURA SUPERFÍCIE EM FRAGMENTOS…
J. C. Souza, J. A. P. Sousa
A Tabela 1 apresenta dos dados estáticos das imagens de TVDI e Ts para os fragmentos de
floresta (F) e reflorestamento (R). Ambos apresentaram valores de temperatura muito
próximos, nos dois períodos. Em janeiro a média ficou em torno de 23 °C e, em agosto, 18
°C. Os valores médios de TVDI apresentaram um aumento de janeiro para agosto, para os
fragmentos de floresta, que registraram valores em torno de 0,21 para janeiro e 0,47 para
agosto. Os fragmentos de reflorestamento indicaram valores médios de 0,24 para janeiro e
0,46 para agosto.
TVDI TVDI Ts Ts
janeiro agosto janeiro Agosto
R F R F R F R F
Valor
0,09 0,05 0,31 0,29 21,6 °C 21,6°C 16,8 °C 16,6°C
mínimo
Valor
0,64 0,80 0,82 1 24,9 °C 27°C 21 °C 22,6 °C
máximo
Média 0,24 0,21 0,46 0,47 23 °C 23,4°C 18,4 °C 18,2 °C
Desvio
0,06 0,05 0,08 0,07 0,82 0,72 0,66 0,72
Padrão
DISCUSSÃO
Para Ishimura et al. (2011) Garcia et al. (2007) a vegetação é um importante controlador da
temperatura da superfície, sendo que por meio da relação entre a temperatura e o índice
de vegetação é possível avaliar as condições de umidade na superfície. A estimativa
empírica de TVDI é baseada nos pressupostos de que a umidade do solo é a principal fonte
de variação da temperatura da superfície, devido às alterações na inércia térmica e do
controle da evaporação e transpiração, sobre o balanço de energia solar.
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o úmido. Com base na classificação proposta por García et al. (2007), no período úmido, a
floresta registrou de condições ótimas a estresse severo e o reflorestamento, de condiçoes
ótimas a estresse moderado. No periodo seco, a floresta apresentou estresse leve a
extremo e o reflorestamento de leve a severo.
A dispersão em torno da média apresentada pelo desvio padrão (Tabela 1), também
indicam proximidade nos dados entre os fragmentos de floresta e reflorestamento. Quanto
a Ts já se percebe uma variação maior entre os tipos de cobertura, nas áreas de floresta o
nível de dispersão é o mesmo nos dois períodos, já nos fragmentos de reflorestamento, os
valores se apresentam mais heterogêneos no mês de janeiro.
CONCLUSÃO
A Ts apresentou relação direta com a sazonalidade climática, com redução das temperaturas
no período de estiagem e aumento no período chuvoso. A umidade da vegetação em todos
os fragmentos mostrou-se, como esperado, boas condições no período úmido, no entanto,
no período seco a variação foi significativa, detectando-se condições desfavoráveis de
umidade e indicando estresse hídrico.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
CARACTERIZAÇÃO DA QUALIDADE DA
ÁGUA EM UMA BACIA HIDROGRÁFICA
NO SUDESTE DO BRASIL
M. C. M. Moraisa,b, A. T. Amorima, R. C. F. Silvaa,
R. W. Lourençoa
a
Universidade Estadual Paulista (Unesp), Instituto de Ciência e Tecnologia, Sorocaba,
b
Laboratório de Geoprocessamento e Modelagem Matemática Ambiental (LABGEO)
cintia.bac@hotmail.com
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CARACTERIZAÇÃO DA QUALIDADE DA ÁGUA EM UMA BACIA HIDROGRÁFICA NO SUDESTE DO BRASIL
M. C. M. Morais, A. T. Amorim, R. C. F. Silva, R. W. Lourenço
Resumo
INTRODUÇÃO
O aumento da demanda e o uso inadequado dos recursos naturais, como o excesso do seu
consumo, pode contribuir para sua escassez (BATENI et al., 2013; UNDESA, 2014). Em
contrapartida, a percepção da importância da preservação e cuidados na utilização e
racionalização da água, sendo este um recurso finito tem aumentado, uma vez que os
custos do tratamento da água, tanto para abastecimento humano quanto para
recuperação de lagos, rios e represas são elevados.
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CARACTERIZAÇÃO DA QUALIDADE DA ÁGUA EM UMA BACIA HIDROGRÁFICA NO SUDESTE DO BRASIL
M. C. M. Morais, A. T. Amorim, R. C. F. Silva, R. W. Lourenço
METODOLOGIA
ÁREA DE ESTUDO
Fonte: o autor.
A temperatura média é 22ºC com características de clima tropical de altitude, com chuvas
no verão e seca no inverno, com pluviosidade anual média de 1308,8 mm, e média mensal
no verão de 214,9 mm, e inverno de 40 mm. A Bacia Hidrográfica do Rio Una tem grande
importância na gestão dos recursos hídricos e naturais da região, pois é o principal
manancial de captação de água e geração de energia elétrica para a região centro-oeste do
Estado de São Paulo (PRANDI et al., 2014).
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M. C. M. Morais, A. T. Amorim, R. C. F. Silva, R. W. Lourenço
Fonte: o autor.
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M. C. M. Morais, A. T. Amorim, R. C. F. Silva, R. W. Lourenço
Estes parâmetros são considerados mais relevantes no abastecimento público, e o IQA foi
obtido conforme a Equação 1.
(1)
Onde:
IQA: Índice de Qualidade das Águas, número entre 0 e 100;
qi: qualidade do i-ésimo parâmetro, um número entre 0 a 100. É obtido da “curva média de
variação de qualidade” em função de sua concentração ou medida;
wi: peso correspondente ao i-ésimo parâmetro, número de 0 a 1. O peso é atribuído de
acordo com a importância do parâmetro para a conformação global de qualidade.
Através deste cálculo foi possível definir a qualidade da água, que varia de 0 a 100 descrito
na Tabela 2.
Categoria Ponderação
ÓTIMA 79 < IQA ≤ 100
BOA 51 < IQA ≤ 79
REGULAR 36 < IQA ≤ 51
RUIM 19 < IQA ≤ 36
PÉSSIMA IQA ≤ 19
Fonte: CETESB, 2008.
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RESULTADOS
1 60,85 Boa
2 70,81 Boa
3 63,39 Boa
4 71,54 Boa
5 55,38 Boa
6 68,68 Boa
7 63,71 Boa
8 58,96 Boa
9 58,19 Boa
10 59,41 Boa
11 65,57 Boa
12 48,28 Regular
13 67,62 Boa
14 60,33 Boa
15 63,76 Boa
16 55,82 Boa
17 46,62 Regular
18 57,81 Boa
19 49,43 Regular
20 63,74 Boa
21 61,62 Boa
Fonte: o autor.
DISCUSSÃO
A elaboração do IQA para cada ponto de coleta estabelecido foi de acordo com os pesos
distribuídos pela CETESB, no entanto pode-se verificar que cada elemento do IQA influenciou
de uma forma na qualidade das águas para os pontos analisados. No geral, os parâmetros
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Para o pH, os valores estão fora do padrão ideal citado por Rodrigues (2008), que varia de
6,5 a 8,5, faixa na qual os organismos não sofrem grandes danos. A Resolução CONAMA
357/05, estabelece ainda que os valores de pH devem ser compreendidos entre 6 e 9 para
devida proteção da biota da água. Na bacia em estudo, encontrou-se diversos pontos fora
destes valores, sendo que os pontos 12, 15, 16, 17, 18, 19, 20 e 21, estão abaixo do
recomendado, revelando caráter ácido para a água desses corpos hídricos, e os pontos 7 e
8 se encontram acima do valor ideal.
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que o IQA não expresse a gravidade da contaminação, já que a bacia como um todo ficou
dentro da classe “Bom”.
CONCLUSÕES
A bacia hidrográfica do Rio Una sofre com constantes pressões decorrentes das atividades
agrícolas e, por isso, o monitoramento do índice de qualidade da água se faz necessário.
O IQA evidenciou que, as sub bacias presentes, estão na Classe Boa em termos de
qualidade da água, o que é majoritariamente encontrado em bacias hidrográficas com uso
voltado à agricultura. No entanto, as análises individuais dos parâmetros que compõem o
índice revelam contaminação com coliformes totais e termotolerantes (E. coli) em todos os
pontos analisados. O pH abaixo do recomendado é identificado para grande parte da
bacia, revelando um caráter ácido das águas. Quanto a saturação, manteve-se no geral em
50% apenas, além do fósforo com concentração elevada (provavelmente devido a
utilização de agrotóxicos).
Referências bibliográficas
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
prosell@uns.edu.ar
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EL PAISA JE RECREATIVO DEL HUMEDAL DE LA BAHÍA BLANCA: APTITUD TURÍSTICA Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
P. Rosell, M. B. Ramos, J. Campo
Resumen
Los humedales costeros tienen un gran potencial turístico como recurso educativo y de
contacto con la naturaleza, por ello forman parte de los paisajes naturales de alta deman-
da. El estuario de la bahía Blanca constituye un humedal que abarca los partidos de Bahía
Blanca, Coronel Rosales y Villarino. De acuerdo con lo analizado por Zinger et al. (2003),
parte de este ecosistema natural ha desaparecido o se encuentra muy alterado y/o degra-
dado como consecuencia de la presencia de la zona portuaria e industrial y es escasamen-
te valorado desde el punto de vista turístico. El objetivo del siguiente trabajo consiste en
establecer la aptitud turística del humedal de la bahía Blanca y sus potencialidades a partir
de las unidades de paisajes definidas por Campos et al. (2003) y Zinger et al. (2003). Para
tal fin se realizó un relevamiento de las actividades turístico-recreativas actuales y potencia-
les complementada con la búsqueda bibliográfica y periodística. De lo analizado surge que
la falta de conocimiento, sumado a la falta de gestión y mantenimiento del área impide
valorar al humedal como patrimonio y recurso con un gran potencial turístico digno de
aprovechar y de ser ofrecido como esparcimiento.
Introducción
En este aspecto el vínculo entre ecoturismo y los paisajes naturales se inician a partir de la
interpretación y toma de conciencia del estado de conservación del mismo. El paisaje, por
tanto, mutable y dinámico, se organiza en función de estas actividades y/o transformacio-
nes, las cuales deben ser analizadas a efectos de diagnosticar la evaluación de la dinámica
integral del mismo, para evitar la degradación ambiental y favorecer el uso racional del
recurso.
Para ello cabe mencionar diferentes conceptos y acepciones sobre el paisaje. Así, Gómez
Mendoza et al. (1999) lo define como la forma que adoptan los hechos geográficos, tanto
físicos como humanos, sobre la superficie de la tierra, así como también las representaciones
que de ellos tenemos, los significados que les otorgamos y los valores que les concedemos,
de modo personal o colectivo; Campos et al. (2003) establece que el paisaje no es sólo una
estructura física o arquitectónica del espacio sino también una estructura simbólica, factible
de ser percibido de manera diferente por las personas. De esta manera, es reconocido como
un recurso ambiental cuyo uso debe ser regulado y considerado como un elemento más
dentro del proceso de planificación y gestión territorial (Del Pozo y Rosell, 2005).
Los humedales costeros tienen un gran potencial turístico como recurso educativo y de
contacto con la naturaleza, por ello forman parte de los paisajes naturales de alta deman-
da. Se desarrollan donde la capa freática se halla en la superficie o cerca de ella o donde el
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P. Rosell, M. B. Ramos, J. Campo
suelo está cubierto por aguas poco profundas. Se incluyen así, una amplia variedad de
hábitat tales como pantanos, turberas, llanuras de inundación, ríos y lagos, y áreas coste-
ras tales como marismas, manglares y praderas de pastos marinos, pero también arrecifes
de coral y otras áreas marinas cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros
(Manual de la Convención de Ramsar, 2006).
Además de las funciones ambientales específicas, los humedales son valorados por su be-
lleza natural y/o su diversidad biológica. El documento sobre Turismo en Humedales de
Ramsar, 2011, establece que éste es tan solo uno de los servicios de los ecosistemas que
ofrecen los humedales, y garantizar la sostenibilidad del turismo dentro y alrededor de los
humedales contribuye a una utilización sostenible del recurso, es decir, que el turismo ga-
rantice protección del medio ambiente y contribuya a la conservación de la biodiversidad.
El estuario de la bahía Blanca constituye un humedal que abarca los partidos de Bahía
Blanca, Coronel Rosales y Villarino. Marca la transición de los ambientes de agua continen-
2
tales a los marinos, ocupa un área de algo más de 3000 km y posee características biológi-
cas, geomorfológicas y oceanográficas excepcionales. Es un estuario de planicie costera,
según su denominación específica ya que sus costas son bajas (Perillo y Piccolo, 2004). No
obstante, y de acuerdo con lo analizado por Zinger et al. (2003), parte de este ecosistema
natural ha desaparecido o se encuentra muy alterado y/o degradado como consecuencia
de la presencia de la zona portuaria e industrial totalmente urbanizada. Ha sido estudiado
y analizado por distintas disciplinas y es escasamente valorado desde el punto de vista
turístico dado el desconocimiento de su potencial recreativo y de esparcimiento.
Por lo tanto, esta investigación propone establecer la aptitud turística del humedal de la
bahía Blanca y sus potencialidades a partir de las unidades de paisajes definidas por Cam-
pos et al. (2003) y Zinger et al. (2003), considerando la dinámica total del paisaje el cual se
aborda como un sistema complejo.
Resultados
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P. Rosell, M. B. Ramos, J. Campo
senta una morfología plana, homogénea con planicies de inundación esporádica, anegada
en algunos sectores durante las pleamares excepcionales. Considerando las subunidades
del paisaje, a mayor nivel de resolución, se observa que las mismas van desde las maris-
mas bajas con escasa o nula intervención humana hasta las marismas maduras, ubicadas
en terrenos más elevados, en contacto con el ambiente terrestre continental y con una
transformación y alteración mucho mayor por actividades humanas. Con respecto a la fau-
na conviven en el humedal diversas especies: gusanos poliquetos, crustáceos y gran varie-
dad de aves, algunas de ellas migratorias. A su vez, las mismas autoras establecen en Zin-
ger et al. (2003) una subdivisión longitudinal del estuario en tres sectores producto de una
planificación sectorial.
Cabe aclarar que parte de dichas unidades de paisaje han sido designadas como Reserva
Natural de “Uso Múltiple” que contempla el uso experimental y racional del ambiente y de
los recursos naturales. Esta denominación implica la protección del ecosistema y al mismo
tiempo compatibiliza el cuidado de la naturaleza con los intereses socioeconómicos de la
región dentro de un marco de desarrollo sustentable. De esta manera, son permitidas bajo
monitoreo continuo las actividades de Investigación, Educación Ambiental, Pesca Artesanal,
Pesca Deportiva, los Deportes Náuticos y el Ecoturismo. De las mencionadas, se consideran
atractivas para el turista las tres últimas actividades.
Paseo Portuario.
Club Náutico Bahía Blanca.
Rambla de Arrieta.
Frente Costero Paseo del Humedal.
Complejo Recreativo Balneario Maldonado.
Escuela de Windsurf, kitesurf y SUP.
Club de Pesca y Náutica General Daniel Cerri.
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En esta subunidad se relevaron el Paseo Portuario, el Club Náutico Bahía Blanca y la Ram-
bla de Arrieta, dentro del Complejo Ferrowhite.
Con respecto al Paseo Portuario (Fig. 2), es considerado uno de los principales espacios re-
creativos dentro de la localidad de Ingeniero White, ubicada a 8 kilómetros del centro bahien-
se. Desde allí se pueden observar los grandes barcos de carga que ingresan a puerto, las tra-
dicionales lanchas de color amarillo y rojo de los pescadores artesanales y los veleros sobre el
horizonte que salen desde el Club Náutico, todo convive junto a las típicas gaviotas cangreje-
ras. A pocos metros se encuentra una cantina y marisquería que consiste en la única opción
gastronómica dentro del área, el resto de los emprendimientos gastronómicos se encuentran
fuera de la zona portuaria. A fines del año 2014 se inauguró el muelle mirador Balcón al Mar
(Fig. 3), entre los sitios de Cargill y Terminal Bahía Blanca, en el marco del Programa Ciudad-
Puerto impulsado por el gobierno local y el Consorcio de Gestión del Puerto. Dicho espacio
fue construido sobre el ex Muelle de Hierro, el cual data de hace más de 130 años. El paseo
portuario es además sede de dos festividades importantes de la localidad de Ingeniero White.
Por un lado, la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino, la cual se celebra durante Semana
Santa donde hay un programa de actividades que incluye espectáculos locales y nacionales al
aire libre, stands institucionales, gastronomía a base de frutos del mar, juegos para los más
chicos, entre otros. En el mes de noviembre se rinde culto a San Silverio, patrono de los pes-
cadores y del puerto de Bahía Blanca. Este Santo llegó a la localidad junto a los inmigrantes
desde la Isla de Ponza, Italia, los cuales continuaron con el festejo tal como se realizaba en su
isla natal. El mismo consta de una celebración que comienza con una procesión que parte de
la iglesia por las calles de Ingeniero White hasta el Paseo Portuario. Desde allí, una embarca-
ción con la imagen de San Silverio navega por el estuario junto a las lanchas de los pescadores
artesanales quienes le arrojan un arreglo floral al mar a modo de ofrenda.
Figuras 2 y 3. Vista aérea del Paseo Portuario y Muelle Mirador Balcón al Mar
Por otra parte, el Club Náutico de Bahía Blanca (Fig. 4) fue fundado el 13 de noviembre de
1928 por un grupo de vecinos bahienses cuyo objetivo fue “la difusión de la práctica del
deporte náutico en sus variadas modalidades, rompiendo la apatía que por entonces el público
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1
dispensaba a estas actividades” . Se encuentra dentro del puerto de Ingeniero White a pocos
metros del Paseo Portuario, pero no constituye junto a éste un área continua de esparci-
miento, sino que se ve interrumpida por terminales de operación del puerto. Durante la
temporada de verano ofrecen servicio de pileta y restaurante y si bien, el acceso es sin res-
tricciones, se requiere de la invitación de un socio. Entre sus actividades se destacan las
escuelas, cursos de embarcaciones y organización de regatas de impacto turístico (Fig. 5).
También realizan jornadas a puertas abiertas destinadas al público en general.
Por último, se relevó la Rambla de Arrieta (Fig. 6), cuyo nombre corresponde al intendente
Agustín de Arrieta quién en la década del 30, bajo su gobierno, proyectó un balneario en Inge-
niero White. El mismo se ubicaría cerca de la ex Usina San Martín donde hoy se encuentra la
central termoeléctrica Luis Piedrabuena. Sin embargo, el proyecto nunca prosperó. En el año
2009 se inauguró por iniciativa del Museo Taller Ferrowhite y vecinos whitenses, el primer
tramo de lo que denominan “la playita de la ex usina General San Martín”, la cual fue por
décadas una costumbre de los vecinos del Bulevar. Aún sigue la apuesta por recuperar el fren-
te marítimo como un paseo público de diseño y comunitario a partir de la refuncionalización
2
de estructuras en desguace y de materiales industriales, inspirados en el proyecto de Arrieta .
1
http://www.clubnauticobahiablanca.org/index.php?r=site/fundacion
2
https://ingenierowhite.com/la-rambla-de-arrieta-un-sueno-cada-vez-mas-cerca/
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Es así que en 2015 la Rambla de Arrieta fue uno de los proyectos seleccionados por el Fon-
do Argentino de Desarrollo Cultural, auspiciado por el Ministerio de Cultura de la Nación.
Además, fue presentado dos años más tarde, en la XX Bienal de Arquitectura y Urbanismo
de Chile, realizada en Valparaíso.
Con respecto al Complejo Recreativo Balneario Maldonado (Fig. 7 y 8), el mismo es uno de los
atractivos turísticos más importantes ubicado a la vera del estuario, dentro del Parque Marí-
timo Almirante Brown. Este espacio tiene sus comienzos hacia fines del siglo XIX y actualmen-
te es de gestión municipal. El complejo cuenta con una pileta principal y una más pequeña
que hasta el año 2010 se llenaban con agua salada del estuario. A partir de entonces, y por
motivos de salubridad, se comenzó a reemplazar por agua de perforación. Durante la tem-
porada estival, ofrece servicios de guardavidas, seguridad, alquiler de carpas, proveeduría,
estacionamiento y wifi gratuito. Además, durante el verano una línea de transporte urbano
extiende su recorrido hasta el balneario. El costo de ingreso es accesible y por la mañana se
desarrollan las actividades de la colonia de verano municipal. Junto a Maldonado, funciona
también al camping municipal, el único del partido de Bahía Blanca. Suele ser utilizado prin-
cipalmente por turistas con destino al sur que realizan noche en la ciudad.
Figuras 7 y 8. Sector de piletas del Balneario Maldonado y sector de fogones del Balneario
Maldonado
Por otra parte, la Escuela de windsurf, kitesurf y SUP consiste en un emprendimiento nue-
vo e incipiente que comenzó a realizar sus actividades en el estuario en la zona próxima al
Balneario Maldonado. En ella se realizan reuniones de aficionados y demás actividades
convocadas a través de las redes sociales y de la transmisión oral de sus participantes.
En el año 2010, fue presentado por el gobierno municipal el proyecto del Frente Costero
Paseo del Humedal en el contexto del "Plan de Desarrollo Costero" proyectado desde Inge-
niero White hasta General Cerri. El mismo se construiría en tierras próximas al Balneario
Municipal y constituiría un diseño de revalorización del estuario con un frente costero de
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P. Rosell, M. B. Ramos, J. Campo
tres kilómetros. El emprendimiento buscaba brindar una salida al mar para desarrollar
actividades náuticas y visualizar todo el frente costero entre Ingeniero White y General Da-
niel Cerri. La obra estaba organizada en tres etapas de las cuales solo se ejecutó la primera
por razones de financiamiento y quedó pendiente la pavimentación del camino de acceso,
la colocación de cartelería informativa, servicios en general y equipamiento urbano. En la
actualidad, más allá del abandono, el lugar es utilizado por pescadores locales que realizan
sus actividades tanto desde la costa como desde embarcaciones pequeñas, como así tam-
bién recreacionistas que eligen pasar un momento junto al mar (Fig. 9 y 10).
Figuras 9 y 10. Atardecer. Pescadores en el Frente Costero Paseo del Humedal y Frente
Costero Paseo del Humedal
Por último, el muelle de pescadores de Cerri (Fig. 11), es un espacio recreativo que se encuentra
ubicado en Puerto Cuatreros, en la localidad de General Daniel Cerri, a 17 km de Bahía Blanca.
Se accede desde el pueblo por un camino de cuatro kilómetros y está enclavado en el estuario
de la bahía Blanca. Allí funciona la institución deportiva, Club de Pesca y Náutica de General
Daniel Cerri fundado en 1970. Si bien, la actividad principal que se desarrolla es la pesca, tanto
para socios como transeúntes, el club ofrece servicios de cantina, quincho, baños y fogones
rodeados de tamariscos y espacios agrestes. El sitio es muy elegido por recreacionistas y fotó-
grafos tanto por sus paisajes como así también por la presencia de aves playeras. Desde allí, se
obtiene una vista panorámica de la ciudad de Bahía Blanca desde el mar (Fig. 12).
Figuras 11 y 12. Muelle de Pescadores de Cerri y vista de la ciudad de Bahía Blanca desde
el Muelle de Pescadores de Cerri
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Consideraciones finales
De lo expuesto se deduce que la mayoría de los atractivos se sitúan en la zona costera pro-
piamente dicha, en el área de marismas maduras a excepción del club de pesca y náutica de
General Daniel Cerri el cual se ubica en el área de marismas bajas diariamente anegadas. Las
actividades náuticas, si bien se realizan en la zona de canales, se ejecutan en forma individual
y/o privada y no están organizadas turísticamente. Por otra parte, se observa que en el sec-
tor de los humedales del este no se desarrollan emprendimientos recreativos.
Del relevamiento de las dos subunidades, surge que si bien existen en la ciudad de Bahía
Blanca más de 50 agencias de turismo receptivo, según consta en el Ministerio de Turismo
de la Nación, ninguna de ellas comercializa de manera regular, paquetes que incluyan acti-
vidades recreativas en el estuario local. Tanto la población local como turistas sólo pueden
acceder a través de excursiones embarcadas con fines educativos o de investigación lleva-
das a cabo principalmente por universidades y asociaciones afines.
Con respecto a la valorización de los humedales por parte de los habitantes del partido de
Bahía Blanca, Campos et al. (2003) elaboraron un estudio desde la percepción de la pobla-
ción y demostró que si bien para los usuarios del mismo (pescadores principalmente) el
lugar está impregnado de significado y subjetividad, para el resto de las personas consul-
tadas este paisaje es poco conocido y valorado. Al respecto, Perillo y Piccolo (2004) expre-
san que la causa podría encontrarse en que los centros urbanos contiguos al estuario–las
ciudades de Bahía Blanca y Punta Alta y los pueblos de General Cerri y Villa del Mar– no
están emplazadas en sus orillas. Solamente Ingeniero White, con su puerto, podría consi-
derarse una localidad costera, donde la visión del mar que tienen sus pobladores a través
de los últimos años y por promociones y revalorización del puerto recién se está insertan-
do en la población a pesar de las dificultades de acceso al estuario por emprendimientos
privados tanto portuarios como industriales que no facilitan el acceso y la contemplación al
mar. En el resto, la actividad humana se restringe a una escasa pesca, sea comercial, arte-
sanal o deportiva, realizada desde embarcaciones menores.
Por otra parte, las intervenciones en este paisaje han generado la proliferación de vertederos
no controlados, desechos a cielo abierto otorgando un deterioro visual y de contaminación.
En el año 2016 el estuario fue incorporado a la Red Hemisférica de Reservas para Aves
Playeras como “sitio de importancia regional”, un reconocimiento internacional por su valor
de conservación para las aves migratorias. El avistaje de aves y/o safaris fotográficos son
unas de las actividades con mayor potencialidad del estuario. Sin embargo, en la actuali-
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Las transformaciones observadas manifiestan una dinámica del paisaje de deterioro am-
biental y que podría al menos revertirse si se proponen actuaciones que se fundamenten
en una racionalidad ambiental alternativa.
Por lo tanto, la siguiente propuesta, nos compromete a continuar en una segunda etapa
con la evaluación del uso armónico potencial del paisaje del humedal de la bahía Blanca
para un adecuado desarrollo turístico y que se sustente en los criterios de sostenibilidad y
que afecten objetivamente en resultados óptimos económicos espaciales.
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Resumo
INTRODUÇÃO
O uso da terra para produzir bens essenciais à sobrevivência do ser humano tem sido um
desafio no que diz respeito ao encontrar um ponto de equilíbrio entre o uso racional dos
recursos naturais e a produtividade para suprir suas necessidades. Por outro lado, a
maneira como o homem interfere na natureza refletem em diversas alterações na
superfície terrestre e à medida que essas mudanças se intensificam a preocupação com o
meio ambiente aumenta (SILVA; ROSA, 2016).
Entre as ações antropogênicas mais significativas estão as mudanças de uso da terra, nos
quais contribuem com as emissões dos gases do efeito estufa (GEE’s) influenciando no
balanço energético da atmosfera. As mudanças de uso da terra são consideradas a
segunda fonte emissora de dióxido de carbono (CO 2) no mundo, perdendo somente para
os combustíveis fósseis (TORRES, 2011; IPCC, 2014; MATA et al., 2015).
Por isso, a estimativa das emissões de CO2 resultante da alterações de uso da terra é de
grande relevância para as pesquisas que contribuem com políticas de redução dos GEE, para
que se possam identificar o motivo das emissões e propor medidas de mitigação de CO2.
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METODOLOGIA
Área de estudo
O estudo foi realizado na bacia hidrográfica do rio Una, situada na cidade de Ibiúna,
sudeste do Brasil (Figura 1).
Técnicas de análises
O mapeamento do uso do solo e cobertura vegetal foi feito pela técnica de interpretação
visual considerando os anos de 2013 e 2016. Para 2013 utilizou-se a imagem de satélite do
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Para este tipo de análise foram considerados o cálculo das estimativas de emissões e
remoções de CO2 das mudanças de uso da terra e os cálculos das estimativas de emissões
e remoções de CO2 relativo à mudança de estoque do carbono no solo
Ei=Ai*(Ci-O') (1)
Ei=Ai*(Ci-S) (2)
Ei=Ai*[Ci-Av(Agr)] (3)
Ei=Ai*(Ci-Res) (4)
Ei=Ai*{Ci-[Incr(Ref)*(T/2)]} (5)
Ei=Ai*(Ci-Pec) (6)
Transição de Área urbana para Floresta, Área urbana para Agricultura, Área urbana para
Área alagada ou de Área urbana para Reflorestamento.
Ei=Ai*(S-O^') (7)
Ei=Ai*(O^'-S) (8)
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Ei=Ai*(Pec-S) (9)
Ei=Ai*(Pec-O) (10)
Ei=Ai*[Av(Ref)-S] (11)
Ei=Ai*[Av(Ref)-Av(Agr)] (12)
Ei=Ai*[Av(Ref)-Pec] (13)
Em que: Ai: área do polígono i [ha]; Ci: estoque médio de carbono da fisionomia vegetal do
-1 -1
polígono i [tc.ha ]; O: estoque médio de carbono em outro uso [tc.ha ]; S: estoque médio
-1
de carbono em áreas urbanas [tc.ha ]; Av(Agr): estoque médio de carbono em área agrícola
-1 -1
[tc.ha ]; Res: estoque médio de carbono em áreas alagadas [tc.ha ]; Incr(Ref): incremento
-1
médio anual de carbono em reflorestamento [tc.(ha.ano) ]; T: intervalo do período
-1
inventariado [ano]; Pec: estoque médio de carbono em pastagem [tc.ha ] e Av(Ref): estoque
-1
médio de carbono em área de reflorestamento [tc.ha ].
O valor do estoque de carbono utilizado para a fisionomia vegetal e para os demais usos
encontra-se em Sousa (2018).
ESi=Ai*Csolo*(fc(to)-fc(tf))*((T/2)/20) (14)
Para a obtenção das matrizes de emissões líquidas realizou-se somatório das emissões ou
remoções referentes a mudança do uso da terra com o somatório do estoque de carbono
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no solo, em tonelada de carbono (tc). O valor da emissão líquida positivo indica que houve
a emissão de CO2 para atmosfera e o valor negativo a remoção de CO2 da atmosfera.
RESULTADOS
Os mapeamentos do uso do solo e cobertura vegetal para os anos de 2013 e 2016 da área
de estudo encontram-se na Figura 2 e Figura 3, respectivamente.
Figura 2. Mapa de uso do solo e cobertura vegetal do ano de 2013 da bacia hidrográfica do
rio Una, Ibiúna, SP.
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Figura 3. Mapa de uso do solo e cobertura vegetal do ano de 2016 da bacia hidrográfica do
rio Una, Ibiúna, SP.
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Tabela 1. Matriz de transição para as categorias de uso da terra no período de 2013 a 2016
(ha) da bacia hidrográfica do rio Una, Ibiúna, SP.
Área
(ha) Uso da terra em 2016
Total Transição
C F Au A Aa P R
2013 2013-2016
Uso da terra em 2013
Total
transiçã
Total de
233,04
598,67 3.828,19 1.400,14 3.433,44 80,84 97,75 203,74 9.642,77
2016
o
Fonte: Modelo da matriz adaptado da CETESB (2012).
Legenda: (C) Campo, (F) Floresta, (Au) Área urbana, (A) Agricultura, (Aa) Área alagada, (P) Pastagem e (R)
Reflorestamento. As células da tabela preenchidas em cinza indicam as transições que ocorreram, as células em
verde foram as áreas em que houveram permanência e as não coloridas são as transições improváveis de
acontecer no período analisado. As linhas representam o ano 2013 e as colunas o ano 2016.
Em relação às transições ocorridas, houve um total de 233,04 ha, no qual a categoria com
as principais mudanças foi a floresta, totalizando 113,53 ha, com uma maior evidência da
transição de floresta-campo (41,24 ha) e floresta-agricultura (40,41ha).
O campo foi a segunda classe com maior mudança, apresentando um total de 60,20 ha de
transições. As mudanças de campo para agricultura foram as predominantes (52,46 ha),
seguidas de campo para área urbana (5,54 ha). A categoria agricultura foi a terceira maior
em número de transições.
Remoção
C -0,0003 0,0120 0,0110 0,0180 -0,0004 0,0403
F 1,1130 0,4066 0,5470 0,0046 0,0296 0,0145 2,1153
Au -0,0316 -0,0011 -0,0003 -0,0330
A 0,0202 -0,0005 0,0139 0,0016 -0,0005 -0,0098 0,0249
Aa 0,0000
P 0,0008 0,0007 0,0015
R 0,0060 0,0030 0,0189 0,0279
Total = 2,1769
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Figura 5. Fluxo de CO2 em função da mudança de uso da terra no período de 2013 a 2016
da Bacia Hidrográfica do Rio Una, Ibiúna, SP.
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As maiores remoções de CO2 na bacia durante este período foram observadas na transição
de área urbana para floresta (-0,0316 GgCO2), este tipo de transição só foi possível do
ponto de vista ambiental porque a categoria área urbana neste estudo englobou diversos
usos, entre eles, solo exposto, o que possibilita a realização de atividade de restauração
florestal. Outra transição que contribuiu para remoção foi a de agricultura-reflorestamento
(-0,0098 GgCO2). Já a menor remoção acorreu na mudança de campo para floresta e área
urbana para reflorestamento, ambas com o mesmo valor, -0,0003 GgCO2.
DISCUSSÃO
Segundo Baird e Cann (2011), uma grande quantidade de CO 2 é emitida para atmosfera
quando as florestas são derrubadas, principalmente para suprir a demanda da agricultura.
O desmatamento é responsável por cerca de um quarto das emissões de CO 2 provenientes
de atividades antropogênicas e o restante é originado das queimadas.
No período analisado notou-se que as conversões de áreas urbanas para outras categorias
foram as únicas que contribuíram apenas para a remoção de CO 2, o que pode ser
justificado pelo fato de que as categorias para quais foram convertidas são as que mais
contribuem para remoção, tais como, para floresta, reflorestamento, campo e agricultura.
Mas isto não significou um ganho ambiental, já que a quantidade remoções foram
insignificantes em relação as emissões, principalmente porque o estudo mostrou uma
tendência do aumento dos usos antrópicos na bacia, com crescimento do desmatamento,
da agricultura e da urbanização.
CONCLUSÕES
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EXCESOS HÍDRICOS Y CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES EN LA CUENCA DEL ARROYO LAS TURBIAS…
M. V. Morresi, M. R. Gardiol, M. L. Grand
Resumen
Para reducir la ocurrencia de desastres se debe actuar sobre los rasgos físicos y las causas
de la vulnerabilidad. (Zilbert y Romero, 2012). Como consecuencia, uno de los primeros
pasos es identificar el problema, las relaciones de causas y efectos que afectan al territorio
de complejidad para después definir políticas de gestión.
Este trabajo busca realizar el Árbol de Problemas de la cuenca del arroyo Las Turbias, pro-
vincia de Santa Fe, construida principalmente con información primaria y secundaria obte-
nida en el marco de investigaciones de un proyecto relacionado al riesgo de origen hídrico
en la de Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas, Universidad Nacional del Litoral.
INTRODUCCIÓN
En los últimos 10 años, en la cuenca del arroyo Las Turbias, se han producido crecidas en
forma más frecuente y ante precipitaciones de menor intensidad y montos pluviométricos.
Como consecuencia, se presentan desbordes y anegamientos prolongados que ocasionan
diversos problemas de afectación y en menor grado procesos erosivos puntuales en márge-
nes del cauce y en obras hidráulicas-civiles. Estas consecuencias de la amenaza natural se
agravan por las intervenciones individuales, no planificadas (no controladas) y desordenadas,
con obras viales, canales, bordos y algunos terraplenes de defensa (no siempre construidos
con suficientes estudios previos), que modifican permanentemente la dinámica de escurri-
miento. A este panorama se suman las inquietudes e incertidumbres por parte de los pro-
ductores de la zona en cuanto al trasvase de caudales de la cuenca superior (Las Bandurrias).
Este trasvase produce un aumento de los volúmenes de agua, disminución del tiempo de
concentración, mayores caudales y que por lo tanto estas condiciones producen anegamien-
tos adicionales en los campos ubicados aguas abajo (Morresi y Gardiol, 2017).
Según Palman (2012), se producen inundaciones cada dos años y los principales factores
que intervienen en los problemas de anegamiento son: la baja capacidad de escurrimiento,
la interferencia de las vías de comunicación sumado al sub-dimensionamiento de las obras
de arte, el manejo inadecuado del suelo, las canalizaciones clandestinas y la incapacidad
del arroyo para evacuar los excedentes pluviales.
En relación a las últimas crecidas ocurridas, según las consultas realizadas con productores
agropecuarios e instituciones locales (Gardiol, 2015:109), estableció que las fechas de las
mayores crecidas ocurridas en la última década ocurrieron en marzo del 2007, diciembre del
2012, noviembre del 2013, abril de 1914 y agosto del 2015. Bogusz et al (2016), especifican
que según un análisis realizado en imágenes de satélites próximas a dichos eventos (entre 2
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EXCESOS HÍDRICOS Y CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES EN LA CUENCA DEL ARROYO LAS TURBIAS…
M. V. Morresi, M. R. Gardiol, M. L. Grand
a 20 días), el mayor grado de afectación se estableció en la crecida del año 2013, luego la del
2012 (está bastante próxima) y posteriormente vienen las del año 2015, 2014 y 2007.
Toda esta situación, de excesos hídricos, genera conflictos socio-ambientales que repercu-
ten la relación de los productores y las instituciones, como entre ellos mismos. Por tanto
conocer y analizar los problemas de la cuenca, es indispensable para su gestión hídrica.
El artículo presenta la metodología utilizada para el desarrollo del trabajo, los resultados
preliminares, la apreciación de la situación diagnóstico abordada desde diferentes enfo-
ques y las conclusiones generales.
METODOLOGÍA
La cuenca del arroyo Las Turbias es una de las cuencas de aporte al arroyo Carrizales-
Monje. Atraviesa los departamentos Belgrano (distritos, Las Rosas y Bouquet), Iriondo (dis-
trito Clason), San Jerónimo (distritos San Genaro y Díaz) y San Martín (distritos María Susa-
na y Los Cardos). El arroyo posee una longitud de 81 km y la cuenca ocupa una superficie
aproximada de 919 km².
Limita al norte con las localidades de Centeno, El Trébol y María Susana, al oeste con Bou-
quet, al sur con Montes de Oca, Las Rosas y San Genaro, al oeste con Díaz y Casalegno (Fi-
gura 1). El sector inferior de la cuenca corresponde desde la desembocadura en la cañada
Carrizales (al este) hasta la ruta nacional Nº 34, el sector intermedio al comprendido entre
la ruta nacional Nº 34 hasta la ruta provincial Nº 13 y el sector superior desde la ruta pro-
vincial Nº 13 hasta la naciente de la cuenca. Es necesario destacar que paralelo a la ruta
nacional Nº 34 y provincial Nº 13 (hacia aguas abajo) se encuentran vías férreas relaciona-
das a las empresas Ferrocarriles General Belgrano (FCGB) y Nuevo Central Argentino (NCA)
respectivamente.
Las cotas máximas, del orden de los 115 m IGN, se encuentran en la cabecera de la sub-
cuenca próxima al límite oeste y las mínimas, del orden de los 30 m IGN próximas a la des-
embocadura del arroyo Las Turbias. Según Palman (2012), la zona superior de la subcuenca
presenta pendientes con valores menores al 1%, en la zona intermedia valores entre 2% y
3% y la zona inferior valores entre 1% y 2%. Según el mapa de suelos y aptitudes de la pro-
vincia de Santa Fe confeccionado por el INTA, la zona centro sur de la provincia de Santa Fe
posee un suelo de alta aptitud para uso agrario, específicamente el área de estudio tiene
un suelo del Tipo A (muy bueno).
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EXCESOS HÍDRICOS Y CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES EN LA CUENCA DEL ARROYO LAS TURBIAS…
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Métodos
1
Para la identificación del problema se recurre a la metodología propuesta por Cepal (2005)
para la identificación y resolución de problemas. Esta metodología sugiere los siguientes
pasos: a) Definir el problema central, b) reconocer y ordenar las causas (y causas de éstas),
c) reconocer y ordenar las consecuencias o efectos (y consecuencias de éstas), d) Recono-
cer de las causas, aquellas gobernables para la institución para quién se elabora el árbol de
problemas (Figura 2).
El reconocimiento del problema, es el punto de partida del análisis, siendo además una
cuestión que, en muchas ocasiones se encuentra ausente. Por problema se comprende
una situación negativa, no la falta de una solución (CEPAL, 2005:14). Seguidamente y consi-
derando el problema en la parte central, se procede a reconocer las causas generadoras
del mismo. Una de las formas es, a partir de una lluvia de ideas. Para posteriormente,
identificar los efectos o consecuencias de dicho problema.
1
CEPAL Naciones Unidas. (2005). Serie Manuales N° 39: Metodología general de identificación, preparación y
evaluación de proyectos de inversión pública. Edgar Ortegón, Juan Francisco Pacheco y Horacio Roura. Santiago
de Chile.
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Cabe destacar que se trata de una forma de realizar un diagnóstico situado, en tiempo y
espacio, es decir, para una situación problemática, en un territorio, en un momento especí-
fico. Esto implica reconocer que se trata de verdades relativas (no absolutas), una forma de
entender la realidad, las relaciones causales y las consecuencias o efectos que de estas se
derivan. Ergo, si en otro momento, se intentara aplicar la misma metodología, no necesa-
riamente el árbol quedaría igual.
Como concepto de amenaza se adoptó el enfoque de Cardona (1993:48) que define ame-
naza o peligro como la probabilidad de ocurrencia de un evento potencialmente desastro-
so durante cierto período de tiempo en un sitio dado. Se recurrió a fuentes de información
2
secundaria antecedente respecto de fenómenos hidrológicos históricos ocurridos en la
zona de estudio para reconocer y caracterizar las principales amenazas que pueden pre-
sentarse e identificar las fuentes de peligrosidad presentes en la cuenca, tomando como
2
Estudios previos obtenidos de diferentes instituciones gubernamentales.
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Según plantea Monti (2016:5) la Peligrosidad de primer orden o primaria (PP) considera a
todos los fenómenos, eventos o sucesos que no han sido inducidos directamente por
otros, percibidos como peligros, tales como tipologías natural, tecnológico y socio-
económico. Peligrosidad de segundo orden o secundaria (PS) son los fenómenos, eventos o
sucesos inducidos por otros y que por ende son el resultado final de una cadena de rela-
ciones causales de peligros (“peligrosidad encadenada”), donde el último eslabón de la ca-
dena es el que se visualiza, desde la perspectiva humana, con la mayor potencialidad de
daño en el escenario de interés. En situaciones de complejidad extrema se puedan identifi-
car Peligrosidades de tercer orden o terciarias (PT), como resultado de cadenas causales
promovidas a partir de la superposición e interacción entre peligrosidades primarias y se-
cundarias.
Se consideraron además las causas o amenazas antrópicas que se integran a las naturales,
principalmente obtenidas de fuentes de información primaria (entrevistas realizadas a
productores e instituciones en trabajos de campo) y secundaria.
RESULTADOS
El problema principal analizado en la cuenca de estudio son las afectaciones hídricas. Las
causas identificadas son las amenazas naturales y las amenazas socio-naturales (naturales
3
inducidas socialmente por intervención antrópica) . De acuerdo a la clasificación de peli-
grosidad de sitio, las amenazas naturales corresponden a la tipología I, de primer orden y
4
las amenazas socio-naturales son tipología III, de segundo orden . Ambas tipologías consti-
tuyen las causas en el árbol de problemas.
3
Clasificación de amenazas de acuerdo a su origen. Lavell (1996), pp. 33 y34.
4
Monti (2011), pp.28 y 29.
5
Atlas de Riesgo por Inundaciones de la Provincia de Santa Fe. 2011, pp.16.
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DISCUSIÓN
En relación a las causas naturales de la afectación hídrica, la que presenta una mayor rele-
vancia son las precipitaciones intensas, ya que ocasionan desbordes de los cursos de agua
y elevan el nivel de las napas subterráneas. Y desde ya esta situación no es gobernable ya
que lo condiciona la propia naturaleza. Toda esta situación también influye en la posibili-
dad de trasvase de agua de una cuenca a otra.
También existen diferentes acciones antrópicas que afectan a estas causas naturales, como
ser el cambio de uso del suelo y obras inadecuadas.
En relación al cambio del uso de suelo en esta cuenca, hace 60 años atrás la actividad ga-
nadera representaba un 50% de las actividades y la agrícola el otro 50%. Mientras que ac-
tualmente la actividad ganadera representa aproximadamente un 10% de las actividades.
Anteriormente, los molinos sacaban agua para los animales, se sembrara alfalfa (que pre-
sentan raíces de gran profundidad) y había un mayor cantidad de árboles autóctonos que
originaban un mayor consumo del agua subterránea y filtrado del agua. Al cambiarse el
tipo de uso del suelo, los árboles fueron talados, se dejó de plantar alfalfa y se comenzó a
utilizar tecnologías para una mayor producción agrícola (por ej. siembra directa), logrando
un menor consumo del agua subterránea y un mayor escurrimiento de las aguas superfi-
ciales. Toda esta situación, actúa en el aumento de los niveles de las napas y un mayor
escurrimiento superficial de las aguas cuando acontecen las precipitaciones originando un
aumento rápido de las aguas en el arroyo y posteriores desbordes.
Con respecto a las obras inadecuadas, existen obras civiles (rutas o caminos) que actúan
como barreras del escurrimiento de las aguas ya que el propio camino se comporta como
un embalse. Además las alcantarillas y puentes no presentan dimensiones adecuadas para
el correcto escurrimiento; o actúan “como canales” facilitando dicho escurrimiento. Por
otro lado, las obras hidráulicas originan una mayor velocidad de escurrimiento y evacua-
ción de las aguas, la cantidad de agua transportada sobrepasa el ancho del cauce principal
del arroyo (10 m) y las alcantarillas que comunican a los campos presentan dimensiones
reducidas. Ante esta situación, surgen las obras clandestinas (canales, bordos, etc.) ejecu-
tadas por los propios productores para evacuar (drenar) las aguas que se encuentran en
sus campos o impedir la entrada.
Las obras civiles viales e hidráulicas son gestionadas desde el estado y por ende poseen un
proyecto de diseño, pero resultan ineficientes en cuanto a su capacidad de transporte de-
bido a la transformación ocurrida en el territorio durante un largo periodo de tiempo. Esta
vulnerabilidad física es gobernable atendiendo a la posibilidad de reacondicionamiento de
las dimensiones de la infraestructura existente. En contraposición con esta situación, las
obras clandestinas no son gobernables actualmente.
Con respecto a las consecuencias físicas, al aumentar la velocidad de escurrimiento hay una
mayor capacidad de originar procesos erosivos que se producen en las propias márgenes del
curso, en obras hidráulicas o en el suelo de los campos. Y luego ese material, por la propia
velocidad, es transportado y depositado (o sedimentado) en diferentes sectores del cauce o
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de la planicie de inundación. Si las napas de agua presentan niveles altos y se producen pre-
cipitaciones, a pesar de que sean menos intensas y de un monto pluviométrico menor, los
suelos se saturan rápidamente y favorecen el escurrimiento superficial de las aguas. Lo que a
su vez repercute con la posibilidad de desbordes y trasvases de cuencas.
Los daños socio-económicos generan conflictos sociales ya que los problemas en la infra-
estructura, la pérdida de productividad y la falta de accesibilidad en diferentes sitios de la
cuenca son los factores más evidentes, principalmente los productores cercanos al arroyo y
en la alta cuenca donde hay baja pendiente.
Otra consecuencia presente en la cuenca son los conflictos sociales, ya que toda esta situación
origina tensiones y discusiones entre los propios productores; entre productores y el Comité
de Cuenca o Intendentes (autoridades locales) o la provincia; entre Intendentes y los produc-
tores, Comité de Cuenca o provincia y Comité de Cuenca contra productores o provincia.
Marco legal
En esta ley la provincia de Santa Fe crea los Comités de Cuencas asignándoles la forma de
constituirlos y competencia territorial para promover el desarrollo del área a través del
manejo y aprovechamiento del recurso hídrico. Están habilitados para realizar trabajos de
mantenimiento y conservación de las obras existentes. Si bien poseen cierto grado de au-
tonomía en cuanto a la administración de sus bienes y búsqueda de recursos económicos
para la ejecución de obras, deben elevar anualmente al Poder Ejecutivo un informe de la
labor desarrollada y el presupuesto con sus recursos y erogaciones.
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Esta ley establece el régimen de uso de bienes situados en las áreas inundables dentro de
la jurisdicción provincial mediante la delimitación cartográfica de tres áreas, definiendo a la
autoridad de aplicación al actual Minsiterio de Infraestructura y Transporte. La Ley estable-
ce prohibiciones de uso para realizar obras, actividades ni emprendimientos públicos o
privados que impidan el escurrimiento natural de las aguas (Arts. 14 y 15). Y en función de
la ocupación y advertencia realizada por el estado, según el caso se afecta el derecho a
indemnizaciones o requerimientos de obras de protección por parte de privados.
6
Ley Nº 13740 de Aguas de Santa Fe (2018) (no reglamentada )
Esta ley se compone de 5 libros que abordan todos los aspectos que contribuyen a regular
la gestión integrada de los recursos hídricos de la provincia de Santa Fe, con el fin de pro-
mover los distintos usos del agua de manera sustentable a favor de las generaciones pre-
sentes y futuras, garantizando el derecho humano fundamental de acceso al agua potable.
La gestión integrada de los recursos hídricos involucra el ordenamiento territorial. Incluye
conceptos relevantes: de dominio y ejercicios de derechos, conflictos interjurisdiccionales,
derecho humano al agua, valor del agua, políticas hídricas de protección y uso equitativo,
resiliencia frente al riesgo de desastre.
Respecto a los usos del agua superficial y subterránea, establece el uso: social, productivo
(industrial, agrícola, ganadero, energético, terapéutico, minero, navegación, recreación.
Otorga poder de policía a la Autoridad de Aplicación que es el actual Ministerio de Infraes-
tructura y Transporte.
Como síntesis de este apartado normativo se puede concluir que si bien existen leyes para
regular determinadas acciones en el territorio (construcciones de canales, bordos, entre
otros) la implementación de las mismas resultan limitadas por la baja capacidad de gestión
institucional.
Además se puede visualizar que las leyes surgen como necesidad de regular ciertos pro-
blemas existentes en la cuenca desde hace varios años.
CONCLUSIONES
Las causas antrópicas fueron clasificadas como gobernables, en las que se puede interve-
nir a través de medidas no estructurales (leyes, reglamentos, políticas públicas, etc.) y/o
6
A mayo 2018.
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El análisis realizado permite poner en valor una metodología cuyos resultados deberían ser
tomados por las autoridades de gestión para la planificación y ordenamiento territorial.
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
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INTERACCIONES ESPACIALES ENTRE ÁREAS URBANAS Y HUMEDALES EN URUGUAY
F. Schön, M. Achkar, A. Domínguez
Resumen
Los humedales se encuentran entre las áreas más amenazadas en el planeta, ya que más
de 50 % de los humedales se perdieron en el siglo pasado y los que aún permanecen han
sufrido degradaciones de diferentes magnitudes causadas por múltiples actividades antró-
picas. En los últimos tiempos, ha crecido la preocupación sobre la calidad del agua en va-
rias cuencas del Uruguay. Uno de los espacios más afectados son los humedales, ya que
son áreas delicadas y muy vulnerables. El permanente avance de la superficie utilizada
para la construcción y la falta de una adecuada planificación, genera contaminación con
efluentes y residuos urbanos. Esta amenaza es recíproca ya que se producen cada vez más
inundaciones de las zonas urbanas que afectan a las poblaciones locales.
Se entiende que las inundaciones de las zonas urbanas son una problemática a nivel na-
cional ya que son un riesgo tanto para la población local como para los humedales. Se in-
daga cuantitativamente sobre la interacción espacial de los humedales y las zonas urbanas
en Uruguay. Se avanza en identificar las localidades y la proporción de su población que
son afectadas a nivel nacional por los eventos de inundación, vinculadas a los ambientes
de humedales.
INTRODUCCIÓN
Los humedales son sistemas altamente dinámicos, caracterizados por regímenes de alta
energía, heterogeneidad de hábitats y gran diversidad de procesos ecológicos (Naiman et al.
2005). Son sistemas de transición entre los ecosistemas acuáticos y terrestres que permane-
cen inundados gran parte del año (Achkar et al., 2016). Los suelos, microorganismos, flora y
fauna se desarrollan con la presencia del agua en forma permanente o la mayor parte del
año, estas condiciones tan particulares generan características específicas y propias del fun-
cionamiento de las tierras de humedales distintas a los de hábitats de tierras altas.
El aumento de las inundaciones por los desbordes de los cursos de agua es el resultado de
sobrepasar la capacidad de absorción del suelo en la cuenca y/o de carga del curso de
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agua, resultado de fuertes o continúas lluvias que inundan las tierras adyacentes del curso
de agua y por los cambios en el uso del suelo en las tierras altas. Por lo cual las llanuras de
inundación son susceptibles a inundarse y generan riesgos para el desarrollo de activida-
des vulnerables que pueden desencadenar problemas en el funcionamiento del ciclo
hidrológico y en el ambiente en general, así como también para las actividades antrópicas
en estas zonas y adyacencias (OEA, 1993).
Uruguay es un país con alta densidad de cauces de agua en todo el territorio nacional. Los
humedales constituyen ecosistemas muy diversos tanto desde lo paisajístico, como en su
riqueza y abundancia de modos de vida que albergan. Se encuentran humedales de aguas
saladas, de aguas dulces, bañados y lagunas que funcionan como “zonas de acumulación
de agua naturales” por su capacidad de retener grandes cantidades de agua y permitir su
lenta evaporación. Además son los paisajes más productivos del territorio. Históricamente
estas zonas están vinculadas tanto a las actividades de productores rurales como del sec-
tor turístico (Achkar et al., 2016; Clara y Maneyro, s.f.).
Según los informes de Ramsar, hoy en día hay tres sitios de humedales considerados de
importancia internacional en Uruguay con una superficie de aproximadamente 435.837
hectáreas (Ramsar, 2014). El tratado de Ramsar es uno de los principales convenios inter-
nacionales enfocado en la conservación de los sistemas riparios, los países signatarios ad-
quieren entre sus obligaciones establecer políticas y mecanismos que aseguren el uso sos-
tenible de los mismos (Ramsar, 2014). El manejo de los ambientes de humedales en Uru-
guay se encuentra en sus etapas iniciales, momento importante donde se podría discutir
los criterios que habría que tener en cuenta para protegerlos.
En los últimos tiempos, ha crecido la preocupación sobre la calidad del agua en varias
cuencas por actividades antrópicas en Uruguay. Uno de los espacios más afectados
son los humedales, ya que son áreas delicadas y muy vulnerables (Alfonso y Mateo,
2015). Entre las amenazas continuamente presentes, están las áreas urbanas que se
encuentran dentro de zonas de humedales o en áreas de directa influencia. El
permanente avance de la superficie utilizada para la construcción y la falta de una
adecuada planificación, genera contaminación con efluentes y residuos urbanos. Esta
amenaza es recíproca ya que se producen cada vez más inundaciones de las zonas
urbanas que afectan a la población local.
Los ríos y arroyos tienen poca pendiente y una rapidez de llenado y drenaje de sus cauces
en general, por la ausencia de contención se generan frecuentemente inundaciones (Con-
de et al. 2002). Por lo cual las inundaciones son fenómenos relativamente comunes y recu-
rrentes, no solo en zonas que se encuentran dentro de los humedales. Además incrementó
la frecuencia y la cantidad de precipitaciones relacionados con el cambio climático, aparte
de las condiciones naturales de los cauces. Una realidad que afecta a las zonas urbanas
que se encuentran en humedales y que está presente en todo el país, ya que prácticamen-
te la mitad de las localidades urbanas en el territorio nacional se encuentran total o par-
cialmente en ambientes de humedales. En las últimas décadas ya se ha demostrado un
aumento en las tendencias de eventos de precipitaciones y también en su intensidad, lo
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Durante las últimas décadas se registraron 776 eventos de inundaciones a nivel nacional
de los cuales 490 se localizan en áreas urbanas. Estos registros muestran que son 122 loca-
lidades que se enfrentan a eventos de inundaciones, de los cuales en 57 localidades es una
realidad que se repite (SINAE). Además se muestra que de las localidades que fueron afec-
tadas por inundaciones entre 1983 y 2017, el 76,2 % de las localidades se encuentran en
humedales. Solo durante el año 2017, según los registros, fueron 81.897 las personas eva-
cuadas y auto-evacuadas, que dejaron sus casas por amenaza de inundaciones, no fueron
todas las personas que habitan áreas de humedales pero sí muestra que la amenaza de
inundaciones afecta realmente a gran parte de la población.
Se entiende que las inundaciones de las zonas urbanas son una problemática a nivel na-
cional ya que son un riesgo tanto para la población local como para los humedales, que
tienen una enorme importancia biológica a nivel global. Por lo cual, en el presente trabajo
se indaga cuantitativamente sobre la interacción espacial de los humedales y las zonas
urbanas en Uruguay. Se avanza en identificar las localidades y la proporción de su pobla-
ción que son afectadas a nivel nacional por los eventos de inundación, vinculadas a los
ambientes de humedales, analizando la ubicación de estos procesos y su distribución es-
pacial en el territorio nacional. En un primer paso se identifican las localidades urbanas
que se encuentran dentro de humedales a nivel nacional y en un siguiente paso se deter-
mina la población potencialmente afectada por las inundaciones.
METODOLOGÍA
Se trabajó con el programa Arc GIS 10, integrando información espacial de las zonas urba-
nas basándose en los datos del censo 2011 del Instituto Nacional de Estadística (INE), el
registro de inundaciones a nivel nacional del Sistema Nacional de Emergencias (SINAE)
entre 1983 y 2017 y la información generada en el avance del inventario nacional de
humedales, que identifica y caracteriza los humedales del Uruguay (DINAMA, 2016).
Una vez definidas las localidades urbanas que se encuentran dentro de las áreas de los
humedales, cruzando la información de las capas de las zonas urbanas y de los humedales,
se determinó la población potencialmente afectada por las inundaciones en zonas de
humedales. Para ello se trabajó con la información accesible del censo del Instituto Nacio-
nal de Estadística (INE) del censo de población y vivienda de 2011. Usando las unidades de
zonas urbanas, que son las unidades espaciales de menor tamaño y que la información es
accesible por el INE, es posible que se incluya parte de población que efectivamente no
habita en el humedal. Por lo cual este análisis es una primera aproximación de la situación
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Además se categorizó las localidades por cantidad de habitantes en distintos grupos para
demostrar diferencias entre las distintas categorías. Las localidades fueron categorizadas
en seis grupos, basándose en la categorización del Instituto de Teoría Urbana y Urbanismo
(ITU) de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República que buscó a partir de
cortes naturales una definición de clases por intervalos de población subdividiendo locali-
dades de más de 5000 habitantes, entre 5000-3500, entre 3000-1500, entre 1500-300 y
menos de 300 habitantes (Martinez et al., 2016). Se ajusta esa categorización a la cantidad
de localidades que se encuentra en humedales, tratando de generar grupos por categoría.
Como se trabaja con todas las localidades a nivel nacional se precisaba una categoría más
grande que las del ITU, para ese fin se unificó las ciudades que tienen más de 10.000 habi-
tantes ya que para Uruguay son relativamente grandes, se usó la marca de 5000 habitantes
correspondiente a la definición de ciudades intermedias. Las localidades que tienen menos
de 5000 habitantes fueron divididas en cuatro grupos, tratando de generar grupos parejos
y mantener la cantidad de subgrupos de la categorización base (Martínez et al., 2016). Se
corrió la próxima categoría del ITU de 5000-3000 a 5000-1000 para generar un grupo más
parejo con las otras categorías; la próxima categoría unifica las localidades entre 1000 y
500 habitantes, la siguiente 500 a 100 habitantes y la última agrupa a las localidades que
tienen menos de 100 habitantes.
Se identificó la población que vive dentro de áreas de humedales utilizando la zona censal,
que es la unidad disponible más adecuada para poder acercarse lo más posible a la reali-
dad. A partir de las capas generadas se calculó el porcentaje de personas y la superficie de
las ciudades que se encuentra en áreas de humedales. Además se ingresó los datos del
SINAE, con lo cual se identificaron las ciudades que cuentan con un registro de inundacio-
nes desde 1983 al 2017, analizando su ubicación frente a los humedales. Para poder usar
el registro, se cruzó la capa de las zonas urbanas del INE con la base de datos del SINAE,
donde 357 inundaciones registradas fueron ubicadas en áreas urbanas. Sobre la base de la
información georreferenciada se obtienen 133 puntos corregidos manualmente, por lo
cual se sigue trabajando con 490 puntos de eventos de inundaciones en zonas urbanas.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
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nos se encuentran 291 localidades que se desarrollan, por lo menos en partes, en áreas de
humedales (Tabla I). La distribución espacial por departamento muestra que es un fenó-
meno que se encuentra en todo el territorio nacional y afectan localidades de todos los
tamaños. Por su ubicación en sí, las localidades pueden estar bajo constante amenaza de
inundaciones y además las zonas urbanas avanzan sobre los humedales generando riesgo
potencial para el funcionamiento ecosistémico de los humedales.
La mayoría de las localidades se encuentran en el sur del territorio. Ya que en los departa-
mentos de Montevideo y Canelones se concentra más del 60 % de la población total del
país, y también se encuentra la mayor parte de la población que vive en zonas de humeda-
les. En el centro del país es donde menos localidades están afectadas y en el litoral del
Uruguay hay un grupo importante de localidades en áreas de humedales (Figura I). Pero en
todos los departamentos están por lo menos un 15 % de las localidades dentro de territo-
rios de humedales. En más de la mitad de los departamentos se encuentran más de 10
localidades en humedales. En 14 de los 19 departamentos están más de 40 % de las locali-
dades urbanas por partes adentro de áreas de humedales y en seis departamentos llegan
a ser más de 60 % de las localidades que se encuentran en esta situación (Tabla I).
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Teniendo en cuenta la escala de los humedales, que fueron elaborados a nivel nacional, es
lo más probable que hayan todavía más localidades que se encuentran dentro de áreas de
humedales, en el momento de analizar a una escala más local.
En base a los datos del INE, se encuentran en la suma 147.897 personas en área de hume-
dales, que son un 4,8 % de las personas en el país. Tanto como varia la cantidad de locali-
dades afectadas por departamento, también varía la cantidad de personas por departa-
mento que se encuentra en las áreas de humedales. Por departamento varía entre 42 y
36.348 personas que habitan áreas de humedales, que significa que en un departamento
se encuentra solo el 0,2 % de la población en humedales y en otro llega a ser casi el 9 % de
la población departamental. En 16 de los 19 departamentos llegan a ser más de 1.000 per-
sonas que se encuentran en áreas de humedales (Tabla I).
Estos datos se reflejan también en la cantidad de viviendas que se ubican en áreas de hume-
dales que representan un 5,7 %, que en números totales son 73.484 viviendas. De las vivien-
das ubicadas en áreas de humedales, más de la mitad son ocupadas, 48.031, cifra que repre-
senta un 4,5 % del total de las viviendas ocupadas a nivel nacional. En las áreas de humeda-
les también se encuentran viviendas desocupadas, en total son 25.453, este fenómeno se da
a pesar de que faltan viviendas a nivel nacional, las viviendas desocupadas en humedales
representan un 11,5 % de todas viviendas desocupadas, según los datos del censo 2011.
Llama la atención que más de un 10 % de las viviendas desocupadas a nivel nacional se en-
cuentra en áreas de humedales, pero justo su ubicación puede ser la causa de su desocupa-
ción, ya que implica una situación de riesgo continuo frente a eventos de inundaciones.
Aparentemente, las localidades más grandes que se ubican en áreas de humedales registran
mayor número de inundaciones. De las 39 localidades que tienen más de 10.000 habitantes
se inundan el 82 %, en estas localidades todas las inundaciones son registradas en ciudades
con humedales, ya que un 95 % a nivel nacional, que tienen más de 10.000 habitantes, se
desarrollan en áreas de humedales, entre ellas todas las capitales departamentales. En todas
las categorías de las localidades que abarcan más de 1.000 habitantes y que se desarrollan
en humedales, se inundan más de un 40 % y en las localidades con menor cantidad de habi-
tantes, menos de un 20 %. Se destaca que en las localidades pequeñas, aunque se encuen-
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tran en áreas de humedales, no se han registrado tantas inundaciones, por lo cual de los 63
localidades que tienen menos de 100 habitantes, se inundan solo un 6 %.
En total son un 32 % de las localidades en áreas de humedales que cuentan con un registro
de inundación, una cifra que en primer instante parece menor, pero mirando los valores
absolutos nos muestra que en total son 122 localidades urbanas que tienen registros de
inundaciones, de los cuales 93 localidades se encuentran en humedales, este número re-
presenta un 76,2 % de las inundaciones registradas a nivel nacional. Por lo cual son 29 loca-
lidades con registros de eventos de inundaciones que, según este análisis, no se encuen-
tran en áreas de humedales. Acercándose a la realidad de estas localidades, se muestra
que en 27 de las 29 hubo solo un registro de inundación entre el 1983 y el 2017, en los dos
restantes, dos veces, todas esas localidades tienen en común que se encuentran en cercan-
ía de humedales o entrando por partes de la localidad en territorio de humedales, como se
muestra en el momento de verificar la ubicación de las localidades. Identificando las 29
localidades confirma que en su mayoría son localidades pequeñas que tienen menos de
1.000 habitantes, solo siete tienen entre 1.000 y 3.000 habitantes y dos más de 5.000 (Las-
cano y Guichon). Además, se encuentran 198 localidades en humedales que no tienen re-
gistros de inundaciones desde el 1983 a la actualidad.
El hecho que casi todas las ciudades grandes y todas las capitales departamentales se des-
arrollan en humedales es muy llamativo y lo más probable que es resultado del desarrollo
urbano sin planificación. En la mayoría de los países no desarrollados, las ciudades han cre-
cido de una forma acelerada y sin planificación ni regulación de las construcciones (Perlo,
2000). Uruguay no es una excepción y en el proceso de crecimiento las áreas urbanizadas
han llegado a territorios de humedales y fue una consecuencia de eso que se tuvieron que
enfrentar a eventos de inundaciones. Uruguay refleja también una realidad de muchas ciu-
dades latinoamericanos que son de grandes (des)ordenamientos territoriales y sus procesos
de urbanización son aceleradas en su expansión que implican una segregación territorial y
una falta de sustentabilidad ambiental y económica a largo plazo (Delgado et al., 2012).
La base de datos de los humedales usada fue realizada a una escala nacional, puede fallar
a nivel más local, donde localidades, más cuando son pequeñas, aparecen fuera de las
áreas de humedales pero en realidad se ubican dentro de las áreas de humedales o muy
cercano, como las 29 localidades que tienen registros de inundaciones y según este análisis
no se encuentran en áreas de humedales.
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CONCLUSIONES
En general se puede decir que las localidades que se encuentran dentro de humedales
están bajo riesgo continuo de inundarse y se muestra que son las ciudades más grandes,
donde los eventos de inundaciones se focalizan. Obviamente, no es un criterio excluyente
la ausencia de un humedal para una inundación, pero si es un criterio fuerte, ya que los
humedales representan generalmente suelos más bajos y hacen parte de la planicie de
inundaciones. Varios factores pueden influir para que se genera una inundación en una
localidad urbana, como por ejemplo el estado del humedal cercano, la situación de toda la
cuenca, el uso de suelo, pero también la precipitación en sí, cuanta lluvia cae, por cuanto
tiempo llueve, la cercanía del curso de agua, etc., es una suma de factores que hay que
tener en cuenta en el momento de análisis caso por caso.
Se presume que se han desarrollados zonas urbanas sobre las planicies de inundaciones
por falta de una planificación territorial adecuada. La construcción de soluciones para este
problema es uno de los principales desafíos de las directrices de ordenamiento territorial,
que se están aprobando en los distintos departamentos del país. Establecer criterios claros
y estrategias de solución es un debe para proteger los humedales y mejorar la calidad de
vida de la población local adecuadamente. Las localidades urbanas en Uruguay crecen
desde los bordes de las urbanizaciones establecidas y han avanzado desde hace varias
décadas sobre planicies de inundación, muchas veces a partir de iniciativa de autoridades
locales y nacionales, ese crecimiento urbano ha sido acelerado en los últimos años y en la
mayoría de los casos la expansión de la superficie urbana no es acompañada por la expan-
sión de los servicios básicos para la población. Un caso preocupante es la dificultad de
construir sistemas de saneamiento eficientes en las planicies de inundación urbanizadas,
formal e informalmente. Un proceso que es conocido cualitativamente pero que no se
cuantifica espacialmente que se distribuye con mayor o menor intensidad en todo el terri-
torio uruguayo pero que aún no se ha logrado solucionar, ya que el mercado inmobiliario
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En este contexto las inundaciones tienden a ser unos de los mayores impactos sociales y es
un problema común en localidades en todos los departamentos. Los suelos que se ocupan
en áreas inundables, tienen un alto grado de vulnerabilidad, ya que en muchos casos son
zonas de humedales, también la degradación de estos ecosistemas generan una retroali-
mentación en la severidad y frecuencia de las inundaciones, incluso inundando planicies
medias no inundables. Sumando a esta situación las inquietudes que atrae el cambio
climático, tiene que ser de mayor interés poder prever donde afectaría el país y su pobla-
ción, tanto por el impacto que puede tener en la vida de los individuos, como también por
una cuestión de costos relacionados con desastres naturales para el Estado.
Este trabajo aporta una cuantificación espacial del proceso de inundación en zonas con
infraestructura urbana, definiendo las áreas con mayor riesgo. Al evaluar las áreas urbanas
inundables e integrarlas con las información de la población que vive allí se pudo construir
cartografía que muestra a nivel nacional la magnitud del problema.
Para acercarse a la dimensión del problema es necesario trabajar con estudios de casos
representativos para analizar en profundidad las inundaciones que afectan a las poblacio-
nes locales, para poder entender mejor los procesos que se están dando en varias locali-
dades en el interior del país y llegar a generar un panorama general.
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F. Schön, M. Achkar, A. Domínguez
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
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LICENÇA SOCIAL: A VILÃ DO TERCEIRO MUNDO?
A. R. Dutra, J. Seabra, L. F. de O. Paulillo
Resumen
O presente trabalho trata da Licença Social para Operar (LSO), um conceito que vem sendo
legitimado como um modo de pensar o impacto social de uma operação empresarial em que
os laços de confiança entre empresa e comunidade são reforçados, validando as atividades
produtivas de alto risco econômico ou ambiental junto às comunidades locais. Compreender
o contexto em que nasce o conceito de LSO e os contornos que envolvem este conceito
quando de sua aplicação em territórios com alta vulnerabilidade econômica apontando suas
peculiaridades de modo descritivo, analítico e crítico foi objetivo desse trabalho desenvolvido
por meio de uma revisão integrativa da literatura produzida sobre o tema.
INTRODUCCIÓN
A demanda dos setores produtivos por recursos naturais e a nítida simetria entre a
magnitude destes e seus potenciais impactos destrutivos sobre o meio ambiente levaram os
empreendedores à necessidade de validar suas atividades não somente junto ao Poder
Público, mas também junto à população das localidades onde pretendem instalar-se e exercer
suas atividades. Esse processo de validação das atividades produtivas de alto risco econômico
ou ambiental junto à comunidade local é chamado de “Licença Social Para Operar” - LSO.
Inexiste consenso literário sobre a origem efetiva do termo “Licença Social Para Operar”,
mas majoritariamente aponta-se para que o conceito tenha nascido na indústria de
mineração canadense, consubstanciada nas teorias de gestão compartilhada, governança
e sustentabilidade. Atualmente o conceito de LSO e suas práticas espalharam-se pelo
mundo e migraram das atividades de mineração para todas as demais atividades que
impliquem em riscos socioambientais.
A questão atual urge em indagar se a LSO pode ser tratada como um termo cosmopolita, de
aplicação indistinta às mais diversas localidades. Certo que a obtenção de LSO está embasada
na gestão compartilhada, no conhecimento pleno dos riscos por parte dos envolvidos e na
compensação gerada por aquele que demanda explorar determinado território à população
envolvida. Emerge, portanto, a questão: até que ponto a hipossuficiência econômica da
comunidade local e sua eventual dependência em relação à atividade a ser exercida pelo
empreendedor não pode comprometer a legitimação da concessão de LSO?
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LICENÇA SOCIAL: A VILÃ DO TERCEIRO MUNDO?
A. R. Dutra, J. Seabra, L. F. de O. Paulillo
METODOLOGÍA
O Estudo será desenvolvido por meio de uma revisão integrativa da literatura sobre o tema
Licença Social e sua operabilidade em territórios economicamente deprimidos. Este gênero
de estudo busca elencar o que de mais relevante tem sido estudado e produzido sobre a
questão, qual metodologia aplicada para desenvolver tais estudos, bem como evidenciar
quais caminhos de pesquisa mostram-se propícios a serem percorrido.
A principal fonte deste estudo foram os bancos de dados acadêmicos, como “Google
Acadêmico”, “Scielo”, “Periódicos CAPES”, bem como revistas, livros e outros periódicos,
voltados a temática abordada, com o intuído de localizar trabalhos que pudessem
responder às hipóteses de pesquisa e conferir uma ampla visão sobre o estado e evolução
dos trabalhos sobre o tema.
RESULTADOS
A grande maioria dos estudos sobre LSO volta-se aos interesses corporativos, à
importância de sua implementação para obtenção de lucro e desenvolvimento das
atividades produtivas. Pouco se fala sobre as questões sociais intrínsecas ao processo da
LSO e os dilemas que envolvem sua prática em comunidades hipossuficientes.
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LICENÇA SOCIAL: A VILÃ DO TERCEIRO MUNDO?
A. R. Dutra, J. Seabra, L. F. de O. Paulillo
Há, inclusive, críticos da LSO que a entendem como uma ameaça ao sistema capitalista, uma
vez que, segundo estes, o instituto viola as disposições que regem o livre mercado e retomam
a ideia de que tudo pertence ao povo (Gaviria, 2015). Estudos com ideias contrapostas a estas
são raros, mas existem, e justamente esses interessam às hipóteses do presente artigo; ou
seja, enquanto em países desenvolvidos a população efetivamente encontra-se em patamar
de igualdade com as grandes corporações a ponto de criar efetivos embaraços às suas
atividades, levando à necessidade de um gestão efetivamente colaborativa, a qual muitos
entendem como uma violação ao livre exercício das atividades empresariais, em países em
desenvolvimento não seria a LSO uma moeda de troca muito desigual?
O conceito de licença social para operar (...) está cada vez mais na mente de
governantes, atores comerciais e ativistas sociais de várias camadas. O conceito
também está cada vez mais popular na mídia, discutido como se houvesse
algum novo requisito que fora legislado para os negócios nos últimos anos. Mas
apesar de seu nome, uma licença social não é uma licença. E, com uma análise
cuidadosa, algumas versões do conceito de licença social tem consequências
sociais bem diferentes do que pode parecer à primeira vista que são
parcialmente "anti-sociais" e que podem, na verdade, prejudicar vários direitos
1
legais, inclusive os direitos indígenas. (Newman, 2014, p.1).
No Brasil é impossível falar sobre licença social sem mencionar o desastre ambiental
ocorrido em 05 de novembro de 2015 que assolou a cidade de Mariana, no Estado de Minas
Gerais, e outras cidades menores em seu entorno. Nessa ocasião uma das barragens
operadas pela mineradora SAMARCO2, conhecida como “barragem do FUNDÃO”3 rompeu
causando grande destruição no local e danos ambientais latentes ainda hoje. Em que pese o
ocorrido em Mariana a empresa SAMARCO sempre colocou, e coloca, a LSO com um dos
pilares de suas atividades, pautada por um discurso de responsabilidade social e ambiental,
como demonstrado no texto institucional encontrado no site web da empresa:
1
Do original: “The concept of social licence to operate – sometimes abbreviated SLO – is increasingly on the minds
of policy-makers, business actors, and social activists of various stripes. The concept is also increasingly in the
media, discussed as if it were some new requirement that had been legislated onto business in recente years.
But, despite its name, a social licence is not a licence. And, on careful analysis, some versions of the concept of
social licence have very different social consequences than may first appear that are partly “antisocial” and that
may actually end up undermining various legal rights, including Indigenous rights.” Tradução das autoras.
2
A Samarco Mineração S.A. é uma mineradora brasileira fundada em 1977 e atualmente controlada através de
uma joint-venture entre a Vale S.A. e a anglo-australiana BHP Billiton, cada uma com 50% das ações da empresa.
3
Barragem de rejeitos é uma estrutura construída para o depósito dos rejeitos provenientes da mineração. O
rejeito é o material que sobra quando se separa o minério da rocha e é depositado em forma de polpa, ou seja,
uma mistura de sólidos e água. A barragem funciona como uma barreira, onde são depositados os rejeitos. À
medida que o rejeito é depositado, a parte sólida se acomoda no fundo da barragem. A água decantada na
parte superior é então drenada e tratada, com parte sendo reutilizada no processo de mineração e o restante
devolvido ao meio ambiente. (Samarco, s/d).
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Nestes casos, como a exemplo de Mariana, a LSO conferida pela população à SAMARCO foi
legitima? Tratou-se de uma “negociação” em pé de igualdade? A população de Mariana
poderia imaginar o tamanho do mal e do infortúnio a que estariam sujeitas caso um
desastre como o que ocorreu lhes vitimasse? Acreditamos que as respostas a todas essas
hipóteses de pesquisa seja “não”, e ao final desta pesquisa apontamos em que ponto estão
os estudos acadêmicos sobre o tema LSO em países em desenvolvimento, partindo da
premissa de que o instituto funciona de modo diverso em países desenvolvidos.
DISCUSSÕES
Evidente que, embora as atividades nocivas ao meio ambiente por parte das grandes
corporações não sejam novidade, a questão da Licença Social é um assunto novo no
mundo. Como já mencionado, o conceito de Licença Social nasce inicialmente voltado às
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Quando analisamos estudos acadêmicos que versam sobre casos práticos de licença social
em países em processo de desenvolvimento é fácil notar que os investimentos promovidos
por parte das corporações em troca da anuência da comunidade local à exploração de
seus recursos naturais dão-se por meio da substituição de obrigações primárias que
seriam do Estado.
Um estudo realizado sobre Licença Social na Industria Mineira em Moçambique (Brito et al,
2017) analisou a exploração de duas localidades pelas empresas Vale e ICVL, tendo
apontado que o processo de LSO foi negociado com as comunidades locais para minimizar
conflitos, essencialmente em função de que a instalação das mineradoras implicaria na
remoção da população para outro local.
Um outro trabalho nominado “Licença Social No Peru: A origem da discórdia” ressalta que
a exploração ambiental das grandes corporações geralmente incide sobre territórios
distantes, muito isolados dos grandes centros, locais estes que como regra são
desprovidos de infraestrutura adequada para os moradores. Assim, as empresas
interessadas promovem obras como estradas, redes de saneamento e outras melhorias
que “brilham pela ausência”. Fato é que não demora para a comunidade perceber que na
verdade o que as empresas promovem não é efetivamente um beneficio à comunidade,
pois muitas vezes essas obras são compensadas com isenção de impostos (Intelligencie
Series, 2010).
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Vemos, portanto, que em sua origem, a Licença Social é negociada em condições mais
hegemônicas, na qual as comunidades barganham por melhorias de forma consciente e
em condições plenas de posicionar-se negativamente às operações pretendidas, chegando
ao ponto de ter sido criticada como um instituto que confere demasiado poder às
populações objeto do processo de negociação. (Por outro lado, em territórios
economicamente deprimidos esse mesmo processo não é efetivo, pois não se trata de
negociar melhorias, mas sim de obter o básico para viver com dignidade, muitas vezes
negligenciando as consequências das atividades anuídas.
Nesse sentido, a licença social é vista como uma ferramenta, um dispositivo empresarial
cujo objetivo é criar e legitimar um aparente consenso entre empresas e comunidades.
Faz necessária uma interpretação da procura de uma “licença social para operar”
como a emergência de uma forma de dominação empresarial de características
específicas. Trata-se de uma forma de enunciar um dispositivo empresarial com
múltiplas arestas, conteúdos e concreções, orientado a produzir como efeito de
conjunto a neutralização da crítica através de um gerenciamento permanente
das subjetividades. (Gaviria, 2015)
Fato é que a produção acadêmica sobre Licença Social, essencialmente na América do Sul,
trata o instituto efetivamente como um processo de concessão de autorização da
comunidade local aos empreendedores para explorarem recursos naturais que lhes
cercam. Tais estudos, como são majoritariamente conceituais, fazem parecer que as
corporações se submetem à vontade da comunidade local e que estão dispostas a trazer e
garantir melhorias de vida em troca da anuência desta para implantar seu
empreendimento. Essa não é efetivamente uma realidade e poucos autores abordam a
questão social que marca a licença social, como é o caso de Edwin Alberto Muños Gaviria,
da Universidade Federal do Rio de Janeiro. Este pesquisador considera:
(...) particularmente relevante enfatizar que a concessão de uma licença, fato que
neste caso poderia ser entendido no senso comum como uma ação que
subordina a empresa licenciada à autoridade do licenciador, que é a comunidade
ou a população atingida, não é exatamente o sentido que recebe essa “licença
social para operar”. Entendemos que se trata mais da denominação de um
conjunto de práticas de caráter discricionário e do âmbito da gestão empresarial,
destinadas a realizar uma intervenção sociopolítica necessária para acondicionar
os territórios às necessidades do capital extrativo (Gaviria, 2015).
Os trabalhos de Gaviria (2015) e Santiago (2016) são uns dos pouco trabalhos na América do
Sul que tecem posição crítica sobre LSO em territórios em processo de desenvolvimento.
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Ambos os autores evidenciam que a LSO aplicada em comunidades tidas como socialmente
vulneráveis pode ganhar contornos muito distintos do que originalmente imaginado para o
instituto. Em territórios econômica e socialmente deprimidos as corporações possuem uma
supremacia técnica e econômica tamanha sobre os indivíduos e a comunidade que tal
situação pode levar a uma aniquilação da capacidade crítica dos atores sociais, ponto que
consiste em um elemento essencial à LSO como um instrumento de validação de atividades
de risco e compartilhamento destes.
CONCLUSIONES
Resta evidenciado que o conceito de LSO não pode ser entendido e aplicado em todas as
suas nuances indistintamente quando o objeto de análise se tratar das relações por ela
regidas em países economicamente vulneráveis. A hipossuficiência social e econômica das
comunidades integrantes do processo de validação da LSO a comprometem como um
instituto que nasceu para, em tese, dar voz ao povo.
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1345
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
robertow@sorocaba.unesp.br
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MUDANÇAS DO USO DA TERRA EM ÁREAS DE VEGETAÇÃO DE MATA ATLÂNTICA NO SUDESTE DO BRASIL
R. W. Lourenço, E. R. N. Lopes, J. C. A. Sales, A. T. Amorim
Resumo
Estudos que investiguem os cenários futuros sobre as mudanças do uso da terra, são de
suma importância na investigação dos efeitos diretos referentes aos impactos que
ocorrem nas áreas de vegetação natural e a sua conversão para outros usos. Essas
mudanças exógenas, geralmente provocadas pela ação antrópica propiciam uma alta
perda da biodiversidade do bioma Mata Atlântica, que atualmente apresenta 12% da sua
área original. A presente pesquisa teve por objetivo avaliar as transições de uso da terra
ocorridas entre 2007 e 2016, na área de bacia hidrográfica do rio Una, localizada no
município de Ibiúna – SP, sendo esta uma área de vegetação natural de mata atlântica. Esta
avaliação se procedeu a partir do mapeamento por interpretação visual do uso da terra
para os dois referidos anos e a identificação e quantificação das alterações foram
modeladas pelo Land Change Modeler. A análise comparativa entre os mapeamentos
evidenciou um aumento de 484,33 ha de áreas antrópicas e um decréscimo de 484,14 ha
da vegetação natural de mata atlântica. A maior conversão florestal esteve relacionada
com a agricultura. A soma das conversões de florestas para campos, pastagem,
reflorestamento e área alagada somaram 110 ha.
INTRODUÇÃO
As transições de áreas florestais para outros usos são impulsionadas para suprimir as
necessidades econômicas do homem, acarretando em conversões de uso para áreas agrícolas,
pecuária e urbanizada (LAMBIN; MEYFROIDT, 2010; IMAZON, 2014). Os impactos que ocorrem
nas áreas de vegetação possuem efeitos diretos nas funções ecológicas, em processos físico-
químicos ambientais e influenciam a qualidade de vida da população, reforçando a
necessidade de estudos que investiguem os cenários futuros para a mudança dessas áreas
(BARBIER et al., 2010; BALESTRINI et al., 2011; LIRA et al., 2012; KENNEL et al., 2015).
No Brasil, as transições entre florestas de Mata Atlântica para usos antrópicos são
marcantes em todo o território. O bioma Mata Atlântica é considerado um dos maiores
hotspots de florestas tropicais das Américas, com um elevado número de espécies
endémicas de fauna e flora. Atualmente sua extensão corresponde a 12% da sua área
original que era de 1.350.000 km². A maioria dos remanentes desse bioma encontram-se
inseridos em áreas de grandes interferências antrópicas, o que torna um dos ecossistemas
mais suscetíveis à extinção e o mais ameaçado do mundo (RIBEIRO et al. 2009; COLOMBO;
JOLY, 2010; MCT, 2015; SHUEY et al., 2017).
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Concebendo a gravidade das perdas ecológicas que as áreas naturais têm sido submetidas,
investigar o impacto e a relação das mudanças de uso da terra em áreas de mata atlântica
reflete a preocupação deste estudo. Dessa forma, o presente trabalho realizou uma
avaliação das transições ocorridas em área de vegetação natural de mata atlântica entre
2007 e 2016 em uma área de mata atlântica no sudeste brasileiro.
METODOLOGIA
ÁREA DE ESTUDO
O estudo foi desenvolvido em uma área de bacia hidrográfica localizada na região sudeste
do Brasil. A área é denominada bacia hidrográfica do rio Una. A bacia está inserida no
município de Ibiúna, localizado no interior do Estado de São Paulo a aproximadamente 75
km da cidade de São Paulo (Figura Nº 1).
Fonte: o autor.
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A bacia hidrográfica possui uma extensão aproximada de 96 km² e seu curso d’água
principal uma extensão de 25,5 km, contribuindo significativamente para a formação do
reservatório de Itupararanga, uma importante fonte de abastecimento de água e energia
elétrica para os municípios da região. Á área apresenta elevado interesse econômico
devido à expansão agrícola e sua área de vegetação apresenta fragmentos de matas
nativas dispersos.
Em sua cabeceira, encontram as Áreas de Proteção Ambiental (APA) da Serra do Mar, APA
de Corumbataí, Botucatu e Tejupá, importantes Unidades de Conservação para o país.
Por estar inserida no bioma mata atlântica e ser considerada uma área de relevante
interesse ambiental, estas características reforçam justificativas para uma investigação
detalhada das perspectivas de cenários futuros para a conservação dos seus atributos
hídricos, físicos, bióticos e socioambientais (LOPES et al., 2016).
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O mapeamento para o ano de 2016 foi validado através de trabalho em campo, a partir da
definição de pontos aleatórios de verificação do uso da terra, sendo avaliada a totalidade
de cem pontos com auxilio de GPS e câmera digital. Quando necessário à correção do uso
da terra, realizou-se a edição dos vetores e a atualização do mapeamento.
A quantificação e identificação das perdas de áreas naturais e suas conversões para áreas
antrópicas foram modeladas no Land Change Modeler (LCM) do software Idrisi Selva (CLARK
LABS, 2012). Ambos os mapeamentos foram processados de forma comparativa, sendo
identificados os ganhos e as perdas para cada categoria, bem como os locais que
persistiram com o mesmo uso ao longo do tempo.
Calculou-se ainda, as mudanças ocorridas nas transições líquidas da área de floresta para
os demais usos, as áreas de perdas e ganhos de florestas, seus quantitativos, mudanças e
comportamento espacial das transições.
RESULTADOS
Os usos da terra para os anos de 2007 e 2016 para a bacia hidrográfica do rio Una são
apresentados na Figura Nº 2.
Figura 2. Uso da Terra e Floresta na bacia hidrográfica do rio Una em 2007 e 2016,
respectivamente.
Fonte: o autor.
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Aumentos consideráveis foram observados para a área urbana (363,25 ha), a agricultura
(251,61 ha) e o reflorestamento (39,45 ha). Essas taxas elevadas de áreas antrópicas podem
estar relacionadas com o decréscimo identificado para a vegetação.
A Figura 3 apresenta com maior detalhamento as transições das mudanças de uso da terra
ocorridas no período.
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Figura 3. A. Ganhos e perdas em áreas florestais entre 2007 e 2016. B. Perdas de florestas
para outros tipos de uso da terra entre 2007 e 2016. C. Mudanças entre categorias de uso
da terra entre 2007 e 2016.
Fonte: o autor.
As transições entre áreas antrópicas podem ser atreladas ao processo de mudança do uso
da terra como um fator exógeno, caracterizado por inovações socioeconômicas que
ocorrem independentemente do sistema ecológico. Estas transições seguem suas próprias
dinâmicas e geralmente são conduzidas pela urbanização, desenvolvimento econômico ou
globalização (LAMBIN; MEYFROIDT, 2010).
Realizando uma ampla discussão sobre o impacto das mudanças e da conversão de área
de floresta para as demais categorias de uso antrópico, a Tabela 1 apresenta as conversões
e seus percentuais.
Dos 484 ha identificados na perda florestal, a maior conversão esteve relacionada com a
agricultura. Na área, a atividade agrícola apresenta dois aspectos contrastantes. Ao mesmo
tempo em que é o vetor de desenvolvimento socioeconômico local fomentando a
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A soma das conversões de florestas para campos, pastagem, reflorestamento e área alagada
somaram 110 ha, contribuindo igualmente com a perda de biodiversidade na área vegetada.
Figura 4. A. Ganhos e perdas em áreas florestais entre 2007 e 2016. B. Perdas de florestas
para outros tipos de uso da terra entre 2007 e 2016.
Fonte: o autor.
O padrão espacial destas áreas está associado às mudanças mais evidentes nas regiões
norte e central da bacia hidrográfica, predominantemente associadas às grandes áreas
urbanas e agrícolas. Concordando com Basnyat (2009) e Andersson et al (2015), a perda de
área florestal para área urbana se configura pelas características econômicas do município,
por ser um polo de produção agrícola, atrai inúmeros trabalhadores e favorece o
crescimento acentuado destas áreas.
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Dos 484,14 ha identificados na perda florestal, a maior conversão esteve relacionada com a
agricultura. Na área, a atividade agrícola apresenta dois aspectos contrastantes. Ao mesmo
tempo em que é o vetor de desenvolvimento socioeconômico local fomentando a
economia e geração de emprego e renda, é, também, responsável pelas perdas ecológicas
de áreas naturais, induzindo a perda de biodiversidade e contribuindo para o esgotamento
dos recursos naturais, na recarga de água, do regime hídrico e da suscetibilidade a eventos
de inundações e deslizamentos.
DISCUSSÃO
As transições observadas entre floresta e usos antrópicos podem ser atreladas ao processo
de mudança do uso da terra como um fator exógeno, caracterizado por inovações
socioeconômicas que ocorrem independentemente do sistema ecológico. Estas transições
seguem suas próprias dinâmicas e geralmente são conduzidas pela urbanização,
desenvolvimento econômico ou globalização (LAMBIN; MEYFROIDT, 2010).
De acordo com Basnyat (2009) e Andersson et al. (2015), a perda de área florestal para área
urbana se configura pelas características econômicas do município, por ser um polo de
produção agrícola atrai inúmeros trabalhadores e favorece o crescimento destas áreas.
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Alroy (2017) vai mais além e afirma baseado em uma extrapolação de dados de perda de
biodiversidade global, que, se o desmatamento tropical avançar, há alta possibilidade de
ocorrência de eventos equivalentes a extinção em massa nos próximos anos. Dessa forma,
diversos estudos têm alertado para o alto impacto das mudanças de uso da terra e das
conversões de floresta em áreas antrópicas. Comparativamente, na bacia estudada, essa
relação se assemelha ao observado em estudos similares, podendo também revelar altas
perdas de biodiversidade.
CONCLUSÕES
Referências bibliográficas
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
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Resumo
O estudo sobre as ilhas de calor urbanas tem se destacado nos ambientes tropicais onde
naturalmente são diagnosticadas situações de estresse térmico para o calor. Esta pesquisa
teve como objetivo analisar os efeitos de áreas destinadas à agricultura urbana e
periurbana nas características térmicas de Presidente Prudente e Álvares Machado,
cidades de porte médio e pequeno localizadas no oeste do estado de São Paulo/Brasil.
Para isso foram tratadas as imagens de satélite do Landsat 8, banda 10, do canal
infravermelho termal/TIRS 1 para se analisar a intensidade das temperaturas dos alvos e
instalados sensores de temperatura do ar, considerando-se os diferentes tipos de
paisagens urbanas: densamente construída, de agricultura urbana e periurbana e rural
próximo com cobertura vegetal arbórea para se analisar as intensidades das temperaturas
do ar. Além dos benefícios econômicos e sociais que a agricultura urbana pode
proporcionar para as pessoas, os resultados desta pesquisa mostraram que essas áreas de
cultivo contribuem na amenização da geração das ilhas de calor urbanas.
INTRODUÇÃO
No Brasil, Monteiro (1976), desenvolveu a proposta do Sistema Clima Urbano (SCU) que se
tornou referência para se investigar o clima das cidades sob uma perspectiva integradora.
Tal proposta visa adotar uma concepção dinâmica dirigida pelo paradigma do ritmo de
sucessão habitual dos estados atmosféricos sobre as cidades e buscar a mensuração do ar
comprometido dentro da realidade do ambiente urbano (MONTEIRO, 1976), diferenciando-
se, portanto, dos propósitos puramente meteorológicos predominantes nos clássicos da
literatura internacional (OKE, 1978; BRYSON, 1972; CHANDLER, 1965; LANDSBERG, 1981;
LOWRY, 1977; dentre outros).
Na busca dessa perspectiva integradora do clima das cidades, diversos estudos foram
realizados (LOMBARDO, 1985; BRANDÃO, 1996; VECCHIA, 1997; DANNI-OLIVEIRA, 1987;
MENDONÇA, 1994; SETTE, 1996; PITTON, 1997; AMORIM, 2000, 2017; UGEDA JUNIOR, 2013;
RAMPAZZO, 2015; TEIXEIRA e AMORIM, 2016; DORIGON, 2015; ORTIZ PORANGABA e
AMORIM, 2017; CARDOSO et al., 2017). Neste artigo se apresenta uma nova possibilidade
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OS EFEITOS DA AGRICULTURA URBANA E PERIURBANA NAS CARACTERÍSTICAS TÉRMICAS DE PRESIDENTE…
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analítica que visa inserir a climatologia urbana nos estudos relacionados à agricultura
urbana e periurbana.
Mougeot (2000) destaca que a localização no interior das cidades é o principal elemento
definidor da agricultura urbana. Essa atividade está presente nas cidades
independentemente de seu tamanho, da sua função na hierarquia urbana e do seu efetivo
populacional, sendo utilizados recursos humanos, materiais, produtos e serviços
disponíveis nesses espaços.
A literatura mostra, que os estudos sobre a agricultura urbana e periurbana poucas vezes
avaliaram seus efeitos sobre a temperatura e a geração das ilhas de calor. As
potencialidades do cultivo de hortaliças, legumes, frutas e plantas medicinais nos espaços
urbanos e periurbanos, podem favorecer a formação de microclimas, além de possibilitar
para a população, uma alimentação mais diversificada, melhorando a qualidade de vida
das pessoas que têm acesso a esses produtos (MACHADO; MACHADO, 2002). Conforme
argumenta Mougeot (2000), a AUP se apresenta como importante ferramenta para o
gerenciamento urbano, justamente por sua interação com os vários âmbitos do
desenvolvimento das cidades.
Deste modo, partindo-se de uma visão integrada entre as relações entre a sociedade e a
natureza (MONTEIRO, 1976; AMORIM, 2000, 2017), este artigo tem como objetivo analisar
os efeitos de áreas destinadas à agricultura urbana e periurbana nas características
térmicas de Presidente Prudente e Álvares Machado.
1
Esta pesquisa está inserida em um projeto mais amplo apoiado pela CAPES , que tem
dentre seus objetivos caracterizar e analisar a agricultura que é praticada nos espaços
intraurbano e periurbano dos municípios de Presidente Prudente e Álvares Machado,
localizados no interior do Estado de São Paulo e das zonas metropolitanas de Natal e
Florianópolis.
1
CAPES - Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior - Edital 042/2014 - Desenvolvimento
Socioeconômico no Brasil (PGPSE), intitulado “Políticas Públicas, Mercados Institucionais e Agricultura
urbana/periurbana” (Processo 88887.115964/2016-01).
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METODOLOGIA
Área de estudo
Segundo Sant' Anna Neto e Tommaselli (2009) e Amorim (2017), as duas cidades
encontram-se sob o típico regime de clima tropical continental, alternadamente chuvoso e
seco. Situam-se numa área de transição entre os climas zonais controlados pelos sistemas
tropicais, que lhe conferem elevadas temperaturas e cerca de 70% da precipitação anual na
primavera e no verão, e pelos sistemas extratropicais que ocasionam episódios de entrada
das frentes frias e do ar polar no outono e inverno, provocando baixas temperaturas e
diminuição dos totais de precipitação. A média anual da precipitação nesta região é de
1300mm (AMORIM, 2017).
Deste modo, a sazonalidade climática da região onde as duas cidades estão inseridas se
resume a dois tipos básicos, um período quente e chuvoso entre outubro e março e, outro
mais ameno e seco, entre abril e setembro, quando as temperaturas podem cair de forma
significativa em episódios de entrada das massas polares. Segundo os dados da estação
meteorológica localizada na Faculdade de Ciências e Tecnologia da Universidade Estadual
Paulista, no período de 1969 a 2015, as temperaturas diárias oscilaram entre os 20ºC e
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OS EFEITOS DA AGRICULTURA URBANA E PERIURBANA NAS CARACTERÍSTICAS TÉRMICAS DE PRESIDENTE…
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32ºC, com máximas absolutas próximas aos 40ºC, no período da primavera e verão. No
outono/inverno as temperaturas decresceram ligeiramente, mas permaneceram elevadas,
à exceção dos episódios das invasões do anticiclone polar, quando as temperaturas
mínimas oscilaram entre 15ºC e 20ºC, com valores absolutos que chegaram a 0ºC (-1,8°C
em julho de 1975) (AMORIM et al., 2009). Entretanto, as altas temperaturas e os eventos de
desconforto térmico para o calor são registrados em todas as épocas do ano (AMORIM,
2017).
Procedimentos metodológicos
Para atingir o objetivo de analisar os efeitos das áreas destinadas à agricultura urbana e
periurbana nas características térmicas de Presidente e Álvares Machado inicialmente
foram tratadas as imagens de satélite do Landsat 8, banda 10, do canal infravermelho
termal/TIRS 1, com resolução espectral de 10.6 - 11.19 μm e resolução espacial de 100
metros, mas tratadas e disponibilizadas com pixel de 30 metros pela United States
2
Geological Survey (USGS) .
Lλ = MLQcal + AL (1)
Onde:
(2)
2
As características dos produtos/imagens são consistentes com o padrão de Nível 1 (ortorretificadas) semelhantes
aos da série Landsat 1 ao 7. O formato dos dados disponibilizados pode ser baixado via Internet e constitui um
arquivo TXT (metadados) e arquivos GEOTIFF compactados. A resolução radiométrica é de 16 Bits, Datum WGS
1984, projeção UTM (polar estereográfica para a Antártida), sendo necessário reprojetá-las para sul.
3
Idrisi é marca registrada da Clark University.
4
Esses procedimentos foram obtidos no sítio https://landsat.usgs.gov/Landsat8_Using_Product.php. Acesso em:
07 jun. 2016.
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Onde:
T - Temperatura efetiva no satélite em Kelvin;
K2 - Constante de calibração 2 - valor - 1321.08;
K1 - Constante de calibração de 1 - valor - 774.89;
L - Radiância espectral, em Watts/(metro quadrado ster * * mm).
Fonte: Extraído de USGS, 2015.
Após esse procedimento foi feita a conversão da temperatura Kelvin em graus Celsius. Para
isso os valores de temperatura Kelvin foram subtraídos de 273,15.
Por fim, foi calculada a intensidade da temperatura dos alvos com o propósito de
diagnosticar a intensidade das ilhas de calor superficiais. Para isso foram calculadas as
diferenças das temperaturas intraurbanas em relação à área rural com a menor
temperatura, registrada nos fragmentos de matas com alta densidade de cobertura vegetal
arbórea. A inserção de palheta de cores associada a intensidade de temperatura dos alvos,
identificando as superfícies mais e menos aquecidas e também a malha do setor censitário
do município, disponibilizada pelo IBGE foi realizada no ArcGis 10.3 de 2014
(Environmental Systems Research Institute - ESRI).
A partir da análise das temperaturas dos alvos, foram selecionados os pontos para a
instalação de sensores de temperatura do ar e monitorar suas intensidades em relação a
uma área com fragmento de cobertura vegetal arbórea (próxima às características da
paisagem original da região).
Após a análise das imagens termais, uma representativa da estação chuvosa (18/01/2016)
e outra da estação seca (28/07/2016), foram definidos os locais de instalação dos sensores
levando-se em consideração os diferentes tipos de paisagens urbanas: densamente
construída, de agricultura urbana e periurbana e rural próximo com cobertura vegetal
arbórea que serviu de referência para o cálculo da intensidade das temperaturas. Em
Presidente Prudente os abrigos meteorológicos (tipo RS3 - Hobo) com registradores de
temperatura e umidade com sonda externa - data logger U23-002 – Hobo, foram instalados
em duas áreas construídas, uma de agricultura urbana e outra periurbana. Em Álvares
Machado as instalações foram feitas em uma área construída, uma de agricultura urbana e
outra periurbana.
A partir dos dados obtidos através do registro ao longo dos 31 dias de julho de 2017 foram
calculadas as intensidades das temperaturas e de umidade registradas às 21h,
considerando-se as diferenças entre as temperaturas do ar das áreas urbanas e
periurbanas em relação ao ponto rural vegetado (ΔT=U-R), considerado como o “ponto
zero”. A partir dos resultados obtidos foram elaborados gráficos que evidenciaram a
intensidade da temperatura do ar em comparação ao rural próximo. Este horário foi
escolhido para a análise pelo fato de ser um dos horários noturnos que apresentaram as
maiores intensidades das ilhas de calor noturnas.
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RESULTADOS E DISCUSSÃO
Nas cartas das temperaturas dos alvos (Figuras 2 e 3), verificam-se contrastes na
5
intensidade das ilhas de calor superficiais na imagem representativa da estação chuvosa
(Figura 2 - 18/01/2016) e da estação seca (Figura 3 - 28/07/2016).
A superfície coberta por vegetação tem maior capacidade térmica e precisa de maior
quantidade de energia para que sua temperatura aumente 1ºC quando comparados com
os materiais presentes no ambiente urbano ( JENSEN, 2009).
5
A literatura aponta três tipos de ilhas de calor urbanas em função da camada onde são encontradas: 1 - a ilha
de calor superficial, diagnosticada por meio do sensoriamento remoto; 2 - a ilha de calor atmosférica inferior,
que Oke (1978) denominou urban canopy layer, compreendida entre o nível do solo e o nível médio dos
telhados; 3 - a ilha de calor da atmosfera urbana superior, denominada, segundo Oke (1978), por urban
boundary layer. Esta se sobrepõe à anterior e se estende por vezes até à atmosfera livre.
6
Fernández García (1996) definiu a intensidade e a magnitude das ilhas de calor considerando-se as diferenças
térmicas entre o rural e o urbano registradas por meio dos seguintes parâmetros: ilha de calor de fraca
magnitude, quando as diferenças entre os pontos mais quentes e mais frios variam de 0ºC a 2ºC; de média
magnitude, quando variam de 2ºC a 4ºC; de forte magnitude quando variam de 4ºC a 6ºC; e de muito forte
quando superiores a 6ºC.
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OS EFEITOS DA AGRICULTURA URBANA E PERIURBANA NAS CARACTERÍSTICAS TÉRMICAS DE PRESIDENTE…
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Deste modo, na imagem do período seco (Figura 3), não se registraram ilhas de calor de
superfície apenas nas malhas urbanas de Presidente Prudente e Álvares Machado, mas
também no entorno rural desprovido de cobertura vegetal rasteira e arbórea.
A partir das análises das temperaturas dos alvos, foram selecionados diferentes tipos de
paisagens urbanas (densamente construída, de agricultura urbana e periurbana e rural
próximo das áreas urbanas com cobertura vegetal arbórea) para a instalação de sensores
com o objetivo de registrar a temperatura do ar nesses ambientes. Os pontos ficaram
distribuídos conforme apresentado na Figura 4.
Para subsidiar as análises das intensidades das temperaturas do ar às 21h nas duas
cidades realizou-se a identificação dos sistemas atmosféricos e a caracterização do tempo
no mês de julho de 2017, período de registro da temperatura do ar nos pontos
selecionados, por meio do gráfico de análise rítmica (Gráfico 1).
No gráfico 1, verifica-se que, no mês de julho de 2017, foi registrada a temperatura máxima
de 29,2ºC, no dia 23, enquanto que a temperatura mínima foi de 6,7ºC no dia 19. A média
do mês foi de 21,5ºC. Com relação à umidade relativa do ar, o maior pico registrado
ocorreu no dia 20, com 72%, ao passo que o menor pico de umidade ocorreu no dia 24,
com 36%. A umidade relativa média do período foi de 43%. A pressão atmosférica
manteve-se constante durante todo o mês com poucas oscilações, devido a baixa presença
de sistemas atmosféricos instáveis. Para o período não foram contabilizados dados de
precipitação, sendo um mês típico da estação seca regional.
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980
Pressão Atm. (hpc)
975
970
965
960
100
Umidade Relativa (%)
90
80
70
60
50
40
30
Temperatura (ºC)
25
20
15
10
5
70
60
Precipitação (mm)
50
40
30
20
10
0
Dias 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
Dir. do
Vento
Vel. do
Vento
Nebulosida
de
Sistemas Atmosféricos
Massa Polar Atlântica (Pa) FPA Frente Polar Atlântica
IT Instabilidade Tropical (IT)
MPA Tropicalizada (Pt) Rep Repercussões FPA
Massa Tropical Atlântica (Ta) Zona de Convergência de FQ Frente Quente
ZCOU
MTA Continentalizada (Tac) Umidade (ZCOU) FE Frente Estacionária
Mas. Tropical Continental (Tc) Zona de Convergência do FR Frente Reflexa
ZCAS
Mas. Equatorial Continental (Ec) Atlântico Sul (ZCAS)
Fontes de dados: Instituto Nacional de Meteorologia (INMET) Organização: Gustavo H. Pereira da Silva
Estação meteorológica automática - A707 - P. P. - SP Centro de Previsão de Tempo e Estudos Climáticos (CPTEC) Orientadora: Margarete C. de C. T. Amorim
Os pontos localizados nas áreas construídas (URB) das duas cidades se caracterizaram
pelas maiores intensidades de temperaturas em relação aos demais pontos de agricultura
urbana (AU) e periurbana (PU) e principalmente em relação ao ponto representativo do
rural com presença de cobertura vegetal arbórea.
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A – Pres. Prudente - URB 1 - altitude do ponto: B – Pres. Prudente - URB 2 - altitude do ponto:
424m 430m
E - Pres. Prudente – Rural – altitude do ponto: F – Álvares Machado - URB – altitude do ponto:
396m 473m
Nos dias do mês de julho que estavam sob atuação de sistemas atmosféricos estáveis
(mPA e mTA), verificou-se as maiores intensidades para a temperatura do ar. As diferenças
das temperaturas dos pontos em relação ao rural com cobertura vegetal arbórea podem
ser explicadas pelos materiais construtivos que predominam nas cidades. Tais materiais
armazenam a energia irradiada e absorvida durante o dia e com isso levam mais tempo
para se resfriarem, diferentemente do que ocorre nas áreas rurais, pois quando cobertas
por vegetação, apresentam temperaturas mais amenas (AMORIM, 2017).
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Outro fator que justifica essa diferença é a menor evaporação nas cidades, visto a carência
de cobertura vegetal arbórea. Com isso, se tem uma diminuição do calor latente e um
aumento do calor sensível.
Nos dias que estavam sob a atuação de um sistema instável (dias 17, 18 e 19),
apresentaram diminuição das intensidades, podendo se observar uma homogeneização
das temperaturas entre os pontos. Mesmo não tendo havido precipitação nos dias 17 e 18,
houve significativo aumento da umidade relativa, devido a diminuição da temperatura,
relacionada a entrada de uma frente fria e posteriormente pela entrada de uma massa
Polar Atlântica.
Nos gráficos 2 e 3, pode-se verificar que nas duas cidades as áreas construídas (URB – Figura
5 – A, B, F) ficaram, sob sistemas atmosféricos estáveis, mais quentes do que o ponto rural
densamente coberto por vegetação arbórea (Figura 5 – E). As altas intensidades ficaram
muito parecidas em Presidente Prudente e em Álvares Machado, mesmo estas tendo portes
diferentes (médio e pequeno porte, respectivamente) e altitudes diferentes. A área urbana
(URB Figura 5 - F) de Álvares Machado tem 473m e as de Presidente Prudente (URB 1 e 2 –
Figura 5 – A e B) possuem 424m e 430m. Deste modo a altitude não desempenhou papel
diferenciador entre as duas cidades, já que o ponto rural, considerado como o “ponto 0”
(Figura 5 – E) foi o mesmo para as duas cidades e possui altitude de 396m sob o nível do mar.
As áreas de agricultura urbana (AU) e periurbana (PU), sob condições estáveis também
ficaram mais quentes do que o ambiente rural arborizado, entretanto, as temperaturas
foram muito menores do que as áreas construídas (URB). Em Álvares Machado, a área de
AU, teve as menores intensidades do que a área de AU em Presidente Prudente. Este fato
se deve principalmente às características do uso da superfície, pois quando se comparam
as altitudes das áreas de agricultura urbana nas duas cidades, verifica-se que elas estão
muito próximas (432m para Álvares Machado e 420m para Presidente Prudente).
Deste modo, constatou-se que às 21h, na maioria dos dias do mês de julho de 2017, as
áreas de agricultura urbana nas duas cidades apresentaram as menores intensidades de
temperatura, sendo, portanto menos quentes do que em relação aos pontos urbanos e
periurbanos. Este fato demonstra que a agricultura urbana desempenha importante papel
na diminuição da temperatura devido a cobertura vegetal e a permeabilidade do solo.
Os pontos periurbanos (PER) por representarem áreas de transição do urbano para o rural,
com presença mista de cobertura vegetal e edificações, tiveram resultados semelhantes
aos pontos urbanos (URB), mas com menores intensidades na maioria dos dias,
principalmente em Álvares Machado.
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CONSIDERAÇÕES FINAIS
Deste modo, os resultados desta pesquisa podem subsidiar o poder público no sentido de
propor estratégias para o plano de desenvolvimento urbano, ambiental e social das cidades.
Cabe também destacar que a agricultura urbana e periurbana pode ser uma estratégia
relevante para o desenvolvimento de cidades mais resilientes, podendo servir como uma
importante fonte de abastecimento alimentar, promovendo o lazer, além de contribuir
com benefícios ao ambiente urbano em termos de mitigação e adaptação.
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1373
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M. C. C. T. Amorim, G. H. P. Silva, G. S. Sousa
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XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
SUSTENTABILIDADE AMBIENTAL,
SUSTENTABILIDADE URBANA
AMBIENTAL E O MARKETING
ECOLÓGICO: PARA ENTENDER
CONCEITOS ATRAVÉS DA REVISÃO
BIBLIOGRÁFICA
V. Cocenzaa,c,d, G. C. V. Leonelli b,c,d
a
Mestranda no Programa de Pós-Graduação em Arquitetura, Tecnologia e Cidade
b
Professora Doutora
c
Faculdade de Engenharia Civil, Arquitetura e Urbanismo da Universidade Estadual de
Campinas - UNICAMP
d
LOTE – Grupo de Estudos de Urbanização e Regulação Urbana
vanessa.cocenza@gmail.com, gisela@fec.unicamp.br
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SUSTENTABILIDADE AMBIENTAL, SUSTENTABILIDADE URBANA AMBIENTAL E O MARKETING ECOLÓGICO…
V. Cocenza, G. C. V. Leonelli
Resumo
A partir de aprofundamento teórico, este artigo tem como objetivo discutir a partir da
revisão bibliográfica três conceitos: a) o conceito de sustentabilidade ambiental, b) conceito
de sustentabilidade urbana-ambiental e c) conceito de marketing ecológico empregado em
empreendimentos urbanos. Tem-se como finalidade, compreender se existe uma
coerência entre o conceito de marketing ecológico e o de sustentabilidade ambiental
urbana. Metodologicamente será realizada uma revisão bibliográfica sobre o conceito de
desenvolvimento sustentável, sustentabilidade ambiental, sustentabilidade urbana-
ambiental e marketing ecológico a fim de verificar (des) alinhamentos entre os discursos
empregados e buscar extrair qual ou quais os tipos de discursos que tem prevalecido.
Pretende-se, através da compreensão da revisão bibliográfica, contribuir para a discussão
sobre avanços, limites e apropriação do conceito da sustentabilidade urbana-ambiental.
SUSTENTABILIDADE AMBIENTAL
A partir dos anos 70 surge com grande força uma onda ambientalista marcada por
manifestações e eventos em todo o mundo. Em 1970 nos EUA houveram em muitas
cidades grandes manifestações que ficaram conhecidas como “Earth Day”. Em 1972 o
relatório The Limits to Growth é elaborado para o Clube de Roma e neste mesmo ano é
publicado a Declaração da Conferência das Nações Unidas sobre o Meio Ambiente
Humano ou “Declaração de Estocolmo”. (VEIGA, 2015, p.9-25)
Para corroborar com esta colocação sobre os movimentos ambientalistas, Leonelli (2008,
p.4) pontua que emergiu na mesma época a crítica quanto a exclusão social, ambos frutos
da reação contra as externalidades do sistema capitalista e na maneira como foi feita a
urbanização nas últimas décadas do sec XX. A busca por um novo desenvolvimento, que
fosse sustentável, não se encerra sobre a dimensão do ambiente físico e biológico, mas
fundamentalmente inclui as dimensões sociais, econômicas, políticas e culturais. Como
define Ignacy Sachs (1993) “desenvolvimento e o meio ambiente estão indissoluvelmente
vinculados (...)”, assim como é imprescindível que haja o equilíbrio nas três dimensões
primordiais: “três critérios fundamentais devem ser obedecidos simultaneamente:
equidade social, prudência ecológica e eficácia econômica”.
Ainda em junho de 1971 no Encontro de Founex, que foi a preparação para a Conferência
de Estocolmo em 1972, Sachs (1993) destaca que haviam discrepâncias nos discursos
predominantes acerca do desenvolvimento e do meio ambiente, no entanto, pensamentos
que defendiam visões antagônicas não foram os privilegiados, o esforço de equilibrar as
balanças discursivas foi vencedor:
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Esses grupos não defendiam argumentos que pudessem conversar entre si, o radicalismo
ainda hoje é o que impera nesses dois discursos, eles não são maleáveis em suas posições,
sendo que os malthusianos tendem ao pessimismo extremo, veem a escassez como
inerente ao superpovoamento, defendendo a redução populacional, do contrário
estaríamos fadados ao desastre. Já os cornucopianos apostam numa visão otimista a partir
das tecnologias criadas pelo homem, o que é chamado de “ajuste tecnológico”, como se
fosse possível substituir ou reproduzir o “capital natural” pelo “capital construído pelo
homem”. (SACHS, 1993)
Foi em 1987 que aconteceu um marco histórico para os rumos da política social, urbana e
ambiental, a Comissão Mundial sobre Meio Ambiente e Desenvolvimento apresenta o
relatório “Nosso Futuro Comum” ou “Relatório de Brundtland” (VEIGA, 2015, p.9-25). Nesse
momento consolida-se outra forma de pensar sobre os rumos do desenvolvimento
sustentável, ideia esta que já tinha sido introduzida na Declaração de Estocolmo em 1972.
A posição gradualista defende a proteção ambiental com correções dos problemas
causados pelo desenvolvimento econômico e que o crescimento demográfico se tornaria
estável em médio prazo, muito diferente da posição catastrófica do Clube de Roma no
relatório “Os Limites do Crescimento” que desejava imediatamente barrar tanto o
crescimento econômico quanto o populacional. (LEONELLI, 2008, p.7)
Na década seguinte, outro grande evento ocorreu, a Conferência das Nações Unidas sobre
Meio Ambiente no Rio de Janeiro em 1992, também conhecida como “Rio-92”, “Eco-92” ou
“Cúpula da Terra” (VEIGA, 2015, p.9-25). Neste encontro é consolidada a Agenda 21, um
documento que consiste em ações e recomendações, com destaque na escala local. O Brasil
finalmente reconhece seus problemas ambientais, diferente da posição negativa que ocorreu
em Estocolmo (LEONELLI, 2008, p.8). Naquele momento define-se o conceito de
desenvolvimento sustentável como “aquele que atende às necessidades do presente sem
comprometer a possibilidade de as gerações futuras atenderem a suas próprias necessidades”
(COMISSÃO MUNDIAL SOBRE MEIO AMBIENTE E DESENVOLVIMENTO, 1992, p.46).
Depois de 1972, principalmente pós Rio-92, esse conceito foi cada vez mais difundido e
popularizado. Prado (2015, p.86) faz uma crítica a essa definição, pois entende que ela é
muito ampla e imprecisa, sendo passível de apropriação por diferentes agentes, muitas
vezes com interesses antagônicos. Costa (1999, p.61) segue nessa mesma crítica
apontando que “poucos conceitos têm sido recentemente tão utilizados e debatidos como
o de desenvolvimento sustentável. Por isso mesmo, falta-lhe precisão e conteúdo, cabendo
as mais variadas definições”.
Sachs (1993) destaca que os antagonismos nos interesses se davam principalmente entre
os chamados países do Norte (países desenvolvidos, principalmente Estados Unidos e
Europa ocidental) e os países do Sul (países em desenvolvimento como os países da
América Latina e África). Essas diferenças se dão no âmbito da competitividade do
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Como este autor defende, é necessário que exista cooperação entre os países,
transferência de recursos financeiros dos países do Norte para os países do Sul, assim
como incentivos as ações estratégicas bem-sucedidas para ambos os lados que possam
servir de modelo para outros lugares ou simplesmente ser uma solução local, incentivando
a autonomia de comunidades e participação democrática. Os países do Sul não devem
reproduzir as ações espúrias de competitividade, de exploração dos recursos naturais e da
mão-de-obra outrora praticadas pelos países do Norte. Para que haja sustentabilidade o
caminho precisa ser outro já que conhecemos os resultados negativos desse tipo de
desenvolvimento extensivo. Para ser efetivo e eficiente, tanto as políticas quanto as ações
de cada país devem ser monitoradas pelas agências da ONU. (SACHS, 1993)
Na Rio + 20, que novamente foi sediada no Rio de Janeiro, esperou-se avanços tanto no
discurso quanto nos compromissos assumidos pelos países integrantes. No que se refere
ao discurso, houve uma mescla das ideias presentes nos diferentes tipos de discursos
ambientais já que essa foi a forma encontrada pela ONU em seu documento final, “The
Future We Want”, para conseguir o convencimento e a aceitação por parte dos diversos
agentes e instituições. (WENCESLAU, ANTEZANA E CALMON, 2012, p.598)
Segundo estes autores (2012, p.584) existem quatro vertentes de discursos que
predominaram na política ambiental nas últimas quatro décadas, sendo elas o a)
sobrevivencialismo, b) resolução de problemas, c) sustentabilidade e d) radicalismo verde,
destes, os que prevaleceram na cúpula de 2012 foram a sustentabilidade e a resolução de
problemas por meio do racionalismo econômico.
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Importante também destacar que durante essas décadas foram desenvolvidos muitos
documentos advindos dessas conferências. Um outro marco desses documentos foi no
ano de 2000 os ODM - Objetivos do Desenvolvimento do Milênio, configurando 8 objetivos
com prazo para 2015. Tendo este último como base foram desenvolvidos os 17 ODS –
Objetivos de Desenvolvimento Sustentável definidos na reunião da Cúpula em 2015 na
sede da ONU em Nova York no qual o prazo estabelecido para alcançar as metas foi 2030,
que também ficou conhecido como Agenda 2030. A questão do desenvolvimento
sustentável perpassa por todos esses objetivos, no entanto, dentre eles, podemos citar o
Objetivo 11 - Tornar as cidades e os assentamentos humanos inclusivos, seguros, resilientes e
sustentáveis, como um tema fundamental de discussão dentro dos ambientes acadêmicos,
políticos e notadamente entre ONG’S e iniciativas populares, que tem como cerne ou eixo
central o tema de cidades, considerando imprescindível a democracia participativa.
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Com a ocupação das margens de corpos d’água, áreas frágeis ambientalmente, sem
saneamento básico, insalubres e sem condições mínimas de habitabilidade, distantes dos
centros urbanos, sem transporte público próximo e sem infraestrutura urbana essas
populações estão expostas a todo tipo de calamidade como contaminação do solo por
esgotos e lixões, inundações e desmoronamentos, problemas ambientais causados pela
urbanização desigual. (FERRARA E FERREIRA, 2015, p. 19)
Com o passar do tempo é possível observar que houve uma alteração sobre a visão das
cidades, de antagônica ao meio ambiente ela passa a incorporar as questões ambientais e
agora é objeto de estudo interdisciplinar, conforme o que destaca Leonelli (2008) e
corrobora Costa (1999) ao dizer que diversas são as pautas incorporadas ao urbano, a
cidade passa contemplar o ambiental e o ambiental passa a incluir a cidade. As “velhas
questões urbanas” como habitação, saneamento básico, transporte coletivo e uso da terra
também reaparecem e são redefinidas segundo uma análise que distingue os problemas
urbanos dos países industrializados das economias em desenvolvimento, onde as
diferenças são estruturais. (COSTA, 1999)
No caso dos países em desenvolvimento, em particular no Brasil, Costa (1999) destaca que
a queima de etapas na urbanização como a falta de regulação urbana são efeitos do
neoliberalismo, produzindo uma precária qualidade de vida urbana, desta forma, ao tratar
das antigas questões pelo viés ambiental, os problemas urbanos foram apenas revestidos,
velhas questões sociais passam a vestir uma roupagem da moda.
Ferrara e Ferreira (2015, p. 21) no entanto apontam que não se pode dizer que as áreas
formais ocupadas pelas médias e altas rendas tenham crescido de forma sustentável, nas
décadas recentes com o aumento da construção civil principalmente voltada para esses
faixas de renda ocorreu uma urbanização considerável das cidades. Conforme o que estes
autores sustentam, existe uma codependência entre cidade formal e informal, nesta
dinâmica quem se beneficia dos investimentos públicos são os bairros mais ricos e mesmo
assim eles não promovem uma ocupação sustentável.
Acselrad (1999) argumenta que o futuro das cidades dependerá em grande parte de como
os agentes transformadores da cidade constroem e aplicam os conceitos de projeto de
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futuro e definem o que é sustentabilidade. Desta forma, as articulações políticas dos atores
envolvidos dão origem ao debate sobre o desenvolvimento das cidades, eles são
fundamentais na produção do espaço e sempre buscam dar legitimidade a suas
perspectivas. Neste cenário, é importante lembrar que certos agentes buscam construir
uma imagem positiva das “cidades sustentáveis”. Dando ênfase ao que pode ser entendido
como as cidades-empresas elas buscam projetar uma imagem de referência local, regional
ou muitas vezes internacional, seus atributos podem atrair investimentos diversos, ser
competitiva é uma meta a ser alcançada, neste caso, ser sustentável implica otimizar os
recursos ambientais e fortalecer vantagens competitivas, o planejamento empresarial das
cidades faz com que surja uma “ecocracia” emergente.
Este autor classifica três representações basicamente distintas da cidade, nestas matrizes
do discurso da sustentabilidade urbana são utilizados diferentes sentidos para legitimar a
sustentabilidade ou a durabilidade do urbano:
Fonte: ACSELRAD, H. in Discursos da Sustentabilidade, Rev. Bras. de Estudos Urbanos e Regionais, 1999.
Na segunda matriz, a cidade como espaço da “qualidade de vida”, Acselrad (1999) descreve o
modelo de pureza como um urbano associado à toxidade, a poluição, das questões
sanitárias e emissões de poluentes líquidos e gasosos que causam danos a população. O
modelo de cidadania refere-se à representação da cidadania urbana como espalhada no
conjunto das políticas públicas, palavras como diálogo, pacto e negociação dão sentido a
esta forma de pensamento. Para o modelo do patrimônio vincula-se a ideia não só da
cidade material, mas também da imaterialidade: cultura, identidades, valores e heranças
estão entre as descrições, acentua-se a importância dos sítios naturais ou construídos à
noção de pertencimento dos habitantes e essa imagem é criada inclusive para atrair
capitais, fomentar o turismo e se inserir na competitividade global.
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SUSTENTABILIDADE AMBIENTAL, SUSTENTABILIDADE URBANA AMBIENTAL E O MARKETING ECOLÓGICO…
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Como forma de atrair populações de média e alta renda que buscam qualidade de vida, o
marketing ecológico tem um papel fundamental para a comercialização de condomínios
horizontais fechados. Os meios de comunicação através de anúncios impressos ou digitais
tem se utilizado do apelo para mensagens ambientais e de sustentabilidade, o que é
conhecido como greenwashing ou maquiagem verde. Entendida como uma faceta
publicitária, essa mensagem deseja propagar ações ecologicamente corretas, no entanto,
as empresas muitas vezes estão interessadas apenas em se beneficiar da propaganda não
importando se há verdade no que é dito. (FIALHO, MARQUESAN E SOUZA, 2015, p. 4)
Para Lovato (2013, p. 165) o homem da pós-modernidade carrega uma preocupação com a
natureza, ele sente medo, culpa e anseios ao consumir bens e serviços, mas delega essa
responsabilidade a terceiros, as empresas captam esses questionamentos da sociedade e
exploram de forma economicamente eficaz, elas então oferecem o alívio, uma indulgência,
estampando suas propagandas com frases ecologicamente corretas e discursos que
remetem a sustentabilidade.
No tocante a significação e ao uso do conceito, tanto Veiga (2015, p. 39) quanto Ferrara e
Ferreira, (2015, p. 26) compreendem que não existe neutralidade no campo do
desenvolvimento sustentável, é uma luta pelo significado, entendimento e conceito do que
seja “sustentável” porque também é uma luta pelo espaço urbano. O positivismo vem
apenas favorecer o obscurantismo dos que buscam impor uma visão única, como se
houvesse um único significado para o termo e um uso apenas benéfico para toda a
coletividade.
O marketing urbano não é novidade, assim como também não é a expansão horizontal e a
ocupação da periferia das cidades. Em Londres após a revolução industrial iniciou-se uma
grande campanha para a ocupação dos subúrbios ingleses promovida pelo Estado e
impulsionada pelo setor privado da construção e amparada com a melhoria do transporte
público através da implantação da estação de metrô. (SOUZA E RIBEIRO FILHO, 2015 p.3)
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Estes autores mostram que também na Inglaterra era difundida a ideia do subúrbio como
um “reduto da qualidade de vida associada ao ar puro e ao contato com a natureza”. Em
diversas propagandas e pôsteres se contemplava a imagem de casas típicas de subúrbios,
elas eram cercadas por vegetação e crianças brincando, enquanto que o centro da cidade
era propagado como um local indesejado para viver, repleto de poluição e de desordem.
Deste modo, a construção dos subúrbios passou a ser um modelo de urbanização regido
pelo mercado, embora a consequência disto tenha sido uma paisagem monótona e
segregada, a qualidade das habitações e a baixa densidade populacional “passaram a ser
sinônimos de status social”.
O marketing que se veicula atualmente para vender terras urbanas a fim de promover a
construção de imóveis residenciais para as populações das camadas de alta e média renda,
muito além de se apropriar dos atributos da natureza, vem empregando a palavra
sustentabilidade como forma de diferenciação em relação aos demais empreendimentos,
difundindo um conceito na sua forma incompleta ou distorcida, a mensagem que se deseja
passar é de que loteamentos e condomínios fechados possuem novos atributos, tão mais
inovadores quanto ecologicamente corretos.
O que ainda não parece claro, é o que se entende como sustentável nestes
empreendimentos e em que medida eles podem colaborar para que efetivamente seja
alterado o comportamento dos moradores com vistas a reduzir a degradação ambiental,
no uso consciente de materiais e consumo diário.
Acselrad (2001, p.48) destaca que no espaço urbano, determinados agentes lucram com o
discurso da sustentabilidade e apropriam-se dos seus diversos sentidos, são esses agentes
que reestruturam as cidades, fomentam novos fragmentos urbanos, promovem a divisão
econômica do espaço e a segregação urbana. Ele também ressalta que a estruturação do
espaço que se dá pela oferta, ao invés de ser regida pelos consumidores é feita pelo
mercado imobiliário, “dominado pelos interesses de grupos hegemônicos, e pelo Estado,
como um agente ativo – é uma questão de poder”.
A sustentabilidade, como expõe Teodoro (2012, p.111) é formada pelo tripé da justiça social,
viabilidade econômica e uso ambiental adequado, e a sustentabilidade urbana, como ele
defende, antes de tudo tem que passar pelo processo democrático, através de gestão
participativa, ancorada nas identidades comunitárias com a finalidade de ter a cidade como
território do “exercício de direitos, justo de oportunidades e acessível funcionalmente”.
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CONCLUSÕES
Ainda há grande disparidade de poder entre os países que compõem as Nações Unidas, essa
desigualdade é delimitada entre países que constituem o grupo das economias
industrializadas e o grupo das economias em desenvolvimento, embora o conjunto de
políticas e documentos que estabelecem metas e objetivos busque equilibrar essas forças, as
responsabilidades daqueles que possuem melhores condições econômicas, industriais,
educacionais e tecnológicas precisam ser maiores tanto em relação aos avanços próprios
quanto na responsabilidade em auxiliar os países que estão em desvantagem. Mas os países
em desenvolvimento não foram isentados de seus compromissos, pelo contrário, devem
perseguir as metas e os objetivos proporcionais às suas capacidades para atingirem as metas
e compromissos que assinaram. Agora, em relação as dificuldades dos países em seguir os
acordos firmados por eles, compromisso este que consiste em metas e objetivos com prazos
definidos, o que no decorrer dos anos tem gerado desacordos entre países e governantes,
inclusive a saída daqueles que não desejam mais cumprir seu desenvolvimento segundo
esses princípios. Esses descumprimentos certamente acarretarão em impactos multilaterais
para todos os países que fazem parta da cúpula da ONU.
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1386
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
gbenedet@criba.edu.ar, valeria.duval@uns.edu.ar
Palabras clave: valor económico, árbol urbano, silvicultura urbana, arbolado público, Bahía
Blanca.
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VALORACIÓN ECONÓMICA DEL ARBOLADO URBANO EN LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA, ARGENTINA
G. M. Benedetti, V. S. Duval
Resumen
Introducción
… algunas de las plantas reflejan los deseos manifiestos de los individuos y las
sociedades. Algunos árboles son reliquias de la vegetación preexistente, mien-
tras que otros hace poco han sido plantados para mejorar el paisaje urbano….los
parques y los espacios verdes en las ciudades presentan una gestión deliberada.
Muchos de estos sistemas tienen que satisfacer varios usos y por consiguiente la
variedad vegetal ayuda a definir áreas para estos usos (Simmons, 1982: 246).
Los árboles son parte de la infraestructura urbana y conforman un sistema abierto entre el
clima, el suelo y las decisiones que toma la sociedad sobre su introducción, cuidado, mane-
jo y diseño, con todas las ventajas y desventajas que estas decisiones conllevan. Los espa-
cios arbolados confieren identidad, estructura y significado a la ciudad. La calidad de vida
en el medio urbano construido es una medida de logro respecto de un nivel establecido y
en muchos casos, la presencia del componente verde además de las dimensiones socio-
económicas resulta ser un indicador muy importante en la definición de esa calidad de
vida. Hay una escala de valores prevaleciente en la sociedad y ésta varía en función de las
expectativas de su progreso histórico. En los últimos años, se valoriza más la naturaleza en
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los espacios construidos por que se incorpora una nueva dimensión que se denomina ser-
vicios ecosistémicos. Los primeros autores que definen este concepto son Ehrlich y Moo-
ney (1983), Daily (1997) y Costanza (1997). Los servicios ecosistémicos involucran las condi-
ciones y procesos a través de los cuales los ecosistemas sostienen y satisfacen la vida
humana y donde las poblaciones humanas obtienen directa o indirectamente algún bene-
ficio de estas funciones ecosistémicas contribuyendo de esta manera a hacer la vida
humana más digna.
Un tercer enfoque es el denominado valor de uso individual donde predomina la idea que
si se valora y protege la naturaleza deviene un buen rendimiento económico y la ecuación
de costos y beneficios es satisfactoria para el individuo. Finalmente, está el enfoque desig-
nado como bien común que se fundamenta en un sistema de valores donde se tienen en
cuenta intereses éticos y morales para los atributos particulares de ese bien de la naturale-
za. Éste cuenta con el apoyo de la gestión política y de la participación ciudadana. Los geó-
grafos culturales lo han desarrollado teniendo en cuenta que hay otros significados en la
naturaleza más asociados a lo social y lo cultural y que es menos tangible al definir los be-
neficios que generan pero que al mismo tiempo son mucho más válidos para los individuos
y generan arraigo y sentimientos de topofilia (Lowenthal, 1978, Cosgrove, 1989, Jacques,
1995, Tuan, 1990).
Por lo tanto, en línea de pensamiento con Straton (2006) y Cortes Cortes (2017), la valora-
ción económica de los recursos naturales debe ser producto de la conjunción entre los
aspectos culturales y subjetivos y entre los valores económicos que están representados
por los bienes y servicios ambientales que se desarrollan en las sociedades. En consecuen-
cia, la valoración del arbolado urbano conjugará tanto al valor de uso individual, social y
cultural como así también, dentro de un marco teórico asociado a la economía ambiental,
donde se les asigna un valor monetario a estos bienes públicos como son los árboles en
una ciudad.
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adquiera un interés más complejo que va más allá de su relevamiento como especie
botánica y de una evaluación de tipo técnica para conocer su estado sanitario. Según
Cortes Cortes (2013) los criterios para caracterizar a un árbol como patrimonial,
entendiendo que todos los árboles son parte del patrimonio natural son también diversos.
Muchas veces obedece a la antigüedad del ejemplar, la rareza de la especie en la localidad
de estudio, la forma del árbol, sus condiciones físicas o sanitarias, su importancia histórica,
entre otros. Lo importante es que la denominación de patrimonio verde urbano éste
indicado en las ordenanzas y reglamentaciones para que se pueda gestionar su
conservación, su protección y su valoración tanto de tipo socio-cultural como ambiental.
Área de estudio
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mayor parte del arbolado urbano es exótico o introducido y no se caracteriza por tener una
alta cobertura arbórea, sobre todo en los barrios nuevos y en la parte central que es la más
histórica. Es por ello que conocer y tener una valoración del acervo verde constituye un
aporte importante para la gestión pública.
Los barrios seleccionados para este estudio de valorización económica del árbol en la ciu-
dad de Bahía Blanca son: Villa Mitre, como barrio tradicional de inmigrantes sirio-libaneses,
el barrio Pacífico, ejemplo viviendas de clase media y el barrio-villa Miramar como espacio
de marginalidad (Figura Nº 1).
El origen del barrio Villa Mitre está relacionado con la necesidad que tenía la ciudad de
expandir sus tierras y el nombre del barrio fue designado para honrar la memoria de un
prócer. En 1906 se formó la sociedad “Villas y Colonias” para poner a la venta un loteo de
tierras ubicado al “otro lado de las vías del ferrocarril”. Las primeras tierras en venderse
fueron las comprendidas entre las calles Rivadavia, 14 de Julio, Caseros y Agustín de Arrie-
ta. Los compradores fueron en su mayoría inmigrantes españoles e italianos y en menor
medida de origen sirio-libanés y judíos (Marín, 1998). Según el censo de Población y Vivien-
da del INDEC (2010) la población actual asciende a 9.000 habitantes que se localizan en 35
manzanas. El centro del barrio se desarrolla alrededor de la plaza donde se registra la más
alta densidad de población y de actividades comerciales y de servicios. Este barrio desde
sus comienzos presenta una imagen colectiva alta, con un núcleo particularizado y desta-
cado en relación con el resto de la estructura urbana (Ockier, 1987). Se seleccionó este es-
pacio dentro de la ciudad de Bahía Blanca por ese alto valor en la imagen colectiva y
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además porque es percibido como un buen lugar para vivir, con sentimiento de pertenen-
cia y de sociabilidad, que reafirma el concepto de vecindad (Benedetti et al., 2007).
Los resultados del censo del arbolado urbano del año 2007 (Benedetti et al., 2007), indica-
ron que el total de árboles fue de 1249 y las especies fue de 42. La especie Robinia seudo
acacia var umbraculífera (acacia bola) presentó 280 árboles y Fraxinus americana (fresno),
197. El tercer puesto lo ocupó Ligustrum lucidum (ligustro) con 76 ejemplares, le siguió Pru-
nus cerasifera altro purpúrea (ciruelo de jardín) con 65, Lagerstroemia indica (crespón) con
52, Jacarandá mimosifolia (jacarandá) con 41, Olea europea (olivo) con 34, Ulmus procera
(olmo) con 32 y Styphnolobium japonicum (sófora) con 32 árboles. Las especies Catalpa big-
noidea (catalpa) 30 ejemplares, Melia azedarach (paraíso) con 25 y Robinia seudo acacia (aca-
cia blanca) con 25. Otros representados en menor cantidad fueron: Callistemon speciosus,
Ailanthus altíssima (árbol del cielo), Cupressus sempervirens (limpiatubo), Albizzia julibrissim
(acacia de Constantinopla), Populus alba (álamo plateado), Cedrus deodara (cedro del Hima-
laya), Quercus robur (roble), entre otros. Una singularidad del arbolado de alineación es que
el género Acacia y Fraxinus son los más representados, situación que se corresponde con el
arbolado de alineación de toda la ciudad.
Del censo del arbolado urbano (Benedetti et al., 2014) se pudo comprobar que las especies
más numerosas fueron Fraxinus americano con 1.926 ejemplares y Robinia seudo acacia var.
umbraculífera con 1.125 árboles. Otras especies como Lagerstroemia índica con 493, Ligus-
trum lucidum con 451 y Prunus cerasífera altropurpúrea con 325. Las menos representativas
fueron Melia azedarach, Jacarandá mimosifolia (jacarandá), Callistemon speciosus, Robinia
seudo acacia aurea, Prunus amygdalus (almendro) y Styphnolobium japonicum que presenta-
ron entre 126 y 200 ejemplares.
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gar es cada vez mayor. Las primeras familias que se asentaron crecieron y sus propios hijos
empezaron a ocupar otros terrenos (Benedetti y Duval, 2012).
En el caso particular de este barrio los resultados obtenidos en el año 2012 (Benedetti y Du-
val, 2012) indican que el total de árboles relevados es de 436 y el total de especies asciende a
25. La especie dominante fue Ulmus procera que presentó 54 árboles y Fraxinus americana
con 53. El tercer puesto lo ocupó Populus alba con 26, Robinia seudo acacia var umbraculífe-
ra y Salix humboldtiana (sauce) con 19 árboles cada una, Ligustrum lucidum variegato
(ligustro) con 10 ejemplares, Robinia pseudo-acacia con 7, Albizia julibrissin con 4 y Me-
lia azedarach con 3 árboles. Entre las especies menos representativas se pueden nom-
brar Eucalyptus camaldulensis (eucalipto), Styphonolobium japonicum, Chorisia speciosa (palo
borracho), Nerium oleander (laurel del jardín), Pinus halepensis (pino tosquero).
Metodología
Se seleccionaron las especies más representativas de los censos del arbolado público de
alineación de los barrios mencionados. Para Villa Mitre y Pacífico, las especies fueron Ligus-
trum lucidum, Lagerstroemia indica, Prunus cerasifera, Fraxinus americana y Robinia seudo
acacia var umbraculífera. Para Villa Miramar fueron Fraxinus americana, Robinia seudo acacia
var umbraculífera, Populus alba, Salix humboldtiana y Ulmus procera. Se aplicó la fórmula de
Valor Ambiental (VA) (Cortés Cortés, 2013) en la cual se consideraron ciertos componentes
del árbol como por ejemplo su condición sanitaria, su localización, las características, entre
otros. Cada componente posee su variable de análisis que se cuantifica con el objetivo de
obtener un valor numérico (Tabla nº 1).
Tabla 1. Variables empleadas para la valoración del arbolado urbano (Valor Ambiental)
Altura
Identificador del árbol Extensión de la copa
Diámetro del fuste
Origen geográfico
Rareza de la especie
Valor estético
Puntaje por especie
Forma del árbol
Hojas, flores y fuste
Peligro de extinción
Calidad de la estructura del árbol (por ejemplo: superficie y disposición del
Puntaje del árbol
fuste).
Fuste
Ramas
Puntaje por condición
Follaje
Síntomas de plagas
Valor paisajístico
Puntaje por localización Presencia de otros árboles
Valor funcional
Fuente: elaborado por las autoras sobre la base de Cortés Cortés, 2013.
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gorías: muy alto (valor mayor a 80), alto (entre 60-80), medio (40-60), bajo (20-40) y muy bajo
(menor a 20). Al ese número se le agrega el valor del suelo inmobiliario de cada barrio. Éste se
obtuvo de la búsqueda de la tasación de las propiedades en las inmobiliarias de Bahía Blanca.
Para ello se consultaron varias agencias inmobiliarias y se seleccionaron distintas propiedades
en las áreas de estudio. De estos valores se obtuvieron los precios medios en dólares de las
2
propiedades por m . A partir de ello Cortés Cortés (2013) propone la siguiente fórmula:
VAM= PAXT * VS * ac
100
VAM: Valor Ambiental Monetario
PAXT: resultado de la sumatoria de los componentes del VA
2
VS: Valor del suelo (m )
2
ac: área de copa (m )
El resultado obtenido es el VAM del árbol dado las condiciones intrínsecas como las caracterís-
ticas de la especie, condiciones sanitarias, dimensiones y las extrínsecas como el valor del sue-
lo. Para conocer el aporte económico que genera cada árbol en la propiedad, a este VAM se le
restará el valor de mercado del árbol. Este dato surgió de la consulta a los viveros locales sobre
el precio de venta de árboles de las especies relevadas. El dato resultante es el incremento que
le otorga el individuo arbóreo a la propiedad y se denomina Valor Ambiental Propietario (VAP).
Resultados
Tabla 2. Valor Ambiental (VA) de las especies de los barrios Pacífico, Villa Mitre y Miramar
Especies Barrio Valor Ambiental Área copa m2
Ligustrum lucidum Pacífico 50,8 8
Lagerstroemia indica Pacífico 50,8 6
Prunus cerasifera Pacífico 57,1 3
Fraxinus americana Pacífico 66,5 16
Robinia seudo acacia var. Pacífico 62,1 18
umbraculífera
Ligustrum lucidum Villa Mitre 59 10.50
Lagerstroemia indica Villa Mitre 53,6 4
Prunus cerasifera Villa Mitre 62,5 21.80
Fraxinus americana Villa Mitre 64,1 24.5
Robinia seudo acacia var Villa Mitre 54,1 14
umbraculífera
Fraxinus americana Miramar 40,9 16
Robinia seudo acacia var Miramar 66,7 9
umbraculífera
Populus alba Miramar 70,9 36
Salix humboldtiana Miramar 42,8 12
Ulmus procera Miramar 65,6 24
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Figura 2. Localización y Valor Ambiental (VA) de las especies arbóreas en barrio Pacífico
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Figura 3. Localización y Valor Ambiental (VA) de las especies arbóreas en barrio Villa Mitre
Figura 4. Localización y Valor Ambiental (VA) de las especies arbóreas en Villa Miramar
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El valor del suelo urbano en los tres barrios muestra una diferenciación significativa. En
2 2
Pacífico, la media obtenida fue de 1285 $/m mientras que en Villa Mitre fue de 810 $/m y
2
en Miramar, de 200 $/m (Figura Nº 5). Estos valores están influenciados por la ubicación
del barrio, la presencia de los servicios que posee la zona, el estado y tamaño del inmue-
ble, entre otros factores. El Barrio Pacífico se encuentra en su totalidad pavimentado, cuen-
ta con todos los servicios públicos y el tipo de vivienda a la venta son casas y departamen-
tos. Las primeras se localizan más alejadas del centro de la ciudad, mientras que los se-
gundos a pocas cuadras de este. Las casas cuentan con cochera, quincho, patio, más de un
baño y dormitorio y una antigüedad de 10 a 20 años. En el caso de Villa Mitre, las calles se
encuentran pavimentadas y tienen la totalidad de los servicios públicos. En general el tipo
de vivienda es la vivienda unifamiliar, con más de 20 años de antigüedad, de entre 2 y 3
dormitorios. Miramar es un barrio cuyas calles son de tierra y algunos servicios, como las
cloacas o agua potable están ausentes. Este valor medio por barrio fue el que se consideró
como Valor del Suelo (VS) en la fórmula del Valor Ambiental Monetario (VAM).
2
Figura 5. Valor del Suelo (VS) por m en los Barrios Miramar, Villa Mitre y Pacífico
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en conjunto la mayor valoración y Miramar fue el de menor valoración del arbolado públi-
co lineal. En relación con la especie, Fraxinus americana fue la que obtuvo un VAM más ele-
vado en dos de los tres barrios. Lagerstroemia indica, presente en dos de los tres barrios,
fue en general la que tuvo valor bajo de VAM, ya que al observar a los ejemplares se desta-
can como nuevos, de poca edad y desarrollo de su copa.
El Valor Ambiental Propietario (VAP) permitió conocer el valor monetario que aporta cada
especie a la propiedad considerando el Valor del Suelo (VS) de cada barrio. En Pacífico se
comprobó que valores altos como el Fraxinus americana y Robinia seudo acacia var. umbra-
culífera fueron por sus características intrínsecas y por el valor de suelo. Por ejemplo, el
fresno seleccionado (Fraxinus americana) tiene un Valor Ambiental Monetario de 13.682 en
pesos argentinos, valor que se agrega a la propiedad por su tamaño, estado de conserva-
ción, localización, área de la copa, etc. Si a ese valor le restamos el precio de un fresno de
menor tamaño que según el mercado viverista es de 1090 pesos argentinos, quedaría un
Valor Ambiental Propietario de 12.592 pesos argentinos. Este precio de mercado es el que
el material vegetal tiene con la talla y la presentación que habitualmente se utiliza en su
plantación en las veredas y se prescinde por ello del valor actual del árbol que ha alcanza-
do a partir de todas las variables seleccionadas (tabla 1 y tabla 4).
En Villa Mitre se destacan Fraxinus americana y Prunus cerasifera y en Miramar Populus alba
y Ulmus procera. En el mismo sentido, el fresno en este barrio tendría un Valor Ambiental
Propietario de 11.634 pesos argentinos, valor menor porque el valor del suelo es menor y
el árbol presenta un valor ambiental también inferior. Para el caso específico de la Villa
Miramar, el fresno relevado tendría un valor de 221 pesos argentinos como consecuencia
de la combinación de las distintas variables antes mencionadas.
Tabla 3. Valor Ambiental Monetario (VAM) y Valor Ambiental Propietario (VAP) de las
especies arbóreas
Valor Ambiental Valor Ambiental
Especies Barrio Monetario en pesos Propietario en pesos
argentinos argentinos
Ligustrum lucidum Pacífico 5.224,3 4.657,3
Lagerstroemia indica Pacífico 3.918,2 3.214
Prunus cerasifera Pacífico 2.201,6 1.409,6
Fraxinus americana Pacífico 13.682,7 12.592,7
Robinia seudo acacia var.
Pacífico 14.361 13.8624
umbraculífera
Ligustrum lucidum Villa Mitre 5.018,8 4.451,8
Lagerstroemia indica Villa Mitre 1.736,6 1.032,6
Prunus cerasifera Villa Mitre 11.029,2 10.237,2
Fraxinus americana Villa Mitre 12.724,6 11.634,6
Robinia seudo acacia var
Villa Mitre 6.132,4 5.633,7
umbraculífera
Fraxinus americana Miramar 1.311,7 221,7
Robinia seudo acacia var
Miramar 1.201,7 702,7
umbraculífera
Populus alba Miramar 5.109,1 4.818,1
Salix humboldtiana Miramar 1.027,9 708,9
Ulmus procera Miramar 3.149,3 2,830,3
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G. M. Benedetti, V. S. Duval
Fuente: elaborado por las autoras, en base a los datos de Vivero Cultivos Bahía, mayo 2018.
Conclusiones
Este tipo de trabajos, donde se realiza una valoración del árbol y se los tasa en función de
distintas variables, tiene como meta final ayudar en su mantenimiento y mejoramiento,
estimar su valor de pérdida en caso que ésta ocurriera, por enfermedad o por caída y se lo
tuviera que reemplazar y cuánto sería, entonces, la erogación que el municipio o el propie-
tario tendría que hacer para su reemplazo y cuidado (Caballer, 1999). Además, es impor-
tante considerar que si bien la valoración presenta subjetividades, las fórmulas que se apli-
can permiten dar un valor de mercado y tienen en cuenta toda una serie de factores pro-
pios del árbol y del ambiente donde éste crece (Motter et al., 2004). Los barrios estudiados
presentan algunas diferencias en cuanto a la valoración de los ejemplares, sobre todo vin-
culadas al tamaño o dimensión y las estéticas pero son un buen ejemplo para que la ges-
tión pública comience a considerar la matriz verde en sus planes urbanos de desarrollo y
que a la hora de tasar una propiedad privada el árbol también esté incluído.
Referencias bibliográficas
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Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1399
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GESTIÓN AMBIENTAL
Y TRANSFORMACIONES TERRITORIALES EJE 8 1400
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
mercecardoso@hotmail.com
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VULNERABILIDAD ANTE FENÓMENOS DE EXCESOS HÍDRICOS. PROPUESTA DE UN ÍNDICE COMO HERRAMIENTA…
M. M. Cardoso, M. L. Grand, N. B. Finelli
Resumen
En la gestión de los riesgos resultan relevantes los instrumentos que permiten diagnosticar
los condicionantes que inciden en la ocurrencia de eventos extremos, en este caso, los
excesos hídricos. El índice de vulnerabilidad socio-ambiental propuesto en este trabajo
tiene el objeto de identificar sectores, dentro del Distrito Las Rosas, departamento Belgra-
no, provincia de Santa Fe, con niveles diferenciales de vulnerabilidad, teniendo en cuenta
una diversidad de variables (desde personales, hasta del entorno más cercano al hombre).
A través de un tratamiento cuantitativo de datos provenientes de fuentes secundarias
(Censo Nacional de Hogares, población y vivienda, 2010, por radios censales), se generó el
índice que, una vez establecidas las categorías por niveles diferenciales y cartografiada su
distribución espacial, permitió develar los territorios y su población con mayores incapaci-
dades para reponerse ante un evento catastrófico. El análisis de aquellas variables que
tienen mayor incidencia en el índice general, particularmente en ciertos radios con noto-
rias deficiencias, puso en evidencia la situación de la población de adultos mayores y de
niños, quienes deberían ser objeto prioritario de las políticas públicas.
INTRODUCCIÓN
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como la propiedad intrínseca que posee una sociedad, de ser dañada ante un determinado
fenómeno (factor interno).
La vulnerabilidad presenta varias dimensiones (Wilches Chaux, 1998) que permiten una idea
global. Estas dimensiones son: social, institucional, educativa, cultural, económica, ambiental,
política, física. Es decir, que se podría medir la vulnerabilidad desde estas diferentes aristas.
Los indicadores operan como herramientas que sirven para brindar información de mane-
ra sintética, sencilla y condensada; resultan de utilidad para comparar características de
dos o más territorios distintos en un mismo momento, o un mismo espacio en distintos
momentos para identificar y analizar sus posibles cambios y futuras tendencias. Para la
Real Academia Española un indicador es “aquello que indica o sirve para indicar”, al tiempo
que indicar, es “dar a entender o significar una cosa con indicios o señales”.
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En esta misma línea, se afirma que un indicador es una forma de representar una observa-
ción, un fenómeno o parte de la realidad, que resulta importante para uno o más objetivos
(Suárez Olave, 2003; Rodríguez Jaume, 2000; Sánchez, 2011). Sirven para valorar, analizar y
evaluar el comportamiento de variables, las cuales representan o se aproximan hacia el
fenómeno que se desea estudiar.
METODOLOGÍA
Las Rosas es la capital administrativa del departamento Belgrano. En 2010 cuenta con
13.689 hab, y su crecimiento demográfico en las últimas décadas fue en incremento: 5,5%
entre 1980 y 1991; 6,5% ente 1991 y 2001; 7% entre 2001 y 2010. Su densidad demográfica
es baja, de 17,2 hab/km2, en una extensión de 697 km2.
Figura 1. Localización del Distrito Las Rosas, Departamento Belgrano, Provincia de Santa Fe
Entre las dimensiones a analizar en el área bajo estudio, se considera apropiado retomar
una mirada sobre los riesgos, develados por los Decretos de Emergencia Agropecuaria de
la Provincia de Santa Fe. Estos documentos, generaron una historia en el territorio, mos-
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trando las instancias donde se evidenció algún tipo de daño desde 1982 en forma sistemá-
tica, a nivel de distrito. El nivel de daño o gravedad se refleja en el tiempo especificado en
el Decreto, mediante el cual se permite la postergación o la exención de pago de impues-
tos, por diferentes causas. Entre las principales causas, se reconocieron: déficit y excesos
hídricos. Tomando esta información como principal insumo, se generó un índice vinculado
a Excesos Hídricos y otro por Déficit, a nivel de distrito (Grand y Arrillaga, 2012).
Considerando dichos Decretos, es posible realizar una breve mirada al distrito Las Rosas, para
determinar en forma más precisa las características del territorio. Durante el período 1982-
2015, este distrito fue afectado por 13 Decretos, 8 fueron por excesos hídricos, significando un
período de 1575 días, con un valor promedio de 192 días cada uno. En tanto que también se
evidenciaron problemas relacionados a los déficit hídricos con 5 Decretos, equivalentes a 634
días y un valor promedio de 127 por Decreto. De lo expuesto, se deduce que en este período
de 33 años, en el Distritos Las Rosas, fue más relevantes problemas vinculados a los excesos
hídricos que a la carencia de agua en 2,4 veces más de tiempo para los primeros.
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A través de la estandarización de los datos de cada variable (el cálculo del puntaje omega
lleva los valores originales a un rango que va del 0 a 1) éstos se vuelven comparables: Ome-
ga= xi-m/M-m
Existen tres tipos de variables: de costo (que expresan situaciones desfavorables), de bene-
ficio (expresión de situaciones favorables) y neutras (que no representan en sí misma nin-
guna de las dos anteriores). Dado que el índice de vulnerabilidad refleja una situación de
desfavorabilidad ante el territorio que ocupa la población estudiada, se invierte la fórmula
para el cálculo del puntaje de clasificación espacial donde las variables de costo se tratan
como de beneficio y viceversa (Cardoso, 2017). De este modo, en un rango de 0 a 100, los
valores que se acerquen al 100 tendrán un mayor nivel de vulnerabilidad y por ende peo-
res condiciones socio-ambientales. Entonces, según el tipo de variable se aplica:
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Dependiente del equipamiento y de los servicios con los que cuentan las personas, tam-
bién relacionados a la calidad habitacional, se optó por las siguientes variables: hogares
habitados que no tienen computadoras, ni celular como dos elementos tecnológicos desti-
nados a la comunicación, a la integración, a la información y a la instrucción, claves en el
contexto de la sociedad de la información en la que se vive. La tercera refiere a un elemen-
to de diferente naturaleza como lo es el gas de red, que para los hogares que tienen acceso
implica un confort y seguridad en el uso de este recurso energético.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Analizando las figura 2 y 3, se observa que los sectores de VSA más bajos, correspondien-
tes al color verde, se localizan en la zona centro de Las Rosas, en coincidencia con el área
de cobertura de todos los servicios públicos urbanos básicos (cloaca, agua, gas). Los habi-
tantes de estos radios (403, 404, 405 y 411) tienen fácil acceso a distintos equipamientos
que inciden en la reducción de las vulnerabilidades y contribuyen a la resiliencia: escuelas,
comisaría, hospital, biblioteca. También a infraestructura, como la de comunicación. En
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VULNERABILIDAD ANTE FENÓMENOS DE EXCESOS HÍDRICOS. PROPUESTA DE UN ÍNDICE COMO HERRAMIENTA…
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Figura 3. Sectores de vulnerabilidad socio-ambiental en Distrito las Rosas, sector urbano, 2010
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Los niveles medios-altos (401, 407 y 409) se encuentran en áreas periféricas de la ciudad en
proximidad al campo; los niveles altos pertenecen a un radio urbano (413) y los dos rurales
(101 y 102). El radio 413 detenta el mayor valor de toda la serie (85,67), casi 25 puntos por
arriba de los otros dos de la misma categoría (101: 60; 102: 56).
El radio 413 tiene 1109 hab (2010), es decir el 8,10% de la población. Destacan las condiciones
de vivienda como principales factores de vulnerabilidad, ya que los mayores valores se regis-
tran en las variables: hacinamiento, insuficiente calidad constructiva de la vivienda, tipo rancho;
en segundo término la falta de acceso al agua, a computadoras y en cuanto a la dimensión
educativa, el analfabetismo. Todas estas variables superan el 90 (de un total de 100).
Los tipos de vulnerabilidad de los radios rurales (101, con el 1,7% de la población y 102, con
2,9%), presentan diversidad de dimensiones; no es la situación de pasivos, sino la de anal-
fabetismo y máximo nivel educativo primario alcanzado las que registran mayores valores;
en cuanto a la vivienda, destacan en ambos radios la variable referida a la propiedad de la
vivienda y el terreno, evidenciando situaciones de arrendamiento, mediería u otro. Ambos
sectores carecen de los servicios propios de la ciudad (gas y cloaca), sin embargo, el agua la
obtienen por perforación, por lo que este recurso está disponible dentro de la vivienda.
Con el objeto de reconocer las variables que ejercerían mayor influencia en los niveles de
VSA de todo el conjunto del distrito, teniendo en cuenta los promedios registrados en la
tabla 2, en orden de valores decrecientes (todos con índices promedios superiores a 32,48)
se consignan: 1. Hogares que carecen de celular, 2. Población analfabeta, 3. Población pa-
siva, 4. Hogares que carecen de computadora, 5. Hogares con gas de red, 6. Población que
alcanzó nivel educativo primario, 7. Hogares con desagüe cloacal. La Tabla 2 expresa la
incidencia de cada variable en el índice sintético.
Referencias:
Grado de incidencia de la variable en el IVSA.
Alta (50 a 69)
Media (37 a 49)
Baja (20 a 36)
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Dado que el objetivo general de este trabajo es presentar un diagnóstico que pueda con-
tribuir a la gestión de políticas públicas, de las variables constitutivas de la dimensión
“equipamiento-servicios”, solamente la relativa al servicio de gas de red se corresponde a
esta categoría, ya que el poseer computadora y celular son variables dependientes del
nivel de ingresos económicos de la familia.
Según el plan estratégico Las Rosas, 2016, la red de gas natural está en proyecto de am-
pliación. Sin embargo, actualmente, la falta de gas de red es suplida por las personas con la
compra de garrafas (gas envasado), por lo que también termina dependiendo del poder
adquisitivo familiar.
Por ello, a continuación, se analiza la distribución de los diferentes valores de las variables
que atañen a la persona, correspondientes a las dimensiones demográfica y educativa,
haciendo hincapié en los niveles medio-alto y altos de vulnerabilidad, indicativos de condi-
ciones deficientes: éstas son Población analfabeta, Población pasiva, Población de 15 años
y más que cursa o cursó nivel educativo primario.
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En cuanto a la población con los niveles más altos de analfabetismo, según la figura 3 son
los radios 101, 407 y 401 los que destacan (el 413 sigue con nivel medio-alto); mientras que
aquellos que ostentan los mayores índices de población de 15 años y más que cursa o
cursó nivel educativo primario, son el 102, 101 y 413. Para el análisis de la variable “pobla-
ción pasiva”, se acompaña la figura 4 con los gráficos que expresan la composición de la
población por grupos quinquenales, para los radios en cuestión. Así, se observa que, los
radios 401, 413 y 411 poseen los índices de población pasiva más altos del distrito.
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Del análisis de las figuras 6 y 7 se desprende que son los radios periféricos del área urbana,
413, 409 y 407 los que detentan los mayores índices de hacinamiento. Dichas condiciones
mejoran hacia el interior del distrito, es decir hacia el centro de la ciudad. Los dos radios
rurales registran niveles medios de esta variable. Respecto al índice de viviendas tipo ran-
cho, características (según INDEC) del espacio rural, presentan valores elevados los 101,
102 y 413, este último ya dentro del espacio urbano periférico; también, hacia el centro
urbano la situación muestra una mejora en los valores.
Si bien no se presentan figuras, las variables viviendas conectadas a la red cloacal y a la red
de gas, correspondientes de servicios y saneamiento, tienen gran incidencia en el conjunto
del IVSA, más allá de que se reconoce que ambos servicios son propios de los espacios urba-
nos, caros e inaccesibles para el espacio rural, se reconoce la situación de carencia en gran
parte de la población de estos servicios básicos para el logro de una calidad de vida digna.
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Analizando el gráfico 2, el radio 401, también del sector urbano, con un 40,37 % de pobla-
ción pasiva y un índice de población pasiva de 100, presenta engrosamientos en las barras
correspondientes a las edades mayores de 60 años, indicativo de una elevada proporción
de pasivos definitivos y, entre los pasivos transitorios, aquellos correspondientes a edades
entre los 0 y los 9 años. Sobresale un engrosamiento en edades comprendidas entre los 30
y 34 años, pudiéndose deducir que en este barrio habitan familias jóvenes con hijos pe-
queños y adultos mayores. Corresponden a esta unidad censal niveles medios-altos de
hacinamiento y de viviendas tipo rancho, señalando las deficiencias en materia habitacio-
nal que contribuye a la vulnerabilidad de esta población especialmente expuesta por sus
condiciones etarias.
El radio 407, con un 37,36% de población pasiva (con un índice de pasivos de 60), presenta
una estructura demográfica por grupos de edades semejantes al radio 401, pudiéndose
concluir que allí se asientan, también, familias jóvenes con hijos pequeños y adultos mayo-
res. Este sector urbano, en expansión, presenta índices altos de hacinamiento y medio alto
de viviendas tipo rancho.
Gráfico 1. Estructura etaria de la población correspondiente al radio 413 del Distrito las
Rosas, 2010.
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Gráfico 1. Estructura etaria de la población correspondiente al radio 401 del Distrito las
Rosas, 2010.
Gráfico 1. Estructura etaria de la población correspondiente al radio 407 del Distrito las
Rosas, 2010.
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Gráfico 1. Estructura etaria de la población correspondiente al radio 409 del Distrito las
Rosas, 2010.
Los radios rurales, 101 y 102, presentan altos niveles de VSA, ocupando el segundo y tercer
lugar de todo el distrito, después del radio 413. Si bien la población involucrada en estos
radios es reducida, en gran parte de las variables los índices revelan condiciones de vulne-
rabilidad elevada. Las Rosas, al igual que otras ciudades pequeñas, vive procesos de éxodo
rural, quedando el campo despoblado, pues quienes viven de las actividades agrarias resi-
den en la ciudad.
CONCLUSIONES
A través del índice generado, su categorización y mapeo, se pudo obtener aquellos secto-
res al interior del distrito Las Rosas con niveles de VSA diferencial. Se identificaron lo radios
censales con mayores carencias, que son aquellos que detentan los niveles altos y medio-
altos de VSA. En la situación contraria, los sectores de VSA más bajos, se localizan en la
zona centro de Las Rosas, en coincidencia con el área de cobertura de todos los servicios
públicos urbanos básicos (cloaca, agua, gas); los niveles medios-altos, en áreas periféricas,
próximas al campo; los niveles altos pertenecen a un radio urbano (413) y los dos rurales
(101 y 102). El radio 413 registra los mayores valores de vulnerabilidad de toda la serie. Allí,
destacan las condiciones de vivienda como principales factores de vulnerabilidad. En los
rurales, los tipos de vulnerabilidad presentan diversidad de dimensiones.
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Dado que uno de los fundamentos de esta investigación es ofrecer un diagnóstico para la
gestión del riesgo, el diseño e implementación de políticas públicas, resultó relevante el
análisis de las dimensiones Demográfica-ciclo de vida y Educativa, pues dan una idea cabal
de la población objetivo de los programas. En segundo término, equipamiento-servicios, en
este caso se trata de variables dependientes del nivel socio-económico de las familias (po-
sesión de celular, computadora).
Uno de los resultados del estudio, que aporta a la mejora del instrumento metodológico,
revela que se reconoce la necesidad de plantear ajustes y adaptaciones a las variables,
según se trate de espacio urbano o rural, ya sea, a través de modificaciones de la variable
en sí, o bien, con la incorporación de ponderaciones.
Sin embargo, entre los principales hallazgos, fruto de la aplicación del índice, se puede
señalar que es posible elaborar un indicador de niveles de vulnerabilidad para procesos de
origen hídrico; que es perfectible dicho indicador y además reproducible para otras locali-
dades con información de carácter secundario; que este indicador debe complementarse
con información de carácter primaria en cada localidad, con datos que no son incorpora-
dos a los censos, como por ejemplo de las instituciones y organismos de ayuda en estado
de emergencia hídrica.
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CONCLUSIONES
Y SÍNTESIS GENERAL
DEL COLOQUIO
15%
20%
5%
10%
20%
5%
15%
10%
16%
1419 20%
3% 1
2
12%
3
16%
5%
15%
10%
Gráfico 2. Participación
EJE 1 en
EJEcada
2 eje,
EJE 3modalidad
EJE 4 trabajo
EJE 5 completo
EJE 6 EJE 7 EJE 8
16%
20%
3% 1
2
12%
3
16%
4
5
6
7
10% 8
11%
12%
TRABAJOS
MESA RESÚMENES PARA PUBLICAR
COMPLETOS
MIÉRCOLES 8 DE
1 5 5
AGOSTO - 15.00 a 17.30
JUEVES 9 DE AGOSTO -
1 4 4
8.30 a 10.30
MESA JUEVES 9 DE
0 4 4
AGOSTO - 11 A 13 HORAS
VIERNES 10 DE AGOSTO
2 5 5
8.30hs 11.00 hs
VIERNES 10 DE AGOSTO
0 5 5
11.30 hs A 13 HS
Totales 4 23 23
1420
Analizando la participación de los resúmenes y los trabajos completos en el eje, se
desprende que los primeros representan el 15% mientras que los segundos el 85%
restante (Gráfico 3). Del total de exposiciones llevadas a cabo durante la bienal en el
Eje 1 el 85% formarán parte del e-book.
15%
85%
1421
• El accionar del sector inmobiliario y el funcionamiento del mercado de tierras,
la valorización diferencial de suelo y sus efectos.
• Las áreas centrales tradicionales y la conformación de nuevas centralidades,
para residentes y turistas. Diferentes análisis a partir de lo físico, social, econó-
mico y de su competitividad.
• El cambio climático y sus efectos en un territorio crecientemente urbaniza-
do, y en algunos casos de alta vulnerabilidad. El mapa de riesgo hídrico como
herramienta para el ordenamiento del territorio en cuencas hidrográficas y
la formulación de planes, programas y proyectos en el marco de la gestión
integral del riesgo.
• Los rasgos de la nueva ruralidad, en particular en el periurbano de las grandes
aglomeraciones, los procesos de despoblamiento del espacio rural y la proble-
mática de acceso a la tierra.
TRABAJOS
MESA RESÚMENES PARA PUBLICAR
COMPLETOS
MIERCOLES 8 DE AGOSTO -
0 4 3
15.00 a 17.30
VIERNES 10 DE AGOSTO
0 1 1
8.30hs 11.00 hs
VIERNES 10 DE AGOSTO
2 1 1
11.30 hs A 13 HS
Totales 2 14 9
1422
Gráfico 4. Resúmenes y trabajos presentados, Eje 2
12%
88%
1423
sanitarios y ambientales de la urbanización, de contar con información de
las transformaciones territoriales, realizar trabajos con actores, y de asumir
la planificación como práctica política y no sólo técnica; reconociendo los
desequilibrios territoriales para priorizar políticas públicas orientadas a reducir
las desigualdades.
• Los estudios de casos referidos al tema de las centralidades urbanas (San
Miguel de Tucumán – Montevideo) mostraron dos enfoques diferentes: uno
con énfasis en el sujeto y su derecho a acceder, y otro poniendo énfasis en
los atributos de la centralidad, apoyándose en precisas métodos y técnicas de
análisis. El debate centró la reflexión en la necesidad de garantizar desde las
políticas públicas el derecho a acceder a los sectores sociales más vulnerables,
los criterios para definir las centralidades en las normativas, y desde lo
conceptual la importancia de la dimensión temporal que posibilita identificar
la diferencia entre los conceptos “centro” y centralidad”.
• Los trabajos que evalúan la aplicación de planes, ejecución de operaciones
inmobiliarias y desarrollo actividades turísticas estacionales en el espacio
público y urbano, identifican los procesos de fragmentación socioespacial a
escala barrial y urbana, vinculados al comportamiento del mercado del suelo
inmobiliario, nuevos modos de vida y patrones de consumo, polarización social
e inseguridad.
• Se reflexionó en relación a procesos transformación emergentes de la
urbanización turística en áreas que observan valores naturales, con la finalidad
de producir, vender y consumir bienes y servicios destinados básicamente a los
turistas. Y al post turismo entendido como una actividad que, a diferencia del
turismo, se traslada con los espacios cotidianos de las ciudades y localidades
que acogían de modo tradicional el turismo, marco en el cual se presentó que
indaga en la relación entre las multi territorialidades del post turismo y sus
formas espaciales y la dinámica de urbanización en la localidad de Junín de los
Andes, en el suroeste de la provincia de Neuquén.
TRABAJOS
MESA RESÚMENES PARA PUBLICAR
COMPLETOS
MIERCOLES 8 DE
0 3 2
AGOSTO - 15.00 a 17.30
JUEVES 9 DE AGOSTO -
0 2 2
8.30 a 10.30
MESA JUEVES 9 DE
0 3 2
AGOSTO - 11 A 13 HORAS
1424
VIERNES 10 DE AGOSTO
1 2 2
8.30hs 11.00 hs
VIERNES 10 DE AGOSTO
0 1 1
11.30 hs A 13 HS
Totales 1 11 9
8%
92%
1425
• Transformaciones de las ciudades y las metrópolis en el mundo
contemporáneo relacionadas a los avances de las nuevas tecnologías de la
información y comunicación en líneas de investigación urbana que articulan las
transformaciones del modelo productivo global y el proceso de estructuración
y reestructuración de los territorios.
• Se trata de establecer las dinámicas territoriales de las actividades productivas
y de servicios en espacios urbanos- metropolitanos a partir de la intensidad de
flujos de mercadería información, innovación y personas. Se puso de relevancia
la importancia que cobran, en este contexto, las redes globales de técnica,
información y conocimiento en la selectividad de los lugares.
• Se analizaron en todos los casos las territorialidades generadas por esta gran
diversidad de dinámicas y su impacto en la configuración de procesos territoriales
tanto de concentración como de aislamiento en situaciones de dependencia,
inclusión o exclusión y aquellos derivados de la conectividad en transporte,
energía, comunicaciones, movilidad de personas, recursos y conocimientos.
Estos impactos aparecen como transversales a numerosos sectores productivos,
afectando la estructura y gestión de las organizaciones e incidiendo en todos los
aspectos de la vida cotidiana.
• Las Geotecnologías se presentaron como articuladoras de los espacios y
las dinámicas territorializadoras que imprimen las diversas instituciones y
organizaciones a diferentes escalas.
TRABAJOS
MESA RESÚMENES PARA PUBLICAR
COMPLETOS
MIERCOLES 8 DE
2 1 1
AGOSTO - 15.00 a 17.30
JUEVES 9 DE AGOSTO -
0 5 4
8.30 a 10.30
MESA JUEVES 9 DE
1 3 2
AGOSTO - 11 A 13 HORAS
VIERNES 10 DE AGOSTO
0 5 5
8.30hs 11.00 hs
Totales 3 14 12
1426
Analizando la participación de los resúmenes y los trabajos completos en el eje, se
desprende que los primeros representan el 18% mientras que los segundos el 82%
restante (Gráfico 6). Del total de exposiciones llevadas a cabo durante la bienal en el
Eje 4 el 71% formarán parte del e-book.
18%
82%
De los trabajos presentados de las cuatro mesas del Eje se observan cinco tendencias
o interrogantes para seguir trabajando:
• El avance de los grupos privados sobre el uso de los territorios, para distintos
tipos de emprendimientos, inmobiliarios, comerciales o extractivos frente a la
falta de regulación del Estado, la debilidad de los controles o la pasividad de las
autoridades (tal vez el caso más emblemático sea el de Vaca Muerta)
• Los efectos devastadores en el medio ambiente, en la producción artesanal
autóctona y en la reproducción y crecimiento de las mismas, acorraladas o
limitadas por la fuerza económica y política de estas inversiones privadas.
También se presentaron estudios que muestran las distintas estrategias de
los actores y organizaciones populares para enfrentar estas situaciones (tal vez
el caso más emblemático sea el de Gatic en el SE de Bs As)
• La tendencia repetida en múltiples trabajos y en distintos niveles regionales
del mantenimiento de la pobreza, el impacto ambiental y las transformaciones
en el trabajo, los salarios y las condiciones de vida, en los territorios en los que
se instalan las inversiones, y la transferencia de las ganacias hacia las zonas
más ricas, ya sean nacionales o globales (tal vez el caso más emblemático sea
Amazonia en Brasil y el de Vaca Muerta en Argentina.
• La importancia de las ciudades intermedias como asiento de la superposición
de tareas productivas y comerciales, locales y globales; y como correa
1427
de transmisión hacia las poblaciones más pequeñas de los procesos de
bancarización y financiarización de las cadenas globales.
• Las grandes inversiones de infraestructura y de producción no han logrado
promover la integración de los territorios, sino solamente su interconexión. Y aún
en las zonas más ricas, en Universidades, Centros de Investigación, proporción
de profesionales y usinas tecnológicas se reproducen las mismas facturas.
TRABAJOS
MESA RESÚMENES PARA PUBLICAR
COMPLETOS
MIERCOLES 8 DE
0 4 4
AGOSTO - 15.00 a 17.30
JUEVES 9 DE AGOSTO -
0 2 2
8.30 a 10.30
MESA JUEVES 9 DE
0 5 4
AGOSTO - 11 A 13 HORAS
VIERNES 10 DE AGOSTO
2 1 1
8.30hs 11.00 hs
Totales 2 12 11
1428
• Gráfico 7. Resúmenes y trabajos presentados, Eje 5
14%
86%
1429
de diversidad, cambios en los hábitos de trabajo familiar, migraciones rurales-
urbanas, reconfiguración de paisajes y contaminación ambiental.
• Se analiza la interacción urbano-rural en ciudades intermedias a partir de las
innovaciones sociales que facilitan la comprensión de procesos que orientan
el desarrollo territorial en el ámbito pampeano.
A partir de los interrogantes y debates generados en cada una de las mesas de este
eje, se desprenden las siguientes recomendaciones:
• Ante esta nueva valorización del territorio debemos reflexionar sobre la
importancia de los actores locales como sujetos de cambio a través de la puesta
en valor de los recursos productivos, el papel de la educación en los espacios
rurales y periurbanos en la actualidad. Reconsiderar, ante las transformaciones
en curso, el rol que nos cabe como investigadores y técnicos.
• Realizar recomendaciones técnicas a los Organismos encargados de generar
los datos para reducir las dificultades metodológicas que surgen al trabajar con
datos agregados sin distinción urbano / rural.
• Incorporar en el eje problemático lo rural vivido, el cotidiano de quienes
residen en la ruralidad, que por su experiencia espacial realizan prácticas
territoriales y entretejen una trama de sentidos indispensable para entender
su territorialidad.
• Insistir en que a pesar de las dificultades que se presentan en el trabajo
interdisciplinario, debemos alentar su implementación debido a la complejidad
actual.
• Considerando que las iniciativas locales no alcanzan para estimular la dinámica
local en lo referente al desenvolvimiento turístico, promover en el ámbito
público, políticas que las contenga e insuflen mayor dinamismo.
• Se presenta un gran desafío para las instituciones de formación profesional,
generar proyectos participativos, basado en una nueva política de gestión del
conocimiento, que responda a las necesidades de un escenario agropecuario
complejo altamente demandante de propuestas de desarrollo rural sustentable.
• Debatir localmente en las instituciones educativas agrotécnicas insertas en el
medio rural y en relación directa con él, respecto al perfil de sus alumnos, cuyas
características han ido variando con el tiempo.
• Se desprende de la presentación de los trabajos y del debate posterior, la
caracterización de un espacio rural complejo, sometido a procesos propios
y externos que lo hacen más vulnerable. Expresiones como “tsunami de
agriculturización” permitieron precisar la magnitud de la transformación en el
espacio rural.
1430
EJE N.º 6: CULTURA, PATRIMONIO E IDENTIDAD
TRABAJOS
MESA RESÚMENES PARA PUBLICAR
COMPLETOS
MIERCOLES 8 DE
1 5 5
AGOSTO - 15.00 a 17.30
JUEVES 9 DE AGOSTO -
1 4 4
8.30 a 10.30
MESA JUEVES 9 DE
1 4 4
AGOSTO - 11 A 13 HORAS
VIERNES 10 DE AGOSTO
1 3 3
8.30hs 11.00 hs
VIERNES 10 DE AGOSTO
0 2 2
11.30 hs A 13 HS
Totales 4 18 18
18%
82%
1431
A partir de los interrogantes y debates generados en cada una de las mesas de este
eje, se desprenden las siguientes reflexiones:
• Repensar el concepto de patrimonio, no solo a partir de la versión instituida
del patrimonio, sino también considerando otras miradas alternativas que se
posicionan en los mensajes y discursos patrimoniales como variable central;
o las que colocan al sujeto, su pensar, sentir y vivir, como pilar fundamental
en la construcción del término, más allá de la mera existencia de ciertos
componentes con valores o intereses atribuidos.
• Se presenta la necesidad de construir una visión más crítica en el análisis del
vínculo entre patrimonio e identidad, dado que en algunas de las ponencias se
estableció un nexo directo entre ambos conceptos, es decir, que la revitalización
o puesta en valor del patrimonio se visualizó como el único mecanismo para
definir, redefinir o afianzar la identidad cultural, entendiéndose que ello es parte
de un proceso más complejo.
• Contribuir al entendimiento del turismo como una actividad socioeconómica
que se da en un territorio dado, como parte de un contexto mayor (y no
excluido de éste) y en el que intervienen diferentes actores sociales, que actúan
desde diversos lugares y con distintas relaciones de poder. Comprender que
esta práctica de ocio, al igual que cualquier otra, no se desarrolla de manera
aislada en el territorio, si no que forma parte de procesos sociales, económicos,
políticos y culturales que la condicionan.
• Repensar la aplicación del concepto de desarrollo (territorial, local, regional,
turístico, según los casos presentados), con respecto a las implicancias que éste
comprende y el vínculo con la identidad. En algunos de los estudios abordados,
se estableció una relación directa entre ciertas prácticas económicas y el
desarrollo del territorio, sin considerar que arribar a dicho estadio, implica
analizar tanto los posibles impactos positivos como negativos generados a
partir del desarrollo de la actividad turística.
• Dado que, en el análisis de los conceptos de cultura, identidad y patrimonio,
la población local constituye un actor clave y cumple un rol fundamental, se
considera relevante contemplar el papel de la sociedad civil, sus valoraciones,
percepciones, representaciones y los impactos (positivos, pero principalmente
los negativos) que la misma puede tener como resultado de diferentes
iniciativas que persigan el “desarrollo” de estas comunidades.
1432
Tabla 8. Detalle de resúmenes, trabajos completos y trabajos a publicar por Eje 7.
TRABAJOS
MESA RESÚMENES PARA PUBLICAR
COMPLETOS
MIERCOLES 8 DE
1 3 3
AGOSTO - 15.00 a 17.30
Totales 1 3 3
25%
75%
1433
territorialidades emergentes a veces como resistencia a procesos globales que
las impactan.
• Complementando estos trabajos, otro se dirige a estudiar el impacto de la
energía en las ciudades y estudia las distintas alternativas que se presentan en
relación con iniciativas globales que se aplican a escala local. Busca la mejora
de la calidad de vida de la población y la sustentabilidad urbana aportando al
control del cambio climático mediante un mayor uso de las energías renovables.
Se producen así sinergias entre las iniciativas locales y las perspectivas globales
frente a la necesidad de marchar hacia una ciudad y un mundo sostenible.
• En relación con el otro tema propuesto en la mesa, migraciones trasnfronterizas,
uno de los trabajos apunta al estudio de las dinámicas migratorias de la
población boliviana que genera procesos de reterritorialización en pequeñas
localidades del Partido de Villarino (provincia de Buenos Aires, Argentina) que
generaron transformaciones que van desde lo socio-cultural, por la existencia
de redes sociales que sustentan la dinámica migratoria hacia la región y
permiten detectar la conformación de un espacio social transnacional a través
de los vínculos entre espacio de destino y espacio receptor y transformaciones
en lo político-económico donde a partir de la producción y comercialización de
cebolla se posiciona a la región en los mercados globales del producto.
TRABAJOS
MESA RESÚMENES PARA PUBLICAR
COMPLETOS
MIERCOLES 8 DE AGOSTO -
1 3 2
15.00 a 17.30
VIERNES 10 DE AGOSTO
1 3 3
8.30hs 11.00 hs
VIERNES 10 DE AGOSTO
0 2 2
11.30 hs A 13 HS
Totales 3 18 16
1434
Analizando la participación de los resúmenes y los trabajos completos en el eje, se
desprende que los primeros representan el 14% mientras que los segundos el 86%
restante (Gráfico 10). Del total de exposiciones llevadas a cabo durante la bienal en
el Eje 8 el 76% formarán parte del e-book.
14%
86%
1435
− Revisiones conceptuales desde diversas disciplinas de temas como:
Resiliencia – Desarrollo Territorial – Ecología Política.
• En relación con las escalas espaciales de abordaje, se presentaron
investigaciones a escala nacional, regional, nacional y local. Merece destacarse
la presencia de la cuenca hidrográfica como unidad de análisis de múltiples
problemáticas ambientales.
• En relación con los métodos y técnicas se observó una creciente tendencia de
utilización de Sistemas de Información Geográfica e Imágenes satelitales para
la aplicación de diferentes índices existentes y la generación de metodologías
cuantitativas y semi-cuantitativas para el estudio de diferentes variables físico-
ambientales. La finalidad de muchos de los trabajos aplicados fue la de generar
productos que sirvan como herramientas de gestión.
• Se destaca la importancia de este eje a partir de la vigencia y diversidad de
problemáticas que nuclea, de los enfoques conceptuales de abordaje y las
escalas de análisis utilizadas.
1436
ANEXO A SALIDA DE CAMPO
ARTICULACIÓN LOCAL-GLOBAL:
TERRITORIALIDADES EMERGENTES EN UNA CIUDAD
MEDIA. EL CASO DE BAHÍA BLANCA
Ana Lía Guerrero, Sandra Tonelotto y Eduardo Garriz
Introducción
1437
En tal sentido, el crecimiento urbano produce un territorio, fragmentado, heterogéneo
y segregado, que se manifiestan por sus contrastes morfológicos y funcionales que
afectan su integración, accesibilidad y conectividad, aspectos que inciden a nivel
de la conformación de la estructura del espacio urbano. Es así que, las diversas
materialidades, configuran sectores que son las marcas indivisibles de las diversas
formas de habitar de sus habitantes.
Desde una mirada amplia, podemos advertir su diferenciación, la cual puede
asociarse a que por un lado los sectores norte, noreste y noroeste, tienen entornos
favorables, con espacios de calidad y merced a las infraestructuras con que cuentan
les brinda la posibilidad de convertirse en espacios de oportunidad, lo cual en muchos
casos propicia nuevas áreas residenciales, asociadas a sectores que favorecen
nuevas centralidades urbanas, espacios de ocio y recreación, y una expansión en
el espacio que rompe en muchos casos con la idea de ciudad compacta. Ejemplo
de ello son: el eje de la Avenida Alem, que ha sido valorado a lo largo del tiempo
como un sector de alto valor residencial, y que hoy permite destacar sus fuertes
transformaciones asociadas a nuevas actividades que van cambiando su antigua
fisonomía. El Parque de Mayo, que fuera en su momento “El barrio Adornado”,
está circundado por el arroyo a cielo abierto Napostá, que permite actividades de
recreación y esparcimiento, con una influencia importante, pues es un paseo abierto
que es apropiado por habitantes de toda la ciudad. Próximo a él se encuentra el
Barrio Palihue, que fue el primer barrio parque materializado plenamente.
En contrapartida, en el extremo opuesto, los sectores del sur, sudeste y sudoeste
presentan una ocupación, con un marcado grado de marginalidad, y escasa
integración, fuertes carencias en materia habitacional y de hábitat. Sin embargo,
estos espacios hoy van logrando una mayor integración merced a los planes de
vivienda y la desaparición de grandes áreas vacías, aunque no logran quebrar las
deficiencias referentes al hábitat. Por otra parte, desde el cruce de la Avenida Colón,
hasta la localidad de Ing. White, se puede hablar de un espacio que, si bien cuenta
con vacíos, se destaca su homogeneidad, donde la característica dominante, son
áreas de logística, refinerías, el Polo Petroquímico y el Parque Industrial, hasta llegar
a la zona del Puerto de Ingeniero White, dando lugar a una clara denominación
del sector Portuario Industrial. Por último, se encuentra la localidad de Ingeniero
White, donde se pueden observar los fuertes contrastes que presenta respecto a
su condición material, con un modesto desarrollo y una fuerte carga del pasado en
los complejos habitacionales del ferrocarril y amplios vacíos, producto de tierras en
espera de un nuevo destino, o bien de baja calidad ambiental.
1438
puerto de exportación de cereales y oleaginosas hacia los mercados internacionales.
Asimismo, se encuentran instalados sobre la franja costera del estuario un parque
industrial y el complejo petroquímico más importante del país vinculado a los puertos
de Ingeniero White y Galván, como lugar de llegada de la materia prima desde el
interior del país para su transformación y lugar de salida de los productos elaborados
hacía mercados internacionales.
El Puerto de Bahía Blanca se encuentra ubicado en el sur de la Provincia de
Buenos Aires, a 700 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Capital
de la Argentina, en un lugar de privilegio en relación con importantes centros de
producción y consumo del interior del país. El espacio portuario en su conjunto
pertenece al Partido de Bahía Blanca, cuya cabecera, es la ciudad homónima, y se
extiende entre sus delegaciones de Ingeniero White y General Daniel Cerri incluyendo
Puerto Cuatreros, Puerto Galván y Puerto de Ingeniero White. La figura 1 permite
conocer su localización.
Este espacio conforma un núcleo de gran eficiencia en servicios generales, vinculado
a través de una extensa red caminera, con diversas economías regionales (Mendoza,
San Luis, La Pampa, el Alto Valle de Río Negro y Neuquén entre otras) que utilizan
sus muelles como alternativa para la exportación de sus productos y la importación
de insumos. Por tareas de dragado realizadas alcanzó una profundidad de 45 pies
que lo convierten en el puerto de aguas profundas más importante del país. Su
administración está a cargo del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca
(CGPBB) y es desde 1993 el primer puerto autónomo de la Argentina.
1439
El Puerto Bahía Blanca se localiza en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires,
Argentina. Desde el punto de vista administrativo y funcional está conformado por un
espacio terrestre-marítimo que se extiende a lo largo de la costa norte del estuario
de Bahía Blanca. En el interior de este particular ambiente estuarino se encuentra
el puerto propiamente dicho y a lo largo de 25 km se extiende la zona portuaria que
incluye diversos espacios, instalaciones y equipamientos que facilitan la circulación
de los buques y la prestación de los servicios a la navegación. Se accede al mismo a
través de un canal señalizado de 97 km de extensión, el cual permite la navegación
de buques de hasta 45 pies de calado máximo actual.
En esta región, su localización es marginal y cumple el rol de puerto de
completamiento para la exportación de granos a destinos lejanos. Por otra parte,
es el puerto más cercano a la región patagónica. Puerto Bahía Blanca presenta un
perfil netamente exportador de cargas a granel líquidas y sólidas y a lo largo del
tiempo muestra gestiones orientadas hacia la búsqueda de un nuevo perfil portuario.
En el año 2017 el tráfico portuario fue de 4.459.277 toneladas de graneles sólidos,
10.344.236 toneladas de graneles líquidos y 640.003 toneladas de mercadería general
representando las exportaciones el 65,77% (10.157.860 tn), la importación el 13,57 %
(2.096.350 tn) y el removido el 20,65% (3.189.306 tn) (CGPBB, 2018). En la jurisdicción
terrestre se identifica Puerto Ingeniero White, Puerto Galván y entre ambos el sector
denominado Cangrejales.
También se encuentra allí la Posta de inflamables que se inauguró en 1976,
está compuesta por dos sitios de atraque de similares características: el sitio Nº
1, destinado a la operación de combustibles líquidos por parte de las empresas
petroleras y soda cáustica producida por la firma INDUPA S.A., y el sitio Nº 2 asignado
a la operación con productos gaseosos y petroquímicos por parte de las empresas del
polo petroquímico Bahía Blanca y Transportadora de Gas del Sur (TGS). Ambos sitios
están equipados con brazos cargadores de combustible que permiten operaciones
más ágiles y seguras. Es importante mencionar que en el espejo de agua situado
entre el sitio N° 1 y el viaducto de ingreso a la Posta de Inflamables, se encuentra
emplazada desde el año 1982 una planta petroquímica flotante propiedad de la firma
Polisur S.A. -única en su tipo en el mundo- dedicada a la producción de polietileno
de alta y baja densidad.
En cuanto al tipo de autoridad portuaria, se acerca al modelo puerto propietario
no operador o landlord port. Se encuentra habilitado como puerto comercial e
industrial. Ha certificado el cumplimiento del Código Internacional para la Protección
de los Buques y de las Instalaciones Portuarias (Código PBIP). El Consejo Directivo
del CGPBB, está integrado por distintos actores de la actividad portuaria, son nueve
miembros representantes de sectores públicos y privados. Su presidencia la ejerce
el representante del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, acompañado por
un representante de la Municipalidad de Bahía Blanca, dos por las asociaciones
sindicales, uno por las empresas prestatarias de servicios, uno por los concesionarios
y permisionarios, uno por los armadores y agencias marítimas, uno por los
productores primarios de mercaderías y uno por los sectores comerciantes.
1440
El Puerto Ingeniero White es el centro neurálgico del puerto por ser el asiento de
autoridades, organismos y empresas, contar con lugares de acceso público y vecino
a la localidad de Ingeniero White, única localidad portuaria por historia, función
y fisonomía del sudoeste bonaerense. En él se encuentra la Plazoleta Central del
Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca y el Balcón al Mar. A partir del
año 2007 se van inaugurando distintas obras orientadas a equipar espacios de
uso público para la realización de diferentes actividades recreativas, culturales,
educativas y artísticas que revalorizan el contacto con el mar y la cultura portuaria.
Estas acciones van a ir conformando el Programa Paseo al Puerto.
La Plazoleta Central, también es utilizada para actividades oficiales, lo cual generó
cambios en la función, el equipamiento y el paisaje de este sector del muelle de
cargas generales construido por el Estado Nacional. En el año 2015 se procedió a su
ampliación y están previstas nuevas obras. Por otra parte, el mirador portuario, Balcón
al Mar, fue inaugurado en el mes de diciembre de 2014. Se encuentra en el lugar que
fuera el acceso al hoy desaparecido Muelle de Hierro, construido por capital inglés,
el cual identificó por su particular forma en T al puerto de Ingeniero White durante
aproximadamente cien años. Tanto desde la Plazoleta Central como desde el Balcón
al Mar se pueden observar transformaciones ligadas a diferentes períodos históricos
del puerto, así como algunas de las características del medio natural.
En las instalaciones del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca se encuentra
el Vessel Traffic Service (VTS) o Centro de Control de Tráfico Marítimo. Se destaca
la tecnología que fue incorporada en él mismo en el año 1999 por la autoridad
portuaria, la cual permitió ampliar los servicios ofrecidos a la comunidad portuaria
y le confirió un lugar destacado entre los puertos comerciales del país y Sudamérica
por contar con este tipo de tecnología. Este sistema técnico de administración e
información - georeferenciada y en tiempo real- que se encuentra además asociado
a una base de datos, permite mejorar la seguridad y el tráfico marítimo, optimizando
la utilización del sector marítimo clave para la realización de las diversas operaciones
que se llevan a cabo. A este sistema se suma la experiencia y profesionalidad de los
operadores, que definen la calidad del servicio prestado por este Centro de Control
de Tráfico Marítimo.
1441
En el año 1981 se finaliza la primera de las plantas satélite del Polo Petroquímico
Polisur y luego en 1986, se inauguran otras firmas relacionadas con la actividad como
Monómeros Vinílicos, Petropol, Indupa e Induclor. Entre 1980 y 1986, se desarrolla la
expansión del polo producto de la conjunción entre factores geográficos favorables
y la decisión política para su creación, que implica una diversificación del perfil
agroexportador del puerto local a la incorporación de un perfil industrial.
Luego, a partir de la sanción de la ley nacional de emergencia económica (1989) y los
decretos de desregulación del sector energético (petróleo, gas y electricidad) en la
década del noventa, se derogan los mecanismos de subsidio que las firmas tenían
respecto de sus insumos, aumentando consecuentemente los costos operativos
y disminuyendo la rentabilidad de la actividad (Chudnosky et al., 1996, citado por
Diez, 2008) que lleva, entre 1990 y 1995, a la privatización de las plantas del polo
petroquímico y la posterior aparición de empresas multinacionales a escala local. La
figura 2 permite observar el proceso de ocupación del espacio portuario.
1442
Todos estos cambios permiten ampliar significativamente la escala de producción
del polo petroquímico local, que puede definirse como una cadena o filiere, donde
cada proceso de producción conduce a un producto, que resulta ser insumo de un
proceso posterior. A partir del etano, las plantas desarrollan etileno de alta pureza,
polietileno de baja densidad, cloro, cloruro de vinilo monómero y policloruro de vinilo
(conocido como PVC).
En la Argentina, la cadena de valor del gas natural presenta dos nodos energéticos
estructurantes del territorio muy marcados Neuquén, relacionado con las actividades
del upstream y Bahía Blanca, centrado en las actividades del downstream. En
Neuquén las actividades de upstream incluyen: exploración, desarrollo y producción
del recurso(Guerrero, 2016). En Bahía Blanca, se concentran las actividades de
downstream que incluyen: transformación, comercialización y distribución del
recurso. En este sentido, la ciudad y su entorno visibilizan diversos componentes
de la cadena de valor del gas natural en cuanto a, procesamiento: la planta de
Transportadora de Gas del Sur (TGS) que realiza la separación de los distintos
componentes del gas que luego envía a la industria; en transporte: llegan dos
gasoductos troncales, Neuba I y Neuba II, que conectan la provincia de Neuquén
con la provincia de Buenos Aires. Además, desde 2008, también se encuentra una
planta regasificadora flotante que abastece de GNL a través de barcos metaneros
procedentes de diversos proveedores a escala global. En distribución, se localizan
gasoductos de media a baja presión, etanoductos y propanoductos que se dirigen
a la actividad industrial; en la fase de distribución y comercialización: se hallan
dos centrales termoeléctricas alimentadas con gas natural, que abastecen clientes
residenciales e industriales entre los que se encuentra el mayor polo petroquímico
del país que se localiza sobre el frente costero donde se sitúa un puerto de aguas
profundas que permite la exportación de los productos industriales, situación que
refuerza las interacciones local-global
En este sentido, consecuencia de estas transformaciones el territorio refleja las
tensiones existentes entre diferentes dimensiones productivas (industria y pesca
artesanal), espacios naturales y recreativos como el Club Náutico o el Paseo Marítimo
que coexisten en el mismo territorio, como parte de su trayectoria histórica y de
la historia colectiva de la localidad. Es en este marco, donde se visibiliza como los
procesos globalizadores imprimen nuevas lógicas en el territorio local a través de esta
coexistencia producto de la permanencia de otras territorialidades (Guerrero, 2016).
Bibliografía consultada
1443
Aires, Argentina). Globalización y descentralización (Tesis doctoral). Universidad
Nacional del Sur, Bahía Blanca.
Guerrero, A. (2016). Nueva Geopolítica de la energía en la Región Sudamericana.
Actores, tendencias y conflictos en la industria del gas. Tesis Doctorado en
Geografía. Bahía Blanca, Argentina. Universidad Nacional del Sur, Departamento
de Geografía y Turismo, 396 pp. Recuperado en http://repositoriodigital.uns.edu.
ar/bitstream/123456789/2944/1/Tesis%20Doctoral%20Guerrero.pdf
Guerrero, A. (2017) Visión geopolítica multiescalar de la integración gasífera
sudamericana. En VI Congreso Nacional de Geografía de Universidades Públicas
y XVI Encuentro de Profesores en Geografía del Nordeste Argentino. Facultad de
Humanidades, Universidad Nacional del Nordeste. Resistencia, 25, 26 y 27 de
octubre de 2017. Libro de resúmenes ISBN 978-987-3619-23-6. Compilado por
Mirta Liliana Ramírez; editado por Viviana Pértile. CDD 910.712.
Guerrero, A. (2018). Ponencia: Geopolítica y territorio. Territorialidades multiescalares
emergentes como obstáculos a la integración gasífera sudamericana en XII Bienal
del Coloquio de Transformaciones territoriales, Bahía Blanca, 8 al 10 de agosto
de 2018.
1444
XII Bienal del Coloquio Transformaciones Territoriales
CADR
Asociación de Universidades COMITE ACADÉMICO DE UNIVERSIDAD DEPARTAMENTO DE
GRUPO MONTEVIDEO DESARROLLO REGIONAL NACIONAL DEL SUR GEOGRAFIA Y TURISMO