Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
1
https://www.cepal.org/es/temas/desarrollo-territorial
aquel, es un paradigma que parece haber marcado este tipo de iniciativas,
en muchos caso para bien, y en otros no tanto.
La pregunta que cabe responder es: ¿Cuándo hay Desarrollo? Cuando las
condiciones de vida de un individuo o sociedad encuentran satisfechas sus
necesidades mediante el uso razonable de los recursos (Pérez, 2010). En
este orden de ideas, el desarrollo involucra elementos económicos,
tecnológicos, sociales, políticos y territoriales.
Por lo tanto, no hay que confundir, a las políticas regionales, que son
políticas desde arriba, que tratan de enfrentar los desequilibrios territoriales,
con las políticas de desarrollo territorial, que son iniciativas surgidas desde
abajo, es decir, como resultado de la concertación de diferentes actores
locales. Ahora bien, es indudable que se requiere que las políticas
nacionales de desarrollo regional o territorial faciliten la construcción de
condiciones favorables para el surgimiento y despliegue de iniciativas de
desarrollo desde los territorios, lo que abre un claro espacio de
complementariedad de políticas en este sentido.
En nuestro país los niveles de gobierno, cuyo potencial para contribuir a la
gestión de los programas o a la administración de fondos está siendo
desaprovechado. Es así que el diseño de políticas en materia de
descentralización requiere la coordinación de acciones ante dos tipos de
desigualdades: una ligada a las disparidades entre territorios de una nación
(desigualdades horizontales) y otra relacionada con las disparidades de
poder de intervención por parte del Estado en cada nivel de gobierno
(desigualdades verticales). Esta circunstancia amplía aún más el espacio de
intervención de la política y determina la necesidad de priorizar, y al mismo
tiempo analizar, en el largo plazo, la profundidad de cada política en estos
dos planos de la desigualdad territorial.
Sobre esa sólida base del desarrollo institucional y cultural, hay que discutir
y desplegar actividades orientadas a lograr la diversificación y mejora (o
transformación) del sistema productivo territorial, según criterios basados en
la calidad, la sustentabilidad (ambiental, social y económica) y la
diferenciación productiva.
Todo esto debe tener en cuenta que las opciones elegidas implica
incorporar, igualmente, el criterio de sostenibilidad ambiental, el cual debe
constituir una apuesta de futuro por un tipo de competitividad empresarial y
territorial duradera y dinámica. Ello requiere la valorización del patrimonio
natural y cultural local como activos importantes del desarrollo territorial, el
fomento de las energías renovables, el uso eficiente de los recursos
naturales, entre ellos el agua y la utilización de los materiales, el fomento de
la producción ecológica y de la ecoeficiencia productiva así como el
impulso de la producción local, las distintas formas de consumo sostenible,
la eficiente gestión de los residuos urbanos y rurales, y el fomento de la
educación sobre la sostenibilidad ambiental entre la ciudadanía, las
empresas y los hogares en dicho territorio.
Existe una relación mutua entre todos estos aspectos o dimensiones del
desarrollo territorial, aunque es claro que el punto de partida es el desarrollo
y movilización política, cultural e institucional en el territorio, y que la base
de sustentación para garantizar la obtención de un excedente económico
(capaz de sufragar los gastos sociales y bienes públicos necesarios) radica
en el tema básico del desarrollo económico sustentable en el territorio, a fin
de lograr mantener las inversiones sociales y mejoras laborales e
institucionales que requiere el desarrollo, el cual no se limita, como
sabemos, a un mero crecimiento económico cuantitativo.
2
En Argentina, tras la crisis de 2001, han evolucionado distintas formas de financiamiento informal, o
pseudo-formal a emprendedores y a microempresarios (microcréditos; pequeños créditos; banca social),
que tienen una presencia importante a lo largo y a lo ancho del país pero, principalmente, en algunos
sectores de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, y en las Provincias del Norte Argentino. El Estado dispone de
partidas importantes de recursos para fomentar este tipo de iniciativas.
territorial en los productos, la incorporación de la sostenibilidad ambiental en
el proceso de comercialización, transporte y consumo de productos, la
entrega a tiempo y la naturaleza y calidad de los servicios posventa, y entre
éstos, la gestión del reciclaje y reutilización de los residuos tras el final de la
vida útil de los productos (Alburquerque, 2013).
Las empresas no son entes aislados, sino que desarrollan sus actividades
formando parte de un entramado más complejo, a través de cadenas de
relaciones (o eslabonamientos) de proveedores y clientes que van desde la
utilización de materias primas básicas hasta la producción de bienes o
servicios finales destinados a los mercados. Asimismo, como se mencionó,
la productividad y la competitividad dependen de la calidad de las relaciones
de la cadena productiva y de las características del entorno territorial donde
se localizan sus elementos.
3
Capital Sinergético; es la capacidad de una sociedad para actuar hacia objetivos colectivos
democráticamente establecidos, una capacidad derivada de un entendimiento compartido acerca de la
estructura y dinámica de los procesos de cambio social, crecimiento económico y desarrollo societal
fundamentalmente. El capital sinergético es una forma de energía introducida al sistema socio / territorial
(Boisier, S.).
El enfoque interactivo de la innovación
Construcción de redes